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IMPRESIÓN
HIFER ARTES GRÁFICAS S.L.
Capítulo
INTRODUCCION
Presentación 13
Formación preventiva para el desempeño del puesto
14 Presentación
de geólogo en industrias extractivas
Capítulo
dedicada a la seguridad minera, al establecer el marco normativo básico para
el ordenamiento de la formación en materia de Prevención de Riesgos Labo-
rales específica para el personal que desempeña su trabajo en las industrias
extractivas. Además de ello, la ITC habilita a la Dirección General de Política
Energética y Minas, del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, para que
desarrolle mediante Resoluciones publicables en el BOE, las Especificaciones
Técnicas Básicas que desarrollarán los contenidos de la formación preventiva
específica para el desempeño de cada uno de los diversos puestos de trabajo
que conforman el catálogo de los mismos dentro de esta actividad, los cuales
son recogidos en el punto 5 de la ITC 02.1.02, Definición de los diferentes
Itinerarios Formativos.
Es importante señalar así mismo, que la formación preventiva establecida en
la citada ITC, tiene carácter de habilitante para el desempeño de las tareas
propias de cada puesto de trabajo, por lo que su puesta en práctica presenta
carácter obligatorio para el empresario, y su incumplimiento podrá ser san-
cionado de acuerdo con lo previsto en el artículo 121 de la Ley 22/1973, de
Minas.
El ritmo de publicación de las mencionadas Especificaciones Técnicas no ha
posibilitado que en la fecha de aparición de este manual se dispusiera aún de
aquella que definirá los contenidos más precisos de la formación preventiva
del personal que desempeña puestos de trabajo como técnicos titulados en
actividades de investigación. No obstante, la necesidad de contar con tales
instrumentos docentes para llevar a cabo el mandato expresado en la ITC
02.1.02, y en el plazo indicado para ello, ha llevado al ICOG, como promotor
directo de este trabajo, a afrontarlo sin contar con tal referente, aunque para
ello ha tomado en la máxima consideración todos los criterios contenidos en
la ITC 02.1.02, y muy en particular en su punto 6, Contenidos y estructura de
los Itinerarios Formativos.
De acuerdo a todo lo anterior, este manual se dirige preferentemente a
mejorar la formación preventiva, bajo la nueva orientación definida por la
mencionada norma, de todo el personal que desarrolla habitualmente su
trabajo ligado a labores de investigación y prospección geológica, tanto en
actividades extractivas a cielo abierto, como en las de interior. En particular, y
según la categorización establecida por la propia ITC 02.1.02 en su punto 5, se
Presentación 15
Formación preventiva para el desempeño del puesto
espera que sirva como referencia para cumplir con dicho objetivo en el caso
de los puestos de trabajo que en el mismo se incluyen dentro del epígrafe 5.1
Investigación, a) Técnicos titulados.
Deseamos haber alcanzado modestamente el objetivo que nos planteábamos
inicialmente, y que como consecuencia de ello este texto proporcione un
Capítulo
16 Presentación
1
Definición de los trabajos
de geólogo en industrias extractivas
Capítulo
1
CAPÍTULO 1. DEFINICIÓN DE LOS
TRABAJOS
Capítulo
empleados o liberados en los procesos extractivos, el ruido y el polvo, entre
otras.
Otro riesgo importante y evidente los
constituye la posibilidad de que ocurran
1
desprendimientos o derrumbamientos
de materiales procedentes de techos y
hastiales de las infraestructuras subterrá-
neas, mientras se están llevando a cabo
los diferentes trabajos, contrarrestado
con las técnicas y labores conocidas como
sostenimiento, fortificación y entibación.
Incluiremos entre este conjunto de riesgos para el geólogo que desarrolla su
actividad en explotaciones subterráneas la posibilidad de interferencias que
pueden producirse con el resto de trabajos llevados a cabo en el interior de
mina, consecuencia de la escasa visibilidad general y el reducido espacio de
muchos puntos, las cuales pueden provocar el desencadenamiento de dife-
rentes tipos de accidentes o situaciones de riesgo.
Las labores del geólogo resultan por lo general muy variadas, por lo que es
difícil definir los trabajos abarcados en alguna jornada-tipo, pero en cualquier
caso, una primera diferenciación que pudiera ser hecha sobre ese conjunto
permite clasificarlos en:
1
Capítulo
descripción de los diferentes trabajos abarcados en este grupo apoyándonos
en una descomposición en fases, aproximadamente secuenciales, que se su-
ceden en esta clase de tareas.
1
La jornada del geólogo, cuando va a desempeñar trabajos de campo,
se inicia con el paso por los vestuarios, siempre que la tarea lo requiera,
para cambiar la ropa de calle por otra adecuada para el trabajo a realizar.
En muchos casos este cambio de ropa conlleva únicamente el cambio de
calzado.
Después ha de seleccionar los EPIs, herramientas y material necesario
para realizar el trabajo correspondiente. En caso de que haya transcurrido
cierto tiempo desde la última ocasión en que utilizó los equipos, será reco-
mendable que estos sean revisados para comprobar su estado y correcto
funcionamiento.
Completado el proceso anterior, los equipos y herramientas necesa-
rias para el trabajo suelen ser cargados en el vehículo asignado para los
desplazamientos hasta el punto donde deban efectuarse los trabajos de
investigación geológica.
A continuación se produciría el desplazamiento propiamente dicho en
el vehículo de transporte de personal hasta el lugar de trabajo. En oca-
siones las pistas de circulación, accesos
o caminos que han de recorrerse para
llegar a la zona deseada puede que no
se encuentren en buenas condiciones
de conservación, o como consecuencia
de la climatología. Por lo tanto sería
conveniente informarse previamente a
iniciar el recorrido, y en cualquier caso
proceder con la máxima prudencia al
circular.
Alcanzado el lugar de trabajo, procederá a estacionar adecuadamente
el vehículo, y a descargar los equipos y herramientas transportados que
necesitará para su trabajo.
Durante cada una de las etapas de esta primera fase de los trabajos se van a
presentar una serie de riesgos inherentes a las acciones enumeradas, para
cuyo control se deberán definir una serie de medidas preventivas y/o de pro-
tección. Unos y otros serán revisados a lo largo del capítulo 2.
1
Capítulo
Capítulo
de toma de muestras de agua para su análisis químico y/o bacteriológico.
Dirección, supervisión y/o realización de prospecciones geofísicas
Las prospecciones geofísicas son técnicas que investigan el subsuelo a partir
de las variaciones detectadas en las diferentes propiedades físicas, y su corre-
1
lación con las características geológicas.
Para desarrollar los trabajos basados en esta metodología se colocan unos
receptores que son los encargados de recoger la respuesta de los materiales
del subsuelo a una fuente de energía, la cual puede ser inducida por el hom-
bre o de forma indirecta (terremoto, gravedad). La respuesta captada por los
receptores es enviada a una unidad de registro a través de un cable que une
los receptores entre sí y a la unidad.
Propiedades como el magnetismo, la
gravedad y la radiactividad de las ro-
cas se miden aprovechando campos
o fenómenos naturales, mientras
que la conductividad eléctrica, las
propiedades electromagnéticas y la
sismicidad se obtienen por respuesta
a pulsos producidos por el hombre.
Dependiendo del tipo de propiedad de los materiales del subsuelo que se ha
de medir, la fuente será diferente y en cada caso conlleva unos riesgos deter-
minados. Se puede utilizar una maza que se usará para golpear una placa de
metal que se encuentra en el suelo, clavos eléctricos que inyectan corriente al
subsuelo y se encuentran conectados a unas baterías, generadores o compre-
sores, o incluso explosivos, en cuyo caso uno o varios operarios realizarán los
barrenos, y una persona con la cualificación y autorización correspondientes
(estar en posesión de la cartilla de artillero) realizará la voladura con explosi-
vos.
En este punto también contemplaremos otros tipos de prospecciones geofísi-
cas, que en lugar de realizarse en la superficie se ejecutan dentro de sondeos,
como la testificación geofísica, la sísmica de sondeos y la tomografía sísmica.
La testificación geofísica consiste en introducir una sonda en un sondeo y mientras
Capítulo
todas las excavaciones de formas diversas (pozos, zanjas, rozas, etc.) que per-
miten una observación directa del terreno, así como la toma de muestras.
La realización de calicatas es un método muy común y barato para describir
los suelos. Se trata de realizar una excavación con una retroexcavadora para
1
reconocer, describir y tomar muestras de los materiales.
Este método de trabajo puede presentar riesgos muy importantes cuando
algunas de las labores a desempeñar requieran que el geólogo haya de in-
troducirse dentro de la calicata ya que, dependiendo del tipo de terreno a
excavar, se pueden llegar a producir deslizamientos y desprendimientos de
las paredes interiores del hueco creado, avenidas súbitas de agua, caídas de
objetos o materiales al interior desde el borde de la cata, etc.
Dirección, supervisión, descripción y toma de muestras de sondeos de
reconocimiento o investigación
Esta clase de trabajos están basados en el empleo de un equipo de perforación
manejado en cualquier caso por dos opera-
rios: un sondista y un auxiliar de sondista. Sin
embargo, aunque el geólogo no lleve a cabo
la ejecución propiamente dicha de la perfora-
ción, en este manual se tendrá en cuenta este
tipo de maquinaria puesto que permanecer
en el entorno de la misma podría interferir en
sus labores, originando algún tipo de riesgo
asociado a ello.
La labor general del geólogo, en esta clase de trabajos, consiste en:
La dirección y supervisión del trabajo, en la que debe tomar las deci-
siones oportunas en cuanto a las incidencias surgidas durante la realización
del mismo.
Testificación. En la fase de ejecución de la perforación, el geólogo debe
llevar a cabo la testificación del sondeo mediante: la descripción del mate-
rial que se esté extrayendo, bien sea ripio o testigo; la toma de datos tales
como la velocidad de la sonda en la perforación, descripción de incidencias,
pérdidas de agua en el proceso, etc.; la selección de muestras que serán
La secuencia más estándar que puede asociarse a esta fase final de los traba-
jos de esta índole consistiría en:
Capítulo
cargar los equipos, herramientas y muestras en el vehículo.
A continuación se llevará a cabo un desplazamiento en el vehículo de
transporte para retornar a las instalaciones de la empresa, recorriendo por
lo general el mismo trayecto desarrollado a la ida.
1
Alcanzadas las instalaciones edificadas del centro de trabajo, se proce-
de a descargar los equipos, herramientas y muestras del vehículo, colocar
cada uno de estos elementos en el lugar correspondiente (almacenes, la-
boratorios), y organizar o comunicar a quien deba encargarse de ello, la
limpieza o reparación del equipo o herramientas, cuando fuera necesario.
En último término, si procede, se acude a los vestuarios y duchas,
donde se pueda proceder a asearse y cambiar la ropa de trabajo por la de
calle.
Durante cada una de las etapas de esta primera fase de los trabajos se van a
Capítulo
presentar una serie de riesgos inherentes a las acciones enumeradas, para
cuyo control se deberán prever una serie de medidas preventivas y/o de pro-
tección. Unos y otros serán revisados a lo largo del capítulo 2.
Actividades
1
llevadas a cabo durante la ejecución del trabajo de
campo
La dirección y supervisión del trabajo, en la que debe tomar las deci-
Capítulo
Capítulo
realización de voladuras
La perforación de barrenos previa a la carga de explosivos para la realización
de voladuras, es realizada con un carro de perforación que maneja un opera-
rio, pudiendo ser una tarea competencia del personal geólogo la de describir
1
el barreno en función del ripio que sale de la perforación, así como la toma
muestras del mismo.
Estos carros de perforación actualmente deben tener integrado un captador
de polvo (colector o ciclón) para recoger el polvo originado durante el horada-
do del material rocoso, e impedir que su puesta en suspensión afecte al perso-
nal que los manipula, y es en estos ciclones donde se colocan las bolsas para
recoger las muestras. Sin embargo en los modelos más antiguos, no existen
habitualmente estos sistemas de captación, y el ripio queda acumulado en la
boca del sondeo. Debido a ello, en estos casos, para recoger las muestras ha
de colocarse el tomamuestras en la boca del sondeo antes de dar comienzo
a la perforación, o bien esperar a que se termine ésta, y entonces proceder a
recoger la muestra.
Supervisión de la carga de material en los camiones y toma de mues-
tras del material
Una vez realizada la voladura, o si el arranque se ha realizado por medio de
medios mecánicos al tratarse de materiales más blandos o más alterados, el
geólogo supervisa los materiales que van apareciendo y toma muestras de los
mismos.
Revisión y descripción del frente del talud
Una de las tareas principales del geólogo
sería la continua cartografía y caracte-
rización geomecánica de los frentes de
explotación, así como del resto de taludes
generados en el avance de la misma, para,
de esta forma, poder estimar de un modo,
lo más aproximadamente posible, las re-
servas del material y/o mineral extraído,
determinar la dirección y buzamiento de
Otra de las tareas que puede ser habitualmente competencia del personal
Capítulo
Al igual que en el grupo de trabajos del apartado 1.1, dentro de esta fase
serán identificables de forma más o menos habitual las siguientes tareas:
Una vez finalizado el trabajo, se ha de recoger y cargar los equipos,
herramientas y muestras en el vehículo, pudiendo necesitar desplazarse a
pie hasta el mismo si durante el desarrollo de los trabajos se ha tenido que
alejar de aquel, obedeciendo a diversas razones.
Recorrer en el vehículo el trayecto de regreso hasta las instalaciones
edificadas del centro de trabajo.
Descargar los equipos, herramientas y muestras
del vehículo, colocando todo en su ubicación prevista,
y asumiendo o encargando la limpieza o reparación
de aquellos equipos o herramientas que pudieran
precisarlo.
En último término se acude, si procediese, a los
vestuarios y duchas para poder asearse, y cambiar la
ropa de trabajo por la de calle.
1.2.3.- Trabajos
Capítulo
geológicos ligados a actividades
extractivas en minería de interior
1
instalación minera subterránea, sea cual sea el
método específico de explotación. Según la sis-
temática ya puesta en práctica en los caso de los
dos grupos de trabajos ya descritos, volvemos
a diferenciar dentro de una jornada de trabajo,
con carácter estándar, tres fases generales que
correspondan al antes, durante y después de los
trabajos propiamente dichos.
Tras dotarse de todos estos medios acude al lugar definido para iniciar
el desplazamiento al interior de la mina, a través de sistemas variables según
el método de explotación (pozo vertical con jaula o skip, plano inclinado y
vehículos de transporte de personal, a pie, etc.)
1
Capítulo
tareas consistan en la descripción del sondeo en base al material extraído, a
partir de la observación del testigo o del ripio, y en la toma de muestras del
mismo para ser posteriormente analizadas en el laboratorio.
Al igual que los dos casos análogos descritos
1
anteriormente en las actividades de los apar-
tados 1.1.2 y 1.2.2, lo normal con relación a
los trabajos de perforación es que el geólogo
efectúe tan sólo la labor de dirección y super-
visión de la misma, corriendo la ejecución de
las operaciones propiamente dichas a cargo
de un sondista y un ayudante.
Aunque dependerá del tipo de yacimiento explotado, las tareas habituales
del geólogo consisten en la testificación del sondeo mediante: la descripción
del material que se esté extrayendo, bien sea ripio o testigo; la toma de datos
tales como la velocidad de la sonda en la perforación, descripción de inciden-
cias, pérdidas de agua en el proceso, etc.; la selección de muestras que serán
enviadas al laboratorio para su posterior análisis. En muchos de los casos, esta
labor de testificación se realiza en el laboratorio o gabinete, con la ayuda del
parte del sondista y la constante comunicación con el mismo ante posibles
incidencias, reduciendo las estancias en el punto de emplazamiento del son-
deo.
En el caso que nos ocupa, además de los riesgos propios de la labor del geó-
logo y de la máquina de sondeo, habrán de sumarse los inherentes al trabajo
en interior de mina.
Manejo de equipos de medida de desviación de sondeos
Aunque en interior de mina se realizan diversos tipos de sondeos con funcio-
nes diversas, y empleando equipos diversos, en los casos en los que se trate
de sondeos cuya desviación deba ser controlada, forman parte del trabajo del
geólogo las tareas de control de la desviación que pudiera producirse en los
mismos, con el empleo de equipos similares y con arreglo a sistemas como los
ya descritos en los dos casos análogos vistos en apartados anteriores.
Capítulo
La tarea principal del geólogo en minería de interior consiste en el levanta-
miento de perfiles geológicos a partir de la cartografía de interior. De este
modo, el geólogo lleva a cabo un continuo reconocimiento de los frentes de
avance, techos y hastiales, con el fin de establecer la continuidad de las capas
1
o vetas explotadas.
mina.
Depositar la lámpara de mina y el au-
torrescatador, cumplimentando el sistema
de control de personal que se encuentre
vigente.
Recoger las herramientas o equipos
empleados, y organizar el traslado al la-
boratorio de las muestras obtenidas, si ha
sido el caso.
Acudir a los vestuarios para asearse y cambiar la ropa de trabajo por
la de calle.
Capítulo
2
CAPÍTULO 2. TÉCNICAS PREVENTIVAS
Y DE PROTECCIÓN ESPECÍFICAS DEL
PUESTO DE TRABAJO DE GEÓLOGO
El conocimiento de todas las tareas que pueden ser desempeñadas por un
geólogo en el ámbito de las industrias extractivas, permite identificar los ries-
gos derivados de las mismas, cuyo control resulta fundamental para evitar que
se originen accidentes o la adquisición de enfermedades profesionales. Las
acciones encaminadas a conseguirlo se basan en diferentes medidas de con-
trol técnico, procedimientos de trabajo y labores de formación e información
que son revisadas a lo largo de las siguientes páginas de forma diferenciada,
conforme al tipo de clasificación de los diversos tipos de trabajos que pueden
ser desempeñados, ya vistos en el capítulo 1 del manual.
que lo más normal es que una vez que comienza la fase de explotación del
mineral se sigan realizando estas prospecciones de investigación fuera de la
zona de los trabajos mineros de extracción del mineral.
2
Capítulo
CARGA DE EQUIPOS / HERRAMIENTAS NECESARIAS EN EL VEHÍCULO
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
Utilizar medios mecánicos siempre que se trate de
cargas pesadas, o recurrir a la colaboración de dos o
más personas para manipularlas.
2
En caso de empleo de medios mecánicos de eleva-
Caída de objetos en manipulación ción de cargas, éstos deberán contar con todos los
durante la carga de equipos/he- elementos de seguridad previstos para los mismos
rramientas en el vehículo. (de ganchos, eslingas, cadenas, cables, etc.) y encon-
trarse en buen estado.
Se preverá el peso, sujeción y estado de los materia-
les a manipular antes de realizar la manipulación.
Utilización de guantes de seguridad adecuados.
Para la manipulación manual de cargas utilizar siem-
pre guantes de seguridad adecuados.
Golpes/cortes por objetos o he-
rramientas durante la carga. Utilización de calzado de seguridad con elementos
reforzados para proteger ante impactos, cortes o
pinchazos en los pies.
Realizar el manejo de cargas de acuerdo con lo es-
tablecido en el RD 487/1997, sobre manipulación
manual de cargas.
Utilizar medios mecánicos siempre que se trate de
cargas pesadas o voluminosas, o recurrir a la colabo-
ración de dos o más personas para manipularlas.
Durante la manipulación manual de cargas, tener en
cuenta siempre las siguientes reglas:
Sobreesfuerzos producidos al car-
gar los equipos o herramientas en • Mantener los pies separados y firmemente apo-
los vehículos. yados.
• Doblar las rodillas para levantar la carga del sue-
lo, manteniendo la espalda recta en todo mo-
mento.
• No levantar la carga por encima de la cintura en
un solo movimiento.
• No girar el cuerpo mientras se traslada la carga.
• Mantener la carga cercana al cuerpo.
Capítulo
DESPLAZAMIENTOS HASTA EL LUGAR DE TRABAJO
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
Cumplir las normas de circulación establecidas y ha-
cer hincapié en:
• La no utilización del teléfono móvil conducien-
2
do. Sólo podrá ser utilizado éste a través de un
dispositivo de manos libres homologado.
• Respetar los límites de velocidad. establecidos,
adaptando la conducción a las condiciones del
entorno en cada momento.
Accidentes de tráfico asociados a
• Uso del cinturón de seguridad.
los desplazamientos en vehículos
por pistas y accesos (choques con- Mantenimiento programado del vehículo y disposi-
tra equipos móviles u objetos). ción en perfecto estado de sus equipos de protec-
ción (chaleco y extintor) y botiquín sanitario.
En condiciones meteorológicas desfavorables, ex-
tremar la precaución, llegando incluso a detener el
vehículo si fuese necesario.
En caso de circulación por pistas de explotación, és-
tas deben estar sometidas a un adecuado estado de
mantenimiento y conservación, según lo establecido
en la normativa vigente.
Capítulo
asociados a actividades llevadas a cabo durante la
ejecución del trabajo de campo
2
realización de cartografía
Capítulo
REALIZACIÓN DE LA CARTOGRAFÍA e hidrogeología
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
Si es posible, transportar las muestras con ayuda de
medios mecánicos.
Sobreesfuerzos producidos al
No acumular en la mochila más peso del soportable
transportar muestras pesadas, o
según las condiciones personales.
por excesiva cantidad de mues-
tras. Realizar el manejo de cargas de acuerdo con lo es-
tablecido en el RD 487/1997, sobre manipulación
manual de cargas.
cesario.
Capítulo
Capítulo
DIRECCIÓN, SUPERVISIÓN Y/O REALIZACIÓN
DE PROSPECCIONES GEOFÍSICAS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
Utilizar siempre calzado de seguridad con capacidad
antideslizante.
2
Antes de penetrar en la zona de trabajo observar el
entorno de trabajo para identificar las condiciones
Caídas de personas al mismo nivel existentes.
debido a las condiciones del terre-
no, tropezones con el cable, etc. Si es necesario, adecuar la zona antes de entrar (se-
gando, desbrozando…)
Mantenimiento de las mejores condiciones posibles
de orden y limpieza en la zona de trabajo para elimi-
nar la presencia de obstáculos.
Guardar la distancia de seguridad adecuada respecto
al borde de desniveles y huecos existentes siempre
que no se disponga de elementos de protección que
impidan la caída prevengan que se produzca.
Caídas de personas a distinto ni- Señalizar el borde del desnivel e instalar proteccio-
vel debido a la existencia de des- nes (vallas o barreras) cuando sea factible y conve-
niveles en el entorno de trabajo, niente.
huecos, etc. Para acceder a puntos en altura ayudarse siempre
que sea posible de escaleras o cuerdas, etc.
En caso de tener que trabajar muy cerca de desni-
veles (taludes, pozos, etc.), se debe utilizar un arnés
debidamente anclado a un elemento rígido.
Utilización adecuada de las herramientas manuales.
Caída de objetos en manipulación Uso de guantes de seguridad.
como pueden ser la maza, etc.
Uso de calzado de seguridad resistente a impactos y
aplastamientos.
Inspecciones visuales de los taludes que se encuen-
tren próximos, antes de comenzar los trabajos en su
entorno. En caso de observar signos de inestabilidad
Caída de materiales por despren- no se deberán iniciar los trabajos. Realizar el saneo
dimientos o deslizamientos de los de los mismos en caso necesario y si fuera posible.
taludes próximos.
Utilizar casco de seguridad siempre que se vaya a
trabajar en el entorno de lugares con riesgos de des-
prendimiento de materiales inestables.
terreno que pueden llegar a pro- Si es necesario, adecuar la zona antes de entrar (se-
ducir lesiones como torceduras, gando, desbrozando…)
esguinces, etc.
