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IV Conferencia Latino Americana de Energía Solar (IV ISES_CLA) y XVII Simposio Peruano de Energía Solar (XVII- SPES), Cusco,

1 -5.11.2010

DEGRADACIÓN DE MÓDULOS FOTOVOLTAICOS DE SILICIO


CRISTALINO TRAS 12 AÑOS DE OPERACIÓN EN ESPAÑA

Mariano Sidrach-de-Cardona – msidrach@ctima.uma.es


Paula Sánchez-Friera – paulasanchez@ctima.uma.es
Michel Piliougine – michel@ctima.uma.es
Javier Pelaez – javier_pelaez@hotmail.com
Jesús Carretero –jecarretero@ctima.uma.es
Dpto. de Física Aplicada II. Universidad de Málaga- Málaga, España.
Llanos Mora-López – llanos@lcc.uma.es
Dpto. de Lenguajes y Ciencias de la Computación. Universidad de Málaga. Málaga, España.

Resumen:
La fiabilidad a largo plazo de los módulos fotovoltaicos es crucial para asegurar la viabilidad técnica y económica de
los sistemas fotovoltaicos. Un sistema fotovoltaico tiene una vida útil superior a 25 años. Este trabajo presenta los
resultados de las investigaciones llevadas a cabo sobre los mecanismos de degradación de una instalación FV de
silicio cristalino de 2 kWp después de 12 años de exposición en Málaga, España. El análisis se realizó mediante
inspección visual, la termografía infrarroja y evaluación de los parámetros eléctricos. Por inspección visual, los
defectos más relevantes en los módulos fueron identificados y clasificados según su frecuencia. Se han comparado los
parámetros eléctricos característicos de los módulos individuales, obtenidos por las mediciones a Sol real al principio
y al final del período de exposición. Los resultados presentados muestran que la erosión de vidrio, delaminación en la
interfase célula-EVA y la oxidación de la capa antirreflectiva y la red de metalización fueron los defectos más
frecuentes encontrados. La pérdida de potencia máxima total, incluida la degradación inicial, fue de 11,6%, que se
corresponde casi totalmente con la pérdida observada en la corriente de cortocircuito.

Palabras clave: módulos fotovoltaicos, degradación, fiabilidad

1 INTRODUCCIÓN

La fiabilidad a largo plazo de los módulos fotovoltaicos es importante para asegurar el éxito futuro de esta
tecnología y su implementación como fuente de energía eléctrica. Los periodos de garantía deben ser fijados
conociendo la fiabilidad de los módulos, de la misma manera que los cálculos de la energía producida al cabo de su vida
útil debe hacerse teniendo en cuenta esta información.
El estudio de la degradación y los mecanismos de fallo están a menudo basados en experimentos de degradación
acelerados. Estas pruebas han sido muy útiles para reproducir y cuantificar los efectos del fallo. Sin embargo, hay
algunos mecanismos de degradación que se producen a sol real que no son identificados durante los procedimientos de
prueba acelerados usuales.
El presente trabajo describe los mecanismos de degradación que han sido observados en un instalación
fotovoltaica de silicio cristalino de 2 kWp de potencia después de las 12 años de exposición al sol en la terraza del
laboratorio de sistemas fotovoltaicos de la universidad de Málaga, en el sur de España.
El generador fotovoltaico objeto del estudio está compuesto de 42 módulos PV con una potencia nominal de 53
Wp. Este tipo de módulo está constituido por 36 células solares de silicio de mono-cristalino tipo-p, de 103 mm y unos
200 micrómetros de grosor, conectadas en serie. Las células son texturadas, tienen una capa antirreflectante de TiOx y
están interconectadas mediante cintas de cobre. Las células están encapsuladas con acetato de etileno-vinilo (EVA)
entre un vidrio templado de alta transmitancia y una lámina trasera compuesta de Tedlar® (PVF) y poliéster (PET), con
una configuración de PVF/PET/PVF. Cada módulo contiene dos cajas de conexiones IP65 protegidas con diodos by-
pass en serie con 18 células y tiene un marco de aluminio anodizado.
Los módulos fueron adquiridos por la Universidad en 1996. Los módulos se montaron en una configuración
horizontal sobre una estructura metálica, tal y como puede verse en la figura 1. Los módulos están orientados hacia el
suroeste con un acimut de 9º y una inclinación de 54º sobre la horizontal. La conexión inicial constaba de dos ramas en
paralelo de 21 módulos conectados en serie. Esta generador ha sido utilizado para la realización de ensayos de
pequeños inversores de conexión a red, por lo que han estado conectados a la red eléctrica durante la mayor parte del
tiempo de exposición. En una publicación previa (Sidrach-de-Cardona y Mora-López 1999) describen la instalación y
el rendimiento durante los primeros dos años de operación.
Antes de la instalación, y como parte de las investigaciones del laboratorio, se realizó la caracterización eléctrica
de los módulos, por medio de la medida en condiciones de Sol real de las curvas I-V de todos los módulos. Estas curvas
se trasladaron a condiciones estándar.
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Figura 1. Vista general de la instalación

