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La fuente
El contenido de la catequesis fue extraído de la fuente viva de la Palabra de Dios y es
transmitido mediante la Escritura y la Tradición. Al ser transmitida de esta manera y
debido al contante contacto con los textos, la catequesis esta impregnada por el
pensamiento, el espíritu, actitudes bíblicas y evangélicas.
Elementos a no olvidar
Los Padres del Sínodo pidieron que en la catequesis no se debe reducir a Cristo a su papel
humano y se debe evitar restringir su mensaje sólo a la dimensión terrestre. Hay que
reconocerlo como el Hijo de Dios, el mediador que a través de la palabra permite que el
Padre acceda al Espíritu. También en la catequesis debe haber una exigencia moral
personal que correspondan al Evangelio y a las actitudes cristianas ante la vida y ante el
mundo, actitudes que son llamadas virtudes cristianas o virtudes evangélicas. Para
adquirirlas la catequesis debe iluminar, a través de su camino de educación en la fe, para
poder buscar una sociedad más solidaria y fraterna, conseguir la justicia y la paz.
Párvulos
Los primeros en recibir la catequesis son los párvulos, es decir, el niño pequeño recibe de
sus padres y el ámbito familiar los primeros elementos de la catequesis, por ejemplo
aprende a decir breves oraciones para tener sus primeros diálogos con Dios.
Niños
Luego llega el momento de una catequesis destinada a introducir al niño de una manera
orgánica a la vida de la Iglesia, incluyendo la preparación a la celebración de los
sacramentos. Esto se dará a través de la catequesis didáctica, la catequesis inicial y la
catequesis que da sentido a los sacramentos.
Adolescentes
En la adolescencia, la catequesis debe conducir al adolescente a una revisión de su propia
vida y al dialogo, debe presentarles a Jesús como amigo, como guía y como modelo
imitable, debe comunicarles del Plan de amor de Cristo Salvador como encarnación del
único amor verdadero, debe comunicarles de los misterios de la pasión, de la muerte de
Jesús y de la resurrección, ya que podrán decir muchas cosas a la conciencia y al corazón
del adolescente y arrojar luz sobre los primeros sufrimientos y los del mundo que ira
descubriendo.
Adaptación de la catequesis a los jóvenes
En la juventud, la catequesis cobra una considerable importancia ya que es el momento
en que el evangelio podrá ser presentado, entendido y aceptado como capaz de dar sentido
a la vida e inspirar justicia, compromiso, reconciliación, etc., es decir, se los preparará
para los grandes compromisos cristianos de la vida adulta.
Minusválidos
Los niños y jóvenes física o mentalmente minusválidos también tienen derecho a conocer
el “misterio de la fe”. Al ser mayores las dificultades que encuentran, son mas meritorios
los esfuerzos de ellos y de sus educadores.
Jóvenes sin apoyo religioso
Para los jóvenes sin apoyo religioso, quienes nacen en un hogar no cristiano pero son
deseosos de conocer la fe cristiana, la catequesis deberá ser adecuada para que puedan
creer en la fe y vivirla a pesar de la falta de apoyo.
Adultos
En la adultez, se da la forma principal de la catequesis, porque esta dirigida a personas
que tienen mayores responsabilidades y la capacidad de vivir el mensaje cristiano de
manera mas desarrollada. La comunidad cristiana no podría hacer una catequesis
permanente sin la participación directa de los adultos, ya sean ellos destinatarios o
promotores de la actividad catequética.
Cuasi catecúmenos
Entre los adultos, los que tienen mayor necesidad de catequesis son los nacidos y
educados en regiones todavía no cristianizadas, los que recibieron catequesis en su
infancia pero luego se alejaron de toda practica religiosa, los que se resienten de una
catequesis precoz y mal asimilada, y los que habiendo nacido en países cristianos nunca
fueron educados en su fe, considerados verdaderos catecúmenos.
Catequesis diversificadas y complementarias
Los adultos de cualquier edad, los niños, los adolescentes, los jóvenes, las personas
marginadas por la evolución moderna, los jóvenes seminaristas, pastores, catequistas, son
destinatarios de la catequesis, ya que en la Iglesia de Jesucristo nadie debería sentirse
dispensado de recibir la catequesis.
Homilía
Es impotente destacar que la pedagogía catequética encuentra su fuente y su plenitud en
la eucaristía dentro del año litúrgico completo, la homilía recorre el itinerario de fe
propuesto por la catequesis y lo conduce a su perfeccionamiento natural. La homilía no
debe ser demasiado larga, ni demasiada breve, debe estar siempre preparada, adecuada,
debe tener su puesto en toda eucaristía dominical o festiva, también en los bautismos, los
matrimonios, las liturgias penitenciales, los funerales.
Publicaciones catequéticas
Otro medio importante para transmitir son las obras de catecismo, que constituyen una
verdadera riqueza al servicio de la enseñanza catequética, para que se logre esto deben
reunir algunas condiciones, por ejemplo, que conecten con la vida concreta de la
generación a la que se dirigen, que se esfuercen por encontrar el lenguaje que entiende
esa generación, que se propongan decir todo el mensaje de Cristo y de su Iglesia, que
tiendan a producir en sus usuarios un conocimiento mayor de los misterios de Cristo en
orden de una verdadera conversión.
Catecismos
Los que se encargan de preparar los instrumentos catequéticos y los textos de catecismo,
no pueden hacerlo sin la aprobación de los Pastores que tiene autoridad para darla. Las
Conferencias episcopales del mundo deberán emprender el trabajo de lograr catecismos
fieles a los contenidos principales de la Revelación y actualizarlos con respecto al método,
para tener la capacidad de educar en una fe robusta a las generaciones cristianas de la
actualidad.