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TEMA:

MONOGRAFIA DE OSCE

DOCENTE
MIGUEL ANGEL FLORES BARRIGA

ESTUDIANTE
QUISPE ENRIQUEZ NILMA YORELA

CODIGO:
131773

PUNO, DICIEMBRE DEL 2018


INDICE:
I. CONTRATO DE OBRA..................................................................................................... 3
1.1. MARCO TEORICO ........................................................................................................ 3
II. ADELANTOS PARA OBRAS .......................................................................................... 6
III. FORMULA POLINOMICA, VALORACION, REAJUTES Y METRADOS ............ 9
IV. AMPLIACION DE PLAZOS........................................................................................ 11
V. MODIFICACIONES EN GASTOS GENERALES VARIAES .................................... 13
VI. INTERVENCION ECONOMICA ................................................................................. 15
VII. RECEPCION DE LA OBRA Y PLAZOS .................................................................. 16
VIII. REGLAMENTO NACIONAL DE EDIFICACIONES OBRAS DE
SANEAMIENTO ....................................................................................................................... 22
CONCLUSIÓN .......................................................................................................................... 26
I. CONTRATO DE OBRA

1.1. MARCO TEORICO

“Según el artículo 136º del Reglamento de la Ley 30225 – Ley de


Contrataciones del Estado.

 Acuerdo celebrado entre dos o más partes


 Para la ejecución de una obra especifica
 Mediante un proceso constructivo
 Según:
o Planos
o Normas
o Especificaciones
o memorias
o demás anexos del proyecto
 Ejecutada dentro del plazo determinado
 Cumpliendo con el marco jurídico establecido

En primer lugar, debe indicarse que, una vez perfeccionado el contrato, el


contratista se compromete a ejecutar las prestaciones pactadas en favor de la
Entidad, mientras que esta última se compromete a pagar al contratista la
contraprestación acordada. En estos términos, el contrato se entenderá cumplido
cuando ambas partes ejecuten sus prestaciones a satisfacción de sus
respectivas contrapartes.

Ahora bien, el cumplimiento recíproco y oportuno de las prestaciones pactadas


por las partes es la situación esperada en el ámbito de la contratación pública;
sin embargo, dicha situación no siempre se verifica durante la ejecución
contractual pues alguna de las partes podría verse imposibilitada de cumplirlas.

Ante tal eventualidad, la normativa de contrataciones del Estado ha previsto la


posibilidad de resolver el contrato, ya sea por la imposibilidad sobreviniente de
ejecutar las obligaciones pactadas o el incumplimiento de estas.

Es así que el artículo 136 del Reglamento precisa lo siguiente:

"Si alguna de las partes falta al cumplimiento de sus obligaciones, la parte


perjudicada debe requerir mediante carta notarial que las ejecute en un
plazo no mayor a cinco (5) días, bajo apercibimiento de resolver el contrato.

Dependiendo del monto contractual y de la complejidad, envergadura o


sofisticación de la contratación, la Entidad puede establecer plazos mayores,
pero en ningún caso mayor a quince (15) días. En caso de ejecución de obras
se otorga un plazo de quince (15) días.
Si vencido dicho plazo el incumplimiento continúa, la parte perjudicada puede
resolver el contrato en forma total o parcial, comunicando mediante carta notarial
la decisión de resolver el contrato. El contrato queda resuelto de pleno
derecho a partir de la recepción de dicha comunicación."

De acuerdo a la citada disposición, cuando alguna de las partes (Entidad o


contratista) incumpla las obligaciones a su cargo, la parte perjudicada debe
cursarle una carta notarial requiriendo su cumplimiento dentro del plazo legal
previsto, bajo apercibimiento de resolver el contrato. Cabe precisar que
tratándose de contratos cuyo objeto sea bienes, servicios o consultorías, el plazo
en mención no debe superar -en principio- los cinco (5) días, sin embargo, en
caso el monto contractual y la complejidad, envergadura o sofisticación de la
contratación así lo requieran, la Entidad puede establecer un plazo no mayor a
quince (15) días. Por su parte, tratándose de un contrato de ejecución de obra,
el plazo a otorgarse necesariamente debe ser de quince (15) días.

Ahora bien, en el supuesto que la parte requerida no cumpla con ejecutar las
obligaciones a su cargo pese a habérselo solicitado, la parte perjudicada quedará
facultada para resolver el contrato, debiendo remitir por vía notarial el documento
en el que manifieste dicha decisión. Una vez recibida esta comunicación el
contrato quedará resuelto de pleno derecho.

Finalmente, es importante precisar que, de acuerdo al cuarto párrafo del


artículo 136 del Reglamento, el requerimiento de cumplimiento previo no será
necesario cuando la resolución del contrato se deba a la acumulación del monto
máximo de penalidad por mora u otras penalidades, o cuando la situación de
incumplimiento no pueda ser revertida; en cuyo caso bastará que se comunique
al contratista la decisión de la Entidad de resolver el contrato mediante carta
notarial.

“Una vez resuelto el contrato total por parte del contratista. ¿La entidad,
posteriormente también puede resolver el mismo contrato? ¿Cuál sería la
norma que ampara tal decisión?” (Sic).

Tal como se ha indicado al absolver la consulta anterior, si alguna de las partes


del contrato falta al cumplimiento de sus obligaciones, la parte perjudicada debe
requerirla dentro del plazo legal establecido, a través de una carta notarial, bajo
apercibimiento de resolver el contrato. En caso la parte requerida persista en su
incumplimiento, la parte perjudicada quedará facultada para resolver el contrato,
debiendo remitir por vía notarial el documento en el que manifieste tal decisión.
De esta manera, el contrato quedará resuelto de pleno derecho una vez que se
efectúe la recepción de la referida comunicación.

Como puede evidenciarse, la resolución contractual se materializa una vez que


la parte requerida recibe la comunicación donde su contraparte (la parte
afectada) le informa la decisión de resolver el mismo; por tanto, desde aquel
momento, el contrato dejará de surtir efectos y ambas partes -Entidad y
contratista- quedarán desvinculadas.
Sobre este punto, es preciso citar a De La Puente Y Lavalle, quien menciona lo
siguiente: “(…) la resolución deja sin efecto la relación jurídica patrimonial, la
convierte en ineficaz, de tal manera que ella deja de ligar a las partes en el
sentido que ya no subsiste el deber de cumplir las obligaciones que la
constituyen ni, consecuentemente, ejecutar las respectivas prestaciones.” (El
subrayado es agregado).

Por su parte, García de Enterría señala que la resolución “(…) es una forma de
extinción anticipada del contrato actuada facultativamente por una de las partes,
cuya función consiste en salvaguardar su interés contractual como defensa
frente al riesgo de que quede frustrado por la conducta de la otra parte”. (El
subrayado es agregado).

En virtud de lo expuesto, puede colegirse que si una de las partes (Entidad o


contratista) resuelve debidamente un contrato es decir, siguiendo el
procedimiento y cumpliendo los requisitos y formalidades previstas en la
normativa de contrataciones del Estado- no cabría la posibilidad de que su
contraparte efectué una nueva resolución respecto del mismo contrato, puesto
que, para entonces, la relación jurídica ya se encontraría extinta.

Finalmente, cabe precisar que lo señalado líneas arriba no es óbice para que las
discrepancias que se generen a raíz de una resolución contractual puedan
someterse a los medios de solución de controversias previstos en la normativa
de contrataciones del Estado.

“Ante la resolución del contrato por parte del contratista. ¿Qué


procedimiento o procedimientos debe realizar la entidad si considera
cuestionar la referida resolución contractual?” (Sic).

Al respecto, el artículo 137 del Reglamento señala “Cualquier controversia


relacionada con la resolución del contrato puede ser sometida por la parte
interesada a conciliación y/o arbitraje dentro de los treinta (30) días hábiles
siguientes de notificada la resolución. Vencido este plazo sin que se haya
iniciado ninguno de estos procedimientos, se entiende que la resolución del
contrato ha quedado consentida.”.

En ese sentido, cualquier controversia relacionada la resolución del contrato


puede ser sometida a conciliación o arbitraje dentro de los treinta (30) días
hábiles siguientes de notificada dicha resolución.

“De existir dos resoluciones del contrato, tanto del contratista y de la


entidad. ¿Cuál de las dos resoluciones de contrato es válida para
cuestionarla en conciliación o arbitraje?” (Sic).

