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Dark Forest

J.L. Caballero

"Louis Versetti, un joven heredero que sale de su mansión buscando una vida propia, lejos de la autoridad
de su padre, pero entre él y su nueva vida se interpone el "Bosque obscuro", donde encontrará
dificultades sobrenaturales y aterradoras que nunca imaginó."
Atrévete a crear tu historia interactiva, escribe un pathbook.

Lineamientos:

1- Debe ser un libro con decisiones, permitiéndole al lector elegir y tomar diferentes caminos,
debe ser un pathbook.

2- El pathbook debe tener por lo menos 4 diferentes finales

3- Las decisiones son muy importantes, deben ser interesantes, justificadas e inteligentes.

Las decisiones son parte importante de la historia, deben ser creativas y muy bien estructuradas,
no debe ser obvio para el lector cual elegir, debes causar un dilema y crear incertidumbre sobre
las consecuencias de las decisiones que toma.
PATHBOOK DE EJEMPLO

INICIO

Llega uno de los mejores autos de la familia Versetti al portón de la residencia; una mansión
majestuosa, construida con los mejores materiales disponibles en aquel país, Escocia. El hermoso
Cadillac pasa por un jardín de más de setenta metros, se acerca hasta la puerta y al detenerse nadie
baja. El mayordomo espera, está listo para recibir a los recién llegados.

Después de algunos minutos se abre la puerta del auto, desde adentro alguien grita.
―Última vez que soporto tus reproches y tus insultos―dice Louis Versetti hijo del multimillonario
Paolo Versetti.

Muy Lentamente, tranquilo como suele ser su personalidad, sale el padre de Louis detrás de él, no
lo sigue, sin embargo lo observa con una mirada dura y descalificadora. Louis sigue lleno de ira
dirigiéndose a su padre con palabras de reproches.
―¿Crees que no merezco todo esto?, ¿crees que no soy digno?, ¡está bien!, así será entonces, no
tomaré ni un centavo de tu fortuna, no tomaré nada que sea tuyo, en este momento me voy de esta
casa―dijo con voz enérgica y determinante Louis, mientras su padre lo miraba con una sonrisa que lo
hacía enfurecer aún más.

Louis da la media vuelta y sin titubear empieza a caminar por el gran jardín hacía al portón de la
mansión. Nadie emite ni un sonido, solo se oyen los golpes amortajados de sus zapatos italianos que
resuenan en el empedrado. Se odia por ello, por usar esos zapatos que trajo su padre consigo la
última vez que fue a su país natal, Italia; del cual salió Paolo aun siendo muy joven. En diez años, sin
ayuda de nadie logró amasar una fortuna gracias a su habilidad como empresario. Mientras tanto el
joven Louis sigue caminando hacia la salida en donde lo espera un gran portón negro que lo seduce a
la libertad, pero al mismo tiempo lo acerca a la incertidumbre, ya que no sabe qué rumbo elegir.
Piensa al mismo tiempo que le demostrará todo lo que puede lograr por sí mismo. Solo lo acompaña,
una chaqueta de piel y un poco de dinero en la cartera, con el que pretende comenzar a enfrentarse
al mundo. Con sus veintitrés años de edad siente que está listo para crear su propio destino.

Antes de salir, voltea un poco hacia la derecha y observa la pequeña bodega de las cosas antiguas,
sabe que ahí está su vieja motocicleta. Hace años que no la usa, por tal razón debe de estar
empolvada y tal vez oxidada, está casi seguro que aún así funciona; aunque lo asalta la duda. No
obstante, está dispuesto a irse caminando, pero a la vez existe la posibilidad de un viaje en
motocicleta, que a su parecer, suena mucho mejor.

En tan solo pensar recorrer Escocia por sus valles y acantilados, entre la bruma y el sollozo del
bosque, montado en su corcel de hierro, le suena maravilloso; al mismo tiempo recuerda que fue su
padre quién se la obsequió.

No tiene intenciones de mostrar debilidad, no ahora, justo cuando está a punto de convertirse en un
Versetti y emular a Paolo en la búsqueda de su fortuna. Necesita hacerlo solo, necesita dejar atrás la
sombra de su padre. Pero, ¿qué importa?, al viejo le sobran cosas, y esa máquina de 800 cc es suya
por derecho, fue un regalo que, en parte, resarcía los años de abandono por culpa de las obligaciones
empresariales de su padre. Aunque antes de partir tal vez sea bueno hacer una ultima travesura.

¿Qué debe hacer Louis?

Decisión 1 - Salir caminando, Louis no necesita nada de su padre.

Decisión 2 – Tomar motocicleta, debe demostrar orgullo.

Decisión 3 – Romper cristales del auto, será divertido.


Romper cristales del Auto.

Louis lo piensa por un momento, ya que esta decidido a nunca regresar, desea hacer una despedida
que su padre no pueda olvidar. Su amado cadilac que cuidaba más que a su propio hijo sufrirá un
pequeño accidente. Louis camina hacia la entrada de la bodega y recoje un par de ladrillos, con
mucha determinación regresa y en presencia de su padre Paolo y de su mayordomo Renan, lanza el
primer ladrillo y da justo en un cristal lateral convirtiendolo en cientos de pequeñas partes. Renan
hizo un intento para avanzar hacia él y detenerlo pero el señor Versetti sobrepuso el brazo y no lo
dejo hacerlo, mas bien lanzando una mirada tranquila a Louis hace una señal con su mano derecha
como pidiendole que utilice el segundo ladrillo.

Louis enfurecido por la actitud despreocupada de su padre, camina hacia el frente del auto y sin
pensarlo dos veces lanza el segundo ladrillo y atravieza el cristal delantero. Sin siquiera regalarle una
segunda mirada se dirige a la bodega dispuesto a salir al mundo y forjar su propio camino.

Louis no desea nada de su padre, nada que no haya logrado por sus propios medios. Después de todo
el también tiene la sangre de los Versetti que supieron siempre ser pioneros y exitosos. Aunque por
otro lado, una motocicleta es justo lo que se necesita para empezar una nueva vida. El orgullo no es
necesario aqui, Louis no debe estar dispuesto a salir caminando solamente.

¿Cuál es la mejor forma de salir de su casa?

Decisión 1 - Salir caminando, Louis no necesita nada de su padre.

Decisión 2 – Tomar motocicleta, debe demostrar orgullo.


Salir caminando.
Parecen eternos los dos segundos que se toma para decidir, frunce el ceño y camina a la salida con
la certeza de que no podía empezar su vida emancipada con el acto de cobardía de tomar la
motocicleta. Así que se dice a sí mismo ¡No, señor! esto lo empiezas solo y solo lo terminas.

Los goznes del portón rechinan con el peso de cuatro metros de hierro forjado, detrás de él se
observa el vasto bosque de Menstrie, cuya ubicación es bastante curiosa. Justo se encuentra dónde
termina el pueblo e inician las montañas de “Ochil Hills” lo que favorece el encuentro con zorros,
ciervos, conejos y una que otra leyenda. Muchos lo llaman Dark Forest. Pareciese que fuese ayer
cuando la familia Versetti decidió establecerse aquí en busca de seguridad y prosperidad en los
negocios. Ya han pasado diecisiete años desde aquel día en que cruzaban el mismo bosque, su padre
Paolo con la mirada de un tigre y Louis con los ojos cándidos de un niño. La familia se ha venido
desvaneciendo, ahora solo quedan ellos dos. Esos dos Versetti con caminos separados, pero con el
mismo objetivo, grandeza.

Louis cruza el portón con paso firme y constante, no se detiene, ni siquiera voltea hacia atrás
para observar por última vez todos los recuerdos que deja. Solo Menstrie se interpone entre él y su
nueva vida. Después de una hora de caminata se detiene un poco observando el bosque, cae en
cuenta de su inmensidad e imponencia, aunque también de la tranquilidad y, hasta donde él sabe, de
la seguridad que lo representa. Es un lugar muy poco transitado y no tiene esperanza de encontrarse
con alguien que lo pudiera llevar. Respira profundo, abrocha su chaqueta hasta el cuello y continúa.
Camina, determinado a no regresar. Con la cabeza llena de planes en una mezcla de miedos,
incertidumbre y esperanza, sigue adelante.

El joven es un conocedor de vinos. En los largos veranos que pasó en Bourgogne aprendió mucho,
por lo que reflexiona que tal vez pueda dedicarse a su elaboración. Está seguro de tener aún en su
agenda, los números telefónicos de amigos franceses, incluso podría quedarse con ellos. Además,
con actitud de optimismo, se dice: -“si le digo a Pierre que me deje quedar en el diván seguramente
dirá que sí, es más, es probable que su padre me permita trabajar un poco en el viñedo, para empezar
y después... ¡Ah!, ¡después al mundo!
Al acelerar el paso también pensó en Alemania siendo un aficionado de los autos y con su
experiencia podría probar suerte en los circuitos de Nürburgring, conduciendo autos o como
miembro del staff. La vida le parecía ahora una dulcería abierta, con un mundo de deliciosas
posibilidades frente a sus ojos, en este momento era el niño pequeño con los ojos brillantes por las
posibilidades de regocijo.

