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Manual de estilo

Deusto
Edición adaptada al español

La Guía
definitiva \
para autores I
y editores
Manual de estilo
Chicago-Deusto

Adaptación y edición de Javier Torres Ripa

2013
Universidad de Deusto
Bilbao
L a prim era edición de The C hicago M anual o f Style se publicó en 1906. D esde
entonces se ha actualizado en ediciones sucesivas. En 2010 se incorporaron nuevos
contenidos para su 16.a edición. D os años después un acuerdo entre los departa­
m entos editoriales de la U niversidad de C hicago y la U niversidad de D eusto ha
perm itido ofrecer, por prim era vez, la adaptación al español de la últim a edición
en vigor de este clásico m anual de referencia internacional. El M anual de estilo
C hicago-D eusto ha sido dirigido p o r Javier Torres Ripa, responsable de las pu­
blicaciones de la U niversidad de D eusto desde 1985, autor, editor y coordinador
de diversas m onografías y revistas.

Titulo original: The Chicago M anual o f Style.


Licensed by The University o f Chicago Press, Chicago, Illinois, U.S.A.
© 2010 by The University o f Chicago (Sixteenth edition).
All rights reserved.

Todos los derechos reservados. Cualquier form a de reproducción, distri­


bución, comunicación pública o transform ación de esta obra solo puede
ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción pre­
vista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Repro-
gráficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún frag­
mento de esta obra.

Prim era edición en español: septiem bre 2013

© Publicaciones de la U niversidad de D eusto


A partado 1 - 48080 Bilbao
e-m ail: publicaciones@ deusto.es

ISBN: 978-84-15759-14-0
D epósito legal: BI - 1250-2013

Im preso en España/Printed in Spain


Sumario

Prefacio XIII
Agradecimientos XVII

PRIMERA PARTE: EL PROCESO DE EDICIÓN

1 Libros y revistas 3
Presentación 4
Partes de un libro 4
Partes de una revista 36
Consideraciones para publicaciones digitales 50

2 Preparación, edición y corrección de originales 55


Presentación y esquem a del proceso 56
Pautas de preparación de originales para los autores 59
Edición de un original 73
Corrección 97

3 Ilustraciones y tablas 115

Presentación 116
Ilustraciones 116
Tablas 136

4 Gestión de los derechos de autor 161

Presentación 162
Propiedad intelectual y transmisión de derechos 162
El contrato de edición 172
Derechos subsidiarios 176
Responsabilidades del autor 182

SEGUNDA PARTE: ESTILO Y USO LINGÜÍSTICO

5 Gramática y uso 197

Gramática 199
Presentación 199
El sustantivo 200
El pronombre 203
El adjetivo 211
Los determinantes 214
El verbo 218
El adverbio 228
La preposición 230
La conjunción 234
Las interjecciones 237
La estructura paralela 237
El uso lingüístico 239
Presentación 239
Glosario de palabras y expresiones problemáticas 239
Palabras homófonas 243
Palabras parónimas 245
El lenguaje no discriminatorio 247

6 Puntuación 251

Presentación 252
La puntuación en relación con el texto circundante 252
El punto 256
La coma 257
El punto y coma 267
Los dos puntos 269
Los signos de interrogación 271
Los signos de exclamación 272
El guión y la raya 273
Los paréntesis 277
Las llaves y los corchetes 279
La barra 280
Las comillas 282
El apóstrofo 283
Concurrencia de signos de puntuación 283
Listas y esquemas 284

7 Ortografía, ortotipografia y palabras compuestas 289

Presentación 290
Formación del plural 290
Contracciones, interjecciones y onomatopeyas 294
División de palabras 295
Ligaduras 298
Cursiva, mayúsculas y comillas 298
Palabras compuestas y prefijadas y uso del guión 308
Acentuación 310
8 Nombres, títulos y otros términos 315

Presentación 317
Nombres de persona 318
Cargos y tratamientos 325
Sobrenombres, antonomasias y personificaciones 332
Gentilicios y nombres étnicos o de grupo 335
Topónimos y otros nombres de lugar 337
Derivados de nombres propios 346
Nombres de organizaciones 347
Términos históricos y culturales 353
Términos cronológicos 363
Términos religiosos 365
Términos militares 374
Nombres de barcos y otros vehículos 377
Terminología científica 378
Nombres comerciales y marcas registradas 391
Títulos y otros epígrafes 392
Letreros y lemas 411

9 Números y unidades 413


Presentación 414
Cifras y numerales 414
Plural y puntuación de los números 430
Intervalos de números 431
Números romanos 432
Unidades del Sistema Internacional, SI 434

10 Abreviaciones 441
Presentación 442
Nombres y tratamientos 451
Geografía 459
Cronología 465
Bibliografía y erudición 467
Libros de la Biblia 475
Ciencia y tecnología 479
Economía y comercio 492
Abreviaciones musicales 497

11 Idiomas extranjeros 501

Presentación 502
Títulos y otros nombres propios 502
Idiomas que emplean el alfabeto latino 504
Idiomas normalmente transliterados 529
Griego clásico 542
Lenguaje de signos 547

12 Matemáticas 551

Presentación 552
Estilo de las expresiones matemáticas 552
Preparación y edición de originales en papel 581

13 Citas y diálogos 589

Presentación 590
Cambios permisibles en las citas 591
Las citas en relación con el texto 593
Comillas 601
Elipsis 608
Interpolaciones y aclaraciones 612
Citación de fuentes en el texto 614
Citas en idioma extranjero 618

TERCERA PARTE! DOCUMENTACIÓN

14 Documentación I: notas y bibliografía 623

Cita de fuentes: presentación 625


Notas y bibliografía: formato básico, con ejemplos y variantes 630
Notas 636
Bibliografías 655
Libros 664
Publicaciones periódicas 699
Entrevistas y comunicaciones personales 716
M ateriales inéditos o de publicación informal 718
Tipos especiales de referencias 727
Materiales audiovisuales 736
Documentos legales y jurisprudenciales 741

15 Documentación II: citas autor-año 745

Presentación 746
Referencias autor-año: formato básico, con ejemplos y variaciones 747
Listas de referencias y citas en el texto 752
Referencias autor-año: casos especiales 760
índices 771
Presentación 772
Componentes de un índice 774
Principios generales de indización 783
Indización de nombres propios y variantes 784
Indización de títulos de publicaciones 789
Alfabetización 792
Puntuación en los índices: sumario 804
La mecánica de la indización 806
Edición de un índice compilado por otra persona 817
Consideraciones tipográficas para los índices 818
Ejemplos de índices 820

Apéndice A: Producción y tecnología digital 823

Presentación 824
Marcado 826
Diseño 833
El proceso de trabajo en la edición digital 841
Presentación del contenido: opciones 847
Tecnologías de la impresión 849

Apéndice B: Glosario 857

Apéndice C: Frases latinas 875

Bibliografía 897

Sobre escribir y editar 898


Sobre publicar 905
Diccionarios 911
Obras de referencia general 914
M iscelánea de obras citadas en el texto 919

índice de materias 923


Preparación, edición
y corrección de originales
Presentación y esquema del proceso 2.1
Pautas de preparación de originales para los autores 2.3
Requisitos básicos de presentación 2.3
Formato 2.7
Tablas e ilustraciones 2.23
Verificación 2.29
Nombrar y guardar los archivos electrónicos 2.33
Preparación del original de un libro o revista de varios autores 2.38
Compilar un original a partir de material publicado anteriormente 2.
Edición de un original 2.45
Principios de la edición de originales 2.45
Edición de partes específicas de un original 2.54
Comunicación con los autores 2.65
Preparación de un original final para su producción 2.70
Mecánica de la edición digital 2.75
Mecánica de la edición en papel 2.87
Corrección 2.97
Introducción 2.97
Fases de la corrección 2.100
Cómo corregir y qué buscar 2.107
Cómo marcar las pruebas 2.116
Verificación y asignación de la responsabilidad de los errores 2.130
Corregir y probar publicaciones electrónicas 2.133
Presentación y esquema del proceso
2.1 Presentación: autores, editores de originales y correctores. Este capítulo
se divide en tres partes. La primera parte (véase 2.3-44) va dirigida princi­
palmente a los autores y está planteada de forma amplia para incluir a los
compiladores, traductores, editores de volúmenes, editores de revistas y co­
laboradores de revistas o libros. Proporciona una serie de pautas para pre­
parar los originales que han sido aceptados para su publicación. Siguien­
do la exposición inicial del capítulo 1, se emplea como modelo básico una
obra de extensión similar a la de un libro, aunque se incluyen también con­
sideraciones para las revistas donde son aplicables. Las revistas académicas
y publicaciones periódicas suelen tener requisitos muy específicos en cuan­
to a la preparación de originales se refiere; los autores que escriban para ta­
les publicaciones necesitarán consultar las instrucciones de cada publicación
en concreto. La segunda parte del capítulo (véase 2.45-96) ofrece una vi­
sión detallada de lo que le ocurre al original una vez entregado al editor.
Concretamente, se expone el papel del editor de originales. La tercera parte
(véase 2.97-136) trata de la corrección. Fundamentalmente, comprende los
pasos que deben dar los autores y las editoriales para garantizar que la pu­
blicación está lista para ser presentada al público.

2.2 Esquema del proceso: desde la aprobación del original hasta la publica­
ción de la obra. El siguiente esquema destaca los pasos básicos de un pro­
ceso de publicación desde la aprobación del original hasta la publicación
de la obra. Esos pasos se basan, en términos generales, en el esquema típi­
co de edición y revisión de un original para una obra de extensión similar
a la de un libro. En el caso de las revistas, el procedimiento puede variar.
Para una visión más detallada de la preparación de un original y su revi­
sión, véase el análisis en el resto del presente capítulo. Para ejemplos de
cronogramas de la producción de un libro y de una revista, véanse las figu­
ras 2.1 y 2.2. Para una visión general de los procedimientos de producción,
incluido el diseño, véase el apéndice A.

1. Presentación del original. Adem ás del original final sin form ato, el autor
presenta a la editorial todo el material gráfico y toda licencia necesaria para
reproducir ilustraciones o material ya publicado, así como para citar datos no
publicados o comunicaciones personales (véase 2.3-6).
2. Edición del original. El editor del original introduce cam bios en él (y, cuan­
do es necesario, consulta al autor) y delimita o verifica el orden y estructura
de los elem entos (p. ej. ilustraciones, encabezam ientos, citas textuales, etc.)
(véanse 2.54-64 y 2.66).
3. R evisión por el autor. El autor revisa el texto m aquetado y responde a las
consultas. Todos los ajustes y cambios pendientes de hacer en el original deben
ser indicados por el autor en esta fase (véase 2.85).
DÍAS
FECHA
LABORABLES

Transmisión n/a 24/06/10


Contrato OK n/a 24/06/10
Comienzo de la edición 5 01/07/10
Or. enviado al autor 45 02/09/10 En edición
tres meses
Or. en proceso de diseño 15 23/09/10
Or. devuelto por el autor 5 30/09/10
Diseño or. OK 5 07/10/10
El or. final pasa a producción 5 14/10/10
Páginas de muestra «dentro» (de producción/impresión) 10 28/10/10
Páginas de muestra OK 3 02/11/10
Páginas en producción/al autor 9 15/11/10
Páginas e índice del or. vuelven del autor 20 13/12/10
Páginas e índice del or. a diseño 5 20/12/10
Páginas a producción 5 27/12/10
Páginas a composición 1 28/12/10
índice de or. a composición 28/12/10
Páginas revisadas «dentro» 9 10/01/11
Páginas del índice «dentro» 10/01/11
Elaboración de citas solicitada 10/01/11
Elaboración de citas recibida 5 17/01/11
Páginas revisadas a composición 17/01/11
Páginas del índice a composición 17/01/11
Estimación y salida 2 19/01/11 En producción
seis meses
Revisión de páginas completa 8 31/01/11
Láser final solicitado 5 07/02/11
Láser final «dentro» 5 14/02/11
Láser final OK 10 28/02/11
Estimación y salida aprobadas 21/01/11
Copia de la cubierta/sobrecubierta «dentrow/OK 21/12/10
Diseño de la cubierta/sobrecubierta «dentro» 17/01/11
Diseño de la cubierta/sobrecubierta OK 21/01/11
Mecánica de la cubierta «dentro» 11/02/11
Mecánica de la cubierta OK 16/02/11
Fecha de pedido del texto/cubierta/sobrecubierta 16/02/11
Plotters de montaje 17 11/03/11
Plotters OK 1 14/03/11
Impresión 19 08/04/11
Libros al almacén 08/04/11

FIG U R A 2.1. Ejemplo de programa de diseño y producción para un libro impreso.


d ía s Núm. de Núm. de Núm. de Núm. de
LABORABLES ENE. ABR. JUL. OCT.

Ors. en la imprenta 02/08 01/11 31/01 02/05

Archivos del or. convertidos /


a edición de la imprenta 7 13/08 12/11 11/02 13/05

Ors. editados / compuestos / revisados 21 11/09 11/12 12/03 11/06

Prueba (de imprenta) enviada


a los autores 1 12/09 12/12 13/03 12/06

Pruebas devueltas de los autores a


la oficina de la revista / verificación
en oficina de la revista / vuelta a la
editorial 21 11/10 10/01 11/04 11/07

Pruebas revisadas generadas /


comprobadas 10 25/10 24/01 25/04 25/07

Pruebas revisadas a la oficina de


la revista 1 26/10 25/01 26/04 26/07

Pruebas revisadas de vuelta de


la oficina de la revista a la editorial 10 09/11 08/02 10/05 09/08

Pruebas finales (generadas por


la editorial) a producción 3 14/11 13/02 15/05 14/08

Paginación de la
revista por producción 5 21/11 20/02 22/05 21/08
Verificación final (1 día en la editorial/
1 día en la oficina de la revista) 2 23/11 22/02 24/05 23/08

Archivo de PDF a imprenta 3 28/11 27/02 29/05 28/08

Publicación del número electrónico


de la revista 3 03/12 04/03 03/06 02/09
Envío (por correo) de la edición impresa 24 19/12 20/03 19/06 18/09

FIGURA 2.2. Ejemplo de programa de producción para una revista trimestral publicada
tanto en papel como en formato electrónico.

4. Texto final. El editor del texto produce una prueba final, que incluye los resul­
tados de la revisión anterior efectuada por el autor y, entre otras cosas, el cotejo
minucioso de cada elemento del original con la plantilla de diseño para verificar
que esté completo y tenga coherencia y un marcado apropiado (véase 2.70-74).
5. R evisión e indización. U na vez que al texto final se le ha dado su form a
definitiva —por ejem plo, las páginas compuestas y numeradas en un libro o
revista (pruebas de página o prueba) o el texto completo en una publicación
electrónica—, necesita ser com probado por el autor y cualquier otro revisor
adicional en busca de errores e incoherencias (véase 2.97-136). También en esta
fase puede prepararse y, en consecuencia, editarse un índice (véase capítulo 16;
sobre índices de revista, véase 1.103-104).
6. Revisiones finales. M ientras el editor se asegura de que se han realizado todas
las correcciones necesarias, se revisa el índice, si lo hubiera, en su form ato
final y se corrige según sea necesario (véase 2.103). Las páginas de libros, en
especial, pueden pasar por varias rondas de revisión, aunque las editoriales
suelen establecer límites estrictos a los cambios posteriores a la primera de esas
revisiones (véase 2.102).
7. Preim presión o revisión final. En el caso del libro, las editoriales suelen
revisar los archivos finales del m aquetador —bien en forma de copia im presa,
bien en la pantalla— antes de que la tinta toque el papel. U na vez que la obra
está en la im prenta, el im presor puede enviar a la editorial una prueba final
del m ontaje de las hojas plegadas y agrupadas para que se revise antes de que
el trabajo se imprima. Para las publicaciones electrónicas, se debe revisar una
versión final antes de colgarla o de hacerla accesible al público de algún otro
modo (véase 2.133-136).
8. Publicación. En las fases que conducen a la publicación, es capital realizar
todos los esfuerzos posibles para elim in ar cu alq u ier erro r o in coherencia
(tipográficos o no) u otros problemas. El error ocasional en una obra publicada
es inevitable, pero incluso los errores leves hacen quedar mal a editoriales y
autores por igual.

Pautas de preparación
de originales para los autores
Requisitos básicos de presentación

Elementos que deben proporcionarse. Antes de que comience la edición


del original (véase 2.45-96), el autor debe prever que tendrá que propor­
cionar a la editorial todos los elementos que hayan de incluirse en la obra
y que se detallan a continuación siguiendo las partes de un libro (véase
1.3-71). El autor que colabore con una revista debe consultar los requisitos
específicos de presentación de esta.

Portada.
Dedicatoria.
Epígrafe.
Tabla de contenidos o sumario.
Lista de ilustraciones.
Lista de tablas.
Prefacio.
• Agradecimientos.
• Cualquier otro elemento de las páginas preliminares.
• El cuerpo del texto completo, incluidos la introducción y los títulos departe.
• Notas. >
• Apéndices.
• Glosario.
• Bibliografía o lista de referencias.
• Cualquier otro elemento de las páginas finales.
• Todas las ilustraciones y tablas.
• Leyendas o pies de foto.
• Lista de caracteres especiales usados en el original.
• Un abstract (requerido para algunos libros).
• Todas las licencias, por escrito, que puedan requerirse para reproducir ilustraciones
o material ya publicado o para citar información inédita o comunicaciones persona­
les (véase capítulo 4).

Todos los elementos deben ser definitivos y estar actualizados, incluido


todo URL citado en la obra (véase 14.4-13). La editorial proporciona nor­
malmente la anteportada (véase 1.16), el copyright (véase 1.19-34) y una
lista de las cabeceras (véanse 1.9-15, y 2.73).

