currido desde los últimos años de la década de los 80. Pocos, si es que algún o
pudo hacerlo, pueden reclamar para sí el haber anticipado el f i n de la guerra fría
tan abrupta y pacífica como en efecto sucedió . El 26 de septiembre de 1988, e
2
Tal como la humanidad sigue su curso a lo largo de la última década del siglo XX, es
necesario ser cautelosos en interpretar estos eventos como la señal de una "nueva era de
paz mundial". La historia se llenó de pronunciamientos similares que probaron ser pre-
maturos, incluidos algunos al principio de este siglo, como el que se hizo en vísperas de la
primera guerra mundial cuando en 1910, en el libro titulado The Gieat ¡Ilusión, N o r m a n
Angelí proclamó que la guerra se había convertido en una reliquia del pasado, toda vez que
ésta no era benéfica n i aun para los ganadores . Algo similar sucedió posteriormente,
5
antes de iniciarse la segunda guerra mundial, cuando en 1938 el primer ministro británi-
co Neville Chamberlain regresó a Londres de una reunión con Adolfo Hitler en M u n i c h ,
asegurándole al mundo que vendría "paz en nuestro tiempo" . Los sucesos que produjeron
6
* Se refiere a la compra por parte de los Estados Unidos a Francia de lo que actualmente corresponde al estado
de Louisiana. ( N . del R.T.]
I N T R O D U C C I Ó N
Los jefes de Estado de los Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia y Alemania
se reúnen en Berlín para registrar el 50° aniversario de la terminación de la segunda
guerra mundial en Europa... La Conferencia del Tratado de no Proliferación de Armas
Nucleares (NPT) continúa en Nueva York donde 170 naciones buscan llegar a un
acuerdo mediante el cual se limitaría terminantemente la proliferación de armas
nucleares... El Informe Anual sobre Desarrollo Humano de las Naciones Unidas en-
cuentra que es muy lento el progreso económico en la mayor parte de los países
menos desarrollados... En Wall Street, el promedio industrial del Dow Jones aumenta
40 puntos para un nuevo récord... Localmente, las acciones de la firma Anheuser-
Busch aumentan dos puntos... La General Motors y la Chrysler informan que sus
ventas disminuyeron en abril completando así cuatro meses consecutivos de declina-
ción... Durante el fin de semana pasado ocurrieron tres homicidios en el área de San
Luis... El invierno de 1994-1995 se reportó oficialmente como el segundo más calien-
te en los' anales de la ciudad.
más grande de los Estados Unidos—, tuvo que sentir cierta preocupación al enterarse
de las últimas ofensivas de paz. Esta compañía había sido u n elemento importante
para mantener a los Estados Unidos como u n fuerte competidor con la Unión Soviéti-
ca a efecto de que los estadounidenses se mantuvieran como el principal "mercader de
armas en el m u n d o " en la década de los 80, con ventas de más de US$100.000 m i l l o -
nes en los Estados Unidos y, además ayudando a que su país sobrepasara a la Unión
Soviética en los años 90 y lograra capturar la m i t a d del mercado m u n d i a l en 1 9 9 5 " .
La f i r m a McDonnell-Douglas, cuyo modelo Águila F-15 fue el avión de guerra más
avanzado en el mundo y el de mayor demanda —Arabia Saudí había colocado órdenes
por US$9.000 millones, el valor de 72 aviones—, era el mayor empleador del estado de
Missouri y u n elemento v i t a l para la economía global, empleando a 23.000 trabajado-
res en el área de San L u i s . U n ambiente internacional menos hostil, con las oportu-
12
nidades para el gobierno de los Estados Unidos y para otros gobiernos de producir u n
"dividendo de paz" para sus ciudadanos, y de reducir los gastos militares y trasladar
recursos a la educación y a otros sectores podría ser, al menos a corto plazo, económi-
camente perjudicial para la región de San Luis en términos de reducciones en la pro-
ducción de armas y en la resultante pérdida de empleos. Otras poblaciones cuyo
bienestar dependía altamente de las fábricas de municiones o de las instalaciones m i l i t a -
res experimentaban una cierta ambivalencia sobre las últimas tendencias. Los despi-
dos en algunas industrias de defensa atribuidos a disminuciones en el presupuesto del
Departamento de Defensa, también traían perjuicios. Más de u n millón de empleos se
habían perdido en todo el país desde los últimos años de la década de los 80. U n
estudio estableció que entre todos los estados de los Estados Unidos, Missouri sería el que
más sufriría con ulteriores reducciones en el gasto militar del gobierno estadounidense,
seguido m u y de cerca por Massachusetts, California, Nueva York, Ohio, Minnesota,
Connecticut, Kansas, Washington y M i c h i g a n . 13
nueva fábrica de minivanes en Austria. Vale la pena anotar, sin embargo, que San Luis
aparentemente se benefició de la globalización de la economía internacional en otros
sectores: tal es el caso, por ejemplo, del continuo crecimiento de la compañía Anheuser-
Busch con sede en esa ciudad y cuyo status como la empresa cervecera más grande del
mundo se debió en parte a sus importantes operaciones internacionales, incluida la
producción de la marca Budweiser en Europa bajo acuerdo con una f i r m a checa, si-
multáneamente con nuevos arreglos que concluyeron con los chinos y los japoneses
para tocar a las puertas del vasto mercado asiático.
Hasta los informes del tiempo, ya sean locales o nacionales, tienen dimensiones inter-
nacionales. El suave invierno registrado en San Luis y en la mayor parte de los Estados
Unidos en 1995, fue analizado por algunos como perteneciente a u n patrón global climático
de los últimos años. Algunos expertos manifiestan que el récord de ondas de calor se debe
al "efecto invernadero", esto es, a la acumulación de dióxido de carbono y de otros gases
en la atmósfera causada principalmente por el consumo de combustibles líquidos. Otros
expertos han levantado su voz en contra para presentar u n planteamiento diferente acerca
de una nueva era glacial, que podría originarse en la suspensión de billones de partículas'
de polvo y humo en la atmósfera con u n incremento en la cobertura de las nubes y que
bloquearía los rayos del sol. En realidad, la erupción del Monte Pinatubo en las Filipinas
. en 1991 fue la mayor explosión volcánica de este siglo; cubrió al planeta con ceniza volcá-
nica y ese proceso parece que compensó parcialmente el efecto invernadero por u n par de
años hasta que la ceniza se disipó y la tendencia del calentamiento se presentó de nuevo . 16
VISION LATERAL
ESTUDIO DE LA INTERDEPENDENCIA
Si usted conduce u n vehículo Ford Escort, es probable que su transmisión haya sido
hecha en Japón, su sistema eléctrico en Taiwan, el mecanismo de abrir la puerta en
México, sus amortiguadores en España, sus frenos traseros hayan sido ensamblados
en Brasil, su dirección en Gran Bretaña y muchas otras partes en diversos países del
mundo. Desde 1980, cuando este carro fue lanzado al mercado anunciándolo como
"el vehículo del mundo", la industria automotriz se ha giobalizado más y por supues-
to se ha complicado más. Como lo muestra el artículo siguiente, las "guerras de los
automóviles" y otras tendientes a capturar una mayor participación de los mercados
globales en todos los artículos, desde las lavadoras hasta los robots, se han puesto al
rojo vivo con la celebración de "alianzas" entre las grandes corporaciones a través de
las fronteras nacionales; todo esto hace muy difícil el seguimiento de la nacionalidad
de muchos productos. Que estas tendencias continúen o no depende de la voluntad
de los gobiernos de promover una economía mundial abierta.
Nissan, la compañía No. 2 del Japón, intercambia vehículos en Australia y las dos
están planeando adelantar un programa para la producción de pequeñas camionetas
o minivanes, en los Estados Unidos. Por otra parte, Ford y la compañía Volkswagen
se han fusionado en una compañía de América Latina que exporta camiones a los
Estados Unidos.