Tal como se ha indicado en los antecedentes de la presento Opinión, las


consultas que absuelve el OSCE son aquellas consultas genéricas referidas al
sentido y alcance de la normativa de contrataciones del Estado; en esa medida,
en vía de consulta, este Organismo Técnico Especializado no puede
pronunciarse sobre la validez de una resolución contractual, ni definir la forma
en que debe cuestionarse ésta, pues ello excede la habilitación establecida en
el literal o) del artículo 52 de la Ley.

Sin perjuicio de ello, es importante reiterar que la debida resolución del contrato
produce sus efectos una vez que la parte requerida recibe la comunicación
donde su contraparte (la parte afectada) le informa la decisión de resolver el
mismo, para lo cual previamente debe haberse seguido el procedimiento previsto
en el artículo 136 del Reglamento; ello sin perjuicio de que las controversias
relacionadas con dicha resolución puedan ser sometidas a conciliación o
arbitraje dentro del plazo previsto en el artículo 137 del Reglamento.

II. ADELANTOS PARA OBRAS

“¿Es procedente que la Entidad Contratante otorgue al Contratista


adelanto para insumos?” (sic).

En primer lugar, debe señalarse que la finalidad de los adelantos es brindar


financiamiento y/o liquidez a los contratistas para facilitar la ejecución de sus
prestaciones; de esta manera, a través del otorgamiento de adelantos se evita
que los contratistas deban recurrir a fuentes externas de financiamiento que
incrementen el costo de la contratación, incremento que -en última instancia- es
trasladado a la Entidad.

En esa línea, el artículo 38 de la Ley establece que la Entidad puede entregar


adelantos al contratista con la finalidad de otorgarle financiamiento y/o liquidez
para la ejecución del contrato, siempre que ello haya sido previsto en los
documentos del procedimiento de selección; precisando que, el Reglamento
establece los tipos, condiciones y monto de cada adelanto, así como la forma de
amortización luego de su otorgamiento.

Así, el artículo 155 del Reglamento señala que, en los contratos de obra, los
documentos del procedimiento de selección pueden establecer los siguientes
adelantos: (i) Directos, los que en ningún caso exceden en conjunto el diez por
ciento (10%) del monto del contrato original; y, (ii) Para materiales o insumos, los
que en conjunto no deben superar el veinte por ciento (20%) del monto del
contrato original.

Como se advierte, la Entidad tiene la potestad de otorgar adelantos para


materiales e insumos cuando se trate de contratos de obra, para tal efecto es
necesario que dicha posibilidad se encuentre contemplada en las Bases del
procedimiento de selección; asimismo, debe considerarse que el otorgamiento
de dicho adelanto procede hasta por un porcentaje igual o inferior al veinte por
ciento (20%) del monto del contrato original, según lo previsto en las Bases.

Ahora bien, dado que el otorgamiento del adelanto para materiales e insumos
implica la erogación de fondos públicos, tanto el contratista como la Entidad
deben cumplir con las condiciones y procedimientos que la normativa de
contrataciones del Estado establece para su entrega.
Así, el primer párrafo del artículo 157 del Reglamento señala que “La Entidad
debe establecer en los documentos del procedimiento de selección el plazo en
el cual el contratista solicita el adelanto, así como el plazo en el cual se entregue
el adelanto, con la finalidad que el contratista pueda disponer de los materiales
o insumos en la oportunidad prevista en el calendario de adquisición de
materiales o insumos.” Por su parte, el segundo párrafo del citado artículo indica
que, “Las solicitudes de adelantos para materiales o insumos deben realizarse
una vez iniciado el plazo de ejecución contractual, teniendo en consideración el
calendario de adquisición de materiales o insumos presentado por el contratista
y los plazos establecidos en los documentos del procedimiento de selección para
entregar dichos adelantos.” Asimismo, el tercer párrafo del mismo artículo
establece que, “No procede el otorgamiento del adelanto para materiales e
insumos en los casos en que las solicitudes correspondientes sean realizadas
con posterioridad a las fechas señaladas en el calendario de adquisición de
materiales e insumos.”

Por su parte, el primer párrafo del artículo 129 del Reglamento señala que, “La
Entidad solo puede entregar los adelantos directos y por materiales contra la
presentación de una garantía emitida por idéntico monto. La presentación de
esta garantía no puede ser exceptuada en ningún caso.”; mientras que, el cuarto
párrafo del citado dispositivo precisa que, tratándose de los adelantos de
materiales, la garantía se mantiene vigente hasta la utilización de los materiales
o insumos a satisfacción de la Entidad, pudiendo reducirse de manera
proporcional de acuerdo con el desarrollo respectivo.

Adicionalmente, el contratista debe presentar el comprobante de pago


respectivo.

De esta manera, a efectos de otorgar el adelanto para materiales e insumos, el


contratista debe solicitar su entrega una vez iniciada la ejecución de la obra, de
conformidad con el calendario presentado, dentro del plazo establecido en las
Bases y presentando la garantía señalada en el artículo 129 del Reglamento así
como el comprobante de pago respectivo; asimismo, la Entidad debe efectuar el
desembolso del adelanto en la oportunidad prevista.

En ese orden de ideas, es procedente que la Entidad otorgue el adelanto para


materiales e insumos al contratista siempre que se cumplan las siguientes
condiciones: (i) que la entrega del adelanto haya sido prevista en las bases; (ii)
que el contratista solicite el adelanto una vez iniciado el plazo de ejecución
contractual, en la oportunidad señalada en las Bases y presentando la garantía
correspondiente así como el comprobante de pago respectivo; (iii) que las
solicitudes de adelanto sean realizadas considerando el calendario de
adquisición de materiales o insumos presentado por el contratista; y, (iv) que el
adelanto sea entregando, en su conjunto, hasta por el porcentaje contemplado
en las Bases, el cual no podrá ser superior al veinte por ciento (20%) del monto
del contrato original. Así, en los casos que corresponda, la Entidad debe cumplir
con entregar el adelanto en el plazo previsto en las Bases, con la finalidad que
el contratista disponga de los materiales o insumos necesarios para la ejecución
de la obra en la oportunidad señalada en el calendario correspondiente.
“¿A qué se refiere el Reglamento con ‘insumos’?” (sic).

Tal como se indicó al absolver la consulta anterior, la Entidad tiene la potestad


de otorgar adelantos para materiales e insumos, al contratista, cuando se trate
de la ejecución de una obra.

En esa medida, teniendo en cuenta que los “insumos” son aquellos bienes que
serán empleados en la ejecución de una obra, cuando el Reglamento contempla
la posibilidad de que la Entidad otorgue el adelanto para materiales e insumos, lo
hace con la finalidad que el contratista pueda adquirir los bienes o elementos que
serán empleados en los trabajos propios de la obra y que quedaran
incorporados en esta.

“¿Es procedente que la Entidad Contratante otorgue al Contratista


adelanto para materiales que no quedan incorporados a la obra?” (sic).

Al respecto, debe señalarse que este Organismo Supervisor ha señalado


previamente que el adelanto para materiales e insumos no puede servir para
financiar la compra o adquisición de cualquier bien, pues existen algunos bienes
que, si bien es cierto son necesarios para la ejecución de la obra, también lo
serán para la ejecución de otras obras. Tal es el caso de aquellos equipos o
maquinarias con los que debe contar el contratista para realizar sus actividades
económicas.

En consecuencia, el adelanto para materiales e insumos sólo puede ser otorgado


para la adquisición de determinados elementos en la medida que estos queden
incorporados en la obra, lo cual implica que los materiales e insumos para los
que se otorga el adelanto sean empleados, de forma exclusiva, en la obra y que
no formen parte del equipamiento del contratista.

“¿Las formulas polinómicas de reajuste de precios deben contener


necesariamente todos los índices unificados que por su naturaleza le
comprende a todos los elementos necesarios para la ejecución de la obra?
(Aquí y en lo que sigue entiéndase como ‘elementos’ los recursos
necesarios para ejecutar la obra como son materiales, equipos mano de
obra, etc.)” (sic).

