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Mente y

Nº 8/2004
6,5€

cerebro

• Ivan Petrovich Pavlov


• El juego patológico cerebro
• ¿Medicación o psicoterapia?
• Los prejuicios
• Neuronas especulares
• Naturaleza de los sueños

Paradoja
00008

del samaritano
3er trimestre 2004

9 771695 088703
SUMARIO Julio de 2004
Nº 8

11 Juego patológico y errores cognitivos


CORBIS

Francisco Javier Labrador y Ana Fernández-Alba


¿Por qué la búsqueda de la fortuna en los
juegos de azar se convierte para algunos
en su ruina? A través del estudio de los
errores de razonamiento en el análisis de
las probabilidades, podemos encontrar una
explicación de la paradoja que supone
seguir apostando, pese a las constantes
pérdidas.

26 Medicación y psicoterapia
Manfred E. Beutel y Steve Klimchak
Médicos y psicólogos discrepan sobre
el tratamiento correcto de los trastornos
mentales. Los primeros tienen el cerebro
enfermo en su punto de mira; los conflictos
anímicos, los segundos.

18 La paradoja del samaritano


Ernst Fehr y Suzann-Viola Renninger
Los sociobiólogos sostienen que incluso una acción altruista y desinteresada no es nada
más que un egoísmo solapado. Pero el dogma se tambalea.

35 Investigación sobre el humor 74 El poder de los buenos sentimientos


Ulrich Kraft Barbara L. Fredrickson
La risa constituye un placer relajante. Las emociones positivas fortalecen el
¿Cuál es su significación social? cuerpo y el espíritu y nos preparan para
los momentos de crisis.

50 Niebla opaca y manchas ciegas 82 Efectos especiales con vida propia


Ralf Dahm Annette Lessmöllmann
Muchos pretenden ver un cambio de Los actores de cine temen la competencia
estilo cuando la obra de un artista se va que comienzan a plantearles las
difuminando con el paso del tiempo o animaciones inteligentes elaboradas
muestra, de repente, colores diferentes. por ordenador.
Se habla de estilo senescente; sin
embargo, a veces el pintor sólo sufre
cataratas. 86 Los herederos de Ötzi
Peter Sandmeyer
y Michael Sadre-Chirazi-Stark
A diferencia de lo que les sucedía a
69 Secuelas de las guerras civiles nuestros antepasados, no nos acechan
Maggie Schauer, Frank Neuner y Thomas Elbert
peligros mortales. Sin embargo, nuestro
Una nueva terapia para las víctimas de la cuerpo se comporta como si todo lo que
violencia y del terror en las regiones nos ocurre en el quehacer diario fuera
conflictivas del orbe. una cuestión de pura supervivencia.
30 Los prejuicios
Arnd Florack y Martin Scarabis 58 El yo desarraigado
Anna Buchheim
Ocasionan grandes daños sociales y, sin Para el desarrollo de una
embargo, todos los cultivamos. ¿En qué personalidad equilibrada
reside el poder de los modelos de es necesario establecer, desde
pensamiento no deseados? ¿Qué el nacimiento, firmes vínculos
podemos hacer para dominarlos? emocionales. En su defecto
aparecen taras psíquicas.

79 Neuronas especulares
Steve J. Ayan
Lo hagamos nosotros o veamos a
otros hacerlo, se activan en
nuestro cerebro determinadas
neuronas. ¿Les debemos a esas
células el don de podernos
compenetrar con otros humanos?

JOE BATOR / CORBIS


ZEFA

62 Naturaleza de los sueños


Gerhard Klösch y Ulrich Kraft
En la antigüedad clásica, Morfeo constituía
el portador mitológico de los sueños
humanos. En el siglo XIX, se atribuyeron
éstos a los deseos secretos de nuestro
subconsciente. ¿Qué sabemos hoy de su
naturaleza?

SECCIONES
ENCEFALOSCOPIO MENTE, CEREBRO Y SOCIEDAD

5
Serotonina y comportamiento. Las hondas raíces de
la adicción. Imaginación y ciencia. Sonidos del silen-
cio. Voces femeninas. Percepción relativa del tiempo.
43 Dependencia alcohólica. Mesencéfalo y orienta-
ción animal. Genética de la inteligencia. Inteligencia
artificial: aprendizaje mecánico.
El secreto revelado de la sinapsis. Y los misterios
no resueltos de las células madre adultas. SYLLABUS
RETROSPECTIVA
90 De las psicopatías a los trastornos
de la personalidad

7 Ivan Petrovich Pavlov Hace un cuarto de siglo, se decidió sustituir el tér-


(1849-1936) mino “psicopatía” por la expresión “trastornos de
La fisiología digestiva y los reflejos condicionados. la personalidad”. Pero ha cambiado también nues-
tra comprensión de la conducta anormal.

ENTREVISTA LIBROS

40 94
Ernst Pöppel:
“Todos podemos envejecer con dignidad” Escepticismo

PERFILES ENSAYO FILOSÓFICO

42 George Bonanno:
la fuerza terapéutica de la represión 96 Gottlob Frege:
La certeza absoluta.
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JosÈ M.™ Valderas Gallardo ASESORAMIENTO Y TRADUCCI”N:
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Los prejuicios, Neuronas especulares; ANGEL GONZ¡LEZ DE PABLO:
EDICIONES MedicaciÛn y psicoterapia, Naturaleza de los sueÒos, Los herederos de
Juan Pedro Campos GÛmez ÷tzi, Syllabus; JUAN AYUSO: InvestigaciÛn sobre el humor, Perfiles,
Laia Torres Casas GenÈtica de la inteligencia; IGNACIO NAVASCU…S: Entrevista, Inteligencia
Artificial: aprendizaje mec·nico, Niebla opaca y manchas ciegas,
PRODUCCI”N
Secuelas de las guerras civiles, El poder de los buenos sentimientos;
M.a Cruz Iglesias CapÛn STEPHAN POHL: MesencÈfalo y orientaciÛn animal; F. ASENSI: El yo de-
Bernat Peso Infante sarraigado; ALEX SANTATALA: Efectos especiales con vida propia.
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ENCEFALOSCOPIO

Serotonina y comportamiento Pese a ello, no se habían investigado los efectos de la caída


regionalmente selectiva de serotonina. El equipo encabe-

S uele darse por sabido que, en el prosencéfalo, el sistema


de la serotonina (5-HT, abreviación de 5-hidroxitripta-
mina) interviene en la etiología y el tratamiento de diversos
zado por H. F. Clarke, de la Universidad de Cambridge, exa-
minó los efectos ejercidos sobre el comportamiento por la
caída inducida de 5-HT en la corteza prefrontal de monos.
trastornos neuropsiquiátricos, desde las obsesiones com- ¿Resultado? El animal mostraba una inflexibilidad cognitiva
pulsivas hasta la esquizofrenia, pasando por la depresión y similar a la que caracteriza a la esquizofrenia y al trastorno
las secuelas cognitivas de determinados estupefacientes. obsesivo-compulsivo.

Las hondas raíces de la adicción


¿E xiste relación entre trastornos del sueño en la infancia y alcoholismo
y drogadicción en estadios más avanzados? Un grupo de investiga-
dores dirigido por Robert Zucker, de la Universidad de Michigan en Ann Ar-
bor, estudiaron, a lo largo de un decenio, 257 niños, de edades compren-
didas entre tres y cinco años. Comparados con sus coetáneos que dormían
bien, los pequeños con problemas de sueño y signos de fatiga durante el
día ofrecieron una probabilidad doble de consumir alcohol, tabaco u otras
drogas ilícitas en su adolescencia. Tal relación persistía cuando los inves-
tigadores incorporaron otros síntomas predictores de adicción: depresión
y déficit de atención, así como alcoholismo de los padres. Dos son las expli-
caciones plausibles, según los autores del informe. La falta de sueño podría
causar un desequilibrio químico. O, quizá, los trastornos del sueño y la dro-
gadicción comparten una misma vía cerebral. Sugieren que una mejora pre-
coz de los hábitos de sueño podría conjurar futuros peligros.

Los trastornos del sueño podrían presagiar el alcoholismo y la drogadicción.

Imaginación y ciencia pos de la revolución copernicana, que puso a la Tierra en pa-


ridad con el resto de los planetas solares, se creía que éstos

L a analogía entre colonización y exploración espacial no la


inventó H. G. Wells en su novela The World Wars, sobre
la invasión de Marte, aparecida en 1897. Karl S. Guthke, de la
podían estar habitados por seres como nosotros. Desde en-
tonces, han corrido ríos de tinta en los que “ellos” y “noso-
tros” cumplían la función respectiva de nativos y colonizado-
Universidad de Harvard, acaba de publicar un documentado res. Sobre tal posibilidad se pronunciaron no sólo filósofos
ensayo (“Kolonialphantasien in der populären Naturwissen- como Giordano Bruno, sino también científicos como Kepler,
schaft der frühen Neuzeit”), donde demuestra que en los tiem- Wilkins y Huygens.

Sonidos del silencio


P ara salir al paso del problema de las interferencias que pudieran crearse por
ruidos, lesiones o una atmósfera enrarecida, en las conversaciones con los
futuros astronautas, la NASA ha hecho pública una técnica que permite recono-
cer palabras silentes. Ni la lengua ni las cuerdas vocales se mueven al hablar en
silencio, pero sí podrían recibir señales de habla. Para captar esas señales, Chuck
Jorgensen, del Centro Ames de Investigación, colocó sensores, del tamaño de
un botón, en el mentón y el cuello de tres voluntarios. Un programa informático
registraba cierta actividad eléctrica cada vez que ésta se elevaba por encima del
ruido de fondo y aprendía a asociar las señales procedentes de un altavoz con
una de entre unas 20 palabras diferentes; atinaba en casi el 90 por ciento de los
casos. Articulando números en silencio, los voluntarios ojeaban la Red sin teclado.
Del reconocimiento del habla subvocal podrían aprovecharse las personas que
manejan materiales peligrosos, los buceadores y los discapacitados.

Vocablos no pronunciados: Un programa informático y unos sensores situados cerca de las cuerdas
vocales y la mandíbula pueden captar “palabras” articuladas en silencio.

Mente y cerebro 08/2004 5


Voces femeninas probar que sus señales ultrasonoras variaban según los indivi-
duos, pero se desconocía si tales variaciones desempeñaban

L os murciélagos localizan a sus presas y a los obstáculos me-


diante la emisión de ultrasonidos y recibiendo el eco refleja-
do de los mismos. Pero, ¿se comunican entre sí a través de esa
alguna función en la comunicación. Dos zoólogos norteameri-
canos han comprobado que, por lo menos en la especie Eptesicus
fucscus, así acontece. Ante las voces de los machos, las emi-
suerte de radar acústico? Los registros habían permitido com- siones de las hembras varían de un modo notable.

Percepción relativa del tiempo


D urante siglos, se consideró absoluto el tiempo; transcurría
de forma inmutable. Con el principio de relatividad, Einstein
echó por tierra ese supuesto. El tiempo depende de la velo-
cidad del observador: cuanto más célere se mueve éste, con
mayor lentitud procede el tiempo. Acostumbra ilustrarse el con-
cepto con la paradoja de los dos gemelos. Si uno de ellos per-
manece en la Tierra mientras su hermano gemelo viaja por
el espacio a una velocidad próxima a la de la luz, no tendrán
la misma edad cuando vuelvan a encontrarse. El primero
habrá envejecido varios años, en tanto que su hermano sólo
pocos segundos. El principio concierne sólo a las partículas
muy veloces, no a nuestra vida cotidiana. Sin embargo, Isabelle
Israël y Aurore Capelli, del laboratorio de fisiología del Collège
de France, han demostrado que nuestra percepción del tiempo
parece sometida a una forma de relatividad: dependería de
nuestra aceleración.
Israël y Capelli empezaron por estudiar la estimación de
las distancias en oscuridad. Los individuos sometidos a exa-
men caminan, se mueven sobre un sillón giratorio, que mue-
ven mediante una palanca de velocidad, o son transportados
sobre ese mismo sillón robotizado (no tienen entonces con-
trol alguno sobre sus desplazamientos). Primero se arrastran,
en plena luz, unos 17 metros en línea recta; luego, recorren
esa misma distancia en oscuridad mediante los tres medios dad constante o variable, entre 20 y 30 segundos. Cuando la
citados. Mientras los voluntarios se mueven de una manera velocidad era nula o uniforme, los individuos mantenían el
activa (andan o se hallan en el sillón gobernado por ellos), tempo; por contra, cuando la velocidad variaba, el tempo cam-
sus rendimientos son correctos, pero su acierto disminuye biaba: aumentaba con la aceleración y disminuía con la dece-
cuando el robot actúa sin intervención del voluntario. Los leración. En consecuencia, las variaciones de velocidad pare-
sometidos a la prueba relataban que contaban “mentalmente” cen modificar la percepción del tiempo. Cuando el voluntario
y utilizaban, pues, un mecanismo auxiliar fundado sobre el gira sobre sí mismo el efecto adquiere una intensidad mayor
tiempo para calcular las distancias. que cuando se mueve en línea recta. Tal diferencia parece
Los psicofísicos solicitaron luego de los voluntarios que mar- implicar al sistema vestibular (en el oído interno, órgano del
caran un ritmo, apretando un botón cada segundo, o lo que equilibrio) más que al sistema somato-sensorial (que sufre la
supusieran constituía un segundo. Debían mantener ese ritmo aceleración del automóvil debido a la presión ejercida por el
mientras persistieran inmóviles en el sillón (de un modo pasivo) respaldo sobre la espalda). Las aceleraciones que experi-
o sometidos a movimientos (rotación o traslación), a veloci- mentamos parecen, pues, influir en nuestro reloj interno.

El secreto revelado de la sinapsis depresión a largo plazo (DLP). Un equipo de investigadores,


dirigido por Lidong Liu, de la Universidad de Columbia Británica,

N eurólogos y neuroquímicos parecían obligados a malvi-


vir con un caso curioso e inexplicable: la existencia de
un mismo receptor capacitado para mediar cambios opues-
ha cortado el nudo gordiano con una espada de... doble filo.
El famoso receptor N-metil-D-aspartato posee, para su fun-
ción potenciadora, cierta subunidad componente (NR2A); en
tos en la operación sináptica: unas veces la molécula en cues- cambio, para su misión depresora, se sirve de una análoga a
tión producía la potenciación a largo plazo (PLP) y otras, la anterior: la NR2B.

Y los misterios no resueltos de las células madre adultas


E l descubrimiento de células madre adultas, es decir, no
embrionarias, en la médula ósea y en otros órganos
humanos ha aumentado el interés por sus aplicaciones te-
ticas no se ha logrado todavía identificarlas. La razón de ese
fracaso comienza ahora a sospecharse tras lo observado
en ratones. Las células pancreáticas beta preexistentes, no
rapéuticas. Se piensa en ellas, por ejemplo, en el tratamien- las células madre, se dividen en estado adulto. A primera
to de la diabetes mediante sustitución de células beta (se- vista, esa división pudiera parecer un contratiempo para la
cretoras de insulina en el torrente circulatorio). Aunque hay terapia. No lo es si se consigue obligarlas a autoduplicar-
algunos indicios de la existencia de células madre pancreá- se in situ .

6 Mente y cerebro 08/2004


RETROSPECTIVA
Ivan Petrovich Pavlov
(1849-1936)
La fisiología digestiva y los reflejos condicionados

José María López Piñero ìcon un sentimiento de gratitudî, com- de ideologÌa nihilista que despuÈs pesÛ
parando la docencia que en Èl se daba decisivamente en su trayectoria cien-

P
avlov naciÛ en Riaz·n, capital del con la cerrada y autoritaria que se impar- tÌfica.
distrito del mismo nombre en la tÌa en las instituciones p˙blicas. Junto a En 1870 ingresÛ en la secciÛn de his-
Rusia central. Su padre era el sacer- sus compaÒeros, figurÛ entre los nume- toria natural de la facultad de ciencias
dote ortodoxo Piotr Dimitrievich Pavlov, rosos jÛvenes influidos por el nihilismo de la Universidad de San Petersburgo.
lo que explica que su formaciÛn inicial, polÌtico de Dimitri Ivanovich Pisarev y ìEra una Època brillante de la facultad
hasta cumplir los veinte aÒos, discurriera leyÛ tambiÈn entonces el folleto Los ódijo en su AutobiografÌaó. TenÌamos
en una escuela de la iglesia y luego en reflejos del cerebro (1863) de Ivan profesores con una gran autoridad cien-
el seminario local, donde tuvo un am- Mijailovich Sechenov, neurofisiÛlogo tÌfica y excelentes cualidades did·cti-
biente de libertad intelectual, frente a lo
que pudiera pensarse de antemano. En
su AutobiografÌa lo recordarÌa despuÈs
1. PAVLOV Y SUS COLABORADORES demostrando los reflejos condicionados.

Mente y cerebro 08/2004 7


2. EXPERIMENTO de la comida ficticia.

tiempo que comenzaba a desarrollar sus


tÈcnicas innovadoras de investigaciÛn y
los presupuestos metodolÛgicos que las
fundamentaban. A partir de 1879, por
ejemplo, practicÛ fÌstulas pancre·ticas
en perros cuyos procesos vitales conse-
guÌa mantener en condiciones normales.
En 1883 presentÛ su tesis doctoral Sobre
los nervios eferentes del corazÛn, parte
de sus estudios acerca del influjo ner-
vioso en ìla aceleraciÛn, el enlente-
cimiento, la debilitaciÛn y el fortaleci-
miento del corazÛnî. En ellos se refiriÛ
tambiÈn a los efectos de los nervios ace-
leradores (nervi cardiaci cervicales)
sobre el metabolismo del miocardio, que
despuÈs desarrollarÌa en su teorÌa de las
cas. Yo escogÌ la fisiologÌa animal como siolÛgicos y en su relaciÛn con las con- funciones trÛficas del sistema nervioso.
disciplina principal y la quÌmica como diciones ambientales. Tras ser nombrado profesor auxiliar
materia secundariaî. Durante casi seis Tras conseguir el tÌtulo de ìcandidato de fisiologÌa, de acuerdo con el modelo
aÒos adquiriÛ en ella una sÛlida forma- en ciencias naturalesî, Pavlov se matri- germ·nico de Privatdozent que habÌan
ciÛn teÛrica en fisiologÌa y amplia expe- culÛ el aÒo 1875 en el tercer curso de la adoptado las universidades rusas, reci-
riencia en el trabajo de laboratorio, orien- Academia MÈdica Militar de San Pe- biÛ una beca para completar su forma-
t·ndose ya al estudio de las funciones tersburgo, ìno para convertirme en mÈ- ciÛn durante dos aÒos en Alemania. Desde
reguladoras del sistema nervioso. La dico óseg˙n sus propias palabrasó sino 1884 hasta 1886 estuvo en el Instituto
dedicaciÛn preferente de los fisiÛlogos con la finalidad de obtener el tÌtulo de de Ludwig en Leipzig, que era entonces
rusos al sistema nervioso durante la doctor en medicina, indispensable para ìla meca de la fisiologÌa internacionalî,
segunda mitad del siglo XIX la encabezÛ aspirar a una c·tedra de fisiologÌa, aun- y en el dirigido en Breslau por Rudolf P.
el grupo formado principalmente por que este proyecto me parecÌa entonces H. Heidenhain.
Filip V. Ovsiakinov, Ilia de Cyon e Ivan un sueÒo, debido a que la idea de llegar Debido a sus escasos ingresos, la vida
Mijailovich Sechenov, tres maestros a ser profesor la consideraba inverosÌ- de Pavlov fue muy dura en esta etapa.
directos o indirectos de Pavlov. milî. Tres aÒos m·s tarde se hizo cargo LlegÛ a dormir en el laboratorio para
Una de las primeras y m·s importan- del laboratorio fisiolÛgico de la clÌnica ahorrarse el alquiler de una habitaciÛn
tes contribuciones de Sechenov habÌa que dirigÌa Serguei Petrovich Botkin, que y, tras su matrimonio, tuvo que recurrir
sido el descubrimiento de la inhibiciÛn era entonces la principal figura rusa de a la hospitalidad de su hermano Dimitri,
por los centros tal·micos de los refle- la llamada ìmedicina de laboratorioî, es que era ayudante de Mendeleiev. Incluso
jos espinales, fruto de los experimen- decir, la basada sistem·ticamente en la sufriÛ la terrible pena de que muriese al
tos que realizÛ en el laboratorio de investigaciÛn experimental. Dos aspectos poco tiempo de nacer su primer hijo, en
Claude Bernard, en ParÌs, durante una de la mentalidad mÈdica de Botkin refor- parte a causa de su precaria situaciÛn
estancia a finales de 1862, aunque la zaron la orientaciÛn que ya tenÌa como econÛmica.
expuso en una monografÌa publicada en investigador. Uno de ellos fue su expreso En 1890 fue nombrado titular de la
alem·n el aÒo siguiente. El mismo 1863 enfoque ambientalista, que manifestÛ c·tedra de farmacologÌa de la Academia
apareciÛ en ruso su folleto Los reflejos incluso en su definiciÛn de la ciencia MÈdica Militar de San Petersburgo, y un
del cerebro, manifiesto inicial de su mÈdica como ìel estudio del hombre y aÒo despuÈs se le encargÛ de la direc-
principal punto de vista teÛrico, seg˙n la naturaleza que lo rodea, en su acciÛn ciÛn de la secciÛn de fisiologÌa del reciÈn
el cual todas las funciones cerebrales recÌproca, con el fin de prevenir la enfer- fundado Instituto de Medicina Experi-
conscientes e inconscientes son de natu- medad, curar y aliviarî. El otro, la ten- mental de la misma ciudad. Al jubilarse
raleza refleja. El texto tuvo problemas dencia que el mismo Pavlov llamÛ ìneu- en 1895 I. R. Tarjanov, pasÛ a ocupar la
con la censura zarista, que obligÛ a rismoî, es decir, ìla inclinaciÛn a extender c·tedra de fisiologÌa de la Academia.
cambiar su tÌtulo original Ensayo de la influencia del sistema nervioso al Las nuevas circunstancias le permitie-
explicaciÛn fisiolÛgica del origen de los mayor n˙mero posible de procesos org·- ron poner plenamente en pr·ctica las
fenÛmenos psÌquicos. Desde esta pos- nicosî. En concreto, Botkin concediÛ nuevas tÈcnicas de investigaciÛn que
tura reflexolÛgica, defendiÛ que la psi- gran relieve a los mecanismos reflejos habÌa ido introduciendo de acuerdo con
cologÌa debÌa convertirse en una dis- en la patogenia, la patocronia y la semio- su presupuesto metodolÛgico funda-
ciplina cientÌfico-natural basada en la logÌa de enfermedades de diferentes apa- mental, consistente en estudiar de forma
fisiologÌa. Conviene recordar que, a di- ratos y sistemas, asimilando gran parte integrada las funciones org·nicas, en
ferencia de otros planteamientos refle- de las ideas de Sechenov. condiciones biolÛgicas lo m·s cercanas
xolÛgicos de la Època, el de Sechenov Durante sus aÒos en el laboratorio de posible a las normales. Para esta fina-
se opuso a las concepciones localicis- Botkin, Pavlov continuÛ ocup·ndose de lidad le resultaban inadecuados los ìex-
tas, insistiendo en la coordinaciÛn e la regulaciÛn nerviosa de las funciones perimentos agudosî o de corta duraciÛn
integraciÛn de los procesos neurofi- cardiovasculares y digestivas, al mismo que permitÌa la vivisecciÛn, a los que

8 Mente y cerebro 08/2004


opuso los ìcrÛnicosî o prolongados obte- terior y posterior del estÛmago en la cur- tiÈndolo en tripsina. DestacÛ la impor-
nidos mediante una tÈcnica quir˙rgica vatura mayor, desde cerca del pÌloro tancia del hallazgo, diciendo que era ìun
experimental rigurosamente asÈptica y hasta la parte media del fundus. El col- fermento de los fermentosî, pues fue el
conservadora. Cuando la investigaciÛn gajo resultante queda unido a Èste por primer caso conocido de cinasa, es decir,
de las funciones digestivas condujo, co- su base. Dobl·ndolo hacia abajo y sutu- de enzima activadora de un cimÛgeno.
mo vamos a ver, a la de los reflejos con- rando sus bordes y los del estÛmago prin- Sus presupuestos metodolÛgicos le
dicionados, la necesidad de diferenciar cipal, se forma una bolsa tubular reves- permitieron llegar a conclusiones teÛri-
la multitud de factores presentes en una tida interiormente de mucosa g·strica cas, partiendo de sus contribuciones sobre
situaciÛn compleja obligÛ a Pavlov a normal, o ìpequeÒo estÛmagoî, que se la fisiologÌa de las gl·ndulas digestivas.
completar las instalaciones de su labo- incomunica con el principal. Su extremo La m·s importante fue su teorÌa de la irri-
ratorio con la llamada ìtorre del silen- abierto se une a una apertura de la pared tabilidad especÌfica, que significÛ la
cioî. Una subvenciÛn privada le permi- abdominal, a travÈs de la cual puede re- superaciÛn del concepto de irritabilidad
tiÛ construirla en 1910. De iluminaciÛn cogerse la secreciÛn g·strica sin mezclar general.
siempre uniforme y aislada de sonidos con los alimentos. TambiÈn se comunica En la actividad cientÌfica de Pavlov
y de corrientes de aire exteriores, la con el exterior el estÛmago principal, lo suele considerarse el comienzo del si-
ìtorreî estaba rodeada de un foso relle- que permite realizar las comprobaciones glo XX como un hito que separa el pe-
no de paja y sus cimientos colmados de que sean oportunas. rÌodo dedicado a la fisiologÌa digestiva
tierra. DisponÌa de ocho salas de trabajo Tres aÒos despuÈs, Pavlov asociÛ la del consagrado a los reflejos condicio-
tÈcnica del ìpequeÒo estÛmagoî con una nados y la actividad nerviosa superior.
secciÛn en el tercio superior del esÛfago, Conviene destacar que no significÛ un
abocando los extremos a una abertura de cambio brusco desde ning˙n punto de
la piel del cuello. Con este procedimiento vista, ya que la pr·ctica totalidad de sus
de ìcomida ficticiaî, el perro come y sa- trabajos acerca de la digestiÛn y los que
borea alimentos pero, al deglutirlos, salen anteriormente habÌa realizado sobre la
por el orificio del cuello y no llegan al circulaciÛn se referÌan a la regulaciÛn ner-
estÛmago. Ambas tÈcnicas fueron de viosa de dichas funciones desde una pers-
decisiva importancia tanto en el terreno pectiva reflexolÛgica. La formulaciÛn
de la fisiologÌa digestiva como en el de del concepto de reflejo condicionado y
los reflejos condicionados. su paso a primer plano fueron una pro-
La regulaciÛn y el orden en el que se secuciÛn sin soluciÛn de continuidad de
suceden las secreciones en los distintos dicha trayectoria. M·s en concreto, fue-
niveles del aparato digestivo, asÌ como ron consecuencia directa, no sÛlo de sus
el condicionamiento de sus propiedades hallazgos relativos a la fisiologÌa diges-
por las caracterÌsticas de las sustancias tiva y de sus conclusiones teÛricas, en
ingeridas fueron las principales aporta- especial la adaptabilidad y la irritabili-
ciones que condujeron a Pavlov a poner dad especÌfica, sino tambiÈn de las nue-
de relieve la adaptaciÛn de las gl·ndu- vas tÈcnicas de investigaciÛn con las que
las digestivas al tipo de alimentaciÛn. El
reflejo salival constituyÛ el ejemplo para-
3. “PEQUEÑO ESTOMAGO” de Pavlov. digm·tico de dicha adaptabilidad, ya que
pronto pudo demostrar que la cantidad
y las cualidades fÌsicas y quÌmicas de la
saliva segregada dependen de las de
separadas por espacios libres, con puer- la sustancia que lo inicia.
tas hermÈticas y amortiguadores del En lo que respecta a la secreciÛn pan-
ruido. cre·tica, Pavlov demostrÛ, en primer
Aunque habÌa iniciado sus trabajos en lugar, que era excitada por impulsos
torno a las funciones digestivas en 1879, vagales. SeccionÛ el vago en el cuello y
los que realizÛ durante los aÒos noventa dejÛ transcurrir cuatro dÌas, anulando de
en el laboratorio del Instituto de Medicina esta forma la irritabilidad de las fibras
Experimental con el nuevo mÈtodo con- cardÌacas, que degeneran antes que las
dujeron a una serie de aportaciones de secretoras. Estimulando el nervio asÌ
primer rango que contin˙an vigentes en preparado obtuvo jugo pancre·tico denso
la fisiologÌa actual. La m·s importante y escaso, muy rico en fermentos, debido
de sus tÈcnicas originales fue el cÈlebre a que el agua y los componentes inor-
ìpequeÒo estÛmagoî, operaciÛn com- g·nicos del mismo dependen de la secre-
plicada y larga, que exige dos centena- tina que segrega la mucosa del duodeno
res de puntos de sutura y unas cuatro y la parte superior del yeyuno cuando el
horas de trabajo. Hasta conseguir prac- quimo ·cido procedente del estÛmago
ticarla con Èxito (1894) tuvo que sacri- entra en el intestino.
ficar treinta perros, sin desanimarse ante En segundo tÈrmino, con la colabora-
las crÌticas de otros profesores, que con- ciÛn de N. P. Sepovalnikov, descubriÛ la
sideraban que la disposiciÛn de los vasos enterocinasa, enzima secretada por el
sanguÌneos la hacÌa inviable. Se inicia con intestino delgado que cataliza el tripsi- 4. OPERACION EN DOS TIEMPOS
una incisiÛn longitudinal de la pared an- nÛgeno del jugo pancre·tico, convir- para obtener una fístula esofágica.

Mente y cerebro 08/2004 9


las obtuvo y de los presupuestos meto- hecho al principio de sus trabajos sobre
dolÛgicos en los que se basaban. las gl·ndulas salivares, consiguiendo
Todo ello resulta patente en La psi- ˙nicamente ìdiscusiones in˙tiles y opi-
cologÌa y la psicopatologÌa experimen- niones personales, aisladas e incompa-
tales en los animales, comunicaciÛn al tiblesî.
Congreso Internacional de Medicina, Un aÒo despuÈs, en la conferencia pro-
celebrado en Madrid en abril de 1903, nunciada al recibir el premio Nobel,
que fue su primera exposiciÛn del con- Pavlov volviÛ a referirse a los reflejos
cepto de reflejo condicionado. Tras afir- condicionados, insistiendo en que ìde-
mar la m·xima elocuencia del ìlenguaje seamos seguir siendo fisiÛlogos y no
de los hechosî, anunciÛ a los congresis- convertirnos en psicÛlogosî. Durante la
tas que iban a oÌr ìcÛmo un fisiÛlogo ha- dÈcada siguiente se dedicÛ con su habi-
bÌa pasado de cuestiones puramente fi- tual entrega a las investigaciones que
siolÛgicas al terreno de los fenÛmenos anunciÛ en ambas ocasiones. En 1917
habitualmente llamados psÌquicos. Aun- estaba a punto de escribir una revisiÛn
que este paso ha sido inesperado, se ha de conjunto sobre el tema, que no llegÛ
producido de forma completamente natu- a redactar a causa de la revoluciÛn, aun-
ral y, lo que me parece m·s importante, que no interrumpiÛ sus trabajos de labo-
sin cambio de principio metÛdicoî. Por ratorio desde entonces hasta 1920, a pesar
las razones que ya hemos anotado, se de las duras circunstancias de la guerra
centrÛ en las funciones de las gl·ndulas civil. En esta ˙ltima fecha, Lenin diri-
salivares, previendo que se iban a con- giÛ una carta al Soviet de Petrogrado
vertir ìen un objeto cl·sico de las nue- dedicada a encomiar su figura y su obra
vas investigacionesî. Expuso los resul- en el contexto del nuevo rÈgimen. En
tados de sus experiencias sobre el tema, enero del aÒo siguiente, un decreto lo
concluyendo que, en todos los casos, ìse situÛ en la posiciÛn de privilegio que
trata de que un agente externo especÌ- mantendrÌa hasta el final de su vida. La
fico provoca una reacciÛn especÌfica en principal sÌntesis de su obra fue Lecciones
la materia vivaî, lo cual constituye ìun sobre la funciÛn de los grandes hemis-
tÌpico ejemplo de lo que llamamos adap- ferios (1927), que de forma inmediata
taciÛn o ajustamientoî, que definiÛ como fue traducido al alem·n, francÈs, inglÈs
ìla exacta coordinaciÛn de los elemen- y castellano. Los colaboradores de Pavlov
tos que constituyen un sistema complejo, en las instituciones que dirigiÛ hasta su
asÌ como la del conjunto entero con el muerte continuaron despuÈs de Èsta inves-
mundo exteriorî. Dio entonces noticia tigando de acuerdo con su teorÌa de los
del influjo sobre las gl·ndulas salivares reflejos condicionados y desarrollaron
de los alimentos y dem·s objetos cuando, algunos aspectos importantes, sobre to-
en lugar de introducirlos en la boca, se do los relativos a las ìneurosis experi-
colocan a cierta distancia del perro, asÌ mentalesî y al ìsegundo sistema de se-
como de la ejercida ìpor absolutamente Òalesî.
todo lo que rodea a estos objetos o est· Por otra parte, la obra de Pavlov se con-
conectado con ellos de una forma u otraî. virtiÛ en uno de los principales elemen-
Tras denominar ìseÒalesî a estas con- tos de la ideologÌa cientÌfica oficial de
diciones, como continuarÌa haciendo a la UniÛn SoviÈtica y, en general, del mar-
partir de entonces, formulÛ por vez pri- xismo leninista. Durante tres cuartos de
mera el concepto de reflejo condicio- siglo fue frecuente que desde ella se des-
nado: ìEn su forma fisiolÛgica, nuestra calificara, por ìidealistaî, ìmecanicistaî
experiencia, salvo casos excepcionales, o ìagnÛsticoî, cualquier planteamiento
conduce siempre al mismo resultado; es neurolÛgico o psicolÛgico que disintiera
un reflejo absoluto. La principal carac- de sus presupuestos.
terÌstica de la experiencia psÌquica es su En el polo opuesto, pasÛ a ser durante
inconstancia, su aparente caprichosidad. los mismos aÒos doctrina ìoficialî del
No obstante, sus resultados se repiten mundo acadÈmico norteamericano el
tambiÈn, pues de lo contrario no podrÌa- conductismo de John Watson (1914),
mos estudiarlo. Por lo tanto, la diferen- planteamiento positivista radical para
cia estriba en el gran n˙mero de condi- ìliberarî la psicologÌa de su tradiciÛn
ciones que, en comparaciÛn con una filosÛfica. Conviene recordar que Wat-
fisiolÛgica, influyen en el resultado de son no conociÛ hasta el segundo dece-
una experiencia psÌquica; es un reflejo nio del siglo XX las investigaciones de
condicionadoî. ContestÛ con ìun no ca- Pavlov, que intentÛ aprovechar para
tegÛricoî a la siguiente pregunta: ìøDebe- fundamentar su behaviorism, aunque
mos penetrar en el interior del animal e no supo asimilar de forma rigurosa las
imaginarnos sus sensaciones, senti- contribuciones neurofisiolÛgicas, igual
mientos y deseos para entender estos que hizo despuÈs la mayorÌa de sus
nuevos datos?î. ReconociÛ que lo habÌan seguidores.

10 Mente y cerebro 08/2004


Juego patológico
y errores cognitivos
¿Por qué la búsqueda de la fortuna en los juegos de azar se convierte para algunos en su ruina?
A través del estudio de los errores de razonamiento en el análisis de las probabilidades,
podemos encontrar una explicación de la paradoja que supone seguir apostando,
pese a las constantes pérdidas

Francisco Javier Labrador que provoca un deterioro grave de las Porcentajes que en la poblaciÛn adoles-
y Ana Fernández-Alba relaciones familiares, sociales, labora- cente tienden a incrementarse. Estas cifras

øQ
les o de otras ·reas importantes para la son similares a las registradas en Estados
uiÈn no ha comprado un persona. Toda su vida est· pendiente y Unidos, Canad·, Alemania o Inglaterra,
dÈcimo de loterÌa, ha echa- determinada por el juego, hasta el punto que disponen de una legislaciÛn de los
do unas monedas en una de que, si no dispone de recursos para juegos de azar similar a la nuestra.
m·quina tragaperras o ha jugar, podr· llegar, incluso, a cometer
apostado a la loterÌa primitiva cuando hay actos delictivos para procurarse los me- Evolución de la conducta de juego
un bote millonario? Resulta f·cil enten- dios necesarios. Inicialmente, la persona puede acercase
der que, en un momento dado o, inclu- Los estudios epidemiolÛgicos reali- a los juegos de azar para divertirse o por
so, de forma regular, se intente buscar zados en EspaÒa estiman que en la pobla- curiosidad, o incluso con el objetivo de
la suerte o la fortuna en el azar, a travÈs ciÛn mayor de dieciocho aÒos hay apro- ganar dinero de forma f·cil y r·pida. Si
de un n˙mero de loterÌa, de las frutas de ximadamente un 2,5 % de jugadores realmente obtiene premios o el juego le
una m·quina tragaperras, de un cartÛn problema, a quienes el juego ya les causa proporciona otro tipo de gratificaciÛn,
de bingo o de la bolita que rueda en la ciertas dificultades, aunque en menor no exclusivamente econÛmica, es m·s
ruleta. Pero cuesta m·s comprender por grado que a los jugadores patolÛgicos, probable que su implicaciÛn en esta acti-
quÈ algunas personas siguen apostando cuya prevalencia se estima en un 1,5 %. vidad se intensifique, comenzando asÌ a
en estos juegos de azar, a pesar de haber
dedicado dinero y tiempo suficientes
como para constatar que lo razonable
serÌa renunciar a tratar de ganar o recu-
perar las pÈrdidas.
Los juegos de azar constituyen una
¿Cara o cruz?
posibilidad m·s de entretenimiento.
Participar en juegos de azar, como con- Imagínese el lector que está apostan- resultado:
sumir alcohol, es una actividad que en do si, al lanzar la moneda al aire, sal-
drá cara (C) o cruz (+). — C, C, +, +, C, C
cantidades adecuadas puede resultar posi-
tiva y servir de entretenimiento, pero en
Primera situación: se ha lanzado la ¿Qué apostaría en el siguiente lanza-
cantidades excesivas se acaba convirtien- moneda 4 veces, con el siguiente resul- miento?
do en un serio problema. No obstante, aun- tado: a) cara
que dista de estar clara la barrera entre b) cruz
estos dos extremos, lo cierto es que acom- — C, C, C, C Intente justificar su elección.
paÒando a estos juegos siempre han apa-
recido efectos negativos, que comportan ¿Cuál sería su apuesta en el siguiente Consideración: no hay ninguna jus-
sufrimiento personal y alarma social. lanzamiento? tificación probabilística para elegir una
El problema m·s evidente y llamativo a) cara u otra opción. Nada permite predecir
es la pÈrdida de bienes econÛmicos, la b) cruz el resultado. Cada vez que se lanza la
ruina incluso. Sin embargo, el eje nuclear ¿Por qué?, justifique su elección. moneda hay un 50 % de probabilida-
de este trastorno consiste en que el juego des para cada alternativa, con indepen-
se convierte en el centro de la vida del Segunda situación: se ha lanzando dencia de los resultados de las juga-
ludÛpata, un comportamiento de juego la moneda 6 veces, con el siguiente das anteriores.
desadaptativo, persistente y recurrente

Mente y cerebro 08/2004 11


JUGADORES PATOLOGICOS SESION 1 SESION 2 SESION 3 Las primeras explicaciones se han bus-
100 cado en las caracterÌsticas propias del
Porcentaje (%) jugador, recurriendo tanto a factores
80 sociodemogr·ficos como a factores de
60
predisposiciÛn. Los primeros permiten
asociar determinadas caracterÌsticas
40 (edad, sexo, nivel socioeconÛmico y con-
texto cultural) a un tipo de juego; su poder
20 explicativo, resulta, empero, exiguo.
Entre los factores predisponentes se
0 citan rasgos de personalidad del estilo
Irracionales Racionales Descriptivas Emocionales Otras frases
del constructo de impulsividad o de b˙s-
29,69 0,89 28,52 24,55 16,34
queda de sensaciones; tambiÈn, la vul-
31,33 1,01 27,05 24,50 16,09 nerabilidad biolÛgica, fundamentalmente
30,33 0,79 28,51 23,70 16,67 a travÈs de disfunciones monoaminÈr-
gicas o alteraciones en el gen receptor
1. PENSAMIENTOS DE LOS JUGADORES PATOLOGICOS durante una partida en una de la dopamina D2. Pero tal enfoque no
máquina tragaperras. Las verbalizaciones emitidas reflejan el predominio de las frases ofrece en la actualidad resultados con-
irracionales sobre las racionales. Destacan, pues, las frases que hacen referencia a
cluyentes e, incluso, en algunos casos,
se manifiestan contradictorios.
estrategias incorrectas o a un intento de influir en el resultado de una manera
Cabe un tercer tipo de factores expli-
inapropiada, mientras que hay un porcentaje ínfimo de frases que aluden a estrategias cativos. Conciernen al propio juego. Por
que son correctas dentro la estructura del juego. Esta distribución se mantiene estable a un lado, la accesibilidad a un juego deter-
lo largo de diferentes sesiones, realizadas de forma consecutiva (sesiones 1 y 2) o al día mina las probabilidades de practicarlo;
siguiente (sesión 3). cuanto m·s accesible sea, mayor riesgo
de introducirse en Èl y, por ende, mayor
probabilidad de que la actividad se con-
jugar de forma sistem·tica y cada vez con juego ha perdido el contexto social en vierta en un problema. Por otro lado,
mayor frecuencia; procede asÌ, en parte, que solÌa desarrollarse y emergen los tambiÈn parece relevante el poder adic-
por el placer que proporciona el juego problemas familiares y laborales, favo- tivo que genera el juego en funciÛn de
como consecuencia del riesgo que con- recidos por el c˙mulo de excusas y men- su estructura, de manera que la inclusiÛn
lleva y, en parte, por el reto que supone tiras a las que recurre el jugador para con- de elementos reales o subjetivos de habi-
llegar a dominarlo. seguir dinero y justificar las pÈrdidas. lidad, la brevedad del tiempo transcurrido
Pero el juego sistem·tico sÛlo puede entre la apuesta y el resultado o la posi-
provocar pÈrdidas econÛmicas cada vez La paradoja de los juegos de azar bilidad de aumentar el envite, entre otros,
m·s importantes; cuando Èstas se acu- øPor quÈ algunas personas persisten en facilitarÌan una mayor dependencia.
mulan, ya no se jugar· por entreteni- seguir invirtiendo dinero en los juegos De los juegos de azar disponibles en
miento o para ganar dinero, sino para de azar cuando sÛlo obtienen pÈrdidas? nuestro paÌs, las m·quinas recreativas
recuperar lo que se ha perdido. Ahora PÈrdidas econÛmicas, personales (pa- con premio, las ìm·quinas tragaperrasî,
bien, para seguir jugando se precisa, por reja, familia), laborales (empleo), socia- son las que entraÒan un poder adictivo
un lado, dinero, lo que le llevar· a bus- les (amigos, conocidos), incluso a veces mayor. Esto se debe, fundamentalmente,
car fuentes de financiaciÛn alternativas condenas y penas legales. En defini- a su accesibilidad (instaladas en bares y
cada vez m·s comprometidas; y, por otro tiva, øpor quÈ el jugador persiste en una salones recreativos), cuantÌa modesta de
lado, tiempo, con la desatenciÛn consi- empresa que sÛlo acarrea pÈrdidas, la apuesta, inmediatez del premio y fun-
guiente a la familia, a los amigos y al cuando lo razonable serÌa abandonar el cionamiento intrÌnseco de la m·quina,
trabajo. En ese momento, la conducta de juego? factor este que propicia la creencia de
que se pueden adquirir ciertas habilida-
des que redunden en unos resultados
JUGADORES PATOLOGICOS beneficiosos para el jugador. Aunque
53,62% 46,97% 10,27%
este tipo de factores ofrece un mayor
valor explicativo, pues permite dar cuenta
Sesión 3 del aumento del n˙mero de personas que
practican un juego determinado, no pue-
55,31% 45,44% 11,12% de explicar por quÈ no todas las perso-
nas que tienen contacto con el juego
Sesión 2 desarrollan este comportamiento.
En esta situaciÛn, se ha dado paso a una
56,37% 43,16% 10,66% b˙squeda de variables causales especÌfi-
cas e inherentes a la propia conducta de
Sesión 1 AZAR SUERTE HABILIDAD jugar. Se ha desplazado el centro de aten-
2. ¿AZAR, SUERTE O HABILIDAD? Los jugadores patológicos atribuyen los resultados
ciÛn hacia el estudio de las distorsiones
cognitivas; el optimismo desmesurado
obtenidos principalmente al azar y a la suerte. A pesar de que las máquinas tragaperras en las posibilidades de ganar, a pesar de
son un juego de azar, los ludópatas estiman que entre el 10-11 % de los resultados son la evidencia en contra, podrÌa constituir
atribuibles a sus propias aptitudes o destreza. un factor etiolÛgico clave que ayude a

12 Mente y cerebro 08/2004


explicar por quÈ para algunas personas GRUPO CONTROL SESION 1 SESION 2
el juego se convierte en un problema. 100
Porcentaje (%)
80
La racionalidad
del ser humano en entredicho 60
Como seÒalan Olivier HoudÈ, Sylvain
Moutier, Laure Zago y N. Tzourio-Ma- 40
zoyer [vÈase ìCorrecciÛn de los errores
de razonamientoî, MENTE Y CEREBRO , 20
n˙mero 2, enero 2003], la psicologÌa cog-
nitiva del razonamiento ha demostrado, 0
Irracionales Racionales Descriptivas Emocionales Otras frases
con profusiÛn de experimentos durante 8,17 0,63 51,51 34,40 5,29
el perÌodo de 1960 a 1980, que en deter-
8,40 0,55 48,29 37,49 5,27
minadas situaciones los individuos in-
curren sistem·ticamente en errores o ses-
gos de razonamiento. Dichos errores 3. PENSAMIENTOS DE LOS NO-JUGADORES mientras juegan en una máquina
aparecen tanto en los razonamientos de tragaperras. Hay un predominio de frases descriptivas, sobre distintos aspectos del juego,
tipo deductivo como en los probabilÌsti- y de frases emocionales, que expresan sentimientos sobre el resultado obtenido. Los
cos, favoreciendo que el ser humano se
no-jugadores también manifiestan errores cognitivos; es superior el porcentaje de frases
aleje del proceder racional que estable-
cen, respectivamente, las reglas lÛgicas irracionales que el de racionales, cuya emisión no alcanza el 1 %. Esta distribución
y la teorÌa de la probabilidad. de los pensamientos se mantiene estable en sesiones de juego consecutivas.
En especial, en aquellas situaciones en
las que hay que calcular una probabili-
dad o establecer predicciones sobre even- tas lo que es sÛlo aproximadamente ver- de azar, seamos o no jugadores habitua-
tos complejos o inciertos, para las que dadero para las series muy largas, y rigu- les. Ahora bien, øquÈ piensan, o mejor
no se tienen suficientes datos o es muy rosamente verdadero exclusivamente dicho, cÛmo piensan las personas que ya
difÌcil su c·lculo, como ocurre con los para secuencias de longitud prÛxima al tienen un problema de juego? øSiguen
resultados de un juego de azar, el hom- infinitoî, y la falacia del jugador, que cometiendo sesgos al analizar las pro-
bre utiliza ciertos atajos o simplifica- refleja la creencia de que la probabili- babilidades o, por el contrario, su ex-
ciones (heurÌsticos) y comete diversos dad de un suceso futuro aumenta con la periencia con los juegos de azar ha fa-
errores (sesgos) en su razonamiento, que lejanÌa temporal del suceso contrario; vorecido un an·lisis m·s racional y
reemplazan a los c·lculos probabilÌsti- ï evaluaciÛn sesgada de los resultados: contin˙an jugando por otros motivos?
cos. Reducen las complejas tareas de que contribuye a mantener la creencia Con objeto de analizar los pensa-
evaluaciÛn de probabilidades a unas de que se dispone de habilidades sufi- mientos de los jugadores patolÛgicos
estrategias m·s simples aunque falibles, cientes para ganar, a pesar de las conti- cuando juegan, nuestro equipo de inves-
a juicios intuitivos. nuas pÈrdidas. En razÛn de la misma, los tigaciÛn de la Universidad Complutense
Èxitos tienden a aumentar las expectati- de Madrid llevÛ a cabo un experimento
Distorsiones cognitivas vas m·s de lo que los fracasos contri- con una muestra de 80 jugadores pato-
en los juegos de azar buyen a disminuirlas; el jugador confÌa lÛgicos (seg˙n criterios diagnÛsticos
En los juegos de azar, probabilÌsticos, es en que va a ganar m·s all· de lo que la DSM-IV). En primer lugar, se entrenÛ a
decir, de predicciÛn incierta, aparecen probabilidad objetiva o el patrÛn de resul- los participantes a que dijeran en voz
tales heurÌsticos y sesgos. A ellos se les tados pasados podrÌan justificar. alta los pensamientos que tenÌan mien-
confiere el papel de reducir la incerti- tras jugaban; a continuaciÛn, se lleva-
dumbre que genera una tarea probabilÌs- ban a cabo tres sesiones de juego en una
tica, infravalorando la influencia del azar. Distorsiones cognitivas m·quina tragaperras, las dos primeras en
Se pueden destacar cuatro errores o dis- en jugadores patológicos un mismo dÌa de forma consecutiva y la
torsiones cognitivas fundamentales: Las investigaciones han puesto de mani- tercera al dÌa siguiente.
fiesto que todos estos errores de razo- Mientras jugaban, se grababan las ver-
ï ilusiÛn de control: creencia en que las namiento probabilÌstico aparecen cuando balizaciones que hacÌan de sus pensa-
habilidades o destrezas propias pueden nos enfrentamos a los diferentes juegos mientos, que luego se categorizaron en
controlar el azar;
ï confianza en la suerte: sobrevalora-
ciÛn de las posibilidades de ganar, inde- GRUPO CONTROL
pendientemente de cualquier acciÛn rea-
lizada por el jugador, pues considera que 69,86% 20,02% 9,99%
posee ìalgoî que le har· ganar; Sesión 2
ï heurÌstico de la representatividad: la
probabilidad de un suceso futuro aumenta
70,74% 19,34% 9,8%
cuanto mayor es el perÌodo anterior del
suceso contrario. Los dos ejemplos m·s Sesión 1 AZAR SUERTE HABILIDAD
significativos de este heurÌstico son la
ley de los n˙meros pequeÒos, que en 4. ATRIBUCION DE LOS RESULTADOS del juego en el grupo de no-jugadores. El
palabras de Piattelli ìse cree que es esta- azar destaca sobre la suerte y la habilidad, aunque estos dos factores, así lo creen,
dÌsticamente verdadero para series cor- intervendrían también en el juego.

Mente y cerebro 08/2004 13


GRUPO CONTROL JUGADORES PATOLOGICOS se analizaron las otras dos medidas de las
100 verbalizaciones, una de forma consecu-
Porcentaje (%) tiva al perÌodo de juego inicial y otra al
80
dÌa siguiente; de ese modo sabrÌamos si
60 el haber estado jugando previamente favo-
recÌa una mayor implicaciÛn en el juego.
40 Los resultados de ambas mediciones
* * * fueron muy parecidos a los de la primera
20 * sesiÛn de juego (vÈase la figura 1).
Cuando un jugador con problemas est·
0 jugando, la mayor parte de sus pensa-
Irracionales Racionales Descriptivas Emocionales Otras frases
8,28 0,59 49,90 35,94 5,28
mientos reflejan alg˙n tipo de distorsiÛn
cognitiva, mientras que los pensamien-
30,31 0,94 27,68 24,24 16,82
tos racionales sobre el juego constituyen
una parte Ìnfima. Entre el 96-97 % de las
5. COMPARACION ENTRE LOS JUGADORES PATOLOGICOS Y EL GRUPO frases sobre estrategias son irraciona-
CONTROL EN EL TIPO DE PENSAMIENTOS durante el desarrollo del juego. Del les. Se ha comprobado que no sÛlo hay
cotejo de los valores medios de las distintas sesiones de juego, se desprende que los un predominio de verbalizaciones irra-
cionales durante el juego, sino que tam-
jugadores patológicos emiten un mayor porcentaje de frases irracionales, aunque el
biÈn existe cierta estabilidad en el grado
porcentaje de frases racionales se mantiene en unos niveles similares en ambos grupos. de irracionalidad manifestado en el trans-
Los asteriscos señalan diferencias significativas. curso del mismo.
Para evaluar la atribuciÛn que hacen
los jugadores patolÛgicos de los resul-
cinco tipos de frases: (a) irracionales, de las frases emitidas se repartÌa en la tados, al final de cada sesiÛn de juego se
que aludÌan a estrategias para influir en proporciÛn siguiente: de tipo descriptivo les preguntaba quÈ porcentaje de los
los resultados que son incorrectas o un 28,52 %, emocional un 24,55 % y de resultados atribuÌan al azar, a la suerte
inapropiadas; (b) racionales, que se refe- otro tipo un 16,34 % (vÈase la figura 1). (buena o mala) y a la habilidad. La dis-
rÌan a estrategias que son correctas o Dado que sÛlo las frases racionales e irra- tribuciÛn media de las respuestas en las
adecuadas para ganar en ese juego o a la cionales conciernen a estrategias rela- tres sesiones oscilaba entre un 53-56 %
imposibilidad de controlar el juego; (c) cionadas con el juego, el 97 % de las oca- atribuido al azar, el 43-46 % asignado a
descriptivas, que relataban alg˙n aspecto siones en las que los jugadores patolÛgicos la suerte y el 10-11 % imputado a las
del juego; (d) emocionales, que expre- se referÌan a alguna estrategia asociada propias habilidades (vÈase la figura 2).
saban sentimientos sobre un resultado al juego las frases son incorrectas. Tales Por si acaso se ha sucumbido a las dis-
obtenido, y (e) otro tipo de frases, donde resultados parecen confirmar un claro torsiones cognitivas, resulta pertinente
se incluÌan las que no podÌan encuadrarse predominio de las verbalizaciones irra- delimitar el concepto de juego de azar.
en las categorÌas anteriores. cionales sobre las racionales. Por tal debe entenderse el que no da la
Tras el primer perÌodo de juego, los øSe mantiene estable tal porcentaje a oportunidad al jugador de utilizar su
datos seÒalan que, por tÈrmino medio, el lo largo del tiempo, en las diferentes par- habilidad o influir en el resultado, pues
29,69 % de las frases emitidas por los tidas que emprende un jugador? Para est· controlado, como su nombre indica,
jugadores patolÛgicos es irracional; sÛlo conocer la evoluciÛn de estos pensa- por la aleatoriedad. Aunque en muchos
el 0,89 % de las frases es racional. El resto mientos en las diversas ocasiones de juego, juegos de azar, pensemos en las m·qui-
nas tragaperras, se le ofrezca al jugador
la posibilidad de interactuar con la
GRUPO CONTROL JUGADORES PATOLOGICOS m·quina para intentar influir en el resul-
100 tado, es la probabilidad preestablecida
Porcentaje (%) en la m·quina, y no la habilidad, la que
80 determina los resultados del juego. Por
60
tanto, el planteamiento ser· siempre pro-
babilÌstico.
40
* Se pone asÌ de manifiesto la dificultad
de establecer las causas de los resulta-
20 dos del juego. Pese a su naturaleza esto-
c·stica, impredecible, los jugadores toman
0 el azar por algo real, controlable, pues
Azar Suerte Habilidad
consideran los acontecimientos como
70,43 19,74 9,70
relacionados y dependientes entre sÌ.
55,84 44,30 10,89 Halpern y Devereaux, de la Universidad
6. COMPARACION ENTRE LOS JUGADORES PATOLOGICOS Y EL GRUPO
de Bucknell, exploraron las estrategias
de apuesta empleadas por jugadores de
CONTROL EN LA ATRIBUCION DE LOS RESULTADOS DEL JUEGO. En ambos
una loterÌa diaria en la que habÌa que
grupos se esgrimen los tres factores (azar, suerte y habilidad) como responsables de los escoger tres n˙meros del 000 al 999 y
resultados, pero los jugadores patológicos atribuyen mayor peso que los no-jugadores a cuyas ganancias dependÌan del n˙mero
la suerte en detrimento del azar. No aparecen diferencias entre ambos grupos en el de acertantes. Seg˙n revelaron los resul-
porcentaje atribuido a la habilidad. tados, los apostantes no elegÌan n˙me-

14 Mente y cerebro 08/2004


ros que pudieran complicar el proceso GRUPO EXITO GRUPO FRACASO
aleatorio del juego: tendÌan a evitar los 100
n˙meros extremos de la escala, los n˙me- Porcentaje (%)
80
ros elevados de cada decena, n˙meros con
dÌgitos dobles y n˙meros que habÌan reci- 60
bido premio en ocasiones precedentes.
Adem·s de esta concepciÛn errÛnea del 40
azar como algo predecible o manipula-
ble, se apela a la suerte para explicar la 20
inesperada alta frecuencia de ganancias
o pÈrdidas. Para dar cuenta de estos resul- 0
Irracionales Racionales Descriptivas Emocionales Otras frases
tados, contrarios a la idea subjetiva del 18,12 3,63 28,32 16,66 33,27
azar, se dice que una persona tiene buena
13,88 6,50 30,14 22,47 27,25
suerte si se producen largas secuencias
de ganancias, o tiene mala suerte, si son
sucesiones de pÈrdidas. Como si la 7. PENSAMIENTOS DESPUES DE RECIBIR TRATAMIENTO PSICOLOGICO para
ìsuerteî fuera algo que la persona posee la ludopatía. Con respecto a la evaluación realizada antes del tratamiento, en el
y que le permite modificar o influir en postratamiento se produce una reducción en el porcentaje de frases irracionales que va
el azar.
acompañada de un incremento de las verbalizaciones racionales. Pero al comparar el
Por ˙ltimo, el jugador asume tambiÈn
un papel activo, recurriendo a su destreza, tipo de frases que emiten los sujetos en el postratamiento no aparecen diferencias entre
a su habilidad, para explicar los resul- quienes han dejado de jugar y los que continúan jugando al año de seguimiento.
tados. Por supuesto, nada de lo que haga
va a modificar el desenlace del juego.
resultados de esta segunda partida (a de las estrategias que hacen alusiÛn al
Distorsiones cognitivas las m·quinas tragaperras) fueron tam- juego son incorrectas.
referidas al azar biÈn similares a los anteriores (vÈase De hecho, las diferencias, entre los
en no-jugadores figura 3). El porcentaje de distorsiones dos grupos, en los porcentajes de los dis-
A pesar del tiempo que los ludÛpatas han cognitivas es menor al manifestado por tintos tipos de frases son significativas,
dedicado al juego, esta experiencia no los jugadores patolÛgicos, a pesar de que excepto para el caso de las frases racio-
parece que sirva para entender mejor el las personas que no juegan habitual- nales, emitidas en un porcentaje Ìnfimo
azar. Para poder afirmar que las distor- mente, cuando se encuentran en una tanto por jugadores patolÛgicos como
siones cognitivas referidas al azar cons- situaciÛn de juego, dan muestras de por no-jugadores. En resumen: los juga-
tituyen un factor etiolÛgico de la con- implicarse en esta actividad: en el curso dores con problemas emiten, en propor-
ducta de juego problem·tico, tales errores del mismo describen aspectos, situa- ciÛn, m·s frases irracionales, mientras
de razonamiento deben producirse con ciones o variaciones y expresan senti- que los no-jugadores verbalizan m·s fra-
una frecuencia o en una intensidad sig- mientos o impresiones acerca de los ses de tipo descriptivo y emocional (vÈase
nificativamente mayor que la que apa- resultados obtenidos. Debe destacarse, la figura 5).
rece en la poblaciÛn normal cuando se sin embargo, que este menor porcentaje øCÛmo explican los no-jugadores los
enfrenta al azar. de frases irracionales no va acompa- resultados obtenidos en el juego? Al pre-
Con el fin de comprobarlo, repetimos Òado de un mayor porcentaje de verba- guntarles sobre esa cuestiÛn, se remiten
el mismo experimento. La muestra cons- lizaciones racionales; por esta razÛn, al azar en un 69-70 %, a la suerte en un
taba ahora de 80 personas que no ju- en esta poblaciÛn no clÌnica el 81-83 % 19-20 % y a la habilidad en un 9-10 %
gaban habitualmente. øQuÈ pensaban
mientras jugaban? Las verbalizaciones
emitidas durante el juego se distribuÌan GRUPO EXITO GRUPO FRACASO
de la siguiente manera: el 8,17 % eran 100
irracionales, el 0,63 % racionales, el Porcentaje (%)
51,51 % describÌan alg˙n aspecto del 80
juego, el 34,40 % expresaban sentimien-
60
tos sobre un resultado obtenido y, por
˙ltimo, el 5,29 % recogÌa un conjunto 40
de frases sin cabida en las categorÌas
anteriores (vÈase la figura 3). 20
En la poblaciÛn de no jugadores
parece, pues, producirse una reducciÛn 0
Azar Suerte Habilidad
del porcentaje de frases que reflejan
79,24 28,26 1,20
errores cognitivos referidos al azar.
Predominan, en cambio, las descrip- 77,68 20,17 2,00
ciones sobre el propio juego y la mani-
festaciÛn de emociones asociadas a los 8. ATRIBUCION DE LOS RESULTADOS DEL JUEGO DESPUES DE RECIBIR
resultados del mismo. TRATAMIENTO PSICOLOGICO para la ludopatía. Tras el tratamiento se produce un
Se procediÛ, entonces, a comprobar incremento del porcentaje asignado al azar en detrimento del atribuido a la suerte o a
si esta distribuciÛn se mantenÌa estable la habilidad. Pero no aparecen diferencias entre el grupo que ha dejado la práctica y los
en una segunda sesiÛn de juego. Los que continúan jugando al año de seguimiento.

