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NEW GEOCRHONOLIGICAL CONTROL FOR THE TECTONO –

MAGMATIC EVOLUTION OF THE METAMORPHIC BASAMENT,


CORDILLERA REAL AND EL ORO PROVINCE OF ECUADOR

J. Aspden, S. Harrison and C. Rundle

Journal of South America Earth Sciences Vol. 6 Nº. ½ 1992

Abstract

Algunas 150 nuevas determinaciones de edades isotópicas en rocas


metamórficas de la Cordillera Real y parte de la provincia de El Oro del Ecuador,
usando métodos de K-Ar, Rb-Sr, y Sm-Nd, ayudaron a clarificar una completa sucesión
de eventos magmáticos y tectónicos. El evento regional reconocido más temprano de
metamorfismo / plutonismo, del Grupo Tahuín en El Oro, está datado como entre aprox.
220 y 200 Ma. (Triásico tardío – Jurásico temprano). Edades similares pero menos bien
definidas fueron también obtenido de orthogneis de las subdivisiones Sabanilla y Tres
Lagunas en la Cordillera Real. Mayores granitoides calco – alcalinos fueron
emplazados aprox. 190 – 150 Ma. (Jurásico medio – tardío) en la parte más oriental de
la Cordillera Real, al norte de 2º S, y hacia el exterior de la zona Sub – Andina, entre
aprox. 140 y 120 Ma. (Cretácico temprano), la región oriente fue levantada y erodada y
la Cordillera fue afectada por un importante evento de cizallamiento (dinamo -
termal)que resulto en el reseteo de edades plutónicas más viejas. Desde aprox. 120 a 85
Ma., las condiciones fueron relativamente estables, pero durante aprox. 85 a 65 Ma.
(Cretácico tardío) la cordillera y el Oriente fueron de nuevo levantadas. Este
levantamiento corresponde a una segunda sobre impresión termal que produjo una
perturbación regional en los sistemas isotópicos K-Ar. Por toda la cordillera están
presentes un número de plutones generalmente pequeños, no deformados;
dominantemente del Terciario temprano. Han sido obtenidas pocas edades antiguas (Pre
– mesozoicas), pero la interpretación de estas edades permanece todavía incierta.

Conclusions

Es claro que la Cordillera Real ha sido sujeta a una sucesión compleja de


eventos magmáticos y tectónicos, ambos localizados y bien expandidos, a través de
tiempos Mesozoicos y Cenozoicos. Ambos sistemas isotópicos Rb–Sr y el K-Ar han
sido afectados, y muchas de las edades son pobremente definidas. Aunque, habiendo
usado una combinación de métodos isotópicos, ello ha sido imposible, en muchos casos,
a distinguir entre los varios eventos tectónicos y magmáticos y por lo tanto obtener una
considerablemente mejor conocimiento de la historia geológica de la Cordillera Real y
de la provincia de El Oro.

La historia pre – Mesozoica mantiene desconocida. Un número de edades pre –


Mesozoicas en K-Ar han sido reconocidas, ambas en publicaciones previas y en este
estudio. Aunque, con la excepción de la anfibolita de Portovelo, similar ejemplo
tomados de la misma localidad dan edades muy diferentes. Ello puede ser que algunas
de estas edades más viejas son reales, pero ello puede ser también explicado por
disturbación del sistema K-Ar, con localizado enriquecimiento de argón o preferencial
perdida de potasio aventajando a estimular edades más viejas. Bajo mayor trabajo
detallado es cumplido en las localidades respectivas, esas edades pueden mantener
sospechas y no pueden ser citadas en la literatura como de otra manera.

El evento grabado más temprano, basado en datos de confianza, es el


metamorfismo y magmatismo en el grupo Tahuín de la provincia de El Oro datado
en 220 – 200 Ma. (Triásico tardío a jurásico temprano). Este ha sido claramente
definido por ambos datos de Sm-Nd y K-Ar.

Hay una remarcable similaridad entre los gneises granatíferos de El Oro y


esos de Papallacta, Agoyán, y la subdivisión Sabanilla en la Cordillera Real. No
solamente son todas rocas de gneises ricos en granate y biotita, pero ellos también
contienen abundante grafito tabular con típico brillante lustre. Ello es por lo tanto
posible que los gneis de El Oro y de la Cordillera Real fueran originalmente parte
del mismo Complejo metamórfico. El granate de la Cordillera Real no ha fraccionado
los isótopos de Sm-Nd, así nosotros no podemos probar que ellos son de la misma edad,
pero datos de Rb-Sr de orthogneis de la subdivisión Sabanilla sugieren que similar
metamorfismo ocurrió en aproximadamente 220 Ma. En la Cordillera Real.

