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Vol. 30, No.

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Fecha de entrega: 24 de noviembre de 2008


Fecha de aprobación: 8 de abril de 2009

PRINCIPALES ETAPAS Y RASGOS


DE LA FILOSOFÍA EN CUBA
MAIN STAGES AND FEATURES OF THE PHILOSOPHY IN CUBA

Pablo Guadarrama González1

Resumen
Este texto expone de forma ordenada y sintética los hitos de la filosofía en Cuba. El re-
corrido inicia con la producción filosófica de la escolástica, la recepción y respuesta, la
formación del estudiantado, la creación de escuelas y la universidad como centro privile-
giado de la producción textual en filosofía. Movimientos y corrientes como la Ilustración,
el Humanismo, entre otros, generan discusiones al interior de las escuelas. Luego, la
elaboración filosófica va siendo alimentada por un tipo de pensadores que incursionan en
temas universales y generan una clase de escuela más especializada. El recorrido que aquí
se presenta es cronológico, de tal forma que evidencia los pasos fuertes del pensamiento
filosófico en la Isla.

Palabras clave
Filosofía cubana, filosofía, ilustración, humanismo, ateísmo, fideísmo, marxismo, leni-
nismo.

Abstract
This text deals synthetically with the main hits of philosophy in Cuba. The route begins
with the philosophical production of the scholastic, the reception and response, the edu-
cation of the students, the creation of schools and the university as a privileged center for
the production of philosophy. Movements and trends as the Enlightenment, humanism,
among others, generate discussion inside the schools. Then, the philosophical production
is fed by a type of thinkers that make their way into universal themes and generate a more
specialized type of school. The route here presented is cronological, so that it makes clear
the different stages of the philosophical thinking in the island.

1 Universidad de las Villas “Martha Abreu”, Santa Clara, Cuba.


60 Cuadernos de filosofía latinoamericana

Key words
Philosophy, Enlightenment, humanism, atheism, fideism, marxism, leninism.

En Cuba, como en el resto de las islas cari- tico. En el plano político y social trataba
beñas, no se constituyeron culturas de alto de eternizar el poder monárquico y feudal
grado de desarrollo como la Maya, la Inca o la que ya comenzaba a resquebrajarse desde la
Azteca las cuales alcanzaron niveles tan ele- irrupción del humanismo renacentista con el
vados y complejos en todos los órdenes de la auge de la filosofía moderna e ilustrada y, en
vida material y espiritual que permite debatir particular, del racionalismo y el empirismo
hoy, con mayor o menor razón, la existencia que sobreponían el valor de la experiencia y
de ideas filosóficas antes de la llegada de los la razón a la fe.
conquistadores europeos.
Pero la isla mayor de las Antillas, desde su
Por tal razón, los estudios sobre la evolución entrada en la modernidad no estuvo aislada
de la filosofía en Cuba durante los tres prime- de las corrientes filosóficas e ideológicas que
ros siglos coloniales son aún muy limitados circulaban en el mundo. Desde el siglo XVI
por las dificultades que se presentan con sus Cuba había sido punto necesario de tránsito
fuentes, no cabe duda que durante la primera entre la península y el continente americano,
etapa del devenir de la filosofía en este país, no sólo de soldados y mercancías, sino tam-
fue la escolástica contrarreformista española bién de libros, sacerdotes –fundamentalmente
en sus diversas manifestaciones prácticamen- dominicos y jesuitas2– funcionarios y profe-
te la única que se cultivó en las instituciones sionales que de algún modo contribuyeron a
religiosas, así como en la Real y Pontificia la divulgación de gran parte de la producción
Universidad de San Jerónimo de La Habana filosófica elaborada por la humanidad hasta
–fundada en 1728– hasta las primeras décadas entonces.
del siglo XIX (véase: Borge, 1990).
Así, la polémica sobre la condición humana
La filosofía escolástica, tanto en Cuba, como de los aborígenes americanos, de eminente
en otras partes, se caracterizaba por subordi- raigambre filosófica, que tomó fuerza tanto
nar la razón a la fe cristiana y, por tanto, la en la Península como en algunas partes de
filosofía a la teología, de tal manera que su este continente es de suponer que debió
postura teocéntrica no permitía el libre de- haber tenido alguna repercusión en las islas
sarrollo del pensamiento lógico y científico. caribeñas donde la población autóctona había
Se reducía a reproducir dogmáticamente las sido virtualmente aniquilada. Sin embargo,
interpretaciones idealistas que en lo esencial las fuentes documentales para fundamentar
Tomás de Aquino había elaborado de la esta tesis son aún insuficientes.
controvertida filosofía de Aristóteles tratan-
do de argumentar la existencia de Dios y la Durante los siglos XVI y XVII Cuba no
jerarquización, tanto de la naturaleza como contó con una universidad, pero sí con varios
de la sociedad a un orden divino preestable-
cido en el cual la Iglesia Católica gozaba de 2 “Ya a fines del siglo XVII la situación se había
un privilegiado lugar. La escolástica, frenó vuelto favorable a los jesuitas, pues –a menos
la libre creación intelectual y convertía la en la Nueva España, de donde irradiaba hacia
el Caribe la autoridad política, financiera y
filosofía en mera retórica cargada de artificios religiosa– la compañía había logrado dominar
discursivos para justificar el poder eclesiás- la educación superior” (Goodgall, 1991, p. 26).
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colegios religiosos de las distintas órdenes, concepciones materialistas, sensualistas,


como el de San Juan de Letrán, en los que la experimentales, dialécticas, así como el
filosofía se cultivaba (Guadarrama, 1996, p. cultivo de la tolerancia, la subjetividad, la
124). También en algunas de las otras villas individualidad y en el plano político de los
como Santiago de Cuba, Bayazo y Puerto derechos civiles, la igualdad, la libertad, la
Príncipe existen testimonios de que era ob- fraternidad, la ciudadanía, el cosmopolitismo,
jeto de estudio de seminaristas y sacerdotes la democracia, etc., ideas que encontrarían
(Bachiller & Morales, 1936, p. 95). favorable acogida en los ilustrados cubanos.
Entre ellos José Agustín Caballero quien
Los seminarios religiosos de San Carlos en La había permanecido en gran medida atrapado
Habana y San Basilio el Magno en Santiago en las redes de la escolástica, de la que auto-
de Cuba, así como la Universidad de La Ha- críticamente se emancipó y llegó a declarar:
bana, constituyeron los centros principales en
los que la escolástica desplegó su hegemonía Yo fui en primeros años de esta secta
(véase: Arce, 1996, pp. 41; 165). Del seno del [se refiere a los escolásticos], y la
primero surgieron los sacerdotes José Agustín amaba tiernamente; más la recomen-
Caballero y Félix Varela, encargados de la su- dé y enseñé a mis discípulos. ¡Qué
peración de la escolástica con la introducción vanidad no tenía del poder de mi
del pensamiento moderno emancipatorio en entendimiento! ¡Cómo resolvía todo
múltiples sentidos, pues como ha planteado el universo y lo sujetaba al discurso!
Leopoldo Zea (1965, pp. 154-155): “los ¡Experiencia! Lo mismo era oírla
pensadores cubanos saben, o han aprendido, nombrar que cerraba y apretaba los
lo insuficiente que es la pura emancipación ojos hasta arrugarlos. Pero los abrí al
política. Esta, si ha de ser realmente valiosa, fin, y la vi con tiempo; me avergoncé
no ha de verse sino en función de una eman- mucho de no haberla visto antes.
cipación más plena, la mental”. Deserté de las banderas del engaño,
Esta nueva etapa de la filosofía en Cuba y pasé a las de la verdad (Caballero,
se caracteriza por cultivar las ideas de la 1956, p. 133).
Ilustración acorde con las transformaciones
socioeconómicas que se produjeron en la Fue el propulsor del pensamiento ilustrado
Isla, especialmente en la industria azucare- y de una nueva concepción del hombre en la
ra, desde la última década del siglo XVIII y Isla, a fines del siglo XVIII3, al dar el paso
como expresión también de los cambios de decisivo para que la problemática filosófica
la política colonial propiciadora de un despo- alcanzase la autonomía necesaria como re-
tismo ilustrado ante la posibilidad inminente flexión en relación con la teología.
de las luchas independentistas de los pueblos Las reflexiones filosóficas de José Agustín no
latinoamericanos. permanecieron enclaustradas en la docencia
Las transformaciones que se fueron operan- del Seminario de San Carlos. Trascendieron
do a raíz de las revoluciones burguesas en
Europa, y en especial en Francia, incidieron 3 “Su acción filosófica y pedagógica estuvo es-
recíprocamente en el impulso a la filosofía trechamente relacionada entre sí, y tuvieron por
moderna que a su vez las había ideológi- objeto servir a la formación de un hombre ilus-
camente alimentando. El impulso de las trado, de amplios conocimientos y de superior
investigaciones científicas y de la filosofía estatura moral […] El inicio de la ilustración
filosófica cubana: José Agustín Caballero”
sobre bases seculares estimuló el auge de (Gerstenberg, 1985, p. 138).
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a la opinión pública a través del Papel pe- Ese sería el espíritu electivo del cual estaría
riódico de la Habana, y muy especialmente, impregnada toda su obra.
en su intento de presentación de un proyecto
político reformista de transformación del En la búsqueda de las vías para la eliminación
poder colonial español4. Este vínculo orgá- de los obstáculos, que de una forma u otra
nico de la actividad filosófica con la praxis enajenaban al hombre, José Agustín se apoyó
social y especialmente política se convertiría mucho en el empirismo de Francis Bacón. A
en rasgo común predominante en el pensa- la vez planteó los posibles errores a que puede
miento cubano y latinoamericano de los dos conducir el sensualismo, y en ese aspecto fue
últimos siglos. decisiva la huella del racionalismo de Renato
Descartes.
En las polémicas que desarrolló José Agustín
con la escolástica, hasta ese momento domi- Como filósofo conciente de la ne-
nante en la isla, se expresó la lucha entre las cesidad de introducir los nuevos
ideas progresistas y las ideas retrógradas en métodos propuestos por la filosofía
la filosofía cubana de esa época. Su interés moderna europea, a partir de las
se centró básicamente en la perspectiva me- vertientes del experimentalismo ba-
todológica, a tono con las polémicas que se coniano y el racionalismo cartesiano,
desarrollaban por entonces en el pensamiento introdujo en el pensamiento cubano
moderno. el electivismo filosófico como única
posibilidad de romper los esquemas
Asumió una postura crítica ante toda la
impuestos por el pensamiento esco-
producción filosófica existente hasta ese
lástico (Busch, 2001, p. 136).
momento, sin caer en posiciones nihilistas,
sino, por el contrario, asumiéndola dialéc-
ticamente, es decir, asimilándola y tratando Ese método electivista ya había sido cultivado
de superarla. En tal sentido sostenía que “es desde mediados del siglo XVIII entre algunos
más conveniente al filósofo, incluso al cris- ilustrados mexicanos como Benito Díaz de
tiano, seguir varias escuelas a voluntad, que Gamarra, Francisco Javier Clavijero y Fran-
elegir una sola a que escribirse” (Caballero, cisco Javier Alegre quienes tuvieron cierta
1944, p. 209). De tal manera, se consideraba influencia en el ambiente filosófico cubano.
consecuente con las ideas de Tomás de Aqui- Se destacó en José Agustín la preocupación
no, que había inducido a tomar esa actitud por reivindicar el lugar de la filosofía y su
receptiva ante otras posturas filosóficas, significado como enriquecimiento espiritual
cosa que al parecer no fue muy tomada en
de la vida del hombre.
consideración por los que se proclamaban sus
seguidores más inquisitivos. José Agustín, en
cambio, recomendaba “cuanto nos conviene La filosofía es necesaria –soste-
seleccionar de todos los filósofos, incluso nía– con necesidad de medio para
de los paganos” (Caballero, 1944, p. 211). completar la perfección natural del
hombre [...] El hombre, para ser
perfectamente completo en el orden
4 “Porque el prócer quiso reformar la enseñanza natural, debe adornar su entendi-
y su plan era orgánico; se propuso adoctrinar, miento con verdades y su voluntad
aunque con prudencia de ortodoxo, en teorías de buenas costumbres; pero el hom-
filosóficas modernas; y como pensador político, bre no puede lograr esto de manera
ideó todo un proyecto que alteraba el status cabal sin la filosofía, que distingue
colonial” (Vitier, 1970, p. 337).
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la verdad de la mentira y lo bueno de Por su parte para Félix Varela la filosofía