Caminar con la debida precaución.
Utilizar adecuadamente la maza.
Usar guantes de seguridad durante la utilización de
la maza.
Proyecciones de fragmentos o
Utilización de gafas de protección o pantallas de pro-
partículas al golpear la maza con-
tección facial.
tra la placa de metal.
La manipulación de explosivos sólo podrá ser efec-
tuada por personal capacitado y autorizado expresa-
mente para ello.
Proyecciones de fragmentos o
partículas en caso de recurrir al Guardar la suficiente distancia de seguridad durante
empleo de pequeñas voladuras. la voladura.
Utilización de gafas o pantalla de protección facial
durante la voladura.
Capítulo
DIRECCIÓN, SUPERVISIÓN Y/O REALIZACIÓN
DE PROSPECCIONES GEOFÍSICAS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
nualmente adoptar posturas correctas manteniendo
la espalda recta.
Para la manipulación de equipos de trabajo dema-
siado pesados (mayores o iguales a 25 Kg.), volumi-
nosos, o difíciles de sujetar, se solicitará la ayuda de
otro personal.
Sobreesfuerzos producidos al tirar Durante la manipulación manual de cargas, cumplir
del cable o debidos a la manipu- siempre las siguientes reglas:
lación manual de los equipos de • Mantener los pies separados y firmemente apo-
trabajo (sismógrafo, antenas,…) yados.
• Doblar las rodillas para levantar la carga del sue-
lo, manteniendo la espalda recta en todo mo-
mento.
• No levantar la carga por encima de la cintura en
un solo movimiento.
• No girar el cuerpo mientras se traslada la carga.
• Mantener la carga cercana al cuerpo.
climáticas existentes.
Llevar siempre consigo ropa de lluvia.
Conocer las previsiones meteorológicas antes del co-
mienzo de los trabajos.
Exposición a temperaturas extre-
Llevar siempre consigo agua potable.
mas debido a las condiciones cli-
máticas y el trabajo al aire libre. En los emplazamientos directamente expuestos al
sol y con temperatura elevada, el personal deberá
protegerse de sus efectos, procurándose una som-
bra, haciendo uso de una prenda para cubrir la cabe-
za, protector solar y labial, o no permaneciendo ex-
puesto a insolación prolongada, sobre todo cuando
se trate de trabajos estáticos.
Capítulo
DIRECCIÓN, SUPERVISIÓN Y/O REALIZACIÓN
DE PROSPECCIONES GEOFÍSICAS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
No abrir ni manipular las baterías para rellenar su
contenido. Seguir las normas de manipulación esta-
2
Exposición a los ácidos de las ba- blecidas por el fabricante.
terías. Utilizar guantes resistentes al ácido durante el ma-
nejo de la batería en previsión de que ésta pudiese
sufrir pérdidas.
Capítulo
DIRECCIÓN, SUPERVISIÓN Y/O REALIZACIÓN
DE PROSPECCIONES GEOQUÍMICAS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
Guardar la distancia de seguridad adecuada respecto
al borde de desniveles y huecos existentes siempre
que no se disponga de elementos de protección que
2
impidan la caída prevengan que se produzca.
Caídas de personas a distinto ni- Señalizar el borde del desnivel e instalar proteccio-
vel debido a la existencia de talu- nes (vallas o barreras) cuando sea factible y conve-
des en las proximidades, huecos, niente.
tener que acceder a sitios difíci- Para acceder a puntos en altura ayudarse siempre
les, etc. que sea posible de escaleras, plataformas elevado-
ras, etc.
En caso de tener que trabajar muy cerca de desni-
veles (taludes, pozos, etc.), se debe utilizar un arnés
debidamente anclado a un elemento rígido.
Utilización adecuada de las herramientas.
Caída de objetos en manipulación
Uso de guantes si fuera necesario.
como pueden ser muestras de ro-
cas, el martillo, etc. Uso de calzado resistente a impactos y aplastamien-
tos.
Inspecciones visuales de los taludes que se encuen-
tren próximos, antes de comenzar los trabajos en su
entorno. En caso de observar signos de inestabilidad
Caída de materiales por despren- no se deberán iniciar los trabajos. Realizar el saneo
dimientos o deslizamientos de los de los mismos en caso necesario y si fuera posible.
taludes próximos.
Utilizar casco de seguridad siempre que se vaya a
trabajar en el entorno de lugares con riesgos de des-
prendimiento de materiales inestables.
Utilización de calzado de protección adecuado.
Pisadas sobre irregularidades del
terreno que pueden llegar a pro- Si es necesario, adecuar la zona antes de entrar (se-
ducir lesiones como torceduras, gando, desbrozando…).
esguinces, etc.
Caminar con la debida precaución.
Capítulo
dirección, supervisión y descripción de calicatas, y recogida de
muestras de las mismas
2
de agua, cableado eléctrico, conducciones de gas, etc., que pudieran entrañar
un riesgo añadido a los operarios de la maquinaria y el propio geólogo.
Capítulo
DIRECCIÓN, SUPERVISIÓN Y DESCRIPCIÓN DE CALICATAS,
Y RECOGIDA DE MUESTRAS DE LAS MISMAS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
dan producir lesiones (esguinces, gando, desbrozando…).
torceduras, etc.).
Caminar con la debida precaución.
climáticas existentes.
Llevar siempre consigo ropa de lluvia.
Conocer las previsiones meteorológicas antes del co-
mienzo de los trabajos.
Exposición a temperaturas extre-
Llevar siempre consigo agua potable.
mas debido a las condiciones cli-
máticas y el trabajo al aire libre. En los emplazamientos directamente expuestos al
sol y con temperatura elevada, el personal deberá
protegerse de sus efectos, procurándose una som-
bra, haciendo uso de una prenda para cubrir la cabe-
za, protector solar y labial, o no permaneciendo ex-
puesto a insolación prolongada, sobre todo cuando
se trate de trabajos estáticos.
Capítulo
dirección, supervisión y testificación de sondeos de reconocimiento o
de investigación
2
RECONOCIMIENTO O DE INVESTIGACIÓN
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
Capítulo
DIRECCIÓN, SUPERVISIÓN Y TESTIFICACIÓN DE SONDEOS DE
RECONOCIMIENTO O DE INVESTIGACIÓN
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
No comenzar el trabajo sin el consentimiento del
técnico responsable. Disponer de un procedimiento
2
Derrumbamientos del talud debi- de trabajo para que esto se cumpla.
do al peso del equipo de perfora- Inspección visual de los taludes antes de iniciar el
ción. trabajo. En caso de observar peligro no iniciar los
trabajos. Si es conveniente sanear el talud, o realizar
el sondeo a mayor distancia del borde del talud.
to.
Atrapamiento por elementos de
Si se ha de manipular el varillaje hacerlo con la má-
perforación durante el funciona-
quina de perforación parada, utilizar ropa ajustada,
miento.
recoger el pelo largo y utilizar guantes de seguridad.
No interponer las extremidades entre los elementos
de la sonda en movimiento y los cables accionados.
Atrapamiento por la sarta de per- Para recoger las muestras de ripio, cuando la máqui-
foración durante la recogida de na no posea captador de polvo, colocar el tomamues-
muestras de ripio cuando la má- tras en la boca del sondeo antes de comenzar la per-
quina de perforación no posee foración, o esperar a que la sonda no se encuentre
captador de polvo. perforando para tomar las muestras.
Capítulo
DIRECCIÓN, SUPERVISIÓN Y TESTIFICACIÓN DE SONDEOS DE
RECONOCIMIENTO O DE INVESTIGACIÓN
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
Llevar siempre consigo ropa de lluvia.
Conocer las previsiones meteorológicas antes del co-
mienzo de los trabajos. En condiciones de tormenta
paralizar los trabajos.
Exposición a temperaturas extre-
mas debido a las condiciones cli- Llevar siempre consigo agua potable.
máticas y el trabajo al aire libre. En los emplazamientos directamente expuestos al
sol y con temperatura elevada, el personal deberá
protegerse de sus efectos, procurándose una som-
bra, haciendo uso de una prenda para cubrir la cabe-
za, protector solar y labial, o no permaneciendo ex-
puesto a insolación prolongada, sobre todo cuando
se trate de trabajos estáticos.
En este punto, a pesar de que el manejo del tubo que se introduce en el son-
deo para realizar las mediciones de la desviación de sondeos, suele realizarlo
dos operarios, se van a considerar los riesgos existentes en el caso de que
el geólogo también participase eventualmente en las tareas propias de este
proceso.
Capítulo
MANEJO DE EQUIPOS DE MEDIDA DE DESVIACIÓN DE SONDEOS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
des, barro, tropezones con el ca- y conocer las condiciones que pueden afectar a la
ble de amarre del tubo que con- estabilidad del personal.
tiene el sensor de medición, etc.
Golpes/cortes con los tubos y he- pleo de medios mecánicos si es posible, o realizar el
rramientas. manejo por más de una persona si se hace de forma
manual.
Utilizar adecuadamente las herramientas.
Cuando se estén conectando los tubos, adoptar pos-
turas correctas manteniendo la espalda recta, y si
Adopción de malas posturas a la hay que agacharse, además flexionar las rodillas.
hora de ensamblar los elementos Para la manipulación de equipos de trabajo dema-
de tubos. siado pesados (mayores o iguales a 25 Kg), volumi-
nosos, o difíciles de sujetar, se recurrirá a la colabo-
ración de varias personas.
Utilización de ropa adecuada para las condiciones
climáticas existentes.
Llevar siempre consigo ropa de lluvia.
Conocer las previsiones meteorológicas antes del co-
mienzo de los trabajos.
Exposición a temperaturas extre-
Llevar siempre consigo agua potable.
mas debido a las condiciones cli-
máticas y el trabajo al aire libre. En los emplazamientos directamente expuestos al
sol y con temperatura elevada, el personal deberá
protegerse de sus efectos, procurándose una som-
bra, haciendo uso de una prenda para cubrir la cabe-
za, protector solar y labial, o no permaneciendo ex-
puesto a insolación prolongada, sobre todo cuando
se trate de trabajos estáticos.
Utilización de un repelente de mosquitos si fuera ne-
cesario.
Inspeccionar o informarse previamente sobre la
Picaduras de insectos o reptiles,
zona para averiguar si en ella pueden encontrarse
o ataques producidos por otros
animales que presenten riesgos de ataque para el
animales.
personal.
Llevar siempre el móvil cargado o un dispositivo de
radio.
Capítulo
MANEJO DE EQUIPOS DE MEDIDA DE DESVIACIÓN DE SONDEOS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
que circulen vehículos en la zona
caución.
de realización de la prospección.
Desviar la circulación por otro lado si fuera posible.
durante la carga de equipos/he- Prever el peso, grado de sujeción y estado de los ma-
rramientas en el vehículo. teriales antes de realizar su manipulación.
Uso de calzado de seguridad resistente a impactos y
aplastamientos.
Capítulo
desplazamientos en el vehículo a las instalaciones de la empresa
2
obtenidas, se necesiten atravesar zonas donde pueda encontrarse maquinaria
minera trabajando o transitando.
Capítulo
de equipos, herramientas y muestras del vehículo
2
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
nual de cargas.
Utilizar medios mecánicos siempre que sea posible
y necesario.
Nunca manipular individualmente las cargas muy
pesadas o voluminosas (por ejemplo las cajas de tes-
tigos)
Durante la manipulación manual de cargas, cumplir
Sobreesfuerzos producidos al des-
siempre las siguientes reglas:
cargar los equipos, herramientas
o muestras de los vehículos. • Mantener los pies separados y firmemente apo-
yados.
• Doblar las rodillas para levantar la carga del sue-
lo, manteniendo la espalda recta en todo mo-
mento.
• No levantar la carga por encima de la cintura en
un solo movimiento.
• No girar el cuerpo mientras se traslada la carga.
• Mantener la carga cercana al cuerpo.
Capítulo
rales para todos los trabajadores de la organización que tengan que desarrollar
sus actividades dentro de las áreas de explotación propiamente dichas. Entre
dichas medidas, que deberán encontrarse incluidas en la normativa interna
de seguridad, estarían:
2
Conocimiento por parte de todos los trabajadores del plan de emer-
gencia.
Capítulo
desplazamientos hasta el lugar de trabajo, a pie o en vehículo
2
bien sea por su gran envergadura, o bien por la limitación de los espacios por
los que transita o evoluciona. Por todo ello, se requiere del mejor conocimien-
to posible de los diferentes accesos, estado de las vías de tránsito, normas de
la circulación, etc.
namiento o circulando.
Delimitar con elementos adecuados y señalizar las
zonas de trabajo y de tránsito para vehículos, siem-
Atropellos y atrapamientos por pre que sea posible.
parte de máquinas que se en- Si se ha de pasar por una zona donde se está llevan-
cuentren trabajando, circulando o do a cabo un trabajo con maquinaria y no se puede
evolucionando en la explotación. guardar la distancia de seguridad apropiada, avisar
siempre a los operadores de dichas máquinas para
que detengan la actividad mientras se cruza o en
todo caso autoricen a hacerlo.
Uso del chaleco reflectante al desplazarse a pie o
descender de vehículos.
Capítulo
DESPLAZAMIENTOS HASTA EL LUGAR DE TRABAJO
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
Emplear ropa para el agua en caso de lluvia.
Exposición a temperaturas extre-
mas debido a las condiciones cli- Llevar siempre consigo agua potable.
máticas y el trabajo al aire libre. Protegerse del sol y evitar las temperaturas eleva-
das. Realizar descansos a la sombra. Emplear pren-
das para cubrirse la cabeza. Evitar exposiciones pro-
longadas con fuerte insolación.
culo.
Caídas de personas al mismo ni-
Capítulo
vel debido al mal estado del suelo No manipular cargas demasiado voluminosas que
por la existencia de irregularida- puedan tapar la visibilidad.
des, barro, tropezones, etc.
Utilizar siempre calzado de seguridad antideslizan-
te.
Capítulo
DESCARGA DE EQUIPOS O HERRAMIENTAS DEL VEHÍCULO
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
Señalizar las zonas de trabajo con elementos de ba-
lizamiento adecuados o haciendo uso de la señaliza-
ción luminosa (girofaro) del propio vehículo si éste
dispone de ella.
2
Utilización de prendas reflectantes (chalecos u otra
ropa)
extractivas de exterior
Capítulo
Capítulo
DIRECCIÓN, SUPERVISIÓN, DESCRIPCIÓN Y
TOMA DE MUESTRAS DE SONDEOS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
to al borde de taludes y desniveles en general.
Señalizar las zonas de riesgo, como bordes de talu-
Caídas de personas a distinto ni- des, e instalar protecciones (vallas o barreras) en
vel debido a la existencia de des- caso necesario.
niveles, taludes o huecos en las
En caso de tener que trabajar de manera inevitable
proximidades.
en la proximidad de bordes de zona de desnivel, uti-
lizar un arnés debidamente anclado a un elemento
rígido (obligatorio en caso de alturas a partir de 2
metros)
Capítulo
DIRECCIÓN, SUPERVISIÓN, DESCRIPCIÓN Y
TOMA DE MUESTRAS DE SONDEOS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
Disponer de zonas bien delimitadas y señalizadas
Choques contra objetos que se para disponer el material, especialmente si los tra-
encuentran en la zona de trabajo, bajos se van a prolongar en el tiempo.
2
como pueden ser útiles de perfo-
ración, tubos, etc. Mantenimiento del orden y limpieza en la zona de
trabajo para evitar los obstáculos.
Utilización de guantes de seguridad.
Golpes/cortes durante la manipu-
Utilización adecuada de las herramientas.
lación de los testigos, el varillaje,
etc. El manejo de la máquina solamente se permitirá a
personal debidamente formado.
Mantener la distancia de seguridad respecto a la
maquinaria mientras no sea estrictamente necesario
permanecer en su proximidad y utilización de gafas
Proyecciones de partículas y agua de protección ocular.
durante el funcionamiento de la
maquinaria de sondeo. En sondeos a rotación y rotopercusión la máquina
ha de estar provista de un deflector para proteger al
personal y a la propia máquina de las posibles pro-
yecciones de agua.
Mantener una distancia de seguridad con el varilla-
je mientras la máquina se encuentre en funciona-
miento.
Atrapamiento por elementos de
Si se ha de manipular el varillaje hacerlo con la má-
perforación durante el funciona-
quina de perforación parada, utilizar ropa ajustada,
miento.
recoger el pelo largo y utilizar guantes de seguridad.
No interponer las extremidades entre los elementos
de la sonda en movimiento y los cables accionados.
Atrapamiento por la sarta de per- Para recoger las muestras de ripio, cuando la máqui-
foración durante la recogida de na no posea captador de polvo, colocar el tomamues-
muestras de ripio cuando la má- tras en la boca del sondeo antes de comenzar la per-
quina de perforación no posee foración, o esperar a que la sonda no se encuentre
captador de polvo. perforando para tomar las muestras.
Sobreesfuerzos producidos por
Procurar flexionar las rodillas y mantener la espalda
adopción de posturas inadecua-
recta. Ayudarse de un banco pequeño si fuera nece-
das durante la testificación de los
sario.
sondeos o recogida de muestras.
Atrapamiento por vuelco del equi- bajo, o realizar una plataforma de emplazamiento.
po de sondeo. Efectuar correctamente las operaciones de anclaje
y estabilidad del equipo de perforación y del mástil
antes de comenzar la perforación.
Capítulo
DIRECCIÓN, SUPERVISIÓN, DESCRIPCIÓN Y
TOMA DE MUESTRAS DE SONDEOS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
enfríe tras la detención del motor antes de hacer
cualquier intervención.
No tocar elementos del varillaje o del útil de perfo-
Contactos térmicos con partes de ración que puedan estar calientes por la fricción con
la maquinaria de sondeos. los materiales perforados.
Mantener precaución al tocar partes del chasis que
puedan estar calientes por efecto de la insolación en
trabajos en épocas con climatología calurosa.
Emplear guantes de seguridad.
Capítulo
MANEJO DE EQUIPOS DE MEDIDA DE DESVIACIÓN DE SONDEOS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
Utilización adecuada de las herramientas manuales.
Caída de objetos en manipulación
Utilización de guantes de seguridad para el montaje
como pueden ser tubos o sus ele-
de los tubos.
mentos de acoplamiento, herra-
2
mientas, etc. Uso de calzado de seguridad resistente a impactos y
aplastamientos.
Inspecciones visuales de los taludes que se encuen-
tren próximos, antes de comenzar los trabajos en su
entorno. En caso de observar signos de inestabilidad
no se deberán iniciar los trabajos. Realizar el saneo
Caída de materiales por despren- de los mismos en caso necesario y si fuera posible.
dimientos o deslizamientos de los Recurrir al empleo de elementos de contención
taludes próximos. como redes o mallazos.
Utilizar casco de seguridad siempre que se vaya a
trabajar en el entorno de lugares con riesgos de des-
prendimiento de materiales inestables.
Utilización de calzado de protección adecuado.
Pisadas sobre irregularidades del
terreno que pueden llegar a pro- Si es necesario, adecuar la zona antes de iniciar los
ducir lesiones como torceduras, trabajos (segando, desbrozando…)
esguinces, etc.
Caminar con la debida precaución.
Uso de guantes de seguridad.
Manipulación adecuada de los tubos. Recurrir al em-
Golpes/cortes con los tubos y he- pleo de medios mecánicos si es posible, o realizar el
rramientas. manejo por más de una persona si se hace de forma
manual.
Utilizar adecuadamente las herramientas.
Cuando se estén conectando los tubos, adoptar pos-
turas correctas manteniendo la espalda recta, y si
Adopción de malas posturas a la hay que agacharse, además flexionar las rodillas.
hora de ensamblar los elementos Para la manipulación de equipos de trabajo dema-
de tubos. siado pesados (mayores o iguales a 25 kg), volumi-
nosos, o difíciles de sujetar, se recurrirá a la colabo-
ración de varias personas.
Capítulo
MANEJO DE EQUIPOS DE MEDIDA DE DESVIACIÓN DE SONDEOS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
culos que penetren en la zona de
hículos circulen con precaución.
realización de la prospección.
Habilitar desvíos de circulación si fuera posible.
niveles en general.
Señalizar las zonas de riesgo, como bordes de talu-
Caídas de personas a distinto ni-
des o bancos, e instalar protecciones (vallas o barre-
vel debido a la existencia de des-
ras) en caso necesario.
niveles, taludes o huecos en las
proximidades. En caso de tener que trabajar de manera inevitable
en la proximidad de bordes de zona de desnivel, uti-
lizar un arnés debidamente anclado a un elemen-
to rígido (obligatorio en caso de alturas a partir de
2 metros)
Utilizar medios mecánicos siempre que sea posible,
o contar con la colaboración de más de una persona
en caso de manipulación manual.
Utilización adecuada de las herramientas.
Se preverá el peso, sujeción y estado de los mate-
riales y estado de los materiales antes de realizar su
manipulación.
Uso de guantes de seguridad.
Uso de calzado de seguridad resistente a impactos y
aplastamientos.
Caída de objetos en manipulación
como pueden ser testigos, varilla-
je, etc.
Capítulo
Supervisión, descripción y toma de muestras de
perforaciones para la realización de voladuras
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
entorno. En caso de observar signos de inestabilidad
no se deberán iniciar los trabajos, retirándose de la
zona de peligro y solicitando el saneo de los mismos.
Recurrir al empleo de elementos de contención
como redes o mallazos.
Caída de materiales por despren-
Utilizar siempre el casco de seguridad.
dimientos o deslizamientos de los
taludes próximos. Observar la máxima precaución cuando en las pla-
taformas de trabajo que se encuentran por encima
de las ocupadas por el personal de investigación, cir-
culase maquinaria que pudiera provocar desprendi-
mientos con sus trabajos o simple tránsito. Contem-
plar incluso la posibilidad de ordenar la paralización
de tales trabajos mientras se estén desarrollando los
de investigación.
Capítulo
Supervisión, descripción y toma de muestras de
perforaciones para la realización de voladuras
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
Sobreesfuerzos producidos por
adopción de posturas inadecua- Procurar agacharse flexionando las rodillas y mante-
das durante la recogida de mues- ner la espalda recta.
2
tras.
Utilización de ropa adecuada para las condiciones
climáticas existentes.
Disponer a mano de ropa de agua.
Llevar siempre consigo agua potable.
Exposición a temperaturas extre-
mas debido a las condiciones cli- En los emplazamientos directamente expuestos al
máticas y el trabajo al aire libre. sol y con temperatura elevada, el personal deberá
protegerse de sus efectos, procurándose una som-
bra, haciendo uso de una prenda para cubrir la cabe-
za, protector solar y labial, o no permaneciendo ex-
puesto a insolación prolongada, sobre todo cuando
se trate de trabajos estáticos.
No tocar el motor, ni ninguna otra parte de la máqui-
na que se pueda encontrar caliente. Esperar a que
enfríe tras la detención del motor antes de hacer
cualquier intervención.
No tocar elementos del varillaje o del útil de perfo-
Contactos térmicos con partes de ración que puedan estar calientes por la fricción con
la maquinaria de perforación. los materiales perforados.
Mantener precaución al tocar partes del chasis que
puedan estar calientes por efecto de la insolación en
trabajos en épocas con climatología calurosa.
