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Índice

Introducción

Las naciones y la Globalización

Consejo editorial 3

Contenido

 Identidad Nacional y entretenimiento: El con-

flicto entre Taiwán y China a partir de la im-
portancia de la industria de idols en Corea del
Sur

Valeria Mextli Barreda Muñoz 5

Colegio de Antropología Social

Teorías de la Identidad  La relación política entre la identidad nacional

y las identidades en resistencia: Los atributos
culturales del nacionalismo en un contexto
global.
Edgar Daniel Baez Chargoy 10

 La fiesta, la piñata y el guacamole: el reflejo

de la identidad nacional a través de la fiesta
del 5 de mayo en Estados Unidos
Nayeli Sánchez Mora 15

 La construcción de la Identidad Muxe a partir

de elementos performativos de la identidad
Consejo Editorial de género y la influencia que tuvo la construc-
ción de una identidad nacional en México
Edgar Daniel Baez Chargoy
José Roberto Orozco Toledo 18
Nayeli Sánchez Mora
José Roberto Orozco Toledo 2
Valeria Mextli Barreda Muñoz
 Introducción

“Procesos identitarios”, en este número titulado “Las naciones y la globalización” pretende otorgar
diferentes perspectivas de análisis, para entender la construcción de la identidad nacional a partir
de casos específicos que se han dado en el mundo contemporáneo. Estos casos conllevan una his-
toricidad particular misma que cobra gran importancia en la explicación de estos. Los artículos de
este número presentan diferentes temáticas y fenómenos de estudio, sin embargo, tienen puntos de
encuentro en la forma en que abordan la identidad. Partiendo de que la identidad es la apropiación
de determinados repertorios culturales considerados simultáneamente como diferenciadores (hacia
afuera) y definidores de la propia unidad y especificidad (hacia adentro) (Giménez, 2000, pág. 5),
pretendemos caer a diferentes ámbitos de estudio, en donde la identidad nacional tiene una impor-
tancia central en el desenvolvimiento de los fenómenos socioculturales globales y políticos.

En Identidad Nacional y entretenimiento: El conflicto entre Taiwán y China a partir de la

importancia de la industria de idols en Corea del Sur de Valeria Mextli Barreda Muñoz, se parte de
la Identidad desde Gilberto Giménez, quien retoma este concepto como indisociable de la cultura.
La identidad aunque es un proceso de interiorización de la cultura, se construye de manera relacio-
nal, es principalmente diferenciadora. También obedece a un contexto histórico específico. Para ha-
blar del caso entre Taiwán y China a partir de la identidad nacional, se retoma a Benedict Anderson
con el concepto de comunidad imaginada, y con la noción de Antigüedad que permite dar legitimi-
dad a las naciones así como moldear una memoria colectiva en su población. Sin embargo es nece-
sario entender los procesos globales en los que se enmarcan las identidades nacionales hoy en día.
En este caso se aborda el conflicto político de dos países asiáticos que si bien existe y se ha desa-
rrollado históricamente, se agudizó a partir de un escandalo mediático donde se involucran idols y
kpop.

En el mismo tenor, en el artículo La relación política entre la identidad nacional y las iden-
tidades en resistencia: Los atributos culturales del nacionalismo en un contexto global. Se tiene co-
mo cometido analizar el papel que tiene la legitimación del nacionalismo como artefacto cultural en
la conformación de las identidades de los miembros de una nación. Teniendo como insumos analíti-
cos los planteamientos de Anderson con las comunidades imaginadas, y los de Manuel Castells con

3
las identidades legitimadoras y de resistencia, se pretende entender la relación política que en-
carnan las identidades en contextos globales de dominación, específicamente en el caso de las
naciones de Latinoamérica, en donde los estados hacen uso de atributos culturales para la crea-
ción de identidades nacionales. De esta manera se pretende llegar a puntos de encuentro para
el análisis de las identidades en Latinoamérica, usando el contexto mexicano como ejemplo.

Hablando sobre la identidad nacional y los procesos de globalización el artículo: El

reflejo de la identidad nacional a través de la fiesta del 5 de mayo en Estados Unidos es un ar-
tículo que aborda el aniversario de las celebraciones nacionales como la independencia, el día
de la bandera entre otros que conjugan una serie de acciones con respecto al qué y cómo se
festeja, se observará el caso de la Batalla del cinco de Mayo en Puebla y cómo se desarrolla la
celebración de la misma; con respecto al concepto sobre Identidad Nacional retomare a Carlos
Monsiváis cuando menciona características como el patriotismo y los símbolos solidificadores de
la identidad para dar cuenta de la dimensión de la festividad en su proceso nacional y por otro
lado también se observan los procesos globales por los que esta celebración llega a Estados
Unidos y cómo es vista por residentes mexicanos y por los mismos residentes estadounidenses.

Por último, en el artículo La construcción de la Identidad Muxe a partir de elementos

performativos de la identidad de género y la influencia que tuvo la construcción de una identidad
nacional en México, se pretende dar cuenta de la construcción de la identidad muxe y cómo la
performatividad del género juega un papel importante en la conformación de esta identidad pero
partiendo de la influencia que tuvieron las normas de inteligibilidad construidas a partir de una
cultura de género proyecto de estado nación, donde se buscaba a parte de la identidad nacional,
un ideal de la mujer mexicana y del hombre mexicano.

Consejo editorial

4
 Introducción: La identidad Nacional.

En este artículo se pretende abordar el conflicto que

se ha dado históricamente entre China y Taiwán des-
de la identidad nacional, pero bajo el contexto de un
fenómeno bastante nuevo que es la industria de Idols
en Corea del Sur, el cual se ha expandido cultural y
comercialmente desde Asia a todo el mundo. En un
primer momento se dará un breve repaso histórico de
la situación política entre China y su provincia, para
después aterrizarlo a la identidad nacional y sus distin-
tas concepciones. Esto enmarcado en el contexto de
un incidente que se dio entre una empresa de música
kpop1 y China en 2016 por una idol taiwanesa llamada
Tzuyu2.

