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Nº 8/2004
6,5€
cerebro
Paradoja
00008
del samaritano
3er trimestre 2004
9 771695 088703
SUMARIO Julio de 2004
Nº 8
26 Medicación y psicoterapia
Manfred E. Beutel y Steve Klimchak
Médicos y psicólogos discrepan sobre
el tratamiento correcto de los trastornos
mentales. Los primeros tienen el cerebro
enfermo en su punto de mira; los conflictos
anímicos, los segundos.
79 Neuronas especulares
Steve J. Ayan
Lo hagamos nosotros o veamos a
otros hacerlo, se activan en
nuestro cerebro determinadas
neuronas. ¿Les debemos a esas
células el don de podernos
compenetrar con otros humanos?
SECCIONES
ENCEFALOSCOPIO MENTE, CEREBRO Y SOCIEDAD
5
Serotonina y comportamiento. Las hondas raíces de
la adicción. Imaginación y ciencia. Sonidos del silen-
cio. Voces femeninas. Percepción relativa del tiempo.
43 Dependencia alcohólica. Mesencéfalo y orienta-
ción animal. Genética de la inteligencia. Inteligencia
artificial: aprendizaje mecánico.
El secreto revelado de la sinapsis. Y los misterios
no resueltos de las células madre adultas. SYLLABUS
RETROSPECTIVA
90 De las psicopatías a los trastornos
de la personalidad
ENTREVISTA LIBROS
40 94
Ernst Pöppel:
“Todos podemos envejecer con dignidad” Escepticismo
42 George Bonanno:
la fuerza terapéutica de la represión 96 Gottlob Frege:
La certeza absoluta.
DIRECTOR GENERAL COLABORADORES DE ESTE NUMERO
JosÈ M.™ Valderas Gallardo ASESORAMIENTO Y TRADUCCI”N:
DIRECTORA FINANCIERA
J. VILARDELL: Encefaloscopio; I. NADAL: La paradoja del samaritano,
Pilar Bronchal Garfella
Los prejuicios, Neuronas especulares; ANGEL GONZ¡LEZ DE PABLO:
EDICIONES MedicaciÛn y psicoterapia, Naturaleza de los sueÒos, Los herederos de
Juan Pedro Campos GÛmez ÷tzi, Syllabus; JUAN AYUSO: InvestigaciÛn sobre el humor, Perfiles,
Laia Torres Casas GenÈtica de la inteligencia; IGNACIO NAVASCU…S: Entrevista, Inteligencia
Artificial: aprendizaje mec·nico, Niebla opaca y manchas ciegas,
PRODUCCI”N
Secuelas de las guerras civiles, El poder de los buenos sentimientos;
M.a Cruz Iglesias CapÛn STEPHAN POHL: MesencÈfalo y orientaciÛn animal; F. ASENSI: El yo de-
Bernat Peso Infante sarraigado; ALEX SANTATALA: Efectos especiales con vida propia.
SECRETARÕA
PurificaciÛn Mayoral MartÌnez
ADMINISTRACI”N
Victoria AndrÈs Laiglesia
SUSCRIPCIONES
ConcepciÛn Orenes Delgado
Olga Blanco Romero
EDITA
Prensa CientÌfica, S. A. Muntaner, 339 pral. 1.a
08021 Barcelona (EspaÒa)
TelÈfono 934 143 344 Telefax 934 145 413
www.investigacionyciencia.es
Vocablos no pronunciados: Un programa informático y unos sensores situados cerca de las cuerdas
vocales y la mandíbula pueden captar “palabras” articuladas en silencio.
José María López Piñero ìcon un sentimiento de gratitudî, com- de ideologÌa nihilista que despuÈs pesÛ
parando la docencia que en Èl se daba decisivamente en su trayectoria cien-
P
avlov naciÛ en Riaz·n, capital del con la cerrada y autoritaria que se impar- tÌfica.
distrito del mismo nombre en la tÌa en las instituciones p˙blicas. Junto a En 1870 ingresÛ en la secciÛn de his-
Rusia central. Su padre era el sacer- sus compaÒeros, figurÛ entre los nume- toria natural de la facultad de ciencias
dote ortodoxo Piotr Dimitrievich Pavlov, rosos jÛvenes influidos por el nihilismo de la Universidad de San Petersburgo.
lo que explica que su formaciÛn inicial, polÌtico de Dimitri Ivanovich Pisarev y ìEra una Època brillante de la facultad
hasta cumplir los veinte aÒos, discurriera leyÛ tambiÈn entonces el folleto Los ódijo en su AutobiografÌaó. TenÌamos
en una escuela de la iglesia y luego en reflejos del cerebro (1863) de Ivan profesores con una gran autoridad cien-
el seminario local, donde tuvo un am- Mijailovich Sechenov, neurofisiÛlogo tÌfica y excelentes cualidades did·cti-
biente de libertad intelectual, frente a lo
que pudiera pensarse de antemano. En
su AutobiografÌa lo recordarÌa despuÈs
1. PAVLOV Y SUS COLABORADORES demostrando los reflejos condicionados.
Francisco Javier Labrador que provoca un deterioro grave de las Porcentajes que en la poblaciÛn adoles-
y Ana Fernández-Alba relaciones familiares, sociales, labora- cente tienden a incrementarse. Estas cifras
øQ
les o de otras ·reas importantes para la son similares a las registradas en Estados
uiÈn no ha comprado un persona. Toda su vida est· pendiente y Unidos, Canad·, Alemania o Inglaterra,
dÈcimo de loterÌa, ha echa- determinada por el juego, hasta el punto que disponen de una legislaciÛn de los
do unas monedas en una de que, si no dispone de recursos para juegos de azar similar a la nuestra.
m·quina tragaperras o ha jugar, podr· llegar, incluso, a cometer
apostado a la loterÌa primitiva cuando hay actos delictivos para procurarse los me- Evolución de la conducta de juego
un bote millonario? Resulta f·cil enten- dios necesarios. Inicialmente, la persona puede acercase
der que, en un momento dado o, inclu- Los estudios epidemiolÛgicos reali- a los juegos de azar para divertirse o por
so, de forma regular, se intente buscar zados en EspaÒa estiman que en la pobla- curiosidad, o incluso con el objetivo de
la suerte o la fortuna en el azar, a travÈs ciÛn mayor de dieciocho aÒos hay apro- ganar dinero de forma f·cil y r·pida. Si
de un n˙mero de loterÌa, de las frutas de ximadamente un 2,5 % de jugadores realmente obtiene premios o el juego le
una m·quina tragaperras, de un cartÛn problema, a quienes el juego ya les causa proporciona otro tipo de gratificaciÛn,
de bingo o de la bolita que rueda en la ciertas dificultades, aunque en menor no exclusivamente econÛmica, es m·s
ruleta. Pero cuesta m·s comprender por grado que a los jugadores patolÛgicos, probable que su implicaciÛn en esta acti-
quÈ algunas personas siguen apostando cuya prevalencia se estima en un 1,5 %. vidad se intensifique, comenzando asÌ a
en estos juegos de azar, a pesar de haber
dedicado dinero y tiempo suficientes
como para constatar que lo razonable
serÌa renunciar a tratar de ganar o recu-
perar las pÈrdidas.
Los juegos de azar constituyen una
¿Cara o cruz?
posibilidad m·s de entretenimiento.
Participar en juegos de azar, como con- Imagínese el lector que está apostan- resultado:
sumir alcohol, es una actividad que en do si, al lanzar la moneda al aire, sal-
drá cara (C) o cruz (+). — C, C, +, +, C, C
cantidades adecuadas puede resultar posi-
tiva y servir de entretenimiento, pero en
Primera situación: se ha lanzado la ¿Qué apostaría en el siguiente lanza-
cantidades excesivas se acaba convirtien- moneda 4 veces, con el siguiente resul- miento?
do en un serio problema. No obstante, aun- tado: a) cara
que dista de estar clara la barrera entre b) cruz
estos dos extremos, lo cierto es que acom- — C, C, C, C Intente justificar su elección.
paÒando a estos juegos siempre han apa-
recido efectos negativos, que comportan ¿Cuál sería su apuesta en el siguiente Consideración: no hay ninguna jus-
sufrimiento personal y alarma social. lanzamiento? tificación probabilística para elegir una
El problema m·s evidente y llamativo a) cara u otra opción. Nada permite predecir
es la pÈrdida de bienes econÛmicos, la b) cruz el resultado. Cada vez que se lanza la
ruina incluso. Sin embargo, el eje nuclear ¿Por qué?, justifique su elección. moneda hay un 50 % de probabilida-
de este trastorno consiste en que el juego des para cada alternativa, con indepen-
se convierte en el centro de la vida del Segunda situación: se ha lanzando dencia de los resultados de las juga-
ludÛpata, un comportamiento de juego la moneda 6 veces, con el siguiente das anteriores.
desadaptativo, persistente y recurrente
12. AL NO TRATARSE DIRECTAMENTE LOS ERRORES cognitivos de los jugadores, INNER VISION.AN EXPLORATION OF ART AND
BRAIN. S. Zeki. Oxford University Press,
el cambio en la atribución de los resultados del juego, aunque se produce en la 1999.
dirección adecuada, no es significativo.
Ernst Fehr gen de toda la vida social no residÌa en beneficiarÌa tambiÈn a la comunidad. En
y Suzann-Viola Renninger la virtud, sino en el vicio privado. el Fausto Goethe puso en boca de
MefistÛfeles: ìEs parte de toda acciÛn
S
in cooperaciÛn no funciona nada. Quijotes ilusos querer siempre lo malo y lograr siempre
Ni en la familia ni en el cÌrculo Mandeville tildÛ de lisonja a tontos inge- lo buenoî.
de amigos; menos a˙n, en la vida nuos el discurso, habitual en aquella Trescientos aÒos despuÈs de Mande-
profesional, la circulaciÛn via- Època, sobre los nobles motivos. Mora- ville, siguen siendo actuales las cues-
ria o la polÌtica. Los padres confÌan en lidad y bien com˙n óse mofabaó se fun- tiones que entonces se plantearon y
sus hijos, los peatones en los ciclistas, damentan tan sÛlo en el egoÌsmo indi- contin˙an ocupando a psicÛlogos, sociÛ-
los gobernantes en sus aliados. Hasta el vidual, pues, al fin y al cabo, no hay logos, economistas y cientÌficos. Mientras
ìpadrino mafiosoî necesita socios fia- ìnada tan universalmente autÈntico so- economistas y sociÛlogos habÌan deli-
bles, pues de lo contrario pronto se encon- bre la faz de la Tierra como el amor que neado ya en el siglo XIX, basados en el
trarÌa entre rejas. toda criatura, que es capaz de Èl, alberga modelo del Homo oeconomicus, un ser
A veces, las cooperaciones operan sin respecto de sÌ mismoî. Si cada miembro que sÛlo aspira a maximizar sus ganan-
contrato, no se fijan los detalles de los de la comunidad persigue con perseve- cias materiales, los biÛlogos derivan la
acuerdos y no se explicitan las sancio- rancia sus propios intereses, esto repor- conducta humana de los ìgenes egoÌstasî.
nes. Una profunda confianza en la reci- tar· el mayor beneficio para todos. El Pero, øse puede, en serio, comprender el
procidad y juego limpio permea nuestra razonamiento de Mandeville culminaba comportamiento desinteresado y altruista
vida cotidiana. Pero, øde quÈ nos fia- en la afirmaciÛn de que el Estado se ven- de los humanos con estos modelos gene-
mos, en realidad? øPor quÈ funciona drÌa abajo, si el egoÌsmo dejara de ser el rales? øNo hay acaso innumerables ejem-
nuestra convivencia? øSon los humanos impulsor de nuestras acciones. plos de personas que se solidarizan con
ìnobles, caritativos y buenosî por natu- En una Època muy marcada todavÌa por los otros (aun a costa de perjuicios per-
raleza y en esto se distinguen del resto los valores religiosos y la autoridad ecle- sonales), como los voluntarios que arries-
de las criaturas, como un dÌa formulÛ si·stica, estas declaraciones provocaron gan su vida acudiendo a zonas devasta-
Goethe? øSe esconde en cada uno de protestas apasionadas. La indignaciÛn das por un terremoto para salvar la de los
nosotros un buen samaritano, dotado de fue enorme y m·s de un afamado filÛ- dem·s? øNo son nuestros motivos prio-
motivos altruistas y de un sentido del sofo se dedicÛ el resto de su vida a inten- ritariamente culturales y no biolÛgicos?
bien com˙n, o, por el contrario, nos arras- tar refutar las tesis de Mandeville. AsÌ, Con todo, la mayorÌa de los etÛlogos
tran hacia el comportamiento coopera- el conde de Shaftesbury, uno de los repre- se obstinan en interpretar la conducta
tivo ocultos incentivos econÛmicos y un sentantes m·s conspicuos de la IlustraciÛn altruista de los humanos como un egoÌs-
egoÌsmo que apunta al futuro? inglesa, defendiÛ que sociabilidad y mo escondido. En su opiniÛn, un an·li-
El problema sobre la fundamentaciÛn altruismo eran parte de la naturaleza sis preciso siempre pone de manifiesto
y persistencia de las cooperaciones nece- humana. Nuestro entusiasmo por lo que la lealtad, la generosidad o incluso
sarias en una sociedad que funciona ha bueno, lo verdadero y lo bello era, seg˙n el sacrificio en bien de los dem·s no son
sido desde siempre un tema de la filo- Èl, innato y nos hacÌa tan virtuosos y tan ópor m·s h·bilmente que se puedan ele-
sofÌa polÌtica. Una posiciÛn extrema, que honestos, que cabÌa imaginar un orden gir los disfraces, bajo la capa del sama-
sit˙a el mal en el inicio de los buenos social que, en su caso ideal, pudiera pres- ritanoó otra cosa que un amor propio
modales y el amor propio como base de cindir de las sanciones para que se cum- solapado. Por ejemplo, en el mecenazgo
los seres sociales, est· representada por plieran sus normas. no se manifiesta el fil·ntropo generoso,
Bernard Mandeville (1670-1733). Este La idea de que el egoÌsmo del indivi- sino el frÌo empresario calculador que
filÛsofo y neurÛlogo, holandÈs de naci- duo lleva al bien de la comunidad apa- se promete un incremento duradero de
miento, que se habÌa establecido en rece en muchas variantes. El economista las ganancias, por medio de un preme-
Londres en 1691, provocÛ a sus coet·- y filÛsofo escocÈs Adam Smith (1723- ditado cuidado de la fama.
neos al sostener, en su F·bula de las 1790) postulaba que cada individuo habÌa Tras el Èxito comercial de El gen egoÌs-
abejas, la tesis polÈmica de que el ori- de buscar su beneficio y, de ese modo, ta de Richard Dawkins, se han multipli-
CORBIS
caritativo y bueno!
Pues sólo esto
le diferencia de
los otros seres
conocidos
(Johann Wolfgang von Goethe,
Lo divino)
1. MISERICORDIA ENIGMATICA.
Según la teoría de los “genes egoístas”, no
debería darse una conducta enteramente
desinteresada al estilo de la parábola
bíblica del buen samaritano.
cado los intentos por atribuir la conducta El hombre, propio interÈsî. Mandeville no lo hubiera
desinteresada al ìegoÌsmo de los genesî. una máquina podido expresar mejor.
Todos los organismos ósean amebas, de supervivencia ìUn mono que yerra en el salto es un
hipopÛtamos o humanosó serÌan utili- Las implicaciones de esta imagen del mono muerto.î Esta expresiÛn, que di-
zados por sus componentes hereditarios ser humano son de gran alcance. El egoÌs- vulgÛ George Simpson (1902-1984),
como ìvehÌculoî para maximizar su pro- mo de los genes no sÛlo explica la ego- ilustra el principio de la teorÌa de la evo-
pia propagaciÛn. En palabras de Dawkins: latrÌa de la ìm·quina de supervivencia luciÛn alumbrada en 1859 por Charles
ìSomos m·quinas de supervivencia, humanaî, sino tambiÈn nuestra conducta Darwin en su cl·sico Sobre el origen de
robots programados a ciegas para la con- caracterizada de altruista en el lenguaje las especies. El ser que no se ocupa de
servaciÛn de las molÈculas egoÌstas, a cotidiano. Otro prominente represen- sobrevivir y que en la disputa por los
las que llamamos genes. Este egoÌsmo de tante de esta tesis, Richard Alexander, alimentos, el sexo y el biotopo se queda
los genes dar· lugar a la conducta egoÌs- de la Universidad de Michigan, sostiene rezagado, reduce sus posibilidades de
ta habitual del individuoî. En otras pala- que ìla Ètica, la moral, las buenas mane- transmitir en herencia sus cualidades
bras: por su origen biolÛgico el hombre ras y la psique humana sÛlo se pueden individuales. SÛlo un mono que, en la
est· ineludiblemente dispuesto al egoÌs- entender si se considera a las socieda- maraÒa de ramas de la selva, no yerra
mo. Al Homo oeconomicus se le junta des como un conglomerado de individuos (y, por tanto, protege su nuca) puede
el igualmente egoÌsta Homo geneticus. que nunca persiguen otra cosa que su transmitir en herencia a su prole los
La rata topo desnuda (un roedor de apenas diez centímetros con piel arru- Singularidad del Homo sapiens
gada, incisivos salientes y diminutos ojos) vive bajo tierra en colonias fami- En el reino animal el comportamiento
liares de hasta cien miembros. A pesar de su fealdad (según cánones huma- altruista puede explicarse, en buena
nos) es desinteresada hasta la autoinmolación: los miembros de una colonia medida, a travÈs de la selecciÛn de paren-
renuncian, a favor de su “reina”, a su propia descendencia y trabajan para la tesco: cuando un animal activa, arriesg·n-
soberana durante toda su vida. Los investigadores interpretan este despren- dose, la supervivencia y reproducciÛn de
dimiento familiar como altruismo suave. El altruismo fuerte, por el contrario, otros, en la mayorÌa de los casos el bene-
lo encontramos sólo entre los humanos: una decisión de cooperar y una con- ficiario es un pariente prÛximo. Las ter-
ducta desinteresada, incluso sin perspectivas de beneficio y, con frecuencia,
mitas y otros insectos sociales óaunque
no sólo en el círculo de los consanguíneos.
tambiÈn las rata topos desnudas (Hetero-
cephalus glaber)ó ofrecen ejemplos
paradigm·ticos de este comportamiento.
Pero en el mundo humano la situaciÛn es
otra. Tanto si viven en grupos reducidos
o numerosos, en la red globalizada de la
nueva economÌa o en los ˙ltimos refu-
gios aislados de los yanomami de la fron-
tera entre Venezuela y Brasil: en todas
las culturas y comunidades parece abun-
dar ejemplos de una cooperaciÛn, sin
necesidad de vÌnculos de parentesco.
En sus intentos de derivar del egoÌs-
mo el altruismo humano, los biÛlogos
abren otras dos vÌas de argumentaciÛn.
AsÌ, la teorÌa del altruismo recÌproco
enuncia que los humanos act˙an pre-
ferentemente siguiendo el lema ìdonde
las dan, las tomanî, sobre todo si resul-
ta probable un trato frecuente entre ellos.
OKAPIA
Sanciones eficaces
øCÛmo interpretar estos resultados? Es
obvio que no sÛlo la amenaza de la pri-
mera variante del experimento de san-
ciÛn llevÛ a una cooperaciÛn notable-
mente m·s alta, sino tambiÈn la multa
impuesta: un aprovechado, que recibe
un aviso de multa, invierte en la prÛxi-
ma ronda, de promedio, un franco y cin-
cuenta cÈntimos m·s en el proyecto te o autÈntico, a diferencia del recÌproco una costumbre arraigada, redondeaban
com˙n. El castigo de un comportamiento o incluso del falso, es alguien que hace el importe hasta el entero siguiente. Por
innoble conducÌa, pues, a una coopera- el bien, pero no por motivos estratÈgi- ejemplo, si el importe era de 7,20 euros,
ciÛn mejorada en la ronda siguiente y cos ni intereses de familia. El altruismo dejaban 8 euros, igual que antes daban
valÌa la pena, visto en conjunto. fuerte es limpio y cooperativo sin segun- 15 marcos alemanes por un precio de
Al ˙nico que no le compensaba (un das intenciones y, por eso, paga por ello 14,20, aunque en ambos casos ósi se les
elemento decisivo) era al sancionador, a corto y largo plazo. hubiera preguntadoó sÛlo querÌan dejar
quien no obtenÌa ninguna ventaja del En este punto de la discusiÛn, los teÛ- una propina de ochenta cÈntimos de
toque de atenciÛn al aprovechado, pues ricos de la evoluciÛn suelen objetar que marco alem·n.
ya no se lo podÌa encontrar en la ronda el altruismo fuerte representa una adap- El argumento de la adaptaciÛn in-
siguiente. El castigo sÛlo beneficiaba a taciÛn incorrecta (ìmaladaptaciÛnî), una correcta se construye de forma an·loga.
alg˙n otro jugador desconocido, pero suerte de error evolutivo. En el fondo, El punto de partida es la situaciÛn del
nunca al sancionador, pese a ser Èl quien esta argumentaciÛn viene a afirmar que Homo sapiens primitivo: vivÌan en gru-
debÌa pagar los costos de la acciÛn. una costumbre, que garantiza, por un pos pequeÒos, aislados unos de otros; los
Quienes en el experimento de sanciÛn tiempo, una conducta adecuada y afor- miembros de cada grupo guardaban una
posibilitaban, con su amenaza de san- tunada, puede repercutir negativamente relaciÛn intensa. A quien no se comporta-
ciÛn, la cooperaciÛn, actuaban con en otra situaciÛn; constituye una rÈmora. ba cooperativa y lealmente, se le excluÌa
altruismo y, al parecer, sin pensar en sus Un ejemplo de nuestros dÌas: como con- de los beneficios de las tareas conjuntas,
ventajas personales. secuencia de la uniÛn monetaria euro- si no se le castigaba. No resultaba ren-
Creemos que a este altruismo se le pea el primero de enero de 2002 se esta- table el comportamiento desleal. En
puede denominar altruismo fuerte, aun- bleciÛ el cambio aproximado de un euro cambio, los encuentros con extranjeros,
que habrÌamos podido ponernos de por dos marcos; en los primeros meses caracterÌsticos de la sociedad moderna,
acuerdo en designarlo como altruismo solÌa suceder que los clientes de los bares escasearÌan, sin duda. Por consiguiente,
ìautÈnticoî en contraposiciÛn al altruis- dejaban propinas m·s altas que antes. en el comienzo de la prehistoria, cuando
mo ìsuaveî desenmascarado como egoÌs- No porque se hubieran vuelto de repente se formaron las disposiciones b·sicas del
ta por los sociobiÛlogos. El altruista fuer- m·s generosos, sino, porque siguiendo comportamiento humano, no habrÌa pre-
Manfred E. Beutel y Steve Klimchak vÌa en mantillas. Se desconocÌa la forma madurÛ hasta convertirse en una disci-
en que trabaja nuestro cerebro. Las ideas plina multiforme, en cuyo seno los pos-
ìL
legar· el dÌa en que todas sobre las enfermedades psÌquicas se apo- tulados de la psicologÌa profunda com-
nuestras provisionalida- yaban en convenciones sociales m·s que piten con una plÈtora de diferentes
des psicolÛgicas se asen- en conocimientos cientÌficos. Sin em- mÈtodos terapÈuticos. E igualmente va-
tar·n sobre el terreno fir- bargo, Freud se mantuvo fiel en la creen- riopinta se presenta ahora la gama de
me de sustratos org·nicos.î Con estas cia de que llegarÌa un dÌa en el que el trastornos y cuadros clÌnicos descritos
palabras Sigmund Freud postulaba una escenario psÌquico que habÌa postulado en el campo psicolÛgico.
teorÌa de la psique sin perjuicio de la podrÌa reducirse a una serie de procesos Un fenÛmeno, sin embargo, ha per-
biologÌa. Para el fundador del psicoa- cerebrales. Su optimismo fue incluso manecido casi inmutable desde los tiem-
n·lisis, el Yo, el Ello y el Super-Yo no m·s all·: si la investigaciÛn avanzara lo pos de Freud: la tradicional escisiÛn entre
eran sÛlo una mera ficciÛn para descri- suficiente, podrÌa fundamentarse el psi- cuerpo y mente. MÈdicos y psicÛlogos
bir los conflictos internos de la psique, coan·lisis, entendido como terapia basada siguen separando de los procedimientos
sino que debÌan de tener tambiÈn una en la liberaciÛn de los conflictos anÌmi- psicolÛgicos los tratamientos medica-
sede fÌsica en alg˙n lugar del cerebro. cos inconscientes, en supuestos de Ìndole mentosos. Ahora bien, si se afirma, seg˙n
Cuando Freud articulaba su doctrina propia de las ciencias naturales. es opiniÛn predominante, que nuestros
sobre la psique, hace m·s de cien aÒos, Pero la historia no se desarrollÛ de pensamientos, sentimientos y actuacio-
las neurociencias se encontraban toda- una forma tan lineal. La psicoterapia nes surgen del concierto polifÛnico de
las cÈlulas nerviosas, habr· que admitir
que tambiÈn los trastornos mentales pue-
den, al menos en parte, considerarse fun-
ciones errÛneas del cerebro. Y, abun-
Dos formas de aprender dando en el mismo razonamiento, toda
terapia eficaz deberÌa, en principio, dejar
La memoria humana tiene muchas facetas que experimentamos cotidianamente.
alg˙n tipo de huellas duraderas en nues-
Los psicólogos distinguen dos sistemas de memoria a largo plazo. La memo- tro cerebro. Pero, øcu·les?
ria explícita o memoria declarativa retiene la información que puede ser recor-
dada conscientemente y relatada verbalmente. Aquí se sitúan los sucesos y Huellas en el cerebro
episodios en su contexto temporal y espacial, pero también conocimientos Intentando dar respuesta a esta pregunta,
factuales independientes de la persona, el lugar y el tiempo. Los recuerdos los especialistas en neurociencias han
conscientes hacen su aparición en los niños a partir de los dos años. La nece- hecho grandes avances en los ˙ltimos
saria maduración del cerebro debe continuar, por lo demás, hasta la edad pre- aÒos. Lo que en tiempo de Freud pare-
escolar, razón por la cual los adultos raramente pueden rememorar recuerdos cÌa utÛpico hoy es una realidad: merced
de la primera época de su infancia. a las tÈcnicas de formaciÛn de im·genes
El segundo sistema, la memoria implícita o memoria de procedimiento, no podemos ìobservar la mente mientras
necesita de ningún recuerdo consciente. No almacena el “qué” sino el “cómo” act˙aî y rastrear asÌ el efecto de la psi-
de lo aprendido. Y abarca las habilidades motoras automatizadas, como el coterapia sobre la actividad cerebral de
montar en bicicleta o el atarse los cordones de los zapatos, pero también cos- los pacientes.
tumbres y rutinas, como pueden ser las conexiones establecidas entre deter- Eric Kandel defiende la tesis de que
minadas señales y reacciones de angustia. Estos modelos conductuales, fuer- todos los procesos psÌquicos admiten
temente anclados, constituyen a menudo el fundamento de los trastornos una descripciÛn cerebral. Los genes y sus
psíquicos. productos proteÌnicos influyen sobre la
excitabilidad de las neuronas y sus inter-
1. EL FUNCIONAMIENTO HIPOTALAMO
COORDINADO entre el sistema límbico HIPOCAMPO
(formado por la amígdala, el hipocampo AMIGDALA
y la corteza cingular) y la colindante
corteza frontal determina el bienestar
HIPOFISIS CEREBELO
psíquico. El hipotálamo y la hipófisis
THOMAS BRAUN
TRONCO
regulan, además, la secreción de hormonas CEREBRAL
del estrés.
