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PRESENTACIÓN

El pasado 15 de agosto del año en curso, la Reunión Conjunta, motivada por el mensaje
del Sr. Cardenal José Francisco y por la evaluación de la VI Asamblea Diocesana de Pastoral,
respondió a la consulta que se le hizo sobre el tema de la VII Asamblea Diocesana de
Pastoral; propuso varios temas; mismos que posteriormente se le presentaron al Sr.
Cardenal, que es quien determina la temática de la Asamblea.

La propuesta elegida es la que se refiere a hacer una revisión a las seis Asambleas, con el
fin de sensibilizarnos en el proceso y dar paso a asumirlo, pues como dijo el Sr. Cardenal
en su mensaje: “estamos llegando a un momento en el que nos podemos quedar con la
claridad de la doctrina, de la reflexión, pero con una actitud que no corresponde a dicha
claridad. Por ejemplo la sinodalidad se ha ido entendiendo, pero en muchas actitudes se
nota que no la ponemos en práctica (A.RC.15/9/18)”.

Así pues, estimado agente de pastoral, el Folleto que tienes en tus manos, que
gustosamente te ofrece el Equipo de la Vicaría de Pastoral, ayudará a que tu instancia, sea
de la pastoral territorial o de la funcional, pueda llevar a cabo la asamblea Pastoral 2019,
que dedicaremos a revisar el proceso pastoral que hasta ahora hemos llevado. A cinco años
de haberlo iniciado, de haber quedado en impulsar en nuestra Arquidiócesis la Nueva
Evangelización, es oportuno revisar en dónde estamos y clarificar qué sigue.

Es muy importante que leamos detenidamente el subsidio, que nos fijemos bien en las
indicaciones; que sigamos cuidadosamente los pasos o momentos del método, este nos
lleva como de la mano a jerarquizar las prioridades o acentuaciones para nuestro trabajo
pastoral, y no dar pasos en falso. Si nos fijamos bien en las indicaciones sabremos
responder a lo que se nos pide. En la metodología participativa al debate le llamamos
discernimiento, que consiste en descubrir juntos lo que Dios nos está pidiendo; en el
discernimiento se reflexiona a la luz de la Palabra de Dios, se habla, se comunica, se
propone, se escucha, se prioriza y al final se decide en sinodalidad.

Que nuestra Madre Santísima de Zapopan y nuestros santos y beatos Mártires intercedan
ante el Señor por nosotros, para que así como Ella y ellos le respondieron, así también
nosotros sepamos responderle.

Mons. Rafael Hernández Morales


Vicario de Pastoral

1
NEXO
EL PROCESO DIOCESANO Y SUS INTERPELACIONES

1. El Dios de Jesucristo se nos ha revelado como el Señor de la historia porque actúa siempre en
ella para ofrecer a su pueblo la salvación. Dios no actúa al margen de la historia sino dentro de ella
sin identificarse ni identificar su obra con ella, sino que la trasciende transformándola, al hacerla
Historia de Salvación. En Guadalajara, a través de la Iglesia, Dios actuó en el pasado, actúa en el
presente y seguirá actuando en el futuro, con nosotros, sin nosotros y a pesar de nosotros: a veces,
en nuestra libertad y responsabilidad, los agentes de pastoral hemos actuado con magnanimidad,
con grandeza de corazón, como nuestros primeros evangelizadores, que gestaron una nueva
realidad de vida, cuya influencia aún perdura entre nosotros, o como los mártires que testificaron
con su sangre la fe en Cristo y el amor a la Virgen de Guadalupe. Otras veces, los agentes de pastoral
nos hemos preocupamos de muchas cosas periféricas que priorizamos, como cuando estamos más
preocupados de la institución humana, su economía y sus proyectos, descuidando lo esencial del
Reino y de sus valores, sin embargo, Dios sigue actuando sin nosotros y permite que en medio de
nuestras distracciones se vaya construyendo el Reino. Otras veces, los agentes actuamos con
soberbia, acedia, apatía, pereza o con divisiones; nuestros pecados son públicamente escandalosos
y, sin embargo, a pesar de ello y de nosotros, Dios sigue actuando, incluso fuera de las fronteras de
la Iglesia donde se vive la experiencia de amor gratuito y generoso, la esencia del cristianismo.

2. Hoy, ante la situación de descredito de la Iglesia, frente a los escándalos de algunos de nosotros,
frente a la pecaminosa división contra la comunión y frente a la apatía y acedia que caracteriza a
algunas de nuestras actitudes, a quienes deberíamos ser testigos incansables del Evangelio, Dios
nos está pidiendo la conversión personal y pastoral, que recobremos el amor primero, que nos
dejemos re-encantar por Jesucristo para poder testificar nuestra experiencia con el gozoso
convencimiento de que en él hemos encontrado nuestro gran Tesoro, la Perla Preciosa. La
conversión es someterlo todo al Reino, someter al Reino nuestras personas, nuestros proyectos,
nuestras aspiraciones y anhelos (DA 366). El Reino de Dios lo debe ser todo para nosotros. Para
hacer presente el Reino de los cielos nos ayuda tomar consciencia de las maravillas que Dios ha
hecho y sigue haciendo y seguirá haciendo; tomar consciencia de su presencia salvífica en nuestra
historia para someter nuestras capacidades organizativas, nuestros métodos, técnicas y
herramientas para disponernos a su presencia, a su irrupción graciosa. Por esa consciencia de la
historización de la salvación, podemos pensar en un proceso pastoral en comunión y participación,
en un camino que andamos con los pasos que nuestra Iglesia ha dado a lo largo de su centenaria
historia con la mirada puesta en el horizonte del Reino.

3. En la pastoral no utilizamos la palabra proceso para socializar la historia de salvación, sino para
salvar la historia de la sociedad, para redescubrir que la evangelización es gracia, es obra del Espíritu
Santo que procede siempre con creatividad y sorpresa, pero también la tarea de la evangelización
se ha puesto en nuestras débiles manos, con la precariedad de nuestros métodos y herramientas,
por ello, y en obediencia al Magisterio, hemos de planificar para ser más eficientes, hemos buscar
2
un método para que podamos caminar y alcanzar paulatinamente la meta que nos ha dejado el
Resucitado como misión. Hablamos de proceso cuando se da la conjugación entre tiempo y acción
planificada. Por tanto, proceso es la consecución de pasos metódicos dados en vistas a conseguir
un fin, y tienen las características de ser pasos sucesivos, graduales y progresivos. Sucesivos porque
ningún paso dado es abandonado, sino asumido y prepara el siguiente paso que se debe dar;
gradual, porque se van dando de forma a veces imperceptible, pero real, sin forzarlos, como
consecuencia del caminar “sin prisas, pero sin pausas”; progresivos, porque van adelantando el fin
deseado y cada paso va exigiendo, en la lógica del camino, el ampliar el horizonte. El caminar que
hemos emprendido en nuestra Iglesia diocesana, bajo el episcopado del Sr. Cardenal José Francisco
Robles Ortega, nos pide que nos demos cuenta de la sucesión, la gradualidad y el progreso del
proceso pastoral y que, si es el momento, ampliemos nuestro horizonte, con una nueva etapa, a la
luz de la Iglesia que Cristo quiere en este momento de cambios de paradigmas culturales y de crisis
antropológica.

4. Conocer y querer el proyecto de Cristo para la Iglesia, nos exige una vuelta al Evangelio, teniendo
a Jesucristo y su Reino como única finalidad y a él someter todo, apasionarnos por Jesús y su Reino;
convertirnos y sólo bajo sus criterios cribar lo que pensamos, deseamos, hacemos, amamos; cribar
nuestras teologías, nuestros proyectos, nuestras acciones, nuestros intereses. Nunca debemos
ceder a la tentación de voltear a otro horizonte que no sea el del Reino de los cielos ni tener otros
criterios que no sean los del Reino. Debemos pedir a Dios que haga arder nuestro corazón para
dejar nuestras apatías, acedias, comodidades.

5. Hoy también la realidad del mundo nos está desafiando a responder, con la elocuencia de la
coherencia de vida y con la capacidad de ponernos a los pies del Maestro como discípulos
misioneros, a asumir con ardor y audacia la misión que nos confía. Las perspectivas sobre la religión,
en los análisis sociológicos actuales, no son halagüeños para la Iglesia Católica, incluso hay quienes
llegan afirmar que nosotros somos la última generación cristiana de forma institucional. Quizá no
hemos leído la gravedad del tiempo y nos confiamos irresponsablemente, como los judíos antes
de la deportación, en la promesa de la perennidad del Templo (Jer 7,1-11); quizá, como la política
correcta del burócrata, nos conformamos con administrar lo que hemos recibido, sin la alegría ni la
audacia del que se sabe testigo; la sociedad actual nos ve que estamos adormilados, aburguesados,
anquilosados, mundanos; nos juzgan como idólatras de Mammón, más interesados en el dinero
que en el Reino; quizá seguimos en la seguridad que nos da la oveja que acariciamos una y otra
vez, olvidándonos de las 99 alejadas que hemos de buscar como pastores… quizá la única oveja se
canse de ser esquilada y también se vaya...

6. El proceso pastoral nos lleva a tener la mirada puesta en Aquel que es el «Camino, la Verdad y la
Vida» (Jn 14,6) y caminar dando pasos sucesivos, graduales y progresivos. En este momento, hemos
abonado al proceso lo que podríamos llamar la SENSIBILIZACIÓN frente a la exigencia misionera
del Evangelio y el reto de la historia presente. Hoy el Espíritu nos ha llevado a tocar nuestro corazón
como agentes pastorales, para que busquemos actuar tanto personalmente, como en nuestras

3
estructuras, bajo los criterios de espiritualidad de comunión y sinodalidad. Leeremos los pasos
dados, en lo que podríamos llamar primera etapa, de forma retrospectiva para darnos cuenta de la
concatenación de las pisadas dadas y abrir nuestro horizonte para una nueva etapa.

PASOS SUCESIVOS

7. De la VI a la I Asamblea podemos ver ya los pasos dados y su sucesión:

a. Tenemos los criterios o acentuaciones para revisar nuestras estructuras pastorales:


Espiritualidad de comunión y sinodalidad. La sinodalidad es expresión de comunión; nos pide
tener una gran capacidad de escucha, de generar espacios de participación conforme al ministerio,
carisma o servicio de cada uno de los bautizados y una definida y clara opción preferencial por los
pobres.

b. Tenemos la conciencia de la necesidad de evaluar y renovar nuestras estructuras


eclesiales para que estén capacitadas a dar la vida nueva de Cristo a las periferias existenciales
prioritarias.

c. Tenemos periferias existenciales prioritarias: familias en crisis, jóvenes en crisis, tejido


social roto como concreción de los interlocutores privilegiados para compartir con ellos la vida
nueva de Cristo (el para qué de nuestro objetivo).

d. Tenemos la claridad que cada uno de los que participamos en la Asamblea somos los
primeros animadores del proceso pastoral. También escuchamos que en algunas ocasiones los
presbíteros somos los agentes con mayor resistencias al proceso.

e. Tenemos las 7 líneas de acción como la mística que debe acompañar cada acción
pastoral. Cada una de estas líneas debiera concretarse en todas y cada una de las acciones que
hacemos como cristianos y como Iglesia.

f. Tenemos objetivo diocesano común: impulsar la nueva evangelización mediante el


anuncio del kerigma a todos, la formación integral y permanente, para fortalecer nuestras
comunidades eclesiales y así nuestro pueblo en Cristo tenga vida plena.