Los objetivos específicos del trabajo son: i) identificar los defectos más frecuentes que han aparecido en los
módulos en este tiempo y ii) correlacionarlos con cualquier posible variación en el comportamiento eléctrico de los
módulos y comprender el posible impacto de los mismos.
Para conseguir estos objetivos se han realizado las siguientes tareas: a) medida de las curvas I-V de cada módulo y
comparación con las medidas iniciales b) la inspección visual de los módulos y c) termografía infrarroja.

2 INSPECCIÓN VISUAL

Tras una inspección visual minuciosa de los módulos, se detectaron varias clases de defectos. Estos defectos
fueron agrupados y clasificados de acuerdo con la frecuencia de aparición. Los defectos más importantes se resumen en
la Tabla 1. En esta tabla se incluyen defectos comúnmente observados en los trabajos anteriores de Wohlgemuth et al.
(2005) y Dunlop et al. (2005).

Tabla 1: Defectos visuales más significativos y porcentaje de módulos y células afectados.

Tipo de defecto Módulos afectados (%) Células afectadas (%)


Suciedad del vidrio 100 33
Patrón lechoso 93 13
Oxidación de la rejilla frontal 100 100
Oxidación de la capa AR 100 100
Células rotas 60 2,5
Puntos calientes 7 0,2
Delaminación de la lámina trasera 7 NA
Defectos en el marco 5 NA
Defectos en la caja de conexión 100 NA
Diodos de by-pass defectuosos 0 NA
Corrosión del bus 0 NA
Decoloración del EVA 0 NA

NA: No Aplicable

2.1 Suciedad del vidrio

Por suciedad del vidrio representamos la apariencia borrosa u oscura del vidrio que ocurre típicamente en el borde
más bajo del módulo PV y es normalmente irreversible. La simple acumulación de suciedad sobre el vidrio no es
considerada como un defecto visual y su impacto no ha sido analizado en este trabajo, donde todos los módulos PV
fueron limpiados antes de la inspección visual y la caracterización eléctrica de los mismos.
La erosión del vidrio se debe de acuerdo con lo propuesto por Lombardo et al. (2005) a la deposición de partículas
transportadas por el aire, a la sedimentación de depósitos de agua de lluvia y al lixiviado de los mismos o al intercambio
iónico entre los álcalis del vidrio y el ion H+ iones del agua. El proceso se intensifica en ambientes contaminados y
también por el uso de marcos que pueden conservar una cantidad pequeña de agua sobre el borde de módulo. Como
resultado de todo ello, se produce una pérdida irreversible de transmitancia óptica a lo largo del borde inferior del
módulo.
En los módulos estudiados, el 100% de los módulos PV presentaban este efecto en la cadena inferior,
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correspondiendo a 33% del número total de la células. El área de las células afectadas varía entre 3% y 12%, con un
valor medio de 8% para el total de la instalación. Más adelante se describe la existencia de una correlación entre este
defecto visual y el rendimiento eléctrico de los módulos.

