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Partes: 1, 2
1. Definición y antecedentes
2. Campo de aplicación
3. Exclusión de la ley a los fines de la terminación
arrendaticia
4. Prohibición de alquiler de viviendas
5. Condiciones y garantías
6. Regulación de los cánones de arrendamiento
7. Organismos competentes para la regulación
8. De la terminación de la relación arrendaticia
9. Causales de desalojo del inmueble
10. Contratos por tiempo determinado
11. Lapsos de la prórroga legal
12. Derecho de preferencia
13. Retracto legal
14. De la consignación de la pensión de arrendamiento
15. Procedimiento consignatorio
16. Del reintegro
17. De las sanciones
18. Organismos jurisdiccionales
19. Exención del pago de impuesto sobre la renta
20. Conclusiones
En este trabajo haremos una exposición de las disposiciones sustantivas del Decreto-
Ley de Arrendamientos Inmobiliarios y un análisis comparativo en forma puntual con la
legislación derogada. Terminaremos el estudio con unas conclusiones en que expresaremos
nuestro criterio sobre el Decreto-Ley, las metas señaladas en su exposición de motivos y
destacaremos los aspectos más importantes de la nueva normativa arrendaticia que entró
en vigencia el primero de enero del año dos mil.
El Decreto con Rango y Fuerza de Ley de Arrendamientos Inmobiliarios sustituye a la Ley
de Regulación de Alquileres del 1º de agosto de 1960. Está estructurada en XIII Títulos,
con noventa y cuatro (94) artículos. Asimismo, deroga otros siete (7) instrumentos
jurídicos dispersos que llamaremos legislación derogada o anterior.
Definición y antecedentes
El artículo 1.133 del Código Civil dice: El contrato es una convención entre dos o más
personas para constituir, reglar, transmitir, modificar o extinguir entre ellos un vínculo
jurídico. El Decreto-Ley de Arrendamientos Inmobiliarios no define el contrato
de arrendamiento. El Código Civil en su artículo 1.579 expresa: El arrendamiento es un
contrato por el cual una de las partes contratantes se obliga a hacer gozar a la otra de una
cosa mueble o inmueble, por cierto tiempo y mediante un precio determinado que ésta se
obliga a pagar a aquella.
Se entenderá que son ventas a plazo, los arrendamientos de cosas muebles con la
obligación de transmitir al arrendatario en cualquier tiempo la propiedad de las cosas
arrendadas. Casi todas las normas jurídicas contenidas en el Código Civil sobre Reglas
comunes del arrendamiento de casas y de predios rústicos (art.1.580 al 1.618), quedaron
derogadas con los instrumentos especiales que surgieron antes o después de la Ley de
Regulación de Alquileres; no así las normas particulares sobre el arrendamiento de predios
rústicos, que siguen vigentes y no se les aplica el Decreto-Ley de Arrendamientos
Inmobiliarios. Como todo instituto jurídico el concepto de arrendamiento ha evolucionado
en el tiempo. Desde el Derecho Romanohasta el nacimiento del Derecho del Trabajo la
actividad humana dependiente fue considerada como arrendamiento de servicios. Se ha
discutido si es un derecho real o personal, predominando en Venezuela por el Código Civil
(arts. 1.579, 1.589 y 1.591)que es un derecho personal, ya que el arrendatario no ejerce
su poder directamente sobre el bien arrendado, sino un derecho frente al arrendador. El
contrato de arrendamiento en Venezuela es consensual, bilateral, oneroso, conmutativo, de
tracto sucesivo y principal. Es consensual, porque se perfecciona con el simple
consentimiento de las partes; es bilateral, pues surgen obligaciones recíprocas entre
arrendador y arrendatario; oneroso, porque cada parte se procura una contraprestación: el
arrendador cede en uso un bien, pero a cambio recibe un precio; si no hay contraprestación
(gratuito) se da el contrato denominado comodato. Como sus efectos se producen en el
tiempo es de tracto sucesivo; y finalmente, es un contrato principal, no depende de otra
obligación.
