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Analisis - Ley de Arrendamiento (Venezuela)

Enviado por Amaranta Dutti

Partes: 1, 2
1. Definición y antecedentes
2. Campo de aplicación
3. Exclusión de la ley a los fines de la terminación
arrendaticia
4. Prohibición de alquiler de viviendas
5. Condiciones y garantías
6. Regulación de los cánones de arrendamiento
7. Organismos competentes para la regulación
8. De la terminación de la relación arrendaticia
9. Causales de desalojo del inmueble
10. Contratos por tiempo determinado
11. Lapsos de la prórroga legal
12. Derecho de preferencia
13. Retracto legal
14. De la consignación de la pensión de arrendamiento
15. Procedimiento consignatorio
16. Del reintegro
17. De las sanciones
18. Organismos jurisdiccionales
19. Exención del pago de impuesto sobre la renta
20. Conclusiones
En este trabajo haremos una exposición de las disposiciones sustantivas del Decreto-
Ley de Arrendamientos Inmobiliarios y un análisis comparativo en forma puntual con la
legislación derogada. Terminaremos el estudio con unas conclusiones en que expresaremos
nuestro criterio sobre el Decreto-Ley, las metas señaladas en su exposición de motivos y
destacaremos los aspectos más importantes de la nueva normativa arrendaticia que entró
en vigencia el primero de enero del año dos mil.
El Decreto con Rango y Fuerza de Ley de Arrendamientos Inmobiliarios sustituye a la Ley
de Regulación de Alquileres del 1º de agosto de 1960. Está estructurada en XIII Títulos,
con noventa y cuatro (94) artículos. Asimismo, deroga otros siete (7) instrumentos
jurídicos dispersos que llamaremos legislación derogada o anterior.

Definición y antecedentes
El artículo 1.133 del Código Civil dice: El contrato es una convención entre dos o más
personas para constituir, reglar, transmitir, modificar o extinguir entre ellos un vínculo
jurídico. El Decreto-Ley de Arrendamientos Inmobiliarios no define el contrato
de arrendamiento. El Código Civil en su artículo 1.579 expresa: El arrendamiento es un
contrato por el cual una de las partes contratantes se obliga a hacer gozar a la otra de una
cosa mueble o inmueble, por cierto tiempo y mediante un precio determinado que ésta se
obliga a pagar a aquella.
Se entenderá que son ventas a plazo, los arrendamientos de cosas muebles con la
obligación de transmitir al arrendatario en cualquier tiempo la propiedad de las cosas
arrendadas. Casi todas las normas jurídicas contenidas en el Código Civil sobre Reglas
comunes del arrendamiento de casas y de predios rústicos (art.1.580 al 1.618), quedaron
derogadas con los instrumentos especiales que surgieron antes o después de la Ley de
Regulación de Alquileres; no así las normas particulares sobre el arrendamiento de predios
rústicos, que siguen vigentes y no se les aplica el Decreto-Ley de Arrendamientos
Inmobiliarios. Como todo instituto jurídico el concepto de arrendamiento ha evolucionado
en el tiempo. Desde el Derecho Romanohasta el nacimiento del Derecho del Trabajo la
actividad humana dependiente fue considerada como arrendamiento de servicios. Se ha
discutido si es un derecho real o personal, predominando en Venezuela por el Código Civil
(arts. 1.579, 1.589 y 1.591)que es un derecho personal, ya que el arrendatario no ejerce
su poder directamente sobre el bien arrendado, sino un derecho frente al arrendador. El
contrato de arrendamiento en Venezuela es consensual, bilateral, oneroso, conmutativo, de
tracto sucesivo y principal. Es consensual, porque se perfecciona con el simple
consentimiento de las partes; es bilateral, pues surgen obligaciones recíprocas entre
arrendador y arrendatario; oneroso, porque cada parte se procura una contraprestación: el
arrendador cede en uso un bien, pero a cambio recibe un precio; si no hay contraprestación
(gratuito) se da el contrato denominado comodato. Como sus efectos se producen en el
tiempo es de tracto sucesivo; y finalmente, es un contrato principal, no depende de otra
obligación.
Previo a este nuevo Decreto con Rango y Fuerza de Ley de Arrendamientos Inmobiliarios
existieron a partir de 1939 disposiciones jurídicas que regularon el alquiler de viviendas,
entre otros, el Decreto Legislativo Sobre Desalojo de Viviendas del 25 de enero de 1947,
sustituido por otro el 27 de septiembre de 1947. Se dicta la Ley de Inquilinato (19 de abril
de 1955), cambiada luego por la Ley de Regulación de Alquileres del 1º de agosto de 1960
(G.O. Nº 26.319), reformada el 2 de enero de 1987 (G.O. Nº 3.950). El 9 de septiembre de
1960 se sanciona el Reglamento de la Ley de Regulación de Alquileres y del Decreto
Legislativo Sobre Desalojo de Viviendas (G.O. Nº 438 Extraordinario), sustituido por otro
Reglamento con el mismo nombre el 5 de febrero de 1972 (G.O Nº 29.727).

