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El viejo criado 1

EL VIEJO CRIADO

de Roberto M. Cossa

PERSONAJES
ALSINA
BALMACEDA
CARLITOS
IVONNE

La acción transcurre en un bar de la zona sur de Buenos


Aires, mejor dicho en la "imagen" que los porteños conservamos
de lo que pudo haber sido un bar de ese tipo hace cincuenta años
atrás. Es un ambiente irreal, suspendido en el tiempo, aislado del
mundo, pero que conserva la calidez y el misterio de los viejos
bares de Buenos Aires.
Su única conexión con el mundo exterior es la puerta de
entrada, ubicada a la derecha, que deja entrar un haz de luz
tenue. A la izquierda hay una salida hacia el "salón familias" y
hacia el foro un espacio impreciso, oscuro, donde seguramente se
arrinconan los fantasmas de aquellos que alguna vez
compartieron charlas y silencios; “aprendieron dados y timba”,
“Hora su primer desengaño". Una zona mágica.
El espacio está cubierto por dos mesas con sus
correspondientes sillas, tan viejas como el bar.
Al comenzar la acción una de las mesas está ocupada por
ALSINA (El Poeta) y BALMACEDA (El Negro). Ambos han
pasado los 50 años, y sus tipos son diametralmente opuestos.
ALSINA tiene la clásica figura del intelectual, mientras que
BALMACEDA es un hombre de apariencia tosca. Están jugando
a las barajas. Sobre la mesa hay una botella de alguna bebida, dos
vasos y un cuaderno cuyo lomo lleva prendido un lápiz. En uno de
los lados aparece un perchero, donde hay colgada una gorra.
El viejo criado 2

Junto al perchero una vieja valija de cartón.

ALSINA: Envido
BALMACEDA: Quiero.
ALSINA: Veintisiete.
BALMACEDA: Veintiocho son mejores. (Juegan una baraja
cada uno.) Truco.
ALSINA: Quiero. (Juega BALMACEDA.) Quiero retruco.
BALMACEDA: Quiero. (Juegan. BALMACEDA anota en el
cuaderno los tantos.) Dos del envido y tres del truco,
cinco. Das vos. (ALSINA mezcla las barajas.) Che,
Poeta... Este Carter1 es medio pelotudo, ¿no?
ALSINA: ¿Por qué?
BALMACEDA: Hoy escuché que un tipo le decía a otro: "Lo
que pasa es que Carter es un pelotudo". Y el otro día,
un viejo le decía a un pibe que debía ser el nieto: "El
pelotudo ese de Carter". (ALSINA reparte las
barajas.)
ALSINA: Eso es una simplificación. Carter es un emergente del
poder, como siempre lo fueron los presidentes
norteamericanos En un país como Estados Unidos, el
poder del presidente es solo nominal.
BALMACEDA: Envido.
ALSINA: No quiero. Truco.
BALMACEDA: No quiero. Uno por uno es negocio.
(BALMACEDA anota. ALSINA sirve los vasos.
BALMACEDA mezcla las barajas.)
ALSINA: Lo que pasa en Estados Unidos es que entró en crisis el
modelo keynesiano2 de la economía.
BALMACEDA: Pero, por lo visto, el tipo tiene fama de
1
Jimmy Carter, presidente demócrata de los Estados Unidos de Norte América durante el período 1977 – 1981
2
Que sigue las teorías del inglés John Maynard Keynes (1884 – 1946), que tiene gran aceptación en los EE.UU.
y, según se las caracteriza, son el ejemplo más representativo de la evolución de la economía política burguesa en
el período de la crisis general del capitalismo”. Su libro más importante sobre la materia es Teoría general de la
ocupación, el interés y el dinero.
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pelotudo. (BALMACEDA reparte las barajas.)


ALSINA: En definitiva es la decadencia del proyecto de un gran
imperio que lanza Teodoro Roosevelt3 a comienzos de
siglo. Cuando lo mataron a Kennedy4 te lo expliqué.
BALMACEDA: Envido.
ALSINA: Quiero veintiocho.
BALMACEDA: Son buenas. (Juegan callados.)
ALSINA: Truco.
BALMACEDA: Quiero. (Juegan.) Te gané por la primera. Dos
por dos. (BALMACEDA anota en el cuaderno y
ALSINA mezcla las barajas.)
ALSINA: Lo que pasa es que no me escuchás. ¿Te acordás o no
que te lo expliqué?
BALMACEDA: Más o menos. Me acuerdo de ese Roosevelt.
ALSINA: Te expliqué las vinculaciones del sistema keynesiano
con el modelo de economía que aplicaron los ingleses
en la colonización norteamericana y te demostré de
qué manera diferente se desarrolló en los Estados
Unidos y en Canadá. ¿Te acordás o no?
(BALMACEDA hace un gesto impreciso mientras
reparte las barajas.)
ALSINA: Parece que yo hablara al pedo. Envido.
BALMACEDA: No quiero.
ALSINA: Truco.
BALMACEDA: No quiero.
ALSINA: ¡En no querés nada! Así no se puede jugar.
BALMACEDA: Dos cuatro y un cinco. ¿Qué querías que
hiciera?
ALSINA: Me echás la falta y me voy. Tenía veintiséis. Si me
echás la falta, me voy al mazo.
3
Estadista de los EE.UU. (1858-1919). Fue gobernador de Nueva York, vicepresidente de la Nación. Llega a la
presidencia en 1901, al ser asesinado el primer magistrado y, ya por elección directa y por gran mayoría, ocupa
dicho cargo en 1904.
4
John F. Kennedy, elegido presidente de los EE.UU. para el período 1961-1965, es asesinado en noviembre de
1963
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BALMACEDA: ¿Y cómo sabía yo que vos tenías veintiséis?


Además, voy adelante. ¿Qué querés? ¿Que eche a
perder el partido?
ALSINA: Me jode tu falta de imaginación. (ALSINA reparte
barajas.)
BALMACEDA: Envido.
ALSINA: ¡Falta envido, carajo!
BALMACEDA: Epa...
ALSINA: (Ríe.) ¡Así se juega a esto, señores! Este es un juego de
imaginación. (BALMACEDA piensa.) To be or no to
be... That is the question...5
BALMACEDA: Quiero veintitrés. (ALSINA tira las barajas y
se pone de pie, furioso.)
ALSINA: ¿Pero cómo me das con veintitrés? ¡Sos un loco!
BALMACEDA: Y... como antes me dijiste que tenía que cantar...
ALSINA: ¡Pero qué tiene que ver! ¡Qué tiene que ver! La mano
pasada era distinta. ¡Vos tenías que echarme la falta y
yo me iba al mazo! En esta mano, yo canté la falta y el
que tenía que ir al mazo eras vos. (Breve pausa.)
¡Carajo!
BALMACEDA: Por ahí tenés razón.
ALSINA: ¡Claro que tengo razón! (BALMACEDA anota en el
cuaderno.) Lo que pasa es que no tenés imaginación.
Encarás el juego desde un punto de vista racionalista 6.
El as de espadas mata al as de bastos... Entonces, si
tenés el as de espadas, ganás.
BALMACEDA: ¿Y no es así?
ALSINA: Para una mente simple como la tuya, es así. El as de
espadas mata al as de bastos. Pero si tenés
imaginación... (Se golpea la frente.)
¡I-magi-na-ción!... El as de bastos puede matar al as de
5
“Ser o no ser, esta es la cuestión”, Así comienza Hamlet el célebre monólogo de la obra que lleva su nombre y
pertenece a William Shakespeare (Acto III, Escena I)
6
Actitud filosófica que se refiere a la primacía de la razón, de manera exclusiva, en el conocimiento de la
verdad.
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espadas. Hay que poner todo en duda, todo tiene que


entrar en crisis. ¿Sabés que por las matemáticas
modernas se puede demostrar que dos más dos no son
cuatro? (BALMACEDA lo mira sorprendido.) ¿Qué
vas a saber?
BALMACEDA: ¿Cómo que dos más dos no son cuatro?
ALSINA: Sí, señor. Porque es una convención.
BALMACEDA: Pero siempre se dijo que dos más dos son
cuatro...
ALSINA: ¡Claro!¡Siempre se dijo! y, como siempre se dijo...
¡dos más dos son cuatro! ¿Para qué lo vas a
cuestionar? Hace cuarenta y cinco años te enseñaron
en la escuela que dos más dos son cuatro y ya está.
Dos más dos son cuatro. Hace cuarenta años te dijeron
que el as de espadas mata al as de bastos... ¡claro! El as
de espadas mata al as de bastos. ¡Es una verdad
inamovible (Se hace una pausa.) ¿Cómo vamos?
BALMACEDA: 153.204 a 67.7247.
ALSINA: ¿Cómo 67.724? Si al terminar la semana pasada tenía
67.720. ¿Qué? ¿Del lunes a hoy te gané cuatro partidos
nada más?
BALMACEDA: (Mira el cuaderno.) Y si... Tres ayer y uno el
martes.
ALSINA: ¿Y ése que te gané la última mano con un rey? Fue
memorable. (BALMACEDA lo mira.) Que todavía
dijimos: un partido como ése deberían enseñarlo en las
escuelas.
BALMACEDA: Ese fue la semana anterior.
ALSINA: ¿Cómo la semana anterior?
BALMACEDA: Fue el sábado.
ALSINA: Fue el lunes.
BALMACEDA: Aquí lo tenés. (Le muestra el cuaderno.

7
Las cifras dan una de las medidas del “absurdo” que está jugando en escena.
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ALSINA lo hojea.)
ALSINA: ¿Ves? Lunes... Te gané un partido.
BALMACEDA: (Mira el cuaderno.) Pero ése es el mes pasado,
Poeta. (Pasa las páginas.) Esta es la última semana.
¿Ves? (ALSINA estudia el cuaderno y acepta a
regañadientes.) Vos te confundís porque hubo un
feriado.
ALSINA: ¡Está bien! (Pausa.) ¿Cuántos me llevás?
BALMACEDA: 85.480 partidos.
ALSINA: Uh... Te estás alejando. (Se hace una pausa
prolongada. Beben en silencio. Se escucha a lo lejos,
el sonido de una sirena8)
BALMACEDA: ¿Hacemos otro?
ALSINA: No hay caso, el mundo pertenece a las mentes
tecnificadas. Están destruyendo la imaginación. Sos un
racionalista, Negro; siempre lo fuiste. Y eso nos va a
separar toda la vida. Un racionalista impenitente. ¡Esa
maldita lógica cartesiana9! y si no, decime qué es todo
el andamiaje estructuralista10 sino una nueva trampa
del racionalismo. Decime, ¿ eh? (BALMACEDA lo
mira sin contestar.) Estuve releyendo El pensamiento
salvaje. (Ríe..) El señor Levi-Strauss...11 ¡El famoso
Levi-Strauss! Un mediocre alumno de Descartes. Un
improvisado.
BALMACEDA: Vos decís de ese... ¿Y Cassius Clay 12? No sabe
manejar la distancia. ¡Y es el mejor de todos! Y no
digo ahora que está jovato. Nunca supo manejar la

8
Las sirenas de los patrulleros policiales aparecen en el transfondo de varias escenas, como signos alertantes y,
finalmente, sus alaridos superpuestos habrán de cerrar la obra
9
El filósofo francés Renato Descartes (1596-1650) se encuentra en la fundamentación del pensamiento moderno
y coloca el escepticismo como método básico de indagación lógica.
10
Según Levi-Strauss, “la estructura no tiene contenido” , pues se trata de una organización lógica como
propiedad de lo real”. Equivale a decir que el contenido descubierto por la penetración y el análisis.
11
Claude Levi-Strauss (1908-1980), introduce el estructuralismo en antropología. Partiendo de Marx, Freud y
Saussure aplica su filosofía estructural en sus estudios sobre la sociología del parentesco y la mitología.
12
Por asociación, a Balmaceda le llega el nombre del boxeador negro norteamericano, campeón mundial de
todos los pesos en varias ocasiones.
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distancia. Entra bien, pero cuando quiere salir...


ALSINA: Vas a perder el ómnibus.
BALMACEDA: Tengo tiempo. (Nueva pausa. Beben.
Reaparece el sonido de las sirenas.) Che, Poeta... ¿Por
qué no me contás el cuento de los dos locos esos?
ALSINA: ¿Qué cuento?
BALMACEDA: El del salame y el vino.
ALSINA: Ah... ¡No!
BALMACEDA: ¡Dale! Que me gusta tanto.
ALSINA: No... No tengo ganas.
BALMACEDA: Dale...
ALSINA: Dije que no tengo ganas! (Pausa.)
BALMACEDA: Bue... (Se pone de pie, va hacia el perchero, se
coloca la gorra y toma la valija.) Creo que llegó el
momento. (Tiende la mano.) Chau, Poeta...
ALSINA: (Le da la mano.) Chau, Negro...
BALMACEDA: Me voy a acordar siempre de vos... de este
café... de lo bien que la pasamos.
ALSINA: Me imagino.
BALMACEDA: Le voy a contar a mí hermano. Lo voy a decir
que te conocí y que eras mi amigo. (ALSINA le hace
un gesto afectuoso. BALMACEDA se encamina
hacia la salida.)
ALSINA: Cuidado al cruzar la avenida. Dicen que pasan muchos
autos.
BALMACEDA: Lo voy a tener en cuenta. (Ya está cerca de la
puerta. Se detiene un instante.)
ALSINA: Ahora que te ibas... Me acordé del día que lo
noqueaste13 al Tonto Mazzarone.
BALMACEDA: (Con alegría.) ¿Te acordás? Decime si hoy ves
un nocaut como ése.
13
A continuación se hacen referencias a varios golpes de boxeo:
“noqueaste”, de “nocaut” (Knock-out), fuera de competencia, vencido.
“Jab” / “yab”, finta, golpe rápido.
“aparcap” (upper-cut), golpe violento y cortante sobre la mandíbula.
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ALSINA: Fue con un jab, ¿no?