La noche lo tomó por sorpresa, aún faltan cuatro horas de caminata hasta llegar al pueblo más
cercano, así que lo mejor es buscar refugio y seguir por la mañana. Al salir del camino se adentra un
poco entre la espesura del bosque, más que nadie, conoce las reglas básicas de supervivencia, ha sido
entrenado, por lo tanto evita perder calor corporal por conducción y por convección. Es decir, no se
debe dormir en el piso y mucho menos dejar que el viento lo golpee de frente. Coloca unas ramas
cruzadas entre sí y se arroja sobre ellas, la depresión natural que causa su peso lo deja suspendido a
pocas pulgadas del suelo. Así que, las mismas ramas hacen las veces de nido, evitando que el aire le
llegue de lleno. Al estar en esa curiosa posición solo puede entrever a su alrededor, a través de un
diminuto espacio entre dos ramas. No se preocupa por hacer una fogata, debido a que será
necesario pensar pasar más horas de vigilia, pero esta noche no desea desvelarse; quiere dormir,
descansar, reponer energías para continuar con el viaje de lo que será su nueva vida.

Antes de quedarse dormido escucha un ruido extraño, son pasos, alguien más está en el bosque.

―¿Quién está ahí? ―preguntó Louis con voz un poco nerviosa. A pocos metros observó la figura de
una mujer de cabello negro que se esfuma en el bosque rápidamente.

¿Cuál es la mejor forma de proceder?

Decisión 1 - Seguir a la mujer sin que ella se entere


Decisión 2 – Pedirle que se detenga y preguntar a donde va
Tomar la motocicleta.
Louis se acerca a la bodega donde se encuentra la motocicleta, abre la puerta, observa que se
encuentra en un rincón cubierta con una manta. La descubre con lentitud y millones de diminutas
partículas de polvo inundan el aire. La motocicleta luce como nueva, su color plata aún tiene la
misma intensidad, tal como la recuerda. Monta su motocicleta, la admira detalladamente, todavía
tiene olor a nuevo. La llave se encuentra todavía en el swich, no le gusta la idea de perderla y por ello
la dejaba lista para encenderla sin el menor problema.

Los goznes del portón rechinan con el peso de cuatro metros de hierro forjado, detrás de él se
observa el vasto bosque de Menstrie, cuya ubicación es bastante curiosa. Justo se encuentra dónde
termina el pueblo e inician las montañas de “Ochil Hills” lo que favorece el encuentro con zorros,
ciervos, conejos y una que otra leyenda. Muchos lo llaman Dark Forest. Pareciese que fuese ayer
cuando la familia Versetti decidió establecerse aquí en busca de seguridad y prosperidad en los
negocios. Ya han pasado diecisiete años desde aquel día en que cruzaban el mismo bosque, su padre
Paolo con la mirada de un tigre y Louis con los ojos cándidos de un niño. La familia se ha venido
desvaneciendo, ahora solo quedan ellos dos. Esos dos Versetti con caminos separados, pero con el
mismo objetivo, grandeza.

La mansión se construyó lejos del pueblo, su padre deseaba un lugar tranquilo para vivir, era
necesario más de una hora en auto para llegar hasta ella. Louis cruza el portón a más de ochenta
kilómetros por hora, todos los recuerdos ahora se quedan atrás. Solo el Bosque se interpone entre él
y su nueva vida. En tan solo veinte minutos en la motocicleta ya siente la libertad, saborea todas las
posibilidades que le esperan. Piensa que tal vez podría viajar un tiempo, recorrer algunos pueblos
hasta encontrar una actividad que sea redituable, que este a la altura de sus ambiciones.

Tiene amigos en diferentes países, por ser de una familia acomodada ha tenido la suerte de conocer
los 5 continentes. Nada es imposible ahora, todo esta frente a sus ojos, es hora de reclamarlo y
demostrar de que esta hecho. Realiza un cambio y acelera revolucionando la motocicleta y llegando
hasta los ciento cuarenta kilometros por hora, empieza a oscurecer y Louis quiere salir lo antes
posible del bosque.
De pronto, se cruza en el camino una mujer interponiéndose en su paso, obliga a Louis a realizar una
maniobra de evasión para no golpearla; eso causa que pierda el control y caiga de la motocicleta.

Louis se encuentra desplomado en el piso con algunos golpes en el cuerpo. La mujer corre a
ayudarlo, llega hasta él y sostiene su cabeza.

―¿Estás bien? ―pregunta Louis, mareado y desorientado, a la joven mujer.

―No puedo hablar contigo ―responde ella, saliendo despavorida del lugar.

Es una mujer sin rasgos escoceses y con una belleza muy exótica. Louis la observa hasta que se
pierde en el bosque rápidamente.

¿Cuál es la mejor forma de proceder?

Decisión 1 - Seguir a la mujer sin que ella se entere


Decisión 2 – Pedirle que se detenga y preguntar a donde va
Seguir a la mujer.
Louis no hace caso a las viejas leyendas de brujas y bestias del bosque que le contaban desde niño,
sigue rápidamente a la mujer, pero por extraño que parezca y por más rápido que corra no logra
alcanzarla.

―¡Detente!, ¡déjame ayudarte! ―grita Louis.

La noche cae completamente y la visibilidad se hace muy corta, el bosque se caracteriza por tener
una niebla muy densa, Louis ha perdido el rumbo; ya no puede ni siquiera regresar a la carretera. Es
una noche sin luna y avanza casi a ciegas, tocando los arboles con las manos, se detiene un poco y
percibe una luz lejana, sigue caminando distinguiendo a lo lejos una casa. Es una vivienda pequeña,
un poco rara, aparentemente alumbrada a la luz de las velas. Al llegar a la casa observa a la joven
mujer en la puerta, observándolo como si lo estuviera esperando. Se acerca un poco temeroso y
antes de que pudiera pronunciar palabra alguna la mujer le habla.

―¿Por qué me has seguido?

―Pensé que te encontrabas perdida, ahora veo que no es así, además necesito un lugar donde pasar
la noche, solo déjame descansar y por la mañana me iré sin problemas.

―¡No es posible! y tampoco puedo hablar con nadie, mi madre me lo prohíbe.

―Te entiendo, pero solo será por esta noche, le dice Louis casi suplicándole.

La mujer lo observa detenidamente sin decir una palabra. Louis sonríe un poco, admirando aquella
mujer hermosa, de piel blanca, cabello negro y ojos que hipnotizan, con una voz suave, pero a la vez
con un tono de preocupación en ella. Es muy raro que viva en el bosque, alejada de todo, piensa él
desde su fascinación.

―Te confieso que me siento un poco incomoda hablando contigo, desde hace doce años que mi
madre me cuida no he hablado con nadie, sus reglas son muy estrictas.
―Sé que entenderá, déjame hablar con ella ―contesta Louis.

―No lo entiendes, mi madre está muriendo y no sé si seas la ayuda que ella necesita.

―Yo te puedo ayudar en lo que necesites ―afirma Louis.

La mujer baja la mirada, medita por un momento la situación, ya que su madre nunca ha permitido
ningún tipo de visitas, esto podría traerle graves repercusiones, pero en esta ocasión, y muy
extrañamente, su madre le había dicho que necesitaba ayuda. Aunque le pidió tajantemente que
buscara ayuda de una mujer o de un niño, Louis evidentemente no lo era.

―Está bien, pasa. No te sorprendas por nada de lo que veas, por favor ―dice gentilmente la mujer.

Louis titubea un poco por las palabras de la mujer, pero entra con celeridad para ver el escenario.

--- Continuar historia en capitulo ENTRAR A LA CASA ---


Esperar un momento.
Louis se queda pasmado con lo que está pasando, hay algo raro en esa mujer que lo hace dudar.
Ahora recuerda las leyendas del bosque de Menstrie, leyendas que contaban los ancianos
pobladores. Decían que una bruja vivía en el bosque, que su existencia se remontaba hasta
doscientos años atrás. Muchas personas referían haberla visto aunque difieren en sus historias,
algunos dicen que es una joven mujer, muy hermosa y con una voz suave; otros, que es una mujer
madura de cabello rubio con la capacidad de convertirse en bestia y algunos más, que es una anciana
que se mueve con gran agilidad. Todo eso acompañado de historias plagadas de exageraciones con
adornos narrativos extraordinarios.

Para nada Louis, es miedoso, pero prefiere seguir su camino, lo menos que necesita en este
momento son complicaciones y resuelve dar la media vuelta para irse de ese lugar misterioso, pero al
hacerlo, escucha una voz detrás de él.

―¿Me podrías ayudar?

Voltea sorprendido al ver a la mujer de hace unos momentos. La mujer hermosa, piel blanca,
cabello negro y unos ojos que hipnotizan. Tiene una voz suave y se nota un tono de preocupación en
ella.

Louis vuelve a la realidad, se olvida de las historias y contesta.

―Claro que sí, dime, ¿qué puedo hacer por ti?

―Mi madre está muy enferma y necesito ayuda, vivimos juntas a un par de kilómetros de aquí
adentrándose en el bosque.

―¿Me ayudarás? ―pregunta la mujer con un tono suave y conmovedor.

Luis no puede resistirse a tal petición, definitivamente su belleza lo tiene anonadado, solo asiente
con la cabeza y la sigue. Cae la noche antes de llegar, se nota que ella sabe muy bien el camino, no
titubea ni un momento y llega directo a la casa. Es una vivienda pequeña, un poco rara, y
aparentemente alumbrada con luz de las velas.