A su turno, la General Motors posee un 41.6 por ciento de acciones en Isuzu, que
está iniciando un proyecto conjunto en América con Subaru, la que a su turno es
parcialmente propiedad de Nissan. La General Motors también posee la mitad de
Daewoo Motors, competidor de Hyundai en Corea. Daewoo fabrica vehículos bajo la
marca Nissan para el Japón y bajo la marca Pontiac para los Estados Unidos. Próxi-
mamente iniciará las ventas de vehículos que fueron diseñados por GM-Europa para
Isuzu en Japón. GM también ha hecho equipo con Toyota, la compañía No. 1 del
Japón, para producir vehículos con las marcas de las dos empresas en América y
Australia.
En otro campo geográfico, Europa está enlazada con acuerdos conjuntos y de pro-
ducción. Honda América vende más carros en los Estados Unidos de los que vende su
casa matriz en Japón... y algunos analistas consideran que el centro del poder dentro
de esa compañía está virando hacia la subsidiaria norteamericana. Honda esperaba
exportar 70.000 vehículos originarios de los Estados Unidos en 1991 ... En un año o
más, las compañías mundiales japonesas producirán por año, aproximadamente dos
millones de carros norteamericanos de alta calidad, con mano de obra americana y en
plantas americanas.
La industria automotriz no es la única que ha sentido el azote de la competencia...
Whirlpool se unió con el gigante electrónico de Holanda, la compañía Philips, para
operar seis plantas gigantes de producción de electrodomésticos en el Mercado Co-
mún (Unión Europea). Philips se asoció también con un grupo de ejecutivos norte-
americanos y el gobierno de la isla de Taiwan para establecer allí una planta de
fabricación de semiconductores de alto nivel tecnológico; allí mismo, mientras Texas
Instruments está construyendo una fábrica de chips con socios locales taiwaneses, la
compañía Ball, radicada en Muncie, Indiana, ha entrado en una serie de proyectos
alrededor del mundo para producir y mercadear recipientes livianos para bebidas. La
lista de ejemplos puede ser interminable: en la industria siderúrgica USX y la compa-
ñía Kobe Steel; Armco y Kawasaki Steel; la mal denominada compañía de aceros
nacionales —National Steel— es un proyecto en partes iguales entre una compañía
norteamericana y una compañía japonesa... el líder de los robots en Japón, la compa-
ñía Fanuc, se ha asociado con la General Motors para producir robots, con General
Electric para producir instrumentos de control computarizados y con la firma alema-
na Siemens para producir elementos en el campo de la electrónica.
La tendencia hacia la participación en los mercados globales está forzando a lo que
Stanley Feldman, de la firma Data Resources, denomina la Tercera Revolución Indus-
trial. Una reorganización total de la tecnología de la producción está en camino: en
horarios y planes de producción, en formas computarizadas y en el control de
inventarios para reducir los costos en la producción de maquinaria inteligente que
puede cambiar el proceso en medio de una línea de producción. El objetivo es produ-
cir localmente bienes que se adapten a los mismos mercados locales, pero cose-
char a nivel mundial las economías de escala que se obtienen de la investigación
sobre el desarrollo de adecuadas fuentes de materias primas y del ordenamiento
de la producción.
Fuente: Tomado de Charles R. Morris, "The Corning Global Boom", The Atlantic Monthly, 264, octubre,
1989, pp. 51-53. Reimpreso con permiso de Russel y Volkening como agentes del autor. Copyright ©
1989 por Charles R. Morris.
I N T R O D U C C I Ó N
ciento del público estadounidense no podía mencionar el nombre del país que había
sido objeto de la primera bomba atómica lanzada 50 años atrás . En u n hecho u n poco
21
más cercano al interés norteamericano, en una investigación reciente entre 5.000 es-
tudiantes de los años superiores del bachillerato, en Dallas, 25 por ciento no pudo
identificar cuál era el país extranjero que bordeaba con Texas . En otra encuesta sólo
22
dos por ciento del público pudo identificar al presidente de México y sólo uno por
ciento al primer m i n i s t r o de Canadá, no obstante el hecho de que los Estados Unidos
en esos días había concluido la f i r m a del Acuerdo de la Zona de Libre Comercio Nor-
teamericana (NAFTA) diseñado para promover la integración económica entre las tres
economías . En 1990, cuando el gobierno de los Estados Unidos gastaba poco más de
23
uno por ciento del presupuesto federal en ayuda externa, el público asumió que la cifra
era cercana 20 por c i e n t o .
24
Aún cuando el público en otros países, particularmente en Europa, a veces parece estar
mejor informado que el público norteamericano, existe gran evidencia en el sentido de
que no obstante las implicaciones de interdependencia, u n amplio sector de la población
tiene solamente intereses marginales acerca de estas materias y c o n o c i m i e n t o s
supremamente elementales en el campo de los asuntos internacionales . En todos los
26
países muchas personas parecen adoptar la misma actitud del estudiante a quien se le pregun-
tó: "¿Qué es peor, la ignorancia o la apatía?" y él contestó: " N o lo sé, no me importa".
A u n aquellos individuos que están interesados en los asuntos internacionales y que
intentan estar informados, con frecuencia se dan cuenta de que es muy difícil comprender
la infinidad de eventos que diariamente reportan los medios de comunicación y les es
complicado organizarlos dentro de una estructura más o menos coherente. Interrogantes
como los siguientes son cosa de todos los días: ¿Cómo se afectan las relaciones entre
China y los Estados Unidos por las acciones adelantadas por empresas multinacionales,
establecidas en los Estados Unidos, y que hacen negocios con China? ¿Cómo se afectan
las relaciones de Estados Unidos y Arabia Saudí por las acciones de las gigantes multina-
cionales del petróleo que operan en el Medio Oriente? ¿Puede esperarse acaso que la venta
del más sofisticado tipo de aviones norteamericanos a Israel o a Arabia Saudí, promueva
la paz o la guerra en el Medio Oriente? En las Naciones Unidas ¿por qué razón Cuba
tiene derecho al m i s m o poder de voto que los Estados Unidos en la Asamblea General
cuando este último es 25 veces más grande en población y paga cuotas 200 veces más
grandes que las de Cuba, como aporte al presupuesto de la Organización de las Nacio-
nes Unidas? En una confrontación con la Federación Rusa, en caso de que se revivie-
ran las tensiones pasadas, ¿es posible que los Estados Unidos tenga la capacidad de
matar a cada ruso veintisiete veces pero aún pueda "perder" una guerra nuclear? Y
ESTUDIO DE LAS R E L A C I O N E S I N T E R N A C I O N A L E S
hasta qué punto los diseñadores de la política exterior estadounidenses (o los france-
ses o los rusos), mientras consideran las consecuencias potenciales de sus decisiones
para su país y para el mundo, se preguntan: "¿Cómo juega este asunto en Peoría (o en
Marsella o en Vladivostok)?"
El propósito fundamental de este libro, aparte de generar u n interés creciente en las
relaciones internacionales, es lograr una comprensión de mayor alcance acerca de los
fenómenos internacionales contemporáneos y de lo que puede denominarse "la condición
global", a medida que nos enfrentamos al siglo X X I en otras palabras, con este libro se
;
intentará aclarar aquello que a veces puede parecer u n caos total y que en realidad produce
"una sensación de sorpresa y admiración".
PROBLEMAS DE LA DEFINICIÓN
La anterior definición de relaciones internacionales parece ser razonablemente buena y
suficiente, excepto por tres problemas que inmediatamente saltan a consideración. En
primer término, ¿dónde encuadra dentro de este tema u n actor como el denominado Car-
tel de Cali, de Colombia, con relaciones y contactos con las redes internacionales del
narcotráfico? ¿Qué pasa con las corporaciones multinacionales o con los bancos privados
de Occidente que registran en sus activos inmensas obligaciones de los países pobres
altamente endeudados? O ¿Dónde encuadra el M o v i m i e n t o de Resistencia Islámica
(HAMAS) que ha dificultado los intentos de Israel para solucionar la cuestión palestina?
Ninguna de éstas es una "unidad política con el rango de nacional" n i está subordinada a
ellas; por tanto, aparentemente estarían excluidas de la definición del diccionario; sin
embargo, no son irrelevantes cuando se trata de analizar las relaciones entre las naciones.