CORBIS
defectuoso de la red neuronal de la cor- tintas formas de terapia oral y conduc-
teza frontal, del t·lamo y de los ganglios tual. Pero tambiÈn se pueden esperar
basales. Los investigadores establecie- resultados semejantes tras un tratamien-
ron dos grupos de prueba, de nueve to psicoanalÌtico. El equipo que dirige
pacientes cada uno. Los del primero fue- David Siberzweig, de la Universidad de
ron tratados con fluoxetin, que retarda Cornell, est· llevando a cabo un estu-
la absorciÛn cerebral del neurotransmi- dio comparativo en pacientes con tras-
sor serotonina; los del segundo grupo tornos fronterizos de la personalidad
recibieron terapia conductual. (ìborderlineî).
En las im·genes obtenidas mediante la La existencia de cambios duraderos de
aplicaciÛn, antes del comienzo del trata- la actividad cerebral, sea despuÈs de un
miento, de tomografÌa por emisiÛn de posi- tratamiento psicoterapÈutico sea luego
trones, la actividad en la regiÛn derecha de un tratamiento medicamentoso, se
del n˙cleo caudado, un componente de halla sÛlidamente documentada. Y estas
los ganglios basales, se encontraba incre- modificaciones son tanto m·s evidentes
mentada en los casos de trastornos obse- cuanto m·s agudos son los sÌntomas pre-
sivos. En la segunda mediciÛn, realizada vios, procedan Èstos de alteraciones del
diez meses m·s tarde, tras la terapia, la ·nimo depresivas, de episodios de angus-
actividad metabÛlica se habÌa acercado tia o de ideas obsesivas.
mucho al nivel de las personas de control Presumimos, no obstante, que debe
sanas; asÌ ocurrÌa lo mismo con la toma pasar todavÌa bastante tiempo hasta que
de medicamentos que con la terapia con- 2. CARTOGRAFO DE LA PSIQUE. se introduzcan tÈcnicas de formaciÛn de
ductual. Un estudio de repeticiÛn llegÛ Por su formación neurológica, im·genes de los efectos de la terapia.
posteriormente a idÈnticos resultados. Sigmund Freud (1856-1939) no se opuso HabrÌa que elaborar protocolos de inves-
a las explicaciones de la psique fundadas
tigaciÛn especÌficos de cada cuadro clÌ-
Psicoterapia certera nico concreto, lo cual todavÌa dista mucho
en las ciencias de la naturaleza.
Arthur Brody, tambiÈn de la Universidad de poder hacerse realidad.
de California, llevÛ a cabo una inves- En su época, sin embargo, el cerebro Para valorar el Èxito de una psicote-
tigaciÛn similar, pero con pacientes de- constituía una “terra incognita”. rapia, los criterios principales conti-
presivos graves. ComparÛ, asimismo, el n˙an siendo Èstos: si el tratamiento ha
efecto del tratamiento medicamentoso mitigado las molestias y los sÌntomas,
con otro de psicoterapia interpersonal. cionario en una clÌnica psiqui·trica sin si ha mejorado la capacidad de auto-
Las mediciones previas a la terapia evi- que se realice durante el tiempo de ingreso estima y si ha ampliado las relaciones
denciaron, entre otras cosas, una activi- ning˙n tipo de terapia dirigida. Pasado interpersonales. Puede parecer irrele-
dad disminuida en algunas regiones lÌm- alg˙n tiempo, se comprobÛ una clara mejo- vante a primera vista que todo ello se
bicas del lÛbulo temporal. En ambos rÌa sintomatolÛgica en ambos grupos de acompaÒe o no de cambios mensura-
grupos de pacientes esta disfunciÛn se investigaciÛn. En el cerebro de los pacien- bles en el cerebro de los pacientes. Pero,
normalizÛ, tras el tratamiento, en unos tes tratados con el placebo, la parte pos- si tenemos en cuenta el profundo foso
niveles comparables con los de las per- terior de la corteza singular óuna parte que ha separado durante tanto tiempo
sonas sanas de control. del sistema lÌmbicoó y la corteza fron- a los psicoterapeutas y a los mÈdicos,
Ambos estudios, para perplejidad de tal se volvieron m·s activas. El tratamiento tal circunstancia adquiere un enorme
los investigadores, mostraron escasas dife- con antidepresivos dio lugar, por su lado, valor.
rencias entre el tratamiento medicamen- a una activaciÛn m·s intensa del sistema En todo caso, la estricta separaciÛn
toso y el psicoter·pico. øActuaban los dos lÌmbico y del tronco cerebral. entre tratamiento som·tico, por un lado,
sobre el mismo mecanismo cerebral? Una Otro grupo de pacientes que ocupa el causante de una influencia directa sobre
conclusiÛn de esta Ìndole resultarÌa toda- centro de la atenciÛn de los investigado- el cerebro, y psicoterapia, por otro, con
vÌa precipitada. Quiz·, las modificacio- res es el de los que sufren trastornos de un efecto puramente subjetivo, es ya in-
nes cerebrales observadas expresan sÛlo ansiedad. En el curso de un estudio sostenible.
una mejora sintomatolÛgica que puede emprendido en la Universidad de Upsala,
conseguirse siguiendo distintos caminos. los pacientes con fobia social daban una
Con todo, algo puede indicar la circuns- breve conferencia, mientras se les reali- MANFRED E. BEUTEL dirige la sección de
tancia de que la psicoterapia ejerza una zaba una exploraciÛn con tomografÌa por agudos en la Clínica Psicosomática y Psico-
influencia m·s certera sobre determina- emisiÛn de positrones. Lo mismo en los terápica de la Universidad de Gießen. STEVE
dos circuitos reguladores que la mayorÌa pacientes que habÌan seguido una terapia KLIMCHAK es licenciado en psicología.
de los medicamentos, que inundan el cere- cognitiva conductual que en los que habÌan
bro con sus respectivas sustancias activas. seguido un tratamiento con psicof·rma- Bibliografía complementaria
A veces, los trastornos psÌquicos tam- cos, se observÛ un descenso en la activi- NEUROWISSENSCHAFTEN UND PSYCHOTHERAPIE.
biÈn se alivian a corto plazo mediante un dad de la amÌgdala, del hipocampo y de N EURE E NTWICKLUNG, M ETHODEN UND
tratamiento placebo. Este efecto lo han las regiones cerebrales limÌtrofes. Este ERGEBNISSE. M. E. Beutel en Psychoterapeut,
comparado en pacientes depresivos con efecto era tanto m·s intenso cuanto menos vol. 47, págs. 1-10; 2002.
los resultados de la terapia farmacolÛgica ansiedad experimentaban los afectados
N EUROBIOLOGIE DER P SYCHOTHERAPIE .
Helen S. Mayberg y su equipo, del Instituto tras ambos tipos de terapia.
G. Schiepek. Editorial Schattauer; Sttutgart,
Rotman de InvestigaciÛn de Toronto. El La mayorÌa de las investigaciones aco-
Nueva York, 2003.
placebo se aplica durante un ingreso esta- metidas hasta la fecha se ocupan del
Arnd Florack y Martin Scarabis conflictos y ansiedad del todo innecesa- fenÛmeno no se circunscribe al problema
rios. Por ejemplo, temen a todas horas ser negro-blanco de Estados Unidos. En ex-
R
epitamos un test harto sencillo, atacados o molestados por desconocidos perimentos similares, los universitarios
ideado por Andreas Klink y supuestamente malintencionados. En po- germanos mostraron asociaciones nega-
Ulrich Wagner. Una joven de cas palabras, esta postura rebaja la cali- tivas ante grupos extranjeros, sÛlo que
aspecto europeo pregunta, en dad de vida en una medida considerable. en Alemania los extranjeros de los que
la zona peatonal, cÛmo se va a la esta- Hay, pues, motivos suficientes para se desconfiaba eran turcos o polacos.
ciÛn central. La mayorÌa de los tran- pugnar contra los h·bitos socialmente En un experimento posterior, Dovidio
se˙ntes le informan; sÛlo unos pocos, daÒinos de nuestro cerebro. Pero, øcÛmo? y sus colegas mostraron que los prejui-
apresurados o descorteses, pasan de largo. øPensando en sentido contrario? øReedu- cios nos dominan ejerciendo, a travÈs de
Al cabo de un rato, la misma joven hace cando a los que tienen prejuicios, es decir, la vÌa inconsciente, un influjo directo en
la misma pregunta en el mismo lugar; a todos nosotros? Por desgracia, no es tan nuestro comportamiento. Los investi-
con una diferencia: ahora viste al estilo f·cil. Abordada en falso, la lucha contra gadores de la Universidad de Colgate
oriental y cubre su cabeza con un paÒuelo. los estereotipos no ayuda, en el mejor de colocaron a los sujetos del primer expe-
øCree el lector que se comportar·n de la los casos, en nada y, en el peor, sÛlo con- rimento, en una sucesiÛn aleatoria, ante
misma manera los transe˙ntes? duce a un rechazo mayor. Quien de ver- un director de la prueba o bien blanco o
Por desgracia, el resultado del expe- dad quiere acabar con los prejuicios ha bien negro. Pudieron, pues, grabar en
rimento de campo de ambos cientÌficos, de comprender quÈ funciones desempe- vÌdeo cÛmo se comportaban los pro-
de Jena y Marburgo respectivamente, es Òan en nuestro modo de pensar. bandos frente a personas con distinto
muy significativo: °A la supuesta extran- John Dovidio y sus colegas, de la color de piel. En el an·lisis de las gra-
jera la dejaron en la estacada m·s del Universidad de Colgate, se ocupan de la baciones se concentraron los psicÛlogos
doble! En otros experimentos, ambos interacciÛn entre grupos sociales. En un preferentemente en las reacciones no
psicÛlogos propusieron que personas con experimento, presentaron a estadouni- verbales. Estas sutiles expresiones con-
apellidos extranjeros respondieran a denses blancos retratos esquem·ticos de ductuales rara vez se controlan de manera
anuncios de alquiler de viviendas o de negros y blancos. Las im·genes aparecÌan consciente; debÌan, pues, reflejar mejor
oferta de empleo. øQuÈ observaron? Una fracciones de segundo, es decir, duraban las actitudes activadas autom·ticamente
reacciÛn de rechazo similar entre sus lo suficiente para que fueran registradas que habÌan sido medidas antes con el
conciudadanos, que, por lo visto, sÛlo por el aparato cognitivo del cerebro, pero mÈtodo de las im·genes subliminales.
tenÌa una causa: prejuicios. no para que penetraran en la conciencia El resultado dio la razÛn a los inves-
Con el tÈrmino ìprejuicioî se desig- del probando. En una fase posterior del tigadores: los que en la prueba anterior
nan las asociaciones negativas, ancladas ensayo, los sujetos del experimento debÌan habÌan asociado a los afroamericanos
profundamente en la memoria, respecto decidir a bote pronto si palabras como con atributos negativos, evitaban ahora
a personas de otras culturas. Las inves- ìamableî, ìespaciosoî o ìdesconside- el contacto visual con el director negro
tigaciones realizadas en muchos paÌses radoî se predicaban de personas o casas. de la prueba y, durante la explicaciÛn de
sugieren que todos tienen reservas de El resultado de la prueba crea cierta inquie- la prueba, parpadeaban y pestaÒeaban
este tipo y act˙an de acuerdo con ellas. tud: los sujetos podÌan encasillar m·s r·pi- repetidamente.
Agresiones fÌsicas o incluso asesinatos damente las palabras negativas, si se les La fuerza de los prejuicios, a la que
de extranjeros constituyen sÛlo la punta habÌa mostrado antes la esquematizaciÛn apuntan todos los estudios pertinentes,
del iceberg. Como muestra el estudio de de un rostro negro, y m·s lentamente, se basa en el modo funcional de proce-
Klink y Wagner, el comportamiento dis- cuando habÌa aparecido un rostro blanco. der de nuestros recuerdos: en cuanto nos
criminatorio se manifiesta en m˙ltiples Se demuestra, pues, que los prejuicios topamos con un miembro de un grupo
situaciones de la vida cotidiana. act˙an en un plano inconsciente. La aso- Ètnico extraÒo, se disparan las convic-
Ahora bien, los estereotipos no sÛlo ciaciÛn entre grupos de personas y pro- ciones y valoraciones estereotÌpicas, a
amargan la vida de los grupos estigmati- piedades negativas se establece en un nivel las que podemos acogernos con un
zados. Robert A. Baron, del Instituto que queda fuera de nuestro control. mÌnimo esfuerzo cognitivo y que influ-
PolitÈcnico de Rensselaer, y Donn Byrne, yen en nuestros juicios y conducta. Con
de la Universidad de Albany, alegan, con Reacciones inconscientes todo, no se puede atribuir el comporta-
razÛn, que las personas cargadas de pre- Seg˙n establecimos tiempo atr·s con miento hostil para con los extranjeros a
juicios viven en un ambiente plagado de Herbert en la Universidad de Trier, este procesos inconscientes; ni por ende dis-
DPA
vada autom·ticamente en una opiniÛn
expresada explÌcitamente o incluso en
una acciÛn decidida, los prejuicios deben
pasar el control de nuestra conciencia.
Por regla general, se pone de manifiesto
cuando preguntamos a los universitarios
por su actitud. La mayorÌa de las veces
expresan una posiciÛn neutral respecto
de los grupos extranjeros, que llega
incluso a una valoraciÛn alta. El motivo
es claro: los entrevistados controlan cons-
cientemente sus posiciones negativas.
En general, podemos decidir a quÈ
informaciones concedemos m·s peso: a
las asociaciones suscitadas autom·ti-
camente o a los hechos reales, como los
admitimos cuando un extranjero nos trae
la cartera perdida. Con todo, se da una
restricciÛn: si estamos cansados, nos fal-
ta tiempo o, por los motivos que sea, no
podemos reflejar nuestra opiniÛn, se sue-
len imponer los prejuicios. Parece como
si la categorizaciÛn autom·tica ofreciese
una suerte de mecanismo de ahorro de 1. NO ES NADA EXQUISITO. “El negro” puede servir como ejemplo clásico de
energÌa, con cuya ayuda el cerebro ela- estereotipo que mide por el mismo rasero a todo un pueblo.
bora con mayor eficacia las informacio-
nes. A la inversa, requiere grandes esfuer-
zos reconocer los prejuicios y sustituirlos pranas estaban seguras de que los acu- hasta el momento en que se desconec-
por un juicio equilibrado. sados habÌan cometido realmente el taba la c·mara y en el monitor aparecÌa
Lo ilustra un experimento ideado por hecho. Pero a lo largo del dÌa juzgaban otra imagen. Cuando, con la excusa de
Galen von Bodenhausen, de la Univer- con algo m·s de lucidez y se atenÌan a un fallo tÈcnico, se repitiÛ la prueba, las
sidad del Noroeste de Chicago. Este psi- los hechos descritos. En las personas personas que antes habÌan controlado
cÛlogo, que estudia los fundamentos cog- madrugadoras la situaciÛn era la con- sus prejuicios, exteriorizaron estereoti-
nitivos de los estereotipos, pidiÛ a un traria: caÌan, sobre todo por la tarde, en pos muy apasionados. El efecto de rebote
grupo de universitarios que valoraran la celada de sus propias prevenciones. les cogiÛ de sorpresa.
casos (ficticios), en los que sus compa- A esto se aÒade, paradÛjicamente, que Pero, øa quÈ se debe esta extraÒa pre-
Òeros habÌan cometido una infracciÛn: los prejuicios reprimidos se exteriori- dilecciÛn de nuestra razÛn por modelos
copiar en un examen, traficar con drogas zan con m·s vehemencia con el paso del de pensamiento imprecisos y, a menudo,
o agredir a un compaÒero. Los partici- tiempo. øHa intentado alguna vez el lec- nocivos? Hemos llegado a conocer una
pantes debÌan especificar cu·l era la pro- tor reprimir por cierto tiempo un comen- ventaja de los estereotipos: nos ahorran
babilidad de que un condiscÌpulo come- tario desagradable sobre su compaÒero? un esfuerzo mental agotador al simpli-
tiera la infracciÛn. En los resultados, cada Y, pese a ello, øno ha terminado por espe- ficar el procesamiento de las informa-
tipo de infracciÛn se orientaba al este- t·rselo un dÌa, quiz·s en el momento m·s ciones. Adem·s, en determinadas situa-
reotipo de un grupo Ètnico. La venta de inoportuno? Estos accidentes cogniti- ciones nos sirven de escudo protector de
drogas solÌa adjudicarse a la imagen del vos pasan cuando no estamos motivados nuestra autoestima. En investigaciones
negro norteamericano, la trampa en los en un breve intervalo de tiempo o cuando precedentes habÌan aparecido indicios
ex·menes a la de los deportistas selec- descuidamos la atenciÛn. Relacionada de que las personas con una actitud posi-
tos (flojos en el ·mbito acadÈmico) y la con ello, idearon una prueba Neil Mac- tiva hacia sÌ mismas no suelen expresar
agresividad a la imagen de los latinos. rae, del Colegio Universitario Dartmouth prejuicios ante grupos extraÒos. Steven
de Hanover (EE.UU.) y Alan Milne, de Fein, del Colegio Williams en Massa-
Esfuerzos continuados la Universidad de Aberdeen, y von Ba- chusetts, y Steven Spencer, de la Uni-
Este experimento implicaba una pecu- denhausen. Macrae y su equipo se dedi- versidad de Waterloo, demostraron que,
liaridad: los sujetos del experimento can al influjo de estereotipos en nuestro valiÈndose de los estereotipos, se podÌa
debÌan empezar a horas diferentes, a pensamiento, en particular al modo en potenciar la autoestima.
saber, a las 9, a las 15 y a las 20. Se regis- que evitamos los pensamientos desa- Pero hemos de proceder con cautela
traba tambiÈn en cada cuestionario el gradables. Los participantes en el expe- y no extraer conclusiones precipitadas.
ritmo diario de los probandos; se iden- rimento debÌan juzgar a una persona. Con excesiva ligereza leemos, en los
tificaba asÌ a los madrugadores y a las Para que se sintieran movidos a repri- medios de difusiÛn general, que las frus-
ìaves nocturnasî. El resultado del expe- mir sus prejuicios ante la persona que traciones personales llevan a una dis-
rimento fue inequÌvoco. Las personas debÌan juzgar, se sentaban, durante el criminaciÛn de las minorÌas, del estilo
que tienen dificultades en ponerse en test, delante de una c·mara de vÌdeo: ìcuanto mayor es el paro, la gente es
pleno rendimiento a primera hora se de- podÌan verse en una pantalla de televi- m·s hostil hacia los extranjerosî. Sin
jaban llevar por sus prejuicios, sobre siÛn. Tal artimaÒa provocaba que algu- embargo, las investigaciones de Jennifer
todo por la maÒana. A estas horas tem- nos participantes ocultaran sus prejuicios; Crocker, de la Universidad de Michigan,
refleja en conceptos tales como ìinfra- m·s la ley, la mayorÌa de las veces se
humanoî o ìlimpieza Ètnicaî. sobrevalora el hecho. Los psicÛlogos
sociales designan esta distorsiÛn de la 3. ¿COMO ERA DE VERDAD?
Auténticos artistas observaciÛn con la expresiÛn ìcorrela- En el caso de Marylin Monroe se
de la supervivencia ciÛn ilusoriaî. Probablemente nos deja- sobreponía a la verdad nuestra
Si se recurre a criterios objetivos, pode- mos engaÒar, porque tanto las minorÌas opinión sobre las rubias.
mos identificar f·cilmente a muchos como los delitos llaman mucho la aten-
Hollywood aprovechó este mecanismo
prejuicios como lo que son: superpro- ciÛn. Almacenamos mejor en la memo-
tecciÛn y conclusiones simplificadoras. ria estos sucesos y los podemos evocar para establecer un mito.
DespuÈs de todo, los podemos refrenar con mayor facilidad; tierra de cultivo
por medio de controles y examen crÌ- ideal de los prejuicios.
tico de nuestro punto de vista. Pero, Este efecto se refuerza incluso. Ten- dos los prejuicios. Los humanos necesi-
como sabemos, esto suele degenerar en demos, cuando se trata de otros grupos, tan mucho tiempo para revisar sus opi-
una lucha agotadora, que incluye el peli- a atribuir, a partir de unos pocas casos, niones preconcebidas, porque ansÌan con-
gro del efecto rebote. Lo mejor serÌa tal rasgo a todos sus miembros, fieles a firmaciones. Buscan informaciones que
erradicar esos modelos mentales. Tarea la consigna seg˙n la cual ìnosotros somos coincidan con sus propios prejuicios y
nada sencilla, pues tienen la peculiari- diferentes, pero vosotros sois todos igua- abdican de las que les son contrarias, o
dad de oponerse obstinadamente a cual- lesî. Puede que esto se deba a que se co- las califican de manera que pueda que-
quier cambio. noce mejor al propio grupo y sus dife- dar a salvo el estereotipo.
La psicologÌa social, empero, estipu- rencias, mientras que el grupo extranjero Por ˙ltimo, los pÈrfidos prejuicios tien-
la una serie de mecanismos adecuados aparece como un bloque unitario. SÛlo hay den a ratificarse. Lo logran, por una parte,
a este fin: un caso en el que, paradÛjicamente, no bajo el esquema del ìpronÛstico que se
ï Para poner a prueba nuestros prejui- generalizamos: cuando tenemos expe- realiza a sÌ mismoî, cuando nuestra opi-
cios, recurrimos a un test aleatorio dis- riencias que contradicen nuestros prejui- niÛn influye inconscientemente en la pro-
torsionado. cios. Las vivencias positivas se interpre- pia conducta y, de rechazo, tambiÈn en
ï Vemos a nuestro grupo diversificado y tan como excepciones (en la cuadrilla, el la de nuestro compaÒero de interacciÛn.
con diferencias; a los extranjeros, por el turco ya no es un ìverdadero turcoî; la Pero los estigmatizados tambiÈn cola-
contrario, como una masa homogÈnea. mujer que aparca correctamente, ha tenido boran en su valoraciÛn negativa, porque
ï Lo que contradice al estereotipo se le suerte; el maestro diligente y trabajador temen verse reducidos al estereotipo.
considera una excepciÛn. es un ìmirlo blancoî). Este mecanismo Claude Steele, de la Universidad de Stan-
ï Buscamos informaciones que confir- funciona tanto mejor cuanto m·s nos sor- ford, ha sacado a la luz esta conexiÛn en
men nuestras opiniones y pasamos por prenden los otros. En ˙ltima instancia, la un gran n˙mero de experimentos que Èl
alto las que las ponen en cuestiÛn. dialÈctica de la excepciÛn mantiene to- mismo ha realizado. Seg˙n los trabajos
DPA
pos escolares debe ser muy intensa. No
basta un intercambio superficial. Impor-
ta, por ejemplo, que los miembros de los
diferentes grupos sean ya amigos. En la
clase conviene presentar a los alumnos
objetivos comunes o desarrollar las tareas
en equipos mixtos. De lo contrario, los
niÒos se suelen agrupar, tambiÈn en el
aula, seg˙n su origen. Por ˙ltimo, desem-
peÒa una funciÛn esencial el modo en que
se relacionan los grupos al inicio de un
proyecto educativo de este tipo. En nin-
g˙n caso debe reinar entre ellos una dife-
rencia de status; una condiciÛn que pocas
veces se cumple. Si un grupo de escola-
res domina, se presentan conflictos que
no hacen sino reforzar los miedos y reser-
vas existentes. Si los dos grupos est·n
ya enemistados abiertamente, es casi
seguro que el proyecto fracasar·.