Emplear guantes de seguridad.
los elementos de perforación con Explosivos. Utilización que regula este tipo de traba-
restos de explosivos de barrenos jos, y en particular prestar especial atención a la lo-
o con partes de explosivo a granel calización y señalización de los barrenos fallidos.
que se hubiera derivado a través
del terreno por huecos naturales Incrementar las precauciones en caso de terrenos
del terreno, procedentes de la vo- con presencia abundante de cavidades interiores o
ladura anterior. redes muy desarrolladas de drenaje (como los Kárs-
ticos).
Capítulo
supervisión de la toma de muestras de materiales durante la carga
en camiones.
2
muestras de estas rocas o materiales antes de ser cargados en los camiones.
El fin de este tipo de tareas no es otro que el de verificar la naturaleza, leyes
de mineral, composiciones, diversas propiedades, etc. de estos materiales con
vistas a sus posteriores tratamientos y destinos dentro del resto del proceso
productivo.
En este caso se han de especificar tanto los riesgos propios de la labor del geó-
logo, como los inherentes a la maquinaria que está trabajando en su entorno
(camiones, dumper, palas, excavadoras, etc.).
Capítulo
Supervisión de la toma de muestras de materialES DURANTE
LA carga en camiones
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
ciclo de carga y transporte y las prescripciones de se-
Atrapamiento por vuelco de la guridad de la DIS correspondiente.
maquinaria de carga o la de trans-
porte. No aproximarse a la zona de carga mientras se es-
tén produciendo las operaciones de cargado, y siem-
pre con el conocimiento y autorización previa de los
operadores de la maquinaria.
Capítulo
inspección, descripción y recogida de muestras de taludes y frentes
de explotación
2
de explotación, comentadas en el capítulo ante-
rior, conllevan la realización del trabajo en las zo-
nas de pie de talud, donde la inestabilidad de los
mismos puede acarrear riesgos muy importantes
para su seguridad.
Cortes por contacto con elemen- Mantener distancia de seguridad a elementos cor-
tos de maquinaria de corte que tantes de la maquinaria de arranque de roca. No to-
opera en los frentes (hilo diaman- car estos elementos innecesariamente.
tado, hilo helicoidal, sierras, etc.)
Capítulo
Inspección, descripción y recogida de muestras de taludes
y frentes de explotación
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
Salpicaduras en la piel o los ojos sin tener contacto con el líquido con algún elemento
por la disolución de ácido clorhí- específico, como un dosificador (cuentagotas)
drico (10% de concentración).
Si la concentración de la disolución de ácido clorhí-
drico fuera mayor, extremar las precauciones.
Capítulo
Inspección, descripción y recogida de muestras de taludes
y frentes de explotación
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
motor. Maquinaria con plan de mantenimiento y revisiones
puesto al día.
Este hecho puede acabar revistiendo riesgos para el personal al ocasionar le-
siones durante las operaciones para intentar recuperar la sonda, por lo que es
recomendable tener en consideración las siguientes precauciones al ejecutar
esta clase de trabajos:
2
El pozo ha ser estable, y las mediciones deben realizarse lo antes posi-
Capítulo
Dado, como se comentaba con anterioridad, que son este tipo de prospec-
ciones las que se realizan más habitualmente, se determinarán los riesgos
específicos asociados a su realización. En el caso de los riesgos inherentes
a la prospección geofísica de superficie, señalar que ya se han comentado
con anterioridad en el apartado “Riesgos y medidas de prevención/protección
asociadas a los trabajos geológicos relacionados con la investigación de yaci-
mientos”.
Capítulo
Dirección, supervisión y/o realización de
prospecciones geofísicas
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
niveles en general.
Caídas de personas a distinto nivel
debido a la existencia de desnive- Para acceder a puntos en altura ayudarse siempre
les o huecos en las proximidades, que sea posible de escaleras, plataformas elevado-
o al acceder a lugares en altura, ras, etc.
etc.
En caso de riesgo de caída de altura superior a 2 me-
tros, utilizar obligatoriamente un dispositivo de pro-
tección anticaídas.
Capítulo
Dirección, supervisión y/o realización de
prospecciones geofísicas
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
hora utilizar el equipo de superfi-
la sonda. Si fuera necesario llevar un banco pequeño
cie.
para sentarse.
exterior
Capítulo
Capítulo
Recogida y carga de equipos, herramientas y muestras en
el vehículo
Riesgos asociados medidas de prevención/protección
2
que circulan por la zona. con tráfico abundante o cuando la duración de las
labores de carga se vaya a prolongar.
Capítulo
DESCARGA DE EQUIPOS, HERRAMIENTAS
Y MUESTRAS DEL VEHÍCULO
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
Realizar el manejo de cargas de acuerdo con las indi-
caciones del RD 487/1997, sobre manipulación ma-
nual de cargas.
2
Utilizar medios mecánicos siempre que sea posible
y necesario.
Durante la manipulación manual de cargas, cumplir
siempre las siguientes reglas:
Sobreesfuerzos producidos al des-
cargar los equipos, herramientas Mantener los pies separados y firmemente apoya-
o muestras de los vehículos. dos.
Doblar las rodillas para levantar la carga del suelo,
manteniendo la espalda recta en todo momento.
No levantar la carga por encima de la cintura en un
solo movimiento.
No girar el cuerpo mientras se traslada la carga.
Mantener la carga cercana al cuerpo.
Capítulo
CARGA DE EQUIPOS / HERRAMIENTAS NECESARIAS
EN LOS MEDIOS DE TRANSPORTE
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
Las herramientas, instrumentos u objetos en general,
que puedan tener bordes o puntas afiladas deberán
contar con un elemento protector para recubrirlos.
2
Para la manipulación manual de cargas utilizar siem-
pre guantes de seguridad.
Capítulo
ACCESO AL INTERIOR DE MINA POR MEDIO DE JAULA O SKIP
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
La plataforma de transporte vertical dispone de una
envolvente protectora a modo de jaula o vasija en el
caso del skip.
2
Empleo de equipos de protección individual (casco,
botas).
Capítulo
DESPLAZAMIENTOS HASTA EL LUGAR DE TRABAJO
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
nichos, calderas, entradas a talleres de explotación
desde galería de cabeza, etc. deberán estar específi-
camente señalizados, bien iluminados, y disponer de
algún sistema para prohibir el acceso a los mismos
cuando sea necesario (cadena, aspa, barrera, etc.).
Caídas a distinto nivel debido a la
existencia de huecos en la planta. Disponer de lámpara de mina en correcto estado de
funcionamiento.
Cuando se circula en vehículos de transporte de per-
sonal, es preciso asegurarse antes de subirse a los
mismos de que su sistema de iluminación se encuen-
tra en buen estado y que funciona correctamente.
paso y circulación.
Pisadas sobre irregularidades
del piso de la galería o el plano, Caminar con precaución en zonas donde pueda ha-
o sobre materiales que puedan ber presencia habitual de derrames de mineral o es-
encontrarse sobre el mismo, con combro, u otros materiales por el suelo.
riesgo de producir lesiones tipo
Aumentar la iluminación permanente en zonas con
esguinces.
mucho tránsito.
Vigilar el buen funcionamiento de la lámpara de
mina.
Capítulo
DESPLAZAMIENTOS HASTA EL LUGAR DE TRABAJO
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
Empleo de prendas con elementos reflectantes.
Nunca cruzar entre vagones que estén estaciona-
dos.
2
No circular nunca subido en vagones, salvo aquellos
que sean específicos para el transporte de personal.
Tampoco se circulará en ningún caso montado en lo-
comotoras.
Cuando se circula en cualquier vehículo de transpor-
te de personal (sobre neumáticos o vagones), nunca
se sacarán partes del cuerpo fuera del mismo.
No pasar bajo cintas transportadoras, salvo que se
tenga la totalidad seguridad de que se encuentran
totalmente detenidas y con la parada de emergencia
Atrapamientos por maquinaria activada.
que se encuentre trabajando en El cruce sobre cintas transportadoras se realizará por
la explotación (por vuelcos, al ma- pasos elevados habilitados a tal efecto.
niobrar, entre máquinas y hastia-
En ningún caso subirse a una cinta transportadora,
les, etc.).
salvo que esté específicamente autorizada para el
Atropellos o golpes con maquina- transporte de personal y habilitada para ello.
ria móvil que circula por las vías
En la circulación por galerías o planos, recorridos por
de tránsito y zonas de trabajo.
cintas transportadoras, mantener la debida distancia
(II) de seguridad a las mismas, en especial si se transita
a pie.
Prestar la máxima atención en lugares donde puedan
existir instalados transportadores blindados (páncer)
sobre el piso de la galería para evitar introducir los
pies en ellos.
En planos inclinados dotados de monorraíl no se
puede circular por los mismos si aquel está funcio-
nando, lo cual se advierte a través de una señaliza-
ción acústica (por lo general un silbato).
En los planos que estuvieran habilitados diferentes
tipos de calles, se circulará siempre por la que co-
rresponda, en especial para el tránsito a pie, que es-
tará separada de las de mineral por barreras (table-
ros) de protección.
Capítulo
DESPLAZAMIENTOS HASTA EL LUGAR DE TRABAJO
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
Vigilar el buen funcionamiento de la ventilación pri-
maria y secundaria para asegurar la dilución del pol-
vo.
2
Empleo de sistemas de control del polvo en la gene-
ración y la propagación, como la inyección de agua,
los sistemas de captación y el riego.
Mediciones de polvo mediante sistemas permanen-
tes de teledetección o periódicos a través de recogi-
da de muestras.
Dotar al personal de equipos de protección respi-
ratoria (mascarillas autofiltrantes) para emplear en
zonas con abundante presencia de polvo en suspen-
sión.
Exposición a polvo generado en
todo tipo de actividades en el in- Cumplimiento de las prescripciones incluidas en la
terior de mina. ITC 04.8.04 del RGNBSM, y en las DIS que pudieran
estar aprobadas.
Capítulo
DESPLAZAMIENTOS HASTA EL LUGAR DE TRABAJO
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
Funcionamiento correcto de la ventilación primaria
y secundaria.
Control de las proporciones de gases y polvo de sus-
2
tancias combustibles en la atmósfera de mina me-
diante sistemas de teledetección o detectores por-
tátiles.
Mantener adecuadamente los motores de la maqui-
naria y vehículos.
Vigilar y manipular correctamente las instalaciones o
vehículos de repostado.
Mantener adecuadamente las instalaciones de trans-
formación de energía eléctrica.
Cumplir estrictamente todas las normas establecidas
para las instalaciones de recarga de baterías (caso de
empleo de locomotoras de acumuladores)
Prestar atención al estado de las instalaciones de aire
comprimido y los equipos con elementos a presión.
Explosiones. Formar e informar al personal en el conocimiento de
las prescripciones del Plan de Emergencia en caso de
explosiones.
En minas de carbón, o en general con gases o pol-
vos combustibles, está prohibida la introducción en
el interior de cerillas, mecheros o cualquier otro ins-
trumento para producir fuego, y consecuentemente
también fumar.
Capítulo
DESPLAZAMIENTOS HASTA EL LUGAR DE TRABAJO
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
Se extremarán las precauciones al pasar junto a ins-
talaciones de transformación, máquinas eléctricas o
cables que puedan estar en tensión, manteniendo la
debida distancia de seguridad a las mismas.
2
No manipular ninguna instalación o dispositivo eléc-
trico para el que no se esté autorizado, ni se cuente
con la formación adecuada.
En infraestructuras con entibación metálica prestar
atención a la posible presencia de derivaciones a
través de los elementos de entibación que pudieran
ponerlos en tensión accidentalmente.
No manipular baterías de vehículos o maquinaria,
Contactos eléctricos directos e in- sin conocimientos. No manipular partes internas de
directos. maquinaria sin asegurarse de que su desconexión
eléctrica se ha producido (cortacorrientes, consigna-
ción eléctrica).
Entre las labores propias del geólogo en minería de interior habría que resal-
tar la cartografía de interior del frente de explotación. Esta labor es vital para
el alzamiento de perfiles geológicos a partir de los cuales continuar con el
avance de labores.
Capítulo
CARTOGRAFÍA Y RECOGIDA DE MUESTRAS DEL
FRENTE DE EXPLOTACIÓN
2
deros, entradas a talleres de arranque, tumbados o
verticales, chimeneas, etc. las entradas estarán debi-
damente señalizadas, o protegidas con barreras rígi-
das, cordones de escombro u otros sistemas.
Si fuera necesario trabajar en la inmediata proximi-
dad de huecos no protegidos, con riesgo de caída
Caídas de personas a distinto nivel desde altura de más de 2 metros, será obligatorio
debido a la existencia de huecos o el empleo de cinturones de seguridad o arneses an-
distintas alturas. ticaídas.
En caso de subirse a un andamio, hacerlo siempre de
cara al mismo y manteniendo tres puntos de apoyo.
Los andamios de más de 2 metros de altura deben
disponer de una barandilla. Los andamios de borri-
quetas no tendrán más de 6 metros de altura y será
obligatorio el uso de arnés de seguridad para quie-
nes permanezcan sobre los mismos.
Capítulo
CARTOGRAFÍA Y RECOGIDA DE MUESTRAS DEL
FRENTE DE EXPLOTACIÓN
2
Utilizar medios mecánicos siempre que sea posible,
o recurrir a la colaboración de más trabajadores.
Sobreesfuerzos producidos al ma- Realizar el manejo de cargas de acuerdo con lo es-
nipular y transportar los testigos, tablecido en el RD 487/1997, sobre manipulación
las muestras, etc. manual de cargas.
Sobreesfuerzos producidos por No intentar levantar cargas más pesadas que las que
adopción de posturas inadecua- se está capacitado físicamente.
das durante la cartografía, la re-
Adoptar posturas de trabajo adecuadas, mantenien-
cogida de muestras, etc.
do siempre la espalda recta., flexionar las piernas
para levantar cargas, e incluso ayudarse de un banco
pequeño si fuera necesario.
Capítulo
CARTOGRAFÍA Y RECOGIDA DE MUESTRAS DEL
FRENTE DE EXPLOTACIÓN
2
mientras se producen tales operaciones.
No situarse junto a camiones o vagones cargados de
los que pudiera caer carga por rebose.
Golpes por material derramado. Mantener la atención en la proximidad de cintas
transportadoras colgadas o elevadas desde las que
pueden caer materiales transportados o despren-
derse partes de la misma. El paso bajo las mismas
se hará por lugares especialmente habilitados y pro-
tegidos.
Capítulo
CARTOGRAFÍA Y RECOGIDA DE MUESTRAS DEL
FRENTE DE EXPLOTACIÓN
2
con la formación adecuada.
En infraestructuras con entibación metálica prestar
atención a la posible presencia de derivaciones a
través de los elementos de entibación que pudieran
ponerlos en tensión accidentalmente.
No manipular las partes eléctricas de la maquinaria
del entorno sin conocimientos ni autorización para
ello. Tampoco proceder a ello sin asegurarse de que
su desconexión eléctrica se ha producido (cortaco-
Contactos eléctricos directos e in- rrientes, consignación eléctrica).
directos.
En equipos de accionamiento eléctrico asegurarse
de que éstos disponen de sistemas de protección
frente a contactos indirectos.
Capítulo
DIRECCIÓN, SUPERVISIÓN, DESCRIPCIÓN Y TOMA DE MUESTRAS DE
SONDEOS Y MEDIDA DE DESVIACIONES DE SONDEOS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
Prestar atención al estado de techos y hastiales en el
entorno de la zona de trabajo. Comunicar cualquier
anomalía de importancia al responsable del relevo
Caída de materiales desprendidos
para que ordene su saneo cuando sea preciso.
de techo y hastiales, o de elemen-
tos de entibación. Si los trabajos de sondeo se van a tener que prolon-
gar durante un tiempo, puede ser recomendable la
colocación de algún tipo de protección o fortificación
especial cuando la zona es poco estable o se puede
ver afectada por vibraciones, etc. (malla de protec-
ción, deflectores)
Capítulo
DIRECCIÓN, SUPERVISIÓN, DESCRIPCIÓN Y TOMA DE MUESTRAS DE
SONDEOS Y MEDIDA DE DESVIACIONES DE SONDEOS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
na no posea captador de polvo, colocar el tomamues-
tras en la boca del sondeo antes de comenzar la per-
Atrapamiento por la sarta de per- foración o esperar a que la sonda no se encuentre
foración durante la recogida de perforando para tomar las muestras.
muestras de ripio.
Jamás realizar la operación de recogida de muestras
mientras el equipo se encuentre en funcionamien-
to.
Falta de iluminación.
Capítulo
DIRECCIÓN, SUPERVISIÓN, DESCRIPCIÓN Y TOMA DE MUESTRAS DE
SONDEOS Y MEDIDA DE DESVIACIONES DE SONDEOS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
maria. Disponer ventilación secundaria bañando la
zona de trabajo si la primaria no fuera capaz de ase-
gurar una refrigeración suficiente.
Realizar controles periódicos de la temperatura se-
gún lo estipulado en la ITC 04.7.05.
Tomar en cuenta las prescripciones de normas inter-
nas o DIS si estuvieran definidas para dicho centro
de trabajo o la zona donde se efectúen los sondeos.
Estrés térmico por temperaturas Utilizar ropa de trabajo adecuada para las condicio-
elevadas. nes de temperatura existentes.
Informar al personal sobre los riesgos derivados de
las altas temperaturas y de las mejores pautas de
actuación en caso de emergencias asociadas a las
mismas.
Disponer de agua potable en abundancia para el
personal que realiza los trabajos y animar a beber
periódicamente.
Establecer períodos de descanso fuera de la zona ca-
lurosa.
Capítulo
DIRECCIÓN, SUPERVISIÓN, DESCRIPCIÓN Y TOMA DE MUESTRAS DE
SONDEOS Y MEDIDA DE DESVIACIONES DE SONDEOS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
Cumplir con todas la obligaciones establecidas en el
RD 286/2006, sobre la protección frente a los riesgos
motivados por la exposición al ruido en los lugares
2
de trabajo, en lo referente a niveles máximos permi-
Ruido producido durante la perfo- tidos, control del ruido, empleo de equipos de pro-
ración. tección individual, mediciones, vigilancia de la salud,
etc.
Velar por el mejor mantenimiento posible del equi-
po de sondeo y sus elementos auxiliares.
Mantener un control permanente de la zona de tra-
bajo mediante el empleo de detectores portátiles de
gases situados en un punto de la galería mientras du-
ren los trabajos.
Conocer los límites máximos de las diferentes sus-
tancias que pueden estar presentes en la atmósfera
de trabajo, prescritos por la normativa para proce-
der al abandono de las labores.
Disponer de una ventilación secundaria si la princi-
pal no alcanzase completamente la zona de trabajo
o lo hiciera insuficientemente.
Si fuera necesario, los trabajos estarán bajo la super-
visión de un vigilante de seguridad.
Presencia de gases nocivos o tóxi-
cos. Saber reconocer los síntomas producidos por la in-
toxicación de los diferentes gases que pueden existir
en el interior de mina, así como las medidas de ac-
tuación más válidas en cada caso.
Capítulo
un determinado esquema de perforación, adecuado a los materiales a arran-
car, y que persigue lograr el arranque más completo, así como las menores
proyecciones posibles, entre otras condiciones técnicas ligadas a estas técni-
cas. Ese esquema prefijado, que admite diversas variantes, muchas de ellas ya
estandarizadas, recibe el nombre de cuele.
2
Por lo que respecta a las tareas del geólogo en el contexto de estos trabajos,
éstas se centran en describir el barreno en función del ripio que sale de la
perforación, así como la toma de muestras del mismo para la identificación de
materiales interceptados.
Capítulo
SUPERVISIÓN, DESCRIPCIÓN Y TOMA DE MUESTRAS DE
PERFORACIONES PARA LA REALIZACIÓN DE VOLADURAS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
Prestar la máxima atención al estado de los techos
y hastiales para reconocer la presencia de cualquier
elemento inestable, como trozos de roca (lisos, cos-
teros), o del material de fortificación y entibación.
En caso de advertir estas situaciones, comunicarlo al
Caída de materiales desprendidos responsable de los trabajos para que se dé orden de
de techos o hastiales, o por derra- sanear.
me.
No situarse en la proximidad de un camión o vagón
cargado del que pudiera caer mineral o escombro
por rebose.
No aproximarse a una pala cargadora sobre vía que
estuviera realizando operaciones de carga de vago-
nes a su cola.
Capítulo
SUPERVISIÓN, DESCRIPCIÓN Y TOMA DE MUESTRAS DE
PERFORACIONES PARA LA REALIZACIÓN DE VOLADURAS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
Mantenerse fuera del alcance de la maquinaria de
perforación cuando se encuentre en movimiento.
2
No aproximarse a la pala cargadora sobre vía duran-
Atropellos o golpes con maquina- te las operaciones de carga del escombro.
ria o vehículos.
Prestar atención a los desplazamientos de los vago-
nes para la carga del escombro.
Emplear prendas con elementos reflectantes.
Capítulo
SUPERVISIÓN, DESCRIPCIÓN Y TOMA DE MUESTRAS DE
PERFORACIONES PARA LA REALIZACIÓN DE VOLADURAS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
2
bajo mediante el empleo de detectores portátiles
de gases situados lo más próximos posibles al frente
mientras duren los trabajos.
Conocer los límites máximos de las diferentes sus-
tancias que pueden estar presentes en la atmósfera
de trabajo, prescritos por la normativa para proce-
der al abandono de las labores.
Presencia de gases nocivos o tóxi-
cos. Disponer una ventilación secundaria que bañe com-
pletamente el fondo de saco.
Si fuera necesario, los trabajos estarán bajo la super-
visión de un vigilante de seguridad.
Saber reconocer los síntomas producidos por la in-
toxicación de los diferentes gases que pueden existir
en el interior de mina, así como las medidas de ac-
tuación más válidas en cada caso.
Capítulo
SUPERVISIÓN, DESCRIPCIÓN Y TOMA DE MUESTRAS DE
PERFORACIONES PARA LA REALIZACIÓN DE VOLADURAS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
Todo el personal dispondrá de lámpara de mina en
condiciones adecuadas de funcionamiento.
2
Falta de iluminación. Cuando la iluminación del equipo personal sea insu-
ficiente para el buen desarrollo de los trabajos, se
deberán instalar sistemas de iluminación adiciona-
les.
Capítulo
DIRECCIÓN, SUPERVISIÓN Y/O REALIZACIÓN
DE PROSPECCIONES GEOFÍSICAS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
Utilizar siempre calzado de seguridad con capacidad
Caídas de personas al mismo nivel antideslizante.
2
debido a las condiciones del terre- Mantenimiento de las mejores condiciones posibles
no, tropezones con el cable, etc. de orden y limpieza en la zona de trabajo para elimi-
nar la presencia de obstáculos.
En caso de paso o trabajos en la proximidad de algún
hueco en el piso de la galería, éste deberá estar de-
bidamente señalizado y su borde protegido (con un
cordón de escombro, barandillas, etc.).
Caídas de personas a distinto ni- En caso de subirse a un andamio colocado por barre-
vel debido a la existencia de des- nistas para la perforación del frente, hacerlo siem-
niveles en el entorno de trabajo, pre de cara al mismo y manteniendo tres puntos de
huecos, etc. apoyo. Los andamios de más de 2 metros de altura
deben disponer de una barandilla. Los andamios de
borriquetas no tendrán más de 6 metros de altura y
será obligatorio el uso de arnés de seguridad para
quienes permanezcan sobre los mismos.
Utilización adecuada de las herramientas manuales.
Caída de objetos en manipulación Uso de guantes de seguridad.
como pueden ser la maza, etc.
