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BASES BÍBLICAS Y TEOLÓGICAS DE LA

LITURGIA

Mtr. Yattenciy Bonilla

Recopiladores: Julio Amarillo, Jacqueline Almeida, Santa González, Verónica Aguilar


INDICE

PORTADA 1

INDICE 2

CAPÍTULO I
HISTORIA DE LA LITURGIA
1.1 Época Antigua – Iglesia Primitiva
1.1.1. Ignacio de Antioquía
1.1.2. Justino Mártir
1.1.3. Ireneo de Lyón
1.1.4 La Didajé
1.2. Época Medieval
1.2.1. Agustín de Hipona
1.2.2. Gregorio Magno
1.3. La Época Moderna
1.4. La Época Contemporánea

CAPÍTULO II
TEOLOGÍA DE LA LITURGIA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
2.1. Fe en el Dios Único
2.2. Esperanza y Confianza
2.3. El Amor
2.4. Santificación del Nombre de Dios
2.5. La Prohibición de Imágenes
2.6. Lugares Sagrados
2.6.1. Época Patriarcal
2.6.2. La Época del Desierto
2.6.3. Israel en Canaán
2.6.4. El Templo de Salomón y la Centralización del Culto
2.7. Los Sacrificios
2.7.1. Origen del Sacrificio Israelita
2.7.2. El Valor Religioso del Sacrificio
2.7.3. La Profecía y el Sacrificio
2.7.4. El Holocausto
2.7.5. El Sacrificio de Comunión
2.7.6. El Sacrificio por el Pecado
2.7.7. El Sacrificio por el Delito o Reparación
2.7.8. Ofrenda de Vegetales
2.7.9. Ofrenda de Oblación
2.7.10. Ofenda de Incienso
2.8. Oración Litúrgica

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2.9. Los Votos
2.10. Las Fiestas Sagradas
2.10.1. Sacrificio Cotidiano
2.10.2. El Sábado
2.10.3. Pascua-Ázimos
2.10.4. La Fiesta de Pentecostés
2.10.5. La Fiesta de los Tabernáculos
2.10.6. Día de la Expiación
2.10.7. La Dedicación
2.10.8. La Fiesta del Purim

CAPÍTULO III
TEOLOGÍA DE LA LITURGIA EN EL NUEVO TESTAMENTO
3.1. El Dios Crucificado
3.1.1. Jesús y la Cruz
3.1.2. La Cruz, el Amor y la Glorificación
3.1.3. La Cruz y la Expiación
3.1.4. Dios se da a Conocer en la Cruz
3.2. El Cristo Glorioso Vencedor de la Muerte
3.3. Resurrección y Santa Cena
3.3.1. Claves Hermenéuticas para la Interpretación de la Santa
Cena
3.3.2. Significado de la Santa Cena
3.4. Pentecostés
3.5. Lavatorio de Pies

BIBLIOGRAFÍA

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CAPÍTULO I
HISTORIA DE LA LITURGIA

1.1. Época Antigua - Iglesia Primitiva.


En la época antigua no existía aún una liturgia formalizada u organizada,
esto va a ser característico de la Iglesia medieval, pero a pesar de esto sí hubo
intentos de empezar a formalizar los cultos cristianos como formas de
expresiones de fe y esto es obra individual de los padres apostólicos. Se les
llamó padres apostólicos porque fueron los primeros discípulos de los
apóstoles; se les conoce además como padres santos o santos padres, entre ellos
están Ignacio de Antioquía, Policarpo de Esmirna, Papías de Ierápolis, quienes
además son reconocidos por sus escritos.
Los principales exponentes de la liturgia antigua fueron Ignacio de
Antioquía, Justino Mártir, Ireneo de Lyón, Ambrosio de Milán, los escritos de la
Didajé, el Pastor de Hermas, Bernabé, Clemente de Roma.

1.1.1. Ignacio de Antioquía. Obispo de Antioquía, fue puesto en el circo


romano y murió allí como mártir. Es el teólogo del martirio, escribió cuatro
cartas desde Esmirna y tres desde Troas. En sus cuatro primeras cartas habla
sobre liturgia. Murió en el año 113 d. C. Para Ignacio, el amor del culto
cristiano se reflejaba en la Santa Cena o Eucaristía, porque para él era vivir y
recordar el sacrificio de Cristo y su resurrección. Nunca dijo nada sobre la
presencia real de Cristo en el pan o en el vino, transubstanciación, ni tampoco
redujo la Eucaristía a un simbolismo.
La Eucaristía debía ser celebrada por el obispo junto con los presbíteros,
también decía que los que participaran de este banquete material y espiritual
debían ser bautizados y convertidos; antes de realizar la Eucaristía debía haber
oración de intercesión y arrepentimiento, y después de tomar la Eucaristía se
debía concluir el culto con oraciones de acción de gracias y después con el
ósculo santo entre cristianos.
En todos los cultos cristianos todos los días había Santa Cena y esto duró
hasta 1517 cuando los reformadores quitaron esta costumbre. Lutero fue el
único que la mantuvo. No existían los cantos en el culto. Otro punto
importante para Ignacio de Antioquía fue el bautismo para adultos por
inmersión, el bautismo para él significaba arrepentimiento e iniciación de la
vida cristiana.

1.1.2. Justino Mártir. Murió aproximadamente en el año 150 d. C. Escribió


su primera apología que la historia califica como Apología Primera; los temas
litúrgicos son tratados en este escrito apologético en los capítulos 65-67.
Justino tuvo que combatir a los gnósticos. Para Justino la liturgia tenía como
centro la Santa Cena del culto cristiano, él entendía la Eucaristía como sacrificio,
o sea la entrega de Dios en Cristo a la humanidad, y entendía esta Eucaristía
como una forma de entender alegremente el dolor.
Antes de la Eucaristía se celebraban oraciones de intercesión, después los

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ancianos distribuían la Eucaristía y enseguida había oraciones de acción de
gracias y oraciones de los fieles; terminaban con el ósculo santo. La innovación
de Justino fue el Padre Nuestro. Justino interpretaba la Santa Cena como el
sacrificio y el martirio.

1.1.3. Ireneo de Lyón. Incrementa o renueva la interpretación de la


Eucaristía relacionándola con la creación y con las cosas de la naturaleza porque
para Ireneo la Eucaristía es una forma pastoral de hablar sobre la creación,
sobre la realidad del hombre en la tierra como criatura creada. Ya Ireneo da
idea de una transubstanciación a pesar de que nunca usó este término. Para él
el culto tenía las siguientes partes: Oración, Lectura y exposición de la Palabra,
Eucaristía y Acción de Gracias.

1.1.4. La Didajé (Doctrina, enseñanza)1. Fue un documento utilizado en los


primeros siglos perdiéndose en la historia, fue descubierto nuevamente por un
arzobispo de Constantinopla. Su origen corresponde a Palestina; constaba de
16 capítulos. Los capítulos que hablan del manual litúrgico son del 7 al 10.
En el capítulo 7 se habla sobre el tema del bautismo y se mencionan dos
tipos de bautismo: Bautismo por inmersión en agua que corra, y en caso
extremo bautismo por inmersión, o sea, se derrama agua sobre la cabeza de la
persona en el nombre de la Trinidad.
Los griegos crearon tres tipos de bautismo: por el deseo, por la sangre y por
inmersión. El bautismo simbolizaba morir y resucitar con Cristo.
En los capítulos 9 y 10 se habla de la Eucaristía; todavía no hay una
distinción entre la Cena del Agape y la Santa Cena. Se incluye la oración del
Padre Nuestro (según la versión de Mateo) como oración de los fieles en el
capítulo 8.

1.2. Época Medieval.


Esta se caracteriza por la época escolástica donde la filosofía y la teología se
unen. Esta unión afecta a la liturgia. La primera figura teológica que marca el
comienzo de esta época es Agustín de Hipona.

1.2.1. Agustín de Hipona. Concibe la liturgia como una expresión sensible


de la gracia y su máxima expresión es la celebración de la Eucaristía, en torno a
ésta se configura el culto cristiano. La Eucaristía para Agustín tiene un doble
sentido, en el libro La Ciudad de Dios concibe la Eucaristía como una presencia
de Cristo en el pan y en el vino, mientras que en sus sermones concibe la
Eucaristía como un simbolismo; a pesar de su doble discurso él centra la liturgia
en la Eucaristía como la celebración mayor precedida por la lectura de la
Palabra y su explicación (homilía) y se termina con una oración de gracias.

1.2.2. Gregorio Magno. En el siglo VII es papa Gregorio apodado el Grande

1
El documento fue descubierto en el año 1873 por el arzobispo Filoteo Briennos; en cinco versiones:
griego, latín, siriaco, árabe y copto.

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(Magno). Esta época es la de la innovación en la liturgia católica tradicional y
disciplinada. Con Gregorio se puso música a los salmos y surgió la música
gregoriana. También impulsó la liturgia de los difuntos editando los
responsarios; decretó por concilio el bautismo de niños aunque ya existía desde
los tiempos de Constantino. Inauguró el misal en latín, los cultos se volvieron
fríos, sistematizó la liturgia cristiana en la predicación de la Palabra y la
sacralizó. Gregorio venía de una familia acomodada, su obra fue la de unificar
la liturgia y decorarla de pompa. Además se destacó como teólogo,
recopilador y comentador.
Con el correr de los siglos el misal católico romano se fue renovando
partiendo inicialmente con Gregorio. El centro de la celebración de la misa era
el sacrificio de Cristo, o sea, la Eucaristía, y con el correr de los años siempre se
conservaron las dos partes de la liturgia de la misa.
La primera parte consistía en el culto de la Palabra, esencialmente en las
lecturas bíblicas que partían de una lectura del Antiguo Testamento, otra
lectura de las cartas paulinas, y la tercera era la proclamación del evangelio
hecha por el presidente de la celebración para dar paso a la celebración de la
homilía.
La segunda parte era la sacrificial, o sea, la celebración de la Eucaristía
precedida por una serie de peticiones por parte de la Iglesia.
Luego venía la oración de los fieles (Padre Nuestro) y enseguida las
palabras consagratorias sobre el pan y el vino; se terminaba la segunda parte
con la repartición de la comunión en una sola especie. Los únicos que
participaban de las dos especies eran los celebrantes y el celebrante de la
ceremonia; se terminaba con acción de gracias.
En todas las reuniones se celebraba en esta época de esta manera, fueran
bautismos o en las misas por los difuntos, la acción de gracias se debía celebrar
dentro de la misa. En concilios posteriores como el laterense se formuló la
doctrina de la transubstanciación.

