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LOS TRAUMAS DE LA VIDA

Autor: Mariam Silva Nuñez

Los traumas están relacionados con las emociones, la razón y el lenguaje

Las experiencias traumáticas nos abruman, hasta tal punto que rompen nuestro
equilibrio psicológico. Esto significa que, lo que puede ser una vivencia traumática
para algunos, no lo será para otros.

Obviamente, existen algunas situaciones traumáticas que tienen un gran impacto


emocional en la mayoría de las personas, como el maltrato físico o psicológico, un
accidente particularmente peligroso, los abusos, la muerte de una persona muy
cercana y las enfermedades que dejan graves secuelas.

Aun así, no toda la totalidad de las personas que se exponen a episodios


traumáticos desarrollan un trastorno psicológico.

Normalmente un trauma aparece cuando nos exponemos a una situación


potencialmente traumática, es decir, una situación estresante y amenazadora que
ha sobrepasado nuestros mecanismos de afrontamiento. Surge cuando hemos
sufrido un miedo muy intenso y nos hemos sentido incapaces de gestionarlo.

No obstante, todos los traumas no son el resultado de un episodio puntual. A veces


se produce un trauma acumulativo, el resultado de haber estado expuestos durante
un largo periodo de tiempo a situaciones que no hemos logrado asumir ni hemos
podido gestionar.

Las vivencias traumáticas se sustentan en una especie de cortocircuito emocional.


Cuando vivimos un episodio traumático y no tenemos las herramientas psicológicas
necesarias para lidiar con el problema, la parte emocional de nuestro cerebro da la
señal de alarma y desconecta la parte racional.
En algunos casos esa desconexión es tan grande que el recuerdo se borra de la
memoria consciente. Sin embargo, eso no significa que el trauma emocional
desaparezca.

Por un lado, muchos de nosotros tenemos traumas del pasado: situaciones


dolorosas que vivimos hace tiempo y que siguen vivas en nuestro interior. Y son un
peso que no nos dejan vivir tranquilos.

Pero, además, la mayoría de personas tenemos más traumas de los que somos
conscientes. La realidad es que todos los problemas de la vida tienen su origen en
alguna experiencia dolorosa. Todos los problemas, timidez, inseguridad, miedo,
enfermedades se forman a partir del dolor que sentimos en situaciones concretas
de la vida.

Los traumas que se van produciendo en situaciones puntuales de la vida son los
que van creando nuestros problemas. Y superarlos es la clave para poder vivir en
realmente paz.

Es importante entender bien que los problemas, sean del tipo que sean, siempre
aparecen en nuestra vida como resultado de un trauma.

Las personas solemos pensar que siempre podemos evitar el fracaso o los errores
e irnos por el atajo conveniente del momento y de esa manera huir de esa mala
experiencia, sin embargo, de lo que no nos damos cuenta es que para empezar no
existe buena mala experiencia, solo existe la experiencia y seguido: El fracaso o
error jamás se podrá evitar en la vida, no somos perfectos, no hay forma que
evitemos la experiencia del fracaso, por lo menos una vez en nuestra vida. Sabiendo
esto, mi consejo sería que aprendamos a convivir con los fracasos y hacernos
amigos de ellos, nos conviene.

Es importante entender bien que los problemas, sean del tipo que sean, siempre
aparecen en nuestra vida como resultado de un trauma. Como reaccionas al fracaso
es lo que te diferenciará de ser un ganador - ganadora o una persona mediocre. Los
que se rinden a la primera, serán considerados como mediocres, mientras que
alguien que saca lo positivo de su error o fracaso será considerado como un
verdadero(a) ganador(a) porque habrá aprendido que hasta cuando pierde, gana.

Hazte cargo del fracaso, no seas víctima del mismo, encárgate de él.

No te pega ser víctima de nada ni de nadie y mucho menos de tu fracaso. Tienes


que aprender a convivir con él, sin convertirte en su esclavo(a). Para empezar a
cambiar la manera de pensar, primero se tienen que aprender a desvictimizarte y
hacernos cargo del error y/o fracaso, comenzando por reconocerlo, para luego
aceptarlo, aprender del mismo, tener la humildad para pedir perdón a los
involucrados si en caso hayas dañado a terceros y seguir adelante, en ése orden.

Aprender del error significa eso mismo, aprender de lo que pasó, soltarlo y seguir
adelante. No puedes vivir en el pasado constantemente y pretender haber
avanzado. Recuerda siempre que lo que pasó, ya pasó y quedó atrás. De nada sirve
vivir en el pasado, es nostálgico, depresivo y frustrante, sentimientos nada propicios
para incentivar tu ser para crear experiencias nuevas y gratificantes. Es muy
importante poder soltar los errores del pasado, la culpa, el remordimiento y
sobretodo los “que hubiera pasado si”, para poder realmente avanzar y estar en el
aquí y ahora.

Una vez que hayamos aprendido a convivir con el inevitable fracaso de la vida,
podremos subir de nivel que es el de aprender a reírte de tus fracasos y
transformarlos en algo positivo.

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