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DE ÉPICA GRIEGA
ARCAICA
I N T R O D U C C I ~ NT, R A D u C C I ~ N Y NOTAS DE
ALBERTO BERNABE PAJARES
EDITORIAL GREDOS
Asesor para la secci6n griega: C w s Gmci.4 GUN.
INTRODUCCIdN GENERAL
procesos (y éstos, cuando ya estaban cerca, al marchar nido y la Danaida) hasta Corinto (con Eurnelo), Creta
el uno contra el otro), así como fue configurando un (con Epiménides) o Esparta (con Cinetón). Asimismo
repertorio de escenas típicas, todo ello para ayudar a que en Beocia. junto a Hesíodo, se disponía de un amplio
la prodigiosa memoria de los aedos en su esfueno de conjunto de leyendas que configuran el Ciclo Tebano,
recordar millares de versos sin la ayuda de la escritura l. y que incluso colonias como Halicarnaso contaban con
El abismo abierto entre Homero y H e s í d o y el resto bardos locales de la talla de Paniasis.
de los épicos griegos se ha ido perpetuando y ahondando En segundo lugar podemos ver la larga duración
en el curso de la tradición filológica. Es notable seiialar temporal que abarca la historia de la épica griega. Hunde
que, Frente a la ininterrumpida masa de ediciones, tra- sus raíces en época micenica, en la que se origina, y se
ducciones, exégesis, estudios y comentarios sobre la va conf gurando hasta pasar en el siglo vIrI por una fase
obra de Homero y la recientemente renovada atención creativa, que da lugar a la poesía épica de grandes p r e
sobre la hesiódica, el interés por el resto de la produc- porciones, luego, en el wr, por una fase reproductiva
ción épica arcaica es mínimo. Ello tiene en parte justi- hasta que, con el advenimiento de la escritura, el gknero,
ficación por la diferencia notable que existe entre leer nacido para la reproducción oral y que había configu-
una obra completa, como la Ilíada, y entresacar de un rado sus rasgos característicos de acuerdo con ella, se
par de fragmentos miserables y de una serie de testi- va transformando, haciéndose máis melodramático hasta
monios, alusiones indirectas, resúmenes o reelaboracjo que, en competencia con otros géneros nuevos, decae.
nes, el contenido de un poema como la Edipodia. Esta evolución, magistralmente t r n d a por Kirk 2, no
No obstante, creo que merece la pena realizar un es desde luego uniforme en toda Grecia. En ciertos luga-
cierto esfuerzo para aproximarse a esta riquisima tra- res, como el Atica, la épica autóctona se retrasa por la
dición, lo que nos permitirá cambiar radicalmente el influencia de la obra colosal de Homero, y en pleno
panorama de la poesía épica arcaica al valorar más aún siglo v podemos aún hallar la interesantísima figura de
la aportación de Homero y Hesiodo en el ámbito tradi- Paniasis, que nos ofrece aUn el género en plena vitalidad,
cional, así como comprender mejor el desarrollo de la mientras que otros épicos anteriores, como Eugarnón,
literatura griega de épocas posteriores que en muchos presentan todas las características de la decadencia del
casos se justifica e inicia precisamente en esta épica mismo.
desaparecida. Aunque decae, la tradición épica no se interrumpe, si
Veremos en primer lugar que la tradición a la que bien ya nunca recuperara la espontaneidad originaria,
vamos a aproximarnos abarca una gran extensi6n en sino que se moverá en un ámbito cuitista, libresco y
el espacio. Piácticamente toda la Hélade contaba con algo pedante y frío, que pasa por excepciones meritorias
una poesía épica local, desde la Argólide (con la Ford- como Apolonio de Rodas en el siglo 111 a. C., y llega a
Quinto de Esmirna y Nonno de Panópolis, ya hacia los
1 Cf. más información en la introducción del libro Himnos siglos IV y v d. C.
Homdricos y la *Butracomiomnguia~, introducción, traduccibn y
Madrid, 1978. y en la de A. M m W a las
notas de A. BERNAB~, 2 G . S.KIRK, The Songs of Homer, Cambridge, 1962. Hay tra-
obras de H~sfono,Madrid, 1978, ambos en esta misma colección. ducción española, Los Poemas de Homero. Buenos Aires, 1968.
10 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA I N T R O D U C C I ~ N GENERAL 11
Aunque hornogeneizado por elementos comunes (la lengua de la filosofía a personalidades tan ilustres como
lengua épica, el verso hexarnétrico y la fraseologia tradi- Parmenides.
cional), el genero abarca una temática muy variada. De El gran período de la épica griega arcaica es además
un lado, el llamado Ciclo Cpico, que fundamentalmente fecundador de otros géneros. En su seno, se van perfi-
constituye una aglutinación de diversas epopeyas, con lando cada i e z con más Firmeza una serie de líneas que
suficientes puntos de contacto entre ellas para no dejar van a configurar luego otros géneros, otros tipos de
hiatos y que pretenden cubrir las lagunas en la historia poesía y otras formas de pensamiento. Aunque mas
dejadas por Hornero 3. De otro, la poesía genealógica, adelante tendremos ocasión de comprobarlo en con-
que intenta una sistematizacion del mito y de la realidad creto, podemos adelantar algunos ejemplos. Así, la poe-
mitificada, tratando de presentarnos el transito hasta sía que trata de explicar por vía mitica el origen del
el orden actual del mundo desde el caos ariginario, por mundo dará paso, progresivamente, a la especulación
vía genealógica. A veces este tipo de poesía sirve a inte- filosófica, que se mueve inicialmente en un terreno muy
reses concretos, como son la legitimación de per,conas próximo al del mito. El intento de ofrecer un encadena-
o familias (haciendo remontar su situación a un epise miento de sucesos ordenados, frente a la economía de
dio mítico anteríor) o bien proyectando situaciones de acontecimientos de Homero, va a abrir paso a las narra-
hecho como el dominio de una ciudad por otra, a episo- ciones de 10s logógrafos y, de ahí, a la historia. La afición
dios que tuvieron lugar en el pasado. progresiva por los elementos fantásticos y por los episo-
Otra temática inagotable es la de los poemas de viajes, dios sentimentales, a la novela, todo ello, por no hablar
del tipo de la Odisea, que dan ocasión a que invadan el del papel que desempeñan obras como el Margites en el
terreno épico toda clase de temas de folk-tale o elemen- origen de la Comedia. así como el inagotable filón temá-
tos del cuento popular. En este terreno, la progresiva tico que el Ciclo proporciona a la tragedia ática o a los
precisibn topográfica e histórica nos orienta muchas líricos, especialmente a Píndaro. En suma, hemos de
veces sobre evoluciones paralelas de la historia comer- seiíalar que la mayor parte del material mítico que ha
cial, política o colonizadora, que desconocemos por pasado a los manuales de mitología griega, y a las repre-
otras vías. sentaciones iconografkas de todas las épocas procede
También el humor tenía cabida en el género, y de ahí en Último termino de este gran periodo creativo, como
que con toda la dignidad del verso épico, pudieran na- tendremos ocasión de ver.
rrarse con él las insensateces de un Margites o la gro- Por todo ello me parece interesante ofrecer aquí una
tesca lucha entre las ranas y los ratones en la Batraco- recopilación de lo que hemos podido salvar de esa enor-
rniomaquia. me tradición, ya que se trata de un material de difícil
Por último, habría que aludir a la literatura religiosa, acceso al lector no iniciado y raras veces traducido4,
o r a d a r , o especulativa, que se vierte también en esta pero que merece la pena conocer.
vía de expresión, tan flexibIe que serviría incluso como
4 Que yo sepa. no hay en español otra traduccibn de los frag-
3 Cf. A. SEVERYNS,«LIEthiopide d'brctiuos et la question du mentos de epica arcaica más que la de R. RAM- TORRES,Épica
Cycle tpiquea, Rev. de Fhil. 49 (1925), pi4gs. 153-183. Helena Posr-Homérica, M6xic0, 1963, que tiene la limitacibn de
12 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA ARCAICA I N T R O D U C C I Ó ~ \ ~GENERAL 13
para que no resulten meras palabras sin sentido, espero VEGA, Iiirroducción a Hornero, Madrid, 1963; A. ~ ~ A R T W ED~EZ
Z y
que podremos dar al lector siquiera sea un pálido refle- A. P E R ~ J I M ~ N I Z , Introducción a Heslo~o,Obras y fragmentos,
jo de lo que fue una rica tradición literaria perdida en Madrid. 1978, en esta misma coiecció~.
su mayor parte. Acerca de cuestiones de mitología y leyendas: L. W, Les
Iégendes lhébaines, Paris, 1905; C . ROBERT,Die Griechische Hel-
demage = L. PRELLW,Griechucche Mythologie, 11, Dublin-Xurich,
1921 4 [reimp. 19691; E. BarHe, Thebanische Heldenlieder, kipzig,
4. Bibliografía 1891; C. VUY, Les tégendes d u Cycle Troyen, Mónaco, 1957;
W . H. ROSCHER,Ausfiihrliches Lexicon zur griechischen und
Aunque en las introducciones a las diferentes obras romischen Mythologie, Leipzig, 1884 ss.
aparecerá un capitulo bibliográfico, creo interesante
citar aquí la bibliografía básica sobre estos autores. Ediciones de autores citados con más frecuencia:
Hornero: D. M. Momo y T. W. ALLEH, Homeri opera, 1-11,
Ediciones: F. D U e m , Cycli epici reliquiue, tras A. F. DIDOT, Oxford, 19ñ13; T. W. W ,Homeri opera. 111-IV, Oxford, 19172,
Homeri camina, Paris, 1845; F. DÜBNER, Fragmenta Asii, Pisandri, 1919 2.
Panyasidis, Choerili et Antirnachi, tras F. S. LBHE, Hesiodi c m - Hesíodo: F. SOLMSEN,Hesiodi Xheogonia Opera et Dies Scutum,
mina, París, 1841; J. G. C . ~ ~ ~ M S H E Hesiodi,
F F K L Eumeli,
, Cinae- Odord, 1970; R. H- y M. L. W m , Fragmenta Hesiodea,
thonis. Asii et Canninu Naupacli fragmenta, Leipzig, 1840; G. KIN- Oxford, 1967.
KEL, Epicomm Gruecorum fragmenta, vol. 1, Iffipzig, 1877; E. BE- Historiadores: F. JACOBY, Die Fragmente der griechischer Histo-
THE, Homer, vol. 11: Odyssee, Kyklos, Zeitbestimmung, Berlín, riker, Leiden, 1922. etc.
1922; H . G. Eve~m-WHITE, Hesiod, the Homefic Hyrnns and Apolodoro: J. G. Fruunt. Apoilodorus, rhe Library, Londres,
Homerica, Londres. 19363; T . W. ALLEN, Homen' opero, vol. 5, 1921. 2 vols. (Contiene el Pseudc~Apolodoro,vol. 2. págs. 121 SS.)
Oxford, 1446 2.
5 R.E.
A partir de ahora, citada PAULY-W~ssow~,
l . La poesía teogónica y la ~Titanomaguias
La poesía teogónica, cuya temática giraba en tomo al
nacimiento de las diferentes divinidades, y a batallas
entre dioses, fue un género al parecer mas extensamente
cultivado en la antigüedad griega de lo que la escasez
de restos puede hacer creer. Se ha dicho que era espe-
cialmente grata esta temAtica a Grecia continental, par-
ticularmente a Beocia, mientras los jonios sentían mayor
predilección por la épica de corte homdriw. Sin embar-
go, West l ha puesto de manifiesto que tal afirmación
es de un esquematismo excesivo y se basa en la mera
casualidad de que el principal exponente de la poesía
teogónica, Hesiodo, vivió en Beocia. Pero las huellas de
poesía teogónica en otros lugares de Grecia nos obligan
a admitir que uno y otro tipo de poesía épica se culti-
vaban en toda Grecia, sin que puedan adscribirse a re-
giones determinadas.
Sea como fuere, el paso del tiempo ~610nos ha dejado
completa una obra de esta temática, la Teogonía de He-
siodo, tal vez porque los elementos constitutivos del
mito aparecen sistematizados en ella con mayor cohe- fecha de cornposicibn del poema, si es que es el mismo
rencia y concisión y su valor literario era superior. La atribuido a EumeIo4, no puede ser posterior a la segun-
extensa lista de las demas producciones teogónicas anti- da mitad del siglo VII a. C.
guas quedó así reducida a fragmentos miserables. No
tenemos siquiera modo de determinar si todos los frag-
mentos que nos quedan pertenecen a la misma obra, 3. i Titanamaquiau o «Gigantornaquiau?
((
b ) La intervención de Heracles es posible en el frag- dosa autenticidad. Además del caso ya citado del fr. 2A.
mento 8 si la referencia al caldero del Sol alude al viaje se ha puesto en tela de juicio la pertenencia a la obra
que en él hizo Heracles. que nos ocupa de otros fragmentos. por motivos diver-
C) En el fragmento 2B Egeón se define como un Gi- sos. Así, Gigona, que también rechaza ZB, considera el
gante. fr. 6 como sospechoso, especialmente por motivos de
El estudioso que con mayor profundidad ha anaüzado léxico reciente, rastreando incluso en 61 una influencia
el tema de los Gigantes, Vian, niega tal interpretación 6, de Antístenes 9. Huxley lo rechaza la atribución a Eumelo
y señala que el sincretismo entre Titanes y Gigantes se del fr. 8, con argumentos no excesivamente decisivos.
produce en el siglo 111 a. C., con Calirnaco y Licobon. En cuanto al fr. 10 es poco probable que pertenezca a
En fecha antigua, los Titanes se hallaban perfectamente esta obra. Se atribuye generalmente a Hesíodo 11, pero
diferenciados de los Gigantes. Pueden citarse teoma- Severyns l2 lo considera como un excursus astronómico
quias, orientales y griegas como las de Museo y Timiris, de la Titanomaquia
en las que no intervenían Gigantes. AdemAs, S6focles y
Esquilo, que se inspiran profusamente en el Ciclo, no
aluden en ningún momento al tema. 5. Tentativa de reconstrucción de la temutica
En cuanto a Egeón no es un Gigante, sino un Centí-
mano, nacido de Cea y Ponto y que habita en el mar Carecemos de un resumen antiguo de la obra, lo que
(cf. 2A), características que no coinciden en absoluto nos deja sin apenas orientación para trazar su temática
con las propias de los Gigantes. ordenadamente. N o obstante, la comparación con otras
Consecuentemente, y dado que los Centirnanos sólo obras de tema parecido, como es el caso especialmente
se confunden con los Gigantes en el siglo III a. C., consi- de la Teogonia de Hesíodo, nos permitirá avanzar un
dera Vian preferible atribuirle el fragmento 2B a Eufo- tanto en este sentido.
ri6n7. Fuera de esto, nada, según este autor, permite En general, los poemas teogónicos se mueven en tor-
concluir que los Gigantes aparecieran en el poema de no a mitos de soberanía y tratan de explicar el orden
Eumelo. actual del mundo, regido por una divinidad suprema,
remontándose, primero a una cosmogonía, que narra
4 . Autenticidad de los fragmentos a O. GTGON, en J. DORK y O . GIGON,Der Kampf der Colter u&
Titanen, Olten y Lausana, 1961, págs. XIX-XX.
9 Para lo que remite a Heracles, fr. 4, 5 Dittmar, y al Gnomolo-
En una tradición tan poco segura como la que anaii-
~ i u mVaficanum N 11 Sternbach.
zamos, es natural que algunos fragmentos sean de du- 10 HUXLBY.Greek epic ..., piígs. S 2 7 .
11 Editado por M~RKELBACH-WESi en LOS Fragmenta Hesiodeu.
Oxford, 1967, como perteneciente a las Atlmtides (fr. 169-170);
6 F. VMN, La guerre des géanls, París, 1952. págs. 171 y SS. otros auto- lo incluyen en la AstrommIa.
7 Seguidor de Calimaco, que alude el primero a un gigante 12 A. Sniwurrs, Cycle..., págs. 171-173.
Briareo. d.J . U . Powm.~.Collectmecl Alexandrina. Chúord. 1925, 13 Como los define 3. P.V m . LQS origenes del pensamiento
Himnos IV 142-143.
pág. 57, k g . 166; CAL~MACO, griego, traducción espaüola, Buenos Aires, 1973 3, phg. 87.
24 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA ARCAICA TlTAN O M A Q U I A 25
los origenes del mundo y el nacimiento de los distintos y como origen de todas las cosas. Éter es un elemento
elementos que lo componen, mhs o menos divinizados. natural divinizado, origen del resto de los elementos.
Lo sigue una genealogia en la que en un primer estadio Con ello el autor de la Titanomaquia expresa en clave
nacen divinidades primigenias, monstruosas y violentas mítica lo que luego constituirá en las especulaciones de
(Titanes, Centímanos, Ciclopes, etc.) y en un segundo los Presocráticos una explicación filosófica del origen
estadio divinidades antropornorfas y m8s racionalizadas del universo, la búsqueda de una archb, d e ia materia
que se imponen cobre las anteriores y logran el orden originaria. Su respuesta basada en el Éter se anticipa
en el mundo. En estos poemas hay siempre un intento a las teonas de filoso€os como HerAclito, Arquelao y
de las derrotadas divinidades primigenias de rebelarse Diogenes de Apolonia.
y retomar al desorden originario, lo que lleva a una Seguía a continuación, de acuerdo con el fragmento
batalla contra la divinidad antes victoriosa. Ésta, sin I A , la unión mítica de Urano (el Cielo) y Gea (la Tierra)
embargo, resulta finalmente triunfadora de nuevo y ase- y una genealogía de divinidades primigenias. Si compa-
gura así el orden universal y una correcta distribución ramos lo que sabemos de la Titanomaquia, con el co-
de funciones. Como resultado, la soberanía se distribuye mienzo de la Teogonía de Hesíodo echaremos de ver
entre las divinidades que han combatido del lado del ciertas diferencias. La genealogía de la Titanomaquia,
vencedor, según nos relata Homero l4 en boca de Po- a juzgar por las pocas referencias de que disponemos,
sid6n: presenta en su origen el siguiente esquema (cf. IA,
IB, 21
Pues tres somos los hermanos n los que parió
-I
Rea de Crono: Zeus y yo, y el tercero, Hades, que
reina en el mundo inferior. Todo quedó dividido
en tres, y cada uno obtuvo una honra: yo obtuve Tierra Mar
por suerte habitar por siempre el grisáceo mar.
Hades obtuvo la nebulosa tiniebla, y Zeus obtuvo
el ancho cielo, en el éter y las nubes. La tierra es Ceotimanos ~íclopes EgeÓn
aun corndn a todos, así como el grande Olimpo.
Hesíodo en cambio parte de Caos como elemento pri-
Es en este esquema general en el que hemos de tratar mario, y el mar no interviene como pareja de la Tierra.
de insertar los diferentes episodios sobre los que nos En cuanto a Briareo, que Homero identifica con Egeón IS,
orientan los fragmentos conservados. es un Centímana, hijo de Cielo y Tierra en TeogoníaI6.
El poema comenzaría, como dijimos, por una cosme Es curioso que ambos rasgos diferenciales aparezcan en
gonía, de modo semejante a lo que haliamos en los ver-
sos iniciales de la Teogonía de Hesiodo. En efecto, los ' 5 Iliada 1 403-494: el Cenlimano a guien los dioses llaman
fragmentos 1B y 1C aluden a Eter como padre de Urano Briareo y todos los hombres, Egedn, Los dos nombres se deben
a la idea de que los dioses hablan una lengua especial, diferente
a la de los hombres.
14 Iliada XV 187-193. 16 HES~ODO, Teogonia 147 SS.
26 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA ARCAICA
una cosmogonia que Apolonio de Rodas pone en boca nombres en la Teogonía; pero el escoliasta citado en el
de Orfeo 17: fr. 2A dice que son tres nombres de una misma persona.
Cantaba cómo la Tierra, el Cielo y el Mar, uni- Aún habría que añadir otra dificultad: Egeón es hijo
dos antes entre sí en una sola forma la, se separa- de Gea y Ponto según ZA, pero es un Centímano, y como
ron unos de otros por causa de una disputa des- tal, sería hijo de Urano y Gea. La tradición al respecto
tructora. es, pues, muy dudosa y confusa de antiguo.
Por lo que sabemos de otras Titanomaquias, como la
La unión sexual del Cielo y la Tierra es un motivo narrada por Hesiodo como un episodio de su Teogonia,
mitológico común, conocido en múltiples h b i t o s cul-
estos poemas comportaban un combate entre la divini-
turales, basado en la idea de que la lluvia que fertiliza
dad suprema establecida al fin d e la genealogía (en este
la Tierra es la simiente del Cielo que la fecunda. LO que
caso Zeus) y las fuerzas primigenias, los Titanes, como
no sabemos es cómo tendría lugar en nuestro poema la
aliado de los cuales, según 2A combatiria también Egeón.
separación de los elementos primigenios.
Naturalmente, Zeus sale victorioso del empeiio. Con
La progenie de Urano y Gea son los Cíclopes y los Cen- toda probabilidad es esa victoria la que provoca en el
tímanos. Ignoramos qué papel tendrían los Ciclopes en padre de los dioses una alegría que lo mueve a bailar
el poema. En otras fuentes antiguas aparecen con fun-
en el fragmento 5 p .
ciones diferentes. Así, mientras en Hesíodo l9 son seres Los principales antagonistas de Zeus en la lucha son
de un solo ojo que fabrican el rayo de Zeus en recom- los Titanes. Se sabe que la designación con nombres
pensa por su liberación, en la Odisea son pastores salva- para cada uno de los Titanes por Hesíodo es un hecho
'
jes, mientras Helánico distingue los que construyeron secundario. Originariamente eran un grupo sin indivi-
muros que, como los de Micenas, aún hoy llevan el nom- dualidades y en número indefinido, como las Nereidas,
bre de ciclópeos, de los otros dos grupos. las Musas, etc. Esencialmente representan los dioses
En cuanto a los Centímanos, es de notar que Hesiodo primigenios en Hesíodo 23 para quien son hijos de Ura-
no los conoce como grupoa, sino que se citan por sus no y Gea, que habitan en el Tártaro sin papel en el nuevo
17 APOLONIO RODIO,1 4%. Pese a ser Orfeo el que la narra. orden. Conocemos como paralelos de éstos unos dioses
no tiene nada que ver con las cosmogodas 6rficas. Como señala primigenios, que aparecen tarnbitn sin designación indi-
G. S. K m en G. S. Krw y J. E. RAVEN.Los fildsofos gresoc~d- vidual en poemas de soberanía hetitas como el Canto
ricos, traduocion española, Madrid. 1969, pAg. 55, n. 2. Apolonio
pone en boca de Orfw la versi6n que le parece la más antigua de Ullikurnmi, y asimismo hay personajes semejantes
entre las que conoce. en poemas babilónicos, como el Enuma EIES. Por tanto,
18 Esa forma única entiende HUXLEY, Greek e pic..., phgs. 2&27. o bien son divinidades importadas de Oriente en el mar-
seria el Éter. elemento indiferenciado originario. Este autor su- co de los mitos de sucesión, o bien son divinidades mi-
pone que probablemente es la Titanomaquia la fuente de esta
versi6n. GIGON. Kampf.... piig. XIX. no cree conciliable la seriedad y
19 HESIOCIO, Teogonh 139 ss. gravedad del acontecimiento y de Zeus y piensa en la posibilidad
m H-co, fr. M. de una escena de la infancia de Zeus, bailando en Creta con los
21 Hecuróncheiros sólo aparece como adjetivo de Briarec+Egeón
Curetes. cf. CAL.~MACO. Himnos I 52-54.
en Iliada I 402. a H s i o o o , Teogonln 424.
28 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA TITANOMAOUIA 29
cénicas de índole similar a las orientales. En todo caso de su viaje celeste. El xgiror del cielo que menciona
su carácter secundario y derrotado se pone de maní- Higinio se basa en la idea de que el cielo gira para pasar
fiesto en el hecho de que en tiempos históricos no hay de Ia noche al día. En cuanto a Étope es el que con su
huellas de su culto 24. calor hace madurar las cosechas. La pareja es, pues,
Hay otros temas aludidos en el poema, sin que resuite desigual, formada por dos elementos desparejados, un
ya clara su localización dentro del mismo. Así ocurre caballo con función estacional, veraniego, sin su contra-
con los fragmentos que se refieren a los recorridos del partida estacional invernal. y otro con funciones diarias,
Sol. Es difícil que el Sol abandonara su puesto para hacer subir el carro, sin contrapartida de otro que lo
intervenir en la batalla, y parece más probable que se haga bajar, como pone de manifiesto Gigon. En todo
trate de un excursus 25. En el fr. 3 se habla de sus caba- ello parece haber huellas de una confusión, producida
llos de tiro, cuatro, dos yeguas uncidas, esto es, en la antes o después, entre elementos míticos diferentes.
parte interior del tiro, y dos caballos, uno a cada lado Todo esto en cuanto al recorrido diurno del Sol. De
de las yeguasa. Los nombres de las yeguas, Bronte y noche, viaja en una especie de cuenco o caldero, según
Estérope (~Truenosy relámpago^) son los mismos que se nos dice en el fr. 8. El tema, no aludido por Homero,
los de los Ciclopes nacidos de la tierra en la versión y que tiene paralelos en los Vedas", nos es conocido
hesibdican. Pero en Hesíodo, junto a esta interpreta- por Mirnnermo y Estesícoro. El Sol,tras haber cruzado
ción que relaciona los truenos y reldmpagos con los el cielo en el carro de caballos, navega de noche por el
Ciclopes, en cuyo taller se fabrican, se alude en otro Océano (cuya corriente se suponía que circundaba la
lugara a una relación de estos mismos fenómenos natu- tierra), hacia el Este, adonde Uega antes del alba, para
rales con un caballo, Pdgaso. La conexi6n de los truenos volver a emprender su recorrido diario. En boca de
y reldmpagos con los caballos del Sol refleja una expli- Mimnermo 3:
cación de estos fendmenos a partir del resonar de los
cielos bajo los cascos de estos miticos caballos. En Al Sol le tocó en suerte el destino de trabajar
cuanto a Eoo y Etope tienen relacit5n con elementos todo eI día, y ni él ni sus caballos tienen descanso
diferentes. Eoo, esto es emañanero~u aorientala, alude alguno desde que la Aurora de dedos de rosa sube
al momento de la subida del carro del Sol al comienzo al cielo saliendo del Océano; porque por en medio
de las olas un bellísimo lecho, forjado en preciado
oro por las manos de Hefesto, cóncavo", provisto
Cf. el excelente eslado de la cuestih en WEST, Hesiod ..., pA-
ginas 2#%. Intentos de mayor precisi6n al respxto no han teni-
do éxito. Tampoco la etimología de la palabra ha logrado aclarar CE. E. S m , ~ D e rNachtweg der Sonne nach der vedischen
la cuestión. Anschauunga, Nach. Gess. Gott. (1923). 1 SS.
Para lo referente a estos fragmentos seguimos la interpreta- MIMHERMO, fr. 10, de F. R. hrunos. Lfricos Griegos, I. Bar-
ci6n de CICON,Kampf ..., pág. XVIII. celona. 1956, de donde se toma la traducción.
a ES de destacar que los tiros de cuatro caballos son des- 31 La etec~i6nde la forma cdncava puede deberse a la forma
nocidos por Hornero. que sólo menciona los tiros de dos. redonda del sol, cf. KIRIE-R~IYEN, Fildsofos..., phgs. 29 y SS.,donde
n H~sfowi, Teogonia 139-141; cf. A m m o , 1 1. 1-2. se señala Ia penrivencia de esta idea en un fragmento de Hed-
HEsfono, Teogonia 284286. clito (22 A 1 Diels-Kranz).
30 FRAGMENTOS DE GPICA GRIEGA ARCAICA TITAKO MAQUIA 31
de alas, velozmente le lleva, dormido, sobre la su- Ceto, unida en amor a Forcis, parió en último
perficie del agua desde el país d e LIS Hespérides a lugar una terrible serpiente que en las entrañas
la región de los Etíopes, donde están esperándole de la tenebrosa tierra, con sus grandes espiras,
su rápido carro y sus cub~lloshasta que llega la guarda las manzanas de oro.
Aurora, hija de la mañana; allí monta en su carro
el hijo de Hiperión. Severyns M cree que el poema aludía también a la divi-
nización de Heracles. En Hornero, Heracles es mortal n,
Estesícoro se refiere a ello en los siguientes términos ": mientras que en un pasaje que la critica antigua ateti-
AI tiempo que la fuerza del hijo de Hiperion zabaMse le menciona como deificado. Este autor piensa
penetró en la áurea copa para llegar, atravesando que la fuente de estos versos es la Titanornaquia.
por el Océano, hasta el fondo de la sagrada noche h s fragmentos 6 y 7 se ocupan del centauro Quirón.
tenebrosa. Mucho se ha hablado del origen de los centauros. En
un ponderado balance de la cuestih, Kirk señala que
Parece que podemos poner en relación con este tema son una creación especificamente griega, del ambiente
la mención de las Hespdrides en el fr. 9, ya sea porque de las montañas que rodean la llanura de Tesalia, sin
se aludía a ellas como punto de partida del viaje noc- paralelos en oriente, que presentan características de
turno del Sol, como en el fragmento de Mirnnermo, ya ferocidad y salvajismo, con la excepción precisamente
sea porque se incluía una narración de la visita de He- de Quírón, centauro bentvolo e ilustrado en toda clase
racles a1 jardín de las Hespdrides, posibilidad admisible de artes y habilidades y dotado para la enseñanza de
por el hecho de que el fragmento de Estesicoro se encua- las mismas. uEn suma, Quirón representa el surnmum
dra en la Gerioneida, que narra el episodio de Heracles de la cultura, mientras que el resto de los centauros
y Gerión, referido tambidn por Apolodoro 11 5.10. En representa a la naturaleza en la forma más imprevisible
este episodio, Heracles hizo uso del caldero del Sol para y anticultural». En nuestro fragmento 6 se ponen de
hacer la larga travesia, y es posible que en la Titan* manifiesto estos aspectos positivos y docentes de Qui-
maquia se aludiera al tema. El mal estado del texto nos rón. Kirk explica esta contradicción a partir de una
impide saber quidnes guardaban las manzanas de las dualidad intencional que recoge la existencia de aspec-
Hespkrides, frutos miticos de oro, identificados en una tos de1 mundo natural, ya benignos, ya violentos según
interpretaci6n racionalista del mito con cítricos desde las circunstancias. Así Quirón es el prototipo de los
fecha tan antigua como Antífanes s.Huxley piensa que aspectos positivos en contraste con los demás centauros,
quhi en este punto coincidiera la Titanomaquia con la prototipos de los aspectos negativos %
versión de la Teogonfa de Hesiodo?
36 SI~V-UYNS. Cycle ..., pigs. 175 y SS.
Q , 17 en D. P A ~Supplemmtum
E s m í c o ~ ofr. , Lyricis Graecís, 37 Ilfada XVIII 117-119.
Oxford, 1974. -is Odisea XI 602.
33 ANT~FANES,fr. 56. 39 G. S. KIRK,El Mito: su significado y funciones en f a dis-
3 H m ,Greek epic .., phg. 27. t i n t a culluras, traducción española, Barcelona, 1973, págs. 189 y SS.
3 Heslo~o,Teogonia 333 ss. a CE. lo dicho supru sobre la discutida antigüedad del fr. 6.
32 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA TITANO M A O U I A 33
En el fr. 7 la historia del nacimiento de Quirón es mis. Orión, al verlas, se enamoró de ellas y su
etiol6gic.a. Dado el carácter mitad caballo mitad hombre deseo le impulsó a perseguirlas. Ellas, a punto d e
de los centauros, se atribuye esta forma mitad y mitad ser capturadas, suplicaron a los dioses que lar
a la intervención de un caballo en su concepción. cambiaran de naturaleza. Zeus, que tuvo piedad d e
En todo caso, desconocemos la función en el poema ellas... las transformo en estrellas. Eran llamadas
del centauro Quirbn, si aparecía simplemente en un Pléyades, a causa de Pléyona, su madre.
momento de la genealogía, o bien como un excursus, o Dicen que Electra, como no quería contemplar
intervenía activamente en el combate, haciendo uso de el saco d e Troya por ser una fundación de uno d e
sus conocimientos medicinales para la curación de sus descendientes, abandonó el lugar que ocupaba
heridos. entre las estrellas y por eso, aunque eran siete,
Resulta poco claro el contexto en el que se insertaría quedaron e n seis.
el fr. 4. Se ha pensado que podría tratarse de la des-
cripción de un escudo, aunque pueden proponerse otras El motivo de Severyns para introducirlo en esta obra
interpretaciones. Gigon 41 recoge otras dos: podría alu- es pensar que el Titán Atlante intervenía en el episodio
dirse al estanque de Delos en el que Leto parió a sus de las manzanas de oro de las Hespérides, narrado en
hijos, o bien una descripción del Océano, sobre el que la Tilanomaquia, por lo que era de esperar una reIacion
el Sol marcha en su caldero. de su genealogía.
Si pertenece a esta obm el fr. 10, la Titanomaquia En cuanto al fragmento 11, muy Fragmentario y cuya
incluiría una digresión astronómíca. Atlante es u n titán pertenencia a este poema no es del todo segura, nos pre-
y sus hijas, las Plbyades, una constelaci6n. senta una escena de la batalla propiamente dicha en la
Severynsa inserta aquí asimismo un fragmento que que Febo Apolo aparece como auxiliar de Zeus.
Allen considera perteneciente al Saco de Troya, aunque
presenta el testimonio del escolio desde más atrás:
Estas Pléyades son las hijas de Atlante y Pléyo- 6. Bibliografía
m,y cuyos nombres son: Maya, Teígeta, Celeno,
Mérope, Electra, Astdropa, Alciona. Ediciones: K m , Epicufum..., págs. 54; ALUN, Homeri opera,
págs. 110111; O. CIGONen J. D o ~ cy O. GIGON.Der Kampf der
Atlante, uno d e los GigantesU, Iras haberse uni-
Gotter und Titanen, Olten y Lausana, 1%1, págs. l(F11; EVELYN-
do a Pl&yona, la Ocedníde, tuvo siete hijas que, W H ~ psgs.
, 48042.
complacidas de su virginidad, cazaban con Arte- Estudios: RZACH,S. V. Kyklos, e n PAULY-WISSOWA, R.E., 22, 2354-
2356; A. S ~ Y N SCycle , ..., psgs. 1 6 5 1 n G. L. H m , Creek
Quirón es tambikn protagonista de un poema hesi6dic0, cf. H ~ s f o - epic.... phgs. 19-30; J. D~LIIGy O. GrcoH, Kam pf...; F. Vrm, La
DO, fr. 285285. guerre des Géants, París,1952.
41 GIGON.Karnpf ..., phg. XIX.
4 S w w r ~ sCycle
. ..., pág. 171.
u La consideración de Atlante como un gigante es error del
escoliasta, cf. lo dicho supra.
34 FRAGMENTOS DE ÉPKA GRIEGA ARCAICA
1s
Cielo era hijo de Éter, según el que escribid la T i t a n o m q u i ~ .
Anecdota Oxoniensia 1 75 Cramer
proceden del área del subconsciente, en una especie de de toda clase de monstmos, esto es, de héroes como
adscripcidn imaginativa a dioses y h h e s de nuestros con, en Grecia, Heracles y Teseo. TaI afirmación puede
deseos primarios y de su cumplimiento, uas la necesaria comprobarse por diversas vías, tal y como ha sido pues-
renuncia a los mismos. Se@ este priucipio, el mito de to de manifiesto por Kock ',principalmente por el testi-
Edipo procede de un momento de la sexualidad int'antil monio de Corina, poetisa beocia y, por tanto, más pró-
en el que la elección de objeto recae sobre la madre, xima a la tradición local originaria, que le atribuye a
lo que lleva implícita la consideración del padre como Edipo el triunfo sobre otros monstruos, como la Zorra
rival. Toda persona pasa, según Freud, que acuña en de Teumeso así como por la existencia de representa-
1910 el término de acomplejo de Edipos, por tal fase en ciones en las artes plásticas de Edipo enfrentándose con
su niñez. No obstante, Malinowski ha puesto de relieve las armas en la mano a una Esfinge en actitud amena-
el hecho de que tal complejo sblo se produce en culturas zadora.
de autoridad patriarcal y no en las de estructura ma- Como veremos con mayor detenimiento en el apartado
triarcal 5. siguiente el estadio original de la leyenda no incluía
Asimismo, y fuera ya de la cuesti6n de los orígenes, una serie de elementos que luego serán propios de la
se ha señalado la gran influencia que sobre la mnfigu- misma, sino se va configurando progresivamente y va
ración de ,este mito ejercen los temas del cuento popu- perdiendo algunos de sus rasgos originarios y adqui-
lar: el monstruo que aterroriza a la región, el acertijo riendo otros nuevos hasta alcanzar en ia tragedia, fun-
y la victoria del hdroe sobre el monstruo, premiada con damentalmente con el Edipo Rey de Sófocles, una
la boda con la princesa del reino, etc., etc. inmensa complejidad y profundidad.
Pero dejando aparte la compleja cuestiún del origen
remoto del mito S, que nos Hevaria muy lejos en el terre-
no siempre resbaladizo de la hipótesis, el hecho es que 4. Tentativa de reconstrucción de fa aEdipodium
la forma original de la saga de Edipo no tiene mucho
que ver con el hdme inteligente que resuelve el enigma El gran problema es, pues, determinar a partir de los
de la Esfinge y el ansioso investigador del culpable de miserables restos que nos quedan la configuración y e1
la peste de Tebas que acaba por descubrirse a si mismo desarrollo que el mito de Edipo tenía en los seis mil seis-
como motivo de la plaga, por lo que debe sufrir un cientos versos que, ile acuerdo con la Tabula Borgiana,
castigo, tal y como se nos aparece en el Edipo Rey de componían la Edipodin. En este sentido, la informaci6n
S6focles. En su origen Edipo se alinea más bien en la
serie de héroes protectores, vencedores por su fuerza
7 KOCK.aOidipus...D. pBgs. 10-11.
Hsica, y no por sus cualidades morales o intelectuales, 8 C O ~ N Afr.
. 19 Page (Poet. Mel. Gr.,672 = Escolio a Eun'pi-
des. Fenic. 26). Sobre la Zorra de Teumeso. d. también el frag-
5 Cf.M. GRANT. Myths of the Greekí and Romans, Londres,
mento 2 de Eptgonos.
9 Emprendida por B ~ H E ,
Thebmirche..., luego por C. R o ~ T ,
1963, phgs. 228 y SS.
6 Que por otra parte tiene paralelos en otras culturas. cf.
O i d i w , Berlín, 1915, y seguida por múitiples estudios, d.recien-
temente V U I G I . ~ ~aE, dipo..... y KOCR,aOidipus.....
FRAZER,Apdodorus, vol. 2, págs. 370 y SS.