Uso de calzado de seguridad resistente a impactos y
aplastamientos.
Inspecciones visuales de los techos y hastiales que
se encuentren próximos, antes de comenzar los tra-
Caída de materiales por despren-
bajos en su entorno. En caso de observar signos de
dimientos de los hastiales o techo
inestabilidad no se deberán iniciar los trabajos. Soli-
de la galería o cámara.
citar la realización del saneo de los mismos en caso
necesario.
Pisadas sobre irregularidades del
piso que pueden llegar a producir Utilización de calzado de seguridad.
lesiones como torceduras, esguin- Caminar con la debida precaución.
ces, etc.
Utilizar adecuadamente la maza.
Golpes con la maza por un mal
uso de la misma. Usar guantes de seguridad durante la utilización de
la maza.
Proyecciones de fragmentos o
Utilización de gafas de protección o pantallas de pro-
partículas al golpear la maza con-
Capítulo
tección facial.
tra la placa de metal.
Para sacar o recoger el cable, ayudarse de medios
mecánicos. En caso de que haya que hacerlo ma-
nualmente adoptar posturas correctas manteniendo
la espalda recta.
Para la manipulación de equipos de trabajo dema-
siado pesados (mayores o iguales a 25 Kg), volumi-
nosos, o difíciles de sujetar, se solicitará la ayuda de
otro personal.
Sobreesfuerzos producidos al tirar Durante la manipulación manual de cargas, cumplir
del cable o debidos a la manipu- siempre las siguientes reglas:
lación manual de los equipos de
trabajo (sismógrafo, antenas,…) Mantener los pies separados y firmemente apoya-
dos.
Doblar las rodillas para levantar la carga del suelo,
manteniendo la espalda recta en todo momento.
No levantar la carga por encima de la cintura en un
solo movimiento.
No girar el cuerpo mientras se traslada la carga.
Mantener la carga cercana al cuerpo.
Doblar las rodillas y mantener la espalda recta cuan-
Adopción de malas posturas a la do se estén instalando los geófonos en el suelo.
hora de agacharse a instalar los Adoptar posturas correctas, con la espalda recta
geófonos, utilizar el sismógrafo o cuando se maneje el equipo receptor de la señal en
el ordenador, etc. el campo. Si fuera necesario llevar una silla plegable
de campo para sentarse.
Utilizar guantes aislantes.
Contactos eléctricos en la mani- No manipular la batería cuando se encuentra en fun-
pulación de las baterías. cionamiento. Utilizar los sistemas de desconexión
antes de hacerlo.
Capítulo
DIRECCIÓN, SUPERVISIÓN Y/O REALIZACIÓN
DE PROSPECCIONES GEOFÍSICAS
Riesgos asociados Medidas de Prevención/Protección
No tocar los clavos mientras formen parte del circui-
to eléctrico.
Contactos eléctricos con los cla-
2
vos que conducen la electricidad Señalizarlos adecuadamente.
al suelo en geofísica eléctrica. Utilización de guantes aislantes.
Emplear calzado con suela de goma o aislante.
No abrir ni manipular las baterías para rellenar su
contenido. Seguir las normas de manipulación esta-
blecidas por el fabricante.
Utilizar guantes resistentes al ácido durante el ma-
nejo de la batería en previsión de que ésta pudiese
sufrir pérdidas.
Como es obvio, los riesgos existentes en esta fase son totalmente análogos a
los ya comentados en el caso de los asociados a la entrada en el interior de
Capítulo
que del proceso inverso. Por tanto debemos remitirnos de nuevo a todo lo allí
entonces expuesto.
Es importante insistir en aspectos de seguridad muy
importantes ligados a este tipo de desplazamientos,
2
como son los de sólo proceder al embarque en la jaula
o skip cuando la señalización acústica o el operador
asignado a estas tareas (embarcador) así lo autorice.
También el de la prohibición de viajar en la jaula o
skip en compañía de materiales o vagones cargados,
aunque en el caso de jaulas o skips de varios pisos, los
no ocupados por personal pueden transportar vagones
vacíos, o personal.
Los geólogos que desarrollan labores ligadas a la actividades mineras, bien sea
2
Capítulo
taremos algo más en detalle algunas de ellas, comenzando por la señalización
debido a importancia que adquiere en el caso de la conducción de carretillas
y plataformas elevadoras.
Las señales que se establezcan deberán ser fáciles de ver e interpretar y de-
2
berán conservarse y mantenerse durante todo el tiempo que persistan las
condiciones que determinaron la necesidad o conveniencia de su colocación.
La señalización de seguridad proporciona una información adicional que con-
tribuye a evitar o reducir los riesgos y por tanto los accidentes de trabajo. En
algunas ocasiones juega un papel esencial, y nuestra seguridad o la de otros
depende directamente de la obediencia y respeto que mostremos a lo que
indica en cada momento la señalización.
Las señales suelen atender a los diferentes estímulos de los sentidos que po-
seen los seres humanos y se utilizan:
Los colores de seguridad.
Señales en forma de panel.
Señales luminosas y acústicas.
Balizamiento.
Señales gestuales.
COLOR SIGNIFICADO
Prohibición
Rojo Peligro/alarma
Material y equipos de lucha contra incendios
COLOR SIGNIFICADO
Advertencia
Amarillo o amarillo anaranjado Precaución
2
Atención
Capítulo
Azul Obligación
Salvamento o auxilio
Verde
Situación de seguridad
Capítulo
dicará, con respecto a la continua, un mayor grado de peligro o una mayor
urgencia de la acción requerida.
La señal acústica tendrá un nivel sonoro superior al nivel de ruido ambiental,
de forma que sea claramente audible. Las que sean intermitentes indicarán un
2
mayor peligro o urgencia; sin embargo, el sonido de una señal de evacuación
será siempre continuo.
Balizamiento
En algunos centros de trabajo, en especial en las zonas
edificadas como son las plantas de tratamiento, áreas de
naves, o plazas de acopio de materias primas o productos
para expedición, podrá decidirse la delimitación con clari-
dad de las vías de circulación de los vehículos mediante
franjas continuas de un color bien visible (normalmente,
blanco o amarillo) teniendo en cuenta el color del suelo.
Los desniveles y demás obstáculos que originen riesgos de caída de personas,
choques o golpes se señalizarán o delimitarán, en su caso, con paneles de
información o mediante franjas alternas de color de color amarillo y negro.
Señales gestuales
Otro de los equipos de protección colectiva a los que prestaremos una aten-
ción un poco más específica dentro de esta exposición, por la importancia que
revisten para la seguridad del personal, y su presencia habitual en los equipos
móviles aquí tratados, son los correspondientes a la protección frente a incen-
dios, y más en particular, los del tipo extintores portátiles.
B Líquidos
C Gases
D Metales
E Fuegos eléctricos
Capítulo
unos agentes extintores resultan más efectivos que otros, y el aparato extintor
que los contiene queda así caracterizado por dicho agente y la clase de fuegos
frente a los que resulta eficaz. Así, un extintor de polvo ABC, corresponde a
un aparato que contiene como agente extintor una sustancia de naturaleza
pulverulenta, apta para la extinción de incendios en los que la materia com-
2
bustible sea tanto sólida, como líquida o gaseosa.
Capítulo
de protección individual
2
teja de uno o varios riesgos que puedan amenazar
su seguridad o su salud, así como cualquier comple-
mento o accesorio destinado a tal fin”.
Un equipo de protección individual, comúnmente de-
nominado EPI, deberá ser usado cuando los riesgos
presentes en el puesto de trabajo no hayan podido
eliminarse o reducirse lo suficiente mediante otras
medidas preventivas, debiendo tenerse presente
que han de primar siempre las medidas de protec-
ción colectiva sobre las de protección individual.
La elección de un EPI, se hará fundamentalmente en base a dos criterios:
Seguridad, es decir, protección adecuada al riesgo específico.
Confort, se deberán seleccionar aquellos EPIs que satisfagan los as-
pectos técnicos considerados y que mejor se adapten a las características
anatómicas y fisiológicas del usuario/a.
Los equipos de protección individual serán utilizados para tareas concretas
y operaciones puntuales, que habrán de determinarse en la evaluación de
riesgos en cada puesto de trabajo.
El Real Decreto 773/1997, en su artículo 10, establece una serie de obligacio-
nes para los/as usuarios/as de los EPIs:
Utilizar y cuidar correctamente los EPI de acuerdo a lo indicado por
el fabricante en el “folleto informativo”, o bien conforme a las directrices
establecidas por el empresario.
Colocar el equipo de protección individual después de su utilización en
el lugar indicado para ello.
Protección de la cabeza
Protección
Capítulo
de pies y piernas
2
Para que este tipo de calzado ejerza un nivel de
protección óptimo deberá reunir unos requisitos
básicos como son poseer suela antideslizante y
antiperforante, y puntera reforzada, generalmen-
te de acero.
Su uso será obligatorio siempre que el nivel de ruido al que esté expuesto el
personal superen los valores máximos establecidos en la normativa, y que ya
fueron recogidos en el apartado 2.3.1.
2
Protección
Capítulo
de los ojos y de la cara
2
plataforma elevadora se encuentren ejecutando desde la misma labores tales
como engrases, limpiezas, desatascos, mantenimiento mecánico o eléctrico,
soldadura, etc.
Capítulo
utilización del arnés anticaídas:
Su uso debe ajustarse a las indicaciones del fabricante para conseguir
una adecuada efectividad del sistema.
2
Antes de cada uso debemos comprobar que el arnés se encuentra en
perfecto estado. Si detectamos alguna anomalía, o durante su manipula-
ción se nos ha caído al suelo, deberemos comunicárselo al responsable.
2.5.1.- Reconocimiento
Capítulo
de los signos vitales
Consciencia
Si la víctima responde a nuestros estímulos (habla, responde a nues-
tras preguntas, se queja, etc.) indica que está consciente.
2
Si la víctima no responde, indica que está inconsciente. En este caso
pediremos ayuda sin abandonarla y comprobaremos si respira.
Respiración
Teniendo al accidentado inconsciente, existen dos posibilidades: que respire o
que no respire. Para comprobar la presencia de la respiración de un acciden-
tado debemos acercar nuestra mejilla o el dorso de la mano a la boca-nariz
del accidentado y, mirando a su pecho, podremos observar el movimiento
torácico o abdominal, escuchar la salida del aire y notar en la mejilla el calor
del aire exhalado.
Si respira, no hará falta seguir explorando sus signos vitales ya que su
corazón funciona seguro.
Si no respira, colocaremos rápidamente al accidentado estirado mi-
rando hacia arriba (posición decúbito supino). Después de explorar su
boca para comprobar la existencia
de cuerpos extraños, procederemos
a abrir las vías aéreas, mediante una
hiperextensión del cuello y evitando
que la lengua obstruya la vía de en-
trada de aire. Si tras esta maniobra el
herido sigue sin respirar deberemos
practicarle la respiración boca-boca.
Pulso
Cuando el paro respiratorio está instaurado y ya hemos procedido a iniciar el
boca-boca, es necesario comprobar el funcionamiento cardíaco mediante la
toma del pulso carotídeo (en el cuello).
2.5.2.- Quemaduras
Capítulo
Según profundidad
Primer grado. En este tipo de quemaduras se destruye la capa superfi-
cial de la piel y se produce un enrojecimiento de la zona afectada.
Segundo grado. Estas quemaduras además de afectar a la capa super-
ficial de la piel, también afectan, de forma variable, a su estructura interna.
Son lesiones dolorosas debido a la inflamación del tejido o la formación de
ampollas.
Tercer grado. En este caso la quemadura afecta a todas las capas de
la piel. No producen dolor debido a la destrucción de las terminaciones
nerviosas y su aspecto es blanquecino o chamuscado.
Según extensión
Para determinar la extensión de una quemadura se usa la «Regla de los 9».
En ésta la superficie corporal del adulto se divide en 11 áreas de modo que
Capítulo
Aplicando esta regla tendríamos:
Cabeza y cuello: 9%
Cada extremidad superior: 9% (7% el
brazo y 2% la mano)
2
Cada extremidad inferior: 18% (9% el
muslo, 7% la pantorrilla y 2% el pie)
Cara anterior del tórax y el abdomen:
18%
Espalda y nalgas: 18%
Genitales: 1%
La gravedad de una quemadura va a depender principalmente de su extensión
y en menor grado, de la profundidad de la misma.
Se dice que una quemadura es de carácter LEVE cuando su extensión es infe-
rior al 10% y su profundidad no rebasa el 2º grado. Independientemente de
la profundidad, si la extensión está entre el 10 y el 30% se considera que la
quemadura es GRAVE, MUY GRAVE cuando esté entre el 30-50% y práctica-
mente MORTAL por encima del 50%.
Intentar alejar al herido/a del foco causante del calor. Cuando la que-
madura se produzca por fuego nunca deberemos usar agua para apagar las
llamas que están en contacto con la víctima, lo revolcaremos por el suelo o
usaremos una manta para intentar sofocar el fuego.
Realizar una evaluación inicial y mantener los signos vitales. La exis-
tencia de quemaduras inhalatorias o de intoxicación por gases debe detec-
tarse lo antes posible.
En caso de existir otro tipo de lesiones de manera simultánea (hemo-
rragias, fracturas, etc.) trataremos en primer lugar las de mayor gravedad.
hipotermia.
Capítulo
Una hemorragia puede definirse como una salida de sangre de los vasos san-
guíneos. Se pueden clasificar atendiendo a varios criterios, pero en este caso
nos centraremos en la clasificación que resulta de mayor utilidad:
Capítulo
por los vasos sanguíneos:
Hemorragia interna, se produce en el interior del organismo, sin salir
al exterior.
Hemorragia externa, en la que la sangre se vierte al exterior del orga-
2
nismo a través de una herida.
Hemorragia exteriorizada, son hemorragias internas que fluyen al ex-
terior del organismo a través de los orificios del cuerpo: oídos, nariz, boca,
ano y genitales.
Tranquilizar al herido/a.
Control de los signos vitales.
Poner al herido/a tumbado boca arriba, si las lesiones lo permiten, y
con los pies algo más elevados que la cabeza.
Aflojar toda la ropa que pueda comprimir al herido/a.
Abrigar al herido/a para evitar la pérdida de calor corporal.
Traslado urgente al centro sanitario.
Capítulo
manteniendo la presión controlada.
Se fijarán los extremos del objeto alargado a la extremidad con el fin
de evitar que gire en sentido contrario y afloje la presión.
Anotar la hora exacta y lugar de aplicación del torniquete.
2
Nunca se deberá aflojar o retirar el torniquete, excepto por personal
facultativo.
a) Hemorragia de oído
Se denomina otorragia y se produce cuando la pérdida de sangre es abundante
y ha ido precedida de un traumatismo en la cabeza. El origen de la hemorragia
suele ser la fractura de la base del cráneo. En este caso nunca se debe detener
la hemorragia, dado que es un mecanismo de defensa del organismo ante la
elevación de la presión intracraneal. Se debe facilitar su salida en posición
lateral de seguridad con el oído sangrante hacia abajo y manteniendo el eje
cabeza-cuello-columna en bloque, de lo contrario, la sangre acumulada en la
cavidad craneal comprimiría la masa encefálica, provocando lesiones irrever-
sibles en el cerebro. Se deben mantener controladas las constantes vitales.
b) Hemorragia de nariz
Se denomina epistaxis y su origen puede ser de
diverso orden. Pueden ser producidas por un
golpe directo en la misma o por el desgaste de
la mucosa nasal. Este tipo de hemorragias es
fácilmente controlable.
La actuación en este caso se dirigirá a tranquilizar
a la persona y a presionar la fosa nasal sangrante
contra el propio tabique nasal y mantener esta
presión durante 5 minutos. Se inclinará la cabeza ligeramente hacia adelante,
con el fin de evitar la aspiración de coágulos o de la propia sangre. A los 5
minutos se aliviará la presión para comprobar si la hemorragia ha cesado.
a un Centro Sanitario.
Capítulo
c) Hemorragia de la boca
Las hemorragias internas exteriorizadas por la boca se presentan en forma
de tos o vómitos. Pueden tener origen respiratorio (hemoptisis) o digestivo
(hematemesis) y es muy importante distinguirlas.
Si la hemorragia procede del aparato respiratorio, ésta se manifiesta en forma
de vómito precedido de tos. Tiene aspecto espumoso, de sangre limpia y con
olor a óxido. En este caso deberemos controlar los signos vitales del herido/a
y evacuarlo/a inmediatamente en posición de semisentado/a.
La hemorragia procedente del aparato digestivo se manifiesta en forma de
vómito precedido de náuseas. Tiene aspecto de sangre oscura con restos de
alimentos y maloliente. En este caso se deberá colocar a la persona afectada
en posición lateral de seguridad con las piernas flexionadas (posición fetal)
vigilando las constantes vitales y procurando su traslado urgente.
En ambos casos no se suministrará agua ni comida al herido/a.
d) Shock
Definiremos al shock como el conjunto de
signos y síntomas consecuentes de la falta
o disminución del aporte sanguíneo a los
tejidos, debido a la pérdida de volumen san-
guíneo o al aumento de la capacidad de los
vasos. Es importante actuar con rapidez ya
que, la falta de oxigenación de los tejidos,
puede provocar la muerte del herido/a.
Síntomas:
~~Alteración de la conciencia (no pérdida).
~~Estado ansioso, nervioso.
Capítulo
~~Respiración rápida y superficial.
~~Palidez de piel y mucosas.
~~Sudoración fría y pegajosa, generalmente en manos, pies, cara y
2
pecho.
~~Bajada de tensión.
Pautas de actuación:
~~Evitar que el/la herido/a se mueva
~~No darle nada de comer ni de beber.
~~Control de signos vitales.
~~Aflojar todo aquello que comprima al accidentado/a, a fin de facili-
tar la circulación sanguínea.
~~Tranquilizar al herido/a.
~~Taparlo/a para evitar la pérdida de calor corporal.
~~Siempre que sea posible, colocar al accidentado/a estirado con la
cabeza más baja que los pies.
~~Evacuarlo/a urgentemente.
Contusiones
Son lesiones producidas por un choque violento del cuerpo contra otro ob-
jeto, sin que se produzca la pérdida de continuidad de la piel es decir, no se
produce herida. También son llamadas heridas cerradas.
Clasificación
Atendiendo a la profundidad del tejido afectado, las contusiones se clasifican
en:
Heridas
Una herida se considera como la pérdida de continuidad de la piel o de las
mucosas como consecuencia de un traumatismo, provocando la comunica-
ción del interior del organismo con el exterior.
Desde un punto de vista práctico, las heridas se
clasificarán en leves o graves atendiendo a una
serie de factores de gravedad. Estos factores
de gravedad son: extensión, profundidad, lo-
calización, suciedad, afectación de estructuras
adyacentes (huesos, vasos sanguíneos, etc.),
edad y estado general de salud del herido,
objeto causante de la herida y complicaciones
de la herida (presencia de shock, infección de
la herida, problemas de cicatrización, etc.).
Herida leve: no reúne “factores de gravedad”.
Herida grave: reúne uno o más “factores de gravedad”.
Capítulo
En primer lugar y antes de llevar a cabo cualquier actuación, resulta de gran
importancia evitar la contaminación de la herida y por ello es necesario:
Lavarse las manos con agua y jabón.
2
Usar guantes.
Uso de material estéril o lo más limpio posible.
A continuación se procederá a desinfectar la herida siguiendo el siguiente
procedimiento:
Dejarla rezumar un poco.
Recortar pelos y posibles colgajos de piel que se hayan desprendido
con las pinzas y las tijeras de punta, con el fin de dejar la herida lo más
limpia posible.
Limpiar la herida a chorro con agua y jabón o una so-
lución antiséptica, para arrastrar los cuerpos extraños de
pequeñas dimensiones de la superficie de la herida, como
restos de tierra o tejidos.
Aplicar antisépticos no colorantes. El más recomendado
es la povidona yodada.
Si el ambiente no es agresivo y no existe riesgo de infección, es conveniente
dejar la herida al aire libre para favorecer el proceso de cicatrización. En caso
de que exista sangrado o riesgo de infección debemos taparla con un apósito
o gasa estéril y fijarlo con esparadrapo.
Actuación ante heridas graves
Control de los signos vitales del herido/a.
Explorar al herido/a a fin de localizar hemorragias, fracturas, etc.
No se deben extraer los cuerpos extraños clavados o pegados en una
herida; si los hay se deben fijar para evitar que se muevan.
Las heridas de especial gravedad son las llamadas heridas penetrantes. Afec-
tan a niveles internos del organismo y normalmente se producen cuando un
objeto se clava en el cuerpo. Son de especial atención, por las complicaciones
que pueden presentar, las heridas en tórax y abdomen.
Herida penetrante en el tórax
Sea cual fuere el mecanismo de producción de la
lesión (objetos punzantes o fractura de costillas), la
cavidad pleural está perforada y esto provoca un es-
cape de aire hacia el exterior en espiración y una en-
trada de aire en la inspiración, con lo que aumenta la
presión de la cavidad torácica y el riesgo de colapso
pulmonar.
Los síntomas característicos de este tipo de
heridas son:
~~Dolor en el lugar de la lesión y en los movimientos respiratorios.
~~Dificultad acentuada para respirar (junto con un mayor esfuerzo
respiratorio) y dificultad para expandir la caja torácica.
~~Síntomas de shock.
~~Puede presentar tos y expectoración sanguinolenta.
En la actuación con este tipo de heridas hay que diferenciar si el objeto
sigue clavado o no.
~~Si existe un objeto clavado no se tocará, sino que se almohadillará
alrededor del mismo con gasas o paños estériles sujetos por esparadra-
po con el fin de fijar dicho objeto para que no se mueva.
Capítulo
el lado de la lesión, con el fin de no presionar el pulmón que queda sano
y favorecer la respiración con el mismo.
~~Si por el contrario no nos encontramos el objeto clavado habrá que
taponar la herida con un apósito estéril impermeable, fijándolo con es-
2
paradrapo en tres de sus lados. El fin de este tipo de apósito es permitir
la salida de aire con la espiración e impedir la entrada de aire o de gér-
menes con la inspiración, ya que al intentar entrar el aire arrastra tras de
sí el plástico (o tejido impermeable) taponando el orificio.
~~Trasladarlo/a urgentemente al centro hospitalario.
Herida penetrante en abdomen
Las heridas penetrantes en abdomen producen daños en órganos internos al
perforar la pared del abdomen.
Síntomas:
~~Dolor abdominal
~~Síntomas de shock
~~Pueden presentar una gran herida, el objeto causante puede per-
manecer clavado y/o pueden cursar con la salida de vísceras al exterior.
Si conserva el objeto causante aún clavado, actuaremos como en el caso an-
terior: no tocaremos ni retiraremos el objeto, sino que se almohadillará a su
alrededor y se fijará con el fin de que no se mueva.
Si existe exteriorización de vísceras nunca se reintroducirán, ya que puede
provocarse una infección en el peritoneo. En estos casos:
No dar de beber ni comer al herido/a.
Tapar la herida con un trozo “grande” de tela limpia humedecida. No
se deben utilizar gasas pequeñas ya que éstas se pueden introducir en el
abdomen.
Abrigar al herido/a.
Se mantendrá al herido/a tendido boca arriba con las piernas flexio-
nadas.
Trasladarlo/a urgentemente al centro hospitalario.
2
Capítulo
Esguinces
Los esguinces son lesiones articulares produ-
cidas por una distensión del ligamento como
consecuencia de un movimiento forzado o
de un impacto externo. Se caracterizan prin-
cipalmente por el enrojecimiento de la zona
afectada, sensación de calor en la zona, dolor,
hinchazón e inestabilidad articular.