BALMACEDA: Con un apercap.
ALSINA: Yo creí que había sido con un jab.
BALMACEDA: Un apercap. (Deja la valija, se saca la gorra y
mima la pelea.) El Torito me tiró un jab. Yo lo paré
con la izquierda y con la derecha le metí el apercap. Le
fracturé la mandíbula. Decime si hoy ves un nocaut
como ése. Claro... fue hace treinta y cinco años... no
había televisión... Si fuera hoy, ¡puf! Al día siguiente te
llaman y te hacen pelear por el título. Vos sabés que
cuando le paré el jab y le vi la cara descubierta...
ALSINA: Vas a perder el ómnibus.
BALMACEDA: Tomo el de las doce. Te decía... le vi la cara
descubierta y entonces... (Lanza un puñetazo) ¡Tac!
Creí que lo había matado, te juro
ALSINA: (Irónico, imita a un relator de radio) El Torito tira un
yab... Balmaceda l esquiva... Gran esquive del Negro
Balmaceda... Atención: Balmaceda lanza su mortífero
apercap de derecha y... ¡el Torito cae muerto!
BALMACEDA: Eh... Le arruiné la carrera
ALSINA: Balmaceda... Balmaceda... rugen las multitudes. Y el
gladiador Balmaceda saluda. dándose golpes en el
pecho, con un pie apoyado en el cuerpo yacente del
Torito Mazzarone. (Señala a BALMACEDA.) ¡This is
the champion!14 (Ríe.). (BALMACEDA hace un gesto
de disgusto. Descuelga la gorra, se la coloca, toma la
valija y, se encamina hacia la salida.) (Para sí.) Me
estaba acordando de una anécdota de Charles de
Soussens y José de Maturana...15 (BALMACEDA se
detiene y se vuelve. Mira a ALSINA.) Dos poetas
14
“Éste es el campeón”
15
Poeta y dramaturgo. Nace en Buenos Aires en 1884 y fallece en Córdoba en 1917, como periodista de ideas
libertarias colabora en periódicos de esa ideología como La protesta y El Sol. Como autor dramático son de
recordar sus obras La flor del trigo y, la más popular, Canción de primavera. Fue gran amigo de bohemia de
Charles de Soussens, y de ahí la anécdota tan gráfica como sustanciosa
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bohemios de principio de siglo. ¡Sensacional!


BALMACEDA: ¿La del salame y el vino?
ALSINA: ¿Te la conté? Ah, entonces, no.
BALMACEDA: No, dale, contala, contala...
ALSINA: Y, pero si la sabés...
BALMACEDA: No me la acuerdo bien. ¡Contala!
ALSINA: Bué... Resulta que había dos poetas bohemios...
Charles de Soussens y José de Maturana... (Lo mira.)
¿Qué hacés ahí parado con la valija. (BALMACEDA
deja la valija.) Y sacate la gorra. No puedo verte con
la gorra (BALMACEDA cuelga la gorra y se sienta
frente a ALSINA) Bue... Soussens y Maturana eran
muy pobres y vivían en una pensión de mala muerte..
BALMACEDA: En la calle Carlos Pellegrini16
ALSINA: Que en esa época se llamaba Las Artes. Bueno... una
tarde Soussens había conseguido un peso...
BALMACEDA: ¡Un peso
ALSINA: En aquella época era mucha plata.
BALMACEDA: Estaban siempre tirados, ¿no?
ALSINA: Siempre
BALMACEDA: Escribían versos y se mamaban
ALSINA: Eran bohemios. Bueno... Soussens había conseguido
un peso y le dice a Maturana "Tengo hambre. Andá al
almacén y...”
BALMACEDA: A la despensa. (ALSINA lo mira.) Siempre que
me lo contás decís "a la despensa "17
ALSINA: Qué diferencia hay! La despensa... el almacén... Es lo
mismo. (Pausa)
BALMACEDA: Dale, seguí.
ALSINA: ¡Ahora no cuento nada!
BALMACEDA: ¡Dale, Poeta!
16
Ubicada en el lado norte del Centro de la ciudad de Buenos Aires
17
Se decía “Despensa” o “almacén”, indistintamente, pero Balmaceda (como un niño que nota el cambio de
alguna palabra de un cuento que ya conoce) se apresura a corregir al relator.
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ALSINA: Dije que no cuento nada. Me rompiste el clima. ¡Esa


manía que tenés de interrumpirme! (Lo mira.) Andate,
si te tenés que ir. Eso es lo que estás buscando. (Breve
pausa.) ¡Andate! (BALMACEDA se pone de pie.
Toma la gorra, la valija y se encamina a la salida.)
ALSINA: "Andá a la despensa y comprá algo para almorzar..."
(BALMACEDA se detiene y se vuelve. A medida que
comprueba que el cuento sigue, deja la valija y la
gorra.) Eran como las cinco de la tarde, pero ellos no
tenían horario para comer. A veces se Pasaban días sin
comer, escribiendo versos... recitando... (Pausa.)
Bué... sale Maturana y vuelve un rato después, con un
paquete chiquitito y una damajuana. "¿Compraste?", le
pregunta Soussens. "sí", le contesta Maturana.
"Compré diez centavos de salame y noventa centavos
de vino". Entonces, Charles de Soussens le dice: (Crea
una expectativa. BALMACEDA comienza a reírse
por anticipado.) "Decime, José, ¿no te parece mucho
salame?". (BALMACEDA se destornilla de risa.
ALSINA sonríe satisfecho.)
BALMACEDA: ¡Qué atorrante! Diez de salame... noventa de
vino... y lo que le parecía mucho era el salame...
ALSINA: "Decime, José, ¿no te parece mucho salame?".
Hermoso.
BALMACEDA: (Recomponiéndose.) ¡Ay, qué bárbaro...!
¡Cómo me hace reír! (Pausa.) Flor de curdas los dos,
¿no?
ALSINA: Eran hombres libres.
BALMACEDA: Vos me contaste que se pasaban los días en el
café.
ALSINA: Vivían en los cafés. Y ahí escribían y recitaban sus
versos. Y hasta el presidente de la República iba a
escucharlos.
El viejo criado 11

BALMACEDA: ¡Hasta el Presidente!


ALSINA: Y ellos recitaban...
BALMACEDA: Y se mamaban...
ALSINA: Tres, cuatro días seguidos sin salir del café. Recitando.
BALMACEDA: ¡Qué cultura alcohólica, ¿no?! (Breve pausa.)
Mamarse y divagar. ¿Te acordás que vos siempre
decías? ¡Mamarse y divagar!
ALSINA: (Ensimismado.) "Je sais que mes désirs no sont que
des soupirs, / comme d'un astronome affrolé d'une
etoile / ainsaissiable et pure ainsi qu' Isis sans voile / Je
sais que mes soupirs sont des désirs martvrs!" 18 Eso es
de Soussens. ¡Hermoso! (BALMACEDA hace un
gesto afirmativo.) Uno de estos días voy a escribir un
ensayo sobre la poesía de Soussens. (Pausa. - Se
vuelven a escuchar las sirenas.)
BALMACEDA: Esa del salame y el vino se la tengo que contar
a mi hermano. Se va a reír mucho. (Pausa.) ¡La cara
que va a poner mi hermano cuando me vea...! ¿Te
parece que me reconocerá? La última vez que lo vi
estaba de colimba. Con el uniforme marrón y la gorra
con visera... como se usaba antes. El tren se iba y me
hizo la venia, me acuerdo. Y me hizo la venia. Estaba
parado arriba del sulki del abuelo.
ALSINA: Vas a perder el ómnibus.
BALMACEDA: Tomo el de las doce. (Quedan en silencio, cada
uno en lo suyo. Casi inconscientemente, ALSINA
reparte las barajas. Un instante después ingresan
CARLITOS e Ivonne. Son dos figuras casi irreales,
las caricaturas, él de un cantor de tangos del año 20;
ella de una vieja prostituta.)
CARLITOS: (Con todo su sentimiento.) "Mi Bueeenos Aiiires
18
“¡Yo sé que mis deseos no son más suspiros, / cual los de un astrónomo enloquecido por una estrella /
inaprensible y pura como Isis sin velo; / yo sé que mis suspiros son mártires deseos!” (Según la traducción de
Lisandro Z. D. Galtier)
El viejo criado 12

queriiiidoooo... Cuando yo te vuelva a ver... No habrá


más penas ni olviiidos..."19 (Larga pausa.) Mi café...
mi viejo café... ¡Perenne, inmóvil! El santuario de las
horas mías. (Se pasea extasiado por el lugar. Ivonne
queda junto a la entrada mirando con displicencia.
ALSINA Y BALMACEDA siguen jugando un truco
en silencio. La presencia de la pareja pasa
inadvertida para ambos; tampoco CARLITOS e
Ivonne registran a BALMACEDA y ALSINA.)
ALSINA: ¿Qué pasará que hay tanta gente en la calle?
BALMACEDA: Salieron a pedir que lo larguen al coronel20.
Truco.
ALSINA: No quiero. (Se descartan. BALMACEDA mezcla.)
¿Qué coronel?
BALMACEDA: Ese... que ayudaba a los pobres.
(BALMACEDA reparte las barajas y juegan en
silencio.)
CARLITOS: (A Ivonne, luego de haber "reconocido" el lugar.)
¿Ves, Ivonne? Aquí pasé los mejores años de mi vida.
¿Y? ¿Vas a comparar este con París? (Ivonne hace un
mohín displicente. CARLITOS se detiene frente a la
mesa donde están sentados BALMACEDA y
ALSINA.) ¡La mesa del trío! La misma mesa. (A
IVONNE.) En esta mesa se sientan El Mocho,
Traverso y el Pardo Augusto. El trío más famoso del
sur. Ya deben estar por llegar. Vas a ver cuando los
conozcas. (Ivonne se sienta en la mesa donde están
ALSINA y BALMACEDA que siguen jugando a las
barajas. CARLITOS la toma de un brazo y la
19
Las primeras estrofas del tango Mi buenos Aires querido, letra de Alfredo Le Pera y música de Carlos Gardel
20
El autor sigue ubicando en nuestro tiempo político. Alude al coronel Juan Domingo Perón (1895)-1974), quien
después de la revolución militar del 4 de junio de 1943, se ha ido convirtiendo en líder de los trabajadores. El
hecho crea fuertes enfrentamientos dentro del mismo gobierno y, finalmente, Perón es detenido y enviado preso
a la cercana isla Martín García. La clase obrera se moviliza entonces y sale a la calle a pedir que sea puesto en
libertad. Ello ocurre el 17 de octubre de 1945 y esa misma noche, luego de largos cabildeos e indecisiones en la
conducción gubernamental, Perón, ya liberado, habla a la enorme masa reunida en Plaza de Mayo desde los
balcones de la Casa de Gobierno.
El viejo criado 13

traslada a la otra mesa.) ¡No! ¿Qué hacés? Esta mesa


tiene que estar siempre libre. Reservada para el trío.
Una noche llegó el trío y había un forastero sentado
ahí... (Señala a BALMACEDA.) Y el Mocho lo mató.
(Breve pausa.) El Mocho... El más grande. guapo del
arrabal. Siempre decía, me acuerdo: "Pero váyanlo
sabiendo, soy hombre de Leandro Alem" 21. ¿Que se
habrá hecho de Leandro Alem? Traverso, no. Traverso
era hombre de Kropotkin22. ¡Un libertario! Y el Pardo
Augusto... De él nunca se supo. Jamás dijo una
palabra. ¡Callado! ¡Siempre callado! Un porteño de
ley. El Mocho, Traverso y el Pardo Augusto. El trío
más famoso del sur.
IVONNE: Esto ya me aburre.
CARLITOS: Vas a ver lo que es esto dentro de un rato. Poetas...
políticos... cajetillas... arrabaleros... generales ...
embajadores... y en medio de todos ellos... ¡El trío! ¡Lo
que va a ser cuando me vean! ¡CARLITOS...
volviste... ! Luces... serpentinas. .. claveles rojos y
blancos... Y yo estreno mí tango23. (A Ivonne,
insinuante.) Y vos contás tu historia.
IVONNE: ¡Ni pienso!
CARLITOS: Ah, Ivonne... ¡Vamos!
IVONNE: ¡No insistas porque me vuelvo a París!
CARLITOS: Una sola vez. La contás una sola vez.
IVONNE: Oíme, CARLITOS: Las condiciones para venir a
Buenos Aires fueron: ni cuento mi historia, ni me
acuesto con argentinos. ¿Estamos, no? (CARLITOS
21
Estrofa final de la parte tercera de Milonga del 900, milonga con letra de Homero Manzi y música de
Sebastián Piana. Leandro N. Alem (1842-1896) es el caudillo político más popular que participa activamente en
la revolución de 1890, llamada “del parque” por haberse concentrado en el Parque de artillería, que se hallaba en
frente a la actual Plaza Lavalle.
22
Pedro Alexeievich Kropotkin (1842-1921), revolucionario ruso que se afilia prontamente a la Internacional
Socialista que funda otro agitador compatriota, Miguel Bakunin (1814-1876) y aporta las bases de la ideología
anarquista.
23
Toda la ambición de ser místico que es CARLITOS, estriba en que alguna vez pueda estrenar ese tango cuya
letra se le resiste y no ha podido escribir aún, y de ahí su desazón.
El viejo criado 14

inicia una protesta.) ¡Me vuelvo a París!