En segundo lugar, en u n mundo interdependiente, ¿es tan fácil, como la definición del
diccionario lo .sugiere, separar decisiones políticas "externas" de decisiones políticas "do-
mésticas"? Una decisión asumida por los Estados Unidos para legalizar cierto tipo de
drogas puede ser u n asunto puramente doméstico, pero con seguridad estará acompañada
también por cambios en la política externa norteamericana, en lo que respecta al control
internacional de narcóticos. Así mismo, el control de armas puede ser u n asunto total-
mente relacionado con la política exterior, pero estas decisiones pueden tener u n efecto
m u y importante en el campo interno. La confusión entre los asuntos de política interna o
externa se torna aún más problemática en otras áreas tales como la energía, el sector
económico o la política agrícola. En tercer lugar, aun cuando la definición del diccionario
habla de las relaciones internacionales como una "rama de la ciencia política", el tema de
estudio abarca no sólo relaciones de carácter político sino también de carácter económico
y de otra naturaleza, con u n alcance multidisciplinario.
Lo anterior no quiere decir que el campo de las relaciones internacionales carezca de
límites o barreras,- sólo que ellas son quizá más difíciles de identificar que en otras disci-
I N T R O D U C C I Ó N
plinas. Sin embargo, si se desea lograr u n entendimiento pleno de las relaciones interna-
cionales, evidentemente es necesario establecer desde el principio algunos límites; tam-
bién, se ha dado por sentado que el esfuerzo para trazar una línea con gran precisión es en
el mejor de los casos arbitrario y en el peor de poca importancia" . El asunto de las "barre-
28
ras" en las relaciones internacionales ha ocasionado casi tanto conflicto en los círculos
académicos como lo ha hecho con otro tipo de barreras entre las naciones . El interés de
29
este libro no es echarle más candela al debate sobre la esencia de las relaciones internacio-
nales; solamente tener la seguridad de que el estudiante entiende cuál es el campo de esta
materia.
Teniendo en cuenta los puntos anteriores y como alternativa a la definición que propor-
ciona el diccionario, existe una segunda definición de relaciones internacionales mucho
más amplia que la anterior: Es el estudio de todas las interacciones humanas a través de
las fronteras nacionales y de los factores que afectan tales interacciones. La figura 1.1
indica las clases de interacciones que son posibles.
Ejemplos del primer tipo de interacción (línea A) pueden ser una reunión entre el presi-
dente de Colombia y el presidente de los Estados Unidos o una comunicación entre el
gobierno chino advirtiendo al gobierno norteamericano de no mezclarse en u n asunto
interno chino,- otro ejemplo serían unas negociaciones entre los Estados Unidos y Japón
relacionadas con el establecimiento de tarifas aduaneras y cuotas contra las importacio-
nes de carros japoneses a los Estados Unidos. ¿Qué tienen en común estas situaciones?
Todas ellas involucran interacciones entre gobiernos nacionales y más específicamente
entre representantes oficiales de las unidades políticas llamadas naciones-Estado. (Como
es evidente, estas interacciones pueden ser apreciablemente afectadas por presiones ejer-
cidas por grupos de intereses nacionales o por ciudadanos, personas naturales que ejercen
presiones sobre sus respectivos gobiernos).
Ejemplos del segundo tipo de interacción (línea B) incluirían las conversaciones entre el
Ministro de Petróleos de Arabia Saudí con los representantes de una multinacional petro-
lera, o u n ataque de tropas israelíes contra bases de los comandos del H A M A S en el
Líbano, o una visita del presidente del Chase Manhattan Bank al Brasil para discutir una
renegociación de los préstamos con el Ministro de Hacienda de ese país. Actores no esta-
tales tales como una corporación m u l t i n a c i o n a l o como el H A M A S pueden iniciar
interacciones internacionales o pueden ser el objetivo de ellas pero, en todo caso, sus
actividades hacen parte de las relaciones internacionales.
Figura 1.1
Tipos de interacciones entre las naciones.
ESTUDIO DE LAS R E L A C I O N E S I N T E R N A C I O N A L E S
Ejemplos del tercer tipo de interacciones (línea C) pueden incluir u n juego de béisbol
entre los Rangers de Texas con los Bluejays de Toronto por la Liga Americana en la ciudad
de Toronto, Canadá; una reunión de los líderes sindicales de u n grupo de países o el
intercambio de cartas entre dos amigos, uno en Inglaterra y otro en Mongolia. A u n cuan-
do muchas de estas relaciones en nada afectan las preocupaciones de los hombres de
Estado, hasta los viajes de unos equipos de ping-pong entre Nueva York y Beijing (la muy
publicitada "diplomacia del ping-pong" entre Estados Unidos y China en 1971) en algu-
nas ocasiones pueden ser una forma muy importante de relaciones internacionales.
En términos generales, todos los tipos de interacciones mencionadas arriba constitu-
yen relaciones internacionales. Como es obvio, no todas estas líneas de interacción son
igualmente importantes y merecen igual tratamiento. Tal vez no es equivocado decir que
cuando la mayor parte de la gente piensa en relaciones internacionales lo hace en los
términos del diccionario, esto es, como relativas a las relaciones entre gobiernos naciona-
les que actúan como representantes de naciones-Estados tal como se tipificó en el primer
conjunto de ejemplos. Esta preocupación es justificada porque en última instancia sola-
mente los gobiernos nacionales están en posición de hacer política exterior y solamente
éstos, en último término, poseen la autoridad legal para controlar todas las interacciones
que van más allá de las fronteras nacionales. En este libro se tratarán primordialmente las
relaciones entre gobiernos nacionales, pero también se dará importancia, por supuesto, a
otros dos tipos de interacciones y al papel que desempeñan los actores no estatales, parti-
cularmente en lo que respecta a la forma como afectan las relaciones entre los gobiernos y
al impacto que producen sobre los asuntos mundiales. Cada vez más estos actores, ya
sean de naturaleza subnacional o transnacional, compiten con los gobiernos nacionales
como actores en el escenario mundial.
punto por cuerpos legislativos y por otras entidades revestidas de autoridad. Las Naciones
Unidas son u n intento primario de constituir u n gobierno mundial, dentro de u n sistema
de entidades y Estados formalmente independientes.
La naturaleza descentralizada de la organización política mundial, a los ojos de muchos
observadores, torna inherentemente a este cuerpo político sujeto a desorden y a violencia
en tal forma que hace que sus miembros se obsesionen con los sentimientos de inseguri-
dad y con la necesidad de armarse, así sea solamente para su propia protección. A u n
cuando muchas sociedades nacionales experimentan problemas similares de violencia e
inestabilidad bajo la forma de guerras civiles —en realidad u n fenómeno m u y discutido en
la década de los 90 ha sido el creciente número de "estados fracasados" que han termina-
31
do en la anarquía tales como Ruanda y Somalia— es verdad que tales problemas parecen
ser inherentes o endémicos de la sociedad internacional, debido a la estructura misma de
las relaciones entre las entidades que la componen. Sin embargo, la comunidad interna-
cional no está en guerra permanente; a menudo la humanidad ha sido capaz de sobrepo-
nerse a estas deficiencias y de alcanzar paz y orden en las relaciones internacionales no
obstante la inexistencia de instituciones de autoridad. La cooperación existe en medio del
conflicto. Como lo ha expresado John Stoessinger: en las relaciones internacionales existe
una "tensión permanente entre la lucha por el poder y la lucha por el orden" y la inicia-
32
tiva para la obtención de los recursos naturales está atemperada por una necesidad senti-
da a nivel mundial de lograr al menos u n cierto grado de estabilidad, así sea módico.
Esta preocupación central sobre las relaciones internacionales no es nueva; ha existido
desde el nacimiento de las naciones-Estado. Sin embargo, ha adquirido mayor trascenden-
cia hoy en día, no sólo porque la humanidad tiene la capacidad de destruirse totalmente,
sino también por la premura de llegar a una sociedad verdaderamente global, en la cual la
proliferación de las transacciones económicas, sociales y de otra índole a través de las
fronteras nacionales, está presionando fuertemente las capacidades de los gobiernos na-
cionales para regular tales relaciones . Mientras algunos ven el "tire y afloje" del mundo
33
como u n progreso hacia la realización del sueño histórico de lograr una comunidad m u n -
dial armoniosa , otros ven tales fenómenos como parte de u n proceso de sembrar las
34
semillas de posibles conflictos entre países y naciones, aun mayores que los que existieron
en otra época . Las escasas tres y media horas que tarda u n vuelo entre Londres y Nueva
35
York a bordo de u n avión Concord están excedidas en eficiencia solamente por el tiempo
que toma a u n cohete nuclear intercontinental trasladarse entre Moscú y Nueva York, el
cual es de sólo 30 minutos.