La edad de la subdivisión Tres Lagunas es relativamente bien definida en


cerca de 200 Ma. La razón inicial de 87Sr/86Sr de 0.7120 (y así de los orthogneis de
Sabanilla, 0.7123) es considerablemente más alta que de los granitoides de
Abitagua, Azafrán, y Zamora (aprox. 0.705) y claramente indican que el granito
tres Lagunas ha tenido una más grande componente de corteza envuelta en su
génesis que los otros granitoides ecuatorianos. El granito Tres Lagunas
probablemente representa una corteza fundida que fue formado durante el evento
metamórfico de 200 – 220 Ma.

Las mayores intrusión de los típicos granitoides tipo Andino en ambos países
Ecuador (i.e., Zamora, Abitagua) y Colombia (Aspden et al., 1987) ocurrieron entre
aprox. 190 y 150 Ma. (Jurásico medio – tardío); aunque, parte de eso es ahora incluido
en el batolito de Zamora pudo haber sido emplazado en aprox. 240 Ma. (Triásico
temprano). Con la posible excepción del emplazamiento del monzogranito Azafrán,
como un solo esporádico magmatismo ocurrido entre 150 y 90 Ma. (Cretácico
temprano). La mayor parte de otros plutones que han sido datados entre 80 y 40 Ma.
(Cretácico tardío a terciario temprano).

Uno de los principales resultados de este estudio es la documentación de las


edades minerales en K-Ar receteadas durante el Cretácico al Terciario temprano,
especialmente esas grabadas de la Cordillera Real. Estas están representadas por un
histograma (Fig. 5), que también desplega los eventos principales sedimentario /
tectónico revelados por las grabaciones sedimentarias preservadas en el Oriente a lo
largo de los flancos de la Cordillera. Siguiendo la cesación de plutonismo asociado con
los batolitos de Zamora y Abitagua en aprox. 150 Ma., las zonas Oriente y Sub –
Andino fueron deformadas, levantadas, y erodadas antes de la depositación de las
formaciones Hollín y Napo (Baldock, 1982). El pico de edades reseteadas en el
Cretácico temprano (aprox. 135 – 125 Ma.) (Fig. 5), obtenidas principalmente de los
batolitos de Abitagua, Azafrán y Zamora, es interpretada a relacionar a este evento pre –
Hollín, el cual es de importancia regional, habiendo también sido indicado en Colombia
donde ello corresponde al periodo de acreción, metamorfismo dinamo – térmico
bastamente expandido y emplazamiento de esquistos azules a lo largo de la zona de falla
Romeral (Aspden et al., 1987; Aspden y McCourt, 1986). En Ecuador, previamente
mencionada evidencia de campo de Río Verde sugiere este evento Cretácico temprano
incluyó una importante componente de cizallamiento destral a lo largo de zonas de
tendencia escarpada a vertical NNE/SSW (ver también Aspden y Litherland, 1992).

La formación Aptiana Hollín (aprox. 119 – 113 Ma.) (Bristow y Hoffstetter,


1977) está sobre yacida conformemente por las lutitas marinas y calizas de la
Formación Napo, y ambas formaciones fueron depositadas bajo relativamente estable,
condiciones continentales (Baldock, 1982). Después la parte superior de Napo fue
depositada, un mejor periodo de erosión en el Campaniano (aprox. 83 – 73 Ma.) tomó
lugar en el Oriente (Baldock, 1982) que, junto con la depositación subsecuente de las
formaciones Tena y Yunguilla, coinciden con el pico marcado en edades reseteadas
(aprox. 85 – 65 Ma.) obtenidas de la Cordillera Real (Fig. 5). Durante este periodo, los
plutones de Pimampiro y Magtayán fueron emplazados pero, en general, actividad
plutónica fue aparentemente restringida.

La Formación Tena de estratos rojos, confinada principalmente al flanco este de


la Cordillera Real / zona sub – Andina, fue derivado de el oeste y es la crono -
estratigráfica correlativa de la Formación Maastrichtiana Yunguilla (aprox. 73 – 65 Ma.)
del área de Cuenca (Baldock, 1982; Bristow y Hoffstetter, 1977). Ello así parece
razonablemente a concluir que la amplia perturbación Cretácico temprana de las edades
minerales de K-Ar relaciona el levantamiento de la Cordillera Real. Tal como el evento
pre – Hollín, esta perturbación también ha sido reconocida en Colombia, donde edades
grabadas alcanzando el reseteo desde aprox. 75 a 57 Ma. de la Cordillera Central han
sido correlacionadas con acercamiento y subsecuente acreción de los allóctonos,
Cordillera Occidental oceánica (McCourt et al., 1984). La grabación geológica
claramente indica que condiciones de inestabilidad continua en Ecuador durante el
tiempo Terciario – Reciente, con el principal levantamiento Andino tomando lugar
desde el Neógeno tardío en adelante (Baldock, 1982). Estos eventos son también
presumiblemente reflejados en la continuación termal sobre - impuesta de las rocas
metamórficas más viejas en la Cordillera Real y puede, por ejemplo, explicar la
existencia de edades minerales K-Ar jóvenes del Mioceno (aprox. 20 Ma.) obtenidas de
el batolito de Chingual.

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