Sobre el particular, debe señalarse que el primer párrafo del numeral 2 del
artículo 17 del Reglamento establece que, “En el caso de contratos de obra
pactados en moneda nacional, los documentos del procedimiento de selección
establecen las fórmulas de reajuste. Las valorizaciones que se efectúen a
precios originales del contrato y sus ampliaciones son ajustadas multiplicándolas
por el respectivo coeficiente de reajuste “K” que se obtenga de aplicar en la
fórmula o fórmulas polinómicas, los Índices Unificados de Precios de la
Construcción que publica el Instituto Nacional de Estadística e Informática - INEI,
correspondiente al mes en que debe ser pagada la valorización. Una vez
publicados los índices correspondientes al mes en que debió efectuarse el pago,
se realizan las regularizaciones necesarias.”
Como se aprecia, la normativa de contrataciones del Estado contempla
disposiciones cuya finalidad es actualizar el valor de los elementos
representativos que intervienen en la ejecución de una obra a la fecha
correspondiente al mes de pago de la valorización, toda vez que su valor original
puede haber variado desde que se contrajo la obligación, ello con el propósito
de mantener el equilibrio de las prestaciones contractuales.

En ese sentido, las Entidades deben efectuar el reajuste de precios empleando


el respectivo coeficiente “K”, el cual se obtiene de aplicar en la fórmula o fórmulas
polinómicas, los Índices Unificados de Precios de la Construcción, publicados
por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), correspondientes al
mes en que debe ser pagada la valorización.

Dicho lo anterior, debe precisarse que el segundo párrafo del numeral 2 del
artículo 17 del Reglamento establece que “Tanto la elaboración como la
aplicación de las fórmulas polinómicas se sujetan a lo dispuesto en el Decreto
Supremo Nº 011-79-VC y sus modificatorias, ampliatorias y complementarias.”

III. FORMULA POLINOMICA, VALORACION, REAJUTES Y


METRADOS

“¿Es válido que la ENTIDAD pueda cambiar unilateralmente la formula ó


formulas polinómicas contratadas y que forman parte del expediente
técnico aprobado y entregado por la ENTIDAD para su ejecución, y que en
la etapa de LIQUIDACIÓN FINAL DEL CONTRATO se aplique una fórmula
polinomica distinta a la pactada entre las partes, aduciendo que se
encontraron discrepancias en su formulación original?” (sic).

El primer párrafo artículo 142 del Reglamento establece que “El contrato está
conformado por el documento que lo contiene, las Bases Integradas y la oferta
ganadora, así como los documentos derivados del proceso de selección que
establezcan obligaciones para las partes y que hayan sido expresamente
señalados en el contrato.” (El subrayado es agregado).

Por su parte, el literal b) del artículo 26 de la Ley establece que entre las
condiciones mínimas que deben contener las Bases de todo proceso de
selección se encuentra “El detalle de las características técnicas de los bienes,
servicios u obras a contratar; el lugar de entrega, elaboración o construcción, así
como el plazo de ejecución, según el caso. Este detalle puede constar en un
Anexo de Especificaciones Técnicas o, en el caso de obras, en un Expediente
Técnico.” (El subrayado es agregado); asimismo, el literal i) del citado dispositivo
señala que tanto el valor referencial como las fórmulas de reajuste en los casos
que determine el Reglamento también forman parte del contenido obligatorio de
las Bases.

Al respecto, cabe precisar que el Expediente Técnico de Obra es el conjunto de


documentos que comprende: memoria descriptiva, especificaciones técnicas,
planos de ejecución de obra, metrados, presupuesto de obra, fecha de
determinación del presupuesto de obra, valor referencial, análisis de precios,
calendario de avance de obra valorizado, fórmulas polinómicas y, si el caso lo
requiere, estudio de suelos, estudio geológico, de impacto ambiental u otros
complementarios.
En ese orden de ideas, el contrato de obra se encuentra conformado por las
Bases Integradas, las mismas que contienen el Expediente Técnico de Obra y la
fórmula polinómica; en consecuencia, la fórmula polinómica forma parte del
contenido del contrato de obra.

De otro lado, debe indicarse que el segundo párrafo del artículo 35 de la Ley
establece que “El contrato entra en vigencia cuando se cumplan las condiciones
establecidas para dicho efecto en las Bases y podrá incorporar otras
modificaciones expresamente establecidas en el Reglamento.” (El subrayado es
agregado).

En esa línea, el artículo 143 del Reglamento regula la potestad de la Entidad de


modificar el contrato, conforme a lo siguiente: “Durante la ejecución del contrato,
en caso el contratista ofrezca bienes y/o servicios con iguales o mejores
características técnicas, de calidad y de precios, la Entidad, previa evaluación,
podrá modificar el contrato, siempre que tales bienes y/o servicios satisfagan su
necesidad. Tales modificaciones no deberán variar en forma alguna las
condiciones originales que motivaron la selección del contratista.” (El subrayado
es agregado).

Como se desprende de los citados dispositivos, el contrato podrá ser modificado


cuando el contratista ofrezca bienes y/o servicios con iguales o mejores
características técnicas, de calidad y de precios, pero no cuando la Entidad
estime pertinente variar la fórmula polinómica utilizada para efectuar el reajuste;
en tal sentido, la normativa de contrataciones del Estado no contempla la
posibilidad de que la Entidad modifique la fórmula polinómica que forma
parte del contrato.

De conformidad con lo expuesto, la fórmula polinómica a ser aplicada durante la


ejecución de una obra, se encuentra establecida en las Bases y por tanto forma
parte del contrato, de tal manera que quienes participan en el proceso de
selección y suscriben el contrato conocen los elementos y criterios que se
tomarán en cuenta para reactualizar el valor de contraprestación a cargo de la
Entidad. Asimismo, la normativa de contrataciones del Estado no permite que la
Entidad modifique dicha fórmula.

En esa medida, en la ejecución de un contrato de obra y por tanto, durante su


liquidación, debe emplearse la fórmula polinómica establecida en el Expediente
Técnico de Obra, sin que la Entidad pueda alterar o modificar su alcance.
IV. AMPLIACION DE PLAZOS

“¿Con la normativa vigente en contrataciones del Estado, es posible y/o


válida que las Entidades efectúen la notificación de su pronunciamiento
respecto de solicitudes de ampliación de plazo (ya sea en el caso de bienes,
servicio u obras) a través de un medio electrónico de comunicación (correo
electrónico)?” (Sic).

Sobre el particular, de manera previa debe indicarse que de conformidad con lo


previsto en el primer párrafo del numeral 34.5 del artículo 34 de la Ley, “El
contratista puede solicitar la ampliación del plazo pactado por atrasos y
paralizaciones ajenas a su voluntad debidamente comprobados y que
modifiquen el plazo contractual de acuerdo a lo que establezca el reglamento.”
(El resaltado es agregado).

Al respecto, cabe señalar que el artículo 140 del Reglamento establece que la
ampliación de plazo procederá al cumplirse alguno de los siguientes casos:
(i) cuando se apruebe el adicional, siempre que esto implique la afectación del
plazo; y, (ii) por atraso y/o paralización no imputable al contratista.

En esa misma línea, para el caso de contratos de obra, el artículo 169 del
Reglamento establece que el contratista puede solicitar la ampliación de plazo
por causas ajenas a su voluntad, siempre que dichas circunstancias modifiquen
la ruta crítica del programa de ejecución de obra vigente al momento de la
solicitud de ampliación, las cuales pueden ser: (i) atrasos y/o paralizaciones por
causas no atribuibles al contratista; (ii) cuando es necesario un plazo adicional
para la ejecución de la prestación adicional de obra solicitado por la Entidad; y
(iii) cuando es necesario un plazo adicional para la ejecución de mayores
metrados que no provengan de variaciones del expediente técnico de obra, en
el caso de contratos a precios unitarios.

Así, de las disposiciones señaladas en los párrafos precedentes, se desprende


que la ampliación del plazo contractual debe ser solicitada por el contratista, y
solo resulta procedente cuando dicha solicitud es motivada por una situación en
la cual el atraso o paralización de la ejecución de las prestaciones a cargo del
contratista responden a una circunstancia ajena a la voluntad de este y que
causen una modificación del plazo, conforme a lo previsto en el Reglamento.