Pero, bajo las condiciones adecuadas,
4. UNO DE NOSOTROS. Si los aparece en las clases o grupos de tra-
extraños forman parte de un nuevo Se supone que los prejuicios van de- bajo mixtos un fenÛmeno que hace que
grupo, nuestros prejuicios suelen pasar a sapareciendo con el contacto con los se olviden, de golpe, todas las diferen-
segundo plano. Los proyectos educativos afectados, es decir, aprendiendo de la cias y prejuicios. Nos referimos a la
vida diaria. Siguiendo esta lÌnea, Wagner recategorizaciÛn. Los escolares ya no se
se valen de este efecto.
y su equipo, de la Universidad de Mag- ven como nativos o extranjeros, sino
burg, utilizaron estadÌsticas judiciales y sÛlo como miembros del grupo de tra-
datos de numerosas encuestas. QuedÛ bajo. Este mecanismo funciona incluso
del investigador de la autoimagen, el fra- de manifiesto que las personas de zonas fuera del aula. AsÌ, un seguidor del
caso de los escolares estadounidenses con un porcentaje alto de extranjeros Barcelona puede, de pronto, animar fre-
negros se debe a que parten, de entrada, tenÌan menos actitudes estereotÌpicas. nÈticamente al jugador del Real Madrid,
de que los blancos rinden m·s en todas Por el contrario, donde son raras las posi- cuando Èste juega en la selecciÛn nacio-
las materias. Steele llegÛ incluso a demos- bilidades de intercambio, se producen dis- nal espaÒola; e igualmente, en un barrio
trar que la mera pregunta por el color de turbios o insultos discriminatorios con- multicultural, se identifican sus mora-
la piel en el cuestionario basta para de- tra los extranjeros. Pero estos datos no dores con todos los grupos Ètnicos de
sencadenar la presiÛn del estereotipo. configuran ninguna prueba contundente ìsuî calle.
A tenor de investigaciones posteriores, de que el contacto contribuya a la erra- øY quÈ queda para el individuo? Una
en este problema no funcionan como dicaciÛn de los prejuicios, sino, en el autocrÌtica laboriosa y una lucha por opi-
soluciones la regulaciÛn de cuotas u otros mejor de los casos, tan sÛlo son un indi- niones objetivas. En este contexto,
mecanismos ad hoc. Cuando se prefiere cio. CabrÌa incluso que lugares con diver- importa cÛmo se desenvuelve nuestro
a uno solo por su pertenencia a un grupo, sidad cultural tiendan a atraer a perso- entorno social, pues sÛlo si los medios
el aviso es precisamente Èste: en reali- nas cordiales con los emigrantes. de comunicaciÛn y las experiencias coti-
dad no confiamos en ti. dianas nos ponen ante los ojos que nues-
Al parecer, nuestro aparato cogni- Redistribuir los grupos tros enfoques no son correctos y, ade-
tivo se obstina en proteger nuestros Una prueba fehaciente en contrario la m·s, nosotros erramos siguiÈndolos,
prejuicios. øDebemos, pues, pactar con suministran las investigaciones reali- seremos capaces de cambiarlos. Y sÛlo
ellos, conformarnos con vigilarnos sin zadas en las escuelas. En ellas se puede de esta forma cabe combatir la discri-
reposo? Tal actitud parece pesimista en dar la clase por separado (las minorÌas minaciÛn.
exceso. Lo m·s eficaz serÌa no dejar que aparte) o todos juntos, seg˙n los obje-
surjan los estereotipos. Baron y Byrne tivos propuestos. No obstante, como se
aciertan cuando afirman que es difÌcil ha puesto de manifiesto en EE.UU., este
ARND FLORACK y MARTIN SCARABIS
que los niÒos nazcan con prejuicios; se contacto no alcanza siempre el resulta- son psicólogos. El primero investiga en el
trata de algo aprendido. Ambos inves- do deseado. A veces, incluso agudiza los departamento de psicología social y de los
tigadores exhortan a los padres, edu- conflictos y empeora la situaciÛn de los negocios de la Universidad de Basilea. Scarabis,
cadores y profesores a que no comuni- grupos escolares estigmatizados. SÛlo adscrito al Instituto de Psicología de la
quen ninguna opiniÛn estereotÌpica. El bajo determinadas condiciones previas, Universidad de Münster, dirige con A. Florack
inconveniente de este enfoque reside consigue la lucha contra los prejuicios, un proyecto sobre prejuicios y conducta
en que todos tenemos por correctas y unos resultados impresionantes. En pri- social.
libres de prejuicios nuestras propias mer lugar, es imprescindible que las
opiniones. AsÌ pues, esta orientaciÛn autoridades apoyen el modelo escolar. Bibliografía complementaria
sÛlo puede operar si los padres y otras Deben, por ejemplo, facilitar medios PREJUDICE: ITS SOCIAL PSYCHOLOGY. R. Brown.
personas de referencia reconocen sus suficientes o, al menos, respaldar a los Blackwell; Oxford, 1995.
prejuicios. pedagogos implicados.
Ulrich Kraft tracciÛn social. Los adultos lo hacen un cas de formaciÛn de im·genes para obser-
promedio de veinte veces por dÌa. Y los var las reacciones correspondientes en
D
os cazadores van caminando niÒos incluso con esa frecuencia multi- las diferentes ·reas cerebrales. Los resul-
por un bosque muy denso, plicada por diez. La risa es un compo- tados muestran que el humor requiere
cuando, de pronto, uno de nente tan firme de nuestra existencia facultades mentales especiales y que de-
ellos se cae y queda tendido, humana, que nos gusta olvidar la singu- sempeÒa un papel central en la convi-
inmÛvil, en el suelo. El otro llama por laridad real de nuestros arrebatos de ale- vencia social. Muchos gelotÛlogos con-
el telÈfono celular al servicio de urgen- grÌa. øPor quÈ nos reÌmos cuando alguien sideran incluso la risa como la forma
cia a voz en grito: ì°Mi amigo est· muerto! nos cuenta un chiste o nos roza suave- m·s antigua de comunicaciÛn, una suerte
°DÌgame quÈ tengo que hacer!î. El mÈ- mente la planta de los pies? Mister Spock, de lenguaje universal que comparten
dico de guardia intenta tranquilizarlo: el vulcano de orejas puntiagudas de la todos los hombres.
ì°Rel·jese, les vamos a ayudar! Primero nave espacial Enterprise, se extraÒaba
nos tenemos que asegurar de que su ami- en extremo de las risas solapadas y de No a la voz de mando
go est· realmente muertoî. Se hace el si- las bromas de sus compaÒeros de tripu- Es probable que nuestros antepasados
lencio, y de pronto se oye un disparo. El laciÛn. Y comentaba enarcando una ceja: se riesen mucho antes de que se desarro-
cazador vuelve a coger el telÈfono y dice: ìøHumor? °QuÈ concepto m·s raro e ilÛ- llara el lenguaje oral. Halla base esta
ì°Muy bien!, øy ahora quÈ?î gico!î. Arthur Koestler describÌa la risa hipÛtesis en la organizaciÛn cerebral;
Si usted no conocÌa ese chiste podrÌa como un acto reflejo superfluo cuyo sig- los centros del lenguaje radican en el
ser que de repente salga de su boca una nificado principal consiste en su abso- neocÛrtex, mientras que la risa arranca
cascada de sonidos voc·licos, emitidos luta inutilidad biolÛgica. de una parte m·s antigua del cerebro,
durante un dieciseisavo de segundo y Pero la naturaleza no acostumbra responsable tambiÈn del control de emo-
repetidos con una frecuencia de un quinto derrochar energÌa en creaciones in˙ti- ciones at·vicas, como el miedo y la ale-
de segundo. El diafragma sube y baja, les. Por tanto, el impulso de la risa debiÛ grÌa. Quiz· resida ahÌ la razÛn de que se
el ritmo cardÌaco se acelera, aumenta la aportar ventajas selectivas en el curso de sustraiga a un control consciente. Nadie
presiÛn sanguÌnea y se dilatan las pupi- la evoluciÛn. Y si bien desde la anti- se rÌe siguiendo una orden. Al tiempo que
las. Al tiempo que usted emite esos soni- g¸edad cl·sica los filÛsofos han venido apenas puede reprimirse voluntariamente
dos de charanga, el aire sale de sus pul- esbozando explicaciones sobre el humor, una genuina explosiÛn de alegrÌa. Robert
mones a una velocidad de m·s de cien su planteamiento cientÌfico pertenece a Provine, de la Universidad de Maryland
kilÛmetros por hora antes de que, trans- nuestro tiempo. en Baltimore y estudioso del tema, de-
curridos unos dos minutos, pueda vol- La investigaciÛn sobre la risa (gelo- fiende que el humor yace en las profun-
ver a inspirar para emitir la siguiente tologÌa) va ganando terreno. Los biÛlo- didades de la naturaleza humana.
tanda de carcajadas. Acualquiera que los gos conductistas incorporan ese aspecto Pero, øse trata de un fenÛmeno congÈ-
oiga se le despertar· muy probablemente del comportamiento en sus trabajos con nito o adquirido? Sobre ello discrepan
la curiosidad y querr· saber quÈ es lo que monos y animales de laboratorio, los psi- los investigadores. La sonrisa del reciÈn
se est· perdiendo. cÛlogos abordan las situaciones que nos nacido dormido constituye un reflejo
A todo el mundo le gusta reÌrse, no im- producen hilaridad y los neurÛlogos cuen- incontrolado del sistema nervioso cen-
porta el color de la piel, su gÈnero y ex- tan humoradas mientras aplican tÈcni- tral. Hasta el tercer mes cumplido no
CORBIS
cho participa en la flexibilidad mental.
A los afectados les resulta difÌcil cam-
biar ideas y conceptos asumidos con
anterioridad.
Modesto y aburrido
AsÌ exponÌa Goel su propÛsito: ìLo que
yo necesitaba era una situaciÛn cuyo
contexto pareciera encaminado a pri-
mera vista en una determinada direc-
ciÛn, pero que requiriera dejar de lado
presto ese contexto y pensar en una direc-
ciÛn totalmente distintaî. Los psicÛlo-
gos suelen recurrir a los ejercicios lÈxi-
cos para someter a prueba esa movilidad
mental. Entregan a los probandos pala-
bras cortadas que deben completar con
un final corriente y con otro m·s rebus-
cado. Por ejemplo PER...RO serÌa una
soluciÛn sencilla; PER...CA una inusual.
Goel sustituyÛ esos tests poco exi-
gentes por chistes. Junto con Raymond
Dolan, del Instituto londinense de 4. DIVERSION BESTIAL. El humor
NeurobiologÌa, sometÌa a catorce pro- la intelecciÛn de un chiste. øDe quÈ no es patrimonio exclusivo de nuestra
bandos a una sesiÛn de chistes graba- manera? Con el sentimiento del regoci- especie. También se ríen nuestros parientes
dos en cintas magnetofÛnicas con el jo y una carcajada. más próximos y, por cierto, en situaciones
mismo esquema del modelo pregunta-
muy similares: jugando y retozando.
respuesta: ìøPor quÈ los tiburones no Teoría de la mente
devoran abogados? Porque ellos tienen La cuestiÛn de la recompensa nos lleva
tambiÈn su orgulloî. a la de la adicciÛn. øEs el Homo sapiens
MedÌan simult·neamente la actividad un adicto del humor? Para Barbara Wild, actividad deductiva. En su opiniÛn, la risa
cerebral sirviÈndose de la tomografÌa de de la clÌnica universitaria de Tubinga, el suspende el decurso del pensamiento
resonancia magnÈtica funcional (TRMf). potencial de dependencia patolÛgica es cuando procede por un camino equivo-
Contaban con que se iluminara el lÛbulo muy escaso. Se sirve de la TRMf para cado. En esa idea abunda Wild, para
posterior temporal izquierdo, pues ahÌ reconocer la reacciÛn del cerebro ante quien nuestro cerebro se ocupa de esta-
se halla un ·rea importante para la ela- las viÒetas de los humoristas. Exacta- blecer reglas, de las que se desvÌa en
boraciÛn ling¸Ìstica. Pero se activaba mente igual que los chistes verbales, las forma de giros sorprendentes esta espe-
adem·s la correspondiente regiÛn de la viÒetas demandan especiales prestacio- cial concentraciÛn.
parte contraria, lo que resultaba insÛ- nes mentales. El espectador debe intro- Al reflexionar sobre las raÌces del
lito, dado que, en el procesamiento del ducirse mentalmente en los personajes humor, Vilayanur Ramachandran, del
lenguaje, enmudece el lÛbulo temporal que act˙an y escapar luego de ese con- centro del cerebro y la cogniciÛn de la
derecho. ParecÌa, pues, que el cerebro de texto para estar en condiciones de reÌrse Universidad de California en San Diego,
los probandos se servÌa excepcional- de su infeliz situaciÛn. Tiene que poder llega a la conclusiÛn de que, en su ori-
mente de los dos hemisferios para ela- imaginarse lo que les pasa a otros. gen, la principal utilidad de la risa con-
borar juegos de palabras. A esa teorÌa de la mente se la reconoce sistÌa en otorgar al individuo una posibi-
Goel y Dolan sospechan que estas acti- pieza clave de la conciencia humana. lidad de comunicar a otros componentes
vidades neuronales reflejan sÛlo el mero Cuando Barbara Wild y otros indagan en de su grupo social la inocuidad de lo
proceso cognitivo; en otros tÈrminos, el la neurobiologÌa del chiste aprehenden acontecido o proferido: cese de la alarma,
giro mental necesario para captar la gra- de paso ciertos detalles sobre funciones ausencia de peligro y eliminaciÛn de las
cia del chiste. Su labor todavÌa no habÌa del cerebro, incluso m·s enigm·ticas. preocupaciones. La risa hace que des-
llegado a buen tÈrmino, pues faltaba el Los primeros resultados apuntan a que cienda el nivel de adrenalina y se relaje
ìaspecto afectivoî. Entender un chiste en el asunto de la captaciÛn de las his- la tensiÛn.
es una cosa, pero divertirse con Èl es torietas trabajan conjuntamente dife-
algo completamente distinto. Una dife- rentes regiones cerebrales. Adem·s del
rencia que tiene su correlato neurobio- cÛrtex frontal se activan importantes cen-
lÛgico. En cuanto los probandos encon- tros de emociones en regiones cerebra-
traban gracioso un chiste se activaba otra les antiguas, desde el punto de vista evo- Bibliografía complementaria
regiÛn cerebral, el cÛrtex prefrontal ven- lutivo: la amÌgdala y el hipocampo. De
tral medial (CPFMV). Por otros experi- donde se desprende cu·n profundamente LAUGHTER . A SCIENTIFIC INVESTIGATION. R.
mentos se sabe que esta regiÛn interviene anclado se halla el sentido del humor. Provine.Viking Books; Nueva York, 2000.
en el sistema de recompensa mental. El Marvin Minsky aventura la hipÛtesis N EURAL C ORRELATES OF L AUGHTER AND
aumento de actividad del CPFMV refleja de que el humor se ha desarrollado para HUMOUR. B. Wild et al., en Brain, vol. 126,
que el cerebro se gratifica a sÌ mismo con poner de manifiesto los fallos que se pro- pág. 1; 2003.
alto rendimiento cognitivo que supone ducen en el pensamiento lÛgico y en la
Hermann Englert ser ìpeorî. Tomemos el ejemplo del tr·- cada dÌa un poema de memoria. Por des-
fico: si bien se ha comprobado, a travÈs gracia, vivimos en una Època en la que
Myc: Muchas personas temen la merma de mediciones, que los ancianos dispo- apenas trabajamos con el cerebro. Todo
de la capacidad fÌsica con el envejeci- nen de un campo visual m·s reducido o tiene que discurrir de manera r·pida y
miento. øQuÈ hemos de esperar, en este que reaccionan m·s lentamente, los con- sencilla; al cerebro no debe exigÌrsele nin-
sentido, del cerebro? ductores jÛvenes y ebrios son los prin- g˙n esfuerzo cualitativo, sino tan sÛlo
Profesor Ernst Pˆppel: Es cierto que cipales causantes de los accidentes de tr·- ìestimularloî: preferimos ojear el periÛ-
los Ûrganos sensoriales pierden parte de fico. Desde luego, los conductores de dico en lugar de leer detenidamente un
su sensibilidad, como se sabe en el caso edad avanzada est·n capacitados, en artÌculo de opiniÛn extenso y exigente.
del oÌdo y de la vista. Sin embargo, se muchos casos, para conducir gracias a
ha descubierto en los ˙ltimos aÒos que su experiencia y a una adaptaciÛn de su Myc: øQuÈ m·s se puede hacer para man-
el gusto y el olfato se tornan tambiÈn m·s conducta. tener el cerebro ìen formaî?
insensibles. Quiz· por eso algunos ancia- Pˆppel: Aplicar los mismos principios
nos disfruten menos de ciertas comidas Myc: øQuÈ sucede con la memoria? Los que para la salud en general: hay que ali-
y eso facilite una alimentaciÛn equivo- olvidos suelen considerarse el problema mentarse de manera razonable. Esta es
cada. Como los olores son b·sicos para m·s frecuente del envejecimiento. una de las medidas m·s sencillas. Muchas
nuestro bienestar psÌquico, se est· inves- Pˆppel: Es cierto; la capacidad retenti- personas mayores beben poco y, cuando
tigando si los defectos de la olfacciÛn va de la memoria disminuye con la edad, el aporte de agua es insuficiente, dismi-
pueden causar una depresiÛn. sobre todo la memoria operativa y a largo nuye la capacidad del cerebro. Se piensa
El envejecimiento afecta, adem·s, a plazo. A menudo, muchas personas con que 1 de cada 10 pacientes diagnostica-
la funciÛn motora. Los movimientos ya una escasa memoria operativa bajan al dos de la enfermedad de Alzheimer apor-
no transcurren con la misma precisiÛn, sÛtano y luego no se acuerdan de quÈ iban ta muy pocos lÌquidos a su organismo.
ni siquiera con la misma rapidez. La pÈr- buscando. En el caso de la memoria a Lo m·s triste es que muchas personas de
dida de la capacidad sensitivomotora largo plazo se afecta sobre todo el compo- edad avanzada ni siquiera tienen a mano
explica las dificultades de las personas nente espacial y la memoria episÛdica, una botella de agua. No obstante, exis-
mayores para responder con presteza es decir, el recuerdo de experiencias con- ten tambiÈn ìmedios caserosî para ayu-
ante situaciones donde afrontan multi- cretas. Por eso, algunos viejos ya no dar al cerebro. Se ha demostrado que el
tud de estÌmulos; por ejemplo, cuando recuerdan lo que han hecho por la maÒana consumo moderado de vino tinto activa
tienen que cruzar de acera. En cambio, o se pierden en la ciudad. las funciones cognitivas. El sentido del
la capacidad de expresiÛn verbal y de olfato se conserva durante m·s tiempo
c·lculo no parece modificarse en la vejez. Myc: øHay que aceptar este tipo de dÈ- y la coordinaciÛn motora mejora.
ficits?
Myc: Todo esto suena, en conjunto, nega- Pˆppel: En principio, no. El cerebro res- Myc: øCÛmo puede la sociedad apoyar
tivo, como si la degradaciÛn fuera con- ponde exactamente igual que un m˙sculo: a las personas mayores? øSe pueden
tinua y, sobre todo, se perdiera calidad conserva su capacidad si se ejerce de fabricar botellas de abertura m·s f·cil?
de vida. manera regular. Pˆppel: Ese es un ejemplo, pero sÛlo serÌa
Pˆppel: SÛlo si admitimos como cierto el comienzo. Hay que dedicar m·s aten-
el dicho, por desgracia muy extendido, Myc: øQuÈ se puede hacer? ciÛn al cerebro senil y a sus necesidades
de ìcualquier tiempo pasado fue mejorî. Pˆppel: HabrÌa que concentrarse durante especiales. Pensemos en la arquitectura
Si se contempla sin ning˙n prejuicio, la un perÌodo largo y de manera regular en de las residencias para la tercera edad.
funciÛn cerebral de un anciano no suele algo concreto; por ejemplo, aprender Se trata de una arquitectura hostil, pen-
A
raÌz de la tragedia del 11 de sep- esperaba. ìEl 11 de septiembre consti- investigaciÛn, ahora con varones homo-
tiembre del aÒo 2001, cayÛ sobre tuyÛ un enorme test para la investiga- sexuales, se ha evidenciado que quienes
la traumatizada ciudad de Nueva ciÛn de los traumas cuyo desarrollo refutÛ se esforzaron en entender el significado
York un ejÈrcito de psicoterapeutas. la tesis dominanteî, declara. de la pÈrdida de su compaÒero se sen-
Nueve mil expertos dispuestos a prestar Una postura que atenta contra la gigan- tÌan, un aÒo despuÈs, mucho peor que en
atenciÛn a cuantos requirieran su ayuda. tesca ìindustria del traumaî norteameri- los dÌas subsiguientes al suceso.
PsicÛlogos y psiquiatras permanecieron cana que proporciona sustanciosas ganan- La represiÛn de los sentimientos no sÛlo
a la expectativa en tiendas de campaÒa cias a terapeutas, editoriales de guÌas de ayuda en los casos de duelo, sino tambiÈn
de la Cruz Roja, hospitales, consultas ayuda, moderadores de tertulias televi- en experiencias traum·ticas de diversa
particulares y universidades. Aunque las sivas y productores de psicof·rmacos. Ìndole. En una encuesta con m·s de sesenta
puertas estaban abiertas de par en par, Desde que en el aÒo 1917 Sigmund Freud mujeres que habÌan sufrido abusos sexua-
apenas acudiÛ nadie. acuÒara el concepto de elaboraciÛn del les en su infancia, Bonanno comprobÛ que
Ante esa reticencia, atribuida a la sen- duelo, se ha instalado el principio de que una de cada tres vÌctimas eludÌa las pre-
sibilidad umbral, las autoridades empren- los individuos con experiencias traum·- guntas referentes a las experiencias trau-
dieron una campaÒa con carteles en las ticas deben enfrentarse ante ellas, a fondo m·ticas. Aportaban datos sobre el divor-
estaciones del metro, anuncios en te- y durante mucho tiempo, hasta terminar cio, peleas o la muerte de los padres, pero
levisiÛn y ofertas de ayuda a travÈs de por superarlas. Por contra, quienes repri- evitaban aludir a los abusos. Se trataba de
las emisoras de radio. Sin repercusiÛn men vivencias como la muerte de su cÛn- mujeres que mostraban una estabilidad
visible. Los psicoterapeutas estaban per- yuge, abusos sexuales o im·genes terri- mayor que las que preferÌan desahogarse
bles de un atentado etarra o islamista se sobre los abusos sexuales sufridos.
encuentran con que la experiencia les Es feliz quien olvida. Pese a los resul-
oprime con insomnio, pesadillas, depre- tados de esos y otros estudios, muchos
GEORGE BONANNO
María Dolores Escarabajal Arrieta nen, con la ADH mencionada, otras enzi- leccionadas en razÛn de su preferencia
mas: citocromo P-450-2E1 (pertenecien- por el alcohol o de su rechazo del mismo,
E
n quÌmica org·nica, el tÈrmino te al sistema microsÛmico de oxidaciÛn han puesto de manifiesto que bastaba
alcohol designa un grupo de sus- del etanol), catalasa y aldehÌdo deshi- una sola dosis de acetaldehÌdo para esti-
tancias que comparten ciertas pro- drogenasa (ALDH). mular, en los m˙ridos proclives, el con-
piedades, aunque presentan estructuras No todas las enzimas operan con la sumo voluntario de alcohol.
diferentes. El contenido en las bebidas misma intensidad. Su acciÛn depende del Se ha ensayado tambiÈn la vincula-
alcohÛlicas es el alcohol etÌlico, llamado lugar donde se desarrolle el metabolismo ciÛn del alcohol y del acetaldehÌdo con
tambiÈn etanol (CH3ñCH2ñOH) o sim- oxidativo. Si se produce fuera del cere- el condicionamiento de aversiÛn al sabor
plemente alcohol. Se sabe que al menos bro, la conversiÛn de etanol en acetalde- (CAS). En este modelo, si la droga expe-
un 90 por ciento del alcohol etÌlico que hÌdo viene catalizada fundamentalmente rimental es aversiva, los animales mani-
absorbe el organismo, se metaboliza. En por la ADH hep·tica. Si consideramos, fiestan un rechazo claro de la soluciÛn
una primera fase el etanol se oxida en por el contrario, el metabolismo cerebral, quÌmica que se les ofrece. De acuerdo
acetaldehÌdo por acciÛn de la alcohol des- es importante la catalasa. Por lo que con- con los resultados obtenidos, el acetal-
hidrogenasa (ADH). El acetaldehÌdo cons- cierne a la degradaciÛn o lisis del acetal- dehÌdo induce un fenÛmeno de CAS. Sin
tituye el primer metabolito de la oxida- dehÌdo, la enzima encargada, fuera o embargo, la cocaÌna y otras drogas refor-
ciÛn de la molÈcula de etanol. Por otro dentro del cerebro, es la ALDH. Y el cito- zantes provocan un fenÛmeno de CAS
lado, el campo de la incidencia cerebral cromo reviste interÈs creciente con el con- importante con las mismas dosis que se
del consumo de alcohol presenta una larga sumo crÛnico de alcohol. autoadministran los animales de experi-
historia de investigaciÛn. Desde hace unos Sobre esas bases bioquÌmicas, øcu·l mentaciÛn. En mi laboratorio hemos com-
aÒos, se viene abordando la implicaciÛn es la implicaciÛn del acetaldehÌdo en los probado que el condicionamiento de aver-
del acetaldehÌdo en varios de los efectos efectos conductuales del alcohol? La siÛn al sabor inducido por acetaldehÌdo
farmacolÛgicos y conductuales atribuidos acumulaciÛn perifÈrica de acetaldehÌdo no difiere del obtenido para otras drogas
al etanol. Pero los autores discrepan sobre en sangre genera una serie de sÌntomas reforzantes, lo que supondrÌa un apoyo
la funciÛn exacta que desempeÒa. La con- desagradables (mareos, dolor de cabeza, a la funciÛn reforzante del acetaldehÌdo
troversia, aunque pluriforme en matices, n·useas, etc.) que lo convierten en una m·s que a la funciÛn aversiva.
se polariza en torno a dos planteamien- droga aversiva y altamente tÛxica. Para Sabido es que las propiedades refor-
tos contrapuestos: quienes niegan que el provocar esos efectos negativos se pres- zantes de las drogas y otros compuestos
acetaldehÌdo participe en los efectos refor- cribe el uso de inhibidores de la ALDH quÌmicos suelen ir asociadas a potentes
zantes del etanol y quienes le atribuyen en el tratamiento del alcoholismo. efectos psicoestimulantes. En diversos
casi todos los efectos cerebrales produ- Pero, como ocurre a menudo en el or- trabajos ha quedado demostrada una rela-
cidos por el consumo de alcohol. ganismo, una misma molÈcula puede ciÛn directa entre la actividad locomotora
Aducen los primeros que las concen- presentar, en circunstancias distintas, el inducida por etanol y la concentraciÛn
traciones cerebrales de acetaldehÌdo efecto contrapuesto. AsÌ, el acetaldehÌdo cerebral de acetaldehÌdo, a travÈs de diver-
resultan demasiado pequeÒas para ejer- muestra propiedades reforzantes. El tra- sos tratamientos que alteran el posterior
cer un efecto farmacolÛgico reseÒable; tamiento agudo de acetaldehÌdo en roe- metabolismo del etanol. AsÌ, los trata-
a lo que debe sumarse la acciÛn de la dores produce efectos de Ìndole refor- mientos que incrementan los niveles cere-
barrera hematoencef·lica (BHE), que se zante; las infusiones intracraneales de esa brales de acetaldehÌdo aumentan tambiÈn
sirve de una aldehÌdo deshidrogenasa molÈcula en el ·rea tegmental ventral los efectos estimulantes del etanol; los
para limitar la difusiÛn, en el interior del (ATV) multiplicaba por mil el efecto tratamientos farmacolÛgicos que reducen
cerebro, del aldehÌdo sintetizado peri- reforzante tÌpico del etanol. En cohe- la acumulaciÛn cerebral de acetaldehÌdo
fÈricamente. Los que defienden una res- rencia con esa observaciÛn, los ensayos suponen tambiÈn una inhibiciÛn de la acti-
ponsabilidad central del acetaldehÌdo realizados con ratas, genÈticamente se- vidad locomotora inducida por etanol.
subrayan la capacidad cerebral para meta-
bolizar in situ el etanol, aspecto que pa-
rece pasarles por alto a los partidarios
de la hipÛtesis precedente. CATALASA Oxidación del etanol.