Actuación:
Aplicar frío local.
Inmovilización de la zona afectada.
Evacuar del herido al centro sanitario.
Luxaciones
Se producen por el desplazamiento de un extremo del hueso fuera de su po-
sición natural. La sintomatología es común a la de un esguince salvo en la
movilidad, ya que en este caso no es posible mover la articulación y puede
aparecer deformidad en la parte afectada.
Actuación:
Aplicar frío local.
Inmovilización de la zona afectada.
Evacuar al herido/a al centro sanitario.
No se deben realizar movimientos con la articulación luxada para in-
tentar volver a ponerla en su posición original.
Fracturas
Capítulo
Se denomina fractura a la rotura de un hueso o bien a la pérdida de continui-
dad del tejido óseo (fisura). De forma general, las fracturas se clasifican en:
Fracturas abiertas: el hueso roto rasga la piel produciendo heridas y
posibles hemorragias. Las fracturas abiertas son difíciles de tratar y presen-
2
tan complicaciones específicas.
Fracturas cerradas: no existe discontinuidad de la piel, no existe heri-
da y, por lo tanto, no se tiene acceso al hueso desde el exterior. Tienen un
mejor pronóstico que las fracturas abiertas y es más fácil su tratamiento.
Pautas generales de actuación
No mover al accidentado a no ser que sea imprescindible.
Exploración primaria: signos vitales.
Exploración secundaria: movilidad, sensibilidad, deformidades, etc.
Inmovilizar el foco de la fractura y las articulaciones adyacentes evi-
tando movimientos bruscos y sin tratar de reducir la fractura.
En el caso de las fracturas abiertas, tratar en primer lugar la posible he-
morragia y la herida, cubriéndola con apósitos estériles antes de proceder
a su inmovilización. En este cado, no realizar compresión directa.
Proteger al paciente de la pérdida de calor, vigilar constantes vitales y
prevenir el shock.
Procurar el traslado urgente a un centro sanitario con las extremidades
elevadas, si es posible.
Inmovilización
Tranquilizar al accidentado/a.
Retirar aquellos objetos que sean suscep-
tibles de oprimir con la inflamación.
Inmovilizar con férulas o cualquier otro
material rígido que ejerza la misma función
Capítulo
dedor de los ojos (“ojos de mapache”).
Pautas generales de actuación
~~Control y garantía de los signos vitales.
2
~~Control de hemorragias externas.
~~Exploración de síntomas.
~~Traslado urgente a un centro hospitalario.
b) Lesión de la columna vertebral
Son traumatismos que afectan a la columna vertebral y/o a la médula espinal.
Al igual que en el traumatismo craneoencefálico, no es necesario la afectación
de la columna vertebral para que pueda existir una lesión medular. Son muy
graves, ya que pueden producir parálisis y pérdida de sensibilidad del cuer-
po por debajo del lugar, pudiendo provocar paraplejia, tetraplejia y hasta la
muerte del paciente.
Síntomas
~~Sin lesión medular:
zzDolor a la compresión local y palpación.
zzHeridas a nivel del raquis.
zzSensibilidad y movilidad conservadas.
zzSintomatología típica de todas las fracturas.
~~Con lesión medular:
zzDolor.
zzHormigueos y pérdida de sensibilidad en extremidades.
zzParálisis.
zzAlteración de la respiración, en ocasiones puede producirse paro
respiratorio.
2.5.6.- Amputaciones
Una amputación consiste en la sección y separación de un miembro del cuer-
po producida por un traumatismo.
Capítulo
puede ser vehículo de vasos y nervios que mejorarán el pronóstico de reim-
plante. Inmovilizar como si se tratase de una fractura.
Para evitar la infección del muñón, éste se lavará con suero salino y se
cubrirá con gasas estériles o un paño la más limpio posible.
2
Introducir la parte amputada y envuelta en gasas en una bolsa de plás-
tico bien cerrada y sumergirla en un recipiente con hielo. En este recipiente
se debe indicar: nombre del paciente, parte amputada contenida, hora del
traumatismo y hora del comienzo del proceso de enfriamiento.
Trasladar al accidentado/a a un centro hospitalario en el menor tiem-
po posible.
2.5.7.- Electrocución
La electrocución se produce por el contacto del
organismo con la corriente eléctrica provocado por
distintos motivos. En este caso, el cuerpo actúa
como conductor entre el elemento en tensión y la
tierra, pasando la corriente por todos los tejidos y
causando lesiones a los mismos, pudiendo llegar a
ocasionar la muerte por parada cardiorrespiratoria.
bien recurrir para efectuar dicha separación a una pértiga aislante, palos o
Capítulo
Capítulo
mente al herido/a a un centro sanitario.
Cuando se produce contusión con hematoma aplicar compresas de
agua fría o hielo.
En caso de que se produzca sangrado del ojo, éste se tapará con un
2
vendaje cerrado para evitar infecciones y se procederá rápidamente al tras-
lado del herido/a a un centro especializado.
previstas en el Plan, dado que no todo el personal posee las mismas, habiendo
quienes deberán asumir funciones específicas en tales situaciones.
Para la difusión de todos estos aspectos será necesaria la entrega de docu-
2
Capítulo
3
CAPÍTULO 3. EQUIPOS,
HERRAMIENTAS O MEDIOS
AUXILIARES
Consta en su cabezal de una parte con forma de pico (pirámide con base cua-
drada) y otra de forma cuadrada y plana.
Aunque se dan casos en los que presentan mango de madera, normalmente
3
son de más uso los que están forjados en una única pieza (mango y cabezal)
pulida, ya que debido a su continuo uso en macizos rocosos de gran dureza
Capítulo
Capítulo
y miden las respuestas del terreno. Son los geófonos (sísmica), electrodos
(eléctrico), etc.
3
manual, o en una automática conectada a un motor.
Capítulo
la máquina.
~~Sarta de perforación: formada por el varillaje y diversos elementos
que variarán según la máquina a emplear.
De este modo, según el sistema de perforación, existen tres tipos de sondas
3
diferentes, capaces de generar muestras de ripio:
Sondas de percusión por cable. En ellas la perforación se efectúa mediante
golpeo repetido sobre la roca de una herramienta pesada (trépano o mar-
tillo, con aristas cortantes en su base), hasta lograr la rotura en caso de
materiales rígidos o disgregación en caso de materiales poco cohesivos.
De esta manera, se genera la muestra de ripio que se extrae del pozo
mediante la utilización de cucharas o válvulas de limpieza.
Este tipo de sondas suele ir montado sobre camiones todo terreno o semi-
trailer remolcable por una unidad tractora.
Sondas de rotación. En estos equipos la perfora-
ción se realiza mediante la rotación de un instru-
mento de corte tipo tricono o trialeta (pieza con
tres conos dentados), que al rotar sobre la roca la
rompen por abrasión, desgaste y molienda. Los
equipos de este tipo son más complejos y de mayores
dimensiones que los anteriores.
Las sondas de rotación son muy variadas, y pueden
tener dos sistemas de montaje: sobre orugas o sobre
neumáticos. Sus fuentes de energía pueden ser: mo-
tores diesel, eléctricas o mixta (diesel-eléctricas). La
elección de unas u otras irá en función de las condiciones y el ambiente del
lugar de trabajo, el grado de movilidad requerido, de la envergadura de la
maquinaria, etc., tal y como se muestra a continuación:
~~El montaje sobre orugas es el más indicado para zonas con fuertes
pendientes o baja capacidad portante, ya que proporciona estabilidad,
maniobrabilidad y flotabilidad.
Capítulo
puede almacenar directamente en bolsas mediante la colocación de un
captador de polvo en el tubo de salida de la muestra.
Este tipo de maquinaria dispone de un sistema de captación de polvo que
consta de una campana de aspiración, un sistema de separación y filtrado y
3
un sistema de depresión o vacío parcial del conjunto, accionado este último
por energía eléctrica, hidráulica o neumática. Se tratará más ampliamente
sobre los captadores de polvo en este mismo capítulo (punto 3.3.15), den-
tro de los elementos y sistemas de seguridad asociados a la máquina.
Máquinas para la ejecución de sondeos con recuperación de tes-
tigo. Se basa en el corte anular de la roca por
la rotación y el avance de una corona sobre el
sustrato. Estos equipos de perforación poseen
diferentes sistemas de montaje, dividiéndose
según el grado de movilidad en estacionarias
y autopropulsadas. Las primeras se montan
por módulos sobre un bastidor de patines y las
autopropulsadas van montadas sobre ruedas u
orugas.
Actualmente existen dos tipos de métodos de
perforación a rotación que recuperen testigo,
que son las convencionales y las wire line.
~ ~ Perforación convencional . Se caracteriza porque la obtención
del testigo obliga a la extracción de todo el tren de varillaje en cada
maniobra. Estos equipos son adecuados únicamente para sondeos
cortos, de menos de 120 m.
~ ~ Perforación “wire-line”. En este caso la extracción de testigo
se realiza sin necesidad de sacar el varillaje, mediante un cable que
permite la extracción del tubo donde se aloja el testigo. Se utiliza en
sondeos largos, de más 120 metros de longitud.
Los equipos de perforación a rotación con corona están formados principal-
mente por:
Capítulo
tubo exterior y un tubo interior. En este último se aloja el testigo obte-
nido en la perforación.
~~Varillaje: varillas de aluminio o acero, con longitudes de 1,5 a 3 m.,
transmiten la rotación y el empuje al útil de corte.
3
~~Cabeza de inyección o cabeza de agua: situada al comienzo del tren de
varillaje, su misión es la de introducir el agua y/o lodos de refrigeración.
A continuación se describen más en profundidad, algunos de los elementos
comunes a todas las máquinas de sondeos descritas anteriormente, junto con
los requisitos esenciales que han de cumplir:
Por regla general estas máquinas disponen de un motor tipo diesel, aunque
también puede ser eléctrico o neumático.
La transmisión tiene como función trasladar el movimiento del motor a la
sarta de perforación, a los ejes motrices y otras partes de la máquina que se
alimentan de la energía que produce.
El circuito hidráulico es accionado por una o dos bombas acopladas al motor
que bombean líquido a los distintos cilindros de la máquina.
3.1.6.- Cabina
Dependiendo del tamaño y sistema de montaje de
la misma puede poseer cabina. Esta suele ser úni-
camente para realizar los traslados de la máquina
cuando la misma es autopropulsada, pero también
existen perforadoras con cabina desde la cual se
controla la perforación, por lo general del tipo sin
recuperación de testigo.
La cabina consiste en una estructura alojada sobre el
bastidor de la máquina y de perímetro ampliamente
acristalado en la cual se ubica una puerta que facilita
su acceso al interior y que al mismo tiempo impide al
personal no autorizado su manejo cuando la máqui-
na se encuentra estacionada.
Capítulo
dad desde la misma es un factor esencial, por lo cual es acristalada. Su diseño
ergonómico facilita que el operador se encuentre los más cómodo posible en
un lugar en el que debe permanecer toda su jornada laboral.
Así mismo es importante que esté dotada de calefacción y aire acondicionado
3
o de climatización, para lograr el mayor confort posible del operador y contri-
buir a paliarle las diferentes condiciones meteorológicas.
La estructura de la cabina debe de estar construida de manera robusta y
cumplir con los criterios de seguridad establecidos para este elemento de la
máquina (estructuras ROPS y FOPS).
Así mismo es conveniente que cuente con montajes que la aíslen del bastidor
y que absorban parcialmente las vibraciones y el ruido (suspensiones hidro-
neumáticas o de otro tipo).
3.1.7.- Asiento
Uno de las funciones primordiales que debe reunir
el asiento es facilitar que el tronco del conductor se
mantenga en posición próxima a la vertical. Por ese
motivo su respaldo debe ser regulable, permitiendo
su abatimiento y recomendándose que el ángulo
que forme esté entre los 0 y 20 0 con aquella y hacia
atrás.
Un asiento con una buena suspensión ajustable al
peso del conductor amortigua las vibraciones trans-
mitidas desde la máquina y reduce el cansancio del
operador, además de sostener al mismo con seguri-
dad, asegurando un manejo cómodo y fiable.
El cojín o bancada debe presentar un borde redondeado relativamente blan-
do para no comprimir los paquetes vasculonerviosos de los glúteos e impe-
dir la circulación sanguínea, con toda una serie de consecuencias negativas
aparejadas para la salud. Así mismo, esta bancada o cojín tampoco debe
Hay modelos preparados para todo tipo de secciones: así se fabrican carros
Capítulo
perforadores con cabina, donde el operario realiza su trabajo desde el interior
de una cabina; carros perforadores abiertos para instalaciones donde la altura
sea una limitación; etc.
Según el tipo de roca en el que se esté trabajando, el diámetro de perforación
3
y el rendimiento exigido, las perforadoras pueden ser rotopercutivas o rota-
tivas.
Estos carros de perforación actualmente tienen integrado un captador de
polvo (colector o ciclón) para recoger el ripio o muestras de polvo en que se
convierte la roca al perforarla. Sin embargo en los modelos más antiguos, no
existen estos colectores.
Este equipo consta de un tubo flexible con una cámara y unos sensores que se
introducen en un sondeo con ayuda de la máquina de sondeos. Este tubo se
engancharía al cable que sujetaría la sarta de perforación y se introduciría en
vez de la misma. A medida que va descendiendo, el ordenador portátil recoge
los datos de posicionamiento y calcula la desviación.
Partes:
Chasis: estructura portante desplazable mediante de cadenas o rue-
das neumáticas. En el caso de ser de ruedas llevará unos estabilizadores
3
Capítulo
nes, desmontes, arranque mecanizado, carga en vehículos de transporte,
etc.)
3
Es posible definir este tipo de equipos de formas diversas y atendiendo a
criterios variados, pero reproduciremos aquí las definiciones de ambos inclui-
das en la Especificación Técnica 2000-1-08, establecida para la regulación de
la formación preventiva de los operadores de maquinaria de transporte en
actividades extractivas de exterior, que complementa para el caso de dichos
puestos de trabajo las prescripciones básicas de la misma ITC 2.1.02 que defi-
ne la formación preventiva análoga para el caso del puesto de geólogo, como
ya se explicó al inicio de este manual.
Camión: vehículo autopropulsado sobre ruedas, con una caja abierta, que
realiza el transporte del material en aquellas zonas de la explotación previstas
para su uso, y en su caso el transporte externo por carretera para distribuir los
productos a los usuarios finales. La carga del vehículo se efectúa por medios
externos.
Evitar el pelo largo, pulseras, cadenas y ropa suelta que pueda originar
el atrapamiento del operario.
Capítulo
proximidades y en caso de ser inevitable usar protectores.
3
El mantenimiento se realizará con la máquina parada.
cuados.
Capítulo
Capítulo
diamante de forma cilíndrica. Un motor eléctrico produce el movimiento de la
polea que conduce el hilo. La extracción de la pieza se lleva a cabo trasladando
el equipo al nivel superior del banco e introduciendo el hilo a través del último
barreno practicado y el vertical a la superficie. El bloque cortado se vuelca
sobre el piso del frente, subdividiéndolo luego en piezas más pequeñas. El
3
proceso se repite con los bloques adyacentes y más cercanos al frente de la
cantera.
Medidas y acciones preventivas en el manejo de esta maquinaria
No utilizar estos equipos sin la formación necesaria para su manejo.
Revisar el manual de instrucciones
antes de utilizar la máquina por primera
vez y siempre que se considere necesario
para alcanzar un perfecto conocimiento de
su manejo. El manual debe estar escrito
en castellano. Si no se comprende alguna
parte del manual pedir al encargado o al
responsable de la cantera información o
aclaraciones sobre el mismo.
Utilizar las medidas de protección colectiva (vallas delimitadoras del
acceso) o individual (EPI) contra caídas de altura.
No utilizar la maquinaria con punto de amarre.
Si se ha de aproximar al borde del banco para la colocación del hilo de
corte, utilizar una cuerda y un arnés anticaída bien anclado, para evitar el
riesgo de caídas a distinto nivel o disminuir sus consecuencias.
Antes de instalar la máquina, limpiar la superficie donde se va a colo-
car.
Comprobar el nivelado de los carriles de desplazamiento de la máqui-
na.
Comprobar el estado del banco a cortar y de las poleas de derivación y
movimiento, así como su funcionamiento y alineación correcta.
Capítulo
El bloque que va a cortarse puede, a
veces, derrumbarse total o parcialmente
durante las operaciones de corte. Por
ello ha de limitarse el acceso a la zona
3
mediante vallas de protección o cintas
de balizamiento, teniendo en cuenta el
posible espacio de vuelco.
Tener en cuenta que el sistema
anticaídas es un conjunto compuesto
como mínimo de: arnés anticaídas (EN-361). Punto de anclaje (EN-795) y
elemento de amarre (EN-354), que debe estar certificado como conjunto
completo, de acuerdo con la norma EN-363.
Es recomendable la instalación de una carcasa protectora del volante.
En cortes horizontales, el cuadro de mandos ha de situarse por encima
del nivel al que se realiza el corte.
En cortes verticales es conveniente que se halle en una posición lateral
con respecto al plano de corte.
En caso de corte oblicuo, el cuadro de mandos debe hallarse en la
parte opuesta a la pendiente de corte.
Si se efectúan cortes simultáneos, han de respetarse las distancias de
seguridad apropiadas.
Es recomendable la utilización de dispositivos de mando o de autorre-
gulación, a fin de reducir al máximo los choques y los movimientos impre-
vistos, ya que regulan y ajustan el par motor de la máquina de corte, así
como el par tensor del hilo diamantado.
Las ventajas que pueden ofrecer son rapidez y ahorro de mano de obra al
necesitar la fuerza de un solo hombre, pero se contrarresta con sus inconve-
nientes, excesivo ruido y posible fractura del bloque en tiempo de heladas, al
congelarse el gas almacenado en las microfisuras de la masa rocosa.
zamientos.
Capítulo
Las baterías de lámparas de mina van protegidas por una envolvente hermé-
Capítulo
tica que no solamente protege la propia batería contra los golpes, el roce y el
desgaste, sino que además protege al trabajador contra las diversas agresio-
nes que pueda sufrir como consecuencia del contacto con el electrolito.
El deflector
3
Es el habitáculo donde se coloca la fuente de ilumina-
ción, que puede ser una bombilla de incandescencia o
un LED. Permite enfocar la luz hacia la zona deseada y
posee un dispositivo para apagar la luz, poner la luz larga
o la corta. Se encuentra protegido por un cristal-lente
que facilita la salida de la luz al exterior.
Los parámetros por los que se rige una lámpara de mina
son: tamaño, peso, vida útil, intensidad de la luz y dura-
ción de la carga.
Tamaño: viene definido por las dimensiones de la batería.
Peso: este es un factor clave en la elección del equipo, ya que va a
ser desencadenante de la comodidad o la fatiga en la realización de los
trabajos.
Vida útil: se mide en “ciclos de carga”, que son las veces que una bate-
ría puede ser recargada sin mostrar alteraciones notables en el suministro
de la iluminación. Este parámetro suele variar desde 600 a 1000 ciclos de
carga dependiendo del modelo.
Intensidad de la luz: se mide en “lux” que corresponde a la cantidad de
luz emitida por una fuente luminosa que incide sobre una superficie en una
unidad de tiempo. Este es un factor importante ya que todas las normas
técnicas utilizan el lux como unidad de medida para fijar las condiciones
lumínicas del puesto de trabajo. Suele variar de 800 a 1500 Lux según los
modelos y el tiempo de funcionamiento.
Duración de la carga: indica la cantidad de tiempo que se puede utilizar
la lámpara con una luz lo suficientemente intensa para realizar las activi-
dades necesarias. La lámpara debe de garantizar una duración de carga
3.1.14.- El autorrescatador
Capítulo
sumarse la posible existencia de ciertos gases que por sí solos pueden alcan-
zar proporciones en las que se tornan en mortales por inhalación para el ser
humano, y que en mezcla con otros pueden llegar a formar ambientes explosi-
vos. La presencia de estos gases impone, para su control, la metodología de la-
boreo a ejecutar. Para ello se han elaborado por parte de las administraciones
3
mineras competentes una serie de disposiciones reglamentarias de seguridad
minera, como las ITC 05.0.01 a ITC 05.0.05, la ASM-52 (exclusivamente en
Asturias) sobre “Sistemas de explotación de labores subterráneas clasifica-
das, respecto al riesgo de presencia de grisú y otros gases inflamables”, o el
RD 1389/1997, sobre disposiciones mínimas
de seguridad y salud para la protección de
la seguridad y la salud de los trabajadores
en las actividades mineras (en particular, el
Anexo parte C. Punto 8, Minas grisuosas). De
este modo, los trabajos en interior de mina
se pueden complicar en extremo, con posi-
bilidad de comprometer las condiciones de
seguridad con niveles de riesgo que afectan
psicológicamente y fisiológicamente a los
trabajadores.
Una medida para controlar este nivel de riesgo es hacer que los trabajadores
posean una herramienta que les proteja ante la aparición de estas atmósferas
no deseadas. Ese instrumento es el equipo de respiración autónomo común-
mente denominado autorrescatador.
Hay que incidir en que el autorrescatador es un equipo que requiere un im-
portante desembolso económico inicial y que no siempre es fácil conseguir los
recursos necesarios para hacer una dotación amplia y flexible que permita la
existencia de un equipo por trabajador, así como una serie de equipos distri-
buidos en cámaras de refugio diseñadas para su uso en caso de emergencia.
La implantación del autorrescatador ha contado con el impulso de los legisla-
dores. En la normativa encontramos diversos ejemplos:
[…] En las zonas en que los trabajadores puedan verse expuestos a
atmósferas nocivas para la salud, deberán estar disponibles los equipos
Capítulo
que la reacción, si se produce un incidente en la mina que requiera el uso
del autorrescatador, sea rápida y adecuada.
Por otra parte, todos los autorrescatadores utilizan una pinza nasal
para evitar la respiración por la nariz, que hace su uso incómodo, más si
3
cabe que la sensación de calor.
Otro inconveniente es el sabor del aire generado, que ante una even-
tual emergencia, puede originar confusión si no se es conocedor de este
efecto secundario, molesto pero en absoluto nocivo.
Algunos modelos de equipos de respiración autónoma
Capítulo
uso de forma habitual por el personal durante el trabajo, sino ubicado en los
lugares ya aludidos. No obstante, existe un modelo mucho más pequeño y
ligero, válido para ser portado de forma unipersonal, el SSR-30, si bien su au-
tonomía es considerablemente menor (en torno a 30 minutos en condiciones
de demanda elevada de oxígeno), válidos por tanto para otras necesidades de
3
evacuación.
c) Dräger Oxyboks K
Se trata de un autorrescatador muy versátil y ergonómico. Está especialmente
diseñado para ser usado en situaciones de emergencia y puede ser llevado
permanentemente por el usuario sin que le suponga una dificultad para el
movimiento o el trabajo habitual.
Ofrece una autonomía de uso de unos 30 minutos, que puede ser ampliada
hasta más allá de las 2 horas en caso de permanencia en reposo (en situacio-
nes de rescate).
Capítulo
Cuanto mayor sea la resistencia respiratoria menor será la duración de la
protección ofrecida por el fabricante. En caso de necesidad, es preferible
unos instantes de descanso que una salida precipitada.
No retirar en ningún momento la pinza de la nariz ni la boquilla de la
3
boca. Si se nota calor excesivo es señal de que el equipo trabaja correcta-
mente.
