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EGIPTO

Egipto, oficialmente la República Árabe de Egipto (en árabe: ‫مصرالعربيّة جمهوريّة‬


Ŷumhūriyyat Miṣr Al-ʿArabiyyah, pronunciado en dialecto egipcio: [Maṣr]), es un país
soberano de África en la parte más occidental del Máshrek. Es un país transcontinental,
está ubicado mayoritariamente en el extremo noreste de África mientras que en Asia,
se encuentra en la península del Sinaí. Limita con Sudán al sur, con Libia al oeste y con
el Estado de Palestina e Israel al noreste. Al norte limita con el mar Mediterráneo y al
sureste con el mar Rojo.

La mayor parte de su superficie la integra el desierto del Sahara. El río Nilo cruza el
desierto de norte a sur, formando un estrecho valle y un gran delta en su
desembocadura en el Mediterráneo. Estas tierras fértiles se hallan densamente
pobladas, concentrando la mayor población nacional de África. Casi la mitad de los
egipcios viven en áreas urbanas, sobre todo en los centros densamente poblados de El
Cairo, su capital, y Alejandría.

Fue cuna de la antigua civilización egipcia, que junto con la mesopotámica fueron el
origen de la actual cultura occidental, influyendo decisivamente en la historia de la
humanidad. Los restos de esta civilización jalonan el país como las pirámides y la gran
esfinge o la ciudad meridional de Lúxor que contiene un gran número de restos antiguos,
tales como el templo de Karnak y el Valle de los Reyes. Egipto es actualmente un centro
político y cultural importante del Oriente Próximo y se le considera una potencia
regional. Su actual forma de gobierno es la república semipresidencialista. Entre 2013 y
2014 estuvo bajo gobierno interino, formado tras el golpe de Estado de 2013 que
derrocó al primer presidente democrático del país, Mohamed Morsi.

La religión del antiguo Egipto era un complejo sistema de creencias politeístas y rituales
que formaban parte integral de la sociedad egipcia antigua. Se centraba en la interacción
de los egipcios con varias deidades quienes se creían en control de las fuerzas y
elementos de la naturaleza. Las prácticas de la religión egipcia eran esfuerzos para
proveer a los dioses y ganar su favor. La práctica formal religiosa se centró en el faraón,
rey de Egipto, quien se creía que poseía un poder divino por virtud de su posición. Este
era considerado un dios y estaba obligado a sostener a los dioses a través de rituales y
ofrendas para que mantuvieran el orden universal. El Estado dedicaba gran cantidad de
recursos para los rituales y la construcción de templos.

Los individuos podían interactuar con los dioses para sus propios propósitos, apelando
por su ayuda a través del rezo o hacerlos actuar a través de la magia. Estas prácticas
eran distintas, pero cercanamente relacionadas con, los rituales e instituciones
formales. La tradición popular religiosa creció de manera prominente en el curso de la
historia egipcia mientras el estatus del faraón declinaba. Otro aspecto importante era la
creencia en el más allá y las prácticas funerarias. Los egipcios realizaron grandes
esfuerzos para asegurar la supervivencia del alma después de la muerte, proveyendo
tumbas, ajuares, y ofrendas para preservar los cuerpos y espíritus de los fallecidos.

La religión tuvo sus raíces en la prehistoria egipcia y duró más de 3,000 años. Los detalles
de la creencia religiosa cambiaron con el tiempo mientras la importancia de dioses
particulares ascendía y declinaba, y sus intrincadas relaciones cambiaban. Varias veces,
ciertos dioses se volvieron preeminentes sobre otros, incluyendo el dios del sol Ra, el
dios creador Amón, y la diosa madre Isis. Por un breve periodo, en la teología
promulgada por el faraón Akenatón, un solo dios, Atón, reemplazó al tradicional
panteón. La mitología y religión del Antiguo Egipto dejó atrás muchos escritos y
monumentos, junto con influencias significativas sobre culturas antiguas y modernas.

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