Campo de aplicación
El Decreto-Ley (Nº 427) del 25 de octubre de 1999 (G.O. Nº 36.845, del 7 de diciembre de
1999) fue dictado por el Dr. Ignacio Arcaya, encargado de la Presidencia de la República,
en uso de la Ley Orgánica que autorizó al Presidente de la República para dictar Medidas
Extraordinarias en MateriaEconómica y Financiera requeridas por el interés público, de
fecha 26 de abril de 1999, publicado en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela Nº
36.687 de fecha 26 de abril de 1999. Se dictó por la facultad concedida para reformar, entre
otras leyes, las de los Subsistemas de Salud, Pensiones y de Vivienda y Paro Forzoso. El
Decreto aparece en Gaceta refrendado por el Presidente encargado y los Ministros en fecha
21 de octubre de 1999. Su campo de aplicación lo determina el artículo Nº 1:
El presente Decreto-Ley regirá el arrendamiento y subarrendamiento de los inmuebles
urbanos y suburbanos destinados a vivienda y/o al funcionamiento o desarrollo de
actividades comerciales, industriales, profesionales, de enseñanza y otras distintas de las
especificadas, ya sean arrendados o subarrendados totalmente o por partes.
El Decreto-Ley (art. 3), también precisa los arrendamientos que están excluidos: a ) Los
terrenos urbanos o suburbanos no edificados. b) Las fincas rurales. c) Los fondos
de comercio. d) Los hoteles, moteles, hosterías, paradores turísticos, inmuebles destinados
a temporadas vacacionales o recreacionales y demás establecimientos de alojamiento
turístico, los cuales estén sujetos a regímenes especiales. e) Las pensiones y hospedajes que
acrediten su registro ante la autoridad competente.
Diferente al campo de aplicación de la ley es la exclusión de la fijación máxima de los
cánones de arrendamiento previsto en su artículo 4: Quedan excluidos del régimen de este
Decreto-Ley, a los solos efectos de la fijación de los cánones de arrendamiento: a) Los
inmuebles pertenecientes a la República de Venezuela, los Estados, los Municipios y los
Institutos Oficiales que determine expresamente el Ejecutivo Nacional, salvo en aquellos
casos en los cuales con motivo de las actividades que se desarrollen en tales inmuebles, los
indicados entes actúen en función jurídico privada. b) Los inmuebles destinados a
vivienda, comercio, industria, oficina o cualquier otro uso, cuya cédula de habitabilidad o
instrumento equivalente sea posterior al 2 de enero de 1987. c) Las viviendas unifamiliares
o bifamiliares cuyo valor, individualmente considerado, establecido por los organismos
encargados de la regulación, exceda de 12.500 Unidades Tributarias. Parágrafo Unico: El
Ejecutivo Nacional podrá modificar el valor de exención mencionado en el literal c) del
presente artículo, cuando así lo aconsejen razones de interés público o social. La anterior
exclusión sólo está referida a la regulación del canon de arrendamiento y no a la aplicación
de las demás disposiciones del Decreto- Ley.
Con respecto al literal b) del artículo in comento, el Ejecutivo Nacional (Decreto Nº 298
del 15-6-1989. G.O, Nº 34.262 del 14-7-1989) autorizó al entonces Ministro de Fomento
para que declarasen exentos de regulación a los inmuebles que se hubieren comenzado a
construir con posterioridad al 2 de enero de 1987 o que para dicha fecha se encontraren
en construcción, siempre y cuando la habitabilidad fuere posterior a la fecha del Decreto.
La exención se hizo por veinte (20) años con prórrogas de cinco (5) años.
El literal c) del artículo excluye de la regulación del canon de arrendamiento, sólo a las
viviendas familiares o bifamiliares cuando el valor individual del inmueble excede de la
cantidad determinada, quiere decir que sí deben regularse, independientemente de su
valor, los inmuebles destinados a comercio, industria, oficina o cualquier otro uso, cuya
cédula de habitabilidad sea anterior al 2 de enero de 1987.

Exclusión de la ley a los fines de la terminación


arrendaticia
Prescribe el artículo 5 del Decreto-Ley su exclusión sólo a los efectos de la terminación de
la relación arrendaticia, el arrendamiento o subarrendamiento de viviendas o locales cuya
ocupación sea consecuencia de una relación laboral (bastaba con esta expresión) o de una
relación de subordinación existente; no así a los efectos de la fijación de la renta máxima
mensual de los inmuebles sujetos a regulación, cuando el valor rental forme parte del
sueldo o salario, sin perjuicio de lo dispuesto en la Ley Orgánica del Trabajo. En las
relaciones laborales el uso del inmueble dado por el patrono al trabajador puede formar
parte del salario. En ese supuesto, la relación jurídica surgida por el uso del inmueble no se
regirá por este Decreto-Ley, sino por la legislación del trabajo a los efectos de la entrega del
inmueble. Sin embargo, a veces puede haber entre el patrono y el trabajador un contrato de
arrendamiento independiente de la relación laboral y en este supuesto si se aplicaría el
Decreto-Ley de Arrendamientos Inmobiliarios en cuanto a la terminación de la relación
arrendaticia.

Prohibición de alquiler de viviendas


Como en la ley anterior, se declara ilícito el arrendamiento o subarrendamiento de
viviendas urbanas o suburbanas que no posean las condiciones elementales mínimas de
sanidad y habitabilidad. Señala el Decreto-Ley que están comprendidas especialmente las
viviendas comúnmente llamadas ranchos que son aquellas construidas
con materiales inadecuados o perecederos, tales como tablas, latas y cartones, que carecen
de servicios de infraestructura primaria. Por eso nadie estará obligado a pagar
arrendamiento por esas viviendas. Esa disposición ha sido letra muerta, porque se
mantiene el comercio ilícito de alquiler de esas viviendas. Es una realidad social más que
jurídica.

