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MONOGRAFIA DE OSCE
DOCENTE
MIGUEL ANGEL FLORES BARRIGA
ESTUDIANTE
QUISPE ENRIQUEZ NILMA YORELA
CODIGO:
131773
Ahora bien, en el supuesto que la parte requerida no cumpla con ejecutar las
obligaciones a su cargo pese a habérselo solicitado, la parte perjudicada quedará
facultada para resolver el contrato, debiendo remitir por vía notarial el documento
en el que manifieste dicha decisión. Una vez recibida esta comunicación el
contrato quedará resuelto de pleno derecho.
“Una vez resuelto el contrato total por parte del contratista. ¿La entidad,
posteriormente también puede resolver el mismo contrato? ¿Cuál sería la
norma que ampara tal decisión?” (Sic).
Por su parte, García de Enterría señala que la resolución “(…) es una forma de
extinción anticipada del contrato actuada facultativamente por una de las partes,
cuya función consiste en salvaguardar su interés contractual como defensa
frente al riesgo de que quede frustrado por la conducta de la otra parte”. (El
subrayado es agregado).
Finalmente, cabe precisar que lo señalado líneas arriba no es óbice para que las
discrepancias que se generen a raíz de una resolución contractual puedan
someterse a los medios de solución de controversias previstos en la normativa
de contrataciones del Estado.
Sin perjuicio de ello, es importante reiterar que la debida resolución del contrato
produce sus efectos una vez que la parte requerida recibe la comunicación
donde su contraparte (la parte afectada) le informa la decisión de resolver el
mismo, para lo cual previamente debe haberse seguido el procedimiento previsto
en el artículo 136 del Reglamento; ello sin perjuicio de que las controversias
relacionadas con dicha resolución puedan ser sometidas a conciliación o
arbitraje dentro del plazo previsto en el artículo 137 del Reglamento.
Así, el artículo 155 del Reglamento señala que, en los contratos de obra, los
documentos del procedimiento de selección pueden establecer los siguientes
adelantos: (i) Directos, los que en ningún caso exceden en conjunto el diez por
ciento (10%) del monto del contrato original; y, (ii) Para materiales o insumos, los
que en conjunto no deben superar el veinte por ciento (20%) del monto del
contrato original.
Ahora bien, dado que el otorgamiento del adelanto para materiales e insumos
implica la erogación de fondos públicos, tanto el contratista como la Entidad
deben cumplir con las condiciones y procedimientos que la normativa de
contrataciones del Estado establece para su entrega.
Así, el primer párrafo del artículo 157 del Reglamento señala que “La Entidad
debe establecer en los documentos del procedimiento de selección el plazo en
el cual el contratista solicita el adelanto, así como el plazo en el cual se entregue
el adelanto, con la finalidad que el contratista pueda disponer de los materiales
o insumos en la oportunidad prevista en el calendario de adquisición de
materiales o insumos.” Por su parte, el segundo párrafo del citado artículo indica
que, “Las solicitudes de adelantos para materiales o insumos deben realizarse
una vez iniciado el plazo de ejecución contractual, teniendo en consideración el
calendario de adquisición de materiales o insumos presentado por el contratista
y los plazos establecidos en los documentos del procedimiento de selección para
entregar dichos adelantos.” Asimismo, el tercer párrafo del mismo artículo
establece que, “No procede el otorgamiento del adelanto para materiales e
insumos en los casos en que las solicitudes correspondientes sean realizadas
con posterioridad a las fechas señaladas en el calendario de adquisición de
materiales e insumos.”
Por su parte, el primer párrafo del artículo 129 del Reglamento señala que, “La
Entidad solo puede entregar los adelantos directos y por materiales contra la
presentación de una garantía emitida por idéntico monto. La presentación de
esta garantía no puede ser exceptuada en ningún caso.”; mientras que, el cuarto
párrafo del citado dispositivo precisa que, tratándose de los adelantos de
materiales, la garantía se mantiene vigente hasta la utilización de los materiales
o insumos a satisfacción de la Entidad, pudiendo reducirse de manera
proporcional de acuerdo con el desarrollo respectivo.
