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FRAGMENTOS

DE ÉPICA GRIEGA
ARCAICA
I N T R O D U C C I ~ NT, R A D u C C I ~ N Y NOTAS DE
ALBERTO BERNABE PAJARES

EDITORIAL GREDOS
Asesor para la secci6n griega: C w s Gmci.4 GUN.

Según las normas de la B. C. C., la traducción de esta obra


ha sido revisada por EDUW A ~ T MÉNDEL
A

INTRODUCCIdN GENERAL

1. La épica griega arcaica


O EDITORIAL. GREWS, S. A.
Hornero y Hesiodo han pasado a la historia de la lite-
Sánchez Pacheco, 81. Madrid. España. 1979. ratura como los dos creadores cimeros de la épica
griega. Su gigantesca personalidad ha contribuido no
poco a oscurecer el resto de la producción épica helé-
nica de su epoca. Si bien es cierto que fue probable-
mente la diferencia de calidad el motivo de que se nos
hayan conservado completos poemas como la Zliada, Ia
Odisea, Los Trabajos y los D í a y la Teogonia, frente al
naufragio de las demás epopeyas, vaya por delante que
esta diferencia de calidad se midió de acuerdo con 10s
gustos estéticos de unas determinadas épocas, las é p
cas decisivas que rescataron, copihdolos, ciertos textos
y dejaron caer en e1 olvido al resto, y esos gustos no
tienen por qué coincidir con los nuestros.
En todo caso, la investigación moderna sabe que Ho-
mero y Hesíodo no fueron genios aislados, creadores
de los poemas de principio a fin, sino que se apoyaban
en una tradición oral multisecular, que los antecede y
los continúa, y que fue configurando una dicción formu-
Depósito Legal: M. 13269-1979. lar, hecha a base de segmentos de versos formularios,
q u e se repiten siempre para aludir a un determinado
ISBN 84-249-3524-1.
personaje (del tipo de Aguiles, ligero de pies), o ciudad
Crá6ras Cóndor, S. A., Sánchez Pacheco, 81, Madrid, 1979.4826. (la arenosa PiIo), u objeto (las concavus naves), incluso
8 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA ARCAICA INTROUUCCIÓN GENERAL 9

procesos (y éstos, cuando ya estaban cerca, al marchar nido y la Danaida) hasta Corinto (con Eurnelo), Creta
el uno contra el otro), así como fue configurando un (con Epiménides) o Esparta (con Cinetón). Asimismo
repertorio de escenas típicas, todo ello para ayudar a que en Beocia. junto a Hesíodo, se disponía de un amplio
la prodigiosa memoria de los aedos en su esfueno de conjunto de leyendas que configuran el Ciclo Tebano,
recordar millares de versos sin la ayuda de la escritura l. y que incluso colonias como Halicarnaso contaban con
El abismo abierto entre Homero y H e s í d o y el resto bardos locales de la talla de Paniasis.
de los épicos griegos se ha ido perpetuando y ahondando En segundo lugar podemos ver la larga duración
en el curso de la tradición filológica. Es notable seiialar temporal que abarca la historia de la épica griega. Hunde
que, Frente a la ininterrumpida masa de ediciones, tra- sus raíces en época micenica, en la que se origina, y se
ducciones, exégesis, estudios y comentarios sobre la va conf gurando hasta pasar en el siglo vIrI por una fase
obra de Homero y la recientemente renovada atención creativa, que da lugar a la poesía épica de grandes p r e
sobre la hesiódica, el interés por el resto de la produc- porciones, luego, en el wr, por una fase reproductiva
ción épica arcaica es mínimo. Ello tiene en parte justi- hasta que, con el advenimiento de la escritura, el gknero,
ficación por la diferencia notable que existe entre leer nacido para la reproducción oral y que había configu-
una obra completa, como la Ilíada, y entresacar de un rado sus rasgos característicos de acuerdo con ella, se
par de fragmentos miserables y de una serie de testi- va transformando, haciéndose máis melodramático hasta
monios, alusiones indirectas, resúmenes o reelaboracjo que, en competencia con otros géneros nuevos, decae.
nes, el contenido de un poema como la Edipodia. Esta evolución, magistralmente t r n d a por Kirk 2, no
No obstante, creo que merece la pena realizar un es desde luego uniforme en toda Grecia. En ciertos luga-
cierto esfuerzo para aproximarse a esta riquisima tra- res, como el Atica, la épica autóctona se retrasa por la
dición, lo que nos permitirá cambiar radicalmente el influencia de la obra colosal de Homero, y en pleno
panorama de la poesía épica arcaica al valorar más aún siglo v podemos aún hallar la interesantísima figura de
la aportación de Homero y Hesiodo en el ámbito tradi- Paniasis, que nos ofrece aUn el género en plena vitalidad,
cional, así como comprender mejor el desarrollo de la mientras que otros épicos anteriores, como Eugarnón,
literatura griega de épocas posteriores que en muchos presentan todas las características de la decadencia del
casos se justifica e inicia precisamente en esta épica mismo.
desaparecida. Aunque decae, la tradición épica no se interrumpe, si
Veremos en primer lugar que la tradición a la que bien ya nunca recuperara la espontaneidad originaria,
vamos a aproximarnos abarca una gran extensi6n en sino que se moverá en un ámbito cuitista, libresco y
el espacio. Piácticamente toda la Hélade contaba con algo pedante y frío, que pasa por excepciones meritorias
una poesía épica local, desde la Argólide (con la Ford- como Apolonio de Rodas en el siglo 111 a. C., y llega a
Quinto de Esmirna y Nonno de Panópolis, ya hacia los
1 Cf. más información en la introducción del libro Himnos siglos IV y v d. C.
Homdricos y la *Butracomiomnguia~, introducción, traduccibn y
Madrid, 1978. y en la de A. M m W a las
notas de A. BERNAB~, 2 G . S.KIRK, The Songs of Homer, Cambridge, 1962. Hay tra-
obras de H~sfono,Madrid, 1978, ambos en esta misma colección. ducción española, Los Poemas de Homero. Buenos Aires, 1968.
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Aunque hornogeneizado por elementos comunes (la lengua de la filosofía a personalidades tan ilustres como
lengua épica, el verso hexarnétrico y la fraseologia tradi- Parmenides.
cional), el genero abarca una temática muy variada. De El gran período de la épica griega arcaica es además
un lado, el llamado Ciclo Cpico, que fundamentalmente fecundador de otros géneros. En su seno, se van perfi-
constituye una aglutinación de diversas epopeyas, con lando cada i e z con más Firmeza una serie de líneas que
suficientes puntos de contacto entre ellas para no dejar van a configurar luego otros géneros, otros tipos de
hiatos y que pretenden cubrir las lagunas en la historia poesía y otras formas de pensamiento. Aunque mas
dejadas por Hornero 3. De otro, la poesía genealógica, adelante tendremos ocasión de comprobarlo en con-
que intenta una sistematizacion del mito y de la realidad creto, podemos adelantar algunos ejemplos. Así, la poe-
mitificada, tratando de presentarnos el transito hasta sía que trata de explicar por vía mitica el origen del
el orden actual del mundo desde el caos ariginario, por mundo dará paso, progresivamente, a la especulación
vía genealógica. A veces este tipo de poesía sirve a inte- filosófica, que se mueve inicialmente en un terreno muy
reses concretos, como son la legitimación de per,conas próximo al del mito. El intento de ofrecer un encadena-
o familias (haciendo remontar su situación a un epise miento de sucesos ordenados, frente a la economía de
dio mítico anteríor) o bien proyectando situaciones de acontecimientos de Homero, va a abrir paso a las narra-
hecho como el dominio de una ciudad por otra, a episo- ciones de 10s logógrafos y, de ahí, a la historia. La afición
dios que tuvieron lugar en el pasado. progresiva por los elementos fantásticos y por los episo-
Otra temática inagotable es la de los poemas de viajes, dios sentimentales, a la novela, todo ello, por no hablar
del tipo de la Odisea, que dan ocasión a que invadan el del papel que desempeñan obras como el Margites en el
terreno épico toda clase de temas de folk-tale o elemen- origen de la Comedia. así como el inagotable filón temá-
tos del cuento popular. En este terreno, la progresiva tico que el Ciclo proporciona a la tragedia ática o a los
precisibn topográfica e histórica nos orienta muchas líricos, especialmente a Píndaro. En suma, hemos de
veces sobre evoluciones paralelas de la historia comer- seiíalar que la mayor parte del material mítico que ha
cial, política o colonizadora, que desconocemos por pasado a los manuales de mitología griega, y a las repre-
otras vías. sentaciones iconografkas de todas las épocas procede
También el humor tenía cabida en el género, y de ahí en Último termino de este gran periodo creativo, como
que con toda la dignidad del verso épico, pudieran na- tendremos ocasión de ver.
rrarse con él las insensateces de un Margites o la gro- Por todo ello me parece interesante ofrecer aquí una
tesca lucha entre las ranas y los ratones en la Batraco- recopilación de lo que hemos podido salvar de esa enor-
rniomaquia. me tradición, ya que se trata de un material de difícil
Por último, habría que aludir a la literatura religiosa, acceso al lector no iniciado y raras veces traducido4,
o r a d a r , o especulativa, que se vierte también en esta pero que merece la pena conocer.
vía de expresión, tan flexibIe que serviría incluso como
4 Que yo sepa. no hay en español otra traduccibn de los frag-
3 Cf. A. SEVERYNS,«LIEthiopide d'brctiuos et la question du mentos de epica arcaica más que la de R. RAM- TORRES,Épica
Cycle tpiquea, Rev. de Fhil. 49 (1925), pi4gs. 153-183. Helena Posr-Homérica, M6xic0, 1963, que tiene la limitacibn de
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dudas a autores u obras concretas, de los que dispone-


2. Obras y autores recogidos en esta traducción mos de otros fragmentos. Hay una serie de versos suel-
tos o fragmentos pequeños sobre los que no se ha hecho
La presentación de las obras pertenecientes a este gé- aún u n trabajo filológico para determinar su datación,
nero nos plantea inicialmente dos problemas, uno de de modo que s u inclusión, dentro de los Ambitos tem-
selección y otro de clasificaci6n. porales que nos hemos fijado, seria injustificada.
De selección, primero, porque hay una serie de auto- En cuanto a la clasificación de todas estas obras no
res que operan con material mítico semejante al de la es empresa fácil, dado q u e todas las clasificaciones son
épica, pero que no escriben en hexámetros y, de otro arbitrarias. Aquí la presentamos de la siguiente forma:
lado, no todo lo escrito en hexámetros puede calificarse E n primer lugar, el Ciclo Épico, comenzando con la
como épica; y, segundo, porque hemos de cortar en Titanornaquia, seguida por el Cjclo Tebano {Edipodia,
algún límite temporal. Tebaida, Epigonos y AIcmednida, aunque esta última no
Así pues, me he centrado en los. épicos que utilizan se atribuye unánimemente al Ciclo) y el Ciclo Troyano
como vehículo el hedmetro, desde sus origenes hasta (Ciprias, Etiópida, Yequeñu IIíada, el Saco de Trova,
Paniasis, excluyendo naturalmente a Hornero y a H e s b los Regresos y la Telegonia, a la que he añadido la Tes-
do. Omito incluso las obras épicas de dudosa atribucidn prácida por las razones que apunto en la introducción
a este autor y conservadas también fragmentariamente, a esta obra).
ya que éstas aparecen en otro volumen de esta misma Sigue una recopilación de poemas y poetas teogónicos
Colección. La elección de Paniasis como límite viene y geneatógicos locales: la Focaida, la Forónida, la Danai-
dada porque es el último épico que utiliza el género con da, Eumelo, las Naupaclias, Cinetón. Asio, Quersias y
espontaneidad. Épicos como Antímaco de Colofón, ya Hegesínoo.
entrado e1 siglo v, pertenecen a un ámbito radicalmente Posteriormente reúno La producción épica que gira
diferente ya, y lo mismo cabe decir de los posteriores. en torno a Heracles: Pisandro, la Toma de Ecalia y
Tampoco recojo las composiciones atribuidas a Orfeo, Cércopes.
Museo y OnomBcrito, asi como la poesja órfica o seme- Sigue la Miníada, único resto de la producción en tor-
jante, dado que procede de épocas diversas, generalrnen- no a Teseo, y luego representantes de poesía religiosa.
te tardías, y es en su mayoria espuria y totalmente dife- como Epiménides y Aristeas.
rente de lo que a q d recogemos. A Paniasis lo he entresacado de la producci6n en torno
A las ediciones de los autores -la mayoria de ellas a Heracles dado que su obra abarca además otras temá-
anticuadas, por esa falta de interés hacia estos épicos ticas y que su localizaci6n temporal lo hace peculiar.
a la que ya me he referid- he añadido algunos frag- Por ultimo, se recoge la poesía burlesca con los frag-
mentos papiráceos d e reciente publicacih; pero no he mentos del Margires.
recogido más que aquellos atribuidos aunque sea con

seguir una edicibn, la de DÜBNER.enormemente superada. Ade-


más, s61o traduce los autores del Ciclo propiamente dicho.
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pacientemente estas ruinas, las ha ido clasificando, edi-


3. Presentacirin del texto y de las introduccio~tes tando juntas, y las ha examinado y discutido. Pero nin-
gún trabajo filológico puede compensarnos de la perdida
Para el lector poco famjliarizado con ediciones de de poemas que sabemos que tenían varios millares de
fragmentos hemos de señalar que los testimonios de versos.
que disponemos para obras perdidas son de índole Lo que si podemos hacer es aumentar por vía indirec-
diversa. ta la información que nos suministran los fragmentos,
En la mayoría de los casos, la fuente que nos ofrece tratando de ese modo de que se hagan, al menos, inte-
el testimonio cita textualmente líneas del mismo. Son ligible~.De ahí que recurramos a fuentes literarias anti-
testimonios de primera mano y en ellos interesan no guas que se refieren a los temas aludidos y que sospe-
sólo las líneas citadas, sino la información adicional chamos que conocieron el poema o un tema tratado por
que la fuente nos indica, bien el lugar de la obra en que el mismo, así como a testimonios de las representacie
aparece, bien el contexto general, bien la persona de la nes iconogrAficas, etc.
que se habla, etc., todo lo cual es importante. En este libro, el criterio seguido ha sido el siguiente:
Otras veces son meras referencias. Se alude a conte- en la parte de texto presento los fragmentos ordenados
nidos, generalmente muy resumidos, sin reproducir la de acuerdo con la numeración de la edición que segui-
forma literaria en que aparecían. Generalmente se trata mos en cada caso ( o con otra numeración, en cuyo caso
de datos sueltos, como por ejemplo que en tal poema lo advertimos). En ellos se distingue en cursiva, lo
se dice que Fulano es hijo de Mengano, aunque a veces que son citas textuales, de lo que procede de la fuente
la referencia es más amplia y se nos ofrece un epítome que nos ofrece el testimonio, en tipo más pequefio. Se
de la obra o de parte de ella. cita asimismo la procedencia de cada fragmento. Si en
De otra parte, si bien en ocasiones se nos dice que el fragmento 1 de una determinada edición se incluyen
un fragmento pertenece a un autor o poema concreto, diversos fragmentos de procedencias distintas, los dis-
otras veces no se dice expresamente de dónde proceden, tingo con letras: ]A, IB, etc.
así que puede que tengamos motivos para pensar que Los testimonios de otros autores literarios que aluden
pertenecen a uno u otro poema; pero en muchos casos a motivos que se supone que aparecian en las obras de
el asunto es difícil de dilucidar. que se trata, 10s presento en las introducciones, junto
Además, el enfoque de la referencia puede ser diver- con los epítomes argumentales antiguos, si los hay; así
so: así, la contemplación de una pintura puede susci- como adjunto los datos de que podemos disponer para
tarle a Pausanias que el autor de la misma se inspira facilitar la comprensión de los fragmentos, que incluyen
en un poema; en otros casos, se trata de la mera alusión naturalmente los reEeridos a atribución de la obra a un
al uso de una palabra por un autor; en otros, son e s c e autor, fecha de composición, etc. Aparecen en cursiva
lios que ofrecen versiones diferentes a la presentada por 10 que son citas textuales de fuentes antiguas.
la obra que comentan, etc. Uniendo, pues, a las ruinas que nos han quedado de
Todo ello resulta un material heterogéneo, incomple- las diversas obras el pertrecho de información necesario
to, casi inmanejable. La filología ha ido recopilando
16 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA INTRODI;CCIOK GENERAL 17

para que no resulten meras palabras sin sentido, espero VEGA, Iiirroducción a Hornero, Madrid, 1963; A. ~ ~ A R T W ED~EZ
Z y
que podremos dar al lector siquiera sea un pálido refle- A. P E R ~ J I M ~ N I Z , Introducción a Heslo~o,Obras y fragmentos,
jo de lo que fue una rica tradición literaria perdida en Madrid. 1978, en esta misma coiecció~.
su mayor parte. Acerca de cuestiones de mitología y leyendas: L. W, Les
Iégendes lhébaines, Paris, 1905; C . ROBERT,Die Griechische Hel-
demage = L. PRELLW,Griechucche Mythologie, 11, Dublin-Xurich,
1921 4 [reimp. 19691; E. BarHe, Thebanische Heldenlieder, kipzig,
4. Bibliografía 1891; C. VUY, Les tégendes d u Cycle Troyen, Mónaco, 1957;
W . H. ROSCHER,Ausfiihrliches Lexicon zur griechischen und
Aunque en las introducciones a las diferentes obras romischen Mythologie, Leipzig, 1884 ss.
aparecerá un capitulo bibliográfico, creo interesante
citar aquí la bibliografía básica sobre estos autores. Ediciones de autores citados con más frecuencia:
Hornero: D. M. Momo y T. W. ALLEH, Homeri opera, 1-11,
Ediciones: F. D U e m , Cycli epici reliquiue, tras A. F. DIDOT, Oxford, 19ñ13; T. W. W ,Homeri opera. 111-IV, Oxford, 19172,
Homeri camina, Paris, 1845; F. DÜBNER, Fragmenta Asii, Pisandri, 1919 2.
Panyasidis, Choerili et Antirnachi, tras F. S. LBHE, Hesiodi c m - Hesíodo: F. SOLMSEN,Hesiodi Xheogonia Opera et Dies Scutum,
mina, París, 1841; J. G. C . ~ ~ ~ M S H E Hesiodi,
F F K L Eumeli,
, Cinae- Odord, 1970; R. H- y M. L. W m , Fragmenta Hesiodea,
thonis. Asii et Canninu Naupacli fragmenta, Leipzig, 1840; G. KIN- Oxford, 1967.
KEL, Epicomm Gruecorum fragmenta, vol. 1, Iffipzig, 1877; E. BE- Historiadores: F. JACOBY, Die Fragmente der griechischer Histo-
THE, Homer, vol. 11: Odyssee, Kyklos, Zeitbestimmung, Berlín, riker, Leiden, 1922. etc.
1922; H . G. Eve~m-WHITE, Hesiod, the Homefic Hyrnns and Apolodoro: J. G. Fruunt. Apoilodorus, rhe Library, Londres,
Homerica, Londres. 19363; T . W. ALLEN, Homen' opero, vol. 5, 1921. 2 vols. (Contiene el Pseudc~Apolodoro,vol. 2. págs. 121 SS.)
Oxford, 1446 2.

Estudios: Diferentes articulas en Paulys Reulencyciopüdie der


klassischen Altertumnvissenschaft. edit. por G. WISSOWA.
W. KROLL. K. M I ~ K A U yS K. Z-, Stuttgart, 18W y SS. 5;
F. G. W -, Der Epische Cyclrrs, 2 vols., Bonn, 1835 y 1849;
A. SBVERYNS, Le Cycle épique dans I'école d'drisfarque, Paris-
Lieja. 1923; G. L. HUXLEY,Creek epic Poetry, Londres, 1969.
Resultan también interesantes sobre determinados aspectos re-
lacionados con el tema: G. M ~ YThe , Rise of the Greek Epic,
Oxford, 19344; U. v. W r u i ~ o w ~ ~Homerische
z, Untersuchungen
{Philologische Vntersuchungen 7). Berlín, 1884; T. W. AIUN, Ho-
mer, The Origins and Transmission, Oxford, 1924; G. S. KIRK.
The Songs of Homer, Cambridge, 1962 (hay tiaduccj6n española);
F. R. ADRADOS, M. F ~ W ~ D - G A L I WL.O Gn,
, J. S. LASSO m LA

5 R.E.
A partir de ahora, citada PAULY-W~ssow~,
l . La poesía teogónica y la ~Titanomaguias
La poesía teogónica, cuya temática giraba en tomo al
nacimiento de las diferentes divinidades, y a batallas
entre dioses, fue un género al parecer mas extensamente
cultivado en la antigüedad griega de lo que la escasez
de restos puede hacer creer. Se ha dicho que era espe-
cialmente grata esta temAtica a Grecia continental, par-
ticularmente a Beocia, mientras los jonios sentían mayor
predilección por la épica de corte homdriw. Sin embar-
go, West l ha puesto de manifiesto que tal afirmación
es de un esquematismo excesivo y se basa en la mera
casualidad de que el principal exponente de la poesía
teogónica, Hesiodo, vivió en Beocia. Pero las huellas de
poesía teogónica en otros lugares de Grecia nos obligan
a admitir que uno y otro tipo de poesía épica se culti-
vaban en toda Grecia, sin que puedan adscribirse a re-
giones determinadas.
Sea como fuere, el paso del tiempo ~610nos ha dejado
completa una obra de esta temática, la Teogonía de He-
siodo, tal vez porque los elementos constitutivos del

1 M.L.WEST,Hesiod, Theogony, Oxford. 1%. p&. 13.


20 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA T I T A K O MAQUIA 21

mito aparecen sistematizados en ella con mayor cohe- fecha de cornposicibn del poema, si es que es el mismo
rencia y concisión y su valor literario era superior. La atribuido a EumeIo4, no puede ser posterior a la segun-
extensa lista de las demas producciones teogónicas anti- da mitad del siglo VII a. C.
guas quedó así reducida a fragmentos miserables. No
tenemos siquiera modo de determinar si todos los frag-
mentos que nos quedan pertenecen a la misma obra, 3. i Titanamaquiau o «Gigantornaquiau?
((

o existió una serie de poemas diferentes sobre el mis-


mo tema. El problema surge por la referencia del fr. 7 a una
Giganromaquia. Los editores incluyen este fragmento
como perteneciente a la Titanomaquia y han explicado
2. El problema del autor de la aTitanomaquian la discrepancia de títulos de modos diferentes. Puede
pensarse en tres posibilidades: que la Titanomaquia
Respecto al autor de la Titanomaquia, nada sabemos incluía como digresión una Gigantomaquia; o bien que
de un Télesis de Metimna al que la Tabula Borgiana2 no se trataba para nada en el poema de los Gigantes,
atribuye una obra con este título. Fuera de este testimo- sino que, por una confusión o sincretismo posterior
nio, los escritores antiguos que aluden a este poema entre Titanes y Gigantes, se equivoca el titulo; o bien
señalan como autor del mismo a Eumelo (cf. fragmen- que la confusión se remontaba ya a la fecha de compe
tos ZA, 3, 4, 5) y en algún caso, a Arctino (cf. fragrnen- sición del poema. Esta última posición fue la defendida
tos 4, 5). A Arctino, un poeta de Mileto, se le tenia por entre otros por Wilamowitz y Mayer sobre la base
discípdo de Hornero, y su nacimiento se situaba en la de una serie de argumentos, fundamentalmente los si-
9.' Olimpíada, esto es, hacia el 744/1 a. C. 3. Eumelo, guientes:
fundador de la escuela corintia de poetas genealogistas, a ) Si se considera que la danza de Zeus citada en
y al que dedicamos un capitulo independiente en este fr. 5 ha sido imitada por Euripides, Her. 177-180:
Libro, es contemporáneo del fundador de Siracusa de
Le pregunto al rayo de Zeus y a la cuadriga,
Corinto, en el 734 a. C. Por tanto, en uno u otro caso,
montado en la cual Heracles envió sus alados dar-
el poema remontaría a fecha antigua.
dos contra los costados de los Gigantes, nacidos
De otro lado, el fragmento 8 atribuye al autor de la
de la Tierra, tras lo cual festejó el triunfo glorioso
Titanomaquiu haber sido el primero en referir el viaje
con los dioses.
del Sol en un cddero, tema que será repetido por Mim-
nermo y Estesicoro, cuyos florecimientos se sitúan, res-
pectivamente, hacia el 600 y hacia el 550, por lo que Ia En este pasaje Eurípides alude a la Gigantomaquia
en la que intervino Heracles.
2 Inscripción romana escrita en griego (CIG Ital. el. Sic., 1292. 4 Greek epic...,págs. 2M7.
Cf. HUXLEY,
11, 9, reproducida por Kxum+ EpiCOmm ..., pAg. 4). que contiene 5 WILAMOWIIZ, Homerische ..., pág. 345, n. 22; M. hhm, Die
una lista de poemas Cpicos. Giganten und T i t a n m in der antiken Sage und Kunsf, Berlín,
~ T E M ~ 443F2
N , Jac0by. 1887.
22 FRAGMENTOS DE PICA GFUECA ARCAICA TITANO MAQUIA 23

b ) La intervención de Heracles es posible en el frag- dosa autenticidad. Además del caso ya citado del fr. 2A.
mento 8 si la referencia al caldero del Sol alude al viaje se ha puesto en tela de juicio la pertenencia a la obra
que en él hizo Heracles. que nos ocupa de otros fragmentos. por motivos diver-
C) En el fragmento 2B Egeón se define como un Gi- sos. Así, Gigona, que también rechaza ZB, considera el
gante. fr. 6 como sospechoso, especialmente por motivos de
El estudioso que con mayor profundidad ha anaüzado léxico reciente, rastreando incluso en 61 una influencia
el tema de los Gigantes, Vian, niega tal interpretación 6, de Antístenes 9. Huxley lo rechaza la atribución a Eumelo
y señala que el sincretismo entre Titanes y Gigantes se del fr. 8, con argumentos no excesivamente decisivos.
produce en el siglo 111 a. C., con Calirnaco y Licobon. En cuanto al fr. 10 es poco probable que pertenezca a
En fecha antigua, los Titanes se hallaban perfectamente esta obra. Se atribuye generalmente a Hesíodo 11, pero
diferenciados de los Gigantes. Pueden citarse teoma- Severyns l2 lo considera como un excursus astronómico
quias, orientales y griegas como las de Museo y Timiris, de la Titanomaquia
en las que no intervenían Gigantes. AdemAs, S6focles y
Esquilo, que se inspiran profusamente en el Ciclo, no
aluden en ningún momento al tema. 5. Tentativa de reconstrucción de la temutica
En cuanto a Egeón no es un Gigante, sino un Centí-
mano, nacido de Cea y Ponto y que habita en el mar Carecemos de un resumen antiguo de la obra, lo que
(cf. 2A), características que no coinciden en absoluto nos deja sin apenas orientación para trazar su temática
con las propias de los Gigantes. ordenadamente. N o obstante, la comparación con otras
Consecuentemente, y dado que los Centirnanos sólo obras de tema parecido, como es el caso especialmente
se confunden con los Gigantes en el siglo III a. C., consi- de la Teogonia de Hesíodo, nos permitirá avanzar un
dera Vian preferible atribuirle el fragmento 2B a Eufo- tanto en este sentido.
ri6n7. Fuera de esto, nada, según este autor, permite En general, los poemas teogónicos se mueven en tor-
concluir que los Gigantes aparecieran en el poema de no a mitos de soberanía y tratan de explicar el orden
Eumelo. actual del mundo, regido por una divinidad suprema,
remontándose, primero a una cosmogonía, que narra

4 . Autenticidad de los fragmentos a O. GTGON, en J. DORK y O . GIGON,Der Kampf der Colter u&
Titanen, Olten y Lausana, 1961, págs. XIX-XX.
9 Para lo que remite a Heracles, fr. 4, 5 Dittmar, y al Gnomolo-
En una tradición tan poco segura como la que anaii-
~ i u mVaficanum N 11 Sternbach.
zamos, es natural que algunos fragmentos sean de du- 10 HUXLBY.Greek epic ..., piígs. S 2 7 .
11 Editado por M~RKELBACH-WESi en LOS Fragmenta Hesiodeu.
Oxford, 1967, como perteneciente a las Atlmtides (fr. 169-170);
6 F. VMN, La guerre des géanls, París, 1952. págs. 171 y SS. otros auto- lo incluyen en la AstrommIa.
7 Seguidor de Calimaco, que alude el primero a un gigante 12 A. Sniwurrs, Cycle..., págs. 171-173.
Briareo. d.J . U . Powm.~.Collectmecl Alexandrina. Chúord. 1925, 13 Como los define 3. P.V m . LQS origenes del pensamiento
Himnos IV 142-143.
pág. 57, k g . 166; CAL~MACO, griego, traducción espaüola, Buenos Aires, 1973 3, phg. 87.
24 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA ARCAICA TlTAN O M A Q U I A 25

los origenes del mundo y el nacimiento de los distintos y como origen de todas las cosas. Éter es un elemento
elementos que lo componen, mhs o menos divinizados. natural divinizado, origen del resto de los elementos.
Lo sigue una genealogia en la que en un primer estadio Con ello el autor de la Titanomaquia expresa en clave
nacen divinidades primigenias, monstruosas y violentas mítica lo que luego constituirá en las especulaciones de
(Titanes, Centímanos, Ciclopes, etc.) y en un segundo los Presocráticos una explicación filosófica del origen
estadio divinidades antropornorfas y m8s racionalizadas del universo, la búsqueda de una archb, d e ia materia
que se imponen cobre las anteriores y logran el orden originaria. Su respuesta basada en el Éter se anticipa
en el mundo. En estos poemas hay siempre un intento a las teonas de filoso€os como HerAclito, Arquelao y
de las derrotadas divinidades primigenias de rebelarse Diogenes de Apolonia.
y retomar al desorden originario, lo que lleva a una Seguía a continuación, de acuerdo con el fragmento
batalla contra la divinidad antes victoriosa. Ésta, sin I A , la unión mítica de Urano (el Cielo) y Gea (la Tierra)
embargo, resulta finalmente triunfadora de nuevo y ase- y una genealogía de divinidades primigenias. Si compa-
gura así el orden universal y una correcta distribución ramos lo que sabemos de la Titanomaquia, con el co-
de funciones. Como resultado, la soberanía se distribuye mienzo de la Teogonía de Hesíodo echaremos de ver
entre las divinidades que han combatido del lado del ciertas diferencias. La genealogía de la Titanomaquia,
vencedor, según nos relata Homero l4 en boca de Po- a juzgar por las pocas referencias de que disponemos,
sid6n: presenta en su origen el siguiente esquema (cf. IA,
IB, 21
Pues tres somos los hermanos n los que parió

-I
Rea de Crono: Zeus y yo, y el tercero, Hades, que
reina en el mundo inferior. Todo quedó dividido
en tres, y cada uno obtuvo una honra: yo obtuve Tierra Mar
por suerte habitar por siempre el grisáceo mar.
Hades obtuvo la nebulosa tiniebla, y Zeus obtuvo
el ancho cielo, en el éter y las nubes. La tierra es Ceotimanos ~íclopes EgeÓn
aun corndn a todos, así como el grande Olimpo.
Hesíodo en cambio parte de Caos como elemento pri-
Es en este esquema general en el que hemos de tratar mario, y el mar no interviene como pareja de la Tierra.
de insertar los diferentes episodios sobre los que nos En cuanto a Briareo, que Homero identifica con Egeón IS,
orientan los fragmentos conservados. es un Centímana, hijo de Cielo y Tierra en TeogoníaI6.
El poema comenzaría, como dijimos, por una cosme Es curioso que ambos rasgos diferenciales aparezcan en
gonía, de modo semejante a lo que haliamos en los ver-
sos iniciales de la Teogonía de Hesiodo. En efecto, los ' 5 Iliada 1 403-494: el Cenlimano a guien los dioses llaman
fragmentos 1B y 1C aluden a Eter como padre de Urano Briareo y todos los hombres, Egedn, Los dos nombres se deben
a la idea de que los dioses hablan una lengua especial, diferente
a la de los hombres.
14 Iliada XV 187-193. 16 HES~ODO, Teogonia 147 SS.
26 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA ARCAICA

una cosmogonia que Apolonio de Rodas pone en boca nombres en la Teogonía; pero el escoliasta citado en el
de Orfeo 17: fr. 2A dice que son tres nombres de una misma persona.
Cantaba cómo la Tierra, el Cielo y el Mar, uni- Aún habría que añadir otra dificultad: Egeón es hijo
dos antes entre sí en una sola forma la, se separa- de Gea y Ponto según ZA, pero es un Centímano, y como
ron unos de otros por causa de una disputa des- tal, sería hijo de Urano y Gea. La tradición al respecto
tructora. es, pues, muy dudosa y confusa de antiguo.
Por lo que sabemos de otras Titanomaquias, como la
La unión sexual del Cielo y la Tierra es un motivo narrada por Hesiodo como un episodio de su Teogonia,
mitológico común, conocido en múltiples h b i t o s cul-
estos poemas comportaban un combate entre la divini-
turales, basado en la idea de que la lluvia que fertiliza
dad suprema establecida al fin d e la genealogía (en este
la Tierra es la simiente del Cielo que la fecunda. LO que
caso Zeus) y las fuerzas primigenias, los Titanes, como
no sabemos es cómo tendría lugar en nuestro poema la
aliado de los cuales, según 2A combatiria también Egeón.
separación de los elementos primigenios.
Naturalmente, Zeus sale victorioso del empeiio. Con
La progenie de Urano y Gea son los Cíclopes y los Cen- toda probabilidad es esa victoria la que provoca en el
tímanos. Ignoramos qué papel tendrían los Ciclopes en padre de los dioses una alegría que lo mueve a bailar
el poema. En otras fuentes antiguas aparecen con fun-
en el fragmento 5 p .
ciones diferentes. Así, mientras en Hesíodo l9 son seres Los principales antagonistas de Zeus en la lucha son
de un solo ojo que fabrican el rayo de Zeus en recom- los Titanes. Se sabe que la designación con nombres
pensa por su liberación, en la Odisea son pastores salva- para cada uno de los Titanes por Hesíodo es un hecho
'
jes, mientras Helánico distingue los que construyeron secundario. Originariamente eran un grupo sin indivi-
muros que, como los de Micenas, aún hoy llevan el nom- dualidades y en número indefinido, como las Nereidas,
bre de ciclópeos, de los otros dos grupos. las Musas, etc. Esencialmente representan los dioses
En cuanto a los Centímanos, es de notar que Hesiodo primigenios en Hesíodo 23 para quien son hijos de Ura-
no los conoce como grupoa, sino que se citan por sus no y Gea, que habitan en el Tártaro sin papel en el nuevo
17 APOLONIO RODIO,1 4%. Pese a ser Orfeo el que la narra. orden. Conocemos como paralelos de éstos unos dioses
no tiene nada que ver con las cosmogodas 6rficas. Como señala primigenios, que aparecen tarnbitn sin designación indi-
G. S. K m en G. S. Krw y J. E. RAVEN.Los fildsofos gresoc~d- vidual en poemas de soberanía hetitas como el Canto
ricos, traduocion española, Madrid. 1969, pAg. 55, n. 2. Apolonio
pone en boca de Orfw la versi6n que le parece la más antigua de Ullikurnmi, y asimismo hay personajes semejantes
entre las que conoce. en poemas babilónicos, como el Enuma EIES. Por tanto,
18 Esa forma única entiende HUXLEY, Greek e pic..., phgs. 2&27. o bien son divinidades importadas de Oriente en el mar-
seria el Éter. elemento indiferenciado originario. Este autor su- co de los mitos de sucesión, o bien son divinidades mi-
pone que probablemente es la Titanomaquia la fuente de esta
versi6n. GIGON. Kampf.... piig. XIX. no cree conciliable la seriedad y
19 HESIOCIO, Teogonh 139 ss. gravedad del acontecimiento y de Zeus y piensa en la posibilidad
m H-co, fr. M. de una escena de la infancia de Zeus, bailando en Creta con los
21 Hecuróncheiros sólo aparece como adjetivo de Briarec+Egeón
Curetes. cf. CAL.~MACO. Himnos I 52-54.
en Iliada I 402. a H s i o o o , Teogonln 424.
28 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA TITANOMAOUIA 29

cénicas de índole similar a las orientales. En todo caso de su viaje celeste. El xgiror del cielo que menciona
su carácter secundario y derrotado se pone de maní- Higinio se basa en la idea de que el cielo gira para pasar
fiesto en el hecho de que en tiempos históricos no hay de Ia noche al día. En cuanto a Étope es el que con su
huellas de su culto 24. calor hace madurar las cosechas. La pareja es, pues,
Hay otros temas aludidos en el poema, sin que resuite desigual, formada por dos elementos desparejados, un
ya clara su localización dentro del mismo. Así ocurre caballo con función estacional, veraniego, sin su contra-
con los fragmentos que se refieren a los recorridos del partida estacional invernal. y otro con funciones diarias,
Sol. Es difícil que el Sol abandonara su puesto para hacer subir el carro, sin contrapartida de otro que lo
intervenir en la batalla, y parece más probable que se haga bajar, como pone de manifiesto Gigon. En todo
trate de un excursus 25. En el fr. 3 se habla de sus caba- ello parece haber huellas de una confusión, producida
llos de tiro, cuatro, dos yeguas uncidas, esto es, en la antes o después, entre elementos míticos diferentes.
parte interior del tiro, y dos caballos, uno a cada lado Todo esto en cuanto al recorrido diurno del Sol. De
de las yeguasa. Los nombres de las yeguas, Bronte y noche, viaja en una especie de cuenco o caldero, según
Estérope (~Truenosy relámpago^) son los mismos que se nos dice en el fr. 8. El tema, no aludido por Homero,
los de los Ciclopes nacidos de la tierra en la versión y que tiene paralelos en los Vedas", nos es conocido
hesibdican. Pero en Hesíodo, junto a esta interpreta- por Mirnnermo y Estesícoro. El Sol,tras haber cruzado
ción que relaciona los truenos y reldmpagos con los el cielo en el carro de caballos, navega de noche por el
Ciclopes, en cuyo taller se fabrican, se alude en otro Océano (cuya corriente se suponía que circundaba la
lugara a una relación de estos mismos fenómenos natu- tierra), hacia el Este, adonde Uega antes del alba, para
rales con un caballo, Pdgaso. La conexi6n de los truenos volver a emprender su recorrido diario. En boca de
y reldmpagos con los caballos del Sol refleja una expli- Mimnermo 3:
cación de estos fendmenos a partir del resonar de los
cielos bajo los cascos de estos miticos caballos. En Al Sol le tocó en suerte el destino de trabajar
cuanto a Eoo y Etope tienen relacit5n con elementos todo eI día, y ni él ni sus caballos tienen descanso
diferentes. Eoo, esto es emañanero~u aorientala, alude alguno desde que la Aurora de dedos de rosa sube
al momento de la subida del carro del Sol al comienzo al cielo saliendo del Océano; porque por en medio
de las olas un bellísimo lecho, forjado en preciado
oro por las manos de Hefesto, cóncavo", provisto
Cf. el excelente eslado de la cuestih en WEST, Hesiod ..., pA-
ginas 2#%. Intentos de mayor precisi6n al respxto no han teni-
do éxito. Tampoco la etimología de la palabra ha logrado aclarar CE. E. S m , ~ D e rNachtweg der Sonne nach der vedischen
la cuestión. Anschauunga, Nach. Gess. Gott. (1923). 1 SS.
Para lo referente a estos fragmentos seguimos la interpreta- MIMHERMO, fr. 10, de F. R. hrunos. Lfricos Griegos, I. Bar-
ci6n de CICON,Kampf ..., pág. XVIII. celona. 1956, de donde se toma la traducción.
a ES de destacar que los tiros de cuatro caballos son des- 31 La etec~i6nde la forma cdncava puede deberse a la forma
nocidos por Hornero. que sólo menciona los tiros de dos. redonda del sol, cf. KIRIE-R~IYEN, Fildsofos..., phgs. 29 y SS.,donde
n H~sfowi, Teogonia 139-141; cf. A m m o , 1 1. 1-2. se señala Ia penrivencia de esta idea en un fragmento de Hed-
HEsfono, Teogonia 284286. clito (22 A 1 Diels-Kranz).
30 FRAGMENTOS DE GPICA GRIEGA ARCAICA TITAKO MAQUIA 31

de alas, velozmente le lleva, dormido, sobre la su- Ceto, unida en amor a Forcis, parió en último
perficie del agua desde el país d e LIS Hespérides a lugar una terrible serpiente que en las entrañas
la región de los Etíopes, donde están esperándole de la tenebrosa tierra, con sus grandes espiras,
su rápido carro y sus cub~lloshasta que llega la guarda las manzanas de oro.
Aurora, hija de la mañana; allí monta en su carro
el hijo de Hiperión. Severyns M cree que el poema aludía también a la divi-
nización de Heracles. En Hornero, Heracles es mortal n,
Estesícoro se refiere a ello en los siguientes términos ": mientras que en un pasaje que la critica antigua ateti-
AI tiempo que la fuerza del hijo de Hiperion zabaMse le menciona como deificado. Este autor piensa
penetró en la áurea copa para llegar, atravesando que la fuente de estos versos es la Titanornaquia.
por el Océano, hasta el fondo de la sagrada noche h s fragmentos 6 y 7 se ocupan del centauro Quirón.
tenebrosa. Mucho se ha hablado del origen de los centauros. En
un ponderado balance de la cuestih, Kirk señala que
Parece que podemos poner en relación con este tema son una creación especificamente griega, del ambiente
la mención de las Hespdrides en el fr. 9, ya sea porque de las montañas que rodean la llanura de Tesalia, sin
se aludía a ellas como punto de partida del viaje noc- paralelos en oriente, que presentan características de
turno del Sol, como en el fragmento de Mirnnermo, ya ferocidad y salvajismo, con la excepción precisamente
sea porque se incluía una narración de la visita de He- de Quírón, centauro bentvolo e ilustrado en toda clase
racles a1 jardín de las Hespdrides, posibilidad admisible de artes y habilidades y dotado para la enseñanza de
por el hecho de que el fragmento de Estesicoro se encua- las mismas. uEn suma, Quirón representa el surnmum
dra en la Gerioneida, que narra el episodio de Heracles de la cultura, mientras que el resto de los centauros
y Gerión, referido tambidn por Apolodoro 11 5.10. En representa a la naturaleza en la forma más imprevisible
este episodio, Heracles hizo uso del caldero del Sol para y anticultural». En nuestro fragmento 6 se ponen de
hacer la larga travesia, y es posible que en la Titan* manifiesto estos aspectos positivos y docentes de Qui-
maquia se aludiera al tema. El mal estado del texto nos rón. Kirk explica esta contradicción a partir de una
impide saber quidnes guardaban las manzanas de las dualidad intencional que recoge la existencia de aspec-
Hespkrides, frutos miticos de oro, identificados en una tos de1 mundo natural, ya benignos, ya violentos según
interpretaci6n racionalista del mito con cítricos desde las circunstancias. Así Quirón es el prototipo de los
fecha tan antigua como Antífanes s.Huxley piensa que aspectos positivos en contraste con los demás centauros,
quhi en este punto coincidiera la Titanomaquia con la prototipos de los aspectos negativos %
versión de la Teogonfa de Hesiodo?
36 SI~V-UYNS. Cycle ..., pigs. 175 y SS.
Q , 17 en D. P A ~Supplemmtum
E s m í c o ~ ofr. , Lyricis Graecís, 37 Ilfada XVIII 117-119.
Oxford, 1974. -is Odisea XI 602.
33 ANT~FANES,fr. 56. 39 G. S. KIRK,El Mito: su significado y funciones en f a dis-
3 H m ,Greek epic .., phg. 27. t i n t a culluras, traducción española, Barcelona, 1973, págs. 189 y SS.
3 Heslo~o,Teogonia 333 ss. a CE. lo dicho supru sobre la discutida antigüedad del fr. 6.
32 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA TITANO M A O U I A 33

En el fr. 7 la historia del nacimiento de Quirón es mis. Orión, al verlas, se enamoró de ellas y su
etiol6gic.a. Dado el carácter mitad caballo mitad hombre deseo le impulsó a perseguirlas. Ellas, a punto d e
de los centauros, se atribuye esta forma mitad y mitad ser capturadas, suplicaron a los dioses que lar
a la intervención de un caballo en su concepción. cambiaran de naturaleza. Zeus, que tuvo piedad d e
En todo caso, desconocemos la función en el poema ellas... las transformo en estrellas. Eran llamadas
del centauro Quirbn, si aparecía simplemente en un Pléyades, a causa de Pléyona, su madre.
momento de la genealogía, o bien como un excursus, o Dicen que Electra, como no quería contemplar
intervenía activamente en el combate, haciendo uso de el saco d e Troya por ser una fundación de uno d e
sus conocimientos medicinales para la curación de sus descendientes, abandonó el lugar que ocupaba
heridos. entre las estrellas y por eso, aunque eran siete,
Resulta poco claro el contexto en el que se insertaría quedaron e n seis.
el fr. 4. Se ha pensado que podría tratarse de la des-
cripción de un escudo, aunque pueden proponerse otras El motivo de Severyns para introducirlo en esta obra
interpretaciones. Gigon 41 recoge otras dos: podría alu- es pensar que el Titán Atlante intervenía en el episodio
dirse al estanque de Delos en el que Leto parió a sus de las manzanas de oro de las Hespérides, narrado en
hijos, o bien una descripción del Océano, sobre el que la Tilanomaquia, por lo que era de esperar una reIacion
el Sol marcha en su caldero. de su genealogía.
Si pertenece a esta obm el fr. 10, la Titanomaquia En cuanto al fragmento 11, muy Fragmentario y cuya
incluiría una digresión astronómíca. Atlante es u n titán pertenencia a este poema no es del todo segura, nos pre-
y sus hijas, las Plbyades, una constelaci6n. senta una escena de la batalla propiamente dicha en la
Severynsa inserta aquí asimismo un fragmento que que Febo Apolo aparece como auxiliar de Zeus.
Allen considera perteneciente al Saco de Troya, aunque
presenta el testimonio del escolio desde más atrás:
Estas Pléyades son las hijas de Atlante y Pléyo- 6. Bibliografía
m,y cuyos nombres son: Maya, Teígeta, Celeno,
Mérope, Electra, Astdropa, Alciona. Ediciones: K m , Epicufum..., págs. 54; ALUN, Homeri opera,
págs. 110111; O. CIGONen J. D o ~ cy O. GIGON.Der Kampf der
Atlante, uno d e los GigantesU, Iras haberse uni-
Gotter und Titanen, Olten y Lausana, 1%1, págs. l(F11; EVELYN-
do a Pl&yona, la Ocedníde, tuvo siete hijas que, W H ~ psgs.
, 48042.
complacidas de su virginidad, cazaban con Arte- Estudios: RZACH,S. V. Kyklos, e n PAULY-WISSOWA, R.E., 22, 2354-
2356; A. S ~ Y N SCycle , ..., psgs. 1 6 5 1 n G. L. H m , Creek
Quirón es tambikn protagonista de un poema hesi6dic0, cf. H ~ s f o - epic.... phgs. 19-30; J. D~LIIGy O. GrcoH, Kam pf...; F. Vrm, La
DO, fr. 285285. guerre des Géants, París,1952.
41 GIGON.Karnpf ..., phg. XIX.
4 S w w r ~ sCycle
. ..., pág. 171.
u La consideración de Atlante como un gigante es error del
escoliasta, cf. lo dicho supra.
34 FRAGMENTOS DE ÉPKA GRIEGA ARCAICA

7. Texto seguido para nuestra traducción

Nuestra traduccibn sigue el texto y la numeracidn de la edici6n


de GIGON, wn la adición de las fragmentos I A (prodente dd
epitome de Focio a la Crestomatla de Proclo. editado por AUEN,
págs. 9&7), 10 (Escolio a la Nemea 2 de Pfndam. verso 17, ed.
DRACHMANN, 3353) y 12 (The Rendell Harris Popyri, ed. J . E . PO-
m,Cambridge, 1936, niim. 3, con las ediciones de A. KURTEen
Arch. f. Pap. 13 (1938). piig. 80, y B. SNEU en Gnomon 13 (1937),
págs. 57P80). En el fr. 3B acepto la corrección de SWYNS,
ob. cit., pág. 174, Ailhops en lugar de Airhiops.
Da a continuaci6n (Proclo) una upiicaúdn detallada a c e m del
Llamado Ciclo fipico, que c o m i m por la unidn mitica de Cielo
y Tierra, de la que engendraron tres hijos, los Centimanos, y tres
Ciclopes 4.
Foc~o,Epítome de lo Crestomarh de Proclo

1s
Cielo era hijo de Éter, según el que escribid la T i t a n o m q u i ~ .
Anecdota Oxoniensia 1 75 Cramer

El que escribió la Tiianomaquia dice que todo procede de Eter.


, lo Piedad 137 5, phg. 61 Gomperz
F n o m ~ o De

Hesiodo dice que Egebn es hijo de Cielo y Tierra. La misma


persona es denominada Briareo, E g d n y Gies indistintamente.
Pero Eumelo, en la Titnnomaquk dice que EgcSn era hijo de

WELCKER, Cyclus..., 11, pág. 556, ve en el final la paráfrasis


de un hexámetro, que originalmente sena: engendraron tres Cen-
timonos y tres Ciclopes.
36 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA TITANO hlAQCIA

Tierra y Ponto y que, residente en el mar, combatió del lado de


los Titanes.
ESCOLIOA ~ O L O N ~DEO RODAS.1165
Eumelo de Corinto, O Arctino, pone en escena en alguna parte
a Zeus danzando y dice:
En medio45 danzaba el padre de hombres y
Las columnas de Heracles también se dice que son de Briareo, dioses.
según dice el que escnbio la Tirattomaqnicr: ATENEO, 22 c
6
Las columnas de Egeón, gigante protector del
mar. Hermipo de Berito llama sabio al centauro Quirón. acerca del
A RNDARO,
ESCOLIO Nemea 111 40 cual también el que escribid la Titanomaquia dice que fue C1
el primero que
encaminó hacia la justicia a la raza de los morta-
les, tras enseñarles los juramentos, los sacrificios
Y el que escribi6 la Titanomaquia dice que los caballos del Sol convenientes y las formas 46 del Olimpo.
eran dos machos y dos hembras. CLEMENTEDE ALWANDR~R. S l r ~ l t l l l i e i1~73. 3
ESCOLIO T A ilíada XXZII 295

El autor de la Gigantomaquia dice que Crono se mi6 a Fíiira,


Nombres de los caballos del Sol y de Las Horas: Eoo, por el la hija de Océano, metamorfoseado en caballo, por lo cual Quirón
que suele girar el cielo, Eltope, como si fuera llameaate, madura nació centauro. Su mujer fue Cariclo.
el grano. Estos son los caballos de tiro. Las yeguas uncidas son ESCOLIO A APOLONIO DE RODAS, 1 554
Bronte, a la que nosotros llamamos Trueno, Estérope, a la que
nosotros Llamamos Relámpago. El autor de este tema es Bumelo
de Carinto.
H r ~ r ~ rFabular
o, 183
(Dice) que éste (el Sol) hace la travesía en un caldero, siendo
el autor de la Titanomaquia el primero que b dijo.
A m o . 470 b
Sé que el autor de la Titanomaguia, sea Eumelo de Corinto, o
Arctino. o como le guste que le üamen, en el canto segundo dice 45 Probablemente .en medio de los dios es^, pero, cf. lo dicho

si: en la introduccibn sobre la posibilidad de que se trate de los


Curetes.
Flotando sobre 121, unos escarnosos peces de ojos No está claro ei sentido de estas .formas del Olimpo.. Puede
de oro juegan, nadando, a través del agua impe- aludir a las constelaciones. El termino schihata es reciente y ello
recede ra. ha hecho sospechar a GIGONde la antigüedad de este fragmento,
A ~ O 2.n d cf. lo dicho al respecto en la introducción.
38 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

Anisibo dice que las m a n z a ~las ~ guardaban las Harpía.


Epiménides, también eso, y que éstas eran las mismas que las
Hespérides, y el autor de la Tiranomaquia, que las maman- las
m d a b a (...).
F~LODEMO,
De la Piedad 92 24. pág. 43 Gomperz

La amable Teígeta y Electro, la de ojos garzos,


Alciona y Astéropa, así como la divina CeIeno,
Maya 47 y Merope; a éstas las engendró el ilustre
Atlante f...) 1 . La aEdipodiar y el Ciclo Tebano
En los montes de Cilene parió a Hermes, heraldo
de tos dioses. La Edipodicr compone, junto con la Tebaida y Epígo-
ESCOLIO
A F'ímimo. Nemea 11 17
nos, el llamado Ciclo Tebano, cuya temática se organiza
en torno a la figura de Edipo, sus antecesores y suce-
sores, una historia familiar llena de episodios trzlgicos
y sangrientos: el parricidio, el incesto, la lucha f-ratri-
Zeus arnontonador de nubes (...) o1 gran Titun ci& y sobre todo la cadena de maldiciones sucesivas
I . ..) semejante a quien se dispone a lanzar.. . Y se cuyo cumplimiento va acarreando la mina de Ias dife-
alegró en sus magnánimas e n t r a h (cuando rentes generaciones.
vio> a Febo como su auxiliar en la bufuila (...) Para el Ciclo Tebano no contamos con un epítome
le dijo: como el de Proclo para el Ciclo Troyano, por lo que
PAPlRO RJmnm-HARRIs, 3 tenemos que basarnos, incluso para esbozar el esquema
del contenido argumentai de estos poemas, en wnjetu-
47 Maya es la madre de Hemes, quizá originariamente ninfa ras a partir de textos paralelos o de la in€iuencia de los
de los montes, d. la intrPducci6n al Himno iV en los Himnos temas del Ciclo en la tragedia. Esta Última fuente de
Honakrícos de esta misma colección.
datos, la tragedia, debe ser usada no obstante con suma
prudencia, pues, como tendremos ocasión de ver más
adelante, los trAgicos han elaborado y m o d e ~ d mu-o
cho el material originario.
40 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

elementos que configuran su leyenda y por la multipli-


2. Autor y datacion de la rEdipodias cidad de aspectos que ésta ofrece al análisis.
Por la misma razón han sido también múltiples las
La única referencia de que disponemos respecto al vias de aproximación a los orígenes del mito de Edipo
autor de la Edipodia es la contenida en la Tabula Bor- que se han intentado, según las concepciones generales
giam, que la atribuye a Cinet6n, un poeta lacedernonio que sobre el origen de los mitos tienen los diversos
sobre el que nuestra informaci6n no es ni extensa, ni autores, sin que ninguna de ellas haya conseguido irnpe
segura 1. nerse La cuestión es enormemente compleja y por ello
Varios autores sostienen la idea de que el poema que aqui s61o podemos aludirla, refiriéndonos a alguna de
nos ocupa fue escrito en Beocia2. No obstante, no pode- las principales interpretaciones que se han propuesto,
mos descartar que existiera en la antigüedad más de en sus líneas generales.
un poema con este titulo. Así, Huxley, basándose en una De un lado, se le ha atribuido a Edipo un origen
diferencia de título entre los fragmentos y la Tabula ctónico, de la esfera de Deméter, según lo cual proce-
BorginnaJ piensa en la posibilidad de una versidn b m dería de un démon anual, un eniautos daímon, que cada
cia, la conservada en los fragmentos, diferente de otra año mataba a su padre, como el año nuevo triunfa sobre
lacedernonia, la referida en la Tabula Borgiana. En todo el viejo, y se casaba con su madre, la diosa de la Tierra,
caso, la versión beocia se dataría también en la segunda sufriendo posteriormente padecimientos y muerte.
mitad d d siglo vln a. C., esto es, prkticamente es con- Pensándose en una estructura cíclica semejante, se ha
temporánea de los poemas homéricos. postulado que representaba un dios de la vegetación,
con nacimiento y muerte también estacional. o un nu-
men solar que triunfa sobre la noche, su padre.
3. El mito de Edipo En otro orden de cosas, tratando de hallar el origen
de la leyenda en tensiones sociales, se ha hablado del
El tema central de la Edipodia es naturalmente la tema de Edipo como trasunto del paso del matriarcado
historia de quien da nombre al poema, Edipo, un per- al patriarcado, o como reflejo de tensiones existentes
sonaje que se ha ganado un lugar en la galería de gran- entre los grupos de edades diferentes en los que los
des creaciones literarias de la humanidad y que sigue jóvenes tratan de arrebatar el poder a los de más edad.
apasionando a la investigacidn sobre el origen y des- Incluso se ha tratado de derivar al legendario héroe
arrollo de los mitos por la gran complejidad de los Edipo de una figura histórica real, posteriormente some-
tida a deformación mftica.
Sobre Cinetbn, cf. la introducción a 61 dedicada en este libro.
1
Hay de otro lado una interpretación psicoanalista del
As{ BITHE,Thebanische..., pág. 142; ~ X W S Ltgendes
2 , ..., pá-
gina 19; Dmrsm, Oedipusprobleme, phg. 38; VAUXXIO. sEdipo...m.
mito basada en la idea de que los mitos en general
pAg. 153, n. 85. La inmensa bibliografía al respecto y la referencia concreta
3 H r r x ~ a Greek
~, epic..., pAg. 41, en PAUW en neutro plural. a los defensores de cada hip6tesis pueden baliarse en el reciente
Oidipddeia (sc. ép?), sin nombre de autor. En la Tabula Borgiana articdo de VALGIGLIO, así como en KOCK,aOidipus ...m. Cf. también
femenino singuiar, ibn Oidipodeian. R. GRAVES. LOS mitos griegos, Buenos Aires, 1467, pAgs. 7-15.
42 FRAGMENTOS DE PICA GRIEGA ARCAICA

proceden del área del subconsciente, en una especie de de toda clase de monstmos, esto es, de héroes como
adscripcidn imaginativa a dioses y h h e s de nuestros con, en Grecia, Heracles y Teseo. TaI afirmación puede
deseos primarios y de su cumplimiento, uas la necesaria comprobarse por diversas vías, tal y como ha sido pues-
renuncia a los mismos. Se@ este priucipio, el mito de to de manifiesto por Kock ',principalmente por el testi-
Edipo procede de un momento de la sexualidad int'antil monio de Corina, poetisa beocia y, por tanto, más pró-
en el que la elección de objeto recae sobre la madre, xima a la tradición local originaria, que le atribuye a
lo que lleva implícita la consideración del padre como Edipo el triunfo sobre otros monstruos, como la Zorra
rival. Toda persona pasa, según Freud, que acuña en de Teumeso así como por la existencia de representa-
1910 el término de acomplejo de Edipos, por tal fase en ciones en las artes plásticas de Edipo enfrentándose con
su niñez. No obstante, Malinowski ha puesto de relieve las armas en la mano a una Esfinge en actitud amena-
el hecho de que tal complejo sblo se produce en culturas zadora.
de autoridad patriarcal y no en las de estructura ma- Como veremos con mayor detenimiento en el apartado
triarcal 5. siguiente el estadio original de la leyenda no incluía
Asimismo, y fuera ya de la cuesti6n de los orígenes, una serie de elementos que luego serán propios de la
se ha señalado la gran influencia que sobre la mnfigu- misma, sino se va configurando progresivamente y va
ración de ,este mito ejercen los temas del cuento popu- perdiendo algunos de sus rasgos originarios y adqui-
lar: el monstruo que aterroriza a la región, el acertijo riendo otros nuevos hasta alcanzar en ia tragedia, fun-
y la victoria del hdroe sobre el monstruo, premiada con damentalmente con el Edipo Rey de Sófocles, una
la boda con la princesa del reino, etc., etc. inmensa complejidad y profundidad.
Pero dejando aparte la compleja cuestiún del origen
remoto del mito S, que nos Hevaria muy lejos en el terre-
no siempre resbaladizo de la hipótesis, el hecho es que 4. Tentativa de reconstrucción de fa aEdipodium
la forma original de la saga de Edipo no tiene mucho
que ver con el hdme inteligente que resuelve el enigma El gran problema es, pues, determinar a partir de los
de la Esfinge y el ansioso investigador del culpable de miserables restos que nos quedan la configuración y e1
la peste de Tebas que acaba por descubrirse a si mismo desarrollo que el mito de Edipo tenía en los seis mil seis-
como motivo de la plaga, por lo que debe sufrir un cientos versos que, ile acuerdo con la Tabula Borgiana,
castigo, tal y como se nos aparece en el Edipo Rey de componían la Edipodin. En este sentido, la informaci6n
S6focles. En su origen Edipo se alinea más bien en la
serie de héroes protectores, vencedores por su fuerza
7 KOCK.aOidipus...D. pBgs. 10-11.
Hsica, y no por sus cualidades morales o intelectuales, 8 C O ~ N Afr.
. 19 Page (Poet. Mel. Gr.,672 = Escolio a Eun'pi-
des. Fenic. 26). Sobre la Zorra de Teumeso. d. también el frag-
5 Cf.M. GRANT. Myths of the Greekí and Romans, Londres,
mento 2 de Eptgonos.
9 Emprendida por B ~ H E ,
Thebmirche..., luego por C. R o ~ T ,
1963, phgs. 228 y SS.
6 Que por otra parte tiene paralelos en otras culturas. cf.
O i d i w , Berlín, 1915, y seguida por múitiples estudios, d.recien-
temente V U I G I . ~ ~aE, dipo..... y KOCR,aOidipus.....
FRAZER,Apdodorus, vol. 2, págs. 370 y SS.
44 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA EDIPODIA 45

de los fragmentos propiamente dichos es muy escasa. habían castigado a k y o por SU impiedad m rela-
Concretamente se reduce a dos datos: la devoración por cidn con su inicuo amor por Crisipo '2, al que rapto
la esfinge del hijo de Creonte, Hemón, como culmina- de Pisa. Era la Esfinge, segun se describe, un ser
ci6n de una serie de víctimzis (fr. 2) y la referencia a con cola de serpiente. Apoderándose de grandes y
una segunda boda de Edipo, esta vez con Eungania, pequetios, los devoraba, y entre ellos, también a
la hija de Hiperfante (h.l ) , bien entendido que es de Hemón, el hijo de Creonte, y a Hipio, el hijo de
ella, y no de Epicasta (otro nombre de la Yocasta sof& Eurinorno, el que hubírr combatido con los Cen-
clea) de quien tuvo sus cuatro hijos, a saber, Eteocles, tauros. Eran Eurinomo y Eyoneo hijos de Magne-
Polinices, Antígona e Ismene. t e el EdIida y d e Filddica. Hipio, aunque era un
Para tratar de completar el panorama de la temática extranjero, fue muerto por la Esfinge, y Eyoneo,
de la obra debemos recunir a una serie de testimonios por Enómaco, del mismo modo que los derncis pre-
indirectos. El m8s extenso de ellos es sin duda un epíte tendientes u.
me atribuido a Pisandro, probablemente un mitdgrafo Luyo fue el primero que tuvo este amor ilícito.
helenístico, que se nos ha conservado en un escolio a las Crisipo, por vergüenza, se dio muerte con su espa-
Fenicias de Eurípides, 1760. Se ha discutido mucho so- d a Entonces Tiresias, sabedor, como adivino que
bre la validez del testimonio de Pisandro como fuente era, de que Layo era aborrecido por los dioses, 10
de parte del argumento de la Edipodk lo. E n todo caso disuadid d e seguir el camino hacia Apolo ", acon-
parece que hay buenos motivos para aceptar que Pisan- sejdndole que hiciera mejor sacrificios en honor
dro conocía, si no la Edipodia original, si un resumen de la diosa Hera tutelar de los matrimonios 15.
de la misma, aunque es claro que hay una cierta moder- El lo desdeñaba, pero cuando partió por fin, fue
nización de algunos detalles a partir de otras fuentes. muerto en la encmijada él y su auriga, porque
como luego se ved. Merece, por tanto, la pena recoger había golpeado con su ldtigo a Edipo.
entero este testimonio ": Tras matarlos, los enterró en seguida con sus
Cuenta Pisandro que la Esfinge les fue enviada mantos, pero se apoderd del cinturdn y & la e s p -
a los tebanos desde las m& remotas regiones de da d e h y o y se los llevó consigo. Tras cambiar de
Etiopía debido a la cólera de Hera porque m direccibn el carro, se lo entregd a Pdlibo.
Luego se cmd con su madre, una vez resuelto el
enigma.
10 Cf. el razonamiento detenido de los argumentos en pro y
en contra por VUIGLIO, ~Edipo ...B. págs. 158 y SS., y E.L. KOCK, 12 Un hijo de Péiope.
u Pretendientes de su hija a los que retaba a una Earrera Y
aThe Peisandros Schoiium, its sources. unity and relationshíp to
mataba, si los vencía.
Euripides' Chrysippos~,Acto Class. 5 (1%2), págs. 15 y SS. 14 Lo que impiica el desen de layo de consultar el oráculo de
11 PISANDRO, fr. 10 Jacoby. Compárae la versión próxima a la
Apolo. No obstante. eso m implica que se tratara expresamente
de Sófocles de APOLODOR~, III 5, 7 y SS. El estilo del escoho es
desmañado y con grandes saltos, pues se h i t a a recoger los
de Delfos.
15 Divinidad a la que, por tanto. afecta especialmente la trans-
aspecios que le interesan. gresión de Layo.
46 FUGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

Después de eso, tras haber celebrado unos sacri- de la esfinge tiene con el de1 abandono de Edipo aiáo.
ficios en el Citerón, regresó, llevando a Yocasta en Tal vez Layo, antes de la aparicih de la Esfinge, conoce
'
el carro. Al llegar a las cercanías de aquel lugar y la profecía acerca de la suerte que le esperaba a manos
acorddtzdose de la encrucijada, le mostrd a Yocasta de su hijo, por 10 que abandona aI niño y se niega a
el lugar, le refirió el asunto y le ensefid el cintu- tener más descendencia, recurriendo al amor homose-
rón. Ella se afectó terriblemente, pero no obstante xual, y motivando así la aparición del monstruo, pero
guardaba silencio, pues no sabia que era su hijo. ésta no es más que una de las secuencias posibles de
Después de eso IIeg6 un anciano caballerizo de ]a acción.
Sicidn que se lo contó todo: cdmo lo había hallarto, Al escoliasta no le ha interesado tampoco el tema del
se habh hecho cargo de él y se lo había llevado a abandono de Edipo (s610 el de su reconocimiento por
MLrope. Al mismo tiempo le enseñaba los pañales el caballerizo) que conocemos por otras fuentes, según
y le pedía una recompensa por haberlo salvado. las cuales Edipo fue abandonado tras sufrir en sus pies
Así se supo todo. la mutilación que motiva su nombre *pies tumefactos~.
Dicen 16 que después de la muerte de Yocasta y Siguiendo con la narración de Pisandro, éste parece
su propia ceguera se casó con la doncella Eu& aludir a una discusión entre Layo y Tiresias, adivino
gana 1; de la que le nacieron los cuatro hijos. Has- que debía tener un papel importante en el poema, que
ta aquí, lo que dice Pisandro. se data en un momento anterior al desarrollo del oráculo
délFico. Es posible que, en la configuración original del
El epítome de Pisandro nos ofrece una explicación del tema, Tiresias tuviera la funci6n que tiene el oráculo
motivo de la presencia de la Esfinge en Tebas. La home délfico en las versiones posteriores.
sexualidad de Layo (la primera de la historia según esta El hecho es que, cuando Layo trata de aplacar a la
versión del mito), que causa la muerte por vergüenza diosa irritada, muere en una encrucijada, precisamente
de Crisipo, atenta contra Hera en cuanto que es la divi- a manos de su hijo, que lo desconoce, cumplitndose así
Ndad que tutela el matrimonio, y debe ser castigada. la primera parte de la profecía que anunciaba que Edipo
Como los tebanos no lo hacen, la diosa envía este azote mataría a su padre y se casaria con su madre. La encru-
sobre la ciudad. No sabemos si el motivo remontaría o cijada forma parte esenciai de los detalles del mito des-
no a la Edipodia. No hay argumentos sdlidos ni en favor de sus orígenes, así como el tema de la prueba (en este
ni en contra de esta posibilidad 1'. caso el cintur6n y la espada de h y o ) , que servirán para
Tampoco podemos esclarecer el momento en que la su reconocimiento, motivo éste tan propio del cuento
Esfinge haría su aparición, ni la relaci6n que el tema popular.
Edipo se dirige a Tebas en el momento en que la
esfinge azota la regidn. Acerca de la esfinge disponemos
16 El plural parece indicar la udhci611 por Pisandro de otras
de algún testimonio adicional. Hesíodo '9, que la llama
fuentes, además de la Edipodia.
17 Hay diferencias pequeñas en el nombre de la segunda espw con su nombre beocio, Fix, nos dice que era hija de
sa, cf. el testimonio de la Odisea X I 271 y ss.
18 Cf. Kocñ, ~Peisandros ...R. pigs. 27-31. '9 H ~ s i o o o ,Teogonia 326.
48 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA EDIPODIA 49

Orto (el perro de Gerión muerto por Heracles) y la ~urípides.y en la Antígona de Sofocles. En este punto
Equidna, un monstruo mitad ninfa y mitad sierpe. hay que hacer notar que probablemente Hemon es ofre-
Resulta curioso que el epítome de Pisandro la describe =ido al monstruo como víctima expiatoria, en su calidad
con cola serpentina, frente a la bien conocida imagen de hijo del rey, como en otros mitos les ocurre a Andrir-
de la Esfinge como un monstruo de cabeza de mujer meda y Hesíona *.
y cuerpo de le6n alado, procedente de Egipto. De igual Tras estos hechos, Pisandro nos dice que Edipo se
modo que hay variantes en la imaginería de la Esfinge, casa con su madre, una vez resuelto el enigma. La tradi-
se han propuesto diversas interpretaciones del origen ción refiere que el enigma que la Esfinge proponía era:
de su leyenda. Algunos han querido ver en ella una répli- a;cuál es el ser que, dotado de una sola voz, anda pri-
ca femenina de los monstruos masculinos ávidos de mero a cuatro pies, luego a dos, luego a tres?s y su res-
doncellas y que deben ser aplacados por el tributo de puesta, uel hombre, que primero anda a gatas, luego
las mismas, basándose en que la EsEinge sólo devora sobre sus dos piernas y por Ultimo, apoyándose en un
jóvenes y en los epítetos que definen a HemOn en el bastónm.
fragmento 2. Otros piensan que la Esfinge no se w a c - Se ha sostenido que ésta sería una de las moderni-
teriza por su libido, sino que es una devoradora de car- zaciones de la leyenda introducidas por Pisandro, y que
ne cruda. Es posible que, como piensa Vian* ambos en su origen, el combate con la Esfinge sena un com-
aspectos coexistieran en la leyenda original de un modo bate de fuerza ". Ademh, la investigación ha puesto de
confuso. manifiesto que el tema del acertijo es un tema del cuen-
Hesíodo nos informa también en otro lugar que la to popular que no puede haberse introducido en la
Esfinge se asentó en la colina Ficia, cuyo nombre deriva leyenda antes del siglo VI Pero es posible que el tema
precisamente de Fix, para devorar a los cadmeos. Proba- del enigma sea una derivación de una leyenda mis anti-
blemente el poema daba una lista de víctimas (este tipo gua en relación con este tema que, también modemiza-
de enumeraciones es propia de la poesía épica prirniti- da, nos transmite Pausanias y que cita Vian2s. Esfinge
va), pero lo que no podemos determinar es si en esta era una hija natural de Layo a la que su padre confió
lista se incluian los personajes que el escolio de Pisan- una profecía que sólo debían conocer los reyes. Dado
dro refiere. Entre ellas, en todo caso, devora a Hemón, que Layo tenía muchos bastardos, cada vez que uno
hijo de Creonte (hermano de Epicasta y probablemente reclamaba el poder, Esfinge lo interrogaba sobre la pru-
a la sazón rey o regente de Tebas), dato en el que coin- feda, y, como no podia responder, porque sus preten-
ciden el escolio y el fr. 2. Esta coincidencia sitúa a siones no estaban fundadas,se le mandaba matar. Edipo,
ambos en una posición aislada frente a otras tradiciones
en las que Hemdn sobrevive y llega a ser el prometido 22 F. V m , Origines ..., pAg, 207.
de Antígona, tal y como se recoge en las Fenicias de u Ci. lo dicho supra sobre el carácter originario de Edipo
como un heroe de Fuerza física y la defensa de estos argumentos
por KOCK.rOidipus...m, paígs. 1@11.
F. VIAN.Les origines de Thebes, París, 1%3. pdg. 107, quien Cf. Koa, ~Oidipus ...S, phg. 21 y nota 69 con bibliografía.
cita bibliografía sobre el tema. PAUSANUS,I X 26. 34, citado por VIM, Origines ..., p&. 208
21 Hesfooo. E s d o 33. y nota 2.
en cambio, pudo responder. Vian apunta que en Tebas Vi a la madre de Edipo, a la hermosa Epicasia,
la posesión del poder implicaba el conocimiento de que cometió una gran falta por las ignorancias de
ciertos secretos de estado y que Layo sería, de acuerdo su mente, al casarse con su propio hijo. El, tras
con eso, un rey que $610 podía permanecer en el poder haber dado muerte y despojadoZPa su padre, la
mientras fuera el único poseedor del secreto real. El desposó. Pero inmediatamente los dioses lo hicie
tema del enigma podría cubrir así este antiguo motivo ron notorio entre los hombres.
de la leyenda originaria. Sin embargo él, aun sufriendo dolores, siguw
En estrecha relación con la duplicidad de posibilida- reinando en la muy grata Tebas sobre los Cadmeos,
des que acabo de apuntar, estaría tambitn la alternativa por las funestas decisiones de los dioses. Mas ella
entre si la Esfinge moría en la Edipodiu a manos de se fue a la morada del fuerte Hades, el de las
Edipo, lo que es tanto como decir que por la violencia, puertas sólidamente cerradas, atdndose un lazo
como se nos cuenta en la tragedia? o si se despeña colgado del elevado techo, presa de su propio su-
cuando Edipo resuelve el enigma, esto es, da la respuesta frimiento.
acertada, como nos indican otras tradiciona poste- A él le dejd para después muchísimos dolores,
riores n. cuantos llevin a cumplimiento las Erinis de una
Sea como fuere, la derrota de la Esfinge se halla inti- madre.
rnamente ligada a la posesión del poder real, por lo que
Edipo se convierte autornAticarnente en rey y desposa
El testimonio de Homero, con el cual Pausanias (fr. 1 )
a su madre, cumpliendo asi la segunda parte de la prtl
coteja el de la Edipodia nos indica que la leyenda de
fecía. Su madre es llamada por Pisandro Yocasta, como
Edipo incluía estos elementos del suicidio y la maldicidn
en la tragedia de Sófocles; pero Pausanias se refiere a
de Epicasta; demos, pues, en principio por vhlido que
ella en el fragmento 1 como Epicasta, nombre que tam-
coincide sustancialmente con la situacidn de la leyenda
bién recibe en Homero, por lo que es más probable
narrada por la Edipodias.
considerar como mBs antiguo el de Epicasta (y por tanto,
Epicasta se suicida ante el horror de la situación y
restituible a la Edipodia), mientras que la denominación
maldice a su hijo. Ese es el sentido que hemos de dar a
de Yocasta sería otra de las modernizaciones de la leyen-
la mención de las Erinis, que en Hornero son divinidades
da operadas por Pisandro.
vengadoras de las impiedades cometidas contra familia-
Descubierto el incesto por la intervención del caba-
res y que, como hace aqui Epicasta, son invocadas por
Ilerizo, Epicasta se suicida. Para este dato de la leyenda,
el ofendido contra su ofensor. El motivo de la maldición
desatendido por Pisandro, disponernos de un testimonio
es que la ignorancia, en época arcaica. no exime de una
de Homero a, cuando Ulises, en la narracibn de las per-
culpa como ésta.
sonas a las que vio en su visita a los Infiernos, nos dice:
--

El verbo es eksenarúaí, en lo que coincide con el escolio.