2.2 Delaminación frontal

Se observa un dibujo blanco o lechoso en áreas muy pequeñas sobre las células solares, principalmente en las
proximidades de las cintas de interconexión y en el perímetro de la célula. Este efecto se observa en la casi la totalidad
de los módulos. En algunos casos afecta una única célula sola en el módulo mientras que en otros afecta,
aproximadamente, al 50% de las células. En total, aproximadamente el 13% del total de la células de la planta de PV
presenta este defecto.
Este tipo de patrón es atribuible a lo delaminación en la interfase de la célula-EVA y ha sido observado
frecuentemente en instalaciones fotovoltaicas por otros autores Bernreuter J. et al. (2001), Tsuda I. et al. (2003) y Kang
G.H. et al. (2005), especialmente en los climas cálidos y húmedos. También puede aparecer después de la degradación
acelerada en las condiciones de calor-humedad. El origen del defecto podría ser una reacción química entre la capa
antirreflectante de la célula (TiOx) y ciertos aditivos en el encapsulante del módulo, tal y como está descrito en Dhere
N.G. et al. (2005). Este tipo de defecto se encuentra siempre en la misma ubicación de las células solares: entre los
dedos de metalización en las proximidades de las cintas de interconexión y en el perímetro de las células. Sin embargo,
no hay ninguna concentración adicional de fósforo o sodio en estas áreas. La particular ubicación de este defecto está
relacionada con factores geométricos, ya que se han encontrado discontinuidades en el grosor del dispositivo en estas
áreas.

2.3 Rejilla frontal y oxidación de capa antirreflectante

La pérdida de la fuerza de adhesión entre la célula y el encapsulante reduce la protección de la célula y facilita
oxidación y corrosión la capa antirreflectante (AR) y de los metales de la célula.
Este efecto se observa en todas las células de la instalación. Los dedos de metalización de la rejilla frontal y el
TiOx de la capa AR presentan un cambio de color hacia el negro, indicando la oxidación. El defecto empieza en el
centro de la célula y se extiende hacia los bordes, creando un cuadrado oscuro en medio de cada célula. Es probable que
se produzca una acumulación de humedad en las áreas delaminadas. Como el EVA es un copolímero amorfo, la
difusividad del oxígeno y del vapor de agua es alta por lo que la oxidación puede extenderse a otras áreas rápidamente.
Además, se sabe que el ácido acético que resulta de la hidrólisis del EVA acelera la corrosión de los metales.

2.4 Roturas en la célula

Uno pequeño porcentaje de células presentan rajas visibles, que en ningún caso desconectan alguna parte de la
célula del circuito principal. Estas rajas podrían haberse formado por estrés mecánico o térmico sobre las células
durante el período de exposición.

2.5 Delaminación de la lámina trasera

Se ha observado este defecto en 3 de los 42 módulos. Esta delaminación ocurre en la interfase entre el PVF
exterior y el PET, y entre el PET y el PVF interior. El PVF interior está bien pegado al EVA, lo que demuestra un
problema de estabilidad del utilizado por el proveedor de la lámina trasera.

2.6 Marco y defectos de la caja de conexión

La mayoría de los marcos de los módulos están en las condiciones excelentes, aunque de los módulos presentan
una corrosión galvánica leve en un esquina de la unión. En el momento de las observaciones esto no tiene ningún efecto
sobre estabilidad mecánica del módulo.
Las 84 cajas de conexión de la instalación (2 por el módulo) muestran un correcto funcionamiento. Las cajas están
bien fijadas a la lámina trasera con la silicona en las buenas condiciones. Todos los diodos de by-pass están
funcionando. Sin embargo, se ha observado que el 100 % de las cajas presentan un desprendimiento de la tarjeta de
conexión interna de la lámina trasera. Esto quiere decir que tirones de los cables de conexión se transfieren directamente
a los terminales del módulo; lo que podría causar daños o abrir circuitos si no se tiene especial cuidado cuando se
manejan los módulos.

2.7 Puntos calientes

Tres células solares de la instalación, de tres módulos diferentes, han estado afectadas por puntos calientes,
causando la rotura de la célula y el quemado de la lámina trasera. Este es un fenómeno bien conocido causado por
sombras, suciedad localizada o graves desigualdades en las cadenas del módulo PV. La cadena con una corriente de
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cortocircuito reducida es forzada a trabajar con la polaridad invertida, consumiendo la energía eléctrica generada por las
otras cadenas, pudiendo alcanzar temperaturas muy elevadas. Se ha realizado un análisis infrarrojo de la instalación de
PV para investigar el posible origen posible de los puntos calientes.

