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Algunos ejercicios

Además de alimentación y descanso, podemos contribuir a fijar la atención de la mente en una


sola actividad mediante sencillas prácticas como las que ofrecemos a continuación; quizá durante
los primeros intentos se experimente frustración por la aparente dispersión con que actuamos,
pero el paso constante y decidido dará resultados antes de lo imaginado:

Imagen. Se debe pensar en una figura geométrica sencilla (cuadrado, triángulo o círculo) y se
representará mentalmente de la manera más fiel posible; lo importante es que la idea permanezca
y no sea borrada por el flujo de ideas sobre los acontecimientos del día, responsabilidades o
pendientes. Proponte un tiempo breve para sostener en la mente la imagen, y cuando lo logres,
puedes combinarla con otras: un círculo dentro de un cuadrado o un triángulo que aloja un
rectángulo, entre otras.

Color. De igual manera, puedes visualizar un color previamente establecido; piense en él 30


segundos e incremente este lapso gradualmente, hasta llegar, por ejemplo, a 5 minutos. Ya con
práctica, puedes unir colores y figuras geométricas: "observa" un triángulo rojo rodeado por un
círculo blanco en un fondo verde, por ejemplo.

Entrecejo. Enfoca toda su atención en el propio entrecejo, manténla ahí con la mayor fidelidad
posible y evita tensión y divagaciones. Persevera hasta unificar tu pensamiento.

Punto. Dibuja pequeño círculo negro en una cartulina u hoja en blanco; fija la mirada en él durante
algunos minutos, luego cierra los ojos y retén en tu mente la imagen que acabas de observar.

Sonidos. Concéntrate en un sonido constante, como el canto de algún ave en un parque o el tic-tac
de un reloj; muéstrate muy atento al sonido y a los silencios que se crean.

Sensación corporal. Concéntrate en una percepción sensorial (olor, textura al tacto, aroma) y evita
ponerle nombres o describirla; sólo experiméntela. Este ejercicio es excelente y evita
divagaciones.

Habitar en paz

Aunque existen diversas técnicas provenientes de distintas tradiciones místicas de todo el mundo,
la meditación tiene cualidades similares que combinan posiciones corporales y otras prácticas que
evitan la divagación de la mente, es decir, favorecen la concentración. Mucha gente se ha
beneficiado con disciplinas como yoga, zen y tai-chi chuan (la llamada "meditación en
movimiento"), entre otras, y las recomienda ampliamente porque su práctica sostenida
proporciona relajación necesaria para agilizar memoria y aumentar las capacidades de observación
y organización mental.

En el caso de las prácticas budistas tibetanas, el nombre con que se designa la meditación es shi-
né, que significa "habitar en la paz" o "no estar atareado"; esto porque una observación detallada
y sincera nos dejará ver que la falta de claridad en nuestros pensamientos se debe a que la mente
nunca se encuentra tranquila: no permanece con una sola idea y se agita al menor estímulo, lo que
le lleva a extraviarse con facilidad.

Además de esta agitación mental, quien medita encontrará que también debe luchar contra
aquellas costumbres que le llevan a esforzarse poco, a actuar con apatía y que de hecho también
le impiden desempeño atento en su vida; no obstante, desde tiempos remotos las técnicas de
meditación se han distinguido porque, de manera gradual, ofrecen resultados visibles para lograr
mejor concentración, paz mental y capacidad de aprendizaje.

Concentrarse es divertido

El juego es, ciertamente, la vía principal a través de la cual los niños se acercan al mundo, pero
también es muy válido que cualquier otro individuo recurra a él para adquirir nuevas habilidades,
destrezas y conocimientos, incluso en lo que se refiere a incrementar nuestra capacidad de
concentración.

Prácticamente todo juego de mesa, además de que puede contribuir a la convivencia familiar o
con amigos, permite fijar la atención y ayuda a mejorar memoria e inteligencia; esto porque todos
los participantes deben seguir fielmente una serie de instrucciones y perseguir un objetivo
concreto sin distracciones.

Uno de los más recomendados para iniciar es el llamado "memoria", que consiste en colocar
cartas sobre una mesa, que en su cara oculta tienen diversos dibujos (personas, animales, objetos,
frutas, obras de arte, etcétera). Todas las tarjetas tienen un par idéntico, que cada participante
tratará de encontrar para acumular puntos; sólo se tiene oportunidad de voltear dos cartas para
localizarlas, y quien se muestre más atento suele ser el ganador.

Entre otros juegos importantes para estos fines encontramos al ajedrez, en el cual es necesario
incluso cultivar el silencio para centrar pensamientos y armar estrategias; uno más son los
cuestionarios de problemas de lógica y matemáticas, en los que suelen existir soluciones
asombrosas, chuscas o muy elaboradas. Otro ejercicio más es aquel en que se buscan diferencias
entre dos imágenes que a primera vista parecen idénticas.

Puede observarse que sólo a través de la práctica aprenderemos a dominar nuestra mente y a fijar
su atención en una sola línea de pensamiento, y que esto se encuentra al alcance de todo ser
humano que así lo desee. Sin embargo, cuando las dificultades para mantener la atención son
severas y constantes, de modo que éstas alteren drásticamente la vida social o laboral, es necesario
acudir a un especialista (psicólogo o psiquiatra) a fin de que realice una evaluación sobre el caso,
emita un diagnóstico y brinde el apoyo adecuado.

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