29
S ~ F O C L EEdipo
S, Rey 1198; E m e ~ ~ eFenicios
s, 1505. Otra cuestión es si la Edipodia es la fuente de este pasaje
9
n DIODORO, IV 64,4; APOLODORO,111 5, 8-
homérico y, por tanto, más antigua, como han pretendido algu-
Odisea XI 271-280.
nos autores, cf. VAU;I(;WO,rEdipo...m, pAg. 154 y nota 87.
EDIPODIA 53
52 FRAGMENTOS DE PICA GRIEGA ARCAICA

una segunda boda, nos permiten sostener que en efecto


Lo que es inconcreto es el contenido de la maldición,
tal boda tenía lugar en el poema. No parece en cambio
que sólo podemos conjeturar. Quizá la guerra, un posi- que haya que dar crddito al historiador ateniense de
ble suicidio de Edipo o verosimilmente, como quiere hacia el 500 a. C. Ferecides" que habla de tres matrime
Valgiglio consistiera en recibir de sus hijos tantos su- njos, el de Yocasta, del que nacen dos hijos Frdstor y
frimientos como ella recibió del suyo y quizá incluso Laónito; el de Eurigania, con los cuatro hijos conocidos,
que el dolor lo lleve a la muerte, como a ella. y un tercero con Astimedusa, hija de Esténelo. Podemos
El hecho es que el incesto, la maldici6n y el suicidio aceptar la explicación de Pausanias de que Edipo y Epi-
no afectan la situaci6n de Edipo como ocurre en el casta no tuvieron tiempo de tener hijos (fr. 1 ) . La refe-
Edipo Rey sofócleo donde Edipo se ciega y se destierra, rencia de Ferécides tiene todo el aspecto de proceder
en la idea de que es una abominación, un dgos que con- de una contaminación y armonización de fuentes ".
tamina la ciudad, sino que en la Odisea se nos dice que La muerte de Edipo aparece también sometida a dis-
Edipo sigue reinando. Esta diferencia en la leyenda fue cusiones. En el Edipo en Colono de S&focles, muere
notada ya por el escoliasta que señala: ignora la cegue-
Q
exiliado en Colono, pero al parecer la leyenda antigua
ra y el exilio de Edipo y por E u ~ t a c i oquien
~ ~ , razona: no incluía este episodio, que esta en estrecha relación
si se hubiera cegado, no lo habría silenciado el poeta, con el tema de la ceguera. Si Edipo no se concebía como
como tampoco el ahorcamienlo de Epicmta. una abominación que debía ser expulsada y se nos dice
La referencia a la ceguera del escolio de Pisandro es, que siguió reinando en Tebas es claro que no tuvo que
pues, otro elemento de modernizaci6n de la leyenda pri- exjliarse.
mitiva. Ésta no incluh ni la ceguera ni el exilio, lo cual Pero en los poemas homéricos sólo tenemos respecto
se aviene bien con el fragmento 1 de la Edipodia, que a su muerte una alusión ", a propósito de Euríalo, hijo
alude al segundo matrimonio de Edipo. Este segundo de Mecisteo se nos dice:
matrimonio ha sido negado por algunos autores M que
creen que se ha producido una mera confusión según el cual llegó a Tebas, cuando Edipo cayó, a su se-
la cual Eurigania sería s61o otro nombre de Epicasta, pelio,
wmo luego lo es el de Yocasta. noticia complementada por un escolio 3:
Pero el fr. 1 en el que Pausanias cita expresamente
un segundo matrimonio, apoyándose en una pintura de también Hesíodo dice que al morir este en Tebos,
Onasias, en el templo de Atenea Area, unido a la refe- Argla, la hija de Adrasto, llegó con otros al funeral
rencia en el escolio de Pisandro, donde no cabe una de Edipo 3.
contaminación con la leyenda posterior, que no incluía 35 FERJ~IDES,
fr. 95 Jacoby.
M Cf. JACOBY en el comentario a.1. y HUXLEY,Greek e p i c ...,
pag. 40.
31 VMCLIO, <rEdipo... D. pAg. 21 y SS.,donde se recogen otras
37 lliada XXIlI 6 7 M .
interpretaciones. 36 Recogido como fr. 192 de H ~ s l o ~ o .
a Escolio a Odisea XI 275. 39 Sobre la posibilidad de que Argía fuera en calidad de esposa
9 BUSTACIOa Odisea 1684, 15.
de Polinices, cf. VAL~IGLIO,uEdipo ... D. pág. 165, nota 119.
14 Sobre la cuestión cf. KOCK,aOidipils...s. pág. 15 y nota 45.
EDIPODIA 55

Edipo, según esta tradición, muere en Tebas y su fune- poco42 incluía la muerte de Ismene a manos de Tideo
ral atrae visitantes. La traduccidn ucayór es deliberada- junto a una fuente que llevara luego s u nombre, tema
mente ambigua, pues se discute el sentido de la extraña al que alude Ferécides en el fragmento ya citado42 y
palabra dedoupótos y esta discusibn afecta de cerca el que recoge Mimnerrno 43 especificando que fue por orden
tema de cómo murid Edipo. de Atenea.
En efecto, ya Aristarco interpretaba que significaba Otros intentos de determinar el final del poema 41 no
a d d o en batallar. Si es así, el tema puede ponerse en pasan de ser una pura hipótesis.
relación con la alusi6n de Hesiodow cuando se refiere
a la raza de los semidioses y el destino que Zeus les dio
en estos términos: 5. Bibliografía
A éstos los llevó a la muerte la guerra funesta y la
lucha cruel, Q unos al pie de Tebas, la de Siete Ediciones: -, Epic~ w n . . .págs.
, M ; ALLEN, Homeri ope-
ra ..., págs. 111-112; EVELYK-WH~,píig. 482.
Puertas, en tierra cadmea, combatiendo por los
Estudios: E.BEIHE,Thebanische...;Lec;rus,Lég d e s . . . ;L.Deus
ganados de Edipo. NER, Oedipzuprobleme, Beriín. 1W2; SEVERUNS. Cycle..., pags. 211-
216; RZACH, S.V. K y k f o ~ ,en PAULY-WLS~OWA, R.E.; HUXLEY, Greek
Sin embargo, también respecto a esta referencia se epic ..., págs. 3941; E. VUCLIO, ~ E d i p on e h tradizione pre-arti-
discute si se trata de una alusión a la expedición de los can, Riv. Slud. C h . 11 (1%3). 1843, 15S171; E. L. KOCK.aThe
Siete contra Tebas o se trata de una mera razzia a la sophoclean Oidipus and i t s antecedents~. Acta Class. 4 (1961).
captura de ganado de los pueblos vecinos, los minias de 7-20.
Ordmeno, enemigos tradicionales de los tebanos.
Otra interpretación de dedoupótos nos llevaría a tra-
ducir aidespeñadoip, lo que nos llevaría a un suicidio de 6 . Texto seguido para nuestra traducción
Edipo arrojandose de lo alto de un monte4'.
No sabemos si el poema continuaria después de la Seguimos el texto y numeración de Aum, Homeri opera ..., pá-
ginas 111-112.
muerte de Edipo. No es claro si se aludía o no a Ia
maldición de Edipo a sus hijos. Ia disensión entre los
hermanos y la guerra de los Siete, tema de la Tebaida
42 &F&UISS, fr. 95 Jacoby.
que analizaremos en la introducción a esta obra, ni tam- 43 MIMNERMO,fr. 19 Adrados.
44 Como el de V r I c ~ n I o ,aEdipo ...m, pPgs. 165 y SS.

H ~ s i o o o Trab.
, y D í a 161 y SS.
41 VALGIGLIO, sEdipo...m, phg. 24, propone, basándose en un
escolio T, un suicidio arrojándose por un barranco. igual al de
la Esfinge. No me parece convincente. pues el propio hecho de
que la Esfinge se despeñara es ya dudoso. CE. supra y tambien
KOCK, aOidipu~...s, pbg. 9.
No creo que Llegara a tener hijos de d a (de Yocasta), a juzgar
por el testimonio de Hornero. que dice en la Odisea: .Vi a la
l . Carácter histórico d e las guerras tebanas
madre de Edipo, a la hermosa Epicasta, que cometib una gran
falta por las ignorancias de su mente, al casarse con su propio
hijo. El, tras haber dado muerte y despojado a su padre, la des-
El marco en el que se desarrollan la Tebaida y Epigo-
posó. Pero inmediatamente los dioses lo hicieron notorio entre nos son dos campañas de los argivos contra Tebas, la
hombres.* &6mo, pues, lo habrian hecho notorio inmediatamente primera de las cuales termin6 en fracaso para Argos
si efectivamente hubiera tenido Edipo cuatro hijos de Epicasta? y la segunda constituyó un éxito. La leyenda era bien
Por tanto, fue de Eurigania, la hija de Hiperfante, de quien na- conocida por Homero, quien alude a ella en repetidas
cieron. Lo manifiesta también el autor del poema épico que lla- ocasiones, por ejemplo, en boca de Esténelo ':
man la Edipodia.
PAUSANIAS, IX 5, 10 Nosotros nos jactamos de ser con mucho me-
jores que nuestros padres. Fuimos nosotros quie-
nes tornamos la sede de Tebas, la de Siete Puertas,
Los que escribieron la Edipodia -ningún otro habla de este llevando una hueste menos numerosa al pie de un
modo 6 acerca de la Esfinge- dicen: muro más fuerte, confiados en los prodigios de
Pero además (la Esfinge devoró) al míís her- los dioses y en la ayuda de Zeus. Aque'llos en cam-
moso y deseable de todos, al hijo amado del irre- bio perecieron por sus propias insensateces.
prochable Creonre, al divino Hernón.
De acuerdo con el testimonio de Homero hay que
ESCOLTO
Cbo. MoN., 560. A EUR~PIDES.
Fenicias 1760
deducir que la diferencia temporal entre ambas cam-
45 Implica que se trata de una tradición aislada. No obstante, pañas era de una generación y que la segunda de ellas
el texto es sospechoso. VIW, Origines..., phg. 207, n. 5, propone tuvo lugar muy poco antes de la guerra de Troya.
corregir el texto y leer: hoi tLn Oidipodían grdphontes, hoitines
eisin, con lo que la traduccibn seria: los que escribieron la: Edi-
podia, quienesquiera que sean ..., etc.
58 FRAGMENTOS DE GPICA GRIEGA ARCAICA TEBAIDA 59

A la leyenda troyana la dotaron de una base histórica Calino, que hace mención de ellos (esto es, de los
las excavaciones de Schliemann. No es extraño que en versos de la Tebaida) dijo que fue Homero el que
época reciente se haya tratado de buscar tambidn lo la compuso.
que hubo de cierto en las legendarias expediciones con-
tra Tebas. Desde muy pronto se puso en duda Ia exis- No hemos de dar, sin embargo, crédito alguno a la au-i-
tencia de dos guerras tebanas, dado que la segunda bucíón a Homero (que también se indica en el fr. l ) ,
parecía más bien un mero recurso para enlazar la pri- dado que se trata de una costumbre bien conocida de
mera con la de Troya. Pero no obstante lo que si es los autores antiguos atribuir a Hornero toda la épica
incuestionable es la destrucción de Tebas por una inva- arcaica y, además, la atribución a Homero por parte de
si6n argiva, lo que ha sido comprobado arqueológica- Calino nos ha llegado por vía indirecta. Se ha pensado
mente por la datación, algo anterior a La destrucción de incluso que la Tebaida es anterior a la IIíada, sobre la
Troya, de la conquista de Tebas, seguida por una serie que influiría4. En todo caso, el poema debió de conser-
de establecimientos micénicos en Tebasz. La campaña varse bastante tiempo. Pausanias aún pudo acceder a él
se debió en la realidad probablemente a las rivalidades (O a partes extensas de él) y da del mismo un juicio de
producidas entre ambas naciones por el desarrollo de valor:
un centro comercial en Tebas independiente de la Ar-
gólide. considero este poema muy por encima de los de-
más, salvo la Ilíada y el poema sobre Odiseo.

2. Autor y datación de la <tTebaida» En cuanto al lugar de origen de la Tebaida, parece


que no debe ser Tebas, a juzgar por la existencia de
Para esta obra la Tabula Borgiana no nos da ninguna divergencias entre la versi6n del poema y las leyendas
información válida, pues se ha perdido precisamente la locales tebanas que se ponen de manifiesto en el fr. 7.
parte en la que aparecía el nombre del autor, y s61o nos Un problema adicional es la existencia de un poema
indica su lugar de origen: denominado la Expedición de Anfiarao ', también atri-
buido a Hornero, al que se ha asignado el fr. 8. Huxley
la Tebaida, de seis mil seiscientos versos, dicen considera muy dudoso que se trate de otro poema dife-
que es de (...) de Müeto. rente de la Tebaida, razón por la que hemos incluido
aquí este fragmento.
El poema debe remontar al siglo vm, dado que Cali-
no, el Lírico del siglo VII a. C., ya lo conocia, a juzgar por
lo que nos dice Pausanias 3: 4 Así P. F ,- ~Kritische Untersuchungen zur Ge-
schichte der Heldensagem, Rhein. Mus. 69 (1919), 318-322.
5 Conocido por P s m o - H m a o ~ o Vida
, de Homero 9. El trs-
2 Cf. A. SCHACHTER,
~ T h eTheban Warsm, Phoenix 71 (1963, timonio esta recogido en la edicibn de ALLEH. p&. 144.
1-10, 6 HUKLEY. Creek epic ..., pAg. 44.
3 I X 9,S = CALINO,fr. 6 Adrados.
PAUSANIAS,
60 FRAGMENTOS DE F PICA GRIEGA ARCAICA

a su padre, Layo. La causa de la aflicción


3. Temática de Edipo es que su hijo le recuerda con aquellos objetos
el parricidio. Como explica ya Eustacio B:
El poema tenía seis mil seiscientos versos de acuerdo
con la Tabula Borgiana, seis mil en números redondos afligid segun parece al anciano no sólo la desobe-
según el fr. 1, esto es, algo menos que la extensión de diencia de sus hijos, sino el recuerdo de la muerte
los once primeros cantos de la Iliada. Es evidente que de su padre.
en ellos tendrían lugar múltiples escenas de batallas,
diálogos, digresiones, etc. Es curioso que los dos frag- En esta primera maldicih Edipo sóIo alude a la guerra
mentos más extensos que nos han quedado del poema fratricida. Pero en la segunda ocasión (fr. 3) llega aun
(fr. 2 y 3) no corresponden al núcleo de la temática, más lejos, al maldecirlos con el homicidio mutuo. El
sino al motivo de la maldición de Edipo, que debía motivo en este caso es una vejación, probablemente in-
ocupar en el conjunto de la saga un lugar secundario. voluntaria, al atentar contra los derechos de autoridad
el de motor de la disputa entre los hijos de Edipo y, de Edipo, Como paralelos, léase Levítico 7.32, 1121 en
por tanto, de la expedición de los Siete. Del resto nos donde se nos dice que la espaldilla era el emolumento
quedan escasas referencias. No obstante, vamos a tratar sacerdotal en Jerusalén.
de seguir el hilo de lo que los fragmentos nos permiten Respecto a ia figura de Edipo en el poema se ha
averiguar. Para ello utilizaremos primordialmente los planteado la duda de si coincide aún con la descrita en
testimonios de la Iliada, dado que se ha insistido mucho Hornero y la Edipodia, esto es, si se trata de un Edipo
sobre las estrechas relaciones que existen entre ambos rey aún de los tebanos y por tanto no ciego, o si se nos
poemas describe ya a un Edipo desposeído del poder real y cie-
El poema comienza (fr. 1) in medias res, aludiendo go, como en Ia tradición posteriorq. El problema no es
no a Tebas y al origen de la disputa, sino a Argos, Ia resoluble a partir del testimonio de los fragmentos que
nacibn que desempeña un papel fundamental en la ex- nos quedan. En todo caso, no es Edipo el centro de la
pedición de los Siete. El procedimiento es paralelo al atención del poema, sino las consecuencias de su mal-
seguido en la IZíada, que comienza canta, diosa, la cólera dición.
del Pelida Aquiles, etc., tras lo cual vuelve hacia atrás Al morir Edipo y dado que en Grecia no existían dere-
en el tiempo y narra los antecedentes de esa cdlera. chos de primogenitura, los hermanos acuerdan reinar
La Tebaida tras el proemio en el que se aludía a Argos alternativamente, un año cada uno. Pero Eteocles, el que
debía volver atrás y narrar los motivos de la guerra, comenzd el turno, no quiere ceder el trono al cabo de
que se remontan a las maldiciones de Edipo, dos, a su primer periodo de reinado y destierra a Polinices de
juzgar por los fragmentos existentes. La primera (fr. 2) la ciudad. este, llegado a Argos, tiene un altercado con
se motiva por la desobediencia de Polinices. que pone
ante Edipo, pese a la prohibición de éste, la copa que
a Eusr~croa Odisea 1684, 5.
9 Sobre el tema, cf. VALCICLIO,
a E d i p o . . . ~págs.
, 32 y SS., con
7 rEdipo...B, págs. 3-31, nota 43.
Cf. VALGICLIO, bibliografía.
62 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

Tideo, exiliado de Caiidón. El rey de Argos, Adrasto, se despide de su hijo al partir a Tebas. Este fragmento
evita la disputa, promete ayudar a ambos a reconquistar fue muy imitado en la literatura posterior U.
sus reinos e incluso les concede a sus hijas en matri- Antes de entrar en combate, los argivos envían a Tideo
monio, por obedecer a una antigua profecía. Deciden en embajada, exigiendo la abdicacidn de Polinices. De
que la primera 'campea sería contra Tebas y comienza nuevo dejamos la narración a Hornero '3:
a fraguarse así la expedición de los Siete. Es una cues-
tión de dificil solución si Tebas tenía realmente siete AlIí los agueos enviaron en embajada a Tidw.
puertas y por ello se eligen siete caudillos, uno para El se puso en camino y hallo a muchos cadmeos
cada una, o se trata de lo contrario, que la existencia banqueteúndose en el palacio del vigoroso Eteo-
de siete capitanes condiciona la leyenda de las siete des, pero ni siquiera alli, ni aunque era u n hués
puertas. En todo caso no sabemos si en la Tebaida se ped, se azoró el jinete Tideo, aunque estaba solo
hablaba ya de siete capitanes o no. La Iliada cita, ade- entre tantos cadmeos, sino que los fue desafiando
más de Polinices, a Tideo, Capanw, Adrasto, Mecisteo a combatir. A rodos los venció con facilidad. iTa-
y Anfiarao. En otros autores hay variantes en los nom- maria auxiliadora era para df Atenea! Irritados, los
bres. En la Tebaida nos consta que se citaba a Adrasto cadmeos aguijadores de corceles, le pusieron en
(fr. 4), Anfiarao (fr. 5), Partenopeo (fr. 7) y Tideo, que seguida a su vuelta una densa emboscada, llevando
debia tener una parte importante en la accidn, pero a cincuenta jóvenes. Dos eran los caudillos: Meón
s610 nos ha quedado una alusión a su familia, que debia Hemdnida, parecido a los inmortales, y el hijo de
aparecer en una digresión sobre su linaje (fr. 6). Eneo Autdfono, el aguerrido Polifonte. Tideo les dio ver-
y Peribea son efectivamente los padres de Tideo. Es p- gonzosa muerte. A todos los mató. Sólo a uno lo
síble que, como quiere Severyns 10, se narrara en el poe- dejó que regresara a casa; dejd ir a Meón, obede-
ma el asesinato fortuito de wio de s u s parientes y su ciendo a los presagios de los dioses.
purificación en Argos en casa de Adrasto.
Anfiarao, el adivino, sabedor del desastroso fin que Se inició, pues, la guerra. De ella se nos narran varios
la expedición iba a tener, no queda participar en ella, episodios en diversas fuentes, pero no sabemos cuántos
pero acabó yendo a instancias de su esposa Erlfila que, de eiios se contenían en la Tebaida. En todo caso las
en palabras de Hornero1' tropas argivas sufren un descalabro tras otro. Capaneo
es M a d o por el rayo de Zeus, debido a su arrogan-
gand preciado oro a expensas de su esposo, cia, Tideo muere a manos de Melanipo, tras la cruda
escena narrada en fr. 9, reminiscencia de una primitiví-
ya que fue sobornada con el coilar de Harmonía. Posi- sima antropofagia. Partenopeo, a las de Periciímeno
blemente el fr. 8 pertenece a la escena en que Anfiarao
u P~NDAXO, 215. son los ejemplos más
f r . 43 Sneii, y TEOGN~S,
interesantes. Se ha propuesto que el fragmento pertenezca a los
Regresos, pero el verso de Pindaro alude a que son palabras de
10 SEVERYNS, Cycle ..., pAgs. 218219. Anfiarao al ir a Tebas, raz6n por la cual lo induyo aquí.
11 Odisea X I 326327. '3 Ilíoda IV 384 y SS. Cf. tambien Iliada V 800 y cs.
64 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAlCA TEBAIDA

(fr. 71, Eteocles y Polinices se dan mutua muerte en


combate singular, cumpliendo así la maldición paterna. 4. Bibliograf ia
Este combate, por su importancia, debía ocupar una
parte extensa del poema, pero nada se nos ha conser- Ediciones: ZCINKD., Epicor m...,phgs. 913; &EN, Homeri o p e -
vado de d1. phgs. 484486.
ra, págs. 112-114; EVELYN-WHITG,
El fin de Anfiarao es diferente. Pindaro, que sigue en Estudios. Además de los citados en la Bibliografía de la Edipc-
din, cE. A. SCHACHTER, aThe Theban W a r s ~ ,Pkoenix 21 (1967).
la Nemea 9 al poema que nos ocupa, de forma muy
1-10.
estrecha, nos lo narra asi 14:
Pero Zeus a Anfiarao le hendió con su omnipo-
tente rayo la tierra de profundo pecho y lo abismó 5 . Texto seguido para nuestra traducción
con sus caballos, antes de que su espul&, herida
por la lanza de Periclímeno, avergonzara s u ardido En general, el de ALLEN, Homen' opera, p4gs. 112-114, aunque he
ánimo. ampliado el f r . 4 (en escolio AB a Iliada XXIII 346 Dindorf.
sólo aludido por ALLEN, pero que merecía la pena ofrecer en su
totalidad. así que lo cito 4B) y añadido el f r . 8 (procedente de
Sólo queda de los capitanes argivos Adrasto, que con-
P o m , Collectanea ..., pAg. 246, ALLW lo incluye parcialmente
sigue salvarse a lomos de Anón (fr. 4). como fr. 14 de 10s Regresos en Class. Rev. 2i [1913], pág. 191).
así como el 9 (Esdios genoveses a Illoda V 126, según sugeren.
el raudo corcel de Adrasto que era del linaje de
S , ..., págs. 219-PO).
cia de S E V E R ~Cycle
los dioses 15.

Tal vez se narrara en una digresión la historia del corcel


tal y como aparece en el escolio recogido en el fr. 4 que
recuerda pasajes del estilo del Cetro de los Atridas en el
canto 11 de la Ilíuda. Adrasto lamenta la suerte corrida
por Anfiarao en el fr. 5.
Del resto del poema no nos han quedado ni siquiera
indicios que nos ayuden a trazar las líneas de su conte-
nido y en este sentido existen versiones de un ataque
posterior de Teseo contra la ciudad, asi como la bien
conocida leyenda de Antígona narrada por S6focIes, etc.
Ignoramos en qué punto se detenía la narración, y s61o
podríamos hacer conjeturas aventuradas.

14 P~NDARO, Nemea I X 24 y SS.


15 llíada XXIII 347.
de oro. Pero cuando éste reconoció, puestos nnte 5
él, los preciosos presentes d e honor de su propio
padre, una gran aflicción se apoderó de su ánimo,
y a1 punto en presencicl d e sus hijos los maldijo
con terribles imprecaciones ( y no se le ocultó a la
Erinis de los dioses): ;Que no se distribuyeran el
patrimonio en amigable hermandad, sino que por lo
siempre entre ambos hubiera guerras y combates!
A m o . 465e

Y Homero, una vez que se le escapó la víctoria 16, recitaba


sus poemas, yendo de un lugar a otro. y el primero, la Tebaida, Ese asunto 17 todos nuestros predecesores lo han desatendido.
de siete mil versos, cuyo comienzo es: pero lo referente a la historia es como sigue: Jos servidores de
Eteocles y Polinices, que tenían por costumbre enviarle a su pa-
Canta, diosa, a la muy árida Argos, de donde los dre, Edipo, como parte de cada victima, un bramelo, olvidados
soberanos.. . de ello u ~ í avez, bien fuera por desidia. bien por cualquier otro
motivo, le enviaron un anca. Y dl, oon espíritu mezquino y de
Certamen de Hornero y Hesíodo 254, AIlen
una f o m a pese a todo completamente innoble 18, laaz6 impreca-
ciones contra ellos. por considerar que lo menospreciaban. Eso
es lo que el autor del poema ctclim la Tebaida rehere del siguien-
te modo:
Edipo, por causa de unas copas, maldijo a sus hijos, según dice
el autor del poema ciclico la Tebaidn, porque le ofrecieron una Cuando reparó en el anca, la tiró por tierra y
copa que les había prohibido. diciendo lo siguiente: dijo estas palabras:
-;Ay d e mi! Mis hijos, por injuriarme, me en-
Entonces el héroe del linaje de Zeus, el iubio viaron esto! Ig.
Polinices, puso primero ante Edipo una hermosa
mesa de plata, la de Cadmo, el de divina sabiduría.
Mas fuego llend de dulce vino una hermosa copa 17 Se refiere al del motivo de las maldiciones de Edipo.
'6 Este fragmento nos b transmite el llamado Certamen de 10 El escolio que nos recoge estos datos incluye,pues, una cn-
Hornero y Hesíodo, que sitúa a ambos poetas en una competición tica contra la excesiva reacción de Edipo. Esta critica podia
ganada por Hesíodo. La obra tiene sólo interés en su recogida hallarse presente en el poema originarjo donde probablemente
de algunas hipótesis antiguas (la mayoría de ellas desestimadas se tomaba partido por Polinices, ya que la narración se hace des-
hoy por la critica) sobre la vida de ambos poetas épicos y sobre de el punto de vista de Argos.
l9 El texto en este punto es dudoso y se ha pensado que había
todo por la abundancia de fragmentos que nos ha conservado.
Cf. la traduccibn española de A. Pérez Jimtnez, dentro del volu- una laguna.
men dedicado a Hesíodo en esta misma colecci6n. págs. 387 y ss.
FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA TEBAIDA 69

Imprecó a Zeus soberano y a los detruú inmor- seo, que está junto a Trezkn. Mas tarde, Heracles le regal6 el
tales, para que ambos bajaran a lo profundo del corcel a Adrasto. Sólo con él Adrasto se salvó de la guerra de
Hades por obra de las manos del otro. Tebas, mientras los demás, morían. La historia procede de los
Cíclicos.
ESCOLIO
L. Edipo
A S~FOCLFS, Rey 1375 ESCOLIOAB a Ilíadri X X I I I 345

Citan versos de la Iliada y la Tebaida como apoyo para su ver-


sión. En la Iliada hay versos sobre el propio Arión (...) a.En la Y luego, tras haberse consumido siete piras de cadáveres, dijo
Tebaida se dice que Adrasto huyó de Tebas el Talebnidaa en Tebas estas palabras:
-Echo de menos ambas cosas: al ojo de mi ejército y al adi-
llevando sus vestidos en estado lamentable, con vino, bueno también para combatir con la lanza 25.
Arion, de oscura crin, (Escolio) Asclepiades dice que eso fue tomado del poema del
ciclo la Tebaida.
y pretenden que estos versos insinúan veladamente que Posidón PINOARO, OIÍrnpica V I 15. y ESCOLIO
a.1.
era padre de Aribn 21.
PAUS~NIAS,
VI11 25, 8

M morir Altea, Eneo desposó a Peribea, la hija de Hipbnoo.


El que escribió la Tebaida dice que, al ser saqueada Oleno. Eneo
Posidón, enamorado de la Erinis a,tras haber transformado su
la tomó como recompensa.
propia naturaleza en caballo, se uni6 a ella en Beocia, junto a la
APOLODORO, 1 8, 4
fuente Tiiiüsa. Eiia, encinta, parió un caballo, que por su nota-
bilidad fue Llamado Ari6n a. Copreo, que reinaba en Haharto.
ciudad de Beocia, lo recibió como un obsequio de Posidón. Este,
a su vez, se lo regaló a Heracles, cuando se encontraba e.n s u
Junto a la fuente está la tumba de Asfódico. Ese Asfódico matd
casa. Hemcles, compitiendo con 61 contra Cicno, hijo de Ares,
en el combate contra los argivos a P a r t e n o p . el hijo de Tálao,
lo vencid en una carrera de caballos en la fiesta de Apdo Paga-
según dicen los tebanos, cuando por lo menos los versos de la
Tebaida respecto al fin de Partenopeo dicen que fue Pericllmeno
m Pausanias, autor de este testimonio, cita aquí Iliada XXIII eI que lo mató.
346, verso citado en la introducción. PAUSANIAS, IX 18, 6
21 La suposición se basa en que el adjetivo kyanocháila que
aquí he traducido .de oscura crin^ porque se aplica a un caballo,
pero que también significa .de oscura cabelleras. lo usa Hornero 24 Esto es, Adrasto. Habla cuando Anfiarao y sus caballos
como epíteto de Posidbn. fueron tragados por la tierra.
n Erinis es aquí epíteto de Dernéter. La diosa se había trans- u Probablemente Pindaro sigue de un modo casi textual el
formado en yegua para huir de Posidón. poema épico antiguo. Compárese la idCntica estructura de la
El nombre del caballo se interpreta como derivado de gr. frase, Ilíada 111 179, referida a Agamen6n: ambas cosas, buen
areíón umejoru. r e y y esforzado lancero.
70 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

Lo mismo refiere también Clearm en el libro segundo de los


Proverbios, citando los siguientes versos. sin aclarar de dbnde
son:
Anfíloco, héroe hijo mío, teniendo la astucia del
pulpo, adáptate a aquellos a cuyo país llegues. Sé EPIGONOS
distinto según las ocasiones y acomódate al lugar
en el que e s t é s x .
ATENEO.317a + Z E N O B ~ O , 1 24

1 . Autor y datnción de a Epígonos*


Tideo,hijo de Eneo, fue herido en el curso de la guerra tebana
por Melanipo, hijo de Astaco. AnEiarao, tras matar a Melanipo,
hizo llevar su cabeza a Tideo. Este, tras abrir el cráneo, sorbió
El poema Epígonos lo atribuye a Homero, con dudas,
Erenéticamente su cerebro. Atenea, que iba a procurarle la in- Heródoto (Fr. 3) y con seguridad, el Certamen de Home-
mortalidad a Tideo, al ver la infamia se apart& de 61. Tideo se ro y Hesíodo (fr. 1 que es continuación inmediata del
dio cuenta de ello y le pidib a la diosa que al menos le conce- fr. I de la Tebaida). No obstante, hay que prestarle a
diera la inmortalidad a su hijo. La historia, en los Ckficos. estas informaciones el mismo crédito que a las fuentes
ESCOLIOGENO&Sa flíada V 126 que atribuyen también a Homero la Tebaida.
M á s interés tiene la referencia del escoliasta de Aris
Ateneo s610 cita los dos primeros versos: el tercero se
tófanesl, que atribuye la obra a un Antirnaco, que no
añade por el testimonio de Zenobio. puede ser el épico de Colofón, nacido a fines del siglo v
a. C., sino un Antímaco de Teas situado por Plutarco
hacía el 753 a. C. La obra remontaría, pues, también al
siglo VIII a. C. y probablemente constituía, como quiere
Severyns una imitación y continuacidn de la Tebaida,
compuesta por la fama ganada por este poema.
La obra parece que sigue siendo bien conocida aún
en la época de Aristófanes, ya que un personaje de la
comedia la Paz4 cita su primer verso, lo que parece
1 Escolio a ARIST~FMS, Puz 1270.
2 RUTARCO, Rom. 12.
3 SEVERYNS,Cycle ..., pág. 224.
4 ARIST~FANES,Par 1270.
situarla como aIgo común en el aprendizaje escolar de vando una hueste menos numerosa, al pie de un
la época. muro más fuerte, confiados en los prodigios de los
dioses y en la ayuda de Zeus.

2. Argumento Bien entendido que Ia comparación no se establece


sólo entre la segunda expedición contra Tebas y la pri-
Como ya se indicaba en la introducción a la Tebaida, mera, sino en e1 contexto en la que aparece se trata de
el tema de Epigonos es la toma de Tebas por los argivos, una comparación entre la campana de los Epigonos y la
una generación después de la expedición de los Siete. Guerra de Troya. La .hueste menos numerosa* y el
Acerca de ello, y d e las dudas sobre la realidad histórica ~mwo mucho más fuerten eran los de Tebas en relación
de esta segunda guerra ya se dijo lo fundamental en con los de Troya.
ese lugar. Un testimonio de Pindaro 6 , normalmente muy fiel a
Es poquísimo lo que los fragmentos conservados nos la tematica del Ciclo, implica que Adrasto tomó también
informan sobre el contenido de los casi siete mil versos parte en la campaña y que perdió en ella a su hijo
de Epigonos, por lo que resulta arriesgado atribuir a Egialeo, caudillo de la expedición:
este poema todos los episodios que sobre el tema se
recogen en versiones posteriores. (La profecía) que otrora vaticinó el hijo de Oicleo,
Es evidente que se narraría la expedicibn en la que al ver en Tebas la de siete puertas a sus hijos
los argivos derrotaron en Glisas a los tebanos, manda- resistiendo con la lanza, cuando desde Argos Ilega-
dos por Laodarnante, hijo de Eteocles. Los tebanos se ron e n la segunda expedición los Epígonos.
refugiaron entonces en la ciudad, que fue asediada y Así dijo acerca de los combatientes:
tomada, ocupando entonces e1 trono Tersandro, hijo de -Por la naturaleza, el noble dnimo vuelve a
Polinices. aparecer de padres a hijos. Veo con claridad a
Los participantes en la expedición son hijos de los Alcmeón, agitando e1 dragón moteado sobre el
que intervinieron en la campaña de los Siete, y en gene- resplandeciente escudo, el primero en Ias puertas
ral, coinciden con los caudillos de Troya. En efecto, en de Cadmo. El que se esforzó en el primer infortu-
la Ilíada se hacen varias alusiones a esta guerra, la mds nio', el héroe Adrasto, ahora se mantiene en un
interesante de las cuales es la que ya citamos, pero auspicio mejor. Mas lo de su casa se hallará en
conviene traer de nuevo a colación, en boca de Esté- una situación contraria, pues sera el rinico de entre
nelo s: la hueste d e los dünaos que llegara con su hueste
sana y salva, tras recoger los huesos d e su hijo
Nosotros nos jactamos de ser con mucho mejores muerto por voluntad de los dioses, a las anchas
que nuestros padres. Fuimos nosotros quienes t e calles de Abanbe.
mamos la sede de Tebas, Ia de siete puertas, fle-
6 PTNDARO, P i t i m VI11 50-53.
5 Ilíada IV 405 SS. 7 Esto es, en la primera campaña contra Tebas.
En cuanto a Alcrne611, el hijo de Anfiarao, participa En el fr. 4 se alude a la captura de Manto, la hija de
también en la expedición. Su marcha a Tebas, no desea- Tiresias, el longevo adivino que aun desempeñaba pro-
da por &, se debió de nuevo a Enfila, su madre, sobor- bablemente un importante papel en el poema, y cuya
nada esta vez por Tersandro, el hijo de Polinicec, con muerte, junto a la fuente Tilfusa, quizá se narraba en él.
una túnica mágica, regalo de Atenea. Tal escena consti- Manto es capturada y enviada, como parte del botín
tuía una repetición del primer soborno que se narraba correspondiente a ApoIo, a Delfos, la sede del oráculo
en la Tebaida y menos fundado que en el otro poema, del dios, y se narraría su historia posterior.
pues mientras que en la expedición de los Siete, Anfiarao En el fr. 5 se recogen unos versos que probablemente
sabia que acabaria en desastre y por ello rehusaba par- pertenecen a Epígonos. Nos los transmite Aristófanes lo
ticipar en ella, Alcme6n no tenía motivo alguno para no en una escena en la que un niño recita versos épicos.
querer ir a la campaña. interrumpido constantemente por el protagonista de la
La tarea de situar en este contexto, conocido con cier- comedia, Trigeo, que no quiere ni oír hablar de guerras.
ta amplitud a partir de fuentes posteriores, los fragmen- Primero recita e). fr. 1 y luego versos formularios de la
tos consel-vados no es ciertamente faicil. Ilíada. Por Último, cita estas escenas que no pertenecen a
El fr. 1 es el primer verso del poema y pertenece, por Hornero, por lo que es verosímil atribuirlas a Epígonos.
tanto, al proemio en el que se pide auxilio a la Musa En cuanto al fr. 6, con graves problemas textuales. es
para enunciar el tema de la expedición. No es en cambio dudoso que pertenezca a esta obra. Trata de la descen-
totalmente seguro que el fragmento 2 pertenezca a Epí- dencia d e Filónide, según se desprende de la compara-
gonos. La fuente atribuye la historia a los poemas teba- ción de este fragmento con otro de Hesíodo del mismo
nos, por 10 que igual podría aparecer en la Edipodia o tema IL:
en la Tebaida. De otra parte hay una variante local de
la leyenda recogida por Corina a la que ya he aludido a La divina Filónide, que parió a Autdlico y a Fila-
y que atribuye la hazaña de la Zona de Teumeso a món, famoso por su voz. Al u m , sometida a¡ cer-
Edipo. La r a z h por la que varía el protagonista de la tero flechador, A p d o , al otro, en cambio, tras
historia no es clara para nosotros. haberse unido a Hermes en deseado amor.
En cuanto al fr. 3 nos informa de que el poema citaba
a los hiperbóreos, esto es, a los habitantes de m& allá Immisch l2 cree que el pasaje citado en el fr. 6 iría en
de las tierras del Norte, un pueblo remoto y mítico boca de Támiris, el bardo, que celebrada su linaje en
cuyo papel en Epígonos ignoramos. Quizá haya que p- la competicidn que tuvo con las Musas '3, ya que Támiris
ner esta mención de los hiperbóreos en relación con una era hijo de Filamón. Con todo, la inserción del fmgrnen-
noticia de que marinos de la época de Laodamante, rey to en el esquema argumenta1 resulta dificil.
de Tebas en la dpoca de la expedición, navegaron hacia
el norte. '0 , 1282 SS.
A R I ~ F A N E SPUZ
11 Hesio~o,fr. 64. w. 14 SS.
12 O. IMMISCH,I d r b . Klas. Phil., 1890, pág. 156.
8 Cf. la introducción a la Edipodia. 13 Sobre la cual cf. lo que se dice en la introducción a la
9 Cf. la introducción a Aristeas de Proconeco. Miníada.
FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA ARCdICA

3. Bibliografía

Ediciones: KINKEL,Epicorum..., pAgs. 1514; ALLEN,Homeri ope-


ra, págs. 115116; EVELYN-WHITE, psgs. -8.
Estudios: cf. los citados para la Edipodh.

4. Tarro seguido para nuestra traducción


La edición y numeración que nos han servido de base han sido
las de -N. aunque numero como S el fragmento que este autor Y luego, los Epígonos, de siete mil versos, cuyo comienzo es:
publica sin número y añado como fr. 6 el editado por PO=,
Collectanea..., pág. 247, como el número 3 de Antímaco de Teos, Y ahora, Musa, comencemos por los varones mas
aunque adopto la soluci6n a las dificultades textuales propuestas jóvenes 1.'
por A. C. PEARSON, The fragments of Sophocles, Cambridge, 1917, Certamen de Hornero y Heswdo 258, Aiien
pág. 182, y entre corchetes, la sugerencia de POWFLL sobre la con-
tinuacidn del fragmento.
Acerca de la zorra de Teumeso 1s. los que escribieran los poe-
mas tebanos nos ofraen una narración bastante amplia, como
Aristodemo: que esta fiera les h e en efecto enviada por los dio-
ses a los cadmeos, y que por ello excluyeron de la realeza a 10s
nacidos de Cadmo. Dicen también que Céfalo, e1 hijo de Deyón,
que era ateniense y que tenía un perro al que no se le escapaba
nínguna fiera, tras haberlo purificado los cadmeos cuando mató
sin querer a su propia esposa. Promis. persiguió a la zom con
su perro. Cuando se encontraban el penu, y la zona junto al
Teutemo, se convirtieron en rocas M. Esos tornaron el mito del
Ciclo Epico.
Focro y SUDA.S.V. Teumesia

14 Originariamente hoplóteros como comparativo sobre hóplon


tenía el sentido de amAs capaces para Uevar las armas,, sentido
que quizá guarde aquí, dado que los Epígonos tuvieron éxito en
la campm en la que sus antecesores habían fracasado. Cf. HUX-
MY, Greek epic ..., pág. 46.
15 Un monte de Beocia.
16 Según otras versiones, por obra de Zeus, ya que ambos
tenían igual fuerza y ni la una lograba huir ni el otro alcanzarla.
78 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRLEGA ARCAlCA

Hesiodo ha hablado acerca de los hiperbóreos. También ha En muchos pasajes mencionan la encajonada Argos, como tam-
hablado Homero en los Epígonos, si es que en realidad Hornero bien en Epígonos; d a encajonada Argos aún no la habían habi-
compuso este poema. t a d o ~y, en el Tdmirus 18 (...) c y el autor de los Epígonos:>
HERÓOCIm, IV 32
Del Ctonio19 tuvo (Filónide) en su pecho un
hijo, Autófico, saqueador de mulriples bienes para
la encajonada Argos ( y de Febo, a Filamdn.>
Los que escribieron la Tebaida 17 dicen que Manto, la hija de ESCOLIOL. A S~FOCLES,
Edipo en Colono 378
Tiresias, enviada a Delfos. fue consagrada por los Epigonos como
prirniaa del botín. Tras marcharse ella de allí, de acuerdo con
la Otro nombre de Támiris. titulo de una tragedia de Sófocles.
un oráculo de Apolo, se enmntró con Racio, hijo de Lebete, un
miceneo de raza. Casada con él -pues a esa era a lo que el El fragmento de Sófocles se ha perdido en la cita.
19 Hermes.
oráculo la obligaba, a que se casara con el que le saliera d paso-
y llegada a Colofón, llorb d i , abatida por el saqueo de su patria.

Asi ellos comian carne de bueyes y iavaban 10s


cuellos sudorosos d e sus caballos, cuando se har-
taron de la guerra.
Pusíéronse luego la coraza, una vez descansa-
dos. Y desde las torres se esparcieron y se alzaba
un inmenso griterio.
ARISX~FANES, Paz 1282 SS.

17 Obviamente es un error. La captura de Manto da por su-


puesto que la ciudad ha caído ya en poder de los argivos y ello
no sucedió en la expedición narrada en la Teboida. Además, los
Epígonos se mencionan a continuación. Sobre Tiresias, cf. C. GAR-
cD CUAL, aTiresias o el adivino como mediadon en Emerira 43
(1975), 107-132.
por los corintios a fines del siglo m. Su Pecha de com-
posici6n fue fijada por Wilamowitz como posterior al
600 a. C., sin q u e se haya discutido posteriormente.
Parece haber sido concebido este poema para servir
de enlace entre el Ciclo Tebano y el Troyano, que origi-
nariamente nada tenían que ver entre sí. Coincide con
Epigonos, obra de la que realmente es una reelabora-
ción, en personajes y en algunas situaciones, pero su
intención es fundamentalmente explicar por qué algunos
de los Epígonos no acuden a la convocatoria de Agame-
nón para la guerra de Troya. Esta es la razón de que
en nuestra traducción lo situemos en este lugar.

1. Época y lugar de composición


2. Argumento
Ninguna de las fuentes que nos han transmitido frag-
mentos de la Alcmeónida nos dan el nombre de su autor. La Alcmeónida, como su nombre indica, se centra en
Lo Único que podemos es conjeturar el lugar de compo- la saga de Alcmeón, hijo de Anfiarao y EríNa, saga que
sici6n. que parece ser el círculo cultural de Corinto. comportaba fundamentalmente tres episodios: el matri-
Se ha sugerido que su autor fuera un adivino, dado el cidio, la expedición a Tebas con los Epígonos y las aven-
interés que muestra por enlazar a AcarnBn, el epónimo turas en Acarnania y Etolia. La inexistencia de un resu-
de las acarnanios, con el adivino Anfiarao, remitiendo men de la obra nos impide, no obstante. establecer de
así a este augur mítico la larga tradición profetica de una forma segura la ordenación y correlacidn de estos
los acarnanios. En apoyo de esta teoría puede citarse episodios, así como la situación de algunos Fragmentos
la habilidad que estos adivinos tenían -extensamente conservados dentro del poema.
documentada- de utilizar el verso épico para sus pr* Comencemos por referimos al rnatricidio de Alcme6n.
fecias, generalmente improvisadas. La causa del mismo es la traición de Erífila a Anfiarao,
La Alcmeónida no se incluye normalmente entre las a la que aludimos ya en la introducción a la Tebaida
obras del Ciclo. Welcker 2 llegó a pensar que no era sino Aicmeón venga a su padre, matando a su madre. La his-
otro nombre de Epígonos, pero tal opinión no es defen- toria tiene ciertos puntos de contacto con la de Ores-
dible. L a Alcmeónida es un poema independiente y bas- tes ': en ambas hay venganza por la traición de la madre
tante tardío, ya que cita la colonia de Uucade, fundada al padre, matricidio, persecución del homicida por la
Erinis y expiaci6n final. No obstante, sobre la relacibn
1 1. Z a ~ a e Die
~ , Melampodia, Meisenheim, 1963, cit. por HUX-
LEY, Creek epic .... pAg. 54. 3 W n n ~ o w ~ Homerische
n, ..., 9 73, 2.
2 WPLCKE~~, Cyclus ..., 1, 195. 4 Cf. el estudio de M . Dacamr, Oreste et IUcmbn, Pan's, 1959.
82 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

de este tema con la expedición de los Epígonos duda la povocaba una contaminación que afectaba a la persona
tradición mitográfica antigua. Unos, como Asclepíades, y a la tierra donde vivía. Tal mancha debía expiarse
creen que Alcmeon mata a su madre y luego de expiar mediante una peregrinación en la que el culpable, e n b
su crimen puede ir a la campaña. Otros, como Diodoro quecido, era perseguido constantemente por las Erinis,
y Apolodoro, sitúan el matricidio al regreso de la expe- y mediante la celebraci6n de ritos diversos, en los que
dición e incluso culpan a Erífila de un segundo soborno debían ayudarle otras personas y que en muchas ocasi*
por el que se envía a Alcmeón a la guerra. Probable nes resultaban ineficaces. De acuerdo con este esquema
mente la segunda de las versiones es la de Epígonos volvemos a tomar la narraci6n de Apolodoro:
(aunque no está claro que el matricidio formara parte
de ese poema) y la primera, la de Alcmeónida. Bethe y La Erinis del asesinuto materno se le presento
Severyns apoyan esta posibilidad con el testimonio de a Alcmeón. Este, enloquecido, se refugia primero
un escolio 6 , que dice lo siguiente: en Arcadia, junto a Ecles y de allí, junto a Fegeo,
en Psofis. Una vez purificado por él desposa a su
Pero (Anfiarao) ordena a su hijo no emprender hija Arsinoa y le da el collar y el peplo 9. Al vol-
la expedición con los Epígonos contra Tebas hasta verse luego la tierra estéril por su causa y dado
que no hubiera matado a su madre. Se dice que que el dios dictó por un oráculo que se dirigiera
Alcmeón hizo todo ello y que enloqueció por el u Aqueloo y recomenzara junto a él el proceso,
matricidio. Pero los dioses lo liberaron de su mal acude primero junto a Eneo m Calidón y es a l e
porque kabio sido por obedecer piadosamente a jado en su casa, luego, al llegar junto a los t e s p m
su padre por lo que había matado u su madre. tos, es rechazado de la ciudad. Por fin, cuando
arriba a las fuentes del Aqueloo es purificado por
Sobre los detalles del matricidio no se nos ha con- él, toma por esposa a SU hija Calírroe y habita,
servado ningún fragmento, y ya los mitógrafos antiguos tras colonizarla, la tierra de aluvión formada por
tenían sus dudas al respecto. Asi nos dice Apolodoro ': el Aqueloo.
De acuerdo coa un oráculo de Apolo, matd a su
madre. Algunos dicen que matd a Erifila con su El motivo de que Alcmeón se purifique precisamente
hermano Anfiloco; otros, que fue LI solo. en este lugar y se asiente en la tierna de aluvión nos lo
ofrece Tucidides lo, cuando describe las islas Equínades,
Según las creencias antiguas (compartidas por los an- sitas a poca distancia de las bocas del AqueIoo, y cómo
tiguos hebreos y por ciertos pueblos africanos), el asesi- por el acarreo de aluviones algunas islas se han unido ai
nato de un pariente, como el cometido por Alcrneh, conthente. Se remite entonces a la historia de Alcmeón,
tomada con toda probabilidad del poema que nos ocupa.
5 E. BETHE,S.V. Aikmaionis, en PAULY-WISSOWA,
R E . , y Seve- 8 Padre de Anfiarao y por tanto abuelo de Alcmeón.
RYNS, Cycle.. , pág.
228. 9 Collar y peplo que habían sido el precio de las traiciones
6 Escolio a Odisea XI 326. de Erüila.
7 APOLODORO,111 7. 5 . 10 T u c i n ~ n ~II
s . 102.
84 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA A R C ~ 4 I C A

Se dice que a Aicmeon, el hijo de Anfiarm, cuan- baten bravamenle. Loodamanre mata a Egialeo,
do andaba errante tras el asesinato de su madre, pero a Laodamanre, Alcnreón.
le ordenó Apolo por medio d e un oráculo que vi-
viera en aquella tierra, advirriéndole d e que no Concluye Huxley que el celebrante de la fiesta mor-
habria liberación de sus ierroresll hasta que no tuoria es el propio Alcmeón, y los cadáveres son, entre
habitara, una vez que la encontrase, en una región otros, los de Laodamante y Egialeo.
que, cuando mató a su madre, no hubiera sido Tras esta campaña es cuando hay que situar el final
vista aún por el sol ni hubiera sido tierra, dado de la narracjbn de Tucídides sobre las aventuras en
que el resto había sido contaminado por él. Y éste, Acarnania. El fr. 5 garantiza que podemos atribuir a
sin saber qué hacer, según se dice, se acordó por este poema una serie de episodios que tienen como
fin de este aluvión del Aqueloo y le pareció que se escenario esta región. En él se nos habla de héroes e p 6
habría acumulado una zona suficiente para su nimos, esto es, de héroes de cuyo nombre reciben el
cuerpo durante el no poco tiempo desde que, tras suyo ciudades o territorios, en este caso los epónimos
matar a su madre, había andado errante. Así que, de Léucade y Alizea. El propio Bfaro, que es quien nos
después de establecerse en la zona próxima a Enia- transmite el fragmento 5, nos narra en otro fragmento l4
das, reinó allí y por su hijo Acarndn le dio nombre que probablemente se basa en la Alcmednida, lo si-
al p i s . Tales relatos son los que se nos Plan Irans- guiente:
mitido acerca de Alcmeón. Alcmeón, hijo de Anfiarao, que combatió junto
a Diomedes y a los demds Epigonos, tras haber
Todo lo que Tucidides nos dice acerca del final de la llevado a buen fin la guerra contra los tebanos,
historia, sobre la toma de Eniadas y haber dado nom- acompaña a Diomedes y castiga con él a los ene-
bre al país, es posterior a la expedición que Alcmeón migos de Eneo. Tras cederles Etolia, se dirige por
emprendió con los Epigonos. De este episodio (sobre el su cuenta contra Acarnania y la conquista. Agarne-
cual creo innecesario repetir lo ya dicho en la introduc- nón atacaba entretanto a los argivos y los vencía
ción a esta obra) no nos han quedado fragmentos, aun- con facilidad, dado que la mayoría de ellos acom-
que quizá el fr. 2, que se refiere a una fiesta por los pañaba a los de Diomedes. Al llegar poco después
muertos podría atribuirse a las exequias fúnebres con- el momento d e la expedición contra Troya, temió
secuentes a esta expedición. Huxley * se basa para afir- que al estar él ausente por la expedidón, los de
marlo en un testimonio de ApoIodoro j 3 : Diomedes regresaran a su purria (pues había oído
que se h b h reunido una fuerza importante en
Cuando los tebanos avanzaron contra ellos, a las torno suyo) y le devolvieran a aquéllos un poder
órdenes de Laodamante, el hijo de Eteocles, com- que les correspondia con el mayor derecho (pues
el uno era heredero de Adrasto, el otro, de su pro-
11 Provocados por la Erinis que lo persigue.
12 Hu-, Greek epic ..., pág. 53.
13 ~ ' O L O D O R O 111
, 7,3.
'4 fr.
ÉFORO, 123 Jacoby.
pio padre). Pensando en eso los llama para que En este contexto, quedan aún los fragmentos 1, 3, 4,
recuperen la soberanía de Argos y para su partici- 6 y 7, cuya posición en el poema es dificil determinar.
pación en Ia guerra. Diomedes se convenció para Los fragmentos 1 y 4 se refieren a homicidios. El fr. 4,
participar en la expedición, pero Alcmedn, irrita- al cometido por Tideo, que justifica su presencia en
do, no quiso. Por esa razón los acamanios fueron Argos, tema al que ya hemos aludido en la introduccibn
los únicos que no participaron en la expedición a la Tebaida. La única diferencia es que en vez de tres
con los griegos f...) asesinatos los de su tío Melante y sus primos Licopeo
y Alcátoo, que eran los Únicos que al parecer se le atri-
Al presentar a Acarnania sometida a Aicmeón ya antes buían en la Tebaida, aquí se le atribuyen ocho. Tal inten-
de la guerra de Troya, Éforo muestra también la hada- sificaci6n de los elementos es un rasgo tipico de los
cidn de Argos Anfiloquia como suya y asegura que se poemas cíclicos tardíos 17.
llama Acarnania por Acanián, su hijo y se denominan El fr. 1 se refiere al asesinato de Foco a manos de sus
Anfiloquios por su hermano, AnMoco. hermanos Peleo y Telamón, y constituye quizd el para-
Es de suponer que el poema tendría que ocuparse digma del asesinato de un pariente, aludido a propósito
también de la muerte del héroe. Éste, según Apolodo- de los homicidios de Tideo. De otro lado, explica cdmo
ro IS, muere en Arcadia, sufriendo las consecuencias de Peleo, que es en origen un hdroe tesalio, puede ser hijo
la desgracia que acarrean los talismanes del collar y del de Éaco, cuya leyenda se sitúa en Egina. El homicidio
peplo. Así nos lo cuenta: es el motivo de su cambio de región. La historia nos la
narra con mayor detalle Pausanias la:
Como Calírroe codiciaba luego apoderarse del
collar y del peplo y como le dijo que no conviviría Cuando Telamón y Peleo indujeron a Foco a
con él si no los tomaba, Alcmeón se presenta en competir con ellos en el pentatlón y le llegó a Peleo
Psofis y le dice a Fegeo que se había predicho la el turno de lanzar la piedra -pues eso tenían en
liberación de su locura cuando llevaran el collar vez de disco-, alcanza voluntariamente a Foco.
y el peplo a Delfos y los ofrendaran. El le da cré- Eso agradó a su madrei9,pues ellos habinn nacido
dito y se lo entrega, pero por la delación d e un de le hija de Escirón, pero Foco no era de ella, sino
siervo d e que se los llevaba a Calírroe, es objeto de una hermana de Tetis, si es que los griegos
de una emboscada por los hijos de Fegeo, por en- dicen la verdad (...)
cargo de dste, y muere. Entonces, cuando Foco murió golpeado por el
disco, huyen tras embarcar en una nave los hijos
Su muerte no obstante sera vengada por sus hijos de Endeide. Telamón, que envid luego a un heral-
Acarnán y Anfótero lb, que acaban por ofrendar los talis-
manes en Delfos, tras matar a Fegeo y a sus hijos. afectaban a Etolia y Acarnania por el curso variable del río
Aqueloo, el abuelo de Anfotero.
15APOLODORO,111 7, 6. 17 SWERYNS, Cycle ..., pAg. 228.
16Anfótero, cuyo nombre significa ea uno y otro lado* debe 18 PAUSANIAS. II 29, 8.
su nombre a las disputas territoriales entre ambas orillas que 19 En el Er. 18 se da su nombre. Psámata.
do, negaba haber maquinado la muerte de Foco; del peligro del oro o del objeto maléfico por la codicia
pero Eaco no lo dejaba desembarcar en Ia isla, que excita, como lo fueran los talismanes de Erífila",
sino que en pie sobre la nave o, si quería, tras Es posible que como quiere Severyns n, el poema narra-
hacer un montón de tierra en el mar, le permitía ra los precedentes de la historia, esto es, la carrera de
hacer su defensa desde allí. Y así, tras nQVLgUY de los pretendientes de Hipodamía con su padre, Enómao,
noche al puerto llamado Secreto, hizo el montón. para conseguir su mano, la traición del cochero Mirtilo,
Terminado este, aún se conserva en nuestros dias. que enamorado de Hipodamía hace perder a Enómao
Pero condenado, como no inocente de la muerte ante Pélope, el posterior intento de Mírtilo de seducir
de Foco, z a ~ p dpor segunda vez hacia Salmina. a Hipodamía y la muerte de éste a manos de Pélope.
Por Último, el fr. 7 coincide con Hesíodo en la consi-
Esta historia es un aition para explicar la presencia deración de la Edad de Crono como época feliz del gé-
del mont6n que existe ante el puerto Secreto en Egina, nero humano. Es absolutamente imposible determinar
y es rigurosamente paralela a la que narra el motivo que en qud lugar de la obra se trataba el tema.
tuvo Alcmeón para buscar asilo en la zona de aluviones
del Aqueloo.
En cuanto al fr. 3 es una invocación a la tierra y a
Zagreo, un hijo de Zeus y Perdfone, repetidamente iden-
tificado luego con Dioniso. Despedazado por íos Titanes, Edición: fim,Epicoru m . . . , págs. 76 y 313 (seguida para nues-
que seguían órdenes de Hera, fue enterrado cerca del tri- tra traducci6n).
pode oracular de Delfos. El mito de Zagreo tuvo luego Estudios: E. BETHP, s.v. Alkmaionis, en PAPLY-WISSOWA, RE.;
gran desarrolla entre los órficos, por lo que se ha que- Sf?dmmS, Cycle ..., págs. 224237; HWY, Creek epic ..., phgs. 51-54;

rido ver un influjo Órfico en este poema. Huxley ld piensa M. I~LCOURT,Oresle e t Alcméon, Pan's, 1959.
que la invocacibn está en boca de Alcmebn en Delfos,
cuando el oráculo le comunica que debe ir a la zona que n Cf. D a c o n r , Oreste ..., pág. 38, quien considera que el poeta
no hubiese visto el Sol. La Tierra y el entenado Zagreo antiguo ha sido sensible al fondo psicológico común a ambos
temas y por eso aparecen juntos en un mismo poema.
son 16gicamente buena ayuda para identificarla. * SFYWYNS, Cycle ..., pág. 229.
El fr. 6 alude a un tema de la saga de los hijos de
Pklope, a Ia rivalidad de Tiestes y Atreo provocada por
Hermes. Éste, para vengar la muerte de su hijo Mirtilo
a manos de Pélope,introdujo entre los carneros de Atreo
uno de oro, que se convertina en prenda de la soberanía
de Micenas. Éste le fue robado luego por su hermano
Tiestes, tras haber seducido a la mujer de aquél, Aéropa.
El carnero de oro es, de nuevo, un exponente del tema

* HUXLEY,Greek epic ..., pág. 52.


Las copas sé que las Cita por primera vez el poeta Simbnides
de Amorgo en 10s yambos. del modo siguiente: (...) y el autor de
la ~ l n n w ' t ~ idice:
d~

Tras haber tendido a los cadáveres sobre una


ancha yacija de hierba exrendida sobre la tierra,
les colocó al fado un abundante banquete y copas
y les puso coronas en la cabeza.
ATENEO.4606

Ni hi (debiste matar) a Foca: uimo yo no matd a Helena, asi


tampoUo tú debiste dar muerte a Foco a. Tambibn el autor de
la Almednida dice acerca de Foco:
Zagreo: un gran cazador, como dice el que escribió la Alcmeá-
Luego el deifome Telamón le dio un golpe en la nido:
cabew con el disco redondo como una rueda Y Augusta Tierra y Zagreo, el más excelso de los
Peleo, aiurgando raudamente su mm.o hacia arriba, dioses todos.
lo hirid con el hacha broncinea en medio de la Etymologicurn Cudianurn s.v. Zagreus
espalda.
A E ~ ~ ~ I DA
ESCOLIO Ensd. r ó m u ~687
~

Cuando Tideo se hizo un varón noble. fue desterrado, por haber


matado, según dicen algunos. a Alcátoo, el hermano de Eneo,
pero según el que escribió la Alcmeóni&. a los hijos de Melante.
B a c ~se une a Psámata, la hija de Nereo, metamorfoseada en
que a a h a b a n a Eneo, esto es. a Fimo. Eurfalo. Hiperlao, Antio-
f a a por no querer unirse mn él, y engendra de ella un hijo.
co, Eumedes, Est&rnope,lantipo y Estenelao.
FOCO, al que mató Peleo, que lo maquinaba porque en las corn-
peticiones aventajaba a Peleo y Telam6n. APOLODORO,1 8, 5

El que escribi6 la AIcmcónida dice que de Icario, el padre de


Para la comprensión del fragmento es necesario saber que Penklope, nacieron dos hijos, Alizea y Leuc~dio.y que reinaron
se trata de un escolio que explica el verso 681 de la Andrórnaca en Acamania junto a su padre. Ast que Éfom crse que de ellos
de E m b m s ; en el que Medea le dice a Peleo que no debería tomaron las ciudades sus nombres.
haber matado a Foco. ESTRAB~N,
X 452
92 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAlCA

El que escribió la Alcmeonida Mama al pastor que le llevo el


carnero a Atreo Ant[ z4.
Esco~io A Eu&raw, Oresies 997

LAS «CIPRIAS*

Siendo la vida en época de Crono la m& feliz, según narraron


Hesiodo y el autor de la Alcmednida.
De la Piedad, pág. 51 Comperz
FILODEMO,

14 El nombre, quizá Antioco, se ha perdido. 1. El Ciclo Troyano

La Ilíada y la Odisea se refieren s610 a una pequeñi-


sima parte de la guerra de Troya. La Ilíada se centra en
un episodio, La cólera de Aquiles, y la Odisea, en el re-
greso a su hogar de Ulises, uno de los combatientes.
El resto de Los acontecimientos de esta larga expedición,
desde sus antecedentes remotos hasta sus úitimas con-
secuencias, tenía cabida en los poemas que componían
el llamado Ciclo Troyano. Siguiendo el orden cronol&
gico de los acontecimientos, los poemas que los narra-
ban eran los siguientes: las Ciprias (la Ifiada), la Etió-
pida, la Pequeña Itíada, el Saco de Troya, los Regresos
(la Odisea) y la Telegonia, bien entendido que la Iliada
y la Odisea no pertenecen al Ciclo en si.
E1 principal problema planteado respecto al CicIo es
el de la cronología relativa entre los poemas que lo com-
ponen y los homéricos. La tradición antigua, tanto en
las leyendas según las cuales el presunto autor de las
Ciprias, Estasino, era yerno de Homero y otras por el
estilo, asi como en la investigación desde Aristarco,
asigna unánimemente los poemas cíclicos a sucesores
de Homero, a los llamados nebteroi. En época moderna.
94 FRAGMENTOS DE CPICA GRIEGA ARCAICA

la opinión más generalizada es que los poemas del Ciclo tu Kipria épE o t a Kypriaká, se desconoce la razón de
son cronol6gicamente posteriores y obedecen al prop& estos títulos. Se duda si duden a la patria del autor
sito de completar los episodios de la guerra que no (esto es, serían los poemas *compuestos en Chipre*) o
cubrían la Iliada y la Odisea. Pero existen autores que ' a Afrodita, la diosa chipriota por antonomasia, que de-
sostienen la prioridad temporal del Ciclo sobre la Ilíada. sempeña un papel fundamental en el poema.
No es este el lugar de entrar en la argumentación de En cuanto a la atribucidn a un autor, la antigüedad
unos y otros pero parece en general mejor basada la griega tenia a las Ciprius como del propio Homero, como
hipótesis de la posteridad del Ciclo con relación a los vemos que era lo normal en relacihn con toda la poesía
poemas homéricos. Ello no obsta sin embargo para que arcaica. Existe una curiosa leyenda que recoge Píndaro
las leyendas y tradiciones sobre las que el Ciclo se basa por primera vez, según la cual Homero, que se hallaba
sean tan antiguas o más que las referidas en la Ilíada, en apuros econ6micos, le dio este poema como dote de
cosa que no es de extrañar, conocido como es hoy que su hija a su yerno Estasino de Chipre. La atribuci6n a
los poemas épicos tal como los conocemos son el Último Hornero la pone en duda por primera vez, que sepamos,
eslabón de una larga tradición oral. en el sigio v, Herddoto, al registrar las divergencias que
En todo caso, qued6 suficientemente demostrado des- presenta la tradicidn homtrica respecto a la de las
de que Schliemann sacó a la luz las ruinas de Troya Ciprias en el viaje de Paris y Helena (fr. 12)
que los aedos operaban sobre un fondo de aconteci- La Tabula Borgiana atribuye a Arctino de Mileto un
mientos rigurosamente hist6ric0, como la investigación poema de nueve mil quinientos versos cuyo título se ha
moderna sigue poniendo de manifiesto 3. perdido, aunque sabemos que era un neutro plural.
Allen piensa ingeniosamente que puede tratarse de las
Ciprins que tenía once cantos, asignándole a cada canto
2. Título,autor y fecha de composición de las u C i p r i a s ~ una media de ochocientos a novecientos versos, los once
podrían cubrir tal extensión. La certidumbre de esta
Las mayores vacilaciones rodean desde época antigua atribución de todos modos es escasa.
los datos de autor y época de las Ciprias, vacilaciones Frente a la actitud de autores como Aristoteles, que
que afectan incluso a su titulo. Llamadas tu K$pria, se limitan a citar al .autor de las C i p r i a s ~sin atribuirle
el poema a ningún poeta concreto, las fuentes de época
1 Especiaimente W. KULLMANN, Die QueIlen d e r Ilias, H e r m e s romana pretenden dar nombre a ese autor anónimo y
Einzelschriften, Heft 14, Wiesbaden, 1960, que da bibliografia de asi los testimonios se distribuyen entre Estasino (fr. 1,
los que sustentan la opini6n contraria. 4, 7,23, 25) y Hegesias (fr. 4). No sabemos si en el fr. 7
2 Cf. las críticas del libro de KULLMANN debidas a F . JOUM en Kyprios es un nombre propio, Ciprio, o un étnico aun
Rev. Eet. Gr. 74 (1%1), 484-488; D. P A ~Class.
, Rev. 11 (1%1), 205-
209; A. SEVERYNS, L'Ant. Class. 30 (1961). 541-554.
3 Cf. M, FBRNA~~EZGALIANO en F. R. A ~ m o s M., F. GALIANO, 4 P~NDARO, fr. 265 S u d .
L.G n y J. S. LASSODE m VEGA,In~rodtlcci6na Homero, Madrid. 5 Aunque, como veremos luego. H m ,Greek epic ..., pág. 134,
1%3, pág. 232 y 5s.; D. PAGE,History ami tke Horneric Ilind, Ber- piensa que Her6doto debe referirse a otro poema.
keley, 1959; Hmw, Greek epic .... p@. 16Q161. 6 AUN, Homer .... psg. 62.
96 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA ARCAICA

chipriota». Mucho más dudosa es la atribucih a un del Himno a Afrodita (el quinto de la colección de los
hali~arna~io (fr. 4). Himnos Hornericos).
Dentro de la escasa fiabilidad de la tradición, la atri-
bución m i s plausible es la de Estasino de Chipre, dado
que esta isla conserva tradiciones aqueas mucho tiempo 3. Valoración literaria de l a s dipriasr
después de las invasiones dorias.
Escasa credibilidad tiene la atribucion de Bethe a s el poema más extenso de todo e1 Ciclo
Las C i p r i ~ es
un poeta Btico d e finales del siglo VI, basada en la im- Troyano. De algún modo es, pues, su representante más
portancia que en el poema se da a los elementos míticos destacado y el primero en el orden cronológico de los
y cultuales Aticos (Ntrmesis, Artemis e Ifigenia, que reci- acontecimientos. Sus características, literariamente ha-
bían culto en diferentes lugares del Atica, el primer blando, lo distinguen de los poemas homéricos y lo
rapto de Helena por Teseo y la expedicidn de castigo aproximan a las demás obras del Ciclo. Natural es, por
por los Dioscuros, que transcurren en el Atica, etc.). tanto, que una valoración literaria de las Ciprias nos
La generalidad de la crítica moderna s i t k las Ciprim lleve a la del Ciclo en su totalidad y viceversa, por lo
en la primera mitad del siglo ~ I a. I C., aunque Allen cual, lo que aquí digamos sera en general aplicable al
prefiere situarlo en la segunda mitad del siglo vm. resto de los poemas del Ciclo Troyano.
Jouan presenta, con todas las naturales reservas, una El Ciclo tuvo una importancia capital para la litera-
cronología aproximada de los poemas del Ciclo Troyano, tura griega posterior, tanto para la lírica, especialmente
que merece Ia pena reproducir: para Píndaro y Baquilides, que recrean repetidamente
sus temas, como para la tragedia. Son muy numerosas
hacia 750 (ZIiada)
las piezas teatrales cuyo argumento deriva de los epise
725-700 Elidpida, Saco de Troya (Odisea)
dios de estos poemas 'l. Posteriormente infiuyen en Isó-
70@680 Pequeña Ilíada
crates y Platón. De otro lado, la tendencia a la ordena-
680660 Las Ciprias
ción cronológica de los acontecimientos sirve de puente
650-625 Los Regresos
entre la épica y las narraciones, a medias fabulosas, a
hacia 600 Alcmednida
medias hist6ricas, de los l o g ó p f o s y, por tanto, de
hacia 570 Tefegonía
origen lejano del nacimiento de la historia.
No obstante, la valomción Iiteraria de estos poemas
Hay que citar, por Ultimo, la propuesta reciente de se ha resentido desde antiguo por la enorme calidad de
Georgiadis 10 de identificar al autor de las Ciprias con el
las creaciones homCricas la Zliada y la Odisea. En efecto,
ya AristótelesI2 situaba a Hornero m u y por encima de
7 E.BWHE,Homer ..., psigs. 3435.
los demás poetas &picos,aunque seiiala que por la ma-
8 AL-, Homer, pAgs. 6269.
9 F. JOUAN,Euripide e t les 1.4gendes des Chants Cypriens, Par's, l' JOUAN, Euripide ..., phg. 6, presenta un cuadro de las obras
1966, pág. 37, n. 3. de los tres trágicos griegos que se inspiran en el Ciclo.
10 K. CEORGIADIS, Stasinos 4 (1%&1972), 1973, págs. 181-194. 12 A ~ r s ~ ú m mPoktica
, U.
20.-7
98 FRAGMENTOS DE EPICA G R I E G A ARC-4IC.2

yor profusión de episodios que el Ciclo presenta brindo cien de la acción y la economía del poema caracterís-
temas para muchas piezas teatrales. Proclo, el autor del ticas de Homero, los Cíclicos presentan una composición
resumen de los poemas que lo componen, nos dice lo lineal, en detrimento de la unidad, ya que cada episodio
siguiente: es tratado en si y ello dispersa el interés del lector. Esta
acumulación da lugar asimismo a dobletes, a la repeti-
Los poemas del Ciclo Epico se conservan e inte- ción de episodios casi iguales, como son en las C i p k s ,
resan a la gente no tanto por su valor como por la dos desernbarcos: el de Teutrania y el de la Troade, dos
coherente sucesión de los acontecimientos. momentos de carestía de víveres, uno en Grecia y otro
en Asia, dos sacrificios propiciatorios, en Aulide y Tene-
Esta valoración, literariamente no muy positiva, se nota dos, etcétera.
también en la casi inexistencia de papiros que contengan En segundo lugar había que señalar el importante
fragmentos del Ciclo, frente a los numerosos que han papel que se da a lo novelesco, incluso a lo melodramá-
aparecido con fragmentos de Homero y Hesíodo, lo que tico. Se potencian los temas amorosos (Zeus-Nemesis,
indica el escaso jnterés de los lectores del Egipto greco Peleo-Tetis, los Dioscuros y las hijas de Leucipo), espe-
romano por estas piezas literarias. Autores recientes u cialmente al de la belleza de Helena, que enamora a
comparten esta valoraci6n de los poemas del Ciclo como todos los hombres: Teseo, Menelao, su esposo entre una
mera información sobre leyendas antiguas. numerosa Lista de pretendientes, Paris, s u raptor, e in-
Sin embargo. algunos de los fragmentos literales con- cluso Aquiles.
servados, como son la preparación de Afrodita para el De otra parte, el elemento alegórico divino que se ve
certamen de belleza (h.4 y 5 ) son de una gran finura en el gran número de personificaciones divinizadas que
literaria, y el proemio resulta pleno de interés como aparecen. como Némesis, Temis y Eris, y que aproxima
exponente de un pensamiento prefilosbfico muy elabe las Ciprias a Hesiodo aparece unido a una especial afi-
rado (fr. 1 ) . Incluso se ha llegado a una supe~aloración ción por lo maravilloso; las metamorfosis como las de
por parte de algunos autores como Welcker 14. Por ello Némesis, el nacimiento insólito de Helena, el prodigio
nos parece, con Jouan que, sin juicios de valor apno- en Aulide, los poderes de las Enótropos, etc. Ello se hace
rísticos, merece la pena establecer las diferencias que a costa de la gravedad que preside el tratamiento de lo
pueden apreciarse entre estos poemas y los homéricos. divino y lo humano en la Ilinda.
En primer lugar habría que poner la ya aludida pre- Por último hay que destacar cierta tendencia al realis-
tensión de los autores del ciclo de narrar una serie de mo en la descripción de las penalidades del ejército
episodios en orden cronológico. Frente a Ia concentra- propias de una larga campaiía: el hambre, el motín, el
saqueo, a las que Homero no presta casi atencidn. Todo
13 Por ejemplo, H. LLOWJOHB, en Seasinos 4 (1968-1972), 1973. ello sitúa a las Ciprias y al Ciclo en general en un am-
págs. 115122. biente espiritual bastante diferente al homérico y que
14 W ~ C K E RCyclus
, ..., pAgs. 159-161.
15 JOUAN, Euripide ..., phgs. 2829. que constituyen un pondera-
explica los rumbos que irá tomando posteriormente la
do balance de opiniones anteriores, en el que se basan las p d x i - literatura griega.
mas líneas.
100 FRACMKNTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA CIPRIAS 101

por Mohammed, un siglo más tarde, son posteriores a


4 . La ~Cresiomatiasde P r d o y su datación proclo. Con todo, la filología moderna tiende a poner
en duda que Prodo accediera todavía a los originales.
El testimonio de mayor importancia de que dispone- El tercer problema es si el resumen de Proclo sigue
mos para establecer el contenido de Los poemas del el orden de 10s poemas o este orden uhistórico~es del
Ciclo Troyano es un resumen de las obras que lo com- resumen, pero no de los poemas; esto es, si Proclo tomó
ponen debido a Proclo. Respecto a este resumen se sus- de aquí y de allá datos de los poemas y Iuego los reorga-
citan, sin embargo, tres problemas fundamentales. nizó de forma ordenada cronológicamente. La coinciden-
El primero es la identidad de Proclo. Durante siglos cia que continuamente podemos apreciar entre el resu-
se creyó que el autor de los resúmenes era el fecundo men y los fragmentos nos inclinan a pensar en la prime-
filósofo neoplatónico de ese nombre que murió en el ra posibilidad, la de que la voluntad ahist6rican presidía
485 d. C., pero desde que en 1740 Henri Valois puso en ya la organización de los poemas del Ciclo.
duda esta afirmación, se tendió a identificar al autor de Una vez valorada la validez del testimonio de la Cres-
la Crestomatía con otro Proclo. gramático de la época tomatía de Proclo, me parece el mejor camino para
de los Antoninos. Actualmente la crítica se inclina rnayo- tratar de aproximarnos a las Ciprias comenzar por la
ritariamente a favor del neoplatiinico. lectura íntegra del epitome de esta obra perdida y tratar
El segundo problema se halla en estrecha conexión luego de ampliarlo sobre la base de los propios frag-
con el anterior. En el siglo 11 d. C. o, lo que es más difi- mentos en el apartado siguiente.
cil, en el siglo v d. C. ¿existían aún los poemas del Ciclo,
de forma que los resirmenes sean de primera mano?
2 0 m& bien debemos pensar que Proclo, sea el que 5. El texro del resumen de Proclo
fuere de los dos, trabajaba ya sobre una vulgata, perdi-
dos los originales? Sabemos que los poemas del Ciclo El resumen que Proclo nos ofrece en su crestomatía
decaen en el interds de los lectores hacia el siglo Iv a. C., es el siguiente:
por no resistir la comparación con Hornero, y sabemos
también que van siendo progresivamente sustituidos por Siguen l7 las Ilamadas Ciprias, transmitidas en
once libros ( . , . l . Su contenido es el siguiente:
resGmenes prosificados, pero el problema es determinar
en qué momento desaparecieron del todo. Nlen M piensa Zeus delibera con Temis acerca de la guerra de
que los poemas se conservaban aún en &pocade Procio, Troya.
basándose en dos argumentos: primero, que el propio Eris, presentándose mientres los dioses se h i t -
ProcIo dice que se conservan, y segundo, que los aconte- quetean en las bodus d e Peleo, suscita un alter-
cimientos que provocan las pérdidas graves de obras, cado a propdsito de la belleza entre Atenea, Hera
esto es. el cierne de las escuelas fiios6ficas por Justi- y Afrodita, que son conducidas por Hermes, de
niano en el 525 d. C. y la conquista de Siria y Egipto acuerdo con el mandato de Zeus, a presencia d e
-