Mente y cerebro 08/2004 15


TRATAMIENTO NO COGNITIVO PRETRATAMIENTO POSTRATAMIENTO una tarea probabilÌstica, se ve signifi-
100 cativamente acrecentada en aquellas per-
Porcentaje (%) sonas cuya conducta de juego constituye
80
un problema psicolÛgico. Los errores
60 cognitivos reflejan un optimismo des-
mesurado en las posibilidades de ganar,
40 asÌ como la creencia de que el azar puede
ser controlado con sÛlo dedicar el tiempo
20 suficiente hasta llegar a conocer su pro-
ceso de funcionamiento.
0 Por tanto, de cara al tratamiento de los
Frases irracionales Frases racionales
32,66 0,92
jugadores patolÛgicos, parece pertinente
modificar esta variable en el sentido de
25,48 3,18
favorecer un juicio m·s preciso de las
9. CAMBIO EN LAS FRASES SOBRE ESTRATEGIAS antes y después de recibir
posibilidades reales de ganar, o quiz·
habrÌa que decir de las posibilidades rea-
tratamiento psicológico para modificar las distorsiones cognitivas relativas al azar. les de perder. Pero, øen quÈ medida un
Se produce un cambio significativo: disminuye el porcentaje de frases irracionales cambio cognitivo de estas caracterÌsti-
y aumenta el de las frases racionales. cas est· asociado a no jugar? øHasta quÈ
punto facilita que el jugador abandone
esa pr·ctica?
(vÈase la figura 4). De nuevo, se com- hacÌan unas apuestas m·s altas y sobre- Para averiguarlo, acometimos un nue-
prueba la dificultad que conlleva expli- valoraban m·s las posibilidades de ganar vo experimento. Tras recibir los jugadores
car las causas de los resultados del juego que los jugadores que veÌan al croupier tratamiento psicolÛgico centrado en el
a una no-causa como es el azar. øPodemos lanzar la bola. (QuiÈn lance la bola no problema de juego, se procediÛ a eva-
demostrar cierta destreza frente al azar? constituye ning˙n factor relevante en el luar los pensamientos en la forma antes
Aunque tal propuesta entraÒa una con- desenlace del juego.) descrita. Transcurrido un aÒo desde la
tradicciÛn in terminis, parece que hay una Parece inevitable no sucumbir a ese finalizaciÛn del tratamiento, los partici-
resistencia a aceptar la idea de que la habi- control ilusorio y pensar que la interac- pantes fueron clasificados en funciÛn de
lidad no es un factor determinante de los ciÛn con la m·quina es una cuestiÛn de que hubieran alcanzado o no el criterio
resultados. Por eso apela, aunque en habilidad. Las actuales m·quinas traga- de Èxito clÌnico, esto es, que no jugasen
menor medida que el jugador patolÛ- perras ofrecen la oportunidad de presio- a las m·quinas tragaperras al cabo de
gico, a su capacidad para dominar el azar nar m˙ltiples botones para, entre otras ese tiempo.
(vÈase la figura 6). posibilidades, avanzar o parar los sÌmbo- CabrÌa esperar que los sujetos que deja-
ImagÌnese el lector que se encuentra los de forma independiente o jugar a otros ron de jugar a las m·quinas tragaperras
frente a una mesa de ruleta en la que hay juegos adicionales, con m·s premios y presentaran mayores cambios cognitivos
dos opciones: o el croupier lanza la bola m·s posibilidades de influir en la m·quina. que los sujetos que seguÌan jugando. Los
y o la hace rodar el lector. øCÛmo serÌan resultados indican, sin embargo, que no
las apuestas en cada modalidad: iguales Modificación de existen diferencias significativas entre
o diferentes? Este experimento, reali- las distorsiones cognitivas ambos grupos ni en el porcentaje de fra-
zado por Ladouceur y Mayrand, en la Uni- Como se ha comprobado, la dificultad ses emitidas ni en la atribuciÛn de los
versidad de Laval, demostrÛ que los suje- que el ser humano tiene para hacer un resultados al azar, la suerte o la habili-
tos que lanzaban ellos mismos la bola razonamiento preciso al enfrentarse a dad (vÈanse las figuras 7 y 8).
Cuando se analizan por separado los
cambios producidos entre el pretrata-
miento y el postratamiento, tanto en el
TRATAMIENTO NO COGNITIVO PRETRATAMIENTO POSTRATAMIENTO
100 grupo que ha alcanzado el Èxito tera-
Porcentaje (%) pÈutico como en el que siguen jugando
80 a las m·quinas tragaperras, se aprecian
diferencias significativas en el porcen-
60 taje de frases irracionales y en la atri-
buciÛn realizada a los resultados del
40 juego. Tras el tratamiento se ha produ-
20
cido una reducciÛn del porcentaje de fra-
ses irracionales y un incremento del por-
0 centaje asignado al azar, en detrimento
Frases irracionales Frases racionales del atribuido a la suerte o a la habilidad.
32,66 0,92 Con independencia de que los suje-
25,48 3,18 tos sigan o no jugando, parece que des-
puÈs de recibir tratamiento psicolÛgico
piensan de forma m·s racional en lo con-
10. CUANDO EL TRATAMIENTO PSICOLOGICO no incluye instrucciones directas cerniente a los juegos de azar. øCues-
para modificar las distorsiones cognitivas relativas al azar, no se aprecia un cambio tionan, pues, estos resultados el papel
significativo en las frases sobre estrategias entre el pretratamiento y el postratamiento, que desempeÒan los pensamientos irra-
aunque disminuyen ligeramente las frases irracionales y aumentan las racionales. cionales referidos al azar en el mante-

16 Mente y cerebro 08/2004


TRATAMIENTO COGNITIVO PRETRATAMIENTO POSTRATAMIENTO en comparaciÛn con los sujetos que han
100 dejado de jugar.
Porcentaje (%) En cualquier caso, el hecho de que
80
* la poblaciÛn normal sufra determina-
60 dos errores cognitivos y, sin embargo,
no desarrolle problemas con los juegos
40 de azar, que los jugadores que han
dejado de jugar sigan conservando cier-
20 tas distorsiones cognitivas tras recibir
tratamiento psicolÛgico, y que algunos
0 * jugadores contin˙en jugando a pesar
Azar Suerte Habilidad
42,50 42,37 8,5
de verbalizar ideas correctas acerca de
la incontrolabilidad de los juegos de azar,
70,36 21,07 1,43
ponen de manifiesto cu·n asentados se
hallan ciertos errores probabilÌsticos
11. CAMBIO EN LA ATRIBUCION DE LOS RESULTADOS antes y después de recibir en el ser humano. Ello plantea la nece-
tratamiento psicológico para modificar las distorsiones cognitivas relativas al azar. sidad de determinar cu·l es la magni-
Se produce un incremento del porcentaje atribuido al azar y una reducción tud aceptable de pensamientos irra-
cionales que no constituye un factor de
de la responsabilidad otorgada a la suerte y, fundamentalmente, a la habilidad.
riesgo en el desarrollo de problemas de
juego.
En otras palabras, el reto estriba en
nimiento de la conducta de juego pro- quieren demostrar que el juego ya no poder establecer la cantidad de pensa-
blem·tico? Antes de contestar a esta pre- constituye un problema para ellos, mientos irracionales que deben elimi-
gunta reseÒemos otro dato importante. podrÌan hacer uso de frases m·s correc- narse para facilitar que el jugador con
Cuando el tratamiento psicolÛgico tas, teniendo en cuenta que han recibido problemas deje de jugar, o lo que quiz·
excluye la tÈcnica de reestructuraciÛn informaciÛn a este respecto. revista mayor interÈs, poder determinar
cognitiva, una intervenciÛn cuyo obje- En definitiva, ciertos jugadores que cu·les son los errores m·s irraciona-
tivo es modificar directamente los erro- han recibido informaciÛn sobre los erro- les, los m·s proclives a favorecer un
res de razonamiento de los jugadores, res cognitivos asociados a los juegos de juego problem·tico, que precisan ser
no se produce un cambio significativo azar podrÌan manifestar un cambio cog- modificados. En definitiva, se tratarÌa
en el porcentaje de frases irracionales, nitivo en la direcciÛn adecuada debido de poder responder a la pregunta øcu·l
ni en la atribuciÛn de los resultados del a la deseabilidad social (vÈanse las figu- es el grado de irracionalidad permisi-
juego. ras 9 y 11). Ese cambio significativo ble para prevenir los problemas con los
Hay que seÒalar que un elevado por- hacia la racionalidad no se aprecia, o juegos de azar?
centaje de los jugadores que acuden a tra- al menos no en la misma medida, cuando
tamiento carece de motivaciÛn para el los jugadores carecen de la informa-
cambio. SÌ tiene la necesidad de apa- ciÛn relativa a tales distorsiones cog-
rentar interÈs en dejar de jugar para que nitivas (vÈanse las figuras 10 y 12). De
su entorno le ayude econÛmicamente a hecho, se produce una paradoja: los FRANCISCO JAVIER LABRADOR ENCINAS
salir de esa situaciÛn (a cambio de acu- sujetos que siguen jugando tienden a es catedrático de modificación de conducta
dir a tratamiento), razÛn frecuente del emitir un porcentaje menor de frases y director del departamento de psicología
comportamiento mendaz en este tipo de irracionales y un porcentaje mayor de clínica de la Universidad Complutense de
Madrid (UCM), en cuya facultad de psico-
trastorno. AsÌ se explica que los juga- frases racionales en el postratamiento,
logía desarrolla su actividad docente e inves-
dores que no han dejado de jugar pero
tigadora.
ANA FERNANDEZ-ALBA LUENGO, doc-
tora en psicología por la UCM, es profe-
TRATAMIENTO NO COGNITIVO PRETRATAMIENTO POSTRATAMIENTO sora del departamento de psicología clínica
100 del mismo centro superior y su campo de
Porcentaje (%) investigación principal se enmarca en el
80 estudio del juego patológico.
60
Bibliografía complementaria
40
THE VISUAL BRAIN IN ACTION. A. D. Milner
y M.A. Goodale. Oxford University Press,
20
1996.
0 DAS GEHIRN UND SEINE WIRKLICHKEIT. KOG-
Azar Suerte Habilidad
NITIVE N EUROBIOLOGIE UND IHRE PHILOSO -
52,12 50,81 14,31 PHISCHEN KONSEQUENZEN . G. Roth. Suhr-
62,11 41,15 4,42 kamp; Frankfurt a. M., 1997.

12. AL NO TRATARSE DIRECTAMENTE LOS ERRORES cognitivos de los jugadores, INNER VISION.AN EXPLORATION OF ART AND
BRAIN. S. Zeki. Oxford University Press,
el cambio en la atribución de los resultados del juego, aunque se produce en la 1999.
dirección adecuada, no es significativo.

Mente y cerebro 08/2004 17


La paradoja
del samaritano
Los sociobiólogos sostienen que incluso una acción altruista y desinteresada
no es nada más que un egoísmo solapado. Pero el dogma se tambalea

Ernst Fehr gen de toda la vida social no residÌa en beneficiarÌa tambiÈn a la comunidad. En
y Suzann-Viola Renninger la virtud, sino en el vicio privado. el Fausto Goethe puso en boca de
MefistÛfeles: ìEs parte de toda acciÛn

S
in cooperaciÛn no funciona nada. Quijotes ilusos querer siempre lo malo y lograr siempre
Ni en la familia ni en el cÌrculo Mandeville tildÛ de lisonja a tontos inge- lo buenoî.
de amigos; menos a˙n, en la vida nuos el discurso, habitual en aquella Trescientos aÒos despuÈs de Mande-
profesional, la circulaciÛn via- Època, sobre los nobles motivos. Mora- ville, siguen siendo actuales las cues-
ria o la polÌtica. Los padres confÌan en lidad y bien com˙n óse mofabaó se fun- tiones que entonces se plantearon y
sus hijos, los peatones en los ciclistas, damentan tan sÛlo en el egoÌsmo indi- contin˙an ocupando a psicÛlogos, sociÛ-
los gobernantes en sus aliados. Hasta el vidual, pues, al fin y al cabo, no hay logos, economistas y cientÌficos. Mientras
ìpadrino mafiosoî necesita socios fia- ìnada tan universalmente autÈntico so- economistas y sociÛlogos habÌan deli-
bles, pues de lo contrario pronto se encon- bre la faz de la Tierra como el amor que neado ya en el siglo XIX, basados en el
trarÌa entre rejas. toda criatura, que es capaz de Èl, alberga modelo del Homo oeconomicus, un ser
A veces, las cooperaciones operan sin respecto de sÌ mismoî. Si cada miembro que sÛlo aspira a maximizar sus ganan-
contrato, no se fijan los detalles de los de la comunidad persigue con perseve- cias materiales, los biÛlogos derivan la
acuerdos y no se explicitan las sancio- rancia sus propios intereses, esto repor- conducta humana de los ìgenes egoÌstasî.
nes. Una profunda confianza en la reci- tar· el mayor beneficio para todos. El Pero, øse puede, en serio, comprender el
procidad y juego limpio permea nuestra razonamiento de Mandeville culminaba comportamiento desinteresado y altruista
vida cotidiana. Pero, øde quÈ nos fia- en la afirmaciÛn de que el Estado se ven- de los humanos con estos modelos gene-
mos, en realidad? øPor quÈ funciona drÌa abajo, si el egoÌsmo dejara de ser el rales? øNo hay acaso innumerables ejem-
nuestra convivencia? øSon los humanos impulsor de nuestras acciones. plos de personas que se solidarizan con
ìnobles, caritativos y buenosî por natu- En una Època muy marcada todavÌa por los otros (aun a costa de perjuicios per-
raleza y en esto se distinguen del resto los valores religiosos y la autoridad ecle- sonales), como los voluntarios que arries-
de las criaturas, como un dÌa formulÛ si·stica, estas declaraciones provocaron gan su vida acudiendo a zonas devasta-
Goethe? øSe esconde en cada uno de protestas apasionadas. La indignaciÛn das por un terremoto para salvar la de los
nosotros un buen samaritano, dotado de fue enorme y m·s de un afamado filÛ- dem·s? øNo son nuestros motivos prio-
motivos altruistas y de un sentido del sofo se dedicÛ el resto de su vida a inten- ritariamente culturales y no biolÛgicos?
bien com˙n, o, por el contrario, nos arras- tar refutar las tesis de Mandeville. AsÌ, Con todo, la mayorÌa de los etÛlogos
tran hacia el comportamiento coopera- el conde de Shaftesbury, uno de los repre- se obstinan en interpretar la conducta
tivo ocultos incentivos econÛmicos y un sentantes m·s conspicuos de la IlustraciÛn altruista de los humanos como un egoÌs-
egoÌsmo que apunta al futuro? inglesa, defendiÛ que sociabilidad y mo escondido. En su opiniÛn, un an·li-
El problema sobre la fundamentaciÛn altruismo eran parte de la naturaleza sis preciso siempre pone de manifiesto
y persistencia de las cooperaciones nece- humana. Nuestro entusiasmo por lo que la lealtad, la generosidad o incluso
sarias en una sociedad que funciona ha bueno, lo verdadero y lo bello era, seg˙n el sacrificio en bien de los dem·s no son
sido desde siempre un tema de la filo- Èl, innato y nos hacÌa tan virtuosos y tan ópor m·s h·bilmente que se puedan ele-
sofÌa polÌtica. Una posiciÛn extrema, que honestos, que cabÌa imaginar un orden gir los disfraces, bajo la capa del sama-
sit˙a el mal en el inicio de los buenos social que, en su caso ideal, pudiera pres- ritanoó otra cosa que un amor propio
modales y el amor propio como base de cindir de las sanciones para que se cum- solapado. Por ejemplo, en el mecenazgo
los seres sociales, est· representada por plieran sus normas. no se manifiesta el fil·ntropo generoso,
Bernard Mandeville (1670-1733). Este La idea de que el egoÌsmo del indivi- sino el frÌo empresario calculador que
filÛsofo y neurÛlogo, holandÈs de naci- duo lleva al bien de la comunidad apa- se promete un incremento duradero de
miento, que se habÌa establecido en rece en muchas variantes. El economista las ganancias, por medio de un preme-
Londres en 1691, provocÛ a sus coet·- y filÛsofo escocÈs Adam Smith (1723- ditado cuidado de la fama.
neos al sostener, en su F·bula de las 1790) postulaba que cada individuo habÌa Tras el Èxito comercial de El gen egoÌs-
abejas, la tesis polÈmica de que el ori- de buscar su beneficio y, de ese modo, ta de Richard Dawkins, se han multipli-

18 Mente y cerebro 08/2004


¡El hombre es noble,

CORBIS
caritativo y bueno!
Pues sólo esto
le diferencia de
los otros seres
conocidos
(Johann Wolfgang von Goethe,
Lo divino)

1. MISERICORDIA ENIGMATICA.
Según la teoría de los “genes egoístas”, no
debería darse una conducta enteramente
desinteresada al estilo de la parábola
bíblica del buen samaritano.

cado los intentos por atribuir la conducta El hombre, propio interÈsî. Mandeville no lo hubiera
desinteresada al ìegoÌsmo de los genesî. una máquina podido expresar mejor.
Todos los organismos ósean amebas, de supervivencia ìUn mono que yerra en el salto es un
hipopÛtamos o humanosó serÌan utili- Las implicaciones de esta imagen del mono muerto.î Esta expresiÛn, que di-
zados por sus componentes hereditarios ser humano son de gran alcance. El egoÌs- vulgÛ George Simpson (1902-1984),
como ìvehÌculoî para maximizar su pro- mo de los genes no sÛlo explica la ego- ilustra el principio de la teorÌa de la evo-
pia propagaciÛn. En palabras de Dawkins: latrÌa de la ìm·quina de supervivencia luciÛn alumbrada en 1859 por Charles
ìSomos m·quinas de supervivencia, humanaî, sino tambiÈn nuestra conducta Darwin en su cl·sico Sobre el origen de
robots programados a ciegas para la con- caracterizada de altruista en el lenguaje las especies. El ser que no se ocupa de
servaciÛn de las molÈculas egoÌstas, a cotidiano. Otro prominente represen- sobrevivir y que en la disputa por los
las que llamamos genes. Este egoÌsmo de tante de esta tesis, Richard Alexander, alimentos, el sexo y el biotopo se queda
los genes dar· lugar a la conducta egoÌs- de la Universidad de Michigan, sostiene rezagado, reduce sus posibilidades de
ta habitual del individuoî. En otras pala- que ìla Ètica, la moral, las buenas mane- transmitir en herencia sus cualidades
bras: por su origen biolÛgico el hombre ras y la psique humana sÛlo se pueden individuales. SÛlo un mono que, en la
est· ineludiblemente dispuesto al egoÌs- entender si se considera a las socieda- maraÒa de ramas de la selva, no yerra
mo. Al Homo oeconomicus se le junta des como un conglomerado de individuos (y, por tanto, protege su nuca) puede
el igualmente egoÌsta Homo geneticus. que nunca persiguen otra cosa que su transmitir en herencia a su prole los

Mente y cerebro 08/2004 19


genes de un buen sentido de la orienta- Egoísmo cooperador tario de muchÌsimas personas a favor de
ciÛn y de un asirse con seguridad. Algunos sociobiÛlogos van m·s lejos. proyectos sociales y humanitarios?
ìLa lucha por la supervivenciaî de La propia inteligencia emocional e ins- Para un determinado tipo de compor-
Darwin, emparejada con la idea de los trumental de los humanos, su andar tamientos altruistas la sociobiologÌa tiene
genes egoÌstas de Dawkins, puede hacer erguido, su competencia ling¸Ìstica, la presta la respuesta: ìselecciÛn de paren-
plausible, en el reino animal, la forma- conciencia de sÌ mismos, su necesidad tesco o familiarî. Por lo visto, solicitud,
ciÛn y desarrollo de numerosas cualida- de fe y religiÛn se habrÌan originado en cooperaciÛn y espÌritu de sacrificio resul-
des: como consecuencia de la disputa el vil conflicto en torno a los recursos. tan, al menos entre los consanguÌneos
con los dem·s y con las circunstancias Las met·foras guerreras llegan, en la directos, ˙tiles en el sentido del egoÌsmo
del entorno, asÌ como el rearme, siem- prosa de la teorÌa evolutiva moderna, genÈtico. En este caso es relativamente
pre necesario, en la lucha contra los com- hasta la ìguerra de sexosî. Pues, desde alta la probabilidad de que los benefi-
petidores por los alimentos o en la caza un punto de vista evolutivo, la relaciÛn ciarios de una buena acciÛn porten los
de presas se desarrollaron las adapta- entre hombre y mujer tampoco serÌa otra mismos genes que el auxiliador que apa-
ciones m·s diversas. El psicodÈlico juego cosa que una lucha continua para explo- rentemente se mueve por motivos nobles.
crom·tico de la sepia en celo, la vivaci- tar al compaÒero y cargarle el peso de El astuto gen egoÌsta persigue, pues, sus
dad con la que la gacela otea su horizonte la descendencia. Se trate de amor paren- intereses tambiÈn a travÈs del rodeo del
para detectar los peligros o la lograda pre- tal o de pasiÛn erÛtica, en este mundo parentesco.
cisiÛn con la que el mosquito zancudo mental se mantiene bajo las riendas de William D. Hamilton (1936-2000),
halla su camino hacia la prÛxima vÌctima los genes egoÌstas cualquier sensaciÛn biÛlogo estadounidense, ya habÌa exten-
son reducibles probablemente, todos y conducta. dido en 1964 la idea del gen egoÌsta a
ellos, a adaptaciones genÈticas. En este Pero la vehemente pretensiÛn de expli- sobrinos y primos. Si, para emplear el len-
caso, se trata de propiedades, en las que, caciÛn de muchos sociobiÛlogos pro- guaje metafÛrico y conciso de Dawkins,
siguiendo libremente el lema olÌmpico voca un punto de duda. øSe puede redu- un ìvehÌculo gÈnicoî arriesga su vida, por
de ìcitius, altius, fortiusî, se pone en cir a motivos egoÌstas la solicitud cariÒosa ejemplo, para salvar a cinco primas de
juego lograr, en un campo determinado, que se dispensan entre sÌ los miembros una casa en llamas, entonces se puede per-
m·s Èxitos que el competidor. de una familia o el compromiso volun- der eventualmente su propia dotaciÛn
genÈtica, pero es tambiÈn muy probable
que se mantenga al menos una copia de
sus propios genes con las cinco salvadas.
En este ejemplo lo que cuenta es la ganan-
Animales sociales cia neta en rÈplicas, no la permanencia
de su propio patrimonio hereditario.

La rata topo desnuda (un roedor de apenas diez centímetros con piel arru- Singularidad del Homo sapiens
gada, incisivos salientes y diminutos ojos) vive bajo tierra en colonias fami- En el reino animal el comportamiento
liares de hasta cien miembros. A pesar de su fealdad (según cánones huma- altruista puede explicarse, en buena
nos) es desinteresada hasta la autoinmolación: los miembros de una colonia medida, a travÈs de la selecciÛn de paren-
renuncian, a favor de su “reina”, a su propia descendencia y trabajan para la tesco: cuando un animal activa, arriesg·n-
soberana durante toda su vida. Los investigadores interpretan este despren- dose, la supervivencia y reproducciÛn de
dimiento familiar como altruismo suave. El altruismo fuerte, por el contrario, otros, en la mayorÌa de los casos el bene-
lo encontramos sólo entre los humanos: una decisión de cooperar y una con- ficiario es un pariente prÛximo. Las ter-
ducta desinteresada, incluso sin perspectivas de beneficio y, con frecuencia,
mitas y otros insectos sociales óaunque
no sólo en el círculo de los consanguíneos.
tambiÈn las rata topos desnudas (Hetero-
cephalus glaber)ó ofrecen ejemplos
paradigm·ticos de este comportamiento.
Pero en el mundo humano la situaciÛn es
otra. Tanto si viven en grupos reducidos
o numerosos, en la red globalizada de la
nueva economÌa o en los ˙ltimos refu-
gios aislados de los yanomami de la fron-
tera entre Venezuela y Brasil: en todas
las culturas y comunidades parece abun-
dar ejemplos de una cooperaciÛn, sin
necesidad de vÌnculos de parentesco.
En sus intentos de derivar del egoÌs-
mo el altruismo humano, los biÛlogos
abren otras dos vÌas de argumentaciÛn.
AsÌ, la teorÌa del altruismo recÌproco
enuncia que los humanos act˙an pre-
ferentemente siguiendo el lema ìdonde
las dan, las tomanî, sobre todo si resul-
ta probable un trato frecuente entre ellos.
OKAPIA

En estos casos, podemos suponer que


nuestra generosidad se ver· correspon-
dida en la prÛxima ocasiÛn. A este ìcom-

20 Mente y cerebro 08/2004


CINETEX

2. PRECEDENCIA A LOS GENES PROPIOS. En el cuento de la “cenicienta”, la


padreoî, si se nos permite el vulgaris- malvada madrastra sólo protege a sus dos hijas naturales.
mo, los psicÛlogos lo denominan reci-
procidad.
La teorÌa de la buena fama parte, en tas y sociÛlogos han desarrollado en estos pamiento social del que todos se bene-
˙ltima instancia, de un fenÛmeno: suele ˙ltimos aÒos. Ha surgido, en el Ìnterin, fician, incluso quienes no aportan nada.
valer la pena, en el entorno personal, una especialidad nueva, la economÌa Los aprovechados se limitan a especu-
labrarse, con acciones bien dosificadas, experimental. lar con que los otros har·n los esfuerzos
la reputaciÛn de fil·ntropo y socio leal. Uno de estos intentos (el experimento necesarios y sacan asÌ partido de la dis-
Esta conducta es beneficiosa para la llamado de sanciÛn) se llevÛ a cabo en posiciÛn a la cooperaciÛn y de la hon-
imagen de uno y, a la larga, reporta be- 2002 en nuestro Instituto de la Univer- radez de estos ˙ltimos. No es difÌcil
neficios. AsÌ lo cree dicha tesis. sidad de Z˙rich con 240 universitarios, encontrar ejemplos: la utilizaciÛn com˙n
Fuera de estas tres variantes, la con- de ambos sexos. A cada probando se le de las instalaciones p˙blicas como esta-
ducta sacrificada no cuenta para las es- asignÛ una terminal de ordenador en una ciones de ferrocarril, aparcamientos o
calas biolÛgicas evolucionistas. Pues, si cabina, donde se hallaba aislado Ûptica autopistas requiere tanto un comporta-
la familia no sale beneficiada, ni la re- y ac˙sticamente del resto de los partici- miento leal como el cumplimiento del
ciprocidad ni la buena fama prometen pantes. Cada participante estaba conec- convenio internacional de protecciÛn cli-
provechos ulteriores, entonces el desin- tado en red con otros tres, formando un m·tica o el acuerdo para proteger los
terÈs no aporta nada. Al contrario; per- equipo de cuatro para desarrollar juntos mares de la sobrepesca. Piense tambiÈn
judica, porque supone una inversiÛn en un juego. DespuÈs de cada ronda, cada el lector en todas las obligaciones fis-
salud, recursos o dinero. Desde este pun- uno de los sesenta equipos se reagru- cales que se ocultan en las declaracio-
to de vista, una persona altruista se halla paba al azar, sin que nadie supiera quiÈ- nes de renta, que podrÌan servir para el
tan ìmuertaî como el mono que no se nes eran sus compaÒeros, pues cada par- com˙n disfrute de los equipamientos
agarra a la rama. Seg˙n esta lÛgica, no ticipante sÛlo aparecÌa en el monitor financiados con dinero p˙blico.
habrÌa ning˙n ìautÈnticoî buen samari- como una cifra anÛnima. En el experimento de Z˙rich no se les
tano. Pero no parece que esta conclu- dijo explÌcitamente a los participantes
siÛn sea correcta, pues las tres tentati- El problema de los aprovechados en quÈ consistirÌa el bien p˙blico. Se
vas de explicaciÛn suelen fallar, cuando Al inicio de una ronda, cada participante aclaraba, sin m·s, por sus efectos: el
se trata de interpretar la conducta altruista recibe un capital inicial virtual por valor director de la prueba aumentaba cada
de los humanos. de veinte francos suizos (unos catorce ronda un sesenta por ciento la suma glo-
Al propio tiempo, la situaciÛn privi- euros). Los jugadores de un grupo de bal aportada por los cuatro miembros de
legiada del hombre se ha convertido en cuatro pueden invertir su capital, o parte un grupo de juego y lo distribuÌa por igual
objeto de atenciÛn de numerosos expe- del mismo, en un proyecto com˙n, en un entre los cuatro participantes, con inde-
rimentos de laboratorio, que economis- bien p˙blico. Por tal se entiende un equi- pendencia de la contribuciÛn de cada uno.

Mente y cerebro 08/2004 21


Por ejemplo, si los cuatro miembros dida de 0,6 francos. AsÌ pues, a quien no maba de las cantidades invertidas por
aportaban, en conjunto, cuarenta fran- pagaba nada le quedaban seguros al los otros tres y, por tanto, tenÌan la posi-
cos, el monto a repartir era de 64 francos menos los veinte francos del capital ini- bilidad de ìcastigarlosî por las decisio-
y cada uno de ellos recibÌa 16 francos. cial, adem·s de (contando con el deseo nes tomadas. En este caso, el director del
Un aprovechado, que no habÌa aportado de cooperaciÛn y la buena fe de los com- experimento rebajaba el saldo de los par-
nada, habÌa obtenido, en este caso, un paÒeros de grupo) su eventual parte en ticipantes afectados. Los sancionadores
beneficio neto de 16 francos; un juga- el patrimonio com˙n. podÌan establecer el importe de la multa,
dor que habÌa invertido diez francos, Por consiguiente, el problema de los pero la sanciÛn les debÌa costar algo a
podÌa a˙n embolsarse seis francos de participantes residÌa en cÛmo cada uno ellos: un franco (que recaudaba el direc-
beneficio. Pero si alguno habÌa contri- de ellos volvÌa a casa con su capital ini- tor de la prueba) si la multa era de tres
buido con veinte francos, quedaba en el cial, si ninguno invertÌa en el proyecto. francos; dos francos, si la multa era de
desairado papel del tonto estafado que, Pues, en este caso, el director no les daba seis francos, y asÌ progresivamente.
en esta ronda, habÌa perdido, a fin de ninguna prima monetaria. Adem·s, los Este experimento de dos fases se rea-
cuentas, cuatro francos. En tales condi- participantes podÌan embolsarse al final lizÛ seis veces. Los resultados son sor-
ciones lo mejor hubiera sido que los cua- el contravalor real de su moneda virtual. prendentes para los adeptos al modelo
tro jugadores hubieran invertido todo su Estaban, pues, suficientemente motiva- del Homo oeconomicus: m·s del ochenta
capital. En ese caso, cada uno de ellos dos para proceder con sensatez. por ciento de los participantes multaron
habrÌa recibido 32 francos. Hasta aquÌ, el desarrollo de nuestro en las seis rondas, al menos una vez, a
Al jugador que se comportaba guiado experimento era similar a las pruebas un compaÒero. Y lo hicieron, aunque no
por el interÈs, le compensaba, en esa sobre el bien p˙blico que realizaban, obtenÌan ning˙n beneficio inmediato,
reglamentaciÛn del experimento, no cola- desde hace unos veinte aÒos, los econo- sino, al contrario, pagaban por ello. Se
borar ni con un solo cÈntimo al proyecto mistas. Pero nosotros dimos un paso castigÛ un 30 por ciento incluso en cada
com˙n. Pues por cada franco que inver- decisivo m·s. DespuÈs de que los com- ronda. Como era de esperar, habÌan san-
tÌa en el bien p˙blico sÛlo le devolvÌan ponentes del equipo habÌan decidido la cionado sobre todo a los aprovechados.
0,4 francos, es decir, le suponÌa una pÈr- cantidad que querÌan invertir, se les infor- Sus multas resultaban tanto m·s eleva-

Sobre la bondad de la naturaleza humana. Resumen histórico


El problema de la naturaleza humana atraviesa la historia Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) esbozó una imagen del
entera del pensamiento. Para Aristóteles (384-322 a.C.), por hombre mucho más acogedora: el hombre es bueno por
ejemplo, la cualidad de ser bueno era una posibilidad ínsita naturaleza. Rousseau defiende en su novela pedagógica
en el hombre, que sólo se realizaba en el seno de una comu- Emilio que el libre desarrollo del niño representa la clave
nidad. El filósofo caracterizó también a nuestra especie de la felicidad común. En la medida en que los adultos deja-
como “animal social o ciudadano”. Toda actividad humana ran crecer las buenas disposiciones de los niños, éstos pre-
tiene como objetivo la formación del estado como forma pararían el camino de una sociedad armónica.
suprema de la sociedad; en el estado ideal coinciden los
hombres buenos y los buenos ciudadanos. Con Immanuel Kant (1724-1804) vuelve a aparecer una visión
Con el cristianismo surge una imagen del hombre muy dis- algo más sombría. Siguiendo la tradición cristiana, atribuye
tinta. Según el relato del Génesis, Dios creó al hombre a su a nuestra especie una propensión natural al mal. El estado
imagen y semejanza. Originariamente bueno, el hombre cae, social primigenio de la raza humana es, según Kant, una “socia-
como consecuencia del pecado original, bajo la maldición bilidad insociable”. Con esta expresión busca captar la con-
del mal. “Todos pecaron y están privados de la gloria de tradicción de que los humanos, por una parte, se enfrentan
Dios”, así resume San Pablo la aciaga situación en su Carta siempre entre ellos con la “ley de la selva”, pero, por otra,
a los Romanos (capítulo 3, versículo 23). En la concepción no pueden vivir aislados unos de otros. Para solucionar el
protestante, sólo la fe en la Crucifixión y Resurrección de problema de la superación de ese antagonismo en una socie-
Jesucristo justifica a un ser humano, pero no por eso lo dad, elabora un análisis de los motivos humanos.
hace bueno. Martin Luther (1483-1546) lo condensó en esta Toda acción moral se lleva a cabo, según Kant, conforme a
expresión “ simul justus et peccator ” (justo y pecador a un una “máxima” o propósito consciente. Por ejemplo, si des-
tiempo): el creyente está justificado, pero sigue siendo peca- pués de un terremoto, se exhorta a hacer un donativo, las
dor, porque sigue siendo humano. máximas podrían ser: “yo gasto mi dinero sólo en benefi-
cio propio”; “quiero hacer algo a favor de mi reputación”,
Thomas Hobbes (1588-1679), filósofo inglés, consideró al o “yo quiero ayudar siempre a los hombres que están en
hombre un animal salvaje, que siempre se revela contra sus una situación menesterosa”. De entre todas las máximas, la
congéneres:“ Homo homini lupus est ” (el hombre es un lobo razón humana elige una. Sigue en esto el imperativo cate-
para otro hombre). Nuestro innato instinto de conserva- górico o “ley moral”, que en su obra Fundamentación de
ción se expresa en un ansia de poder casi insaciable, que la metafísica de las costumbres formula así: “Obra sólo se-
desembocará sin remedio en una guerra de todos contra gún una máxima tal, que puedas querer al mismo tiempo
todos, si es que un soberano instalado no posibilita la con- que se torne ley universal”. Por tanto, según Kant, una socie-
sistencia de la sociedad en el estado. Con este modelo de dad de ciudadanos que funciona se basa en leyes que estén
legitimación Hobbes se adelantó a los teóricos del absolu- en armonía con el imperativo categórico y, por tanto, se
tismo político. puedan fundamentar.

22 Mente y cerebro 08/2004


3.

KNA, AGENCIA CATOLICA DE NOTICIAS


UNA VIDA PARA LOS DEMAS. La
madre Teresa, fallecida en 1997, era para
muchos la personificación del amor al
prójimo. Estudiosos de diversas disciplinas
investigan qué impulsa a los humanos a
una conducta desinteresada.

das cuanto menor era la contribuciÛn de


Èstos al proyecto com˙n. La mayorÌa de
los sancionadores se contaban entre los
ìconfiadosî, es decir, entre los proban-
dos que, en promedio, habÌan invertido
mucho en el bien com˙n.
Para averiguar el efecto real de la san-
ciÛn, se volviÛ a realizar una segunda va-
riante del experimento; en ella, todo dis-
currÌa igual, salvo un detalle: desaparecÌa
la posibilidad de la multa. En esta variante
casi un 95 por ciento de los participantes
invertÌa considerablemente menos que
antes. En la ˙ltima de las seis rondas, el
sesenta por ciento no contribuÌa con nada
al bien p˙blico, siendo asÌ que casi tres
cuartos de los participantes habÌan contri-
buido, bajo la condiciÛn de la multa, con
quince o m·s francos.

Sanciones eficaces
øCÛmo interpretar estos resultados? Es
obvio que no sÛlo la amenaza de la pri-
mera variante del experimento de san-
ciÛn llevÛ a una cooperaciÛn notable-
mente m·s alta, sino tambiÈn la multa
impuesta: un aprovechado, que recibe
un aviso de multa, invierte en la prÛxi-
ma ronda, de promedio, un franco y cin-
cuenta cÈntimos m·s en el proyecto te o autÈntico, a diferencia del recÌproco una costumbre arraigada, redondeaban
com˙n. El castigo de un comportamiento o incluso del falso, es alguien que hace el importe hasta el entero siguiente. Por
innoble conducÌa, pues, a una coopera- el bien, pero no por motivos estratÈgi- ejemplo, si el importe era de 7,20 euros,
ciÛn mejorada en la ronda siguiente y cos ni intereses de familia. El altruismo dejaban 8 euros, igual que antes daban
valÌa la pena, visto en conjunto. fuerte es limpio y cooperativo sin segun- 15 marcos alemanes por un precio de
Al ˙nico que no le compensaba (un das intenciones y, por eso, paga por ello 14,20, aunque en ambos casos ósi se les
elemento decisivo) era al sancionador, a corto y largo plazo. hubiera preguntadoó sÛlo querÌan dejar
quien no obtenÌa ninguna ventaja del En este punto de la discusiÛn, los teÛ- una propina de ochenta cÈntimos de
toque de atenciÛn al aprovechado, pues ricos de la evoluciÛn suelen objetar que marco alem·n.
ya no se lo podÌa encontrar en la ronda el altruismo fuerte representa una adap- El argumento de la adaptaciÛn in-
siguiente. El castigo sÛlo beneficiaba a taciÛn incorrecta (ìmaladaptaciÛnî), una correcta se construye de forma an·loga.
alg˙n otro jugador desconocido, pero suerte de error evolutivo. En el fondo, El punto de partida es la situaciÛn del
nunca al sancionador, pese a ser Èl quien esta argumentaciÛn viene a afirmar que Homo sapiens primitivo: vivÌan en gru-
debÌa pagar los costos de la acciÛn. una costumbre, que garantiza, por un pos pequeÒos, aislados unos de otros; los
Quienes en el experimento de sanciÛn tiempo, una conducta adecuada y afor- miembros de cada grupo guardaban una
posibilitaban, con su amenaza de san- tunada, puede repercutir negativamente relaciÛn intensa. A quien no se comporta-
ciÛn, la cooperaciÛn, actuaban con en otra situaciÛn; constituye una rÈmora. ba cooperativa y lealmente, se le excluÌa
altruismo y, al parecer, sin pensar en sus Un ejemplo de nuestros dÌas: como con- de los beneficios de las tareas conjuntas,
ventajas personales. secuencia de la uniÛn monetaria euro- si no se le castigaba. No resultaba ren-
Creemos que a este altruismo se le pea el primero de enero de 2002 se esta- table el comportamiento desleal. En
puede denominar altruismo fuerte, aun- bleciÛ el cambio aproximado de un euro cambio, los encuentros con extranjeros,
que habrÌamos podido ponernos de por dos marcos; en los primeros meses caracterÌsticos de la sociedad moderna,
acuerdo en designarlo como altruismo solÌa suceder que los clientes de los bares escasearÌan, sin duda. Por consiguiente,
ìautÈnticoî en contraposiciÛn al altruis- dejaban propinas m·s altas que antes. en el comienzo de la prehistoria, cuando
mo ìsuaveî desenmascarado como egoÌs- No porque se hubieran vuelto de repente se formaron las disposiciones b·sicas del
ta por los sociobiÛlogos. El altruista fuer- m·s generosos, sino, porque siguiendo comportamiento humano, no habrÌa pre-

Mente y cerebro 08/2004 23


siÛn evolutiva para diferenciar estas dos Sancionador desinteresado entonces seguro que habrÌa m·s perso-
situaciones sociales. Cuando el hombre Pero los resultados van en otra direc- nas que se marcharÌan sin pagar.
moderno, en un experimento anÛnimo, ciÛn. Entre conocidos, es decir, en gru- AsÌ pues, hay datos que apoyan la opi-
se manifestÛ como un autÈntico altruista pos con una composiciÛn constante, las niÛn de que el hombre es la ˙nica espe-
y, por su conducta leal, se vio perjudi- aportaciones al proyecto com˙n se ele- cie altruista de verdad. øCu·l es el ori-
cado en su economÌa, ese hecho pudo varon tras la primera ronda. Muy pronto gen de esta peculiaridad? Humanistas y
deberse entonces a la incapacidad de fueron, en promedio, un cincuenta por sociÛlogos suelen abogar por una con-
diferenciar las dos situaciones; asÌ lo ciento m·s altas que las hechas con extra- figuraciÛn cultural junto a una impronta
sostiene el argumento de la adaptaciÛn Òos, es decir, en grupos en los que cam- social. Los biÛlogos, por el contrario,
incorrecta. Desde este punto de vista, el biaban los miembros. En otras palabras: incluyen siempre una referencia a la
altruismo autÈntico se considerarÌa una los participantes estaban en condiciones herencia y, por tanto, se preguntan por
mera costumbre. de distinguir claramente entre ambas la base genÈtica de la conducta altruista;
Los defensores de esta tesis objeta- situaciones del juego; por tanto, el argu- no tardan, sin embargo, en entrar en con-
rÌan, pues, contra los resultados del ex- mento de la adaptaciÛn incorrecta no se tradicciÛn con la teorÌa de los genes
perimento zuriquÈs que los participan- sostiene. La prestaciÛn de cooperaciÛn egoÌstas. Al fin y al cabo, Èstos se arries-
tes no habrÌan interiorizado que los insÛlitamente alta en la primera variante gan, cuando dirigen su ìvehÌculoî hacia
socios se sorteaban de nuevo en cada del experimento zuriquÈs de sanciÛn sÛlo un comportamiento desinteresado para
ronda. Por eso se habrÌan comportado fue posible gracias a los individuos dis- desguazarlo de inmediato. Los egoÌstas
como si siempre tuvieran que habÈrse- puestos a sancionar, o lo que es lo mismo, volverÌan a tener, despuÈs, la pista libre.
las con las mismas personas. El altruismo que actuaban por desinterÈs. Una posible salida de esta situaciÛn
se basarÌa, pues, en consideraciones que A primera vista, no parece plausible. podrÌa haber sido la formaciÛn de comu-
no serÌan adecuadas a la situaciÛn, aun- Pero, en este contexto, no debemos aso- nidades, a las que sÛlo tenÌan acceso los
que sÌ estratÈgicamente plausibles, es de- ciar ìsanciÛnî con la arbitrariedad de un altruistas. Estos grupos podrÌan prospe-
cir, egoÌstas. dÈspota que pretende consolidar su dic- rar porque en ellos los altruistas se halla-
Para poner a prueba esta hipÛtesis, tadura con una crueldad draconiana. Mas rÌan protegidos de los aprovechados y
nuestro equipo realizÛ una tercera si nos atenemos a las situaciones cotidia- nadie abusarÌa de sus buenas acciones.
variante del experimento. Ahora la com- nas, entonces se comprende la idea de La propia teorÌa de la evoluciÛn recurre
posiciÛn de los equipos permanecÌa inal- una fuerza cooperadora de la sanciÛn al- a la selecciÛn de grupo para explicar la
terable durante diez rondas. Si el argu- truista. Por ejemplo, si no hubiera nin- formaciÛn de tales comunidades y, de ese
mento de la adaptaciÛn inadecuada es g˙n taxista o restaurador que persiguiera modo, quiz· tambiÈn el origen del com-
v·lido, los probandos se comportarÌan a un cliente que tima en el precio de la portamiento altruista. De acuerdo con
exactamente igual que antes, cuando los carrera o en la cuenta del restaurante (al esa modalidad de selecciÛn, los grupos,
grupos cambiaban en cada ronda. no ser rentables los gastos propios), a imitaciÛn de los individuos, competi-
rÌan por los recursos comunes, quedando
siempre expuestos al cedazo selectivo.
Si un grupo, por las propiedades espe-
ciales de sus miembros (por ejemplo,
Cooperación bajo amenaza de multa por una mayor capacidad desinteresada
de cooperaciÛn), tiene m·s Èxito que
otro, dispondrÌa entonces de mayores
posibilidades de sobrevivir a largo plazo.
20 Composición estable de los grupos Con todo, la tesis no ha gozado de
Aportación media de un miembro

con posibilidad de penalización


18 aceptaciÛn. Ageneraciones de estudiantes
del grupo al proyecto común

16 de biologÌa y antropologÌa se les ha


(en francos suizos)

14 venido enseÒando que la selecciÛn de


12 grupo constituÌa un recurso ad hoc, sin
10 Composición cambiante de los grupos ning˙n valor explicativo. Pues, seg˙n
con posibilidad de penalización
8 reza el argumento, las condiciones bajo
6 Composición cambiante de los grupos las que operarÌa no se habrÌan cumplido
4 sin posibilidad de penalización empÌricamente casi nunca.
2 El gran problema de la selecciÛn de
0 grupo lo constituye la infiltraciÛn de egoÌs-
THOMAS BRAUN

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 tas en las comunidades altruistas. En


Número de rondas cuanto Èstos entran, tienen muchas m·s
posibilidades de supervivencia que los
benefactores arraigados. Ellos no corren
con los gastos de las buenas acciones
En un experimento de sanción realizado en 2002 en la Universidad de Zúrich, habituales en ese grupo, pero sÌ que se
los probandos, distribuidos en grupos, tenían la posibilidad de invertir parte benefician de ellas. En este caso, se repro-
de su capital individual inicial (20 francos suizos) en un “proyecto común”. Si ducen m·s r·pidamente que los miem-
los sujetos del experimento contaban con la facultad de sancionar a los com-
bros altruistas de esos grupos, a los que
pañeros remolones, entonces resultaban algo más altas las cuotas de coope-
ración, aun cuando los equipos cambiaban de una ronda a otra y, por tanto,
van marginando poco a poco. Trans-
no podían volver a encontrarse sancionadores y sancionados (curva central ). currido cierto tiempo, las poblaciones
otrora dominadas por los altruistas no se

24 Mente y cerebro 08/2004


4. ¡TRATO HECHO!
ZEFA

Las cooperaciones en los negocios


se suelen basar en la reciprocidad.
El desinterés es algo distinto.

ticas que dotan a los humanos con pro-


piedades psÌquicas que convierten en
m·s probable una conducta desintere-
sada. La evoluciÛn genÈtica se acopla a
la cultural; el altruismo culturalmente
establecido adquiere una consolidaciÛn
genÈtica. En este sentido, pues, se puede
establecer, sin el peligro de la retÛrica
dada por probada por Mandeville, que
el ser humano act˙a con despego y de-
sinterÈs.
Tiempo atr·s Richard Dawkins pos-
tulaba que la especie humana debÌa
ìaprender a ser generosa y altruista, pues
por nacimiento somos egoÌstasî. Se le
puede dar la vuelta a consejo tan bien-
intencionado. La necesidad de una edu-
caciÛn de la tolerancia, liberalidad y
altruismo parece que es quiz·s hoy m·s
distinguirÌan de las otras y la selecciÛn altruistas que, como en el experimento apremiante que nunca, pero puede ir
de grupo dejarÌa de ser eficaz. zuriquÈs, no les importa si ello les reporta acompaÒada, desde el fondo de la inves-
Sin embargo, los antropÛlogos Robert o no un beneficio personal. Al egoÌsta tigaciÛn actual, del saber de que somos
Boyd, de la Universidad de California su conducta sÛlo le reporta desventajas muy aptos para una conducta desintere-
en Los Angeles, y Peter Richarson, de y alg˙n dÌa recurrir· a sus dotes de imi- sada. Posiblemente contamos incluso
la Universidad de California en Davis, tar la conducta desinteresada dominante. con genes que nos dirigen a un compor-
opinan que las diferencias entre los gru- La infiltraciÛn en los clubes de los altruis- tamiento altruista.
pos en la temprana historia del desarro- tas est· parada. Charles Darwin y otros escandaliza-
llo de los humanos quiz· podÌan haberse ron a sus contempor·neos al poner en
mantenido con esta condiciÛn previa: si Los grupos altruistas con ventaja cuestiÛn la posiciÛn privilegiada de la
fue posible una coevoluciÛn de natura- La ventaja de estas comunidades reside especie humana y situarla en un conti-
leza y cultura, es decir, una formaciÛn en que en muchas ocasiones est·n en nuo con el resto de los seres vivos. Se le
imbricada de caracterÌsticas genÈticas y mejores condiciones que los grupos com- quitÛ cualquier semejanza divina. Lo
culturales. En ese proceso resulta deter- petidores dominados por egoÌstas. En mismo que plantas y animales, la espe-
minante la capacidad de aprender de los conjunto, obtienen un rendimiento mayor cie humana dejÛ de considerarse un
humanos. en las cosechas, son mejores cazadores producto de un acto voluntario de crea-
No cabe duda de que los humanos nos y guerreros, muestran una mayor crea- ciÛn, para ser un azar de un determinado
distinguimos del resto de los organis- tividad en la invenciÛn de herramientas proceso evolutivo. Hoy, unos ciento cin-
mos no sÛlo por los sorprendentes logros y en la aplicaciÛn de las mismas. cuenta aÒos despuÈs, recupera su posi-
de cooperaciÛn altruista, sino tambiÈn A travÈs de esas diferencias estables ciÛn privilegiada precisamente de manos
por la manifiesta capacidad de imitar a entre poblaciones puede actuar tambiÈn de la biologÌa: los humanos son, quiz·,
otros y, de esa forma, aprender de ellos. la selecciÛn de grupo, en cuya virtud las la ˙nica especie que posee una genÈtica
De ahÌ proviene nuestra inclinaciÛn a comunidades algo m·s productivas y que hace prosperar la conducta desinte-
amoldarnos a la mayorÌa. Esta tenden- triunfadoras terminan por predominar. resada y autÈnticamente altruista.
cia explica, por ejemplo, por quÈ una AsÌ aumenta la proporciÛn de grupos
innovaciÛn tÈcnica se propaga sÛlo len- altruistas y disminuye la de los otros.
tamente en la fase inicial, para prospe- Pero todo esto es, por ahora, mera espe-
rar sin freno a partir de cierto momento. culaciÛn; faltan modelos analÌticos y de
Mas no sÛlo se imita a la mayorÌa, sino genÈtica de poblaciones. No obstante, ERNST FEHR es director del Instituto de In-
tambiÈn a personas concretas, siempre Boyd y sus colaboradores han revelado vestigación Económica Empírica de la Uni-
que figuren como triunfadores. La ven- la plausibilidad de la misma, en una simu- versidad de Zúrich. SUZANN-VIOLA REN-
taja de esta conducta salta a la vista: laciÛn por ordenador. NINGER es bióloga, doctoranda en filosofía
antes de consumirse desarrollando, por En el marco de ese desarrollo evoluti- y periodista en Zúrich.
ensayo y error, su estrategia propia, uno vo, el altruismo autÈntico no se encon-
va sobre seguro e imita a la mayorÌa o a traba, al principio, fijado genÈticamente, Bibliografía complementaria
un modelo reconocido por todos. Si un sino que se apoyÛ en la transmisiÛn THE NATURE OF HUMAN ALTRUISM . E. Fehr,
egoÌsta emigra a un grupo de altruistas, cultural. Ahora bien, bajo dicho manto U. Fischbacher en Nature, vol. 425, págs.
lo m·s probable es que le sancionen por cultural se crearÌan las condiciones para 785-791; 2003.
sus acciones y, por cierto, lo har·n los que se produjeran las mutaciones genÈ-

Mente y cerebro 08/2004 25


Medicación
y psicoterapia
Médicos y psicólogos discrepan sobre el tratamiento correcto de los trastornos mentales.
Los primeros tienen el cerebro enfermo en su punto de mira;
los conflictos anímicos, los segundos. ¿Es legítima esa separación?