―Te confieso que me siento un poco incomoda hablando contigo, desde hace doce años que mi
madre me cuida no he hablado con nadie, sus reglas son muy estrictas. La mujer baja la mirada,
piensa por un momento ya que su madre nunca ha permitido ningún tipo de visitas, esto
normalmente le traería graves repercusiones pero en esta ocasión, y muy extrañamente, su madre le
había dicho que necesitaría ayuda. Aunque le pidió que buscara la ayuda de una mujer o de un niño,
Louis evidentemente no lo era.

―¡Pasa! ―dice gentilmente la mujer. ―No te sorprendas por nada de lo que veas, por favor.

Louis titubea un poco por las palabras de la mujer, pero entra con celeridad para ver la situación.

--- Continuar historia en capitulo ENTRAR A LA CASA ---


Entrar a la casa.
La casa rechina a cada paso, es un poco oscura ya que solo la iluminan las tenues luces de las
velas, al caminar toca una de las paredes con su mano y siente una capa viscosa que la recubre, no
puede evitar que se le erice la piel. La casa tiene toda clase de artilugios colgados, algo así como
amuletos, animales disecados y botellas de vidrio llenas de líquidos de distintos colores.

Louis se sorprende, y no puede disimularlo ya que la casa es mucho más grande por dentro que
como se mira por fuera, por el exterior parece solo una pequeña cabaña del bosque. Llegan hasta la
cama donde se encuentra la mamá, al verla, él calcula que tiene más de setenta años. Se ve con
muy poca fuerza, cansada y abatida por la vida. Con mucho esfuerzo logra sentarse a medias.

―¿Estás segura que él nos podrá ayudar? ―pregunta la anciana a su hija.

―Louis Versetti, mucho gusto, la ayudaré en lo que sea necesario.

La anciana observa por un momento a Louis, hace una seña a la joven y muestra una cara de disgusto.

―Retírate, no te quiero ver, termina las tareas que te di ―le dice de manera grosera a la joven,
tratándola como una esclava y no como su hija que es.

Voltea hacia Louis y añade con la mayor naturalidad.

―Necesito unos ingredientes del bosque, mi hija ya no puede traerlos, son algo difíciles de conseguir.
Te lo agradeceré muchísimo en verdad, muchacho, te daré unas antiguas monedas de oro que guardo
desde hace muchos años.

No me caería mal algo de dinero justo ahora, ¡qué rara anciana!, no me parece peligrosa, la gente
de por aquí suele tener sus manías, pero también es cierto que muchos de ellos tienen buenos tesoros
guardados. Está bien, haré lo que me pide y luego me largo, piensa Louis.

―De acuerdo, la ayudaré, cuente conmigo―contesta, con toda seguridad.

―No es necesaria la paga, pero me vendría muy bien en estos momentos―agrega Louis con la
esperanza de sonar desinteresado.

La anciana le indica que al amanecer le dará una lista de lo que necesita, mientras tanto le dice que
pase la noche en su casa para protegerse del frio y de los animales del bosque. Louis solo asiente con
la cabeza con aire ausente, sus pensamientos divagan entre la muchacha extraña, la discusión con su
padre y lo que hará con su nueva libertad. Se queda en un sillón que se encuentra en la parte norte
de la casa, junto a la ventana cerca de una pequeña chimenea. Observa a la joven irse a su habitación,
sin evitar disfrutar de nuevo su resaltante figura que lo invita a fantasear un poco.

Louis no se quiere quedar con las ganas, es posible que por lo menos le pueda robar un beso o mucho
más. Pero, por otro lado, tal vez sea mejor no meterse en problemas y esperar al siguiente día para
ganarse esas monedas y poder irse, un mundo lo espera.

Decisión 1 – Seguirla e intentar seducirla

Decisión 2 – Intentar dormir y esperar el siguiente día


Decisión 1 – Seguirla e intentar seducirla

Es imposible resistirse a la belleza de esa mujer. Louis espera un par de minutos y después se pone de
pie para seguirla hasta su cuarto sin hacer ruido. Camina lentamente y se detiene en la puerta que
solo es una cortina algo transparente. Observa la silueta de la joven quitarse la ropa y ponerse una
pequeña bata. Antes de que entrara a la cama, Louis levanta la cortina y la saluda dando dos pasos
dentro del cuarto.

—Hola.

La joven se espanta y corre hacia él para sacarlo del cuarto sin hacer ruido.

—No puedes estar aquí, salte antes de que te vea mi madre, nunca ningun hombre a estado en mi
cuarto. —dice la chica empujando a luis del pecho pero sin poder moverlo.

Louis la toma de la cintura y siente su piel a traves la delgada bata, la aprieta un poco a su cuerpo y se
acerca a sus labios. Ella esta congelado, tal ves por el miedo o por sentir el cuerpo de Louis. Él se
acerca un poco más y logra besar sus labios. La chica no hace ningun movimiento, sus labios tampoco
se mueven, Louis se da cuenta que no sabe besar, tal vez nunca lo ha hecho antes. Al final del beso
que duró unos cuantos segundos, siente como ella deja de pone resistencia y mueve ligeramente sus
labios para besarlo. Louis la acerca más a su cuerpo para sentir sus pechos y su vientre junto a él,
empiezan ambos a respirar agitados. Un instante despues ella lo empuja con fuerza para separarlo y
sacarlo del cuarto.

—No vuelvas a entra aquí o te sacaré y dormirás en el bosque. —dijo ella susurrando pero intentando
gritar.

Louis titubea un poco, quiere continuar pero despues de pensarlo unos segundos se dirige de nuevo a
su sillón resignado a solo dormir. Aunque le dio algo de pena se alegra de haber entrado a su cuarto.
Respira profundo para calmarse y cierra los ojos

Continuar en intentar dormir.


Decisión 2 – Intentar dormir y esperar el siguiente día

Al acostarse, no puede conciliar el sueño por más que lo intenta. Escucha muchos ruidos fuera de
la casa, observa por la ventana, se sorprende de lo que acontece; cree ver a la anciana caminar hacia
el bosque con paso veloz sin demostrar la fragilidad que presentó hace unas horas. El muchacho sale
de la casa siguiéndola a una distancia prudente para evitar que se dé cuenta. Llega a un lugar que,
con toda seguridad, es para hacer alguna especie de ceremonia, hay un pentagrama pintado en el
piso y círculos de sal rodeándolo.

Louis se espanta un poco y pierde de vista a la anciana, no queda más que regresar a la casa,
esperar a que amanezca para aclarar las ideas. Entra a la casa sin hacer ruido alguno, con cautela se
acerca al cuarto de la anciana, echa un vistazo entre las rendijas de la puerta, desconcertado observa
que se encuentra dormida como si nada hubiese pasado.

¡Imposible!, acabo de verla internarse en el bosque, piensa Louis.

Examina la casa un poco consternado, revisa toda clase de cosas curiosas que cuelgan del techo. Mira
con cierto horror los cuadros en las paredes, se acerca con ojos abiertos a los frascos con ingredientes
desconocidos que descansan sobre repisas mugrientas, podría jurar que en uno de los recipientes
hay un feto humano. En el piso hay cofres de madera de cedro, el miedo lo obliga a reprimir su
curiosidad creciente y evita que los abra. Vuelven las historias de brujas a la mente de Louis, una
mezcla de horror y náuseas se apoderan de su estómago mientras su mente solo alcanza a decir:
¡huye! ¿Será posible que todas aquellas historias de brujas que me contaban de niño sean reales?,
piensa Louis mientras se sienta lentamente en el sillón cerca de la chimenea.

Es estúpido creer en las leyendas de las brujas, es completamente normal que las ancianas
desarrollen costumbres raras. Es mejor esperar el amanecer para ayudarla con lo que le pidió y
ganarse unas monedas. Pero, ¿qué pasa si se equivoca?, tal vez es necesario escaparse mientras aun
es de noche, debe llevar a la muchacha con él, seguro ella desconoce todo esto. Lo peor que puede
pasar es que la joven lo tache por loco y lo corra de la casa.

Louis no sabe qué hacer, en ese momento recuerda a su padre, ese hombre duro con rostro enjuto
que jamás demostró miedo, aunque estuviera en las situaciones más difíciles.

¿Qué haría mi padre en esta situación, que me aconsejaría?

Después de pensarlo un poco Louis toma su decisión:

Decisión 1 – Ayudar a la anciana y ganarse unas monedas

Decisión 2 – Escapar de la casa y llevarse a la joven mujer


Decisión: Ayudar a la anciana
Amanece, es un lindo día y todo se ve diferente, la casa no esta tan mal después de todo. Louis
apenas pudo dormir un par de horas durante la noche.

La joven le ofrece algo de comida, pero Louis muy cauteloso solo toma un poco de fruta. Esa mujer
tiene algo que cautiva a Louis, no puede dejar de observarla, la manera en que se mueve, la forma
como lo mira, o la manera en la que no lo mira ya que ella siempre baja un poco la mirada cuando se
dirige a él.

―Aquí está la lista de ingredientes que necesita mi madre―dice la joven extendiendo su brazo para
darle la lista a Louis.

―Muy bien, los buscaré enseguida, pero antes me gustaría conocer tu nombre.

―Mi nombre no es necesario, es mejor no conocernos ―contesta.

―¡Esta bien!, no insistiré, solo una pregunta más, ¿Nunca has pensado en salir de este bosque,
conocer el mundo?―pregunta Louis esperando saber un poco más sobre ella.