lo malo [...] (Busch, 2001, p. 201). era como la puerta de entrada de todas las
ciencias y, por tanto, mantenía un estrecho
Para él, el hombre necesita ser completado contacto con todas ellas. Fue él quien radi-
con el conocimiento y para ese fin la filo- calizó el pensamiento filosófico cubano al
sofía es la vía más idónea, por cuanto ella ofrecerle una decisiva batida a la escolástica
“constituye una de las mayores perfecciones y simultáneamente sembrar la idea de la
del espíritu humano” (Busch, 2001, p. 185). independencia política de la isla. Con su
No se puede ignorar que en definitiva sus obra la filosofía en Cuba se articula definiti-
concepciones antropológicas coincidían con vamente con el pensamiento moderno y bajo
la visión naturalizada que existía por entonces la influencia de Locke, Condillac, Descartes
del hombre. Según ésta, desde Aristóteles se y Destutt de Tracy se opuso resueltamente al
veía a éste como un animal político, que aún dogma escolástico de la supremacía de la fe
era prevaleciente en la filosofía de la Ilustra- sobre la razón.
ción y que Marx, en sus conocidas tesis sobre
El eje principal de la filosofía vareliana es la
Feuerbach, criticaría posteriormente por su
teoría del conocimiento por lo que planteaba
carácter extraordinariamente limitado para
su estudio con la misma objetividad que otro
comprender la verdadera esencia humana.
científico particular lo hacía en otra esfera.
Resulta interesante que un sacerdote, que en Para él, al proceso del conocimiento le eran
ningún momento puso en entredicho el lugar aplicables los mismos métodos de otras cien-
de la religión o de la teología –al contrario, cias como el análisis y la experimentación.
para él la filosofía en última instancia era útil Esa era la única vía que consideraba prudente
a la religión (Busch, 2001, p. 205)– insistie- para superar la antigua metafísica que aún
se tanto en la función enriquecedora de la dejaba sus secuelas significativamente en
condición humana que cumplía la filosofía, el pensamiento moderno, como se revela al
especialmente en relación con las virtudes plantear:
ciudadanas. La atención que José Agustín
le otorga a la filosofía en su vínculo con el Concluyo, pues, que los filósofos
Estado (Busch, 2001, p. 203) constituye otro hablan de propagaciones al cere-
indicio de que su pensamiento se articulaba bro, de impresiones en este órgano
más con la modernidad, que con la época de vestigios, de espíritus animales,
anterior, cuando el individuo quedaba aplas- de alteraciones de fibras, y de otras
tado por fuerzas tan enajenantes como la cosas semejantes, sin tener la más
arbitrariedad del despotismo feudal. La obra ligera idea de ellas, ni haber com-
filosófica de José Agustín Caballero tuvo tam- probado su existencia con experi-
bién trascendencia en el plano político-social, mentos, ni observación alguna que
pero dejo una huella en cuanto al nexo que merezca el más ligero precio. Unas
a partir de ese momento se reconoció como densas tinieblas producidas por la
imprescindible entre la filosofía y las ciencias más antigua metafísica envuelven,
naturales, especialmente la física5. aún en nuestros días, esta parte de

5 Oleg Ternevoi (1981, pp. 89-90) sostiene que


“Caballero quebró la confianza en la vieja
metafísica y elevó la filosofía y la ciencia de y ciencias concretas, preparando así el terreno
su época. Fue el primero que investigó los para el establecimiento de una firme alianza
fundamentos de la interrelación entre filosofía entre ellas en Cuba”.
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los conocimientos humanos (Varela, opere libremente” (Ternevoy, 1981, p. 154),


1961, p. 199). dejando así diferenciados los planos en que
lo divino no cercenaba la autodeterminación
Sostuvo una firme postura sensualista mate- existencial del hombre.
rialista en su gnoseología, que le hizo superar
muchas de las limitaciones del racionalismo Tal libertad la estima Varela sobremanera
cartesiano, que había recepcionado a través en el acto cognoscitivo, pues ofrece los ele-
de sus maestros Juan Bernardo O’ Gaban mentos necesarios para tener confianza en
–introductor en Cuba del sensualismo de los resultados de la actividad cognoscitiva
Condillac– y J. A. Caballero por lo que llegó humana. Partía del presupuesto de que “en
a sostener que este último podía conducir a los objetos que están al alcance de la razón,
los mismos errores que el escolasticismo. se percibe no sólo su existencia sino su modo
y causa, o por lo menos se nota la posibilidad
Varela reveló en mayor medida, que Francis de conocerlos” (Ternevoy, 1981, p. 121). Y
Bacón en sus ídolos, los posibles obstáculos luego de delimitar el poder del conocimiento
que se le presentan al conocimiento del divino en relación con el humano, que puede
hombre. Aceptaba que los sentidos nos pue- penetrar en todas las esferas de la naturaleza
den engañar, pero sostenía que mediante la para él creada.
comprobación recíproca se puede verificar
la validez de la información; sin embargo, De aquí resulta–planteaba– que
no llegó a una verdadera comprensión de nuestro entendimiento es entera-
la dimensión de la práctica en el proceso mente libre en todas las ciencias
cognoscitivo. Rechazó la teoría cartesiana naturales, y también lo es en inves-
de las ideas innatas y especialmente los in- tigar la existencia de los objetos que
tentos de reestablecerla por Cousin. Apreció superar la razón antes de creerlos.
desde temprano el carácter perturbador y Infiérase igualmente que cuando
enajenante que traían consigo las novedosas creemos dichos objetos, procede-
ideas del eclecticismo y el espiritualismo, mos conforme a la razón, pues ella
que a inicios del XIX se trataba de importar nos prueba primero la existencia, y
y que atentaban contra la adecuada compren- después la certeza de dichos objetos,
sión del sensualismo que él concebía como y por consiguiente la necesidad de
nominalismo. creerlos. La razón, pues, sin salir de
su esfera, nos conduce a otra supe-
Confiaba mucho en el método experimental,
rior, en que ella misma descansa, por
por la modesta seguridad que le ofrecía sobre
haber conseguido su objeto que es
los conocimientos alcanzados, y de tal modo
se opuso a cualquier forma de agnosticismo la verdad (Ternevoy, 1981, p. 122).
que limitara las potencialidades cognosci-
tivas del hombre. Su arraigada confianza Varela recalcó siempre el carácter objetivo
en la ciencia lo hizo ir más allá de Locke y de los conocimientos humanos al considerar
Condillac, de los cuales se nutrió con fuerza. el pensamiento en dependencia del orden de
Su condición de religioso le inducía a creer la naturaleza. Así sostenía la soberanía de la
en los milagros y en los misterios de la fe, razón en el campo de la filosofía y las ciencias
pero estas creencias en ningún momento naturales en cuanto al conocimiento de la
debilitaron su optimismo gnoseológico, ni naturaleza. El naturalismo que predominó en
su idea sobre la libertad de acción humana. su gnoseología le condujo a las posiciones del
“La vista de Dios en el acto no impide que yo materialismo, independientemente del hecho
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de tratar de combinar el sensualismo con su su criterio sobre la interrelación entre justicia


fe religiosa, que le hacía admitir la dualidad y verdad cuando sostiene:
del alma y el cuerpo. Sin embargo, al analizar
la relación entre el objeto y el sujeto adoptó […] todo hombre debe procurar
una línea materialista, a pesar de las conce- acercarse cuanto pueda a lo más
siones al idealismo que, junto a Locke, hizo cierto y a lo más justo; y por con-
al admitir las llamadas “ideas secundarias” en siguiente, como la opinión más
el proceso cognoscitivo. Pero supo evadir el probable es la que más se acerca a
escollo del subjetivismo en que cayeron otros su sentir, a la verdad y justicia, se
representantes del sensualismo. Era lógico infiere que deba arreglarse a ella si
que su concepción religiosa del mundo se es que ingenuamente desea proceder
fundamentase en una sólida posición idealista bien (Varela, 1961, p. 253).
objetiva, pero esto no impidió que en el plano
gnoseológico destilara en él el materialismo Toda su labor pedagógica, de estimulación de
filosófico en algunas de sus expresiones. las ideas científicas, ilustradas y humanistas
en Cuba, estaba dirigida a crear las condi-
Este hecho se correspondió con sus ideas
ciones necesarias para que el pueblo cubano
científico naturales, en las cuales el cuadro
tomase mayor conciencia de su libertad y
mecánico-atomístico de Newton y Gassendi
se diera a la tarea de realizarla con mayor
era aceptado en tanto que se enfrentaba a
plenitud.
cualquier tipo de especulación abstracta
como las monadas leibnizianas o las molé- Sus ideas éticas, apoyadas en su sensualismo
culas orgánicas de Buffon. Su optimismo materialista, por un lado, y su fe cristiana,
epistemológico se revirtió en el plano de por el otro, estimulaban en el hombre la
sus ideas sociales y políticas al fundamentar búsqueda de la felicidad material y espiritual
la posibilidad de una ética superior que se simultáneamente. El humanismo vareliano
basase en el entendimiento humano. Isabel tenía una profunda raigambre utilitarista,
Monal sostiene acertadamente que “la ética porque se asentaba en la tesis de que: “El
y la filosofía social de Varela descansan hombre naturalmente ama todo lo que se le
sobre su teoría del conocimiento” (1974, asemeja porque se ama a sí mismo” (Varela,
p. 64), lo que da lugar a su “humanismo de 1961, p. 231). Este ideario ético y pedagógico
base empirista” (Monal, 1974, p. 64). Aquí se asentaba en un sólido humanismo que,
fueron evidentes las huellas de Rousseau, teniendo una raíz profundamente religiosa,
Helvecio y Bentham, fundamentalmente, en le distanciaba significativamente de la tradi-
franca correspondencia con sus aspiraciones cional postura de la Iglesia, expresada hasta
ideológicas de incorporar a Cuba a la moder- entonces por la escolástica, respecto a la
nidad burguesa. capacidad y poderío humanos.
Partía del criterio de que “todos los hombres El corte empirista de su ética le inducía, bajo
tienen igual derecho, por la naturaleza, a la influencia de Bentham, a buscar en la utili-
nuestra consideración” (Varela, 1961, p. dad el fundamento de la conducta humana, al
259). Pero para que el hombre pueda ejercer considerar como útil aquello que se aviniese a
adecuadamente su libertad tiene que saber la naturaleza humana y tuviese la aprobación
dominar sus condiciones de existencia, es de la razón. Su labor filosófica alcanzó el cenit
decir, debe ser un hombre culto. Ésta es en en la obra concientizadora de aquella genera-
definitiva la concepción en la que se asienta ción que seguía sus enseñanzas y donde los
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más profundos problemas políticos quedaban Eso tal vez contribuye a explicar la unidad
claramente expresados en lo pedagógico. De orgánica que se observa entre su praxis filo-
ahí que el tema del patriotismo ocupase un sófica y su praxis política.
lugar central en su pensamiento, indicando
en qué medida contribuía al proceso de toma La ilustración cubana culmina su triada filo-
de conciencia respecto a las exigencias del sófica con José de la Luz y Caballero. Otras
momento. Sobre la base del optimismo ético personalidades en las ciencias naturales,
y social, se asentó su ideario revolucionario como Tomás Romay, Francisco de Arango
y la activa labor en pro de la independencia y Parreño, o José Antonio Saco, quien sus-
de Cuba, que lo obligó al exilio, como a otros tituyó a Varela en la cátedra de filosofía8,
ilustrados latinoamericanos. contribuyeron notablemente también al
enriquecimiento de la cultura cubana de la
Varela fue el primero que –dada su profunda época y a cimentar las bases desalienadoras y
confianza en el protagonismo del pueblo6– emancipatorias que aquella sociedad deman-
enseñó a pensar a los cubanos con cabeza daba, pero, sin duda, José de la Luz iluminó
propia –por lo que es deber de todo cubano la conciencia cubana desde el pedestal de
profundizar en el conocimiento de su obra7–, la filosofía y con ese fin se enfrentó a los
pero no a pensar en abstracto, sino en la forma intentos del eclecticismo trasnochado de los
más concreta de realizar las ideas humanis- hermanos González del Valle que pretendían
tas que en aquellas condiciones presuponía ocupar un lugar dominante en el ambiente
el logro inmediato de la independencia de intelectual del país.
España y el logro de una sociedad más justa
y democrática. Un hombre de la cultura filosófica de Luz,
alimentada por los viajes, especialmente a
Si se fuera a sintetizar –plantea Norteamérica y Europa, por la amistad con
Eduardo Torres-Cuevas– cuáles notables hombres de esas latitudes y por el
son los dos objetivos centrales de la manejo de las fuentes bibliográficas en sus
filosofía de Varela habría que señalar lenguas originarias, pudo situarse al más
que uno es encontrar el método para alto nivel de la producción filosófica de la
el conocimiento humano; el otro época y tener una mayor incidencia en las
hallar las respuestas adecuadas a la nuevas generaciones que se formaron bajo
problemática social cubana. Es decir su magisterio.
que la filosofía tiene una función El hecho de conocer con profundidad los
cognoscitiva y una función social avances del sensualismo, así como sus limi-
(Torres-Cuevas, 1995, p. 160). taciones, al igual que el racionalismo, le per-
mitió una mejor comprensión de la filosofía
clásica alemana y de su carácter extraño a las
necesidades del contexto cultural cubano. Co-
6 “Varela se percató, como ningún otro pensa- nocedor de Hegel, prefirió no darlo a conocer
dor de su época, de las aptitudes que tenían a la juventud cubana por lo nocivo que podía
las clases populares para superarse cultural resultar aquel andamiaje filosófico. Continua-
e ideológicamente y desempeñar un papel en
la historia, acorde con sus intereses” (Ibarra,
8 “Saco tuvo una cultura enciclopédica, y si pudo
2004, p. 283).
sustituir al Padre Varela en la cátedra de Filo-
7 Véase: Santana, 1982; Serpa, 1983; Miranda, sofía, se debió precisamente a los profundos
1984; Reyes, 1989; Memorias del Coloquio conocimientos que tenía de las ciencias físicas”
Internacional de la Habana, 1999. (Menocal, 1947, Tomo II, p. 216).
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dor de la tradición vareliana, en especial la con el mundo, Luz inculcaba confianza para
sensualista, intenta superar sus limitaciones que las nuevas generaciones se plantearan ta-
en lo que Sánchez de Bustamante (1981, reas desalienadoras más audaces. “La ciencia,
p. 10) denomina su “empirio-racionalismo es verdad, debe saberlo todo, así los aciertos
gnoseológico” y Zayra Rodríguez (1988, p. como los extravíos; pero es para explicarlo
123) su “sensualismo racional” desde una todo, no para admitirlo” (Luz & Caballero,
perspectiva mucho más materialista que la 1981, p. 90). Y en otro momento señalaba:
de sus antecesores. “[...] el hombre que no sea capaz de formar
su ciencia por sí mismo, esto es, de darse una
Si bien las ideas filosóficas de José de la Luz cuenta exacta de sus conocimientos, no puede
parecen centrarse en la problemática epis- progresar en su estudio” (Luz y Caballero,
temológica, especialmente en su polémica 1981, p. 61). Esta idea no debe interpretarse
sobre el método con los eclécticos, no es unilateralmente como si exigiese que cada
menos cierto que su concepción del hombre persona construyese a su antojo una ciencia
constituye el sostén principal, en definitiva, aparte. Su insistencia estaba dirigida a fomen-
de su gnoseología. El punto de partida con- tar la libre búsqueda, por cada quien, de las
sistió en considerar al hombre como el ser causas y leyes que operan en la naturaleza y
más difícil de conocer la sociedad.