3. ANÁLISIS INFRARROJO

El sistema fue analizado con una cámara infrarroja Flir ThermaCam S65 de 320x240 pixeles. Los módulos se
conectaron a la red eléctrica durante las medidas y fueron llevados a su punto de máxima potencia.
Las imágenes se tomaron de la parte frontal de los módulos cuando la estructura no nos dejó el espacio suficiente
para hacerlo por la parte trasera. Se tuvo especial cuidado en no incluir reflexiones de los objetos cercanos.
Uno de los hallazgos más importantes del análisis infrarrojo es el hecho de que todas células solares situadas sobre
las cajas de conexión estaban a una temperatura 3ºC superior al resto de las células. En esas células, la degradación
térmica podría ocurrir a una velocidad más alta. Se ha observado en algunos módulos desigualdades en las temperaturas
de las células de cada una de las cadenas. Desafortunadamente, no es posible concluir si este defecto es atribuible a la
degradación o ya estaba presente al principio del período de exposición. Los módulos con daños de puntos calientes
visibles no muestran picos relevantes de temperatura en las imágenes infrarrojas.

4. PARÁMETROS ELÉCTRICOS

Se han medido las curvas I-V de todos y cada uno de los módulos y se han comparado con las medidas inicialmente con
objeto de analizar la variación de los parámetros.

4.1 Dispositivo experimental

Todas las curvas I-V se han medido con los módulos expuestos a sol real en la terraza del Laboratorio Fotovoltaico de la
Universidad de Málaga, siguiendo las recomendaciones del estándar IEC 60904 (2006).
Las medidas se han realizado empleando instrumentos comerciales controlados por un ordenador que usa el protocolo
de GPIB. Los módulos se han medido con una configuración de cuatro hilos, usando una fuente de energía de energía
de cuatro cuadrantes para cambiar el voltaje. Se han usado multímetros digitales para adquirir las señales de tensión y
corriente y se han medido todas las variables meteorológicas antes y después de la adquisición de cada curva. También
se ha registrado la temperatura de cada módulo usando sensores térmicos RTD Pt100 con un acoplamiento térmico
apropiado en la parte posterior de los módulos. Asimismo, se ha medido la irradiancia global con un piranómetro Kipp
& Zonen CMP21 debidamente calibrado.
Para minimizar los errores de cada medida y los de conversión a condiciones estándar, se han impuesto las siguientes
condiciones: las medidas se han tomado en un intervalo de una hora alrededor del mediodía solar; la irradiancia global
en el plano de paneles es mayor que 800 W/m2; variación máxima de la irradiancia durante el tiempo de la medición
menor que el 1%; variación máxima de la temperatura de módulo durante el tiempo de la medida menor que 1ºC; y
velocidad del viento menor que 1 m/s. Además, ambos conjuntos de medidas fueron realizados durante el mes de junio,
en 1996 y 2008 respectivamente, para que las diferencias espectrales de la luz solar puedan ser minimizadas.
Hay que destacar que las medidas iniciales fueron llevadas a cabo directamente a la llegada de los módulos, por lo que
la posible degradación inicial de los módulos inducida por la luz está incluida en el valor total de las pérdidas.

4.2 Resultados y análisis

Las curvas fueron trasladadas a condiciones estándar usuales (STC) siguiendo el procedimiento descrito en
IEC891 (2009), con los parámetros de traslación dados por el fabricante.
Las curvas trasladadas fueron ajustadas al modelo de un diodo, con el factor de idealidad como variable, usando el
software IVFIT, Burgers A.R. et al. (1996) proporcionado por el Centro de Investigación de la Energía del Países Bajos
(ECN). Esto nos permite calcular los valores de la resistencia serie (Rs) y paralelo (Rsh) de cada módulo antes y después
de la degradación, así como sus parámetros característicos: corriente de corto circuito (Isc), tensión en circuito abierto
(Voc), factor de relleno (FF) y corriente del punto de máxima potencia (Im), tensión de dicho punto (Vm) y la potencia
eléctrica (Pm).
Se ha realizado un análisis estadístico de los parámetros característicos antes y después de la degradación. Se ha
observado que los datos se ajustan bien a una distribución normal.
En la Tabla 2 se muestran la media y la desviación típica de cada parámetro característico de los módulos antes y
después del período de exposición de 12 años. Puede observarse en dicha tabla que la potencia-pico total de la
instalación se ha reducido un 11,6% en los 12 años. Esto se debe, principalmente, a una caída del 9,2% en la corriente
de cortocircuito. En media, el FF y la tensión en circuito abierto presenta muy poca variación.
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Tabla 2: Parámetros característicos de la instalación PV en condiciones estándar