PRIMERA ETAPA
?

Espiritualidad Periferias
de comunión y existenciales
sinodalidad Líneas de Objetivo Que el Espíritu del
prioritarias Señor llegue al
Acción Diocesano
Asambleístas, corazón de cada
animadores agente de pastoral
del proceso y todas las
Renovación estructuras para
de suscitar la
estructuras conversión
personal y pastoral
4
PASOS GRADUALES Y PROGRESIVOS

8. En el esquema podemos ver que cada paso exige al siguiente de forma gradual y va haciendo
posible, de forma progresiva, la realización del objetivo, que no se logra de “golpe y porrazo”, sino
a pequeños pasos: sucesivos, graduales y progresivos, como se ha mencionado. Las actitudes de
espiritualidad de comunión y sinodalidad son necesarias para poder evaluar y renovar nuestras
estructuras; renovar a la luz de Cristo las estructuras, a fin de ser la Iglesia que Cristo quiere (el
primer para qué de nuestro objetivo), es muy necesario para poder compartir su vida nueva y plena
a las periferias existenciales prioritarias; éstas concretan el quién necesita más urgentemente la vida
nueva de Cristo, que es el último para qué de nuestro objetivo. Estas periferias existenciales nos
exigen ser animadores del proceso pastoral y tenerlo claro. Las líneas de acción son la mística que
puede verdaderamente conducirnos a ser esos animadores cuando no perdemos de vista que
ninguna falte en ninguna de nuestros proyectos y en nuestras acciones, y así estaremos
acercándonos un poco más al cumplimiento de nuestro objetivo.

9. Falta todavía más… nos falta mucho… Pero tenemos los elementos suficientes para reflexionar,
discernir y asumir los pasos de nuestro proceso y ser sus animadores, a fin de pasar a otra etapa,
que a su vez supone esta. No podremos seguir el proceso, pensando en las siguientes etapas más
operativas, sin antes asumir esta etapa fundamental de sensibilizarnos, lo que pide dos cosas
fundamentales: dejarnos tocar por el anuncio del kerigma a nosotros primero y fortalecer nuestra
formación integral y permanente.

10. La asamblea pastoral para el ciclo 2019 nos ayudará a revisar no sólo nuestras actividades de
nuestra instancia, sino también a hacer una seria evaluación de cómo hemos entendido, vivido y
transmitido la alegría del Evangelio en nuestra Iglesia diocesana de Guadalajara ayudados de las
herramientas que nos ofrece la metodología participativa y del proceso que, bajo la guía del Espíritu
Santo, se ha emprendido, asumiendo agradecidos los pasos que se han dado, vislumbrando y
generando un futuro esperanzador y actuando con responsabilidad histórica en el momento
presente.

5
INTRODUCCIÓN

¿Qué es la Asamblea Pastoral?

La reunión de todos los agentes de pastoral, previamente convocados, por el


coordinador de cada instancia diocesana. Por ejemplo: en una parroquia el
párroco, en una cuasi-parroquia el cuasi-párroco, en alguna otra comunidad
el sacerdote responsable; él convocará a los representantes de todos los
Es grupos, ministerios, zonas (sectores, barrios) existentes.
En cuanto a las Comisiones y Secciones y la Vida Consagrada se reúnen todos
los agentes previamente convocados por su Asesor, Coordinador o Superior,
según sea el caso.

 Discernir cuáles retos y exigencias siguen vigentes para la realidad


Para particular de nuestra instancia y darles seguimiento pastoral; y tomar
en cuenta los nuevos retos y las nuevas exigencias.
 Elaborar las metas que nos comprometan al trabajo común, tomando
en cuenta las prioridades diocesanas y el contexto particular: la
renovación eclesial, de todas las estructuras de la Iglesia, conforme a
los criterios que nos ofreció la VI Asamblea Diocesana de Pastoral.
 - Programar y calendarizar las actividades comunitarias.

Finalidad Impulsar la Nueva Evangelización mediante el proceso pastoral diocesano.

¿Quiénes participan?
Todos los agentes de pastoral en su propia instancia diocesana.

6
Programa de trabajo Asamblea Pastoral 2019
Momentos Actividad Cómo (recursos)
El coordinador de cada
instancia diocesana, con su
- Preparación equipo coordinador y/o
Pasos previos - Convocatoria equipo nato, preparan y
convocan a quienes
participarán en la asamblea
pastoral de este nuevo ciclo.
1.- Evaluar el camino de nuestra 1. Una ficha para la evaluación
instancia a partir de nuestras metas, de nuestra instancia.
Ver con los ojos que nos propusimos para este año 2. Una encuesta para evaluar
del Padre 2018 que estamos por finalizar. la incidencia de las Asambleas
2.- Evaluar qué tanto han incidido las Diocesanas en la propia
Asambleas Diocesanas en la propia instancia y su entorno.
instancia y su entorno.

Profundizar en la sinodalidad y la Ficha de trabajo para


Pensar con los espiritualidad de comunión. determinar nuestras
criterios del Hijo Exigencias.

Partiendo de nuestros Retos y Ficha de discernimiento


Exigencias, asumiremos lo que nos
ayude a sensibilizarnos en el proceso
Actuar con la diocesano.
fuerza del Elaboraremos las metas que nos Ficha para la elaboración de
Espíritu Santo lleven a seguir fortaleciendo nuestras metas.
comunidades eclesiales y a dar vida,
en Cristo, a nuestro pueblo.
Haremos nuestra programación y Ficha de programación
calendarización.
Celebrar y Es muy importante concluir la Asamblea dando gracias a Dios y
Festejar festejando juntos el haber trabajado en comunión y sinodalidad.

7
CRONOGRAMA
En distintos encuentros se ha pedido que las diferentes instancias diocesanas (vicaria de
pastoral, comisiones, dimensiones, seminario, curia y vida consagrada) ofrezcan subsidios
que fortalezcan el proceso diocesano y animen la vida de nuestras comunidades
parroquiales. Para ir logrando esto, es necesario que la pastoral funcional escuche a la
pastoral territorial.

Partiendo de que la base del trabajo pastoral es cada parroquia, entonces es necesario que
escuchemos las necesidades reales de las parroquias, para que los subsidios sean lo más
adecuados y oportunos posibles.

Para ello se propone seguir el siguiente cronograma para la Asamblea Pastoral de este
período 2018-2019.

Asamblea de Pastoral:

Tiempo Instancia diocesana.


Octubre a diciembre 2018. Asamblea pastoral a nivel parroquias
Primera quincena de enero del Asamblea pastoral a nivel decanato
2019.
Segunda quincena de enero. Asamblea pastoral a nivel vicaría episcopal.
Primera quincena de febrero. Asamblea pastoral a nivel comisiones diocesanas y vida
consagrada
26, 27 y 28 de Junio VII Asamblea Diocesana de Pastoral

Objetivo General: Sensibilizarnos en el proceso diocesano,


mediante la revisión de las Asambleas Diocesanas, para asumirlo.

8
PRIMER MOMENTO METODOLOGICO
VER CON LOS OJOS DEL PADRE
(Marco de la realidad)

Objetivo Específico:
Evaluar el trabajo pastoral de nuestras instancias y la incidencia de las Asambleas
Diocesanas en ellas y en su entorno social y eclesial.

Finalidad:

En la planeación participativa, la mirada de la realidad no se hace desde una óptica


ideológica ni aséptica; tampoco es un acercamiento científico a la realidad con intereses
sociológicos. Es la mirada creyente, aquella que ve con los ojos de fe y, desde esta mirada,
descubre el plan amoroso de Dios. «En todas las cosas interviene Dios para bien de los que
lo aman» (Rm 8,28). La mirada de fe sobre la realidad reclama un ángulo desde el cual se
observe todo con la exigencia de la conversión personal y pastoral, que nos lleve a asumir,
con alegría, la voluntad de Dios expresada en los signos de los tiempos.

El presente plan pastoral recurre al marco de la realidad, reconociendo a ésta como un


lugar teológico, es decir, un espacio donde Dios se hace presente para ofrecer su salvación
y en el cual interpela a la Iglesia sobre su identidad y misión, pues la Iglesia es el sacramento
universal de salvación para el mundo, que, sin ser del mundo, con su acción y por la fuerza
del Espíritu, pretende transformarlo en la civilización del amor. (VI Plan diocesano nn. 14-
15).

Continuamos este trabajo de sensibilización en el proceso diocesano desde nuestra


asamblea pastoral, tomando conciencia de qué tanto ha incidido en nuestras instancias y
en su entorno.

Propuesta de trabajo:
Para la evaluación se nos proponen dos momentos:
1.- Evaluar el camino de nuestra instancia a partir de las metas que nos propusimos para
este año 2018, que estamos por finalizar.
2.- Evaluar la incidencia del proceso diocesano en cada instancia y su entorno social y
eclesial.

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Primer Momento de Evaluación

Oración

Invocación al Espíritu Santo

SECUENCIA AL ESPÍRITU SANTO

Ven Dios Espíritu Santo, Sin tu inspiración divina


y envíanos desde el cielo los hombres nada podemos,
tu luz para iluminarnos y el pecado nos domina.

Ven Padre de los pobres, Lava nuestras inmundicias,


luz que penetra en las almas, fecunda nuestros desiertos,
dador de todos los dones. cura nuestras heridas.

Fuente de todo consuelo, Doblega nuestra soberbia,


amable huésped del alma, calienta nuestra frialdad,
paz en las horas de duelo. endereza nuestras sendas.

Eres pausa en el trabajo; Concede a los que ponen en ti


brisa, en un clima de fuego, su fe y su confianza,
consuelo en medio del llanto. tus siete sagrados dones.

Ven, luz santificadora, Danos virtudes y méritos,


entra hasta el fondo del alma, danos una buena muerte,
de todos los que te adoran. y contigo el gozo eterno.

Lectio divina: Primera Carta a los Corintios 3, 8-12

a) Lectura del texto en voz alta


8
Además el que planta y el que riega son una misma cosa, si bien cada cual
recibirá el salario según su propio trabajo. 9 Nosotros somos colaboradores de
Dios, y vosotros, el campo que Dios cultiva, el edificio que Dios construye. 10
Conforme a la tarea que Dios me confió, yo, como buen arquitecto, puse los
cimientos, y otro construye sobre ellos. ¡Pero que cada cual mire cómo
construye! 11 Pues nadie puede poner otros cimientos que los ya puestos:

10
Jesucristo. 12 Sobre estos cimientos se puede construir con oro, plata, piedras
preciosas, madera, heno o paja…

b) Silencio meditativo 5’
c) Preguntas para la reflexión (compartir)
¿Cómo ilumina esta Palabra la evaluación de nuestro trabajo pastoral?
¿En qué medida tenemos a Cristo como centro y cimiento de nuestra pastoral?

Trabajo en Grupos

Puede ser por grupos parroquiales, zona, áreas, departamento, dimensión. Para llenar la
siguiente ficha de evaluación:

Ficha de Evaluación (No. 1)

Meta Logros. Deficiencias. Retos.

