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EL GITANISMO
\
OBRAS DEL MISMO AUTOR.
MISERIAS IMPERIALES
o
JAIME EL BARBUDO
()
l\ CO^DESITA.
(MEMORIAS DE UNA DONCELLA.)
Un tamo en 8.° mayor.—4: reales en Madrid y 5 en provincias.
LA CHTTIjA.
HISTORIA DE MUCHOS.
Un tomo en 8.° mayor. --4= reales en Madrid y 5 en provincias.
POR
UN DICCIONARIO CALÓ-CASTELLANO.
QüB CONTIENE, ADEMAS DE L03 SIGNIFICADOS, MUCHAS FRASES
ILUSTRATIVAS DE LA ACEPCIÓN PROPIA DE LAS PALABRAS
DUDOSAS.
novísima EDICIOm.
MADRID:
Librería de Victoriano Suaroz, Jacomctrczo, Tí
y^/\
187(>.
LOS GlTA?iOS Y SU DIALECTO.
(íolicia hisiórica.)
APARICIÓN EN EUROPA.
PROCEDENCIA DE LA INDIA.
otras razas.
.No han pretendido ni aun siquiera enriquecerse.
lo»
»El gitano vive apartado con los suyos y para
9
b
40
chis, los lambadis 6 sucatevs, los kalabantrus (la-
drones) y otros muchos forman una casia especial
que en nada se parece á las demás de la India, y
vive ambulante, sin ley, culto, habitación ni propie-
dad, dedicada al merodeo y á decir la buenaventura,
hablando un lenguaje particular ó dialecto diferente
del idioma principal del Indostan. El misionero cita-
do dice explícitamente que esos vagabundos, por sus
usos, costumbres y carácter, tienen notable analogía
con los gitanos errantes de Europa, que, si se los
comparase de cerca con dichos curavers y lambadis.
se desvanecería la opinión de los que fijan su origen
en Egipto.
Prosiguiendo el presbítero Dubois en su relato,
descubre una circunstancia que arroja grandísima luz
para explicar quizá la emigración de esos vagabun-
dos desde la India hasta el último confín de Europa.
Esa circunstancia es que los príncipes mahometanos
de aquella región los emplean como ladrones y de-
vastadores de los Estados vecinos, aun en tiempo de
paz, y en tiempo de guerra se unen ellos mismos á
los ejércitos en calidad de auxiliares, no para pelear,
sino para el servicio de trasportes y otras faenas,
cayendo después de la batalla sobre el país para el
pillaje y elsaqueo. De igual suerte, añade el autor,
los emplearon los ingleses en la última guerra que
tuvieron con el sultán de Maisur.
Y hé ahí, pensamos nosotros, cómo pudo el Gran
Tamorlan tenerlos en su campo, que se sabe lo com-
ponían, no tan sólo tártaros mongoles, sino hordas de
todas castas asiáticas. Y cómo también todo hace pre-
sumir que, mucho antes que él, los diferentes guer-
reros mahometanos, al p;irlir de las comarcas vecinas
de la India y recorrer el litoral del Mediterráneo has-
ta desembarcar en la costa de España, pudieron ve-
nir seguidos de esas mismas hordas asiáticas auxilia-
II
de la provincia.
En otros puntos de Alemania, después de azotarlos
y perseguirlos como bestias feroces en correrías de
caza, llegaron hasta quemarlos, alguna vez á petición
de las mismas victimas, para librarse cuanto antes de
un mundo en que se los consideraba como seres tan
reprobos.
Enrique VIH de Inglaterra diú su sanción en 1551
á un bilí del Parlamento persiguiendo á los gitanos,
el cual cayó brevemente en desuso, y fué publicado de
nuevo bajo el reinado de su hija Isabel.
Apenas hay Estado ninguno de Europa que no ar-
roje á los seudo-egipcios, sin fijarles sin embargo el
lugar de su destierro, ni darles los medios de trasla-
darse allende el mar.
Así es que los gitanos, á pesar de los crímenes
que les imputan y de los castigos que lesaplican, re-
sisten á todas esas medidas de opresión y destierro,
multiplicándose las leyes é introduciéndose en ellas
al propio tiempo penas contra los magnates y autori-
dades que les prestaban seguro y protección.
También en Francia, bajo el reinado de Francis-
co I, se acordaron disposiciones contra los gitanos,
las que fueron solemnemente renovadas en tiempo de
Carlos IX, agravándose la persecución por acta de los
Estados generales reunidos en Orleans en 15G1 para
que se los exterminase por el hierro y el fliego. Con
todo» esto no bastó, y en 1C12 hubo que lanzar olro
edicto de exterminio.
El emperador Carlos V , además de los decretos
de persecución ya citados que durante su gobierno
se promulgaron en España y Alemania, lanzó otros
igualmente en los Países-Bajos arrojandoálosgitanos
d
26
bajo pena de muerte, decretos que fueron confirma-
dos en 1582 por los estados de las Provincias Unidas.
En Polonia se dio una ley en 1578 prohibiendo la
hospitalidad en favor de los gitanos, y desterrando á
los que los acogieran.
Pío V en los Estados Pontificios, los ducados de
Parma y de Milán, la república de Venecia, la Dina-
marca y la Suecia también los arrojan de su seno. La
ley de expulsión de Suecia de 4GG2 era severísima, y
sus dos confirmatorias de 1725 y 1727 lo fueron aún
más todavía.
No hay código puede decirse en Europa que na
contenga alguna disposición bárbara contra la raza
gitana. Después de leidas todas esas leyes, en cuya
formación tomaron parte durante el siglo XVI, y aun
el XVII, los hombres más principales del parlamento
I
27
CONDICIÓN ACTUAL.
I
00
que tanto claman por sus antiguos fueros y privile-
gios, sólo tienden á esclavizar niíis y más á la clase
que depende de ellos.
Puede decirse qut' en Hungría hay tres clases: la
del magnate, la del siervo, la del gitano; y ¡contraste
peregrino! allí el gitano vil, miserable, es libre como
elmagnate en medio de su vileza, ostenta la fronte
erguida en medio de su miseria, al paso que el siervo
húngaro baja los ojos sumiso y degradado.
Allí los nobles están por cima de la ley, los zin-
ganes por bajo de ella. A los primeros como tales,
como vestidos ricamente, nadie les pide peaje al pa-
sar un puente ó un portazgo; á los segundos, andra-
josos, ú casi desnudos, nadie los detiene tampoco en
su paso. Pero al labrador, al menestral, á la clase
pechera, mil oficiales, tan siervos como ellos, les im-
ponen trabas y gabelas.
El gitano húngaro es un ser singular que vejeta
en medio de la más espantosa suciedad, y se nutre
del más corrompido alimento, y aunque dedicado al
oficio de chalan, de calderero, de herrero, de adivi-
no y echador de cartas— por supuesto hace de cuan-—
do en cuando sus excursiones de merodeo y robo, que
duran muchos meses, á través de la Francia, de la
Italia, hasta la misma campiña de lloma.