CARLITOS: Está bien... Está bien... Pero no fue exactamente así: lo
de la historia es cierto, pero dijiste que aceptabas
acostarte con argentinos que sean de origen europeo.
IVONNE: De origen centro europeo. ¡Centro europeo!
CARLITOS: Incluyendo Francia.
IVONNE: ¡Por supuesto!
CARLITOS: Italia...
IVONNE: ¡No! De Francia para allá. (Señala.)
CARLITOS: Y bueno... Italia... España...
IVONNE: Para allá! Para el otro lado. No te hagas el idiota; sabés
de qué te hablo. (Se hace una pausa. Retorna el
sonido de las sirenas.)
CARLITOS: ¿Oís, Ivonne? ¿Oís a lo lejos? ¡Un organito! ¡Qué
maravilla! Esto es Buenos Aires. Ahora sí que voy a
poder escribir mi tango. (Saca un papel y un lápiz y se
pone a escribir. Ivonne se retoca el maquillaje.)
ALSINA: Envido.
BALMACEDA: Quiero treinta.
ALSINA: Son buenas. (Juegan en silencio.) No sabía que había
un coronel que ayudaba a los pobres.
BALMACEDA: Está hace poco. Truco.
ALSINA: No quiero. (Se descartan. Mezcla ALSINA y volverán
a jugar en silencio.)
CARLITOS: (Componiendo.) "Vuelvo a mi barrio Y me recibe... Y
me recibe..." Ivonne: ¿quién me Puede recibir?
IVONNE: ¡Ah, qué sé yo¡
CARLITOS: Pero es importante. Vuelvo de París... llego a la casa de
mi infancia... Golpeo la puerta y alguien tiene que
recibirme...” (Breve pausa. Tira el papel.) El regreso
no va. (Saca otro.) Lo voy a hacer de amor. "Y esta
soledad... (Hace un gesto de asentimiento.) Por ahí
anda. "Soledad..." (Breve pausa.) Ivonne,
El viejo criado 15

abandoname.24.
IVONNE: ¡Ay, no CARLITOS, ahora no!
CARLITOS: Abandoname.
IVONNE: Estoy cansada del viaje.
CARLITOS: ¡Te digo que me abandonés!
IVONNE: ¡Ufa...! (Desganada, Ivonne se acerca a CARLITOS
y se para ante él.)
IVONNE: (Recita.) Me voy, CARLITOS.
CARLITOS: (Simula.) ¿Te vas? ¿Quiere decir que me abandonás?
IVONNE: Sí, para siempre.
CARLITOS: ¿Eso quiere decir que me dejás?
IVONNE: Me enamoré de otro hombre. ¡Adiós! (Ivonne sale
hacia el salón familias.)
CARLITOS: Adiósss... (Escribe.) "Se fue una tarde de emparrados,
glicinas y malvones.. (Hace un gesto de desagrado.)
Ivonne: regresá. (Ivonne reaparece.)
IVONNE: CARLITOS, volví.
CARLITOS: ¡Ivonne! Has vuelto. Pero ya es tarde. Estamos viejos.
IVONNE: ¡Más vieja será tu madre!
CARLITOS: ¡Pero, no, Ivonne! Cuando uno regresa es porque ya
está viejo. No hay caso. El tema es el regreso. (Se
pone a escribir.) "Vuelvo vencido y me recibe..." (Se
escucha el sonido de una sirena lejana que, poco a
poco, se va transformando en la música de un
antiguo organito.)
BALMACEDA: Truco.
ALSINA: Quiero. (CARLITOS, por primera vez, descubre la
presencia de ALSINA y BALMACEDA. Los mira
asombrado.)
BALMACEDA: Lo tuvieron que largar al coronel,25 ¿viste?
ALSINA: Una payasada..., pero la plaza se llenó de gente y
24
El “abandono”, según los letristas más mediocres y reiterantes del tango, es un precioso tema de inspiración, y
al parecer inagotable para los vates del 2 x 4
25
Se ha producido lo apuntado en la nota 20.
El viejo criado 16

tuvieron que largarlo.


BALMACEDA: ¡Ja! Una payasada.
ALSINA: ¡Claro! Cuatro gatos locos se van a lavar las patas a las
fuentes de Plaza de Mayo y todas las estructuras
tiemblan. No seas ingenuo, Negro. Aquí hay un
acuerdo entre las potencias aliadas y los factores de
poder. El coronel está liquidado. Jugó al triunfo de
Alemania26 y perdió. Envido.
BALMACEDA: No quiero.
CARLITOS: (A Ivonne.) ¿Y esos dos? Ocuparon la mesa del trío.
(Se acerca para escuchar.)
BALMACEDA: ¿Y entonces por qué lo largan?
ALSINA: Es una táctica. Lo liberan y después renuncia. Está
claro. Las circunstancias históricas corresponden a una
apertura socialdemócrata27.
CARLITOS: (A Ivonne.) Ah... son extranjeros. Ponete linda.
(Ivonne inicia la "ceremonia" de su arreglo
personal.)
BALMACEDA: Así que va a renunciar... A mí me gustaba el
coronel, que querés que te diga. Cuando era joven
boxeaba.
ALSINA: La vez pasada, justamente, estuve releyendo un ensayo
muy, interesante sobre el ascenso obrero en Inglaterra,
a fines del siglo pasado. Una perspectiva bastante
parecida a la nuestra. Y en Inglaterra sigue la
monarquía. Envido.
BALMACEDA: Quiero veintinueve.
ALSINA: Son buenas. (CARLITOS se acerca a la mesa y se
dirige en forma autoritaria.)
CARLITOS: Perdón, señores, pero están ocupando la mesa del trío
más famoso del sur.
26
Alsina repite el reproche referido a que la ideología de Perón, sigue, muy “a la americana”, ciertas huellas del
fascismo de Mussolini y del nazismo hitleriano, ya que entonces vencidos en la contienda europea, a partir de las
bombas atómicas lanzadas por las fuerzas aliadas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
27
Alude al imperio de una democracia liberal con fundamentos decididamente conservadores.
El viejo criado 17

BALMACEDA: ¿Qué le pasa?


CARLITOS: (Se achica.) No, no lo tome así. Lo digo por el bien de
ustedes. Dentro de un rato llega el trío y... (A
BALMACEDA.) Una vez el Mocho mató a un
forastero que ocupaba ese lugar.
BALMACEDA: (A ALSINA.) Está loco.
CARLITOS: Ahora, si me ven sentado a mí no van a decir nada. Yo
soy uno de los pocos que puede ocupar la mesa. ¿Me
permiten? (Se sienta.)
BALMACEDA: ¡No le permito nada!
ALSINA: ¡Pará, Negro! (A CARLITOS.) Puede sentarse.
CARLITOS: Gracias. (Señala la botella.) ¿Puedo? (BALMACEDA
va a protestar.)
ALSINA: Métale.
CARLITOS: (Se sirve y bebe.) Mejor que me vean tomando. Se van
a dar cuenta de que son amigos míos.
ALSINA: ¿Cómo es eso del trío?
CARLITOS: El trío más famoso del sur. El Mocho, Traverso y el
Pardo Augusto. Paran en este café. Ya deben estar por
llegar. ¿Ustedes son del sur?
ALSINA: Sí, claro.
CARLITOS: Bueno... entonces no tengo más nada que decirles. Son
inconfundibles. Andan siempre juntos los tres. (Señala
el paquete de cigarrillos de ALSINA) ¿Me permite?
ALSINA: Sí, dele. (Saca un cigarrillo y se lo guarda en un
bolsillo.)
CARLITOS: Les decía... El Mocho usa botín enterizo y sombrero
marrón. Es hombre de Leandro Alem. El Pardo
Augusto lleva siempre un lengua blanco y un sombrero
de ala baja. (A ALSINA.) Se sienta ahí, donde está
usted y se queda siempre con la mirada fija en un
punto sin decir una sola palabra. Un porteño de ley. Y
Traverso tiene una melena larga... sombrero aludo... Es
El viejo criado 18

hombre de Kropolkin. ¡Un libertario! (Ivonne escupe


sonoramente el cepillíto del rimmel, lo cual convoca
la atención de ALSINA y BALMACEDA.) Perdón...
Esta es madame Ivonne, de Francia. (ALSINA se pone
de pie y se acerca a ella. Ivonne le tiende la mano.)
IVONNE: Et un placeg.
CARLITOS: (A ALSINA) Dice que es un placer.
ALSINA: Madame... Es un honor conocerla.
CARLITOS: (Al oído, a Ivonne.) Un centroeuropeo. Acabamos de
llegar de París.
ALSINA: ¿No me diga?
CARLITOS: Reciencito.
BALMACEDA: (A ALSINA.) ¿Seguimos jugando o no?
ALSINA: Pará. (A Cartitos.) ¿Y qué tal París?
CARLITOS: Eh... qué quiere que le diga. ¿Me permite? (ALSINA
asiente. CARLITOS se sirve de beber.)
ALSINA: ¿Pero le fue bien allá?
CARLITOS: "Aprendí todo lo bueno... aprendí todo lo malo..."28.
ALSINA: ¿Y hace mucho que se fue?
CARLITOS: No... ¿Qué harán? (Mira a Ivonne.) Cuarenta años. Yo
paraba en este café. Habrán oído hablar de mí.
CARLITOS. En 1905 gané un concurso de tangos que
se hizo en este café. Y de ahí... a París. ¿Ustedes no
estuvieron en la fiesta de mi despedida? Ah.. . lo que
fue aquello. Eramos como cinco mil personas aquí
adentro. Embajadores ... generales... sacerdotes...
artistas... políticos ... ¡Increíble! Había un chico muy
fogoso... con melena y bigote...29 socialista. ¿No viene
más por acá? (ALSINA hace un gesto de duda.)
CARLITOS: ¡Qué despedida! Dos o tres heridos, nada más. Pero
28
Estrofas del tango Las 40, letra de Francisco Gorrino y música de Roberto Grela
29
Se alude a Alfredo L. Palacios (1880-1965), quien a los 24 años se convierte en el primer diputado socialista
de la Argentina. Sumamente popular su figura se destaca por la melena, las puntas del bigote enhiestas y el
chambergo, todo muy mosqueteril, y sobresalía por la valentía y la fogosidad que ponía en su lucha denodada, en
todos los terrenos, de justiciero social.
El viejo criado 19

por apretujamiento. ¡Qué noche! ¡Qué noche! Traverso


me gritó, no me olvido más: "Traete una francesita,
CARLITOS". (A Ivonne.) Vas ver cuando te vea
Traverso. (ALSINA lanza una mirada curiosa a
Ivonne.) (A ALSINA.) Eh. .. eh... Parece que usted le
gusta Ivonne.
ALSINA: (Espantado.) ¿A mí?
CARLITOS: Usted la mira con cierto... digamos... ¡deseo!
ALSINA: No, perdón, no quise...
CARLITOS: Lo entiendo. Yo soy hombre también. Y ella es
francesa. Usted es hijo de franceses... (ALSINA va a
hablar.) Shhh... No diga nada. Se nota enseguida. Me
recuerda mucho a Romain Rolland30 ¿No es cierto
Ivonne? (Ivonne hace un gesto displicente) El corte
de cara. (Le hace un gesto a ALSINA y lo lleva
aparte.) Digamos... Cinco pesos. (ALSINA lo mira sin
entender muy bien. CARLITOS hace un cabeceo
pícaro hacia Ivonne. ALSINA entiende.)
ALSINA: (Espantado.) No. .. no quiero.
CARLITOS: Le dije que francesa, ¿no? Ivonne: hablá en francés.
IVONNE: Je suis trés content31.
CARLITOS: Excitante, ¿eh?
ALSINA: Lo lamento.
BALMACEDA: Sigamos jugando. Vamos. (BALMACEDA
distribuye las barajas.)
CARLITOS: Ivonne... Los señores quieren verte bien. (Ivonne
Inicia un paseo con toda dignidad.) ¡La reina de
Monmartre!32 (Breve pausa. Mira la reacción de
ALSINA y BALMACEDA que siguen jugando a las
cartas.) Contales lo del Marqués de Chatelón.
30
Romain Rolland. Escritor francés (1868-1944). Su actitud pacifista durante la Primera Guerra Mundial lo
convirtió en representante del sector intelectual. Entre sus obras principales figuran: Juan Cristóbal, El alma
encantada, etc.
31
“Estoy muy contenta”
32
Sobre el lado derecho del Sena, célebre por sus artistas bohemios.
El viejo criado 20

IVONNE: Quería casarse conmigo y me ofreció una colonia en la


India.
CARLITOS: El conde suizo ese. (Ivonne lo mira.) El del castillo.
IVONNE: Ah... el conde de Bismark. Me ofreció un castillo para
acostarse conmigo una sola vez.
CARLITOS: Contales lo del rey africano.
IVONNE: Era negro.
CARLITOS: ¡Lo mismo! Contales.
IVONNE: Ugu-sum. se llamaba. Y me dijo: serás la dueña de
África.
CARLITOS: ¿Qué tal? Reyes... aristócratas... millonarios... ¡Pero
ella prefirió un porteño! (Pausa. Ivonne ha vuelto a
sentarse y seguirá con su maquillaje. CARLITOS se
acerca a ALSINA y le habla al oído.) Podríamos
arreglar en tres.
ALSINA: No, en serio.
CARLITOS: Dos, digamos.
ALSINA: No, viejo, basta. Déjenos jugar.
CARLITOS: Uno cincuenta y basta.
BALMACEDA: (Agresivo.) ¿No oyó lo que le dijo? Raje.
Vamos.
CARLITOS: Bueno... me pagan la copa y con eso basta.
BALMACEDA: (Explota.) Tomátela, cafishio barato33
CARLITOS: No, eso no. (BALMACEDA se pone de pie y toma a
CARLITOS por las solapas.)
BALMACEDA: ¡No, qué!
ALSINA: Dejalo, Negro.
CARLITOS: No me gustó lo que me dijo.
BALMACEDA: ¿Así que no te gustó? Sos un cafishio barato. Y
esa es una vieja puta.
IVONNE: Vieja... Qué palabra horrible.
BALMACEDA: Así que fuera... ¡Fuera los dos!
33
“Cafishio” nombra al que vive a costa de alguien, por lo común y como en este caso, de una mujer. Lo de
“barato” es una descalificación más denigrante aún.
El viejo criado 21

ALSINA: Calmate, Negro.