[…] que los demás seres, primero, Luz le otorgaba, al igual que el resto de los
porque en él se hallan reunidas las ilustrados cubanos, una función marcadamen-
propiedades de todos los cuerpos te liberadora a la filosofía. “A la filosofía toca
y las facultades de todos los de su ser centinela de la moral, para impedir que la
género, con la añadidura de la ra- frágil humanidad sea dividida o contaminada
cionalidad, que es un grano de anís por tan horribles plagas” (Luz y Caballero,
para la cuestión; el microcosmos en 1981, p. 73). Esa dignificación de la filosofía
miniatura, nada menos, y aun algo fue propia del espíritu ilustrado, que trataba
de superar por todos los medios la depen-
más (Luz & Caballero, 1946, p. 76).
dencia que anteriormente ésta había tenido
respecto a la teología.
Además concebía al hombre como “el animal
más educable o perfectible que ofrece la na- También era un signo de los aires humanistas
turaleza” (Luz & Caballero, 1981, p. 77), por e ilustrados, el cultivo de la tolerancia, y en
lo que de acuerdo con ese criterio consideraba ese sentido Luz fue un exponente, pero sin
el logro de la perfección humana en todos los que esto significase el abandono del sustan-
órdenes, pero en especial en el ético, como la cial elemento patriótico que aspiraba constan-
tarea fundamental de la educación. Ésta debía temente a enaltecer. “El filósofo –aseguraba–,
ser el vehículo que pusiera al hombre no sólo como que es tolerante, será cosmopolita; pero
en contacto con los avances de la ciencia y ante todo debe ser patriota” (Luz y Caballero,
la técnica, sino con las mejores formas de 1981, p. 72; 165). Y por supuesto que el con-
gobierno y de organización social sobre la cepto de patria que Luz manejaba, en plena
base de la experiencia de otros pueblos y el antesala de las luchas por la independencia en
imprescindible ensayo propio. Cuba y posterior a las del resto de los países
latinoamericanos, no incluía a España. Para
Crítico de cualquier tipo de apriorismo y de
él, la libertad era “el alma del cuerpo social
sistemas metafísicos que le impusieran al
(y) [...] el fiat del mundo moral”. Esto sig-
hombre una camisa de fuerza para interactuar
nificaba que el componente emancipatorio
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era, a su juicio, consustancial a la condición única. La resonancia política de su


humana y, por tanto, la única forma de rea- obra fue mayor de lo que él mismo
lizarse la sociedad con plenitud era a través había pensado al final de sus días.
de la libertad. Y para que esta se realice lo El sentido político de su entierro y
más importante es que existan los hombres los odios españoles que se acumula-
capaces de conquistarla y conservarla, por ron sobre él nos lo están indicando
eso destacaba que: “Hombres más que ins- (1984, p. 20).
tituciones suelen necesitar los pueblos para
tener instituciones. Y cuando se necesitan, José de la Luz comprendió muy bien que las
los echa al mundo la providencia” (Luz & revoluciones sociales constituían un proceso
Caballero, 1981, p. 164). necesario que no se producía arbitrariamente
ni por una voluntad aislada, sino como el pro-
A tono con las ideas dominantes, también en
ducto necesario de circunstancias concretas
el humanismo ilustrado se encontraban las
que la demandaran:
ideas de José de la Luz respecto al progreso
constante de la humanidad, que concebía
como un progreso hacia la libertad: “Así en De ahí también la necesidad de la
el progreso, y en último análisis, hemos de oportunidad, y la imposibilidad de
venir a parar en la libertad para que medre hacer revoluciones, si no existen
todo buen germen y se aplique y ensanche hechos físicos o morales que el
hasta donde debe” (Luz & Caballero, 1981, p. genio no puede crear. Ni Napoleón
161), en el cual la humanidad constantemente revolucionaría la Isla de Cuba en
salía beneficiada por su perfeccionamiento. circunstancias ordinarias ni aun
“Así como la naturaleza necesita de tiempo extraordinarias; pero que le ataquen
y cataclismos para desarrollarse y perfeccio- sus propiedades, y entonces la ove-
narse, así la humanidad (¡duro es apuntarlo!). jita diventa leone (Luz & Caballero,
Ha de pasar por los mismos trámites para 1981, p. 164).
su elaboración y mejoramiento” (Luz &
Caballero, 1981, p. 163). Por supuesto que El humanismo de José de la Luz y Caballero
tales cataclismos sociales no son otros que se expresó permanentemente a través de la
las revoluciones. fuerte carga ética que destila todo su pensa-
miento filosófico, y que sirvió de ejemplo e
Se ha criticado en ocasiones injustamente a inspiración a las nuevas generaciones inte-
de la Luz como un reformista en una época en lectuales cubanas. Él partía de la concepción
que, de acuerdo con la marea ideológica de la dominante en la ilustración sobre la igualdad
Isla, el independentismo se iba imponiendo y entre los hombres, pero con impresionante
se demostraba la inviabilidad del reformismo. agudeza sostenía: “Ni somos tan iguales que
Carlos Rafael Rodríguez resolvió la caracteri- nos confundamos, ni tan diversos que nos
zación de este problema cuando sostuvo que: contrastemos” (Luz & Caballero, 1981, p.
142). Por eso la igualdad la concebía como
Ni jefe revolucionario ni fuerza una forma de que la justicia se realizara.
retrasante fue don José de la Luz. “Antes quisiera yo ver desplomadas, no diga
Inquietador de conciencias, ideólogo las instituciones de los hombres, sino las es-
de los grupos burgueses, reformista trellas todas del firmamento, que ver caer del
en momentos en que el reformismo pecho humano el sentimiento de la justicia,
era una vía aceptable, aunque no la ese sol del mundo moral” (Luz & Caballero,
1981, p. 136).
Vol. 30, No. 100 (2009) 69

Este fermento ético se mantendría latente no Mestre deseaba enaltecerlo y criticar el in-
sólo en las nuevas generaciones filosóficas diferentismo que va poco a poco minando
sino que trascendió por medio de la enseñan- nuestra escasa vida intelectual. En su análisis
za hasta los más recientes revolucionarios, se destacaba el culto al saber científico y
que han tratado con forzado éxito de viabi- a la experimentación, así como el sentido
lizar aquel cultivo de la dignidad humana a humanista que es propio a todo pensamiento
que aspiraba el pensamiento de José de la ilustrado. Mientras tanto, en la Universidad
Luz y Caballero. de la Habana se mantenía, hasta casi finales
del siglo XIX, anquilosada en el espíritu
La identificación del progreso social con la metafísico más trasnochado.
moral consistió en uno de los ejes centrales
de la filosofía de José de la Luz (véase: Los estudios sobre la influencia del eclecti-
Gerstenberg, 1986). En tanto no hubiese las cismo, la filosofía clásica alemana en Cuba
condiciones necesarias para el inicio de la (Sánchez & Montoro, 1984) –en particular
emancipación política, cualquier avance en Kant, promovido por José del Perojo, quien
el enriquecimiento de la moral constituía fue el primero que tradujo al español La
incrementar un peldaño al ascendente proceso crítica de la razón pura (véase: 2003), y
desalienador humano. Hegel, que encontró seguidores en José Sil-
verio Jorrín, en Enrique Piñeiro, antes de su
La obra filosófica de José de la Luz contri- adhesión al positivismo (véase: Guadarrama,
buyó notablemente al enriquecimiento de la 1980, pp. 157-170) y Rafael Montoro (véase:
vida espiritual y, en especial, de la filosofía Piñera, 1986)–, y el krausismo, que dejaría
en la sociedad cubana del siglo XIX. A la vez alguna huella en Antonio Bachiller y Morales
constituyó un elemento decisivo en la prepa- (véase: Bachiller & Morales, 1857) y en José
ración ideológica de la “guerra necesaria” por Martí (Gómez, 1989, pp. 187-210), así como
la independencia de Cuba, hecho éste que se el neotomismo hoy reclaman una mayor
plasma evidentemente en la huella que dejó profundización a fin de explicar las causas
en las nuevas generaciones de intelectuales por las cuales estas corrientes en particular
comprometidos entre los que se destacan, no tomaron tanta fuerza en la Isla en compa-
entre otros, Enrique José Varona, Manuel ración con el positivismo.
Sanguily y José Martí.
Todas las manifestaciones de la vida cientí-
La ilustración cubana constituyó un esfuerzo fica, religiosa, artística, pedagógica, jurídica,
propio por asimilar e integrar armónica y política, moral y en especial filosófica lati-
creativamente las más avanzadas conquistas, noamericana de fines del siglo XIX (véase:
hasta su época de la filosofía moderna sobre el Guadarrama, 2004) y la mayor parte de sus
proceso del conocimiento, los avances de las personalidades intelectuales más significati-
ciencias naturales y sociales, especialmente, vas, también en el caso de Cuba9 entre las que
las ideas referidas a lograr las mejores formas se destaca Enrique José Varona10 se vieron
de gobierno y de reestructuración socioeco-
nómica de la sociedad.

La historia de las ideas filosóficas en Cuba 9 Para mayor profundidad puede verse: Guada-
comenzó su sistematización a mediados del rrama, l982, pp. 61-84; l981, p. 117-136; l981,
siglo XIX con la labor de José Manuel Mes- pp. 37-70; l979, pp. 155- 184.
tre en la que reflejaba el carácter que había 10 Para mayor profundidad véase: Guadarrama,
tomado este aspecto de la cultura cubana. 1981, 2, B l. 15 (204); 1985, pp. 60-87; Gua-
darrama, & Tussel, 1986.
70 Cuadernos de filosofía latinoamericana

afectadas de algún modo por el positivismo general del mundo que acompaña siempre a
en su expresión sui generis. la filosofía en correspondencia permanente
con el desarrollo de las ciencias particulares,
El positivismo fue cultivando una filosofía sin que este signifique un atentado contra su
optimista llena de confianza en el hombre, objeto de reflexión.
en la capacidad creativa de su pensamiento,
en la cultura, en la ciencia, en el progreso y En Europa, en esa misma época, esta filo-
el desarrollo industrial. Aliado al liberalismo sofía ya no desempeñaba una función tan
y a la defensa de la democracia burguesa sus progresista como puede apreciarse para
ideas resultaban muy avanzadas. Latinoamérica, pues los elementos idealistas
subjetivos y agnósticos que la caracterizaban
Como afirmé en un texto anterior publica- entorpecían el propio reconocimiento de
do en la Revista Historia de la Pedagogía los avances de la ciencia. Tales rasgos no
Latinoamericana (2004, pp. 209-234): En caracterizaron tanto a los positivistas latinoa-
Cuba y Puerto Rico, donde aún no se había mericanos, pues estos cultivaron mucho más
logrado la independencia política, esas ideas los elementos materialistas, y de confianza en
tendrían mucha mayor significación y carác- el poder de la ciencia y la tecnología, por lo
ter progresista, al punto que incluso llegaron que existieron estrechos vínculos entre los
a ser consideradas como subversivas por el seguidores del positivismo y los del mate-
gobierno colonial español, dada su defensa rialismo científico-natural de los llamados
de las libertades políticas exigidas por el librepensadores (Véase: 1984, pp. 14-35 &
orden democrático burgués. Así, en estas 2004, pp. 209-234).
dos islas, la filosofía positivista contribuía
a forjar la conciencia de la imprescindible El positivismo sui generis latinoamericano
autodeterminación para encaminarse hacia no significó una simple adaptación de una
el progreso social. filosofía europea a estas latitudes, sino una
incorporación y recepción creadora con
En sentido general, esta filosofía desempeñó profundos elementos originales, disímiles y
una función progresista en América Latina, renovadores, que constituyeron una forma
pues sintetizaba las aspiraciones de la dé- específica de superación de dicha corriente
bil burguesía nacional que en esta región en el ámbito particular de este continente,
pretendía sustituir las caducas relaciones como expresión concreta del desarrollo de
precapitalistas de producción, y estimular la lucha entre el materialismo y el idealismo
el desarrollo tecnológico e industrial como filosófico.
premisa indispensable para alcanzar en todos
los planos, una verdadera independencia de El principal representante del positivismo en
los pueblos latinoamericanos. Cuba, y uno de los más destacados en toda
América Latina, fue Enrique José Varona.
Si algo tuvo de sui géneris el positivismo Fue un filósofo que se mantuvo atento al
latinoamericano fue no identificarse con la desarrollo de las investigaciones científicas
tesis sobre el posible debilitamiento de la de su época, como se manifiesta en los múl-
filosofía y prácticamente su disolución con tiples artículos que publicó para comentar
el auge de las ciencias particulares. En todo estos avances, tanto en las ciencias naturales
momento, en los positivistas latinoameri- como en las sociales. Su labor en ese plano
canos se apreció su alta estimación por el resultó muy meritoria para el desarrollo de la
saber filosófico, por lo que fundamentaron cultura cubana de su época.
el carácter metodológico y de concepción
Vol. 30, No. 100 (2009) 71