En caso de necesitar alguna comunicación, procurar utilizar gestos.
No retirar la boquilla si se nota sabor salado. Son residuos del agente
generador de oxígeno y no representan ningún daño para la salud.
Evitar cualquier daño en la bolsa respiratoria del autorrescatador. La
rotura de la misma supondrá una pérdida en la autonomía del equipo.
Observar el volumen de la bolsa respiratoria. La disminución de la mis-
ma indica la proximidad del agotamiento de las reservas de oxígeno.
3.2.4.- Estabilizador
Las máquinas de rotación con tricono, poseen un estabilizador que se coloca
justo encima de la boca de perforación. Esta pieza tiene dos funciones: hacer
que el tricono gire según el eje de barreno, e impedir que se produzca la osci-
Capítulo
lación y el pandeo del varillaje de perforación. Existen dos tipos de estabiliza-
dores: de rodillos y de aletas.
3
En las máquinas de rotación con tricono se dispone de un sistema de absor-
ción de impactos y vibraciones. Entre otras ventajas de este mecanismo se
encuentra la disminución del nivel de ruido en la cabina de operador, ya que
elimina el contacto directo entre la cabeza de rotación y la barra, y también
disminuye los impactos axiales y de tensión que son transmitidos al mástil.
Existen tres tipos de amortiguadores de impactos:
captadores de polvo. Estos equipos tienen una doble función, pues por una
Capítulo
Los captadores de polvo pequeños poseen filtros tubulares con retención in-
terior, mientras que los grandes poseen filtros planos con retención exterior.
Una vez que el polvo sale del captador, se puede depositar en el suelo o en
una bolsa de muestras que se coloca en la boca de salida del captador.
3.2.8.- Resguardos
3.2.9.- Enfriador
Capítulo
separado del aceite del sistema
hidráulico
3
con un enfriador separado del aceite del sistema hidráulico, que al encontrar-
se instalado lejos del motor, facilita el enfriamiento eficiente del aceite del
sistema hidráulico.
3.2.13.- Avisador
Capítulo
acústico de marcha atrás
3
a otros vehículos o máquinas situados en su entorno, en prevención de alcan-
ces, atropellos o choques.
Esta clase de dispositivo funciona conjuntamente con un sistema de señaliza
ción luminosa que se menciona nuevamente más adelante.
Las máquinas que se dirigen con mando a distancia disponen análogamente
de un avisador acústico de movimiento.
Capítulo
nas de estos dispositivos de iluminación es muy variable.
Además estas máquinas disponen de dispositivos de
indicación. Dentro de estos se incluyen todos aque-
llos que sirven para indicar paradas (luces de freno) y
3
maniobras (luces de marcha atrás) a realizar con este
tipo de máquinas.
Las luces de marcha atrás, colocadas en la parte poste-
rior de las máquinas, resultan fundamentales durante
esa clase de maniobra, sirviendo como complemento
para indicar el retroceso del vehículo al personal a pie
o a los operadores de otra maquinaria que no puedan
percibir correctamente la señal acústica, pero sí pue-
den advertir la señalización luminosa.
Dada la importancia que estos dispositivos aportan para la ejecución segura
de gran número de maniobras, es muy importante que los operadores de
estos equipos comprueben diariamente el estado estructural de los mismos
(ya que suelen ser objeto de roturas y desperfectos como consecuencia de
choques o golpes), así como que su funcionamiento es correcto.
Esta clase de sistemas de protección están asociados a las cabinas del opera-
dor, por lo que sólo estarán implementados en aquellos modelos autopropul-
sados que cuenten con la misma, y cuya fecha de puesta en servicio lo hubiera
permitido contemplar.
Se trata de sistemas adicionales para la seguridad del operador del equipo
que, situado en la cabina de la máquina, está expuesto a las consecuencias en
caso de vuelco y de impacto severo sobre la misma. En ambos casos se trata
de protecciones estructurales contempladas en la propia construcción de la
cabina.
la misma tal cual es en su estado original, por lo que cualquier operación que
Capítulo
se realice en la misma, como taladros, soldaduras, cambio de dimensiones
u otra reforma, le hará perder su certificación si no ha sido realizada por el
fabricante o cuenta con su visto bueno.
3
3.2.18.- Espejos retrovisores
Las máquinas con orugas, aparte de freno de servicio, poseen otro freno lla-
mado freno de estacionamiento.
3.3.- Elementos
Capítulo
Dado que la mayor parte de ellos ya han sido descritos con ocasión de la
exposición correspondiente a los elementos de seguridad de los equipos de
perforación, y en esencia no difieren conceptualmente de aquellos, no volve-
remos a describirlos de nuevo, limitándonos a enumerarlos:
2. Cinturón de seguridad.
6. Freno de emergencia.
Capítulo
7. Bloqueos de articulaciones (diferentes en tipo y ubicación según la clase
de equipo y modelo al que nos estemos refiriendo)
3
9. Resguardos mecánicos en general.
3.4.2.- Resguardos
En la actualidad, la mayoría de maquinaría lleva asociados resguardos, ya sean
móviles fijos o regulables, en todos aquellos de sus componentes que pudie-
ran causar el atrapamiento, corte, golpe, etc. del operario. El conocimiento de
la existencia de estos resguardos es vital para evitar riesgos.
Estos resguardos son muy importantes en
especial en la maquinaria de corte, pues-
to que disponen de sierras, hilos, y otros
elementos que trabajan a muy altas velo-
cidades, originando riesgos no sólo para
el operario que las maneja, sino también
para todos los trabajadores que desarro-
llen cualquier actividad en el entorno.
3.4.5.- Señalización
Toda la maquinaria deber disponer de la señalización que sea precisa para
informar de los potenciales daños inherentes a situarse en su proximidad,
manipulación, etc.
3.5.- Elementos
Capítulo
de seguridad asociados a los
sistemas de transporte continuo
3
diferentes sistemas de transporte continuo, de los cuales las cintas transpor-
tadoras suponen con diferencia los más numerosos y frecuentes. Por esta
razón también es importante conocer, aunque sea someramente, cuáles son
sus partes principales y sus elementos de seguridad más destacables.
Las cintas transportadoras se encargan del
transporte del material entre los distintos
puntos de la planta de tratamiento y con-
sisten, básicamente, en una correa sinfín
de longitud variable que se mueve alrede-
dor de dos tambores.
Los principales elementos que componen
una cinta transportadora son:
Banda transportadora: es la superficie sobre la cual se deposita el ma-
terial a transportar. Pueden estar fabricadas en distintos materiales aunque
en minería las más frecuentes son las bandas de goma o PVC.
Cabeza motriz: los tambores motrices trasmiten la energía necesaria a
la banda para mover el material, transformando el movimiento rotativo de
los motores en uno lineal. Están formados por 1, 2 ó varios rodillos motrices
recubiertos de capa vulcanizada con el suficiente coeficiente de rozamiento
para garantizar una diferencia de tensiones igual a la entrada y a la salida
sin que se produzca deslizamiento.
Para mantener limpia la banda en la cabeza motriz va colocado un
dispositivo de limpieza, el rascador, situado en la parte inferior del tambor
y consta de un contrapeso o muelle que mantiene en tensión a una cu-
chilla recubierta de un trozo de banda que constantemente roza la banda
de transporte eliminando los materiales que estén adheridos a ésta por
humedad o apelmazamiento.
de limpieza.
Capítulo
Capítulo
la cinta.
Protecciones eléctricas.
Espacios de tránsito acotados, protegidos y señalizados.
3
Protecciones contra la caída de materiales.
Señales acústicas y luminosas.
res.
Capítulo
Capítulo
4
CAPÍTULO 4. CONTROL Y VIGILANCIA
SOBRE EL LUGAR DE TRABAJO Y SU
ENTORNO
En una explotación minera la seguridad depende, en gran medida, de: las ca-
racterísticas del yacimiento, el método de explotación elegido, el diseño de la
Capítulo
Capítulo
ambientales: lucha contra el polvo.
Conviene destacar las medidas preventivas más importantes de la misma:
La perforación no se podrá realizar sin la utilización de algún medio
para la reducción del polvo: inyección de agua, captación, etc.
4
Arranque y preparación. El retacado de los barrenos se hará con ma-
teriales exentos de sílice libre (detritos de la perforación) y se evitarán los
de granulometría fina.
Carga y transporte:
~~Viales, pistas y plazas deben
mantener un grado de humedad
para evitar que el polvo se ponga en
suspensión. Si es necesario se aña-
dirán sustancias que lo consoliden.
~~Las cintas transportadoras que
lleven materiales finos deberán es-
tar completamente capotadas o el
material humedecido.
Puntos de transvase o almacenamiento:
~~En los puntos de transvase, carga, almacenamiento, etc. se dispon-
drá de:
zzRiego de los materiales.
zzCampanas de captación de polvo.
zzCerramientos para aislar la zona.
zzApantallamientos.
zzTubos que eviten la acción del viento.
zzOtros sistemas eficaces para la retención del polvo.
Maquinaria e instalaciones. Alimentadores, molinos, cribas, etc. de-
berán disponer de sistemas eficaces de retención del polvo (riesgos, cerra-
mientos, etc.).
Capítulo
radas las máximas admisibles. No se permite el trabajo por encima de las
mismas, por lo que en caso de superarse, deben implicar la paralización de
la actividad que las genera, en tanto no se subsanen las condiciones que lo
provocaron.
4
De forma resumida se recogen todos estos valores en la siguiente tabla:
Las vibraciones son ondas que actúan sobre las personas transmitiendo ener-
gía mecánica desde fuentes próximas o lejanas a él.
Se las clasifica de varias formas, pero una de ellas corresponde a dónde afec-
tan al organismo:
Globales: Afectan a todo el cuer-
po, penetrando en los operadores a
través de los pies, o de pies y asiento
cuando se trata de los que puedan
encontrarse sentados.
Locales: Afectan específicamente
a una parte del cuerpo, básicamente
el sistema mano-brazo.
Clasificación de las vibraciones según sus efectos sobre el organismo
De muy baja frecuencia (< 1 Hz), cuyo efecto llega al laberinto (oído).
De baja frecuencia (1-20 Hz), que afecta al sistema nervioso.
De alta frecuencia (20-1000 Hz), que pueden provocar lesiones dura-
deras.
Con relación a los efectos de las vibraciones sobre las personas, podemos
decir, que los “trastornos originados” son muy complejos y varían sustancial-
mente según los siguientes factores:
Capítulo
dirección, tipo y amplitud.
La naturaleza de la actividad, la postura del trabajador y zona de trans-
misión.
Del modo de transmisión al individuo, es decir, según sean a todo el
4
cuerpo o a parte de él.
De la duración de la exposición y repartición de la misma en el tiem-
po.
De factores individuales tales como peso, antecedentes patológicos,
etc.
La exposición a vibraciones está regulada por el Real Decreto 1311/2005, de
4 de noviembre, sobre la protección de la salud y la seguridad de los trabaja-
dores frente a los riesgos derivados o que puedan derivarse de la exposición a
vibraciones mecánicas.
Esta norma define unos valores límite de exposición y unos valores de exposi-
ción que dan lugar a una acción, tomando como referencia una exposición de
carácter diario y con duración de 8 horas, diferenciando los casos de transmi-
sión mano-brazo y cuerpo entero, respectivamente:
VIBRACIONES VIBRACIONES
MANO-BRAZO CUERPO ENTERO
VALORES DE EXPOSICIÓN
QUE DAN LUGAR A UNA 2,5 m/s2 0,5 m/s2
ACCIÓN
VALORES LIMITE DE
5 m/s2 1,15 m/s2
EXPOSICION DIARIA
Capítulo
del lugar de trabajo y de los puestos de trabajo.
En numerosas ocasiones la causa básica de los niveles de vibraciones
soportados por equipos, reside en un inadecuado mantenimiento de los
mismos, pudiendo ser corregidas en gran parte sólo con medidas de esta
4
índole.
La información y formación adecuadas a los trabajadores sobre el ma-
nejo correcto y en forma segura del equipo de trabajo, para así reducir al
mínimo la exposición a vibraciones mecánicas.
Para lograr esto es que los operadores conozcan los regímenes ade-
cuados de trabajo de los diferentes equipos, para no llevarlos por encima
de los aconsejados por los fabricantes, con consecuencias directas en la
emisión de vibraciones.
La limitación de la duración e intensidad de la exposición. Intercalar
períodos de descanso en zonas sin vibraciones, o rotar al personal para li-
mitar su permanencia en los lugares de mayor nivel de riesgo, son medidas
de carácter organizativo, directamente aplicables sobre el receptor.
Una ordenación adecuada del tiempo de trabajo. La jornada laboral
puede ser organizada de forma que el personal no esté permanentemente
ejecutando trabajos inductores de importantes niveles de vibraciones, o
permaneciendo en lugares en las que están expuestas a ellas.
La aplicación de las medidas ne-
cesarias para proteger del frío y de la
humedad a los trabajadores expuestos,
incluyendo el suministro de ropa ade-
cuada. Experimentalmente se conoce
que el frío y la humedad intensifican
algunos de los efectos perjudiciales
para la salud que son producidos por la
exposición a vibraciones. De ahí la im-
portancia de protegerse frente a tales
condiciones como limitación frente al
riesgo que aquí nos ocupa.
medidas para reducir la exposición a niveles inferiores a dicho valor límite. Así
Capítulo
mismo, determinará las causas por las que se ha superado el valor límite de
exposición y modificará, en consecuencia, las medidas de protección y pre-
vención, para evitar que se vuelva a sobrepasar.
Capítulo
los bancos deben ser sometidos a un reconocimiento al menos diario.
4
Con la frecuencia que la Dirección Faculta-
tiva lo determine, una persona competente
reconocerá la cabeza y pie del frente de la
explotación en que se están desarrollando
los trabajos para detectar las grietas que
puedan indicar el peligro de movimiento de
tierras. Estas zonas agrietadas deberán ser
debidamente señalizadas o cercadas.
Todo trabajador que haya advertido un peligro en cualquier parte de las la-
bores, que no pueda ser fácil y rápidamente subsanado por él mismo, deberá
ponerlo en conocimiento del responsable de los trabajos, quien tomará las
medidas que considere pertinentes para subsanarlo y, de considerarlo conve-
niente, ordenará la retirada del personal afectado.
4.2.1.- Control
Capítulo
de la atmósfera de trabajo
Control de gases
El aire que respiramos es un gas incoloro, inodoro e insípido y muy ligero (peso
específico de 1,298 g/l), que posee una composición más o menos constante,
y que posee un contenido de oxígeno muy cercano al 21%, un contenido en
nitrógeno ligeramente superior al 78 % y una mezcla de otros muchos ele-
mentos gaseosos como el azufre, el hidrógeno o compuestos gaseosos como
el dióxido de carbono o los tristemente conocidos CFCs hasta completar el
100%. Esta composición del aire no se mantiene en la misma proporción
cuando aquel entra en el interior de una explotación minera. El aire una vez
introducido en la mina sufrirá una serie de transformaciones que harán que
éste no conserve a lo largo de su recorrido ni la composición, ni la pureza
iniciales. Una simple toma de muestras nos puede mostrar que existen varia-
ciones sobre esa composición más o menos teórica que pueden ocasionar,
según las circunstancias, efectos de carácter nocivo o tóxico para la salud de
los trabajadores y para la integridad de los equipos e instalaciones.
El aire que se introduce en el interior de mina tiene de esta manera una triple
función: aporta el oxígeno necesario para la respiración del personal y como
comburente de los motores de combus-
tión interna de parte de la maquinaria;
diluye los gases nocivos que tienden a
acumularse en las diferentes labores e
infraestructuras; y actúa como modu-
lador de la temperatura, a través del
efecto refrigerante que se consigue con
su propia temperatura y la velocidad a
la que circula impulsado por los venti-
ladores.
Capítulo
caudal, que nos permita asegurar un aire con unos parámetros de temperatu-
ra y humedad lo más cercanos a los existentes en el exterior y en una cantidad
que a la vez nos permita diluir o arrastrar los gases no deseados hasta niveles
inofensivos.
4
Al ventilar las labores mineras se pueden incorporan al torrente de ventila-
ción, compuestos como el grisú o metano, CO2, CO, gases nitrosos (NOx), ácido
sulfúrico, exceso de vapor de agua, sólidos en suspensión (polvo de roca),
etc.
Estos gases, cuando alcanzan unos porcentajes determinados, pueden resul-
tar peligrosos y por ello es necesario conocer algunas de sus características,
permitiendo con ello luchar contra los efectos que podrían causar algún pro-
blema de carácter más o menos irreversible.
De entre todos ellos, resulta obligado tratar aquí los que más comúnmente se
presentarán en la mayoría de las minas subterráneas, aunque existen otros
que también podrían aparecer, asociados a tipos de yacimientos muy especí-
ficos (caso del H2S2 en algunas labores, en especial de carbón y otros)
a) El Dióxido de carbono (CO2)
En condiciones normales se encuentra en el aire en una proporción entre un
0,03 y un 0,04% (equivaldría a 3 ó 4 litros por cada 10.000 litros de aire). Su
origen en el interior de las minas se debe a varias causas, entre otras, las más
importantes son:
Procedente del aire del exterior.
Como resultado de la respiración
humana.
Como producto de combustión
de los motores de combustión interna
de la maquinaria (en minas donde su
uso está permitido)
Como resultado de la putrefacción de la madera (no en todas las mine-
rías, sino sólo en aquellas en las que la madera sea un material ampliamen-
te utilizado para la fortificación de labores, como es el caso del carbón)
Capítulo
métricos o con los detectores portátiles de gases.
b) El Monóxido de carbono (CO)
Es un gas incoloro, inodoro, e insípido, muy poco soluble en el agua y casi tan
ligero como el aire que respiramos (peso específico de 1,25 g/l), por eso se
4
mezcla muy fácilmente con él.
Es un gas tóxico y combustible, que al arder produce una llama azul que des-
prende CO2, y es además explosivo si alcanza concentraciones entre el 13 y el
75%.
Se forma cuando un cuerpo rico en carbono arde en presencia de poca can-
tidad de oxígeno, por lo que no se consigue que todo el material complete la
combustión y se convierta totalmente en CO2, quedando parte del mismo con
energía suficiente para poder continuar transformándose si se vuelven a dar
las condiciones de riqueza de oxígeno necesarias.
Su formación en la mina puede ser debida
a diferentes tipos de causas, pero las más
habituales serán la deficiente combustión
en los motores diésel de la maquinaria, y
también por fricciones o calentamientos
excesivos en algunas partes de las insta-
laciones, como por ejemplo en las cintas
transportadoras. De forma más extrema
podrían tener su origen en la generación
de un incendio.
Este gas, en estado puro, aparece muy raramente en las labores mineras; en
la mayoría de los casos va acompañado por carburos característicos con olor a
petróleo o a ajo. Estas apreciaciones, aunque poco fiables, son muy útiles para
poder estar precavidos ante su posible presencia, pero cuando aparece sin
esos otros carburos es mucho más terrible, pues no se puede reconocer con
los sentidos. Sólo se detectará con el detector de tubos colorimétricos o con
algún otro aparato portátil de medida continua, que como describiremos más
adelante, son aparatos muy precisos y que hacen lecturas del aire ambiente.
sufre sus efectos se encuentra en el mismo estado que si hubiese tenido una
Capítulo
% CO EFECTOS EN EL ORGANISMO
Capítulo
Estos gases pueden proceder de diferentes fuentes en minería subterránea,
siendo su origen habitual, en el caso de las minas sin restricciones por pre-
sencia de otros gases inflamables, e debido a los productos de combustión
de los motores de la maquinaria de mina. Otro origen frecuente se localiza
4
como parte de los gases de voladura, cuando los métodos de avance de infra-
estructura o de explotación recurren al empleo permanente de la perforación
y voladura.
Se trata principalmente de mezclas de óxido nitroso (NO) y de óxido nítri-
co (NO2). El primero es un gas incoloro que se combina directamente con el
oxígeno transformándose en el segundo, siendo este último de color pardo
rojizo. Se caracterizan por un olor ácido muy peculiar (olor acre), y a la vez
muy peligroso para los órganos respiratorios. A ambos se les conoce bajo la
denominación conjunta de NOx. Dado que estos gases son fácilmente solubles
en agua, además de una buena ventilación, una buena medida de control la
representa el rociado de los escombros a fin de diluirlos entre el agua del riego
para evitar que reaccionen con la contenida en los pulmones formando ácido
nítrico que produciría quemaduras interiores con grandes dolores, vómitos de
sangre e incluso la muerte.
En el siguiente cuadro pueden observarse los efectos peligrosos para el orga-
nismo con relación a su concentración en el aire respirable:
d) El Oxígeno (O2)
Se encuentra en el aire en un porcentaje cercano al 21%. Todo lo que descien-
da de esta cifra empieza a ser molesto para el hombre y por debajo del 19%
se hace obligatorio el abandono de labores.
En el fenómeno de la respiración, inspiramos aire con un contenido en oxí-
geno cercano al 21%. Ese aire realiza la función de oxigenar las diferentes
células del organismo, y una vez realizado esto se expulsa con un contenido
en oxígeno aproximado del 17% y sólo un 4% de CO2. Eso nos indica que una
atmósfera pobre en oxígeno, por debajo del 17%, sería irrespirable ya que el
organismo no sería capaz de realizar la función oxigenadora de las células.
Es un gas incoloro, inodoro e insípido. Sin él no es posible la combustión. Por
debajo del 16% apaga la llama de la lámpara de gasolina.
En el siguiente cuadro pueden observarse los efectos peligrosos para el orga-
nismo con relación a su concentración en el aire respirable:
% O2 EFECTOS EN EL ORGANISMO
e) El metano y el grisú
Capítulo
El metano es un gas compuesto de un átomo de carbono y cuatro átomos
de hidrógeno (CH4). Es raro que aparezca de forma pura en minería, presen-
tándose bajo la condición del llamado gas grisú. El grisú, es una mezcla de
aire y metano. Es incoloro, insípido e inodoro, aunque algunos mineros ave-
4
zados creen distinguir su olor, debido a los componentes aromáticos que lo
acompañan. Huele a “manzanas maduras”. Es asfixiante, pero no tóxico. Es
combustible y arde con una llama azulada, pero según sea su concentración
en el aire, puede llegar a explotar.
Es poco soluble en agua, conociéndose
también como “gas de los pantanos” por
ser característico de estos lugares, debido
a la putrefacción de materias vegetales.
Es muy frecuente en los yacimientos de
origen orgánico como los de hulla, potasa,
etc. pudiendo aparecer en cualquier te-
rreno donde se hayan carbonizado restos
orgánicos o también en basureros, donde
actualmente se realizan procesos de concentración y utilización como com-
bustible para vehículos preparados o para generación de energía eléctrica.
Contrariamente a lo que se cree, el grisú no es venenoso. Produce asfixia por
desplazamiento del oxígeno (asfixiante simple), es decir, mientras haya oxíge-
no suficiente no se producirá la muerte por asfixia.
Es mucho más ligero que el aire (peso específico 0,716 g/l), razón por la cual
se acumulará siempre en las partes altas de las galerías. Se mezcla muy bien
con el aire, pero es muy difícil separarlo de él.
Estos gases son responsables de uno de los accidentes en minería de interior
más peligrosos: el desprendimiento (instantáneo) de grisú. Un desprendimiento
de grisú puede deberse a múltiples factores. Los más significativos son la anti-
güedad y profundidad del yacimiento y los trastornos geológicos presentes.