Meta I

Meta II

Meta III

11
Plenario:

Cada equipo de trabajo comparte sus retos y entre todos señalamos los que consideremos
más significativos para asumirlos como instancia y darles respuesta a corto, mediano o
largo plazo.

Segundo momento de Evaluación

El proceso pastoral de la Iglesia de Guadalajara nos está interpelando

Esta etapa del proceso pastoral de nuestra Diócesis de Guadalajara se fundamenta y se


inspira en el llamado de los últimos Pontífices y del Magisterio Latinoamericano a
emprender con audacia misionera la Nueva Evangelización, que es una urgencia de nuestro
tiempo y una necesidad inscrita en el mismo ser misionero de la Iglesia. Se ha elegido la
metodología pastoral participativa porque mejor responde al misterio de la Iglesia, que es
comunión y participación; es la forma como podemos ser una Iglesia comunional y sinodal
en la que se reconocen, valoran y promueven los diversos carismas, dones y ministerios
que el Espíritu suscita en ella.

La conversión personal y pastoral, entendidas también como renovación de personas,


estructuras y métodos, son una exigencia en esta búsqueda de fidelidad a Jesús y a la
esencia de su Esposa, la Iglesia. Hay muchas inercias y resistencias para ello, como siempre
las hay en el camino de conversión; es importante que seamos conscientes de ellas y
seamos capaces de discernir con espíritu evangélico lo que Señor nos está pidiendo aquí
ya ahora. Algunas de esas inercias y resistencias las ha señalado el Papa Francisco
sintetizándolas en una palabra: clericalismo.

El clericalismo lo podemos entender como: tener objetivos diversos a la evangelización,


sean políticos o económicos con actitudes empresariales, mundanas y proselitistas;
discernir la realidad con criterios mundanos; hacer una diferenciación excluyente entre
clérigos y seglares, llevando a los primeros a un cierto narcisismo espiritual
(paradójicamente conduce a la secularización del clero y al fariseísmo); creer que la
evangelización corresponde por derecho a los consagrados y que los seglares son solo
colaboradores, no dejándolos participar en la toma de decisiones; clericalizar a los laicos,
haciendo que centren su apostolado autorreferencialmente en la Iglesia o que sigan los
criterios de segregación clerical; ideologización del mensaje evangélico, llevando a un
acomodo del evangelio a los propios intereses o gustos, a la absolutización de los métodos

12
sin espíritu, al empirismo pastoral, a la sectorización o absolutización de una verdad sobre
otra, etc.

La Asamblea Pastoral, en el momento de la evaluación nos puede ayudar a reflexionar, de


forma personal, en nuestras actitudes como agentes de pastoral: laicos comprometidos,
religiosas y religiosos, y los presbíteros, encargados de una comunidad y primeros
animadores del proceso pastoral.

SUGERENCIAS PARA EL TRABAJO:

Se busca con esta evaluación, un tanto cuantitativa, llegar a tener un diagnóstico, lo más
objetivo y serio posible, sobre la asimilación y aplicación concreta del proceso pastoral de
la Diócesis en cada comunidad parroquial, en el decanato y la vicaría episcopal; así como
en las distintas comisiones con sus dimensiones o secciones. Te pedimos que seas lo más
sincero sin maquillar la realidad ni tampoco que respondas con lo que te gustaría que
fueran las cosas. El primer paso de la conversión es reconocer la realidad como es y en ella
descubrir el paso del Señor, que viene a salvarnos y, por otra parte, reconocer nuestros
vacíos y tomar conciencia de ellos con la finalidad de emprender un camino de renovación
evangélica.

ETAPA PARROQUIAL Y/O DEPARTAMENTO, AREA, COMUNIDAD RELIGIOSA.


 Se sugiere sacar las copias de la encuesta que sean necesarias para darle una a cada
uno de los agentes de pastoral (incluido el equipo sacerdotal). Conviene leer
atentamente y responder sinceramente en un momento oportuno, incluso puede
hacerse delante del Santísimo Sacramento y antes de la Asamblea Parroquial. Para
favorecer la objetividad, creemos que NO es necesario poner el nombre de las
personas que la contestan, de modo que puedan sentir la libertad de señalar lo que
piensen.
 En un momento oportuno, hacer el vaciado de la encuesta, tratando de recoger
todas las respuestas, haciendo la suma de cada casillero de forma horizontal.
 En la Asamblea Parroquial presentar los resultados de la encuesta. En ellos
aparecerán las veces que hay coincidencia y eso puede dar oportunidad a que haya
comentarios. De esos resultados hay que ver cuáles han sido los logros y las
deficiencias que notamos a partir de la lectura de los datos, así como sus causas.
 Enseguida, frente a los resultados y su análisis, nos planteamos dos retos.
 EL VACIADO DE LA ENCUESTA, que es la suma de las coincidencias de forma
horizontal, ASÍ COMO LOS DOS RETOS QUE SURGEN DEL ANALISIS DE LOS
TOTALES DE LA ENCUESTA DE CADA COMUNIDAD, SE ENVIARÁN
OPORTUNAMENTE AL DECANO PARA LA ASAMBLEA DECANAL. NO se enviarán
ni los logros ni las deficiencias ni las causas.

13
 Para evitar susceptibilidades de fiscalización conviene NO poner el nombre de la
comunidad.

ETAPA DECANAL Y/O DIMENSIÓN


 El Decano y su equipo nato o eclesial, recibirá oportunamente el vaciado de las
encuestas y los dos retos de cada comunidad y, a su vez, hará el vaciado decanal
haciendo la suma total de las coincidencias de forma horizontal, conservando
íntegra la suma sin agregar o quitar. También hará el vaciado de los retos.
 En el momento oportuno de la Asamblea Decanal, se presentarán los resultados del
vaciado y conviene que se abra un espacio de diálogo para analizar los logros, las
deficiencias y sus causas que nos sugieran los resultados de la encuesta. Se propone
que el decanato asuma dos retos.
 EL VACIADO DE LA ENCUESTA, QUE ES LA SUMA DE LAS COINCIDENCIAS DE
FORMA HORIZONTAL, ASÍ COMO LOS DOS RETOS QUE SURGEN DEL ANALISIS DE
LOS TOTALES DE LA ENCUESTA ASUMIDOS POR EL DECANATO, SE ENVIARÁN
OPORTUNAMENTE AL VICARIO EPISCOPAL PARA LA ASAMBLEA VICARIAL. NO se
enviarán ni los logros ni las deficiencias ni las causas.
 Los delegados de cada decanato para participar en la Asamblea Diocesana deberán
comprender y anotar los logros, las deficiencias y las causas para que participen
activamente en la Asamblea Diocesana, compartiendo lo que se ha discutido en su
Decanato.
 No es necesario poner el nombre del decanato.

ETAPA VICARIAL (O DE COMISIONES, VIDA CONSAGRADA Y SEMINARIO)


 El Vicario Episcopal y su equipo nato o eclesial (o bien, el encargado de cada
comisión, la vicaría de la vida consagrada y el seminario), recibirá oportunamente el
vaciado de las encuestas y los dos retos de cada decanato y, a su vez, hará el vaciado
vicarial de la encuesta, conservando la suma total de las respuesta sin agregar o
quitar nada. También hará el vaciado de los retos.
 En el momento oportuno de la Asamblea Vicarial, se presentarán los resultados del
vaciado y conviene que se abra un espacio de diálogo para analizar los logros, las
deficiencias y sus causas. Se sugiere que la vicaría, la comisión, la vicaría de vida
religiosa y el seminario asuman dos retos cada una de estas instancias.
 EL VACIADO DE LA ENCUESTA, QUE ES LA SUMA DE LAS COINCIDENCIAS DE
FORMA HORIZONTAL, ASÍ COMO LOS DOS RETOS QUE SURGEN DEL ANALISIS DE
LOS TOTALES DE LA ENCUESTA ASUMIDOS POR LA VICARÍA (comisión, vicaría de
vida consagrada, seminario), SE ENVIARÁN OPORTUNAMENTE A LA VICARÍA
DIOCESANA DE PASTORAL PARA LA ASAMBLEA DIOCESANA. NO se enviarán ni
los logros ni las deficiencias ni las causas.

14
o A LA VICARÍA DIOCESANA DE PASTORAL SE ENVIARÁ SÓLO LA SUMA
TOTAL DE LA ENCUESTA Y LOS DOS RETOS DE CADA VICARÍA
EPISCOPAL, COMISIÓN, VIDA CONSAGRADA Y SEMINARIO.

INDICACIONES PARA LA ENCUESTA

 RESPUESTA DE LA ENCUESTA DE FORMA PERSONAL:


o Cuando se contesta de modo personal colocar en el recuadro derecho una x.
o Se tacha con una x sólo un indicador por pregunta.
o Sólo en la pregunta 13 se pueden tachar varias veces, sólo hay que poner las
razones de cada indicador, como lo señala el recuadro.
o Se pide que seas sincero, honesto y coherente.

 RESPUESTA DE LA ENCUESTA A NIVEL PARROQUIAL


o Se hace la suma de las x en cada recuadro derecho (sólo de forma horizontal).
o Se eligen 2 retos.

 RESPUESTA DE LA ENCUESTA A NIVEL DECANAL – VICARIAL:


o Se hace la suma de cada recuadro de forma horizontal.
o Se eligen 2 retos.

EJEMPLOS
A NIVEL PERSONAL
1. Conozco y aprecio la No la conozco ni me interesa conocerla
metodología pastoral Creo que hay otras metodologías mejores
participativa. Me parece difícil y complicada
No la conozco, pero quisiera conocerla X
La conozco y la aprecio, es muy valiosa
No me parece la aplicación que hacemos en Gdl
2. Entiendo el proceso pastoral No veo hacia dónde vamos, no hay claridad
y la concatenación de los Hay cosas nuevas sin nexo con lo anterior
diversos pasos que se han dado Veo con claridad los pasos que se han dado y
en las Asambleas hacia dónde se quiere llegar
Tengo que reflexionar más para entenderlo X

15
A NIVEL PARROQUIAL – DECANAL – VICARIAL
1. Conozco y aprecio la A) No la conozco ni me interesa conocerla 13
metodología pastoral B) Creo que hay otras metodologías mejores 6
participativa. C) Me parece difícil y complicada 21
D) No la conozco, pero quisiera conocerla 74
E) La conozco y la aprecio, es muy valiosa 8
F) No me parece la aplicación que hacemos en 2
Gdl
2. Entiendo el proceso pastoral A) No veo hacia dónde vamos, no hay claridad 37
y la concatenación de los B) Hay cosas nuevas sin nexo con lo anterior 11
diversos pasos que se han dado C) Veo con claridad los pasos que se han dado y 14
en las Asambleas hacia dónde se quiere llegar
D) Tengo que reflexionar más para entenderlo 62

RECORDEMOS:

RETO: El sentido que le damos al Reto en nuestro primer momento metodológico (VER),
es el que se constituye como un desafío para quien decide afrontarlo y al mismo tiempo
también se convierte en un estímulo.