Condiciones y garantías
 1) Se incorpora una disposición expresa que obliga a los propietarios y
administradores de inmuebles destinados al arrendamiento de mantenerlo y
conservarlo en buen estado. Para ello deberán contratar con personas especializadas
el servicio de mantenimiento de ascensores, montacargas, incineradores, ductos
de basura, tanques de agua, equipos hidroneumáticos y cumplir con lo establecido en
las disposiciones pertinentes en lo relativo a pintura y exigencias sanitarias del
inmueble.
 2) Como en la legislación anterior, el arrendatario o subarrendatario no está
obligado a pagar alquileres superiores a los legalmente fijados, ni primas por la cesión,
traspaso o arriendo, o venta de punto, así como aceptar como condición para la
celebración del arrendamiento la compra de bienes muebles que se encuentren ubicados
dentro del área que se pretende arrendar.
 3) Se establece una cláusula nueva referida a que en los contratos a tiempo
determinado que versen sobre inmuebles exentos de regulación y en los que no se haya
pactado cláusula de valor a los fines de la actualización periódica del canon de
arrendamiento mensual, éste se ajustará cada vez que haya transcurrido un (1) año de la
relación arrendaticia, de acuerdo al Índice General
de Precios al Consumidor establecido por el BancoCentral de Venezuela, acumulado
para ese mismo período, si las partes no hubieren llegado a un acuerdo sobre el monto
del mismo (art. 14).
 4) Se mantiene la sanción de declarar nulo el subarrendamiento realizado sin la
autorización expresa y escrita del arrendador, y de considerar los ofrecimientos de
inmuebles de arrendamiento como ofertas públicas.
 5) Como antes, quedan prohibidos los avisos o anuncios de prensa o de cualquier
otro medio de publicidad de exigir al arrendatario no tener niños, la de ser extranjero
o discriminación relativa a raza, sexo, credo o condición social. Sin embargo, en la
publicidad relativa a urbanizaciones o edificios diseñados para el descanso de personas
de avanzada edad podrá, ahora, señalarse esa circunstancia.
 6) En el arrendamiento de casas de vecindad o de habitaciones en casas
particulares no se podrá exigir más de un 25% del alquiler máximo fijado en cada caso,
por concepto de pagos de limpieza del inmueble, aseo domiciliario, agua, gas o
alumbrado eléctrico ni por cualquier otro servicio similar. Asimismo, en las
edificaciones sujetas a regulación que constan en unidades independientes, no
sometidas al régimen de propiedad horizontal, se limita el pago de aseo, conservación,
agua, energía eléctrica y cualquier otro servicio similar, a un máximo de un 25% del
monto del canon de arrendamiento.
 7) Se mantiene la disposición que obliga al nuevo propietario a respetar la relación
arrendaticia en los mismos términos pactados con el propietario anterior.
 8) Como en la legislación derogada, no se podrá exigir al mismo tiempo al
arrendatario garantías reales y personales. Se aumentó el depósito a un máximo de
cuatro (4) meses de alquiler, más los intereses que se generen conforme al artículo 23
del Decreto-Ley, debiéndose colocar el dinero en un banco. Si no lo hace deberá el
arrendador pagar intereses calculados a la tasa pasiva promedio de los seis (6)
principales entes financieros durante la relación arrendaticia. El depósito y los intereses
deberá devolverlo al arrendatario ( si está solvente con todas las obligaciones) dentro de
los sesenta (60) días calendario siguientes a la terminación de la relación arrendaticia,
entendiendo nosotros que deberá ser una vez entregado el inmueble. La ley limita los
intereses de mora por el atraso en el pago de los cánones de arrendamiento a un
máximo de la tasa pasiva promedio de las seis (6) principales entidades financieras
conforme a la información que suministre el Banco Central de Venezuela.
 9) En cuanto a las cláusulas penales que el Decreto-Ley define (art. 8, literal c )
como la sanción prevista por las partes en virtud del incumplimiento de una cualquiera
de las cláusulas del contrato, consideramos que sólo se permite en el caso del artículo 28
que dispone lo siguiente:
Las partes podrán establecer cláusulas penales por el incumplimiento de la obligación
asumida por el arrendatario, referida a la entrega del inmueble alvencimiento del plazo.
A pesar del término cláusula penal es una indemnización de carácter civil que debe tomar
en cuenta el carácter de orden público de las disposiciones de este Decreto-Ley de
Arrendamientos Inmobiliarios y las prohibiciones y sanciones de las normas consagradas
en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en la Ley de Protección al
Consumidor y al Usuario, sobre la Usura. Cualquier exceso, el juez podrá reducir el monto
en una cláusula por la demora en la entrega del inmueble al vencimiento del plazo y que
por razones de justicia no deberá exceder al equivalente del canon de arrendamiento fijado
oficialmente y en los casos de inmuebles no sometidos a regulación, tampoco deberá
exceder del equivalente al canon de arrendamiento convenido por las partes.

Regulación de los cánones de arrendamiento


La fijación de cánones de arrendamiento en Venezuela se hizo en un Decreto (9 de
septiembre de 1939) sobre regulación de los precios de artículos de primera necesidad. La
Ley de Regulación de Alquileres del 1º de agosto de 1960 amplió el objetivo y contenido de
la Ley de Inquilinato de 1955, pero se le dio un nombre inapropiado, pues esa ley no
solamente reguló los cánones de arrendamiento, sino que incorporó al texto una serie de
disposiciones dispersas que regían las relaciones arrendaticias. La ley de 1960 estableció
que estaban exentos de regulación los cánones de arrendamiento correspondientes a los
inmuebles pertenecientes a la Nación, los Estados, las Municipalidades o los Institutos
Oficiales que determinara expresamente el Ejecutivo (art. 2) y las viviendas unifamiliares
cuyo valor, determinado por los organismos reguladores, no excedieran de doscientos
veinticinco mil bolívares (Bs. 225.000.00). La regulación la hacía la Dirección de
Inquilinato del Ministerio de Fomento para los inmuebles situados en el Distrito Federal y
el Distrito Sucre del Estado Miranda, o en aquellos lugares donde así lo dispusiera el
Ejecutivo Nacional, y en las demás ciudades y poblaciones continuarían conociendo los
Concejos Municipales. Con el nuevo Decreto-Ley de Arrendamientos Inmobiliarios la
única materia de arrendamiento que se tramita en vía administrativa es la fijación de los
cánones de arrendamientos. El artículo 29 expresa lo siguiente:
La fijación de los cánones de arrendamiento de los inmuebles sujetos a regulación de
conformidad con el presente Decreto-Ley, estará basada en los siguientes porcentajes
de rentabilidad anual sobre el valor del inmueble, representado en Unidades Tributarias.
a) Con un valor hasta de 4.200 Unidades Tributarias 6% anual. b) Con un valor entre 4.201
y 8.400 Unidades Tributarias 7% anual. c) Con un valor entre 8.401 y 12.500 Unidades
Tributarias 8% anual. d) Con un valor superior a 12.501 Unidades Tributarias 9% anual.
Parágrafo Único: El Ejecutivo Nacional podrá modificar los porcentajes de rentabilidad,
establecidos en este artículo, cuando así lo determinen razones de interés público o social.
Con relación a la ley derogada variaron los porcentajes y en el presente el valor del
inmueble se determina por Unidades Tributarias. Antes la revisión de los cánones de
arrendamiento se hacía cada tres (3) años, hoy se puede solicitar cuando hubieren
transcurrido dos (2) años después de efectuada y notificada la regulación.Se mantiene
también como causal para solicitar nueva regulación el cambio total o parcialmente, del
uso o destino para el cual fue arrendado el inmueble; pero se incorpora un nuevo supuesto:
cuando el propietario o arrendador haya ejecutado en el inmueble, dentro del plazo de dos
(2) años, mejoras cuyo costo excedan del veinte por ciento (20%) del valor del inmueble.
Ahora, el valor máximo de los muebles y otros accesorios que se encuentren junto con la
vivienda no podrá exceder para el alquiler del dos por ciento mensual (2%), calculados
sobre el valor por unidad de los mismos (antes 1%) y en ningún caso podrá exceder del
treinta por ciento (30%) del monto del canon fijado al inmueble (antes 15%) por los
arrendamientos de esos muebles (art. 31).