Se percató del creciente papel que asumían de la transformación de la realidad social de


las ciencias en el mundo moderno y, por su tiempo.
tanto, la necesidad que tenían los pueblos
emergentes de cultivarla para disfrutar de sus Algo que diferenció a Varona como a otros
logros e intentar alcanzar el nivel de vida y representantes del positivismo sui géneris
latinoamericano, es no haber compartido la
desarrollo de los más avanzados. A su juicio:
tesis común a esta corriente, según la cual el
desarrollo de las ciencias atentaría contra el
La pesquisa de la ciencia ha de ser
contenido y el status del saber filosófico. Para
desinteresada; muy cierto; pero
desinteresada no quiere decir in- él esa era una premisa errónea.
diferente. Ha de ser animarla y
moverla el alto y claro propósito de De aquí -afirmaba- que al renaci-
que sus adquisiciones se encaminen miento de las ciencias naturales se
al mejoramiento del hombre, al bien pronosticara la desaparición de la
de la patria, al mejoramiento de la filosofía. Conclusión por más preci-
civilización; que es la manera que pitada. La filosofía no es justiciable
tienen los pueblos de contribuir con de los desvaríos de los filósofos. En
su cuota individual al progreso de vano se le conmina a abandonar el
la humanidad (Varona, 1918, p. 27). campo. No puede desaparecer por-
que responde a una necesidad cons-
Estimulaba la investigación científica porque titutiva de nuestro yo: la de poseer
sabía que el hombre, utilizando ese insus- una síntesis general que explique
tituible instrumento podía asegurarse una más o menos completamente los dos
mundos de la realidad, penetrando
vida mejor.
en lo posible en el enigma de su
conjunción [...] El papel de la filo-
El hombre necesita prever los cam- sofía es preparar esa síntesis, llegar,
bios que se verifican en torno suyo si puede a la organización completa
y muchas veces necesita suscitarlos. de los conocimientos. Y esto no
Las relaciones de causa le permiten puede confundirse con el papel de
esa previsión y le dan ese poder... las ciencias particulares (Varona,
El fin de la ciencia es llegar al 1906, p. 337).
descubrimiento de las causas y las
proporciones (Varona, 1902, p. 132). Para él la filosofía tenía un objeto y una fun-
ción que jamás podrían ser sustituidos por las
Independientemente de que su concepción ciencias, aun cuando no pudiese prescindir
sobre la relación causal tuviese la misma de los resultados de éstas, del mismo modo
limitación propia del fenomenalismo empi- que las ciencias no podrían desarrollarse
rista de los positivistas, su intención de ir a la plenamente al margen del desarrollo del
búsqueda de ellas desprejuiciadamente cons- pensamiento filosófico. La labor integradora
tituía un estímulo al desarrollo de la ciencia de todo el saber humano y la pretensión de es-
en el ambiente intelectual cubano. Las ideas clarecer los enigmas planteados por enfoques
de Varona respecto al papel de la ciencia no dicotómicos de la realidad que conducían al
se limitaban a un enjuiciamiento de carácter dualismo, constituían para el pensador cuba-
teórico con fines exclusivamente académicos. no una labor eminentemente filosófica que la
Ellas estaban orientadas a ponerse en función ciencia no podría nunca por sí sola resolver.
72 Cuadernos de filosofía latinoamericana

Varona continuó la preocupación básica que dedicó la primera parte de sus Conferencias
se había apreciado en la filosofía de la Ilus- filosóficas al estudio de la lógica.
tración cubana por el problema del método.
Varona no fue un filósofo que se dejó atar
por una postura ideológica cerrada o una
Mientras la lucha de las opiniones es
corriente filosófica en particular. Simpatizó
cada día más encarnizada, el acuerdo
la mayor parte de su vida con el positivismo,
en los métodos va siendo cada día un
pero también supo dejarlo a un lado y supe-
hecho más próximo a realizarse. Y
rarlo cuando comprendió sus limitaciones.
es que por fin hemos llegado o nos
Fue lo suficientemente capaz para analizar
aproximamos a la posesión de esta
los problemas filosóficos y sociológicos con
verdad, que parece rudimentaria: el
el mayor nivel de originalidad y autentici-
espíritu humano podrá diversificar
dad que sus circunstancias históricas se lo
hasta lo infinito sus concepciones,
permitieron.
pero en su modo de funcionar tiene
que ser fundamentalmente idéntico. Su incansable avidez autodidacta por la lectu-
Ahora bien el conocimiento exacto ra de los clásicos de la filosofía mundial, así
de este su modo de funcionar nos ha como la realidad cubana y latinoamericana,
de dar el método verdadero; y creo sus estancias en España y Estados Unidos, le
no pecar de temerario afirmando que sirvieron de fuente directa de información y
la gran conquista filosófica de nues- objeto permanente de análisis para enfoques
tro siglo es la posesión del método con óptica propia. Su pensamiento no quedó
(Varona, 1880, p. 28). encartonado en anaqueles académicos. Supo
ganarse el merecido prestigio en el ámbito
Para Varona el método de conocimiento más intelectual, especialmente en la vida filosó-
adecuado era el que superaba el inductivismo fica, literaria y periodística de su época, y a
y el deductivismo, es decir, el que lograba la vez trascender en la praxis pedagógica y
una unidad sintética de ambos. Según él: “En política de su época.
el método, señores, es donde está la unidad
(se refiere de la inducción y la deducción Algo que debe apuntarse significativamente
PG); porque el método no es otra cosa que en favor de nuestros positivistas como En-
el espíritu humano aplicando sus actividades rique José Varona y Manuel Sanguily fue el
según sus leyes constitutivas” (Varona, 1880, culto que rindieron a los pensadores cubanos
p. 175). que los antecedieron. No se dejaron cautivar
por la exclusiva xenofilia anglosajona, que
Sin embargo, en su pensamiento se apre- el pensador uruguayo José Enrique Rodó
cia cierta tendencia más inclinada hacia el caracterizó como nordomanía, y que fue
empirismo que hacia el racionalismo. Pues propia de otros seguidores del positivismo
al parecer este último le recordaba más el en el continente.
aristotelismo y la escolástica, los cuales
consideraba afortunadamente ya superados Se sentían continuadores de una tradición de
en la modernidad. Aunque, a su vez, insistía pensamiento nacional que de ningún modo
en reconocer las limitaciones de cualquier contraponían arbitrariamente a la filosofía
enfoque hiperbolizador del empirismo que europea. En estos pensadores del siglo XIX
no tomase en consideración el insustituible cubano no se manifestaron complejos ni de
papel del pensamiento lógico. No en balde inferioridad ni de superioridad respecto a
la vida filosófica de otras latitudes. Sabían
Vol. 30, No. 100 (2009) 73

admirar lo que era digno de elogio en la cul- como son la cuestión de la naturaleza humana
tura filosófica de otros pueblos, pero también y la dimensión ética de la actividad del hom-
eran fervientes admiradores de la producción bre, estuvieron muy presentes en toda la obra
filosófica nacional. martiana no por simples razones académicas.

La expresión superior de la postura reivin- Martí se opuso a cualquier postura epistemo-


dicadora de los valores de la cultura y en lógica que subestimase la capacidad creativa
especial del pensamiento de nuestra Améri- de la subjetividad humana o que se dejase
ca ha sido, sin dudas, la obra de José Martí arrastrar por ideas contemplativas sobre la
cuya raigambre filosófica en ocasiones ha concepción entre el sujeto y el objeto del
sido subestimada o encasillada en escuelas conocimiento.
y corrientes que limitan la comprensión de
su especificidad. Afortunadamente, en los Debe tomar el hombre la Filosofía,
últimos años se han incrementado las inves- no como el cristal frío que refleja
tigaciones sobre la dimensión filosófica de las imágenes que cruzan ante él;
su pensamiento11. sino como el animado seno en que
palpita, como objeto inmediato y
Tanto sus criterios sobre algunos de los re-
presente, la posible acomodación de
presentantes de la filosofía universal, como
lo real de lo que el alma guarda como
sus reflexiones más profundas sobre el pen-
ideal anterior, posterior y perpetuo
samiento gestado en estas tierras, expresan
el reconocimiento a la producción de ideas [...]. (1975, Tomo XIX p. 365).
en general y, en especial, las filosóficas, de
esta región. Su vocación emancipatoria se Esto no significaba en modo alguno que asu-
asentaba en la existencia de un inagotable miera una posición subjetivista sino que más
manantial de recursos teóricos elaborados bien tratara de encontrar un punto intermedio
por manos propias, aun cuando muchos de o de relación entre lo que él consideraba era
sus ingredientes fuesen adquiridos en otros el objetivismo del materialismo y el subjeti-
contextos culturales, como siempre ha suce- vismo del idealismo.
dido en la historia de las ideas.
Martí propugnaba una filosofía de la rela-
Las preocupaciones más metafísicas es- ción entre lo objetivo y lo subjetivo, entre
tuvieron presentes en distintos momentos el mundo físico y el espiritual, que supere
de la vida de aquel profesor de filosofía en tanto el materialismo contemplativo como un
Guatemala, que fue José Martí. Ellas no idealismo especulativo; por eso sostiene que:
obstaculizaron, por el contrario, facilitaron
las proyecciones de su pensamiento volcado Al estudio del mundo tangible se
hacia las urgencias más concretas del hombre ha llamado física; y al estudio del
latinoamericano. Sus inquietudes sobre la mundo intangible, metafísica. La
correlación entre el ser y el pensar, el papel exageración de aquella escuela se
de la subjetividad humana así como otras pre- llama materialismo; y corre con el
ocupaciones de profundo carácter filosófico, nombre de espiritualismo, aunque
no debe llamarse así, la exageración
de la segunda. Todas las escuelas
11 Véase: Martínez, 1990; Fornet-Betancourt, filosóficas pueden concretarse en
1994; Jardines, 1990; Rodríguez de Lecea, estas dos. Aristóteles dio el medio
1995, pp. 101-108; Ronda, 1983, pp. 43-81; científico que ha elevado tanto,
Escalona, 1987; Guadarrama, 2003.
74 Cuadernos de filosofía latinoamericana

dos veces ya en la gran historia del la ciencia de las causas. Conocer las
mundo, a la escuela física. Platón, y causas posibles, y usar los medios
el divino Jesús, tuvieron el purísimo libres y correctos para investigar las
espíritu y fe en otra vida que hacen no conocidas, es ser filósofo. Pensar
tan poética, durable, la escuela meta- constantemente con elementos de
física. Las dos unidas son la verdad: ciencia, nacidos de la observación,
cada una aislada es sólo una parte en todo lo que cae bajo el dominio
de la verdad, que cae cuando no se de nuestra razón, y en su causa: he
ayuda de la otra (Martí, 1975, Tomo ahí los elementos para ser filósofo
XIX, p. 361). (Martí, 1975, Tomo XIX, p. 362).

Esta posición martiana en nada constituye Tal vez uno de los elementos que distanciaban
una expresión de eclecticismo, sino todo lo a Martí del enfoque positivista precisamente
contrario. Es una muestra de la aguda obser- esté relacionado con la búsqueda de las cau-
vación del pensador cubano por no dejarse sas de los fenómenos, pues sabido es que el
arrastrar por enfoques unilaterales del proce- fenomenalismo positivista evadía de algún
so del conocimiento. En ningún momento hay modo el conocimiento de las causas y favo-
en Martí algún tipo de propensión subjetivista recía la relación funcional. En fin, múltiples
hiperbolizante o enfoque especulativo que razones, tanto de carácter epistemológico
desconozca la fuente nutritiva de todo saber como sociológico e ideológico distanciaban
filosófico, esto es, el conocimiento científico. necesariamente a Martí del positivismo
Al contrario, para él la ciencia ocupaba un lu- latinoamericano aún cuando este tuviese pe-
gar relevante en la conformación de cualquier culiaridades sui géneris que lo diferenciaban
tipo de cosmovisión y por eso no podían ser del europeo y que el pensador cubano supo
subestimados sus alcances. admirar.