Con relación a lo hasta ahora señalado, corresponde precisar que el


procedimiento para la solicitud de ampliación de plazo y su aprobación o
denegatoria, se encuentra regulado en los artículos 140 del Reglamento y 170
del Reglamento para el caso de obras.
De esta forma, se tiene que, en los contratos de bienes y servicios, el contratista
debe solicitar la ampliación dentro de los siete (7) días hábiles siguientes a la
notificación de la aprobación del adicional solicitado por la Entidad o de finalizado
el hecho generador del atraso o paralización; así, la Entidad tiene un plazo de
diez (10) días hábiles para pronunciarse respecto a la ampliación de plazo
y notificar su decisión al contratista, precisándose que de no existir
pronunciamiento por parte de la Entidad, se tendrá por aprobada la ampliación,
bajo responsabilidad del Titular de la Entidad.
En ese orden de ideas, el Reglamento ha previsto los supuestos por los que el
contratista puede solicitar la ampliación de plazo, el procedimiento a seguirse
ante la Entidad, y el plazo que esta última tiene para pronunciarse al respecto,
contando con diez (10) días no solo para emitir su decisión con respecto a la
solicitud de ampliación de plazo, sino también para notificarla al
contratista; teniéndose por aprobada dicha solicitud, en caso la Entidad no
cumpla con pronunciarse o lo haga fuera del plazo previsto por las disposiciones
señaladas.

Dicho lo anterior, en atención a la presente consulta, el artículo 49 de la Ley


establece que, “Sin perjuicio de la obligación de utilizar el Sistema Electrónico de
Contrataciones del Estado (SEACE), adicionalmente a los métodos de
notificación tradicionales, las Entidades pueden utilizar medios electrónicos
de comunicación para el cumplimiento de los distintos actos que se
disponen en la presente Ley y su reglamento, considerando los requisitos y
parámetros establecidos en las leyes pertinentes. En todos los casos, deben
utilizar las tecnologías necesarias que garanticen la identificación de los
proveedores y la confidencialidad de las oferta.” (El resaltado es agregado).

Así, del artículo citado apreciamos que la Ley otorga a las Entidades la
posibilidad de notificar los actos que realizan en virtud de las disposiciones
contenidas en la normativa de contrataciones del Estado, a través de los
métodos tradicionales de notificación, pero también, a través de los medios
electrónicos de comunicación, siempre que se consideren aquellos requisitos y
parámetros previstos en las leyes pertinentes.

En esa línea, corresponde advertir que lo establecido en el artículo 49 de la Ley


resulta ser una regla general, por lo mismo que dicho dispositivo no resulta
aplicable a aquellos actos para los cuales la normativa de contrataciones del
Estado ha previsto una determinada formalidad.

Ahora bien, en concordancia con el criterio desarrollado en la Opinión N° 083-


2015/DTN, debe decirse que la opción de la Entidad de realizar las notificaciones
de los actos que efectúe en virtud de las disposiciones contenidas en la
normativa de contrataciones del Estado a los que se refiere el artículo 49 de la
Ley incluyendo aquellos actos correspondientes a la etapa de ejecución
contractual, como lo es la ampliación de plazo a través de medios tradicionales
o haciendo uso de medios electrónicos de comunicación, debe ser establecida
en las Bases del procedimiento de selección, las mismas que pasarán a
conformar el contrato posteriormente, de conformidad con lo previsto en el
artículo 116 del Reglamento.

Es preciso señalar que el contrato resulta ser la principal manifestación de la


libertad de las personas para darse su propia ley y regular mediante ellas sus
relaciones privadas, en ese sentido, debemos entender que en virtud de la
formación libre de la manifestación de la voluntad de las partes que es plasmada
en el contrato, independientemente del régimen contractual al que las partes
decidan someterse, las reglas previstas en el contrato son definitivas para
ambas.
Por tanto, en materia de los contratos bajo el ámbito de la normativa de
contrataciones del Estado, incluso desde el acto de integración de las Bases,
posteriormente con la suscripción del contrato y hasta la culminación de este, las
partes tendrán por ciertas y conocidas las reglas que deberán cumplir;
incluyendo aquellas referidas a la forma en cómo notificarán aquellas
circunstancias que consideren pertinentes de comunicar o solicitar, pudiendo
optar por usar los mecanismos tradicionales o los medios electrónicos para
aquellos actos que no se encuentran regulados con una formalidad específica
de acuerdo a las disposiciones de la normativa de contrataciones del Estado y
siempre y cuando se garantice la debida notificación de la contraparte.
De lo expuesto se advierte que la Entidad puede notificar su decisión respecto a
la ampliación de plazo, usando para esto los mecanismos tradicionales o algún
medio electrónico de comunicación para aquellos actos que no se encuentran
regulados en la normativa de contrataciones del Estado con alguna formalidad
específica siempre que en las Bases del procedimiento de selección se haya
previsto dicha circunstancia, así como los requisitos y parámetros establecidos
en las leyes pertinentes y se garantice la debida notificación del contratista.

V. MODIFICACIONES EN GASTOS GENERALES VARIAES

“Para los casos regidos por el Reglamento de la Ley de Contrataciones del


Estado, aprobado con D.S. N° 184-2008-EF, y para los casos antes y después
de la modificación del Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado,
aprobado mediante D.S N° 350-2015-EF y modificado mediante Decreto
Supremo N° 056-2017-EF, consultamos: ¿Con qué precios (los reales o los
pactados contractualmente con la Entidad) la Entidad debe pagar al Contratista
los mayores gastos generales variables en los casos en que esos reglamentos
se refieren que los mismos deben ser ‘debidamente acreditados’?” (sic).

Por su parte, el artículo 200 del anterior Reglamento disponía que el contratista
podía solicitar la ampliación del plazo de ejecución de un contrato de obra
cuando se configuraba alguna de las siguientes causales: (i) atrasos y/o
paralizaciones por causas no atribuibles al contratista; (ii) atrasos y/o
paralizaciones en el cumplimiento de sus prestaciones por causas atribuibles a
la Entidad; (iii) caso fortuito o fuerza mayor debidamente comprobado; y, (iv)
cuando se aprobaba la prestación adicional de obra, en este caso, el contratista
debía ampliar el plazo de las garantías que hubiera otorgado.

En este punto, cabe señalar que la ampliación de plazo podía ser solicitada en
la medida que la configuración de alguna de las causales mencionadas en el
párrafo precedente modificara la ruta crítica del programa de ejecución de obra
vigente al momento de la solicitud de ampliación.

Así, la anterior normativa de contrataciones del Estado permitía que el contratista


solicitara la ampliación del plazo de ejecución de obra cuando se producían
determinados eventos, ajenos a su voluntad, que generaban la variación de la
ruta crítica del programa de ejecución de obra.
Efectuada la precisión anterior, debe señalarse que el artículo 202 del anterior
Reglamento regulaba los efectos de la ampliación del plazo de ejecución de los
contratos de obra; señalando en su primer párrafo lo siguiente: “Las ampliaciones
de plazo en los contratos de obra darán lugar al pago de mayores gastos
generales variables iguales al número de días correspondientes a la ampliación
multiplicados por el gasto general variable diario, salvo en los casos de
prestaciones adicionales de obra.”; mientras que, su segundo párrafo precisa
que, “Sólo cuando la ampliación de plazo sea generada por la paralización total
de la obra por causas ajenas a la voluntad del contratista, dará lugar al pago de
mayores gastos generales variables debidamente acreditados, de aquellos
conceptos que forman parte de la estructura de gastos generales variables de la
oferta económica del contratista o del valor referencial, según el caso.” (El
subrayado y resaltado son agregados).

Como se advierte, la diferencia entre el primer y segundo párrafos del artículo


202 del anterior Reglamento radicaba en que el primero regulaba el pago de
mayores gastos generales variables cuando la ampliación del plazo contractual
era generada por atraso en la ejecución de la obra; en cambio, el segundo
regulaba el pago de mayores gastos generales variables cuando la ampliación
del plazo se generaba por la paralización de la obra.

En ese sentido, el segundo párrafo del artículo citado regulaba el pago de


mayores gastos generales variables, específicamente, cuando la ampliación del
plazo contractual era generada por la paralización de la obra. En este supuesto,
se reconocía al contratista los mayores gastos generales variables debidamente
acreditados de aquellos conceptos que formaban parte de la estructura de gastos
generales variables de la oferta económica del contratista o del valor referencial,
según correspondía.

De esta manera, considerando los alcances de la consulta formulada, debe


indicarse que la anterior normativa de contrataciones del Estado establecía que
la Entidad debía reconocer y pagar aquellos gastos generales variables en los
que había incurrido como consecuencia de la paralización y que fueran
debidamente acreditados, cuando la ampliación de plazo se otorgaba como
consecuencia de una paralización de obra ajena a la voluntad del contratista.