Organismos competentes para la regulación


Indica el artículo 9 que las funciones administrativas inquilinarias -como en la anterior
ley- son de la competencia del Poder Ejecutivo Nacional y el ejercicio de sus funciones
podrá ser delegado por este Poder Nacional a las Alcaldías, en cuyo caso las multas que
aquellos impongan como sanción a los contraventores de este Decreto-Ley, ingresarán al
respectivo tesoro municipal. En el Área Metropolitana de Caracas estas funciones no
podrán ser delegadas y las ejercerá el Ejecutivo Nacional por órgano de la Dirección
General de Inquilinato del Ministerio de Infraestructura.
Esa Dirección y las Alcaldías fijan el canon de arrendamiento máximo y sus decisiones
agotan la vía administrativa. Los interesados podrán interponer recurso de nulidad contra
las decisiones administrativas por ante la jurisdicción contencioso administrativa, dentro
de los sesenta (60) días calendario siguientes a la última de las notificaciones de la decisión
respectiva efectuada a las partes. Antes se hablaba de apelación, pero era una acción de
nulidad, porque no conocía un órgano administrativo en alzada, sino un tribunal. El
Reglamento de la ley creó para el Distrito Federal y el Distrito Sucre del Estado Miranda,
un Tribunal de Apelaciones de Inquilinato y en el resto del país conocían los Tribunales de
Distritos, además, creó el respectivoprocedimiento.
Prevé el nuevo Decreto-Ley la posibilidad de que los organismos administrativos
competentes, si los interesados no lo solicitaren, de iniciar de oficio el procedimiento y
fijarlo; en los casos que a su juicio consideren necesario, a costa del propietario y sin
perjuicio de la aplicación de las sanciones a que hubiere lugar (art. 32, Parágrafo Segundo).
Nos imaginamos que esto será letra muerta en la práctica. La Ley de Regulación de
Alquileres señalaba esa misma facultad (art. 29).

De la terminación de la relación arrendaticia


Los contratos de arrendamientos son por tiempo determinado o indeterminado, y pueden
hacerse por escrito o en forma verbal. Por la redacción del artículo 34 del Decreto-Ley da la
impresión de que los contratos por tiempo determinado no se pueden celebrar
verbalmente. Darle esa interpretaciónno es correcto, ya que un contrato por tiempo
determinado se puede efectuar verbalmente; es cuestión de pruebas. En los contratos por
tiempo determinado, en la misma convención las partes fijan el tiempo de duración de los
mismos, lo que no se hace en los contratos por tiempo indeterminado. Una de las grandes
diferencias procesales con el Decreto Legislativo Sobre Desalojo de Viviendas, la
encontramos en que ahora el desalojo de inmuebles arrendados en forma verbal o por
escrito a tiempo indeterminado no se ejerce administrativamente, sino en vía judicial en
procedimiento breve, independientemente de su cuantía (art. 33).

Causales de desalojo del inmueble


Como dijimos, la acción se intenta en el tribunal civil competente, independientemente de
su cuantía en procedimiento breve. Aumentan las causales para demandar el desalojo en
los contratos de arrendamientos verbales o por escrito a tiempo indeterminado. El actor
tendrá la carga de la prueba de los hechos alegados como causal para solicitar
la desocupación del inmueble. Establece el artículo 34 las siguientes causales de
desocupación: a) Que el arrendatario haya dejado de pagar el canon de arrendamiento
correspondiente a dos (2) mensualidades consecutivas. b) En la necesidad que tenga el
propietario de ocupar el inmueble, o alguno de sus parientes consanguíneos dentro del
segundo grado (padre, hijo, hermano, abuelo, nieto) o el hijo adoptivo (nuevo). Cuando el
arrendador no es el propietario no procede esta causal. c) Que el inmueble vaya a ser
objeto de demolición o reparaciones que ameriten la desocupación. d) Que el arrendatario
haya destinado el inmueble a usos deshonestos, indebidos o en contravención a la
conformidad de uso concedida por las autoridades municipales respectivas o por quien
haga sus veces, o por el hecho de que el arrendatario haya cambiado el uso o destino que
para el inmueble se pactó en el contrato de arrendamiento, sin el consentimiento previo y
por escrito del arrendador. e) Que el arrendatario haya ocasionado al inmueble deterioros
mayores a los provenientes del uso normal del inmueble o efectuado reformas no
autorizadas por el arrendador. f) Que el arrendatario haya incurrido en la violación o
incumplimiento del Reglamento Interno. En el régimen de propiedad horizontal, el
respectivo documento de condominio y su reglamento se consideran Reglamento Interno.
g) Que el arrendatario haya cedido el contrato de arrendamiento o subarrendado total o
parcialmente el inmueble, sin el consentimiento previo y por escrito del arrendador. h) El
Parágrafo Segundo del artículo 34 señala: Queda a salvo el ejercicio de las acciones que
correspondan por otras causales distintas a las previstas en ese artículo; significando esto
que las partes contratantes pueden prever otras causales distintas, pero consideramos que
no pueden ser contrarias al orden público o signifiquen una renuncia de los derechos del
arrendatario. Recordemos que el artículo 7 del Decreto-Ley consagra que: Los derechos
que el presente Decreto-Ley establece para beneficiar o proteger a los arrendatarios son
irrenunciables. Será nula toda acción, acuerdo o estipulación que implique renuncia,
disminución o menoscabo de estos derechos.

Contratos por tiempo determinado


Las partes son libres para convenir en estos contratos las causales de terminación de los
mismos, salvo los señalados anteriormente sobre el orden público. Su terminación se da
normalmente llegado el día del vencimiento del plazo estipulado. Por la legislación
derogada, el arrendatario con treinta días de anticipación si estaba solvente con sus
obligaciones, podía solicitar por vía administrativa el derecho de preferencia para
mantenerse como arrendatario. Este procedimiento administrativo duraba años en la
práctica, hizo que gran cantidad de propietarios prefirieran mantener sus inmuebles
desocupados. El nuevo Decreto-Ley contempla la figura denominada prórroga legal (art.
38 al 41). Se concede en beneficio exclusivo del arrendatario. Se tomó en cuenta una
realidad social: el inquilino generalmente no le es fácil conseguir otra vivienda o local para
mudarse en un tiempo perentorio. Nos parece de equidad esa prórroga, pues busca
un equilibrio entre los derechos del arrendador y del arrendatario; pero se exige que al
vencimiento del término contractual el arrendatario esté solvente con sus obligaciones
contractuales o legales. Textualmente el artículo 40 dice así:
Si al vencimiento del término contractual el arrendatario estuviere incurso en el
incumplimiento de sus obligaciones contractuales o legales, no tendrá derecho a gozar del
beneficio de la prórroga legal.
El incumplimiento no está referido simplemente a la morosidad en el pago de los cánones
de arrendamiento; puede ser con otras obligaciones. Sin embargo, en definitiva el
incumplimiento tendrá que calificarlo el tribunal competente que conozca del caso y no en
forma unilateral el arrendador. Cuando estuviere en curso la prórroga legal no se
admitirán demandas de cumplimiento de contrato de arrendamiento por vencimiento del
término, a menos que sean interpuestas por el incumplimiento de obligaciones legales y
contractuales.