En tal sentido, Martí reconoce que el pre-


Tenemos que para conocer es nece- supuesto positivista de tratar de buscar una
sario examinar: que la fuente más explicación científica a la conducta humana,
creíble de verdad es nuestro propio y, especialmente, demostrar la existencia de
examen; que el examen es medio leyes del desarrollo social del mismo modo
seguro de conocer la aplicación que existían en el mundo natural, como en
de nuestra aptitud de conocer a la aquellos momentos incursionaba la naciente
cosa conocible: observación, y el psicología, podía contribuir notoriamente a
pensamiento sobre lo observado: un perfeccionamiento de la sociedad.
reflexión. Hay, pues, en Filosofía
sujeto que conoce, y que, aislado, El pensamiento filosófico de Martí constituye
produce la Filosofía subjetiva ale- una especie de intento sintetizador de todo lo
mana: objeto conocible, que, aislado, mejor que se había consolidado y difundido
produce la Filosofía naturalista mo- en la producción filosófica universal hasta
derna, y medios de conocer. Dedú- su época y por esa razón no podía de manera
cese que la Filosofía debe estudiar alguna subvalorar, entre otras, la filosofía
al hombre que observa, medios positivista que predominaba el ambiente lati-
con que observa y lo que observa: noamericano. Del mismo modo, tampoco fue
Filosofía interna, Filosofía externa indiferente ante las ideas filosóficas de otros
y Filosofía de relación. Filosofía es grandes pensadores como Kant, Hegel, Marx,
Emerson, etc., Martí, sabiamente, eligió la
Vol. 30, No. 100 (2009) 75

mejor opción de un hombre de su estirpe in- América Latina el despliegue de la moder-


telectual y humana, al situarse por encima de nidad. Y con ese objetivo se caracterizaron
los patronímicos, gentilicios y ortodoxias en por mantener una vida intelectual con amplios
cuanto a corrientes filosóficas y hacer de las intercambios internacionales de ideas, con
filosofías y no de una filosofía en particular múltiples personalidades de otros países.
el inagotable arsenal para la comprensión y
transformación del mundo. Existen razones suficientes para que múl-
tiples investigadores de diversos países
La filosofía en Cuba tuvo durante el siglo hayan resaltado la alta talla intelectual de los
XIX un desarrollo extraordinario junto a principales representantes de la producción
otras manifestaciones de la cultura nacional, filosófica cubana culminante en el siglo XIX.
en el que se aprecia un marcado contenido El nacimiento de la república neocolonial a
humanista y una pretensión desalienadora principios del siglo XX no implicó un cambio
orientada a promover al pueblo cubano hacia significativo de inmediato en la vida filosó-
una emancipación que trascendiera a lo políti- fica nacional, pues el positivismo de algún
co y se instalara en el plano social y cultural. modo se mantendría aún latente por algún
Por tal motivo sus principales cultivadores tiempo, si bien comenzaron a hacerse sentir
se caracterizaron por una intensa actividad la influencia del irracionalismo y el vitalismo
política que trascendía el mundo académico que comenzaba a tomar fuerza en esa época,
a favor de la independencia, de la soberanía paulatinamente con la obra de Nietzsche,
y las transformaciones sociales reclamadas Bergson, Ortega y Gasset, entre otros.
por el pueblo cubano.
Es indudable que cierto reflujo se había
La mayor parte de sus representantes eran observado en el devenir de la filosofía en
políglotas por lo que tenían rápido acceso la Isla después de las célebres Conferencias
a la producción filosófica internacional de filosóficas de Varona dedicadas a la lógica,
su tiempo y por tal motivo mantuvieron un la ética y la psicología. El propio filósofo
sorprendente nivel de actualización sobre te- menguó significativamente su producción
mas, problemas y corrientes de esta disciplina académica en favor de la actividad política
en su época. Con frecuencia polemizaron e y literaria a principios del siglo XX. Algunos
hicieron de la crítica un insustituible instru- estudios indican que no desaparecieron del
mento de desarrollo de la filosofía y de la todo preocupaciones, pero sí es un hecho
cultura nacional. que la historia de las ideas en Cuba –como
se observa en Sergio Cuevas Zequeira, quien
Fueron también muy dados a hacer públicos sería uno de los continuadores de la labor de
sus análisis y debates más allá de los cerra- Varona en la Universidad de La Habana12–,
dos círculos intelectuales e hicieron muy no ocupaba los primeros planos de la atención
buen uso de la prensa y de las publicaciones en la vida filosófica nacional.
periódicas de amplio perfil para trascender
a otros sectores populares con la peligrosa Ello no significa que hubiese una carencia de
arma de las ideas racionales, con el poder de labor filosófica como algunos han sostenido.
los argumentos y no el argumento del poder. Es cierto que la injerencia cultural norteame-
ricana sobre la Isla se hizo sentir ya en esa
Los pensadores cubanos trataron de estar al
tanto de los avances de las ciencias naturales
y sociales de la época para romper con todos 12 Como los efectuados por Sergio Cuevas Ze-
los obstáculos que impedían en Cuba y en queira sobre la labor filosófica de Varona y
Varela (1917 y 1923).
76 Cuadernos de filosofía latinoamericana

época, pero eso no significó un predominio creacionistas religiosas como se observa


de las ideas filosóficas emanadas del pode- en Víctor Hugo Tamayo quien también fue
roso vecino, especialmente el pragmatismo profesor de la Universidad de La Habana.
que encontró más críticos, como Cuevas
Zequeira, que adeptos. En algunos casos, el libre pensamiento
adoptó expresiones no sólo anticlericales, si
Cuevas Zequeira mantuvo activa la identifi- no ateas (véase: Simón, 1912) incluso, como
cación de la tradición filosófica cubana por en Francisco González del Valle (1914), que
su preocupación en la cuestión del método, al encontraron la aprobación y apoyo de Enri-
favorecer el enfoque empirista y oponerse al que José Varona o en Pedro de Armas, quien
dogmático deductivismo tomista-aristotélico arremetió contra el espiritismo y en general
que intentaba recuperarse de los embates contra todas las ideas religiosas (1921).
sufridos por la filosofía ilustrada, primero, y
después, por el positivismo. El desarrollo de investigaciones filosóficas
sobre la educación encontró en el Director
Investigaciones sobre la filosofía en Cuba de la Escuela Normal de Maestros de La
durante la primera mitad del siglo XX han Habana, Arturo Montori de Céspedes, una
demostrado la riqueza de la continuidad de gran elaboración articulada con posiciones
la producción filosófica de este período con epistemológicas de clara orientación materia-
la anterior (véase: Guadarrama & Rojas, lista, pues para él, el desarrollo de la filosofía
comp. 1995/2003). Sin embargo, razones se había logrado cuando la religión perdió su
ideológicas promovieron una cierta indi- eficacia ideológica (1920). A su juicio: “las
ferencia o descuido cómplice en relación religiones atendidas en su aspecto filosófico,
con el pensamiento de José Martí, el cual esto es, como tentativa más o menos compleja
durante las primeras décadas prácticamente de explicar el mecanismo del universo y la
no fue divulgado. Hubo que esperar a la significación de la vida, han perdido en nues-
década crítica de los años veinte para que tros días toda virtualidad” (Montori, 1914, p.
se despertara la promoción de la conciencia 4). Se planteó la tarea filosófica de reformar
nacional y junto al espíritu antiimperialista la educación cubana sobre la base de los
se produjera la revitalización de los estudios avances de la ciencia en el naciente siglo XX,
del pensamiento cubano. Fue ese el momen- con criterios de optimismo epistemológico
to en que Julio Antonio Mella insistió en la frente al agnosticismo y el irracionalismo
necesidad de escribir un libro sobre Martí. que tomaba fuerza en esa época. Su postura
Es también cuando Juan Marinello y Emilio estuvo acorde con las transformaciones so-
Roig de Leuschenring definen su proyección ciales que reclamaban sus críticas al capita-
rescatadora del pensamiento martiano. Del lismo, aunque sus ideas respeto a su posible
mismo modo que Carlos Rafael Rodríguez transformación revolucionaria resultan algo
impulsó el análisis de otras personalidades y pesimistas. Sin embargo, aun así llegó a es-
líneas del pensamiento cubano decimonónico timular las ideas emancipatorias de la clase
(véase: Rodríguez, 1987, Tomo III). obrera respecto a la sociedad burguesa.

Durante las dos primeras décadas se observa No puede dejarse de lado que las ideas de
en el pensamiento filosófico cubano, el man- orientación socialista se habían desarrollado
tenimiento de la tradición materialista articu- en Cuba desde fines del siglo XIX en Diego
lado con concepciones científico-naturales. Vicente Tejera, así como en Carlos Baliño,
Las ideas evolucionistas condujeron a un quien llegaría posteriormente en 1925 a
enfrentamiento crítico a las concepciones fundar junto a Julio Antonio Mella el primer
Vol. 30, No. 100 (2009) 77

Partido Comunista de Cuba. Y no sólo en la con el idealismo filosófico, su defensa de la


capital cubana habían encontrado adeptos, educación religiosa y sus coqueteos con el
sino también en otras ciudades como Santa pragmatismo, a pesar de su análisis crítico
Clara aparecieron profundos y significativos de esta corriente, que intentaba encontrar
cultivadores de las ideas socialistas e incluso adeptos en el ambiente intelectual cubano.
marxistas, como Ricardo García Garófalo.
Nada tiene de extraño que en la segunda y Una de las personalidades más relevantes en
tercera décadas del siglo XX, en particular la vida filosófica cubana de la primera mitad
después del triunfo de la primera revolución del siglo XX fue, sin dudas, Fernando LLes.
socialista ocurrida en Rusia en octubre de En su obra La sombra de Heráclito (1923, p.
1917, aparecieran intelectuales como Mon- 165) se aprecia una severa crítica al espiritua-
tori, que sin ser militar activamente en la lismo y al idealismo filosófico, y en particular
izquierda, llegasen a simpatizar con el ideario de Platón (Lles, 1924, p. 77). Al identificarse
que se enfrentaba a la injusta y cruel sociedad con las concepciones materialistas de Herá-
capitalista. clito y Demócrito.

La sociedad cubana se radicalizó en la dé- Bien es cierto que la huella de Nietzsche fue
cada de los años veinte con un alto grado de muy marcada en toda su obra, pero en espe-
profundización de la conciencia nacional y cial, lo referido a su crítica a la religión por
antiimperialista que se expresó en las luchas el lastre que ésta impone al progreso social y
estudiantiles y obreras, apoyadas por una la necesidad de una transmutación de valores
intelectualidad destacada y contestataria en la sociedad en que vive. Si algo heredó
como el Grupo Minorista, frente a la dic- de la tradición positivista sin que llegara a
tadura de Gerardo Machado. Por supuesto identificarse con ella fue la crítica a las filo-
que tales acontecimientos de un modo u otro sofías de corte especulativo. Su optimismo
repercutirían en la vida filosófica nacional y epistemológico se aprecia cuando plantea
favorecerían una decantación ideológica en que: “no importa que esté o no esté allí el
correspondencia con la agudización de los conocimiento. Tú debes conquistarlo defi-
conflictos sociales. Montori fue uno de los nitivamente” (Lles, 1923, p. 165), aunque,
que avizoró el declinar de la filosofía positi- según Miguel Rojas Gómez (1996, p. 100),
vista ante el empuje de las nuevas corrientes en Lles “hay una exageración de la función
vitalistas, irracionalistas y fideístas, que se gnoseológica de la intuición, reminiscencia
enfrentaban al cientificismo, al ateísmo y al de la subversión filosófica hecha por Scho-
materialismo estimulando nuevos enfoques penhauer y Nietzsche”.
en los que los factores volitivos, emotivos,
En el plano sociopolítico –en el que le dedica-
axiológicos, estéticos, etc., ocupaban un lugar
ría mucha atención al tema de la relación del
preponderante.
individuo ante el estado que había preocupa-
La filosofía de la educación en esa etapa tuvo do con anterioridad a Spencer (véase: Lles,
también en Alfredo Aguayo una significativa 1934)– el pensamiento de Lles se caracterizó
atención –como se puede apreciar en sus por reconocer la validez de la existencia de
obras El método funcional en la educación leyes sociales en las que la huella de darwinis-
(1915) y Filosofía y nuevas orientaciones en mo social también de raigambre positivista se
la educación (1932)–, aunque en una postura hizo presente; sin embargo, sus frustraciones
muy distante a la de Montori, y en general de ante la república neocolonial lo condujeron
la destacada tradición filosófica cubana repre- también a formular severas críticas al capi-
sentada por Varona, pues en su identificación talismo, aunque se dejo confundir por las
78 Cuadernos de filosofía latinoamericana

teorías corporativistas con disfraz socialista unido a recalcitrantes críticas al socialismo