1.3. La Época Moderna.


En esta época la Iglesia católica sigue con su sistema litúrgico escolástico
(misa).
En el concilio de Trento no se modificó sustancialmente la liturgia, lo único
novedoso en el concilio de Trento fue la disciplina de los clérigos respecto a la
orden de celibato y consagración. El concilio de Trento se celebró en el año
1545.
En el siglo XVI nace la Reforma, ésta se gestó dentro de varios aspectos
siendo uno de ellos la reforma litúrgica que esencialmente eliminó el sistema de
misas y se incrementó el sistema de culto.
Los primeros reformadores aún mantenían la Eucaristía dentro del culto
como fue el caso de Martín Lutero. Con la reforma radical, especialmente con
los anabaptistas, se separó la Eucaristía dentro de todo el culto y esto fue
incrementándose con los movimientos puritanos e independientes nacidos en
Escocia e Inglaterra.
También el metodismo con la influencia pietista continúa con la sencillez de

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la liturgia, y así sucederá con el nacimiento de otros movimientos
caracterizándose por un culto sencillo, simple y espontáneo.

1.4. Época Moderna.


En esta época los protestantes siguen el mismo esquema de la época
moderna, mientras que en la parte católica hubo una gran innovación litúrgica
con el Concilio Vaticano II, en donde se aprobó la renovación litúrgica en el
sentido de que se eliminó la misa en latín y se editaron nuevos misales en el
idioma de cada nación.

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CAPITULO II
TEOLOGIA DE LA LITURGIA EN EL ANTIGUO TESTMENTO

2.1. Fe en el Dios Único.


Uno de los puntos esenciales de la fe en Dios en el Antiguo Testamento fue
el monoteísmo. El monoteísmo fue la conclusión de un proceso evolutivo de la
fe en Dios. Desde los comienzos de la formación del pueblo existía un sabor
politeísta tanto en su fe como en sus expresiones litúrgicas, eso se observa muy
claramente en el nombre Elohim, ya que en hebreo el sufijo im es plural, por lo
tanto, la traducción más correcta en español sería comunidad de dioses.
El ámbito litúrgico donde se daba culto al Dios único tiene como ambiente
el Hesed, que significa encuentro, alianza. El Hesed era el ámbito teológico o el
punto central teológico litúrgico donde emanaban todas las expresiones
litúrgicas, especialmente en la época profética, o sea que la liturgia era un
elemento significativo eficaz que actualizaba el significado del pacto o de la
alianza. Dentro de la alianza del encuentro Hesed Israel vivía el Ebed, que
significa servicio o siervo.
Ebed era la forma de liturgia del Antiguo Testamento. Para el Antiguo
Testamento el acto litúrgico era un acto de servicio, esto fue traído de la
mentalidad cananea, ya que para los cananeos la relación de los dioses con el
hombre era a través del sometimiento. El hebreo usa tres términos para
significar ese sometimiento: 1. Adom, que significa dueño, Dios; 2. Baal, que
significa señor; y 3. Melek, que significa rey.
O sea que el culto litúrgico significaba un servicio de sometimiento a Dios
que es Rey, y por consiguiente, significaba fidelidad.
En toda ceremonia litúrgica se recordaban las bendiciones y maldiciones.

Pacto de Vasallaje Hitita2:


1) Preámbulo. El rey tomaba la decisión de hacerlo.
2) Prólogo histórico. El rey hitita recordaba lo que había hecho a favor del
pueblo.
3) Las leyes.
4) Los testigos.
5) Maldiciones y bendiciones.
Es importante destacar que no era un pacto de igualdad.

El Hesed litúrgico también significaba Mishpha, que significa justicia, y Aman,


que significa fe.
Mishpha: El culto litúrgico en el Antiguo Testamento al Dios único tenía un
sentido de justicia porque una de las características de la fe (Aman) en el Dios

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Los hititas fueron un antiguo imperio oriental de origen mesopotámico del siglo XII a. C. Fueron los
que institucionalizaron un antiguo pacto conocido como Pacto de Vasallaje. Este pacto era un acuerdo
hecho entre un reinado fuerte y un rey de un pueblo débil. Había todo un preámbulo con las cláusulas
correspondientes del pacto. Del modelo de este pacto toma Israel para hacer la alianza del Sinaí (Ex.
19-24).

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único, era una fe que abarcaba la relación con el prójimo. Y por esto se
entiende que Éxodo 22:21-27 es el primer texto antiguo judío que habla de
las leyes humanitarias como consecuencia de la fe (aman).
Aman: El culto litúrgico del Antiguo Testamento toma una expresión auténtica
de fe. El término Aman deriva del término E-emen, que significa constante,
perseverante y confiable, o sea que la fe consiste en una constante perseverancia
en Dios, no es tanto una realidad mental, sino una realidad del corazón que
mueve a la voluntad (Is. 7:9).

2.2. Esperanza y Confianza.


Otro de los aspectos fundamentales del aspecto litúrgico de Israel son los
temas de la esperanza y la confianza. En el Antiguo Testamento pueden verse
dos grandes aspectos sobre el tema de la esperanza. El primero es la promesa
que se manejó dentro del período patriarcal, el segundo aspecto es la
expectación mesiánica que se manejó dentro del período monárquico.
La esperanza es un componente de la fe, el hombre que está firme, que es
constante (Aman); el hombre de fe siempre espera algo de la misma fe, la fe
produce una tensión expectativa en el cumplimiento de la promesa. La fe
involucra una adición a pertenencia a Dios donde se muestra la seguridad de
que Dios es constante y permanente. La liturgia del Antiguo Testamento se
fundamenta en la esperanza del cumplimiento de la promesa como respuesta
de parte de Dios a su fe, o sea que el ambiente cultual de Israel era un momento
sagrado de esperanza.

2.3. El Amor.
En Deuteronomio 6:5 y 11:13 se fundamenta el principal mandamiento:
“Amarás a tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus
fuerzas”. La naturaleza del amor dentro del Antiguo Testamento,
especialmente a Dios, exigía como naturaleza o característica, el temor. El
temer a Dios significaba reverencia a lo sagrado, y también se convierte en el
principio fundamental de la sabiduría (Job 28:28). El corazón abarca el
sentimiento, las emociones; el alma se refiere a la mente, y la fuerza es la
capacidad de aplicar la voluntad divina. El temor era respeto, reverencia, un
deseo de cumplir la voluntad de Dios. Levítico 19:2 habla de una santidad
ética, se refiere a cumplir los mandamientos, y no a una santidad intelectual
como la de los griegos.
En la liturgia del Antiguo Testamento el culto litúrgico significaba respeto y
temor a lo sagrado.

2.4. Santificación del Nombre de Dios.


El nombre de Dios siempre significó algo misterioso, algo sagrado, porque
para los judíos el nombre tenía dos significados. Significaba la esencia de algo,
y el poder de ese algo. Para los judíos, algo sin nombre equivalía a la no
existencia de ese algo, a la negación de la existencia del ser, es por eso que usar
el nombre de un ser o de una cosa significaba manipular ese ser, usar la esencia
de ese ser. Ahí se fundamenta el sentido de la magia para los orientales. Los

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judíos siempre estuvieron en contra de la magia, usando principalmente el
nombre de Dios. Una de las razones por las cuales los judíos prohibieron la
magia fue para salvar la total trascendencia de Dios, o sea que Dios no podía ser
manipulado por nadie utilizando su nombre. Se entiende así el porqué de la
prohibición del juramento utilizando el nombre de Dios, porque a Dios no se lo
puede limitar ni manipular, Dios debe ejercer su soberanía y su poder. Es por
eso que los judíos utilizaron el famoso tetragramatón o tetramergún que eran
las cuatro letras sagradas del nombre de Dios.
En el Antiguo Testamento se usaba el nombre de Dios para rendir culto a la
total trascendencia y soberanía de Dios.

2.5. La Prohibición de Imágenes.


En la teología del Antiguo Testamento es muy clara la prohibición del uso
de imágenes, pues esto significaba volver sensible a una divinidad. En el
pensamiento judío, no se podía limitar a Dios a una figura determinada, porque
era atentar contra Su trascendencia y eternidad. En la liturgia del Antiguo
Testamento se prohibía cualquier elemento sensible que tuviera relación con la
trascendencia de Dios. Aunque sí había algunas representaciones simbólicas
en el templo, como la culebra que sanó a los israelitas en el desierto, etc. La
reforma cultual de Josías, en el 622 a. C. purificó más la trascendencia del culto
al quitar la figura de la serpiente en el templo y otras figuras sensibles.