2.4 Presentación de originales electrónicos. Las editoriales generalm en­


te solicitan la últim a versión de un archivo —o archivos— electrónico
y aconseja a los autores que hagan una copia de seguridad de este origi­
nal final y que no introduzcan ningún cambio ulterior en él. Muchas edi­
toriales piden también una copia en papel como medida preventiva ante
cualquier problem a técnico de los archivos electrónicos, sobre todo para
el caso de obras de extensión similar a la de un libro. (Algunas editoria­
les querrán, en lugar de esto, una versión en PDF, el equivalente electróni­
co de la copia en papel). Para garantizar que la copia en papel es idéntica
a los archivos electrónicos, todo cambio de últim a hora introducido en es­
tos archivos debe quedar reflejado en la copia en papel, sea mediante una
nueva impresión o manualmente (véase 2.5). Se aconseja a los autores que
incluyan una carta adjunta en la que se especifiquen el nombre del autor,
el título de la obra, los nombres de los archivos electrónicos y el software
utilizado. Debe notificarse y detallarse todo material (como p. ej. el m ate­
rial gráfico) que no pueda incluirse en formato electrónico. A la inversa,
el m aterial que no pueda im primirse (p. ej. vídeos, animaciones o grandes
conjuntos de datos que pudieran incluirse en una revista electrónica o pu­
blicación basada en Internet) también debe notificarse y detallarse; en re­
lación con este material, deben especificarse el software utilizado, el nú­
mero y tipo de elem entos y el nom bre de cada archivo. Para cualquier
instrucción adicional, los autores deberán consultar con sus editoriales.
Sobre recomendaciones acerca del form ato de los originales, véase 2.7-22.
Sobre recom endaciones acerca de la preparación del índice de un original,
véase el capítulo 16. Para originales de versión única en papel, véase 2.6.
Sobre originales compuestos en su mayor parte de material ya publicado,
véase 2.40.

2.5 Cambios posteriores: control de la versión. Una vez que el autor ha pre­
sentado un original final a la editorial, es responsabilidad de esta última
guardar la versión de registro. Si el autor necesita introducir cambios tras
haber entregado los archivos, debe avisar inmediatamente a la editorial.
Los cambios leves pueden indicarse más tarde en las pruebas que el edi­
tor del texto enviará al autor para su revisión (véase 2.85). Para cambios
más relevantes, es posible que el autor necesite enviar un original revisado
a la editorial antes de que comience la edición. En las revistas, raras veces
se permiten cambios importantes una vez que el artículo ya ha sido acepta­
do, puesto que el programa de trabajo no lo permite. Los artículos arbitra­
dos que requieran cambios importantes pueden precisar también de una re­
visión adicional.

2.6 Presentación de originales exclusivamente en papel. En el caso, cada


vez más infrecuente, de que el original esté mecanografiado, normalmente
se exige a los autores que entreguen dos copias de este en papel y conser­
ven una tercera. Todas las copias deben realizarse a doble espacio a fin de
que quede sitio suficiente para m arcar las correcciones. Además, es esen­
cial que, en este tipo de originales, todo resulte legible. Toda adición m a­
nuscrita antes de que el original sea presentado a la editorial debe estar es­
crita de form a clara, con m ayúsculas y m inúsculas, directam ente sobre
la línea o en el margen. No se debe escribir en el reverso de las páginas.
Cualquier corrección que sea más extensa que una frase corta debe faci­
litarse en documento aparte e insertarse en el original tras la página que
contenga dicha corrección; además, debe ir claramente etiquetada en am ­
bos sitios para mostrar dónde debe incluirse. Finalmente, para facilitar el
fotocopiado, se recomienda usar papel de buena calidad en tamaño están­
dar A4 (210 x 297 mm). Véase 2.40.

Formato

2.7 Pautas de la editorial para la preparación. Muchas editoriales estable­


cen requisitos o preferencias específicas con respecto a la elección de un
software y una fuente (o tipo de letra) determ inados, así como formatos
para la presentación de ilustraciones y tablas junto con el original. Deben
seguirse al pie de la letra. Son esenciales la coherencia y la sencillez en
todo: los autores deben saber que sus originales, casi siempre, se conver­
tirán en otro entorno de software para su publicación y que, por lo tanto,
la coherencia y la precisión del contenido (es decir, de las propias pala­
bras) son más importantes que el estilo de presentación. Siempre es pre­
ferible una presentación sencilla que un original muy elaborado. Los au­
tores que deseen tener una idea más explícita de lo que la editorial busca
en relación con el formato y la estructura de un original harán bien en es­
tudiar los pasos del procedim iento típico de tratamiento del original que
yigue el editor (véase 2.77).

2.8 Interlineado. Aunque es posible que los autores prefieran utilizar en la


pantalla un interlineado m ínim o, las editoriales exigen habitualm ente
que toda copia en papel se im prim a a doble espacio, incluidas todas las
citas, bibliografías y dem ás m aterial. Este sistem a es fundam ental para
los originales que han de m arcarse a mano, y algunas editoriales prefie­
ren trabajar sobre la copia en papel y luego actualizar el archivo electró­
nico basándose en dicha copia. (A los autores concienciados con el aho­
rro de papel se les recom ienda que consulten con sus editoriales sobre
los requisitos de interlineado). Evite los espacios extra o las líneas en
blanco entre párrafos. Si se desea que aparezca tal separación en la ver­
sión impresa, deberá indicarse explícitam ente con tres asteriscos en línea
aparte (véase 1.56).

2.9 Espaciado entre palabras: ¿doble o sencillo? Como en la mayoría de las


editoriales, se aconseja dejar un espacio de un carácter, y no dos, entre ora­
ciones y después de los dos puntos utilizados dentro de una oración (pero
véase 14.121). Esta recomendación vale tanto para el original como para la
obra publicada.

2.10 Justificado y márgenes. Para evitar una apariencia de falta de uniform i­


dad en los espacios entre frases y entre palabras, todo el texto del original
deberá presentarse alineado a la izquierda, con corte irregular por la dere­
cha; es decir, no debe justificarse por la derecha. A fin de dejar espacio su­
ficiente para anotaciones hechas a mano, debe quedar un margen de al m e­
nos 2,5 cm (1 pulgada) en los cuatro bordes de la copia en papel.

2.11 Espacios, tabulaciones y saltos de línea dentro de los párrafos. Un do­


cumento electrónico bien estructurado no contiene nunca más de un carác­
ter de espacio consecutivo. Para sangrar la primera línea de un párrafo o los
elementos de una lista vertical, deberá usarse el tabulador o la función de
sangrado de párrafos propia del software, en vez del espaciador. (También
se debe eliminar todo carácter de espacio adicional o tabulación que siga a
la puntuación final de un párrafo. El salto de línea debe seguir inmediata­
mente a la puntuación). Para obtener un párrafo francés, como los de la bi­
bliografía o el índice, emplee las funciones que posee su software para tal
efecto, en vez de saltos de línea, tabulaciones o espacios en blanco (véa­
se 2.22). Dentro de un párrafo no debe aparecer nunca una tabulación o sal­
to de línea (es decir, un salto de párrafo, generalmente realizado con la te­
cla «Enter»), Sobre citas en prosa, véase 2.18; sobre poesía, véase 2.19.

2.12 División de palabras. Debe desactivarse la función de división de palabras,


mediante guión, del procesador de textos. Los únicos guiones que deben fi­
gurar en el original son los que aparecerían de todos modos independiente­
mente de su ubicación (p. ej. en palabras compuestas). No debe preocupar­
se si tales guiones caen al final de una línea o si el margen derecho queda
extremadamente irregular. De igual modo, no intente «cortar» manualmen­
te las palabras excesivamente largas, como las direcciones URL, mediante
un guión (véase también 2.93).

2.13 La raya y el guión. Según el uso en español, la raya se utiliza para introdu­
cir un inciso —com o este, que indica una aclaración en la oración— (en in­
glés también, pero el inciso aparece unido a las palabras anterior y posterior
en la frase); para indicar la intervención de los hablantes en un diálogo (en
ambos idiomas el uso es el mismo); y para sustituir palabras en las biblio­
grafías. Puede utilizar el carácter correspondiente de su procesador de tex­
tos o teclear dos guiones seguidos sin espacio entre sí (véase 6.78-84). El
guión, de trazo más corto que la raya, es utilizado para unir palabras com ­
puestas (o con algún grado de dependencia entre sí) e intervalos de núme­
ros. G arantizar el uso apropiado de la raya y el guión se considera respon­
sabilidad del editor (véase 6.71-77).

2.14 Cursiva, subrayado y negrita. Pese a que las editoriales solían utilizar el sub­
rayado para indicar que ciertas palabras debían editarse en cursiva (como se
hacía en los manuscritos), dado que hoy en día los originales se crean en for­
mato electrónico, donde existe el estilo cursiva, debe utilizarse este para las
palabras y frases que deban aparecer en cursiva (En un original «revisado»
electrónicamente, el subrayado denotará cambios durante la edición; véan­
se 2.81 y figura 2.4). Si el autor pretende en efecto que alguna parte del texto
vaya subrayada en la versión publicada, debe señalarlo claramente en una car­
ta a la editorial (o en una nota para el editor del original). La negrita solo se
utilizará en aquellas palabras que deban aparecer así en la versión publicada.

2.15 Caracteres especiales. Siem pre que su software se lo perm ita, utilice
el carácter que desea, y no un sustituto que aparezca en el teclado. Por
ejem plo, si desea utilizar la com illa sim ple, hágalo a partir de la lista
de caracteres especiales de su procesador de textos en vez de utilizar un
apóstrofo. D esde la implantación del estándar de Unicode para la codi­
ficación de caracteres (véase I I . 2), muchos entornos de software inclu­
yen una am plia gam a de caracteres especiales, sin necesidad de fuentes
especiales u otros añadidos. No obstante, si se encuentra con un carác­
ter que no está disponible, adjunte una descripción de este entre anti­
lambdas: por ejem plo, <b parecida a un 6>aci puede indicar que la edi­
torial debe componer aquí la palabra hausa 6aci. En ambos casos, incluya
una lista de los caracteres especiales que ha utilizado en su original (véanse
las tablas 11.1 y 11.2, que contienen listas de caracteres especiales con los
nombres que reciben). Si desea utilizar una fuente especial que no es com­
patible con Unicode, consulte primero con su editorial. Para algunas adver­
tencias relacionadas con las comillas y apóstrofos, véase 6.105-106.

2.16 Títulos de capítulos y otros títulos. Los títulos de capítulos y otras partes
del original comienzan normalmente en página nueva. Emplee mayúsculas
y minúsculas en lugar de solo mayúsculas. Los títulos deben corresponder­
se con las entradas de la tabla de contenidos. Sobre los títulos de los capítu­
los numerados debe aparecer «Capítulo 1», «Capítulo 2», etc.

2.17 Subtítulos. Sitúe los subtítulos en una línea nueva alineada a la izquier­
da. Cada nivel del subtítulo debe distinguirse por su estilo y tamaño:
por ejem plo, negrita para el prim er nivel de subtítulos, frente a cursiva
pequeña para los encabezam ientos de segundo nivel. (La gam a de esti­
los de fuente del procesador de textos puede ser útil para gestionar los
niveles de los subtítulos). Utilice m ayúsculas y m inúsculas en lugar de
solo m ayúsculas. Exceptuando los títulos m arginales, que norm alm ente
van en cursiva, los subtítulos casi nunca van seguidos de punto (véase
1.54).

2.18 Citas en prosa. Las citas en prosa, cuando van separadas del texto, deben
redactarse a doble espacio y sangrarse por la izquierda utilizando la función
de sangrado del procesador de textos. La primera línea no debe llevar san­
gría adicional de párrafo. Si la cita abarca más de un párrafo, a partir del se­
gundo deben ir sangrados adicionalmente en la primera línea, lo cual puede
hacerse usando el tabulador o la función de sangrado que posea su soft­
ware. Utilice saltos de línea (es decir, con la tecla «Enter») solo al final de
la cita y después de cada párrafo de esta (véase 13.20-22; sobre las elipsis,
véase 13.48-56).

2.19 Citas de poesía. Las citas de poesía deben estar a doble espacio y sangra­
das, no centradas, aunque esté previsto que aparezcan centradas en la ver­
sión impresa. Si algún verso (entendiendo por tal cada renglón de un poe­
ma) es más largo que la línea, deje que continúe en la siguiente de forma
normal; no use el tabulador para sangrarlo. Utilice el salto de línea única­
mente al final de cada verso. Solo debe utilizarse el tabulador, al comienzo
del verso sangrado, si está previsto que ciertos versos del poema reciban un
sangrado mayor que los demás. Debe distinguir claramente los versos san­
grados y los finales de verso que van a la línea siguiente. Si en su copia en
papel hay algunos de estos últimos, o versos con sangrado doble, o con un
espaciado o sangría especial, adjunte una fotocopia del poema impreso ori­
ginal. Sobre las elipsis, véase 13.48-56. Señale el salto de estrofa con un
salto de línea extra. La fuente de la cita, si se facilita después de esta, debe
aparecer entre paréntesis en una línea separada, alineada verticalmente con
el comienzo del primer verso del poema. En la versión impresa, la fuente
puede aparecer alineada a la derecha (véase 13.23-27).

v 2.20 Notas finales y notas al pie. Para aprovechar la numeración automática,


cree notas que estén ligadas al texto utilizando la función de notas al pie o
notas finales de su procesador de textos. En la copia impresa, todas deben
aparecer a doble espacio. A menos que su editorial indique lo contrario, en
el original pueden aparecer como notas al pie o como notas finales del capí­
tulo o del libro (comenzando a numerarse de nuevo desde el 1 en cada capí­
tulo), con independencia de cómo aparecerán en la versión publicada. Evi­
te agregar referencias a notas a los títulos de los capítulos (véase 1.48). Las
notas a los elementos de las tablas deben numerarse aparte (véase 2.28).
Para el formato de las notas, véase 14.19-55. Para algunas advertencias so­
bre el software de citación de fuentes, véase 14.13.

2.21 Glosarios y listas de abreviaturas. C ada entrada de un glosario o lis­


ta de abreviaturas debe com enzar en una línea nueva y solo llevará m a­
yúscula inicial si el térm ino la lleva en el texto. Separe cada térm ino de
su definición m ediante un punto o dos puntos. En los glosarios, em pie­
ce la definición con una letra mayúscula, com o si se tratara de una nue­
va frase; en las listas de abreviaturas, el térm ino desarrollado debe escri­
birse en m ayúscula o m inúscula según aparezca en el cuerpo del texto.
Las entradas de los glosarios requieren puntuación de cierre. Todo tér­
mino o abreviatura que aparezca sistem áticam ente en cursiva en el tex­
to (y no solo en su prim er uso) debe aparecer en cursiva en el glosario o
lista de abreviaturas. Las abreviaturas de aquellos térm inos que aparez­
can sistem áticam ente en cursiva deben aparecer siempre en cursiva (véa­
se 14.55). Las entradas deben estar redactadas a doble espacio y con san­
gría francesa (véase 2.22) o con sangrado ordinario en la prim era línea.
No haga varias columnas. Para un ejem plo de glosario, véase apéndice
B. Véanse también 1.43 y 1.60.

2.22 Bibliografías y listas de referencias. Aunque la bibliografía o lista de re­


ferencias aparecerá a menudo con sangrado de párrafo francés en la ver­
sión publicada (como la bibliografía del presente manual), en su procesador
de textos puede usar la función de sangrado de párrafo francés o dar forma
a cada entrada como un párrafo normal con un sangrado de primera línea.
Nunca utilice el tabulador para sangrar los finales de línea que hayan pasa­
do a la línea siguiente por falta de espacio. Como en todas las partes de su
original, utilice doble espaciado. Sobre el uso de mayúsculas, cursiva y otras
cuestiones de estilo bibliográfico, véase el capítulo 14. Para algunas adver­
tencias sobre software o programas para la cita de fuentes, véase 14.13.

Tablas e ilustraciones

2.23 Archivos separados para ilustraciones, leyendas y tablas. Las editoriales


normalmente prefieren que las ilustraciones vayan en archivo aparte. M u­
chas de ellas también prefieren que también las tablas vayan así, pero pue­
de no ser necesario cuando las tablas han sido creadas en la misma aplica­
ción que el resto del original. En cualquier caso, consulte con su editorial.
La ubicación aproximada de las ilustraciones o tablas presentadas en archi­
vos aparte debe indicarse en el texto, teniendo en cuenta que la ubicación
exacta de las figuras del original se determinará durante su composición.
Las leyendas de las ilustraciones (a diferencia de la lista de ilustraciones
que sigue a la tabla de contenidos, véase 1.38) deben facilitarse en otro
archivo diferente. Para originales de artículos de revista, consulte las ins­
trucciones específicas de la revista para los autores. Para una visión más
detallada de las ilustraciones y tablas, véase el capítulo 3.

2.24 Material gráfico en papel y su escaneado. Las figuras para el texto que
han de reproducirse mediante el escaneado de un original en papel —tales
como pinturas, mapas, fotografías— deben facilitarse en el formato solici­
tado por la editorial. Las editoriales normalmente prefieren realizar sus pro­
pios escaneados. Las fotografías en papel satinado deben estar debidamente
etiquetadas, por lo general en el reverso o sobre una etiqueta autoadhesiva,
de tal manera que no afecte a su calidad (véase 3.16). No utilice clips para
sujetar fotografías al original. Para un análisis más detallado, véase 3.15-20.

2.25 Numeración de ilustraciones. Las ilustraciones pueden ir numeradas corre­


lativamente o, en obras científicas y técnicas, o libros con gran número de
ilustraciones o con capítulos de diferentes autores, se puede usar la doble nu­
meración. En la doble numeración, facilite el número del capítulo, seguido
de un punto, y este seguido del número de la figura (p. ej., fig. 1.1, 1.2, 1.3,
2.1, 2.2, 2.3, etc.). En caso de que se elimine o se añada una figura, la doble
numeración ayudará a simplificar el trabajo necesario para renumerar no solo
las ilustraciones sino las remisiones correspondientes, especialmente en li­
bros con gran número de ilustraciones. Las ilustraciones y las tablas se nu­
meran por separado. Las láminas agrupadas en una galería se numeran aparte
de las figuras intercaladas en el texto (véase 3.14). Aunque no esté previs­
to que los números aparezcan con las ilustraciones en la versión publicada,
deben asignarse para su identificación y deben acompañar a las leyendas
(véase 3.13). Para una información más detallada, véase 3.8-14.
2.26 Numeración de tablas. Las tablas pueden ir numeradas correlativamente
a lo largo del libro o, en un libro con muchas tablas o con capítulos de di­
ferentes autores, se puede utilizar la doble numeración (p. ej. tabla 1.1, 1.2,
1.3, 2.1, 2.2, 2.3, etc.). En un libro con muchas tablas, la doble numeración
puede simplificar la tarea de remunerar si se añade o elimina una tabla. Las
tablas y las ilustraciones se numeran por separado. Las tablas muy simples
(p. ej. listas a dos columnas) pueden presentarse, sin numeración, junto al
texto (véase 3.51).