44 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA EDIPODIA 45
de los fragmentos propiamente dichos es muy escasa. habían castigado a k y o por SU impiedad m rela-
Concretamente se reduce a dos datos: la devoración por cidn con su inicuo amor por Crisipo '2, al que rapto
la esfinge del hijo de Creonte, Hemón, como culmina- de Pisa. Era la Esfinge, segun se describe, un ser
ci6n de una serie de víctimzis (fr. 2) y la referencia a con cola de serpiente. Apoderándose de grandes y
una segunda boda de Edipo, esta vez con Eungania, pequetios, los devoraba, y entre ellos, también a
la hija de Hiperfante (h.l ) , bien entendido que es de Hemón, el hijo de Creonte, y a Hipio, el hijo de
ella, y no de Epicasta (otro nombre de la Yocasta sof& Eurinorno, el que hubírr combatido con los Cen-
clea) de quien tuvo sus cuatro hijos, a saber, Eteocles, tauros. Eran Eurinomo y Eyoneo hijos de Magne-
Polinices, Antígona e Ismene. t e el EdIida y d e Filddica. Hipio, aunque era un
Para tratar de completar el panorama de la temática extranjero, fue muerto por la Esfinge, y Eyoneo,
de la obra debemos recunir a una serie de testimonios por Enómaco, del mismo modo que los derncis pre-
indirectos. El m8s extenso de ellos es sin duda un epíte tendientes u.
me atribuido a Pisandro, probablemente un mitdgrafo Luyo fue el primero que tuvo este amor ilícito.
helenístico, que se nos ha conservado en un escolio a las Crisipo, por vergüenza, se dio muerte con su espa-
Fenicias de Eurípides, 1760. Se ha discutido mucho so- d a Entonces Tiresias, sabedor, como adivino que
bre la validez del testimonio de Pisandro como fuente era, de que Layo era aborrecido por los dioses, 10
de parte del argumento de la Edipodk lo. E n todo caso disuadid d e seguir el camino hacia Apolo ", acon-
parece que hay buenos motivos para aceptar que Pisan- sejdndole que hiciera mejor sacrificios en honor
dro conocía, si no la Edipodia original, si un resumen de la diosa Hera tutelar de los matrimonios 15.
de la misma, aunque es claro que hay una cierta moder- El lo desdeñaba, pero cuando partió por fin, fue
nización de algunos detalles a partir de otras fuentes. muerto en la encmijada él y su auriga, porque
como luego se ved. Merece, por tanto, la pena recoger había golpeado con su ldtigo a Edipo.
entero este testimonio ": Tras matarlos, los enterró en seguida con sus
Cuenta Pisandro que la Esfinge les fue enviada mantos, pero se apoderd del cinturdn y & la e s p -
a los tebanos desde las m& remotas regiones de da d e h y o y se los llevó consigo. Tras cambiar de
Etiopía debido a la cólera de Hera porque m direccibn el carro, se lo entregd a Pdlibo.
Luego se cmd con su madre, una vez resuelto el
enigma.
10 Cf. el razonamiento detenido de los argumentos en pro y
en contra por VUIGLIO, ~Edipo ...B. págs. 158 y SS., y E.L. KOCK, 12 Un hijo de Péiope.
u Pretendientes de su hija a los que retaba a una Earrera Y
aThe Peisandros Schoiium, its sources. unity and relationshíp to
mataba, si los vencía.
Euripides' Chrysippos~,Acto Class. 5 (1%2), págs. 15 y SS. 14 Lo que impiica el desen de layo de consultar el oráculo de
11 PISANDRO, fr. 10 Jacoby. Compárae la versión próxima a la
Apolo. No obstante. eso m implica que se tratara expresamente
de Sófocles de APOLODOR~, III 5, 7 y SS. El estilo del escoho es
desmañado y con grandes saltos, pues se h i t a a recoger los
de Delfos.
15 Divinidad a la que, por tanto. afecta especialmente la trans-
aspecios que le interesan. gresión de Layo.
46 FUGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA
Después de eso, tras haber celebrado unos sacri- de la esfinge tiene con el de1 abandono de Edipo aiáo.
ficios en el Citerón, regresó, llevando a Yocasta en Tal vez Layo, antes de la aparicih de la Esfinge, conoce
'
el carro. Al llegar a las cercanías de aquel lugar y la profecía acerca de la suerte que le esperaba a manos
acorddtzdose de la encrucijada, le mostrd a Yocasta de su hijo, por 10 que abandona aI niño y se niega a
el lugar, le refirió el asunto y le ensefid el cintu- tener más descendencia, recurriendo al amor homose-
rón. Ella se afectó terriblemente, pero no obstante xual, y motivando así la aparición del monstruo, pero
guardaba silencio, pues no sabia que era su hijo. ésta no es más que una de las secuencias posibles de
Después de eso IIeg6 un anciano caballerizo de ]a acción.
Sicidn que se lo contó todo: cdmo lo había hallarto, Al escoliasta no le ha interesado tampoco el tema del
se habh hecho cargo de él y se lo había llevado a abandono de Edipo (s610 el de su reconocimiento por
MLrope. Al mismo tiempo le enseñaba los pañales el caballerizo) que conocemos por otras fuentes, según
y le pedía una recompensa por haberlo salvado. las cuales Edipo fue abandonado tras sufrir en sus pies
Así se supo todo. la mutilación que motiva su nombre *pies tumefactos~.
Dicen 16 que después de la muerte de Yocasta y Siguiendo con la narración de Pisandro, éste parece
su propia ceguera se casó con la doncella Eu& aludir a una discusión entre Layo y Tiresias, adivino
gana 1; de la que le nacieron los cuatro hijos. Has- que debía tener un papel importante en el poema, que
ta aquí, lo que dice Pisandro. se data en un momento anterior al desarrollo del oráculo
délFico. Es posible que, en la configuración original del
El epítome de Pisandro nos ofrece una explicación del tema, Tiresias tuviera la funci6n que tiene el oráculo
motivo de la presencia de la Esfinge en Tebas. La home délfico en las versiones posteriores.
sexualidad de Layo (la primera de la historia según esta El hecho es que, cuando Layo trata de aplacar a la
versión del mito), que causa la muerte por vergüenza diosa irritada, muere en una encrucijada, precisamente
de Crisipo, atenta contra Hera en cuanto que es la divi- a manos de su hijo, que lo desconoce, cumplitndose así
Ndad que tutela el matrimonio, y debe ser castigada. la primera parte de la profecía que anunciaba que Edipo
Como los tebanos no lo hacen, la diosa envía este azote mataría a su padre y se casaria con su madre. La encru-
sobre la ciudad. No sabemos si el motivo remontaría o cijada forma parte esenciai de los detalles del mito des-
no a la Edipodia. No hay argumentos sdlidos ni en favor de sus orígenes, así como el tema de la prueba (en este
ni en contra de esta posibilidad 1'. caso el cintur6n y la espada de h y o ) , que servirán para
Tampoco podemos esclarecer el momento en que la su reconocimiento, motivo éste tan propio del cuento
Esfinge haría su aparición, ni la relaci6n que el tema popular.
Edipo se dirige a Tebas en el momento en que la
esfinge azota la regidn. Acerca de la esfinge disponemos
16 El plural parece indicar la udhci611 por Pisandro de otras
de algún testimonio adicional. Hesíodo '9, que la llama
fuentes, además de la Edipodia.
17 Hay diferencias pequeñas en el nombre de la segunda espw con su nombre beocio, Fix, nos dice que era hija de
sa, cf. el testimonio de la Odisea X I 271 y ss.
18 Cf. Kocñ, ~Peisandros ...R. pigs. 27-31. '9 H ~ s i o o o ,Teogonia 326.
48 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA EDIPODIA 49
Orto (el perro de Gerión muerto por Heracles) y la ~urípides.y en la Antígona de Sofocles. En este punto
Equidna, un monstruo mitad ninfa y mitad sierpe. hay que hacer notar que probablemente Hemon es ofre-
Resulta curioso que el epítome de Pisandro la describe =ido al monstruo como víctima expiatoria, en su calidad
con cola serpentina, frente a la bien conocida imagen de hijo del rey, como en otros mitos les ocurre a Andrir-
de la Esfinge como un monstruo de cabeza de mujer meda y Hesíona *.
y cuerpo de le6n alado, procedente de Egipto. De igual Tras estos hechos, Pisandro nos dice que Edipo se
modo que hay variantes en la imaginería de la Esfinge, casa con su madre, una vez resuelto el enigma. La tradi-
se han propuesto diversas interpretaciones del origen ción refiere que el enigma que la Esfinge proponía era:
de su leyenda. Algunos han querido ver en ella una répli- a;cuál es el ser que, dotado de una sola voz, anda pri-
ca femenina de los monstruos masculinos ávidos de mero a cuatro pies, luego a dos, luego a tres?s y su res-
doncellas y que deben ser aplacados por el tributo de puesta, uel hombre, que primero anda a gatas, luego
las mismas, basándose en que la EsEinge sólo devora sobre sus dos piernas y por Ultimo, apoyándose en un
jóvenes y en los epítetos que definen a HemOn en el bastónm.
fragmento 2. Otros piensan que la Esfinge no se w a c - Se ha sostenido que ésta sería una de las moderni-
teriza por su libido, sino que es una devoradora de car- zaciones de la leyenda introducidas por Pisandro, y que
ne cruda. Es posible que, como piensa Vian* ambos en su origen, el combate con la Esfinge sena un com-
aspectos coexistieran en la leyenda original de un modo bate de fuerza ". Ademh, la investigación ha puesto de
confuso. manifiesto que el tema del acertijo es un tema del cuen-
Hesíodo nos informa también en otro lugar que la to popular que no puede haberse introducido en la
Esfinge se asentó en la colina Ficia, cuyo nombre deriva leyenda antes del siglo VI Pero es posible que el tema
precisamente de Fix, para devorar a los cadmeos. Proba- del enigma sea una derivación de una leyenda mis anti-
blemente el poema daba una lista de víctimas (este tipo gua en relación con este tema que, también modemiza-
de enumeraciones es propia de la poesía épica prirniti- da, nos transmite Pausanias y que cita Vian2s. Esfinge
va), pero lo que no podemos determinar es si en esta era una hija natural de Layo a la que su padre confió
lista se incluian los personajes que el escolio de Pisan- una profecía que sólo debían conocer los reyes. Dado
dro refiere. Entre ellas, en todo caso, devora a Hemón, que Layo tenía muchos bastardos, cada vez que uno
hijo de Creonte (hermano de Epicasta y probablemente reclamaba el poder, Esfinge lo interrogaba sobre la pru-
a la sazón rey o regente de Tebas), dato en el que coin- feda, y, como no podia responder, porque sus preten-
ciden el escolio y el fr. 2. Esta coincidencia sitúa a siones no estaban fundadas,se le mandaba matar. Edipo,
ambos en una posición aislada frente a otras tradiciones
en las que Hemdn sobrevive y llega a ser el prometido 22 F. V m , Origines ..., pAg, 207.
de Antígona, tal y como se recoge en las Fenicias de u Ci. lo dicho supra sobre el carácter originario de Edipo
como un heroe de Fuerza física y la defensa de estos argumentos
por KOCK.rOidipus...m, paígs. 1@11.
F. VIAN.Les origines de Thebes, París, 1%3. pdg. 107, quien Cf. Koa, ~Oidipus ...S, phg. 21 y nota 69 con bibliografía.
cita bibliografía sobre el tema. PAUSANUS,I X 26. 34, citado por VIM, Origines ..., p&. 208
21 Hesfooo. E s d o 33. y nota 2.
en cambio, pudo responder. Vian apunta que en Tebas Vi a la madre de Edipo, a la hermosa Epicasia,
la posesión del poder implicaba el conocimiento de que cometió una gran falta por las ignorancias de
ciertos secretos de estado y que Layo sería, de acuerdo su mente, al casarse con su propio hijo. El, tras
con eso, un rey que $610 podía permanecer en el poder haber dado muerte y despojadoZPa su padre, la
mientras fuera el único poseedor del secreto real. El desposó. Pero inmediatamente los dioses lo hicie
tema del enigma podría cubrir así este antiguo motivo ron notorio entre los hombres.
de la leyenda originaria. Sin embargo él, aun sufriendo dolores, siguw
En estrecha relación con la duplicidad de posibilida- reinando en la muy grata Tebas sobre los Cadmeos,
des que acabo de apuntar, estaría tambitn la alternativa por las funestas decisiones de los dioses. Mas ella
entre si la Esfinge moría en la Edipodiu a manos de se fue a la morada del fuerte Hades, el de las
Edipo, lo que es tanto como decir que por la violencia, puertas sólidamente cerradas, atdndose un lazo
como se nos cuenta en la tragedia? o si se despeña colgado del elevado techo, presa de su propio su-
cuando Edipo resuelve el enigma, esto es, da la respuesta frimiento.
acertada, como nos indican otras tradiciona poste- A él le dejd para después muchísimos dolores,
riores n. cuantos llevin a cumplimiento las Erinis de una
Sea como fuere, la derrota de la Esfinge se halla inti- madre.
rnamente ligada a la posesión del poder real, por lo que
Edipo se convierte autornAticarnente en rey y desposa
El testimonio de Homero, con el cual Pausanias (fr. 1 )
a su madre, cumpliendo asi la segunda parte de la prtl
coteja el de la Edipodia nos indica que la leyenda de
fecía. Su madre es llamada por Pisandro Yocasta, como
Edipo incluía estos elementos del suicidio y la maldicidn
en la tragedia de Sófocles; pero Pausanias se refiere a
de Epicasta; demos, pues, en principio por vhlido que
ella en el fragmento 1 como Epicasta, nombre que tam-
coincide sustancialmente con la situacidn de la leyenda
bién recibe en Homero, por lo que es más probable
narrada por la Edipodias.
considerar como mBs antiguo el de Epicasta (y por tanto,
Epicasta se suicida ante el horror de la situación y
restituible a la Edipodia), mientras que la denominación
maldice a su hijo. Ese es el sentido que hemos de dar a
de Yocasta sería otra de las modernizaciones de la leyen-
la mención de las Erinis, que en Hornero son divinidades
da operadas por Pisandro.
vengadoras de las impiedades cometidas contra familia-
Descubierto el incesto por la intervención del caba-
res y que, como hace aqui Epicasta, son invocadas por
Ilerizo, Epicasta se suicida. Para este dato de la leyenda,
el ofendido contra su ofensor. El motivo de la maldición
desatendido por Pisandro, disponernos de un testimonio
es que la ignorancia, en época arcaica. no exime de una
de Homero a, cuando Ulises, en la narracibn de las per-
culpa como ésta.
sonas a las que vio en su visita a los Infiernos, nos dice:
--
Edipo, según esta tradición, muere en Tebas y su fune- poco42 incluía la muerte de Ismene a manos de Tideo
ral atrae visitantes. La traduccidn ucayór es deliberada- junto a una fuente que llevara luego s u nombre, tema
mente ambigua, pues se discute el sentido de la extraña al que alude Ferécides en el fragmento ya citado42 y
palabra dedoupótos y esta discusibn afecta de cerca el que recoge Mimnerrno 43 especificando que fue por orden
tema de cómo murid Edipo. de Atenea.
En efecto, ya Aristarco interpretaba que significaba Otros intentos de determinar el final del poema 41 no
a d d o en batallar. Si es así, el tema puede ponerse en pasan de ser una pura hipótesis.
relación con la alusi6n de Hesiodow cuando se refiere
a la raza de los semidioses y el destino que Zeus les dio
en estos términos: 5. Bibliografía
A éstos los llevó a la muerte la guerra funesta y la
lucha cruel, Q unos al pie de Tebas, la de Siete Ediciones: -, Epic~ w n . . .págs.
, M ; ALLEN, Homeri ope-
ra ..., págs. 111-112; EVELYK-WH~,píig. 482.
Puertas, en tierra cadmea, combatiendo por los
Estudios: E.BEIHE,Thebanische...;Lec;rus,Lég d e s . . . ;L.Deus
ganados de Edipo. NER, Oedipzuprobleme, Beriín. 1W2; SEVERUNS. Cycle..., pags. 211-
216; RZACH, S.V. K y k f o ~ ,en PAULY-WLS~OWA, R.E.; HUXLEY, Greek
Sin embargo, también respecto a esta referencia se epic ..., págs. 3941; E. VUCLIO, ~ E d i p on e h tradizione pre-arti-
discute si se trata de una alusión a la expedición de los can, Riv. Slud. C h . 11 (1%3). 1843, 15S171; E. L. KOCK.aThe
Siete contra Tebas o se trata de una mera razzia a la sophoclean Oidipus and i t s antecedents~. Acta Class. 4 (1961).
captura de ganado de los pueblos vecinos, los minias de 7-20.
Ordmeno, enemigos tradicionales de los tebanos.
Otra interpretación de dedoupótos nos llevaría a tra-
ducir aidespeñadoip, lo que nos llevaría a un suicidio de 6 . Texto seguido para nuestra traducción
Edipo arrojandose de lo alto de un monte4'.
No sabemos si el poema continuaria después de la Seguimos el texto y numeración de Aum, Homeri opera ..., pá-
ginas 111-112.
muerte de Edipo. No es claro si se aludía o no a Ia
maldición de Edipo a sus hijos. Ia disensión entre los
hermanos y la guerra de los Siete, tema de la Tebaida
42 &F&UISS, fr. 95 Jacoby.
que analizaremos en la introducción a esta obra, ni tam- 43 MIMNERMO,fr. 19 Adrados.
44 Como el de V r I c ~ n I o ,aEdipo ...m, pPgs. 165 y SS.
H ~ s i o o o Trab.
, y D í a 161 y SS.
41 VALGIGLIO, sEdipo...m, phg. 24, propone, basándose en un
escolio T, un suicidio arrojándose por un barranco. igual al de
la Esfinge. No me parece convincente. pues el propio hecho de
que la Esfinge se despeñara es ya dudoso. CE. supra y tambien
KOCK, aOidipu~...s, pbg. 9.
No creo que Llegara a tener hijos de d a (de Yocasta), a juzgar
por el testimonio de Hornero. que dice en la Odisea: .Vi a la
l . Carácter histórico d e las guerras tebanas
madre de Edipo, a la hermosa Epicasta, que cometib una gran
falta por las ignorancias de su mente, al casarse con su propio
hijo. El, tras haber dado muerte y despojado a su padre, la des-
El marco en el que se desarrollan la Tebaida y Epigo-
posó. Pero inmediatamente los dioses lo hicieron notorio entre nos son dos campañas de los argivos contra Tebas, la
hombres.* &6mo, pues, lo habrian hecho notorio inmediatamente primera de las cuales termin6 en fracaso para Argos
si efectivamente hubiera tenido Edipo cuatro hijos de Epicasta? y la segunda constituyó un éxito. La leyenda era bien
Por tanto, fue de Eurigania, la hija de Hiperfante, de quien na- conocida por Homero, quien alude a ella en repetidas
cieron. Lo manifiesta también el autor del poema épico que lla- ocasiones, por ejemplo, en boca de Esténelo ':
man la Edipodia.
PAUSANIAS, IX 5, 10 Nosotros nos jactamos de ser con mucho me-
jores que nuestros padres. Fuimos nosotros quie-
nes tornamos la sede de Tebas, la de Siete Puertas,
Los que escribieron la Edipodia -ningún otro habla de este llevando una hueste menos numerosa al pie de un
modo 6 acerca de la Esfinge- dicen: muro más fuerte, confiados en los prodigios de
Pero además (la Esfinge devoró) al míís her- los dioses y en la ayuda de Zeus. Aque'llos en cam-
moso y deseable de todos, al hijo amado del irre- bio perecieron por sus propias insensateces.
prochable Creonre, al divino Hernón.
De acuerdo con el testimonio de Homero hay que
ESCOLTO
Cbo. MoN., 560. A EUR~PIDES.
Fenicias 1760
deducir que la diferencia temporal entre ambas cam-
45 Implica que se trata de una tradición aislada. No obstante, pañas era de una generación y que la segunda de ellas
el texto es sospechoso. VIW, Origines..., phg. 207, n. 5, propone tuvo lugar muy poco antes de la guerra de Troya.
corregir el texto y leer: hoi tLn Oidipodían grdphontes, hoitines
eisin, con lo que la traduccibn seria: los que escribieron la: Edi-
podia, quienesquiera que sean ..., etc.
58 FRAGMENTOS DE GPICA GRIEGA ARCAICA TEBAIDA 59
A la leyenda troyana la dotaron de una base histórica Calino, que hace mención de ellos (esto es, de los
las excavaciones de Schliemann. No es extraño que en versos de la Tebaida) dijo que fue Homero el que
época reciente se haya tratado de buscar tambidn lo la compuso.
que hubo de cierto en las legendarias expediciones con-
tra Tebas. Desde muy pronto se puso en duda Ia exis- No hemos de dar, sin embargo, crédito alguno a la au-i-
tencia de dos guerras tebanas, dado que la segunda bucíón a Homero (que también se indica en el fr. l ) ,
parecía más bien un mero recurso para enlazar la pri- dado que se trata de una costumbre bien conocida de
mera con la de Troya. Pero no obstante lo que si es los autores antiguos atribuir a Hornero toda la épica
incuestionable es la destrucción de Tebas por una inva- arcaica y, además, la atribución a Homero por parte de
si6n argiva, lo que ha sido comprobado arqueológica- Calino nos ha llegado por vía indirecta. Se ha pensado
mente por la datación, algo anterior a La destrucción de incluso que la Tebaida es anterior a la IIíada, sobre la
Troya, de la conquista de Tebas, seguida por una serie que influiría4. En todo caso, el poema debió de conser-
de establecimientos micénicos en Tebasz. La campaña varse bastante tiempo. Pausanias aún pudo acceder a él
se debió en la realidad probablemente a las rivalidades (O a partes extensas de él) y da del mismo un juicio de
producidas entre ambas naciones por el desarrollo de valor:
un centro comercial en Tebas independiente de la Ar-
gólide. considero este poema muy por encima de los de-
más, salvo la Ilíada y el poema sobre Odiseo.
Tideo, exiliado de Caiidón. El rey de Argos, Adrasto, se despide de su hijo al partir a Tebas. Este fragmento
evita la disputa, promete ayudar a ambos a reconquistar fue muy imitado en la literatura posterior U.
sus reinos e incluso les concede a sus hijas en matri- Antes de entrar en combate, los argivos envían a Tideo
monio, por obedecer a una antigua profecía. Deciden en embajada, exigiendo la abdicacidn de Polinices. De
que la primera 'campea sería contra Tebas y comienza nuevo dejamos la narración a Hornero '3:
a fraguarse así la expedición de los Siete. Es una cues-
tión de dificil solución si Tebas tenía realmente siete AlIí los agueos enviaron en embajada a Tidw.
puertas y por ello se eligen siete caudillos, uno para El se puso en camino y hallo a muchos cadmeos
cada una, o se trata de lo contrario, que la existencia banqueteúndose en el palacio del vigoroso Eteo-
de siete capitanes condiciona la leyenda de las siete des, pero ni siquiera alli, ni aunque era u n hués
puertas. En todo caso no sabemos si en la Tebaida se ped, se azoró el jinete Tideo, aunque estaba solo
hablaba ya de siete capitanes o no. La Iliada cita, ade- entre tantos cadmeos, sino que los fue desafiando
más de Polinices, a Tideo, Capanw, Adrasto, Mecisteo a combatir. A rodos los venció con facilidad. iTa-
y Anfiarao. En otros autores hay variantes en los nom- maria auxiliadora era para df Atenea! Irritados, los
bres. En la Tebaida nos consta que se citaba a Adrasto cadmeos aguijadores de corceles, le pusieron en
(fr. 4), Anfiarao (fr. 5), Partenopeo (fr. 7) y Tideo, que seguida a su vuelta una densa emboscada, llevando
debia tener una parte importante en la accidn, pero a cincuenta jóvenes. Dos eran los caudillos: Meón
s610 nos ha quedado una alusión a su familia, que debia Hemdnida, parecido a los inmortales, y el hijo de
aparecer en una digresión sobre su linaje (fr. 6). Eneo Autdfono, el aguerrido Polifonte. Tideo les dio ver-
y Peribea son efectivamente los padres de Tideo. Es p- gonzosa muerte. A todos los mató. Sólo a uno lo
síble que, como quiere Severyns 10, se narrara en el poe- dejó que regresara a casa; dejd ir a Meón, obede-
ma el asesinato fortuito de wio de s u s parientes y su ciendo a los presagios de los dioses.
purificación en Argos en casa de Adrasto.
Anfiarao, el adivino, sabedor del desastroso fin que Se inició, pues, la guerra. De ella se nos narran varios
la expedición iba a tener, no queda participar en ella, episodios en diversas fuentes, pero no sabemos cuántos
pero acabó yendo a instancias de su esposa Erlfila que, de eiios se contenían en la Tebaida. En todo caso las
en palabras de Hornero1' tropas argivas sufren un descalabro tras otro. Capaneo
es M a d o por el rayo de Zeus, debido a su arrogan-
gand preciado oro a expensas de su esposo, cia, Tideo muere a manos de Melanipo, tras la cruda
escena narrada en fr. 9, reminiscencia de una primitiví-
ya que fue sobornada con el coilar de Harmonía. Posi- sima antropofagia. Partenopeo, a las de Periciímeno
blemente el fr. 8 pertenece a la escena en que Anfiarao
u P~NDAXO, 215. son los ejemplos más
f r . 43 Sneii, y TEOGN~S,
interesantes. Se ha propuesto que el fragmento pertenezca a los
Regresos, pero el verso de Pindaro alude a que son palabras de
10 SEVERYNS, Cycle ..., pAgs. 218219. Anfiarao al ir a Tebas, raz6n por la cual lo induyo aquí.
11 Odisea X I 326327. '3 Ilíoda IV 384 y SS. Cf. tambien Iliada V 800 y cs.
64 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAlCA TEBAIDA
Imprecó a Zeus soberano y a los detruú inmor- seo, que está junto a Trezkn. Mas tarde, Heracles le regal6 el
tales, para que ambos bajaran a lo profundo del corcel a Adrasto. Sólo con él Adrasto se salvó de la guerra de
Hades por obra de las manos del otro. Tebas, mientras los demás, morían. La historia procede de los
Cíclicos.
ESCOLIO
L. Edipo
A S~FOCLFS, Rey 1375 ESCOLIOAB a Ilíadri X X I I I 345
3. Bibliografía
Hesiodo ha hablado acerca de los hiperbóreos. También ha En muchos pasajes mencionan la encajonada Argos, como tam-
hablado Homero en los Epígonos, si es que en realidad Hornero bien en Epígonos; d a encajonada Argos aún no la habían habi-
compuso este poema. t a d o ~y, en el Tdmirus 18 (...) c y el autor de los Epígonos:>
HERÓOCIm, IV 32
Del Ctonio19 tuvo (Filónide) en su pecho un
hijo, Autófico, saqueador de mulriples bienes para
la encajonada Argos ( y de Febo, a Filamdn.>
Los que escribieron la Tebaida 17 dicen que Manto, la hija de ESCOLIOL. A S~FOCLES,
Edipo en Colono 378
Tiresias, enviada a Delfos. fue consagrada por los Epigonos como
prirniaa del botín. Tras marcharse ella de allí, de acuerdo con
la Otro nombre de Támiris. titulo de una tragedia de Sófocles.
un oráculo de Apolo, se enmntró con Racio, hijo de Lebete, un
miceneo de raza. Casada con él -pues a esa era a lo que el El fragmento de Sófocles se ha perdido en la cita.
19 Hermes.
oráculo la obligaba, a que se casara con el que le saliera d paso-
y llegada a Colofón, llorb d i , abatida por el saqueo de su patria.
de este tema con la expedición de los Epígonos duda la povocaba una contaminación que afectaba a la persona
tradición mitográfica antigua. Unos, como Asclepíades, y a la tierra donde vivía. Tal mancha debía expiarse
creen que Alcmeon mata a su madre y luego de expiar mediante una peregrinación en la que el culpable, e n b
su crimen puede ir a la campaña. Otros, como Diodoro quecido, era perseguido constantemente por las Erinis,
y Apolodoro, sitúan el matricidio al regreso de la expe- y mediante la celebraci6n de ritos diversos, en los que
dición e incluso culpan a Erífila de un segundo soborno debían ayudarle otras personas y que en muchas ocasi*
por el que se envía a Alcmeón a la guerra. Probable nes resultaban ineficaces. De acuerdo con este esquema
mente la segunda de las versiones es la de Epígonos volvemos a tomar la narraci6n de Apolodoro:
(aunque no está claro que el matricidio formara parte
de ese poema) y la primera, la de Alcmeónida. Bethe y La Erinis del asesinuto materno se le presento
Severyns apoyan esta posibilidad con el testimonio de a Alcmeón. Este, enloquecido, se refugia primero
un escolio 6 , que dice lo siguiente: en Arcadia, junto a Ecles y de allí, junto a Fegeo,
en Psofis. Una vez purificado por él desposa a su
Pero (Anfiarao) ordena a su hijo no emprender hija Arsinoa y le da el collar y el peplo 9. Al vol-
la expedición con los Epígonos contra Tebas hasta verse luego la tierra estéril por su causa y dado
que no hubiera matado a su madre. Se dice que que el dios dictó por un oráculo que se dirigiera
Alcmeón hizo todo ello y que enloqueció por el u Aqueloo y recomenzara junto a él el proceso,
matricidio. Pero los dioses lo liberaron de su mal acude primero junto a Eneo m Calidón y es a l e
porque kabio sido por obedecer piadosamente a jado en su casa, luego, al llegar junto a los t e s p m
su padre por lo que había matado u su madre. tos, es rechazado de la ciudad. Por fin, cuando
arriba a las fuentes del Aqueloo es purificado por
Sobre los detalles del matricidio no se nos ha con- él, toma por esposa a SU hija Calírroe y habita,
servado ningún fragmento, y ya los mitógrafos antiguos tras colonizarla, la tierra de aluvión formada por
tenían sus dudas al respecto. Asi nos dice Apolodoro ': el Aqueloo.
De acuerdo coa un oráculo de Apolo, matd a su
madre. Algunos dicen que matd a Erifila con su El motivo de que Alcmeón se purifique precisamente
hermano Anfiloco; otros, que fue LI solo. en este lugar y se asiente en la tierna de aluvión nos lo
ofrece Tucidides lo, cuando describe las islas Equínades,
Según las creencias antiguas (compartidas por los an- sitas a poca distancia de las bocas del AqueIoo, y cómo
tiguos hebreos y por ciertos pueblos africanos), el asesi- por el acarreo de aluviones algunas islas se han unido ai
nato de un pariente, como el cometido por Alcrneh, conthente. Se remite entonces a la historia de Alcmeón,
tomada con toda probabilidad del poema que nos ocupa.
5 E. BETHE,S.V. Aikmaionis, en PAULY-WISSOWA,
R E . , y Seve- 8 Padre de Anfiarao y por tanto abuelo de Alcmeón.
RYNS, Cycle.. , pág.
228. 9 Collar y peplo que habían sido el precio de las traiciones
6 Escolio a Odisea XI 326. de Erüila.
7 APOLODORO,111 7. 5 . 10 T u c i n ~ n ~II
s . 102.
84 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA A R C ~ 4 I C A
Se dice que a Aicmeon, el hijo de Anfiarm, cuan- baten bravamenle. Loodamanre mata a Egialeo,
do andaba errante tras el asesinato de su madre, pero a Laodamanre, Alcnreón.
le ordenó Apolo por medio d e un oráculo que vi-
viera en aquella tierra, advirriéndole d e que no Concluye Huxley que el celebrante de la fiesta mor-
habria liberación de sus ierroresll hasta que no tuoria es el propio Alcmeón, y los cadáveres son, entre
habitara, una vez que la encontrase, en una región otros, los de Laodamante y Egialeo.
que, cuando mató a su madre, no hubiera sido Tras esta campaña es cuando hay que situar el final
vista aún por el sol ni hubiera sido tierra, dado de la narracjbn de Tucídides sobre las aventuras en
que el resto había sido contaminado por él. Y éste, Acarnania. El fr. 5 garantiza que podemos atribuir a
sin saber qué hacer, según se dice, se acordó por este poema una serie de episodios que tienen como
fin de este aluvión del Aqueloo y le pareció que se escenario esta región. En él se nos habla de héroes e p 6
habría acumulado una zona suficiente para su nimos, esto es, de héroes de cuyo nombre reciben el
cuerpo durante el no poco tiempo desde que, tras suyo ciudades o territorios, en este caso los epónimos
matar a su madre, había andado errante. Así que, de Léucade y Alizea. El propio Bfaro, que es quien nos
después de establecerse en la zona próxima a Enia- transmite el fragmento 5, nos narra en otro fragmento l4
das, reinó allí y por su hijo Acarndn le dio nombre que probablemente se basa en la Alcmednida, lo si-
al p i s . Tales relatos son los que se nos Plan Irans- guiente:
mitido acerca de Alcmeón. Alcmeón, hijo de Anfiarao, que combatió junto
a Diomedes y a los demds Epigonos, tras haber
Todo lo que Tucidides nos dice acerca del final de la llevado a buen fin la guerra contra los tebanos,
historia, sobre la toma de Eniadas y haber dado nom- acompaña a Diomedes y castiga con él a los ene-
bre al país, es posterior a la expedición que Alcmeón migos de Eneo. Tras cederles Etolia, se dirige por
emprendió con los Epigonos. De este episodio (sobre el su cuenta contra Acarnania y la conquista. Agarne-
cual creo innecesario repetir lo ya dicho en la introduc- nón atacaba entretanto a los argivos y los vencía
ción a esta obra) no nos han quedado fragmentos, aun- con facilidad, dado que la mayoría de ellos acom-
que quizá el fr. 2, que se refiere a una fiesta por los pañaba a los de Diomedes. Al llegar poco después
muertos podría atribuirse a las exequias fúnebres con- el momento d e la expedición contra Troya, temió
secuentes a esta expedición. Huxley * se basa para afir- que al estar él ausente por la expedidón, los de
marlo en un testimonio de ApoIodoro j 3 : Diomedes regresaran a su purria (pues había oído
que se h b h reunido una fuerza importante en
Cuando los tebanos avanzaron contra ellos, a las torno suyo) y le devolvieran a aquéllos un poder
órdenes de Laodamante, el hijo de Eteocles, com- que les correspondia con el mayor derecho (pues
el uno era heredero de Adrasto, el otro, de su pro-
11 Provocados por la Erinis que lo persigue.
12 Hu-, Greek epic ..., pág. 53.
13 ~ ' O L O D O R O 111
, 7,3.
'4 fr.
ÉFORO, 123 Jacoby.
pio padre). Pensando en eso los llama para que En este contexto, quedan aún los fragmentos 1, 3, 4,
recuperen la soberanía de Argos y para su partici- 6 y 7, cuya posición en el poema es dificil determinar.
pación en Ia guerra. Diomedes se convenció para Los fragmentos 1 y 4 se refieren a homicidios. El fr. 4,
participar en la expedición, pero Alcmedn, irrita- al cometido por Tideo, que justifica su presencia en
do, no quiso. Por esa razón los acamanios fueron Argos, tema al que ya hemos aludido en la introduccibn
los únicos que no participaron en la expedición a la Tebaida. La única diferencia es que en vez de tres
con los griegos f...) asesinatos los de su tío Melante y sus primos Licopeo
y Alcátoo, que eran los Únicos que al parecer se le atri-
Al presentar a Acarnania sometida a Aicmeón ya antes buían en la Tebaida, aquí se le atribuyen ocho. Tal inten-
de la guerra de Troya, Éforo muestra también la hada- sificaci6n de los elementos es un rasgo tipico de los
cidn de Argos Anfiloquia como suya y asegura que se poemas cíclicos tardíos 17.
llama Acarnania por Acanián, su hijo y se denominan El fr. 1 se refiere al asesinato de Foco a manos de sus
Anfiloquios por su hermano, AnMoco. hermanos Peleo y Telamón, y constituye quizd el para-
Es de suponer que el poema tendría que ocuparse digma del asesinato de un pariente, aludido a propósito
también de la muerte del héroe. Éste, según Apolodo- de los homicidios de Tideo. De otro lado, explica cdmo
ro IS, muere en Arcadia, sufriendo las consecuencias de Peleo, que es en origen un hdroe tesalio, puede ser hijo
la desgracia que acarrean los talismanes del collar y del de Éaco, cuya leyenda se sitúa en Egina. El homicidio
peplo. Así nos lo cuenta: es el motivo de su cambio de región. La historia nos la
narra con mayor detalle Pausanias la:
Como Calírroe codiciaba luego apoderarse del
collar y del peplo y como le dijo que no conviviría Cuando Telamón y Peleo indujeron a Foco a
con él si no los tomaba, Alcmeón se presenta en competir con ellos en el pentatlón y le llegó a Peleo
Psofis y le dice a Fegeo que se había predicho la el turno de lanzar la piedra -pues eso tenían en
liberación de su locura cuando llevaran el collar vez de disco-, alcanza voluntariamente a Foco.
y el peplo a Delfos y los ofrendaran. El le da cré- Eso agradó a su madrei9,pues ellos habinn nacido
dito y se lo entrega, pero por la delación d e un de le hija de Escirón, pero Foco no era de ella, sino
siervo d e que se los llevaba a Calírroe, es objeto de una hermana de Tetis, si es que los griegos
de una emboscada por los hijos de Fegeo, por en- dicen la verdad (...)
cargo de dste, y muere. Entonces, cuando Foco murió golpeado por el
disco, huyen tras embarcar en una nave los hijos
Su muerte no obstante sera vengada por sus hijos de Endeide. Telamón, que envid luego a un heral-
Acarnán y Anfótero lb, que acaban por ofrendar los talis-
manes en Delfos, tras matar a Fegeo y a sus hijos. afectaban a Etolia y Acarnania por el curso variable del río
Aqueloo, el abuelo de Anfotero.
15APOLODORO,111 7, 6. 17 SWERYNS, Cycle ..., pAg. 228.
16Anfótero, cuyo nombre significa ea uno y otro lado* debe 18 PAUSANIAS. II 29, 8.
su nombre a las disputas territoriales entre ambas orillas que 19 En el Er. 18 se da su nombre. Psámata.
do, negaba haber maquinado la muerte de Foco; del peligro del oro o del objeto maléfico por la codicia
pero Eaco no lo dejaba desembarcar en Ia isla, que excita, como lo fueran los talismanes de Erífila",
sino que en pie sobre la nave o, si quería, tras Es posible que como quiere Severyns n, el poema narra-
hacer un montón de tierra en el mar, le permitía ra los precedentes de la historia, esto es, la carrera de
hacer su defensa desde allí. Y así, tras nQVLgUY de los pretendientes de Hipodamía con su padre, Enómao,
noche al puerto llamado Secreto, hizo el montón. para conseguir su mano, la traición del cochero Mirtilo,
Terminado este, aún se conserva en nuestros dias. que enamorado de Hipodamía hace perder a Enómao
Pero condenado, como no inocente de la muerte ante Pélope, el posterior intento de Mírtilo de seducir
de Foco, z a ~ p dpor segunda vez hacia Salmina. a Hipodamía y la muerte de éste a manos de Pélope.
Por Último, el fr. 7 coincide con Hesíodo en la consi-
Esta historia es un aition para explicar la presencia deración de la Edad de Crono como época feliz del gé-
del mont6n que existe ante el puerto Secreto en Egina, nero humano. Es absolutamente imposible determinar
y es rigurosamente paralela a la que narra el motivo que en qud lugar de la obra se trataba el tema.
tuvo Alcmeón para buscar asilo en la zona de aluviones
del Aqueloo.
