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TEORIA CREACIONISTA
Se denomina creacionismo al conjunto de creencias, inspiradas en doctrinas
religiosas, según las cuales el Universo y los seres vivos provienen de actos
específicos de creación divina. Por extensión, el adjetivo de esta teoría se ha
aplicado a cualquier opinión o doctrina filosófica o religiosa que defienda una
explicación del origen del mundo basada en uno o más actos de creación por un
Dios personal, como lo hacen, por ejemplo, las religiones. Por ello, igualmente se
denomina creacionismo a los movimientos seudocientíficos y religiosos que militan
en contra del hecho evolutivo
Esta teoría explica sobre el origen del universo, pues se basa en las Sagradas
Escrituras (BIBLIA), por un Dios supremo todopoderoso e inteligente. Las formas de
creacionismo nombradas anteriormente son consideradas formas de
“creacionismos anti-evolución” porque requieren la intervención directa de un
creador, además de este tipo de creacionismo, existe el “creacionismo pro-
evolución” expresado en el creacionismo evolutivo y en una postura filosófica
llamada evolución testa; el creacionismo pro-evolución cree en la existencia de un
creador y un propósito, pero sí acepta que los seres vivos se han formado a través
de un proceso de evolución natural. Esta forma de creacionismo no interfiere con la
práctica de la ciencia, ni es presentada como una alternativa al nestorianismo, sino
como un complemento filosófico o religioso a la teoría de la evolución.
TIPOS DE CREACIONISMO
Creacionismo científico:
Trata de utilizar fundamentos de carácter no religioso a partir de descubrimientos o
conocimientos de disciplinas pertenecientes a las ciencias naturales, que se
presentan como pruebas científicas contra la teoría de la evolución.
Diseño inteligente:
Otra forma más sutil de este tipo de creacionismo es el diseño inteligente, el cual
argumenta que el modelo científico de la evolución por selección natural es
insuficiente para explicar el origen, la complejidad y la diversidad de la vida y que el
universo está perfectamente bien adaptado para las criaturas vivientes como para
que sea por puro azar; y concluyen que es necesaria su creación por intervención
directa de un ser inteligente.
Creacionismo pro-evolución
Por otro lado se encuentra el creacionismo pro-evolución con sus dos vertientes, la
evolución teísta y el creacionismo evolutivo. Según estos postulados, se cree en la
existencia de un creador y un propósito, pero se acepta que los seres vivos se
formaron a través de un proceso de evolución natural. Esta forma de creacionismo
no interfiere con la práctica de la ciencia, ni es presentada como una alternativa al
neodarwinismo, sino como un complemento filosófico o religioso a la teoría de la
evolución.
Unos, como Sócrates, suponían que los hijos no se parecen en nada a los padres,
ya que "los hijos de los grandes hombres son generalmente inútiles y perezosos".
Aristóteles, en cambio, pensaba que sólo se heredaban los caracteres del padre,
siéndo el papel de la madre semejante a la del tiesto en que germina una semilla.
Hipócrates, por la misma época, creía que la herencia se transmite por el semen
(semilla) masculino y que tenía que existir otra sustancia equivalente femenina, más
difícil de descubrir.
Hacia el siglo II d.C. los hindúes se dieron cuenta de que algunas familias
presentaban propensión a padecer unas ciertas enfermedades, llegando a la
conclusión de que la herencia se mantiene por muchas generaciones.
Y demostró que si se cerraba este frasco en ese momento, las orugas se convertían
en moscas.
Luego esas moscas ponían huevos y de esos huevos era de donde salían las larvas.
Éstas se convertían en moscas, que a su vez podían poner huevos, que... Y se
reproducía el mismo ciclo.
Este experimento cuenta con todos los ingredientes que debe cumplir un
experimento científico. Existía una teoría, la de la
generación espontánea, que explicaba de alguna
manera la aparición de los seres vivos.
Panspermia que en griego significa “mezcla de todas las semillas”, da nombre a una
antigua teoría que defiende la vida humana como proveniente del espacio exterior.
Pudo llegar a nuestro planeta en alguno de los cuerpos que chocaron contra este
en su primera fase de formación. Esta teoría se atribuye al pensador griego
Anaxágonas (siglo V a. de J.C.). Esta idea aun es defendida por la ciencia
contemporánea. Descubrimientos como la estructura tridimensional de la molécula
de ADN, o la formulación moderna de la teoría de la panspermia llevada a cabo por
el sueco S.A. Arrhenius (1859-1927) la mantienen en forma. Según sus defensores
la vida es el resultado de unas condiciones ambientales que deben ser frecuentes
en el cosmos, por lo tanto se aferran a la idea de que la posibilidad de que exista
vida desarrollada en otros planetas es muy probable.
A diferencia de lo que sucede en nuestros días, en esa fase inicial no existía la capa
de ozono, por lo que todo tipo de radiaciones llegaba a la superficie de la tierra,
incluyendo los rayos ultravioletas y los infrarrojos.
TEORIA DE LA BIOGÉNESIS
CONCLUSION
La materia viva y no viva están compuestas por los mismos elementos químicos,
por lo cual es fundamental conocer cuáles son los procesos químicos y físicos que
han permitido la transformación de materia inanimada a materia viva.
Sin embargo la integración de todas estas teorías, indican que la vida se originó a
través de unas células primitivas, que se formaron debido a la transformación de las
condiciones de nuestro planeta, los cuales exigió una adaptación para su
supervivencia, generando su evolución.