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SANTIAGO MARIÑO
EXTENSIÓN SAN CRISTÓBAL
ESCUELA DE ARQUITECTURA
ARQUITECTURA MODERNA
Integrantes:
Emily G. Dugarte C.
CI 26.016.803
Jackly A. Soto C.
CI 25.703.332
Semestre VI
Sección: “A”
Sin embargo, el credo de Sullivan se ve a menudo como irónico a la luz del extensivo
uso que hace de intrincados ornamentos, en contra de la creencia común entre los
arquitectos funcionalistas de que los ornamentos no tienen ninguna función. El credo
tampoco aclara a que funciones se refiere. El arquitecto de un edificio de viviendas, por
ejemplo, puede fácilmente estar en desacuerdo con los propietarios de las mismas sobre
lo que el edificio debería parecer, y ambos también en desacuerdo con futuros
arrendatarios. Sin embargo, el concepto de que “la forma sigue a la función” expresa una
idea significativa y duradera. Las raíces de la arquitectura moderna se basan en el trabajo
del arquitecto suizo Le Corbusier y el alemán Mies van der Rohe. Ambos fueron
funcionalistas por lo menos en el punto de que sus edificios fueron simplificaciones
radicales de estilos anteriores. En 1923 Mies van der Rohe trabajaba en la Escuela de la
Bauhaus (Weimar, Alemania), y había comenzado su carrera de producir estructuras de
simplificaciones radicales y, animadas por un amor al detalle, alcanzaron la meta de
Sullivan de la belleza arquitectónica inherente. Es famoso el dicho de Corbusier “la casa
es la máquina en qué vivir” en su libro Vers une architecture publicado en 1923. Este libro
fue, y todavía lo es, muy influyente, y los primeros trabajos que hizo, como la “Villa
Savoye” en Poissy, Francia son tenidos como prototipos de funcionalismo.
EL PALACIO DE CRISTAL
La primera exposición de carácter internacional se realizó en Londres en 1851. Los
promotores de la exposición querían que la feria tuviera gran repercusión social y para
ello decidieron construir un edificio singular que diera cobijo a los stands de los distintos
países con sus innovaciones tecnológicas. Joseph Patxon gana el concurso con un edificio
muy emblemático y original, El Palacio de Cristal.
Su proyecto constituía una novedad absoluta en relación con la arquitectura de la
época, tanto por el aspecto exterior como por el sistema de construcción empleado, que
inició la tendencia de usar los nuevos materiales para la arquitectura.
Diseñó un edificio que tenía clara influencia de la arquitectura de los invernaderos,
que ya había ensayado con anterioridad. Sobre una planta de tipo tradicional, proyectó un
envoltorio a base de tirantes de hierro y placas de cristal. Una gran nave construida
únicamente con hierro y vidrio. Con la solución propuesta se conseguía un espacio
diáfano, lleno de luz natural y además, tenía la ventaja de que era prefabricado, con lo que
podía montarse y desmontarse sin destruirse.
La estructura del edificio se componía de piezas estandarizadas que llegaban
terminadas de fábrica y preparadas para ser ensambladas, con lo cual el proceso de
construcción del edificio consistió en el montaje de la estructura general y en la colocación
de los cristales.
Los elementos decorativos, arcos, ventanas circulares, pináculos y celosías,
unifican el aspecto estético del edificio y acentúan el ritmo de los módulos estructurales.
El siguiente paso se dará en la Exposición de París de 1889, con La Galería de
Máquinas y La Torre Eiffel.
LA GALERÍA DE MÁQUINAS
La Galería de Máquinas sorprende por sus dimensiones, 420 metros de largo por
115 de anchura. Su anchura se obtiene con un solo arco construido por dos medias
parábolas articuladas en su unión. Es la mayor luz conseguida hasta entonces en un arco
o bóveda. Su sistema de elementos prefabricados, como los de Patxon, permitieron un
montaje y desmontaje rápido.
LA TORRE EIFFEL
Su autor, Gustave Eiffel, era un ingeniero experto en la
construcción de puentes, estaciones de ferrocarril y otros
edificios de hierro. La torre, realizada en hierro, tenía 321
metros de altura, era la construcción más elevada del mundo
hasta que, en 1931, fue superada por el Empire State en Nueva
York.
Se tardó dos años en construirla y desde el principio fue
una obra muy polémica. Se aseguró que se desmantelaría y que
era antiestética, ya que parecía más una fábrica que un
monumento.
Su base está formada por cuatro arcos gigantes que
descansan sobre cuatro pilares situados en los vértices de un
rectángulo. A medida que la torre se eleva, los pilares se giran hacia el interior hasta unirse
en un solo elemento articulado.