Manfred E. Beutel y Steve Klimchak vÌa en mantillas. Se desconocÌa la forma madurÛ hasta convertirse en una disci-
en que trabaja nuestro cerebro. Las ideas plina multiforme, en cuyo seno los pos-

ìL
legar· el dÌa en que todas sobre las enfermedades psÌquicas se apo- tulados de la psicologÌa profunda com-
nuestras provisionalida- yaban en convenciones sociales m·s que piten con una plÈtora de diferentes
des psicolÛgicas se asen- en conocimientos cientÌficos. Sin em- mÈtodos terapÈuticos. E igualmente va-
tar·n sobre el terreno fir- bargo, Freud se mantuvo fiel en la creen- riopinta se presenta ahora la gama de
me de sustratos org·nicos.î Con estas cia de que llegarÌa un dÌa en el que el trastornos y cuadros clÌnicos descritos
palabras Sigmund Freud postulaba una escenario psÌquico que habÌa postulado en el campo psicolÛgico.
teorÌa de la psique sin perjuicio de la podrÌa reducirse a una serie de procesos Un fenÛmeno, sin embargo, ha per-
biologÌa. Para el fundador del psicoa- cerebrales. Su optimismo fue incluso manecido casi inmutable desde los tiem-
n·lisis, el Yo, el Ello y el Super-Yo no m·s all·: si la investigaciÛn avanzara lo pos de Freud: la tradicional escisiÛn entre
eran sÛlo una mera ficciÛn para descri- suficiente, podrÌa fundamentarse el psi- cuerpo y mente. MÈdicos y psicÛlogos
bir los conflictos internos de la psique, coan·lisis, entendido como terapia basada siguen separando de los procedimientos
sino que debÌan de tener tambiÈn una en la liberaciÛn de los conflictos anÌmi- psicolÛgicos los tratamientos medica-
sede fÌsica en alg˙n lugar del cerebro. cos inconscientes, en supuestos de Ìndole mentosos. Ahora bien, si se afirma, seg˙n
Cuando Freud articulaba su doctrina propia de las ciencias naturales. es opiniÛn predominante, que nuestros
sobre la psique, hace m·s de cien aÒos, Pero la historia no se desarrollÛ de pensamientos, sentimientos y actuacio-
las neurociencias se encontraban toda- una forma tan lineal. La psicoterapia nes surgen del concierto polifÛnico de
las cÈlulas nerviosas, habr· que admitir
que tambiÈn los trastornos mentales pue-
den, al menos en parte, considerarse fun-
ciones errÛneas del cerebro. Y, abun-
Dos formas de aprender dando en el mismo razonamiento, toda
terapia eficaz deberÌa, en principio, dejar
La memoria humana tiene muchas facetas que experimentamos cotidianamente.
alg˙n tipo de huellas duraderas en nues-
Los psicólogos distinguen dos sistemas de memoria a largo plazo. La memo- tro cerebro. Pero, øcu·les?
ria explícita o memoria declarativa retiene la información que puede ser recor-
dada conscientemente y relatada verbalmente. Aquí se sitúan los sucesos y Huellas en el cerebro
episodios en su contexto temporal y espacial, pero también conocimientos Intentando dar respuesta a esta pregunta,
factuales independientes de la persona, el lugar y el tiempo. Los recuerdos los especialistas en neurociencias han
conscientes hacen su aparición en los niños a partir de los dos años. La nece- hecho grandes avances en los ˙ltimos
saria maduración del cerebro debe continuar, por lo demás, hasta la edad pre- aÒos. Lo que en tiempo de Freud pare-
escolar, razón por la cual los adultos raramente pueden rememorar recuerdos cÌa utÛpico hoy es una realidad: merced
de la primera época de su infancia. a las tÈcnicas de formaciÛn de im·genes
El segundo sistema, la memoria implícita o memoria de procedimiento, no podemos ìobservar la mente mientras
necesita de ningún recuerdo consciente. No almacena el “qué” sino el “cómo” act˙aî y rastrear asÌ el efecto de la psi-
de lo aprendido. Y abarca las habilidades motoras automatizadas, como el coterapia sobre la actividad cerebral de
montar en bicicleta o el atarse los cordones de los zapatos, pero también cos- los pacientes.
tumbres y rutinas, como pueden ser las conexiones establecidas entre deter- Eric Kandel defiende la tesis de que
minadas señales y reacciones de angustia. Estos modelos conductuales, fuer- todos los procesos psÌquicos admiten
temente anclados, constituyen a menudo el fundamento de los trastornos una descripciÛn cerebral. Los genes y sus
psíquicos. productos proteÌnicos influyen sobre la
excitabilidad de las neuronas y sus inter-

26 Mente y cerebro 08/2004


conexiones, ejerciendo asÌ un importante AsÌ se explican los trastornos de la damentales surgen en los dos o tres pri-
control sobre nuestra conducta. El apren- memoria, que duran a menudo largo tiem- meros aÒos de vida, antes de que la memo-
dizaje y los factores sociales modifican po y son tÌpicos del ìestrÈs postraum·- ria explÌcita estÈ en disposiciÛn de fun-
tambiÈn el cerebro transformando vie- ticoî. Los afectados por este sÌndrome cionar. Muchos trastornos psÌquicos se
jos modelos conectivos entre cÈlulas ner- se sienten atormentados por escenas del caracterizan por ser modelos relaciona-
viosas y posibilitando la apariciÛn de pasado, caprichosas e incontrolables, les defectuosos que, por su frecuente
otros nuevos. De todo ello Kandel extrae donde dominan recuerdos de sucesos repeticiÛn, se enquistan y almacenan en
una conclusiÛn de interÈs para la psico- negativos. La incapacidad para poner en la memoria implÌcita. Cuando, en eda-
terapia: si se quiere ayudar a los pacien- conexiÛn estos jirones caÛticos de recuer- des posteriores, se intenta modificar esos
tes de forma estable, hay que modificar dos suele determinar que los pacientes modelos ìinadecuadosî profundamente
especÌficamente las redes neuronales que reh˙yan las dificultades y se atormenten anclados, no basta con dirigirse al sis-
posibilitan el surgimiento de las altera- con inseguridades interiores o con tras- tema de memoria explÌcito del paciente.
ciones de la experiencia y de la conducta. tornos del sueÒo. La mera adquisiciÛn de un saber factual
Pero, øen quÈ difiere el cerebro de los La desatenciÛn sufrida en la infancia y de una comprensiÛn del propio pro-
que sufren un trastorno psÌquico de y los traumas ocurridos en esta temprana blema constituyen sÛlo un primer paso.
un cerebro ìnormalî? Cierto es que un edad se numeran entre las posibles cau- El simple ìhablar sobre la cuestiÛnî no
sÌndrome y su correspondiente trata- sas del desarrollo de trastornos depresi- hace que se desvanezca el problema.
miento diverge tanto de otro, que resul- vos en la edad adulta. Adem·s, estas cir- Para que esa desapariciÛn se produzca
ta imposible abordarlos todos de una cunstancias externas nocivas desbaratan debe activarse la memoria implÌcita del
forma conjunta. No hemos de olvidar, las conexiones neuronales de parte del paciente.
adem·s, que, amÈn de los factores genÈ- sistema lÌmbico y del cerebro, en espe- Conviene tener en cuenta, a este res-
ticos, las experiencias infantiles tem- cial de la corteza frontal. pecto, otro factor importante: la inmensa
pranas desempeÒan un papel decisivo mayorÌa de los trastornos psÌquicos guar-
en tales alteraciones. Freud reconocÌa Lo que se aprende dan una relaciÛn estrecha con emocio-
ya en los primeros aÒos de vida una fase de pequeño jamás se olvida nes, que se procesan en el sistema lÌm-
extremadamente sensible con respecto Se preguntaba Freud por quÈ influÌan bico. Importa, por consiguiente, llevar
a la formaciÛn de las estructuras psÌ- tanto las experiencias infantiles tem- al paciente a un estado de ìagitaciÛn
quicas: la separaciÛn del niÒo de sus pranas en las funciones psÌquicas de emocionalî, que act˙a como vÌa de acceso
padres en una edad precoz puede oca- edades adelantadas de la vida, si por en- para la valoraciÛn emocional de los es-
sionar consecuencias dram·ticas. tonces se disponÌa apenas de algunos tÌmulos; a partir de entonces, y de forma
En los aÒos sesenta, John Bowlby com- recuerdos de aquella Època. AtribuyÛ creciente, Èstos se tornan terapÈutica-
pendiÛ estas observaciones en un modelo esa ìamnesia infantilî a la represiÛn in- mente operativos.
polif·sico. Propone que el aislamiento consciente de los contenidos amenazan-
social activa sucesivamente distintos sis- tes. La moderna psicologÌa cognitiva Despertar sentimientos
temas biolÛgicos: a la reacciÛn de pro- distingue, en cambio, dos sistemas de con palabras
testa inicial le siguen la angustia, la de- memoria principales, que se configuran En el mismo centro de los recursos con
sesperaciÛn y, por ˙ltimo, el repliegue tambiÈn en distintas fases de la niÒez. que cuenta el tratamiento psicoter·pico
sobre sÌ mismo. Todo ello ocasiona que AsÌ, los saberes conscientes recordables se halla el lenguaje, la palabra. Cierto es
se retrase el desarrollo (corporal y psÌ- se almacenan en la memoria explÌcita. que un buen psicoterapeuta se fija tam-
quico) y el establecimiento de relacio- Frente a ella se sit˙a la memoria implÌ- biÈn en la comunicaciÛn no verbal y no
nes interpersonales, al tiempo que se cita, que, entre otras cosas, registra las se deja ìcontagiarî de la expresiÛn afec-
trastorna, de por vida, la regulaciÛn de primeras impresiones emocionales. tiva del paciente; antes bien, le ofrece
importantes funciones cerebrales. Los Seg˙n sabemos de las investigacio- reacciones alternativas. En definitiva, el
afectados, proclives al estrÈs, tienden a nes realizadas en lactantes y niÒos, los peso fundamental de la terapia reside en
padecer enfermedades psicosom·ticas. modelos conectivos y relacionales fun- un intenso di·logo con el enfermo.
Otro factor perturbador lo constituye
la secreciÛn incrementada de hormonas
relacionadas con el estrÈs, en especial
CORTEZA CINGULAR
glucocorticoides. Un persistente nivel CORTEZA
alto de cortisol en sangre daÒa, entre FRONTAL
otros, el hipocampo, una estructura cere-
bral que es imprescindible para la memo-
ria consciente de los episodios pasados.

1. EL FUNCIONAMIENTO HIPOTALAMO
COORDINADO entre el sistema límbico HIPOCAMPO
(formado por la amígdala, el hipocampo AMIGDALA
y la corteza cingular) y la colindante
corteza frontal determina el bienestar
HIPOFISIS CEREBELO
psíquico. El hipotálamo y la hipófisis
THOMAS BRAUN

TRONCO
regulan, además, la secreción de hormonas CEREBRAL
del estrés.

Mente y cerebro 08/2004 27


Que se puede actuar sobre la elabo- sÛlidamente fijados. Los modelos se ins- Numerosos grupos de investigaciÛn
raciÛn emocional de un sujeto utili- tauran en la fase sensible; cerrado ese est·n trabajando sobre los efectos de la
zando la palabra lo ponen de manifiesto perÌodo, persisten el resto de la vida, aun psicoterapia en el cerebro. Se sigue un
las conexiones del sistema lÌmbico con cuando ese cuÒo contenga, por ejemplo, protocolo muy simple: mediante tÈcni-
los centros cerebrales superiores del miedos manifiestamente irracionales. La cas de formaciÛn de im·genes (tomo-
lenguaje. Los tests acompaÒados de tÈc- ˙nica posibilidad terapÈutica radica, grafÌa con emisiÛn de positrones o reso-
nicas de formaciÛn de im·genes nos lo seg˙n LeDoux, en construir otra red cÛr- nancia magnÈtica funcional), se miden
demuestran: cuando se leen palabras tico-lÌmbica de control de la conducta los modelos de actividad en el cerebro
amenazantes, a diferencia de lo que su- que ìse solapeî sobre la precedente, pro- de los pacientes antes y despuÈs de la
cede con la lectura de palabras neutra- ductora de angustia. intervenciÛn psicoterapÈutica. Para el
les, las im·genes tomadas mediante re- Memoria, emociÛn y lenguaje inte- control del Èxito de la misma, se utili-
sonancia magnÈtica funcional revelan gran, por tanto, los tres pilares b·sicos zan los habituales cuestionarios diag-
una activaciÛn bilateral de las amÌgda- de la psicoterapia. Con otras palabras, nÛsticos; por ejemplo la ìescala de depre-
las. Estas regiones con forma almen- la psicoterapia es el intento de conseguir, siÛn de Hamiltonî. Para extraer, al final,
drada situadas en el lÛbulo temporal del a travÈs del lenguaje y otras funciones algunas conclusiones sobre los efectos
cerebro tienen a su cargo el reconoci- corticales superiores, una influencia especÌficos de la psicoterapia, se com-
miento presto de las situaciones de peli- modificadora sobre modelos de reacciÛn paran los datos cerebrales con los de los
gro. Se presume que ese mecanismo an- implÌcitos óy quiz·s indeleblesó, que pacientes tratados con f·rmacos y con
cestral surgiÛ mucho tiempo antes de determinan, a travÈs del sistema lÌmbico, los datos de personas sanas de control.
la adquisiciÛn de las diferentes capaci- el estado anÌmico y la conducta inter- En un estudio pionero de comienzos
dades del lenguaje, en el curso de la humana. Las modificaciones de las cone- de los noventa, Lewis Baxter y su equipo,
evoluciÛn. xiones nerviosas que se requieren para de la Universidad de California en Los
Joseph LeDoux y otros cuestionan que que todo esto se efect˙e necesitan, por Angeles, investigaron el efecto de la tera-
puedan modificarse los modelos de valo- regla general, una considerable canti- pia en pacientes con trastornos obsesi-
raciÛn lÌmbicos, una vez han quedado dad de esfuerzo y de tiempo. vos. Estos pacientes cursan, como ya se

Conexión en directo con el cerebro


Llevan nombres como tomografía por emisión de posi- las tareas que deben realizar los pacientes y las personas de
trones o resonancia magnética funcional y ya no es posi- control durante la investigación: observación de imágenes,
ble abordar la investigación en neurociencias sin tales téc- realización de pequeños movimientos o evocación de situa-
nicas de formación de imágenes funcionales. Los físicos y ciones del pasado.
los neurólogos han ideado una batería de procedimientos Se impone, pues, cierta cautela en la interpretación de unos
con cuya ayuda podemos observar el cerebro trabajando datos tan mediatizados. Con todo, las técnicas de forma-
“en vivo”. ción de imágenes resultan ya imprescindibles para investi-
Se explota el principio de que toda actividad neuronal con- gar la relación existente entre el cerebro y la mente.
lleva un gasto de energía. Las neuronas reciben oxígeno y
glucosa a través del torrente sanguíneo. Cuando “se enciende NIMH / INSTITUTO NACIONAL DE LA SALUD MENTAL, DIVISION DE DOLENCIAS CEREBRALES CLINICAS
la luz” en algún lugar del cerebro, se produce un rapidísimo
aumento del flujo sanguíneo y del metabolismo en esa
región y, luego, cuando termina su actividad, un descenso
asimismo drástico. Esta breve oscilación localizada hace posi-
ble los procedimientos gráficos.
Las técnicas de mayor aplicación son la tomografía por emi-
sión de positrones y la resonancia magnética funcional. La
primera mide, pasando por una serie de pasos intermedios,
la distribución en el cerebro de sustancias marcadas radiac-
tivamente e inyectadas en sangre con anterioridad. La reso-
nancia magnética funcional no necesita ninguna jeringa, ya
que puede determinar la mínima modificación en el conte-
nido de oxígeno de la sangre al convertir la hemoglobina
en magnética mediante un procedimiento oscilatorio.

Aun cuando estas imágenes cerebrales cromáticas dan la


impresión de constituir fotografías genuinas de la activi-
dad cerebral, son, en realidad, una representación gráfica de
los análisis matemáticos empleados. Se requieren numero-
sas mediciones, tanto durante las fases de activación como
ANGUSTIA LUMINOSA. Esta imagen de resonancia
de reposo y lo mismo en pacientes que en sujetos de con-
trol, para “sacar la media” estadística de las mínimas oscila- magnética funcional muestra una activación de las amígdalas
ciones que se producen en el metabolismo. Mediante estu- en ambos hemisferios cerebrales al observar expresiones
dios clínicos se consigue, además, la correcta elección de emocionales del rostro.

28 Mente y cerebro 08/2004


sabÌa entonces, con un funcionamiento efecto obtenido en el cerebro con dis-

CORBIS
defectuoso de la red neuronal de la cor- tintas formas de terapia oral y conduc-
teza frontal, del t·lamo y de los ganglios tual. Pero tambiÈn se pueden esperar
basales. Los investigadores establecie- resultados semejantes tras un tratamien-
ron dos grupos de prueba, de nueve to psicoanalÌtico. El equipo que dirige
pacientes cada uno. Los del primero fue- David Siberzweig, de la Universidad de
ron tratados con fluoxetin, que retarda Cornell, est· llevando a cabo un estu-
la absorciÛn cerebral del neurotransmi- dio comparativo en pacientes con tras-
sor serotonina; los del segundo grupo tornos fronterizos de la personalidad
recibieron terapia conductual. (ìborderlineî).
En las im·genes obtenidas mediante la La existencia de cambios duraderos de
aplicaciÛn, antes del comienzo del trata- la actividad cerebral, sea despuÈs de un
miento, de tomografÌa por emisiÛn de posi- tratamiento psicoterapÈutico sea luego
trones, la actividad en la regiÛn derecha de un tratamiento medicamentoso, se
del n˙cleo caudado, un componente de halla sÛlidamente documentada. Y estas
los ganglios basales, se encontraba incre- modificaciones son tanto m·s evidentes
mentada en los casos de trastornos obse- cuanto m·s agudos son los sÌntomas pre-
sivos. En la segunda mediciÛn, realizada vios, procedan Èstos de alteraciones del
diez meses m·s tarde, tras la terapia, la ·nimo depresivas, de episodios de angus-
actividad metabÛlica se habÌa acercado tia o de ideas obsesivas.
mucho al nivel de las personas de control Presumimos, no obstante, que debe
sanas; asÌ ocurrÌa lo mismo con la toma pasar todavÌa bastante tiempo hasta que
de medicamentos que con la terapia con- 2. CARTOGRAFO DE LA PSIQUE. se introduzcan tÈcnicas de formaciÛn de
ductual. Un estudio de repeticiÛn llegÛ Por su formación neurológica, im·genes de los efectos de la terapia.
posteriormente a idÈnticos resultados. Sigmund Freud (1856-1939) no se opuso HabrÌa que elaborar protocolos de inves-
a las explicaciones de la psique fundadas
tigaciÛn especÌficos de cada cuadro clÌ-
Psicoterapia certera nico concreto, lo cual todavÌa dista mucho
en las ciencias de la naturaleza.
Arthur Brody, tambiÈn de la Universidad de poder hacerse realidad.
de California, llevÛ a cabo una inves- En su época, sin embargo, el cerebro Para valorar el Èxito de una psicote-
tigaciÛn similar, pero con pacientes de- constituía una “terra incognita”. rapia, los criterios principales conti-
presivos graves. ComparÛ, asimismo, el n˙an siendo Èstos: si el tratamiento ha
efecto del tratamiento medicamentoso mitigado las molestias y los sÌntomas,
con otro de psicoterapia interpersonal. cionario en una clÌnica psiqui·trica sin si ha mejorado la capacidad de auto-
Las mediciones previas a la terapia evi- que se realice durante el tiempo de ingreso estima y si ha ampliado las relaciones
denciaron, entre otras cosas, una activi- ning˙n tipo de terapia dirigida. Pasado interpersonales. Puede parecer irrele-
dad disminuida en algunas regiones lÌm- alg˙n tiempo, se comprobÛ una clara mejo- vante a primera vista que todo ello se
bicas del lÛbulo temporal. En ambos rÌa sintomatolÛgica en ambos grupos de acompaÒe o no de cambios mensura-
grupos de pacientes esta disfunciÛn se investigaciÛn. En el cerebro de los pacien- bles en el cerebro de los pacientes. Pero,
normalizÛ, tras el tratamiento, en unos tes tratados con el placebo, la parte pos- si tenemos en cuenta el profundo foso
niveles comparables con los de las per- terior de la corteza singular óuna parte que ha separado durante tanto tiempo
sonas sanas de control. del sistema lÌmbicoó y la corteza fron- a los psicoterapeutas y a los mÈdicos,
Ambos estudios, para perplejidad de tal se volvieron m·s activas. El tratamiento tal circunstancia adquiere un enorme
los investigadores, mostraron escasas dife- con antidepresivos dio lugar, por su lado, valor.
rencias entre el tratamiento medicamen- a una activaciÛn m·s intensa del sistema En todo caso, la estricta separaciÛn
toso y el psicoter·pico. øActuaban los dos lÌmbico y del tronco cerebral. entre tratamiento som·tico, por un lado,
sobre el mismo mecanismo cerebral? Una Otro grupo de pacientes que ocupa el causante de una influencia directa sobre
conclusiÛn de esta Ìndole resultarÌa toda- centro de la atenciÛn de los investigado- el cerebro, y psicoterapia, por otro, con
vÌa precipitada. Quiz·, las modificacio- res es el de los que sufren trastornos de un efecto puramente subjetivo, es ya in-
nes cerebrales observadas expresan sÛlo ansiedad. En el curso de un estudio sostenible.
una mejora sintomatolÛgica que puede emprendido en la Universidad de Upsala,
conseguirse siguiendo distintos caminos. los pacientes con fobia social daban una
Con todo, algo puede indicar la circuns- breve conferencia, mientras se les reali- MANFRED E. BEUTEL dirige la sección de
tancia de que la psicoterapia ejerza una zaba una exploraciÛn con tomografÌa por agudos en la Clínica Psicosomática y Psico-
influencia m·s certera sobre determina- emisiÛn de positrones. Lo mismo en los terápica de la Universidad de Gießen. STEVE
dos circuitos reguladores que la mayorÌa pacientes que habÌan seguido una terapia KLIMCHAK es licenciado en psicología.
de los medicamentos, que inundan el cere- cognitiva conductual que en los que habÌan
bro con sus respectivas sustancias activas. seguido un tratamiento con psicof·rma- Bibliografía complementaria
A veces, los trastornos psÌquicos tam- cos, se observÛ un descenso en la activi- NEUROWISSENSCHAFTEN UND PSYCHOTHERAPIE.
biÈn se alivian a corto plazo mediante un dad de la amÌgdala, del hipocampo y de N EURE E NTWICKLUNG, M ETHODEN UND
tratamiento placebo. Este efecto lo han las regiones cerebrales limÌtrofes. Este ERGEBNISSE. M. E. Beutel en Psychoterapeut,
comparado en pacientes depresivos con efecto era tanto m·s intenso cuanto menos vol. 47, págs. 1-10; 2002.
los resultados de la terapia farmacolÛgica ansiedad experimentaban los afectados
N EUROBIOLOGIE DER P SYCHOTHERAPIE .
Helen S. Mayberg y su equipo, del Instituto tras ambos tipos de terapia.
G. Schiepek. Editorial Schattauer; Sttutgart,
Rotman de InvestigaciÛn de Toronto. El La mayorÌa de las investigaciones aco-
Nueva York, 2003.
placebo se aplica durante un ingreso esta- metidas hasta la fecha se ocupan del

Mente y cerebro 08/2004 29


Los prejuicios
Ocasionan grandes daños sociales y, sin embargo, todos los cultivamos.
¿En qué reside el poder de los modelos de pensamiento no deseados?
¿Qué podemos hacer para dominarlos?

Arnd Florack y Martin Scarabis conflictos y ansiedad del todo innecesa- fenÛmeno no se circunscribe al problema
rios. Por ejemplo, temen a todas horas ser negro-blanco de Estados Unidos. En ex-

R
epitamos un test harto sencillo, atacados o molestados por desconocidos perimentos similares, los universitarios
ideado por Andreas Klink y supuestamente malintencionados. En po- germanos mostraron asociaciones nega-
Ulrich Wagner. Una joven de cas palabras, esta postura rebaja la cali- tivas ante grupos extranjeros, sÛlo que
aspecto europeo pregunta, en dad de vida en una medida considerable. en Alemania los extranjeros de los que
la zona peatonal, cÛmo se va a la esta- Hay, pues, motivos suficientes para se desconfiaba eran turcos o polacos.
ciÛn central. La mayorÌa de los tran- pugnar contra los h·bitos socialmente En un experimento posterior, Dovidio
se˙ntes le informan; sÛlo unos pocos, daÒinos de nuestro cerebro. Pero, øcÛmo? y sus colegas mostraron que los prejui-
apresurados o descorteses, pasan de largo. øPensando en sentido contrario? øReedu- cios nos dominan ejerciendo, a travÈs de
Al cabo de un rato, la misma joven hace cando a los que tienen prejuicios, es decir, la vÌa inconsciente, un influjo directo en
la misma pregunta en el mismo lugar; a todos nosotros? Por desgracia, no es tan nuestro comportamiento. Los investi-
con una diferencia: ahora viste al estilo f·cil. Abordada en falso, la lucha contra gadores de la Universidad de Colgate
oriental y cubre su cabeza con un paÒuelo. los estereotipos no ayuda, en el mejor de colocaron a los sujetos del primer expe-
øCree el lector que se comportar·n de la los casos, en nada y, en el peor, sÛlo con- rimento, en una sucesiÛn aleatoria, ante
misma manera los transe˙ntes? duce a un rechazo mayor. Quien de ver- un director de la prueba o bien blanco o
Por desgracia, el resultado del expe- dad quiere acabar con los prejuicios ha bien negro. Pudieron, pues, grabar en
rimento de campo de ambos cientÌficos, de comprender quÈ funciones desempe- vÌdeo cÛmo se comportaban los pro-
de Jena y Marburgo respectivamente, es Òan en nuestro modo de pensar. bandos frente a personas con distinto
muy significativo: °A la supuesta extran- John Dovidio y sus colegas, de la color de piel. En el an·lisis de las gra-
jera la dejaron en la estacada m·s del Universidad de Colgate, se ocupan de la baciones se concentraron los psicÛlogos
doble! En otros experimentos, ambos interacciÛn entre grupos sociales. En un preferentemente en las reacciones no
psicÛlogos propusieron que personas con experimento, presentaron a estadouni- verbales. Estas sutiles expresiones con-
apellidos extranjeros respondieran a denses blancos retratos esquem·ticos de ductuales rara vez se controlan de manera
anuncios de alquiler de viviendas o de negros y blancos. Las im·genes aparecÌan consciente; debÌan, pues, reflejar mejor
oferta de empleo. øQuÈ observaron? Una fracciones de segundo, es decir, duraban las actitudes activadas autom·ticamente
reacciÛn de rechazo similar entre sus lo suficiente para que fueran registradas que habÌan sido medidas antes con el
conciudadanos, que, por lo visto, sÛlo por el aparato cognitivo del cerebro, pero mÈtodo de las im·genes subliminales.
tenÌa una causa: prejuicios. no para que penetraran en la conciencia El resultado dio la razÛn a los inves-
Con el tÈrmino ìprejuicioî se desig- del probando. En una fase posterior del tigadores: los que en la prueba anterior
nan las asociaciones negativas, ancladas ensayo, los sujetos del experimento debÌan habÌan asociado a los afroamericanos
profundamente en la memoria, respecto decidir a bote pronto si palabras como con atributos negativos, evitaban ahora
a personas de otras culturas. Las inves- ìamableî, ìespaciosoî o ìdesconside- el contacto visual con el director negro
tigaciones realizadas en muchos paÌses radoî se predicaban de personas o casas. de la prueba y, durante la explicaciÛn de
sugieren que todos tienen reservas de El resultado de la prueba crea cierta inquie- la prueba, parpadeaban y pestaÒeaban
este tipo y act˙an de acuerdo con ellas. tud: los sujetos podÌan encasillar m·s r·pi- repetidamente.
Agresiones fÌsicas o incluso asesinatos damente las palabras negativas, si se les La fuerza de los prejuicios, a la que
de extranjeros constituyen sÛlo la punta habÌa mostrado antes la esquematizaciÛn apuntan todos los estudios pertinentes,
del iceberg. Como muestra el estudio de de un rostro negro, y m·s lentamente, se basa en el modo funcional de proce-
Klink y Wagner, el comportamiento dis- cuando habÌa aparecido un rostro blanco. der de nuestros recuerdos: en cuanto nos
criminatorio se manifiesta en m˙ltiples Se demuestra, pues, que los prejuicios topamos con un miembro de un grupo
situaciones de la vida cotidiana. act˙an en un plano inconsciente. La aso- Ètnico extraÒo, se disparan las convic-
Ahora bien, los estereotipos no sÛlo ciaciÛn entre grupos de personas y pro- ciones y valoraciones estereotÌpicas, a
amargan la vida de los grupos estigmati- piedades negativas se establece en un nivel las que podemos acogernos con un
zados. Robert A. Baron, del Instituto que queda fuera de nuestro control. mÌnimo esfuerzo cognitivo y que influ-
PolitÈcnico de Rensselaer, y Donn Byrne, yen en nuestros juicios y conducta. Con
de la Universidad de Albany, alegan, con Reacciones inconscientes todo, no se puede atribuir el comporta-
razÛn, que las personas cargadas de pre- Seg˙n establecimos tiempo atr·s con miento hostil para con los extranjeros a
juicios viven en un ambiente plagado de Herbert en la Universidad de Trier, este procesos inconscientes; ni por ende dis-

30 Mente y cerebro 08/2004


culparlo. Para convertir una postura acti-

DPA
vada autom·ticamente en una opiniÛn
expresada explÌcitamente o incluso en
una acciÛn decidida, los prejuicios deben
pasar el control de nuestra conciencia.
Por regla general, se pone de manifiesto
cuando preguntamos a los universitarios
por su actitud. La mayorÌa de las veces
expresan una posiciÛn neutral respecto
de los grupos extranjeros, que llega
incluso a una valoraciÛn alta. El motivo
es claro: los entrevistados controlan cons-
cientemente sus posiciones negativas.
En general, podemos decidir a quÈ
informaciones concedemos m·s peso: a
las asociaciones suscitadas autom·ti-
camente o a los hechos reales, como los
admitimos cuando un extranjero nos trae
la cartera perdida. Con todo, se da una
restricciÛn: si estamos cansados, nos fal-
ta tiempo o, por los motivos que sea, no
podemos reflejar nuestra opiniÛn, se sue-
len imponer los prejuicios. Parece como
si la categorizaciÛn autom·tica ofreciese
una suerte de mecanismo de ahorro de 1. NO ES NADA EXQUISITO. “El negro” puede servir como ejemplo clásico de
energÌa, con cuya ayuda el cerebro ela- estereotipo que mide por el mismo rasero a todo un pueblo.
bora con mayor eficacia las informacio-
nes. A la inversa, requiere grandes esfuer-
zos reconocer los prejuicios y sustituirlos pranas estaban seguras de que los acu- hasta el momento en que se desconec-
por un juicio equilibrado. sados habÌan cometido realmente el taba la c·mara y en el monitor aparecÌa
Lo ilustra un experimento ideado por hecho. Pero a lo largo del dÌa juzgaban otra imagen. Cuando, con la excusa de
Galen von Bodenhausen, de la Univer- con algo m·s de lucidez y se atenÌan a un fallo tÈcnico, se repitiÛ la prueba, las
sidad del Noroeste de Chicago. Este psi- los hechos descritos. En las personas personas que antes habÌan controlado
cÛlogo, que estudia los fundamentos cog- madrugadoras la situaciÛn era la con- sus prejuicios, exteriorizaron estereoti-
nitivos de los estereotipos, pidiÛ a un traria: caÌan, sobre todo por la tarde, en pos muy apasionados. El efecto de rebote
grupo de universitarios que valoraran la celada de sus propias prevenciones. les cogiÛ de sorpresa.
casos (ficticios), en los que sus compa- A esto se aÒade, paradÛjicamente, que Pero, øa quÈ se debe esta extraÒa pre-
Òeros habÌan cometido una infracciÛn: los prejuicios reprimidos se exteriori- dilecciÛn de nuestra razÛn por modelos
copiar en un examen, traficar con drogas zan con m·s vehemencia con el paso del de pensamiento imprecisos y, a menudo,
o agredir a un compaÒero. Los partici- tiempo. øHa intentado alguna vez el lec- nocivos? Hemos llegado a conocer una
pantes debÌan especificar cu·l era la pro- tor reprimir por cierto tiempo un comen- ventaja de los estereotipos: nos ahorran
babilidad de que un condiscÌpulo come- tario desagradable sobre su compaÒero? un esfuerzo mental agotador al simpli-
tiera la infracciÛn. En los resultados, cada Y, pese a ello, øno ha terminado por espe- ficar el procesamiento de las informa-
tipo de infracciÛn se orientaba al este- t·rselo un dÌa, quiz·s en el momento m·s ciones. Adem·s, en determinadas situa-
reotipo de un grupo Ètnico. La venta de inoportuno? Estos accidentes cogniti- ciones nos sirven de escudo protector de
drogas solÌa adjudicarse a la imagen del vos pasan cuando no estamos motivados nuestra autoestima. En investigaciones
negro norteamericano, la trampa en los en un breve intervalo de tiempo o cuando precedentes habÌan aparecido indicios
ex·menes a la de los deportistas selec- descuidamos la atenciÛn. Relacionada de que las personas con una actitud posi-
tos (flojos en el ·mbito acadÈmico) y la con ello, idearon una prueba Neil Mac- tiva hacia sÌ mismas no suelen expresar
agresividad a la imagen de los latinos. rae, del Colegio Universitario Dartmouth prejuicios ante grupos extraÒos. Steven
de Hanover (EE.UU.) y Alan Milne, de Fein, del Colegio Williams en Massa-
Esfuerzos continuados la Universidad de Aberdeen, y von Ba- chusetts, y Steven Spencer, de la Uni-
Este experimento implicaba una pecu- denhausen. Macrae y su equipo se dedi- versidad de Waterloo, demostraron que,
liaridad: los sujetos del experimento can al influjo de estereotipos en nuestro valiÈndose de los estereotipos, se podÌa
debÌan empezar a horas diferentes, a pensamiento, en particular al modo en potenciar la autoestima.
saber, a las 9, a las 15 y a las 20. Se regis- que evitamos los pensamientos desa- Pero hemos de proceder con cautela
traba tambiÈn en cada cuestionario el gradables. Los participantes en el expe- y no extraer conclusiones precipitadas.
ritmo diario de los probandos; se iden- rimento debÌan juzgar a una persona. Con excesiva ligereza leemos, en los
tificaba asÌ a los madrugadores y a las Para que se sintieran movidos a repri- medios de difusiÛn general, que las frus-
ìaves nocturnasî. El resultado del expe- mir sus prejuicios ante la persona que traciones personales llevan a una dis-
rimento fue inequÌvoco. Las personas debÌan juzgar, se sentaban, durante el criminaciÛn de las minorÌas, del estilo
que tienen dificultades en ponerse en test, delante de una c·mara de vÌdeo: ìcuanto mayor es el paro, la gente es
pleno rendimiento a primera hora se de- podÌan verse en una pantalla de televi- m·s hostil hacia los extranjerosî. Sin
jaban llevar por sus prejuicios, sobre siÛn. Tal artimaÒa provocaba que algu- embargo, las investigaciones de Jennifer
todo por la maÒana. A estas horas tem- nos participantes ocultaran sus prejuicios; Crocker, de la Universidad de Michigan,

Mente y cerebro 08/2004 31


que estudia los estigmas sociales, apun- peor parados allÌ donde suponen, a la res. Vivir conforme a estas reglas le con-
tan a lo contrario. En su opiniÛn, el re- vez, una competencia. Pero se ha com- fiere seguridad y el sentimiento de ser
fuerzo de la autoestima por los prejui- probado que no es necesario que se dÈ valioso. No en ˙ltimo lugar, muchas cul-
cios sÛlo funciona, paradÛjicamente, en esta presiÛn externa. Cuando los psi- turas prometen una existencia despuÈs
personas que poseen una imagen posi- cÛlogos distribuyen aleatoriamente en de la muerte, si se cumplen tales reglas.
tiva de sÌ mismas. Quienes se muestran grupos a los sujetos del experimento, los Pero, en opiniÛn de los tres psicÛlogos,
poco seguros no acostumbran recurrir a miembros de cada grupo se prefieren a si los extraÒos ponen en cuestiÛn la vali-
estereotipos y prejuicios para incrementar los ìotrosî, aunque, hasta ese momento, dez de este sistema de valores torna el
su autoestima. En Èstos, el paro o el fra- no hayan compartido ninguna experien- miedo at·vico a la propia finitud, y, para
caso suelen llevar a depresiones o agresio- cia ni vivencia. Seg˙n estos estudios, el estabilizar su mundo, los inseguros reac-
nes contra sÌ mismos. establecimiento de un grupo sienta las cionan con prejuicios y con un compor-
Pero es indiscutible que la pertenen- bases de los prejuicios. tamiento discriminatorio.
cia a un grupo puede reforzar nuestra Aunque la teorÌa de la gestiÛn del terror
autoestima. Como muestran m˙ltiples Baluarte contra el miedo rezuma, a primera vista, un aura esotÈ-
estudios, nos definimos por las unida- Desde que los psicÛlogos sociales co- rica, ha sido confirmada por numerosos
des sociales, que nos destacan positi- menzaron a ocuparse de la interacciÛn trabajos. Una lÌnea de investigaciÛn se
vamente sobre los dem·s. Esta actitud entre grupos vienen plante·ndose cues- concentra en la forma en que la autoes-
determina que se favorezca a personas tiones como la siguiente: øcÛmo se llega tima reduce el miedo. Greenberg y sus
del propio entorno y se menosprecie a a las crueldades increÌbles óìlimpie- colaboradores sometieron a un grupo de
los otros. El sentido b·sico de dicho zas Ètnicasî, violaciones y torturas sis- voluntarios al ensayo siguiente: contem-
mecanismo se pone de manifiesto en el tem·ticasó que unos humanos infligen plar una pelÌcula de una autopsia. Los pos-
lenguaje. Los conceptos que designan a otros? øGuarda ello relaciÛn con los teriores tests psicolÛgicos mostraron que
al propio grupo (por ejemplo, ìnosotrosî) prejuicios y la autoestima del autor del el film les habÌa hecho aflorar el miedo.
tienen una carga m·s positiva que otros delito? Con todo, cabÌa la posibilidad de inmu-
que se relacionan con otros grupos (por Sheldon Solomon, Jeff Greenberg y nizar a los probandos contra el efecto de
ejemplo, ìvosotrosî). AntaÒo se pensaba Tom Pyszczynski nos brindan una expli- las im·genes reforzando su autoestima
que el antagonismo entre grupos lo de- caciÛn con su ìteorÌa de la gestiÛn del mediante una retroalimentaciÛn de su
sencadenaba la lucha por los bienes mate- terrorî. El nudo central de este enfoque personalidad.
riales: el muy citado expolio de las cajas reside en el miedo de la persona a su Otra lÌnea de investigaciÛn se interesÛ
sociales o la agudizada competencia en propia muerte. En el terror. Para prote- por las consecuencias del miedo exis-
torno a los puestos de trabajo. Ciertas gerse del mismo, el ser humano proyecta, tencial. El encuentro con personas de
pruebas especializadas apoyan tambiÈn en el marco de su cultura, un sistema de otra confesiÛn religiosa o partido polÌ-
esta conexiÛn, pues los extraÒos salen reglas de conducta y de jerarquÌa de valo- tico ødifiere si nos sentimos inseguros?
SÌ. Por ejemplo, si se les recalca a cris-
tianos practicantes el car·cter efÌmero de
la existencia, Èstos minusvaloran a los
2. ¡OJO, EXTRANJERO! Cuanto más inusual es el aspecto de un vecino, con tanto judÌos frente a los cristianos; algo que
más celo trabaja nuestro generador cerebral de prejuicios. Los estudiosos sostienen que no hacÌan en ausencia de confusiÛn. Para
lo único que suele ayudar es la autodisciplina.
DPA

32 Mente y cerebro 08/2004


captar todo el alcance de los mecanis- ï Se interpreta de distinta manera una
mos de la ìteorÌa de la gestiÛn del terrorî, misma conducta, en funciÛn de quiÈn la
los investigadores no escatimaron nin- realiza.
g˙n esfuerzo. Interrogaron a los sujetos ï El portador y la vÌctima de los prejui-
del experimento en la acera delante de cios se comportan de tal manera, que
una funeraria o infundieron miedo a los confirman los estereotipos.
seguidores del equipo de f˙tbol holan-
dÈs para, despuÈs, hacerles apostar ante Examinemos estos mecanismos si-
el inminente partido contra la selecciÛn guiendo la serie y constatemos, de paso,
alemana. Alguna vez se arriesgaron que los humanos son malos estadÌsticos.
incluso a algo m·s explosivo; en concreto: He aquÌ un ejemplo sencillo. En un peque-
cu·nto deberÌa cobrar el autor de un ar- ÒÌsimo paÌs conviven dos grupos. Uno
tÌculo polÌtico. Los sujetos del expe- de ellos, con mil miembros, representa
rimento les daban un extra, si defendÌa la mayorÌa de la poblaciÛn, mientras que
una opiniÛn distinta de la suya y si ellos el otro, con cien personas, se halla en
se habÌan ocupado antes, en otra ìprue- notoria minorÌa. Si por diversos delitos
baî, de la muerte. se juzga a cien miembros de la mayorÌa
øQuÈ decir si se pasa a la violaciÛn, y a diez de la minorÌa, uno se inclinarÌa
la tortura y el asesinato? Como exponen a afirmar que la criminalidad de ambos
Solomon, Greenberg y Pyszczynski, estos grupos es pareja, pues en los dos alcanza
crÌmenes no se pueden explicar sÛlo con al diez por ciento. Pero estos porcenta-
la teorÌa de la gestiÛn del terror. Al fin jes tan claros est·n ausentes de nuestra
y al cabo, la mayorÌa de las culturas im- vida cotidiana. Su lugar lo ocupan los
ponen tratar humana y justamente tam- sucesos aislados, tomados, por ejemplo,
biÈn a los for·neos; por eso los crÌme- de los periÛdicos; y precisamente aquÌ
nes de guerra van contra sus propios falla nuestro aparato mental: como mues-
valores. AquÌ entra en juego otro meca- tran numerosos estudios de laboratorio,
nismo, el de exclusiÛn moral: el delin- no solemos estar preparados, en estos
cuente percibe a los miembros del grupo casos sencillos, para calcular a partir de
extranjero como seres deshumanizados, los datos aislados la frecuencia real, sino
para los que no rige el mandamiento del que atribuimos a la minorÌa una crimi-
trato humano. Esta actitud mental se nalidad m·s alta. Y, si la minorÌa vulnera
DPA

refleja en conceptos tales como ìinfra- m·s la ley, la mayorÌa de las veces se
humanoî o ìlimpieza Ètnicaî. sobrevalora el hecho. Los psicÛlogos
sociales designan esta distorsiÛn de la 3. ¿COMO ERA DE VERDAD?
Auténticos artistas observaciÛn con la expresiÛn ìcorrela- En el caso de Marylin Monroe se
de la supervivencia ciÛn ilusoriaî. Probablemente nos deja- sobreponía a la verdad nuestra
Si se recurre a criterios objetivos, pode- mos engaÒar, porque tanto las minorÌas opinión sobre las rubias.
mos identificar f·cilmente a muchos como los delitos llaman mucho la aten-
Hollywood aprovechó este mecanismo
prejuicios como lo que son: superpro- ciÛn. Almacenamos mejor en la memo-
tecciÛn y conclusiones simplificadoras. ria estos sucesos y los podemos evocar para establecer un mito.
DespuÈs de todo, los podemos refrenar con mayor facilidad; tierra de cultivo
por medio de controles y examen crÌ- ideal de los prejuicios.
tico de nuestro punto de vista. Pero, Este efecto se refuerza incluso. Ten- dos los prejuicios. Los humanos necesi-
como sabemos, esto suele degenerar en demos, cuando se trata de otros grupos, tan mucho tiempo para revisar sus opi-
una lucha agotadora, que incluye el peli- a atribuir, a partir de unos pocas casos, niones preconcebidas, porque ansÌan con-
gro del efecto rebote. Lo mejor serÌa tal rasgo a todos sus miembros, fieles a firmaciones. Buscan informaciones que
erradicar esos modelos mentales. Tarea la consigna seg˙n la cual ìnosotros somos coincidan con sus propios prejuicios y
nada sencilla, pues tienen la peculiari- diferentes, pero vosotros sois todos igua- abdican de las que les son contrarias, o
dad de oponerse obstinadamente a cual- lesî. Puede que esto se deba a que se co- las califican de manera que pueda que-
quier cambio. noce mejor al propio grupo y sus dife- dar a salvo el estereotipo.
La psicologÌa social, empero, estipu- rencias, mientras que el grupo extranjero Por ˙ltimo, los pÈrfidos prejuicios tien-
la una serie de mecanismos adecuados aparece como un bloque unitario. SÛlo hay den a ratificarse. Lo logran, por una parte,
a este fin: un caso en el que, paradÛjicamente, no bajo el esquema del ìpronÛstico que se
ï Para poner a prueba nuestros prejui- generalizamos: cuando tenemos expe- realiza a sÌ mismoî, cuando nuestra opi-
cios, recurrimos a un test aleatorio dis- riencias que contradicen nuestros prejui- niÛn influye inconscientemente en la pro-
torsionado. cios. Las vivencias positivas se interpre- pia conducta y, de rechazo, tambiÈn en
ï Vemos a nuestro grupo diversificado y tan como excepciones (en la cuadrilla, el la de nuestro compaÒero de interacciÛn.
con diferencias; a los extranjeros, por el turco ya no es un ìverdadero turcoî; la Pero los estigmatizados tambiÈn cola-
contrario, como una masa homogÈnea. mujer que aparca correctamente, ha tenido boran en su valoraciÛn negativa, porque
ï Lo que contradice al estereotipo se le suerte; el maestro diligente y trabajador temen verse reducidos al estereotipo.
considera una excepciÛn. es un ìmirlo blancoî). Este mecanismo Claude Steele, de la Universidad de Stan-
ï Buscamos informaciones que confir- funciona tanto mejor cuanto m·s nos sor- ford, ha sacado a la luz esta conexiÛn en
men nuestras opiniones y pasamos por prenden los otros. En ˙ltima instancia, la un gran n˙mero de experimentos que Èl
alto las que las ponen en cuestiÛn. dialÈctica de la excepciÛn mantiene to- mismo ha realizado. Seg˙n los trabajos

Mente y cerebro 08/2004 33


Adem·s, la interacciÛn entre los gru-

DPA
pos escolares debe ser muy intensa. No
basta un intercambio superficial. Impor-
ta, por ejemplo, que los miembros de los
diferentes grupos sean ya amigos. En la
clase conviene presentar a los alumnos
objetivos comunes o desarrollar las tareas
en equipos mixtos. De lo contrario, los
niÒos se suelen agrupar, tambiÈn en el
aula, seg˙n su origen. Por ˙ltimo, desem-
peÒa una funciÛn esencial el modo en que
se relacionan los grupos al inicio de un
proyecto educativo de este tipo. En nin-
g˙n caso debe reinar entre ellos una dife-
rencia de status; una condiciÛn que pocas
veces se cumple. Si un grupo de escola-
res domina, se presentan conflictos que
no hacen sino reforzar los miedos y reser-
vas existentes. Si los dos grupos est·n
ya enemistados abiertamente, es casi
seguro que el proyecto fracasar·.
Pero, bajo las condiciones adecuadas,
4. UNO DE NOSOTROS. Si los aparece en las clases o grupos de tra-
extraños forman parte de un nuevo Se supone que los prejuicios van de- bajo mixtos un fenÛmeno que hace que
grupo, nuestros prejuicios suelen pasar a sapareciendo con el contacto con los se olviden, de golpe, todas las diferen-
segundo plano. Los proyectos educativos afectados, es decir, aprendiendo de la cias y prejuicios. Nos referimos a la
vida diaria. Siguiendo esta lÌnea, Wagner recategorizaciÛn. Los escolares ya no se
se valen de este efecto.
y su equipo, de la Universidad de Mag- ven como nativos o extranjeros, sino
burg, utilizaron estadÌsticas judiciales y sÛlo como miembros del grupo de tra-
datos de numerosas encuestas. QuedÛ bajo. Este mecanismo funciona incluso
del investigador de la autoimagen, el fra- de manifiesto que las personas de zonas fuera del aula. AsÌ, un seguidor del
caso de los escolares estadounidenses con un porcentaje alto de extranjeros Barcelona puede, de pronto, animar fre-
negros se debe a que parten, de entrada, tenÌan menos actitudes estereotÌpicas. nÈticamente al jugador del Real Madrid,
de que los blancos rinden m·s en todas Por el contrario, donde son raras las posi- cuando Èste juega en la selecciÛn nacio-
las materias. Steele llegÛ incluso a demos- bilidades de intercambio, se producen dis- nal espaÒola; e igualmente, en un barrio
trar que la mera pregunta por el color de turbios o insultos discriminatorios con- multicultural, se identifican sus mora-
la piel en el cuestionario basta para de- tra los extranjeros. Pero estos datos no dores con todos los grupos Ètnicos de
sencadenar la presiÛn del estereotipo. configuran ninguna prueba contundente ìsuî calle.
A tenor de investigaciones posteriores, de que el contacto contribuya a la erra- øY quÈ queda para el individuo? Una
en este problema no funcionan como dicaciÛn de los prejuicios, sino, en el autocrÌtica laboriosa y una lucha por opi-
soluciones la regulaciÛn de cuotas u otros mejor de los casos, tan sÛlo son un indi- niones objetivas. En este contexto,
mecanismos ad hoc. Cuando se prefiere cio. CabrÌa incluso que lugares con diver- importa cÛmo se desenvuelve nuestro
a uno solo por su pertenencia a un grupo, sidad cultural tiendan a atraer a perso- entorno social, pues sÛlo si los medios
el aviso es precisamente Èste: en reali- nas cordiales con los emigrantes. de comunicaciÛn y las experiencias coti-
dad no confiamos en ti. dianas nos ponen ante los ojos que nues-
Al parecer, nuestro aparato cogni- Redistribuir los grupos tros enfoques no son correctos y, ade-
tivo se obstina en proteger nuestros Una prueba fehaciente en contrario la m·s, nosotros erramos siguiÈndolos,
prejuicios. øDebemos, pues, pactar con suministran las investigaciones reali- seremos capaces de cambiarlos. Y sÛlo
ellos, conformarnos con vigilarnos sin zadas en las escuelas. En ellas se puede de esta forma cabe combatir la discri-
reposo? Tal actitud parece pesimista en dar la clase por separado (las minorÌas minaciÛn.
exceso. Lo m·s eficaz serÌa no dejar que aparte) o todos juntos, seg˙n los obje-
surjan los estereotipos. Baron y Byrne tivos propuestos. No obstante, como se
aciertan cuando afirman que es difÌcil ha puesto de manifiesto en EE.UU., este
ARND FLORACK y MARTIN SCARABIS
que los niÒos nazcan con prejuicios; se contacto no alcanza siempre el resulta- son psicólogos. El primero investiga en el
trata de algo aprendido. Ambos inves- do deseado. A veces, incluso agudiza los departamento de psicología social y de los
tigadores exhortan a los padres, edu- conflictos y empeora la situaciÛn de los negocios de la Universidad de Basilea. Scarabis,
cadores y profesores a que no comuni- grupos escolares estigmatizados. SÛlo adscrito al Instituto de Psicología de la
quen ninguna opiniÛn estereotÌpica. El bajo determinadas condiciones previas, Universidad de Münster, dirige con A. Florack
inconveniente de este enfoque reside consigue la lucha contra los prejuicios, un proyecto sobre prejuicios y conducta
en que todos tenemos por correctas y unos resultados impresionantes. En pri- social.
libres de prejuicios nuestras propias mer lugar, es imprescindible que las
opiniones. AsÌ pues, esta orientaciÛn autoridades apoyen el modelo escolar. Bibliografía complementaria
sÛlo puede operar si los padres y otras Deben, por ejemplo, facilitar medios PREJUDICE: ITS SOCIAL PSYCHOLOGY. R. Brown.
personas de referencia reconocen sus suficientes o, al menos, respaldar a los Blackwell; Oxford, 1995.
prejuicios. pedagogos implicados.

34 Mente y cerebro 08/2004


Investigación
sobre el humor
Platón la consideraba un signo de superioridad,
para los enamorados es la distancia más corta entre dos corazones
y, para el hombre de la calle, la risa constituye un placer relajante.
¿Cuál es fundamento neurológico?

Ulrich Kraft tracciÛn social. Los adultos lo hacen un cas de formaciÛn de im·genes para obser-
promedio de veinte veces por dÌa. Y los var las reacciones correspondientes en

D
os cazadores van caminando niÒos incluso con esa frecuencia multi- las diferentes ·reas cerebrales. Los resul-
por un bosque muy denso, plicada por diez. La risa es un compo- tados muestran que el humor requiere
cuando, de pronto, uno de nente tan firme de nuestra existencia facultades mentales especiales y que de-
ellos se cae y queda tendido, humana, que nos gusta olvidar la singu- sempeÒa un papel central en la convi-
inmÛvil, en el suelo. El otro llama por laridad real de nuestros arrebatos de ale- vencia social. Muchos gelotÛlogos con-
el telÈfono celular al servicio de urgen- grÌa. øPor quÈ nos reÌmos cuando alguien sideran incluso la risa como la forma
cia a voz en grito: ì°Mi amigo est· muerto! nos cuenta un chiste o nos roza suave- m·s antigua de comunicaciÛn, una suerte
°DÌgame quÈ tengo que hacer!î. El mÈ- mente la planta de los pies? Mister Spock, de lenguaje universal que comparten
dico de guardia intenta tranquilizarlo: el vulcano de orejas puntiagudas de la todos los hombres.
ì°Rel·jese, les vamos a ayudar! Primero nave espacial Enterprise, se extraÒaba
nos tenemos que asegurar de que su ami- en extremo de las risas solapadas y de No a la voz de mando
go est· realmente muertoî. Se hace el si- las bromas de sus compaÒeros de tripu- Es probable que nuestros antepasados
lencio, y de pronto se oye un disparo. El laciÛn. Y comentaba enarcando una ceja: se riesen mucho antes de que se desarro-
cazador vuelve a coger el telÈfono y dice: ìøHumor? °QuÈ concepto m·s raro e ilÛ- llara el lenguaje oral. Halla base esta
ì°Muy bien!, øy ahora quÈ?î gico!î. Arthur Koestler describÌa la risa hipÛtesis en la organizaciÛn cerebral;
Si usted no conocÌa ese chiste podrÌa como un acto reflejo superfluo cuyo sig- los centros del lenguaje radican en el
ser que de repente salga de su boca una nificado principal consiste en su abso- neocÛrtex, mientras que la risa arranca
cascada de sonidos voc·licos, emitidos luta inutilidad biolÛgica. de una parte m·s antigua del cerebro,
durante un dieciseisavo de segundo y Pero la naturaleza no acostumbra responsable tambiÈn del control de emo-
repetidos con una frecuencia de un quinto derrochar energÌa en creaciones in˙ti- ciones at·vicas, como el miedo y la ale-
de segundo. El diafragma sube y baja, les. Por tanto, el impulso de la risa debiÛ grÌa. Quiz· resida ahÌ la razÛn de que se
el ritmo cardÌaco se acelera, aumenta la aportar ventajas selectivas en el curso de sustraiga a un control consciente. Nadie
presiÛn sanguÌnea y se dilatan las pupi- la evoluciÛn. Y si bien desde la anti- se rÌe siguiendo una orden. Al tiempo que
las. Al tiempo que usted emite esos soni- g¸edad cl·sica los filÛsofos han venido apenas puede reprimirse voluntariamente
dos de charanga, el aire sale de sus pul- esbozando explicaciones sobre el humor, una genuina explosiÛn de alegrÌa. Robert
mones a una velocidad de m·s de cien su planteamiento cientÌfico pertenece a Provine, de la Universidad de Maryland
kilÛmetros por hora antes de que, trans- nuestro tiempo. en Baltimore y estudioso del tema, de-
curridos unos dos minutos, pueda vol- La investigaciÛn sobre la risa (gelo- fiende que el humor yace en las profun-
ver a inspirar para emitir la siguiente tologÌa) va ganando terreno. Los biÛlo- didades de la naturaleza humana.
tanda de carcajadas. Acualquiera que los gos conductistas incorporan ese aspecto Pero, øse trata de un fenÛmeno congÈ-
oiga se le despertar· muy probablemente del comportamiento en sus trabajos con nito o adquirido? Sobre ello discrepan
la curiosidad y querr· saber quÈ es lo que monos y animales de laboratorio, los psi- los investigadores. La sonrisa del reciÈn
se est· perdiendo. cÛlogos abordan las situaciones que nos nacido dormido constituye un reflejo
A todo el mundo le gusta reÌrse, no im- producen hilaridad y los neurÛlogos cuen- incontrolado del sistema nervioso cen-
porta el color de la piel, su gÈnero y ex- tan humoradas mientras aplican tÈcni- tral. Hasta el tercer mes cumplido no

Mente y cerebro 08/2004 35


1. ¿CUAL SERA EL MOTIVO DEL REGOCIJO DE ESTAS SEÑORAS?
CORBIS

aparece fugazmente la primera sonrisa


ìintencionadaî en el rostro del lactante,
una sonrisa provocada por la visiÛn de dos de nacimiento. Pese a la diferencia de 16 aÒos, el punto de origen de los ata-
personas del n˙cleo familiar (padres o entre el tipo de sonido de los sordos y el ques episÛdicos. ImplantÛ en la super-
hermanos). Se apoyaba en esa reacciÛn de los bebÈs normales, su desarrollo, en ficie cerebral de la adolescente electro-
la teorÌa seg˙n la cual el niÒo empezaba lo que ataÒe al humor, sigue un ritmo coin- dos para observar permanentemente la
a reÌr porque las personas de su entorno cidente. Encuentran divertido que les actividad neuronal. Este sistema permite
se lo estaban enseÒando continuamente. hagan cosquillas y se rÌen a carcajada lim- estimular determinadas ·reas mediante
La tesis sufriÛ un duro ataque en los pia con el payaso de nariz de cartÛn. dÈbiles descargas elÈctricas y poder inda-
aÒos cuarenta del siglo pasado con los Parece, pues, que el humor est· fir- gar su funciÛn a la vista de las reaccio-
ensayos de James Leuba. Este psicÛ- memente instalado en el cerebro. Si es nes correspondientes. Mediante ese mis-
logo norteamericano siempre que hacÌa asÌ, queda justificado el interÈs de los neu- mo procedimiento, Fried y sus colegas
cosquillas a sus hijos y bromeaba con rocientÌficos por el tema. Pertrechados habÌan conseguido influir en la capaci-
ellos se calaba una m·scara para ocul- de electroencefalogramas (EEG) y de dad ling¸Ìstica y en los movimientos de
tar toda expresiÛn facial que delatara tomografÌas funcionales de resonancia la mano. Pero entonces sucediÛ algo sor-
regocijo. No obstante, en cuanto sus magnÈtica, empezaron por buscar el cen- prendente. Cuando estimularon el ·rea
dedos rozaban las barriguitas para hacer- tro del humor. La fortuna le sonriÛ a motora suplementaria (AMS) del hemis-
les cosquillas los pequeÒos estallaban Itzhak Fried, de la Universidad de Ca- ferio izquierdo, la muchacha iniciÛ una
en carcajadas. lifornia en Los Angeles. A este neuroci- risa moderada. Fried aumentÛ la poten-
TambiÈn empiezan a reÌr m·s o menos rujano le importaba, en realidad, locali- cia de la corriente y cosechÛ una sonora
a los tres meses los niÒos ciegos o sor- zar en una de sus pacientes de epilepsia, carcajada. Ante la pregunta de quÈ era

36 Mente y cerebro 08/2004


2. ¿HUMOR? ¡ILOGICO! divertido antes de que apareciese en su
DEFD-MOVIES

rostro ning˙n indicio de sonrisa.