16 ALLEN, Homer, págs. 51 y SS. '7 A los poemas del Ciclo Tebano, concretamente a Epigonos.
102 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA ARCAICA CIPRIAS 103

Alejandro, en el Ida, para someterse a juicio. Ale- Licurgo, asi como lo referente a Edipo y la locura
jandro prefiere a Afrodita, enardecido por la pro- de Heracles y lo referente a Teseo y Ariadna.
mesa de la boda con Helena. Luego reúnen a los caudillos, tras haber recorri-
Luego, a instancias de Afrodita, se construye una do Grecia. A Ulises, que fingía que estaba loco
flota. Héleno les profetiza acerca de lo venidero y porque no quería acompañarlos e n la expedición,
Afrodita ordena que E n m lo acompañe e n la lo descubren cuando, a instancias de Palamedes, le
travesía. También Casandra hace revelaciones acer- arrebatan a su hijo para castigarlo.
ca de lo venidero. Después de eso, tras reunirse en Aulide, celebran
Tras poner pie ea Lacedemonio, Alejandro es u n sacrificio. S e expone lo sucedido con la ser-
hospedado e n casa de los Tindárides, y después piente y los gorriones y Calcante les da una expli-
e n Esparta, e n la de Menelao. Alejandro en el cación acerca de lo que va a resultar.
transcurso de u n festín le hace regalos a Helena. Luego, después de hacerse a la mar, alcanzan
Después de eso, Menelao zarpa en dirección a Teutrania y la saquean, en la idea de que es Troya.
Creta, tras haberle encargado a Helena que les Télefo llega e n ayuda de los atracados, mata a Ter-
procure a los huéspedes lo necesario, hasta que sandro, el hijo de Polinices, y el mismo es herido
partan. Entretanto, Afrodita une a Helena con por Aguiles.
Aiejandro. Tras su unión, una vez ewtbarcada fa Cuando emprenden la navegación desde Misia
mayor cantidad posible de riquezas, emprenden se les viene encima una tempestad y los dispersa.
de noche la navegacidn. Aquiles, que arriba a Esciros, desposa a la hija de
Hera les envía una tempestad. Tocando e n Si- Licomedes, Deidamía.
dón, Alejandro se apodera de la ciudad. Tras em- Luego, Aquiles cura a Télefo, que habia llegado a
prender la navegación hacia Troya, celebra por fin Argos, de acuerdo con un oráculo, para que llegue
las bodas con Helena. a ser el caudillo de la expedicidn naval contra
Entretanto, Cástor, junto con Pólux, son descu- Troya.
biertos cuando se llevaban las vacas d e I d a y Lin- Reunida por segunda vez la expedición, e n Auli-
ceo. Cdstor muere a manos de Idas; pero Lincea de, Agamenón, al alcanzar a una corza en una cace-
e Idns, a las de P d l u . Zeus les concede la inrnor- ria, se jacta d e que aventajaba incluso a Artemis.
ralídad en dias alternados lB. Irritada la diosa, les impide la expedición naval,
Después de eso, Iris le anuncia o Menelao lo enviándoles tempestades. Al explicar Calcante lía
acontecido e n su casa. Así que 61, tras presentarse cólera de la diosa y exhartarles a que sacrifiquen
allí, delibera con su hermano. Menelao se entre- a Ifigenia e n honor d e Artemis, se preparan para
vista también con Néstor. sacrificarla, después de hacerla venir como para
N b t o r , en una digresidn, le cuenta cómo fue ani- casarse con Aguiles. Pero Artemis, arrebatándola
quilado Epopeo, tras haber seducido a la hija de de allí, la traslada junto a los tauros y la hace in-
- --
mortal. Es a una corza a la que ofrecen en el altar
1s A Cástor y Pblux. e n lugar de a la muchacha.
CIPRIAS

Luego navegan hacia Ténedos. Filoctetes, herido ~ a b u l aBorgiana, con un total de nueve mil quinientos
por una culebra de agua mientras se banqueiea- versos. En él se trataban numerosisirnos episodios. La
ban, es abandonado en Lemnos a causa del hedor existencia del epítome de Proclo nos permite conocer
de la herida; y Aguiles, por haber sido invitado el su ordenación, por lo que nuestro interés se centrará
riltimo, disputa con Agamendn. principalmente en situar en ese contexto la casi trein-
Luego, al desembarcar en Troya, los rechazan los tena de fragmentos que nos han quedado y ampliar en
iroyanos y Protesilao muere a manos de Hdctor. algún caso la seca referencia de Proclo a partir de otras
Luego Aquiles los pone en fugu, tras matar a Cicno, fuentes. Es precisamente la mayor extensión de este
el hijo de Posidón. poema entre los del Ciclo Troyano y la abundancia de
Retiran los muertos y envían embajadores a los sus episodios lo que nos obliga a extendernos más en la
troyanos, reclamando a Helena y las riquezas. introducción. En ella dividiremos convencionalmente el
Como aquellos no atienden a su demanda, se lan- poema en una serie de episodios.
zan ya entonces al asalto.
Luego, tras recorrer la región, la saquean, así En el fr. 1 se recogen unos versos que
como a las ciudades aledañas. con seguridad iban al principio del poe-
La determina-
Después de eso, Aquiles desea ver a Hefena, así &dn de zeus ma. En ellos el poeta se remonta a la
que Afrodita y Tetis conciertan un encuentro. causa remota de la guerra de Troya,
A continuación, AquiZes contiene a los aqueos, para lo cual usa un viejo motivo que
que se disponían a emprender el regreso y luego presenta abundantes paralelos en otras literaturas 19.
le quita las vacas a Eneas, saquea Lirneso y Pédaso El mito es primitivamente etiológico, para explicar e1
y muchas de las ciudades aledaiias y asesina a origen de la muerte. Según él, 10s hombres eran inmor-
Troilo. tales en un principio, por lo que la multiplicación de
Patroclo, tras líevarse a Licaón a Lemnos, lo ven- sus nacimientos crea una superpoblación que abruma a
de como esclavo. la tierra. La Única solución contra ella es la muerte,
Del botln, Aguiles tomó como recompensa a Bri- que se presenta en los diversos mitos de formas tam-
seida y Agamenón, a Cnseida. bién diversas, ya, como aquí, por medio de Ia guerra,
Luego estd la muerte de Palamedes y el designio ya por el nacimiento de la enfermedad, ya por un dilu-
de Zeus, que, para aliviar a los troyanos, aparta a vio, como se expone en el fr. 1 como posibilidad, o en
AquiZes de la alianza de los griegos. Asimismo, el el mito de DeucaIi6n y Pirra, por no salirnos del ámbito
catálogo de los que combatieron con los troyanos. griego.
19 Por citar algunos, en Mahobhiirata 12 (Santi-parva 256.6).
6. Situacidn de los fragmentos en el conjunto del Fuera del ámbito indoeuropeo pueden documentarse leyendas
poema parecidas entre los cberoquees y navajos. Cf. S. THOMPSON.
Moliv-index of Folk-Litlerature, Washington, 1916, A 1355, y
Las Ciprias era un poema bastante extenso, en once M. MARCOVICH.eBedeutung der Motive der Volksglaubens für die
cantos, y si creemos, con Allen, que es el aludido en la Textinterpretation~,Quad. Urb. Cult. Class. 7 (1969). 22-36.
106 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ~RCAICA CIPRIAS 1 O7

Se ha especulado mucho sobre si es una alusión a este el centauro obsequia a Peleo. Este tema es conocido por
motivo la frase de la Ilfadam, se cumplía la determina- la I l í ~ d az4:
ción de Zeus, como se indica en el fr. 1, lo que nos lle-
varía a la debatida cuestión de la supuesta mayor anti- L.a lanza del irreprochable Eácida" fue lo Ynico
güedad de las Ciprius respecto a la IHada. Pero Marc* que no cogió, pesada, grande, sdlida. Ningún otro
vich I1 ha puesto de manifiesto que nada autoriza a creer de los aqueos podía blandirla, sino que sólo sabia
que el prólogo de la Ilírrda haga alusión a este tema. blandirla Aquiles. De un fresno peliada se la trajo
Reseñemos por último que Cassola e cree verosímil Quirón a su padre, de la cima del Pelión, para que
que el auténtico proemio de las Ciprim lo constituyeran fuera matador de héroes.
los primeros versos del Himno a Afrodita u otros seme-
jantes,
Asimismo, Homero conoce otro de b s grandes regalos
Zeus halla el modo de desencadenar
de los dioses, la pareja de corceles inmortales, Balio y
los acontecimientos y cumplir así su
B o d a de Janto, antaño propiedad de los Titanes 'd y que también
t k determinaci6n cuando Tetis, por com-
~ ~y peleo heredará Aquiles n.
placer a Hera, la esposa celosa, rechaza
la unidn con el padre de los dioses
En la boda hacia su aparición Erís, la Discordia, que,
irritada por no haber sido invitada, se venga, tema éste
(h.2). Esta versi6n no parece coincidir con la del Fr. I , del cuento popular, que tiene paralelos tan conocidos
según la cual la boda de Tetis y Peleo obedece a un plan
como el del cuento de la Bella Durmiente del Bosque.
de Zeus y no al despecho amoroso, y de otro lado es La venganza de Eris consiste en suscitar la rivalidad
incompatible con el gran festejo, w n invitación a todos
entre las diosas a propósito de la belleza. La tradición
los dioses, que la boda trae consigo, pero tales contra- posterior plasma la escena en la llamada urnamana de
dicciones no son extrañas en un poema largo y com-
la discordia., ofrecida para la más bella; pero parece
puesto por tradicibn oral U. El hecho es que de la unión que este tema de la manzana estaba ausente de las
de Tetis y Peleo nacería Aquiles, el gran adalid de los
Ciprias y data de época helenísticaa. La solución de la
aqueos.
querella se deja en manos de un juez.
La escena de la boda debía tener gran importancia en
el poema, pero de toda ella s610 conservamos la refe-
rencia del fr. 3 a uno de los regalos, la lanza que Quirón 24 ]lía& XVI 140.144, cuando Patroclo toma las armas de Aqui-
Ies para ir al combate disfrazado con ellas.
Esto es, Aquiles, que es nieto de Baco.
Ilioda I 5. Con lo que las Ciprias enlazan con el tema de la Tifano-
21 M. ~ ~ A R C D V I C Hloc.
, cit. rnaquin.
21 F. CASSOIA. aDe Phocaide carmine quod Hornero tribui solet, Iliada X V I 3W381, X V I I 443, XXIII 276; APOLODORO.111 13,j.
commentatio~,Srud. It. de Fil. Class. 26 (19521, 143. CE. A. SEVERYNS, aPomme de discorde et jugement des dées-
a Hay diversas variantes de esta leyenda. AFOLODDRO, 111 13. 5 sesb, Phoibos 5 (1950). 145.172.
recoge algunas de ellas.
108 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRlECA ARCAICA

Las divinidades en litigio eran la es- se del acoso de Zeus. AL final, según nos informa el
El juicio
posa de Zeus, Hera, y las hijas de aquél, fr. 7B, Némesis acaba por transformarse en oca y Zeus,
de Paris Atenea y Afrodita. El juez elegido, Ale- metamorfoseado en cisne, se une a ella. Como fruto de
jandro, otro nombre de Paris, hijo de tal unidn,N h e s i s , que ya había tenido a Cástor y Pólux,
Pnarno rey de Troya, y el lugar, el mon- pone un huevo que le da a Leda, del que nacerá Helena.
te Ida, donde Paris llevaba a pacer sus rebaños. No La leyenda conoce numerosas variantes (un huevo del
resulta extraño el tema si tenemos en cuenta que las que nacen tres gemelos, Cástor, Pólux y Helena, un hue-
competiciones de belleza no eran asunto ajeno a los vo que contiene dos gérmenes, uno inmortal, de Zeus,
griegos, según conocemos desde fechas bastante anti- otro mortal, de Tíndaro, esposo de Leda, etc.). Quizá la
guas LOS fr. 4 y 5 que probablemente se seguían casi aparición de Niomesis para poner el huevo junto a la
inmediatamente en el poema original nos llevan a la conservación de Leda como madre de Helena traiciona
delicada escena del aderezo de Afrodita para esa com- la combinación de dos leyendas. En todo caso no sabe-
petición. mos si el episodio del nacimiento de Helena era un
Parece ser que las diosas hicieron sus ofertas al juez. pequeño excursus de la obra o un episodio situado al
Tradicionalmente se cuenta (y es posible que el tema se principio de la misma. En cuanto al origen de la leyen-
remonte como tal a las Ciprias) que Hera ofreci6 el ma- da de Helena y los Dioscuros. el tema no ha conseguido
yor ímperio, Atenea, la supremacía guerrera y Afrodita, clarificarse 31.
la más hermosa de las mujeres, y Paris, en palabras de
Hornero 3 Cdstor y Pólux tenían en el poema al
parecer una extensa intervención. La
injun6 a la diosas (esto es, a Hera y Aleneu) Los Dioscuros belleza de Helena provoca que, apenas
cuando llegaron a su redil y destacó a fa que le
proporcionó la penosa lascivia. una niña, fuera raptada por Teseo y
llevada a Afidna, asi que sus hermanos
acuden a rescatarla (fr. 10). La expedicidn acaba con el
A cambio de su victoria, Afrodita debería ayudar a
saqueo de Afidna y Atenas, el rescate de Helena y la
Alejandro a conseguir a Helena, la más hermosa de las
captura de Etra, madre de Teseo. Por su parte los Dios-
mujeres.
curos sucumben también a la pasión amorosa, por sus
El fr. 7A nos remonta al nacimiento
primas Hilaíra y Feba, las hijas de Leucipo (fr. 81. Ap*
Na&&?o de la mujer cuya beIIeza va a provocar
lodoro Y nos amplía la información al respecto:
de H e l m y la guerra, Helena, y al de sus extraordi-
de 10s D~*CUW narios hermanos, los Dioscuros. Con- Deseosos de desposar a las hijas de Leucipo,
cretamente se nos han conservado los tras raptarlas de Mesene, las desposaron. Nace así
versos que describen los intentos de Némesis por librar-
31 Cf. mi introducción al Himno a los Dioscuros en Himnos
29 Pueden citarse testimonios de ALCEO.G 2.32, para concursos Homéricos y la ~Batrncomiomaquia~, publicados en esta misma
en Lesbos, y de MIRSILO,f r . 4 Jacoby, para Ténedos. coleccibn.
3 Il&da XXIV 28-30. 31 APOLODORO, 111 11, l.
110 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRECA ARCAICA CIPRIAS 111

de Polun y Feba, Mnesilao, y de Cásror e Hilaira, En ejecto, llegó en seguida corriendo el hijo de
Anogdn. Cuando llevaban desde Arcadia u n botín LedaW en su persecución. Ellos le hicieron freizre
de bueyes con los hijos de Afareo, Idas y Linceo, cerca de la tumba de su padre s. Y arrancando de
instan a I d a s a que haga el reparto. Este, después allí una imagen de Hades" una piedra pulida, la
de cortar u n buey e n cuatro partes, dijo que la arrojaron al pecho de Pólux. Mas no lo quebran-
mitad del botín seria del que devorara su parte el taron ni lo hicieron retroceder, sino que lanzán-
primero, y el resto, del que lo hiciera el segundo. doles u n tiro con u n veloz dardo, introdujo el
Anticipándose, acabó ldas el primero su propia bronce en el costado de Linceo. Zeus batió a Idas
parte y la de su hermano, así que se llevó con él con el ardiente, fogoso rayo y juntos ardieron,
el botín a Mesena. Pero los Dioscuros hacen una abandonados. Que dura contienda es para los hom-
campaña contra Mesena y se llevan aquel botín y bres tener u n encuentro con los más poderosos.
mucho más. Rnudamente se dirigió hacia la fuerza d e su her-
mano el Tindárida y lo encontró no muerto aún,
El robo no pasa inadvertido a la aguda vision de Linceo, pero estremecido por el jadeo e n su respiración.
que descubre el escondite de los hermanos (fr. I I ) , tras Derramando entonces cálidas lágrimas entre gemi-
lo cual tiene lugar el combate. Dejamos la palabra a dos, dijo e n alta voz:
Píndaroa, habitualmente tan fiel a los temas del Ciclo: -;Padre Crdnida! (Que liberación habr,ii para
mis males? ¡Asígname con él fa muerte a mi tam-
Alternándose entre ellos (Cástor y Pólux) pasan
bién, Señor! El honor se desvanece para el varón
u n día cada uno junto a su padre, Zeus, y otro e n
que ha perdido a los seres queridos y pocos son
las profundidades de la tierra, en las cavidades d e
de entre los mortales los fieles e n la dificultad para
Terapno, iras haber obtenido u n destino igual: por-
participar en la pem.
que esta suerte, mejor que ser u n dios en rudo y
Asi dijo. Y Zeus fue a su encuentro y le dijo
habitar en el cielo, fue la que eligió Pdlux al morir
estas palabras:
Cástor en el combate. Pues a éste Idas, irritado
-Tu eres hijo mío, pero a él, como simiente
quizds por sus bueyes, lo hirid con la punta de su
mortal lo procreó luego su esposo, el héroe, al
broncínea pica.
unirse a t u madre. Mas ea, te dejo a t u entera
Atalayando desde el Taigeto lo vio Linceo, asen-
elección lo siguiente: si huyendo a la muerte y la
tado dentro del tronco hueco d e una encina. Efec-
aborrecible vejez quieres t ú mismo habitar el
tivamente la vista de aquél Zlegd a ser la m& aguda
Olimpo conmigo, con Arenea y con Ares, el de lan-
de todos los habitantes de la tierra. Con veloces
za renegrida", es posible para t i el disfrute de
pies avanzaron e n seguida y maquinaron pronta-
mente una gran empresa los Afarétidas. Y sufrie-
ron terrible castigo a manos de Zeus. 34 P61ux.
35 Con lo cual cometen un sacrilegio.
16 Esto es, un cipo funerario.
3 PIHIURo, Nemea X 59-90. 37 Por la sangre coagulada.
112 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

esfa suerte. Pero si bufallas por tu hermano y tie- Néstor narra en una digresión, que
nes la intención de hacer partes iguales de todo, debía de ser muy larga4', cuatro histo
Lns
fa mirad del tiempo podrías respirar, estando bajo -es rias. Creo que merece la pena, siquiera
la tierra, la otra mitad, en las áureas moradas del de N é s t ~ sea aludir a su contenido.
cielo. La primera se refiere a la seducción
Una vez que habló así, no puso en su mente una de la hija de Licurgo por Epopeo. Por lo que sabemos
doble opinión 38, así que le devotvió la vistasg y por otras fuentes podemos suponer las Iineas genera-
luego la V O Z a Custor, el d e broncinea mitraw. les de la historia. Epopeo, rey de Sición, seduce a la hija
de Licurgo Antiopa, y la rapta del palacio de este, en
Mientras sus hermanos se enfrentan Tebas. Como consecuencia Licurgo reúne un ejército,
El rapto
con Idas y Linceo, Helena, raptada por ataca Sici6n y mata a Epopeo. La leyenda tiene otra
de Alejandro, viaja hacia Troya, vía Sidón, variante, según la cual Antiopa seria hija de Nicteo,
según el resumen de Proclo. La versión hermano de Lim y amada por Zeus. Para librarla del
coincide con la referida por Homero 4' m o r de su padre, Epopeo la acoge y se casa coa ella.
quien habla de unos peplos que guardaba Hécuba y Nicteo muere y encarga a su hermano que lleve a cabo
la venganza. En efecto, Lico toma Sición y mata a
que se llevó el propio Alejandro, semejante a los Epopeo.
dioses, de Sidón, tras navegar el ancho ponto, en A la leyenda de Edipo ya hemos aludido por extenso.
el mismo viaje en el que raptó a Helena, la de Lo que resulta absolutamente imposible es saber qué
nobles padres. versión de la misma daria Néstor.
Tampoco sabemos el tratamiento que en las Ciprius
El fr. 12 que nos transmite Heródoto es en este punto tendría el tema de la locura de Heracles, que presenta
incompatible con el resumen de Proclo, que incluye la bastantes variantes, pero que en resumen se centra en
toma de la ciudad. Es, por tanto, posible que el citado torno al asesinato a manos de su padre, en un rapto de
por Herbdoto sea otro poema42.En la versión de las locura, de todos los hijos que Heracles había tenido
Ciprias que nos ocupa, el trayecto dura e incluye un viaje con Mtgara.
a Chipre e incluso el alumbramiento de un par de hijos En cuanto a la leyenda de Tesm y Ariadna aparece
(fr. 9). con diversas variantes, pero en todas Ariadna ayuda por
amor a Teseo a librarse del Minotauro y huye con él.

Esto es, uno dudó..


a P6lux, con su decisión. no Zeus. 43 ES característico de este personaje, también en Homero.
* Hornero conoce también esta solución alternativa, cf. Odisea narrar largas historias, como por ejemplo una de casi ciento
XI 303304. cincuenta versos en el canto XI de la Iliada.
41 Iliada VI 2W292, aunque hay diferencias entre ambas ver- a PAUSANIAS, 11 6. 1; ~ O L D D O R O ,III 5, 5.
siones. cf. HUXLEY,Greek. Rom. and B y z . Stud. 8 (1969). 257. Que en o t a s versiones se Uama Lica. En realidad, Lico es
4 HUXLEY, Greek epic..., pAg. 134. un diminutivo de ticurgo.
114 FRAGMENTOS DE UICA
GRIEGA ARCAICA CIPRIAS 115

La unión acaba trágicamente. Según nos narra Home- ~l rapto de Antíopa, tan similar al de Helena, acaba con
ro&, Ulises encuentra en los infiernos a Ariadna, la muerte de Epopeo a manos de Licurgo. El incesto de
a la que antaño Teseo se llevó de Creta a las coli- ~ d i p o otro
, amor culpable, tiene también funestas con-
nas de la sacra Atenas, miu no gozó de ella, sino secuencias. La locura criminal d e Heracles es asimilable
que antes lo mató Artemis en Dia, ceñida por el a la locura de Paris y acaba en un asesinato. Teseo no
mar, debido a las acusaciones de Dioniso. se beneficia de su rapto, como Paris tampoco se bene-
ficiará del suyo.
En todo caso, el anciano Néstor tiene aún un consejo
Es interesante señalar otra versión que puede remon-
que dar, conservado en el fr. 13: buscar consuelo en el
tar a las Ciprias 47:
vino, dentro de una temática presente luego en diversos
Teseo zarpa en plena noche. Tras tocar en la autores 49. Por iiltirno quizá pertenece a esta escena el
isla de Día, desembarca y se duerme sobre la ori- fr. 23 que dude probablemente a la existencia de la
lla. Atenea se le aparece y le ordena abandonar a determinación de Zeus.
Ariadna y llegar a Atenas. Se pone en pie y lo
hace así. Menelao y Néstor recorren entonces
Como Ariadna se lamentaba, se le aparece Afro- Grecia par; reclutar el eiercito. U n e ~ i -
Incidenla
dita y la consuela. Fba a ser esposa de Dioniso y en sodio de esta Ieva (aunque con la Va-
aicanzaria gran fama. El dios se aparece a su vez, reclutamiento
riación de un personaje, que aquí es
del ej&&to
se une a ella y le regala una corona de oro que los Ulises y no Menelao) es aludido por
dioses colocaron m& tarde entre las estrellas para Hornero en boca de Néstor 9:
complacer o Dioniso U.
Llegamos a los palacios d e grata vivienda de
La cuestión pendiente es determinar si estos relatos Peleo, para reunir el ejército, por la Aqueida fe-
de Ndstor tenían ea la obra una función o 6 bien cunda. Allí dentro hallamos al héroe Menecio y a
eran digresiones fuera de lugar, meros agregados de ti junto a Ag uiles. El anciano auriga Peleo ponía
leyendas que ponían de manifiesto la pobreza construc- al fuego pingües muslos d e buey en honor de Zeus
tiva de Estasino. Pero una ojeada ai fondo de todos los que se goza con el rayo, en el recinto del palio. Y
relatos ponen de manifiesto que todos tienen algo en tenia una durea copa para libar chispeante vino.
común: la semejanza de situaciones con las planteadas Sobre las víctimas quemadas ambos os ocupabais
por el rapto de Helena, y el castigo de los culpables. de la carne de buey y nosotros dos aparecimos en
las puertas. Sorprendido Aquiles dio un salto y
a Odiseti XI 322-325.
a RR~CIDES, fr. 148 Jacoby.
48 Se dice en otras versiones que fue muerta por Artemis por 49 Por ejemplo. TEOCNIS,883; HOFUCIO,Odas 11 11, 17-18.
haber perdido su virgkidad, lo que parece indica. una contarni- u, Ilíuda XI 769789.
nacion entre distintas variantes. cf. JOUAN,Euripide ..., p8g. 386. 5' Le habla a Patroclo.
116 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

Cuando la armada se encuentra en


nos llevo dentro romdndonos de la mano; nos in- Aulide, se narra un prodigio y su inter-
vitd a tomar asiento y nos obsequid los presentes b armada
m dlrlide pretacibn, sólo aludido por Proclo por-
de hospitalidad que son norma para los huéspedes. que era bien conocido para sus oyentes,
Luego, cuando disfrutamos de comida y bebida, dado que aparece en la Ilíada ":
comencé yo a hablar, exhortandoos a ambos a se- Cuando en Auli& se congregaron las naves de
guirnos. Lm dos lo queríais de buen grado y ambos los aqueos, portadoras de desgracias para Príamo
mucho os lo encarecieron. El anciano Peleo exhor- y los troyanos, nosotros, cabe una fuente, inrnotd-
faba a su hijo Aquiles a destacar siempre y a ser bamos hecatombes perfectas en los sacros alta-
superior a los demás. Y a ti, por su parte, así te res, en honor de los inmortales, al pie d e un her-
exhortaba Menecio, el hijo de Actor: moso plátano de donde brotaba la espléndida agua.
-Hijo mío. En linaje es superior Aquiles, pero Allí se nos apareció un gran prodigio: un dragón,
el mayor eres tú. En fuerza &f es mucho mejor, de lomo leonado, terrible, al que el propio Olím-
pero bien está que tú le des una palabra prudente, pico había sacndo a la luz, saltando desde el pie
lo aconsejes y lo guíes. Y él te obedecerá por su del altar, se subió al pldtano. Allí se hdlaban los
bien. polluelos de un gorrión, crías recién nacidas, en la
rama más alta, metidos entre el follaje. Eran ocho,
Pero, al parecer, no en todos los casos la leva se rea- y la novena era la madre que h b i a traído a1 mun-
lizó sin incidentes y en tal clima de cordialidad. En el do las crías. Entonces los devord mientras piaban
caso de Ulises, se fingía loco, según tradiciones poste- lastimeramente. Su madre revoloteaba afligida en
riores, porque un orhculo le había anunciado que si redor de sus crías, así que ddndose la vuelta la
participaba en la guerra de Troya, no volveria sino vein- cogió por un d a mientras volaba chillando. Lue-
te aüos más tarde y tras haber perdido a todos sus go, cuando se hubo comido a las Mias del gorridn
compañeros. Se cuenta que se puso a arar arena con un y a su madre, lo hizo evidente el dios que lo había
tiro compuesto por un asno y un buey y a echar granos hecho aparecer, pues lo convirtid en piedra el hijo
de sal como semilla. Pero el engaño se descubrió gracias de Crono el de corva hoz. Nosotros, inmóviles, nos
a Palamedes que puso delante del arado a TeIémaco. admirábamos por cuanto sucedía. Así los terribles
Ulises desvió el arado, con lo que puso de manifiesto su prodigios de íos dioses interrumpieron las heca-
cordura. Esto provocó su odio contra Palamedes 52. tombe~.
Calcante, inmediatamente después, declard vati-
cinador:
52 Esta es una entre las varias versiones que hay de la leyen-
da. No sabemos si remonta a las Ciprias. Se@ otra, Palamedes
hace ademán de matar con su espada a Telémaco y obliga a Iliada 11 303-330. Hay que señalar que para Hornero esta es
Ulises a confesar, cf. SEVERYNS,Cycle..., págs. 283-285. la Única reunión en Aulide, pues parece desconocer la expedicibn
contra Teutrania.
118 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

-¿Pero por qué os habéis quedado e n silencio, Es éste un episodio que Homero pa-
aqueos ufanos de vuestra cabellera? Este prodigio rece ignorar: no alude a él ni en la
El sacrifkio
nos lo mostró el prdvido Zeus, prodigio grande, de Ifigmh Iliada ni en la Odisea y en la mención
tardío, que ha de cumplirse mucho más tarde. Su que hace de los hijas de Agamenón cita
gloria nunca perecerá. Así como ése devoró las a tres: Crisótemis, Laódica e Ifianasa.
crías del gorrión y a su madre, ocho que eran, y En la tradición antigua esta vacilación en los nombres
la novena era la madre que había rrddo al mundo de las hijas del Atrida se multiplicar&. Pero si bien Laó-
las crías, así nosotros combatiremos aquí otros d c a corresponde a la Electra sofóclea, Ifianasa no coin-
tantos aiios, y al décimo tornaremos la ciudad de cide con Ifigenia. El fr. 15 alude a estas vacilaciones.
anchas calles. Hay una serie de problemas en torno a este episodio:
Así lo declaró aqudl. El primero es el motivo del castigo, ya que en algunas
versiones de la leyenda la corza estaba en un bosque
Es probable que este tema, que en la Ilíada solo es consagrado a Artemis, por lo que su muerte constituía
aludido, tuviera en las Ciprias un tratamiento mas ex- un sacrilegio. Puede que el autor de las Ciprias combi-
tenso. nara el tema del sacrilegio con el de la bravata contra
la diosa.
La armada sufre un error y saquea El segundo problema es que todo parece indicar que
La uipedición Teutrania, pensando que es Troya. El el autor de las Ciprias ha introducido aquí un conjunto
contra escolio que recogemos como fr. 27 resu- de leyendas cultuales sobre el santuario de Aulide en
Teutnmia me las partes siguientes del poema en las que Ifigenia era una divinidad suplida luego por
las que aparece Télefo, rey de Misia, Artemis A este respecto creo interesante citar una
que Hornero ignora, pero que luego alcanzaría un papel versión parecida de los hechos que hace clara esta iden-
destacado entre los personajes de la tragedia ática. A la tificación y que aparece en el catálogo hesiódico
vuelta, una vez que consiguen rechazar a Téleio y sus
hombres, la tempestad desvía la nave de Aquiles a Esci- La parió e n palacio a Ifímeda, la de her-
ros, donde casa con Deidamía. De esta unión nace Neop- mosos tobillos, y a Electra, que e n su porte se
tálemo. El fr. 1 4 nos cuenta la motivación de este nom- asemejaba a las inmortales. A Ifírn.edu la sacrifi-
bre. Posteriormente, y como nos sigue narrando el fr. 27 caron los aqueos de hermosas grebas en el altar
vuelve a aparecer en escena Télefo, cuya herida no pue- de la estrepitosa Artemis, la de dureas saetas, el día
de sanar. Aquiles lo cura, probablemente gracias a los en que navegaban e n sus bajeles hacia Ilión, para
conocimientos medicinales aprendidos de su preceptor dar satisfaccidn a la imagen de la Argiva d e her-
Quirón, y a cambio de ello Télefo se ofrece a guiarlos mosos tobillos. Pero la cazadora diseminadora d e
a Troya. dardos la sakó con gran facilidad. Destiló desde
54 Cf. JOUAN, Euripide..., pág. 266, con bibliografía.
55 HESIODO,fr. 23(a), 1526.
3 Clitemestra.
120 FRAGMENTOS DE $PICA GRIEGA ARCAICA CIPRIAS 121

arriba sobre ella la encantadora ambroséa, para Sobre este tema no se nos ha conser-
que su cuerpo estuviera fuerte y Ia volvió inmor- dandono vado ningún fragmento de las Ciprias,
tal y desconocedora de la vejez por siempre. A ella de Filodete pero Hornero conoce la tradicidn y la
ahora la llaman las tribus de los hombres sobre refiere en el uCatólogo de las Naves. 58:
la tierra Artemis protectora de 10s caminos, servi- Siete naves de éstos 59 las mandaba Filocteres,
dora de Ia gloriosa diseminadora d e dardos. experto en el arco. E n cada una habían embarcado
cincuenta remeros, avezados a combatir violenfa-
El tema de la sustitución en el sacrificio es, por otra mente con el arco. Pero él quedd e n una isla su-
parte, muy corriente en la literatura. Baste citar como friendo violentos dolores, e n la sacra Lemnosm,
paralelo bien conocido el sacrificio de Isaac por su pa- donde lo dejaron los hijos de los aqueos, afligido
dre Abraham. por una mala herida, de una junesta culebra de
Por último, se ha objetado que no es posible que For- agua. Allí quedb, dolorido.
mara parte de la tradici6n antigua la marcha de Ifigenia
junto a los tauros (lo que nos llevaría más bien a una Varían las motivaciones dadas a esta herida. Mientras
versión semejante a la hesiódica), sobre la base de que en unas versiones de la leyenda se debe a la cólera de
hasta principios del siglo VI a. C. no hay colonias griegas Hera, en otras se debe a la de Heracles. Desconocemos
en el Quersoneso TAurico, pero esta argumentacián no cuál se daba en las Ciprias, si es que se daba alguna.
es muy convincente, pues la regibn, antes de la coloni- Tal hecho ocurre en el transcurso de un banquete, según
zacibn, podía ser conocida para los griegos, aun con un nos dice Proclo. En ese mismo banquete sucederia otro
aura más o menos lejana y exótica. acontecimiento negativo: el nacimiento de la enemistad
entre Aquiles y Agamenon, por la queja del Pelida de
Probablemente en esta detención de haber sido invitado el Úitirno. Agarnenón muestra su
la hueste en Aulide tuvieran su función pesar por tal error, no deliberado, en los versos conser-
Ims
~ d y sel narrara
~ la historia
~ de ~las Enotra
~ ~ vados en el fr. 16. Posiblemente el Pelida se niega a
pos a las que alude el fr. 20, hermanas combatir, en un episodio paralelo al de la cólera de
cuyos nombres Eno, Espermo y Eleda Aquiles en Ia llíada.
señalan sus cualidades de convertir todo lo que tocaban
en vino, trigo y aceite, respectivamente. El poema aludi-
ria probablemente a su origen e historia. Esta posibili- 58 IIíada II 71g724.
dad es más verosímil que pensar que las Enbtropos apa- 3 Se refiere a los de Metona, Taumacia, Melibea y Oiizbn.
60 Obsémese que van'a la localización del abandonado Filocte-
recen cuando la hueste se halla ya en la Troade 9 .
tes respecto a las Ciprias.

9 Cf. JOUAN,Euripide .., pág. 357, con bibliografía.


122 FRAGMENTOS DE PICA GRIEGA ARCAICA CIPRIAS 123

Tradiciones posteriores, que verosi- junto al cabrahígo, donde la ciudad es escalable y


milmente remontan a las Ciprias nos el muro fácil de expugnarse. Que por tres veces
Protesilao explican que, según un oráculo, el pri- fueron alli para intentarlo los mejores: los de los
mer guerrero que pusiera pie en suelo dos Ayaces, los del ilustre Idomeneo, los de los
troyano moriría, razón por la cual nin- Atridas y los del árdido hijo de Tideo.
gún griego quería ser el primero en desembarcar al
lIegar a la costa de Ilión. Fue Protesilao el que afrontó Ante la imposibilidad de tomar Troya, saquean la re-
este destino, muriendo a manos de Héctor y dejando gión. Por entonces el propio Aquiles sucumbe ante la
una viuda afligida. Hornero alude al tema en el «Cata- belleza de Helena, por lo que su madre, Tetis, y la diosa
logo de las Naves* 6': del amor, Afrodita, conciertan un encuentro entre el
A éstos los conducia el marciui Protesilao mien- Pelida y la esposa de Menelao. Ignoramos los detalles
tras vivió. Entonces yacía ya en la negra tierra. del episodio, pero es muy posible que fuera la belleza
Totalmente desgarrada quedó su esposa en Filaca, de Helena la que moviera a Aquiles a volver al combate
y su casa a medio poner. Lo mató un varón dár- y cesar en su cólera H.
dano, cuando saltó de la nave, el primero con
mucho de los griegos. Proclo dude a la muerte de Troilo a
Troilo
manos de Aquiles. El fr. 26 por otra
Polkeno parte habla de la muerte de Políxena,
En el fr. 17 de las Ciprias se nos dice el nombre de la que sucedió en la captura de la ciudad
viuda, Polidora, y su estirpe, lo que hace suponer que y, por tanto, despuks de los aconteci-
el episodio debía ser aludido con más extensión. mientos narrados en las Ciprias. La manera d e com-
binar ambos testimonios puede ser, como quiere Hux-
Tras la embajada a los troyanos, de ley", que Estasino compuso un poema sobre el saco
la que no nos ha quedado ningún frag- de Troya o mejor, con Jouan6, que Polixena salió de la
al muTo
y saqw mento 62, se narraba por fin el asalto al ciudad a por agua, acompañada de su hermano Troilo,
de regi*n muro del que los fragmentos conserva- Aquiles los sorprendió y mató a Troilo, mientras que
dos tampoco nos informan, pero que Polixena logró escapar; pero el poeta anunciaba la suer-
debía ocupar una parte importante del poema. Este te que le tocaría correr a la joven a la caída de Troya.
momento es aludido tal vez en la I I í ~ d aen~ el
~ consejo
de Andrómaca a Htctor de quedarse
61 Como quiere SEVBRYNS, Cycle..., pag. 304,
fi HUXLEY,Creek epic ..., p8g. 158.
61 Illada 11 688. JOUAN, Euripide .... pág. 369, sobre precedentes bibliográficos
Cf. la alusión a la misma de Iliudo 111 MS-224,que indica Y representaciones figuradas.
el conocimiento del tema por Hornero.
63 Ilíada VI 433437.
124 P M C M E N T OS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA CIPRIAS 125

La tradición del rapto de Briseida llar6 en la Lírica y el teatro, de marcar con tintes nega-
recogida por el autor de las Ciprias di- tivos el personaje de Ulises, frente a su brillante papel
Briseida
y criseido fiere de la de Homero, ya que, según en los poemas homéricos. En ambos detalles, las Ciprias
Hornero6', fue raptada por Aquiles en se distancia de Homero.
Lirneso, mientras el h. 18 dice que lo El poema terminaría con un catálogo de naves, con
fue en Pédaso. Homero en cambio coincide con las toda verosimilitud semejante en su estructura al que
Ciprias en que Criseida fue raptada en Tebas Hipoplacia aparece en el canto 11 de la IIiada, aunque más adecua-
y pasada luego al botín de Agamenón. Las Ciprias darían do en este momento. justo al comienzo de la guerra,
detalles de los raptos de estos personajes que van a que no en el momento en que aparece en la Iliada, en
tener papel fundamental en el principio de la Ilíadu. el último año de la misma.
Crises, padre de Criseida, se la reclama a Agamenón.
Al negarse éste, Apolo, ante las súplicas de Crises, que Queda una serie de fragmentos que
es su sacerdote, envía una peste a los aqueos. Los aqueos no sabernos en qué lugar del poema
devuelven entonces a Criseida y Agarnenón, irritado, Fragmentos
de ~ t - aparecerían. Asf, el fr. 24 pertenece a
decide quitarle a Aquiles a Briseida, lo que provoca la dudosa un excursus sobre las Gorgonas, la prt,
famosa cólera del Pelida. genie de Forcis y Ceto, según nos dice
Hesíodo ".
Palamedes es objeto de numerosas y El fr. 25 podría ir en boca de Ulises, refiriéndose al
diversas leyenda posteriores, por lo fin de Astianacte, hijo de Ayax, que seria despeñado de
Paimeües que resulta imposible determinar su lo alto de las murallas a la captura de la ciudad, en una
situación exacta en las Ciprias. Hay, discusión sobre la suerte de los vencidos tras la captura
sin embargo, algunas líneas generales de Troya.
de coincidencia en todas ellas. Una, su carácter de Ni siquiera aproximativamente podemos determinar
hombre inteligente y astuto. Recuérdese la estratagema en qué contexto se produciría la alusi6n a Eurídica como
que emplea para descubrir la fingida locura de Ulises. esposa de Eneas en el fr. 22.
Otra, la animadversión que Ulises siente hacia el, que
lo lleva a la venganza.
Nuestra información acerca del papel de Palamedes 7. Bibliografía
en las Ciprias es mínima, limitada al f r , 21, pero aiin
nos puede resultar valiosa en algún punto. El primero, Ediciones: KIN~~EL, E p i c o r m ..., págs. 15-32; AIUW, Homeri ope-
es el hecho de que Palamedes muere mientras pesca, ra, pags. 116-125. y C I ~ ~ SRW.
.n (m),i a ~ i 9 0 ;EVELYH-WHIW,
una actividad considerada en Homero impropia de un p & s . 48g506.
héroe. Otro es que al parecer las Ciprias marca el co- Para Ia Crestomatía de Proclo, AIIBN. págs. 1M109;A. S ~ Y N S ,
mienzo de una tradición literaria que luego se desarro- Recherches sur le Chrufomnthie de Proclos, W , Parls, 1963.

67 lliada 11 689490.
Estudios: RWLCH,S.V. Kyklos, en PAULY-Wissow~,
R.E.; S w -
RMS, Cycle..., págs. 241313; C. VUY, Les Idgendes du cycle Tro.
y m , M6naco. 1957; H w , Greek epic ..., págs. 1B143; H. L L O ~
JONES, Szasinos 4 (19681972). 1973, phgs. 115122 (cf. en la misma
publicación los artlculos de K. E. C H A I Z I ~ ~ H ~págs.
O U , 137-143,
y K. G~o~cnuiis, págs. 181-194 y 195-200); F. JOUN, Euripide et
les legendes des chants Cypriens, París, 1966; W . KULLMANN,Die
QuelZen der Ilius, Hennes Einzelschriften, Hefr 14, Wiesbaden, LAS rCIPRIAS*
1960.

8. Texto seguido para nuestra traducción


Determinación de Zeus: unos lo interpretan como el destino,
Fundamentalmente, el de m,Homeri opera, 116125, con ks
otros entienden la sacra encina adivinatoria de Zeus en el monte
correcciones aparecidas en Clars. Rev. 27 (1913). 189190, aunque
Dodoneo de Tesprocia, como dice el propio Hornero en la Odi-
con las siguientes salvedades: en el fr. 1 añado entre corchetes
SU@. Otros dijeron que Hornero se refiere a otra historia. Dicen
angulares una correcci6n propuesta por S w w u ~ s Cycle
, ..., phgi-
en efecto que la Tierra, abrumada por la muchedumbre de los
na 246, en fr. 4, verso 6, acepto c m M E I ~ n,a i A s ~ p l w .fr. 5,
sin laguna; fr. 7A. sin laguna; 7 8 procede de E. BETHE,Homer, hombres, Y al no haber piedad alguna entre los hombres, le pidió
Dichtung und Sage, 11, fr. 8, 1. El fr. 11B lo edita a pie de página a Zeus que la alivjara de la carga, y que Zeus suscitb primero en
ALLEN, rnientrs que el fr. 27 procede de los escolios A Gen. a seguida la guerra tebana. por la que hizo perecer a muchísimos.
Zliuda 1 59, con la corrección propuesta por SNERYNS en Cycle ..., Luego,tomando en esta ocasi6n a Momo como consejero -10 que
páB, 293. Homero llama la determinación de Zeus-, tsuscit6 la de TI*
ya>. Aunque é l era =paz de anuinarlos a todos mn rayos o
diluvios, dado que Momo lo disuadib de ello y le aconsej6 la boda
de Tetis con un mortal y la procreaci6n de una hermosa hija,
se inici6 por ambas cosas la guerra entre griegos y bárbaros por
la que, con el tiempo. se consiguió que la tierra se aiigerara, tras
la muerte de muchos. la historia aparece en Estasino, d autor
de las Ciprias, que dice lo sieeate:

Hubo un tiempo en el que innumerables tribus


( d e hombres,> errantes por la tierra, (agobia-
ban> la superficie de la tierra de profundo pecho.
Zeus se apiadd al verlo y en su sagaz inteligencia
decidió aligerar de hombres a la tierra de todos
nutricia, atizando la gran querella de la guerra 5

* Odisea XIV 327.


128 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

troyana, para que la de-spoblara el peso de la muer- pullo de rosa, dulce como el néctar, cálices en flor 5

te. En Troya los héroes perecian y se cumplia la fragantes como la arnbrosia de narciso y d e lirio.
determinación de Zeus. Tales vestidos, perfumados por todas las estacio-
E ~ L I AOVIND.61, min. A [liada 1 5 nes, fueron los que Afrodita se puso.
ATENEO.682d

El autor de las Ciprim (di= que Tetis). por complacer a Heta. Esfe poeta es evidente que conoce el uso de las coronas, por
rehuyó la union con dl (con Zeus) y que Z e u , encolerizado, juró 10 que dice:
que ella compartixía su techo con un mortal. También en Hesiodo
aparece algo semejante. Y una vez que la risueña Afrodita con su sir-
Vo'olumina Herculanensia. col. alt., VIII, 105 vientes hubieron trenzado en fragantes coronas
las flores de la tierra, se las pusieron en la cabeza
las diosas de fúlgido velo, las Ninfas y las Gracias,
al tiempo que la áurea Afrodira, mientras entona- 5

Tenla decidido de ante- conservar s61o para él la lanza


ban un hermoso canto, por el monte Ida, prddigo
parque Hefesta no había trabajado la madera. Pues en las bodas en veneros.
de Peleo y Tetis, los dioses, reunidos en el Pelión para el bau- A w o , 682P
quete, le traían obsequios a Pelea. Quirón, tras haber arrancado
un rozagante fresno, lo prepasó para una lanza. Dicen que Atenea
la pulió y Hefesto la guarnecib. Con esa lanza Peleo destacaba en A.üádase asimismo el que escribi6 los poemas Cipriacos:
los combates y después de él, Aqdes. La historia aparece en el
autor de las CipriaF. Cústor era mortal, y el destino d e la muerte le
Esco~iosA y min. A Ilíada XVI 140 estaba determinado. E n cambio era inmortal Pó-
tu, vástago de Ares.
CUMEN-~E
DE ALWANDR~A,Protrepiico 11 30, 5

De las flores usadas para ha- coronas hace menci6n el autor


del poema Las Ciprks, Hegesias o Estasino. Pues Demodamante
de Halicarnaso o de Mileto,en el Sobre Halicarnaso, dice que las
Cipriac son poemas de un halicamasio. Puen bien, quienquiera No se me oculta (...) que también el autor del poema las Ciprías,
que sea su autor, dice en el iiiro primero lo siguiente: sea un chipriota o Estasino, o como le guste que lo llamen, pre-
senta a Ndmesis perseguida por Zeus y metamorfoscada m pez
Se puso sobre su cuerpo los vestidos que las en los siguientes versos:
Gracias y las Horas habían hecho y teñido con
cuantas flores primaverales traen consigo tas Ho- Después de éstos (los Dioscuros), dio a luz
ras: azafrdn, jacinto, violeta lozana, hermoso ca- (Leda) la tercera Q Helena, asombro de los mar-
20. -9
130 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA ARCAICA

tales. A ella la había engendrado en tiempos NLme- -do eran aún vírgenes. Pues si los TindAridas no hubieran
sis, la de hermosa cabellera, unida en amor a Zeus, doquecido los primeros par sus primas hermanas, t a m p m
rey de los dioses, bajo violenta coacción. En efec- ~ ~ j m d rpor
o la hermana de éstos. Así lo dice también el Léxico
S m, huía y no quería unirse en amor al padre Zeus ~ ~ k r i enc oel Canto 111 de la Iliada, aunque también Licofdn
otra ve1si6n del tema y de los hijos de Afareo, Idas y Linceo.
Cronión, pues angustiaba su mente por el pudor
y la indignación. Por tierra y por las oscuras aguas E C ~ A NComentario
O, a Za RezOrica de Aristoieles 11 i 3
infecundas huía, mas Zeus la perseguía y ansiaba
en su dnimo alcanzarla. Ella, tomando unas veces
la forma de un pez por entre el oleaje del mar
muy bramador, perturbaba el ponto un largo tre- Lisímaco y &unos otros cuentan que de Helena nació también
10 cho. Otras veces, por la corriente del Océano y los Njcosuato. Pero el que compuso las Narraciones Ciprias dice que
confines de la tierra, otras veces por la tierra fir- fue Piistenes, con el mal llego a Chipre y que el que ella le parió
me, prddiga en labrantíos, se convertía continua- a Alejandro h e Agano.
mente en cuantas terribles criaturas sustenra la Escouo A EUR~PIDES, Andromaca 898
tierra firme para eludirlo.
ATENEO,334b

Helena, raptada por Alejandro, ignorante de la desgracia ocu-


rrida entretanto a sus hermanos los Dioscuros. supone que estos
(Entre las mujeres amadas por Zeus). Una de ellas era Néme- no se han dirigido a Troya por vergüenza por ella, puesto que
sis, a propdsito d e la cual, el autor de las Ciprias cuenta que había sido raptada antes por Teseo, como se ha dicho. Fue en
se metamoríosed en oca. que Zms la persigui6 y se unid a ella, efecto a consecuencia del rapto ocurrido entonces por lo que fue
y que eUa puso un huevo del que nació Helena. Paralelamente, saqueada Afidna, una ciudad del Atica, y Cástor fue herido en el
por el amor de Leda, Zrus se metamorfoseó en cisne. muslo derecho por Afidao, el entonces rey. L o s Dioscuros, al no
encontrar a Teseo70, saquean Atenas. La historia aparece en los
Fragmento 8 . 1 Bethe
Polemonios o en los Ciclicos, y en parte en Alcmán el lirico.
Escouo A min. A Ilfada 111 242

Cerca se halla un santuario de Hilaira y Feba. El autor del


poema las Ciprias dice que éstas son hijas de Apolo.
PhUS4NJAS. 111 16, 1 Hereas cuenta que Alico murjá a manos de Teseo junto a Afid-
na, y presenta como testimonio estos versos acerca de Alico:

M Quien, de acuerdo con la historia narrada en la Miniada,


De Tindáreo son hermanos también Afareo y Leucipo. Leucipo se encuentra en el Hades.
tenía dos hijas: Feba e Hilaira, a las que raptaron los Dioscuros
132 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA
CIPRIAS 133
al que Teseo mató e n combate e n la espaciosa
Afidna, por causa d e Helena, la d e hermosa ca- se dice que Alejandro UegÓ de Esparta a Ib6n cuando traía a
Helena, en tres días
bellera.
. Teseo 32
PLUTARCO disfrutando de una brisa propicia y d e un mar en
calma R.
En la Ilia&n dice que anduvo errante cuando la traía.
Aristarco considera preferible escribir henienon, de acuerdo
con una historia contada en las Ciprias. Pues el que escribi6 las H E R ~ O T11
O 117
.
Ciptias dice que Cástor, escondido como estaba en la encina,
fue visto por Linceo. Apolodoro sigue también esta variante.
Respecto a elios dice Didimo que, aunque ambos. Castor y Pblux,
estaban emboscadas bajo Ia encina, L i n w sdlo vio a Ckstor71 Menelao, ten por seguro que los dioses hicieron
(..J. Presentan como testimonio al que escribió las Ciprias, que del vino lo mejor para disiparles a los hombres
dice asi: mortales Zar inquietudes.
En seguida Linceo subió al Taigeto, fiado en sus Eso lo dice el poeta de las Ciprias, quienquiera que sea.
raudos pies. Al llegar a lo más alto, afalayd la isla , cf. Suda S.V. ainos, Eusr~cio,162.3.44
A ~ N E O35c;
toda del tantálida Pélope y el glorioso héroe 10s
vio d e inmediato con sus terribles ojos a ambos,
dentro de una encina hueca: a Cástor, domador de
caballos y al vencedor de competiciones, P ó l u . AL hijo de Aquiles, Hornera le da el nombre de Neoptdlemo en
Y acercdndoseles, hirió... todo e1 poema. E1 las Ca& (...) dice que le h e dado por
ESCOLIO Nemea X 114
A P~NDARO, Fénix porque Aquiles habla comenzado a combatir cuando era
aún muy joven de edad 74.
PAUSANIAS, X 26, 4

Que Cástor fue herido por un dardo por idas. hijo de Afareo,
lo escribe [Estasino (?)l.
(.. .) o bien sigue a Homero, que habla de kr tres hijas de Aga-
F n o D ~ u o De
, la Piedad. c. 34c
menbn, o, como dice el escritor de bs Ciprias, cuatro. distin-
guiendo Ifigenia e Ifianasa.
ESCOLTO L. A S~FOCLES,EIectra 157

Se@ estos versos y este pasaje, se demuestra y no minirna- n Aunque la cita no es un verso perfecto, parece ser una cita
mente, sino de la Forma más concluyente, que el poema las casi literai de un verso.
Cipl.iaF no es de Homero, sino de algún otro. Pues en las Ciprias n Ilíada 11 289, SS.
74 Es costumbre griega poner J hijo el nombre que convenía

71 Suprimimos cinco lineas del escolio, que se ocupan de una al padre, 6.TelCmaco me1 que combate de lejos. aludiendo a la
farragosa discusión filológica que no hace al caso. habilidad de Ulises con el arco, o Astianacte, .defensor de la
ciudad. epfteto que Ie cuadra a su padre, H h r .
CIPRIAS

Si Agamenón dijo lo siguiente: Algunos dicen que también Criseida fue raptada de Tebas.
Dicen que, por ser C r h una ciudad muy pequek, sin murallas
No pensaba encolerizar de un modo tan terrible y humilde, 10s que habían huido de eiia a causa de la guerra,
al ardido corazón de Aquiles, pues muy querido se hallaban en Tebas como más segura y mayor que era.
me era,
es cosa digna de estima.

De EsWo, el hijo de Dionisio. nace una hija, Reo. A ella se


unió Apdo. Al percatarse, Estafilo la metió en un cofre y la soltó
en el mar. EUa Llegó a Eubea y parió alli en una gruta a un niño
No sabemos que hubiera habido algún hijo de Linceo, pero si al que Hamo Anio por el sufrimiento que padeció por su causa 76.
de Idas, una hija. Cleopatra, con Marpesa, que compartió s u Apolo lo llevd a Delos y él, tras desposar a Doripa, engendró a
lecho con Meleagro. Pero el autor del poema ias Ciprins dice que las Enótropos: Eno, Esperno y Eleda, a las que Dionisio con-
fue de ProteUlao, que, cuando Ios griegos ganaron la costa de Ia cedió que convirtieran en semilla cuando quisieran. Ferécides
Tr6ade. se atrevi6 a desembarcar el primero. y que el nombre dice que Anio convenció a los griegos de que, acudiendo junto
de Ia mujer de este Protesilao era Polidora. Dice también que a él, permanecieran allí durante nueve años, y que les habla sido
fue hija de Meleagro, el hijo de Eneo. concedido por los dioses que al décimo año destniirian Troya.
1V 2, 7
PAUSANIAS, Y les prometió que serían nutridos por sus hijas. Aparece esto
en el autor de Las Ciprias.
ESCOLIO A LICOFR~K. 570
(Aquiles capturd a Briseida) tras haber saqueado la ciudad bien
amurallada. Pédaso. según los poetas de las Ciprias, pero según
él (Hornero), Lheso. Que Paiamedes fue ahwado cuando había salido a la captura
Escouo T A ¡liada XVI 57 de peces y que Diomedes y Ulises fwTon sus matadores lo sé
por haberlo leido en el poema las Cipriar.
P~usmrns,X 31, 2

Cuentan algunos que Criseida fue raptada de Tebas Hipopla-


cian y no por haberse rehgiado alU ni parque había ido a un Lesquesn y el poema las Ciprias hacen a Euridica esposa de
sacrificio de Artemis, como dice el que escribi6 las Ciprias, sino Eneas.
por ser compatriota o conciudadana de Andrhmaa. PAUSANIM, X 26, 1
76 Hay un juego de palabras intraducible entre Anio, nombre
del niiio y aniarhlnni 'padecer sufrimientos'.
75 Es decir, de la Tebas asibtica, al pie del monte Placio. Cf. PequejiP Ilfada, Fr. 20.
136 FRAGMENTOS DE GPICA GRIEGA ARCAICA CIPRIAS

Digo precisamente Io contrario de lo que wmpuso el Poeta, el Que ella Pohena) fue sacrificada por Neopt6lemo lo dicen
que dijo: Euripides e Ibic0. Pero el autor de las Cipriacas dice que, herida
De Zeus, el que hizo y engendrd iodo esto, no por Ulises Y Diomedw en la captura de la ciudad, fue sepultada
quieres hablar, pues donde hay temor, allí también por Neoptólemo, según escribe Glauco.
hay reverencia.
Asl pues, yo difiero de este poeta:
(Escolio) por lo razonable, se& el miedo. La cita es de las
C i p h de Estasino m. \
Haciéndose a la mar hacia Troya, los griegos toman tierra en
~ M NEutifrón
, lb,y Escouo 0.1. Misia y en su ignorancia, se apodetan de la ciudad <de Teutra-
nia> en la idea de que es Troya. Tklefo, hijo de Heracles y Auga,
la hija de AIeo. que era el rey de los Misios, a1 ver su país sa-
queado, m 6 a los misios y persiguib a los griegos hasta sus
También, en particular, la isla que hay tn el O b o , morada naves, tras haber matado a muchos de d o s . Al volverse Aquiles
de bc Ciorgonas, según dice el autor de las Ciprh: contra él. TU& se dio a la huida. En su carrera se enredó en
unos sannientos de vid y fue herido. Dioniso estaba irritado
Grdvida de él, parió a las Gorgonas, terribles contra Télefo, que lo había privado de honores. Los griegos die-
monstruos que habitaban, sobre el Océano de ron media vuelta y volvieron a Argos.
profundos torbellinos, Sarpeddn, la isla rocosa. Pero Tdefo se haiiaba aquejado por una herida incurable.
H m o n i ~ ~ 11,
o , phg. 914 Lenh Como el dios habia dicho que nada podría curarlo saivo lo que
lo había herido, fue a Argos. Una vez que prometi6 que no ayu-
daría a los troyanos, fue curado por Aquíles. Y Télefo les mostró
el Eamino de Troya.
Tal es la historia que cuentan los ndieroi. Pero según el poeta
Y p o su
~ parte, Estasino dice: (Hornero), fue Calcante el que mostrb a los griegos el camino
ilnsensato el que, iras matar al padre, deja vivos de Troya.
a los hijos! ESCOLIO A GEN. A Ilfudu 1 59
CL~MENIE
DE ALWANDR.~,S l l ~ l t l ~ t e iVI
S 2, 19, 1

78 Otro escolio a S -, Ayax 1974, le atribuye la frase a


Epicarmo. Se trata por tanto de una frase proverbial.
por todo ello a principios de siglo se han suscitado
algunas teorías que tienden a negar valor a la distribu-
ción de Proclo 2, bien postulando que existió una sola
epopeya de Arctino, de la que sólo quedan los fragmen-
tos de la Etidpidu y del Suco de Troya, mientras que
en su parte central, perdida, se contaban los episodios
que Proclo incluye en la Pequeña Ilíuda, bien creyendo
que los acontecimientos troyanos posteriores a los na-
rrados en la lfiada s610 comportaban un poema en once
cantos (esto es, los cinco de la Etidpida, los cuatro de la
Pequeña IZhda y los dos del Saco de Troya), con lo que
la Ilíada estaría arm6nicamente precedida por once can-
tos, los de las Ciprias, y seguida por otros once.
1. Fiabilidad del testimonio de Proclo En época reciente se tiende a negar valor a estas hipó-
tesis y a admitir, aun con las naturales reservas, la
La comparacih de los fragmentos conservados con
existencia de tres poemas independientes, especialmente
el resumen de Proclo pone de manifiesto que este autor,
por e1 testimonio de la llamada Tabula 1liaca;una serie
en su deseo de mantener la secuencia de los aconteci-
de anaglifos acompañados de inscripciones que preten-
mientos, ha omitido algunos episodios de los poemas
de ser resumen e ilustración de las epopeyas del Ciclo.
que compendia. Así, por ejemplo, el suicidio de Ayax se
Proceden estas inscripciones de época cristiana, pero el
narra, según Proclo, en la Pequeña Ilíada, pero el frag-
original del que derivan remonta al sigIo rv a. C. Ten-
mento 5 de la Etidpida pone de manifiesto que se aludía
dremos ocasi6n de ver incluso alguna divergencia entre
al tema también en esta obra. Igualmente en la Pequeña
las versiones de dos poemas sobre un mismo tema.
IIfada se hacía referencia a la caída de Troya (cfr. fr. 12
Frente a esta opinión que tiende a unificar las Postho-
y SS.) que, según Proclo, s610 se narraba en el Saco de men'ca existe otra divergente que tiende a ver dos obras
Troya dístintas en los dos episodios principales de la Etiópida:
Las dudas sobre la fiabilidad de Proclo ea este punto el de Pentesilea y el de Memnón, apoyándose en la refe-
se acrecientan al comprobar que en época prealejandri- rencia del Suda de que Hornero escribió una Amazonía.
na había ciel-tas vacilaciones en las referencias a estos Según esta teoría, Proclo habría unido ambos poemas
poemas. Por ejemplo, Aristóteles no distingue el Saco para mantener la secuencia de los acontecimientos.
de Troya de la Pequeña Zlíada, pero tíunpoco incluye en
Severyns ha hecho una ponderada critica de esta posi-
la temática a la que alude los episodios contenidos en
la Etiópida
2 Cf. A. Seve~m~, aL'Ethiopide d'Arctinos et la question du
cycle dpiquc*. Rev. de Phil. 49 (1925). 15S183.
3 A. S ~ R Y NrL'Ethiopide
S, ...», donde se recoge la bibliogra€ía
1 Aristbteles, Poética 23. sobre estas hipbtesis.
140 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

bilidad. En efecto, en contra de ella esta también el


testimonio de la Tabula Iliaca, que incluye ambos epi- 3. El resumen de Proclo
sodios en la Etiópida, pero ademas la unidad del poema
Pese al hecho de ocultar el suicidio de Ayax como
es clara. La figura central es Aquiles, cuyas ultimas
contenido de la Etiópida, el resumen de Prodo sigue
hazañas, su muerte y las consecuencias de la misma
nuestra principal fuente de informacibn, corro-
constituyen el hilo conductor de los acontecimientos.
borada en algunos puntos por la Tabula Iliaca y por
Un Aquiles, eso sí, diferente del de Homero. En este
Pseudo-Apolodoro,al que aludiremos más tarde. El texto
poema, sus rasgos dominantes son la emoción y la me-
del resumen de Proclo es el siguiente:
lancolía: enamorado de su primera víctima, tras haber-
Ia matado, no vacila en matar a Memnón, aun sabiendo Sigue a lo que se ha dicho la Ilíada de Homero,
que h muerte de &te traerá como consecuencia inme- tras la cual están los cinco libros de la Etiopida d e
diata la suya propia. Después de su muerte, el mismo Arctino de Mileto, cuyo contenido es el siguiente:
pathos preside la súplica de su madre a Zeus, todo ello
en ese nuevo enfoque romántico de la épica propio del La amazona Pentesilea, hija de Ares, tracia de
Ciclo. origen, llega junto a los troyanos, dispuesta a com-
batir como aliada de ellos. Cuando destacaba en In
batalla, la mata Aquiles y los troyanos la sepultan.
Aquiles mata a Tersites, al ser objeto de las inju-
2. Autor y fecha rias de éste y por haberle echado en cara un su-
puesto amor por Pentesileu. Despuks de eso surge
La Tabula Iliaca atribuye la Etidpidu a Arctino d e una disputa entre los aqueos a propósito de la
Mileto, acerca del cual se ha hablado ya en la introduc-
muerte de Tersites.
ción a la Titanomaquia. Por tanto, y teniendo en cuenta Después de eso, Aquiles se embarca en dirección
que entró en competencia con Lesques, la fecha de
a Lesbos y tras haber celebrado un sacrificio en
composicibn de nuestro poema es aproximadamente
honor de Apdo, Artemis y Leto, es purificado del
finales del siglo VIII a. C., es decir, la época en que
crimen por Ulises.
Mileto. la patria del poeta, enviaba los primeros colonos
Memnón, hijo de la Aurora, provisto de panoplia
al mar Negro. Ello explica la Frecuencia con que k c t i n o
forjada por Hefesto, llega junto a los troyanos,
alude a la geografía de estas regiones. Por otra parte,
dispuesto a ayudarlos. Tetis le predice a su hijo
existía en Mileto particular devoción por Aquiles, a
lo que se refiere a Memnón.
quien se rendía culto, lo cual influye en el nacimiento
Al producirse un choque, Antíloco muere a ma-
de un poema dedicado a la muerte del hdroe y su pos-
nos de Memndn. Luego, Aquiles mata n Memnbn.
terior destino '.
La Aurora le concede IQ inmortalidad, tras habér-
selo suplicado a Zeus.
Despubs de haber puesto en fuga a los troyanos,
4 Cf- A. S ~ Y N Sd'fithiopide
, ...m, pág. 161. y al precipitarse contra la ciudad, Aquiles sucumbe
a manos de Paris y Apolo. Promovida uMa violenta Aparece, pues, en escena la amazona Pentesilea, cuya
lucha elz torno al cadáver, Aycu-, que logra retirar- historia nos amplía PseudeApolodoro %
lo, se lo lleva a los naves, mientras Ulises rechaza
hija de Otrera y Ares, que había matado involun-
a los troyamos.
tariarnente a Hipólita y una vez purificada por
Luego entierran a AntiIoco y exponen el cadáver
Príamo, al sobrevenir la batalh, mata a muchos,
d e Aquiles.
entre ellos tambidn a Macaón.
Tetis, llegada con las Musas y sus hermanas,
entona el planto por su hijo. Después de eso, Tetis,
tras arrebatar a su hijo de la pira, se lo IIeva a la ~l vacío dejado por el campeón troyano, Héctor, se cubre
isla L a c a 5. en este poema con la aparición de una figura, sin duda
Los aqueos levantan un túmulo e instituyen mas exótica, una belicosa Amazona, tema de múltiples
juegos. A propdsito de las armas de AquiIes sobre- representaciones figuradas griegas ya desde el 700 a. C.,
viene una disputa entre Ulises y Ayax. con su insólito atuendo y de lejana patria. Habitual-
mente situadas a orillas del Temodonte, las amazonas
no son personajes familiares a Hornero. Este s6lo alude
un par de veces 8 , de forma poco especifica, a las viriles
4 . Análisis del contenido del poema
amazonas, emplazándolas en Asia Menor, En cuanto a
Pentesilea, le es totalmente desconocida.
Trataremos ahora de hacer coincidir los escasos frag-
El encuentro de Aquiles, el gran campeón griego, con
mentos de que disponemos con el resumen de Proclo
Pentesilea, no se hace esperar. Probablemente a esa
y con algún otro testimonio adicional. Para ello dividi-
escena pertenece el fr. 2, que recoge la pregunta de Aqui-
remos el contenido convencionalmente en varios epi-
les a Pentesilea acerca de su linaje. No es extraño a la
sodios.
épica antigua este tipo de escenas, cuyo ejempIo más
La muerte y los posteriores funerales
ilustre es e1 encuentro entre Diomedes y Glauco en la
de Héctor, el gran campeón troyano,
Ilíada 9. La tendencia romántica típica de los autores del
Peniesilea marcaban el final de la IIíada. El fr. I
Ciclo Ileva entonces la acción por los derroteros amoro-
de la Etiópida enlaza directamente con
sos y Aquiles se siente atraído por la amazona muerta lo.
el úitirno verso de la Iliuda, y ello me-
Es entonces cuando Aquiles mata a Tersites por haberse
diante la sustitución del epiteto de Héctor udornador de
caballos», por la frase ~y llegó la amazona», lo que indi-
ca un deseo expreso de crear un lazo de uni6n en la 6 PsPUDD-APOLODORO, V 1.
secuencia de los acontecimientos entre los dos poemas. 7Hipólita es hermana de Pentesilea.
a lliada 111 189. VI 186.
Lo que ignoramos es el momento en el que esta cone- 9 Iliada VI 119 SS. Cf. la parodia de este tipo de escenas en la
xión se produjo, esto es, si remonta a fecha antigua o B~tracomiomaguia,publicada junto con los Himnos Homéricos
procede de la mano de un rapsodo o editor posterior. en estamisma coIecci6n.
lo Según una tradícidn iardia más morbosa, Aquiles se une
5 Esto es, *La Blanca*. sexualmente al cadáver de la ammna.
atrevido a censurarle su conducta. En diversas fuentes, MemnÓn en el epítome de Proclo nos hace suponer que
que bien pueden remontar a la Etiópida l1 se nos esboza su panoplia seria objeto de una larga descripción en el
un Tersites muy distinto del que aparece en Hornero u, poema, al estilo del Escudo de Hesiodo, o del Can-
donde es un personaje innoble, el más feo que llego al to XVIII de la Ilíada.
pie de Troya, descrito con los tintes más grotescos y La predicción de Tetis aludida por Procb incluía p m
castigado por Ulises de forma humillante por haberse bablemente la muerte de Mernnón a manos de Aquiles
atrevido a increpar a Agamenón. En la Etiópida se alu- y ]a inmediata del Pelida. En la Ilíada l4 se alude a una
día probablemente a su parentesco con Diomedes del p f e c i a de Tetis
que en fuentes posteriores se dice que era primo, lo que
implica su noble origen. Por ello el asesinato de Tersites que decía que al pie del muro de los troyanos, a r -
provoca una disputa entre los aqueos, que sólo cesa mados de coraza, perecería ante las veloces s a e t a s
cuando Aquiles accede a purifcarse en Lesbos de su de Apolo.
crimen.
El hecho que va a desencadenar el
Como si intentara hacer participar en choque entre los dos campeones va a
el conflicto troyano a todos los extre- Anliloco ser la muerte de Antíioco, el joven hijo
Memnón mos del mundo, el autor de la Etidpida de Néstor, a manos de Memnón. Pinda-
pone en escena, tras la muerte de Pente- m, que sigue aquí con seguridad la
silea, procedente del extremo norte, a Etiópida, nos relata su muerte
Memnón, caudillo de los etíopes a los que los griegos si- Antiloco, que pereció por su padre, ai hacer fren-
tuaban en lugares indeterminados en los extremos este y te al homicida caudillo de los etíopes, a Mernndn.
sur. Es precisamente Ia aparicidn de estos etíopes la que Herido por tos dardos de Paris, un caballo trababa
da nombre al poema. La localización al este de los e t í e el carro de Nbstor y aqudl le apuntaba con la po-
pes concuerda bien con el hecho de que Memn6a es hijo derosa lanza La turbada mente del anciano mese-
de la Aurora y de Titono Desde el primer momento nio liarnd a su hijo y naturulmente su grito no cayó
Mernnón se perfila como el gran antagonista de Aquiles. a tierra, sino que, al permanecer d í , el vardn di-
Como él, es hijo de diosa y mortal, y como e1 lleva vina comprd con su muerte la salvocidn de su
armas hechas por Hefesto. Esta alusi6n a las armas de padre.