Valeria Mextli Barreda Muñoz

La identidad nacional, concepto que será A partir de esto la diferenciación y establecimiento

abordado para hablar de estos conflictos, ha sido
definida de diferentes maneras. Desde la ciencia so-
cial para Gilberto Giménez la cultura y la identidad
son indisociables:
Las identidades se construyen precisamente
a partir de la apropiación, por parte de los ac-
tores sociales, de determinados repertorios
culturales considerados simultáneamente co-
mo diferenciadores (hacia afuera) y definido-
res de la propia unidad y especificidad (hacia
adentro). Es decir, la identidad no es más que
la cultura interiorizada por los sujetos, consi-
derada bajo el ángulo de su función diferen-
ciadora y contrastiva en relación con otros
sujetos. (Giménez, 2000, pág. 5)
de límites con el otro es fundamental para la cons-
trucción de la identidad, también funciona por lo tan-
to como un atributo relacional, es decir establece
pautas para relacionarnos entre grupos sociales.
Desde este punto no habría que entender a la identi-
dad como un conjunto de características estableci-
das e inmóviles de los sujetos. Retomando a Peter
Wade la identidad encierra procesos complejos de
construcción sociocultural, y esta se da de manera
situacional: desde la diferenciación, la interacción y
por actos de representación (Wade, 2002).
1
Música pop coreana que se ha comercializado con mayor
fuerza en los últimos 15 años.
2
Idol de origen Taiwanesa que debutó en 2015 en el grupo
llamado Twice de la JYP Entertainment, empresa sur corea-
na que produce música kpop y recluta idols para grupos
femeniles o varoniles.

5
 Sin embargo la identidad toma diferentes ma-
tices ya que se da en diferentes ejes de la vida so-
cial. En este caso nos centraremos en la nacional,
que si bien se define por la interacción y relación
de los sujetos en un mismo territorio demarcado
por fronteras políticas y que además es histórica-
mente construido, es necesario retomar a Ander-
son para hablar de la construcción de la identidad
nacional a través de comunidades imaginadas.
El autor define a la nación como una comuni-
dad imaginada limitada y soberana (Anderson,
1989) en la cual los miembros de esta comparten
la idea de unión, crean lazos imaginados lo cual
permite la construcción de cierto tipo de identidad
en la cual intervienen muchos factores. Estos fac-
tores van desde elementos culturales compartidos
hasta la imposición de discursos que plantea el Es-
tado soberano para mantener su legitimidad ante
la población. También se hace referencia a la no-
ción de Antigüedad que es bastante importante en
esta reflexión del conflicto entre China y Taiwán.
Esta permite a las naciones imaginarse como
antiguas, además de dar soporte y legitimidad al
poder del Estado sobre la población o sobre deter-
minado territorio, también brinda una memoria co-
lectiva necesaria para la construcción de una iden-
tidad específica. Después de este repaso teórico
bastante pertinente para referirnos a la identidad
nacional, aterrizaremos a hablar del conflicto políti-
co e histórico de manera resumida sobre China y
su actual provincia Taiwán.
3
Reino dinástico coreano que tuvo duración de 1392 a 1897.
4
Partido político nacionalista de oposición surgido en la Revo-
lución Xinhai de 1911. Actualmente tiene sede en Taipei, ca-
pital de Taiwán.
República Popular China y República de China
¿Una misma nación?
Los conflictos asiáticos entre China, Japón y Jo-
seon3 (Ahora Corea del Norte y del Sur) fueron in-
tensos durante el siglo XIX y XX, los conflictos polí-
ticos que se dieron fueron bastante complejos para
la conformación de los países asiáticos más impor-
tantes en la actualidad. Sin embargo lo sucedido
entre las dos repúblicas chinas se desato en 1927
cuando comenzó la guerra entre el Partido Comu-
nista Chino y el grupo Kuomintang o partido Nacio-
nalista (BBC, 2017). Esta disputa por el control de
la población y territorio chino que de por si era bas-
tante amplio y diverso culturalmente desembocó
en el desplazamiento del grupo Kuomitang4 hacia
la isla que actualmente es Taiwán, la cual anterior-
mente fue controlada por las fuerzas japonesas.
En 1949 el líder nacionalista Chiang Kai-shek
trasladó su gobierno a la isla mientras en China
dominó el gobierno comunista. El gobierno de este
líder fue considerado hasta la época de los 70 por
Naciones Unidas y en especial Norteamérica y Eu-
ropa como el país chino oficial. Esto como parte
de la desacreditación de los gobiernos comunistas
y socialistas en todo el mundo, movimiento que ha
encabezado Estados Unidos.
La República Popular China liderada por el
movimiento comunista mantuvo a la isla como una
provincia separatista, en los últimos años se ha ha-
blado de una posible independencia de Taiwán
(República de China) debido a que este territorio
cuenta con un gobierno propio, leyes, una econo-
mía y un fuerte sentido de pertenencia por parte de
la población.
6
 Sin embargo hablar de independencia no es
un asunto fácil a partir de las tensiones políticas
que ha mantenido China con otras naciones, y por
una cuestión que se puede denominar auténtica-
mente Identitarios. La República China reclama ser
la auténtica y original China a partir de los conflic-
tos que se dieron a principios del siglo XX, apelan-
do a este sentido de antigüedad, como lo mencio-
naba Anderson, el imaginarse una cultura antigua
que fue separada de un territorio que le pertenecía,
para los taiwaneses, ellos son la legítima China.
Dentro de la población su pensamiento nacionalis-
ta configuro una memoria histórica que construye
una identidad taiwanesa específica. Mientras que
la República Popular China mantiene cierta legiti-
midad a partir del territorio ganado, la unificación
de su población y el gran avance tecnológico y
económico que ha logrado en los últimos años. Es
por ello que este conflicto se torna complejo y no
se trata de una simple independencia.
En la actualidad China y Taiwán han tratado
de establecer el dialogo y alianzas para evitar en-
frentamientos, los gobernantes de estos dos se
han reunido y el discurso actual descansa en una
unificación de las dos chinas, es decir, solo hay
una china que está distribuida en dos territorios y
dos gobiernos distintos (EFE, 2019). Sin embargo,
en la identidad nacional China esto suele ser un
conflicto aún, lo cual se ejemplificara con un inci-
dente mediático que logro capturar la atención de
los dos gobiernos.
La Ola Coreana y su importancia en la política
Asiática
El hallyu u Ola Coreana es la moda que proviene
de surcorea la cual consiste en la comercializa-
ción y exportación de elementos culturales iden-
titarios a través de los medios de comunicación
masivos. Esto incluye películas, dramas televisi-
vos, música kpop, idols, tendencias de moda,
gastronomía, estética e incluso expresiones lin-
güísticas: los cuales el mercado coreano se ha
encargado de explotar y producir para garantizar
el consumo de la industria y el crecimiento de su
economía así como el posicionamiento de su
cultura como algo diferente y sofisticado ante oc-
cidente. Los y las idols son personas muy jóve-
nes de este medio que cantan, bailan y actúan
conforme a las convenciones sociales de este
país. Alrededor de ellos se encuentra toda una
industria no solo de consumo, si no de produc-
ción y preparación de estos sujetos, los cuales
entrenan desde su infancia en canto y baile o
actuación para poder debutar en alguno de los
grupos que les garantizan fama, popularidad y
dinero. Estos grupos suelen conformarse de mu-
chos miembros, ofrecen diversidad de talentos y
son manejados por empresas que controlan no
solo su carrera musical, si no toda la vida de es-
tos sujetos: lo que comen, como se visten, sus
relaciones amorosas, sus redes sociales e inclu-
so lo que digan en público.
Se han convertido en figuras bastante im-
portantes no solo en Asia, ahora en todo el mun-
do. En ellos se depositan una serie de valores de
género, estéticos, morales e incluso políticos. El
asunto de las y los idols recoge bastantes proce-
sos sociales que influyen de manera masiva en
la actualidad.
7
En este caso hablaremos de un incidente
que se dio por el “comportamiento altamen-
te ofensivo hacia China” por parte de una
idol de origen taiwanes llamada Tzuyu. Esta
cantante y bailarina Taiwanesa debuto en el
grupo femenil Twice en 2015 a través de la
empresa JYP Entertainment, el grupo se
conformó de tres integrantes japonesas,
cinco coreanas y una taiwanesa, las cuales
fueron elegidas a través de un show televi-
sivo de talentos llamado sixteen.