de Mussolini, dada su postura liberal de y al marxismo.
izquierda articulada con elementos de nacio-
nalismo y antiimperialismo. Las ideas marxistas si bien habían tenido
desde fines del siglo XIX cierta recepción
El vitalismo y el irracionalismo, que tomarían y difusión en el plano sociopolítico, sin
fuerza en esa época, encontraron en Alberto embargo, en su amplitud filosófica tendrían
Lamar Schweyer –quien publicó numerosas que esperar hasta la tercera década del siglo
obras filosóficas a uno de sus seguidores XX para que comenzara su cultivo en el
más destacados; identificado también con ambiente académico e intelectual con mayor
empirismo subjetivista e idealista de corte vuelo teórico (véase: Guadarrama, 1988, pp.
berkeleyano– que le hizo llegar a sostener 16-36). Incluso, usualmente no aparecían
que “el mundo exterior se reduce sólo a un en los programas de estudio de filosofía y
conjunto de sensaciones” (1922, p. 122), se posteriormente sólo comenzaron a ser ob-
opuso abiertamente al materialismo filosó- jeto de estudio de quienes se dedicaban a la
fico al considerarlo primitivo, metafísico e economía, la sociología o la teoría política.
indemostrable (Schweyer, 1922, p. 122). Sus
ideas sociopolíticas caracterizadas por el so- En la Universidad de La Habana se controló
cial darwinismo y el racismo más reacciona- mucho durante la República neocolonial el
rio en las que la igualdad y la democracia eran acceso de profesores de filiación comunista,
considerados palabras sin sentido (Scweyer, aun cuando tuvieran la mejor formación
1927, p. 61) sirvieron al fundamento ideoló- académica. De tal modo, las ideas filosóficas
gico fascistoides del grupo terrorista ABC y del marxismo circularon poco en el ambiente
de la dictadura de Gerardo Machado, de la universitario y tuvieron lógica y mayor difu-
cual fue un fiel sirviente. sión entre algunos intelectuales como Juan
Marinello, Carlos Rafael Rodríguez o Alejo
Vinculado también a esa línea de corte idea- Carpentier o entre dirigentes políticos y sin-
lista y de postura ideológico conservadora dicales como Blas Roca, Lázaro Peña, etc.,
se destacó en esa época Mariano Aramburu quienes no se dedicaban profesionalmente a
y Machado, quien sobre todo se dedicó al la filosofía. Pues Gaspar Jorge García Galló
cultivo de la filosofía del derecho. Intentando quien después del triunfo revolucionario se
asumir una postura igualmente distante del destacaría por su dedicación al estudio de la
sensualismo y el racionalismo se orientó ha- filosofía marxista, tuvo que dedicarse a la
cia el fideísmo religioso al tratar de encontrar enseñanza de latín, griego o pedagogía en
una armonía entre la razón y Dios. Llegó in- aquellos tiempos en que no se le permitía
cluso a procurar fundamentar científicamente tener acceso a una cátedra de filosofía.
las ideas religiosas, y planteó la existencia de
insalvables obstáculos ante la posibilidad de En algunos de los cursos de Historia de
la cognoscibilidad del mundo (Aramburu, las Ideas Sociales impartidos a partir de la
1927, p. 86). década del cuarenta en la Universidad de La
Habana por Raúl Roa García, de Historia de
Sus ideas filosóficas en el plano social se la Filosofía por Jorge Mañach y de Sociología
caracterizaron por su biologicismo y psico- por Roberto Agramante la filosofía marxista
logismo, que trataba de evadir la raigambre encontró, en ocasiones, alguna ligera atención
económica de los procesos sociales e intentar con distanciamiento crítico al ser reducida
justificar las desigualdades sociales, eternizar en la mayoría de las veces a su expresión so-
las diferencias de clases y el estado capitalista viética de la época del estalinismo que era la
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más difundida y común. Es oportuno recordar en relación con la filosofía europea. Propuso
que muchas de las obras filosóficas de Marx el condicionalismo (Mañach, 1951, p. 49)
y Engels en este período no eran conocidas ni como una tesis que propiciara la construcción
siquiera por quienes se consideraban marxis- de un pensamiento original y renovador de la
tas, ya que no habían sido publicadas, aún por producción filosófica de estas tierras.
esos años, o apenas comenzaban a publicarse.
Otra de las personalidades más relevantes En su filosofía de la historia Mañach otorgó
de la vida filosófica e intelectual cubana, en mayor significación a las élites minoritarias
general, entre la tercera y la quinta década del que a los sectores populares. Aquí la huella de
pasado siglo XX, fue: Jorge Mañach. Tanto Nietzsche y de Carlyle se aprecia claramente
su labor docente y como brillante ensayista lo en esa visión aristocrática del progreso social
llevaron continuamente al cultivo de la filoso- en que la espontaneidad y la contingencia
fía, y en especial, de temas sobre la cultura. ocupan un relevante lugar. La obra intelectual
de Mañach constituye una de las expresiones
Sus estudios en Estados Unidos le facilitaron de la revitalización de la producción filosó-
ocasionales acercamientos al pragmatismo, fica cubana que se observa desde mediados
pero también su estancia en España le po- de los años cuarenta, cuando se funda la
sibilitó profundizar en las nuevas corrientes Sociedad Cubana de Filosofía y aparece la
filosóficas de su tiempo, en particular, la Revista Cubana de Filosofía que durante la
fenomenología, la filosofía de la vida y el década del cincuenta impulsaran, entre otros,
existencialismo, –sobre todo las ideas de Roberto Agramonte, Rafael García Barcena
José Ortega y Gasset, Nietzsche y Bergson–, y Humberto Piñera Llera.
a quienes le dedicaría especial atención.
Acorde con las preocupaciones de su época Con el inicio de la década del cuarenta la
abordó el tema del papel de la individuali- publicación de la colección Biblioteca de Au-
dad y la transmutación de valores sugerida tores cubanos, por parte de la Universidad de
por Nietszche. La problemática axiológica La Habana, dirigida por Roberto Agramonte,
ocupó gran parte de la atención de Mañach quien además publicó varios trabajos sobre la
así como la determinación de la especificidad historia de la filosofía en Cuba13, constituyó
del saber filosófico en el que la intuición, a su un acontecimiento cultural de extraordinaria
juicio, desempeña un papel protagónico. “Lo significación que se revierte en la docencia y
filosófico, –aseguraba– es casi por definición, en el trabajo investigativo con múltiples apor-
lo no científico, lo no demostrable experi- tes. Cada obra de esa colección fue precedida
mentalmente; es una personal certidumbre de un estudio preliminar que demostraba la
que se apoya, cuando más, en las razonables riqueza contenida en el pensamiento cubano,
conjeturas que la ciencia y la intuición pare- fundamentalmente del siglo XIX.
cen autorizar” (Mañach, 1951, p. 23).

Contribuyó al impulso dado al estudio del


13 Además de su libro sobre José Agustín Caba-
pensamiento y la vida de José Martí, así llero, Roberto Agramante publicó entre otros:
como a la profundización sobre el tema de Prefacio a la filosofías cubana. En Revista
la existencia y particularidades de la filoso- Cubana de Filosofía, 3, 4-11. La Habana; Situa-
fía en Cuba y en Hispanoamérica, que por ción de la filosofía cubana. En Revista Cubana
aquellos años tomara fuerza en el ámbito con- de Filosofía, 4, 4-8. La Habana. “Los grandes
momentos de la filosofía en Cuba”. En Revista
tinental. Se planteó la tarea de la necesidad Universidad de La Habana, 91-93, 7-20; Varo-
de construir un pensamiento filosófico que na, el filósofo del escepticismo creador. (1949).
dejara atrás las características reproductivas La Habana: Editorial Jesús Montalvo.
80 Cuadernos de filosofía latinoamericana

Roberto Agramonte fue profesor de So- Al otorgarle precedencia a la existencia en


ciología General y Filosofía Moral en la relación con la esencia, lo hacía desde las
Universidad de La Habana desde los años posiciones del idealismo y el irracionalismo,
treinta, aunque se destacó internacionalmente ya que según Piñera (1952, p. 85) “hay que
mucho más por sus estudios sociológicos, sin admitir la realidad de lo irracional… y hay
embargo, su contribución a los estudios de la algo más: que esta irracionalidad, lejos de ser
vida filosófica nacional resultaron también condición peyorizante, es signo de dignidad
muy valiosos. epistemológica igual a la que exhibe la defi-
nición y el concepto”.
Su pensamiento filosófico se articuló a la
tradición idealista e irracionalista que había La labor filosófica e intelectual, en general,
ido tomando fuerza desde el inicio del siglo de Jorge Mañach, Roberto Agramonte y de
XX. A su juicio: “el mundo social está cons- Humberto Piñera Llera se mantuvo muy ac-
tituido por seres que deciden sus actos en tiva también, como lo evidencian sus últimas
virtud de las operaciones de su conciencia publicaciones, algunas de ellas publicadas
o espíritu” (Agramonte, 1959, p. 2), como post mortem, después que decidieron emigrar
si las condiciones económicas y políticas de Cuba a causa de sus discrepancias con la
no tuvieran mucho que ver con el mismo. orientación socialista de la Revolución.
Lógicamente tal concepción lo condujo a
un enfrentamiento crítico de la concepción La filosofía en Cuba encontró en Rafael
materialista de la historia formulada por el García Barcena, una regia personalidad que
marxismo, al cual consideraba como monis- incursionaría en temas de profundo contenido
ta determinista y simplificador del papel de ontológico como la estructura del mundo
la lucha de clases, la cual subestimaba. Tal biofísico en cuyo análisis combina elementos
postura articulaba con su oposición al ideario evolucionistas sobre la materia con una pro-
socialista que le hizo al igual que a Mañach funda convicción creacionista y religiosa del
rechazar la radicalización hacia el socialismo mundo. Su libro Estructura de la estructura
que se produjo en el proceso revolucionario obtuvo el Premio Nacional de Filosofía en
cubano a inicios del sesenta. 1950 y fue publicado en Argentina con un
prólogo del destacado pensador de ese país
Algo similar ocurriría con otra relevante Francisco Romero. Sus libros Individuali-
figura de la vida filosófica cubana Humberto zación de la ética (1939) y Esquema de un
Piñera Llera, quien llegó también a presidir correlato antropológico en la jerarquía de
la Sociedad Cubana de Filosofía, la cual a los valores (1943) confirman la existencia
juicio de Carlos Rafael Rodríguez produjo en esta época de gran interés por los temas
una “desdichada ruptura con la tradición axiológicos y éticos en la filosofía cubana.
filosófica cubana” (Rodríguez, 1983, p. 124).
Su clara identificación con la filosofía de la Resulta altamente interesante y ejemplar que
vida y el existencialismo lo condujeron a este prestigioso profesor de Filosofía Moral
hiperbolizar la existencia individual humana de la Universidad de La Habana desde su
(Piñera, 1952, p. 93) como el pilar sobre el profunda ética religiosa, que concebía que “el
cual descansa todo el andamiaje de la reali- hombre se siente dependiente de una realidad
dad, al considerar que “la existencia es algo superior a su propio ser individual, la que por
que cada quien intuye directamente. Intuimos ello debe regir toda su vida” (García, 1943,
que hay algo que no somos nosotros mismos p. 2) y por tanto creyera que la verdadera
si no otras cosas u objetos que se nos oponen felicidad y salvación del hombre estaba en el
y nos hacen resistencia” (Piñera, 1954, p. 43). reino celestial, se opusiera de forma activa y
Vol. 30, No. 100 (2009) 81

revolucionaria al golpe de estado de Fulgen- en algún momento incursionaron también en


cio Batista y haya organizado con algunos de ella, incluso con trabajos específicos con este
sus estudiantes –entre los cuales se destacara perfil, como Fernando Ortiz en La filosofía
Faustino Pérez y Armando Hart Dávalos–, el penal de los espiritistas (1915) o Ramiro
Movimiento Nacional Revolucionario que Guerra con Filosofía de la producción cu-
concibió, mucho antes que Fidel Castro, la bana (1944), Alejo Carpentier, entre otros,
idea de asaltar un cuartel militar y levantar incursionaron a su manera en este terreno.
al pueblo contra aquella dictadura.
Varios fueron los nombres que se incorpora-
El fracaso de ese intento lo condujo a la cár- ron a este breve bosquejo que contribuyó a
cel, desde donde escribió otra de sus obras evidenciar la diversidad de posiciones filosó-
filosóficas más relevantes, en la que la que su ficas que se manifiestaron en Cuba durante la
convicta fe cristiana pareciera no contradecir primera mitad del siglo XX, pero de lo que
su postura humanista revolucionaria (véase, se trata es solamente de ofrecer un panorama
García, 1956), que lo hizo mantenerse firme- de algunos de los principales representantes,
mente activo tras el triunfo de enero de 1959, tendencias y problemas que se observaron en
hasta su muerte, como embajador en Brasil esta etapa de la historia nacional. Como puede
de su pueblo y su Revolución. apreciarse, la actividad filosófica en Cuba
durante la etapa de la república neocolonial
En esos años Medardo Vitier alcanza un fue objeto de múltiples transformaciones en
merecido reconocimiento internacional, relación con la que había tenido en el siglo
especialmente latinoamericano, no sólo por XIX, pues aunque el positivismo continuó
sus más conocidas obras Las ideas en Cuba manteniendo alguna repercusión al menos
(1938) y La filosofía en Cuba (1948), sino en las dos primeras décadas del siglo XX,
por otros estudios dedicados a Varona, Martí también fue languideciendo ante los ataques
y otros temas de la vida filosófica cubana del irracionalismo, el vitalismo y la reinsta-
y del pensamiento de Kant (véase: Vitier, lación del fideísmo.
1970/2004). Debe destacarse que esta ge-
neración filosófica cubana de mediados del La raigambre materialista y la preocupación
pasado siglo XX tuvo una relevante activi- por la cuestión de encontrar el mejor método
dad internacional, en particular en el ámbito del conocimiento que se había apreciado en
americano, como lo demuestra su frecuente el pensamiento cubano decimonónico se
participación en congresos de filosofía y en debilitó, dado el auge que tomarían cultivos
la publicación de sus trabajos en España, especulativos de la filosofía, más orientados
Estados Unidos y varios países latinoameri- hacia el idealismo en sus diversas modalida-
canos. Al mismo tiempo, relevantes filósofos des. La concepción materialista de la historia,
extranjeros visitaron a Cuba y ofrecieron la naturaleza y el pensamiento propugnada
conferencias, como los mexicanos José por el marxismo impulsó su despliegue más
Vasconcelos, y Leopoldo Zea y a raíz del allá del pensamiento político donde se había
exilio provocado por la caída de la República iniciado, pero encontró serios obstáculos para
española llegaron José Ferrater Mora, José cultivarse en las universidades.
Gaos, María Zambrano, entre otros, así como
el peruano Francisco Miró Quesada. El pragmatismo tuvo pocos cultivadores en
tanto la fenomenológica, el existencialismo y
Es necesario destacar que algunos relevantes neotomismo encontrarían algunos seguidores
intelectuales cubanos cuya actividad básica destacados no sólo en la educación superior
no era propiamente la filosofía; sin embargo, sino también en el nivel de bachillerato, don-
82 Cuadernos de filosofía latinoamericana