En cuanto al fr. 3 es una invocación a la tierra y a
Zagreo, un hijo de Zeus y Perdfone, repetidamente iden-
tificado luego con Dioniso. Despedazado por íos Titanes, Edición: fim,Epicoru m . . . , págs. 76 y 313 (seguida para nues-
que seguían órdenes de Hera, fue enterrado cerca del tri- tra traducci6n).
pode oracular de Delfos. El mito de Zagreo tuvo luego Estudios: E. BETHP, s.v. Alkmaionis, en PAPLY-WISSOWA, RE.;
gran desarrolla entre los órficos, por lo que se ha que- Sf?dmmS, Cycle ..., págs. 224237; HWY, Creek epic ..., phgs. 51-54;
rido ver un influjo Órfico en este poema. Huxley ld piensa M. I~LCOURT,Oresle e t Alcméon, Pan's, 1959.
que la invocacibn está en boca de Alcmebn en Delfos,
cuando el oráculo le comunica que debe ir a la zona que n Cf. D a c o n r , Oreste ..., pág. 38, quien considera que el poeta
no hubiese visto el Sol. La Tierra y el entenado Zagreo antiguo ha sido sensible al fondo psicológico común a ambos
temas y por eso aparecen juntos en un mismo poema.
son 16gicamente buena ayuda para identificarla. * SFYWYNS, Cycle ..., pág. 229.
El fr. 6 alude a un tema de la saga de los hijos de
Pklope, a Ia rivalidad de Tiestes y Atreo provocada por
Hermes. Éste, para vengar la muerte de su hijo Mirtilo
a manos de Pélope,introdujo entre los carneros de Atreo
uno de oro, que se convertina en prenda de la soberanía
de Micenas. Éste le fue robado luego por su hermano
Tiestes, tras haber seducido a la mujer de aquél, Aéropa.
El carnero de oro es, de nuevo, un exponente del tema
LAS «CIPRIAS*
la opinión más generalizada es que los poemas del Ciclo tu Kipria épE o t a Kypriaká, se desconoce la razón de
son cronol6gicamente posteriores y obedecen al prop& estos títulos. Se duda si duden a la patria del autor
sito de completar los episodios de la guerra que no (esto es, serían los poemas *compuestos en Chipre*) o
cubrían la Iliada y la Odisea. Pero existen autores que ' a Afrodita, la diosa chipriota por antonomasia, que de-
sostienen la prioridad temporal del Ciclo sobre la Ilíada. sempeña un papel fundamental en el poema.
No es este el lugar de entrar en la argumentación de En cuanto a la atribucidn a un autor, la antigüedad
unos y otros pero parece en general mejor basada la griega tenia a las Ciprius como del propio Homero, como
hipótesis de la posteridad del Ciclo con relación a los vemos que era lo normal en relacihn con toda la poesía
poemas homéricos. Ello no obsta sin embargo para que arcaica. Existe una curiosa leyenda que recoge Píndaro
las leyendas y tradiciones sobre las que el Ciclo se basa por primera vez, según la cual Homero, que se hallaba
sean tan antiguas o más que las referidas en la Ilíada, en apuros econ6micos, le dio este poema como dote de
cosa que no es de extrañar, conocido como es hoy que su hija a su yerno Estasino de Chipre. La atribuci6n a
los poemas épicos tal como los conocemos son el Último Hornero la pone en duda por primera vez, que sepamos,
eslabón de una larga tradición oral. en el sigio v, Herddoto, al registrar las divergencias que
En todo caso, qued6 suficientemente demostrado des- presenta la tradicidn homtrica respecto a la de las
de que Schliemann sacó a la luz las ruinas de Troya Ciprias en el viaje de Paris y Helena (fr. 12)
que los aedos operaban sobre un fondo de aconteci- La Tabula Borgiana atribuye a Arctino de Mileto un
mientos rigurosamente hist6ric0, como la investigación poema de nueve mil quinientos versos cuyo título se ha
moderna sigue poniendo de manifiesto 3. perdido, aunque sabemos que era un neutro plural.
Allen piensa ingeniosamente que puede tratarse de las
Ciprins que tenía once cantos, asignándole a cada canto
2. Título,autor y fecha de composición de las u C i p r i a s ~ una media de ochocientos a novecientos versos, los once
podrían cubrir tal extensión. La certidumbre de esta
Las mayores vacilaciones rodean desde época antigua atribución de todos modos es escasa.
los datos de autor y época de las Ciprias, vacilaciones Frente a la actitud de autores como Aristoteles, que
que afectan incluso a su titulo. Llamadas tu K$pria, se limitan a citar al .autor de las C i p r i a s ~sin atribuirle
el poema a ningún poeta concreto, las fuentes de época
1 Especiaimente W. KULLMANN, Die QueIlen d e r Ilias, H e r m e s romana pretenden dar nombre a ese autor anónimo y
Einzelschriften, Heft 14, Wiesbaden, 1960, que da bibliografia de asi los testimonios se distribuyen entre Estasino (fr. 1,
los que sustentan la opini6n contraria. 4, 7,23, 25) y Hegesias (fr. 4). No sabemos si en el fr. 7
2 Cf. las críticas del libro de KULLMANN debidas a F . JOUM en Kyprios es un nombre propio, Ciprio, o un étnico aun
Rev. Eet. Gr. 74 (1%1), 484-488; D. P A ~Class.
, Rev. 11 (1%1), 205-
209; A. SEVERYNS, L'Ant. Class. 30 (1961). 541-554.
3 Cf. M, FBRNA~~EZGALIANO en F. R. A ~ m o s M., F. GALIANO, 4 P~NDARO, fr. 265 S u d .
L.G n y J. S. LASSODE m VEGA,In~rodtlcci6na Homero, Madrid. 5 Aunque, como veremos luego. H m ,Greek epic ..., pág. 134,
1%3, pág. 232 y 5s.; D. PAGE,History ami tke Horneric Ilind, Ber- piensa que Her6doto debe referirse a otro poema.
keley, 1959; Hmw, Greek epic .... p@. 16Q161. 6 AUN, Homer .... psg. 62.
96 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA ARCAICA
chipriota». Mucho más dudosa es la atribucih a un del Himno a Afrodita (el quinto de la colección de los
hali~arna~io (fr. 4). Himnos Hornericos).
Dentro de la escasa fiabilidad de la tradición, la atri-
bución m i s plausible es la de Estasino de Chipre, dado
que esta isla conserva tradiciones aqueas mucho tiempo 3. Valoración literaria de l a s dipriasr
después de las invasiones dorias.
Escasa credibilidad tiene la atribucion de Bethe a s el poema más extenso de todo e1 Ciclo
Las C i p r i ~ es
un poeta Btico d e finales del siglo VI, basada en la im- Troyano. De algún modo es, pues, su representante más
portancia que en el poema se da a los elementos míticos destacado y el primero en el orden cronológico de los
y cultuales Aticos (Ntrmesis, Artemis e Ifigenia, que reci- acontecimientos. Sus características, literariamente ha-
bían culto en diferentes lugares del Atica, el primer blando, lo distinguen de los poemas homéricos y lo
rapto de Helena por Teseo y la expedicidn de castigo aproximan a las demás obras del Ciclo. Natural es, por
por los Dioscuros, que transcurren en el Atica, etc.). tanto, que una valoración literaria de las Ciprias nos
La generalidad de la crítica moderna s i t k las Ciprim lleve a la del Ciclo en su totalidad y viceversa, por lo
en la primera mitad del siglo ~ I a. I C., aunque Allen cual, lo que aquí digamos sera en general aplicable al
prefiere situarlo en la segunda mitad del siglo vm. resto de los poemas del Ciclo Troyano.
Jouan presenta, con todas las naturales reservas, una El Ciclo tuvo una importancia capital para la litera-
cronología aproximada de los poemas del Ciclo Troyano, tura griega posterior, tanto para la lírica, especialmente
que merece Ia pena reproducir: para Píndaro y Baquilides, que recrean repetidamente
sus temas, como para la tragedia. Son muy numerosas
hacia 750 (ZIiada)
las piezas teatrales cuyo argumento deriva de los epise
725-700 Elidpida, Saco de Troya (Odisea)
dios de estos poemas 'l. Posteriormente infiuyen en Isó-
70@680 Pequeña Ilíada
crates y Platón. De otro lado, la tendencia a la ordena-
680660 Las Ciprias
ción cronológica de los acontecimientos sirve de puente
650-625 Los Regresos
entre la épica y las narraciones, a medias fabulosas, a
hacia 600 Alcmednida
medias hist6ricas, de los l o g ó p f o s y, por tanto, de
hacia 570 Tefegonía
origen lejano del nacimiento de la historia.
No obstante, la valomción Iiteraria de estos poemas
Hay que citar, por Ultimo, la propuesta reciente de se ha resentido desde antiguo por la enorme calidad de
Georgiadis 10 de identificar al autor de las Ciprias con el
las creaciones homCricas la Zliada y la Odisea. En efecto,
ya AristótelesI2 situaba a Hornero m u y por encima de
7 E.BWHE,Homer ..., psigs. 3435.
los demás poetas &picos,aunque seiiala que por la ma-
8 AL-, Homer, pAgs. 6269.
9 F. JOUAN,Euripide e t les 1.4gendes des Chants Cypriens, Par's, l' JOUAN, Euripide ..., phg. 6, presenta un cuadro de las obras
1966, pág. 37, n. 3. de los tres trágicos griegos que se inspiran en el Ciclo.
10 K. CEORGIADIS, Stasinos 4 (1%&1972), 1973, págs. 181-194. 12 A ~ r s ~ ú m mPoktica
, U.
20.-7
98 FRAGMENTOS DE EPICA G R I E G A ARC-4IC.2
yor profusión de episodios que el Ciclo presenta brindo cien de la acción y la economía del poema caracterís-
temas para muchas piezas teatrales. Proclo, el autor del ticas de Homero, los Cíclicos presentan una composición
resumen de los poemas que lo componen, nos dice lo lineal, en detrimento de la unidad, ya que cada episodio
siguiente: es tratado en si y ello dispersa el interés del lector. Esta
acumulación da lugar asimismo a dobletes, a la repeti-
Los poemas del Ciclo Epico se conservan e inte- ción de episodios casi iguales, como son en las C i p k s ,
resan a la gente no tanto por su valor como por la dos desernbarcos: el de Teutrania y el de la Troade, dos
coherente sucesión de los acontecimientos. momentos de carestía de víveres, uno en Grecia y otro
en Asia, dos sacrificios propiciatorios, en Aulide y Tene-
Esta valoración, literariamente no muy positiva, se nota dos, etcétera.
también en la casi inexistencia de papiros que contengan En segundo lugar había que señalar el importante
fragmentos del Ciclo, frente a los numerosos que han papel que se da a lo novelesco, incluso a lo melodramá-
aparecido con fragmentos de Homero y Hesíodo, lo que tico. Se potencian los temas amorosos (Zeus-Nemesis,
indica el escaso jnterés de los lectores del Egipto greco Peleo-Tetis, los Dioscuros y las hijas de Leucipo), espe-
romano por estas piezas literarias. Autores recientes u cialmente al de la belleza de Helena, que enamora a
comparten esta valoraci6n de los poemas del Ciclo como todos los hombres: Teseo, Menelao, su esposo entre una
mera información sobre leyendas antiguas. numerosa Lista de pretendientes, Paris, s u raptor, e in-
Sin embargo. algunos de los fragmentos literales con- cluso Aquiles.
servados, como son la preparación de Afrodita para el De otra parte, el elemento alegórico divino que se ve
certamen de belleza (h.4 y 5 ) son de una gran finura en el gran número de personificaciones divinizadas que
literaria, y el proemio resulta pleno de interés como aparecen. como Némesis, Temis y Eris, y que aproxima
exponente de un pensamiento prefilosbfico muy elabe las Ciprias a Hesiodo aparece unido a una especial afi-
rado (fr. 1 ) . Incluso se ha llegado a una supe~aloración ción por lo maravilloso; las metamorfosis como las de
por parte de algunos autores como Welcker 14. Por ello Némesis, el nacimiento insólito de Helena, el prodigio
nos parece, con Jouan que, sin juicios de valor apno- en Aulide, los poderes de las Enótropos, etc. Ello se hace
rísticos, merece la pena establecer las diferencias que a costa de la gravedad que preside el tratamiento de lo
pueden apreciarse entre estos poemas y los homéricos. divino y lo humano en la Ilinda.
En primer lugar habría que poner la ya aludida pre- Por último hay que destacar cierta tendencia al realis-
tensión de los autores del ciclo de narrar una serie de mo en la descripción de las penalidades del ejército
episodios en orden cronológico. Frente a Ia concentra- propias de una larga campaiía: el hambre, el motín, el
saqueo, a las que Homero no presta casi atencidn. Todo
13 Por ejemplo, H. LLOWJOHB, en Seasinos 4 (1968-1972), 1973. ello sitúa a las Ciprias y al Ciclo en general en un am-
págs. 115122. biente espiritual bastante diferente al homérico y que
14 W ~ C K E RCyclus
, ..., pAgs. 159-161.
15 JOUAN, Euripide ..., phgs. 2829. que constituyen un pondera-
explica los rumbos que irá tomando posteriormente la
do balance de opiniones anteriores, en el que se basan las p d x i - literatura griega.
mas líneas.
100 FRACMKNTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA CIPRIAS 101
16 ALLEN, Homer, págs. 51 y SS. '7 A los poemas del Ciclo Tebano, concretamente a Epigonos.
102 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA ARCAICA CIPRIAS 103
Alejandro, en el Ida, para someterse a juicio. Ale- Licurgo, asi como lo referente a Edipo y la locura
jandro prefiere a Afrodita, enardecido por la pro- de Heracles y lo referente a Teseo y Ariadna.
mesa de la boda con Helena. Luego reúnen a los caudillos, tras haber recorri-
Luego, a instancias de Afrodita, se construye una do Grecia. A Ulises, que fingía que estaba loco
flota. Héleno les profetiza acerca de lo venidero y porque no quería acompañarlos e n la expedición,
Afrodita ordena que E n m lo acompañe e n la lo descubren cuando, a instancias de Palamedes, le
travesía. También Casandra hace revelaciones acer- arrebatan a su hijo para castigarlo.
ca de lo venidero. Después de eso, tras reunirse en Aulide, celebran
Tras poner pie ea Lacedemonio, Alejandro es u n sacrificio. S e expone lo sucedido con la ser-
hospedado e n casa de los Tindárides, y después piente y los gorriones y Calcante les da una expli-
e n Esparta, e n la de Menelao. Alejandro en el cación acerca de lo que va a resultar.
transcurso de u n festín le hace regalos a Helena. Luego, después de hacerse a la mar, alcanzan
Después de eso, Menelao zarpa en dirección a Teutrania y la saquean, en la idea de que es Troya.
Creta, tras haberle encargado a Helena que les Télefo llega e n ayuda de los atracados, mata a Ter-
procure a los huéspedes lo necesario, hasta que sandro, el hijo de Polinices, y el mismo es herido
partan. Entretanto, Afrodita une a Helena con por Aguiles.
Aiejandro. Tras su unión, una vez ewtbarcada fa Cuando emprenden la navegación desde Misia
mayor cantidad posible de riquezas, emprenden se les viene encima una tempestad y los dispersa.
de noche la navegacidn. Aquiles, que arriba a Esciros, desposa a la hija de
Hera les envía una tempestad. Tocando e n Si- Licomedes, Deidamía.
dón, Alejandro se apodera de la ciudad. Tras em- Luego, Aquiles cura a Télefo, que habia llegado a
prender la navegación hacia Troya, celebra por fin Argos, de acuerdo con un oráculo, para que llegue
las bodas con Helena. a ser el caudillo de la expedicidn naval contra
Entretanto, Cástor, junto con Pólux, son descu- Troya.
biertos cuando se llevaban las vacas d e I d a y Lin- Reunida por segunda vez la expedición, e n Auli-
ceo. Cdstor muere a manos de Idas; pero Lincea de, Agamenón, al alcanzar a una corza en una cace-
e Idns, a las de P d l u . Zeus les concede la inrnor- ria, se jacta d e que aventajaba incluso a Artemis.
ralídad en dias alternados lB. Irritada la diosa, les impide la expedición naval,
Después de eso, Iris le anuncia o Menelao lo enviándoles tempestades. Al explicar Calcante lía
acontecido e n su casa. Así que 61, tras presentarse cólera de la diosa y exhartarles a que sacrifiquen
allí, delibera con su hermano. Menelao se entre- a Ifigenia e n honor d e Artemis, se preparan para
vista también con Néstor. sacrificarla, después de hacerla venir como para
N b t o r , en una digresidn, le cuenta cómo fue ani- casarse con Aguiles. Pero Artemis, arrebatándola
quilado Epopeo, tras haber seducido a la hija de de allí, la traslada junto a los tauros y la hace in-
- --
mortal. Es a una corza a la que ofrecen en el altar
1s A Cástor y Pblux. e n lugar de a la muchacha.
CIPRIAS
Luego navegan hacia Ténedos. Filoctetes, herido ~ a b u l aBorgiana, con un total de nueve mil quinientos
por una culebra de agua mientras se banqueiea- versos. En él se trataban numerosisirnos episodios. La
ban, es abandonado en Lemnos a causa del hedor existencia del epítome de Proclo nos permite conocer
de la herida; y Aguiles, por haber sido invitado el su ordenación, por lo que nuestro interés se centrará
riltimo, disputa con Agamendn. principalmente en situar en ese contexto la casi trein-
Luego, al desembarcar en Troya, los rechazan los tena de fragmentos que nos han quedado y ampliar en
iroyanos y Protesilao muere a manos de Hdctor. algún caso la seca referencia de Proclo a partir de otras
Luego Aquiles los pone en fugu, tras matar a Cicno, fuentes. Es precisamente la mayor extensión de este
el hijo de Posidón. poema entre los del Ciclo Troyano y la abundancia de
Retiran los muertos y envían embajadores a los sus episodios lo que nos obliga a extendernos más en la
troyanos, reclamando a Helena y las riquezas. introducción. En ella dividiremos convencionalmente el
Como aquellos no atienden a su demanda, se lan- poema en una serie de episodios.
zan ya entonces al asalto.
Luego, tras recorrer la región, la saquean, así En el fr. 1 se recogen unos versos que
como a las ciudades aledañas. con seguridad iban al principio del poe-
La determina-
Después de eso, Aquiles desea ver a Hefena, así &dn de zeus ma. En ellos el poeta se remonta a la
que Afrodita y Tetis conciertan un encuentro. causa remota de la guerra de Troya,
A continuación, AquiZes contiene a los aqueos, para lo cual usa un viejo motivo que
que se disponían a emprender el regreso y luego presenta abundantes paralelos en otras literaturas 19.
le quita las vacas a Eneas, saquea Lirneso y Pédaso El mito es primitivamente etiológico, para explicar e1
y muchas de las ciudades aledaiias y asesina a origen de la muerte. Según él, 10s hombres eran inmor-
Troilo. tales en un principio, por lo que la multiplicación de
Patroclo, tras líevarse a Licaón a Lemnos, lo ven- sus nacimientos crea una superpoblación que abruma a
de como esclavo. la tierra. La Única solución contra ella es la muerte,
Del botln, Aguiles tomó como recompensa a Bri- que se presenta en los diversos mitos de formas tam-
seida y Agamenón, a Cnseida. bién diversas, ya, como aquí, por medio de Ia guerra,
Luego estd la muerte de Palamedes y el designio ya por el nacimiento de la enfermedad, ya por un dilu-
de Zeus, que, para aliviar a los troyanos, aparta a vio, como se expone en el fr. 1 como posibilidad, o en
AquiZes de la alianza de los griegos. Asimismo, el el mito de DeucaIi6n y Pirra, por no salirnos del ámbito
catálogo de los que combatieron con los troyanos. griego.
19 Por citar algunos, en Mahobhiirata 12 (Santi-parva 256.6).
6. Situacidn de los fragmentos en el conjunto del Fuera del ámbito indoeuropeo pueden documentarse leyendas
poema parecidas entre los cberoquees y navajos. Cf. S. THOMPSON.
Moliv-index of Folk-Litlerature, Washington, 1916, A 1355, y
Las Ciprias era un poema bastante extenso, en once M. MARCOVICH.eBedeutung der Motive der Volksglaubens für die
cantos, y si creemos, con Allen, que es el aludido en la Textinterpretation~,Quad. Urb. Cult. Class. 7 (1969). 22-36.
106 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ~RCAICA CIPRIAS 1 O7
Se ha especulado mucho sobre si es una alusión a este el centauro obsequia a Peleo. Este tema es conocido por
motivo la frase de la Ilfadam, se cumplía la determina- la I l í ~ d az4:
ción de Zeus, como se indica en el fr. 1, lo que nos lle-
varía a la debatida cuestión de la supuesta mayor anti- L.a lanza del irreprochable Eácida" fue lo Ynico
güedad de las Ciprius respecto a la IHada. Pero Marc* que no cogió, pesada, grande, sdlida. Ningún otro
vich I1 ha puesto de manifiesto que nada autoriza a creer de los aqueos podía blandirla, sino que sólo sabia
que el prólogo de la Ilírrda haga alusión a este tema. blandirla Aquiles. De un fresno peliada se la trajo
Reseñemos por último que Cassola e cree verosímil Quirón a su padre, de la cima del Pelión, para que
que el auténtico proemio de las Ciprim lo constituyeran fuera matador de héroes.
los primeros versos del Himno a Afrodita u otros seme-
jantes,
Asimismo, Homero conoce otro de b s grandes regalos
Zeus halla el modo de desencadenar
de los dioses, la pareja de corceles inmortales, Balio y
los acontecimientos y cumplir así su
B o d a de Janto, antaño propiedad de los Titanes 'd y que también
t k determinaci6n cuando Tetis, por com-
~ ~y peleo heredará Aquiles n.
placer a Hera, la esposa celosa, rechaza
la unidn con el padre de los dioses
En la boda hacia su aparición Erís, la Discordia, que,
irritada por no haber sido invitada, se venga, tema éste
(h.2). Esta versi6n no parece coincidir con la del Fr. I , del cuento popular, que tiene paralelos tan conocidos
según la cual la boda de Tetis y Peleo obedece a un plan
como el del cuento de la Bella Durmiente del Bosque.
de Zeus y no al despecho amoroso, y de otro lado es La venganza de Eris consiste en suscitar la rivalidad
incompatible con el gran festejo, w n invitación a todos
entre las diosas a propósito de la belleza. La tradición
los dioses, que la boda trae consigo, pero tales contra- posterior plasma la escena en la llamada urnamana de
dicciones no son extrañas en un poema largo y com-
la discordia., ofrecida para la más bella; pero parece
puesto por tradicibn oral U. El hecho es que de la unión que este tema de la manzana estaba ausente de las
de Tetis y Peleo nacería Aquiles, el gran adalid de los
Ciprias y data de época helenísticaa. La solución de la
aqueos.
querella se deja en manos de un juez.
La escena de la boda debía tener gran importancia en
el poema, pero de toda ella s610 conservamos la refe-
rencia del fr. 3 a uno de los regalos, la lanza que Quirón 24 ]lía& XVI 140.144, cuando Patroclo toma las armas de Aqui-
Ies para ir al combate disfrazado con ellas.
Esto es, Aquiles, que es nieto de Baco.
Ilioda I 5. Con lo que las Ciprias enlazan con el tema de la Tifano-
21 M. ~ ~ A R C D V I C Hloc.
, cit. rnaquin.
21 F. CASSOIA. aDe Phocaide carmine quod Hornero tribui solet, Iliada X V I 3W381, X V I I 443, XXIII 276; APOLODORO.111 13,j.
commentatio~,Srud. It. de Fil. Class. 26 (19521, 143. CE. A. SEVERYNS, aPomme de discorde et jugement des dées-
a Hay diversas variantes de esta leyenda. AFOLODDRO, 111 13. 5 sesb, Phoibos 5 (1950). 145.172.
recoge algunas de ellas.
108 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRlECA ARCAICA
Las divinidades en litigio eran la es- se del acoso de Zeus. AL final, según nos informa el
El juicio
posa de Zeus, Hera, y las hijas de aquél, fr. 7B, Némesis acaba por transformarse en oca y Zeus,
de Paris Atenea y Afrodita. El juez elegido, Ale- metamorfoseado en cisne, se une a ella. Como fruto de
jandro, otro nombre de Paris, hijo de tal unidn,N h e s i s , que ya había tenido a Cástor y Pólux,
Pnarno rey de Troya, y el lugar, el mon- pone un huevo que le da a Leda, del que nacerá Helena.
te Ida, donde Paris llevaba a pacer sus rebaños. No La leyenda conoce numerosas variantes (un huevo del
resulta extraño el tema si tenemos en cuenta que las que nacen tres gemelos, Cástor, Pólux y Helena, un hue-
competiciones de belleza no eran asunto ajeno a los vo que contiene dos gérmenes, uno inmortal, de Zeus,
griegos, según conocemos desde fechas bastante anti- otro mortal, de Tíndaro, esposo de Leda, etc.). Quizá la
guas LOS fr. 4 y 5 que probablemente se seguían casi aparición de Niomesis para poner el huevo junto a la
inmediatamente en el poema original nos llevan a la conservación de Leda como madre de Helena traiciona
delicada escena del aderezo de Afrodita para esa com- la combinación de dos leyendas. En todo caso no sabe-
petición. mos si el episodio del nacimiento de Helena era un
Parece ser que las diosas hicieron sus ofertas al juez. pequeño excursus de la obra o un episodio situado al
Tradicionalmente se cuenta (y es posible que el tema se principio de la misma. En cuanto al origen de la leyen-
remonte como tal a las Ciprias) que Hera ofreci6 el ma- da de Helena y los Dioscuros. el tema no ha conseguido
yor ímperio, Atenea, la supremacía guerrera y Afrodita, clarificarse 31.
la más hermosa de las mujeres, y Paris, en palabras de
Hornero 3 Cdstor y Pólux tenían en el poema al
parecer una extensa intervención. La
injun6 a la diosas (esto es, a Hera y Aleneu) Los Dioscuros belleza de Helena provoca que, apenas
cuando llegaron a su redil y destacó a fa que le
proporcionó la penosa lascivia. una niña, fuera raptada por Teseo y
llevada a Afidna, asi que sus hermanos
acuden a rescatarla (fr. 10). La expedicidn acaba con el
A cambio de su victoria, Afrodita debería ayudar a
saqueo de Afidna y Atenas, el rescate de Helena y la
Alejandro a conseguir a Helena, la más hermosa de las
captura de Etra, madre de Teseo. Por su parte los Dios-
mujeres.
curos sucumben también a la pasión amorosa, por sus
El fr. 7A nos remonta al nacimiento
primas Hilaíra y Feba, las hijas de Leucipo (fr. 81. Ap*
Na&&?o de la mujer cuya beIIeza va a provocar
lodoro Y nos amplía la información al respecto:
de H e l m y la guerra, Helena, y al de sus extraordi-
de 10s D~*CUW narios hermanos, los Dioscuros. Con- Deseosos de desposar a las hijas de Leucipo,
cretamente se nos han conservado los tras raptarlas de Mesene, las desposaron. Nace así
versos que describen los intentos de Némesis por librar-
31 Cf. mi introducción al Himno a los Dioscuros en Himnos
29 Pueden citarse testimonios de ALCEO.G 2.32, para concursos Homéricos y la ~Batrncomiomaquia~, publicados en esta misma
en Lesbos, y de MIRSILO,f r . 4 Jacoby, para Ténedos. coleccibn.
3 Il&da XXIV 28-30. 31 APOLODORO, 111 11, l.
110 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRECA ARCAICA CIPRIAS 111
de Polun y Feba, Mnesilao, y de Cásror e Hilaira, En ejecto, llegó en seguida corriendo el hijo de
Anogdn. Cuando llevaban desde Arcadia u n botín LedaW en su persecución. Ellos le hicieron freizre
de bueyes con los hijos de Afareo, Idas y Linceo, cerca de la tumba de su padre s. Y arrancando de
instan a I d a s a que haga el reparto. Este, después allí una imagen de Hades" una piedra pulida, la
de cortar u n buey e n cuatro partes, dijo que la arrojaron al pecho de Pólux. Mas no lo quebran-
mitad del botín seria del que devorara su parte el taron ni lo hicieron retroceder, sino que lanzán-
primero, y el resto, del que lo hiciera el segundo. doles u n tiro con u n veloz dardo, introdujo el
Anticipándose, acabó ldas el primero su propia bronce en el costado de Linceo. Zeus batió a Idas
parte y la de su hermano, así que se llevó con él con el ardiente, fogoso rayo y juntos ardieron,
el botín a Mesena. Pero los Dioscuros hacen una abandonados. Que dura contienda es para los hom-
campaña contra Mesena y se llevan aquel botín y bres tener u n encuentro con los más poderosos.
mucho más. Rnudamente se dirigió hacia la fuerza d e su her-
mano el Tindárida y lo encontró no muerto aún,
El robo no pasa inadvertido a la aguda vision de Linceo, pero estremecido por el jadeo e n su respiración.
que descubre el escondite de los hermanos (fr. I I ) , tras Derramando entonces cálidas lágrimas entre gemi-
lo cual tiene lugar el combate. Dejamos la palabra a dos, dijo e n alta voz:
Píndaroa, habitualmente tan fiel a los temas del Ciclo: -;Padre Crdnida! (Que liberación habr,ii para
mis males? ¡Asígname con él fa muerte a mi tam-
Alternándose entre ellos (Cástor y Pólux) pasan
bién, Señor! El honor se desvanece para el varón
u n día cada uno junto a su padre, Zeus, y otro e n
que ha perdido a los seres queridos y pocos son
las profundidades de la tierra, en las cavidades d e
de entre los mortales los fieles e n la dificultad para
Terapno, iras haber obtenido u n destino igual: por-
participar en la pem.
que esta suerte, mejor que ser u n dios en rudo y
Asi dijo. Y Zeus fue a su encuentro y le dijo
habitar en el cielo, fue la que eligió Pdlux al morir
estas palabras:
Cástor en el combate. Pues a éste Idas, irritado
-Tu eres hijo mío, pero a él, como simiente
quizds por sus bueyes, lo hirid con la punta de su
mortal lo procreó luego su esposo, el héroe, al
broncínea pica.
unirse a t u madre. Mas ea, te dejo a t u entera
Atalayando desde el Taigeto lo vio Linceo, asen-
elección lo siguiente: si huyendo a la muerte y la
tado dentro del tronco hueco d e una encina. Efec-
aborrecible vejez quieres t ú mismo habitar el
tivamente la vista de aquél Zlegd a ser la m& aguda
Olimpo conmigo, con Arenea y con Ares, el de lan-
de todos los habitantes de la tierra. Con veloces
za renegrida", es posible para t i el disfrute de
pies avanzaron e n seguida y maquinaron pronta-
mente una gran empresa los Afarétidas. Y sufrie-
ron terrible castigo a manos de Zeus. 34 P61ux.
35 Con lo cual cometen un sacrilegio.
16 Esto es, un cipo funerario.
3 PIHIURo, Nemea X 59-90. 37 Por la sangre coagulada.
112 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA
esfa suerte. Pero si bufallas por tu hermano y tie- Néstor narra en una digresión, que
nes la intención de hacer partes iguales de todo, debía de ser muy larga4', cuatro histo
Lns
fa mirad del tiempo podrías respirar, estando bajo -es rias. Creo que merece la pena, siquiera
la tierra, la otra mitad, en las áureas moradas del de N é s t ~ sea aludir a su contenido.
cielo. La primera se refiere a la seducción
Una vez que habló así, no puso en su mente una de la hija de Licurgo por Epopeo. Por lo que sabemos
doble opinión 38, así que le devotvió la vistasg y por otras fuentes podemos suponer las Iineas genera-
luego la V O Z a Custor, el d e broncinea mitraw. les de la historia. Epopeo, rey de Sición, seduce a la hija
de Licurgo Antiopa, y la rapta del palacio de este, en
Mientras sus hermanos se enfrentan Tebas. Como consecuencia Licurgo reúne un ejército,
El rapto
con Idas y Linceo, Helena, raptada por ataca Sici6n y mata a Epopeo. La leyenda tiene otra
de Alejandro, viaja hacia Troya, vía Sidón, variante, según la cual Antiopa seria hija de Nicteo,
según el resumen de Proclo. La versión hermano de Lim y amada por Zeus. Para librarla del
coincide con la referida por Homero 4' m o r de su padre, Epopeo la acoge y se casa coa ella.
quien habla de unos peplos que guardaba Hécuba y Nicteo muere y encarga a su hermano que lleve a cabo
la venganza. En efecto, Lico toma Sición y mata a
que se llevó el propio Alejandro, semejante a los Epopeo.
dioses, de Sidón, tras navegar el ancho ponto, en A la leyenda de Edipo ya hemos aludido por extenso.
el mismo viaje en el que raptó a Helena, la de Lo que resulta absolutamente imposible es saber qué
nobles padres. versión de la misma daria Néstor.
Tampoco sabemos el tratamiento que en las Ciprius
El fr. 12 que nos transmite Heródoto es en este punto tendría el tema de la locura de Heracles, que presenta
incompatible con el resumen de Proclo, que incluye la bastantes variantes, pero que en resumen se centra en
toma de la ciudad. Es, por tanto, posible que el citado torno al asesinato a manos de su padre, en un rapto de
por Herbdoto sea otro poema42.En la versión de las locura, de todos los hijos que Heracles había tenido
Ciprias que nos ocupa, el trayecto dura e incluye un viaje con Mtgara.
a Chipre e incluso el alumbramiento de un par de hijos En cuanto a la leyenda de Tesm y Ariadna aparece
(fr. 9). con diversas variantes, pero en todas Ariadna ayuda por
amor a Teseo a librarse del Minotauro y huye con él.
La unión acaba trágicamente. Según nos narra Home- ~l rapto de Antíopa, tan similar al de Helena, acaba con
ro&, Ulises encuentra en los infiernos a Ariadna, la muerte de Epopeo a manos de Licurgo. El incesto de
a la que antaño Teseo se llevó de Creta a las coli- ~ d i p o otro
, amor culpable, tiene también funestas con-
nas de la sacra Atenas, miu no gozó de ella, sino secuencias. La locura criminal d e Heracles es asimilable
que antes lo mató Artemis en Dia, ceñida por el a la locura de Paris y acaba en un asesinato. Teseo no
mar, debido a las acusaciones de Dioniso. se beneficia de su rapto, como Paris tampoco se bene-
ficiará del suyo.
En todo caso, el anciano Néstor tiene aún un consejo
Es interesante señalar otra versión que puede remon-
que dar, conservado en el fr. 13: buscar consuelo en el
tar a las Ciprias 47:
vino, dentro de una temática presente luego en diversos
Teseo zarpa en plena noche. Tras tocar en la autores 49. Por iiltirno quizá pertenece a esta escena el
isla de Día, desembarca y se duerme sobre la ori- fr. 23 que dude probablemente a la existencia de la
lla. Atenea se le aparece y le ordena abandonar a determinación de Zeus.
Ariadna y llegar a Atenas. Se pone en pie y lo
hace así. Menelao y Néstor recorren entonces
Como Ariadna se lamentaba, se le aparece Afro- Grecia par; reclutar el eiercito. U n e ~ i -
Incidenla
dita y la consuela. Fba a ser esposa de Dioniso y en sodio de esta Ieva (aunque con la Va-
aicanzaria gran fama. El dios se aparece a su vez, reclutamiento
riación de un personaje, que aquí es
del ej&&to
se une a ella y le regala una corona de oro que los Ulises y no Menelao) es aludido por
dioses colocaron m& tarde entre las estrellas para Hornero en boca de Néstor 9:
complacer o Dioniso U.
Llegamos a los palacios d e grata vivienda de
La cuestión pendiente es determinar si estos relatos Peleo, para reunir el ejército, por la Aqueida fe-
de Ndstor tenían ea la obra una función o 6 bien cunda. Allí dentro hallamos al héroe Menecio y a
eran digresiones fuera de lugar, meros agregados de ti junto a Ag uiles. El anciano auriga Peleo ponía
leyendas que ponían de manifiesto la pobreza construc- al fuego pingües muslos d e buey en honor de Zeus
tiva de Estasino. Pero una ojeada ai fondo de todos los que se goza con el rayo, en el recinto del palio. Y
relatos ponen de manifiesto que todos tienen algo en tenia una durea copa para libar chispeante vino.
común: la semejanza de situaciones con las planteadas Sobre las víctimas quemadas ambos os ocupabais
por el rapto de Helena, y el castigo de los culpables. de la carne de buey y nosotros dos aparecimos en
las puertas. Sorprendido Aquiles dio un salto y
a Odiseti XI 322-325.
a RR~CIDES, fr. 148 Jacoby.
48 Se dice en otras versiones que fue muerta por Artemis por 49 Por ejemplo. TEOCNIS,883; HOFUCIO,Odas 11 11, 17-18.
haber perdido su virgkidad, lo que parece indica. una contarni- u, Ilíuda XI 769789.
nacion entre distintas variantes. cf. JOUAN,Euripide ..., p8g. 386. 5' Le habla a Patroclo.
116 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA
-¿Pero por qué os habéis quedado e n silencio, Es éste un episodio que Homero pa-
aqueos ufanos de vuestra cabellera? Este prodigio rece ignorar: no alude a él ni en la
El sacrifkio
nos lo mostró el prdvido Zeus, prodigio grande, de Ifigmh Iliada ni en la Odisea y en la mención
tardío, que ha de cumplirse mucho más tarde. Su que hace de los hijas de Agamenón cita
gloria nunca perecerá. Así como ése devoró las a tres: Crisótemis, Laódica e Ifianasa.
crías del gorrión y a su madre, ocho que eran, y En la tradición antigua esta vacilación en los nombres
la novena era la madre que había rrddo al mundo de las hijas del Atrida se multiplicar&. Pero si bien Laó-
las crías, así nosotros combatiremos aquí otros d c a corresponde a la Electra sofóclea, Ifianasa no coin-
tantos aiios, y al décimo tornaremos la ciudad de cide con Ifigenia. El fr. 15 alude a estas vacilaciones.
anchas calles. Hay una serie de problemas en torno a este episodio:
Así lo declaró aqudl. El primero es el motivo del castigo, ya que en algunas
versiones de la leyenda la corza estaba en un bosque
Es probable que este tema, que en la Ilíada solo es consagrado a Artemis, por lo que su muerte constituía
aludido, tuviera en las Ciprias un tratamiento mas ex- un sacrilegio. Puede que el autor de las Ciprias combi-
tenso. nara el tema del sacrilegio con el de la bravata contra
la diosa.