―Ni siquiera lo menciones, mi madre no me lo permitiría―contesta con un poco de temor en su voz


mientras se aleja de él.

Louis no sabe qué pensar, pareciera como si su madre la obligara a estar con ella. No hay tiempo
que perder, ya las ideas de la noche anterior se borraron un poco, es mejor terminar con el trabajo
pronto para poder seguir su camino.

Louis sale de la casa, la joven se queda a cuidar a su madre.

Dentro de la lista hay cosas muy peculiares, desde lo completamente normal, como unas hojas de
“Neem” y las famosas flores rosas de ”El Brezo” hasta cosas tan raras e inexplicables como, mojar un
pañuelo con brisa de una cascada y cortar una oreja de jabalí.

¿Cortar una oreja de jabalí?, ¡vaya situación en la que estoy metido!, solo quiero terminar con esto
de una vez por todas y largarme a un mejor lugar, piensa Louis.
Es un bosque sombrío con una niebla terrible y árboles enormes, en muchas partes ni siquiera
logra entrar la luz del sol, ahora entiende por qué las personas del pueblo lo llaman Dark Forest.
Cuando era muy joven recibió un entrenamiento militar que le enseñó técnicas de supervivencia y
defensa personal. Eso le ayuda a moverse sin problemas en el bosque y sentirse un poco más seguro.
Louis entra en el bosque y al cabo de seis horas está de regreso con casi todos los ingredientes, solo
faltó uno, un pequeño camaleón que no pudo encontrar. Llega a la casa dispuesto a entregar todo e
irse para continuar su camino.

―Aquí están los ingredientes―dice Louis mientras abre la puerta de la casa.

Nadie contesta, hay un silencio un poco aterrador. Camina lentamente hacia la habitación de la
anciana y no está ahí, también revisa la habitación de la joven e igualmente está vacía.

Intuye que es el momento perfecto para revisar un poco más, Louis no desea quedarse con tantas
incógnitas y continúa a investigando un poco más en la casa. Hay tantas cosas extrañas que no sabe
por dónde empezar, abre cada uno de los cofres, revisa los armarios, todos los artículos colgados en
la pared y en el techo, lo hace con mucha curiosidad, pero también con celeridad, sabe que en
cualquier momento puede ser descubierto y no le gustaría tener que explicar su evidente falta de
respeto.

En un viejo baúl le llaman la atención unas antiguas fotografías, al parecer son de la anciana
cuando era joven, era muy bella, con cabellos rubios y una gran sonrisa. Junto a estas, también
observa unos retratos pintados a mano aún más antiguos, donde también se observa a una mujer
joven, tiene el cabello negro y de piel morena, así como fotografías de otras mujeres igualmente
hermosas. Louis no sabe qué pensar y se dispone a dejar todo en su lugar. Su mente le dice que las
demás mujeres deben ser familiares de la anciana, de épocas lejanas y misteriosas, pero su instinto le
dice que existe algo más, algo extraño y sobrenatural.

Pero eso es imposible, debo dejar de pensar en tantas tonterías y concentrarme en salir de este
bosque antes de que me vuelva loco, piensa Louis para sí mismo.

Debe terminar con la búsqueda, sabe que el tiempo se le agota y su curiosidad está casi satisfecha,
sin embargo, algo más le llama la atención; la esquina de un viejo libro se asoma por debajo de la
almohada que está en la cama de la anciana. No puede evitar sentirse terriblemente atraído a ese
objeto que puede revelar la verdad dentro de tanto misticismo.

¡Qué cosa!, ¡no lo puedo creer!, ¡esto es imposible!, nunca me imaginé que en verdad fuera un libro
de magia negra, ¡la anciana es una bruja!, piensa Louis. Revisa bajo la cama, no hay nada, osado
mete la mano como buscando un bulto transparente que ocupe el espacio cóncavo de sus miedos.
Para su alivio, no hay nada, aunque…, siente una corriente de aire helada que nace del piso y sale con
cierta fuerza hacia arriba. Revisa con más cuidado, se encuentra con que en el piso hay un falso
fondo, unas maderas que forman una pequeña puerta cubierta de polvo. La abre, consigue aún más
libros y artículos tenebrosos. Cierra la puerta de ese nuevo descubrimiento con mucha rapidez, no
está dispuesto a confrontar a la anciana mientras es descubierto en su búsqueda imprudente.

Solo queda el libro que está sobre la cama, con su postura absurda de mariposa inocente, cuándo
podría imaginarse la gente de que ese libro está lleno de las cosas más herejes que puedan pensar,
hasta ahora… Una pequeña ráfaga de aire hace que las hojas se persigan en su afán por cruzar de un
lado al otro de la historia, se detienen en una página marcada en un hechizo con la fecha del día de
hoy. Es un hechizo de migración de almas y ahí se describe la lista de ingredientes que él mismo
acaba de recolectar.

Son necesarias tres personas para realizar el hechizo:

―El emisor, el receptor y uno más para ofrecer en sacrificio, es una magia de sangre―lee Louis
apresuradamente.

No puede creerlo y no sabe como actuar o que pensar, toda su vida no ha creido en hechizos pero
al ver todo esto algo le dice que es real, que hay un mundo que él desconoce. Ahora todo está más
claro, la persona de las fotografías era la anciana, en todas ellas, ¡claro! debe de ser así, piensa; en
diferentes épocas y en diferentes cuerpos, ahora quiere tomar el cuerpo de la bella joven.

La sangre se le paraliza por un momento y siente un escalofrio recorrer todo su ser, en un segundo
mientras un pensamiento llega a su mente: ¡El sacrificio soy yo!, aterrorizado sigue con sus ojos las
palabras escritas en aquellas hojas malditas. Trata de calmarse un poco mientras piensa qué es lo
que va a hacer… ¡nada! no se le ocurre nada, la única respuesta que puede imaginar es salir
corriendo de la casa y ocultarse en el bosque mientras llega el otro día o encuentra el camino de
vuelta a la carretera, está a punto de salir huyendo cuando escucha entrar a la anciana acompañada
de la joven. Una fría sensación le recorre la espalda.

―Salimos a tomar un poco de aire, a mi madre le hacía falta―dice la chica antes de que Louis pueda
pronunciar alguna palabra.

Louis tiene la frente aperlada. Su postura es de extremo pavor y sus músculos están tensos, listos
para pelear por sobrevivir. La anciana observa a Louis detenidamente, lo mira como si supiera lo que
acaba de descubrir. ¡Estoy perdido!, dice para sí mismo.

―Por favor dame los ingredientes que reuniste muchacho, entrégamelos en este momento, te daré
las monedas de oro―dice la anciana mientras extiende su mano de una manera un tanto
desesperada.

Decisión 1 – Escapar con la joven, la bruja no podra alcanzarlos

Decisión 2 – Enfrentar a la bruja, no tiene caso correr

Decisión 3 – Buscar el momento adecuado, Louis debe ser inteligente


Decisión: Escapar con la joven
Louis camina apresuradamente por el bosque con la joven arrastrándola del brazo, ella está
asustada, solo sigue caminando por instinto, pero de pronto se detiene.

―¡Basta, no me iré contigo!―grita y sacude su brazo para soltarse.

Louis le explica todo lo que descubrió y le dice que no hay tiempo que perder, que tienen que
llegar a la carretera para estar un poco mas a salvo.

─Una nueva y mucha mejor vida te espera fuera de este bosque —Dice Louis intentando convencerla.

Ella dice ─No sabes de lo que es capaz y adem… —pero antes de que pudiera terminar la frase,
escuchan unos aullidos acercándose. Era de esperarse, ahora los está siguiendo convertida en una
bestia.

Las leyendas eran ciertas, piensa Louis. Corren juntos, pero los ruidos se acercan cada vez más,
pueden escucharse solo a unos metros de distancia. Louis se detiene dispuesto a enfrentarlas, pero se
da cuenta que no solo es una bestia, son dos. Puede ser que la anciana las controle o que ella misma
sea una de ellas. Es necesario actuar rápido. El joven saca una pequeña navaja que siempre guarda
en su chaqueta, le gustaba sentir el poder que le da un arma, saber que puede hacer daño,
defenderse o amedrentar, le deleitaba ese pequeño poder, en muchas ocaciones pensó que algún día
le podía salvar la vida, tal vez este era el momento.

—¡Vete de aquí!, corre a la carretera, yo me hare cargo—exclama Louis.

—¿Estás seguro?, yo te puedo ayudar—Dice la mujer.

Louis no está dispuesto a arriesgarla, no desea que nada le pase, pocas veces ha estado frente a
una mujer tan hermosa como ella, para ponerla en peligro. Se pueden ver las dos bestias rodeándolo,
caminando lentamente y observándolo fijamente preparándose para atacar.

No desea perderla de vista, pero tampoco deseea arriesgarla. Louis no sabe que decirle y es
necesario decidir rápido:

Decisión 1 – Espérame en la carretera

Decisión 2 – Quédate conmigo


ESPERAME EN LA CARRETERA

Louis observa como la hermosa muchacha sale corriendo, mientras él intenta atraer toda la
atención de las dos bestias que lo acechan. Al observarlas detenidamente puede ver que son como
lobos, pero con el doble del tamaño de un animal normal, con un pelaje color gris, con una
protuberancia parecida a una joroba en su espalda. Uno de ellos tiene una mancha de pelo blanco en
el pecho y aparentemente es el líder, el cual es de mayor tamaño.