2.27 Referencias textuales y llamadas a las tablas e ilustraciones. La referen­


cia textual se dirige al lector («véase tabla 5» o «Fig. 3.2») y aparecerá en
la versión publicada. La llamada es una instrucción, que no se mostrará en
la obra publicada, que indica dónde debe colocarse la tabla o ilustración.
En el original, la llamada debe ir entre antilambdas u otros signos delimita­
dores y situarse en línea aparte siguiendo al párrafo en el que la tabla o ilus­
tración se menciona por primera vez («<tabla 5 aquí>»;«<fig. 3.2 aquí>»)
o, si se prefiere una ubicación posterior, donde deba aparecer la tabla o ilus­
tración. Las tablas y las ilustraciones como gráficos y diagramas requieren
tanto una referencia textual como una llamada de localización, a menos que
se vayan a agrupar en una sección ajena al cuerpo del texto. Las fotografías
y los mapas —al menos en los libros im presos— no siempre necesitan una
referencia en el texto, pero sí que precisan de una llamada si van a aparecer
junto a este (véase 3.8-14).

2.28 Notas de fuente y notas de las tablas. Las notas de fuente aparecen al
pie de la tabla antes que cualquier otra nota. Van precedidas por la palabra
«Fuente» seguida de dos puntos. Las demás notas relacionadas con la tabla,
en general, van después de cualquier nota de fuente y pueden ir precedidas
por la palabra «Nota» seguida de dos puntos. Las notas específicas siguen
a cualquier otra nota y deben llevar su propia numeración (preferiblemen­
te letras; véase 3.77), referente a partes de la tabla. Nunca deben numerarse
en la misma serie que las notas del texto. Para un análisis completo sobre
las notas de las tablas, véase 3.74-78.

Verificación

2.29 Elementos que se deben verificar. Antes de entregar un original para su


publicación, el autor debe verificar todas las partes de este con el fin de evi­
tar discrepancias. La siguiente lista incluye los principales elementos que se
deben cotejar o comprobar:

• Todos los títulos y subtítulos (introducción, partes, capítulos, etc.) con la tabla de
contenidos o sumario.
• Los subencabezamientos, con la tabla de contenidos (si aquellos están incluidos en
esta; véase 1.37).
• Las ilustraciones, con sus leyendas, referencias textuales y llamadas.
• Las leyendas de las ilustraciones, con la lista de ilustraciones.
• Las tablas, con sus referencias textuales y llamadas.
• Los títulos de tablas, con la lista de tablas.
• Todas las remisiones (véase 2.32).
• En obras electrónicas, todos los hipervínculos.
• Las notas, con sus referencias textuales.
• Las notas, con la bibliografía.
• Las citas de texto entre paréntesis, con la lista de referencias.
• Las abreviaturas, con la lista de abreviaturas.
• En las obras de varios autores, los nombres de los autores en la tabla de contenidos
con los encabezamientos de los capítulos y la lista de colaboradores.

2.30 Comprobación de las citas. Todas las citas deben confrontarse con la
fuente original, tanto en lo referente al contenido como en cuanto a la for­
m a de citarlo, antes de entregar el original para su publicación. Esta tarea
del autor es crucial, porque los editores del original no tendrán acceso a
todas las fuentes que ha utilizado el autor.

2.31 Comprobación de los URL. Todos los URL citados en un original, inclui­
dos los mencionados en el texto, deben comprobarse antes de entregar el
original para su publicación. Los que ya no dirijan a la fuente a la que con­
ducían deben ser actualizados. Por este mismo motivo, los autores deben
plantearse la conveniencia o no de incluir los URL que parezcan potencial­
mente inestables o susceptibles de cambios (véase 14.4-13).

2.32 Comprobación de las remisiones. Todas las remisiones, se refieran a un


capítulo, sección, apéndice o incluso a una oración del texto, deben verifi­
carse antes de entregar el original para su publicación. Puede haberse mo­
dificado un número o título de capítulo, o eliminado un pasaje, después de
haberse hecho la remisión original a este. Es preferible remitir a los núme­
ros de capítulo o de sección, puesto que estos pueden insertarse directamen­
te en el original. (Tenga en cuenta que las referencias a capítulos completos
son, con frecuencia, innecesarias y poco útiles; es mejor no salpicar el ori­
ginal de «véase capítulo 2 más arriba» y «véase capítulo 4 más adelante»).
Las remisiones a números de página suelen desaconsejarse, ya que la pagi­
nación de la obra una vez publicada no se corresponderá con la del original,
y el número correcto tendrá que ser facilitado en una fase posterior del pro­
ceso (normalmente por parte del autor). Donde sea absolutamente necesa­
rio, utilice tres puntos o «topos» (p. ej. «véase p á g ....» ) para indicar que es
necesario insertar el número de página definitivo.
Nombrar y guardar los archivos electrónicos

2.33 Creación de archivos separados. En los proyectos de extensión, las edi­


toriales pueden preferir que se les faciliten archivos electrónicos diferen­
tes para cada uno de los distintos elementos: prelim inares, tabla de conte­
nidos, prefacio, capítulos, apéndices, etc. (algunos de los cuales pueden
incluir notas incrustadas). Se sabe, sin embargo, que algunos autores pre­
ferirán trabajar con un solo archivo. N o obstante, los archivos separados,
convenientem ente nombrados, especialmente en las obras complejas, pue­
den ayudar a las editoriales a hacerse una idea de las partes que com po­
nen el libro. Las ilustraciones, que las editoriales manejan aparte del tex­
to, deben estar siempre en un archivo separado; es posible que las tablas
creadas en el procesador de textos del autor no necesiten seguir la m isma
pauta (véase 2.23). M uchas revistas especifican que todos los elementos
del original de un artículo, incluidas las tablas pero no las ilustraciones,
deben almacenarse en un archivo único. Consulte siempre las pautas de
preparación de originales de su editorial antes de entregar un original de­
finitivo.

2.34 Nombres de archivo. En el caso de libros compuestos de varias partes,


puede ser útil elegir nombres de archivo que sigan el orden del libro en
un directorio alfanum èrico. N om bres com o «capítulo 01, Los jardines
egipcios», «capítulo 02, Los jardines griegos» y «capítulo 03, Los jard i­
nes romanos» no solo perm anecerán ordenados por el nombre en un di­
rectorio alfanum èrico —algunos sistemas operativos exigirán el cero an­
tepuesto para poder ordenar más de nueve elementos num erados— sino
que, además, indicarán el nom bre o m ateria de cada capítulo, como pista
adicional para la organización. Los nombres de archivo deben correspon­
der, más o menos, a las partes del original tal como aparecen enumeradas
en la tabla de contenidos. Debe acompañar al original una lista completa
de todos los archivos entregados, incluidas las listas de ilustraciones o ta­
blas y cualquier otro elem ento exclusivam ente digital. (En la copia en pa­
pel, las distintas divisiones deben ir dispuestas en el orden que indica la
tabla de contenidos, que no es necesariamente el orden del directorio elec­
trónico). Los archivos de las ilustraciones a color pueden incluir la pala­
bra color en su nombre, especialmente si se han presentado también im á­
genes en blanco y negro.

2.35 Numeración de las páginas del original. Debe numerarse toda página de
un original, sea electrónico o en papel. Los originales que se entregan en va­
rios archivos no necesitan ser numerados correlativamente desde la pági­
na 1 hasta el final del libro. En vez de eso, para garantizar que no haya en el
original dos páginas con el mismo número, se puede añadir en cada archi­
vo una cabecera de página descriptiva junto al número de página (p. ej. «In-
traducción: 1», «Introducción: 2», etc.; «Capítulo 1: 1», «Capítulo 1: 2»,
etc.). Puede utilizarse la numeración arábiga en los preliminares aunque esas
páginas vayan a recibir números romanos en la obra publicada. El editor
del original indicará al diseñador del libro los números romanos adecuados
(véase 2.72). Por otro lado, los originales presentados como un solo archivo
pueden numerarse correlativamente a lo largo de todo el libro, comenzan­
do por la página 1. En un original exclusivamente en papel, las páginas aña­
didas después de asignar la numeración inicial se pueden numerar con a o b
(p. ej. 55, 55a, 55b).

2.36 Comentarios incrustados y marcas de revisión. Los autores deben eli­


m inar todo comentario incrustado en sus originales electrónicos antes de
presentarlos para su publicación. Esto incluye todo texto etiquetado como
«oculto» y todo comentario generado con la función de «insertar un co­
mentario» del procesador de textos. Toda advertencia relevante debe ser in­
cluida en una carta de presentación. Además, es vital que se eliminen las
eventuales marcas de revisión antes de presentar el original y que el origi­
nal final represente realmente la última versión. Los editores de originales
deben comprobar siempre si hay textos, comentarios y marcas de revisión
ocultos e informar al autor o a la editorial sobre posibles problemas.

2.37 Copia de seguridad del original final. Además de guardar por separado
una copia electrónica de cada fase esencial del trabajo sobre sus originales,
se aconseja a los autores que guarden una copia de seguridad de la versión
enviada a la editorial para su edición y publicación. La prudencia dicta guar­
darse al menos dos copias (p. ej. en el disco duro del ordenador y en un dis­
co o dispositivo de memoria portátil) y, si procede, subir otra copia a un ser­
vicio de almacenamiento en Internet de confianza.

Preparación del original de un libro o revista de varios autores

2.38 Responsabilidades del editor del volumen en la preparación del origi­


nal. Las responsabilidades específicas del editor del volumen, de los co­
laboradores y de la editorial deben estar determinadas antes de que se en­
tregue el original elaborado por varios autores. Si hay más de un editor del
volumen, deben m anifestarse claram ente las responsabilidades de cada
uno. Después de asegurarse de que los colaboradores aportan sus trabajos
en un estilo uniforme y consensuado por todas las partes, el editor del vo­
lumen suele ser responsable de lo siguiente:

• R ecibir m ucho antes de la fecha de presentación del volum en los originales,


incluidas las ilustraciones, de todos los colaboradores en un formato aceptable para
la editorial.
• Recibir de los propietarios del copyright la licencia por escrito para reproducir el
material de obras publicadas por otros y protegidas por la ley de propiedad intelec­
tual, las ilustraciones tomadas de otra obra y similares (véase el capítulo 4).
• Revisar cada colaboración con el fin de que tenga sentido y comprobar las referen­
cias y documentación restante para unificar el estilo; después, enviar los originales
revisados a los colaboradores para su aprobación antes de presentar el volumen a la
editorial.
• Proporcionar una lista de colaboradores con indicación del centro donde trabajan y
unas breves notas biográficas para incluir en el volumen.
• Proporcionar una portada, una tabla de contenidos y cualquier otro material introduc­
torio que sea necesario.
• Enviar el original completo a la editorial en un formato aceptable para su publica­
ción (habiéndose asegurado primero de que el original contiene exclusivamente la
última versión del capítulo de cada colaborador).
• Ceñirse al program a de la editorial, garantizando que los colaboradores lo hagan
tam bién, m anteniendo localizados a estos últim os en toda fase de la publicación
y asum iendo las responsabilidades de cualquier colaborador que no pueda cum ­
plirlas.

La mayoría, si no todas, de estas responsabilidades son válidas también


para los editores de revistas.

2.39 Responsabilidades adicionales del editor del volumen. Dependiendo de


lo acordado con la editorial, el editor del volumen puede ser responsable
también de lo siguiente;

• Enviar un contrato de publicación (facilitado por la editorial) a cada colaborador y


hacer llegar los contratos, convenientemente formalizados, a la editorial (véase 4.33).
• R evisar los textos tras ser m aquetados por la editorial y responder a todas las
consultas, o distribuirlos entre los colaboradores y examinarlos tras la revisión de
estos, con el fin de garantizar que todas las dudas han sido resueltas.
• Corregir la versión final del volumen o delegar la corrección en los colaboradores y
después examinar sus correcciones.
• Preparar el índice.

Compilar un original a partir de material publicado anteriormente


2.40 Preparación del material previamente publicado. De los originales de
una antología o de otras obras que comprenden material ya publicado se
dice que han sido reco p ila d o s. Si el recopilador vuelve a escribir o escanea
la fuente original (es decir, utilizando un so ftw a re de reconocimiento de ca­
racteres), el texto resultante debe incorporarse a un original que siga los re­
quisitos de formato descritos en los párrafos 2.7-22. Tales originales deben
confrontarse palabra por palabra con el material primitivo antes de presen­
tar el original final a la editorial para su edición. Además, las editoriales
pueden solicitar copias del material original. Si este es presentado exclusi­
vamente en papel, asegúrese de que es completamente legible (la editorial
puede preferir fotocopias legibles, a una cara, en vez de las páginas de la
fuente original). A menos que haya un espacio amplio para insertar correc­
ciones sobre las líneas impresas, toda corrección debe escribirse en los már­
genes (véase 2.116-129).

2.41 Cambios aceptables en el material publicado. El recopilador de material


previam ente publicado puede realizar los siguientes cambios en el m a­
terial publicado sin advertir de ello: numerar las notas, omitir las remisio­
nes a partes del original que ya no sean relevantes y corregir los errores ti­
pográficos obvios y fallos gramaticales (véase 13.7-8). Si se han realizado
cambios generales —por ejemplo, en la ortografía, uso de mayúsculas o es­
tilo de las notas — , el recopilador debe advertir de tales modificaciones en
el prefacio u otro lugar. Sobre las supresiones indicadas por puntos suspen­
sivos, véase 13.48-56.

2.42 Notas finales o notas al pie en el material previamente publicado. Las


notas al pie que aparecen como tales en las páginas originales pueden pre­
sentarse en la versión publicada como notas al pie o como notas finales. Si
se van a añadir notas del recopilador o del editor del volumen a las notas fi­
nales o notas al pie del original, las notas nuevas deben intercalarse, distin­
guiéndolas de las notas originales (véase 14.46). Si el original se va a pre­
sentar a la editorial exclusivamente en papel, puede ser preferible crear un
documento electrónico aparte para las notas.

2.43 Notas de fuente para el material previamente publicado. Cada selec­


ción de material ya publicado debe ir acompañada por una nota introduc­
toria (una breve introducción que preceda a la selección) o, lo que es más
frecuente, por una nota no numerada a pie de página en la primera página
de texto, que facilite la fuente (véase 14.49), el nombre del propietario del
copyright (véase capítulo 4, esp. 4.2-29) y el título original, si este ha sido
modificado. Si una selección ha aparecido previamente en varios lugares
y en diferentes versiones, no es necesario que la nota de fuente facilite el
historial de publicación completo, pero debe aclarar qué versión es la que
se reimprime.

2.44 Reproducción de ilustraciones previamente publicadas. Los recopilado­


res deben contactar con sus editoriales para saber cómo obtener ilustracio­
nes procedentes de material ya publicado en un formato adecuado para su
reproducción. No se pueden aceptar fotocopias de ilustraciones para su re­
producción. El recopilador debe proporcionar impresiones en papel satina­
do o los escaneados originales de la editorial. Si no se dispone de ellos, tal
vez sea posible reproducir una ilustración a partir de la publicación origi­
nal (consulte con su editorial).

Edición de un original
Principios de la edición de originales

2.45 Edición de originales frente a edición en desarrollo. La edición de ori­


ginales requiere prestar atención a toda palabra y todo signo de puntuación
del original, profundo conocimiento del estilo que se ha de seguir y capa­
cidad para tomar decisiones rápidas, lógicas y justificadas. Esta labor la
realiza la editorial cuando acepta publicar un original. Puede incluir tan­
to una edición mecánica (véase 2.46) como una edición sustancial (véa­
se 2.47). Es diferente de la edición en desarrollo (no expuesta en este ma­
nual), que modela más directamente el contenido de una obra, el modo en
que debe presentarse, la necesidad de más o menos documentación y cómo
debe manejarse, etc. Dado que este tipo de edición puede implicar la total
reorganización y reescritura de la obra, debe realizarse, si es necesaria, an­
tes del comienzo de la edición del original.

2.46 Edición mecánica. La edición mecánica supone la aplicación coherente de


un estilo determinado a una obra escrita, incluidos el texto, la documen­
tación y toda tabla o ilustración. El término que designa el centro de aten­
ción de la segunda parte de este manual, estilo, se utiliza aquí para referirse
a las reglas relacionadas con el uso de mayúsculas, la ortografía, el uso de
los guiones, las abreviaturas, los signos de puntuación, incluidos los puntos
suspensivos, paréntesis y comillas, y el uso de las cifras. La edición m ecá­
nica implica también prestar atención a la gramática, la sintaxis y las nor­
mas de uso del lenguaje. Las reglas expuestas en un manual de estilo como
este pueden complementarse con las reglas de estilo de la editorial o de una
disciplina específica. Los editores de revistas, en particular, siguen el esti­
lo establecido por la revista, ampliado con recursos adicionales y específi­
cos de su campo. Los libros de una serie y los volúmenes de una obra de­
ben seguir todos un estilo coherente, al igual que los capítulos creados por
separado en una obra de varios autores. El estilo de una obra, así como las
ocasionales desviaciones de él, debe ser determinado por el autor, el editor
y la editorial antes de que comience la edición. Sobre la edición sustancial,
véanse 2.47-48 y 2.52.