2.6. Lugares Sagrados.


2.6.1. Época Patriarcal. Había una forma cultual muy primitiva y tribal que
fue heredada de los antiguos grupos semitas de occidente. Consistía
especialmente en un culto que se hacía en algunos lugares sagrados,
especialmente en pozos, fuentes y árboles. Los mismos lugares sagrados de los
cananeos después fueron los famosos santuarios de Hebrón, Siquem y el de
Beerseba. El culto en estos lugares sagrados tenía cuatro significados
teológicos: 1. Culto de acatamiento de la voluntad divina; 2. Homenaje a Dios;
3. Garantizar un buen futuro; y 4. Perdón de los pecados.
El culto patriarcal siempre fue simple y ligero, no tenía un lugar fijo, y
especialmente consistía en sacrificios y ofrendas de vegetales.

2.6.2. La Época del Desierto. En el desierto el pueblo de Israel configuró las


tribus a través del gran legislador Moisés; las tribus vivían una vida
seminómada, es decir, no tenían todavía un lugar o tierra fija.
El lugar sagrado que usó el pueblo en el desierto fue el Tabernáculo de
reunión o el Tabernáculo del testimonio, el cual consistía en una carpa con
algunos requisitos de forma y de contenido que se detallan en Éxodo 26. El
origen de este Tabernáculo de reunión es tomado de las tribus semitas de
occidente. Estas tribus usaban una tienda donde transportaban o guardaban
las divinidades o elementos sagrados; esta tienda era transportable y cuando
había combate estos pueblos llevaban la tienda a la batalla como significado de
que las divinidades iban a proteger a este pueblo en guerra; por lo general estas
tiendas estaban protegidas y cuidadas por mujeres, especialmente doncellas.

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Esta costumbre también fue tomada por los israelitas, es por eso que el
Tabernáculo de Israel o de la alianza también era protegido por mujeres (Ex.
38:8). El nombre que daban estos pueblos a estas tiendas sagradas era Qubba.
Israel, tomando este modelo, guarda dentro de la tienda el arca de la alianza
o del testimonio. El tabernáculo por lo general tenía pieles rojas, costumbre
tomada del modelo de pequeñas tiendas de cuero rojo (Ex. 26:14).
El Tabernáculo de Israel significaba la presencia de Jehová. El arca
significaba el lugar donde se guardaba la Ley y todo el trono de Jehová.
Una función del Tabernáculo era que servía de recinto para las
conversaciones entre Jehová y Moisés, de donde nacían los oráculos.
A través del Tabernáculo se fue formando la vida familiar en Israel. El
modelo del Tabernáculo y los oráculos es tomado del Qubba (Ex. 33:7).

2.6.3. Israel en Canaán. Cuando Israel llega a Canaán usa los mismos
lugares de los cananitas para adorar a su Dios, especialmente los santuarios de
Gilgal, Silo (este santuario es en el cual se fijó el arca de la alianza), Gabaón, otro
santuario es el de Dan, y el de Ofra, que significa “ángel de Jehová”.
Jerusalén es el lugar donde va a estar el arca definitivamente.

2.6.4. El Templo de Salomón y la Centralización del Culto. Cuando David


consultó a Natán la posibilidad y el deseo de construir un lugar de adoración
permanente y que al mismo tiempo sirva como la casa de Jehová, Natán le dio
una respuesta en el nombre de Jehová: “Yo he habitado en tiendas y no quiero
que me ubiquen en un solo lugar”. El profetismo también fue receloso de una
centralización del culto y de la permanencia de Jehová en un solo lugar porque
esto atentaba contra la idea de la transitoriedad de Dios. El pueblo había
concebido a un Dios que acompañó a Israel en su caminar dentro de la historia,
y era simbolizado ese caminar a través del Tabernáculo transitorio que
significaba la presencia de Dios en el pueblo. Al localizar a Dios de manera
permanente en un solo lugar se desbarataba la esencia de la transitoriedad de
Dios.
En Juan 1:14 se usa la palabra  que traduce “tienda”; Juan está a
favor de la transitoriedad de Dios, pudo haber utilizado la palabra tabernáculo
pero no lo hizo.
Pero a pesar de la oposición de Natán, el templo se construyó en la época de
Salomón, tomando la estructura de un Tabernáculo en el desierto y la
localización de Jehová en el templo en líneas generales quedó aceptada en
Israel. Antes de la reforma de Josías, en el 622 a. C. todavía se podía adorar a
Dios en algunos lugares sagrados o santuarios, pero después de la reforma de
Josías la adoración y el sacrificio quedaron centralizados en Jerusalén.

2.7. Los Sacrificios.


2.7.1. Origen del Sacrificio Israelita. El sacrificio en Israel es tomado del
modelo de los pueblos cananeos y también mesopotámicos. Antiguamente
estos pueblos habían fundamentado el sacrificio como una forma primitiva de
controlar el mundo donde habitaban, era la forma de demostrar señorío,

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dominio sobre su propio medio ambiente a través de las divinidades.

2.7.2. El Valor Religioso del Sacrificio. Antiguamente para los pueblos


paganos el sacrificio tenía cuatro significados:
1) Don: Los antiguos pueblos cananitas y mesopotámicos veían el
sacrificio como un regalo que le hacía el pueblo a su dios o dioses, era un
obsequio que daban por todo lo que habían recibido.
2) Ofrenda: La ofrenda tenía el interés o valor de un regalo que se
brindaba con el objetivo de recibir gracias y bendiciones de parte de los dioses.
Esta ofrenda se le daba tanto a los dioses buenos como a los malos, en el caso de
los dioses malos la ofrenda era para aplacar su ira.
3) Comunión: También los pueblos antiguos usaban el sacrificio como
una forma de encuentro entre las divinidades y el hombre, y algunos pueblos
usaban la magia para establecer ese punto de contacto físico. Después Israel lo
va a retomar pero en una forma mucho más purificada a través de la imposición
de manos.
4) Comida: Fue otro significado antiguo del sacrificio. El sacrificio
consistía también en una especie de banquete en una mesa donde la divinidad
tenía ante sus ojos panes, viandas, animales sacrificados, libaciones o vino
servido con los cuales se alimentaba.
Israel retoma los principios significativos de sus antecesores y los organiza y
profundiza dentro de otros significados que hicieron referencia al monoteísmo
religioso y ético. Israel toma ese modelo de los pueblos antiguos pero lo va
cambiando, lo reorganiza y le da otra estructura orientada hacia un
monoteísmo ético. El sacrificio en Israel tenía cuatro significados:
1) Don: Porque era un acto de generosidad que el hombre ofrecía a
Jehová, sabiendo que Jehová era dueño de todo, sirviendo como ejercicio de
desprendimiento.
2) Soberanía de Dios: El sacrificio era también un reconocimiento del
poder y la grandeza de su soberanía, o sea que él era dueño de todo y
controlaba todo.
3) Comida: El sacrificio representaba un olor grato a Jehová, pero no en
un sentido literal, sino simbólico, en donde Dios se complacía con lo que el
hombre hacía.
4) Renovación de la Alianza y Expiación y de los Pecados: El sacrificio
renovaba el encuentro de la alianza (Hesed), pero como había infidelidad hacia
la alianza por parte del pueblo, el sacrificio era entonces para perdonar los
pecados a través de una renovación del compromiso de cumplir la alianza. El
animal tomaba el lugar del que hacía el sacrificio.

2.7.3. La Profecía y el Sacrificio. Jeremías 7:22 trata de desbaratar el sentido


de sacrificio como un mandato dado por Dios, con el objeto de hacer notar que
el verdadero sentido del sacrificio es la docilidad obediente del hombre ante
Dios.
Los profetas trataron de enfatizar que el mejor sacrificio es la pureza del
corazón más que sacrificar animales.

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Oseas, Ezequiel, Jeremías y Samuel insistieron en este tipo de sacrificios, ya
que los profetas veían que los sacerdotes que tenían el deber de enseñar la Ley
al pueblo se habían dedicado a la organización del sacrificio para que les
resultara rentable.

2.7.4. El Holocausto. El término holocausto en el hebreo tiene dos partes,


Kalil Enash , que significa “totalmente quemado”.
En la traducción de la Septuaginta se utilizó la expresión griega 
que también significaba “quemado totalmente”. Hay otro término en el hebreo
para decir holocausto, que es Obash, el cual traduce “levantado”, o sea que el
término holocausto en su doble significado, ya sea totalmente quemado o
levantado, es un sacrificio que se hace a Dios que significa entrega total y la
complacencia de Dios.
Es entrega total porque simbólicamente la víctima es quemada
completamente, o sea que la vida de esa víctima es totalmente de Dios; significa
el hombre que se entrega totalmente a Dios sometiéndose a su voluntad a través
de la Ley. El oferente (el que ofrece la víctima) impone las manos sobre la
víctima antes de ser quemada como señal de entrega.
Cuando la víctima es quemada totalmente sale un olor grato y
simbólicamente este olor sube hasta el cielo donde está Jehová, de ahí surge la
expresión literal “subió olor grato a Jehová”, significando que el sacrificio del
holocausto es aceptado por Dios y que el oferente en su vida de entrega a Dios
y en su fidelidad complace a Dios. Esto es la complacencia de Dios.

2.7.5. Sacrificio de Comunión. En el hebreo, para designar sacrificio de


comunión se usaba la expresión zebah shelamin que se
puede traducir “pacificador”, y viene de dos raíces hebraicas que son shalom y
shalem.
Shalom traduce “paz”, shalem traduce “íntegro”, o sea que este sacrificio de
comunión tenía como significado “una comunión plena e íntima con Dios”, la
cual era simbolizada cuando a la víctima se le quemaba una parte totalmente y
la otra se comía o se repartía entre los sacerdotes y los oferentes. Esta comida
que se hacía alrededor del sacrificio significaba comunión.