En esa medida, teniendo en cuenta que los “insumos” son aquellos bienes que
serán empleados en la ejecución de una obra, cuando el Reglamento contempla
la posibilidad de que la Entidad otorgue el adelanto para materiales e insumos, lo
hace con la finalidad que el contratista pueda adquirir los bienes o elementos que
serán empleados en los trabajos propios de la obra y que quedaran
incorporados en esta.
Sobre el particular, debe señalarse que el primer párrafo del numeral 2 del
artículo 17 del Reglamento establece que, “En el caso de contratos de obra
pactados en moneda nacional, los documentos del procedimiento de selección
establecen las fórmulas de reajuste. Las valorizaciones que se efectúen a
precios originales del contrato y sus ampliaciones son ajustadas multiplicándolas
por el respectivo coeficiente de reajuste “K” que se obtenga de aplicar en la
fórmula o fórmulas polinómicas, los Índices Unificados de Precios de la
Construcción que publica el Instituto Nacional de Estadística e Informática - INEI,
correspondiente al mes en que debe ser pagada la valorización. Una vez
publicados los índices correspondientes al mes en que debió efectuarse el pago,
se realizan las regularizaciones necesarias.”
Como se aprecia, la normativa de contrataciones del Estado contempla
disposiciones cuya finalidad es actualizar el valor de los elementos
representativos que intervienen en la ejecución de una obra a la fecha
correspondiente al mes de pago de la valorización, toda vez que su valor original
puede haber variado desde que se contrajo la obligación, ello con el propósito
de mantener el equilibrio de las prestaciones contractuales.
Dicho lo anterior, debe precisarse que el segundo párrafo del numeral 2 del
artículo 17 del Reglamento establece que “Tanto la elaboración como la
aplicación de las fórmulas polinómicas se sujetan a lo dispuesto en el Decreto
Supremo Nº 011-79-VC y sus modificatorias, ampliatorias y complementarias.”
El primer párrafo artículo 142 del Reglamento establece que “El contrato está
conformado por el documento que lo contiene, las Bases Integradas y la oferta
ganadora, así como los documentos derivados del proceso de selección que
establezcan obligaciones para las partes y que hayan sido expresamente
señalados en el contrato.” (El subrayado es agregado).
Por su parte, el literal b) del artículo 26 de la Ley establece que entre las
condiciones mínimas que deben contener las Bases de todo proceso de
selección se encuentra “El detalle de las características técnicas de los bienes,
servicios u obras a contratar; el lugar de entrega, elaboración o construcción, así
como el plazo de ejecución, según el caso. Este detalle puede constar en un
Anexo de Especificaciones Técnicas o, en el caso de obras, en un Expediente
Técnico.” (El subrayado es agregado); asimismo, el literal i) del citado dispositivo
señala que tanto el valor referencial como las fórmulas de reajuste en los casos
que determine el Reglamento también forman parte del contenido obligatorio de
las Bases.
De otro lado, debe indicarse que el segundo párrafo del artículo 35 de la Ley
establece que “El contrato entra en vigencia cuando se cumplan las condiciones
establecidas para dicho efecto en las Bases y podrá incorporar otras
modificaciones expresamente establecidas en el Reglamento.” (El subrayado es
agregado).
Al respecto, cabe señalar que el artículo 140 del Reglamento establece que la
ampliación de plazo procederá al cumplirse alguno de los siguientes casos:
(i) cuando se apruebe el adicional, siempre que esto implique la afectación del
plazo; y, (ii) por atraso y/o paralización no imputable al contratista.
En esa misma línea, para el caso de contratos de obra, el artículo 169 del
Reglamento establece que el contratista puede solicitar la ampliación de plazo
por causas ajenas a su voluntad, siempre que dichas circunstancias modifiquen
la ruta crítica del programa de ejecución de obra vigente al momento de la
solicitud de ampliación, las cuales pueden ser: (i) atrasos y/o paralizaciones por
causas no atribuibles al contratista; (ii) cuando es necesario un plazo adicional
para la ejecución de la prestación adicional de obra solicitado por la Entidad; y
(iii) cuando es necesario un plazo adicional para la ejecución de mayores
metrados que no provengan de variaciones del expediente técnico de obra, en
el caso de contratos a precios unitarios.