En mi laboratorio de la Universidad
de JaÈn hemos venido acumulando prue-
bas que reflejan la contribuciÛn real del ADH ALDH
acetaldehÌdo en ciertos efectos conduc- ALCOHOL ACETALDEHIDO ACETATO
tuales cuya autorÌa suele atribuirse al
etanol. Conviene saber de entrada que,
en el mecanismo bioquÌmico del meta-
P-450-2E1
bolismo oxidativo del alcohol, intervie-
Mesencéfalo
y orientación animal
Se sabe, desde hace tiempo, que muchos animales utilizan el campo magnético terrestre
para orientarse. La brújula en cuestión parece radicar en el mesencéfalo
sigue siendo un misterio. Desde el des- en las capas cerebrales a travÈs del
Helmut Oelschläger, Hynek Burda cubrimiento de su existencia, en 1966, por microscopio.
y Pavel Němec Wolfgang Wiltschko, ornitÛlogo de Acontece, sin embargo, que otros es-
Frankfurt, los investigadores han venido tÌmulos del entorno (luz o sonido), al ac-
L
as cig¸eÒas, los gansos, las balle- buscando con tenacidad la sede cerebral tivar los sentidos correspondientes, ins-
nas, los salmones, las salamandras del sentido magnÈtico. Se valÌan de mÈto- tan tambiÈn la sÌntesis de proteÌna c-fos.
y las tortugas de mar pueden dos electrofisiolÛgicos, una tÈcnica expe- HabÌa que hallar, pues, un organismo
hacerlo. Incluso algunas bacterias. øQuÈ? rimental que, sin embargo, adolece de una modelo que, por lo menos bajo condicio-
Percibir el campo magnÈtico terrestre y limitaciÛn determinante: abarca sÛlo regio- nes de laboratorio, no se apoyara en esos
orientarse gracias al mismo. Hay quien sos- nes concretas, nunca el cerebro entero. Una sentidos para la orientaciÛn a distancia.
tiene que tambiÈn los humanos poseemos tarea que bien pudiera compararse con la El topillo de Zambia (Cryptomys anse-
una suerte de br˙jula para orientarnos en de buscar una aguja en un pajar. lli) constituÌa el candidato ideal. Del ta-
el campo magnÈtico terrestre; pero, visto HabÌa que encontrar, pues, una tÈcnica maÒo de un h·mster, viven estos roedo-
lo que sucede cuando nos perdemos en que consintiera el rastreo Ìntegro del res en el sudeste africano en complicados
un paseo por el bosque o en una excur- cerebro en la indagaciÛn de posibles cen- laberintos intercomunicados; los cons-
siÛn, las reticencias no faltan. tros magnÈticos. En neuroanatomÌa se truyen ellos mismos y est·n formados por
Alos etÛlogos no les cabe la menor duda cuenta con un acreditado mÈtodo para t˙neles subterr·neos de unos cientos de
de que muchos animales poseen un sexto examinar la actividad de las cÈlulas ner- metros de longitud. Quien se haya aden-
sentido, magnÈtico. Mas, øen quÈ parte viosas; podemos, con Èl, comprobar si trado alguna vez en una expediciÛn en
exacta del cerebro se procesa la infor- una cÈlula produce una molÈcula espe- una cueva, sabe cu·n r·pido se puede per-
maciÛn? Adiferencia de lo que ocurre con cÌfica, por ejemplo la proteÌna c-fos. En der la orientaciÛn bajo tierra. Proba-
la vista, el oÌdo, el olfato, el gusto y el cuanto la neurona se excita, comienza a blemente los topillos logran, con la ayuda
tacto, la neuroanatomÌa del sexto sentido sintetizar c-fos, que se puede observar exclusiva de su br˙jula magnÈtica y en
HYNEK BURDA
habilitaron su nido en la parte sudoriental
de Èste. Por medio de un giro artificial
del campo magnÈtico, se pudo predecir
el lugar correspondiente a la construc-
ciÛn del cubil. 1. Los topillos de Zambia viven en
Para identificar, en los topillos, quÈ los superiores; de forma parecida se laberintos subterráneos. La investigación
·reas de cÈlulas nerviosas procesaban comportaron los animales en reposo, los toma por modelos para investigar la
la informaciÛn del sentido magnÈtico, que habÌamos aislado del campo mag- orientación animal a través del campo
recurrimos a las pruebas de c-fos. Muy nÈtico terrestre mediante una c·mara
magnético de la Tierra.
pronto nuestra atenciÛn recayÛ sobre met·lica especial.
una estructura del mesencÈfalo: la placa Ahora bien, cuando los topillos debÌan
de los cuatro colÌculos. En los mamÌfe- orientarse en un lugar desconocido bajo
ros, convergen en los dos superiores las el influjo del campo magnÈtico terres- óm·s exactamente, en las zonas de tran-
informaciones visuales y espaciales, que tre normal, la actividad neuronal subÌa siciÛn grises de estas estructurasó se
se integran en diferentes redes de neu- enormemente. Ese fenÛmeno se repetÌa encuentra posiblemente un tipo de mapa
ronas. Estos sistemas de redes envÌan se- al cambiar repetidas veces y de manera que contiene una imagen del campo mag-
Òales a zonas del tronco encef·lico res- artificial la polaridad del campo; por la nÈtico natural.
ponsables del movimiento. A travÈs de sencilla razÛn de que cambiaba la infor- No conocemos todavÌa los pormeno-
la integraciÛn en los colÌculos superio- maciÛn magnetosensorial para la orien- res de ese mapa del campo magnÈtico, aun-
res se producen las reacciones de orien- taciÛn espacial del animal. La zona de que, seg˙n parece, el funcionamiento de
taciÛn; por ejemplo, el giro de la cabeza neuronas activas se evidenciÛ entonces la br˙jula magnÈtica se asemeja al del
en la direcciÛn de un ruido o de un des- m·s extensa; alrededor de los bordes de resto de los sentidos. Es decir, un estÌmulo
tello de luz. los colÌculos superiores se formaron cen- magnÈtico activarÌa a los colÌculos supe-
Si eso ocurrÌa con la informaciÛn vi- tros de actividad reconocibles. Semejan- riores, zonas del tronco encef·lico respon-
sual y auditiva, cabÌa suponer que se tes patrones espaciales de cÈlulas nervio- sables del movimiento, y asÌ provocarÌa
procesaran tambiÈn en los dos colÌcu- sas, responsables del procesamiento de reacciones de orientaciÛn directa. Ni que
los superiores las informaciones mag- ciertos estÌmulos, se dan, asimismo, en decir tiene que, si aparece un problema
netosensoriales, tan importantes para los otros sistemas sensoriales. de orientaciÛn ñdebido, por ejemplo, al
la orientaciÛn de los topillos. En nues- Quedaba, pues, claro que los topillos obligado y constante cambio del campo
tro experimento, un grupo control vivÌa poseen grupos de neuronas que est·n magnÈtico en el experimentoó, los topi-
en su acostumbrado subterr·neo, con especializadas en el procesamiento de los llos tratan de solucionarlo poniendo en
un nido ya construido. MostrÛ una es- estÌmulos magnetosensoriales. En los acciÛn algunos lugares adicionales de su
casa actividad neuronal de los colÌcu- colÌculos superiores de estos animales mapa del campo magnÈtico.
Cabe esperar que con la aplicaciÛn de
la prueba de c-fos en las neuronas exci-
HYNEK BURDA
Horst Hameister soma X, es decir, en el cromosoma sexual blemente superior. En el caso de la mujer,
femenino. Y en comparaciÛn con los res- por el contrario, tendrÌa que producirse
E
n el transcurso de la vida de una tantes cuarenta y cuatro cromosomas, su esta combinaciÛn extraordinaria en los
persona, hay muchos factores que presencia allÌ se multiplica por cuatro. dos cromosomas X para marcar con m·s
intervienen en el desarrollo de Por norma, la mujer tiene dos cromo- realce su inteligencia. Y esto es bastante
sus facultades mentales. Nadie discute somas X, mientras que en el hombre menos probable.
la importancia del entorno, ni, por su- sÛlo hay uno. Lo cual confirma la consta- En consecuencia, deberÌan nacer no
puesto, de la constituciÛn genÈtica para taciÛn bien documentada desde hace ca- sÛlo m·s hombres disminuidos menta-
la conformaciÛn de la inteligencia Se si un siglo de que el n˙mero de discapa- les sino tambiÈn m·s con un alto coefi-
conoce una serie de genes que se reve- citados mentales es mucho mayor en los ciente intelectual. AsÌ queda reflejado en
lan indispensables para el desarrollo hombres que entre las mujeres. Partiendo la curva de Gauss: mientras que los datos
mental. Si los genes en cuestiÛn han de la base de que las mujeres tienen, por de puntuaciÛn del coeficiente intelec-
sufrido en el Ûvulo fecundado alg˙n daÒo asÌ decirlo, un cromosoma X de repuesto, tual femenino indican unos valores cer-
por mutaciÛn, existe un riesgo grave de pueden compensar en parte los defec- canos a la media, los masculinos seÒa-
que el niÒo tenga m·s adelante dificul- tos genÈticos en uno de los dos cromo- lan frecuentemente o una posiciÛn
tades en su desarrollo intelectual o somas X con la parte intacta correspon- especialmente elevada o singularmente
padezca retraso mental. diente en el otro. baja del CI.
En el marco del proyecto del Genoma øCabe, pues, interpretar estos genes Se caracteriza la especie humana por
Humano, hemos llevado a cabo, en la del cromosoma X especialmente h·biles su asombrosa tipificaciÛn de las fun-
Universidad de Ulm, varios an·lisis de como ìgenesî de la ìinteligenciaî? Se ciones cerebrales. A partir de la acu-
datos genÈticos. Las hipÛtesis que, con trata de genes distribuidos de una manera mulaciÛn de ìgenes de la inteligenciaî
anterioridad, habÌamos formulado, se muy favorable en el ˙nico cromosoma X en el cromosoma X, un experto en genÈ-
ratificaron: los genes de referencia se del hombre; por tanto, deberÌan dar como tica puede deducir la importancia de los
alojaban, de preferencia, en el cromo- resultado un grado de inteligencia nota- mismos en su proceso de evoluciÛn
THOMAS BRAUN
contiene veintitrés pares de cromoso-
mas. La diferencia genética entre varón
y hembra radica en los cromosomas PADRES
sexuales. La mujer tiene dos cromoso- CROMOSOMA X
mas X; el hombre, por el contrario, dis- CROMOSOMA Y
pone de un cromosoma X y de otro Y. VERSION DE GENES RESPONSABLES
Este último, pequeño, esencialmente DE INTELIGENCIA EXCEPCIONAL
responsable del desarrollo sexual mas-
VERSION DE GENES QUE APORTAN
culino, posee sólo unas cuantas doce-
INTELIGENCIA “NORMAL”
nas de genes. El cromosoma X, a su vez,
es de dimensión casi normal; tiene alre-
dedor de 1200 genes.
Para la formación de óvulos y esper-
matozoides se separan los pares de cro- tesis, esta conjunción cristaliza en un
ESPERMATOZOIDE OVULO
mosomas, de suerte que cada gameto nivel muy alto de inteligencia en el hijo;
contenga sólo una dotación cromosó- en el caso de la hija, por contra, a la
mica. Dichas parejas se entrecruzan antes supercombinación de la madre se agrega
de separarse; intercambian así, mutua- un segundo cromosoma X “normal” del HIJOS
mente, dotaciones cromosómicas (véanse padre, con lo que el efecto se debilita.
las flechas dobles ). En consecuencia, En la generación siguiente, el hijo,
los “genes de la inteligencia”, reparti- dotado de una inteligencia superior,
dos antes en dos cromosomas, pueden transmite la susodicha supercombina-
concentrarse en uno solo. Y, con ello, ción de su cromosoma X exclusiva-
la madre puede transmitir a su des- mente a su hija y en ningún caso a su
cendencia una “supercombinación”espe- hijo.
cialmente favorable. Según nuestra hipó-
Inteligencia artificial:
aprendizaje mecánico
Sólo quien está dispuesto a aprender, sabe adaptarse. También entre los ordenadores. Por esta razón,
algunos programas extraen sus propias conclusiones a través de la “observación”
Ute Schmid parow o piense en el asesoramiento tele- En opiniÛn del estadounidense Oliver
øE
fÛnico por ordenador. No obstante, la Selfridge, pionero de la IA, estos sistemas
xisten ordenadores inteligen- inteligencia artificial (IA) que anima basados en los conocimientos destacan
tes? Quiz· m·s de uno re- estos y otros muchos sistemas consti- por su car·cter elemental: una vez pro-
cuerde la legendaria ìDeep tuye sÛlo una representaciÛn cabal de gramados, dejan de aprender. Si se cam-
Blueî que en 1997 derrotÛ al entonces una serie limitada de conocimientos bian los criterios de actuaciÛn del orde-
campeÛn mundial de ajedrez Gari Kas- humanos. nador, hay que modificar con mucha
Ausencia Ausencia la frecuencia con la que los expertos han el Instituto de Inform·tica de Osnabr¸ck
de moscas glosina de moscas glosina utilizado una categorÌa concreta y decide estamos trabajando en un procedimiento
entonces la m·s probable. que combina el aprendizaje de reglas
4o ejemplo: el árbol proporciona la clase correcta Otro mÈtodo de inteligencia artificial, con otros dos mÈtodos: la inferencia por
5o ejemplo: clasificación errónea → segunda hoy en boga, son las redes neuronales. analogÌa y la planificaciÛn de la IA. Esta
característica De hecho, estas redes pueden aprender ˙ltima se ocupa de problemas concretos,
las categorÌas por sÌ mismas. El incon- por ejemplo, el modo de liberar una caja
Grado de latitud
veniente de las redes neuronales, frente situada debajo de otras dos, quitando
Cerca del ecuador Lejos del ecuador a los ·rboles de decisiÛn, reside en la primero la caja superior y, a continua-
ausencia de verbalizaciÛn, es decir, las ciÛn, la central.
Vegetación Ausencia
reglas no se formulan con un lenguaje La generalizaciÛn enseÒa una regla
de moscas glosina humano, como sucede con los ·rboles de para acceder a una caja situada bajo un
decisiÛn. AsÌ como cualquier observa- n˙mero indeterminado de otras. Gracias
Pantano Bosque Pasto
dor comprende enseguida la decisiÛn a la inferencia por analogÌa, este tipo de
basada en estas reglas, el mecanismo regla se puede aplicar a otros problemas
* Presencia de *
moscas glosina
operativo de una red neuronal sÛlo se adi- similares; por ejemplo, para desmontar
vina si la red es muy simple. una torre de bloques. Por ˙ltimo, las
... y así sucesivamente; la última modificación reglas aprendidas en una situaciÛn con-
tiene lugar en la última rama después
del 5º ejemplo: Los ordenadores juegan creta tambiÈn pueden utilizarse para
con bloques tareas abstractas: el sistema se programa
FINAL: Grado de latitud Los ·rboles de decisiÛn presentan otra a sÌ mismo para ir despejando una ìpilaî
ventaja: las reglas condicionales (si..., de operaciones hasta llegar a un ele-
Cerca del ecuador Lejos del ecuador entonces...) elaboradas por mÈtodos mento concreto.
inductivos se traducen f·cilmente en De este modo, incluso los usuarios de
Vegetación Ausencia reglas deductivas para su uso por los sis- ordenadores que no sepan programar
de moscas glosina temas basados en el conocimiento. podr·n confeccionar sus propios pro-
Pantano Bosque Pasto Cuando las reglas deductivas se pre- gramas al ofrecer al programa de apren-
paran en conversaciones con expertos, dizaje unas muestras sencillas de cÛmo
Presencia Ausencia
se corre el riesgo de omitir reglas esen- les gustarÌa resolver una tarea; el pro-
de moscas de moscas ciales. Los expertos se caracterizan, pre- grama de aprendizaje genera con ellos
glosina glosina cisamente, por establecer juicios correc- un programa inform·tico, que no sÛlo
tos y actuar con acierto en su campo, sin resuelve las tareas propuestas, sino tam-
Humedad atmosférica tener que meditar mucho. No obstante, biÈn otros problemas. Entramos asÌ en
cuando se les pregunta, a menudo se olvi- un nuevo campo de la inteligencia arti-
Baja Alta dan de aspectos, para ellos, evidentes. ficial, la programaciÛn autom·tica. Alg˙n
En cambio, un experto puede servir de dÌa, los ordenadores ser·n capaces de
Ausencia Presencia perfecto maestro para los ·rboles de deci- escribir sus propios programas. Posi-
de moscas de moscas blemente diremos entonces que no eran
glosina glosina
siÛn: es capaz de indicar claramente el
diagnÛstico o la medida m·s adecuados para tan simples como parecÌan.
METODO DE ENSAYO Y ERROR: una serie de situaciones concretas. De este
modo, el experto amplÌa los datos de apren-
Un sencillo árbol de decisión para la
dizaje y el ordenador elabora las reglas.
clasificación de las regiones afectadas por El aprendizaje humano supone mucho UTE SCHMID, licenciada en psicología y doc-
el paludismo (presencia de moscas glosina); m·s que la mera clasificaciÛn de situa- tora en informática, trabaja en el Instituto
el árbol se ofrece a título de ejemplo y no ciones. Un ejemplo son las acciones enca- de Informática de la Universidad de Os-
es aplicable a la situación real. denadas. Para abordar este problema, en nabrück.
C
ada aÒo, a finales del verano, artista empezaba a desdibujarse, porque
se amontonan en las librerÌas veÌa cada vez peor. Como si mirara a tra-
y en los quioscos los nuevos vÈs de una espesa niebla.
calendarios artÌsticos, decora-
dos con las obras de los pintores popu- El puente japonés recurrente
lares. Entre los favoritos se encuentra La disminuciÛn de la agudeza visual con
Claude Monet (1840-1926). Quien co- la edad es un hecho experimentado por
nozca de cerca los cuadros originales de muchas personas, tambiÈn de nuestra
este impresionista francÈs y se haya acer- Època. Con el paso del tiempo, el cris-
cado a los museos, habr· comprobado talino va perdiendo elasticidad, razÛn
que la obra de Monet del siglo XIX difiere por la cual ya no se forma una imagen
de la surgida a partir de 1910. Las for- nÌtida sobre la retina desde ninguna dis-
mas se van desdibujando y los trazos del tancia. El amarilleo del cristalino y las
pincel se tornan m·s toscos. Se aprecian, cataratas son muy frecuentes. Estas ˙lti-
tambiÈn, cambios evidentes en la selec- mas deterioran la visual.
ciÛn de los colores. Cuando este mal aflige a personas que
Los expertos hablan de un ejemplo recrean artÌsticamente sus percepcio-
arquetÌpico de estilo senescente. No es nes, las debilidades y los defectos del
raro que un artista modifique conscien- ojo senil se reflejan en sus obras. Esto
temente su estilo al envejecer. Sin permite, por un lado, documentar la evo-
embargo, a veces esa transformaciÛn se luciÛn del proceso y, por otro, explicar
debe a un motivo harto prosaico: los bajo la Ûptica mÈdica ese ìestilo senes-
problemas oculares. AsÌ le sucediÛ a centeî. Por desgracia, apenas si se han
Monet. Durante su viaje a Venecia en el diagnosticado con precisiÛn los trastor-
aÒo 1908, se dio cuenta de las dificul- nos oculares de los pintores. No obstan-
tades cada vez mayores que le ofrecÌa
la elecciÛn de los colores adecuados.
te, la documentaciÛn excelente de los
sÌntomas aportada por los mÈdicos, los
1. EL MUNDO SE DIFUMINA.
Hoy conocemos la causa: la coloraciÛn amigos o el propio artista facilita, en Dos cuadros del puente japonés en el
amarilla del cristalino, tan frecuente algunos casos, un an·lisis bastante fiel jardín de Monet. El superior, del año
entre las personas mayores. El cristalino del efecto de tales alteraciones senso- 1899, contiene muchos detalles y
act˙a como un filtro que bloquea el azul riales en la obra. trasluce el color verde vivo de las
y, de forma progresiva, el verde. En esa Monet representa un ejemplo claro, plantas. El inferior, pintado entre 1918 y
Època, Monet todavÌa podÌa reconocer pues le gustaba repetir motivos. Por 1924, aparece plagado de pinceladas
las formas con precisiÛn. ejemplo, el puente japonÈs de su resi-
toscas de rojo y amarillo; apenas se
Unos aÒos m·s tarde, la situaciÛn habÌa dencia de Giverny, donde se habÌa ins-
cambiado. Adem·s del amarilleo del cris- talado en 1883. El puente lo pintÛ en m·s vislumbra el puente. El autorretrato
talino, se habÌa establecido una catarata, de 20 ocasiones. A la luz de estos cua- muestra al artista en 1917.
LA CLASE DE DANZA, 1871 (izquierda); DEGAS EN GILET VERT, 1856 (arriba); LAS TRES BAILARINAS, UM 1897 (abajo); / AKG BERLIN
rata, entretanto amarillo-pardusca, por la
que veÌa, filtraba casi totalmente los tonos
deformados, adem·s de extraÒar los colo-
res. Este caso no es el ˙nico: muchos
3. EL BUQUE FANTASMA es la única
obra cromática conservada de Charles
violetas, azules y algunos verdes; lo que pacientes refieren percepciones extraÒas
explica que dejara de utilizar estas tona- de color despuÈs de la cirugÌa de catara- Meryon (1821-1868). Apenas se
lidades en sus lienzos. En cambio, prefe- tas. Encuentran que muchas tonalidades reconocen tonos rojos y verdes, pues el
rÌa los tonos amarillos, rojos y marrones; de color son m·s luminosas; en particu- pintor, con su ceguera para ambos, no
su obra recordaba, cada vez m·s, a las pin- lar, el azul aparece m·s oscuro e intenso. percibía tales colores. El mar carece del
turas antiguas con un barniz pajizo. Muchos describen incluso los colores trazo verde habitual y en el cielo
ìnuevosî como frÌos y desagradables y
prevalecen los tonos amarillos, una vez
Colores antagónicos aspiran a recordar los tonos c·lidos, rojo
y pardo, de la Època previa a la operaciÛn. desaparecido el rojo.
En los cuadros de nen˙fares, del puente
japonÈs y las composiciones florales de
su jardÌn de Giverny, pintados entre 1918 Debo aprender
y 1922, apenas se reconocen las formas. el oficio de un ciego
La catarata le habÌa privado de la facul- Por fin, en 1925 Monet encontrÛ unas
tad de apreciar la morfologÌa de los obje- gafas que le satisficieron. Con gozo escri-
tos. En 1922 escribÌa, frustrado, que ya bÌa el artista, de 85 aÒos entonces, que
no podrÌa pintar nada bonito y que habÌa habÌa vuelto a ver bien y que, a partir de
destruido algunos de sus cuadros. Estaba ese momento, se pondrÌa de nuevo a tra-
casi ciego y se veÌa obligado a abando- bajar duro. Los cuadros que pintaba le
nar la paleta. OpiniÛn que ratificaba el gustaban. Su suerte, empero, durarÌa
crÌtico de arte de la revista Times, para poco, pues el 5 de diciembre de 1926
quien algunos cuadros de Monet de esta fallecÌa en su residencia de Giverny.