Resulta paradójico que, al tiempo que la humanidad tiene el potencial de desarrollar u n
conflicto sin paralelos, tiene también u n inmenso potencial para una cooperación inter-
nacional sin precedentes. Desde 1945 se han firmado más acuerdos internacionales de los
que se hicieron en los 2.000 años anteriores. El crecimiento de las negociaciones interna-
cionales en los años recientes y los intentos que hoy se conocen por formular "regímenes"
o "normas" en varias áreas de conflicto —tales como la proliferación de armas atómicas,
36
rio tener en cuenta una gran variedad de actores y u n complicado sistema de relaciones
entre ellos en todo momento. Ver el recuadro en las páginas 18-20 para algunas conside-
raciones adicionales acerca del "gobierno humano en la época de la posguerra fría".
Así como la pregunta del "qué" ha producido mucho debate en el campo de las relaciones
internacionales, también lo ha producido la pregunta del "cómo". ¿Cómo deben estudiar-
se las relaciones internacionales en las diversas alternativas de enfoques que pueden u t i -
lizarse? En realidad las preguntas del "qué" y del "cómo" nunca han sido perfectamente
delimitadas como se verá en las líneas siguientes, donde se traza brevemente el desarrollo
de las relaciones internacionales como u n campo de estudio. Se analizarán dos aspectos
de la pregunta del "cómo": primero, los paradigmas que han guiado la teoría y la investiga-
ción en este campo durante el curso de los años, y segundo, las metodologías que se han
utilizado.
PARADIGMAS ALTERNATIVOS
U n paradigma es u n marco intelectual que estructura el pensamiento del hombre acerca
de u n conjunto de fenómenos . Los paradigmas no son nada más que "mapas mentales"
37
que ayudan a organizar la realidad y a entender una m u l t i t u d de eventos que día a día
ocurren en el m u n d o . Los paradigmas ofrecen también modelos diferentes de la realidad
38
o visiones del mundo y por tanto tienen el efecto de centrar la atención acerca de algunas
cosas y alejarla de otras. Existen cuatro paradigmas o modelos principales que han estruc-
turado el pensamiento sobre las relaciones internaciones en este siglo, (1) el paradigma
idealista, (2) el paradigma realista, (3) el paradigma globalista y (4) el paradigma manásta.
Las raíces del paradigma idealista se remontan al tiempo de Dante, el poeta italiano
del siglo X I V que escribió acerca de la "universalidad del hombre" y quien previo u n esta-
do mundial unificado . En el siglo XX este paradigma se ha asociado estrechamente con
39
importante entre las dos guerras, en el periodo entre el f i n de la primera guerra mundial
en 1918 y el comienzo de la segunda en 1939, y son aún hoy una escuela de relaciones
internacionales bastante activa, representada por el Federalismo Mundial y por grupos
similares. Como sucede a muchos observadores de los asuntos internacionales, los idealistas
se proponen atender el desafío de minimizar el conflicto y maximizar la cooperación entre
las naciones. Lo que distingue a los idealistas, sin embargo, es su tendencia a fijar su
atención en aspectos legales y formales de las relaciones internacionales como el derecho
internacional y las organizaciones internacionales, y en conceptos y preocupaciones mo-
rales como los derechos humanos. Ellos quisieron sacar una serie de experiencias de las
cenizas de la primera guerra mundial manifestando que con tan nefasto evento habían
aprendido ciertas lecciones acerca de la forma como operan las relaciones internacionales
y de lo que era necesario hacer para prevenir otra catástrofe similar. En su opinión era
necesario construir u n nuevo orden basado en el respeto a la ley, la aceptación de valores
internacionales comunes y el desarrollo de las organizaciones de carácter multilateral
como la Liga de las Naciones.
Los idealistas tienden a estar más interesados en cómo debería ser el mundo que en
analizar cómo en efecto es el mundo. Los idealistas argumentarían que la realidad del
I N T R O D U C C I Ó N
Este libro trata del gobierno de los asuntos humanos. Tal como lo sugiere lo que
hasta aquí se ha tratado, es posible sin lugar a duda hablar de una economía
global, una sociedad global, un ecosistema global y, sin embargo, no existe un
gobierno global. Mientras algunas personas consideran que lo mejor es un go-
bierno global o al menos unas "guías centrales" —como mecanismo para hacer
frente a la proliferación nuclear y a otros asuntos del planeta— y aun cuando es
posible ver ciertos intentos en tal dirección, que se traducen en forma de institu-
ciones intergubernamentales de importancia creciente y que van más allá de las
naciones-Estado tanto a niveles regionales como globales, también es posible
ver que ocurren tendencias en dirección contraria.
En la era de la posguerra fría muchos observadores han notado la.existencia
de una cierta esquizofrenia que caracteriza el "nuevo orden mundial". Como lo
dijo el antiguo secretario general de la ONU, el señor Boutros Boutros-Ghali:
En todas partes los gobiernos están luchando con éxito variable para alcan-
zar la meta de las crecientes expectativas del público en general. Se hace enton-
ces necesario plantear dos preguntas. Primero: ¿cuál debe ser el verdadero y
adecuado papel del gobierno?, esto es ¿qué materias deben ser manejadas por
el gobierno central y cuáles deben ser dejadas en las manos del sector privado
("sociedad civil")? Segundo: En la medida en que el gobierno debe preocuparse
de algunas materias, ¿qué niveles del gobierno están mejor equipados para
enfocar la solución de esos problemas?
Con respecto a la primera pregunta, hoy día existe un movimiento cada vez
más grande hacia la desregulación, hacia la privatización y hacia la dependen-
cia en los mercados, en las asociaciones voluntarias, en los enfoques no estatistas.
A q u í el énfasis radica en dar un nuevo vigor a la sociedad civil, incluyendo lo
que algunos consideran como una "sociedad global civil" emergente, prove-
niente de la fuerza de grupos transnacionales en diversos campos de interés y
de movimientos de diversa naturaleza . Como respuesta a la segunda pregun-
4
ta, se ha notado que "el Estado [la nación-Estado] ha llegado a ser demasiado
grande para las cosas pequeñas [tales como la vigilancia de la educación] o
demasiado pequeño para las cosas grandes [como la de controlar las conse-
cuencias del efecto invernadero]. Las cosas p e q u e ñ a s deben orientarse y
delegarse en los niveles de gobierno local... las cosas grandes se deben orientar
y delegar hacia arriba, para que sean coordinadas por políticas entre las nacio-
nes y por instituciones transnacionales" . Una frase favorita en estos días: "Piense
5
1An Agenda for Peace, Report of the Secretary-General on the Work of the Organizaron, UN Doc.
A/47/277 and S/24111, June 17, 1992, p. 3.
2Benjamín Barber, "Jihad vs. McWorld", The Atlantic (March 1992), p. 53. Ver también Barber's
book-length Jihad vs. McWorld, New York: Times Books, 1995.
3 Citado en John G. Ruggie, "Territoriality and Beyond", International Organization, 47 (Winter
1993), p. 140.
4 Ronnie D. Lipschutz, "Reconstructing World Politics: The Emergence of Global Civil Society",
Millennium, 21, no. 3, 1992, pp. 389-420.
5Paul Streeten, monograph on International Governance, IDS, Uníversity of Sussex, Silver Jubilie
Papers (1992), p. 2; citado en Erskine Childers, Renewing the United Nations System, Dag
Hammarskjold Foundation, Uppsala, Sweden, 1994, p. 17. Un trabajo similar fue hecho por Daniel
Bell en "The World of 2013", New Society (December 8, 1987), p. 35.
6An Agenda for Peace, p. 5.