Previo a este nuevo Decreto con Rango y Fuerza de Ley de Arrendamientos Inmobiliarios
existieron a partir de 1939 disposiciones jurídicas que regularon el alquiler de viviendas,
entre otros, el Decreto Legislativo Sobre Desalojo de Viviendas del 25 de enero de 1947,
sustituido por otro el 27 de septiembre de 1947. Se dicta la Ley de Inquilinato (19 de abril
de 1955), cambiada luego por la Ley de Regulación de Alquileres del 1º de agosto de 1960
(G.O. Nº 26.319), reformada el 2 de enero de 1987 (G.O. Nº 3.950). El 9 de septiembre de
1960 se sanciona el Reglamento de la Ley de Regulación de Alquileres y del Decreto
Legislativo Sobre Desalojo de Viviendas (G.O. Nº 438 Extraordinario), sustituido por otro
Reglamento con el mismo nombre el 5 de febrero de 1972 (G.O Nº 29.727).
Campo de aplicación
El Decreto-Ley (Nº 427) del 25 de octubre de 1999 (G.O. Nº 36.845, del 7 de diciembre de
1999) fue dictado por el Dr. Ignacio Arcaya, encargado de la Presidencia de la República,
en uso de la Ley Orgánica que autorizó al Presidente de la República para dictar Medidas
Extraordinarias en MateriaEconómica y Financiera requeridas por el interés público, de
fecha 26 de abril de 1999, publicado en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela Nº
36.687 de fecha 26 de abril de 1999. Se dictó por la facultad concedida para reformar, entre
otras leyes, las de los Subsistemas de Salud, Pensiones y de Vivienda y Paro Forzoso. El
Decreto aparece en Gaceta refrendado por el Presidente encargado y los Ministros en fecha
21 de octubre de 1999. Su campo de aplicación lo determina el artículo Nº 1:
El presente Decreto-Ley regirá el arrendamiento y subarrendamiento de los inmuebles
urbanos y suburbanos destinados a vivienda y/o al funcionamiento o desarrollo de
actividades comerciales, industriales, profesionales, de enseñanza y otras distintas de las
especificadas, ya sean arrendados o subarrendados totalmente o por partes.
El Decreto-Ley (art. 3), también precisa los arrendamientos que están excluidos: a ) Los
terrenos urbanos o suburbanos no edificados. b) Las fincas rurales. c) Los fondos
de comercio. d) Los hoteles, moteles, hosterías, paradores turísticos, inmuebles destinados
a temporadas vacacionales o recreacionales y demás establecimientos de alojamiento
turístico, los cuales estén sujetos a regímenes especiales. e) Las pensiones y hospedajes que
acrediten su registro ante la autoridad competente.
Diferente al campo de aplicación de la ley es la exclusión de la fijación máxima de los
cánones de arrendamiento previsto en su artículo 4: Quedan excluidos del régimen de este
Decreto-Ley, a los solos efectos de la fijación de los cánones de arrendamiento: a) Los
inmuebles pertenecientes a la República de Venezuela, los Estados, los Municipios y los
Institutos Oficiales que determine expresamente el Ejecutivo Nacional, salvo en aquellos
casos en los cuales con motivo de las actividades que se desarrollen en tales inmuebles, los
indicados entes actúen en función jurídico privada. b) Los inmuebles destinados a
vivienda, comercio, industria, oficina o cualquier otro uso, cuya cédula de habitabilidad o
instrumento equivalente sea posterior al 2 de enero de 1987. c) Las viviendas unifamiliares
o bifamiliares cuyo valor, individualmente considerado, establecido por los organismos
encargados de la regulación, exceda de 12.500 Unidades Tributarias. Parágrafo Unico: El
Ejecutivo Nacional podrá modificar el valor de exención mencionado en el literal c) del
presente artículo, cuando así lo aconsejen razones de interés público o social. La anterior
exclusión sólo está referida a la regulación del canon de arrendamiento y no a la aplicación
de las demás disposiciones del Decreto- Ley.