CARLITOS: Usted nos ha confundido, señor.
BALMACEDA: ¡Fuera, dije! (BALMACEDA rodea el cuello de
CARLITOS con el brazo y comenzará a apretar.
CARLITOS se aferra al respaldo de la silla de
Ivonne, quien seguirá maquillándose. El rostro
congestionado de CARLITOS queda prácticamente
pegado a la cara de Ivonne.)
CARLITOS: ¡Contale tu historia, Ivonne!
IVONNE: Ni pienso.
CARLITOS: ¡Contale tu historia que me mata!
IVONNE: Ya te lo dije cuando me propusiste venir a Buenos
Aires. La historia no la cuento.
CARLITOS: (Con un hilo de voz.) Por favor...
ALSINA: (A Ivonne.) Haga algo. Mire que lo va a matar.
(Ivonne mira el rostro congestionado de CARLITOS.
Duda un instante.)
IVONNE: Está bien. Me acosté con Gardel34. (Todo se paraliza.
BALMACEDA queda estático pero no suelta a
CARLITOS.)
BALMACEDA: ¿Qué dijo?
IVONNE: Que me acosté con Gardel.
ALSINA: ¿Es cierto?
BALMACEDA: ¿Es cierto?
CARLITOS: Contales...
IVONNE: ¡Ay, Carlitos... por qué me hacés esto! Esta historia es
mía, solo mía.
BALMACEDA: (Sin pretenderlo sacude a CARLITOS.) ¿Pero
es cierto o no es cierto?
IVONNE: ¡Claro que es cierto!
CARLITOS: (Que sigue casi ahogado.) No discutan. Contásela.
34
Se asegura, aunque se mantiene cierta polémica al respecto que Carlos Gardel nace en la ciudad francesa de
Toulouse, bien a fines de 1890. fallece en un accidente de aviación en el aeroparque de Medellín (Colombia), en
junio de 1935
El viejo criado 22

IVONNE: (Displicente.) Fue una tarde de otoño en el café de la


Paix...35
CARLITOS: ¡Con ademanes! (Ivonne se pone en pose. Comienzan
a sonar, lejanos, violines nostálgicos.)
IVONNE: Fue una tarde de otoño en el café de la Paix. Yo estaba
tomando un refrescado de horchata con mi tía
Françoise, cuando lo vi entrar. Vestía de gaucho y
sonreía.
BALMACEDA: (Que no ha soltado a CARLITOS.) Estaría
filmando "El tango en Broadwav"36.
CARLITOS: Shhh...
IVONNE: Entonces... (Duda.)
ALSINA: Sonreía. Dijo que sonreía, ¿y?
CARLITOS: (Sopla.) Me miró ...
IVONNE: Me miró... lo miré... Y me tuve que acostar con él.
(ALSINA y BALMACEDA la miran encandilados.
BALMACEDA suelta a CARLITOS que cae
pesadamente.)
CARLITOS: (Ronco.) El macho, carajo...
IVONNE: Fue mi primer hombre. (Ivonne da por terminado el
cuento.)
BALMACEDA: Bueno... ¿y? El la miró... usted lo miró y... ¿ahí
nomás?
IVONNE: ¡Oiga! ¿Qué se cree? ¿Que soy una de esas? Primero
me metió una mano por aquí... (Señala el escote.) Me
agarró una... (A CARLITOS.) ¿Com se dis?
CARLITOS: Tet.
IVONNE: Ui. Tet.
ALSINA: ¿Y?
IVONNE: Me desmayé.
ALSINA: ¿Cómo se desmayó? ¿No vio nada?
35
El Café de la Paix se encuentra a la derecha del Seña, en la plaza de la Ópera, y es famoso desde el siglo
pasado por la concurrencia asidua de escritores y artistas.
36
Película se filma por la Paramount de los EE.UU. en 1934, y se estrena al año siguiente. Tiene a Carlos Gardel
como protagonista y cantor.
El viejo criado 23

IVONNE: Me desmayé al principio, pero lo mejor lo vi.


BALMACEDA: ¿Y cómo ... ? ¿De qué manera ... ? Quiero decir.
.. Bueno, usted me entiende... (Mira a ALSINA
buscando la expresión.)
ALSINA: ¿Hacía las cosas como todos los demás?
IVONNE: Era distinto.
BALMACEDA: Dicen que bueno... Perdón, señora, no sé cómo
decirlo... (Vuelve a recurrir a ALSINA.)
ALSINA: Que era más hombre que cualquiera. (Breve pausa.)
BALMACEDA: ¿Es cierto? (Ivonne los mira un instante.
Largo silencio.)
IVONNE: Sonreía. Me acuerdo que sonreía. (BALMACEDA y
ALSINA quedan extasiados mirando a Ivonne Ella
pierde la mirada, recordando. BALMACEDA y
ALSINA se arrodillan ante ella y cada uno le toma
una mano.)
BALMACEDA: Es usted hermosa.
ALSINA: Una diosa.
BALMACEDA: La más hermosa de todas.
ALSINA: La amo, Ivonne. La amo desde el primer momento que
la vi.
CARLITOS: (A ALSINA.) ¡Eh, ¿qué hace?! Nada de palabras de
amor, ¿eh? Haga lo que quiera, pero cuidado con lo
que dice. (ALSINA y BALMACEDA acarician a
IVONNE, quien mantiene su postura digna.) (A
ALSINA.) Bueno, usted primero.
ALSINA: ¿Yo?
CARLITOS: Usted, hombre, sí. Adelante. (IVONNE y ALSINA se
pierden en la zona mágica.)
BALMACEDA: ¿Y después yo?
CARLITOS: Por supuesto. (BALMACEDA queda pendiente de lo
que pasa en la zona mágica. CARLITOS lo estudia
El viejo criado 24

un instante.) ¿Usted es búlgaro37, no?


BALMACEDA: ¿Yo? ¿Está loco?
CARLITOS: Tiene el tipo clásico de los búlgaros.
BALMACEDA: Oiga, ¿me está cargando? Soy argentino de pura
cepa.
CARLITOS: ¿Su padre?
BALMACEDA: Argentino.
CARLITOS: ¿Su abuelo?
BALMACEDA: Argentino,
CARLITOS: ¿Su bisabuelo?
BALMACEDA: ¡Ah, que sé yo!
CARLITOS: ¿Ha visto? Seguro (Lo mira) Tiene todo el tipo.
BALMACEDA: ¿Dónde queda eso?
CARLITOS: ¿El qué?
BALMACEDA: Los búlgaros... ¿De dónde son?
CARLITOS: De Bulgaria, por supuesto.
BALMACEDA: No serán... rusos, ¿no?
CARLITOS: ¡Nada que ver! Son muy parecidos a los argentinos;
pero búlgaros. ¿Cómo es su apellido?
BALMACEDA: Balmaceda.
CARLITOS: ¡Pero...! Clásico apellido búlgaro.
BALMACEDA: ¿En serio?
CARLITOS: En Bulgaria, los Balmaceda son como los Pérez aquí.
BALMACEDA: ¿No me diga? (CARLITOS asiente) Entonces...
¿usted cree que yo puedo ser búlgaro?
CARLITOS: Estoy seguro,
BALMACEDA: (Con cierto orgullo.) Mire usted... Nunca lo
hubiera pensado. (Pausa larga.)
CARLITOS: (Señala la botella.) ¿Puedo?
BALMACEDA: ¡Por favor! (CARLITOS se sirve y sirve a
BALMACEDA. Beben.) ¿Y qué tal París?
CARLITOS: ¡Ah... insufrible! Usted no sabe lo que es eso. Ahí no

37
Originario de Bulgaria, república de la Europa Central cruzada por la cordillera de los Balcanes.
El viejo criado 25

se puede vivir.
BALMACEDA: ¿Por qué?
CARLITOS: Tiros... sirenas... todo el tiempo.
BALMACEDA: La guerra.
CARLITOS: ¡Dos guerras! Una, vaya y pase. Pero no, dos. Y las
dos en París. Y ahora se arma a tercera.
BALMACEDA: ¿No me diga?
CARLITOS: Uno de estos días los alemanes invaden Polonia, o los
polacos invaden Alemania. Están en eso (Bebe.) Los
europeos no pueden vivir sin guerra. (Pausa.
CARLITOS se acerca a BALMACEDA en actitud
confidente.) Entre paréntesis... A mí me dijeron...
(Mira hacia uno y otro lado.) ¿Es cierto que los
pasillos del Banco Central están llenos de oro?38
BALMACEDA: Cierto.
CARLITOS: ¿Y que este coronel que está ahora lo va a repartir?
BALMACEDA: Ya empezó a repartirlo.
CARLITOS: ¿Ya empezó? Espero no haber llegado tarde.
BALMACEDA: ¡No...! Hay oro hasta el año dos mil. Lo dijo el
otro día.
CARLITOS: Eso me tranquiliza. Y, dígame... (Otra vez confidente.)
¿Es cierto que tira el oro desde el balcón y que el que
agarra, agarra?
BALMACEDA: ¿Quién le dijo eso?
CARLITOS: Los franceses lo dicen.
BALMACEDA: Los franceses... los franceses... ¡Me cago en los
franceses! Las cosas se hacen bien. A cada cual de
acuerdo a su necesidad.
CARLITOS: Eso puede ser peligroso.
BALMACEDA: A los ricos lo que necesitan, y a los pobres lo
que necesitan también.
38
En 1946 Miguel Miranda, a cargo del Ministerio de Economía, expresa, refiriéndose a los 1.000 millones de
dólares acumulados en el Banco Central: “No podemos caminar por los pasillos: el oro nos bloquea”. El dólar se
cotiza a cuatro pesos (de los de antes).
El viejo criado 26

CARLITOS: Ah, si es así me parece justo. (Reaparecen ALSINA e


IVONNE Ella arreglándose el vestido y él totalmente
desconsolado.)
IVONNE: ¡Vos y tus argentinos!
ALSINA: (A BALMACEDA.) No pude... no pude...
BALMACEDA: ¿Pero por qué?
ALSINA: No pude... no pude... (Se sienta en la mesa y bebe
desconsolado.)
CARLITOS: (A IVONNE) ¿Qué le pasó?
IVONNE: Quería hacer la cosa y sonreír al mismo tiempo. Y
claro, no le salía.
CARLITOS: (Con un cabeceo de resignación.) Lo mató la
comparación. Esto nos va a pasar seguido. Bese, ahora
el otro.
IVONNE: ¡Con ése no!
CARLITOS: ¿Por qué?
IVONNE: Es un negro.
CARLITOS: ¿Quién te dijo? Es búlgaro.
IVONNE: ¿Búlgaro?
CARLITOS: Claro. (A BALMACEDA.) Eh.... psst... Usted, el
búlgaro. (BALMACEDA lo mira.) Sí, usted. Puede
pasar. (BALMACEDA se encamina encandilado
hacia IVONNE.)
IVONNE: Nunca tuve un búlgaro. (Se toman del brazo y salen
hacia la zona mágica como si ingresaran al salón de
un palacio.) ¿Es cierto que la campiña de su país es
tan verde como dicen? Cuénteme. (Salen. CARLITOS
se sirve de beber luego de pedirle permiso a ALSINA.
Observa que sigue desconsolado.)
CARLITOS: Bué... bué... Ya pasó. Ya pasó. Le voy a hacer una
confidencia: al comienzo, a mí me pasaba lo mismo.
ALSINA: ¿En serio?
CARLITOS: Por supuesto. La competencia. Uno siente que tiene
El viejo criado 27

que competir con él y claro... ¿Quiere que le diga una


cosa? Yo canto mejor que él; de eso estoy seguro. Pero
en el amor... ahí no sé. Tengo que admitirlo: me cuesta
ganarle. (Se escucha una carcajada de IVONNE.
ALSINA se echa a llorar. CARLITOS, feliz, se pone a
componer su tango.) "Golpeo en la casa... se abre la
puerta y me recibe... me recibe..." (Se ilumina) ¡Pero
claro! (A ALSINA.) Dígame, joven, no sabe dónde
puedo conseguir un viejo criado?39
ALSINA: ¿Un viejo criado?
BALMACEDA: Sí, necesito que me reciba un viejo criado.
CARLITOS: Sí, necesito que me reciba un viejo criado.
ALSINA: En esta época es difícil. Los viejos criados están todos
trabajando en las fábricas. Les pagan mejor.
CARLITOS: ¡Qué contrariedad! (CARLITOS vuelve a los papeles.
IVONNE y BALMACEDA aparecen desde el fondo
tomados del brazo e ingresarán al salón familias.
ALSINA estará pendiente de ellos.)
BALMACEDA: Cuéntemelo otra vez. ¿Cómo fue que le dijo?
IVONNE: Mucho gusto, señorita.
BALMACEDA: ¡Mucho gusto, señorita! ¡Qué bárbaro! Solo él
podía decir una cosa así. (Salen hacia el salón
familias.)
CARLITOS: Otra pregunta: ¿dónde está el juego de calles que se da
en diagonal?40
ALSINA: (Molesto.) No sé.
CARLITOS: ¿Cómo no va a saber? En París no se habla de otra
cosa. En Buenos Aires, dicen todos, hay un juego de
calles que se da en diagonal.
ALSINA: Algo oí, pero nadie sabe. Aparte, no le conviene hablar
39
El personaje alude al protagonista de La casita de mis viejos, letra de Enrique Cadícamo (Música de Juan
Carlos Cobián), con el que se identifica, aunque él no encuentra, al retornar de París, un “viejo criado” que lo
reciba, como ocurre en el tango, por las razones sociales que habrá de explicarle Alsina.
40
En otro de los tangos que cantara Carlos Gardel (Anclado en París), música de Guillermo Barbieri y letra del
ya nombrado Enrique Cadícamo) se dice, y por eso la pregunta de Carlitos: “alguien me ha contado que estás
floreciente 7 y un juego de calles de da en diagonal”
El viejo criado 28

mucho de eso.
CARLITOS: ¿Por qué?
ALSINA: Lo meten presa.
CARLITOS: ¿Preso?
ALSINA: Las cárceles están llenas de gente.41
CARLITOS: ¿En serio? (ALSINA asiente.) ¿Y quiénes están
presos?
ALSINA: Mucha gente.
CARLITOS: ¿No leyó si el Mocho está preso? Era hombre de
Leandro Alem.
ALSINA: No se dice quién está preso.
CARLITOS: ¡Con razón no viene! (Reingresan BALMACEDA e
IVONNE desde el fondo.)
BALMACEDA: Pero y... en el momento... ¡En el momento!
Usted me entiende... ¿Qué le dijo?
IVONNE: Ah... ese es un secreto que me guardo para mí. No se
lo puedo decir.
BALMACEDA: Por favor... pido
IVONNE: Ah... no, no, no...
CARLITOS: Ivonne... Todos los hombres de Leandro Alem están
presos42
IVONNE: Algo habrán hecho. La gente decente no va a la cárcel.
Y vos no tenés nada que ver. Vos estuviste afuera. Si
ellos hicieron travesuras, allá ellos. (Al oído.) Un
caballero, el búlgaro. Un verdadero caballero. (A
BALMACEDA.) ¡Allons, monsieur!43 (Salen del
brazo hacia el salón familias.)
CARLITOS: Y si el Mocho está preso, también están presos
Traverso y el Pardo Augusto. Siempre andaban juntos.
(Recapacita.) Oiga... ¿está seguro de lo que dice?
41
El sentido es que, fatalmente, siempre existen “presos políticos”
42
Nombra a los radicales por aparecer estos, en su mentalidad, como los héroes rebeldes de la Revolución del 90,
y da por sentado que entre los presos ha de encontrarse El Moncho. Para él es la única razón por la que su viejo
amigo no se encuentra en el Bar.
43
“Vamos señor”
El viejo criado 29

(ALSINA lo mira.) Eso de que están todos presos.