2.47 Edición sustancial. La edición sustancial aborda la organización y presen­


tación del contenido. Implica una reescritura para mejorar el estilo o elimi­
nar ambigüedades, reorganizar o ajustar, remodelar tablas y otras actividades
de corrección. (No debe confundirse con la edición en desarrollo, que es un
proceso más drástico, véase 2.45). En general, no debe emprenderse ninguna
edición sustancial sin previo acuerdo entre la editorial y el editor, especial­
mente en obras de extensión similar a la de un libro; si se precisa de un traba­
jo sustancial importante, se debe consultar al autor y, tal vez, invitarle a apro­
bar una muestra antes de los procesos de edición. Sin embargo, los editores
del original de una revista, al trabajar de acuerdo con un programa inflexi­
ble, pueden verse en la necesidad de realizar la edición sustancial sin consul­
tar primero a los autores en el caso de que no se hayan abordado en fases an­
teriores los problemas de organización, presentación y expresión verbal.

2.48 Criterios en la edición sustancial. Una mano editorial tolerante es casi


siempre más efectiva que una estricta. Un editor experimentado reconocerá,
y no alterará las figuras de discurso o usos idiomáticos inusuales, y sabrá
cuándo realizar un cambio y cuándo limitarse a sugerirlo; si debe eliminar
una repetición o una recapitulación innecesaria o sencillamente indicárse­
la al autor; y cómo indicar con tacto que cierta expresión puede ser inapro­
piada. Debe respetarse el estilo propio del autor, aunque sea extravagante o
prosaico. Todos los editores de originales deben estar al tanto de cualquier
requisito del estilo de la casa que sea esencial para la editorial: por ejem­
plo, los referentes al uso de un lenguaje imparcial (véase 5.148-153). Sobre
cómo comunicarse con el autor y plantearle consultas, véase 2.65-69.

2.49 Calcular el tiempo de edición. Las estimaciones sobre el tiempo que debe
llevar la edición de un original, determinado generalmente por la editorial y
aceptado por el editor del volumen, normalmente se basan en la extensión
del propio original. Debido a las inevitables diferencias de un original a
otro en los tipos de fuente, los márgenes y otras características formales, la
extensión se determina mejor por el número de palabras que por el núme­
ro de páginas (aunque el número de palabras puede deducirse partiendo del
número de páginas, en el caso de originales que solo se vayan a publicar en
papel). El original de un libro de 100000 palabras, tratado por un editor ex­
perimentado, puede requerir de 75 a 100 horas de trabajo antes de su envío
al autor, más otra fase de entre 10 y 20 horas adicionales tras la revisión por
este último. Es posible que esta estimación aproximada necesite más dedi­
cación por cualquier posible complejidad del texto o de la documentación,
la presencia y características de tablas e ilustraciones y el estilo de forma­
to y marcado electrónico que el editor necesitará eliminar o introducir (véa­
se 2.77). En caso de duda, se aconseja preparar una pequeña muestra que
sirva de base para una valoración. Un factor adicional es, por supuesto, el
programa (cronograma) de publicación, que determinará de cuántos días se
dispone para la fase de edición. También es pertinente la información sobre
la disponibilidad del autor para revisar el original editado, su disposición a
aceptar que se retoque su trabajo, su propensión a revisarlo, etc.
2.50 Fases de la edición. Los editores normalmente revisan el original tres veces:
una para la edición inicial, que con frecuencia es la fase más larga; una segun­
da para revisar, depurar y, a veces, corregir la propia edición; y una tercera tras
la revisión hecha por el autor (véase 2.69). A los editores que trabajen sobre
originales electrónicos puede que se les pida también que realicen una limpie­
za inicial sistemática (véase 2.77), aunque también es posible que realice dicha
limpieza el departamento de edición de originales o el de producción de la edi­
torial antes de devolver el documento al editor. Los editores más cuidadosos
comienzan la fase inicial de edición, a veces junto con la limpieza electrónica,
examinando el documento completo para evaluar la naturaleza y amplitud del
trabajo que será necesario, identificar cualquier asunto que deba aclararse con
el autor antes de que empiece la edición y reducir el número de «sorpresas»
que puedan causar retrasos si se descubren en una fase posterior del proceso.
Algunos editan todos los elementos de la obra (texto, tablas, notas, bibliogra­
fía, etc.) por separado para revisar mejor su coherencia; otros editan el aparato
crítico, o parte de él, junto con el texto. Sea cual sea el procedimiento seguido,
deben compararse entre sí todos los elementos para asegurarse de que las no­
tas se corresponden con su referencia textual y a la vez con las entradas de la
bibliografía o lista de referencias; que las tablas acompañan a su propia expo­
sición en el texto, etc.

2.51 Elección de un diccionario y otras obras de referencia. Es esencial dis­


poner de un buen diccionario. Entre los monolingües en inglés, Chicago-
Deusto recomienda el Webster ’s Third New International Dictionary y la
edición más reciente de su principal versión abreviada, Merriam-W ebster’s
Collegiate Dictionary, ambos disponibles en versión impresa y online (véa­
se bibliog. 3.2). Entre los monolingües en español, el DRAE o el Diccio­
nario de uso del español de M aría Moliner. Los editores también necesitan
obras de referencia que permitan identificar, con la ortografía correcta, per­
sonas, lugares, hechos históricos, terminología técnica y similares. Si se va
a utilizar un sistema de documentación que no sea el de Chicago-Deusto,
el manual de estilo correspondiente debe estar al alcance de la mano (véase
bibliog. 1.1). Véanse algunas obras de referencia básicas en la sección 4 de
la bibliografía. Para un análisis completo de nombres y términos, véase el
capítulo 8.

2.52 Seguir una hoja de estilo. A fin de garantizar la coherencia, para cada origi­
nal el editor debe tener una lista alfabética de palabras o términos que deban ir
con mayúscula, en cursiva, con guiones o recibir cualquier otro tratamiento pe­
culiar propio de ese original en concreto. No es necesario anotar en la hoja
de estilo los cambios que se realicen simplemente para guardar la coheren­
cia con el estilo de la editorial. Basta con anotar, por ejemplo, «En todos
los demás aspectos, se sigue el estilo Chicago-Deusto». (Para los originales
publicados exclusivamente en papel, es útil añadir el número de página de
co-ciudadano Partido Conservador (noruego)
Convención de los Derechos Humanos Partido Laborista (noruego)
pro-inmigración
Gobierno pro-multicultural
Gobierno laborista
Rey y Reina (en mayúsculas a petición del autor)
Jóvenes contra la Violencia (Ungdom mot vold)
somah', somalíes
Ministerio noruego de la Infancia y la Igualdad Ungdom mot void (ted) [Agrupación Noruega de
Movimiento Antirracista Estudiantil Jóvenes contra la Violencia]

noruego-pakistaníes Yinns (pl. de yinn) [genio o espíritu en


la tradición musulmana]

Cuestiones mecánicas
(1995:47-48) dos puntos entre el año y las págs.

Puntos suspensivos: tres puntos y no cuatro

Cita de titulares de periódicos: mayúscula inicial


«énfasis propio»

FIG U R A 2.3. Hoja de estilo del editor de un original. Cuando se confecciona para un
original editado a mano, la hoja de estilo indica normalmente el número de página de la
primera aparición de cada elemento.

la primera aparición de cada elemento). La puntuación especial, los signos


diacríticos inusuales y otros elementos deben anotarse también en la hoja
de estilo. No solo el autor, sino también la editorial pueden necesitar acudir
a la hoja de estilo en varias fases del proceso de edición y producción (véa­
se fíg. 2.3).

2.53 Comprobación de datos. En la publicación de libros, el responsable ñnal de


la exactitud de una obra es el autor. La mayoría de las editoriales de libros no
comprueban de manera sistemática la veracidad de los datos ni esperan que
lo haga el editor del volumen, a menos que se acuerde específicamente con
anterioridad. No obstante, se le deben señalar siempre al autor los errores ob­
vios, incluidos los que afectan a los cálculos matemáticos; deben comprobar­
se los nombres propios, referencias bibliográficas, etc., dudosos, y consul­
tarse toda aparente irregularidad. Es necesario que los editores dispongan de
un sistema para decidir qué datos comprobar, a fin de evitar despistarse del
trabajo que tienen entre manos. En algunos casos, será eficaz señalar y corre­
gir datos obviamente erróneos que sean fácilmente verificables en fuentes
fiables. Para cualquier otro asunto que vaya más allá de eso, sin embargo, la
comprobación de los datos debe reducirse a lo necesario para formular una
consulta efectiva y sensata al autor (véase 2.66).

Edición de partes específicas de un original

2.54 Edición de los preliminares. El editor debe confrontar la anteportada y la


portada, la tabla de contenidos y la lista de ilustraciones con el cuerpo del
texto, las leyendas y cualquier otra documentación pertinente incluida en
el original. Toda discrepancia al respecto debe ser consultada. Si se van a
eliminar los subtítulos de la tabla de contenidos, se debe consultar al au­
tor (véase 1.37). El editor debe insertar comentarios en las páginas del ori­
ginal para indicar dónde comienzan ciertos elementos (p. ej. «dedicatoria,
pág. V») y qué páginas quedarán en blanco (p. ej. «página ii blanco»). So­
bre la secuencia y forma de los preliminares en los libros, véase 1.16-44.
Sobre los elementos que siempre o a veces son necesarios en la página de
derechos, véase 1.19-34.

2.55 Edición de los títulos de parte y títulos de capítulo o artículo. El editor


del original de un libro debe garantizar que los títulos de partes y capítu­
los, y sus subtítulos, si los hay, sean coherentes con el texto en grafía, pun­
tuación y cursivas. Los títulos de parte y de capítulo deben cotejarse con
la tabla de contenidos, y cada discrepancia debe ser consultada. Todos los
elementos deben etiquetarse o identificarse según los requisitos de la edi­
torial (sobre originales electrónicos, véase 2.78-80; sobre originales en pa­
pel, véase 2.96).

2.56 Edición de los subtítulos. Se debe comprobar que los subtítulos son cohe­
rentes con el texto en cuanto a grafía, puntuación, cursiva y que presentan
una estructura y un tono paralelos. Si hay más de un nivel de subtítulos, es
necesario comprobar que la jerarquía tiene sentido y que cada nivel esté eti­
quetado convenientemente (sobre originales electrónicos, véase 2.78-80;
sobre originales en papel, véase 2.96). Si hay más de tres niveles de subtí­
tulos, determine si puede eliminarse el inferior. Para originales electrónicos,
puede ser acertado etiquetar los diferentes niveles de subtítulos basándose en
las distinciones tipográficas empleadas al principio por el autor, para evitar
que sean eliminadas por algún proceso de limpieza del original (véase 2.77).
Si está previsto que los subtítulos aparezcan en la tabla de contenidos, debe
verificarse que esta es coherente con aquellos.

2.57 Edición de las remisiones. Todas las referencias a tablas, figuras, apéndi­
ces, bibliografías u otras partes de la obra deben ser comprobadas por el edi­
tor del original. Si el autor, por ejemplo, menciona una estadística para 2008
y remite al lector a la tabla 4, que solo ofrece una estadística de 2007, el
editor debe señalar la discrepancia. Los nombres recogidos en mapas que
ilustren el texto deben escribirse tal como figuran en este. Las remisiones a
páginas específicas (cuya numeración es susceptible de variar en la versión
publicada) deben reducirse al mínimo o eliminarse (véase 2.32).

2.58 Edición de las citas y del material publicado previamente. Aparte de adap­
tar las comillas y puntos suspensivos al estilo de la editorial (véase 13.7-8),
el editor no debe tocar las citas, a menos que el autor las haya traducido de
otro idioma (o actualizado), en cuyo caso pueden ser ligeramente retoca­
das (véase 13.78). Las palabras aparentemente mal escritas o con errores
de transcripción deben ser objeto de consulta. Si el autor parece haber sido
poco cuidadoso en la transcripción, se le debe pedir que compruebe la fi­
delidad de todas las citas, incluida su puntuación. El editor debe garantizar
que se facilitan las fuentes de todo el material citado, sea a continuación de
la cita o en una nota. Cuando se edite material publicado previamente, es­
pecialmente si ha sido abreviado, el editor debe leerlo para comprobar que
tiene sentido y garantizar que todo está en orden y no se ha omitido nada
por descuido. Las discrepancias deben ser objeto de consulta. Si el mate­
rial ya publicado solo ha sido facilitado en papel, debe aclararse cualquier
guión de final de renglón que resulte ambiguo (véase 2.93). Sobre notas de
campo, véase 13.47. Véase también 2.40.

2.59 Edición de las notas. Debe confrontarse cada nota con el texto para garan­
tizar que su referencia textual es correcta y está en el lugar apropiado, y que
todo término que se use en la nota tenga la misma forma que en el cuerpo del
texto. Cuando las notas van a imprimirse como notas al pie, se le puede pe­
dir al autor que acorte una nota excesivamente larga o incorpore parte de ella
al texto. Las listas, tablas y figuras no deben situarse en las notas al pie, sino
en el texto o en un apéndice. Los editores de originales pueden pedir a ve­
ces que se añada una nota para incluir una cita o fuente necesaria. Con mayor
frecuencia, en reunión con el autor, se combinarán notas o eliminarán las que
sean innecesarias (véase 14.51-55). El editor que trabaje sobre un original en
papel debe poner especial atención al renumerar las notas. Para los editores
que trabajen en pantalla, puede ser necesitario asegurarse de que las citas que
aparecen en las notas están libres de cualquier código subyacente creado por
el autor al elaborarlas u organizarías (véase 14.13).

2.60 Edición de citas para notas, bibliografías y listas de referencias. Debe


comprobarse cuidadosamente que las citas contenidas en notas, bibliogra­
fías y listas de referencias están adaptadas al estilo de la documentación
(véase 2.61 y capítulos 14 y 15). Además, cada referencia posterior a una
obra ya citada en el texto, o en una nota, debe tener la misma forma que la
primera referencia o abreviarse del mismo modo (véase 14.24-31). En una
obra que contenga tanto bibliografía como notas, se debe confrontar con la
bibliografía cada cita contenida en las notas y resolver cualquier posible
discrepancia o, si fuera necesario, someterla a consulta en ambos contex­
tos, a ñ n de que el autor pueda compararlos fácilmente (véase 2.66). No es
necesario que la bibliografía incluya todas las obras citadas en las notas, y
puede incluir entradas que no se hayan citado. Si se utiliza una lista de refe­
rencias, el editor habrá comprobado en la lista todas las citas del texto du­
rante la edición de este y habrá consultado o resuelto las discrepancias. En
las bibliografías y listas de referencias debe comprobarse el orden alfabé­
tico y, donde proceda, el orden cronológico. Para más información sobre
bibliografías, véase 14.56-67; sobre listas de referencias, véase 15.10-30.
Muchos editores encuentran útil editar la bibliografía o lista de referencias
antes que el texto y las notas. Para los editores que trabajen en pantalla pue­
de ser necesario asegurarse de que las citas de fuente y el texto relacionado
están libres de cualquier código subyacente creado por el autor al elaborar­
los u organizados (véase 14.13).

2.61 Flexibilidad en el estilo de citación. La imposición del estilo de la edito­


rial a notas que ya están organizadas según otro estilo puede requerir mu­
cho tiempo, y muchas veces resulta innecesaria si la forma dada es cohe­
rente y clara para el lector, especialmente en el caso de los libros, muchos
de los cuales están pensados como obras independientes. Antes de realizar
cambios radicales, el editor del original debe consultar con el autor, la edi­
torial o ambos. En la edición de revistas, por otro lado, generalmente no es
aceptable esa flexibilidad, y menos en la era de la publicación electrónica.
Dado que las citas se pueden vincular a bases de datos externas, es esencial
que el formato sea totalmente coherente.

2.62 Edición de las tablas. Normalmente, es mejor editar todas las tablas juntas, en
grupo, para asegurar la coherencia del estilo y de la presentación. Debe com­
probarse también que su numeración es coherente y que se corresponden con
el texto, incluidas las referencias textuales y la ubicación de las llamadas (véa­
se 2.27). Para pautas específicas sobre la edición de tablas, véase 3.79-85.

2.63 Comprobación de las ilustraciones y de su ubicación, y edición de las le­


yendas (pies de ilustración). El texto incluido en un diagrama o cuadro
debe ajustarse a la grafía usada en el pie o en el texto. (Si la redacción de la
ilustración no puede modificarse, a veces es aceptable ajustar a ella la gra­
fía del pie o del texto). Los pies de ilustración deben adaptarse al estilo
formal del texto. La información sobre las fuentes debe editarse de acuerdo
con la editorial y estar en conformidad con los permisos o licencias corres­
pondientes. (Si las licencias están pendientes de aprobación, es la editorial
la que debe tratar el asunto con el autor). Se pueden añadir, eliminar o renu­
merar ilustraciones durante la edición; por lo tanto, es fundamental realizar
un cotejo final de todas las ilustraciones con sus referencias textuales y lla­
madas, y con los pies de ilustración y la lista de ilustraciones para asegurar­
se de que concuerdan y de que las ilustraciones muestran aquello que dicen
mostrar. Para más detalles sobre la preparación de ilustraciones y pies, véa­
se 3.3-45. Sobre la comprobación de créditos, véase 3.28-36.

2.64 Edición de los índices. El programa de trabajo para la edición de los ín­
dices (que, si remite a números de página en vez de a números de párrafo,
casi nunca se prepara antes de que se hayan compuesto las páginas del libro
o revista) normalmente debe armonizar con el programa de revisión de la
corrección de pruebas. Para una exposición más detallada, incluida una lis­
ta de verificación para la edición de índices, véase 16.132-134.

Comunicación con los autores

2.65 Primer contacto con los autores. Se insta a los editores, tras una revisión
inicial del original, a contactar con sus autores lo antes posible. Esto es es­
pecialm ente importante si el editor tiene preguntas o planea cambios sig­
nificativos que, en el caso de que el autor resulte no estar de acuerdo con
ellos, puede costar tiempo y esfuerzos deshacer. Asimismo, para agilizar
la producción, los editores de originales de revistas pueden notificar los
cambios sistemáticos a los autores en las primeras fases del proceso. La
mayoría de los autores aceptan someterse al estilo de la editorial; los que
no lo hacen, tal vez estén dispuestos a aceptar un compromiso. A menos
que un uso venga determinado por el estilo de la revista o serie, por lo ge­
neral deben respetarse los deseos del autor. Para un original que requiera
grandes cambios, puede ser conveniente, si el programa de trabajo lo per­
mite, enviar una m uestra de estos para que el autor los apruebe antes de
continuar (véase 2.47).