Estos desprendimientos, en ocasiones, se anuncian con murmullos, roturas o
proyecciones, con soplos de gas cuya expansión tiene un efecto refrigerante,
con un desmoronamiento del frente y en ciertos casos con hinchamiento e
incluso avance del mismo frente debido a ese esponjamiento.
Control y vigilancia sobre el lugar de trabajo y su entorno 279
Formación preventiva para el desempeño del puesto
explosivos de seguridad.
Capítulo
Capítulo
polvo en suspensión
4
consecuencia de la existencia de una atmósfera artificial que hay que mante-
ner. Debido a ello tocaremos en este apartado algunos aspectos no tratados
en el caso de actividades extractivas de exterior, o dándoles una significación
mayor que la que allí tenían.
El polvo en suspensión presente en la
práctica totalidad de las labores e instala-
ciones de cualquier industria minera, co-
rresponde a partículas sólidas, de tamaño
variable, pero en general muy pequeño. Se
introducen en el aire de la atmosfera de la
mina al ser liberadas en procesos como la
perforación, el rozado, la carga, etc.
Dependiendo del tipo de material que se explote en cada mina, el riesgo pue-
de producirse únicamente en la salud de los trabajadores al ser inhalado, o
puede presentar riesgos asociados como combustiones o explosiones (caso
de las explotaciones de carbón).
Es deber de empresario y compromiso del trabajador, poner en funciona-
miento y mantener y respetar todas las medidas preventivas o correctivas
que permitan disminuir o eliminar los contenidos de polvo de los diferentes
trabajos.
La ITC 04.8.01 es la encargada de regular, en las actividades extractivas de
interior, las condiciones de control y lucha contra el polvo.
a) Control del polvo. Inhalación de polvo y patologías asociadas
Conviene exponer inicialmente un par de conceptos que nos van a ayudar a
entender los procesos peligrosos que se generan por estar en contacto con un
ambiente pulvígeno.
Capítulo
Se hace una clasificación de las labores mineras (“grado de peligrosidad”) en
función del porcentaje en peso de polvo respirable y el porcentaje de sílice
libre. Se utilizan unos captadores específicos para la toma de muestras en las
diferentes labores durante toda la jornada de trabajo, y con los resultados
4
obtenidos se encuadra en clase I, II o III y tipo A, B o C, tal como se indica en
el siguiente cuadro:
Una vez clasificada la labor minera, se toman una serie de medidas que van
desde la exigencia de utilización de agua para inyección o pulverización, con el
fin de eliminar o diluir el polvo, y así disminuir lo más posible la cantidad del
mismo que pueda llegar a los pulmones; hasta la limitación de la presencia de
los trabajadores expuestos en esas labores mientras se mantengan las condi-
ciones de peligrosidad en cuanto al riesgo de inhalación de polvo.
Así, una labor de Clase I se va a denominar como labor sin riesgo en cuanto
a la presencia de polvo. Una labor de Clase II exigirá la toma de una serie
de medidas de prevención y la limitación de la presencia de los trabajadores
expuestos a un total de 180 jornadas de trabajo al año, debiendo el resto del
año de desarrollar sus trabajos en labores de Clase I. Una labor clasificada
como de Clase III, exigirá también la adopción de unas medidas de prevención
más estrictas y los trabajadores nunca deberán estar expuestos más de 150
jornadas de trabajo al año, debiendo trabajar el resto del año en labores de
Clase I.
Capítulo
Son de uso indispensable para dificultar que la silicosis se desarrolle. Tan in-
dispensable como el propio uso es su elección adecuada.
El equipo de protección individual más extendido y más aconsejable es la
mascarilla antipolvo. Debe elegirse y exigirse fabricada bajo las normas téc-
4
nicas adecuadas, que protejan contra partículas sólidas y aerosoles de base,
con un buen factor nominal de protección y con la mayor superficie filtrante
posible.
Por sus características está prohibido, como método único, en las minas con
riesgo de grisú. En dichas explotaciones está reglamentado un sistema de ven-
Capítulo
tilación principal que garantice las cifras de contenido en gases dentro de los
límites establecidos.
Para evitar variaciones e inversiones, la ventilación ha de ser siempre mecá-
nica.
La ventilación mecánica puede obtenerse por depresión o por sobrepresión.
Son dos métodos físicamente opuestos. Es independiente de la climatología y
tiene notables ventajas:
Se puede adaptar a las características específi-
cas de cada tipo de explotación o labor.
En caso de incendio o existencia de gases noci-
vos, las zonas anteriores a los focos contaminados,
estarán siempre libres de peligros.
Se puede regular temporalmente si las exigen-
cias reglamentarias así lo indican.
Pueden mantenerse condiciones atmosféricas
constantes, evitando inversiones y estancamientos
ocasionales peligrosos.
No obstante, es preciso realizar controles periódicos o continuos en diferentes
lugares de la mina que garanticen una correcta ventilación.
En lo que sigue nos referiremos exclusivamente a la ventilación mecánica.
La ventilación de una mina se obtiene creando una corriente de aire perma-
nente a través de dos circuitos de ventilación: primario y secundario.
El circuito de ventilación primaria es aquél que recorre los lugares de trabajo
de la mina que tienen una entrada y una salida. El aire penetra por la planta
inferior y allí se reparte entre los diferentes recortes, desde donde parten las
corrientes de aire que ventilarán las explotaciones.
Capítulo
rriente de retorno de ventilación.
Han de evitarse acumulaciones de cualquier tipo de productos en los circuitos
de ventilación.
Para poder guiar estas corrientes de aire y evitar los cortocircuitos, se emplean
4
las puertas de ventilación. Estas puertas deben ser estancas, empujadas por la
corriente de aire a fin de que no se abran solas y provistas de un sistema para
que se cierren de manera autónoma. Las puertas estarán señalizadas, que-
dando prohibida la circulación simultánea de trenes y personal por la misma
puerta, a no ser que dispongan de pasos distintos. Es además obligado que
toda persona que abra una puerta se asegure que quede cerrada; bajo ningún
pretexto se las dejará fijadas en posición abierta excepto durante el paso de
trenes o vehículos (en especial de gran tamaño)
Las puertas de ventilación pueden ser de dos tipos:
Obturadoras, que impiden el paso del aire. Se instalan dobles y se abre
una cuando la otra se cierra.
Reguladoras, que permiten el paso de cierta cantidad de aire.
La ventilación secundaria tiene por fin enviar
aire a los lugares donde la ventilación prima-
ria no llega: explotaciones y galerías en fondo
de saco, coronas, ángulos superiores de los
tajos, etc.
Se realiza por medio de turbinas (eléctricas o
neumáticas) y también puede ser conseguida
por medio de difusores.
Al tratar de ventilar un lugar de trabajo con un difusor se ha de tener en cuen-
ta que la cola de la tubería del mismo ha de estar colocada en el circuito de
ventilación primaria y la salida de aire muy próxima al lugar a ventilar.
Se utilizará ventilación secundaria a partir de 6 metros en las labores horizon-
tales y de 4 metros en las labores ascendentes.
4.2.3.- Control
Capítulo
del ruido
4
su validez en este caso (salvo las alusiones
propias al tipo de trabajos o instalaciones
específicas propias de cada tipo de minería).
Sí cabe reseñar no obstante con respecto a
este problema, que en el caso de las minas
subterráneas existe una mayor dificultad
para la evacuación del ruido por el confina-
miento de los lugares de trabajo, que es por
la misma razón responsable de una amplificación de sus efectos en muchos de
los casos, en particular en las zonas de fondo de saco. Esto sin duda represen-
ta un problema de gran importancia, al aumentar el nivel general de riesgo
asociado a este tipo de contaminante físico del medio ambiente de trabajo
entre el personal expuesto al mismo.
Capítulo
En los trabajos subterráneos con elevadas temperaturas se tomarán éstas
diariamente, en los sitios en los que la temperatura equivalente exceda de los
30 0C, anotándolas en un registro. Además se medirá la temperatura del aire
a la entrada y salida general.
4
En casos especiales podrá trabajarse
a temperatura equivalente superior a
33 0C, previa autorización especial de la
autoridad minera y en las condiciones fi-
jadas por ella. También podrá trabajarse
a temperaturas equivalentes superiores
a 33 0C en casos urgentes, lo que se
realizará con las debidas precauciones
y bajo el control constante del personal
técnico.
Por su parte, el RD 1389/1997, abunda en la mayoría de estas exigencias con
relación a la ventilación en las industrias extractivas subterráneas, las cuales
vamos a reproducir a continuación:
“1º Todas las labores subterráneas de acceso autorizado deberán estar venti-
ladas de forma adecuada.
Deberá preverse una ventilación permanente para mantener con un margen
suficiente de seguridad: una atmósfera sana; una atmósfera en la que estén
controlados los riesgos de explotación y de polvos respirables; un atmósfera
en la que las condiciones de trabajo sean las adecuadas durante el tiempo
de trabajo, teniendo en cuenta los métodos aplicados y las condiciones a que
están sometidos los trabajadores.
2º Cuando la ventilación natural no permita satisfacer las condiciones esta-
blecidas en el apartado 7.1º, la ventilación principal deberá estar asegurada
mediante uno o varios ventiladores mecánicos.
Se deberán tomar medidas para asegurar la estabilidad y continuidad de la
ventilación.
Uno de los principales riesgos que puede suponer para la salud de las perso-
nas durante el trabajo las condiciones de elevada temperatura, es el cuadro
Capítulo
de síntomas y efectos conocidos como estrés térmico (en este caso por calor,
por lo que también se conoce como golpe de calor)
Las actuaciones para evitar esta clase de fenómenos entre el personal pueden
ser en gran medida de tipo organizativo, más que estrictamente técnicas, como
puede ser el establecimiento de algún procedimiento de trabajo o instrucción
que sirva para su control.
4.2.6.- Saneo
Cuando se abre un hueco en la mina, los
empujes naturales del terreno tienden a
cerrarlo para restituir el equilibrio, provo-
cando que las presiones actúen en todos
los sentidos por lo que cualquier sección
que no sea circular, al sufrir presiones
diferentes, tiene la propiedad potencial
de general “lisos” o “costeros” (trozos
de techo inestables, con capacidad de
desprenderse del mismo y aplastar en su
caída)
Debido a ello deberán vigilarse especialmente las esquinas vivas, los techos
planos o casi planos, las vueltas de anticlinales y los resaltes que puedan que-
dar entre una pega y la siguiente cuando se avance con explosivos.
En el caso de explotaciones por sistemas de cámaras y pilares, sin fortificación
o entibación metálica, las zonas próximas a las cámaras explotadas son poten-
cialmente peligrosas, puesto que los macizos de protección y sostenimiento
que se dejan en los avances son los que tienen que soportar todas las presio-
nes, y a su vez las transmiten al terreno colindante.
Capítulo
yacimiento, clase de hueco, etc.: mecanizado (con máquinas saneadoras), con
perforación y voladura, manualmente con varillas o barras de saneo, manual
con martillo picador o manual desde una cesta (plataforma elevadora)
Como es evidente, no es tarea del geólogo realizar esta clase de tareas, pero
4
sí debe saber identificar las situaciones de inestabilidad que precisen de ope-
raciones de saneo, informando oportunamente para que sean llevadas a cabo
por parte de quien corresponda.
A continuación se enumeran una serie de normas generales de saneo que
interesa conocer aunque no se sea responsable de la realización de tales tra-
bajos, en especial por si se han de encomendar a personal subordinado:
En el caso de empleo de
máquina saneadora, éstas de-
berán manejarse de acuerdo a
lo previsto en sus normas espe-
cíficas de utilización y revisión
recogidas en la correspondiente
DIS.
Las operaciones de saneo deberán estar dirigidas y supervisadas por
un vigilante o personal cualificado. Con antelación al comienzo de cualquier
operación de saneo, es imprescindible inspeccionar la zona a sanear para
que ningún otro liso que no hubiera sido advertido pueda desprenderse
durante las labores de saneo, ocasionando un accidente. Esta operación es
especialmente importante y será realizada bajo las máximas precauciones
en las zonas que puedan ser más inestables.
No se sanearán lisos en contacto con líneas eléctricas sin antes avisar
al personal eléctrico para que las aparten, o corten corriente y retiren los
cables cuando fuera necesario. Esta operación deberá ser previamente ad
vertida al mando inmediato.
Cuando el saneo deba afectar a los hastiales, y sobre éstos se en
cuentren colocadas líneas eléctricas, éstas tendrán que ser también re-
tiradas o apartadas definitiva o temporalmente con la ayuda de pértigas
aislantes que eviten el contacto con los cables.
4.2.7.- Control
Capítulo
del personal en interior de mina
4
ponsabilidad durante su relevo y controlar
su situación y su actuación en relación con la
seguridad durante el trabajo, dando las ór-
denes e instrucciones que estime adecuadas.
Deberá ocuparse preferentemente de aque-
llos obreros que por su corta experiencia o
por la peligrosidad de su trabajo están más
expuestos al riesgo” (Punto 6.4).
Complementariamente a lo indicado en el RGNBSM, el RD 1389/1997, de 5
de septiembre, por el que se aprueban las disposiciones mínimas destinadas a
proteger la seguridad y la salud de los trabajadores en las actividades mineras,
establece algunas otras prescripciones aplicables en esta materia concreta.
De este modo en el Anexo A, sobre disposiciones mínimas comunes aplica-
bles a las industrias extractivas a cielo abierto o subterráneas, así como a las
dependencias de superficie, se refiere en el punto 1, Vigilancia y organización,
apartado 3º, Vigilancia, lo siguiente:
“Deberá disponerse de una vigilancia con el fin de asegurar la protección de la
seguridad y de la salud de los trabajadores durante todas las operaciones que
se realicen; dicha vigilancia deberá ser ejercida por personas con aptitudes y
competencias necesarias para esa función con arreglo a la legislación vigente,
que hayan sido designadas por el empresario y actúen en su nombre.
Cuando el documento de seguridad y salud lo exija, un vigilante deberá visitar
los puestos de trabajo ocupados, al menos una vez en el transcurso de cada
turno de trabajo.”
4.3.- Control
Capítulo
y vigilancia en los espacios
naturales
En los espacios naturales, como pueden ser bosques, praderas, montes, etc.,
es conveniente prestar atención al polvo en suspensión, el ruido y las vibra-
4
ciones que se generen durante la perforación. Como estos puntos ya han sido
abordados en el apartado 4.1 dedicado a las explotaciones a cielo abierto, y
con el fin de no repetir de nuevo lo allí expuesto, se remite al lector al punto
mencionado.
En las pistas y accesos provistos de
arcén para la circulación del personal,
éste circulará obligatoriamente por él.
Los equipos que realicen trabajos en las
pistas deberán señalizar suficientemen
te su presencia.
Todo personal que realice trabajos nocturnos en las proximidades de zonas
de tránsito de maquinaria, deberá estar provisto de prendas reflectantes ade-
cuadas.
Capítulo
5
CAPÍTULO 5. INTERFERENCIAS CON
OTRAS ACTIVIDADES
Capítulo
rá adaptarse a las condiciones de tráfico y el estado de la vía.
Ningún vehículo ha de ponerse en movimiento hasta que todos sus
ocupantes se sitúen correctamente en el mismo. Está prohibido bajar o
subir a un vehículo en movimiento.
5
Es muy importante conocer y respetar
las preferencias en los cruces (establecidas
en la DIS).
Los cruces con otros vehículos, espe-
cialmente en pistas estrechas, deberán de
realizarse con la máxima precaución.
Debe recordarse que los equipos car-
gados tienen preferencia de paso y circula-
ción sobre los vacíos.
En caso de cruzarse con un peatón, en explotaciones subterráneas,
que no se encuentre situado en un nicho refugio, el conductor debe de-
tener la máquina y esperar hasta que el peatón sobrepase el vehículo y se
encuentre fuera del radio de acción de la máquina.
En caso de curvas cerradas la circulación deberá producirse con pre-
caución.
La velocidad debe reducirse cuando se circula con carga en la cuchara,
en el caso de las palas cargadoras.
Los cruces por zonas con cordones de tierra o con roderas deben ser
hechos en diagonal.
En caso de pistas en malas condiciones se deberán aumentar las
precauciones en la conducción de la máquina, así como evitar maniobras
bruscas.
Es necesario controlar la distancia al borde superior del talud, de for-
ma que no sea inferior a 5 metros.
Se evitará circular excesivamente próximos al frente en caso de riesgo
de desprendimiento de rocas.
yan la vía, o materiales caídos sobre ésta, se maniobrará con la mayor pre-
caución, en especial si ello obligase a una aproximación peligrosa al borde
del talud.
Es de la máxima importancia mantener las distancias a las líneas eléc-
tricas aéreas. En caso de necesidad de cruzar bajo las mismas se hará por
los lugares previstos y señalizados a tal efecto.
La conducción debe realizarse adecuada al régimen de funcionamien-
to de la máquina, evitando sobresforzarla.
La circulación siempre debe producirse con el mástil plegado y en po-
sición horizontal.
Antes de proceder a un cambio de sentido, la máquina debe estar pa-
rada y el motor al ralentí, debiendo siempre señalizarse la operación.
En la circulación por pendiente siempre se intentará hacerlo hacia arri-
ba o hacia abajo, pero no en diagonal.
Antes de dar comienzo a la subida o bajada de una pendiente, se se-
leccionará la velocidad adecuada para lograr el mayor control del equipo, y
se comprobará el correcto funcionamiento de los frenos.
Nunca deben bajarse pendientes en
punto muerto.
Los vehículos todo terreno al circu-
lar por pendientes acusadas, tanto en
exterior, como en rampas y galerías en
interior, lo harán con las cuatro traccio-
nes y la caja reductora accionadas.
Capítulo
caso:
~~Cuando esté lloviendo o la pista esté embarrada, o si pudieran exis-
tir placas de hielo debido a las bajas temperaturas, se debe conducir sin
brusquedades, evitando también los acelerones y frenadas. En cualquier
5
caso se tendrá que reducir la velocidad. Esto se deberá cumplir análoga-
mente en el caso de planos inclinados y galerías de interior, en el caso
de que las condiciones que afecten a la estabilidad se vean afectadas de
forma similar (aunque las causas sean otras, como filtraciones, derra-
mes, lixiviados que circulan fuera de las cunetas, etc.)
~~En ciertas maniobras se deberá hacer uso del claxon para advertir
de la presencia y los movimientos. En los de giro se emplearán las luces
indicadoras específicas. En las maniobras marcha atrás se tendrá espe-
cial precaución para advertir la presencia de otras máquinas, objetos
o personal en la trayectoria, sin confiarse en exclusiva a la señalización
luminosa y acústica existente a tal efecto. Para realizar esta maniobra no
sacar la cabeza por la ventanilla, especialmente en explotaciones subte-
rráneas, para evitar golpes, aprisionamientos, etc. Detener el vehículo
de inmediato en caso de oír avisos indicadores o se percibe la presencia
de otro vehículo o persona en las proximidades.
~~No se debe usar la emisora de la cabina o emplear el teléfono móvil
con el equipo en movimiento, a menos que se disponga de un dispositi-
vo de manos libres.
Estacionamiento:
~~No estacionar ningún vehículo ni máquina en galerías o vías princi-
pales por las que normalmente circulen otros vehículos.
5
nado.
~~Evitar el estacionamiento en las pendientes. En caso de hacerlo de-
jar colocada la velocidad contraria al sentido de la pendiente.
El repostaje de las máquinas se realizará por norma general fuera de la
explotación, sobre todo en explotaciones subterráneas, para evitar derra-
mes de combustibles, en prevención de incendios, generación de volátiles
tóxicos e inflamables, etc.
Está prohibida la entrada a todo vehículo o persona ajenos a la explo-
tación, a menos que se encuentren expresamente autorizados y hayan sido
informados de las normas y conductas a seguir.
lo que éstos deben poseer una formación bastante polivalente para asumir
Capítulo
esas funciones (esto ocurre con cierta frecuencia en el caso de actividades ex-
tractivas a cielo abierto, pero es más infrecuente en el caso de las de interior,
por el mayor grado de especialización del personal)
Su presencia cotidiana en las explotaciones puede ser origen de ciertos ries-
5
gos derivados de las interferencias que puede provocar entre sí, así como
con el resto personal que circula a pie. Esos riesgos corresponden al choque
entre vehículos, atropellos, vuelcos de la maquinaria, choques contra objetos
y otros, ya abordados adecuadamente en el capítulo 2.
Para evitarlos será primordial que los opera-
dores de los diferentes equipos apliquen en
cada caso los procedimientos de trabajo que
correspondan a las tareas que están ejecu-
tando, además de conocer perfectamente
las evaluaciones de riesgos de sus puestos.
También podrá existir una Disposición Inter-
na de Seguridad elaborada por la Dirección
Facultativa para la regulación del tráfico y la
circulación en el ámbito de la explotación, cuando así se haya demostrado
necesaria en función de la densidad de movimiento en las instalaciones.
Esto puede ser particularmente interesante y necesario para el control de
los accesos y circulación por ciertas zonas de la explotación de transportistas
ajenos a la empresa que acceden al centro de trabajo a efectuar la carga de
material para su posterior traslado por carretera hasta otros centros consu-
midores (caso de explotaciones a cielo abierto). Este personal deberá conocer
y cumplir con las prescripciones establecidas por la empresa titular de las
instalaciones mientras permanezca dentro de sus límites, y será obligación de
la misma que ello sea así. Hay que recordar que el tránsito de estos vehículos
de transporte dentro de las explotaciones o las plantas de tratamiento puede
interferir en el trabajo del personal que desarrolla su labor habitual en tales
lugares, y en particular puede afectar a su seguridad generando riesgos aná-
logos a los enumerados anteriormente para el caso de los equipos móviles
propios del centro.
Capítulo
los equipos deben circular con los
accesorios situados de forma que no
oculten la visibilidad al conductor,
bien sea lo más cercanos al suelo,
tanto si van cargados como vacíos
5
(palas, retroexcavadoras, bulldozer),
o plegados (máquinas de sondeos,
máquinas de perforación de barre-
nos).
Todo vehículo circulará sin sobrepasar la velocidad máxima permitida
para su manejo (atendiendo a que lo haga cargado o vacío), y en todo caso
por debajo del límite establecido por la DIS de tráfico y circulación en caso
de estar en vigor.
En ningún caso se transportarán personas en los equipos de manipu-
lación de cargas.
Nunca debe abandonarse un vehículo con el motor en marcha, fián-
dose de su inmovilización con el freno de estacionamiento. Cuando se ha
de estacionar durante un tiempo, además del freno de estacionamiento, se
apagará el motor, quitando la llave de contacto o desconectando batería.
En los trabajos que así lo requieran, por la elevada presencia de equipos
móviles, personal a pie, etc., podrá ser necesario contar con una persona
encargada de realizar la coordinación del tráfico.
Puede preverse la disposición de lugares específicos para el tránsito de
personal a pie, o para el cruce de unas áreas a otras (incluso por medio de
pasos elevados), cuando el tráfico de equipos móviles pueda ser especial-
mente intenso.
Resulta de la mayor importancia la regulación del control de accesos
a las instalaciones de la explotación por personal ajeno a la misma (visitas,
personal de mantenimiento externo, inspecciones) el cual puede que-
dar expuesto a los riesgos propios de los trabajos que se desarrollan en
la misma, si circulan por zonas en las que su presencia no está prevista.
Capítulo
sin la orden concreta del responsable de la
operación, que deberá haber comprobado
previamente la no presencia de personal
sujeto a riesgo.