Si bien esta industria se extiende a toda só de independentistas, es decir, que considera-

Asia, y por ello encontramos que existen inte-
grantes de diferentes países, en Corea del Sur
han dado mucha más importancia a que es lo
que trasmiten estos sujetos así como la intención
de exportar tanto la música y la imagen de estos.
En 2016 se invitó a My Little Tv programa de va-
riedad coreano, a las cuatro integrantes extranje-
ras de este grupo. A cada una se le dio una ban-
dera del país extranjero al que pertenecen. A
Tzuyu quien entonces tenía 17 años, se le dio
una bandera Taiwanesa.
El asunto de las banderas entre los conflic-
tos entre China y Taiwán es delicado, ya que en
las reuniones de los gobernantes de estos dos,
ni siquiera se presentaban sus respectivas ban-
deras con el fin de no ofender al otro, haciendo
alusión a la separación de ambos. Después de
esto la idol y su empresa fueron fuertemente ata-
cados por otras figuras mediáticas de China así
como la población en general, ya que se les acu-
ban a Taiwán un país aparte de China y no una
provincia separatista como se le ha denominado
oficialmente.
Aunque Taiwán defendió a la cantante y a
su empresa, ella tuvo que disculparse formal-
mente a través de un video publicado en youtube
y el grupo suspendió sus actividades en China.
En el video Tyuzu se disculpa y dice frases como
“Solo hay una China”, “Las dos partes están uni-
ficadas” y “Me siento orgullosa de ser Chi-
na” (JYP Entertainment, 2016). Se disculpa por
haber ofendido a la población China por su dis-
curso y sus actos. Está claro por parte de mu-
chas personas tanto asiáticas como no asiáticas,
que ella como persona no tuvo la culpa directa
por demostrar una bandera que conllevaba un
discurso político no correcto. Sin embargo dada
la importancia que tienen estas figuras públicas
dentro de la vida política de estos países fue
esencial esta disculpa, ya que si no se hubiera
llevado a cabo la sentencia social y política hacia
Corea del Sur pudo haber sido grave.
8
 Conclusiones

Aunque este tipo de sucesos parecieran ser escándalos mediáticos que se dan por la creciente
globalización en la actualidad, dan cuenta de cómo la identidad nacional sigue siendo un factor
predominante en conflictos políticos internacionales. Como se menciono antes, en Taiwán
(República de China) existe un fuerte sentimiento de arraigo a su comunidad, buscan y reclaman
una legitimidad a partir del sentido de antigüedad y se perciben como la verdadera heredera de la
cultura China que en la memoria colectiva se ha interiorizado para construir una identidad específi-
ca. Sin embargo la República Popular China u oficialmente China tiene otros dispositivos de poder
desde su Estado Soberano para conservar esa legitimidad como nación. A partir de esto su pobla-
ción también ha adoptado este sentimiento de pertenecer a la verdadera China y a partir de me-
dios de comunicación masivos atacan y desacreditan cualquier acción que diga lo contrario, o que
insinúe la independencia de Taiwán.