ALSINA: Seguro. Escúcheme: déjeme ir con ella. Quiero probar
otra vez.
CARLITOS: Déjelos a ellos. ¡Déjelos! Oiga: si en París me dijeron
que el presidente camina solo por la calle y va a los
cafés a escuchar como recitan los poetas.
ALSINA: ¿Quién le dijo éso?
CARLITOS: Rubén Darío44.
ALSINA: ¡Eh... pero eso fue antes!
CARLITOS: ¿Antes, cuándo?
ALSINA: Hace veinte años.
CARLITOS: ¡Veinte años! (Hace un gesto de dolor.)
ALSINA: ¿Qué le pasa?
CARLITOS: Veinte años... Veinte años, dice usted. Yo debí haber
regresado hace veinte años. Pero... Me acuerdo, una
tarde en París... Me acuerdo que llovía. Una tarde llena
de hastío. Ivonne me dijo: Carlitos, llegó el momento
de volver. Ya estaba listo cuando pasé frente a un
espejo. ¡En mala hora! Estaba empañado, me acuerdo.
Lo limpié ... me miré y... La frente no se había
marchitado ...45 las sienes negras... ni una arruga... ¡Un
pibe! ¿Cómo iba a volver así? Eso no era regreso. Así
que dejé pasar otros veinte años. ¡Y mire usted! (Se
hace una pausa.) ¿Puedo? (Señala la botella.)
ALSINA: Sí, hombre. (CARLITOS bebe.)
CARLITOS: Ya no vendrán, ¿no?
ALSINA: Qué quiere que le diga.
CARLITOS: Salvo que hayan cambiado de café. Pero eso no puede
ser. Un trío no cambia nunca de café. Y menos de éste,
que está al lado de la inundación.
44
Seudónimo del poeta nicaragüense Félix Rubén García Sarmiento (1867-1916), quien por su originalidad y
talento es el gran padre de la prosa y la poesía moderna en la América hispana.
45
Volver es otro tango famoso (música de Carlos Gardel y letra de Alfredo Le Pera), en cuyo comienzo de la
segunda parte se dice: “Volver, con la frente marchita, / las nieves del tiempo / platearon mi sien”. El Carlitos de
la obra ha tomado tan a pecho lo expuesto por su ídolo cantor que entiende que aún no era oportuno el retorno.
Era muy joven todavía, “un pibe”, dice, y deja pasar otros veinte años.
El viejo criado 30

ALSINA: ¿Qué inundación?


CARLITOS: (Hace un gesto vago.) La inundación...
ALSINA: Por aquí no hay ninguna inundación.
CARLITOS: ¿Cómo que no?
ALSINA: Había. Pero la asfaltaron.
CARLITOS: ¿Asfaltaron la inundación?
ALSINA: Hace años.
CARLITOS: ¡Acabáramos! Si asfaltaron, el trío se corrió. ¡Seguro!
¡Odiaban el asfalto! (Reaparecen IVONNE y
BALMACEDA del brazo.)
IVONNE: ¿Le gusta Debussy?46 ¿Leyó a Apollinaire?47 Ah... no
sabe lo que se perdió.
CARLITOS: ¡Ivonne! El trío se corrió. Está más allá. Vamos a
buscarlo.
IVONNE: ¿Ahora?
CARLITOS: ¡Ahora!
IVONNE: (A BALMACEDA.) Voy a tener que dejarlo.
BALMACEDA: ¿Y no me va a contar qué le dijo en el
momento?
IVONNE: Lo lamento, caballero.
CARLITOS: ¡Vamos! Hasta pronto.
IVONNE: Adieu, mon amí48. (Ivonne y CARLITOS se pierden
en la zona mágica. BALMACEDA queda
"enganchado" a la salida de la pareja. ALSINA
reparte las barajas y "juega" como si tuviera a
BALMACEDA sentado enfrente.)
ALSINA: Hoy leí una anécdota muy linda de Charles de
Soussens y Maturana. Resulta que un día Soussens le
46
Claude-Achille Debussy (1862-1918), compositor francés al que se ubica en el “impresionismo” musical.
Entre sus obras principales se registran Preludio a la siesta de un fauno, con símbolos que evocan el poema de
Mallarmé y, de manera principal, Peleas y Melisande, realizado sobre el drama de Maeterlink, que se estima su
obra maestra.
47
Guilleraume Apollinaire (Wilhem Apollinaris de Kostrowitsky), de ascendencia polaco-italiana, asume la
nacionalidad francesa en 1914, y su poesía, en libertad plena, quiebra todos los estancos en que se pretende
contenerla. A raíz de Les mamelles de Terésias, que denomina “drama surrealista”, el término “surrealismo”,
entra en funciones en su homenaje.
48
“Adiós, amigo mío”.
El viejo criado 31

dio un peso y le dijo: "Andá a la despensa y comprá


algo para comer...". Me hizo reír mucho. Envido.
BALMACEDA: (Desde su lugar.) No quiero. Truco.
ALSINA: No quiero. (ALSINA toma las barajas y mezcla.
BALMACEDA va hacia el perchero, se coloca la
gorra y toma la valija.)
BALMACEDA: Bueno... ahora sí. Chau.
ALSINA: Chau. (Se dan la mano.)
BALMACEDA: Te voy a extrañar mucho. y voy a extrañar el
café.
ALSINA: Me imagino. (BALMACEDA lo mira un instante y
luego inicia el Mutis ALSINA lo mira.)
ALSINA: ¿Cómo fue que te dijo el periodista ése?
BALMACEDA: (Se vuelve.) "Con esa pegada, pibe, podés llegar
a campeón mundial".
ALSINA: ¿Así tal cual?
BALMACEDA: Tal cual. (Se acerca. Deja la valija en el suelo.)
Yo bajaba del ring... el Torito Mazzarone seguía
nocaut... y el periodista se acercó y me dijo: "Con esa
pegada, pibe, podés llegar a campeón mundial".
(ALSINA hace un gesto y comienza a repartir las
barajas. BALMACEDA cuelga la gorra en el
perchero y se sienta frente a él. Toma las barajas.)
ALSINA: ¿No se te hace tarde para el ómnibus?
BALMACEDA: Tomo el de la una. (Las luces van decreciendo
lentamente, muy lentamente. Las sirenas suenan a lo
lejos)49. El juego continúa. Ivonne y CARLITOS
reaparecen en la zona mágica. Ivonne ovilla lana con
la ayuda de CARLITOS que sostiene la madeja entre
sus dos brazos extendidos.)
ALSINA: Envido.
49
Las sirenas de los patrulleros policiales resaltan como latigazos, y van componiendo el transfondo sonoro de
toda una época desbordante de violencias y conflictos, y por eso sirven de contraste a la tranquilidad y el estado
de limbo que se vive en ese bar que permanece como fijado en el tiempo.
El viejo criado 32

BALMACEDA: No quiero. Truco.


ALSINA: Quiero. (Juegan. ALSINA recoge las cartas y mezcla.
BALMACEDA anota en el cuaderno.)
BALMACEDA: Dos por uno.
CARLITOS: (Componiendo.) "Mi vieja casita con las glicinas en
flor...".
IVONNE: Quedate quieto que se enreda la lana.
BALMACEDA: ¿Viste lo del bombardeo?50 ¡Qué desastre!
ALSINA: Yo lo predije.
BALMACEDA: Dicen que destruyeron todo el centro. Que de la
9 de Julio51 para allá no quedó nada.
ALSINA: (Reparte las barajas.) Lo oí decir.
BALMACEDA: Y que quemaron las iglesias. (Juega.)
ALSINA: Envido.
BALMACEDA: No quiero. Ahora, digo yo... ¿Por qué hay que
llegar a ésto? ¿Por qué no van y le dicen: General, 52
usted tiene que irse? Y el general se va.
ALSINA: La lucha por el poder aliena a los hombres. Lo dijo
Kant:53 la ley moral presupone la libertad, la
inmortalidad, la existencia de Dios. Truco.
BALMACEDA: ¡Quiero retruco!
ALSINA: ¡Epa!
BALMACEDA: (Ríe.) Ahora te quiero ver... (ALSINA piensa.)
Dicen que murieron como cien mil.
ALSINA: No, no quiero. (BALMACEDA anota los tantos.
Luego toma las barajas y las mezcla.)
CARLITOS: (Componiendo.) "Barrio triste... he vuelto barrio
triste..."
IVONNE: Dicen que en París hay otra vez alegría.
50
El 16 de junio de 1955 fracasa un complot que no cuenta con el apoyo de las fuerzas del ejército. Aviones de la
Marina de guerra bombardean Plaza de Mayo ocasionando muchos destrozos y numerosas víctimas.
51
Amplia avenida ubicada en el centro de la ciudad de Buenos Aires. En su intersección con la calle Corrientes
se levanta el obelisco
52
Se alude a Perón y el grado de general sirve para marcar el tiempo transcurrido.
53
Manuel Kant (1724-1804), filósofo alemán, fundador de la escuela llamada crítica o kantiana, de gran
influencia en la especulación filosófica moderna. Entre sus obras principales figuran Crítica de la razón pura y
Crítica de la razón práctica.
El viejo criado 33

CARLITOS: Vamos a ver cuánto les dura. Con los alemanes al


lado...
IVONNE: Me dijeron que otra vez hay flores en el balcón de la
rue de Saint Denis54.
CARLITOS: ¿Y los alemanes? ¿Te dijeron qué están haciendo los
alemanes?
IVONNE: Y que en París hay un general que los franceses adoran
y que él adora a los franceses.
ALSINA: Truco.
BALMACEDA: No quiero. (ALSINA toma las barajas y
mezcla. BALMACEDA anota los puntos.)
ALSINA: ¿Qué pasará que hay tanta gente en la calle?
BALMACEDA: Parece que lo echaron al general55.
CARLITOS: (A BALMACEDA y ALSINA.) ¿Echaron al general?
ALSINA: Lo echaron.
CARLITOS: Ivonne... Si echaron al general volverán los vicios
criados. ¡Voy a tener un viejo criado que me reciba!
(Se desprende de la madeja y se acerca a la mesa.)
Perdón, caballeros, ¿ustedes no saben dónde puedo
conseguir un viejo criado?
ALSINA: Es difícil.
CARLITOS: ¿Pero cómo? Si echaron al general tiene que haber
viejos criados. (A ALSINA.) Usted me dijo la vez
pasada que no había viejos criados porque estaba el
general. Ahora que lo echaron, tienen que volver los
viejos criados.
ALSINA: Sí, pero las estructuras no se cambian de un día para
otro. No sea impaciente.
CARLITOS: ¿Y habrá que esperar mucho?
ALSINA: Los teóricos no se han puesto de acuerdo todavía.
(CARLITOS hace un gesto de resignación.)
54
Yendo desde el sena (ribera derecha), Saint Denis es la antesala de Mentmartre.
55
El 16 de Setiembre de 1955 se produce un nuevo levantamiento, esta vez contando con el ejército y
encabezado por el general Eduardo Lonardi, que finalmente se impone y obliga a renunciar al general perón,
quien parte hacia el exilio.
El viejo criado 34

BALMACEDA: ¿Y usted encontró a sus amigos? Al trío ése.


(CARLITOS lo mira y hace un gesto de doloroso
asentimiento.)
IVONNE: ¡Ay, por favor, el famoso trío! (Se pone a tejer.)
ALSINA: ¿Qué pasó?
IVONNE: Ni me lo nombre.
BALMACEDA: Pero, ¿por qué? (Ambos miran a CARLITOS.
Este los mira a su vez. Señala la botella.)
CARLITOS: ¿Puedo?
BALMACEDA: Métale.
CARLITOS: Les aviso que es una historia triste... muy triste.
(Bebe.)
ALSINA: ¿Pero los encontró?
CARLITOS: (Algo molesto.) ¡Sí, los encontré! (Autocompasivo.)
Los encontré... (Crea una pausa expectante.)
BALMACEDA: Bueno, ¡cuente!
CARLITOS: Al primero que encontré fue al Mocho.
ALSINA: Ese es el que era hombre de Leandro Alem.
CARLITOS: El mismo. Habré tardado unos tres o cuatro años. Y un
día que llovía... me acuerdo... Estaba parado en una
esquina y...
BALMACEDA: ¡Lo vio! (CARLITOS asiente.) Por acá, por el
barrio.
CARLITOS: (Niega con la cabeza.) En la avenida Libertador y
Coronel Díaz56 Yo estaba parado en una esquina,
empapado hasta los huesos... y de Pronto veo venir un
auto largo con chofer de li brea... Corta el semáforo...
el auto frena justo delante mío y detrás del cristal...
ALSINA: ¡El Mocho!
CARLITOS: El Mocho.
BALMACEDA: Se hizo chofer.
CARLITOS: (Niega.) El Mocho sentado en el asiento de atrás,

56
En la zona norte de la ciudad de Buenos Aires.
El viejo criado 35

leyendo el "Financial Times"57, ¡Mocho!, le grité. Me


miró con indiferencia. Se ve que no me reconoció.
¡Soy yo, Carlitos! ¡Volví! Nada Cambia el semáforo...
el auto ya arrancaba... el Mocho se alejaba... (Crea
una pausa.)
ALSINA: (Ansioso.) ¿Y qué pasó?
CARLITOS: Entonces, le grité: ¡Viva el doctor Leandro Alem!
(Pausa.)
BALMACEDA: ¿Y?
CARLITOS: El auto frenó de golpe. El Mocho bajó el cristal de la
ventanilla, asomó la cara y me contestó: "God save the
king"58. El auto arrancó y... Se perdió para siempre.
(Pausa. Bebe.) Pobre Mocho. (Todos quedan callados
un instante. CARLITOS señala la botella, ALSINA le
hace un gesto afirmativo y se sirve.) A Traverso lo
ubiqué dos o tres años después que al Mocho. Y... ¡Qué
sé yo!
BALMACEDA: No me diga que también se llenó de guita.
CARLITOS: ¿Traverso? (Ofendido.) Era hombre de Kropotkin.
ALSINA: ¡Es cierto! Un libertario. Sigue firme
CARLITOS: Bueno... No está muy bien de salud. Sentado en un
sillón de ruedas y con la mi rada perdida...
ALSINA: En la cárcel...
CARLITOS: ¡No...! Traverso puso una fiambrería en Villa del
Parque59, hace un tiempo y 1 fue bastante bien. Hasta
que se enfermó. Y ahora se la atienden los hijos.
ALSINA: ¿Pero lo reconoció... ? ¿Habló con él
CARLITOS: (Se encoge de hombros.) Estaba sentado... en un
rinconcito... con la mirada perdida... dando vueltas y
vueltas a una cortadora de fiambre de juguete. Según
sus hijos, eso es lo único que lo pone contento.
57
El periódico inglés más prestigioso, dentro de las altas actividades financieras.
58
“Dios salve al rey”. Exclamación con la que se saluda y aclama al rey de Inglaterra.
59
Barrio de la zona noroeste de la urbe.
El viejo criado 36