La armada sufre un error y saquea El segundo problema es que todo parece indicar que
La uipedición Teutrania, pensando que es Troya. El el autor de las Ciprias ha introducido aquí un conjunto
contra escolio que recogemos como fr. 27 resu- de leyendas cultuales sobre el santuario de Aulide en
Teutnmia me las partes siguientes del poema en las que Ifigenia era una divinidad suplida luego por
las que aparece Télefo, rey de Misia, Artemis A este respecto creo interesante citar una
que Hornero ignora, pero que luego alcanzaría un papel versión parecida de los hechos que hace clara esta iden-
destacado entre los personajes de la tragedia ática. A la tificación y que aparece en el catálogo hesiódico
vuelta, una vez que consiguen rechazar a Téleio y sus
hombres, la tempestad desvía la nave de Aquiles a Esci- La parió e n palacio a Ifímeda, la de her-
ros, donde casa con Deidamía. De esta unión nace Neop- mosos tobillos, y a Electra, que e n su porte se
tálemo. El fr. 1 4 nos cuenta la motivación de este nom- asemejaba a las inmortales. A Ifírn.edu la sacrifi-
bre. Posteriormente, y como nos sigue narrando el fr. 27 caron los aqueos de hermosas grebas en el altar
vuelve a aparecer en escena Télefo, cuya herida no pue- de la estrepitosa Artemis, la de dureas saetas, el día
de sanar. Aquiles lo cura, probablemente gracias a los en que navegaban e n sus bajeles hacia Ilión, para
conocimientos medicinales aprendidos de su preceptor dar satisfaccidn a la imagen de la Argiva d e her-
Quirón, y a cambio de ello Télefo se ofrece a guiarlos mosos tobillos. Pero la cazadora diseminadora d e
a Troya. dardos la sakó con gran facilidad. Destiló desde
54 Cf. JOUAN, Euripide..., pág. 266, con bibliografía.
55 HESIODO,fr. 23(a), 1526.
3 Clitemestra.
120 FRAGMENTOS DE $PICA GRIEGA ARCAICA CIPRIAS 121
arriba sobre ella la encantadora ambroséa, para Sobre este tema no se nos ha conser-
que su cuerpo estuviera fuerte y Ia volvió inmor- dandono vado ningún fragmento de las Ciprias,
tal y desconocedora de la vejez por siempre. A ella de Filodete pero Hornero conoce la tradicidn y la
ahora la llaman las tribus de los hombres sobre refiere en el uCatólogo de las Naves. 58:
la tierra Artemis protectora de 10s caminos, servi- Siete naves de éstos 59 las mandaba Filocteres,
dora de Ia gloriosa diseminadora d e dardos. experto en el arco. E n cada una habían embarcado
cincuenta remeros, avezados a combatir violenfa-
El tema de la sustitución en el sacrificio es, por otra mente con el arco. Pero él quedd e n una isla su-
parte, muy corriente en la literatura. Baste citar como friendo violentos dolores, e n la sacra Lemnosm,
paralelo bien conocido el sacrificio de Isaac por su pa- donde lo dejaron los hijos de los aqueos, afligido
dre Abraham. por una mala herida, de una junesta culebra de
Por último, se ha objetado que no es posible que For- agua. Allí quedb, dolorido.
mara parte de la tradici6n antigua la marcha de Ifigenia
junto a los tauros (lo que nos llevaría más bien a una Varían las motivaciones dadas a esta herida. Mientras
versión semejante a la hesiódica), sobre la base de que en unas versiones de la leyenda se debe a la cólera de
hasta principios del siglo VI a. C. no hay colonias griegas Hera, en otras se debe a la de Heracles. Desconocemos
en el Quersoneso TAurico, pero esta argumentacián no cuál se daba en las Ciprias, si es que se daba alguna.
es muy convincente, pues la regibn, antes de la coloni- Tal hecho ocurre en el transcurso de un banquete, según
zacibn, podía ser conocida para los griegos, aun con un nos dice Proclo. En ese mismo banquete sucederia otro
aura más o menos lejana y exótica. acontecimiento negativo: el nacimiento de la enemistad
entre Aquiles y Agamenon, por la queja del Pelida de
Probablemente en esta detención de haber sido invitado el Úitirno. Agarnenón muestra su
la hueste en Aulide tuvieran su función pesar por tal error, no deliberado, en los versos conser-
Ims
~ d y sel narrara
~ la historia
~ de ~las Enotra
~ ~ vados en el fr. 16. Posiblemente el Pelida se niega a
pos a las que alude el fr. 20, hermanas combatir, en un episodio paralelo al de la cólera de
cuyos nombres Eno, Espermo y Eleda Aquiles en Ia llíada.
señalan sus cualidades de convertir todo lo que tocaban
en vino, trigo y aceite, respectivamente. El poema aludi-
ria probablemente a su origen e historia. Esta posibili- 58 IIíada II 71g724.
dad es más verosímil que pensar que las Enbtropos apa- 3 Se refiere a los de Metona, Taumacia, Melibea y Oiizbn.
60 Obsémese que van'a la localización del abandonado Filocte-
recen cuando la hueste se halla ya en la Troade 9 .
tes respecto a las Ciprias.
La tradición del rapto de Briseida llar6 en la Lírica y el teatro, de marcar con tintes nega-
recogida por el autor de las Ciprias di- tivos el personaje de Ulises, frente a su brillante papel
Briseida
y criseido fiere de la de Homero, ya que, según en los poemas homéricos. En ambos detalles, las Ciprias
Hornero6', fue raptada por Aquiles en se distancia de Homero.
Lirneso, mientras el h. 18 dice que lo El poema terminaría con un catálogo de naves, con
fue en Pédaso. Homero en cambio coincide con las toda verosimilitud semejante en su estructura al que
Ciprias en que Criseida fue raptada en Tebas Hipoplacia aparece en el canto 11 de la IIiada, aunque más adecua-
y pasada luego al botín de Agamenón. Las Ciprias darían do en este momento. justo al comienzo de la guerra,
detalles de los raptos de estos personajes que van a que no en el momento en que aparece en la Iliada, en
tener papel fundamental en el principio de la Ilíadu. el último año de la misma.
Crises, padre de Criseida, se la reclama a Agamenón.
Al negarse éste, Apolo, ante las súplicas de Crises, que Queda una serie de fragmentos que
es su sacerdote, envía una peste a los aqueos. Los aqueos no sabernos en qué lugar del poema
devuelven entonces a Criseida y Agarnenón, irritado, Fragmentos
de ~ t - aparecerían. Asf, el fr. 24 pertenece a
decide quitarle a Aquiles a Briseida, lo que provoca la dudosa un excursus sobre las Gorgonas, la prt,
famosa cólera del Pelida. genie de Forcis y Ceto, según nos dice
Hesíodo ".
Palamedes es objeto de numerosas y El fr. 25 podría ir en boca de Ulises, refiriéndose al
diversas leyenda posteriores, por lo fin de Astianacte, hijo de Ayax, que seria despeñado de
Paimeües que resulta imposible determinar su lo alto de las murallas a la captura de la ciudad, en una
situación exacta en las Ciprias. Hay, discusión sobre la suerte de los vencidos tras la captura
sin embargo, algunas líneas generales de Troya.
de coincidencia en todas ellas. Una, su carácter de Ni siquiera aproximativamente podemos determinar
hombre inteligente y astuto. Recuérdese la estratagema en qué contexto se produciría la alusi6n a Eurídica como
que emplea para descubrir la fingida locura de Ulises. esposa de Eneas en el fr. 22.
Otra, la animadversión que Ulises siente hacia el, que
lo lleva a la venganza.
Nuestra información acerca del papel de Palamedes 7. Bibliografía
en las Ciprias es mínima, limitada al f r , 21, pero aiin
nos puede resultar valiosa en algún punto. El primero, Ediciones: KIN~~EL, E p i c o r m ..., págs. 15-32; AIUW, Homeri ope-
es el hecho de que Palamedes muere mientras pesca, ra, pags. 116-125. y C I ~ ~ SRW.
.n (m),i a ~ i 9 0 ;EVELYH-WHIW,
una actividad considerada en Homero impropia de un p & s . 48g506.
héroe. Otro es que al parecer las Ciprias marca el co- Para Ia Crestomatía de Proclo, AIIBN. págs. 1M109;A. S ~ Y N S ,
mienzo de una tradición literaria que luego se desarro- Recherches sur le Chrufomnthie de Proclos, W , Parls, 1963.
67 lliada 11 689490.
Estudios: RWLCH,S.V. Kyklos, en PAULY-Wissow~,
R.E.; S w -
RMS, Cycle..., págs. 241313; C. VUY, Les Idgendes du cycle Tro.
y m , M6naco. 1957; H w , Greek epic ..., págs. 1B143; H. L L O ~
JONES, Szasinos 4 (19681972). 1973, phgs. 115122 (cf. en la misma
publicación los artlculos de K. E. C H A I Z I ~ ~ H ~págs.
O U , 137-143,
y K. G~o~cnuiis, págs. 181-194 y 195-200); F. JOUN, Euripide et
les legendes des chants Cypriens, París, 1966; W . KULLMANN,Die
QuelZen der Ilius, Hennes Einzelschriften, Hefr 14, Wiesbaden, LAS rCIPRIAS*
1960.
troyana, para que la de-spoblara el peso de la muer- pullo de rosa, dulce como el néctar, cálices en flor 5
te. En Troya los héroes perecian y se cumplia la fragantes como la arnbrosia de narciso y d e lirio.
determinación de Zeus. Tales vestidos, perfumados por todas las estacio-
E ~ L I AOVIND.61, min. A [liada 1 5 nes, fueron los que Afrodita se puso.
ATENEO.682d
El autor de las Ciprim (di= que Tetis). por complacer a Heta. Esfe poeta es evidente que conoce el uso de las coronas, por
rehuyó la union con dl (con Zeus) y que Z e u , encolerizado, juró 10 que dice:
que ella compartixía su techo con un mortal. También en Hesiodo
aparece algo semejante. Y una vez que la risueña Afrodita con su sir-
Vo'olumina Herculanensia. col. alt., VIII, 105 vientes hubieron trenzado en fragantes coronas
las flores de la tierra, se las pusieron en la cabeza
las diosas de fúlgido velo, las Ninfas y las Gracias,
al tiempo que la áurea Afrodira, mientras entona- 5
tales. A ella la había engendrado en tiempos NLme- -do eran aún vírgenes. Pues si los TindAridas no hubieran
sis, la de hermosa cabellera, unida en amor a Zeus, doquecido los primeros par sus primas hermanas, t a m p m
rey de los dioses, bajo violenta coacción. En efec- ~ ~ j m d rpor
o la hermana de éstos. Así lo dice también el Léxico
S m, huía y no quería unirse en amor al padre Zeus ~ ~ k r i enc oel Canto 111 de la Iliada, aunque también Licofdn
otra ve1si6n del tema y de los hijos de Afareo, Idas y Linceo.
Cronión, pues angustiaba su mente por el pudor
y la indignación. Por tierra y por las oscuras aguas E C ~ A NComentario
O, a Za RezOrica de Aristoieles 11 i 3
infecundas huía, mas Zeus la perseguía y ansiaba
en su dnimo alcanzarla. Ella, tomando unas veces
la forma de un pez por entre el oleaje del mar
muy bramador, perturbaba el ponto un largo tre- Lisímaco y &unos otros cuentan que de Helena nació también
10 cho. Otras veces, por la corriente del Océano y los Njcosuato. Pero el que compuso las Narraciones Ciprias dice que
confines de la tierra, otras veces por la tierra fir- fue Piistenes, con el mal llego a Chipre y que el que ella le parió
me, prddiga en labrantíos, se convertía continua- a Alejandro h e Agano.
mente en cuantas terribles criaturas sustenra la Escouo A EUR~PIDES, Andromaca 898
tierra firme para eludirlo.
ATENEO,334b
Que Cástor fue herido por un dardo por idas. hijo de Afareo,
lo escribe [Estasino (?)l.
(.. .) o bien sigue a Homero, que habla de kr tres hijas de Aga-
F n o D ~ u o De
, la Piedad. c. 34c
menbn, o, como dice el escritor de bs Ciprias, cuatro. distin-
guiendo Ifigenia e Ifianasa.
ESCOLTO L. A S~FOCLES,EIectra 157
Se@ estos versos y este pasaje, se demuestra y no minirna- n Aunque la cita no es un verso perfecto, parece ser una cita
mente, sino de la Forma más concluyente, que el poema las casi literai de un verso.
Cipl.iaF no es de Homero, sino de algún otro. Pues en las Ciprias n Ilíada 11 289, SS.
74 Es costumbre griega poner J hijo el nombre que convenía
71 Suprimimos cinco lineas del escolio, que se ocupan de una al padre, 6.TelCmaco me1 que combate de lejos. aludiendo a la
farragosa discusión filológica que no hace al caso. habilidad de Ulises con el arco, o Astianacte, .defensor de la
ciudad. epfteto que Ie cuadra a su padre, H h r .
CIPRIAS
Si Agamenón dijo lo siguiente: Algunos dicen que también Criseida fue raptada de Tebas.
Dicen que, por ser C r h una ciudad muy pequek, sin murallas
No pensaba encolerizar de un modo tan terrible y humilde, 10s que habían huido de eiia a causa de la guerra,
al ardido corazón de Aquiles, pues muy querido se hallaban en Tebas como más segura y mayor que era.
me era,
es cosa digna de estima.
Digo precisamente Io contrario de lo que wmpuso el Poeta, el Que ella Pohena) fue sacrificada por Neopt6lemo lo dicen
que dijo: Euripides e Ibic0. Pero el autor de las Cipriacas dice que, herida
De Zeus, el que hizo y engendrd iodo esto, no por Ulises Y Diomedw en la captura de la ciudad, fue sepultada
quieres hablar, pues donde hay temor, allí también por Neoptólemo, según escribe Glauco.
hay reverencia.
Asl pues, yo difiero de este poeta:
(Escolio) por lo razonable, se& el miedo. La cita es de las
C i p h de Estasino m. \
Haciéndose a la mar hacia Troya, los griegos toman tierra en
~ M NEutifrón
, lb,y Escouo 0.1. Misia y en su ignorancia, se apodetan de la ciudad <de Teutra-
nia> en la idea de que es Troya. Tklefo, hijo de Heracles y Auga,
la hija de AIeo. que era el rey de los Misios, a1 ver su país sa-
queado, m 6 a los misios y persiguib a los griegos hasta sus
También, en particular, la isla que hay tn el O b o , morada naves, tras haber matado a muchos de d o s . Al volverse Aquiles
de bc Ciorgonas, según dice el autor de las Ciprh: contra él. TU& se dio a la huida. En su carrera se enredó en
unos sannientos de vid y fue herido. Dioniso estaba irritado
Grdvida de él, parió a las Gorgonas, terribles contra Télefo, que lo había privado de honores. Los griegos die-
monstruos que habitaban, sobre el Océano de ron media vuelta y volvieron a Argos.
profundos torbellinos, Sarpeddn, la isla rocosa. Pero Tdefo se haiiaba aquejado por una herida incurable.
H m o n i ~ ~ 11,
o , phg. 914 Lenh Como el dios habia dicho que nada podría curarlo saivo lo que
lo había herido, fue a Argos. Una vez que prometi6 que no ayu-
daría a los troyanos, fue curado por Aquíles. Y Télefo les mostró
el Eamino de Troya.
Tal es la historia que cuentan los ndieroi. Pero según el poeta
Y p o su
~ parte, Estasino dice: (Hornero), fue Calcante el que mostrb a los griegos el camino
ilnsensato el que, iras matar al padre, deja vivos de Troya.
a los hijos! ESCOLIO A GEN. A Ilfudu 1 59
CL~MENIE
DE ALWANDR.~,S l l ~ l t l ~ t e iVI
S 2, 19, 1
11 CP.F. VIAN,Recherches sur les Posthomerica de Quintus d e Igual que en la I l k & la muerte de Patroclo mueve
Smyme. París, 1959, phg. 21. a Aquiles a combatir contra Héctor, en este poema es
12 Ilíaálr 11 211 SS. Sobre el origen de Tersites, cf. J. EBERT.
aDie Gestalt des Thersites in der Ilias~.Philologus 113 (19691, 14 Iliada XXI 2574.
159-175. 15 F~NDARO, Pitica VI 2842. Un epicedio paralelo se narra en la
u Cf. sobre Titono el Himno a Afrodita, en mis Himnos Ho- IIinda VI11 90 SS. y sus protagonistas son Nbtor y Diomedes,
mericos. El nombre de Titono 10 da explícitamente PSEUDO-APOLO- salvador del anciano. La muerte de Antiiofo es aludida en Odisea
DORO, V 3. IV 187-8.
146 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA
la de Antíloco la que lo impulsa contra Memn6n. El atreverán a resistir, aunque Héctor ya no esfa
paralelismo con la secuencia de los hechos de la Ilíada con ellos.
se acentúa si es cierto que, como parece, en la Etiopida
se incluía una escena paralela a la descrita en la Ilíada l6 La diferencia consiste en que en la Ilíada Aquiles cam-
para Héctor y Aquiles en la que se pesaban las suertes bia de opinión y prefiere enterrar solemnemente a Pa-
de La muerte. trocla, mientras que en la Etiópida se lanza efectivamen-
te tras los troyanos y muere, d e acuerdo con la profecía
El padre l7 tendió la balanza d e oro. E n ella puso
de Héctor que se recoge en la llíada ":
las dos suertes de la muy lamentable muerte: una,
de Aquiles, otra, de Hécror, domador d e caballos. el día en que Paris y Febo Apolo, aun valiente
La cogió, tomándola por el centro, y peso más el como eres, le maten junto a las Puertas Esceas 21.
dia fala1 de Héctor, así que se fue hacia el Hades.
Recientemente un texto papiraceo nos ha ofrecido un
Esta escena, para Aquíles y Memnón, fue imitada por [ragrnento que parece pertenecer a esta obra, recogido
Esquilo la, verosímilmente de este poema. aquí con el número 3. Tras el final de una profecía divi-
na, no sabemos en boca de quién (quizá de Tetis), que
El choque tiene lugar y Aquiles mata le anuncia a alguien (probablemente Aquiles) su marcha
Muerte
a Meronon, tras lo cual la Aurora supli- hacia los Campos Eliseos, se entabla en tomo al cuerpo
y jmerdes ca a Zeus que le conceda la inrnortali- del Peljda una dura lucha entre 10s troyanos, que inten-
de AWiles dad a su hijo y Zeus le otorga su peti- tan despojarlo, y los aqueos, que tratan de rescatar el
ción. cadáver. La mayor dificultad de esta extensa cita Literal
Los acontecimientos se precipitan. Aquiles, en su em- es que los papeles atribuidos a Ayax y Uiises por Proclo
puje, persigue a los troyanos, tal y como en la Iliada, aparecen invertidos en nuestro fragmento: parece que
tras la muerte de Héctor incita a los aqueos 19: es Ulises el que carga el cuerpo y Ayax el que rechaza
a los troyanos, o al menos tal es la propuesta de Ulises,
-iAmigos, capitanes y caudillos de los argivos!
que quizá se I l e v m al final a efecto al revés. También
Puesto que los dioses nos permitieron que vencié-
puede pensarsez que sea ésta la versión de la Etiópida
ramos a este varón, que nos causá muchos males,
y que Proclo recoja la de la Pequeña Ilíada, que también
cuantos ni todos los demás juntos, ea, cerquemos
se ocupaba del tema. Dado que se ha perdido casi com-
la ciudad con las armas, para ver si conocemos
pletamente el texto al final de1 episodio no podemos
qué intenciones tienen los rroyanos, si es que van
afirmar nada con seguridad.
a abandonar la ciudadela a Ia muerte de dste o se
m lliada XXII 358-360.C f . la de Tetis, antes aludida. y la de
16 Ilíuda XXII 208-213. su caballo Janto en lliada X I X 416417.
17 Zeus. 21 La localización en las Puertas Esceas es confirmada por el
la Fragmento 2M Mette. testimonio del P S E W A P O ~ R O , V 3, y por la Tabula Iliuca.
19 Iiíada XXIT 378384- Cf. H w r , Greek epic ..., p i g . 150.
148 F R A G M E N T O S DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA
A continuación se narraban los Funerales de Antiloco alternándose con su hermosa voz, entonaron un
y Aquiles. El dolor de Néstor por su hijo muerto aparece freno. Allí no verías a ninguno de los argivos sin
descrito en los fragmentos # A y #B. En cuanto a la esce- llanto, pues de tal modo les conmovía la Musa
na de las ceremonias fúnebres debía de ser similar a las sonora.
descritas por Hornero *. Merece la pena recoger aquí la Diecisiete noches y durante el día de igual modo,
descripción de los funerdes de Aquiles, tal y como se te lloramos dioses inmortales y hombres mortales.
narran en la Odisea 24: Al decimoctavo te entregamos al fuego, y e n torno
tuyo sacrificamos pingües ovejas y bueyes de cur-
Pero en cuanto te llevamos fuera del combate, vados cuernos. Ardiste con vestiduras de dioses,
a las naves, te pusimos en un fecho, una vez que
abundante ungüento y dulce miel. Y muchos hé-
2nvarnos tu hermoso cuerpo con agua tibia y con roes aqueos circularon con sus armas en torno a la
ungüento. Muchas lágrimas ardientes vertieron por pira en que ardías, tanto infantes como jinetes.
ti los ddnaos, y se cortaban los cabellos.
Enorme fue el tumulto que se suscitó. Pero cuan-
Tu madre surgió del mar con las marinas dei- do la llama de Hejesto te hubo consumido al alba,
dades, al enterarse de la noticia. Un griterío sobre-
recogimos, Aquiles, tus blancos huesos en vino
humano se alzó sobre el ponto y el templor se apo-
puro y en ungüento, y tu madre nos dio un dnfora
deró de todos los aqueos. Y sin duda que se ha- d e oro. Regalo d e Dioniso aseguraba que era, y
brían lanzado de un sdto a las cdncavas naves, si obra del muy ilustre Hefesto. En ella están tus
no los hubiese conrenido un vardn conocedor de blancos huesos, ilustre Aquiles, junto con los del
muchas cosas y antiguas. Néstor, cuya opinión, ya fallecido Patroclo, hijo de Menecio, y aparte de los
de antiguo se consideraba la mejor. Así que éste, de Antiloco, al que apreciaste muy por encima de
discreto como era, les arengo y les dijo:
todos los demás camaradas, después de la muerte
-jDeteneos, argivos! ¡No huydis, hijos de los d e Patroclo.
aqueos! ;Es IQ madre, ésta que surge del mar con En torno a.arnbos, luego, levantamos u n grande
las marinas deidades, para acudir al encuentro de e irreprochable túmulo la sacra hueste de los lan-
su hijo muerto! ceros argivos, en un prominente acantilado, sobre
Asi dijo. Y det~vieronsu huida los magnánimos el ancho Helesponto, para que fuera conspicuo
aqueos. desde el ponto a los hombres, tanto a los que
En tomo tuyo se dispusieron las hijas del Viejo ahora viven, como a los que existira'n en el futuro.
del Marn, profiriendo penosos lamentos, y te pu-
sieron divinos vestidos. Las nueve Musas todas. La suerte del cuerpo d e Aquiles es diferente en la
Eriópida. No es sepultado en Troya, sino que es llevado,
Por ejemplo, los funerales de Patroclo en la I l i ~ d a . tras habersele concedido la inmortalidad, de forma pa-
Odisea XXIV 43-84,en boca de Agamenón, que se dirige a ralela a Memnón, a la isla Leuca, situada en la boca del
Aquiles en el otro mundo. Danubio.
e El Viejo del Mar se identifica posteriormente con Nereo.
í5f.l FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCALCA
Tras la cremación del cadáver, como era tradicional Rev. de Phd. 49 {1925), pags. 153-183; d a patne de Penthésilée~,
en el caso de los grandes héroes, se celebran juegos M@. Belg. 30 (1926). págs. 119130; Cycle ..., págs. 313-328; HUXLEY,
fúnebres en su honor. También esta escena debía tener Creek epic ..., p&s. 144150; F. VW, Recherches sur les Poslho-
cierta extensión en el poema. El Pseud*Apolodoro 3 es rnerica de Q u i n t u de S m y m , Pan's, 1959; E. FWNKEL, =Vergil
algo mas explicito que Proclo, pues nos conserva una and the Tithiopiss, Philologus 87 (1932), págs. 242 SS.
lista de vencedores:
Eumelo vence en la carrera de carros, Diomedes, 6. Texto seguido para nuestra traducción
en el estadio n, Ayax, en el disco, Teucro, en el tiro
al arco. Los fragmentos recogidos en La edición de ALLEN se han visto
bastante acrecentados. por lo que he preferido numerarlos de
Probablemente en este contexto hay que situar el fr. 5, nuevo. El. fr. 1 corresponde al fr. 1 ALLBN,el fr. 2 está tomado de
la historia de Forbante, que verosímilmente es el mismo pOry. 16113.146 SS.. el Fr. 3 de POxy. 2510. con los complementos
personaje que en la ¡liada se denomina Panopeo, padre propuestos por su editor, D. P-. a partir de la comparación con
de Epeo, otro gran pugilista *. textos homérims. 4A y 4 8 son versos de Propercio y Juvenal que
Tras de los juegos, se celebra el juicio por las armas ap-n en la edición de ALLEN sin numerar. El fragmento 5 lo
edit6 el propio AtL&N en Cless. Rev. Zl (1913). pig. 190. y el 6
de Aquiles, tema éste en el que se encabalgan las narra- corresponde al fr. 2 AUEN.
ciones de la Etiópida y la Pequeña Ilíada, razón por la
cual hablaré del tema mAs extensamente en la introduc-
ción a esta obra. Baste decir aquí que Ayax, que verosi-
milmente en la Etiópida era pariente de Aquiles se
suicidaba al conocer la adjudicación de las armas a Uli-
ses, tal y como se recoge en el Fr. 6.
3 En el papiro. muy fragmentario, se puede leer Pente[ (vero- 31 Puede ser tambitn .el sudor..
símilmente, Pentesilecl) y corcel del norte. 32 Del n o Galo, de Frigia, esto es, frigio.
154 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA
nea con ella la captura de la ciudad. Tras matar Con todo ello y los fragmentos que se nos han con-
a algunos troyanos, regresa a las naves. servad~,trataremos d e esbozar el contenido del poema,
Después de eso, con la ayuda de Diomedes, se dividiéndolo convencionalmente en una serie de epi-
lleva de Troya el Paladion. sodios.
Luego, una vez que han hecho entrar a los me-
También se nos han conservado los
jores en el caballo de madera y han quemado las
versos iniciales de este poema (fr. I ) ,
riendas, los demás griegos se retiran d e Ténedos, proemio
Los rroyanos, pensando que se han librado de que aluden al lugar en el que aconte-
cieron los hechos. Dardania fue funda-
sus males, acogen en la ciudad el caballo de ma-
da, de acuerdo con la Iliadaq por Dár-
dera, tras abrir una brecha e n el muro, y se ban-
dano, antes de la fundación de Troya y de siempre fue
quetean, e n la idea d e que han vencido a los
famosa por sus potros. Lo que resulta peculiar es la
griegos.
utilización de la primera persona acantor frente a la
tradicional invocación a la Musa7,
3. Andlisis del conrenido del poema
El primer episodio de la Pequefia
Proclo detiene en este punto el resumen, llevado de E1 juicio
lliada era el juicio que se entabla para
su ya conocido esfuerzo por mantener la secuencia de de las or- asignar a1 mejor campeón griego las
10s acontecimientos, pero la existencia de una serie de m a s del fallecido Aquiles. Dado el
fragmentos que aluden a episodios de la toma de Troya gran prestigio de los dos pretendientes
nos indican que en éstos se superponían la Pequeña a la panoplia, Ayax y Ulises, la situación se hace dificil
i/íada y el Saco de Troya. En este sentido vuelve a ser- para los jueces, que recurren a un expediente narrado
nos de utilidad la Tabula Iliaca, que da como aconteci- en el fr. 2: espiar las conversaciones del enemigo para
mientos contenidos en esta obra los siguientes: Eurípilo, decidir entre los dos. Se logra escuchar un diálogo entre
Neoptdemo, Ulises, Diomedes, Palas, el caballo de ma- dos jóvenes, una de las cuales alude a que fue Ayax el
dera, troyanns y frigios entran el caballo, Príamo. Sinón, que se llevó el cadáver de Aquiles, mientras la otra,
Cusandra, las Puertas Esceos5. Asimismo es fundamen- instigada por Atenea, hace recaer el mérito de la hazaña
tal la descripción debida a Pausanias de una pintura de sobre Ulises, que resistió e1 ataque troyano, mientras
Polignoto en Delfos sobre este tema, por sus numerosas Ayax cargaba con el cuerpo. Esta novelesca versión di-
referencias al poema de Lesques (cf. fragmentos 13-16, fiere de la que narraba la Etiopida, en la que los jueces
18, 1 9 3 , 20). eran prisioneros troyanos e. Hornero alude al tema en
Nada nos queda de lo que presumi- el mando a Ulises y haber grabado en el caballo
blemente sena una detallada descrip- una inscripción que decía: «los griegos, en accián
El caballo
de nzadera ción del caballo de madera construido de gracias a Atenea, por su regreso a la patriav.
por Epeo en el Monte Ida. Sobre la Después d e haber quemado ellos mismos las tien-
cabida del caballo circulaban en la anti- das, y tras dejar a Sinbn, que iba a encenderles
güedad versiones muy divergentes, desde Virgilio e Hi- una antorcha como señal, se hacen a la mar d e
ginio, que hablan de nueve hombres, hasta el numero noche y permanecen al acecho en tomo a Ténedos.
absurdo de tres mil que nos da el Fr. 22 y que probable-
mente se debe a un error '8. Proclo es poco explícito en Los troyanos, al descubrir el caballo, se reúnen en
su resumen, pero su referencia a alos mejores» excluye torno de el y no saben qué partido tomar. Interviene
un número tan elevado. Hornero, que tampoco indica Sinón dejándose detener y conducir a presencia de Pna-
expresamente la cifra de ocupantes, s61o nos da cinco mo,y logra convencer a los troyanos de que introduzcan
nombres: Menelao, Neoptólemo, Diomedes, Anticlo y el caballo. Casandra, la hija de Príamo y Hécuba, apare-
Ulises, este Úitimo al mando de la expedición 19. En fuen- cía entonces, de acuerdo con la Tabula Iliaca, con segu-
tes posteriores, los nombres varían tanto como el nú- ridad para profetizar la destmccibn de Troya, pero, con-
mero de ocupantes. denada como estaba por Apolo a que nadie creyera en
sus vaticinios, sus palabras son, una vez más, desoídas.
En este punto no tenemos y a el El caballo penetra en Troya, derribándose para eUo una
apoyo de Proclo para restablecer la parte de las murallas. Es entonces cuando sucede una
Lo caída
de T~~~~ cronologia relativa de los episodios, de pintoresca escena que narra Hornero en boca de Mene-
manera que hemos de recurrir a tes- lao, dirigiéndose a Helena 21:
timonios indirectos, especialmente el
Epítome del PseudeApolodoroaD: Llegaste luego allí (hasta el caballo), pues prcF
bablemente te exhortó una deidad que quería con-
Ulises convence a los demás de que, al llegar la ceder la gloria a los troyanos, y te seguía en tu
noche, después de quemar sus tiendas, se hagan a camino Deifobo, semejante a un dios. Por tres ve-
la mar, permanezcan al acecho en tomo a Ténedos ces anduviste alrededor de la hueca emboscada,
y regresen a la noche siguiente. Ellos obedecen e palpdndoIa, y llamaste por su nombre a los me+
introducen a los mejores en el caballo, tras darle res de ?os ddnaos, imitando la voz de las esposas
d e los argivos todos. Así que yo, y el Tidida, y el
18 Cf. la nota al fragmento. divino Ulises, que estdbamos en el centro, te oímos
19 Se citan respectivamente en Odisea I I 272, XI 530531, IV 280, cuando nos llamabas a gritos. Los otros dos deseá-
IV 286, IV 271-272, etc. bamos vehementemente, precipitdndmos, o bien
Psmo-APOLODORO, V 14. Seguimos la cronología de los epi-
sodios propuesta por VIAN. Recherches ..., pág. 58 y SS., que se
salir, o bien responder en seguida desde dentro a
basa en este testimonio y en la Tabula IíUlca principalmente. El
citado texto sigue al del fr. 22. 21 Odisea IV 2i4 SS.
166 FRAGMEN'IOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA
tu llamada. Pero Ulises nos contuvo y nos hizo de- ,iÓn de Lesques y la del Saco de Troya. Una, el escena-
sistir, aunque estábamos deseosos de ello. rio de la muerte de Príamo, que según Arctino se prcb
duce ante el altar de Zeus Herceo, y según Lesques en la
A esta narración la sigue precisamente el fr. 10 que puerta del palacio (fr. 16). Otra, que Astianacte, el hijo
refiere cómo sólo un héroe, Anticlo, quiere contestar y de Héctor, muere ep la Pequeña Iliada a manos de Neop-
Ulises se lo impide. El fragmento es atetizado por los t&iemo (19A, B ) , en el SUCOde Troya, a las de ULises.
editores griegos de la Odisea por la mención de este Helena consigue salvar la vida porque Menelao, ven-
personaje. Es más que probable que en fecha antigua ,ido por su belleza, se siente incapaz de matarla (fr. 17).
los aedos introdujeran en los poemas hornéricos frag- En otras versiones Helena se refugia en el santuario de
mentos pertenecientes a otras obras del mismo tema Afrodita. El fondo de la narración es el mismo.
para dar mayor variedad a la acci6n. y que, por tanto, Tras la derrota de los troyanos, los griegos se reparten
debamos cargar estos versos a la inventiva de Lesques. el botin. Sabemos por el fr. 19A que Neoptólemo se lieva
Los acontecimientos continuarían, según el relato del a Andromaca y a Eneas. En este punto hay también una
"
PseudeApolodoro del modo siguiente: divergencia entre la Pequeña Iliada, en la que Eneas
es llevado cautivo por Neoptólemo, y el poema de Arcti-
Cuando se hizo de noche y el sueño se apoderó
no, que es en este punto probablemente la fuente de la
de todos, los griegos zarparon de Te'nedos y Sinon
Eneida, Virgilio, en el que Eneas escapa de la ciudad.
prerzdió una antorcha como señal para ellos desde
la tumba de Aquiles.
En todo caso, se& el fr. 21, Eneas recobra la libertad
cuando Orestes mata a Neoptólemo en DelEos. Asimismo
existen divergencias en las versiones antiguas acerca del
Sobre este momento se nos ha conservado un verso, nombre de la esposa de Eneas, Creúsa o Eun'drce
recogido en el fragmento 12 que da pie a una farra-
(fr. 20).
gosa y erudita discusi6n sobre la fecha de la toma de
El reparto del botin incluía asimismo la historia de
Troya. Etra, la madre de Teseo (fr. 18), rescatada por sus nie-
Los griegos salen del caballo y tiene lugar entonces tos con el consentimiento de Helena.
la batalla nocturna, que sería descrita en el poema con
El fr. 23 nos ha conservado una parte de una compa-
cierta amplitud. De ella nos han quedado algunas alusio- ración, pero ignoramos a qué se referia y en qué lugar
nes en 10s fragmentos 13 a 16. Es interesante la escena del poema aparecfa.
aludida en el fr. 14, en Ia que Ulises reconoce a Helicaón,
herido. Unido a su padre, Anténor, por vínculos de hos-
pitalidad, Ulises lo salva de morir.
4 . Bibliografía
En la matanza tiene un papel principal Neoptólemo,
el hijo de Aquiles (fr. 15, 16). También en este punto Ediciones: Knam, Epicorurn..., pags. M ;
&.JAN. Homeri ope-
podemos percibir una serie de diferencias entre la ver- ra, pdgs. 127-136. a la que hay que aiiadir C h s . Rev. Z i (1913).
phg. 190; E W Y E I - W H ~ .págs. m518.
Estudios: RUCH,S.V. Kyklos, en PAULY-WISSOWA,RE.; S w -
RYNS, Cycle..., págs.3BWS; HUXLEI, Greek epic..., phgs. 149-57;
F. VIAN,Recherches ..., págs. 32 y SS.
Al Pelida Aquiles la tempestad lo IIevÓ a Esciros, Dijo que Ganimedes que, según Homero, es hijo de Tros, es
a cuyo penoso puerto llegó aquella noche. en realidad hijo de Laomedonte, siguiendo ai autor de la Pegueiia
ESCOLIOT y E u s ~ m oa Ilfada XIX 326 IIfada,que unos dicen que es Testórides el Focense, otros Cinetón
el lacedemonio, como Helánico, otros que Diodoro el Eritreo.
Todo este Fragmento procede de un escolio a ARIST~FANES. Y dice asi:
Caballeros 1056. un pasaje de dos versos con un texto que. según
el e ~ ~ l i pertenece
o, al Ciclo. El texto de Aristófanes dice asi: La vid que el Cronida le regaló como compen-
sm'dn por su hijo, empemchada de suaves hojas
jfnelicío una mujer podría llevar una carga, una vez que
un vardn se h pusiera m h a ! Pero se cagaría si comba- de oro y racimos, que Hefesto, una vez que la tra-
tiera. bajó con esmero, kabia regaldo al padre Zeus.
Pero él la entregó a Lmmedonfe a cambio de Ga-
Evidentemente la frase final es un chiste aristofanescb. nimedes.
Con todo ello, si añadimos a Ia respuesta de la muchacha la ESCOLIOA EWn>es, Troyams 822
parte de los versos de Aristófanes que parecen haber sido toma-
dos de la Pequeña IliPda y suprimiendo pseildos queda una se-
cuencia hexamétrica de la forma siguiente:
(Cdrno proclamaste eso? (Cdmo hablaste sin decoro? ;In-
cluso um mujer podría llevar una carga, una vez que un Algunos dicen que por Ganimedes no dio caballos. sino una
varón se la pusiera encima? el Ciclo:
viña de oro. como se lee en
172 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAIC.4
Calistenes, en el libro segundo de las Helénkas escribe lo si- Cerca de H d m o está Megete. Herido está Megete en un brazo,
guiente: Troya Fue tomada en ei mes Targelión, según dicen aigu- y -0 h q u e s de Pirra, el hijo de Esquiüno, lo describió
nos historiadores. en su comienzo, el doce. pero según el de la en ei Saco de TroyaM. Dice que en la batalla que los troyanos
Pequeñrr Iliado, al acabar, el octavo, Pues determina el momento Libraran por la noche fue herido por Admeto. el hijo de Augias.
de la toma diciendo que la captura sucedió precisamente cuando Está represeatado tambien junto a Megete Licomedes, hijo de
Creonte, con una herida en la muiieca. Así dice Lesques que fue
la noche estaba mediada y luminosa se levantaba herido por Agénor. Está claro que no les habría representado
la luna así sus heridas Polignoto si no hubiese Jeido el poema de Lesques.
X 25, 5
P.AUSANIAS,
porque a media noche 5610 se levanta al octavo dia del final de
ese mes.En otro, no.
ESCOLIO A EUF&IDES. Hecuba 910
Hornero puso de nianifiesto en la lliodaz la hospitalaria aco-
gida de Menelao y Ulises en casa de Anténor y cómo Laódica
estaba casada uin Helicaón, hijo de Antdnor. Pero Lesques dice
que Helicaón, herido en la batalla nocturna, fue reconocido por
Al decimoctavo a60 del reinado de Agamenon h e tomada
Ulises y sacado vivo del combate.
Troya, al octavo día del mes Targelibn, según dice Dionisio el
P ~ U S A N J ~X
S . 26. 7
argivo. Pem A@as y Dércilo en el libro tercero dicen que en el
octavo del final del mes panemo. Pues Helánico dice que en el
duodécimo dia de1 mes targelibn y algunos de los que historiaron
los acontecimientos del Atica, que ai el octavo, al final, siendo Ese (Elaso) cstA también representado con poco aliento ya.
rey el úitimo año Menesteo, y con luna llena; dice el autor de la A Astinoo, del que también hizo menfi6n Lesques, caído sobre
Pequeña Ilíada: una rodilla. lo golpea Neoptdlemo con la espada.
Era media noche y luminosa se levantaba la P A U S ~ N Tx~ 26,
S,4
luna.
C E M m~ ALW~DRIA,StromaIeis 1 21 104, 1
En cuanto a los cadáveres, el que está desnudo, de nombre
Pelis, se halla tendido sobre la espalda. Sobre Pelis yacen Eyoneo
y Admeto, cubiertos aún con sus corazas. Acerca de ellos ksques
Sin6n, de acuerdo con lo que se habia concertado con él, mos- dice que Eyoneo murió a manos de Neoptólemo y e1 otro. Adme-
M una antorcha a los griegos. Como dice Lesques, cuando: to, a las de FiIoctctes C..). Corebo había llegado para su boda
la noche estaba mediada y luminosa se levantaba N El titulo está equivocado, pero la mención de Lesques invita
la luna. a situarlo en la Pequeña I l h d a .
