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2.2. BASES TEÓRICAS.

2.2.1. Desarrollo de Instituciones Jurídicas Procesales relacionados con las


sentencias en estudio.
2.2.1.1. La jurisdicción.
2.2.1.1.1 Definición.
En palabras del jurista Levene (1993) señala:
Como la jurisdicción es la facultad de administrar justicia, para ello el Estado
le da a ciertos órganos una capacidad abstracta, que se debe distinguir de la
concreta, es decir, de la competencia, con la que se suele confundir la
jurisdicción; tanto es así que se habla de jurisdicción penal o civil, así como
también se la confunde a veces con el órgano que la ejerce, o sea, con el
tribunal y con el límite, y los códigos se referían y refieren a la incompetencia
de jurisdicción. (p. 176).

Asimismo Giovanni Priori (2009), en su artículo “Competencia en el Proceso Civil


Peruano, manifiesta que la potestad Jurisdiccional y la competencia son ejercidas por
aquellos órganos a los cuales la Constitución les confiere dicha potestad; sin embargo,
ello no quiere decir que pueda ser ejercida en cualquier ámbito.

En efecto, si bien un Juez por el solo hecho de serlo ejerce función jurisdiccional, con
todas las atribuciones que ella supone, su ejercicio se encuentra limitado legalmente en
función a determinados criterios. De esta forma, la Constitución atribuye la jurisdicción,
pero es la ley la que establece dentro de qué ámbitos es válido el ejercicio de la función
jurisdiccional. La competencia, precisamente, tiene que ver con esos ámbitos en los que
resulta válido el ejercicio de la función jurisdiccional.

2.2.1.1.2. Principios aplicables en el ejercicio de la jurisdicción.


Según Bautista, (2006) los principios son como directivas o líneas de matrices, dentro
de las cuales se desarrollan las instituciones del Proceso, por los principios cada
institución procesal se vincula a la realidad social en la que actúan o deben actuar,
ampliando o restringiendo la esfera o el criterio de su aplicación.
Siguiendo a este autor, se tiene:
A. El principio de la Cosa Juzgada. En sentido estricto implica el impedimento a
las partes en conflicto a que reviva el mismo proceso. En consecuencia, una
sentencia tiene efectos de cosa juzgada cuando obtiene fuerza obligatoria y no es
posible actuar contra ella ningún medio impugnatorio o porque los términos para
interponer estos recursos han caducado. Tiene como requisitos:
a. Que el proceso fenecido haya ocurrido entre las mismas partes. Por lo tanto,
no hay cosa juzgada, si debiendo dos personas distintas una obligación al
acreedor éste siguió el juicio sólo contra uno de ellos. Sea cual fuere el resultado
puede iniciar juicio contra la otra.
b. Que se trate del mismo hecho. Si los hechos son distintos el asunto sometido a
jurisdicción es diverso; por lo tanto no hay nada establecido judicialmente para
el segundo.
c. Que se trate de la misma acción. Cuando son las mismas partes y el mismo
hecho, pero la acción utilizada es distinta y compatible con la previa puede
proceder el juicio y no hay precedente de cosa juzgada.

B. El principio de la pluralidad de instancia. Esta garantía constitucional es


fundamental, ha sido recogida por la Constitución peruana, y por la legislación
internacional del cual el Perú es parte.

Este principio se evidencia en situaciones donde las decisiones judiciales no


resuelven las expectativas de quienes acuden a los órganos jurisdiccionales en
busca del reconocimiento de sus derecho; por eso queda habilitada la vía plural,
mediante la cual el interesado puede cuestionar una sentencia o un auto dentro
del propio organismo que administra justicia.

C. El principio del Derecho de defensa. Este derecho es fundamental en todo


ordenamiento jurídico, a través de él se protege una parte medular del debido
proceso. Según este principio, las partes en juicio deben estar en la posibilidad
jurídica y fáctica de ser debidamente citadas, oídas y vencidas mediante prueba
evidente y eficiente, de esta manera quedará garantizado el derecho de defensa.

D. El principio de la motivación escrita de las resoluciones judiciales. Es


frecuente encontrar, sentencias que no se entienden, ya sea porque no se expone
claramente los hechos materia de juzgamiento, o porque no se evalúa su
incidencia en el fallo final de los órganos jurisdiccionales.

Las resoluciones judiciales con las características citadas no pueden cumplir las
diversas finalidades que tienen dentro del sistema jurídico. Si bien es cierto, que
lo más importante es decidir sobre el interés de las partes sometidas a
jurisdicción, suele suceder que las partes no reciben la debida información de los
jueces sobre las razones que los condujo a tomar una decisión. Los jueces están
constitucionalmente obligados a fundamentar sus resoluciones y sentencias,
basadas en los fundamentos de hecho y de derecho. Por ejemplo en todo
mandato judicial de detención, debe estar prolijamente sustentado, porque se va
a privar de un derecho fundamental a un ser humano.

2.2.1.2. La competencia.
2.2.1.2.1. Conceptos.
Es la suma de facultades que la ley le otorga al juzgador, para ejercer la jurisdicción en
determinado tipo de litigios o conflictos. El juzgador, por el solo hecho de serlo, es
titular de la función jurisdiccional, pero no la puede ejercer en cualquier tipo de litigio,
sino sólo en aquellos para los que está facultado por ley; de ahí que se diga en los que es
competente (Couture, 2002).

En el Perú, la competencia de los órganos jurisdiccionales se rige por el Principio de


Legalidad, está prevista en la Ley Orgánica del Poder Judicial y demás ordenamientos
de carácter procesal (Ley Orgánica del Poder Judicial, art. 53).

La competencia, entonces, es una categoría jurídica, que en la praxis viene a ser el


reparto de la facultad de administrar justicia, o mejor dicho es la dosificación de la
jurisdicción, está predeterminada por la Ley, y se constituye en un mecanismo garante
de los derechos del justiciable, quienes mucho antes de iniciar un proceso judicial
conocen el órgano jurisdiccional ante quien formularán la protección de una pretensión.

Por su parte Levene (1993) lo define como los límites que la ley establece para el
ejercicio de la jurisdicción a cada uno de los distintos órganos jurisdiccionales", y
Alsina como "la aptitud del juez para ejercer su jurisdicción en un caso determinado".
Para Manzini, desde el punto de vista objetivo, "es el ámbito legislativamente limitado
dentro del cual un juez que tiene jurisdicción" puede ejercerla; y para Lascano "es la
capacidad reconocida a ciertos jueces para ejercer jurisdicción en determinados casos".

2.2.1.2.2. Regulación de la competencia en materia civil.


Podemos afirmar que la competencia se encuentra normada en la normas de carácter
procesal y que conforman la Ley Orgánica del Poder Judicial.

El principio rector lo constituye el: “Principio de Legalidad e Irrenunciabilidad de la


Competencia”, que está establecido en el Título II, del Capítulo I Disposiciones
Generales, del Código Procesal Civil:

“Artículo 5°.- Competencia civil. Corresponde a los órganos jurisdiccionales


civiles el conocimiento de todo aquello que no esté atribuido por la ley a otros
órganos jurisdiccionales.
Artículo 6°.- principios de legalidad e irrenunciabilidad de la competencia.
La competencia solo puede ser establecida por la ley.
La competencia civil no puede renunciarse ni modificarse, salvo en aquellos
casos expresamente previstos en la ley o en los convenios internacionales
respectivos”.
Artículo 7°.- Indelegabilidad de la competencia. Ningún Juez Civil puede
delegar en otro la competencia que la ley le atribuye, puede comisionar a otro
la realización de actuaciones judiciales fuera de su ámbito de competencia
territorial.
Artículo 8°.- determinación de la competencia. La competencia se determina
por la situación de hecho existente al momento de la interposición de la
demanda o solicitud y no podrá ser modificada por los cambios de hecho o de
derecho que ocurran posteriormente, salvo que la ley disponga expresamente lo
contrario”.

2.2.1.2.3. Determinación de la competencia en materia civil.


Conforme lo establece el Código Procesal Civil específicamente en el Artículo 8°: “La
competencia se determina por la situación de hecho existente al momento de la
interposición de la demanda o solicitud y no podrá ser modificada por los cambios de
hecho y de derecho que ocurran posteriormente, salvo que la ley disponga
expresamente lo contrario” (Cajas, 2011).

2.2.1.3. El proceso.
2.2.1.3.1. Definiciones.
Para quien la noción del proceso es necesariamente teleológica, es decir, lo que
caracteriza al proceso es, su fin, cual es, la decisión de un conflicto mediante un fallo
que adquiere la calidad de autoridad de cosa juzgada. (Couture, 1979, p.8-10).

En este sentido el proceso es un conjunto de actividades reguladas por el derecho


procesal, que realizan las partes y el tribunal, (elementos subjetivos) el cual
nace como consecuencia de una petición (pretensión) de otorgamiento de
justicia a la jurisdicción, con la finalidad de alcanzar una decisión por la cual el
estado realiza su deber y su derecho de defensa del orden jurídico objetivo
privado, el cual implica la protección del derecho o del interés del justiciable,
que se ampara en el derecho objetivo. (Prieto Castro, 1980, p.23).
2.2.1.3.2. Funciones del proceso.
1. Servir de medio para la declaración de los derechos y situaciones
jurídicas, cuya incertidumbre perjudique a su titular o a uno de sus
sujetos, con ausencia total de litigio o controversia (Procesos declarativos
puros y de jurisdicción voluntaria). (Gutierrez, 2006, p.6).
2. Tutelar los derechos subjetivos, siempre que sea necesario, mediante el
pronunciamiento de lo que en cada caso sea justo para la composición de
los litigios que se presenten entre particulares o entre estos y entidades
públicas en el campo civil. Por su intermedio se traduce en voluntad
concreta la voluntad abstracta de la ley, mediante el examen que el juez
hace de la norma aplicable y de los hechos que va regular, es decir, la
cuestión de derecho y de hecho (proceso contencioso). (Gutierrez, 2006,
p.7).
3. Lograr la realización de los derechos en forma de ejecución forzosa,
cuando no se persigue la declaración de su existencia sino simplemente
su satisfacción (proceso ejecutivo). (Gutierrez, 2006, p.7).
4. Facilitar la práctica de medidas cautelares que tiendan al aseguramiento
de los derechos que van a ser objeto del mismo, evitando la insolvencia
del deudor, la pérdida o deterioro de la cosa, o simplemente la mejor
garantía (proceso cautelar). (Gutierrez, 2006, p.7).

2.2.1.3.3. El proceso como garantía constitucional.


2.2.1.3.3.1. Conceptualizaciones.
Estos preceptos constitucionales han llegado hasta la Declaración Universal de los
Derechos del Hombre, formulada por la Asamblea de las Naciones Unidas de 10 de
diciembre de 1948 cuyos textos pertinentes indican:
Artículo 8°.- Toda persona tiene derecho a un recurso ante los tribunales
nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales, reconocidos por la Constitución o por la ley.

Artículo 10°.- Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a


ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial,
para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de
cualquier acusación contra ella en materia penal.

