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Caracterización
“El pacto lírico articula la puesta en forma afectiva del padecer/ sentir humano. Su
efecto global consiste en hacer sentir y re-experimentar las relaciones afectivas con el
mundo. La formación sensible posee una importancia singular en este pacto ya que el
sentir y lo afectivo están fuertemente anclados en la constitución de la materia
significante. (…)
De la configuración general resulta una forma afectiva general que el lector puede
asociar, por la formación subjetiva, a una voz específica o a uno o varios sujetos o a un
aire empático sin sujeto explícito, pero figurado, por ejemplo, en los paisajes, las cosas
o en temáticas tradicionales. La enunciación lírica se plantea tanto mediante un estatuto
de ficción como mediante uno factual. (…)
En cuanto a la formación referencial, la estrategia de la evocación guía las dimensiones
de la predicación y de la “referencia desdoblada”: hay una suerte de autoreferencia - un
subrayado del texto mismo - y a la vez la muestra de los lazos del sujeto con el mundo.
La lírica pone en forma el experimentar/ sentir humanos: por eso remite a las
dimensiones del sentir y de la afectividad del ser-en-el mundo”.
Lo afectivo
Emociones:
Episodio emocional:
Sujeto lírico: instancia que une efecto personaje, voz lírica y paciente principal.
Responsable y origen de la enunciación, organizador de la perspectiva y sujeto que
siente. La constitución del sujeto lírico no implica necesariamente el uso de marcas de
primera persona en la enunciación.
La formación subjetiva.
Difracción afectiva
Situaciones de comunicación.
Situación factual: situación empírica del sujeto que escribe (durante la escritura)
y del que lee (durante el acto de lectura).
Grados de ficción:
Modo del verbo: expresa actitud del hablante con respecto a lo dicho:
Oposición en español:
a) Imperativo: apelación para que se ejecute la acción: cantá/ cante.
Modo del verbo: expresa actitud del hablante con respecto a lo dicho:
Los otros modos se diferencian por el nivel de virtualidad/ efectividad que el sujeto de
la enunciación atribuye a las acciones referidas
b) Indicativo: el hablante entiende que la acción es real o que su realidad no se
cuestiona: cantó, canto, cantaba.
c) Condicional: el hablante estima que la realización está sometida a una serie de
condiciones o factores que la harán posible: cantará, cantarías.
d) Subjuntivo: se usa para expresar el carácter no efectivo o ficticio de las acciones
referidas; es el modo de expresión de los deseos, ruegos, dudas: No creo que cante;
Ojalá cante, por favor cante; Si usted cantase, me alegraría el día.
El uso de los tiempos verbales está en relación con las tonalidades afectivas de la unión
y de la separación; con subgéneros determinados (el uso del pretérito en determinadas
secuencias como la elegía); con el horizonte de la visión (poemas en forma de
formulación utópica o profética); con efectos especiales de determinados autores
concretos.
Frases nominales
Ejes del yo y el ahora: hacen que el espacio esté captado en la dimensión empática
alrededor del aquí de la situación. Los deícticos marcan la posición del sujeto o del
personaje paciente con respecto al mundo del texto.
Permiten evocar la presencia o la ausencia de un objeto.
A través de ellos el locutor intenta comprometer al lector en su punto de vista y ancla la
comprensión en sus movimientos o desplazamientos.
Instancia receptiva:
Sin función de alocutario.
Con función de alocutario: destinatario directo. En estos casos el locutor lo concibe
explícitamente como su contraparte en la situación comunicativa.
Personajes estereotipados.
Ser inalcanzable
Alocutario factual elegíaco
Alocutario factual en situación de dedicatoria.
La formación sensible
Se refiere a los rasgos de estilo que estructuran el discurso lírico. Si bien es una
característica de cualquier discurso adquiere en el lírico una importancia capital. Para
hacer sentir mediante el texto experiencias afectivas son necesarias estrategias que
favorecen las dimensiones de la puesta en página, del ritmo y de la eufonía en la
constitución del significado empático.