ESCOLIO A LICDFR~N,344 25 Iliada TI1 IU y m5.
176 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA A R C A I C A
2. El resumen de Proclo
de Atenea. Irritados por ello, los griegos deciden caballo, pues los troyanos lo habían llevado arras-
lapidar a A y a , pero el se acoge al altar d e Atenea trando hasta la ciudadela.
y se salva así del peligro que lo amenazaba. Mientras el caballo se encontraba allí, ellos de-
Luego los griegos zarpan y Atenea maquina su claraban muchos pareceres confusos, sentados en
perdición en el mar. torno suyo. La<; opiniones dominantes entre ellos
Después de que Ulises mata a Astianacte, Neop eran tres: o bien hendir el hueco maderamen con
tolemo toma como recompensa a Andromaca y re- el implacable bronce, o bien, iras arrastrarlo hasta
parten el resto del botín. una altura, despeñarlo, o dejar la gran estatua para
Demofonte y Acamante descubrerr a Erra y se qtte sirviera de propiciaciun de los dioses.
la llevan consigo. Esta fue la opinión que acabó por llevarse a
Luego, tras incendiar la ciudad, degüellan a Po- cabo, pues era e1 destino que la ciudad pereciera
Iixena sobre la tumba de Aquiles. cuando acogiera en SU seno el gran caballo de ma-
dera donde se h a l l ~ b ~ rtodos
2 los mejores de los
argivos. portadores de la matanza y la muerte para
3. Análisis del contenido del poema 20s troyanos.
Cantaba cómo los hijos de los aqueos saquearon
Aunque Proclo no hace referencia a eIlo, el Saco de la ciudad, una vez que salieron del caballo y aban-
Troya debía contener un tratamiento por extenso del donaron su hueca emboscada.
tema de1 robo del Paladion, que presentaba diferencias Cantaba cómo, cada uno por un lado, devastaban
con el que ya conocemos de Lesques, fundamentalmente la excelsa ciudad, mientras Ulises, semejante a
porque la imagen robada por los griegos de la ciudadela Ares, se encaminaba a la morada de Deifobo, junto
troyana no era la autdntica, sino una copia (fr. 1). con Menelao, igual a un dios. Y dijo que alfi se
Posteriormente se trata el episodio del caballo de atrevió a librar un terrible combate y que venció
Troya, bien conocido por Hornero que nos ofrece en la merced a la magnánima Atenea.
Odisea 1 el resumen de un pequeño poema sobre el tema.
Merece la pena reproducirlo aqui porque sigue con bas- Para completar nuestra información sobre el tema en
tante fidelidad el esquema conocido: el Epírome del Pseudo-ApoIodoroZencontramos un par
de capítuIos cuya fuente última es el Saco de Troya,
El aedo, movido por un dios, comenzd y entonó donde se nos narran algunos detalles de interés:
su canto, tomcíndolo desde el punto en el que
algunos argivos zarparon en sus m v e s de buenos Al llegar el día, los troyanos, una vez que vieron
bancos, t r m haber pegado fuego a las tiendas, desierto el campamento de los griegos, y pensando
mientras otros, junto al celebérrimo Ulises, perma- qlle se habían marchado definitivamente, arrastra-
necían en la plaza de los troyanos, ocultos en el ron llenos de júbilo el caballo y, situados unte el
palacio de Príamo, deliberaban sobre qué debían De las escenas de la toma de la ciudad no se nos han
hacer. Al decir Casandra que habia en e1 una fuer- ,onsemado fragmentos, dado que es dudoso que perte-
za armada y darle la razdn Laocoonte el adivino, ,,,,a a esta obra el escolio que recogemos en la intro-
les pareció a algunos que debian quemarlo, a otros, ducción a la Tilanomaguia 3. De ser así, Arctino elevaria
que debían arrojarlo por un precipicio. Pero la opi- el horror de la situación hasta el firmamento, donde una
nión de la mayoría era que lo dejaran como una de ]as Pléyades abandona su lugar por no ver el desas-
ofrenda sacra, así que se dirigen a celebrar un tre. En cuanto a las diferencias de tratamiento del tema
sacrificio y se banquetean. de la muerte de Priamo, entre Arctino y Lesques, se ha
Apolo les envía una señal, pues dos serpientes dicho ya lo fundamental en la introducción a la Pequeña
que vinieron nadando a través del mar desde las Iliadn.
islas cercanus devoran a los hijos de Laocoonte. Hay un episodio que merece que detengamos nuestra
el sacrilegio de Ayax Ojleo. Narraciones t a r -
El interés de este resumen del Pseudo-Apolodoro es '
días, que algunos autores han querido remontar al Saco
la referencia a Casandra, que debía ser mencionada en de Troya, cuentan que Ayax violó a Casandra ante la
el poema de Arctino. imagen de Atenea y que ésta, horrorizada, levant6 los
En cuanto a la devoración de Laocoonte y uno de sus ojos al cielo. En todo caso, la sensación de que Ayax
hijos (versión que, a juzgar por Proclo, nos parece más habia cometido impiedad con la diosa y que tal impie-
fiable que la de Pseudo-Apolodoro. que menciona sólo dad debía ser expiada pes6 sobre los griegos durante
a los hijos), Servio, basándose en Euforión, nos ofrece siglos. Aun en época histórica seguían los locrios, com-
un motivo. Los troyanos lapidaron al sacerdote de Posi- patriotas de Ayax Oileo, enviando a Troya hijas de fami-
dbn porque no había conseguido evitar la invasión por lias nobles para servir a la diosa 5.
mar con sacrificios al dios marino. La elección del nue- La muerte de Astianacte recibía también un tratamien-
vo sacerdote se hizo por sorteo y le correspondió a Lao- to diferente al de la Pequeña Zlíada. En el Saco de Troya,
coonte. Pero a su vez éste se atrajo la ira de Apolo por el autor de la muerte del pequeño es Ulises, que, por
un sacrilegio: consumar su matrimonio al pie del altar. encargo de los griegos, lo arroja de lo alto de la muralla
El ataque de las serpientes aparecena así como la ven- (fr. 2 ) , mientras que Lesques, en su afán de insistir en
ganza de la divinidad irritada. situaciones de horror, lo presenta como un acto de gra-
Eneas y sus compaiieros ven en esta muerte un mal tuita barbarie personal de Neoptólemo.
presagio y abandonan la ciudad. En este punto hay tam-
bién una diferencia en el tratamiento del tema entre 3 Publicado por ALI.EN en Class. Rev. 27 (1913), 390.191, como
Arctino y Lesques, ya que éste en la PequeRa IIíada pre- del Saco de Troya.
senta a Eneas como prisionero de Neoptólemo. 4 Como por ejemplo SEVERYNS, Cycle ..., pág. 3 1 . En contra
Siudn, un personaje secundario en este poema, ha de esta opinión, VIAN. Recherches .... pág. 75, quien señala que
este tipo de mitos etiológicos (en este caso para explicar por qué
logrado introducirse subrepticiamente en la ciudad y no
la imagen tiene los ojos elevados al cielo) son del gusto hels
hace por tanto la señal desde la tumba de Aquiles, como nistico.
en la Pequeña Ilínda, sino desde dentro de Ia ciudadela. Cf. HCXLEY,Greek epic ..., php. 158. con bibliografia.
SACO DE TROYA 187
En el reparto del botín se trata, también en este pw. tudi dios: U h C H , s.v. K y k l o s , en hnr-WISSOWA.
R.E.; SEVE-
ma, de Etra, la madre de Teseo (fr. 3-41. El fr. 3 sugiere RYNS, Cycle ..., p&!s 35&370; HUXLEY,Greek epic..., págs. 157-161;
que Agamenón, además de devolvérsela a los teseidas, les VUN, Recherches...
hizo otros presentes.
Difíciles de situar en el contexto del poema son los
fr. 5 y 6. El 5, una cita literal extensa sobre los médicos 5. Texto seguido en nuestra traducción
Maca6n y Podalirio y el contraste entre sus respectivas
habilidades. Se menciona a Podalirio como diagnostica- Edición y numeraci6n de -N, salvo que para Er. 1 seguimos
dor de la locura de Ayax, lo que no quiere decir, como la edici6n de E. C ~ Y The
, Roman Alitiquities of Dionysus of
quieren algunos autores 4, que el fragmento aparecía en HliljcarnUSUS, Londres. vol. 1, 1937.
relación con el episodio de Ayax y, por tanto, pertenece
a la Etidpida. Probablemente se trata de una aristía de
Podalirio en el combate, en la que se wlebran sus habi-
lidades y se recuerda su descubrimiento de la locura
de Ayax, tiempo atrás.
El fr. 6 es la cita de un gramático como evidencia de
que Arctino fue el creador del metro yámbico, deriván-
dose este nombre del de un personaje Yambo7. Ello
lleva a Huxley8 a pensar que tal vez Arctino alternaba
yambos con hexámetros dactílicos en su poema, como
en el Margites.
El Saco de Troya, de acuerdo con el resumen de Pro-
d o , se cerraba con la degollacion de Polixena ante la
tumba de Aquiles.
4. Bibliografía
poeras que han cantado los regresos siguen a Homero Luego se describe la tempestad en torno a las
en la medida en que son capaces de ello, esto es, no hay Rocas Caferides y la muerte de Ayax Locrio.
diferencias sustanciales entre las diferentes versiones ni Neoptdlemo, Q instancias de Telis, emprende la
entre éstas y Hornero. Por esta raz6n vamos a prescin- marcha a pie. Llegado a Tracia encuentra a Ulises
dir de si los fragmentos conservados pertenecen a una en Maronea. Completa el resto de la jornada y a
obra o a otras del mismo tema, ya que en los más de la muerte de Fénix lo sepulta. Llegado él mismo
los casos no tenemos elementos de juicio para atribuir junto a los molosos, es reconocido por Peleo.
determinados fragmentos a una u otra obra, y examina- Luego, una vez asesinado Agamenón por Egisto
remos los distintos episodios que se contendrían en v Clitemestra, viene el castigo por Orestes y Píla-
ellas como si pertenecieran a una sola obra. des y e2 retorno de Menelao a su patria.
Era el c u r t o dia cuando los camaradas d d do- El poema dejaba a Menelao en Egip-
mador de cabailos, Diomedes, el hijo de Tideo, de- Cdcmle, to para centrarse en la suerte que c u
tuvieron en Argos sus proporcionadas noves. Leonteo rrieron los compañeros de Calcante, el
y Polipetes adivino, así como los de Leonteo, hijo
Severyns remonta a los Regresos la leyenda según la de Corono, vhstago de Ares y Polipetes,
cual, en ausencia de Diomedes su esposa Egialea, inspi- hijo de Pirítoo (por tanto, nieto de Zeus) y de Hipoda-
ra& por Afrodita, que se vengaba así de la herida que mía, que según el Catálogo de las Naves. compartían el
le infligiera el hijo de Tideo, se entrega a toda la juven- mando de los de Argisa, Girtona, Orta, ELona y Olosón,
tud argiva y hace su amante a Cometes. Se basa para con cuarenta naves lo.
ello, entre otros motivos, en que Mimnermo conoce la Al parecer, Calcante acaba su vida en Colofón, o al
leyenda, lo que indica que ésta era antigua y podía menos esa es la historia que nos cuenta Estrabón l1 refi-
contarse aqui. riéndose a esta ciudad:
Pero prosigamos con la narración de Méstor en la Se dice que el adivino Calcante, junto con Anfi-
Odisea loco, el hijo de Anfinrao, llegó aqui a pie al regreso
Y yo me encaminé hacia Pilo y no amainó el de Troya, pero al encontrar en Claro a un adivino
viento, puesto que un dios lo había enviado de mejor que él, a Mopso, el hijo de Manto, la hija
antemano para que soplara. Y así llegué. de Tiresias, murió de pena.
Tras estos episodios, los Regresos co- Ahora bien, que Calcante muriera allí no es motivo su-
menzaba a narrar las incidencias del ficiente para corregir, como algunos han pretendido, el
Mmeiao
en viaje de Menelao. También Hornero resumen de Proclo, sustituyendo Tiresias por Calcante.
sabe de su llegada a Egipto con cinco Según Estrabón Anfiloco u,otm notorio adivino, acom-
naves, y es tambiCn Nbtor quien se paña a Calcante en su regreso. Her6doto (cf. fr. 14A.
refiere a ello 9 : 148) nos da alguna noticia sobre la continuación de s u
viaje que, por Panfilia y la parte sur de Asia Menor, se
a los cinco bajeles de azulada proa Los allegaron a prolongó hasta los confines de Cilicia y Siria, donde
Egipto el viento y el mar cm su impulso. funda la ciudad de Posideo, en un promontorio sobre
el golfo del Estrirnbn.
En el fr. 2 se nos informa que un hijo de Menelao y
de una esclava aparecía en los Regresos, pero ignoramos
en qué circunstancia. tQ llinda 11 738-746.
11 Esrrueb~,XIV 1. Zi.
12 EUQ lleva a ALLBN a sit11~~.
en esta obra el fr. 8 de la Tebai-
7 S-YNS, Cucle..., págs. 371 SS, da, que menciona a un Antilmo, lo cual evidentemente es posi-
8 Odiseo 111 182 5s. ble. Pero cl. en la introducci6n a esta obra las razones que me
9 Odisea 111 299-300. llevan a incluirlo d i .
200 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA REGRESOS 201
En este contexto migratorio hay que situar el fr. 15 manzanos de espléndidos frutos, dulces higueras y
en el que se nos informa sobre el paso de Podalirio por olivos en sazón. Cuando el viejo se enderezaba para
el Quersoneso tracio y la descendencia que deja allí. tomarlas en sus manos, el viento las lanzaba hacia
las nubes sombrías.
Hay una serie de fragmentos que alu-
Descenso
den a personajes y escenas en el Hades. La versión de un Tantalo con una piedra suspendida
~~d~~ Parece probable que los Regresos inclu- él aparece, ademhs de en Regresos, en Arquíloco,
yera una visita a la i,egión de los muer- pindaro, Alceo y Alcmán 15. Lo que no es posible deter-
tos, como la Odisea. Dado que el resu- minar es cuál de las dos versiones del mito es la más
men de Proclo no alude a ella, no sabemos en que lugar antigua.
del poema se situaba, si tras la muerte de Agamenón, Severyns lb, basándose en diversos escolios, piensa
tras la de Egisto y Clitemestra, llevados por Hermes, que son interpelados en la Odisea y procedentes de los
o en una visita de Orestes previa a la venganza, o tras Regresos, los versos que se refieren a Sisifo 17:
el entierro de Tiresias j3. El hecho es que en esa visita al
Hades aparecía una descripción de sus horrores (fr. 3, También vi a Sisifo, presa d e violentos dolores,
11) y asimismo debía hacerse referencia a los grandes cargando una tremenda peña en ambos brazos.
condenados mitológicos. Nos consta al menos que se Hacío fuerza con manos y pies, e iba empujando
aludía a Tántalo, según el fr. 10. Tántalo era antepasado la peña cuesta arriba, hacia una colina, pero cuan-
de los Atridas y su inclusi6n en el Regreso de los Atri- do iba a sobrepasar la cima, entonces una fuerza
d a se justifica plenamente. En la OdiseaI4 se describe la hacia volver atrás y en seguida se iba rodando
el supiicio de Tántalo, pero de modo diferente al de hacia el llano la despiadada peña. Él, no obstante,
nuestro poema: la empujaba de nueva, tenso; el sudor brotaba de
sus miembros y de su cabeza se levantaba polvo.
También vi a Tántalo, que padecía crueles sufri-
mientos de pie en u n estanque. El agua le llegaba De otra parte, en la visita al Hades se hacía referencia
hasta la barbilla. Estaba sediento, pero no podía también a una serie de heroínas, como en la Odisea. El
tomarla para beber, pues cuantas veces se agacha- catálogo de los Regresos coincide en general con el ofre-
ba el anciano, deseoso de beber, tantas veces el cido por la Odisea. Así, en los fr. 4 y 5 se alude a Mera
agua desaparecía, embebida, y en torno a sus pies y Clirnena, que se mencionan en la Odisea juntas y al
aparecía la negra tierra; una divinidad la secaba lado de Erífila. Es verosímil por tanto que la alusión
por completo. Por cima de él, unos árboles d e fron- del fr. 8 de Regresos se refiriera también a este pers*
dosa copa prodigaban su fruto, perales, granados,
O .162 Adrados: Pfrmmo, Olimpica 1 57
15 A R O ~ O Cfr. SS.; ALCEO
13 Cf. bibliografía sobre diversas opciones en RWCH, en PAULY- Z 42 Lobel-Page; ALCMIIN, f r . 79 Page.
Wrssow~,R.E.; HUXLEY,Greek epic ..., págs. 164165; S ~ Y N S , 16 SEVERYNS,Cycle ..., phgs. 391-392.
Cycle ..., págs. 38M86. 17 Odisea X I 593600.
14 Odisea XT 582-592. la Odisea X I 326.
202 FRAGMENTOS DE PICA GRIEGA ARCAICA REGRESOS 203
naje, a cuya culpabilidad en la muerte de Anfiarao ya preces vieron los famosos reyes hijos de Atreo. U n a
aludimos en la introducción a la Tebaida. vez. que llevaron a tdrmino muchisimas empresas,
En el fr. 7 se cita a Antíopa, que también aparece en primero en tomo a Troya, en el mar luego, [ras
la Odisea l9 como también son personajes de este poema haber partido hacia aquí, no pudieron llegar al
Tiro y Aicrnena, mencionadas en el Fr. 1 2 De Tiro se final de su ruta hasta que te invocaron a ti, a Zeus
nos dice que estaba enamorada del n o Enipeo, que la el de los Suplicantes y al encantador hijo d e Tio-
posey& Posidón, tras haber tomado la figura de aquél na 23. Ahora socórreme con afable talanfe, según tu
y que Tiro quedó encinta y parió a Pelias y Neleo. De tradición.
Alcmena, esposa de Anfitrión, que la posey6 Zeus y que
tuvo de él a Heracles. Esta leyenda local de Lesbos quizá remonta a los
Por último, aunque Hornero no la menciona, parece Regresos.
que en el catáiogo se inclula también a Medea (h. 6),
cuya historia es bien conocida a través de la famosa tra- Continuando con el resumen de Pro-
gedia de Euripides que lieva su nombre, y aludida, como clo, éste dude a la tempestad en tomo
se verá, en otras producciones épicas antiguas. En este Lar Cafdrides a las Rocas Caférides. Si a ello se aña-
fragmento se trata concretamente de la coccidn de su de el fr. 1 que menciona a Nauplio, se
suegro Esón para volverlo a La juventud, empresa en la hace verosímil que en el poema que nos
que Medea pudo triunhr por sus conocimientos de he- ocupa se recoja un tradición que nos narra el Pseudo-
chicería. ApolodoroN; según la cual, Nauplio, padre de Palame-
des, al conocer la muerte de su hijo decide vengarse,
Volviendo a las peripecias del viaje
y así:
Encwntro de vuelta, sabemos por Hornero21 que
de Ulises Menelao y Ulises coincidieron en Les- Una vez que se enterd del regreso de los griegos
Y Meneh bos y que Ulises venció allí en la lucha hacia su patria, encendió los fuegos d e señales en
a Filomeleides. Hornero no habla de la el Cafereo, que ahora se llamu Xilófago 25. Enton-
presencia de Agamen6n en este lugar, pero en cambio ces los griegos, al acercarse a la orilla en la idea
Safo a alude a una detención en Lesbos de ambos Atri- de que era un puerto, perecieron.
das, hasta que consiguieron un viento favorable:
Ojalá apareciera junto a mí, que lo sup[ico, tu
graciosa figura, soberana Hera, a IQ que por sus u Esto es. Dionisio. Tíona es otro nombre de Sémele.
3 Psnmo-APOLODORO, VI 11. Algunos autores dudan de que
el episodio se recogiera en Regresos. Cf. VIAN, Reckerches ...,
19 Odiseo XI 260.265. págs. 79 y SS.
m Tiro, en Odisea X I 235 ss.; Alcmena en Odisea X I 266 SS. Esto es .devorador de madera*. El cabo CaFereo ha sido
Odisea IV 341-344 (=XVII 132-1353. siempre extraordinariamente peligroso para la navegaci6n.
n SAFO,fr. 17 (edición de D. Page en Sappho ond AIcaeus.
Oxford, 1955, pág. 58).
204 FRAGMENTOS DE PICA GRIEGA ARCAICA REGRESOS 205
Tras este desastre se narraba la muer- en combate a los molosos, reina sobre ellos y en-
te de Ayax Locrio, perseguido por la c& gendra de Andrómaca a Moloso.
lyv
Locrio ]era de Atenea como ya sabemos par el Héleno, tras fundar una ciudad en Molosia, la
sacrilegio cometido ante su imagen que habita y Neoptólemo le da a su mndre Deidamía
narraba el Saco de Troya. Dejamos de por esposa. Cuando Pelw fue expulsado de Ftia
nuevo en este punto la palabra de Horneroa: por los hijos de Acastoa y murió, Neoptólemo
recuperó el reino de su padre.
Ayar sucumbió con sus naves d e largos rcmos.
Primero lo allegó Posidon a las grandes rocas Gi-
El Pseud~Apolodorono alude al encuentro con Uli-
reas y lo sacó sano y salvo de2 mar. Se habría
ses en Maronea, pero Homero si menciona una referen-
librado de la muerte, aun aborrecible como era
cia a la estancia de Ulises en ese lugar" al hablar de
para Atenea, si no hubiera proferido palabras so-
berbias y no se hubiera enajenado. Afirmo que a un pellejo de cabra con negro vino dulce que me
pesar de los dioses escaparía del gran abismo del dio Marón, hijo de Evantes, sacerdote de Apolo,
mar. Posiddn le oyó proferir estas soberbias pala- que tutela Ismaro, porque lo sa1vamos, junto con
bras. Así que, tomando al punto en sus fuerres su hijo y su mujer, respetándolo, pues habitaba
manos el tridente, golpeó la roca Girea y fa hendió. en un frondoso bosque consagrado a Febo Apolo.
Una parte se quedd allí, pero la otra cayó al mar.
Sentado en ésta precisamente era donde Ayax se Posteriormente se narra el regreso de
había enajenado. De modo que se lo llevó consigo Agamenón a su patria, al término del
al mar inmenso de alborotado oleaje. Así fue como Agamenón cual el Atrida perece asesinado por su
murió allí, tras haber bebido el agua salina. esposa Cliternestra y el amante de la
misma, Egisto. Homero conoce múiti-
La narración se centra entonces en ples detalles de la leyenda. Para empezar, nos cuenta el
Neopt6lemo. A este respecto dispone- lugar en el que Egisto tenía su reino, lugar al que pre-
mos de un relato coincidente con el cisamente arriba Agamenón m.
Neopt*'emo resumen do Procio, pero algo más am-
Pero cuando iba a llegar al elevado monte d e
plio, en el Epítome del Pseudo-Apob
Malea, entonces una tempestad arrebatbndolos, se
doro n:
los llevó a todos a través del ponto pródigo en
Neoptólemo, después de haberse detenido en peces, entre profundos gemidos, hasta el extremo
Thtedos dos dias por consejo de Tetis se encaminó
a pie al país de los molosos, con HéIeno. En el ca- 8 Arcandro y Arquiteles. El episodio es narrado por EUR~FIDES,
mino, entierra, a su muerte, a Fénix. Tras vencer Troyanus 11261130 y en otra versión, par el escolio al pasaje.
29 Odisea I X 1%198, aunque no menciona el nombre de la ciu-
Odisea IV 499 ss. dad, cf. lo dicho en Ia introducción, 5 1.
PSBUDO-APOLODORO,
VI 12 SS. Odisea IV 514518.
REGRESOS 207
de u n territorio donde untarlo habitaba sus pala- Aga.menón en el Hades el que narra ahora su propia
cios Tiestes, pero entonces habitaba el Tiestiada muerte ":
Egisto.
Egisto tramo mi muerte y mi destino. M e dio
muerte con mi funesta esposa, tras invitarme a
Egisto no va a la guerra de Troya. En efecto, en el entrar en casa y a un banquete, como quien mata
«Catálogo» de la lliada no se menciona Citera que, de a una vaca en el pesebre.
acuerdo con Andrón 3', era la isla habitada por Tiestes. Así fue como morí, de la muerte más desdicha-
Y Nestor refiere en la Odisea la actividad de Egistoz: da, y a mi alrededor, otros camaradas perecían sin
Nosotros permanecíamos allí, llevando a cabo pausa, como cerdos de blancos colmillos para una
múltiples empresas, mientras él permanecía tran- boda, u n festín a escote o un floreciente banquete.
quilo en el fondo de Argos, criadora de caballos, T ú ya te enfrentaste a la matanza de muchos
perseverando en seducir con sus pelabras a ¡a hombres, que murieron en liza singular o en el
esposa de Agamenon. poderoso combate. Pero mucho mds te habrías
Ella, fa divina Clitemestra, rehusaba al principio apenado en tu a'nimo a1 ver aqu&lo, cdmo en t o m o
la vergonzosa accidn, pues tenia una mente noble a la crátera y a las mesas colmadas yacíamos en
y a su lado se hallaba también el aedo al que había el palacio y lodo el piso humeaba de sangre.
encargado con mucho interés el Atridn, al partir Oi también lo voz más digna d e Idstima, la de
hacia Troya, que guardara a su esposa. Pero cuan- Ea hija de Priamo, Casandra, a la que mataba la
do el destino de los dioses la impulsd a dejarse artera Uitemesira a mi lado. Yo, en tierra, levan-
dominar, entonces se llevó al aedo a una isla de- taba mis manos, a punto de morir, herido por la
sierra y lo dejó allí para que sirviera de pasto y espada. Pero ella, la cara d e perra, se alejó, y aun-
presa a las aves d e rapifia. que yo me encaminaba ya al Hades, no se dignó
Consintiendo dl, se la llevó a ella, que también CeTIUTWte los ojos con sus manos o cerrarme la
consentía, a su casa. Muchos fueron los perniles boca.
que quemó sobre las sacras aras de los dioses y
muchas las ofrendas que colgd: vestidos y oro, por Posiblemente pertenece a esta escena de lucha el fr. 13.
haber llevado a cabo una gran hazaña que no espe- Como resultado del asesinato, Egisto se hace con el p
raba en su fuero interno.
der hasta la llegada de Orestes.
La situación se mantiene así hasta el regreso de Aga-
menon. Entonces los acontecimientos se precipitan. Es 33 Odisea XI 409 ss. en boca de Agamenón. SEVERYNS, Cycle ...,
pág. 403. cree que este relato es interpelado y procede, si no lite-
ralmente, si en sus grandes líneas, de los Regresos.
31 N , 11
~ D R ~ fr. Jacoby.
3 Odisea 111 262-275.
REGRESO S 209
~ ~ f e ~ o dice
n i a que Uiists tuvo de Calipso un hijo, Telégono y
~eledamo,Y de Penélope, Telémaco y Arcesilao. Según Lisímaco,
,, hijo de Evipa la tcsprocia fue Leontofbn, al que otros llaman
Se dice que Medea, se& cuenta Esquilo, tras haber cocido a ~oricio.Sófocles menta que de ella tuvo a Eurialo, al que mató
las nodrizas de Dioniso las rejuveneció, junto a los propios Telemaco. El colofonia autor de los Regresos dice que Telémaco
varones, y según el autor de los Regresos, también a Es6n, di. luego con Circe, Y Telégono. el de Circe, se casó a SU vez
ciendo lo siguiente: con Penblope.
EuST~cro,1796. 45
En seguida ... de oro ( =dA).
ESCOLIOA ARIST~FANES,
Cabaikros 1321
Hay que matizar, con Huxieyz, que lo que debemos hijo de la princesa tesprocia Calídica, no de Penélope.
interpretar es tan sólo que Eugamón trato temas ya o que añadamos a este mero dato seria conjetural.
~ o d lo
tratados en la Tesprócida, reelaborándolos. parece que podría pertenecer a esta obra una noticia
Sobre Eugamón de Cirene, autor de la Telegonía según de Aristóteless, según la cual Neoptólemo fue llamado
Proclo, tenemos escasa informacion adicional. Eusebio para arbitrar entre los itacenses y Ulises y poco mas.
en su cronoIogia lo data en la Olimpíada 53, esto es, LOS límites de lo heredado por la Telegonia de este poe-
entre el 566 y el 563 a. C., lo que nos sitúa la Telegonía ma y lo innovado por Eugamón no s6n fáciles de trazar.
en el último puesto cronológico del Ciclo, mediado ya el
siglo VI a. C. Parece, por lo que sabemos, obra de un
poeta extravagante, probablemente cortesano, que inno- 3. El resumen de la ~Telegoníai,debido a Proclo
va violentamente la leyenda, típica expresión de la deca-
dencia del genero y anuncio ya de uno nuevo: la nove- Sobre la Telegonio estamos mucha mejor informados,
listica en prosa. ya que disponemos del resumen de Proclo, q u e nos dice
Sobre el autor de la Tesprócida no sabemos nada, ya lo siguiente:
que su atribución a Museo no tiene ningún valor. Museo Después de esto viene la Odisea de Hornero. Lue-
es una especie de cajón de sastre al que se remitía en go los dos libros de la Telegonía de Eugamón de
la antigüedad una larga serie de poesía himnica puri- Cirene, cuyo contenido es el siguienre:
ficatoria, oracular y poética en hexámetros, sin la menor Los pretendientes son sepultados por rus alle-
garantía de que fuera siquiera un personaje histórico. gados.
Resulta interesante seiiaiar que Hammond ha estu- Ulises, tras celebrar un sacrificio en honor de
diado el origen de ambas obras y concluye que eI mate- las Ninfas, zarpa hacia Blide para visitar sus boya-
rial mítico que las conforma se origin6 en la Grecia das. Es hospedado en casa de Polixeno y recibe
noroccidental en el siglo xrr a. C. como regalo una crdtera. Sobre ella están repre-
sentadas las historias de Trofonio, Agamedes y
Augias.
2. Contenido de la «Tesprócidam Luego, tras regresar por mar a ltaca, celebra
los sacrificios prescritos por Tiresias.
Sobre este poema, s61o disponemos de una alusión Después de eso llega a1 país de los tesprotos y
directa, que recogemos como fr. 1, según la cuaI Ulises desposa Q Calídica, la reina de los tesprotos.
tuvo de Penélope, al volver de Troya, un hijo, Ptolipor- Luego se inicia una guerra entre los tesprotos,
tes. Este Ptoliportes no puede identificarse con el Polí- al mando de Ulises, y los brigos. Entonces Ares
petes que cita la Crestomatía de Proclo, ya que este era pone e n fuga a los de Ulises y Alenea le presenra
baiafla. Apolo los separa.
2 HUXLFY.Greek epic ..., pág. 168.
3 N. C . L. HAMMOND, The Cambridge Ancient History2, 11, 4 AUEN. Homer ..., phg. 224, nota l .
XXXVZ 35. 5 ARIST~TEUS,f r . 464 Rose.
218 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA ARCAICA
La narración de la Crestomatéa sigue con la celebra- la región de Tesprocia con la laguna Aquerusia y los
ción de los sacrificios prescritos por Tiresias. En este Aqueronte y Cocito y concluye que
punto podemos determinar claramente la influencia de
fue por haberlas visto Hornero por lo que se atre-
la Odisea sobre la Telegonia, pues las tales prescripcb
vió en su poema con las regiones del Hades y a
nes de Tiresias aparecen en el poema homdrico U:
ponerles a los ríos los nombres por los d e la Tes-
Pero una vez que en Zu palacio hayas matado a procia.
los pretendientes, ya sea con un engaño, ya sea Por todo ello concluye Huxley I4 que la evocación de
abiertamente con el agudo bronce, ponte !uego en
10s muertos de la Odisea se situaba originariamente en
camino, provisto de un remo bien pulido, hasta que
el tesproto de los muertos en Pfira.
llegues entre hombres que no conocen el mar, ni
Es de suponer que también derive de la Tesprúcs'da ' j
comen comida sazonada con sal, ni conocen las
la lucha con los briges o brigos, pueblo cituado al norte
naves de proa carmesí, ni tos remos bien pulidos,
de Grecia o en Macedonia, considerado como antepasado
que so# alas de las naves. Una señal te daré, evi-
de los frigios de Asia Menor, emigrados tras la guerra de
dente y que no se te escapará. Cuando otro cami-
Troya, que históricamente pudo entrar en guerra contra
nante al enconlrarse conrigo te diga que tienes un
los tesprotos.
bieldo sobre tu espléndido hombro, entonces, una
Llega entonces el capitulo de la muerte de Ulises que,
vez que claves en tierra el remo bien pulido, cele-
probablemente inspirado en la Telegonia narra el Pseu-
bra hermosos sacrificios en honur del soberano
do-Apolodoro l6 del modo siguiente:
Posidón: u n carnero, un toro y un verraco semen-
tal de cerdas. Vuelve a casa y celebra sacras heca- Al enterarse Telégono por Circe de que es hijo
t o m b e ~en honor de los dioses inmortales que ocu- de Ulises, se embarca en su búsqueda. Al llegar a
pan el anchuroso cielo, a todos por iurnos. La la isla de ltaca se apodera d e una parte d e ganado.
muerte te llegará entonces, lejos del mar, dulce, Cuando Ulises viene en su defensa, Tetdgono lo
que re consuma agotado por una vejez suave. En hiere con el dardo que llevaba en las manos, que
torno tuyo, el pueblo será feliz. tenía como punta la espina de una raya cortchada,
y UIises muere. Cuando lo reconoce, Telégono, muy
afligido, se lleva el cadáver y a Penktope junto a
Probablemente la profecía esta basada en una primi- Circe y alli desposa a Pendlope.
tiva versión de la Tesprócida, ya que no se alude luego
a todo ello en la Odisea. Además, Pausanias l3 describe Disponemos de una historia de este curioso dardo
(que quizá iguaImente procede de esta obra) en un escG
lio de la Odisea 17:
robo del tesoro de Rampsiniio. De ahi que la historia pueda
atribuirse según HUXLEY, Greek epic..., phg. 171, a un cuento 14 HUXLEY, Par. Pus. 13 (19581. 2454.
egipcio. 15 H m . Greek epic .... pág. 172.
12 Odisea XI llP137. 16 PSEUDO-APOLODORO. VI1 36 SS.
l3 PAUSANIAS, I 17, 5. '7 Escolio a Odisea X I 134.
222 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA ARCAICA
5 . Bibliografía
TELEGONlA
Después de eso, a !a derecha, según se nvnnza, nacieron las Ninfas, diosas montaraces, y fa raza
se halla el sepulcro de Foroneo. Aún en nuestros de los Sdtiros, despreciables e ineptos para el tra-
dias celebran sacrificios en honor de Foroneo. bajo, así como los dioses Cureíes, retozones dan-
zarines.
Dados los escasos fragmentos c o n s e ~ a d o s ,resulta
poco menos que imposible hacerse una idea del esque. Foroneo aparece, por tanto, en el conflicto entre natu-
ma argumenta1 de este poema. Por ello nos vemos obli. raleza y cultura como héroe industrioso y sabio, intro-
gados a limitarnos a glosar el contenido de los frag- ductor de los elementos propios de la cultura, como e1
mentos. h e g o , pero a su vez implicado en la progenie de dioses
Después d e la alusión en el fr. 1 a Foroneo como como las Ninfas, los Satiros y los Curetes, representan-
ancestro de los hombres, tenemos en el fr. 2 una refe. tes de las fuerzas de la naturaleza IJ. Es posible que se
rencia a los Dactilos del Ida, fabulosos forjadores de atribuyera también a Foroneo la introducción de la
toda clase de maravillas, sobre los que disponemos de flauta en el culto a la gran madre frigia.
una amplia tradición mitica. que arranca de un poema La alusión a los Curetes como frigios hace verosímil
hesiódico ai que dan nombre 11. La tradici6n de los Dác- que el monte Ida aludido en el fr. 2 sea el de Frigia y
tilos del Ida tiene ciertas semejanzas con la de los C í c b no el de Creta, punto este discutido, ya de antiguo.
pes, especialmente en este aspecto de artesanos divinos. En el Er. 4 se habla del culto a Hera Argiva 'l. Calítoe
En el verso tercero del fragmento se nos dan los nom- es otro nombre de lo, la hija de Inaco, y es también
bres de los Dáctilos del Ida, dentro de la voluntad de una precursora, dentro de la t6nica del poema, ya que
la poesía primitiva por catalogar la tradición. Asimismo es la primera que adornó el pilar de la diosa. Sobre un
podemos reseñar el afán de búsqueda de orígenes. al pilar antiguo d e estas características en el Heraion de
que hemos aludido ya, en la referencia a que fueron !OS Argos nos habla Pausanias, que lo toma erróneamente
primeros en descubrir el oficio del muy habilidoso He- por un basamento de estatua j5.
festo, esto es, la forja. Es curiosa asimismo la comparación de este fragmen-
La aparición de los Dáctilos del Ida en la Forónida se to con otro d e Hesíodolb:
explicaría si fue Foroneo el que lec enseñ6 a usar el
fuego, posibilitando así la forja del hierro. Calitiesa se llamaba la primera sacerdotisa de
En el fr. 3 se alude a los Curetes, divinidades meno- Atenea
res, a menudo identificadas con los Coribantes, que cui-
daron en Creta de Zeus recién nacido. La relación de
los Curetes con Foroneo aparece también en un frag- 13 Cf. KIRK. Mito ..., pág. 188.
mento hesiódico 12, en el que dice que de Hecateo y una 14 E1 epíteto 'argiva' no quiere decir que sea de la ciudad de
hija de Foroneo nacieron cinco hijas. de las cuales Argos. sino del bosque del héroe Argos, cf. H u ~ Creek, epic.. .
pags. 3H4.
11 De e l apenas quedan m& que referencias. cf. HES~ODO, 15 Cf. PAUSANUS, 11 17, 5, y la sugerencia de J ~ en Huxm,
Y
fr. 282. Greek epic .... pAg. 33.
12 Heslooo, f r . 123. 16 H~slooo,f r . 125. Sobre correcciones, cf. el aparato critico.
236 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA A R C A I C 4
texto dudoso, al que se ha tratado de corregir en a & de la tierra. Éste la ató a u n olivo que habia en
Hera en Argos- o «de Antia» (epiteto de Hera) para que el bosguecilio de Micenas. Pero al ordenarle Zeus
coincidiera con el testimonio de nuestro fragmento. a Hermes que robara la vaca, y denunciarlo Hie-
El fr. 5 obedece a otra tendencia característica de la r a , mato a Argos arrojándole una piedra, por lo
poesía antigua: la explicación de los nombres propios, que se le llama Argicida. Hera le envía entonces
especialmente divinos, por medio de la etimología po. a Ia vaca u n rábano, e l o llegó primero al golfo
pular. De ahí que se trate de determinar el significado llamado, por ella, Jonio t...) y por fin Uegó a Egip-
del epíteto Eriunio, cuyo origen ya entonces resultaba to, donde tras recobrar su antigua figura, da a luz
ininteligible para los propios griegos, relacionándolo con a su hijo Epafo junto al río Nilo. Hera pidió a los
eretinZsis 'investigación'. Aunque tampoco tenemos hoy Curetes que hicieran desaparecer al nifio y los Cu-
grandes seguridades en ese punto, se cree que Eriunio retes lo hicieron desaparecer. Al enterarse, Zeus
significaba realmente «buen corredor. y deriva del fon- mata a los Curetes. l o se va en busca de su hijo
do aqueo de la lengua épica 17. Desconocemos el contex- (...) tras encontrar a Épafo, caso con Telégono,
to e n el que aparecería este fragmento. Tal vez en una rey por entonces de Egipto.
narración del nacimiento de Hermes en el monte Cilena,
dado que la aparición de Hermes en este poeta podría La leyenda de l o y su metamorfosis, ya conocida por
justificarse a partir de su intervención en una leyenda
Hesiodo l9 sería tratada probablemente en el poema que
referida a fo, que recojo aquí e n la versión de Apolo nos ocupa, aunque ignoramos con qué extensión y si se
doro la:
haría referencia a sus descendientes.