Època eran ìmuy desagradables, con una A diferencia de su contempor·neo
aplicaciÛn tosca de los colores y unos Monet, Edgar Degas (1834-1917) sufrÌa
colores antagÛnicosî. ya de la visiÛn desde joven, hecho sin-
Seg˙n el mÈdico de Monet, en sep- gular para un pintor. Durante las prue-
tiembre de 1922 su paciente apenas reco- bas de tiro, cuando se alistÛ voluntario
nocÌa la claridad y la direcciÛn de la luz al servicio militar en 1870, se comprobÛ
con el ojo derecho. El ojo izquierdo con- que no veÌa el objetivo con el ojo dere- veces a su colega inglÈs Walter Sickert de
servaba tan sÛlo una agudeza visual prÛ- cho. SÛlo unos aÒos m·s tarde, a partir la tortura que suponÌa pintar objetos, de
xima al 10 %. A instancias del primer de 1873, Degas empezÛ a rechazar tra- los que sÛlo reconocÌa sus contornos.
ministro francÈs Georges Clemenceau, bajar al aire libre, porque le irritaba la Degas describÌa asÌ un sÌntoma carac-
amigo y admirador del artista, Monet se luz deslumbrante y se sentÌa dÈbil a pleno terÌstico de una enfermedad de la m·cula.
sometiÛ a una operaciÛn de la catarata sol. En una ocasiÛn, mientras pintaba Esta pequeÒa regiÛn, situada en el centro
del ojo derecho en enero de 1923, es junto al mar, sin ninguna sombra, hubo de la retina, se halla enfrente de la pupila
decir, cuando tenÌa 83 aÒos. Sin embargo, de descansar durante casi tres semanas y constituye el lugar de mejor visiÛn.
las complicaciones lo torturaron durante seguidas. OptÛ por recluirse en su taller Todo aquello en lo que fijamos la vista lo
meses y dejÛ de pintar. Monet pensÛ que y utilizar unas gafas con un tinte oscuro. registramos con la m·cula. Si se daÒa, se
se quedarÌa ciego para el resto de su vida. Pero no bastÛ esa medida. Degas notaba forma una ìmancha ciegaî en el centro
No obstante, la nueva intervenciÛn de dificultades progresivas para reconocer del campo visual y dejan de verse los
julio de 1923 mejorÛ considerablemente los objetos situados en el centro de su objetos sobre los que se enfoca la mirada.
su capacidad visual. Esta vez, Monet se campo visual. Aunque existen muy pocos Unos aÒos m·s tarde, Degas perdiÛ
tuvo que acostumbrar a unas gafas grue- informes mÈdicos sobre su padecimiento todo el campo central de la visiÛn. Por
sas, aunque no podÌa utilizar ambos ojos ocular, la historia clÌnica del artista puede culpa de ello sus cuadros fueron haciÈn-
a la vez, porque sÛlo habÌa sido operado reconstruirse a partir de la enumeraciÛn dose cada vez m·s toscos y desdibuja-
de uno de ellos. Al principio, se mane- de sus sÌntomas en las cartas y tambiÈn de dos. Cuanto peor veÌa, m·s se separaban
jaba muy mal con la ayuda visual y veÌa los relatos de sus conocidos. Durante el entre sÌ los trazos hasta que, al final,
los objetos cercanos y remotos dobles y decenio de 1880, Degas se quejÛ varias daba la impresiÛn de un sombreado torpe.
1 2 3
BEAU GAGE, 2001
constituyan una excepciÛn. De forma sor- francesa; muy pronto, se interesÛ por el pintaba con el Ûleo y los pasteles. SÛlo nos
prendente, estos pintores preferÌan los arte. Durante una de sus travesÌas alre- ha llegado uno de estos cuadros, El buque
colores primarios rojo, amarillo y azul y dedor del mundo, que durÛ 4 aÒos, inmor- fantasma. Se reconoce en seguida el defecto
evitaban el verde. Pero no se ha podido talizÛ escenas de los paÌses exÛticos re- visual del artista: sÛlo utilizÛ los tonos
demostrar que esta gama inusitada de corridos en innumerables dibujos. azul y amarillo; hasta el mar carece de su
colores se debiera, en realidad, a un defecto Con 25 aÒos, Meryon decidiÛ dejar la tonalidad verdosa caracterÌstica.
para la visiÛn del rojo y del verde. marina para consagrarse a la pintura. En Philippe Burty, amigo de Meryon, des-
En cambio, la ceguera para los colo- sus trabajos iniciales de ParÌs, comprobÛ cribiÛ con precisiÛn este defecto senso-
res del pintor francÈs Charles Meryon enseguida que no reconocÌa los tonos rojo rial del pintor: Meryon tenÌa una sensa-
(1821-1868) es un hecho probado. Hijo y verde y que jam·s lograrÌa plasmar su ciÛn muy clara de la armonÌa entre las
de un mÈdico inglÈs y de una bailarina de talento sobre el Ûleo. Por eso, decidiÛ espe- luces y las sombras, ìpero apenas reco-
la Opera de ParÌs, decidiÛ seguir en prin- cializarse en el estampado y los dibujos. nocÌa las frambuesas maduras entre las
cipio la carrera de oficial de la marina Sin embargo, de vez en cuando tambiÈn hojas y, en su paleta, utilizaba el rojo por
Anna Buchheim genitores a crÌas de monos Rhesus y les te el contacto con una persona de refe-
daba a elegir entre dos ìmadres sustitu- rencia, establecen lazos con ella y la uti-
E
l pequeÒo se encuentra en la frÌa tasî, formadas por rollos de tela met·li- lizan como apoyo seguro para su propio
sala de exploraciÛn acurrucado, ca con una cabeza de madera. En una se conocimiento del mundo. CaÌa la tesis,
chup·ndose el pulgar, con los le ofrecÌa un biberÛn con leche. La otra entonces indiscutida, seg˙n la cual los
ojos muy abiertos. No hay m·s no portaba alimento, pero estaba forrada niÒos durante su primer aÒo de vida son
que una malla de hilo met·lico forrada de gomaespuma y peluche. seres fundamentalmente pasivos que sÛlo
de gomaespuma y peluche a la que pueda Harlow se proponÌa averiguar cu·l de quieren comer y dormir.
agarrarse. Desde que saliÛ su madre, si- los dos seÒuelos preferÌan las crÌas, si el A tenor de las conclusiones de Bowlby,
gue abrazado a ese objeto. Del miedo que que proporcionaba alimento o el que ofre- el hombre dispone, desde la cuna hasta
tiene, ni siquiera bebe. cÌa un tacto suave al abrazarlo. El resul- la tumba, de un patrÛn definido de con-
La escena no pertenece a ning˙n psi- tado era inequÌvoco: las crÌas rechaza- ducta en lo concerniente a los lazos inter-
codrama cinematogr·fico. Transcurre en ban el rollo de tela met·lica desnuda y personales. Este sistema se activa, sobre
el laboratorio de Harry Harlow, de la mordÌan hasta la saciedad el forro de la todo, en situaciones tensas de separaciÛn
Universidad de Wisconsin. Desde los madre artificial. La necesidad de calor y y de peligro, con el fin de mantener o
aÒos sesenta, este etÛlogo se interesa por protecciÛn era m·s fuerte que el hambre. reinstaurar el contacto con la persona de
el comportamiento de los animales en Por las mismas fechas, John Bowlby, referencia, la madre en la mayorÌa de las
busca de protecciÛn. Separaba de sus pro- de la ClÌnica Tavistock de Londres, com- ocasiones. La proximidad y la protecciÛn
probÛ la importancia de la entrega y el proporcionada por esa persona parece
amor en los lactantes humanos. Por ser tan imprescindible para el desarrollo
encargo de la OrganizaciÛn Mundial de normal como la satisfacciÛn de los reque-
la Salud, este psiquiatra infantil descri- rimientos nutricionales b·sicos.
biÛ las consecuencias del abandono emo- Del estudio comparado de diversas cul-
cional en los niÒos acogidos en un orfa- turas se desprende que los niÒos disponen
nato. El retraso en el desarrollo, corporal de un repertorio universal de conductas
y psÌquico, observado en los internos mediante el cual expresan las necesidades
coincidÌa con el resultado de los estu- de relaciÛn interpersonal que tienen en
dios de Harlow en primates. Se elaborÛ cada momento: llanto, abrazo, grito de lla-
asÌ un cuadro com˙n: la satisfacciÛn de mada y seguimiento de alguien que camina.
las necesidades de lazos interpersonales Paralelamente, los padres, tambiÈn por
constituye una exigencia vital para el tendencia natural, se sienten impulsados
hombre y los primates. a reaccionar ante estas seÒales.
Sobre la base de estos conocimientos,
Los bebés necesitan lazos afectivos Mary Ainsworth, colaboradora de Bowl-
De acuerdo con los estudios de Bowlby, by, estableciÛ en los aÒos ochenta un
los niÒos, desde la lactancia, llevados por mÈtodo, hoy plenamente aceptado, para
un impulso biolÛgico, buscan activamen- definir la conducta de los niÒos peque-
Òos en el campo de las relaciones inter-
personales: el ìtest de la reacciÛn ante
1. INDIFERENCIA ANTE LA LECHE.
lo desconocidoî. La exploraciÛn en el
laboratorio dura veinte minutos y trans-
Bebés de mono rhesus prefieren una falsa
curre seg˙n un programa fijamente esta-
madre a quien puedan abrazarse a otra blecido. La madre se dirige con su pe-
que le proporciona alimento pero que queÒo de un aÒo a una habitaciÛn
resulta “fría”. desconocida, llena de juguetes. Luego,
ZEFA
minutos, la madre abandona el recinto
dejando al niÒo con el extraÒo, aunque
amable, para volver tres minutos des-
puÈs. La alternancia de separaciÛn y
reencuentro se repite dos veces.
La desapariciÛn de la persona de refe-
rencia desencadena en el niÒo malestar.
Todo lo que el niÒo hace o abandona du-
rante ese tiempo, si busca y cÛmo busca
el contacto con su madre, se anota si-
guiendo un protocolo. A partir de esos
datos se establecen tres modelos cl·si-
cos de conducta.
El niÒo con unos fuertes lazos inter-
personales reacciona ante lo desconoci-
do manifestando su contrariedad por la
separaciÛn y se tranquiliza en cuanto rea-
parece la madre. No tarda en proseguir
su exploraciÛn del mundo que le rodea.
Pero el niÒo con lazos inseguros ape-
nas muestra contrariedad alguna ante la
separaciÛn. Tiende a reprimir su preo-
cupaciÛn, examina sin aparente alteraciÛn
el mundo entorno e incluso baja la mirada
cuando la madre entra por la puerta.
El niÒo con lazos ambivalentes, inse-
guros, ha aprendido que la mejor manera
de mantener la proximidad de la perso-
na de referencia es llorar, manifestar rui-
dosamente su protesta. Apenas se preo-
cupa de reconocer lo que le rodea.
DifÌciles de tranquilizar, los niÒos de esta
categorÌa unas veces se abrazan a quien
se les acerca; otras, rechazan el contacto.
Desde su presentaciÛn, el ìtest de reac-
ciÛn ante una situaciÛn extraÒaî se ha
ensayado en centenares de ocasiones. La
mayorÌa de los niÒos examinados, por
regla general entre el 50 y el 80 %, per- 2. ¡NADIE ME ENTIENDE! Algunos problemas de convivencia con los compañeros
tenecen a la categorÌa ìcon vÌnculos segu- pueden ser consecuencia de un trastorno del vínculo madre-hijo.
rosî; entre un 30 y un 40 %, a la de ìcon
vÌnculos insegurosî, y de un 3 a un 15 %
a la de ìambivalentes insegurosî. riesgo, sobre todo si se asocia a tensio- referencia, justamente la que debiera
Diversas investigaciones confirman nes familiares tales como el divorcio de proporcionarles seguridad.
que el patrÛn de vÌnculos afectivos per- los progenitores o la desapariciÛn de un Los niÒos de un aÒo todavÌa no pue-
mite certeras predicciones sobre el com- allegado directo. den desarrollar estos sentimientos para-
portamiento social en la edad juvenil y AmÈn de estos tres modelos de vÌnculos dÛjicos. Se observa en sus progresivas
adulta. Si, por ejemplo, se propone a un interpersonales, se ha identificado un reacciones fisiolÛgicas ante situaciones
grupo de niÒos, de entre cinco y diez aÒos, cuarto difÌcil de encasillar. Ante una ìsi- de estrÈs. En la saliva de los niÒos ìde-
una serie de tareas sobre soluciÛn de con- tuaciÛn extraÒaî, ciertos niÒos act˙an sorientadosî se descubren unos niveles
flictos, los caracterizados por vÌnculos de una forma desconcertante si, despuÈs elevados de cortisol, hormona del estrÈs
sÛlidos suelen permanecer concentrados de su salida, reaparece la madre. Al prin- que puede daÒar el hipot·lamo. Luego,
en el tema durante m·s tiempo, abando- cipio, buscan su proximidad, pero luego estos niÒos se comportan de forma agre-
nan mucho m·s raramente y superan los evitan su contacto directo: se tiran al siva o insocial, probablemente debido a
conflictos con mucha mayor frecuencia suelo, rompen a llorar o muestran signos su falta de capacidad para regular los
que los niÒos con vÌnculos inseguros. A de rechazo. sentimientos negativos frente a los dem·s.
estos ˙ltimos les suele resultar difÌcil bus- Mary Main, de la Universidad de Ca- La necesidad de establecer vÌnculos
car ayuda y confiar en alguien. lifornia en Berkeley, encontrÛ una cate- interpersonales es congÈnita. Sin em-
gorÌa propia para este grupo: vÌnculos bargo, el tipo de conducta individual que
Protección de la personalidad ìdesorganizados-desorientadosî. Estos materializa tales vÌnculos debe reputarse
Un vÌnculo seguro act˙a, pues, como un niÒos reaccionan de forma contradicto- un mecanismo adaptativo adquirido. Ni
agente protector del posterior desarro- ria ante la separaciÛn y, junto a las habi- el temperamento, ni otros factores cons-
llo de la personalidad. Por el contrario, tuales estrategias de dominio, manifies- titucionales, por sÌ solos, bastan para ex-
un vÌnculo inseguro supone un factor de tan un temor patente ante la persona de plicar dicho comportamiento.
CORBIS
lar en cuatro grados resulta v·lida tam-
y llorar forman parte del constante biÈn para los adultos.
repertorio de conducta vincular Para ahorrar el prolongado tiempo
en los niños pequeños. (entre 60 y 90 minutos) que requiere la
ìentrevista sobre el apego en los adul-
tosî y el laborioso trabajo que exige la
vistado en una situaciÛn que activa la valoraciÛn de sus resultados, Carol
necesidad de un vÌnculo interpersonal. George y sus colaboradores idearon en
Este estÌmulo se ve reforzado todavÌa 1999 la ìproyecciÛn del apego en adul-
m·s al formular preguntas concretas tosî. Este test vincular consiste en una
sobre amenazas, maltratos, muertes o serie de ocho dibujos que, en esbozo, re-
desapariciones en la propia familia. presentan diversas escenas vinculares
Los psicÛlogos examinan la coheren- relevantes: despedida en una estaciÛn de
cia y consistencia reflejada en las res- ferrocarril, un niÒo en actitud defensiva
puestas. La coherencia se da cuando la refugiado en un rincÛn, un niÒo acurru-
persona entrevistada aporta datos que cado sobre un banco y similares.
respaldan sus declaraciones, se ciÒe al
contenido de las preguntas y da infor- Confrontación con el yo
maciones claras y precisas. La consis- Siguiendo un orden previamente fijado,
tencia se refiere al contenido y cons- las im·genes representan la separaciÛn,
trucciÛn lÛgica del informe. la amenaza o la pÈrdida de un ser que-
Bas·ndose en las respuestas obtenidas rido. Activan asÌ el sistema vincular del
mediante este cuestionario en embara- observador. Las escenas contempladas
zadas, se pudo prever la conducta vincu- pueden ser descritas oralmente, lo que per-
lar del niÒo en la ìprueba de reacciÛn mite incluir elementos autobiogr·ficos.
ante una situaciÛn extraÒaî con una fia- El director del test valora si una imagen
bilidad de hasta el 85 %. Cifras que se como la del ìniÒo en el rincÛnî sugiere
corroboran en investigaciones ulteriores. al entrevistado el miedo al maltrato, le
Si la madre presenta un malestar in- evoca una historia coherente o bien pro-
determinado o se expresa de forma in- cura evitarla de palabra y de hecho colo-
conexa sobre abusos y maltratos, el niÒo c·ndose en una situaciÛn contradictoria.
tiende tambiÈn a mostrar una conducta Cuanto mejor hayan elaborado los
vincular desorientada. Las exigencias padres sus propias experiencias vincu-
del niÒo reactivan en la madre las pro- lares con tanta mayor sensibilidad se
Parece claro que la atenciÛn prestada pias experiencias traum·ticas; los temo- relacionar·n con su hijo y, en conse-
por los padres a la necesidad de cerca- res de Èsta se transmiten al hijo. En resu- cuencia, m·s sÛlido ser· el lazo que les
nÌa que tiene el niÒo condiciona el grado
de seguridad que Èste recibe del vÌnculo
interpersonal. Con frecuencia, la con-
ducta contradictoria de los niÒos con
vÌnculos inseguros o desorientados puede Glosario
atribuirse a reacciones inconsistentes y,
en consecuencia, difÌcilmente predeci-
“VINCULO” significa la tendencia de un niño pequeño a buscar la proximi-
bles por parte de los padres. dad de una persona de referencia que le proporciona seguridad. De acuerdo
La conducta de los progenitores, a su con la conducta mostrada en el “test de reacción ante una situación extraña”
vez, depende de sus propias experien- de Mary Ainsworth, se distinguen cuatro tipos de vínculo:
cias vinculares. La madre y el padre que
se desarrollaron en un hogar equilibrado VINCULO SEGURO: El niño se muestra inquieto cuando la madre aban-
son mucho m·s sensibles a sus propios dona el recinto; a su regreso, busca activamente su contacto.
hijos que los que conservan recuerdos
traum·ticos o de trato frÌo y distante. VINCULO INSEGURO CON RECHAZO: El niño no manifiesta inquietud
Para valorar la calidad de las experien- y apenas presta atención a la madre. Con una persona extraña se tranqui-
cias vinculares vividas, Carol George, del liza fácilmente.
Colegio Mills de Oakland, propuso, a
finales de los aÒos ochenta, un cuestio- VINCULO INSEGURO CON AMBIVALENCIA: Ante el regreso de la
nario para adultos, la famosa ìentrevista madre, el niño reacciona al principio a la defensiva. Ocasionalmente vuelve
sobre el apego en los adultosî. La con- a buscar su proximidad o se dirige a ella, pero evita la interacción directa.
versaciÛn gira en torno a la infancia del Si la madre toma al niño en brazos, éste no tardará en expresar su rechazo.
entrevistado. (Las relaciones con los pa-
dres, por ejemplo, se califican mediante VINCULO DESORGANIZADO/DESORIENTACION: El niño se comporta
un determinado adjetivo.) La invitaciÛn emocionalmente inhibido o presionado y su actitud con la madre es con-
a que recuerden situaciones de preocu- tradictoria. Los intentos de aproximación se interrumpen con frecuencia o
rompe inesperadamente a chillar.
paciÛn o de enfermedad, o una precoz
separaciÛn de los padres coloca al entre-
sueÒo; a partir de esa propuesta, el inte- rÌodo duraba entre diez y quince minu-
Gerhard Klösch y Ulrich Kraft rÈs cientÌfico por los temas onÌricos cre- tos. A esas fases de sueÒo fisiolÛgico se
ciÛ vertiginosamente. Pero habÌa un las denominÛ fases REM (de Rapid Eye
A
rtemidoro de Daldis se ganÛ pequeÒo inconveniente: lo mismo que en Movement). Los cientÌficos se quedaron
el respeto de sus contempor·- el caso de Artemidoro de Daldis, las refle- desconcertados cuando comprobaron que,
neos, merced a un oficio que xiones de Freud se fundaban en meras en fase REM, las personas sometidas al
hoy reputarÌamos poco serio. hipÛtesis. Los neurÛlogos no pudieron ensayo no sÛlo no se despertaban, sino
Interpretaba los sueÒos. En el siglo II d. C., demostrar la existencia de correspon- que, al contrario de lo esperado, dormÌan
cuando Èl viviÛ, los sueÒos eran tenidos dencias fisiolÛgicas de los sueÒos. Con profunda y pl·cidamente.
por mensajes cifrados de los dioses en lo cual, Freud dejÛ tambiÈn pendiente la Una segunda sorpresa la proporcionÛ
los cuales se manifestaba a los hombres respuesta a la vieja pregunta: øquÈ hace la visiÛn de las corrientes cerebrales.
el futuro. Su desciframiento constituÌa el cerebro mientras nuestra mente vaga Seg˙n los electroencefalogramas (EEG)
una tarea reservada a un selecto cuerpo por el mundo de los sueÒos? de los sujetos durmientes participantes
de expertos. El hecho de que Artemidoro en el ensayo, su cerebro revelaba una
en su Oneirokritikon (ìSobre las clasi- La revolución del sueño REM intensa actividad durante las fases REM;
ficaciones de los sueÒosî) contradijera HabrÌan de transcurrir m·s de cincuenta las neuronas emitÌan una tasa de ener-
el com˙n sentir de su gremio no parece aÒos para que se produjera el siguiente gÌa elÈctrica equiparable a la del estado
que daÒara su carrera. punto de inflexiÛn. Fue entonces cuando de vigilia. En cambio, la musculatura
Pues los sueÒos no eran simplemente la investigaciÛn neurolÛgico-experimen- persistÌa totalmente relajada: excepciÛn
sueÒos. Si pudieran explicarse sin m·s tal sobre el sueÒo asumiÛ el cetro. Y lo hecha de los m˙sculos respiratorios y
a partir de la biografÌa del durmiente, sus hizo de una forma espectacular: el des- oculares, los sujetos se encontraban pr·c-
colegas no hubieran considerado las im·- cubrimiento del sueÒo REM. La exis- ticamente paralizados. Esta contradicciÛn
genes nocturnas como enviadas por los tencia de movimientos oculares m·s o entre la relajaciÛn corporal casi absoluta
dioses: las hubieran despachado como menos lentos durante el sueÒo fisiolÛ- y una intensa actividad cerebral hizo que
banales y carentes de significado. Arte- gico se conocÌa desde antiguo. Pero fue se denominara ìsueÒo fisiolÛgico para-
midoro, por el contrario, defendÌa la idea Nathaniel Kleitmann, de la Universidad dÛjicoî a la fase REM. øSe desencade-
de que su contenido estaba siempre con- de Chicago, quien empezÛ a atribuirles naban los sueÒos con subidas medibles
dicionado por las experiencias indivi- un significado cientÌfico; aunque, en un de actividad de las cÈlulas grises?
duales y por las circunstancias anÌmicas primer momento, siguiÛ una direcciÛn Kleitmann y Aserinsky se pusieron
de cada sujeto. øSe habrÌa atrevido a equivocada. manos a la obra. Cuando percibÌan,
soÒar Artemidoro que con este pensa- Kleitmann encargÛ a Eugene Aserinsky, mediante los movimientos oculares y el
miento se iba a adelantar a un mÈdico alumno entonces de su laboratorio del EE, que uno de sus probandos entraba
vienÈs que, m·s de 1600 aÒos despuÈs, sueÒo, el registro y clasificaciÛn de los en una fase REM, le despertaban y le pre-
iba a inaugurar la interpretaciÛn moderna movimientos oculares que tenÌan lugar guntaban si habÌa estado soÒando. Y asÌ
de los sueÒos? en niÒos dormidos. Kleitmann esperaba era: entre el 80 y el 95 por ciento de los
Estamos hablando naturalmente de asÌ encontrar un indicador de que los participantes en el experimento infor-
Sigmund Freud. Tras la publicaciÛn en niÒos iban a despertarse de forma inme- maban que habÌan tenido sueÒos muy
1899 de La interpretaciÛn de los sueÒos diata. Como Aserinsky comprobÛ, apo-
nuestras visiones nocturnas quedaron yado en el electrooculograma (aparato de
desencadenadas por deseos inconscien-
tes, que desplegamos y ìgozamosî para
mediciÛn basado en las modificaciones
de tensiÛn entre el globo ocular y el p·r- 1. EFIMEROS COMO MARIPOSAS.
preservar nuestro dormir. Este modelo psi- pado), los probandos tuvieron durante la Soñamos todas las noches. Pero a la mañana
coanalÌtico se considera, con razÛn, la pie- noche entre cuatro y seis perÌodos con siguiente, se desvanecen en el olvido
dra miliar de la investigaciÛn sobre el movimientos oculares r·pidos; cada pe- la mayoría de las escenas vividas.
CORBIS
A consecuencia de ello, la fase REM ter- sus probandos en diferentes fases del
mina y el durmiente deja de soÒar cons- sueÒo fisiolÛgico, David Foulkes, por
cientemente. Se trata de un proceso que entonces en la Universidad de Wyoming,
se repite cada noventa minutos a lo largo encontrÛ indicios de que la equiparaciÛn
de la noche. de las fases REM con el soÒar y de las
AsÌ pues, seg˙n esta teorÌa, nuestros fases no-REM con la ausencia de sue-
viajes nocturnos serÌan en ˙ltimo tÈrmi- Òos pecaba, con toda probabilidad, de
no el resultado de un mecanismo de aco- simplismo. Es cierto que, al despertar-
plamiento reactivo entre distintos neu- los en un perÌodo no-REM, sÛlo entre el
rotransmisores localizado en el puente cinco y el diez por ciento de los dur-
y regulado de forma independiente; ni mientes utilizados para el test dijeron
los centros cerebrales superiores ni la cor- haber tenido experiencias onÌricas. Sin
teza intervendrÌan en ese circuito de regu- embargo, el cuadro cambiÛ cuando
laciÛn. El modelo de activaciÛn-sÌntesis Foulkes transformÛ la pregunta obligada
convierte en insostenibles los funda- ìøha estado usted soÒando?î en ìøquÈ
mentos b·sicos de la teorÌa de los sue- es lo que le ha acaba de pasar a usted por
Òos freudiana, pues los acontecimientos la cabeza?î. Ante la nueva formulaciÛn,
onÌricos no estarÌan originados por fenÛ- el diecisiete por ciento de sus probandos
describieron impresiones sensoriales
menos psicolÛgicos (la emotividad, la
motivaciÛn, los recuerdos o los deseos pseudoonÌricas que habÌan experimen- 2. ¿ALGO MAS QUE SIMPLE HUMO?
inconscientes), sino por mecanismos de tado durante el previo perÌodo no-REM. Según Sigmund Freud, padre de la
retroalimentaciÛn asentados en ·reas Experimentos semejantes mostraron moderna interpretación de los sueños,
cerebrales, muy primitivas en tÈrminos que el sueÒo REM no tenÌa por quÈ con- las imágenes nocturnas surgen del
evolutivos. siderarse la parte mas onÌricamente intensa subconsciente.