Con respecto al literal b) del artículo in comento, el Ejecutivo Nacional (Decreto Nº 298
del 15-6-1989. G.O, Nº 34.262 del 14-7-1989) autorizó al entonces Ministro de Fomento
para que declarasen exentos de regulación a los inmuebles que se hubieren comenzado a
construir con posterioridad al 2 de enero de 1987 o que para dicha fecha se encontraren
en construcción, siempre y cuando la habitabilidad fuere posterior a la fecha del Decreto.
La exención se hizo por veinte (20) años con prórrogas de cinco (5) años.
El literal c) del artículo excluye de la regulación del canon de arrendamiento, sólo a las
viviendas familiares o bifamiliares cuando el valor individual del inmueble excede de la
cantidad determinada, quiere decir que sí deben regularse, independientemente de su
valor, los inmuebles destinados a comercio, industria, oficina o cualquier otro uso, cuya
cédula de habitabilidad sea anterior al 2 de enero de 1987.
Condiciones y garantías
1) Se incorpora una disposición expresa que obliga a los propietarios y
administradores de inmuebles destinados al arrendamiento de mantenerlo y
conservarlo en buen estado. Para ello deberán contratar con personas especializadas
el servicio de mantenimiento de ascensores, montacargas, incineradores, ductos
de basura, tanques de agua, equipos hidroneumáticos y cumplir con lo establecido en
las disposiciones pertinentes en lo relativo a pintura y exigencias sanitarias del
inmueble.
2) Como en la legislación anterior, el arrendatario o subarrendatario no está
obligado a pagar alquileres superiores a los legalmente fijados, ni primas por la cesión,
traspaso o arriendo, o venta de punto, así como aceptar como condición para la
celebración del arrendamiento la compra de bienes muebles que se encuentren ubicados
dentro del área que se pretende arrendar.
3) Se establece una cláusula nueva referida a que en los contratos a tiempo
determinado que versen sobre inmuebles exentos de regulación y en los que no se haya
pactado cláusula de valor a los fines de la actualización periódica del canon de
arrendamiento mensual, éste se ajustará cada vez que haya transcurrido un (1) año de la
relación arrendaticia, de acuerdo al Índice General
de Precios al Consumidor establecido por el BancoCentral de Venezuela, acumulado
para ese mismo período, si las partes no hubieren llegado a un acuerdo sobre el monto
del mismo (art. 14).
4) Se mantiene la sanción de declarar nulo el subarrendamiento realizado sin la
autorización expresa y escrita del arrendador, y de considerar los ofrecimientos de
inmuebles de arrendamiento como ofertas públicas.
5) Como antes, quedan prohibidos los avisos o anuncios de prensa o de cualquier
otro medio de publicidad de exigir al arrendatario no tener niños, la de ser extranjero
o discriminación relativa a raza, sexo, credo o condición social. Sin embargo, en la
publicidad relativa a urbanizaciones o edificios diseñados para el descanso de personas
de avanzada edad podrá, ahora, señalarse esa circunstancia.
6) En el arrendamiento de casas de vecindad o de habitaciones en casas
particulares no se podrá exigir más de un 25% del alquiler máximo fijado en cada caso,
por concepto de pagos de limpieza del inmueble, aseo domiciliario, agua, gas o
alumbrado eléctrico ni por cualquier otro servicio similar. Asimismo, en las
edificaciones sujetas a regulación que constan en unidades independientes, no
sometidas al régimen de propiedad horizontal, se limita el pago de aseo, conservación,
agua, energía eléctrica y cualquier otro servicio similar, a un máximo de un 25% del
monto del canon de arrendamiento.
7) Se mantiene la disposición que obliga al nuevo propietario a respetar la relación
arrendaticia en los mismos términos pactados con el propietario anterior.