Fue justamente el fracaso de los idealistas para anticipar y prevenir la segunda guerra
mundial lo que dio origen a la preponderancia del paradigma realista en el periodo inme-
diatamente posterior a 1945. Mientras los idealistas manifestaban que sus ideas no ha-
bían sido plenamente implementadas en el periodo entre las dos guerras y por tanto no
habían sido puestas a prueba de manera adecuada, algunos realistas como el señor E. H .
Carr manifestaban que ellas si habían sido puestas a prueba pero no pudieron contra los
ejércitos que marchaban a través de Europa y la mitad del m u n d o . Hans Morgenthau,
42
con su obra clásica Politics Among Nations, fue identificado como el "padre" del realismo
aun cuando Carr había escrito algunos años antes,- sin embargo, las raíces de! pensamien-
to realista pueden remontarse al siglo X V I y encontrarse en El Príncipe de Maquiavelo y
aún más en los recuentos de Tucídides sobre las guerras del Peloponeso entre Atenas y
Esparta en la Antigua Grecia '. Los realistas se muestran tan interesados como los idealistas
4
en los problemas propios del manejo del conflicto, pero son menos optimistas acerca de la
efectividad del derecho y las organizaciones internacionales respecto del alcance que es
posible lograr mediante la cooperación internacional. Los realistas tienden a apreciar las
relaciones internacionales casi exclusivamente como la "lucha por el poder" más que
como la "lucha por el orden" entre las naciones-Estado. Para los realistas la meta última
de todos los países es la seguridad en u n ambiente hostil y anárquico,- sus políticas están
determinadas por los cálculos del poder en la búsqueda de la seguridad nacional. Los
países que están satisfechos con su situación se inclinan por proseguir las políticas inter-
nacionales de statu quo, mientras que los países que están insatisfechos se preocupan por
adelantar políticas expansionistas externas. Se hacen alianzas y se desbaratan, se rechaza
a los viejos amigos y se abraza a los viejos enemigos todo depende de los requerimientos
de la "realidad política" [realpolitik).
N o es sorprendente que los realistas hayan tendido a concentrarse en algunos temas
como la estrategia militar, los elementos del poder nacional, la diplomacia y otros instru-
mentos en manos del Estado así como en la naturaleza del interés nacional, más que en
los temas propios del derecho internacional, las organizaciones internacionales. Los rea-
ESTUDIO DE LAS R E L A C I O N E S I N T E R N A C I O N A L E S
listas manifiestan que han aprendido sus propias lecciones de la segunda guerra mundial,
esto es, que la forma de prevenir futuros enfrentamientos bélicos radica en depender no
sólo de las instituciones formales y legales o de los preceptos morales, sino fundamental-
mente de u n "equilibrio del poder" capaz de disuadir a los agresores potenciales, o tam-
bién de u n "acuerdo de poderes" capaz de efectuar una labor policiva en el mundo. El
paradigma realista ha dominado el pensamiento de una generación entera de observado-
res de las relaciones internacionales desde la segunda guerra mundial hasta el presente
(académicos, profesionales y juristas), y hoy en día continúa teniendo gran aceptación en
muchos interesados.
Los realistas contemporáneos, a menudo llamados "neorrealistas", incorporan más ele-
mentos económicos en sus análisis y buscan extender su conocimiento acerca de la es-
tructura básica de las relaciones internacionales y las dinámicas subyacentes en los
conflictos entre los estados .
44
por Robert Keohane y Joseph Nye titulada Transnational Relations and World Politics, los
globalistas han enfocado sus críticas en particular contra el paradigma realista argumen-
tando que este último nunca ha correspondido enteramente a una situación real y que es
especialmente inadecuado para comprender los eventos contemporáneos en una época de
interdependencia . La mayor parte de los globalistas no han rechazado de plano el para-
46
digma realista pero han buscado refinarlo y ampliarlo, estableciendo como premisa que
las relaciones entre los gobiernos nacionales son solamente u n hilo de la gran red que
constituyen las interacciones humanas. Más que ver las relaciones internacionales a tra-
vés de lentes realistas como simplemente una contienda entre unidades nacionales forza-
das por la preocupación dominante de la seguridad nacional, los globalistas perciben u n
conjunto más complejo de relaciones no sólo entre gobiernos nacionales (que en general
están constituidos por burocracias competentes) sino también entre actores no estatales
involucrados no sólo en los asuntos de la guerra y de la paz sino también en temas tales
como el bienestar económico y social . Por ejemplo, en el área de la seguridad aérea los
47
tas tienden entonces a ver las relaciones internacionales más como una lucha entre las
clases ricas y pobres que como una contienda entre gobiernos nacionales o naciones-
Estado. Lo que se necesita, de acuerdo con este punto de vista, es que emerjan unos líderes
que sean capaces de reemplazar el principio del laissez-faire, o mercado capitalista libre,
por unas economías de orientación masiva, de planeación central y de dirección planifica-
da, que supuestamente resultarían en unas relaciones sociales más armónicas, tanto a
nivel nacional como internacional. Sin embargo, en época reciente los analistas marxistas
han sufrido retrocesos con la quiebra de las economías marxistas desde la Unión Soviética
hasta Mozambique, y con la actual experimentación de las ideas capitalistas que tiene
lugar en Cuba y China.
Este libro se propone analizar estas diferentes perspectivas, las cuales representan orien-
taciones m u y generales en el campo de los asuntos internacionales. Pocas personas son en
efecto realistas puros o idealistas puros aun cuando muchos de ellos se apoyan fuertemen-
ESTUDIO DE LAS R E L A C I O N E S I N T E R N A C I O N A L E S
te en una dirección o en otra. Teniendo en cuenta el papel que desempeñan los paradigmas
en estructurar la visión que tiene una persona acerca del mundo, es importante entender
que con frecuencia se presentan interpretaciones que compiten entre sí y se tornan con-
flictivas respecto a las relaciones internacionales; esto se debe a que diferentes personas y
culturas, basadas en sus experiencias históricas y recientes, poseen a menudo diferentes
lentes a través de los cuales pueden analizar los varios eventos. En Africa y Asia la gente
que ha experimentado el colonialismo comienza con u n conjunto de supuestos bastante
diferentes acerca del mundo que, por ejemplo, u n estadounidense. Mientras muchos nor-
teamericanos están inclinados a interpretar los asuntos internacionales en términos de
los paradigmas realista o quizá idealista, los observadores en los países menos desarrolla-
dos pueden estar más inclinados a analizar los eventos en u n contexto propio del paradig-
ma marxista. En lo que respecta al paradigma globalista, éste puede ofrecer u n marco cada
vez más convincente para cualquiera que esté interesado en entender los efectos políticos
en u n mundo en que las relaciones entre niveles subnacionales, transnacionales, guberna-
mentales e intergubernamentales de actividad, se vuelven cada vez más intrincadas. En
adición a los paradigmas que se han mencionado, es posible reconocer también otros
enfoques tales como las perspectivas "posmoderna" y "feminista" . Se debe tener presen-
52
te que aun cuando ciertos académicos han sido identificados con u n paradigma específico,
sus investigaciones no siempre caen en forma precisa dentro de una calificación u otra,
toda vez que el campo de estudio de las relaciones internacionales está caracterizado por
enfoques cada vez más eclécticos.
METODOLOGÍAS ALTERNATIVAS
El segundo aspecto del "cómo" tiene que ver con las metodologías. A u n cuando existe
considerable yuxtaposición sobre el debate de la metodología y el debate de los paradigmas,
cada uno de ellos envuelve temas diferentes. El gran debate en el área de la metodología
ha quedado r e d u c i d o a la d i f e r e n c i a e n t r e los " t r a d i c i o n a l i s t a s " versus los
"behavioristas", llamados también "conductistas" . Hasta que se inició la década del
53
A pesar de los continuos desacuerdos entre los tradicionalistas y los behavioristas, una
tregua difícil de mantener se ha declarado entre los dos campos en los últimos años. La
disciplina está ahora en una etapa "posconductista", cuando ambos bandos reconocen que
ninguno de los dos tiene el monopolio del saber, o del conocimiento en este campo, y que
la "ciencia" de las relaciones internacionales aún está en pañales. Con el mismo espíritu
de humildad, los autores de este libro se abstienen de tomar partido en cuanto a las escue-
las de metodología, y harán uso de la investigación tanto tradicional como cuantitativa en
el estudio de las relaciones internacionales.