Un lejano remedo de sonrisa se dibuja
en el rostro de este vulcano de ficción. Freno y acelerador
La investigaciÛn cerebral desconoce
todavÌa quÈ se esconde tras esas varia-
inesperado. A primera vista, no encon- ciones de polaridad tan repentinas. SÌ se
tramos sentido a la gracia del chiste, el sabe que una descarga positiva como la
punto de inflexiÛn, puesto que no se ade- onda P-300 refleja una amortiguaciÛn
cua al contexto. Mister Spock lo sen- de la actividad neuronal. El potencial
tenciÛ con la frase de que todo era ilÛ- elÈctrico se hace negativo en el interior
gico. Debido a esa incongruencia, nos de las neuronas. Por eso sube el umbral
quedamos perplejos durante unos mo- de excitaciÛn y, en consecuencia, decae
mentos; en seguida, sin embargo, el cere- la probabilidad de que la neurona emita
bro empieza a buscar la soluciÛn al pro- un impulso. PodrÌa decirse que el cere-
blema, a colocarse en la perspectiva bro frena en seco y detiene los procesos
desde la cual la gracia del chiste armo- mentales en curso a fin de crear capaci-
nice con el resto de la historia. En una dades para nuevos razonamientos. Si lo
tercera fase, advertimos la paradoja, la transferimos a la teorÌa de la incon-
encontramos divertida y esbozamos una gruencia, ese instante se corresponde
sonrisa de satisfacciÛn. con la fase en que se abandonan las expec-
Peter Derks, del Colegio Universita- tativas acumuladas hasta el momento y
rio William & Mary en Virginia, some- referidas a la terminaciÛn del chiste.
lo que la joven encontraba tan divertido, tiÛ a prueba encefalogr·fica ese salto Las descargas positivas del electro-
Èsta respondiÛ que los mÈdicos que la mental. RegistrÛ los patrones de corrien- encefalograma representan la excitaciÛn
atendÌan: ì°Sois unos tipos raros, ahÌ te cerebral mientras diez probandos leÌan neuronal. Por seguir la met·fora del auto-
merodeando a mi alrededor!î. u oÌan una tanda de chistes. Para acotar mÛvil, la onda N-400 se corresponde con
el momento exacto del regocijo, aplicÛ la pisada en el pedal del acelerador. AsÌ,
Circuito ramificado a los voluntarios un electrodo adicional las neuronas vuelven a quedar sueltas,
Este AMS mide sÛlo unos centÌmetros en el m˙sculo zigom·tico, que se encar- pueden perseguir nuevas ideas y dar el
cuadrados, pero desempeÒa una funciÛn ga de elevar la comisura de los labios giro mental necesario para captar la gra-
capital en la planificaciÛn de acciones; en el instante de la risa. Derks com- cia del chiste.
cada vez que nos movemos o nos apres- probÛ, de entrada, que la actividad cere- Derks se detuvo tambiÈn en la cues-
tamos a decir algo se activa esta regiÛn. bral no se limitaba a una determinada tiÛn de quÈ es lo que caracteriza pro-
Las seÒales se transmiten al cÛrtex motor, ·rea, sino que abarcaba zonas extensas piamente una buena chanza. En reali-
que activa los m˙sculos necesarios para de la corteza. dad, el refinamiento de la ocurrencia
la ejecuciÛn de la acciÛn. Al parecer, del AnalizÛ luego con mayor detenimien- chistosa es algo secundario; reviste mu-
AMS arranca la movilizaciÛn de cariz to la serie temporal de ondas y valles de cho mayor interÈs la celeridad con que
alegre de los m˙sculos de la risa. la curva de la corriente cerebral. Al cabo se capta el giro divertido. Con chistes
El experimento de Fried causÛ un de un quinto de segundo, los potencia- simples y evidentes se provocaba en los
revuelo inmediato, que tuvo en los medios les elÈctricos marcaban valores en el do- probandos explosiones de alegrÌa no sÛlo
de comunicaciÛn de masas su caja de minio positivo. Tras 140 milisegundos, m·s r·pidas, sino tambiÈn m·s largas e
resonancia. Se llegÛ a escribir incluso el movimiento pendular cambiaba de intensas que con los que requerÌan, por
que se habÌa dado con el centro del humor direcciÛn la corriente cerebral, que mar- parte del voluntario, cierto esfuerzo de
en el cerebro. La risa, proponÌa en cam- caba ahora valores negativos. Esto ˙ltimo construcciÛn mental.
bio el autor, comporta un componente sucedÌa sÛlo cuando los probandos cap- Con todo, Derks no ha podido aclarar
fÌsico, pero tambiÈn elementos cogniti- taban el chiste y se reÌan. Si el cambio quÈ regiones cerebrales albergan el sen-
vos y emocionales. No se reducÌa, pues, oscilaba del patrÛn P300 al N400, los pun- tido del humor. No basta la resoluciÛn
el sentido del humor a una sola regiÛn tos ·lgidos del chiste provocaban como espacial del EEG. Parece indiscutible la
cerebral. El AMS es, en rigor, una parte m·ximo un esbozo de sonrisa, pero nunca
de un circuito neuronal del humor mucho una explosiÛn de alegrÌa. Con ayuda de
m·s complejo. estas mediciones, podÌa predecir si sus
Percibir la intenciÛn del chiste, encon- probandos iban a encontrar un chiste
trarlo divertido y reÌrse forman una
cadena causal que, tras una epidermis de
liviandad, esconde un proceso cognitivo
muy complicado. Para la teorÌa de la 3. MIRADA AL INTERIOR DEL
incongruencia, el humor se basa en la per- CEREBRO DEL INVESTIGADOR.
cepciÛn de una discordancia, de una para- Vinod Goel, a falta de una imagen
doja. En la comprensiÛn de un chiste
de TRMf que mostrase el córtex
verbal, es decir leÌdo o contado, inter-
vienen varias fases mentales. En la pri- prefrontal ventral medial, marcó región
mera especulamos sobre la terminaciÛn tan importante para la comprensión
VINOD GOEL

lÛgica de la historia, es decir, avanza- del chiste en una toma de su propio


mos conjeturas, quebradas con un final cerebro.

Mente y cerebro 08/2004 37


intervenciÛn del hemisferio cerebral dere- 2a Respuesta: ì°Ah, sÌ, estupendo, volve- asignar a la historia un final lÛgico. Ello
cho y, en especial, del lÛbulo frontal. rÈ, dentro de un mes!î. confirmaba la presunciÛn originaria de
Las personas con lesiones en esa ·rea 3a Respuesta: ìEh, jefe, tiene usted una Shami de que el cÛrtex frontal derecho
padecen no sÛlo graves alteraciones de nariz demasiado grande para su caraî. interviene en el sentido del humor.
personalidad, sino que tienden tambiÈn Adquiere asÌ relevancia una regiÛn
a encontrar divertidas algunas cosas que La tarea consistÌa en elegir la variante que durante mucho tiempo se habÌa con-
no lo son. Se rÌen mucho y en los mo- graciosa. Tanto las personas sanas como siderado el ·rea cerebral m·s tranquila.
mentos inoportunos. las que sufrÌan lesiones cerebrales fuera Sencillamente, se ignoraba la funciÛn
Prathiba Shammi, de la Universidad del cÛrtex frontal derecho percibieron los que cumplÌa. La zona frontal es la regiÛn
de Toronto, avanzÛ en esa direcciÛn. chistes siempre con el punto gracioso del encÈfalo que ha experimentado un
A lo largo de tres aÒos, investigÛ la com- adecuado y se divertÌan en consonancia mayor aumento en el transcurso de la evo-
prensiÛn del humor en pacientes con le- con el contexto. En cambio, los indivi- luciÛn. Genuina del hombre, constituye
siones cerebrales en comparaciÛn con la duos con lesiones en el lÛbulo frontal el asiento del pensamiento lÛgico. AllÌ
recepciÛn del mismo en probandos sanos. derecho no lo conseguÌan y se decidÌan se extraen las conclusiones y se resuel-
En una suerte de test de opciones m˙l- normalmente por la salida tipo payasada. ven los planteamientos complejos de los
tiples presentaba a sus probandos chis- El humor vive del momento de la sor- problemas, muy especialmente en la
tes con diferentes salidas. En primer presa. Lo saben estos pacientes, que, sin dominante mitad izquierda.
lugar, un final lÛgico, aunque exento de embargo, no reconocen el sinsentido de Vinod Goel, de la Universidad de York
humor; en segundo, con el punto justo la payasada. Shami presume que se les en Toronto, centra su interÈs, sin embargo,
de gracia y, en tercer lugar, con una con- escapan los chistes un poco m·s exi- en el hemisferio derecho, al que viene
clusiÛn de payaso de circo. He aquÌ un gentes porque son incapaces de dar ese dedic·ndole aÒos de estudio con ayuda
ejemplo: salto mental a otra perspectiva, que es de tÈcnicas de formaciÛn de im·genes.
Un estudiante solicita un trabajo even- la condiciÛn indispensable para la com- En los tests cl·sicos de resoluciÛn de
tual de vacaciones. El jefe le dice: ìAl prensiÛn de los contenidos. Aunque, problemas solÌa atenderse sÛlo al cÛrtex
principio te damos 150 euros por semana; obviamente, los probandos con lesiones izquierdo, pues del diestro apenas si
al cabo de un mes, sube el sueldo a 200î. cerebrales seguÌan estando en situaciÛn podÌa entreverse ninguna implicaciÛn.
de sacar conclusiones razonables; ante Goel se propuso idear tests adecuados;
1a Respuesta: ìAcepto el trabajo. øCu·n- el ruego correspondiente de la investi- partiendo de sus observaciones en pacien-
do puedo empezar?î. gadora no tenÌan problema alguno en tes con lesiones cerebrales ha llegado a

Alteridad de las cosquillas


Nadie puede provocarse cosquillas a sí mismo, cuando lo
hace otro basta sólo con que acerque su dedo índice cual
berbiquí sobre la barriga para que la “víctima” explote a car-
cajadas. Sarah-Jayne Blakemore, del departamento Wellcome
de Neurología Cognitiva del Colegio Universitario, de
Londres, lo atribuye al cerebelo.
En su ensayo demostrativo actuó de ayudante un robot que
hacía cosquillas en la mano izquierda del probando con una
esponja. Mientras se desarrollaba la prueba, Blakemore regis-
traba la actividad cerebral con ayuda de una tomografía de
resonancia magnética funcional (TRMf).
En cuanto la esponja rozaba la mano, en las imágenes apare-
cía iluminada determinada zona del córtex somatosensorial.
Hasta aquí, nada anómalo, pues en esa zona el cerebro pro-
cesa las informaciones táctiles de los órganos y de la piel y
las transforma en percepciones. Ahora bien, cuando los pro-
bandos controlaban con su propia mano a los robots cos-
quilleantes, la actividad de la zona mencionada era sensible-
mente más baja que bajo el control de otra persona. Cuando
uno se hace cosquillas se reprimen parte de los impulsos ner-
viosos que tienen que llegar al córtex somatosensorial.

El responsable es el cerebelo, estructura que elabora con-


tinuamente conjeturas sobre las percepciones que podrían
IFA-BILDERTEAM

resultar de un movimiento del propio cuerpo. Si los pro-


nósticos coinciden con la realidad, envía señales inhibito-
rias al córtex somatosensorial; la percepción es entonces,
en buena medida, ignorada. Lo que no deja de constituir ¿A VER TU? Hacerle cosquillas a uno es un estimulante más
una ventaja, ya que de lo contrario estaríamos permanen- seguro de la risa que contar un chiste. Pero esta especie de
temente ocupados de nuestra vida interior. tortura positiva sólo sale adelante con ayuda de otra persona.

38 Mente y cerebro 08/2004


la conclusiÛn de que el hemisferio dere-

CORBIS
cho participa en la flexibilidad mental.
A los afectados les resulta difÌcil cam-
biar ideas y conceptos asumidos con
anterioridad.

Modesto y aburrido
AsÌ exponÌa Goel su propÛsito: ìLo que
yo necesitaba era una situaciÛn cuyo
contexto pareciera encaminado a pri-
mera vista en una determinada direc-
ciÛn, pero que requiriera dejar de lado
presto ese contexto y pensar en una direc-
ciÛn totalmente distintaî. Los psicÛlo-
gos suelen recurrir a los ejercicios lÈxi-
cos para someter a prueba esa movilidad
mental. Entregan a los probandos pala-
bras cortadas que deben completar con
un final corriente y con otro m·s rebus-
cado. Por ejemplo PER...RO serÌa una
soluciÛn sencilla; PER...CA una inusual.
Goel sustituyÛ esos tests poco exi-
gentes por chistes. Junto con Raymond
Dolan, del Instituto londinense de 4. DIVERSION BESTIAL. El humor
NeurobiologÌa, sometÌa a catorce pro- la intelecciÛn de un chiste. øDe quÈ no es patrimonio exclusivo de nuestra
bandos a una sesiÛn de chistes graba- manera? Con el sentimiento del regoci- especie. También se ríen nuestros parientes
dos en cintas magnetofÛnicas con el jo y una carcajada. más próximos y, por cierto, en situaciones
mismo esquema del modelo pregunta-
muy similares: jugando y retozando.
respuesta: ìøPor quÈ los tiburones no Teoría de la mente
devoran abogados? Porque ellos tienen La cuestiÛn de la recompensa nos lleva
tambiÈn su orgulloî. a la de la adicciÛn. øEs el Homo sapiens
MedÌan simult·neamente la actividad un adicto del humor? Para Barbara Wild, actividad deductiva. En su opiniÛn, la risa
cerebral sirviÈndose de la tomografÌa de de la clÌnica universitaria de Tubinga, el suspende el decurso del pensamiento
resonancia magnÈtica funcional (TRMf). potencial de dependencia patolÛgica es cuando procede por un camino equivo-
Contaban con que se iluminara el lÛbulo muy escaso. Se sirve de la TRMf para cado. En esa idea abunda Wild, para
posterior temporal izquierdo, pues ahÌ reconocer la reacciÛn del cerebro ante quien nuestro cerebro se ocupa de esta-
se halla un ·rea importante para la ela- las viÒetas de los humoristas. Exacta- blecer reglas, de las que se desvÌa en
boraciÛn ling¸Ìstica. Pero se activaba mente igual que los chistes verbales, las forma de giros sorprendentes esta espe-
adem·s la correspondiente regiÛn de la viÒetas demandan especiales prestacio- cial concentraciÛn.
parte contraria, lo que resultaba insÛ- nes mentales. El espectador debe intro- Al reflexionar sobre las raÌces del
lito, dado que, en el procesamiento del ducirse mentalmente en los personajes humor, Vilayanur Ramachandran, del
lenguaje, enmudece el lÛbulo temporal que act˙an y escapar luego de ese con- centro del cerebro y la cogniciÛn de la
derecho. ParecÌa, pues, que el cerebro de texto para estar en condiciones de reÌrse Universidad de California en San Diego,
los probandos se servÌa excepcional- de su infeliz situaciÛn. Tiene que poder llega a la conclusiÛn de que, en su ori-
mente de los dos hemisferios para ela- imaginarse lo que les pasa a otros. gen, la principal utilidad de la risa con-
borar juegos de palabras. A esa teorÌa de la mente se la reconoce sistÌa en otorgar al individuo una posibi-
Goel y Dolan sospechan que estas acti- pieza clave de la conciencia humana. lidad de comunicar a otros componentes
vidades neuronales reflejan sÛlo el mero Cuando Barbara Wild y otros indagan en de su grupo social la inocuidad de lo
proceso cognitivo; en otros tÈrminos, el la neurobiologÌa del chiste aprehenden acontecido o proferido: cese de la alarma,
giro mental necesario para captar la gra- de paso ciertos detalles sobre funciones ausencia de peligro y eliminaciÛn de las
cia del chiste. Su labor todavÌa no habÌa del cerebro, incluso m·s enigm·ticas. preocupaciones. La risa hace que des-
llegado a buen tÈrmino, pues faltaba el Los primeros resultados apuntan a que cienda el nivel de adrenalina y se relaje
ìaspecto afectivoî. Entender un chiste en el asunto de la captaciÛn de las his- la tensiÛn.
es una cosa, pero divertirse con Èl es torietas trabajan conjuntamente dife-
algo completamente distinto. Una dife- rentes regiones cerebrales. Adem·s del
rencia que tiene su correlato neurobio- cÛrtex frontal se activan importantes cen-
lÛgico. En cuanto los probandos encon- tros de emociones en regiones cerebra-
traban gracioso un chiste se activaba otra les antiguas, desde el punto de vista evo- Bibliografía complementaria
regiÛn cerebral, el cÛrtex prefrontal ven- lutivo: la amÌgdala y el hipocampo. De
tral medial (CPFMV). Por otros experi- donde se desprende cu·n profundamente LAUGHTER . A SCIENTIFIC INVESTIGATION. R.
mentos se sabe que esta regiÛn interviene anclado se halla el sentido del humor. Provine.Viking Books; Nueva York, 2000.
en el sistema de recompensa mental. El Marvin Minsky aventura la hipÛtesis N EURAL C ORRELATES OF L AUGHTER AND
aumento de actividad del CPFMV refleja de que el humor se ha desarrollado para HUMOUR. B. Wild et al., en Brain, vol. 126,
que el cerebro se gratifica a sÌ mismo con poner de manifiesto los fallos que se pro- pág. 1; 2003.
alto rendimiento cognitivo que supone ducen en el pensamiento lÛgico y en la

Mente y cerebro 08/2004 39


ENTREVISTA
Todos podemos
envejecer con dignidad
Ernst Pöppel, nacido en 1940, enseña psicología médica en la Universidad Ludwig-Maximillian
de Múnich. Estudioso de la conciencia y de la noción de tiempo, debe su fama a sus trabajos sobre
neuropsicología de la visión, rehabilitación de las lesiones cerebrales y taxonomía de las funciones
mentales. Mente y cerebro ha mantenido el siguiente diálogo con él sobre los procesos asociados al
envejecimiento

Hermann Englert ser ìpeorî. Tomemos el ejemplo del tr·- cada dÌa un poema de memoria. Por des-
fico: si bien se ha comprobado, a travÈs gracia, vivimos en una Època en la que
Myc: Muchas personas temen la merma de mediciones, que los ancianos dispo- apenas trabajamos con el cerebro. Todo
de la capacidad fÌsica con el envejeci- nen de un campo visual m·s reducido o tiene que discurrir de manera r·pida y
miento. øQuÈ hemos de esperar, en este que reaccionan m·s lentamente, los con- sencilla; al cerebro no debe exigÌrsele nin-
sentido, del cerebro? ductores jÛvenes y ebrios son los prin- g˙n esfuerzo cualitativo, sino tan sÛlo
Profesor Ernst Pˆppel: Es cierto que cipales causantes de los accidentes de tr·- ìestimularloî: preferimos ojear el periÛ-
los Ûrganos sensoriales pierden parte de fico. Desde luego, los conductores de dico en lugar de leer detenidamente un
su sensibilidad, como se sabe en el caso edad avanzada est·n capacitados, en artÌculo de opiniÛn extenso y exigente.
del oÌdo y de la vista. Sin embargo, se muchos casos, para conducir gracias a
ha descubierto en los ˙ltimos aÒos que su experiencia y a una adaptaciÛn de su Myc: øQuÈ m·s se puede hacer para man-
el gusto y el olfato se tornan tambiÈn m·s conducta. tener el cerebro ìen formaî?
insensibles. Quiz· por eso algunos ancia- Pˆppel: Aplicar los mismos principios
nos disfruten menos de ciertas comidas Myc: øQuÈ sucede con la memoria? Los que para la salud en general: hay que ali-
y eso facilite una alimentaciÛn equivo- olvidos suelen considerarse el problema mentarse de manera razonable. Esta es
cada. Como los olores son b·sicos para m·s frecuente del envejecimiento. una de las medidas m·s sencillas. Muchas
nuestro bienestar psÌquico, se est· inves- Pˆppel: Es cierto; la capacidad retenti- personas mayores beben poco y, cuando
tigando si los defectos de la olfacciÛn va de la memoria disminuye con la edad, el aporte de agua es insuficiente, dismi-
pueden causar una depresiÛn. sobre todo la memoria operativa y a largo nuye la capacidad del cerebro. Se piensa
El envejecimiento afecta, adem·s, a plazo. A menudo, muchas personas con que 1 de cada 10 pacientes diagnostica-
la funciÛn motora. Los movimientos ya una escasa memoria operativa bajan al dos de la enfermedad de Alzheimer apor-
no transcurren con la misma precisiÛn, sÛtano y luego no se acuerdan de quÈ iban ta muy pocos lÌquidos a su organismo.
ni siquiera con la misma rapidez. La pÈr- buscando. En el caso de la memoria a Lo m·s triste es que muchas personas de
dida de la capacidad sensitivomotora largo plazo se afecta sobre todo el compo- edad avanzada ni siquiera tienen a mano
explica las dificultades de las personas nente espacial y la memoria episÛdica, una botella de agua. No obstante, exis-
mayores para responder con presteza es decir, el recuerdo de experiencias con- ten tambiÈn ìmedios caserosî para ayu-
ante situaciones donde afrontan multi- cretas. Por eso, algunos viejos ya no dar al cerebro. Se ha demostrado que el
tud de estÌmulos; por ejemplo, cuando recuerdan lo que han hecho por la maÒana consumo moderado de vino tinto activa
tienen que cruzar de acera. En cambio, o se pierden en la ciudad. las funciones cognitivas. El sentido del
la capacidad de expresiÛn verbal y de olfato se conserva durante m·s tiempo
c·lculo no parece modificarse en la vejez. Myc: øHay que aceptar este tipo de dÈ- y la coordinaciÛn motora mejora.
ficits?
Myc: Todo esto suena, en conjunto, nega- Pˆppel: En principio, no. El cerebro res- Myc: øCÛmo puede la sociedad apoyar
tivo, como si la degradaciÛn fuera con- ponde exactamente igual que un m˙sculo: a las personas mayores? øSe pueden
tinua y, sobre todo, se perdiera calidad conserva su capacidad si se ejerce de fabricar botellas de abertura m·s f·cil?
de vida. manera regular. Pˆppel: Ese es un ejemplo, pero sÛlo serÌa
Pˆppel: SÛlo si admitimos como cierto el comienzo. Hay que dedicar m·s aten-
el dicho, por desgracia muy extendido, Myc: øQuÈ se puede hacer? ciÛn al cerebro senil y a sus necesidades
de ìcualquier tiempo pasado fue mejorî. Pˆppel: HabrÌa que concentrarse durante especiales. Pensemos en la arquitectura
Si se contempla sin ning˙n prejuicio, la un perÌodo largo y de manera regular en de las residencias para la tercera edad.
funciÛn cerebral de un anciano no suele algo concreto; por ejemplo, aprender Se trata de una arquitectura hostil, pen-

40 Mente y cerebro 08/2004


evitar la muerte prematura de las cÈlu-
ERNST PÖPPEL

las cerebrales? Los mecanismos de la


muerte celular programada desempeÒan
una funciÛn esencial en este sentido. En
segundo lugar, si las cÈlulas cerebrales
mueren, øcÛmo podemos reemplazar-
las? Para avanzar en este campo se con-
fÌa en las posibilidades de las cÈlulas
troncales. Por ˙ltimo, se encuentra el
tema de la plasticidad cerebral en la
vejez: øcÛmo podemos activar las neu-
ronas que todavÌa quedan para aprove-
charlas mejor?

Myc: øAsÌ que el cerebro sigue mos-


trando plasticidad en la vejez?
Pˆppel: Desde luego. Conozco a un hom-
bre de 60 aÒos que, despuÈs de sufrir un
ictus, se quedÛ con sÛlo un pequeÒo sec-
tor circular de su campo visual. DespuÈs
de un trimestre de ejercicios visuales, su
funciÛn mejorÛ bastante y el campo visual
se ensanchÛ muchÌsimo. A esa edad se
puede incrementar la eficiencia en las
transmisiones sin·pticas de la red neu-
ronal y mejorar las secuelas del ictus, si
todavÌa queda una funciÛn residual.

Myc: Las investigaciones sobre el cere-


bro senil, øser·n provechosas tambiÈn
para las personas sanas o para otras cien-
cias?
Pˆppel: Casi con toda seguridad. FijÈ-
monos en la investigaciÛn sobre la inte-
ligencia artificial. Observe alguna vez a
una persona mayor contemplando una
fotografÌa antigua. Si est· atento, com-
probar· que los recuerdos no acuden
solos, sino que se tienen que ìconcebirî
con esfuerzo. Las personas ancianas a
menudo necesitan, para recordar, la
misma energÌa intelectual que los juga-
sada en la minimizaciÛn de los trabajos ya no son capaces de manejar un apara- dores de ajedrez.
para administrar el edificio. øPodrÌa una to de cederrÛn, hemos creado el ìdado ParadÛjicamente, estos procesos ago-
abuela llevar a su perro o a su canario? de Tˆlzî que reproduce seis fragmentos tadores se pueden simular. Recordemos
øQuÈ ocurrirÌa, por ejemplo, en un inver- musicales distintos, seg˙n su disposi- el simulador de ajedrez Deep Blue, que
nadero, en el que un abuelo pretendiera ciÛn. Otros colegas trabajan con espe- venciÛ a su adversario humano. Sin em-
todavÌa cuidar sus orquÌdeas? Las resi- cias y aromas especiales que hacen que bargo, los procesos que no requieren es-
dencias que ofrecen estas posibilidades los ancianos recuperen el apetito o influ- fuerzo siguen representando un miste-
han tenido Èxito: los ancianos viven como yan positivamente en la psique. rio para los investigadores cerebrales y
desean. Sin duda, estos elementos de la los expertos en inteligencia artificial.
vida anterior ayudan a conservar la per- Myc: øQuÈ aporta la investigaciÛn neu- Hasta ahora, no hay ning˙n sistema tÈc-
sonalidad. rolÛgica al cerebro senil? nico que pueda reconocer sin problemas
Pˆppel: Hemos de seguir investigando las caras, capacidad en la que nuestro
Myc: Usted afirma que la m˙sica tam- los mecanismos patogÈnicos de las enfer- cerebro invierte 150 milisegundos. Du-
biÈn desempeÒa una misiÛn importante medades neurodegenerativas, como las rante este tiempo, el cerebro puede efec-
para conservar las funciones intelectua- de Alzheimer o Parkinson, y elaborar los tuar tres o cuatro etapas de un trabajo,
les durante la vejez. tratamientos pertinentes. Lo mismo mientras que las computadoras actuales
Pˆppel: SÌ. Las personas mayores se sucede con el accidente cerebrovascu- llevan a cabo miles de operaciones de
alegran mucho de oÌr los mismos frag- lar. En conjunto, las enfermedades del reconocimiento de patrones. Cuando
mentos musicales porque suelen aso- sistema nervioso central absorben hoy entendamos por quÈ las personas mayo-
ciarse a recuerdos y sentimientos impor- alrededor de un tercio del presupuesto res luchan tanto por recordar su vida,
tantes. Por eso, no es raro oÌr en Navidad sanitario. La investigaciÛn del cerebro quiz· tambiÈn sepamos de quÈ manera
villancicos en los pasillos de las residen- senil se centra en tres aspectos capita- nuestro cerebro controla sin ning˙n
cias. Como las personas de 70 u 80 aÒos les. En primer lugar, øcÛmo podemos esfuerzo estos procesos.

Mente y cerebro 08/2004 41


PERFILES
Bonanno: la fuerza terapéutica
de la represión
Hubertus Breuer plejos. Aunque no todos. George Bonan- tesis sobre las ventajas del olvido sobre
no, de la Universidad de Columbia, lo el enfrentamiento constante. En otra

A
raÌz de la tragedia del 11 de sep- esperaba. ìEl 11 de septiembre consti- investigaciÛn, ahora con varones homo-
tiembre del aÒo 2001, cayÛ sobre tuyÛ un enorme test para la investiga- sexuales, se ha evidenciado que quienes
la traumatizada ciudad de Nueva ciÛn de los traumas cuyo desarrollo refutÛ se esforzaron en entender el significado
York un ejÈrcito de psicoterapeutas. la tesis dominanteî, declara. de la pÈrdida de su compaÒero se sen-
Nueve mil expertos dispuestos a prestar Una postura que atenta contra la gigan- tÌan, un aÒo despuÈs, mucho peor que en
atenciÛn a cuantos requirieran su ayuda. tesca ìindustria del traumaî norteameri- los dÌas subsiguientes al suceso.
PsicÛlogos y psiquiatras permanecieron cana que proporciona sustanciosas ganan- La represiÛn de los sentimientos no sÛlo
a la expectativa en tiendas de campaÒa cias a terapeutas, editoriales de guÌas de ayuda en los casos de duelo, sino tambiÈn
de la Cruz Roja, hospitales, consultas ayuda, moderadores de tertulias televi- en experiencias traum·ticas de diversa
particulares y universidades. Aunque las sivas y productores de psicof·rmacos. Ìndole. En una encuesta con m·s de sesenta
puertas estaban abiertas de par en par, Desde que en el aÒo 1917 Sigmund Freud mujeres que habÌan sufrido abusos sexua-
apenas acudiÛ nadie. acuÒara el concepto de elaboraciÛn del les en su infancia, Bonanno comprobÛ que
Ante esa reticencia, atribuida a la sen- duelo, se ha instalado el principio de que una de cada tres vÌctimas eludÌa las pre-
sibilidad umbral, las autoridades empren- los individuos con experiencias traum·- guntas referentes a las experiencias trau-
dieron una campaÒa con carteles en las ticas deben enfrentarse ante ellas, a fondo m·ticas. Aportaban datos sobre el divor-
estaciones del metro, anuncios en te- y durante mucho tiempo, hasta terminar cio, peleas o la muerte de los padres, pero
levisiÛn y ofertas de ayuda a travÈs de por superarlas. Por contra, quienes repri- evitaban aludir a los abusos. Se trataba de
las emisoras de radio. Sin repercusiÛn men vivencias como la muerte de su cÛn- mujeres que mostraban una estabilidad
visible. Los psicoterapeutas estaban per- yuge, abusos sexuales o im·genes terri- mayor que las que preferÌan desahogarse
bles de un atentado etarra o islamista se sobre los abusos sexuales sufridos.
encuentran con que la experiencia les Es feliz quien olvida. Pese a los resul-
oprime con insomnio, pesadillas, depre- tados de esos y otros estudios, muchos
GEORGE BONANNO

siones e incluso c·ncer. psicÛlogos siguen, sin embargo, man-


Pero esa opiniÛn asentada en la aca- teniendo una postura muy crÌtica frente
demia tiene su talÛn de Aquiles. A princi- a las tesis de Bonanno. Se escudan en
pios de los noventa, Bonanno advirtiÛ, sor- el Èxito de su propia labor: comprueban
prendido, que nadie habÌa aportado datos en sus consultas los efectos positivos de
en aval de la tesis. Consecuentemente, la terapia del di·logo o del psicoan·li-
comenzÛ su propia investigaciÛn. EstudiÛ sis. Por su parte Bonanno no cuestiona
85 personas a quienes se les acababa de de forma absoluta la utilidad de exami-
morir su cÛnyuge. RegistrÛ datos fisio- nar el pasado, aunque sÌ duda que esa
lÛgicos, como frecuencia cardÌaca y pre- terapia alivie a todas las personas que
siÛn arterial; documentÛ la gesticulaciÛn hayan sufrido experiencias terribles. La
y la mÌmica, y fue anotando con caden- mayorÌa supera el trauma sin pasar por
cia periÛdica la valoraciÛn que los vo- el despacho del psicÛlogo.
luntarios hacÌan de su propio estado de
·nimo. LlegÛ al siguiente resultado: los
probandos que superaban objetivamente
el episodio traum·tico eran los que mejor Bibliografía complementaria
se desentendÌan de sus penas y preocu- TOWARD AN INTEGRATIVE PERSPECTIVE ON
paciones. Al cabo de dos aÒos esas per- BEREAVEMENT. G.A. Bonanno y S. Kaltman,
sonas ìrepresorasî sufrÌan sÛlo espor·- en Psychological Bulletin, vol. 125, págs. 760-
dicamente los sÌntomas cl·sicos del duelo 776; 1999.
(episodios de llanto convulsivo o de de-
R ESILIENCE TO L OSS AND C HRONIC G RIEF :
s·nimo). El trabajo, publicado en 1995, A PROSPECTIVE STUDY FROM PRE-LOST TO
llevaba por tÌtulo ìPor quÈ no es una mala 18 MONTHS POST-LOSS. G.A. Bonanno et al.
idea evitar emociones desagradablesî. en Journal of Personality and Social Psychology,
Desde entonces han venido apare- vol. 83, págs. 1150-1164; 2002.
ciendo otros estudios que respaldan la

42 Mente y cerebro 08/2004


MENTE, CEREBRO Y SOCIEDAD
Dependencia alcohólica
La respuesta del acetaldehído

María Dolores Escarabajal Arrieta nen, con la ADH mencionada, otras enzi- leccionadas en razÛn de su preferencia
mas: citocromo P-450-2E1 (pertenecien- por el alcohol o de su rechazo del mismo,

E
n quÌmica org·nica, el tÈrmino te al sistema microsÛmico de oxidaciÛn han puesto de manifiesto que bastaba
alcohol designa un grupo de sus- del etanol), catalasa y aldehÌdo deshi- una sola dosis de acetaldehÌdo para esti-
tancias que comparten ciertas pro- drogenasa (ALDH). mular, en los m˙ridos proclives, el con-
piedades, aunque presentan estructuras No todas las enzimas operan con la sumo voluntario de alcohol.
diferentes. El contenido en las bebidas misma intensidad. Su acciÛn depende del Se ha ensayado tambiÈn la vincula-
alcohÛlicas es el alcohol etÌlico, llamado lugar donde se desarrolle el metabolismo ciÛn del alcohol y del acetaldehÌdo con
tambiÈn etanol (CH3ñCH2ñOH) o sim- oxidativo. Si se produce fuera del cere- el condicionamiento de aversiÛn al sabor
plemente alcohol. Se sabe que al menos bro, la conversiÛn de etanol en acetalde- (CAS). En este modelo, si la droga expe-
un 90 por ciento del alcohol etÌlico que hÌdo viene catalizada fundamentalmente rimental es aversiva, los animales mani-
absorbe el organismo, se metaboliza. En por la ADH hep·tica. Si consideramos, fiestan un rechazo claro de la soluciÛn
una primera fase el etanol se oxida en por el contrario, el metabolismo cerebral, quÌmica que se les ofrece. De acuerdo
acetaldehÌdo por acciÛn de la alcohol des- es importante la catalasa. Por lo que con- con los resultados obtenidos, el acetal-
hidrogenasa (ADH). El acetaldehÌdo cons- cierne a la degradaciÛn o lisis del acetal- dehÌdo induce un fenÛmeno de CAS. Sin
tituye el primer metabolito de la oxida- dehÌdo, la enzima encargada, fuera o embargo, la cocaÌna y otras drogas refor-
ciÛn de la molÈcula de etanol. Por otro dentro del cerebro, es la ALDH. Y el cito- zantes provocan un fenÛmeno de CAS
lado, el campo de la incidencia cerebral cromo reviste interÈs creciente con el con- importante con las mismas dosis que se
del consumo de alcohol presenta una larga sumo crÛnico de alcohol. autoadministran los animales de experi-
historia de investigaciÛn. Desde hace unos Sobre esas bases bioquÌmicas, øcu·l mentaciÛn. En mi laboratorio hemos com-
aÒos, se viene abordando la implicaciÛn es la implicaciÛn del acetaldehÌdo en los probado que el condicionamiento de aver-
del acetaldehÌdo en varios de los efectos efectos conductuales del alcohol? La siÛn al sabor inducido por acetaldehÌdo
farmacolÛgicos y conductuales atribuidos acumulaciÛn perifÈrica de acetaldehÌdo no difiere del obtenido para otras drogas
al etanol. Pero los autores discrepan sobre en sangre genera una serie de sÌntomas reforzantes, lo que supondrÌa un apoyo
la funciÛn exacta que desempeÒa. La con- desagradables (mareos, dolor de cabeza, a la funciÛn reforzante del acetaldehÌdo
troversia, aunque pluriforme en matices, n·useas, etc.) que lo convierten en una m·s que a la funciÛn aversiva.
se polariza en torno a dos planteamien- droga aversiva y altamente tÛxica. Para Sabido es que las propiedades refor-
tos contrapuestos: quienes niegan que el provocar esos efectos negativos se pres- zantes de las drogas y otros compuestos
acetaldehÌdo participe en los efectos refor- cribe el uso de inhibidores de la ALDH quÌmicos suelen ir asociadas a potentes
zantes del etanol y quienes le atribuyen en el tratamiento del alcoholismo. efectos psicoestimulantes. En diversos
casi todos los efectos cerebrales produ- Pero, como ocurre a menudo en el or- trabajos ha quedado demostrada una rela-
cidos por el consumo de alcohol. ganismo, una misma molÈcula puede ciÛn directa entre la actividad locomotora
Aducen los primeros que las concen- presentar, en circunstancias distintas, el inducida por etanol y la concentraciÛn
traciones cerebrales de acetaldehÌdo efecto contrapuesto. AsÌ, el acetaldehÌdo cerebral de acetaldehÌdo, a travÈs de diver-
resultan demasiado pequeÒas para ejer- muestra propiedades reforzantes. El tra- sos tratamientos que alteran el posterior
cer un efecto farmacolÛgico reseÒable; tamiento agudo de acetaldehÌdo en roe- metabolismo del etanol. AsÌ, los trata-
a lo que debe sumarse la acciÛn de la dores produce efectos de Ìndole refor- mientos que incrementan los niveles cere-
barrera hematoencef·lica (BHE), que se zante; las infusiones intracraneales de esa brales de acetaldehÌdo aumentan tambiÈn
sirve de una aldehÌdo deshidrogenasa molÈcula en el ·rea tegmental ventral los efectos estimulantes del etanol; los
para limitar la difusiÛn, en el interior del (ATV) multiplicaba por mil el efecto tratamientos farmacolÛgicos que reducen
cerebro, del aldehÌdo sintetizado peri- reforzante tÌpico del etanol. En cohe- la acumulaciÛn cerebral de acetaldehÌdo
fÈricamente. Los que defienden una res- rencia con esa observaciÛn, los ensayos suponen tambiÈn una inhibiciÛn de la acti-
ponsabilidad central del acetaldehÌdo realizados con ratas, genÈticamente se- vidad locomotora inducida por etanol.
subrayan la capacidad cerebral para meta-
bolizar in situ el etanol, aspecto que pa-
rece pasarles por alto a los partidarios
de la hipÛtesis precedente. CATALASA Oxidación del etanol.
En mi laboratorio de la Universidad
de JaÈn hemos venido acumulando prue-
bas que reflejan la contribuciÛn real del ADH ALDH
acetaldehÌdo en ciertos efectos conduc- ALCOHOL ACETALDEHIDO ACETATO
tuales cuya autorÌa suele atribuirse al
etanol. Conviene saber de entrada que,
en el mecanismo bioquÌmico del meta-
P-450-2E1
bolismo oxidativo del alcohol, intervie-

Mente y cerebro 08/2004 43


Sin embargo, aunque tales resultados disponen de cierta protecciÛn contra el concentraciÛn de acetaldehÌdo en la peri-
apoyan la tesis de que el acetaldehÌdo abuso del alcohol. feria del organismo act˙e como elemento
fomentarÌa la adicciÛn al alcohol, exis- La aparente contradicciÛn entre estos preventivo en el consumo excesivo de eta-
ten otros trabajos de cuyos resultados se resultados se resuelve si atendemos al nol, el acetaldehÌdo constituye un reforzador
desprende que la acumulaciÛn de ace- lugar donde se concentra el acetalde- positivo en el cerebro y se halla implicado
taldehÌdo podrÌa frenar, e incluso evitar, hÌdo. La acumulaciÛn de acetaldehÌdo en la modulaciÛn de las propiedades que
la ingesta de alcohol. Este ˙ltimo efecto perifÈrico induce efectos adversos que rodean a la adicciÛn alcohÛlica. Con otras
se ha comprobado en los ensayos con disuaden del consumo ulterior de etanol, palabras, el acetaldehÌdo influye en la ini-
ratas proclives al alcohol y con ratas que mientras que la acciÛn del acetaldehÌdo ciaciÛn y la persistencia del consumo, abuso
lo rechazan. La administraciÛn de eta- en el interior del cerebro es principal- y dependencia del alcohol.
nol produjo mayores concentraciones de mente reforzante. Pero el mecanismo bioquÌmico del
acetaldehÌdo en las ratas que evitaban el øQuÈ conclusiones cabe extraer de ello? alcohol trasciende la relaciÛn aquÌ ex-
etanol que en las inclinadas a su consumo. El etanol y el acetaldehÌdo presentan per- puesta. No es sÛlo una droga cuya acciÛn
A mayor abundamiento, los experimen- files conductuales similares. Abajas dosis, farmacolÛgica viene mediada por el ace-
tos con ratas transgÈnicas knokcout para ambas molÈculas estimulan el aparato taldehÌdo. Ni Èste interviene siquiera en
la ADLH2 evitan el alcohol, por la pre- locomotor y ejercen efectos reforzantes, los efectos ansiolÌticos y de cambios de
sumible razÛn de una elevada concen- mientras que a dosis elevadas comportan humor del individuo producidos por el
traciÛn de acetaldehÌdo en sangre, sub- una caÌda de la actividad locomotora, alcohol. M·s parece que ambos, etanol
siguiente al consumo de etanol. En generan daÒos en la memoria y producen y acetaldehÌdo, operan de modo com-
humanos que poseen el alelo ALDH2*2 pÈrdida de conciencia. plementario en la determinaciÛn de la
se ha llegado a resultados similares. La De los resultados obtenidos en ensayos complejidad de los efectos conductua-
presencia de esta isoenzima, una variante de diversa Ìndole se desprende, adem·s, que les del consumo de etanol.
inactiva de la ALDH2, nos revela que tales el acetaldehÌdo constituye una sustancia
individuos experimentan altos niveles clave en los principales efectos conduc-
de acetaldehÌdo tras la ingesta de peque- tuales del etanol, incluidas sus propieda- M.ª DOLORES ESCARABAJAL ARRIETA
Òas cantidades de etanol. Merced a ello, des adictivas. Aunque un aumento en la Universidad de Jaén.

Mesencéfalo
y orientación animal
Se sabe, desde hace tiempo, que muchos animales utilizan el campo magnético terrestre
para orientarse. La brújula en cuestión parece radicar en el mesencéfalo

sigue siendo un misterio. Desde el des- en las capas cerebrales a travÈs del
Helmut Oelschläger, Hynek Burda cubrimiento de su existencia, en 1966, por microscopio.
y Pavel Němec Wolfgang Wiltschko, ornitÛlogo de Acontece, sin embargo, que otros es-
Frankfurt, los investigadores han venido tÌmulos del entorno (luz o sonido), al ac-

L
as cig¸eÒas, los gansos, las balle- buscando con tenacidad la sede cerebral tivar los sentidos correspondientes, ins-
nas, los salmones, las salamandras del sentido magnÈtico. Se valÌan de mÈto- tan tambiÈn la sÌntesis de proteÌna c-fos.
y las tortugas de mar pueden dos electrofisiolÛgicos, una tÈcnica expe- HabÌa que hallar, pues, un organismo
hacerlo. Incluso algunas bacterias. øQuÈ? rimental que, sin embargo, adolece de una modelo que, por lo menos bajo condicio-
Percibir el campo magnÈtico terrestre y limitaciÛn determinante: abarca sÛlo regio- nes de laboratorio, no se apoyara en esos
orientarse gracias al mismo. Hay quien sos- nes concretas, nunca el cerebro entero. Una sentidos para la orientaciÛn a distancia.
tiene que tambiÈn los humanos poseemos tarea que bien pudiera compararse con la El topillo de Zambia (Cryptomys anse-
una suerte de br˙jula para orientarnos en de buscar una aguja en un pajar. lli) constituÌa el candidato ideal. Del ta-
el campo magnÈtico terrestre; pero, visto HabÌa que encontrar, pues, una tÈcnica maÒo de un h·mster, viven estos roedo-
lo que sucede cuando nos perdemos en que consintiera el rastreo Ìntegro del res en el sudeste africano en complicados
un paseo por el bosque o en una excur- cerebro en la indagaciÛn de posibles cen- laberintos intercomunicados; los cons-
siÛn, las reticencias no faltan. tros magnÈticos. En neuroanatomÌa se truyen ellos mismos y est·n formados por
Alos etÛlogos no les cabe la menor duda cuenta con un acreditado mÈtodo para t˙neles subterr·neos de unos cientos de
de que muchos animales poseen un sexto examinar la actividad de las cÈlulas ner- metros de longitud. Quien se haya aden-
sentido, magnÈtico. Mas, øen quÈ parte viosas; podemos, con Èl, comprobar si trado alguna vez en una expediciÛn en
exacta del cerebro se procesa la infor- una cÈlula produce una molÈcula espe- una cueva, sabe cu·n r·pido se puede per-
maciÛn? Adiferencia de lo que ocurre con cÌfica, por ejemplo la proteÌna c-fos. En der la orientaciÛn bajo tierra. Proba-
la vista, el oÌdo, el olfato, el gusto y el cuanto la neurona se excita, comienza a blemente los topillos logran, con la ayuda
tacto, la neuroanatomÌa del sexto sentido sintetizar c-fos, que se puede observar exclusiva de su br˙jula magnÈtica y en

44 Mente y cerebro 08/2004


la oscuridad absoluta de los monÛtonos
sistemas de t˙neles, encontrar el camino
de regreso desde el lugar de trabajo hasta
el nido, conectar de forma sistem·tica
los t˙neles entre sÌ y trazar en lÌnea recta
los t˙neles principales.
Desde hace cierto tiempo se sabe ya
que los topillos de Zambia poseen facul-
tades sensibles al magnetismo. Tras-
ladados a terrario desconocido para ellos,

HYNEK BURDA
habilitaron su nido en la parte sudoriental
de Èste. Por medio de un giro artificial
del campo magnÈtico, se pudo predecir
el lugar correspondiente a la construc-
ciÛn del cubil. 1. Los topillos de Zambia viven en
Para identificar, en los topillos, quÈ los superiores; de forma parecida se laberintos subterráneos. La investigación
·reas de cÈlulas nerviosas procesaban comportaron los animales en reposo, los toma por modelos para investigar la
la informaciÛn del sentido magnÈtico, que habÌamos aislado del campo mag- orientación animal a través del campo
recurrimos a las pruebas de c-fos. Muy nÈtico terrestre mediante una c·mara
magnético de la Tierra.
pronto nuestra atenciÛn recayÛ sobre met·lica especial.
una estructura del mesencÈfalo: la placa Ahora bien, cuando los topillos debÌan
de los cuatro colÌculos. En los mamÌfe- orientarse en un lugar desconocido bajo
ros, convergen en los dos superiores las el influjo del campo magnÈtico terres- óm·s exactamente, en las zonas de tran-
informaciones visuales y espaciales, que tre normal, la actividad neuronal subÌa siciÛn grises de estas estructurasó se
se integran en diferentes redes de neu- enormemente. Ese fenÛmeno se repetÌa encuentra posiblemente un tipo de mapa
ronas. Estos sistemas de redes envÌan se- al cambiar repetidas veces y de manera que contiene una imagen del campo mag-
Òales a zonas del tronco encef·lico res- artificial la polaridad del campo; por la nÈtico natural.
ponsables del movimiento. A travÈs de sencilla razÛn de que cambiaba la infor- No conocemos todavÌa los pormeno-
la integraciÛn en los colÌculos superio- maciÛn magnetosensorial para la orien- res de ese mapa del campo magnÈtico, aun-
res se producen las reacciones de orien- taciÛn espacial del animal. La zona de que, seg˙n parece, el funcionamiento de
taciÛn; por ejemplo, el giro de la cabeza neuronas activas se evidenciÛ entonces la br˙jula magnÈtica se asemeja al del
en la direcciÛn de un ruido o de un des- m·s extensa; alrededor de los bordes de resto de los sentidos. Es decir, un estÌmulo
tello de luz. los colÌculos superiores se formaron cen- magnÈtico activarÌa a los colÌculos supe-
Si eso ocurrÌa con la informaciÛn vi- tros de actividad reconocibles. Semejan- riores, zonas del tronco encef·lico respon-
sual y auditiva, cabÌa suponer que se tes patrones espaciales de cÈlulas nervio- sables del movimiento, y asÌ provocarÌa
procesaran tambiÈn en los dos colÌcu- sas, responsables del procesamiento de reacciones de orientaciÛn directa. Ni que
los superiores las informaciones mag- ciertos estÌmulos, se dan, asimismo, en decir tiene que, si aparece un problema
netosensoriales, tan importantes para los otros sistemas sensoriales. de orientaciÛn ñdebido, por ejemplo, al
la orientaciÛn de los topillos. En nues- Quedaba, pues, claro que los topillos obligado y constante cambio del campo
tro experimento, un grupo control vivÌa poseen grupos de neuronas que est·n magnÈtico en el experimentoó, los topi-
en su acostumbrado subterr·neo, con especializadas en el procesamiento de los llos tratan de solucionarlo poniendo en
un nido ya construido. MostrÛ una es- estÌmulos magnetosensoriales. En los acciÛn algunos lugares adicionales de su
casa actividad neuronal de los colÌcu- colÌculos superiores de estos animales mapa del campo magnÈtico.
Cabe esperar que con la aplicaciÛn de
la prueba de c-fos en las neuronas exci-
HYNEK BURDA

tadas pueda avanzarse en el conocimiento


del mecanismo de operaciÛn de la br˙-
jula magnÈtica de los topillos de Zambia.
No sÛlo en Èstos, sino tambiÈn en tortu-
gas, palomas mensajeras y otros anima-
les. Tal vez, siguiendo esa lÌnea, llegue
el dÌa en que se descubra que los huma-
nos poseemos realmente un sexto sen-
tido, magnÈtico.

HELMUT OELSCHLÄGER, HYNEK


BURDA y PAVEL N ĚMEC son zoólogos de
formación. Oelschläger enseña neuroana-
tomía en la Universidad de Frankfurt;
Burda, zoología general en la de Essen. Por
su parte, Némec trabaja en el instituto de
2. Pese a desenvolverse en la más absoluta obscuridad, los topillos logran, con su zoología adscrito a la Universidad Carolina
sentido magnético, construir su hábitat subterráneo con túneles largos y rectilíneos. de Praga.

Mente y cerebro 08/2004 45


Genética de la inteligencia
Los genes decisivos para las aptitudes mentales se acumulan en el cromosoma X.
¿Debe la especie humana su inteligencia al sexo femenino?

Horst Hameister soma X, es decir, en el cromosoma sexual blemente superior. En el caso de la mujer,
femenino. Y en comparaciÛn con los res- por el contrario, tendrÌa que producirse

E
n el transcurso de la vida de una tantes cuarenta y cuatro cromosomas, su esta combinaciÛn extraordinaria en los
persona, hay muchos factores que presencia allÌ se multiplica por cuatro. dos cromosomas X para marcar con m·s
intervienen en el desarrollo de Por norma, la mujer tiene dos cromo- realce su inteligencia. Y esto es bastante
sus facultades mentales. Nadie discute somas X, mientras que en el hombre menos probable.
la importancia del entorno, ni, por su- sÛlo hay uno. Lo cual confirma la consta- En consecuencia, deberÌan nacer no
puesto, de la constituciÛn genÈtica para taciÛn bien documentada desde hace ca- sÛlo m·s hombres disminuidos menta-
la conformaciÛn de la inteligencia Se si un siglo de que el n˙mero de discapa- les sino tambiÈn m·s con un alto coefi-
conoce una serie de genes que se reve- citados mentales es mucho mayor en los ciente intelectual. AsÌ queda reflejado en
lan indispensables para el desarrollo hombres que entre las mujeres. Partiendo la curva de Gauss: mientras que los datos
mental. Si los genes en cuestiÛn han de la base de que las mujeres tienen, por de puntuaciÛn del coeficiente intelec-
sufrido en el Ûvulo fecundado alg˙n daÒo asÌ decirlo, un cromosoma X de repuesto, tual femenino indican unos valores cer-
por mutaciÛn, existe un riesgo grave de pueden compensar en parte los defec- canos a la media, los masculinos seÒa-
que el niÒo tenga m·s adelante dificul- tos genÈticos en uno de los dos cromo- lan frecuentemente o una posiciÛn
tades en su desarrollo intelectual o somas X con la parte intacta correspon- especialmente elevada o singularmente
padezca retraso mental. diente en el otro. baja del CI.
En el marco del proyecto del Genoma øCabe, pues, interpretar estos genes Se caracteriza la especie humana por
Humano, hemos llevado a cabo, en la del cromosoma X especialmente h·biles su asombrosa tipificaciÛn de las fun-
Universidad de Ulm, varios an·lisis de como ìgenesî de la ìinteligenciaî? Se ciones cerebrales. A partir de la acu-
datos genÈticos. Las hipÛtesis que, con trata de genes distribuidos de una manera mulaciÛn de ìgenes de la inteligenciaî
anterioridad, habÌamos formulado, se muy favorable en el ˙nico cromosoma X en el cromosoma X, un experto en genÈ-
ratificaron: los genes de referencia se del hombre; por tanto, deberÌan dar como tica puede deducir la importancia de los
alojaban, de preferencia, en el cromo- resultado un grado de inteligencia nota- mismos en su proceso de evoluciÛn

¿Heredan los hijos la inteligencia de los padres?


Cada célula, sea de hombre o de mujer,

THOMAS BRAUN
contiene veintitrés pares de cromoso-
mas. La diferencia genética entre varón
y hembra radica en los cromosomas PADRES
sexuales. La mujer tiene dos cromoso- CROMOSOMA X
mas X; el hombre, por el contrario, dis- CROMOSOMA Y
pone de un cromosoma X y de otro Y. VERSION DE GENES RESPONSABLES
Este último, pequeño, esencialmente DE INTELIGENCIA EXCEPCIONAL
responsable del desarrollo sexual mas-
VERSION DE GENES QUE APORTAN
culino, posee sólo unas cuantas doce-
INTELIGENCIA “NORMAL”
nas de genes. El cromosoma X, a su vez,
es de dimensión casi normal; tiene alre-
dedor de 1200 genes.
Para la formación de óvulos y esper-
matozoides se separan los pares de cro- tesis, esta conjunción cristaliza en un
ESPERMATOZOIDE OVULO
mosomas, de suerte que cada gameto nivel muy alto de inteligencia en el hijo;
contenga sólo una dotación cromosó- en el caso de la hija, por contra, a la
mica. Dichas parejas se entrecruzan antes supercombinación de la madre se agrega
de separarse; intercambian así, mutua- un segundo cromosoma X “normal” del HIJOS
mente, dotaciones cromosómicas (véanse padre, con lo que el efecto se debilita.
las flechas dobles ). En consecuencia, En la generación siguiente, el hijo,
los “genes de la inteligencia”, reparti- dotado de una inteligencia superior,
dos antes en dos cromosomas, pueden transmite la susodicha supercombina-
concentrarse en uno solo. Y, con ello, ción de su cromosoma X exclusiva-
la madre puede transmitir a su des- mente a su hija y en ningún caso a su
cendencia una “supercombinación”espe- hijo.
cialmente favorable. Según nuestra hipó-

46 Mente y cerebro 08/2004


hasta la especie humana. Los rasgos paraciÛn con la enorme cantidad de esper- Sin embargo, en el caso de la inteli-
distintivos de una especie se desarro- matozoides del macho. Por eso las hem- gencia humana la evoluciÛn ha proce-
llan en un tiempo bastante corto. En los bras suelen aparearse menos que los dido de un modo distinto. AquÌ se com-
peces, por ejemplo, el proceso se puede machos, aunque sean m·s selectivas en plementan ambas fuerzas de selecciÛn:
culminar al cabo de unas cuantas gene- su elecciÛn. Darwin relacionaba con la la natural y la sexual. Descendiendo al
raciones. Sin embargo, para la especie selecciÛn sexual algunas caracterÌsticas terreno de la realidad plausible: un hom-
humana se calculan unos siete millo- prÛdigamente atractivas, como por ejem- bre de extraordinarias facultades inte-
nes de aÒos desde la separaciÛn de la plo la cola del pavo real o el canto del lectuales no sÛlo podrÌa ejercer un gran
lÌnea evolutiva que compartÌa con los ruiseÒor. Y en verdad que hay que agra- atractivo en muchas mujeres óy con-
chimpancÈs. decer a esa fuerza de la evoluciÛn la secuentemente procrear m·s descen-
La evoluciÛn debe, pues, configurar las extraordinaria diversidad y belleza de la dientesó, sino que esos mismos genes
caracterÌsticas selectivas de la especie naturaleza. Sin estos factores, el mundo representar·n tambiÈn una poderosa ven-
r·pidamente; ese proceder es harto via- serÌa con toda seguridad mucho m·s taja en la lucha por la supervivencia. Lo
ble cuando se trata de rasgos determina- monÛtono y aburrido. que explica por quÈ la inteligencia
dos genÈticamente en el cromosoma X. Se concluye, pues, que junto a la selec- humana se ha podido desarrollar de forma
De ahÌ que una mutaciÛn de estos genes ciÛn natural act˙a tambiÈn la de orden tan extraordinariamente r·pida y con
se pueda manifestar ya en los individuos sexual, con lo que se imponen y sobre- resultados tan positivos.
masculinos de la siguiente generaciÛn. viven no los individuos m·s bellos sino Todo indica que debemos nuestra inte-
Lo que significa tambiÈn la posibilidad los m·s fuertes. A partir de un determi- ligencia a las ìEvasî que habitaron el
de seleccionar una tal mutaciÛn. nado momento del proceso, la presiÛn continente africano hace muchos millo-
Desde Charles Darwin se viene tra- de selecciÛn sexual se opone en cierto nes de aÒos. Aquellas hembras eligie-
bajando con intensidad en la investiga- modo a la presiÛn de selecciÛn natural. ron a sus parejas no en ˙ltimo tÈrmino
ciÛn de los procesos selectivos que lle- Volviendo al caso del pavo real: una por sus talentos intelectuales. En la ter-
van a la apariciÛn de una nueva especie. hembra elige entre los diversos preten- minologÌa econÛmica de hoy en dÌa
En todo proceso de especiaciÛn, cumple dientes al macho con las plumas de su podrÌamos decir que aquellas hembras
un papel decisivo a la selecciÛn sexual, cola m·s vistosas. Es probable que en con visiÛn de futuro fueron autÈnticas
sin descartar, por supuesto, otros facto- el curso de la evoluciÛn la cola del pavo inversoras de capital de riesgo a largo
res. Pongamos por caso que los peces real macho se fuera haciendo cada vez plazo. Aquella inversiÛn valiÛ la pena
hembras sienten una fuerte atracciÛn por m·s larga y llamativa, hasta transfor- especialmente para la humanidad actual
una determinada coloraciÛn de las ale- marse en un verdadero obst·culo en la y, por cierto, tanto para los hombres
tas caudales de los machos. La posible huida ante ataques enemigos. Dicho de como para las mujeres.
consecuencia es que, al cabo de varias otra manera: la selecciÛn natural frena
generaciones, surja una nueva especie y limita el desarrollo de dichos distin-
con dicha caracterÌstica diferencial. tivos seleccionados sexualmente. Si no
sucede asÌ, se aboca en la extinciÛn de HORST HAMEISTER es catedrático de gené-
En todo el reino animal, por razones
tica médica de la Universidad de Ulm.
biolÛgicas, las hembras constituyen el la especie. Quiz· fue Èse el caso del
elemento decisorio. Ellas son las que ciervo gigante Megaceros hace miles de Bibliografía complementaria
invierten incomparablemente m·s en el aÒos. Su cornamenta de m·s de tres SEX LINKAGE OF INTELLIGENCE.THE X-FACTOR.
proceso de procreaciÛn, ya que produ- metros y medio alcanzÛ al final una R. Lehrke. Praeger,Westport, Connecticut;
cen un n˙mero relativamente escaso, envergadura sin duda excesiva para la 1997.
pero muy valioso, de Ûvulos, en com- vida en el bosque.