8) Como en la legislación derogada, no se podrá exigir al mismo tiempo al
arrendatario garantías reales y personales. Se aumentó el depósito a un máximo de
cuatro (4) meses de alquiler, más los intereses que se generen conforme al artículo 23
del Decreto-Ley, debiéndose colocar el dinero en un banco. Si no lo hace deberá el
arrendador pagar intereses calculados a la tasa pasiva promedio de los seis (6)
principales entes financieros durante la relación arrendaticia. El depósito y los intereses
deberá devolverlo al arrendatario ( si está solvente con todas las obligaciones) dentro de
los sesenta (60) días calendario siguientes a la terminación de la relación arrendaticia,
entendiendo nosotros que deberá ser una vez entregado el inmueble. La ley limita los
intereses de mora por el atraso en el pago de los cánones de arrendamiento a un
máximo de la tasa pasiva promedio de las seis (6) principales entidades financieras
conforme a la información que suministre el Banco Central de Venezuela.
9) En cuanto a las cláusulas penales que el Decreto-Ley define (art. 8, literal c )
como la sanción prevista por las partes en virtud del incumplimiento de una cualquiera
de las cláusulas del contrato, consideramos que sólo se permite en el caso del artículo 28
que dispone lo siguiente:
Las partes podrán establecer cláusulas penales por el incumplimiento de la obligación
asumida por el arrendatario, referida a la entrega del inmueble alvencimiento del plazo.
A pesar del término cláusula penal es una indemnización de carácter civil que debe tomar
en cuenta el carácter de orden público de las disposiciones de este Decreto-Ley de
Arrendamientos Inmobiliarios y las prohibiciones y sanciones de las normas consagradas
en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en la Ley de Protección al
Consumidor y al Usuario, sobre la Usura. Cualquier exceso, el juez podrá reducir el monto
en una cláusula por la demora en la entrega del inmueble al vencimiento del plazo y que
por razones de justicia no deberá exceder al equivalente del canon de arrendamiento fijado
oficialmente y en los casos de inmuebles no sometidos a regulación, tampoco deberá
exceder del equivalente al canon de arrendamiento convenido por las partes.
Derecho de preferencia
Como en la legislación derogada, se mantiene el derecho de preferencia del arrendatario
sólo para la compra del inmueble. El Decreto- Ley define la preferencia ofertiva como el
derecho que tiene el arrendatario para que se le ofrezca en venta, en primer lugar y con
preferencia a cualquier tercero, el inmueble que ocupa en esa condición, siempre y cuando
tenga más dos (2) años de inquilino, se encuentre solvente en el pago de los cánones de
arrendamiento y satisfaga las aspiraciones del propietario. El arrendador o
la persona autorizada por instrumento auténtico debe notificar al arrendatario mediante
documento auténtico, (juez o notario) su manifestación de querer vender, indicándose el
precio, condiciones y modalidades de la negociación. El arrendatario deberá notificar al
propietario, o a la persona autorizada según el caso, en forma indubitable (no dice que sea
por escrito o documento auténtico), su aceptación o rechazo de la oferta hecha a su favor
en el término de quince (15) días calendario (continuos) a contar de la fecha del
ofrecimiento. Transcurrido ese término sin que el arrendatario hubiere aceptado el
ofrecimiento, el propietario quedará en libertad de dar en venta el inmueble a terceros,
bajo las mismas condiciones y modalidades del ofrecimiento en venta (art. 44). De acuerdo
con el diccionario de la Real Academia indubitable (adjetivo) significa cierto y que no
admite duda. Recomendamos hacerlo por escrito para evitar duda o controversia. Se
establece que si dentro de los ciento ochenta (180) días calendario después del
ofrecimiento de la venta, sin que se hubiere efectuado la misma a terceros quedará sin
efecto esa oferta, debiendo en consecuencia, hacerse una nueva para cualquiera otra
negociación que el arrendador pretendiera celebrar.
El derecho de preferencia también existía en el Decreto Legislativo Sobre Desalojo de
Viviendas (art. 6) si el arrendatario tenía más de dos (2) años ocupando el inmueble o si el
arrendatario había realizado mejoras que excedieran del cinco por ciento (5%) de su valor,
aunque no tuviera ese tiempo.