De Argos y de Jsmene, hija de Asopo, fue hijo El fr. 6 se refiere a Atenea, ya que la fuente que nos
Yaso, del que dicen que nació fo. Pero el analisla lo transmite es un comentarista q u e examina los epíte-
C&or y muchos de los poetas trágicos dicen que tos de esta diosa, pero desconocemos en qué contexto
l o es hija de fnaco. En cambio Hesiodo y Acusilao aparecía.
dicen que era hija de Pirén. Zeus la sedujo, cuan-
do desempeiiaba el sacerdocio de Hera. Descu- 2. Bibliografía
bierto por Hero, tocó a la muchacha, la convirtió Edición: KINKEL,Epicorum ..., págs. 209-212.
en una vaca blanca y juró que no se había unido L ,Pru~v-Wrssow~,
Estudios: F. S T O ~ en R. E..H u ~ YGreek
,
con ella. (...) Mas Hera, tras pedirle la vaca a epic. .., págs. 31-38.
Zeus, le puso como guardián a Argos, el que todo
lo ve, del que f...) Acusilao dice que había nacido
3. Texto seguido para nuestra traducción
17 Cf. P. CHANRAINE,Dictionnai~eétymologique de Ea langue EL texto y la numeración con las de Ki- para los fragmentos
grecque, París, 1%8. etc., pág. 372, con bibliograEía. l a 5. El fr. 6 es POxy. 2260.1.4, SS. Leo uoijp[orq Y d y p a p É -
18 APOLODORO, 11 1, 3. Obsérvese la referencia a ACUSIIAO. lo [VOLOLV.
que podria señalar como una de las Fuentes de este testimonio la
Foronida por vía de este compilador. 19 H E ~ O D Of,r . 124 y SS.
ki pues, antes de que se lograra exactitud en las figuras de
las estatuas, los antiguos levantaban pijares y los veneraban,
como a moradas del dios. Así escribe el autor de la Forónida:
-I
nos detalla la genealogía 3:
Zeus lo
Épafo- Meniis
DANAIDA 1
Libia =Posidóa Nilo
Egipto Dánao
1. El poema
nos relata lo siguiente:
No hay ninguna mención antigua del autor de este Belo estableció a Dánao en Libia y a Egipto en
poema épico por lo que su datación se hace particular- Arabia. Éste, tras dominar la región de los melárn-
'
mente difícil, Asi, mientras Meyer lo sitúa en el siglo vIr podes, la denomina, por é l , Egipto.
a. C., Bethe2 lo considera reciente por s u mención de A Egipto le nacieron de muchas mujeres cin-
Erictonio. La misma incertidumbre afecta a su titulo: cuenta hijos, y a Dánao cincuenta hijas. Dado que
en los fragmentos 1, ZA, 3 se denomina Danaida, esto es, querellaron luego a causa del reino, Ddnao, por
la epopeya de Dánao, mientras la Tabula Borgiana lo de- temor a los hijos de Egipto y siguiendo el consejo
nomina Danaides, esto es, poema de las hijas de Dánao, de Atenea, fue el primero que construyó una nave
lo que puede ser una confusión con el título de la trage- y, tras haber embarcado en ella a sus hijas, huyó.
dia de Esquilo, hoy perdida, del mismo nombre. En el Al llegar a Rodas, erigió la estatua d e Atenea Lin-
primer caso se tratada de una epopeya centrada en la dia. De ailí llegd a Argos y el entonces reinante,
figura de Dánao. y en el segundo, un poema de forma Geldnor, le entrega el reino. Tras haberse adueña-
de catálogo cuyo protagonista seria el gmpo de sus hijas do de la región, denominó, por hl, drftraos a SUS
y sus descendientes. De cualquier modo, la Tabula Bor- habitantes.
giana asigna al poema seis mil quinientos versos, aproxi- De acuerdo con este esquema argumental. el fr. 1
madamente la mitad de la extensión de la llíada, lo que recoge el momento en el que las hijas de Dánao se
hace verosímil que en una obra tan larga tuvieran cabida arman por si deben defenderse de Los hijos de Egipto,
ambos temas. En este, como en tantos otros poemas,
preparándose para el viaje, al lado del Nilo.
tenemos un inmenso vacío de información. La base hist6rica del poema nos la han ofrecido re-
1 E. MEYZR. Forschungen zur alten Gacchichte. 1. 77 SS. cientemente unos textos egipcios de epoca de Ramsés 111
2 E. B m , S.V.Dawis, en PAULY-WI~C~WA, R.E.
242 FRAGMENTOS DE ÉPICA CFUEGA ARCAICA DANAIDA 243
que mencionan a 10s Danuna e n sus islas, lo que indica aun cuando desconfiaba de sus ofrecimientos y al
que no eran de Grecia continental y coincide can la tiempo se ncordaba de sus males e n la huida, con-
leyenda que hace de DAnao un inmigrante en Argos. siente en las bodas y distribuye a sus hijas.
Apolodoro continúa su historia:
Como la región carecía de agua porque Posiddn polod doro continúa con un largisirno catalogo de las
había secado las fuentes, irritado contra fnaco por parejas formadas que, pese a su prolijidad, bien podría
haber testificado que la región le pertenecía a Ate- corresponder en sus líneas fundamentales al poema ori-
nea 4, Dánao envió a SUS hijas a buscar agua. U n a @al. en una época en la que la poesía épica era tan
de ellas, Amimona, en su búsqueda d e agua lanza aficionada a este tipo de largas relaciones. La historia
un dardo contra u n ciervo y se encuentra a un prosigue así:
sátiro dormido. Aquél se levanta y desea unirse a Cuando a cada uno le hubo correspondido su
ella, pero aparece Posidún y el sátiro huye. Ami- esposa, Dánao celebra un banquete y les propor-
mona yace con el dios y Posidón le revela los vene- ciona dagas a sus h i j a . Ellas mataron a sus novios
ros d e Lerna. mienrras dormían, excepio Hipennestra, pues ella
salvó a Linceo, que había resperado su virginidad.
Huxley piensa que la irrigación de la antes seca Argos
podría ser un tema tratado en el poema, bien fuera por El tema del rechazo de la unión sexual por parte de
mediación de la hija, como indica Apolodoro, bien persc+ las Danaides es crucial por lo que sabemos en la versión
nalrnente, según narra un fragmento de Hesíodo 6 : que Esqui10 hizo del tema. Ello hace pensar a Hwüey 6
que verosimiimente hay que interpretar en este contexto
Dánao hizo abundante en agua a Argos, que ca-
la historia aludida en el fragmento 2. El mito ateniense
recia de ella7.
del intento de violación de Atenea por Hefesto narrado
en él pudiera ser un paradigma divino para el rechazo
El hecho es que los hijos de Egipto no se conforman
de la unión marital por parte de las Danaides. Es curio-
con la huida de las Danaides. Apolodoro nos continua así
so resaltar que ambos nacen de uno solo de la pareja
la historia: divina Zeus y Hera. Atenea, de la cabeza de Zeus, y He-
Los hijos de Egipto, llegados a Argos, exhorta- festo, de Hera sin concurso de var6n. Este intento de
ban a Dánao para que cesara en su enemistad y le unión parece ser un desarrollo lógico de la historia9.
encarecían que casara con ellos a sus hijas. Dánao, En otro orden de cosas, el tema aludido, el nacimiento
maravilloso por caída de semen a tierra, es antiguo. Apa-
4 Recuerdese lo dicho en la Foro'nidu acerca de la disputa di- rece en Asia Menor en el mito hurrehetita de Kumarbi,
vina sobre el patronazgo de la regibn. y dentro de la mitología griega, en el origen de los
5 HUXLFI,Greek epic ..., pAg. 36.
HES~ODO, fr. 128.
7 Hay una variante del verso que tambitn le atribuye el hecho 8 H c w , Greek epic ..., pAg. 36.
a las Danaides y no a su padre. 9 H u x ~ n Creek
, epic ..., pAg. 197.
244 FFUGMENTOS DE ÉPICA GRIEGAARCAICA
Edicidn: m,Epicorum..., págs. 78 y 313. Pindaro y el autor de la Danuida dicen que Erictonio y Hefes-
Estudios: E. BETHE,S.V. Danuis, en P A U L Y - W r s s o w ~ , R.E.; A . SE- to11 surgieron de la tierra.
VERINS. =Le cycle &pique et 1'6pkode d'lom, Mus. Betg. 30, 19%. H A R P O C R A T I ~ N ,S.V. ariiochrhones
pkgs. 1lP1M; Cycle ...,págs. 171-178; Hu~l.13,Greek epic..., pági-
nas 348.
pertenecen a esta obra. Asimismo se afirma que compu- En el fr. 2 se nos traza la genealogía de Corinto y
so un Himno procesional a Delos y una Bugonía. Sicjón, q u e puede representarse esquemáticamente así:
De esta última composicidn no nos ha quedado ni un Hiperión
solo fragmento, por lo que todo intento de hacernos
una idea de su contenido no pasa de ser una mera hip0-
1
Sol6 Antione
tesis. Se ha propuesto que podría tratarse del nacirnien-
to de las abejas en el cadáver de un buey o bien de AIoeo Eetes
un poema didáctico, del tipo de los Trabajos y los Dias 1
de Hesíodo, que tratara sobre la crianza de los bueyes, Epopeo Medea
I Jadn
todo ello basándonos en el significado de Bugonía unaci-
miento o prole de la vaca o del bueys. Otra posibilidad,
es que se trate de una mera corrupción de Teogonía 5.
De los fragmentos conservados, los números 1 a 9 Corinto Sición
pertenecen a las Corintíacas, del 10 al 12, a la Europia,
y el 13 al Himno procesional. Los cinco fragmentos nu- Lo curioso es que Maratón es el epónimo de la famosa
merados del 1 4 al 18 no se sitúan con claridad en una llanura del Atica en la que más tarde se libraría una
obra concreta. batalla decisiva contra los persas. Resulta por ello extra-
ña su inclusión en la genealogía corintia y el interés de
Eumelo por él, que se refleja a la alusión a su historia
3. Los fragmentos de las ~Corinríacasn recogida en el fr. 4. Es probable que la intención del
poema fuera asimilar los comienzos de la historia del
Las Corintíacas era un poema genealógico, y su línea Atica, la gran rival de Corinto, a un origen corintio. Sus
argumenta1 por tanto se organizaba sobre la genealogía. hijos Sicion y Corinto le dan nombre a las partes del
Ello hace imposible reconst~uirla.Por eso nos limitare- reino que les correspondieron.
mos a glosar los fragmentos conservados. Pero de toda la genealogía aquí esbozada, sin duda
En el fr. 1 vemos la apropiación de Efira a la tradi- el personaje que llegaría a tener una mayor fama lite-
ción corintia, tema al que ya me he referido anterior- raria seria el de Medea. En su prehistoria parece que
mente. Se nos dice que Efira, hija de Ocdano y por tanto Medea Fue una divinidad ctónica, esposa de Zeus, y que
perteneciente a una generación posterior a la de los pasa a convertirse, por su asociación con los ritos de
dioses primigenios, vivió primeramente en Carinto. Su Hécate y las noches sin luna, en una maga y hechicera.
esposo es Epimeteo, hermano de Prometeo, lo que une conocedora de secretos rejuvenecedores, y por último,
asimismo Corinto a la tradición del tema prometeico. en una princesa bárbara amada y despreciada, vengativa
y cruel, en una interesante evoluci6n de1 tratamiento
4 Aiudido por VIRCUIO,Ceórgicas IV 554558. 6 Cf. la introducción at Himno al Sol en m i s Himnos Home-
5 Cf. HUXLEY, Greek epic ..., pág. 78, con bibliografia. ricos y la uBalracomion~aquian.
250 FRAGMENTOS DE ÉPIC.~ GRIEGAARCAICA
EUMELO DE CORKNTO 251
literario de su figura que pasa por Eurípides y Apolonio aveación exclusiva de Eumelo, pues es aceptada por
de Rodas. otros dos autores de ámbitos diferentes, el lesbio tuceo
En el fr. 3 se nos informa de la marcha de Eetes a y ~ l c m á nde Esparta. Hemos de suponer que Eumelo
Colcoc, probable alusión legendaria al interés de Corinto continuaba en su poema la genealogía lacedernonia, ra-
por la colonización de Ias costas orientales del mar z&i por la que en el fr. 7 se ocupa de la descendencia
Negro, dato que, hasta ahora, no parece estar de acuer- de uno de los Atridas, Menelao. La unión con Cnosia
do con la verdad histórica7. Asimismo se nos dice que (nombre relacionado con Cnoso y, por tanto, cretense)
Medea ocupó efectivamente el trono, como heredera de consuma en la ausencia de Menelao de Esparta que
Eetes, de acuerdo con lo pactado por este con Buno. conocemos precisamente por las Ciprias y que aprove-
Jasón se convierte, por ende, en rey consorte. cha Paris para seducir y raptar a la esposa de Menelao,
Lo m8s interesante es, sin embargo, que se nos narra Helena.
una versión primitiva de la muerte de los hijos de Me- Otra serie de fragmentos de Eumelo se refieren a la
dea. Mientras que en elaboraciones posteriores del tema saga de los Argonautas, tema muy antiguo, anterior a la
como la tragedia de Euripides, Medea mata a sus hijos Odisea (se ha dicho que el hecho de que los escenarios
por despecho, como venga= por el abandono de Jasón, del viaje de los Argonautas coincida en muchos lugares
parece que en su origen la muerte de los hijos de Medea con los recorridos por Ulises parece indicar que se in-
se debe a un intento de hacerlos inmortales mediante trodujeron en la Odisea bastantes elementos pertene-
un rito mágico', que fracasa por la intervención de su cientes originariamente a esta leyenda), bien conocido
esposo. Un paralelo Io tenemos en el intento de Deméter por Homero, que alude a él en alguna ocasión lo, luego
de hacer inmortal a Demofonte, que fracasa por la pre- recogido por la Pítica IV de Pindaro y por la Medea de
sencia de Metanirag. Tras su fracaso, Medea le entrega Eurípides y por Último, en el poema épico del siglo rrr
e1 reino a Sísifo, con lo que la genealogía corintia enlaza a. C. de Apolonio de Rodas ". Conocemos asimismo otro
también con otro nombre ilustre de la tradición épica, poema tpico arcaico que alude al tema, las Naupacrias.
Belerofontes, poseedor del mítico corcel Pegaso. Pese a La expedición de los Argonautas se debe, en la leyen-
que Sisifo tarnbien se menciona en el fr. S, ignoramos da, a un encargo del rey Pelias, usurpador de1 trono
la extensi6n e importancia que Eumelo daría a toda esa de Yolco, según el cual había que ir a la C6lquide a bus-
temática en su obra. car el vellocino de oro. El encargo encubría su deseo
En el fr. 6 volvemos a seguir el hilo de la genealogía. de librarse de Jasón, dado que un oráculo había anun-
Al hacer a Leda hija de Glauco y nieta de Sisifo, Eumelo ciado que se vería abatido por el hombre que llegara
la hace, en los orígenes de Lacedemonia, descendiente con una sola sandalia, y Jasón se habla presentado en
tambidn de un corintio. Esta versión no es sin embargo su país precisamente de esa guisa. Jas6n. tras correr
múltiples aventuras con sus compañeros, logra su prcl e] de la siembra de los dientes del dragón y el naci-
pósito con la ayuda de Medea, la hija del rey Eetes, miento de guerreros de la tierra, que está tomado de
poseedor del vellocino, y vuelve a Yolco. otra leyenda, la de Cadrno y los orígenes de Tebas '1.
Parece que en el origen de la saga hay un hecho his- En cuanto a la conversación entre Medea e Idmón a la
tórico: una expedición a las tierras del norte del Mar que alude el escoliasta nos plantea un cierto problema.
Negro y al Adriático, aunque desde bien pronto se i n t n Mientras que en las Nuupactias Idmón llega hasta la
dujeron en ella otros elementos, como son la figura de cólquide y Medea puede por tanto verlo vivo, en el
Medea, que aporta el tema de la princesa lejana, por poema de Apolonio, Idmón, hijo de Apolo y adivino de
cuya mano hay que competir, la traición de la hija al la expedición, habia muerto en Bitinia por un jabalí,
padre para favorecer al extranjero y otros temas del antes de que la nave Ilegara a Cólquide; por lo que, de
cuento popular 12. En la expedición, que se supone que ser esta la versión de Eumelo, hay que suponer con
se produjo una generación antes de la guerra de Troya, Huxley l5 que Medea realiza una nekyomanteiu o evoca-
pariicipan con Jasón, un héroe por otra parte de escasa ción de los muertos como Ulises con Tiresias en la
trascendencia, importantes figuras, como son Heracles, Odisea.
que no llega con ellos al final, Peleo, el padre de Aquiles, Hasta aquí llega nuestra información sobre Ias Corin-
y Telamón, el padre de Diomedes. ziacas. Ignoramos el punto en el que estas genealogías
Poca es la información que los fragmentos nos sumi- se detenían.
nistran sobre el tratamiento que Eumelo daba a este
tema. El fr. 8 nos aclara que Sínopa era hija de Asopo.
El pasaje es un escolio a Apolonio de Rodas, en un pa- 4. Los fragmentos de la ~Europia*
saje en el que se narra el mito de Sinopa, a la que Zeus
pretendía unirse. Como el dios le ofreció concederle lo Los fragmentos conservados de la Europia se refieren
que quisiera, ella pidió conservar la virginidad, así que al ámbito de la leyenda tebana. El titulo no extraira si
Zeus se vio obligado a respetar su palabra. Dado que tomamos en consideración que el fundador de Tebas,
Apolonio coincide con Eumelo en considerarla hija de Cadmo, era pariente de la hermosa Europa, raptada de
Asopo, es probable que la historia y quka el pasaje Fenicia por Zeus en forma de toro. Tras el rapto, Cadmo
(como ocurre en el Fragmento siguiente) proceda de parte en su busca y en su recorrido pasa por Delfos y
Eumelo. Sínopa es el nombre de un promontorio en la Tebas. El fr. 10 alude a una narraci6n que conocemos
costa sur del Mar Negro, lo que parece indicar la inten- también por Hornero, de las múltiples que se refieren
ción concreta de Eurnelo para hacerla aparecer en el a antagonistas del culto a Dionisio. Eurnelo añade a la
poema: una motivación para reclamar para Corinto este
territorio aún por colonizar. 13 Sobre este tema en el que no podemos entrar aquí, cf. el
El fr. 9 son cinco versos de Apolonio de Rodas que, libro de F. VIAN. Origine5 . . . Sobre el episodio. cf. también las
según el escolio, están tomados de Eumelo. El tema es Naupociias.
l4 Nnupactias, fr. 6,8.
12 GUAL,Argonautas ..., págs.
Cf.C . GARC~A 16 y SS. 15 HUXLEY, Greek e p t ..., pág. 67.
254 FRAGMENTOS DE EPICA GRlEGA ARCAICA EUMELO DE CORINTO 255
leyenda de Hornero, que sepamos, sólo el nombre de las sandalias. Se trata de un canto coral, no épico, y no
otra Oceánide, Eurínoma. estaria acompañado de lira, sino de flauta. Se compuso
El fr. 11 se sitúa en Delfos, lugar conocido en la leyen- con motivo de un festivaI, el de Zeus en Itome y des-
da de Cadmo, ya que Apolo le sugirió que fundara una cribe el amor del dios por una Ninfa.
ciudad allá donde viera que una vaca se detenía, y fue
precisamente en Delfos. Para Hwley l b hay en estos ver-
sos un eco de los deseos del poeta de que Corinto triun- 6. Fragmenlos de posición indeterminada
fara en las guerras que por entonces libraba.
El fr. 12 nos habla del arte de Anfión para tocar la Del resto de los fragmentos transmitidos no podemos
lira, enseñado por Hemes 17: A este respecto hay que ni siquiera aventurar a qué obra pertenecían. Basten
citar un fragmento de H e s i o d ~ 'alusivo
~ a este pers@ aquí unas pequeñas aclaraciones a los mismos. El fr. 14
naje, en el que se nos dice: nos habla de Calisto, amada por Zeus y posteriormente
convertida en la Osa Mayor, mientras su hijo Arcade
merca de Zeto y Anfión lg cuentan Hesiodo y otros
es convertido tambih en constelacjón. El fr. 15 resulta
que Ievantnron el muro de Tebas con la cítara.
interesante porque niega implícitamente la historia que,
por ejemplo, nos cuenta Asio2', de que Pelasgo nadó
Es verosímil que el episodio de Anfión moviendo las
directamente de la tierra.
piedras con la cítara formara parte de esta leyenda que
En otro orden de cosas, conocemos alguna indicación
lo hace fortificador de Tebas, tras su fundación por
acerca de la versión de Eumelo sobre el tema de las
Cadmo
Musas. Junto a las nueve Musas tradicionales, hijas de
Mnemósine y Zeus, a las que invoca en el fr. 16 (ignora-
mos con ocasión de qué), cita otras tres en el fr. 17 como
hijas de ApoIo. Sus nombres resultan reveladores. Boris-
ténide es el nombre del río Dnieper, Cefjso, el de otro
La única alusión a esta obra es el fr. 13 y esta some-
río, de Orcomeno, citado por Hesíodo P. En cuanto a
tido a dudas. Primero, porque aparecen en e1 eolismos
Aqueloide, si es que hemos de aceptar la corrección del
no épicos, segundo, porque la segunda línea no es un
nombre que los manuscritos presentan, parece aludir a
hesimetro, y resulta inadecuada la corrección de Bergk
la fuente Castalia, en Delfos, cuyas aguas, según la tradi-
para cuadrar el hexárnetro, según la cual habría que
ción, procedían del Aqueloo. Ello implica, en el caso del
leer el segundo verso: que tiene pura la cítara y libres
primer nombre, un conocimiento de la costa norte del
Mar Negro Dor Darte de los corintios antes del 700 a. C.
v . *
Hu-, Greek epic ..., pág. 76. En cuanto al nacimiento de Zeus en Lidia, aludido
Cf. el Himno a Hermes sobre la invención del instnunento en el fr. 18, resulta una tradición peculiar, diferente de
este dios.
HEsf(px>, fr. 182.
Sobre los cuaies cf. la introducuh a ASIO. 21 ASIO, f r . 8.
Cf. Vian, Origines ..., pág. 71. MODO, frs. 7W1.
las que sitúan su nacimiento en Creta. Es no obstante
muy escasa la información para poder determinar el
alcance de esta afirmación de Eumelo.
7 . Bibliografía
EUMELO DE CORLNTO
Edición: KINKEL.Epicorum..., págs. 165-195.
Estudios: E. BFTHE,S.V. Eumelos, en PAULY-WISSOWA, R.E.;
H u m , Greek e p k..., págs. 6079; C. M. B o w , tTwo lines of
CUAL,
Eumelusm, C h s . Quart. 13 (1963), págs. 145153; C. CARC~A
introducción a Apoionio de Rodas, El viaje de los Argonnula,
Madrid, 1975.
Efira es Corinto, por fifira, la hija de Epimeteo. Según Eume-
10, por Mira, la hija de O&o y Tetis que llego a ser la esposa
de Epimeteo.
8. Texto seguido para nuestra traducción ESCOLIO
L A APOLONIODE RODAS.1V 1212
La genealogía que se da en los OrCicos (de Sinopa) es de Ares pero también e1 autor de la Europia cuenta que la estatua dc
y de Egina. Según algunos, de Ares y de Parnasa. Según EIumelo ~~l~ en Delfos era un pilar, en los siguientes términos:
y Aristbteles, de Asopo.
Escotro L A APOLONIO DE RODAS,11 446 Para que le colguemos al dios el diezmo y el
botín de las sacras construcciones del alto pilar.
les promete conseguirles el vellocino, adormeciendo a puede ser Tesprocia y el personaje, Ferete o su padre
la serpiente que lo guarda, hecho lo cual huye con ellos, Jason.
perseguida por los Colcos. En nuestro poema, e n cam- En cuanto a los fr. 11 y 12 se refieren a la leyenda
bio, Eetes, dispuesto a matarlos, celebra un banquete, según la cual Asclepio, hijo de Apolo, vuelve a la vida
pero por instigacibn de Afrodita prefiere yacer con su a Hipólito, el hijo de Teseo. El motivo de la muerte de
esposa, así que da tiempo a que Idmón el adivino prevea HipÓlit0 es que Fedra, su madrastra, se había enamo-
el peligro que los Argonautas corrían y les aconseje rado de él y al rehusar Hipólito, Fedra le miente a
emprender la huida. Medea, al oírlos, decide huir con Teseo diciendo que su hijo le ha hecho proposiciones,
ellos (fr. 7-8). EL vellocino estaba en casa de Eetes y con lo que Teseo lo maldice. AL enterarse Zeus de que
Medea se lo lleva consigo (fr.9 ) . ~sclepioha vuelto a la vida al joven, lo fulmina 9. Igno-
En las Argondulicas Medea se libra de la persecución ramos el contexto en el que esta historia se insertaba.
de los Colcos, que vienen con su hermano Apsirto al puede ser que la genealogía prosiguiera y llegara a la
frente, colaborando en la emboscada y asesinato del saga de Fedra y Teseo o, como quiere Huxley lo,dado
mismo. Tras u n accidentado regreso a Yolco, el poema que en el fr. 1 se nos dice que Admeto intervenía en el
termina con final feliz. Parece que en las Nuupacrias la poema, es posible q u e las Naupactias trataran el tema
acción continuaba en episodios posteriores. Tras la en relación con Adrneto. En efecto, la historia continua-
muerte de Pelias, el rey por culpa del cual Jasón tuvo ba con la venganza de Apolo, por la muerte de su hijo
que emprender la expedición 6, Jasón emigra de Yolco Asclepio, matando a los Ciclopes, fabricantes del rayo
a Corcira. Dado que Mérmero, un hijo de Jasón, muere de Zeus, y a la posterior expiación de su crimen. entran-
a manos de una leona, y que no se dice nada del otro do al servicio de Admeto. Este podria ser, pues, el hilo
hijo, Ferete (fr. 10) es evidente que no se mencionaba conductor de la historia, aunque es imposible deter-
en las Naupactias en absoluto la historia de la muerte minarlo.
de los hijos a manos de Medea. Mérmero se cita en la El fr. 13 (que es el mismo que el fr. 5 de Cinetón) sólo
Odisea como padre de un tal 110, a propósito de la contiene una información negativa.
Éfira de Tesprocia. Ello lleva a Huxley a conjeturar
que Medea se asociaba en el poema con el oráculo de
10s muertos de aquella ciudad. 3. Bibliografía
Quedan tres fragmentos, cuya situación en el poema
no es tan evidente. Así, el fr. 2 puede referirse a la tierra Edici6n: K r m , Epicorum ..., pAgs. 198202.
de Eetes, pero Huxley, de acuerdo con la teoría a la que Estudios: E. DIEHL, S.V. Naupaktiu épé, en PAULY-Wrssow,
acabo de referirme, sobre la asociación de Medea con R.E.; HUXLEY, Greek epic..., pAgs. 68-73.
el oráculo de Tesprocia, piensa que la región aludida
Cf. la introducción a1 Himno a Asclepio, en mis Himnos Ho-
6 Cf.la introducción a Eumelo. inericos y la ~Batracomionaaquia~.
'0 Huxlev, Greek epic ..., pág. 70.
7 Odisea 1 259.
8 HW, Greek epic ..., pAg. 72.
270 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA
11 W m n ,Scholh...
12 Con ROBERT,
Heldensage ..., pág. 795, nota 2.
Camo deseaba con Dan inter&senterarme de qué hijos le na- 1. Auror y época
cieron de Mesena a Polica6n. me lei las llamadas E e u 14 y el
poema Naupactia y a d e d de ésos, cuantas genealogías e l a b Al lacedemonio Cinetón, al que hay que distinguir de1
raron Cinetón y Asia Pero no han hecho ninguna menci6n sobre quiota Cineto, rapsodo que fue el primero que recitó
esos temas. versos hornéricos en Siracusa en fa Olimpíada 69 (esto
PAUSANIAS.IV 2, 1 ',
es, entre el 504 y e1 500 a. C.) se le atribuyen una serie
de obras como una Edipodio, por la Tabuln Borgiana,
14 Esto es. el Catblogo hesiódico.
una Pequeña Iliada por Helanico, y una Telegonia, aun-
que es probable que el título sea err6neo por Genenlo-
gia, y una Heractea, aunque se discute si el autor de
esta obra es Conbn, tradiciones todas ellas poco seguras
y discutibles. En todo caso sólo se nos han conservado
fragmentos (casi todos ellos, excepto el 3, procedentes
de Pausanias) de unas genealogías sin título, semejantes
a las de Asio y Hesíodo.
La dataci6n de este poeta es difícil, ya que carecemos
de datos seguros sobre dl y se enmarca en una poesía
tradicional que se extiende desde el siglo v m hasta bien
entrado el siglo VI a. C. Huxley señala como un apoyo santo Minos como Radamantis aparecen luego como
para fechar ai poeta la probable cita del epónimo de los jueces en el Hades.
medos en el fr. 2, preguntándose cuándo los medos Fue- El fr. 2 se ocupa de la descendencia de Jasón y Medea
ron para los griegos lo suficientemente importantes y cita a Medeo, probablemente epónimo de los medos
como para preocuparse de su epónimo. Parece que los (razón por la que se ha intentado corregir el texto, sus-
griegos entraron en contacto con este pueblo hacia el tituyendo el nombre por el de Med~)~.
650 a. C., en la colonización del sudeste de1 Ponto Euxi- El fr. 3, junto con el 4, se ocupa de la genealogía de
no, pero son realmente conocidos tras la guerra medo- 10s Atridas. En el fr. 3 se cita el nombre de un hijo de
lidia del 585 a. C. aproximadamente. Los límites de data- Helena y Menelao, Nicóstrato, punto en el que coincide
ción de Cinetón oscilarían así entre el 625 a. C. y el con Hesíodo 6 , quien, refiriéndose a Helena, dice:
500 a. C.
La cual le dio como hija a Menelao, ilustre por
su lanza, a Hermíona y como el menor7 parió a
Nicóstraro, vástago de Ares
2 . Los fragrne~tos
El fr. 4 nos habla de Pentilo, un bastardo de Orestes
En estos poemas genealógicos resulta imposible ha- con Erigona, la hija de Egisto. No se nos da el nombre
cerse con una línea argumenta1 porque los diferentes de la madre de Erígona, pero verosimilmente era Clite-
episodios se articulan precisamente sobre la genealogía. mestrag. Tampoco se nos informa sobre el nombre de
Por tanto, nos limitaremos a comentar los fragmentos la esposa legítima de Orestes, que debía ser aludida,
en su orden de edición. dada la condición de bastardo de Pentilo. Este Pentilo
El fr. I se ocupa de una genealogía cretense, concre- es e1 ancestro de los Pentílidas, familia conocida en
tamente la de Radamantis. Según Hesiodo y Baquilides, Lesbos en el 600 a. C. a la que se le atribuía un papel
Radamantis era hijo de Zeus y la raptada Europa, y tenía rector en la migración
- eolia a Lesbos, dos generaciones
como hermanos a Minos y Sarpedón. E n esto, pues, se después de la guerra de Troya. El tema era quizá alu-
aparta Cinetón de la versión hesiódica, que sena luego dido por Cinetón.
la más popular. Ignoramos qué papel concedía nuestro El fr. 5 nos da una información negativa. T a m p o c ~se
poeta a 10s otros dos personajes en su genealogía. Hux- halla en Cinetón, como no se halla en Asio, ninguna
ley supone que, así como Radamantis era hijo de Festo,
lo que parece apuntar a que sería el rey mítico de Festo, 5 Cf. el aparato critico de la edición de KINKEL.
6 H E S ~ O DFr.
O , 175.
la ciudad cretense, Minos se entendería como rey de 7 0, de acuerdo con lo dicho en nota a fr. 1 de Epigonos, ueI
Cnoso, y Sarpedón, el fundador de Mileto de Caria, se más capaz para las armas., traducción que insistiria, junto con
relacionaría con una Mileto de Caria citada en la Ilíada 4. el epíteto .vástago de Ares. en el audaz valor de Nicóstrato, cf.
HLXLEY,Greek epic ..., pág. 88.
En Odisea IV 12.14 se nos dice que Helena no tuvo más
2 HUXLEY.Greek epic ..., pág. 87. hijos que Hermione.
3 H m ,Greek epic ..., pAg. 87. 9 Explícitamente lo asegura P s ~ m A m ~ o m ~
VoI ,25, cf. nota
4 Iliuda 11 647, precisamente junto a Festo y Cnoso. de FRAZER.
278 FRAGMENTOS DE ÉPXCA GRIEGA ARCAICA
3. Bibliografía
1, El aulor y su epoca
ción y lo toma, mata a Epopeo y se lleva p r i s b El fr. 4 trata la genealogía de Alcmena, otra ocasión
nera a Antíopa. En el camino ella da a luz n dos en la que Asio se aparta de la versión tradicional, que
hijos, en Eléuteras de Beocia. la hacía hija de Electrión y Lisídice13, considerándola
hija de Anfiarao y Enfila, con lo que entronca el tema
El fr. 2 se refiere a la historia de Beoto, epónimo de de ]a madre de Heracles con el de los Siete contra Tebas.
Beocia. La tradición local, expresada por Corina 'O hace El fr. 5 se ocupa de la genealogia de Foco, que enlaza
a Beoto hijo de Posidón. Aquí no se indica el nombre con la de Agamenon, de acuerdo con el siguiente
del padre. Eunpides, que consagra dos tragedias al esquema:
tema, nos dice que Beoto fue criado por una vaca. No Foco AgamenGn
sabemos si este motivo del cuento popular remontaba
a Asio.
Panopeo Criso = Anaxabia
El fr. 3 narra la genealogia de Ptm, héroe epónimo
d e un oráculo cercano a Acrefia, al este del lago Copais.
Sin que podamos tener garantías de que la historia fuese
narrada así en Asio, merece la pena reproducir la ver-
sión que de la misma da Apolodoro ":
Luego Atamanie se vio privado también de los Foco es el epónimo de Fócide, y Panopeo y Criso. de
hijos de Ino por el rencor de Hero. Pues él, en un dos ciudades de Fócide. La madre de Foco era Astero-
rapro de locura, asaeteó a Learco, mientras que día, y se cuenta que ambos hijos llegaron a las manos
Ino se arrojó al mar con Melicertes. Expulsado de en el vientre de su madre, antes de nacer 14, Lo que es
Beocia, pregunid al dios en qué lugar debía vivir, una explicación mitica de la rivalidad tradicional entre
y recibió u n oráculo de que debía vivir en u n lugar las ciudades que recibieron de ellos sus nombres, pro-
en el que fuera hospedado por fieras salvajes. Tras bablemente aludida por Asio.
haber atravesado mucha extensión d e tierra j2, en- El fr. 6 es un mito peloponesio, la genealogía de los
contró a unos lobos que devoraban pedazos d e re- Tindáridas, tema sobre el que considero suficiente re-
ses. Y ellos, al verlo, huyeron, abandonando lo que mitir a lo dicho en las introducciones a las Ciprias y a
se estaban dividiendo. Alamante colonizd el lugar Eumelo 15.
y lo llamó, por él, Atamantia. Tras casarse con El fr. 7 nos ofrece la elaboración de una genealogía
Temisto, la hija de Hipseo, engendró a Leucán, compleja para situar el origen de Samos. su isla natal.
Eritrio, Esquénoo y Pioo. Se remonta para ello a Eneo, un hijo de Egipto, según
Apolodoro 16, lo que enlaza este tema con la leyenda de
'0 CORINA,fr. 5 Page.
'1 APOLODORO,1 9, 2. 13 H E S ~ O D fr.
O , 193, v. 20.
u Recuérdese que la purificación de crimenes de sangre exige 14 CF. HES~ODO, fr. 58. con notas criticas.
peregrinación y ritos, cf. lo dicho en la introducción a la Alcmed- 15 CE. las introdu&ones a las Cipriac y a Eumelo.
nida. 16 APOLODORO,11 l . 5 .
286 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA ARCAICA
Dánao. Anceo es un argonauta. Quizá contaba Asio una El fr. 11 diverge también de Eumeio en la genealogía
historia que conocemos a través de Aristóteles, según la de Sición, aunque conserva la relación con el Atica en
cual murió al perseguir un jabalí en el saqueo de Sarnos. 10 que parece un deseo de agradar a los atenienses.
En cuanto a Astipalea es la heroína epónima de la E1 fr. 12 nos informa negativamente de que las genea-'
primitiva ciudad de Samos, situada por Asio en La mis- logias de Asio no incluían referencia alguna a la proge-
ma generación que Europa, la heroína que da origen a nie de Mesena y Policaón.
Creta, y en un mito paralelo. Mientras que Europa fue En cuanto al fr. 13 ya hemos indicado lo fundamental
raptada por Zeus en forma de toro y llevada a Creta, al hablar de la datación de Asio, supra.
Astipalea lo fue por Posidón y llevada a Samos. Ello
excluía la tradición corriente, según la cual Samos había
sido colonizada por Creta. 3. Bibliografía
El fr. 8 alude a un mito del primer hombre, diferente
al narrado por los argivos en la Fordnida. Aquí el primer Ediciones: F. D i b E R , tras F. S. LBHRS, Hesiodi Carntim, Pa-
hombre es Pelasgo, probablemente, como en Hesiodo 17, rís, 1840. págs. 14; =m,Epiwrum ..., págs. 20t-2iló.
autóctono, nacido de Ia tierra y arcadio. Estudios: E. B e r w ~ s.v.
. Asios, en PAULY-Wissown. R.E.; L. A. MI-
El fr. 9 ofrece una nueva discrepancia de Asio con CHMNGELO, frammenti di Asiom, Riv. S:. Ant. 3 (1898). 71 5s.;
Eumelo en el nombre del padre de la heroína arcadia F. R.ADWOS, Líricos Gnegos. Elegíacos y yambógrafos arcaicos.
t. 1, Barcelona, 1956, phgs. 247-248; H m . Greek epic ..., pági-
Calisto que se convirtió luego en la constelación de la
nas 8998.
Osa Mayor. Probablemente el tema se introducía dentro
de la genealogía arcadia de Pelasgo.
El fr. 10 enlaza temhticamente con el 6 si se sigue la
4. Texto seguido en nuestra truduccidn
genealogía que ofrece Estesicoro, según la cual Tindareo
e lcario eran ambos hijos de Perieres. Si es así, la genea- Ed. de KINIPL, Epicorwn ...,phgs. mZ-206.salvo que lea en fr. 13,
logía completa quedana así: lin. 5 & p q l @ p q i w ~ Tpav.
v y ih.6 . ]TE< inraml6iov rohapi-
O T ~ V .
Pleurón
I
Agénor
I
Testio Perieres
Mede Penelope
le viene el sobrenombre a Apdo Y el nombre a la montaña, era
,,hijo de Atamante y Temisto, lo dice Asio en su poema.