Nadie hace movimientos, solo se observan, Louis tiene listo su cuchillo, las bestias sus garras y
colmillos.

—Esto no terminara bien—Piensa Louis.

Las dos bestias se mueven lentamente hacia él, solo se escucha el crujir de las hojas que pisan y el
viento que sopla fuertemente. Se acercan cada vez más, poco a poco avanzan, se abren uno a su lado
izquierdo y otro al derecho, flanqueándolo como animales en asecho, efectivamente Louis es la
presa. Se detienen. Lo observan fijamente por un momento y se abalanzan sobre él con una rapidez
impresiónate. El muchacho apenas puede reaccionar y con un movimiento casi instintivo salta hacia
adelante esquivando su ataque. Una de las bestias se lanza de nuevo hacia Louis, él se hace a un lado
y patea a la bestia en un costado. La bestia cae al piso, pero se incorpora de inmediato.

—¡Es todo lo que tienes anciana!—Grita Louis de manera retadora. —

Son lobos sedientos de sangre, su mirada es aterradora, su pelo erizado denota rabia y lo refuerzan
mostrando sus dientes, las dos bestias corren hacia él, una de ellas se lanza a sus pies, la otra salta
para tomarlo del cuello. Louis salta logrando evadir a una de ellas y levanta su mano izquierda para
cubrirse del ataque de la otra, pero de inmediato se da cuenta que fue una mala idea, la bestia
muerde su antebrazo atrapándolo con sus mandíbulas, caen al piso y Louis se retuerce de dolor, la
bestia esta triturando su brazo. Rápido, con el brazo derecho, realiza tres cuchilladas en el cuello de
la bestia, cayendo esta al piso produciendo un ruido estremecedor, se está ahogando con su propia
sangre y su cuerpo convulsiona.

El aguerrido joven pierde de vista a la segunda bestia, no la escucha. Su brazo está muy lastimado y
no sabe si podrá contra un nuevo ataque, esta vez de la bestia líder. La fiera no aparece, Louis
camina lentamente hacia atrás, alejándose cada vez más. Al sentirse seguro comienza a correr sin
parar. Cuando llega a la orilla de la carretera, observa hacia ambos lados buscando a la joven mujer.

—¡Ya puedes salir, estamos a salvo!—Grita Louis. Nadie contesta y no hay rastros de la chica por
ningún lado.

—¿Dónde estás?, tenemos que irnos —pregunta sin respuestas.

Louis busca desesperado, pero no hay ningún rastro de ella, de hecho no sabe ni siquiera si logró
llegar a la carretera. Está desconcertado, no sabe que pensar, no sabe si realmente la joven corrió
para salvarse o regresó a la casa con la anciana.

En aquella chica había algo muy extraño, pero a la vez cautivante. Se podía ver en su mirada un
grito de desesperación que decía: “sácame de aquí” o al menos así lo entendía Louis, pero en este
momento no sabe si realmente era cierto, tal vez ella aceptaba el destino que la anciana le tenía
preparado.

Louis se sienta por un momento en la carretera intentando pensar, no quiere seguir su camino y
dejar a esa joven allí, pudo haber sido atrapada en el camino y ser forzada a regresar. La herida en el
brazo es grave, no podrá utilizarlo en una siguiente pelea si decide regresar, estará incluso
exponiendo su vida si regresa, tal vez no valga la pena tal riesgo por una mujer de la cual no conoce
ni siquiera su nombre.

¡Basta de pensar! Louis se pone de pie y toma una decisión:

Decisión 1 – Regresar a la casa y buscar a la joven mujer

Decisión 2 – Trazar su propio camino, no es necesario correr riesgos


QUEDATE CONMIGO

La joven y Louis se mantienen juntos, listos para defenderse de las bestias. Al observarlas
detenidamente pueden ver que son como lobos, pero con el doble del tamaño que el pensaría como
normal, con un pelaje color gris y una protuberancia parecido a una joroba en su espalda. Uno de
ellos tiene una mancha de pelo blanco en el pecho y aparentemente es el líder, el cual es de mayor
tamaño.

─Quédate detrás de mí, no te pasará nada—Dice Louis pretendiendo darle seguridad.

Para su sorpresa las dos bestias parecen solo interesarse en él, se acercan lentamente y lo desafían
con gruñidos aterradores. Son lobos sedientos de sangre, pero Louis no está dispuesto a sucumbir al
miedo, corre hacia ellas, tratando de alejarlas lo más posible de la mujer, lanza un ataque con su
mano derecha intentando lastimar a una de ellas con su cuchillo, pero falla, son rápidas, muy rápidas,
más de lo que a Louis le gustaría. Las dos corren hacia él y se lanzan con un salto. Louis con un pie
intenta detener a una de ellas, mientras la otra cae sobre él y lo tira al piso.

Con la patada logra hacer que una bestia muerda solo su zapato, el cual le quita y destroza de
inmediato. Con la otra bestia encima de él y antes que se reincorpore la segunda, encaja el cuchillo
en el pecho del animal, lo hunde lo más posible, siente como la sangre caliente brota y corre por su
mano. La bestia cae al piso, Louis observa como tiene repedidos espasmos, como en cuestion de
segundos se convierte en una masa negra y viscosa. Esa bestia era obra de magia negra, no era un
animal de verdad.

De súbito tiene a la otra bestia sobre de él, ya no tiene el cuchillo, solo sus manos. Louis está en el
piso con la bestia encima tratando de morderlo, la detiene por el cuello pero es muy fuerte, sus
mandíbulas están a tan solo unos cuantos centímetros de su rostro. Louis siente como las garras
rasgan su pecho, su chamarra lo protege un poco pero el dolor es insoportable. El olor del hocico es
repugnante y la baba del animal cae sobre el rostro de Louis.

—¡Ayúdame!—Grita desesperado. Intenta ver a la mujer mientras lucha por mantener a la bestia
lejos, pero no la encuentra, no está por ningún lado.
—Probablemente corrió a ponerse a salvo. —Piensa Louis. Pierde la esperanza, las fuerzas se agotan,
no puede resistir por más tiempo, los gruñidos del animal son estremecedores y en ese momento
recuerda su vida, esa vida cómoda que tenía, donde su mayor preocupación era lidiar con las
exigencias e insultos de su padre.

Los colmillos de la bestia están cada vez más cerca, las fuertes garras siguen encajándose en su
pecho provocándole un dolor insoportable. Louis está cansado, siente que los brazos le pesan, cierra
los ojos e intenta sacar sus últimas fuerzas, intenta quitarse a la bestia de encima pero es inútil, aquel
animal parece no cansarse nunca. Pierde fuerza y cuando la bestia está a solo tres centímetros del
rostro de Louis, se escucha de aquella monstruosidad, un ruido extraño como de un humano
quejándose de dolor.

La mujer ha encajado el cuchillo en la nuca de la bestia, Louis la lanza hacia un lado y ambos
quedan tirados en el piso.

—¿Te encuentras bien? —Pregunta ella acercándose para revisarlo.

Louis abre su chaqueta y revisa sus heridas en el pecho. Nada serio, ni de qué preocuparse, aunque
el dolor sigue ahí.

─Estoy bien, te lo agradezco—Contesta Louis mientras ella le ayuda a levantarse.

Observando al animal que aún se mueve un poco, empieza a cambiar de forma soltando gases
negros y dejando partes de piel en el piso. Se ha convertido en la anciana que sigue quejándose. Se
encuentra desnuda y se arrastra unos centímetros como queriendo escapar. Al cabo de unos minutos
deja de moverse expirando su último aliento y emitiendo un sonido como de una serpiente.

Louis se encuentra aliviado, pero para su sorpresa la joven se pone triste, le pide a él que la
entierren, después de todo vivió casi diez años con ella y la llegó a ver como una madre.
Complaciendo a la muchacha, entierran el cuerpo cerca del lugar en donde murió, dándole su último
adiós. Alejándose, llegan caminando hasta la carretera, en donde se detienen y Louis la mira
fijamente.

─Me encantaría saber tu nombre—Le dice con tono un tanto romántico.

—¡Mi nombre es Aila! —contesta, extiende su mano y la estrecha con la de él.


─Será un honor seguirle en su camino señor Versetti —agrega ella.

─Dime Louis, solo Louis, desde este momento mi vida inicia aquí —se alejan caminando uno junto al
otro por la carretera.

No saben que le depara el destino, la vida ha cambiado para ambos y tienen demasiadas posibilidades
por delante. Empieza una nueva vida para ambos.

FIN 1
REGRESAR A LA CASA

Louis regresa a la casa, está herido y sangrando pero aun tiene fuerzas para pelear. Aunque ni
siquiera llegó a conocer su nombre, el rostro de la mujer da vueltas en su cabeza. Deseaba iniciar su
nueva vida, como podría haber sabido que el bosque se interpondría en ello, nunca imaginó estar
pasando por lo que ahora está viviendo. Avanza por el bosque sin encontrar ninguna bestia, llega
hasta la casa y muy lento se acerca a una ventana, observa que ahí está la joven, está discutiendo
con la anciana.

Entra a la casa sin pensarlo, decidido a terminar con esto.