11 CP.F. VIAN,Recherches sur les Posthomerica de Quintus d e Igual que en la I l k & la muerte de Patroclo mueve
Smyme. París, 1959, phg. 21. a Aquiles a combatir contra Héctor, en este poema es
12 Ilíaálr 11 211 SS. Sobre el origen de Tersites, cf. J. EBERT.
aDie Gestalt des Thersites in der Ilias~.Philologus 113 (19691, 14 Iliada XXI 2574.
159-175. 15 F~NDARO, Pitica VI 2842. Un epicedio paralelo se narra en la
u Cf. sobre Titono el Himno a Afrodita, en mis Himnos Ho- IIinda VI11 90 SS. y sus protagonistas son Nbtor y Diomedes,
mericos. El nombre de Titono 10 da explícitamente PSEUDO-APOLO- salvador del anciano. La muerte de Antiiofo es aludida en Odisea
DORO, V 3. IV 187-8.
146 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

la de Antíloco la que lo impulsa contra Memn6n. El atreverán a resistir, aunque Héctor ya no esfa
paralelismo con la secuencia de los hechos de la Ilíada con ellos.
se acentúa si es cierto que, como parece, en la Etiopida
se incluía una escena paralela a la descrita en la Ilíada l6 La diferencia consiste en que en la Ilíada Aquiles cam-
para Héctor y Aquiles en la que se pesaban las suertes bia de opinión y prefiere enterrar solemnemente a Pa-
de La muerte. trocla, mientras que en la Etiópida se lanza efectivamen-
te tras los troyanos y muere, d e acuerdo con la profecía
El padre l7 tendió la balanza d e oro. E n ella puso
de Héctor que se recoge en la llíada ":
las dos suertes de la muy lamentable muerte: una,
de Aquiles, otra, de Hécror, domador d e caballos. el día en que Paris y Febo Apolo, aun valiente
La cogió, tomándola por el centro, y peso más el como eres, le maten junto a las Puertas Esceas 21.
dia fala1 de Héctor, así que se fue hacia el Hades.
Recientemente un texto papiraceo nos ha ofrecido un
Esta escena, para Aquíles y Memnón, fue imitada por [ragrnento que parece pertenecer a esta obra, recogido
Esquilo la, verosímilmente de este poema. aquí con el número 3. Tras el final de una profecía divi-
na, no sabemos en boca de quién (quizá de Tetis), que
El choque tiene lugar y Aquiles mata le anuncia a alguien (probablemente Aquiles) su marcha
Muerte
a Meronon, tras lo cual la Aurora supli- hacia los Campos Eliseos, se entabla en tomo al cuerpo
y jmerdes ca a Zeus que le conceda la inrnortali- del Peljda una dura lucha entre 10s troyanos, que inten-
de AWiles dad a su hijo y Zeus le otorga su peti- tan despojarlo, y los aqueos, que tratan de rescatar el
ción. cadáver. La mayor dificultad de esta extensa cita Literal
Los acontecimientos se precipitan. Aquiles, en su em- es que los papeles atribuidos a Ayax y Uiises por Proclo
puje, persigue a los troyanos, tal y como en la Iliada, aparecen invertidos en nuestro fragmento: parece que
tras la muerte de Héctor incita a los aqueos 19: es Ulises el que carga el cuerpo y Ayax el que rechaza
a los troyanos, o al menos tal es la propuesta de Ulises,
-iAmigos, capitanes y caudillos de los argivos!
que quizá se I l e v m al final a efecto al revés. También
Puesto que los dioses nos permitieron que vencié-
puede pensarsez que sea ésta la versión de la Etiópida
ramos a este varón, que nos causá muchos males,
y que Proclo recoja la de la Pequeña Ilíada, que también
cuantos ni todos los demás juntos, ea, cerquemos
se ocupaba del tema. Dado que se ha perdido casi com-
la ciudad con las armas, para ver si conocemos
pletamente el texto al final de1 episodio no podemos
qué intenciones tienen los rroyanos, si es que van
afirmar nada con seguridad.
a abandonar la ciudadela a Ia muerte de dste o se
m lliada XXII 358-360.C f . la de Tetis, antes aludida. y la de
16 Ilíuda XXII 208-213. su caballo Janto en lliada X I X 416417.
17 Zeus. 21 La localización en las Puertas Esceas es confirmada por el
la Fragmento 2M Mette. testimonio del P S E W A P O ~ R O , V 3, y por la Tabula Iliuca.
19 Iiíada XXIT 378384- Cf. H w r , Greek epic ..., p i g . 150.
148 F R A G M E N T O S DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

A continuación se narraban los Funerales de Antiloco alternándose con su hermosa voz, entonaron un
y Aquiles. El dolor de Néstor por su hijo muerto aparece freno. Allí no verías a ninguno de los argivos sin
descrito en los fragmentos # A y #B. En cuanto a la esce- llanto, pues de tal modo les conmovía la Musa
na de las ceremonias fúnebres debía de ser similar a las sonora.
descritas por Hornero *. Merece la pena recoger aquí la Diecisiete noches y durante el día de igual modo,
descripción de los funerdes de Aquiles, tal y como se te lloramos dioses inmortales y hombres mortales.
narran en la Odisea 24: Al decimoctavo te entregamos al fuego, y e n torno
tuyo sacrificamos pingües ovejas y bueyes de cur-
Pero en cuanto te llevamos fuera del combate, vados cuernos. Ardiste con vestiduras de dioses,
a las naves, te pusimos en un fecho, una vez que
abundante ungüento y dulce miel. Y muchos hé-
2nvarnos tu hermoso cuerpo con agua tibia y con roes aqueos circularon con sus armas en torno a la
ungüento. Muchas lágrimas ardientes vertieron por pira en que ardías, tanto infantes como jinetes.
ti los ddnaos, y se cortaban los cabellos.
Enorme fue el tumulto que se suscitó. Pero cuan-
Tu madre surgió del mar con las marinas dei- do la llama de Hejesto te hubo consumido al alba,
dades, al enterarse de la noticia. Un griterío sobre-
recogimos, Aquiles, tus blancos huesos en vino
humano se alzó sobre el ponto y el templor se apo-
puro y en ungüento, y tu madre nos dio un dnfora
deró de todos los aqueos. Y sin duda que se ha- d e oro. Regalo d e Dioniso aseguraba que era, y
brían lanzado de un sdto a las cdncavas naves, si obra del muy ilustre Hefesto. En ella están tus
no los hubiese conrenido un vardn conocedor de blancos huesos, ilustre Aquiles, junto con los del
muchas cosas y antiguas. Néstor, cuya opinión, ya fallecido Patroclo, hijo de Menecio, y aparte de los
de antiguo se consideraba la mejor. Así que éste, de Antiloco, al que apreciaste muy por encima de
discreto como era, les arengo y les dijo:
todos los demás camaradas, después de la muerte
-jDeteneos, argivos! ¡No huydis, hijos de los d e Patroclo.
aqueos! ;Es IQ madre, ésta que surge del mar con En torno a.arnbos, luego, levantamos u n grande
las marinas deidades, para acudir al encuentro de e irreprochable túmulo la sacra hueste de los lan-
su hijo muerto! ceros argivos, en un prominente acantilado, sobre
Asi dijo. Y det~vieronsu huida los magnánimos el ancho Helesponto, para que fuera conspicuo
aqueos. desde el ponto a los hombres, tanto a los que
En tomo tuyo se dispusieron las hijas del Viejo ahora viven, como a los que existira'n en el futuro.
del Marn, profiriendo penosos lamentos, y te pu-
sieron divinos vestidos. Las nueve Musas todas. La suerte del cuerpo d e Aquiles es diferente en la
Eriópida. No es sepultado en Troya, sino que es llevado,
Por ejemplo, los funerales de Patroclo en la I l i ~ d a . tras habersele concedido la inmortalidad, de forma pa-
Odisea XXIV 43-84,en boca de Agamenón, que se dirige a ralela a Memnón, a la isla Leuca, situada en la boca del
Aquiles en el otro mundo. Danubio.
e El Viejo del Mar se identifica posteriormente con Nereo.
í5f.l FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCALCA

Tras la cremación del cadáver, como era tradicional Rev. de Phd. 49 {1925), pags. 153-183; d a patne de Penthésilée~,
en el caso de los grandes héroes, se celebran juegos M@. Belg. 30 (1926). págs. 119130; Cycle ..., págs. 313-328; HUXLEY,
fúnebres en su honor. También esta escena debía tener Creek epic ..., p&s. 144150; F. VW, Recherches sur les Poslho-
cierta extensión en el poema. El Pseud*Apolodoro 3 es rnerica de Q u i n t u de S m y m , Pan's, 1959; E. FWNKEL, =Vergil
algo mas explicito que Proclo, pues nos conserva una and the Tithiopiss, Philologus 87 (1932), págs. 242 SS.
lista de vencedores:
Eumelo vence en la carrera de carros, Diomedes, 6. Texto seguido para nuestra traducción
en el estadio n, Ayax, en el disco, Teucro, en el tiro
al arco. Los fragmentos recogidos en La edición de ALLEN se han visto
bastante acrecentados. por lo que he preferido numerarlos de
Probablemente en este contexto hay que situar el fr. 5, nuevo. El. fr. 1 corresponde al fr. 1 ALLBN,el fr. 2 está tomado de
la historia de Forbante, que verosímilmente es el mismo pOry. 16113.146 SS.. el Fr. 3 de POxy. 2510. con los complementos
personaje que en la ¡liada se denomina Panopeo, padre propuestos por su editor, D. P-. a partir de la comparación con
de Epeo, otro gran pugilista *. textos homérims. 4A y 4 8 son versos de Propercio y Juvenal que
Tras de los juegos, se celebra el juicio por las armas ap-n en la edición de ALLEN sin numerar. El fragmento 5 lo
edit6 el propio AtL&N en Cless. Rev. Zl (1913). pig. 190. y el 6
de Aquiles, tema éste en el que se encabalgan las narra- corresponde al fr. 2 AUEN.
ciones de la Etiópida y la Pequeña Ilíada, razón por la
cual hablaré del tema mAs extensamente en la introduc-
ción a esta obra. Baste decir aquí que Ayax, que verosi-
milmente en la Etiópida era pariente de Aquiles se
suicidaba al conocer la adjudicación de las armas a Uli-
ses, tal y como se recoge en el Fr. 6.

Ediciones: KIH~EL,Epicorum ....págs. 32-36: ALLEN, Homeri ope-


ra. &s. 125127; EVBLYN-WHIIE.págs. 506-508.
Estudios: RZACH,S.V. Kyklos, en PA~LY-WISSOWA. R E . ; A . SEW-
RYNS, ~L'éthiopide dlArctinos et la questíon du Cycle épiquen,

26 PSEVDO-APOLODORO, V. 5. Cf. para una descripción de juegos


funerarios la que aparece en la lliada sobre los juegos £unerarios
de Patroclo.
n Esto es, en la carrera a pie.
1.8 Cf. Ilíada XXIlI 665.
29 Los datos para esta suposición los recoge F. V I ~ NRecher-
,
ches ..., pAg. 23.
(Hacia el cadáver> se lanzaron los aqueos de s
hermosas grebus.
(Mas cuando vieron> que los aqueos rraiaban
d e llevarse el cadáver <de Aquiles,) se lanzaron
todos armados (desde Troya> para luchar en
torno al cadáver del caído.
El hijo d e (L.aertes> le dijo al <hijo> de
Telamón:
<-,-Aya del linaje d e Zeus,> Telamonio, jefe i o
de ejercitas! Ea, saquemos a hombros del combare
el cadáver ...en la mente.. . <mientras yo saco> a
hombros el cadáver, tú <cúbreme la retirada.>
Algunos escriben:
(Combatían> troyanos y agueos ...el cuerpo 15
Así honraban éstos el sepulcro de Héctor. Mas de Aquiles ... por tierra.
llegó la Amazona, hija del magnánimo Ares, mara- . . . por encima d e sus espaldas ... por el sudor.
dor de hombres. Regó la tierra ( l a sangreu> Ulises cargó ( e l
ESCOLIOT A Iliada XXIV 804 cuerpo, pero Ayax.. .>
PAPIRODE OXIRRTNCO
2510

-(Y tú, mujer, d e quién te glorias de ser des-


cendiente? ;Hasta cuándo, pues. se rnantendra el soplo de una hora tan
incierta? Tres generaciones desputs se vieron las cenitas de Nés-
Y a continuación expone también Arctino toda la muerte de tor. Con todo, si le hubiera acortado los hados de su larga vejcz
ésta 3. un soldado gáiicoí* en los mums de Troya, no habría visto ente-
PAPIRODE OXTRRINCO
1611, 3, 146 rrar el memo de Anffloco ni habria dicho: *Muerte. ¿por qué
me llegas tardía?,
PROPERC~O, 11 13. 45 SS

...(pura que> los inmortales te envíen a donde


se hdla el rubio Radamantis. El rey de Piio, si es que das algún crédito a Hornero, fue ejem-
(Habiendo hablado así,> se encaminó al gran plo de una vida casi tan larga como la de la corneja. Feliz, en
Olimpo. efecto el que por generaciones aplaza su muerte y cuenta los años
con su diestra y el que bebe tantas veces el mosto nuevo. Suplico

3 En el papiro. muy fragmentario, se puede leer Pente[ (vero- 31 Puede ser tambitn .el sudor..
símilmente, Pentesilecl) y corcel del norte. 32 Del n o Galo, de Frigia, esto es, frigio.
154 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

le oigas por un instante cuánto se queja el mismo de las leya


de los hados y de un hilo de la vida demasiado largo, cuando ve
ardiendo la barba del valeroso Antiloco, cuando pregunta a todos
los camaradas que se hallan a su lado por quC dura hasta esos
momentos, qué crimen lo hizo digno de una existencia tan larga.
JUVENU, Suzim X 246 SS.

Forbante, que llegó a ser el más vaieroso de los de su epoca,


pero soberbio, ejercía el pugilato y. obligando a los que pasaban
por su lado a combatir, los mataba. Por su tamaüa soberbia
quiso también tener e1 mismo orgulIo con 106 dioses, por lo que
Apolo se presentb, vino a las manos con Cl y lo rnatb. Por lo cual
al dios se le considera tambi6n patrono del pugilato. La historia, 1. Autor y fecha de composición del poema
en los Cfclicos.
ESCOLIOAl3 A Iliada XXIII 660
La gran mayoría de los fragmentos (5, 12 al 20) dan
como autor de la Pequeña Zlíada a Lesques de Pirra o,
según Proclo, de MitiIene, ambas ciudades de Lesbos.
Sobre la cronología de este poeta disponemos de noti-
El autor de la Etidpida dice que Ayax se mató al alba.
cias antiguas, la más interesante de las cuales es la de
Clemente de Alejandrial, que nos informa de lo si-
ESCOLIO A PÍHOiSRo. fstmica III 53
guiente:
Aigunos sitrian a Terpandro en una época mas
antigua. Heldnico cuenta que éste nació en epoca
de Midas. Fanías, que sitúa a Lesques el lesbio
antes que a Terpandro, cuenta que Terpandro era
más joven que Arquíloco y que Lesques compitió
con Arctino y lo vencid. Janto de Lidia lo fecha
en la decimoctava olirnpulda.

La olimpíada decimoctava se sitúa en el 708 a. C. Dado


que Terpandro se fecha con bastante claridad alrededor
del 646 a. C., y conocida la cronología de Arctino, parece
que hay bastante coincidencia en los datos. Lesques,
más joven que Arctino, debió competir con 61 hacia el
700 a. C.
L a diferencia generacional se percibe claramente. En
Lesques se nota, frente al cambio progresivo de una La versión que nos ofrece el resumen de Proclo sobre
sociedad a la que cada vez le van interesando menos este poema es la siguiente:
los grandes temas épicos, una mayor afición por los
A continuacicin están los cuatro libros d e la Pe-
episodios novelescos e incluso burlescos, en un afan de queña Iliada de Lesques de Mitilene, cuyo conteni-
originalidad en el tratamiento de los temas que le lleva
do es el siguiente:
a complicarlos de forma a veces excesiva y extravagante.
El fr. 6 habla de otros candidatos a la autoria de la Tiene lugar el juicio de las armas y Ulises las
Pequeña Iliada: Testórides el Focense, Cinetón el Lace- consigue, según la voluntad de Atenea. A y a , que
demonio y Diodoro Eritreo. Del primero sólo se nos ha se vuelve loco, destroza e2 botln de los aqueos y
conservado una anécdota * según la cual era un profesor se da nzuerte a sí mismo.
de gramática que conoció a Hornero e hizo pasar por Después de eso, Ulises tiende una emboscada a
suyos algunos poemas. Sobre Cinetón, basta referirnos Hdleno y lo captura. Al vaticinar éste acerca de
a la introducción que se le dedica en el capítulo dedi- la roma d e la ciudad, Diomedes trae a FiIoctetes
cado a su obra. En todo caso, estas atribuciones no se desde Lemnos. Curado este por Macaón, mata a
imponen sobra la opinión mayoritaria de que el poema Alejandro en combate singular. El cadáver, ultra-
fue compuesto por Lesques, sino simplemente indican jado por Menelao, logran Ilevúrselo los troyanos
que se trataba de un tema que interesó extraordinaria- y lo entierran.
mente a los poetas de la dpoca (y aún a los poetas pos- Después de eso, Deífobo desposa a Hetena.
teriores, piénsese por ejemplo en las obras de Quinto Ulises se trae a Neoptdlemo de Esciros y le da
de Esrnirna y Trifiodoro, siglos después de Cristo, que las armas de su padre. Aquiles se les aparece 4.
siguen tratando del tema en hexámetros), y por tanto, Eurfpilo, hijo de Tklefo, llega en auxilio de los
se hicieron varias versiones de él. troyanos. Aunque destaca en la batalla, lo mata
De otra parte Lesques parece ser autor también de un Neoprdlemo.
poema biográfico sobre Homero, citado aun por Plutar- Los troyanos sufren el asedio.
co en el siglo I d. C. A 61 se alude en el fr. 23, donde no Epeo, de acuerdo con el plan de Atenea, cons-
debemos interpretar la frase según dice Lesques como truye el caballo de madera.
una indicación de que el fragmento citado Musa, hábln- Ulises, tras haberse desfigurado, se presenta en
me de aquellas cosas, etc., pertenezca a la Pequeña Ilia- Troya como espía y, reconocido por Helena, pla-
'
da, sino que Plutarco está usando este poema biográfico
de Lesques como fuente de la anécdota completa3.
por M. L. Wesr. eThe Contest of Homer and Hesiodm, Class.
Quarf. 17 (1967). 439,
2 PSEL~O-HER~DOTO,Vida de Hornero XV. 4 Probablemente en sueños, como es lo habitual en estos
3 Cf. HUXLEY, Greek epic ..., págs. 1591611. Hipoiesjs negada poemas.
158 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

nea con ella la captura de la ciudad. Tras matar Con todo ello y los fragmentos que se nos han con-
a algunos troyanos, regresa a las naves. servad~,trataremos d e esbozar el contenido del poema,
Después de eso, con la ayuda de Diomedes, se dividiéndolo convencionalmente en una serie de epi-
lleva de Troya el Paladion. sodios.
Luego, una vez que han hecho entrar a los me-
También se nos han conservado los
jores en el caballo de madera y han quemado las
versos iniciales de este poema (fr. I ) ,
riendas, los demás griegos se retiran d e Ténedos, proemio
Los rroyanos, pensando que se han librado de que aluden al lugar en el que aconte-
cieron los hechos. Dardania fue funda-
sus males, acogen en la ciudad el caballo de ma-
da, de acuerdo con la Iliadaq por Dár-
dera, tras abrir una brecha e n el muro, y se ban-
dano, antes de la fundación de Troya y de siempre fue
quetean, e n la idea d e que han vencido a los
famosa por sus potros. Lo que resulta peculiar es la
griegos.
utilización de la primera persona acantor frente a la
tradicional invocación a la Musa7,
3. Andlisis del conrenido del poema
El primer episodio de la Pequefia
Proclo detiene en este punto el resumen, llevado de E1 juicio
lliada era el juicio que se entabla para
su ya conocido esfuerzo por mantener la secuencia de de las or- asignar a1 mejor campeón griego las
10s acontecimientos, pero la existencia de una serie de m a s del fallecido Aquiles. Dado el
fragmentos que aluden a episodios de la toma de Troya gran prestigio de los dos pretendientes
nos indican que en éstos se superponían la Pequeña a la panoplia, Ayax y Ulises, la situación se hace dificil
i/íada y el Saco de Troya. En este sentido vuelve a ser- para los jueces, que recurren a un expediente narrado
nos de utilidad la Tabula Iliaca, que da como aconteci- en el fr. 2: espiar las conversaciones del enemigo para
mientos contenidos en esta obra los siguientes: Eurípilo, decidir entre los dos. Se logra escuchar un diálogo entre
Neoptdemo, Ulises, Diomedes, Palas, el caballo de ma- dos jóvenes, una de las cuales alude a que fue Ayax el
dera, troyanns y frigios entran el caballo, Príamo. Sinón, que se llevó el cadáver de Aquiles, mientras la otra,
Cusandra, las Puertas Esceos5. Asimismo es fundamen- instigada por Atenea, hace recaer el mérito de la hazaña
tal la descripción debida a Pausanias de una pintura de sobre Ulises, que resistió e1 ataque troyano, mientras
Polignoto en Delfos sobre este tema, por sus numerosas Ayax cargaba con el cuerpo. Esta novelesca versión di-
referencias al poema de Lesques (cf. fragmentos 13-16, fiere de la que narraba la Etiopida, en la que los jueces
18, 1 9 3 , 20). eran prisioneros troyanos e. Hornero alude al tema en

5 Aún puede añadirse el testimonio de Arus?6ra~s,Poética


X X I I I , 145P 37: de la Pequetin Muda (hay material) para a2 me- b lliada XX 215 SS.
nos ocho (tragedias); como el Juicio de las Armas, Filotectetes, 7 CF. a este respecto las consideraciones de HUX~EY,Greek
Neoptólemo, Eurípilo, la Mendicidad (de Ullres), las iucedemo- epic..., pág. 151 y SS.
nius, Saco de Troya, la Partida, Sindn, las Troyanas. 8 A juzgar por PSEUDO-APOLODORO, V 6.
la Odisea, cuando Ulises encuentra a Áyax en los in. La historia del nacimiento de Neop-
fiernos 9: Llegada tólemo, el hijo de Aquiles, debía na-
Sóío el alma de Ayax Telarnonio se mantenía s eo en la Pequeña llíada y es a este
de ~ ~ ~ ~ * ó lr re am
aparte, irritada por la victoria que obtuve sobre episodio sin duda al que se refiere el
e1 al ser objeto de juicio, junto a las naves, por fr. 4. Aquiles, al regreso de la desafor-
las armas de Aquiles. Lo propuso su venerable tunada campafia contra Tklefo, es arrojado por la tem-
madre. Juzgaron los hijos de los troyanos y Pdss p t a d a Esciro, donde casa con Deidamia, la hija del
Atenea. rey. De la unión nace Neoptólemo que debió quedar al
cuidado de su madre cuando Aquiles parti8 de nuevo
En esta alusión no está claro qué versión conoce Ho- para la campaña troyana. Resulta una feliz idea del poe-
mero, porque puides puede entenderse tanto como c h - ta el que Ulises devuelva ai hijo del héroe las armas
josm (y entonces se trataría de los prisioneros) o como que habían pertenecido a su padre y que habían provo-
*hijas, (con lo que se mencionarían las muchachas alu- =ado el triste incidente del juicio y la muerte de A y a .
didas en la Pequeña Iliada). probablemente es en este contexto, en una descripción
Ayax no puede soportar el fallo y enloquece. Pretende detallada de las magníficas armas de Aquiles, donde hay
matar a los argivos pero, engañado por Atenea, se ensa- que situar el fr. 5 que achaca la dificuItad de manejo
ña, como una prefiguración de Don Quijote, con un reba- de su Ianza IZ a la posesión de una extraña punta doble.
ño de corderos. Al recobrar la razón se suicida. El tema
tuvo un tratamiento de extraordinario dramatismo en Eurípilo era hijo de Télefo y de As-
la tragedia sofóclea Ayax, que se inspira precisamente tíoca. Sólo con e1 consentimiento de
en el tema cíclico. Euripilo su madre accedía Eurícolo a ir a la
Como consecuencia de su frustrado intento, Ayax no guerra de Troya. Por eilo Príamo obtie-
recibe los funerales tradicionales para los grandes h e ne el permiso de la madre a cambio de
mes &picos,sino que es sencillamente enterrado en un un regaIo que se describe en el fr. 6, una vid de oro,
féretro (fr. 3). El lugar de su sepultura, según Pseude semejante con toda probabilidad a las que nos han de-
Apolodoro lo, es Roteo. parado las excavaciones arqueológicas de las tumbas
reales de Ur, obras de refinados orfebres trabajadas
Ulises captura a Héleno, un hijo de
en torno a un pivote de madera. El objeto lo realizó el
Príamo, quien le revela que la captura
Regreso artesano divino, Hefesto, y Zeus lo regal6, tras el rapto
de Fgoc,eres de Troya s61o es posible con la interven-
de Ganimedes, a su padre Laomedonte. El poema con-
ción de Filoctetes, por lo cual Diomedes
acude a buscarloH.De los acontecimien-
tos narrados por Proclo hasta la boda de Deifobo con a buscarlo héroes semejantes a los dioses, lo que implicaría aigim
Helena no nos ha quedado ningún Fragmento. acompaiiaute. Algunos autores han supuesto que seria el propio
Ulises. En otras versiones hay variantes sobre el personaje que va
9 Odisea X1 544 sr. a buscarlo.
10 P m o - A P O L ~ DV~ 7.R ~ , u Sobre la lanza de Aquiles, cf. La introduccibn a las Ciprias.
li P ~ A R refiere
O el hecho en Pitica 1 51 ss. y dice que fueron
taría cómo pasó luego de generación en generación hasta naves de los agueos. De esta traza penetró en la
Priamo. ciudad de los troyanos.
Una vez que llega a Troya, Eurípilo conoce primero A todos ellos les pasó inadvertido. S810 yo rece
el éxito en el combate y mata entre otros al médico Ma. nocí quién era y le interrogue. El me eludía con
caón (fr. 7), pero acaba por morir a manos de Neoptói su aslucia, pero cuando yo lo boné y lo ungí con
lemo. Homero conoce este incidente y lo refjere así1+ aceite y le puse un traje, al tiempo que fe prome-
(Neoptótemo) mató con el bronce al hijo de T & tía con un poderoso juramento que no descubriria
lefo, al héroe Eurípilo. Y muchos ceteos 14, cama- a Ulises entre los troyanos hasta que volviera a los
radas suyos, murieron a su alrededor, a causa de raudos bajeles y a las tiendas, entonces me refirib
los regalos de una mujer. lodo el plan de los aqueos. Después d e matar a
muchos troyanos con el afilado bronce, llegd con
Con lo que se refiere como es obvio a la vid que as ti^ los argivos y llevó consigo mucha informncion.
ca había recibido de Pnamo.
Ai morir el héroe, los troyanos se refugian en la El escolio critica que Lesques haya tomado Mendigo
ciudad. como un nombre propio: Dectes, creando así un perso.
naje al que Ulises había pedido las ropas. Por el fr. 8 sa-
El fragmento I I lo forman unos ver- bemos que recurre a Toante para que lo golpee, a fin
incursionessos de la Odisea l 5 y su escolio, que se de resultar irreconocible.
de Ulises refieren a la misión de espionaje que A partir de este episodio vuelven a superponerse los
en Tro~a Ulises lleva a cabo en Troya, aludida poemas de Lesques y Arctino, en este caso. con el Saco
por Proclo. Para dar una idea más am- de Troya. N o tenemos ninguna referencia del tratamien-
plia del episodio merece la pena recoger la narracibn to que daría Lesques al episodio del robo del Paladión,
completa del mismo que pone Homero en boca de que representaba la fuerza de la diosa que protegía la
Helena lb: ciudad 17, y en cambio sí una bastante extensa (Saco de
Tras someterse a indecorosas heridas y echún- Troya, fr. 1 ) de la versión de Arctino. Lo único que pa-
dose por los hombros unos malos harapos, aserne- rece que podemos remitir a Lesques es la historia alu-
jandose a un criado, penetró en fa ciudad de an- dida en los fr. 9A y 93,aun con ciertas dudas. Es dificil
chas calles de los guerreros enemigos. Asi pues, pensar que Ulises jugara un papel tan poco decoroso en
disfrazado, tenía la apariencia d e otro hombre, de el episodio, pero dada la aficidn de Lesques por lo bur-
u n mendigo, él que en absoluto era fa1 junto a las lesco, no seria extraño que, después de haber presentado
a Ulises pidiéndole sus harapos a un mendigo, y aporrea-
13 Odisea XI 519-521. do para entrar en Troya, lo describiera obligado a cami-
14 Esto es, probablemente betitas, según G . L..HUXLEY,
Achaeans n a r ante Diomedes a cintarazos.
ond Hittites, Oxford, lW, pág. 40.
1s Odisea IV 247-248.
'7 Cf. 10 dicho en la introducción al Himno o Atenea en mis
16 Odisea IV 244258.
Himnos Homlricos ...
164 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

Nada nos queda de lo que presumi- el mando a Ulises y haber grabado en el caballo
blemente sena una detallada descrip- una inscripción que decía: «los griegos, en accián
El caballo
de nzadera ción del caballo de madera construido de gracias a Atenea, por su regreso a la patriav.
por Epeo en el Monte Ida. Sobre la Después d e haber quemado ellos mismos las tien-
cabida del caballo circulaban en la anti- das, y tras dejar a Sinbn, que iba a encenderles
güedad versiones muy divergentes, desde Virgilio e Hi- una antorcha como señal, se hacen a la mar d e
ginio, que hablan de nueve hombres, hasta el numero noche y permanecen al acecho en tomo a Ténedos.
absurdo de tres mil que nos da el Fr. 22 y que probable-
mente se debe a un error '8. Proclo es poco explícito en Los troyanos, al descubrir el caballo, se reúnen en
su resumen, pero su referencia a alos mejores» excluye torno de el y no saben qué partido tomar. Interviene
un número tan elevado. Hornero, que tampoco indica Sinón dejándose detener y conducir a presencia de Pna-
expresamente la cifra de ocupantes, s61o nos da cinco mo,y logra convencer a los troyanos de que introduzcan
nombres: Menelao, Neoptólemo, Diomedes, Anticlo y el caballo. Casandra, la hija de Príamo y Hécuba, apare-
Ulises, este Úitimo al mando de la expedición 19. En fuen- cía entonces, de acuerdo con la Tabula Iliaca, con segu-
tes posteriores, los nombres varían tanto como el nú- ridad para profetizar la destmccibn de Troya, pero, con-
mero de ocupantes. denada como estaba por Apolo a que nadie creyera en
sus vaticinios, sus palabras son, una vez más, desoídas.
En este punto no tenemos y a el El caballo penetra en Troya, derribándose para eUo una
apoyo de Proclo para restablecer la parte de las murallas. Es entonces cuando sucede una
Lo caída
de T~~~~ cronologia relativa de los episodios, de pintoresca escena que narra Hornero en boca de Mene-
manera que hemos de recurrir a tes- lao, dirigiéndose a Helena 21:
timonios indirectos, especialmente el
Epítome del PseudeApolodoroaD: Llegaste luego allí (hasta el caballo), pues prcF
bablemente te exhortó una deidad que quería con-
Ulises convence a los demás de que, al llegar la ceder la gloria a los troyanos, y te seguía en tu
noche, después de quemar sus tiendas, se hagan a camino Deifobo, semejante a un dios. Por tres ve-
la mar, permanezcan al acecho en tomo a Ténedos ces anduviste alrededor de la hueca emboscada,
y regresen a la noche siguiente. Ellos obedecen e palpdndoIa, y llamaste por su nombre a los me+
introducen a los mejores en el caballo, tras darle res de ?os ddnaos, imitando la voz de las esposas
d e los argivos todos. Así que yo, y el Tidida, y el
18 Cf. la nota al fragmento. divino Ulises, que estdbamos en el centro, te oímos
19 Se citan respectivamente en Odisea I I 272, XI 530531, IV 280, cuando nos llamabas a gritos. Los otros dos deseá-
IV 286, IV 271-272, etc. bamos vehementemente, precipitdndmos, o bien
Psmo-APOLODORO, V 14. Seguimos la cronología de los epi-
sodios propuesta por VIAN. Recherches ..., pág. 58 y SS., que se
salir, o bien responder en seguida desde dentro a
basa en este testimonio y en la Tabula IíUlca principalmente. El
citado texto sigue al del fr. 22. 21 Odisea IV 2i4 SS.
166 FRAGMEN'IOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

tu llamada. Pero Ulises nos contuvo y nos hizo de- ,iÓn de Lesques y la del Saco de Troya. Una, el escena-
sistir, aunque estábamos deseosos de ello. rio de la muerte de Príamo, que según Arctino se prcb
duce ante el altar de Zeus Herceo, y según Lesques en la
A esta narración la sigue precisamente el fr. 10 que puerta del palacio (fr. 16). Otra, que Astianacte, el hijo
refiere cómo sólo un héroe, Anticlo, quiere contestar y de Héctor, muere ep la Pequeña Iliada a manos de Neop-
Ulises se lo impide. El fragmento es atetizado por los t&iemo (19A, B ) , en el SUCOde Troya, a las de ULises.
editores griegos de la Odisea por la mención de este Helena consigue salvar la vida porque Menelao, ven-
personaje. Es más que probable que en fecha antigua ,ido por su belleza, se siente incapaz de matarla (fr. 17).
los aedos introdujeran en los poemas hornéricos frag- En otras versiones Helena se refugia en el santuario de
mentos pertenecientes a otras obras del mismo tema Afrodita. El fondo de la narración es el mismo.
para dar mayor variedad a la acci6n. y que, por tanto, Tras la derrota de los troyanos, los griegos se reparten
debamos cargar estos versos a la inventiva de Lesques. el botin. Sabemos por el fr. 19A que Neoptólemo se lieva
Los acontecimientos continuarían, según el relato del a Andromaca y a Eneas. En este punto hay también una
"
PseudeApolodoro del modo siguiente: divergencia entre la Pequeña Iliada, en la que Eneas
es llevado cautivo por Neoptólemo, y el poema de Arcti-
Cuando se hizo de noche y el sueño se apoderó
no, que es en este punto probablemente la fuente de la
de todos, los griegos zarparon de Te'nedos y Sinon
Eneida, Virgilio, en el que Eneas escapa de la ciudad.
prerzdió una antorcha como señal para ellos desde
la tumba de Aquiles.
En todo caso, se& el fr. 21, Eneas recobra la libertad
cuando Orestes mata a Neoptólemo en DelEos. Asimismo
existen divergencias en las versiones antiguas acerca del
Sobre este momento se nos ha conservado un verso, nombre de la esposa de Eneas, Creúsa o Eun'drce
recogido en el fragmento 12 que da pie a una farra-
(fr. 20).
gosa y erudita discusi6n sobre la fecha de la toma de
El reparto del botin incluía asimismo la historia de
Troya. Etra, la madre de Teseo (fr. 18), rescatada por sus nie-
Los griegos salen del caballo y tiene lugar entonces tos con el consentimiento de Helena.
la batalla nocturna, que sería descrita en el poema con
El fr. 23 nos ha conservado una parte de una compa-
cierta amplitud. De ella nos han quedado algunas alusio- ración, pero ignoramos a qué se referia y en qué lugar
nes en 10s fragmentos 13 a 16. Es interesante la escena del poema aparecfa.
aludida en el fr. 14, en Ia que Ulises reconoce a Helicaón,
herido. Unido a su padre, Anténor, por vínculos de hos-
pitalidad, Ulises lo salva de morir.
4 . Bibliografía
En la matanza tiene un papel principal Neoptólemo,
el hijo de Aquiles (fr. 15, 16). También en este punto Ediciones: Knam, Epicorurn..., pags. M ;
&.JAN. Homeri ope-
podemos percibir una serie de diferencias entre la ver- ra, pdgs. 127-136. a la que hay que aiiadir C h s . Rev. Z i (1913).
phg. 190; E W Y E I - W H ~ .págs. m518.
Estudios: RUCH,S.V. Kyklos, en PAULY-WISSOWA,RE.; S w -
RYNS, Cycle..., págs.3BWS; HUXLEI, Greek epic..., phgs. 149-57;
F. VIAN,Recherches ..., págs. 32 y SS.

5 . Texto seguido en nuestra traducción


Seguimos el texto y numeraci6n de Auuz. arriba reseüado, mn
la sahedad de que el fr. 6 se traduce completo. tal y como apa
rece en el capitulo de testimonia de esta edici611, y que el 9B.
no recogido, sino $610 aludido por m,se da compIeto. El fr. 24
es el publicado en C l a . RN. 27 (1913), psg. 190.
Y cuando se hallaba con Testórides, compone la Iliada Menor,
cuyo comienzo es:
Canto a Troya y a fa tierra Dardania, pródiga en
potros, en torno a la cual mucho sufrieron los
dánaos, servidores de Ares.
Ps~irrio-Hwbooro,Vida de Hornero 16

La historia se desarrolla del modo siguiente: disputaban a prc-


pósito de sus proezas Ayax y Ulises, según dice el autor de la
PegueM Illada. Néstor acomej6 a los griegos que enviaran a
algunos de ellos al pie de las murallas de los troyanos y pres-
taran oidos a lo que se deda sobre el valor de los citados héroes.
Los enviados oyeron hablar a unas muchachas que discutían entre
ellas. Una decía que Ayax era mucho más valiente que Utises,
precisándolo del modo siguiente:

-Pues A y a levantó y sacó del combate al héroe


Pelida, y el divino Ulises no quería.

Pero Ia otra respondi6, a instancias de Atenea:


$dmo proclamaste eso? ~ C ó r n odijiste una
mentira sin decoro?
Eso pare~eevidenciar que la victoria es de Demostenes, no de
C M n a.
Otm (escoiio). Es10 se ha sacado del Ciclo. Se di= por las
yanas que juzgaron a Ayax y Ulises y se dice que no f u e una Otros inventan al decir que Peleo aprendió de Quirdn su ma-
hazaña de Ayax. sino de Uiises. nejo (el de la lanza), Aquiles. de Peleo y que este no le enseñó
ESCOLIO A ARIST~FANES. Caballeros 1036 , mdie. Tambien el poeta de la Pequciia I l h a h :
En torno de dsta reluce una anilla de oro, y so-
bre ella, la punta ahorquitlada.
ESCOLIO T a Iliada XVI 142
(Cuenta Porfirio que) el que escribió la Pequeñu Iliada dice
que Ayax no Eue incinerado se- la costumbre, sino sirnplementc
sepultado en un féretro. debido a la d l e r a del rey.
PORFIRIO en Eusrncio. 285, 34 Ha tomado la historia de la Peq- Illada d e Lesques. que
dice a~f:
En torno... ahorquillada ( =5A).
ESCOLIOA Phrrmao, Eircmeu V I 85
Algunos dicen que 61 (Aquiles) fue abandonado allí por Tetis,
pero el que escribib la Peqrreña I l b & dice que al regresar de
junto a Tklefo fonded al.:

Al Pelida Aquiles la tempestad lo IIevÓ a Esciros, Dijo que Ganimedes que, según Homero, es hijo de Tros, es
a cuyo penoso puerto llegó aquella noche. en realidad hijo de Laomedonte, siguiendo ai autor de la Pegueiia
ESCOLIOT y E u s ~ m oa Ilfada XIX 326 IIfada,que unos dicen que es Testórides el Focense, otros Cinetón
el lacedemonio, como Helánico, otros que Diodoro el Eritreo.
Todo este Fragmento procede de un escolio a ARIST~FANES. Y dice asi:
Caballeros 1056. un pasaje de dos versos con un texto que. según
el e ~ ~ l i pertenece
o, al Ciclo. El texto de Aristófanes dice asi: La vid que el Cronida le regaló como compen-
sm'dn por su hijo, empemchada de suaves hojas
jfnelicío una mujer podría llevar una carga, una vez que
un vardn se h pusiera m h a ! Pero se cagaría si comba- de oro y racimos, que Hefesto, una vez que la tra-
tiera. bajó con esmero, kabia regaldo al padre Zeus.
Pero él la entregó a Lmmedonfe a cambio de Ga-
Evidentemente la frase final es un chiste aristofanescb. nimedes.
Con todo ello, si añadimos a Ia respuesta de la muchacha la ESCOLIOA EWn>es, Troyams 822
parte de los versos de Aristófanes que parecen haber sido toma-
dos de la Pequeña IliPda y suprimiendo pseildos queda una se-
cuencia hexamétrica de la forma siguiente:
(Cdrno proclamaste eso? (Cdmo hablaste sin decoro? ;In-
cluso um mujer podría llevar una carga, una vez que un Algunos dicen que por Ganimedes no dio caballos. sino una
varón se la pusiera encima? el Ciclo:
viña de oro. como se lee en
172 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAIC.4

La vid ... Ganimedes.


ESCOLIO
A EUR~PIDES,
Oresles 1391 que había luna. Ulises tuvo que renunciar a matarlo c-do
Diomedes sacó tambitn la espada. Así que, afeáudole su cobar-
día, Diomedes le obligaba a marchar delante de él, golpeándole
en la espalda con su espada de plano porque no queria avanzar.
De ahi el proverbio ala necesidad de Diomedes., dicho del que
El autor del poema la Peque* lliada dice que Maca611 rnurifi
hace algo contra Su voluntad.
a manos de Eunpilo, el hijo de Tdefo. N Focro, Biblioteca 228
C O N ~ en
Pnusrxr~s,111 26, 9

Entonces todos los demás hijos de los aqueos


El que escribi6 la Pequeño llfada dice que Ulises fue herido
por Toante cuando entraron en Troya. estaban en silencio, pero Anticlo era el único que
ESCOLIO
A LICOFR~N,
780 quería responderte con palabras. Pero Ulises le
oprimió fuertemente las mandíbulas con sus ma-
nos poderosas y salvó a todos los aqueos. Asi que s
lo mantuvo hasta que te apartó de allí Palas
da necesidad de Diomedesr: Proverbio. Clearco dice que las Atenea.
hijas de Diomedes Llegaron a ser mmpletamente perversas; que
obligaban a aigunos a unirse con ellas y que inmediatamente los Aristarco atetiza los cinco versos porque en la Iliada el poeta
mataban. Pero el autor de la PcqueM Ilfnda dice que se origin6 no cita a Anticlo. Antjclo es personaje del Ciclo. Los cinco versos
por el robo del Paiadi6n.
faltan en casi todas las ediciones.
HE.IQUIO,S.V. Diombdeios andnkZ
Odisea IV 285 y Esco~rosH3 y H4 a.1.

Son enviados, pues, a robar el Paladión, Diomedes y Ulises.


Diomedes escala el muro, subiéndose a hombros de Uiises. Sin Asi pues, disfrazado, tenía la apariencia de otro
aupar luego a Uliscs.,aunque éste le tendía las manos, se va en hombre, de un mendigo, él que en absoluto era
busca del Paladi611y, después de haberlo robado, regresa con él tal junto a las naves de los aqueos.
junto a Ulises. Cuando volvían a través de la llanura, Diomedes,
a Ulises que le preguntaba los detalles del asunto, conociendo su (Escolio) El poeta del Ciclo usa Mendigo como nombre propio
artería, le responde que no llevaba consigo el Paladidn que dijo y dice que Ulises cambi6 de vestido tomando los harapos de él.
H6lm0, sino otro en vez de aqudl. Pero sabedor Ulises de que y que no había en las naves nadie tan estúpido como Ulises.
era aquél, porque e1 PaIadi6n se movía por un cierto poder divi- Aristarco lo considera un sustantivo.
no, se puso detrás de Diomedes y t u 6 de la espada, queriendo Odisea IV 247 y ESCOLIO
a.1.
matarlo y iievar (51 mismo el Paladi611a los aqueos. Pero cuando
iba a descargar el golpe, ve Diomedes el briUo de la espada por-
174 FRAGMENTOS DE ÉPKA GRIEGA A R C A I C A

Calistenes, en el libro segundo de las Helénkas escribe lo si- Cerca de H d m o está Megete. Herido está Megete en un brazo,
guiente: Troya Fue tomada en ei mes Targelión, según dicen aigu- y -0 h q u e s de Pirra, el hijo de Esquiüno, lo describió
nos historiadores. en su comienzo, el doce. pero según el de la en ei Saco de TroyaM. Dice que en la batalla que los troyanos
Pequeñrr Iliado, al acabar, el octavo, Pues determina el momento Libraran por la noche fue herido por Admeto. el hijo de Augias.
de la toma diciendo que la captura sucedió precisamente cuando Está represeatado tambien junto a Megete Licomedes, hijo de
Creonte, con una herida en la muiieca. Así dice Lesques que fue
la noche estaba mediada y luminosa se levantaba herido por Agénor. Está claro que no les habría representado
la luna así sus heridas Polignoto si no hubiese Jeido el poema de Lesques.
X 25, 5
P.AUSANIAS,
porque a media noche 5610 se levanta al octavo dia del final de
ese mes.En otro, no.
ESCOLIO A EUF&IDES. Hecuba 910
Hornero puso de nianifiesto en la lliodaz la hospitalaria aco-
gida de Menelao y Ulises en casa de Anténor y cómo Laódica
estaba casada uin Helicaón, hijo de Antdnor. Pero Lesques dice
que Helicaón, herido en la batalla nocturna, fue reconocido por
Al decimoctavo a60 del reinado de Agamenon h e tomada
Ulises y sacado vivo del combate.
Troya, al octavo día del mes Targelibn, según dice Dionisio el
P ~ U S A N J ~X
S . 26. 7
argivo. Pem A@as y Dércilo en el libro tercero dicen que en el
octavo del final del mes panemo. Pues Helánico dice que en el
duodécimo dia de1 mes targelibn y algunos de los que historiaron
los acontecimientos del Atica, que ai el octavo, al final, siendo Ese (Elaso) cstA también representado con poco aliento ya.
rey el úitimo año Menesteo, y con luna llena; dice el autor de la A Astinoo, del que también hizo menfi6n Lesques, caído sobre
Pequeña Ilíada: una rodilla. lo golpea Neoptdlemo con la espada.
Era media noche y luminosa se levantaba la P A U S ~ N Tx~ 26,
S,4
luna.
C E M m~ ALW~DRIA,StromaIeis 1 21 104, 1
En cuanto a los cadáveres, el que está desnudo, de nombre
Pelis, se halla tendido sobre la espalda. Sobre Pelis yacen Eyoneo
y Admeto, cubiertos aún con sus corazas. Acerca de ellos ksques
Sin6n, de acuerdo con lo que se habia concertado con él, mos- dice que Eyoneo murió a manos de Neoptólemo y e1 otro. Adme-
M una antorcha a los griegos. Como dice Lesques, cuando: to, a las de FiIoctctes C..). Corebo había llegado para su boda

la noche estaba mediada y luminosa se levantaba N El titulo está equivocado, pero la mención de Lesques invita
la luna. a situarlo en la Pequeña I l h d a .
ESCOLIO A LICDFR~N,344 25 Iliada TI1 IU y m5.
176 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA A R C A I C A

con Casandra. pero murió, según la tradición más extendida, a


manos de Neopt6lemo. Pero Lesques escribió que a las de D ~ G
Entonces el ilustre hijo del magnánimo AquiIes
medes (...) Lesques dice que Pnamo no murió junto al altar de se Uevó a la esposa de Héctor a las cóncavas naves.
Zeus Herceo. sino que. arrastrado del altar, Ueg6 a ser presa fAcQ Pero a su hijo, arrebatándoselo del regazo a la n o
de Neoptólemo ante las puertas de su morada. En cuanto a driza d e hermosos bucles, lo arrojó, cogiéndofo de
Hécuba, Estesícoro en el Seco de Troya dice que fue llevada a un pie, des& la torre. Se apoderó de él al caer una s
Licia por Apolo y Lesques dice que M 6 n era hijo de P r i m o y muerte sangrienta y el poderoso destino.
que murió a manos de Eun'pilo, lujo de Evembn. A Aghor, Eligió a Andromaca de hermosa cintura, la espo-
según este mismo poeta, lo matd con su propia mano Neop sa de Héctor, y se la concedieron los caudillos de
tólemo. todos los aqueos para que se quedara con ella,
PAUSANIAS. X 27. 1 correspondiéndok al varón con esa grata recom-
pensa.
E n cuanto al ilustre vástago de Anquises doma-
Así Menelao, cuando vio. al pasar a su lado, los pechos desnu- dor de caballos, E n e a , lo embarcd en sus bajeles 10
dos de Helena. arroj6, creo. la espada. surcadores del mar, para llevarse un botín muy
(Escolio) La historia, en lbico y lo mismo también Lesques en por encima del de todos los demás dánnos.
la Pequeña Iliada. Tambidn Euripides. EscoLro A LICOPR~N.
1268
AR~S~~FANFS, LisLrtrata 155 y ESCOLIO
a.1.

Está representada Andrómaca y también su hijo aparece cogi-


do de su pecho. De él dice Lesques que ha116 su fin al ser a n o .
Lesques dice respecto a Etra que habla logrado escapar cuan-
jado desde ia torre, no por decisión de los griegos, sino que
do Troya fue capturada, Ilegó al campamento de los griegos y
Neoptdlemo, por interés personal, quiso matar10 con sus propias
fue reconocida por los hijos de Teseo. así que Demofonte se la
manos.
requirid a Agamenón. Éste dijo que estaba dispuesto a conce- PAuSANI.~S,X 25, 9
derle ese favor, pero que no 10 haría hasta que HeIena diera su
consentimiento, Una vez que Cl le envió un heraldo, Helena le
concedi6 el favor.
P A U S A NX
~ S25.
. 8 Acerca de Creúsa dicen que la madre de los dioses y Afrodita
la rescataron de su esclavitud entre los griegos, por ser Creusa La
esposa de Eneas. Pero Lesques y el autor de las Ciprinsa pre-
sentan a Euridiea como esposa de Eneas. Están representadas
Lesques. el autor de la P e q u e k Iliada dice que Andrómaca y en un lecho, y sobre ellas, Deinoma, Metíoca, Pisis y Cleódica.
Eneas fueron entregados como prisioneros al hijo de Aquiles, De ellas, en la Uamada Pequefia Ifhda, sólo aparece el nombre
Neoptólemo, y que este se los llevó consigo a Farsaüa. la patria de Deínoma.
de Aquües. Dice asi: PAUSANIAS, X 26, 1

16 Cf. Cipricls, fr. 19.


y Hesiodo respondió inmediatamente:

Pero cuando e n torno a la tumba de Z e t r ~ los


:~
Luego, una vez saqueada Troya, liberado por los griegos el pm corceles de es~repilososcascos hagan entrechocar
pio Eneas, o bien tras haber sido conducido como prisionero por 10s carros, ansiosos de vicforia.
Nmptólemo, según dice el autor de la Pequeña lliada y liberado
tras la muerte de Neoptblemo por Orestes en Delfos, habita pr+ y se dice que muy admirado por ello, se hizo con el tripode.
mero las ciudades macedonias de alrededor de Recelo y ALmonia,
RUTMCO.
Moralia 153f
situadas cerca del Monte Cisio. Y asi Recelo fue llamada, por él,
Eno.
Escorio A LJCOFRDS, 1232 24
Y Lesques:

como cuando crece un cohombro en un lugar hú-


Luego se le ocurre la construcci6n del cabaiio de madera y se medo de rocío ...
lo sugiere a Epeo, que era constructor. Éste, tras cortar madera ATENEO. 73e
del Ida, fabrica un caballo hueco, abierto por los costados. Ulises
convence para que se metan en él a los cincuenta rnAs valerosos.
Pero el que escribió la Peqrtetur Iliada dice que tres mil n. 3 La imposibilidad del asunto consiste en mencionar una tum-
ba d e Zeus. que es una divinidad inmortal.

Hemos oido decir que, con motivo de los funerales de &da-


mantea, se reunieron en Cálcjde los m& famosos poetas de
entre los sabios de entonces. Era Anfidamante hombre luchador,
que infligió muchas derrotas a los eritreos y cay6 en los com-
bates de cerca de Lelanto. Dado que los versos presentados por
los poetas hadan ardua y dificil la decisibn por lo disputado del
asunto, y la fama de Hornero y Hesiodo, que concursaban, provm
caba en los jueces gran apuro unido a un cierto respeto, recurrie-
ron a preguntas de este tipo, y uno planteó, segiin dice Lesques,
lo siguiente:
Musa, háblame de aquellas cosas que ni ocurrie-
ron antes ni existirán en el futuro.
n S~~RYN S , ..., p8g. 355, cree que hay una corrupción en
Cycle
el texto que originariamente diría 'trece'.
a General griego muerto en el siglo WII a. C.
SACO DE TROYA 18 1

Odisea y anterior a la Pequeiiu Ilíada, hacia el último


o a r t o del siglo VIII a. C.

2. El resumen de Proclo

La narración resumida de los hechos que nos brinda


proclo es la siguiente:
A esto suceden los dos libros del Saco de Troya
de Arctino de Mileto, cuyo contenido es el si-
guiente:
Los troyanos, recelosos por el asunto del caba-
1. Autor y epoca llo, en círculo a su alrededor discuten qué debe
hacerse. Unos opinan que se le despeñe, otros, que
Sobre el autor y época de composición del Saco de se le queme. Otros aseguran que, como objeto sa-
Troya se ha dicho ya lo fundamental en las introducci+ grado, deben ofrecérselo a Atenea. Al fin prevalece
nes a las dos obras anteriores. La mayoría de las fuentes la opinión de estos.
(fr. 1, 5, 6, la Crestomatía de Proclo) la atribuyen a Arc- Entregados a la alegría, se banquetean, en la
tino, frente a otros casos en los que el autor no se cita idea de que se han librado de la guerra.
(fr. 2, 3, 7). Excepcionalmente Demóstenes (en el fr. 41 EL^ ese mismo momento aparecen dos serpien-
menciona a Hornero como autor de un episodio que tes que matan a Laocoonte y a uno de sus hijos.
pertenece verosírnilmente al Saco de Troya, pero esta Desazonados por el prodigio, los compafieros de
atribución se halla dentro de la costumbre general de Enens se retiran al Ida.
la época de dar al poeta de la Iliada como autor de Sinón, que antes se había introducido subrepii-
todos los fragmentos épicos arcaicos. ciamente en la ciudad, levanta las antorchas para
El tema recibió posteriormente tratamiento a manos hacer señales a los aqueos.
de Estesícoro, el lírico. Por ello no resulta de gran valor Los que llegan por mar de Tenedos y los del
en este punto la Tabula Iliaca, dado que se ha perdido caballo de madera atacan a los enemigos y tras
el nombre del poeta que la Tabula daba como autor y dar muerte a muchos toman la ciudad al asalto.
se discute si la obra resumida es la de Arctino o la de Neoptólemo mata a Príamo que se había acogi-
Estesícoro. Sabemos asimismo de otra composición s e do al altar de Zeus Herceo.
bre el tema debida a Sacadas de Argos. Menelao, una vez que encuentra a Helena se la
Supuesto que el poema es de Arctino, su fecha de lleva n las naves después de matar a Deífobo.
composicidn es contemporánea a la de la Efiópida y la A Casandro la armslra por la fuerza A y a , hijo
d e Ileo, que se lleva a la vez la imagen de madera
FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA SACO DE T R O Y A 183

de Atenea. Irritados por ello, los griegos deciden caballo, pues los troyanos lo habían llevado arras-
lapidar a A y a , pero el se acoge al altar d e Atenea trando hasta la ciudadela.
y se salva así del peligro que lo amenazaba. Mientras el caballo se encontraba allí, ellos de-
Luego los griegos zarpan y Atenea maquina su claraban muchos pareceres confusos, sentados en
perdición en el mar. torno suyo. La<; opiniones dominantes entre ellos
Después de que Ulises mata a Astianacte, Neop eran tres: o bien hendir el hueco maderamen con
tolemo toma como recompensa a Andromaca y re- el implacable bronce, o bien, iras arrastrarlo hasta
parten el resto del botín. una altura, despeñarlo, o dejar la gran estatua para
Demofonte y Acamante descubrerr a Erra y se qtte sirviera de propiciaciun de los dioses.
la llevan consigo. Esta fue la opinión que acabó por llevarse a
Luego, tras incendiar la ciudad, degüellan a Po- cabo, pues era e1 destino que la ciudad pereciera
Iixena sobre la tumba de Aquiles. cuando acogiera en SU seno el gran caballo de ma-
dera donde se h a l l ~ b ~ rtodos
2 los mejores de los
argivos. portadores de la matanza y la muerte para
3. Análisis del contenido del poema 20s troyanos.
Cantaba cómo los hijos de los aqueos saquearon
Aunque Proclo no hace referencia a eIlo, el Saco de la ciudad, una vez que salieron del caballo y aban-
Troya debía contener un tratamiento por extenso del donaron su hueca emboscada.
tema de1 robo del Paladion, que presentaba diferencias Cantaba cómo, cada uno por un lado, devastaban
con el que ya conocemos de Lesques, fundamentalmente la excelsa ciudad, mientras Ulises, semejante a
porque la imagen robada por los griegos de la ciudadela Ares, se encaminaba a la morada de Deifobo, junto
troyana no era la autdntica, sino una copia (fr. 1). con Menelao, igual a un dios. Y dijo que alfi se
Posteriormente se trata el episodio del caballo de atrevió a librar un terrible combate y que venció
Troya, bien conocido por Hornero que nos ofrece en la merced a la magnánima Atenea.
Odisea 1 el resumen de un pequeño poema sobre el tema.
Merece la pena reproducirlo aqui porque sigue con bas- Para completar nuestra información sobre el tema en
tante fidelidad el esquema conocido: el Epírome del Pseudo-ApoIodoroZencontramos un par
de capítuIos cuya fuente última es el Saco de Troya,
El aedo, movido por un dios, comenzd y entonó donde se nos narran algunos detalles de interés:
su canto, tomcíndolo desde el punto en el que
algunos argivos zarparon en sus m v e s de buenos Al llegar el día, los troyanos, una vez que vieron
bancos, t r m haber pegado fuego a las tiendas, desierto el campamento de los griegos, y pensando
mientras otros, junto al celebérrimo Ulises, perma- qlle se habían marchado definitivamente, arrastra-
necían en la plaza de los troyanos, ocultos en el ron llenos de júbilo el caballo y, situados unte el

1 Odisea VI11 49P5M.


SACO DE TROYA 185

palacio de Príamo, deliberaban sobre qué debían De las escenas de la toma de la ciudad no se nos han
hacer. Al decir Casandra que habia en e1 una fuer- ,onsemado fragmentos, dado que es dudoso que perte-
za armada y darle la razdn Laocoonte el adivino, ,,,,a a esta obra el escolio que recogemos en la intro-
les pareció a algunos que debian quemarlo, a otros, ducción a la Tilanomaguia 3. De ser así, Arctino elevaria
que debían arrojarlo por un precipicio. Pero la opi- el horror de la situación hasta el firmamento, donde una
nión de la mayoría era que lo dejaran como una de ]as Pléyades abandona su lugar por no ver el desas-
ofrenda sacra, así que se dirigen a celebrar un tre. En cuanto a las diferencias de tratamiento del tema
sacrificio y se banquetean. de la muerte de Priamo, entre Arctino y Lesques, se ha
Apolo les envía una señal, pues dos serpientes dicho ya lo fundamental en la introducción a la Pequeña
que vinieron nadando a través del mar desde las Iliadn.
islas cercanus devoran a los hijos de Laocoonte. Hay un episodio que merece que detengamos nuestra
el sacrilegio de Ayax Ojleo. Narraciones t a r -
El interés de este resumen del Pseudo-Apolodoro es '
días, que algunos autores han querido remontar al Saco
la referencia a Casandra, que debía ser mencionada en de Troya, cuentan que Ayax violó a Casandra ante la
el poema de Arctino. imagen de Atenea y que ésta, horrorizada, levant6 los
En cuanto a la devoración de Laocoonte y uno de sus ojos al cielo. En todo caso, la sensación de que Ayax
hijos (versión que, a juzgar por Proclo, nos parece más habia cometido impiedad con la diosa y que tal impie-
fiable que la de Pseudo-Apolodoro. que menciona sólo dad debía ser expiada pes6 sobre los griegos durante
a los hijos), Servio, basándose en Euforión, nos ofrece siglos. Aun en época histórica seguían los locrios, com-
un motivo. Los troyanos lapidaron al sacerdote de Posi- patriotas de Ayax Oileo, enviando a Troya hijas de fami-
dbn porque no había conseguido evitar la invasión por lias nobles para servir a la diosa 5.
mar con sacrificios al dios marino. La elección del nue- La muerte de Astianacte recibía también un tratamien-
vo sacerdote se hizo por sorteo y le correspondió a Lao- to diferente al de la Pequeña Zlíada. En el Saco de Troya,
coonte. Pero a su vez éste se atrajo la ira de Apolo por el autor de la muerte del pequeño es Ulises, que, por
un sacrilegio: consumar su matrimonio al pie del altar. encargo de los griegos, lo arroja de lo alto de la muralla
El ataque de las serpientes aparecena así como la ven- (fr. 2 ) , mientras que Lesques, en su afán de insistir en
ganza de la divinidad irritada. situaciones de horror, lo presenta como un acto de gra-
Eneas y sus compaiieros ven en esta muerte un mal tuita barbarie personal de Neoptólemo.
presagio y abandonan la ciudad. En este punto hay tam-
bién una diferencia en el tratamiento del tema entre 3 Publicado por ALI.EN en Class. Rev. 27 (1913), 390.191, como
Arctino y Lesques, ya que éste en la PequeRa IIíada pre- del Saco de Troya.
senta a Eneas como prisionero de Neoptólemo. 4 Como por ejemplo SEVERYNS, Cycle ..., pág. 3 1 . En contra
Siudn, un personaje secundario en este poema, ha de esta opinión, VIAN. Recherches .... pág. 75, quien señala que
este tipo de mitos etiológicos (en este caso para explicar por qué
logrado introducirse subrepticiamente en la ciudad y no
la imagen tiene los ojos elevados al cielo) son del gusto hels
hace por tanto la señal desde la tumba de Aquiles, como nistico.
en la Pequeña Ilínda, sino desde dentro de Ia ciudadela. Cf. HCXLEY,Greek epic ..., php. 158. con bibliografia.
SACO DE TROYA 187

En el reparto del botín se trata, también en este pw. tudi dios: U h C H , s.v. K y k l o s , en hnr-WISSOWA.
R.E.; SEVE-
ma, de Etra, la madre de Teseo (fr. 3-41. El fr. 3 sugiere RYNS, Cycle ..., p&!s 35&370; HUXLEY,Greek epic..., págs. 157-161;
que Agamenón, además de devolvérsela a los teseidas, les VUN, Recherches...
hizo otros presentes.
Difíciles de situar en el contexto del poema son los
fr. 5 y 6. El 5, una cita literal extensa sobre los médicos 5. Texto seguido en nuestra traducción
Maca6n y Podalirio y el contraste entre sus respectivas
habilidades. Se menciona a Podalirio como diagnostica- Edición y numeraci6n de -N, salvo que para Er. 1 seguimos
dor de la locura de Ayax, lo que no quiere decir, como la edici6n de E. C ~ Y The
, Roman Alitiquities of Dionysus of
quieren algunos autores 4, que el fragmento aparecía en HliljcarnUSUS, Londres. vol. 1, 1937.
relación con el episodio de Ayax y, por tanto, pertenece
a la Etidpida. Probablemente se trata de una aristía de
Podalirio en el combate, en la que se wlebran sus habi-
lidades y se recuerda su descubrimiento de la locura
de Ayax, tiempo atrás.
El fr. 6 es la cita de un gramático como evidencia de
que Arctino fue el creador del metro yámbico, deriván-
dose este nombre del de un personaje Yambo7. Ello
lleva a Huxley8 a pensar que tal vez Arctino alternaba
yambos con hexámetros dactílicos en su poema, como
en el Margites.
El Saco de Troya, de acuerdo con el resumen de Pro-
d o , se cerraba con la degollacion de Polixena ante la
tumba de Aquiles.

4. Bibliografía

Ediciones: KINKEL, Epicorum..., págs. 49-52; ALLBN, Homeri ope-


ra, phgs. 137-140; EY~LYN-WHITE,págs. 5á0524.

6 Desde WQJXER, seguido por K I N K ~Epicorum


, ..., pág. 35.
7 Se atribuye otro origen al yambo en el Himno a Demeler,
195, etc., en relacidn con una esclava llamada Yambe. Véase mi
traducción del himno en Himrtos Homericos y la Batracomio-
maquia de esta misma colección.
a HUXLEY,Greek epic ..., pdg. 159.
SACO DE TROYA 189

Lodios, sacrificios y Coros. Pues en tanto que permanez- en


vuestra tierra estos venerables objetos. regalos de la hija de Zeus
a esposa. la ciudad permanecerá inmune al saqueo dia tras dia
por siempre-.
Dkdano dejb las estatuas en la ciudad que habia fundado y
que habia recibido m nombre. Pero al fundarse Troya en *a
posterior, fueron trasladados aUi por sus descendientes los obje-
tos sagrados.
LOS de Troya Jes construyeron un templo y un santuario en la
,iudadda y los custodiaron con el mayor cuidado que podían,
comiderándolos enviados por los dioses y garantia de la saiva-
ción de la ciudad.
Al ser tomada la parte baja de la ciudad, Eneas, que se habia
Hemos visto en los templos arcaicos otras muchas imágenes de hecho Fuerte en la Acrópolis, tomó de los santuarios los objetos
estos dioses y ea todas aparecen dos jovencjtos en actitud mar- sagrados de los -da dioses y el Paladión que aún quedaba
cial. Puede verse, asi como oírse y escribir sobre ellos lo que (pues el otro dicen que Ulises y Diomedes se habian presentado
cuentan Calistrato, el autor del Sobre Samolracia, Satiro, reco- en Troya de noche y lo habían robado) y cargándoselos. se los
piiador de leyendas antiguas, y otros muchos; el mas antiguo de llevó de la ciudad y Ueg6 a Italia con ellos. Pero Arctino dice
los que conocemos es el poeta Arctino. Dicen, pues, lo siguiente: que a DBrdano le fue dado por Zeus un so10 Paladidn y que éste
Crisa, hija de Palante, al casarse m n Dárdaoo aportb como estuvo en Troya hasta que la ciudad fue tomada, oculto en un
dote los regalos de Atenea: los Paladiones y los símbolos sacros lugar inaccesible, pero que se había colocado a la vista una copia
de los grandes dioses, en cuyos misterios habia sido instruida. de aquel hecha de forma que en nada se diferenciaba del original.
Cuando los arcadios, huyendo del diluvio 9, abandonaron el Pel* para engañar a los que la acecharan. Asimismo, que los aqueos
poneso y se establecieron en la isla Tracia 10, Dáradano erigid allí que la acecharon, se la Uevamn.
un templo de estos dioses manteniendo en secreto a los demás
Dro~rsroDE HMICARNASO, Arqueologia Romana I 65, 2
10s nombres propios de Cstos, y observó los misterios que los
samotracios siguen celebrando hasta el momento presente.
Cuando conducía la mayor parte de su pueblo a Asia. los obje-
tos sacros de los djoses y los misterios, los dejd en manos de Estesícoro cuenta que (Astianacte) muri6, y el poeta cíclico que
los que se quedaron en la isla, pero los Paladiones y las image- compuso el Saco, que fue arrojado desde la muralla, con lo cual
nes de los dioses los carg6 y se los Ilevó consigo. Al consultar coincide Eurípides.
el o n b d o acerca de la fundaci6n de la ciudad, además de infor- Escouo A E&IDES, Andrómaca 10
marse de otras cosas, recibi6 acerca de la custodia de los objetos
sagrados la siguiente respuesta del orhcuio:
#A la ciudad que fundasteis habéis traído la veneraci6n por
siempre imperecedera para los dioses, así que veneradla con cus- Algunos dicen que esto se dijo gratuitamente 11, pues los segui-
dores de Acamante y Demofonte no tomaron nada del boiín, sino
9 Se refiere al diluvio que cay6 sobre Arcadia narrado por
D~ONISIODE H~ILICARNASO, 1 61, 2. 11 Se refiere al verso de EURtPIWs T r o y a m 31: otra (cauti-
10 Esto es, Samotracia. vas) les han cowespondido a los jefes teseidas de los uleniertres.
SACO DE TROYA

sólo a Etra por la que habían Uegado también a Troya, al -do


de Menesteo. LisMaco afirma que el autor del Saco escribe lo
siguiente: Como creador de esta forma de blandir la lanza se cita al griego
A los Teseidas les concedió obsequios el pode- Arctino en los siguientes versos:
roso Agarnenon, así como al urdido Menes~eo,pes- Yambo permanecid durante un momento Q hor-
tor d e pueblos. cajadas con un pie por delante del otro, mientras
Escouo A EUR~PIDES,
Troyanus 31
sus miembros en tensión se robustecían y toma-
ban un vigoroso aspecto.
4 D I O M ~ E1S 477
, Keil
Los Acamántidas hicieron mención de los versos en los que
Hornero dice que Acamante Eue a Troya a causa de su madre
Etra.
DEM&~ENES, Epilajio 29

ALgunos dicen que ni siquiera ese elogio 12 es aplicabk a todos


los médicos, sino a Macaón, que se- dicen algunos sólo practi-
caba la cinigia. pues Podalirio era el que curaba las enfermeda-
des. Y una prueba de ello es Agamenón u que, al ser herido Me-
oelao, no Uama a ambos para su curación, sino a Macaón. Eso
parece creer también Arctino en el Saco de Troya, donde dice:
Pues su propio padre, el famoso Sacudidor d e la
tierra, les concedió dones a ambos, pero a uno lo
hizo más glorioso que al otro.
Al uno lo dotó de manos más ligeras, para sacar
dardos d e la carne, para cortarlos y para sanar las
heridas todas. Ai otro en cambio le puso en el
pecho todo el esmero para reconocer lo oculto y
para curar lo incurable. El fue el primero que re-
conoció tos ojos briIlantes y la mente aturdida de
Ayar cuando enloqueció.
ESCOLIO
BT, Eusr~croA Iliada X I 515

12 Se refiere al contenido en Iliada XI 514515: Pues u n médico


vale por muchos combatientes; sabe extraer los dardos de las
heridas y verter en ellas bálsamos suavizantes.
13 Ilínda IV 193.
REGRESOS 193

Odisea, lo que implica también una fecha posterior al


650 a. C. para los Regresos l.
El terna. sin embargo, fue tratado repetidas veces, tan-
to en verso como en versiones prosificadas: el fr. 9
asigna el poema a un colofonio (lo que estaría de acuer-
do con la importancia que en estas leyendas tiene Col*
fón) y el fr. 15 atribuye un poema Regresos a Antímaco,
LOS .REGRESOS* (nNóSTOI.) no probablemente al de Colofón, sino al de Teos, sobre
el cual ya hablamos a propósito de Epígonos. Ello halla-
ría confirmación en otro dato: Clemente de Alejandria
( f r . 8) nos sugiere que un poeta épico llamado Augias
de Trezén copió de Antímaco de Teos, lo cual podría
suponer que el poema de Agias sea una imitacibn del
1 . Autor y fecha de Antirnaco, o simplemente que tomó motivos del mis-
mo; en todo caso, parece abonar la existencia de dos
Frente a la gran masa de los fragmentos que no reco- obras sobre el mismo tema.
gen el nombre del autor del poema, Procio atribuye los También se atribuyen unos Regresos a Eumolpo, que
Regresos a Agias de Trezén, nombre del que probable- puede ser un error por EurneIo ', aunque no nos ha que-
mente son variantes Hegias (fr. 7) y Augias (fr. 8). Nada dado ningún fragmento atribuido a él sobre este tema.
sabemos de este autor ni de su fecha. por lo que tene- Por último, los fr. 10 y 13 se nos han transmitido como
mos que basarnos en otros elementos de juicio para pertenecientes a una obra llamada EI Regreso de los
determinar la época de composición del poema. Atn'das, que tenia al menos tres libros. No sabemos si
El primero de ellos es el hecho de que los Regresos, se trata de una mera variante de titulo o de un poema
que narra las vicisitudes sufridas por los principales independiente que recogía s6fo los episodios del tema
héroes de la guerra de Troya en su vuelta al hogar, no general que se referían en concreto a los Atridas3.
nos describe el viaje de uno de los más importantes: Podemos por tanto habérnoslas no con uno, sino w n
Ulises. El único motivo verosímil de esta omisi6n sería cinco poemas diferentes: el de Agias, el de Antfrnaco de
que Ulises habna recibido ya tratamiento independiente Teos, el de un colofonio, el de Eumolpo (Eumelo?) y un
y por extenso en otro poema, la Odisea, lo que implica Regreso de los Atridas. Ahora bien, wmo ya señala el
que los Regresos es posterior al poema homérico y por Suda4, los muchos que han narrado el regreso y los
tanto debe situarse desputs de mediado el siglo VIII a. C.
Coincidiendo con esta primera aproximación podemos
añadir otro elemento de juicio. El poema, se@ Proclo, 1 CF.H m . Greek epic ..., pág. 166.
2 En un escolio a WPIDARO,Olímpica XIlI 22. Sobre el tema.
menciona Maronea, ciudad fundada por los quiotas en cf. H u m . Greek epic..., pág. 78.
la primera mitad del siglo VII y no conocida aún por la 3 CF. H m w , Greek epic ..., pag. 167.
4 SUDA,C.V. nóstos.
194 FRAGMENTOS DE ÉPICA GR~BCA ARCAICA REGRESOS 195

poeras que han cantado los regresos siguen a Homero Luego se describe la tempestad en torno a las
en la medida en que son capaces de ello, esto es, no hay Rocas Caferides y la muerte de Ayax Locrio.
diferencias sustanciales entre las diferentes versiones ni Neoptdlemo, Q instancias de Telis, emprende la
entre éstas y Hornero. Por esta raz6n vamos a prescin- marcha a pie. Llegado a Tracia encuentra a Ulises
dir de si los fragmentos conservados pertenecen a una en Maronea. Completa el resto de la jornada y a
obra o a otras del mismo tema, ya que en los más de la muerte de Fénix lo sepulta. Llegado él mismo
los casos no tenemos elementos de juicio para atribuir junto a los molosos, es reconocido por Peleo.
determinados fragmentos a una u otra obra, y examina- Luego, una vez asesinado Agamenón por Egisto
remos los distintos episodios que se contendrían en v Clitemestra, viene el castigo por Orestes y Píla-
ellas como si pertenecieran a una sola obra. des y e2 retorno de Menelao a su patria.

3. Análisis del contenido del poema


2. El resumen d e Proclo
Como ya hemos dicho, el poeta, o poetas, de los Re-
Como en el resto de las obras del Ciclo Troyano, es gresos dispone de una tradición ya bien conocida por
P m l o nuestra principal fuente d e informacion sobre Homero, que se refiere a ella en diversos pasajes, espe-
su contenido. El resumen que nos ofrece del poema es cialmente de la Odisea. En la mayoría de los casos, las
el siguiente: tradiciones son coincidentes e incluso en algún caso ha
podido haber en la Odisea interpolaciones de versos de
Vienen a continuación de éstos los cinco libros 10s Regresos, como veremos. Por todo eiio será Homero
de los Regresos de Agias de Trezén, cuyo conteni- nuestra principal fuente para cubrir las lagunas o am-
do es el siguiente: pliar la magra información de Proclo y de los frag-
Arenea mueve a dispura a Agamenon y Menelao mentos.
con motivo de la partida de las naves. Así que Aga- El poema por su temática no se prestaba demasiado
menón aguarda para aplacar la cdlera de Atenea. a la unidad de composición, sino sena más bien u n
Diomedes y N b t o r , que se hacen a la mar en agregado de diversos episodios, se@ 10s cuales dividi-
dirección a sus hogares llegan sanos y salvos. remos convencionalmente la reconstrucción de su con-
Meneiao, que Zarpa tras ellos, llega a Egipto con tenido.
cinco naves, perdidas las demás naves e n el mar.
Los hombres de Calcante, Leorzteo y Polípetes, Homero relata con cierta extensión
que se ponen en marcha a pie hasta Cotojón, se- los motivos de la disputa de los Atridas
La dirpurn
pultan a Tiresias, que habia muerto allí. de los ,.ltrihs y el regreso de Diomedes y Ndstor, que
Al zarpar los de Agamenón, el fantasma de Aqui- cubrían, según Proclo, el comienzo del
les se les aparece e intenta impedirselo, predicitn- poema. Dejamos, pues, la palabra a
dotes lo que va a ocurrirles. Néstor en la Odisea5:
5 Odisea 111 130 SS.
196 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA
REGRESOS 197
Pero cuando habiamos saqueado la excelsa' ciu-
dad de Priamo, nos habíamos embarcado ea las Esras navegaban muy de prisa, porque urt dios
naves y una divinidad había dispersado a los había alisado el ponto, albergue d e grandes mons-
aqueos, entonces Zeus rnaquind en su fuero inter- truos. Al llegar a Ténedos celebramos sacrificios
no u n regreso penoso para los argivos, puesto que a los dioses, deseosos de regresar al hogar, pero
no todos fueron prudentes y justos. Por eso mu- Zeus no planeaba aún el regreso, ;cruel, que de
chos de ellos se enfrentaron con un destino funes- nuevo suscitó una segunda disputa funesta! Pues
to, por la perniciosa culera de la de ojos de lechu- unos, los que acompañaban a Ulises el ingenioso
za, hija de un paáre poderoso, que promovió la soberano, de variada astucia, fIevnron de regreso
discordia entre ambos Atridas, por lo que ambos sus bajeles, combos por ambos lados, por compla-
convocaron a asamblea a los aquws todos, sin ra- cer al Attida Agamendn.
zón y no de acuerdo con un orden, a la puesta
de sol. Yo, en cambio, con las naves que me
Acudieron los hijos de los aqueos, entorpecidos Diomedes
seguian agrupadas, me fui de allí por-
por el vino y ellos dieron una explicacidn de por N&tor que me percataba de que una divinidad
qué habían convocado al ejército. Entonces Mene- maquinaba males contra nosotros. Se
lao exhortaba a los aqueos todos a acordarse del fue también e2 marcial hijo de Tideo 6
regreso sobre la ancha espalda del mar. No le agra- e incitó a sus camaradas a lo mismo. Mucho des-
d ó a Agamenón en absoluto, pues el queria conte- pués partió a por nosotros el rubio Menelao y nos
ner a la hueste y celebrar sacrashecatombes para encontrb en Lesbos, delibernndo sobre la larga
aplacar la terrible cdfera de Atenea. jlngenuo! ;No travesía: si regresaríamos por cima de la abrup
sabía que no iba a persuadirla, pues no se mudan la Quíos hacia la isla Psiria, dejándola a la izquier-
de repente las intenciones de los que existen por da, o bien por debajo de Quíos, a lo largo del ven-
siempre! De modo que ambos se pusieron en pie toso Mimante.
intercambinndo duras frases y se levantaron los Rogamos a la divinidad que vos mostrara un pro-
aqueos de hermosas grebas en medio de u n grite- digio, así que nos lo mostró, y nos ordenaba cortar
río sobrehumano, pues los pareceres se dividían por su mitad e2 mar hacia Eubea, para que cuanto
entre ambos. antes nos librdramos de la desgracia. Levantó una
Pasamos la noche meditando violencias uno con- sonora brisa para que comenzara a soplar, y los
tra otro, pues Zeus tramaba el sufrimiento del mal. bajeles recorrían muy de prisa los caminos pródi-
Al alba sacamos unos las naves al divino mar y gos en peces, de forma que llegaron de noche a
embarcamos nuestros bienes y a las mujeres de Geresto.
ajustada cintura. La mitad de la hueste, pues, se Le ofrecimos a Posidón muchos perniles de fo-
quedo allí, aguardando al Atrida Agamenón, pas- ros, despuds de haber atravesado un gran trecho
tor de hombres, y la mitad nos embarcamos e de la mar.
impulsamos las naves.
6 Diomedes.
REGRESOS 199

Era el c u r t o dia cuando los camaradas d d do- El poema dejaba a Menelao en Egip-
mador de cabailos, Diomedes, el hijo de Tideo, de- Cdcmle, to para centrarse en la suerte que c u
tuvieron en Argos sus proporcionadas noves. Leonteo rrieron los compañeros de Calcante, el
y Polipetes adivino, así como los de Leonteo, hijo
Severyns remonta a los Regresos la leyenda según la de Corono, vhstago de Ares y Polipetes,
cual, en ausencia de Diomedes su esposa Egialea, inspi- hijo de Pirítoo (por tanto, nieto de Zeus) y de Hipoda-
ra& por Afrodita, que se vengaba así de la herida que mía, que según el Catálogo de las Naves. compartían el
le infligiera el hijo de Tideo, se entrega a toda la juven- mando de los de Argisa, Girtona, Orta, ELona y Olosón,
tud argiva y hace su amante a Cometes. Se basa para con cuarenta naves lo.
ello, entre otros motivos, en que Mimnermo conoce la Al parecer, Calcante acaba su vida en Colofón, o al
leyenda, lo que indica que ésta era antigua y podía menos esa es la historia que nos cuenta Estrabón l1 refi-
contarse aqui. riéndose a esta ciudad:
Pero prosigamos con la narración de Méstor en la Se dice que el adivino Calcante, junto con Anfi-
Odisea loco, el hijo de Anfinrao, llegó aqui a pie al regreso
Y yo me encaminé hacia Pilo y no amainó el de Troya, pero al encontrar en Claro a un adivino
viento, puesto que un dios lo había enviado de mejor que él, a Mopso, el hijo de Manto, la hija
antemano para que soplara. Y así llegué. de Tiresias, murió de pena.

