Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tal era la reputación del edificio que se le solicitó a Cret que escriba la voz
“arquitectura bibliotecaria” en la duodécima edición de la Enciclopedia Británica. Allí el
explica algo que tanto el visitante moderno, como Magnogiglev antes que él, habían
sentido: no sólo el edificio te lleva a través de él con gran facilidad, sino que también
habla sobre él, no deja duda que es una biblioteca, y de hecho, una biblioteca pública
norteamericana concebida en 1914.
Cret señala que una biblioteca pública moderna difiere respecto a las más
tempranas del tipo en que ahora es una biblioteca de préstamo, donde la gente llega,
consulta un catálogo, solicita y retira su libro para llevarlo a su casa – más que un
lugar para leer libros. Esto, sostiene Cret, implica necesariamente una revisión de
base tanto de la planta como de la expresión volumétrica del tipo: la biblioteca
moderna debe consistir principalmente en un gran espacio para
2- Biblioteca publica de Indianápolis. (foto autor) los catálogos y el escritorio de
circulación y, secundariamente en
pequeños locales destinados a lectura de libros especializados que no son de
3
Uno sabe que es una biblioteca porque funciona como tal, así como uno sabe
que un caballo de carreras lo es porque está construido como tal. De todos modos,
siendo un edificio una serie de espacios experimentados a medida que uno camina a
través de los mismos, la expresión de su naturaleza no está dada sólo por su forma
externa, sino también por la organización arquitectónica interior.
Hubo una palabra que se usó en la École para enunciar este concepto: parti.
Deriva de la frase prendre parti, tomar un bando o tomar una decisión. En diseño,
significa la selección de un concepto básico inicial de la naturaleza de un edificio en
particular. En el caso de la Biblioteca Pública de Indianápolis, como hemos visto,
significa decidir que el préstamo de libros es una actividad más importante que la
lectura de libros.
4
planta y las dimensiones del interior son claramente reflejadas en el exterior, cuando
uno – con la mera apariencia del edificio – puede reconocer su carácter, vaticina la
idea que motivó su construcción y la que debe transmitirx”.
Esto puede parecer extraño, ya que precisamente lo que ha hecho que hoy nos
interesemos en la Ecole es la creencia de que perfeccionó una técnica de composición
arquitectónica que permitió a los arquitectos Beaux Arts resolver, sin precedentes,
problemas proyectuales (especialmente durante el período de expansión imperialista,
antes de la Primera Guerra) y que permitiría a los arquitectos modernos hacer lo
mismo hoy en día. Nos referimos a libros americanos del siglo XX de composición y el
Prècis de Durand como prueba de que la tradición Beaux Arts siempre estuvo
preocupada por la generación de nuevas configuraciones, desde los más básicos
elementos de un edificioxiv. El Traitè de Reynaud y los Elèments de Guadet, no son
mencionados.
4- Ecole de Beaux Arts, Paris, Planta 5- Felix Dubad, Ecole de Beaux Arts, planta
construida
existente en 1832. (foto: autor) 1834-1840 (foto: autor)
6- Ecole de Beaux Arts, vista desde de la rue Bonaparte (foto: James Austin)
A medida que uno camina desde la calle hacia el patio, este ático desaparece
perspectívicamente detrás del Arc de Gaillon, que se convierte en el motivo principal
del subespacio y armoniza con los fragmentos arquitectónicos colocados en sus muros
Norte y Sur. Pasando a través del delgado plano del Arco, la fachada del Palais des
Etudes se presenta nuevamente, pero de otra manera, porque ya no es más el ático
9
que uno veía, sino una amplia extensión de la subestructura de Debret, ornamentada
por Duban con detalles del Quattrocento, abrazado por los hemiciclos que continúan
las líneas de los muros laterales del patio delantero, terminando en dos pantallas
abiertas que tocan la fachada del Palais justo en sus esquinas.