Inteligencia artificial:
aprendizaje mecánico
Sólo quien está dispuesto a aprender, sabe adaptarse. También entre los ordenadores. Por esta razón,
algunos programas extraen sus propias conclusiones a través de la “observación”

Ute Schmid parow o piense en el asesoramiento tele- En opiniÛn del estadounidense Oliver

øE
fÛnico por ordenador. No obstante, la Selfridge, pionero de la IA, estos sistemas
xisten ordenadores inteligen- inteligencia artificial (IA) que anima basados en los conocimientos destacan
tes? Quiz· m·s de uno re- estos y otros muchos sistemas consti- por su car·cter elemental: una vez pro-
cuerde la legendaria ìDeep tuye sÛlo una representaciÛn cabal de gramados, dejan de aprender. Si se cam-
Blueî que en 1997 derrotÛ al entonces una serie limitada de conocimientos bian los criterios de actuaciÛn del orde-
campeÛn mundial de ajedrez Gari Kas- humanos. nador, hay que modificar con mucha

Mente y cerebro 08/2004 47


taciÛnî y se generalice la siguiente hipÛ-
tesis: la mosca glosina se da en las regio-
nes forestales prÛximas al ecuador. El
·rbol de decisiÛn sigue creciendo de
manera an·loga. El programa va solici-
tando los datos de aprendizaje en la
secuencia establecida y los analiza, siem-
pre desde el principio, hasta clasificar
de modo correcto todos los ejemplos.
El ·rbol se ajusta a una serie de reglas
condicionales (si..., entonces...). Una de
las reglas es la siguiente: ìSi el grado
de latitud est· alejado del ecuador, enton-
ces no hay moscas glosinaî. VegetaciÛn,
humedad atmosfÈrica y altitud son, en
LOU JONES este caso, caracterÌsticas irrelevantes.
Mientras el ·rbol de decisiÛn no las con-
paciencia y a mano el programa. Por otra los mÈtodos del ·rbol de decisiÛn. Estos sidere, operar· con la mayor austeridad
parte, estos sistemas no conciben ninguna algoritmos aprenden una serie de reglas posible.
medida, ˙til o in˙til, de soluciÛn, pues no condicionales (si..., entonces...) con las Las generalizaciones excesivas del
disponen de memoria, ni pueden aplicar que clasifican objetos o situaciones. programa no son necesariamente inteli-
sus conocimientos a problemas an·logos. Ve·moslo con un ejemplo imaginario. gentes, pero constituyen una peculiari-
Como alternativa a estos sistemas ba- Un experto en paludismo ha investi- dad del aprendizaje humano. Cuando un
sados en el conocimiento, los investiga- gado si existen, o no, moscas glosina niÒo aprende que su muÒeco de peluche
dores en IA llevan alg˙n tiempo de- (tse-tsÈ) en determinadas regiones de la es un osito, desde ese momento, comen-
sarrollando sistemas basados en el Tierra (vÈase la tabla). Estos datos pre- zar· a denominar ìositoî a todos los ani-
aprendizaje. Para ello, utilizan metaalgo- clasificados sientan la base para el algo- males con pelo. Conforme vaya adqui-
ritmos. AsÌ se denominan los algoritmos ritmo de aprendizaje. Las regiones se riendo experiencia, es decir, cuando
que generan, a su vez, nuevos algoritmos. definen por caracterÌsticas como el grado alguien le corrija: ìEso no es un osito,
Los sistemas de aprendizaje se progra- de latitud, la vegetaciÛn, la humedad sino un perro. °Mira cÛmo mueve la
man, en parte, a sÌ mismos. El aprendi- atmosfÈrica, la altitud o la temperatura. colita!î, empezar· a diferenciar los osi-
zaje forma parte de un proceso inductivo. Las respuestas ìpresencia de moscas tos de otros animales.
La argumentaciÛn inductiva procede glosinaî o ìausencia de moscas glosinaî El ·rbol de decisiÛn propuesto puede
de lo concreto a lo general; a partir de constituyen las dos categorÌas para cla- ampliarse de modos diversos. Para ello,
un conocimiento previo y de una obser- sificar las regiones. la secuencia con la que el programa re-
vaciÛn representativa, se elabora, me- Al principio, se parte de un ·rbol de deci- corre las distintas caracterÌsticas no debe
diante la generalizaciÛn, un enunciado siÛn vacÌo (vÈase la figura), pero en cuanto estar determinada de antemano. Lo mejor
de valor universal. Por ejemplo, un pro- el programa se enfrenta al primer ejem- es elegir en cada momento la caracte-
grama puede inferir, del c˙mulo de datos plo de la lista de aprendizaje, el ·rbol se rÌstica que aporte m·s informaciÛn para
de los clientes de un banco, los criterios completa con la respuesta predefinida la decisiÛn.
para la concesiÛn de crÈditos. ìpresencia de moscas glosinaî. A partir Otra posible ampliaciÛn guarda rela-
En cambio, los sistemas basados en el de ese momento, el ·rbol declara que la ciÛn con las categorÌas: el aprendizaje
conocimiento trabajan con reglas deduc- mosca glosina es ubicua, lo que supone proviene a menudo de la opiniÛn de los
tivas, que pasan de lo general a lo particu- una generalizaciÛn excesiva. No obstante, expertos. Puede darse, no obstante, el
lar. A partir de unos axiomas v·lidos y de tras el segundo ejemplo, el programa revi- caso de que varios mÈdicos emitan diag-
los hechos se deriva una conclusiÛn con sar· la hipÛtesis y recurrir· a la primera nÛsticos distintos ante un mismo hemo-
ayuda de unas reglas de inferencia. Si la caracterÌstica: ìgrado de latitudî. En la grama. De este modo, se asignarÌan varias
regla es correcta, tambiÈn lo ser· la con- representaciÛn gr·fica del ·rbol de deci- categorÌas a ese hemograma. La solu-
clusiÛn alcanzada. No obstante, la conclu- siÛn, esta caracterÌstica aparece como un ciÛn es la siguiente: el sistema analiza
siÛn, implÌcita en las premisas, sÛlo se punto de ramificaciÛn, a modo de nudo.
extrae por medio de la regla. La deduc- Para la categorÌa ìcerca del ecuadorî
ciÛn no incrementa el conocimiento. el algoritmo indica: ìausencia de mosca
Con el aprendizaje inductivo sucede lo glosinaî, mientras que no reconoce nin-
DEDUCCION
contrario: se originan nuevos conoci- guna categorÌa ìlejos del ecuadorî. Esta Axioma: todos los hombres son mor-
mientos, aunque ligados siempre a la situaciÛn cambia con el tercer ejemplo. tales.
incertidumbre de toda hipÛtesis. Si vemos Para ambas categorÌas ócerca y lejos Hecho: Sócrates es un hombre.
100 cisnes blancos y extraemos la con- del ecuadoró el enunciado es idÈntico: Deducción: Sócrates es mortal.
clusiÛn ìtodos los cisnes son blancosî, ìausencia de mosca glosinaî. El cuarto
sÛlo podremos sostener esta hipÛtesis si ejemplo se clasifica tambiÈn correcta- INDUCCION
˙nicamente encontramos cisnes de plu- mente con esta hipÛtesis. Antecedentes: Sócrates es un hom-
mas blancas. Si descubrimos un cisne No obstante, el quinto ejemplo obliga bre.
negro, por ejemplo, en Australia, debe- al programa a rechazar la categorÌa Observación: Sócrates es mortal.
remos desecharla. ìausenciaî para el supuesto ìcerca del Generalización: todos los hombres
Un ejemplo cl·sico del aprendizaje ecuadorî; de ahÌ que se recurra enton- son mortales.
basado en el razonamiento inductivo son ces a la siguiente caracterÌstica ìvege-

48 Mente y cerebro 08/2004


THOMAS BRAUN
COMIENZO: *(árbol vacío) DATOS DEL APRENDIZAJE
1er ejemplo: se despeja la incógnita*
introduciendo la categoría “presencia” HUMEDAD
EJEMPLO GRADO DE LATITUD VEGETACION ALTITUD CLASE
ATMOSFERICA
Presencia de
moscas glosina
1 CERCA DEL ECUADOR PANTANO ALTA ELEVADA PRESENCIA
2o ejemplo: clasificación errónea → primera
2 CERCA DEL ECUADOR PASTO ALTA REDUCIDA AUSENCIA
característica
Grado de latitud 3 LEJOS DEL ECUADOR BOSQUE BAJA ELEVADA AUSENCIA

4 LEJOS DEL ECUADOR PASTO ALTA ELEVADA AUSENCIA


Cerca del ecuador Lejos del ecuador
5 CERCA DEL ECUADOR BOSQUE ALTA REDUCIDA PRESENCIA
Ausencia * 6 CERCA DEL ECUADOR PASTO BAJA REDUCIDA AUSENCIA
de moscas glosina
7 CERCA DEL ECUADOR BOSQUE BAJA REDUCIDA AUSENCIA
3er ejemplo: se despeja la incógnita *
introduciendo “ausencia” 8 LEJOS DEL ECUADOR PANTANO BAJA REDUCIDA AUSENCIA
Grado de latitud
9 CERCA DEL ECUADOR PANTANO BAJA ELEVADA PRESENCIA
Cerca del ecuador Lejos del ecuador

Ausencia Ausencia la frecuencia con la que los expertos han el Instituto de Inform·tica de Osnabr¸ck
de moscas glosina de moscas glosina utilizado una categorÌa concreta y decide estamos trabajando en un procedimiento
entonces la m·s probable. que combina el aprendizaje de reglas
4o ejemplo: el árbol proporciona la clase correcta Otro mÈtodo de inteligencia artificial, con otros dos mÈtodos: la inferencia por
5o ejemplo: clasificación errónea → segunda hoy en boga, son las redes neuronales. analogÌa y la planificaciÛn de la IA. Esta
característica De hecho, estas redes pueden aprender ˙ltima se ocupa de problemas concretos,
las categorÌas por sÌ mismas. El incon- por ejemplo, el modo de liberar una caja
Grado de latitud
veniente de las redes neuronales, frente situada debajo de otras dos, quitando
Cerca del ecuador Lejos del ecuador a los ·rboles de decisiÛn, reside en la primero la caja superior y, a continua-
ausencia de verbalizaciÛn, es decir, las ciÛn, la central.
Vegetación Ausencia
reglas no se formulan con un lenguaje La generalizaciÛn enseÒa una regla
de moscas glosina humano, como sucede con los ·rboles de para acceder a una caja situada bajo un
decisiÛn. AsÌ como cualquier observa- n˙mero indeterminado de otras. Gracias
Pantano Bosque Pasto
dor comprende enseguida la decisiÛn a la inferencia por analogÌa, este tipo de
basada en estas reglas, el mecanismo regla se puede aplicar a otros problemas
* Presencia de *
moscas glosina
operativo de una red neuronal sÛlo se adi- similares; por ejemplo, para desmontar
vina si la red es muy simple. una torre de bloques. Por ˙ltimo, las
... y así sucesivamente; la última modificación reglas aprendidas en una situaciÛn con-
tiene lugar en la última rama después
del 5º ejemplo: Los ordenadores juegan creta tambiÈn pueden utilizarse para
con bloques tareas abstractas: el sistema se programa
FINAL: Grado de latitud Los ·rboles de decisiÛn presentan otra a sÌ mismo para ir despejando una ìpilaî
ventaja: las reglas condicionales (si..., de operaciones hasta llegar a un ele-
Cerca del ecuador Lejos del ecuador entonces...) elaboradas por mÈtodos mento concreto.
inductivos se traducen f·cilmente en De este modo, incluso los usuarios de
Vegetación Ausencia reglas deductivas para su uso por los sis- ordenadores que no sepan programar
de moscas glosina temas basados en el conocimiento. podr·n confeccionar sus propios pro-
Pantano Bosque Pasto Cuando las reglas deductivas se pre- gramas al ofrecer al programa de apren-
paran en conversaciones con expertos, dizaje unas muestras sencillas de cÛmo
Presencia Ausencia
se corre el riesgo de omitir reglas esen- les gustarÌa resolver una tarea; el pro-
de moscas de moscas ciales. Los expertos se caracterizan, pre- grama de aprendizaje genera con ellos
glosina glosina cisamente, por establecer juicios correc- un programa inform·tico, que no sÛlo
tos y actuar con acierto en su campo, sin resuelve las tareas propuestas, sino tam-
Humedad atmosférica tener que meditar mucho. No obstante, biÈn otros problemas. Entramos asÌ en
cuando se les pregunta, a menudo se olvi- un nuevo campo de la inteligencia arti-
Baja Alta dan de aspectos, para ellos, evidentes. ficial, la programaciÛn autom·tica. Alg˙n
En cambio, un experto puede servir de dÌa, los ordenadores ser·n capaces de
Ausencia Presencia perfecto maestro para los ·rboles de deci- escribir sus propios programas. Posi-
de moscas de moscas blemente diremos entonces que no eran
glosina glosina
siÛn: es capaz de indicar claramente el
diagnÛstico o la medida m·s adecuados para tan simples como parecÌan.
METODO DE ENSAYO Y ERROR: una serie de situaciones concretas. De este
modo, el experto amplÌa los datos de apren-
Un sencillo árbol de decisión para la
dizaje y el ordenador elabora las reglas.
clasificación de las regiones afectadas por El aprendizaje humano supone mucho UTE SCHMID, licenciada en psicología y doc-
el paludismo (presencia de moscas glosina); m·s que la mera clasificaciÛn de situa- tora en informática, trabaja en el Instituto
el árbol se ofrece a título de ejemplo y no ciones. Un ejemplo son las acciones enca- de Informática de la Universidad de Os-
es aplicable a la situación real. denadas. Para abordar este problema, en nabrück.

Mente y cerebro 08/2004 49


Niebla opaca
y manchas ciegas
Muchos pretenden ver un cambio de estilo cuando la obra de un artista
se va difuminando con el paso del tiempo o muestra, de repente, colores diferentes.
Se habla entonces de estilo senescente; sin embargo,
a veces el pintor sólo sufre de cataratas

Ralf Dahm es decir, una opacidad en su interior. Al


mismo tiempo, el estilo pictÛrico del

C
ada aÒo, a finales del verano, artista empezaba a desdibujarse, porque
se amontonan en las librerÌas veÌa cada vez peor. Como si mirara a tra-
y en los quioscos los nuevos vÈs de una espesa niebla.
calendarios artÌsticos, decora-
dos con las obras de los pintores popu- El puente japonés recurrente
lares. Entre los favoritos se encuentra La disminuciÛn de la agudeza visual con
Claude Monet (1840-1926). Quien co- la edad es un hecho experimentado por
nozca de cerca los cuadros originales de muchas personas, tambiÈn de nuestra
este impresionista francÈs y se haya acer- Època. Con el paso del tiempo, el cris-
cado a los museos, habr· comprobado talino va perdiendo elasticidad, razÛn
que la obra de Monet del siglo XIX difiere por la cual ya no se forma una imagen
de la surgida a partir de 1910. Las for- nÌtida sobre la retina desde ninguna dis-
mas se van desdibujando y los trazos del tancia. El amarilleo del cristalino y las
pincel se tornan m·s toscos. Se aprecian, cataratas son muy frecuentes. Estas ˙lti-
tambiÈn, cambios evidentes en la selec- mas deterioran la visual.
ciÛn de los colores. Cuando este mal aflige a personas que
Los expertos hablan de un ejemplo recrean artÌsticamente sus percepcio-
arquetÌpico de estilo senescente. No es nes, las debilidades y los defectos del
raro que un artista modifique conscien- ojo senil se reflejan en sus obras. Esto
temente su estilo al envejecer. Sin permite, por un lado, documentar la evo-
embargo, a veces esa transformaciÛn se luciÛn del proceso y, por otro, explicar
debe a un motivo harto prosaico: los bajo la Ûptica mÈdica ese ìestilo senes-
problemas oculares. AsÌ le sucediÛ a centeî. Por desgracia, apenas si se han
Monet. Durante su viaje a Venecia en el diagnosticado con precisiÛn los trastor-
aÒo 1908, se dio cuenta de las dificul- nos oculares de los pintores. No obstan-
tades cada vez mayores que le ofrecÌa
la elecciÛn de los colores adecuados.
te, la documentaciÛn excelente de los
sÌntomas aportada por los mÈdicos, los
1. EL MUNDO SE DIFUMINA.
Hoy conocemos la causa: la coloraciÛn amigos o el propio artista facilita, en Dos cuadros del puente japonés en el
amarilla del cristalino, tan frecuente algunos casos, un an·lisis bastante fiel jardín de Monet. El superior, del año
entre las personas mayores. El cristalino del efecto de tales alteraciones senso- 1899, contiene muchos detalles y
act˙a como un filtro que bloquea el azul riales en la obra. trasluce el color verde vivo de las
y, de forma progresiva, el verde. En esa Monet representa un ejemplo claro, plantas. El inferior, pintado entre 1918 y
Època, Monet todavÌa podÌa reconocer pues le gustaba repetir motivos. Por 1924, aparece plagado de pinceladas
las formas con precisiÛn. ejemplo, el puente japonÈs de su resi-
toscas de rojo y amarillo; apenas se
Unos aÒos m·s tarde, la situaciÛn habÌa dencia de Giverny, donde se habÌa ins-
cambiado. Adem·s del amarilleo del cris- talado en 1883. El puente lo pintÛ en m·s vislumbra el puente. El autorretrato
talino, se habÌa establecido una catarata, de 20 ocasiones. A la luz de estos cua- muestra al artista en 1917.

50 Mente y cerebro 08/2004


MONET, AUTORRETRATO, 1917 (izquierda); LE BASSIN AUX NYMPHEAS, 1899 (arriba); LE PONT JAPONAIS, 1918-1924 (abajo); / AKG BERLIN
dros no resulta difÌcil seguir la evolu- se le antojaban mucho menos intensos. comparaba sus lienzos con la obra an-
ciÛn de su estilo pictÛrico. Ya en 1912, Por esa razÛn, desde 1915 empezÛ a tigua; si hubiera podido, se habrÌa
su mÈdico le diagnosticÛ una catarata representar con especial fuerza los tonos matado.
bilateral y le aconsejÛ que se operara. azules y grises en algunos de sus cua- Con los aÒos, los ojos de Monet empeo-
La cirugÌa consiste en extraer el crista- dros, es decir, los colores que se debi- raron. Se percatÛ de que, al distanciarse
lino. Para suplir la funciÛn refringente, litaban a travÈs de su cristalino turbio del lienzo, veÌa mejor. Como la catarata
los pacientes operados debÌan llevar y amarillento. Sin embargo, las som- no dispersa demasiado la luz, apenas si
entonces unas gafas muy gruesas durante bras rojas tambiÈn comenzaron a difu- podÌa pintar durante las horas de mayor
el resto de su vida; hoy el cristalino se minarse como ìsuciasî, seg˙n su pro- claridad. El sol deslumbrante del medio-
sustituye por una lente artificial. pia expresiÛn; el rosa lo encontraba dÌa le cegaba y le impedÌa trabajar. Para
A Monet le producÌa miedo la inter- aburrido. Con el tiempo, tendrÌa difi- evitar los errores al colorear, leÌa cuida-
venciÛn, Siempre la demoraba. Y asÌ, cultades crecientes para separar los dosamente las etiquetas de los tubos y
su catarata madurÛ hasta el punto de colores m·s prÛximos. Monet decÌa que repartÌa siempre los Ûleos en el mismo
reducir su capacidad visual de manera su pintura era ìcada vez m·s oscuraî. lugar de su paleta. Sin embargo, a menudo
espectacular. Al principio, los colores La furia se apoderaba del artista cuando se disgustaba con el color elegido. Su cata-

52 Mente y cerebro 08/2004


2. SOMBREADO TOSCO.
La clase de danza (izquierda), cuadro pintado por Degas
en 1871, pertenece a una época en la que el artista no
arrastraba tantos problemas oculares. El pastel Las tres
bailarinas (abajo; 1897-1901) revela, a las claras, la pérdida
de la forma y los trazos toscos, muy separados entre
sí, característicos de la obra tardía de Degas.
El autorretrato (de 1856) muestra a un joven Degas.

LA CLASE DE DANZA, 1871 (izquierda); DEGAS EN GILET VERT, 1856 (arriba); LAS TRES BAILARINAS, UM 1897 (abajo); / AKG BERLIN
rata, entretanto amarillo-pardusca, por la
que veÌa, filtraba casi totalmente los tonos
deformados, adem·s de extraÒar los colo-
res. Este caso no es el ˙nico: muchos
3. EL BUQUE FANTASMA es la única
obra cromática conservada de Charles
violetas, azules y algunos verdes; lo que pacientes refieren percepciones extraÒas
explica que dejara de utilizar estas tona- de color despuÈs de la cirugÌa de catara- Meryon (1821-1868). Apenas se
lidades en sus lienzos. En cambio, prefe- tas. Encuentran que muchas tonalidades reconocen tonos rojos y verdes, pues el
rÌa los tonos amarillos, rojos y marrones; de color son m·s luminosas; en particu- pintor, con su ceguera para ambos, no
su obra recordaba, cada vez m·s, a las pin- lar, el azul aparece m·s oscuro e intenso. percibía tales colores. El mar carece del
turas antiguas con un barniz pajizo. Muchos describen incluso los colores trazo verde habitual y en el cielo
ìnuevosî como frÌos y desagradables y
prevalecen los tonos amarillos, una vez
Colores antagónicos aspiran a recordar los tonos c·lidos, rojo
y pardo, de la Època previa a la operaciÛn. desaparecido el rojo.
En los cuadros de nen˙fares, del puente
japonÈs y las composiciones florales de
su jardÌn de Giverny, pintados entre 1918 Debo aprender
y 1922, apenas se reconocen las formas. el oficio de un ciego
La catarata le habÌa privado de la facul- Por fin, en 1925 Monet encontrÛ unas
tad de apreciar la morfologÌa de los obje- gafas que le satisficieron. Con gozo escri-
tos. En 1922 escribÌa, frustrado, que ya bÌa el artista, de 85 aÒos entonces, que
no podrÌa pintar nada bonito y que habÌa habÌa vuelto a ver bien y que, a partir de
destruido algunos de sus cuadros. Estaba ese momento, se pondrÌa de nuevo a tra-
casi ciego y se veÌa obligado a abando- bajar duro. Los cuadros que pintaba le
nar la paleta. OpiniÛn que ratificaba el gustaban. Su suerte, empero, durarÌa
crÌtico de arte de la revista Times, para poco, pues el 5 de diciembre de 1926
quien algunos cuadros de Monet de esta fallecÌa en su residencia de Giverny.
Època eran ìmuy desagradables, con una A diferencia de su contempor·neo
aplicaciÛn tosca de los colores y unos Monet, Edgar Degas (1834-1917) sufrÌa
colores antagÛnicosî. ya de la visiÛn desde joven, hecho sin-
Seg˙n el mÈdico de Monet, en sep- gular para un pintor. Durante las prue-
tiembre de 1922 su paciente apenas reco- bas de tiro, cuando se alistÛ voluntario
nocÌa la claridad y la direcciÛn de la luz al servicio militar en 1870, se comprobÛ
con el ojo derecho. El ojo izquierdo con- que no veÌa el objetivo con el ojo dere- veces a su colega inglÈs Walter Sickert de
servaba tan sÛlo una agudeza visual prÛ- cho. SÛlo unos aÒos m·s tarde, a partir la tortura que suponÌa pintar objetos, de
xima al 10 %. A instancias del primer de 1873, Degas empezÛ a rechazar tra- los que sÛlo reconocÌa sus contornos.
ministro francÈs Georges Clemenceau, bajar al aire libre, porque le irritaba la Degas describÌa asÌ un sÌntoma carac-
amigo y admirador del artista, Monet se luz deslumbrante y se sentÌa dÈbil a pleno terÌstico de una enfermedad de la m·cula.
sometiÛ a una operaciÛn de la catarata sol. En una ocasiÛn, mientras pintaba Esta pequeÒa regiÛn, situada en el centro
del ojo derecho en enero de 1923, es junto al mar, sin ninguna sombra, hubo de la retina, se halla enfrente de la pupila
decir, cuando tenÌa 83 aÒos. Sin embargo, de descansar durante casi tres semanas y constituye el lugar de mejor visiÛn.
las complicaciones lo torturaron durante seguidas. OptÛ por recluirse en su taller Todo aquello en lo que fijamos la vista lo
meses y dejÛ de pintar. Monet pensÛ que y utilizar unas gafas con un tinte oscuro. registramos con la m·cula. Si se daÒa, se
se quedarÌa ciego para el resto de su vida. Pero no bastÛ esa medida. Degas notaba forma una ìmancha ciegaî en el centro
No obstante, la nueva intervenciÛn de dificultades progresivas para reconocer del campo visual y dejan de verse los
julio de 1923 mejorÛ considerablemente los objetos situados en el centro de su objetos sobre los que se enfoca la mirada.
su capacidad visual. Esta vez, Monet se campo visual. Aunque existen muy pocos Unos aÒos m·s tarde, Degas perdiÛ
tuvo que acostumbrar a unas gafas grue- informes mÈdicos sobre su padecimiento todo el campo central de la visiÛn. Por
sas, aunque no podÌa utilizar ambos ojos ocular, la historia clÌnica del artista puede culpa de ello sus cuadros fueron haciÈn-
a la vez, porque sÛlo habÌa sido operado reconstruirse a partir de la enumeraciÛn dose cada vez m·s toscos y desdibuja-
de uno de ellos. Al principio, se mane- de sus sÌntomas en las cartas y tambiÈn de dos. Cuanto peor veÌa, m·s se separaban
jaba muy mal con la ayuda visual y veÌa los relatos de sus conocidos. Durante el entre sÌ los trazos hasta que, al final,
los objetos cercanos y remotos dobles y decenio de 1880, Degas se quejÛ varias daba la impresiÛn de un sombreado torpe.

1 2 3
BEAU GAGE, 2001

54 Mente y cerebro 08/2004


EL BUQUE FANTASMA / RMN / MUSEO DEL LOUVRE
A Degas le costaba incluso recono- atribuirse a la degeneraciÛn macular, ciÛn, cada vez m·s deteriorada, de los
cer los colores. A veces pedÌa a sus pues en este lugar de la retina se con- colores.
modelos que le indicaran un determi- centran los cromorreceptores. La obra Desde 1903 Degas hubo de abando-
nado tono de color. Por eso, su obra tardÌa de Degas muestra una gran inten- nar la pintura, para dedicarse a la escul-
tardÌa ya no contiene la finura de mati- sidad crom·tica, en comparaciÛn con tura. El artista le dijo a un amigo: ìAhora
ces caracterÌstica de los primeros cua- los primeros cuadros; tal vez, el artista debo aprender el oficio de un ciegoî.
dros. La degradaciÛn podrÌa tambiÈn trataba de compensar asÌ su percep- Su modelo favorita, Pauline, anotÛ en su
diario: ìEl viejo, quejoso con su destino,
trataba de reproducirme en la escayola
y no paraba de tomar medidas con el
comp·s; de lo mal que veÌa temÌ que me
4. EL MUNDO VISTO CON OTROS OJOS. Una fotografía del puente japonés pincharaî. Aun asÌ, el pintor, que de vez
en cuando se animaba, supo sacar par-
del jardín de Monet, con el que se recreaba el artista (1). Las imágenes tratadas
tido de su enfermedad: a veces, su mala
simulan cómo perciben el mundo los pacientes con enfermedades oculares. La
visiÛn la utilizaba como pretexto para no
patología de Monet sólo se manifestó al principio por un amarilleo del cristalino saludar a los conocidos por la calle.
(2). Años más tarde, este tinte no sólo había aumentado, sino que la catarata había El defecto crom·tico de Degas se debÌa
también reducido considerablemente su agudeza visual (3). La degeneración macular a una lesiÛn progresiva de la m·cula,
produce un defecto del campo visual central y una imagen generalmente más pero hay personas incapaces de distin-
borrosa y descolorida (4), porque la mácula concentra, con diferencia, el mayor guir, desde el nacimiento, determinados
colores o incluso ninguno. El defecto
número de células visuales y también de receptores cromáticos. En el caso de la
congÈnito para el rojo y verde es el m·s
ceguera para el rojo y el verde, sólo se perciben los tonos azules y amarillos (5). frecuente; las personas afectadas dis-
tinguen mal estos dos colores o no lo
4 5 hacen en absoluto debido a una ceguera
para ambos. Los colores mezclados, que
contienen el rojo o el verde, los perci-
ben con menor intensidad o sin tono.

Gama cromática insólita


En principio, los pintores que padecen un
defecto en visiÛn crom·tica se limitan a
las formas artÌsticas en blanco y negro,
como la escultura, los dibujos con tinta
china o el estampado. Fernand LÈger
(1881-1955) y Piet Mondrian (1872-1944)

Mente y cerebro 08/2004 55


Cataratas, ceguera cromática y degeneración macular
El cristalino del ojo es transparente. Se trata del único tejido la intervención era muy complicada. Además, aun cuando la
del cuerpo, junto con la delicada córnea, dotado de esta pro- operación surtiera efecto, los pacientes debían portar en
piedad. Sus células llegan a estirarse 1 cm durante el de- todo momento unas gruesas gafas para suplir el poder refrin-
sarrollo, pero siguen conservando un espesor de algunas gente del cristalino extirpado. A menudo, la catarata termi-
milésimas de milímetro. Las células acintadas del cristalino se naba con la carrera de los artistas, como le ocurrió a la pin-
disponen por miles en capas concéntricas, como los catafi- tora Malerin Mary Cassatt (1844-1926) y al dibujante Honoré
los de la cebolla. Finalmente, las células destruyen todos sus Daumier (1808-1879).
orgánulos, incluidos los núcleos, para otorgar transparencia
al cristalino.
El cristalino está rodeado de una cápsula sólida, que le da la Gris sobre gris
forma e impide que las células dañadas se descamen como lo Si se ordenan escalonadamente los colores del espectro, una
hacen en la piel. Por eso, al principio, las lesiones pequeñas persona con ceguera para el rojo y el verde sólo puede per-
apenas se reconocen. Sin embargo, según se van sumando los cibir con nitidez dos colores: el azul de la gama fría y el ama-
daños a lo largo de la vida, estos defectos acaban mermando rillo de la cálida. En medio se reconocen, casi siempre, dis-
la función del cristalino y alterando la percepción visual. Así, tintos grados de grises. Por esta razón, no es posible distinguir
conforme pasa el tiempo, el cristalino pierde elasticidad y ya el rojo púrpura y el verde azulado, ni tampoco el amarillo, el
no es capaz de enfocar de cerca. Esta “vista cansada” se corrige verde y el naranja. La causa suele residir en una destrucción
hoy con gafas; antaño, sin embargo, suponía un problema de las células sensoriales de la retina que reconocen el rojo
grave, precisamente para los artistas senescentes. o el verde. Como el margen de sensibilidad de ambos tipos
Además, el cristalino, como el papel, se va amarilleando. Con de receptores coincide, los receptores de la persona afectada
ello, absorbe una mayor cantidad de la luz de onda corta, es que todavía funcionan responden a la luz como si fueran el
decir, los “colores fríos” del espectro: violeta y azul.A medida
que progresa el amarillamiento, también se absorbe el verde.
En cambio, la luz roja, amarilla y parda penetra sin ningún
obstáculo en el ojo; por eso, el mundo de la persona afec-
tada se va rodeando de colores cada vez más cálidos.
Con independencia del amarilleo, con la edad se opacifican
también algunas regiones del cristalino. La catarata no altera
necesariamente la capacidad visual en las fases iniciales: muchas
de las opacidades se sitúan detrás del iris y, por eso, apenas
resultan perceptibles. Otras, por el contrario, son tan peque-
ñas, que no tienen ninguna repercusión. Sin embargo, cuando
se afecta el centro del cristalino, como suele sucederles sobre
todo a las personas mayores, empieza a perderse agudeza visual.
Con el deterioro inicial de la agudeza, se produce la impre- CIRCULO CROMATICO
sión de tener una cortina opaca delante del ojo. Cuanto más CON UNA VISION NORMAL
avanza la catarata, mayor es el deslumbramiento que provoca
la luz clara y peor se perciben los contrastes, los colores y
los detalles. Al final, la catarata sólo deja reconocer la clari-
dad, pero no las formas, como cuando se mira a través de un
cristal muy empañado.
No existe tratamiento farmacológico contra las cataratas.
Cuando la capacidad visual disminuye mucho, los especialis-
tas extraen el cristalino y lo sustituyen por una lente artifi-
cial. Este tipo de cirugía de la catarata constituye una rutina
en la actualidad. Sin embargo, en la primera mitad del siglo XX ,

constituyan una excepciÛn. De forma sor- francesa; muy pronto, se interesÛ por el pintaba con el Ûleo y los pasteles. SÛlo nos
prendente, estos pintores preferÌan los arte. Durante una de sus travesÌas alre- ha llegado uno de estos cuadros, El buque
colores primarios rojo, amarillo y azul y dedor del mundo, que durÛ 4 aÒos, inmor- fantasma. Se reconoce en seguida el defecto
evitaban el verde. Pero no se ha podido talizÛ escenas de los paÌses exÛticos re- visual del artista: sÛlo utilizÛ los tonos
demostrar que esta gama inusitada de corridos en innumerables dibujos. azul y amarillo; hasta el mar carece de su
colores se debiera, en realidad, a un defecto Con 25 aÒos, Meryon decidiÛ dejar la tonalidad verdosa caracterÌstica.
para la visiÛn del rojo y del verde. marina para consagrarse a la pintura. En Philippe Burty, amigo de Meryon, des-
En cambio, la ceguera para los colo- sus trabajos iniciales de ParÌs, comprobÛ cribiÛ con precisiÛn este defecto senso-
res del pintor francÈs Charles Meryon enseguida que no reconocÌa los tonos rojo rial del pintor: Meryon tenÌa una sensa-
(1821-1868) es un hecho probado. Hijo y verde y que jam·s lograrÌa plasmar su ciÛn muy clara de la armonÌa entre las
de un mÈdico inglÈs y de una bailarina de talento sobre el Ûleo. Por eso, decidiÛ espe- luces y las sombras, ìpero apenas reco-
la Opera de ParÌs, decidiÛ seguir en prin- cializarse en el estampado y los dibujos. nocÌa las frambuesas maduras entre las
cipio la carrera de oficial de la marina Sin embargo, de vez en cuando tambiÈn hojas y, en su paleta, utilizaba el rojo por

56 Mente y cerebro 08/2004


receptor defectuoso. De este modo, resulta imposible sepa-

THOMAS BRAUN / RALF DAHM


rar los dos tonos de color. ESCLEROTICA
Aproximadamente el 8 % de los varones europeos y sólo el
COROIDES
0,5 % de las mujeres presenta una debilidad, más o menos CRISTALINO
acusada, para distinguir los colores rojo y verde. Los varones RETINA
están más afectados porque la herencia de este defecto está
ligada al cromosoma X, del que sólo poseen un ejemplar, a
diferencia de las mujeres. Por eso, el gen defectuoso de este CORNEA
cromosoma no se puede compensar con otra copia válida.
IRIS MACULA
Muerte de la retina (MANCHA
La mácula, una pequeña región del centro de la retina, se sitúa CAMARA AMARILLA)
enfrente de la pupila. Sobre ella inciden los rayos luminosos OCULAR
ANTERIOR NERVIO
de los objetos en los que se fija la mirada. La mácula difiere OPTICO
del resto de la retina en dos propiedades. Por un lado, con-
tiene las células fotosensibles, es decir, los fotorreceptores,
en número abundante. Esta es la razón por la cual sólo vemos
con nitidez aquello en que nos fijamos directamente; en cam- CUERPO MANCHA
VITREO CIEGA
bio, el campo visual periférico se halla bastante difuminado.
Por otro lado, la mácula contiene sólo “bastones”, es decir,
los fotorreceptores responsables de la visión cromática.

Fuera de la mácula, la retina se compone sobre todo de


“conos”, que responden únicamente a la claridad, es decir,
que crean un mundo con una escala de grises. El número
de bastones disminuye con rapidez desde la mácula hacia
la periferia. Cualquiera puede convencerse fácilmente: cuando
un objeto desconocido situado a un lado es desplazado
poco a poco hasta el campo visual por otra persona, el
color empieza a reconocerse también de un modo paula-
tino. La impresión de un campo visual coloreado se obtiene
cuando, con el centro cromático sensible de la retina, explo-
ramos territorios cada vez mayores moviendo la cabeza y
los ojos. Nuestro cerebro “colorea” después las zonas mar-
CIRCULO CROMATICO ginales grises. De la misma manera se forma una visión nítida
CON UNA CEGUERA PARA de todo el campo visual.
EL ROJO Y EL VERDE En el transcurso de la degeneración macular, los bastones de
esta región van muriendo lentamente y no son sustituidos.
En consecuencia, la zona afectada de la retina ya no registra
la luz y aparece una mancha ciega en el centro del campo
visual, que no debe confundirse, por lo demás, con la “man-
cha ciega” anatómica, es decir, el lugar por donde emerge el
nervio óptico del ojo, lugar desprovisto de receptores visua-
les. Hoy, la degeneración macular y otras enfermedades simi-
lares de la retina no se pueden, en principio, curar y consti-
tuyen una de las causas más frecuentes de ceguera.

el amarillo y el rosa por el verde, a pesar Es posible que el defecto en la per-


de que separaba con una delicadeza cepciÛn crom·tica de Meryon lo lleva- RALF DAHM enseña e investiga en el Instituto
extraordinaria el carmÌn, el oro, el azul ra a registrar las graduaciones de la cla- Max-Planck de Biología del Desarrollo en
cobalto y el lapisl·zuliî. Meryon es hoy ridad con m·s intensidad y finura y a Tubinga.
conocido, sobre todo, por sus estampas reflejarlas despuÈs en su obra. Otros pin-
detallistas y llenas de matices, como, tores tambiÈn se han concentrado, de Bibliografía complementaria
por ejemplo, sus vistas del viejo ParÌs, forma consciente o inconsciente, en los DIE PALETTE FEHSICHTIGER MALER. P. Lanthony
retratadas en 1849. Victor Hugo (1802- aspectos residuales de su creaciÛn, qui- en Spektrum der Wissenschaft Spezial Farben,
1885) expresaba asÌ en cierta ocasiÛn su z· como consecuencia de su defecto n.o 4; Heidelberg, 2000.
opiniÛn sobre la obra del artista: ì...sus visual. Y de este modo han labrado un DER VERÄNDERTE BLICK. ÜBER DEN EINFLUSS
estampas maravillosas, que sÛlo mues- territorio nuevo, que posiblemente les VON S EHFEHLERN AUF K UNST UND C HARAK -
tran luces y sombras, claridad y oscuri- estarÌa vedado si conservaran su fun- TER . P. Trevor-Roper. Dvt; Munich, 2001.
dad, me han deslumbradoî. ciÛn visual.

Mente y cerebro 08/2004 57


El yo
desarraigado
Para el desarrollo de una personalidad equilibrada es necesario establecer, desde el nacimiento,
firmes vínculos emocionales. En su defecto aparecen taras psíquicas

Anna Buchheim genitores a crÌas de monos Rhesus y les te el contacto con una persona de refe-
daba a elegir entre dos ìmadres sustitu- rencia, establecen lazos con ella y la uti-

E
l pequeÒo se encuentra en la frÌa tasî, formadas por rollos de tela met·li- lizan como apoyo seguro para su propio
sala de exploraciÛn acurrucado, ca con una cabeza de madera. En una se conocimiento del mundo. CaÌa la tesis,
chup·ndose el pulgar, con los le ofrecÌa un biberÛn con leche. La otra entonces indiscutida, seg˙n la cual los
ojos muy abiertos. No hay m·s no portaba alimento, pero estaba forrada niÒos durante su primer aÒo de vida son
que una malla de hilo met·lico forrada de gomaespuma y peluche. seres fundamentalmente pasivos que sÛlo
de gomaespuma y peluche a la que pueda Harlow se proponÌa averiguar cu·l de quieren comer y dormir.
agarrarse. Desde que saliÛ su madre, si- los dos seÒuelos preferÌan las crÌas, si el A tenor de las conclusiones de Bowlby,
gue abrazado a ese objeto. Del miedo que que proporcionaba alimento o el que ofre- el hombre dispone, desde la cuna hasta
tiene, ni siquiera bebe. cÌa un tacto suave al abrazarlo. El resul- la tumba, de un patrÛn definido de con-
La escena no pertenece a ning˙n psi- tado era inequÌvoco: las crÌas rechaza- ducta en lo concerniente a los lazos inter-
codrama cinematogr·fico. Transcurre en ban el rollo de tela met·lica desnuda y personales. Este sistema se activa, sobre
el laboratorio de Harry Harlow, de la mordÌan hasta la saciedad el forro de la todo, en situaciones tensas de separaciÛn
Universidad de Wisconsin. Desde los madre artificial. La necesidad de calor y y de peligro, con el fin de mantener o
aÒos sesenta, este etÛlogo se interesa por protecciÛn era m·s fuerte que el hambre. reinstaurar el contacto con la persona de
el comportamiento de los animales en Por las mismas fechas, John Bowlby, referencia, la madre en la mayorÌa de las
busca de protecciÛn. Separaba de sus pro- de la ClÌnica Tavistock de Londres, com- ocasiones. La proximidad y la protecciÛn
probÛ la importancia de la entrega y el proporcionada por esa persona parece
amor en los lactantes humanos. Por ser tan imprescindible para el desarrollo
encargo de la OrganizaciÛn Mundial de normal como la satisfacciÛn de los reque-
la Salud, este psiquiatra infantil descri- rimientos nutricionales b·sicos.
biÛ las consecuencias del abandono emo- Del estudio comparado de diversas cul-
cional en los niÒos acogidos en un orfa- turas se desprende que los niÒos disponen
nato. El retraso en el desarrollo, corporal de un repertorio universal de conductas
y psÌquico, observado en los internos mediante el cual expresan las necesidades
coincidÌa con el resultado de los estu- de relaciÛn interpersonal que tienen en
dios de Harlow en primates. Se elaborÛ cada momento: llanto, abrazo, grito de lla-
asÌ un cuadro com˙n: la satisfacciÛn de mada y seguimiento de alguien que camina.
las necesidades de lazos interpersonales Paralelamente, los padres, tambiÈn por
constituye una exigencia vital para el tendencia natural, se sienten impulsados
hombre y los primates. a reaccionar ante estas seÒales.
Sobre la base de estos conocimientos,
Los bebés necesitan lazos afectivos Mary Ainsworth, colaboradora de Bowl-
De acuerdo con los estudios de Bowlby, by, estableciÛ en los aÒos ochenta un
los niÒos, desde la lactancia, llevados por mÈtodo, hoy plenamente aceptado, para
un impulso biolÛgico, buscan activamen- definir la conducta de los niÒos peque-
Òos en el campo de las relaciones inter-
personales: el ìtest de la reacciÛn ante
1. INDIFERENCIA ANTE LA LECHE.
lo desconocidoî. La exploraciÛn en el
laboratorio dura veinte minutos y trans-
Bebés de mono rhesus prefieren una falsa
curre seg˙n un programa fijamente esta-
madre a quien puedan abrazarse a otra blecido. La madre se dirige con su pe-
que le proporciona alimento pero que queÒo de un aÒo a una habitaciÛn
resulta “fría”. desconocida, llena de juguetes. Luego,

58 Mente y cerebro 08/2004


se presenta otro adulto. Al cabo de tres

ZEFA
minutos, la madre abandona el recinto
dejando al niÒo con el extraÒo, aunque
amable, para volver tres minutos des-
puÈs. La alternancia de separaciÛn y
reencuentro se repite dos veces.
La desapariciÛn de la persona de refe-
rencia desencadena en el niÒo malestar.
Todo lo que el niÒo hace o abandona du-
rante ese tiempo, si busca y cÛmo busca
el contacto con su madre, se anota si-
guiendo un protocolo. A partir de esos
datos se establecen tres modelos cl·si-
cos de conducta.
El niÒo con unos fuertes lazos inter-
personales reacciona ante lo desconoci-
do manifestando su contrariedad por la
separaciÛn y se tranquiliza en cuanto rea-
parece la madre. No tarda en proseguir
su exploraciÛn del mundo que le rodea.
Pero el niÒo con lazos inseguros ape-
nas muestra contrariedad alguna ante la
separaciÛn. Tiende a reprimir su preo-
cupaciÛn, examina sin aparente alteraciÛn
el mundo entorno e incluso baja la mirada
cuando la madre entra por la puerta.
El niÒo con lazos ambivalentes, inse-
guros, ha aprendido que la mejor manera
de mantener la proximidad de la perso-
na de referencia es llorar, manifestar rui-
dosamente su protesta. Apenas se preo-
cupa de reconocer lo que le rodea.
DifÌciles de tranquilizar, los niÒos de esta
categorÌa unas veces se abrazan a quien
se les acerca; otras, rechazan el contacto.
Desde su presentaciÛn, el ìtest de reac-
ciÛn ante una situaciÛn extraÒaî se ha
ensayado en centenares de ocasiones. La
mayorÌa de los niÒos examinados, por
regla general entre el 50 y el 80 %, per- 2. ¡NADIE ME ENTIENDE! Algunos problemas de convivencia con los compañeros
tenecen a la categorÌa ìcon vÌnculos segu- pueden ser consecuencia de un trastorno del vínculo madre-hijo.
rosî; entre un 30 y un 40 %, a la de ìcon
vÌnculos insegurosî, y de un 3 a un 15 %
a la de ìambivalentes insegurosî. riesgo, sobre todo si se asocia a tensio- referencia, justamente la que debiera
Diversas investigaciones confirman nes familiares tales como el divorcio de proporcionarles seguridad.
que el patrÛn de vÌnculos afectivos per- los progenitores o la desapariciÛn de un Los niÒos de un aÒo todavÌa no pue-
mite certeras predicciones sobre el com- allegado directo. den desarrollar estos sentimientos para-
portamiento social en la edad juvenil y AmÈn de estos tres modelos de vÌnculos dÛjicos. Se observa en sus progresivas
adulta. Si, por ejemplo, se propone a un interpersonales, se ha identificado un reacciones fisiolÛgicas ante situaciones
grupo de niÒos, de entre cinco y diez aÒos, cuarto difÌcil de encasillar. Ante una ìsi- de estrÈs. En la saliva de los niÒos ìde-
una serie de tareas sobre soluciÛn de con- tuaciÛn extraÒaî, ciertos niÒos act˙an sorientadosî se descubren unos niveles
flictos, los caracterizados por vÌnculos de una forma desconcertante si, despuÈs elevados de cortisol, hormona del estrÈs
sÛlidos suelen permanecer concentrados de su salida, reaparece la madre. Al prin- que puede daÒar el hipot·lamo. Luego,
en el tema durante m·s tiempo, abando- cipio, buscan su proximidad, pero luego estos niÒos se comportan de forma agre-
nan mucho m·s raramente y superan los evitan su contacto directo: se tiran al siva o insocial, probablemente debido a
conflictos con mucha mayor frecuencia suelo, rompen a llorar o muestran signos su falta de capacidad para regular los
que los niÒos con vÌnculos inseguros. A de rechazo. sentimientos negativos frente a los dem·s.
estos ˙ltimos les suele resultar difÌcil bus- Mary Main, de la Universidad de Ca- La necesidad de establecer vÌnculos
car ayuda y confiar en alguien. lifornia en Berkeley, encontrÛ una cate- interpersonales es congÈnita. Sin em-
gorÌa propia para este grupo: vÌnculos bargo, el tipo de conducta individual que
Protección de la personalidad ìdesorganizados-desorientadosî. Estos materializa tales vÌnculos debe reputarse
Un vÌnculo seguro act˙a, pues, como un niÒos reaccionan de forma contradicto- un mecanismo adaptativo adquirido. Ni
agente protector del posterior desarro- ria ante la separaciÛn y, junto a las habi- el temperamento, ni otros factores cons-
llo de la personalidad. Por el contrario, tuales estrategias de dominio, manifies- titucionales, por sÌ solos, bastan para ex-
un vÌnculo inseguro supone un factor de tan un temor patente ante la persona de plicar dicho comportamiento.

Mente y cerebro 08/2004 59


3. ¡ME QUEDO AQUI! Agarrarse men, la clasificaciÛn del patrÛn vincu-

CORBIS
lar en cuatro grados resulta v·lida tam-
y llorar forman parte del constante biÈn para los adultos.
repertorio de conducta vincular Para ahorrar el prolongado tiempo
en los niños pequeños. (entre 60 y 90 minutos) que requiere la
ìentrevista sobre el apego en los adul-
tosî y el laborioso trabajo que exige la
vistado en una situaciÛn que activa la valoraciÛn de sus resultados, Carol
necesidad de un vÌnculo interpersonal. George y sus colaboradores idearon en
Este estÌmulo se ve reforzado todavÌa 1999 la ìproyecciÛn del apego en adul-
m·s al formular preguntas concretas tosî. Este test vincular consiste en una
sobre amenazas, maltratos, muertes o serie de ocho dibujos que, en esbozo, re-
desapariciones en la propia familia. presentan diversas escenas vinculares
Los psicÛlogos examinan la coheren- relevantes: despedida en una estaciÛn de
cia y consistencia reflejada en las res- ferrocarril, un niÒo en actitud defensiva
puestas. La coherencia se da cuando la refugiado en un rincÛn, un niÒo acurru-
persona entrevistada aporta datos que cado sobre un banco y similares.
respaldan sus declaraciones, se ciÒe al
contenido de las preguntas y da infor- Confrontación con el yo
maciones claras y precisas. La consis- Siguiendo un orden previamente fijado,
tencia se refiere al contenido y cons- las im·genes representan la separaciÛn,
trucciÛn lÛgica del informe. la amenaza o la pÈrdida de un ser que-
Bas·ndose en las respuestas obtenidas rido. Activan asÌ el sistema vincular del
mediante este cuestionario en embara- observador. Las escenas contempladas
zadas, se pudo prever la conducta vincu- pueden ser descritas oralmente, lo que per-
lar del niÒo en la ìprueba de reacciÛn mite incluir elementos autobiogr·ficos.
ante una situaciÛn extraÒaî con una fia- El director del test valora si una imagen
bilidad de hasta el 85 %. Cifras que se como la del ìniÒo en el rincÛnî sugiere
corroboran en investigaciones ulteriores. al entrevistado el miedo al maltrato, le
Si la madre presenta un malestar in- evoca una historia coherente o bien pro-
determinado o se expresa de forma in- cura evitarla de palabra y de hecho colo-
conexa sobre abusos y maltratos, el niÒo c·ndose en una situaciÛn contradictoria.
tiende tambiÈn a mostrar una conducta Cuanto mejor hayan elaborado los
vincular desorientada. Las exigencias padres sus propias experiencias vincu-
del niÒo reactivan en la madre las pro- lares con tanta mayor sensibilidad se
Parece claro que la atenciÛn prestada pias experiencias traum·ticas; los temo- relacionar·n con su hijo y, en conse-
por los padres a la necesidad de cerca- res de Èsta se transmiten al hijo. En resu- cuencia, m·s sÛlido ser· el lazo que les
nÌa que tiene el niÒo condiciona el grado
de seguridad que Èste recibe del vÌnculo
interpersonal. Con frecuencia, la con-
ducta contradictoria de los niÒos con
vÌnculos inseguros o desorientados puede Glosario
atribuirse a reacciones inconsistentes y,
en consecuencia, difÌcilmente predeci-
“VINCULO” significa la tendencia de un niño pequeño a buscar la proximi-
bles por parte de los padres. dad de una persona de referencia que le proporciona seguridad. De acuerdo
La conducta de los progenitores, a su con la conducta mostrada en el “test de reacción ante una situación extraña”
vez, depende de sus propias experien- de Mary Ainsworth, se distinguen cuatro tipos de vínculo:
cias vinculares. La madre y el padre que
se desarrollaron en un hogar equilibrado VINCULO SEGURO: El niño se muestra inquieto cuando la madre aban-
son mucho m·s sensibles a sus propios dona el recinto; a su regreso, busca activamente su contacto.
hijos que los que conservan recuerdos
traum·ticos o de trato frÌo y distante. VINCULO INSEGURO CON RECHAZO: El niño no manifiesta inquietud
Para valorar la calidad de las experien- y apenas presta atención a la madre. Con una persona extraña se tranqui-
cias vinculares vividas, Carol George, del liza fácilmente.
Colegio Mills de Oakland, propuso, a
finales de los aÒos ochenta, un cuestio- VINCULO INSEGURO CON AMBIVALENCIA: Ante el regreso de la
nario para adultos, la famosa ìentrevista madre, el niño reacciona al principio a la defensiva. Ocasionalmente vuelve
sobre el apego en los adultosî. La con- a buscar su proximidad o se dirige a ella, pero evita la interacción directa.
versaciÛn gira en torno a la infancia del Si la madre toma al niño en brazos, éste no tardará en expresar su rechazo.
entrevistado. (Las relaciones con los pa-
dres, por ejemplo, se califican mediante VINCULO DESORGANIZADO/DESORIENTACION: El niño se comporta
un determinado adjetivo.) La invitaciÛn emocionalmente inhibido o presionado y su actitud con la madre es con-
a que recuerden situaciones de preocu- tradictoria. Los intentos de aproximación se interrumpen con frecuencia o
rompe inesperadamente a chillar.
paciÛn o de enfermedad, o una precoz
separaciÛn de los padres coloca al entre-

60 Mente y cerebro 08/2004


4. HISTORIAS QUE EXPRESAN AFECTIVIDAD. La forma en que los pacientes
C. GEORGE, M. WEST, O. PETTEM

describen estas imágenes con escenas de un importante contenido para la relación


vincular remite a experiencias traumáticas en su infancia.

y frenÈtica de la amÌgdala. A esta regiÛn


cerebral del sistema lÌmbico corresponde
la valoraciÛn emocional de los estÌmu-
los y, en particular, el desencadenamiento
de conductas condicionadas por el temor.
Junto con Henrik Walter y Susanne Erk,
de nuestro mismo grupo de la Universidad
de Ulm, y Philipp Marius, de la ClÌnica
Psicosom·tica de Bad Wiessee, me aprestÈ
une. En la firmeza de los vÌnculos inter- largas pausas o establecen relaciones a investigar quÈ es lo que sucede en el cere-
personales interviene la ìcapacidad de carentes de nexo lÛgico. bro de los pacientes fronterizos cuando
mentalizaciÛnî, expresiÛn establecida Probablemente estos pacientes nunca se les habla sobre temas vinculares.
por Peter Fonagy y Mary Target, del Cen- habÌan recapacitado sobre sÌ mismos ni Aplicamos ìtest vincular proyectivoî de
tro Anna Freud de Londres, para desig- sobre los dem·s, pues sÛlo de esa forma George. Se les presentaron im·genes
nar la facultad de penetrar en la compleja podÌan seguir viviendo con una persona que mostraban enfermedad, abandono o
situaciÛn mental de otras personas. vincular que los maltrataba y de la que maltratos; se les invitÛ a que durante dos
Para que los niÒos perciban adecuada- dependÌan. Una similar avalancha de minutos contaran alguna historia.
mente su entorno social y se desenvuel- pensamientos y sentimientos terribles øQuÈ regiones cerebrales se activan
van en Èl, tienen que captar diferentes se observa en quienes han sido vÌctimas cuando los pacientes son sometidos al
perspectivas y darse cuenta de la situaciÛn de torturas. test vincular? Como era de esperar, las
emocional de los dem·s. Precisamente Los pacientes fronterizos interpretan im·genes de RMf mostraron una parti-
esto es lo que parece estar inhibido en al- el efecto que su actuaciÛn impulsiva tiene cipaciÛn de la corteza visual, asÌ como
gunos trastornos de la personalidad, sobre sobre los dem·s de una forma distorsio- de las ·reas responsables de la produc-
todo en los pacientes con trastornos mÌni- nada o falsa. Nos revela ello la impor- ciÛn y comprensiÛn del lenguaje. Ade-
mos en el lÌmite de la normalidad, los asÌ tancia que para una personalidad sana m·s, en los casos de desorientaciÛn vin-
llamados fronterizos. tiene reconocer el grado de conciencia cular, aparecÌa una actividad aumentada
Entre las caracterÌsticas tÌpicas de de los dem·s y la capacidad de reaccio- de la amÌgdala. Estos hallazgos no se
estos trastornos fronterizos se encuen- nar en consecuencia. observaron en todos los pacientes fron-
tra el ìviaje emocional en la montaÒa terizos; es, pues, preciso diferenciarlos
rusaî: una y otra vez se presentan ten- Perspectivas neurobiológicas seg˙n experiencias vinculares. En otras
siones, pÈrdidas de control con arreba- La psicobiologÌa de la conducta vincu- palabras: no todos los individuos con
tos impulsivos y proclividad a compor- lar se habÌa venido investigado funda- personalidad fronteriza son iguales.
tamientos autolesivos, intento de suicidio mentalmente en animales. Katharina Queda abierta la esperanza de que con
incluido. Bajo tales sÌntomas yace un Braun, de la Universidad de Magdeburg, los mÈtodos de la neurologÌa cognitiva nos
grave trastorno de identidad, reflejo de pudo demostrar, en fecha reciente, que ser· factible trazar un puente entre la des-
una relaciÛn inestable consigo mismo y las cualidades sociales altamente de- cripciÛn psicolÛgica de un trastorno de
con los dem·s. sarrolladas de la rata de los arbustos su- la personalidad y el proceso cerebral res-
Muchos pacientes fronterizos nunca damericana se hallaban condicionadas en ponsable de dicho trastorno. Tal vez de
han aprendido a incluir sus experiencias buena medida por el equilibrio hormo- esta forma los pacientes fronterizos pue-
vitales y contradictorios sentimientos en nal y por la microestructura y activaciÛn dan ser mejor diagnosticados y tratados.
un cuadro general de sÌ mismo y del de determinadas regiones del cerebro. Hoy el tratamiento psicolÛgico que se
mundo. En la mayorÌa de las ocasiones En la especie humana, las tÈcnicas de aplica dura varios aÒos, en ocasiones con
hay que atribuirlo a una historia de viven- formaciÛn de im·genes funcionales abren dudosas posibilidades de curaciÛn.
cias traum·ticas precoces: abandono hoy nuevas perspectivas. Los investi-
emocional por parte de los padres, mal- gadores pueden medir con ellas la acti-
tratos o abusos sexuales. vidad cerebral de los pacientes cuando
AsÌ, los pacientes fronterizos acos- son sometidos a situaciones cognitivo- ANNA BUCHHEIM, doctora en psicología,
tumbran alcanzar en la ìentrevista sobre emocionales y, de ese modo, cartogra- trabaja en el departamento de medicina psi-
el apego en los adultosî la clasificaciÛn fiar la ìterra incognitaî de la regulaciÛn cosomática y psicoterapia de la Universidad
de ìtraumas no resueltosî. Los afec- de los sentimientos. de Ulm.
tados apenas pueden reproducir cohe- Sabine Herpertz, de la Universidad de
rentemente sus vivencias. Con frecuen- Rostock, estudiÛ, sirviÈndose de la to- Bibliografía complementaria
cia, trivializan las lesiones sufridas o se mografÌa funcional de resonancia mag- FRÜHE BINDUNG UND KINDLICHE ENTWICK-
autoinculpan de las mismas. Su desorien- nÈtica (RMf), a pacientes fronterizos LUNG . J. Bowlby. Reinhardt; Múnich, 2001.
taciÛn se manifiesta oralmente en forma mientras les mostraba fotografÌas con KLINISCHE BINDUNGSFORSCHUNG: METHODEN
de confusiÛn espacial y temporal de las im·genes que les provocaban miedo. En UND KONZEPTEN. Dirigido por B. Strauss,
perspectivas o asumiendo alternativa- comparaciÛn con las personas sanas, los A. Buchheim y H. Kächele. Schattauer;
mente el punto de vista del agresor y de pacientes con trastornos de la persona- Stuttgart, 2002.
la vÌctima. Durante la conversaciÛn hacen lidad presentaban una activaciÛn potente

Mente y cerebro 08/2004 61


Naturaleza
de los sueños
En la antigüedad clásica, Morfeo constituía el portador mitológico de los sueños humanos.
En el siglo XIX, se atribuyeron éstos a los deseos secretos de nuestro subconsciente.
¿Qué sabemos hoy de su naturaleza?

sueÒo; a partir de esa propuesta, el inte- rÌodo duraba entre diez y quince minu-
Gerhard Klösch y Ulrich Kraft rÈs cientÌfico por los temas onÌricos cre- tos. A esas fases de sueÒo fisiolÛgico se
ciÛ vertiginosamente. Pero habÌa un las denominÛ fases REM (de Rapid Eye

A
rtemidoro de Daldis se ganÛ pequeÒo inconveniente: lo mismo que en Movement). Los cientÌficos se quedaron
el respeto de sus contempor·- el caso de Artemidoro de Daldis, las refle- desconcertados cuando comprobaron que,
neos, merced a un oficio que xiones de Freud se fundaban en meras en fase REM, las personas sometidas al
hoy reputarÌamos poco serio. hipÛtesis. Los neurÛlogos no pudieron ensayo no sÛlo no se despertaban, sino
Interpretaba los sueÒos. En el siglo II d. C., demostrar la existencia de correspon- que, al contrario de lo esperado, dormÌan
cuando Èl viviÛ, los sueÒos eran tenidos dencias fisiolÛgicas de los sueÒos. Con profunda y pl·cidamente.
por mensajes cifrados de los dioses en lo cual, Freud dejÛ tambiÈn pendiente la Una segunda sorpresa la proporcionÛ
los cuales se manifestaba a los hombres respuesta a la vieja pregunta: øquÈ hace la visiÛn de las corrientes cerebrales.
el futuro. Su desciframiento constituÌa el cerebro mientras nuestra mente vaga Seg˙n los electroencefalogramas (EEG)
una tarea reservada a un selecto cuerpo por el mundo de los sueÒos? de los sujetos durmientes participantes
de expertos. El hecho de que Artemidoro en el ensayo, su cerebro revelaba una
en su Oneirokritikon (ìSobre las clasi- La revolución del sueño REM intensa actividad durante las fases REM;
ficaciones de los sueÒosî) contradijera HabrÌan de transcurrir m·s de cincuenta las neuronas emitÌan una tasa de ener-
el com˙n sentir de su gremio no parece aÒos para que se produjera el siguiente gÌa elÈctrica equiparable a la del estado
que daÒara su carrera. punto de inflexiÛn. Fue entonces cuando de vigilia. En cambio, la musculatura
Pues los sueÒos no eran simplemente la investigaciÛn neurolÛgico-experimen- persistÌa totalmente relajada: excepciÛn
sueÒos. Si pudieran explicarse sin m·s tal sobre el sueÒo asumiÛ el cetro. Y lo hecha de los m˙sculos respiratorios y
a partir de la biografÌa del durmiente, sus hizo de una forma espectacular: el des- oculares, los sujetos se encontraban pr·c-
colegas no hubieran considerado las im·- cubrimiento del sueÒo REM. La exis- ticamente paralizados. Esta contradicciÛn
genes nocturnas como enviadas por los tencia de movimientos oculares m·s o entre la relajaciÛn corporal casi absoluta
dioses: las hubieran despachado como menos lentos durante el sueÒo fisiolÛ- y una intensa actividad cerebral hizo que
banales y carentes de significado. Arte- gico se conocÌa desde antiguo. Pero fue se denominara ìsueÒo fisiolÛgico para-
midoro, por el contrario, defendÌa la idea Nathaniel Kleitmann, de la Universidad dÛjicoî a la fase REM. øSe desencade-
de que su contenido estaba siempre con- de Chicago, quien empezÛ a atribuirles naban los sueÒos con subidas medibles
dicionado por las experiencias indivi- un significado cientÌfico; aunque, en un de actividad de las cÈlulas grises?
duales y por las circunstancias anÌmicas primer momento, siguiÛ una direcciÛn Kleitmann y Aserinsky se pusieron
de cada sujeto. øSe habrÌa atrevido a equivocada. manos a la obra. Cuando percibÌan,
soÒar Artemidoro que con este pensa- Kleitmann encargÛ a Eugene Aserinsky, mediante los movimientos oculares y el
miento se iba a adelantar a un mÈdico alumno entonces de su laboratorio del EE, que uno de sus probandos entraba
vienÈs que, m·s de 1600 aÒos despuÈs, sueÒo, el registro y clasificaciÛn de los en una fase REM, le despertaban y le pre-
iba a inaugurar la interpretaciÛn moderna movimientos oculares que tenÌan lugar guntaban si habÌa estado soÒando. Y asÌ
de los sueÒos? en niÒos dormidos. Kleitmann esperaba era: entre el 80 y el 95 por ciento de los
Estamos hablando naturalmente de asÌ encontrar un indicador de que los participantes en el experimento infor-
Sigmund Freud. Tras la publicaciÛn en niÒos iban a despertarse de forma inme- maban que habÌan tenido sueÒos muy
1899 de La interpretaciÛn de los sueÒos diata. Como Aserinsky comprobÛ, apo-
nuestras visiones nocturnas quedaron yado en el electrooculograma (aparato de
desencadenadas por deseos inconscien-
tes, que desplegamos y ìgozamosî para
mediciÛn basado en las modificaciones
de tensiÛn entre el globo ocular y el p·r- 1. EFIMEROS COMO MARIPOSAS.
preservar nuestro dormir. Este modelo psi- pado), los probandos tuvieron durante la Soñamos todas las noches. Pero a la mañana
coanalÌtico se considera, con razÛn, la pie- noche entre cuatro y seis perÌodos con siguiente, se desvanecen en el olvido
dra miliar de la investigaciÛn sobre el movimientos oculares r·pidos; cada pe- la mayoría de las escenas vividas.