Tras estos episodios, los Regresos co- Ahora bien, que Calcante muriera allí no es motivo su-
menzaba a narrar las incidencias del ficiente para corregir, como algunos han pretendido, el
Mmeiao
en viaje de Menelao. También Hornero resumen de Proclo, sustituyendo Tiresias por Calcante.
sabe de su llegada a Egipto con cinco Según Estrabón Anfiloco u,otm notorio adivino, acom-
naves, y es tambiCn Nbtor quien se paña a Calcante en su regreso. Her6doto (cf. fr. 14A.
refiere a ello 9 : 148) nos da alguna noticia sobre la continuación de s u
viaje que, por Panfilia y la parte sur de Asia Menor, se
a los cinco bajeles de azulada proa Los allegaron a prolongó hasta los confines de Cilicia y Siria, donde
Egipto el viento y el mar cm su impulso. funda la ciudad de Posideo, en un promontorio sobre
el golfo del Estrirnbn.
En el fr. 2 se nos informa que un hijo de Menelao y
de una esclava aparecía en los Regresos, pero ignoramos
en qué circunstancia. tQ llinda 11 738-746.
11 Esrrueb~,XIV 1. Zi.
12 EUQ lleva a ALLBN a sit11~~.
en esta obra el fr. 8 de la Tebai-
7 S-YNS, Cucle..., págs. 371 SS, da, que menciona a un Antilmo, lo cual evidentemente es posi-
8 Odiseo 111 182 5s. ble. Pero cl. en la introducci6n a esta obra las razones que me
9 Odisea 111 299-300. llevan a incluirlo d i .
200 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA REGRESOS 201

En este contexto migratorio hay que situar el fr. 15 manzanos de espléndidos frutos, dulces higueras y
en el que se nos informa sobre el paso de Podalirio por olivos en sazón. Cuando el viejo se enderezaba para
el Quersoneso tracio y la descendencia que deja allí. tomarlas en sus manos, el viento las lanzaba hacia
las nubes sombrías.
Hay una serie de fragmentos que alu-
Descenso
den a personajes y escenas en el Hades. La versión de un Tantalo con una piedra suspendida
~~d~~ Parece probable que los Regresos inclu- él aparece, ademhs de en Regresos, en Arquíloco,
yera una visita a la i,egión de los muer- pindaro, Alceo y Alcmán 15. Lo que no es posible deter-
tos, como la Odisea. Dado que el resu- minar es cuál de las dos versiones del mito es la más
men de Proclo no alude a ella, no sabemos en que lugar antigua.
del poema se situaba, si tras la muerte de Agamenón, Severyns lb, basándose en diversos escolios, piensa
tras la de Egisto y Clitemestra, llevados por Hermes, que son interpelados en la Odisea y procedentes de los
o en una visita de Orestes previa a la venganza, o tras Regresos, los versos que se refieren a Sisifo 17:
el entierro de Tiresias j3. El hecho es que en esa visita al
Hades aparecía una descripción de sus horrores (fr. 3, También vi a Sisifo, presa d e violentos dolores,
11) y asimismo debía hacerse referencia a los grandes cargando una tremenda peña en ambos brazos.
condenados mitológicos. Nos consta al menos que se Hacío fuerza con manos y pies, e iba empujando
aludía a Tántalo, según el fr. 10. Tántalo era antepasado la peña cuesta arriba, hacia una colina, pero cuan-
de los Atridas y su inclusi6n en el Regreso de los Atri- do iba a sobrepasar la cima, entonces una fuerza
d a se justifica plenamente. En la OdiseaI4 se describe la hacia volver atrás y en seguida se iba rodando
el supiicio de Tántalo, pero de modo diferente al de hacia el llano la despiadada peña. Él, no obstante,
nuestro poema: la empujaba de nueva, tenso; el sudor brotaba de
sus miembros y de su cabeza se levantaba polvo.
También vi a Tántalo, que padecía crueles sufri-
mientos de pie en u n estanque. El agua le llegaba De otra parte, en la visita al Hades se hacía referencia
hasta la barbilla. Estaba sediento, pero no podía también a una serie de heroínas, como en la Odisea. El
tomarla para beber, pues cuantas veces se agacha- catálogo de los Regresos coincide en general con el ofre-
ba el anciano, deseoso de beber, tantas veces el cido por la Odisea. Así, en los fr. 4 y 5 se alude a Mera
agua desaparecía, embebida, y en torno a sus pies y Clirnena, que se mencionan en la Odisea juntas y al
aparecía la negra tierra; una divinidad la secaba lado de Erífila. Es verosímil por tanto que la alusión
por completo. Por cima de él, unos árboles d e fron- del fr. 8 de Regresos se refiriera también a este pers*
dosa copa prodigaban su fruto, perales, granados,
O .162 Adrados: Pfrmmo, Olimpica 1 57
15 A R O ~ O Cfr. SS.; ALCEO
13 Cf. bibliografía sobre diversas opciones en RWCH, en PAULY- Z 42 Lobel-Page; ALCMIIN, f r . 79 Page.
Wrssow~,R.E.; HUXLEY,Greek epic ..., págs. 164165; S ~ Y N S , 16 SEVERYNS,Cycle ..., phgs. 391-392.
Cycle ..., págs. 38M86. 17 Odisea X I 593600.
14 Odisea XT 582-592. la Odisea X I 326.
202 FRAGMENTOS DE PICA GRIEGA ARCAICA REGRESOS 203

naje, a cuya culpabilidad en la muerte de Anfiarao ya preces vieron los famosos reyes hijos de Atreo. U n a
aludimos en la introducción a la Tebaida. vez. que llevaron a tdrmino muchisimas empresas,
En el fr. 7 se cita a Antíopa, que también aparece en primero en tomo a Troya, en el mar luego, [ras
la Odisea l9 como también son personajes de este poema haber partido hacia aquí, no pudieron llegar al
Tiro y Aicrnena, mencionadas en el Fr. 1 2 De Tiro se final de su ruta hasta que te invocaron a ti, a Zeus
nos dice que estaba enamorada del n o Enipeo, que la el de los Suplicantes y al encantador hijo d e Tio-
posey& Posidón, tras haber tomado la figura de aquél na 23. Ahora socórreme con afable talanfe, según tu
y que Tiro quedó encinta y parió a Pelias y Neleo. De tradición.
Alcmena, esposa de Anfitrión, que la posey6 Zeus y que
tuvo de él a Heracles. Esta leyenda local de Lesbos quizá remonta a los
Por último, aunque Hornero no la menciona, parece Regresos.
que en el catáiogo se inclula también a Medea (h. 6),
cuya historia es bien conocida a través de la famosa tra- Continuando con el resumen de Pro-
gedia de Euripides que lieva su nombre, y aludida, como clo, éste dude a la tempestad en tomo
se verá, en otras producciones épicas antiguas. En este Lar Cafdrides a las Rocas Caférides. Si a ello se aña-
fragmento se trata concretamente de la coccidn de su de el fr. 1 que menciona a Nauplio, se
suegro Esón para volverlo a La juventud, empresa en la hace verosímil que en el poema que nos
que Medea pudo triunhr por sus conocimientos de he- ocupa se recoja un tradición que nos narra el Pseudo-
chicería. ApolodoroN; según la cual, Nauplio, padre de Palame-
des, al conocer la muerte de su hijo decide vengarse,
Volviendo a las peripecias del viaje
y así:
Encwntro de vuelta, sabemos por Hornero21 que
de Ulises Menelao y Ulises coincidieron en Les- Una vez que se enterd del regreso de los griegos
Y Meneh bos y que Ulises venció allí en la lucha hacia su patria, encendió los fuegos d e señales en
a Filomeleides. Hornero no habla de la el Cafereo, que ahora se llamu Xilófago 25. Enton-
presencia de Agamen6n en este lugar, pero en cambio ces los griegos, al acercarse a la orilla en la idea
Safo a alude a una detención en Lesbos de ambos Atri- de que era un puerto, perecieron.
das, hasta que consiguieron un viento favorable:
Ojalá apareciera junto a mí, que lo sup[ico, tu
graciosa figura, soberana Hera, a IQ que por sus u Esto es. Dionisio. Tíona es otro nombre de Sémele.
3 Psnmo-APOLODORO, VI 11. Algunos autores dudan de que
el episodio se recogiera en Regresos. Cf. VIAN, Reckerches ...,
19 Odiseo XI 260.265. págs. 79 y SS.
m Tiro, en Odisea X I 235 ss.; Alcmena en Odisea X I 266 SS. Esto es .devorador de madera*. El cabo CaFereo ha sido
Odisea IV 341-344 (=XVII 132-1353. siempre extraordinariamente peligroso para la navegaci6n.
n SAFO,fr. 17 (edición de D. Page en Sappho ond AIcaeus.
Oxford, 1955, pág. 58).
204 FRAGMENTOS DE PICA GRIEGA ARCAICA REGRESOS 205

Tras este desastre se narraba la muer- en combate a los molosos, reina sobre ellos y en-
te de Ayax Locrio, perseguido por la c& gendra de Andrómaca a Moloso.
lyv
Locrio ]era de Atenea como ya sabemos par el Héleno, tras fundar una ciudad en Molosia, la
sacrilegio cometido ante su imagen que habita y Neoptólemo le da a su mndre Deidamía
narraba el Saco de Troya. Dejamos de por esposa. Cuando Pelw fue expulsado de Ftia
nuevo en este punto la palabra de Horneroa: por los hijos de Acastoa y murió, Neoptólemo
recuperó el reino de su padre.
Ayar sucumbió con sus naves d e largos rcmos.
Primero lo allegó Posidon a las grandes rocas Gi-
El Pseud~Apolodorono alude al encuentro con Uli-
reas y lo sacó sano y salvo de2 mar. Se habría
ses en Maronea, pero Homero si menciona una referen-
librado de la muerte, aun aborrecible como era
cia a la estancia de Ulises en ese lugar" al hablar de
para Atenea, si no hubiera proferido palabras so-
berbias y no se hubiera enajenado. Afirmo que a un pellejo de cabra con negro vino dulce que me
pesar de los dioses escaparía del gran abismo del dio Marón, hijo de Evantes, sacerdote de Apolo,
mar. Posiddn le oyó proferir estas soberbias pala- que tutela Ismaro, porque lo sa1vamos, junto con
bras. Así que, tomando al punto en sus fuerres su hijo y su mujer, respetándolo, pues habitaba
manos el tridente, golpeó la roca Girea y fa hendió. en un frondoso bosque consagrado a Febo Apolo.
Una parte se quedd allí, pero la otra cayó al mar.
Sentado en ésta precisamente era donde Ayax se Posteriormente se narra el regreso de
había enajenado. De modo que se lo llevó consigo Agamenón a su patria, al término del
al mar inmenso de alborotado oleaje. Así fue como Agamenón cual el Atrida perece asesinado por su
murió allí, tras haber bebido el agua salina. esposa Cliternestra y el amante de la
misma, Egisto. Homero conoce múiti-
La narración se centra entonces en ples detalles de la leyenda. Para empezar, nos cuenta el
Neopt6lemo. A este respecto dispone- lugar en el que Egisto tenía su reino, lugar al que pre-
mos de un relato coincidente con el cisamente arriba Agamenón m.
Neopt*'emo resumen do Procio, pero algo más am-
Pero cuando iba a llegar al elevado monte d e
plio, en el Epítome del Pseudo-Apob
Malea, entonces una tempestad arrebatbndolos, se
doro n:
los llevó a todos a través del ponto pródigo en
Neoptólemo, después de haberse detenido en peces, entre profundos gemidos, hasta el extremo
Thtedos dos dias por consejo de Tetis se encaminó
a pie al país de los molosos, con HéIeno. En el ca- 8 Arcandro y Arquiteles. El episodio es narrado por EUR~FIDES,
mino, entierra, a su muerte, a Fénix. Tras vencer Troyanus 11261130 y en otra versión, par el escolio al pasaje.
29 Odisea I X 1%198, aunque no menciona el nombre de la ciu-
Odisea IV 499 ss. dad, cf. lo dicho en Ia introducción, 5 1.
PSBUDO-APOLODORO,
VI 12 SS. Odisea IV 514518.
REGRESOS 207

de u n territorio donde untarlo habitaba sus pala- Aga.menón en el Hades el que narra ahora su propia
cios Tiestes, pero entonces habitaba el Tiestiada muerte ":
Egisto.
Egisto tramo mi muerte y mi destino. M e dio
muerte con mi funesta esposa, tras invitarme a
Egisto no va a la guerra de Troya. En efecto, en el entrar en casa y a un banquete, como quien mata
«Catálogo» de la lliada no se menciona Citera que, de a una vaca en el pesebre.
acuerdo con Andrón 3', era la isla habitada por Tiestes. Así fue como morí, de la muerte más desdicha-
Y Nestor refiere en la Odisea la actividad de Egistoz: da, y a mi alrededor, otros camaradas perecían sin
Nosotros permanecíamos allí, llevando a cabo pausa, como cerdos de blancos colmillos para una
múltiples empresas, mientras él permanecía tran- boda, u n festín a escote o un floreciente banquete.
quilo en el fondo de Argos, criadora de caballos, T ú ya te enfrentaste a la matanza de muchos
perseverando en seducir con sus pelabras a ¡a hombres, que murieron en liza singular o en el
esposa de Agamenon. poderoso combate. Pero mucho mds te habrías
Ella, fa divina Clitemestra, rehusaba al principio apenado en tu a'nimo a1 ver aqu&lo, cdmo en t o m o
la vergonzosa accidn, pues tenia una mente noble a la crátera y a las mesas colmadas yacíamos en
y a su lado se hallaba también el aedo al que había el palacio y lodo el piso humeaba de sangre.
encargado con mucho interés el Atridn, al partir Oi también lo voz más digna d e Idstima, la de
hacia Troya, que guardara a su esposa. Pero cuan- Ea hija de Priamo, Casandra, a la que mataba la
do el destino de los dioses la impulsd a dejarse artera Uitemesira a mi lado. Yo, en tierra, levan-
dominar, entonces se llevó al aedo a una isla de- taba mis manos, a punto de morir, herido por la
sierra y lo dejó allí para que sirviera de pasto y espada. Pero ella, la cara d e perra, se alejó, y aun-
presa a las aves d e rapifia. que yo me encaminaba ya al Hades, no se dignó
Consintiendo dl, se la llevó a ella, que también CeTIUTWte los ojos con sus manos o cerrarme la
consentía, a su casa. Muchos fueron los perniles boca.
que quemó sobre las sacras aras de los dioses y
muchas las ofrendas que colgd: vestidos y oro, por Posiblemente pertenece a esta escena de lucha el fr. 13.
haber llevado a cabo una gran hazaña que no espe- Como resultado del asesinato, Egisto se hace con el p
raba en su fuero interno.
der hasta la llegada de Orestes.
La situación se mantiene así hasta el regreso de Aga-
menon. Entonces los acontecimientos se precipitan. Es 33 Odisea XI 409 ss. en boca de Agamenón. SEVERYNS, Cycle ...,
pág. 403. cree que este relato es interpelado y procede, si no lite-
ralmente, si en sus grandes líneas, de los Regresos.
31 N , 11
~ D R ~ fr. Jacoby.
3 Odisea 111 262-275.
REGRESO S 209

Es de nuevo Hornero quien nos narra


la venganza
La venganza Siete años reinó Egisto sobre Mice- 4, Bibliografía
Orestes nas la abundante e n oro, tras el asesi. ~diciones:k m , Epicorum ..., phgs. 52-56; hUti, Homeri ope-
nato del Atrida, y el prteb¿0 le estaba , , págs. 14M43; Clms. Rev. Zi (1913), 191; EWN-WHITE, pági-
sometido. Pero al octavo llegó por su mal el divino nas 526528.
Orestes, de vuelta de Atenas y matd al asesino de Estudios:
-
~
RZACH,S.Y. Kykios, en PAULY-Wissowa.R.E.; S m -
su padre, a Egisio, de dolosa intención, porque RYNS, Cycle ..., p&s- 370409; HUXLEY, Greek epic ..., págs. 162-168;
había dado muerte a su glorioso padre. Después .A fragment of the Nostis. Par. P u s . 14 (1959). 282-283; H.L. TM.
Cy, .Vergil and the Nostoin, Vergilius S4 (1968). 3MO.
de matarlo, ofrecid a los argivos u n banquere fúne-
bre por su aborrecible madre y por el cobarde
Egisto.
5. Texto seguido para nuestra traducción
En la Odisea no se menciona a Píiades, focense amigo
t o s fragmentos 1 al 12 siguen la edición de -N. Homeri ope-
de Orestes, que posteriormente juega un papel principal ra, págs. L4@143, con la salvedad de que presento el fr. 8 más
en la leyenda y que aparecía en los Regresos. La amis- completo, p a a incluir en 61 e1 fr. 1 de Antímam de Teos de Kls-
tad de los jóvenes se iniciaba en Fócide, cuando Orestes m, Epicorum..., pAg. 247. El Cr. 13 sigue U , C k s . Rm. 27
es enviado allí secretamente para escapar de la muerte (1913), 191, pero no traduzca el que ALUN numera allí como 14,
tras el asesinato de Agamenón. porque es nuestro 8 de la Tebaida. 14A y 148 son dos menciones
de Heródoto recogidas por Arzw ibidem, sin número. El 15 es el
Hay que mencionar por úitimo que publicado por H m . .A fragment o€ the Nosiii. Par. Pass. 14
la referencia del Fr. 9 a las bodas de (19591, 282-283.
Ef
fragmmio 9 Telémaco y Circe y de Telégono con
Penélope deriva probablemente de un
error. Cf. lo que decimos al respecto en
la introducción a la Telegonia. Tal interpretación parece
m8s probable que pensar que, dado que es el fragmento
que atribuye los Regresos a un colofonio. se trate de
otra obra que incIuía este episodio posterior a la muerte
de Ulises.

u Odisea 111 3W310.


a oTereide)
~ ~ ~ s a de , a Megapentes. De otra parte, de una ninfa
Coosia, segim Eumelo, a Jenódamo 3.
APOLODORO,111 11, 1

pero el poema de Hornero sobre Ulises, la llamada Miníada y


LOS uREGRESOSm (~NOSTOID) 10s Regresos, pues también en éstos aparece el Hades y los h o m
res de allí, no conocen a ningiin demon Eurinomo.
Y
P ~ L S A V ~ A S , 28, 7

(Nauplio) cas6, según dicen los poetas trágicos, con C h e n a ,


la bija de Catreo; según el autor de los Regresos, con F h , y
según C h o p e , con Hesíona. Engendró a Palamedes, Eax y Nau- Se dice en los Regresos que Cümena era hija de Minias, que
simedonte. ésta casó con CtfaJo. el hijo de Dey6n y que tuvieron un hijo,
APOLODORO,11 1. 5 Ifido.
P~usnljus,X 29. 6

(Menelao) le daba como esposa a la hija de Aléctor llegada de


Esparta a su hijo, el fuerte Megapentes, que le naci6, de antigua Encima de éstas está Mera, sentada en una roca. Acerca de ella
alcurnia 3,de una esclava. se dice en los Regresos que abandonó el mundo de los hombres
(Esmlios: a) Esa, según Alexibn es Tiris; se@ otros, Teris. hija siendo aún una muchacha y que era hija de Preto, el hijo de
de Zeuxipa; mei pwta de los Regresos, Getis34. Algunos ha- Tersandro, que a su vez lo era de Sisifo.
cen de Esclava un nombre propio. PAUSANIAS, X 30, 5
b) Unos lo hacen nombre propio, Esclava, otros Terídae, pues
Teridae es el nombre propio de &a.
Odisea IV 1Q12 y ESCOLIO a.l.
Acerca de su padre E s h . el autor de los Regresos dice lo si
guíen te:
En seguida convirtió a Esdn en un amable mu-
Menelao engendró de Helena a Hermíona y según algunos, a chacho en la flor de la juventud, tras quitarle la
Nicóstrato, y de una esclava, Pibride, etolia de raza (o, según dice
vejez con sus sabios conocimientos, despuds de
3 'De antigua alcurnia' es la traducci6n que de este dudoso haber cocido muchos tdsigos en calderos de oro.
ttrmino tZljgeros d a E. N. COUCHANOIYR en Aní. Cluss. 41 (1972), A ~ c v u m ode la W e d u de E m í m ~ e s
218221. No hay contradiccibn entre ese calificativo y el hecho de
que sea hijo de una esclava. La alcurnia le viene por línea paterna.
36 Getis es en realidad un étnico femenino tracio.
212 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA RECRESOS 213

~ ~ f e ~ o dice
n i a que Uiists tuvo de Calipso un hijo, Telégono y
~eledamo,Y de Penélope, Telémaco y Arcesilao. Según Lisímaco,
,, hijo de Evipa la tcsprocia fue Leontofbn, al que otros llaman
Se dice que Medea, se& cuenta Esquilo, tras haber cocido a ~oricio.Sófocles menta que de ella tuvo a Eurialo, al que mató
las nodrizas de Dioniso las rejuveneció, junto a los propios Telemaco. El colofonia autor de los Regresos dice que Telémaco
varones, y según el autor de los Regresos, también a Es6n, di. luego con Circe, Y Telégono. el de Circe, se casó a SU vez
ciendo lo siguiente: con Penblope.
EuST~cro,1796. 45
En seguida ... de oro ( =dA).
ESCOLIOA ARIST~FANES,
Cabaikros 1321

LOS poetas afirman que el antiguo Tántalo Uego a ser amante


del placer. Al menos el autor del Regreso de los Atridas dice que
éste, al llegar a presencia de los dioses y cuando vivia con ellos,
A la entrada de la ciudad está el monumento de la amazona
consiguió de Zeus el privilegio de pedir lo que deseara y que en
Antíopa. Plndam dice que la tal Antíopa fue raptada por Pirítoo
una disposición tan insaciable para los goces como tenía, sugirió
y Tesea; pero Hegias de T m d n da la siguiente versi6n: Heracles,
vivir de forma semejante a la de los dioses. Así que Zeus, irrita-
que asediaba Temíscira sobre el Termodonte, no podía tornarla.
do por ello, le cumpli6 su deseo. de acuerdo con su promesa,
Pero Antíopa, enamorada de Teseo @ues también Teseo acompa-
pero para que no disfmtara de ninguna de las cosas que tenia
ñaba a Heracles en la campafla), entregó la plaza a traición. Esta
ante El, siso pasara su vida inquieto, suspendió sobre su cabeza
es la versión de Hegias.
una piedra por lo que no podia procurarse ninguna de las cosas
PAUSANIAS, 1 2. 1
que tenía ante él.
ATENEO,ZElb
8

Mientras que Antirnaco de Teos dijo:


En los Cíclicos se citan las almas de los muertosM:
Pues de los regalos muchos males le sobrevienen
a los hombres, Por largo tiempo sujrian allí padecimientos en-
tre los espantosos muertos.
Augías escribió: Ervmologicuirr Magnrrm 600. 8
Pues los regalos seducen la mente de los hom-
bres y sus acciones.
Cuaime DE WmRL4, S f r ~ m t e iV
s I 2. 12. 8
Tiro: la hija de Salmoneo. Tuvo como hijos de Posidón a Neleo
y Pelias. Alcmena fue hija de Electrion. Micena fue hija de Ina-

Realmente la traducción es aproximativa. Se trata de una


Hijos de Circe, con Ulises, según Hesíodo, Agrio y Latino; de cuestion terminológica. aEn los Ciclicos se denominan nekades a
Calipso, Nausltoo y Nausínoo. Pera el cireneo que escribid fa 13s almasn, cF. SEVERYNS,Cycle..., págs. 3S387.
214 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

co y Melia, la de Ockmo. De ella y de Aréstor nació Argos, se&


se cuenta en el Ciclo.
ESCOLIO
A Odisea 11 120

El autor del Regreso de los Atridai dice en el libro tercero:

Hermioneo, persiguiendo a Iso con sus rápidos


pies, lo hirió en 20s músculos lumbares con su
lanza.
ATENEO,399a

Desde la ciudad de Posideo. que fundh Anüioco. el hijo de


Anfiarao en los mismos limites entre los cilicios y los sirios. En realidad, sólo la Teiegonia, de acuerdo can el resu-
HER~DOTO.
111 91 men de Proclo, pertenece al Ciclo. El motivo de que in-
troduzcamos aquí la Tesprkida es que se considera
como una de las principales fuentes de la Telegonia y
que en algunos casos no podemos determinar si ciertos
Estos panfilios son de los que se dispersaron desde Troya con testimonios derivan de una obra o d e la otra. Hasta tal
AnHloco y Calcante. punto debían existir coincidencias entre ambas, que Cle-
H E R ~ O TVI1
O , 91 mente de Alejandría 1 acusa a Eugarnón de plagio:
No sólo se les ha sorprendido plagiando ideas
y palabras o refundiéndolw, como ya ha quedado
De entre eUos. Macabu, como cuentan muchos, acabó su vida demostrado, sino que también se les podría refutar
en el saco de Troya sin dejar ninguna descendencia. Mas Poda-
que toman abiertamente como un robo trozos ínte-
lirio, al detenerse en Sima de Rodas. tuvo, se* cuenta Antímaco
en el libro octavo de 10s Regresos, dos hijos: Rad6n e Hip6loco. gros, pues plagiando torntmente lo de los demás
de Ifianasa, la hija de Ucalegonte. lo presentaron como propio. Es el caso de Euga-
Vida de Hipdcrates Bruselense
mdn de Cirene respecto al libro completo sobre
los tesprotos d e Museo, d e Pisandro de Camiro res-
pecto a la Heraclea de Pisino de Lindo y d e Pa-
niasis de Halicarnaso respecto a la Toma de Eca-
lia de Creófilo de Sumos.
216 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

Hay que matizar, con Huxieyz, que lo que debemos hijo de la princesa tesprocia Calídica, no de Penélope.
interpretar es tan sólo que Eugamón trato temas ya o que añadamos a este mero dato seria conjetural.
~ o d lo
tratados en la Tesprócida, reelaborándolos. parece que podría pertenecer a esta obra una noticia
Sobre Eugamón de Cirene, autor de la Telegonía según de Aristóteless, según la cual Neoptólemo fue llamado
Proclo, tenemos escasa informacion adicional. Eusebio para arbitrar entre los itacenses y Ulises y poco mas.
en su cronoIogia lo data en la Olimpíada 53, esto es, LOS límites de lo heredado por la Telegonia de este poe-
entre el 566 y el 563 a. C., lo que nos sitúa la Telegonía ma y lo innovado por Eugamón no s6n fáciles de trazar.
en el último puesto cronológico del Ciclo, mediado ya el
siglo VI a. C. Parece, por lo que sabemos, obra de un
poeta extravagante, probablemente cortesano, que inno- 3. El resumen de la ~Telegoníai,debido a Proclo
va violentamente la leyenda, típica expresión de la deca-
dencia del genero y anuncio ya de uno nuevo: la nove- Sobre la Telegonio estamos mucha mejor informados,
listica en prosa. ya que disponemos del resumen de Proclo, q u e nos dice
Sobre el autor de la Tesprócida no sabemos nada, ya lo siguiente:
que su atribución a Museo no tiene ningún valor. Museo Después de esto viene la Odisea de Hornero. Lue-
es una especie de cajón de sastre al que se remitía en go los dos libros de la Telegonía de Eugamón de
la antigüedad una larga serie de poesía himnica puri- Cirene, cuyo contenido es el siguienre:
ficatoria, oracular y poética en hexámetros, sin la menor Los pretendientes son sepultados por rus alle-
garantía de que fuera siquiera un personaje histórico. gados.
Resulta interesante seiiaiar que Hammond ha estu- Ulises, tras celebrar un sacrificio en honor de
diado el origen de ambas obras y concluye que eI mate- las Ninfas, zarpa hacia Blide para visitar sus boya-
rial mítico que las conforma se origin6 en la Grecia das. Es hospedado en casa de Polixeno y recibe
noroccidental en el siglo xrr a. C. como regalo una crdtera. Sobre ella están repre-
sentadas las historias de Trofonio, Agamedes y
Augias.
2. Contenido de la «Tesprócidam Luego, tras regresar por mar a ltaca, celebra
los sacrificios prescritos por Tiresias.
Sobre este poema, s61o disponemos de una alusión Después de eso llega a1 país de los tesprotos y
directa, que recogemos como fr. 1, según la cuaI Ulises desposa Q Calídica, la reina de los tesprotos.
tuvo de Penélope, al volver de Troya, un hijo, Ptolipor- Luego se inicia una guerra entre los tesprotos,
tes. Este Ptoliportes no puede identificarse con el Polí- al mando de Ulises, y los brigos. Entonces Ares
petes que cita la Crestomatía de Proclo, ya que este era pone e n fuga a los de Ulises y Alenea le presenra
baiafla. Apolo los separa.
2 HUXLFY.Greek epic ..., pág. 168.
3 N. C . L. HAMMOND, The Cambridge Ancient History2, 11, 4 AUEN. Homer ..., phg. 224, nota l .
XXXVZ 35. 5 ARIST~TEUS,f r . 464 Rose.
218 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA ARCAICA

A la muerte de CaIidica, la realeza la hereda P&


de gamón era rey de Cirene Arcesilao II, por lo que
lípetes, hijo de Ulises, así que él regresa Q I t a a
En eso, Telégono, que se ha embarcado en busca ,, trataría de un intento del poeta por halagar al rey,
d e su padre, desembarca en Itaca y saquea fa isb.
dándole a Ulises un hijo con el nombre real.
Al tratar de defenderla, Ulises muere a manos de sólo nos queda, pues, tratar de ampliar en algunos
la esquemática referencia de Proclo, siguiendo
su hijo por error.
Telégono, al darse cuenta de su equivocacidn el esquema argumental.
Vemos que Proclo comienza su resumen con el entje-
lleva el cuerpo de su padre con Telémaco y Pené.
,O de los pretendientes por sus parientes. Se supone
lope, a su madre. Ella los vuelve inmortales. Telé-
que ]a Telegonía comienza donde acaba la Odisea, la cual
gono se desposa con PenLlope y Telémaco, con
parece indicar que la Odisea que Eugamón leía no in-
Circe.
cluía lo que llamamos acontinuacion de la Odisea.. Ello
quizá deba ponerse en relación con un escolio que nos
informa de que los eruditos alejandrinos Aristarco y
4. Contenido de la aTelegoníam Aristófanes ponían en el Canto XXIII, verso 296 el fin
de la Odisea 9.
Como adici6n al resumen de Proclo disponemos de
Posteriormente se alude a la crátera que Políxeno re-
muy poca cosa: el fr. 2, una cita literal que alude a la
gala a Ulises. Como es típico de la épica ce describirían
voracidad de ULises en su vejez y que no sabemos si
las escenas que la decoraban. En este caso se narra una
cargar en la cuenta de la Tesprdcida o de la Telegonía,
hjstoria que verosímilmente procede de un cuento po-
y un fr. I debido a Eustacio que contiene evidentes
pular egipcio y que conocemos por Cárax de Pérgamo 'O:
errores. En efecto, Eustacio, como vemas por su comen-
tario final, no tiene la menor simpatía por estas obras, Agamedes, que gobernaba en Estinfelo de Arca-
ya que el intento de algunos gramhticos antiguos de dia, desposó a Epicmta, cuyo hijo bastardo era
compararlas a las de Hornero le ponía evidentemente de Trojonio. Estas superaban en habilidad artistica a
mal humor, de modo que ha copiado los testimonios todos los de entonces y habían tomado el trabajo
sin atención 4. Esta es la razón de atribuir a los Regresos del templo de Apolo en DeIfos. En Elide le cons-
el doble matrimonio, que es una extravagancia atribui- truyeron a Augías una cdmara para guardar oro.
ble a Eugamón, y en cambio dice que Telégono es hijo Pero como le habian dejado previamente suelta
de Calipso en la Telegonfu, lo que va en contra del resu- una juntura de piedra, penetraron por ella de ncF
men de Proclo. Por tanto, no hay que concederle el me- che y le robaron las riquezas junto con Cerción,
nor valor al testimonio. Sólo merece señaIarse e1 aña- que era hijo legítimo d e Agamedes y de Epicasta l l .
dido a UZíses y Penélope de un hijo, además de TeIé-
maco, Arcesilao, que parece deberse 7 a que en la época Escolio a Odisen XXIII 296.
9 Sobre este tema cf. J. L. CALVOen SU introducción a HOME-
6 CE. SFVERYNS,
Cycle ..., pág. 416. RO. Odisea, Madrid. 1976, pág. 34.
10 C A w , fr. 5 Jacoby.
7 HUXLFI,Greek epic ..., phg. 172.
1' Una historia parecida cuenta HEW~DOTO. 11 121, acerca del
220 FRAGMENTOS DE É P I C . ~ GRIEGA ARCAICA

La narración de la Crestomatéa sigue con la celebra- la región de Tesprocia con la laguna Aquerusia y los
ción de los sacrificios prescritos por Tiresias. En este Aqueronte y Cocito y concluye que
punto podemos determinar claramente la influencia de
fue por haberlas visto Hornero por lo que se atre-
la Odisea sobre la Telegonia, pues las tales prescripcb
vió en su poema con las regiones del Hades y a
nes de Tiresias aparecen en el poema homdrico U:
ponerles a los ríos los nombres por los d e la Tes-
Pero una vez que en Zu palacio hayas matado a procia.
los pretendientes, ya sea con un engaño, ya sea Por todo ello concluye Huxley I4 que la evocación de
abiertamente con el agudo bronce, ponte !uego en
10s muertos de la Odisea se situaba originariamente en
camino, provisto de un remo bien pulido, hasta que
el tesproto de los muertos en Pfira.
llegues entre hombres que no conocen el mar, ni
Es de suponer que también derive de la Tesprúcs'da ' j
comen comida sazonada con sal, ni conocen las
la lucha con los briges o brigos, pueblo cituado al norte
naves de proa carmesí, ni tos remos bien pulidos,
de Grecia o en Macedonia, considerado como antepasado
que so# alas de las naves. Una señal te daré, evi-
de los frigios de Asia Menor, emigrados tras la guerra de
dente y que no se te escapará. Cuando otro cami-
Troya, que históricamente pudo entrar en guerra contra
nante al enconlrarse conrigo te diga que tienes un
los tesprotos.
bieldo sobre tu espléndido hombro, entonces, una
Llega entonces el capitulo de la muerte de Ulises que,
vez que claves en tierra el remo bien pulido, cele-
probablemente inspirado en la Telegonia narra el Pseu-
bra hermosos sacrificios en honur del soberano
do-Apolodoro l6 del modo siguiente:
Posidón: u n carnero, un toro y un verraco semen-
tal de cerdas. Vuelve a casa y celebra sacras heca- Al enterarse Telégono por Circe de que es hijo
t o m b e ~en honor de los dioses inmortales que ocu- de Ulises, se embarca en su búsqueda. Al llegar a
pan el anchuroso cielo, a todos por iurnos. La la isla de ltaca se apodera d e una parte d e ganado.
muerte te llegará entonces, lejos del mar, dulce, Cuando Ulises viene en su defensa, Tetdgono lo
que re consuma agotado por una vejez suave. En hiere con el dardo que llevaba en las manos, que
torno tuyo, el pueblo será feliz. tenía como punta la espina de una raya cortchada,
y UIises muere. Cuando lo reconoce, Telégono, muy
afligido, se lleva el cadáver y a Penktope junto a
Probablemente la profecía esta basada en una primi- Circe y alli desposa a Pendlope.
tiva versión de la Tesprócida, ya que no se alude luego
a todo ello en la Odisea. Además, Pausanias l3 describe Disponemos de una historia de este curioso dardo
(que quizá iguaImente procede de esta obra) en un escG
lio de la Odisea 17:
robo del tesoro de Rampsiniio. De ahi que la historia pueda
atribuirse según HUXLEY, Greek epic..., phg. 171, a un cuento 14 HUXLEY, Par. Pus. 13 (19581. 2454.
egipcio. 15 H m . Greek epic .... pág. 172.
12 Odisea XI llP137. 16 PSEUDO-APOLODORO. VI1 36 SS.
l3 PAUSANIAS, I 17, 5. '7 Escolio a Odisea X I 134.
222 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA ARCAICA

Dicen que, a propuesia de Circe, Hefesto fabricd


para Telégono u m lanza con un dardo de Iu raya
conchada que Forcis había capturado cuando de. 6, Texto seguido para nuestra iraduccion
voraba los peces del lago Forcis. Su contera era m,p4gs 143144 más fragmento 2 en Class. Rev. i7 (1913),
adumantin~,y la punta, de oro. Con este arma 191, pata la Telegonb, y K r m , Epicorum ..., pág. 218, para la
mató a Ulises. ~~s~rddd~.

Al parecer toda esta peregrina historia se origina en


una mala comprensión de un verso de La Odisea la. Se
dice en el que a Ulises le esperaba una muerte dulce,
ex halds, esto es, afuera, aparte del mar., pero se en-
tiende #por obra del marn y así Eugamón inventa la
complicada instancia de la espina. El asunto tuvo eco
y parece que llegó a constituir tema para una obra de
Sófocles 19.
En la Tesprócida, en cambio, Ulises debía morir en
el Epiro, esto es, realmente fuera del mar.
La Tefegonía acaba con una serie de matrimonios
absurdos que culmina adecuadamente el conjunto de
extravagancias que la componen.

5 . Bibliografía

Ediciones: ?Lmm, Epicorum..., phgs. 57-59 (Telegonia) y 218


(Tesprdcida); ALUN. págs. 1&144; EVPLYN-WHITE, p l g s . 53CL532.
Estudios: RUCH,S.Y. Kyklos, en PAWLY-Wissown, R.E.; SEVE-
R ~ S Cycle
. ..., phgs. 409417; A. ~ T M A N N ,Untersuchungen über
die Sagen vom Tod des Odyssetrs, Munich. 1917; R. MEFWEEACH,
Untersuchungen zur Odyssee, Munich, 1%92, pags. 142-155; Hux-
w,Greek epic ..., phgs. 16g173.

18 El verso XI 134. citado en la nota anterior.


19 La tragedia perdida Uiises herido por la espina, a 1a que
se alude en el Fr. 1.
que Telemaco caso luego con Circe y Telégono, el de Circe. se
a su vez con Penélope, cosas éstas extravagantes y una
,m, ~erversidad.Si se hablara un poco menos de ello, el daño
pequeño.
Eus~ac~o, 17%, 35

Y cuando era viejo (ULises)

toinaba vorazmenre inmensos trozos de carne y


dulce vino.
Ade& de los caminos mencionados hay otros dos hacia Orcó- ATENEO.412d
meno: uno Uamado de Leda (...). A la derecha del Mmino hay
un alto mont6n de tierra. Dicen que es la tumba de Penélope,
no aincidiendo en ella con lo dícho en la llamada TesprócidQ,
pues en este poema se dice que cuando Ulises volvió de Troya,
Penélope tuvo de él un hijo, Ptoliportes.
S . 12, 5
P A U S ~ I AVI11

TELEGONlA

Se ha de saber que dan como descendiente de Zeus y Euriodia


a Arc'iio; de éste y de Calcomedusa, a Laertes y de éste y de
Antidea. a Ulises. De éste y de Pent!Iope, a Telémaco. De este y
de Policasta, Ia hija de Néstor, a Per&ptolis, según Hesiodo,
pero Aristóteles en la Conrfituidn de ~ C y QHeiániao dicen
que Telémaco cas6 con Nauslcaa, Ia hija de Aldnoo y engendró
a Perskptolis; algunos tambien emplean su tiempo en estas his-
torias.
Hijos de Circe con üiises, según Hesiodo son Agrio y Latino
y de Calípso, Nausítoo y Nausinoo. El autor de la Telegonia,
un cireneo, relata que Ulises tuvo de Calipso un hijo. Telégono
o TeMdamo, y de Pendlope a Telérnaco y hecilao. Según Lisi-
maco tuvo un hijo de Evipa, la de Tesprocia, Leontoffin. al que
otros llaman Doriclo. Sófocles cuenta que de elia tuvo a Euriaio.
al que mat6 TeIémaco. El colofonia autor de los Regresos dice
los orígenes de Focea. Dado que en los relatos
hjsti>ricOS sobre la fundación de Focea como los de
~j,olas Damasceno (cf. fr. 2 ) y Caronte de Lámpsaco
('F. fr. 4 ) tienen un fuerte colorido rnitíco, supone Casso.
la que las citadas crónicas se apoyaban en una tradición
épica. Por tal motivo reúne una serie de fragmentos que
recogen las leyendas de la fundación de Focea y las
FOCAIDA remite al poema la Focaida, que para nosotros es un
mero nombre.
Aunque esta ascripción es altamente conjetural y ba-
g d a en puras hipótesis (la mayoria d e los editores sólo
presentan en la edición de la Focaida el testimonio arri-
ba citado), merece la pena traducir los fragmentos orde-
Sólo disponernos de un testimonio sobre la existencia n a d por~ ~ Cascola y presentarlos como lo que pudo ser
de un poema con este título, pero la información que el contenido de este poema épico. Dado que se trata
sobre e1 nos ofrece es legendaria y poco de fiar ': de fragmentos narrativos y de un tema del que no dis-
ponemos apenas de inFormaci6n adicional, no requieren
Hallundose (Homero) con Testbrida, compone mayor comentario.
la Ilíada Menor ( . , , j y la llamada Focaida, que los
jocenses dicen que Homero compuso duranle su
estancia entre ellos. Pero Testorida, como había
puesto por escrito la Focaida y todo lo demás de
Homero, pensó abandonar Focea, queriendo hacer
pasar por suya [a composición de Homero.

No nos ha quedado ni un solo fragmento que se re-


mita a un poema de este titulo. N o es por ello extrafio
que WelckerZ pensara que ia Focaida no era más que
otro titulo de la Miníada, cosa justificable, según él, por-
que el autor de la obra sería focense. Este punto de
vista, seguido por varios autores, es criticado por Casso-
la', quien señala que la razón del título es que el poema
1 Pseuno-HmbDo~o.V i d a d e Homero 1, 202-203,206-110 Allen.
2 WEUXEX, Cyclus 12, pág. 273. 11. piigs. 422424.
3 F. CAssriw. *De Phocaide carmine, quod Homero tribui solct,
commentatios. Siudi. Iial. de Fil. Class. 26 (1952). pbgs. 141-148.
FOCAIDA 229

colina del continente, decidieron fortificar toda la parte central.


Como Menes, el tirano de Cime que por entonces dominaba en
aquellas tierras, trataba de impedir q u e construyeran las fortifj-
'aciones, un hermano suyo, Vatias, concierta con ellos un pacto
de amistad y de posibilidad de casamiento mutuo 5, para derro-
car a aquél y darles la región como independiente. Ellos acepta-
ron, así que aquél, con cuantos címeos pudo, atacó a Menes y
FOCAIDA una vez que se le unió rhpidamente el pueblo, tras vencerlo en
]a batalla, entregb a su hermano a los cimeos.
Los cimeos lo lapidaron e hicieron rey a Vatias. Este juzgb en
seguida conveniente confirmar con los focenses los pactos que
habia concertado para la libertad de aquéllos. Ellos lo obedecie-
Se llama Focea porque a los fundadores los acompañaron rnu- ron y les entregaron el territorio.
chas focas. NICOL&DAMASCENO. Fr. 51 J 90
ESTEBANDE BIZANCIO,S.V. Phdkaia

Focea (fue fundada) por los atenienses, con Filogenes a la


Otros (dicen que a F o c a la llaman así) porque vieron a una cabeza.
foca que salía hacia lo seca 4. E S T R A B633
~N,

HERACLIDE~ Conslilución de los Focenses


P~NTKo,

Como los jonios no los adrnitíau en la Confederacibn Jonja


hasta que aceptaran reyes de la raza d e los Codridas, aceptan de
Los focenses, en la guerra contra los orcomenios, hicieron in- Eritrea y de Teos a Deetes, Periclo y Abarto.
cursiones contra las aldeas de éstos y se Uevaron muchas rnuje- PAUSANIAS, V I I I 3, 10
res prisioneras. Tomándolas como concubinas, engendraron hijos.
Crecido no poco el ardor juvenil de los bastardos, los legítimos,
temerosos, se dejaron del país. Tras haber llegado hasta Tórico
en el Atica, poniéndose a la cabeza de éstos como jefes se hicie- Fobo y Blepso eran dos hermanos gemelos de la familia de los
ron a la mar, junto con los jonios, y se les unieron también mu- Codridas de Focea. De ellos Fobo fue el primero que se lanzó al
chos peloponesios. mar desde las Rocas Lxucadias, como contb Caronte de iámpsa-
A1 ganar H e m o con las naves y cuando arribaron a un islote co. Fobo, tras asumir el poder y e1 rango regio. zarpó hacia Pario
no lejos del continente, a numerosos bárbaros que les atacaron, por asuntos particulares. Habiéndose hecho amigo y huésped de
les hicieron frente y los vencieron, así que, penetrando hasta una Mandrón que era rey de los bébrices llamados Pitioesenos, los

5 Esto es, un tratado que permitía a los de una ciudad casarse


4 En las monedas de Focea del siglo VII-VI aparece una foca. can los de otra.
auxilió y combatió al lado de ellos cuando se hallaban hostigados
por los pueblos vecinos. Mandrón dio abundantes testimonios de
amistad a Fobo a su partida y prometió concederles una parte
de la región y de la ciudad si quería establecerse en Pitioesa
con colonos focenses.
Así que Fobo convenció a los ciudadanos y envi6 a su hermano
con los colonos. Tuvieron. pues, a su disposición lo prometido
por Mandron, como esperaban, pero ellos, como lograron gran-
des ganancias, despojos y botín de los bárbaros vecinos. primero
se volvieron objeto de envidia y luego temibles para los bkbrices,
así que. deseosos de librarse de eUos, no trataron de convencer
a Mandron. que era u n hombre de bien y justo con los griegos,
sino que cuando aquél se hallaba de viaje se dispusieron a aniqui-
lar a los focenses con una estratagema. 1. EL poema
La hija de Mandrón, Lámpsaca, que era joven a u n . se enteró
de la conjura, así que intenta primero convencer a los amigos Ninguna de las fuentes que nos transmiten fragmen-
y allegados y hacerles ver que intentan llevar a cabo una empresa tos de la Forónida nos informa sobre el nombre de su
terrible e impía, asesinando a hombres benefactores y aliados, autor. Ya en la antigüedad era, pues, una obra anónima,
y ahora también conciudadanos. y resulta inútil cualquier intento de atribución. Tampoco
Como no logró convencerlos. les contó en secreto a Los griegos disponemos de criterios medianamente seguros para
lo que se preparaba y les exhortó a que tomaran precauciones. fijar la fecha de composición del poema, aunque pode-
Asi que ellos. tras preparar un sacrificio y un banquete, invi-
mos situarlo como anterior a finales del siglo VI a. C.,
taron a los Pitoesenos a un arrabal. Dividiéndose entonces, con
unos se apoderaron de los muros, con otros, de los hombres.
dado que Acusilao de Argos, un compilador de genealo-
Una vez que controlaron la ciudad de ese modo, mandaron llamar gías, que puede datarse con cierta probabilidad a fines
a Mandr6n. pidiéndole que reinara con los de ellos. A Lámpsaca. del VI y comienzo del V, utiliza frecuentemente la Foró-
que murió de una enfermedad, la entemaron en la ciudad con nida como base. En este punto es a menudo difícil tra-
grandes honores y llamaron Lámpsaco a la ciudad por ella6. 2ar fronteras entre lo que Acusilao, que también se nos
Como Mandr6n. tratando de librarse de la sospeEha de traición, ha transmitido fragmentariamente ', ha añadido de otra
les pidid habitar con ellos y consider6 justo que trajeran a los fuente a los datos de la Forónida y (o que procede de
hijos y mujeres de los muertos, los trajeron de buen grado, sin este poema.
hacerles daño alguno. Tras haber rendido primero honores de La Forónida narraba la historia de los orígenes de la
heroína a M p s a c a . decidieron Iuego por votaci6n hacer un Argólide en torno a un personaje mítico, Foroneo. origi-
sacrificio en su honor como a una diosa, y asl continúan hacién-
nariamente al parecer un héroe local de Tirinte con- f,
dolo.
CARO^ DE L~MSACO. Fr. 7 J 262
siderado el primer hombre y, por tanto, progenitor del
1 Ediciones de H. DIELSy W. KRANZ, Die Fragmente der Vor-
sokrariker, Berlín, 1954 7. núm. 9, y J~coei-,Historiker ..., num. 2.
6 En la actualidad la ciudad se llama Lapcaki. 2 CF. F. STOESSL, S.V.Phoronis, en PAULY-WISSOWA, R.E.
género humano (fr. 1 ) . Su genealogja nos la da Apol@ una gran semejanza con la de otro héroe cultural griego,
doro 3: promete0 En tradiciones posteriores se le atribuyen
De Océano y Telis4 nace un hijo, fnaco, por el otras creaciones. Así, en una crestomatía aparecida
cual se llama I m c o un río en Argos. De él y de en un papiroa se nos dice: el primero q u e Uevu a los
conciudadanos U juicio, estableciendo un tribunal fue
Melia, la de Océano, nacieron como hijos Foroneo
y Egialeo. Al morir Egialeo sin hijos, toda la región Foroneo, el hijo de lnaco. Aun cuando no sea probable
que tal atribución constara en el poema originario, man-
se llamó Egialea. En cuanro a F o r o ~ e o ,que reinó
tiene bien el carácter de precursor de Foroneo. Esta
sobre todo lo que luego se llamó Peloponeso, en-
tónica de búsqueda del aprirnerc que hizo algo» es ge-
gendró a Apis y a Niobe d e la Ninfa Telédice.
"eral en todo el poema, como veremos, y responde, de
un lado, a u n interés por la búsqueda de los principios,
Foroneo es un héroe cultural, que lleva a los hombres
que sitúa a la poesía de la época en una perspectiva
de la barbarie a la vida ordenada. Así, nos dice de él
semejante a la de la naciente filosofía, y de otro, a un
Pausanias 5:
afán triunfalista argivo que servía a fines de propa-
Foroneo, el hijo de Inaco, fue el primero que ganda.
reunió en comunidad a los hombres que hasta Quizá el poema continuaba con la genealogia de los
entonces vivían diseminados y cada uno por su descendientes de Foroneo. Desde el punto de vista argi-
lado. El lugar en el que se reunieron por vez pri- vo resultaría probablemente de interés la referencia a
mera se denominó ciudad d e Foroneo. su ancestro Argos, por lo que es posible que se aludiera
en el poema a una historia narrada por Apolodorog:
Otra serie de innovaciones se atribuyen a Foroneo: De Niobe y Zeus (pues fue ella la primera mujer
por ejemplo, haber sido el primero que levantó un altar mortal con la que se unió) nació u n hijo, Argos,
en honor de Hera (diosa cuya importancia en la región segun dice Acusilao, y Pelasgo, por el cual se Ira-
se deriva según la leyenda de la decisión del río fnaco, man Pelasgos los habitantes del Peloponeso (. .. ).
junto con los nos Cefiso y Asterión, de dar a Hera el Argos recibió el reir10 y llam6 por él Argos al Pe-
patronazgo de la región, en su competencia con Posi- loponeso.
don, eterno perdedor en estas lides) 7, pero especialmen-
Merece la pena citar aún la noticia de la permanencia
te interesante es que los argivos confieren a Foroneo el
del culto a Foroneo en época de Pausanias lo:
hallazgo del fuego, punto en el cual su leyenda presenta
8 POxy. 1241, 4, 3 SS.
9 APOLODORO,11 1, 1, recogido por Dms-KRANZ,Vorsokuari-
3 APOLODORO, 11 1, 1. En cambjo HICINO,Fáb. 143, da a su ma- ker ..., como fr. I I de Acusrrno. Hay variantes en la genealogía
dre el nombre de Arquia. de Foronco, como por ejemplo la mencionada por Eusracro a
4 NO la madre de Aquiles, sino la pareja mitica de Oceano. Iliada, pág. 185, 38, que se remite a Helánico y le asigna tres
5 PAUSANIAS,11 15, 5. hijos que se dividieron la Argia a la muerte de Foroneo: Pelasgo,
6 HIGLNO, Fáb. 274. Yaso y Agenor.
PAUSANIAS,TI 15, 5. 10 PAUSANIAS. I I 20, 3. La época del periegeta es el siglo 11 d. C.
234 FRAGMENTOS DE É P I C ~C ~ E G AARCAICA

Después de eso, a !a derecha, según se nvnnza, nacieron las Ninfas, diosas montaraces, y fa raza
se halla el sepulcro de Foroneo. Aún en nuestros de los Sdtiros, despreciables e ineptos para el tra-
dias celebran sacrificios en honor de Foroneo. bajo, así como los dioses Cureíes, retozones dan-
zarines.
Dados los escasos fragmentos c o n s e ~ a d o s ,resulta
poco menos que imposible hacerse una idea del esque. Foroneo aparece, por tanto, en el conflicto entre natu-
ma argumenta1 de este poema. Por ello nos vemos obli. raleza y cultura como héroe industrioso y sabio, intro-
gados a limitarnos a glosar el contenido de los frag- ductor de los elementos propios de la cultura, como e1
mentos. h e g o , pero a su vez implicado en la progenie de dioses
Después d e la alusión en el fr. 1 a Foroneo como como las Ninfas, los Satiros y los Curetes, representan-
ancestro de los hombres, tenemos en el fr. 2 una refe. tes de las fuerzas de la naturaleza IJ. Es posible que se
rencia a los Dactilos del Ida, fabulosos forjadores de atribuyera también a Foroneo la introducción de la
toda clase de maravillas, sobre los que disponemos de flauta en el culto a la gran madre frigia.
una amplia tradición mitica. que arranca de un poema La alusión a los Curetes como frigios hace verosímil
hesiódico ai que dan nombre 11. La tradici6n de los Dác- que el monte Ida aludido en el fr. 2 sea el de Frigia y
tilos del Ida tiene ciertas semejanzas con la de los C í c b no el de Creta, punto este discutido, ya de antiguo.
pes, especialmente en este aspecto de artesanos divinos. En el Er. 4 se habla del culto a Hera Argiva 'l. Calítoe
En el verso tercero del fragmento se nos dan los nom- es otro nombre de lo, la hija de Inaco, y es también
bres de los Dáctilos del Ida, dentro de la voluntad de una precursora, dentro de la t6nica del poema, ya que
la poesía primitiva por catalogar la tradición. Asimismo es la primera que adornó el pilar de la diosa. Sobre un
podemos reseñar el afán de búsqueda de orígenes. al pilar antiguo d e estas características en el Heraion de
que hemos aludido ya, en la referencia a que fueron !OS Argos nos habla Pausanias, que lo toma erróneamente
primeros en descubrir el oficio del muy habilidoso He- por un basamento de estatua j5.
festo, esto es, la forja. Es curiosa asimismo la comparación de este fragmen-
La aparición de los Dáctilos del Ida en la Forónida se to con otro d e Hesíodolb:
explicaría si fue Foroneo el que lec enseñ6 a usar el
fuego, posibilitando así la forja del hierro. Calitiesa se llamaba la primera sacerdotisa de
En el fr. 3 se alude a los Curetes, divinidades meno- Atenea
res, a menudo identificadas con los Coribantes, que cui-
daron en Creta de Zeus recién nacido. La relación de
los Curetes con Foroneo aparece también en un frag- 13 Cf. KIRK. Mito ..., pág. 188.
mento hesiódico 12, en el que dice que de Hecateo y una 14 E1 epíteto 'argiva' no quiere decir que sea de la ciudad de
hija de Foroneo nacieron cinco hijas. de las cuales Argos. sino del bosque del héroe Argos, cf. H u ~ Creek, epic.. .
pags. 3H4.
11 De e l apenas quedan m& que referencias. cf. HES~ODO, 15 Cf. PAUSANUS, 11 17, 5, y la sugerencia de J ~ en Huxm,
Y
fr. 282. Greek epic .... pAg. 33.
12 Heslooo, f r . 123. 16 H~slooo,f r . 125. Sobre correcciones, cf. el aparato critico.
236 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA A R C A I C 4

texto dudoso, al que se ha tratado de corregir en a & de la tierra. Éste la ató a u n olivo que habia en
Hera en Argos- o «de Antia» (epiteto de Hera) para que el bosguecilio de Micenas. Pero al ordenarle Zeus
coincidiera con el testimonio de nuestro fragmento. a Hermes que robara la vaca, y denunciarlo Hie-
El fr. 5 obedece a otra tendencia característica de la r a , mato a Argos arrojándole una piedra, por lo
poesía antigua: la explicación de los nombres propios, que se le llama Argicida. Hera le envía entonces
especialmente divinos, por medio de la etimología po. a Ia vaca u n rábano, e l o llegó primero al golfo
pular. De ahí que se trate de determinar el significado llamado, por ella, Jonio t...) y por fin Uegó a Egip-
del epíteto Eriunio, cuyo origen ya entonces resultaba to, donde tras recobrar su antigua figura, da a luz
ininteligible para los propios griegos, relacionándolo con a su hijo Epafo junto al río Nilo. Hera pidió a los
eretinZsis 'investigación'. Aunque tampoco tenemos hoy Curetes que hicieran desaparecer al nifio y los Cu-
grandes seguridades en ese punto, se cree que Eriunio retes lo hicieron desaparecer. Al enterarse, Zeus
significaba realmente «buen corredor. y deriva del fon- mata a los Curetes. l o se va en busca de su hijo
do aqueo de la lengua épica 17. Desconocemos el contex- (...) tras encontrar a Épafo, caso con Telégono,
to e n el que aparecería este fragmento. Tal vez en una rey por entonces de Egipto.
narración del nacimiento de Hermes en el monte Cilena,
dado que la aparición de Hermes en este poeta podría La leyenda de l o y su metamorfosis, ya conocida por
justificarse a partir de su intervención en una leyenda
Hesiodo l9 sería tratada probablemente en el poema que
referida a fo, que recojo aquí e n la versión de Apolo nos ocupa, aunque ignoramos con qué extensión y si se
doro la:
haría referencia a sus descendientes.
De Argos y de Jsmene, hija de Asopo, fue hijo El fr. 6 se refiere a Atenea, ya que la fuente que nos
Yaso, del que dicen que nació fo. Pero el analisla lo transmite es un comentarista q u e examina los epíte-
C&or y muchos de los poetas trágicos dicen que tos de esta diosa, pero desconocemos en qué contexto
l o es hija de fnaco. En cambio Hesiodo y Acusilao aparecía.
dicen que era hija de Pirén. Zeus la sedujo, cuan-
do desempeiiaba el sacerdocio de Hera. Descu- 2. Bibliografía
bierto por Hero, tocó a la muchacha, la convirtió Edición: KINKEL,Epicorum ..., págs. 209-212.
en una vaca blanca y juró que no se había unido L ,Pru~v-Wrssow~,
Estudios: F. S T O ~ en R. E..H u ~ YGreek
,
con ella. (...) Mas Hera, tras pedirle la vaca a epic. .., págs. 31-38.
Zeus, le puso como guardián a Argos, el que todo
lo ve, del que f...) Acusilao dice que había nacido
3. Texto seguido para nuestra traducción
17 Cf. P. CHANRAINE,Dictionnai~eétymologique de Ea langue EL texto y la numeración con las de Ki- para los fragmentos
grecque, París, 1%8. etc., pág. 372, con bibliograEía. l a 5. El fr. 6 es POxy. 2260.1.4, SS. Leo uoijp[orq Y d y p a p É -
18 APOLODORO, 11 1, 3. Obsérvese la referencia a ACUSIIAO. lo [VOLOLV.
que podria señalar como una de las Fuentes de este testimonio la
Foronida por vía de este compilador. 19 H E ~ O D Of,r . 124 y SS.
ki pues, antes de que se lograra exactitud en las figuras de
las estatuas, los antiguos levantaban pijares y los veneraban,
como a moradas del dios. Así escribe el autor de la Forónida:

Calíroe, custodia de la reina olímpica, Ia argiva


Hera, que fue la primera que adornó c m diademas
y borlas el alto pilar d e la soberana.
C l e ~ m DE
i ~AWJANDFL~,
Stromateis 1, pág. 151

Pues Acusilao dice que Foroneo fue el primer hombre, por lo


cual también el poeta de la Fordnida dice que él es
Eriunio: terrestre, noble. muy util, ladrón, grandezl. Es epíteto
el padre d e los hombres mortales. de H e m e s (...) quizá procede de dvestigacidn. n, pues el que
í&um DE ALWANDR~A,Slromaleis 1 , pág. 138 eccribio la Forónida dice:

A Herrnes s u padre lo llamó Eriunio, pues a


todos los dioses bienauenlurados y a todos los
E1 que compuso la Forónida escribe lo siguienle: hombres morlales los supera en oslucios y en hu-
biles hurtos.
...donde tenían sus moradas los hechiceros del Elymologicum Magnum 374. 18
Ida, los montaraces varones frigios, Celmis. el gran
Damnamaneo y Acmónm, el de fuerza fuera de lo
comtin, diestros servidores d e la znontañera Adrus-
tea, que fueron los primeros en descubrir el oficio Y el autor de la Forónida, en los versos en que dice:
del muy habilidoso Hefesto en las hondonadas de
los montes: el violóceo hierro. Lo pusieron 01 fuego Pues ni siquiera la de larga arma U, la que sus-
y dieron muestras d e su conspicua tarea. cid0 el combate, resistird a los jóvenes reunidos.
ESCOLIO
L A APOLONIO DE RODAS.1 1129 PAPIRO DE O X ~ R R I N C Ot260, 1, 4 SS.

21 Obsérvese la desorientación del lexicógrafo griego sobre el


valor del epíteto. Cf. la introducción sobre el significado presu-
El que escribió la Forónida dice que los Curetes son también
mible de esta palabra.
flautistas y frigios. Esrrueb~,X. pág. 471 s . " Gr. ereúnSsis.
23 El comentarista pone en duda que se trate de ala de larga
m Acmón significa *yunques. cspadan, que es el valor que habitualmente se le da a la palabra.
La ~ a n a i d ase sitúa temáticamente a continuación de
la Foronida, porque Dánao desciende de lo. Apolodoro

-I
nos detalla la genealogía 3:
Zeus lo

Épafo- Meniis
DANAIDA 1
Libia =Posidóa Nilo

Egipto Dánao
1. El poema
nos relata lo siguiente:
No hay ninguna mención antigua del autor de este Belo estableció a Dánao en Libia y a Egipto en
poema épico por lo que su datación se hace particular- Arabia. Éste, tras dominar la región de los melárn-
'
mente difícil, Asi, mientras Meyer lo sitúa en el siglo vIr podes, la denomina, por é l , Egipto.
a. C., Bethe2 lo considera reciente por s u mención de A Egipto le nacieron de muchas mujeres cin-
Erictonio. La misma incertidumbre afecta a su titulo: cuenta hijos, y a Dánao cincuenta hijas. Dado que
en los fragmentos 1, ZA, 3 se denomina Danaida, esto es, querellaron luego a causa del reino, Ddnao, por
la epopeya de Dánao, mientras la Tabula Borgiana lo de- temor a los hijos de Egipto y siguiendo el consejo
nomina Danaides, esto es, poema de las hijas de Dánao, de Atenea, fue el primero que construyó una nave
lo que puede ser una confusión con el título de la trage- y, tras haber embarcado en ella a sus hijas, huyó.
dia de Esquilo, hoy perdida, del mismo nombre. En el Al llegar a Rodas, erigió la estatua d e Atenea Lin-
primer caso se tratada de una epopeya centrada en la dia. De ailí llegd a Argos y el entonces reinante,
figura de Dánao. y en el segundo, un poema de forma Geldnor, le entrega el reino. Tras haberse adueña-
de catálogo cuyo protagonista seria el gmpo de sus hijas do de la región, denominó, por hl, drftraos a SUS
y sus descendientes. De cualquier modo, la Tabula Bor- habitantes.
giana asigna al poema seis mil quinientos versos, aproxi- De acuerdo con este esquema argumental. el fr. 1
madamente la mitad de la extensión de la llíada, lo que recoge el momento en el que las hijas de Dánao se
hace verosímil que en una obra tan larga tuvieran cabida arman por si deben defenderse de Los hijos de Egipto,
ambos temas. En este, como en tantos otros poemas,
preparándose para el viaje, al lado del Nilo.
tenemos un inmenso vacío de información. La base hist6rica del poema nos la han ofrecido re-
1 E. MEYZR. Forschungen zur alten Gacchichte. 1. 77 SS. cientemente unos textos egipcios de epoca de Ramsés 111
2 E. B m , S.V.Dawis, en PAULY-WI~C~WA, R.E.
242 FRAGMENTOS DE ÉPICA CFUEGA ARCAICA DANAIDA 243

que mencionan a 10s Danuna e n sus islas, lo que indica aun cuando desconfiaba de sus ofrecimientos y al
que no eran de Grecia continental y coincide can la tiempo se ncordaba de sus males e n la huida, con-
leyenda que hace de DAnao un inmigrante en Argos. siente en las bodas y distribuye a sus hijas.
Apolodoro continúa su historia:
Como la región carecía de agua porque Posiddn polod doro continúa con un largisirno catalogo de las
había secado las fuentes, irritado contra fnaco por parejas formadas que, pese a su prolijidad, bien podría
haber testificado que la región le pertenecía a Ate- corresponder en sus líneas fundamentales al poema ori-
nea 4, Dánao envió a SUS hijas a buscar agua. U n a @al. en una época en la que la poesía épica era tan
de ellas, Amimona, en su búsqueda d e agua lanza aficionada a este tipo de largas relaciones. La historia
un dardo contra u n ciervo y se encuentra a un prosigue así:
sátiro dormido. Aquél se levanta y desea unirse a Cuando a cada uno le hubo correspondido su
ella, pero aparece Posidún y el sátiro huye. Ami- esposa, Dánao celebra un banquete y les propor-
mona yace con el dios y Posidón le revela los vene- ciona dagas a sus h i j a . Ellas mataron a sus novios
ros d e Lerna. mienrras dormían, excepio Hipennestra, pues ella
salvó a Linceo, que había resperado su virginidad.
Huxley piensa que la irrigación de la antes seca Argos
podría ser un tema tratado en el poema, bien fuera por El tema del rechazo de la unión sexual por parte de
mediación de la hija, como indica Apolodoro, bien persc+ las Danaides es crucial por lo que sabemos en la versión
nalrnente, según narra un fragmento de Hesíodo 6 : que Esqui10 hizo del tema. Ello hace pensar a Hwüey 6
que verosimiimente hay que interpretar en este contexto
Dánao hizo abundante en agua a Argos, que ca-
la historia aludida en el fragmento 2. El mito ateniense
recia de ella7.
del intento de violación de Atenea por Hefesto narrado
en él pudiera ser un paradigma divino para el rechazo
El hecho es que los hijos de Egipto no se conforman
de la unión marital por parte de las Danaides. Es curio-
con la huida de las Danaides. Apolodoro nos continua así
so resaltar que ambos nacen de uno solo de la pareja
la historia: divina Zeus y Hera. Atenea, de la cabeza de Zeus, y He-
Los hijos de Egipto, llegados a Argos, exhorta- festo, de Hera sin concurso de var6n. Este intento de
ban a Dánao para que cesara en su enemistad y le unión parece ser un desarrollo lógico de la historia9.
encarecían que casara con ellos a sus hijas. Dánao, En otro orden de cosas, el tema aludido, el nacimiento
maravilloso por caída de semen a tierra, es antiguo. Apa-
4 Recuerdese lo dicho en la Foro'nidu acerca de la disputa di- rece en Asia Menor en el mito hurrehetita de Kumarbi,
vina sobre el patronazgo de la regibn. y dentro de la mitología griega, en el origen de los
5 HUXLFI,Greek epic ..., pAg. 36.
HES~ODO, fr. 128.
7 Hay una variante del verso que tambitn le atribuye el hecho 8 H c w , Greek epic ..., pAg. 36.
a las Danaides y no a su padre. 9 H u x ~ n Creek
, epic ..., pAg. 197.
244 FFUGMENTOS DE ÉPICA GRIEGAARCAICA

Gigantes, en la variante de tratarse de gotas de sanme


producida por la mutilación de los genitales d e Crono,
El fr. 3 alude a los Curetes, tema éste en el que Danai.
da y Forónida se superponían. El motivo de la aparición
de estos personajes nos es desconocido, pero puede ser
semejante al que hemos mencionado a propósito de la
Fordnida. DAMAIDA
Por último es posible (aunque no hay ningún dato que
autorice a asegurarlo) que en el poema se tratara de
una de las más ilustres descendientes de Danao: Dánae,
hija del rey de Argos, Acrisio, y madre de Perseo, fecun-
dada por Zeus en forma de lluvia de oro. Se trata en Cosas parecidas dice el autor de la Danoida acerca de las hijas
todo caso de un tema bien conocido por la Cpica anti- de Dánao, así:
gua loy que bien pudo tener cabida en la extensa obra Y entonces se armaban velozmente las hijas de
que nos ocupa. Dánao frente al río d e hermosa corriente, el Nilo
soberano.
CLEMENTEDE A L E J A N D ~Slromateis
, IV,pág. 224
2 . Bibliografía

Edicidn: m,Epicorum..., págs. 78 y 313. Pindaro y el autor de la Danuida dicen que Erictonio y Hefes-
Estudios: E. BETHE,S.V. Danuis, en P A U L Y - W r s s o w ~ , R.E.; A . SE- to11 surgieron de la tierra.
VERINS. =Le cycle &pique et 1'6pkode d'lom, Mus. Betg. 30, 19%. H A R P O C R A T I ~ N ,S.V. ariiochrhones
pkgs. 1lP1M; Cycle ...,págs. 171-178; Hu~l.13,Greek epic..., pági-
nas 348.

