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Mis doce conceptos de diseño

11 DICIEMBRE, 2013

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WRITTEN BY: MARIANGEL COGHLAN

COMPARTIENDO • DISEÑANDO • FILOSOFÍA

Así como la música surge del silencio, el diseño nace del


espacio.Mariangel Coghlan

Acaba de pasar mi cumpleaños y, como cada año, me gusta hacer una introspección y un recuento de lo
que he ejecutado, lo que he concretado, lo pendiente por alcanzar y todos los sueños por realizar. Es un
tiempo en el que me gusta darme un espacio de recogimiento, analizar mi camino y replantearme a dónde
voy y lo que espero.

Este año no ha sido la excepción y he vivido este momento entrañable junto a mi esposo, que me escucha
y me apoya, que me alienta y me exige a que dé lo mejor de mí y, sobre todo, me ayuda a dimensionar mis
metas y objetivos. Esta época del año, en particular, es un lapso de cerrar y comenzar a planear lo que
viene para el próximo; es también una oportunidad de agradecer y reconocer las bendiciones que tenemos
en nuestras vidas.

Parte importante de esta revisión del pasado y proyección del futuro es analizar en profundidad mi proceso
creativo, y reflexionar sobre los conceptos principales que rigen el eje central del diseño en mi firma de
interiorismo.

Los conceptos que guían mi labor como interiorista surgen —como para cualquier otro diseñador— del
espacio mismo, puesto que éste es la materia física que delimita el entorno que buscamos transformar,
mejorar, embellecer…

En mi práctica profesional percibo doce conceptos principales que estimulan mi creatividad para
transformar el espacio. Se los comparto.

Idea Rectora

Para comenzar a diseñar es necesario, antes que nada, una idea. Sin ideas es imposible diseñar. La idea
rectora es el eje central del diseño. Para llegar a tener una buena idea es indispensable dedicarle tiempo
al análisis, al estudio del espacio que vamos a intervenir y, especialmente, a la reflexión de lo que
esperamos lograr. Hay que pensar no un vez, ni dos, ni tres; hay que hacerlo la cantidad de veces que sea
necesario para llegar a la mejor solución. Después de tener el concepto de cómo queremos transformar un
espacio, tenemos que plantearnos que éste sea funcional, que sea práctico, cómodo, acogedor.
Funcionalidad

Un diseño que no es funcional es de alguna manera un absurdo; no podemos plantear una solución espacial
que no funciona para el usuario final. Parte central de la funcionalidad es la belleza; para mí algo que no es
bello, atractivo, estético, no puede de ninguna forma ser funcional. Algo que es “feo” —aunque sea
cómodo—, no funciona.

Estética

La cuestión de la belleza es tan intangible como complicada; cuando estamos ante algo bello percibimos la
belleza aunque no podamos explicar exactamente qué es lo bello en el objeto observado. Nuestra
percepción de la belleza puede depender de convencionalismos sociales, tendencias históricas o
evoluciones culturales, pero lo importante es que esté presente en los espacios que habitamos.

Innovación

Es común decir que un niño es muy creativo, que innova. Sin embargo, lo que en realidad los niños poseen
es espontaneidad. Para innovar o crear algo original, lo que se requiere en primer lugar es conocimiento
previo sobre el tema en cuestión; sin estudio, análisis y observación, no se puede crear algo auténtico: lo
original no puede surgir de la “nada”. Es importante señalar que en el diseño no se debe buscar la
autenticidad por la autenticidad misma, pues ésta únicamente es necesaria en la medida que sea justificada
por la funcionalidad o la estética. Crear espacios auténticos, originales, innovadores… cuando el espacio lo
requiere, ha sido un objetivo primordial en mi quehacer como interiorista.

Calidad

No podemos hablar de conceptos de diseño si no existe calidad: calidad en el proyecto, calidad en la


ejecución, calidad en la manufactura. El concepto de la calidad es indispensable para intervenir espacios, y
va muy de la mano con el cuidado de los detalles; al final del día, la vida es una hermosa escultura
construida de detalles.

Esencial

Para concretar el proyecto ideal es necesario contar con lo necesario, únicamente lo esencial, nada más ni
nada menos. Es una frase muy común entre los arquitectos decir que “menos es más”. No hay que tenerle
miedo a una pared vacía, a una estancia sobria; un color adecuado puede sustituir la falta de mobiliario o
accesorios.

Versatilidad
Ofrecer la posibilidad de realizar diferentes actividades en un mismo espacio enriquece un proyecto
especifico; tener esto en cuenta a la hora de diseñar nos permite enriquecer la propuesta.

Disposición

Un cuadro, por sí mismo, puede tener un valor artístico muy alto. Sin embargo, si lo colocamos en una
pared cubierta por un biombo, el disfrute de la obra quedará relegada al olvido. La distribución y orden del
mobiliario, accesorios y obras de arte incrementan las posibilidades del espacio.

Honestidad

En mi firma tenemos la convicción de que la honestidad debe permear todos los niveles del trabajo: en la
utilización de materiales sólidos, de calidad y durables; en la originalidad de los diseños; en las gestiones
de negocios; en la atención a los clientes.

Reutilización

Lo viejo es lo nuevo de hoy. Intervenir piezas ya existentes e incorporarlas en un diseño es una gran
oportunidad para darle un toque original a un espacio. Además, es una forma de ser responsables con el
entorno natural.

Color

La paleta cromática es mi pasión. Experimentar con la infinita gama de matices y colores que existen,
aplicados en diversas formas en un espacio, es una de las formas más fascinantes de transformar algo
ordinario en algo extraordinario.

Estilo Fusión+México

Nuestro país, como cualquier otro, es parte del enramado mundial de conexiones económicas, culturales
y sociales: todos somos afectados por las decisiones y acciones de seres humanos en latitudes muy
distantes; cuentan que el viento producido por el aleteo de una libélula en el Caribe puede acabar como
un tsunami en Asia. Mi estilo Fusión+México es el resultado de la reflexión sobre la interdependencia
internacional de tendencias del diseño de interiores a la luz de las maravillosas formas, colores y recursos
naturales que, muy particularmente, ofrece México.

Lo más importante al utilizar estos conceptos es identificarnos, mirar dentro de nosotros mismos —en
profundidad— y descubrir de qué estamos hechos. La vida es mucho más apasionante cuando uno es
dueño de una “identidad” que inspira.

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