Este proceso complejo histórico de la conformación de estas dos partes de una nación no es-
tá acabado, e incluso se entrelaza con otros fenómenos globales como las industrias culturales
asiáticas que si bien han garantizado una estabilidad económica a países como Corea del Sur,
también permiten usar a ciertos sujetos como herramientas para reproducir discursos políticos im-
perantes. La vida de los idols está controlada por toda la población así como su juicio moral y esté-
tico, pero también representan un modelo social y político a seguir y que funge como un importante
aparato ideológico al servicio de las naciones.

Bibliografía

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bras para desarmar: una mirada crítica al voca-
bulario del reconocimiento cultural (págs. 254-
265). Bogotá: Instituto Colombiano de Antro-
pología e Historia.
9
 Edgar Daniel Baez Chargoy

Han pasado más de treinta años desde que Beneditch Anderson introdujo las naciones y su nacio-
nalismo como tema de estudio en las ciencias sociales para plantear cuestionamientos a los conflic-
tos de la sociedad contemporánea. El autor de Comunidades Imaginadas estuvo preocupado por
dar pautas para entender el proceso por el cual el nacionalismo obtuvo legitimidad. A través de sus
postulados dio cuenta del nacionalismo como un artefacto cultural que echa a andar diferentes dis-
positivos para que sean interiorizados como comunes por los miembros que forman parte de una
nación, principalmente quienes pertenecen a un estado. De esta manera se crean relaciones de
cohesión, lazos imaginaros y elementos de identificación comunal. Todo esto se expresa en su fa-
mosa cita en donde define a la nación como una comunidad política imaginada (Anderson,1989)

Es imaginada, porque aun los miembros de la nación más pequeña no conocerán jamás a la mayoría
de sus compatriotas, no los verán ni oirán siquiera hablar de ellos, pero en la mente de cada uno de
ellos vive la imagen de su comunión. (Anderson, 1989, pag. 23)

Bajo esta idea es posible entender que los esta-
dos fomentan dispositivos y elementos para la
conformación de artefactos culturales que esta-
blecen un régimen homogéneo de identificación
entre sus miembros, como lo son la nación y el
nacionalismo. Sin embargo, los postulados de
Anderson son de vital importancia porque son
herramientas importantes para examinar el pa-
pel que tienen las naciones y sus artefactos cul-
turales en la conformación de otros procesos y
fenómenos de la vida sociocultural de los suje-
tos de una comunidad imaginada, como lo es la
identidad.
Estando en concordancia con los postula-
dos de Manuel Castells en su libro La era de la
informaCión, “la identidad es un conjunto rela-
cionado de atributos culturales” (Castells, 2002,
Pag. 28) que obtienen un orden a partir de la
prioridad que el sujeto les da sobre el resto de
las fuentes de sentido que también adquiere a
lo largo de su vida social. (Castells, 2002) Las
identidades son fuentes de sentido para los su-
jetos, y dichos sentidos pueden interiorizarse
dentro de instituciones dominantes y contextos
de subordinación.
El nacionalismo pretende crear herramien-
tas de identificación comunal para que las iden-
tidades de sus miembros se construyan interiori-
zando las fuentes de sentido de su propia domi-
nación, y así el resultado sea una identidad na-
cional homogénea, congruente con el estado.
10
Los artefactos culturales del estado son también
atributos culturales y fuentes de sentido que caen
en los sujetos, se ordenan y forman parte del pro-
ceso de la identidad. En este contexto, como apun-
ta Castells, la identidad se construye en una at-
mósfera política de la dominación, en esa media-
ción entre los atributos culturales del nacionalismo
y la reivindicación de valores que contrastan o no
pertenecen a él. (Castells, 2002) Por esta razón,
identifica tres tipos de identidad: la identidad legiti-
madora, las identidades de resistencia y las identi-
dades como proyecto. Hablaremos de las primeras
dos debido a que encarnan la relación política que
nos interesa.
La identidad legitimadora, es aquella fomentada
por las instituciones dominantes para racio-
nalizar la dominación que ejercen. En este
caso la institución dominante son los esta-
dos echando a andar artefactos culturales
para la interiorización de identidades nacio-
nales.
La identidad de resistencia, es generada por
aquellos sujetos que se encuentran en una
condición subordinada o devaluada por las
instituciones y la lógica de la dominación.
Un ejemplo son aquellas identidades que
surgen de naciones dentro del estado, que
tienen valores y atributos culturales diferen-
tes, y permanecen al margen de la identidad
nacional. Construyendo principios opuestos
a los de las instituciones dominantes, como
la lucha por ejercer la autodeterminación, la
organización más allá de las formas admi-
nistrativas del estado o la valorización de su
cosmovisión contraria a los ideales de la
modernidad. (Castells, 2002)
El nacionalismo –encarnado en la identidad nacio-
nal- y la identidad de resistencia estructuran una
relación política en el proceso de adquisición de
sentido, debido a que los discursos y artefactos
culturales del estado imponen creencias, antepa-
sados comunes y cosmovisiones que se superpo-
nen a aquellos que contrastan, y en palabras de
Victor Ramos, constituyen el papel multidiverso de
los estados de América Latina, debido a los esta-
dos Latinoamericanos albergan grupos humanos
plurinacionales con distintas identidades. (Ramos,
2003)
Victor Ramos, en su artículo ¿Existe una
identidad latinoamericana? Mitos, realidades y la
versátil persistencia de nuestro ser continental,
matiza esta relación entre la identidad nacional de
los estados de Latinoamérica y las identidades que
construyen grupos plurinacionales que fueron el
resultado de migraciones de todo el mundo, que
fueron parte de regímenes globales de domina-
ción. En primera instancia un proyecto colonial de
dominación, que después se transformó en un na-
cionalismo de estado que impuso una identidad a
sus miembros. (Ramos, 2003)
Las identidades en américa latina se han
caracterizado por estar en resistencia, y su princi-
pal lucha ha sido estar al margen de proyectos glo-
bales de dominación que jerarquizaron los atribu-
tos culturales y las identidades. Lo que contrasta al
nacionalismo y la identidad nacional ha sufrido el
genocidio y el etnocidio. En este proceso fueron
destruidas instituciones, cosmovisiones e identida-
des existentes, y las que restaron fueron subordi-
nadas por un proyecto colonial, y luego un proyec-
to de nación. (Ramos, 2003)
11
 Considero que existen dos herramientas
que han servido como atributos culturales de ad-
quisición de sentido para la conformación de la
identidad nacional o legitimadora, que vale la pena
nombrar, debido a que diversos autores y autoras
sobre de esta problemática han tenido puntos de
encuentro. El primero es algo que Anderson ade-
lantaba como una herramienta de legitimación del
nacionalismo: el museo y sus insumos, sin embar- Imagen del artículo, El mito del que nació México
go, Margarita Díaz Andreu, en su texto Nacionalis- (Amador,2014)