En esa línea, el artículo 169 del Reglamento indica que el contratista puede
solicitar la ampliación de plazo pactado por cualquiera de las siguientes causales
ajenas a su voluntad: (i) atrasos y/o paralizaciones por causas no atribuibles al
contratista; (ii) cuando es necesario un plazo adicional para la ejecución de la
prestación adicional de obra, en este caso, el contratista amplía el plazo de las
garantías que hubiere otorgado; (iii) cuando es necesario un plazo adicional para
la ejecución de los mayores metrados que no provengan de variaciones del
expediente técnico de obra, en contratos a precios unitarios. En este punto, es
importante señalar que la ampliación de plazo puede ser solicitada en la medida
que la configuración de alguna de las causales mencionadas modifique la ruta
crítica del programa de ejecución de obra vigente al momento de la solicitud de
ampliación.
De esta manera, la normativa de contrataciones del Estado permite que el
contratista solicite la ampliación del plazo de ejecución de obra cuando se
produzcan determinados eventos, ajenos a su voluntad, que generen la variación
de la ruta crítica del programa de ejecución de obra.

Como se advierte, la normativa de contrataciones del Estado vigente establece


que la Entidad debe reconocer y pagar aquellos gastos generales variables en
los que el contratista haya incurrido como consecuencia de la paralización,
siempre que formen parte de la estructura de gastos generales variables de su
oferta económica o del valor referencial, según el caso, y que se encuentren
debidamente acreditados, cuando la ampliación de plazo se otorgue como
consecuencia de una paralización de obra ajena a la voluntad del contratista.

En ese orden de ideas, se puede concluir que en el marco de lo previsto tanto


por la anterior normativa de contrataciones del Estado como por la vigente,
cuando la causal que origina una ampliación de plazo en un contrato de obra es
la paralización total, la Entidad debe reconocer y pagar los mayores gastos
generales variables en los que hubiera incurrido el contratista como
consecuencia de la paralización, siempre que se encuentren debidamente
acreditados y que formen parte de la estructura de gastos generales variables
de su oferta económica (sistema a precios unitarios) o del valor referencial
(sistema a suma alzada), según corresponda.

VI. INTERVENCION ECONOMICA

“¿Podrían ejecutarse las garantías de adelantos pendientes de


amortización para cumplir con el aporte en efectivo del contratista a la
cuenta mancomunada de intervención económica?”

En primer lugar, de conformidad con lo indicado en el primer párrafo del artículo


206 del Reglamento y la Directiva N° 001-2003-CONSUCODE/PRE, la
intervención económica de una obra es una medida que le permite a las
Entidades la participación directa en el manejo económico de una obra a través
de la apertura de una cuenta corriente mancomunada con el contratista, con la
finalidad de culminar la ejecución de los trabajos, sin llegar al extremo de resolver
el contrato.

En efecto, la Entidad puede, de oficio o a solicitud del contratista, intervenir


económicamente la obra en caso fortuito, fuerza mayor o por incumplimiento de
las estipulaciones contractuales que a su juicio no permitan la culminación de los
trabajos.

Ahora bien, es importante señalar que la Directiva N° 001-2003-


CONSUCODE/PRE establece, además de los supuestos y el procedimiento para
intervenir económicamente una obra, los conceptos o fondos que se deben
incluir en la cuenta corriente mancomunada que se apertura para tal efecto.
Al respecto, debe indicarse que el numeral 4) del capítulo VI) de la Directiva N°
001-2003-CONSUCODE/PRE establece que, una vez ordenada la intervención
económica, la Entidad debe disponer la apertura de una cuenta corriente
mancomunada, la misma que estará integrada por: (i) Los pagos adeudados por
la Entidad al contratista, (ii) aquellos fondos que provengan de las valorizaciones
de avance de obra y de cualquier otro concepto que se genere con posterioridad
a la intervención económica, y (iii) los aportes en efectivo por parte del
contratista.

Asimismo, es importante considerar que el numeral 8) del capítulo VI) de la


Directiva antes citada señala expresamente que "Es obligación del contratista
mantener vigentes las garantías de fiel cumplimiento y por los adelantos, por el
plazo que dure la intervención hasta la liquidación del contrato." (El resaltado es
agregado).

En virtud de lo expuesto, no es posible ejecutar las garantías por adelantos para


cumplir con los aportes en efectivo que debe realizar el contratista en la cuenta
corriente mancomunada que se apertura ante la intervención económica de la
obra, pues constituye una obligación de este mantener vigente tal garantía por
el plazo que dure la intervención hasta la liquidación del contrato.

“¿Las Entidades contratantes podrían aportar dinero para la conformación


de la cuenta mancomunada de intervención económica?”

De conformidad con lo indicado al absolver la consulta anterior, la cuenta


mancomunada de la intervención económica está integrada por:
(i) Los pagos adeudados por la Entidad al contratista.
(ii) Aquellos fondos que provengan de las valorizaciones de avance de
obra y de cualquier otro concepto que se genere con posterioridad a
la intervención económica, y
(iii) Los aportes en efectivo por parte del contratista.

En esa medida, los aportes que debe realizar la Entidad a la cuenta


mancomunada están formados por los pagos adeudados al contratista y por
aquellos fondos que provengan de las valorizaciones de avance de obra y de
cualquier otro concepto que se genere con posterioridad a la intervención
económica que se deriven de la ejecución de la obra, no estando permitido
incorporar otro tipo de aportes en su conformación.

VII. RECEPCION DE LA OBRA Y PLAZOS


“Dado que un décimo (1/10) del plazo de ejecución vigente no
necesariamente es un número entero de días, sino que es un número
entero de días más una fracción de día, consultamos si, para estos casos,
el número de días del plazo para la subsanación de observaciones es el
número entero de días más la fracción de día que resulte del cálculo o es
el nùmero entero inmediatamente superior de días.” (sic).

Sobre el particular, corresponde señalar lo siguiente:

En primer lugar, es importante señalar que uno de los objetivos del procedimiento
de recepción de obra es que la Entidad pueda verificar que el contratista ha
ejecutado la obra conforme a lo requerido.

En esa medida, cuando el residente informe que la ejecución de la obra ha


concluido, la Entidad debe seguir el procedimiento contemplado en el numeral 1
del artículo 178 del Reglamento, siempre que el inspector o supervisor -según
corresponda- ratifique que la obra ha sido efectivamente culminada.

Luego de recibida la comunicación del inspector o supervisor en la que ratifica la


culminación de la obra, la Entidad debe designar un comité de recepción que
verifique el fiel cumplimiento de lo establecido en los planos y especificaciones
técnicas y efectúe las pruebas que sean necesarias para comprobar el
funcionamiento de las instalaciones y equipos.

Así, una vez culminada la verificación se procede a la recepción de la obra,


considerándola concluida en la fecha informada por el residente, solo en aquellos
casos en los que no se formulen observaciones.

En relación con lo expuesto, debe señalarse que el numeral 2 del artículo 178
del Reglamento establece lo siguiente: “De existir observaciones, estas se
consignan en un Acta o Pliego de Observaciones y no se recibe la obra. El
contratista dispone de un décimo (1/10) del plazo de ejecución vigente de la obra
para subsanar las observaciones, plazo que se computa a partir del quinto día
de suscrito el Acta o Pliego. Las obras que se ejecuten en dicho periodo como
consecuencia de observaciones no dan derecho al pago de ningún concepto a
favor del contratista, supervisor o inspector ni a la aplicación de penalidad
alguna.” (El subrayado es agregado).

Como se aprecia, cuando el comité de recepción formula observaciones a la


ejecución de la obra, el contratista cuenta con un plazo para subsanar dichas
observaciones a efectos que la obra responda a las exigencias contenidas en los
planos y especificaciones técnicas y presente un adecuado funcionamiento en
sus instalaciones y equipos.

Dicho lo anterior y de acuerdo a los alcances de la consulta planteada,


corresponde analizar cuál sería el plazo que tendría un contratista para subsanar
las observaciones formuladas a la obra en aquellos casos en los que un decimo
(1/10) del plazo de ejecución vigente fuera un número entero de días más una
fracción de día.
Al respecto, es importante señalar que la finalidad primordial de otorgar un plazo
al contratista para subsanar las observaciones formuladas por el comité de
recepción es que la obra, finalmente, sea entregada conforme a lo requerido por
la Entidad; esto último con el propósito de alcanzar la finalidad que subyace a su
contratación.