¡Traverso!, le dije. ¡Soy yo Carlitos, ¡Volví! (Imita a


Traverso: alguien que mira sin conocerlo y emite
sonidos guturales mientras hace girar la rueda de la
cortadora.) ¡Te traje una francesita! (Breve pausa.)
¿Te acordás, Ivonne?
IVONNE: Bastante atrevido el taradito. Movía una sola mano,
pero había que ver..
CARLITOS: Pobre Traverso... (Larga pausa. CARLITOS bebe y se
queda ensimismado.)
ALSINA: Pero eran tres. (CARLITOS lo mira.) Traverso... el
Mocho... y había otro más.
CARLITOS: (Con un gesto de dolor.) El Pardo Augusto.
BALMACEDA: ¡El que estaba siempre callado!
ALSINA: ¡Claro! Usted contó que se sentaba siempre en esta
silla y se quedaba callado, con la mirada puesta en un
punto fijo. (Pausa.)
CARLITOS: El Pardo Augusto murió anoche en mis brazos.
ALSINA: Lo siento.
BALMACEDA: Mi sentido pésame. ¿Cómo fue?
CARLITOS: (A punto de llorar.) Llegué justo para asistir a su
agonía. En un frío hospital de extramuros. Una sala
enorme y en la última cama... (Se angustia.) Estaba
solo... me acerqué y... (Como si le hablara a un
enfermo.) Pardo... soy. yo, Carlitos. Volví.
BALMACEDA: ¿Lo reconoció?
CARLITOS: Me miró con unos ojos... me tomó una mano.. .
balbuceó unas palabras... Luego murió. (Solloza.) (Se
hace una pausa.)
ALSINA: Así que por fin dijo unas palabras...
BALMACEDA: ¿Qué fue lo que dijo?
CARLITOS: No lo entendí. Habló en idish. (BALMACEDA y
ALSINA lo miran. CARLITOS hace un cabeceo.) El
Pardo Augusto era judío. (Larga pausa. CARLITOS
El viejo criado 37

explota.) ¡Pero qué ha pasado con los tríos en este


país! ¡Díganme, señores, qué ha pasado con los tríos!
IVONNE: Acordate que estás con presión.
ALSINA: Es la decadencia de los mitos, señor
CARLITOS: Usted debería leer a Jung60. Me niego a creer que los
tríos desaparezcan. Rechazo toda posibilidad de que
nos que demos sin tríos. ¡A dónde vamos a ir a parar,
señores! (Pausa. CARLITOS hace un gesto para
beber. ALSINA extiende un vaso. CARLITOS Bebe)
BALMACEDA: ¿Y si formamos un trío nosotros?
ALSINA: Es una buena idea, Negro. (A CARLITOS) ¿Qué te
parece?
CARLITOS: ¿Nosotros? (Mira alternativamente a BALMACEDA
y ALSINA.) ¿Usted, él y yo? (BALMACEDA y
ALSINA hacen un gesto afirmativo y lo miran
ansiosos. CARLITOS medita un instante.) No es
fácil. Se han intentado formar muchos tríos famosos,
ustedes lo saben mejor que yo. Pero la mayoría ha
fracasado.
ALSINA: ¿Por qué fracasan?
CARLITOS: Por improvisación. Se juntan tres muchachos y creen
que por el solo hecho de juntarse... ¡Y no! No hay
sentido de equipo, no hay ideología y claro... No duran
más que dos o tres años.
BALMACEDA: Y... pero si nosotros nos entrenamos bien, ¿eh?
ALSINA: claro, Con tiempo. Además, con su experiencia.
CARLITOS: Déjenme pensarlo. No se puede improvisar
ALSINA: Está bien. Tómese su tiempo.
CARLITOS: (Bebe un trago y luego con alegría) ¡Está bien!
Vamos a formar el trío más famoso del sur.
ALSINA: ¡Bien!
60
Carl Gustav Jung (1875-1963), psicólogo suizo que fuera discípulo dilecto de Sigmund Freud, y,
posteriormente, se separa de su escuela y crea sus propias teorías en el campo, del psicoanálisis. Asegura que tras
de la conciencia individual existe un subconsciente colectivo y que sus arquetipos componen las leyendas e
integran la mitología.
El viejo criado 38

BALMACEDA: ¡Así me gusta! (BALMACEDA llena la copa


de CARLITOS)
ALSINA: Carlitos, Balmaceda y Alsina. Suena bien, ¿no?
IVONNE: Otra vez te vas a meter a formar tríos, vos.
CARLITOS: (A IVONNE) Te callás
IVONNE: Lo digo por tu bien (A ALSINA.) Se entusiasma... se
entusiasma... y después...
BALMACEDA: (A CARLITOS.) Bueno... ¿y qué te
CARLITOS: Por lo pronto, estar siempre juntos. Dieciocho veinte
años. Hasta que se empiece a hablar de nosotros.
ALSINA: Eso es lindo. ¿Y después?
CARLITOS: Después nos separamos
BALMACEDA: ¿Por qué?
CARLITOS: (Molesto) ¿Cómo por qué? Para volver a juntarnos
BALMACEDA: Ah... nos volvemos a juntar.
CARLITOS: ¡Pero claro, hombre! ¿En qué país vive usted? Una vez
que nos separemos, todo el mundo va a pedir que nos
volvamos a juntar. (Imita el pedido de la gente.)
¡Cómo puede ser que ese trío se haya dispersado...
¡Tienen que volver a juntarse!
ALSINA: ¿Y si nadie lo pide?
CARLITOS: ¡Por favor, mi amigo! Llevo seis tríos formados
IVONNE: La presión... la presión...
ALSINA: Está bien, no se ponga así. Yo preguntaba
CARLITOS: ¿Puedo?
ALSINA: Sí, Por favor (CARLITOS toma un vaso y bebe)
BALMACEDA: Bueno, entonces, nos volvemos a juntar.
Sigamos.
CARLITOS: ¡Chist! No enseguida. Ese es uno de los errores más
comunes. Se separan y se vuelven a juntar enseguida.
¡Y no! Hay que dejar pasar un tiempo
ALSINA: ¿cuánto?
CARLITOS: Y... unos quince, veinte años... Y un día: ¡el regreso!
El viejo criado 39

Ustedes me van a estar esperando y yo llego. Viejo...


fracasado... Y, si es posible, borracho. (ALSINA y
BALMACEDA se quedan impactados. CARLITOS
disfruta con la impresión causada. Le golpea el
hombro a IVONNE) Miralos.
IVONNE: (Por lo bajo) El médico te dijo que tenés que dejar los
tríos. Te emocionás.
ALSINA: Y en estos veinte años que tenemos que estar juntos.
Digamos, en la etapa formativa: ¿qué tenemos que
hacer?
CARLITOS: Por lo pronto, caminar por las calles del sur.
ALSINA: Los tres juntos
CARLITOS: ¡Siempre juntos!
BALMACEDA: Y... (Con cierto temor.) ¿Siempre por las calles
del sur?
CARLITOS: Siempre por las calles del sur. ¡Fundamental!
(BALMACEDA hace un gesto de contrariedad.) ¿Qué
le pasa?
BALMACEDA: Mi madre vive en Palermo61.
ALSINA: ¡Ay, Negro, no seas edípico!
CARLITOS: Lo siento. De Independencia para acá y de Entre Ríos 62
para acá.
BALMACEDA: ¿Ni siquiera los domingos?
CARLITOS: Y no... Si hacemos excepciones, la gente se
desconcierta. ¡Tiene que ser de Entre Ríos para acá y
de Independencia para acá! (Breve pausa.) Les dije
que formar un trío no es fácil. Hubo uno que estuvo a
punto de hacerse famoso,. El Cordobés, Flores y el
Morocho Aldao. ¡Quince años juntos! La gente ya
empezaba a hablar de ellos... Ustedes lo habrán sentido
nombrar. Bue: todo iba muy bien y un día... Miren lo
que son las cosas. El Morocho Aldao cruzó Entre Ríos
61
Barrio de la zona norte de la ciudad
62
Calles de la parte sur de la urbe
El viejo criado 40

para comprar cigarrillos. Lo vieron y... Empezaron los


comentarios: "Este trío no es serio... El Morocho
Aldao dejó el arrabal... De qué la va...". Se fue al
diablo. (A BALMACEDA.) Lo siento, pero tiene que
elegir.
BALMACEDA: Está bien. Si esa es la condición...
CARLITOS: ¡Bien! Volvamos a lo nuestro.
ALSINA: Usted decía que tenemos que caminar...
CARLITOS: Caminar. Pero no de cualquier manera. (Los mira.)
Vengan. (CARLITOS se para en el fondo del
escenario. BALMACEDA y ALSINA se le acercan.)
CARLITOS: Usted acá... y usted acá...
ALSINA: Vos acá, Negro.
CARLITOS: ¡Shh....! Nada de tuteos.
ALSINA: ¿Ah, no?
CARLITOS: Por ahora, no. Dentro de diez o doce años, puede ser.
Pero que salga naturalmente. Uno de los mayores
peligros que corren los tríos es el amiguismo. (Mira a
uno y otro para ver si están listos.) Bueno, vamos.
(Comienzan a caminar hacia el proscenio.)
BALMACEDA: Si llega a haber trompadas yo soy...
CARLITOS: ¡Callados!
BALMACEDA: ¿Ah, callados?
CARLITOS: Las palabras necesarias, nada más. Empecemos de
nuevo, (Vuelven a colocarse. CARLITOS los mira.)
Un, dos... ¡tres! Despacio. El trío nunca tiene apuro.
Más cerca, más cerca. Mirando siempre al frente. Y
cada tanto, de reojo. ¡Eso! ¡Eso! (Se van acercando al
proscenio y quedan caminando en el mismo lugar.)
¡Torvos! ¡Más torvos! Eso... eso. (Caminan en el
mismo lugar.) ¡Atención, ahora! Llegamos al café
¡Entraaamos! (Giran como en un desfile militar y van
hacia la mesa.) Entramos al café... La gente nos mira
El viejo criado 41

y tiene miedo. ¡Mucho miedo! Siempre la misma


mesa, los mismos lugares. ¡Sentarse! (Se sientan en la
mesa con cara de "malos".) ¡Torvos! ¡Más torvos!
¡Muy bien! (Breve pausa.) Bebamos. (BALMACEDA
sirve los vasos.) Bastante bien por ser la primera vez.
(BALMACEDA termina de servir y beben siempre
componiendo a los guapos. ALSINA se saca los
lentes y los limpia.) ¿Pero qué hace?
ALSINA: Se me empañaron los lentes.
CARLITOS: ¡Pero, no, viejo! ¡No me haga eso! Mire si lo ve
alguien.
ALSINA: Pensé que habíamos terminado.
CARLITOS: Los lentes se los limpia en su casa, pero no en el café.
(Pausa.) (A BALMACEDA.) ¿Usted de quién es
hombre?
BALMACEDA: De Luis Ángel Firpo63.
CARLITOS: (A ALSINA.) ¿Y usted?
ALSINA: De Kierkegaard,64
CARLITOS: ¿De quién?
ALSINA: De Sören Kierkegaard. El precursor del
existencialismo. (CARLITOS lo mira.) El filósofo
danés. Es muy conocido. El autor de Concepto de la
angustia. (CARLITOS hace un gesto de fastidio.)
BALMACEDA: ¿Pasa algo?
CARLITOS: Y... Sin un hombre de Leandro Alem no hay trío que
aguante.
ALSINA: ¿No le parece un poco sectaria su posición?
CARLITOS: ¡Por favor! Si he visto fracasar tríos. (A IVONNE.)
¡Decile!
BALMACEDA: ¡Qué lástima! ¡Yo que me había echo tantas
63
Boxeador argentino al que en los EE.UU. llaman “El toro salvaje de las pampas” y en 1923, en la que se llamó
“La pelea del siglo”, saca del cuadrilátero, por entre las cuerdas, al campeón de todos los pesos de entonces, Jack
Dempsey. El árbitro no se comporta como tal como lo estipula el reglamento y, al continuar la lucha, Firpo
pierde finalmente el encuentro.
64
Sören Kierkegaar (1813-1855), filósofo y psicólogo que abre el cauce de la moderna filosofía existencia. El
concepto de la angustia es su obra clave.
El viejo criado 42

ilusiones! (ALSINA y BALMACEDA quedan


doloridos. CARLITOS los mira.)
CARLITOS: Únicamente que... (ALSINA y BALMACEDA lo
miran esperanzados.) Salteemos la formación del trío
y vayamos directamente al regreso.
ALSINA: ¿Se puede?
BALMACEDA: ¿Cómo es eso, cómo es eso?
CARLITOS: Claro. Yo me voy veinte años a caminar por el centro y
vuelvo. La frente marchita... las sienes plateadas... la
mirada febril... Todo bien organizadito. Si usted dice
que ahora va a haber viejos criados. .. ¡con un buen
viejo criado que me reciba. ¡Un regreso con todo! ¡Eso
sí!
BALMACEDA: ¿Y nosotros?
CARLITOS: Ustedes me esperan.
ALSINA: ¿Eso solo?
CARLITOS: ¡Me cambian el barrio! ¡Por supuesto! Yo tengo que
encontrar todo cambiado. Menuda tarea. (Golpea las
manos.) Bué... Vamos, Ivonne. (IVONNE guarda el
tejido en un bolso.)
ALSINA: ¿Se va, ya?
CARLITOS: Y sí... Así no perdemos tiempo. (Se ponen todos de
pie.) Entonces... ¿Qué hora tiene?
ALSINA: Nueve y cuarto van a ser.
CARLITOS: Está bien. Dentro de veinte años acá. Buena suerte.
BALMACEDA: (Le tiende los brazos.) Chau, Carlitos.. .
CARLITOS: ¡Shhh! Nada de despedidas.
BALMACEDA: ¿Ah, no?
CARLITOS: ¡Sobriedad! Lo mismo cuando regrese. Nada de gestos,
ni de risas. Los reencuentros son siempre sobrios. Y si
al principio no me reconocen, mejor. ¡Vamos Ivonne!
(Durante este parlamento de CARLITOS, ALSINA
mezcla las barajas y las distribuye. Para él,
El viejo criado 43