mo y Arqueología: el contexto político de nuestra

valor fundamental en los estados modernos.
disciplina, matiza el papel político de la arqueolo-
(Ramos, 2003) Tienen como finalidad el reconoci-
gía como herramienta del estado para imponer an-
miento de un pasado común, e invisibilizar las
tepasados comunes.
identidades que no sean congruentes con la nacio-
nalidad y sus dispositivos. Ramos menciona que,
A partir de la evidencia arqueológica, cree-
en el caso de América Latina, los mitos fundacio-
mos ser herederos de un pasado común que nos
nales fueron importantes, debido a que permitió
une y nos otorga identidad. La interpretación histó-
que los estados fundamentaran sus nacionalidades
rica de las reliquias arqueológicas tiene un papel
en una civilización antigua, dejando de lado la plu-
importante en la conformación de la identidad na-
rinacionalidad y la pluralidad de civilizaciones que
cional y el nacionalismo como artefacto cultural de
son resultado de un proceso complejo de migracio-
adquisición de sentido, debido a que sus premisas
nes en el continente.
construyeron culturas y civilizaciones bajo las que
se sustentaron valores nacionales de los estados,
En el caso mexicano, el mito fundacional
pero sobre todo fue una de las grandes impulsoras
por el cual se sustenta la nacionalidad, es la culmi-
de las formas comunales de identificación, a través
nación de la migración Azteca en el lago de Texco-
de la historia y el antepasado común. Los estados
co, cuando se halló el águila devorando la serpien-
no tenían idea de su pasado hasta que lo imagina-
te que impregna la bandera mexicana. A partir de
ron en la evidencia arqueológica. (Diaz-Andreu,
ese suceso creemos ser la herencia de la civiliza-
2001)
ción mexica que se instaló en el lago de Texcoco,
La otra herramienta de atribución cultural,
y tenemos claro que es parte de nuestro pasado.
son los mitos fundacionales. Los mitos fundaciona-
De esta manera entendemos que el pasado del
les, son aquellos grandes relatos por los cuales los
que formamos parte no es muy diferente, y confi-
estados nacionales creen ser antiguos o herederos
gura un rasgo de identificación comunal que incor-
de una civilización anterior a la creación de su es-
poramos y usamos para darle sentido a la realidad,
tado. Bajo esta herramienta se construye un atribu-
al concebirnos como mexicanos.
to clave de la identidad nacional, la nacionalidad,
12
 Es precisamente este hecho el que ha bo-
rrado otras versiones de la historia, y otras civiliza-
ciones que han mantenido identidades de resisten-
cia al margen de la identidad nacional. También es
el sustento por el cual se han subordinado cosmo-
visiones y plurinacionalidades que contrastan a la
identidad nacional y sus artefactos culturales. La
identidad nacional y las identidades de resistencia
conforman la disputa política que comparten las
naciones de Latinoamérica. La identidad nacional
configura formas homogéneas de identificación pa-
ra legitimar la dominación, y la identidad de resis-
tencia lucha por reivindicar sus atributos culturales
inmersos en un proyecto dominador global de occi-
dente encarnado en el estado.
Probablemente, si realizamos un ejercicio
de reflexión volcando interrogantes a los motivos
por los cuales aceptamos o interiorizamos nuestra
nacionalidad, encontraremos dispositivos que he-
mos adquirido desde los primeros momentos de
nuestra socialización, como los rituales de los que
fuimos parte en la educación básica, los himnos
nacionales o las banderas nacionales, sin embar-
go, en el caso mexicano, recientemente hubo un
ejemplo que evidenció el papel del estado como
fomentador de la identidad nacional.
“López Obrador pide al Rey que España se discul-
pe por los abusos de la conquista”,. (El País, 2019)
El 25 de marzo del 2019, el presidente de
los Estados Unidos Mexicanos Andrés Manuel Ló-
pez Obrador dio una notificación a los medios de
comunicación, indicándoles que había enviado una
carta al rey de España, Felipe VI, y al papa Fran-
cisco. (Políticomx, 2019) En esta carta solicitaba
que tanto la corona española como el vaticano, so-
licitaran perdón al gobierno mexicano por los he-
chos ocurridos en la conquista de las civilizaciones
que, 300 años antes de la creación del estado me-
xicano, estaban presentes en lo que ahora es su
territorio, debido a que se presentaron incontables
violaciones a lo que hoy en día se conoce como
derechos humanos.
Aunque el presidente mexicano indicada
que es necesaria la reconciliación histórica, el rey
de España rechazaba con firmeza su petición, ape-
lando a que es inaceptable juzgar hechos del pa-
sado con concepciones del presente, como las re-
laciones diplomáticas de los estados y los dere-
chos humanos. (Redacción, 2019) Eso en el plano
de la diplomacia, ahora vayamos más a fondo a
examinar los atributos culturales del nacionalismo
impregnados en la carta.
“España rechaza carta de AMLO donde pide disculpas
por la Conquista”, (Noticieros Televisa, 2019)
13
 A mi parecer, la carta es poco inocente y libre de intenciones políticas, deja en claro el uso
de la historia y las evidencias arqueológicas como atributo cultural de la construcción de una identi-
dad nacional, además de que el núcleo de la solicitud de perdón radica en concebir al estado mexi-
cano como una nación que era anterior a la creación de un estado moderno, descendiente de una
civilización Mexica que sufrió las aberraciones de la conquista, olvidando que desde antes de la
creación del estado, su territorio era ya plurinacional, con sus propias relaciones internas políticas y
de dominación.