Así, del artículo citado apreciamos que la Ley otorga a las Entidades la
posibilidad de notificar los actos que realizan en virtud de las disposiciones
contenidas en la normativa de contrataciones del Estado, a través de los
métodos tradicionales de notificación, pero también, a través de los medios
electrónicos de comunicación, siempre que se consideren aquellos requisitos y
parámetros previstos en las leyes pertinentes.
Por su parte, el artículo 200 del anterior Reglamento disponía que el contratista
podía solicitar la ampliación del plazo de ejecución de un contrato de obra
cuando se configuraba alguna de las siguientes causales: (i) atrasos y/o
paralizaciones por causas no atribuibles al contratista; (ii) atrasos y/o
paralizaciones en el cumplimiento de sus prestaciones por causas atribuibles a
la Entidad; (iii) caso fortuito o fuerza mayor debidamente comprobado; y, (iv)
cuando se aprobaba la prestación adicional de obra, en este caso, el contratista
debía ampliar el plazo de las garantías que hubiera otorgado.
En este punto, cabe señalar que la ampliación de plazo podía ser solicitada en
la medida que la configuración de alguna de las causales mencionadas en el
párrafo precedente modificara la ruta crítica del programa de ejecución de obra
vigente al momento de la solicitud de ampliación.
En esa línea, el artículo 169 del Reglamento indica que el contratista puede
solicitar la ampliación de plazo pactado por cualquiera de las siguientes causales
ajenas a su voluntad: (i) atrasos y/o paralizaciones por causas no atribuibles al
contratista; (ii) cuando es necesario un plazo adicional para la ejecución de la
prestación adicional de obra, en este caso, el contratista amplía el plazo de las
garantías que hubiere otorgado; (iii) cuando es necesario un plazo adicional para
la ejecución de los mayores metrados que no provengan de variaciones del
expediente técnico de obra, en contratos a precios unitarios. En este punto, es
importante señalar que la ampliación de plazo puede ser solicitada en la medida
que la configuración de alguna de las causales mencionadas modifique la ruta
crítica del programa de ejecución de obra vigente al momento de la solicitud de
ampliación.
De esta manera, la normativa de contrataciones del Estado permite que el
contratista solicite la ampliación del plazo de ejecución de obra cuando se
produzcan determinados eventos, ajenos a su voluntad, que generen la variación
de la ruta crítica del programa de ejecución de obra.
En primer lugar, es importante señalar que uno de los objetivos del procedimiento
de recepción de obra es que la Entidad pueda verificar que el contratista ha
ejecutado la obra conforme a lo requerido.
En relación con lo expuesto, debe señalarse que el numeral 2 del artículo 178
del Reglamento establece lo siguiente: “De existir observaciones, estas se
consignan en un Acta o Pliego de Observaciones y no se recibe la obra. El
contratista dispone de un décimo (1/10) del plazo de ejecución vigente de la obra
para subsanar las observaciones, plazo que se computa a partir del quinto día
de suscrito el Acta o Pliego. Las obras que se ejecuten en dicho periodo como
consecuencia de observaciones no dan derecho al pago de ningún concepto a
favor del contratista, supervisor o inspector ni a la aplicación de penalidad
alguna.” (El subrayado es agregado).
En esa línea, Hernández Diez señala que “Cuando las entidades contratan un
bien, un servicio o la ejecución de una obra, no solo está de por medio la
satisfacción de una necesidad propia de la Entidad, sino que existe un fin mayor
que trasciende a la compra; este fin lo constituye la finalidad pública, y por medio
de ella el Estado -a través de las entidades- busca satisfacer las necesidades de
la sociedad.” (El subrayado es agregado).
De esta manera, a efectos que la obra reúna las condiciones suficientes para
satisfacer la necesidad de la Entidad y -en consecuencia- se alcancen los fines
públicos que motivaron su contratación, es necesario que el plazo de
subsanación con el que cuenta el contratista le permita efectuar los trabajos
propios del levantamiento de observaciones de la mejor manera.