—¡Regrese por ti! —dice Louis —y no me iré de aquí solo.

La chica intenta caminar hacia Louis, pero la anciana se interpone. No la dejará ir, al menos no sin
intentar detenerlo. Es inevitable una pelea con la bruja, Louis no tiene miedo pero dezconoce a lo
que se enfrenta y está seguro que ella no jugará limpio.

Continuar en capitulo ENFRENTAR A LA BRUJA


ENFRENTAR A LA BRUJA

La anciana, empieza a hablar en una lengua extraña, sus brazos crecen, las piernas se vuelven más
fuertes y cambia su postura. Sus pupilas se engrandecen tornándose de un color violeta. Se observa
como sobre la piel le salen pequeñas plumas negras recubriendo parte de sus brazos, el cuello y la
espalda. Las uñas le crecen, se endurecen hasta medir casi cinco centímetros. Sus pies crecen
demasiado, tanto que rompe sus viejos zapatos y se dejan ver enormes pesuñas negras en los largos
dedos de ambos pies. La anciana termina su transformación y observa a Louis con una mirada
aterradora.

—¡Déjalo en paz “Nimue”! —Grita la joven diciendo el nombre de la bruja.

De manera inmediata y con gran agilidad se lanza sobre Louis, él la sostiene de ambos brazos, pero
ella es sumamente fuerte que apenas puede detenerla un momento.

—¿Estás seguro que deseas continuar muchacho? —Le pregunta la bruja con voz burlesca, mientras
acerca su cara a la de Louis y saca la lengua intentando lamer su rostro.

Louis la suelta y la empuja hacia adelante, inmediatamente ella se lanza de nuevo contra él pero
corre a la puerta logrando salir de la casa. La bruja lo sigue, aletea como un cuervo haciendo saltos
para atacarlo en el cuello con sus largas uñas. Con rapidez el joven se quita la chaqueta lanzándosela
a la cara de la bruja, ella cae golpeándose contra el piso. Él se abalanza sobre ella y la detiene con un
abrazo, solamente inmovilizándola, aun no tiene el valor para golpearla.

—¿Como la detengo? —Pregunta Louis a la joven.

Esta entra corriendo a la casa sin decir una sola palabra. La bruja abraza a Louis, le encaja las
garras en la espalda, es un dolor insoportable el que tiene que resistir para no soltarla. No puede
controlarla más y la empuja para liberarse de sus uñas. La bruja se incorpora con gran agilidad, Louis
aun esta en el piso, y antes que pudiera pararse lanza un golpe que rasga la cara del muchacho. Es
solo un rasguño con dos dedos, no fue muy profunda la herida, pero su rostro sangra cayendo gotas
de estas en el piso.
La bruja se ríe a carcajadas. Louis está enfurecido, se toca la herida llenando su mano de sangre, al
ver el rojo intenso causa en él un instinto salvaje y con un movimiento rápido le provoca un golpe en
el estómago, suficiente para dejarla sin aire. La anciana cae de rodillas al piso apretándose con
ambas manos y sin poder respirar. De pronto sale la joven con un viejo libro en la mano y una botella
de vidrio con un aceite color escarlata en la otra. Inicia hablando en una lengua desconocida, y vierte
el frasco de aceite a la bruja. Su cuerpo se enciende en un fuego color violeta intenso, con llamaradas
color gris. Louis está sorprendido, la joven también conoce de brujería.

La malvada mujer pareciera desvanecerse con el fuego, pero no se quema ni una pluma. Grita y
gime de dolor, va perdiendo su aspecto, regresando a la frágil anciana de antes. El fuego se apaga
poco a poco, la anciana ya se encuentra inmovil tirada en el piso.

—¿Está muerta? —Pregunta Louis.

—¡No!, ¡claro que no! —Contesta la joven, pero tal vez pronto lo esté, he quitado todos sus poderes y
solo es cuestión de un par de semanas para que se apague su vida.

—Mi nombre es “Aila”, gracias por venir, no hubiese podido hacerlo sin tu ayuda —

Louis sonríe un poco, por fin sabe el nombre de aquella hermosa mujer, “Aila” un nombre común
escocés, pero muy bello. Aila ya sabía sobre los planes de la bruja, que aunque no era su madre, si la
había cuidado por muchos años y le tenía un cariño muy especial.

—¿Sabes Louis?, te confieso que en cierto momento acepté el destino que me preparó mi madre, tal
vez así, una parte de mí subsistiría por siglos. Pero llegaste y me hiciste ver las cosas diferentes,
pensar en otra vida ─

—¡Ven conmigo! ¡Vámonos!, estoy iniciando una nueva vida y me encantaría fuese contigo—dijo
Louis muy tiernamente.

─No puedo, necesito cuidarla el tiempo que sea necesario, ya no es peligrosa, estaré aquí con ella
hasta el último momento, es lo mínimo que puedo hacer como agradecimiento por todos esos años
que me cuidó.

─Tu sigue tu camino, tal vez, nos encontremos en otro momento.


Louis no estaba seguro, realmente la mujer lo atraía, estaba a punto de insistirle que se fuese con
él, pero se dio cuenta que era inútil y que sería mejor continuar solo por ahora. Tal vez en otro
momento sus caminos se crucen de nuevo.

Ahora todo es diferente, ya extraña su casa, su comodidad, no es necesario sufrir tanto, su vida ya
esta solucionada, es el único heredero de la familia y su padre estará feliz de verlo de nuevo. Pero el
entoces el mismo pensamiento regresa a Louis, desea demostrar que puede tener éxito solo, una cara
cortada y una mala experiencia no lo detendrán, les demostrara a todos que no necesita a su padre ni
su dinero.

¿Qué debe hacer?

Por lo pronto hay muchas más cosas en que pensar y que decidir:

Decisión 1 – Regresar a su casa y enfrentar a su padre

Decisión 2 – Trazar su propio camino y buscar la libertad


REGRESAR CON SU PADRE

Louis inicia su camino de regreso, ha tenido una experiencia inesperada, le sucedieron muchas
cosas y aun está sorprendido sin creer todo lo que paso. Camina por el bosque y llega a la carretera.
Observa en dirección a la mansión de los Versetti, toma un poco de aire volviendo al inicio.

Mi padre es muy duro, pocas veces me ha demostrado aprecio. En el fondo me quiere a su manera,
no necesito una nueva vida, solo arreglar un poco la mía—se dice a si mismo intentando convencerse
de ello.

Después de unas horas, Louis llega a ese gran portón metálico que lo vio partir. El portón se abre,
todo sigue exactamente igual que antes de su salida. Entra con pasos sigilosos esperando no ser visto,
no tiene ánimo de lidiar con su padre en este momento. Se detiene frente a la puerta de la mansión,
pero no hace el intento por abrirla, esta pensando, aún le han quedado algunas pequeñas dudas
sobre su decisión.

—¡Bienvenido señor! —Dice el mayordomo mientras abre la puerta.

Louis se sorprende y sonríe un poco, hace una seña mostrándole al mayordomo la herida que tiene
en el rostro, lo sucio que viene y el deplorable estado en el que se encuentra.

─Definitivamente el señor ha tenido días mejores— Dice el mayordomo con todo el respeto de
siempre.

─Su padre está en el despacho, lo está esperando─

─Gracias Rénan, lo veré más tarde—contesta.

Louis sube a su cuarto a darse un baño, a ponerse ropa limpia y prepararse para enfrentar a su
padre una vez más. Baja la escalera, se dirige hacia el despacho, llega hasta la puerta y se detiene.
Observa a su padre sentado, dando la espalda a la puerta y viendo hacia la ventana como acostumbra
hacerlo, desde ahí se tiene una gran vista del bosque de Menstrie. Louis entra a la habitación, no
sabe como reaccionará su padre, pero después de todo lo que vivió en el bosque, nada lo
sorprenderá.

FIN 2
TRAZAR SU PROPIO CAMINO

Louis inicia su camino de regreso, ha tenido una experiencia inesperada, le sucedieron muchas
cosas y aun está sorprendido sin creer todo por lo que ha que pasado. Camina por el bosque y llega a
la carretera. Observa en dirección a la mansión de los Versetti, toma un poco de aire, da la media
vuelta y sigue de nuevo su camino hacia su nueva vida. Desea llegar al pueblo más cercano e iniciar
desde cero.

Recorre por varias horas, sus zapatos están sucios, su ropa está rota, la herida de su cara ya no
sangra pero si es muy visible, una herida desde el centro de la frente hasta la mitad de la mejilla
derecha. Mira el pueblo que se encuentra a poco menos de un kilometro. En realidad no sabe que es
lo que le espera en este nuevo camino, tal vez busque un empleo y con el tiempo inicie su propia
empresa, no descansará hasta tener grandeza, libertad y poder. Tiene muchas ansias de progresar, le
apasiona la idea de crear su propio imperio de negocios. Todos estos años en Escocia lo han hecho un
conocedor del buen vino, tal vez esa es una buena opción para iniciar su carrera como empresario, su
propia empresa.