El eje del patio se extiende a través de la amplia puerta del frente y atraviesa
dos espacios que Duban excavó de las habitaciones que Debret le dejó: un vestíbulo
que se abre a través de una pantalla de columnas – desde uno a otro lado del edificio
– y, más allá de la constricción desde donde parten las escaleras, un patio.
Finalmente, el eje termina en la Salle des Prix, el lugar para ocasiones ceremoniales
cuyas paredes habían sido pintadas por el amigo de Duban – Paul Delaroche- para
definir un espacio columnado ocupado por los grandes artistas de la historia, en
relación con el otorgamiento de premios a estudiantes.
Tal como Grommort señala, no es tanto cómo ha sido compuesto el edificio,
sino la experiencia de caminar a través del mismo. La composición Beaux Arts
trabajada dinámicamente, como una cuidadosa serie de tableaux organizados a lo
largo de un eje de movimiento, cada cuadro separado apropiadamente a la función del
edificio. Dos términos coloquiales ayudan a la comprensión de este modo de
composición: poché y marche. Poché es una palabra familiar. Su acepción principal –
ya que tiene más de una – es “embolsado” del francés poche, bolsillo.
Se aplica a las masas murarias en una planta cuando parecen ser mordidas
por el espacio de los locales. xx. Lo que es interesante de esta palabra es que otorga al
espacio del local la capacidad física de morder el muro. Refuerza la impresión de los
estudiantes de Beaux Arts que el espacio es una fuerza positiva, causando que las
masas pasivas de los muros se sometan ante él, mientras que crece hasta formar
secuencias de volúmenes. Tomado literalmente, poché son excavaciones horizontales
en los muros, pero cuando miramos una planta el término sugiere además el sentido
vertical de la excavación en el plano del papel.
Mirando una planta de un estudiante Beaux Arts (8), viendo sus espacios
implantarse sobre las masas murarias y abrirse en un paisaje perspectivado de redes
de habitaciones, el ojo entra y sale entre los escarpados muros, experimentando la
composición del modo que hemos visto que Duban explicaba la experiencia de la
composición de los edificios de la Ecole. La planta era el dibujo más importante del
proyecto de un estudiante Beaux Arts; le seguía el corte en orden de importancia. Es
en el corte de un edificio, donde ha sido seccionado a lo largo de su eje y abierto a la
vista, que la secuencia de tableaux espaciales puede ser estudiada en detalle.
Hubo una palabra en el vocabulario Beaux Arts que parecía denotar esta
cualidad de ser compuestos como una serie de tableaux espaciales: marchexxi. Hace
algunos años Neil Levine, leyendo las razones del otorgamiento del Grand Prix de
Roma, encontró que en las décadas de 1820 y 1830 una virtud comúnmente atribuida
a un diseño era la simplicidad de su marche. El Segundo Grand Prix de 1838, por
ejemplo, fue descripto como “de simple marche en su composición; de gran armonía
entre sus partes”. Marche es una palabra común, que denota una secuencia de cosas,
como las imágenes de un poema, el desarrollo de una pieza de música o el
movimiento de un juego de ajedrez. Pero el significado exacto de la palabra como ha
sido usado aquí en la Academia no era claro, no como está explicado en cualquier
diccionario. De todos modos, esta palabra se aplicó frecuentemente a las
composiciones arquitectónicas, Quatremere de Quincy expresando la marche simple
de las plantas de las villas de Palladioxxii y Boullé describió su proyecto de la
Bibliothéque Royale de 1785 así:
10
La simple inspection des plans fera aperçevoir une distribution dont la marche devient
façile, moble et desormais vste au-delà de cu quón pouvait espèrer » xxiii (una mirada a
la planta hace percibir la distribución en la cual la marche es fácil, noble y más vasta
de lo que uno puede esperar)
9- Benjamín Franklin Parkway, Filadelfia. En el extremo, el museo de arte de Filadelfia (Horace Trumbauer y
Zantzinger, Borie y Medari, 1919-1928) (foto: autor)
préstamo de libros, pero también por el hecho de que inmediatamente luego de entrar
uno ve los libros alineados en los muros, y la fachada más allá de las ventanas.