De esta manera el estado echa a andar su maquinaria para establecer regímenes de identifi-
cación de una historia en común y una identidad nacional. Desde la memoria intenta atribuir cultu-
ralmente los sucesos que debemos recordar con recelo, para legitimar sus relaciones dominantes
sobre aquellas identidades que contrastan a la identidad nacional, y dar paso a los artefactos cultu-
rales de su nacionalismo. Todo esto nos hace tener presente que esta relación política entre las
identidades y los procesos dominadores globales de occidente están presentes, aunque pasen los
siglos y las administraciones gubernamentales cambien. Mientras exista una identidad nacional y
legitimadora, existirán identidades en resistencia que están al margen de ella, luchando por reivindi-
car sus valores y sus adquisiciones de sentido.

Bibliografía

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de abril del 2019, de El Universal Sitio web: https://
www.eluniversal.com.mx/mundo/espana-rechaza-
con-toda-firmeza-carta-de-amlo-sobre-disculpa-por-
la-conquista
14
En este artículo van a estar conjugados elementos
como la identidad nacional, la globalización y lo polí-
tico de una “fiesta” que gracias a la globalización ha
llegado a Estados Unidos como la llamada Indepen-
dencia de México; observaremos esta celebración
desde lo que Carlos Monsivais llama “Identidad Na-
cional”, así mismo analizaremos los elementos que
se resaltan en esta fiesta por parte de un restauran-
te llamado Cinco de Mayo creado por mexicanos en
Estados Unidos y como se celebra esta fiesta por
parte de los estadounidenses .
Nayeli Sánchez Mora
El cinco de mayo es una fecha histórica, recor-
dada por ser el día en el que el ejército del Ge-
neral Ignacio Zaragoza le ganó al ejército Fran-
cés en Puebla, de alguna forma sólo es una
parte de la historia ya que aunque fue la única
batalla que un ejército mexicano le ganó a uno
europeo, cuando este último regresó, ganó; así
es cómo se realza la fiesta y el patriotismo his-
tórico a partir de ciertos pedazos de la historia y
de esto mismo habla Carlos Monsivais sobre la
modificación histórica que crea una identidad
sobre esto menciona: las esculturas denuncian
los cortes históricos, subrayan la estabilidad
que es cortesía de quienes murieron trágicame-
ne. (Monsivais, 2012, p. 137)
Es decir que esta identidad va a ser creada a
partir de ciertos eventos, de ciertas esculturas o
incluso dentro de la festividad del Cinco de Ma-
yo en Puebla de ciertos espacios, como por
ejemplo el espacio en el que se realizó la bata-
lla (los fuertes de Loreto y Guadalupe) es uno
de los mayores símbolos estatales, además de
la estatua de Ignacio Zaragoza, donde se dice
que se encuentran sus restos óseos, sobre es-
tos símbolos se crea una fiesta estatal, en la
cual se cancelan la mayoría de las actividades
por lo menos la mañana de este día, en el cual
se realiza un desfile por las calles principales
de la ciudad. En México ésta fiesta es conme-
morada sobre todo en Puebla, donde se realizó
la batalla. Esta fiesta ha tomado relevancia en
Estados Unidos pues se ha conmemorado de
forma equivocada como la independencia de
México.
El restaurante “El paso Cinco de Mayo” en
Herndersonville, en Estados Unidos realiza la
fiesta del Cinco de Mayo en la cual se realizan
diversas actividades, relacionado con la mexi-
canidad. Felipe Chavarin, dueño del restaurante
cuenta menciona que en esta festividad se da
de comer platillos como guacamole, entre otros
platillos remitido a lo mexicano. Un punto impor-
tante que me parece importante recalcar sobre
este festejo es como se distribuyó la informa-
ción sobre el festejo del cinco de mayo como si
fuera la independencia de México, a pesar de la
15
movilidad en la información que se encuentra
en internet y en las redes, se considera erró-
neamente como otra festividad y por ello se va
a exaltar “ lo mexicano”; este punto es otro que
me gustaría mencionar, sobre todo con lo que
Monsiváis menciona como los símbolos solidifi-
cadores de la identidad pues son aquellos que
van a resguardar lo mexicano y van a enaltecer
esas características que hacen a una persona
mexicana de verdad, así como hay algunos
símbolos que para los estadounidenses y para
la globalización va a referir a “lo mexicano” hay Imagen tomada del artículo ¿Por qué celebran el 5
de mayo en Estados Unidos? de Omendi Miguel
algunos caracteres que se toman sobre todo
cuando se conmemora la Independencia de
México que si se enaltecen con la finalidad de
poder celebrar lo Mexicano como los colores de
la bandera, la comida típica y la vestimenta.