Como al huir Atenea de Hefesto y no aceptar la uni6n con


él, el semen cayd a tierra, es engendrado sobre ella Erictonio.
3. Texto seguido para nuestra traducción Esto aparece antes de la discusión de Atenea con Posidon.
TABUlA BORGIANA
Seguka~sla edici6n de n, aunque la numeraci6n de frag-
mentos es Ligeramente diferente. Asi 1 = 1 K.. 2A = 2 K.,28 es
el texto al respecto de la Tubula Borgiana, editado por Kltncm
en pág. 4 y 3 = 3 K.en pág. 313. En el autor de la Damida, los Cureres son servidores de la
madre de los dioses.
lo Por ejemplo, lo mencionan Ilíada XIV 31Mi0, Hwiooo, De h Piedad, pág. 42 Gornperz
FILODEMO,
fr. 135, v. 24.
11 Texto corrupto. Quizá, con QHROEDER, Erictonio, el hijo dv
Hefesro.
EUMELO DE CORINTO 247

,su =iudad. En efecto, Corinto, una ciudad por enton-


ces p j a n t e , es escasamente mencionada en los poemas
honiéricos. Por ello Eumelo trata de codificar, cuando
de inventar simplemente una mitologia local. Se basa
fundamentalmente de un lado en la leyenda de Jasón
y 10s Argonautas, de otro, en la apropiación para Corin-
EUMELO DE CORINTO t0 de una extensa tradición épica asociada con Éfira.
Dado que Éfira era una ciudad cuyo emplazamiento
e ~ ~not era o conocido ya en sus tiempos y Ia mención
que de ella se hace en los poemas homéricos es siempre
vaga, Eumelo se apropia sin más de la tradición refe-
rida a esta ciudad por el expediente de considerar Éfira
1. Datacion de Eumelo corno el primitivo nombre de Corinto.
El interés que los poemas épicos de Eumelo desper-
La antigüedad nos ha transmitido una serie d e datos taron en su ciudad hizo, de un lado, que se le atribu-
de gran valor para fijar la cronología de Eumelo de un yeran posteriormente toda clase de poemas que se rela-
modo bastante fiable. De un lado, Pausanias hace a cionaran con Corinto, razón por la cual resulta a veces
Eumelo contemporáneo de Fintas, rey de Mesenia, lo difícil determinar la autenticidad de sus fragmentos (y
que Io sitúa hacia el 733 a. C. Así mismo le atribuye es ésta una cuestión que no nos plantearemos aqui),
una poesia (fr. 1 3 ) que debe fecharse poco antes de la y de otro, que los datos de la leyenda pasaran a una
primera guerra mesenia, hacia el 730 a. C. 2. Por su par- crónica prosificada, que es probablemente la forma en
te, Clemente de Alejandria' lo hace contemporáneo de que le es accesible ya a una de nuestras fuentes de
la fundación de la Siracusa de Corinto, esto es, el 734 información: Pausanias.
a. C. y Eusebio lo data en el año segundo de la cuarta
Olimpiada, esto es, el 763 a. C. Podemos pues situarlo
con entera seguridad en pleno siglo m r a. C. en los 2. Obras atribuidas a Eumelo
mismos comienzos de la gran épica literaria griega.
Pertenece Eurnelo a la noble familia de los Baquiadas, En las introducciones a la Titanornaguia y los Regre-
que gobernaron en Corinto durante doscientos años has- sos hemos tenido ocasión de hablar de la atribución de
ta ser derrocados por el tirano Cipselo en el 657 a. C. obras con estos títulos a nuestro poeta. Por tal razón,
y su intención primordial es conferir un pasado mítico no volvemos a ocuparnos de ellas aqui. Aparte de estos
titulos, se consideran como suyos un poema llamado
PAUSANIAS,IV 4, 1. Corinríacas, sobre el origen de Corinto y una Europia,
2 Cf. C. M. BOWRA,*Two lines of Eumelusn, Clcrss. Quart. 13 aunque la atribución de este poema a Eumelo sólo se
(1%3), 145-1.53. basa en uno de los tres fragmentos que pretendidarnente
CLEMENTEDE ALFJAND~A,Strom. 1 2 . 1, 131-138.
248 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA
EUMELO DE CORINTO 249

pertenecen a esta obra. Asimismo se afirma que compu- En el fr. 2 se nos traza la genealogía de Corinto y
so un Himno procesional a Delos y una Bugonía. Sicjón, q u e puede representarse esquemáticamente así:
De esta última composicidn no nos ha quedado ni un Hiperión
solo fragmento, por lo que todo intento de hacernos
una idea de su contenido no pasa de ser una mera hip0-
1
Sol6 Antione
tesis. Se ha propuesto que podría tratarse del nacirnien-
to de las abejas en el cadáver de un buey o bien de AIoeo Eetes
un poema didáctico, del tipo de los Trabajos y los Dias 1
de Hesíodo, que tratara sobre la crianza de los bueyes, Epopeo Medea
I Jadn
todo ello basándonos en el significado de Bugonía unaci-
miento o prole de la vaca o del bueys. Otra posibilidad,
es que se trate de una mera corrupción de Teogonía 5.
De los fragmentos conservados, los números 1 a 9 Corinto Sición
pertenecen a las Corintíacas, del 10 al 12, a la Europia,
y el 13 al Himno procesional. Los cinco fragmentos nu- Lo curioso es que Maratón es el epónimo de la famosa
merados del 1 4 al 18 no se sitúan con claridad en una llanura del Atica en la que más tarde se libraría una
obra concreta. batalla decisiva contra los persas. Resulta por ello extra-
ña su inclusión en la genealogía corintia y el interés de
Eumelo por él, que se refleja a la alusión a su historia
3. Los fragmentos de las ~Corinríacasn recogida en el fr. 4. Es probable que la intención del
poema fuera asimilar los comienzos de la historia del
Las Corintíacas era un poema genealógico, y su línea Atica, la gran rival de Corinto, a un origen corintio. Sus
argumenta1 por tanto se organizaba sobre la genealogía. hijos Sicion y Corinto le dan nombre a las partes del
Ello hace imposible reconst~uirla.Por eso nos limitare- reino que les correspondieron.
mos a glosar los fragmentos conservados. Pero de toda la genealogía aquí esbozada, sin duda
En el fr. 1 vemos la apropiación de Efira a la tradi- el personaje que llegaría a tener una mayor fama lite-
ción corintia, tema al que ya me he referido anterior- raria seria el de Medea. En su prehistoria parece que
mente. Se nos dice que Efira, hija de Ocdano y por tanto Medea Fue una divinidad ctónica, esposa de Zeus, y que
perteneciente a una generación posterior a la de los pasa a convertirse, por su asociación con los ritos de
dioses primigenios, vivió primeramente en Carinto. Su Hécate y las noches sin luna, en una maga y hechicera.
esposo es Epimeteo, hermano de Prometeo, lo que une conocedora de secretos rejuvenecedores, y por último,
asimismo Corinto a la tradición del tema prometeico. en una princesa bárbara amada y despreciada, vengativa
y cruel, en una interesante evoluci6n de1 tratamiento
4 Aiudido por VIRCUIO,Ceórgicas IV 554558. 6 Cf. la introducción at Himno al Sol en m i s Himnos Home-

5 Cf. HUXLEY, Greek epic ..., pág. 78, con bibliografia. ricos y la uBalracomion~aquian.
250 FRAGMENTOS DE ÉPIC.~ GRIEGAARCAICA
EUMELO DE CORKNTO 251

literario de su figura que pasa por Eurípides y Apolonio aveación exclusiva de Eumelo, pues es aceptada por
de Rodas. otros dos autores de ámbitos diferentes, el lesbio tuceo
En el fr. 3 se nos informa de la marcha de Eetes a y ~ l c m á nde Esparta. Hemos de suponer que Eumelo
Colcoc, probable alusión legendaria al interés de Corinto continuaba en su poema la genealogía lacedernonia, ra-
por la colonización de Ias costas orientales del mar z&i por la que en el fr. 7 se ocupa de la descendencia
Negro, dato que, hasta ahora, no parece estar de acuer- de uno de los Atridas, Menelao. La unión con Cnosia
do con la verdad histórica7. Asimismo se nos dice que (nombre relacionado con Cnoso y, por tanto, cretense)
Medea ocupó efectivamente el trono, como heredera de consuma en la ausencia de Menelao de Esparta que
Eetes, de acuerdo con lo pactado por este con Buno. conocemos precisamente por las Ciprias y que aprove-
Jasón se convierte, por ende, en rey consorte. cha Paris para seducir y raptar a la esposa de Menelao,
Lo m8s interesante es, sin embargo, que se nos narra Helena.
una versión primitiva de la muerte de los hijos de Me- Otra serie de fragmentos de Eumelo se refieren a la
dea. Mientras que en elaboraciones posteriores del tema saga de los Argonautas, tema muy antiguo, anterior a la
como la tragedia de Euripides, Medea mata a sus hijos Odisea (se ha dicho que el hecho de que los escenarios
por despecho, como venga= por el abandono de Jasón, del viaje de los Argonautas coincida en muchos lugares
parece que en su origen la muerte de los hijos de Medea con los recorridos por Ulises parece indicar que se in-
se debe a un intento de hacerlos inmortales mediante trodujeron en la Odisea bastantes elementos pertene-
un rito mágico', que fracasa por la intervención de su cientes originariamente a esta leyenda), bien conocido
esposo. Un paralelo Io tenemos en el intento de Deméter por Homero, que alude a él en alguna ocasión lo, luego
de hacer inmortal a Demofonte, que fracasa por la pre- recogido por la Pítica IV de Pindaro y por la Medea de
sencia de Metanirag. Tras su fracaso, Medea le entrega Eurípides y por Último, en el poema épico del siglo rrr
e1 reino a Sísifo, con lo que la genealogía corintia enlaza a. C. de Apolonio de Rodas ". Conocemos asimismo otro
también con otro nombre ilustre de la tradición épica, poema tpico arcaico que alude al tema, las Naupacrias.
Belerofontes, poseedor del mítico corcel Pegaso. Pese a La expedición de los Argonautas se debe, en la leyen-
que Sisifo tarnbien se menciona en el fr. S, ignoramos da, a un encargo del rey Pelias, usurpador de1 trono
la extensi6n e importancia que Eumelo daría a toda esa de Yolco, según el cual había que ir a la C6lquide a bus-
temática en su obra. car el vellocino de oro. El encargo encubría su deseo
En el fr. 6 volvemos a seguir el hilo de la genealogía. de librarse de Jasón, dado que un oráculo había anun-
Al hacer a Leda hija de Glauco y nieta de Sisifo, Eumelo ciado que se vería abatido por el hombre que llegara
la hace, en los orígenes de Lacedemonia, descendiente con una sola sandalia, y Jasón se habla presentado en
tambidn de un corintio. Esta versión no es sin embargo su país precisamente de esa guisa. Jas6n. tras correr

7 Cf. HUXLEY.Greek epic ..., pkg. 63. lo Odisea X i I 69-70.


8 Al parecer una merced de Hera, agradecida porque Medea 11 Cf. la traduccibn con introducción del poema por C. GARC~A
habia rechazado relaciones adúlteras con Zeus. GUAL,Apolonio de Rodas, El viaje de los Argomcciac, Madrid.
9 CF. Himno a Dernéter 239 SS. 1975.
252 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA EUMELO DE CORINTO 253

múltiples aventuras con sus compañeros, logra su prcl e] de la siembra de los dientes del dragón y el naci-
pósito con la ayuda de Medea, la hija del rey Eetes, miento de guerreros de la tierra, que está tomado de
poseedor del vellocino, y vuelve a Yolco. otra leyenda, la de Cadrno y los orígenes de Tebas '1.
Parece que en el origen de la saga hay un hecho his- En cuanto a la conversación entre Medea e Idmón a la
tórico: una expedición a las tierras del norte del Mar que alude el escoliasta nos plantea un cierto problema.
Negro y al Adriático, aunque desde bien pronto se i n t n Mientras que en las Nuupactias Idmón llega hasta la
dujeron en ella otros elementos, como son la figura de cólquide y Medea puede por tanto verlo vivo, en el
Medea, que aporta el tema de la princesa lejana, por poema de Apolonio, Idmón, hijo de Apolo y adivino de
cuya mano hay que competir, la traición de la hija al la expedición, habia muerto en Bitinia por un jabalí,
padre para favorecer al extranjero y otros temas del antes de que la nave Ilegara a Cólquide; por lo que, de
cuento popular 12. En la expedición, que se supone que ser esta la versión de Eumelo, hay que suponer con
se produjo una generación antes de la guerra de Troya, Huxley l5 que Medea realiza una nekyomanteiu o evoca-
pariicipan con Jasón, un héroe por otra parte de escasa ción de los muertos como Ulises con Tiresias en la
trascendencia, importantes figuras, como son Heracles, Odisea.
que no llega con ellos al final, Peleo, el padre de Aquiles, Hasta aquí llega nuestra información sobre Ias Corin-
y Telamón, el padre de Diomedes. ziacas. Ignoramos el punto en el que estas genealogías
Poca es la información que los fragmentos nos sumi- se detenían.
nistran sobre el tratamiento que Eumelo daba a este
tema. El fr. 8 nos aclara que Sínopa era hija de Asopo.
El pasaje es un escolio a Apolonio de Rodas, en un pa- 4. Los fragmentos de la ~Europia*
saje en el que se narra el mito de Sinopa, a la que Zeus
pretendía unirse. Como el dios le ofreció concederle lo Los fragmentos conservados de la Europia se refieren
que quisiera, ella pidió conservar la virginidad, así que al ámbito de la leyenda tebana. El titulo no extraira si
Zeus se vio obligado a respetar su palabra. Dado que tomamos en consideración que el fundador de Tebas,
Apolonio coincide con Eumelo en considerarla hija de Cadmo, era pariente de la hermosa Europa, raptada de
Asopo, es probable que la historia y quka el pasaje Fenicia por Zeus en forma de toro. Tras el rapto, Cadmo
(como ocurre en el Fragmento siguiente) proceda de parte en su busca y en su recorrido pasa por Delfos y
Eumelo. Sínopa es el nombre de un promontorio en la Tebas. El fr. 10 alude a una narraci6n que conocemos
costa sur del Mar Negro, lo que parece indicar la inten- también por Hornero, de las múltiples que se refieren
ción concreta de Eurnelo para hacerla aparecer en el a antagonistas del culto a Dionisio. Eurnelo añade a la
poema: una motivación para reclamar para Corinto este
territorio aún por colonizar. 13 Sobre este tema en el que no podemos entrar aquí, cf. el
El fr. 9 son cinco versos de Apolonio de Rodas que, libro de F. VIAN. Origine5 . . . Sobre el episodio. cf. también las
según el escolio, están tomados de Eumelo. El tema es Naupociias.
l4 Nnupactias, fr. 6,8.
12 GUAL,Argonautas ..., págs.
Cf.C . GARC~A 16 y SS. 15 HUXLEY, Greek e p t ..., pág. 67.
254 FRAGMENTOS DE EPICA GRlEGA ARCAICA EUMELO DE CORINTO 255

leyenda de Hornero, que sepamos, sólo el nombre de las sandalias. Se trata de un canto coral, no épico, y no
otra Oceánide, Eurínoma. estaria acompañado de lira, sino de flauta. Se compuso
El fr. 11 se sitúa en Delfos, lugar conocido en la leyen- con motivo de un festivaI, el de Zeus en Itome y des-
da de Cadmo, ya que Apolo le sugirió que fundara una cribe el amor del dios por una Ninfa.
ciudad allá donde viera que una vaca se detenía, y fue
precisamente en Delfos. Para Hwley l b hay en estos ver-
sos un eco de los deseos del poeta de que Corinto triun- 6. Fragmenlos de posición indeterminada
fara en las guerras que por entonces libraba.
El fr. 12 nos habla del arte de Anfión para tocar la Del resto de los fragmentos transmitidos no podemos
lira, enseñado por Hemes 17: A este respecto hay que ni siquiera aventurar a qué obra pertenecían. Basten
citar un fragmento de H e s i o d ~ 'alusivo
~ a este pers@ aquí unas pequeñas aclaraciones a los mismos. El fr. 14
naje, en el que se nos dice: nos habla de Calisto, amada por Zeus y posteriormente
convertida en la Osa Mayor, mientras su hijo Arcade
merca de Zeto y Anfión lg cuentan Hesiodo y otros
es convertido tambih en constelacjón. El fr. 15 resulta
que Ievantnron el muro de Tebas con la cítara.
interesante porque niega implícitamente la historia que,
por ejemplo, nos cuenta Asio2', de que Pelasgo nadó
Es verosímil que el episodio de Anfión moviendo las
directamente de la tierra.
piedras con la cítara formara parte de esta leyenda que
En otro orden de cosas, conocemos alguna indicación
lo hace fortificador de Tebas, tras su fundación por
acerca de la versión de Eumelo sobre el tema de las
Cadmo
Musas. Junto a las nueve Musas tradicionales, hijas de
Mnemósine y Zeus, a las que invoca en el fr. 16 (ignora-
mos con ocasión de qué), cita otras tres en el fr. 17 como
hijas de ApoIo. Sus nombres resultan reveladores. Boris-
ténide es el nombre del río Dnieper, Cefjso, el de otro
La única alusión a esta obra es el fr. 13 y esta some-
río, de Orcomeno, citado por Hesíodo P. En cuanto a
tido a dudas. Primero, porque aparecen en e1 eolismos
Aqueloide, si es que hemos de aceptar la corrección del
no épicos, segundo, porque la segunda línea no es un
nombre que los manuscritos presentan, parece aludir a
hesimetro, y resulta inadecuada la corrección de Bergk
la fuente Castalia, en Delfos, cuyas aguas, según la tradi-
para cuadrar el hexárnetro, según la cual habría que
ción, procedían del Aqueloo. Ello implica, en el caso del
leer el segundo verso: que tiene pura la cítara y libres
primer nombre, un conocimiento de la costa norte del
Mar Negro Dor Darte de los corintios antes del 700 a. C.
v . *

Hu-, Greek epic ..., pág. 76. En cuanto al nacimiento de Zeus en Lidia, aludido
Cf. el Himno a Hermes sobre la invención del instnunento en el fr. 18, resulta una tradición peculiar, diferente de
este dios.
HEsf(px>, fr. 182.
Sobre los cuaies cf. la introducuh a ASIO. 21 ASIO, f r . 8.
Cf. Vian, Origines ..., pág. 71. MODO, frs. 7W1.
las que sitúan su nacimiento en Creta. Es no obstante
muy escasa la información para poder determinar el
alcance de esta afirmación de Eumelo.

7 . Bibliografía
EUMELO DE CORLNTO
Edición: KINKEL.Epicorum..., págs. 165-195.
Estudios: E. BFTHE,S.V. Eumelos, en PAULY-WISSOWA, R.E.;
H u m , Greek e p k..., págs. 6079; C. M. B o w , tTwo lines of
CUAL,
Eumelusm, C h s . Quart. 13 (1963), págs. 145153; C. CARC~A
introducción a Apoionio de Rodas, El viaje de los Argonnula,
Madrid, 1975.
Efira es Corinto, por fifira, la hija de Epimeteo. Según Eume-
10, por Mira, la hija de O&o y Tetis que llego a ser la esposa
de Epimeteo.
8. Texto seguido para nuestra traducción ESCOLIO
L A APOLONIODE RODAS.1V 1212

Seguimos la edicih y numeración de K I m , Epicorum ..., pa-


ginas 181195, con la &vedad de que b s fr. 6 y 9 se han corre-
gido de acuerdo con las referencias de W-=, lo que Ueva a Eumelo dice en su relato sobre Corinto que E h a , la hija de
que los versos aludjdos por el escolio recogido como Fr. 9 no son Océano, habitd primero en esta tierra.
1372-1376, sino 13M-1358. En el fr. 17 leo con H B R ~ I A'AxE-
HN~ PAUSANIAS, 11 1. 1
A d 6 a en v a de 'AxohAwv(6a.

C. W-, Scholia in Apoflonium Rhodium Vetera, Berlln,


19582, escol. a 1 146 y a 111 13.54. ;Por qué mencion6 a Medea? Porque Corinto llegó a ser patri-
Citado por H u x i a ~ Greek
, epic ..., pág. 69. monio de ella de acuerdo con la siguiente historia: Aloeo y
Eetes. el padre de Medea. eran hijos del Sol y de Antiopa. El
Sol distribuyó la región entre ellos y le tocó a Aloeo la parte de
Arcadia y a Eetes la de Corinto. Eetes, a quien el gobernar no le
complacia. le cedi6 la ciudad a un tal Buno, hijo de Hermes,
dicitndole que la conservara para sus descendientes. Y 61. llega-
do a la Cblquide de Escitia, la habitd como rey. Nos narra eso
Eurnelo, un poeta histbrico. diciendo:

Pero cuando Eetes y Aloeo nacieron del Sol y


de Antiopa, entonces partió en dos la región para
sus hijos e2 ilustre hijo de Hiperidn. Lu parte que
FRAGMENTOS DE É P ~ C AGRIEGA ARCAICA EUMELO DE CORINTO

tuvo Asopo, ésa se lo ofreció al divino Aloeo, y la


que habia obtenido Éfira, se la dio toda a Eetes,
Pero Eetes se la dio de buen grado a Buno para Eumelo dice que E h a , la hija de Océano. habito primero en
que la guardara hasta que volviera él mismo o esa tierraz, Y Que luego Maratán. el hijo de Epopeo. el de Aloeo,
alguno de sus descendientes, hijo o nieto. Y df se hijo a su vez de1 Sol. por huir de la injusticia y soberbia de su
fue a la tierra de Cólquide. padre, emigró a las zonas costeras del Atica y que, al morir E p
Olímpica XIII 74
E s c o ~ i oA PÍNDARO, peor llegó d Peloponeso Y tras dividir el reino entre sus hijos.,
volvió al Atica. Asimismo, que Asopia cambi6 su nombre por
sicibn y Efirea, por Corinto.
PAUSANIAS,
11 1, 1

Ea, ciudad de Cólquide y Corinto, ciudad del Peloponeso.


ambas se dice que Eetes fue rey. según Eumelo el poeta. cuyos
Las tumbas de Sfsifo y Neleo (pues dicen que Neleo, que habia
versos he mencionado arriba, así como toda la historia.
ido a Corinto, muri6 de una enfermedad y fue sepultado cerca
TZEIZES A L I C O F R ~ 1024
N. del Istmo) no sé si alguien las buscaría después de haber leido
10 de Eumelo. En efecto, dice que ni siquiera a NCstor le fue
enseñada por Sisifo la tumba de Neleo, pues debía ser desconc-
cjda para todos por igual. y que Sisifo fue sepultado en el Istmo,
pero su sepultura eran pocos los corintios. incluso de su tiempo,
Eumelo dice que el Sol Ic concedió la regi6n Asopia a Aloeo que la conocían.
y Efirea a Eetes; que Eetes. al marcharse a Col~os,confid la PAWAN~AS, 11 2, 2
tierra a Buno; que Buno era hijo de Hermes y Alcidamea y que. 6
cuando Buno murid, Epopeo, el hjjo de Aloeo, hizo que sus
dominios abarcaran lambidn a los efireos. Luego, como Corinto, Que esta (Leda) tenía como padre a Glauco. el de Sísifo, lo
el hijo de Maratbn, no dejb ningún hijo, los corintios hicieron dice Eumelo en las Corintlactu, y como madre. a Pantidiya, con-
venir a Medea de Yolco y le entregaron el reino. Por mediacibn tando que Glauco, al perder sus corceles. lleg6 a Lacedemonja
y allí se uni6 a Pantidiya, la que luego se casarla con Testio, de
de ella reinaba en Corinto Jasón.
A Medea le iban naciendo hijos. pero lo que iba naciendo lo manera que Leda, que por semilla era de Glauco. se decía que
escondta, llevándoselo al templo de Hera y los encerraba, cre- era de Testio.
yendo que serían inmortales. Por fin, cuando ella comprendió ESCOLIO L A APOLONIODE RODAS. 1 146
que habia fallado su esperanza y al mismo tiempo fue descu-
bierta por Jasón (pues, aunque le pidi6 perdbn, no se lo conce-
di6, sino que se marchó por mar hacia Yolco), Medea se fue
t a m b i h , por todo ello, tras entregarle el reino a Sísifo. Hasta (Menelao engendró) de la ninfa Cnosia, segtin E m e l o , a Jen&
aquí. m los ténninos en los que lo he leído. damo. APOLODORO, 111 11, I
Pausn~ras,II 3 , 10
2' Es e IFr. lB, separado por el editor para tratar de seguir la
línea argumental.
260 FRAGMENTOS DE %PICA GRIEGA ARCAICA
EUMELO D E CORINTO

La genealogía que se da en los OrCicos (de Sinopa) es de Ares pero también e1 autor de la Europia cuenta que la estatua dc
y de Egina. Según algunos, de Ares y de Parnasa. Según EIumelo ~~l~ en Delfos era un pilar, en los siguientes términos:
y Aristbteles, de Asopo.
Escotro L A APOLONIO DE RODAS,11 446 Para que le colguemos al dios el diezmo y el
botín de las sacras construcciones del alto pilar.

Este y los siguientes versos están tomados de Eumelo, en una


parte en la que Medea le habla a Idm6n:
Y ya por la tierra toda brotaban como espigas
los terrigenas. S e erizó en torno suyo de pesados El autor del poema épico sobre Europa dice que Anlión fue
escudos, lanzas dobles y yermos resplandecientes el primero que us6 la lira, enseñado por Hemes, y dice respecto
el recinto de Ares, devastador de mortales. Llega- a las piedras Y las fieras que también se las llevaba detrás cuan-
ba el brillo refulgente desde abajo hasta el Olim- do tocaba.
PAUSANIAS,IX 5, 8
po, a través del aire.
Escowo L A Aeoro~rone Ronas, Ir1 1354

Celebran tambian una procesión anual, las Itomeas, y antigua-


mente tenían también establecido un certamen de música. Ello
Dioniso, el hijo de Zeus y Sémele, que se hallaba en Cibelos puede testimoniarse entre otras fuentes, tambien en los versos
de Frigia purüicándose con Rea, iniciándose en las ceremonias de Eurnelo. Efectivamente, en el Himno Procesio~ls Delos, dice
religíosas y aprendiendo de la diosa todo lo que se necesitaba lo siguiente:
para ellas, recorrid toda la tierra y, hallando coros y honras, Pues al dios de Itome le era deseable la Musa
guiaba a todos los hombres.
que, pura, tiene libres las sandalias.
Pero al llegar a Tracia, Licurgo. el hijo de Driante, contristado
por el odio de Hera, lo expulsa de la región con una aguijada.^ la IV 33. 2
PAUSANIAS,
emprende con él y con sus nodrizas. pues se hallaban participan-
do con él en las orgías. A impulsos de un látigo movido por
dioses, se apresuro a castigar al Dios y Dioniso, por miedo, se
zambulle en el mar y se acoge bajo la proteccion de Tetis y Euri- En época de Pintas. el hijo de Sibotas, los mesenios envían por
noma. Licurgo. no sin sanci6n por obrar impiamente, pago el primera vez una ofrenda a Delos en honor de Apolo y un coro
castigo de los hombres, pues se vio privado de la vista por Zeus. de hombres. El Himno procesional para el dios lo compusox
Muchos contaron la historia, pero en primer lugar el autor de
la Europia. Eumelo.
?6 El texto dice d o enseñó., tarea que debía hacer el autor con
ESCOLIO VEN. Y min. A Ilíada VI 131
el coro que se le encomendaba.
262 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA EUMELO DE CORINTO

Eumelo y sólo estos versos se consideran como realrnenle de


Eumelo.
PAUSANIAS.IV 4, 1
EumeiO de Corinto dice que son tres las Musas hijas de Apolo:
Cefiso, Aqueloide y Boristhide.
T z A HBslo~o.
~ Trabajos y Dias, 1, pbg. 23 Gaisford
Eumelo y algunos otros dicen que Lica6n tuvo también una
hija, Calisto.
APOLODORO.TI1 8. 2
Eumelo de C o ~ t o
pretende que Zeus nació en lo que ahora
es Lidia y es más veraz que en la leyenda. Pues aún ahora en
la parte oeste de la ciudad de Swdis. en la cima del Tmolo, hay
De Arcade y Leanira, la hija de Amiclas, o Metanira, la de C m
Un lugar que antes se Llamaba Prole de Zeus, el dios de la lluvia,
w n , o, se* dice Eumelo, de la ninfa Crisopelea, nacieron dos
hijos, Elato y Afidante. Ellos se dividieron la tierra, pero todo el pero ahora, a l alterarse la palabra por el tiempo, sc halla
poder lo tenia Elato. ~ e u s i n.
o
LIDO,De los meses IV 48
APOLODORO. 111 9. 1

27 Se pretende derivar Deusio de Gomi Dws Hyeliou.

Arcade, el hijo de Zeus o de Apolo y de Caiisto. la hija de


ticaón. según dice Caronte de Lámpsaco. halló en una caceria
a una de las Ninfas Hamadríadas en peiigro y a punto de pere-
cer por causa de un río, acrecentado por las lluvias del invierno.
sobre la encina en la que la Ninfa habfa nacido. Así que desvi6
el río y refonó la encina con un mont6n de tierra. La Ninfa,
Crisopelea de nombre, según Eumelo, unida a éi, da a luz a Elato
y a Afidante. de los que son también los Arcades, según dice
Apolonio.
T ~ EA S LICOFR~H, 480

Pues tras haber compuesto Eumelo


Nueve hijas de Mnernósina y Zeus Olímpico.

Solón comienza su elegía así: dustres hijas de Mnemosine y


Zeus Oiimpico~.
C m M m DE Stromateis
AUUAND&~~, VI, p8g. 264
NAUPACTIAS 265

otros estamos d e acuerdo con la opinión del de


Lámpsaco, pues ¿qué razón tendría el ponerle el
nombre de Naupactias a un poema sobre mujeres
compuesto por un milesio?

Pese a la extrañeza de Pausanias, Hwdey piensa que


L A S q, NAUPACTIASu el autor podria ser un milesio que llegó a Naupacto y
compuso allí un poema sobre el viaje de los Argonau-
tas, quizh en competición con poetas locales como Cár-
cino y posiblemente en un festival de Ariadna.
En cuanto a la fecha del poema es desconocida, pero
tiene que ser anterior al siglo v, porque Caronte de
Lárnpsaco, que es de esa fecha, lo conoce, y Ferecides
1. Titulo, autor y fecha parece haberse basado en él para su versión en aigrinos
Las fuentes de los fragmentos vacilan en el titulo de puntos. El poema se encuentra inserto en la larga tra-
dición de poesía genealógica a la que pertenecen Eurne-
este poema entre Naupactias y Naupúctjcas. Parece que
lo, Asio y Cinetón, e incluso pueden observarse en su
el primero sena el originario, mientras que Naupácticas
estilo abundantes semejanzas con la poesía de Hesíodo.
se explica por analogía con otros titulos como Argondu-
ricas o Corintíacas. No se quiere decir, probablemente,
que se trata de un poema sobre Naupacto, a la que no
se d u d e ni una vez en los fragmentos, sino recitado allí. 2. Intento de reconstrucción de su temútica
Naupacto es una ciudad de Lócride, en la wsta norte La cita que hemos examinado de Pausanias, que lo
del golfo de Corinto. En la epoca de las colonizaciones califica como apoema sobre mujeres, nos hace pensar
el tema del poema interesaría extraordinariamente en que, como el Catdlogo hesiódico, se trataba de una ge-
aquella ciudad, muy implicada en ellas. nealogía sobre línea femenina. El fr. l es un fragmento
En cuanto al autor, ninguno de los fragmentos Lo cita típico de esa clase de composiciones. En él se dilucida
por su nombre. Solamente disponemos de un dato de el nombre de la madre de Ayax, que en unos autores
',
Pausanias quien nos dice: es Eriopa, en otros, Alcimaca, por el expediente de darle
El poema épico llamado Ias Naupactias lo azri- sencillamente los dos nombres.
buyen la mayoría de los griegos a un poeta de Para entender las relaciones de los personajes citados,
Mileto; pero Carontez, el hijo de Pites, dice que presentaremos su genealogía en forma de cuadro:
lo compuso Córcino de Naupacto, y también nos- 3 H u x n , Greek epic..., phg. 69, donde expone su argumen-
tacion.
1 PAUSANIAS,
X 38, 11. 4 Autor en prosa de relatos teog6niws y mitoldgicos de prin-
2 Se refiere a Caronte de Lgmpsaco, un log6grafo. cipios del siglo v a. C.
266 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA 4RCAICA
NAUPACTIAS 267

se narraba en las Naupacfias, porque Idmón aparece


Frrete
vivo después (fr. 6, 7, 8 ) .
Tras una serie de aventuras (desconocemos cuáles de
Admeio ellas se narrarían en nuestro poema), los expediciona-
rios llegan al palacio de Eetes, rey usurpador de la Cól-
quide, padre de Medea. El fr. 4 sólo nos informa de que
hay una variación en el nombre de s u esposa, que segiin
La aparición de esta serie de personajes en el poema Aplonio se llama Iduya y en las Naupactias, Eurílita.
puede justificarse porque tanto Oileo como Admeto son Los Argonautas solicitan de Eetes el vellocino de oro.
Argonautas. Y es que la mayoría de 10s fragmentos que El rey cree que se trata de un intento de desposeerlo
se nos han conservado se refieren al viaje de la nave de la realeza y se lo promete a cambio de un dificilísimo
Argo, que debia ocupar en el poema cierta extensión 5. trabajo: uncir dos toros de pies de bronce que resoplan
Dado que la mayoría de la información de que dispo- llamas, arar con ellos, y sembrar en los surcos los dien-
nemos (fr. 3 a 9) deriva de los escolios a las Argonáu- tes de un terrible dragón, que, al germinar, se vuelven
ricas de Apolonio de Rodas, se alude en ellos general- guerreros. El trabajo terminaría con la siega de los
mente a Ias diferencias que existen entre la versión del guerreros. Es éste probablemente un reflejo de antiguos
poeta helenístico y su fuente, las Naupactias. Para tratar rituales que debe cumplir el aspirante a un nuevo
de obtener cierta ilación en estas noticias sueltas, pre- reinado.
sentaré la sucesión de 10s hechos a los que se refieren En el poema de Apolonio, Jasón se compromete a
los fragmentos, tomando como base la obra de Ap* cumplir la tarea, pero pregunta a sus hombres si hay
lonio. alguien dispuesto a emprenderla. Nadie se atreve al
En el curso de su azaroso viaje, los Argonautas en- principio, hasta que por fin Peleo primero y luego Tela-
cuentran en Bitinia a Fineo, dotado del don de la adivi- món, Idas, los Tindáridas y Meleagro se ofrecen a ello.
nación, que se atrevió a vaticinar incluso el pensamiento En cambio, en las Naupactins todos se ofrecen (fr. 5).
de Zeus, lo que le acarreó un terrible castigo divino: Por fin, Jasón lo hace personalmente con la ayuda de
la ceguera, una larga vejez y la imposibilidad de probar Medea. Según Apolonio, es Argos, hijo de Frixo y Cal-
alimento. En efecto, cada vez que intentaba probar b e cíopa y nieto de Eetes, salvado de una isla por los
cado, llegaban volando las Harpías y se lo arrebataban. Argonautas, el que propone que su madre Caiciopa con-
Los hijos de Bóreas, Zetes y Calais, que iban en la expe- venza a Medea, su hermana, para que ayude con s u s
dición espantan y persiguen a las Harpías. La diEerencia artes a los extranjeros. En cambio en Ias Naupactias es
entre las versiones de las Naupcrctias y el poema de Idm6n el que exhorta a Jas6n a emprender la tarea.
Apolonio estriba en el posterior destino de las Harpías Es de suponer que, como en las Argonduticas, Jasón
(fragmento 3). logra vencer las terribles pruebas con la ayuda de Me-
En las Argonáuticas, el adivino Idmon muere en Biti- dea. Pero también en este punto hay diferencias. En la
nia, atacado por un jabalí. Este episodio evidentemente obra de Apolonio de Rodas, Medea. temerosa de que se
5 Sobre el viaje de los Argonautas, cf. la intmduccidn a descubra su traición, decide huir con los Argonautas,
Eumelo.
268 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

les promete conseguirles el vellocino, adormeciendo a puede ser Tesprocia y el personaje, Ferete o su padre
la serpiente que lo guarda, hecho lo cual huye con ellos, Jason.
perseguida por los Colcos. En nuestro poema, e n cam- En cuanto a los fr. 11 y 12 se refieren a la leyenda
bio, Eetes, dispuesto a matarlos, celebra un banquete, según la cual Asclepio, hijo de Apolo, vuelve a la vida
pero por instigacibn de Afrodita prefiere yacer con su a Hipólito, el hijo de Teseo. El motivo de la muerte de
esposa, así que da tiempo a que Idmón el adivino prevea HipÓlit0 es que Fedra, su madrastra, se había enamo-
el peligro que los Argonautas corrían y les aconseje rado de él y al rehusar Hipólito, Fedra le miente a
emprender la huida. Medea, al oírlos, decide huir con Teseo diciendo que su hijo le ha hecho proposiciones,
ellos (fr. 7-8). EL vellocino estaba en casa de Eetes y con lo que Teseo lo maldice. AL enterarse Zeus de que
Medea se lo lleva consigo (fr.9 ) . ~sclepioha vuelto a la vida al joven, lo fulmina 9. Igno-
En las Argondulicas Medea se libra de la persecución ramos el contexto en el que esta historia se insertaba.
de los Colcos, que vienen con su hermano Apsirto al puede ser que la genealogía prosiguiera y llegara a la
frente, colaborando en la emboscada y asesinato del saga de Fedra y Teseo o, como quiere Huxley lo,dado
mismo. Tras u n accidentado regreso a Yolco, el poema que en el fr. 1 se nos dice que Admeto intervenía en el
termina con final feliz. Parece que en las Nuupacrias la poema, es posible q u e las Naupactias trataran el tema
acción continuaba en episodios posteriores. Tras la en relación con Adrneto. En efecto, la historia continua-
muerte de Pelias, el rey por culpa del cual Jasón tuvo ba con la venganza de Apolo, por la muerte de su hijo
que emprender la expedición 6, Jasón emigra de Yolco Asclepio, matando a los Ciclopes, fabricantes del rayo
a Corcira. Dado que Mérmero, un hijo de Jasón, muere de Zeus, y a la posterior expiación de su crimen. entran-
a manos de una leona, y que no se dice nada del otro do al servicio de Admeto. Este podria ser, pues, el hilo
hijo, Ferete (fr. 10) es evidente que no se mencionaba conductor de la historia, aunque es imposible deter-
en las Naupactias en absoluto la historia de la muerte minarlo.
de los hijos a manos de Medea. Mérmero se cita en la El fr. 13 (que es el mismo que el fr. 5 de Cinetón) sólo
Odisea como padre de un tal 110, a propósito de la contiene una información negativa.
Éfira de Tesprocia. Ello lleva a Huxley a conjeturar
que Medea se asociaba en el poema con el oráculo de
10s muertos de aquella ciudad. 3. Bibliografía
Quedan tres fragmentos, cuya situación en el poema
no es tan evidente. Así, el fr. 2 puede referirse a la tierra Edici6n: K r m , Epicorum ..., pAgs. 198202.
de Eetes, pero Huxley, de acuerdo con la teoría a la que Estudios: E. DIEHL, S.V. Naupaktiu épé, en PAULY-Wrssow,
acabo de referirme, sobre la asociación de Medea con R.E.; HUXLEY, Greek epic..., pAgs. 68-73.
el oráculo de Tesprocia, piensa que la región aludida
Cf. la introducción a1 Himno a Asclepio, en mis Himnos Ho-
6 Cf.la introducción a Eumelo. inericos y la ~Batracomionaaquia~.
'0 Huxlev, Greek epic ..., pág. 70.
7 Odisea 1 259.
8 HW, Greek epic ..., pAg. 72.
270 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

4 . Texto seguido para nuestra traducción

En general, el de KINKEL, pero los fr. 4, 5, 7 y 8 han sido com


gidos de acuerdo con el texto de los escolios a Apolonio de
Rodas, 111 242, 111 521, IV 59 y IV 86. d e Wemn.11. Asimismo, en
fr. 5 he cambiado Ln' a k o G por Vx' ' A p y 6 '2.
LAS MNAUPACTIASD

11 W m n ,Scholh...
12 Con ROBERT,
Heldensage ..., pág. 795, nota 2.

De modo semejante al poeta (Hornero),también Helánim Ilama


Eriopa a la madre de Ayax: Ferécides en el libro quinto y Mna-
seas en el octavo, la Llaman Aldmaca. El autor de las Naupactias
dice que tenía dos nombres:
A su hija menor la llamó Eriopa, pero su padre
y Admeto la llamaban Alcímaca.
V A Iliado X V 336
ESCOLIO

En composicion aparece asobrado de corderosi en el autor de


las Naupdcticas:
Pero el, en la orilla de la mar de anchos comi-
nos, habitaba sus moradas, sobrado de corderos,
sobrado de vacas.
HWODIANO,
11, pág. 922 Lentz

Las Harpias e lris se separaron. Unas se hundieron en una


gruta de la Creta de Minos.
(Escolio) Se metieron ea la cueva de Creta. Eso lo dice tarn-
bien Neoptólemo. El autor de las Naup&ticas y Ferécides en el

13 El sujeto de la oración es Oileo. padre de Ayax.


272 FRAGMENTOS DE ÉPZCAGRIEGA ARCAICA NAUPACTIAS 273
libro sexto dicen que huyeron a la gruta de Creta. al pie &
de 10s h & W . Pero el autor de las Noupácticas dice que Betes
colina de Arginunte.
APOLONIODE RODAS,11 298. y ESCOLIO a.1.
,,acostó instigado por Afrodita, deseoso de unirse a su mujer,
a e n t r a s celebraban el banquete en su casa los Argonautas y
do,-&m, porque CI deseaba incendiar la nave:

Fue entonces cuando le suscitó a Eetes la divina


Habitaba con su esposa. Afroditu el deseo de unirse en amor con su propia
(Escolio) El autor de las Naupdcticas le llama Eurilita. esposa Eurilita, pues le preocupaba en su fuero
APOLONIODE RODAS.111 272, y ESCOLIO
a.1. interno cómo regresaría Jasón tras la empresa a
su patria con sus camaradas, combatientes cuerpo
a cuerpo.
Apolonio (de Rodas) dice que estos fueron los elegidos para pero Idmón se dio cuenta de lo que sucedía y dice:
uncir a los bueyes. Pero el autor de las Naupdciicas cuenta
como voluntarios a todos los que fueron llevados por la Argo. que huyan del palacio u través de la negra noche
ESCOLIOL A APOLONIODE RODAS, 521 fugaz.

y que Medea. que se levant6 a l oír ruido de pisadas, zarp6 con


ellos Dice eso tambiCn Herodom.
Creo que la protección de mi madre nos sera de provecho. ESCOLIOL A APOLONIOLE RODS. IV 59 y M
(Escoiio) Puede, dice, mi madre convencer a Medea para que nos
ayude en la empresa. En las N a u p á c t i c ~ ~Idmón,
. levantándose.
exhorta a Jason a acometer la empresa.

Apolonio escribió que después de que Medea huyó de casa de


Eetes, le prometi6 el d.locho a Jasón. Pero el que escribi6 las
Nupdciicas dice que ella llevó consigo en la huida el vellocino,
que estaba en la casa del propio Eetes.
En el autor de las Naupácticas Medea no parte por su propia Escoiro L A APOLONIOne RODM,IV 87
elección, sino que después de ser invitados los Argonautas a un
banquete, para una maquinaria y al presenthrsele a Eetes, con-
forme a su propósito, la oportunidad de aniquilarlos. pero al
uinsagrarse a su unión con Eurilita, su mujer, y al sugerir Idmón
a los Argonautas que huyeran, también Medea se embarcó con Existe en Grecia un poema llamado Naupactias. En él se dice
ellos. que Jasón, despub de la muerte de Pelias, se trasladó de Yolco
.*t
a Corcira. y que Mdrmero. el mayor de sus hijos, fue muerto
por una leona cuando cazaba en la parte del continente que mira
Apolonio dice que Medea huyó de noche en la nave, mientras a la isla. Sobre Ferete no se hace ninguna mención.
Eetes celebraba la reunión de los de C6lquide para la perdición PAUSANIAS, 11 3, 9
2 74 FRAGMENTOS DE ÉPZCA GRIEGA ARCAICA

(Resucitb Asclepio) a Hipólito, según dice el que compuso las


Naupbcticar.
APOLODORO, 111 10, 3

Zeus fuiminó a Asclepio, según e1 que compuw Ias Naupácticas.


F n o ~ e u o De
, la Piedad, pág. 52 Gompen

Camo deseaba con Dan inter&senterarme de qué hijos le na- 1. Auror y época
cieron de Mesena a Polica6n. me lei las llamadas E e u 14 y el
poema Naupactia y a d e d de ésos, cuantas genealogías e l a b Al lacedemonio Cinetón, al que hay que distinguir de1
raron Cinetón y Asia Pero no han hecho ninguna menci6n sobre quiota Cineto, rapsodo que fue el primero que recitó
esos temas. versos hornéricos en Siracusa en fa Olimpíada 69 (esto
PAUSANIAS.IV 2, 1 ',
es, entre el 504 y e1 500 a. C.) se le atribuyen una serie
de obras como una Edipodio, por la Tabuln Borgiana,
14 Esto es. el Catblogo hesiódico.
una Pequeña Iliada por Helanico, y una Telegonia, aun-
que es probable que el título sea err6neo por Genenlo-
gia, y una Heractea, aunque se discute si el autor de
esta obra es Conbn, tradiciones todas ellas poco seguras
y discutibles. En todo caso sólo se nos han conservado
fragmentos (casi todos ellos, excepto el 3, procedentes
de Pausanias) de unas genealogías sin título, semejantes
a las de Asio y Hesíodo.
La dataci6n de este poeta es difícil, ya que carecemos
de datos seguros sobre dl y se enmarca en una poesía
tradicional que se extiende desde el siglo v m hasta bien

1 Ambos fueron erróneamente identiíicados por WEUXJX, Cy-


clus ..., 1 2 , pág. 2i. Cf. la critica de A. Rus, s.v. Kynaiton, en
PAULY-Wxssown, R. E. Sobre Cineto. cf. la introducción al Himno
a Apolo, en mis Himnos Homkricos ...
276 FRAGMENTOS DE ZPICA C R ~ E C AARCAICA

entrado el siglo VI a. C. Huxley señala como un apoyo santo Minos como Radamantis aparecen luego como
para fechar ai poeta la probable cita del epónimo de los jueces en el Hades.
medos en el fr. 2, preguntándose cuándo los medos Fue- El fr. 2 se ocupa de la descendencia de Jasón y Medea
ron para los griegos lo suficientemente importantes y cita a Medeo, probablemente epónimo de los medos
como para preocuparse de su epónimo. Parece que los (razón por la que se ha intentado corregir el texto, sus-
griegos entraron en contacto con este pueblo hacia el tituyendo el nombre por el de Med~)~.
650 a. C., en la colonización del sudeste de1 Ponto Euxi- El fr. 3, junto con el 4, se ocupa de la genealogía de
no, pero son realmente conocidos tras la guerra medo- 10s Atridas. En el fr. 3 se cita el nombre de un hijo de
lidia del 585 a. C. aproximadamente. Los límites de data- Helena y Menelao, Nicóstrato, punto en el que coincide
ción de Cinetón oscilarían así entre el 625 a. C. y el con Hesíodo 6 , quien, refiriéndose a Helena, dice:
500 a. C.
La cual le dio como hija a Menelao, ilustre por
su lanza, a Hermíona y como el menor7 parió a
Nicóstraro, vástago de Ares
2 . Los fragrne~tos
El fr. 4 nos habla de Pentilo, un bastardo de Orestes
En estos poemas genealógicos resulta imposible ha- con Erigona, la hija de Egisto. No se nos da el nombre
cerse con una línea argumenta1 porque los diferentes de la madre de Erígona, pero verosimilmente era Clite-
episodios se articulan precisamente sobre la genealogía. mestrag. Tampoco se nos informa sobre el nombre de
Por tanto, nos limitaremos a comentar los fragmentos la esposa legítima de Orestes, que debía ser aludida,
en su orden de edición. dada la condición de bastardo de Pentilo. Este Pentilo
El fr. I se ocupa de una genealogía cretense, concre- es e1 ancestro de los Pentílidas, familia conocida en
tamente la de Radamantis. Según Hesiodo y Baquilides, Lesbos en el 600 a. C. a la que se le atribuía un papel
Radamantis era hijo de Zeus y la raptada Europa, y tenía rector en la migración
- eolia a Lesbos, dos generaciones
como hermanos a Minos y Sarpedón. E n esto, pues, se después de la guerra de Troya. El tema era quizá alu-
aparta Cinetón de la versión hesiódica, que sena luego dido por Cinetón.
la más popular. Ignoramos qué papel concedía nuestro El fr. 5 nos da una información negativa. T a m p o c ~se
poeta a 10s otros dos personajes en su genealogía. Hux- halla en Cinetón, como no se halla en Asio, ninguna
ley supone que, así como Radamantis era hijo de Festo,
lo que parece apuntar a que sería el rey mítico de Festo, 5 Cf. el aparato critico de la edición de KINKEL.
6 H E S ~ O DFr.
O , 175.
la ciudad cretense, Minos se entendería como rey de 7 0, de acuerdo con lo dicho en nota a fr. 1 de Epigonos, ueI
Cnoso, y Sarpedón, el fundador de Mileto de Caria, se más capaz para las armas., traducción que insistiria, junto con
relacionaría con una Mileto de Caria citada en la Ilíada 4. el epíteto .vástago de Ares. en el audaz valor de Nicóstrato, cf.
HLXLEY,Greek epic ..., pág. 88.
En Odisea IV 12.14 se nos dice que Helena no tuvo más
2 HUXLEY.Greek epic ..., pág. 87. hijos que Hermione.
3 H m ,Greek epic ..., pAg. 87. 9 Explícitamente lo asegura P s ~ m A m ~ o m ~
VoI ,25, cf. nota
4 Iliuda 11 647, precisamente junto a Festo y Cnoso. de FRAZER.
278 FRAGMENTOS DE ÉPXCA GRIEGA ARCAICA

referencia a la leyenda mesenia de los hijos de Mesena


y Policaón.

3. Bibliografía

Edici6n: K r m , Epicorum ..., págs. 1S198.


Estudios: A. RZACH,S.V. Kinaithon, en P A U L Y - W E S O W AR.E.;
,
H w ,Greek epic ..., p8gs. 8589.

4. Texto seguido para nuestra traducción


Cinedn en su poema dice que ñadamantis era hijo de Festo,
Seguimos la edici6n de KI-, salvo que en el fr. I leemos con y Festo, de Talo, así como Talo, hijo de Creta. Las leyendas de
Wm I D @ a ~ a t o Ü~, C I X ~enT lugar
~ V de 'Hqucrlarou, "H$aiorw. los griegos son divergentes en la mayoría de los casos, y no las
menos de las veces en las genedo& 11.
10 L. MALTENen Jahr. Deut. Arch. Insí. 27 (1912). p6g. 264. PAUSANIAS, VI11 53, 5

Ciaetón de hedemonia, pues también el estableció geneale


gías m sus poemas, dice que a Jas6n Ie nacieron de Medea.
Medeo y una hija, Eriopis. Respecto a los hijos, no dice más.
PAUSANIAS,11 3, 9

Arieto cuenta que el hijo de Helena y Menelao era Maraño (...)


según Cinetón era Nihstmto.
ESCOLIOV. A Jliada 111 175

Al morir Omstes, tomd el poder Tisámeno, hijo de Hemiiona,


la hija de Menelao, y de Orestes. Cinetdn escribió en su poema

11 El fragmento aparece exactamente a continuación del n." LO


de Naupactiar.
280 FRAGMENTOS DE ÉPICA CRIECA ARCAICA

que Erigona, la hija de Egisto. fue la madre del bastardo de


Westes, Pentilo.
PAUSANIAS.11 18, 4

Como deseaba con gran interés enterarme de que hijos le na-


cieron de Mesena a Policaón, me leí las Ilamadas Eeas y el poema
Nnupuctia y además de esos, cuantas genealogías elaboraron Ci-
netdn y Asio. Pero no han hecho ninguna mención sobre esos
temas.
PAU~ANIAS. I V 2, 1

1, El aulor y su epoca

De acuerdo con los datos aportados por los fragrnen-


tos, Asio fue un poeta de Samos, hijo de Anfiptolemo
(fr. 1, 7). Su obra fue amplia y variada. Conocemos, de
un lado, varios fragmentos que aluden a uno o más poe-
mas hexarnétricos, cuyo título nadie menciona, pero que
se organizaban en forma de genealogía, al modo de los
de Hesíodo, Eumelo y Cineton, y que abarcaban temas de
diversos ciclos y regiones. De otro, se nos ha conservado
un fragmento de un poema sobre el lujo de los samios
en la procesion de Bera (fr. 13). Por idtimo, se nos ha
transmitido también un fragmento elegíaco que, dada la
naturaleza de esta recopilación, no incluimos aquí l .
Se trata, pues, de una personalidad curiosa por ha-
llarse en la transición entre los últimos épicos y el des-
arrollo de la elegia jonia. Este carácter transicional se
expresa tambíén en su obra. Si bien formalmente Asio
se nos muestra semejante a Hesíodo en su utilización
de una Eraseologia épica tradicional, en el contenido es

1 Vease F. R. Aowos, Líricos griegos. Elegíocos y yambógra-


los arcaicos, t. 1, Barcelona, 1956, pág. 250.
innovador, casi revolucionario. a menudo tendencioso, hecho de que el fragmento sería una humorística visión
en sus versiones del mito q u e frecuentemente se apar- de modas anticuadas y ya en desuso, y
tan de los puntos de vista tradicionales. El poeta siente que no correspondían a la época contemporánea del
preferencia por leyendas locales concretas de Beocia y autor.
el Peloponeso, lo que lleva a Huxley2 a suponer que
viajó por estas regiones, y se opone vigorosamente a las
versiones mitolbgicas corintias, especialmente las expre- 2. Los fragmentos
sadas por Eumelo.
Tema debatido es el de la datación de Asio. La opinión Como en el caso de Cinetón. renunciamos a todo in-
mas extendida lo sitúa a comienzos del siglo VI y una tento de de reconstruir un esquema argumenta1 para
cita de Ateneo4 según a q i d antiguo poeta samio, Asio, una obra de esta índole y nos limitamos a glosar los
elimina una fecha reciente, pero es poco explícita. No fragmentos.
obstante. se ha querido llevar su datación a una época El fr. 1 se ocupa de la leyenda de Antiopa, tema éste
más antigua basándose en 10s trajes descritos por el polémico por las rivalidades que oponían a Tebas, Sicion
poeta en el fr. 13. Por el contrario, se ha pretendido ver y algunos lugares de Beocia, y que habia llevado a diver-
en este mismo fragmento un tono burlesco. emparen- sos autores a pronunciarse sobre el tema con distintas
tado con el de la comedia ática del siglo V, asi como variantes, trasladando esta rivalidad actual al terreno
rasgos de Ienguaje tardíos, 10 que ha llevado a algunos mítico. Asio innova en este punto frente a Eumelo y
a negar que el autor de estos hedmetros fuera el Asio Hesíodo uniendo un mito de Sición con un mito teba-
de las genealogías (suponiendo que se trataba de otro no. El doble nacimiento de Zeto y Anfión responde a
autor del mismo nombre), o bien a situar a un solo Asio una doble FecundaciánB.Zeus es padre de Zeto, mien-
en el siglo v a. C. La datación en el siglo VI a. C. ha sido tras Epopeo, e1 esposo mortal de Antíopa, es padre de
vigorosamente defendida en época reciente por Huxley 5. Anfión. Parece que la versidn de Asio coincidla con la
Así, el interés de Asio por determinados temas en per- que dará luego Apolodoro
juicio de otros coincide con las tensiones políticas del
momento. En cuanto a los rasgos lingüisticos recientes, Antiopa era hija de Nicteo. Zeus se unió con
han podido penetrar en el texto en el curso de su trans- ella. Cuando quedó encinta, ante l a amenazas de
misión. Por último, señala que el tono cdmico no es su padre, huye junto a Epopeo en Sicidn y se casa
índice de Cpoca tardia, porque se da ya en el Margites con él. Desalentado, Nicteo se da muerte tras ha-
que, fuera de duda, es anterior al siglo VI a. C. La mayor berle dado a Lico el encargo de castigar a Epopeo
antigüedad de los vestidos se explica asimismo por el y Antiopa. Éste emprende la campaña contra Si-

6 EUMELO. fr. 2A.


2 HUXLEY, Greek epic ..., pág. 29. 7 Hesfo~o.fr. 181.
3 CE. ADRA DO^, Líricos ..., pág. 247, con bibliografh. Como los hijos de Aicmena, Heracles e Ificles de Zeus y Anfi-
4 A-~ENEO, lEb. trión, respectivamente.
5 HUXEY, Greek epic ..., págs. 95-96. 9 APOLO~ORO 111
, 5, 5.
284 FRAGMENTOS DE PPICA GRIEGA ARCAICA

ción y lo toma, mata a Epopeo y se lleva p r i s b El fr. 4 trata la genealogía de Alcmena, otra ocasión
nera a Antíopa. En el camino ella da a luz n dos en la que Asio se aparta de la versión tradicional, que
hijos, en Eléuteras de Beocia. la hacía hija de Electrión y Lisídice13, considerándola
hija de Anfiarao y Enfila, con lo que entronca el tema
El fr. 2 se refiere a la historia de Beoto, epónimo de de ]a madre de Heracles con el de los Siete contra Tebas.
Beocia. La tradición local, expresada por Corina 'O hace El fr. 5 se ocupa de la genealogia de Foco, que enlaza
a Beoto hijo de Posidón. Aquí no se indica el nombre con la de Agamenon, de acuerdo con el siguiente
del padre. Eunpides, que consagra dos tragedias al esquema:
tema, nos dice que Beoto fue criado por una vaca. No Foco AgamenGn
sabemos si este motivo del cuento popular remontaba
a Asio.
Panopeo Criso = Anaxabia
El fr. 3 narra la genealogia de Ptm, héroe epónimo
d e un oráculo cercano a Acrefia, al este del lago Copais.
Sin que podamos tener garantías de que la historia fuese
narrada así en Asio, merece la pena reproducir la ver-
sión que de la misma da Apolodoro ":
Luego Atamanie se vio privado también de los Foco es el epónimo de Fócide, y Panopeo y Criso. de
hijos de Ino por el rencor de Hero. Pues él, en un dos ciudades de Fócide. La madre de Foco era Astero-
rapro de locura, asaeteó a Learco, mientras que día, y se cuenta que ambos hijos llegaron a las manos
Ino se arrojó al mar con Melicertes. Expulsado de en el vientre de su madre, antes de nacer 14, Lo que es
Beocia, pregunid al dios en qué lugar debía vivir, una explicación mitica de la rivalidad tradicional entre
y recibió u n oráculo de que debía vivir en u n lugar las ciudades que recibieron de ellos sus nombres, pro-
en el que fuera hospedado por fieras salvajes. Tras bablemente aludida por Asio.
haber atravesado mucha extensión d e tierra j2, en- El fr. 6 es un mito peloponesio, la genealogía de los
contró a unos lobos que devoraban pedazos d e re- Tindáridas, tema sobre el que considero suficiente re-
ses. Y ellos, al verlo, huyeron, abandonando lo que mitir a lo dicho en las introducciones a las Ciprias y a
se estaban dividiendo. Alamante colonizd el lugar Eumelo 15.
y lo llamó, por él, Atamantia. Tras casarse con El fr. 7 nos ofrece la elaboración de una genealogía
Temisto, la hija de Hipseo, engendró a Leucán, compleja para situar el origen de Samos. su isla natal.
Eritrio, Esquénoo y Pioo. Se remonta para ello a Eneo, un hijo de Egipto, según
Apolodoro 16, lo que enlaza este tema con la leyenda de
'0 CORINA,fr. 5 Page.
'1 APOLODORO,1 9, 2. 13 H E S ~ O D fr.
O , 193, v. 20.
u Recuérdese que la purificación de crimenes de sangre exige 14 CF. HES~ODO, fr. 58. con notas criticas.
peregrinación y ritos, cf. lo dicho en la introducción a la Alcmed- 15 CE. las introdu&ones a las Cipriac y a Eumelo.
nida. 16 APOLODORO,11 l . 5 .
286 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA ARCAICA

Dánao. Anceo es un argonauta. Quizá contaba Asio una El fr. 11 diverge también de Eumeio en la genealogía
historia que conocemos a través de Aristóteles, según la de Sición, aunque conserva la relación con el Atica en
cual murió al perseguir un jabalí en el saqueo de Sarnos. 10 que parece un deseo de agradar a los atenienses.
En cuanto a Astipalea es la heroína epónima de la E1 fr. 12 nos informa negativamente de que las genea-'
primitiva ciudad de Samos, situada por Asio en La mis- logias de Asio no incluían referencia alguna a la proge-
ma generación que Europa, la heroína que da origen a nie de Mesena y Policaón.
Creta, y en un mito paralelo. Mientras que Europa fue En cuanto al fr. 13 ya hemos indicado lo fundamental
raptada por Zeus en forma de toro y llevada a Creta, al hablar de la datación de Asio, supra.
Astipalea lo fue por Posidón y llevada a Samos. Ello
excluía la tradición corriente, según la cual Samos había
sido colonizada por Creta. 3. Bibliografía
El fr. 8 alude a un mito del primer hombre, diferente
al narrado por los argivos en la Fordnida. Aquí el primer Ediciones: F. D i b E R , tras F. S. LBHRS, Hesiodi Carntim, Pa-
hombre es Pelasgo, probablemente, como en Hesiodo 17, rís, 1840. págs. 14; =m,Epiwrum ..., págs. 20t-2iló.
autóctono, nacido de Ia tierra y arcadio. Estudios: E. B e r w ~ s.v.
. Asios, en PAULY-Wissown. R.E.; L. A. MI-
El fr. 9 ofrece una nueva discrepancia de Asio con CHMNGELO, frammenti di Asiom, Riv. S:. Ant. 3 (1898). 71 5s.;
Eumelo en el nombre del padre de la heroína arcadia F. R.ADWOS, Líricos Gnegos. Elegíacos y yambógrafos arcaicos.
t. 1, Barcelona, 1956, phgs. 247-248; H m . Greek epic ..., pági-
Calisto que se convirtió luego en la constelación de la
nas 8998.
Osa Mayor. Probablemente el tema se introducía dentro
de la genealogía arcadia de Pelasgo.
El fr. 10 enlaza temhticamente con el 6 si se sigue la
4. Texto seguido en nuestra truduccidn
genealogía que ofrece Estesicoro, según la cual Tindareo
e lcario eran ambos hijos de Perieres. Si es así, la genea- Ed. de KINIPL, Epicorwn ...,phgs. mZ-206.salvo que lea en fr. 13,
logía completa quedana así: lin. 5 & p q l @ p q i w ~ Tpav.
v y ih.6 . ]TE< inraml6iov rohapi-
O T ~ V .
Pleurón
I
Agénor
I
Testio Perieres

Mede Penelope
le viene el sobrenombre a Apdo Y el nombre a la montaña, era
,,hijo de Atamante y Temisto, lo dice Asio en su poema.
IX 23, 6
PAUSANIAS,

Asia en su poema dice que también Alcmena era hija de Anha-


,,o y Erífíla.
PIUSANIAS, V 17. 8

Pues Laomedonte, el hijo de Corono. que reinó después de E p Asio, el poeta épico, dice que Panopeo y Criso nacieron de Foco,
peo, abandond a Antlopa. Ella, cuando se dirigía a Tebas por y que de Panopeo nació Epeo, el que fabricó el caballo de ma-
Eléuteras, pare alií mismo en e1 camino. Acerca de ello dice dera, se* dice Hornero. El nieto de Criso fue Pflades. que era
Asio. el hijo de AafiptbIemo: hijo de Estrofio, el hijo de Criso y Anaxibia, la hija de Agarnenón.
P~usmrns,11 29, 4
Antiopn parid a Zeto y al divino Anfkin, ella,
que era hija de Asopo, el vorticoso río, encinta d e
Zeus y d e Epopeo, pastor de pueblos.
11 6 , 3
PAUSANIAS, Los hijos de Tindáreo descendían, por parte de madre. de PIeu-
ron, pues Asio dice en su poema que Testio. el padre de ieda,
era hijo de Agénor, el hijo de Pleurón.
PAIJS~NIAS,
111 13. 8
Autloco cree que la ciudad de Metapontio se llamaba antes Mé-
tabo y que luego cambió de nombre. Asimismo, que Melanipa
ni fue llevada alií. sino a Dio para someterse a prueba ante el
heroon de Métabo. Tambikn Asio el poeta dice que a Beoto
Asio de Samos, el hijo de Anfiptolemo, dice en su poema que
lo parió en las estancias de Dío la agraciada Me- a F h i x le nacieron de Perirneda. la hija de Eneo. Astipalea y
lanipa Europa; que de Posiddn y Astipalea era hijo Anceo, que tomó
por esposa a Samia, la hija del río Meandro, le nacieron Perílao,
como si Melanipa hubiera sido llevada allí. no a MCtabo. Enudo, Samo, Aliterses y una hija, Parténopa, y que de Parté-
ESTRAB~N.
265 nopa, la hija de Anceo y de Apdo, nació Licomedes. Hasta aqui
llega en su información Asio en su poema.
PAuSAN~AS,VI1 4. 1

A unos quince estadios, a la derecha según se sale de la ciudad


'8 Pueblo de la zona costera e islas adyacentes al este del Egeo.
(de Tebas), está el templo de Apdo Ptoo. Que Ptoo, por el que
20. - 19
Ha dicho también Asio respecto a e1 (Pelasgo) lo siguiente: En su relato acerca de la molicie de los Samios, W i s cita
versos de Asio para demostrar que llevaban brazaletes en los
Al deiforme Pelasgo en los montes de #rondosus brazos y al celebrar el festival de las Hereas iban con el cabello
cimas lo produjo la negra tierra, para que existie- cuidadosamente peiuado sobre la espalda y los hombros. Esta
ra la raza de los mortales. costumbre se testimonia también por el proverbio -ir al Hereón
VI11
PAUSAN~AS, 1, 4 con trenzass.
Los versos de Asio dicen lo siguiente:
Y ellos solían pasearse d e esa guisa cada vez
Eumelo y algunos otros dicen que a Licaón le nació también que se habían peinado los bucles, al recinto d e
una hija, Calisto. Pues Hesiodo dice que ella era una de las Nin- Hera. Ceiiidos por hermosos vestidos, con n í v e a
fas. Asio dice que era hija de Nicteo. túnicas, ocupaban el piso de la ancha tierra. Sus
APOLODORO,111 8, 2 cabellos ondeaban al viento en áureas ataduras,
con horquillas de oro sobre ellos, como cigarras. 5
10 Trabajados bra;aletes rodeaban sus brazos ( .. .)
Asio dice: combatiente protegido por su escudo.
Hijas d e Icario, Meda y Penélope. ATENEO, 525e-f-

&OLIO M. A Odisea IV 797

Dicen que Sjción no era hijo de Maratón, el hijo de Epopeo,


sino de Metión, el hijo de Ereeteo. Concuerda con ellos también
Asio.
PAUSAN~AS,
11 6 , 5

Como deseaba con gran interes e n t e r m e de qué hijos le na-


cieron de Mesena a Polica6n. me leí las iiamadas Eeas y e1 poema
Naupactia y, además de esos, cuantas genealogias elaboraron
Cinet6n y Asio. Pero no han hecho ninguna mencion sobre estos
temas.
P~csawins.IV 2. 1
QUERSIAS QUERSIAS

Dicen que abandonaron Aspledón sus habitantes porque anda-


ban escasos de agua, y que el nombre le viene a la ciudad de
1. Quersias Aspledón. Este era hijo de la ninfa Midea y de Posidbn. Concuer-
da con eUos también el poema que compuso Quersias,un hombre
foco es lo que sabemos de este poeta Quersias, nacido de Orc6meno:
en Orcómeno, situado por Plutarco' a principios del De Posidón y de la gloriosa Midea ~iacióun hijo,
siglo VI a. C. y autor de un poema cuyo titulo y tema Aspledón, en la espaciosa ciudad.
desconocemos, perdido ya en época de Pausanias y,
como la Atis de Hegesinoo, conocido por este autor a De este poema de Quersias no quedaba ya ningún recuerdo en
través de citas de Calipo de Corinto. En el único frag- mis tiempos, pero también citaba estos versos Calipo en la mis-
mento conservado se nos habla de Aspledón, el epónimo ma historia referente a los orcomenios. De este Quersias men-
de la ciudad beocia de este nombre. Sobre este perso- cionan también los orcomenios un epigrama sobre el sepulcro
naje. sin embargo, Esteban de Bizancio da una versión de Hesiodo 2.
diferente, haciéndolo hijo de Orcómeno y hermano de PAUSANIAS, IX 38. 9 s .
Clírneno y Anfídoco.
2 IX 38, 4.
El epigrama lo recoge PAUSANIAS,

2. Bibliografía

Edici6n: KINKEL, Epicorum ..., pág. 207 (seguida en nuesu-a tra-


ducci6n).
Estudios: E. BErHe, S.V. Chersias, en PAULY-Wrssown, R.E.:
HUXLEY. Greek epic..., phgs. 12@121.

1 PLWTARC~.
Moraiia 156e.
Hmle)" pensando que, dado que Marat6n. el héroe e p 8
nimo del Atica, era hijo de Epopeo. quizá Hegesinoo
trazaba la genealogía A l ~ E p o p e d b í a r a t ó n .Ello que-
rria decir que la leyenda de Maratón, que pertenecía
,,,-iginariamente a las fronteras entre Atica y Beocia,
habría sido trasladada .por Eumelo a Corinto y Sición.

2. Bibliografía

Edici6n: UN*~L, Epicorurn ..., pág. AIS (seguida en esta tra-


duccibn).
Estudios: E. B ~ H Es.v. , Atthis, en PAULY-Wrssow~, R.E.; Hux-
LEY, Greek epic ..., páe. 121.
1. Hegesínoo y la aAtisw

Acerca del contenido de la Atis estarnos tan mal infor- 2 HUXLEY.Greek epic ..., pág. 121.
mados como acerca de su autor, Hegesinoo, que no es
más que un mero nombre. Su titulo es el antiguo adje-
tivo que corresponde al mas moderno de uático*, lo que
hace suponer que se referiría a leyendas relacionadas
con el Atica. Paradójicamente, el único fragmento con-
servado no se refiere a una leyenda Btica, sino a una
beocia, la historia de Ascra, epónima de la ciudad natal
de Hesíodo.
El poema ya se había perdido en época de Pausanias,
esto es, en el siglo 11 d. C. (cf. el fragmento), ya que el
periegeta se ve obligado a recabar información de se-
gunda mano a través de Calipo de Corinto.
Es curioso señalar que la genealogía que se describe
no coincide con la de Eurnelo 1, pues mientras este autor
nos presenta a Epopeo como hijo de Aloeo y reinando
en la Asopia de Sición, aquí parece que se alude al Asopo
de Beocia. La razón de que apareciera la leyenda en el
marco de una obra centrada en temas áticos lo explica
PZSANDRO DE CAMIRO, aHERACLEAn

Dicen que Efiaites y Oto fueron los primeros que hicieron sa-
crificios en honor de las Musas en el Helicbn, que denominaron
al monte como consagrado a las Musas y que asimismo fundaron
Ascra. Y así tambikn lo compuso Hegesínoo en este pasaje de 1. Pisandro
la Aiis:
Y con Ascra se acostó a su vez Posidón, el que La datación de Pisandro de Camiro, ciudad de Rodas l ,
conmueve la tierra. Ella le pario un hijo, con el era ya motivo de discusión en la época del Suda, quien
transcurso de las estaciones, E o c b , que fue el pri- nos dice:
mero que con los hijos de Aloeo fundó Ascra, la
Unos lo describen como conlemporaneo y aman-
que se asienta a2 pie del Helicdn, prddigo en ve-
te de Eumolpo, el poeta, otros incluso como más
neros.
antiguo que Hesíodo, otros lo sitúan en la Olim-
piada 33.
Este poema de Hegesinoo no lo he leido, sino que se había
perdido antes de que yo naciera. Pera Calipo de Corinto, en su
relación acerca de los onmmenios presenta como testimonio para De estas dataciones la mas verosímil es la Última,
su historia los versos de Hegesínoo. Igualmente también nosotros hacia el año 648 a. C., dado que es esta la epoca en la
lo hicimos, una vez que los aprendimos de Calipo. que Rodas explora el Mediterráneo oriental. Las aven-
turas de Heracles en esas tierras lejanas podrían ser un
trasunto literario de ese interés colonizador.
De acuerdo tambidn con el Suda, Pisandro escribió
una Heraclea en dos libros, acerca de los trabajos de
Heracles, ademis de la cual se le atribuían indebida-
mente otros poemas. Asimismo nos informa que fue el

1 Al que no hay que confundir con el mitdgrafo helenistico


del mismo nombre citado en la introduccibn a la Edipodia, ni
con otro épico Pisandro. del siglo III a. C.
298 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA PISANDRO DE C A M I R O , a H ERACLEAa 2 99

primero que le confirió la clava a Heracles. Tendremos dio del León de Nemea que depredaba los rebaños de
ocasión de ver que no h e ésta la única innovación que Anfitrión y Tespis, rey epónimo de la ciudad de Tespias.
podemos atribuir a Pisandro, sino que se nos aparece E] león era invulnerable, por lo que no podía herirlo
como un poeta imaginativo y creador, que transforma con la espada ni con las flechas, de modo que lo golpeó
y desarrolla los detalles de la leyenda con gran libertad. con la clava y luego lo ahogó. Desde entonces conservó
De acuerdo con un epigrama de Teócrito2 otra de sus su piel como atuendo. Estos detalles de la clava y la piel
creaciones fue que dijo cuantos trabajos Ilevb a cabo del león parecen ser también innovaciones de Pisandro.
Heracles, esto es, fijó el canon de los doce trabajos que posteriormente el León se convierte en la Constelación
se recoge ya en las metopas del templo de Zeus en Leo. Tal destino ha hecho pensar a algunos mitologistas
Olimpia en el 450 a. C., aunque no fue por mucho tiem- que el número de trabajos se hallaba en relación con
po un canon invariable, sino que conoció luego diversas 10s doce signos del Zodiaco.
variantes. El fr. 2 alude a la hidra de Lerna, monstruo serpen-
tino, hijo de Tifón y Equidna, que habitaba en los pan-
tanos de Lerna. Pisandro innova también multipkando
2. Reconstrucción del contenido del poema sus cabezas. En la leyenda posterior se cuenta que, cada
vez que Heracles cortaba una cabeza. volvía a salir otra
Parece, pues, evidente que en el poema de Pisandro en su lugar (según otras fuentes, dos). hasta que Yolao
se trataban los doce trabajos. La razón de acometer esta lo ayuda quemando el cuello recién cortado y evitando
empresa h e que Heracles, por haber matado en un así el rebrote de la cabeza. No sabemos si Pisandro hace
rapto de locura (provocada por Hera) a los hijos que intervenir como auxiliar de la hidra al cangrejo4, lo que
había tenido de Mégara, tuvo que purificarse y entrar es posible, dado que el tema aparece en representacio-
para ello al servicio de Euristeo. Bajo las órdenes de nes Figuradas del siglo vi1 a. C.
este emprende los doce trabajos, si bien es cierto que El fr. 3 menciona la cierva de Cerinea que, a pesar de
algunos de ellos proceden de otros ámbitos míticos. ser hembra, tenía cuernos y, además, de oro. Estaba
Incluso se ha puesto de manifiesto que en muchos de consagrada a Artemis y Heracles tuvo que perseguirla
ellos el fin úitimo parece ser la consecución de la inmor- todo un aiio hasta que logró capturarla.
talidad. Según este supuesto, las Manzanas de las Wes- El fr. 4 cita los pájaros de Estinfalo, ciudad de Arca-
pCrides representarian un árbol de la vida y la lucha dia junto a un lago rodeado de bosques. Tales pájaros,
contra Cérbero sería un trasunto de una victoria sobre según Pisandro. devoraban a las personas (según otras
el mundo de ultratumba. fuentes, destruían las cosechas o herian con sus plumas
Los fragmentos conservados corroboran que Pisandro afiladas como flechas), por lo que Heracles en algunas
alude en su obra a algunos de los trabajos del canon. versiones Ias asaeteaba. Pisandro, sin embargo, sigue
Así, en el fr. 1 se nos dice que el poeta narraba el episi, una variante según la cual las expulsó con el ruido de

2 TBÓCRTTO, Epigr. 22.


3 Rose. Mitologia ..., pág. 208. 4 Cf. PANIASIS,fr. 3.
300 FRAGMENTOS DE PICA GRIEGA ARCAICA PlSANDRO DE C A M I R O , « HERACLEAB 30 1

unos crótalos, Con ello le quita a Heracles uno de sus Al cruzar Fóloe es acogido (Heracfes)por el Cen-
rasgos originarios más típicos, el uso del arco. tauro Folo, hijo de SiIeno y de una Ninfa Melia a
El fr. 5 nos remite a una historia de la que hemos (...) Cuando Heracles le pidió vino, le dijo que
hablado ya: el viaje de Heracles en la copa del Soi3. temia abrir la tinaja común de los Centauros, pero
Tal travesía la realizó para consumar el robo del gana. como Heracles le instaba a que se animara a ello,
do de Gerioneo. El episodio lo cuenta asi Hesíodo b : la abrió y no mucho después se presentaron los
Centauros, arinados con piedras y abetos, ante la
Crisaor engendró, unido a Calírroa, hija del g l e gruta de Folo.
rioso Océano, al tricéfalo Gerioneo. A éste lo mató
el vigor herácleo jclnro a sus bueyes de tortuoso probablemente el proverbio del fr. 9 apareciera en
caminar en Eritia, cercada por las olas, el día en boca de Folo, que no se fiaba de la reacción de sus
que arreó los bueyes de ancha testuz hacia la sacra congéneres. El episodio acababa en una lucha de la que
Tirinte, tras cruzar el paso del Océano, matar a salía vencedor Heracles, aunque hiriendo involuntaria-
Orto y al boyero Euritión en un nebuloso establo, mente a Folo con una herida incurable.
más allá del ilustre Océano. Ningún fragmento nos ha quedado de los demás tra-
bajos del canon, uno de los cuales consistía en la lirn-
Pisandro debía mencionar asimismo la búsqueda de pieza de los establos de Augías, hijo del Sol y rey de
las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides, ya Élide, poseedor de una inmensa cantidad de ganado.
que el fr. 6 debe situarse en ese viaje. Anteo era un hijo En sus establos se habían acumulado masas de sucie-
de Posidón y rey de Libia que obligaba a los extranjeros dad. Heracles. sin embargo, los limpia en un solo dia
a combatir con 61 y los mataba. Su poder residía en que desviando el río Alfeo y haciéndolo pasar sobre ellos.
se recuperaba en cuanto tocaba tierra. Para evitarlo, Otros trabajos son la captura del toro de Creta, la bús-
Heracles lo mató alzándolo en brazos y golpeándolo en queda de los caballos de Diomedes, devoradores de car-
alto. Ignoramos el papel que su hija Alceide desempe- ne humana que acaban devorando a su propio dueño,
ñaba en la historia. y la consecución del cinturón de Hipólita, la reina de
También debía Pisandro tocar el tema del jabalí de las Amazonas, poseedor de grandes poderes. Incluso
Erirnanto, al que era preciso capturar vivo, por lo que llega a traspasar los umbrales de los infiernos para
Heracles lo hizo salir a gritos de su madriguera y lo traerse de allí a Cérbero, el monstruoso perro que los
cazó con una red en un lugar en el que había una espesa guardaba.
capa de nieve. El fr. 9 menciona un proverbio referido Otras aventuras de Heracles, además de los doce tra-
a los Centauros, que intervenían en los preIiminares de bajos propiamente dichos, debían mencionarse en e l
esta aventura. Es así como nos cuenta la historia Apo- poema de Pisandro. Asi, el episodio de los Cércopes 9 ,
lodoro 7: ya que es verosímil que el fr. 7, que se refiere a la
5 CE. la introducción a la Titariornaguia. 8 Esto es, NinFas de los fresnos.
6 HES~ODO,
Teogonia 287.
9 Sobre este tema cf. la introducción a Cércopes.
7 APOLOOORO,11 S, 4.
302 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

etiología de las aguas termales de junto a las Termópilas


se encuadrara en este episodio, a la vuelta de Heracles
de la lucha contra los Cércopes que vivían cercalo,
Asimismo, quizá el fr. 8 recoja una parte de las súpli-
cas de los Cércopes, y es posible que el 10 entienda
como asesinato más justo el cometido por Heracles con
estos personajes. PlSANDRO DE CAMIRO, ~HERACLEAU
El fr. 12 por su parte parece aludir a un episodio de
la campaña de Heracles contra Troya y el 13 a las aven-
turas del héroe en occidente, ya que Ciímena es madre
de Atlante y una amante de1 Sol que tuvo de éste a
Faetón. Por último, el fr. I I es una mera indicación Descendientes de los que participaron con el (con Heracles) en
la expedici6n (al Aorno) eran los Sibas. que conservaban como
gramatical, el uso de la forma doria aé en el poema.
distintivo de su estirpe el cubrirse con pieles, como Heracles,
Esta forma es ajena a la lengua épica, pero no es de
Ilwar maza y poner como marca a fuego una clava a las vacas
extrañar SU aparición en la Heraclea teniendo en cuenta y mulas ... Tal atuendo de Heracles es mucho más reciente que
que Heracles es un héroe dorio. el testimonio sobre Troya. siendo una ficcibn de los que com-
pusieron la Heraclea, sea Pisandro, o cualquier otro. Las escul-
ruras antiguas de madera no lo representan asi.
3. Bibliografía ESTRAB~Y.688

Ediciones: F. Dübner, tras F. S. ~ H R S Hesiodi , Carmina, Pa-


rís, 1840, págs. 58; K I ~ Epicorum
, ..., págs. 248253. Leo: algunos dicen que era el primer trabajo de Heracles para
Estudios: P A U L Y - W I ~ ~ ~R.E.,
W A . s.v. Peisundros; HUXLEY. Creek ser recordado. Pues. ganoso de gloria, fue al único al que no
epic..., phgs. 10Q105. mató con armas, sino que, a b ~ d n d o l olo, estrangul6. Dice tam-
bién acerca de 61 Pisandro de Rodas que conservd su piel porque
lo consideraba una gesta. Este es, pues, el muerto por él en
4. Texto seguido para nuesíra traducción Nemea.
P s n i n o - E R A T & ~Colosrerismos
, 12
Fragmentos 1-11 según texto y nurneracibn de KINKEL,E p i m
rum ..., pAgs. 248253. El 12 = A m o 783~.el 13 fue publicado por
G. Lrppom en Philologus 68 (1909). 153. Periandro 11 de Rodas refiere que fue llevado honoríficamente
entre los astros como recuerdo de los primeros trabajos de Hér-
10 De acuerdo con H E R ~ O T O . 216.
VI1 cules u.
Esco~iosA u Arotea DE CERM~NICO, pag. 131 Breysig

11 Debe leerse Pisandro.


12 Traduzco Hércules porque la fuente es latina.
304 FRAGMENTOS D E ÉPICA GRIEGA ARCAICA PISANDRO DE C A Y I R O , « H ERACLEAV 305

Algunos dicen aigo más: que este fue el primer trabajo de Hit. Su nombre, (el de la hija de A n t a ) . era Aiceide. se& dice
cules y que lo había matado sin armas. De ello escribieron Pisan- pisandro de Carniro. Otros la Laman Barca.
dro y algunos otros 13. EXOLIOn RNDARO, Pitica IX 183
HICINO, ~ t r o n ó r n i c a11
~

Tenia (ia Hidra) una sola cabeza, me parece, y no más. Pero A Heracles, cuando se hallaba muy cansado junto a las Termo-
Pisandro de Camiro, para que el monstruo pareciera más temible pilas, Atenea le hizo brotar agua temales. Pisandro djce:
y su poema llegara a ser más importante. en vez de esto repre-
sentó a la Hidra con muchas cabezas. En las Termopilas, la diosa de ojos de lechuza,
PAUSANIAS,11 37, 4 Atenea, hizo brotar para d l aguas termales, junto
al cantil de la mar.
R.
ESCOLIO A ARIST~FANES.Nubes 1050
Dijo que (la cierva) era hembra y con cuernos de oro. segl'n la
tradición. Pues el autor de la Teseida la describe como tal, así
como también Pisandro de Camiro y Ferecides.
ESCOLIO
A PLNDARO,
Oiirnpica 111 52
Atenea le hizo brotar a Heracles por todas partes aguas ter-
males como descanso de sus fatigas, se- dice tambi4n el poeta
Pisandro en su poema sobre Heracles.
Z m o e ~ o ,VI 49
Acerca del agua del Estídalo se conserva una historia: que en
tiempos unas aves devoradoras de hombres w criaban en él. Se 8
dice que Heracles las mató a flechazns. Pero Pisandro de Carniro De Pisandro:
dice que no matd a las aves, sino que las expulsó de allí con
ruido de crótaios. No debe provocar indignación el decir incluso
PAUS~NIAS, VI11 22, 4 una mentira para salvar la vida.
Es~oBEO, X I I 6

Pisandro en el libro segundo de la Heraclea dice que la copa


en la que atravesó Heracles el Océano era la del Sol, pero que
Heracles la recibi6 de Océano 14.
No hay sentido comrin entre los Centauros.
ATENEO,4 6 9 ~
Proverbio. Es un trozo de v e m de Pisandro aplimble a las
1' I ~32.
CI. también P A N I A ~fr. , cosas imposibles.
14 Cf. PANIASIS.fr. 7. H e s i ~ u ~ S.V.
o , NoUs ou pard Kentauroisi
306 FRACMENT OS DE ÉPICA GRIEGA A R C A I C A

Ambos (Perseo y Heracles) llegaron a la purifi~aci6nde s u


males. También Heracles, por lo cual dice también sobre
Pisandto:
del más jusro asesino

pues cometía asesinatos como una purificación.