Este ensayo difiere del artículo que publiqué en Architecture d´Aujourd´hui (11-
12/75). En él restringí mis observaciones al método de composición de espacios
Beaux Arts en abstracto – cualquier espacio para cualquier función. Aquí, he dicho que
la técnica de composición espacial era sólo un medio de confirmar y refinar un tipo
arquitectónico, o mejor, un ensayo arquitectónico sobre una actividad, y que la
formulación del tipo o el ensayo era el primer interés de los arquitectos Beaux Arts.
Escribí al final de artículo de Architecture d´Aujourd´hui que la composición Beaux Arts
produce una concha espacial, pero vacía. Aquí, he tratado de mostrar cómo los
arquitectos Beaux Arts llenaron ese espacio.
Preparando la exhibición “The Architecture of the Ecole de Beaux Arts” en el
Museo de Arte Moderno, pasé muchos meses documentando diseños Grand Prix y
caminando a través de los mismos con mi vista. Uno sólo puede volver de esa
experiencia fascinado con la orquestación del espacio en los proyectos y con la
curiosidad de saber cómo lo lograron.
La exhibición en Nueva York fue la señal de admisión general de la admiración
de todos los edificios Beaux Arts que estuviesen a mano, (Es sintomático que, cuando
finalmente llegamos a Londres en el verano del ´78, el simposio de Asociación de
Arquitectura de diseño Francés y su teorías fuese equiparada con la exhibición de
Beaux Arts Eduardiano: Londres 1900). Al principio, no estaba contento con esto,
creyendo que la arquitectura local era el reflejo más distante de la arquitectura de
Labrouste, Durand y Garnier. Pero empecé a encontrar crecientemente atractiva
nuestra arquitectura Beaux Arts.
Existen buenos edificios Beaux Arts y malos edificios Beaux Arts? La pregunta
es: Qué los distingue? La respuesta no parece ser simple, sea que adhieran o no a las
reglas de composición, evidentes en los proyectos de los estudiantes Beaux Arts.
Sin embargo, puede depender de la concepción de la manera – el humor, el paseo, el
confort- en el cual la actividad que debe alojar debe ser perseguida. Esto sólo puede
ser estudiado en edificios reales y en aquellos que uno puede conocer bien.
El Museo de Rodin es un “buen” edificio Beaux Arts: lleva al visitante de la mano,
como un discreto guía, le insinúa lo que debe conocer, lo lleva hacia donde desea ir,
corre las puertas y abre las ventanas para hacer la visita agradable y provee artificios
para sus necesidades prácticas.
El Museo de Arte de Filadelfia, a corta distancia del Museo Rodin, es un “mal”
edificio Beaux Arts. Fue construido en la misma época, 1919-1928, por Horace
Trumbauer y ka furna de Zantzunger, Borie y Medary, pero afortunadamente su
megalomanía interior fue enteramente rediseñada por el primer director, Fiske Kimball,
excepto los vestíbulos Este y Oeste (16). No puedo imaginar que tienen que ver estos
halls y columnatas con la actividad de apreciar el arte. Evidentemente, Fiske Kimball
tampoco. Parecen más apropiados para albergar un tesoro donde las cosas de valor
deben ser escondidas, más que un museo, donde las cosas son observadas y
examinadas.
Entonces, con la ayuda del edificio de Cret, comencé a impresionarme con el
sentido Beaux Arts de propiedad, con su modo de formular en qué forma debe ser algo
hecho y luego encerrarlo entre un techo y muros.