Retracto legal
El retracto legal es la garantía del cumplimiento de las disposiciones jurídicas en el
derecho de preferencia que tiene el arrendatario en la adquisición del inmueble que
ocupa. El Código Civil define el retracto como el derecho que tiene el comunero de
subrogarse al extraño que adquiera un derecho en la comunidad por compra o dación en
pago, con las mismas condiciones estipuladas en el contrato (art. 1.546).
El artículo 43 del Decreto-Ley expresa que: el retracto legal arrendaticio es el derecho que
tiene el arrendatario de subrogarse, en las mismas condiciones estipuladas en el
instrumento traslativo de propiedad, en el lugar de quien adquiere el inmueble arrendado
por cualquier acto que comporte la transmisión del derecho de propiedad. Las condiciones
para ejercer el retracto legal son las mismas señaladas para ejercer el derecho de
preferencia. Se señala un plazo de cuarenta (40) días calendario (continuos) para que el
arrendatario ejerza el derecho de retracto, contados a partir de la fecha de la notificación
cierta que de la negociación celebrada deberá hacerle el adquirente. Exige además la
disposición (art. 47) que a dicha notificación deberá anexarse necesariamente copia
certificada del documento contentivo de la negociación, la cual quedará en poder del
notificado. La misma puede hacerse por documento privado, pero necesariamente la copia
del documento tiene que ser certificada. Mientras no se haga la notificación con la copia
indicada, no empezará a correr el lapso de los cuarenta (40) días calendario. Se
contemplan dos supuestos: a) Que no se hubiere hecho la notificación prevista en su
artículo 44 o se omitiere en ella alguno de los requisitos exigidos. b) Que efectuada la venta
a un tercero, su precio resultare inferior (no superior) al ofertado, o sus condiciones fueren
más favorables (no más desfavorables) que las ofrecidas inicialmente al arrendatario. Por
ejemplo, si al arrendatario se le ofrece la venta del inmueble en cincuenta millones de
bolívares y la rechaza por el precio y luego se vende por setenta millones de bolívares, no
procederá el retracto legal; pero sí procede en el caso que se hubiere vendido en cuarenta y
nueve millones de bolívares.
Finalmente, acotaremos que el retracto legal arrendaticio, de conformidad con el artículo
49, no procederá en los casos de enajenación o transferencia global de la propiedad del
inmueble del cual forme parte la vivienda, oficina o local arrendado, como en la derogada
legislación. Esa excepción existía en el Decreto Legislativo sobre Desalojo de Viviendas
(art. 6, Parágrafo Unico).
Procedimiento consignatorio
El escrito dirigido al Juez de Municipio indicará el nombre y apellido del consignante; el
carácter con que actúa; la identificación completa y la dirección de la persona natural o
jurídica en cuyo favor se consigna; las referencias del inmueble (ubicación), el monto del
canon de arrendamiento mensual y el motivo por el cual efectúa la consignación. No lo dice
el Decreto, pero lógicamente se hará constar el mes o meses que consigna, porque a veces
pueden ser varios cánones. Basta con alegar, sin necesidad de probarlo, que el arrendador
se ha negado expresa o tácitamente a recibir el pago para que proceda el derecho de
consignación. Tampoco se exige que tenga que hacerse por cheque de gerencia a nombre
del tribunal o del arrendador.
Una vez presentado el escrito con la cantidad consignada, el juez dará al interesado su
comprobante y cursará notificación al beneficiario, de que la suma consignada se halla a su
orden y disposición. En el procedimiento del Código de Procedimiento Civil en la oferta
real el juez tiene que trasladarse al lugar donde se encuentra el supuesto acreedor para
hacer la oferta. En la consignación arrendaticia es más sencillo y práctico. Se impone como
obligación del arrendatario (o tercero) aportar los datos suficientes para el logro de la
notificación al beneficiario, dentro de un plazo no mayor de treinta (30) días continuos
siguientes a la primera consignación. La ley aclara que la omisión por parte del Tribunal de
la notificación no la invalidará, hecho diferente a que no se realice por culpa o negligencia
del consignante. En este último caso la consignación no se considerará como
legítimamente efectuada.