2.66 Redacción de ios comentarios y consultas dirigidos al autor. General­


mente los editores aplican un estilo coherente y corrigen los errores sin
más com entarios, contando con que estos cambios serán visibles en las
pruebas de edición. Puede que las correcciones de problemas menos ob­
vios justifiquen un comentario. Los com entarios deben ser concisos y no
sonar inform ales, pedantes, condescendientes o indignantes. Con frecuen­
cia basta con un simple «¿Ok?». Los com entarios a los que no pueda con­
testarse con un sí o un no, pueden ser más específicos: «¿Quiere decir X
o Y?». Entre los casos en los que el editor puede comentar o consultar
algo están los siguientes:

• Notificar que, en un original electrónico, se ha introducido un cambio general


determinado y que solo se ha indicado Ja primera vez.
• Señalar una discrepancia, por ejem plo entre dos grafías distintas de un m ism o
nombre, o en la forma de citar una fuente en las notas y en la bibliografía.
• Señalar una omisión evidente, tal como unas comillas que faltan o una cita de la que
no consta la fuente.
• Señalar un posible error en una cita.
• Señalar una repetición (p. ej. «¿Repetido adrede?» o «R eform ulado para evitar
redundancia. ¿Ok?»).
• Solicitar una verificación, por ejemplo la de un nombre o un término cuya grafía no
sea fácil de comprobar.
• Solicitar aclaración donde el texto sea ambiguo o confuso.
• Señalar las fuentes que ha consultado el editor para corregir datos erróneos (véase,
no obstante, 2.53).

Sobre la mecánica de la inserción de comentarios en un original, véase 2.83


para originales electrónicos y 2.89 para originales en papel.

2.67 Redacción de una carta de presentación para el autor. La carta enviada


al autor junto con el original retocado, o a veces aparte, debe incluir algu­
nos de los siguientes elementos o todos (salvo si ya se han comunicado):

• U na explicación de la naturaleza y alcance de los cambios: por ejem plo, adapta­


ción de las grafías y puntuación conform e al estilo de la editorial, reform ulación
ocasional para m ayor claridad o para elim inar repeticiones inadvertidas, etc.
• Si se m uestran los cam bios, una indicación de cóm o se han hecho —es decir, con
software de control de cam bios («subrayado en rojo») (véase 2.81) o a mano en
pap el—, y unas breves instrucciones para interpretar las marcas.
• Las instrucciones sobre cóm o debe responder el autor a las consultas, vetar los
cam bios no deseados o realizar cualquier otra m odificación al texto (véanse 2.84
y 2.88).
• La advertencia al autor de que constituye la últim a oportunidad para realizar
cualquier cambio, añadido o supresión sustanciales y de que el contenido de las
citas y las referencias de estas deben verificarse si es necesario.
• El recordatorio de revisar los cam bios cuidadosam ente, puesto que los editores
no son infalibles, advirtiendo que la corrección de los errores que hayan pasado
inadvertidos al editor y no se hayan detectado hasta el proceso de pruebas puede
considerarse «alteración del autor» y cargarse a la cuenta de este (véase 2.132).
• El recordatorio de guardar una copia del original revisado y corregido (a la que
acudir en la fase de corrección de pruebas).
• La fecha lím ite para devolver la copia editada.
• Una breve exposición sobre el índice, en caso de que lo haya: si debe prepararlo
el autor, si se necesitan instrucciones (véase capítulo 16), o si se ha de contratar
un indizador independiente por cuenta del autor.
• Una solicitud de confirm ación de los datos de contacto del autor para el resto del
proceso de publicación.
2.68 Envío del original editado al autor. El original de un libro editado electró­
nicamente, debido a su extensión y, con frecuencia, a su complejidad, debe
enviarse al autor en copia impresa en papel (o en PDF, solicitándole que lo
imprima). El autor lee y marca esta copia impresa donde sea necesario, des­
pués la devuelve al editor y este incorpora lo marcado por el autor al origi­
nal electrónico. Alternativamente, el autor puede revisar el original elec­
trónico (utilizando el mismo software que el editor) —proceso que ahorra
costes de impresión y envío—. El editor que trabaja de esta manera con un
autor necesita disponer de procedimientos para asegurarse de que el autor
no realiza ningún cam bio sin dejar constancia de él —inadvertidam ente
o n o —. El original editado sobre el papel debe fotocopiarse antes de ser en­
viado al autor; de igual modo, se aconseja a los autores fotocopiar los ori­
ginales en papel, con sus comentarios escritos a mano, antes de devolverlos
al editor. Todo original modificado a mano sobre el papel, así como la co­
pia impresa de originales editados electrónicamente que haya sido marcada
a mano, es único; si se perdiera, habría que repetir el trabajo.

2.69 Comprobación de los cambios finales del autor. Cuando el autor de­
vuelve el original al editor, este lo revisa una vez más para ver las m odi­
ficaciones del autor, comprobando que todas las consultas hayan sido res­
pondidas, e incorpora el material nuevo. Exceptuando la adaptación a las
normas de estilo, debe prevalecer la versión del autor; si tal versión es in­
aceptable por algún motivo, debe buscarse un acuerdo. Como parte de este
proceso, el editor actualiza los archivos electrónicos o, si el original va a
actualizarse o com ponerse tipográficam ente a partir de una copia en papel
con correcciones hechas a mano, aclara o recompone el nuevo material y
tacha las consultas.

Preparación de un original final para su producción

2.70 Asegurar un marcado correcto. Desde el punto de vista de la producción,


un original comprende dos niveles de información: contenido y estructura.
El contenido incluye generalmente todo el texto y cualquier figura que vaya
a aparecer en el libro o artículo publicado. La estructura describe las partes
que componen el original, tales como encabezamientos, subtítulos, texto,
extractos, notas al pie, números de referencia de notas al pie, ilustraciones
y tablas, etc. Estas partes se identifican en el original mediante códigos o
instrucciones electrónicos o escritos a mano (para originales electrónicos,
véase 2.78-80; para originales en papel, véase 2.96). Cuando el original se
compone tipográficamente —es decir, cuando se producen a partir del ori­
ginal las páginas del libro o artículo o el texto seguido en H TM L— cada
elemento identificado recibe un formato, o se muestra en pantalla, de acuer­
do con las especificaciones de una plantilla de diseño (que a menudo está
codificada en una hoja de estilo electrónica). El diseño determina el tipo y
el tam año de fuente, el color y el interlineado de cada elem ento del texto
y de las tablas, así como los parámetros de tamaño y ubicación de las figu­
ras. Por tanto, deben revisarse los originales finales para garantizar que las
marcas se han hecho correcta y convenientemente y que se corresponden
con los elementos que aparecen en la plantilla de diseño. Para un análisis
más completo del marcado y el diseño, véase el apéndice A.

2.71 Especificaciones y marcado a mano de la tipografía. En el caso, poco


común, de que no se disponga de ninguna instrucción o lista de especi­
ficaciones del diseñador, es posible que el editor necesite marcar la co­
pia impresa con las especificaciones tipográficas adecuadas en la prim e­
ra aparición del elemento al que afectan. Por ejemplo, en el margen, junto
al prim er bloque de texto normal, «Texto: 10/12 Times Román x 26» (que
significa tipo de 10 puntos, con 12 puntos de interlineado, cada línea con
26 ciceros de ancho); y junto a la prim era cita, «Cita: 9/11 Times Román;
sangría 2 ciceros desde la izquierda». Siempre que todas las citas se co­
difiquen como «cit», todos los primeros niveles de subtítulos como «A»,
etc., se puede reducir el marcado al mínimo. Para más información sobre
el marcado a mano, véase 2.87-96.

2.72 Asegurar la correcta paginación. Los editores deben indicar en el origi­


nal dónde terminan los números de página romanos y empiezan los núme­
ros arábigos, aparezca o no realmente el número (es decir, se trate de un fo­
lio numerado o de uno ciego; véase 1.5). Además, si hay un título de parte
y el primer capítulo comienza en la página 3, debe especificarse «arábigo
pág. 3» en la apertura del capítulo. El editor debe especificar también si los
elementos subsiguientes comienzan en página impar o par (véase 1.4). La re­
paginación de maquetas puede tener un coste económico elevado; por lo
tanto, el editor debe comprobar que todos los elementos —preliminares,
texto y páginas finales— están en el orden correcto y que el orden se refleja
en la tabla de contenidos. Sobre revistas, véase 1.76.

2.73 Preparación de las cabeceras. El editor proporciona norm alm ente una
lista de las cabeceras (o de los pies de página) (véase 1.9-15). La lista
debe indicar claram ente qué cabeceras han de aparecer en página par (pá­
ginas de la izquierda) y cuáles en página im par (páginas de la derecha).
El título del capítulo o artículo deberá acortarse lo necesario y conservar
los términos clave para encajar en una sola línea en la cabecera, que pue­
de, además, contener el número de página. (En algunos casos, las palabras
clave estarán en el subtítulo del capítulo). Puede ser necesaria la aproba­
ción del autor; si es posible, el editor debe enviarle una copia de las ca­
beceras junto con el original una vez editado. En los títulos abreviados no
puede omitirse en la cabecera ninguna palabra que rija la terminación de
género, número o caso de otra palabra. La lista de las cabeceras norm al­
m ente acompaña al original a la fase de com posición y debe incluirse con
el resto de los archivos electrónicos. Si las cabeceras van a reflejar el con­
tenido de ciertas páginas (en lugar de capítulos o secciones), la lista exac­
ta de cabeceras debe determ inarse durante la composición de las páginas
o después. Por ejemplo, las cabeceras de una sección de notas que inclu­
yan intervalos de páginas solo pueden determinarse a partir de las páginas
ya com puestas (véase 1.14). Estas las indica normalmente la editorial en
las prim eras pruebas.

2.74 Lista de verificación de ia producción. Los originales que están lis­


tos para su com posición tipográfica suelen ir acom pañados de una lista
de verificación que contiene inform ación sobre el proyecto y cómo ha
de ser su producción. Tal lista de verificación puede consistir en lo si­
guiente:

• Nombre del autor o autores y título de la obra.


• Lista de las partes que componen el proyecto: archivos electrónicos, copia impresa,
ilustraciones, etc.
• Indicación del software utilizado para preparar el original final y lista de nombres
de archivo.
• Indicación de cómo se han codificado los archivos electrónicos para su composición
tipográfica; lista de códigos y cualquier otra instrucción especial, incluida una lista
de caracteres o fuentes especiales.
• Lista de todo material que esté pendiente de llegada.
• Indicación de cómo se van a componer las notas: por ejem plo, notas al pie, notas a
final de capítulo o notas al final del libro.
• Lista de elem entos que se han de incluir en los prelim inares, el texto y las páginas
finales, e indicación de qué elementos deben comenzar en página impar (véase 1.4).
• Para originales de extensión sim ilar a la de un libro, una indicación de cuántos
conjuntos de pruebas deben producirse, si procede.

Mecánica de la edición digital

2.75 Realización de copias de seguridad. Lo m ejor es guardar copias del ori­


ginal durante las diferentes fases del proceso, haciendo copias por sepa­
rado de cada versión relevante. El original del autor sin editar debe ar­
chivarse (es decir, guardarse sin cam bio alguno), como todas las fases
relevantes del proceso de edición. Algunos editores hacen copias de se­
guridad diaria y semanalmente, para poder consultar fases anteriores de la
edición si es necesario. Cada fase principal debe guardarse con un nom ­
bre diferente (p. ej. añadiendo al nombre de archivo la letra A, B, C, etc.,
o algo más descriptivo) y en directorio (o carpeta) diferente, y debe po­
nerse especial cuidado en no «guardar como» una versión anterior de un
archivo (ni trabajar en ella inadvertidamente). Durante la edición, los do­
cum entos abiertos deben guardarse con frecuencia. Finalmente, puede re ­
sultar sensato, com o precaución extra, enviar copias de seguridad a un
servidor externo.

2.76 Preparación de una copia limpia sin editar. Algunas editoriales facilitan
a los editores de originales una versión limpia de los archivos electrónicos
del autor, en otro formato (si es necesario), adaptada en su forma (inclui­
do en algunos casos el marcado electrónico) y preparada para editar, nor­
malmente en un procesador de textos específico o un entorno de edición de
textos especializado. Alternativamente, puede ocurrir que la editorial entre­
gue a los editores solo una copia en papel y actualice los archivos elec­
trónicos a partir de la copia editada a mano sobre el papel, como parte del
proceso de producción. Para la edición en papel, véase 2.87-96. A muchos
editores, sin embargo, se les pide que limpien y den forma ellos mismos a
los archivos electrónicos del autor. Todos los editores que trabajen sobre
archivos electrónicos deben estar más que familiarizados con el software
que se requiere que usen. Incluso los procesadores estándares de texto
«listos para usar» se han convertido en poderosos editores de texto. Como
mínimo, es im portante saber de «macros» (forma abreviada de macroins-
trucciones) y llegar a dom inar la opción de «buscar y reemplazar» (in­
cluido el uso de coincidencia de patrones o caracteres «comodín»), que,
usados convenientem ente, pueden ahorrar muchos pasos. Una buena for­
ma de em pezar es leer la docum entación de «Ayuda» del software. Los
usuarios más avanzados personalizarán su software, a veces con ayuda de
conjuntos de macros especiales para editores escritas por terceros.

2.77 Limpieza de archivos electrónicos. Antes de la edición del original, el


editor debe asegurarse de que los archivos representan la última versión
del autor (la presencia de marcas de revisión incrustadas puede ser sínto­
ma de que no lo es; véase 2.36). El siguiente paso es preparar los archi­
vos electrónicos para su edición, si la editorial no lo ha hecho ya. La si­
guiente lista de verificación indica un conjunto de pasos que se puede
adaptar, según sea necesario, al procedim iento de limpieza propio del edi­
tor de originales electrónicos. No todos los originales requerirán todos los
pasos, y el orden sugerido tampoco es obligatorio. Además, pese a que
muchos editores desearán automatizar, al menos, algunos de estos pasos
y adelantarlos, la m ayor parte de la lista puede ejecutarse también m a­
nualm ente —es decir, considerando cada caso particular como parte de la
primera lectura (véase 2.50) — . De hecho, algunos de los pasos no con­
ducirán por sí solos a una transform ación global sin que primero se so­
pesen las excepciones. (El interés de ejecutar esta lista con antelación
está en que cualquier excepción no respetada se puede arreglar más tar-
de, en la prim era lectura. No obstante, tenga cuidado con las consecuen­
cias indeseadas y revise siempre —y esté preparado para reparar o desha­
ce r— cualquier cam bio global antes de guardar la versión permanente de
un archivo). Por últim o, esta lista debe m odificarse según se necesite,
de acuerdo no solo con los requisitos de un original específico, sino tam ­
bién con los de la editorial. En general, la corrección automática debe es­
tar desactivada durante estos pasos (véase 2.81).

1. Si es necesario, convierta el archivo a otro form ato para utilizarlo en el


software de edición requerido por la editorial.
2. Cambie la configuración del idioma del original y de todos los subdocumentos
(p. ej. de español americano a peninsular, o viceversa) si es preciso. Esto ga­
rantizará, entre otras cosas, que el diccionario principal aporte las sugerencias
apropiadas.
3. Para textos o monografías, que pueden llegar como directorio (o carpeta) de
archivos independientes para cada capítulo y otros componentes, agrupar el
texto en un solo archivo electrónico puede ahorrar una significativa cantidad
de tiem po. (Hay que intentar producir un original com pleto, en el orden
apropiado y sin supresiones inadvertidas. Com pruebe concienzudam ente el
comienzo y el fin de cada componente y de sus notas, tanto cuando combine
varios archivos como cuando divida un archivo único en componentes de me­
nor tamaño). Otra opción es utilizar macros que trabajen en varios archivos
de un directorio.
4. Recorra el original (con el software de edición configurado para m ostrar las
marcas de formato y las demás, incluidas las de elementos «invisibles», como
espacios y saltos de línea), buscando y enmendando todo error de conversión
obvio (p. ej. en los caracteres especiales) o problema de formato (p. ej. saltos
de línea en medio de un párrafo), consultando el original si fuera necesario.
5. Identifique todos los elementos gráficos o tablas y gestiónelos adecuadamente:
por ejemplo, trasladando las figuras o tablas a archivos aparte (véanse 2.23,2.27).
6. Ponga etiquetas u otros códigos, según sea necesario, a cualquier elemento
que sea fácil identificar al comienzo pero no cuando se le dé formato al texto
(como p. ej. títulos de capítulos, epígrafes, citas de texto, separación entre
estrofas de un poema, casos de espacio extra intencionado que puedan exigir
un adorno u otro elemento visual, etc.) (véase 2.78-80).
7. Elimine o corrija los espacios y tabulaciones superfluos, incluidos los casos
de dos o más espacios consecutivos (entre oraciones o en otro lugar) o de
espacios o tabulaciones al final de los párrafos. Los espacios múltiples usados
para sangrías de prim era línea de párrafo y otras pueden reem plazarse con
tabulaciones o con sangrías configuradas por el propio software (sea coherente
en esto).
8. Cambie los casos de saltos de línea múltiples por saltos de línea únicos.
9. Cambie el subrayado por cursiva. Puede utilizarse, sin embargo, algún subra­
yado para expresar el verdadero subrayado; por ejemplo, en una recopilación
que transcriba cartas escritas a mano. Estos deben preservarse, junto con una
nota a la editorial en la que se explique la excepción (véase 6.2).
10. C orríja las com illas y apóstrofos; asegúrese de que estos últim os, al princi­
pio de palabra, son correctos (p. ej. « ’em», no «'em », para la contracción
del pronom bre them en inglés). P ero asegúrese p rim ero, si p rocede, de
que el autor no ha usado las com illas simples de apertura o de cierre para
representar una pausa u otros signos ortográficos en un idiom a transliterado
(véase 6.105-106).
11. Corrija las comas y puntos relacionados con las comillas (véase tabla 6.1).
12. Unifique las rayas y los puntos suspensivos. Sobre el uso apropiado de la raya,
véase 6.78-84. Sobre los puntos suspensivos, véase 13.48-56.
13. Reemplace las rayas entre cifras por guiones cuando sea apropiado. Si utiliza
una macro para esto, puede resultar más efectivo perm itir que la macro cumpla
su función y corregir o añadir cualquier excepción durante la primera pasada
de edición. Sobre el uso apropiado de los guiones, véase 6.72-77.
14. Transforme las notas al pie en notas finales, o viceversa.
15. Elim ine todo guión opcional o condicional (es decir, guiones dependientes
del software que permiten a las palabras dividirse al final de una línea tanto
si esta función está activada como si no). La mayoría de los procesadores le
permitirán rastrearlos.
16. Busque toda l minúscula utilizada como 1 y toda o (mayúscula o minúscula)
utilizada como cero, o viceversa, y corríjalas. Esto puede realizarse utilizando
la pauta de búsqueda para combinaciones de dos caracteres que contengan una
l o una o junto a una expresión que localice cualquier numeral.
17. Corrija cualquier otra incoherencia general que sea susceptible a las estrategias
de búsqueda por coincidencia de patrones. Por ejemplo, en una bibliografía en
la que se hayan unido las dos o tres iniciales de un nombre, puede buscar
y evaluar las com binaciones de letras m ayúsculas y reem plazarlas, cuando
sea necesario, con la m ism a com binación más un espacio (p. ej. cam biar
«E.B. White» por «E. B. White»).
18. Ajuste el interlineado, la fuente y los márgenes según convenga.