V tanto en sus hediondas chozas, como en sus
correrías vagabundas, se le ve siempre gozoso, siem-
pre cantando, siempre tañendo algún instrumento,
sobre todo el víolin, en el que es reconocida ¿u ha-
bilidad hasta en los espectáculos de París.
En Inglaterra, donde la tolerancia y la buena po-
licía esmás antigua que en ningún punto del conii-
nente, los gypsies ó gitanos han podido confundirse
más presto con las otras casias, y apianas se cuentan
diez mil hoy dia, que viven,. ó ya sedentariamente
como chalanes y caldereros, ó ya un poco nómada-
S6
mente, plantando sus tiendas ó los toldos de sus car-
romatos en la vecindad de algún bosque, no lejos de
las pequeñas poblaciones.
Las gitanas dicen la buenaventura y venden fil-
tros de amor; y la crónica de los tribunales revela de
cuando en cuando asesinatos de amantes ó maridos
por mujeres celosas, demasiado confiadas en las su-
gestiones de esas astutas hechiceras, que lo mismo
encuentran creyentes entre las personas de alto rango
de la moderna Inglaterra, que encontraban entre las
principales de la antigua España.
Otro tanto puede decirse de los gitanos de Italia y
Francia, sólo que en este último punto, dondelagran
revolución de 1789 fué más especialmente fecunda
en igualdad que en libertad, apenas existen visible-
mente los gitanos.
EnFrancia, donde no se conoce odio ni antipatía
propiamente dicha de raza, religión ni lenguaje; don-
de el extranjero no infunde extrañeza; donde católico,
protestante, israelita ó mahometano alternan y se ca-
san sin repugnancia ni traba legal ó social; donde
todos los dialectos y todos los idiomas se hacen calle
con un poco de plata que los ayude ¿cómo habla
de poder subsistir el gitano ni dejar de quebrantar
la lirí es calés, la ley de vivir con los suyos y para
los suyos?
En España, donde no se han arraigado esos prin-
cipios, será más lenta y difícil la asimilación del gi-
tano con las demíís castas. Sin embargo, de los cin-
cuenta ó sesenta mil que, según algunos estadistas,
existen al presente, cada día van afluyendo más y
más á las grandes poblaciones, cada vez abundan
más en Sevilla, Cádiz, Málaga, Granada, Córdoba, Ciu-
dad-Real, Madrid, Murcia, Valencia, Barcelona, Pam-
plona, Valladolid y Badajoz.
En el Alto Aragón algunos viven todavía en cue-
37
vas, lo mismo que en varios puntos de las Alpujar-
ras, pero no como hordas vagantes, sino dedicados á
oficios honrosos.
Hasta en las provincias del Norte como por la parte
de Castilla la Vieja, Asturias y Galicia, donde antes
se los odiaba y temía, se los va ya mirando con me-
nos extrañeza y dejándoles tomar asiento.
Que la asimilación vendrá por completo lo de-
muestra la posición que han sabido adquirirse en Cá-
diz, Málaga y algún otro punto de la península. No
diremos, como algún escritor ha dicho, que los gita-
nos de esas poblaciones son civilizados y los de otros
parajes no lo son. Este es un modo de decir desnuco
de criterio.
El gitano no ha sido nunca salvaje en España: ha
sido únicamente ignorante y rudo como los de las de-
más castas no educadas; y en un país donde apenas
hay veinte entre ciento que sepan leer, los ignoran-
tes deben ser muchísimos, sin excepción de clases. No
está muy lejano el tiempo en que un grande de Es-
paña no entendía de más ocupaciones que las que
profesaba el chalan y el torero, es decir, las mismas
del gitano
En Cádiz y en Málaga hay gitanos dueños de gran-
des establecimientos de carne, y trafican en ganado, y
tienen mesones importantes. Alternan con los princi-
pales de la ciudad, y sus casas y familias participan
del lujo de los más lujosos.
Por lo demás, háse conservado la tradición gitana.
Los hombres se ejercitan en comprar, cambiar y es-
quilar bestias; en correr y i)icar caballos; en torear,
mas particularmente en las poblaciones de Andalucia^
en hacer clavos y herraduras como en Granada y
Córdoba; en tejer canastas de colores como en Mur-
cia, Valencia y Barcelona
Las mujeres venden el menudo de las reses, com-
50
ponen y frien morcillas de sangre en las tabernas,
asan castañas, hacen buñuelos, trafican en prendas
viejas y en géneros de contrabando, y dicen sobre
todo la buenaventura, que es el producto más lucra-
tivo de su industria.
¿Existe en todos esos tratos la suficiente lealtad?
¡Ay! Al estado que ha llegado la sociedad española,
¿quién habla de moralidad?
PECULIARIDADES DISTINTIVAS.
j
41
encomio de las formas de los gilanos. En efeclo, es
una raza á la que sólo afea, según el modo de pensar
de los europeos, el culor atezado de su cutis; por lo
demás, aun en medio de las penalidades y de la mise-
ria, es una raza hermosa. Pero esas penalidades son
a veces tan grandes, que la belleza de la juventud des-
aparece presto, y en las mujeres, sobre todo, la vejez
es horrible y repugnante.
Cuando disfrutan de algunas comodidades, los
hombres tienen especial afición á la ropa blanca, á
la camisa limpia y bien almidonada, á la chorrera
vistosa, á la pechera bordada.
El traje en rigor es el mismo que gasta el pueblo
bajo en Andalucía, más ó menos rico, de pana ó ter-
ciopelo, de paño ó algodón; chaqueta ó zamarra bor-
dada, con alamares ú botonadura de plata; chaleco y
faja de seda; pantalón ancho por abajo; alpargatas ó
zapatos, botines ú borceguíes, todo de colores chillo-
nes, celeste ú encarnado; sombrero calañés, ancho en
general, ó gorro encarnado en la costa de Cataluña.
De las mujeres puede decirse otro tanto. Su traje
es el que las andaluzas han llevado hasta hace pocos
años, y que las gitanas no han cambiado. Así se las
ve con su saya corta y de poco vuelo, adornada de
randas de volanies, su mantón más ó ménoi grande
sobre los liombro'-,, su pañuelo de puntas á la cabeza,
hecho un nudo á la garganta, echado sobre la frenl»;
ó caído sobre la nuca á voluntad, flores y cintas por
adornos, colores también chillones en todas sus
prendas.
Pero, ¿cuál es el traje peculiar que llevaban en lo
antiguo y al (jue las leyes aludían para prohibirlo^
La tradición nu ha conservado vestigio alguno autén-
tico. Ouizá en España, como en el resto de Europa^
sea eso quizá lo único que consiguió la legislación:
hacer abjudonar al gitano el traje de su origen. Y
42
como la Andalucía ha sido una de las comarcas donde
desde ei tiempo de los árabes han habitado con ma-
yor predilección, por eso adoptarían para sustituirle
el corte andaluz.
Además hay cierta similitud de garbo y maneras
entre el andaluz y el gitano, que explica esa irefe-
rencia dada al modo de vestir. Esa similitud procede,
á no dudarlo, de cierto tinte gitanesco en la sangre
andaluza.