antes y después de 12 años de exposición

Medidas iniciales Medidas finales Variación


Media Desviación Media Desviación
estándar estándar (%)
Isc (A) 3,12 0,04 2,83 0,04 -9,2
Voc (V) 21,5 0,2 21,1 0,2 -1,8
Im (A) 2,77 0,04 2,49 0,04 -10,1
Vm (V) 17,3 0,2 17,0 0,2 -1,7
Pm (W) 48,0 1,0 42,5 0,8 -11,6
FF (%) 71,5 0,8 71,0 1,5 -0,7
Rs (Ω) 0,35 0,10 0,34 0,12 -4
Rsh (Ω) 130 47 137 40 5

La degradación anual de la potencia-pico es del orden del 1%. Sin embargo, si tenemos en cuenta que las medidas
iniciales de los módulos se realizaron sin condicionantes, es probable que una degradación inicial típica del orden de
3% tuvo lugar durante las primeras horas de la exposición a la luz de acuerdo con el trabajo de Chianese D. et al.
(2003). Esto deja una pérdida 0.7% adicional por año durante los 12 años de exposición, lo que está en la concordancia
con conclusiones previamente descritas por otros autores, King D.L. et al. (2000), Reis A.M. et al. (2002), Osterwald C.
R. et al. (2006) y Skoczek A. Et al. (2009).
En la Figura 2 se muestran las diferencias en cada uno de los parámetros característicos para los 42 módulos de la
instalación. Despreciando los efectos de segundo orden, la variación en la potencia máxima es la suma de la variación
en la corriente de cortocircuito, la tensión en circuito abierto y el factor de llenado. Como puede apreciarse en dicha
figura, la mayor parte de las pérdidas se debe a la caída de la corriente de cortocircuito.

Figura 2- Variación de los parámetros característicos de cada módulo fotovoltaico de la instalación.

Las figuras 3, 4, 5 y 6 muestran las distribuciones en frecuencia de los principales parámetros eléctricos
característicos antes y después de la degradación con las correspondientes distribuciones gaussianas. Es destacable que
las desviaciones típicas de la potencia máxima, de la corriente de cortocircuito y las resistencias serie y paralelo no
cambian significativamente entre las medidas iniciales y finales, encontrándose dentro de ±15% de los valores iniciales.
Esto es contrario a nuestras expectativas, ya que hay pruebas, Vazquez M. et al. (2008) que la desviación típica de la
potencia máxima generalmente se incrementa con tiempo.
Una posible explicación está en las mejoras realizadas en el dispositivo experimental de medida en estos años.
Esto también explicaría la reducción de 30% de la desviación típica de la tensión en circuito abierto. Con el nuevo
sistema experimental, el tiempo de barrido es muy reducido, lo que minimiza las variaciones en la temperatura de
módulo durante las medidas.
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Figura 3- Distribución normal del Isc al inicio y al final del período de degradación. Las curvas N_Inicial y N_Final
muestran las correspondientes distribuciones gaussianas.

Figura 4- Distribución normal del Voc al inicio y al final del período de degradación. Las curvas N_Inicial y N_Final
muestran las correspondientes distribuciones gaussianas.

Figura 5- Distribución normal del Pmp al inicio y al final del período de degradación. Las curvas N_Inicial y N_Final
muestran las correspondientes distribuciones gaussianas.
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Figura 6- Distribución normal del FF al inicio y al final del período de degradación. Las curvas N_Inicial y N_Final
muestran las correspondientes distribuciones gaussianas.