Ejemplos:
El equipo de fútbol soccer está dispuesto a asumir el reto y tratar de ganar el título, a
pesar de la situación en la que se encuentra.
Llegar a la cima de la montaña fue un verdadero reto, pero gracias al entrenamiento
previo pude lograrlo.
Dejar de fumar
Bajar de peso
Tener agua potable para todos
Reducir la brecha entre las clases sociales
Hacer frente al cambio climático

16
ENCUESTA

1. Conozco y aprecio la A) No la conozco ni me interesa conocerla


metodología pastoral B) Creo que hay otras metodologías mejores
participativa. C) Me parece difícil y complicada
D) No la conozco, pero quisiera conocerla
E) La conozco y la aprecio, es muy valiosa
F) No me parece la aplicación que hacemos en
Gdl
2. Entiendo el proceso pastoral A) No veo hacia dónde vamos, no hay claridad
y la concatenación de los B) Hay cosas nuevas sin nexo con lo anterior
diversos pasos que se han dado C) Veo con claridad los pasos que se han dado y
en las Asambleas hacia dónde se quiere llegar
D) Tengo que reflexionar más para entenderlo
3. Soy animador del proceso A) No, no me interesa ni tengo tiempo
pastoral y me formo para ello B) Yo llevo mi propio proyecto pastoral
C) Sí soy animador. leo, me informo, me formo y
lo hago con los demás
D) Me gustaría, pero hasta ahora no lo conozco
bien
4. Sigo las sugerencias y A) Más bien lo de otras diócesis, me parece mejor
subsidios que se dan de parte B) No entiendo el lenguaje, es muy complicado
la Vicaría de Pastoral C) Me parecen que los subsidios aportan y
ayudan
D) No los conozco, pero me gustaría conocerlos
5. Aprecio y me parecen A) Me parecen tendenciosos
adecuados los contenidos B) Son muy elevados, para especialistas
doctrinales C) Me parecen buenos, fundamentados y
concordes con el Magisterio Pontificio y
Latinoamericano
D) No los conozco, me gustaría conocerlos
6. Tengo claro el objetivo A) Me parece muy vago, impreciso
diocesano de pastoral B) No es claro ni motivador
C) Procuro tenerlo como horizonte inspirador
D) Necesito ponerle más atención
7. Las líneas comunes de acción A) Me parecen un apéndice sin relación con el
inspiran transversalmente objetivo
B) Son actividades que se deben programar
17
todas nuestras actividades C) Las vivo como la mística de mis acciones
programadas y las ordinarias. D) Me hace falta entenderlas como un eje
transversal
8. Qué actitudes nos faltan A) Veo ocupados a los sacerdotes en otras cosas,
como agentes de pastoral para necesitan enamorarse más de su ministerio
asumir y animar con alegría el B) Humildad para estar en comunión con el
proceso diocesano de pastoral Obispo
C) Corresponsabilidad con la pastoral diocesana
D) Dar espacio a todos, la Iglesia es clericalista
E) Sentir con la Iglesia, sentirme partícipe de ella
9. Me entusiasma el proceso A) No me entusiasma ni me interesa, yo llevo mi
pastoral de la Iglesia plan
Diocesana. B) Pertenezco a un grupo que tiene ya su propio
plan
C) Me entusiasma mucho, procuro hacerlo
operativo
D) Me entusiasma, pero no sé cómo hacerlo
operativo
10. Somos una Iglesia que vive A) En realidad no me siento escuchado en la
la espiritualidad de comunión Iglesia
en actitud de sinodalidad B) La comunión es hacer lo que la cabeza dice
C) Me he esforzado en crear espacios de escucha
y comunión. Como el ECB
D) No entiendo todavía lo que es sinodalidad
11. Hacemos operativa la A) Tengo un buen Equipo Coordinador Básico
sinodalidad en los diversos B) El Decanato tiene Equipo Eclesial
consejos pastorales C) La Vicaría tiene Equipo Eclesial
D) Estoy enterado de la vida diocesana porque es
fluida la comunicación
12. Veo necesaria una A) No creo que necesite cambiar nada, estamos
renovación en la Iglesia, para bien
que sea más evangélica B) Es urgente que todos cambien, yo estoy bien
C) Necesito convertirme yo
D) Me gustaría que comenzaran los que están al
frente
13. Qué estructuras diocesanas A) El Seminario
necesitan renovarse para hacer B) La Curia
C) La Vicaría Diocesana de Pastoral

18
más eficiente y eficaz el D) La parroquia
proceso pastoral E) El Decanto y las Vicarías Episcopales
territoriales
F) Las comisiones y secciones
(El resultado de este recuadro pasarlo integro a la siguiente instancia)

En el casillero vacío poner el


porqué de la que consideres
más urgente

14. Somos una Iglesia en salida, A) La salida a las periferias es solo discurso
atendiendo nuestras periferias B) Se atienden amablemente cuando vienen a la
existenciales prioritarias Iglesia
C) Se tiene ya un proyecto de atención, aunque
sea a una de las periferias existenciales
prioritarias
D) Hemos hecho algunas cosas, pero son
esporádicas
15. Tengo claro las situaciones A) La crisis es sólo una cuestión social. No nos
de crisis que viven las familias afecta
B) Creo que atender a familias en crisis es abrir la
puerta a la ideología de género o aceptar nuevas
formas de vivir la familia
C) Conozco y soy sensible a la realidad de crisis
que viven las familias.
D) Me gustaría tener herramientas para llegar a
ella.
16. Tengo claro las situaciones A) La crisis es sólo una cuestión social. No nos
de crisis que viven los jóvenes afecta
B) Creo que atender a jóvenes en crisis es abrir la
puerta a la ideología de género o aceptar nuevas
formas de vivir la familia
C) Conozco y soy sensible a la realidad de crisis
que viven los jóvenes y el tejido social
D) Me gustaría tener herramientas para llegar a
ellos

19
17. Tengo claro las situaciones A) La crisis es sólo una cuestión social. No nos
de crisis que vive el tejido social afecta
B) Hablar del tejido social es socialista, no nos
toca
C) Conozco y soy sensible a la realidad de crisis
que viven el tejido social
D) Me gustaría tener herramientas para llegar a
ellos
18. Los programas, iniciativas A) No es necesario programar, lo importante es
responden realmente para hacer
llevar la vida de Cristo B) Programar es perder el tiempo, no se hace
nada
C) Hemos programado y hemos tenido algunos
resultados muy bonitos
D) Me gustaría aprender a programar.
19. Qué herramientas o medios A) Creo que es suficiente con la fuerza del Espíritu
utilizo para llegar a las B) Utilizo las herramientas ya establecidas en
periferias existenciales movimientos extraparroquiales
prioritarias C) Buscamos distintas herramientas, a veces
pegan y a veces no, pero no nos desanima
D) Me gustaría tener acceso a mayor
conocimiento metodológico y de herramientas
para responder evangélicamente a la realidad
Otras aportaciones libres en
relación al proceso.
«Sé conciso y preciso»

RETOS

20
SEGUNDO MOMENTO METODOLOGICO
JUZGAR CON LOS CRITERIOS DEL HIJO
(Marco Doctrinal)

Objetivo específico:
Profundizar en el proceso diocesano de pastoral a la luz de las Acentuaciones de la VI
Asamblea, para definir las Exigencias de cada instancia.

Finalidad:
En este segundo momento metodológico, buscaremos descubrir para asumir, en comunión
y participación, las “exigencias” que surgen del estudio-reflexión de lo que Dios, en su
Palabra, en la enseñanza de la Iglesia, como creyentes, nos está pidiendo en este momento
de nuestro proceso diocesano de pastoral.

Recordamos las «Ideas Fuerza», como ideas centrales cargadas de significado que indican
el corazón de lo que se desea y se quiere…Son el apoyo y dan paso a la reflexión de las
“exigencias” pastorales, las cuales son entendidas como una interpelación que nos hace
la Palabra de Dios, La Tradición y el Magisterio de la Iglesia frente a los vacíos pastorales,
a los que nos urge dar respuesta... (VI Plan # 93).

Las “Exigencias”son frases breves pero contundentes, se escriben en infinitivo, sin anotar
el “para qué”, propio de un objetivo.

Propuesta de trabajo:

Para la presente Asamblea, se sugiere como iluminación, el tema que profundiza sobre las
acentuaciones de la VI Asamblea Diocesana, la “Sinodalidad” y la “Espiritualidad de
comunión” y la relación existente entre ellas; actitudes sumamente importantes, al asumir
e insertarse en el proceso diocesano de pastoral.

El estudio, profundización y reflexión, puede hacerse en tres formas y/o momentos:

 La lectura-estudio personal de parte de cada uno de los asambleístas, resaltando


(hasta subrayando) las “Ideas Fuerza” y las “exigencias” que ellas despiertan. Luego
se comparten en un equipo.
21
 La exposición dirigida del tema y la posterior profundización en equipos de trabajo,
donde se compartan las “Ideas fuerza” y las “exigencias” detectadas en el estudio
personal. Cada equipo sugiere dos exigencias significativas a la asamblea de la
instancia.
 La lectura-reflexión en equipos, compartiendo luego las “ideas fuerza” y sacando
todas las “exigencias” sugeridas, para luego sugerir solo dos, al pleno de la Asamblea
de la instancia.

Se sugiere que cada instancia elija y asuma solo dos exigencias, que se traduzcan luego en
su ‘proyecto’ de trabajo para el siguiente periodo.

Oración

Invocación al Espíritu Santo (cfr. día 1)

Lectio divina: Carta a los Filipenses 2, 1-5

a) Lectura del texto en voz alta


1
Así pues, si hay una exhortación en nombre de Cristo, un estímulo de amor,
una comunión en el Espíritu, una entrañable misericordia, 2 colmad mi alegría,
teniendo un mismo sentir, un mismo amor, un mismo ánimo, y buscando todos
lo mismo. 3 No hagáis nada por ambición o vanagloria, sino con humildad,
considerando a los demás superiores a uno mismo, 4 y sin buscar el propio
interés, sino el de los demás. 5 Tened entre vosotros los mismos sentimientos
que Cristo:

b) Silencio meditativo 5’
c) Preguntas para la reflexión (compartir)
¿Aceptamos con sencillez y humildad trabajar en las acentuaciones de nuestra
pastoral: sinodalidad y espiritualidad de comunión?
¿Qué tendríamos que hacer para llegar a tener un mismo sentir, un mismo
proyecto pastoral?

22
ACENTUACIONES
VI ASAMBLEA DIOCESANA DE PASTORAL

PREAMBULO

ACENTUACIONES
1. La Iglesia de Guadalajara ha emprendido, a partir del episcopado del Sr. Cardenal José
Francisco Robles Ortega, un proceso pastoral utilizando las herramientas de la metodología
participativa, en la que todos tomamos parte conforme a nuestro particular ministerio,
carisma o servicio. La metodología participativa reclama en sí misma una actitud personal
y eclesial de comunión y sinodalidad, aspectos que la VI Asamblea Diocesana de Pastoral
ha acentuado como criterios de discernimiento para revisar y renovar nuestras estructuras
pastorales diocesanas para que nuestro pueblo en Cristo tenga vida plena. Se enuncian
estas acentuaciones como el Sr. Cardenal las ha aprobado y asumido:

a. Promover la sinodalidad como expresión de comunión y participación de la Iglesia y


buscar los cauces para ponerla en práctica en todas las instancias y estructuras diocesanas.

b. Vivir la espiritualidad de comunión participando corresponsablemente en la Iglesia e


incidiendo en la sociedad por medio de la cultura de la solidaridad.