Por su parte, debe señalarse que el artículo 121 del Reglamento establece que
“Durante la ejecución contractual los plazos se computan en días calendario,
excepto en los casos en los que el presente Reglamento indique lo contrario,
aplicándose supletoriamente lo dispuesto por los artículos 183 y 184 del Código
Civil.”
Asimismo, el artículo 183 del Código Civil establece que el plazo se computa de
acuerdo al calendario gregoriano, precisando en su numeral 4 que “El plazo
excluye el día inicial e incluye el día de vencimiento.” Sobre el particular, Vidal
Ramírez señala que, por regla general, salvo que la ley o el acto jurídico
establezcan lo contrario, la referencia a días naturales (equivalente a días
calendarios) implica una referencia a los días enteros, esto es, a las 24 horas de
cada día.
En ese orden de ideas, cuando la décima parte del plazo de ejecución vigente
sea un número entero de días más una fracción de día, debe entenderse que el
plazo de subsanación corresponde al número entero de días inmediatamente
superior, ello con la finalidad que el contratista subsane las observaciones
formuladas por el comité de recepción de obra de la mejor manera y, en
consecuencia, la obra permita alcanzar los fines públicos que motivaron su
contratación.
En primer lugar, debe indicarse que, una vez realizada la recepción de la obra,
correspondía iniciar el procedimiento de liquidación del contrato, el mismo que
puede definirse como un proceso de cálculo técnico, bajo las condiciones
normativas y contractuales aplicables, que tiene por finalidad determinar,
principalmente, el costo total de la obra y el saldo económico que pueda existir
a favor o en contra de alguna de las partes.
Ahora bien, el primer párrafo del artículo 211 del Reglamento desarrollaba el
procedimiento de liquidación de obra, precisando en su primer párrafo que “El
contratista presentará la liquidación debidamente sustentada con la
documentación y cálculos detallados, dentro de un plazo de sesenta (60) días o
el equivalente a un décimo (1/10) del plazo vigente de ejecución de la obra, el
que resulte mayor, contado desde el día siguiente de la recepción de obra. (…)”
(El subrayado es agregado).
En esa medida, la liquidación del contrato de obra debía contener todos los
conceptos que formaban parte del costo total de la misma, tales como: las
valorizaciones, los reajustes, los mayores gastos generales, la utilidad, los
impuestos que afectaban la prestación, las penalidades aplicables al contratista,
los adelantos otorgados y sus amortizaciones, entre otros conceptos, los cuales
debían estar debidamente sustentados con la documentación y los cálculos
detallados que correspondieran.
Dicho lo anterior, cabe señalar que la parte final del primer párrafo del artículo
211 del anterior Reglamento establecía que, dentro del plazo máximo de sesenta
(60) días de recibida, la Entidad debía pronunciarse, ya sea observando la
liquidación presentada por el contratista o, de haberlo considerado pertinente,
elaborando otra.
De otro lado, debe indicarse que si bien el numeral 1) del artículo 5 del anterior
Reglamento establecía que el Titular de la Entidad era el funcionario competente
para aprobar, autorizar y supervisar las contrataciones de la Entidad; el segundo
párrafo del artículo 5 de la anterior Ley precisaba que el Titular de la Entidad
podía delegar, mediante resolución, las funciones de su competencia, con
excepción de “(…) la aprobación de exoneraciones, la declaración de nulidad de
oficio y las autorizaciones de prestaciones adicionales de obra y otros supuestos
que se establezcan en el Reglamento”.
Asimismo, el primer párrafo del artículo 6 de la anterior Ley señalaba que “Cada
Entidad establecerá en su Reglamento de Organización y Funciones u otros
instrumentos de organización, el órgano u órganos responsables de programar,
preparar, ejecutar y supervisar los procesos de contratación hasta su
culminación, debiendo señalarse las actividades que competen a cada
funcionario, con la finalidad de establecer las responsabilidades que le son
inherentes.”