Lapsos de la prórroga legal


Se prevén las siguientes reglas: a) Cuando la relación arrendaticia haya tenido una
duración hasta de un (1) año o menos, se prorrogará por un lapso máximo de seis meses. b)
Cuando la relación arrendaticia haya tenido una duración mayor de un (1) año y menor de
cinco (5) años, se prorrogará por un lapso máximo de un (1) año. c) Cuando la relación
arrendaticia haya tenido una duración de cinco (5) años o más, pero menos de diez (10)
años, se prorrogará por un lapso máximo de dos (2) años. d) Cuando la relación
arrendaticia haya tenido una duración de diez (10) años o más, se prorrogará por un lapso
máximo de tres (3) años.
Se aprecia el tiempo total de la relación de arrendamiento y no el lapso del último contrato,
si son varios. Así por ejemplo, si las partes han contratado por tres años y al vencerse ese
lapso de mutuo acuerdo deciden prorrogarlo por igual tiempo; al terminar el segundo
lapso, para la prórroga legal se considera todo el tiempo de la relación arrendaticia que fue
de seis años; opera a favor del arrendatario una prórroga de dos (2) años. Al concluir la
prórroga legal, también puede darse la tácita reconducción si el arrendador permite que el
arrendatario siga en el uso del inmueble sin oponerse y aceptando el pago de las pensiones
de arrendamiento.
En nuestra opinión, si se declara con lugar la demanda de desalojo de un inmueble en
virtud de las causales b y c del artículo 34 (necesidad de ocupar el inmueble; demolición y
reparación) no se produce una prórroga del contrato, sino la ley lo que ordena (Parágrafo
Primero) es un plazo improrrogable de seis (6) meses para la entrega material del mismo,
contados a partir de la notificación que se le haga de la sentencia definitivamente firme.
La prórroga legal se concede en beneficio del arrendatario; puede antes de terminar la
prórroga dar por terminado el contrato de arrendamiento y entregar el inmueble. Sólo
estará obligado a pagar los cánones de arrendamiento hasta ese momento. Durante el
lapso de la prórroga legal la relación arrendaticia se considera a tiempo determinado con
las mismas condiciones y estipulaciones del contrato original, salvo las variaciones del
canon de arrendamiento que sean consecuencia de un procedimiento de regulación, o de
un convenio entre las partes si el inmueble estuviere exento de regulación. La prórroga
procede de pleno derecho; y vencida, el arrendador, podrá exigir del arrendatario el
cumplimiento de su obligación de entregar el inmueble; pudiendo el juez a solicitud del
arrendador decretar el secuestro del inmueble (art. 39).

Derecho de preferencia
Como en la legislación derogada, se mantiene el derecho de preferencia del arrendatario
sólo para la compra del inmueble. El Decreto- Ley define la preferencia ofertiva como el
derecho que tiene el arrendatario para que se le ofrezca en venta, en primer lugar y con
preferencia a cualquier tercero, el inmueble que ocupa en esa condición, siempre y cuando
tenga más dos (2) años de inquilino, se encuentre solvente en el pago de los cánones de
arrendamiento y satisfaga las aspiraciones del propietario. El arrendador o
la persona autorizada por instrumento auténtico debe notificar al arrendatario mediante
documento auténtico, (juez o notario) su manifestación de querer vender, indicándose el
precio, condiciones y modalidades de la negociación. El arrendatario deberá notificar al
propietario, o a la persona autorizada según el caso, en forma indubitable (no dice que sea
por escrito o documento auténtico), su aceptación o rechazo de la oferta hecha a su favor
en el término de quince (15) días calendario (continuos) a contar de la fecha del
ofrecimiento. Transcurrido ese término sin que el arrendatario hubiere aceptado el
ofrecimiento, el propietario quedará en libertad de dar en venta el inmueble a terceros,
bajo las mismas condiciones y modalidades del ofrecimiento en venta (art. 44). De acuerdo
con el diccionario de la Real Academia indubitable (adjetivo) significa cierto y que no
admite duda. Recomendamos hacerlo por escrito para evitar duda o controversia. Se
establece que si dentro de los ciento ochenta (180) días calendario después del
ofrecimiento de la venta, sin que se hubiere efectuado la misma a terceros quedará sin
efecto esa oferta, debiendo en consecuencia, hacerse una nueva para cualquiera otra
negociación que el arrendador pretendiera celebrar.
El derecho de preferencia también existía en el Decreto Legislativo Sobre Desalojo de
Viviendas (art. 6) si el arrendatario tenía más de dos (2) años ocupando el inmueble o si el
arrendatario había realizado mejoras que excedieran del cinco por ciento (5%) de su valor,
aunque no tuviera ese tiempo.