Todos los seres humanos —los gobernantes, los académicos y el hombre de la calle—
tienen alguna necesidad de saber algo acerca de las relaciones internacionales, aun cuan-
do, evidentemente, no todos tienen exactamente las mismas necesidades. Cada uno quie-
re tener una idea del mundo, aun cuando algunos se contentan con poseer u n conocimiento
menor que el de otros. Los académicos generalmente quieren saber todo lo que sea posi-
ble. Los gobernantes, de aquello que les permita mantener a su país en actividad de u n día
a otro. Y, finalmente, el hombre común se limitará a conocer aquello que le permita for-
marse u n juicio más o menos informado acerca de la manera como los gobernantes están
haciendo su trabajo en este campo. Primero se verá la relación entre los gobernantes y los
académicos, y luego se relacionarán sus preocupaciones con aquéllas propias de una per-
sona promedio.
Desde los tiempos de Platón y Maquiavelo, hasta el presente, los pensadores y los escrito-
res siempre han buscado influir sobre las acciones de los gobernantes . En realidad, algu-
57
nos han ido u n poco más allá de la mera influencia hasta constituirse en artífices de la
política. Henry Kissinger y feane Kirkpatrick son dos ejemplos contemporáneos. En su
ESTUDIO DE LAS R E L A C I O N E S I N T E R N A C I O N A L E S 25
mayoría, sin embargo, los académicos de las relaciones internacionales no tienen tanta
influencia como quisieran.
El mundo del hombre erudito es bastante diferente del mundo del profesional. El erudi-
to tiende a preocuparse más por las tendencias a largo plazo, las relaciones hipotéticas y
los patrones generales ("teoría"), en tanto que el profesional trabaja más con casos especí-
ficos y situaciones inmediatas que parece que tienen características únicas ("práctica") . 58
Según la discusión acerca de la metodología, los académicos están interesados en las si-
guientes preguntas teóricas: ¿Bajo cuáles circunstancias tienden a ocurrir las guerras?
¿Cuál es el impacto de la política interna sobre la política externa? ¿En qué circunstancias
es probable que se produzca la disuasión con buenos resultados, o que fracase? ¿Cuál es la
relación entre la ayuda externa y la influencia política? ¿Qué efectos tiene una creciente
interdependencia entre la naciones sobre las relaciones entre los gobiernos? En contraste,
aun cuando los gobernantes puedan tener alguna curiosidad intelectual acerca de pregun-
tas teóricas, ellos tienden a preocuparse especialmente sobre materias más concretas: ¿La
venta de varios aviones militares sofisticados a Arabia Saudí agrava las hostilidades en el
Medio Oriente? ¿Cuál es el impacto de los grupos de extrema izquierda o de extrema
derecha sobre la política exterior, por ejemplo en Rusia? ¿Cuáles condiciones son necesa-
rias para detener u n ataque nuclear contra los Estados Unidos o parar eliminar el terroris-
m o contra los norteamericanos que se encuentren en el exterior? ¿Puede u n paquete de
ayuda externa valorado en US$ 150 millones comprar, por decirlo así, la amistad de Corea
del Norte para con los Estados Unidos? ¿Cómo se afectarían las relaciones entre los Esta-
dos Unidos y Japón con el establecimiento de una cuota dos por ciento mayor en las
importaciones de carros provenientes del Japón a los Estados Unidos y cómo esta misma
medida afectaría el precio que los consumidores norteamericanos pagarían por los auto-
móviles? Sin duda los académicos pueden hacerse también estas preguntas pero evidente-
mente sólo como pequeñas fracciones de u n gran conjunto de fenómenos que se desee
investigar.
No obstante estas diferencias, tanto los académicos como los artífices de la política
comparten una meta común, esto es, la de entender cómo opera el mundo. El mismo
Platón sugirió que cada persona tiene algo que ofrecer a otro y que el gobernante ideal era
una combinación de pensador y realizador, u n "rey filósofo". N o hay nada más práctico
que una buena teoría que pueda ordenar la realidad a los artífices de la política y que les
ayude a anticipar las posibles consecuencias de sus decisiones.
análisis en que se involucra la gente cuando piensa acerca de los fenómenos sociales en
general y acerca de los fenómenos propios de las relaciones internacionales en particular.
Métodos de análisis
Pueden identificarse al menos cuatro métodos de análisis: (1) descripción, (2) explicación,
(3) análisis normativo y (4) prescripción . La descripción es el más básico de los tipos de
59
al mundo; no dice nada acerca de por qué se ve así, n i asume ningún juicio moral acerca
de si esta situación es buena o mala, n i tampoco sugiere qué cosa puede hacerse, si es que
puede hacerse algo para enfrentar esta situación. Si tal persona fuera a preguntarse por
qué existe esta situación, ya sea porque obedece a razones climáticas (toda vez que la
mayoría de los países más pobres están localizados en el hemisferio sur), o debido a dife-
rencias tecnológicas (porque la mayor parte de los países pobres son subdesarrollados
tecnológicamente), o quizá por diferencias raciales (por cuanto la mayor parte de los habi-
tantes de los países pobres son de color negro, cobrizo o amarillo), o finalmente por u n
legado colonial (toda vez que los países pobres sólo hasta hace poco tiempo han obtenido
su independencia), o por cualquier otra causa que sea, estaría saltando de la descripción a
la explicación y caería esencialmente en el campo de lo que se ha llamado la búsqueda
teórica. Si, cualquiera que sea la causa de la distribución actual de la riqueza, esta persona
decide que es mala en términos de no ser ética, y porque al mismo tiempo fomenta el
resentimiento y el conflicto internacional, entonces se está comprometiendo con u n ana-
ESTUDIO DE LAS R E L A C I O N E S I N T E R N A C I O N A L E S
"Un tirano ... siempre está planeando algún tipo de guerra para que las gentes nece-
siten de un líder". -Platón, La República, siglo IV a.C.
"De todas las naciones, aquéllas más dadas a la paz son las naciones democráticas".
-Alexis de Tocqueville, Democracy in America, 1835.
"Estar preparado para la guerra es una de las formas más efectivas de preservar la
paz". -George Washington, 1er discurso ante el Congreso, enero 8, 1790.
" ...solamente cuando nuestras armas más allá de cualquier duda son las suficientes,
podemos estar seguros, más allá de cualquier duda, de que ellas nunca serán emplea-
das". -John F. Kennedy, discurso de posesión, enero 20, 1961.
"La historia nos ha demostrado muy bien que la debilidad promueve la agresión y la
guerra, mientras la fuerza preserva la paz". -Ronald Reagan, publicidad política pa-
gada, campaña presidencial de 1980.
"Con frecuencia me pregunto qué hubiera pasado si nosotros [refiriéndose a los
Estados Unidos, Japón y Alemania] hubiésemos tenido los mismos nexos de comercio
antes de 1939 y antes de 1941 [como los tenemos hoy en día]. Ésta es la razón por la
cual soy un fiel defensor del comercio mundial". -Jimmy Cárter, 26 Conferencia Mun-
dial de la Cámara de Comercio Internacional, octubre 1 , 1978.
a
"Se diceque Dios está siempre presente en los grandes batallones". -Voltaire, citan-
do a Federico el Grande, en una carta dirigida a M. Riche, febrero 6, 1770.
Sobre el enfoque de las virtudes de la "zanahoria" [el buen tipo] contra "el garrote"
[el hombre fuerte] y su influencia en los asuntos internacionales:
"Hable suave y lleve un buen garrote; así llegará lejos". -Teodoro Roosevelt, en la
Feria del Estado de Minnesota, septiembre 2, 1901.
"Si el adversario considera que usted es impredecible o temerario, el adversario esta-
rá desanimado de presionarlo mucho". -Richard M. Nixon, The Real War, 1980.
28 INTRODUCCIÓN
lisis normativo; y si dando u n paso más hacia adelante deseara cambiar esta situación y
tuviese que recomendar la estrategia de desarrollo económico que tuviese como objetivo la
redistribución de la riqueza en el mundo, entonces estaría actuando como u n solucionador
de problemas y se estaría centrando en el campo de la prescripción o de la receta.