En el trayecto, se detiene al ver un pequeño camaleón triocero que camina lentamente hacia los
matorrales, un animal muy peculiar con tres cuernos en la cabeza y con la capacidad de cambiar de
color, al cual antiguamente le atribuían poderes mágicos. Observa como el camaleón sin prisa se
pierde en el bosque, ese detalle le hace recordar a la bella mujer cuando desaparecía entre la
arboleda. Louis no sabe si se encontrará de nuevo con ella, pero su rostro sigue clavado en su
mente, su belleza cautivadora hace mellas en él, tal vez en un tiempo poco lejano la busque de
nuevo. Caminando sin apuros, contempla el pueblo, poco a poco aumenta su paso y camina más
veloz, ya desea iniciar su nuevo camino, después de todo lo que acaba de ver, nada parecido le
sorprenderá. Hoy inicia su nueva vida.

FIN 3
BUSCAR EL MEJOR MOMENTO

Louis entrega los ingredientes a la anciana, ella los toma y ahora luce un poco mas tranquila. La
senil mujer se le acerca con paso lento, él titubea un poco no sabe que hacer, solo se queda estático.
—¡Gracias muchacho! —dice la anciana abrazándolo mientras susurra unas palabras desconocidas en
su oído.

Se retira lentamente a su habitación, quedándose Louis solo con la joven.

─Tengo que decirte algo muy importante—le anuncia Louis tomándola del brazo, al mismo tiempo
alejándola un poco del lugar para poder hablar sin interrupciones.

─Es sobre tu madre, descubrí que… —Antes de que pudiera contarle algo más, la joven lo interrumpe
poniendo su mano en los labios de Louis.

─Sé que ya sabes todo, mi madre también lo sabe, debes irte de aquí en este momento, es peligroso
para ti.

—¿Pero que pasara contigo? —replica Louis.

Ella lo mira un momento, piensa un poco y sabe que Louis tiene razón.

—¡Espérame afuera! Te contaré todo —dice la joven.

Louis solo asiente con la cabeza y se dispone a salir de la casa, pero al dar solo tres pasos fuera de
la misma, siente que se le paralizan las piernas. Cae al piso, ahora también deja de sentir los brazos y
advierte además, como la vista se le nubla. Ya casi inconsciente, logra ver como se acerca la anciana
hacia él sin poder hacer nada para detenerla. Había sido hechizado por la mujer con esas palabras
que le habría susurrado al oído. Todo se vuelve obscuro ahora.

En poco tiempo Louis empieza a tomar conciencia, escucha algunos sonidos, abre los ojos muy
despacio todavía con dificultad para ver con claridad, sin embargo, poco a poco la obscuridad se va
disipando hasta estar totalmente consciente. Descubre se encuentra amarrado en un árbol cabeza
abajo, atado de pies y manos. La chica inconsciente está en el piso tumbada sobre un pentagrama.

—¡Una bruja! ¡Así es muchacho! mucho más que una bruja diría yo —Son las primeras palabras de la
anciana hacia Louis.

Dentro de un círculo de sal la bruja se encuentra con una fogata y un caldero antiguo. Está
agregando los ingredientes uno por uno, recitando una especie de poema que no puede entender
Louis.

—Nimue, ese es mi nombre, tal vez lo hayas oído en las leyendas.

—La joven que vez aquí no es mi hija, pero la cuido desde que ella tenía solo siete años, lo hago con
todas, así forjamos un lazo muy fuerte, de esta manera es más fácil que funcione el ritual. Tengo casi
quinientos años gracias a este hechizo, y ahora, gracias a ti, podre vivir muchos más. Aunque te
confieso que curiosamente me encariñé con ella, es una gran aprendiz, más que cualquiera que haya
tenido.

─Tengo que enseñarles magia, para que su cuerpo pueda estar conectado con las altas frecuencias y
adiestrarla para poder manipularlas para crear hechizos, así cuando llego al cuerpo puedo seguir
teniendo mis habilidades, ya que de otra forma las perdería, no solo es conocer las palabras y los
ingredientes, no, es mucho más que eso, debes también estar receptivo y en contacto con la energía.

La bruja sigue agregando ingredientes, pero de pronto voltea bruscamente hacia donde esta Louis.

—¡Estúpido! No reuniste todos los ingredientes─

—¡No puede ser! Tendré que recolectarlos yo misma, estoy débil pero usaré la última magia que me
queda ─

La anciana, empieza a hablar en una lengua extraña, sus brazos crecen, las piernas se vuelven más
fuertes y cambia su postura. Sus pupilas se engrandecen tornándose de un color violeta. Se observa
como sobre la piel le salen pequeñas plumas negras recubriendo parte de sus brazos, el cuello y la
espalda. Las uñas le crecen, se endurecen hasta medir casi cinco centímetros. Sus pies crecen
demasiado, tanto que rompe sus viejos zapatos y se dejan ver enormes pesuñas negras en los largos
dedos de ambos pies. La anciana termina su transformación y observa a Louis con una mirada
aterradora.

Se acerca a él y lo toma del cuello casi asfixiándolo.

—¡No se te ocurra moverte!— Dice con un tono desafiante.

Corre en cuatro patas como un animal, se adentra en el bosque para traer el ingrediente faltante,
ese camaleón triocero que Louis no pudo conseguir. Louis no sabe cuánto tardará, intenta
desamarrarse con todas sus fuerzas, parece inútil ya que las cuerdas están muy apretadas y por estar
de cabeza tanto tiempo se ha quedado sin aliento. Al verse desesperado y sin salida, Louis saca sus
últimas fuerzas y por fin logra desamarrarse. Corre e intenta despertar a la joven, pero está
totalmente inconsciente, muy probablemente por los efectos de algún brebaje o un hechizo.

No hay tiempo que perder, la bruja regresará pronto y es necesario actuar rápido:

Decisión 1- Cargar a la joven y escapar

Decisión 2 – Esperar y pelear con la bruja


CARGAR A LA JOVEN Y ESCAPAR

Louis toma a la chica subiéndola en sus hombros, levanta la vista intentando encontrar el camino
indicado y sin perder más tiempo escapa por el bosque. Anda con dificultad, se encuentra exhausto y
cada vez avanza más lento. Se detiene un poco a tomar un respiro, aún falta mucho para llegar a la
carretera. De pronto escucha aullidos acercándose, era de esperarse, ahora los está siguiendo
convertida en una bestia.

—Todas las leyendas eran ciertas —Piensa Louis.

Los aullidos se aproximan cada vez más, pueden escucharse muy cerca, tal vez sea menos de cien
metros de distancia, pronto los alcanzarán. Es necesario actuar rápido. Deja a la joven en el piso y
saca una pequeña navaja que siempre guarda en su chaqueta, le gustaba sentir el poder que le da un
arma, saber que puede hacer daño, defenderse o amedrentar, le deleitaba ese pequeño poder, en
muchas ocaciones pensó que algún día le podría salvar la vida, tal vez este era el momento. Sabe que
las probabilidades de salir vivo son escasas, pero aún tiene tiempo para escapar aunque no lo logrará
si lleva cargando a la joven.

¿Cuál es la mejor decisión?

Decisión 1 – Dejar a la joven y escapar

Decisión 2 – Defenderse de las bestias


DEJAR A LA JOVEN Y ESCAPAR

Louis deja a la joven en el piso y se echa a correr, desea poder ayudarla pero esta fuera de sus
posibilidades, ha sido mejor así. Corre entre los árboles para perderse, el aliento se le acaba pero no
puede parar, no debe hacerlo hasta llegar a la carretera. Después de un momento sin detenerse por
fin para, observa hacia atrás y nadie lo sigue. Levanta la cabeza tratando de orientarse, pero está
perdido, no sabe si está saliendo o inclinándose más hacia el bosque.

La desesperación lo invade, se tira al piso lamentándose haber salido de su casa, el haber dejado
todas esas comodidades por un momento de cólera y orgullo.

─No debí salir, debí tragarme mi orgullo una vez más —Sigue quejándose.

Al estar en el piso tomando un poco de aire y tratando de calmarse, escucha un ruido repentino y
siente un fuerte golpe en la cabeza. Al instante cae inconsciente.

Cuando recupera el sentido, abre sus ojos pero no puede ver nada, se encuentra en completa
obscuridad y atado de pies y manos. Solo puede escuchar y sentir a las ratas rondándolo. ¿Dónde
está? No lo sabe, ni siquiera puede imaginarlo. Siente miedo, desesperación, pero de nada le vale
gritar. Intenta quitar sus ataduras sin lograrlo. Después de un par de horas, se abre una pequeña
puerta y entra un poco de luz. En la entrada esta de pie la anciana que lo observa detenidamente.

─Aquí estarás hasta la próxima luna llena, ¡El ritual se realizará sin falta! Dice la anciana
increíblemente de manera amable

La horrible mujer cierra la puerta, se aleja abandonando a Louis en la más terrible oscuridad, con el
cuerpo debilitado y el espíritu quebrantado, solo le queda esperar. No sabe que pasó con la joven
mujer, piensa que es posible haya tenido un destino muy parecido o incluso peor al que él está
viviendo.

Al examinar con el tacto la celda y deducir que tal vez sea una cueva subterránea, pierde toda
esperanza y ahora solo le queda intentar no morir, esperar 29 días la siguiente luna llena. Espera que
el orgullo de los Versetti que lo trajo hasta aquí, sea el que lo mantenga vivo y con fuerza. Nunca
imaginó lo que le deparó el Dark Forest.

FIN 4 – FINAL PERMATURO


DEFENDERSE DE LAS BESTIAS.