2. En razón de mutua imbricación de ambas acentuaciones no se hará la siguiente reflexión


sobre cada una de las acentuaciones por separado, sino que se hará una lectura transversal,
por medio de ejes vectores que nos ayuden a concretarlas como criterios de revisión y
renovación de estructuras diocesanas.

INTRODUCCIÓN

SINODALIDAD, EXPRESIÓN CONCRETA DE COMUNIÓN


3. La sinodalidad es una expresión elocuente de la comunión, que es la finalidad de la
economía de la salvación, por la cual Dios nos creó a su imagen y semejanza para que
pudieramos entrar en comunión de amor con él en su Hijo Jesucristo, respondiendo a su
llamada libre y responsablemente bajo la acción del Espíritu Santo. Esta comunión con Dios,
por voluntad suya, se logra en la comunión entre todos aquellos que hemos sido
predestinados a la plenitud de vida en la participación de la vida divina, es decir, de todos
los hombres, pues Dios quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad
23
(cf 1Tm 2,4). Comunión con Dios y comunión entre los hombres, que se vive y se opera en
la participación responsable y ordenada de todos los miembros de la Iglesia, simiente
escatológica de la plena comunión de los santos.

SINODALIDAD: EL CAMINO DE LA IGLESIA DEL TERCER MILENIO


4. El Papa Francisco, en la celebración del quincuagésimo aniversario de la institución del
Sínodo de los Obispos, les decía a los participantes del Sínodo extraordinario del 2015: “El
camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio”, y él
mismo daba algunos elementos indispensables que debemos tener en cuenta, aún en la
conciencia de las dificultades que pueden entrañar, de manera especial cabe señalar la
capacidad de escucha, que supone una orientación vital de comunión y en el
reconocimiento del carácter histórico y peregrino de la Iglesia.

1. IGLESIA, MISTERIO DE COMUNIÓN Y PARTICIPACIÓN

COMUNIÓN, PROYECTO SALVÍFICO


5. Dios nos ha creado como seres sociales, llamados a colaborar y a edificar una sola
humanidad en la comunión del amor. El pecado del hombre consiste en romper la red de
relaciones y ofuscar la vocación de unidad inscrita en su corazón. Pero Dios convocó a
Abraham para ser padre de un pueblo, cuya dignidad residirá en ser interlocutor de Dios,
por ello Yahvé será el Dios de Israel, y cada israelita, al formar parte del pueblo escogido,
participa de los bienes de la promesa. Jesús realiza la nueva alianza y nos revela que Dios
es comunión de amor y que él, con su sangre derramada, ha roto el muro de separación
entre judíos y gentiles formando así un solo Pueblo (cf Ef 2,14); de su corazón abierto ha
brotado la Iglesia, comunidad de amor y signo de comunión entre Dios y los hombres y de
los hombres entre sí.

SINODALIDAD: TODOS SOMOS PARTE DEL PUEBLO DE DIOS


6. La sinodalidad es, por tanto, expresión elocuente del misterio de la Iglesia comunión y
participación; podemos decir que es una forma concreta de vivir la espiritualidad de
comunión, reconociendo que, desde el bautismo, en la Iglesia todos somos parte y todos
tenemos parte en la configuración del Pueblo de Dios, como miembros del Cuerpo de
Cristo, piedras vivas del Templo construido por el Espíritu. Dios ha constituido a todos en
la Iglesia como “linaje escogido, sacerdocio regio, gente santa, pueblo adquirido para
pregonar las excelencias del que los llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1Pe2, 9), por
eso todos en la Iglesia participamos en la edificación del único Cuerpo de Cristo, con
nuestros particulares carismas y en el ejercicio de diversos ministerios, sin excluir a nadie
24
(cf 1Cor 12,13). Esta experiencia de comunión y sinodalidad viene expresada como
participación de todos los creyentes en el primer concilio de Jerusalén, en el que
“decidieron los apóstoles y los ancianos, junto con toda la comunidad” (Hech 15,22), como
fruto de discernimiento comunitario al servicio de la misión.

TODOS SOMOS CORRESPONSABLES DE LA MISIÓN


7. El Concilio Vaticano II nos enseña que todos los bautizados tenemos la unción del Espíritu
Santo y que incluso hay un sentido de la fe - sensus fidei - de todo el Pueblo de Dios (cf.
LG 10), al que Cristo confió la misión evangelizadora. También reafirma esto el Papa
Francisco cuando dice que “cada uno de los bautizados, cualquiera que sea su función en
la Iglesia y el grado de instrucción de su fe, es un agente evangelizador, y sería inadecuado
pensar en un esquema de evangelización llevado adelante por actores calificados donde el
resto del pueblo fiel sea sólo receptivo de sus acciones” (EG 120). Por ello, todavía hoy es
vigente aquella expresión de san Cipriano de Cartago en la que se resalta la necesidad de
comunión y corresponsabilidad entre todos los miembros de la Iglesia conforme a su
propio ministerio: “Nihil sine episcopo, nihil sine consilio vestro et sine consensu plebis” 1.

8. Porque somos muchos congregados en un solo Cuerpo hemos de buscar siempre la


comunión más allá de nuestras diferencias. Esta unidad es fruto de la acción del Espíritu
Santo, que no realiza la uniformidad centrada en los elementos externos, sino la unidad en
lo esencial, generando una gran sinergia espiritual, es decir, una corresponsabilidad en el
ejercicio pastoral poniendo al servicio del Reino todas las capacidades personales o los
carismas de una comunidad particular. Esta corresponsabilidad es de suma importancia
para la Nueva Evangelización, como afirmaba el Cardenal Suenens: “El sentido de la
corresponsabilidad debe ser el alma de la pastoral del siglo XX, como de los siglos
venideros”2.

9. Tan deseada comunión, unidad en lo esencial y sinergia en las diferencias, se logra en la


experiencia eclesial de la sinodalidad, elemento teológico tan característico en las Iglesias
Orientales y redescubierto y revalorado en la Iglesia latina, sobre todo a partir del Concilio
Vaticano II, con la institución del Sínodo de los Obispos3, la creación de las Conferencias
Episcopales nacionales y regionales4 y diversos consejos diocesanos. Actitud que se debe

1
Epistula 14,4.
2
La corresponsabilidad en la Iglesia hoy, Bilbao, 1969, 195.
3
El Papa Paulo VI instituyó el Sínodo de los Obispos como un consejo estable para informar y aconsejar al Romano
Pontífice e incluso concediéndoles, de forma extraordinaria, el poder deliberativo. Cf. Motu Proprio Apostolica
Sollicitudo del 15 de septiembre de 1965.
4
Las Conferencias Episcopales nacieron y fueron consolidándose antes del Concilio Vaticano II, en la segunda mitad
del s. XIX, como signo del despertar de una interpretación colegial del ministerio episcopal, impulsado por la reflexión
25
dar en todas las instancias eclesiales y en todos los niveles porque, como decía San Juan
Crisóstomo, “la Iglesia tiene el nombre de sínodo”5. De hecho, en la antigüedad cristiana se
utilizaba la palabra sínodo para referirse a la misma Iglesia en su conjunto, hasta reservarse,
con el paso del tiempo, a la reunión colegial de los obispos, especialmente en el Oriente
cristiano.

2. SINODALIDAD, EXPRESIÓN DE COMUNIÓN

SIGNIFICADO DEL CONCEPTO DE SINODALIDAD


10. Etimológicamente la palabra sínodo viene del griego syn “conjuntamente” y odos
“camino”, y tiene el sentido de “caminar juntos”. El “camino” es una expresión cuyo
contenido en la Revelación es muy rico y profundo. Dios envía a Moisés para que dirija a
Israel en su camino a la tierra prometida, por eso será siempre el pueblo del éxodo, de la
salida y de la peregrinación (cf Ex 3,7-12). En el N.T. el Señor Jesús se presenta a sí mismo
como “camino, verdad y vida” (Jn 14,6) y a sus discípulos les llamaban los “seguidores del
camino” (Hech 9,2).

11. En latín sínodo se tradujo como synodus o concilium adquieriendo ya el significado


específico de una asamblea eclesiástica convocada por la autoridad apostólica legítima
“para discernir, a la luz de la Palabra de Dios y escuchando al Espíritu Santo, las cuestiones
doctrinales, litúrgicas, canónicas y pastorales”6. Al ser convocación se relaciona con el qahal
hebreo (ekklesía en la Septuaginta), como asamblea convocada por el Señor, y en el N.T.
ekklesía se eniende como la convocación escatológica del Pueblo de Dios. En el Concilio
Vaticano II no se menciona ninguna vez la palabra sinodalidad, pero su contenido
semántico se encuentra en el corazón de su eclesiología, puesto que destaca la común
dignidad y misión de todos los bautizados en el ejercicio, en participación y
corresponsabilidad, de sus carismas o ministerios propios, pues todos los bautizados
somos sujetos activos de la evangelización.

SINODALIDAD Y COLEGIALIDAD
12. Sinodalida es un concepto que teológicamente expresa la unidad y la comunión de la
Iglesia y es mucho más amplio del de colegialidad, que se da entre pares, como el colegio
episcopal, mientras la sinodalidad se abre a la participación de todos los miembros de la

de teólogos de la talla de Adam Möhler, Antonio Rosmini, John Henry Newman y la renovación de los movimientos
bíblico, litúrgico y patrístico. Cf. COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL, La sinodalidad en la vida y en la misión de la Iglesia,
Cd. Vaticano, 2018, Nº 38.
5
Exp. In Psalm, 149,1
6
COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL, La sinodalidad… Nº 5.
26
Iglesia, sin embargo, ambos conceptos teológicos: sinodalidad y colegialidad, se reclaman
y enriquecen mutuamente, pues existe entre ellos un dinamismo circular que tiene su
aplicación tanto en la Iglesia Universal como en las Iglesias Particulares: Todos (sinodalidad)
– Algunos (colegialidad) – Uno (jerarquía). Todos los miembros de la Iglesia son
consultados, algunos son representantes y uno tiene el carisma de autoridad. En la
eclesiología actual la sinodalidad, de forma técnica, también expresa la relación entre la
Iglesia Universal y las Iglesias Particulares.

ESPÍRITU SANTO, ARTÍFICE Y PRINCIPIO DE COMUNIÓN Y SINODALIDAD


13. El Espíritu Santo es el artífice y el principio de la comunión y de la sinodalidad, “siendo
el nexus amoris de la Trinidad, comunica ese mismo amor a la Iglesia que se edifica como
koinonía tou agión pneúmatos” 7 (comunión en el Espíritu Santo 2Cor 13,13). El don del
Espíritu se da y se manifiesta en la igual dignidad de los bautizados, en la vocación universal
a la santidad, en la participación de todos los fieles del ministerio profético, sacerdotal y
regio de Cristo, en la riqueza de los dones jerárquicos y carismáticos, en la vida y en la
misión de cada cristiano, de cada Iglesia particular y de la Iglesia universal, en la Eucaristía
que es pertenencia al Cuerpo de Cristo y co-pertenencia entre los cristianos, así como en
la misión encargada por Cristo a toda la comunidad cristiana y animada por la presencia
del Espíritu del Resucitado. Por eso, “sinodal es avanzar en armonía bajo el impulso del
Espíritu”8.

