Lo bueno es lo que siempre ha sido bueno, y lo que podría ser bueno actualmente
no es considerado más que libertinaje o una tontería. Quien diría que vivir en un
mundo falso podría ser la felicidad de muchos, pero la tristeza de una vida entera
para Truman.
Truman fue el “hombre de verdad” y no creo esto por ser el único que no conocía la
realidad de su mundo, sino que fue el hombre de verdad por enfretarse a la realidad,
a ser el único en todo ese mundo que no se conformó con la felicidad que todos
creían, a luchar por sus sueños y seguir sus impulsos. Por ser un hombre, un
humano de verdad que no olvido nunca a la mujer de su vida que su mundo entero
consideraba esquizofrénica, a rechazar el mundo ideal por su felicidad, por que la
felicidad es personal y si hoy le pregunto a usted
¿Es acaso el mundo que percibimos, la realidad? ¿Es cierto todo lo que creemos
verídico en el mundo? ¿En nuestra sociedad?
¿En que momento se nos preguntó cuál querríamos fuera nuestra realidad? ¿Quién
lo decidió? Y, ¿por qué? a
En la vida cotidiana el hombre que camina por la calle se encuentra adentrado
inconscientemente en el practicismo o realismo ingenuo, se admite, sin más
reflexión, que la realidad existe y no se plantean el problema de cuestionar tal
existencia.
Esta película pone en escena un programa de telerrealidad a gran escala que tiene como
protagonista a Truman, un hombre cuya vida está siendo televisada desde que nació.
Una gran compañía de televisión recrea una ciudad, en la que miles de cámaras
controlan cada movimiento y emoción del personaje principal. Todas las personas que
interaccionan con el personaje principal son actores que consiguen que la vida del
protagonista sea como la de cualquiera de nosotros, aun siendo regulada por otro grupo
de personas completamente iguales a él.
Nos encontramos en una sociedad cada día más inmersa en el medio digital y con
denominaciones tales como sociedad de la sociedad de la comunicación.