Si el inquilino manifestare desconocer la dirección del arrendador, la notificación se podrá
efectuar a través de un cartel, con una sola publicación en uno de los diarios de mayor
circulación de la localidad en que se encuentre el inmueble; acompañándose luego la
publicación en el expediente. Para las futuros pagos no hace falta publicar otros carteles en
prensa, pero deberán consignarse en el mismo tribunal y expediente. Se acostumbra en el
mismo escrito expresar que desconoce la dirección del arrendador y se pide de una vez la
expedición del cartel. A los efectos de la consignación arrendaticia, todas las actuaciones
del tribunal estarán libres de derechos y emolumentos y exentos del impuesto de papel
sellado y timbres fiscales. El principio de la gratuidad de la justicia se consagra en forma
general en el artículo 26 de la Carta Magna de 1999.
Del reintegro
El reintegro es el derecho que tiene el inquilino o arrendatario de solicitar la devolución o
compensación de todo cuanto se cobre en exceso del canon máximo de arrendamiento
mensual fijado por los organismos administrativos competentes. Antes se ejercía este
derecho en vía administrativa. Ahora, se dispone (art. 61) que las acciones para solicitar la
repetición de sobrealquileres se intentarán por ante los tribunales ordinarios competentes
por la cuantía (procedimiento breve, Libro IV, Título XII CPC), y se precisa, por el silencio
anterior, que la acción para reclamar el reintegro de sobrealquileres prescribe a los dos (2)
años. Se reconoce a su vez, el derecho del inquilino a compensar con los alquileres que
deba satisfacer, considerándose en estado de solvencia cuando el importe del reintegro,
establecido mediante sentencia definitivamente firme, sea igual o superior a lo que le
corresponda pagar por concepto de alquileres. Este derecho lo tiene el arrendatario frente
al arrendador o al perceptor de los sobrealquileres. Si son dos personas diferentes,
propietario y administrador del inmueble, la responsabilidad será solidaria. El tribunal que
conozca en primera instancia de las acciones de reintegro, remitirá de oficio al organismo
regulador, copia certificada de la sentencia definitivamente firme recaída en la causa, a los
fines de aplicar la sanción (art. 64).
De las sanciones
Los infractores del Decreto-Ley (art.82) serán penados por los organismos encargados de
la fijación de los cánones de arrendamiento (Ministerio de Infraestructura y Alcaldías), con
una multa que no podrá exceder del equivalente a cuatrocientos veinte (420) Unidades
Tributarias, según la gravedad de la falta y el mérito de las respectivas circunstancias
atenuantes o agravantes que concurran en el caso concreto, guardando la debida
proporcionalidad y adecuación a los supuestos de hecho de la norma. También se puede en
los casos de reincidencia aplicarse a los infractores hasta el doble de las multas
impuestas. La Ley Contra el Acaparamiento y la Especulación del dos de agosto de 1947
(hoy derogada por la Ley de Protección al Consumidor de 1992) llegó a tipificar en su
artículo 2 un delito:
Las penas establecidas en el artículo 1 se aplicarán a quienes perciban, sobre inmuebles
urbanos, alquileres superiores a los legalmente determinados, exijan primas por la cesión o
arriendo, impongan como condición la compra de muebles u otros objetos, y en general, a
quienes resulten responsables de toda maniobra que directa o indirectamente constituyan
de hecho un aumento del canon de arrendamiento. Será punible, asimismo, la negativa a
arrendar sin causa justificada.
No es objeto de este estudio, pero hay que analizar con mucho detenimiento los casos de
acaparamiento, especulación y usura previstos hoy en la Ley de Protección
al Consumidor y al Usuario con relación al contrato de arrendamiento.