5
No se permitirá el trabajo del personal al
pie de los bancos y bloques o subido a los
mismos, si éstos no están debidamente
inspeccionados y comprobada la ausencia
de fisuras que pudieran producir su rotura. En caso necesario, se limpiarán
con riego y barrido las superficies para detectar mejor las posibles fisuras.
Quedan prohibidos el trabajo o la permanencia del personal ajeno a la opera-
ción en la proximidad de las palas cargadoras cuando trabajen en la extracción
de bloques.
Los equipos de corte estarán certificados y cumplimentarán las exigencias de
las ITC 12.0.01 y 12.0.02. Es obligación del usuario respetar las condiciones de
montaje, utilización y mantenimiento definidas en el certificado.
A la hora de realizar las voladuras es importante contar con una buena organi-
zación y coordinación con el resto de los trabajos realizados en las explotacio-
nes, ya que pueden tener unas consecuencias muy graves.
Hay que recordar que la persona o personas encargadas de manejar los ex-
plosivos tienen que haber superado el examen de aptitud ante la Autoridad
Minera y estar en posesión de la correspondiente Autorización Administrativa
(Cartilla de Artillero).
Capítulo
ros. Ha de haber un control seguro de todas las variables que van a intervenir
en el desarrollo del disparo (horarios, tipo de explosivos a emplear, control de
accesos, línea de tiro, materiales accesorios como arcilla o tacos inhibidores,
etc.).
5
Mientras se realiza la carga de la voladura
El personal designado para la realización de la carga de la voladura
seguirá estas medidas, así como las de la normativa vigente en materia de
uso y manejo de explosivos, incluyendo DIS aprobadas en cada respectiva
explotación minera.
Sólo estarán capacitadas para el manejo y empleo de materiales de
voladuras las personas especialmente designadas por el empresario.
Quien realice la operación de vola-
dura debe utilizar un calzado adecuado
antiestático y no usar botas de goma
normales.
El horario de disparo debe ser co-
nocido por todos los participantes en
la operación y también por el resto de
personas que se encuentren en un radio
determinado y que les pueda afectar. Así
mismo, se accionará una alarma sonora
antes de llevar a cabo la voladura.
Se desarrollará igualmente un mecanismo de actuación para el caso
de que en el transcurso de la perforación de un barreno se produjeran in-
cidencias que pudieran comprometer la seguridad de la voladura, ya que
en este caso es al Director Facultativo a quien le corresponderá tomar las
medidas necesarias para evitar daños.
El barrenista/perforista y el artillero deberán estar bien coordinados, y
conocer que no pueden trasladarse los detonadores y los explosivos hasta
el lugar de la voladura hasta haber parado todas las máquinas y cortado
todas las fuentes de energía.
Capítulo
personal necesario y durante la voladura ha de desalojarse la zona. En el
caso de las explotaciones subterráneas habrá que dirigirse al refugio esta-
blecido y permanecer en el mismo durante la voladura.
Durante la realización de la carga y la voladura no fumar ni utilizar el
5
teléfono móvil.
Todo el personal presente en el lugar donde se realicen las labores de vola-
dura, debe ser conocedor de este procedimiento para evitar operaciones que
puedan poner en peligro la seguridad y salud de cualquier participante en la
misma.
El equipo de sondeo ha de estar formado como mínimo por dos perso-
Capítulo
nas y la empresa ha de nombrar a uno de los sondistas como responsable
de la aplicación de las normas de seguridad.
Ha de señalizarse la zona de trabajo y prohibir el acceso a toda persona
ajena al mismo.
5
El uso de la máquina de sondeos y de los elementos del equipo se
realizará siempre según las disposiciones reglamentarias y las indicaciones
del fabricante.
Todo el personal ha de ser instruido en las normas de seguridad esta-
blecidas.
En cada máquina ha de disponerse de un libro con todas las disposicio-
nes de seguridad establecidas y un botiquín de primeros auxilios.
Las personas que manejen la máquina de
sondeos han de llevar ropa de trabajo ajustada,
sin jirones, bolsillos rotos, etc. se recomiendan
camisas de manga larga o puños ajustados.
Los EPIs homologados exigibles en estos
trabajos son: casco, botas de seguridad, protec-
ción auditiva, guantes, gafas o pantalla facial en
ciertos casos.
El emplazamiento adecuado de la máquina
de sondeos también es muy importante para
evitar riesgo de vuelco de la máquina. Si fuera
necesario realizar una plataforma lo más plana
posible para instalar la máquina.
El área restringida para desarrollar bien el trabajo y evitar incendios
tendrá un radio de al menos 10 m o la altura del mástil, la que sea mayor.
Alrededor de la máquina de sondeos se realizaran pequeñas canali-
zaciones para encauzar tanto el agua utilizada en la perforación como el
agua de lluvia. Tanto estas canalizaciones como las balsas de los fluidos de
perforación excavadas han de estar señalizadas y cercadas.
En las máquinas de sondeos de gran diámetro en los que se utiliza una
Capítulo
Capítulo
rección, hidráulico, neumático y eléctrico.
El cable para cualquier sonda ha de revisarse cada 50 horas de trabajo
y sustituirse cuando su paso haya aumentado un 50 % respecto al nominal,
o un 20 % de hilos se encuentren rotos.
5
b) Medidas de seguridad durante el arranque del equipo
Para realizar esta operación lo
mejor es que en la zona solamente
se encuentre el personal necesa-
rio, y que la operación la realice el
personal autorizado desde el lugar
adecuado.
Revisar que todos los mandos
de control de la máquina de son-
deos se encuentren en la posición
correcta.
Revisar posibles señales de advertencia en la sonda.
Nunca abandonar la sonda si ésta se encuentra en funcionamiento.
c) Medidas de seguridad durante la realización de la perforación
Todos los motores han de poseer sistemas de fácil acceso que permi-
tan la parada en caso de emergencia.
Bombas y compresores han de poseer una placa, que se encuentre en
un lugar visible, donde se indique las presiones máximas y el diámetro de
las tuberías correspondientes.
Estos elementos han de ir equipados con válvulas de seguridad que
tienen que ser calibradas, controladas y limpiadas frecuentemente.
Las tuberías de presión han de poder soportar el doble de la presión
máxima a la que se les va a someter durante el trabajo.
Capítulo
cuentren sobre una superficie inclinada o material suelto, ya que la
vibración puede poner la máquina en movimiento.
Siempre que se utilicen torres o mástiles se dispondrá de un cable
de escape que vaya desde la plataforma de trabajo de los operadores has-
5
ta la superficie.
Nunca han de interponer las extremidades entre los elementos de
la sonda en movimiento y los cables accionados.
Los tubos sacatestigos extraídos
durante la perforación han de deposi-
tarse sobre un lugar o plataforma próxi-
ma al sondeo y limpio.
Durante las maniobras de eleva-
ción los operarios y todo el personal
que se encuentre en la zona de trabajo,
ha de mantenerse alejado de la vertical
del cable y el gancho de elevación.
Las anclas y los cables de sujeción han de ser adecuados para cada
sonda y han de señalizarse con carteles, boyas y balizas apropiadas.
d) Medidas de seguridad al finalizar la jornada
Al final de la jornada de trabajo la boca del sondeo ha de quedar ce-
rrada.
En las sondas a percusión el trépano se dejará situado de forma esta-
ble.
El cuadro de mandos ha de quedar protegido para que no pueda ser
accionado accidentalmente por personal no autorizado.
Capítulo
6
CAPÍTULO 6. NORMATIVA Y
LEGISLACIÓN
6.1.- INTRODUCCIÓN
La protección de la seguridad y la salud de los trabajos en el ámbito de la mi-
nería se ha venido regulando, básicamente, por el RD 863/1985, de 2 de abril,
por el que se aprueba el Reglamento General de Normas Básicas de Seguridad
Minera, así como por el Reglamento de Policía Minera y Metalúrgica, de 23 de
agosto de 1934.
Hasta la entrada en vigor de la Ley 31/1995, de 8 de no-
viembre, de Prevención de Riesgos Laborales, (LPRL), la
normativa básica en materia de seguridad y salud labo-
ral en la minería se encontraba en el citado Reglamento
y su aplicación no presentaba mayores dificultades. Es
a partir de la entrada en vigor de la LPRL, cuando se
producen algunos problemas.
De la citada Ley de Prevención de Riesgos Laborales hay
que destacar dos aspectos importantes en relación con
la aplicación de la misma a la minería:
1.- Establece la LPRL que las funciones de asesoramiento, vigilancia y con-
trol del cumplimiento de la normativa de seguridad y salud laboral, que
la Ley 31/1995, encomienda a la Autoridad Laboral, “continuarán siendo
ACTIVIDAD COMPETENCIA
Trabajos en minas, canteras y túneles que exijan la
Autoridad Minera (CC.AA.)
aplicación de técnica minera (Criterio de la ITSS)
Fabricación, transporte, almacenamiento, manipula-
Administración Central
ción y utilización de explosivos
Capítulo
ción con aguas minerales, termales y recursos geotérmicos.”
En cuanto a la vigencia del presente Reglamento debe-
mos tener en cuenta lo establecido en la Disposición
derogatoria única de la LPRL que establece que ésta “no
6
afecta a la vigencia de las disposiciones especiales sobre
prevención de riesgos profesionales en las explotaciones
mineras, contenidas en el capítulo IV del Real Decreto
3255/1983, de 21 de diciembre, por el que se aprueba el
Estatuto del Minero, y en sus normas de desarrollo, así
como las del Real Decreto 2857/1978, de 25 de agosto,
por el que se aprueba el Reglamento General para el Ré-
gimen de la Minería, y el Real Decreto 863/1985, de 2 de abril, por el que se
aprueba el Reglamento General de Normas Básicas de Seguridad Minera, y
sus disposiciones complementarias.”
En cuanto a la aplicación en la minería de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre,
de Prevención de Riesgos Laborales, se ha de tener en cuenta que aunque
la Disposición derogatoria única de la Ley 31/1995 de PRL, establece que la
misma no afecta a la vigencia de las disposiciones especiales contenidas en
las normas que se acaban de referir más arriba, esto no significa que la Ley
de Prevención de Riesgos Laborales no sea de aplicación en el ámbito de la
minería, sino que por el contrario, se recuerda con ello que, además de ser de
aplicación, siguen vigentes dichas normas específicas de este sector.
Otra norma comunitaria a tener en cuenta es la Directiva 92/104/CEE, del
Consejo de 3 de diciembre, relativa a las disposiciones mínimas destinadas
a mejorar la protección en materia de seguridad y salud de los trabajadores
en las industrias extractivas a cielo abierto o subterráneas, que ha sido trans-
puesta al derecho español mediante el RD 1389/1997, de 5 de septiembre,
por el que se aprueban las disposiciones mínimas destinadas a proteger la
seguridad y salud de los trabajadores en las actividades mineras.
Con independencia de las normas antes citadas, existen otras muchas de apli-
cación a la Seguridad Minera. Sin pretender enumerar de forma exhaustiva la
totalidad de la normativa aplicada, podemos establecer la siguiente relación
de la que resulta de conocimiento básico en materia de Prevención de Riesgos
Laborales:
Normativa y legislación 327
Formación preventiva para el desempeño del puesto
Normativa general
Normativa específica
Capítulo
la salud y la seguridad de los trabajadores frente a los riesgos derivados o
que puedan derivarse de la exposición a vibraciones mecánicas.
Normativa sectorial
6
bre, por el que se aprueba el Estatuto
del Minero (capítulo IV, Prevención de
Riesgos Profesionales en las explotacio-
nes mineras)
RD 863/1985, de 2 de abril, por el
que se aprueba el Reglamento General
de Normas Básicas de Seguridad Mine-
ra.
Instrucciones Técnicas Complementarias de desarrollo del Reglamento
General de Normas Básicas de Seguridad Minera.
Orden de 19 de marzo de 1986, por la que se establecen normas
complementarias para el desarrollo y ejecución del RD 3255/1983, de 5 de
septiembre, por el que se aprueba el Estatuto del Minero, en materia de
Seguridad e Higiene.
RD 1389/1997, de 5 de de septiembre, por el que se aprueban las
disposiciones mínimas destinadas a proteger la seguridad y salud de los
trabajadores en las actividades mineras.
Capítulo
en el RD 1389/1997, de 5 de septiembre, el empresario debe elaborar el
“Documento de Seguridad y Salud”, con el contenido y bajo las condiciones
previstas en la ITC MIE SM 02.1.01 - 2006-01-23.
Además el empresario debe aplicar las medidas preventivas con arreglo a los
6
principios generales establecidos en el artículo 15 de la LPRL y básicamente
siguiendo el siguiente esquema:
Por otra parte, muchas de las obligaciones de los empresarios han sido ya
concretadas o se concretarán posteriormente por el Gobierno con carácter
reglamentario (en base a la autorización contenida en el art. 6 de la LPRL),
teniendo en cuenta que existen ya establecidas bastantes obligaciones, en
6
o Primeros auxilios
Capítulo
• La planificación y la organización del trabajo en la empresa y la intro-
ducción de nuevas tecnologías.
6
• La designación de los trabajadores encargados de las medidas de
emergencia.
“En toda explotación minera existirá un Delegado Minero de Seguridad que será
6
elegido por mayoría del personal de la explotación, mediante votación secreta, pre-
via propuesta de una terna de candidatos hecha por el Comité de Empresa […]
Capítulo
• Cuando la plantilla del centro de trabajo en el que fue elegido sea su-
perior a 250 trabajadores, la dedicación al cargo será plena, quedan-
do liberado durante el tiempo de su mandato de cualquier actividad
propia de su categoría minera de origen.
Capítulo
• Promover la observancia de las disposiciones y normas vigentes sobre
seguridad e higiene del trabajo y prevención de riesgos profesionales
y el interés y cooperación de los trabajadores en estas materias.
6
• Realizar los estudios e investigaciones necesarias para llegar a un
conocimiento permanente y actualizado de los riesgos existentes en
el centro, derivados del ambiente de trabajo, materias primas, ma-
quinaria y herramientas y sistemas y procesos de trabajo.
Capítulo
con representación en el comité, en número proporcional a la plantilla
de la explotación según la siguiente escala:
6
• Seis vocales en explotaciones de 501 a 1.000 trabajadores.
Concepto y designación
Competencias
Capítulo
• Colaborar con la dirección de la empresa en la mejora de la acción
preventiva.
• Promover y fomentar la cooperación con la empresa en el ejercicio
de dicha acción preventiva y en la ejecución de la normativa legal
sobre prevención de riesgos laborales.
6
• Ser consultados y participar en los términos previstos en el artícu-
lo 33 de la LPRL. Los informes que deban emitir los Delegados de
Prevención en este caso deberán elaborarse en un plazo de 15 días,
o en el tiempo imprescindible cuando se trate de adoptar medidas
dirigidas a prevenir riesgos inminentes. La negativa del empresario a
la adopción de las medidas propuestas por los Delegados de Preven-
ción deberá ser motivada.
• Ejercer una labor de vigilancia y control sobre el cumplimiento de la
normativa de prevención de riesgos laborales.
Facultades
• Acompañar a los técnicos en las evaluaciones y a los Inspectores de
Trabajo y Seguridad Social en la comprobación del cumplimiento de
la normativa sobre prevención de riesgos laborales, pudiendo formu-
lar las observaciones que crean oportunas.
• Acceso e información a la documentación relativa a las condiciones
de trabajo que sean necesarias para el ejercicio de sus funciones.
• Recibir información de los daños ocasionados en la salud de los tra-
bajadores.
• Recabar y recibir del empresario información que éste haya podido
obtener de personas, órganos y organismos competentes en materia
de seguridad y salud de los trabajadores.
• Realizar visitas a los lugares o a cualquier dependencia o centro de
trabajo a efectos de ejercer labores de vigilancia y control del estado
de las condiciones laborales, pudiendo, asimismo, comunicarse du-
rante la jornada con los trabajadores, pero sin alteración normal del
proceso productivo.
• Recabar del empresario la adopción de medidas preventivas, pudien-
do efectuar propuestas al efecto.
• Proponer la paralización de actividades en los casos de riesgo grave e
inminente en los términos del artículo 21.3 de la LPRL.
Normativa y legislación 339
Formación preventiva para el desempeño del puesto
Concepto y composición
6
Capítulo
• Participar en la elaboración, puesta en práctica y evaluación de los
planes y programas de prevención de riesgos.
6
la mejora de las condiciones o la corrección de las deficiencias exis-
tentes.
A) Equipos de trabajo
Los equipos de trabajo han de ser adecuados para el trabajo que se realice y
que garanticen la seguridad y salud de los trabajadores.
El derecho de formación
Capítulo
siguientes características:
6
vidad de forma segura.
• Ha de ser teórica y práctica, adecuada y suficiente.
• Normativa y legislación.
31/1995):
Capítulo
Obligaciones
Capítulo
empresariales ante la presencia de un riesgo grave e
inminente
6
• Adoptar las medidas y dar las instrucciones necesarias para que los
trabajadores puedan interrumpir su actividad y si fuera necesario
abandonar de inmediato el lugar de trabajo.
Capítulo
salud, supone que:
• Debe cumplirse únicamente en función de los riesgos inherentes a la
actividad del trabajador.
6
• Es voluntaria, salvo:
• Menores.
6
• Discapacitados.
Capítulo
Capítulo
• Empresas de menos de 250 trabajadores:
6
o Servicio de Prevención Ajeno.
Los recursos preventivos son necesarios en los lugares de trabajo con carácter
general “cuando los riesgos puedan verse agravados o modificados, en el de-
sarrollo del proceso o actividad, por la concurrencia de operaciones diversas
que se desarrollan sucesiva o simultáneamente y que hagan preciso el control
de la correcta aplicación de los métodos de trabajo”, y específicamente en las
siguientes circunstancias:
ción CE de conformidad.
• Trabajos en espacios confinados.
Capítulo
• Comprobación de la eficacia y adecuación de las medidas preventivas
en relación con los riesgos que determinan la necesidad de un ade-
cuado control.
6
• Hacer las indicaciones necesarias para el correcto e inmediato cum-
plimiento de las actividades preventivas.
Capítulo
zar el trabajo convenido bajo la dirección del empresario o persona en quien
éste delegue (Vigilantes/Mandos Intermedios/Dirección Facultativa), y se
encuentra obligado a la diligencia y colaboración que marquen no sólo las ins-
trucciones y órdenes del empresario, sino también las disposiciones legales
y los convenios colectivos, así como la Disposiciones Internas de Seguridad
6
(DIS).
En consecuencia con lo anterior, el trabajador no
puede erigirse en definidor de sus propias obli-
gaciones profesionales, por lo que si recibe una
orden debe cumplirla, sin perjuicio de que tras su
cumplimiento pueda ejercer las acciones legales
oportunas.
Ahora bien, el deber de obediencia tiene una ex-
cepción muy importante bajo la que el trabajador
puede ejercer un derecho de resistencia, en el caso
de que la orden le obligue a afrontar una situación
de la que pueda derivarse cualquier grave daño,
difícilmente reparable:
Para sus intereses legítimos.
Para su integridad física o salud.
Para su dignidad personal.
Todo ello sin perjuicio del derecho del trabajador a abandonar su puesto de
trabajo ante la presencia de un riesgo grave e inminente analizado en el apar-
tado anterior.
Por lo que respecta a la finalidad y estructura que deben poseer en materia
preventiva las instrucciones de trabajo, se ha de dejar claro que éstas se han
de caracterizar básicamente por desarrollar secuencialmente los pasos a se-
guir para la correcta realización de un trabajo o tarea. Por tanto, deben servir
de guía al trabajador en el desarrollo de sus actividades.
trabajo.
Capítulo
Las fases por las que debería pasar su elaboración y proceso de implantación,
Capítulo
habrían de ser:
Determinación de las actividades o tareas objeto de la instrucción.
Planificación de la elaboración de instrucciones.
6
Análisis de la tarea a sistematizar.
Redacción de la instrucción.
Aprobación, tratamiento y control de la instrucción.
Distribución y divulgación de la instrucción.
Revisión periódica y actualización.
la legislación. Una vez cuenten con el consenso entre las partes anteriores,
deberán ser imprescindiblemente sometidas a la aprobación de la Autoridad
Minera, que habrá de analizar la pertinencia, coherencia, viabilidad y confor-
midad con la legislación vigente de los aspectos que pretende regular. Una vez
6
Capítulo
RELACIÓN NO EXHAUSTIVA DE DIS OBLIGATORIAS SEGÚN RGNBSM
TRABAJOS A CIELO ABIERTO
ASPECTOS REGULABLES AFECTA
Condiciones y frecuencia de operaciones de mantenimiento Pistas y accesos
Vertido Carga y transporte
6
Regulación del transporte y señalización Carga y transporte
Condiciones de aparcamiento o detención Carga y transporte
Reparaciones, revisiones y mantenimiento de vehículos y má-
Maquinaria
quinas
Operaciones de soldadura y corte con soplete cercanas a de-
Maquinaria
pósitos de combustible y sistemas hidráulicos
Trabajos en las proximidades de líneas eléctricas aéreas Varios
Utilización de equipos de carga como aparatos de elevación Varios
Labores subterráneas.
Circulación de personas en jaulas y skips
Circulación por pozos
Conservación de las instalaciones de extracción Labores subterráneas
Circulación del personal y transporte de materiales por
Labores subterráneas
planos inclinados
Circulación de vehículos automotores Labores subterráneas
Organización para cuidar la seguridad del personal Labores subterráneas
Prevención de incendios en instalaciones de cintas transpor-
Labores subterráneas
tadoras
Régimen de funcionamiento de los ventiladores principales Labores subterráneas
Trabajos en labores con temperatura equivalente comprendi-
Labores subterráneas
da entre 30 y 33°C
Minas subterráneas de
carbón y labores con
Condiciones de la ventilación secundaria riesgo de explosión. Mi-
nas con grisú y otros ga-
ses inflamables
Minas subterráneas de
carbón y labores con
Restablecimiento de la ventilación secundaria en caso de
riesgo de explosión. Mi-
parada
nas con grisú y otros ga-
ses inflamables
Minas subterráneas de
carbón y labores con
Parada de la ventilación secundaria riesgo de explosión. Mi-
nas con grisú y otros ga-
ses inflamables
Minas subterráneas de
carbón y labores con
Tipos de tubería, uniones y normas para la instalación de la
riesgo de explosión. Mi-
ventilación secundaria
nas con grisú y otros ga-
ses inflamables
Capítulo
RELACIÓN NO EXHAUSTIVA DE DIS OBLIGATORIAS SEGÚN RGNBSM
TRABAJOS SUBTERRÁNEOS
ASPECTOS REGULABLES AFECTA
Minas subterráneas de
carbón y labores con
6
Ventilación de chimeneas, contrataques y coladeros riesgo de explosión. Mi-
nas con grisú y otros ga-
ses inflamables
Minas subterráneas de
carbón y labores con
Reconocimiento previo de labores con ventilación
riesgo de explosión. Mi-
secundaria
nas con grisú y otros ga-
ses inflamables
Transporte de personal en cintas Labores subterráneas
Regulación de los trabajos del personal de mantenimiento
Todo tipo de labores
eléctrico
Utilización lámparas portátiles Instalaciones de interior
Consumo habitual de explosivos Explosivos
Transporte interno de explosivos Explosivos
Corte de cartuchos Explosivos
Periodicidad de la revisión de explosivos almacenados y
Explosivos
destrucción de los deteriorados
Carga de barrenos y pega Explosivos
Recuperación de barrenos fallidos Explosivos