En medios psicolÛgicos y psicoanalÌ- del dormir. Como especialmente produc-
ticos esta hipÛtesis produjo un verdadero tivos en sueÒos destacan mucho m·s las
seÌsmo. øCÛmo era posible que los sue- primeras fases del dormir, en las que se
Òos no fueran m·s que un mero producto va conciliando el sueÒo fisiolÛgico, y el bles pesadillas. Los mÈdicos se pusieron
marginal, sin funciÛn determinada, se- tiempo inmediatamente antes de desper- a la b˙squeda de sus posibles causas.
mejante al ruido de fondo de una radio? tarse a la maÒana siguiente. Se observÛ Registraron mediante EEG las corrien-
Tras la publicaciÛn por Hobson y McCar- tambiÈn que, dependiendo de la fase en tes cerebrales; a la maÒana siguiente no
ley de su modelo en la revista American que se despertaba a los sujetos, los recuer- pudieron salir de su asombro cuando vie-
Journal of Psychiatry y los correspon- dos onÌricos se diferenciaban en la forma ron que Y. H. no habÌa tenido durante
dientes ataques vehementes por parte de y en el contenido. Las experiencias de los toda la noche ni un solo episodio de fase
los defensores de la hipÛtesis freudiana, sueÒos no-REM parecÌan ser breves y, REM, algo completamente imposible
llegaron a la redacciÛn un aluviÛn de car- adem·s, construidas de forma objetiva y para el estado de la ciencia en esos
tas indignadas. ìReconozco que hemos lÛgicamente racional. Los sueÒos REM, momentos. ìLe dije óescribirÌa m·s ade-
prendido fuego, aunque la luz que esta por el contrario, eran descritos, por los suje- lante PÈrez Lavie dejando constancia de
hoguera ha aportado ha sido quiz· m·s tos de las pruebas, como mucho m·s fan- su perplejidadó que si realmente dor-
importante que aquÈlî, declarÛ Hobson t·sticos, emotivos, minuciosos e intensa- mÌa sin tener fases REM, mi situaciÛn
m·s adelante. ìAdem·s, hasta que se pro- mente marcados por impresiones visuales. era como la del cardiÛlogo que intentara
dujo este incendio, ellos no nos habÌan auscultar el latido cardÌaco de su paciente
prestado atenciÛn alguna.î Una granada cargada de historia y, al hacerlo, se diera cuenta de que Èste
A partir de entonces, y durante varios Todo lo anterior hizo insostenible la idea carecÌa de latido cardiaco algunoî.
decenios, sus hipÛtesis se convirtieron en de que las visiones nocturnas fueran un Lavie y sus colaboradores, con la ayuda
la base de la investigaciÛn subsecuente fenÛmeno exclusivo de las fases REM, de la tomografÌa computerizada, se apres-
acerca de la materia de la que est·n he- con el que estarÌa vinculado mediante una taron a observar quÈ habÌa bajo la bÛveda
chos los sueÒos y sobre su finalidad; una relaciÛn de causa. Antes bien, los sue- craneal de su insÛlito paciente. Y en las
y otra vez recibieron ratificaciÛn expe- Òos parecen constituir un proceso con- im·genes cerebrales que obtuvieron se
rimental. AsÌ, los probandos a quienes tinuo, repartido a lo largo de la noche, hizo patente otra sorpresa: una esquirla
poco despuÈs de quedar adormecidos se que se manifiesta de formas distintas en de la granada habÌa perforado el puente
les inyectaba acetilcolina caÌan en una razÛn de la fase del sueÒo fisiolÛgico en y destruido esa estructura, que, supues-
fase onÌrica de forma m·s r·pida que en que el sujeto se halle. Este hallazgo cues- tamente, no sÛlo desencadenaba y con-
condiciones normales. Y, al revÈs, la en- tionaba, adem·s, la afirmaciÛn seg˙n la trolaba las fases REM, sino tambiÈn la
trada en el sueÒo REM, y con ello en la cual las ·reas del tronco cerebral que producciÛn de los sueÒos. øCÛmo era
fase onÌrica intensiva, se retardaba con generaban la fase REM serÌan tambiÈn por tanto posible que Y. H. fuera ator-
la administraciÛn de una dosis de un anta- las causantes de las im·genes onÌricas. mentado cada noche por im·genes espan-
gonista de la acetilcolina. En ese contexto, una esquirla de gra- tosas? øDependÌan entonces el control
øHabÌan solucionado Hobson y nada hizo historia. En 1982 un sujeto de las fases REM y de los sueÒos de dos
McCarley el rompecabezas? La cuestiÛn acudiÛ al laboratorio del sueÒo de PÈrez mecanismos separados?
se hizo acreedora de una mayor reflexiÛn Lavie, de la Universidad Tel Aviv. La Uno de los primeros en ahondar en
cuando, en los aÒos sesenta, ciertos estu- explosiÛn de una granada le habÌa herido esta hipÛtesis fue Mark Solms, de la
dios llegaron a hallazgos cuya explica- la cabeza. Desde entones, Y. H., inicia- Universidad de Londres. Durante aÒos,
ciÛn apuntaba hacia una direcciÛn dis- les de la referencia clÌnica, sufrÌa terri- Solms se dedicÛ a buscar, en las consultas
SIGANIM
GIRO CINGULAR ANTERIOR recuerdos onÌricos. El resto de los afec-
TALAMO tados, que tampoco atravesaban fases
LOBULO REM, informaron de escapadas regula-
CORTEX PREFRONTAL PARIETAL
res a los dominios de Morfeo. Por otro
INFERIOR
lado, Solms descubriÛ m·s de cien casos
de personas que declaraban no tener sue-
Òos en absoluto, a pesar de que sus lesio-
nes cerebrales residÌan sin excepciÛn en
otras ·reas encef·licas. En todos estos
pacientes, el puente se encontraba intacto
y mientras dormÌan experimentaban epi-
sodios REM con normalidad.
La dopamina,
mensajera de los sueños
Solms identificÛ dos regiones cerebra-
CORTEX les cuyo daÒo podÌa acarrear la pÈrdida
VISUAL total de la experiencia onÌrica y que, sin
PRIMARIO embargo, ni anatÛmica ni funcionalmente
EXTRAESTRIADO guardaban relaciÛn con el mecanismo
SISTEMA LIMBICO pontino de control de las fases REM. El
primero de estos campos es lo que podrÌa
llamarse el almacÈn central del lÛbulo
PUENTE frontal. En esta ·rea cortical situada por
encima de las Ûrbitas oculares acaban
numerosas vÌas nerviosas procedentes
de distintos campos cerebrales. Desde
En los episodios REM, las fases más ricas en sueños del dormir nocturno, algu- allÌ, los impulsos aferentes son redirigi-
nas regiones cerebrales emiten pulsos, mientras que otras permanecen en calma. dos a otras zonas con ayuda del mensa-
Estas diferencias pueden explicar ciertas características de nuestras escenas jero dopamina. La acciÛn fundamental
nocturnas: del sistema dopamÌnico mesolÌmbico
puede describirse como ìreforzadora
AREAS CEREBRALES ACTIVAS positivaî: estimula la motivaciÛn y el
Sistema límbico: el centro afectivo del cerebro. Su activación origina que los empuje e incita el comportamiento diri-
contenidos oníricos adquieran una carga emocional.
gido por objetivos.
Extraestriado: conforma modelos visuales complejos; por ejemplo, rostros.
Tálamo: la central de conexión de las señales sensoriales. El tálamo controla
El que un defecto de este sistema se
la información que procede de los órganos de los sentidos y la reenvía hacia acompaÒe de una desapariciÛn de los sue-
la corteza cerebral. Òos se deberÌa, seg˙n presumÌa Solms,
Giro cingular anterior: regula la atención y la motivación. Podría ser el res- tanto a un redireccionamiento alterado
ponsable de las imágenes, vívidas y cambiantes, que distinguen a los sueños. de los estÌmulos como a una carencia de
Puente: desencadena las fases REM. Según la hipótesis más aceptada, nosotros dopamina, resultado inevitable de esta
soñamos debido a que la corteza cerebral intenta dotar de sentido los pulsos alteraciÛn. Las observaciones clÌnicas
aleatorios del puente. cotidianas confirman al menos la segunda
parte de su tesis: asÌ, es sabido que los
AREAS CEREBRALES INACTIVAS medicamentos que reducen los cristales
Córtex prefrontal: sede del pensamiento. Los sueños son tan extraños e iló- de dopamina aminoran tambiÈn la acti-
gicos debido a que esta alta instancia cognitiva “duerme” en las fases REM. vidad onÌrica; si se estimulan las vÌas
Córtex visual primario: controla en el estado de vigilia el sistema visual. Esta nerviosas dopaminÈrgicas ópor ejemplo,
área permanece silente porque falta la información procedente de los ojos. con f·rmacos como la L-Dopa utilizados
Lóbulo parietal inferior: transforma las experiencias en memoria. El que nos acor- en la terapia de los pacientes parkinso-
demos tan mal de los viajes nocturnos se explica por la inactividad de esta área. nianosó los sujetos tratados experi-
mentan un aumento en la cantidad y cali-
dad de los sueÒos. Ni en un caso ni en
otro se observan variaciones de duraciÛn
de neuropsicÛlogos y psicoanalistas, his- fases REM. Solms partÌa de la siguiente o frecuencia de las fases REM.
toriales clÌnicos de pacientes que, bien hipÛtesis de trabajo: si el sueÒo y la fase Un segundo campo cuyo daÒo puede
por accidentes o bien a causa de enfer- REM tenÌan alg˙n tipo de interrelaciÛn traer consigo la falta de sueÒos fue des-
medades cerebrales, presentaran lesio- anatÛmica, entonces un daÒo en esa cubierto por este investigador en la cor-
nes en los campos del tronco cerebral que, regiÛn repercutÌa en la capacidad onÌrica. teza cerebral: en la zona situada por
de acuerdo con la tesis oficial, eran Solms reuniÛ un total de 26 historia- detr·s y por encima de los pabellones
imprescindibles para la apariciÛn de las les de enfermos que, a causa de una lesiÛn auriculares. Funcionalmente hablando,
Maggie Schauer, Frank Neuner de 30 millones de personas huyen de de refugiados que habÌa experimentado
y Thomas Elbert conflictos violentos, terror o guerras en la violencia en grado sumo. El trabajo de
todo el mundo. Las organizaciones de los investigadores estadounidenses no
E
l jeep frena en seco. Como movi- socorro pueden mitigar las secuelas fÌsi- sÛlo revelÛ la posible dimensiÛn de las
dos por un resorte, levantamos cas de estas cat·strofes mundiales (ham- secuelas del terror, sino que disipÛ ade-
la cabeza. Un control. Nos de- bre, sed y desplazamiento). En los pala- m·s la idea de que el concepto occiden-
tiene, apostado en el camino, un cios de cristal de Ginebra y de Nueva tal de trauma no era trasladable a los refu-
sujeto armado. Alos lados se disponen las York se sabe cÛmo controlar con medios giados africanos.
barracas de un campamento militar. Le farmacolÛgicos una epidemia de cÛlera Los colaboradores de las organiza-
saludamos en kisuaheli. Al militar no o de otras enfermedades contagiosas. ciones de socorro de los paÌses en vÌas
parece agradarle esta lengua, pero por un Sin embargo, la ONU y las organiza- de desarrollo suelen formular estos repa-
par de cigarrillos nos deja pasar. ciones no gubernamentales carecen de ros. Los cooperantes se remiten a su
El equipo, formado por Juan, el con- la informaciÛn m·s elemental sobre las experiencia de campo y rechazan los
ductor, y nosotros, cinco psicÛlogos de heridas del alma. mÈtodos y las investigaciones acadÈ-
la Universidad de Constanza, est· can- Nadie sabe, por ejemplo, cÛmo supe- micas. Estas sobrecargan a las vÌctimas
sado, con los nervios destrozados. El ran las lesiones psÌquicas muchos re- y no se pueden trasladar a otro ·mbito
polvo se nos hace una masa en la boca. fugiados y cu·l es su naturaleza; apenas cultural. Adem·s, los crÌticos temen la
Juan conduce el todoterreno por una pista hay datos epidemiolÛgicos fidedignos. ìmedicalizaciÛnî de problemas que, en
de arena salpicada de baches, que no se De acuerdo con los pocos estudios re- rigor, tienen una causa polÌtica. Para
han recubierto desde hace decenios. Nos presentativos, entre el 20 y el 30 % de muchos, el trabajo experimental de cam-
hallamos camino de los refugiados de todos los refugiados, expuestos al terror po supone un desperdicio de recursos que
Gulu, capital del distrito homÛnimo al organizado, sufre alteraciones psÌqui- podrÌan destinarse a ayudas concretas.
norte de Uganda. Este paÌs del Africa cas permanentes. Nuestro socio Unni
Oriental, a orillas del lago Victoria, se Karunakara, de la Universidad Johns Investigación local de la terapia
encuentra sacudido por violentas guerras Hopkins, realizÛ hace poco una encuesta Sin embargo, el trabajo de investigaciÛn
civiles desde hace aÒos. Nos previnie- en el marco del Proyecto sobre Demo- en las regiones conflictivas no sÛlo es
ron al entrar: es demasiado tarde, no grafÌa de la EmigraciÛn Forzosa en necesario por lo poco que conocemos de
podr·n llegar hoy. El convoy de protec- nuestra regiÛn, situada al norte de la situaciÛn de los afectados, sino tam-
ciÛn hace mucho que se ha separado y Uganda y al sur de Sud·n, donde viven biÈn por la falta de estudios fundados
desde la maleza se anuncian movimien- m·s de 3300 refugiados, de ellos 1240 sobre mÈtodos terapÈuticos con una efi-
tos de los rebeldes. supervivientes de la guerra civil entre cacia real en los paÌses en vÌas de de-
Pese a todo, proseguimos. Hace un los rebeldes armados de Uganda y sarrollo. En otras Èpocas, los cientÌficos
aÒo, tratamos a un grupo de refugiados Sud·n. del laboratorio casi nunca acudÌan a los
de la guerra civil con una nueva terapia Se comprobÛ que el 51 % sufrÌa secue- lugares de las cat·strofes provocadas por
para vÌctimas del terrorismo. Ardemos las graves de los sucesos traum·ticos, es el hombre. Las influencias externas no
por saber si aquel mÈtodo surtiÛ efecto, decir, el sÌndrome por estrÈs postraum·- se pueden controlar dentro del campo;
si sirviÛ para ayudar a los pacientes a tico (SEPT). Cuantas m·s atrocidades no se dispone de los equipos de experi-
recuperar el control de su vida. habÌa vivido la vÌctima, m·s intensos mentaciÛn habituales, como salas de tra-
Seg˙n las estimaciones del Organismo eran los sÌntomas. AsÌ, el elevado por- tamiento y ordenadores, y el equipo local
de las Naciones Unidas para la Ayuda a centaje de vÌctimas hallado en la inves- debe apoyarse en el esfuerzo de intÈr-
los Refugiados, en estos momentos m·s tigaciÛn de Karunakara, una poblaciÛn pretes y personas de confianza. Por
CORBIS
temblaba de miedo. De sus piernas go-
teaba el sudor al suelo arcilloso. Algo
crujÌa, all· arriba, en el tejado de paja.
En una esquina de la choza se desliza-
ban pequeÒas serpientes de color gris
bajo el carbÛn vegetal sobre el que se
esterilizaban, por la noche, los instru-
mentos quir˙rgicos del centro sanitario.
Agnes recuperÛ su historia.
HuÌ... con mi bebÈ. Apenas podÌa dar
un paso. Me volvÌ a esconder. CorrÌa
cuanto podÌa y los dem·s me dejaban
atr·s. Me encontraba muy dÈbil, des-
puÈs de tantas semanas escondida bajo
tierra. HabÌa rebeldes por todas par-
tes... Me apresaron junto con mi bebÈ.
Iban armados. Tuve que desnudarme,
me quitaron todo. A mi lado vi cÛmo vio-
laban a unas niÒas. Mis pensamientos
se desgarraban de puro miedo.
Agnes buscÛ la mano de la psicÛloga
y comprobÛ si desviaba su mirada.
DespuÈs de verificar que la terapeuta
habÌa seguido el relato, continuÛ.
QuerÌan matarnos a todos, a las muje-
res y a los hombres. El niÒo que llevaba
me protegiÛ de la violaciÛn. Los rebel-
des eran tan crueles, que violaban en
medio de los disparos, descuartiza-
mientos y muerte. Vi cÛmo 4 hombres vio-
laban de manera sucesiva y brutal a una
muchacha... Vi a muchos de ellos... Me
aferrÈ a mi bebÈ, querÌa protegerlo. Era
tan pequeÒo. TodavÌa le daba el pecho.
Las personas que sobreviven a trau-
mas extremos como consecuencia de
matanzas colectivas, abusos o torturas,
suelen referir que se sienten ìmuertos
por dentroî, atrapados en una ìangus-
tia mudaî. El miedo resurge una y otra
1. EL ESPECTRO DE LA GUERRA. Las revueltas sangrientas agitan a muchas regiones vez en forma de recuerdos y sensacio-
de Africa. La muerte y la violencia constituyen, por desgracia, la cotidianidad. nes corporales, imposibles de evitar. Las
vÌctimas sienten de nuevo el roce del
cuchillo en la garganta y reviven la de-
˙ltimo, muchas regiones conflictivas Adem·s, el psicÛlogo responsable ela- sesperaciÛn y la ira de aquellos mo-
resultan peligrosas. bora un protocolo escrito para docu- mentos. Para algunas vÌctimas, el desen-
La ìterapia de exposiciÛn narrativaî mentar la lesiÛn de los derechos huma- cadenante es un lugar concreto, una
(NET) se desarrollÛ en nuestro Instituto nos del paciente, en previsiÛn tambiÈn persona, una situaciÛn, un momento del
de Constanza en colaboraciÛn, entre de posibles litigios judiciales. dÌa o del aÒo o incluso el tiempo atmos-
otros, con Peter Lang, de la Universidad Agnes fue una de nuestras primeras fÈrico. Para otros, las im·genes del terror
de Florida. Se basa en una hipÛtesis pacientes. Se presentÛ descalza en la aparecen sin un motivo conocido.
actual sobre la gÈnesis de los traumas choza de bamb˙ donde desarroll·bamos Las vÌctimas tratan de evitar el horror,
psÌquicos: al parecer, el encÈfalo de las la terapia. Su cuerpo, esquelÈtico, se de distintas formas. Algunas no salen por
vÌctimas no almacena un recuerdo balanceaba en la silla. Nuestra primera las noches de la choza y, en casos extre-
hilvanado, sino escenas aisladas y frag- medida consistÌa en ofrecer tÈ con mucho mos, se encierran o sÛlo transitan por
mentos desgarrados de contexto, debido az˙car a todos los pacientes. Agnes suje- determinados lugares. Otras evitan a los
al estrÈs emocional vivido durante el taba con una mano la taza y, con la otra, familiares que estaban con ellas en esos
episodio desencadenante. Durante la a su hijo pequeÒo. instantes. Casi ninguno desea hablar o
terapia, los pacientes rememoran, paso En presencia de una psicÛloga de nues- reflexionar sobre las experiencias de terror
a paso, la concatenaciÛn de los aconte- tro equipo empezÛ a rememorar las terri- y, cuando lo hacen, se produce un estado
cimientos, construyen una exposiciÛn bles vivencias de las semanas prece- de disociaciÛn: la persona afectada habla
coherente a partir de los fragmentos y dentes. ìDolor con la incisiÛn de un alma de vivencias y emociones terribles, pero
superan, de este modo, las crisis de supurativaî, asÌ describÌa un supervivien- sin sentir nada en absoluto, como un meca-
angustia y de p·nico que les dominan. te la pena sufrida durante esta interven- nismo de autoprotecciÛn anÌmica.
3. CONTRA LA REPRESION. La
psicóloga Maggie Schauer interroga,
en un campamento ugandés, a refugiados
traumatizados por sus recuerdos.
espaldas, y arrojarlo al suelo. Los ani- encontr·bamos seguros, su espÌritu no donar el campamento o no. Durante el
males se abalanzaron sobre su cuerpe- pudo soportar el dolor. estudio actual, los evaluadores desco-
cito y lo despedazaron... Acariciaba la cabeza de su hijo, afec- nocÌan el mÈtodo de tratamiento ante-
Al cabo de cuatro millas alcanzamos tado por la lepra. DespuÈs de una larga rior, a fin de descartar cualquier tipo de
la frontera con el Congo. AllÌ me reunÌ pausa, prosiguiÛ: ì°Todos moriremos prejuicio.
con mi marido y con mis hijos. Todos aquÌ, en este campamento!î. Ya adentrada Nuestros entrevistadores se encon-
habÌan sobrevivido. Cont·bamos con la noche, emergen ante nosotros las esca- traron con un fiasco: la inmensa mayo-
una organizaciÛn de socorro dispuesta sas luces de Gulu. Por fin, hemos llegado rÌa de las personas del campamento de
a ayudarnos a todos los congregados. a la meta de nuestro arriesgado viaje. refugiados se mostraba todavÌa incapaz
Nos sentÌamos muy agradecidos por la Nos quitamos el polvo con la cerveza del y carecÌa de recursos. Muchos seguÌan
comida y el alojamiento. °Todos tenÌa- Nilo y nos acostamos. A la maÒana presentando un cuadro del sÌndrome de
mos techo propio! Luego, nos subieron siguiente nos enteramos de que unos dÌas estrÈs postraum·tico. Entretanto, las
a una camioneta. antes se habÌa producido el asalto de un raciones de alimentos se habÌan reducido
El motor de nuestro todoterreno retum- vehÌculo con 5 misioneros que habÌan y alrededor de las mÌseras chabolas se
ba bajo el sol vespertino. Nuestros pen- seguido nuestra misma ruta. El resul- erigÌan tumbas recientes de niÒos. Al
samientos tornan hacia nuestros pacien- tado: 5 disparos en la cabeza. parecer, las personas que seguÌan vi-
tes. øEn quÈ estado los encontraremos? Durante los dÌas siguientes iniciamos viendo en el campamento eran aquellas
øVivir· todavÌa Agnes? Nos acuciaba la las revisiones. Para poder comparar la en quienes menos mella habÌa hecho la
misma inquietud: øquÈ sucederÌa si...? terapia nueva con otros mÈtodos habÌa- terapia.
En el ˙ltimo tramo del viaje me vienen mos establecido, un aÒo antes, tres gru- No vimos a ning˙n paciente que
a la memoria las estremecedoras pala- pos de pacientes: el primero recibiÛ la hubiera recibido NET, pues ahora resi-
bras con que Agnes puso fin a su relato terapia NET; el segundo, explicaciones dÌan en la periferia. Incluso Agnes habÌa
hace ahora un aÒo: extensas sobre las causas y los meca- encontrado un hogar nuevo para ella y
DespuÈs de toda esta experiencia, mi nismos de su enfermedad a travÈs de para sus hijos. El equipo, que se reparte
marido sufriÛ una hipertensiÛn crÛnica. charlas (la denominada ìpsicoeduca- en su b˙squeda, se pone en marcha. El
A pesar de su delgadez, siempre tenÌa la ciÛnî), y el tercero, cuatro sesiones de sol resplandece con tal fuerza que ape-
cabeza roja. En junio se muriÛ de una ìasesoramiento asistidoî. Esta ˙ltima nas nos da tiempo a oÌr el chillido de ale-
apoplejÌa. Una tarde me dijo: ì°Oh!, mi tÈcnica es una forma de terapia de urgen- grÌa de Agnes. Nuestra pequeÒa amiga
cabezaî, y luego cayÛ inconsciente. cia que aplican muchas organizaciones se acerca al vehÌculo a travÈs de la cre-
Nunca m·s recuperÛ la conciencia. Siete de socorro con programas psicosocia- cida maleza. El entrevistador la sigue
dÌas m·s tarde falleciÛ. les en los territorios conflictivos. Elude lentamente hasta la cabaÒa.
Desde entonces, reina la pena en nues- de manera explÌcita la incorporaciÛn de
tro hogar. Si no tuviera un corazÛn tan las vivencias pretÈritas y se limita al Recuperar el control de la vida
fuerte... Era tan buen hombre. HabÌa asesoramiento de cuestiones inminen- Agnes se ha hecho fuerte. Mientras nos
sobrevivido y luego, cuando por fin nos tes; por ejemplo, si la vÌctima debe aban- sentamos, se arremanga y nos enseÒa
5. REGRESO A LA NORMALIDAD.
El objetivo de la terapia es que el paciente
traumatizado pueda volver a vivir,
sin angustia, en su aldea de origen.