Sabido es que los andaluces son una mezcla de ro-
mano, vándalo y moro, en cuya mezcla ha debido in-
gerirse una parte de gitano, á quien no obliga con
tanto rigor la lirí es calés. Dícesc que la misma pa-
sión que inspiran ellas, las gitanas, inspira el gitano
á la mujer del busjió
Entre las peculiaridades de los gitanos hay una
extraña circunstancia que suele arruinarlos para el
resto de sus dias, y es la inmensa prodigalidad á que
se entregan en sus bodas.
Durante los tres dias que se prolonga el festín y
el jaleo, son convidados á él, no sólo los gitanos del
lugar, sino los conocidos y allegados de sangre blan-
ca. El gachó toma parte en esa disipación de manja-
res, dulces y bebidas, para la cual contrae deudas el
novio, cuando no tiene nada propio, y que son luego
una carga de la vida que le es muy difícil desquitar.
¡Peculiaridad singular! Todavía se conserva entre
muchas familias gitanas la costumbre antigua espa-
ñola que desapareció con la accesión de la casa de
Austria al trono de España y á la que se sujetó Isabel
de (/istilla cuando se casó en Valladolid con Fernan-
do de Aragón, esto es, la de mostrar á los convidados
el dia de tornaboda el cendal de la desposada, la
prueba justificativa
No terminaremos el capítulo de las peculiaridades
sin hacer mención de un uso, quizá perdido ya en
España, pero conservado todavía entre ios gitanos
rusos y húngaros en sus expediciones lejanas: el de
poner señales en los caminos para reconocer la sen-
da que han lomado otros que los han precedido.
Estas señales son ó unos montoncitos de distancia
en distancia de yerba recientemente arrancada, ó una
cruz trazada en el suelo, cuyo brazo más largo indica
el rumbo ó el camino de los varios que se cruzan en
un punto, ó un palo clavado al lado de la via con otro
atravesado que indica igualmente la dirección. Cual-
quiera de estos signos, jmleran ó trail, conducen
seguramente á los rezagados en pos de los que han
pasado adelante.
De esta suerte los primitivos gitanos se siguieron
unos á otros por en medio de la fragosidad y el de-
sierto.
LENGUAJE ÍNDICO.
I
•10
I
Í7
GRAMÁTICA GITANA.
(Las cifras entre paréntesis hacen referencia al núxcero de
cada páiTafo ó regla.)
PRELIMI:MR.
U
50
—
Las reglas de gramática general ó castellana—
que ignorare el lector, deberá éste aprenderlas en
otros Tratados dispuestos para la edad infantil.
CAPITULO PRIMERO.
DEL ARTICULO.
CAPITULO II.
DEL SUSTANTIVO.
SUSTANTIVOS MASCULINOS.
Bear,
52
SUSTANTIVOS FEMENINOS.
SINGULAR. PLURAL.
SINGULAR. PLURAL.
I
5o
b. Por razón del origen, algunos nombres en í
tienen plural irregular: Liñ, ley, liriscs.
0. Todos los nombres que terminan en la vocal
acentuada ó tienen el plural en és:
SINGULAR. PLURAL.
Buril,
54
CAPITULO III.
DEL ADJETIVO.
MASCULINO.
55
do. Todos formados del
los adjetivos derivados ú
castellano siguen las mismas reglas de su origen: los
acabados en e no acentuada son comunes de dos, y los
que tienen el masculino en o sin acento terminan su
femenino en a:
MASCULINO. FEMERINO.
CAPITULO IV.
DEL PRONOMBRE.
SINGULAR.
PLURAL.
SINGULAR.
PLUriAI..
MODELO DE CONJUGACIÓN.
Ii\FIx\ITIVO.
I.^DICATIVO.
PRESENTE.
IMPERFECTO.
Terelaba, habia.
Terciabas, habías,
Terciaba, habia.
Terciábamos, habíamos.
Terciabais, habíais.
Terciaban, habían.
PRETÉRITO.
Terelé, hube,
Terciaste, hubiste,
Terció, hubo,
Terciamos, hubimos.
G3
Tereldstcis,
64
Terciéis, hayáis.
Terelen, hayan.
IMPERFECTO.
Terciare, hubiere.
Terciares, hubieres.
Terciare, hubiere.
Terciáremos. hubiéremos.
Terciareis, hubiereis.
Terciaren, hubieren.
42. En el anterior modelo el participio tiene la
terminación en ao en vez de ado, que es la propia
del castellano. En pocos gitanos pro-
efecto, algunos
nuncian la d en pero esto, que debería
el participio;
constituir la regla, es hoy dia una mera excepción.
43. De tal suerte la manera de pronunciar ha ido
alterando el carácter del verbo (55), que se hace á ve-
ces muy difícil comprender el habla familiar; por lo
que damos el siguiente modelo de la conjugación
vulgar, que recuerda por su sencillez el verbo regu-
lar trilitero de la lengua vulgar arábiga.
CONJUGACIÓN VULGAR.
lüVFIKITIVO.
PRESENTE Y FUTURO.
PRETÉRITO.
IMPERATIVO.
Jomte^ es menester.
Astis, .. se puede.
Naslis, es imposible.
i
66
AQ. El impersonal hay, había, no existe en caló.
Se traduce según la forma regular: Unga tercia buchí, si
hay algo; sata terelahan butrés, como habia muchos.
47. Los verbos más usuales, todos perfectamente
regulares (4i), son los siguientes:
Abillar, venir. Chingarar, reñir.
A lachar, hallar. Chiotar, escupir.
Anacar, acontecer. Chitar, colocar.
Ardiñar, subir, Chobelar, lavar.
Asaselar, alegrar. Chorar, robar.
Aspar abar, romper. Chupendar, besar.
Aspasar, saludar. Darañar, turbar.
Astisar, poder. Debisar, deber.
Bestelar, sentar. Deterelar, detener.
Bichabar, enviar. Dicar, ver.
Bichotar^ parecer. Diñar, dar.
Bigorear, llegar. Diquelar, mirar.
Binelar, vender. Enjallar, recordar.
Bucharar, echar. Ertinar, perdonar.
Bulanar, derramar. Garabar, enterrar.
Camelar, querer. Garlar, charlar,
Canguelar, recelar. Girelar, burlar.
Caquerar, maltratar. Guiyabar, cantar.
Catanar, juntar. Golar, vocear,
Costunar, levantar. Helar, llamar.
Curarar, castigar. Jabillar, comprender. i|
Chalabear, mover. Jachar, quemar.
Chalar, ir. Jalar, jamar. comer.
Chamullar^ hablar. Jilar, refrescar.
Chañar, saber. Jinar, contar.
Chanelar. entender. Jonjabar, engañar.
Chapescar, escapar. Jonjanar, defraudar.
Chibar, poner. Julabar, aparejar.
Childar, preparar. Junelar, oir.
Chinar, cortar. Lanar, traer.