Sin embargo es observable la diferencia

Imagen tomada del artículo ¿Por qué celebran el 5
de mayo en Estados Unidos? de Omendi Miguel
que realizan los mexicanos residentes en Méxi-
co sobre las costumbres o los consumos que
tienen los mexicanos que residen en Estados
Unidos o incluso el cómo los estadounidenses
representan a la cultura mexicana, sin embargo
en México cuando se trata de sacar lo mexi-
cano, representamos a ideas clara de lo que
tenemos como mexicanidad para así hacer
combinación con la fiesta nacional que se esté
viviendo en ese momento, por supuesto este
tipo de celebraciones no solo tienen que ver
con el cómo los celebran los mexicanos para
los mexicanos, Monsiváis menciona que mucho
tiene que ver con lo político, por ejemplo el mo-
vimiento de fechas para coincidir con ciertas
festividades y que a lo largo del tiempo van
creando la llamada Identidad Nacional.
16
 Como punto final quisiera puntualizar en que la identidad nacional no es un elemento indivi-
dual, es un elemento que es construido desde el poder y desde lo político.

Bibliografía

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óleo sobre tela. Colección particular. Imagen
tomada del libro: Eduardo Báez, La pintura
militar en el siglo XIX, México, Secreta
ría de la Defensa Nacio nal, 1992. p. 108.

17
 José Roberto Orozco Toledo

En el presente artículo se pretende dar cuenta de la construcción de la identidad muxe y cómo la

performatividad del género juega un papel importante en la conformación de esta identidad pero
partiendo de la influencia que tuvieron las normas de inteligibilidad construidas a partir de una cul-
tura de género en un proyecto de estado nación, donde se buscaba a parte de la identidad nacio-
nal, un ideal de la mujer mexicana y del hombre mexicano.

La época posrevolucionaria de México biológica del mexicano/mexicana

en los años 20’s dio lugar a un proyecto de Es-
tado Nación dentro del cual se involucraba no
sólo la formación de un carácter del mexicano
promedio y una identidad nacional, sino tam-
bién una cultura de género con pautas de con-
ducta, valores y aspiraciones las cuales limita-
ron el espacio relativo al papel y a las obligacio-
nes sociales de los individuos generizados.
De acuerdo con lo anterior Elsa Muñiz
nos va a decir que es el cuerpo de la mujer al
que se la reservó el cumplimiento de las reglas
del comportamiento femenino. “La gama de
comportamientos, actitudes, valores y aspira-
ciones reconocidos como legítimos tanto para
las mujeres como para los hombres, era reduci-
da y limitante, y quien rebasara estas fronteras
estaría fuera de la normalidad sociocultural y
ideal.” (Muñiz, 2002).
Para finales de los veinte y durante los
treinta la cultura respondía más a intereses po-
líticos y exaltaba lo autóctono y lo popular, los
símbolos debían servir para identificar y recono-
cer lo que era el objeto mismo del nacionalis-
mo: Debía valer para definir la “mexicanidad de
los mexicanos”, y era en la producción cinema-
tográfica nacional donde se expresaba nítida-
mente el papel que desde los diferentes discur-
sos se trataba de imponer a las mujeres y los
hombres mexicanos.
La cultura y la identidad nacionales se
llenaron de contenido histórico, étnico y moral.
El Estado se encargaba de regir los destinos
del país y de su gente a través de la consolida-
ción de una determinada cultura de género.

18
 Fotografía de Nelson Morales, tomada del artículo Vela muxe:
La tradición de la fiesta de la Sandunga de Olvera David

Una de las películas que se produjeron en ese contexto con intención de retratar a México
fue la película de “La Zandunga”, donde a través de la secuencia cinematográfica ¡Viva México! se
trató de proyectar a la cultura zapoteca, respondiendo principalmente a los intereses políticos que
trataban de resaltar lo autóctono como parte de una identidad nacional, pero en este caso con ac-
tuaciones que más bien respondían a la cultura del género que ya empezaba a tener fuerza. Si bien
no eran la representación del charro mexicano y la china poblana, los personajes generizados si
presentaban las características más comunes de éstas representaciones.

En relación a esto podemos decir que la construcción de la identificación de la mexicana

ideal, contribuyó a la par a una idealización de la mujer zapoteca, por ende ésta tuvo influencia en
la construcción de la identidad muxe debido a que la construcción de la identidad muxe está basa-
da principalmente en el rompimiento de las reglas impuestas del género, y en este caso específico,
la transgresión del lo que se espera ser un hombre y una mujer en México, que se dicta desde una
cultura del género surgida en un proyecto de estado nación.