Retracto legal
El retracto legal es la garantía del cumplimiento de las disposiciones jurídicas en el
derecho de preferencia que tiene el arrendatario en la adquisición del inmueble que
ocupa. El Código Civil define el retracto como el derecho que tiene el comunero de
subrogarse al extraño que adquiera un derecho en la comunidad por compra o dación en
pago, con las mismas condiciones estipuladas en el contrato (art. 1.546).
El artículo 43 del Decreto-Ley expresa que: el retracto legal arrendaticio es el derecho que
tiene el arrendatario de subrogarse, en las mismas condiciones estipuladas en el
instrumento traslativo de propiedad, en el lugar de quien adquiere el inmueble arrendado
por cualquier acto que comporte la transmisión del derecho de propiedad. Las condiciones
para ejercer el retracto legal son las mismas señaladas para ejercer el derecho de
preferencia. Se señala un plazo de cuarenta (40) días calendario (continuos) para que el
arrendatario ejerza el derecho de retracto, contados a partir de la fecha de la notificación
cierta que de la negociación celebrada deberá hacerle el adquirente. Exige además la
disposición (art. 47) que a dicha notificación deberá anexarse necesariamente copia
certificada del documento contentivo de la negociación, la cual quedará en poder del
notificado. La misma puede hacerse por documento privado, pero necesariamente la copia
del documento tiene que ser certificada. Mientras no se haga la notificación con la copia
indicada, no empezará a correr el lapso de los cuarenta (40) días calendario. Se
contemplan dos supuestos: a) Que no se hubiere hecho la notificación prevista en su
artículo 44 o se omitiere en ella alguno de los requisitos exigidos. b) Que efectuada la venta
a un tercero, su precio resultare inferior (no superior) al ofertado, o sus condiciones fueren
más favorables (no más desfavorables) que las ofrecidas inicialmente al arrendatario. Por
ejemplo, si al arrendatario se le ofrece la venta del inmueble en cincuenta millones de
bolívares y la rechaza por el precio y luego se vende por setenta millones de bolívares, no
procederá el retracto legal; pero sí procede en el caso que se hubiere vendido en cuarenta y
nueve millones de bolívares.
Finalmente, acotaremos que el retracto legal arrendaticio, de conformidad con el artículo
49, no procederá en los casos de enajenación o transferencia global de la propiedad del
inmueble del cual forme parte la vivienda, oficina o local arrendado, como en la derogada
legislación. Esa excepción existía en el Decreto Legislativo sobre Desalojo de Viviendas
(art. 6, Parágrafo Unico).

De la consignación de la pensión de arrendamiento


Este mecanismo estaba regulado en el Decreto Legislativo Sobre Desalojo de Viviendas;
pero presentaba muchas dudas y lagunas, produciendo en los tribunales de instancias
decisiones contradictorias, muchas de ellas injustas en perjuicio del arrendatario. Ahora,
se prevé un procedimiento más práctico para la notificación al arrendador en la
consignación de los cánones.
Para evitar la insolvencia del arrendatario, si el arrendador se niega a recibir el pago de la
pensión de arrendamiento vencida, en la normativa inquilinaria se pauta un procedimiento
más sencillo que el de la oferta real del Código de Procedimiento Civil. La consignación
debidamente hecha considera al arrendatario en estado de solvencia, salvo prueba en
contrario que corresponderá apreciar al juez, ante quien el interesado presentare la
demanda. La consignación de los cánones de arrendamiento se regula en el artículo 51:
Cuando el arrendador de un inmueble rehusare expresa o tácitamente recibir el pago de la
pensión de arrendamiento vencida de acuerdo con lo convencionalmente pactado, podrá el
arrendatario o cualquier persona debidamente identificada que actúe en nombre y
descargo del arrendatario, consignarla por ante el Tribunal de Municipio competente, por
la ubicación del inmueble, dentro de los quince (15) días continuos siguientes al
vencimiento de la mensualidad.
Ese derecho de consignación se confiere para que el arrendatario cumpla con su principal
obligación: pagar los cánones de arrendamiento. Cuando la consignación la hace un tercero
sólo se exige que la persona esté debidamente identificada, manifieste que actúa en
nombre y descargo del arrendatario, y no hace falta que presente poder autenticado
o carta poder. Una vez consignada la suma de dinero, sólo podrá ser retirada por el
beneficiario de la consignación o por su apoderado legalmente constituido y autorizado
para ello, y en ningún caso podrá retirarla el arrendatario o el tercero consignante.

Procedimiento consignatorio
El escrito dirigido al Juez de Municipio indicará el nombre y apellido del consignante; el
carácter con que actúa; la identificación completa y la dirección de la persona natural o
jurídica en cuyo favor se consigna; las referencias del inmueble (ubicación), el monto del
canon de arrendamiento mensual y el motivo por el cual efectúa la consignación. No lo dice
el Decreto, pero lógicamente se hará constar el mes o meses que consigna, porque a veces
pueden ser varios cánones. Basta con alegar, sin necesidad de probarlo, que el arrendador
se ha negado expresa o tácitamente a recibir el pago para que proceda el derecho de
consignación. Tampoco se exige que tenga que hacerse por cheque de gerencia a nombre
del tribunal o del arrendador.
Una vez presentado el escrito con la cantidad consignada, el juez dará al interesado su
comprobante y cursará notificación al beneficiario, de que la suma consignada se halla a su
orden y disposición. En el procedimiento del Código de Procedimiento Civil en la oferta
real el juez tiene que trasladarse al lugar donde se encuentra el supuesto acreedor para
hacer la oferta. En la consignación arrendaticia es más sencillo y práctico. Se impone como
obligación del arrendatario (o tercero) aportar los datos suficientes para el logro de la
notificación al beneficiario, dentro de un plazo no mayor de treinta (30) días continuos
siguientes a la primera consignación. La ley aclara que la omisión por parte del Tribunal de
la notificación no la invalidará, hecho diferente a que no se realice por culpa o negligencia
del consignante. En este último caso la consignación no se considerará como
legítimamente efectuada.
Si el inquilino manifestare desconocer la dirección del arrendador, la notificación se podrá
efectuar a través de un cartel, con una sola publicación en uno de los diarios de mayor
circulación de la localidad en que se encuentre el inmueble; acompañándose luego la
publicación en el expediente. Para las futuros pagos no hace falta publicar otros carteles en
prensa, pero deberán consignarse en el mismo tribunal y expediente. Se acostumbra en el
mismo escrito expresar que desconoce la dirección del arrendador y se pide de una vez la
expedición del cartel. A los efectos de la consignación arrendaticia, todas las actuaciones
del tribunal estarán libres de derechos y emolumentos y exentos del impuesto de papel
sellado y timbres fiscales. El principio de la gratuidad de la justicia se consagra en forma
general en el artículo 26 de la Carta Magna de 1999.