Como paso final —suponiendo que estos pasos se hayan dado antes de la
edición—, guarde una copia de seguridad del original resultante ya limpio
y sin editar.

2.78 Marcado genérico de originales electrónicos. Cada elemento de un ori­


ginal (presentación de un capítulo, subtítulos, texto, citas de prosa, citas de
poesía, notas, leyendas, etc.) debe identificarse usando un marcado cohe­
rente. Una forma habitual de hacerlo es emplear códigos genéricos basa­
dos en los identificadores descriptivos utilizados en los originales editados
sobre el papel (véase 2.96). Los códigos genéricos deben encerrarse entre
antilambdas (< >), llaves ({ }) o algún otro delimitador que pueda identi­
ficarse sistemáticamente y reemplazarse por códigos formales de tipogra­
fía para la publicación. Esta aplicación genérica de delimitadores no debe
confundirse con las etiquetas utilizadas en lenguajes de marcas estructura­
dos, como el XML. Exceptuando los códigos que vayan a reemplazarse con
un carácter o cadena de caracteres, normalmente se sitúan al principio y al
final de cada elemento al que se refieren. Las editoriales no solo divergen
en los códigos que recomiendan sino también en los elementos que codifi­
can. Algunas requieren que se codifique todo elemento, incluido el cuerpo
del texto; otras lo tienen en cuenta por defecto. La mayoría no exigen códi­
gos para el formato que afecta a caracteres (p. ej. cursiva, versalitas, negri­
ta) porque los códigos de formato incluidos en el software del procesador
de textos pueden manejarse como sea necesario. Puede ocurrir que los edi­
tores necesiten inventar códigos para elementos poco usuales. La coheren­
cia y la precisión son vitales. Además, los editores deben proporcionar una
lista completa de códigos con el original. Un ejemplo de códigos puede ser
el que se presenta a continuación:

<nc> ... </nc> número de capítulo


<tc> ... </tc> título de capítulo
<a> ... </a> primer nivel de subtítulo (subtítulo A)
<b> ... </b> segundo nivel de subtítulo (subtítulo B)
<cit> ... </cit> bloque de cita (prosa)
<po> ... </po> cita de poesía
<nota-a> ... </nota-a> subtítulo de primer nivel en la sección de notas finales
<tdotb> t con punto inferior (cuando la fuente que está utilizán­
dose para preparar el original no dispone del carácter
Unicode í; véase 11.2)
<! ... !> instrucción para el maquetador: por ejemplo, consul­
tar la copia en papel o la imagen de página para ver la
alineación correcta u otro aspecto del formato

Las etiquetas de final —que incluyen una barra (/) y que indican el final de
un elemento codificado— pueden ser innecesarias para los elementos que
comprendan un párrafo entero. Consulte los requisitos de la editorial o del
maquetador. (Sobre el uso de los estilos incluidos en un procesador de tex­
tos, véase 2.79; sobre lenguajes de marcas estructuradas, como el XML,
véase 2.80).

2.79 Estilos creados por el software. Muchos programas de procesado de tex­


tos permiten a los usuarios aplicar a los elementos de un original estilos de­
finidos, en lugar de, o además de, códigos genéricos. Cada estilo lleva un
nombre exclusivo (incluido con el software o definido por el usuario) y
se aplica tanto a párrafos como a caracteres, normalmente desde un menú.
(Un «párrafo» es toda cadena de texto que sigue a un salto de línea y termi­
na en otro salto de línea). Cada estilo de párrafo debe tener un nombre des­
criptivo (p. ej. «Número de capítulo», «Subtítulo de primer nivel», «Sub­
título de segundo nivel», «Cuerpo del texto», «Cita», etc.). Por otro lado,
normalmente es innecesario definir los estilos para caracteres: pueden usarse
en su lugar las opciones de formato incluidas en un procesador de texto para
la cursiva, negrita, etc. El tamaño de la fuente, el interlineado y otras opcio­
nes de formato pueden definirse para cada estilo de párrafo como se desee;
es útil ser capaz de distinguir visualmente, por ejemplo, entre diferentes ni­
veles de subtítulo. Por otra parte, son más importantes la precisión y la cohe­
rencia al aplicar los estilos que cualquier formato, porque al final se trazará
el mapa de los estilos en forma de plantilla de diseño para la obra a publicar.
Si existe algún elemento del texto que no se preste fácilmente a recibir esti­
los, puede que sea necesario combinar estilos y códigos genéricos con ins­
trucciones o mensajes para el maquetador editorial. Siempre debe acompa­
ñar al original la lista de estilos y códigos genéricos.

2.80 Lenguajes de marcas estructurados. Algunos originales, especialmente


aquellos que vayan a ser publicados tanto en formato electrónico como en
papel, pueden escribirse, editarse o pasarse a un lenguaje de marcas estruc­
turado tal como el XML (abreviatura de extensible markup language). En
este tipo de marcado, cada elemento, incluido el documento en conjunto, se
identifica con un par de etiquetas de apertura y cierre según las reglas de un
lenguaje de marcas concreto. Las etiquetas están «anidadas»: por ejemplo,
el cuerpo del documento, encerrado entre una etiqueta «body» de apertura
y otra de cierre, incluirá todas las secciones y subsecciones del documento,
con cada una de estas partes encerrada también entre una etiqueta de apertu­
ra y otra de cierre que identifican el elemento y su lugar dentro de una jerar­
quía. Los nombres de los elementos mayores se suelen usar para indicar qué
elementos son, más que cómo han de estar presentados; esta práctica racio­
naliza de varias formas la presentación posterior del documento. Se pueden
marcar pequeños fragmentos de texto de acuerdo con su presentación (p. ej.
en cursiva), aunque, habitualmente, es mejor marcar el texto de acuerdo con
el objetivo de la presentación (p. ej. énfasis). Si la edición tiene lugar des­
pués de la conversión a un lenguaje de marcas estructurado, el editor puede
ayudar a garantizar que las etiquetas se han aplicado correctamente, por lo
general con ayuda de herramientas diseñadas para identificar ciertos tipos de
errores. Para un análisis más extenso de los lenguajes de marcas estructura­
dos, XML incluido, véase el apéndice A.

2.81 Seguimiento y muestra de los cambios. Para m ostrar su trabajo y faci­


litar así la revisión por parte del autor, muchos editores utilizan la fun­
ción de control de cambios disponible en algunos procesadores y en al­
gunos entornos de edición de textos más especializados, para crear lo que
se denom ina a veces «versión marcada o subrayada en rojo» (nombre que
evoca, en otro medio, el lápiz rojo del editor). Dependiendo de las prefe­
rencias del software y del usuario o la editorial, el material que ha sido
m odificado (añadido, eliminado, trasladado, reformateado) puede apare­
cer de varias formas (véase fig. 2.4). El m aterial añadido, por ejemplo,
puede aparecer en rojo, subrayado con línea doble o sencilla, som brea­
do o destacado en negrita, o en alguna combinación coherente de estos
estilos. El material elim inado puede aparecer en un color diferente y es­
tar tachado con línea doble o sencilla. (Se debe tener cuidado, sin embar­
go, de que todas las marcas sigan siendo legibles cuando se imprima una
copia en blanco y negro). El editor puede utilizar la función de «Comen­
tario» del procesador de textos para hacer consultas al autor (véase 2.83).
El m ostrar o no todos los cambios relacionados en la edición, tanto m e­
cánica como sustancial, depende de un gran número de factores, inclui­
das las preferencias del editor y la editorial. Algunos editores, por ejem ­
plo, preferirán alertar al autor de los cam bios generales (tales como el
uso de m ayúsculas en ciertas palabras) la prim era vez que se realice cada
uno, y m ostrar solo los cambios que el autor deba aprobar individualm en­
te. Ciertos ajustes no deberán mostrarse casi nunca, por ejemplo, los cam ­
bios en los márgenes o el cambio general de las comillas. En general, la
m ayoría de las acciones enumeradas en la lista de limpieza (véase 2.77)
pueden realizarse de form a tácita. Si un elemento, como la bibliografía,
se ha editado de manera intensiva, el editor puede enviar una versión lim ­
pia de este al autor para su aprobación, así como una versión que mues­
tre los cambios, como referencia. Si los cambios no se muestran, el editor
debe notificar al autor lo que se ha hecho con el original (véase 2.67).

2.82 Software para comparación de documentos. El software para compara­


ción de documentos puede destacar diferencias entre dos versiones del mis­
mo documento. Los mejores resultados se obtienen con documentos cortos,
cuya última versión se confronta con una versión anterior que ya ha sido lim­
piada y dotada de formato (véase 2.77). La confrontación de un documento
editado con su texto original puede dar como resultado la plasmación de de­
masiados cambios o, lo que es peor, un documento ininteligible. Los edito­
res deben usar este tipo de software en contadas ocasiones: por ejemplo, para
asegurarse de que están trabajando en la versión más reciente del documento.
En cambio, para comunicar cambios al autor, lo que requiere una presenta­
ción más evidente, en la que se señale cada cambio de la forma más clara po­
sible, los editores deben hacer un seguimiento de los cambios a medida que
los efectúan (véase 2.81).

2.83 Inserción de consultas al autor en originales electrónicos. Las consultas


en originales electrónicos pueden rev estir varias form as. La m ayoría
de los procesadores y editores de texto especializados incluyen algún tipo de
La edición de un original electrónico es un proceso más directo que la
edición en papel. Uno podría decir que es u» proceso binario; la mayoría
de subrayados marcas indican una de estas dos cosas: añadir o eliminar. El
truco consiste en mostrar a un autor qué ha hecho a un autor y comunicar las
instrucciones estilísticas al maquetador.

Un original electrónico debería limpiarse primero para eliminar los espacios


sobrantes, los saltos de línea perdidos y el formateo superfluo. Esto puede
realizarse de manera “silenciosa”. Los cambios posteriores se pueden
mostrar utilizando las funciones incluidas en la mayoría de programas de
procesamiento de textos. El texto eliminado suele tachárse l e este modo;
el texto añadido suele subrayarse de manera simple o doble, así. Junto a la
línea que ha sido modificada, al margen, suele aparecer una línea vertical.
Asegúrese de que su-la_presentación es legible. En general, lo que ve en
la pantalla es lo que aparecerá en el texto publicado. La cursiva, negrita,
versalitas —por no mencionar los miles de caracteres especiales posibles—
pueden mostrarse directamente en vez de codificados. Si necesita consultar
al autor, existen gran número de de opciones para insertar comentarios al
margen a los autoresde un original. Las funciones de anotación comentarios
incorporados o notas al pié integradas1 son muy fáciles de eliminar d@L
original antes de la publicación y, por tanto, son preferibles a los comentarios
entre paréntesis dentro del texto. Sea coherente: un editor debería ser capaz
de eliminar las marcas v los comentarios para obtener el original final en unos
cuantos pasos.

<a>M arcado</a>
Otro aspecto de la edición electrónica incluye el marcado. Un documento
puede etiquetarse utilizando un lenguaje de marcado estándar como XML o
mediante una forma genérica de marcado, normalmente aplicada de una de
las dos maneras que a continuación se detallan. Los elementos de un original
pueden definirse utilizando la “paleta de estilos” de un procesador de textos,
que asigna nombres específicos a los títulos de los capítulos, subtítulos, citas
textuales, etc. La otra opción es delimitar los elementos con códigos genéricos
(p. ej. “<tc>” y “</tc>” para los títulos de capítulo, “<a>” y “</a>” para el
primer nivel de subtítulos y “<cit>” y “</cit>” para las citas). El marcado
genérico se importará a una aplicación de diseño de página o se convertirá
a un sistema de marcado estándar, por lo tanto es importante ser coherente.
Adjunte una lista de estilos o códigos al original editado.

1 Esto es una muestra de un comentario o consulta al autor a pie de página.

FIG U R A 2.4. Página de un original que ilustra las principales marcas de revisión sobre
la pantalla (redlining) y las consultas al autor (véase 2.81).
mecanismo o sintaxis de comentario. Algunos editores utilizan, en lugar de
eso, la función de nota a pie de página para insertar sus comentarios (véa­
se fig. 2.4). Alternativamente, las consultas pueden introducirse en el tex­
to de manera que sean fáciles de buscar y ni la persona ni el ordenador las
confundan con otros elementos del texto (p. ej. encerradas entre paréntesis
u otros delimitadores y en cursiva o alguna otra fuente no utilizada en nin­
guna otra parte del texto). Este último método, en particular, debe utilizarse
con cautela para garantizar que tales comentarios se eliminarán del original
final. Además, la inserción excesiva de consultas puede recargar el texto y
convertir la revisión del autor en una tarea ardua.

2.84 Conservar la versión de registro. Muchos autores prefieren revisar sobre


el papel una copia impresa de su original editado, lápiz en mano. Se pue­
de ahorrar tiempo y gastos de envío adjuntando por correo electrónico un
PDF del original editado para que el autor lo imprima, si la editorial y el au­
tor convienen en ello. Una ventaja de que el autor tenga la versión en papel
para revisar es que el editor, cuyo trabajo es crear el original final, conserva
una versión de registro. En ciertas ocasiones, sin embargo, se le puede pedir
al autor que revise y devuelva los archivos electrónicos del editor. Los auto­
res que hagan esto deben destacar sus cambios de manera que se diferencien
claramente de los realizados por el editor, y los editores pueden plantearse la
conveniencia de proteger el original frente a alteraciones «silenciosas» m e­
diante una contraseña (véase 2.68).

2.85 La revisión del original editado por parte del autor. Los autores deben
marcar sus cambios (o, si procede, su validación; véase 2.127) en colores
vivos, plenamente legibles, escribiendo con mayúsculas y minúsculas. Si
el autor añade más de una oración o dos, el material nuevo puede facilitar­
se tanto en versión impresa como en formato electrónico acompañado de su
copia en papel, pero la copia impresa o archivo debe contener solo el mate­
rial nuevo. Nunca debe ser una forma revisada del capítulo o artículo, que
podría necesitar una reedición completa. (Si a un autor obstinado se le ocu­
rriera hacer tal cosa, la comparación electrónica de la versión revisada del
autor con el original final de este puede ahorrarle al editor el tener que rea­
lizar una reedición completa; véase 2.82). El editor debe aclarar este proce­
dimiento al autor cuando le envíe el original editado. Además, debe recor­
darle que una revisión cuidadosa en esta fase reducirá el número de errores
durante la posterior corrección de pruebas.

2.86 Preparación del original electrónico final. Los editores deben verificar
que se han realizado todos los cambios y se han resuelto todas las consul­
tas, que se han aplicado las marcas de forma coherente y que se ha efec­
tuado la comprobación final de las grafías (incluida una comprobación de
errores que pueden estar más allá de las responsabilidades del corrector:
por ejemplo, eso por esto, asta por hasta, continua por continúa). Además,
todos los cambios que han sido objeto de seguimiento deben quedar resuel­
tos, sea aceptándolos o rechazándolos en cada caso, en el original electróni­
co final. Antes de enviar el original final para su composición, los editores
deben archivar al menos una copia electrónica. Para la corrección de prue­
bas, las editoriales pueden también exigir una copia impresa que se corres­
ponda con el original electrónico final. Algunas veces se les pedirá a los au­
tores que confronten las pruebas con la copia editada y subrayada en rojo
que revisaron antes, para asegurarse de que sus enmiendas han pasado a la
copia compuesta tipográficamente.

Mecánica de la edición en papel

2.87 Conservación de una copia limpia de los originales en papel. Un editor


que trabaje sobre papel debe guardar siempre una copia limpia del original
sin editar para su consulta, o como copia de seguridad por si es necesaria
una reedición. Si la copia en papel es una copia impresa de la versión elec­
trónica, basta con archivar una copia de esta.

2.88 Marcado de los originales en papel. La edición de un original en papel,


tanto si va a ser com puesto desde cero como si va a usarse para actuali­
zar la versión electrónica del autor, requiere una técnica similar al mar­
cado de correcciones en las pruebas (véase 2.116-129). Sin em bargo,
para perm itir los cam bios más am plios que son típicos de la fase de edi­
ción, los originales en papel se suelen disponer a doble espacio para que
los cambios puedan aparecer sobre la palabra o palabras a las que afec­
tan, en lugar de al m argen. (Los originales consistentes en fotocopias
de m aterial previam ente publicado con interlineado reducido se editan
como las pruebas). Todos los cambios relativos a la edición deben reali­
zarse en un color que se reproduzca claram ente si el original editado se
fotocopia o se envía por fax, y al autor se le debe pedir que responda a la
corrección en un color distinto del usado por el editor. Sobre el marcado
de consultas, véase 2.89. Como m uestra de un original marcado correc­
tamente, véase fig. 2.5.