62 Mente y cerebro 08/2004


ZEFA
vÌvidos. Pero si se les despertaba en otras mejor y m·s exhaustivamente que los son y Robert McCarley, de la facultad de
fases del sueÒo fisiolÛgico, la tasa de los humanos. En 1962, Michel Jouvet, de la medicina de Harvard, presentaron en los
que eran capaces de recordar alg˙n sueÒo Universidad de Lyon, abriÛ brecha. aÒos setenta dos teorÌas complementarias
caÌa hasta alcanzar apenas entre el cinco DescubriÛ que, en los gatos, cuando los sobre la neurofisiologÌa de los sueÒos.
y el diez por ciento. El descubrimiento m˙sculos se relajaban durante el sueÒo Seg˙n el ìmodelo de la interacciÛn recÌ-
causÛ autÈntica sensaciÛn. Por primera fisiolÛgico, siempre permanecÌa activa procaî, las fases REM y los sueÒos a
vez se percibiÛ que las im·genes noctur- una pequeÒa formaciÛn de cÈlulas ner- ellas asociados se activan y desactivan a
nas se dejaban apresar fisiolÛgicamente: viosas del tronco cerebral. Si destruÌa este travÈs de conexiones nerviosas especÌfi-
el sueÒo REM, con los correspondientes campo neuronal, conocido como puente, cas que establecen en el puente. Estas cÈlu-
movimientos oculares r·pidos, los mode- desaparecÌan la relajaciÛn muscular y las nerviosas, llamadas respectivamente
los de ondas elÈctricas cerebrales de alta los movimientos oculares r·pidos. REM-On y REM-Off, interact˙an recÌ-
frecuencia y el tono muscular suprimido, El siguiente paso dado por Jouvet fue procamente entre sÌ; esto es, se contro-
aparecÌan como las manifestaciones ob- la implantaciÛn de electrodos en el ·rea lan unas a otras. Las cÈlulas nerviosas
jetivamente constatables de lo que no- pontina de los gatos. Con este proceder, REM-On utilizan como transmisor de
sotros experiment·bamos subjetivamen- mediante estimulaciÛn elÈctrica del seÒales un mensajero propio: la acetil-
te como sueÒos. El entusiasmo entre los puente, provocÛ una fase REM. Para su colina. A travÈs de diversas vÌas de trans-
cientÌficos fue tal que de forma algo des- sorpresa, las ·reas cerebrales superiores porte, el neurotransmisor puede alcanzar
deÒosa óy tambiÈn precipitada, como no parecÌan desempeÒar cometido alguno otras regiones cerebrales. En estos luga-
se demostrarÌa m·s adelanteó desesti- en relaciÛn con esta funciÛn. Mientras res, la acetilcolina activa determinadas
maron el resto del sueÒo fisiolÛgico; le las estructuras pontinas permanecieran conexiones nerviosas y pone en marcha
suponÌan carente de significado y le lla- intactas, los animales seguÌan teniendo un patrÛn de estimulaciÛn.
maron fase no-REM. sueÒo REM, aunque se les hubiera sec- Cuando ambos neurofisiÛlogos ob-
cionado previamente todas las conexio- servaron que, durante el sueÒo, se exci-
Sueños eléctricos nes nerviosas con la corteza cerebral. El taban no sÛlo las neuronas del puente,
Una cascada de experimentos aportÛ su- centro REM parecÌa residir, por tanto, sino tambiÈn, acto seguido, ·reas del
cesivas explicaciones sobre los mecanis- en el tronco cerebral, una regiÛn cere- cÛrtex y del centro afectivo del cerebro
mos bioquÌmicos y neuronales del sueÒo bral muy antigua, evolutivamente ha- óel sistema lÌmbicoó, formularon el
REM. AumentÛ el interÈs por el tema. blando, de la cual depende el control de ìmodelo activaciÛn-sÌntesisî. A tenor
El impulso inicial lo proporcionÛ la con- funciones tan fundamentales como la del mismo, las im·genes onÌricas libe-
firmaciÛn de que las fases REM se pro- respiraciÛn o el latido cardÌaco. ran impulsos nerviosos aleatorios, pro-
ducÌan en casi todos los mamÌferos; ade- Partiendo de estos resultados y de otros ducidos por las cÈlulas REM-On a tra-
m·s, estos animales se dejaban investigar experimentos con animales, Allan Hob- vÈs de la descarga del neurotransmisor
acetilcolina (fase de activaciÛn). Con
estas seÒales aleatorias, el cerebro dur-
miente intenta hacer exactamente lo
mismo que realiza en estado de vigilia
El protocolo de la noche con la informaciÛn permanente que le
llega de los Ûrganos de los sentidos: inte-
grar los impulsos nerviosos y dotarles
G. KLÖSCH

de sentido (fase de sÌntesis).


DESPIERTO
El cerebro busca trabajo
REM En opiniÛn de Hobson y MacCarley, los
ESTADIO 1 sueÒos serÌan un intento del cerebro de
ESTADIO 2 hacer el mejor trabajo posible con unos
ESTADIO 3 ingredientes deficientes, produciendo,
ESTADIO 4 a partir de una serie de seÒales casi disi-
23:13 padas enviadas por el tronco cerebral,
0:00 1:00 2:00 3:00 4:00 5:00 6:00 im·genes onÌricas coherentes, al menos
durante alg˙n tiempo. Dicho de otra
El hipnograma, elaborado a partir de los movimientos oculares y el EEG, nos manera: el cÛrtex frontal del ìinfraem-
proporciona información sobre la calidad del sueño nocturno. En el presente pleadoî cerebro relaciona los impulsos
caso, el probando se queda rápidamente dormido (estadio 1) y alcanza siete carentes de sentido procedentes del
minutos más tarde el estadio 2. Transcurridos diez minutos en estas dos fases puente con sentimientos, sensaciones y
de sueño ligero, comienza el sueño profundo (estadios 3 y 4), que es conti- experiencias previamente almacenados
nuamente interrumpido por breves episodios de estadios de sueño ligero. Una y compone, a partir de esta conjunciÛn,
fase REM constituye el final del primer ciclo de sueño. En el transcurso de la una ìhistoriaî concordante con el estÌmu-
noche aumenta la duración de los períodos REM, cuando se producen las imá- lo recibido, que el sujeto experimenta co-
genes oníricas, y el sueño profundo se va acortando. Para descansar de forma mo sueÒo.
óptima, lo más importante es que el primer tercio del sueño nocturno trans- En quince minutos como m·ximo, las
curra sin interrupciones. Cada noche nos despertamos varias veces sin que cÈlulas nerviosas REM-Off ponen punto
seamos conscientes de ello. El probando del ejemplo se despertó doce veces. final a las seÒales activadoras proce-
A pesar de lo cual durmió el 95 por ciento del tiempo pasado en la cama y dentes del tronco cerebral. Estas cÈlulas
disfrutó de un sueño reparador. liberan noradrenalina y serotonina, dos
neurotransmisores aminÈrgicos, que neu-

64 Mente y cerebro 08/2004


tralizan los efectos de la acetilcolina. tinta. Despertando sistem·ticamente a

CORBIS
A consecuencia de ello, la fase REM ter- sus probandos en diferentes fases del
mina y el durmiente deja de soÒar cons- sueÒo fisiolÛgico, David Foulkes, por
cientemente. Se trata de un proceso que entonces en la Universidad de Wyoming,
se repite cada noventa minutos a lo largo encontrÛ indicios de que la equiparaciÛn
de la noche. de las fases REM con el soÒar y de las
AsÌ pues, seg˙n esta teorÌa, nuestros fases no-REM con la ausencia de sue-
viajes nocturnos serÌan en ˙ltimo tÈrmi- Òos pecaba, con toda probabilidad, de
no el resultado de un mecanismo de aco- simplismo. Es cierto que, al despertar-
plamiento reactivo entre distintos neu- los en un perÌodo no-REM, sÛlo entre el
rotransmisores localizado en el puente cinco y el diez por ciento de los dur-
y regulado de forma independiente; ni mientes utilizados para el test dijeron
los centros cerebrales superiores ni la cor- haber tenido experiencias onÌricas. Sin
teza intervendrÌan en ese circuito de regu- embargo, el cuadro cambiÛ cuando
laciÛn. El modelo de activaciÛn-sÌntesis Foulkes transformÛ la pregunta obligada
convierte en insostenibles los funda- ìøha estado usted soÒando?î en ìøquÈ
mentos b·sicos de la teorÌa de los sue- es lo que le ha acaba de pasar a usted por
Òos freudiana, pues los acontecimientos la cabeza?î. Ante la nueva formulaciÛn,
onÌricos no estarÌan originados por fenÛ- el diecisiete por ciento de sus probandos
describieron impresiones sensoriales
menos psicolÛgicos (la emotividad, la
motivaciÛn, los recuerdos o los deseos pseudoonÌricas que habÌan experimen- 2. ¿ALGO MAS QUE SIMPLE HUMO?
inconscientes), sino por mecanismos de tado durante el previo perÌodo no-REM. Según Sigmund Freud, padre de la
retroalimentaciÛn asentados en ·reas Experimentos semejantes mostraron moderna interpretación de los sueños,
cerebrales, muy primitivas en tÈrminos que el sueÒo REM no tenÌa por quÈ con- las imágenes nocturnas surgen del
evolutivos. siderarse la parte mas onÌricamente intensa subconsciente.
En medios psicolÛgicos y psicoanalÌ- del dormir. Como especialmente produc-
ticos esta hipÛtesis produjo un verdadero tivos en sueÒos destacan mucho m·s las
seÌsmo. øCÛmo era posible que los sue- primeras fases del dormir, en las que se
Òos no fueran m·s que un mero producto va conciliando el sueÒo fisiolÛgico, y el bles pesadillas. Los mÈdicos se pusieron
marginal, sin funciÛn determinada, se- tiempo inmediatamente antes de desper- a la b˙squeda de sus posibles causas.
mejante al ruido de fondo de una radio? tarse a la maÒana siguiente. Se observÛ Registraron mediante EEG las corrien-
Tras la publicaciÛn por Hobson y McCar- tambiÈn que, dependiendo de la fase en tes cerebrales; a la maÒana siguiente no
ley de su modelo en la revista American que se despertaba a los sujetos, los recuer- pudieron salir de su asombro cuando vie-
Journal of Psychiatry y los correspon- dos onÌricos se diferenciaban en la forma ron que Y. H. no habÌa tenido durante
dientes ataques vehementes por parte de y en el contenido. Las experiencias de los toda la noche ni un solo episodio de fase
los defensores de la hipÛtesis freudiana, sueÒos no-REM parecÌan ser breves y, REM, algo completamente imposible
llegaron a la redacciÛn un aluviÛn de car- adem·s, construidas de forma objetiva y para el estado de la ciencia en esos
tas indignadas. ìReconozco que hemos lÛgicamente racional. Los sueÒos REM, momentos. ìLe dije óescribirÌa m·s ade-
prendido fuego, aunque la luz que esta por el contrario, eran descritos, por los suje- lante PÈrez Lavie dejando constancia de
hoguera ha aportado ha sido quiz· m·s tos de las pruebas, como mucho m·s fan- su perplejidadó que si realmente dor-
importante que aquÈlî, declarÛ Hobson t·sticos, emotivos, minuciosos e intensa- mÌa sin tener fases REM, mi situaciÛn
m·s adelante. ìAdem·s, hasta que se pro- mente marcados por impresiones visuales. era como la del cardiÛlogo que intentara
dujo este incendio, ellos no nos habÌan auscultar el latido cardÌaco de su paciente
prestado atenciÛn alguna.î Una granada cargada de historia y, al hacerlo, se diera cuenta de que Èste
A partir de entonces, y durante varios Todo lo anterior hizo insostenible la idea carecÌa de latido cardiaco algunoî.
decenios, sus hipÛtesis se convirtieron en de que las visiones nocturnas fueran un Lavie y sus colaboradores, con la ayuda
la base de la investigaciÛn subsecuente fenÛmeno exclusivo de las fases REM, de la tomografÌa computerizada, se apres-
acerca de la materia de la que est·n he- con el que estarÌa vinculado mediante una taron a observar quÈ habÌa bajo la bÛveda
chos los sueÒos y sobre su finalidad; una relaciÛn de causa. Antes bien, los sue- craneal de su insÛlito paciente. Y en las
y otra vez recibieron ratificaciÛn expe- Òos parecen constituir un proceso con- im·genes cerebrales que obtuvieron se
rimental. AsÌ, los probandos a quienes tinuo, repartido a lo largo de la noche, hizo patente otra sorpresa: una esquirla
poco despuÈs de quedar adormecidos se que se manifiesta de formas distintas en de la granada habÌa perforado el puente
les inyectaba acetilcolina caÌan en una razÛn de la fase del sueÒo fisiolÛgico en y destruido esa estructura, que, supues-
fase onÌrica de forma m·s r·pida que en que el sujeto se halle. Este hallazgo cues- tamente, no sÛlo desencadenaba y con-
condiciones normales. Y, al revÈs, la en- tionaba, adem·s, la afirmaciÛn seg˙n la trolaba las fases REM, sino tambiÈn la
trada en el sueÒo REM, y con ello en la cual las ·reas del tronco cerebral que producciÛn de los sueÒos. øCÛmo era
fase onÌrica intensiva, se retardaba con generaban la fase REM serÌan tambiÈn por tanto posible que Y. H. fuera ator-
la administraciÛn de una dosis de un anta- las causantes de las im·genes onÌricas. mentado cada noche por im·genes espan-
gonista de la acetilcolina. En ese contexto, una esquirla de gra- tosas? øDependÌan entonces el control
øHabÌan solucionado Hobson y nada hizo historia. En 1982 un sujeto de las fases REM y de los sueÒos de dos
McCarley el rompecabezas? La cuestiÛn acudiÛ al laboratorio del sueÒo de PÈrez mecanismos separados?
se hizo acreedora de una mayor reflexiÛn Lavie, de la Universidad Tel Aviv. La Uno de los primeros en ahondar en
cuando, en los aÒos sesenta, ciertos estu- explosiÛn de una granada le habÌa herido esta hipÛtesis fue Mark Solms, de la
dios llegaron a hallazgos cuya explica- la cabeza. Desde entones, Y. H., inicia- Universidad de Londres. Durante aÒos,
ciÛn apuntaba hacia una direcciÛn dis- les de la referencia clÌnica, sufrÌa terri- Solms se dedicÛ a buscar, en las consultas

Mente y cerebro 08/2004 65


en la regiÛn pontina, habÌan dejado de
Así sueña el cerebro experimentar las fases REM. Sin embar-
go, sÛlo en un paciente esta pÈrdida se
acompaÒaba de una ausencia total de los

SIGANIM
GIRO CINGULAR ANTERIOR recuerdos onÌricos. El resto de los afec-
TALAMO tados, que tampoco atravesaban fases
LOBULO REM, informaron de escapadas regula-
CORTEX PREFRONTAL PARIETAL
res a los dominios de Morfeo. Por otro
INFERIOR
lado, Solms descubriÛ m·s de cien casos
de personas que declaraban no tener sue-
Òos en absoluto, a pesar de que sus lesio-
nes cerebrales residÌan sin excepciÛn en
otras ·reas encef·licas. En todos estos
pacientes, el puente se encontraba intacto
y mientras dormÌan experimentaban epi-
sodios REM con normalidad.

La dopamina,
mensajera de los sueños
Solms identificÛ dos regiones cerebra-
CORTEX les cuyo daÒo podÌa acarrear la pÈrdida
VISUAL total de la experiencia onÌrica y que, sin
PRIMARIO embargo, ni anatÛmica ni funcionalmente
EXTRAESTRIADO guardaban relaciÛn con el mecanismo
SISTEMA LIMBICO pontino de control de las fases REM. El
primero de estos campos es lo que podrÌa
llamarse el almacÈn central del lÛbulo
PUENTE frontal. En esta ·rea cortical situada por
encima de las Ûrbitas oculares acaban
numerosas vÌas nerviosas procedentes
de distintos campos cerebrales. Desde
En los episodios REM, las fases más ricas en sueños del dormir nocturno, algu- allÌ, los impulsos aferentes son redirigi-
nas regiones cerebrales emiten pulsos, mientras que otras permanecen en calma. dos a otras zonas con ayuda del mensa-
Estas diferencias pueden explicar ciertas características de nuestras escenas jero dopamina. La acciÛn fundamental
nocturnas: del sistema dopamÌnico mesolÌmbico
puede describirse como ìreforzadora
AREAS CEREBRALES ACTIVAS positivaî: estimula la motivaciÛn y el
Sistema límbico: el centro afectivo del cerebro. Su activación origina que los empuje e incita el comportamiento diri-
contenidos oníricos adquieran una carga emocional.
gido por objetivos.
Extraestriado: conforma modelos visuales complejos; por ejemplo, rostros.
Tálamo: la central de conexión de las señales sensoriales. El tálamo controla
El que un defecto de este sistema se
la información que procede de los órganos de los sentidos y la reenvía hacia acompaÒe de una desapariciÛn de los sue-
la corteza cerebral. Òos se deberÌa, seg˙n presumÌa Solms,
Giro cingular anterior: regula la atención y la motivación. Podría ser el res- tanto a un redireccionamiento alterado
ponsable de las imágenes, vívidas y cambiantes, que distinguen a los sueños. de los estÌmulos como a una carencia de
Puente: desencadena las fases REM. Según la hipótesis más aceptada, nosotros dopamina, resultado inevitable de esta
soñamos debido a que la corteza cerebral intenta dotar de sentido los pulsos alteraciÛn. Las observaciones clÌnicas
aleatorios del puente. cotidianas confirman al menos la segunda
parte de su tesis: asÌ, es sabido que los
AREAS CEREBRALES INACTIVAS medicamentos que reducen los cristales
Córtex prefrontal: sede del pensamiento. Los sueños son tan extraños e iló- de dopamina aminoran tambiÈn la acti-
gicos debido a que esta alta instancia cognitiva “duerme” en las fases REM. vidad onÌrica; si se estimulan las vÌas
Córtex visual primario: controla en el estado de vigilia el sistema visual. Esta nerviosas dopaminÈrgicas ópor ejemplo,
área permanece silente porque falta la información procedente de los ojos. con f·rmacos como la L-Dopa utilizados
Lóbulo parietal inferior: transforma las experiencias en memoria. El que nos acor- en la terapia de los pacientes parkinso-
demos tan mal de los viajes nocturnos se explica por la inactividad de esta área. nianosó los sujetos tratados experi-
mentan un aumento en la cantidad y cali-
dad de los sueÒos. Ni en un caso ni en
otro se observan variaciones de duraciÛn
de neuropsicÛlogos y psicoanalistas, his- fases REM. Solms partÌa de la siguiente o frecuencia de las fases REM.
toriales clÌnicos de pacientes que, bien hipÛtesis de trabajo: si el sueÒo y la fase Un segundo campo cuyo daÒo puede
por accidentes o bien a causa de enfer- REM tenÌan alg˙n tipo de interrelaciÛn traer consigo la falta de sueÒos fue des-
medades cerebrales, presentaran lesio- anatÛmica, entonces un daÒo en esa cubierto por este investigador en la cor-
nes en los campos del tronco cerebral que, regiÛn repercutÌa en la capacidad onÌrica. teza cerebral: en la zona situada por
de acuerdo con la tesis oficial, eran Solms reuniÛ un total de 26 historia- detr·s y por encima de los pabellones
imprescindibles para la apariciÛn de las les de enfermos que, a causa de una lesiÛn auriculares. Funcionalmente hablando,

66 Mente y cerebro 08/2004


este campo del cÛrtex, denominado receptor pasivo de seÒales sin sentido Si los sueÒos fueran procesos de elabo-
regiÛn de tr·nsito occÌpito-tÈmporo- procedentes del puente: la corteza cere- raciÛn y de soluciÛn de problemas, no
parietal, se ocupa de la percepciÛn y del bral, a la cual se considera sede de las facul- resultaba coherente que en la vigilia no
pensamiento abstracto. Adem·s, com- tades m·s complejas de la mente humana. se recordara nada o, como mucho, sÛlo
pete a esa estructura acometer tareas Para los profesionales del psicoan·li- algunos pequeÒos fragmentos de ellos.
importantes relacionadas con la inte- sis se requiere avanzar un paso m·s: los No parecÌa verosÌmil que la naturaleza
graciÛn y el almacenamiento de conte- sueÒos no son algo carente de sentido, cometiera un error tan craso. De todas
nidos de la memoria. sino que, siguiendo las tesis de Freud, pue- formas, dado que ninguno de los dos
En todo caso, las investigaciones de den ser explicados. La participaciÛn cau- puntos de vista aportaba pruebas neuro-
Solms dejan una cosa clara: los sueÒos sal de las ·reas superiores, a cuyo cargo fisiolÛgica definitivas, la disputa entre
aparecen tambiÈn independientemente se encuentran en la vigilia la memoria, ambas hipÛtesis seguÌa abierta.
de las fases REM y de sus generadores los sentimientos y la motivaciÛn, prueba AsÌ estaban las cosas cuando, a media-
en la zona pontina. Solms desarrollÛ, finalmente que el cerebro emplea los sue- dos de los noventa, las nuevas tÈcnicas
acorde con ello, una teorÌa onÌrica basada Òos como posibilidad de reelaboraciÛn y de formaciÛn de im·genes permitieron
en dos postulados. El primero afirmaba de superaciÛn de las experiencias. adentrarse con poderoso bagaje en el
que sÛlo las lesiones de las instancias A esta concepciÛn se opone la inves- paÌs de los sueÒos. En 1997, Allen Braun,
superiores de la gÈnesis onÌrica óes de- tigaciÛn neurocientÌfica del sueÒo. Solms del Instituto Nacional de la Salud de
cir, las ·reas de lÛbulo frontal que Èl ha- habÌa desarrollado su modelo con el obje- Bethesda, extrajo, mediante tomografÌa
bÌa identificadoó hacen desaparecer los tivo inicial de comprobar la tesis freu- por emisiÛn de positrones (PET), im·-
sueÒos; el segundo sostenÌa que, si las diana y, por tanto, habÌa limitado su aten- genes del cerebro humano durante la fase
lesiones interesan sÛlo los campos infe- ciÛn a las regiones cerebrales que se REM. En el experimento se inyectÛ a los
riores en donde se lleva a cabo la ela- adaptaban mejor a ella. Pero Hobson probandos una soluciÛn glucosada lige-
boraciÛn de la informaciÛn (por ejem- observÛ ya que las escenas nocturnas ramente radiactiva que, a travÈs de los
plo el sistema visual), entonces queda suelen olvidarse a la maÒana siguiente, vasos sanguÌneos, alcanzÛ presta el cere-
menoscabada la cualidad sensorial de lo que contradecÌa la hipÛtesis de Solms. bro. Puesto que el cerebro utiliza el az˙-
las ensoÒaciones, pero no los sueÒos en
sÌ mismos.
Su modelo invierte el flujo normal de
informaciÛn que se produce en estado de
vigilia. Cuando estamos despiertos aflu-
yen, sin cesar, seÒales del mundo exte-
rior al cerebro vÌa los Ûrganos de los sen-
tidos; allÌ son reelaboradas mediante una
serie de pasos complejos, se dotan de
recuerdos y sentimientos y se perciben
entonces conscientemente por la corteza
cerebral. Durante el sueÒo onÌrico (la
ensoÒaciÛn), seg˙n Solms, todo ello
transcurre al revÈs. La informaciÛn pro-
cedente del exterior se halla suprimida.
En su sustituciÛn, determinadas ·reas
superiores del cerebro generan im·ge-
nes onÌricas que atraviesan las mismas
estaciones que los estÌmulos externos,
pero siguiendo un orden invertido. Si el
trastorno reside en el circuito de elabo-
raciÛn ìinferiorî, es decir, cerca de los
Ûrganos de los sentidos, sÛlo se afectan
algunas cualidades de los sueÒos, por
ejemplo la percepciÛn crom·tica.

¿Tenía Freud razón?


IRIS Y MORFEO (1811), PIERRE-NARCISSE GUERIN (1744-1833) / AKG BERLIN

Las regiones primitivas del tronco ence-


f·lico se ocupan de las fases REM; en cam-
bio, seg˙n Solms, los sueÒos se produ-
cen precisamente en la regiÛn que, para
Hobson y McCarley, constituÌa un mero

3. MENSAJES DIVINOS. En la mitología


griega, compete a Morfeo, hijo de Hipnos
—dios del sueño— la tarea de llevar los
sueños a la cabeza de los habitantes de la
Tierra mientras duermen.

Mente y cerebro 08/2004


4. ¿SUEÑAN CON HUESOS LOS
PERROS? Se considera científicamente
comprobado que los animales también
sueñan. Pero, ¿con qué?

los pacientes que, por culpa de una lesiÛn


cerebral, se ven privados de fases REM.
En 1983 Francis Crick, del Instituto
Salk de San Diego, y Graeme Mitchinson,
de la Universidad de Cambridge, invir-
tieron ya la hipÛtesis de la memoria.
ìSoÒamos para olvidarî, declaraba la hi-
pÛtesis por ellos propuesta. EntendÌan
que el sueÒo onÌrico serÌa una suerte de
ZEFA
programa de autolimpieza del cerebro.
Saturado por la permanente afluencia de
car como principal fuente de energÌa, las nuevo tras un sueÒo fisiolÛgico tran- seÒales que acaece durante la vigilia, el
molÈculas de glucosa se acumulan en quilo. Parece decisiva e este respecto la cerebro utiliza la tranquilidad de la noche
las zonas que desarrollan una intensa noche siguiente al aprendizaje. Si se para liberar el sistema del torbellino de
actividad. El empleo de una c·mara espe- impide el sueÒo fisiolÛgico a los pro- informaciones. Im·genes, recuerdos o
cial permite hacer visible la distribuciÛn bandos durante ese tiempo crÌtico, lo asociaciones que carezcan de sentido,
de la radiactividad. reciÈn aprendido se retiene con mayor sean consideradas sobrantes o causen
Las im·genes PET tomadas por Braun dificultad. El dÈficit no queda compen- alg˙n tipo de incomodo, son llamadas,
muestran que las ·reas que elaboran la sado si se deja a los sujetos dormir imper- examinadas y borradas del cÛrtex. Seg˙n
informaciÛn sensorial ópensemos en el turbados la noche siguiente. Crick, este aprender invertido impide la
cÛrtex visual primarioó se encuentran La fase REM parece crucial para el saturaciÛn de la red neuronal y nos faculta
menos activas durante las fases REM aprendizaje de capacidades visuales y para desarrollar, a la maÒana siguiente,
que en el estado de vigilia. FenÛmeno motoras. Cuando alguien estudia un una relaciÛn ordenada con los conteni-
lÛgico, pues el cerebro no recibe, mien- nuevo movimiento, un revÈs de tenis por dos de la memoria. El soÒar serÌa asÌ un
tras duerme, ninguna seÒal de los Ûrga- ejemplo, aumenta la cuantÌa de las fases desaprender activo, lo que explicarÌa tam-
nos de los sentidos. Sin embargo, tam- REM de su sueÒo fisiolÛgico en la noche biÈn por quÈ nos acordamos tan mal de
biÈn el cÛrtex frontal, responsable de los siguiente. Si se le despierta repetida- las escenas nocturnas.
planes activos para el manejo y la inte- mente mientras persiste en esta fase, se Ahora bien, de la misma manera que
graciÛn de la informaciÛn procedente de impide el almacenamiento de la habili- con los modelos de Solms y Hobson, nos
otras ·reas cerebrales, permanece bas- dad y, adem·s, de forma m·s duradera hallamos aquÌ tambiÈn, y lo reconoce el
tante silente en el transcurso de las fases que con interrupciones provocadas del propio Crick, ante una hipÛtesis que sÛlo
REM; y eso contradice ya la tesis psi- sueÒo fisiolÛgico en las fases no-REM. puede comprobarse parcialmente me-
coanalÌtica de Solms, para quien los sue- diante resultados experimentales. Trans-
Òos surgÌan del lÛbulo frontal. Una acti- Centros de aprendizaje luminosos curridos casi dos milenios desde la Època
vidad especial se detectaba en el sistema Durante la noche se establecen nuevas de Artemidoro de Daldis, queda todavÌa
lÌmbico y en la amÌgdala, alojada asi- conexiones entre las cÈlulas nerviosas, bastante por descubrir. Cobran renovada
mismo en el centro afectivo. AcontecÌa, especialmente en aquellas regiones que actualidad las palabras de Victor Hugo:
adem·s, que tal situaciÛn se producÌa en durante el dÌa habÌan intervenido en alg˙n el pensar es el trabajo del intelecto, el
los episodios REM, no en los episodios tipo de aprendizaje. Este proceso de ree- soÒar su diversiÛn.
no-REM, observaciÛn que permite expli- dificaciÛn, basado en la producciÛn de
car la diferencia de contenidos onÌricos determinadas proteÌnas, asienta de forma
entre ambas fases. Mediante la activa- duradera un nuevo contenido mnÈmico.
ciÛn del sistema lÌmbico y de la amÌg- Fue exactamente este extremo el que
GERHARD KLÖSCH se halla adscrito a la
dala los sueÒos REM se ìempapanî de Pierre Maquet, de la Universidad de
Clínica Universitaria Neurológica de Viena.
sentimientos y, como resultado, el sujeto L¸ttich, demostrÛ con la ayuda de la tÈcni-
ULRICH KRAFT es médico.
los experimenta como dotados de mayor ca PET durante las fases REM. ComprobÛ
carga afectiva y emotividad que los sue- que las ·reas cerebrales que sus proban-
Òos no-REM. dos habÌan empleado durante el dÌa al Bibliografía complementaria
Hay otra estructura cerebral que evi- aprender distintas tareas de prueba, se T HE N EUROPSYCHOLOGY OF D REAMS :
dencia una intensa actividad durante las iluminaban con mayor intensidad en el A CLINICO-ANATOMICAL STUDY. M. Solms.
fases REM: el hipocampo. Esta regiÛn curso de tales fases onÌricas. Lawrence Erlbaum Associates; Mahwah,
desempeÒa una importante funciÛn en el Sin embargo, no faltan contraejem- New Jersey, 1997.
almacenamiento de los contenidos de la plos que cuestionan el prominente papel DREAMS: DISGUISE OF FORBIDDEN WISHES OR
memoria. øQuerr· decir ello que soÒa- de los fases REM en la formaciÛn de la TRANSPARENT REFLECTIONS OF A DISTINCT
mos para aprender? Una posibilidad fas- memoria. En efecto, no ha sufrido merma BRAIN STATE? R. W. McCarley en Annals of
cinante. La investigaciÛn ha demostrado alguna la capacidad retentiva de los suje- the New York Academy of Sciencies, vol. 843,
que las personas (y tambiÈn los anima- tos que durante aÒos han tomado medi- n.o 1, págs. 116-133; 1998.
les) retienen mejor un conocimiento caciÛn represora de las fases REM. Ni

68 Mente y cerebro 08/2004


Secuelas de las
guerras civiles
Una nueva terapia para las víctimas de la violencia y del terror
en las regiones conflictivas del orbe

Maggie Schauer, Frank Neuner de 30 millones de personas huyen de de refugiados que habÌa experimentado
y Thomas Elbert conflictos violentos, terror o guerras en la violencia en grado sumo. El trabajo de
todo el mundo. Las organizaciones de los investigadores estadounidenses no

E
l jeep frena en seco. Como movi- socorro pueden mitigar las secuelas fÌsi- sÛlo revelÛ la posible dimensiÛn de las
dos por un resorte, levantamos cas de estas cat·strofes mundiales (ham- secuelas del terror, sino que disipÛ ade-
la cabeza. Un control. Nos de- bre, sed y desplazamiento). En los pala- m·s la idea de que el concepto occiden-
tiene, apostado en el camino, un cios de cristal de Ginebra y de Nueva tal de trauma no era trasladable a los refu-
sujeto armado. Alos lados se disponen las York se sabe cÛmo controlar con medios giados africanos.
barracas de un campamento militar. Le farmacolÛgicos una epidemia de cÛlera Los colaboradores de las organiza-
saludamos en kisuaheli. Al militar no o de otras enfermedades contagiosas. ciones de socorro de los paÌses en vÌas
parece agradarle esta lengua, pero por un Sin embargo, la ONU y las organiza- de desarrollo suelen formular estos repa-
par de cigarrillos nos deja pasar. ciones no gubernamentales carecen de ros. Los cooperantes se remiten a su
El equipo, formado por Juan, el con- la informaciÛn m·s elemental sobre las experiencia de campo y rechazan los
ductor, y nosotros, cinco psicÛlogos de heridas del alma. mÈtodos y las investigaciones acadÈ-
la Universidad de Constanza, est· can- Nadie sabe, por ejemplo, cÛmo supe- micas. Estas sobrecargan a las vÌctimas
sado, con los nervios destrozados. El ran las lesiones psÌquicas muchos re- y no se pueden trasladar a otro ·mbito
polvo se nos hace una masa en la boca. fugiados y cu·l es su naturaleza; apenas cultural. Adem·s, los crÌticos temen la
Juan conduce el todoterreno por una pista hay datos epidemiolÛgicos fidedignos. ìmedicalizaciÛnî de problemas que, en
de arena salpicada de baches, que no se De acuerdo con los pocos estudios re- rigor, tienen una causa polÌtica. Para
han recubierto desde hace decenios. Nos presentativos, entre el 20 y el 30 % de muchos, el trabajo experimental de cam-
hallamos camino de los refugiados de todos los refugiados, expuestos al terror po supone un desperdicio de recursos que
Gulu, capital del distrito homÛnimo al organizado, sufre alteraciones psÌqui- podrÌan destinarse a ayudas concretas.
norte de Uganda. Este paÌs del Africa cas permanentes. Nuestro socio Unni
Oriental, a orillas del lago Victoria, se Karunakara, de la Universidad Johns Investigación local de la terapia
encuentra sacudido por violentas guerras Hopkins, realizÛ hace poco una encuesta Sin embargo, el trabajo de investigaciÛn
civiles desde hace aÒos. Nos previnie- en el marco del Proyecto sobre Demo- en las regiones conflictivas no sÛlo es
ron al entrar: es demasiado tarde, no grafÌa de la EmigraciÛn Forzosa en necesario por lo poco que conocemos de
podr·n llegar hoy. El convoy de protec- nuestra regiÛn, situada al norte de la situaciÛn de los afectados, sino tam-
ciÛn hace mucho que se ha separado y Uganda y al sur de Sud·n, donde viven biÈn por la falta de estudios fundados
desde la maleza se anuncian movimien- m·s de 3300 refugiados, de ellos 1240 sobre mÈtodos terapÈuticos con una efi-
tos de los rebeldes. supervivientes de la guerra civil entre cacia real en los paÌses en vÌas de de-
Pese a todo, proseguimos. Hace un los rebeldes armados de Uganda y sarrollo. En otras Èpocas, los cientÌficos
aÒo, tratamos a un grupo de refugiados Sud·n. del laboratorio casi nunca acudÌan a los
de la guerra civil con una nueva terapia Se comprobÛ que el 51 % sufrÌa secue- lugares de las cat·strofes provocadas por
para vÌctimas del terrorismo. Ardemos las graves de los sucesos traum·ticos, es el hombre. Las influencias externas no
por saber si aquel mÈtodo surtiÛ efecto, decir, el sÌndrome por estrÈs postraum·- se pueden controlar dentro del campo;
si sirviÛ para ayudar a los pacientes a tico (SEPT). Cuantas m·s atrocidades no se dispone de los equipos de experi-
recuperar el control de su vida. habÌa vivido la vÌctima, m·s intensos mentaciÛn habituales, como salas de tra-
Seg˙n las estimaciones del Organismo eran los sÌntomas. AsÌ, el elevado por- tamiento y ordenadores, y el equipo local
de las Naciones Unidas para la Ayuda a centaje de vÌctimas hallado en la inves- debe apoyarse en el esfuerzo de intÈr-
los Refugiados, en estos momentos m·s tigaciÛn de Karunakara, una poblaciÛn pretes y personas de confianza. Por

Mente y cerebro 08/2004 69


ciÛn. Agnes respiraba con dificultad y

CORBIS
temblaba de miedo. De sus piernas go-
teaba el sudor al suelo arcilloso. Algo
crujÌa, all· arriba, en el tejado de paja.
En una esquina de la choza se desliza-
ban pequeÒas serpientes de color gris
bajo el carbÛn vegetal sobre el que se
esterilizaban, por la noche, los instru-
mentos quir˙rgicos del centro sanitario.
Agnes recuperÛ su historia.
HuÌ... con mi bebÈ. Apenas podÌa dar
un paso. Me volvÌ a esconder. CorrÌa
cuanto podÌa y los dem·s me dejaban
atr·s. Me encontraba muy dÈbil, des-
puÈs de tantas semanas escondida bajo
tierra. HabÌa rebeldes por todas par-
tes... Me apresaron junto con mi bebÈ.
Iban armados. Tuve que desnudarme,
me quitaron todo. A mi lado vi cÛmo vio-
laban a unas niÒas. Mis pensamientos
se desgarraban de puro miedo.
Agnes buscÛ la mano de la psicÛloga
y comprobÛ si desviaba su mirada.
DespuÈs de verificar que la terapeuta
habÌa seguido el relato, continuÛ.
QuerÌan matarnos a todos, a las muje-
res y a los hombres. El niÒo que llevaba
me protegiÛ de la violaciÛn. Los rebel-
des eran tan crueles, que violaban en
medio de los disparos, descuartiza-
mientos y muerte. Vi cÛmo 4 hombres vio-
laban de manera sucesiva y brutal a una
muchacha... Vi a muchos de ellos... Me
aferrÈ a mi bebÈ, querÌa protegerlo. Era
tan pequeÒo. TodavÌa le daba el pecho.
Las personas que sobreviven a trau-
mas extremos como consecuencia de
matanzas colectivas, abusos o torturas,
suelen referir que se sienten ìmuertos
por dentroî, atrapados en una ìangus-
tia mudaî. El miedo resurge una y otra
1. EL ESPECTRO DE LA GUERRA. Las revueltas sangrientas agitan a muchas regiones vez en forma de recuerdos y sensacio-
de Africa. La muerte y la violencia constituyen, por desgracia, la cotidianidad. nes corporales, imposibles de evitar. Las
vÌctimas sienten de nuevo el roce del
cuchillo en la garganta y reviven la de-
˙ltimo, muchas regiones conflictivas Adem·s, el psicÛlogo responsable ela- sesperaciÛn y la ira de aquellos mo-
resultan peligrosas. bora un protocolo escrito para docu- mentos. Para algunas vÌctimas, el desen-
La ìterapia de exposiciÛn narrativaî mentar la lesiÛn de los derechos huma- cadenante es un lugar concreto, una
(NET) se desarrollÛ en nuestro Instituto nos del paciente, en previsiÛn tambiÈn persona, una situaciÛn, un momento del
de Constanza en colaboraciÛn, entre de posibles litigios judiciales. dÌa o del aÒo o incluso el tiempo atmos-
otros, con Peter Lang, de la Universidad Agnes fue una de nuestras primeras fÈrico. Para otros, las im·genes del terror
de Florida. Se basa en una hipÛtesis pacientes. Se presentÛ descalza en la aparecen sin un motivo conocido.
actual sobre la gÈnesis de los traumas choza de bamb˙ donde desarroll·bamos Las vÌctimas tratan de evitar el horror,
psÌquicos: al parecer, el encÈfalo de las la terapia. Su cuerpo, esquelÈtico, se de distintas formas. Algunas no salen por
vÌctimas no almacena un recuerdo balanceaba en la silla. Nuestra primera las noches de la choza y, en casos extre-
hilvanado, sino escenas aisladas y frag- medida consistÌa en ofrecer tÈ con mucho mos, se encierran o sÛlo transitan por
mentos desgarrados de contexto, debido az˙car a todos los pacientes. Agnes suje- determinados lugares. Otras evitan a los
al estrÈs emocional vivido durante el taba con una mano la taza y, con la otra, familiares que estaban con ellas en esos
episodio desencadenante. Durante la a su hijo pequeÒo. instantes. Casi ninguno desea hablar o
terapia, los pacientes rememoran, paso En presencia de una psicÛloga de nues- reflexionar sobre las experiencias de terror
a paso, la concatenaciÛn de los aconte- tro equipo empezÛ a rememorar las terri- y, cuando lo hacen, se produce un estado
cimientos, construyen una exposiciÛn bles vivencias de las semanas prece- de disociaciÛn: la persona afectada habla
coherente a partir de los fragmentos y dentes. ìDolor con la incisiÛn de un alma de vivencias y emociones terribles, pero
superan, de este modo, las crisis de supurativaî, asÌ describÌa un supervivien- sin sentir nada en absoluto, como un meca-
angustia y de p·nico que les dominan. te la pena sufrida durante esta interven- nismo de autoprotecciÛn anÌmica.

70 Mente y cerebro 08/2004


Traumatismos corporales La funciÛn de acoplamiento de ambos

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y psíquicos aspectos de la memoria episÛdica suele
Las personas traumatizadas, cuando deci- asumirla el hipocampo, una regiÛn ence-
den aislarse, pierden el contacto con ellos f·lica que se ocupa de crear los conte-
mismos y con los dem·s. Las estructuras nidos duraderos de la memoria. Esto no
sociales se descomponen. El trauma clÌ- ocurre ante la hiperexcitaciÛn psÌquica
nico se acompaÒa, en un 80 % de los ca- de una situaciÛn traum·tica: la plasti-
sos, de otras enfermedades, como tras- cidad neuronal del hipocampo parece
tornos de angustia o depresiÛn. Los superada en esos momentos y los pro-
trastornos postraum·ticos multiplican el cesos moleculares, que dejan las hue-
riesgo de lesiÛn som·tica crÛnica y de llas cerebrales del recuerdo, no funcio-
dolor de causa psÌquica. Muchas perso- nan correctamente. La memoria sÛlo
nas traumatizadas corren el riesgo de sui- almacena el recuerdo escÈnico, las emo-
cidarse; otras son incapaces de sustentar- ciones y las reacciones fisiolÛgicas,
se. AsÌ, por ejemplo, evitan determinadas como la aceleraciÛn del corazÛn y el
zonas productivas, donde se encontra- brote de sudor, pero no el contexto tem-
rÌan, objetivamente, mucho m·s seguras poroespacial.
que en su lugar de residencia, sÛlo por- Por este motivo, las personas trau-
que los mejores terrenos se sit˙an quiz· matizadas no suelen enumerar sus viven-
m·s cerca del emplazamiento del terror. cias en orden cronolÛgico; en su cabeza
Agnes habÌa decidido luchar contra
su destino. En la cabaÒa de terapia vol-
se confunden los fragmentos desorde-
nados y atemporales de la memoria. A˙n
2. ¡GRITO MUDO! Los niños son los
más afectados por las consecuencias de la
viÛ a enfrentarse con sus viejos fantas- peor, cada vez que los recuerdos angus-
mas. IndagÛ en los fragmentos de su pa- tiosos emergen a la conciencia, la vÌc- guerra. Sus dibujos expresan a menudo
sado, los exteriorizÛ y los ordenÛ en el tima tiene la sensaciÛn de que las im·- vivencias de las que prefieren no hablar.
tiempo y en el espacio. Con lentitud pudo genes del terror y el pulso acelerado se
recuperar su equilibrio vital. En ocasio- corresponden a la situaciÛn actual, es
nes, Agnes suspiraba, se agarraba aterro- decir, reviven el peligro. Al propio tiempo, habr· de revivir los
rizada y estaba a punto de huir una vez sentimientos y reacciones corporales de
m·s hacia el territorio del olvido. Los “puntos calientes” del pasado entonces. De esta manera, procesar· la
La memoria episÛdica suele verse La terapia de exposiciÛn narrativa per- vivencia y la asociar· a un contexto. Si
gravemente daÒada entre las personas sigue reorganizar los circuitos neuro- el procesamiento surte efecto, la angus-
traumatizadas. En condiciones norma- nales del encÈfalo y restablecer, acto tia y el terror se transformar·n en tris-
les, almacena todas las vivencias óim·- seguido, las comunicaciones necesarias. teza, el signo del Èxito terapÈutico. Ag-
genes, sonidos y otras impresiones sen- El terapeuta recorre, con el paciente, nes lo ha logrado: en la penumbra de la
sorialesó asociadas a las emociones toda su biografÌa en busca de los ìpun- choza, las l·grimas se deslizan por sus
inducidas. Al mismo tiempo, tales con- tos calientesî, es decir, las lagunas y las mejillas.
tenidos se dotan de un ìcontextoî situa- discrepancias que, a menudo, delatan un Las hienas perseguÌan a la muche-
tivo: øcu·ndo y dÛnde sucediÛ aquello? trauma. El terapeuta supera la evitaciÛn dumbre por la maleza. Desgarraban los
SÛlo el que recuerda las escenas de la cognitiva de la persona traumatizada con cuerpos de los muertos y los devora-
vivencia y el contexto, puede narrar el el interrogatorio y conduce a esa per- ban. Cuando lo pienso, me recorre un
acontecimiento; por ejemplo, el ataque sona hacia el momento decisivo. El escalofrÌo por la espalda y todas las
pormenorizado de los rebeldes y lo que paciente debe recordar exactamente im·genes se aglomeran. Mi sobrina, la
sucediÛ antes y despuÈs. cu·ndo y dÛnde sucedieron los hechos. hija de mi hermana, fue alcanzada por
un disparo. No podÌa seguir en pie y
continuar la marcha. ContemplÈ cÛmo
una hiena empezaba a devorar su mano.
A˙n estaba viva y pedÌa ayuda. Sin
embargo, nadie podÌa socorrerla. Mi
hermana buscaba en vano una rama
para ahuyentar a la fiera. Estaba deses-
perada. Tuvo que abandonar a su hija
para poder sobrevivir ella misma. Mi
vecina tambiÈn llevaba, entonces, un
pequeÒo bebÈ. Mientras era perseguida
por las fieras, los dem·s le gritaron:
ì°Tu hijo est· muerto!î y tuvo que des-
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prenderse del niÒo, que llevaba a sus

3. CONTRA LA REPRESION. La
psicóloga Maggie Schauer interroga,
en un campamento ugandés, a refugiados
traumatizados por sus recuerdos.

Mente y cerebro 08/2004 71


DPA (izquierda) / CORBIS (derecha)

espaldas, y arrojarlo al suelo. Los ani- encontr·bamos seguros, su espÌritu no donar el campamento o no. Durante el
males se abalanzaron sobre su cuerpe- pudo soportar el dolor. estudio actual, los evaluadores desco-
cito y lo despedazaron... Acariciaba la cabeza de su hijo, afec- nocÌan el mÈtodo de tratamiento ante-
Al cabo de cuatro millas alcanzamos tado por la lepra. DespuÈs de una larga rior, a fin de descartar cualquier tipo de
la frontera con el Congo. AllÌ me reunÌ pausa, prosiguiÛ: ì°Todos moriremos prejuicio.
con mi marido y con mis hijos. Todos aquÌ, en este campamento!î. Ya adentrada Nuestros entrevistadores se encon-
habÌan sobrevivido. Cont·bamos con la noche, emergen ante nosotros las esca- traron con un fiasco: la inmensa mayo-
una organizaciÛn de socorro dispuesta sas luces de Gulu. Por fin, hemos llegado rÌa de las personas del campamento de
a ayudarnos a todos los congregados. a la meta de nuestro arriesgado viaje. refugiados se mostraba todavÌa incapaz
Nos sentÌamos muy agradecidos por la Nos quitamos el polvo con la cerveza del y carecÌa de recursos. Muchos seguÌan
comida y el alojamiento. °Todos tenÌa- Nilo y nos acostamos. A la maÒana presentando un cuadro del sÌndrome de
mos techo propio! Luego, nos subieron siguiente nos enteramos de que unos dÌas estrÈs postraum·tico. Entretanto, las
a una camioneta. antes se habÌa producido el asalto de un raciones de alimentos se habÌan reducido
El motor de nuestro todoterreno retum- vehÌculo con 5 misioneros que habÌan y alrededor de las mÌseras chabolas se
ba bajo el sol vespertino. Nuestros pen- seguido nuestra misma ruta. El resul- erigÌan tumbas recientes de niÒos. Al
samientos tornan hacia nuestros pacien- tado: 5 disparos en la cabeza. parecer, las personas que seguÌan vi-
tes. øEn quÈ estado los encontraremos? Durante los dÌas siguientes iniciamos viendo en el campamento eran aquellas
øVivir· todavÌa Agnes? Nos acuciaba la las revisiones. Para poder comparar la en quienes menos mella habÌa hecho la
misma inquietud: øquÈ sucederÌa si...? terapia nueva con otros mÈtodos habÌa- terapia.
En el ˙ltimo tramo del viaje me vienen mos establecido, un aÒo antes, tres gru- No vimos a ning˙n paciente que
a la memoria las estremecedoras pala- pos de pacientes: el primero recibiÛ la hubiera recibido NET, pues ahora resi-
bras con que Agnes puso fin a su relato terapia NET; el segundo, explicaciones dÌan en la periferia. Incluso Agnes habÌa
hace ahora un aÒo: extensas sobre las causas y los meca- encontrado un hogar nuevo para ella y
DespuÈs de toda esta experiencia, mi nismos de su enfermedad a travÈs de para sus hijos. El equipo, que se reparte
marido sufriÛ una hipertensiÛn crÛnica. charlas (la denominada ìpsicoeduca- en su b˙squeda, se pone en marcha. El
A pesar de su delgadez, siempre tenÌa la ciÛnî), y el tercero, cuatro sesiones de sol resplandece con tal fuerza que ape-
cabeza roja. En junio se muriÛ de una ìasesoramiento asistidoî. Esta ˙ltima nas nos da tiempo a oÌr el chillido de ale-
apoplejÌa. Una tarde me dijo: ì°Oh!, mi tÈcnica es una forma de terapia de urgen- grÌa de Agnes. Nuestra pequeÒa amiga
cabezaî, y luego cayÛ inconsciente. cia que aplican muchas organizaciones se acerca al vehÌculo a travÈs de la cre-
Nunca m·s recuperÛ la conciencia. Siete de socorro con programas psicosocia- cida maleza. El entrevistador la sigue
dÌas m·s tarde falleciÛ. les en los territorios conflictivos. Elude lentamente hasta la cabaÒa.
Desde entonces, reina la pena en nues- de manera explÌcita la incorporaciÛn de
tro hogar. Si no tuviera un corazÛn tan las vivencias pretÈritas y se limita al Recuperar el control de la vida
fuerte... Era tan buen hombre. HabÌa asesoramiento de cuestiones inminen- Agnes se ha hecho fuerte. Mientras nos
sobrevivido y luego, cuando por fin nos tes; por ejemplo, si la vÌctima debe aban- sentamos, se arremanga y nos enseÒa

72 Mente y cerebro 08/2004


4. MUCHAS GUERRAS CIVILES, como
ésta de la frontera entre Sudán y Uganda,
dejan un rastro desolador. Las secuelas
psíquicas de las víctimas causan también
estragos.

refleja con claridad meridiana la viola-


ciÛn de los derechos humanos y sirve de
prueba de la injusticia padecida. De
alguna forma otorga una nueva dignidad
personal. Agnes lo manifiesta con estas
palabras:
Cuando alguien ha vivido sucesos
como los que me ha tocado vivir, jam·s
los olvida. Antes de que narrara mi his-
toria, sentÌa heridas por todo mi cuerpo
que nunca cicatrizaban. VivÌa con el
miedo en los huesos. Las im·genes y los
sentimientos me perseguÌan y no podÌa
escaparme.
No hallaba palabras ante tamaÒo
dolor. Tan sÛlo titubeaba.
Hoy llevo grabada mi historia en el
corazÛn y escrita aquÌ sobre papel. No
sÈ leer, pero mis hijos conocer·n alg˙n
dÌa lo que nos sucediÛ y luchar·n por la
paz. Al revivir el dolor, he podido reco-
brar el pasado y ahora puedo pensar en
burlonamente sus m˙sculos. Nos confie- traum·tico. En cambio, la mayorÌa de el futuro.
sa que hay un hombre muy interesado los que siguieron la NET ha cambiado:
por sus poderosos brazos, echa la vista al igual que Agnes, el 71 % de ellos se
atr·s y empieza a reÌrse de forma esten- encuentra libre de sÌntomas traum·ticos.
tÛrea: entonces nos presenta de forma M·s de dos tercios han podido aban-
ceremoniosa a su hijo. El pequeÒo ya no donar el campamento de refugiados, cul- MAGGIE SCHAUER y FRANK NEUNER,
se acuerda de la psicÛloga de hace un aÒo. tivar suelos fÈrtiles y llevar una vida psicólogos, vivieron la experiencia de los
Sin embargo, tras el susurro de su ma- reglada. campamentos de refugiados de Uganda.
dre, se inclina ante nosotros con una El documento escrito sobre su histo- Incorporados al grupo del neuroinvestiga-
reverencia: sobre ese cuero cabelludo, ria vital óla ìdeclaraciÛn testificalîó dor de Constanza THOMAS ELBERT, busca-
otrora enfermo, ha crecido una densa lo conserva, a buen recaudo, entre sus ron un camino para combatir las alteracio-
mata de pelo. escasas pertenencias. El documento nes cerebrales inducidas por el trauma.
La madre ya no sufre ninguna enfer-
medad. Sus sÌntomas han remitido hasta
el punto de que ha vuelto a controlar su
vida. Agnes cultiva su tierra y ha obte-
nido una buena cosecha. La familia dis-
pone de suficiente comida; entretanto,
ha comprado dos cabras que pronto pari-
r·n, e incluso puede llevar a los niÒos
mayores a la escuela.
Al terminar nuestros estudios y tras
relacionar los grupos de tratamiento con
la respuesta, comprobamos que casi el
80 % de los pacientes que recibieron psi-
coeducaciÛn y asesoramiento asistido
sigue manifestando todas las caracte-
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rÌsticas del sÌndrome por estrÈs pos-

5. REGRESO A LA NORMALIDAD.
El objetivo de la terapia es que el paciente
traumatizado pueda volver a vivir,
sin angustia, en su aldea de origen.