2.7.6. El Sacrificio por el Pecado. El término que se utiliza para el pecado es


attah. El sacrificio por el pecado equivale al sacrificio de expiación por el
pecado; éste era simbolizado por la víctima degollada; se separaba la sangre en
un tazón y ésta era rociada hacia el altar y hacia el lugar de sacrificio. Esto
significaba que Dios perdonaba los pecados del oferente y que se restablecía la
comunión con Dios a través de la sangre, ya que la sangre unía lo profano con
lo sagrado y lo profano quedaba en el ámbito de lo sagrado.

2.7.7. El Sacrificio por el Delito o Reparación. Este sacrificio tiene un


parecido con el anterior, la diferencia se encuentra en la forma del pecado.
Filón de Alejandría dice que el primero se refiere al pecado contra el hombre y
el segundo contra Dios, pero el acto litúrgico es igual.

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2.7.8. Ofrenda de Vegetales. La palabra hebraica que se ha usado más en el
judaísmo tardío y que se encuentra en el libro de la Mishná es Zikkaron, que
traduce “memorial”. La ofrenda de vegetales consistía en cocer un pastel o un
pan con flor de harina mezclado con aceite y con fragancias de vegetales; esto
también significaba olor grato a Dios. Una parte del pastel se quemaba y la
otra era comida, el significado era de ofrenda para Dios como una acción de
gracias por las cosechas; era una forma de devolverle a Dios lo que le había
dado al hombre.

2.7.9. Ofrenda de Proposición u Oblación. También tiene que ver con


vegetales o con animales; por lo general significaba la comunión de Dios con las
doce tribus de Israel. Se cocían doce panes con flor de harina y con aceite y se
ponían delante del altar santísimo significando que Dios renovaba la alianza
con las doce tribus, o sea que era una forma de renovación de la alianza.

2.7.10. Ofrenda de Incienso. Era una forma de darle homenaje y de resaltar


la realeza y lo sagrado de Dios. Se hacía dos veces al día, mañana y tarde;
consistía en revolver incienso con algunas hierbas aromáticas.

2.8. Oración Litúrgica. En el libro de los Salmos se encuentran trece formas de


oración. La oración tenía una función medular dentro del culto litúrgico
comunitario, porque la oración expresaba o expresa una forma de exteriorizar
la existencia tanto personal como comunitaria, inclusive era una forma
terapéutica, una forma de confrontarse con Dios. Los sacerdotes organizaron y
estructuraron varios tipos de oración para ser utilizadas en el culto. Las
oraciones que se usaban en el culto litúrgico eran comunitarias.
Los ciento cincuenta salmos expresan varias formas de oración de acuerdo a
su necesidad y realidad existencial, ya sea con el mundo, con el hombre o con
Dios.
En cuanto a estructura de escritores y cronológicamente, los salmos se
dividen en cinco partes: 1) 1-41; 2) 42-72; 3) 73-89; 4) 90-106; y 5) 107-150 (el
salmo 108 está compuesto por los salmos 57 y 60).
En cuanto al género literario y finalidad, los salmos se dividen en:
1) Salmos de Súplica (Plegaria). La frase típica de estos salmos era la
expresión “Señor ven a ayudarnos”. Estos salmos expresan la angustia del
orador, su miseria, su inconformidad. Conservan una estructura: Invocación
(a quién se dirige la oración), Presentación del problema, Descripción detallada
de la problemática y Doxología final.
También había oraciones individuales, particularmente cuando se pedía
oración por un leproso.
La mayor parte de las súplicas eran comunitarias; la comunidad expresaba
toda una serie de dolores, de fracasos, que se daban en las sequías, en las
invasiones extranjeras, en las enfermedades y en las plagas. El objetivo de la
súplica era apelar al socorro de Dios o a la compasión, también iba acompañado
del gemido o del llanto en ciertos casos. El objetivo del llanto era mover a Dios

14
a compasión.
2) Himnos. Una expresión típica del himno era “Qué grande es tu
nombre Señor”. El himno expresaba una acción de gracias por un favor
recibido de parte de Dios y se usaba mucho en los sacrificios de acción de
gracias (104, 117). En los himnos también se reconoce la acción creadora y la
omnipotencia de Dios.
3) Himnos Centrados en un Oráculo. Estas oraciones eran un diálogo
con Dios que nacía de una necesidad personal o comunitaria; en la misma
oración, el que oraba recibía la respuesta de parte de Dios (oráculo).
4) Oraciones de Entronización de un Rey. Este tipo de oración fue muy
usado cuando se ungía a un rey en el templo a través de un sacerdote. Este
tipo de oraciones se hacían pensando en el rey como lugarteniente del único
Rey. También la oración se hacía deseándole un buen gobierno para su pueblo
(110, 22).
5) Oraciones Graduales. Un ejemplo muy típico lo encontramos en los
salmos del 120 al 134, estos salmos consisten en oraciones que resaltan la
peregrinación camino a Jerusalén partiendo de la despedida del peregrino por
parte de sus familiares, hasta oraciones dentro del camino a Jerusalén y se
concluía con una oración de acción de gracias cuando se llegaba a Jerusalén. El
significado teológico de este tipo de oración era recordar al Dios peregrino que
acompañó a su pueblo en la caminata del desierto y en toda su historia.
6) Oración del Emmanuel. Estos tipos de oraciones recuerdan la
esperanza escatológica de un “Dios con nosotros”, de un cumplimiento total de
las promesas hechas por Dios al pueblo.
7) Cánticos de Sión. Hay varias oraciones en las que se recuerda un
reinado total de Dios sobre las naciones desde Jerusalén; estas están ligadas con
Isaías.

2.1.9. Los Votos. Los votos fueron una forma de consagración muy usada
en Israel; esto fue copiado del mundo cananeo, dándole otro significado de
acuerdo a la fe monoteísta. Antiguamente el concepto de voto en el mundo
cananeo era una forma de apaciguar la ira o el enojo de los dioses, o también
una forma de ganar la voluntad de los dioses a través de un sacrificio, ya sea de
una persona o animal, o también un regalo que le daban al dios o a los dioses
(persona o cosa), o por medio de un ofrecimiento personal dedicando
voluntariamente su vida (consagración).
En cuanto al Antiguo Testamento, existía un voto muy famoso y común, el
nazareato. Los nazareos eran un grupo de hombres que se apartaron o fueron
apartados para dedicar sus vidas al servicio de Dios como consagración, es por
eso que ellos no podían contaminarse con el mundo porque dañaban su
consagración, no tomaban vino y muchos de ellos no tenían relaciones sexuales,
no tenían contacto con muertos e inclusive se dejaban crecer la barba y el
cabello, y usaban un vestido natural compuesto por pieles de animales
domésticos. El nazareato viene de una raíz verbal del hebreo nun zayin resh
, de ahí viene la palabra Nazir que traduce al español
“apartado”, “separado”, “consagrado”. Hay una expresión muy típica del

15
Antiguo Testamento que es nazir leelohim , que significa “los
consagrados de Dios”. Los nazir dieron origen a dos grandes grupos en el
siglo II a. C., los cuales se mantuvieron en la época de Jesucristo. Unos fueron
los asidios y otros los esenios.
Los asidios fueron fundados en el siglo II a. C., en la época de los macabeos;
la razón de ser de este grupo fue el de vivir una consagración para el servicio
eterno de Dios. Ellos inventaron el género apocalíptico (disfrazaban la
promesa con relatos míticos) y se encargaron de formalizarlo como una forma
de entender que Dios cumple sus promesas en forma misteriosa. Muchos de
ellos vivían una vida ascética dedicada a la investigación de las Escrituras y a la
vivencia de la Ley en la comunidad, y vivían un sistema de purificación que no
permitía ninguna comida impura.
Otro grupo de origen nazir fueron los esenios. Fue una comunidad
excesivamente escatológica y comunitaria. Ellos no estaban de acuerdo con el
sistema sacerdotal de Jerusalén, ya que no creían en el templo de Jerusalén
como el lugar del culto sino que fundaron comunidades apartadas de Jerusalén
cercanas al Mar Muerto, una de ellas fue la comunidad de Qumrán (150 a. C.).
Los esenios tenían un fuerte concepto de alianza y comunidad. Ellos
interpretaron al Mesías en tres etapas: 1) El Maestro de justicia; 2) El Maestro o
Mesías de Aarón (etapa sacerdotal), y 3) El Maestro de Israel (reinado político).
Ellos unieron su vida con su visión escatológica, se obligaban a vivir una vida
muy puritana para preparar las etapas del Mesías, es por esto que hacían
muchos votos de consagración al Mesías, entre ellos se pueden mencionar:
1) Voto de Purificación: Consistía en rituales complejos sobre la limpieza
física.
2) Voto de Purificación de los Alimentos: No comían carnes
contaminadas (seguían el código levítico) y evitaban tomar vino.
3) Voto de Castidad: Algunos evitaban el matrimonio por considerarlo
símbolo de contaminación.
En todo acto litúrgico cultual israelita había renovación de votos o de
promesas.

2.10. Las Fiestas Sagradas. De los asirios y los babilónicos fue que los
israelitas tomaron las fiestas sabáticas. Las fiestas fueron una parte esencial
dentro de la liturgia cultual en Israel. Las fiestas tenían como sustento
teológico el recordar y vivir cinco significados en la vida de Israel:
1) Vivir la historia de los patriarcas (promesas).
2) Recordar y vivir la liberación de Egipto.
3) Recordar y vivir el código del Sinaí (la alianza).
4) Recordar y vivir el código del monoteísmo de un Dios universal y
único.
5) Recordar y vivir la acción salvífica en la historia de Israel.
Israel recordaba y vivía estos cinco aspectos a través de las fiestas. La
primera fiesta era la fiesta semanal, o sea la del sábado, después venía la fiesta
mensual que se llamaba neomenía, y luego las tres fiestas de peregrinación
anual: la Pascua, el Pentecostés y los Tabernáculos.