En esa línea, Hernández Diez señala que “Cuando las entidades contratan un
bien, un servicio o la ejecución de una obra, no solo está de por medio la
satisfacción de una necesidad propia de la Entidad, sino que existe un fin mayor
que trasciende a la compra; este fin lo constituye la finalidad pública, y por medio
de ella el Estado -a través de las entidades- busca satisfacer las necesidades de
la sociedad.” (El subrayado es agregado).

De esta manera, a efectos que la obra reúna las condiciones suficientes para
satisfacer la necesidad de la Entidad y -en consecuencia- se alcancen los fines
públicos que motivaron su contratación, es necesario que el plazo de
subsanación con el que cuenta el contratista le permita efectuar los trabajos
propios del levantamiento de observaciones de la mejor manera.

Por su parte, debe señalarse que el artículo 121 del Reglamento establece que
“Durante la ejecución contractual los plazos se computan en días calendario,
excepto en los casos en los que el presente Reglamento indique lo contrario,
aplicándose supletoriamente lo dispuesto por los artículos 183 y 184 del Código
Civil.”

Asimismo, el artículo 183 del Código Civil establece que el plazo se computa de
acuerdo al calendario gregoriano, precisando en su numeral 4 que “El plazo
excluye el día inicial e incluye el día de vencimiento.” Sobre el particular, Vidal
Ramírez señala que, por regla general, salvo que la ley o el acto jurídico
establezcan lo contrario, la referencia a días naturales (equivalente a días
calendarios) implica una referencia a los días enteros, esto es, a las 24 horas de
cada día.

Como se advierte, tanto las disposiciones de la normativa de contrataciones del


Estado como las del derecho privado que resultan de aplicación supletoria,
establecen que el cómputo del plazo durante la ejecución contractual se efectúa
considerando días calendarios, debiéndose incluir el día de vencimiento de
forma completa, es decir, contemplando las 24 horas del día.

En ese orden de ideas, cuando la décima parte del plazo de ejecución vigente
sea un número entero de días más una fracción de día, debe entenderse que el
plazo de subsanación corresponde al número entero de días inmediatamente
superior, ello con la finalidad que el contratista subsane las observaciones
formuladas por el comité de recepción de obra de la mejor manera y, en
consecuencia, la obra permita alcanzar los fines públicos que motivaron su
contratación.

A manera de ejemplo, puede señalarse que si el plazo de ejecución vigente es


de 196 días calendario, la décima parte de dicho plazo seria 19.6 días; por lo
tanto, el plazo de subsanación que tendría el contratista seria de 20 días
calendario.

LIQUIDACION DE OBRA Y PENALIDADES

“¿Existe alguna formalidad prevista en la LCE y/o el RLCE para la


formulación de observaciones a la liquidación presentada por una entidad
pública y/o contratista? En el caso de las observaciones que pueden
presentar las entidades públicas ¿Deben ser emitidas mediante resolución
firmada por la máxima autoridad o también pueden ser efectuadas
mediante carta y/u oficio? ¿Quién es el funcionario competente para
suscribir las observaciones planteadas a una liquidación efectuada por un
contratista y cómo se puede verificar esta competencia?” (sic).

En primer lugar, debe indicarse que, una vez realizada la recepción de la obra,
correspondía iniciar el procedimiento de liquidación del contrato, el mismo que
puede definirse como un proceso de cálculo técnico, bajo las condiciones
normativas y contractuales aplicables, que tiene por finalidad determinar,
principalmente, el costo total de la obra y el saldo económico que pueda existir
a favor o en contra de alguna de las partes.

Ahora bien, el primer párrafo del artículo 211 del Reglamento desarrollaba el
procedimiento de liquidación de obra, precisando en su primer párrafo que “El
contratista presentará la liquidación debidamente sustentada con la
documentación y cálculos detallados, dentro de un plazo de sesenta (60) días o
el equivalente a un décimo (1/10) del plazo vigente de ejecución de la obra, el
que resulte mayor, contado desde el día siguiente de la recepción de obra. (…)”
(El subrayado es agregado).

Como se aprecia, el contratista debía presentar la liquidación de obra con el


sustento adecuado; es decir, con la documentación y los cálculos detallados que
justifiquen su contenido.

En esa medida, la liquidación del contrato de obra debía contener todos los
conceptos que formaban parte del costo total de la misma, tales como: las
valorizaciones, los reajustes, los mayores gastos generales, la utilidad, los
impuestos que afectaban la prestación, las penalidades aplicables al contratista,
los adelantos otorgados y sus amortizaciones, entre otros conceptos, los cuales
debían estar debidamente sustentados con la documentación y los cálculos
detallados que correspondieran.

Dicho lo anterior, cabe señalar que la parte final del primer párrafo del artículo
211 del anterior Reglamento establecía que, dentro del plazo máximo de sesenta
(60) días de recibida, la Entidad debía pronunciarse, ya sea observando la
liquidación presentada por el contratista o, de haberlo considerado pertinente,
elaborando otra.

Asimismo, la Entidad podía elaborar la liquidación del contrato de obra cuando


el contratista no hubiera cumplido con presentarla en el plazo correspondiente;
en dicho supuesto, la Entidad debía notificar la liquidación al contratista para que
éste se pronunciara dentro de los quince (15) días siguientes.

En esa línea, el citado artículo, en su tercer párrafo, disponía que la liquidación


quedaba consentida cuando, practicada por una de las partes, no fuera
observada por la otra, dentro del plazo fijado; precisando, en su cuarto párrafo,
que en el caso que una de las partes observara la liquidación presentada por la
otra, ésta debía pronunciarse dentro de los quince (15) días de haber recibido la
observación, de no hacerlo, se tenía por aprobada la liquidación con las
observaciones formuladas.

Como se advierte, las disposiciones de la anterior normativa de contrataciones


del Estado permitían que tanto la Entidad como el contratista observaran la
liquidación presentada por su contraparte, sin precisar los parámetros que
debían cumplirse para sustentar la observación.

En ese sentido, aun cuando la anterior normativa de contrataciones del Estado


no haya establecido los parámetros para fundamentar las observaciones a la
liquidación, resultaba razonable que la Entidad o el contratista formulara su
observación dentro del plazo previsto, sustentándola cuando fuera el caso con
la documentación y los cálculos detallados que justifiquen su contenido.

De otro lado, debe indicarse que si bien el numeral 1) del artículo 5 del anterior
Reglamento establecía que el Titular de la Entidad era el funcionario competente
para aprobar, autorizar y supervisar las contrataciones de la Entidad; el segundo
párrafo del artículo 5 de la anterior Ley precisaba que el Titular de la Entidad
podía delegar, mediante resolución, las funciones de su competencia, con
excepción de “(…) la aprobación de exoneraciones, la declaración de nulidad de
oficio y las autorizaciones de prestaciones adicionales de obra y otros supuestos
que se establezcan en el Reglamento”.

Asimismo, el primer párrafo del artículo 6 de la anterior Ley señalaba que “Cada
Entidad establecerá en su Reglamento de Organización y Funciones u otros
instrumentos de organización, el órgano u órganos responsables de programar,
preparar, ejecutar y supervisar los procesos de contratación hasta su
culminación, debiendo señalarse las actividades que competen a cada
funcionario, con la finalidad de establecer las responsabilidades que le son
inherentes.”

De esta manera, la formulación de observaciones a la liquidación de un contrato


de obra podía recaer en el Titular de la Entidad -el cual podía delegar dicha labor,
debido a que no tenía carácter indelegable- o haber sido asignada a otra unidad
orgánica, de forma expresa, por las normas de organización interna de la
Entidad.

Al respecto, debe indicarse que el segundo párrafo del artículo 42 de la anterior


Ley, al referirse al pronunciamiento que debía emitir la Entidad acerca de la
liquidación presentada por el contratista, precisaba que “De no emitirse
resolución o acuerdo debidamente fundamentado en el plazo antes señalado, la
liquidación presentada por el contratista se tendrá por aprobada para todos los
efectos legales.”

No obstante ello, considerando que la formulación de observaciones a la


liquidación de un contrato de obra presentada por el contratista, podía ser
realizada por el Titular de la Entidad, por el funcionario a quien se le hubiera
delegado dicha labor o por la unidad orgánica señalada en las normas de
organización interna de la Entidad, según fuera el caso; dicha labor podía
efectuarse mediante un documento que reuniera los requisitos previstos en el
artículo 3 de la Ley 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General cuando
el funcionario competente no emitía los actos administrativos propios de su
función a través de resoluciones o acuerdos.