Del reintegro
El reintegro es el derecho que tiene el inquilino o arrendatario de solicitar la devolución o
compensación de todo cuanto se cobre en exceso del canon máximo de arrendamiento
mensual fijado por los organismos administrativos competentes. Antes se ejercía este
derecho en vía administrativa. Ahora, se dispone (art. 61) que las acciones para solicitar la
repetición de sobrealquileres se intentarán por ante los tribunales ordinarios competentes
por la cuantía (procedimiento breve, Libro IV, Título XII CPC), y se precisa, por el silencio
anterior, que la acción para reclamar el reintegro de sobrealquileres prescribe a los dos (2)
años. Se reconoce a su vez, el derecho del inquilino a compensar con los alquileres que
deba satisfacer, considerándose en estado de solvencia cuando el importe del reintegro,
establecido mediante sentencia definitivamente firme, sea igual o superior a lo que le
corresponda pagar por concepto de alquileres. Este derecho lo tiene el arrendatario frente
al arrendador o al perceptor de los sobrealquileres. Si son dos personas diferentes,
propietario y administrador del inmueble, la responsabilidad será solidaria. El tribunal que
conozca en primera instancia de las acciones de reintegro, remitirá de oficio al organismo
regulador, copia certificada de la sentencia definitivamente firme recaída en la causa, a los
fines de aplicar la sanción (art. 64).

De las sanciones
Los infractores del Decreto-Ley (art.82) serán penados por los organismos encargados de
la fijación de los cánones de arrendamiento (Ministerio de Infraestructura y Alcaldías), con
una multa que no podrá exceder del equivalente a cuatrocientos veinte (420) Unidades
Tributarias, según la gravedad de la falta y el mérito de las respectivas circunstancias
atenuantes o agravantes que concurran en el caso concreto, guardando la debida
proporcionalidad y adecuación a los supuestos de hecho de la norma. También se puede en
los casos de reincidencia aplicarse a los infractores hasta el doble de las multas
impuestas. La Ley Contra el Acaparamiento y la Especulación del dos de agosto de 1947
(hoy derogada por la Ley de Protección al Consumidor de 1992) llegó a tipificar en su
artículo 2 un delito:
Las penas establecidas en el artículo 1 se aplicarán a quienes perciban, sobre inmuebles
urbanos, alquileres superiores a los legalmente determinados, exijan primas por la cesión o
arriendo, impongan como condición la compra de muebles u otros objetos, y en general, a
quienes resulten responsables de toda maniobra que directa o indirectamente constituyan
de hecho un aumento del canon de arrendamiento. Será punible, asimismo, la negativa a
arrendar sin causa justificada.
No es objeto de este estudio, pero hay que analizar con mucho detenimiento los casos de
acaparamiento, especulación y usura previstos hoy en la Ley de Protección
al Consumidor y al Usuario con relación al contrato de arrendamiento.

Organismos jurisdiccionales
Salvo el conocimiento para la fijación de los cánones de arrendamiento, que se hace en vía
administrativa, el artículo 33 citado dispone que las demandas por desalojo, cumplimiento
o resolución de un contrato de arrendamiento, reintegro de sobrealquileres, reintegro de
depósito en garantía, ejecución de garantías, prórroga legal, preferencia ofertiva, retracto
legal y cualquier otra acción derivada de una relación arrendaticia sobre inmuebles
urbanos, suburbanos, se substanciarán y sentenciarán conforme a las disposiciones
contenidas en el presente Decreto-Ley y al Código de ProcedimientoCivil (procedimiento
breve), independientemente de su cuantía. El conocimiento corresponderá la jurisdicción
ordinaria (arts. 10 y 33).
En cambio, las decisiones dictadas (Ministerio de Infraestructura y Alcaldías) por
regulación de alquileres, agotan la vía administrativa, y contra ellas, los interesados podrán
interponer recurso de nulidad por ante la jurisdicción contencioso administrativa, dentro
de los sesenta (60) días calendario siguientes a la última de las notificaciones de la decisión
respectiva, efectuada a las partes (art. 77).
Ahora, la competencia judicial en el área metropolitana de Caracas corresponde a los
Tribunales Superiores en lo Civil y Contencioso Administrativo, en lo relativo a la
impugnación de los actos administrativos emanados de la Dirección General de Inquilinato
del Ministerio de Infraestructura; y en el resto del país (Alcaldías), la tienen los Juzgados
de Municipio o los de igual competencia en la localidad donde se encuentre el inmueble. Es
conveniente señalar que el artículo 88 del Decreto-Ley ordena que sus normas se aplicarán
desde su entrada en vigencia; pero los procedimientos administrativosseguirán
tramitándose hasta su conclusión definitiva por las disposiciones bajo las cuales se inició
su tramitación, en lo que les sea aplicable.

Exención del pago de impuesto sobre la renta


Se mantiene con el objeto de estimular la participación de la iniciativa privada en
la construcción de viviendas que el Ejecutivo Nacional podrá declarar de interés social
determinados proyectos que tengan por objeto la edificación de viviendas para ser
arrendadas a cánones razonablemente bajos. Los ingresos por concepto de arrendamientos
quedarán exentos del pago del impuesto sobre la renta por un lapso de diez (10) años
contados desde la fecha de terminación de la construcción. OFICINAS DE ASITENCIA
LEGAL
Prevé el Decreto-Ley la posibilidad que el Ejecutivo Nacional abra oficinas especiales para
prestar asistencia jurídica gratuita a aquellas personas carentes de medios económicos
suficientes y que la requieran para la defensa de sus derechos. Esta facultad estaba en el
artículo 84 del Reglamento de la Ley de Regulación de Alquileres y del Decreto Legislativo
Sobre Desalojo de Viviendas. DISPOSICIONES DEROGADAS
El Decreto-Ley (artículo 93) deroga los siguientes instrumentos:
1. Ley de Regulación de Alquileres del 1º de agosto de 1960. 2. Ley de Reforma Parcial de la
Ley de Regulación de Alquileres del 2 de enero de 1987. 3. Decreto Legislativo Sobre
Desalojo de Viviendas del 27 de septiembre de 1947. 4. Reglamento de la Ley de
Regulación de Alquileres y del Decreto Legislativo Sobre Desalojo de Vivienda del 5 de
febrero de 1972. 5. Resolución Nº 3.729 del Ministerio de Fomento del 1º de julio de
1976. 6. Decretos Nº. 513 y 576 de fechas 6 de enero y 14 de abril de 1971. 7. Decreto Nº
298 de fecha 15 de junio de 1989. 8. Decreto Nº 1.493 del 18 de marzo de 1987. 9. Todas las
demás disposiciones contrarias al presente Decreto-Ley.