16
Después hubo tres fiestas importantes a partir del siglo II a. C., bajo el
dominio persa y griego, estas eran la fiesta de la Expiación, la de la Dedicación
y en cierto sentido la fiesta de Purim. También hubo otras fiestas que se daban
dentro de un ambiente familiar cerrado.
El Zikkaron (memorial), tenía dos características: memoria, y una forma de
recordar la libertad de Egipto y vivir de nuevo lo que sus antepasados vivieron.

2.10.1. Sacrificio Cotidiano. Israel ya tenía programado litúrgicamente el


transcurrir del día. El día estaba dividido en dos partes, la mañana y la tarde;
esta división estaba fundamentada en dos sacrificios que hacían referencia a
acciones salvíficas de parte de Dios. El primer sacrificio de mañana recordaba
la entrega de la Ley a Moisés en el Sinaí (Nm. 28:4). El segundo sacrificio se
realizaba en la tarde y recordaba la Pascua, o sea, la salida de Egipto (Dt. 16:6).
Dentro de este contexto hay que entender el relato de la creación en Génesis 1
por la tradición sacerdotal. El capítulo 1 de Génesis es netamente litúrgico.
Los dos sacrificios diarios estaban acompañados por la oración. Antes de
los dos sacrificios se recitaba el Shema, declaración de la fe en Dios (Dt. 6:4-5).
El Shema tenía tres partes: 1) Confesión de fe en un Dios único y universal
(monoteísmo); 2) Renovación de la fidelidad a los mandamientos de Jehová (Dt.
11:13-21); y 3) Recuerdo de la gesta salvadora de Dios en Egipto.
También había otras oraciones, una de ellas eran las dieciocho plegarias,
que también tenían tres partes: la primera parte eran las tres primeras
bendiciones que eran plegarias de alabanzas; la segunda parte eran las doce
plegarias que hablan sobre peticiones, era ahí donde el pueblo presentaba sus
deseos y sus quejas; la tercera parte eran tres plegarias donde el pueblo daba
gracias a Dios, comenzando con la creación y paralelamente se recitaba otra
oración llamada Qaddish, la cual era una oración muy parecida al Padre
Nuestro.

2.10.2. El Sábado. Era la principal fiesta semanal. La palabra Shabat


en hebreo se entiende como “descanso completo”. Posiblemente el origen del
sábado como descanso viene de los pueblos asirio-babilónicos, porque estos
pueblos tenían también un día festivo que se llamaba Shabattu o Shapattu. Este
era el día de la reconciliación para los babilónicos, los dioses se reconciliaban
con los hombres. Es posible que Israel lo tomara de esa concepción del ciclo
lunar que fue originaria de Babilonia, donde el mes estaba compuesto por
períodos de siete días.
Israel lo usa como un día especial de alabanza y adoración a Dios, en donde se
viven varios significados teológicos, como la alianza, el código legislativo, la
acción salvadora, etc.
El sábado se convirtió para el pueblo de Israel en un día especial para Dios y
también significaba la culminación de la semana en un acto de recordación;
inclusive los sacrificios se doblaban.
En el libro de la Mishná, hecho en el siglo II d. C., se habla de treinta y
nueve formas en las que no se podía trabajar; solamente se podía caminar
alrededor de un kilómetro.

17
La preparación del sábado comenzaba el día anterior con una cena especial
en la que había dos copas de bendición; el día sábado se concluía con otra cena
de acción de gracias.

2.10.3. Pascua - Ázimos. La fiesta de la Pascua y de los Ázimos es una de las


tres fiestas del año. El origen de la Pascua se da en un ambiente pastoril
nómada, se practicó mucho en la Mesopotamia. Consistía en el cambio de
pastos, o sea, pasar de los pastos de invierno donde no había comida (muerte),
a los pastos de primavera (agricultura y vida). El cambio de pastos para el
rebaño era motivo de fiesta, que consistía en sacrificar y dedicar el mejor
cordero a sus dioses por el paso de la muerte a la vida.
Israel tomó esta fiesta pagana y le dio un significado histórico simbolizando
y significando la gesta salvífica que hizo Dios en Exodo.
Un poco después de la reforma de Josías (622 a. C.), por cuestiones prácticas
se le unió la fiesta de los Ázimos. Esta era una fiesta agrícola de origen
cananeo que consistía en dar gracias a los dioses por las primeras espigas, las
cuales eran garantía de una buena cosecha.
La fiesta de la Pascua se celebraba dentro de la fiesta de los Ázimos.
Antes del 622 a. C. la Pascua se celebraba dentro de los núcleos familiares en sus
respectivas casas, pero después de la reforma de Josías, se obligó a celebrar la
Pascua dentro de los muros de Jerusalén. Poco a poco, con el correr de los
siglos, el significado de la Pascua se fue enriqueciendo. Según el libro el
Targum Palestinense3, en los tiempos de Jesucristo ya la Pascua tenía varios
significados teológicos:
1) Recordar y vivir el éxodo.
2) El pacto entre Abraham y Dios.
3) El sacrificio de Isaac.
4) La alianza.
Estos elementos fueron acompañando en cuanto a una evolución de forma a
la celebración.
La Pascua significaba entonces, pasar de muerte a vida, de la esclavitud a la
tierra prometida.
El libro de la Mishná, presenta cinco pasos que se usaban para celebrar la
Pascua.
1) El Paso del Bedikah: Consistía en deshacer todo elemento de levadura
que hubiese en la cocina donde se preparaba la cena de Pascua.
2) El Primer Plato: Antes de servir el primer plato, se servía la primera
copa de vino llamada Qiddush, que era la copa de bendición y de comienzo de la
celebración.
Después venía el primer plato que consistía de hierbas amargas con
legumbres y una salsa llamada salsa de Harosset. Esta salsa era un compuesto
de dátiles, pasas, almendras, especies, manzanas, vinagre e higos.

3
El Targum fue confeccionado a partir del siglo IV d. C. Por una serie de rabinos ortodoxos de habla
aramea. Se compone de dos partes: la Mishná y la Guemara. Este libro recoge las antiguas tradiciones
legislativas y litúrgicas del Antiguo Israel.

18
En este primer plato las hierbas amargas simbolizaban la estadía de la
esclavitud que era sinónimo de muerte (recordaban la amargura de la
esclavitud), y la salsa de Harosset era signo y símbolo de esperanza, o sea que
aparte de significar la muerte de la esclavitud, significaba la dulzura de una
promesa hecha en el tiempo de los patriarcas. Ahí mismo era servida la
segunda copa.
3) Liturgia del Hagadah: Leyenda-historia que comenzaba con la
recitación de los salmos del Hallel (bendición, Sl. 113-118); al mismo tiempo se
bendecía la segunda copa de vino que se llamaba la copa del Hagadah, o sea, la
copa de la historia, que significaba dolor y alegría por la liberación.
Para los judíos la Pascua era una historia que era reinterpretada.
4) El Segundo Plato: El plato fuerte consistía en el plato principal, que
era el cordero pascual con panes ázimos y algunas hierbas amargas. Esto
significaba que el cordero era símbolo y signo de paz, libertad, y las hierbas
amargas que se mezclaban con el cordero significaban que en toda paz y
libertad había una dosis de angustia.
Luego venía la tercera copa que era la copa de Hammason, que significaba la
copa de la libertad.
5) La Copa de la Bendición: Consistía en la conclusión de la Cena de
Pascua a través de una cuarta copa llamada la copa final de la consumación,
Hallel.

2.10.4. Fiesta de Pentecostés 4 . Esta fiesta fue de origen agrícola cananea;


consistía en un agradecimiento por la cosecha a sus dioses.
Los judíos la llamaban fiesta de las Primicias, pero el nombre común para los
rabinos era fiesta de las Semanas. Se celebraba a partir de siete semanas, o sea,
cincuenta días después de la Pascua. Los judíos de habla griega la llamaron la
fiesta de Pentecostés; esta palabra viene del griego , que significa
“cincuenta”. Los judíos la utilizaron como una forma de dar gracias por las
cosechas. Con el transcurrir de los tiempos tuvo otro significado teológico:
recordar la alianza del Sinaí. Esta fiesta consistía en cocer dos panes de trigo y
presentarlos ante Dios. La celebración propia se hacía en la última semana, o
sea en el día cincuenta, a partir del primer día después del último día de
pascuas, que era un sábado.

2.10.5. Fiesta de los Tabernáculos. Esta fue una fiesta agrícola pagana que
consistía en la recolección de frutos. Esta fiesta fue adaptada por Israel para
dar gracias a Jehová por los frutos.
Más tarde Israel le dio el significado de la permanencia de Israel en el
desierto. Antiguamente Israel plantaba carpas transitorias en los viñedos
mientras recogían el fruto; a estas carpas se les llamaba sukot, que significa
“carpa transitoria”.
La Septuaginta ha usado el término griego  que traduce “tienda

4
Es un término usado por los judíos de habla griega en Alejandría. Aparece en los libros apócrifos
(Tobías 2:1 y 2 Macabeos 12:31, 32). En hebreo se utiliza la palabra Bikkurim, que significa “Fiesta de
las Cosechas”.