14. La reflexión eclesiológica actual nos ayuda a entender la sinodalidad sólo desde el
misterio de la comunión. La Iglesia es un sujeto social (sociedad) y reconoce el carácter
personal de cada individuo como sujeto activo, partícipe del sacerdocio de Cristo y
destinado a la vida divina por el Espíritu Santo, por ello, “la Iglesia está constituída por
sujetos libres y diversos, unidos entre ellos”9 hasta formar un sujeto comunitario, donde
todos gozan de una igualdad básica por el bautismo y una misión común encomendada
por su fundador. Es el Espíritu Santo el que vivifica a toda la Iglesia y a cada cristiano, pero
sólo y únicamente a todo el sujeto social le otorga la unción del sensus fidei, por lo que
todo el Pueblo de Dios es infalible creyendo, aunque no encuentre palabras adecuadas
para explicar lo que cree. Este sensus fidei ayuda a discernir lo que verdadermente viene
de Dios, otorgando cierta connaturalidad con las cosas del cielo y una sabiduría capaz de
captar las realidades divinas intuitivamente. El sensus fidei lleva a la actitud teologal de

7
COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL, La sinodalidad… Nº 46.
8
J. RATZINGER, “Le funzioni sinodali della Chiesa: L’importanza della comunione tra i Vescovi” en L’Osservatore Romano
del 24 de enero de 1996, 4.
9
COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL, La sinodalidad… Nº 55.
27
sentire cum Ecclesia, “sentir, experimentar y percibir en armonía con la Iglesia” 10 y reconocer
que existen diversos niveles y formas en ese mismo sensus fidei: por una parte todos los
bautizados somos sujetos activos y, por otra, hay un servicio específico del ministerio
episcopal en comunión colegial y jerárquica con el obispo de Roma. A dicho ministerio y
sólo a él, le toca expresar de forma autorizada lo que la Iglesia cree, celebra y vive.

CAMINAR JUNTOS COMO IGLESIA PEREGRINA


15. La sinodalidad, en cuanto caminar juntos, se enraiza en el carácter temporal del hombre
ser-en-el-tiempo que lo hace homo viator y, por otra parte, revela que la Iglesia tiene un
carácter peregrino y que, por ende, tiene una dimensión social, histórica y misionera. El
camino es metáfora de la vida humana y Cristo mismo se autodenominó como Camino,
por ello “la Iglesia camina con Cristo, por medio de Cristo y en Cristo” hacia la plenitud de
la vida de Cristo. Es Cristo “el Caminante, el Camino y la Patria” 11, por él podemos avanzar
siguiendo sus huellas hasta el Reino celestial, sabeedores que somos gente de paso y
extranjeros en este mundo (cf 1Pe 2,11). De este carácter temporal creemos en una Iglesia
que camina en esta historia en un lugar determinado, donde se enraiza como singular
sujeto histórico con una vocación escatológica. Por ello, la actitud sinodal hace a la Iglesia,
por una parte enraizarse en el lugar donde está como Iglesia particular y, por otra, ser la
misma Iglesia universal en la relación vital con las otras Iglesias particulares. Convendrá,
por tanto, como actitud sinodal, profundizar y vivir de forma creativa la diocesaneidad. De
la misma manera, se nutre y mantiene una vital y estrecha comunión, como suelo nutricio,
con la Iglesia del tiempo pasado y del tiempo futuro. Al ser Pueblo peregrino, la Iglesia
tiene, además, un carácter misionero, como lo dice el Concilio Vaticano II: “La Iglesia
peregrinante es, por su naturaleza, misionera” (AG 2).

SINODALIDAD, CAPACIDAD DE ESCUCHA


16. La sinodalidad, según el Papa Francisco, se realiza en la capacidad de escucha recíproca,
es decir, la escucha a Dios escuchando a los demás y escucha a los demás escuchando a
Dios. Líneas arriba se decía del dinamismo sinodal que indica los niveles y las formas de
sinodalidad y que da razón de su relación con la colegialidad episcopal y, tanto cuanto, con
la colegialidad presbiteral: “todos – algunos – uno”. Se escucha a todos, a la universitas
fidelium, por medio de consultas generales; se escucha a “algunos” que participan en las
reuniones sinodales o asambleas porque fueron convocados o son miembros del colegio
episcopal o presbiteral, y el Papa o el obispo diocesano ejerce el ministerio de unidad y
definición apostólica: “uno”. La consulta se hace general como reza el derecho romano:

10
COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL, La sinodalidad… Nº 56.
11 COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL, La sinodalidad … Nº 49-50.
28
quod omnes tangit, ab omibus tractari et approbari debet, aunque las deliberaciones las
realicen algunos representantes y defina quien tenga el carisma de la autoridad.

PARTICIPACIÓN CORRESPONSABLE POR MEDIO DEL VOTO


17. La sinodalidad, que expresa la comunión de todos los fieles cristianos convocados en
la Iglesia, apunta a una vivencia eclesial participativa y corresponsable. En una Iglesia
sinodal todos participan corresponsablemente según la vocación de cada uno. Habría que
distinguir muy bien que no se trata de un ejercicio democrático, pues la finalidad de la
sinodalidad es escuchar lo que Dios dice a la Iglesia por medio de la Palabra de Dios y de
la interpretación cristiana de los signos de los tiempos; es la Iglesia que ora, escucha,
analiza, dialoga, discierne y aconseja para que las decisiones eclesiales sean más conformes
con la voluntad de Dios. Pero es también la actitud sinodal la que reconoce el carisma
propio de la jerarquía y de su función de gobierno, que es la única que puede llegar a la
decisión última como responsabilidad ministerial de su ser pastor.

18. El sentido del voto, entonces, se debe buscar más en su raíz etimológica que en la
práctica democrática, en la que más que voto se debería hablar de sufragio. El votum es el
supino del verbo vovere que tiene sentido religioso de ofrecer, prometer, desear; de ahí los
“votos y exvotos que los devotos con devoción” ponen a los pies de Dios. Quienes votan
sinodalmente expresan su sentido religioso de reconocimiento a la voluntad de Dios y su
deseo personal en la búsqueda del bien común. De ahí que el ejercicio de la autoridad debe
hacerse sabiendo escuchar con atención los deseos de los fieles en los que se expresa la
voluntad de Dios y en la conciencia de los fieles participantes de que su voto no es su
elección, sino la de Dios, que viene asumida por la autoridad apostólica del Papa o del
Obispo.

3. ESTRUCTURAS, ACTITUDES Y LUGARES DE SINODALIDAD

ESTRUCTURAS DE SINODALIDAD
19. La sinodalidad por tanto se vive como actitud personal de cada bautizado según su
ministerio o carisma que participa en la Iglesia, así mismo en las estructuras y procesos
eclesiales en los que el carácter sinodal se expresa institucionalmente. En la Iglesia
particular la sinodalidad se ejerce en la participación plena y activa en las celebraciones
litúrgicas, en la oración, en la vida de fe, etc.; de forma estructurada la sinodalidad se
expresa en el Sínodo Diocesano, en los diversos órganos de consulta como el Colegio de
Consultores, el Cabildo de los Canónigos, el Consejo de Asuntos Económicos, el Consejo
Presbiteral y el Consejo de Pastoral, así como en la Curia Diocesana como órgano
29
subsidiario del gobierno pastoral del Obispo. También la Asamblea de Pastoral expresa y
promueve la comunión y la corresponsabilidad; la Asamblea tiene un significado sinodal
muy importante.

20. A decir verdad, hemos tenido la experiencia sinodal ya en nuestras diversas asambleas
pastorales: «El clima de la Asamblea Diocesana es de fraternal solicitud por escuchar lo que
el Espíritu nos está diciendo por medio de la voz del que toma la palabra»12. De esta
manera, la autoridad ministerial no se realiza como el ejercicio autoritario y arbitrario de
poder, semejante a “los jefes de las naciones que dominan sobre ellas y poderosos que les
hacen sentir su autoridad” (Mt, 20,25), aunque tampoco se trata de un poder democrático,
en el que se escucha sólo horizontalmente, pero no a Dios, y por ello en la democracia las
decisiones corresponden a mayorías y no a la voluntad divina.

21. La capacidad de escucha se concreta en la acción pastoral en órganos instituidos


pastoralmente en una parroquia y en una diócesis en la actitud de consejo, que en pastoral
se hace en la forma de consulta y que el Derecho Canónico prevé en la creación de
instancias consultivas como organismos de comunión (cf. can. 495-514). Las Asambleas, de
hecho, tienen esta función: “La Asamblea Diocesana es una instancia consultiva del Sr.
Arzobispo… es un medio de comunión y participación que permite el ejercicio de la
corresponsabilidad de todas las instancias eclesiales, tanto de la pastoral territorial como
de la pastoral funcional, de la vida consagrada y de todas las instituciones y estructuras de
la Iglesia”13.

IMPORTANCIA DEL EQUIPO COORDINADOR BÁSICO


22. En la parroquia, el Equipo Coordinador Básico es la estructura que mejor manifiesta la
sinodalidad en la Iglesia porque se dá la participación y la representatividad de todas las
personas que participan en la vida de la comunidad. Los agentes de pastoral representantes
en el Equipo Coordinador Básico, que el derecho llama Consejo Pastoral Parroquial, tienen
una facultad consultiva y, en algunos casos, incluso deliverativa. Es importante que sigamos
profundizando sobre el ser y quehacer de esta estructura fundamental en la pastoral
parroquial y que sea la primera que se revise y se renueve a la luz de la espiritualidad de
comunión y la sinodalidad. También son expresión de sinodalidad, además de los Equipos
Natos de los Decanatos y Vicarías Episcopales, los Equipos Eclesiales en los que son
representados agentes pastorales de la Vida Consagrada y de los laicos. Sólo desde la
eficacia de estas instancias tiene sentido de hablar del Consejo Diocesano de Pastoral, si
no queremos que sea sólo una estructura burocrática.

12
Naturaleza de la Asamblea… 9.
13
Naturaleza de la Asamblea… 3.
30
ESCUCHAR: ACTITUD SINODAL
23. La revisión, la renovación o la formación de los diversos consejos en los niveles
parroquial, decanal, vicarial y diocesano exige, como el Papa lo ha señalado, una actitud de
escucha, habilitarnos en la escucha atenta. Sin ella no se puede entender ni la sinodalidad
ni la comunión. Como se decía líneas arriba, la escucha y la obediencia a la voluntad de
Dios, se realiza sólo desde la capacidad de escuchar-”lo” en los lugares donde se nos revela
y ayudados por el discernimiento espiritual y pastoral propio de quien se deja conducir por
el Espíritu Santo.