Mente y cerebro 08/2004 73


El poder
de los buenos
sentimientos
Las emociones positivas fortalecen el cuerpo y el espíritu y nos preparan para las épocas de crisis.
Según los últimos datos, hasta es posible adiestrar la mirada a través de la lente optimista

Barbara L. Fredrickson desde el punto de vista estadÌstico, m·s licidad [vÈase ìLa b˙squeda de la feli-
aÒos incluso que los que ganarÌa un fuma- cidadî, por Uwe Hartmannn, Udo

H
ace 70 aÒos, en Milwaukee, dor que abandonara definitivamente el Schneider y Hinderk M. Emrich, MENTE
Cecilia OíPayne hacÌa sus tabaco. Y CEREBRO, n.o 4] recomendÛ abordar los
votos perpetuos en una con- El estudio sobre las monjas no cons- aspectos que conceden valor a la vida.
gregaciÛn religiosa dedicada tituye un caso aislado. Desde hace tiempo Hay varios motivos por lo que apenas
a la enseÒanza de niÒos pobres. Con se ha venido advirtiendo que las perso- se ha prestado atenciÛn a los sentimientos
motivo de ese paso decisivo, la supe- nas que se encuentran bien viven, por positivos en otras Èpocas. En primer
riora le pidiÛ que escribiera un breve regla general, m·s. Pero, øpor quÈ la con- lugar, los afectos positivos son m·s difÌ-
fragmento sobre su vida. La joven debÌa fianza en el futuro ayuda a vivir m·s ciles de evaluar que los negativos. La
narrar los acontecimientos esenciales de tiempo? øA quÈ se debe que un senti- alegrÌa, el gozo y la satisfacciÛn no se
su infancia y adolescencia, asÌ como las miento bueno y moment·neo repercuta diferencian entre sÌ tanto como la irri-
experiencias o vivencias religiosas que a tan largo plazo? øSe producen al azar taciÛn, la tristeza y la angustia. AsÌ, la
le habÌan conducido al convento. las emociones positivas o cabe inducir- ciencia sÛlo separa un puÒado de bue-
Unos 60 aÒos m·s tarde, aquellas lÌneas las de forma selectiva? nos sentimientos: por cada emociÛn posi-
de Cecilia OíPayne vieron de nuevo la Las primeras respuestas han llegado tiva se conocen tres o cuatro sentimientos
luz, junto con las notas de otras novicias desde la psicologÌa positiva, joven dis- negativos.
reciÈn ingresadas en la congregaciÛn. ciplina asÌ acuÒada hace seis aÒos por
Tres psicÛlogos de la Universidad de Martin E. P. Seligman. Como muchos Con la sonrisa en los labios
Kentucky solicitaron consultar los do- otros psicÛlogos, Seligman habÌa orien- El abanico de gestos corporales de los
cumentos, en el marco de un amplio tado sus investigaciones hacia las enfer- afectos negativos tambiÈn es mayor. En
estudio sobre el envejecimiento y la en- medades psÌquicas. En el ˙ltimo medio todo el mundo, las personas pueden dis-
fermedad de Alzheimer. Debora Danner, siglo se han producido importantes avan- tinguir, sin titubear, un rostro airado,
David Snowdon y Wallace Friesen exami- ces en su curaciÛn. Si en 1947 no se triste o angustiado. En cambio, una mueca
naron, en total, 178 textos biogr·ficos, a conocÌan apenas tratamientos para las natural de alegrÌa ódiversiÛn, confianza
fin de asignar el ìcontenido emocionalî principales enfermedades mentales, hoy en el triunfo o felicidadó contiene siem-
a cada declaraciÛn sobre las vivencias se pueden tratar correctamente 16 de pre los mismos atributos de la denomi-
de felicidad, los intereses, el amor y la ellas mediante psicoterapia, medica- nada sonrisa de Duchenne: las comisu-
esperanza. A los investigadores les llamÛ mentos o la combinaciÛn de ambos. En ras bucales ascienden, la musculatura
la atenciÛn una observaciÛn curiosa: al cambio, la psicologÌa apenas ha aportado periorbitaria se contrae de forma invo-
parecer, las monjas m·s felices vivÌan mÈtodos para ayudar a las personas a luntaria, los pÛmulos se alzan y apare-
hasta 10 aÒos m·s que aquellas que atri- satisfacer sus deseos genuinos. cen pequeÒas arrugas en las comisuras
buÌan menos valor a la existencia terre- Seligman se propuso corregir este de- oculares externas.
nal. Una actitud positiva frente a la vida sequilibrio. En colaboraciÛn con Mihaly Este reparto desigual de los medios se
de una religiosa optimista, como Cecilia Csikszentmihalyi (descubridor del con- extiende hasta el sistema nervioso vege-
OíPayne (hoy tiene 98 aÒos), otorga, cepto del ìflujoî de los momentos de fe- tativo, que inerva los Ûrganos internos,

74 Mente y cerebro 08/2004


los vasos sanguÌneos y las gl·ndulas.

CORBIS
Hace 20 aÒos, Paul Ekman y Wallace
Friesen, de la Universidad de California
en San Francisco, y Robert Levenson,
de la Universidad de Indiana, demos-
traron que el cuerpo reacciona de forma
mensurable ante los sentimientos de ira,
angustia y la tristeza, pero no ante las
emociones positivas.

¿Para qué sirven los buenos


sentimientos?
Adem·s, no se dispone de ninguna me-
todologÌa. Los cientÌficos han tratado, a
menudo, de explicar los buenos senti-
mientos con modelos que se idearon pa-
ra los afectos negativos. AsÌ, estos ˙l-
timos representan, por definiciÛn, el
motivo para actuar de determinada
manera: la ira provoca la necesidad de
atacar; la angustia, el impulso a la huida;
el asco, el deseo de rendirse. Por supuesto,
ning˙n investigador sostiene que una
persona se entregue a ciegas a tales impul-
sos. No obstante, el margen de maniobra
se reduce en cuestiÛn de segundos; quien
siente miedo, no sÛlo piensa en huir, su
cuerpo tambiÈn se prepara en ese instante:
se acelera la frecuencia cardÌaca, aumenta
la presiÛn arterial y se dispara la sangre
hacia los miembros inferiores para per-
fundir al m·ximo los m˙sculos respon-
sables de la fuga.
Bajo esta perspectiva, las emociones
negativas no son sino soluciones efi-
cientes a problemas recurrentes, contra
los que tambiÈn lucharon nuestros ante-
pasados. No es tan sencillo abordar con
este prisma los sentimientos positivos.
Desde la atalaya de la evoluciÛn, la ale-
grÌa, la satisfacciÛn y la gratitud apenas ping¸inos juguetones, contone·ndose indicio de un pensamiento amplio. Las
han servido para afianzar la supervi- sobre el hielo, provocaba alegrÌa; las es- personas con un estado de ·nimo neu-
vencia. øAcaso brindan alguna ventaja cenas apacibles de la naturaleza propi- tral o pesimistas se fijaron m·s en los
adaptativa o se limitan a seÒalar la ausen- ciaron un estado de serenidad. El miedo detalles.
cia de peligro? lo indujimos con im·genes de vÈrtigo Alice Isen, de la Universidad Cornell
El primer paso lÛgico para explorar los desde grandes alturas y la tristeza, con en Ithaca, observÛ efectos semejantes.
buenos sentimientos consiste en renun- escenas de muerte o de entierro. Como Esta psicÛloga viene dedic·ndose, desde
ciar a los viejos modelos en favor de control experimental, desplegamos una hace m·s de 20 aÒos, al estudio de la rela-
otros nuevos. M·s que solucionar los vieja y aburrida funda de la pantalla cine- ciÛn entre optimismo y modo de pensar.
problemas inmediatos, los buenos sen- matogr·fica. Para medir el efecto de los sentimientos
timientos ayudan a progresar interna- Inmediatamente despuÈs de esta positivos sobre la creatividad, su equipo
mente y a prepararse para tiempos m·s pequeÒa proyecciÛn, revisamos la capa- recurriÛ al test de las ìasociaciones remo-
duros. Seg˙n mi teorÌa ìensanchar y cidad de los participantes para absorber tasî, de Sarnoff Mednick. La tarea de los
construirî, los sentimientos positivos nuevas ideas. Les presentamos un gr·- probandos consiste en pensar en un tÈr-
ensanchan nuestro repertorio de ideas y fico con tres figuras; les preguntamos mino que guarde vinculaciÛn tem·tica
de acciones y nos ayudan a cimentar cu·l de los dos sÌmbolos inferiores se con los tres conceptos presentados. AsÌ,
(construir) recursos mentales duraderos. asemejaba m·s al superior. Ninguna res- por ejemplo, la respuesta correcta para
La influencia de los estados emocio- puesta era correcta o falsa; en un caso, el trÌo ìhumor, brea, nocheî es ìnegroî.
nales positivos sobre el pensamiento y las figuras se parecÌan m·s en su contorno En su origen, este test servÌa para esta-
la conducta puede explorarse desde una y, en el otro, lo hacÌan las unidades. Sin blecer las diferencias individuales en la
Ûptica psicolÛgica. En uno de nuestros embargo, este ìtest visualî revela si una creatividad intelectual. Sin embargo,
experimentos proyectamos un corto cine- persona se concentra en la impresiÛn Isen examinÛ a personas optimistas con
matogr·fico con la idea de inducir un general o en el detalle. El resultado fue un talante diferente: los probandos con
determinado estado de ·nimo entre los que las personas con mejor ·nimo opta- mejor ·nimo lograron el mayor n˙mero
espectadores. La visiÛn de un grupo de ron, en mayor n˙mero, por la forma, de asociaciones. AsÌ pues, la creatividad

Mente y cerebro 08/2004 75


no es sÛlo una cuestiÛn del talento indi- 2.

CORBIS
LOS PINGÜINOS. Para levantar el
vidual, sino tambiÈn de un estado correcto
ánimo basta con contemplar el contoneo
de ·nimo.
En otros experimentos, Isen analizÛ si desgarbado de estos curiosos seres,
las capacidades diagnÛsticas de un mÈdico vestidos de etiqueta, sobre el hielo.
dependÌan de su estado emocional. Alentados con estas escenas divertidas,
OfreciÛ una bolsa de dulces a unos mÈdi- los probandos resuelven mejor las tareas
cos y les rogÛ que reflexionaran en alto conflictivas.
mientras trataban de resolver el caso de
un paciente hepatÛpata. Los mÈdicos que
habÌan recibido el regalo no sÛlo integra-
ron los diversos datos con m·s rapidez en ese momento tambiÈn se establecen
que los no agraciados, sino que se aferra- recursos fÌsicos, espirituales y sociales:
ron menos a una idea determinada y se el juego es saludable, las estrategias ayu-
manifestaron m·s predispuestos a dese- dan a resolver situaciones y la camarade-
char conclusiones prematuras. Por la rÌa refuerza los vÌnculos sociales. Seg˙n
misma razÛn, los ·rbitros optimistas que los estudios realizados con monos, ra-
median en conflictos resuelven mejor los tas y ardillas, lo mismo les sucede a los
problemas complejos. Cabe inferir, en animales.
consecuencia, que el pensamiento de las Hace poco, examinamos la relaciÛn
personas que se sienten a gusto es m·s entre la capacidad de sobrecarga psÌ-
creativo, flexible, amplio y abierto. quica y la alegrÌa existencial. En la pri-
øQuÈ queda, pues, cuando se disipa un mavera de 2001, pedimos a los proban-
buen sentimiento? Como las emociones dos que describieran su estado emocional
positivas propician nuevas ideas y posi- y sus prospecciones de futuro. En el
bilidades de acciÛn, pueden tambiÈn crear otoÒo de ese aÒo, entrevistamos de nuevo
modificaciones persistentes y arraiga- a este mismo grupo; entre ambas fechas
das. Cuando los niÒos corretean y se rÌen se encontraba el 11 de septiembre. festaron ciertos pensamientos positivos
o los adultos dan rienda suelta a sus pa- incluso despuÈs del 11 de septiembre. El
siones jugando al f˙tbol, el motivo puede Gratitud después m·s com˙n consistiÛ en la gratitud. AsÌ,
ser puramente hedonista; no obstante, del 11 de septiembre las personas m·s optimistas afirmaron
De acuerdo con la segunda encuesta, ca- que habÌan comprobado que ìla mayo-
si todos los probandos se encontraban rÌa de la gente es buenaî, proceso esen-
1. ALEGRIA TERRENAL. La vida en un
abatidos como consecuencia del ataque
terrorista; algunos expresaron su ira o su
cial para el aprendizaje, que refuerza la
alegrÌa de vivir. La probabilidad de depre-
convento sigue pautas regladas. Las
miedo. M·s del 70 % fueron calificados siÛn de estas personas cayÛ a la mitad.
monjas no fuman, no beben alcohol y se de estado depresivo. Curiosamente, al- Sin duda, su ·nimo vital les habÌa pro-
alimentan de forma muy parecida. ¿Cómo gunos de los que, al comienzo del aÒo, tegido de la depresiÛn.
se explica, entonces, que unas religiosas habÌamos considerado resistentes, mani- En un experimento con universitarios
sean mucho más longevas que otras? se confirmÛ el efecto generador de recur-
sos de los sentimientos positivos. Ro-
gamos a los probandos que, a lo largo de
un mes, reflexionaran todos los dÌas quÈ
sentido positivo podrÌan tener los acon-
tecimientos peores, mejores y aparen-
temente inocentes de cada jornada: tan
sÛlo cuatro semanas despuÈs, su capa-
cidad de sobrecarga psÌquica se habÌa
elevado, en comparaciÛn con la de los
testigos.
Quien se siente bien experimenta, en
mayor medida, la ausencia del peligro.
Las emociones positivas cambian a las
personas para mejor, les abren la espe-
ranza hacia el futuro, aumentan la resis-
tencia y refuerzan los vÌnculos sociales.
Ello explica probablemente tambiÈn el
sentido evolutivo de estas exaltaciones
del ·nimo: multiplicaban los recursos
de nuestros ancestros y, por ende, las
posibilidades de supervivencia y de repro-
ducciÛn en las situaciones de conflicto.
Por fin, hallamos una vÌa para medir
el efecto som·tico de las emociones posi-
CORBIS

tivas. Sospech·bamos que los buenos

76 Mente y cerebro 08/2004


sentimientos modificarÌan la respuesta asimismo, la respuesta a la pregunta ini- otro fenÛmeno: quien hoy est· contento,
del organismo a los acontecimientos difÌ- cial: øen quÈ medida fomentan los sen- contribuye mucho a sentirse mejor el dÌa
ciles (estrÈs). El estrÈs se puede regis- timientos positivos la longevidad? Es de maÒana.
trar en el sistema nervioso vegetativo y evidente que inducen algo m·s que un En colaboraciÛn con Thomas Joiner
en el aparato cardiocirculatorio. bienestar pasajero. De su efecto neutra- hemos revisado si, en un estado emo-
Durante nuestros experimentos pre- lizante en las situaciones conflictivas se cional positivo, las mentes abiertas se
sionamos a los probandos para que pre- infiere que pueden reducir el daÒo gene- estimulan de forma recÌproca o se poten-
parasen una charla en tan sÛlo un minuto. rado en el aparato cardiovascular por los cian entre sÌ. En un intervalo de cinco
La charla serÌa grabada en vÌdeo y eva- sentimientos negativos. A ello se suma semanas, aplicamos tests normalizados
luada despuÈs por los dem·s. Esta tarea
agobiante motivÛ la consiguiente angus-
tia, de modo que la frecuencia arterial
se acelerÛ y la presiÛn arterial aumentÛ.
Inmediatamente despuÈs, proyectamos
a cada uno de los probandos una de cua- Con buen humor se piensa mejor
tro pelÌculas. Dos de ellas inducÌan pen-
samientos positivos de exaltaciÛn y con-
THOMAS BRAUN
tento; la tercera dejaba al espectador
bastante indiferente, y la cuarta provo- HUMOR
caba tristeza. Mientras los probandos ?
veÌan la pelÌcula, evaluamos los valores BREA
indicativos del estrÈs.
NOCHE
Alegra el corazón
En efecto, los par·metros de los pro-
bandos que contemplaron una de las dos
pelÌculas alegres, retornaron con m·s La mente de las personas se abre al experimentar sentimientos positivos. Para
rapidez a los valores iniciales que los de el “test visual” de la izquierda, que muestra la percepción del detalle frente a
los voluntarios que vieron una pelÌcula la forma, el probando debe indicar cuál de las dos figuras inferiores guarda
indiferente. Los participantes, a quienes mayor parecido con la superior. La persona que está de buen humor se inclina
proyectamos la pelÌcula triste, fueron por la impresión general y elige el triángulo, como demostración de su ampli-
los que m·s tardaron en recuperarse del tud de mente.
susto. De la misma manera, los probandos que están de buen humor alcanzan resul-
Los sentimientos positivos influyen tados satisfactorios en el test de Mednick de “asociaciones remotas” ( véase el
favorablemente en el agitado aparato ejemplo de la derecha). Es evidente que los buenos sentimientos ensanchan
cardiovascular. Se desconocen los me- nuestro horizonte intelectual y nos permiten resolver con mayor celeridad
canismos cognitivos y fisiolÛgicos que los problemas.
se ocultan tras estos procesos. Se ignora,

Mente y cerebro 08/2004 77


Programas divertidos de televisión para combatir el estrés

TOM DUNNE / AMERICAN SCIENTIST


1. SITUACION
GENERADORA 2. CORTO 3. RESPUESTA
DE ANGUSTIA CINEMATOGRAFICO CARDIOVASCULAR
DIVERSION

FELICIDAD

NEUTRAL

TRISTEZA

0 10 20 30 40 50
TIEMPO (SEGUNDOS)

¿Ayudan los buenos sentimientos a tranquilizarse antes en trados se elevaron. Inmediatamente después, proyectamos
las situaciones de conflicto? Para explorarlo, aplicamos, a una película de carácter alegre, apacible, neutro o triste.
nuestros probandos, cables conectados a aparatos que regis- Simultáneamente, indicamos a los probandos que la tarea
traban la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la perfu- de elaboración del discurso había sido una broma. Los valo-
sión de la mano. Luego, les dejamos un minuto para que res registrados de todos los probandos regresaron hasta las
elaboraran un discurso improvisado, que debía ser grabado cifras iniciales. Sin embargo, los voluntarios que contem-
y evaluado. De acuerdo con lo esperado, los valores regis- plaron las escenas agradables se recuperaron mucho antes.

para comparar el estado de ·nimo y men- reciben la ayuda sienten, a su vez, gra- en la senda para la maduraciÛn y la for-
tal de 138 estudiantes. Este fue el resul- titud; los propios espectadores neutra- taleza interiores es la conciencia.
tado: quienes albergaban pensamientos les pueden, asimismo, alegrarse. Por con-
positivos en el primer estudio continua- siguiente, los buenos pensamientos
ban mayoritariamente asÌ en la segunda generan una reacciÛn en cadena que abre BARBARA L. FREDRICKSON es directora
encuesta y mantenÌan, al mismo tiempo, el ·nimo y la disponibilidad, lo que induce del Laboratorio de Sentimientos Positivos y
una mente abierta. Quienes se habÌan nuevas emociones positivas. Psicofisiología de la Universidad de Michigan.
mostrado abiertos en la primera ocasiÛn, En definitiva, precisamos mÈtodos que (©American Scientist Magazine)
lo hicieron tambiÈn en la segunda y, ade- nos alienten a vivir m·s a menudo este
m·s, tenÌan mayor probabilidad de estar tipo de sentimientos positivos. El humor Bibliografía complementaria
alegres. Las personas que, de ordinario, y la risa parecen, sin duda, la vÌa m·s W HAT G OOD ARE P OSITIVE E MOTIONS IN
se hallan de buen humor alcanzan con directa. Sin embargo, en los momentos CRISES? A PROSPECTIVE STUDY OF RESILIENCE
m·s facilidad una situaciÛn anÌmica posi- difÌciles resulta mucho m·s f·cil decirlo AND E MOTIONS F OLLOWING THE T ERRORIST
tiva y estable. que hacerlo. En consonancia con nues- ATTACKS ON THE UNITED STATES ON SEPTEMBER
Los sentimientos positivos no sÛlo tros experimentos, mi consejo es buscar 11TH, 2001. B. L. Fredrickson et al. en Journal
cambian a la persona, sino que tambiÈn la felicidad en todas las situaciones de la of Personality and Social Psychology, vol. 84,
se contagian. Isen descubriÛ que las per- vida y en las cosas sencillas. Quien quiera págs. 365-376; 2003.
sonas optimistas se muestran m·s dis- descubrir lo bueno de un mundo com- D ER G LÜCKSFAKTOR . WARUM O PTIMISTEN
puestas a colaborar. A la inversa, los plejo y, en parte, represivo, tendr· que LÄNGER LEBEN. M. E. P. Seligman. Ehrenwirth;
actos buenos producen alegrÌa, porque acudir a sus propias fuerzas y a las de Bergisch Gladbach, 2003.
uno se siente orgulloso de ellos. Los que quienes le rodean. Nuestro mayor aliado

78 Mente y cerebro 08/2004


Neuronas
especulares
Lo hagamos nosotros o veamos a otros hacerlo, se activan en nuestro cerebro determinadas neuronas.
¿Les debemos a esas células el don de podernos compenetrar con otros humanos?

Steve J. Ayan activaban sin que el mono moviera un tidaî: cualquier forma de comprensiÛn
solo dedo; bastaba con que viera que interpersonal se basa en que captamos

E
n lo alto de la carpa del circo se otro realizaba la acciÛn. los motivos del movimiento de los dem·s.
balancea un acrÛbata sobre el Los cientÌficos italianos habÌan dado Para lograrlo, los circuitos neuronales
alambre. De pronto, le resbala con un tipo de neuronas, desconocidas simulan subliminalmente las acciones
un pie y, por un segundo, pierde hasta ese momento. Las denominaron completas que observamos. Este reflejo
el equilibrio. A los espectadores se les ìneuronas especularesî. Las caracte- nos lleva a que nos identifiquemos con
corta el aliento y su pulso se acelera, riza que no reaccionan ni al asir sin los otros; actor y observador se hallan
como si fueran ellos los que estaban all· objetivo, ni a sÛlo el objeto que se ha en estados neuronales muy semejantes.
arriba y tuvieran que balancear nervio- de agarrar. SÛlo cuando se ven juntas La suposiciÛn de que el activo ponerse
sos con los brazos. Aunque los especta- ambas cosas (la acciÛn y su objetivo), en lugar de otro es la base de todo inter-
dores no corren ning˙n riesgo, sufren se activan las cÈlulas. SucedÌa como si cambio social tiene una larga tradiciÛn
intensamente. øEn quÈ reside el secreto las cÈlulas representaran el propÛsito filosÛfica. Bajo el concepto de empatÌa
de esta capacidad humana de sintonÌa? ligado al movimiento. Al parecer, los o capacidad de compenetraciÛn, esta
Cuando al principio de los noventa simios estaban en situaciÛn de recono- capacidad humana ha atraÌdo, sobre todo
del siglo pasado, un equipo cientÌfico de cer la intenciÛn de una acciÛn, recapi- desde inicios del siglo XX, a grandes pen-
Parma investigaba el control de movi- tul·ndola internamente. sadores, como Edmund Husserl (l859-
mientos de los simios, no podÌan sospe- 1938), que vio en ella la soluciÛn del
char que darÌan con la respuesta a esa Científicos exultantes problema de la ìintersubjetividadî, la
pregunta. En su afortunado descubrimien- La publicaciÛn de estos resultados de- cuestiÛn de por quÈ podemos, pese a ser
to seminal intervino el azar. PsicÛlogos satÛ en 1996 un entusiasmo desbor- individuos autÛnomos, comprendernos
y filÛsofos siguen debatiendo sobre la dante entre los especialistas. ìEstoy unos a otros.
interpretaciÛn correcta. convencido de que las neuronas espe- La teorÌa de la ìcopia compartidaî
Los neurobiÛlogos del ensayo, diri- culares desempeÒar·n en psicologÌa un representa, pues, la variante moderna
gidos por Giacomo Rizzolatti, habÌan papel semejante al que ha tenido en de un pensamiento antiguo. El trabajo
entrenado a los simios a agarrar objetos biologÌa la descodificaciÛn de la estruc- conjunto de Gallese y Metzinger es, por
concretos, por ejemplo, un tarugo de tura del ADNî, profetizaba Vilayanur tanto, digno de menciÛn, porque en este
madera. Un microelectrodo, implantado Ramachandran. La exultaciÛn se debÌa caso se esfuerzan de consuno investi-
en el cerebro, registraba la actividad a que, por primera vez, se habÌa encon- gadores del cerebro y filÛsofos en son-
elÈctrica de cada una de las neuronas del trado una conexiÛn directa entre per- dear con el pensamiento un descubri-
ìcÛrtex premotorî. En esta regiÛn cere- cepciÛn y acciÛn que prometÌa expli- miento neurocientÌfico. Para ambos, se
bral óy eso era todo lo que sabÌa la cien- car muchos fenÛmenos hasta entonces trata de fundamentar empÌricamente
cia en ese momentoó se planean e ini- inexplicables. reflexiones teÛricas.
cian los movimientos. ìLas neuronas especulares nos posi-
Cierto dÌa en que Rizzolatti ponÌa el bilitan comprender las intenciones de Origen del lenguaje
tarugo al alcance de un mono ya cla- otras personasî, opina Vittorio Gallese, Una observaciÛn empÌrica podrÌa ser la
veado, sucediÛ algo desconcertante: se de la Universidad de Parma y uno de los siguiente: la regiÛn F5 del cÛrtex pre-
disparÛ de repente el aparato de medi- descubridores. Cree que el complejo sis- motor de los primates, en la que se des-
ciÛn. El investigador se sorprendiÛ: øpor tema de tales cÈlulas presta al hombre la cubrÌan por primera vez las neuronas
quÈ se ha disparado la neurona ìpin- capacidad de ponerse en el lugar de otros especulares, corresponde en el cerebro
chadaî, si el animal est· ahÌ sentado sin y de leer sus pensamientos y sentimien- humano al ·rea de Broca, que es com-
moverse? øFallo del aparato? Pero el tos, algo que solemos hacer de continuo petente en el lenguaje o, con mayor pre-
efecto se pudo repetir a voluntad y las y no sÛlo en el circo. cisiÛn, en la producciÛn de sonidos
cÈlulas nerviosas vecinas mostraban el Junto con Thomas Metzinger, Gallese ling¸Ìsticos. Pacientes con daÒos cere-
mismo comportamiento inesperado: se formulÛ la teorÌa de la ìcopia compar- brales, a quienes falla esta zona, no pue-

Mente y cerebro 08/2004 79


1.

SPEKTRUM DER WISSENSCHAFT


UNA AUTORREFLEXION
ENDEMONIADA. Quien se pone en el
lugar del hombre delante del espejo,
descubre la paradoja, o quizá no.

den, en casos extremos, expresar frases


con sentido.
En alg˙n punto en el curso de la his-
toria humana, dicha regiÛn cerebral debe
haber asumido esa funciÛn. Esto hace
suponer que nuestra capacidad ling¸Ìs-
tica podrÌa haberse desarrollado a par-
tir de la imitaciÛn de gestos motores sen-
cillos, como el rechinar de dientes o
arrugar la nariz. Estos gestos se habrÌan
transformado en signos ling¸Ìsticos,
cuando nuestros remotos antepasados
ligaron determinados intentos de acciÛn,
por ejemplo, con ì°Quita de ahÌ, si no te
muerdo!î o ì°No comer, es venenoso!î.
Para entender tales mensajes, el hom-
bre primitivo debiÛ realizar interna-
mente los gestos de su ìinterlocutorî y
deducir de ese modo su sentido. M·s
tarde, se acompaÒarÌan de sonidos arti-
culados, y asÌ naciÛ el primer sistema
abstracto de signos. Con todo, las neu-
ronas especulares no bastan, por sÌ solas,
para explicar este logro cultural; al fin
y al cabo, los monos no son capaces de
intercambiar palabras entre ellos. Pero
esas cÈlulas pudieron constituir una con-
diciÛn fundamental para la adquisiciÛn
del lenguaje humano.
Gallese y Metzinger adujeron m·s
pruebas de su teorÌa; asÌ, los sÌndromes
neuropsicolÛgicos de los pacientes de
ecopraxia y ecolalia. Los afectados con
lesiones cerebrales imitan mec·nica-
mente los movimientos o las expresio-
nes ling¸Ìsticas de las personas de su
entorno. ìAl parecer óexplica Galleseó
puede dejar de funcionar la inhibiciÛn
motora, que, en condiciones normales,
suele impedir que la simulaciÛn interna
lleve a acciones motoras.î
En cambio, en una fase concreta de
la vida aparece ya plena de sentido esta
fusiÛn del ìyoî y el ìt˙î: en la primera
infancia. Lo demostraron los tests de
imitaciÛn de Andrew Meltzoff, de la
Universidad de Washington en Seattle;
los lactantes, pocas horas despuÈs del
nacimiento, imitan la mÌmica de los
adultos: si el padre les saca la lengua,
los reciÈn nacidos lo remedan con cierto
Èxito, por m·s que el crÌo no ha movido
antes los correspondientes m˙sculos de
la cara.
De acuerdo con la teorÌa de la ìcopia
compartidaî a este comportamiento le
corresponde un significado particular:
a travÈs de la imitaciÛn motora arbi-

80 Mente y cerebro 08/2004


2.
A. N. MELTZOFF Y E. FERORELLI

¡BIEN HECHO! Acaba de nacer y el


lactante ya saca la lengua, si se le enseña.
A su edad, la imitación es media vida.

pongan acciones con un objetivo deter-


minado. Al parecer, las configuran por
observaciÛn e imitaciÛn.
øEs la simulaciÛn interna de acciones
y lecturas del pensamiento el fundamento
de nuestro yo? Si fuera asÌ, colocarÌa en
una posiciÛn difÌcil al solipsismo (con-
cepciÛn del ser humano como un ser
racional aislado). Nuestra capacidad
mental empezarÌa a desarrollarse en el
intercambio social.
Pero, øno se sigue de esto que noso-
tros sÛlo comprendemos a nuestros
prÛjimos cuando podemos copiar inter-
namente su comportamiento? ìNo nece-
sariamenteî, opina Gallese. ìAun cuando
no nos podemos representar quÈ es, por
ejemplo, ser ciego, con todo colegimos
quÈ significa. Nos ayudan los concep-
tos abstractos del lenguaje. El resto es
trabajo de la fantasÌa.î
El caso contrario (descubrir propÛsi-
traria, los niÒos ejercitan no sÛlo sus pro- Contra el solipsismo tos allÌ donde no los hay) podrÌa ser igual-
pias posibilidades de expresiÛn, sino Wolfgang Prinz, del Instituto Max Planck mente un efecto secundario del meca-
que empiezan tambiÈn a aprender a cap- de Neurociencias y Ciencias Cognitivas nismo especular. En cualquier caso,
tarse como sujetos agentes. El lactante en M˙nich, considera que esta interpre- nuestro pensamiento est· muy marcado
infiere, por asÌ decir, de la coinciden- taciÛn es plausible. Pero no resulta f·cil por el antropomorfismo que nos guÌa: los
cia de lo percibido con la conducta pro- confirmarla por vÌa experimental. Los perros son ìfielesî, el sol ìsonrÌeî o el
pia, ì°soy como t˙!î. Su autoconcien- datos obtenidos en su laboratorio seÒa- tiempo ìhuyeî; atribuimos por doquier
cia, que empieza a apuntar, se enraÌza, lan, al menos, que los lactantes podrÌan a animales y plantas, a objetos inani-
pues, profundamente en sus reacciones reconocer las intenciones de los otros, mados y a conceptos abstractos cuali-
motoras reflejas. antes incluso de que ellos mismos se pro- dades que nos son propias. Parece que
ayuda a entender el mundo, si lo situa-
mos en una dimensiÛn humana e inter-
pretamos todos los sucesos que acaecen
en Èl como actos de voluntad.
De la teorÌa de la ìcopia compartidaî
se deducen tambiÈn consecuencias pr·c-
ticas. Por ejemplo, parece que algunos
trastornos psÌquicos, que estamos lejos
de comprender hoy, se ven bajo otra luz:
la incapacidad de los autistas de rela-
cionarse con otros humanos podrÌa guar-
dar relaciÛn con un defecto en las neu-
ronas especulares. Sostiene Gallese que
ìes mucho m·s f·cil separar ëyoí y ët˙í
que salvar el abismo entre ambosî.
La investigaciÛn de las neuronas espe-
culares y su funciÛn en el pensamiento
humano est· todavÌa en sus comienzos.
Permite aclarar en quÈ zonas cerebra-
les se sit˙an y cÛmo se conectan con
otras ·reas. De momento, la teorÌa de
Gallese y Metzinger, por fascinante que
SUPERBILD

pueda resultar, pertenece al reino de la


especulaciÛn; hasta que quiz·s un dÌa
la fortuna vuelva a acudir en ayuda de la
3. ¡ESCUCHA, CARIÑO! Es verdad que no pueden hablar, pero en el haz-como-si los ciencia.
orangutanes están muy avanzados.

Mente y cerebro 08/2004 81


Efectos especiales
con vida propia
Los actores de cine temen la competencia que comienzan a plantearles las animaciones inteligentes
elaboradas por ordenador. No deberían inquietarse menos los propios realizadores ante la posibilidad
de ser sustituidos por aplicaciones informáticas

Annette Lessmöllmann sector de la industria. Para la representa- viduo. Detr·s de cada uno de tales agen-
ciÛn de las escenas multitudinarias de El tes se halla una unidad de software, que

M
iles de orcos feroces mar- SeÒor de los Anillos se valieron de su pro- contiene unos 8000 modos de compor-
chan hacia la fortaleza don- grama Massive, abreviaciÛn de ìMulti tamiento. El animador puede combinar-
de se refugian el rey Theo- Agent Simulation System in Virtual los con total flexibilidad, creando asÌ
den y su pueblo. Los arque- Environmentî(sistema de simulaciÛn mul- distintos personajes: un individuo iras-
ros reciben a los agresores con una lluvia tiagente en entornos virtuales). Pero cible reacciona presto al ataque sufrido
de flechas; la avanzadilla cae. AsÌ em- Massive no puede prescindir completa- con movimientos agresivos y exhibiendo
pieza la masacre de la batalla del abismo mente de los actores reales. Con anterio- un estilo antagÛnico al de un agente ate-
de Helm, momento ·lgido de la pelÌcula ridad la firma neozelandesa debÌa dotar morizado programado para elegir la reti-
El SeÒor de los Anillos, basada en la obra a sus entes virtuales de un repertorio de rada como opciÛn preferente. De ese mo-
de J. R. R. Tolkien. movimientos; para ello, se servÌan del do el animador logra dotar, a cada una
La c·mara que sobrevuela la escena sistema de captura de movimientos ìmo- de sus creaciones, de personalidad pro-
filma hasta 80.000 guerreros en acciÛn. capî(de ìMotion Capturingî). pia. En expresiÛn de Rolf Giesen, del Mu-
Proeza cinematogr·fica impensable es- seo de CinematografÌa de BerlÌn, la ani-
casos aÒos atr·s, pues ning˙n productor Jugar al Creador maciÛn se parece un poco a ser como el
podrÌa sufragar semejante derroche de En el SeÒor de los Anillos guerrean varios Creador.
figurantes y material. El director Peter actores de carne y hueso. Con su indu- Massive opera con lÛgica borrosa, cu-
Jackson pudo escenificar la fantasÌa del mentaria ceÒida al cuerpo pelean, seg˙n yos algoritmos de decisiÛn permiten esta-
novelista gracias a tÈcnicas de animaciÛn la escena, unas veces con espadas, otras dos intermedios. En contraposiciÛn a la
inform·tica, avanzadas y ˙nicas, de las con arcos, con la elegancia del elfo o lÛgica binaria, no sÛlo existen ìbuenoî
que dispuso. Tales hordas guerreras sÛlo con la tosquedad del orco. Cada articu- y ìmaloî, ìnegroî y ìblancoî, ìpeligro-
tienen existencia virtual, nacidas de ìinte- laciÛn estaba marcada mediante un soî e ìinofensivoî, sino tambiÈn zonas
ligentesî programas de ordenador y capa- pequeÒo reflector. Un mÌnimo de vein- grises intermedias: ìbastante buenoî o
citadas para planificar y ejecutar, con ticuatro c·maras filmaban la posiciÛn ìun tanto peligrosoî.
plena autonomÌa, diferentes maniobras de los reflectores; de ese modo se regis- Si el enemigo se encuentra delante
bÈlicas. trÛ, para cada tipo de combatiente, los mismo y ya ha desenvainado su espada,
La creaciÛn de mundos artificiales con movimientos caracterÌsticos. El tÈcnico un agente ìm·s bien miedosoî conside-
apariencia real se encuentra integrada, en animaciÛn incorporÛ dichos gestos rar· muy peligrosa la situaciÛn y desa-
desde hace aÒos, en el repertorio de los a las figuras artificiales creadas por or- parecer· en cuanto pueda. Pero si un
cineastas. En un comienzo, esas escenas denador y los mezclÛ por fusiÛn de mo- oponente blande su arma a diez metros
requerÌan un penoso trabajo de compo- vimientos para formar secuencias de de distancia, la percepciÛn es de ìbastan-
siciÛn en el que se invertÌan meses. Desde movimientos, como ìatacar con la espa- te alejadoî y ìpoco peligrosoî, por lo que
entonces se han registrado avances sig- daî o ìretrocederî. el defensor virtual se mantendr· m·s
nificativos. Los expertos en software de- La innovaciÛn del sistema Massive tiempo en su posiciÛn y se concentrar·
sarrollan programas que conducen a ani- reside en la autonomÌa. La acciÛn que quiz·s en otro antagonista.
maciones m·s sencillas y r·pidas. Bajo ejecuta cada personaje virtual, su estilo Una vez ha distribuido todos sus per-
el conjuro de la ìInteligencia Artificialî, de lucha, la velocidad de su ataque o sonajes en el escenario virtual, el crea-
la firma neozelandesa WETA Digital se incluso la elecciÛn de la huida constitu- dor debe retirarse y dejarlos a su arbi-
catapultÛ a posiciones de privilegio en ese yen decisiones emanadas del propio indi- trio, pues Èl ya no puede intervenir.

82 Mente y cerebro 08/2004


CINETEXT

1. LA BATALLA FINAL. Para esta escena los productores de El Señor de los Anillos
Aunque no siempre todo se desarrolle enviaron valientes programas de inteligencia artificial al campo de marte.
seg˙n lo proyectado: en una de las simu-
laciones iniciales de El SeÒor de los
Anillos se vaciÛ repentinamente una parte La animaciÛn por ordenador con In- grama. Pero eso no bastaba para simu-
del campo de batalla porque cientos de teligencia Artificial ahorra tiempo y, por lar movimientos de apariencia real.
orcos habÌan decidido, por su cuenta, lo tanto, dinero. Esas razones sedujeron No es por casualidad que los creadores
buscar enemigos en otro lugar. a Wolfgang Petersen a la hora de perge- de Endorphin procedan del Instituto de
Pese a esta imposibilidad de prever con Òar la espectacular pelea entre griegos ZoologÌa de la Universidad de Oxford,
absoluta certeza el desarrollo de la escena, y troyanos en la pelÌcula Troya. Se ayudÛ si consideramos que este producto de
se defiende que el futuro de la anima- de un programa de software llamado Naturalmotion, compaÒÌa en la que tra-
ciÛn est· en conceder a los actores vir- Endorphin. bajan, tomÛ como modelos patrones de
tuales cierta autonomÌa en la decisiÛn. movimiento reales: los especialistas
Escenas multitudinarias no tienen por Demasiado peligroso virtuales utilizan m˙sculos y huesos vir-
quÈ significar que todos los participan- para especialistas tuales, asÌ como algoritmos de control
tes se comporten igual. Para eso basta- El programa de animaciÛn est· dotado similares a los biolÛgicos. Estas figuras
rÌa multiplicar una figura mediante el de capacidad de aprendizaje y reviste dominan incluso las escenas sobre super-
proceso de ìcopiar y pegarî. En deter- particular interÈs cuando el peligro de ficies oscilantes e inestables, caracterÌs-
minadas escenas de muy corta duraciÛn una escena es tan alto, que la rechazan ticas de los filmes de acciÛn. Cuando un
tal recurso podrÌa funcionar, como en la incluso los ìdoblesî. Endorphin puede individuo de Endorphin aparece en la
pelÌcula de dibujos animados El joro- partir un cuerpo en trozos de una manera escena cimbre·ndose sobre un puente
bado de Notre Dame: en ella el anima- sobrecogedora. øLuchadores decapita- colgante que vibra, apenas si se distin-
dor creÛ la muchedumbre que se apostÛ dos? Nada m·s f·cil. No obstante, la soli- gue de la actuaciÛn de un personaje de
frente a la iglesia generando sÛlo cinco dez del sistema Endorphin se revela en carne y hueso. Adem·s, los agentes virtua-
figuras diferentes y replic·ndolas de otro aspecto: se suprime el complicado les reaccionan en tiempo real: ante empu-
forma arbitraria. y pesado mo-cap, merced a que los re- jones de otro actor responden encajando
Sin embargo, la fuerza de una escena corridos de los movimientos se generan primero el impacto y luego recuperando
de masas se transmite cuando algunos por ordenador. la verticalidad. Resulta, pues, sencillo
participantes elevan su lanza en asin- Los movimientos calculados por com- para el animador simular distintos tipos
cronÌa: unos titubean y hay quien tro- putador aplicados a las tÈcnicas de ani- de caÌdas y peleas en la pantalla. Dispo-
pieza, lo mismo que en la vida real. ìSi maciÛn no constituyen ninguna nove- ne, en resumen, de un sÛlido material de
se tuviera que definir cada uno de los dad. Se trata de un tema harto conocido mo-cap, sin haber tenido que emplear ni
agentes de un conjunto de miles de desde que existen ordenadores de pres- un c·mara; y ˙nicamente debe dotar de
guerreros, se tardarÌa mesesî, declara taciones aceptables a precios asequibles. rostro, piel y vestimenta al muÒeco hasta
Henning Barthel, del Centro alem·n de Antes se recurrÌa a la cinem·tica inversa. ahora sin identidad.
InvestigaciÛn de la Inteligencia Artificial Para calcular una zancada o un giro de La calidad de una animaciÛn se pone
(DFKI) de Kaiserlautern, para poner de un brazo, el animador definÌa los pun- a prueba cuando un actor realiza un salto:
manifiesto los inconvenientes de la ani- tos inicial y final de la acciÛn. El recorri- en el aterrizaje debe notarse el ìpesoî.
maciÛn manual tradicional. do intermedio era calculado por el pro- SÛlo cuando se crea la impresiÛn de que

Mente y cerebro 08/2004 83


biÈn Ûrdenes. Los animadores se comu-
NATURALMOTION

nican luego con los intÈrpretes virtuales


a travÈs de unas interfases verbales. La
meta a la que se tiende es la transmisiÛn
de Ûrdenes en lenguaje natural: ìVe a la
cocina y trae una taza de tÈ.î Los movi-
mientos y pasos intermedios que realiza
el actor virtual para ejecutar la acciÛn
indicada dependen de su arbitrio. Si
un personaje virtual se encuentra con
un obst·culo dentro de su espacio de
ficciÛn, Èl mismo planifica de forma in-
dependiente cÛmo superarlo. Las figu-
ras de Barthels son, por lo tanto, inteli-
gentes y capaces de tomar sus propias
decisiones. La tÈcnica empleada se basa
en los ìsistemas multiagenteî. Un agente
ìreactivoî que realiza sus funciones de
2. EN LA CUERDA FLOJA. El especialista virtual del software Endorphin tiene todavía acuerdo con las prescripciones recibidas
un contorno muy angular. Piel y vestimenta se montan al final. se subsume en otro, quien, en caso de
problemas complejos, se halla capacitado
para valorar distintas alternativas de solu-
ciÛn y despuÈs decidir. Como requiere
ochenta kilogramos de materia viva im- caps generados de manera tradicional, mucho tiempo para ello, necesita que el
pactan contra el suelo y se amortiguan ha logrado el salto en la pelÌcula La agente de nivel inferior le supla en tareas
gracias a la acciÛn de los m˙sculos ade- m·quina del tiempo, una adaptaciÛn de rutinarias.
cuados y el cuerpo se balancea y vibra, la novela de H. G. Wells; allÌ, miles de En el DFKI de Kaiserlautern la in-
se ha logrado la perfecciÛn. No se trata esqueletos humanos se desmoronan gra- vestigaciÛn est· todavÌa lejos de poder
de una tarea sencilla. Pese a ello, o quiz· cias a su mÈtodo de animaciÛn fÌsica. dirigir actores virtuales que lleven a ca-
precisamente por ello, Petros Faloutsos, bo cualquier indicaciÛn del realizador. De
de la Universidad de California en los Leyes físicas de las caídas momento, el estudio se centra en un len-
Angeles, se ha consagrado a la simula- Si el animador da la orden ì°SeÒala con guaje descriptivo simplificado que se uti-
ciÛn de movimientos que ofrezcan la el brazo hacia atr·s!î, la figura tuerce, liza para transmitir Ûrdenes a las figuras.
m·xima apariencia de realismo. Sus mu- con el brazo, la cabeza y el tronco, por- El surco m·s prometedor lo han
Òecos se desenvuelven de acuerdo con que aplica las reglas de la anatomÌa que abierto los matem·ticos Ruqian Lu y
la ley de la gravedad y otros principios rigen el movimiento del cuerpo. Si le si- Songmao Zhang, al introducir mÈtodos
de la fÌsica; tropiezan y caen igual que gue la indicaciÛn ì°Salta!î, queda reser- de inteligencia artificial en la produc-
lo harÌan las personas. vada a su criterio la forma de la caÌda, ciÛn de las pelÌculas. Se proponen la
La propia diferencia entre ir cubierto de impacto o de rodadura. Se introducen automatizaciÛn de principio a fin. En
por una pesada armadura o por una fina como par·metros las leyes que contro- su programa Swan (Cisne) se atiende al
tela se refleja tambiÈn en los c·lculos de lan las caÌdas, los materiales del entorno guiÛn. Con ayuda de determinadas reglas
Faloutsos. Aunque su programa todavÌa y el rozamiento sobre las distintas super- gramaticales se forma, a partir de cuen-
debe ser en parte alimentado por mo- ficies. En resumen, los actores virtuales tos escritos en un sencillo lenguaje narra-
basados en la fÌsica de Faloutsos ame- tivo (ìErase una vez...î), un prontuario
nazan con oponer una dura competencia de indicaciones para la direcciÛn. Frase
3. NO APTO PARA HUESOS
al gremio.
Los ìpersonajes cognitivosî que de-
a frase el programa analiza el texto,
extrae la moral b·sica de la historia
CANSADOS. Las animaciones de Petros sarrolla Henning Barthel, de la compa- (X mata a Y, luego X es malo), identi-
Faloutsos basadas en la física comenzaron ÒÌa Inteligencia Artificial, obedecen tam- fica los protagonistas y los personajes
su andadura cinematográfica en La máquina
del tiempo.

84 Mente y cerebro 08/2004


4. ¿HAS FLIRTEADO HOY?

2003 DIGITALMANKIND
Quien requiera practicar sus técnicas de
seducción verbales puede probar con esta
criatura de inteligencia artificial creada
por el etólogo Karl Grammer.

secundarios e incluso escribe di·logos.


A partir de frases como ì...y celebra-
ron una bodaî se construye una escena
determinando incluso el color y la posi-
ciÛn del mobiliario.
Interviene luego el realizador de Swan:
define la iluminaciÛn, las posiciones de
las c·maras y los distintos movimientos
de los actores virtuales. La base de ello
es un sistema experto con conocimiento
general de su entorno. Esto significa,
por ejemplo, que ìbesar en una bodaî
implica normalmente una expresiÛn de
felicidad en los rostros de los partici-
pantes. A ello se le suma el conocimiento
experto de realizador, guionista, el
c·mara y el especialista en iluminaciÛn.
Para la producciÛn real de la pelÌcu-
la, el programa recurre a un software
gr·fico comercial. Sin embargo, las figu-
ras se animan con la propia inteligencia
artificial. En 1995 apareciÛ en televi-
siÛn un primer producto cinematogr·fico Los dulces de Gretel miedo, odio o sorpresa, cada sentimien-
del proyecto Swan en el que, desde el La tÈcnica narrativa no debe contener sal- to activa un conjunto determinado de
reconocimiento del texto hasta el sis- tos temporales ni incursiones retros- m˙sculos en el rostro. Precisamente es
tema de base de datos, todos los proble- pectivas en el pasado y debe evitar el uso lo que Grammer ha injertado en sus si-
mas planteados fueron gestionados por de elipsis gramaticales para abreviar: el mulaciones.
inteligencia artificial. programa entiende, por ejemplo, ìHan- En consecuencia, el bello personaje de
Pese a lo avanzado del concepto, Swan sel comiÛ un dulce y Gretel comiÛ un los flirteos puede evidenciar su enfado si
se muestra hoy incapaz de superar la dulceî, pero no ì...y Gretel tambiÈnî. oye groserÌas: numerosos estÌmulos nega-
barrera de la interfase con el lenguaje Partiendo de este mÈtodo de produc- tivos refuerzan conexiones en su cerebro
natural. El analizador sint·ctico y lexi- ciÛn la figura humana se antoja super- simulado que conducen a la apariciÛn de
cogr·fico del relato (ìStory Parserî), flua a largo plazo en este contexto, siem- una expresiÛn de enojo en su cara. Recibe,
encargado de gestionar la construcciÛn pre y cuando no se sea muy exigente con por contra, agradecida ocurrentes cum-
de la frase, tiene una capacidad que se los detalles, puesto que uno de los mayo- plidos y, si se es paciente, los premia con
ve sobrepasada con rapidez. Por este res inconvenientes sigue siendo la con- una sonrisa de complicidad.
motivo los dos matem·ticos que crearon secuciÛn de una mÌmica realista. Por ello Originariamente Grammer habÌa crea-
el sistema siguen aliment·ndolo mediante Endorphin, Massive y programas simi- do la figura femenina a fin de estudiar
cuentos procedentes de la cultura china, lares prefieren escenas distantes, no las y extraer modelos sobre el comporta-
concebidos en un lenguaje sumamente tomas de proximidad o primeros planos. miento humano. Sus creaciones hacen
simplificado. La tÈcnica adecuada para realizar con muecas o se encogen de hombros, no
Èxito estas ˙ltimas podrÌa venir de la eto- porque su animador se lo exija, sino por-
logÌa. Karl Grammer, de la Universidad que su ìcerebroî asÌ lo ha ordenado. Pero
de Viena, ha creado un programa de flir- las animaciones de la gran pantalla no
teo consistente en una dama virtual que poseen ninguna inteligencia; de ellas
aparece en la pantalla esperando ser con- no podrÌa extraerse nada que nos aclare
quistada verbalmente. Sus ingredientes el comportamiento humano.
humanos son: guiÒos y parpadeos re-
gulares, cambios en el pie de apoyo, asÌ
como ìrespiraciÛnî, esto es, subidas y
bajadas de la caja tor·cica. Llama la aten- ANNETTE LESSMÖLLMANN es lingüista.
ciÛn la sensaciÛn de realismo generada
por la mÌmica, que se funda en las uni- Bibliografía complementaria
PETROS FALOUTSOS

dades b·sicas de acciÛn. Desarrolladas


AUTOMATIC G ENERATION OF C OMPUTER
por Paul Ekman, esas unidades permi-
ANIMATION. R. Lu y S. Zhang. (=LNAI2160).
ten la representaciÛn de todas las emo-
Springer Verlag; Heidelberg, 2002.
ciones y sentimientos. Ya se trate de

Mente y cerebro 08/2004 85


Los herederos
de Ötzi
A diferencia de lo que les sucedía a nuestros antepasados, no nos acechan peligros mortales.
Sin embargo, nuestro cuerpo se comporta como si todo lo que nos ocurre en el quehacer diario
fuera una cuestión de pura supervivencia

Peter Sandmeyer ha generalizado su campo sem·ntico. Es- øPodr· defender el rebaÒo si atacan?
y Michael Sadre-Chirazi-Stark tresado se predica del que, terminada la øConviene abalanzarse hacia los lobos
jornada laboral, debe hacer la compra en haciendo el mayor estruendo de que sea

÷
tzi se hallaba arrebatado de fu- el supermercado antes de que cierren, de capaz, intentar ahuyentarlos y cruzar con
ria. Sobre las razones de su la profesora que prepara en horario extraes- las ovejas el bosque a paso raudo? øNo
cÛlera caben tantas suposi- colar la funciÛn de fin de curso e incluso ser· mejor encender fuego y esperar al
ciones como ovejas se apris- de quien ha de elegir entre dos tipos de alba? øSe hallan las fieras muy ham-
can en el ÷tztal. Tal vez era Èl un ladrÛn pintura metalizada para el coche nuevo. brientas? øAtacar·n? øSer·n tantas que
de ganado o tal vez perseguÌa a un la- En sentido estricto, el estrÈs constituye sÛlo le quepa encaramarse a un ·rbol?
drÛn de ganado; quiz·s era un ad˙ltero un fenÛmeno central de nuestro tiempo: Mientras cavila, el cuerpo de ÷tzi ha
o quiz· perseguÌa a un ad˙ltero; quiz·s una tensiÛn a la que no sigue ninguna dis- iniciado su programa de supervivencia.
estaba huyendo de sus enemigos o quiz· tensiÛn, un tumulto de sentimientos nega- El cerebro trabaja con frenesÌ, las gl·n-
los perseguÌa. O a lo mejor se trataba tivos que no se dejan asentar, un factor dulas suprarrenales arrojan en segundos
de otra cosa. SÛlo podemos especular de sufrimiento que conduce a nuevos al torrente circulatorio adrenalina y, un
sobre el origen de la punta de flecha sufrimientos: enfermedades cardiocircu- poco m·s tarde, cortisol. El pulso y la
que alguien le clavÛ a ÷tzi por debajo latorias, depresiones o agotamientos. frecuencia respiratoria se aceleran. La
de su hombro derecho. øConociÛ ÷tzi este tipo de estrÈs? sangre afluye a la cabeza y a los m˙scu-
Lo que no ofrece duda alguna es que Parece sumamente improbable. Aunque los. Las reservas de energÌa se activan y
el hombre de los hielos no gozÛ de su su mundo no fue mejor que el nuestro, todo lo que no est· al servicio de la inme-
mejor estado de salud en su postrer aÒo sÌ era distinto. En el suyo el estrÈs cons- diata supervivencia pasa a un segundo
de vida. Cuando la momia, despuÈs de tituÌa un arma en la guerra por la super- plano o se paraliza. Los procesos diges-
5000 aÒos de tranquilidad en el glaciar, vivencia. Y lo nefasto del caso no es que tivos se ralentizan. Desaparecen el ham-
entrÛ en el laboratorio, y se le sometiÛ en los ˙ltimos cinco mil aÒos haya cam- bre y la sed. Se le erizan los pelos a fin
a puntillosos an·lisis, espectroscopias, biado este mecanismo de defensa, sino de producir en el enemigo un efecto
endoscopias y laparoscopias, evidenciÛ, que persista idÈntico. Ûptico de agrandamiento.
con los rastros de fracturas costales, sig- SituÈmonos en una frÌa tarde de sep- Sin embargo, el ataque de los lobos
nos de caries, de congelaciÛn y de infes- tiembre del aÒos 3003 a.C. ÷tzi, que se no se produce de inmediato. DirÌase que
taciÛn helmÌntica. El examen cuidadoso gana la vida como pastor de ovejas, baja prefieren esperar. En este momento el
de las uÒas proporcionÛ, adem·s, prue- con el rebaÒo desde los altos prados hacia cuerpo de ÷tzi levanta una segunda
bas incuestionables de tres enfermeda- su aldea, en el c·lido valle del actual lÌnea defensiva: la respiraciÛn conti-
des graves padecidas en los ˙ltimos cinco Vinschgau. El paso sobre el Similaun ha nuamente acelerada proporciona al cere-
meses de su vida; la peor acaeciÛ un par quedado ya atr·s y ante sus ojos se bro tanto oxÌgeno que le hace estar
de meses previos a su muerte. Un cuadro, extiende la linde del bosque de Schnalstal. hipervigilante. Sus sentidos óla vista
en fin, de una persona estresada. De repente, el tiempo cambia brusca- y el oÌdo, sobre todoó se aguzan; y las
ø÷tzi estresado? øEn la edad de Pie- mente y se forman remolinos de nieve. pupilas dilatadas le permiten al pastor
dra? Nadie objetarÌa que el hombre de En ese preciso momento avista unas som- percibir los movimientos sospechosos
los hielos sufrirÌa calor y frÌo, hambre y bras grises, entre los ·rboles que se sumer- en la oscuridad.
sed, ira y miedo, es decir, una gavilla de gen en el crep˙sculo: °lobos! La sensibilidad dolorosa se mitiga,
dificultades que atentarÌan contra el El organismo de ÷tzi se pone al ins- pero tambiÈn la capacidad defensiva del
equilibrio de sus funciones corporales. tante en estado de alarma y en disposi- sistema inmunitario. Mientras, el cere-
Pero, øestrÈs? En su origen, este tÈrmino, ciÛn defensiva. Su mente empieza a so- bro de ÷tzi introduce los acontecimien-
procedente del vocabulario de la fÌsica, pesar las distintas posibilidades de tos que vive en su banco de datos interno,
significaba ìtensiÛn mec·nicaî. Ahora actuaciÛn: øCu·ntas sombras ha visto? los compara con experiencias pasadas y

86 Mente y cerebro 08/2004


establece una estrategia de defensa: pri-

CORBIS; RECONSTRUCCION DE ÖTZI: ARCHIVO FOTOGRÁFICO DEL MUSEO ARQUEOLOGICO DEL TIROL SUR
mero ahuyentar· a flechazos al lobo que
inicie el ataque, lo que har· que el resto
de la manada se asuste. Y, a continuaciÛn,
preparar· una gran hoguera con la que
mantendr· a distancia a la jaurÌa durante
la noche y llamar· la atenciÛn de otros
pastores que anden por los alrededores.