Chindar, parir. Libanar, escribir.
67
Lillar,
68
CAPITULO VI.
DEL ADVERBIO
CAPITULO Vil.
DE LA PREPOSICIÓN.
DE LA CONJUNCIÓN.
CAPITULO IX.
DE LA INTERJECCIÓN.
tome.
'
71
CAPITULO X.
raíz.
PREFACIO
AL
VOCABULARIO GAJLÓ-GASTELLANO.
a. activo. n. neutro.
adj. adjelivo. nom. nombre.
adv. adverbio. num. numeral.
art. articulo. p. propio.
aum. aumentativo. per. personal.
aux. auxiliar. pl, plural.
g. geográfico. s. sustantivo.
Germ. Germanía. sing. singular.
imp. imperativo. superl. superlativo.
indef. indefinido. V. Véflíc.
I
DiCCIONARIO GITANO
CALO-CASTELLANO,
ABl ACH
AI {sin acento), arl. l-a. abrí. adv. Fuera, al exterior. II
1
ají 2 ALE
ADALÍ. nom. g. Madrid. AJOJoi. s. f. Liebre.
ADALUNÓ, Ñí. adj. Madrile- AJORÓ, s. m. Viernes.
ño, a. AJUNCAR, v. a. Agraviar.
ADOCAMBLE, adv. En cuaU AJURJUÑÍ, ARJURJUÑÍ. S. f.
I
AMB ^ »
AND
ALFXRA. s. f. Adelfa. AMOLELAR. V. a. Avaluar, es-
AXGERGA. s. f. Argulla. timar, apreciar.
ALGOMAGÓ. S. UQ. VecioO, AMPIAR. V. a. Aceitar, ungir,
avecindado. ¡
olear. || andré
ocola cangrí
ALIAXÍ. á. f. Índole, genio. '
AMPIABAN Á os ChALLISES; 611
AI.IPIAR. V. a. Limpiar. aquella iglesia uugiau á los
AliiPlPEN. s. m. Limpieza, reyes.
a^eü. AMPIELAR. V. a. Untar, en-
ALIPÉ, í. adj. Limpio, asea- grasar, ensuciar.
úo, a. ! AMPIO, s. m. Aceite. I:
AMPIO
ALJEÑIQUE. s. m. Mananlial, LAcnó; bálsamo, ungüento. |1
fuente. AMPí) MAJARó; santo oleo.
j
AMPIOLETO. s. m. Ungüento.
condimento. |
AMPUCHAR. V. a. Acosar,
ALJOR. s. m. Yeso. '
boslifjar.
AXMíroRERO. s. m. Germ. AMUCHAR. V. a. Achispar.
Lidrun de caballTÍas. ¡
AMULAR. V. a. Ahogar, dego-
ALOJÉ, 2. adj. Afable. llar.
ALONAR. V. a. Salar, sazonar. AMUÑIJAR. V. n. Arraigar,
ALOYAR. V. a. Acoger, adoíi- echar raices.
tir, recibir. AN, ON. prep. En.
ALPANDT. s. m. Abril. I! AL- ANACAR. V. II. Acontecer
I'A.NDY TA OUINDALK CRÜVELA:^ ANADIAR. V. a. Añadir.
OB daSé; Abril y Mayo com- ANAOZ. s. ra. Verdugo.
ponon el año. ANARANlÁ.adv. Amen, asisca.
ALQUERO, s. TU. Aposento, ANCLÍ. s. f. Gafa, lente.
cuarto. ANCLISÓ. s. lu. Anteojo,
ALTACOVA. s. Cigüeña. f. ANCRISÓ. s. w. Aiitccrislo.
ALunÉ. adv. Lejos, á distancia. AHDÁ. s. m. 1 in . final. || adv.
AMANGUE. prun. per. No¿- [
Después.
olros, nosotras, nos (en qenc- AHDALLÓ, ANDAYÓ. proil.
rnl .
V. jADKP.F.s y mi . di-rii. Ello, eso.
AMARES, ni. amarías, f. ANDATOS. pron. dem. m. (Lo
iMiira de AHAnú, i.
1 mismo (|ue andolayos y on-
AMARÓ, pron. pos. y adj. m. noLEYos.) Plural de ondolk.
Nuestro. En f. amarí, nues- Ellos, esotros,
tra. (Estilo si-rio.) V. «o.NBió. ANDÁNDULA. S. í. Zofra.
ABCBRÍ. s. r. Apero. ANDIAR. u<iv. Asi. II prep.
AMBRÓ. 6. m. Aperador, cul- I
Según, confoimc á. || anpiar
tivador. 1 MATrJÓ; asimismo.
ANG ^ ARA
ANDIGAR. V. n. Asistir, pre- ANGUSTRÓ. s. m. Anillo.
der. cito. II
abcandiciienal; ejército
ARCOruirÉ. s. m. Arcano, mis- de tierra, ahcandimoró; ar-
j]
I
BAL 9 BAR
BAJILACHE. s. m. Vfnado. BAiiORÓ. s. m. Lecboncillo.'
a, abundante. (oficina).
BARIBUSTRÍ. S. f. BARIBUS- BASQUERO. s. m. Alcalde.
TRIPEN. m. Abundancia, BASTA, BASTAL. S. m. Mal,
I]
V. a. Vender. I
BOBX. s. f. Haba. 11 BOBis, pl.
BINDOV. s. ra. Billete. I
BOBORQUE. s. m. Combro.
BiPANioso, A. adj. Seco, I BocATA,BOQUÍ.s. f. Hambre.
enjuto, a. I BOCTARÓ. s. m. Oriente.
BIQUE. s. m. Cartel. : BOCHACAT, í. adj. Vagabun-
BIRBERECHÓ. s. íQ. Escor- do, a.
pión. '
y siete cuarlos. i
BUE. s. m. Aroma.
BRUJEAL. adj. 2, Real (perle- bufetear. v. Almorzar,
necicnle á rey). ||os lacres bufaire, s. m. Germ. Delalor.
YA BRUJEAL lliyília; Ios cfía- BUJÁ. s. m. Barra; lingote.
dos de la real familia. BUJAMT. nom. p. Bartolomé.
BRUJEALISTA. s. y adj. Rea- BUJARÍ. s. f. l'atata.
1 1 sin. bujarrí. s. f. Barranca, bar-
BRUÑIHEILA. s. Cabrahigo. ranco. T.
CALAMBRico. s. m. Caletre
discernimiento.
CALCÓ, CALCORRO, s. m.Cal
C '
zado, zapato.
CALÉ. s. m. Cuarto, dcnario
moneda.
La. s. ra. Sexo, parle sexual. CALISEN. s. m. Fallecimiento
CARA. pron. y adj. dem. 2. muerte.
(Lo mismo que a.nooba.) Tal, CALÓ, LLÍ. adj. Gitano, a. ||
CURCO, s. m. Domingo. II
CLR- apárlnto, vete.
01 rs. pl. CHABAL, A. s. Joven, mozo;
CURDA, s. m. Embriaguez. ||
hijo, a.