LUGARES DE ESCUCHA A DIOS


24. El gran teólogo salmaticense, Melchor Cano, proponía como lugar teológico, es decir,
como espacio de revelación de Dios, junto con la Escritura, la Tradición y el Magisterio, a la
misma creación y a la historia. Dios nos habla en su creación, que es el concepto teológico
con el que la fe cristiana lee e interpreta la realidad, porque esta ha sido proferida por Dios
desde el principio, ha creado con el poder de la Palabra; al haber sido creada por la Palabra,
toda la realidad es revelación de Dios. De la misma manera, Dios habla en la historia, que
ha sido el vehículo por el que Abraham, los Patriarcas y Moisés identificaron a Yahvé como
el Dios no de un territorio sino de un Pueblo que junto a él va haciendo historia de
salvación; desde esta experiencia, para Israel, Dios se revela como Señor de la historia y en
ella actúa su salvación. Pero la razón fundamental de esa revelación de Dios en la realidad
y en la historia es el Verbo encarnado que puso su morada en medio de nosotros y en él
hemos visto la gloria del Padre14.

25. Escuchar a Dios, por tanto, es también volver los ojos y convertirnos para escucharlo en
la realidad y la historia, y de cotejar esta realidad y esta historia con la Palabra escrita y
cómo la ha leído la Iglesia en su bimilenaria Tradición. No nos debe asustar la realidad, no
debemos temer a la historia; en ellas Dios se nos está revelando y en ellas actúa, incluso
cuando pareceriera que se eclipsa su presencia por un secularismo indiferente frente a lo
trascendente. La espiritualidad de comunión y la sinodalidad se traducen en apertura y
conversión a la realidad y a la historia, con todo lo paradójica que esta pueda ser; una
realidad y una historia que no es concepto ni especulación, sino vida: la vida concreta de
las personas que pueden ser nombradas porque son aquellas con las que nos encontramos
todos los días. En la vida concreta de nuestro pueblo, Dios nos está hablando y espera que
tomemos postura frente a ella y que, teniendo esa capacidad de discernimiento pastoral,
tomemos postura frente al Dios, Señor de la historia. Son con las personas concretas que

14
Cf. J.M. ROVIRA BELLOSO, Introducción a la Teología, Madrid, 2003,123-150.
31
peregrinan junto a nosotros con las que debemos acrecentar nuestros lazos de caridad
concretada en el respeto, la amabilidad, en una palabra, en la comunión.

ESCUCHAR A DIOS ESCUCHANDO A LA COMUNIDAD


26. Escuchar a Dios es también escuchar a nuestras comunidades, pues igualmente Dios se
revela en la comunidad cristiana: “Quien los escucha a ustedes a mí me escucha” (Lc 10,16).
Escuchar es tanto un signo de educación y cortesía, como un gesto evangelizador, pues “el
Evangelio nos invita siempre a correr el riesgo del encuentro” (EG 87). La evangelización
tiene más que ver con el trato humano, con la apertura y las relaciones interpersonales
sanas, con el encuentro personal, que con claridad de conceptos o la complejidad de los
proyectos. Saber escuchar no es generar debate donde uno se imponga sobre otro, sino
de expresar y escuchar con respeto lo que sugiere el Espíritu para el discernimiento,
ofreciéndonos la oportunidad de nuevas perspectivas que iluminan y encaminan a un
conocimiento compartido, al arte de la comunicación espiritual, al amor, respeto, confianza
y prudencia, al servicio. Se debe evitar las tentaciones del espíritu de partido y la vanagloria;
más bien, se ha de tener una actitud de profunda humildad anteponiendo el bien y los
intereses comunes a los propios.

ESCUCHA A LAS PERIFERIAS


27. Sobre todo, hoy hemos de escuchar a quienes la economía de mercado ha colocado
como descarte, como marginales o periféricos y escuchando a los pobres, escuchemos
también el gemido agonizante de la tierra sobreexplotada y contaminada. Escuchar a todos,
especialmente a los pobres y dejar que sus voces y sus gritos, que sus silencios, a veces
más elocuentes que las palabras, lleguen a nuestros oídos con la disposición de reconocer
que son la voz profética de aquellos que Dios ha enviado para nuestra conversión. No
silenciemos a nadie, mucho menos a los que no nos acarician los oídos sino que son la voz
siempre incómoda de quien nos señala la necesidad de conversión.

28. No tengamos miedo a la crítica sana ni a los que señalan nuestras deficiencias; no
tengamos una actitud defensiva si alguien cuestiona nuestro proceder, que a su mirada es
poco o nada evangélico. Dejemos que el Espíritu, por la voz de nuestros interlocutores,
toque nuestro corazón, toque nuestras estructuras para que sean más evangélicas. Ninguna
estructura diocesana nuestra quede fuera de la revisión, de la reforma necesaria, del cribar
con criterios evangélicos nuestras teologías, nuestras instancias, nuestros métodos. ¡Que
podamos tener el olor a Evangelio!, que no haya nada en la Iglesia que no sea para que
cumpla su misión de ser sacramento de Cristo en el mundo; que no haya nada en nosotros
que no sea para dar vida, vida nueva y plena de Cristo.

32
METODOLOGÍA DE JESÚS: EL ENCUENTRO
29. Debemos aprender a los píes de Jesús su metodología llena de ternura y vigor, de
cercanía a todos y de trato amable y misericordioso. Frente a una cultura líquida que diluye
los primeros principios y las últimas causas de la ontología y la ética, debemos hacer crecer
en nosotros un corazón líquido, como gustaba decir al santo Cura de Ars 15, un corazón
capaz de amoldarse a cualquier persona, capaz de amar a quienes no tienen ninguna razón
para ser amados. Sólo así podemos llenar de sentido la vida del mundo contemporaneo,
porque ha renunciado a la razón especulativa y a la claridad metafísica, pero no a la
experiencia del amor. Salgamos al encuentro de todos, con los brazos abiertos del
crucificado que reconcilia en el amor.

SINODALIDAD, COMUNIÓN Y CARIDAD PASTORAL


30. La práctica del amor para los sacerdotes se llama caridad pastoral, que es el principio
interior, la virtud que anima la vida espiritual de quien por el sacramento del Orden ha sido
configurado con Cristo Cabeza y Pastor. Amor esponsal de pastor que conoce, ama y da la
vida por sus ovejas, que para san Juan Pablo II significa la “disponibilidad a dejarse
absorber, y casi devorar, por las necesidades y exigencias de la grey” (PDV 28).
Disponibilidad que aleja del corazón del pastor todo deseo de presunción o cualquier
actitud de tiranizar o manipular al Pueblo santo de Dios.

31. Disponibilidad que se concreta en la compasión, en la escucha atenta y misericordiosa,


“capaz de amar a la gente con un corazón nuevo, grande y puro, con auténtica renuncia de
sí mismo, con entrega total, continua y fiel, y a la vez con una especie de celo divino, con
una ternura que incluso asume matices de cariño materno, capaz de hacerse cargo de los
dolores de parto hasta que Cristo no sea formado en los fieles” (PDV 22). Por esta razón,
en el Seminario y en el presbiterios se nos debe formar en la espiritualidad de comunión,
la práctica de la escucha, del diálogo y del discernimiento comunitario. Debemos formarnos
para el camino ecuménico y para una diakonía profética en la construcción de un ethos
social fraterno, solidario e inclusivo16.

SINODALIDAD, VÍNCULO DE COMUNIÓN


32. El primer y más grande signo de sinodalidad es la del vínculo de comunión con la Iglesia,
con el propio Obispo, con el presbiterio, con los religiosos y con los fieles laicos, en fin, con
el mundo entero reconciliado en el amor, porque la caridad es amor y el amor es comunión.
Aprender “a mirar a esta persona no ya sólo con mis ojos y sentimientos sino desde la
perspectiva de Jesucristo” (DCE 18). El amor, plenitud de la realización humana, no puede

15
Cf. F. TROCHU, El Cura de Ars, Madrid, 1996, 490.
16
Cf. COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL, La sinodalidad … Nº 103.
33
ser una noción abstracta, sino que se concreta en Jesucristo, el Pastor que da la vida porque
tanto ha amado al mundo. Debemos transitar del yo individualista al nosotros eclesial;
debemos andar en el difícil camino de la reconciliación, reconociendo las propias
fragilidades, pidiendo y ofreciendo perdón.

SINODALIDAD Y CARIDAD PASTORAL EN EL PRESBITERIO


33. La caridad pastoral vivida desde la sinodalidad es fruto de la espiritualidad de comunión
que se ejerce también entre los mismos hermanos presbíteros. En el trato entre los
presbíteros, especialmente en la relación párroco-vicario y en el Decanato se una
grandísima oportunidad de expresar la comunión y la sinodalidad, es decir, la caridad
pastoral. Debemos buscar juntos “espacios motivadores y sanadores… lugares donde
regenerar la propia fe en Jesús crucificado y resucitado, donde compartir las propias
preguntas más profundas y las preocupaciones cotidianas, donde discernir en profundidad
con criterios evangélicos sobre la propia existencia y experiencia” (EG 77).

SINODALIDAD Y CARIDAD ENTRE AGENTES DE PASTORAL


34. El testimonio de comunión fraterna entre los agentes de pastoral, entre el obispo y su
presbiterio, entre éstos y las diversas comunidades de Vida Consagrada y con los agentes
laicos, hace el anuncio evangélico atractivo y resplandeciente, el Papa Francisco nos dice:
“que todos puedan admirar cómo se cuidan unos a otros, cómo se dan alimento
mutuamente y cómo se acompañan” (EG 99). La sinodalidad está ordenada a animar la vida
y misión evangelizadora de la Iglesia, por ello no se puede entender sino desde una
conversión personal y pastoral y en la renovación de estructuras. La conversión pastoral
nos debe llevar a la superación de algunos pradigmas eclesiales y pastorales en donde los
religiosos y los laicos no son tomados en cuenta y se actúa al margen de la historia y de la
realidad. Debemos superar las desconfianzas y las luchas internas que tanto dañan al
Cuerpo de Cristo.

SINODALIDAD Y CARIDAD CON LOS MÁS POBRES


35. La comunión en el amor, se vive en la solidaridad con todos, pero especialmente con
los más pobres, con los que necesiten consuelo y ayuda, un trato como verdaderos seres
humanos con una altísima dignidad. El Papa Benedicto XVI nos enseña que “lo más esencial
que el hombre afligido -cualquier ser humano- necesita: es una entrañable atención
personal” (DCE 28), sin que ello signifique renunciar a animarnos al derecho de participar
en la sociedad para promover orgánica e institucionalmente el bien común y la cultura de
la solidaridad. Cuántos pobres, cuando buscan ayuda en la Iglesia, se van tristes no sólo
porque no recibieron aquello que necesitaban sino porque los trataron con humillaciones
y malos tratos como si fueran desechos o personas de segunda. El Papa Francisco nos dice
34
que “nuestro compromiso -con los pobres- no consiste exclusivamente en acciones o en
programas de promoción y asistencia; lo que el Espíritu moviliza no es un desborde
activista, sino ante todo una atención puesta en el otro considerándolo como uno consigo”
(EG 199).