Barbara L. Fredrickson desde el punto de vista estadÌstico, m·s licidad [vÈase ìLa b˙squeda de la feli-
aÒos incluso que los que ganarÌa un fuma- cidadî, por Uwe Hartmannn, Udo
H
ace 70 aÒos, en Milwaukee, dor que abandonara definitivamente el Schneider y Hinderk M. Emrich, MENTE
Cecilia OíPayne hacÌa sus tabaco. Y CEREBRO, n.o 4] recomendÛ abordar los
votos perpetuos en una con- El estudio sobre las monjas no cons- aspectos que conceden valor a la vida.
gregaciÛn religiosa dedicada tituye un caso aislado. Desde hace tiempo Hay varios motivos por lo que apenas
a la enseÒanza de niÒos pobres. Con se ha venido advirtiendo que las perso- se ha prestado atenciÛn a los sentimientos
motivo de ese paso decisivo, la supe- nas que se encuentran bien viven, por positivos en otras Èpocas. En primer
riora le pidiÛ que escribiera un breve regla general, m·s. Pero, øpor quÈ la con- lugar, los afectos positivos son m·s difÌ-
fragmento sobre su vida. La joven debÌa fianza en el futuro ayuda a vivir m·s ciles de evaluar que los negativos. La
narrar los acontecimientos esenciales de tiempo? øA quÈ se debe que un senti- alegrÌa, el gozo y la satisfacciÛn no se
su infancia y adolescencia, asÌ como las miento bueno y moment·neo repercuta diferencian entre sÌ tanto como la irri-
experiencias o vivencias religiosas que a tan largo plazo? øSe producen al azar taciÛn, la tristeza y la angustia. AsÌ, la
le habÌan conducido al convento. las emociones positivas o cabe inducir- ciencia sÛlo separa un puÒado de bue-
Unos 60 aÒos m·s tarde, aquellas lÌneas las de forma selectiva? nos sentimientos: por cada emociÛn posi-
de Cecilia OíPayne vieron de nuevo la Las primeras respuestas han llegado tiva se conocen tres o cuatro sentimientos
luz, junto con las notas de otras novicias desde la psicologÌa positiva, joven dis- negativos.
reciÈn ingresadas en la congregaciÛn. ciplina asÌ acuÒada hace seis aÒos por
Tres psicÛlogos de la Universidad de Martin E. P. Seligman. Como muchos Con la sonrisa en los labios
Kentucky solicitaron consultar los do- otros psicÛlogos, Seligman habÌa orien- El abanico de gestos corporales de los
cumentos, en el marco de un amplio tado sus investigaciones hacia las enfer- afectos negativos tambiÈn es mayor. En
estudio sobre el envejecimiento y la en- medades psÌquicas. En el ˙ltimo medio todo el mundo, las personas pueden dis-
fermedad de Alzheimer. Debora Danner, siglo se han producido importantes avan- tinguir, sin titubear, un rostro airado,
David Snowdon y Wallace Friesen exami- ces en su curaciÛn. Si en 1947 no se triste o angustiado. En cambio, una mueca
naron, en total, 178 textos biogr·ficos, a conocÌan apenas tratamientos para las natural de alegrÌa ódiversiÛn, confianza
fin de asignar el ìcontenido emocionalî principales enfermedades mentales, hoy en el triunfo o felicidadó contiene siem-
a cada declaraciÛn sobre las vivencias se pueden tratar correctamente 16 de pre los mismos atributos de la denomi-
de felicidad, los intereses, el amor y la ellas mediante psicoterapia, medica- nada sonrisa de Duchenne: las comisu-
esperanza. A los investigadores les llamÛ mentos o la combinaciÛn de ambos. En ras bucales ascienden, la musculatura
la atenciÛn una observaciÛn curiosa: al cambio, la psicologÌa apenas ha aportado periorbitaria se contrae de forma invo-
parecer, las monjas m·s felices vivÌan mÈtodos para ayudar a las personas a luntaria, los pÛmulos se alzan y apare-
hasta 10 aÒos m·s que aquellas que atri- satisfacer sus deseos genuinos. cen pequeÒas arrugas en las comisuras
buÌan menos valor a la existencia terre- Seligman se propuso corregir este de- oculares externas.
nal. Una actitud positiva frente a la vida sequilibrio. En colaboraciÛn con Mihaly Este reparto desigual de los medios se
de una religiosa optimista, como Cecilia Csikszentmihalyi (descubridor del con- extiende hasta el sistema nervioso vege-
OíPayne (hoy tiene 98 aÒos), otorga, cepto del ìflujoî de los momentos de fe- tativo, que inerva los Ûrganos internos,
CORBIS
Hace 20 aÒos, Paul Ekman y Wallace
Friesen, de la Universidad de California
en San Francisco, y Robert Levenson,
de la Universidad de Indiana, demos-
traron que el cuerpo reacciona de forma
mensurable ante los sentimientos de ira,
angustia y la tristeza, pero no ante las
emociones positivas.
CORBIS
LOS PINGÜINOS. Para levantar el
vidual, sino tambiÈn de un estado correcto
ánimo basta con contemplar el contoneo
de ·nimo.
En otros experimentos, Isen analizÛ si desgarbado de estos curiosos seres,
las capacidades diagnÛsticas de un mÈdico vestidos de etiqueta, sobre el hielo.
dependÌan de su estado emocional. Alentados con estas escenas divertidas,
OfreciÛ una bolsa de dulces a unos mÈdi- los probandos resuelven mejor las tareas
cos y les rogÛ que reflexionaran en alto conflictivas.
mientras trataban de resolver el caso de
un paciente hepatÛpata. Los mÈdicos que
habÌan recibido el regalo no sÛlo integra-
ron los diversos datos con m·s rapidez en ese momento tambiÈn se establecen
que los no agraciados, sino que se aferra- recursos fÌsicos, espirituales y sociales:
ron menos a una idea determinada y se el juego es saludable, las estrategias ayu-
manifestaron m·s predispuestos a dese- dan a resolver situaciones y la camarade-
char conclusiones prematuras. Por la rÌa refuerza los vÌnculos sociales. Seg˙n
misma razÛn, los ·rbitros optimistas que los estudios realizados con monos, ra-
median en conflictos resuelven mejor los tas y ardillas, lo mismo les sucede a los
problemas complejos. Cabe inferir, en animales.
consecuencia, que el pensamiento de las Hace poco, examinamos la relaciÛn
personas que se sienten a gusto es m·s entre la capacidad de sobrecarga psÌ-
creativo, flexible, amplio y abierto. quica y la alegrÌa existencial. En la pri-
øQuÈ queda, pues, cuando se disipa un mavera de 2001, pedimos a los proban-
buen sentimiento? Como las emociones dos que describieran su estado emocional
positivas propician nuevas ideas y posi- y sus prospecciones de futuro. En el
bilidades de acciÛn, pueden tambiÈn crear otoÒo de ese aÒo, entrevistamos de nuevo
modificaciones persistentes y arraiga- a este mismo grupo; entre ambas fechas
das. Cuando los niÒos corretean y se rÌen se encontraba el 11 de septiembre. festaron ciertos pensamientos positivos
o los adultos dan rienda suelta a sus pa- incluso despuÈs del 11 de septiembre. El
siones jugando al f˙tbol, el motivo puede Gratitud después m·s com˙n consistiÛ en la gratitud. AsÌ,
ser puramente hedonista; no obstante, del 11 de septiembre las personas m·s optimistas afirmaron
De acuerdo con la segunda encuesta, ca- que habÌan comprobado que ìla mayo-
si todos los probandos se encontraban rÌa de la gente es buenaî, proceso esen-
1. ALEGRIA TERRENAL. La vida en un
abatidos como consecuencia del ataque
terrorista; algunos expresaron su ira o su
cial para el aprendizaje, que refuerza la
alegrÌa de vivir. La probabilidad de depre-
convento sigue pautas regladas. Las
miedo. M·s del 70 % fueron calificados siÛn de estas personas cayÛ a la mitad.
monjas no fuman, no beben alcohol y se de estado depresivo. Curiosamente, al- Sin duda, su ·nimo vital les habÌa pro-
alimentan de forma muy parecida. ¿Cómo gunos de los que, al comienzo del aÒo, tegido de la depresiÛn.
se explica, entonces, que unas religiosas habÌamos considerado resistentes, mani- En un experimento con universitarios
sean mucho más longevas que otras? se confirmÛ el efecto generador de recur-
sos de los sentimientos positivos. Ro-
gamos a los probandos que, a lo largo de
un mes, reflexionaran todos los dÌas quÈ
sentido positivo podrÌan tener los acon-
tecimientos peores, mejores y aparen-
temente inocentes de cada jornada: tan
sÛlo cuatro semanas despuÈs, su capa-
cidad de sobrecarga psÌquica se habÌa
elevado, en comparaciÛn con la de los
testigos.
Quien se siente bien experimenta, en
mayor medida, la ausencia del peligro.
Las emociones positivas cambian a las
personas para mejor, les abren la espe-
ranza hacia el futuro, aumentan la resis-
tencia y refuerzan los vÌnculos sociales.
Ello explica probablemente tambiÈn el
sentido evolutivo de estas exaltaciones
del ·nimo: multiplicaban los recursos
de nuestros ancestros y, por ende, las
posibilidades de supervivencia y de repro-
ducciÛn en las situaciones de conflicto.
Por fin, hallamos una vÌa para medir
el efecto som·tico de las emociones posi-
CORBIS
FELICIDAD
NEUTRAL
TRISTEZA
0 10 20 30 40 50
TIEMPO (SEGUNDOS)
¿Ayudan los buenos sentimientos a tranquilizarse antes en trados se elevaron. Inmediatamente después, proyectamos
las situaciones de conflicto? Para explorarlo, aplicamos, a una película de carácter alegre, apacible, neutro o triste.
nuestros probandos, cables conectados a aparatos que regis- Simultáneamente, indicamos a los probandos que la tarea
traban la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la perfu- de elaboración del discurso había sido una broma. Los valo-
sión de la mano. Luego, les dejamos un minuto para que res registrados de todos los probandos regresaron hasta las
elaboraran un discurso improvisado, que debía ser grabado cifras iniciales. Sin embargo, los voluntarios que contem-
y evaluado. De acuerdo con lo esperado, los valores regis- plaron las escenas agradables se recuperaron mucho antes.
para comparar el estado de ·nimo y men- reciben la ayuda sienten, a su vez, gra- en la senda para la maduraciÛn y la for-
tal de 138 estudiantes. Este fue el resul- titud; los propios espectadores neutra- taleza interiores es la conciencia.
tado: quienes albergaban pensamientos les pueden, asimismo, alegrarse. Por con-
positivos en el primer estudio continua- siguiente, los buenos pensamientos
ban mayoritariamente asÌ en la segunda generan una reacciÛn en cadena que abre BARBARA L. FREDRICKSON es directora
encuesta y mantenÌan, al mismo tiempo, el ·nimo y la disponibilidad, lo que induce del Laboratorio de Sentimientos Positivos y
una mente abierta. Quienes se habÌan nuevas emociones positivas. Psicofisiología de la Universidad de Michigan.
mostrado abiertos en la primera ocasiÛn, En definitiva, precisamos mÈtodos que (©American Scientist Magazine)
lo hicieron tambiÈn en la segunda y, ade- nos alienten a vivir m·s a menudo este
m·s, tenÌan mayor probabilidad de estar tipo de sentimientos positivos. El humor Bibliografía complementaria
alegres. Las personas que, de ordinario, y la risa parecen, sin duda, la vÌa m·s W HAT G OOD ARE P OSITIVE E MOTIONS IN
se hallan de buen humor alcanzan con directa. Sin embargo, en los momentos CRISES? A PROSPECTIVE STUDY OF RESILIENCE
m·s facilidad una situaciÛn anÌmica posi- difÌciles resulta mucho m·s f·cil decirlo AND E MOTIONS F OLLOWING THE T ERRORIST
tiva y estable. que hacerlo. En consonancia con nues- ATTACKS ON THE UNITED STATES ON SEPTEMBER
Los sentimientos positivos no sÛlo tros experimentos, mi consejo es buscar 11TH, 2001. B. L. Fredrickson et al. en Journal
cambian a la persona, sino que tambiÈn la felicidad en todas las situaciones de la of Personality and Social Psychology, vol. 84,
se contagian. Isen descubriÛ que las per- vida y en las cosas sencillas. Quien quiera págs. 365-376; 2003.
sonas optimistas se muestran m·s dis- descubrir lo bueno de un mundo com- D ER G LÜCKSFAKTOR . WARUM O PTIMISTEN
puestas a colaborar. A la inversa, los plejo y, en parte, represivo, tendr· que LÄNGER LEBEN. M. E. P. Seligman. Ehrenwirth;
actos buenos producen alegrÌa, porque acudir a sus propias fuerzas y a las de Bergisch Gladbach, 2003.
uno se siente orgulloso de ellos. Los que quienes le rodean. Nuestro mayor aliado
Steve J. Ayan activaban sin que el mono moviera un tidaî: cualquier forma de comprensiÛn
solo dedo; bastaba con que viera que interpersonal se basa en que captamos
E
n lo alto de la carpa del circo se otro realizaba la acciÛn. los motivos del movimiento de los dem·s.
balancea un acrÛbata sobre el Los cientÌficos italianos habÌan dado Para lograrlo, los circuitos neuronales
alambre. De pronto, le resbala con un tipo de neuronas, desconocidas simulan subliminalmente las acciones
un pie y, por un segundo, pierde hasta ese momento. Las denominaron completas que observamos. Este reflejo
el equilibrio. A los espectadores se les ìneuronas especularesî. Las caracte- nos lleva a que nos identifiquemos con
corta el aliento y su pulso se acelera, riza que no reaccionan ni al asir sin los otros; actor y observador se hallan
como si fueran ellos los que estaban all· objetivo, ni a sÛlo el objeto que se ha en estados neuronales muy semejantes.
arriba y tuvieran que balancear nervio- de agarrar. SÛlo cuando se ven juntas La suposiciÛn de que el activo ponerse
sos con los brazos. Aunque los especta- ambas cosas (la acciÛn y su objetivo), en lugar de otro es la base de todo inter-
dores no corren ning˙n riesgo, sufren se activan las cÈlulas. SucedÌa como si cambio social tiene una larga tradiciÛn
intensamente. øEn quÈ reside el secreto las cÈlulas representaran el propÛsito filosÛfica. Bajo el concepto de empatÌa
de esta capacidad humana de sintonÌa? ligado al movimiento. Al parecer, los o capacidad de compenetraciÛn, esta
Cuando al principio de los noventa simios estaban en situaciÛn de recono- capacidad humana ha atraÌdo, sobre todo
del siglo pasado, un equipo cientÌfico de cer la intenciÛn de una acciÛn, recapi- desde inicios del siglo XX, a grandes pen-
Parma investigaba el control de movi- tul·ndola internamente. sadores, como Edmund Husserl (l859-
mientos de los simios, no podÌan sospe- 1938), que vio en ella la soluciÛn del
char que darÌan con la respuesta a esa Científicos exultantes problema de la ìintersubjetividadî, la
pregunta. En su afortunado descubrimien- La publicaciÛn de estos resultados de- cuestiÛn de por quÈ podemos, pese a ser
to seminal intervino el azar. PsicÛlogos satÛ en 1996 un entusiasmo desbor- individuos autÛnomos, comprendernos
y filÛsofos siguen debatiendo sobre la dante entre los especialistas. ìEstoy unos a otros.
interpretaciÛn correcta. convencido de que las neuronas espe- La teorÌa de la ìcopia compartidaî
Los neurobiÛlogos del ensayo, diri- culares desempeÒar·n en psicologÌa un representa, pues, la variante moderna
gidos por Giacomo Rizzolatti, habÌan papel semejante al que ha tenido en de un pensamiento antiguo. El trabajo
entrenado a los simios a agarrar objetos biologÌa la descodificaciÛn de la estruc- conjunto de Gallese y Metzinger es, por
concretos, por ejemplo, un tarugo de tura del ADNî, profetizaba Vilayanur tanto, digno de menciÛn, porque en este
madera. Un microelectrodo, implantado Ramachandran. La exultaciÛn se debÌa caso se esfuerzan de consuno investi-
en el cerebro, registraba la actividad a que, por primera vez, se habÌa encon- gadores del cerebro y filÛsofos en son-
elÈctrica de cada una de las neuronas del trado una conexiÛn directa entre per- dear con el pensamiento un descubri-
ìcÛrtex premotorî. En esta regiÛn cere- cepciÛn y acciÛn que prometÌa expli- miento neurocientÌfico. Para ambos, se
bral óy eso era todo lo que sabÌa la cien- car muchos fenÛmenos hasta entonces trata de fundamentar empÌricamente
cia en ese momentoó se planean e ini- inexplicables. reflexiones teÛricas.
cian los movimientos. ìLas neuronas especulares nos posi-
Cierto dÌa en que Rizzolatti ponÌa el bilitan comprender las intenciones de Origen del lenguaje
tarugo al alcance de un mono ya cla- otras personasî, opina Vittorio Gallese, Una observaciÛn empÌrica podrÌa ser la
veado, sucediÛ algo desconcertante: se de la Universidad de Parma y uno de los siguiente: la regiÛn F5 del cÛrtex pre-
disparÛ de repente el aparato de medi- descubridores. Cree que el complejo sis- motor de los primates, en la que se des-
ciÛn. El investigador se sorprendiÛ: øpor tema de tales cÈlulas presta al hombre la cubrÌan por primera vez las neuronas
quÈ se ha disparado la neurona ìpin- capacidad de ponerse en el lugar de otros especulares, corresponde en el cerebro
chadaî, si el animal est· ahÌ sentado sin y de leer sus pensamientos y sentimien- humano al ·rea de Broca, que es com-
moverse? øFallo del aparato? Pero el tos, algo que solemos hacer de continuo petente en el lenguaje o, con mayor pre-
efecto se pudo repetir a voluntad y las y no sÛlo en el circo. cisiÛn, en la producciÛn de sonidos
cÈlulas nerviosas vecinas mostraban el Junto con Thomas Metzinger, Gallese ling¸Ìsticos. Pacientes con daÒos cere-
mismo comportamiento inesperado: se formulÛ la teorÌa de la ìcopia compar- brales, a quienes falla esta zona, no pue-
Annette Lessmöllmann sector de la industria. Para la representa- viduo. Detr·s de cada uno de tales agen-
ciÛn de las escenas multitudinarias de El tes se halla una unidad de software, que
M
iles de orcos feroces mar- SeÒor de los Anillos se valieron de su pro- contiene unos 8000 modos de compor-
chan hacia la fortaleza don- grama Massive, abreviaciÛn de ìMulti tamiento. El animador puede combinar-
de se refugian el rey Theo- Agent Simulation System in Virtual los con total flexibilidad, creando asÌ
den y su pueblo. Los arque- Environmentî(sistema de simulaciÛn mul- distintos personajes: un individuo iras-
ros reciben a los agresores con una lluvia tiagente en entornos virtuales). Pero cible reacciona presto al ataque sufrido
de flechas; la avanzadilla cae. AsÌ em- Massive no puede prescindir completa- con movimientos agresivos y exhibiendo
pieza la masacre de la batalla del abismo mente de los actores reales. Con anterio- un estilo antagÛnico al de un agente ate-
de Helm, momento ·lgido de la pelÌcula ridad la firma neozelandesa debÌa dotar morizado programado para elegir la reti-
El SeÒor de los Anillos, basada en la obra a sus entes virtuales de un repertorio de rada como opciÛn preferente. De ese mo-
de J. R. R. Tolkien. movimientos; para ello, se servÌan del do el animador logra dotar, a cada una
La c·mara que sobrevuela la escena sistema de captura de movimientos ìmo- de sus creaciones, de personalidad pro-
filma hasta 80.000 guerreros en acciÛn. capî(de ìMotion Capturingî). pia. En expresiÛn de Rolf Giesen, del Mu-
Proeza cinematogr·fica impensable es- seo de CinematografÌa de BerlÌn, la ani-
casos aÒos atr·s, pues ning˙n productor Jugar al Creador maciÛn se parece un poco a ser como el
podrÌa sufragar semejante derroche de En el SeÒor de los Anillos guerrean varios Creador.
figurantes y material. El director Peter actores de carne y hueso. Con su indu- Massive opera con lÛgica borrosa, cu-
Jackson pudo escenificar la fantasÌa del mentaria ceÒida al cuerpo pelean, seg˙n yos algoritmos de decisiÛn permiten esta-
novelista gracias a tÈcnicas de animaciÛn la escena, unas veces con espadas, otras dos intermedios. En contraposiciÛn a la
inform·tica, avanzadas y ˙nicas, de las con arcos, con la elegancia del elfo o lÛgica binaria, no sÛlo existen ìbuenoî
que dispuso. Tales hordas guerreras sÛlo con la tosquedad del orco. Cada articu- y ìmaloî, ìnegroî y ìblancoî, ìpeligro-
tienen existencia virtual, nacidas de ìinte- laciÛn estaba marcada mediante un soî e ìinofensivoî, sino tambiÈn zonas
ligentesî programas de ordenador y capa- pequeÒo reflector. Un mÌnimo de vein- grises intermedias: ìbastante buenoî o
citadas para planificar y ejecutar, con ticuatro c·maras filmaban la posiciÛn ìun tanto peligrosoî.
plena autonomÌa, diferentes maniobras de los reflectores; de ese modo se regis- Si el enemigo se encuentra delante
bÈlicas. trÛ, para cada tipo de combatiente, los mismo y ya ha desenvainado su espada,
La creaciÛn de mundos artificiales con movimientos caracterÌsticos. El tÈcnico un agente ìm·s bien miedosoî conside-
apariencia real se encuentra integrada, en animaciÛn incorporÛ dichos gestos rar· muy peligrosa la situaciÛn y desa-
desde hace aÒos, en el repertorio de los a las figuras artificiales creadas por or- parecer· en cuanto pueda. Pero si un
cineastas. En un comienzo, esas escenas denador y los mezclÛ por fusiÛn de mo- oponente blande su arma a diez metros
requerÌan un penoso trabajo de compo- vimientos para formar secuencias de de distancia, la percepciÛn es de ìbastan-
siciÛn en el que se invertÌan meses. Desde movimientos, como ìatacar con la espa- te alejadoî y ìpoco peligrosoî, por lo que
entonces se han registrado avances sig- daî o ìretrocederî. el defensor virtual se mantendr· m·s
nificativos. Los expertos en software de- La innovaciÛn del sistema Massive tiempo en su posiciÛn y se concentrar·
sarrollan programas que conducen a ani- reside en la autonomÌa. La acciÛn que quiz·s en otro antagonista.
maciones m·s sencillas y r·pidas. Bajo ejecuta cada personaje virtual, su estilo Una vez ha distribuido todos sus per-
el conjuro de la ìInteligencia Artificialî, de lucha, la velocidad de su ataque o sonajes en el escenario virtual, el crea-
la firma neozelandesa WETA Digital se incluso la elecciÛn de la huida constitu- dor debe retirarse y dejarlos a su arbi-
catapultÛ a posiciones de privilegio en ese yen decisiones emanadas del propio indi- trio, pues Èl ya no puede intervenir.
1. LA BATALLA FINAL. Para esta escena los productores de El Señor de los Anillos
Aunque no siempre todo se desarrolle enviaron valientes programas de inteligencia artificial al campo de marte.
seg˙n lo proyectado: en una de las simu-
laciones iniciales de El SeÒor de los
Anillos se vaciÛ repentinamente una parte La animaciÛn por ordenador con In- grama. Pero eso no bastaba para simu-
del campo de batalla porque cientos de teligencia Artificial ahorra tiempo y, por lar movimientos de apariencia real.
orcos habÌan decidido, por su cuenta, lo tanto, dinero. Esas razones sedujeron No es por casualidad que los creadores
buscar enemigos en otro lugar. a Wolfgang Petersen a la hora de perge- de Endorphin procedan del Instituto de
Pese a esta imposibilidad de prever con Òar la espectacular pelea entre griegos ZoologÌa de la Universidad de Oxford,
absoluta certeza el desarrollo de la escena, y troyanos en la pelÌcula Troya. Se ayudÛ si consideramos que este producto de
se defiende que el futuro de la anima- de un programa de software llamado Naturalmotion, compaÒÌa en la que tra-
ciÛn est· en conceder a los actores vir- Endorphin. bajan, tomÛ como modelos patrones de
tuales cierta autonomÌa en la decisiÛn. movimiento reales: los especialistas
Escenas multitudinarias no tienen por Demasiado peligroso virtuales utilizan m˙sculos y huesos vir-
quÈ significar que todos los participan- para especialistas tuales, asÌ como algoritmos de control
tes se comporten igual. Para eso basta- El programa de animaciÛn est· dotado similares a los biolÛgicos. Estas figuras
rÌa multiplicar una figura mediante el de capacidad de aprendizaje y reviste dominan incluso las escenas sobre super-
proceso de ìcopiar y pegarî. En deter- particular interÈs cuando el peligro de ficies oscilantes e inestables, caracterÌs-
minadas escenas de muy corta duraciÛn una escena es tan alto, que la rechazan ticas de los filmes de acciÛn. Cuando un
tal recurso podrÌa funcionar, como en la incluso los ìdoblesî. Endorphin puede individuo de Endorphin aparece en la
pelÌcula de dibujos animados El joro- partir un cuerpo en trozos de una manera escena cimbre·ndose sobre un puente
bado de Notre Dame: en ella el anima- sobrecogedora. øLuchadores decapita- colgante que vibra, apenas si se distin-
dor creÛ la muchedumbre que se apostÛ dos? Nada m·s f·cil. No obstante, la soli- gue de la actuaciÛn de un personaje de
frente a la iglesia generando sÛlo cinco dez del sistema Endorphin se revela en carne y hueso. Adem·s, los agentes virtua-
figuras diferentes y replic·ndolas de otro aspecto: se suprime el complicado les reaccionan en tiempo real: ante empu-
forma arbitraria. y pesado mo-cap, merced a que los re- jones de otro actor responden encajando
Sin embargo, la fuerza de una escena corridos de los movimientos se generan primero el impacto y luego recuperando
de masas se transmite cuando algunos por ordenador. la verticalidad. Resulta, pues, sencillo
participantes elevan su lanza en asin- Los movimientos calculados por com- para el animador simular distintos tipos
cronÌa: unos titubean y hay quien tro- putador aplicados a las tÈcnicas de ani- de caÌdas y peleas en la pantalla. Dispo-
pieza, lo mismo que en la vida real. ìSi maciÛn no constituyen ninguna nove- ne, en resumen, de un sÛlido material de
se tuviera que definir cada uno de los dad. Se trata de un tema harto conocido mo-cap, sin haber tenido que emplear ni
agentes de un conjunto de miles de desde que existen ordenadores de pres- un c·mara; y ˙nicamente debe dotar de
guerreros, se tardarÌa mesesî, declara taciones aceptables a precios asequibles. rostro, piel y vestimenta al muÒeco hasta
Henning Barthel, del Centro alem·n de Antes se recurrÌa a la cinem·tica inversa. ahora sin identidad.