de muchos de los textos eran de los mismos desde el democratismo revolucionario de


profesores universitarios. Algunos de esos José Martí, el pensamiento liberal nacional
textos se reeditaron en otros países latinoame- y antiimperialista, hasta el marxismo.
ricanos. La filosofía analítica de orientación
neopositivista apenas contó con muy pocos Ya en los primeros años la confrontación de
cultivadores como era común en esa época proyecciones se plasmó no sólo en el proyec-
en toda Latinoamérica. to político cubano, sino en todo el ambiente
educativo y cultural. El proceso de reforma
Debe destacarse la diversidad de disciplinas universitaria llevado a cabo a inicios de los
y temas de carácter filosófico que eran objeto años sesenta, tras la proclamación del carácter
de estudio, en especial la valoración de las socialista de la Revolución, incidió significa-
grandes personalidades del siglo XIX cubano tivamente en toda la actividad filosófica del
que enaltecieron la filosofía, así como en in- país. Ya desde el primer año de la Revolución
cremento considerable de publicaciones y de se produjo el éxodo de filósofos comprome-
eventos de carácter filosófico, fundamental- tidos con el régimen anterior. Entre quienes
mente entre los años cuarenta y cincuenta. A permanecieron en el país se manifestaron
la vez resulta evidente que aquel compromiso enquistamientos de algunos por sus desave-
orgánico con las necesidades sociopolíticas y nencias con el rumbo socialista tomado por
participación activa en las luchas de su épo- la Revolución. En tanto que otros sin aban-
ca, que había caracterizado a los pensadores donar consolidadas posiciones filosóficas o
cubanos del siglo XIX no fue lo más común asumiendo una posición respetuosamente
a las nuevas generaciones de profesionales transigente ante el marxismo no encontraron
de la filosofía en esta etapa, con las escasas serios conflictos con el nuevo gobierno y se
excepciones que hemos anteriormente indica- mantuvieron hasta sus últimos días incorpo-
do. Tal indiferencia ante las luchas del pueblo rados a la vida filosófica nacional, entre ellos
cubano frente a las dictaduras, a los gobiernos estuvieron Justo Nicola, especialista en lógica
corruptos y a la injerencia norteamericana y Antonio Sánchez de Bustamante y Montoro
en la Isla motivaron con razón la necesaria en filosofía del derecho. Algunos, incluso,
crítica de otros intelectuales más conscien- por sus simpatías con el proceso revolucio-
tes y decididos a colaborar por dignificar nario, articularon mejor con la nueva época
la situación de la mayoría de la población de predominio del marxismo en el proceso
y en general salvaguardar la soberanía y la ideológico e intelectual cubano.
identidad cultural cubana.
En cuanto al estudio de las ideas en Cuba en
El triunfo de la Revolución Cubana en enero general, hay que destacar que se produjo a
de 1959, no fue simplemente un hecho de partir del triunfo revolucionario una explo-
trascendencia política. Era también un acon- sión de publicaciones e investigaciones que
tecimiento cultural de extraordinaria magni- mostraban una riqueza extraordinaria de la
tud para la Isla y la región como la historia se producción intelectual cubana, parte de la
ha encargado de demostrar. Desde un inicio cual había sido tergiversada y refrenada por
quedó evidenciada la profunda raigambre sus proyecciones ideológicas. Una atmósfera
martiana de su proyecto al constituirse en amplia de circulación de ideas filosóficas se
síntesis de las aspiraciones y proyectos de respiró durante la década del sesenta, que
múltiples generaciones de pensadores y re- permitió incluso la divulgación de las obras
volucionarios cubanos. Las fuentes teóricas de prestigiosos investigadores más allá de
y las líneas ideológicas de las que se nutrió sus posiciones ideológicas y de diversos
la Revolución naciente eran heterogéneas, países, como pudo apreciarse en algunos de
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los textos de filosofía que se utilizaban espe- investigación filosófica del país. Pero su pre-
cialmente en la Universidad de La Habana14, dominio se haría sentir mucho más, durante la
aunque en algunos casos predominaban más década del setenta hasta principios de la del
la reproducción de trabajos de los clásicos del ochenta y produjo cierto enquistamiento en
marxismo-leninismo y de autores extranjeros la producción filosófica nacional, así como
que de autores cubanos (véase: colectivo de en otras esferas de las ciencias sociales. El
autores, 1966). efecto de las interpretaciones simplificadoras
del desarrollo de las ideas filosóficas se hizo
En el plano de la vida filosófica ese período sentir de algún modo también en los estudios
de los sesenta se caracterizó por constituir un sobre sus manifestaciones y la historia de las
perenne hervidero de ideas que se evidenció ideas en general en Cuba.
desde la temprana visita de Sartre a la Isla y
sus propuestas ideológicas y filosóficas, hasta Un factor que tendría alguna incidencia en
las paradigmáticas posiciones del Che Gue- la orientación que tendría el desarrollo de
vara respecto al escolasticismo del marxismo la filosofía marxista en Cuba estuvo dado
soviético, pasando por la marcada huella de porque muchos de las nuevas generaciones
Louis Althusser15, Antonio Gramsci y en de los profesionales de la filosofía comenza-
general del llamado marxismo occidental16 ron a formarse en la Unión Soviética y otros
sobre el país (véase: Guadarrama, 1988, pp. países de Europa Oriental que solidariamente
262, 271). ofrecían tales posibilidades a un país blo-
queado y asediado por los Estados Unidos
Ya desde los años sesenta un marxismo de América. También la mayor parte de las
manualesco fundamentalmente de proce- participaciones en congresos internacionales
dencia soviética dejaba sentir su influencia y otros intercambios se desarrollaban hasta
en determinadas esferas de la docencia y la mediados de los ochenta con especialistas
provenientes de esos países.
14 Para profundizar pueden revisarse los textos En ese aspecto, desde inicios de los ochenta
surgidos del colectivo de autores (1969), Lec-
en correspondencia con las nuevas condicio-
turas de filosofía. Tomo I y II. La Habana: Es-
tudios. Colectivo de autores (1969). Selección nes de intercambio cultural con la mayoría
de lecturas marxistas. Santa Clara: Universidad de los países latinoamericanos que fueron
Central “Marta Abreu” de Las Villas. restableciendo sus relaciones diplomáticas
15 A mediados de los sesenta se publicaron en con Cuba, se incrementó paulatinamente
Cuba y eran muy consultadas en las universi- la participación de profesores cubanos de
dades algunas de las obras de Louis Althuser y filosofía en eventos en estos países y se
otros filósofos franceses como Jean Paul Sartre, incrementaron las visitas a Cuba de profe-
Pierre Machery, Balibar Etienne; así como del
sionales de la filosofía provenientes tanto de
gran marxista italiano Antonio Gramsci. Vease:
Althusser, (1966). Por Marx. La Habana: Revo- Latinoamérica como de Norteamérica y de
lucionaria; Gramsci, A. (1966). El materialismo Europa Occidental, en especial de España.
histórico y la filosofía de Benedetto Croce. La En esas nuevas condiciones se favoreció el
Habana: Revolucionaria. conocimiento de nuevos autores, y corrientes
16 También se publicaron obras de otros marxistas del pensamiento filosófico mundial –incluso
usualmente considerados como revisionistas en diversas tendencias dentro del marxismo– y
la Unión Soviética. Tal es el caso del húngaro en particular, del latinoamericano, como el
Geogy Lukacs, los italianos Antonio Labriola
y Lucio Colleti, el alemán Herbert Marcuse,
postmodernismo o la filosofía de la libera-
los polacos Adam Schaft e Isaac Deutscher y ción, que comenzaron a ser estudiados con
el hispano-mexicano Adolfo Sánchez Vázquez. nuevas perspectivas mucho más documen-
84 Cuadernos de filosofía latinoamericana

tadas que en los años anteriores, en las que década de los noventa18– junto a esta labor
el acceso a las fuentes directas de los autores se intensifica la publicación de otros libros
estudiados era muy limitado o mediado por de autores nacionales y extranjeros sobre
las interpretaciones de los autores de los diversos temas de las diferentes disciplinas
manuales correspondientes, factor éste que filosóficas.
limitaba la objetividad en la valoración de
los temas de estudio. Entre los principales temas que se incremen-
tarían considerablemente los estudios por
Desde la segunda mitad de los sesenta y parte de autores cubanos se encuentran el
fundamentalmente durante la década de relacionado con las categorías19 y la especi-
los setenta, la mayor parte de los textos ficad del saber filosófico (véase: Rodríguez,
universitarios de filosofía en sus distintas 1984), los problemas filosóficos de la ciencia
especialidades –con escasas excepciones y la tecnología (véase: Núñez, 1987; Sán-
(véase: Nicola, 1968, Tomos I y II; Colectivo chez, 1988): cuestiones lógicas (Rodríguez,
de autores, 1979)–, eran de autores soviéti- 1983) y epistemológicas de los métodos del
cos o de otros países socialistas de Europa conocimiento científico (Colectivo de auto-
Oriental, en menor grado. La mayor parte res, 1981; Mateo, 1986) y filosófico, temas
de los profesores de filosofía se limitaba a axiológicos (véase: Rodríguez, 1985; Fabelo,
reproducir en sus clases las ideas y hasta los 1989; 1996), de filosofía política (Acanda,
programas docentes importados de la URSS & Martínez, 1997), en especial referida a la
fenómeno éste que limitó en alguna medida cuestión del Estado (véase: Fernández, 1988),
la creatividad de los autores cubanos. En otras las clases sociales, la revolución social y el
ocasiones dedicaban gran parte de sus pági- socialismo (véase: Fung, 1982; Martínez,
nas a reproducir textualmente documentos 1988), la filosofía de la cultura (véase: Gua-
programáticos de los congresos del Partido darrama & Pereliguin, 1988/1989/1998), la
Comunista de Cuba (véase: Suárez, S. f.). cuestión de la identidad cultural (véase: Ubie-
ta, 1993; González, Ichikawa & Rojas, 1997),
Esta situación comenzó a modificarse a me- cuestiones de estética (véase: Fernández, L. &
diados de los ochenta17 cuando se constituyen Fernández, A., 1974/1987) y de ética (véase:
varios colectivos de autores cubanos para Ulloa & Chacón, 1988; Mari, 1988; Colectivo
elaboración de textos de filosofía –labor ésta de autores, 1990, Tomos I-III), y de metódica
que se intensifica y renueva a inicios de la de la enseñanza de la filosofía (véase: Agui-
lar, 1979; Martínez, 1987), etc. También se
incrementaron los estudios sobre la historia
de la filosofía tanto de la europea antigua,
17 Para profundizar en este tema, puede consul-
tarse: Colectivo de autores. (1985). Felipe
18 Para profundizar verse: Colectivo de autores.
Sánchez Linares (dir.). Lecciones de Filosofía
(1991). Pablo Guadarrama (dir). Lecciones
Marxista-leninista. Tomos I y II. La Habana:
de Filosofía Marxista-leninista. Tomo I. La
Universidad de La Habana; Colectivo de
Habana: Editorial Félix Varela; (1992/2000).
autores. (1986). Manual de filosofía marxista-
La Habana: Editorial Pueblo y Educación.
leninista. Materialismo dialéctico. La Habana:
Editora Política; Colectivo de autores (1986). 19 Acerca de este punto, recomiendo revisar:
Manual de filosofía marxista-leninista. Mate- García. (1984). Categorías del materialismo
rialismo histórico. La Habana: Editora Política; dialéctico. La Habana: Gente Nueva; Pupo.
Colectivo de autores. (1987). Juan Francisco (1986). La práctica y la filosofía marxista. La
Fuentes (comp. e introducción). Filosofía Habana: Ciencias Sociales; (1990) La actividad
marxista-leninista Selección de lecturas. I – II. como categoría filosófica. La Habana: Ciencias
La Habana: Universidad de La Habana. Sociales.
Vol. 30, No. 100 (2009) 85