Esto significa que el Estado debe crear un mecanismo, un medio un instrumento que
garantice al ciudadano la defensa de sus derechos fundamentales, siendo así, la
existencia del proceso en un Estado Moderno es que, en el orden establecido
por éste exista el proceso del que tiene que hacerse uso necesariamente cuando
eventualmente se configure una amenaza o infracción al derecho de las
personas. (Devis Echeandia, 1994, p.377).

2.2.1.3.4. El debido proceso formal.


2.2.1.3.4.1. Nociones.
El debido proceso formal, proceso justo o simplemente debido proceso, es un derecho
fundamental que tiene toda persona que le faculta a exigir del Estado un juzgamiento
imparcial y justo, ante un juez responsable, competente e independiente. Es un derecho
complejo de carácter procesal, porque está conformada por un conjunto de derechos
esenciales que impiden que la libertad y los derechos de los individuos sucumban ante
la ausencia o insuficiencia de un proceso o procedimiento, o se vean afectados por
cualquier sujeto de derecho, inclusive el Estado, que pretenda hacer uso abusivo de
éstos. (Bustamante, 2001, p.60).

Estado no sólo está obligado a proveer la prestación jurisdiccional sino a proveerla bajo
determinadas garantías mínimas que le aseguren tal juzgamiento imparcial y justo; por
consiguiente es un derecho esencial que tiene no solamente un contenido procesal y
constitucional, sino también un contenido humano de acceder libre y permanentemente
a un sistema judicial imparcial. (Ticona, 1994, p.67).

2.2.1.3.4.2. Elementos del debido proceso.


Siguiendo a Ticona, (1994, p.80) señala:
El debido proceso corresponde al proceso jurisdiccional en general y
particularmente al proceso penal, al proceso civil, al proceso agrario, al proceso
laboral, inclusive al proceso administrativo; y aún, cuando no existe criterios
uniformes respecto de los elementos, las posiciones convergen en indicar que
para que un proceso sea calificado como debido se requiere que éste,
proporcione al individuo la razonable posibilidad de exponer razones en su
defensa, probar esas razones y esperar una sentencia fundada en derecho. Para
ello es esencial que la persona sea debidamente notificada al inicio de alguna
pretensión que afecte la esfera de sus intereses jurídicos, por lo que resulta
trascendente que exista un sistema de notificaciones que satisfaga dicho
requisito.

En el presente trabajo los elementos del debido proceso formal a considerar son:
A. Intervención de un Juez independiente, responsable y competente. Porque,
todas las libertades serían inútiles sino se les puede reivindicar y defender en
proceso; si el individuo no encuentra ante sí jueces independientes, responsables
y capaces.

Un Juez será independiente cuando actúa al margen de cualquier influencia o


intromisión y aún la presión de los poderes públicos o de grupos o individuos.
Un Juez debe ser responsable, porque su actuación tiene niveles de
responsabilidad y, si actúa arbitrariamente puede, sobrevenir responsabilidades
penales, civiles y aún administrativas. El freno a la libertad es la
responsabilidad, de ahí que existan denuncias por responsabilidad funcional de
los jueces.

Asimismo, el Juez será competente en la medida que ejerce la función


jurisdiccional en la forma establecida en la Constitución y las leyes, de acuerdo
a las reglas de la competencia y lo previsto en la Ley Orgánica del Poder
Judicial.
En el Perú está reconocido en La Constitución Política del Perú, Artículo 139°
inciso 2 que se ocupa de la independencia en el ejercicio de la función
jurisdiccional, (Gaceta Jurídica, 2005).

B. Emplazamiento válido.
Al respecto, tanto Ticona (1999, p.83), así como se expone en el sistema legal,
especialmente, la norma procesal que está comprendida en este sistema debe
asegurar que los justiciables tomen conocimiento de su causa. En este orden, las
notificaciones en cualquiera de sus formas indicadas en la ley, deben permitir el
ejercicio del derecho a la defensa, la omisión de estos parámetros implica la
nulidad del acto procesal, que necesariamente el Juez debe declarar a efectos de
salvaguardar la validez del proceso.

C. Derecho a ser oído o derecho a audiencia.


La garantía no concluye con un emplazamiento válido; es decir no es suficiente
comunicar a los justiciables que están comprendidos en una causa; sino que
además posibilitarles un mínimo de oportunidades de ser escuchados. Que los
Jueces tomen conocimiento de sus razones, que lo expongan ante ellos, sea por
medio escrito o verbal. En síntesis nadie podrá ser condenado sin ser
previamente escuchado o por lo menos sin haberse dado la posibilidad concreta
y objetiva de exponer sus razones.

D. Derecho a tener oportunidad probatoria.


Porque los medios probatorios producen convicción judicial y determinan el
contenido de la sentencia; de modo que privar de este derecho a un justiciable
implica afectar el debido proceso. En relación a las pruebas las normas
procesales regulan la oportunidad y la idoneidad de los medios probatorios. El
criterio fundamental es que toda prueba sirva para esclarecer los hechos en
discusión y permitan formar convicción para obtener una sentencia justa.

E. Derecho a la defensa y asistencia de letrado.


Este es un derecho que en opinión de Monroy Gálvez, citado en la Gaceta
Jurídica (2010), también forma parte del debido proceso; es decir la asistencia y
defensa por un letrado, el derecho a ser informado de la acusación o pretensión
formulada, el uso del propio idioma, la publicidad del proceso, su duración
razonable entre otros.

F. Derecho a que se dicte una resolución fundada en derecho, motivada,


razonable y congruente.
Esta prevista en el inciso 5 del Artículo 139° de la Constitución Política del
Estado; que establece como Principio y Derecho de la Función Jurisdiccional: la
motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto
los decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable de los
fundamentos de hecho en que se sustentan.

De esta descripción se infiere, que el Poder Judicial en relación a sus “pares” el


legislativo y el ejecutivo, es el único órgano al que se le exige motivar sus actos.
Esto implica, que los jueces podrán ser independientes; sin embargo están
sometidos a la Constitución y la ley. La sentencia, entonces, exige ser motivada,
debe contener un juicio o valoración, donde el Juez exponga las razones y
fundamentos fácticos y jurídicos conforme a los cuales decide la controversia.
La carencia de motivación implica un exceso de las facultades del juzgador, un
arbitrio o abuso de poder.

G. Derecho a la instancia plural y control Constitucional del proceso.


La pluralidad de instancia consiste en la intervención de un órgano revisor, que
no es para toda clase de resoluciones (decretos, autos o sentencia), sino que la
doble instancia es para que el proceso (para la sentencia y algunos autos), pueda
recorrer hasta dos instancias, mediante el recurso de apelación. Su ejercicio está
regulado en las normas procesales. (La casación no produce tercera instancia).
(Ticona, 1999).
2.2.1.4. El proceso civil.
2.2.1.4.1. Definición.
Ariano, (2003, p.301), señala que mediante el ejercicio del derecho de acción se
posibilita en el ámbito civil el ejercicio de la función jurisdiccional y esta función se
realiza en forma ordenada, metódica, con etapas, términos y requisitos de los diferentes
actos, debidamente predeterminados en la ley, con garantías para quien ejercite el
derecho de acción como para la persona contra quien se ejercita. Este conjunto de actos
realizados por el órgano jurisdiccional y por las partes, debidamente concatenados,
que terminan con una sentencia que tiene autoridad de cosa juzgada, se denomina
proceso.

Por otro lado, “El proceso civil, deviene así, en el conjunto de actos procesales,
preclusivos, que se suceden ordenadamente, realizados por los sujetos
procesales, destinados a resolver un conflicto de intereses intersubjetivos o
eliminar una incertidumbre, ambas con relevancia jurídica con la finalidad de
lograr la armonía entre las partes, es decir, en otras palabras, la pacífica
convivencia de las personas. (Gutierrez, 2006, p.5).

En nuestra opinión, el proceso judicial es el conjunto dialectico de actos, ejecutados con


sujeción a determinadas reglas más o menos rígidas, realizados durante el
ejercicio de la función jurisdiccional del Estado, por distintos sujetos que se
relacionan entre sí con intereses idénticos, diferentes o contradictorios, pero
vinculados intrínsecamente por fines privados y públicos. Intentemos una
explicación de los expresado, no sin antes dejar establecido que asumimos el
termino judicial a fin de ratificar un ámbito propio de aplicación de lo que se
exprese, reconociendo que en el derecho puede hacerse referencia (…).
(Monroy, 1996, p.103-104).

En estricta correspondencia con lo antes descrito podemos decir que el proceso judicial
en general y específicamente el proceso civil, este último como rama del derecho,
comprende una serie de actos procesales y preclusivos que se dan de manera ordenada,
actos que se realizan por los sujetos procesales, y que devienen de la necesidad de
administrar justicia en materia civil sean estos entre personas naturales o jurídicas.

2.2.1.4.2. Principios procesales aplicables al proceso civil.

i. Principio de derecho a la tutela jurisdiccional efectiva.


Es decir toda persona sin ningún tipo de restricción puede acceder a los
órganos judiciales a fin de exigir el amparo de la ley con el propósito de
proteger sus intereses (Artículo I del Título Preliminar del Código Procesal
Civil).
ii. Principio de derecho de dirección e impulso del proceso.
Tiene su base en que el juez no es un simple espectador del proceso sino un
agente activo. Por este principio se considera al proceso como un instrumento
público y no de las partes, pero hay casos en que necesariamente están
reservados al impulso a las partes, tales como la separación de cuerpos y
divorcios por causales, entre otros. (Quintero 1995, p.107).

iii. Principio de iniciativa de parte y de conducta procesal.


El ejercicio de un derecho en el proceso civil requiere de la iniciativa de una de
las partes, quien debe además cumplir con todas las exigencias que le permitan
tener legitimidad.

iv. Principio de inmediación, concentración y economía procesal.


Peyrano, (1978, p.67), señala el principio de inmediación recomienda una
aproximación entre el juez y las partes. El juez como director del proceso
conduce personalmente. Este principio es de vital importancia, pues le da
mayor seguridad jurídica en el desarrollo del proceso, debiendo cumplirse a
cabalidad.

El principio de concentración a diferencia, busca que los actos procesales sean


concretos y en la brevedad del tiempo. El mismo parecer tiene el principio de
economía que propugna brevedad del tiempo pero además menos gasto en el
proceso. (Peyrano, 1995, p.256).

La celeridad procesal está ligada también con la realización del proceso en el


menor plazo posible.

v. Principio de iura novit curia.


Este principio resume la obligación del juez de aplicar el derecho que
corresponda al proceso, aunque no haya sido invocada por las partes o lo haya
sido erróneamente. (Artículo VII del Título Preliminar del Código Adjetivo).
vi. Principio de vinculación y de formalidad.
Se establece que las normas procesales por regla general son de carácter
vinculante, es decir, deben ser cumplidas obligatoriamente. Por principio de
formalidad los actos procesales deben revestir las formas adecuadas, sin
embargo en determinados actos que no cumple con a las formalidades
procesales, siempre en cuanto contribuya a la solución del conflicto.

vii. Principio de Motivación.