“En caso sea necesario que las observaciones a una liquidación deban
tener un sustento técnico y que se haya cumplido con el procedimiento
previsto en el RLCE ¿La ausencia y/o inexistencia de este sustento técnico
determina las observaciones no han sido presentadas y, por tanto, el
consentimiento de la liquidación? ¿Las observaciones sin sustento técnico
pueden luego ser ampliadas y/o subsanadas en fecha posterior a la
notificación inicial de las observaciones?” (sic).
Tal como se indicó al absolver las consultas anteriores, aun cuando la anterior
normativa de contrataciones del Estado no haya establecido los parámetros para
fundamentar las observaciones a la liquidación, resultaba razonable que la
Entidad o el contratista, cuando fuera el caso, sustentara su observación con la
documentación y los cálculos detallados que justifiquen su contenido. Sobre el
particular, debe señalarse que la citada normativa no contemplaba la posibilidad
de que, una vez efectuadas las observaciones, las partes pudieran ampliarlas
y/o complementarlas.
En ese sentido, el quinto párrafo del artículo 211 del anterior Reglamento
disponía que, “En el caso de que una de las partes no acoja las observaciones
formuladas por la otra, aquélla deberá manifestarlo por escrito dentro del plazo
previsto en el párrafo anterior. En tal supuesto, dentro de los quince (15) días
hábiles siguientes, cualquiera de las partes deberá solicitar el sometimiento de
esta controversia a conciliación y/o arbitraje.”
8.1.1. OBJETIVO
8.1.2. ALCANCES
Esta Norma fija los requisitos mínimos a los que deben sujetarse los diseños de
captación y conducción de agua para consumo humano, en localidades mayores
de 2000 habitantes.
8.1.3. FUENTE
A fin de definir la o las fuentes de abastecimiento de agua para consumo
humano, se deberán realizar los estudios que aseguren la calidad y cantidad que
requiere el sistema, entre los que incluyan: identificación de fuentes alternativas,
ubicación geográfica, topografía, rendimientos mínimos, variaciones anuales,
análisis físico químicos, vulnerabilidad y microbiológicos y otros estudios que
sean necesarios.
La fuente de abastecimiento a utilizarse en forma directa o con obras de
regulación, deberá asegurar el caudal máximo diario para el período de diseño.
La calidad del agua de la fuente, deberá satisfacer los requisitos establecidos en
la Legislación vigente en el País.
8.1.4. CAPTACIÓN
El diseño de las obras deberá garantizar como mínimo la captación del caudal
máximo diario necesario protegiendo a la fuente de la contaminación. Se tendrán
en cuenta las siguientes consideraciones generales:
Pozos Profundos
Pozos Excavados
Galerías Filtrantes
a. Las galerías filtrantes serán diseñadas previo estudio, de acuerdo
a la ubicación del nivel de la napa, rendimiento del acuífero y al
corte geológico obtenido mediante excavaciones de prueba.
b. La tubería a emplearse deberá colocarse con juntas no estancas y
que asegure su alineamiento.
c. El área filtrante circundante a la tubería se formará con grava
seleccionada y lavada, de granulometría y espesor adecuado a las
características del terreno y a las perforaciones de la tubería.
d. Se proveerá cámaras de inspección espaciadas convenientemente
en función del diámetro de la tubería, que permita una operación y
mantenimiento adecuado.
e. La velocidad máxima en los conductos será de 0.60 m/s.
f. La zona de captación deberá estar adecuadamente protegida para
evitar la contaminación de las aguas subterráneas.
g. Durante la construcción de las galerías y pruebas de rendimiento
se deberá tomar muestras de agua a fin de determinar su calidad
y la conveniencia de utilización.
Manantiales
8.2. CONDUCCIÓN
Se denomina obras de conducción a las estructuras y elementos que sirven para
transportar el agua desde la captación hasta al reservorio o planta de
tratamiento. La estructura deberá tener capacidad para conducir como mínimo,
el caudal máximo diario.
Canales
CONCLUSIÓN
No es posible ejecutar las garantías por adelantos para cumplir con los
aportes en efectivo que debe realizar el contratista en la cuenta corriente
mancomunada que se apertura ante la intervención económica de la obra,
pues constituye una obligación de este mantener vigente tal garantía por
el plazo que dure la intervención hasta la liquidación del contrato.