2.89 Marcado de las consultas al autor en originales sobre papel. En ori­


ginales editados en papel, es m ejor escribir las consultas en el margen.
C uando el autor ha respondido, pueden tacharse, sim plem ente. N o se
aconseja el uso de papeles adhesivos para las consultas: no se pueden fo­
tocopiar con facilidad y es posible que sea preciso despegarlos durante el
proceso de actualización de archivos electrónicos o (para los originales
solo en papel) durante la com posición de las páginas finales (y así, puede
que no estén en su sitio original cuando el original editado en papel sea
.— _______ ______—
—— *to-v>
I L0s originales EN papel se editan utilizando marcas que no soa-auy diferentes de
«s,
aquellas usadas para corregir las pruebas. Nj/Una marca o signo de corrección senr, sin
embargo introducida en una línea del tipo ^no en el margen como ocurre en la revisión.
1 1 ^ r
Las marcas de corrección son normalmente más extpensas -de las de revisión,Aque
«í
cualquier cambio del editorbd debe estar en su lugar y escribirse claramente^incluso
si el original edltadolse usa)solo en la actualización de archivos electrónicos.

V /M a rc a s específicas Cr't rf-


^ .U .b r c .3
Un signo de intercaladoAmuestra dónde debe insertarse el material adicional,
toes líneas bajo una letra minúscula indican al maquetador que las coloque en
mayúscula; 2 líneas significan versalitas (A.C.); una línea significa cursiva!una linea
ondulada indica la negrita.; y una barra tachando una letra mayúscula Indica que
debe escribirse en tíinúscula. 11 subrwltyado no deseado se elimina de esta manera,
ün pequeño círculo rodeando una coma indica que debe sustituirse por un punti^Una
línea recta entre las partes de un compuesto cerrado o entre dos líneas que
accidentalmente se haijeolocado juntas, estará pidiendo añadir un espacio entre las
dos palabras, para asegurarse completamente añada una marcare espacio también,
dos líneas cortas y paralelas quiere decir que debe añadirse un guión entre dos
palabras/vcomo en llamón María del Vallelnclán. - n
<¡oiJo) MJn círculo alrededor de una'Sbreviiclo de un numeral indica al maquetador
^ J (W o -n w r
que la desarrolle. Jas abreviaciones/ambiguas o que no sea probable que sean
reconocidas por el maquetadorAdeberían aparecer desarrolladas por el editor
i (BiolW31ología;
I? genHgénero sexual, genético o género taxonqjfnco^asi oomo las
cifras deberían aparecer escritas de varias formas (2800 = dos mil quinientos).
Una linea de puntos debajo de una palabra o pasaje tachada signifloa que se debe
mantener lo que había
-
escrito (la corrección VW
no>_ debe tenerse en cuenta).
P M
Los guiones que aarecen en lugar de rayas deberían marcarse siempre-excepto dos
A
guiones seguidos que indican precisamente que en ese lugar debe colocarse raya y
no guión--; si esto no se hiciera así podría utilizarse la raya para indicar intervalos
N M /A
de números como en 15-18 o el guión para indicar -un inciso-. En caso de
ambigüedad^o de que exista la posibilidad de que el maquetador no aprecie un
guión al final de renglór^este debería subrayarse o tacharse para que el
maquetador sepa si debe m a n te n e r el guión que separa la palabra en dos líneas
distintas o mantener la palabra unida en una misma ^ínea.

FIG U R A 2.5. Ejemplo de una página de un original marcado a mano.


devuelto al autor junto con las pruebas). Para consultas más detalladas,
que requieran un espacio mayor del que puede ofrecer el margen, puede
emplearse una hoja aparte, que remita mediante letras o símbolos a un lu­
gar específico del original.

2.90 Tres usos del marcado con círculos. En un original, los círculos tienen
tres significados: 1) Rodear un número o abreviatura en el texto signifi­
ca que deben escribirse con letras o desarrollarse, respectivamente. Si un
núm ero se puede escribir de diferentes maneras o cierta abreviatura puede
m alinterpretarse, el editor debe escribir la form a apropiada. 2) Rodear una
coma o dos puntos significa que se deben sustituir por un punto. Cuando
el punto se incluye a mano, debe rodearse con un círculo para que no lo
pase por alto quien esté actualizando o componiendo el original. 3) R o­
dear un com entario al margen indica que tal comentario no debe incluir­
se en la com posición (ni incorporarse al original), sino que se trata de una
consulta al autor o una instrucción para la com posición o actualización
del original.

2.91 Inserción y sustitución. El signo de intercalado normal (A), usado para


indicar el punto de inserción del texto añadido y para indicar subíndices o
una coma añadida, debe distinguirse cuidadosamente del signo de interca­
lado invertido (V), utilizado para marcar superíndices, apóstrofos y sim ila­
res. En general, no utilice un signo de intercalado para indicar un fragm en­
to de texto añadido que sustituya a otro eliminado; simplemente, tache el
texto eliminado y escriba el texto nuevo sobre él o en los márgenes (véase
fig. 2.5).

2.92 Adición, eliminación o transposición de puntuación. Se debe prestar es­


pecial atención cuando se transponen o elim inan palabras; debe quedar
claramente especificada la nueva posición de las comas, puntos y demás
signos. De igual manera, debe indicarse expresamente si se ha de eliminar
o conservar, según el caso, toda puntuación que preceda o siga inmediata­
mente a un texto que esté marcado para cambiarlo de lugar. Más en gene­
ral, debe marcarse con claridad toda añadidura o cambio de puntuación,
por ejemplo rodeando con un círculo los puntos añadidos, situando el sig­
no de intercalado sobre una coma o el de intercalado invertido bajo unas
comillas añadidas. Si es necesario, escriba (y rodee) «dos puntos», «excla­
mación», o lo que proceda, en el margen o junto al cambio de puntuación
realizado.

2.93 Marcado de rayas y guiones. Dos guiones sin separación entre sí indican
claramente una raya y no necesitan marcarse en el original en papel. Las
verdaderas rayas, que pueden confundirse con el guión de medio cuadratín
en algunas tipografías, deben marcarse. Dos o tres guiones de cuadratín, in­
cluso si se teclean bien, deben marcarse adecuadamente, igual que el guión
de medio cuadratín, que puede confundirse con el guión. De manera alter­
nativa, puede darse una instrucción general, por ejemplo «Todos los guio­
nes incluidos entre dos números que representen un intervalo deben ser tra­
tados como guión y no como raya». Los guiones de final de renglón deben
marcarse para distinguir entre guiones de corte automático —es decir, con­
dicional u opcional— y los que sirven para unir palabras compuestas. Los
guiones de corte automático son los que se visualizan solamente si la pala­
bra se corta al final del renglón. Los guiones ortográficos son permanen­
tes (como por ejemplo en teórico-práctico) y deben conservarse, indepen­
dientemente de dónde aparezca la palabra o término que los contiene (véase
2 . 12).

2.94 Uso de mayúsculas y minúsculas, y marcado de cursiva y negrita. Para


indicar que una letra m inúscula debe cambiarse por mayúscula, subraye
con línea triple. Para indicar versalitas, subraye con línea doble. Para cam­
biar de m ayúscula a m inúscula, pase una línea sesgada sobre ella. Para
marcar la cursiva, subraye la palabra en cuestión con una línea recta. Para la
negrita, subraye con línea ondulada. Para los originales que vayan a com­
ponerse desde cero, no suele ser necesario subrayar las palabras que apa­
recen en cursiva en el original, siempre que el maquetador editorial esté
informado de que deben ir en cursiva. (En algunas fuentes, la cursiva es di­
fícil de distinguir a primera vista; el subrayado puede reducir la frecuencia
con la que pasan inadvertidas). Si un autor ha utilizado el subrayado y tam­
bién la cursiva, se necesitarán instrucciones especiales (véase 2.14). Sobre
textos de contenido matemático, véase 12.61-67.

2.95 Marcado del sangrado de párrafo, la alineación a la izquierda o dere­


cha y el espaciado vertical. Utilice una m arca rectangular de tres lados
para indicar que el texto u otros elem entos deben moverse a la izquier­
da (C ) o a la derecha (□ ). Se puede trazar una línea desde el lado abierto
de la marca hasta el elem ento que se ha de m over (véase fig. 2.5). Para
indicar el sangrado de párrafo utilice el símbolo 5. Para m arcar un espa­
cio vertical, utilice una m arca que señale hacia arriba (n) o hacia abajo
(LJ); ajuste su anchura al elem ento en cuestión. Para indicar una línea en
blanco, escriba «# una línea» y rodéelo. (En tipografía el signo # signi­
fica «espacio», no el sím bolo de núm ero en inglés ni el de sostenido en
música).

2.96 Marcado o codificado de elementos en un original en papel. En los ori­


ginales en papel, las indicaciones de elementos (número y título de capítulo,
citas de prosa, poesía, etc.) se rodean y emplazan al principio del elemento
o en el margen, junto a él. Por ejemplo, para indicar un subtítulo de primer
nivel suele utilizarse una indicación en el margen rodeada por un círculo
(véase fig. 2.5). Sobre estos y otros elementos que necesitan codificación, y
para ver ejemplos de códigos, véanse 2.78 y 2.90.

Corrección
Introducción

2.97 ¿Qué es la corrección? La corrección es el proceso de leer un texto y exa­


m inar a fondo todos sus com ponentes con el fin de encontrar errores y
marcarlos para su enmienda. Normalmente, el original destinado a la pu­
blicación se corrige en cada fase importante en que entra, especialmente
la versión final que el autor entrega a la editorial y luego su versión edita­
da. Sin embargo, aquí entendemos por «corrección» la revisión del origi­
nal después de que ha alcanzado su forma final —por ejemplo, las páginas
ya compuestas y (habitualmente) numeradas de un libro o artículo de re­
vista (denominadas «prueba» o «pruebas»), o el formato de texto continuo
de un libro o revista electrónicos— pero antes de su publicación. También
son objeto de una fase de corrección las cubiertas y sobrecubiertas u otras
envolturas, y elementos electrónicos tales como las ayudas para la navega­
ción que enmarcan la publicación electrónica. Para una ilustración sobre el
encaje de las fases aquí descritas en el conjunto del proceso de publicación
de libros y revistas, véase el esquema de 2.2. Sobre la corrección de publi­
caciones electrónicas, véase 2.133-136.

2.98 ¿Quién debe corregir? Para la mayoría de las publicaciones, se considera


correctores principales a los autores y en ellos recae la responsabilidad de
todo error que aparezca en la obra publicada. Para ayudar a mitigar esta res­
ponsabilidad, el autor o la editorial pueden contratar un corrector profesio­
nal. Además, el editor del original, el diseñador del libro y otros miembros
del personal de la editorial se aseguran generalmente de que las correccio­
nes del autor —y las de cualquier corrector— se han incorporado satisfac­
toriamente a la obra antes de publicarse y de que todo el material relacio­
nado (ejemplares promocionales, elementos de la web, etc.) está libre de
errores e incoherencias.

2.99 Programa de corrección. Debido a que son muchas las personas im plica­
das en la producción de un libro, un retraso de unos pocos días en la de­
volución de las pruebas a la editorial o al m aquetador puede provocar una
gran demora en la publicación. Cuando se presenta un conflicto entre el
tiempo program ado para la corrección y las exigencias de la exactitud, o
surge cualquier otro problem a que pueda afectar al programa, el correc­
tor debe comunicarlo inm ediatamente a la editorial. En el caso de las re­
vistas, donde hay poco margen para retrasos de ninguna clase, los plazos
para la corrección no suelen ser negociables (véase 2.2).

Fases de la corrección

2.100 Conservación de un registro de cada fase de la corrección. La editorial


debe llevar un registro de cuándo se ha corregido cada fase de las pruebas
y quién lo ha hecho. En los libros impresos, el mejor registro para la prime­
ra fase de corrección es una prueba ajustada (o segunda prueba) —normal­
mente, la copia impresa a láser leída y marcada por el autor para su correc­
ción y marcada con correcciones adicionales por la editorial y cualesquier
otras personas que hayan leído o revisado esa prueba ajustada o las copias
de esta—, (Algunas editoriales envían al autor un duplicado de las prue­
bas de maqueta y luego transfieren las correcciones del autor a la prue­
ba ajustada). En la siguiente fase, las pruebas revisadas son examinadas de
nuevo por la editorial, que guarda la prueba ajustada y un registro de cada
ronda adicional de correcciones hasta que esté publicada la obra. En las pu­
blicaciones electrónicas, se les debe pedir al autor y a los demás correctores
que terminen su labor antes de que se entregue una versión corregida para
una revisión exhaustiva. De igual modo, para las cubiertas, sobrecubiertas
y otros envoltorios, se debe exigir que toda persona encargada de la correc­
ción dé el visto bueno a las pruebas marcadas antes de que la versión corre­
gida se envíe a un proceso de revisión más exhaustivo.

2.101 Primeras pruebas y galeradas. El autor y, a veces, un corrector leen la pri­


mera copia para corrección (primeras pruebas o primeras páginas), nor­
malmente confrontándola con el original editado (véase 2.107). Para los
libros, se puede preparar un índice a partir de este primer conjunto de pá­
ginas de prueba, ya lo haga el autor o el indizador profesional (véase el ca­
pítulo 16). Para algunas obras complejas de extensión similar a la de un li­
bro, las primeras pruebas se presentan en forma de «galeradas». Hablando
con propiedad, el término galerada es un anacronismo, que data de la épo­
ca en que los impresores colocaban las cajas o tipos en bandejas o «gale­
ras» en las que se preparaban largas filas de letras para corregir o editar
antes de proceder con la ardua tarea de su composición, realizada manual­
mente, para formar las páginas de un libro. Hoy en día, si un proyecto com­
plejo amenaza con requerir grandes correcciones en la fase de pruebas, la
editorial puede pedir una prueba de galeradas —con una paginación flexi­
ble y con o sin ciertos elementos, como las ilustraciones, ya situados en su
lugar—, puesto que las correcciones de las galeradas no implicarán la ne­
cesidad de rehacer las referencias de página del índice. Estas galeradas se
crean a partir de los mismos archivos electrónicos que las primeras prue­
bas. (Como alternativa a la fase de galeradas, la editorial puede optar por
emprender la corrección del original electrónico final). El índice no se pre­
para a partir de las galeradas, ya que la paginación no es la definitiva, sino
a partir de las «primeras» pruebas que se producen en la siguiente fase.

2.102 Pruebas revisadas. Una vez introducidas las correcciones que se han hecho
a las primeras pruebas, debe comprobarse que todas las correcciones se han
realizado adecuadamente. Para las publicaciones impresas, esto supone nor­
malmente la comparación de un conjunto de pruebas revisadas «segundas
pruebas» de todas las páginas con el primer conjunto (ahora conocido como
«primeras pruebas» o «prueba con erratas»). Estas pruebas revisadas deben
comprobarse también en busca de cualquier diferencia entre ellas y las pri­
meras pruebas y para asegurarse de que no hay errores en la composición de
las páginas o similares. Si el maquetador ha rodeado, encerrado entre parén­
tesis o indicado de otra manera algún cambio en la composición derivado
de las correcciones, el corrector puede verificar las segundas pruebas de un
modo más eficiente. Las correcciones que hayan provocado una repagina­
ción pueden exigir que se ajusten las referencias de página del índice. Para
mantener un registro adecuado, en esta fase no debe marcarse nada en las
primeras pruebas; toda corrección ulterior debe marcarse solo en las segun­
das. Cualquier ronda adicional de revisiones debe reducirse al mínimo.

2.103 Pruebas de los índices. La mayor parte de los índices se preparan a partir del
primer conjunto de pruebas paginado (a menos que remitan a números de pá­
rrafo en vez de a números de página, en cuyo caso pueden prepararse a partir
del original final). Los índices deben corregirse rápidamente, al mismo tiem­
po que se comprueban las enmiendas de las primeras pruebas. En aras de la
eficiencia, suelen ser los editores, más que los autores, los que corrigen los
índices. Para un análisis completo de los índices, véase el capítulo 16.

2.104 Pruebas en prensa y pruebas de preimpresión. Para obras que van a


ser im presas y encuadernadas, las editoriales suelen revisar las pruebas
de preim presión. E stas se presentan, generalm ente, en un soporte de
papel más sencillo que el que saldrá de la imprenta. Los archivos fina­
les del m aquetador editorial, norm alm ente un PDF, pueden considerar­
se por lo general un equivalente de las pruebas de preimpresión. Dichas
pruebas —una oportunidad para ver «ahora o nunca», antes de que la tin­
ta llegue a tocar el papel, aquello que se va a publicar— se comprueban
normalmente para verificar que los contenidos están completos; que son
correctos la secuencia de las páginas, los márgenes, la ubicación, tam a­
ño, posición y recorte (si fuera preciso) de las ilustraciones. Por razones
de presupuesto y de program ación del trabajo de impresión, en esta fase
las editoriales solo perm itirán, por lo general, la corrección de errores
graves, tales com o un título incorrecto o un nombre de autor mal escrito.
A veces, también se le perm ite a la editorial dar un vistazo adicional a las
hojas reales de imprenta, dobladas y agrupadas en la secuencia adecua­
da de páginas, denominadas «pliego en rama» y en inglés con las siglas
F&G. (Las hojas de im prenta que incluyen ilustraciones a color se envían
en ocasiones a la editorial para su aprobación antes de que esté impresa la
obra completa). En el momento en que la editorial ha visto un juego com­
pleto de pliegos en rama, los ejem plares de la obra salen de la imprenta y
pueden entrar en el taller de encuadem ación. Dado que, en esta fase, cual­
quier corrección im plicaría reim prim ir un pliego completo, es posible que
la editorial prefiera «hacer la vista gorda» (véase también 1.65).

