¿La conducta de un niño está moldeada por los padres?

Si alguien se preguntase sobre lo que le han trasmitido los padres y cómo ha repercutido
en la forma de ser de la persona en actualidad, probablemente se dará cuenta de que actúa
de una forma muy similar a ellos. Un ejemplo claro de ello, es el famoso Will Smith y su hijo
Jaden Smith, ambos actores exitosos en Hollywood. Podemos deducir que, como Jaden
creció en un ambiente artístico, decidió seguir los mismos pasos que su padre. En la
sociedad es común observar patrones de conducta repetitivos entre dos o más personas,
siendo más usual en el vínculo padre e hijo. Esto ocurre porque a veces los hijos ven en los
padres, alguien a quien imitar y desean formarse a su imagen y semejanza.
La conciencia individual y auténtica no nace fugazmente en el ser humano, sino que es
azarosamente. A pesar de esto, necesita de factores externos que lo guíen para desarrollar
su innata autodeterminación personal, haciendo que pueda decidir por sí mismo, y a su vez,
consolidarlo en la práctica del bien. Por lo tanto, la niñez corresponde a una etapa de
preparación gradual y lenta que conlleva a la conciencia moral.
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Según la RAE, la conciencia es el conocimiento del bien y del mal que permite a la persona
enjuiciar moralmente la realidad y los actos. Pero ¿un niño es consciente de su realidad?
Es muy importante tener en consideración que el humano es primordialmente un ser a
educar, por ende, lo que éste reciba en su herencia biológica no es suficiente para
prepararlo en sus tareas humanas. Se necesita de muchos años de aprendizaje para llegar
a una madurez plena. Podemos, por lo tanto, intervenir en la personalidad de un individuo,
moldeándola de una madera determinada. Esto es más significante en el caso de un niño,
puesto que depende de la formación que la familia le entrega. Por ejemplo, si se desarrolla
en un contexto de violencia intrafamiliar es más propenso a repetir las acciones que observó
en su niñez y adolescencia.
Es propio de los seres humanos que nos enseñen, a diferencia de los animales que
actúan por instinto. Desde mi punto de vista, con los niños es preciso ir sembrando una
influencia positiva, valorando su libertad y enseñándoles valores y virtudes que los
orienten su vida. Creo que, en su mayoría, los niños dependen directamente de los
padres, puesto que los ven como un ejemplo a seguir y, sin saber lo si éstos actúan en
base al bien o el mal, los imitan.