DiÑArsK Acunoi; embriagarse. CHABÓ, í. s. Niño, macba-
CURDO, í.adj. Rorratho, ebrio, chi>, a.
II
chalar andré; entrar. || chamspero wajaró; Espíritu
CHALAR dur; avanzar. 1| chalar Santo.
palal; seguir. I| chalóse o bü- CHANORGAR. V. a. Olvidar.
rel andré o caü; metióse el CHANORGÚ. s. m. Olvido.
toro en el pueblo. || na mucar CHANORGUNOir, AYZ. adj.
o chalar pre or abillar; no Olvidadizo, a.
dejar la ida por la venida. CHANTÉ, s. m. Tanteo, traza.
CBALCHIBEN. s. m. Eslabón. CHANTEAR. V. a. Tantear,
CHALORGAR. s. m. Altar, re- plaiiloar, traziir.
tablo. CHAOMÓ. s. m. Invierno.
CHALTRAR. V. n. Aporrear, CHAPALATEAR. V. n. Nadar.
golpear, apalear. CHAPESCAN!, s. T. Fuga, hui-
CHALLA, s. f. Zarcillo, pen- da, escapada.
diente (de oreja). CHAPESCAR. V. n. Ir aprisa,
CHAMULLAR. V. a. Hablar, ar- correr, esca(tar. ||o machicó
ticular, pronunciar palabras, JACUARAO YA PAÑÍ JIL CHAPES-
convt^rsar; anunciar; afir- CA; el gato escaldado del
mar. || júnela sAta chamulla agua fria huye. || a mulos t
ocoNA corajay; escucha cómo CHALAOS LER MONRÓS CHAPES-
habla ese moro. CAOs; á muertos é idos ya
CHAN. s. lu. Paño. Qo hay amigos.
CHE 23 CHI
CHARAS AR. V. a. Lamer. i| CHERDILLÍ. s. f. Estrella,
Trabajar penosa, ansiosa- marca, signo. |¡ cberdillí oí»
I
CHI 25 CHO
CHIPENBOT, AYÍ. adj. \eT- CHITAR. V. a. Colocar, arrc-
dad-rTo, a, real. glar;aparejar; fundar, comen-
CHIPORRÓ. s. m. Aliento, zar. chitar CABcniÁs; plan-
||
juicio. II
QUERELAR CHORÓ; roal- CHUMASCOÑz. s. f. Cortesa-
tralar, peijuilicar. na, mujer galante. |1 osteli.v-
I
DAN 27 DEL
Anillo, sortija. || Partesfeme- DANÍ. s. f. DANS. m. Diente.
iiinas. (Fam liar. '
II
OTÉ SINARÁ O NACICAR K DA-
CHURÍ. s. f. Cuchillo; puñal. ^ÍAs; alli será el crujir de
CHURINAR. V. a. Acuchillar, dientes.
dar [Hifialiidas. DAÑÉ. s. m. Año.
CHURINARÓ. s. m. Matador, DAÑÍ. s. f. Sierra, cordillera
*
aáoino. II
ppAcó E DAÑí; a.«:crrin.
D I
motion, temor.
DARAÑELAR. V. n. Pasmar.
'
coiiliiibnr, maravillar.
D ABARDAR, DRABARDAR. DARAÑo. s. m. Turbación,
V. a. lUvar. alliT.icion, pasmo.
DABASTRÓ, DROBARDÓ. ^^. DARAÑov, AYÍ. adj. Teme-
ni. Hosario, baria. ro>o, a.
I
.Acordar, re-
cordar.
E , prep. De. ENJALLE. s. m. Memoria, re-
ECLISAR. V. a. Ojetear, agu- cuerilo.
jerear; herir los ojos. ENLUBACBEN. nom. g. In-
EFTÁ, ESÑÁ, ESTER, adj. glatcrr,».
nuui. Siete. ENiiUBANÓjÑí. adj. Inglés, a.
ERA 31 ESO
EtTIVAGRAR, ENNAGRABE- ERAÑORÓ. s. m. Señor, domi-
LAR. V. 8. Enmendar, corre- nador.
gir. II
SAn6 o BURltAN SE ENNA- ERA7. s. m. Caballero.
CRÓ K DESOUERÉS CHEJKTES; lodo ERDICHA. s. í. Tübrcza.
el mundo se enmendó de sus ERERió. s. m. Señor. {Anti-
pccailns. ruad).)
ENNAGRÍ. s. f, Knmicnda. EREsi. s. r. Viña.
ENORME, í. s. y adj. Enemi- ERiAiTDÍ. s. f. Monja, beata.
go, cofilrario, a. ERIÑÉ. s. m. C-rdo.
ENQUIRAR. V. n. Minar. ERREUBRODOMAN. S. m.
ENRAR. V. 3. Entrar, pasar Ari I ro.
ESTARDAR, ESTARDELAR.
V. a. Encerrar, encarcelar.
ESTARDÓ, í. adj. I'rcso, a.
ESTARIBEL, ESTARIPEL.
m. Cárcel, prisión.
S.
F
ESTEBELLAR. V. a. Degollar.
ESTER, adj. num. Siete. Tacha, jacha s. m. Calor.
ESTERDEQUE. adj. num. Die- FACHÓ. s. m. Hecuerdo, me-
cisiete. moria. II TERELAR ON FACDÓ;
ESTERDÍ. adj. num. Setenta. recordor, recapacitar.
ESTERÓ, i. adj. Sétimo, a. FALTISARAR. V. D. Faltar.
FLA 33 FUN
fardí. m. Ropa, ropaje.
s. flamear, v. n.
,
Chancear,
FARFARO, s. DQ. Gcrm. Cié- 1 bromear.
rigo. FLXGÓ. s. m. Anteojo.
FARGALLEIA. S. f. CasaC9. FLIMÉ, FRIMÉ, í. adj. Poco,a.
FARRXLAJAR. Y. a. Fallar FLOJA. <. f. Cuenta.
'en el juego de naipes). FOLCORE. adv. Sólo, sola-
FAZO. s. na. Germ. Pañuelo raenle.
(de narices). FOLLOSAS, s. f. pl. Germ.
FEOA. s. f. Senda, via,
.., camino. Calzas. ,
H ínliuilo,
IMVOLVXSARAR.
a.
v. a. Ko-
Vdhrr.
11 ABILLAR. V. a. Gcrm. Te- XRSXMEM. s. ui. Adverlencia,
ñir, poseer. comprensión, entend-r. U an-
BAMBÉ. s. ni. G'-nte, muche- d;ar me.n LACiii ciiA.M-.ai ta u-
dumbre. SINADAMIAMBÉSDABI-
II siukn; segiin mi leal saber 7
Bü Lachos; eran muy buenas entender. H soMiA MíiF.LAft i
gentes. II o SARó UAMoe cata.né; iksimen; para dar ú comprea-
loda la muchedumbre junta. der (á compreusioo).
JAL 58 JAN
XS3A. s. r. Alcoba. JAL ABALLÉ, s. m. Estropnjo,
zaSA. iiil. Ay, guaj. escobón.