La motivación de una decisión no solo consiste en expresar la norma legal en la
que se ampara, sino fundamentalmente en exponer suficientemente las razones
de hecho y el sustento jurídico que justifican la decisión tomada. (Tribunal
Constitucional Peruano. Exp. Nº 03283-2007-PA/TC, FJ.3).

viii. Principio de Razonabilidad.


Devis Echeandía, (1994, p.377) establece la jurisprudencia reconoce que el
ejercicio de los derechos no es absoluto y puede dar lugar a restricciones, sobre
todo en circunstancias excepcionales o de crisis, por razones de orden público
superior, pero no pueden ni por esa razón, los derechos ser destruidos o
aniquilados, sino solo mermados en forma prudente o razonable. El control de
constitucionalidad por parte de los jueces les da un poder amplio de
apreciación que deberá merituarse en cada caso concreto.

ix. Principio de Proporcionalidad.


Es un principio de naturaleza constitucional que permite medir, controlar y
determinar que aquellas injerencias directas o indirectas, tanto de los poderes
públicos como de los particulares, sobre el ámbito o esfera de los derechos de
la persona humana, respondan a criterios de adecuación, coherencia, necesidad,
equilibrio y beneficio entre el fin lícitamente perseguido y los bienes jurídicos
potencialmente afectados o intervenidos, de modo que sean compatibles con
las normas constitucionales. (Sánchez Gil, 2010, p.221).

x. El principio de congruencia procesal.


En el sistema legal peruano, está previsto que el Juez debe emitir las
resoluciones judiciales, y en especial la sentencia, resolviendo todos y
únicamente los puntos controvertidos, con expresión precisa y clara de lo que
manda o decide. Por tanto frente al deber de suplir y corregir la invocación
normativa de las partes (Iura Novit Curia), existe la limitación impuesta por el
Principio de Congruencia Procesal para el Juez, porque éste solamente debe
sentenciar según lo alegado y probado por las partes. (Tovar Gil, 1987, p.48).

Por el principio de congruencia procesal el Juez no puede emitir una sentencia


ultra petita (más allá del petitorio), ni extra petita (diferente al petitorio), y
tampoco citra petita (con omisión del petitorio), bajo riesgo de incurrir en vicio
procesal, el cual puede ser motivo de nulidad o de subsanación (en vía de
integración por el Juez superior), según sea el caso. (Tovar Gil, 1987).

xi. Principio de doble instancia.


Es una garantía procesal que le permite que la resolución de un conflicto pueda
ser revisada por otra instancia, garantizando de esta manera que exista mayor
seguridad jurídica. (Priori, 2003, p.405).

2.2.1.4.3. Clases de procesos civiles.


El Código Procesal realiza la tradicional clasificación entre procesos contenciosos y no
contenciosos. Esta clasificación ha caído en obsolescencia. Hoy sabemos que para que
exista proceso, necesariamente tiene que existir conflicto. Si no coexisten una
pretensión y una resistencia, no puede haber proceso. En esa línea, es que la Ley N°
26662 (y su complementaria la Ley N° 27333 para la regularización de edificaciones),
ha establecido la competencia notarial para asuntos no contenciosos.

A. Procesos contenciosos.
Son los que resuelven de un conflicto de intereses, la finalidad de este tipo de procesos
es terapéutica o represiva según la naturaleza de la litis.

Asimismo, la doctrina generalizada sub clasifica a los procesos contenciosos en:

i). Proceso de Conocimiento: Es el proceso modelo para nuestra legislación hecha a la


medida de una justicia de certeza: plazos amplios, audiencias independientes,
pretensiones de naturaleza compleja, mayor cuantía, actuación probatoria ilimitada.
Procede la reconvención y los medios probatorios extemporáneos. En la realidad se ha
demostrado la necesidad de reducir la excesiva duración de este tipo de proceso, sobre
todo para aquellas pretensiones que no ameriten un trámite tan formal. Surge entonces
lo que se ha denominado la Sumarización del proceso, esto es, la necesidad de
prescindir del proceso ordinario. Mediante este mecanismo se concentran actos y se
reducen plazos en aquellas pretensiones discutidas que su naturaleza lo permita.
Aparecen así, dos variantes del proceso modelo de conocimiento: el proceso abreviado
y el proceso sumarísimo.

ii). Proceso Abreviado: Como su nombre lo sugiere, los plazos y formas son más breves
y simples. Se materializa con la unificación del saneamiento procesal y la conciliación
en una sola audiencia.

Las pretensiones que se abordan, sin dejar de ser importantes, no tienen la complejidad
de los procesos de conocimiento.

iii). Proceso Sumarísimo: Es la vía procedimental en que se ventilan controversias en


las que es urgente la tutela jurisdiccional. Tiene los plazos más cortos de los procesos de
cognición. El saneamiento procesal, la conciliación y la actuación de pruebas se
concentran en una audiencia única.

iv). Procesos de Ejecución: Etimológicamente la palabra ejecución, proviene del latín


“executio” y esto significa cumplir, ejecutarlo seguir hasta el final. Es por ello que este
proceso tiene por objeto hacer efectivo, en forma breve y coactiva, el cumplimiento de
la o las obligaciones contenidas en un título que por mandato de la ley, ameritan el
cumplimiento de prestaciones no patrimoniales contenidas en el título, que también
ameritan un proceso de ejecución. Al contrario que los procesos de Cognición, aquí se
parte del derecho y se busca que se concrete en los hechos.

v). Procesos Cautelares: Son aquellos en que se solicita al Estado la adopción de


determinadas medidas que aseguren el efectivo cumplimiento de la futura sentencia.
B. Procesos no contenciosos.
Son aquellos en los que existe ausencia de litis. Resuelven una incertidumbre jurídica,
garantizando su certeza y justicia.

2.2.1.4.4. Fines del proceso civil.


Podemos afirmar con respecto a los fines que estos se encuentran previstos en la
primera parte del artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Civil, en el cual
se indica:
“El Juez deberá atender a que la finalidad concreta del proceso es resolver un
conflicto de intereses o eliminar una incertidumbre, ambas con relevancia
jurídica, haciendo efectivos los derechos sustanciales, y que su finalidad
abstracta es lograr la paz social en justicia.

En caso de vacío o defecto en las disposiciones de este Código, se deberá


recurrir a los principios generales del derecho procesal y a la doctrina y
jurisprudencia correspondientes, en atención a las circunstancias del caso”.

2.2.1.5. Los Sujetos del proceso.


En el sentido de Persona en general a las que se les aplica el Derecho Procesal o los que
participan en el Proceso; también los comprendidos en sus beneficios y obligaciones.

Por ello se incluyen desde los que dirigen o gobiernan el proceso (órganos judiciales),
Juzgados y Cortes, con sus deberes, facultades y responsabilidades incluyendo los
Auxiliares jurisdiccionales y de Justicia, hay proceso. También los terceros legitimados
los Abogados y el Ministerio Público en el Proceso Civil.

2.2.1.5.1. El Juez.
Magistrado integrante del Poder Judicial investido de la autoridad requerida para
desempeñar la función jurisdiccional, estando obligado al cumplimiento de los deberes
propios de la misma, bajo la responsabilidad que establecen la Constitución y las leyes.
2.2.1.5.2. La parte procesal.
Demandante: es el interesado a quien por derecho a la tutela jurisdiccional ocurre ante el
órgano jurisdiccional competente, realizando así el planteamiento de su pretensión que
dirigida contra el demandado.

Demandado: es la parte contraria a quien se le emplazará la demanda, y como derecho


que también le asiste de la tutela jurisdiccional efectiva – el derecho de contradicción
que deberá de realizarlo en un plazo establecido por la ley de caso contrario será
declarado rebelde.

Terceros: Los terceros son las partes que pueden ser activos o pasivos dentro del
proceso que tengan una vinculación o les sea perjudicado el proceso que se sigue entre
los de mandante o demandados.

2.2.1.6. La prueba.
2.2.1.6.1. Conceptos.
Jurídicamente, se denomina, así a un conjunto de actuaciones que, dentro de un juicio,
cualquiera sea su índole, se encaminan a demostrar la verdad o falsedad de los hechos
aducidos por cada una de las partes, en defensa de sus respectivas pretensiones en un
litigio (Osorio, s/f).

2.2.1.6.2. En sentido común.


En su acepción común, la prueba es la acción y el efecto de probar; es decir demostrar
de algún modo la certeza de un hecho o la verdad de una afirmación. Dicho de otra
manera, es una experiencia, una operación, un ensayo, dirigido a hacer patente la
exactitud o inexactitud de una proposición (Couture, 2002).

2.2.1.6.3. En sentido jurídico procesal.


Siguiendo al mismo autor, en este sentido, la prueba es un método de averiguación y un
método de comprobación.
En el derecho penal, la prueba es, normalmente, averiguación, búsqueda, procura de
algo. Mientras que, en el derecho civil, es normalmente, comprobación, demostración,
corroboración de la verdad o falsedad de las proposiciones formuladas en el juicio.

La prueba penal se asemeja a la prueba científica; la prueba civil se parece a la prueba


matemática: una operación destinada a demostrar la verdad de otra operación.

Para el autor en comento, el problema de la prueba consiste en saber qué es la prueba;


qué se prueba; quién prueba; cómo se prueba, qué valor tiene la prueba producida.
En otros términos, el primero de los temas citados plantea el problema del concepto de
la prueba; el segundo, el objeto de la prueba; el tercero, la carga de la prueba; el cuarto,
el procedimiento probatorio; el ultimo la valoración de la prueba.

2.2.1.6.4. Concepto de prueba para el Juez.


Según Rodríguez (1995), al Juez no le interesan los medios probatorios como objetos;
sino la conclusión a que pueda llegar con la actuación de ellos: si han cumplido o no
con su objetivo; para él los medios probatorios deben estar en relación con la pretensión
y con el titular del objeto o hecho controvertido.

En el proceso los justiciables están interesados en demostrar la verdad de sus


afirmaciones; sin embargo, este interés particular, hasta de conveniencia se podría decir,
no lo tiene el Juez.

Para el Juez, la prueba es la comprobación de la verdad de los hechos controvertidos, ya


sea que su interés sea encontrar la verdad de los hechos controvertidos, o la verdad para
optar por una decisión acertada en la sentencia.

El objetivo de la prueba, en la esfera jurídica, es convencer al juzgador sobre la


existencia o verdad del hecho que constituye el objeto de derecho en la controversia.
Mientras que al Juez le interesa en cuanto resultado, porque en cuanto a proceso
probatorio debe atenerse a lo dispuesto por la ley procesal; a las partes le importa en la
medida que responsa a sus intereses y a la necesidad de probar.

2.2.1.6.5. El objeto de la prueba.


El mismo Rodríguez (1995), precisa que el objeto de la prueba judicial es el hecho o
situación que contiene la pretensión y que el actor debe probar para alcanzar que se
declare fundada la reclamación de su derecho.

Otro aspecto a considerar es, que hay hechos que necesariamente deben ser probados,
para un mejor resultado del proceso judicial, pero también hay hechos que no requieren
de probanza, no todos los hechos son susceptibles de probanza, pero en el proceso
requieren ser probados; porque el entendimiento humano especialmente la del Juez debe
conocerlos, por eso la ley, en atención al principio de economía procesal, los dispone
expresamente para casos concretos.