13
11- Paúl Cret y Jaques Greber, museo Rodin, Filadelfia, 1926-1929 12- Museo de Rodin, edificio de la
galeria (foto: Eddie Bishop)
13- Museo de Rodin, interior 14- Museo de Rodin, planta (foto: autor)
i
1876-1945; nacido en Lyon; 1897-1903 estudiante de Pascal en la Ecole de Beaux Arts; 1903-
1938 Profesor de Diseño en la Universidad de Pensilvania.
ii
Essai sur la théorie de l´architecture, segunda edición. París, 1946. Pág. 159.
iii
Estudiante de la Ecole en 1906 y autor del monumento Maine, Columbus Circle, New Cork,
1913.
iv
Carta del 2 de Enero de de 1919, entre los Escritos de Cret, Biblioteca Van Pelt, Universidad
de Pensylvania
v
Nacido en Génova; primero estudió en Eidnössiche Technische Hochschule en Zurcí, luego
en la Ecole de Beaux Arts; posteriormente, fue periodista en Londres.
vi
“The french mind” The Builder, XXVIII 1870, P. 280
vii
Albert Ferran explica el término en su Philosophie de la Composition architecturale, París,
1925. P.25
viii
Revue générale de l´architecture, 1887, col 244. Hardy fue alumno de Nicolle
ix
Ellos eran los principales miembros del racionalismo romántico, junto con Henri Labrouste.
Reynaud aparece como miembro del círculo en las cartas de su amigo, el crítico Hippolyte
Fortoul (Archives nacionales, Archives privés)
x
Encyclopédie nouvelle, 1 (originalmente publicada como Encyclopédie Pittoresque) 1834, Pp
770-778.
xi
Quatrèmere de Quincy escribió en su diccionario “Architecture” (1788-1825) bajo el
encabezado “moderno”: Hemos establecido en este trabajo que nuestra arquitectura es
aquella de los griegos y los romanos, en una palabra, arquitectura antigua.
xii
El alumno de Labrouste, Pierre Bossan, propuso que la fisonomía de los edificios debería
variar como en los animales, expresando su naturaleza: “ en una fisonomía robusta, todo debe
tomar parte de su carácter – como con el caballo percherón, el toro de Auvergne, el basset
hound. En un ensamble elegante, todo debe ser elegante – la gacela, el labrador, el caballo
árabe..”
xiii
Philosophie de l´art. Coup d´oeil sur l´architecture,, son passé et son avenir”, Revue
independante, septiembre, 1874. P.38.
xiv
Reyner Banham, Theory and Design in the First Machine age. Londres, 1960. Cap. 1
xv
Gustave Umbendstock, Cours d´architecture et d´architectonique, París, 1930; E. Arnaud:
Cours d´architecture et constructione civil, París, 1928; Gromort: Essai sur la théorie de
l´architecture; Ferran: Philosophie de la construction architecturale.
xvi
John Vreedenburgh Van Pelt: The essentials of composition applied to art, N. York, 1902;
Nathaniel Courtland Curtis: Architectural composition, Cleveland, 1923; John Harbeson: The
study of architectural design, N. York, 1926; Ernest Pickering, Architectural Design, N. York,
1933.
xvii
Carta del 14 de junio de 1939, en el Archivo de la Universidad Cornell
xviii
Op Cit, pp144-145
xix
Ver mi artículo sobre edificios en la Ecole en el próximo ejemplar de octubre de Journal of
the Society of Architectural Historians.
xx
También puede significar escribir o dibujar de una manera libre, de modo que queden gotas
en el papel; como resultado, muchas veces el término fue aplicado al contraste de los muros en
una planta.
xxi
Ver mi discusión sobre este tema en: The Architecture of the Ecole des Beaux Arts (Editado
por Arthur Drexler, N york, 1977) Pp 162-185
xxii
Op. Cit III, “ Palladio”
xxiii
Essai sur l ´art, Perouse de Montclos editor, París, 1968. P. 130
xxiv
Se ha supuesto que marche es una contracción de démarche y entonces se refiera a la
brillantez de la técnica del dibujo.
xxv
No hay otro grupo que balancee “Burgher des calais” en el otro extremo del eje. Esto
perturbó mucho a Cret, lo demuestra en su correspondencia con Grebert. De todos modos, no
había un grupo escultórico apropiado en la colección para ocupar ese lugar.
14