moderna y contemporánea (véase: Rensoli, En los primeros años del siglo XXI, aunque
1987; 1986; Santos, 1988; Colectivo de auto- aún se continúan utilizando en ocasiones
res, 2000), especialmente el postmodernismo algunos textos para la enseñanza general de
(véase: Guadarrama, 1994; García, 1994; la filosofía elaborados a fines del siglo XX,
Ravelo, 1996; Fung (dir.), 1999; Colectivo de –algo muy diferente ha sido en las carreras
autores, 2000), como de la latinoamericana20 específicas de filosofía, en las cuales ha pre-
y cubana21, en particular del desarrollo del valecido mayor versatilidad de enfoques y
marxismo22, sobre todo algunos dedicados a fuentes bibliográficas– comenzaron a elabo-
estudiar las transformaciones que se han ope- rarse nuevos textos con criterios más amplios
rado en el pensamiento marxista en América y versátiles sobre algunos de los problemas
Latina especialmente en los últimos años tras tradicionales y otros más actuales de la fi-
el derrumbe del socialismo real (Colectivo de losofía (Colectivo de autores, 2000-2002).
autores, 1999). Nuevas investigaciones han aparecido sobre
la filosofía contemporánea (véase: Sardoya,
Desde mediados de la década del los noventa 2000; Ravelo, 2003), problemas filosóficos
y particularmente luego de transcurridos al- de la cultura (Jardines, 2004), la ideología
gunos años de recuperación de la economía (Días, 2001), axiología (Fabelo, 1996), los
cubana, cuyos efectos se hicieron sentir en derechos humanos (Limia, 2001), etc. A la
todos los órdenes de la vida social, cultural vez se mantiene el interés por el estudio
e ideológica, el país, y por tanto, la pro- del pensamiento filosófico latinoamericano
ducción filosófica no podía estar al margen (Colectivo de autores, 2002) especialmente
de las secuelas negativas de esos años de su tradición humanista (Guadarrama, 2001;
crisis, la vida filosófica cubana se reanimó Monal & Miranda, 2002).
significativamente, como se evidencia en
las publicaciones, congresos, debates, entre A la hora de valorar la producción filosófica
otros, de esta última etapa. cubana de los últimos tiempos no se debe
tomar en consideración solamente los traba-
Finalmente, el despliegue y radicalización de jos publicados en forma de libros, artículos
una intelectualidad cubana de izquierda ha o ponencias presentadas en congresos, sino
dado lugar a una recepción muy propia del también las numerosas tesis doctorales y de
marxismo durante más de cuatro décadas con maestría, que la mayoría de ellas no están
perspectivas de continuidad y enriquecimien- publicadas, y que demuestran el interés por
to muy lejos de los masivos suicidios teóricos diversos temas entre los cuales se encuentran
e ideológicos de los marxistas vergonzantes, las ideas filosóficas de José Agustín Caballe-
que se produjeron en muchos países tras la ro, José de la Luz y Caballero, Enrique José
caída del muro de Berlín. Varona, José Martí, Carlos Baliño, Julio An-
tonio Mella, Raúl Roa, Ernesto Guevara, José
20 Recomendamos: Monal, (1985); Rivero, Carlos Mariategui, José Ingenieros, Leopoldo
(1987); Rensoli, (1988); Colectivo de autores, Zea, Enrique Dussel, Adolfo Sánchez Váz-
(1991/1993); Guadarrama (dir.); Plá León, quez, José Ortega y Gasset, etc. Así como
(1994); Colectivo de autores, (1998); Guada- diversas etapas de la vida filosófica cubana
rrama (coord.). y latinoamericana o problemas epistemológi-
21 Para profundizar puede consultarse: Miranda, cos, axiológicos, éticos, estéticos, de filosofía
(1984; 1989; 1997; 1994). política, entre otras.
22 Recomendamos profundizar en: García (1982);
Colectivo de autores (1997); Guadarrama Resulta destacable el hecho de que algunos
(1998; 1990; 1994). científicos cubanos, especialmente desde
86 Cuadernos de filosofía latinoamericana

la matemática (Casanova, 1965), la física épocas anteriores, en correspondencia


(Castro, 1998), la medicina (Colectivo de con distintas interpretaciones de lo que
autores, 1986; 1987) y las ciencias sociales se entiende por marxismo y la admisión
(Aguirre, 1996; Colectivo de autores, 1982) o no de crisis del mismo como filosofía,
hayan incursionado también en los últimos al igual que ha sucedido y sucederá con
tiempos en temas filosóficos. Una significa- otras corrientes filosóficas.
tiva irrupción o reactivación de revistas en
el área de las ciencias sociales como Temas, • El rigor académico ha posibilitado una
Contracorriente, La Gaceta de Cuba, Revista mayor producción intelectual que, por
Cubana de Ciencias Sociales, Islas, etc., han paradójico que pudo resultar, se creció en
propiciado el notable impulso retomado por momentos difíciles de carencias materia-
la vida filosófica cubana de los últimos años. les y dificultades de publicación, lo que
dio lugar a que estas ideas circularan en
Un esbozo de los rasgos principales del mayor medida a través de eventos, talle-
estado actual de la filosofía en Cuba en los res, tertulias, correo electrónico, soportes
inicios del siglo XXI puede inducir a apuntar magnéticos, redes informáticas, etc.
las siguientes características, que reclaman
lógicamente una mayor fundamentación en • La limitación en cuanto al acceso
investigaciones sobre el tema, de las cuales bibliográfico a obras filosóficas más
algunas actualmente se desarrollan: recientes ha impedido que haya habido
una mayor comunicación actualizada
• Prevalece una declaración oficial de entre los especialistas de diversos te-
la orientación marxista-leninista de la mas filosóficos y sobre todo de nivel de
enseñanza de la filosofía en los distintos profundización y actualización sobre los
niveles de la educación. Los textos que nuevos desarrollos teóricos de la filoso-
usualmente se utilizan, así lo atestiguan. fía contemporánea, agudizándose más
Sin embargo, en comparación con esta situación en determinados centros
programas anteriores hay una mayor de educación superior. Este obstáculo ha
amplitud de contenidos a tratar, interpre- sido frecuentemente superado, gracias al
tándose desde el marxismo, problemas acceso a Internet en las universidades,
de actualidad, condicionados por la aunque también con las limitaciones de
desaparición del socialismo europeo, la acceso a algunas fuentes que esta vía
globalización, la ofensiva neoliberal, la presupone, pero en general ha mejorado
problemática de la identidad cultural, etc. mucho este problema de la información
En los nuevos programas de estudio de actualizada, aunque no en forma genera-
filosofía para la enseñanza general existe lizada, por algunos colectivos filosóficos.
relativa unidad por medio de los llamados En algunos casos aquella situación de
“temas invariantes” es decir, de obligatorio relativo aislamiento informático generó
tratamiento en los programas establecidos, una proyección reproductiva y mecá-
teniendo la posibilidad cada universidad y nica de algunas teorías, pero gracias a
cada departamento o profesor de adecuar un considerable incremento del inter-
los mismos a sus especificidades. cambio académico internacional de los
profesionales cubanos de la filosofía por
• Se han ido superando algunas posturas frecuentes invitaciones a conferencias,
dogmáticas y simplificadoras de la dia- eventos, cursos de postgrado e inter-
léctica materialista dentro de la propia cambio bibliográfico se tiene acceso a
teoría marxista que se observaba en las nuevas corrientes y problemas de la
Vol. 30, No. 100 (2009) 87

filosofía contemporánea, en un esfuerzo • Pensar que la vida filosófica en Cuba


de actualización. se reduce a las universidades, centros
de educación superior o instituciones
• Ha prevalecido una marcada tendencia académicas, que en todos los casos son
hacia el predominio de la filosofía polí- públicas, exclusivamente es un error,
tica, motivada por las urgencias y con- pues también en seminarios religiosos
dicionamientos generados por la difícil y otras instituciones culturales y publi-
situación socioeconómica del país de la caciones no estrictamente filosóficas, la
década de los noventa. En la docencia filosofía se cultiva también con relativa
universitaria se ha conservado e incluso intensidad.
incrementado la enseñanza de la ética,
la historia de la filosofía, la estética, en • La actividad filosófica en Cuba no ha
tanto que la lógica, la epistemología, la sido tampoco, como en todas las épocas
filosofía de la ciencia y la axiología han y circunstancias, actividad exclusiva de
encontrado una recepción relativamente filósofos profesionales. Tanto la obliga-
inferior, aunque cuentan también con toriedad de la enseñanza de la filosofía
cultivadores significativos. en todas las carreras universitarias, como
los cursos de postgrado de filosofía para
• La labor investigativa por lo regular se todo tipo de profesionales, así como
revierte en la docencia universitaria de la lógica preocupación intelectual que
manera directa, aunque no quede plas- motiva a muchos de ellos a abordar
mada siempre en textos y otras publica- problemas cosmológicos, epistemoló-
ciones de amplio acceso. La oralidad, gicos, éticos, etc., ha dado lugar a que
como en la antigüedad, ha desempeñado la filosofía en Cuba haya alcanzado un
nuevamente una función esencial en el determinado reconocimiento académico
desarrollo del pensamiento filosófico y social. Sin embargo, la filosofía no ha
contemporáneo. No deja de existir, como dejado de ser afectada en su status en
en todas partes, un limitado sector de los últimos tiempos, como en general ha
profesores meramente reproductivos de sucedido con las ciencias sociales y las
teorías filosóficas, que asumen esta pro- humanidades dado el triunfo de criterios
fesión como un modus vivendi y resultan pragmáticos ante la crisis de valores
poco aportadores y creativos.
provocada por el desastre del socialismo.
• El incremento de las visitas de filósofos
• No parece ser apropiada la denomina-
extranjeros de distintas corrientes del
ción de escuelas de pensamiento para
pensamiento universal, especialmente
clasificar el ambiente filosófico cubano
desde los noventa, el intercambio tan-
contemporáneo. Fue propio del mismo
to en el país como la participación de
desde el siglo XIX no dejarse seducir
profesionales cubanos en congresos
por grupos formales conformados, ni
relacionados con la filosofía tanto en
siquiera por pensadores o corrientes de
Cuba como en el exterior han posibili-
pensamiento exclusivos. Tal vez por
tado un recíproco estudio de las distintas
esa razón el propio marxismo ha tenido
corrientes filosóficas que demandan ser
también diversas lecturas en la Isla.
justipreciadas. A la vez se estima una me-
jor comprensión de las particularidades Como ha podido apreciarse en esta apretada
de la vida filosófica cubana en el exterior, síntesis, Cuba tiene razones suficientes para
a partir de tales intercambios. sentir orgullo del desarrollo que ha tenido la
88 Cuadernos de filosofía latinoamericana

filosofía en el país, y particularmente, por el epistemológica y axiológica que posibilitan


papel que han desempeñado sus principales al ser humano construir realidades nuevas a
representantes, fundamentalmente del siglo partir de la potencialidad creativa del pen-
XIX, en la conformación de su identidad samiento cuando se articula adecuadamente
y cultura. Las distintas etapas por la que con la praxis social.
ha atravesado la vida filosófica cubana han
estado articuladas al desarrollo a nivel mun- Si bien puede que algunos profesionales
dial de las distintas corrientes que han ido cubanos de la filosofía en determinados mo-
tomando fuerza protagónica o relativo aban- mentos de la historia nacional pensaron que
dono, en correspondencia con las exigencias la razón de ser de la filosofía se agotaba en
epistemológicas, axiológicas, ideológicas o ella misma y, que simplemente replantearse
científicas de cada época a escala universal, los ancestrales problemas filosóficos en las
pero también a los diferentes momentos de la nuevas circunstancias, sin proyectarse hacia
historia nacional que han demandado de los la transformación de las mismas, afortuna-
cultivadores de la filosofía, no solo profundas damente estos fueron minoría. La mayoría
reflexiones teóricas y sistemas categoriales de las mujeres y hombres que en Cuba han
de explicación de la realidad, sino también, consagrado su actividad intelectual a la filo-
actitudes prácticas de compromiso orgánico sofía lo han hecho con plena conciencia de
para su transformación y humanización. su utilidad social y su retroalimentación en
la realidad que ha demandado no sólo inter-
La filosofía por sí misma no es capaz de trans- pretaciones sino transformaciones radicales.
formar el mundo, pero tampoco es posible También aquí la filosofía se ha nutrido, no
hacerlo prescindiendo de ella. La ciencia, la sólo de la tradición filosófica y cultural
técnica, el arte, la política, el derecho, etc. nacional, continental y mundial sino de los
constituyen diversas posibilidades de con- conflictos permanentes del ser humano ante
tribución al mejoramiento humano cuando la naturaleza y la sociedad que obligan a toda
se orientan por principios humanistas y des- persona culta a hacer progresar la filosofía
alienadores que jamás podrán desempeñar a para que ella también contribuya al progreso
plenitud sus respectivas tareas, si no están de este mundo y si sirve también para hacer
avalados por el saber filosófico. progresar a otros, pues bienvenida sea.

Una de las especificidades de dicho saber es


potenciar la capacidad crítica y creativa del
pensamiento humano en permanente cons- Referencias
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