“Considerando el análisis que debe contener una liquidación (debidamente


documentada y con los cálculos detallados según establece el artículo 211
del RLCE aplicable al presente caso) ¿Una observación debe estar
igualmente sustentada y con los cálculos detallados?” (sic).

Tal como se indicó al absolver la consulta anterior, aun cuando la anterior


normativa de contrataciones del Estado no haya establecido los parámetros para
fundamentar las observaciones a la liquidación, resultaba razonable que la
Entidad o el contratista, cuando fuera el caso, sustentara su observación con la
documentación y los cálculos detallados que justifiquen su contenido.

“En relación con lo anterior, independientemente de la parte que haya


elaborado la liquidación ¿Las observaciones que se formulen a una
liquidación deben refutar técnicamente lo expuesto en esta o basta con que
solo se indiquen las observaciones sin necesidad de sustentarlas
técnicamente?” (sic).

Tal como se indicó al absolver las consultas anteriores, las disposiciones de la


anterior normativa de contrataciones del Estado permitían que tanto la Entidad
como el contratista observaran la liquidación presentada por su contraparte, sin
precisar de qué manera podía fundamentarse la observación, ni bajo que
parámetros debía realizarse esta última.

Sin perjuicio de ello, correspondía que la formulación de observaciones fuera


realizada de tal manera que pudiera conocerse el extremo de la liquidación que
se cuestionaba, procurando adjuntar la documentación y los cálculos detallados
que justifiquen su contenido, cuando fuera el caso.

“En caso sea necesario que las observaciones a una liquidación deban
tener un sustento técnico y que se haya cumplido con el procedimiento
previsto en el RLCE ¿La ausencia y/o inexistencia de este sustento técnico
determina las observaciones no han sido presentadas y, por tanto, el
consentimiento de la liquidación? ¿Las observaciones sin sustento técnico
pueden luego ser ampliadas y/o subsanadas en fecha posterior a la
notificación inicial de las observaciones?” (sic).
Tal como se indicó al absolver las consultas anteriores, aun cuando la anterior
normativa de contrataciones del Estado no haya establecido los parámetros para
fundamentar las observaciones a la liquidación, resultaba razonable que la
Entidad o el contratista, cuando fuera el caso, sustentara su observación con la
documentación y los cálculos detallados que justifiquen su contenido. Sobre el
particular, debe señalarse que la citada normativa no contemplaba la posibilidad
de que, una vez efectuadas las observaciones, las partes pudieran ampliarlas
y/o complementarlas.

No obstante lo antes señalado, la supuesta deficiencia o inexistencia del sustento


técnico no tenía como consecuencia que las partes consideraran como no
presentadas las observaciones formuladas a la liquidación de obra.

En ese sentido, el quinto párrafo del artículo 211 del anterior Reglamento
disponía que, “En el caso de que una de las partes no acoja las observaciones
formuladas por la otra, aquélla deberá manifestarlo por escrito dentro del plazo
previsto en el párrafo anterior. En tal supuesto, dentro de los quince (15) días
hábiles siguientes, cualquiera de las partes deberá solicitar el sometimiento de
esta controversia a conciliación y/o arbitraje.”

De conformidad con lo expuesto, dentro de los quince (15) días siguientes a la


recepción de las observaciones a la liquidación, la Entidad o el contratista, según
fuera el caso, podía oponerse a la observación formulada, cuestionando su
fundamentación y/o los parámetros bajos los que fue realizada; en cuyo caso,
correspondía que la parte interesada sometiera la solución de dicha controversia
a los mecanismos que para tal efecto contemplaba la anterior normativa de
contrataciones del Estado.

VIII. REGLAMENTO NACIONAL DE EDIFICACIONES OBRAS DE


SANEAMIENTO

8.1. CAPTACIÓN Y CONDUCCIÓN DE AGUA PARA CONSUMO


HUMANO

8.1.1. OBJETIVO

Fijar las condiciones para la elaboración de los proyectos de captación y


conducción de agua para consumo humano.

8.1.2. ALCANCES

Esta Norma fija los requisitos mínimos a los que deben sujetarse los diseños de
captación y conducción de agua para consumo humano, en localidades mayores
de 2000 habitantes.

8.1.3. FUENTE
A fin de definir la o las fuentes de abastecimiento de agua para consumo
humano, se deberán realizar los estudios que aseguren la calidad y cantidad que
requiere el sistema, entre los que incluyan: identificación de fuentes alternativas,
ubicación geográfica, topografía, rendimientos mínimos, variaciones anuales,
análisis físico químicos, vulnerabilidad y microbiológicos y otros estudios que
sean necesarios.
La fuente de abastecimiento a utilizarse en forma directa o con obras de
regulación, deberá asegurar el caudal máximo diario para el período de diseño.
La calidad del agua de la fuente, deberá satisfacer los requisitos establecidos en
la Legislación vigente en el País.

8.1.4. CAPTACIÓN

El diseño de las obras deberá garantizar como mínimo la captación del caudal
máximo diario necesario protegiendo a la fuente de la contaminación. Se tendrán
en cuenta las siguientes consideraciones generales:

8.1.5. AGUAS SUPERFICIALES

a. Las obras de toma que se ejecuten en los cursos de aguas


superficiales, en lo posible no deberán modificar el flujo normal de
la fuente, deben ubicarse en zonas que no causen erosión o
sedimentación y deberán estar por debajo de los niveles mínimos
de agua en periodos de estiaje.
b. Toda toma debe disponer de los elementos necesarios para
impedir el paso de sólidos y facilitar su remoción, así como de un
sistema de regulación y control. El exceso de captación deberá
retornar al curso original.
c. La toma deberá ubicarse de tal manera que las variaciones de nivel
no alteren el funcionamiento normal de la captación.

8.1.6. AGUAS SUBTERRÁNEAS

El uso de las aguas subterráneas se determinará mediante un estudio a través


del cual se evaluará la disponibilidad del recurso de agua en cantidad, calidad y
oportunidad para el fin requerido.

Pozos Profundos

a) Los pozos deberán ser perforados previa autorización de los organismos


competentes del Ministerio de Agricultura, en concordancia con la Ley
General de Aguas vigente. Así mismo, concluida la construcción y
equipamiento del pozo se deberá solicitar licencia de uso de agua al
mismo organismo.
b) La ubicación de los pozos y su diseño preliminar serán determinados
como resultado del correspondiente estudio hidrogeológico específico a
nivel de diseño de obra. En la ubicación no sólo se considerará las
mejores condiciones hidrogeológicas del acuífero sino también el
suficiente distanciamiento que debe existir con relación a otros pozos
vecinos existentes y/ o proyectados para evitar problemas de
interferencias.
c) El menor diámetro del forro de los pozos deberá ser por lo menos de 8 cm
mayor que el diámetro exterior de los impulsores de la bomba por
instalarse.
d) Durante la perforación del pozo se determinará su diseño definitivo, sobre
la base de los resultados del estudio de las muestras del terreno extraído
durante la perforación y los correspondientes registros geofísicos. El
ajuste del diseño se refiere sobre todo a la profundidad final de la
perforación, localización y longitud de los filtros.
e) Los filtros serán diseñados considerando el caudal de bombeo; la
granulometría y espesor de los estratos; velocidad de entrada, así como
la calidad de las aguas.
f) La construcción de los pozos se hará en forma tal que se evite el
arenamiento de ellos, y se obtenga un óptimo rendimiento a una alta
eficiencia hidráulica, lo que se conseguirá con uno o varios métodos de
desarrollo.

Pozos Excavados

a) Salvo el caso de pozos excavados para uso doméstico unifamiliar, todos


los demás deben perforarse previa autorización del Ministerio de
Agricultura. Así mismo, concluida la construcción y equipamiento del pozo
se deberá solicitar licencia de uso de agua al mismo organismo.
b) El diámetro de excavación será aquel que permita realizar las operaciones
de excavación y revestimiento del pozo, señalándose a manera de
referencia 1.50 m.
c) La profundidad del pozo excavado se determinará en base a la
profundidad del nivel estático de la napa y de la máxima profundidad que
técnicamente se pueda excavar por debajo del nivel estático.
d) El revestimiento del pozo excavado deberá ser con anillos ciego de
concreto del tipo deslizante o fijo, hasta el nivel estático y con aberturas
por debajo de él.
e) En la construcción del pozo se deberá considerar una escalera de acceso
hasta el fondo para permitir la limpieza y mantenimiento, así como para la
posible profundización en el futuro.
f) El motor de la bomba puede estar instalado en la superficie del terreno o
en una plataforma en el interior del pozo, debiéndose considerar en este
último caso las medidas de seguridad para evitar la contaminación del
agua.
g) Los pozos deberán contar con sellos sanitarios, cerrándose la boca con
una tapa hermética para evitar la contaminación del acuífero, así como
accidentes personales. La cubierta del pozo deberá sobresalir 0.50 m
como mínimo, con relación al nivel de inundación.
h) Todo pozo, una vez terminada su construcción, deberá ser sometido a
una prueba de rendimiento, para determinar su caudal de explotación y
las características técnicas de su equipamiento.