2.2.1.6.6. El principio de la carga de la prueba.


Este principio pertenece al Derecho Procesal, porque se ocupa de los actos para ofrecer,
admitir, actuar y valorar las pruebas, a fin de alcanzar el derecho pretendido. En virtud
de este principio, los hechos corresponden ser probados por quien afirma.

2.2.1.6.7. Valoración y apreciación de la prueba.


Siguiendo a Rodríguez (2005), encontramos:

A. Sistemas de valoración de la prueba.


Existen varios sistemas, en el presente trabajo solo se analiza dos:

1. El sistema de la tarifa legal. En este sistema la ley establece el valor de


cada medio de prueba actuado en el proceso. El Juez admite las pruebas
legales ofrecidas, dispone su actuación y las toma con el valor que la ley
le da cada una de ellas en relación con los hechos cuya verdad se
pretende demostrar. Su labor se reduce a una recepción y calificación de
la prueba mediante un patrón legal. Por este sistema el valor de la prueba
no lo da el Juez, sino la ley.
2. El sistema de valoración judicial. En este sistema corresponde al Juez
valorar la prueba, mejor dicho, apreciarla. Apreciar es formar juicios
para estimar los méritos de una cosa u objeto.

Si el valor de la prueba lo da el Juez, ese valor resulta subjetivo, por el contrario,


en el sistema legal lo da la ley. La tarea del Juez es evaluativa con sujeción a su
deber. Este es un sistema de valoración de la prueba de jueces y tribunales de
conciencia y de sabiduría.

Debe entenderse que esta facultad entregada al Juez: la potestad de decidir sobre
el derecho de las partes para alcanzar la justicia, en base a su inteligencia,
experiencia y convicción es trascendental. De ahí que la responsabilidad y
probidad del magistrado son condiciones indiscutibles para que su actuación sea
compatible con la administración de justicia.
B. Operaciones mentales en la valoración de la prueba.
1. El conocimiento en la valoración y apreciación de los medios de
prueba. El conocimiento y la preparación del Juez es necesario para
captar el valor de un medio probatorio, sea objeto o cosa, ofrecido como
prueba. Sin el conocimiento previo no se llegaría a la esencia del medio
de prueba.
2. La apreciación razonada del Juez. El Juez aplica la apreciación
razonada cuando analiza los medios probatorios para valorarlos, con las
facultades que le otorga la ley y en base a la doctrina. El razonamiento
debe responder no sólo a un orden lógico de carácter formal, sino
también a la aplicación de sus conocimientos psicológicos, sociológicos
y científicos, porque apreciará tanto documentos, objetos y personas
(partes, testigos) y peritos.
3. La apreciación razonada se convierte, por exigencia de su objetivo, en un
método de valoración, de apreciación y determinación o decisión
fundamentada.

C. La imaginación y otros conocimientos científicos en la valoración de las


pruebas.
Como quiera que los hechos se vinculan con la vida de los seres humanos, raro será el
proceso en que para calificar definitivamente el Juez no deba recurrir a conocimientos
psicológicos y sociológicos; las operaciones psicológicas son importantes en el examen
del testimonio, la confesión, el dictamen de peritos, los documentos, etc. Por eso es
imposible prescindir en la tarea de valorar la prueba judicial.

D. Las pruebas y la sentencia.


Luego de valorar las pruebas y vencido el término probatorio el Juez debe resolver
mediante una resolución.

Esta resolución viene a ser la sentencia que deberá expresar los fundamentos en que se
apoya para admitir o rechazar cada una de las conclusiones formuladas por las partes;
por eso es aunque la ley procesal exija una sola prueba como es el caso del matrimonio
que se prueba con la respectiva partida del registro civil, debe entenderse que en la
controversia pueden presentarse otras pruebas que el Juez debe valorar previo análisis;
así por ejemplo, la parte que contradice el matrimonio puede ofrecer y presentar otros
medios probatorios con la finalidad de enervar los de la afirmación y que el juzgador
no puede dejar de lado.
Según el resultado de la valoración de la prueba, el Juez pronunciará su decisión
declarando el derecho controvertido, y condenando o absolviendo la demanda, en todo o
en parte. Pues todos los medios probatorios deben ser valorados por el Juez en forma
conjunta utilizando su apreciación razonada.

2.2.1.6.8 Las pruebas actuadas en el proceso judicial en estudio.


2.2.1.6.8.1. Documentos.
A. Concepto.
Aclara Calvo (2009) que la palabra documento proviene del
latín documentum “enseñanza, lección”, derivado del verbo doceo, ere “enseñar”. El
sentido actual está documentado en castellano por primera vez en 1786, y se llegó a él
probablemente a través de “lo que sirve para enseñar”, luego “escrito que contiene
información (para enseñar)” y finalmente “escrito que contiene información fehaciente.

Según Couture (citado en Calvo), es el instrumento; objeto normalmente escrito, en


cuyo texto se consigna o representa alguna cosa apta para esclarecer un hecho o se deja
constancia de una manifestación de voluntad que produce efectos jurídicos. Según la
afirmación de Borjas que los “instrumentos, documentos, títulos escritos y escrituras,
son vocablos sinónimos en el lenguaje forense, y se entiende por tales todo escrito en
que se hace constar un hecho o una actuación cualquiera”. Igual afirmación hace Feo
que “en nuestras leyes usan a veces las voces genéricas documento, o instrumento,
título, o escritura, como equivalentes; y así las emplea la práctica corroborada
ampliamente por nuestra jurisprudencia”.

B. Clases de documentos.
i. Documentos Públicos.
Los documentos públicos pueden clasificarse ya sea atendiendo a la calidad
del funcionario público que ha actuado en su formación, o al valor que el
propio legislador le ha dado en las relaciones jurídicas.
Según el artículo 1.357 podrían ser: 1. Registrales aquellos donde ha
intervenido en su formación el funcionario, que según la pertinente Ley de
Registro Público está autorizado para tales funciones (Art. 10); 2.
Judiciales cuando han sido formados por un Juez (Art. 1.366 Código Civil y
927 del Código de Procedimiento Civil); 3. Notariales en los casos
establecidos en el Reglamento de Notarías Públicas, Art. 14, Ords. “a” y “b”
y el Art. 32, Ord.1°.

Los documentos notariales pueden ser reconocidos o autenticados, la


diferencia entre ellos es que el documento autenticado se transcribe íntegro
en el Libro de Autenticaciones por duplicado y en el de reconocimiento es un
sólo libro, no tiene duplicado, en él se plasma una síntesis del contenido del
documento.

ii. El Documento Auténtico.

Es importante tener claro, que todo documento público es auténtico, pero no


todo documento auténtico es público. Explicando esto, se puede afirmar
junto a Brewer-Carías, que el documento es público, porque lo forma o
interviene en su formación un funcionario público facultado por la Ley para
autorizarlo y dar certeza de los hechos jurídicos que él ha realizado, visto u
oído; y el documento auténtico que son aquéllos formados únicamente por
los particulares que después de formados y sólo debido a la intervención a
posteriori del funcionario, es que se obtiene certeza de quienes son sus
autores y de que el acto se realizó.

La Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, puntualizó en la


sentencia N.° 65, de fecha 27 de abril de 2000, las diferencias entre
documento público y documento auténtico, a saber: “…En este orden de
ideas, del contenido del artículo 1.357 del Código Civil, es preciso hacer la
siguiente distinción: documentos públicos, son aquellos que deben estar
revestidos, al momento de su otorgamiento, de todas las solemnidades que la
Ley establece al efecto, y en cuya formación interviene un funcionario con la
facultad de darle fe pública. La que alcanzara inclusive su contenido. Este
documento público es también auténtico. Ahora bien, existe otra categoría de
instrumentos que se reputan auténticos, son aquellos que aun cuando deben
ser otorgados ante un funcionario que, de fe pública, este solo dejara
constancia de que los interesados se identificaron ante él y firmaron en su
presencia, este personero no interviene en ningún modo en la elaboración del
documento; tampoco deja constancia del contenido mismo. La redacción del
citado artículo 1.357 del Código Civil, pudiera llevar a pensar que el
documento público y el auténtico, son análogos, esto no es así y debe
entenderse que el documento público por estar revestido de todas las
formalidades para su perfeccionamiento es también un documento autentico.
Sin embargo, el documento autenticado es aquel se presenta ante un
funcionario revestido para otorgar fe pública (notario), a fin de que deje
constancia que los firmantes se identificaron en su presencia y ante él
suscribieron el instrumento, ya redactado previamente…”

iii. El Documento Privado.

El concepto de documento privado no aparece definido en la ley venezolana.

Por lo tanto, se consideran documentos privados los que se otorgan las


partes, con o sin testigos, y sin asistencia de ninguna autoridad capaz de
darles autenticidad. Una antigua Sentencia dela Antigua Corte Federal, del
26 de mayo de 1952, citado por Brewer-Carías en un trabajo sóbrela
Autenticidad del Documento Público, nos aclara el concepto de documento
privado que textualmente dice: “Con el nombre de instrumentos o
documentos privados se comprenden todos los actos o escritos que emanan
de las partes, sin intervención del Registrador, el Juez o de otro funcionario
competente, y que se refieren a hechos jurídicos a los cuales pueden servir de
prueba”.
Borjas, manifiesta que “los instrumentos privados, como obra que son de los
particulares que los otorgan no tienen valor probatorio mientras su firma o su
estructura no estén justificadas, pues de la verdad de ellas depende toda su
eficacia”.

En consecuencia, el documento privado surge como manifestación de la


voluntad de los particulares por sí o con la ayuda de personas versadas, pero
que no tienen función pública.

Otros autores como Pietri, sostiene que “la escritura privada no es sino la
confesión hecha mediante escrito de la obligación que la parte o las partes
han querido contraer; entonces ella hace fe únicamente de la verdad del he-
cho histórico de esta confesión”.

Por último, se tiene a Chiovenda, que afirma “que el documento privado, no


proviniendo del funcionario público autorizado para atribuirle fe pública, no
hace por sí prueba ni de sí mismo ni de ninguna cosa de la que en él se
afirmen ocurridas, sino en cuanto la escritura sea reconocida por la persona
contra quien se presente, en este caso tiene el mismo efecto probatorio que el
acto público”.

2.2.1.7. La sentencia.

2.2.1.7.1. Conceptos.

Según el Poder Judicial (PJ, 2017). Proviene del latín Sentiendo, por expresar lo que
opina, es aquella resolución que se pronuncia sobre la litis del proceso poniendo fin a la
instancia. Parte última del proceso judicial, por la cual el juez debe resolver con
relevancia jurídica el conflicto de interés, aplicando con criterio lógico el derecho que
corresponde a cada caso concreto para la resolución de la controversia.

Zavala (2015). Es un tipo de resolución judicial, que pone fin al proceso, también entra
al estudio del fondo del asunto y resuelve la controversia mediante la aplicación de la
ley general al caso concreto, se produce una sentencia en sentido material (p. 343).
Gonzales (2014). Afirma “acto jurisdiccional de decisión por excelencia, se aplica el
derecho”. Es el acto de juzgar por imperio de la ley. La sentencia es acto de autoridad
dictada por quien está investido de jurisdicción o del poder del Estado de administrar
justicia (p. 601).