CARLITOS ya ha desaparecido. BALMACEDA, en


cambio, quedará prendido de la despedida.
CARLITOS e IVONNE se pierden por el fondo.)
CARLITOS: Adiós.
IVONNE: A-tu-teler65. (Se hace una pausa.)
ALSINA: Envido.
BALMACEDA: No quiero. (Pausa.) Vamos a ver qué hacen
ahora que lo echaron al general.
ALSINA: Todo va a cambiar. Va a volver a ser como antes. El
nuevo presidente dijo que irá a los cafés a escuchar a
los poetas. Y las orquestas tocarán a Vivaldi 66 en las
plazas. Truco.
BALMACEDA: Quiero. (ALSINA arroja sus cartas sobre la
mesa, como si hubiera terminado un juego.
BALMACEDA se sienta frente a él y toma el mazo.
Mezcla.) ¿Hacemos otro?
ALSINA: No tengo más ganas.
BALMACEDA: Me voy a ir yendo, así agarro el ómnibus de la
una. (Toma la valija y se coloca la gorra. Inicia el
mutis.) Che, Poeta... ¿cómo fue que me dijiste hoy?
(ALSINA lo mira.) ¿Que soy un qué ... ? Raqui, ¿qué?
ALSINA: Racionalista. Ra-cio-na-lis-ta.
BALMACEDA: Y eso es malo?
ALSINA: o es ni bueno ni malo. Es una doctrina filosófica.
BALMACEDA: Y qué quiere decir?
ALSINA: s una doctrina filosófica. Una vez te la expliqué. Para
algunos, es una doctrina que rechaza la revelación y
pretende explicarlo todo por medio de la razón. Para
otros, la base en cambio es la omnipotencia e
independencia de la razón humana. ¿Por qué?
BALMACEDA: Cuando lo vea a mi hermano le voy a decir: soy
65
(À tout à l’heure) “Hasta dentro de un momento”, “hasta luego”
66
Antonio Vivaldi (1678-1741), compositor y violinista italiano, creador de numerosas partituras. Entre las más
conocidas y celebradas se encuentra Las cuatro estaciones.
El viejo criado 44

racionalista. Se va a poner orgulloso.


ALSINA: ¡Ah, claro! ¡Qué distinción es ser racionalista! ¡Qué
motivo de orgullo!
BALMACEDA: Y... pero para mi hermano. El es un tipo de
pueblo. Además... yo siempre pensé... Cuando mi
hermano me vea y me pregunte: "¿Qué fue de tu vida
todos estos años?" Le iba a contestar: "Lo noqueé al
Torito Mazzarone". En cambio, ahora le puedo decir:
"Lo noqueé al Torito Mazzarone y me hice
racionalista".
ALSINA: ¡Y si yo soy tu hermano, te echo a patadas en el culo!
BALMACEDA: Mi hermano, no. Para él es lo mismo.
ALSINA: ¡Hacé como quieras!
BALMACEDA: Aparte, mi hermano, con la alegría de verme...
(Se imagina el encuentro.) ¡Cuando me vea! ¡Y lo que
debe ser el pueblo! El cerro... el río... el puente de
madera y el caminito de arena. (A ALSINA.) Un
camino angosto con esos árboles que se juntan arriba.
Como si fuera un túnel. Y, al final, la casita blanca con
el jardincito. (Breve pausa.) El va a estar en la puerta...
Yo voy a llegar y él me va a dar un abrazo.
ALSINA: ¿Te vas a ir o no te vas a ir?
BALMACEDA: Sí, si quiero tomar el de la una, mejor me voy
yendo.
ALSINA: Llegás bien.
BALMACEDA: Tengo que cruzar la avenida.
ALSINA: Tené cuidado. Dicen que los autos pasan todo el
tiempo.
BALMACEDA: (Mira a su alrededor.) Espero no olvidarme
nada. (Se miran.) Bue... (BALMACEDA llega hasta
la puerta y se detiene.) Me parece que no voy a llegar
a tiempo. Mejor tomo el de las dos.
ALSINA: ¡Llegás bien!
El viejo criado 45

BALMACEDA: ¿Te parece?


ALSINA: Tenés tiempo.
BALMACEDA: Bué... (Se encamina hacia la salida.)
ALSINA: Eso sí. Vas a llegar muy justo. (BALMACEDA se
vuelve.) Digo. Si querés llegar tranquilo... Tenés que
sacar el pasaje... (Lo mira.) Vas a lustrarte los zapatos,
supongo. (BALMACEDA se mira los pies.) No vas a
llegar a la casa de tu hermano con esos zapatos.
BALMACEDA: Es cierto. (Deja la valija y la gorra.) Si, mejor
tomo el de las dos. Sin apurones. (ALSINA comienza
a repartir las barajas. BALMACEDA se sienta frente
a él y juegan.) Envido
ALSINA: Quiero veintiocho.
BALMACEDA: Son buenas. (Juegan.) Truco.
ALSINA: No quiero. (Se descartan. BALMACEDA mezcla las
barajas. En ese momento irrumpe CARLITOS desde
la zona mágica, esta vez sin Ivonne.)
CARLITOS: (Apesadumbrado.) "Volver... con la frente marchita...
las nieves del tiempo platearon mi sien...” Mi café...
Mi viejo café. (Lo recorre como en el primer
regreso.) Veinte años no es nada. (CARLITOS
"desaparece" en la zona mágica.)
ALSINA: ¿Qué pasará que hay tanta gente en la calle?
BALMACEDA: Dicen que volvió el general67. Envido.
ALSINA: No quiero.
BALMACEDA: Y que volvió para unirnos a todos. Truco.
ALSINA: Quiero. (Juegan. Termina el juego. BALMACEDA
mezcla.)
BALMACEDA: Y dijo que volvió descarnado. ¿Qué quiso
decir?

67
El retorno de Juan Domingo perón a la Argentina, después del largo exilio, se produce el 20 de junio de 1973,
y, a su llegada, se origina una batalla campal en la autopista Ezeiza, entre grupos políticos antagónicos y
extremos dentro del peronismo, con más de cien muertos y numerosos heridos.
El viejo criado 46

ALSINA: Igual que el retorno de Aníbal68. Pero después lo


venció Escipión el Africano. (CARLITOS reaparece y
se acerca a la mesa.)
CARLITOS: Perdón, señores, ¿no saben dónde puedo conseguir un
viejo criado?
ALSINA: ¡No hay más viejos criados!
CARLITOS: (Alarmado.) ¿Cómo que no hay más? A mí me dijeron
que cuando lo echaban al general volvían los viejos
criados.
BALMACEDA: Pero al general no lo echaron.
CARLITOS: ¡Déjese de macanas! ¡Vamos! Si yo estuve cuando lo
echaron. (A ALSINA.) Usted todavía me dijo: ahora
que lo echaron al general van a volver los viejos
criados. Pero hay que esperar un poco. ¿Se acuerda?
(ALSINA asiente.) Bueno: pasaron veinte años.
ALSINA: Ah.... Pero el general está de nuevo.
CARLITOS: ¡¿Otra vez?!
BALMACEDA: Acaba de volver.
CARLITOS: ¡Pero...! Entonces los viejos criados se van a volver a
las fábricas.
ALSINA: Seguramente.
CARLITOS: Y no voy a encontrar un viejo criado que me reciba.
ALSINA: ¡Imposible!
CARLITOS: ¡Qué cosa! ¿No hay manera de organizar un regreso en
este país?
ALSINA: Hubiera vuelto antes.
CARLITOS: ¡Antes! Dijimos veinte años, ¿no? (Hace chasquear la
lengua.) Los últimos cinco años estuve aquí, a dos
cuadras, esperando que se cumpliera el plazo.
BALMACEDA: Hace cinco años había viejos criados69, (a
ALSINA) ¿no?
68
El intelectual Alsina no puede menos que asociar en su mente el retorno de Perón con el de Annibal Barca
(247-183 A.C.), famoso general cartaginés y uno de los más grandes caudillos de la antigüedad, que luego habría
de ser vencido malamente por Escipión el Africano, y terminaría suicidándose.
69
Lo de “viejo criado” adquiere aquí un significado político-social muy preciso.
El viejo criado 47

ALSINA: Estaba lleno.


CARLITOS: Sí, bueno... ¡Pero qué clase de regreso hubiera sido!
Menos de veinte años no es regreso. (CARLITOS
queda deprimido. ALSINA y BALMACEDA lo
miran.)
BALMACEDA: ¿Y madame Ivonne?
CARLITOS: ¿Ivonne? (Los mira. Señala la botella.) ¿Puedo?
ALSINA: Sí, hombre. (CARLITOS se sirve y bebe.)
CARLITOS: Ivonne me abandonó.
BALMACEDA: Perdón, no sabía.
CARLITOS: No... está bien. (Bebe.) En realidad yo hice todo lo
posible para que me abandonara. Le dije: abandoname,
Ivonne, así puedo escribir mi tango. Pero ella no
quería. Le cerré la puerta, pero no hubo caso. Le
pegué. Tampoco. Entonces, me decidí a fracasar.
ALSINA: ¿Cómo a fracasar?
CARLITOS: Y sí... En esa época, nosotros estábamos bien.
Habíamos alquilado un departamento de tres
ambientes en Belgrano, con cochera. Nada del otro
mundo, pero estábamos bien. Salvo que yo no podía
escribir mi tango. Hasta que una tarde le dije: "Ivonne,
hacete a un lado que fracaso". No me creyó. "Me lo
decís para que me vaya... Pero una vez que me vaya no
vas a fracasar nada".
ALSINA: No le creyó. (CARLITOS hace un gesto de sorna.) ¿Y
entonces?
CARLITOS: (Con naturalidad.) ¿Y qué iba a hacer? Fracasé.
BALMACEDA: Se decidió, nomás.
CARLITOS: ¡Qué otra cosa podía hacer! (Bebe.) Ocho años me
costó fracasar. Ocho años de lucha.
ALSINA: Debe haber sido duro.
CARLITOS: Primero, perdimos la cochera. Después, nos mudamos
a la Boca, dos ambientes... Pero a la calle, bastante
El viejo criado 48

luminoso. ¡No era fracaso! Pero al final, lo logré:


Terminamos en un bulín de la Isla Maciel70.
BALMACEDA: Y claro, ahí ella se fue.
CARLITOS: ¡Qué se va a ir! Me empezó a tomar compasión y fue
peor. Dejó la profesión, se empleó en una oficina y se
convirtió en un ama de casa estupenda. Todo lo que
ganaba lo ponía en el bulín. Compró una cocina a
gas... Mandó hacer un modular de hierro forjado y
madera... lo lleno de frasquitos... ¡Un chiche! Venían
los vecinos y quedaban encantados. ¡Qué lindo te
quedó el bulín, Carlitos! ¡Qué maravilla de vivienda!
¡Terrible! (Pide permiso y bebe.)
BALMACEDA: ¿Y al final?
CARLITOS: Al final... Un domingo a la hora de la siesta... Llovía...
Estábamos tirados en la cama mirando televisión y me
pidió que hiciéramos el amor. Hicimos el amor y... Se
fue para siempre.
ALSINA: ¿Pero por qué?
CARLITOS: Era la primera vez.
ALSINA: ¿Cómo la primera vez?
CARLITOS: Nunca me había animado. (Mira a ALSINA.) No se
puede competir con él. No hay caso. (Pausa
prolongada.)
BALMACEDA: ¿Y la olvidó para siempre?
CARLITOS: ¡No... ! ¡Qué la voy a olvidar! ¿Usted cree que se
puede olvidar a una mujer como Ivonne? Al poco
tiempo me di cuenta de mi error y salí a buscarla. Tres
años recorriendo la Recova de punta a punta.
ALSINA: ¿Por qué la Recova?
CARLITOS: Supuse que se había hecho mendiga. Pero no.
Entonces empecé a buscarla por los cabarets.
¡Tampoco! ¡Si habré pasado noches de invierno en la
70
Se encuentra frente al Dock Sud y es una especie de apéndice de la ciudad de Buenos Aires. Se llega a ella por
un puente o mediante un bote.
El viejo criado 49

puerta de los cabarets, esperando que saliera!