IX 23, 6
PAUSANIAS,
Pues Laomedonte, el hijo de Corono. que reinó después de E p Asio, el poeta épico, dice que Panopeo y Criso nacieron de Foco,
peo, abandond a Antlopa. Ella, cuando se dirigía a Tebas por y que de Panopeo nació Epeo, el que fabricó el caballo de ma-
Eléuteras, pare alií mismo en e1 camino. Acerca de ello dice dera, se* dice Hornero. El nieto de Criso fue Pflades. que era
Asio. el hijo de AafiptbIemo: hijo de Estrofio, el hijo de Criso y Anaxibia, la hija de Agarnenón.
P~usmrns,11 29, 4
Antiopn parid a Zeto y al divino Anfkin, ella,
que era hija de Asopo, el vorticoso río, encinta d e
Zeus y d e Epopeo, pastor de pueblos.
11 6 , 3
PAUSANIAS, Los hijos de Tindáreo descendían, por parte de madre. de PIeu-
ron, pues Asio dice en su poema que Testio. el padre de ieda,
era hijo de Agénor, el hijo de Pleurón.
PAIJS~NIAS,
111 13. 8
Autloco cree que la ciudad de Metapontio se llamaba antes Mé-
tabo y que luego cambió de nombre. Asimismo, que Melanipa
ni fue llevada alií. sino a Dio para someterse a prueba ante el
heroon de Métabo. Tambikn Asio el poeta dice que a Beoto
Asio de Samos, el hijo de Anfiptolemo, dice en su poema que
lo parió en las estancias de Dío la agraciada Me- a F h i x le nacieron de Perirneda. la hija de Eneo. Astipalea y
lanipa Europa; que de Posiddn y Astipalea era hijo Anceo, que tomó
por esposa a Samia, la hija del río Meandro, le nacieron Perílao,
como si Melanipa hubiera sido llevada allí. no a MCtabo. Enudo, Samo, Aliterses y una hija, Parténopa, y que de Parté-
ESTRAB~N.
265 nopa, la hija de Anceo y de Apdo, nació Licomedes. Hasta aqui
llega en su información Asio en su poema.
PAuSAN~AS,VI1 4. 1
2. Bibliografía
1 PLWTARC~.
Moraiia 156e.
Hmle)" pensando que, dado que Marat6n. el héroe e p 8
nimo del Atica, era hijo de Epopeo. quizá Hegesinoo
trazaba la genealogía A l ~ E p o p e d b í a r a t ó n .Ello que-
rria decir que la leyenda de Maratón, que pertenecía
,,,-iginariamente a las fronteras entre Atica y Beocia,
habría sido trasladada .por Eumelo a Corinto y Sición.
2. Bibliografía
Acerca del contenido de la Atis estarnos tan mal infor- 2 HUXLEY.Greek epic ..., pág. 121.
mados como acerca de su autor, Hegesinoo, que no es
más que un mero nombre. Su titulo es el antiguo adje-
tivo que corresponde al mas moderno de uático*, lo que
hace suponer que se referiría a leyendas relacionadas
con el Atica. Paradójicamente, el único fragmento con-
servado no se refiere a una leyenda Btica, sino a una
beocia, la historia de Ascra, epónima de la ciudad natal
de Hesíodo.
El poema ya se había perdido en época de Pausanias,
esto es, en el siglo 11 d. C. (cf. el fragmento), ya que el
periegeta se ve obligado a recabar información de se-
gunda mano a través de Calipo de Corinto.
Es curioso señalar que la genealogía que se describe
no coincide con la de Eurnelo 1, pues mientras este autor
nos presenta a Epopeo como hijo de Aloeo y reinando
en la Asopia de Sición, aquí parece que se alude al Asopo
de Beocia. La razón de que apareciera la leyenda en el
marco de una obra centrada en temas áticos lo explica
PZSANDRO DE CAMIRO, aHERACLEAn
Dicen que Efiaites y Oto fueron los primeros que hicieron sa-
crificios en honor de las Musas en el Helicbn, que denominaron
al monte como consagrado a las Musas y que asimismo fundaron
Ascra. Y así tambikn lo compuso Hegesínoo en este pasaje de 1. Pisandro
la Aiis:
Y con Ascra se acostó a su vez Posidón, el que La datación de Pisandro de Camiro, ciudad de Rodas l ,
conmueve la tierra. Ella le pario un hijo, con el era ya motivo de discusión en la época del Suda, quien
transcurso de las estaciones, E o c b , que fue el pri- nos dice:
mero que con los hijos de Aloeo fundó Ascra, la
Unos lo describen como conlemporaneo y aman-
que se asienta a2 pie del Helicdn, prddigo en ve-
te de Eumolpo, el poeta, otros incluso como más
neros.
antiguo que Hesíodo, otros lo sitúan en la Olim-
piada 33.
Este poema de Hegesinoo no lo he leido, sino que se había
perdido antes de que yo naciera. Pera Calipo de Corinto, en su
relación acerca de los onmmenios presenta como testimonio para De estas dataciones la mas verosímil es la Última,
su historia los versos de Hegesínoo. Igualmente también nosotros hacia el año 648 a. C., dado que es esta la epoca en la
lo hicimos, una vez que los aprendimos de Calipo. que Rodas explora el Mediterráneo oriental. Las aven-
turas de Heracles en esas tierras lejanas podrían ser un
trasunto literario de ese interés colonizador.
De acuerdo tambidn con el Suda, Pisandro escribió
una Heraclea en dos libros, acerca de los trabajos de
Heracles, ademis de la cual se le atribuían indebida-
mente otros poemas. Asimismo nos informa que fue el
primero que le confirió la clava a Heracles. Tendremos dio del León de Nemea que depredaba los rebaños de
ocasión de ver que no h e ésta la única innovación que Anfitrión y Tespis, rey epónimo de la ciudad de Tespias.
podemos atribuir a Pisandro, sino que se nos aparece E] león era invulnerable, por lo que no podía herirlo
como un poeta imaginativo y creador, que transforma con la espada ni con las flechas, de modo que lo golpeó
y desarrolla los detalles de la leyenda con gran libertad. con la clava y luego lo ahogó. Desde entonces conservó
De acuerdo con un epigrama de Teócrito2 otra de sus su piel como atuendo. Estos detalles de la clava y la piel
creaciones fue que dijo cuantos trabajos Ilevb a cabo del león parecen ser también innovaciones de Pisandro.
Heracles, esto es, fijó el canon de los doce trabajos que posteriormente el León se convierte en la Constelación
se recoge ya en las metopas del templo de Zeus en Leo. Tal destino ha hecho pensar a algunos mitologistas
Olimpia en el 450 a. C., aunque no fue por mucho tiem- que el número de trabajos se hallaba en relación con
po un canon invariable, sino que conoció luego diversas 10s doce signos del Zodiaco.
variantes. El fr. 2 alude a la hidra de Lerna, monstruo serpen-
tino, hijo de Tifón y Equidna, que habitaba en los pan-
tanos de Lerna. Pisandro innova también multipkando
2. Reconstrucción del contenido del poema sus cabezas. En la leyenda posterior se cuenta que, cada
vez que Heracles cortaba una cabeza. volvía a salir otra
Parece, pues, evidente que en el poema de Pisandro en su lugar (según otras fuentes, dos). hasta que Yolao
se trataban los doce trabajos. La razón de acometer esta lo ayuda quemando el cuello recién cortado y evitando
empresa h e que Heracles, por haber matado en un así el rebrote de la cabeza. No sabemos si Pisandro hace
rapto de locura (provocada por Hera) a los hijos que intervenir como auxiliar de la hidra al cangrejo4, lo que
había tenido de Mégara, tuvo que purificarse y entrar es posible, dado que el tema aparece en representacio-
para ello al servicio de Euristeo. Bajo las órdenes de nes Figuradas del siglo vi1 a. C.
este emprende los doce trabajos, si bien es cierto que El fr. 3 menciona la cierva de Cerinea que, a pesar de
algunos de ellos proceden de otros ámbitos míticos. ser hembra, tenía cuernos y, además, de oro. Estaba
Incluso se ha puesto de manifiesto que en muchos de consagrada a Artemis y Heracles tuvo que perseguirla
ellos el fin úitimo parece ser la consecución de la inmor- todo un aiio hasta que logró capturarla.
talidad. Según este supuesto, las Manzanas de las Wes- El fr. 4 cita los pájaros de Estinfalo, ciudad de Arca-
pCrides representarian un árbol de la vida y la lucha dia junto a un lago rodeado de bosques. Tales pájaros,
contra Cérbero sería un trasunto de una victoria sobre según Pisandro. devoraban a las personas (según otras
el mundo de ultratumba. fuentes, destruían las cosechas o herian con sus plumas
Los fragmentos conservados corroboran que Pisandro afiladas como flechas), por lo que Heracles en algunas
alude en su obra a algunos de los trabajos del canon. versiones Ias asaeteaba. Pisandro, sin embargo, sigue
Así, en el fr. 1 se nos dice que el poeta narraba el episi, una variante según la cual las expulsó con el ruido de
unos crótalos, Con ello le quita a Heracles uno de sus Al cruzar Fóloe es acogido (Heracfes)por el Cen-
rasgos originarios más típicos, el uso del arco. tauro Folo, hijo de SiIeno y de una Ninfa Melia a
El fr. 5 nos remite a una historia de la que hemos (...) Cuando Heracles le pidió vino, le dijo que
hablado ya: el viaje de Heracles en la copa del Soi3. temia abrir la tinaja común de los Centauros, pero
Tal travesía la realizó para consumar el robo del gana. como Heracles le instaba a que se animara a ello,
do de Gerioneo. El episodio lo cuenta asi Hesíodo b : la abrió y no mucho después se presentaron los
Centauros, arinados con piedras y abetos, ante la
Crisaor engendró, unido a Calírroa, hija del g l e gruta de Folo.
rioso Océano, al tricéfalo Gerioneo. A éste lo mató
el vigor herácleo jclnro a sus bueyes de tortuoso probablemente el proverbio del fr. 9 apareciera en
caminar en Eritia, cercada por las olas, el día en boca de Folo, que no se fiaba de la reacción de sus
que arreó los bueyes de ancha testuz hacia la sacra congéneres. El episodio acababa en una lucha de la que
Tirinte, tras cruzar el paso del Océano, matar a salía vencedor Heracles, aunque hiriendo involuntaria-
Orto y al boyero Euritión en un nebuloso establo, mente a Folo con una herida incurable.
más allá del ilustre Océano. Ningún fragmento nos ha quedado de los demás tra-
bajos del canon, uno de los cuales consistía en la lirn-
Pisandro debía mencionar asimismo la búsqueda de pieza de los establos de Augías, hijo del Sol y rey de
las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides, ya Élide, poseedor de una inmensa cantidad de ganado.
que el fr. 6 debe situarse en ese viaje. Anteo era un hijo En sus establos se habían acumulado masas de sucie-
de Posidón y rey de Libia que obligaba a los extranjeros dad. Heracles. sin embargo, los limpia en un solo dia
a combatir con 61 y los mataba. Su poder residía en que desviando el río Alfeo y haciéndolo pasar sobre ellos.
se recuperaba en cuanto tocaba tierra. Para evitarlo, Otros trabajos son la captura del toro de Creta, la bús-
Heracles lo mató alzándolo en brazos y golpeándolo en queda de los caballos de Diomedes, devoradores de car-
alto. Ignoramos el papel que su hija Alceide desempe- ne humana que acaban devorando a su propio dueño,
ñaba en la historia. y la consecución del cinturón de Hipólita, la reina de
También debía Pisandro tocar el tema del jabalí de las Amazonas, poseedor de grandes poderes. Incluso
Erirnanto, al que era preciso capturar vivo, por lo que llega a traspasar los umbrales de los infiernos para
Heracles lo hizo salir a gritos de su madriguera y lo traerse de allí a Cérbero, el monstruoso perro que los
cazó con una red en un lugar en el que había una espesa guardaba.
capa de nieve. El fr. 9 menciona un proverbio referido Otras aventuras de Heracles, además de los doce tra-
a los Centauros, que intervenían en los preIiminares de bajos propiamente dichos, debían mencionarse en e l
esta aventura. Es así como nos cuenta la historia Apo- poema de Pisandro. Asi, el episodio de los Cércopes 9 ,
lodoro 7: ya que es verosímil que el fr. 7, que se refiere a la
5 CE. la introducción a la Titariornaguia. 8 Esto es, NinFas de los fresnos.
6 HES~ODO,
Teogonia 287.
9 Sobre este tema cf. la introducción a Cércopes.
7 APOLOOORO,11 S, 4.
302 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA
Algunos dicen aigo más: que este fue el primer trabajo de Hit. Su nombre, (el de la hija de A n t a ) . era Aiceide. se& dice
cules y que lo había matado sin armas. De ello escribieron Pisan- pisandro de Carniro. Otros la Laman Barca.
dro y algunos otros 13. EXOLIOn RNDARO, Pitica IX 183
HICINO, ~ t r o n ó r n i c a11
~
Tenia (ia Hidra) una sola cabeza, me parece, y no más. Pero A Heracles, cuando se hallaba muy cansado junto a las Termo-
Pisandro de Camiro, para que el monstruo pareciera más temible pilas, Atenea le hizo brotar agua temales. Pisandro djce:
y su poema llegara a ser más importante. en vez de esto repre-
sentó a la Hidra con muchas cabezas. En las Termopilas, la diosa de ojos de lechuza,
PAUSANIAS,11 37, 4 Atenea, hizo brotar para d l aguas termales, junto
al cantil de la mar.
R.
ESCOLIO A ARIST~FANES.Nubes 1050
Dijo que (la cierva) era hembra y con cuernos de oro. segl'n la
tradición. Pues el autor de la Teseida la describe como tal, así
como también Pisandro de Camiro y Ferecides.
ESCOLIO
A PLNDARO,
Oiirnpica 111 52
Atenea le hizo brotar a Heracles por todas partes aguas ter-
males como descanso de sus fatigas, se- dice tambi4n el poeta
Pisandro en su poema sobre Heracles.
Z m o e ~ o ,VI 49
Acerca del agua del Estídalo se conserva una historia: que en
tiempos unas aves devoradoras de hombres w criaban en él. Se 8
dice que Heracles las mató a flechazns. Pero Pisandro de Carniro De Pisandro:
dice que no matd a las aves, sino que las expulsó de allí con
ruido de crótaios. No debe provocar indignación el decir incluso
PAUS~NIAS, VI11 22, 4 una mentira para salvar la vida.
Es~oBEO, X I I 6
rubia Yola, y se me reputa como un escrito Solo nos resta añadir el dato de Clemente de Alejan-
de Hornero. cosa &U, Zeus mío, para dría S de que Paniasis plagió esta obra, afirmación que
Creóf ilo! debe limitarse: lo Único que puede aceptarse a ese res-
pecto es que Paniasis elaboró la tradición ya aludida
Algunos dicen que éste fue maestro de Hornero, por Creófilo. La leyenda será recogida más tarde por
otros, que no fue él, sino Aristeas de Proconeso. Sófocles en las Traquinias.
Arcadia, y cada uno le da un nombre diferente, aparecer en el poema como un excursus, dado que es
cosa de la que se habla también en los ptirrafos dificil pensar que se trata de un fragmento de otro
dedicados al Peloponeso. Acerca de estos temas poema, porque no tenemos la menor noticia de que
investigan especialmente cuál fue la capturada Creófilo fuera autor de otra composición.
por Heracles y sobre cuál hizo su narración el
autor de la Toma de Ecalia.
3. Bibliografía
En esta discusión parece que el autor del poema que
nos ocupa se alineaba entre los que situaban Ecalia en Ediciones: ICINKM., Epicorum ..., pkgs. á062; -N. Homeri
Eubea g. opera, págs. 144147; EVELYN-WHIIE,phgs. 532-534.
En el fr. 3A se nos indica que Cre6filo sigue una ver- Estudios: A. RZACH, C.V. Homeridai, en P~rnr-Wrssow~. R.E.:
si611diferente a la de Hesiodo en el tema de la descen- S ~ Y N S Cycle
. ..., págs. 1Sg195; H w r , Greek epic ..., pági-
nas 105-106.
dencia de Eurito. Hesiodo ' 0 nos dice lo siguiente:
Encinta de él, Estrafonica la de hermosa cintura
parió en el palacio tan hijo queridisimo, Eurito. 4. Texto seguido para nuesira traducción
Como hijos de este nacieron Deyón, Clicio, el dei-
forme Toxeo e Ifito, vástago de Ares. Tras ellos salvo la adición
Seguimos el texto y la numeración de U .
dio a luz a la última a la rubia Yola, la soberana del citado h. 3 8 .
Antioca, hija del antiguo Naubdlida, a causa de la
cual (destruyo> Ecalia el Anfitrionida 1'.
1 WB~J(ER,Cyclus ..., 1 253, seguido por SEVERYNS,Cycle ..., pá- 3 H u m , Creek epic.... pAg. 120.
gina 103. 4 Cf. la historia de Cometa que corta la cabellera de su padre
2 HWY, Greek epic ..., phg. 118. Pterdeo por causa de Anfitión, así como las leyendas de Escila,
Junto a estos temas y también como en el caso de
Heracles, se le atribuyen logros propios de los héroes ante Leto de ser más Fecunda que la diosa. lo que le
de civilización. como es el hecho histórico de Ia unifica. acarreó el castigo de perder todos sus hijos, asaeteados
ción del Atica. por Apolo y Artemis, hijos de Leto. Este tema del cas-
Existen testimonios de que sobre Teseo existía una tigo divino contra la jactancia aparecía también en la
extensa producción épica en el Atica hacia finales del Miniada ejemplificado en otro habitante del Hades, Tá-
siglo VI, aunque se han perdido los nombres de su autor miris (fr. 4). La leyenda de este bardo tracio es conocida
o autores y casi todo vestigio de los poemas 6. por Hornero que en el catálogo de las Naves,, aludien-
do a Dorio, ciudad del Peloponeso occidental, nos cuenta:
donde las Musas le salieron al encuentro a Túmi-
3. Análisis de los fragmentos ris el tracio y le hicieron cesar en su canto cuando
iba desde Ecdia, de casa del ecalio Eurito. Pues
Ignoramos, como he indicado ya, la temática de la afirmaba, jactándose, que vencería incluso si can-
Miníada, y todos 10s fragmentos conservados se agrupan taran las propias Musas, las hijas de Zeus egidí-
en torno a un solo episodio, el descenso de Teseo al fero. Ellas, irritadas, lo dejaron lisiado. Además,
Hades acompañando a Piritao, que intenta sacar de allí lo privaron del canto divino y le hicieron olvidarse
a Perséfone para hacerla su esposa. Al principio de su del arte d e tañer la cítara.
recorrido, al llegar ambos al lugar en el que debía ha-
llarse la barca de Caronte, no la encuentran allí (fr. 1 ). Otro personaje con el que se encuentran es con Melea-
Es de señalar que Caronte, el barquero que cruza a las gro, rey de Calidón (fr. 5), participante en la expedición
almas hacia su residencia de ultratumba, no es un mito de los Argonautas y en la cacería del mítico jabali en-
conocido por Romero, sino posterior. viado por Artemis a Calidón en venganza por el olvido
En el poema se contendría una descripción de los de un sacrificio. Su muerte tuvo lugar en un combate
horrores del Hades, sobre la cual tenemos en primer contra los Curetes. Precisamente un texto papiráceo nos
lugar una información negativa: la Miniada no mencie ha devuelto el fragmento de las Eeas de Hesíodo al que
naba a Eurínomo (fr. 2), asi como referencias a una se alude en el ir. 5 y que menciona la muerte de Me-
serie de personajes con los que Teseo y Pintoo se en- leagro:
contraban en su paso por las regiones infernales. Es el
caso de Anfión (fr. 3), esposo de Niobe y músico prodi- Ninguno de los héroes se atrevió a resistir de
gioso, castigado por las calumnias acerca de Leto. Las cara en el combate homicida, lamentable, al ver
tales calumnias consistieron en que Niobe presumió al fuerte Meieagro cuando se lanzaba de frenre a
combatir, sino que sucumbió por obra de las ma-
Niso y Minos. Hipodamía. Enomao y Pelope, Medea, Eetes y nos y los dardos de Apolo, combatiendo a los Cure-
Jasón, etc. tes en tomo a la excelsa Pleurón.
S K ~ P ~ ~ cEpkorurn..
EL, . 217-2111,
6 Cf. las menciones homéricas de Teseo en Ilíada 1 263265,
Odisea X I 321-325 y 631, etc.
7 Iliada 11 59%00.
8 HES~ODO, fr. 25.
322 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA .4RCAICA
El fr. 6. tambien papidceo, nos presenta una conver- Las leyendas de Orión son oscuras y tardías y hay
sación entre Meleagro y Teseo en el Hades, que es ver* entre elIas toda suerte de variantes l2 por lo que igno-
símil que perteneciera a la Miníada, aunque también ramos cuál podría ser el contenido de la alusión a este
podría pertenecer a una obra hesiódica sobre el tema 9. personaje en la Miníada.
Probablemente a instancias de Pirítoo, Meleagro cuenta En cuanto al final de la aventura de Teseo y Pirítoo
en los primeros versos su muerte y pregunta la razón posiblemente era el que pintó Polignoto y describe Pau-
de la presencia allí de ambos héroes. Teseo, que parece sanias en el fr. 8, esto es, que ambos quedaron sentados
tener la iniciativa de la expedición, toma la palabra y le en tronos de los que no podían moverse. Pausanias no
cuenta la pretensión de Pirítoo, quien, basándose en la dice que el pintor lo hubiese tomado de este poema,
costumbre divina de casar con una hermana, se consi- pero es lo más verosímil y es esta la razón d e incluirlo
dera con más derecho a desposar a Perséfone. su her- aquí. Es asimismo probable que Teseo lograra salvarse
mana, que Hades, que es tío paterno de ésta. a l final en el poema.
Meleagro se aterra ante el intento y trata de disua-
didos, al parecer recordándole a Piritoo que ya estaba
casado. Por lo que sabemos, sin embargo, Piritoo y Te-
seo no hacen caso de sus consejos.
El fr. 7 es muy poco claro. Falta precisamente lo que Edición: KINKEL,Epicorum ..., págs. 215217.
dicen de Orión Hesíodo y el autor de la Miniada. Se ha Estudios: W. ALY, S.Y. Prodikos, en PAULY-WISSOWA, R.E.; S m -
pretendido cubrir el hueco de formas diferentes: bien RYNS, Cycle. ., págs. 183-188; HUXLEY,Greek epic ..., pags. 118-121;
leer « h e picado por un escorpión» o «murió a manos R . MBRKELBACH, mPeirifhou Karábasis~,Siud. I r . F i l . Clas. N . S . 24
de Artemis. ID.Orión es un héroe beocio, que aparece (1 9M), 255263.
también e n la visita de Ulisec a los infiernos, narrada en
la Odisea 1 1 :
5. Texto seguido para nuestra traducción
Vi después al gigantesco Orión, persiguiendo por
el prado de asfodelos a las fieras a las que él mis- Fragmentos 1-5, según KINKEL,Epicorum ..., págs. 215-217, 6=Er.
mo habia matado en los solirarios montes, Ilevan- 280 de Hesiodo en la edición de ~ ~ F ~ ~ B yA WEST.
C H con adicio-
do en sus manos una clava toda d e bronce, indes- nes del aparato crítico y otras procedentes del articulo de M w -
tructible por siempre. KELBACH en Siud. I t . Fil. Clas. N.S. 24 (1950). 255-263. 7 4 de
KINKEL, pero corregido según fr. 345 de H~siooo,ed. MERKELBACH
y WEST, y 8=Pausanias, X 29, 9.
Polignoto se inspira, a mi parecer, en el poema la Miníada (para Sobre la muerte de Meleagro dice Homero 14 que la Erinis oyó
su pintura de Caronte). Pues hay en la ~ i n í a d auna referencia Jas imprecaciones de Altea y que Meleagro muri6 por esta causa.
a Teseo y Pititoo: Pero las llamadas Eeas y la Miniada están de acuerdo entre si,
pues estos poemas dicen que Apolo ayudb a los Curetes contra
No obstante, la barca en la que embarcan muer- los etolios y que Meleagro murió a manos de Apolo.
tos que llevaba el anciano barquero Caronte no PAVSANJ~S, X 31, 3
la hallaron alIi, dentro del puerto.
-
cionaron provecho para sus aventuras 16.
PAUSAYIAS,
X 29, 9
entre los bienaventurados con su propia hermana
de madre y del mismo padre. (Pues dice> que ét
16 A este fragmento le sigue el 9 de Paniasis.
20 mismo, por nacimiento, es pariente más próximo
de Perséfone, la hija de Dernéter, d e hermosa ca-
bellera, que el gran Hades. Asegura en efecto que
es hermano de madre y del mismo padre <que
ella,> y que en cambio Hades es su tío paterno.
Esa es la razón por la que d i j o que bajaría a la
nebulosa tiniebla.
<Así dijo.> Y se espantó el hijo d e Eneo al
25 oir sus palabras. Así que, respondiéndole, le diri-
gió la palabra con halagos:
(-Teseo,> consejero <de los arenienses> ay-
mudos d e coraza. ¿Pero es que no era acaso !a muy
prudente <Hipo>domia 'j esposa <legitima> del
magndnimo Pirítoo?
PAPIROI ~ ~ C H ECOI.
R 1
FILODEMO,
de la Piedad, pág. 7 Comperz
Tifón uno de los rebeldes, aunque parece, por lo dicho Tierra 12. Hesíodo sigue una versión radicalmente distin-
en el fr. 8 que el episodio no aparecía revestido del tiu- ta, segiín la cual las Harpias son hijas de Taumante y
nico primitivismo del combate hesiodico, sino más bien EIectra y las Hespérides, de Noche 13.
se movía en los limites de una lucha de astucia en ia Herodoto l4 narra una historia acerca de este tema
que Tifón trata de aprovecharse del sueño de Zeus. que no coincide con las tradiciones conocidas, hecho
Tras la victoria de Zeus, el poema continuarja con la que hace pensar a Huxley l5que remonta a Epiménides.
esperada genealogía. En ella sabemos que aparecía Ar- La historia es la siguiente:
cade (fr. 16) como hijo de Calisto y Zeus. Calisto qued6
embarazada de Zeus con engaños y Hera la transformó Jasón, una vez que la Argo quedó construida al
en osa. Con el tiempo madre e hijo se convirtieron en pie del Pelión, embarcando en ella entre otras co-
las constelaciones de Ja Osa Mayor y Arturo. Lo curioso sas una hecatombe y u n trípode de bronce, costeó
es la aparición de Pan en este contexto '. el Peloponeso, queriendo llegar a Del fos. Cuando
Lo más peculiar, con todo, es la incIusiÓn del propio se hallaba navegando a la altura d e Malea, se le-
Epiménides en la genealogía, ya que, según se ve en el vantd el vienro Bóreas y lo desvió a Libia. Antes
fr. 2, descendía de la Luna, como el León de Nernea, d e avistar tierra re encontró en los bajíos del lago
contendiente, corno sabemos, de Heracles en uno de sus de la Tritónide. Cuando desesperaba de hallar una
trabajos. salida, la leyenda dice que se le aparecid Tritón y
le ordenó a Jasón que te entregara el trípode, ase-
gurándole que así les mostraría u n paso y los [le-
3. Las *Argonáuficasn varía sanos y salvos. Persuadido pues Jasón, Tritón
les mostró de este modo la salida de los bajíos y
Creo ocioso repetir aqui lo dicho a propósito de la puso el tripode e n su propio templo, profetizó
expedición de los Argonautas lo. Epiménides parece coin- sobre él y les declaró a los que estaban con Jasón
cidir con Eumelo haciendo a Eetes originario de Corin- todo lo que iba a ocurrir: que si alguno de los des-
to (fr. 131 y añade un hijo mis a la lista de cuatro hijos cendientes de los que hacían la travesía e n la Argo
de Frixo que da Apolonio y no sabemos si Hesiodo se llevaba el trípode, era de toda necesidad que
(fr. 12). ES verosímil asimismo que pertenezcan a este fundaría cien ciudades griegas en torno d esire-
poema los fragmentos 7 y 9 que señalan como guardia- cho Tritónide. Al oir eso, los lugareños de Libia
nas de las Manzanas de Oro a las Harplas, identificadas ocultaron el trípode.
con las Hespérides y consideradas hijas de Océano y
1D
Luego Calímaco le plagi6 el hemistiquio de este verso".
SAN JER~HLMO, Epístola 70 T 666 Migne
Llego a Atenas asimismo otro varón cretense, de nombre Epi- La comunidad que se.establece para cada día según la natura-
ménides. Y tampoco podia llamar a ninguno su maestro, pero leza es la casa. a los que Camndas llama -40s que comparten la
era tan experto para lo divino que ofreciendo un sacrificio m- artesas y Epidnides de Creta.
piatorio, salvó la ciudad de los atenienses. azotada por la epide-
los que respiran el mismo humo.
mia y por la lucha de facciones. Y no era experto por haberlo
A ~ ~ s r b r n s Polirica
s, 1252b 13
aprendido, sino que se le describía un sueño largo, y el sueño
era su maestro.
WXIMO DE TIRO,38
Hablar en público es más difícil que hablar en un proceso,
naturalmente, porque se trata del futuro, mientras que aqueUo
Llegó una vez a Atenas un varón cretense, de nombre Epimé-
trata de lo acontecido. cosa que era ya conmida por los adivinos,
nides, que traía consigo una historia difícil de creer, que se con-
como dijo Epiménides de Creta, pues aquCl no vaticinaba sobre
taba de este modo: tendido a medioáía en la cueva de Zeus
Ias cosas venideras, sino sobre las acontecidas, pero ocultas.
Dicteo, dijo que en un profundo sueño de muchos años seguidos
se había encontrado él mismo con los dioses, las palabras de los ARI~T~ITUS, Retórica 1418a 21
dioses, la Verdad y la Justicia.
MLXIMO DE TIRO,10
Epiménides postuló dos primeros principios: Aer y Noche (...)
de los que fue engendrado el Tártaro (supongo que el tercer prin-
Y djcen que tambikn el le6n de Nemea cayó de la luna. Pues
cipio. como una cierta mezcla combinada de los dos). De ellos,
dicen los versos de Epiménides:
dos Titanes, un intermedio comprensible, llamado asi porque en
Pues también yo soy de la raza de Selene de her- ambos se distiendew la punta y el extremo. Mezclados ambos
mosa cabellera, la que, violentamente estremecida, entre si engendraron un huevo (...) del que luego surgió otra
generación.
se sacudid Q la fiera, el león. Pero en Nernea, es- D ~ ~ A s c rDe
o , los Principios 124
trangulándolo por causa de la soberana Hera lo
domeñó la divina fuerza de la energía heráclea.
~ ~los Animales XII 7
N a t u r u l e ~de
ELIANO,
En los versos épicos atribuidos a Epimhides, se dice que todo
se fonn6 de Aer y Noche, como tambikn Hornero señal6 que
O c h o y Tetis engendraron a los dioses diciendo: 6-0, ori-
iC6mo no va a ser una insensatez dar crédito, acerca de la gen de los dioses y la madre Tetisn B. Al@ otro considera padre
historia sobre Heracles, a los libros de Herodoro, que proclaman y madre de los dioses a Crono y h a . y otros a Zeos y Hera.
que la tierra subió (a la luna) y que bajo de eUa el le6n muerto F n o n e ~ o ,De la Piedad, pAg. 19 Gompen
por HeracIes?
HEROD~RO, ea Thcr.mo, 28 u juego de palabras en griego entre Titdnes y dia-feinein.
25 Ilíada XIV 201.
340 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA
tágoras. Circuló durante el siglo v, pero desapareci6 de culturas neoliticas de Jericó han puesto de
pronto y posiblemente se conservaron s61o citas, algu- manifiesto la costumbre de sacar con yeso un molde de
nas de ellas falsas, en resúmenes en prosa. la cara del difunto y rellenarlo luego con oro sobre el
crineo. En lo que se refiere a la igualdad de derechos
de las mujeres, no implica un matriarcado, sino la inter-
2. Reconstrucción del contenido de las uArimaspeas~ vención de las mujeres en actividades que en otras cul-
turas se reservan s610 a hombres, situación de la que
El fr. I resulta un resumen del contenido de la obra, hay también pardelos en tribus mongolas.
brindado por Herodoto. Aristeas llegó hasta el país de Por tanto, el poema de Aristeas no parece contener
los isedones, pero no pasó de alií (fr. 2), aunque tiene invenciones, sino referencias reales a costumbres de
la honradez de declarar que a partir de allí su conoci- nómadas esteparios 8 , pastores de caballos, corderos y
miento es de oídas. Las migraciones que señala en el bueyes. En el fr. 3 se alude a ellos en tres fragmentos
fr. 1 son básicamente correctas. El poema incluiría des- que aunque nuestra fuente los cita seguidos, proceden
cripciones de costumbres. Por ello es verosímil que la de tres lugares diferentes: el primero alude a los isedo-
descripción que nos da el mismo Heródoto sobre los nes y el segundo, probablemente a los arimaspos, como
isedones proceda también de Aristeas: el tercero.
La leyenda de los arimaspos y los grifos (Fr. 4 ) oída
Se dice que los isedones tienen las siguientes
seguramente de boca de los isedones, es un tema de
costumbres: cuando muere el padre de un hombre,
foIkiore, el de los monstruos guardianes del oro y los
todos sus parientes traen ganado y, una vez que 10
buscadores míticos, que reviste múItiples formas en
han sacrificado y han troceado las carnes, rrocean
lugares diversos. El ojo único es un elemento que apa-
también al padre muerto de aquel que les ha invi-
rece también en los Cfclopes. No creo que sea mera
tado. Después de mezclar todas las carnes, sirven
casualidad el que los Cíclopes estén también relaciona-
un banquete. Tras haber pelado y limpiado su ca-
dos con el tema de la mineria y el trabajo del metal.
beza, la sobredoran y luego la tratan como una
En cuanto al grifo propiamente dicho es una figura
imagen sacra y le ofrecen grandes sacrificios onua-
que aparece con diversas variantes en la iconografía
les. Un hijo hace esto por su padre, como [os grie-
egipcia y en otras culturas, w m o la hetita, con funcie
gos, las genesiasl. Por lo demás, se dice que son
nes diversas. En este caso parece que Aristeas operó
justos y que las mujeres tienen iguales derechos
una síntesis entre la leyenda que hablaba de monstmos
que los varones.
con la rapidez y la agudeza de visión del águila y la
fiereza del l e h , con representaciones iwnogrAficas de
El canibalismo ritual de1 padre muerto tiene parale- este jaez.
los en prácticas tibetanas atestiguadas en el siglo XIII
d. C. En cuanto a los cráneos sobredorados, las excava-
HER~DOTO, IV &. 8 Sobre la locaüzación exacta de1 viaje de Aristeas d.el capi-
Fiestas de aniversario de la muerte del padre. tulo que a ello dedica BOLTON.ArSf u..., págs. 104-118.
ARISTEAS DE PROCONESO, «ARIMASPUSD 35 1
En el fr. 8 se habla de la Cueva del Aquilón (£0-
latina correspondiente al griego Bóreas, nombre del
4. Texto seguido para nuestra trnduccih
viento del norte). Frente a la tradición homérica que
habla de la isla flotante de Eolog se presenta aquí la Seguimos la edicjón y numeración de BOLTOH, pero sólo tra-
residencia del viento en una caverna, creencia esta ex- duzco los fragmentos 1 a 8 que son los que aluden al contenido
tendida entre los pueblos de Asia Central y Siberia. del poema. Los demss a l g u n o s de los cuales aparecen traducidos
En cuanto a los hiperbóreos (fr. 1, 6) responden a un en la introducción son testimonios sobre su autor. En el fr. 3
universal humano de describir un pueblo ideal. El más acepto la corrección paaí por oqüq de H u B ~ N N ~ Z .
de más allá que se cita es el Océano que envuelve toda
la tierra lo. Her6doto cita aquí y allá otros pueblos en la
zona recorrida por Aristeas y es posible que su informa-
ción derive de él, pero en ello entramos en el terreno
de la hip6tesis.
El fragmento de mas difícil interpretación es el 5.
Habla de un pueblo desdichado, dentro del tópico grie-
go de la dureza de la vida en el mar, pero no sabemos
quiénes son los que hacen el comentario ni sobre quie-
nes. Se ha dicho que puede tratarse de los isedones, en
un comentario irónico sobre los navegantes griegos, de
una alusión a poblaciones lacustres sobre palafitos O de
unos habitantes legendarios del mar, los esteganópodos,
hombres palrnípedos citados por Alcmán. Como este poe-
ta conocía las Arimaspeas, sena por eJlo verosímil que
hubiera hallado su modelo para los esteganópodos en el
poema de Aristeas ll. La dificultad dista mucho de estar
resuelta, especialmente porque se trata del fragmento
más sospechoso de ser espurio entre los conservados.
3. Bibliografía
Edici6n y comentario: J. D. P. BOLTON,
Aristem oj Proconnesus,
Oxford, 1%2, con amplia bibliografía.
9 Odisea X 1 SS.
10 Cf. lo dicho en la introducción a la Titanornriquio.
11 Bibliografía Sobre el tema la da BOLTON, Ariste u...,
pág. 9
y SS.
ARISTEAS DE PROCONESO, « ARIMASPEASB 353
Quua tambiea los Cíclopes de un solo ojo los transfirió de una 1. El autor y su obra
historia escita. Pues dicen que son asi los arimaspos, que Aris-
teas de PK>EOneso dio a conocer en su poema las Arimaspeas. Aunque no son muy abundantes los datos que posee-
mos acerca de Paniasis, sí son lo suficientemente impor-
tantes como para que no sea para nosotros una mera
sombra histórica como otros épicos antiguos. Nacido en
Halicarnaso, su nombre cario lo señala como procedente
lunto a ellos, que se encuentran mirando al norte, no lejos de las fusiones de los carios con los colonos griegos
del propio punto de partida del Aquii6n y de la caverna que se llegados a Halicarnaso. Sabemos que era hijo de Poiiar-
llama suya, lugar al que denominan Ges clithron se nos habla co, de noble familia, y estaba emparentado con el histo-
de los arimaspos, a los que ya citamos, destacables por su único riador Heródoto, aunque las fuentes vacilan entre con-
ojo en el centro de la frente. Se encuentran continuamente en siderarlos primos o tío y sobrino.
guerra por los metales con los grifas, una clase alada de fieras Su datación se halla sometida a ciertas dudas, pero
cuya apariencia es bien mnm'da, que sacan oro de sus galerías
parece verosímil que muriera entre el 455 y el 450 a. C.,
con admirable avaricia, Ias fieras. por custodiarlo. y los arimas-
por lo que Matthews l sitúa su nacimiento entre el 505
peos, por robarh. Muchos, pero importantes Her6
doto y Aristeas de Proconeso, escriben acerca de ello.
y el 500 a. C.
Dado que se nos han conservado algunos fragmentos
Rmo, Historia Natural VI1 10 largos de su producción poética, nos es posible acceder
directamente a su estilo y forma de hacer. Paniasis se
nos muestra como un gran conocedor de la tradición
épica, pero dotado aún de nervio y originalidad, en una dación de Tebas a la que el fragmento se refiere. El lazo
época en que el género se hallaba en decadencia. Des. de unión podría buscarse en que es en esta ciudad don-
pués de él la imitación sustituye a la tradicion y lo de sitúan el nacimiento del héroe diversas fuentes. Ya
libresco a lo espontáneo, en pleno declive del género. Hornero 4 alude al tema diciendo:
Paniasis cierra así un período de la historia del género
épico. No obstante, puede percibirse en él un moderado e n el día en que Alcmena iba a parir al vigor herá-
prurito innovador que en contados casos roza lo pe- cleo en la bien amurallada Tebas.
dante.