19
transitoria”, o “morada”.
Israel celebraba esta fiesta como una fiesta solemne durante siete días cada
año. En los siete días había cultos litúrgicos solemnes con procesiones sobre la
mesa del sacrificio por parte de los sacerdotes. También el pueblo participaba
cada día con cánticos, ramos, himnos y sacrificios.
El último día era el más solemne y se terminaba la fiesta con libaciones de
agua; esta era una liturgia con el objeto de pedir agua para los sembríos.
Esta fiesta con el tiempo tuvo carácter mesiánico, porque también se
recordaba la entrada a la tierra prometida, es decir, el cumplimiento perfecto de
las promesas de parte de Dios al pueblo.
En conclusión, la fiesta de los Tabernáculos significaba para el pueblo de
Israel recordar a Dios caminando con el hombre a través de la historia.
Cuando cosechaban la vid hacían sus tiendas en el mismo lugar para cuidar
y trabajar, de ahí el nombre de fiesta de los Tabernáculos que hacía mención a
este hecho.
Esta fiesta recordaba o significaba:
1) Cosechar los viñedos.
2) Recordar la estancia en el desierto.
3) Cuando entró en la tierra prometida, la expectación mesiánica.
La fiesta de los Tabernáculos no fue eliminada por Cristo; Juan 1:4 y
Filipenses 2:5-11 muestran que él mismo es el Tabernáculo por excelencia; es la
historia consumada en la humanidad de Cristo.
La Iglesia se convierte en un Tabernáculo en Cristo Jesús; tanto Pablo como
Juan entienden esta fiesta tal como la entendió Jesús.

2.10.6. Día de la Expiación. La fiesta de la Expiación fue una fiesta tardía en


Israel; coincidía con el gran ayuno o la penitencia. Era un día muy especial
donde el sumo sacerdote entraba al lugar santísimo para inciensar, llevando la
sangre de la expiación, que era la garantía del perdón. La carta de los Hebreos
desarrolla su teología de la expiación sacerdotal en base a esta gran fiesta
israelita, en la cual Cristo como el gran sumo sacerdote, a través de su sangre
ofrece el gran día del perdón.

2.10.7. La Dedicación. Nació en el año 164 a. C. cuando Judas Macabeo


rededicó el templo de Jerusalén a Jehová, porque en el año 167 Antíoco Epífanes
había profanado el templo cuando introdujo ídolos griegos. Esta fiesta se
celebraba año a año como una forma de renovar la consagración del templo.
Varias sectas judías como los esenios nunca aceptaron esta consagración porque
ellos entendían que el templo ya estaba profanado.

2.10.8. La fiesta de Purim. Consistía en recordar la victoria sobre los persas;


viene de puru, una raíz que significa “victoria”, “triunfo”, “permanencia”,
“revancha”.
Esta fiesta se celebraba el 25 de diciembre recordando cuando Amán, de la
corte persa, fue muerto como un castigo de Dios por haber atacado a Israel en
esa misma fecha. En conmemoración a esta fiesta se leía públicamente el libro

20
de Ester y se batían ramos.
La fiesta de Purim, según algunos críticos, fue la copia de una fiesta romana
llamada la fiesta del sol invictus. Uno de los promotores de esta fiesta fue el
emperador Trajano, pues existía la creencia de que los emperadores eran hijos
del sol.

La liturgia en su forma cultual expresa la experiencia del hombre con Dios en su


vivencia cotidiana.

21
CAPITULO III
TEOLOGÍA DE LA LITURGIA DEL NUEVO TESTAMENTO

3.1. El Dios Crucificado.


El Dios crucificado es la esencia primordial o el fundamento de toda la
liturgia cristiana. Hay tres acontecimientos medulares: 1) La muerte; 2) La
resurrección; y 3) La Santa Cena como el desarrollo significativo y simbólico de
toda la dimensión pascual.
En este capítulo se desarrollará el tema de la cruz, que es la máxima
expresión de la humillación de Dios y es la esencia de la liturgia cristiana y de la
fe y por consiguiente “el ser cristiano”, donde Dios se da a conocer como diría
Lutero “la teología de la cruz” porque viene de una iniciativa de Dios y no de
una iniciativa humana.

3.1.1. Jesús y la Cruz. Para entender al Dios crucificado se debe entender la


relación de Jesús frente a la cruz. El Nuevo Testamento habla repetidamente
de Jesús asumiendo la cruz como parte de su misión y del ministerio, o sea que
Jesús acepta la cruz y repetidamente introduce el tema de la hora, ya que la
hora es el momento de la cruz en donde se consuma la misión.

3.1.2. La Cruz, el Amor y la Glorificación. Hay tres pasajes del Nuevo


Testamento que enfatizan plenamente el porqué de la humillación: Juan 3:16;
Filipenses 2:5-11 y Romanos 14:15.
Juan 3:16 es la razón de ser de la cruz; existen cuatro verbos fundamentales en
este versículo: 1)  2)  3)  y 4) Estos cuatro verbos
en conjunto forman la esencia misma de la razón de la cruz integrada en el amor.
1)  Este verbo está en voz activa, modo indicativo, tercera
persona del singular; traduce literalmente “amó”, viene del verbo  cuya
traducción más literal sería autoentrega, la cual incluye una negación del ser
para que el otro se realice, también significa abandono, entrega absoluta. Este
mismo sentido está equiparado con Jn. 1:14 y Fil. 2:7-8, donde se habla el tema
de la encarnación como signo de abandono de Dios.
La cruz no solamente son los dos palos sino que la misma encarnación es
humillación y entrega. Allí se da la naturaleza del 




Juan 3:16

La segunda frase resalta la palabra  como el lugar específico


donde se recibe el amor de Dios, y por eso está en caso acusativo (complemento
directo), o sea que Dios se ha entregado en amor totalmente al mundo, por eso
el verbo está en aoristo.
2)  Este verbo está en tiempo aoristo, voz activa; traduce “dio”.

22
Este verbo sólo se usa para referirse al dar de Dios, denota una acción que
solamente Dios puede hacer. El complemento directo del segundo verbo es
 esta frase se encuentra en caso acusativo, quiere
decir que el hijo unigénito es el que recibe el dar de Dios para ser ofrecido
totalmente, ya que este ofrecimiento es el contenido del amor 
3)  Es un verbo sustantivado que está en voz activa, modo
participio, tiempo aoristo, caso nominativo masculino singular; traduce “el que
cree”, viene del verbo  que significa una identidad entre el sujeto y el
objeto llegando a ser un nuevo ser, pero el sustantivo que preside este verbo es
un indefinido que expresa una totalidad absoluta y es el  que traduce
“todo”.
4)  Este verbo está en modo subjuntivo, tiempo presente; traduce
“que tenga”, y viene del verbo  que significa “tener”. Este verbo tiene
como complemento directo (acusativo) los sustantivos y  lo cual
quiere decir que el contenido de este tener de identidad es la vida eterna.
Llegando a una conclusión exegética de este texto se puede decir que el
amor total de Dios lo recibe el mundo y el Hijo (Cristo). El contenido de esta
totalidad del amor de Dios que involucra el sacrificio de la cruz y el propósito
de este darse total de Dios, es que todo hombre tenga una identidad con Dios
de ser en Cristo Jesús comportando el calvario y la resurrección. A través de
esta fe se logra una vida eterna como una realización completa (el ser
responde). Este verbo da la idea de que Jesús va a responder a la pregunta
anterior como una acción que nace de la voluntad misma de Jesucristo en
íntima relación esencial con el Padre, ya que la voluntad del Padre es también
su propia voluntad. Donde dice que ha llegado la hora usa el verbo en tiempo
perfecto, cubriendo una totalidad de tiempo; el término hora en griego es un
adverbio de tiempo que es  La consumación del término  es la
glorificación del Hijo del Hombre. El término glorificado está en voz pasiva,
modo subjuntivo, tiempo presente, pero también se puede usar como tiempo
aoristo, y en el griego es el término  o sea que la cruz se convierte en el
punto culminante de la consumación salvífica y esa consumación expresa al
mismo tiempo una glorificación en el Hijo del Hombre en la cual Cristo llega a
la total realización a través de la cruz, y esta glorificación también la recibe el
hombre a través del Hijo del Hombre.
Juan 12:27-28: En el verso 27 se utiliza el verbo  que está en
tiempo perfecto, expresando el dolor cuando llega a su expresión más dura, a
su total madurez, o sea que Cristo está expresando que su alma ya está
viviendo el dolor, está llegando al culmine del dolor mismo y exclama al Padre:
¡Padre, sálvame de esta hora! Pero él mismo se responde que esta hora donde
se expresa el límite del dolor ya ha venido. En el verso 28 Cristo pide que el
nombre del Padre se glorifique, la respuesta del Padre se da a través de una voz
expresada en dos verbos, uno que está en tiempo aoristo y el otro en tiempo
futuro. En el tiempo aoristo traduce “ya le glorifiqué” con el verbo  y
el verbo en tiempo futuro dice que lo glorificará de nuevo con el verbo 
o sea que la glorificación se da continuamente abarcando la totalidad del

23
tiempo, pasado, presente y futuro; de esta manera Cristo sigue siendo
glorificado.
Juan 12:7 es un anuncio profético a través de la unción que le hace María a
Jesús sobre el tema de la glorificación, o sea la redención completa de la
salvación.
Filipenses 2:2-11 habla de la glorificación del nombre que está por encima de
todo nombre, donde Dios mismo se otorga en Cristo toda la glorificación de
una exaltación máxima.

3.1.4. La Cruz y la Expiación. El propósito fundamental de la cruz en Cristo


es la expresión del sacrificio por la remisión de los pecados. Dios utiliza en
una forma pedagógica los sacrificios de animales perfectos como una forma en
que Dios en Cristo asume el lugar del cordero en el máximo sacrificio para la
remisión de los pecados.
Es por eso que Pablo les escribe a los corintios en su primera carta
(11:23-24); Pablo habla en una forma introductoria a la institución de la Santa
Cena de un “recordéis” para fundamentar lo que significa la Cena o Eucaristía.
Pablo insiste en que él recibió el significado de la Santa Cena como tradición
salvífica donde se recuerda que el Señor Jesús en la noche en que iba a ser
entregado tomó el pan como símbolo de entrega y unidad, y lo partió con
acción de gracias recordando el sacrificio de expiación de los pecados; el lugar
más significativo de este recuerdo es la Santa Cena.