2.2.1.7.2. La sentencia: su estructura, denominaciones y contenido.


2.2.1.7.2.1. Estructura.
La sentencia está compuesta de la siguiente forma:
1) EXPOSITIVA: “Exposición suscita de la posición de las partes básicamente sus
pretensiones. Es el recuento sucinto, sistemático y cronológico de los actos
procesales de mayor importancia en el proceso”.

2) CONSIDERATIVA: “Fundamentación de las cuestiones de hecho de acuerdo


con la valoración conjunta de los medios probatorios y fundamentación de las
normas aplicado al caso concreto. El razonamiento de forma y de fondo hechos
por las partes en el juicio. Aplicación de la cultura jurídica y capacidad de
ponderación y razonabilidad en la apreciación de la prueba y valoración de los
hechos controvertidos”.

3) RESOLUTIVA: La decisión del órgano jurisdiccional frente al conflicto interés


surgido entre las partes, debiendo ser claro y preciso de la forma como se
resolvió el problema de manera concreta. El juez debe evitar que haya
pronunciamiento ultra (más allá de lo pedido), extra (otorga algo diferente a lo
solicitado o citra petita (omite pronunciarse sobre algún punto de la demanda).

2.2.1.7.3.2. Contenido.
Está regulado en el artículo Art. 122° del CPC, su contenido de la resolución son las
siguientes:
1) La indicación del lugar y fecha en que se expiden.
2) El número de orden que les corresponde dentro del expediente o cuaderno en
que se expiden.
3) La mención sucesiva de los puntos sobre los que la resolución con la
consideración, en orden correlativo, de la funda en orden numérico correlativo,
de los fundamentos de hecho que sustentan la decisión, y los respectivos de
derecho con la cita de la norma o según el mérito de lo actuado.
4) La expresión clara y precisa de lo que se decide u ordena, respecto de todos los
puntos controvertidos. Si el juez denegase una petición por falta de algún
requisito o por una cita errónea de la norma aplicable a su criterio, deberá en
forma expresa indicar el requisito faltante y la norma correspondiente.
5) El plazo para su cumplimiento, si fuera el caso.
6) La condena en costas y costo y si procediera, de multas o exoneración de pagos.
7) La suscripción del juez y del auxiliar jurisdiccional respectivo.

2.2.1.7.4. Clasificación de las sentencias.


Según Águila (2010), establece de la siguiente manera:
4.1. Sentencias inhibitorias: El juez tenga certeza que no hay otra alternativa
procederá a la inhibición. No generan la calidad de cosa juzgada, son las
declaran improcedente la demanda. (Sin declaración sobre el fondo)
4.2. Sentencia desestimatoria: Es aquella que desestima la pretensión del
actor, rechaza la demanda. Genera calidad de cosa juzgada.
4.3. Sentencia estimatoria: Da lugar en forma total o parcial las
pretensiones del actor.
4.4. Sentencia declarativa: El órgano jurisdiccional declara una voluntad
de la ley preexistente. Tiene efecto de cesar la incertidumbre sobre un
derecho. Ejemplo: Nulidad de matrimonio, resolución de contrato.
4.5. Sentencia constitutiva: Se caracteriza por su elaboración y
complejidad, modifican un estado de las cosas. Ejemplo: Divorcio,
prescripción adquisitiva.
4.6. Sentencia condenatoria: Establecen el cumplimiento de determinada
prestación. Requieren de posterior ejecución. Ejemplo obligación de
dar suma de dinero, desalojo.

2.2.1.7.5. Efectos de la sentencia.


Las sentencias que alcanzaron a la autoridad de cosa juzgada producen los siguientes
efectos:
1) Constituye ley para las partes que intervienen en el proceso mediante la
formalidad y garantías establecidas.
2) Efecto fundamental de cosa juzgada.
3) La sentencia produce efectos jurídicos para el futuro y posibilidad de retrotraiga
hacia el pasado. Cobro de alimentos, prescripción adquisitiva.
4) Efecto fundamental de obligatoriedad, mediante la fuerza coercitiva de la
categoría de cosa juzgada.

2.2.1.7.6. La sentencia en el ámbito de la Jurisprudencia.


“El fallo es ejercicio mental una operación mental ordenada y critica, por medio del cual
el juez prefiere entre la teoría del demandante o anti teoría del demandado, el
procedimiento que cumpla y encaje con el derecho dentro del proceso, por lo que la
sentencia es proceso, razón por la cual se señala que la sentencia viene a ser la
recapitulación” (Expediente 1343-95-Lima, VSCS, Alberto Hinostroza M.
“Jurisprudencia Civil”. T. II. p. 129).

2.2.1.7.7. Principios relevantes en el contenido de una sentencia.


2.2.1.7.7.1. El principio de congruencia procesal.
En el sistema legal peruano, está previsto que el Juez debe emitir las resoluciones
judiciales, y en especial la sentencia, resolviendo todos y únicamente los puntos
controvertidos, con expresión precisa y clara de lo que manda o decide.
Alvarado (1989). Es el método racional de debate, instrumento para la solución pacífica
de los conflictos intersubjetivos de interés que se suscitan en la convivencia, para que
tal finalidad se alcance, debe haber una exacta o correspondencia entre pretensión del
actor, la oposición del demandado (p. 22).

Echandia (1987). La define como “el principio normativo que delimita el contenido de
las resoluciones judiciales que deben proferirse, de acuerdo con el sentido y alcance de
las peticiones formuladas por las partes o de los cargos o imputaciones penales
formuladas contra el sindicado o imputado, sea de oficio o por instancia del ministerio
público o del denunciante o querellante, para el efecto de que exista identidad jurídica
entre lo resuelto y las pretensiones o imputaciones y excepciones o defensas
oportunamente aducidas, a menos que la ley otorgue facultades especiales para
separarse de ellas”(p. 402).
Gonzales (2014). Afirma “El principio de congruencia orienta que toda la sentencia
debe de guardar coherencia y armonía entre sus partes, expositiva, considerativa y fallo.
Existirá congruidad cuando existe correspondencia entre el petitorio de la demanda, el
auto admisorio y el fallo” (p.604).

2.2.1.7.7.2. El principio de la motivación de las resoluciones judiciales.


2.2.1.7.7.2.1. Concepto.
Calamandrei (1960) señala que esta es el signo fundamental y típico de la
racionalización de la función jurisdiccional (p.322).

Coutere (1974). Indica que aquella constituye la parte más importante de la sentencia en
la que el juez expone los motivos o fundamentos en que basa su decisión, razones que lo
llevaron a adoptar una u otra solución en el conflicto que estaba llamado a resolver
(p.327).

Taramona (1996). Los actos de decisión judicial se ejecutan mediante la expedición de


las denominadas resoluciones judiciales.

En el artículo 139, inciso 5 de la Constitución política del Perú, establece: “La


motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los
decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos
de hecho en que se sustentan”.

En el párrafo tercero del artículo 121 del Código procesal Civil, establece que “la
sentencia que pone fin a la instancia o proceso, en definitiva, pronunciándose en
decisión expresa, precisa y motivada sobre la cuestión controvertida declarando el
derecho de las partes o excepcionalmente sobre la validez d la relación procesal”
(Gonzales, 2014, p. 607).

2.2.1.7.7.2.2. Funciones de la motivación.


Mixan (1987). La conciencia jurídica, consideramos que la exigencia de la motivación
de las resoluciones judiciales trasciende el marco normativo de un determinado Estado,
cualquier habitante de cualquier Estado siente la necesidad de que las decisiones de sus
jueces se sustenten en una adecuada fundamentación, en una razonada explicación del
por qué y del para qué de las decisiones. Esa exigencia y su concretización permiten
evitar la arbitrariedad judicial (p. 194).
Wroblewski (1989). La decisión jurídica final que dispone sobre un caso concreto al
fijar sus consecuencias jurídicas está estrechamente ligada a varias decisiones previas
que pueden considerarse teóricamente como su justificación. La identificación de estas
decisiones depende del modelo teórico de toma de decisiones (p.21).

Landoni (2016) Los conocimientos suministrados por el experto, informaciones,


valoraciones y opiniones, en cuanto dotadas de autoridad, admisibles e influyentes, no
pueden nunca vinculantes por el juez. Ante las conclusiones es formulada por el
experto, el juez conserva intacta su discrecionalidad en la determinación y valoración de
los hechos con base en el principio fundamental de la libertad de convicción del juez
mismo. El juez debe anunciar los criterios con base en los cuales ha formulado su propia
interpretación y valoración de los datos y de las informaciones científicas que el perito
ha sometido a su atención (p. 107).

2.2.1.7.7.2.3. La fundamentación de los hechos.


Se establece en forma cronológica los hechos dentro del proceso judicial, mediante la
valoración de los medios probatorios ciñéndose rigurosamente a los que establece la ley,
prescindiendo de su criterio personal o subjetivo.

2.2.1.7.7.2.4. La fundamentación del derecho.


Es la calificación jurídica que realiza el juez, con la finalidad de establecer
específicamente la norma legal que se debe de fijar al caso concreto, basándose en los
hechos alegados por las partes.

2.2.1.7.7.2.5. Requisitos para una adecuada motivación de las resoluciones


judiciales.
A. La motivación debe ser expresa.
El juzgador emite una sentencia debe consignar expresamente los motivos que
determino inadmisible, admisible, procedente, fundada, etc., del acto procesal con la
finalidad de llevarse un debido proceso entre las partes.

B. La motivación debe ser clara


Redactar las resoluciones judiciales en forma clara e idónea, utilizando lenguaje
coloquial para que sea entendido por las partes intervinientes en el proceso, evitando
proposiciones ambiguas.

C. La motivación debe respetar las máximas de experiencia


Las máximas de experiencia no son jurídicas propiamente dichas, son producto de la
vivencia personal, directa y transmitidas, cuyo acontecer o conocimiento se infieren por
sentido común. Son aquellas reglas de la vida y de la cultura general formadas por
inducción, mediante la observación repetida de hechos anteriores a los que son materia
de juzgamiento, que no guardan ningún vínculo con la controversia, pero de los que
puede extraerse puntos de apoyo sobre cómo sucedió el hecho que se investiga. Su
importancia en el proceso es crucial, porque sirven para valorar el material probatorio,
conducir el razonamiento del juez y motivar las resoluciones judiciales.

2.2.1.7.7.2.6. La motivación como justificación interna y externa.


A. La motivación como justificación interna. Consiste en la validez formal de la
decisión a que ha llegado el juez, alude a la coherencia lógica de una resolución judicial.

La Academia de Magistratura (AMAG). La justificación interna, permite determinar si


el paso de las premisas a la conclusión tiene lugar de acuerdo con las reglas del
razonamiento lógico, se refiere a la corrección o validez de la inferencia.

B. La motivación como la justificación externa.


La justificación externa se acerca más a una justificación material de las premisas
implica un ejercicio de justificación que bien podría ser optimo, la decisión en base a la
ley, doctrina y la jurisprudencia o recurre a un ejercicio mínimo suficiente de la
justificación.