BALMACEDA: Jodido, ¿no?
CARLITOS: Bueno... como había otros muchachos que esperaban
la pasábamos más o menos bien. Algunas noches
hacíamos un asadito en el cordón de la vereda y... ¡En
fin! Mal que mal nos arreglábamos. ¡Pero, nada!
Salían minas viejas... y más minas viejas... Pero
Ivonne, no. ¡Si habré visto salir minas viejas! (Pausa.)
ALSINA: Bueno, siga.
CARLITOS: Entonces ... Se habrá hecho bacana pensé. Otros tres
años pateando el barrio norte de arriba para abajo. ¡Y
nada! Solo nenas pidiendo pan.
BALMACEDA: ¿Pero la vio o no la vio?
CARLITOS: Hace un año... a las tres de la tarde... yo iba meditando
por la zona bancaria.... ¡Así de gente! Y en medio de
esa multitud, de pronto siento una carcajada
inconfundible.
ALSINA: ¡Ivonne!
CARLITOS: Ivonne.
ALSINA: Hecha una mendiga. (CARLITOS niega.)
BALMACEDA: Hecha una bacana.
CARLITOS: (Niega con la cabeza.) Ivonne del brazo de un jefe de
despacho de la Municipalidad, haciendo cola para
renovar un plazo fijo. (ALSINA y BALMACEDA lo
miran. CARLITOS hace un cabeceo resignado.)
Ivonne se había hecho de clase media.
ALSINA: ¿Ella lo vio?
BALMACEDA: ¿Le habló?
CARLITOS: (Con una mueca dolorosa.) ¿Que si me vio? "Ivonne",
le dije Volvió la cabeza y me miró con unos ojos...
(con profundo dolor.) ¡Jamás en mi vida voy a olvidar
esa mirada de pequeña ahorrista!
ALSINA: ¿Y?
El viejo criado 50

CARLITOS: "Te estás destruyendo", le dije. "¿Qué pasa, Porota?",


preguntó el jefe de despacho.
ALSINA: ¿Porota?
CARLITOS: (Nuevo cabeceo.) ¡Hasta el nombre se había
cambiado! La tomé del brazo. "Dejá esta vida sin
sentido y volvamos a las noches de champán y
cabaret"71 (Pausa.)
BALMACEDA: ¿Y?
CARLITOS: Hizo una mueca de mujer vencida y se perdió para
siempre por los pasillos del Banco de Londres y
América del Sur.
BALMACEDA: Y no la volvió a ver.
CARLITOS: Nunca más. Y desde entonces me emborracho
pensando en ella. Aguántenme, muchachos.
BALMACEDA: Pero, sí... ¡Por favor! (CARLITOS bebe.)
ALSINA: Créame que lo siento.
BALMACEDA: Lo sentimos mucho.
CARLITOS: (Se recompone.) Bueno. bueno... ¡No se pongan así!
No todo fue en vano. (Los mira orgulloso.) Al final
pude terminar mi tango.
BALMACEDA: ¡Ah... bueno!
ALSINA: ¡Qué bien!
CARLITOS: Tantos años de sufrimiento... tantos años de soledad...
Noches enteras de' fracaso y de alcohol... ¡Pero lo
terminé! Y lo traje para que ustedes lo escuchen. (Saca
un papel del bolsillo.) Es la confesión de mi propio
drama. (ALSINA y BALMACEDA ansiosos para
escuchar el tango.) Escuchen: "Percanta que me
amuraste / en lo mejor de mi vida / dejándome el alma
herida / y espinas en el corazón / sabiendo que me
querías... / que vos eras mi alegría..." 72 (Observa que
71
Se vale de giros muy de letras de tango corriente, como si careciese de términos propios para explicar lo que
había sucedido.
72
En realidad, como se señala en la nota anterior, no hace más que repetir estrofas de tangos bien conocidos. En
la ocasión se trata de uno muy famoso, Mi noche triste, letra de Pascual Contursi y música de Samuel Casttriota.
El viejo criado 51

ALSINA y BALMACEDA se van retrayendo.) ¿Qué


les pasa? No resisten la temática.
ALSINA: (Decepcionado.) Ese tango ya se escribió, Carlitos.
CARLITOS: ¿Qué dice? (A BALMACEDA.) Me está cargando.
BALMACEDA: ¡Pero, claro! "Para mí ya no hay consuelo y por
eso me encurdelo, pa' olvidarme de tu amor".
(CARLITOS mira el papel y luego a ALSINA y
BALMACEDA. Queda desconcertado.)
ALSINA: Y la guitarra en el ropero...
BALMACEDA: Y el espejo que está sucio...
CARLITOS: Empañado. ¿Ve que no es lo mismo?
ALSINA: ¡Dele, viejo! ¡Déjese de joder! (A BALMACEDA.)
Das vos. (BALMACEDA y ALSINA se ponen a jugar
al truco.)
CARLITOS: Escuchen la segunda parte: Y si vieras la catrera como
se pone cabrera cuando no nos ve a los dos". ¡Es
bárbaro!
ALSINA: Termínela. Ya no hace más gracia. Envido.
CARLITOS: Pero escuchen bien...
BALMACEDA: ¡Le dijo que la termine! Raje, vamos. Déjenos
jugar. No quiero.
ALSINA: Eso. Déjenos jugar. (Pausa larga, CARLITOS ha
quedado desconsolado. Señala la botella.)
CARLITOS: ¿Me permite?
ALSINA: ¡No le permito nada!
BALMACEDA: ¡A manguear a otro lado! ¡Vamos! (CARLITOS
se sienta en la mesa vacía. Mira a ALSINA y
BALMACEDA con resentimiento.)
CARLITOS: Treinta años de trabajo... Cómo me van a decir ahora
que está escrito.
ALSINA: Truco.
BALMACEDA: Quiero. (Juegan.) ¡Quiero retruco!
Alsina y Balmaceda escuchan a Carlitos primero con estupor, y luego con fastidio manifiesto, hasta que
reaccionan con cierta violencia
El viejo criado 52

ALSINA: ¡Quiero, carajo! (Juegan y ríen.)


CARLITOS: Lo que pasa es que yo con el abandono no la voy.
Tendría que escribir sobre el regreso. Siempre me
gustaron los regresos. (Piensa.) "Volvió una noche...
no la esperaba..."73. (Saca un papel y escribe.) Tus
pasos que regresan... ¡Regresá, Ivonne! (IVONNE
aparece desde la zona mágica y va a sentarse junto a
CARLITOS.)
IVONNE: Carlitos... volví.
CARLITOS: ¡Ivonne! (Le toma las manos.) ¿Te quedarás para
siempre? (IVONNE asiente.) ¡Qué maravilla!
Entonces, todo volverá a ser como antes. La primavera
nos sonreirá... Y volverán los organitos y las chicas
vestidas de percal... Florecerán las glicinas y pasarán
los viejos ciegos...
IVONNE: No, Carlitos. Ya no.
CARLITOS: Y los cafés se llenarán de embajadores, sacerdotes y
generales, y yo cantaré para todos, y vos contarás tu
historia.
IVONNE: Eso no.
CARLITOS: ¡Ah. vamos... ! Si vos contás tu historia, todo nos
puede ir bien. Me gustaría que la escuche el presidente.
Y, cuando la escuche, te va a decir: "Madame Ivonne,
pídame usted lo que quiera". Y vos le contestas: "No
quiero nada para mi señor presidente. Pero le voy a
pedir una cosa, una sola cosa: quiero que le consiga un
viejo criado a Carlitos". Y el presidente no se va a
negar. Y entonces yo tendré un viejo criado que me
reciba. Y voy a escribir mi tango. (Ella niega con la
cabeza.) ¿Por qué no? Con un viejo criado, la cosa es
distinta. Yo llego...
IVONNE: Carlitos...
73
Ahora se apropia de los versos de un viejo tango, Volvió una noche, letra de Alfredo Le Pera y Música de
Carlos Gardel
El viejo criado 53

CARLITOS: ¡Escucháme! Yo llego, golpeo la puerta y, ¿quién me


recibe? Un viejo criado. Al principio no me reconoce,
pero en cuanto hablo, los ojos se llenan de lágrimas y
yo tendré compasión. ¡Y yo; con un poco de
compasión... ! ¡Soy capaz de cualquier cosa!
IVONNE: Carlitos... Nunca más voy a contar mi historia,
CARLITOS: ¿Pero por qué?
IVONNE: Porque mi historia no existió. (CARLITOS la mira.)
Yo nunca lo conocí a Gardel. Es la verdad. Nunca lo vi
en mi vida.
CARLITOS: ¿Cómo que no lo conociste? (IVONNE niega.) Pero si
vos estabas en el café de la Paix cuando él entró. Vestía
de gaucho y te sonrió.
IVONNE: No es cierto. El que entró una vez fue Agustín
Magaldi74, pero ni me miró. (Pausa. Comienzan a
escucharse sirenas lejanas.)
CARLITOS: Ese miserable de Gardel. Nos arruinó la vida. (Breve
pausa.) Si él no hubiera existido, yo sería él.
IVONNE: Dicen que en Passys75 florecen los cerezos y que al
Sena76 lo pintaron de violeta; que en Monmartre hay
una fiesta interminable y que las golondrinas anidaron
en la Torre Eiffel77. (IVONNE canturrea "Bajo los
puentes de París"78.)
IVONNE: ¿Recuerdas nuestro bar en la rue la Victoire?
(CARLITOS asiente.) ¿Estará siempre Michel?
CARLITOS: En París los mozos siempre son los mismos. Hay

74
Cantor y compositor. Nace en Santa Fe, en 1901 y fallece en Buenos Aires en 1938. Horacio Ferrer indica que
“juntamente con Carlos Gardel e Ignacio Contursi, se contó entre las más populares figuras vocales masculinas
en torno y luego de 1930”
75
A la derecha del Sena, cerca del palacio de Chaillot.
76
Río que divide París en dos zonas bien diferenciadas
77
Se levanta sobre el límite norte del campo de Marte, a la izquierda del Sena, teniendo como fondo
escenográfico monumental el Palacio de Chaillot, que se encuentra en la otra ribera. Enteramente de hierro, se
eleva a 300 metros de altura. Fue ideada y construida por el ingeniero francés Alejandro. G. Eiffel (1832-1923),
con motivo de la Exposición Universal que se realizó en 1889 y, desde entonces, ha quedado como símbolo del
país entero
78
Celebrada canción francesa (Música de Maurice Yvain y letra de Moretti), que crea la famosa Mistinguette, en
el Casino de París, como partenaire de Maurice Chevalier, en 1927
El viejo criado 54

respeto por la nostalgia.


IVONNE: Se acercará... hará una reverencia y preguntará:
"Monsieur Charlot... Madame Ivonne.. ¿Que
voulez-vous"79
CARLITOS: Yo un pernod80.
IVONNE: Tomemos champán, mejor. ¡Champagne, Michel!
(IVONNE, canturreando, toma a CARLITOS y
bailan.)
CARLITOS: ¿Te parece que en París conseguiré un viejo criado?
IVONNE: En París hay de todo. (Canturrea.) París... qué ciudad
hermosa para morir... tan serena... tan culta... En París,
la gente no se muere, se desinteresa. (El sonido de las
sirenas aumenta. Un patrullero "estaciona" frente al
bar.) Llegó el carruaje, Charlot. Esta vez mandaron el
landó con caballos blancos. Vamos, ya.
CARLITOS: Sí, vamos. (CARLITOS e IVONNE salen hacia la
calle tomados del brazo.)
ALSINA: ¡Quiero retruco!
CARLITOS: Nunca más voy a contar
BALMACEDA: ¡Quiero! (Juegan.) ¡Quiero valecuatro!
ALSINA: ¡Quiero! (Juegan, ALSINA hace un gesto de
resignación. BALMACEDA ríe.)
BALMACEDA: Te gané otra vez. ¿Hacemos otro?
ALSINA: Ahora no tengo ganas. (Pausa prolongada. Ambos
beben en silencio.) ¿Qué pasa que hay tanta gente en
la calle?
BALMACEDA: Dicen que somos campeones del mundo81.
(Nueva pausa.)
ALSINA: Algún día tendríamos que ir a ver un partido.
79
“¿Qué desea usted?”
80
Bebida francesa, con fuerte graduación alcohólica, que data de 1913. llega a los almacenes y bares de Buenos
Aires y su eco se encuentra en varias letras de tango. “La barra del boliche / borracha de pernó” (Maula, versos
de Víctor solino y música de Adolfo A. Mondino); “Caracanfunfa se hizo al mar con tu bandera / y en un pernó
mezcló París con Puente Alsina” (Según la letra que escribe Enrique Santos Discépolo para El Choclo, de Ángel
Villordo)
81
Por la referencia, hemos llegado a mediados de 1978, que es cuando el equipo del seleccionado argentino
conquista en Buenos Aires el XIº campeonato Mundial de Fútbol.
El viejo criado 55

BALMACEDA: Cuando quieras.


ALSINA: Dicen que le pegan fuerte a la pelota y que cuando
entra en el arco todos gritan.
BALMACEDA: Yo lo vi a Varallo una vez. Hizo un gol de
ciento cincuenta metros. (Beben. Pausa.) Bué... ahora
sí me voy. (Se pone de pie, se coloca la gorra y toma
la valija Le tiende la mano a ALSINA.) Chau,
poeta. ..
ALSINA: Chau. (Se dan la mano.)
BALMACEDA: Le voy a hablar a mi hermano de vos.
ALSINA: Gracias.
BALMACEDA: ¿Vas a venir a visitarme?
ALSINA: Seguramente.
BALMACEDA: Tomás el ómnibus y le decís que te avise en
Villa Lugano82 Te vas a dar cuenta porque hay un cerro
y al costado un río. Cruzás el puente de madera y
después hay un camino de arena todo arbolado. Al
final está la casita: es blanca y tiene un jardincito. A mi
hermano lo vas a conocer enseguida; está vestido de
soldado, con un uniforme marrón y gorra con visera.
Te va a hacer la venia. Chau. (Se encamina hacia la
salida. ALSINA lo mira ir. Ya está por llegar a la
puerta.)
ALSINA: ¡Negro! (BALMACEDA se detiene y lo mira.) ¿Te vas
nomás?
BALMACEDA: Y, sí... ¿Por qué?
ALSINA: No, por nada.
BALMACEDA: No, decí.
ALSINA: Me acordé de una anécdota muy graciosa. Pero por ahí
te la conté.
BALMACEDA: ¿Cuál?
ALSINA: De Charles de Soussens y Maturana. ¿Te la conté?
82
Barriada obrera ubicada al Sudoeste de la ciudad de Buenos Aires, que Alsina idealiza al colocarla cerca de un
cerro (¿algún basural?) y a la vera de un río (¿el Riachuelo?)
El viejo criado 56

BALMACEDA: No me acuerdo.
ALSINA: ¿Seguro que no te la conté?
BALMACEDA: Seguro. Dale: contala
ALSINA: Resulta que tenían hambre y Soussens no va y le dice:
“¿No te parece mucho salame?"
BALMACEDA: (Neutro.) ¡Qué bárbaro! "¿No te parece mucho
salame?" Cómo me hace reír. (El sonido de las sirenas
crece. ALSINA toma las barajas. BALMACEDA
mira hacia la calle.) No creo que pueda tomar el
ómnibus.
ALSINA: ¿Por qué?
BALMACEDA: Empezó a nevar otra vez. (Cuelga la gorra en
el perchero y va a sentarse frente a ALSINA. Este
reparte las barajas.)
ALSINA: ¡Qué hermoso! ¡Cómo me gusta Buenos Aires cuando
nieva! (Las luces van decreciendo lentamente. Las
sirenas inundan toda la escena. El juego de truco
recomienza83.)

Buenos Aires: Julio / octubre de 1979.

83
Alsina se aferra a una prefabricada y nostálgica imagen de Buenos Aires bajo la nieve (mezclando él ahora
“París con Puente Alsina”), mientras inicia con Balmaceda un nuevo “truco”, y ajenos ambos, por completo, al
transfondo de sirenas de patrulleros policiales, que, según lo marca el autor, “inundan toda la escena”. La
metáfora teatral se ha cumplido, sin que se cierre la parábola, y los datos que se aportan equivalen a signos que
asoman a un subtexto colmado de continuas frustraciones.

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