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Zenteno Maturino Erick Alexis

No cuenta 313076974
Grupo 14
Salón de Belleza por Mario Bellatin

Advierto que el siguiente ensayo presenta una serie de spoilers con el fin de analizar
la lectura e interpretar los mensajes ocultos que esta pueda contener.

Es la primera vez que leo esta novela corta, la historia no es algo complicada. Nos
narra la historia de un señor que en su juventud solía manejar un salón de belleza
de día y por las noches salía a la ciudad a festejar como travesti, ahora que es viejo
su salón de belleza se convirtió en lo que él llama “un Moridero” el cual lo define
como un lugar “donde van a terminar sus días quienes no tienen dónde hacerlo” y
a su vez intenta hacer analogías con respecto a unos peces y su apogeo hasta
eventualmente llegar a la decadencia.

Para empezar el personaje principal me parece algo interesante, he leído muchas


historias donde hay homosexuales y desde el primer momento es evidente el tipo
de personaje será, un vil estereotipo, pero en este caso durante una gran parte del
libro estaba seguro que el personaje era mujer, cuando detalla la ropa que usa de
noche para celebrar, la forma en la que detalla a sus peces y como busca que
combinen con sus gustos del momento, que cabe recalcar que cambian
constantemente. Todo cambio en el momento que habla sobre los baños de vapor
que era exclusivamente para hombres.

Existe un momento en el cual habla de un amigo que vestía de forma extravagante


desde joven y que aprendió a hacerlo en Europa, cuenta como dicho amigo fue
abusado por los amigos de su padre en un baño de vapor y el miedo al rechazo que
le hizo guardar silencio al respecto. Creo que este momento lo utiliza el autor para
explicarnos una de las razones por las que él cree como nace un travesti, al inicio
como algo normal de una cultura extranjera, pero al final lo retoma como una serie
de abusos y traumas que sufren de forma sexual y pueden afectar en el futuro. No
es necesariamente correcta su forma de pensar, pero tampoco se equivoca y para
cuestiones de la historia no afecta demasiado ya que no se profundiza en ello.

Puedo decir que me encanta ese pequeño gran detalle que hace el autor al hacer
una analogía constante conforme avanza el libro entre el salón de belleza, sus

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peces y el ciclo de la vida. Al inicio en el salón se esfuerza mucho en adornarlo de
una manera única, de tal forma que destaque entre toda la competencia y es ahí
donde recuerda el acuario que visito y quiere dar esa sensación de rejuvenecimiento
en agua a sus clientes y decide poner peceras dentro de su salón de belleza, es
evidente que al inicio de cualquier cosa debemos empezar con lo más sencillo y de
ahí crecer y abarcar cosas más complicadas, solía tener unos Gupis, peces fáciles
de criar y aun así no logro mantener a todos vivos, lo mismo pasaba con su salón,
si bien la clientela era buena y constante se vería afectada por los peligros del
exterior, la Banda de los Matacabros que herían gente en el exterior y aunque no
quería ayudar a los heridos termino haciéndolo. Así es como se inicia la vida, con
toda la intención, pero no siempre logrando las cosas en el primer intento.

En algún momento donde ya domina la crianza decide optar por otro estilo de peces,
donde los cuidados son mayores, pero se ven aun más extravagantes, exóticos. Si
bien en la vida del personaje principal en este momento no pasaban grandes cosas
fuera de lo normal, todo era una rutina, esté lograba vivirla con mayor glamur. Es la
etapa de la vida más obvia que solemos tener, el apogeo, donde todo lo solemos
tener medido y podemos disfrutarlo al máximo, aunque no hay grandes cambios.

Eventualmente todo se acaba por servir, así como su cuerpo se volvía débil y viejo,
su salón de belleza perecía y se convertía en un Moridero de tiempo completo, en
ese momento “el salón de belleza no es un hospital ni una clínica, sino sencillamente
un Moridero” y sus peceras habían perecido, muchas de ellas ya no cumplían su
propósito esencial y solo se encargaban de almacenar pertenencias. Una, con
suerte aún mantenía peces, Gupis de nuevo, aunque llena de suciedad,
funcionando a duras penas estos no morían, se aferraban a la vida más que
aquellos que tuvo en su juventud. Es evidente que hablamos de la etapa de la vejes
aquí, nos plantea un escenario decadente en espera de la muerte, pero
rehusándose a morir.

En casos como este, donde la vejez no vence al cuerpo hay una etapa final de
enfermedad, lo único que puede vencer a la terquedad por estar viviendo. Esta
etapa es reflejada al momento que el protagonista empieza a enfermar, y consigo

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sus peces entran en una mayor decadencia. Al estar en esta situación contempla el
futuro de su legado, no quiere ser recordado por sus actos menos prestigiosos como
cuidar a los moribundos, no, la espera que lo recuerden por su vida glamurosa
donde hacia que su fina clientela luciera despampanante, aquella época dorada
donde su salón de belleza brillaba. Es el momento perfecto para pensar y no actuar
tan rápido.

Hay un momento donde nos habla de las reglas de su Moridero, prohibido las
mujeres, enfermos en etapa primaria, crucifijos, oraciones, medicinas y médicos, las
mujeres porque había pasado años dejándolas bellas y no pensaba manchar su
trabajo teniendo mujeres demacradas dentro de su salón, los enfermos en etapa
primaria porque les faltaba mucho para morir y en ese Moridero solo se va a morir
no a pasar la enfermedad y por ultimo todas las cosas relacionadas con la medicina
y la religión se les niega para quitarles toda esperanza a los huéspedes, ahí solo
van a morir, no a intentar recuperarse. Esta frialdad es desencadenada, creo yo, por
la gran cantidad de enfermedades que sufría su madre cuando él era joven y se
veía obligado a acompañarla a cada sesión, estudio y cita medica que tuviera. No
hay nada mejor para odiar el proceso de sanar una enfermedad que el hecho de
vivir enfermo durante mucho tiempo.

En resumidas cuentas, la novela corta Salón de Belleza escrito por Mario Bellatin
no es una obra maestra, sin embargo, tiene una buena historia que habla sobre la
vida, sus cambios y todo el proceso que se lleva acabo en ella desde tres puntos de
vista, un salón, un travesti y unos peces.

Referencias

Bellatin M. (2000). Salón de Belleza. Barcelona. Tusquets Editores

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