JALAR, JALELAR. V. n. Co-
mer, absorber; disipar. || jaló
SAiió SLN jayiíiie; se comió
oT toda su hacienda.
JALARES, s. m. p!. Calzones.
JALllPEAR. V. a. Comer con
IABAftON. s. m. RaUín. afán. || bkstelamos amangl'eja-
JABELAR, jabí LLAR. V. a. MAK, Y JU.NÓS JALLIPf.ARON SATA
Kiiteinlcr, ctiiiocer. ÜXGA NABDIAN TEIír LASEN JAMAO
JABERÉS, JAVERÉS. pron. Bijcuí; nos sentamos á comer,
per. .Nosotros {en particular). y ellos comieron como si
II
JABKr.ívs. r. Noáolras. || jabe- nunca hubiesen comido (co-
BÉS &IXA.MOS os I.ACHÓ.>; JaBE- sa). II sos LUtVES TLCU2 JA-
BÍ:*, NA BUS KA MKNOESQUERÓ; llipeen; que le coman los
nosotros >omo.í los buenos; lobos.
nosotros, ni más ni menos. JALLIPEN. s. m. Comida, ali-
II
V. amancue y MU. monlo, mantenimiento. || cha-
JABILL^LAR. V. a. Pcnolrar, LAHON OfiOTAR JaLLITEN; Sillic-
c^mpuMiilt-r. ron en busca de alimento.
JACANÓ, ÑÍ. adj. Cicatero, ta- JALLIPŽ. s. r. Gana, ansia.
caño, a. aptílilo (tie comer).
JACHA, JAR. s. m. Calor. JALLIPON. adj. m. JALLI-
JACHAR. V. a. Quemar. PIÑÍ. Hambrón, ansioso, a.
f.
I
s. m. C:sco.
Lorccgai. ,
L ANDARÉ, s. í. Cinta.
liACRÓ, í. s. Siervo, criado, , LANELAR. v. a. Tiacr, con-
mozo, comisi;)fnil(»,a. I
diicii; referir; prejenlar. ||
LUANAR, LUANDAR.
f. Peseta.
V. a.
LL
Colgar. II
FLá MOLA CASTORi'.Ó
ON BASosGLANDi luandáa; más Llacamí. s. f. Agalla.
vale sombrero en mano que LLAGULÉ. s. m. Fuego, lla-
espada colgando. ma, resplandor.
LUBANQ. s. m. Empeine. LLASPARDÍ. s. r. Yesca.
LUCALÍ. nom. g. Gnadiaiía. LliAVAN. 9. m. Herbazal.
LUCRARRÉ. s. m. Tinaja. LLENXRA. s. f. Desgracia, In-
MACHORARÓ. s. m. Pescadero.
MACHUMÍ. s. Pescadería.
f.
. MALUlf Ó. s. m. Helámpago.
MACHXir. s. ra. Moscón. MÁU.O, A. >. Jumento, asno, a
MAN 46 MI
MAMISAKAR. V. a. Mamar. MANRELORRÓ,
<
í. aJj. Pana-
MAKPonEJio. s. m. Coligió. dero, a.
MAMPORÍ. s. r. Cola. MANRÓ. s. m. Pan.
niAMüi. aJv. Frente, enfrente. MANROÑA. s. Alforja, f.
princesa. II
MANCLAYES, mak- MARABEAR. V. a. Moler.
CLAYISAS. pl. MARAR. V. a. Matar, destruir.
MANCHIN, MAUSIN. S. m. MARARÓ. s. m. Matador.
Tfsoro, riqíi'.za, galardón. mahela. s. Calumnia. f.
I
MU ATE. s. n). MÍ!:a.
BKRmcó; la» áiiiuiab del l'ur- I
mieÉ. .xij. niiin. Mil.
galoriu. ;
MincnABAR. v a. r.nir.
MXIH. \<\'iu. y adj. 2. (Eli \> ¿ M n^És. III. mxnrías. f. riu-
di; MiM.in, i.) Mi. r.'l lie MiNRio, i.
aprovechar. Monga.
MOLCBIBÉ. s. m. Navidad MUCLAR, MUTRAR. V. a.
(dia, fiesta). || rachí e molchi- Orinar.
BÉ; noche buena. MUCLÍ. s. f. Sandia, angurria.
MOLE. s. m. Vale, bono, pase. MUCLÓ. s. m. Orin, orina.
MOLIPOR. s. ni. Vino rancio. MUCHÍ. s. Chispa. Ala. f. II
Y. Fasar, traspa-
sar. 11 os ELABELES YA SINGA
IV A, NE. adv. i\o, ni. WAQCEI.ARON E QUER A-NDIIK QUE*;
NABATO, s. m, Gcrm. Espi los músicos anduvieron de
nazo. casa en casa.
if ARELAR. V. Carecer, faltar; ,
NAQUELO. s. m. Paso, pasa-
soltar, desprender. !
je, tránsito.
NÁCAR, NAQUEI.AR. Pa- V. NAQUERXN. s. m. Diálogo,
sar, partir; guardar; acabar. ;
plática, charla.
MCAR ON ülb; pasar (ie largo. NAQUÍ. s. f. Nariz.
NACARDAR. V. a. I.eer. NARDIAN, NONARDIAN.
NACiCAR. V. Moler, dcsme- ',
adv. .Nunca.
niiz.'ir; cru.ir. NARDZCHOLA. s. f. Cancel,
NACRENÓ, Ñí. adj. Gangoso, a. pórtico; tribuna.
NACRERAR. V. a. Ganguear^ NASALÓ, LLÍ. adj. Malo, en-
haMnr con las narices. fermo, a. ;í qüebf:lar .nasaló;
NACRÍ, NAQUÍ. s. í. Nariz. hacer mal de ojo.
NACBEQUILÉ, LLÍ. adj. Ena- NASTÍ. adv. Imposible, de nin-
no, a. manera.
^'uiia
y nueve. II
OR nebedeque; el cones y á las puertas.
SA. f.
rasguñar.
ÑAÑABAR. V. n. Nadar.
OCTORBA. s. m. Oclubre.
ÑAQUXVAR. V. a. Anudar,
OCHARDÍ. s. f. Mnnliüa. II
liconcia, cédula.
Ñuco. s. m. Suegro.
ÑUBicoY'. s. m. Noviembre. OCHARDÓ. s. m. Manió, man-
Ion, pañolón. CHOJiNDiA v
ÑUNTXVÉ. s. m. Julio. II
O OCHÍ. s.
OCHIBIBEN.
f. Espirilu, esencia.
s. m. Exislcn-
cia, vida. II
DuA tebeló chipen
O (sin acento), arl. El. || proo. ABILLÓ SINANDO LACHÓ OCHIBI-
Le, lo. BEN; desde que luvo vida ha
ó (ron acento), conj. ó. Il pron. sido feliz su exislencia.
per. Kl. OCHIRUPÍ. s. r. Azogue.