Organismos jurisdiccionales
Salvo el conocimiento para la fijación de los cánones de arrendamiento, que se hace en vía
administrativa, el artículo 33 citado dispone que las demandas por desalojo, cumplimiento
o resolución de un contrato de arrendamiento, reintegro de sobrealquileres, reintegro de
depósito en garantía, ejecución de garantías, prórroga legal, preferencia ofertiva, retracto
legal y cualquier otra acción derivada de una relación arrendaticia sobre inmuebles
urbanos, suburbanos, se substanciarán y sentenciarán conforme a las disposiciones
contenidas en el presente Decreto-Ley y al Código de ProcedimientoCivil (procedimiento
breve), independientemente de su cuantía. El conocimiento corresponderá la jurisdicción
ordinaria (arts. 10 y 33).
En cambio, las decisiones dictadas (Ministerio de Infraestructura y Alcaldías) por
regulación de alquileres, agotan la vía administrativa, y contra ellas, los interesados podrán
interponer recurso de nulidad por ante la jurisdicción contencioso administrativa, dentro
de los sesenta (60) días calendario siguientes a la última de las notificaciones de la decisión
respectiva, efectuada a las partes (art. 77).
Ahora, la competencia judicial en el área metropolitana de Caracas corresponde a los
Tribunales Superiores en lo Civil y Contencioso Administrativo, en lo relativo a la
impugnación de los actos administrativos emanados de la Dirección General de Inquilinato
del Ministerio de Infraestructura; y en el resto del país (Alcaldías), la tienen los Juzgados
de Municipio o los de igual competencia en la localidad donde se encuentre el inmueble. Es
conveniente señalar que el artículo 88 del Decreto-Ley ordena que sus normas se aplicarán
desde su entrada en vigencia; pero los procedimientos administrativosseguirán
tramitándose hasta su conclusión definitiva por las disposiciones bajo las cuales se inició
su tramitación, en lo que les sea aplicable.
Conclusiones
Hemos hecho una exposición del contenido sustantivo del Decreto con Rango y Fuerza de
Ley de Arrendamientos Inmobiliarios, señalando las diferencias básicas con la legislación
derogada, y concretamente con la Ley de Regulación de Alquileres del 1º de agosto de
1960, Decreto Legislativo Sobre Desalojo de Viviendas del 27 de septiembre de 1947 y el
Reglamento de esas dos normativas del 5 de febrero de 1972. Opinamos que estamos en
presencia, por los cambios importantes en lo sustantivo, procesal y por su finalidad, de un
nuevo ordenamiento legal, más que de una simple reforma o fusión de leyes. El Decreto-
Ley, sin dejar de ser protector de la parte llamada débil, que generalmente es el inquilino,
busca un equilibrio entre los intereses socio-económicos del arrendador y del inquilino,
ambos valiosos y legítimos. En la exposición de motivos se afirma, aunque la parte adjetiva
no ha sido objeto de nuestro análisis, que: Además el proyecto establece normas procesales
novedosas que permitirán imprimir a los procesos judiciales la necesaria celeridad para
que los conflictos puedan ser decididos prontamente, con verdadero sentido
de justicia y equidad. El problema de la celeridad o retardo de los procesos no depende de
las leyes, sino de los órganos judiciales que son los llamados a cumplir con los plazos
procesales. Por otra parte, tampoco compartimos la afirmación final de la exposición de
motivos del Decreto-Ley, sobre los efectos inmediatos o a mediano plazo. Por más que
jurídicamente se trate de sembrar confianza entre las partes con el nuevo instrumento, esto
sólo no será suficiente para conseguir que los propietarios entreguen sus inmuebles en
arrendamiento, o que con un ordenamiento jurídico moderno y de equilibrio vaya a
lograrse que se construyan masivamente desarrollos inmobiliarios. Las metas señaladas se
alcanzarán en la medida en que el Ejecutivo Nacional, Estadal o Municipal produzcan
un clima de verdadera confianza en lo social, político y económico, que atraigan
la inversión de capitales nacionales y extranjeros en todas las actividades económicas y no
solamente en el campo inmobiliario. Concluimos que el Decreto-Ley de Arrendamientos
Inmobiliarios, en líneas generales mejora y supera a la legislación anterior, destacando en
el análisis lo siguiente: 1) Es positiva la unificación de varias disposiciones dispersas que
fueron derogadas para lograr un mejor conocimiento de la materia por parte de los
ciudadanos, abogados y de los jueces. Esto facilita y puede mejorar la administración de
justicia, por la existencia de un solo instrumento legal.
