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PRESENTADO POR:
FICHA 1668008
INSTRUCTOR
MONICA MARCELA
BARRANQUILLA, COLOMBIA
INTRODUCCION
La motricidad gruesa incluye cualquier gran movimiento que serialice con los brazos,
piernas, pies o incluso el cuerpo como un todo. Mientras que la motricidad fina es la
facultad de hacer movimientos que requieren de precisión. Soñaciones más pequeñas
que requieren el uso de grupos musculares como las manos, muñecas, dedos, labios y
lengua. La motricidad fina involucra el desarrollo muscular y del sistema nervioso
central.
JUSTIFICACIÓN
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
PARALELO
COORDINACIÓN
FINA RUTINA
Escribir Dibujar; colorear
Tocar elementos solidos; tocar elementos te
Manipulación de hojas contextura rustica.
Dar pasos de forma relajada, uno tras otro,
permitiendo un movimiento natural y flexible de
los pies; mantener una buena postura, permite
respirar bien y mantener y mantener la línea
Caminar corporal. línea corporal.
RUTINAS DIARIAS
Desarrollar fuerza con una silla: Ejercita los brazos con flexiones de brazos. Siéntate
en el borde de la silla y dobla las rodillas mientras las mantienes juntas. Mantén los
brazos a los lados de tal manera que las manos estén en el asiento de la silla. También
puedes agarrar los reposabrazos. Luego, haz presión a través de las manos para
levantarte ligeramente. Incluso puedes levantarte más. Regresa a la posición inicial y
repite esta flexión de brazos. Aprieta las rodillas y los músculos de los glúteos mientras
regresas a tu posición inicial con tus manos si quieres un desafío.
Esculpe tus pectorales con apretones de pecho. Haz una forma de poste de portería
con los brazos al mantenerlos paralelos al piso y los pies perpendiculares a ellos.
Involucra el pecho y los músculos del brazo y aprieta los antebrazos. Luego, levanta los
brazos alrededor de 2,5 cm (1 pulgada). Regresa al punto de partida y haz tantas
repeticiones como puedas mientras mantienes la postura adecuada.
Trabaja los cuádriceps con extensiones de piernas. Siéntate con los glúteos en el
borde de la silla y las rodillas dobladas. Con las rodillas todavía dobladas, levanta una
pierna. Endereza la pierna y mantenla en esa posición durante uno o dos segundos, y
regresa a la posición inicial. Haz 15 repeticiones de este ejercicio con la misma pierna
antes de hacerlo con la otra.
Si estamos sentados: espalda recta, hombros atrás y abajo, y plantas de los pies
apoyadas en el suelo. Recuerda que cruzar las piernas puede entorpecer la circulación y
hacernos padecer de piernas hinchadas o cansadas.
Si estás sentado en una silla recta y de espaldar dura, coloca tu parte trasera
hasta el borde de la silla y siéntate sin encorvarte hacia el respaldar. Siéntate con
tu espalda y hombros lo más rectos posibles si están apoyados en el respaldar de
la silla. Con el tiempo, esta será una posición más cómoda para tu espalda,
cuello y hombros.
Al soportar peso: Cuando levantes del suelo algo más pesado que tu gato, flexiona tus
rodillas y no la cintura. Los músculos de la espalda no están diseñados para tomar el
peso, pero los músculos grandes de tus piernas y estómago
Acércate a la carga
Busca el equilibrio separando los pies y poniendo uno ligeramente adelantado al
otro.
Asegura un buen agarre en las manos con la palma de la mano y la base de los
dedos (y no con la punta de los dedos).
Mantén la columna vertebral recta y alineada. Dobla las rodillas, mete los
riñones y baja ligeramente la cabeza.
Utiliza la fuerza de las piernas para levantar los objetos y no la de los brazos
Intenta mantener los brazos estirados
CONCLUSIONES