El lector puede reconocer que mucha gente se adentra en todos estos sistemas de análi-
sis y a veces lo hace actuando sobre los cuatro al mismo tiempo. Existe la tendencia a
hacer u n "tejido" de cosas, mezclando los cuatro análisis sin ser plenamente consciente de
que lo que aparentemente es una descripción de los hechos puede ser sólo u n deseo y lo
que parece ser una explicación puede ser una racionalización de las políticas que se sus-
tentan. La mayor parte de las personas prefiere concentrarse en el análisis normativo y
prescriptivo más que en otros modelos por cuanto debatir sobre los grandes temas mora-
les del día y solucionar los grandes problemas, parece más interesante que examinar u n
conjunto de tablas y de gráficos. En efecto, aplicar el conocimiento en cualquier forma
parece mucho más agradable que adquirirlo en primer término. Para los políticos, los
análisis normativos y prescriptivos son su principal trabajo; los mismos que llegan con
facilidad a la mente del hombre de la calle que está más propenso a la discusión con u n
vaso de cerveza, en una charla con unos amigos, luego de u n día de trabajo intenso.
Sin embargo, el problema radica en que no se puede presentar una posición de análisis
normativa y prescriptiva hasta que se haya hecho u n análisis serio de carácter descriptivo
y explicativo, esto es, hasta que se tenga una visión tan completa como sea posible de la
forma como se ve al mundo y por qué se ve así. Sin tener u n conocimiento sobre el
mundo, la moralización se reduce a la pontificación y las prescripciones están condenadas
al fracaso. Como se sugirió anteriormente, los profesionales y el hombre común con fre-
cuencia actúan sobre la base de u n cierto conjunto de supuestos acerca del mundo que no
son expresados en forma suficientemente clara o que no son comprobados; tales análisis
conducen a menudo a resultados no previstos y, más aún, desastrosos. Es justo decir que
los profesores también pueden ser culpables de no hacer sus "tareas escolares". El recua-
dro de la página 27 presenta algunos ejemplos de ciertas nociones populares acerca de las
relaciones internacionales encontradas por los investigadores y sobre las cuales hay u n
manto de escepticismo sobre su validez o cuya evidencia registra al menos ciertas dudas.
- La razón por la cual los autores se tomaron el trabajo de dedicar algún espacio a estas
materias abstractas es el deseo de alertar a los lectores desde u n principio en el sentido de
que se verán desilusionados si esperan encontrar en las páginas siguientes soluciones al
conflicto en el Medio Oriente o a otros problemas en el mundo, o si creen que encontrarán
u n ataque polémico contra quienes han creado justamente esos problemas. El énfasis de
este libro está en las descripciones básicas y en las explicaciones —con fragmentos de
importante información proporcionados simultáneamente con u n marco conceptual que
permite su asimilación—, todo lo cual está de acuerdo con el propósito enunciado de
contribuir a lograr u n cierto entendimiento de los fenómenos internacionales en los co-
mienzos de u n nuevo siglo. En el proceso de impartir u n mejor entendimiento se espera
crear una mayor curiosidad acerca de las relaciones internacionales; también se tiene la
esperanza de afilar la habilidad del lector para analizar los problemas y, en último térmi-
no, la de proponer y evaluar los remedios pertinentes. Es necesario u n diagnóstico cuida-
doso de la "condición global" antes de establecer el remedio a aplicar.
Plan de la obra
En los restantes capítulos de la Parte I se terminará de establecer el escenario para el
estudio de las relaciones exteriores, examinando brevemente los desarrollos históricos del
sistema internacional hasta el presente. Se buscarán las raíces de la condición global y se
ESTUDIO DE LAS R E L A C I O N E S I N T E R N A C I O N A L E S
proporcionará una visión general del marco en que ocurren las relaciones internacionales
actualmente, yendo u n poco más allá de las observaciones iniciales y presentando con
mayor detalle algunas de las tendencias mencionadas en el Capítulo I . En la Parte I I la
atención se concentrará en las naciones-Estado y en los gobiernos nacionales como acto-
res de la política, examinando su comportamiento en materia de política internacional e
interacción oficial, y cubriendo así mismo aquellos fenómenos tales como el poder econó-
mico y militar, que en efecto muchos consideran como el "meollo" de las relaciones inter-
nacionales. Esta sección del libro, por tanto, tiende a analizar algunos de los aspectos más
conflictivos de la política internacional. En la Parte I I I se hará u n viraje para analizar los
intentos por desarrollar u n derecho internacional encaminado a facilitar los flujos rutina-
rios de transacciones económicas y de otra naturaleza a través de las fronteras nacionales
y a proporcionar mecanismos de solución de conflictos cuando se presentan diferencias
entre los Estados, enfocándose más en el impulso de cooperación de la disciplina y en la
búsqueda de cierto nivel de orden en u n mundo descentralizado. Así, después de haber
presentado a los lectores los elementos esenciales de la política mundial en las secciones
ya analizadas, en la Parte I V se pondrán sobre la mesa todos los aspectos del sistema
político internacional en el que opera u n proceso político, como son (1) una serie de aspec-
tos o problemas que están a la orden del día, (2) una serie de diferentes demandas presen-
tadas por una gran variedad de actores tanto Estados como no Estados y que se encuentran
en estas áreas y (3) una serie de resultados o productos ("regímenes") resultantes de las
interacciones de estos actores en las diferentes áreas de discusión. Mediante el enfoque
sobre u n cúmulo de fuerzas presentes en cinco áreas seleccionadas de conflictos —parti-
cularmente en el control de armas, el control del terrorismo y la violencia no ortodoxa, la
coordinación de la economía internacional, el desarrollo económico y la administración
de recursos— esperamos ilustrar en una forma m u y global la riqueza y el dinamismo de
las relaciones internacionales contemporáneas y cómo las presentes generaciones del homo
sapiens hacen frente a las tensiones históricas entre el orden y el desorden. En el capítulo
final de la Parte V damos una mirada hacia el futuro más allá del año 2001 y una perspec-
tiva en profundidad.
ciones internacionales como también los aspectos morales, tales como los derechos
humanos, en su esperanza de maximizar la cooperación entre los diversos Estados.
6. Los realistas son menos optimistas acerca del potencial de la cooperación internacio-
nal toda vez que ven las relaciones internacionales como una guerra de poder entre los
Estados, que buscan ansiosamente la seguridad nacional. Los realistas se enfocan en
la estrategia militar, en los elementos del poder nacional y en la naturaleza del interés
nacional más que en el derecho y en las organizaciones internacionales. Los realistas
contemporáneos, conocidos también como neorrealistas, y los realistas clásicos, cen-
tran su atención en el comportamiento del Estado dentro de u n clima de anarquía
pero se ven así mismos como más rigurosos en su búsqueda del conocimiento.
7. El paradigma globalista, o pluralista, interpreta las relaciones internacionales en tér-
minos más complejos y consistentes, no sólo en situaciones de guerra y de paz, sino
también en materias propias del bienestar económico y social y que abarcan no solamen-
te los gobiernos nacionales sino las corporaciones multinacionales y otros actores no esta-
tales, todos los cuales se encuentran dentro de una gran red de interdependencia.
8. El paradigma marxista considera las relaciones internacionales como una lucha de
clases entre los ricos y los pobres del mundo más que como u n conflicto entre nacio-
nes-Estado.
9. Existen dos enfoques generales metodológicos para estudiar las relaciones internacio-
nales. Los tradicionalistas buscan el conocimiento a través de la observación
participativa, la experiencia práctica y la cuidadosa comprensión de la historia diplo-
mática. Los seguidores de la escuela del behaviorismo o conductismo asumen u n en-
foque más científico utilizando información estadística, técnicas de análisis cuantitativo
y computadores para desarrollar sistemáticamente y comprobar las teorías que pue-
dan explicar la dinámica de las relaciones internacionales.
10. A pesar de las diferentes orientaciones, los académicos, los políticos y el hombre de la
calle comparten el interés de entender cómo funciona el mundo. N o existe nada más
práctico que una buena teoría.