2.2.1.8. Medios impugnatorios.


2.2.1.8.1. Definición.
Rodríguez, (2003) señala: “Los medios impugnatorios son aquellos que sirven para que
las partes o los terceros legitimados soliciten que se anulen o revoque, total o
parcialmente, un acto procesal presuntamente afectado por vicio o error”. (p.99).
Los medios impugnatorios constituyen la aplicación del principio constitucional de la
instancia plural, la cual para Alfaro Pinillos consiste en: “Que, todo proceso puede ser
revisado por un órgano jurisdiccional superior al que dictó la resolución que se
impugna. Esta es una conquista y una de las garantías supremas de todo estado
democrático y de derecho. Es muy recomendable, que el abogado deba mostrar el
debido respeto al magistrado; independientemente, de cuanto pueda uno discrepar con el
punto de vista del juez”. (Alfaro, 2007, p.35).

2.2.1.8.2. Fundamentos de los medios impugnatorios.


i. Vicios o errores in procedendo:
Son conocidos también como vicios de actividad o defectos en la construcción.
Surgen por no ejecutar lo impuesto por la norma procesal o ejecutar algo que está
prohibido o de modo distinto al previsto en el código procesal. En conclusión,
constituyen irregularidades o defectos del procedimiento, infringiendo cuestiones
formales.

ii. Vicios o errores in indicando:


Conocidos también como vicios en el juicio, se refieren al contenido del proceso.
Comúnmente se presentan con la violación del ordenamiento sustantivo, o se aplica
indebidamente una norma, se inaplica o se interpreta erróneamente.

iii. Vicios o errores in cogitando:


Referido al vicio del razonamiento. Se produce por: 1. Ausencia o defecto de una de
las premisas del juicio. 2. Violación de las reglas de la lógica esto es, falta de
motivación o defectuosa motivación. (Aguila, 2010, p.137).

2.2.1.8.3. Clases de medios impugnatorios.


2.2.1.8.3.1. Recurso de Reposición.
En la legislación comparada, se le llama también Recurso de Aclaración. Se le puede
definir, como el recurso concedido para obtener que el mismo órgano jurisdiccional que
dictó una resolución, subsane las deficiencias de orden material o conceptual que le
afecten o bien la integre de conformidad con las cuestiones oportunamente introducidas
al proceso como materia de debate, supliendo las omisiones de que adolece el
pronunciamiento. (Rodríguez, 2003, p.101).
La reposición constituye un recurso ordinario, no devolutivo (remedio), contra las
resoluciones interlocutorias dictadas por un órgano jurisdiccional unipersonal. Mediante
este remedio se persigue la revocación de las resoluciones recurrida y su sustitución por
otra, sin limitaciones en cuanto a los motivos de la impugnación. Su carácter no
devolutivo está en el hecho que no es otra la instancia o el magistrado que va a resolver
el medio impugnatorio propuesto sino el propio órgano que emitió la resolución que se
cuestiona, y que debido a que esta no tiene mayor trascendencia en el proceso, por lo
que puede ser corregida por el emisor de la misma, sin que ello conlleve a que pierda
competencia del conocimiento del proceso. (Ramos, 1992, p.717).

Mediante el Recurso de Reposición se corrigen errores materiales, se suplen omisiones


o se aclaran conceptos oscuros a pedido de parte. Los recursos de reposición se hacen
valer, en contra de los decretos, a fin de que el Juez los revoque.

2.2.1.8.3.2. Recurso de Apelación.


Es un recurso ordinario (no exige causales para su formulación), vertical o de alzada (es
resuelto por el superior en grado), concebido exclusivamente para solicitar el examen de
autos o sentencias, es decir resoluciones que contengan una decisión del juez, importa la
existencia de un razonamiento lógico – jurídico del hecho o de la norma aplicable a un
hecho determinado. (Aguila, 2010, p.147).

La apelación, que constituye el más importante y el más utilizado de los recursos


ordinarios, puede definirse como el remedio procesal encaminado a lograr que
un órgano jurisdiccional jerárquicamente superior con respecto al que dictó una
resolución que se estima injusticia, la revoque o reforme, total o parcialmente
(…). Es un medio impugnatorio que tiene la parte para acatar las resoluciones
judiciales, con el objetivo de que el superior las revoque total o parcialmente
por haber incurrido el a quo en un error de juzgamiento y añade: este error
cosiste normalmente en aplicar una ley inaplicable, o en no aplicar una ley
aplicable o en una incorrecta utilización de los principios lógicos empíricos del
fallo. (De Santos, 1988, p.237-238).

Por lo tanto podemos señalar que conforme lo establece el Decreto Legislativo N° 768,
1993, Artículo 364° del Código Procesal Civil, precisa que el objeto del recurso de
apelación es que el órgano jurisdiccional superior examine, a solicitud de parte o del
tercero legitimado, la resolución que se les produzca agravio, con el propósito de que
sea anulada o revocada, total o parcialmente; a lo que cabe agregar, que el superior
puede también reformar la resolución impugnada.

2.2.1.8.3.3. Recurso de Casación.


Devis Echeandía, (1994) define: “Es un recurso extraordinario, el fin original es la
correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de la
jurisprudencia nacional de la Corte Suprema de la República”. (p.401).

Entendemos por recurso de casación a una función jurisdiccional confiada al más alto
tribunal judicial, para anular (sistema francés) o anular y revisar (sistema
alemán y sistema español), a invocación de parte, las sentencias definitivas de
los tribunales de mérito que contenga un error de derecho. Es un control
jurídico sobre los jueces (nomofilaquia), a fin de mantener la unidad del
derecho y de la jurisprudencia nacional, que asegura al propio tiempo la
igualdad de ley para todos. Señala, la competencia de este recurso y la
finalidad de la misma no siendo esta última concordante con la que señala la
norma procesal, limitándose solamente al error de derecho y precisando una de
las funciones que tiene este medio impugnatorio (Marchese, 1997, p.53).

2.2.1.9.3.4. Recurso de Queja.


Carrión, (2000) establece: “Tiene por objeto el re examen de la resolución que declara
inadmisible o improcedente el recurso de apelación de o de casación. También procede
contra la resolución que concede la apelación en efecto distinta al solicitado” (p.250).

El recurso de queja es un recurso extraordinario, ya que se interpone generalmente ante


otro Órgano Jurisdiccional del que pronuncio la resolución impugnada. El recurso de
queja cumple varios objetivos, entre ellos tenemos:

a). Él reexamen de la resolución que declara inadmisible o improcedente el “Recurso de


Apelación o de Casación”.
b). El reexamen de la resolución que concede apelación en efecto distinta al solicitado.
(Artículo 401° del Código Procesal Civil).

Quien considera que las resoluciones que declaran inadmisible o improcedente, los
recursos de apelación o Casación o en todo; tienen expedito el derecho para recurrir en
queja ente el Superior en grado, para que vuelva a examinar dichas resoluciones y
ordene lo conveniente. Este derecho de reexamen de la resolución, es también
procedente cuando el Juez concede la apelación en un efecto que no le corresponde, o
sea, sin efecto suspensivo, cuando en realidad le corresponde con efecto suspensivo o
viceversa. (Carrión, 2000).

2.2.1.8.4. Medios impugnatorios en el proceso judicial en estudio.


RESOLUCIÓN IMPUGNADA: Es materia de grado el acto procesal materializado en
la resolución número diez de fecha veintiocho de agosto de dos mil doce, mediante el
cual se expide sentencia en primera instancia, declarando FUNDADA en parte la
demanda de autos sobre aumento de alimentos y ordenando que el demandado acuda
con una pensión alimenticia equivalente a la suma de cuatrocientos cincuenta nuevos
soles, mensuales a favor de la parte actora; acto procesal que es notificado válidamente
a la parte vencida por cédula diligenciada en fecha diez de setiembre de dos mil doce.

2.2.2. Desarrollo de Instituciones Jurídicas Sustantivas Relacionado con las


Sentencias en Estudio.
2.2.2.1. Los alimentos.
A. Conceptos.
Cabanellas (1993). Lo refiere como "las asistencias que en especie o en dinero, y por
ley, contrato o testamento, se dan a una o más personas para su manutención y
subsistencia; esto es, para comida, bebida, vestido e instrucción cuando el alimentista es
menor de edad".

Por su parte, Barbero (1967) sostiene que "el deber en determinadas circunstancias es
puesto por ley a cargo de ciertas personas de suministrar a ciertas otras los medios
necesarios para la vida".

B. Regulación.
 En el Código Civil, libro III - Derecho de familia, Sección Cuarta - Amparo
familiar, Título I - Alimentos y bienes de familia, artículo 472 al 487.
 En el Código Civil, libro III - Derecho de familia, Sección Tercera-Sociedad
Paterno-Filial, Título II, Capítulo III - Hijos alimentistas.
En el Código del Niño y del Adolescente en su artículo 9.- En el Código Procesal Civil,
articulo 83 “acumulación “, se establece que en un proceso puede haber más de una
pretensión, o más de dos personas. La primera de ellas es una acumulación objetiva y la
segunda una acumulación subjetiva.

2.2.2.2. El Ministerio Público en el proceso de declaración judicial de filiación


extramatrimonial.

El Ministerio Publico de conformidad con el artículo 1 de la Ley Organiza del


Ministerio Publico, artículos 481 y 482 del Código Civil y artículo 141 del Código de
los Niños y Adolescentes, mediante Dictamen N° 016-2016 de fecha 31 de agosto de
2016, opinión fiscal: Que se declare la REVOQUE LA SENTENCIA DE PRIMERA
INSTANCIA de fecha 15 de marzo de 2016, en extremo que falla declarando “
FUNDADA EN PARTE la pretensión accesoria de ALIMENTOS; mediante el cual el
demandado acuda con una pensión de alimentos de 25% de sus haber mensual incluido
gratificaciones, bonificación y todo concepto disponible y “El Ministerio Público como
organismo autónomo del Estado tiene como funciones la defensa de la legalidad, y los
derechos fundamentales de los ciudadanos y los intereses públicos; la representación de
la sociedad en juicio, la defensa de la familia, de los menores incapaces y el interés
social. Asimismo, de velar por la moral pública, la persecución del delito, la reparación
civil; por la prevención del delito dentro de las limitaciones que estable su Ley Orgánica
y por la independencia de los órganos judiciales y la recta administración de justicia, y
otras que señalan la Constitución Política del Perú del 1993 y por último el
ordenamiento jurídico de la Nación”, (Berrio, s/f).

El artículo 96 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, prescribe: “son atribuciones


del Fiscal Provincial en lo Civil (…) 2- Emitir dictamen previo a la resolución que pone
fin a la instancia en los demás casos a que se refiere el artículo 89 de la presente Ley
(…)”.
2.2.2.3. Patria potestad.
2.2.2.3.1. Concepto.
Se constituye como el deber-derecho que poseen los padres en relación a sus hijos, para
ciudad de la persona y bienes de sus hijos. Lo escribe en el artículo 418 del Código

Civil. La patria potestad como una institución que establece los deberes y derechos que
adquieren los padres con el hecho del nacimiento de los hijos matrimoniales y con el
reconocimiento de los hijos extramatrimoniales, los que la ejercen en tanto ésta no haya
sido objeto de suspensión o perdida.