OLIMPIODORO. Comentario al Alcibiades de Platdn,
pág. 156 Creuzer

También aparece ad en Pisandro de Camiro. 1. Autor y época


AnerdoIa Parisiensia TIT. pág. 321 Cramer
Los antiguos vacilaban en la atribución de la Toma
de Ecdia entre Hornero y Crebfilo de Samos. Como en
el caso de las Ciprias circulaban a este respecto leyen-
Pisandro dice que Heracles le dio una copa a TelamBo como das acerca de la existencia de determinados vínculos
premio a su valor en la expedici6n contra Troya. entre ambos autores, incluso familiares, y de la apro-
A m o , 783c piación de la obra del uno por el otro. Un balance de
las diferentes versiones antiguas sobre el tema nos lo
ofrece Estrabón ':
Y Pisandro dice acerca de CLLrnenes que, al enamorarse a la De Samos era también Creófilo, que dicen que
Y&. .. acogió una vez a Homero como huésped, y que
H E R ~ ~ VI11
VOLUMINA S I A105 , recibió como regalo la ntribucidn del poema que
llaman la Toma d e Ecalia. Pero Calímaco eviden-
cia lo contrario en su epigrama, n saber, que aun-
que aquél lo compuso, se atribuyó a Hornero por
la hospituiidad a la que se ha aludido:
Soy obra del Samio, que acogió un día en
su casa al divino Hornero. Compadezco a Eu-
rito por todo lo que padeció, así como a la
-

1 ~ , Una versión casi igual la da Eusr~cio,330, 41.


E s ~ r u e b638.
308 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA ARCAICA T O M A DE ECALIA 309

rubia Yola, y se me reputa como un escrito Solo nos resta añadir el dato de Clemente de Alejan-
de Hornero. cosa &U, Zeus mío, para dría S de que Paniasis plagió esta obra, afirmación que
Creóf ilo! debe limitarse: lo Único que puede aceptarse a ese res-
pecto es que Paniasis elaboró la tradición ya aludida
Algunos dicen que éste fue maestro de Hornero, por Creófilo. La leyenda será recogida más tarde por
otros, que no fue él, sino Aristeas de Proconeso. Sófocles en las Traquinias.

En cuanto a las relaciones de parentesco, las apunta 2. Argumento


un escolio a Plat6n2, que, refiridndose a Creófilo, dice
que es Eurito, rey de Ecalia y consumado arquero, ofrece
su hija Yola como premio a quien logre vencerlo en la
un poera épico d e Q u i ~ s Algunos
. dicen que fue competición de tiro al arco. Heracles acepta el reto y lo
yerno de Homero, casado con una hija suya, y que, vence. Como Eurito se niega a cumplir su promesa,
habiendo acogido a Homero, le tomo e1 poema de Heracles saquea la ciudad, da muerte a Eurito y se lleva
la Iliada. cautiva a Yola.
Sobre estas líneas bien conocidas de la leyenda Creb
Noticia Bsta repetida por el Suda quien indica en cam- filo elaboró su poema, aunque los escasos fragmentos
bio que la obra en cuestión era la Toma de Ecalia. conservados nos ayudan bien poco a determinar los de-
Creófiio forma parte, pues, de la larga serie de homé- talles del mismo.
ridas, poetas épicos a los que la tradici6n reputa como El fr. I nos conserva la cita literal de un verso, en el
familia de Homero. En cuanto a la fecha de composi- que Heracles se dirige a Yola, pero no sabemos en que
ción del poema nos es desconocida, pero puede situarse punto del poema.
en el siglo WI en sus comienzos, datación con la que El fr. 2 sólo sirve para orientarnos sobre la localiza-
serían coincidentes las tradiciones que hablan de una ción que el poema suponía para Ecalia, punto este que
visita de Licurgo a Sarnos para recibir el poema de los se prestaba a discusión en la antigiiedad. Homero, en
descendientes de Creófilo '. el *Catálogo de las Navesn parece situar esta ciudad en
No parece que haya que darle gran relieve a la varian- Tesaliab, mientras Sófocles la emplaza en Eretria en su
te de titulo que aparece en el fr. 2. Circulaban por la tratamiento del tema en las Traquinias 7. Estrabón re-
época otros poemas sobre Heracles con el título Hera- coge esta problemática en los siguientes términos:
clea, que abarcaban otros episodios de este héroe Jegen- Ecalia, llamada la ciudad de Eurito, cuentan que
dario y no es extraña la conhsidn.
estuvo en estos lugarese, también en Eubea y en
5 CLEMENTEDE A m m R f A . Strom. VI 2, 25. 1.
2 ESCOLIO a P L A ~ ~República
N, WOb. o lliada 11 730.
3 SUDA,S.V. Creófilo, 7 S~FOCLES, Troquinius 237, 750. Esta localización coincide con
4 ALIEN, Horner, págs. 47-48. y otros argumentos en SEWRYNS, la de Hecateo.
Cycle..., pAg. 191. 8 Se refiere a las proximidades del Tempe.
T O M A DE ECALIA 311

Arcadia, y cada uno le da un nombre diferente, aparecer en el poema como un excursus, dado que es
cosa de la que se habla también en los ptirrafos dificil pensar que se trata de un fragmento de otro
dedicados al Peloponeso. Acerca de estos temas poema, porque no tenemos la menor noticia de que
investigan especialmente cuál fue la capturada Creófilo fuera autor de otra composición.
por Heracles y sobre cuál hizo su narración el
autor de la Toma de Ecalia.
3. Bibliografía
En esta discusión parece que el autor del poema que
nos ocupa se alineaba entre los que situaban Ecalia en Ediciones: ICINKM., Epicorum ..., pkgs. á062; -N. Homeri
Eubea g. opera, págs. 144147; EVELYN-WHIIE,phgs. 532-534.
En el fr. 3A se nos indica que Cre6filo sigue una ver- Estudios: A. RZACH, C.V. Homeridai, en P~rnr-Wrssow~. R.E.:
si611diferente a la de Hesiodo en el tema de la descen- S ~ Y N S Cycle
. ..., págs. 1Sg195; H w r , Greek epic ..., pági-
nas 105-106.
dencia de Eurito. Hesiodo ' 0 nos dice lo siguiente:
Encinta de él, Estrafonica la de hermosa cintura
parió en el palacio tan hijo queridisimo, Eurito. 4. Texto seguido para nuesira traducción
Como hijos de este nacieron Deyón, Clicio, el dei-
forme Toxeo e Ifito, vástago de Ares. Tras ellos salvo la adición
Seguimos el texto y la numeración de U .
dio a luz a la última a la rubia Yola, la soberana del citado h. 3 8 .
Antioca, hija del antiguo Naubdlida, a causa de la
cual (destruyo> Ecalia el Anfitrionida 1'.

Hay que sefialar que el fragmento esta transmitido


por un papiro y por un escolio '9 que el papiro omite
el verso la soberana Antíoca, hija del antiguo Naubolida.
Ello hace suponer a Merkelbach y West l3 que este verso
era de CreóEiio, por lo que lo añadimos a la serie de
fragmentos como 3 8 .
Poco tiene que ver con esta leyenda el fr. 4 que se
refiere a Medea. La referencia a la hechicera podría
--

9 Cycle ..., págs. 188 y


Cf. al respecto SWERYNS. SS.
Hesfooo, f r . 26, versos ii SS.
11 La frase final es lagunosa en el texto. Se trata de una re-
conswccion aproximativa.
* ESCOLIO a S ~ P O W ,Traquinias 266. Acepto con Hermann,
palaioú por palaión.
'3 En su edición de los Fragmenta Hesiodea, fr. 26 y nota.
TOMA DE ECALIA

La soberana Antíoca, hija del antiguo Naubólida.


ESCOLIO Traquinias 272
A WFOCLES,

Didimo está en desacuerdo con éste (con Parmenisco) y pre-


senta lo narrado por Cre6filo. que es lo siguiente: Dice que Me-
Resolveremos también lo expuesto en la Odisea 14: dea. cuando vivía en b r i n t o . envenen6 a Creonte. por entonces
gobernante de la ciudad. Por temor a los amigos y parientes de
.(el vestido) harapiento que también tú mismo estás viendo
este huyb a Atenas, y a sus hijos, como por ser aún demasiado
con tus ojosa.
pequenos no pudieron acompañarla, los dej6 m el altar de Hera
Eso lo encontraremos también en la Toma de Ecalia, que se
Acrea. pensando que su padre velaría por la seguridad de éstos.
atribuye a Hornero, pero su autor es Creófilo. Heracles le esta
Pero 10s parientes de Creonte los mataron e hicieron circular la
hablando a Yola:
historia de que Medea no sólo mató a Crwnte, sino también a
-Mujer, tú ~nismalo estás viendo con lus ojos. sus propios hijos.
Anecdora Oxoniensia I 327 Cramer Escowo A E U F ~ . ~ DMedea
E S , 264

15 Sobre el contexto de este fragmento, cf. introducci6n.

Los de Tesalia y los de Eubea, pues hay mas asuntos de la


historia griega que han dado lugar a disputa, dicen que Euricio
-Euricio es un lugar actualmente desien- era una ciudad anti-
gua, y que era llamada Ecaiia. CreófiIo es autor en la Heraclea
de una narración coincidente con la versión de los de Eubea.
Hecateo de Mileto escribid que Ecalia está en la zona de Escio
de Eretria.
PAUSA~TAS, IV 2, 3

Hay desacuerdo también en el número de los Euritides. Hesio-


do dice que los hijos de Eurito y Antioca eran cuatro (...).
CreÓEiio, que dos. Aristkrates, que tres.
ESCOLIO
A S~FOCLES,Traquinias 272

1' Odisea XIV 343.


doto2 vivían cerca de las Termópilas. Hay algunas re-
presentaciones del tema en el arte arcaico, en las que
aparece Heracles llevándolos atados a un palo, cabeza
&ajo. El contexto del episodio varia según las fuentes,
ya que mientras Apolodoro dice que los capturó en
Éfeso, cuando se hallaba al servicio de bnfale, en una
CÉRCOPES vasija del siglo IV se los lleva a Euristeo 4.
Poquisimo es lo que nos ha quedado sobre el tema,
y aún ese poquísimo es contradictorio. Varían los nom-
bres de los Cercopes, su final y diversos detalles, como
la lectura de los fragmentas pondrá de manifiesto, y
resulta imposible obtener consecuencias claras de esa
maraña de testimonios. En el fr. 1B se los describe
l . Epoca y autor como mentirosos y embaucadores, y en 1C se alude a
Si, como quiere Huxley l . el tema de los Cércopes en sus fechorías en un cruce de caminos que posiblemente
el que Heracles ayuda a los beocios refleja la oposición es la entrada al paso de las Termopilas. Eso o poco
a las aspiraciones beocias a controlar las Termópilas, más es lo que nos permiten atribuir a la obra los frag-
debemos fechar la obra antes del 590 a. C., pero no mu- men tos conservados.
cho antes. Una obra con este título se le atribuye a
Hornero, lo cual no es decir mucho, como ya sabemos.
Por otra parte, de los seis versos que se conservan sobre 3. Bibliografía
el tema, tres se atribuyen a Diotimo ( I D ) y tres se nos
Ediciones: ICINKm., Epicorum ..., págs. 69-70, fr. de Diotimo en
han conservado sin nombre del autor. Diotimo es un pags. 21S214; ALLEN, Homeri opero, 159-160: EVELYN-WHITE,pag. 538.
poeta autor de epigramas, del siglo Ir1 a. C. Habría, Estudios: ADDLER, S.V. Kerkopen, en PA~LY-Wrssow~, R.E.; Hru-
pues, m8s de una obra sobre este tema y sobre la más L E Y , Creek epic ..., págs. 103-104. 111.
antigua, estamos totalmente desorientados para deter-
minar su autor.
4 . Texto seguido para nuestra traducción
2. Temática del poema ALLEN, Homeri opera 15Pld0, salvo el ID, para el que sigo a
KINKEL,fr. 2, pggs. 21S214.
Los antagonistas de Heracles en este poema eran,
como indica el título, los Cércopes, curiosos personajes H E R ~ D O TVI1
O , 216.
humanos, dotados de cola, que de acuerdo con Heró- 3 APOLODORO, 11 6 , 3.
4 Cf. G. K . CALINSKY, The Herakles Theme, Onford, 1972, pá-
1 HUXLEY,Greek epic ..., pág. 1 f 1. gina 92.
Cerwpes: bribones, trapaceros. engafíadores. aduladores que,
mmo la zorra burla a los perros de caza, engañan a los mas
~implooescon la cola de sus palabras. Dicen que 10s CCrcopes
llegaron a Ser:
CERCOPES Mentirosos, embaucadores que permitieron ac-
ciones irremediables, engañadores, que caminando
por muchas tierras engañan a los hombres, erran-
tes como son por siempre.
SUDA, s.v. Kérkopes

CCrcope. Esquines en su Sobre la Embajada muestra en los


Cércopes atribuidos a Hornero que los Cércopes eran engañada
res y mentirosos. Jenágoras dice que se transfomaron en monos Diotimo, en ¿os trabaios de Heracles:
y que las islas Pitecusas recibieron de ellos su nombre. Esquines
de Sardis en sus yambos también escribe sus nombres: Andulo Los Cércopes, que, hollando los cruces de tres
y Atlanio. caminos de los beocios Piacian mucho daño.
HARPOCUTI~N, S.V. Kév kops Eran de Ecdia por su raza; 010 y Euríbato, dos
varones malaventurados.
SUDA.S.V. Euribatos

Cércopes. Eran dos hermanos que vivían sobre la tierra. ha-


ciendo alarde de toda clase de injusticia. Se llamaban Cércopes,
apodados asi por la maldad de sus acciones. Uno de ellos se
Uamaba Fhsalo, el otro, Acmón, Su madre Memnbnide. al ver
estas cosas dijo que no se encontraran con el cdonegro, esto es,
con Heracles.
Estos CCrcopes eran hijos de Teya y Océano. Dicen que se
convirtieron en piedra por haber intentado engañar a Zeus. La
expresi6n proverbial acercopizarm Crisipo dice que fue transfe-
rida de los animales que halagan con Ja cola 5.

5 Kérkos en griego significa cola.


(fr. 4 ) a Prodico de Focea, mientras Huxley piensa que,
si se trata del poema épico nacional de los orcomenios,
el candidato más verosímil para ser su autor es el arce
menio Quersias. Sobre la fecha de composición sólo p~
demos asegurar que, dado que Polignoto se ha basado en
la Miníada para algunas pinturas, el poema tiene que
ser anterior a mediados del siglo v. aunque no muy ante-
MINfADA rior, como traicionan los rasgos lingüisticos recientes
que en él se hallan y la modernidad en el tratamiento
de algunas leyendas.

1. Título, autor y época Papel fundamental en la obra o, al menos, en los


El titulo de Minkda no ha sido explicado satisfact6 fragmentos conservados, lo desempeña Teseo, el hijo
riamente hasta el momento. Sería *el poema de los de Egeo, que es el protagonista del descenso a los infier-
mi ni as^, esto es, de los habitantes de Orcómeno, y por nos en compañía de Pintoo, el rey de los lapitas. Teseo
esa razón Welcker l pensd que se trataría de la derrota es un héroe ático, cuya tipologia es m u y similar a la de
de Heracles ante los orcornenios. Huxley niega que la Heracles. Como él, derrota bandidos como Perifetes,
obra tratara de este tema, pero admite que debía tra- Pitocamptes y Procrustes o monstruos como el Toro de
tarse de un poema nacional de los orcomenios. La prin- Maraton y el Minotauro; como él, usa clava, desciende
cipal razón para que no se encuentre explicación del a los infiernos y es conocido por sus excesos sexuales.
titulo consiste en que todos los fragmentos conservados En su leyenda abundan los detalles propios del cuento
aluden a personajes y escenas en el Hades, paralelos a popular: por dar un ejemplo, el episodio del Minotauro,
los del descenso de Ulises a Ios infiernos en la Odisea, en el que aparece el tema del tributo de siete j6venes
e ignoramos si es que todo el poema o la mayor parte y siete doncellas a Minos, para encerrarlos en el Labe-
del mismo transcurría en el Hades o es pura casualidad rinto, y el triunfo sobre el monstruo merced a la traición
que se hayan conservado sólo fragmentos de una parte de la hija de Minos, Ariadna, que le da un ovillo para
que en el poema no seria la mas extensa. que pueda hallar la salida del laberinto. Este tema de
Idéntica inseguridad rodea la fecha de composición la princesa que traiciona a su padre por amor al extran-
y el autor de la obra. Pausanias lo atribuye con dudas jero y le da la solución para una situación sin salida,
está muy extendido en las leyendas griegas 4.

1 WB~J(ER,Cyclus ..., 1 253, seguido por SEVERYNS,Cycle ..., pá- 3 H u m , Creek epic.... pAg. 120.
gina 103. 4 Cf. la historia de Cometa que corta la cabellera de su padre
2 HWY, Greek epic ..., phg. 118. Pterdeo por causa de Anfitión, así como las leyendas de Escila,
Junto a estos temas y también como en el caso de
Heracles, se le atribuyen logros propios de los héroes ante Leto de ser más Fecunda que la diosa. lo que le
de civilización. como es el hecho histórico de Ia unifica. acarreó el castigo de perder todos sus hijos, asaeteados
ción del Atica. por Apolo y Artemis, hijos de Leto. Este tema del cas-
Existen testimonios de que sobre Teseo existía una tigo divino contra la jactancia aparecía también en la
extensa producción épica en el Atica hacia finales del Miniada ejemplificado en otro habitante del Hades, Tá-
siglo VI, aunque se han perdido los nombres de su autor miris (fr. 4). La leyenda de este bardo tracio es conocida
o autores y casi todo vestigio de los poemas 6. por Hornero que en el catálogo de las Naves,, aludien-
do a Dorio, ciudad del Peloponeso occidental, nos cuenta:
donde las Musas le salieron al encuentro a Túmi-
3. Análisis de los fragmentos ris el tracio y le hicieron cesar en su canto cuando
iba desde Ecdia, de casa del ecalio Eurito. Pues
Ignoramos, como he indicado ya, la temática de la afirmaba, jactándose, que vencería incluso si can-
Miníada, y todos 10s fragmentos conservados se agrupan taran las propias Musas, las hijas de Zeus egidí-
en torno a un solo episodio, el descenso de Teseo al fero. Ellas, irritadas, lo dejaron lisiado. Además,
Hades acompañando a Piritao, que intenta sacar de allí lo privaron del canto divino y le hicieron olvidarse
a Perséfone para hacerla su esposa. Al principio de su del arte d e tañer la cítara.
recorrido, al llegar ambos al lugar en el que debía ha-
llarse la barca de Caronte, no la encuentran allí (fr. 1 ). Otro personaje con el que se encuentran es con Melea-
Es de señalar que Caronte, el barquero que cruza a las gro, rey de Calidón (fr. 5), participante en la expedición
almas hacia su residencia de ultratumba, no es un mito de los Argonautas y en la cacería del mítico jabali en-
conocido por Romero, sino posterior. viado por Artemis a Calidón en venganza por el olvido
En el poema se contendría una descripción de los de un sacrificio. Su muerte tuvo lugar en un combate
horrores del Hades, sobre la cual tenemos en primer contra los Curetes. Precisamente un texto papiráceo nos
lugar una información negativa: la Miniada no mencie ha devuelto el fragmento de las Eeas de Hesíodo al que
naba a Eurínomo (fr. 2), asi como referencias a una se alude en el ir. 5 y que menciona la muerte de Me-
serie de personajes con los que Teseo y Pintoo se en- leagro:
contraban en su paso por las regiones infernales. Es el
caso de Anfión (fr. 3), esposo de Niobe y músico prodi- Ninguno de los héroes se atrevió a resistir de
gioso, castigado por las calumnias acerca de Leto. Las cara en el combate homicida, lamentable, al ver
tales calumnias consistieron en que Niobe presumió al fuerte Meieagro cuando se lanzaba de frenre a
combatir, sino que sucumbió por obra de las ma-
Niso y Minos. Hipodamía. Enomao y Pelope, Medea, Eetes y nos y los dardos de Apolo, combatiendo a los Cure-
Jasón, etc. tes en tomo a la excelsa Pleurón.
S K ~ P ~ ~ cEpkorurn..
EL, . 217-2111,
6 Cf. las menciones homéricas de Teseo en Ilíada 1 263265,
Odisea X I 321-325 y 631, etc.
7 Iliada 11 59%00.
8 HES~ODO, fr. 25.
322 FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA .4RCAICA

El fr. 6. tambien papidceo, nos presenta una conver- Las leyendas de Orión son oscuras y tardías y hay
sación entre Meleagro y Teseo en el Hades, que es ver* entre elIas toda suerte de variantes l2 por lo que igno-
símil que perteneciera a la Miníada, aunque también ramos cuál podría ser el contenido de la alusión a este
podría pertenecer a una obra hesiódica sobre el tema 9. personaje en la Miníada.
Probablemente a instancias de Pirítoo, Meleagro cuenta En cuanto al final de la aventura de Teseo y Pirítoo
en los primeros versos su muerte y pregunta la razón posiblemente era el que pintó Polignoto y describe Pau-
de la presencia allí de ambos héroes. Teseo, que parece sanias en el fr. 8, esto es, que ambos quedaron sentados
tener la iniciativa de la expedición, toma la palabra y le en tronos de los que no podían moverse. Pausanias no
cuenta la pretensión de Pirítoo, quien, basándose en la dice que el pintor lo hubiese tomado de este poema,
costumbre divina de casar con una hermana, se consi- pero es lo más verosímil y es esta la razón d e incluirlo
dera con más derecho a desposar a Perséfone. su her- aquí. Es asimismo probable que Teseo lograra salvarse
mana, que Hades, que es tío paterno de ésta. a l final en el poema.
Meleagro se aterra ante el intento y trata de disua-
didos, al parecer recordándole a Piritoo que ya estaba
casado. Por lo que sabemos, sin embargo, Piritoo y Te-
seo no hacen caso de sus consejos.
El fr. 7 es muy poco claro. Falta precisamente lo que Edición: KINKEL,Epicorum ..., págs. 215217.
dicen de Orión Hesíodo y el autor de la Miniada. Se ha Estudios: W. ALY, S.Y. Prodikos, en PAULY-WISSOWA, R.E.; S m -
pretendido cubrir el hueco de formas diferentes: bien RYNS, Cycle. ., págs. 183-188; HUXLEY,Greek epic ..., pags. 118-121;
leer « h e picado por un escorpión» o «murió a manos R . MBRKELBACH, mPeirifhou Karábasis~,Siud. I r . F i l . Clas. N . S . 24
de Artemis. ID.Orión es un héroe beocio, que aparece (1 9M), 255263.
también e n la visita de Ulisec a los infiernos, narrada en
la Odisea 1 1 :
5. Texto seguido para nuestra traducción
Vi después al gigantesco Orión, persiguiendo por
el prado de asfodelos a las fieras a las que él mis- Fragmentos 1-5, según KINKEL,Epicorum ..., págs. 215-217, 6=Er.
mo habia matado en los solirarios montes, Ilevan- 280 de Hesiodo en la edición de ~ ~ F ~ ~ B yA WEST.
C H con adicio-
do en sus manos una clava toda d e bronce, indes- nes del aparato crítico y otras procedentes del articulo de M w -
tructible por siempre. KELBACH en Siud. I t . Fil. Clas. N.S. 24 (1950). 255-263. 7 4 de
KINKEL, pero corregido según fr. 345 de H~siooo,ed. MERKELBACH
y WEST, y 8=Pausanias, X 29, 9.

9 R. ~ZERKUBACH,~Peirílhou Katdbasism, Siud. I r . Fil. Clas.


N.S. 24 (1950). 255263. duda entre su atribuci6n a la M i n W o 12 Cf. H. J . ROCE,Mitología griega, trad. esp., Barcelona, 1970,
al poema hesiódico Descenso de Pirítoo, razón por la que lo PAZ. 118.
editan M E ~ B A C yHWEST como fr. 280 de Hesiodo.
10 Cf. HES~ODO, fr. 345 y aparato critico.
l 1 Odisea: XI 572.
Acerca del castigo de Anfión hay una referencia en el poema la
Miníada. Trata juntos de Anfión y del tracio Tamiris.
IX 5, 8
PAUSANIAS,

Prodico de Focea, si es que es de él el poema la Miniada, dice


q u e Támiris paga en el Hades el castigo por su jactancia con las
Musas.
P A U S ~ N I A1V
S , 33. 7

Polignoto se inspira, a mi parecer, en el poema la Miníada (para Sobre la muerte de Meleagro dice Homero 14 que la Erinis oyó
su pintura de Caronte). Pues hay en la ~ i n í a d auna referencia Jas imprecaciones de Altea y que Meleagro muri6 por esta causa.
a Teseo y Pititoo: Pero las llamadas Eeas y la Miniada están de acuerdo entre si,
pues estos poemas dicen que Apolo ayudb a los Curetes contra
No obstante, la barca en la que embarcan muer- los etolios y que Meleagro murió a manos de Apolo.
tos que llevaba el anciano barquero Caronte no PAVSANJ~S, X 31, 3
la hallaron alIi, dentro del puerto.

Por eso también Polignoto pintó a Caronte como un anciano


ya de avanzada edad. <-Nadie pudo> matarme por su propia fuerza
PAUSANIAS,
X 28. 2 y con la larga lanza, <sino que me> hizo perecer
( l a funesta Moira y el hijo> de Lelo. <pero ea,)
cuéntame puntualmente (por qué> bajaste <por
Pero el poema de Hornero sobre Ulises, la llamada Miniada un camino tan largo hasta el Hades y quién es 5
y los Regresos 13, pues también en estas obras hay una mención ese> fiel <compañero> que te siguió. <De acuer-
del Hades y los horrores de allí, no conocen a ningiin demon do con qué necesidad ( t l e g a s ) viw?
Eurínomo. (Teseo Ie dirigió la palabra> el primero y,
PA~SANIAS,
X 28, 7 <mirando con ojos intrépidos) al pastor de pue-
blos, le habló (tal y como se lo había sugerido en
su mente> la Erinis, espantosa deidad:
<-Meleagro del linaje de Zeus,> hijo del vale- 10
Se dice también que Anfión paga castigo en el Hades por las
calumnias que e1 mismo levantó también contra Leto y sus hijos.
roso Eneo. Y o te lo contaré, <pues,> con la ma-
yor exactitud. <Llegamos aquí a por> Ia noble

13 Cf. Regresos, fr. 3.


F R A G M E N T O S DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

Perséfone, la de hermosa (cintura, de acuerdo con


la usanza que siguió> también Zeus, el que se
goza con el rayo, y las leyes d e los inmortales, Más abajo que Ulises están sentados en los tronos Teseo y
1S para pretenderla como esposa. <Pues> dicen que pidtoo. Teseo tiene la espada de Piritoo y la suya en ambas
aquéllos también pretenden a sus muy gloriosas -0s y está mirando las espadas. Podrías imaginar que se duele
hermanas y las desposan lejos ( d e sus padres.> por unas espadas que les resultaron inútiles y que no les propor-
Así también Piritoo intenta prerender una boda

-
cionaron provecho para sus aventuras 16.
PAUSAYIAS,
X 29, 9
entre los bienaventurados con su propia hermana
de madre y del mismo padre. (Pues dice> que ét
16 A este fragmento le sigue el 9 de Paniasis.
20 mismo, por nacimiento, es pariente más próximo
de Perséfone, la hija de Dernéter, d e hermosa ca-
bellera, que el gran Hades. Asegura en efecto que
es hermano de madre y del mismo padre <que
ella,> y que en cambio Hades es su tío paterno.
Esa es la razón por la que d i j o que bajaría a la
nebulosa tiniebla.
<Así dijo.> Y se espantó el hijo d e Eneo al
25 oir sus palabras. Así que, respondiéndole, le diri-
gió la palabra con halagos:
(-Teseo,> consejero <de los arenienses> ay-
mudos d e coraza. ¿Pero es que no era acaso !a muy
prudente <Hipo>domia 'j esposa <legitima> del
magndnimo Pirítoo?
PAPIROI ~ ~ C H ECOI.
R 1

Fei.Bcides dice que murió asaeteado. De Orión dicen Hesiodo


y el que escribió la Miníada que ... dice que Heracles murió ...

FILODEMO,
de la Piedad, pág. 7 Comperz

1s Hipodamía es el nombre que da a la esposa de Piritoo


HOMERO, Ilíado 11 742. pero PLUTARCO,
Teseo XXX 3. la llama
Deidamia.
Atenas diez años antes de las guerras contra los persas
y predijo la invasión de éstos, dato que situaría un
más tarde la epoca del profeta. la contradicción
no se salva, desde luego, recurriendo al increíble testi-
monio de Jenófanes de que Epiménides vivió 157 años.
Que fue el protagonista de la purificación de Atenas
EPIMÉNI DES es cosa que parece bastante segura. Por ello se ha tra-
tado de explicar el error de Platón. Así Huxley cree
hallar la causa del error en el hecho de que una de las
obras de Epiménides, las Purificaciones, se consultaron
en Atenas cuando los persas amenazaban con invadir
Grecia y verosímilmente se mandó traer por entonces
de Creta s u libro. Platón, por tanto, confundió el dato
1, Datación y obras de Epimenides
de la llegada de su obra con la llegada física de su
La vida de Epiménides, teólogo, sacerdote y escritor autor, que habría fallecido un centenar de años antes.
cretense, incluido en algunas de las relaciones de los En conclusión, Epiménides debe situarse en torno al
600 a. C.
Siete Sabios (fr. IBI y considerado por sus paisanos
como un dios, se vio en seguida teñida por la leyenda, En cuanto a su obra, se le atribuían una serie de títu-
por lo que los datos acerca de ella son ya contradicte los, la mayoría probablemente Falsos. Dado que era fre-
rios desde los primeros tiempos. cuente la confusión de títulos propiamente dichos con
temas tratados por un autor en una sola obra o capí-
Tras el fallido intento de Cilón de convertirse en tira-
no de Atenas, sus partidarios, junto con él, se refugiaron tulos de la misma, es m6s prudente poner en entredicho
en la Acrópolis, pese a lo cual fueron condenados a
las informaciones a ese respecto. La relación incluye
muerte. La ciudad quedó entonces manchada por el un poema de cinco mil versos sobre el nacimiento de
homicidio y tuvo que purificarse. Aristóteles nos infor- los Curetes y los Coribantes y la Teogonia, otro de seis
ma que fue Epiménides el que purificó la ciudad. l a mil quinientos sobre la construcción de la Argo y el
purificación se data en el 5961593 a. C., esto es, en la viaje de Jasón a la Colquide. Asimismo una obra en
Olimpíada 46 por Diógenes Laercio, mientras el Suda la prosa sobre la constitución política de Creta, otra sobre
sitúa en el 604/601, añadiendo que por entonces Epime- Mino y Radarnantis, unas Purificaciones, Oráculos y una
nides era ya viejo l . Todas estas noticias nos llevarían a Historia Telquinica.
datar al poeta a finales del siglo VIL Pero Platón2 pone
en boca de un cretense, Clinias, que Epiménides llegó a 3 JEN~FANES,ed. DI=--2. fr. Bm.
4 H u x . , Greek e p k ..., pág. 83.
LAERCIO,
Amsrd.rerPs, Rep. Aten. 1; DI~CENES 1 110, Suda S.V. 5 Testimonios sobre las obras. reunidos por DIELS-KRANz,y por
Epiménides. KINKEL,
Epico~urn..., 2, pág. 232.
2 Purd~, Leyes 642d.
alude en el fr. 19. En primer lugar, Afrodita, aunque
desconocemos detalles de la versión que sobre su naci-
miento aparecería en el poema. Desde luego no coincide
Acerca de la tipologia de las composiciones teogóni. con la hesiodica que hace surgir a Afrodita de la espu-
cas ya tratamos en la introducción a la Tiianomuguia. ma del mar provocada por el miembro castrado del
Como es normal en los poemas teogónicos, el de Epimé- Cielo (Urano). También son hijas de Crono las Moiras,
nides debía comenzar por una cosrnogonia. La Única divinidades del destino, en lo cual la versión de Epirné-
información que tenemos acerca de ella es el fr. 5 que nides difiere de la de Hesiodo, ya que para este autor las
parece indicar que el adivino cretense reelabora la de Moiras: Cloto, Láquesis y Atropo, son hijas de la Noche
Hesíodo e introduce algunas modificaciones. La primera o de Zeus y Temis'. En cuanto a las Erinis, acerca de
es situar al elemento Aér en el origen del mundo. A l r las cuales ya hemos hablado en la introducción a la
no equivale exactamente a nuestro aairem, sino que se Edipodia, nacen en Hesiodo de las gotas de sangre que
concibe como aire nebuloso en el que por ejemplo los recibió la tierra cuando Crono mutiló al Cielo.
dioses pueden ocultarse según Hornero y Hesido. Su En el fr. 6 se alude a Estige como hija de Océano, en
carácter de elemento vaporoso y condensable lo hará lo que si coincide con HesiodoE,quien nos añade que
ser el elegido por Anaximenes para su elaboración, ya su madre es Tetis y que por haber sido la primera que
filosófica, de la cosmogonia. acudió a la convocatoria de Lucha contra los Titanes,
La segunda innovación de Epiménides es sustituir la Zeus la designó para recibir el juramento de los dioses,
reproducción sexual utilizada por Hesíodo por la inter- Difiere no obstante de Epiménides en que en la Teogo-
vención de un huevo. El huevo aparece en cosmogonías nia hesiódica Estige se une a Paiante y tiene como hijos
de múltiples lugares y diferentes culturas, de Forma lo a cuatro personificaciones: Emulación, Victoria, Poder
suficientemente extendida como para excluir la posibi- y Fuerza, mientras que Epiménides la casa con Pirante,
lidad de influjo de unos pueblos en otros. En Grecia de quien Pausanias (que es el que nos da el dato) nada
va a constituir parte importante de las cosmogonias sabia, y nosotros, tampoco. En cuanto a su hija, Equid-
órficas, donde también la noche juega un papel funda- na es en Hesíodo un monstmo, hijo de Crisaor y Cali-
mental. Eiio entre otras razones ha llevado a considerar rroe, mitad Ninfa y mitad sierpe, semejante a Tifeo.
a algunos poetas de la época de Epiménides y al mismo símbolo de los poderes elementales y que acaba aprisio
Epiménides como órficos o cuasi-órficos. Realmente el nada bajo tierra.
orfismo es un complejo de ideas que no acaba de cons- El tema de la rebelión de las potencias primigenias
tituirse del todo hasta mucho mis tarde. si bien hay contra Zeus y la victoria de éste también formaba parte,
que reconocer que poetas como Epiménides han jugado como dijimos a propósito de la Titanomaquia, de estos
un papel más importante que otros como antecedentes. mitos de soberanía. Aqui es también. como en Hesiodo,
Prosiguiendo con la Teogonia de Epiménides, el fr. 5
nos indica que después de los elementos naturales apa-
6 Heslooo. Teogonia 217-219.
recen, como era de esperar, las divinidades primigenias, 7 HES~ODO, Teogonh 901-906.
en este caso, los Titanes, y Crono, a cuya progenie se 8 Hwiooo. Teogonia 3 8 W f .
332 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

Tifón uno de los rebeldes, aunque parece, por lo dicho Tierra 12. Hesíodo sigue una versión radicalmente distin-
en el fr. 8 que el episodio no aparecía revestido del tiu- ta, segiín la cual las Harpias son hijas de Taumante y
nico primitivismo del combate hesiodico, sino más bien EIectra y las Hespérides, de Noche 13.
se movía en los limites de una lucha de astucia en ia Herodoto l4 narra una historia acerca de este tema
que Tifón trata de aprovecharse del sueño de Zeus. que no coincide con las tradiciones conocidas, hecho
Tras la victoria de Zeus, el poema continuarja con la que hace pensar a Huxley l5que remonta a Epiménides.
esperada genealogía. En ella sabemos que aparecía Ar- La historia es la siguiente:
cade (fr. 16) como hijo de Calisto y Zeus. Calisto qued6
embarazada de Zeus con engaños y Hera la transformó Jasón, una vez que la Argo quedó construida al
en osa. Con el tiempo madre e hijo se convirtieron en pie del Pelión, embarcando en ella entre otras co-
las constelaciones de Ja Osa Mayor y Arturo. Lo curioso sas una hecatombe y u n trípode de bronce, costeó
es la aparición de Pan en este contexto '. el Peloponeso, queriendo llegar a Del fos. Cuando
Lo más peculiar, con todo, es la incIusiÓn del propio se hallaba navegando a la altura d e Malea, se le-
Epiménides en la genealogía, ya que, según se ve en el vantd el vienro Bóreas y lo desvió a Libia. Antes
fr. 2, descendía de la Luna, como el León de Nernea, d e avistar tierra re encontró en los bajíos del lago
contendiente, corno sabemos, de Heracles en uno de sus de la Tritónide. Cuando desesperaba de hallar una
trabajos. salida, la leyenda dice que se le aparecid Tritón y
le ordenó a Jasón que te entregara el trípode, ase-
gurándole que así les mostraría u n paso y los [le-
3. Las *Argonáuficasn varía sanos y salvos. Persuadido pues Jasón, Tritón
les mostró de este modo la salida de los bajíos y
Creo ocioso repetir aqui lo dicho a propósito de la puso el tripode e n su propio templo, profetizó
expedición de los Argonautas lo. Epiménides parece coin- sobre él y les declaró a los que estaban con Jasón
cidir con Eumelo haciendo a Eetes originario de Corin- todo lo que iba a ocurrir: que si alguno de los des-
to (fr. 131 y añade un hijo mis a la lista de cuatro hijos cendientes de los que hacían la travesía e n la Argo
de Frixo que da Apolonio y no sabemos si Hesiodo se llevaba el trípode, era de toda necesidad que
(fr. 12). ES verosímil asimismo que pertenezcan a este fundaría cien ciudades griegas en torno d esire-
poema los fragmentos 7 y 9 que señalan como guardia- cho Tritónide. Al oir eso, los lugareños de Libia
nas de las Manzanas de Oro a las Harplas, identificadas ocultaron el trípode.
con las Hespérides y consideradas hijas de Océano y

12 Cf. fr. 2 de la Titanornaquk que es el mismo que el nurne-


9 Sobre Pan, cf. la introducción al Himno a Pan, en mis Him- rado aqui como 9.
nos Homéricos ... Sobre Calisto, cf. H~sfooo,fr. 163 y EUMELO, 13 Hsfono, Teogonia 265269 y 215216.
fr. 14. 14 HER~DOTO, IV 179, cf. tambiCn la versión de APOLOHIO DE
10 Cf. introducciones a E u ~ e r oy a las Naupactias.
RODAS,IV 1537 SS.
11 Cf. nota al fr. 12. 15 HUXLEY, Greek epic ..., pág. 81.
334 F R A G M E N T O S DE EPICA GRIEGA ARCAICA

una genealogía. El 15 nos da los nombres de los padres


4 . Los oráculos de Edípo: Layo y Euriclea, hija de Ecfante, lo que no
Podemos incluir en este apartado el fr. 4, en el que está de acuerdo con la genealogía tradicional ' 8 que hace
se alude a la actividad propia del adivino de desentra- a Yocasta o Epicasta la madre de Edipo.
ñar aspectos del pasado que no habían quedado sufi- El fr. 17 alude a los pretendientes de Hipodarnia,
cientemente elucidados. Asimismo, en el fr. I I Epimé- muertos por Enómao, dentro de u n tema típico del
nides le disputa a Delfos su apelativo tradicional de cuento popular, el de la princesa concedida al ganador
ombligo del mundo y le niega validez a la leyenda de de una competición contra su padre y la traición de
las aves que Zeus echó a volar en los confines del mun- ksta por amor al extranjero, que hemos tenido ocasión
do para determinar como centro del mismo el punto en de ver en otras ocasiones. En efecto Enómao reta a una
el que ambas se encontraran. carrera de carros a los pretendientes d e su hija y, si
Huxley l6 piensa que es verosímil que 'el fr. 1, en el pierden, los mata, pero Hipodamía se enamora de Pé-
que se insulta a los cretenses, formara parte de la res- lope y consigue con artimañas que venza en la carrera.
puesta délfica a este ataque, de modo que no se trataría En diversas fuentes se daban listas de pretendientes
como cree San Pablo, autor de este testimonio, de un muertos j9 y es posible que Epiménides se ocupara del
verso atribuibIe al propio Epiménides. No obstante, des- tema con mayor amplitud.
de otro punto de vista merece resaltarse la coincidencia En cuanto al fr. 18 se ocupa de la heroína eponima
de estilo de este verso con el hesibdico en el q u e las de la ciudad de Rodas y se la sitúa dentro de la genea-
Musas se dirigen al poeta, diciéndole: logía de las Oceánides M.
El fr. 14 habla de Endimión, que, enamorado de Hera,
rtisticos pastores, mala vergüenza, sólo vientre '7 es condenado por Zeus a dormir para siempre. Es una
leyenda que tiene, de un lado, relaciones con el cuento
lo que si podría hacer verosímil la pertenencia del verso popular 2i y de otro, con el propio Epiménides, ya que
a un poema de Epiménides, en boca de una diosa que algunas fuentes le atribuyen un sueño en una caverna
le hace revelaciones. cretense que duró cuarenta o cincuenta y siete años
tcf. fr. IF).
Por último, el fr. 3 se refiere al uso de una palabra,
Izomókapnoi «los que respiran el mismo humo», por
5. Otros fragmentos
Epiménides, aunque ignoramos en qué contexto.
Quedan una serie de fragmentos difíciles de situar.
Los números 15, 17 y 18 posiblemente formen parte de 18 Cf. introducción a la Edipodia.
19 Cf. PAUSANIAS, VI 21, 10; Escolio a P~HI>ARO,
Olímpica I 127.
Cf. Rodea en el catalogo de las Oceánides de H ~ s i o o o ,Teo-
16 HUXLEY, Greek epic ..., plg. 81. gonio 351.
21 Cf. el cuento d e la Bella Durmiente del Bosque.
17 H E S ~ O DTeogonia
O, 26. u PAUSANTAS, 1 14, 4; DT~GENES LAERCIO.I 109.
6. Bibliografía
Ediciones: KINKEL, Epicorum ..., págs. 230-237: H. DIELS
W . KRANZ,Die Fragmente der Vorsokratiker, Berlín, 1954', pági-
nas a-37.
Estudios: O. KERN, S.V. Epimenides, en PAULY-Wissow~, R.E.
H ~ YGreek , epic ..., págs. M;G. S. KIRKy J. E. R~VFM, Los EPIMÉNIDES
fildsofos presocrdticos, trad. esp., Madrid, 1969, págs. 39-41, 61-65
y 7cb74.

Dijo uno de ellos, un profeta propio de ellos:


7. Texro seguido para nuestra traduccio~z
;Cretenses, siempre mentirosos, malas bestias,
Edición de DIHSICRANZ, Vorsokratiker ..., págs. 31-36, de la que vientres perezosos!
s61o traduzco los fragmentos 1 al 19. pues del M al 25 pertenecen SANPABLO,A Tito 1 12
a su obra en prosa y no tienen cabida aquí.

Unos dicen que el séptimo (sabio de Grecia) fue Periandro de


Corinto, otros que Anacarsis el escita, otros que Epiménides de
Creta, al que cita el apóstol Pablo en la epístola a Tito:
jlretenses.. . perezosos! ( =1 A ) .
DE ALWmRfA, Stromteis 1 59
CLEMEM~

Se dice que este versicdo se halló en los Oráculos del poeta


cretense EpimCnides (...) y que este Libro lleva por titulo los
Oráculos.
SAN J ~ R ~ N I M O ,Comentario a la Epistofa a Tito
VI1 606 Migne

1D
Luego Calímaco le plagi6 el hemistiquio de este verso".
SAN JER~HLMO, Epístola 70 T 666 Migne

CALIMACO,Himnos 1 8, que comienza también .Cretenses,


siempre mentirosos.. .m.
338 FRAGMENTOS DE PICA CIUEGA ARCAICA

Llego a Atenas asimismo otro varón cretense, de nombre Epi- La comunidad que se.establece para cada día según la natura-
ménides. Y tampoco podia llamar a ninguno su maestro, pero leza es la casa. a los que Camndas llama -40s que comparten la
era tan experto para lo divino que ofreciendo un sacrificio m- artesas y Epidnides de Creta.
piatorio, salvó la ciudad de los atenienses. azotada por la epide-
los que respiran el mismo humo.
mia y por la lucha de facciones. Y no era experto por haberlo
A ~ ~ s r b r n s Polirica
s, 1252b 13
aprendido, sino que se le describía un sueño largo, y el sueño
era su maestro.
WXIMO DE TIRO,38
Hablar en público es más difícil que hablar en un proceso,
naturalmente, porque se trata del futuro, mientras que aqueUo
Llegó una vez a Atenas un varón cretense, de nombre Epimé-
trata de lo acontecido. cosa que era ya conmida por los adivinos,
nides, que traía consigo una historia difícil de creer, que se con-
como dijo Epiménides de Creta, pues aquCl no vaticinaba sobre
taba de este modo: tendido a medioáía en la cueva de Zeus
Ias cosas venideras, sino sobre las acontecidas, pero ocultas.
Dicteo, dijo que en un profundo sueño de muchos años seguidos
se había encontrado él mismo con los dioses, las palabras de los ARI~T~ITUS, Retórica 1418a 21
dioses, la Verdad y la Justicia.
MLXIMO DE TIRO,10
Epiménides postuló dos primeros principios: Aer y Noche (...)
de los que fue engendrado el Tártaro (supongo que el tercer prin-
Y djcen que tambikn el le6n de Nemea cayó de la luna. Pues
cipio. como una cierta mezcla combinada de los dos). De ellos,
dicen los versos de Epiménides:
dos Titanes, un intermedio comprensible, llamado asi porque en
Pues también yo soy de la raza de Selene de her- ambos se distiendew la punta y el extremo. Mezclados ambos
mosa cabellera, la que, violentamente estremecida, entre si engendraron un huevo (...) del que luego surgió otra
generación.
se sacudid Q la fiera, el león. Pero en Nernea, es- D ~ ~ A s c rDe
o , los Principios 124
trangulándolo por causa de la soberana Hera lo
domeñó la divina fuerza de la energía heráclea.
~ ~los Animales XII 7
N a t u r u l e ~de
ELIANO,
En los versos épicos atribuidos a Epimhides, se dice que todo
se fonn6 de Aer y Noche, como tambikn Hornero señal6 que
O c h o y Tetis engendraron a los dioses diciendo: 6-0, ori-
iC6mo no va a ser una insensatez dar crédito, acerca de la gen de los dioses y la madre Tetisn B. Al@ otro considera padre
historia sobre Heracles, a los libros de Herodoro, que proclaman y madre de los dioses a Crono y h a . y otros a Zeos y Hera.
que la tierra subió (a la luna) y que bajo de eUa el le6n muerto F n o n e ~ o ,De la Piedad, pAg. 19 Gompen
por HeracIes?
HEROD~RO, ea Thcr.mo, 28 u juego de palabras en griego entre Titdnes y dia-feinein.
25 Ilíada XIV 201.
340 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

haberla examinado por mucho tiempo, dijo a los que estaban


presentes que el hombre es cosa ciega para el futwo. pues los
ateaienses la habrían devorado con sus propios dientes si hubie-
Epiménides de Creta consideró también a Estige hija de W a -
ran presentido cuánto dolor iba a causar la plaza a la ciudad.
no, y que ésta no se unió con Palante, sino que pari6 a Equidna
de Pirante, quienquiera que sea el tal Pirante.
P ~ u s m ~VI11
~s. 18, 2

Cuentan el mito de unas águilas o cisnes (...) que, llevados des-


Las Harpías son dioses por los hijos de Bóreas (...) pues Epi- de los confines de la tierra hasta el centro, confluyeron en un
ménides dice que son vásbgos de Océano y Tierra y que en torno mismo sitio, en Pito, en tomo al Uamado ombligo. Luego, con el
a Region hallaron la muerte. tiempo, Epimhides el de Festo refutb el mito respecto al dios
FILODEMO. De la Piedad, pág. 18 Gomperz y, con un oráculo oscuro y ambiguo. dijo:

Pues no existió un ombligo, centro de la tierra


ni del mar. Si alguno existe, es evideiite a los dio-
ses, pero invisible a los hombres.
Han dicho que Tifón le disputó el reino a Zeus, como Esquilo,
en el Promereo, así como Acusilao, Epiménides y otros muchos.
Según Epiménides, Tifón, subiendo a la morada regia mientras
Zeus dormía, y tras tomar las puertas, se introdujo dentro, pero
se dice que Zeus vino a defenderla, al ver perdida su morada
Estos (los hijos de FTiKo), Herodoro dice que eran de Calcíopa,
regia, y lo mat6 con el rayo.
la hija de Eetes, Acusilao y Hesiodo en las Grandes Eecrr, que
De la piedad, pág. 46 Gomperz
FILODEYO, de Yofosa. la hija de Eetes, éste 26 dice que eran cuatro: Argo,
Frontis. Melante, Citisoro. Epirnknides aiiade un quinto, Presbón.

Tambidn dice que las Harpias guardan las manzanas Acusilao.


Epiménides dice eso y también que eran las mismas que las Hes-
pMdes.
FILODEMO, De la Piedad, pag. 43 Gompen Epiménides dice que Eetes era corintio de raza y dice que su
madre era Éfira.
ESCOLIO A Apo~oNroDE RODAS, 111 242

Y lo que es más importante, consagrando y santificando la


ciudad con titos de propiación, purificaciones y fundaciones sa- a No está claro si se refiere a Apolonio solamente o también
cras (Epiménides), la hizo más observante de la justicia y más a Hesíodo.
proclive a la concordia. Se dice que cuando vio Muniquia y tras
Herbfilo dice que Rodo era hija de Posidón y Afrodita. Epimé-
Epiménides dice que éste (Endimión) cuando vivía junto a los
nides la hace descender en su genealogía de Océano y de ella
dioses se enamor6 de Hera. por lo cual. enfurecido Zeus, fue
recibe su nombre la ciudad n.
condenado a dormir para siempre.
Esco~roA P~NDARO,
Olimpira VI1 24

Epimdnides dice que las Euménides son hijas de Crono.


Epiménides dice que éste (Layo) desposó a Euriclea, la hija de del cual nació la durea Afrodita de hermosa cabe-
Ecfante y que Edipo fue hijo de ella. llera, las inmortales Moiras y las Erinis de carn-
ESCOLIO
A ELIRIPIDEs, Fenicia 13 biantes dones.
ESCOLIO A Sóeocies, Edipo en Colono 42

n De Rodas. Rodb significa en griego 'rosa'. De ahi su relación


Epiménides dice que de Calisto y Zeus nacieron como hijos con A W i a .
gemelos Pan y Arcade.
Escouo A ELTRIPIDEs,Reso 36

Epiménides en sus poemas dice que Pan y Arcade eran gemelos


de Zeus y Calisto.
Esco~roA TEÓCRITO,1 3

(Hablando de los trece pretendientes matados por Enómao).


Con este número de pretendientes muertos coincide también el
testimonio de Hesíodo y Epiménides.

A Plmmo, Olímpica 1 127


ESCOLIO
ARiSTEAS DE PROCONESO, nARIMASPUSn 345

baranero cerró el taller y se fue a comunicárselo


a los familiares del muerto. Al extenderse ya por
la ciudad el rumor de que Aristeas había muerto,
un hombre de Cizico que acababa de llegar de la
ciudad de Arrace, se p u o a discutir con los que
se lo contaban, asegurando que se lo había encon-
trado en camino hacia Cizico y que había entabla-
ARTSTEAS DE PROCONESO, do conversación con el. Mientras que éste seguía
uARIMASPEASB discutiendo con insistencia, los parientes del muer-
to fueron al batan con lo necesario para llevarse
el cadáver, pero al abrir la estancia no apareció
Aristeas ni muerto ni vivo. Aparecido al séptimo
año en Proconeso, compuso el poema que ahora
denominan los griegos Arímaspeas y una vez que
1. Autor y fecha del poema lo compuso, desapareció por segunda vez.
Tal es lo que dicen esas ciudades. Pero yo c c ~
El caso del poema de Aristeas de Proconeso, las Ari- nozco una historia que encontré entre los meta-
maspeas es bastante peculiar, dado que en e1 se opera pontinos, doscientos cuarenta años después de la
una extraiía combinación. Frente a la aureola milagrosa segunda desaparición de Aristeas, según encontré
que rodea a su autor, convirtiéndolo en una figura de en mis cálculos en Proconeso y Metapontio. Dicen
leyenda, algunos de los datos contenidos en su obra se los metapontinos que este Arisrear se les apareció
nos aparecen como paradójicamente muy exactos a la en la región y los exhortd a que erigieran un altar
luz de la investigación histórica. a Apolo y que colocaran junto a él una estatua que
La noticia sobre Aristeas más extensa de que dispo- tuviera el nombre de Aristeas de Proconeso, pues
nemos nos la da Heródoto l . Merece la pena referirla les decía que sólo a ellos de entre todos los italia-
entera por tratarse de un testimonio muy ilustrativo nos se les había presentado en su tierra Apolo y
sobre la constitución de una leyenda. Dice asi Herodoto: que 10 había seguido él mismo que ahora era Aris-
feas, pero entonces, cuando seguía al dios, era un
Voy a contar una historia que oi acerca d e él cuervo. Una vez dicho eslo, desapareció. Dicen los
(Aristeas) en Proconeso y Cízico. metapontinos que enviaron a unas personas a Del-
Dicen que Aristeas, que no era inferior a ningu- fos a preguntar al dios qué era el fantasma de ese
de los ciudadanos en nobleza, al entrar en Proco- hombre y que la Pitia les ordenó que obedecieran
neso en el taller de un batanero, murió, y que e2 al fantasma, pues obedeciéndolo les iría mejor.
1 HER~DOTQ, IV 15-15 = fr. 12 de J. D. P. BOLTON, Aristeas of Tras recibir este oráculo, llevaron estas cosas a
Proconnesus, Oxford, 1962. En los fr. 13 y ss. de esla edición apa- cumplimiento. Ahora se alza una estaruta que lleva
recen otros testimonios semejantes. el nombre de Aristeas junto a la propia estatua de
346 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

Apolo y a su alrededor hay laureíes. La estatua


entre el 670 y el 620 de acuerdo con los datos de la
se alza en el agora.
bstoria. El poema, además, Fue conocido por Aicmán,
que también se data en el siglo vIr a. C. Si a ello se
El Suda, por su parte2, lo sitúa en época de Creso y &de el testimonio de los hallazgos arqueológicos en
Ciro, en la Olimpíada cincuenta (esto es, entre los años Kelerma, en las estribaciones del N.O.del Cáucaso, con
580 y 577 a. C.) y le atribuye una Teogonin en prosa,
de combates con grifos de factura grie-
sobre la cual no tenemos la menor información. ga, datables en el segundo cuarto del siglo VI a. C. hay
Aparte de estas dataciones antiguas, que, en el marco que suponer el conocimiento del tema de la grifomaquia
de lo legendario, no son en exceso fiables, podemos tra- en la Grecia de esta época y por tanto fechar el poema
tar de datar el poema a partir de las informaciones que que trae a Grecia la leyenda de los grifos entre el 670
tenemos sobre su contenido o a partir de los fragmen- y el 600 a. C. El análisis del estilo de los fragmentos,
tos conservados. Sobre este punto se han producido heredado de la épica, aunque insípido y repetitivo 4, no
grandes discordancias, pues mientras unos autores pien- va en contra de esta datación. Caso de que fueran espu-
san que Aristeas es un personaje mítico, otros piensan rios, no podrían datarse más tarde del IV a. C., porque
que fue un personaje histórico, pero que no escribió las carecen de la elegancia alejandrina. Del examen de estos
Arimarpeas, mientras otros, por último, piensan que fue 1 otros datos concluye Bolton que Aristeas floreció en
un personaje histórico y autor del poema. Para los pri- Proconeso, en el tercer cuarto del siglo vIr a. C. y que
meros, las Arirnaspeas serían una fantasía poética origi- era un devoto de Apolo. En la época en la que los grie-
na& en las colonias del Mar de Mármara, atribuidas a gos exploraban las costas del Mar Negro, trata de llegar
un taumaturgo de la esfera del culto de Apolo y que no junto a los Hiperbóreos, favoritos de Apolo, para buscar
debe datarse mas atrás del siglo VI a. C. Para los segun- el país amado por su dios. Este deseo se considera por
dos, si el p&ma es del siglo VI, Aristeas, situable, según él como una posesión divina. Acogido por los escitas,
Heródoto, en fecha m& antigua, no puede ser su autor. llega junto a los isedones y allí oye noticias y leyendas
En esta corriente se impuso durante años la idea de que especialmente referentes a los arirnaspos y los grifos.
el poema era un poema charnánico y su autor, un cha- A su vuelta, relató sus experiencias en un poema hexa-
mdn cuya alma abandonaba pretendidamente el cuerpo métrico, acabado el cual, emprendió probablemente otro
y viajaba por otras regiones. Dentro del tercer gnipo viaje (su llamada usegunda desaparición*) del que no
hay que destacar un extenso estudio de Bolton3 quien volvió. El poema tuvo gran influencia posterior sobre
comienza por tratar de determinar la fecha del poema autores como Alcman, Píndaro, Esquilo, Eurípides y Pi-
a travds de datos históricos. Efectivamente, dado que
la expulsión de los cimerios de sus territorios junto al 4 Con torpezas como caIiEicar de agraciosas la cara de un
mar de Azov es aludida en el poema, hay que situarlo monstruo de un solo ojo y con tendencia a presentar versos que
en su segunda mitad repiten el sentido de la primera. Cf. admi-
2 Fr. 11 Bolton. rable cosa esta para nosotros/cosa grande para nuestras mientes;
3 BOLTON. Arist m...En este libro se recoge amplia bibliogra- unos hombres que viven en el agun/lejos de la tierra, en alta mar;
fía sobre las demás teorías. son desdicha&s/pues sufren terribles trabajos, etc.
5 BOLTON, A r i s t a s .... pAg. 179.
348 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA ARlSTEAS DE PROCO NESO. ARIMASPEASm 349

tágoras. Circuló durante el siglo v, pero desapareci6 de culturas neoliticas de Jericó han puesto de
pronto y posiblemente se conservaron s61o citas, algu- manifiesto la costumbre de sacar con yeso un molde de
nas de ellas falsas, en resúmenes en prosa. la cara del difunto y rellenarlo luego con oro sobre el
crineo. En lo que se refiere a la igualdad de derechos
de las mujeres, no implica un matriarcado, sino la inter-
2. Reconstrucción del contenido de las uArimaspeas~ vención de las mujeres en actividades que en otras cul-
turas se reservan s610 a hombres, situación de la que
El fr. I resulta un resumen del contenido de la obra, hay también pardelos en tribus mongolas.
brindado por Herodoto. Aristeas llegó hasta el país de Por tanto, el poema de Aristeas no parece contener
los isedones, pero no pasó de alií (fr. 2), aunque tiene invenciones, sino referencias reales a costumbres de
la honradez de declarar que a partir de allí su conoci- nómadas esteparios 8 , pastores de caballos, corderos y
miento es de oídas. Las migraciones que señala en el bueyes. En el fr. 3 se alude a ellos en tres fragmentos
fr. 1 son básicamente correctas. El poema incluiría des- que aunque nuestra fuente los cita seguidos, proceden
cripciones de costumbres. Por ello es verosímil que la de tres lugares diferentes: el primero alude a los isedo-
descripción que nos da el mismo Heródoto sobre los nes y el segundo, probablemente a los arimaspos, como
isedones proceda también de Aristeas: el tercero.
La leyenda de los arimaspos y los grifos (Fr. 4 ) oída
Se dice que los isedones tienen las siguientes
seguramente de boca de los isedones, es un tema de
costumbres: cuando muere el padre de un hombre,
foIkiore, el de los monstruos guardianes del oro y los
todos sus parientes traen ganado y, una vez que 10
buscadores míticos, que reviste múItiples formas en
han sacrificado y han troceado las carnes, rrocean
lugares diversos. El ojo único es un elemento que apa-
también al padre muerto de aquel que les ha invi-
rece también en los Cfclopes. No creo que sea mera
tado. Después de mezclar todas las carnes, sirven
casualidad el que los Cíclopes estén también relaciona-
un banquete. Tras haber pelado y limpiado su ca-
dos con el tema de la mineria y el trabajo del metal.
beza, la sobredoran y luego la tratan como una
En cuanto al grifo propiamente dicho es una figura
imagen sacra y le ofrecen grandes sacrificios onua-
que aparece con diversas variantes en la iconografía
les. Un hijo hace esto por su padre, como [os grie-
egipcia y en otras culturas, w m o la hetita, con funcie
gos, las genesiasl. Por lo demás, se dice que son
nes diversas. En este caso parece que Aristeas operó
justos y que las mujeres tienen iguales derechos
una síntesis entre la leyenda que hablaba de monstmos
que los varones.
con la rapidez y la agudeza de visión del águila y la
fiereza del l e h , con representaciones iwnogrAficas de
El canibalismo ritual de1 padre muerto tiene parale- este jaez.
los en prácticas tibetanas atestiguadas en el siglo XIII
d. C. En cuanto a los cráneos sobredorados, las excava-
HER~DOTO, IV &. 8 Sobre la locaüzación exacta de1 viaje de Aristeas d.el capi-
Fiestas de aniversario de la muerte del padre. tulo que a ello dedica BOLTON.ArSf u..., págs. 104-118.
ARISTEAS DE PROCONESO, «ARIMASPUSD 35 1
En el fr. 8 se habla de la Cueva del Aquilón (£0-
latina correspondiente al griego Bóreas, nombre del
4. Texto seguido para nuestra trnduccih
viento del norte). Frente a la tradición homérica que
habla de la isla flotante de Eolog se presenta aquí la Seguimos la edicjón y numeración de BOLTOH, pero sólo tra-
residencia del viento en una caverna, creencia esta ex- duzco los fragmentos 1 a 8 que son los que aluden al contenido
tendida entre los pueblos de Asia Central y Siberia. del poema. Los demss a l g u n o s de los cuales aparecen traducidos
En cuanto a los hiperbóreos (fr. 1, 6) responden a un en la introducción son testimonios sobre su autor. En el fr. 3
universal humano de describir un pueblo ideal. El más acepto la corrección paaí por oqüq de H u B ~ N N ~ Z .
de más allá que se cita es el Océano que envuelve toda
la tierra lo. Her6doto cita aquí y allá otros pueblos en la
zona recorrida por Aristeas y es posible que su informa-
ción derive de él, pero en ello entramos en el terreno
de la hip6tesis.
El fragmento de mas difícil interpretación es el 5.
Habla de un pueblo desdichado, dentro del tópico grie-
go de la dureza de la vida en el mar, pero no sabemos
quiénes son los que hacen el comentario ni sobre quie-
nes. Se ha dicho que puede tratarse de los isedones, en
un comentario irónico sobre los navegantes griegos, de
una alusión a poblaciones lacustres sobre palafitos O de
unos habitantes legendarios del mar, los esteganópodos,
hombres palrnípedos citados por Alcmán. Como este poe-
ta conocía las Arimaspeas, sena por eJlo verosímil que
hubiera hallado su modelo para los esteganópodos en el
poema de Aristeas ll. La dificultad dista mucho de estar
resuelta, especialmente porque se trata del fragmento
más sospechoso de ser espurio entre los conservados.

3. Bibliografía
Edici6n y comentario: J. D. P. BOLTON,
Aristem oj Proconnesus,
Oxford, 1%2, con amplia bibliografía.

9 Odisea X 1 SS.
10 Cf. lo dicho en la introducción a la Titanornriquio.
11 Bibliografía Sobre el tema la da BOLTON, Ariste u...,
pág. 9
y SS.
ARISTEAS DE PROCONESO, « ARIMASPEASB 353

sabio, del cual precisamente encontré yo mismo unos pocos ver-


sos (...). Aiisteas dice en las Aritnaspear:

los isedos l 3 que se ufanan d e su larga cabellera.


Y dicen que los hombres que colindan con ellos
por arriba, hacia e1 norte, son numerosos y muy
bravos guerreros, ricos en corceles, sobrados d e
ARISTEAS DE PROCONESO. corderos, sobrados d e bueyes 14.
ARIhlASPEASs U n solo ojo tiene cada uno en su graciosa fren-
te, frondosos son sus cabellos, los mas robustos de
todos los hombres.
TZETZES,
Quilíadas VI1 6769, W 9 2
Aristeas, hijo de Caustrobio, natural de Proconeso. autor de
un poema épico, dijo que, poseído por Apolo, Negó junto a los
isedones, y que más allh de los isedones vivían los arimaspos,
hombres de un solo ojo, mis allá de ellos, los grifos guardianes Aristeas de Proconeio dice en su poema que los grifos esos
del oro y más allá. lindando con la mar, los biperbdreos. Excepto combaten por el oro con los arimaspos. los que habitan mas allá
los hiperbóreos, todos ellos. una vez que comenzaron los arimas- de los isedones, y que el oro que guardan los grifos lo produce
pos, estaban continuamente en guerra contra los vecinos; y los la tierra. Asimismo, que los arimaspos son todos hombres de un
isedones habían sido expulsados de su región por los arimaspos solo ojo de nacimíento. y los grifos, fieras parecidas a los leones,
y los escitas por los isedones. Las cimerios, que habitaban junto pera que tienen alas y pico de águila. Baste lo dicho acerca de
al mar del Sur, presionados por los escitas, abandonaron la los grifos.
región. 1 24. 6
PAUSANIAS,
IV 13
HER~DOTO,

El autor de las Arimaspeu.5 considera terribles estas cosas:


Pues ni siquiera Aristeas. del que poco antes hice mención,
Admírable cosa esta para nosotros, cosa grande
dijo en el poema que compuso que él mismo hubiese llegado
más allá de los isedones. sino que mntd lo de las regiones de
para nuestras mentes. Unos hombres viven en e1
más allá de oídas, declarando que fueron los isedones los que agua, lejos de tierra, en alta mar. Son desdichados,
Ie contaron estas wsas. pues sufren terribles trabajos. Sus ojos, en las es-
IV 16
HER~DOTO. trellas, pero su vida la tienen en el mar. Sin duda
que muchas veces, tendiendo sus manos a los dio-

13 Isedos no parece ser otra cosa que una variante a efectos


También Ferenico habla acerca de los hiperb6reas. así como métricos de isedones.
también Zenótemis e igualmente tambidn Aristeas. Aristeas, el 14 Sobre el esti10 de este verso cf. el fr. 2 de las Naupactias.
ses, les suplican, con sus entrañas penosamente
agitadas.
Re lo sublime X 4
LONGINO.

