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Concepto persona humana

La persona humana es, de acuerdo a la teología cristiana y a las filosofías de tal inspiración,
un individuo de naturaleza racional, portador de potencialidades que se desarrollan a través de la
vida, en el seno de la familia y de la comunidad.4 o, tal como lo señalan otros autores, es "un ser
corpóreo y espiritual al mismo tiempo. Es una unidad sustancial de alma (o espíritu) y cuerpo.
Decimos unidad sustancial, no accidental, porque la unión entre el alma y el cuerpo resulta en un
solo ser: el ser humano, la persona humana

En la actualidad, se entiende por persona no solamente el ser humano, el individuo perteneciente


a la especie humana, sino el hombre en su modo específico, "el ser que tiene un yo consciente,
unitario"

El Compendio del Catecismo de la Iglesia católica señala que "la dignidad de la persona
humana está arraigada en su creación a imagen y semejanza de Dios. Dotada de alma espiritual e
inmortal, de inteligencia y de voluntad libre, la persona humana está ordenada a Dios y llamada,
con alma y cuerpo, a la bienaventuranza eterna.

Características[editar]

Dignidad: La Sagrada Escritura dice: «Dios creó el hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó;
hombre y mujer los creó» (Gn 1,27). Por haber sido hecho- de acuerdo a este relato- a imagen de
Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien, capaz de
conocerse, de poseerse, de entregarse libremente y de entrar en comunión con otras personas. Al
mismo tiempo, por la gracia, está llamado a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta
de fe y amor que nadie más puede dar en su lugar.

gualdad de naturaleza:

Libertad:

Trascendente:
1. La persona humana es una sustancia singular, no comunicable, de naturaleza racional y
constituye una unidad sustancial compuesta de cuerpo y alma.

2. Son atributos esenciales de la persona humana la sustancialidad, la racionalidad, la libertad y la


perfectibilidad.

3. La persona humana «in statu viae» está sujeta al tiempo y al espacio y tiene como atributo
propio la historicidad.

4. La persona humana no es una parte, sino un todo; no un medio, sino un fin, y se ordena a Dios
como a su fin natural, y a la comunidad en cuanto ésta le sirve para alcanzar su perfección.

5. La persona humana es imagen de Dios y a ella se ordena toda la naturaleza irracional. Es


principio responsable de acción y está destinada a perfeccionarse en sociedad.

6. La persona humana ha sido elevada al orden de la gracia y está destinada a la posesión


sobrenatural de Dios por el conocimiento y el amor.
Persona humana o individuo

Plano biológico

En el plano biológico el hombre no es sino un integrante más del reino animal. Tiene muchas
semejanzas con los seres de este reino. Inclusive, en cuanto a los sentidos externos (vista, oído,
olfato, tacto y gusto), estos seres superan al hombre. Asimismo, hay indicios de que no sólo en el
hombre existe la inteligencia, sino que una cierta forma de ella; es decir, algunos de los cinco
sentidos internos (sentido común, imaginación, pensamiento, comprensión y memoria) también
se manifiestan, de alguna manera en estos seres.

Plano social

El hombre es un ser consciente, racional y libre, y, por eso mismo, es también un ser social, que
sólo en la compañía de sus semejantes encuentra las condiciones necesarias para el desarrollo de
su conciencia, racionalidad y libertad, características que lo distinguen de los otros animales. Y
precisamente por ser consciente, racional y libre, el hombre posee derechos inalienables y
deberes morales, mientras el animal sólo tiene instintos y hábitos. De ese conjunto de condiciones
que caracterizan a la persona humana: ser consciente, racional y libre, y por lo tanto social, sujeto
de derechos y deberes, resulta la misma dignidad absoluta y la misma igualdad esencial para todos
los hombres, independientemente de su color, situación socioeconómica, religión o cultura. Es una
dignidad absoluta porque no depende de ninguna cualificación, sino basándose en el mero hecho
de tratarse de una persona humana, dignidad que le confiere un valor inestimable y la coloca
como razón de ser de todas las instituciones sociales, políticas y económicas. Y esa dignidad debe
ser respetada, ya sea persona rica, ya sea pobre y sin cultura o bien culta, de esta o de aquella
raza, de aquel pueblo o de aquel credo religioso.

Plano trascendente

Sostener que el hombre no es más que un animal evolucionado y colocado en la cima de los
vertebrados mamíferos no es suficiente. Esto nos lleva a reconocer que aparte de cuerpo y mente,
el hombre posee una realidad espiritual; posee una capacidad para desarrollar sentimientos
(‘intuiciones emocionales’); el hombre goza de libre albedrío a diferencia del animal que está
irremediablemente atado a la naturaleza. La esencia del hombre está por encima de la vida
animal, esta esencia es su espíritu. Por ello, el hombre, posee una triple realidad: material,
racional y espiritual. Por esta razón, algunos agravios, no sólo afectan la integridad física y mental,
sino también la moral.

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