Aguilar (2008). Señala que “la patria potestad como una institución del derecho de
familia que comprende un cumulo de derechos y deberes recíprocos entre padres e hijos,
tendientes a lograr el desarrollo integral de éstos y la realización de aquéllos”. Este
concepto pretende abarcar no sólo los derechos -deberes de los padres e hijos, sino
también el fin que persigue la institución, el mismo que debe verse en sus dos
dimensiones: la de los padres que encuentran su realización a través del desarrollo de
sus hijos y de los hijos de vida, posibilita un desarrollo integral y su incorporación al
seno de la sociedad en condiciones óptimas (p. 305).

Pimentel (2014). Indica que la patria potestad es una facultad en sentido técnico y no un
derecho subjetivo. Las atribuciones o poderes que se les reconoce a los progenitores en
relación a los hijos son consecuencia del conjunto de deberes que sobre aquellos pesan y
no atendiendo a intereses propios. Éstos son ejercidos por ambos padres, en tanto no
incurran en causales que los priven de ellas temporal o definitivamente.

2.2.2.3.2. Regulación de la patria potestad.


Morillos (2012). “La patria potestad es una figura jurídica recogida tanto en el Código
Civil como también del Código de los Niños y Adolescentes. Si bien es cierto esta
institución no ha sido definida ni desarrollada en detalle en ambos cuerpos legales,
también es cierto que en ambas normas se han señalado los deberes y derechos que
dicha figura genera en los padres respecto de los hijos”.

El código civil, en su libro III, título III de derecho de Familia, se refiere al ejercicio,
contenido y terminación de la patria potestad, proporcionando en su artículo 418 la
noción de Patria Potestad, y en los artículos siguientes la regulación sobre el ejercicio
conjunto de la misma, su ejercicio unilateral, la patria potestad de los hijos
extramatrimoniales, así como sus deberes y derechos.

2.2.2.4. Filiación extramatrimonial.


2.2.2.4.1. Conceptos.
La filiación extramatrimonial, desde sus inicios como proceso legislativo, evolutivo y
paradigmático, han sido modificado a consecuencia que la norma en la materia, se
encontraba obsoleta, no tenía concordancia con la sociedad actual. Por lo que se puede
determinar en la que se reconocen hijos naturales nacidos fuera del matrimonio, en
forma voluntaria o proceso judicial. También es denominada filiación ilegitima

Peralta (1993). Son hijos extramatrimoniales aquellos concebidos y nacidos fuera de


una unión matrimonial, no interesa que los padres sean solteros, divorciados, viudos o
uno de ellos esté ligado a un anterior matrimonio (p. 466).

2.2.2.4.2. Regulación de la Filiación extramatrimonial.


Actualmente el código Civil, en materia de Filiación extramatrimonial se encuentra
regulado en la ley 28457. Ley que regula el proceso de filiación judicial de paternidad
extramatrimonial. Esta ley contiene 5 artículos y 4 disposiciones complementarias.
Asimismo, en el año 2011 mediante Ley Nº 29821, modifico el artículo 2 de la 28457.
Con fecha 03 de agosto de 2017 se promulgo la Ley N° 30628 que modifican los
artículos 1, 2 y 4 de la Ley 28457, Ley que regula el proceso de filiación judicial de
paternidad extramatrimonial. En el Código Civil articulo 386 al 389.

De las modificaciones ocurridas durante estos años la se ha establecido de la siguiente


manera:

LEY QUE REGULA EL PROCESO DE FILIACIÓN JUDICIAL DE


PATERNIDAD EXTRAMATRIMONIAL
1 Artículo 1.- Demanda, acumulación de pretensiones y juez competente.
Quien tenga legítimo interés en obtener una declaración de paternidad puede pedir al
juzgado de paz letrado que expida resolución declarando la filiación demandada. En
este mismo proceso podrá acumularse como pretensión accesoria, la fijación de una
pensión alimentaria, de conformidad con lo establecido en el último párrafo del artículo
85 del Código Procesal Civil. En este caso, el juzgado correrá traslado al Emplazado de
la pretensión de declaratoria de paternidad extramatrimonial y de la pretensión de
alimentos. El emplazado tiene un plazo no mayor a diez días de haber sido notificado
válidamente para oponerse a la declaratoria de paternidad extramatrimonial y absolver
el traslado de la pretensión de alimentos sujetándose a lo establecido en el artículo 565
del Código Procesal Civil. Si el emplazado no formula oposición dentro del plazo de
diez días de haber sido notificado válidamente, el juzgado declara la paternidad
extramatrimonial y dictará sentencia pronunciándose además sobre la pretensión de
alimentos.

Artículo 2.- Oposición.


La oposición no genera declaración judicial de paternidad siempre y cuando el
emplazado se obligue a realizarse la prueba biológica del ADN. El juzgado fijará fecha
para la audiencia única, la que deberá realizarse dentro de los diez días siguientes. En la
audiencia se llevará a cabo la toma de muestras para la prueba biológica del ADN, la
cual es realizada con muestras del padre, la madre y el hijo; en caso el padre no tenga
domicilio conocido, sea inubicable o este haya muerto, podrá realizarse la prueba al
padre, madre u otros hijos del demandado de ser el caso. Asimismo, en la audiencia se
procederá conforme a lo dispuesto en el artículo 555 y demás del Código Procesal Civil
en lo que respecta a la pretensión de fijación de una pensión alimentaria. El costo de la
prueba es abonado por la parte demandada en la audiencia al laboratorio privado al que
se encargue la realización de la prueba. Este deberá estar acreditado conforme a la
regulación sanitaria correspondiente para brindar las garantías necesarias. Si la parte
demandada no realiza el pago de la prueba en la audiencia, se reprograma la toma de
muestras dentro de los diez días siguientes. Vencido dicho plazo se declara la
paternidad. Si lo desea, la parte demandante puede asumir el costo de la prueba en un
laboratorio privado. El juzgado resuelve la causa por el solo mérito del resultado de la
prueba biológica del ADN si esta se realiza o por el vencimiento del plazo previsto en el
párrafo precedente. Se resolverá la causa de conformidad con lo dispuesto en los
artículos 3 y 4. Para efectos de la presente ley, no resulta necesaria la realización de la
audiencia especial de ratificación pericial, ni los actos procesales que establece el
artículo 265 del Código Procesal Civil.
Artículo 2-A.- Allanamiento
El demandado podrá allanarse a la demanda, desde que fue notificado hasta antes de la
realización de la prueba biológica de ADN.

Artículo 3.- Oposición fundada


Si la prueba produjera un resultado negativo, el juez declarará fundada la oposición y
dictará sentencia declarando también infundada la pretensión de alimentos, condenando
a la parte demandante al pago de las costas y costos del proceso.

Artículo 4.- Oposición infundada.


Si la prueba produjera un resultado positivo, la oposición será declarada infundada,
constituyendo el mandato expedido declaración judicial de paternidad. En la misma
resolución, se dictará sentencia respecto a la pretensión de alimentos condenando al
demandado al pago de costas y costos del proceso.

Artículo 5.- Apelación. La declaración judicial de paternidad, la resolución que ampara


la oposición y/o el fallo relativo a la prestación de alimentos podrán ser apelados dentro
del plazo de tres días de notificado. Ingresada la causa al superior jerárquico, el juez
señalará fecha para la vista de la causa dentro del plazo de diez días y se emitirá la
sentencia en un plazo que no excederá de diez días.

Artículo 6.- Devolución de costos de prueba de ADN. Si la parte demandante asume


el costo de la prueba en un laboratorio privado, la parte demandada debe reintegrarle lo
asumido en caso de que el resultado sea positivo a la paternidad.

DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS
PRIMERA. - Modifica el artículo 402 inciso 6) del Código Civil Modifíquese el
artículo 402 inciso 6) del Código Civil, en los términos siguientes:
Artículo 402.- Procedencia de la declaración judicial de paternidad extramatrimonial La
paternidad extramatrimonial puede ser judicialmente, Cuando se acredite el vínculo
parental entre el presunto padre y el hijo a través de la prueba del ADN u otras pruebas
genéticas o científicas con igual o mayor grado de.
2.2.2.4.3 Reconocimiento de hijos extramatrimoniales.
La palabra reconocimiento etimológicamente deriva del verbo latino “recognoscere”
que significa confesar, declarar, admitir, convenir con algo, en su caso, examinar un
hecho para percatarse de su naturaleza e identidad.

El tratadista López (1984).refiere que “Es el acto jurídico consistente en la afirmación


solemne de paternidad biológica hecha por el generante, acto que confiere al reconocido
un status filii que lo liga al reconocedor” El reconocimiento es un acto jurídico familiar,
en la cual el padre o la madre, declaran como hijo suyo a los procreados dentro del
matrimonio (p. 443).

2.2.2.4.4 Formas de reconocimiento.


De acuerdo al artículo 390 del Código Civil, establece el reconocimiento debe constar
en el registro de nacimientos, escritura pública o un testamento, de oficio por parte del
juez, no existiendo otra forma valido adicional:

a. Registro Civil de nacimiento: Es el acta de inscripción de nacimiento,


autorizado por funcionario correspondiente, mediante la declaración de los
padres.

b. Escritura Pública: Requiere de formalidades establecidas por la Ley


Notarial.

c. Testamento: El reconocimiento mediante testamento, debe cumplir también


formalidades de la Ley Notarial.

d. Oficio por el Juez: Durante la audiencia única del proceso de alimentos, el


demandado reconoce la paternidad del hijo, el Juez remitirá a la municipalidad
correspondientes copias certificadas de la resolución judicial, ordenando la
inscripción.

2.2.2.4.5 Sujetos de reconocimiento.


Según Peralta (2008) son:
a. Sujeto Activo: Es la persona reconociente y un acto personal de esté, pero
también puede ser efectuado mediante mandato judicial. Los sujetos activos para
el reconocimiento son: Ambos padres o uno de ellos (Articulo 388 del Código
Civil); Los abuelos en las respectivas líneas (Articulo 388 del Código Civil); y
Los menores de edad (Articulo 393 del Código Civil).

b. Sujeto Pasivo: Es la persona del reconocimiento, su voluntad no cuenta para


este acto. Siendo estos: Hijos extramatrimoniales sea en forma voluntaria o por
mandato judicial, estando incluido los mayores de edad no confiere al que
reconoce los derechos sucesorios, ni alimentos; e hijos fallecidos que dejen
descendientes (p. 466).

2.2.2.4.6 Efectos Jurídico.


a. Adquisición del estado de hijo extramatrimonial: Atribución de una
persona el estado de hijo no matrimonial, adquiere derechos, obligaciones y
deberes inherentes.

b. Ejercicio de la Patria Potestad: El ejercicio corresponde a la madre o padre


que reconoció en forma voluntaria, si existe discrepancia, el juez de familia
determinara a quien corresponde dicho ejercicio, basándose en el interés del
menor.

c. Derecho alimentario: Todo lo indispensable para el sustento, habitación,


vestido y asistencia médica, cuando el alimentista es menor de edad le
corresponde educación, instrucción y capacidad para el trabajo.

d. Derecho Hereditario: El hijo reconocido por los padres es su heredero


forzoso al igual que los hijos matrimoniales.

e. Adquisición de apellidos: En virtud de la ley, los hijos extramatrimoniales les


corresponde el apellido de los progenitores, voluntariamente ha reconocido.