Ritmo
Ritmo:
Configuración particular del movimiento, manera particular de fluir en función de
estados emocionales particulares.
No es reducible a un sistema de referencia totalmente estable ni calculable de manera
objetiva.
Es una configuración en acto, una forma en formación.
Articula en una dinámica específica, la puesta en página, los juegos fónicos, la
motricidad de las imágenes, los rasgos que marcan continuidades y cortes en el
discurso.
Aceleración/ desaceleración:
3) Quién tuviera
tal ventura
sobre aguas
de la mar
Encadenamiento/ ruptura:
Intensidad de las unidades lingüísticas y gráficas/ dispersión de las unidades
lingüísticas y gráficas:
Puesta en página
Es el primer indicador de la forma afectiva general.
1. blanco/ negro
2. bloque/ fragmento
3. lleno/ vacío
4. concentración/ dispersión
5. continuidad/ discontinuidad
6. línea extensa/ línea corta
7. línea o grupo regular/ línea o grupo irregular.
El blanco
Medio que rodea y delimita las palabras.
Espacio que da lugar al discurso.
Encarna ese fondo originario silencioso sobre el que emerge el poema.
Cobra un valor expresivo cuando una forma contrastiva lo pone en evidencia.
La forma textual ocupa el blanco de manera dinámica.
Efectos de respiración
El blanco desempeña además ciertas funciones semejantes a las de la puntuación.
El elemento que aparece suspendido en el blanco incita a la caída hacia el elemento
siguiente.
Esta forma gráfica y los efectos que induce generan sensaciones de discontinuidad en la
continuidad y permiten resaltar sensaciones y significaciones en función del elemento
léxico ponen en relieve.
Organización retórica
Aliteración
Paralelismo
Juegos de palabras
Antítesis
Metáfora
La metáfora es esencialmente un fenómeno de naturaleza conceptual expresado
mediante distintos lenguajes de manifestación (verbal, icónico, gestual,
audiovisual).
Se trata de un fenómeno omnipresente, no sólo en el lenguaje de la literatura,
sino también en el científico y en el lenguaje cotidiano. Las metáforas del
lenguaje cotidiano revelan concepciones culturales del mundo.
La metáfora consiste en la proyección o superposición de dominios
conceptuales: la de un dominio conceptual fuente sobre un dominio conceptual
meta.
La proyección no es arbitraria y suele realizarse sobre experiencias cotidianas,
basadas en nuestro modo de percibir el mundo en cuanto sujetos encarnados en
un cuerpo.
En la proyección de dominios conceptuales no se vinculan sólo entidades en
forma puntual, sino más bien en forma estructural. Los constituyentes de una
estructura conceptual (el dominio fuente), se emplean para representar los
constituyentes de otra (el dominio meta).
Formas lingüísticas de la metáfora
a) Forma comparativa:
“Juan está enojado como un tigre hambriento y furioso de quien no se salva ninguna
presa”.
b) Forma judicativa A es B (asimilación o metáfora impura)
“Juan es un tigre hambriento y furioso de quien no se salva ninguna presa”.
c) Metáfora
“El tigre se me largó encima y no alcancé ni siquiera a explicarle porqué había
llegado un poco más tarde”.
Formas lingüísticas de la metáfora
d) Estructura apositiva:
“Juan, el tigre furioso”, “El tigre de Juan” o “Juan: el tigre”.
e) Sustantivo con adjunto circunstancial de materia:
“Juan trae un ánimo de tigre hambriento y furioso”. (Construcción muy común en frases
hechas metafóricas como “Un susto de Padre y Señor nuestro”, “Una bolsa de gatos”,
“Un atado de nervios”, etc.).
f) Palabra compuesta, portmanteau:
“Ahí viene don Juan-tigre, refunfuñando”.
Formas lingüísticas de la metáfora
g) “Juan me largó un zarpazo de lo enojado que estaba”.
f) “Cuando Juan ruge de esa manera significa que el horno no está para bollos”.
La formación semántico-referencial