Entre sus obras se cuenta una Heraclea en catorce De ser así, habria que concluir que el poema comen-
libros y nueve mil versos y unas Jónicas en disticos zaría con una referencia al nacimiento de Heracles en
elegiacos. Tebas.
Desde su nacimiento Heracles va a verse acosado por
un poderoso enemigo divino, Ia diosa Hera, que lo per-
2. Contenido de la ~ H e r a c l e a ~ seguirá continuamente. Uno de los episodios de la leyen-
da de Heracles lo constitiiia precisamente su locura,
La tarea de situar los diferentes fragmentos que se provocada por la diosa, que lo lleva a asesinar a sus
nos han conservado en el contexto general de la obra hijos5. Paniasis, de acuerdo con el fragmento 22, narra-
resulta en miiltiples ocasiones dificil, porque, si bien ba también este asesinato, aunque ignoramos si en su
en algunos fragmentos se indica su lacalización en el versión Heracles lo iievaría a cabo con sus flechas, tal
poema (fr. 1 , 2 , 4 , 5 , 7,11, 28), en la mayoría de los casos y como cuenta, entre otros, Eurípides en su tragedia
no disponemos de esa referencia, por lo que se nos pre- Heracles furioso, o arrojándolos al fuego, según la ver-
sentan dudas a la hora de determinar el orden en el que sión de Apolodoro y Ferécides. Aunque las fuentes va-
irían situados. rían también sobre el lugar que el episodio ocupaba en
El mejor apoyo para esta tarea lo constituye el relato la saga de Heracles, normalmente se sitúa antes de que
que de los trabajos de Heracles hace Apolodoro 2. Basán- el héroe diera comienzo a sus trabajos. En efecto, es
dose principalmente en este autor, Matthews3, aunque por este asesinato por lo que Heracles debe purificarse,
respeta en su edición la numeración de Kinkel, presenta para lo cual acude a Delfos. A esa visita délfica se refie
un orden conjetural de los fragmentos, que es el que re el fr. 15, que menciona Castalia, fuente de DeIfos a
seguiremos en esta Introducción. la que el poeta hace hija de Océano. Aquí, como en el
Ello nos lleva a hablar en primer lugar del fr. 31. No fr. 28, AqueIoo no es mAs que un mero sinónimo de
es seguro que pertenezca a la Heraclea. En caso de que Océano.
efectivamente hubiera formado parte de es te poema, Heracles consulta en Delfos al oráculo acerca del lu-
el problema consiste en relacionar con Heracles la fun- gar donde deberia ir a vivir y se le responde que ha de
4 IIiada XIX 9899.
2 APOLODORO,11 4. 5-7. 5 La historia era conocida desde antjguo, cf. las Ciprias, donde
3 Purtyassis
~~UTHEWS , .... pág. 24. se cuenta en boca de Priamo.
358 FRAGMENTOS De ÉPICA CRiECA ARCAICA PANIASIS 359
entrar al servicio de Euristeo, dentro de la costumbre la innovación de su predecesor. Los aliados, que aquí
que hemos podido seguir en otros poemas de que el son varios, no se mencionan. En la tradición normal es
homicidio se purga al servicio de otro hombre. sólo Yolao, por lo que cabe preguntarse quién más lo
En el fr. 16 alguien consuela a Heracles por haber ayuda en la empresa. Tzschirner apunta a que puede
sido condenado a la servidumbre. No sabemos en boca ser Atenea, confrontando el pasaje con unos versos de
de quién hay que poner estos versos, pero lo mas p r o Teognis la:
bable es que fuera la sacerdotisa de Delfos, o quizá La mató con implacable bronce el hijo de Zeus,
Atenea, la diosa protectora del héroe, el personaje que Heracles anfitrionida, con Yolao caro a Ares, por
cita a una seríe de dioses que sufrieron el mismo trato. consejo de Atenea, amiga del botín.
Se refiere a Demeter, que sirvió con Metanira, según
nos narra el Himno a Deméter, y a Hefesto, aunque des-
Dentro de otro de los trabajos, el episodio del jabalí
conocemos en qu&momento se vio Hefesto sometido a
de Erimanto, hay que situar el fr. 4 (que pertenece ya
esta condicidn, tal vez cuando los Sinties de Lemnos 10
al libro tercero de la obra). La suposición de que el frag-
acogieron al ser arrojado del Olimpo por Zeus 6. Asimis-
mento se refiere a la acogida que dispensa a Heracles el
mo se alude a Posidón, que, junto con Apolo, estuvo al
servicio de bornedonte construyendo las murallas de centauro Folo antes de la captura del animal 11 se basa
; en un fragmento de la Geriónida de Estesícoro U , que
Troya 7, y a Apolo, que, tras haber matado a los Cíclopes,
trata precisamente este tema y que es muy parecido al
en revancha por la muerte de su hijo Asclepio, fue con-
que nos ocupa:
denado a entrar al servicio de Admeto
Heracles al someterse a las órdenes de Euristeo se ve Tomando la copa como un tazón de tres azurn-
obligado a realizar los famosos doce trabajos. En los bres, bebid sin respirar. Habíasela ofrecido Folo,
fragmentos conservados tenemos alusiones a algunos de una vez hecha la mezcla.
ellos. El primero fue traer la piel del león de Nemea.
A este episodio se refieren los fragmentos 1 y 2, ya que El fr. 5, que parece pertenecer a un himno o canción
Bembina es una aldea cercana a Nemea. En ello el poeta a Dioniso, exaltando su precocidad, pertenece al libro
hace un alarde algo pedante de conocimientos geográ- tercero. Por esa razón Matthews l3 piensa que es en casa
ficos. de Folo donde se entonaria ese himno. En cuanto a que
El fr. 3 alude a la lucha con la hidra de Lema. Ya Tione es otro nombre de Sémele, lo vemos en un himno
vimos que Pisandro había innovado la leyenda tradi-
cional dotando al monstruo de varias cabezas. E1 hecho 9 S . P . TZSCHIRN~R, Panyasidis Hal¿uunassei Heracleadis Frag-
de que Heracles necesite ayuda contra la hidra en el menta, Bratislava, 1842. pág. 44, citando a VDGEL. ES seguido par
poema de Paniasis parece indicar que éste ha aceptado h h r r ~ w sPanyassis
, ..., phg. 47.
10 TEOCNIS, 316318.
11 Cf. 10 dicho al respecto en la introduccidn a la Heraclea de
bos atados a su asiento. También en el Hades encuentra En el fr. 12 el elogio debía ir en boca de Eurito o de
a otro de los famosos condenados, Sisifo (fr. 30), aun- su hijo, al principio de la fiesta, exhortando a los comen-
que, lejos de describir el conocido mito, según el cual sales a beber.
Sísifo se ve obligado a cargar cuesta arriba una enorme El fr. 13 Eurito parece hacer advertencias a Heracles
piedra que, al llegar a la cima, rueda de nuevo abajo, para que no cometa excesos. En el verso 11, a Heracles,
Paniasis nos cuenta un suplicio justamente inverso al que tiene probablemente sus ojos puestos en Yole, lo
de Tantalo: hallarse continuamente a punto de ahogarse. manda con Deyanira, su esposa.
Matthews l9 cree que hay que situar en este episodio El fr. 14 debía ir casi inmediatamente después, cuan-
el fr. 6, un pasaje confuso y que presenta dudas textua- do el héroe había sido ya expulsado, y en él Eurito
les. Según la interpretaci6n de este autor, se refiere a explica las razones por las que ha obrado así con su
que Élide es el punto por el que Heracles accedió al incontinente invitado.
Hades, hiriendo a U al soberano del mundo subterráneo. Tras este episodro, Heracles mata al hijo de Eurito,
Ello nos recuerda el episodio que cuenta Hornero ": Ifito, que llegó junto a él en busca de doce yeguas per-
didas y murió a sus manos 22. Como consecuencia, Hera-
Un dardo sufrió el prodigioso Hades, cuando el cles enferma y a eilo se refiere el fr. 17. Ahora bien, hay
propio hijo de Zeus egidffero lo entregó a2 dolor que hacer constar que hay diferencias entre el test-
al herir10 en Pzlo, entre los muertos. nio de 17A del de 17B. En el 17A e1 Anfitrionida es ali-
viado en su sufrimiento por las aguas calientes de los
Los fragmentos 12, 13 y 14 son sin duda los más inte- ríos Aqueloo o Aquelesio e Hilo, y de acuerdo con ellos
resantes por tratarse de citas textuales largas del poema, llama a sus hijos Aqueles e Hilo. En 178 el río es uno
que nos permiten hacemos una idea más clara del estilo sólo, el Hilo, y Heracles liama Hilo a los dos hijos. En
del poeta. Parecen proceder del mismo episodio, un ban- cualquiera de los casos, se trata de otra nueva exhibi-
quete, probablemente aquel en el que Eurito invita al ción de conocimientos geográficos por parte de Pania-
héroe para expulsarlo luego de e1 cuando estaba embria- sis. Heracles no cura con las aguas (el conocimiento de
gado, al que S6focles alude con las siguientes palabras: la hidroterapia no llega a los griegos hasta el 300 a. C.),
en un banquete, como estaba embriagado, lo echó fuera, sino s6lo se alivia. La solución tendrá que ser de nuevo
esto es, el episodio que antecede al saco de Ecalia, al que entrar al servicio de otra persona, esta vez la reina
nos hemos referido en la introducción a La toma de onfale, de Lidia. A un encargo de la reina, la muerte de
Ecalia. una sierpe matadora de hombres, alude el fr. 33, que no
Entre los numerosos elogios del vino que conocemos es seguro que proceda de Paniasis. Hay que señalar ade-
a lo largo de la literatura griega, no hay otro, como éste, más que el mencionado rio Ságaris es un río de Frigia,
que sitúe el beber en el banquete en un plano semejante no de Lidia, en donde Higino lo sitúa, probablemente
al heroísmo btlico. confundido por la mención de bnfale.
I9 MAT~HEWS, Panyassis ..., phgs. 52-57.
m Ilíada V 395397.
u S~POCLES, Traguinias -269. 2 Odisea X X I B30.
364 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA PXNIASIS 365
A partir de este punto el poema narraba aventuras de lo sufrió Hera, cuando el fuerte hijo de Anfitrión
Heracles en Asia Menor. Allí se encuentra con los hijos la hirió en el pecho derecha con un dardo de tres
de Trémiles y Praxidica, héroes epónimos de ciudades puntas.
de Licia. Resulta lógico que Paniasis, como halicarnasio
que era y vecino de los licios se interesara por los orige- Una vez tomada Pilo, ataca a Hipocoonte y sus hijos
nes del pueblo vecino. En inscripciones licias aparecen en Lacedemonia y restaura allí a Tindhreo. A ese episo-
10s trñzmili pueblo que debia serle conocido al poeta. Lo dio se refiere quiza el tema de Asclepio volviéndolo a
que ignoramos es qué relaciones tuvo Heracles con ellos, la vida que se menciona en el fr. 19.
si amistosas o belicosas. Es dudosa la expresión «des- Por último Heracles saquea Ecalia. Paniasis trato el
posó a su hijas del primer verso: bien que Trerniles tema granjeándose por ello la acusacidn de plagio del
casó con su propia hija, o bien con la hija de otro per- fr. 27, a la que no hemos de dar más alcance que Ese,
sonaje mencionado antes. Incluso puede pensarse que que Paniasis coincidía temáticamente con el poema de
«hija Ogigiai. deba entenderse como ala hija de Ogigos, Creófilo y quizá tomó algunos elementos de él ".
que es un héroe de Licia. En el verso 4 de la cita textual Hasta aquí lo que sabemos de la Heraclea, poema cuya
se habla de alos hijos de ella., aludiendo a la costumbre pdrdida es de lamentar dada la evidente calidad poética
licia, de base matriarcal, de denominar a los hijos con de los fragmentos conservados.
el nombre de las madres y no de los padres.
El fr. 11 sabemos que pertenece al Libro XI, esto es,
al que se ocupa verosímilmente de aventuras de Hera- 3. Contenido de las d ó n i c a s u
cles en Asia Menor. Por tanto, su alusión a Pisa no
puede ser a la Pisa de Itlide, y no tiene nada que ver Sobre las Jónicas, nuestra información es mucho me-
con la fundación de los juegos Olímpicos como se ha nor, partiendo del hecho de que no hay ningún frag-
creído normalmente. Matthews 25 cree por ello que esta mento que se atribuya a esta obra específicamente. El
Pisa es un islote cerca de Icaria, que probablemente se Suda nos dice que en las Jónicns se trataba el rema de
mencionaba con ocasi6n de las aventuras con los hijos Codro, Neleo y las colonizaciones jonias, y que tenia
d e Trdmiles, pero ignoramos con quC motivo. siete mil versos en dísticos elegiacos. Verosímilmente
Contaminado aún con la sangre de lfito, Heracles pertenecían a esta obra los fragmentos 24, 25 y 29, pero
acude a Pilo a purificarse, pero NeIeo se niega. Heracles como resulta imposible establecer una Iínea argumenta1
saquea por ello Pilo y en la lucha hiere a Hera (fr. 20 sobre esta escasa base, nos limitaremos a glosarlos.
y 21). El tema es conocido por Homero, que lo alude En el fragmento 24 se presentan dos versiones, con
diciendo 24: ciertas diferencias entre ellas (y sin que sea posible
determinar con exactitud en los detalles cuál era la
seguida por Paniasis), sobre el origen de los misterios
eleusinos. Parece seguro que Paniasis hace en su versión Resulta imposible determinar que disputa es la aludi-
a Tnptdlemo hijo de Eleusis. &, pero, dado que en las migraciones jonias abundaron
L a situación de este fragmento en la obra de Paniasis las luchas entre facciones, es posible que haya que situar
se discute. Así StoesslB cree que se trataría de un ex- este fragmento en las Jónicas. Matthews '1 da como mera
cursus dentro de la Heraclea, pero Rapetti cree que que se refiera a la historia que recoge Pausa-
se trataría de la iniciación de Heracles en los misterios nias acerca de los Códridas 32:
de Eleusis, antes de penetrar en el Hades, tema sobre No muchos años despuks, Medonte y Neleo, los
el que disponemos de abundantes testimonios, literarios
mayores de los hijos de Codro, competfan por el
e icono@icos m. Como la alusidn del fr. 24 se centra
poder y Nefeo se negaba a someterse a ser gober-
fundamentalmente en la instauración de las Tesrnofe
nado por Medonte porque Medonre era cojo de
rías, parece probable que fuera una referencia al origen
uno de sus pies. Decidieron someter la cuestión al
del culto de Deméter de Eleusis, a propósito del esta-
oráculo de Delfos y fa Pitia le concedió el reinado
blecimiento de estos cultos en las colonias jonias B, don-
sobre los arenienses a Medonte, mi que Neleo y
de tuvieron gran arraigo.
los demás hijos de Codro partieron para la col&
El fr. 25 nos narra la historia de Esmirna, madre de
nización, llevándose consigo tambidn al que quiso
Adonis, aunque se ha sospechado que en la versión en
entre los atenienses. El grueso de la expedición
que la conocemos ha sido enormemente influida por el eran jonios.
gusto helenístico y resulta dificil trazar los límites entre
lo que pertenecía a Paniasis y lo que resultan añadidos
posteriores 30. En todo caso, la justificación de esta le-
yenda en el marco de las lonicas se debe a un intento 4. Bibliografía
de establecer los orígenes prejónicos de la ciudad de Ediciones: F. D -, Pragmmta Asii, Pkandri, Panyasidis.
Esmirna, asi como de las fuentes no griegas del culto Choerili et Antimuchi, en la edición de F . S . LEHFS, Hesiodi ope-
a Adonis, como son, por ejemplo el nombre Eees de ra, París, 1841; K r m . Epicorum ..., págs. 251265; V. J . h í h ~ r ~ a w s ,
Adonis de 25C. Panyassis o f Hdikarnassos, Tezt nnd Commentary, Leiden, 1974.
En cuanto al fr. 29 resulta de difícil interpretación, lo Estudios (además d d citado de ~ ' I T H E W S ) F.. STOESSL,S.V.
que entre otras cosas se motiva porque la fuente que Panyarsis, m PALLY-WISSOWA, R.E.; HUXLEY,Greek epic..., phgi-
nos lo transmite, un lexicógrafo antiguo, presenta como nas 177-188; W.ME LEOD.~Studieson Panyassis - An heroic Poet
paralelos citas inadecuadas. o€ the Fifth Centuryn, Phomix M (1%6}, 95110.
y de otro lado
Cáncer: Ese parece haber sido colocado entre los astros por
mediacibn de Hera. Porque mientras los demás awiliaban a He-
racles en el combate cuando trataba de matar a la Hidra, saltó
él solo del lago y le mordid el pie. según dice Paniasis en la Hera-
clea. Parece que Heracles, encolerizado. lo aplastd con el pie, por
lo cual tiene ganada gran honra al contarse entre los dme signos que eres por naturaleza un gran dios, Dioniso, por doquiera jrre-
del Zodíaco. sistible a los mortales*.
Algunos dicen que Tione, distinta de Sémele, es la nodriza de
Dioniso, como Paniasis, en el libro 111 de la HeracIea:
Pues las leyendas dicen que el cangrejo fue colocado entre los
astros porque dio un salto y mordió en un pie a Hercules cuando Ese Augeas Heleo es m demon contrario a Pluton, al que Pa-
a d a b a a otros y sacaba a la hidra del lago de Lema, como niasis presenta también asaeteado por Heracles.
cuenta Paniasis en la Heraclea. ESCOLIO A CLEMENTE DE ALWXNDRIA,Protreplico 11 36
@e la constelación Engonasin) a. Aquí está H & d e s precipi- A l dragón de inmenso tamaño, insomne, guardian de los jardi-
tándose encima de la Sierpe. echada hacia a t & -la clava, cubier- nes. pese a que habia sido destinado a guardar las manzanas de
to con una piel de le6n. Se dice que cuando marchó en busca de oro por Juno, se dice que lo mató Hdrcules cuando fue a por
las mamanas de oro, como cuenta Paniasis en la Heraclw, había las manzanas de oro, según cuenta Paniasis en la Heraclea y que
como guardiana de los jardines una sierpe de inmenso tamaño por ello Júpiter honra5 este trabajo como digno de ser recordado
e insomne. Cuando se hubo enfrentado a Hércules y Hércules entre los astros y colocó a ambos entre las estrellas. Las dispo-
salió vencedor en medio del mayor peligro, Júpiter honró este siciones de éstos quedaron como en un combate. cortada ya la
trabajo digno de ser recordado y los llev6 a ambos entre las cabeza de la serpiente y él, permaneciendo sobre la rodilla, ten-
estrellas, así que las disposiciones de los dos quedaron como en didas las manos hacia arriba, está pintado con el pie derecho
una lucha. Ia c a b a a de la sierpe, levantada, Hércules oprimién- alargado contra el dragón, para que se ponga en evidencia el
dola por encima con la rodilla, holiándole la cabeza con el otro esfuerzo de la lucha. Se representa asimismo que tiene en la
mano izquierda la piel del l e h , para que aparezca destacado por
El texto está cormpto aquí. Se propone Filaco o Fálacro. su valor, porque se cuenta que mató al le6n sin armas.
39 Nombre de fa constelación Hércules.
374 FRAGMENTOS DE É P I C . ~GRIEGA ARCAICA
PANIASIS
resto de la concurrencia. Pues casi no me parece Pero cuando alguien prosigue hasta la medida de
10 que esta vivo ni que lleva una existencia de horn- la rercera ronda, bebiendo sin moderación, enton-
bre animoso, el mortal que, apartando del vino su ces llega el terrible turno d e la Insolencia y la
ánimo, bebe otra bebida, sino un estripido. Ruina y acarrea males a los hombres.
El vino es en efecto un tesoro igual que el fuego Así pues, amigo mío, puesto que conoces el Iími- 10
para los que habitan sobre la tierra. Es noble, de- te en la dulce bebida, vete con tu legitima esposa
fensor de rnaiesu, compañero de toda canción. y manda a dormir a tus camaradas, pues temo que,
pues es la parte amable de la fiesta y del regocijo, una vez bebida la tercera ronda de vino dulce
15 de la danza a coro y del delicioso amor, [de la ca- corno la miel, la Insolencia solivianre la ira en tus
cería y del doloroso pesar] 43. mientes y pongas mal fin a una excelente hospi-
Por eso, preciso es que, acogiéndolo en el ban- talidad.
quete con talante propicio, bebas, y no que, satu- Asi que déjate convencer y pon freno a tanta 1s
rado de comida como un buitre, re quedes sentado, bebida.
rebosante, olvidado de los placeres. ATENEO. 36d-37b
ESTOBEO,
XVIIl 21
Los historiadores dicen que Asclepio fue aniquilado por el rayo. Como Metanira, la mujer de Weo, tenía un h i ~ o ,Demdter lo
Estesíwro, en la Eríjila, cuenta que resucitb a algunos de los acogió y lo d 6 . Deseosa de hawrlo inmortal. ponía al fuego por
caidos en Tebas, PoIianto de Cirene, en su obra sobre el origen las noches a la criatura y la iba despojando de sus carnes mor-
de los Asclepíadas, que curó a las hijas de Reto, que enloque- tales. Pero como Demofonte (pues ese era el nombre del niño)
cieron por la cólera de Hera. Paniasis, que porque resucitó el crecia durante el día de un modo anormal, Praiútea se puso a
cadáver de Tindáreo. espiar10 y al descubrirlo oculto en el fuego, lam6 un grito, por
Fr~ooeaao , De la Piedad, pag. 17 Gomperz lo cual el niño fue consumido por el fuego. La diosa se reveló
a m o tal. A Triptólemo, que era el primogénito de los hijos de
Metanira, tras dotarlo de un carro de dragones alados, le conce-
dió el trigo. Elevándose con e1 a través del cielo. sembró todo
Ese mismo Paniasis cuenta que Hera Zigia4s fue asaeteada por
el mundo habitado. Paniasis dice que Triptólemo era hijo de
el propio Heracles
Eleusis, pues dice que Demdter llegó junto a él. Fertkides en
en la arenosa Pilo. cambio dice que era hijo de Océano y Tierra.
T EALESANDRSA,Prorreplico 11 36, 2
C ~ M E N DE APOLODORO.1 5, 1-2
Eees: Adonis, según Paniasis. glo v d. C. E1 copista ha confundido al comentarista con el autor.
Habna que restituir algo así como: Seleuco recoge los versos de
H~siouio, S . V . Eoién
Paniasis en el libro quinto de la Heradeo.
4 M A ~ ~ H E W Panyassis
S, ..., pAg. 133, piensa que puede tradu-
cirse 'vas a cruzar' y entonces no se trataría de una pregunta de
Geri6n. sino de otro personaje, antes de que Heracles cruzara
SeIeuco dice que Paniasis fue el primero que mencionó gol* el OcCano.
sinas en la narraci6n que hace de los sacrificios humanos entre 50 Odisea XXI 71, pero la apreciacián del lexicdgrafo griego
10s egipcios, cuando dice: es equivocada. En esta cita rnjthos no tiene ese sentido. No
384 FRAGMENTOS DE ÉPKA GRIEGA ARCAICA PANIASIS 385
lucha de facciones'. Anacrwnte, en el libro segundo de sus poe-
mas, Ilama rnyrhi2tas a los facciosos. respecto a los asambleis- como regalo por Mercurio, porque fue el primero que libero
tas 51. Paniasis usa mjthos en el sentido de lucha de facciones 2. Evinara.
PROBO a VIRGILTO,Bucólicu~TI 23
Hubo en tiempos una lucha de facciones provo-
c a d o r ~de desunión. Se arrepintid e2 soberano d e
ejércitos.
Eryrnologicurn Genvinum, S.V. mithos Existe también un color miirice. por el que también llamaron
a la piupura. También se parece al pasaje de la Heraclea:
rarios más refinados de la antigüedad. Por desgracia no por todo ello una fecunda creación de la que larnenta-
podemos verificar esta apreciación. mos no tener más que miserables restos,
En tercer lugar, cabe decir alguna palabra sobre el
protagonista, Margites. Ya su propio nombre (cuya eti-
mología nos brinda el f r . 4 ) nos indica la característica 3. Contenido de los fragmentos
esencial de este personaje: la necedad. Nacido de una
familia extraordinariamente rica es sin embargo hombre Hemos de decir que de antemano renunciamos a pre-
de cortisimos alcances. No seria extraño, si bien no lo sentar un argumento de la obra. Nada hay, fuera de los
podemos asegurar, que hubiera un punto de polémica escasos fragmentos consemados, que nos permita esta-
social en este esbozo del rico necio y que, en su abiga- blecerlo. Intentos más o menos logrados de ir más allá,
rrada sátira, su autor prefigura lo que sería más tarde como los de Langerbeck y Forderer citados en la biblio-
un Hiponacte En todo caso la necedad del personaje grafía no pasan de ser meras hipótesis, por interesantes
venía descrita por el más solemne de los metros y por que sean. Por ello s610 nos limitaremos aquí a glosar
un lenguaje elevado de procedencia épica tradicional, brevemente los fragmentos.
que aunque entreverado con el yambo, y con algunos El fr. 1 no se refiere naturalmente a Margites, sino al
indicios de lengua popular, incluso vulgarismos, debía aedo al que el poema se atribuye. Es posible que, como
provocar un chocante efecto semejante al que creemos quiere Langerbeck8, se trate del mismo Homero y que
percibir para la Batrncorniomaquia. el autor contara al principio de la obra que el Margites
La proverbial tontería de Margites hace que se le atri- le había sido cantado por el propio autor de la Ilíada,
buyan posteriormente anécdotas que en su origen se dato que coincidiría con la tradición del hipotético viaje
asignaban a otros ilustres necios6. Así se le atribuyen de Hornero a Colofón y su composición aM del poema.
rasgos propios de Melitides, como son e1 no saber con- El fr. 2 nos presenta la absoluta incapacidad de Mar-
tar más que hasta cinco y desconocer quien lo había gjtes para cualquier actividad, tema en el que insiste el
dado a luz, si su padre o su madre; o de Corebo, como fragmento 3, bien entendido que la farragosa interpre-
el intento de medir las olas del mar. El prototipo del tación que se nos da del verso citado, puesta por el
necio que todo lo hace al revés inaugura una tradición Pseudc+Platon en boca de Sócrates, no debe tomarse en
destinada a tener larga continuación, como por ejemplo consideración.
en los fabliaux medievales, y el fermento de critica so- De alguna manera, este tema de la contraposición
cial apenas apuntado en sus orígenes se hará luego ma- entre las ventajas del conocimiento de una sola cosa y
yor, como en el caso de la Bat~acomiomaquia7.Resulta el fracaso en conocerlas todas está presente en el prc,
5 Cf. A. LESKY,Historia de la Literatura Griega, trad. esp.. Ma- d e U . BROICH, ~Bat~achomyornachiaund Margires als literarische
drid, 1%8, p&g. 113. Vorbiider~en Lebende Antike. Berlín, 1967, págs. 250-257. sobre
6 Testimonios recogidos por WEST, íambi .... págs. 7475 como la utilización de la Batracomiomaquia y Margites por la litera-
fragmento t4al. tura paródica europea.
Cf. la introducción a esta obra en mis Himnos Homéricos y 8 H. LAN(;BRBECK,Margites, Hantord Stud. C t s s . Phil. 63
verbio que se recoge a m o fr. 5, que hay que atribuir al dar mayor profundidad a la figura de su protagonista.
Margites con toda probabilidad y que menciona también No obstante, su argumentación esta lejos de ser decisiva.
Arquíloco, de la superioridad del conocimiento del erizo En cuanto a la segunda cuestibn, la del contenido del
sobre el de la zorra. papiro que recogemos como fr. 7 se han dado diversas
La insensatez, sin embargo, tiene sus ventajas. Margi- interpretaciones. La más complicada y difícil de aceptar
tes resultaba tan inconsciente que ni siquiera sufría, la constituye la debida a Langerbeck U. Mucho más sen-
se- nos dice el fr. 6, sumido en la beatitud que pro- cilla y coherente y haciendo menos violencias al texto
porciona la absoIuta necedad. nos parece la expuesta por West *. Para evitarle al lector
En cuanto a tos episodios en los que se pondría de la fatigosa lectura de la traducción de palabras sueltas
manifiesto la estupidez del protagonista, tenemos noti- o medias frases de un papiro destrozado. he preferido
cias de algunos de ellos. Así, en el fr. 4 se nos presentan seguir sin reservas esta ultima interpretación y presen-
algunas variantes de un episodio que, o bien era el más tar una traducción que es fiel a la parte del papiro
importante de la obra, o el que más llamó la atención conservada, pero que entre corchetes recoge no sólo los
de los antiguos, que lo citan repetidas veces. Se trata de complementos propuestos que son fildógicarnente impe-
la ignorancia de Margites respecto a sus deberes conyu- cables, sino tambidn otros que, segiin esta interpreta-
gales y la estratagema a la que debe recurrir su mujer ción, ayudan a ofrecer un sentido coherente al texto
para lograr que se uniera a ella. grosso modo, Sacrificamos, pues, la precisión filológica
Por Último, hemos de referimos al fr. 7, que presenta en aras de la facilidad de lectura.
fundamentalmente dos problemas. El primero de ellos,
es que no es segura su pertenencia al Margites. El se-
gundo, que se trata de un papiro prácticamente partida 4. Bibliografía
por la mitad, y la veintena de medias columnas que nos
han quedado hacen muy dificil su interpretación. Ediciones: K.INKEL.Epicorum ...,pAgs. 64-69; -N, Homeri ope-
ra, 152-159; EVBLYN-Wam, págs. 536-538; M. L. WEST, lambi er
Respecto a la primera cuestión, Lobel editó el papiro
eldgi Graeci, Oxford, tomo 2, 1972. p&gs.6P76.
como perteneciente al Margites, basándose en las pecu- Estudios: L. RADERMACHBR, S.V. Margites, e n PAULY-W~SSOWA.
liaridades métricas (combinación de hexámetros y tri- R.E.; H. ~ N C E M E K , aMargites~, Hmvard S t . Class. Phil. 63
metros yámbicos) y en el carActer festivo de su conte- (1958). M; M. Fo-, Zum Homerischm Uargites, Amster-
nido, hipótesis generaimente aceptadam. Por su parte, dam, 19611; H m ,Creek epic ..., págs. 174176; M. L. WBT, Studies
Forderer l1 niega que el fragmento sea del Margites por in greek elegy and hmbus, Berlín, 1V4,pag. 172.
una interpretación estricta de los testimonios sobre la
estructura métrica del poema y dentro de un intento de
12 ~ c E R B E ~ X~Margitesu.
,
13 M . L. WEST, Studies in Greek eiegy and kmbus, Berlín. 1914.
9 E. Lo=, P o x y . m. phg. 172.
10 Cf.la reseña de K. LA^ en Gmmon 27 (19551, 492. y la nota
de A. H m w ~ en G y m w i u m 66 (1959), 382, entre otras.
11 M. F o m , Zum Homerischen Margites, Amsterdam, 1960:
5 . Texto seguido para nuestra traducción
Sigue lo que haya que d& del yambo, cuyo creador unos
pretenden que es Arquiloco, otros, que Hiponacte. Pero el pri-
mero que lo u56 fue Homero en el Margites:
Llegó a Colofdn un anciano y cantor divino, ser-
vidor de las M u s a y del certero flechador Apolo,
llevando en sus manos una lira de grato sonido.
Armo F O R T V ~ C I A N
VIO 286
, Keil
Era un necio que no conocía la relacidn sexual con una muja. (Necesitaba vaciar> su vejiga, u í que con su
Su esposa lo persuadid diciéndole que la habia mordido un escor- gruesa mano <se procuró) el utensilio y lo metió
pión y debía curarse con la fecundacibn. <dentro.> Entonces se hallo en <un doble>
aprieto (. . .) (Había metido la mano> en el orinal
y era imposible sacarla (...) Orinó rápidamente
<y en seguida) se le ocurrió una nueva idea.
<Saltó pues d e repente,> abandonando el <ea-
Se recuerda a Margites, un hombre tan necio que cuando tomó liente> lecho, (abrid las bien ajustadas> puer-
esposa, no se avenía a compartir el lecho con eUa por miedo a tas y salió corriendo fuera. (Anduvo> a través
su suegra. Y estando en esta situacibn, ella seguía siendo virgen, de la negra noche, <buscando cómo> podría libe-
hasta que la mujer dio como excusa que tenía la ingle atormen- rar la mano. <Corrió> a través de la negra noche
tada por un dolor y no se Libraría de é i si no era acariciada por y no <llevaba> ni una Iamparilla. <Se topó en-
el miembro de su marido. Así fue como Ueg6 a la consumación
tonces con una> cabeza desdichada <y en la os-
del matrimonio. TambiCn es un necio Corebo, que intent6 medir
las olas.
curidad> le parecid una piedra, (así que golpeó
ESCOLIO A L u m o , El amigo de la mentira,
el orinal contra ella> y con su gruesa mano 10
pág. 162 Rabe hizo <mintisculos> aiiicos.
PAPIRO DE OXIRRINCO2309
Págs.
Introducción . .. . .. . .. .. . . .. .. . ... . .. .. . . .. ,. . . ..
1. La poesía teogónica y la Tiranornaquh, 19.-
2. El problema del autor de la Titanomoquia, 20.-
3. ¿Titanornoquia o Gigantomaquia?, 2 1 . 4 . Auten-
ticidad de los fragmentos. 22.-5. Tentativa de re-
construcción de la tematica. U.&. BibliograFia, 33.-
Texto seguido para nuestra traducción. 34.
La Titanomaquia ... ... ... ... ... ... ... ... ... . ..
La Edipodia ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
405
-
Págs. Págs.
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1. Autor y datacion de Epigonos, 71.-2. Argumen-
l. Autor y fecha de composición del poema, 155.-
to. 72.-3. Bibliografia, 7 6 . 4 . Texto seguido para 2. El texto de la Creslomaria de Proclo, 157.-3. Aná-
nuestra traducci6n. 76.
lisis del contenido del poema, 1 5 8 . 4 . Bibliografia,
167.-5. Texto seguido para nuestra traduccion, 168.
Epigonos ..........................................
La Pequeña Iliada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Tntroducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1. Época y lugar de composición, 80.-2. Argumen- Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
to. 81.-3. Bibliografia, 89.
l . Autor y epoca. 180.-2. El resumen de Proclo,
Alcmednida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -
181. 3. Analisis del contenido del poema, 182. -
4. Bibliografía, 186.-5. Texto seguido para nuestra
traducción, 187.
LAS aCIPRIASir El Saco de Troya (Iliupersis) . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
LOS aREGRESOS*
1. El ciclo troyano, 93.-2. Título, aular y fecha (sNbSTO1m)
de composición de las Ciprias, 94.-3. Valoración
literaria de las Ciprias, 97.4. La Cresromalio de Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Proclo y su datación, 100.-5. El texto del resumen l . Autor y fecha, 192.-2. El resumen de Proclo,
de Proclo, 1 0 1 . 4 . Situación de los fragmentos en
el conjunto del poema, 104.-7. Bibliografia, 125.- 194. -3. A d i s i s del contenido del poema, 195. -
8. Texto seguido para nuestra traducci611, 126. 4. Bibliografia, 209.-5. Texto seguido para nuestra
traducción. Ñ9.
Las Ciprias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Los Regresos (Ndstoi) ...........................
FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA ARCAICA I N D K E GENERAL 407
Págs. Págs.
Eumelo de Corinto ... ... ... ... ... ... . .. ... ... ...
Introducción .. . . .. .. . . . . .. . . .. .. . ... . .. . . . . ., ... 215 LAS E N A U P A C T I A S ~
1 . La Telenonia v la Tesprkidu, 215-2, Contenido
d a , El resumen de la Telegomía
de la ~ e s ~ r ~ c i i16.-3. 1n t reducción .. . .. . . .. .. . ... ... .. . . .. . .. ... .. . . ..
debido a Proclo. 2 1 7 . 4 . Contenido de la Telenonín.
- - - . 1. Titulo, autor y fecha. 2W.-2. Intento de re-
218.- 5. ~ibliogkafia.2 2 . -6. Texto seguido para construcción de su temática, 265-3. Bibliografia,
nuestra iraduccióri, 223. 2 6 9 . 4 . Texto seguido para nuestra traducción, 270.
Tesprócida . . . .. . . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. .. . .. . ... .. . 224 Las Naupaclias .. . ... ... ... ... ... ... ... .., ... ... ...
PISANDRO DE CAMIRO.
-Págs.
oráculos, 334.-5. Otros fragmentos. 3 3 4 . 4 . Biblio-
aHERACLEAm grafía, 336-7. Testo seguido para nuestra traduc-
ción, 336.
In troduccion .. . .. . .. . . .. .. . . .. .. . . . . . .. .. . . .. ... 297
Epiménides ... ... . . . ... ... ... ... . . . ... ... ... ... ... 337
1 . Pisandro, 297.-2. Reconstrucción del contenido
del poema. 298.-3. Bibliografía. 302.4. Texto se-
guido para nuestra traducción. 302. ARISTEAS DE PROCONESO,
*ARIMASPEASi
Pisandro de Camiro. Heraclea ... ... ... . .. ... .. . .. . 303
In traducción ... .. . . .. .. . . . . . .. .. . . .. . .. .. . .. . . .. 344
1. Autor y fecha del poema, 344.-2. Reconstruc-
ción del contenido de las Arirnmpens. 348.-3. B i b b
Introducción ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 307 grafia. 3 5 0 . 4 . Texto seguido para nuestra traduc-
c i h , 351.
l. Autor y epoca. M7.-2. Argumento, 309.-3. Bi-
bliografía, 3 1 1 . 4 . Texto seguido para nuesma tra- Aristeas de Proconeso, Arimaspeas ... ... ... ... ... 352
ducción. 311.
La Toma de Ecalia . .. .. . . .. .. . .. . .. . . .. . .. . .. . .. 312
Introducción ... ... ... ... ... ... . . . ... ... ... ... ... 355
l . El autor y sii obra, 355.-2. Contenido de la
Introducción . .. .. . . . . .. . . . . . .. .. . .. . . ., . .. .. . .. . 3 14 Heraclea. 356.-3. Contenido de las Jdnicas, 365.-
4. Bibliografía, 367.-5. Texto seguido para nuestra
l . Epoca y autor. 314.-2. Tematica del poema. traducci6n. 368.
314. - 3. Bibliografía, 315. - 4. Texto seguido para
nuestra traduccihn, 315. Paniasis ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 369
Cercopes ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 316
MARGITES
MINIADA Introducción ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 386
Introducción . .. .. . . .. .. . . .. ... . . . .. . . .. .. . . .. . .. 318 1. Autor y fecha, 386.-2. Caractensticas del poe-
ma, 387.-3. Contenido de los fragmentos, 389.-
l. Titulo, autor y epoca. 318.-2. Teseo, 319. - 4. Bibliografía, 391.-S. Texto seguido para nuestra
3. Análisis de los fragmentos. 3 M . d . BibliograFia. traducción. 392.
323.-S. Texto seguido para nuestra traducción, 323.
Miníada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 324
Introducción ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 328
1. Datación y obras de Epiménides, 328.-2. La
-
Teogonia. 330. 3. Las Argonau6icas. 332. - 4. Los