3.1.5. Dios se da a Conocer en la Cruz. Martín Lutero dijo que la revelación


particular consiste en que Dios se revela en forma concreta en el sufrimiento de
la cruz y es ahí donde el hombre conoce a Dios, el Dios que se identifica con la
humanidad en todo su desarrollo.

3.2. El Cristo Glorioso Vencedor de la Muerte.


En los evangelios y en la teología paulina, predicar de la cruz es predicar
sobre la resurrección, especialmente en los escritos de Pablo. En los evangelios
los relatos que hablan de la resurrección son muy breves y algunos de ellos han
sido añadidos con posterioridad, como es el caso del capítulo 21 de Juan y los
versículos 8 al 20 del último capítulo de Marcos. Los evangelistas no describen
el cómo de la resurrección de Cristo porque lo dan como un hecho. A los
evangelistas no les interesa hacer una teología sobre el tema de la resurrección,
sino que quieren fundamentar que la fe en la resurrección nace del hecho
histórico. Teólogos cristianos fundamentan que la fe de los apóstoles dio como
origen el hecho de la resurrección.
El texto bíblico se basa en dos hechos muy importantes para fundamentar la
resurrección de Jesús: El sepulcro vacío y la aparición de Jesús a sus discípulos.
El tema del Cristo glorioso vencedor también se aplica y se hace realidad en
la vivencia diaria de muerte (dolor) y victoria (resurrección), así que la liturgia
debe llevar al cristiano a entender su vida en base a esta dialéctica de muerte y
resurrección.

24
3.3. Resurrección y Santa Cena.
La Santa Cena fue un acto litúrgico que el mismo Jesús instituyó y por eso
tiene un contenido significativo y simbólico de la acción de Dios salvífica y
liberadora; contiene al mismo tiempo la consumación de la historia en Cristo
Jesús dentro de la segunda venida. La Santa Cena expresa y sintetiza la
consumación de la salvación y de la liberación a través del conocimiento
pascual donde es perfeccionada con la resurrección de Cristo. Esto hace
necesario revisar las tres claves hermenéuticas para una correcta interpretación
exegética y teológica de la Santa Cena.

3.3.1. Claves Hermenéuticas de la Interpretación de la Santa Cena. Son


tres grupos de palabras: 1) Palabra-acción, 2) Memorial-bendición, y 3)
banquete-sacrificio.
1) Palabra-acción: La Santa Cena bajo la luz de una interpretación
exegética científica nos indica que la primera clave para una correcta
interpretación es el binomio palabra-acción ya que la palabra ha tenido una
conceptualización en las Escrituras como el dinamismo del mostrarse y del
hablar de Dios, o sea que la palabra es la evidencia de la existencia de Dios
porque su ser implica palabra en la segunda persona de la Trinidad, esa Palabra
ha sido la causa primera de la acción creadora de Dios. En el hebreo hay dos
raíces verbales que tienen dos radicales comunes entre sí y son los verbos
hablar y la acción creadora de Dios ; la raíz del verbo crear y la
raíz del verbo hablar se deben entender dentro de una unidad complementaria,
es decir que el crear se fundamenta en el hablar y también el hablar se
fundamenta en la acción de crear. Para los judíos, la palabra externa es la
exteriorización de una palabra interna (esencia), o sea que el hablar de Dios es
totalizante.
Aplicadas a los relatos de la Santa Cena se especifica más concretamente el
significado del binomio palabra-acción. Cuando Cristo expresó sus palabras
sobre la institución de la Santa Cena como un hecho significativo y simbólico de
acción salvífica y liberadora de parte de Dios a los hombres, esas palabras
exteriorizan la palabra interna que se encuentra en el seno de la Trinidad, que
significa la amorosa y gratuita acción comunitaria por parte de Dios en la cruz.
Pero las palabras generan acción, la acción es el compromiso de hecho de dar
cumplimiento a las palabras en la semana de Pascua o sea que el cristiano
cuando celebra la Santa Cena no solamente recuerda un hecho del pasado sino
que hace suyas las palabras de Jesucristo, y su vida es afectada por estas
palabras en un  o sea que su vida de acción es una evidencia externa e
interna de que su ser vive la Palabra de Dios sintetizada en la Santa Cena como
el evangelio resumido.
2) Memorial-bendición: La Santa Cena tiene como segunda clave
hermenéutica el binomio memorial-bendición, que presupone un recuerdo con
sentimientos. Dentro del contexto hebraico y especialmente griego, la
experiencia cotidiana de conocimiento involucra una relación de objeto-sujeto, o
sea que la experiencia era igual a la memoria más los sentimientos, experiencia
total en donde la persona estaba obligada a actuar.

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Es por eso que el término griego  viene de la palabra recordar
más el prefijo de sentimiento, o sea que es un recuerdo transformador.
El mismo efecto tiene la palabra hebrea zikkaron, ya que este es un recuerdo
eficaz, transformador e inclusive atemporal, que involucra un compromiso con
el accionar.
Para los occidentales es un simple recordar, para los judíos es vivir un
recuerdo que va transformando sus vidas; el recuerdo trae una bendición para
el hombre y para los que lo rodean.
El acto de recordar continuamente comporta bendición, es decir, el hombre
recuerda y es bendecido. La palabra bendición en griego es  que
significa volver a vivir la gracia por parte de Dios en Cristo para los hombres,
en otras palabras, es vivir la vida de Dios en Cristo.
A manera de conclusión se puede decir que cuando el hombre recuerda es
afectado en su ser y renovado continuamente en seguir viviendo y participando
de la vida de Dios en Cristo Jesús.
3) Banquete-sacrificio: Esto es bastante importante para una buena
comprensión de la Santa Cena; aquí radica su propio significado ya que el
banquete es la significación de comunión, salvación y esperanza. Para la
tradición bíblica, comer en torno a la mesa significaba compartir, había una
educación escatológica que era entendida dentro de la perspectiva salvífica, es
por eso que todos los episodios que hablan de la Santa Cena tienden a significar
la comunión con Dios, el encuentro salvífico y escatológico, y es tan
comprendido en todos los relatos de comida de los que habla la Biblia.
Como ejemplo puede citarse la comida de liberación antes de salir de Egipto
rumbo al éxodo que significaba salvación y liberación dentro de la comunión
con Dios. En Exodo 24 el hecho de que los ancianos comieron y bebieron en el
monte Sinaí en la presencia de Dios significaba la culminación de un pacto que
era entendido dentro de una reunión con Dios.
También debe entenderse la comida en el Nuevo Testamento; la parábola
del banquete representa el reino de los cielos como una vida plena, Apocalipsis
19:9 presenta las bodas del Cordero dentro de una plenitud con Cristo,
simbolizada en la comida.
En conclusión, el tema de la comida tiene un significado rico en las
Escrituras simbolizando la intención de comunión de Dios con los hombres a lo
largo de la historia, involucrando tanto lo material como lo espiritual.
Pero este banquete tiene un elemento que es sacrificial, es decir, el tema del
sacrificio es parte inherente a la Cena instituida por Cristo porque dentro de
una cena Cristo anuncia la inmolación del Cordero para que la comida sea una
vida plena dentro del significado de una expiación y una salvación (perdón de
los pecados).
Para los judíos orientales se daba una relación entre el banquete y el
sacrificio porque para que exista un banquete debía haber un sacrificio, es decir,
era necesario destruir la vida de un animal para que se convirtiera en comida; si
no había sacrificio no había banquete, era necesario este sacrificio para integrar
la comunidad alrededor de la mesa. El banquete une, compartir el pan crea
comunidad, pero para esto es previo la inmolación, el matar, el sacrificio. Es por

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eso que en la Cena que Cristo instituyó la comunión más plena entre el hombre
y Dios es a través de una muerte expiatoria que consiste en derramar Su sangre
y entregar Su cuerpo.

3.3.1. Significado de la Santa Cena (1 Co. 11:23-26). Pablo presenta la


institución de la Santa Cena como una tradición que recibió del Señor, pero que
implica un imperativo de transmitirla y entregarla. Pablo le da una gran
importancia a este recibir y entregar como parte de un dinamismo o educación
cristiana usando dos verbos que están compuestos con preposiciones que tienen
como objetivo sobredimensionar el significado. Uno de ellos es  y
el otro que traducen respectivamente “recibir” y “entregar”.
Después Pablo presenta la institución de la Eucaristía o Santa Cena dentro de la
fuerza de la tradición y al mismo tiempo presenta los significados plenos de
este relato dentro de un memorial que se va enriqueciendo con la fuerza de la
tradición histórica.
1) La Santa Cena es una Acción de Gracias: Es un  de ahí
viene la palabra Eucaristía, esta palabra está compuesta del prefijo  el cual
introduce la idea de felicidad, alegría de transmitir o de vivir buenas nuevas, en
cambio la palabra  viene del verbo  que traduce “dar
gracias”, pero este dar gracias tiene una raíz que es  la cual traduce
“gracia”, o sea que esta gracia significa vivir y compartir con Dios y con los
hombres a través de la gracia con la vivencia de una santificación a través de la
obra del Espíritu Santo.
2) Amor: La Santa Cena recoge la expresión máxima del amor que es
Cristo colgado del madero, un amor sacrificial que conlleva negar su existencia
para que la humanidad tenga salvación y esperanza.
3) Memorial: La Santa Cena significa recuerdo transformador.
4) Acto de Fe: Recordar la identidad del creyente con Cristo Jesús donde
forman una nueva criatura.
5) Perdón de los Pecados: Se recuerda con la Santa Cena el acto de
expiación sublime desde la cruz (sacrificio).
6) Comunión: La Santa Cena expresa la unión entre el creyente y Dios.
7) Expresa Vida: La Santa Cena recuerda la muerte de Cristo para
transmitir vida en la resurrección de Cristo. Juan desarrolla en su evangelio
ampliamente este aspecto de la vida.