HORA DE GRACIA
35. Vivimos una hora de gracia. El VI Plan Diocesano de Pastoral, leído desde las seis
Asambleas de Pastoral es para que nosotros, como agentes de pastoral de la Iglesia
diocesana, impulsemos, comenzando en nosotros, un proceso de conversión personal y
pastoral. El mundo nos urge a la conversión, pues reclama la presencia del Evangelio de la
vida. Nuestra sociedad no puede esperar más a que la evangelización penetre en la mente
y en el corazón de los cristianos para que nuestro pueblo pueda vivir en paz, y ello sólo se
puede lograr por la acción del Espíritu que suscita la comunión entre nosotros y la
sinodalidad, que es comunión en la diversidad. Es hora de gracia, porque quizá nunca
hemos visto con tanta necesidad y urgencia el volver a lo esencial, al Evangelio sin glosa,
sin pretexto. A los hijos de este tiempo, Dios y la historia nos pedirán cuentas si estuvimos
a la altura de darle un giro a las tendencias inhumanas, deteniéndonos en el camino de la
vida para curar con el vino del consuelo y el aceite de la esperanza a quienes son heridos
por los salteadores y revestirlos de la gracia de la vida, de la vida de Dios que dignifica y
eleva toda vida humana; nos pedirán cuentas si hemos permitido que la Iglesia sea el
mesón de la caridad, donde la humanidad doliente encuentre y recobre su dignidad. Se
nos pedirá cuentas si hemos compartido la vida nueva y plena de Cristo a nuestro pueblo.

Para compartir:

 ¿Cuáles son los puntos más importantes que reflexionamos en este tema? ¿Qué
nos queda claro? ¿Qué necesitamos entender mejor?
 ¿Qué ideas fuerza nos sugiere el tema?
 ¿Qué exigencias nos plantea?

SUGERENCIAS PARA EL TRABAJO:

1. Es conveniente, como ya señalamos, que en nuestra casa dediquemos un tiempo a


la lectura personal del texto de la iluminación, para una mayor comprensión y
asimilación, de manera que nos ayude a escuchar la voluntad de Dios y elegir las
exigencias más convenientes en el trabajo por equipo.

2. Si se opta por la exposición ‘dirigida’, esta se hace en el pleno de la Asamblea, luego


se pasa a equipos más pequeños, donde se resalten y compartan las ideas fuerza, y
35
las exigencias que suscitan a nuestra instancia, eligiendo solo las que consideremos
que podemos trabajar en el siguiente periodo.

3. Si se hace la lectura-reflexión en el equipo, luego se hace la ‘lluvia de ideas fuerza’,


se resaltan las exigencias que suscitan para nuestra instancia y se eligen las más
significativas para sugerir al pleno de la asamblea. Ojalá y demos tiempo suficiente
para elegir las 2 que nos parezcan más urgentes ayudados de la iluminación.
Podemos seguir el criterio de las que tienen mayor constancia.

4. El secretario del equipo, en la ficha correspondiente, escribirá textualmente las


exigencias que pasará al plenario de la asamblea de su instancia.

Ficha de Exigencias (No. 2)


Ideas Fuerza Exigencias

36
TERCER MOMENTO METODOLOGICO
ACTUAR CON LA FUERZA DEL ESPIRITU SANTO
(Discernimiento Pastoral)

Objetivo específico:

Elaborar nuestra programación y calendarización para este año, iluminados por el


discernimiento pastoral.

Finalidad:

El objetivo de este tercer momento en nuestra metodología es dar una respuesta a la


realidad analizada e iluminada a la luz de la Palabra de Dios y del Magisterio de la Iglesia
mediante el DISCERNIMIENTO PASTORAL.

De este modo el fruto que se espera es que podamos establecer dos acentuaciones
(prioridades) para que, convertidas en Metas, tengamos también las actividades y
calendarización anual.

Es muy importante realizar este ejercicio de discernimiento pastoral en un ambiente de


oración y apertura al Espíritu de Dios para distinguir su voz y escuchar con claridad lo que
Dios nos está urgiendo.

Propuesta de trabajo:

El trabajo del actuar tendrá cuatro pasos muy precisos. Si nos ayuda, podemos seguir los
siguientes puntos para nuestro ejercicio:

1. Oración inicial.
2. Primer paso del Actuar: Discernimiento Pastoral; que consiste en comparar el marco de
la realidad que hemos visto (retos) y el marco doctrinal (exigencias).
3. Segundo paso del Actuar: Elaboración de nuestras metas; Tener bien clara una o dos
acentuaciones, como resultado del discernimiento, que luego serán las Metas. Una vez que
se ha hecho el ejercicio de discernimiento y tengamos dos acentuaciones (prioridades) se
hacen las Metas para este año.
4. Tercer paso del Actuar: Definir actividades; A cada meta que se haya elaborado se le
pondrán las actividades para realizar dicha meta.

37
5. Cuarto paso del Actuar: La Calendarización; de acuerdo a la programación elaborada, se
hace el calendario de todas las actividades.

Oración

Invocación al Espíritu Santo (cfr. día 1)

Lectio divina: Primera Carta de Pedro 4, 10-11

a) Lectura del texto en voz alta


10
Que cada cual ponga al servicio de los demás los dones que haya recibido,
como buenos administradores de las diversas gracias de Dios. 11 Si alguno habla,
que sean palabras de Dios; si alguno presta un servicio, hágalo en virtud del
poder recibido de Dios. Así, Dios será glorificado en todo por Jesucristo, a quien
corresponden la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén

b) Silencio meditativo 5’
c) Preguntas para la reflexión (compartir)
¿Qué actitudes nos sugiere este texto para realizar nuestra programación
comunitaria?
¿Las acentuaciones de sinodalidad y espiritualidad de comunión, de qué manera
nos inspiran para realizar nuestro objetivo de hoy que consiste en elaborar
nuestra programación y calendarización?

Primer paso del Actuar

Discernimiento pastoral.
 El primer paso del actuar es el DISCERNIMIENTO PASTORAL que consiste en la
comparación entre el marco de la realidad (Retos) y el marco doctrinal (Exigencias).
 Supone el conocimiento previo de ambos.
 Es la conclusión del estudio o de la investigación de la realidad expresada en un
ejercicio comparativo entre “cómo está” y con el “debe ser”.
 La finalidad es definir y clarificar las principales necesidades y problemas que afectan
la acción pastoral para establecer las acciones necesarias que modifiquen la
situación existente.
 Iniciamos este primer paso del actuar con un breve momento de oración personal y
ambiente de contemplación. Luego se responde a la siguiente pregunta: ¿Cuál de
los retos o de las exigencias, considero que Dios me pide trabajar para este año, y
nos ayude a tener una comunidad como Él la quiere?

38
 Ofrecer por escrito a todos los participantes una hoja con los Retos del Primer
momento y las Exigencias del Segundo momento para trabajar el discernimiento:

RETOS EXIGENCIAS ACENTUACIONES


(Marco de la realidad) (Marco doctrinal) (Discernimiento pastoral)

 Se hace el trabajo y los que están más cercanos forman un pequeño grupo para
compartir su discernimiento y llegan a señalar las acentuaciones (prioridades).
 Luego se hace un plenario donde todos juntos opinan para establecer dos
acentuaciones (prioridades) en las que se trabajará este año.

Segundo paso del Actuar:

Elaboración de las metas


 No está por demás recordar qué son las metas, cuál es su importancia y cuáles son
sus características.

¿Qué son las metas? Son el resultado que se pretende alcanzar en un plazo
determinado para avanzar hacia el cumplimiento de un objetivo.

Recordemos lo que nos dice el VI Plan Diocesano de Pastoral en el No. 119: una
meta debe ser verificable (comprobable), específica (precisa), mensurable (medible),
realizable (posible y viable), realista (práctica), temporal (plazos de realización).

Cuanto más claras y precisas sean las metas, más eficazmente se pondrán los medios
para conseguirlas, y si son alcanzables generarán una fuerza operativa motivadora
que impulse a seguir adelante.
39
La formulación de las metas es un momento clave de la planeación pastoral
participativa, por lo que deben ser elaboradas por quienes las pondrán en práctica.

Las metas se redactan iniciando con un verbo en infinitivo. Los verbos en infinitivo
son aquellos que manifiestan acciones sin estar determinados por un tiempo.
Significa que indican el momento en el cual se realiza la acción. Su terminación
siempre será en ar, er, ir, recordando que en la meta no se expresa el “para”.

Ejemplos:
 Asumir el compromiso bautismal
 Animar a las personas víctimas de la violencia
 Entender a fondo nuestro proceso diocesano de pastoral
 Involucrar al laico en la toma de decisiones eclesiales
 Desaparecer el clericalismo
 Restringir las bebidas con alcohol

 Se hacen equipos para elegir las metas y una vez que se han elegido en un tiempo
razonable, se convoca a plenario para elegir las dos metas en las que se trabajará.

Tercer paso del Actuar

Definir las actividades.


 Este tercer momento metodológico se ha de hacer en ambiente de oración.
 Este tercer paso del Actuar, tiene como finalidad elaborar nuestra programación
anual.
 Una vez elaboradas nuestras metas, nos damos a la tarea de ponerle a cada una de
ellas sus actividades correspondientes, así como las modalidades de estas
actividades, sus tiempos y lugares, señalando los recursos humanos y materiales con
los que contamos.
 Se entrega la ficha y se hace el trabajo por grupos. Cada equipo de servicio que
integra nuestra instancia elabora su programación anual.
 Se entrega la siguiente ficha para ser llenada en los grupos:

40
META:

QUÉ CÓMO CUÁNDO DÓNDE QUIÉN CON QUÉ

Señalar las Designar la Señalar los Se marca los Cada Señalar los
actividades modalidad tiempos de lugares en actividad recursos
que vamos a (forma) inicio y de dónde se va debe tener necesarios
realizar para como se va finalización a realizar sus para lograr
lograr la a realizar de cada cada responsables. realizar cada
meta. dicha actividad. actividad. una de las
actividad. actividades.

Cuarto paso del Actuar

Calendarización

 El cuarto paso del Actuar consiste en elaborar la calendarización de todas las


actividades, de acuerdo a la programación elaborada de cada uno de los grupos que
la componen.
 La calendarización nos sirve para evitar empalmar actividades y para discernir cuáles
tienen primacía sobre otras.
 La calendarización puede hacerse en el equipo de coordinación general, buscando
dar respuesta a todos, y al mismo tiempo, ser eficiente; es decir, evitar actividades
que se interfieran.

41
CUARTO MOMENTO METODOLOGICO
FESTEJAR, CELEBRAR

Hora Santa

1. Canto de entrada

2. Estación menor al Santísimo sacramento

3. Lectura evangélica

a. Evangelio de San Mateo 11, 25-30


25
Por aquel entonces, tomó Jesús la palabra y dijo: «Yo te alabo, Padre, Señor
del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes
y se las has revelado a gente sencilla. 26 Sí, Padre, pues tal ha sido tu decisión.
27
Mi Padre me ha entregado todo, y nadie conoce al Hijo, sino el Padre; ni al
Padre le conoce nadie, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
28
«Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os
proporcionaré descanso. 29 Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de
mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras
almas. 30 Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.»

b. Breve homilía o bien Oración espontánea de acción de gracias

c. Salmo 126

DIOS, ALEGRÍA Y ESPERANZA NUESTRA

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,


nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.
42
Hasta los gentiles decían:
"El Señor ha estado grande con ellos".
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.

Que el Señor cambie nuestra suerte,


como los torrentes de Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.

Al ir, iba llorando, llevando la semilla;


al volver, vuelve cantando, trayendo sus gavillas.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo…

4. Bendición final

5. Ágape fraterno

43

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