Los libros de física tratan sobre la naturaleza, mientras
que los libros de metafísica tratan sobre una investigación de otro tipo:
Se pretende descubrir qué hay detrás, más allá, de las
realidades naturales que se ofrecen a nuestros sentidos. Se trata de investigar cuáles son los fundamentos últimos constitutivos de todo lo que hay. La estructura del mundo y del ser humano que lo habita. Algunas características de la metafísica como un tipo de saber Es un saber orientativo: un intento de saber qué es el mundo para poder saber a qué atenerse en las diferentes circunstancias que nos toque vivir. La aspiración última de la metafísica es que el ser humano alcance la felicidad como plena realización personal. Pero esta felicidad plena no se puede disfrutar siendo una persona ignorante. Por eso la pretensión de conocimiento de la metafísica está ligada a la superación de la ignorancia para el logro de la felicidad.
Es un saber radical: pretende llegar a las cuestiones
últimas, a los primeros principios de lo real. Pretende plantear problemas y cuestiones que la ciencia no puede abordar ni responder. Es un saber universal: su pretensión de conocimiento no es local, ni depende un contexto, sino que trata del “ser en cuanto ser”, es decir, de todo lo que es.
Es un saber abierto y no concluido: como se pregunta
por los supuestos en los que se basa la realidad y nuestro pensamiento, y dado que tanto la realidad como el pensamiento tienen historia entonces cada época debe emprender la búsqueda para aclarar su manera de pensar, vivir, sentir, relacionarse.
Es un saber que se hace a sí mismo: cada intento de
definir la metafísica forma parte ya de la propia metafísica. Es como el conocimiento que implica un tipo de método.