InvestigaciÛn de la Inteligencia Artificial Para calcular una zancada o un giro de La calidad de una animaciÛn se pone
(DFKI) de Kaiserlautern, para poner de un brazo, el animador definÌa los pun- a prueba cuando un actor realiza un salto:
manifiesto los inconvenientes de la ani- tos inicial y final de la acciÛn. El recorri- en el aterrizaje debe notarse el ìpesoî.
maciÛn manual tradicional. do intermedio era calculado por el pro- SÛlo cuando se crea la impresiÛn de que
2003 DIGITALMANKIND
Quien requiera practicar sus técnicas de
seducción verbales puede probar con esta
criatura de inteligencia artificial creada
por el etólogo Karl Grammer.
Peter Sandmeyer ha generalizado su campo sem·ntico. Es- øPodr· defender el rebaÒo si atacan?
y Michael Sadre-Chirazi-Stark tresado se predica del que, terminada la øConviene abalanzarse hacia los lobos
jornada laboral, debe hacer la compra en haciendo el mayor estruendo de que sea
÷
tzi se hallaba arrebatado de fu- el supermercado antes de que cierren, de capaz, intentar ahuyentarlos y cruzar con
ria. Sobre las razones de su la profesora que prepara en horario extraes- las ovejas el bosque a paso raudo? øNo
cÛlera caben tantas suposi- colar la funciÛn de fin de curso e incluso ser· mejor encender fuego y esperar al
ciones como ovejas se apris- de quien ha de elegir entre dos tipos de alba? øSe hallan las fieras muy ham-
can en el ÷tztal. Tal vez era Èl un ladrÛn pintura metalizada para el coche nuevo. brientas? øAtacar·n? øSer·n tantas que
de ganado o tal vez perseguÌa a un la- En sentido estricto, el estrÈs constituye sÛlo le quepa encaramarse a un ·rbol?
drÛn de ganado; quiz·s era un ad˙ltero un fenÛmeno central de nuestro tiempo: Mientras cavila, el cuerpo de ÷tzi ha
o quiz· perseguÌa a un ad˙ltero; quiz·s una tensiÛn a la que no sigue ninguna dis- iniciado su programa de supervivencia.
estaba huyendo de sus enemigos o quiz· tensiÛn, un tumulto de sentimientos nega- El cerebro trabaja con frenesÌ, las gl·n-
los perseguÌa. O a lo mejor se trataba tivos que no se dejan asentar, un factor dulas suprarrenales arrojan en segundos
de otra cosa. SÛlo podemos especular de sufrimiento que conduce a nuevos al torrente circulatorio adrenalina y, un
sobre el origen de la punta de flecha sufrimientos: enfermedades cardiocircu- poco m·s tarde, cortisol. El pulso y la
que alguien le clavÛ a ÷tzi por debajo latorias, depresiones o agotamientos. frecuencia respiratoria se aceleran. La
de su hombro derecho. øConociÛ ÷tzi este tipo de estrÈs? sangre afluye a la cabeza y a los m˙scu-
Lo que no ofrece duda alguna es que Parece sumamente improbable. Aunque los. Las reservas de energÌa se activan y
el hombre de los hielos no gozÛ de su su mundo no fue mejor que el nuestro, todo lo que no est· al servicio de la inme-
mejor estado de salud en su postrer aÒo sÌ era distinto. En el suyo el estrÈs cons- diata supervivencia pasa a un segundo
de vida. Cuando la momia, despuÈs de tituÌa un arma en la guerra por la super- plano o se paraliza. Los procesos diges-
5000 aÒos de tranquilidad en el glaciar, vivencia. Y lo nefasto del caso no es que tivos se ralentizan. Desaparecen el ham-
entrÛ en el laboratorio, y se le sometiÛ en los ˙ltimos cinco mil aÒos haya cam- bre y la sed. Se le erizan los pelos a fin
a puntillosos an·lisis, espectroscopias, biado este mecanismo de defensa, sino de producir en el enemigo un efecto
endoscopias y laparoscopias, evidenciÛ, que persista idÈntico. Ûptico de agrandamiento.
con los rastros de fracturas costales, sig- SituÈmonos en una frÌa tarde de sep- Sin embargo, el ataque de los lobos
nos de caries, de congelaciÛn y de infes- tiembre del aÒos 3003 a.C. ÷tzi, que se no se produce de inmediato. DirÌase que
taciÛn helmÌntica. El examen cuidadoso gana la vida como pastor de ovejas, baja prefieren esperar. En este momento el
de las uÒas proporcionÛ, adem·s, prue- con el rebaÒo desde los altos prados hacia cuerpo de ÷tzi levanta una segunda
bas incuestionables de tres enfermeda- su aldea, en el c·lido valle del actual lÌnea defensiva: la respiraciÛn conti-
des graves padecidas en los ˙ltimos cinco Vinschgau. El paso sobre el Similaun ha nuamente acelerada proporciona al cere-
meses de su vida; la peor acaeciÛ un par quedado ya atr·s y ante sus ojos se bro tanto oxÌgeno que le hace estar
de meses previos a su muerte. Un cuadro, extiende la linde del bosque de Schnalstal. hipervigilante. Sus sentidos óla vista
en fin, de una persona estresada. De repente, el tiempo cambia brusca- y el oÌdo, sobre todoó se aguzan; y las
ø÷tzi estresado? øEn la edad de Pie- mente y se forman remolinos de nieve. pupilas dilatadas le permiten al pastor
dra? Nadie objetarÌa que el hombre de En ese preciso momento avista unas som- percibir los movimientos sospechosos
los hielos sufrirÌa calor y frÌo, hambre y bras grises, entre los ·rboles que se sumer- en la oscuridad.
sed, ira y miedo, es decir, una gavilla de gen en el crep˙sculo: °lobos! La sensibilidad dolorosa se mitiga,
dificultades que atentarÌan contra el El organismo de ÷tzi se pone al ins- pero tambiÈn la capacidad defensiva del
equilibrio de sus funciones corporales. tante en estado de alarma y en disposi- sistema inmunitario. Mientras, el cere-
Pero, øestrÈs? En su origen, este tÈrmino, ciÛn defensiva. Su mente empieza a so- bro de ÷tzi introduce los acontecimien-
procedente del vocabulario de la fÌsica, pesar las distintas posibilidades de tos que vive en su banco de datos interno,
significaba ìtensiÛn mec·nicaî. Ahora actuaciÛn: øCu·ntas sombras ha visto? los compara con experiencias pasadas y
CORBIS; RECONSTRUCCION DE ÖTZI: ARCHIVO FOTOGRÁFICO DEL MUSEO ARQUEOLOGICO DEL TIROL SUR
mero ahuyentar· a flechazos al lobo que
inicie el ataque, lo que har· que el resto
de la manada se asuste. Y, a continuaciÛn,
preparar· una gran hoguera con la que
mantendr· a distancia a la jaurÌa durante
la noche y llamar· la atenciÛn de otros
pastores que anden por los alrededores.
SUPERBILD
Aunque sea en un mundo en cuyo seno frÌo polar y al ardiente calor del desierto,
el espacio para actuaciones autÛnomas a las travesÌas marÌtimas y al pastoreo
se vuelve cada vez m·s limitado.
En numerosos campos se nos ofrecen
en las altas montaÒas. Observamos fas-
cinados los resultados de la adaptaciÛn 4. TAN SOLO UN TIGRE DE PAPEL.
oportunidades de tener experiencias com- del Homo sapiens. La pigmentaciÛn cut·- Desde un punto de vista objetivo,
pensatorias que nos permitan recuperar nea y los tipos de pelo han cambiado, y ninguno de los factores causantes de
el sentimiento de poder sobre nuestra tambiÈn la forma de la nariz y de los estrés constituye una seria amenaza.
ojos. Un proceso de adaptaciÛn que no
ha terminado, pese a no existir lugar por
3. EVOLUCION DE LAS TAREAS explorar. Con una diferencia sustancial,
pues el hombre debe ahora asimilar las
la introducciÛn generalizada de la tÈc-
nica, hizo estragos la ìneurasteniaî, un
DOMESTICAS. El ser humano siempre
condiciones de un entorno que ha sido agotamiento nervioso que alcanzÛ pro-
ha tenido que adaptarse a su entorno, creado por Èl mismo. porciones epidÈmicas (tÈngase en cuenta
ya fuera a fríos extremos o a una sequía En el ˙ltimo tercio del siglo XIX, cuando que el concepto de estrÈs no habÌa apa-
atroz. Hoy se trata de soportar, de la la vida se acelerÛ enormemente a raÌz de recido todavÌa). El estrÈs continuado
forma más sana posible, la presión parece ser un signo de que la especie
profesional y la inseguridad social. humana necesita acometer cambios de
adaptaciÛn y, posiblemente, de una forma
MAURITIUS; TUAREG ANTE PINTURAS RUPESTRES DE LA REGION DESERTICA DE FEZAN, EN LA ZONA NORTE DEL SAHARA
Bibliografía complementaria
WARUM ZEBRAS KEINE MIGRÄNE KRIEGEN .
R. M. Sapolsky. Piper; Múnich, 1996.
BIOLOGIE DER ANGST.WIE AUS STRESS GEFÜHLTE
WERDEN . G. Hüther. Vandenhoek &
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LEBE GUT! WIE SIE DAS BESTE AUS IHREM LEBEN
MACHEN . M. Csikszentmihalyi. Klett Cotta;
Stuttgart, 1999.
W ENN DIE S EELE S.O.S. FUNKT . M. Stara,
P. Sandmeyer. rororo Sachbuch; Reinbek,
2001.
89
SYLLABUS
De las psicopatías a los
trastornos de la personalidad
Hace un cuarto de siglo, se decidió desechar el término “psicopatía”. Se le sustituyó por la expresión
“trastornos de la personalidad”. Pero no se trata de una mera cuestión terminológica,
sino que ha cambiado también nuestra comprensión de la conducta anormal
Katja Gaschler su apartamento en una barricada infran- que llegue incluso al suicidio, seÒal evi-
queable; o el de esa compaÒera de tra- dente de que estas personas necesitan
L
a historia del mundo la han pro- bajo que se compromete profesional- ayuda terapÈutica.
tagonizado personalidades ex- mente con los m·s dÈbiles, mientras que Los diferentes trastornos de la perso-
tremas. En nuestro pasado m·s en su vida privada se muestra incapaz nalidad abarcan un espectro sumamente
reciente, los ìHitlerî y los ìStalinî, con de mantener relaciones personales esta- amplio. En su caracterizaciÛn oficial
sus sueÒos de dominio, han dejado bles. No es raro que un trastorno de la constituyen el resultado de un siglo de
impreso su sello en el tiempo. La pre- personalidad acabe con alg˙n tipo de debate cientÌfico en torno al comporta-
gunta surge inevitable: øestaban psÌqui- situaciÛn socialmente comprometida o miento insÛlito de los seres humanos.
camente enfermos? De hecho, seg˙n los
criterios psiqui·tricos actuales, en
muchos jefes de estado problem·ticos
1. AMOR A SI MISMO.
Las personalidades narcisistas se pierden
frecuentemente en fantasías de belleza
o de poder ilimitados.
A
sociado hoy al rechazo de cual- ser conocidoî, el escepticismo pirrÛni- m·s en introducirse la doctrina pirrÛnica.
quier confesiÛn religiosa, suele co opta por la vÌa cautelar de la sus- En 1340 se tradujo las Hypotyposes; frag-
ignorarse que el escepticismo fue pensiÛn del juicio. Afirma Enesidemo mentos latinos de Adversus mathematicos
uno de los motores no sÛlo de la teologÌa, (c.100-40 a.C.) que no pueden ofrecerse llegaron bastante despuÈs. Pero la recupe-
sino de todo el pensamiento occidental, pruebas suficientes y adecuadas para raciÛn plena de Sexto se da en el Huma-
haciendo asÌ honor al significado genuino determinar si alcanzamos o no un cono- nismo. Girolamo Savonarola recurre a Èl
de skeptikos, el que inquiere tenaz en su cimiento cabal de las cosas. A partir de para apuntalar, en su defensa de la reli-
b˙squeda de la verdad. A su papel deter- las bases puestas por Arcesilas y Car- giÛn, la necesidad de un criterio de ver-
minante en el origen de la ìnueva cien- nÈades, organizan Enesidemo y su es- dad. Lo mismo har· Erasmo ante el de-
ciaî y la ìnueva filosofÌaî se dedican los cuela una estructura argumental que se safÌo de la Reforma. En 1494 Savonarola
dos libros de cabecera. explicita en conjuntos de tropos o for- ordenÛ a tres frailes de su orden la edi-
La actitud escÈptica nace con el tr·n- mas de llegar a la suspensiÛn del juicio. ciÛn latina de los textos de Sexto EmpÌrico.
sito del mito a la razÛn en el mundo pre- La doctrina pirrÛnica cristaliza con Sexto De los mismos manuscritos se valiÛ
socr·tico. El problema, desde entonces EmpÌrico (c. 200 d.C.) En sus Pyrrho- Gianfrancesco Pico della Mirandola en
recurrente, de la unidad y la multiplici- nianae Hypotyposes (Perfiles del Pirro- su apologÌa del vehemente dominico y en
dad, de la permanencia y el flujo ince- nismo) y, sobre todo, en Adversus mathe- el Examen vanitatis doctrinae gentium
sante, que ParmÈnides y Her·clito resol- maticos somete a la criba escÈptica toda (1520), donde se propone demoler la filo-
vieron de forma contrapuesta, provocÛ la suerte de disciplinas, de la lÛgica a la m˙- sofÌa aristotÈlica. Por su parte, los Protes-
desconfianza en los sentidos y la negaciÛn sica, pasando por la matem·tica, la astro- tantes, al centrar su ruptura en la justifi-
de verdades inmutables. JenÛfanes dio un logÌa y la gram·tica, en el bien enten- caciÛn de las bases del conocimiento,
paso m·s y puso en duda la capacidad de dido de que la suspensiÛn del juicio afecta desencadenaron una crisis no sÛlo reli-
distinguir el conocimiento verdadero del al estatuto epistemolÛgico de tales artes, giosa, sino tambiÈn filosÛfica y cientÌfica.
falso. Con los sofistas y SÛcrates, el escep- sin repercutir en su vertiente pr·ctica. Un Se explica asÌ que, en la presentaciÛn
ticismo se convierte en arma dialÈctica. buen escÈptico puede ser gram·tico, de su impresiÛn latina de las Hypotyposes
RecuÈrdese el aforismo de Èste que se mÈdico, navegante o astrÛnomo. de 1562, Henri Estienne declare que le
recoge en la ApologÌa (ìsÛlo sÈ que no sÈ Sexto EmpÌrico ordena los tropos en mueve a esa tarea su aversiÛn contra la
nadaî) o el de Prot·goras (ìel hombre es conjuntos, cada uno de los cuales ofrece enseÒanza inane de los filÛsofos impÌos
la medida de todas las cosasî, para indi- razones por las que abstenerse ante enun- de su tiempo. Por idÈntica razÛn edita, en
car que cada uno entiende los fenÛmenos ciados cuyo contenido conceptual tras- 1569, Gentian Hervet los Adversus mathe-
a su manera) o la tesis de Gorgias, otro ciende la mera descripciÛn fenomÈnica. maticos. QuedÛ de ese modo preparado
sofista (nada existe y, si existe algo, no Los tropos ponen de manifiesto que a las el terreno para las dos exposiciones m·s
puede ser conocido y, si pudiera ser co- observaciones que respaldan una afir- rigurosas del siglo XVI , firmadas por
nocido, no podrÌa expresarse). maciÛn podemos contraponer observa- Francisco S·nchez y Michel de Montaigne.
Aunque se atribuye a PirrÛn de Elis ciones antagÛnicas. De ese modo, la pos- El autor de Quod nihil scitur (1581)
(c.360-275 a.C.) y su discÌpulo TimÛn tura escÈptica se convertÌa en el antÌdoto perfila su escepticismo a travÈs de un
(c.315-225 a.C.) la iniciaciÛn del movi- contra la enfermedad del dogmatismo. ataque implacable contra la filosofÌa aris-
miento escÈptico, es en el seno de la Sexto era mÈdico. totÈlica. Para mostrar que ni siquiera co-
Academia platÛnica donde encontramos Pero, øno caÌa Èl en contradicciÛn al noce si conoce algo, parte de la episte-
su sistematizaciÛn, gracias a la labor fun- suspender el juicio y diagnosticar y pro- mologÌa del estagirita. Toda ciencia
dante de Arcesilas (c.315-241 a.C.) y nosticar una patologÌa? En ese perÌodo comienza, seg˙n Èste, por las definicio-
CarnÈades (c. 213-129 a.C.). Este escep- helenÌstico pugnaban entre sÌ diversas nes; pero, øquÈ es una definiciÛn? øIndica
ticismo acadÈmico propugna la imposi- escuelas de medicina. Los dogm·ticos ba- la naturaleza del objeto? No. Todas las
bilidad del conocimiento y rechaza que saban su conocimiento en la demostra- definiciones, repone S·nchez, son nomi-
los filÛsofos dogm·ticos alcancen el manÌ- ciÛn racional y concedÌan un papel menor nales, nombres arbitrariamente impuestos
pulo de verdades sobre la naturaleza que a la experiencia. Los empÌricos, adscritos a las cosas. Seg˙n AristÛteles, la ciencia
declaran conseguir con certeza absoluta. al escepticismo acadÈmico en filosofÌa, es la ìdisposiciÛn adquirida a travÈs de
Atenor de su credo, la informaciÛn recibi- profesaban una medicina apoyada en la la demostraciÛnî. Pero el silogismo cae,
da por los sentidos carecÌa de fiabilidad, observaciÛn, las ìhistoriasî y la analogÌa. para el hispanoluso, en un cÌrculo vicioso,
STAN ROWIN
ciencia no es, pues, certeza adquirida por sciences elimina incluso la posibilidad
definiciones ni por el estudio de las cau- de la investigaciÛn cientÌfica.
sas. Si el verdadero conocimiento estri- Gassendi, teÛlogo de formaciÛn y uno
bara en descubrir sus causas, nunca se de los puntales de la filosofÌa y la ciencia
conocerÌa nada. La b˙squeda de las cau- modernas, dedicÛ la ˙ltima etapa de su vida
sas serÌa una inquisiciÛn ad infnitum, en a la enseÒanza de la matem·tica. (MuriÛ
que uno deberÌa conocer la causa de la en 1655.) Aunque desgrana su antiesco-
causa, etcÈtera. Para S·nchez, el mÈtodo lasticismo en las Exercitationes parado-
cientÌfico, asÌ lo llamÛ, consiste en una xicae adversus Aristoteles, encontraba
investigaciÛn empÌrica, paciente y valo- tambiÈn insatisfactorio el talante nega-
rativa de los fenÛmenos. tivo del escepticismo humanista, espe-
El neopirronismo de Montaigne se cialmente por lo que se refiere a la nueva
expresa en su Apologie de Raymond ciencia. EludiÛ el dilema con su formu-
Sebond, redactado en torno a 1575. Bajo laciÛn hipotÈtica, provisional, del ato-
la divisa ìque sais-je?î, arremete contra mismo. AducÌa que los principios y las defi-
el supuesto de que el hombre puede, por niciones sÛlo pueden alcanzarse a travÈs
sus propias fuerzas, comprender el cos- de la experiencia; de Èsta, sin embargo,
mos. Vano empeÒo. No es m·s que una no podemos inferir enunciados generales
criatura tosca, cegada por el orgullo. Las por la sencilla razÛn de que siempre puede
denominadas facultades exclusivas de la aparecer un contraejemplo. En su escep-
racionalidad no son otra cosa que unas ticismo constructivo, Gassendi extendiÛ
formas peculiares de la conducta animal. el conocimiento humano mediante el exa-
Montaigne contrapone la magnificencia men cuidadoso de la naturaleza, reflejado Grabado de Giuseppe Cesari que aparece en
del pirronismo a las disputas sin cuento en sus importantes contribuciones a la la Iconologia de Cesare Ripa, edición de 1603.
entre las escuelas. En cada uno de los cam- astronomÌa, geologÌa y fisiologÌa.
pos del saber encontrÛ filÛsofos que ter- Para su antagonista RenÈ Descartes,
minaron por confesar su ignorancia o su en cambio, el escepticismo se reducÌa a los fenÛmenos percibidos, a los que llama
incapacidad para llegar a conclusiones un obst·culo epistemolÛgico que habÌa ideas, y llega a la conclusiÛn de que hay
definitivas. Incluso en el dominio de la que superar a la luz de la certeza cientÌ- zonas importantes del conocimiento de
lÛgica, paradojas como la del mentiroso fica y metafÌsica. Al aplicar el mÈtodo las que no podemos adquirir certeza.
minan nuestra confianza. Nuestras facul- escÈptico de cuestionar toda afirmaciÛn El escepticismo cientÌfico espaÒol gira
tades cambian con nuestro estado de que pudiera en potencia ser falsa (por en torno a la figura de MartÌn MartÌnez
·nimo; lo que creemos verdadero un mo- culpa de ilusiones u otros engaÒos), uno (1684-1734). Se inscribe Èste en la tra-
mento, lo vemos falso en otro. descubrirÌa una verdad genuinamente diciÛn de mÈdicos escÈpticos cuyo uso de
Justificada la postura escÈptica ante indudable: ìpienso, luego existoî. A par- los tropos minaba los cimientos de la filo-
la astrologÌa, la alquimia o la brujerÌa, tir de esta verdad se llegaba a un crite- sofÌa aristotÈlica y la medicina galenis-
resulta sorprendente su extensiÛn a otras rio firme de conocimiento: cualquier ta. A modo de propedÈutica de la techne
ciencias. Con respecto a la matem·tica, cosa que pudiera concebirse de forma mÈdica, el escepticismo servÌa para man-
la atmÛsfera escÈptica de comienzos del clara y distinta era verdadera. Mediante tenerse inmune a las disputas de escuela.
siglo XVII alcanzÛ tales proporciones, este criterio se establece la existencia de La anatomÌa de MartÌnez despertÛ la
que obligÛ a una fuerte reacciÛn de de- Dios, que no es mendaz y garantiza nues- atenciÛn de Albrecht von Haller. Por lo
fensa. Wilhelm Languis sale al paso de tras ideas claras y distintas, y la existencia que aquÌ respecta, su Medicina Sceptica,
las certezas geomÈtricas, al tiempo que de un mundo externo que puede cono- dividida en dos tomos, constituye un ata-
Marin Mersenne demostraba, en su VÈritÈ cerse a travÈs de la fÌsica. que contra la medicina tradicional en
des Sciences, el inmenso n˙mero de ver- Thomas Hobbes, aunque aborda la duda forma de un di·logo entre un galenista,
dades matem·ticas. Sin embargo, el escÈptica, no puede considerarse un escÈp- un quÌmico (paracelsista o boyleano) y un
escepticismo arraigÛ en el cÌrculo de los tico en sentido estricto. Cierto es que reco- hipocr·tico o escÈptico (que representa
libertins Èrudits, que gozaron del patro- noce las falacias de los sentidos en el su pensamiento). A ellos debe aÒadirse
nazgo de Richelieu y Mazzarin y de los comienzo de sus Elements. Y otorga a su Philosophia Sceptica. Expone que
que cabe recordar, entre muchos, a Èstos el papel inicial e indispensable del conocer es saber dudar. El escÈptico no
FranÁois de la Mothe Le Vayer y Pierre conocimiento. M·s a˙n, reduce todo cono- niega las verdades matem·ticas, pero
Gassendi. Conocido por el doble epÌteto cimiento a imaginaciÛn. En la propia debe admitirse que el n˙mero y la figura
de ìcristiano escÈpticoî y ìateo epic˙- Inglaterra de la RestauraciÛn el escepti- son meras abstracciones, que las mate-
reoî, La Mothe se pregunta en Opuscule cismo tuvo otras expresiones m·s sÛlidas, m·ticas no se demuestran por causas,
ou Petit TraitÈ Sceptique sur cette FaÁon asÌ Robert Boyle. En su The Sceptical sino por hipÛtesis. El propio principio
de Parler si realmente conocemos algo, Chymist (1659) contrapone a las tesis aris- de no contradicciÛn es una verdad meta-
puesto que ni siquiera lo m·s obvio, totÈlica y paracelsista su teorÌa probabi- fÌsica, indemostrable, no una verdad
como el sol, se entiende. Tal vez dispon- lista de las propiedades de los cuerpos. fÌsica. En la misma onda, el entimema
gamos de medios para buscar la verdad, Significativamente, en la obra, escrita en de Descartes ìpienso, luego existoî no
pero carecemos de medios para recono- forma de di·logo, CarnÈades es el porta- constituye ninguna demostraciÛn: no
cerla. Sin sentidos fiables y sin criterio voz de Boyle. Desde el punto de vista indica quÈ sea pensar o cu·l sea el ins-
de verdad, dejamos a nuestra imaginaciÛn filosÛfico el escepticismo inglÈs tiene en trumento del pensamiento. SÛlo hay apa-
juzgar las apariencias. En el Discours John Locke su principal representante. riencia, opiniÛn y verosimilitud.
pour montrer que les Doutes de la Phi- A la manera de los pirrÛnicos, parte de LUIS ALONSO