Reino de los francos, Regnum francorum, también conocido (aunque menos
usualmente) como Francia (palabra latina que no se refiere a la actual Francia), o simplemente Reino Franco, son las denominaciones historiográficas del reino germánico de los francos que traspasaron el limes (frontera) del Imperio romano en el siglo V aprovechando la decadencia de la autoridad romana en las Galias, durante la denominada época de las invasiones. De entre todas las tribus en que se dividían los francos, fueron los salios, encabezados por Clovis o Clodoveo I, los que lograron eliminar toda competencia y aseguraron el dominio de sus líderes, convertidos en dinastía merovingia. Desde su establecimiento inicial en el norte de la actual Francia, se extendieron sobre la mayor parte de las antiguas diócesis romanas denominadas Diocesis Viennensis y Diocesis Galliarum, previamente ocupadas por los reinos germánicos de visigodos (reino visigodo de Tolosa) y burgundios (reino burgundio), y sobre territorio de germanos no romanizados, como alamanes, turingios o bávaros. Ese conjunto territorial se extendía sobre los actuales Bélgica, Luxemburgo y Suiza, la casi totalidad de los actuales Países Bajos, Francia y Austria y la parte occidental de la actual Alemania. Con la dinastía carolingia (que sustituye a los merovingios en el siglo VIII), y especialmente a partir de la coronación imperial de Carlomagno en el año 800, la denomación historiográfica habitual del Reino Franco pasa a ser Imperio carolingio. Clodoveo I (466-511) fue rey de los francos salios (481-511) en la región de Tournai. Inició una política de expansión de su autoridad sobre las otras tribus francas y de ampliación de su territorium al sur y oeste de la Galia, hecho por el cual es considerado como el fundador de la dinastía merovingia, la cual es nombrada en honor a su abuelo Meroveo, quien también fuera rey de los francos salios Se casó con santa Clotilde, hija de Chilperico II rey de los burgundios. Clotilde logra persuadir a Clodoveo para que se convirtiera al catolicismo, siendo bautizado solemnemente junto a todos los jefes de su ejército por san Remigio, obispo de Reims, poniéndose así en buenos términos con la poderosa iglesia de Roma y con sus súbditos galorromanos. Durante su largo reinado de treinta años (481-511), Clodoveo I no duda en eliminar cualquier obstáculo a su objetivo de expansión. Conquistó a la mayoría o a todas las tribus francas vecinas a lo largo del río Rin y del río Meno (francos ripuarios) y las incorporó en su reino. También emprendió la incorporación de los laeti (asentamientos de bárbaros en el interior del Imperio romano) dispersos por la Galia: los sajones de Bayeux, los alanos de Armórica y los taifales de Poitou, por nombrar algunos de los más prominentes. Entre sus principales campañas están: Conquista en el año 486 (batalla de Soissons) los territorios ocupados por el general romano Siagrio, quien gobernaba los territorios comprendidos entre los ríos Somme y Loira con título de Dux. Los territorios en posesión de Siagrario constituían el último reducto del Imperio romano en occidente En año (506? 496?) derrota de los alamanes (batalla de Tolbiac), grupo de tribus germanas establecidas al borde sur, medio e inferior del Elba y a lo largo del Mein, estableciendo así la hegemonía franca sobre este pueblo. En el año 507 derrota a los visigodos (batalla de Vouillé) quienes ocupaban los territorios al sur del Loira expulsándolos hasta más allá de los Pirineos, quedando en poder de estos la franja mediterránea de Septimania y Provenza Hacia el final de su vida, Clodoveo I gobernó toda la Galia excepto la provincia visigoda de Septimania y ostrogoda de Provenza y el reino de los burgundios en el sureste. A partir del año 507 la capital se establece en París, aunque esta era solamente simbólica, ya que el reino franco no tenía ningún tipo de administración.