Galerías Filtrantes
a. Las galerías filtrantes serán diseñadas previo estudio, de acuerdo
a la ubicación del nivel de la napa, rendimiento del acuífero y al
corte geológico obtenido mediante excavaciones de prueba.
b. La tubería a emplearse deberá colocarse con juntas no estancas y
que asegure su alineamiento.
c. El área filtrante circundante a la tubería se formará con grava
seleccionada y lavada, de granulometría y espesor adecuado a las
características del terreno y a las perforaciones de la tubería.
d. Se proveerá cámaras de inspección espaciadas convenientemente
en función del diámetro de la tubería, que permita una operación y
mantenimiento adecuado.
e. La velocidad máxima en los conductos será de 0.60 m/s.
f. La zona de captación deberá estar adecuadamente protegida para
evitar la contaminación de las aguas subterráneas.
g. Durante la construcción de las galerías y pruebas de rendimiento
se deberá tomar muestras de agua a fin de determinar su calidad
y la conveniencia de utilización.

Manantiales

a. La estructura de captación se construirá para obtener el máximo


rendimiento del afloramiento.
b. En el diseño de las estructuras de captación, deberán preverse
válvulas, accesorios, tubería de limpieza, rebose y tapa de
inspección con todas las protecciones sanitarias correspondientes.
c. Al inicio de la tubería de conducción se instalará su
correspondiente canastilla.
d. La zona de captación deberá estar adecuadamente protegida para
evitar la contaminación de las aguas.
e. Deberá tener canales de drenaje en la parte superior y alrededor
de la captación para evitar la contaminación por las aguas
superficiales.

8.2. CONDUCCIÓN
Se denomina obras de conducción a las estructuras y elementos que sirven para
transportar el agua desde la captación hasta al reservorio o planta de
tratamiento. La estructura deberá tener capacidad para conducir como mínimo,
el caudal máximo diario.

8.2.1. CONDUCCIÓN POR GRAVEDAD

Canales

a. Las características y material con que se construyan los canales


serán determinados en función al caudal y la calidad del agua.
b. La velocidad del flujo no debe producir depósitos ni erosiones y en
ningún caso será menor de 0.60 m/s
c. Los canales deberán ser diseñados y construidos teniendo en
cuenta las condiciones de seguridad que garanticen su
funcionamiento permanente y preserven la cantidad y calidad del
agua.

CONCLUSIÓN

 El artículo 136 del Reglamento establece el procedimiento, los plazos y


formalidades que deben seguir tanto la Entidad como el contratista para
poder resolver un contrato celebrado bajo los alcances de la normativa de
contrataciones del Estado.

 Una vez materializada la debida resolución del contrato siguiendo el


procedimiento, y cumplido los requisitos y formalidades previstos en la
normativa de contrataciones del Estado no cabría iniciar un nuevo
procedimiento de resolución contractual respecto del mismo contrato,
puesto que, para entonces, la relación jurídica entre la Entidad y el
contratista se encontraría extinta.

 Las controversias relacionadas con la resolución del contrato pueden ser


sometidas a conciliación o arbitraje dentro del plazo previsto en el artículo
137 del Reglamento.

 Es procedente que la Entidad otorgue el adelanto para materiales e


insumos al contratista siempre que se cumplan las siguientes condiciones:
(i) que la entrega del adelanto haya sido prevista en las bases; (ii) que el
contratista solicite el adelanto una vez iniciado el plazo de ejecución
contractual, en la oportunidad señalada en las Bases y presentando la
garantía correspondiente así como el comprobante de pago respectivo;
(iii) que las solicitudes de adelanto sean realizadas considerando el
calendario de adquisición de materiales o insumos presentado por el
contratista; y, (iv) que el adelanto sea entregando, en su conjunto, hasta
por el porcentaje contemplado en las Bases, el cual no podrá ser superior
al veinte por ciento (20%) del monto del contrato original. Así, en los casos
que corresponda, la Entidad debe cumplir con entregar el adelanto en el
plazo previsto en las Bases, con la finalidad que el contratista disponga
de los materiales o insumos necesarios para la ejecución de la obra en la
oportunidad señalada en el calendario correspondiente.

 El adelanto para materiales e insumos sólo puede ser otorgado para la


adquisición de determinados elementos en la medida que estos queden
incorporados en la obra, lo cual implica que los materiales e insumos para
los que se otorga el adelanto sean empleados, de forma exclusiva, en la
obra y que no formen parte del equipamiento del contratista.

 En la elaboración de la fórmula polinómica debe considerarse el índice de


precio que corresponda a cada recurso de la obra (mano de obra,
materiales, equipos, gastos generales, etc.) a efectos que su aplicación
pueda reflejar adecuadamente la variación de precios que se aprecie en
el mercado; no obstante ello, existen casos como el de los materiales e
insumos, en los que, considerando la amplia variedad de materiales e
insumos que intervienen en la ejecución de una obra, el monomio
correspondiente puede considerar el índice del insumo más
representativo o puede consignar el promedio ponderado de los índices
de hasta tres (3) insumos como máximo; por lo tanto, no todos los índices
de los materiales e insumos utilizados en la ejecución de una obra se
encontraran expresamente señalados en la fórmula polinómica, si no que
pueden verse agrupados en el índice del insumo más representativo o ser
empleados para obtener un promedio ponderado.

 La normativa de contrataciones del Estado no contempla la posibilidad de


que la Entidad modifique la fórmula polinómica que forma parte del
contrato; en consecuencia, en la ejecución de un contrato de obra y por
tanto, durante su liquidación, debe emplearse la fórmula polinómica
establecida en el Expediente Técnico, sin que la Entidad pueda alterar o
modificar su alcance.

 En el marco de lo previsto tanto por la anterior normativa de


contrataciones del Estado como por la vigente, cuando la causal que
origina una ampliación de plazo en un contrato de obra es la paralización
total, la Entidad debe reconocer y pagar los mayores gastos generales
variables en los que hubiera incurrido el contratista como consecuencia
de la paralización, siempre que se encuentren debidamente acreditados
y que formen parte de la estructura de gastos generales variables de su
oferta económica (sistema a precios unitarios) o del valor referencial
(sistema a suma alzada), según corresponda.

 El pago de los mayores gastos generales variables debidamente


acreditados derivados de la ampliación de plazo producida por una
paralización total de obra implica reconocer los gastos en los que el
contratista hubiera incurrido como consecuencia de dicha paralización, en
otras palabras, aquellos gastos que efectivamente hubiera realizado
durante el periodo en que los trabajos de ejecución de obra se
encontraban detenidos.

 No es posible ejecutar las garantías por adelantos para cumplir con los
aportes en efectivo que debe realizar el contratista en la cuenta corriente
mancomunada que se apertura ante la intervención económica de la obra,
pues constituye una obligación de este mantener vigente tal garantía por
el plazo que dure la intervención hasta la liquidación del contrato.

 Los aportes que debe realizar la Entidad a la cuenta mancomunada están


formados por los pagos adeudados al contratista y por aquellos fondos
que provengan de las valorizaciones de avance de obra y de cualquier
otro concepto que se genere con posterioridad a la intervención
económica que se deriven de la ejecución de la obra, no estando permitido
incorporar otro tipo de aportes en su conformación.
 Cuando la décima parte del plazo de ejecución vigente sea un número
entero de días más una fracción de día, debe entenderse que el plazo de
subsanación corresponde al número entero de días inmediatamente
superior, ello con la finalidad que el contratista subsane las observaciones
formuladas por el comité de recepción de obra de la mejor manera y -en
consecuencia- la obra permita alcanzar los fines públicos que motivaron
su contratación.

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