OCACBA. s. Hogaza. f. ocHoir. s. m. Mes.
OCAJANAICHA. s. Cabana. í. ODXSILO. s. m. Vicio, dercclo.
OCAN, ORCAN. s. m. Sol. ODISILOSO, A, ODXSXLOT,
ocANA. s. llora. r. AYÍ. adj. Vicioso, a.
OCAHAJIISIA. s. f. Oración, ODOROS. s. m. pl. Celos.
Miplica, rogaliva. ||ocanajimia ODOROSO, A, ODOROT, ATI.
YA tasata; vísperas. adj. Celoso, envidioso, a.
OCAKAR. V. n. Orar, rogar. OGOMO, OPOMOMO. m. S.
disminución, inferioridad. ||
adj. Regular, perfecto, her-
ON osTELí; en baja, en lo moso, a. IIbaras pacuahías;
menor ó inferior. piedras preciosas.
OSTSLINDA. nom. p. María. PACHANDRA, PALILLÍ. S. f.
espíritu. Blanco, a.
8
PES 58 PIN
PERFZNÉ, íJrí. adj. Preciso, PESQUÍ. s. f. Sagacidad, pe-
exacto, a. netración.
PERGOI.EAR. V. n. Peregri- PESQUISAR, PESgUIBELAR.
nar, en romería.
ir V. a. Probar, gustar; tantear,
PERGOLETO. s. 01. Peregrino. graduar.
PERS. ñora. g. CácKz, PESQUXLAR. V. a. Tentar,
PERIFULLE. s.m. Bícho. seducir.
PERMA. s. f. Yema. PESQUITAL, PESQUXBEN. S.
PITAR V. a. Beber.
luego el pié derecho. PITARÓ. s. m. Bebedor.
'
P0RUMÍ,PUSCAI.Í. S. f. PluDla.
JüNÓs ANDRÉ PLASTAÑÍAs; ha- POSTAN, ÑÍ. aclj. Flojo, a.
cedlos sentar por ranchos. !
poste, s. m. Pecho.
PZiASTARAR. V. a. Perseguir, POSTÍ. s. í. Piel, culis.
seguir corriendo. POSTÍN, s. m. Pellejo, pie),
PLATESQUERO. s. m. Patio. cuero.
PLATISARAR. V. a. Pagar. posuNÓ, PUS ANO. s. m. Cor-
PLAY. s. ra. Cerro, collado, tijo, alquería.
QUERELARÓ. s. m. Hacedor.
yuEDXSAR. V. n. Quedar. II QUERELARÓ E MISTÓ; bienhe-
QUEJEÑA. s. f. Banco, casa chor.
de banca. || Oficina de recau- QUERENTO. s. m. Acento.
dación. QUERESQUERÍA. S. f. Ma-
QUEJESA. s. f. Seda. yordomía.
QUELALLA. s. f. Bereugcna, QUERESQUERÓ. s. m. Mayor-
QUELAÑí. s. f. Danza. domo, apoderado, procurador.
QUELAR. V. n. Bailar, danzar. QUERLO. s. m. Cuello.
QUE£<ARARÓ. s. m. Bailarín, QUEROSTO. s. m. Agosto.
bailador, danzante. QUESAR. V. aux. Ser. {Des-
QUELIBEN. s. m. Manifesta- usado.}
ción, exhibición. QUESARELAR. V. aux. Ser,
QUELO. s. ni. Baile. estar siendo. (Poco usado.)
QUENDEBRE. s. m. Diciem- QUESOTE. s. m. Cerote.
bre. QUIBILERO. s.m. Compañero.
QUER. s. m. Casa.||cont. de QUiciA. s. f. Cesta.
QUEHA. Haz. QUICHARDILA. s. f. Mancha.
QUERABAR. v.a. Tüslar, asar. QUICH ARDIL AR. V. a. Man-
QUERAR. V. a. Hacer. PENÓ 1
1 char, tiznar.
MANGUE QL'EBAB OCONO, Y TE- QUICHÍ. adv. Cuanto, cuan. ||
out 65 RAN
¿Quicni MOLA ocoNO? ¿cuáulo QUXRXSINDIA. adj. f. ¿upcrl.
vale eso? ||
¿qlicuí e bfcais pe- Santísima. !| o cuiqukn- e te-
NELARK? ¿cuántas veces lo diré? MEATA QuiRisi.NDiA ; la tierra
QUXDICO. nom. p. Casimiro. de Maria Santísima.
QDIGLÉ. s. m. Abril. QUIRMÓ. s. m. Gusano.
QUIJARÍ. s.f. Estribo, sosten. QUIRSIJIMÍ. s. f. Cereza.
QUILS, QUILEN. S. IQ. Micm- QUisÍA.s.f. Faltriquera, bolsa.
liro. QUISOBÍ. s. r. Bolsillo, bolsi-
QUILLABA. s. r. Ciruela. tn, porlamonoda.
QUIMBILA, QUIMBXLIA. S. f. QUISOBÓ, QUISOBÚ. S. m.
Compañía, acompañamiento. Bolso, bolsón.
QUIMINÉ. s. m. Fragua. QUIUNGADOT. adj. m. Bi-
QDIN. m. Miel.
•<. siesto.
QUINAR, QUINELAR. V. a.
Comprar.
quínate, s. di. Panal.
QUINDALÉ. s. m. Mayo.
QUINDÍA. s. r. Judia, alubia, :
R
iKiliiciiiielri.
I
!>
QUINCUQUÍ. s. f. Barrerja. :'abz:lar. v. a. Alabar, ben-
QUINIMAR. V. a. Apaciguar. decir.
QUINQUINA, s. r. Cocina. RACHELAR, R ALACHAR. V.
QUINQUINIBÓ, i. s. Cocine- a. Encontrar; tropezar, cho-
ro, a. car.
QUINQUIRIA. s. f. Chinche. RACHÍ. s. f. Noche, liníebla.
QUIR. s. lu. MaiiU'ca (de le- RAN. s. m. Vara.
ciie), manlcquilla. RANDAR. V. a. Escribir, asen-
QUIRÁ. 5. rn. Queso. tar; despojar. ocoNo 1¡ p.ANüA
QUIRDARÉ. s. m. Marzo. A!iDUK TIRÓ lel; anótalo en tu
QUIRIA. s. f. Hormiga. librito.
QUIRIBE. s. m. Cercado, cer- RANDÉ. s. m. Ratero, ladrón.
ca, valladar. RANDELAR. V. a. Hurlar, ro-
QUIRIBÍ. s. r. Comadre; ve- bar, arrebatar. II
MU bandkla-
cina. no.N o PACUiDó; nos robaron
QUIRIBÓ. s. m. Compadre; el honor.
\«'cÍ!io; itilimo (amigo). RANDXÑAR, RAZfDXftELAR.
QUIRINDAÑÍ. S. r. Afición, V. a. Trabajar, obrar; arar,
propi'íibion. labrar.
QUIRINDAR. v. n. Propender, RANDIÑARÓ. s. \m. Trabaja-
iuclinar. dor, labrador, obrero.