2) Se aclaran y se solucionan jurídicamente algunos problemas que se presentaban en la
legislación anterior, con las interpretaciones de lasconsignaciones, derecho de preferencia,
retracto legal, etc.
3) Se le da más importancia a la relación arrendaticia que surge como una realidad que al
mismo contrato de arrendamiento, sin que sean conceptos antagónicos, sino más bien
complementarios. 4) Se amplía el campo de aplicación del Decreto-Ley (art. 1).
5) La prórroga legal constituye el medio más importante y eficaz para prevenir futuros
problemas y litigios, resultando esto beneficioso a favor de las partes. 6) Se reglamenta
mejor y en forma autónoma las figuras de la preferencia ofertiva y del retracto legal.
7) Se atribuye, como con todas las demás acciones, la competencia a los órganos judiciales
para conocer lo relativo a los reintegros. La acción para reclamar el reintegro de sobre
alquileres prescribe a los dos (2) años. Antes no se señaló y se presentaba la discusión
sobre el tiempo de prescripción.
8) Los intereses de mora causados por el atraso en el pago de los cánones de
arrendamiento, no podrán ser superiores a la tasa pasiva promedio de los seis (6)
principales entidades financieras, conforme a la información que suministre
el Banco Central de Venezuela.
9) El procedimiento para el pago por consignación constituye una garantía bastante
práctica y equitativa para ambas partes, independientemente que se establezca la
notificación por la prensa más en beneficio del arrendatario que del arrendador, cuando
manifiesta desconocer la dirección de éste. Antes estaba regulado en el Decreto Legislativo
Sobre Desalojo de Viviendas (art. 5).
10) Se exigía en el Decreto Legislativo Sobre Desalojo de Viviendas, para solicitar
la desocupación de un inmueble (acción especial) que se acompañara la regulación de
alquileres y se establecía una intimación para que el demandado en un plazo de tres (3)
días consignara la cantidad correspondiente a los arrendamientos vencidos con la mención
expresa que el pago haría cesar el procedimiento. Esto se eliminó.
11) Para la fijación de los alquileres, ahora los inmuebles se valoran en Unidades
Tributarias. Asimismo, es la base para las sanciones previstas en el Decreto-Ley (arts 29 y
82).
12) Todas las acciones derivadas de la relación arrendaticia son conocidas y decididas por
los órganos judiciales competentes e independientemente de la cuantía se sigue el
procedimiento breve del CPC (art. 33).
13) Se define la competencia en lo contencioso administrativo para conocer las
impugnaciones de los actos administrativos que fijan las regulaciones de los cánones de
arrendamiento (art. 10).
14) Ahora, es el arrendador quien decide el tipo de garantía que desea (real o personal).
Antes el arrendador no podía negarse a recibir como garantía el depósito
en dinero ofrecido por el arrendatario (Reglamento, art. 9).
15) El artículo 8 de la derogada Ley de Regulación de Alquileres calificaba a sus
disposiciones como de orden público, sin excepciones. Ahora, expresamente no se declaran
de orden público las disposiciones del Decreto-Ley de Arrendamientos Inmobiliarios, pero
se consagra un principio de orden público muy importante sólo en beneficio de los
arrendatarios en su artículo 7. Será la jurisprudencia la encargada de precisar el alcance y
significado de este principio.
16. Jurídicamente se busca un equilibrio en los intereses de las partes contratantes, muy
parcializada a favor del inquilino en la legislación anterior.
17. El nuevo nombre del Decreto-Ley responde a su objeto y contenido. La derogada ley se
llamaba Ley de Regulación de Alquileres, rigiendo diversas situaciones y no solamente la
regulación de alquileres.
Autor:
Izaguirre Carmen
FACILITADOR:
LUIS GARCIA
SEMESTRE 10
SECCION "2"
Enviado por:
Amaranta Dutti