2.2.2.5. Declaración Judicial de Filiación Extramatrimonial.


A. Conceptos.
La declaración judicial de la filiación opera a falta de reconocimiento voluntario del
padre o madre, con al hijo extramatrimonial, a consecuencia de desconfianza del
vínculo, acto de mala fe, confusión desconocimiento del procedimiento, existencia de
errores que impiden el reconocimiento, descuido.
Cornejo (1999). Señala que la declaración judicial de la filiación extramatrimonial se da
cuando el padre o la madre de un hijo extramatrimonial se resiste a reconocerlo porque
si es posible que el hijo acuda al poder público para que, practicada la investigación
pertinente, declare, sin la voluntad o contra la voluntad de dicho padre o madre, la
relación de filiación (p. 147).

B. Regulación.
En el Código Civil, Libro III - Derecho de familia, Sección Tercera-Sociedad
Paterno-Filial, Título II, Capitulo II – Declaración judicial de filiación
extramatrimonial, Articulo 402.
Puede ser declarada de acuerdo:
1. Cuando exista escrito indubitado del padre que la admita.
2. Cuando el hijo se halle, o se hubiese hallado hasta un año antes de la demanda,
en posesión constante del estado de hijo extramatrimonial, comprobado por
actos directos del padre o de su familia.
3. Cuando el presunto padre hubiera vivido en el concubinato con la madre en la
época de la concepción. Para este efecto se considera que hay concubinato
cuando un varón y una mujer, sin estar casados entre sí, hacen vida de tales.
4. En los casos de violación, rapto o retención violenta de la mujer, cuando la
época del delito coincida con la concepción.
5. En caso de seducción cumplida con promesa de matrimonio en época
contemporánea con la concepción, siempre que la promesa conste de manera
indubitable.
6. Cuando se acredita el vínculo parental entre el presunto padre y el hijo a través
de la prueba del ADN u otras pruebas genéticas o científicas con igual o mayor
grado de certeza.

Lo dispuesto en el presente inciso no es aplicable respecto del hijo de la mujer casada


cuyo marido no hubiese negado la paternidad. El juez desestimara las presunciones del
inciso precedente cuando se hubiera realizado una prueba genética u otra de validez
científica con igual o mayor grado de certeza.

2.2.2.6. Prueba biológica y genética en el Proceso de Filiación Extramatrimonial.


A. Conceptos.
Vásquez (1997). La investigación judicial de la paternidad existe básicamente dos
pruebas:
a) Las pruebas biológicas, en las incluyen las pruebas negativas de paternidad,
prueba antropomórfica o heredo biológica, prueba antropokinetica, prueba de
caracteres psicológicos, entre otras.

b) Las pruebas de marcados genéticos, esto incluye la prueba de ADN (p.58).

Cornejo (1987). En los procesos de filiación extramatrimonial es admisible la prueba


biológica, genética u otra de validez científica con igual o mayor grado de certeza.

B. Regulación
En el Código Civil, Libro III - Derecho de familia, Sección Tercera-Sociedad
Paterno-Filial, Título II, Capitulo II – Declaración judicial de filiación
extramatrimonial, Artículo 402 inciso 6.

C. Prueba Biológica,
Bossert y Zannoni (2004). Son procedimientos científicos que establecen o bien la
imposibilidad de determinado vinculo, o bien la realidad de esté. Por consiguiente, la
prueba biológica está vasado en procedimientos científicos, para determinar
fehacientemente la filiación, entre el hijo y los presuntos padres, que se niegan a
reconocer o expresan que no existe vínculo de filiación. Las pruebas biológicas son para
excluir la paternidad, mas no para definir una relación paterna-filial, son para
determinar una imposibilidad de los factores biológicos del examen (p. 487).

D. Prueba Genética.
Esta prueba se sustenta en el análisis de los marcadores genéticos compuesto por los
cromosomas, el ADN y los genes que determinan la formación y características del ser
humano desde el momento de la concepción.

El ADN son las siglas de ácido desoxirribonucleico, es un compuesto orgánico que


contiene la información genética de un ser vivo y de algunos virus, en las células
procariotas y en el núcleo de las células eucariotas, en el interior de los cromosomas
El test de paternidad de ADN compara los indicadores genéticos de dos o más personas,
se requiere como mínimo 16 indicadores específicas para reflejan coincidencias
biológicas, se puede realizar mediante examen de prueba de ADN bucal.

El procedimiento de las muestras de ADN se extrae frotando un hisopo bucal contra la


parte inferior de las mejillas del paciente, al frotar los hisopos contra la parte interna de
las mejillas se recogen células con ADN. El patrón de ADN es el mismo en todas las
células del cuerpo. La prueba incluye tres muestras (madre, hijo y presunto padre), la
precisión será de cerca de un 99.9% para inclusión y 100% para exclusión de
paternidad. Si la prueba incluye dos muestras (hijo y presunto padre), la precisión es de
99.8% para inclusión y 100% para exclusión de paternidad. El resultado de la prueba es
de 18 a 20 días aproximadamente.
Exclusión: El presunto padre no es el padre biológico.
Inclusión: El presunto padre es considerado el padre biológico.

2.3. MARCO CONCEPTUAL.


ACCIÓN. Se considera como el derecho de acción que el derecho de acción es un
derecho subjetivo público y abstracto que consiste únicamente en la facultad de solicitar
al Estado el ejercicio de su función jurisdiccional para resolver el litigio, cualquiera sea
el resultado de la sentencia. Desde este punto de vista el derecho de acción le asiste
tanto a quien tiene razón como a quien no la tiene. (Rodríguez, 2003, p.14).

ACTOR. En el proceso civil, dícese del sujeto que acciona la demanda, en derecho
procesal quien asume la iniciativa personal, actuando como la parte activa del proceso
civil. (Chanamé, 2001, p.79).

ANTIJURICIDAD. Una conducta es antijurídica no sólo cuando contraviene una


norma prohibitiva, sino también cuando la conducta viola el sistema jurídico en su
totalidad, en el sentido de afectar los valores o principios sobre los cuales ha sido
construido el sistema jurídico. (Taboada, 2002, p.39).

APELACIÓN. Es una expresión del sistema de instancia plural. Es conocida como un


recurso ordinario, frente a lo extraordinario de la casación. Tiene por objeto que el
órgano jurisdiccional superior examine la resolución que según el recurrente le atribuye
un defecto de fondo, que se deduce para obtener su sustitución ante el juez superior.
(Ledesma, 2008, p.147).

AUTO. Es la resolución mediante la cual el Juez resuelve la admisibilidad o el rechazo


de los actos postulatorios de las partes, el saneamiento de proceso, la interrupción,
conclusión y las formas de conclusión especial del proceso, el concesorio o denegatorio
de los medios impugnatorios, la admisión, improcedencia o modificación de medidas
cautelares y las demás decisiones que requieren motivación para su pronunciamiento.
(Rodríguez, 2003, p.77).

CEDULA DE NOTIFICACIÓN. Medio de comunicación de los órganos judiciales


por el que se pone en conocimiento de la parte interesada una resolución o audiencia.
Medio por el cual se hace saber en su domicilio a los litigantes una resolución Judicial.
(Rodríguez, 2003, p.80).

COMPETENCIA. El Estado ejerce su función jurisdiccional por intermedio de los


jueces, quienes actúan en forma individual es competente por la razón de la cuantía y
territorio va a conocer el futuro proceso. (Rodríguez, 2003, p.10).

EL DAÑO. Es la lesión a un derecho subjetivo o interés de la víctima del


incumplimiento del deber. No hay responsabilidad civil sin daño. El daño y la injusticia
de su padecimiento por el damnificado es el centro de gravedad de la responsabilidad
civil. (Woolcott, 1998, p.20).

FALLOS. En materia de Derecho y de procedimiento judicial, el fallo judicial es el


apartado final de una sentencia en la que el juez resuelve el objeto del pleito
planteado y especifica la decisión tomada y las consecuencias de la misma para las
partes litigantes. (Carrión, 2000, p.100).

INTERÉS PARA OBRAR. Se trata de un estado de necesidad. El agraviado debe


recurrir a cuanto medio este a su alcance para obtener la reparación de su derecho.
(Gozaini, 1992, p.373).
PODER. Documento mediante el cual una persona otorga a otra (apoderado) el derecho
a representarle (apoderamiento). Pueden existir diferentes tipos de poderes y pueden
tener diferentes contenidos. Para determinados tipos de actos, se requerirá que los
poderes se otorguen ante notario. (Chanamé, 2001, p.438).

PROCESO. Del latín Procesius, deriva de Procedere, que significa avanzar, trayectoria,
es el conjunto de actos coordinados y sistemáticamente regulados por la ley procesal
estableciendo un orden preclusivo y ligados entre sí. Instrumento del debido proceso en
el ordenamiento jurídico, por el cual las partes y el Estado, poseen mecanismos a través
de los Códigos Procesales para actuar según regulaciones, formas, plazos y recursos
para ser atendidos oportunamente. (Couture, 1979, p.122).

RESOLUCIÓN. Documento que expresa la voluntad del ente estatal que la emite.
Documento que expresa la decisión de la autoridad en el ejercicio de sus funciones. Las
decisiones de la autoridad jurisdiccional. (Derecho Civil) Acción y efecto de quitar la
eficacia a un contrato por causal sobreviniente a su celebración, es decir, por la
imposibilidad de cumplir con la obligación nacida del acto. Por ejemplo: cuando en un
contrato de compra-venta, se entrega el bien, pero no se paga el precio. En Derecho
Procesal, dícese del decreto, auto, sentencia o providencia que expiden los jueces en el
ejercicio de sus funciones. (Chanamé, 2001, p.501).

SEGUNDA INSTANCIA. Recibe este nombre el juzgado o tribunal, que entiende en


los asuntos apelados del inferior, segundo juicio ante el juzgado superior a la audiencia,
según los casos. (Carrión, 2000, p.70).

SEGURIDAD JURÍDICA. (Teoría General del Derecho) Garantías de estabilidad en el


tráfico jurídico, permite el libre desenvolvimiento de los particulares, desterrando la
inhibición por incertidumbre. Respeto a las normas establecidas por parte de la
autoridad, sujetándose a la normatividad. Imparcialidad, rectitud e independencia del
poder judicial en el desempeño de sus funciones. (Chanamé, 2001, p.518).

SENTENCIA. Del latín Sentiendo, por expresar lo que opina, es aquella resolución que
se pronuncia sobre la litis del proceso poniendo fin a la instancia. Parte última de
proceso judicial, por la cual el juez debe resolver con relevancia jurídica el conflicto de
intereses, aplicando con criterio lógico el derecho que corresponde a cada caso concreto
para la resolución de la controversia. (Chanamé, 2001, p.520).

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