Para entender mejor la construcción de la identidad muxe es necesario hablar qué se entien-
de por muxe. Se denomina muxe a aquellas personas que al nacer se les asigna el género mascu-
lino de acuerdo a su materialidad (“sexo masculino”), pero que en sus procesos de desarrollo y de
socialización se identifican y se asumen con los roles tradicionales de la mujer zapoteca istmeña.
19
 El término muxe forma parte de la lengua
zapoteca para nombrar a la otredad de los acto-
res heterosexuales y heteronormados en la cul-
tura “Binni Zá”, se desconoce la temporalidad
de su surgimiento, pero de acuerdo a la memo-
ria de algunas personas oriundas de la cultura
zapoteca, no siempre tuvo el mismo significado,
hace algunas décadas no era utilizado para re-
ferirse a lo que hoy se conoce como muxe, era
para referirse a las personas “miedosas”, para
denotar cobardía en alguien más. Antes del sig-
nificado actual de muxe se utilizaba el término
“Gue’u” que en lengua zapoteca significa
“coyote”, era utilizado para nombrar a los homo-
sexuales que iban a “cazar” (sexualmente)
hombres.
Con el paso del tiempo se les fue nom-
brando a las personas homosexuales con el tér-
mino de muxe y no el de “Gue’u”, sin embargo
en un contexto actual ya no se puede hablar
solamente de homosexuales cuando se habla
de muxes, porque se ha construido sociohistóri-
camente toda una identidad en torno a lo muxe
que va más allá de la sexualidad, se ha cons-
truido desde las discursividades de la ciencia
antropológica, de los medios de comunicación,
de las y los mismos muxes y de la sociedad za-
poteca.
Para explicar la identidad muxe es impor-
tante definir qué se entiende por identidad y
qué aspectos de ella intervienen específica-
mente en la identidad muxe, así mismo como
definir o traer a la discusión lo que se ha defini-
do como muxe.
Cruz Lorena define a la persona muxe
como “individuos que biológicamente nacen con
características masculinas, no obstante, en un
momento de su trayectoria buscan obtener el
reconocimiento familiar y social, como “muxes”
los cuales mantienen relaciones con personas
de su mismo sexo pero no de su mismo género
y reproducen los roles clásicos de la mujer en el
acto sexual.” (Cruz,2017) ella identifica que a lo
largo de los estudios clásicos de la Antropolo-
gía no se ha dudado en categorizar a los muxes
como un tercer sexo o un tercer género incluso,
han retomado la categoría de “tradición dos-
espíritus” para referirse a ellos.
Sin embargo Cruz Lorena dice que es
difícil aproximarse al fenómeno sin colar, desde
la conceptualización, términos que hacen senti-
do en un discurso académico permeado por la
lógica de categorías y formas de designar que
hacen eco de sociedades que sólo reconocen
la diferencia genérica a través de la dupla mas-
culino/femenino; así, por ejemplo, un estudio
clásico acerca de las relaciones sociales entre
los géneros en Juchitán ha hablado de
“homosexualidad institucionalizada” (Miano,
2002).
Con respecto a lo anterior la autora se-
ñala su primera crítica a los estudios clásicos
de la muxeidad la cual va de problematizar la
pertinencia de utilizar el lenguaje de “terceros
géneros” o de la tradición dos espíritus para re-
ferirse a muxes. Ella retoma el concepto de
identidad muxe y señala que uno de los ele-
20
mentos importantes que la constituyen es la como se diferencian de cualquier otra colectivi-
estética diaria y con base a eso hace una taxo- dad con la misma estructura de una vela tradi-
nomía de los muxes: cional istmeña.

 Las Vestidas: Muxes que en su día a día Por otro lado, retomando lo mencionado
utilizan vestimenta y adornos femeninos ade- en el estado de la cuestión sobre cómo enten-
más que adoptan una identidad “de mujer” der a la identidad, retomando a Eduardo Res-
cambiándose el nombre. trepo quien nos dice que “las identidades son
consideradas como procesuales, múltiples y
 Las pintadas: muxes que se maquillan
posicionales, que se constituyen en las repre-
 Muxes que nunca han utilizado ropa de mu- sentaciones, en el discurso, en el poder, es co-
jer porque en ocasiones es censurado de mo identifico la construcción de la identidad mu-
acuerdo a su clase social. xe, pero entendiéndolo como un acto performa-
 Muxes que sólo se visten con el traje regio- tivo, pues es a través de la performatividad y
nal para las festividades (Velas) los que estructuran a ésta como lo es el discur-
so y las practicas corporales que se constituye
la identidad muxe, en este punto coincido meto-
Los estudios identitarios según Busso,
dológicamente con Laaksonen quien plantea
Gindín, y Schaufler (2013) han adquirido un
leer el cuerpo muxe como un espacio transcul-
carácter prioritario bajo el contexto moderno o
tural que pone en discusión las representacio-
posmoderno actual, aquí señalan que “es muy
nes y los significados de la sexualidad indígena
conocida la preocupación en este debate por
en el contexto particular de Juchitán, para él
reconocer que las identidades son relacionales:
esto conlleva concreta y metodológicamente
es decir, existe el nosotros porque también
un doble ejercicio de registrar los aspectos dis-
existe un ellos, ese otro que permite afirmarnos
cursivos del performance verbal de los muxes y
como colectivo” así como sucede con la comu-
observar sus performances corporales. Utiliza
nidad muxe, quienes a través de su colectivi-
dos unidades de análisis: actos de habla y ac-
dad constituyen su identidad, una de sus for-
tos corporales ya que ambos enfoques actúan
mas es la festividad muxe, un ciclo festivo de
de forma complementaria: se explica el discur-
rituales que se realiza de manera anual para
so desde el cuerpo y viceversa.
celebrar su identidad colectiva, tales casos co-
mo la vela Sandunga en Unión Hidalgo o el de
Las Auténticas Intrépidas Buscadoras del Peli-
gro en Juchitán, quienes al significar la festivi-
dad como muxe la relacionan y la hacen parte
de su identidad colectiva, y es de esta manera

21
 Para él la utilidad del concepto performance (performatividad) descansa en su capacidad
de revelar los supuesto del comportamiento sexo-genérico en aquel momento cuando se rom-
pen las normatividades, en la cual hay elementos que los muxes incorporan en su comporta-
miento a partir del mundo social que los rodea, los naturalizan como parte integral de su perfor-
mance de género y su discurso, en este punto es importante aclarar que yo diferencio perfor-
mance de performatividad en el sentido que el performance es un acto único, fortuito y teatrali-
zado, mientras que la performatividad es un acto repetitivo la cual en el sentido de Butler se re-
fiere a la idea, ni autónoma ni subjetivista de actuar, sino al proceso de materialización en un
cuerpo de lo construido socialmente.

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Existencias transformadoras de los muxes
juchitecos: explorando identidades discursi-
vas y performativas de hacer género más
allá de la heteronormatividad.

22