Aristeas de Proconeso, pues también é i hace mención de los


hiperb6reos. estaba seguramente más informado acerca de ellos PANIASIS
gracias a los isedones, junto a los que afirma en su poema haber
iiegado.
PAUSANIAS,V 7. 9
INTRODUCCI~N

Quua tambiea los Cíclopes de un solo ojo los transfirió de una 1. El autor y su obra
historia escita. Pues dicen que son asi los arimaspos, que Aris-
teas de PK>EOneso dio a conocer en su poema las Arimaspeas. Aunque no son muy abundantes los datos que posee-
mos acerca de Paniasis, sí son lo suficientemente impor-
tantes como para que no sea para nosotros una mera
sombra histórica como otros épicos antiguos. Nacido en
Halicarnaso, su nombre cario lo señala como procedente
lunto a ellos, que se encuentran mirando al norte, no lejos de las fusiones de los carios con los colonos griegos
del propio punto de partida del Aquii6n y de la caverna que se llegados a Halicarnaso. Sabemos que era hijo de Poiiar-
llama suya, lugar al que denominan Ges clithron se nos habla co, de noble familia, y estaba emparentado con el histo-
de los arimaspos, a los que ya citamos, destacables por su único riador Heródoto, aunque las fuentes vacilan entre con-
ojo en el centro de la frente. Se encuentran continuamente en siderarlos primos o tío y sobrino.
guerra por los metales con los grifas, una clase alada de fieras Su datación se halla sometida a ciertas dudas, pero
cuya apariencia es bien mnm'da, que sacan oro de sus galerías
parece verosímil que muriera entre el 455 y el 450 a. C.,
con admirable avaricia, Ias fieras. por custodiarlo. y los arimas-
por lo que Matthews l sitúa su nacimiento entre el 505
peos, por robarh. Muchos, pero importantes Her6
doto y Aristeas de Proconeso, escriben acerca de ello.
y el 500 a. C.
Dado que se nos han conservado algunos fragmentos
Rmo, Historia Natural VI1 10 largos de su producción poética, nos es posible acceder
directamente a su estilo y forma de hacer. Paniasis se
nos muestra como un gran conocedor de la tradición

1 V. J. M~TIHEWC, Panyassis of Halikarnasos. Text and com-


mentary, Leyden, 1974. pBgs. 12-19.
356 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRlEGA ARCAIC.4 PANIASIS 357

épica, pero dotado aún de nervio y originalidad, en una dación de Tebas a la que el fragmento se refiere. El lazo
época en que el género se hallaba en decadencia. Des. de unión podría buscarse en que es en esta ciudad don-
pués de él la imitación sustituye a la tradicion y lo de sitúan el nacimiento del héroe diversas fuentes. Ya
libresco a lo espontáneo, en pleno declive del género. Hornero 4 alude al tema diciendo:
Paniasis cierra así un período de la historia del género
épico. No obstante, puede percibirse en él un moderado e n el día en que Alcmena iba a parir al vigor herá-
prurito innovador que en contados casos roza lo pe- cleo en la bien amurallada Tebas.
dante.
Entre sus obras se cuenta una Heraclea en catorce De ser así, habria que concluir que el poema comen-
libros y nueve mil versos y unas Jónicas en disticos zaría con una referencia al nacimiento de Heracles en
elegiacos. Tebas.
Desde su nacimiento Heracles va a verse acosado por
un poderoso enemigo divino, Ia diosa Hera, que lo per-
2. Contenido de la ~ H e r a c l e a ~ seguirá continuamente. Uno de los episodios de la leyen-
da de Heracles lo constitiiia precisamente su locura,
La tarea de situar los diferentes fragmentos que se provocada por la diosa, que lo lleva a asesinar a sus
nos han conservado en el contexto general de la obra hijos5. Paniasis, de acuerdo con el fragmento 22, narra-
resulta en miiltiples ocasiones dificil, porque, si bien ba también este asesinato, aunque ignoramos si en su
en algunos fragmentos se indica su lacalización en el versión Heracles lo iievaría a cabo con sus flechas, tal
poema (fr. 1 , 2 , 4 , 5 , 7,11, 28), en la mayoría de los casos y como cuenta, entre otros, Eurípides en su tragedia
no disponemos de esa referencia, por lo que se nos pre- Heracles furioso, o arrojándolos al fuego, según la ver-
sentan dudas a la hora de determinar el orden en el que sión de Apolodoro y Ferécides. Aunque las fuentes va-
irían situados. rían también sobre el lugar que el episodio ocupaba en
El mejor apoyo para esta tarea lo constituye el relato la saga de Heracles, normalmente se sitúa antes de que
que de los trabajos de Heracles hace Apolodoro 2. Basán- el héroe diera comienzo a sus trabajos. En efecto, es
dose principalmente en este autor, Matthews3, aunque por este asesinato por lo que Heracles debe purificarse,
respeta en su edición la numeración de Kinkel, presenta para lo cual acude a Delfos. A esa visita délfica se refie
un orden conjetural de los fragmentos, que es el que re el fr. 15, que menciona Castalia, fuente de DeIfos a
seguiremos en esta Introducción. la que el poeta hace hija de Océano. Aquí, como en el
Ello nos lleva a hablar en primer lugar del fr. 31. No fr. 28, AqueIoo no es mAs que un mero sinónimo de
es seguro que pertenezca a la Heraclea. En caso de que Océano.
efectivamente hubiera formado parte de es te poema, Heracles consulta en Delfos al oráculo acerca del lu-
el problema consiste en relacionar con Heracles la fun- gar donde deberia ir a vivir y se le responde que ha de
4 IIiada XIX 9899.
2 APOLODORO,11 4. 5-7. 5 La historia era conocida desde antjguo, cf. las Ciprias, donde
3 Purtyassis
~~UTHEWS , .... pág. 24. se cuenta en boca de Priamo.
358 FRAGMENTOS De ÉPICA CRiECA ARCAICA PANIASIS 359

entrar al servicio de Euristeo, dentro de la costumbre la innovación de su predecesor. Los aliados, que aquí
que hemos podido seguir en otros poemas de que el son varios, no se mencionan. En la tradición normal es
homicidio se purga al servicio de otro hombre. sólo Yolao, por lo que cabe preguntarse quién más lo
En el fr. 16 alguien consuela a Heracles por haber ayuda en la empresa. Tzschirner apunta a que puede
sido condenado a la servidumbre. No sabemos en boca ser Atenea, confrontando el pasaje con unos versos de
de quién hay que poner estos versos, pero lo mas p r o Teognis la:
bable es que fuera la sacerdotisa de Delfos, o quizá La mató con implacable bronce el hijo de Zeus,
Atenea, la diosa protectora del héroe, el personaje que Heracles anfitrionida, con Yolao caro a Ares, por
cita a una seríe de dioses que sufrieron el mismo trato. consejo de Atenea, amiga del botín.
Se refiere a Demeter, que sirvió con Metanira, según
nos narra el Himno a Deméter, y a Hefesto, aunque des-
Dentro de otro de los trabajos, el episodio del jabalí
conocemos en qu&momento se vio Hefesto sometido a
de Erimanto, hay que situar el fr. 4 (que pertenece ya
esta condicidn, tal vez cuando los Sinties de Lemnos 10
al libro tercero de la obra). La suposición de que el frag-
acogieron al ser arrojado del Olimpo por Zeus 6. Asimis-
mento se refiere a la acogida que dispensa a Heracles el
mo se alude a Posidón, que, junto con Apolo, estuvo al
servicio de bornedonte construyendo las murallas de centauro Folo antes de la captura del animal 11 se basa
; en un fragmento de la Geriónida de Estesícoro U , que
Troya 7, y a Apolo, que, tras haber matado a los Cíclopes,
trata precisamente este tema y que es muy parecido al
en revancha por la muerte de su hijo Asclepio, fue con-
que nos ocupa:
denado a entrar al servicio de Admeto
Heracles al someterse a las órdenes de Euristeo se ve Tomando la copa como un tazón de tres azurn-
obligado a realizar los famosos doce trabajos. En los bres, bebid sin respirar. Habíasela ofrecido Folo,
fragmentos conservados tenemos alusiones a algunos de una vez hecha la mezcla.
ellos. El primero fue traer la piel del león de Nemea.
A este episodio se refieren los fragmentos 1 y 2, ya que El fr. 5, que parece pertenecer a un himno o canción
Bembina es una aldea cercana a Nemea. En ello el poeta a Dioniso, exaltando su precocidad, pertenece al libro
hace un alarde algo pedante de conocimientos geográ- tercero. Por esa razón Matthews l3 piensa que es en casa
ficos. de Folo donde se entonaria ese himno. En cuanto a que
El fr. 3 alude a la lucha con la hidra de Lema. Ya Tione es otro nombre de Sémele, lo vemos en un himno
vimos que Pisandro había innovado la leyenda tradi-
cional dotando al monstruo de varias cabezas. E1 hecho 9 S . P . TZSCHIRN~R, Panyasidis Hal¿uunassei Heracleadis Frag-

de que Heracles necesite ayuda contra la hidra en el menta, Bratislava, 1842. pág. 44, citando a VDGEL. ES seguido par
poema de Paniasis parece indicar que éste ha aceptado h h r r ~ w sPanyassis
, ..., phg. 47.
10 TEOCNIS, 316318.
11 Cf. 10 dicho al respecto en la introduccidn a la Heraclea de

6 Cf. Ilíada 1 5W5P4. PISANDRO.


7 I l i a d a XXI 441 SS. U B s m l c o ~ o fr.
, 181 Page.
a APOLODORO,1 9. 15, 111 10, 4. 13 WTCHEWS, Panyassis ...,phg. 50.
360 FRAGMENTOS DE PICA GRIEGA ARCAICA PANIASIS 361.
homéricoM, pero aquí Paniasis innova y hace a Tiene
que con seguridad puede atribuirse a Paniasis, además
no su madre, sino su nodriza.
de que Heracles va a en persona y no manda a Atlante,
Otro de los trabajos de Heracles fue, como vimos, Ia
es que mata a un dragón que no duerme, enviado por
búsqueda del ganado de Gerión, al que accedio en la su proverbial enemiga, Hera. Es posible que en el
copa del Sol. A este tema se refieren el fr. 7 (aunque fr. IOE, los versos 177-185 (presentados en nuestra tra-
Paniasis hace a Nereo el donante de la copa a Heracles ducción en cursiva) sean una traducción más o menos
y no al propio Sol), así como el 28. En éste último, al- fiel de Paniasis. En cuanto aI fr. 32 l7 forma parte de la
guien se asombra de cómo ha podido hacer Heracles descripción de esta serpiente.
tan larga travesía 15 a través de1 Aqueloo, también aquí
En el viaje de vuelta, Heracles encuentra a Busiris,
sinónimo de Océano. Probablemente estas palabras esta.
hijo de Posidón y rey de Egipto. El episodio nos lo
ban en la Heraclea en boca del propio Gerión cuando
narra Apolodoro la:
lo ve llegar.
A su regreso a Sicilia, Heracles llega al lugar en el Este Busiris sacrificaba extranjeros e n e2 altar
que se pastoreaban los rebaíios del Sol aludidos en fr. 8. de Zeus, de acuerdo con un ordculo. Pues cada
Estos rebaños se mencionan en la Odisea 14, pero en el nueve años la carestía se apoderaba de Egipto y
poema homérico sus cuidadoras son las hijas del Sol Frasio, un sabio adivino que llegó de Chipre, dijo
y de Neera, Faetusa y Lampetía, mientras que Paniasis que cesaría la carestía si degollaba a un varón
habla de un pastor, cuyo nombre ha sufrido una corrup extranjero cada año en honor de Zeus.
ción textuaI. Busiris, una vez que hubo degollado ef primero
Viaja luego Heracles al Jardín de las Hespérides y da al propio adivino, siguió degollando a los extran-
muerte al dragón que lo guardaba, según nos informan jeros que se presentaban. Heracles, tras haber sido
los diversos fragmentos que se agrupan en el núm. 10. capturado, también fue llevado a los altares, pero
En ello Paniasis se aparta de la versión de Ferécides rompió sus ataduras y mató a Busiris y a su hijo
seguida por ApoIodoro, que es la misma que aparece Anf idamante.
I
representada en la decoración de los metopas del tem-
plo de Zeus en Olimpia, a saber, que Fue Atlante el que Con toda probabilidad, la alusión a sacrificios huma-
cumpli6 el encargo, mientras Heracles lo sustituía para nos en Egipto del fr. 26 debe situarse en este contexto.
sostener e1 mundo. Dado que todos los fragmentos p r e En otro de sus trabajos, a la búsqueda del Can Cér-
ceden en ultimo termino de una sola fuente, no hemos bero, Heracles baja al Hades. A ello se refiere el fr. 9
de dejarnos engañar por la coincidencia en mencionar aIudiendo a una escena que el héroe contempla en el
la conversión del dragón en una constelacjón. Lo único mundo subterráneo y que nos es conocida por la Minía-
da: el castigo de Teseo y Piritoo, aunque Paniasis se
14 Himno Homérico 1 B21. muestra innovador en la curiosa forma de hallarse am-
15 Sobre otra posibilidad de interpretación cf. Ia nota al frag-
17 Sobre el problema de la atribución de este fragmento a Pa-
mento.
14 Odisea XII 132. niasis o a Pisandro, cf. MnrrH~ws,Panyassis ..., p8gs. 142-143.
16 APOLODORO,11 5, 11.
PANIASIS 363

bos atados a su asiento. También en el Hades encuentra En el fr. 12 el elogio debía ir en boca de Eurito o de
a otro de los famosos condenados, Sisifo (fr. 30), aun- su hijo, al principio de la fiesta, exhortando a los comen-
que, lejos de describir el conocido mito, según el cual sales a beber.
Sísifo se ve obligado a cargar cuesta arriba una enorme El fr. 13 Eurito parece hacer advertencias a Heracles
piedra que, al llegar a la cima, rueda de nuevo abajo, para que no cometa excesos. En el verso 11, a Heracles,
Paniasis nos cuenta un suplicio justamente inverso al que tiene probablemente sus ojos puestos en Yole, lo
de Tantalo: hallarse continuamente a punto de ahogarse. manda con Deyanira, su esposa.
Matthews l9 cree que hay que situar en este episodio El fr. 14 debía ir casi inmediatamente después, cuan-
el fr. 6, un pasaje confuso y que presenta dudas textua- do el héroe había sido ya expulsado, y en él Eurito
les. Según la interpretaci6n de este autor, se refiere a explica las razones por las que ha obrado así con su
que Élide es el punto por el que Heracles accedió al incontinente invitado.
Hades, hiriendo a U al soberano del mundo subterráneo. Tras este episodro, Heracles mata al hijo de Eurito,
Ello nos recuerda el episodio que cuenta Hornero ": Ifito, que llegó junto a él en busca de doce yeguas per-
didas y murió a sus manos 22. Como consecuencia, Hera-
Un dardo sufrió el prodigioso Hades, cuando el cles enferma y a eilo se refiere el fr. 17. Ahora bien, hay
propio hijo de Zeus egidffero lo entregó a2 dolor que hacer constar que hay diferencias entre el test-
al herir10 en Pzlo, entre los muertos. nio de 17A del de 17B. En el 17A e1 Anfitrionida es ali-
viado en su sufrimiento por las aguas calientes de los
Los fragmentos 12, 13 y 14 son sin duda los más inte- ríos Aqueloo o Aquelesio e Hilo, y de acuerdo con ellos
resantes por tratarse de citas textuales largas del poema, llama a sus hijos Aqueles e Hilo. En 178 el río es uno
que nos permiten hacemos una idea más clara del estilo sólo, el Hilo, y Heracles liama Hilo a los dos hijos. En
del poeta. Parecen proceder del mismo episodio, un ban- cualquiera de los casos, se trata de otra nueva exhibi-
quete, probablemente aquel en el que Eurito invita al ción de conocimientos geográficos por parte de Pania-
héroe para expulsarlo luego de e1 cuando estaba embria- sis. Heracles no cura con las aguas (el conocimiento de
gado, al que S6focles alude con las siguientes palabras: la hidroterapia no llega a los griegos hasta el 300 a. C.),
en un banquete, como estaba embriagado, lo echó fuera, sino s6lo se alivia. La solución tendrá que ser de nuevo
esto es, el episodio que antecede al saco de Ecalia, al que entrar al servicio de otra persona, esta vez la reina
nos hemos referido en la introducción a La toma de onfale, de Lidia. A un encargo de la reina, la muerte de
Ecalia. una sierpe matadora de hombres, alude el fr. 33, que no
Entre los numerosos elogios del vino que conocemos es seguro que proceda de Paniasis. Hay que señalar ade-
a lo largo de la literatura griega, no hay otro, como éste, más que el mencionado rio Ságaris es un río de Frigia,
que sitúe el beber en el banquete en un plano semejante no de Lidia, en donde Higino lo sitúa, probablemente
al heroísmo btlico. confundido por la mención de bnfale.
I9 MAT~HEWS, Panyassis ..., phgs. 52-57.
m Ilíada V 395397.
u S~POCLES, Traguinias -269. 2 Odisea X X I B30.
364 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA PXNIASIS 365

A partir de este punto el poema narraba aventuras de lo sufrió Hera, cuando el fuerte hijo de Anfitrión
Heracles en Asia Menor. Allí se encuentra con los hijos la hirió en el pecho derecha con un dardo de tres
de Trémiles y Praxidica, héroes epónimos de ciudades puntas.
de Licia. Resulta lógico que Paniasis, como halicarnasio
que era y vecino de los licios se interesara por los orige- Una vez tomada Pilo, ataca a Hipocoonte y sus hijos
nes del pueblo vecino. En inscripciones licias aparecen en Lacedemonia y restaura allí a Tindhreo. A ese episo-
10s trñzmili pueblo que debia serle conocido al poeta. Lo dio se refiere quiza el tema de Asclepio volviéndolo a
que ignoramos es qué relaciones tuvo Heracles con ellos, la vida que se menciona en el fr. 19.
si amistosas o belicosas. Es dudosa la expresión «des- Por último Heracles saquea Ecalia. Paniasis trato el
posó a su hijas del primer verso: bien que Trerniles tema granjeándose por ello la acusacidn de plagio del
casó con su propia hija, o bien con la hija de otro per- fr. 27, a la que no hemos de dar más alcance que Ese,
sonaje mencionado antes. Incluso puede pensarse que que Paniasis coincidía temáticamente con el poema de
«hija Ogigiai. deba entenderse como ala hija de Ogigos, Creófilo y quizá tomó algunos elementos de él ".
que es un héroe de Licia. En el verso 4 de la cita textual Hasta aquí lo que sabemos de la Heraclea, poema cuya
se habla de alos hijos de ella., aludiendo a la costumbre pdrdida es de lamentar dada la evidente calidad poética
licia, de base matriarcal, de denominar a los hijos con de los fragmentos conservados.
el nombre de las madres y no de los padres.
El fr. 11 sabemos que pertenece al Libro XI, esto es,
al que se ocupa verosímilmente de aventuras de Hera- 3. Contenido de las d ó n i c a s u
cles en Asia Menor. Por tanto, su alusión a Pisa no
puede ser a la Pisa de Itlide, y no tiene nada que ver Sobre las Jónicas, nuestra información es mucho me-
con la fundación de los juegos Olímpicos como se ha nor, partiendo del hecho de que no hay ningún frag-
creído normalmente. Matthews 25 cree por ello que esta mento que se atribuya a esta obra específicamente. El
Pisa es un islote cerca de Icaria, que probablemente se Suda nos dice que en las Jónicns se trataba el rema de
mencionaba con ocasi6n de las aventuras con los hijos Codro, Neleo y las colonizaciones jonias, y que tenia
d e Trdmiles, pero ignoramos con quC motivo. siete mil versos en dísticos elegiacos. Verosímilmente
Contaminado aún con la sangre de lfito, Heracles pertenecían a esta obra los fragmentos 24, 25 y 29, pero
acude a Pilo a purificarse, pero NeIeo se niega. Heracles como resulta imposible establecer una Iínea argumenta1
saquea por ello Pilo y en la lucha hiere a Hera (fr. 20 sobre esta escasa base, nos limitaremos a glosarlos.
y 21). El tema es conocido por Homero, que lo alude En el fragmento 24 se presentan dos versiones, con
diciendo 24: ciertas diferencias entre ellas (y sin que sea posible
determinar con exactitud en los detalles cuál era la
seguida por Paniasis), sobre el origen de los misterios

25 Sobre la historia. y sobre la localización de Ecatia, cf. la


introducción a la Toma de Ecalia.
366 FRAGMENTOS DE E P ~ C AGRIEGA ARCAICA

eleusinos. Parece seguro que Paniasis hace en su versión Resulta imposible determinar que disputa es la aludi-
a Tnptdlemo hijo de Eleusis. &, pero, dado que en las migraciones jonias abundaron
L a situación de este fragmento en la obra de Paniasis las luchas entre facciones, es posible que haya que situar
se discute. Así StoesslB cree que se trataría de un ex- este fragmento en las Jónicas. Matthews '1 da como mera
cursus dentro de la Heraclea, pero Rapetti cree que que se refiera a la historia que recoge Pausa-
se trataría de la iniciación de Heracles en los misterios nias acerca de los Códridas 32:
de Eleusis, antes de penetrar en el Hades, tema sobre No muchos años despuks, Medonte y Neleo, los
el que disponemos de abundantes testimonios, literarios
mayores de los hijos de Codro, competfan por el
e icono@icos m. Como la alusidn del fr. 24 se centra
poder y Nefeo se negaba a someterse a ser gober-
fundamentalmente en la instauración de las Tesrnofe
nado por Medonte porque Medonre era cojo de
rías, parece probable que fuera una referencia al origen
uno de sus pies. Decidieron someter la cuestión al
del culto de Deméter de Eleusis, a propósito del esta-
oráculo de Delfos y fa Pitia le concedió el reinado
blecimiento de estos cultos en las colonias jonias B, don-
sobre los arenienses a Medonte, mi que Neleo y
de tuvieron gran arraigo.
los demás hijos de Codro partieron para la col&
El fr. 25 nos narra la historia de Esmirna, madre de
nización, llevándose consigo tambidn al que quiso
Adonis, aunque se ha sospechado que en la versión en
entre los atenienses. El grueso de la expedición
que la conocemos ha sido enormemente influida por el eran jonios.
gusto helenístico y resulta dificil trazar los límites entre
lo que pertenecía a Paniasis y lo que resultan añadidos
posteriores 30. En todo caso, la justificación de esta le-
yenda en el marco de las lonicas se debe a un intento 4. Bibliografía
de establecer los orígenes prejónicos de la ciudad de Ediciones: F. D -, Pragmmta Asii, Pkandri, Panyasidis.
Esmirna, asi como de las fuentes no griegas del culto Choerili et Antimuchi, en la edición de F . S . LEHFS, Hesiodi ope-
a Adonis, como son, por ejemplo el nombre Eees de ra, París, 1841; K r m . Epicorum ..., págs. 251265; V. J . h í h ~ r ~ a w s ,
Adonis de 25C. Panyassis o f Hdikarnassos, Tezt nnd Commentary, Leiden, 1974.
En cuanto al fr. 29 resulta de difícil interpretación, lo Estudios (además d d citado de ~ ' I T H E W S ) F.. STOESSL,S.V.
que entre otras cosas se motiva porque la fuente que Panyarsis, m PALLY-WISSOWA, R.E.; HUXLEY,Greek epic..., phgi-
nos lo transmite, un lexicógrafo antiguo, presenta como nas 177-188; W.ME LEOD.~Studieson Panyassis - An heroic Poet
paralelos citas inadecuadas. o€ the Fifth Centuryn, Phomix M (1%6}, 95110.

m F.,STOESSL, S.V. Panyassis, en PAULY-W~ssow~,


R.E. 892. 31 ~ ~ T T H E W SPanyassis
, ..., pág. 137.
n R. RAPITTI, aPaniassi ed Eracle iniziato ai misteri Eleusinim.
32 PAUSA^, VI1 2. 1.
Por. Pass. 21 (1%). 131-135.
28 Por ejemplo, APOLODORO, 11 5, 12.
a Cf. MAITHEWS,Panyassis ..., pág. 118.
3 Cf. M ~ T ~ H E W Panyassis
S. ..., pág. 120 5s.
368 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

5. Texlo segrlido para nuestra traduccion

Seguimos al de M A n ~ m s ,con las siguientes salvedades: en


fr. 18 Ieo en lima 4 la correcci6n de HL~XLEY(en aparato crÍtico):
q TOÜ Tp~plAqroqrouq Tp~pihdaq.En fr. 29
r ~ h ~ m j u a v r o61
acepto la restitución del hexámetro debida a REITZENSTEIK.E n
fr. 32 suprimo (por innecesaria) la parte inicial.
PANIASIS
Los fragmentos señalados con (?) son de dudosa atribución a
Paniasis.

Bembina: aldea de Ncmea. Helbico llama a la ciudad Bembino.


El ciudadano se llama bembinita (como estagirita), pero en Ria-
no, bernbinata. Se parece en la variación a eginate y eginita. Así,
Paniasis en el libro primero de la Heraclea:
10 salvajim piel del león bembineta

y de otro lado

la piel del monstruoso ledn bembinetaM


Da B I ~ C I O
ESTEBAN , Bdmbina
S.V.

Cáncer: Ese parece haber sido colocado entre los astros por
mediacibn de Hera. Porque mientras los demás awiliaban a He-
racles en el combate cuando trataba de matar a la Hidra, saltó
él solo del lago y le mordid el pie. según dice Paniasis en la Hera-
clea. Parece que Heracles, encolerizado. lo aplastd con el pie, por

u Se ha propuesto que se trate de un solo h e h e t r o : y la


saivajina piel del monstruoso león bembineta. Pero no es seguro
que a y de otro lado. implique que el segundo testimonio sea de
Paniasis.
20. - 24
370 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA PANIAS~S 371

lo cual tiene ganada gran honra al contarse entre los dme signos que eres por naturaleza un gran dios, Dioniso, por doquiera jrre-
del Zodíaco. sistible a los mortales*.
Algunos dicen que Tione, distinta de Sémele, es la nodriza de
Dioniso, como Paniasis, en el libro 111 de la HeracIea:

Y saltó (Dioniso) c m sus pies del regazo d e su


Se dice que Cáncer fue colocado entre los astros por un favor nodriza, Tione.
de Juno porque, cuando Hercules combatía contra la hidra A P~NDARO,
ESCOLIO Pilica 111 17%
junto al lago de Lema. este cangrejo prendid de un mordisco el
pie d e Hércules, como dice el autor Paniasis. Enfurecido, Hercu-
les lo trituró de un pisotón, y. distinguido por un favor de Juno
con grandes honores, se cuenta en el número de los doce signos. También Hornero dice que Aidoneo h e asaeteado por Heracles,
ESCOLIO A GERM~NKO, Aratea BP 70, 6 y Paniasis cuenta que lo fue el t Eleo Augíasa.
CLEMENTEDE ALEJAND~A, Protréptico 11 36, 2

Pues las leyendas dicen que el cangrejo fue colocado entre los
astros porque dio un salto y mordió en un pie a Hercules cuando Ese Augeas Heleo es m demon contrario a Pluton, al que Pa-
a d a b a a otros y sacaba a la hidra del lago de Lema, como niasis presenta también asaeteado por Heracles.
cuenta Paniasis en la Heraclea. ESCOLIO A CLEMENTE DE ALWXNDRIA,Protreplico 11 36

Pisandro en el libro segundo de la HeracIea36 dice que la copa


Paniasis dice en el libro 111 de la Heracleu: en Ia que Herades atravesb el Océano era la del Sol, pero que
Heracles la recibib de O h o . Acaso porque al heroe le apada-
Después de haber mezclado con kl (este vino) ban las copas grandes a causa de su tamaño, los poetas y los
su gran cratera brillante de oro, tovnd numerosas narradores forjaron, por chanza. la leyenda de que naveg6 en una
copas y bebió la d u k e bebida. copa. Paniasis, en el libro primero37 de la Heraclea dice que
ATEREO,
498d Heracles se iievó la copa del Sol de manos de Nereo y que naveg6
hacia Eritea.
ATENEO, 459d

A Tione Sémele: usaba dos nombres. Hay quienes tambien la


Uaman Dione, como Eurípides en la Anrigona: .hijo de Dione, 35 Es posible leer, según la interpretacih de M ~ r r ~ ~ Pa- ws,
nyassis..., psgs. 52-57. lo siguiente: que lo fue entre los Eleos.
Aqui y en adelante, uso los nombres latinos Juno y Hércu- 3 Cf. PISANDRO. fr. S.
les en vez de Hera y Heracles, porque la fuente es latina. El número del libro está equivocado. Sobre las diferentes
propuestas, c f . M A ~ H E W SPanyassis
, ..., págs. 59-60.
372 FRAGMENTOS DE ÉPXCA GRIEGA ARCAICA PANIASIS 373

pie, la mano derecha alzada con la clava, la izquierda envuelta


en la piel del león.
Escouo A GERMANICO,Aratea BP 61, 2
Que Hércules, embarcado en una copa, navegó hasta Eritea,
esto es, la isla de Hispania, lo dice Paniasis, egregio escritor de
los griegos. Ferécides es su fuente.
MACROBIO,Salurndes V 21, 19
Constelación de Engonasin: Eratostenes dice que éste es Hér-
cules, colocado sobre el dragon del que antes hablamos, y está
preparado como para pelear, teniendo en la mano izquierda la
O una vaca o alguna res menor: Ninfodoro, el que recorrió piel del lebn y en la derecha, la clava. lntenta matar al dragón
Sicilia, y Polieno, así como Paniasis, dicen que llegó a ser guar- de las Hespérides que, se cree. nunca cerraba los ojos vencidos
dián de las vacas del Sol t Filacio M , el que Filostégano dice que por el sueño. Se señala que éste fue colocado como guardián de
era Aiolodoo y que tenia un heroon en Milas. las manzanas. De ello habla tambien Paniasis en la Heraclea.
Jupiter. admirado por la pelea entre ellos, los coloc6 entre las
ESCOLIO
A Odisea 11 3 1
estrellas. Time, pues, el dragbn la cabeza levantada, H t r d e s ,
apoyado en la rodilla derecha, intenta oprimir con el pie izquier-
do la parte derecha de su cabeza, con la mano derecha alzada
Paniasis escribió que Teseo y Pirítoo, sobre sus tronos, no pre- como para herir y m n la izquierda protegida con la piel del le6n,
sentaban la apariencia de encadenados, sino que la roca les crecia de forma que aparece combatiendo con el mayor ardor.
de sus cuerpos, en vez de cadenas.
X 29, 9
PAGSANIAS.

@e la constelación Engonasin) a. Aquí está H & d e s precipi- A l dragón de inmenso tamaño, insomne, guardian de los jardi-
tándose encima de la Sierpe. echada hacia a t & -la clava, cubier- nes. pese a que habia sido destinado a guardar las manzanas de
to con una piel de le6n. Se dice que cuando marchó en busca de oro por Juno, se dice que lo mató Hdrcules cuando fue a por
las mamanas de oro, como cuenta Paniasis en la Heraclw, había las manzanas de oro, según cuenta Paniasis en la Heraclea y que
como guardiana de los jardines una sierpe de inmenso tamaño por ello Júpiter honra5 este trabajo como digno de ser recordado
e insomne. Cuando se hubo enfrentado a Hércules y Hércules entre los astros y colocó a ambos entre las estrellas. Las dispo-
salió vencedor en medio del mayor peligro, Júpiter honró este siciones de éstos quedaron como en un combate. cortada ya la
trabajo digno de ser recordado y los llev6 a ambos entre las cabeza de la serpiente y él, permaneciendo sobre la rodilla, ten-
estrellas, así que las disposiciones de los dos quedaron como en didas las manos hacia arriba, está pintado con el pie derecho
una lucha. Ia c a b a a de la sierpe, levantada, Hércules oprimién- alargado contra el dragón, para que se ponga en evidencia el
dola por encima con la rodilla, holiándole la cabeza con el otro esfuerzo de la lucha. Se representa asimismo que tiene en la
mano izquierda la piel del l e h , para que aparezca destacado por
El texto está cormpto aquí. Se propone Filaco o Fálacro. su valor, porque se cuenta que mató al le6n sin armas.
39 Nombre de fa constelación Hércules.
374 FRAGMENTOS DE É P I C . ~GRIEGA ARCAICA
PANIASIS

sierpe de la madrastra insaciable de odios 41 pere-


ció ante el golpe del vencedor, aflojando la sinuo-
Engonasin. Ese dicen que es Heracles, el que atac6 a la sierpe sidad d e sus espiras y sus fuertes araduras.
Y se alza en lucha tendiendo la maza y con la piel del león a r m
Hada. Se dice que cuando fue a por las manzanas de oro, mató Cuentan que sostuvo así SUS miembros sujetos con la rodilla
a la sierpe dejada como guardiana de las mismas 40 (...) por lo izquierda y es fama que así se quedó, vencido por el e s h e n o .
que al cumplir el trabajo en medio de gran peligro. considerán- Y entonces, colocado en el tter, el tirintio fue afianzado en el
dolo Zeus trabajo digno de ser recordado, puso entre las estre- excelso solio paterno. Júpiter, compadecido por lo d u o de sus
llas ia imagen. Está la sierpe con la cabeza levantada y él. ata- trabajos. restituyó esta apariencia y permitió que fuese vista
cándola, apoyado en una rodilla y con el otro pie h o l W o l e la como tal desde el Olimpo. He aquí que la propia mano del dios
cabeza, tendiendo la mano derecha en la que tiene la maza, como se alza. tendida, hacia los violentos golpes, y la huella de su
para descargar un golpe, y la mano izquierda cubierta por la piel planta derecba pisa las inclinadas sienes del manchado drag6n.
del león. AVIENO.Fenómenos 11 169-93
E R ~ T ~ S E N E SCatasterisrnos
. 4

Aspis: ciudad de Libia... hay otra isla. según Cleon de Siracusa


Si desde el escarchado dragón dirigieras tu mirada hacia La bó-
en su De los Puertos, sin árboles. A ú n hay otra más allá de Pisa,
veda celeste y desviaras tus ojos a las partes mAs cercanas del
según Paniasis en el libro once de la Heraclm.
mundo, en el lugar en el que el orbe se hincha m á s alto que el
Esmm DE BIZANCIO. S.V. Aspis
globo, se ofrecerá a tu vista esa imagen semejante a alguien que
se esfuerza; m b lejos. la que en tiempos mencionó Arato como
desprovista de nombre y de cuyo esfueno estuvo también oculta 12
la causa, m i s conocido por Paniasis, a quien una edad más avan- De Paniasis:
za& le descubrió los orígenes secretos de asuntos repetidamente
investigados, pues recuerda que -Vamos, huésped, bebe. También es una cierta
excefencia la d e aquel varón que en el convite bebe
bajo la dura ley del desmesurado tirano, el Anfi-
mucho mds vino de buena forma y con conoci-
trionida, en la primera flor de la juventud, llegó
miento, y que al tiempo anima a otro varón. Y lo
hasta donde van a parar las lejanías del Mediodia,
mismo, la del que en el banquete y en la lucha es
a las regiones d e las Hespdrides, a las manzanas
hombre rdpido, ocupado en fatigosos combates, 5
de oro, y a la guardiana por siempre desconoce-
donde pocos son los que re muestran audaces y re-
dora del ldnguido suefio que las vigilaba. Se apo- sisten al impetuoso Ares.
deró de ellas con su mano, después de que aquella
Igual gloria le adjudicaría yo al que, cuando crsis-
* Lapuna en el texto que puede cubrirse por las otras fuen- te a un banquete, se regocija y al tiempo anima al
tes. Aquí se aludiría al carácter insomne del monstruo y a Pa-
niasis. 41 Hera.
376 FRAGMENTOS DE EPWA GRIEGA ARCAlCA

resto de la concurrencia. Pues casi no me parece Pero cuando alguien prosigue hasta la medida de
10 que esta vivo ni que lleva una existencia de horn- la rercera ronda, bebiendo sin moderación, enton-
bre animoso, el mortal que, apartando del vino su ces llega el terrible turno d e la Insolencia y la
ánimo, bebe otra bebida, sino un estripido. Ruina y acarrea males a los hombres.
El vino es en efecto un tesoro igual que el fuego Así pues, amigo mío, puesto que conoces el Iími- 10

para los que habitan sobre la tierra. Es noble, de- te en la dulce bebida, vete con tu legitima esposa
fensor de rnaiesu, compañero de toda canción. y manda a dormir a tus camaradas, pues temo que,
pues es la parte amable de la fiesta y del regocijo, una vez bebida la tercera ronda de vino dulce
15 de la danza a coro y del delicioso amor, [de la ca- corno la miel, la Insolencia solivianre la ira en tus
cería y del doloroso pesar] 43. mientes y pongas mal fin a una excelente hospi-
Por eso, preciso es que, acogiéndolo en el ban- talidad.
quete con talante propicio, bebas, y no que, satu- Asi que déjate convencer y pon freno a tanta 1s
rado de comida como un buitre, re quedes sentado, bebida.
rebosante, olvidado de los placeres. ATENEO. 36d-37b

ESTOBEO,
XVIIl 21

Paniasis dice (repite.fr. 12, versos 12-5 y 17-19) y luego:


Paniasis, el poeta épico, asigna el primer brindis a las Gracias, Pero el vino es para los mortales el mejor don
a las Horas y a Dioniso, el segundo, a Afradita y de nuevo a
de los dioses, espléndido como es. Con el se aco-
Dioniso, y a la Insolencia y la Ruina, el tercero. Paniasis dice:
modan todos los cantos, todas las danzas, todos
Les correspoizdió la primera rortda a las Gracias los deseables amores. Todas las penas de los hom-
y las gozosas Horas, osi como al clamoroso Dio- bres las arroja del corazón si es que se bebe con
niso, precisamente los que la hicieron posible. medida. Pero mds allá de la medida, es peor, pues
Después de ellos, les correspondió a la diosa lo acompaña el turno d e la Ruina y la Insolencia.
nacida en Chipre, y a Dioniso. Es entonces cuando
más grato llega a ser a los hombres beber vino.
5 Si alguien la bebe y se va de regreso a casa desde
el dulce banquete, no podría encontrarse con nin-
Paniasis, el hijo de Poliarco, que compuso un poema épico
guna desgracia.
sobre Heraclec, dice que Castalia es hija de Aqueloo. Dice, pues,
acerca de Heracles:
Es curioso señalar que el epíteto alexikakos 'defensor de
males' aplicado aqui al vino se aplica normalmente a Heracles. Una vez que atravesó el nevado Parnaso con sus
4J Este verso falta en la cita que del trozo hace Ateneo. Se ha
intentado corregir de formas diversas, pero por el contraste que
raudos pies, alcanzó el agua inmortal de Castalia,
ofrece con el resto de la enumeración parece posible que haya la hija de Agueloo.
que atetizarlo. PAUSANIAS,
X 8, 9
378 F U C M E X T O S LIE ÉPKA GRIEGA ARCAICA PANIASIS 379

funestos hijos de ésta fueron Tloo, .Tantoa. Pína-


ro y Crago, que, dominador, saqueaba todos los 5
Paniasis cuenta que además de éstos, otros muchos dioses estu. labranríos.
vieron al servicio de hombres, y escribe lo siguiente:
Sus habitantes se llaman Tremileos. Alejandro dice: oal mo-
Lo sufrió Dernéfer y lo sufrió el glorioso Zambo rir Trémiles, Belerofonte les cambi6 el nombre de tremdeus por
de ambos pies, lo sufrió Posidón, sufrió también licias~.Hecateo los llama trérniles en el libro cuarto de las
Apolo el de1 arco de plata, el servir por un año en Genealogías.
casa de un varón mortal. Lo sufrió asimismo Ares ESTEBAN DE BIUNCIO, S . V . Trernil?

de ardido corazón, por coacción de su padre.


C L E M DE~ ALUANDR~A, Prordptico 11 35, 3

Apolodoro dice que Asclepio fue aniquilado por el rayq por


haber vuelto a la vida a Hipótito. Ameleságoras, que fue a Glauco;
En tomo al Aqueloo: Algunos escriben =en tomo al Aquelesior. Paniasis. que a Tindhreo. Los orficos ..., etc.
Es un río de Lidia del que se nutre el Hilo. Cuando Heracles se
Escouo A E ~ ~ P I D EAIct-stis
C, 1
volvió loco, los ríos hicieron brotar aguas calientes en aquellos
lugares. por lo cual liam6 a sus hijos a uno Hilo y al de Ontale,
Aqueles, el que reinó sobre los tidios. También existen unls ninEas
Aquelétides, según dice Paniasis.
ESCOLIO A Ilhda XXIV 616 He encontrado a algunos que se dice que fueron vueltos a la
vida por 41 (Asclepio): Capaneo y Licufgo. segiin dice Estesicoro
en la Erffila; Hipblito, según dice el autor de Ia Nlurpactia, Tin-
dáreo, según dice Paniasis. Himeneo, según dicen los órficos,
P h i s dice que Heracles, cuando se volvió loco. consiguio
Glauw, el hijo de Minos, según dice MelesBgoras.
alivio en Lidia gracias al Hilo, que es un rio de Lidia, por lo cual
tambiCn sus dos hijos se llamaron Hilo.

Han escrito que Asclepio h e aniquilado por Zeus Hesiodo,


Pisandro y Ferécides el ateniense, asl como Paniasis. Andrón y
Trémiie: Licia se llamaba así, por Trémiies, según Paniasis:
Acusilao. Eurípides dice lo siguiente: ~ Z e u s ,efectivamente. des-
Allí habitaba el gran Trémiles, y desposó a su pués de matar a mi hijo ...s
hija, la ninfa Ogigia, a la que llaman Praxidica,
u mejor haya que entender xanthds no como nombre
sobre el plateado Sibro, cabe el vorticoso río. l b s
propio, sino como adjetivo y traducir: el rubio Tloo, Pinaro y
Crago.
380 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA PANIASIS

Los historiadores dicen que Asclepio fue aniquilado por el rayo. Como Metanira, la mujer de Weo, tenía un h i ~ o ,Demdter lo
Estesíwro, en la Eríjila, cuenta que resucitb a algunos de los acogió y lo d 6 . Deseosa de hawrlo inmortal. ponía al fuego por
caidos en Tebas, PoIianto de Cirene, en su obra sobre el origen las noches a la criatura y la iba despojando de sus carnes mor-
de los Asclepíadas, que curó a las hijas de Reto, que enloque- tales. Pero como Demofonte (pues ese era el nombre del niño)
cieron por la cólera de Hera. Paniasis, que porque resucitó el crecia durante el día de un modo anormal, Praiútea se puso a
cadáver de Tindáreo. espiar10 y al descubrirlo oculto en el fuego, lam6 un grito, por
Fr~ooeaao , De la Piedad, pag. 17 Gomperz lo cual el niño fue consumido por el fuego. La diosa se reveló
a m o tal. A Triptólemo, que era el primogénito de los hijos de
Metanira, tras dotarlo de un carro de dragones alados, le conce-
dió el trigo. Elevándose con e1 a través del cielo. sembró todo
Ese mismo Paniasis cuenta que Hera Zigia4s fue asaeteada por
el mundo habitado. Paniasis dice que Triptólemo era hijo de
el propio Heracles
Eleusis, pues dice que Demdter llegó junto a él. Fertkides en
en la arenosa Pilo. cambio dice que era hijo de Océano y Tierra.
T EALESANDRSA,Prorreplico 11 36, 2
C ~ M E N DE APOLODORO.1 5, 1-2

¿NO es uno de vosotros Paniasis, quien cuenta que el padre


Dite y que la reina Juno fueron heridos por Heracles? Cuando Ceres estaba buscando a su hija Proserpina, Negó junto
ARNOBIO,Conrra los paganos IV 25 al rey Eleusino, cuya esposa Cotonea habia parido un hijo. Trip-
tólemo, y se fin@ ama de cría. La reina la tomó de buen grado
como nodriza de su hijo. Como Ceres queria volver inmortal al
niño que estaba criando. lo alimentaba de día con leche divina,
Ensefm también (los tebanos) la tumba de los hijos que Hera-
y de noche, lo ocultaba a escondidas en el fuego. Y asi crecía
cles tuvo de Mégara. En absoluto difiere lo que cuentan sobre
más de lo que suelen los mortales. De modo que, como los padres
su muerte de 10 que compusieron en sus poemas Estesicoro de
se admiraban de ello, la espiaron. Cuando Ceres se disponía a
Hímera y Paniasis. Los tebanos añaden tambikn lo siguiente:
ponerlo al fuego. su padre se espantó. Ella, enfurecida, quitó la
que Heracles, bajo el efecto de su locura, estuvo a punto de
vida a Eleusino. pero a Tript6lemo. al que habia criado, le con-
matar tambih a Anfitrión, pero que antes se apoderó de tl el
cedió un favor eterno. Pues para propagar los c e d e s le confió
sueiio por el golpe de una piedra. Asimismo dicen que fue Atenea
un carro uricido con dragones, transportado en el cual, sembró
la que lo golpeó con esta piedra, a la que llaman Refrenadora 46.
de cereales todo el orbe de la tierra. Después de que volvió a
PAUSANIAS,
IX 11. 2 casa, Céleo, en lugar de corresponder a su favor, 10 mandó ma-
tar, pero mnocido el asunto, por orden de Ceres, le entregó a
45 El epíteto Zigia «la del yugoe alude a su cualidad de presi-
Triptólemo el reino al que llamó Eleusino por el nombre de su
dir los matrimonios.
4 No traduzco el fr. 23, que alude al uso de la palabra bZld
padre. Instauró en honor de Ceres la ceremonia que en griego
por *sandalias en Paniasis. Es una discusi6n filológica bastante se Uaman Ias Tesmoforis.
farragosa y no afiade nada al contenido de la obra. HICIHO.Fábulas 147
PANIASIS 383

añadiendo muchas golosinas y muchos pollos

aun mando lo dijeron antes Esresicoro e fbico en el poema titu-


Hesiodo dice que &te (Adonis) era hijo de Fenix y Aifesibea.
lado los Juegos.
Pausanias dice que de Teante, rey de los asirios, que tenía una ATENEO,172d
hija, Esmirna. Ella, por causa del rencor de Afrodita @ues no n
la honraba). se enamoró de su padre y, usando a su nodriza
como chmplice, compartió por doce noches el lecho con su pa Plagiando totalmente lo de los demAs, lo presentaron como
dre, sin e1 saberlo. Pero cuando se enteró, desenvainó su espada propio. Es el caso de Eugamón de Cirene, respecto al libro com-
y se hmh en su persecución. Ella, a punto de ser cogida, suplicó pleto sobre los tesprotos de Museo. de Pisandro de Camiro res-
a los dioses volverse invisible. Los dioses se apiadaron de ella y pecto a la Heraclea de Pisino de Lindo y de Paniasis de Halicar-
la convirtieron en el árbol que llaman esmirnn (mirra). Diez me- naso respecto a la Toma de Ecalia de Creófilo de Samos QI.
ses después, el *bol se desgarro y nació el llamado Adonis. al CEMENTE DE ALumRtn, Slromaieis VI 2, 25
que Afrodita, por su belleza, cuando aún era un niño, lo encerr6
en un arca, a escondidas de los dioses y se lo confi6 a Persefone.
Cuando aquella lo vio, no quiso devolvérselo. Tras llegarse a un
juicio en presencia de Zeus, el año se dividjó en tres partes. y
orden6 que Adonis permaneciera una consigo mismo, otra. con Seleuco, en el libro quinto de la H e r a c h a :
Pcrsefone y la otra, con Airodita. Adonis le concedi6 a Afrodita ¿C6rno cruzaste" la corriente d e plateados vór-
su propia parte. Luego, Adonis, herido por un jabalí mientras rices del Aqueloo, a través de los húmedos caminos
cazaba, murió.
de Ockano, el ancho río?
APOLODORO,111 14. 4
221, 64, E-11
PMIRODE OXIRRINCO

Además, que Afrodita amó desvergonzadamente a hombres


como Adonis lo afirmaron Antímaco, Paniasis, Hesiodo y otros
Mjthos: 'lucha de facciones'. En Hornero se dice una vez en el
mAs.
canto XXI de la Odisea=: 'poniéndolo como pretexto de una
De la Piedad, pAg. 12 Gompen
FILODRMO.
47 ES la referencia que ya hemos citado a propósito de la Tele-
gonía, en la introducci6n a esta obra.
25C 4s Seleuco es un gramático que estudi6 a Paniasis hacia el si-

Eees: Adonis, según Paniasis. glo v d. C. E1 copista ha confundido al comentarista con el autor.
Habna que restituir algo así como: Seleuco recoge los versos de
H~siouio, S . V . Eoién
Paniasis en el libro quinto de la Heradeo.
4 M A ~ ~ H E W Panyassis
S, ..., pAg. 133, piensa que puede tradu-
cirse 'vas a cruzar' y entonces no se trataría de una pregunta de
Geri6n. sino de otro personaje, antes de que Heracles cruzara
SeIeuco dice que Paniasis fue el primero que mencionó gol* el OcCano.
sinas en la narraci6n que hace de los sacrificios humanos entre 50 Odisea XXI 71, pero la apreciacián del lexicdgrafo griego
10s egipcios, cuando dice: es equivocada. En esta cita rnjthos no tiene ese sentido. No
384 FRAGMENTOS DE ÉPKA GRIEGA ARCAICA PANIASIS 385
lucha de facciones'. Anacrwnte, en el libro segundo de sus poe-
mas, Ilama rnyrhi2tas a los facciosos. respecto a los asambleis- como regalo por Mercurio, porque fue el primero que libero
tas 51. Paniasis usa mjthos en el sentido de lucha de facciones 2. Evinara.
PROBO a VIRGILTO,Bucólicu~TI 23
Hubo en tiempos una lucha de facciones provo-
c a d o r ~de desunión. Se arrepintid e2 soberano d e
ejércitos.
Eryrnologicurn Genvinum, S.V. mithos Existe también un color miirice. por el que también llamaron
a la piupura. También se parece al pasaje de la Heraclea:

ú1 reluciente escama destellaba. A veces se ase-


Agua de la Estige. Se supone en el Hades, como también Pania-
mejaba a los briflos del esmulte azulado, a veces
sis, hablando acerca de Skifo que estaba en el Hades, dice: a los del bronce,
ESCOLIO
A Nrcamuo, Theriaku 2%
mientras hablaba, lo cubrid el agua de la Éstige.
PAFTRODE EL CAIRO65741, 2, 5ü SS.

Oficco... Otros demuestran que fue Hercules al dar muerte en


Lidia, junto al río Sagañs a la sierpe que mataba a muchos hom-
Eurípides y entre nosotros Pacuvio, dice que Anfión y Zeto bres y arrasaba de fmtos las ontlas, y que por este hecho volvi6
son hijos de Júpiter y Antíopa (...) Atestigua que pudo Uamar a a Argos honrado por bnfale, que reinaba U, con muchos rega-
las vacadas con su canto en Tebas. Apolonio en los Argomtlra~ los, y fue colcuxdo por Júpiter entre las estrellas por su forta-
leza.
dice que fue cercado por un muro por los hermanos antes men- HIGINO.Asrronómic4s 11 14
cionados, pero Zeto Uevd las piedras a la obra sobre 10s hombros
y Anfi6n las movió con su canto, si es que efectivamente los sen-
tidos de los animales son vencidos con mayor facilidad que las
piedras. t Panocos-1 y Alejandro dicen que la lira le fue dada

obstante, lo he traducido con el sentido que tenia para el lexicó-


grafo. Cf. la discusión del pasaje por M A ~ H E WPanyassis
S, ...,
pág. 135 cs.
51 Realmente Anacreonte so10 se refiere a un partido político
de Samos. Quizá el sentido sea el de acorriUerosm que le da
J. FERRA~!, Liricos griegos arcaicos, Barcelona. 1968, pág. 303.
9 En nuestra fuente la cita no está en verso. La traducimos
aquí tal y como lo ha reconstruido REI'IZFNSTEIN, d.~ I T H E W S ,
Panyassis ..., pág. 135.
53 No se conoce a ningún autor de este nombre. Puede que
haya que corregir Paniasis.
2. Características del poema

Dada la escasez de fragmentos conservados, nos re-


sulta extremadamente difícil hacernos una idea directa
del contenido y valor literario de este poema. No obs-
tante, hay algunos rasgos destacables que pueden ex-
traerse de las noticias que sobre él nos dieron los
propios griegos que lo conocieron directamente. Así, sa-
bemos en primer lugar por diversas fuentes z la peculia-
ridad de la estructura métrica del poema. En él se com-
binaban los hexámetros dactilicos, propios del verso
épico, con el trímetro yámbico, que seria usado por la
1. Autor y fecha lírica y luego por la comedia ática. Tal peculiaridad la
comparte con algunos testimonios inscripcionales anti-
La tradición antigua -por ejemplo, entre un largo guos, tales como la llamada copa de Néstor de Pitecu-
etcétera, Aristbteles- incluia el Margites entre la p r e sas, y una inscripci6n de los Enianes3. Lo que duda la
ducción de Homero. Hasta tal punto era esta una creen- critica moderna es si se trataría de largas tiradas de
cia extendida que los colofonios enseñaban a los visitan- hexámetros con algún trimetro ocasional, o bien de una
tes el lugar en el que Homero habria compuesto este combinación libre de ambos versos. La cuestión tiene
poema durante la epoca en que residió allí L.No obstan- su importancia, corno veremos, para determinar la per-
te, también desde la antigüedad, se presentaban ciertas tenencia o no a esta obra del fr. 7.
dudas sobre esa atribución, dudas que se han convertido En segundo lugar, hay que hablar de su valor litera-
en certeza en ia actualidad, ya que hoy nadie cree que rio. Aristoteles4 le atribuye al Margites un papel funda-
el Margites sea del mismo autor de la Iliada, pero el mental en la configuración de la comedia ática, seme-
hecho es que no se disponía de otra propuesta alter- jante al que la ZIíada y la Odisea jugaron en la configu-
nativa. Ocasionalmente se atribuye a Pigres, a quien se ración de la tragedia. Los oradores del siglo IV citan
atribuía también falsamente la Balracomiomaquia. con frecuencia el poema, y un sutil esteta como es Cali-
Por todo ello, lo Único que podemos hacer es aproxi- maco la aprecia muy positivamente. La obra, pues, tenía
mar su fecha de composición, que, por los autores que la calidad literaria capaz de complacer los paladares Iite-
lo conocen y citan, parece probable situar hacia los si-
glos VII-VI a. C., y suponer el poema como obra de un
colofonio. 2 Cf. M . L. WEST,Iambi el elegi Graeci, Oxford, tomo 2, pág. 71.
3 Cf. HC'XLEY, Greek epic.. , p5g. 176. y sobre la copa de Ntstor,
K. RUTTER y K. M A ~ H I ~ C S E aZum
N, Nestorbecher von Pithekus-
sain, Zeir. Pap. Ep. 2 (1960, 231 SS.
1 Cf. Ceriamen de Homero y Hesiodo, 2 . 4 ARIST~IELES, Poética I V 7.
388 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

rarios más refinados de la antigüedad. Por desgracia no por todo ello una fecunda creación de la que larnenta-
podemos verificar esta apreciación. mos no tener más que miserables restos,
En tercer lugar, cabe decir alguna palabra sobre el
protagonista, Margites. Ya su propio nombre (cuya eti-
mología nos brinda el f r . 4 ) nos indica la característica 3. Contenido de los fragmentos
esencial de este personaje: la necedad. Nacido de una
familia extraordinariamente rica es sin embargo hombre Hemos de decir que de antemano renunciamos a pre-
de cortisimos alcances. No seria extraño, si bien no lo sentar un argumento de la obra. Nada hay, fuera de los
podemos asegurar, que hubiera un punto de polémica escasos fragmentos consemados, que nos permita esta-
social en este esbozo del rico necio y que, en su abiga- blecerlo. Intentos más o menos logrados de ir más allá,
rrada sátira, su autor prefigura lo que sería más tarde como los de Langerbeck y Forderer citados en la biblio-
un Hiponacte En todo caso la necedad del personaje grafía no pasan de ser meras hipótesis, por interesantes
venía descrita por el más solemne de los metros y por que sean. Por ello s610 nos limitaremos aquí a glosar
un lenguaje elevado de procedencia épica tradicional, brevemente los fragmentos.
que aunque entreverado con el yambo, y con algunos El fr. 1 no se refiere naturalmente a Margites, sino al
indicios de lengua popular, incluso vulgarismos, debía aedo al que el poema se atribuye. Es posible que, como
provocar un chocante efecto semejante al que creemos quiere Langerbeck8, se trate del mismo Homero y que
percibir para la Batrncorniomaquia. el autor contara al principio de la obra que el Margites
La proverbial tontería de Margites hace que se le atri- le había sido cantado por el propio autor de la Ilíada,
buyan posteriormente anécdotas que en su origen se dato que coincidiría con la tradición del hipotético viaje
asignaban a otros ilustres necios6. Así se le atribuyen de Hornero a Colofón y su composición aM del poema.
rasgos propios de Melitides, como son e1 no saber con- El fr. 2 nos presenta la absoluta incapacidad de Mar-
tar más que hasta cinco y desconocer quien lo había gjtes para cualquier actividad, tema en el que insiste el
dado a luz, si su padre o su madre; o de Corebo, como fragmento 3, bien entendido que la farragosa interpre-
el intento de medir las olas del mar. El prototipo del tación que se nos da del verso citado, puesta por el
necio que todo lo hace al revés inaugura una tradición Pseudc+Platon en boca de Sócrates, no debe tomarse en
destinada a tener larga continuación, como por ejemplo consideración.
en los fabliaux medievales, y el fermento de critica so- De alguna manera, este tema de la contraposición
cial apenas apuntado en sus orígenes se hará luego ma- entre las ventajas del conocimiento de una sola cosa y
yor, como en el caso de la Bat~acomiomaquia7.Resulta el fracaso en conocerlas todas está presente en el prc,

5 Cf. A. LESKY,Historia de la Literatura Griega, trad. esp.. Ma- d e U . BROICH, ~Bat~achomyornachiaund Margires als literarische
drid, 1%8, p&g. 113. Vorbiider~en Lebende Antike. Berlín, 1967, págs. 250-257. sobre
6 Testimonios recogidos por WEST, íambi .... págs. 7475 como la utilización de la Batracomiomaquia y Margites por la litera-
fragmento t4al. tura paródica europea.
Cf. la introducción a esta obra en mis Himnos Homéricos y 8 H. LAN(;BRBECK,Margites, Hantord Stud. C t s s . Phil. 63

la Bniracomiomaguia, especialmente en lo reEerente al trabajo (19581, 58.


MARCITES 391

verbio que se recoge a m o fr. 5, que hay que atribuir al dar mayor profundidad a la figura de su protagonista.
Margites con toda probabilidad y que menciona también No obstante, su argumentación esta lejos de ser decisiva.
Arquíloco, de la superioridad del conocimiento del erizo En cuanto a la segunda cuestibn, la del contenido del
sobre el de la zorra. papiro que recogemos como fr. 7 se han dado diversas
La insensatez, sin embargo, tiene sus ventajas. Margi- interpretaciones. La más complicada y difícil de aceptar
tes resultaba tan inconsciente que ni siquiera sufría, la constituye la debida a Langerbeck U. Mucho más sen-
se- nos dice el fr. 6, sumido en la beatitud que pro- cilla y coherente y haciendo menos violencias al texto
porciona la absoIuta necedad. nos parece la expuesta por West *. Para evitarle al lector
En cuanto a tos episodios en los que se pondría de la fatigosa lectura de la traducción de palabras sueltas
manifiesto la estupidez del protagonista, tenemos noti- o medias frases de un papiro destrozado. he preferido
cias de algunos de ellos. Así, en el fr. 4 se nos presentan seguir sin reservas esta ultima interpretación y presen-
algunas variantes de un episodio que, o bien era el más tar una traducción que es fiel a la parte del papiro
importante de la obra, o el que más llamó la atención conservada, pero que entre corchetes recoge no sólo los
de los antiguos, que lo citan repetidas veces. Se trata de complementos propuestos que son fildógicarnente impe-
la ignorancia de Margites respecto a sus deberes conyu- cables, sino tambidn otros que, segiin esta interpreta-
gales y la estratagema a la que debe recurrir su mujer ción, ayudan a ofrecer un sentido coherente al texto
para lograr que se uniera a ella. grosso modo, Sacrificamos, pues, la precisión filológica
Por Último, hemos de referimos al fr. 7, que presenta en aras de la facilidad de lectura.
fundamentalmente dos problemas. El primero de ellos,
es que no es segura su pertenencia al Margites. El se-
gundo, que se trata de un papiro prácticamente partida 4. Bibliografía
por la mitad, y la veintena de medias columnas que nos
han quedado hacen muy dificil su interpretación. Ediciones: K.INKEL.Epicorum ...,pAgs. 64-69; -N, Homeri ope-
ra, 152-159; EVBLYN-Wam, págs. 536-538; M. L. WEST, lambi er
Respecto a la primera cuestión, Lobel editó el papiro
eldgi Graeci, Oxford, tomo 2, 1972. p&gs.6P76.
como perteneciente al Margites, basándose en las pecu- Estudios: L. RADERMACHBR, S.V. Margites, e n PAULY-W~SSOWA.
liaridades métricas (combinación de hexámetros y tri- R.E.; H. ~ N C E M E K , aMargites~, Hmvard S t . Class. Phil. 63
metros yámbicos) y en el carActer festivo de su conte- (1958). M; M. Fo-, Zum Homerischm Uargites, Amster-
nido, hipótesis generaimente aceptadam. Por su parte, dam, 19611; H m ,Creek epic ..., págs. 174176; M. L. WBT, Studies
Forderer l1 niega que el fragmento sea del Margites por in greek elegy and hmbus, Berlín, 1V4,pag. 172.
una interpretación estricta de los testimonios sobre la
estructura métrica del poema y dentro de un intento de
12 ~ c E R B E ~ X~Margitesu.
,
13 M . L. WEST, Studies in Greek eiegy and kmbus, Berlín. 1914.
9 E. Lo=, P o x y . m. phg. 172.
10 Cf.la reseña de K. LA^ en Gmmon 27 (19551, 492. y la nota
de A. H m w ~ en G y m w i u m 66 (1959), 382, entre otras.
11 M. F o m , Zum Homerischen Margites, Amsterdam, 1960:
5 . Texto seguido para nuestra traducción

Sigo la edici6n y numeración de M. L. WEST, Iambi el elegi


graeci, Oxford, tomo 2, 1972, págs. 69-76, aunque no traduzco (por
innecesarias) las referencias en tipo menor ni el h. 14A1, com-
puesto por anécdotas d e otros necios famosos (Meiítides y Core-
bo) falsamente atribuidas a Margites. MARGITES

Sigue lo que haya que d& del yambo, cuyo creador unos
pretenden que es Arquiloco, otros, que Hiponacte. Pero el pri-
mero que lo u56 fue Homero en el Margites:
Llegó a Colofdn un anciano y cantor divino, ser-
vidor de las M u s a y del certero flechador Apolo,
llevando en sus manos una lira de grato sonido.
Armo F O R T V ~ C I A N
VIO 286
, Keil

Y así se dice que Hornero en el Margarires 14 mezclb estos ver-


sos como paraldos:

Llegó.. . sonido. ( =Fr. anterior).

Habría puesto este ejemplo si estuviese en mi á u h o llenar un


libro latino de versos griegos, aunque los que quieran conocerlo
en especiai pueden leer el Margorites de Hornero.
h m o , en VI 633 Keil
GMM~TICO

14 Se trata de u n error de la fuente por Margifes.


Y es que hace una especie de acertijo, querido amigo, tanto el
coma casi todos los demás p o e h . .. iNo pensarás acaso que He
Diligentes servidores: ya que sdiligentesm se dice de los servi- mero, el más divino y el m8s sabio poeta desconocía que no era
dores. Se considera tambien que es de Homero el Margifes, en posible conocer mal! P u e es 61 el que dice que Margites conocía
el que se dice: muchas tareas, pero ks conoda mal todas. Mas bien creo que
hace un acertijo, empleaudo anal. en vez de .el m d w y .sabía.
servidor de las Musas y del certero flechador en vez de *saber*, porque resultaría un verso mal hecho, fuera
Apolo. de metro, pero esto es lo que quiere decir: que cono& muchas
Escouo A ARIST~FAN~S.
Aves 914 tareas, pero que era un mal para bl conocerlas todas.

Creemos que hay algunos hábiles en general, no en determina- 4A


dos cometidos, ni hábiles en otra cosa, como dice Hornero en el
Margites: el Insensato, de margainein. esto es, ser un necio.
Margites:
Los dioses no lo hicieron cavador, ni labrador, S ~ O N I pág.
O , 59 Taillardat
ni hábil para cosa alguna. Fracasaba en toda clase
de trabajo.
Iliusrbreras. Eficu a Nlcdmaco 1141ri 12
Conocemos así también al insensato Margites (de margainein,
esto es. ser un necio) al que el autor del Margifes, atribuido a
Homem, presenta como nacido de padres en extremo acomoda-
Hornero Uama hábil al artesano 1s y acerca de Margites -si es dos, que al casarse no quería tener relaciones sexuales w n La
que es de 61- escribe lo siguiente: novia, hasta que aquélla, convencida por su madre, le dio como
excusa que se habk herido las partes de abajo y dijo que nin-
Los dioses... trabajo. ( = F r . anterior). guna medicina la beneficiaría más que si él acomodaba allí su
miembro viril. Y así, como curaci6n. tuvo relaciones sexuales.

De modo que me parece que también es aplicable aquí lo del


poeta que dice, censurando a alguien que:
Si hubiera un hombre tan capacitado como para vivir confor-
Conocía muchas tareas, pero todas las conocía me a su propia sombra... se proporcionarla, creo, una admirable
mal. diversión. No seda mucho más sabio que Margites, que ignoraba
al casarse qué debía hacer con su mujer.
FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

Era un necio que no conocía la relacidn sexual con una muja. (Necesitaba vaciar> su vejiga, u í que con su
Su esposa lo persuadid diciéndole que la habia mordido un escor- gruesa mano <se procuró) el utensilio y lo metió
pión y debía curarse con la fecundacibn. <dentro.> Entonces se hallo en <un doble>
aprieto (. . .) (Había metido la mano> en el orinal
y era imposible sacarla (...) Orinó rápidamente
<y en seguida) se le ocurrió una nueva idea.
<Saltó pues d e repente,> abandonando el <ea-
Se recuerda a Margites, un hombre tan necio que cuando tomó liente> lecho, (abrid las bien ajustadas> puer-
esposa, no se avenía a compartir el lecho con eUa por miedo a tas y salió corriendo fuera. (Anduvo> a través
su suegra. Y estando en esta situacibn, ella seguía siendo virgen, de la negra noche, <buscando cómo> podría libe-
hasta que la mujer dio como excusa que tenía la ingle atormen- rar la mano. <Corrió> a través de la negra noche
tada por un dolor y no se Libraría de é i si no era acariciada por y no <llevaba> ni una Iamparilla. <Se topó en-
el miembro de su marido. Así fue como Ueg6 a la consumación
tonces con una> cabeza desdichada <y en la os-
del matrimonio. TambiCn es un necio Corebo, que intent6 medir
las olas.
curidad> le parecid una piedra, (así que golpeó
ESCOLIO A L u m o , El amigo de la mentira,
el orinal contra ella> y con su gruesa mano 10
pág. 162 Rabe hizo <mintisculos> aiiicos.
PAPIRO DE OXIRRINCO2309

Muchas cosas sabe la zorra, mas el erizo una


sola, pero importante.
Lo cita Arqunoo en sus Epodos, pero el verso la escribe tam-
biCn Hornero.
ZENOBIO, V 68
6

Muchas veces sobrevienen fracasos y habría que vivir aunque


fuera totalmente como el Margites de Hornero, que pOr nada
suFría porque de nada se enteraba 16.

16 La cita ha sido corregida para obtener un hexhmetro por


O. IMMISCH,PhiIoIogus bl (1905). 633634.
INDICE DE NOMBRES

Acrnbn, Fo. 2 Ares, Cip. 6: El. 1; Pe. Il. 1;


Admeto, Na. 1 Eu. 9; Fa. 12. 16
Adrastea, Fo. 2 Argos, Teb. 1; Ep. 6
Afidna, Cip. 103 Arión, Teb. 4A
Afrodita,Cip. 4. 5; Na. 7; Epim. Ascra (Ninfa), He. 1
19 Ascra (ciudad), He. 1
Agarnenón. Sa. 3 Asopo, Eu. 24; As. 1
Alcímaca, Na. 1 Aspledon, Que. 1
Aicínoa, Ti. 10 Asteropa. Ti. 10
Eloeo, Eu. 2A; He. 1 Atenea, Pe. 11. 10: Pi. 7A
Amazona, Ei. 1 Atlante, Ti. 10
Andrómaca, Pe. 11. 19A Autolico, E p . 6
Anfíioco, Teb. S Ayax, Er. 3; Pe. T I . 2; Sa. 5
Anfion. As. 1.
Anquises, Pe. 11. 19A Buno. Eu. 2A
Anticlo. Pe. 11. 10
Antfope. Eu. 2A; As. 1 Cadmo, Teb. 2
Apolo, Pa. 16; Ma. I A , 1C Calftoa, Fo. 4
Aqueloo, Fa. 15, 28 Caronte, Mi. 1
Aquiles, C i p . 16; E t . 3: Pe. 11. 4, Castalia. Pa. 35
19A Cástor, C i p . 6, 11A
* Sólo se recogen los nombres contenidos en los fragmentos
citados literalmente. Las abreviaturas son las siguientes:
Al. =Alcmeónida; A s . =Asia; Ce. =Cercopes; Ctp.=Ciprias; Da. =
Danaida; Ed. = Edipodia; E p . = Epigonos; Epim. = Epimenides:
E?. = Elidpida; Eu. = Eumelo; Fo. = Forónida: H e . = Hegesinoo;
Ma. = Margires; Mi. = Miniado; Na. = Naupaciias; Pa. = Paniasis;
Pe. Il.= PequeM Ilíada; Pi.=Pisandro de Camiro: Que.=Quersias;
Re. =Regresos: Su. =Saco de Troya; Teb. = Tebaida; Ti.= Titano-
maquio.
400 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA

Meleagro. Mi. 6 Pra~idica,Pa. LB


Celeno, Ti. 10 Eurilita, Na. 7
Menesteo, Sa. 3
Celmis, Fo. 2 Radamantis, Ei. 3
MCrope. T i . 10
Centauros, Pi. 9 Febo, Ti. 11: Ep. 6 Ruina, Pa. 13. 14
Midea, Que. 1
Cércopes, Ce. 1D Filarnón, Ep. 6
Mnernósine. Eu. 16
Cilene, Ti. 10 Sarpedón, Cip. 24
Moira (.S), Mi. 6; Epim. 19
C o l o f h , Mo. 1A Ganimedes. Pe. 11. 6A Selene, Epim. 2.4
Musa, E p . 1; Fe. 11. 23; Eu.13A;
Colquide, Eu. 2A Crorgonas, Cip. 24 Sibro, Pa. 18
,Va.IA. 1C
Crago, Pa. 18 Gracias, Cip. 4, 5; Pa. 13 Sol, Eu. 2A
Creonte, Ed. 2
Nemea, Epim. 2A
Cretenses, Epim. 1A Hades, Teb. 3; Mi. 6 Taigzto, C i p . 1 l A
Némesis, Cip. 7 A
Crónica. Cip. 7A; Pe. 11. 6 Héctor, Et. 1; Pe. ¡l. 19A Teigeta, Ti. 6
Nilo, Da. 1
Cronión, C i p . 7A Hefesto, Pe. I l . 6A; Fo. 2 Tandlida. Cip. 11A
NinEas. Cip. 5
Ctonio, Ep. 6 Heleoa, Cip. 7A. 1OB Telamón, Al. 1A: EL. 3
Heliciin, He. 1 Telamonio, E l . 3
Chipre, Pa. 13 Océano, C i p . 7A, 24: Pa. 28
Hemón, Ed. 2 Ogigia, Pa. IR Termopilas. Pi. 7.4
Hera, Fo. 4; As. 13 Teseidas. Sa. 3
Darnnamaneo, Fo. 2 Olimpo, Ti. 6; Et. 3. E u . 9
Hermes, Ti. 10; Fo. 4 Teseo. Cip. IOB: Mi. 6
DAnao, Da. 1 010, Ce. 1D
Hermioneo. Re. 13 Tierra. Al. 3
Dardania, Pe. I l . 1
Hiperión, Eu. 2A Tione, Pa. 5
Deméter, Mi. 6; Pa. 16 Palas, Pe. 11. 10
Hipodamía, Mi. 6 Titán, Ti. 11
Dío, As. 2 Parnaso, Fa. 15
Horas, Cip. 4; Pa. 13 Tloo, Pa. 18
Dioniso, Pa. 13 Pelasgo, AS. 8
Peleo, Al. IA Tremiles, Pa. 18
Icario, As. 10 Pelida, Pe. 11. 2. 4 Troya, Ciu. 1; E t . 3: Fe. 11. 1
Ecalia. Ce. ID
Ida, Cip. 5; Fo. 2 Pélope, Cip. 11A
Edipo, Teb. 2
Insolencia, Pa. 13. 14 Penélope, As. 10 Ulises, Et. 3; Pe. 11. 2, 10
Eetes, Eu. 2A; Na. 7
Iso, Re. 13 PersCfone, Mi. 6
Efira, Eu. 2A
Itome, Eu. 13A Filo, Pa. 20 Yambo, Sa. 6
Ege6n. Ti. 2B
Electra, Ti. 10 Pínaro, Pa. 18
Eneas. Pe. 11. 19A Janto. Pa. 18 Piritoo, Mi. 6 Zagreo, Al. 3
Jason. No. 7 Polinices, Teb. 2 Zeus, Ti. 11; Teb. 2, 3; C i p . 1.
Eneo, Mi. 6
7A, 23; Et. 3; Pe. 11. 6A, U :
Eoclo, He. 1 Pólux, Cip. 6, 11A
Laertes, Et. 3 Posid6n, Que. 1; He. 1; Pa. 16 As. 1; Mi. 6
Epopeo, As. 1
Erinis, Teb. 2; Mi. 6; Epirn. 19 Laomedonte. Pe. ZI. 6A
Eríopa, Na. 1 Lelo, Mi. 6.
Eriunio, Fo. 4 Linceo. Cip. 11A
Esciros, Pe. 12. 4
Esbn, Re. 6A Maya, Ti. 10
dstige. Pa. 30 Meda, As. 10
Eun'bato, Ce. ID Melanipa, As. 2
f NDICE GENERAL

Págs.

La épica griega arcaica ... ... ... ... ... .. . ...


Obras y autores recogidos en esta traduc-
ción ... . .. .. . . .. .. . .. . . .. ... .. . . .. .. . . .. . . .
Presentación del texto y de las introduc-
ciones .. . ... ... .,. .. . ... . .. ... ... ... ... ... .. .
Bibliografía . .. . . . . .. .. . . .. ... . .. . .. .. . . .. . ..

Introducción . .. . .. . .. .. . . .. .. . ... . .. .. . . .. ,. . . ..
1. La poesía teogónica y la Tiranornaquh, 19.-
2. El problema del autor de la Titanomoquia, 20.-
3. ¿Titanornoquia o Gigantomaquia?, 2 1 . 4 . Auten-
ticidad de los fragmentos. 22.-5. Tentativa de re-
construcción de la tematica. U.&. BibliograFia, 33.-
Texto seguido para nuestra traducción. 34.

La Titanomaquia ... ... ... ... ... ... ... ... ... . ..

Introducción . .. .. . . .. .. . . .. ... .. . . .. .. . . . . .. . ...


1. La Edipodia y el Ciclo Tebaoo, 39.4. Autor y
datación de la Edipodia, 40.-3. El mito de Edipo.
4 0 . 4 . Tentativa de reconstnicción de la Edipodia.
4 3 . 4 . Bibliografía, 5 5 . 4 . Texto seguido para nues-
tra traducción. 55.

La Edipodia ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
405

-
Págs. Págs.

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Int reducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .


l . Carácter histórico de las guerras tebanas, 57.- 1. Fiabilidad del testimonio de Proclo, 138.-
2. Autor y datación de la Tebaida, 58.-3. Temática. 2. Autor y fecha, 140. -3. El resumen de Proclo,
150.4. Bibliografia, 65.-5. Texto seguido para nues- 141.4. Analisis del contenido del poema. 142.-
tra traducción, 65. 5. Bibliografia. 150.4. Texto seguido para nuestro
traducción, 151.
La Tebaida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La Etiopida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
EPIGONOS

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1. Autor y datacion de Epigonos, 71.-2. Argumen-
l. Autor y fecha de composición del poema, 155.-
to. 72.-3. Bibliografia, 7 6 . 4 . Texto seguido para 2. El texto de la Creslomaria de Proclo, 157.-3. Aná-
nuestra traducci6n. 76.
lisis del contenido del poema, 1 5 8 . 4 . Bibliografia,
167.-5. Texto seguido para nuestra traduccion, 168.
Epigonos ..........................................
La Pequeña Iliada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Tntroducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1. Época y lugar de composición, 80.-2. Argumen- Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
to. 81.-3. Bibliografia, 89.
l . Autor y epoca. 180.-2. El resumen de Proclo,
Alcmednida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -
181. 3. Analisis del contenido del poema, 182. -
4. Bibliografía, 186.-5. Texto seguido para nuestra
traducción, 187.
LAS aCIPRIASir El Saco de Troya (Iliupersis) . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
LOS aREGRESOS*
1. El ciclo troyano, 93.-2. Título, aular y fecha (sNbSTO1m)
de composición de las Ciprias, 94.-3. Valoración
literaria de las Ciprias, 97.4. La Cresromalio de Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Proclo y su datación, 100.-5. El texto del resumen l . Autor y fecha, 192.-2. El resumen de Proclo,
de Proclo, 1 0 1 . 4 . Situación de los fragmentos en
el conjunto del poema, 104.-7. Bibliografia, 125.- 194. -3. A d i s i s del contenido del poema, 195. -
8. Texto seguido para nuestra traducci611, 126. 4. Bibliografia, 209.-5. Texto seguido para nuestra
traducción. Ñ9.
Las Ciprias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Los Regresos (Ndstoi) ...........................
FRAGMENTOS DE EPICA GRIEGA ARCAICA I N D K E GENERAL 407

Págs. Págs.

Eumelo de Corinto ... ... ... ... ... ... . .. ... ... ...
Introducción .. . . .. .. . . . . .. . . .. .. . ... . .. . . . . ., ... 215 LAS E N A U P A C T I A S ~
1 . La Telenonia v la Tesprkidu, 215-2, Contenido
d a , El resumen de la Telegomía
de la ~ e s ~ r ~ c i i16.-3. 1n t reducción .. . .. . . .. .. . ... ... .. . . .. . .. ... .. . . ..
debido a Proclo. 2 1 7 . 4 . Contenido de la Telenonín.
- - - . 1. Titulo, autor y fecha. 2W.-2. Intento de re-
218.- 5. ~ibliogkafia.2 2 . -6. Texto seguido para construcción de su temática, 265-3. Bibliografia,
nuestra iraduccióri, 223. 2 6 9 . 4 . Texto seguido para nuestra traducción, 270.
Tesprócida . . . .. . . .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. .. . .. . ... .. . 224 Las Naupaclias .. . ... ... ... ... ... ... ... .., ... ... ...

Introducción ... ... ... .. . .. . . .. .. . ... .., .. . ... ,..


Introducción ... ... ... .... ... ... ... ... ... ... ... ... 226 1. Autor y época, .275.-2. Los fragroentos, 276.-
Focaida ... ... ... ... ... . . . ... ... ... ... ... ... ... ... 228 3. Bibliografía, 278.4. Texto seguido para nuestra
traduccion, 278.
Cinetón ... .. . ... . .. ... .. . ... .. . .. . .. . .,. .. . .. . ...
'Introducción .. . . .. . . . . .. .. . . . . ... .. . .. . . .. .. . .. . 23 1 ASIO
1. El poema. 231.-2. Bibliografia, 237.-3. Texto
seguido para nuestra traducci6n. 237. Introducción .. . ... .. . ... ... .. . . .. .. . .. . ... . .. .. .
1. El autor y su época, 281.-2. Los fragmentos,
283.-3. Bibliografía, 2 8 7 . 4 . Texto seguido para
nuestra traducción, 287.
DANAlDA
Introducción ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 240
l. El poema, 24072, Bibliografia, 244.-3. Texto QUERSIAS
seguido para nuestra traducci6n. 244.
Danaida ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 245 Introducción . .. . .. ... . .. . .. . . . . .. .-. - .. . .. ... - - .
1. Quersias, 292.-2. Bibliografia, 292.
EUMELO DE CORINTO Quersias .. . . .. .. . . .. . .. .. . ... ... .. . ... .. . .. . .,. . ..
Introducción ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 246
l. Datacidn de Eumelo, 246.-2. Obras atribuidas
a Eumelo. 247.-3. Los fragmentos de las Corintfa-
cos, 2 4 8 . 4 . Los fragmentos de la Europia, 253.-
Introducción . . . . . . ... . .. .. . .. . . .. ... ... . .. ... ...
5. El Himno procesional, W . 4 . Fragmentos de 1. Hegesinw y la A ~ i s ,244.-2. Bibliografia, 295.
p x i d b n indet&inada, 255.-7. ~ i b f o g r a f i a ,256.-
8. Texto seguido para nuestra traduccibn, 256.
408 FRAGMENTOS DE ÉPICA GRIEGA ARCAICA INDICE GENERAL 409

PISANDRO DE CAMIRO.
-Págs.
oráculos, 334.-5. Otros fragmentos. 3 3 4 . 4 . Biblio-
aHERACLEAm grafía, 336-7. Testo seguido para nuestra traduc-
ción, 336.
In troduccion .. . .. . .. . . .. .. . . .. .. . . . . . .. .. . . .. ... 297
Epiménides ... ... . . . ... ... ... ... . . . ... ... ... ... ... 337
1 . Pisandro, 297.-2. Reconstrucción del contenido
del poema. 298.-3. Bibliografía. 302.4. Texto se-
guido para nuestra traducción. 302. ARISTEAS DE PROCONESO,
*ARIMASPEASi
Pisandro de Camiro. Heraclea ... ... ... . .. ... .. . .. . 303
In traducción ... .. . . .. .. . . . . . .. .. . . .. . .. .. . .. . . .. 344
1. Autor y fecha del poema, 344.-2. Reconstruc-
ción del contenido de las Arirnmpens. 348.-3. B i b b
Introducción ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 307 grafia. 3 5 0 . 4 . Texto seguido para nuestra traduc-
c i h , 351.
l. Autor y epoca. M7.-2. Argumento, 309.-3. Bi-
bliografía, 3 1 1 . 4 . Texto seguido para nuesma tra- Aristeas de Proconeso, Arimaspeas ... ... ... ... ... 352
ducción. 311.
La Toma de Ecalia . .. .. . . .. .. . .. . .. . . .. . .. . .. . .. 312
Introducción ... ... ... ... ... ... . . . ... ... ... ... ... 355
l . El autor y sii obra, 355.-2. Contenido de la
Introducción . .. .. . . . . .. . . . . . .. .. . .. . . ., . .. .. . .. . 3 14 Heraclea. 356.-3. Contenido de las Jdnicas, 365.-
4. Bibliografía, 367.-5. Texto seguido para nuestra
l . Epoca y autor. 314.-2. Tematica del poema. traducci6n. 368.
314. - 3. Bibliografía, 315. - 4. Texto seguido para
nuestra traduccihn, 315. Paniasis ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 369
Cercopes ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 316
MARGITES
MINIADA Introducción ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 386
Introducción . .. .. . . .. .. . . .. ... . . . .. . . .. .. . . .. . .. 318 1. Autor y fecha, 386.-2. Caractensticas del poe-
ma, 387.-3. Contenido de los fragmentos, 389.-
l. Titulo, autor y epoca. 318.-2. Teseo, 319. - 4. Bibliografía, 391.-S. Texto seguido para nuestra
3. Análisis de los fragmentos. 3 M . d . BibliograFia. traducción. 392.
323.-S. Texto seguido para nuestra traducción, 323.
Miníada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 324

Introducción ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 328
1. Datación y obras de Epiménides, 328.-2. La
-
Teogonia. 330. 3. Las Argonau6icas. 332. - 4. Los

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