Relajarse en la edad de Piedra


÷tzi pasa horas en vela, con todos sus
sentidos atentos, listo para la lucha. Por
fin, sus compaÒeros alertados corren en
su ayuda. Juntos se abren paso con sus
ovejas por el bosque y llegan al valle y
a la seguridad. El motor del estrÈs de
÷tzi baja entonces sus revoluciones. Se
sienta frente a un fuego reconfortante y
la respiraciÛn, el pulso y las funciones
digestivas se normalizan. La corteza
suprarrenal reduce la producciÛn de cor-
tisol. El hÌgado y los riÒones metaboli-
zan el exceso de hormonas del estrÈs. El
hombre de la edad de Piedra se relaja,
hasta que vuelva a encontrarse en una
nueva ocasiÛn de peligro mortal. 1. SALTO TEMPORAL. Aunque el ajetreo de las grandes ciudades constituye un
Esta reacciÛn de lucha o huida sigue fenómeno moderno, nuestra reacción ante el mismo apenas se diferencia de la expresada
anclada en nosotros con la misma hon- por nuestros antepasados frente a una bestia salvaje.
dura que en nuestros remotos antepa-
sados. Igual que hace 5000 aÒos, se de-
sarrolla de una forma independiente de Ya en la oficina, aparece el jefe para por este mecanismo carece ahora de fina-
la voluntad (tan alejada como la reac- decirle que la reuniÛn con el departa- lidad, se mueve en el vacÌo y se dirige
ciÛn del sistema inmunitario ante un mento de marketing se adelanta dos dÌas, incluso contra quien debÌa proteger.
episodio de gripe). Todo ataque de cual- lo que implica hora y media extra para
quier agente ìestresanteî dispara la su preparaciÛn. De nuevo se aceleran la Asma, pérdidas auditivas y otros
alarma de supervivencia. frecuencia del pulso y de la respiraciÛn AntaÒo garantÌa de supervivencia, la per-
Pese a que los tiempos se han vuelto y de nuevo la adrenalina y el cortisol sistente reacciÛn de estrÈs produce hoy
m·s civilizados y la vida m·s segura que inundan su organismo. Y otra vez vuelve daÒos en el sistema de equilibrio din·-
en los dÌas de ÷tzi, el n˙mero de los a desatarse el proceso cuando, un poco mico del cuerpo, alostasia, si aceptamos
agentes estresantes se ha multiplicado. m·s tarde, se le cae el ordenador al suelo; el tÈrmino acuÒado por Bruce McEwen,
Ni los lobos, ni los osos, ni los tigres dien- y, asimismo, cuando recibe un correo director del laboratorio de endocrino-
tes de sable representaban para el hom- electrÛnico por el que se le informa sobre logÌa de la Universidad Rockefeller. Con
bre de la edad de la Piedra una amenaza la reestructuraciÛn de su departamento: el transcurso del tiempo, ese sistema
cotidiana. En cambio, los jefes, los for- una consecuencia de la globalizaciÛn defensivo exquisitamente ajustado que
mularios de seguros, las autopistas atas- que repercute de pleno sobre su trabajo, fue en el pasado la reacciÛn de estrÈs se
cadas, los trenes y los aviones con retraso sin que Èl pueda pronunciarse. ha venido trastocando hasta acabar por
sÌ lo son para nosotros. Tigres de papel, a la postre, se dir·. debilitar el organismo en puntos sensi-
Cuando Paco, un descendiente de ÷tzi, La vida de Paco no se encuentra ame- bles. AsÌ, el estrÈs continuado produce
empleado comercial en una urbe espa- nazada de forma directa. Pero su cuerpo un r·pido incremento del colesterol san-
Òola, se dirige por la maÒana al trabajo reacciona ante todos estos agentes de la guÌneo, aumenta la presiÛn arterial y el
en su viejo utilitario por las carreteras misma manera que si estuviera frente a riesgo de arteriosclerosis y de infarto.
atestadas y de repente un ostentoso de- un autÈntico felino. Las hormonas del TambiÈn disminuye, a largo plazo, la
portivo se le adelanta sin respetar la dis- estrÈs vertidas a su torrente sanguÌneo secreciÛn pancre·tica de insulina, con el
tancia reglamentaria, el organismo de le mantienen, durante la noche, tan des- consiguiente riesgo de diabetes. Adem·s,
Paco reacciona de forma idÈntica que el pierto y dispuesto para la lucha como le el estrÈs pone en marcha la producciÛn
de ÷tzi ante los lobos: °alarma! °Pre- mantuvieron a ÷tzi en la montaÒa. Paco de ·cidos g·stricos, apaga la libido, oca-
parados para la defensa! øLucha o huida? intenta recuperar la serenidad perdida, siona impotencia y trastornos de la mens-
El siguiente sobresalto le llega con las con un par de whiskys. Dan las cinco; truaciÛn, afecta al sistema inmunitario,
noticias de la bolsa. Las acciones com- sigue insomne, destrozado. favorece el asma, causa vÈrtigo, dÈficit
pradas, sus ahorros, han caÌdo en picado. El estrÈs se ha convertido en un pro- auditivo y trastornos de la degluciÛn...
Otra nueva seÒal de peligro y amenaza grama sin rumbo. El mecanismo biolÛgico una lista casi interminable.
que su ordenador mental redirige a una de defensa, que a ÷tzi le salvara de los La OrganizaciÛn Mundial de la Salud
serie de unidades que, a su vez, respon- lobos, produce ahora en el organismo de considera el estrÈs uno de los grandes
den con estrategias de defensa que tie- Paco el mismo efecto que las mordeduras riesgos para la salud en el siglo XXI. Ex-
nen milenios de antig¸edad. de un lobo real. Pero la energÌa liberada pertos estadounidenses han establecido

Mente y cerebro 08/2004 87


alegrÌa y la necesidad de armonÌa. Ri-
chard S. Lazarus, de la Universidad de
California en Berkeley, sirviÈndose de
la ìteorÌa transaccional del estrÈsî, descri-
biÛ en los aÒos setenta este mecanismo.
Lo considerÛ un proceso complejo, no
sÛlo condicionado por el entorno, sino
tambiÈn, y de modo determinante, por
la personalidad de cada individuo.

Control sobre la propia vida


Pero la diferencia m·s significativa entre
sujetos poco y muy estresados se revelÛ
en cierto trabajo acometido en el Centro
Internacional de Salud y Sociedad. Alu-
dimos al famoso estudio Whitehall II.
Durante varios aÒos, se investigaron una
serie de factores asociados a la salud, el
trabajo y la vida de 10.000 funcionarios
brit·nicos de mediana edad. El estudio epi-
demiolÛgico descubriÛ que la diferencia
principal, en relaciÛn con la susceptibi-
lidad al estrÈs, no residÌa ni en la heren-
cia ni en la estructura de la personalidad,
sino en un factor psicosocial: cuanto m·s
ARCHIVO FOTOGRAFICO DEL MUSEO ARQUEOLOGICO DEL TIROL SUR; UÑA DEL “HOMBRE DEL HIELO”, SPRINGER (VIENA, NUEVA YORK) 1995 (INSERTO) autÛnoma es la persona, cuanto m·s con-
2. CUERPO CONSERVADO. Según el trol tiene sobre su vida, sus decisiones y
análisis de las uñas (inserto), durante los
su trabajo, tanto menor es su propensiÛn
y externa. El estrÈs es siempre senti- al estrÈs. AhÌ reside la razÛn de que, en
meses previos a su muerte, Ötzi pasó por
miento de estrÈs. De hecho, son los hom- estudios similares llevados a cabo por
al menos tres enfermedades graves. Sufrió bres con gran presiÛn de trabajo, como investigadores del estrÈs en EE.UU.,
también caries y una infestación los gerentes con funciones directivas Suecia e Inglaterra, los directivos y los
helmíntica. Tenía clavada una punta o los corredores de bolsa, los que pade- autÛnomos no se encuentren a la cabeza
de flecha en la espalda. cen raras veces de estos problemas de de la escala de estrÈs. A pesar de sus apre-
salud. Las investigaciones bioquÌmicas tadas agendas y de sus jornadas labora-
lo ratifican. En un estudio realizado con les de 14 horas, se hallan notoriamente
que, en la actualidad, la mitad de todos directivos suecos se comprobÛ que las m·s relajados que los empleados situa-
los dÌas perdidos por enfermedad al aÒo tasas de cortisol óuna hormona de estrÈs dos en los peldaÒos inferiores del esca-
(y eso suma 225 millones) se deben a y que se puede medir en la salivaó caÌan lafÛn laboral. Estos ˙ltimos cumplen jor-
daÒos causados por el estrÈs. r·pidamente hasta alcanzar niveles nor- nadas de sÛlo 8 horas, pero sus tareas, citas,
Pero el estrÈs presenta tambiÈn una cara males al tÈrmino de la jornada laboral. ritmo laboral y distribuciÛn del trabajo
positiva. Los cientÌficos est·n de acuerdo El equipo investigador, dirigido por Tˆ- se encuentran preestablecidos de ante-
en que, en forma dosificada, el estrÈs res Theorell, del Instituto Karolinska de mano y, por otro lado, en raras ocasiones
beneficia al organismo. Quien tiene expe- Estocolmo, extrajo la siguiente conclu- sus esfuerzos se ven recompensados por
riencias apasionantes, todo aquel al que siÛn: mientras que el estrÈs sobrecarga alg˙n tipo de reconocimiento.
se le abren nuevos horizontes, no puede a algunos sujetos, a otros les estimula La regla general parece clara: cuanto
por menos de sufrir alg˙n tipo de exci- positivamente. menor es el control sobre los propios
taciÛn positiva. En lo concerniente a su etiologÌa, se asuntos, cuanto m·s estrecho es el marco
La eliminaciÛn radical del estrÈs no empezÛ por abordar la predisposiciÛn de decisiÛn y cuanto m·s escasas son las
es ni posible ni deseable. ìIncluso quien genÈtica. Alrededor de un tercio de todas gratificaciones, tanto m·s elevado es el
lleva una existencia sin sobresaltos vi- las peculiaridades relacionadas con el grado de estrÈs y de mayor gravedad las
ve estresado por la misma monotonÌaî, control del estrÈs se atribuyen hoy a la consecuencias para la salud. Paco sufre
afirma Sepp Porta, director del Institu- herencia. A este respecto, la propensiÛn un tipo de estrÈs que ÷tzi ni siquiera
to de InvestigaciÛn Aplicada del EstrÈs al estrÈs en las Èpocas tardÌas de la vida habrÌa podido imaginarse. Y su vida corre
en Graz. Las investigaciones a largo parece condicionada tanto por las expe- el peligro de tener un repentino final que
plazo lo confirman: la infrapresiÛn riencias infantiles como por la estructura en la edad de Piedra, a pesar de todos los
resulta, con el tiempo, tan nociva como de la personalidad, es decir, esa doce- riesgos, era impensable. En un estudio
la sobrepresiÛn. na de cualidades que est·n presentes en epidemiolÛgico publicado recientemente
La ciencia se ha venido ocupando, en todas las personas, pero que cada uno de sobre 700 varones infartados se mues-
los ˙ltimos aÒos con especial ahÌnco, del nosotros combina y considera de una tra que las tasa de infartos es significa-
fenÛmeno del estrÈs y sus posibilidades manera distinta. Los sujetos en cuya per- tivamente alta en los sujetos que habÌan
de control, dosificaciÛn y compensa- sonalidad domina la irritabilidad, la hos- sido descendidos en su trabajo en los
ciÛn. Puede ya afirmarse que no existe tilidad y la desconfianza evidencian una aÒos previos, perdiendo asÌ capacidad
ninguna sobrepresiÛn que sea mensura- tendencia mayor al estrÈs que aquellos decisoria. Una fracciÛn de ellos puede
ble de acuerdo con una escala objetiva en los que predomina la sensibilidad, la hallarse genÈticamente predeterminada,

88 Mente y cerebro 08/2004


otra fracciÛn puede haber sufrido una propia vida, asÌ como los de orientaciÛn,
infancia traum·tica y otros pueden tam- autonomÌa y reconocimiento: la atenciÛn
biÈn deber su infarto a ciertos rasgos de al propio cuerpo mediante el ejercicio,
la personalidad; mas, para la mayorÌa de la alimentaciÛn sana y el reposo; la fami-
los casos, resultÛ decisivo el factor psi- lia y los compaÒeros; la red social de los
cosocial. Se trata, adem·s, del ˙nico fac- amigos, las aficiones que practicamos y
tor creado por el hombre y, por tanto, el las sociedades o corporaciones a las que
˙nico influenciable, ya que sobre la pertenecemos; o la realizaciÛn espiritual,
herencia no se puede actuar y los rasgos bien sea a travÈs del recogimiento en la
de la personalidad sÛlo admiten ligeras fe, las experiencias espirituales, la medi-
modificaciones tras mucho esfuerzo. taciÛn o la conversaciÛn y el intercam-
Pero el entorno psicosocial, pese a bio de ideas con aquellos con los que nos
todas las promesas, no se modifica con unen afinidades intelectuales. Este elenco
los consejos y recetas para el control del de experiencias pone en marcha proce-
estrÈs que circulan. Los baÒos calientes, sos psÌquicos que est·n en una compleja
el ejercicio, el entrenamiento autÛgeno interacciÛn ótodavÌa necesitada de ser
o la relajaciÛn muscular progresiva pue- investigadaó con los sistemas nervioso,
den ser beneficiosos y servir de ayuda. inmunitario y hormonal, sobre los que
Pero si la fuente de estrÈs decisiva ori- influye positivamente.
gina un permanente sentimiento de impo- A lo largo de su evoluciÛn y de sus
tencia y de incapacidad, no bastan esas incursiones por las distintas regiones del
medidas. SÛlo importa entonces reco- planeta, el hombre se ha adaptado siem-
brar el control sobre la propia vida. pre a los condicionantes del medio: al

SUPERBILD
Aunque sea en un mundo en cuyo seno frÌo polar y al ardiente calor del desierto,
el espacio para actuaciones autÛnomas a las travesÌas marÌtimas y al pastoreo
se vuelve cada vez m·s limitado.
En numerosos campos se nos ofrecen
en las altas montaÒas. Observamos fas-
cinados los resultados de la adaptaciÛn 4. TAN SOLO UN TIGRE DE PAPEL.
oportunidades de tener experiencias com- del Homo sapiens. La pigmentaciÛn cut·- Desde un punto de vista objetivo,
pensatorias que nos permitan recuperar nea y los tipos de pelo han cambiado, y ninguno de los factores causantes de
el sentimiento de poder sobre nuestra tambiÈn la forma de la nariz y de los estrés constituye una seria amenaza.
ojos. Un proceso de adaptaciÛn que no
ha terminado, pese a no existir lugar por
3. EVOLUCION DE LAS TAREAS explorar. Con una diferencia sustancial,
pues el hombre debe ahora asimilar las
la introducciÛn generalizada de la tÈc-
nica, hizo estragos la ìneurasteniaî, un
DOMESTICAS. El ser humano siempre
condiciones de un entorno que ha sido agotamiento nervioso que alcanzÛ pro-
ha tenido que adaptarse a su entorno, creado por Èl mismo. porciones epidÈmicas (tÈngase en cuenta
ya fuera a fríos extremos o a una sequía En el ˙ltimo tercio del siglo XIX, cuando que el concepto de estrÈs no habÌa apa-
atroz. Hoy se trata de soportar, de la la vida se acelerÛ enormemente a raÌz de recido todavÌa). El estrÈs continuado
forma más sana posible, la presión parece ser un signo de que la especie
profesional y la inseguridad social. humana necesita acometer cambios de
adaptaciÛn y, posiblemente, de una forma
MAURITIUS; TUAREG ANTE PINTURAS RUPESTRES DE LA REGION DESERTICA DE FEZAN, EN LA ZONA NORTE DEL SAHARA

mucho m·s radical que nunca antes.

PETER SANDMEYER es redactor de la revista


Stern. MICHAEL SADRE-CHIRAZI-STARK
dirige el departamento de psiquiatría y psi-
coterapia de la clínica Asclepios de Hamburgo.

Bibliografía complementaria
WARUM ZEBRAS KEINE MIGRÄNE KRIEGEN .
R. M. Sapolsky. Piper; Múnich, 1996.
BIOLOGIE DER ANGST.WIE AUS STRESS GEFÜHLTE
WERDEN . G. Hüther. Vandenhoek &
Ruprecht; Göttingen, 1997.
LEBE GUT! WIE SIE DAS BESTE AUS IHREM LEBEN
MACHEN . M. Csikszentmihalyi. Klett Cotta;
Stuttgart, 1999.
W ENN DIE S EELE S.O.S. FUNKT . M. Stara,
P. Sandmeyer. rororo Sachbuch; Reinbek,
2001.

89
SYLLABUS
De las psicopatías a los
trastornos de la personalidad
Hace un cuarto de siglo, se decidió desechar el término “psicopatía”. Se le sustituyó por la expresión
“trastornos de la personalidad”. Pero no se trata de una mera cuestión terminológica,
sino que ha cambiado también nuestra comprensión de la conducta anormal

Katja Gaschler su apartamento en una barricada infran- que llegue incluso al suicidio, seÒal evi-
queable; o el de esa compaÒera de tra- dente de que estas personas necesitan

L
a historia del mundo la han pro- bajo que se compromete profesional- ayuda terapÈutica.
tagonizado personalidades ex- mente con los m·s dÈbiles, mientras que Los diferentes trastornos de la perso-
tremas. En nuestro pasado m·s en su vida privada se muestra incapaz nalidad abarcan un espectro sumamente
reciente, los ìHitlerî y los ìStalinî, con de mantener relaciones personales esta- amplio. En su caracterizaciÛn oficial
sus sueÒos de dominio, han dejado bles. No es raro que un trastorno de la constituyen el resultado de un siglo de
impreso su sello en el tiempo. La pre- personalidad acabe con alg˙n tipo de debate cientÌfico en torno al comporta-
gunta surge inevitable: øestaban psÌqui- situaciÛn socialmente comprometida o miento insÛlito de los seres humanos.
camente enfermos? De hecho, seg˙n los
criterios psiqui·tricos actuales, en
muchos jefes de estado problem·ticos

AKG BERLIN / NARCISO, MICHELANGELO MERISI, LLAMADO CARAVAGGIO, EN TORNO A 1598/99


podrÌan diagnosticarse uno o incluso
varios ìtrastornos de la personalidadî.
Vamir D. Volcan, de la Universidad de
Virginia, estudiÛ el caso de Slobodan
Milosevic y entrevistÛ a personas que
habÌan conocido al ex-primer ministro
yugoslavo. En su informe final llegaba
a la conclusiÛn siguiente: el tirano de los
Balcanes es reservado, calculador y
egocÈntrico. Pero sobre todo daba la im-
presiÛn, en los tiempos en que desem-
peÒaba su cargo oficial, de hallarse obse-
sionado por ìser el n˙mero unoî, aunque
para ello hubiera de pasar por encima de
un reguero de cad·veres. Volcan lo des-
cribe como una personalidad narcisista
maligna.
Conviene, sin embargo, no dejarse lle-
var por falsas apreciaciones. Los tras-
tornos de la personalidad no equivalen
necesariamente a conducta criminal. En
la mayorÌa de los casos, son los propios
afectados los que sufren las inevitables
consecuencias que conllevan sus formas
de comportamiento y sus sentimientos
inadecuados. Tal sucede, por ejemplo,
con ese excÈntrico vecino que no soporta
la proximidad de los dem·s y transforma

1. AMOR A SI MISMO.
Las personalidades narcisistas se pierden
frecuentemente en fantasías de belleza
o de poder ilimitados.

90 Mente y cerebro 08/2004


ULLSTEINBILD

2. VIOLENTO. Tras perder un partido, los aficionados extremistas descargan su ira


A lo largo de ese intervalo ha ido cam- sobre objetos y personas. Los clínicos no se ponen de acuerdo sobre si este
biando de modo paulatino nuestra forma comportamiento indica ya un trastorno de la personalidad.
de abordar las personalidades anormales.
Sin ir m·s lejos, la propia separaciÛn
entre ìanormalî y ìantisocialî se ha im-
puesto en fecha reciente. Un recorrido por El descontento social de moda. Pero, aunque algunas
la historia puede aclararnos cÛmo se pro- TambiÈn aparece el descontento: ìSi su descripciones recuerdan los trastornos de
dujo ese cambio de perspectiva. novia le besa ardientemente, le dice: ëMe la personalidad actuales, no se trataba
Teofrasto (372-287 a.C.) fue uno de gustarÌa saber si me amas tambiÈn con de poner de relieve rasgos patolÛgicos.
los primeros en ocuparse de los carac- todo tu corazÛn...í Reniega de Zeus, no El concepto de trastorno de la persona-
teres humanos. Este alumno aventajado porque llueva, sino porque llueve dema- lidad se desarrollÛ m·s delante, de forma
de AristÛteles describiÛ treinta tipos de siado tarde. Si encuentra en la calle una concomitante con la transformaciÛn de
car·cter, para cuyo establecimiento le bolsa con dinero, dice: ëDe todas formas, la psiquiatrÌa en una disciplina mÈdica.
sirvieron de modelo los ciudadanos ate- todavÌa no he encontrado ning˙n tesoroí. En el siglo XVIII las prisiones estaban
nienses. Entre ellos numera al carente de Esos problemas relacionales que nos des- abarrotadas. Dado que muchos de los
escr˙pulos, que ìjura a la ligera, tiene cribe Teofrasto en los descontentos internos eran sÛlo enfermos mentales, se
mala reputaciÛn, difama a los podero- recuerdan los sÌntomas de los pacien- decidiÛ trasladar a Èstos a los manico-
sos, de car·cter charlat·n e imp˙dico, tes con un sÌndrome de trastorno de la mios, instituciones reciÈn creadas con ese
capaz de cualquier cosa. Disfruta jug·n- personalidad fronteriza (ìborderlineî). fin. Pero con algunos reclusos la deci-
dosela a los posaderos, a los dueÒos de A propÛsito del desconfiado ócuyos siÛn no resultaba f·cil: aunque con sig-
burdeles y a los recaudadores de impues- rasgos se caracterizarÌan hoy en dÌa como nos de trastornos psÌquicos, habÌan co-
tos y no hay negocio vergonzoso que paranoidesó expone que ìtras mandar metido actos criminales. øEran o no
desconozca..., deja pasar hambre a su a un esclavo a comprar carne, envÌa a un responsables de sus actos? øLes habÌa
madre, se le sorprende cometiendo hur- segundo tras de Èl para que le informe inducido su enfermedad a la comisiÛn
tos y pasa en la c·rcel buena parte de su de cu·nto se ha gastado el primeroî. del delito? No se pudo dirimir la cues-
vida como si fuera su propia casaî. En el siglo XVII se redescubriÛ la doc- tiÛn, carentes entonces los mÈdicos de
Ning˙n psiquiatra considerarÌa hoy en trina de Teofrasto sobre los caracteres. un criterio fundado.
dÌa personalidades antisociales a la gente La realizaciÛn de esbozos caracterolÛ- Para Philippe Pinel, un sujeto era res-
sin escr˙pulos. gicos se convirtiÛ en una especie de juego ponsable penal cuando su razÛn perma-

Mente y cerebro 08/2004 91


la publicaciÛn, a principios del dece-
Resumen nio de los noventa del siglo XIX , de Las
deficiencias psicop·ticas por Julius
August Ludwig Koch, el tÈrmino psi-
El término personalidad remite a un patrón perdurable de experiencia interna copatÌa se convirtiÛ en un concepto
(es decir, de percepción y de pensamiento) y de conducta, peculiar de cada genÈrico para indicar las personalida-
individuo. Los expertos comparten la opinión de que los atributos que deter- des anormales. AsÌ se entiende que la
minan la personalidad son una combinación de caracteres heredados y de reac- octava ediciÛn del manual de Kraepelin,
ciones aprendidas. Los comportamientos, sentimientos y pensamientos infle- aparecida en 1913, contuviera una cla-
xibles que, ya desde la infancia o la juventud, se apartan de las expectativas sificaciÛn de siete tipos principales de
socioculturales constituyen los criterios fundamentales para el diagnóstico de ìpersonalidades psicop·ticasî: irasci-
un trastorno de la personalidad. Los sujetos afectados padecen además alte- bles, inestables, mentirosos, extrava-
raciones psíquicas y tienen dificultades para cumplir su rol social.Aproximadamente
gantes, impulsivos, antisociales y pen-
entre el tres y el diez por ciento del conjunto de la población concuerdan con
dencieros. Las psicopatÌas seguÌan
estos criterios diagnósticos de trastorno de la personalidad.
consider·ndose deficiencias de adap-
taciÛn social.

Una tipología concisa


necÌa intacta y sÛlo tenÌa menoscabadas la idea, enarbolada por Cesare Lombroso Basado en la clasificaciÛn de Kraepe-
las funciones del sentimiento (ìmanie (1835-1909), del ìcriminal natoî. Ambas lin, en los aÒos veinte Kurt Schneider
sans dÈlireî). Con esta distinciÛn, el concepciones cimentaron un rechazo elaborÛ su propio sistema, que dejaba
mÈdico francÈs dio el primer paso para despectivo de la enfermedad mental y de lado numerosas nociones estigmati-
definir los trastornos de la personalidad acabaron proporcionando a los euge- zantes. EstableciÛ la existencia de diez
en conexiÛn con una doctrina patolÛ- nistas, durante el perÌodo nazi, una base formas distintas de personalidades psi-
gica. Esta idea emerge de nuevo en el teÛrica para su nociÛn de ìvida indigna cop·ticas, genuino ìprecedenteî directo
cuadro clÌnico de las ìmonomanÌasî, es- de vivirseî. de los actuales trastornos de la perso-
tablecido por Jean Etienne Esquirol, Emil Kreapelin aceptÛ en un princi- nalidad. Los kraepelinianos antisocia-
quien integrÛ en dicho concepto dife- pio la existencia del ìdelincuente natoî. les pasaron a ser ìinsensiblesî. CarecÌan
rentes tipos de delitos; por ejemplo, la En su famoso Compendio de psiquia- Èstos de sentimientos morales y nor-
cleptomanÌa de los ladrones o la piro- trÌa, lo describe como ìdegeneradoî. En mativos, eran incorregibles y procli-
manÌa de los incendiarios. coherencia con ello, sit˙a su descripciÛn ves al crimen, al par que sobresalÌan por
Una explicaciÛn de los caracteres anor- en el capÌtulo sobre las demencias. Poco una extraordinaria capacidad en la direc-
males que trajo consigo graves con- a poco, sin embargo, fue inclin·ndose ciÛn polÌtica debido a su ìnaturaleza
secuencias provino de la ìteorÌa de la hacia la teorÌa, que empezaba a insi- dura como el aceroî. Junto a este grupo,
degeneraciÛnî, aparecida en la psiquia- nuarse, de la ìinducciÛn constitucionalî. Schneider describiÛ a ìlos explosivosî,
trÌa francesa de la segunda mitad del A tenor de la misma, la predisposiciÛn personas que suelen mostrarse amol-
siglo XIX. BenoÓt August Morel (1809- hereditaria constituÌa un requisito del dables y tranquilos, al tiempo que son
1873), su m·ximo representante, sos- comportamiento desviado, pero el de- f·cilmente irritables, con inclinaciÛn a
tuvo que la conducta criminal se debÌa sarrollo efectivo de un trastorno de la per- la violencia espont·nea y las reaccio-
a las influencias nocivas del medio; una sonalidad estaba determinado por los nes imprevistas. Su relaciÛn con las
vez incorporada, se heredaba en la pro- condicionamientos del ambiente social. personalidades fronterizas es f·cil de
genie. La alteraciÛn irÌa aumentando en Por esos aÒos la nociÛn de ìpsico- reconocer.
gravedad de generaciÛn en generaciÛn patÌaî, muy extendida, se aplicaba sobre La influencia de Schneider llega hasta
hasta conducir a la inevitable extinciÛn todo para designar el conjunto de todas las clasificaciones actuales, pese a que
de la familia. Con esta doctrina enlazÛ las ìalteraciones psÌquicasî. Pero desde Èl considerara siempre su concisa tipo-

Las personalidades psicopáticas de la A a la Z


El manual diagnóstico DSM-IV-TR, norteamericano, establece Esquizotípico: extremada incomodidad en las relaciones ínti-
diez trastornos de la personalidad. Se repiten en lo esencial mas.
hasta el tipo narcisista en la clasificación internacional ICD-10. Fronterizo: inestable vida sentimental y de relación, muy
La división es, hasta cierto punto, artificial. Los síntomas de un impulsivo.
tipo se entrecruzan a menudo con los de otros, lo que origina Histriónico: extremadamente emocional, le gusta llamar la
diagnósticos múltiples. Con todo, a fin de proporcionar una atención.
panorámica del espectro total de estas alteraciones, se señalan Inseguro de sí mismo: permanentemente cohibido, hiper-
a continuación algunos de sus signos más destacables. sensible a las críticas.
Antisocial: menosprecio y agresión de los derechos de los Narcisista: necesidad crónica de admiración de su persona,
demás. poco empático.
Dependiente: apegado, necesitado de cuidados. Obsesivo: perfeccionista, continuamente preocupado por
Esquizoide: distanciado socialmente, expresión emocional el orden y el control.
limitada. Paranoide: desconfiado y suspicaz frente a los otros.

92 Mente y cerebro 08/2004


3. EN EL LIMITE. En muchos de los ï Los angustiados: que comprenden los
INTERFOTO

esquivos (o inseguros de sÌ mismos), los


pacientes histéricos de Sigmund Freud
dependientes y los trastornos de la per-
se podría diagnosticar un trastorno sonalidad obsesivos. Muchos de sus sÌn-
fronterizo de la personalidad; así, en el tomas se asemejan a los que distinguen
caso de Berta Pappenheim (la famosa a los depresivos.
“Anna O”). Su seductor atractivo, por un
lado, y sus rápidos cambios de estado de No es f·cil separar entre sÌ los cua-
ánimo, por otro, sumían frecuentemente
dros clÌnicos de los trastornos. Muy
pocos individuos padecen uno solo;
en la desesperación a su médico Josef
algunos llegan hasta cuatro e incluso
Breuer. m·s. Por otra parte, resulta evidente
que el paso de lo ìnormalî a lo ìpato-
lÛgicoî es difuso y depende de varia-
raciones PsÌquicas (DSM II)î. La ter- bles culturales. Antes de la Segunda
cera versiÛn sÌ encontrÛ su reconoci- Guerra Mundial los psiquiatras repu-
miento mundial, a comienzos de los taban un trastorno la ìpersonalidad in-
aÒos ochenta. fantilî. Ahora el comportamiento in-
En la primera mitad del siglo XX se fantil se ha convertido en un aspecto
habÌa llamado la atenciÛn sobre la per- integrante de la cultura occidental com-
tinencia de abandonar el concepto de pletamente aceptado, del que la tele-
psicopatÌa para designar todas las alte- visiÛn y la publicidad se sirven hasta
raciones de la personalidad y de limi- la saciedad.
tar el uso de esta nociÛn estigmatizante No es, a menudo, tarea sencilla esta-
a los comportamientos agresivos e irres- blecer una frontera nÌtida con otras en-
ponsables. Con este sentido persiste fermedades psiqui·tricas. Los mÈdicos
hoy en el ·mbito ling¸Ìstico anglosa- tienden a interpretar de forma autom·-
logÌa una mera ayuda orientadora sin jÛn. El ìtrastorno psicop·ticoî se man- tica algunos sÌntomas: las ideas para-
·nimo de rigidez, ni exhaustividad. Re- tiene en la ìLey Sobre Salud Mentalî, noides reflejarÌan una esquizofrenia. Pero
comendaba valorar posibles combi- que regula, entre otras, las condiciones diagnosticar errÛneamente como es-
naciones entre los rasgos de tipos dife- para el internamiento forzoso en los quizofrÈnico un paciente fronterizo con
rentes. Adem·s, Schneider se opuso a hospitales psiqui·tricos. En los manua- rasgos paranoides puede acarrear con-
considerar enfermas las personalidades les diagnÛsticos oficiales, por el con- secuencias fatales. Puesto que la psico-
psicop·ticas. Para Èl, las psicopatÌas no trario, este tÈrmino quedÛ arrinconado terapia especial suele aportar buenos
eximÌan de responsabilidad penal, siem- en los aÒos ochenta por el de trastor- resultados en los casos de trastornos fron-
pre y cuando no se les aÒadiera alg˙n tipo nos de la personalidad, mucho menos terizos, el tratamiento de estos pacien-
de demencia o de alteraciones de la cons- estigmatizador. tes con medicamentos contra la esqui-
ciencia. zofrenia est· contraindicado en la
Hasta el final de la Segunda Guerra Fronteras difusas mayorÌa de los casos.
Mundial los intentos de lograr una cla- El ìICD-10î y el ìDSM-IV-TRî son los No puede decirse, adem·s, que los
sificaciÛn unitaria internacional de las prontuarios diagnÛsticos vigentes. Este trastornos fronterizos sean infrecuentes.
alteraciones psÌquicas resultaron estÈ- ˙ltimo divide los trastornos de la perso- Casi uno de cada cinco pacientes psi-
riles. Cuando la OrganizaciÛn Mundial nalidad en tres grupos: qui·tricos estacionarios sufre esta al-
de la Salud publicÛ en 1948 la sexta ï Los excÈntricos: apartado en el que se teraciÛn; de ellos, el ochenta por ciento
versiÛn de la ìClasificaciÛn Inter- encuadran los trastornos de la persona- son mujeres. La proporciÛn del cuadro
nacional de las Enfermedades, Heridas lidad paranoides, esquizoides y esqui- aumenta en caso de padecer drogode-
y Causas de Muerteî (conocida como zotÌpicos. Estos sujetos se comportan de pendencias o trastornos alimentarios, asÌ
ICD, acrÛnimo de ìInternational Classi- forma extraÒa, son desconfiados, social- como en la poblaciÛn reclusa. En la pobla-
fication of Diseases, Injuries, and Causes mente retraÌdos y experimentan algunos ciÛn en general afecta aproximadamente
of Deathî), se incluyÛ en ella una sec- aspectos del entorno de una forma muy a uno de cada cincuenta habitantes, que
ciÛn dedicada a las ìalteraciones psÌ- peculiar. Algunos clÌnicos creen incluso en la mayorÌa de los casos no son cons-
quicas, psiconeurÛticas y alteraciones que estos trastornos de la personalidad cientes de su existencia.
de la personalidadî. No supuso, sin em- pertenecen ya al ·mbito de las esquizo-
bargo, su inmediato reconocimiento frenias.
mundial. ï Los dram·ticos o emocionalmente Bibliografía complementaria
TendrÌa todavÌa que luchar mucho la inestables; abarca este segundo grupo
psiquiatrÌa para hacerse un hueco entre a los que padecen trastornos de la per- P ERSÖNLICHKEITSSTÖRUNGEN . P. Friedler.
las ciencias mÈdicas. Impulsados por sonalidad fronteriza (ìborderlineî), los Editorial Beltz; Weinheim, 1998.
el movimiento antipsiqui·trico que narcisistas, los histriÛnicos y los anti- DIE PERSÖNLICHKEITEN VON ANFÜHRERN UND
tuvo lugar durante los aÒos sesenta y sociales. En el ˙ltimo se incluyen los SOZIOPOLITISCHE P ROZESSE . V. D. Volkan en
setenta, los miembros de la AsociaciÛn trastornos de la personalidad que se PTT, Persönlichkeitsstörungen - Theorie und
Norteamericana de PsiquiatrÌa deci- caracterizan por la realizaciÛn de accio- Therapie, vol. 1, p. 27; 2000.
dieron acometer una reelaboraciÛn crÌ- nes criminales. Los aquÌ mencionados PERSÖNLICHKEITSSTÖRUNGEN. S. C. Herpertz
tica de la segunda ediciÛn del ìManual comparten una conducta sumamente y H. Saß. Georg Thieme; Stuttgart, 2003.
DiagnÛstico y EstadÌstico de las Alte- inestable.

Mente y cerebro 08/2004 93


LIBROS
Escepticismo
T HE R ETURN OF S CEPTICISM . F ROM del razonamiento deductivo no se extraÌa En aguas intermedias se movieron los me-
H OBBES TO D ESCARTES TO B AYLE . conocimiento alguno y no existÌa criterio tÛdicos, partidarios de las ìgeneralidades
Dirigido por Gianni Paganini. Kluwer de garantÌa para decidir si nuestros jui- manifiestasî en medicina. Sexto anudÛ la
Academic Publishers; Dordrecht, 2003. cios eran verdaderos o falsos. No hay cer- tendencia empÌrica al escepticismo pirrÛ-
T HE H ISTORY OF S CEPTICISM . F ROM tezas, sino, a lo m·ximo, opiniones. nico, con su rechazo de las causas y de
SAVONAROLA TO BAYLE, por Richard H. Entre los filÛsofos dogm·ticos, seg˙n otros principios metafÌsicos.
Popkin. Oxford University Press; 2003. los cuales ìpuede conocerse algoî, y los El escepticismo acadÈmico pervive en
acadÈmicos, para quienes ìnada puede el Medievo a travÈs de san AgustÌn. TardÛ

A
sociado hoy al rechazo de cual- ser conocidoî, el escepticismo pirrÛni- m·s en introducirse la doctrina pirrÛnica.
quier confesiÛn religiosa, suele co opta por la vÌa cautelar de la sus- En 1340 se tradujo las Hypotyposes; frag-
ignorarse que el escepticismo fue pensiÛn del juicio. Afirma Enesidemo mentos latinos de Adversus mathematicos
uno de los motores no sÛlo de la teologÌa, (c.100-40 a.C.) que no pueden ofrecerse llegaron bastante despuÈs. Pero la recupe-
sino de todo el pensamiento occidental, pruebas suficientes y adecuadas para raciÛn plena de Sexto se da en el Huma-
haciendo asÌ honor al significado genuino determinar si alcanzamos o no un cono- nismo. Girolamo Savonarola recurre a Èl
de skeptikos, el que inquiere tenaz en su cimiento cabal de las cosas. A partir de para apuntalar, en su defensa de la reli-
b˙squeda de la verdad. A su papel deter- las bases puestas por Arcesilas y Car- giÛn, la necesidad de un criterio de ver-
minante en el origen de la ìnueva cien- nÈades, organizan Enesidemo y su es- dad. Lo mismo har· Erasmo ante el de-
ciaî y la ìnueva filosofÌaî se dedican los cuela una estructura argumental que se safÌo de la Reforma. En 1494 Savonarola
dos libros de cabecera. explicita en conjuntos de tropos o for- ordenÛ a tres frailes de su orden la edi-
La actitud escÈptica nace con el tr·n- mas de llegar a la suspensiÛn del juicio. ciÛn latina de los textos de Sexto EmpÌrico.
sito del mito a la razÛn en el mundo pre- La doctrina pirrÛnica cristaliza con Sexto De los mismos manuscritos se valiÛ
socr·tico. El problema, desde entonces EmpÌrico (c. 200 d.C.) En sus Pyrrho- Gianfrancesco Pico della Mirandola en
recurrente, de la unidad y la multiplici- nianae Hypotyposes (Perfiles del Pirro- su apologÌa del vehemente dominico y en
dad, de la permanencia y el flujo ince- nismo) y, sobre todo, en Adversus mathe- el Examen vanitatis doctrinae gentium
sante, que ParmÈnides y Her·clito resol- maticos somete a la criba escÈptica toda (1520), donde se propone demoler la filo-
vieron de forma contrapuesta, provocÛ la suerte de disciplinas, de la lÛgica a la m˙- sofÌa aristotÈlica. Por su parte, los Protes-
desconfianza en los sentidos y la negaciÛn sica, pasando por la matem·tica, la astro- tantes, al centrar su ruptura en la justifi-
de verdades inmutables. JenÛfanes dio un logÌa y la gram·tica, en el bien enten- caciÛn de las bases del conocimiento,
paso m·s y puso en duda la capacidad de dido de que la suspensiÛn del juicio afecta desencadenaron una crisis no sÛlo reli-
distinguir el conocimiento verdadero del al estatuto epistemolÛgico de tales artes, giosa, sino tambiÈn filosÛfica y cientÌfica.
falso. Con los sofistas y SÛcrates, el escep- sin repercutir en su vertiente pr·ctica. Un Se explica asÌ que, en la presentaciÛn
ticismo se convierte en arma dialÈctica. buen escÈptico puede ser gram·tico, de su impresiÛn latina de las Hypotyposes
RecuÈrdese el aforismo de Èste que se mÈdico, navegante o astrÛnomo. de 1562, Henri Estienne declare que le
recoge en la ApologÌa (ìsÛlo sÈ que no sÈ Sexto EmpÌrico ordena los tropos en mueve a esa tarea su aversiÛn contra la
nadaî) o el de Prot·goras (ìel hombre es conjuntos, cada uno de los cuales ofrece enseÒanza inane de los filÛsofos impÌos
la medida de todas las cosasî, para indi- razones por las que abstenerse ante enun- de su tiempo. Por idÈntica razÛn edita, en
car que cada uno entiende los fenÛmenos ciados cuyo contenido conceptual tras- 1569, Gentian Hervet los Adversus mathe-
a su manera) o la tesis de Gorgias, otro ciende la mera descripciÛn fenomÈnica. maticos. QuedÛ de ese modo preparado
sofista (nada existe y, si existe algo, no Los tropos ponen de manifiesto que a las el terreno para las dos exposiciones m·s
puede ser conocido y, si pudiera ser co- observaciones que respaldan una afir- rigurosas del siglo XVI , firmadas por
nocido, no podrÌa expresarse). maciÛn podemos contraponer observa- Francisco S·nchez y Michel de Montaigne.
Aunque se atribuye a PirrÛn de Elis ciones antagÛnicas. De ese modo, la pos- El autor de Quod nihil scitur (1581)
(c.360-275 a.C.) y su discÌpulo TimÛn tura escÈptica se convertÌa en el antÌdoto perfila su escepticismo a travÈs de un
(c.315-225 a.C.) la iniciaciÛn del movi- contra la enfermedad del dogmatismo. ataque implacable contra la filosofÌa aris-
miento escÈptico, es en el seno de la Sexto era mÈdico. totÈlica. Para mostrar que ni siquiera co-
Academia platÛnica donde encontramos Pero, øno caÌa Èl en contradicciÛn al noce si conoce algo, parte de la episte-
su sistematizaciÛn, gracias a la labor fun- suspender el juicio y diagnosticar y pro- mologÌa del estagirita. Toda ciencia
dante de Arcesilas (c.315-241 a.C.) y nosticar una patologÌa? En ese perÌodo comienza, seg˙n Èste, por las definicio-
CarnÈades (c. 213-129 a.C.). Este escep- helenÌstico pugnaban entre sÌ diversas nes; pero, øquÈ es una definiciÛn? øIndica
ticismo acadÈmico propugna la imposi- escuelas de medicina. Los dogm·ticos ba- la naturaleza del objeto? No. Todas las
bilidad del conocimiento y rechaza que saban su conocimiento en la demostra- definiciones, repone S·nchez, son nomi-
los filÛsofos dogm·ticos alcancen el manÌ- ciÛn racional y concedÌan un papel menor nales, nombres arbitrariamente impuestos
pulo de verdades sobre la naturaleza que a la experiencia. Los empÌricos, adscritos a las cosas. Seg˙n AristÛteles, la ciencia
declaran conseguir con certeza absoluta. al escepticismo acadÈmico en filosofÌa, es la ìdisposiciÛn adquirida a travÈs de
Atenor de su credo, la informaciÛn recibi- profesaban una medicina apoyada en la la demostraciÛnî. Pero el silogismo cae,
da por los sentidos carecÌa de fiabilidad, observaciÛn, las ìhistoriasî y la analogÌa. para el hispanoluso, en un cÌrculo vicioso,

94 Mente y cerebro 08/2004


que no aporta nueva informaciÛn. La losophie sont de grand usage dans les

STAN ROWIN
ciencia no es, pues, certeza adquirida por sciences elimina incluso la posibilidad
definiciones ni por el estudio de las cau- de la investigaciÛn cientÌfica.
sas. Si el verdadero conocimiento estri- Gassendi, teÛlogo de formaciÛn y uno
bara en descubrir sus causas, nunca se de los puntales de la filosofÌa y la ciencia
conocerÌa nada. La b˙squeda de las cau- modernas, dedicÛ la ˙ltima etapa de su vida
sas serÌa una inquisiciÛn ad infnitum, en a la enseÒanza de la matem·tica. (MuriÛ
que uno deberÌa conocer la causa de la en 1655.) Aunque desgrana su antiesco-
causa, etcÈtera. Para S·nchez, el mÈtodo lasticismo en las Exercitationes parado-
cientÌfico, asÌ lo llamÛ, consiste en una xicae adversus Aristoteles, encontraba
investigaciÛn empÌrica, paciente y valo- tambiÈn insatisfactorio el talante nega-
rativa de los fenÛmenos. tivo del escepticismo humanista, espe-
El neopirronismo de Montaigne se cialmente por lo que se refiere a la nueva
expresa en su Apologie de Raymond ciencia. EludiÛ el dilema con su formu-
Sebond, redactado en torno a 1575. Bajo laciÛn hipotÈtica, provisional, del ato-
la divisa ìque sais-je?î, arremete contra mismo. AducÌa que los principios y las defi-
el supuesto de que el hombre puede, por niciones sÛlo pueden alcanzarse a travÈs
sus propias fuerzas, comprender el cos- de la experiencia; de Èsta, sin embargo,
mos. Vano empeÒo. No es m·s que una no podemos inferir enunciados generales
criatura tosca, cegada por el orgullo. Las por la sencilla razÛn de que siempre puede
denominadas facultades exclusivas de la aparecer un contraejemplo. En su escep-
racionalidad no son otra cosa que unas ticismo constructivo, Gassendi extendiÛ
formas peculiares de la conducta animal. el conocimiento humano mediante el exa-
Montaigne contrapone la magnificencia men cuidadoso de la naturaleza, reflejado Grabado de Giuseppe Cesari que aparece en
del pirronismo a las disputas sin cuento en sus importantes contribuciones a la la Iconologia de Cesare Ripa, edición de 1603.
entre las escuelas. En cada uno de los cam- astronomÌa, geologÌa y fisiologÌa.
pos del saber encontrÛ filÛsofos que ter- Para su antagonista RenÈ Descartes,
minaron por confesar su ignorancia o su en cambio, el escepticismo se reducÌa a los fenÛmenos percibidos, a los que llama
incapacidad para llegar a conclusiones un obst·culo epistemolÛgico que habÌa ideas, y llega a la conclusiÛn de que hay
definitivas. Incluso en el dominio de la que superar a la luz de la certeza cientÌ- zonas importantes del conocimiento de
lÛgica, paradojas como la del mentiroso fica y metafÌsica. Al aplicar el mÈtodo las que no podemos adquirir certeza.
minan nuestra confianza. Nuestras facul- escÈptico de cuestionar toda afirmaciÛn El escepticismo cientÌfico espaÒol gira
tades cambian con nuestro estado de que pudiera en potencia ser falsa (por en torno a la figura de MartÌn MartÌnez
·nimo; lo que creemos verdadero un mo- culpa de ilusiones u otros engaÒos), uno (1684-1734). Se inscribe Èste en la tra-
mento, lo vemos falso en otro. descubrirÌa una verdad genuinamente diciÛn de mÈdicos escÈpticos cuyo uso de
Justificada la postura escÈptica ante indudable: ìpienso, luego existoî. A par- los tropos minaba los cimientos de la filo-
la astrologÌa, la alquimia o la brujerÌa, tir de esta verdad se llegaba a un crite- sofÌa aristotÈlica y la medicina galenis-
resulta sorprendente su extensiÛn a otras rio firme de conocimiento: cualquier ta. A modo de propedÈutica de la techne
ciencias. Con respecto a la matem·tica, cosa que pudiera concebirse de forma mÈdica, el escepticismo servÌa para man-
la atmÛsfera escÈptica de comienzos del clara y distinta era verdadera. Mediante tenerse inmune a las disputas de escuela.
siglo XVII alcanzÛ tales proporciones, este criterio se establece la existencia de La anatomÌa de MartÌnez despertÛ la
que obligÛ a una fuerte reacciÛn de de- Dios, que no es mendaz y garantiza nues- atenciÛn de Albrecht von Haller. Por lo
fensa. Wilhelm Languis sale al paso de tras ideas claras y distintas, y la existencia que aquÌ respecta, su Medicina Sceptica,
las certezas geomÈtricas, al tiempo que de un mundo externo que puede cono- dividida en dos tomos, constituye un ata-
Marin Mersenne demostraba, en su VÈritÈ cerse a travÈs de la fÌsica. que contra la medicina tradicional en
des Sciences, el inmenso n˙mero de ver- Thomas Hobbes, aunque aborda la duda forma de un di·logo entre un galenista,
dades matem·ticas. Sin embargo, el escÈptica, no puede considerarse un escÈp- un quÌmico (paracelsista o boyleano) y un
escepticismo arraigÛ en el cÌrculo de los tico en sentido estricto. Cierto es que reco- hipocr·tico o escÈptico (que representa
libertins Èrudits, que gozaron del patro- noce las falacias de los sentidos en el su pensamiento). A ellos debe aÒadirse
nazgo de Richelieu y Mazzarin y de los comienzo de sus Elements. Y otorga a su Philosophia Sceptica. Expone que
que cabe recordar, entre muchos, a Èstos el papel inicial e indispensable del conocer es saber dudar. El escÈptico no
FranÁois de la Mothe Le Vayer y Pierre conocimiento. M·s a˙n, reduce todo cono- niega las verdades matem·ticas, pero
Gassendi. Conocido por el doble epÌteto cimiento a imaginaciÛn. En la propia debe admitirse que el n˙mero y la figura
de ìcristiano escÈpticoî y ìateo epic˙- Inglaterra de la RestauraciÛn el escepti- son meras abstracciones, que las mate-
reoî, La Mothe se pregunta en Opuscule cismo tuvo otras expresiones m·s sÛlidas, m·ticas no se demuestran por causas,
ou Petit TraitÈ Sceptique sur cette FaÁon asÌ Robert Boyle. En su The Sceptical sino por hipÛtesis. El propio principio
de Parler si realmente conocemos algo, Chymist (1659) contrapone a las tesis aris- de no contradicciÛn es una verdad meta-
puesto que ni siquiera lo m·s obvio, totÈlica y paracelsista su teorÌa probabi- fÌsica, indemostrable, no una verdad
como el sol, se entiende. Tal vez dispon- lista de las propiedades de los cuerpos. fÌsica. En la misma onda, el entimema
gamos de medios para buscar la verdad, Significativamente, en la obra, escrita en de Descartes ìpienso, luego existoî no
pero carecemos de medios para recono- forma de di·logo, CarnÈades es el porta- constituye ninguna demostraciÛn: no
cerla. Sin sentidos fiables y sin criterio voz de Boyle. Desde el punto de vista indica quÈ sea pensar o cu·l sea el ins-
de verdad, dejamos a nuestra imaginaciÛn filosÛfico el escepticismo inglÈs tiene en trumento del pensamiento. SÛlo hay apa-
juzgar las apariencias. En el Discours John Locke su principal representante. riencia, opiniÛn y verosimilitud.
pour montrer que les Doutes de la Phi- A la manera de los pirrÛnicos, parte de LUIS ALONSO

Mente y cerebro 08/2004 95


ENSAYO FILOSÓFICO
La certeza absoluta
E
l pensamiento occidental ha osci- sar y, sobre todo, por el uso del lenguaje problema: a quÈ llamar significado del
lado entre la convicciÛn en un ordinario, lleno de vaguedades. juicio. Y aquÌ interviene la posiciÛn ob-
conocimiento cierto y la acepta- Y Frege crea una lÛgica suficiente- jetivista de Frege: el significado del jui-
ciÛn de un relativismo que admite un mente rica que posibilite la fineza de cio es la verdad o la falsedad. Si se enun-
conocer cambiante. En la balanza y en pensamiento para expresar los conteni- cia un juicio, se quiere que sea verdadero
uno de sus platillos, Descartes acepta la dos del pensamiento puro. En la lÛgica y, para ello, el argumento ha de tener un
duda metÛdica para rechazar a los escÈp- formal se fundamenta la objetividad del referente adecuado. La lÛgica formal,
ticos y lograr un conocimiento cierto, fun- saber, se tiene la certeza absoluta. apoyada en la conceptografÌa, el juicio
damentado en la razÛn. Desde la razÛn Tras unos Fundamentos de la Arit- y la forma F(x), conduce a Frege a pro-
se dirigen las preguntas a la naturaleza mÈtica (1884), las Leyes de la AritmÈ- blemas b·sicos de ontologÌa y, espe-
para saber las leyes que la rigen; se inven- tica (1893, 1903) donde las verdades arit- cialmente, de filosofÌa del lenguaje.
tan y diseÒan artefactos que el artesano mÈticas son verdades lÛgico-formales. Hay cara y cruz en la gran obra de Fre-
construye en beneficio de los individuos. Fundamento lÛgico de la aritmÈtica que ge. En el lado de la gloria, ser uno de los
Ese conocer cierto tiene su realizaciÛn fundamenta la matem·tica, el conocer cien- creadores de la lÛgica formal con la
en el conocimiento cientÌfico, apoyado en tÌfico. Intento de una ambiciÛn absoluta. misma talla que AristÛteles, y tambiÈn
la matem·tica. uno de los iniciadores de la filosofÌa del
En el otro platillo, los escÈpticos man- lenguaje. LÛgica y filosofÌa del lenguaje
tienen que no hay la verdad. Las teorÌas claves para el pensamiento occidental
cientÌficas se limitan a ìsalvar los fenÛ- del siglo XX, que hasta ha tenido su ìgiro
menosî. El cientÌfico no pregunta por la ling¸Ìsticoî.
esencia de los fenÛmenos. Acepta el vere- En la cruz, abandono de su simbolis-
dicto que Du Boys-Reymond lanzÛ en mo demasiado revolucionario y opuesto,
1876: Ignoramus, ignorabimus. hoy dÌa, al uso del ordenador, que exige
Gottlob Frege (1848-1925) abraza el la introducciÛn y manejo de datos dis-
platillo cartesiano de la fe en el conoci- cretos, en secuencia ordinal. En la lÛgica
miento racional, que da la certeza abso- se han criticado sus leyes b·sicas, se han
luta. Un pensador ha de establecer la cer- elaborado lÛgicas ìno-cl·sicasî al estilo
teza acompaÒada del rigor, que forman de las geometrÌas no-euclÌdeas... Pero,
el corazÛn de la civilizaciÛn occidental. especialmente, est· el fracaso en su in-
Como matem·tico, encuentra que si tento de fundamentar la aritmÈtica y, con
el saber ha seguido el seguro camino de ella, el conocimiento cientÌfico. Fracaso
la ciencia es porque se ha apoyado en la que reconociÛ tras la apariciÛn de para-
matem·tica. Sin embargo, hay proble- dojas en su sistema. Reconocimiento que
mas en esta disciplina. Se han construido muestra una honestidad que le honra.
geometrÌas no-euclÌdeas y algunos quie- No por ello retrocediÛ en su convicciÛn
ren averiguar cu·l es la adecuada, no la Frege crea una ConceptografÌa, sim- profunda: la seguridad de un fundamento
verdadera geometrÌa del espacio. Frege bolismo especial apoyado en el ideo- cierto para la matem·tica, para el cono-
escribe: ìUna vez estuvimos persiguien- grama geomÈtrico lineal que obliga a cimiento. Y apoyÛ esa certeza en tres fuen-
do una ciencia que llamamos Alquimia, escribir los enlaces entre los juicios y, tes: la experiencia sensorial, la lÛgica y una
pero cuando reconocimos que esta lla- sobre todo, las demostraciones, en ver- apoyatura en lo geomÈtrico temporal.
mada ciencia era un tremendo error, la tical y de manera compacta donde las Es esta convicciÛn lo que se presenta
eliminamos de los dominios de la cien- lÌneas geomÈtricas van, todas, enlazadas como convicciÛn equivocada. La certe-
cia... Ahora la cuestiÛn es si expulsamos entre sÌ. Forma de escritura contraria a za absoluta quiz· sea v·lida en terrenos
a la geometrÌa euclÌdea o a la no euclÌ- la tradiciÛn occidental. como los simbÛlicos, pero es dudoso que
dea al igual que a la Alquimia y la As- Si la conceptografÌa se libra de las se tenga en el campo de la razÛn. No hay
trologÌaî. CuestiÛn tan retÛrica como la trampas del lenguaje ordinario, tambiÈn que olvidar que Frege creÛ una lÛgica
duda metÛdica cartesiana; basta aplicar de las reglas de la gram·tica tradicional nueva para materializar su sueÒo porque
una ley como la del tercero excluido: si adoptadas por la lÛgica desde los tiem- no todo est· dado, ni siquiera la lÛgica.
la geometrÌa euclÌdea es verdadera, la pos de su creador, AristÛteles. El pen- La b˙squeda de la certeza absoluta ha
no-euclÌdea es falsa. Naturalmente, la samiento matem·tico ha hecho ver que de continuar, afortunadamente.
˙nica geometrÌa verdadera es la euclÌ- son las funciones que ligan los elemen-
dea por lo cual... tos de diferentes extensiones de con-
Adem·s, los matem·ticos se apoyan en ceptos lo que importa. La clave es el jui-
la intuiciÛn, no definen, se saltan los pasos cio de la forma funciÛn-argumento, o JAVIER DE LORENZO, autor de numerosos
en las demostraciones. Los matem·ticos concepto-objeto. libros sobre filosofía e historia de la mate-
son responsables de la pÈrdida de rigor por- La lÛgica formal fregeana supone una mática, ocupa la cátedra de filosofía de la
que no siguen las reglas formales del pen- ontologÌa diferente de la cl·sica. Con un ciencia de la Universidad de Valladolid.

96 Mente y cerebro 08/2004

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