5. CORRELACIÓN ENTRE LOS DEFECTOS VISUALES Y LAS MEDIDAS

El factor de llenado y los valores medios de las resistencias características no han cambiado significativamente a
lo largo de los 12 años de exposición de la instalación. Esto indica que la oxidación de la rejilla de metalización
observada en la inspección visual no tiene, de momento, impacto en el rendimiento de los módulos PV.
Para investigar el impacto de la suciedad del vidrio sobre el rendimiento eléctrico además, se preparó una muestra
retirando fragmentos de la lámina trasera en áreas afectadas y no afectadas por la suciedad del vidrio. Se ha medido la
transmitancia óptica usando un espectrorradiómetro Avaspec 2048 SPU2 que mide en el 300-1100 nm. Se constata una
pérdida de transmitancia en el borde sucio del 10%. Teniendo en cuenta el porcentaje de área afectada por la suciedad,
esto representa a una pérdida de, aproximadamente, 1-2 % en la corriente de cortocircuito de las cadenas afectadas.
Esto se ha confirmado midiendo las curvas I-V de cadenas independientes en una selección de módulos. Se ha
encontrado una caída del 2 % en la corriente de cortocircuito en las cadenas del borde inferior con respecto a las del
borde superior. Esto se traduce en una pérdida menor que el 0,3% en la potencia máxima con respecto a la cadena que
presenta la mejor potencia máxima. Por ello, llegamos a la conclusión de que el la suciedad del vidrio tiene un impacto
menor sobre el rendimiento de la instalación en el momento de la realización del presente estudio.
La principal pérdida principal en el rendimiento del sistema corresponde a la corriente de cortocircuito de los
módulos, con una caída media del 9,2%. Esta pérdida de la corriente de cortocircuito podía estar parcialmente
relacionada con la pérdida del acoplamiento óptico en la interfase de célula-encapsulante originada por delaminación
frontal. Las áreas afectadas por este defecto, sin embargo, corresponden a unos porcentajes muy pequeños de las
células, lo que indica que este efecto no puede por sí solo explicar la pérdida total en la corriente de cortocircuito. Como
no se ha observado amarilleamiento en el encapsulante y la acción de la intemperie sobre vidrio tiene solamente un
papel menor, creemos que la pérdida de la corriente de cortocircuito puede ser debido a i) la delaminación frontal, ii) la
degradación de la capa AR y la iii) una degradación inherente de la unión p-n, relacionado con el proceso de fabricación
de las células, que ha sido descrito en trabajos realizados por Osterwald et al. (2002, 2005) en NREL.

6. CONCLUSIONES

Se ha realizado un análisis de los mecanismos de degradación en una instalación fotovoltaica de 2 kWp de silicio
cristalino después de 12 años de funcionamiento. Los principales defectos visuales encontrados en la casi totalidad de
los módulos son: suciedad irreversible del vidrio en el borde inferior de los módulos; oxidación de la rejilla de
metalización y la capa AR de las células y delaminación localizada en la interfase de célula-encapsulante. Unos
porcentajes pequeños de los módulos también presentan delaminación en la lámina trasera en las interfases de
PVF/PET, y la formación de puntos calientes con el agrietamiento de la célula y el quemado de la lámina trasera.
Se ha analizado el rendimiento de la instalación midiendo las curvas de I-V de los 42 módulos fotovoltaicos antes
y después del período de exposición. La pérdida de la potencia pico de la instalación ha sido del 11,6%. Estas pérdidas
incluyen la degradación inicial inducida por la luz, ya que las medidas iniciales se realizaron a la llegada de los módulos
al laboratorio. Por término medio, los módulos han degradado, aproximadamente, un 1 % anual.
Se ha realizado un análisis de las pérdidas en cada parámetro eléctrico característico de los módulos. Las pérdidas
en la potencia máxima se deben, casi en su totalidad, a las pérdidas en la corriente de cortocircuito.
Puede concluirse que la acción de la intemperie sobre el vidrio no tiene un impacto grande sobre el rendimiento de
los módulos. Asimismo, la oxidación de la rejilla de metalización no parece tener impacto sobre el rendimiento, ya que
no se ha observado incrementos significativos de la resistencia de serie o pérdidas en el FF.
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Los puntos calientes son un efecto aislado causado, probablemente, por sombras externas a la instalación. El
impacto sobre el rendimiento eléctrico de los módulos tampoco es importante.
Los defectos identificados como más relevantes en la instalación son la pérdida de fuerza de adherencia en la
interfase de célula-encapsulante y la degradación de la capa AR. Ellos explican parcialmente la pérdida en la corriente
de cortocircuito de los módulos.
Es destacable que a pesar de los defectos visuales observados en los módulos fotovoltaicos, el rendimiento
eléctrico de la instalación es bueno y dentro de la garantía ofrecida por el fabricante.

Agradecimientos

Este trabajo ha estado parcialmente financiado por el Ministerio español de Ciencia e Innovación (proyecto
ENE07-67248) y por la Junta de Andalucía (proyecto P07 RNM-02504).
También agradecemos las valiosas contribuciones de Fermín Ropero y Blanca Lalaguna.

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