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"CAMINO ANGOSTO O ESPACIOSO" Seguramente hemos leído muchas veces estos dos

versículos en las Sagradas Escrituras, sin embargo, tenemos que ver cómo aplicarlo
correctamente. (Mateo 7:13y14) "Entren por la puerta estrecha, porque ancha es la
puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por
ella. Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los
que la encuentran". Contrario a la creencia popular que todas las religiones son buenas
y conducen a Dios, Jesús deja en claro que no es así, que solo hay un camino para llegar
a Jehová Dios. Aquí se nos habla de dos puertas y dos caminos. Uno de ellos tiene una
puerta ancha y un camino espacioso el cual es fácil de transitar porque es permisivo y
muchos son los que por él caminan; Pero el otro posee una puerta estrecha y un camino
angosto porque requiere obediencia, difícil de transitar y pocos son los que lo caminan.
Presta atención a las últimas palabras de este versículo: “y pocos son los que la
encuentran”, esto quiere decir que son pocos los que no hacen lo que todos hacen, sino
que se dedican a hacer lo que Dios quiere que hagan sin importar el desprecio, burla y
odio de los demás. ¿Cuál es el camino por el que estás andando?, ¿Angosto?,
¿Espacioso? ¡Busquemos y encontremos el camino correcto que es el angosto y
caminemos en él! Te deseo un buen día JUEVES y que puedas seguir en el camino
angosto. ¡Dios te bendiga!!!!

El día que decidimos entregarle nuestra vida a Dios, comenzamos a andar por ese
camino angosto, ese camino que nos evita el mezclarnos en aquellas cosas que pasaron
de ser de “buenas” a “malas” porque entendimos que hay cosas que antes hacíamos que
nos parecían buenas, pero que ahora con Jesús en nuestra vida, nos dimos cuenta que
no eran del agrado de Dios. Es así como se empieza a hacer de aquel camino ancho o
espacioso un camino angosto, porque nuestra intención es agradar a Dios y no a
nosotros mismos. Generalmente empezamos a andar por ese camino angosto, en donde
caminábamos con mucho cuidado, examinando todo, reteniendo lo bueno y desechando
lo malo, ese camino que Dios quería que anduviéramos, en ese camino angosto se
evitaba de muchas cosas que parecían “inofensivas” pero que al evaluarlas nos dábamos
cuenta que no valía la pena practicarlas, porque no honraban a Dios. Pero muchos con el
correr del tiempo, vamos volviendo de ese camino angosto al más espacioso.
Comenzamos a permitirnos cosas que antes no nos permitíamos, comenzamos a dejar
de caminar con cautela y de a poco vamos ampliando el camino, aquello que antes nos
parecía malo o equivocado nos comenzó a parecer normal y hasta bueno, aquello de lo
que antes sentíamos dolor de hacer, comenzó a convertirse en rutina en nuestra vida y
poco a poco el dolor por hacer lo malo se fue perdiendo, es así que sin darnos cuenta,
fuimos haciendo más ancho el camino por el que debíamos andar y día a día nuestro
corazón se fue plastificando. Si antes evitabas hacer o decir ciertas cosas para agradar a
Dios y hoy lo haces sin ninguna pena, tengo que decirte que dejaste de caminar por el
camino angosto y en su lugar estás dando pasos en el camino espacioso. Hay que ser
sinceros, todos en algún momento de nuestra vida nos desviamos del camino, dejamos
de andar por el camino angosto y comenzamos a andar por el espacioso, ese que está
lleno de cosas que desagradan a Dios pero que humanamente ya lo aceptamos, porque
ahora a diferencia de antes lo vemos “normal” basados muchas veces en que “todos lo
hacen”. Cuando comienzas a hacer las cosas que todos hacen y comienzas a ponerle
etiqueta de permitido a todo, entonces dejaste de andar por el camino angosto, porque
por el camino angosto no se permite muchas cosas, al contrario es un camino en donde
todo se examina y lo que no honra a Dios se desecha. El camino angosto, es difícil de
andar porque la mayoría tilda ese camino de “religiosidad” o “fanatismo,” términos que
muchos usan para tratar de hacer creer a la mayoría que todo lo malo es bueno. Dios
quiere que dejes de andar por el camino espacioso y vuelvas al camino angosto, la
voluntad de Dios es que examines todo, deseches lo malo y retornes hacia lo bueno. El
camino angosto está lleno de prudencia, sabiduría y voluntad de agradar a Dios, nadie
que quiera andar por el camino angosto lo va lograr sin estos tres componentes, porque
se necesita valor para andar en el camino que nadie quiere andar, ese camino de
negación a uno mismo, ese camino difícil pero que al final trae una recompensa que vale
más que cualquier regalo que el mundo y sus deseos te quieran dar. Recuerda siempre
que Jesús dijo: "Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y
pocos son los que la encuentran.”

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