RES
RANDZÑIPEN. S. ID. EscrllU- REJELENDRE. s. m. Prover-
ra, contrato. bio, refrán.
HANDIPSN. s. m. Rapiña. REJÍ. s. f. Pelusa, polvillo,
RANETA, s. f. Vareta, varilla. polvo.
RAPA. s. f. Trampa, lazo, ar- REJOCHIQUE. s. m. Entre-
madijo, suelo.
RÁPELA, s. f. Cuerda. REJUNAR. v. a. Arremangar.
RAPIPOCHA. s. f. Zorra. REJUNDÍ, s. f. Garbanzo.
RASCÓ, s. m. Cangrejo. RELACRAR. V. a. Remozar,
RATÍ. s. f. Generación, san- rejuvenecer.
gre; raza, casta, linaje. RELAJA, s. m. Repollo, berza.
REBI.ANDUV. adv. Segundo, RELICHÍ. s. f. Red.
secundariamente. RELIMBIDZAR. V. a. Revol-
REBLANTEQUERE. s. m. Co- ver. II LEN RELIMBIDIAO GA-
0.\
9
SAB 66 SAR
ROTUÑí. s. f. Boca, abertura. SACÁIS, s. m. pl. Ojos. (Esti-
ROZO. s. m. Centeno. lo familiar.) W sos minrés sa-
s.
Jabón.
f. Gracejo,
garbo.
Sa. s. m. Hierro. SANGUE. pron. per. Vosotros,
SABINDAR. V. n. Sobrevenir, vosotras; vos, os.
llegar de improviso. SANiscó. s. m. Castigo.
SABOCAR. V. n. Permanecer, SAPELAR, SAPLAR SAR- ,
SOBAJA, s. Alcahueta.
f. SONICHE, líit. y s. m. Gcrm.
SOBAJANÓ,ÑÍ.s. .Mcaliuote,a. Silencio.
SOBAR, soBx:i.AR. V. n. Dor- sonsí. s. f. Boca, labio.
mir, ro[)üsai; alheríiar. SONSiBELAR.v. Callar, enmu-
SOBINDOV, SORNINDOT. S. decer.
III. Sil' ño, rofi'sn. SONSONICHAR. V. a. Acallar.
SOBRADAR, SODIMIAR. V. a. SORABÉ, i. a<lj. Fino, delica-
Sudar, liasfíiiar. do, a.
SOBRAunCHO. s. m. Abun- SORALÉ, LLÍ. adj. üuro, a. II
4
TRI 3 TUE
TOT, AYÍ. adj. Faligoso, TRINO, A. adj. Tercio, a.
molesto, a. TRINQUELAR. V. Q. Apretar,
TRAJEI.AR. V. a. Devorar, comprimir; apurar.
tragar, engullir. TRINQUELO. s. m. Aprieto,
TRAMISTÓ. conj. y aJv. Tam- apuro.
bién. TRIPASAR. V. n. Asombrar,
TRAN. conj. y íidv. Tan. admirar.
TRANFLIMA. adv. Tampoco. tripasarí. s. f. Admiración.
TRAQui. s. f. Conslernacion. TRIQUE, s. m. Pañuelo (de
TRAQUIA. S. f. Uva. puntas).
TRASALDABA. s. f. Calceta. TROCANÉ, TROECANÉ. S. ID.
10
UCH 74 UNU
jo; lú le fiarás en ti mismo. ¡
ucHURGAÑi. s. f. Estrella ^
TUMBARDÓ. s, m. Purgatorio. I
astro.
TUN. pron y adj. 2. (En vez i
ucHUSEnr. s. ra. Almacén, de-
de TIRÓ, í.) Tu. ¡
pósito, cobertizo para gene-
TUNÍ. s. f. Botica. '
ros.
TURNÍ, TURNIA. S. f. CuCva. ¡
UDORILÉ. s. m. Celador, ins-
TURONIJÉ. s. m. Lobreguez, i
pector.
oscuridad. ! UJARAR, UJ ARELAR. V. a>
TURRA, s. m. Uña. I
Esperar; conservar, mante-
TUTUN. s. m. Lobo. I ner, guardar.
TUVALÓ, I.LÍ. adj. Dañoso, i UJARIPEN. s. m. Esperanza.
malo, a. ! U JARRE, s. m. Paj arillo, ave-
{ cilla.
i
UJURÍ. s. f. Alcancia, hucha.
':
ULAGONÉ. s. m. Ladrillo.
ULAGUE. s. m. Barrio, cuar-
U !
I
!
leí,
ULAQUE.
distrito.
s. m. Fiesta, fesli-
j
Vidad. II
os DLAQUGS YA CANGRÍ;
U.CBABAR. V. a. Parir. I los dias festivos de la Igle-
UCHAR. Apuntar, mar-
V. a. í
sia.
car, designar. II üchó on des- I
ULICHA. s. r. Calle.
querías VARANDiAs; le apuntó I
uiiiLiiA. nom. g. Sevilla.
á las espaldas. ULiQUinr. s. m. Feslin, festejo.
UCHARCARISA. s. L Colcha. ULTRA JIS ARAR. v. a. Ultra-
UCHARAR, UCHARELAR. V. jar.
a. Cubrir, encubrir, vendar, ULUGA. s. f. Fama, renombre,
velar; ocupar; detener. nombradla.
UCHARARAR. Esconder, V. a. ULULÉ, LLÍ. adj. Enojado, íd-
ocultar. II ON a cana e ücha- ¡
dignado, escandalizado, a.
BARARSE o CAM; CU la hora de
I
ULU7ILIA. s. f. Familia.
ponerse el sol. ULLÍ. s. f. Azúcar.
UCHARDÓ. s. m. Manto, capa. I
UMÚ. s. m. Muro, pared.
UCHO. s. m. Rocío. I
UNDEBEL. s. m. Dios, único
UCHUA. s. Punta. f. ser supremo.
UCHUBALAR. V. a. Erizar, UNGA. conj. Si. II (Afirmación.)
enderezar. Sí, amen. II
UNGA nanai; sino.
UCHUBAI.Ó, UCHUBALICHÓ. UNUMiNCAR.v. a. Confesar. ||
V VBUQUio,
TE.
A.
cont. de art. Del.
adj. Hebraico, a.
ENMIENDAS Y ADICIONES.
PAOlNAS.
Procedencia de la India (»
Lenguaje índico i3
Epitome de gramática gitana i!»
francesa, por I), l'edrq Barinaga. bi'|$auiia ciiii iuu e»|)aüúla; un tomo
en 8 ". !••
i.'ktuiia de por .\. de Lamartine; b tomos en 8.°.. fii>
,
r M 24
i;< rio francés. Continuación de la bisto-
li.. ... I. u .1 ... .i.i..., ,.vr Thiers.
. ' Obra tCiminada; 20 tomo*
en 8 ° que coinprenf!eu hasta la conclusión del famoso periodo de los
t.ien dias -28 i
LIBRAR!
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Undcr Pat. " Reí. Index File."
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