3.4. Pentecostés.
Hechos 2:1-3 es básico para entender Pentecostés, esta fiesta del Espíritu.
En los primeros versículos del capítulo 2 se habla de la fiesta de Pentecostés
para la Iglesia o comunidad primitiva.
En el versículo 1 se habla de que se cumplió la fiesta de Pentecostés y
estaban todos unánimes. El verbo que se utiliza como cumplirse está en
infinitivo, voz media, es un verbo compuesto por la preposición (de esta
preposición se deriva la palabra conciencia, interioridad) más el verbo 
que traduce “llenar”, es un llenar que viene a través de la acción de Dios,
 el texto habla de un cumplirse total, no solamente se habla del

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cumplimiento del día sino de un cumplimiento total en el interior del hombre.
En el mismo versículo se habla de un pronombre definido que es 
que en griego significa una totalidad absoluta, no relativa. Esta palabra está
delante de otras expresiones que significan unánimes, bajo una intensa unidad.
El autor de Hechos muestra toda una teología de la historia, no sólo relata
hechos pasados sino que hace una teología de los hechos en la que el hombre
creyente es el centro del dinamismo histórico efectuado por Dios a través de su
Espíritu Santo en la totalidad del ser del hombre; el Espíritu Santo es don para
todo creyente sin excepción.
En el versículo 2 se habla de un viento y de un trueno, estos fenómenos
naturales llenaron toda la casa donde permanecían.
Los términos viento y huracán son dos palabras hierofánicas (presencia de
Dios dentro del lenguaje judío). Lo interesante es ver que el verbo que se usa
para decir que fueron hechos es el verbo  que literalmente traduce “se
llegó a ser”, viene del verbo  “llegar a ser”.
La aparición del trueno y el viento Lucas la simboliza como la aparición o
presencia de Dios en la comunidad y en el interior del creyente. Es una
presencia que llega a ser, teniendo como consecuencia que el creyente es
formado a la identidad de Dios en el Espíritu Santo. Después se usa un verbo
y otra vez la palabra  para decir que se llenó toda la casa en donde
permanecían, o sea que es la acción plena de Dios a través de la obra plena del
Espíritu Santo en la comunidad de los creyentes.
En el versículo 3 se habla dentro de una perícopa (figura literaria) en la que
se señala que se posaron sobre las cabezas de los discípulos lenguas de fuego.
La idea central de este versículo a través de la figura literaria es presentar la
obra del Espíritu Santo, cuya obra es la santificación de los creyentes usando el
elemento fuego,  esta palabra tiene un significado de pureza, pero esta
pureza vive la destrucción previa de la impureza ya que el fuego quema y
purifica.
La obra del Espíritu Santo es la santificación que consiste en una vida
agradable a Dios. Ellos vivieron una vida interior que se iba santificando
cuando se refiere a las lenguas de fuego.
La salvación implica una santidad que el hombre tiene que vivir.
En el versículo 4 se habla de que todos fueron llenos o plenos del Espíritu
Santo; para “todos” se usa la palabra  “totalidad”, y para “plenos” o
“llenos”, el  o sea que todos los que vivieron la experiencia de
Pentecostés tuvieron plenamente el Espíritu Santo dado por Dios a través de la
vida de Cristo.
Después se usan dos verbos que son diferentes en el griego pero que se
traducen en la versión Reina-Valera igualmente como hablar. El primer verbo
es  que traduce al español “hablar”, haciendo referencia a un hablar
común y corriente, y aquí dice que comenzaron a hablar otras lenguas, o sea
que ocurrió una glosolalia.
El segundo verbo es  que también traduce al español
“hablar”, pero es un hablar solemne, bajo inspiración que no involucra tanto la
expresión oral, es el todo del ser del hombre que habla a través de su

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testimonio, o sea que es un hablar en santidad.
En conclusión, la obra de Pentecostés es una acción completa de parte de
Dios a través del Espíritu Santo que actúa en el ser del creyente y lo va
transformando y capacitando para una vida de santidad dinámica bajo el
fundamento de la fe y en el ejercicio del amor; la más grande evidencia de ese
Pentecostés es una vida en santidad.
En el hablar en lenguas hay dos evidencias: La primera es el hablar común
y corriente; la segunda, y la que Lucas da a entender como la evidencia más
grande es la santidad, o sea reformación, cambio. No queda ahí, sino que
sigue en los resultados como la predicación de Pedro, etc. Pentecostés
involucra a las personas que se convierten, no se queda en la conversión sino
que sigue, es dinámico.
El Pentecostés tiene dos puntos: el personal y el comunitario.
En el culto cristiano debe existir una liturgia que estimule o cree un
ambiente pentecostal donde el creyente salga renovado de esa vivencia del
Espíritu para seguir caminando en la vida cristiana, o sea que todo culto
cristiano debe ser esencialmente pentecostal.

3.5. Lavatorio de Pies.


El tema del lavatorio de pies se encuentra en Juan 13, y no está registrado en
los sinópticos; aunque ellos no hablen del lavatorio de pies durante la Santa
Cena no quiere decir que no existió; lavar los pies era tan ordinario que perdía
el encanto, esta puede ser la razón de su omisión en los evangelios sinópticos.
Cuando los judíos invitaban a cenar, lavaban los pies al invitado, esta
costumbre significaba hospitalidad y también purificación, ya que los judíos
tenían la costumbre antigua de usar el agua como una forma de purificación
externa corporal que afectaba el interior, y ella relacionaba el tema de la
purificación con la comida, o sea que para comer necesitaban la purificación
corporal, ya que para ellos la comida era signo y símbolo de unión con Dios y
entre ellos mismos. También significaba la abundancia de una escatología
futura por medio del comer dando énfasis a la era mesiánica porque para ellos
el mesianismo era realidad de plenitud tanto material como espiritual, y es por
eso que había que estar preparados y purificados para preparar la mesa como
símbolo de abundancia en el tiempo mesiánico fundado en la promesa.
En el capítulo 13 de Juan se registra el lavatorio de los pies teniendo tres
significados:
1) Servicio: Es una forma de rebajamiento. Cuando hubo la cena no
había quién lavase los pies a los que estaban presentes.
Cuando la familia era pobre, entre ellos mismos se lavaban los pies; cuando
eran de clase media o alta tenían empleados para que les lavaran los pies.
Los apóstoles se miraban entre ellos para saber quién sería el que les lavaría los
pies a todos, entonces Dios tuvo la iniciativa como ejemplo de rebajamiento y
servicio con el objeto de que ellos hicieran los mismo. Esa expresión hay que
entenderla desde el punto de vista teológico como esencia misma del
cristianismo, o sea, el servir y rebajarse constantemente. Los sinópticos hacen
referencia a esto cuando señalan que los primeros deben hacerse los últimos ya

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que el cristianismo es un servicio constante sustentado en el ejemplo de Cristo
Jesús.
Reproducir el amor de Dios es la esencia del Evangelio.
2) Purificación: Juan usa dos verbos para referirse al lavatorio de pies,
uno es el verbo  “lavar” o “bañar”, pero significa un bañarse parcial, no
total; el otro verbo es , que significa un bañarse total o completo,
este se encuentra en el verso 10. El primer verbo Juan lo usa en los versos 5, 6,
8 y 12 para referirse solamente al lavarse los pies; en el verso 10 usa el segundo
verbo, haciendo referencia al bañarse total. Esto en la teología juanina tiene
dos significados en cuanto al lavatorio, el primero es el de purificación parcial
ante Cristo; el segundo es la purificación total a través de la muerte expiatoria.
Lutero le da una interpretación a este texto diciendo que la purificación parcial
significa que aunque hallamos sido lavados y purificados seguimos pecando,
por eso Juan utiliza el verbo 
3) Amor: Es una muestra de negarme por el otro y para el otro.
En conclusión, el lavatorio de los pies tiene un gran significado litúrgico como
una forma de simbolizar, a través de una expresión litúrgica, la esencia del
cristianismo que es ser expiado de sus pecados a través de la sangre de
Jesucristo que capacita para servir y amar. Este es el significado pleno de este
gesto y la Iglesia necesita reproducir estos significados litúrgicos para entender
y recordar los principios fundamentales del cristianismo ya que el culto es un
ambiente para recordar y recrear la esencia de la fe, y retar al cristiano a vivir
esta esencia en la vida ordinaria.

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POSIBLE MANUAL LITÚRGICO

Los cultos deben estar centrados sobre una sola temática, en diferentes formas.
La temática del culto cristiano siempre girará en el Cristo muerto y resucitado,
porque esta es la esencia misma del cristianismo.

1. Oración inicial (apertura). Se pregunta a los miembros por sus


necesidades y se ora por ellas.
2. Alabanzas. Canciones que hablen sobre la salvación y glorificación de
Cristo. Predisposición espiritual.
3. Celebración de la Santa Cena.
4. Lecturas de la Palabra: una del Antiguo y otra del Nuevo Testamento
que apunten a Cristo.
5. Homilía.
a. Hacer referencia a Cristo.
b. Contextualizarla a la necesidad de la vida de los oyentes.
6. Diezmos y ofrendas.
7. Acción de gracias.
8. Despedida y anuncios.

El culto es una forma de adorar a Dios, la adoración debe ser una constante en
el corazón de cada creyente, en donde el culto se convierte en una expresión
comunitaria de fe.

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BIBLIOGRAFÍA

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