12. A l menos cuatro sistemas de análisis se utilizan para examinar las relaciones interna-
cionales: (a) la descripción, que se l i m i t a a mostrar la realidad; (b) la explicación, que
• informa acerca de la existencia de esta realidad; (c) el análisis normativo, que hace
juicios éticos y juicios de valor, y (d) la prescripción o receta que ofrece recomendacio-
nes para u n futuro curso de acción o política. Aunque estos sistemas constituyen
tareas intelectuales que reflejan diferentes propósitos de investigación, todos ellos es-
tán interrelacionados.
LECTURAS RECOMENDADAS
M u c h o se ha escrito en los años recientes sobre la interdependencia. Ver las obras citadas
en la Nota 33. Acerca de las implicaciones de la interdependencia sobre el Estado y la
nacionalidad, ver Joseph A. Camilleri y Jim Falk, The End of Sovereignty' The Politics ot
a Shrínking and Fiagmenting World (London: Edward Elgar, 1992); y Robert H . Jackson y
Alan James, eds., States in a Changing World: A Contemporary Analysis (Oxford: Clarendon
Press, 1993). Las tendencias relacionadas con la desintegración y la integración de las
naciones-Estado pueden estudiarse en K. J. Holsti, "Change i n the International System:
Interdependence, Integration, and Fragmentation", en Ole R. Holsti et al., eds., Change
and Continuity in the International System (Boulder, Coló.: Westview Press, 1980), pp.
23-53; esta obra comenta sobre el rompecabezas del desarrollo antes del f i n de la guerra
fría,- y los trabajos de Ernst-Otto Czempiel y James N . Rosenau, eds., Global Changes and
Theoretical Challenges (Lexington, Mass.: Lexington Books, 1989), escritos casi en el
ESTUDIO DE LAS R E L A C I O N E S I N T E R N A C I O N A L E S
Para una discusión m u y interesante sobre el "qué" ver Patrick M . Morgan, Theoríes and
Approaches to International Politics, 4th ed. (New Brunswick, N.J.: Transaction Books,
1986), ch. 1. Este autor examina las cuestiones de delimitación, y otros temas, en el
análisis de las relaciones internacionales incluyendo los problemas propios de los llama-
dos "niveles de análisis". Para profundizar sobre la distinción entre la política doméstica y
la política exterior, ver James N . Rosenau, "Foreign Policy as an Issue-Area", The Scientific
Study of Foreign Policy, 2d ed. (London: Francés Pinter, 1980), pp. 461-500; y Eugene J.
Meehan, "The Concept 'Foreign Policy'", i n Wolfran F. Hanrieder, ed., Comparative Foreign
Policy (New York: David McKay, 1971), pp. 265-294. La naturaleza relativa de la nación-
Estado y los sistemas y de las naciones-Estados se analizan en Barry Buzan, People, States,
and Fear: An Agenda for International Securíty in the Post-Cold War Era, 2d ed. (Boulder,
Coló.: Lynne Rienner, 1991), y Hedley Bull, The Anarchical Society (London: Macmillan,
1977).
Sobre la pregunta del "cómo", en adición a los temas tratados en el capítulo 2 del libro de
Morgan, ver James E. D o u g h e r t y y Robert L. Pfaltzgraff, Contending Theoríes of
International Relations, 3d ed. (New York: Harper and Row, 1990); Paul R. Viotti y M a r k
V Kauppi, International Relations Theory, 2d ed. (New York: Macmillan, 1993); y John A.
Vásquez, ed., Glassics for International Relations, 2d ed. (Englewood Cliffs, N.J.: Prentice
Hall, 1990), todas estas obras ofrecen u n examen amplio de la competencia entre los
paradigmas. Knorr y James N . Rosenau, eds., Contending Approaches to International
Politics (Princeton: Princeton University Press, 1969), enfocan su atención más en los
aspectos metodológicos. El desafío neoliberal contra el realismo en la posguerra fría se
estudia en Charles W. Kegley, Jr., ed., Controversies in International Relations Theory:
Realism and the Neoliberal Challenge (New York: St. Martin's, 1995); y David A. Baldwin,
ed., Neorealism'and Neoliberalism: The Contemporary Debate (New York: Columbia
University Press, 1993). Ver también Joseph S. Nye, "Neorealism and Neoliberalism",
World Politics, 40 (January 1988), pp. 235-251.
Para profundizar sobre los trabajos de la escuela realista clásica, ver E. H . Carr, The Twenty
Years' Crisis, 1919-1939 (London: Macmillan, 1939), y Hans J. Morgenthau, Pohtics Among
Nations (New York: Knopf, 1948). En adición a los escritos de Woodrow Wilson, el pensa-
miento idealista puede encontrarse en Grenville Clark y Louis B. Sohn, World Peace Through
World Law: Ttoo Alternative Plans, 3d ed. (Cambridge, Mass.: Harvard University Press,
1966). Entre los trabajos que ejemplifican la perspectiva globalista, además de los que se
citaron en la nota 45, está el de Richard W. Mansbach y John A. Vásquez, In Search of
Theory: A New Paradigm for Global Politics (New York: Columbia University Press, 1981).
U n enfoque muy conciso sobre el punto de vista marxista se encuentra en Keith L. Nelson
y Spencer C. Olin, WhyWarl (Berkeley: University of California Press, 1979), pp. 69-74;
en lo que se relaciona con el enfoque del "sistema mundial", además de las fuentes indica-
das en la nota 51, ver Robert Cox, Power, Production, and World Order (New York: Colum-
bia University Press, 1987); Roñen Palan y Barry Gills, eds., Transcending the State-Global
Divide (London: Lynne Rienner, 1994); y Andre Gunder Frank, "A Plea for World System
History", fournal of World History (Invierno 1991). U n diálogo "posmodernista" aparece
en James N . Rosenau, ed., Global Volees: Dialogues in International Relations (Boulder,
Coló.: Westview Press, 19931; una teoría feminista de las relaciones internacionales cons-
I N T R O D U C C I Ó N
tituye la base del trabajo de V. Spike Peterson y Anne Sisson Runyan, Global Gender
Issues (Boulder, Coló.: Westview Press, 1993).
Como ejemplos de estudios específicos que utilizan la técnica cuantitativa para examinar
el fenómeno de las relaciones internacionales se encuentran J. D a v i d Singer, ed.,
Quantitative International Politics: Insights and Evidence (New York: Free Press, 1968), y
Dina A. Zinnes, Contemporary Research in International Relations (New York: Free Press,
1976). Los problemas relacionados con la investigación científica en el campo de las rela-
ciones internacionales se encuentran en Benjamín A. Most y Harvey Starr, Inquiry, Logic,
and International Politics (Columbia: University of South Carolina Press, 1988).
Una discusión amplia sobre los métodos de análisis y sobre el papel de la teoría en las
relaciones internacionales la proporciona David Edwards, International Pohtical Analysis
(New York: Fíolt, Rinehart and Winston, 1969); ver también Alexander L. George, "Theory
for Policy i n International Relations", Policy Sciences, 4 (diciembre 1973), pp. 387-413.
Tres estudios que examinan los diversos temas tratados en el capítulo 1 y que proporcio-
nan una visión del desarrollo de las relaciones internacionales como disciplina se encuen-
tran en W i l l i a m Olson's "Growing Pains of a Discipline: Its Phases, Ideáis, and Debates",
en Olson et al., eds., The Theory and Practice of International Relations, 6th ed. (Englewood
Cliffs, N.J.: Prentice-Hall, 1983), pp. 391-401; K. J. Holsti, The Dividing Discipline:
Hegemony and Diversity in International Theory (London: Alien and U n w i n , 1985); y
Joseph Kruzel y James N . Rosenau, eds., fourneys Through World Politics (Lexington,
Mass.: Lexington Books, 1989). Los anteriores constituyen u n compendio de "reflexiones
autobiográficas" de académicos muy importantes en el tema de la posguerra de la segunda
guerra m u n d i a l . Ver también Jim George, Discourses of Global Politics: A Critica!
(Re)Introduction to International Relations (Boulder, Coló.: Lynne Rienner, 1994).