Louis se detiene dispuesto a enfrentarla, pero no solo es una bestia, son dos. Puede ser que la
anciana las controle o que ella misma sea una de ellas. Al observarlas detenidamente puede ver que
son como lobos, pero con el doble del tamaño que el pensaría como normal, con un pelaje color gris y
algo parecido a una joroba en su espalda. Uno de ellos tiene una mancha de pelo blanco en el pecho y
aparentemente es el líder y de mayor tamaño. Ambas se acercan lentamente y lo desafían con
gruñidos aterradores.

Son lobos sedientos de sangre, pero Louis no está dispuesto a sucumbir al miedo, corre hacia ellas,
tratando de alejarlas lo más posible de la mujer, lanza un ataque con su mano derecha intentando
lastimar a una de ellas con su cuchillo, pero falla, son rápidas, muy rápidas, más de lo que a Louis le
gustaría. Las dos corren hacia él y se lanzan de un salto. Louis con un pie intenta detener a una de
ellas, mientras la otra cae sobre él y lo tira al piso.

Con la patada logra hacer que una bestia muerda solo su zapato, el cual le quita y destroza de
inmediato. Con la otra bestia encima de él y antes que se reincorpore la segunda, encaja el cuchillo
en el pecho del animal, lo hunde lo más posible, siente como la sangre caliente brota y corre por su
mano. La bestia cae al piso, Louis observa como tiene repetidos espasmos, como en cuestión de
segundos se convierte en una masa negra y viscosa. Esa bestia era obra de magia negra, no era un
animal de verdad.

De súbito tiene a la otra bestia sobre de él, ya no tiene el cuchillo, solo sus manos. Louis está en el
piso con la bestia encima tratando de morderlo, la detiene por el cuello pero es muy fuerte, sus
mandíbulas están a tan solo unos cuantos centímetros de su rostro. Louis siente como las garras
rasgan su pecho, su chamarra lo protege un poco pero el dolor es insoportable. El olor del hocico es
repugnante y la baba del animal cae sobre el rostro de Louis. El olor del hocico es repugnante y la
baba del animal cae sobre el rostro de Louis.

—¡Ayúdame!—Grita desesperado. Intenta ver a la mujer mientras lucha por mantener a la bestia
lejos, pero no la encuentra, no está por ningún lado.

Probablemente corrió a ponerse a salvo. —Piensa Louis. Pierde la esperanza, las fuerzas se agotan, no
puede resistir por más tiempo, los gruñidos del animal son estremecedores y en ese momento
recuerda su vida, esa vida cómoda que tenía, donde su mayor preocupación era lidiar con las
exigencias e insultos de su padre.

Los colmillos de la bestia están cada vez más cerca, las fuertes garras siguen encajándose en su
pecho provocándole un dolor insoportable. Louis está cansado, siente que los brazos le pesan, cierra
los ojos e intenta sacar sus últimas fuerzas, intenta quitarse a la bestia de encima pero es inútil, aquel
animal parece no cansarse nunca. Pierde fuerza y cuando la bestia está a solo tres centímetros del
rostro de Louis, se escucha de aquella monstruosidad, un ruido extraño como de un humano
quejándose de dolor.

La mujer ha encajado el cuchillo en la nuca de la bestia, Louis la lanza hacia un lado y ambos
quedan tirados en el piso.

—¿Te encuentras bien? —Pregunta ella acercándose para revisarlo.

Louis abre su chaqueta y revisa sus heridas en el pecho. Nada serio, ni de qué preocuparse, aunque
el dolor sigue ahí.

─Estoy bien, te lo agradezco—Contesta Louis mientras ella le ayuda a levantarse.

Observando al animal que aún se mueve un poco, empieza a cambiar de forma soltando gases negros
y dejando partes de piel en el piso. Se ha convertido en la anciana que sigue quejándose. Se
encuentra desnuda y se arrastra unos centímetros como queriendo escapar. Al cabo de unos minutos
deja de moverse expirando su último aliento y emitiendo un sonido como de una serpiente.
Louis se encuentra aliviado, pero para su sorpresa la joven se pone triste, le pide a él que la
entierren, después de todo vivió casi diez años con ella y la llegó a ver como una madre.
Complaciendo a la muchacha, entierran el cuerpo cerca del lugar en donde murió, dándole su último
adiós. Alejándose, llegan caminando hasta la carretera, en donde se detienen y Louis la mira
fijamente.

─Me encantaría saber tu nombre—Le dice con tono un tanto romántico.

—¡Mi nombre es Aila! —contesta, extiende su mano y la estrecha con la de él.

─Será un honor seguirle en su camino señor Versetti —agrega ella.

─Dime Louis, solo Louis, desde este momento mi vida inicia aquí —se alejan caminando uno junto al
otro por la carretera.

No saben que le depara el destino, la vida ha cambiado para ambos y tienen demasiadas posibilidades
por delante. Empieza una nueva vida para ambos.

FIN 5
ESPERAR Y PELEAR CON LA BRUJA

Louis espera a la bruja, es momento de terminar con esto. La joven empieza a despertarse poco a
poco. Llega la bruja con el último ingrediente, se detiene y observa que Louis esta desatado y
dispuesto a enfrentarla. De manera inmediata, con gran agilidad se lanza sobre Louis, él la sostiene
de ambos brazos, pero ella es sumamente fuerte y apenas puede detenerla un momento.

—¿Estás seguro que deseas continuar muchacho? —Dice la bruja en un tono burlesco mientras
acerca su cara a la de Louis y saca la lengua intentando lamer su rostro.

Louis la suelta empujándola hacia adelante, inmediatamente ella se lanza de nuevo contra él pero
corre a la puerta y logra salir de la casa. La bruja lo sigue, aletea como un cuervo haciendo un salto
para atacarlo en el cuello con sus largas uñas. Louis se quita la chaqueta y la lanza en la cara de la
bruja, ella cae y se da un fuerte golpe contra el piso. Se abalanza sobre ella y la detiene con un
abrazo, solamente inmovilizándola, aun no tiene valor para golpearla.

—¿Como la detengo?—Pregunta Louis a la joven.

La joven entra corriendo a la casa sin decir una sola palabra.

La bruja abraza a Louis y le encaja las uñas en la espalda, es un dolor tremendo el que tiene que
resistir para no soltarla. No puede soportarlo más y la empuja para que liberarse de sus uñas. Se
incorpora con gran agilidad, Louis aún está en el piso, antes que pudiera pararse lanza un golpe y
rasga la cara de Louis. Es solo un rasguño con dos dedos, no fue muy profunda la herida, pero su
rostro esta herido y caen gotas de sangre en el piso.
La bruja se ríe a carcajadas. Louis está enfurecido, se toca la herida llenando su mano de sangre, al
ver el rojo intenso causa en él un instinto salvaje y con un movimiento rápido le provoca un golpe en
el estómago, suficiente para dejarla sin aire. La anciana cae de rodillas al piso apretándose con
ambas manos y sin poder respirar. De pronto sale la joven con un viejo libro en la mano y una botella
de vidrio con un aceite color escarlata en la otra. Inicia hablando en una lengua desconocida, y vierte
el frasco de aceite a la bruja. Su cuerpo se enciende en un fuego color violeta intenso, con llamaradas
color gris. Louis está sorprendido, la joven también conoce de brujería.

La malvada mujer pareciera desvanecerse con el fuego, pero no se quema ni una pluma. Grita y
gime de dolor, va perdiendo su aspecto, regresando a la frágil anciana de antes. El fuego se apaga
poco a poco, la anciana ya se encuentra inmóvil tirada en el piso.

—¿Está muerta? —Pregunta Louis.

—¡No!, ¡claro que no! —Contesta la joven, pero tal vez pronto lo esté, he quitado todos sus poderes y
solo es cuestión de un par de semanas para que se apague su vida.

—Mi nombre es “Aila”, gracias por venir, no hubiese podido hacerlo sin tu ayuda —

Louis sonríe un poco, por fin sabe el nombre de aquella hermosa mujer, “Aila” un nombre común
escocés, pero muy bello. Aila ya sabía sobre los planes de la bruja, que aunque no era su madre, si la
había cuidado por muchos años y le tenía un cariño muy especial.

—¿Sabes Louis?, te confieso que en cierto momento acepté el destino que me preparó mi madre, tal
vez así, una parte de mí subsistiría por siglos. Pero llegaste y me hiciste ver las cosas diferentes,
pensar en otra vida ─

—¡Ven conmigo! ¡Vámonos!, estoy iniciando una nueva vida y me encantaría fuese contigo—dijo
Louis muy tiernamente.

—¡Gracias! —le dice mientras lo observa fijamente a los ojos.

Inician su salida del bosque, Aila sabe muy bien el camino y pronto llegan a la carretera. Intentarán
escapar lo más lejos posible, ambos desean iniciar una nueva vida, lejos de aquello que los oprimía.
No saben si la anciana muera o sobreviva, o si algún día los encuentre, ni siquiera si los busque, pero
deben mantenerse alerta.
—¿A que podrían dedicarse un ex millonario y una ex aprendiz de bruja?—dice Louis con un tono un
tanto sarcástico.

─Ya lo veremos—contesta Aila —Ya lo veremos.

Hay un gran camino por recorrer, pero después de lo que han vivido nada les sorprenderá, están
listos para lo que les depare el futuro. Hoy inicia una nueva vida para ambos.

FINAL 6 – ELEGIDO POR EL ESCRITOR.

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