Conclusiones
Hemos hecho una exposición del contenido sustantivo del Decreto con Rango y Fuerza de
Ley de Arrendamientos Inmobiliarios, señalando las diferencias básicas con la legislación
derogada, y concretamente con la Ley de Regulación de Alquileres del 1º de agosto de
1960, Decreto Legislativo Sobre Desalojo de Viviendas del 27 de septiembre de 1947 y el
Reglamento de esas dos normativas del 5 de febrero de 1972. Opinamos que estamos en
presencia, por los cambios importantes en lo sustantivo, procesal y por su finalidad, de un
nuevo ordenamiento legal, más que de una simple reforma o fusión de leyes. El Decreto-
Ley, sin dejar de ser protector de la parte llamada débil, que generalmente es el inquilino,
busca un equilibrio entre los intereses socio-económicos del arrendador y del inquilino,
ambos valiosos y legítimos. En la exposición de motivos se afirma, aunque la parte adjetiva
no ha sido objeto de nuestro análisis, que: Además el proyecto establece normas procesales
novedosas que permitirán imprimir a los procesos judiciales la necesaria celeridad para
que los conflictos puedan ser decididos prontamente, con verdadero sentido
de justicia y equidad. El problema de la celeridad o retardo de los procesos no depende de
las leyes, sino de los órganos judiciales que son los llamados a cumplir con los plazos
procesales. Por otra parte, tampoco compartimos la afirmación final de la exposición de
motivos del Decreto-Ley, sobre los efectos inmediatos o a mediano plazo. Por más que
jurídicamente se trate de sembrar confianza entre las partes con el nuevo instrumento, esto
sólo no será suficiente para conseguir que los propietarios entreguen sus inmuebles en
arrendamiento, o que con un ordenamiento jurídico moderno y de equilibrio vaya a
lograrse que se construyan masivamente desarrollos inmobiliarios. Las metas señaladas se
alcanzarán en la medida en que el Ejecutivo Nacional, Estadal o Municipal produzcan
un clima de verdadera confianza en lo social, político y económico, que atraigan
la inversión de capitales nacionales y extranjeros en todas las actividades económicas y no
solamente en el campo inmobiliario. Concluimos que el Decreto-Ley de Arrendamientos
Inmobiliarios, en líneas generales mejora y supera a la legislación anterior, destacando en
el análisis lo siguiente: 1) Es positiva la unificación de varias disposiciones dispersas que
fueron derogadas para lograr un mejor conocimiento de la materia por parte de los
ciudadanos, abogados y de los jueces. Esto facilita y puede mejorar la administración de
justicia, por la existencia de un solo instrumento legal.
2) Se aclaran y se solucionan jurídicamente algunos problemas que se presentaban en la
legislación anterior, con las interpretaciones de lasconsignaciones, derecho de preferencia,
retracto legal, etc.
3) Se le da más importancia a la relación arrendaticia que surge como una realidad que al
mismo contrato de arrendamiento, sin que sean conceptos antagónicos, sino más bien
complementarios. 4) Se amplía el campo de aplicación del Decreto-Ley (art. 1).
5) La prórroga legal constituye el medio más importante y eficaz para prevenir futuros
problemas y litigios, resultando esto beneficioso a favor de las partes. 6) Se reglamenta
mejor y en forma autónoma las figuras de la preferencia ofertiva y del retracto legal.
7) Se atribuye, como con todas las demás acciones, la competencia a los órganos judiciales
para conocer lo relativo a los reintegros. La acción para reclamar el reintegro de sobre
alquileres prescribe a los dos (2) años. Antes no se señaló y se presentaba la discusión
sobre el tiempo de prescripción.
8) Los intereses de mora causados por el atraso en el pago de los cánones de
arrendamiento, no podrán ser superiores a la tasa pasiva promedio de los seis (6)
principales entidades financieras, conforme a la información que suministre
el Banco Central de Venezuela.
9) El procedimiento para el pago por consignación constituye una garantía bastante
práctica y equitativa para ambas partes, independientemente que se establezca la
notificación por la prensa más en beneficio del arrendatario que del arrendador, cuando
manifiesta desconocer la dirección de éste. Antes estaba regulado en el Decreto Legislativo
Sobre Desalojo de Viviendas (art. 5).
10) Se exigía en el Decreto Legislativo Sobre Desalojo de Viviendas, para solicitar
la desocupación de un inmueble (acción especial) que se acompañara la regulación de
alquileres y se establecía una intimación para que el demandado en un plazo de tres (3)
días consignara la cantidad correspondiente a los arrendamientos vencidos con la mención
expresa que el pago haría cesar el procedimiento. Esto se eliminó.
11) Para la fijación de los alquileres, ahora los inmuebles se valoran en Unidades
Tributarias. Asimismo, es la base para las sanciones previstas en el Decreto-Ley (arts 29 y
82).
12) Todas las acciones derivadas de la relación arrendaticia son conocidas y decididas por
los órganos judiciales competentes e independientemente de la cuantía se sigue el
procedimiento breve del CPC (art. 33).
13) Se define la competencia en lo contencioso administrativo para conocer las
impugnaciones de los actos administrativos que fijan las regulaciones de los cánones de
arrendamiento (art. 10).
14) Ahora, es el arrendador quien decide el tipo de garantía que desea (real o personal).
Antes el arrendador no podía negarse a recibir como garantía el depósito
en dinero ofrecido por el arrendatario (Reglamento, art. 9).
15) El artículo 8 de la derogada Ley de Regulación de Alquileres calificaba a sus
disposiciones como de orden público, sin excepciones. Ahora, expresamente no se declaran
de orden público las disposiciones del Decreto-Ley de Arrendamientos Inmobiliarios, pero
se consagra un principio de orden público muy importante sólo en beneficio de los
arrendatarios en su artículo 7. Será la jurisprudencia la encargada de precisar el alcance y
significado de este principio.
16. Jurídicamente se busca un equilibrio en los intereses de las partes contratantes, muy
parcializada a favor del inquilino en la legislación anterior.
17. El nuevo nombre del Decreto-Ley responde a su objeto y contenido. La derogada ley se
llamaba Ley de Regulación de Alquileres, rigiendo diversas situaciones y no solamente la
regulación de alquileres.

Autor:
Izaguirre Carmen
FACILITADOR:
LUIS GARCIA
SEMESTRE 10
SECCION "2"
Enviado por:
Amaranta Dutti

P.F.G ESTUDIOS JURIDICOS


UNIDAD CURRICULAR PROTECCION JURIDICA DEL MEDIO AMBIENTE
ENERO 2013

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