2.105 Pruebas de la cubierta y la sobrecubierta de un libro. Las sobrecubiertas


y las cubiertas son las partes más vistas de todo libro impreso. Mientras que
la mayoría de las editoriales (y los autores) soportarán, con mejor o peor
ánimo, la inevitable errata en el interior del libro, un error en la cubierta es
motivo de parada de las prensas. Las pruebas de una copia de estampación
—con nombre del autor, título, logotipo de la editorial y cualquier otro ele­
mento que se haya de estampar en el lomo o la cubierta de un libro de tapa
d u ra— deben revisarse con extremo cuidado. Asimismo, deben leerse y
comprobarse palabra por palabra (cuando no letra por letra) las pruebas de
la sobrecubierta y de la cubierta en rústica, poniendo especial atención en
lo siguiente:

• Todo lo que aparezca en la cubierta debe ser coherente con el interior de la obra en
contenido y estilo. Por ejemplo, el nombre del autor y el título de la obra —donde­
quiera que aparezcan, incluidos la cubierta, el lomo y las solapas— deben coincidir
con los que figuran en la portada del libro (aunque en la cubierta o sobrecubierta puede
omitirse el subtítulo). A veces se abrevia el nombre del autor en el texto de la solapa.
• El material biográfico sobre el autor debe confrontarse con todo material biográfico
incluido en el libro, aunque no es preciso que la redacción sea idéntica.
• Si la obra es parte de una serie o de un conjunto de volúmenes, el título de la serie o
el número del volumen debe coincidir con el que figura en el libro.
• El precio (si debe aparecer), el ISBN y toda línea de créditos necesaria para la
fotografía del autor o el material gráfico utilizado en la cubierta o sobrecubierta
deben verificarse también.

Las pruebas de la cubierta y la sobrecubierta y cada fase de las correcciones


de estas deben ser verificadas por todas las personas implicadas en el pro­
ceso de producción del libro, incluidos los autores, editores, diseñadores y
el personal de marketing.

2.106 Pruebas de la cubierta de una revista. Aunque los elementos que figu­
ran en la cubierta de las revistas académicas varían considerablemente, las
siguientes indicaciones valen para la mayoría de ellas. La portada (llama­
da cubierta 1) debe verificarse cuidadosamente para asegurarse de que los
elementos que cambian con cada número, tales como el volumen, el nú­
mero y el mes, fecha o estación de la publicación, son correctos y están
actualizados. También debe comprobarse el lomo. Si los contenidos de ese
número están enumerados en la cubierta 1, deben cotejarse con el interior
para asegurarse de que los nombres de los autores y títulos de los artículos
coinciden exactamente y, en las revistas que publican varios tipos de ar­
tículos, de que cada artículo se ha incluido en la sección correcta de la lis­
ta. Si los números de página aparecen en el lomo, deben verificarse tam ­
bién. El interior de la portada (cubierta 2) a menudo incluye el precio de
la suscripción, así como información acerca del procedimiento de suscrip­
ción, los nombres de los editores y miembros del comité editorial, o infor­
mación sobre el copyright; todos estos datos deben verificarse igualmen­
te. Las cubiertas 3 (anterior a la contraportada) y 4 (contraportada) pueden
contener anuncios publicitarios, instrucciones para los autores sobre la
presentación de artículos o una lista de artículos que aparecerán en núm e­
ros futuros. Todo ello debe ser verificado por el corrector.

Cómo corregir y qué buscar

2.107 Cotejo con la copia. En la jerga de la corrección, la copia es el original


editado. Las pruebas deben cotejarse con la versión del original que con­
tiene los cambios finales del autor y las respuestas dadas por él a las con­
sultas (véase 2.69). En el caso de que las pruebas de página se hayan com ­
puesto a partir de un original solo en papel, el corrector debe cotejarlas
palabra por palabra con el original editado, observando la puntuación, di­
visión en párrafos, uso de mayúsculas, cursiva, etc., y asegurándose de que
toda marca de edición escrita a mano ha sido correctamente interpretada
por el maquetador. Análogamente, todo elemento de un original electróni­
co que haya sido configurado a partir de la copia en papel (p. ej. elementos
matemáticos o tablas) debe cotejarse cuidadosamente con ella. Indepen­
dientemente del soporte del original (electrónico o papel), el corrector solo
debe m arcar las pruebas, nunca el original. Para asignar correctamente la
responsabilidad de los errores, véase 2.131, el original debe mantenerse
intacto en el estado en que fue aprobado por el autor. Sobre la comproba­
ción de las pruebas revisadas, véase 2.102.

2.108 Corrección de errores ortográficos. Los correctores deben estar alerta para
detectar el tipo de errores que normalmente los procesadores de texto no
detectan, desde erratas típicas como eso donde debe decir esto, o nosotros
por vosotros, hasta otras más sutiles como continua por continúa o lástima
por lastima, entre otros errores ortográficos (véase 2.86). La hoja de estilo
del editor del original (véase 2.52) puede ser una referencia útil. Obsérvese
que un cambio en la grafía de cierto término nunca debe indicarse de mane­
ra general; deben marcarse a lo largo del original todos los cambios uno por
uno.

2.109 Comprobación de la división de palabras a final de línea. Deben com­


probarse las divisiones de palabras a final de línea, especialmente en el
caso de nombres propios y términos que procedan de otros idiomas. En el
primer conjunto de pruebas es, normalmente, donde las palabras se dividen
por primera vez, de forma provisional, al final de las líneas. Chicago-Deus-
to recomienda, para el inglés, las pautas de división que se indican en el
M erriam-W ebster’s Collegiate Dictionary (véase bibliog. 3.2). Para el cas­
tellano, se pueden consultar las reglas de la Real Academia de Española (en
adelante, RAE) sobre división de palabras. (Existen diccionarios en línea,
incluido el Webster 's, que pueden utilizarse en combinación con los siste­
mas automatizados de composición). Para palabras y nombres que no apa­
rezcan en los diccionarios, se aconseja un tratamiento flexible, ya que el
uso formal varía ampliamente y cualquier cambio requerido puede implicar
espacios en blanco a continuación o crear líneas recargadas o sueltas (lí­
neas con muy poco o demasiado espacio entre las letras). Tales problemas
pueden evitarse si se entrega al maquetador, junto con el original, una lis­
ta de palabras no incluidas en el diccionario y su división recomendada (o
una hoja de estilo del editor que incluya esta información). Cuando se tra­
ta de una división de palabra anómala pero inteligible en una línea que, de
otro modo, quedaría demasiado recargada u holgada, puede ser preferible la
división anómala (como es el caso de dividir una palabra compuesta que ya
contiene un guión). No deben terminar en guión más de tres líneas seguidas
(véase 7.28). Véanse también 2.12 y 7.18-28). Para las divisiones de URL
al final del renglón, véase 7.27.

2.110 Comprobación del tipo de letra y fuente. En las pruebas deben revi­
sarse todos los elementos —por ejemplo, números y títulos de capítulos,
subtítulos, texto, extractos, pies de fotos, e tc .— para asegurarse de que
están presentados en un tipo y estilo de letra coherentes y en consonancia
con el diseño de la publicación. En particular, se debe comprobar el esti­
lo tipográfico de los títulos y subtítulos (véanse 2.17 y 2.56), y en todo el
material previsto para publicar (citas, poesía, fórmulas y ecuaciones, etc.)
deben verificarse el tipo de fuente, su tamaño y el sangrado. Se debe pres­
tar atención a todo el material en cursiva, negrita, versalitas o cualquier
otra fuente diferente de la del texto que lo rodea para asegurarse de que
esa fuente distinta com ienza y acaba donde corresponde. Obsérvese que
la conversión de los archivos de un original electrónico en páginas ma-
quetadas o presentaciones de texto electrónico continuo puede dar lugar
a errores inesperados, tales como la elim inación o cambio de un carácter
especial en toda la obra o la incorporación inadvertida al texto de un co­
m entario o algún otro material electrónico «invisible». Para los errores
sistemáticos, puede ser preferible indicar una instrucción única o global
de realizar el cambio y así evitar recargar las pruebas con la corrección de
cada caso. Cuando se identifica un problem a sistemático —especialm ente
si va a afectar a la paginación a lo largo de muchas páginas y, en conse­
cuencia, al índice en las pruebas de una obra im presa— se debe inform ar
a la editorial inm ediatam ente, sobre todo en el caso de que sean necesa­
rias nuevas primeras pruebas.

2.111 Comprobación y corrección de números de página y cabeceras. Deben


comprobarse los números de página y cabeceras para asegurarse de que
figuran en las páginas donde deben ser visibles y no en las demás (véanse
1.5-15 y 2.73); de que tras una página en blanco aparece el núm ero de
página correcto y de que el m aquetador editorial ha seguido las instruc­
ciones sobre lo que debe figurar en página impar, par o doble. Se deben
com probar el contenido y la ubicación de las cabeceras. En las cabeceras
de las notas finales, el número de las páginas puede requerir ser verificado
o añadido de acuerdo con las páginas del texto a las que pertenecen las
notas (véase 1.14).

2.112 Comprobación y corrección de tablas e ilustraciones. El corrector debe


verificar que todas las ilustraciones aparezcan en el texto en su ubicación
correcta, en el tamaño correcto, con el lado correcto hacia arriba, no «in­
vertidas» (reflejadas lateralmente, lo que resultaría en una imagen especu­
lar) ni deformadas, y con su leyenda correspondiente. Se deben leer las
leyendas (pies) con la m ism a atención que el texto. En las tablas deben
com probarse tanto el contenido como la alineación. Allí donde una ilus­
tración o tabla ocupe una página entera, no deben aparecer ni cabeceras ni
números de página; pero si se trata de varias páginas seguidas, el correc­
tor puede pedir que se añadan los números de página, y a veces las cabe­
ceras también, con el fin de orientar mejor a los lectores (véase 1.15). En
las tablas a doble página, el corrector debe asegurarse de que caen en pá­
ginas enfrentadas (es decir, página par e impar; véase 3.85). Si hay listas
de tablas e ilustraciones, deben cotejarse todas las leyendas y títulos con
las listas, y comprobarse o añadirse los números de página.

2.113 Comprobación de la apariencia global. En las obras impresas, se debe


comprobar en cada página o, mejor, en cada par de páginas enfrentadas, la
extensión de estas (véase 2.114), el interlineado, la posición de las cabece­
ras, los números de página, etc. Debe verificarse su conformidad con las
especificaciones de diseño. Deficiencias tan evidentes como una tipogra­
fía borrosa, letras incompletas o bloques de tipos que aparecen más claros
o más oscuros que el texto de alrededor, pueden deberse a un fotocopiado
de poca calidad o una impresión defectuosa. En caso de duda, el corrector
puede preguntar «¿Tipografía, OK?» o «¿Demasiado oscuro?». Deben se­
ñalarse, indicando los ajustes necesarios si fuera posible, los casos en que
cuatro líneas consecutivas o más term inen en guión o en la misma palabra.
Una página no debe comenzar con la última línea de un párrafo. Tampo­
co debe dividirse la última palabra de un párrafo, es decir, comenzar con
el final de la palabra una línea nueva. Para corregir cualquiera de estas in­
cidencias, se puede ajustar la longitud de la página. (Se denomina «línea
viuda» a la última línea de un párrafo cuando cae en el comienzo de otra
página; se llama «huérfana» a la primera línea de un párrafo cuando apare­
ce al final de una página).

2.114 Comprobación de la alineación del texto en páginas enfrentadas. Aun­


que las páginas enfrentadas de un texto deben estar alineadas, suele acep­
tarse que cualquiera de las dos tenga una línea de más o de menos con el
fin de evitar las viudas (véase 2.113) o dejar sitio para las correcciones.
Por ejemplo, si una corrección en la página 68 requiere que se agregue una
línea extra, se le puede pedir al m aquetador que añada un espacio sobre
un subtítulo en la página 69 para que las dos tengan la misma longitud. El
tipo puede, a veces, disponerse de m anera más suelta o comprimida para
añadir (salvar) o eliminar (perder) una línea.

2.115 Verificación del sentido del texto. El corrector debe consultar, o corre­
gir, si es posible, el texto cuando este sea ilógico, confuso, redundante o fal­
te (se haya perdido por algún motivo). No obstante, toda reescritura debe li­
mitarse a la corrección de errores graves en los datos o en la sintaxis, ya que
la comprobación de las fuentes, y los cambios estilísticos y sustanciales, de­
ben haberse realizado en la fase de revisión. Deben evitarse los cambios que
puedan alterar la composición de más de dos páginas en las obras impresas,
puesto que la repaginación no solo supone un coste elevado sino que, en los
libros, puede afectar al índice.

Cómo marcar las pruebas

2.116 Marcas del corrector. Las marcas explicadas en los siguientes párrafos, e
ilustradas en las figuras 2.6 y 2.7, son, normalmente, inteligibles para to­
dos los maquetadores y otros profesionales del mundo editorial. Además,
estas marcas y convenciones constituyen la base de las herramientas de
corrección online (aunque el papel sigue siendo el estándar preferido para
la corrección, especialmente para obras de cierta extensión). Es poco pro­
bable que las instrucciones facilitadas por los impresores y editoriales di­
fieran sustancialmente de lo que se muestra aquí. Obsérvese que es mejor
rodear con un círculo todas las instrucciones escritas para el maquetador
(véase 2.118).
Marcas de revisión

SIGNOS LLAMADAS Y SIGNOS TIPOGRÁFICOS

_> Suprimir ( 0 Escribir en cursiva

r\ Escribir en redonda (letra romana)


Acercar; eliminar espacio

rj\ Suprimir y acercar (utilizar solo Escribir en negrita


cuando haya que eliminar letras
dentro de la palabra) Escribir en versalita
(¿B)
Insertar espacio Escribir en mayúscula
(vUsi
ii ii Unificar espacio entre palabras
o entre líneas X Comprobar la imagen, eliminar
manchas

eljíH°-lcW<r Espacio entre letras A Insertar o poner supenndice

'fl Comenzar párrafo nuevo V Insertar o poner subíndice

Sangrar un espacio de cuadratín


□ a derecha o izquierda MARCAS DE PUNTUACIÓN

J Mover a la derecha
i Insertar coma

[ Mover a la izquierda Insertar apóstrofo o comillas


$
simples
I Centrar
£ v Insertar comillas (tipográficas)
n Mover hacia arriba
O Insertar punto
i_i Mover hacia abajo
© Insertar signo de interrogación

i Alinear o justificar a la
izquierda Insertar dos puntos

i Alinear o justificar a la derecha — Insertar guión

Centrar horizontalmente M Insertar raya

I Centrar verticalmente N Insertar guión de medio cuadratín

\ A Transposición (|M |) Insertar paréntesis

F IG U R A 2.6. Marcas de corrector.


( 2 ?D [ "Me da igual el tipo de letra que utilice para mi libro», le
J espetó una vez un escritor miope al editor^pero por favor imprima las {£•
$ pruebas en letra grand^. Con la tecnología actual, tal peti^- f
(ón ya no suena ridicula a aquellos que estén famij^rizados con la £ / l
maquetación e impresión1. Aún así, hoy en día el tamaño de letra
tampoco se reajusta exóp^to para corregir errores. (La revisión
( & f - es un ^rte y- una obra de. artesaníá- Todos los autores deberían
^ conocer los rudimentos de la misma aunque ningún revisor espera
~%e ellos que sean expertos.Busque revisor espera de ellos que sean
expertos en la materia. Busque no solo palab ras incorrectas £
J® 10 0 mal escritas (con frecuencia un error muy e^cu¿ridizo( sino J)
tambiénjmal colocadosj^fespacios, entrecomillados y paréntesis
/(rr) «sin cej/ar», y párrafos inadecuados; y aprenda a reconocer la
diferencia entre la raya —utilizada para introducir un inciso en
■y la frase— y un guioi^normalmente usado para indicar intervalos
( j de cifras^p. ej. págs. 5-10; & a. 1165-70) y en la división de
palabras. Cualquier elemento que se(subraypen un OR. debería (rXX)
por supuesto, ir en cursiva en la versión impresa^El subrayado O
doble de letras o palabras indica que estas deben componerse
en versalitas; tres líneas indican versales.^Encontrar los errores
omitidos por el corrector es el primer deber del autor durante la
revisión. El segundo -deber es aplicar las correcciones utilizando las
j q marcas y símbolos, concebidos por los revisores procesionales,
que cualquier maquetador preparado sabrá entender. El tercer —y
— más difíci^problema para los autores al revisar su propia obra es
resistir la tentación de reformular sus palabras en las pruebas.

Editor del original

1. Con los sistemas de composición electrónicos, el tamaño de letra puede


*- reducirse eiUamañe, o agrandarse.

FIG U R A 2.7. Pruebas marcadas.


2.117 Dónde se marcan las pruebas. Las correcciones a las pruebas se deben es­
cribir siempre en el margen izquierdo o el derecho, junto a la línea corres­
pondiente. Debe ponerse también una marca en el texto (el signo de interca­
lado para una añadidura; una línea que tacha una letra o palabra para indicar
su eliminación o reemplazo), con el fin de señalar dónde debe realizarse la
corrección. Nunca debe escribirse la corrección entre las líneas, ya que po­
dría pasarse por alto. Si una línea requiere dos o más correcciones, estas de­
ben marcarse en el margen por el orden en que aparecen, separadas por lí­
neas verticales (véase fig. 2.7). Solo debe usarse una flecha o raya orientativa
cuando la corrección no puede escribirse junto a la línea en la que aparece.

2.118 Rodear comentarios e instrucciones con un círculo. Al igual que las


consultas y las instrucciones escritas a mano en el original en papel (véa­
se 2.90), las instrucciones escritas en las pruebas (tales como «véase texto
m ecanografiado adjunto», «curs.» o «red.») deben rodearse con un círcu­
lo. Tales círculos indican que se trata de instrucciones, y que esas pala­
bras y abreviaturas no deben incorporarse a la obra real.

2.119 Comunicación de cambios profundos. Siempre que las marcas necesarias


para corregir una línea o dos amenacen con volverse confusas, tache el pasaje
completo y reescríbalo correctamente en el margen. Si no hay suficiente es­
pacio en el margen, elabore un documento aparte e incluyalo con las pruebas;
el punto de inserción debe indicarse en ambos sitios. A fin de evitar la repa­
ginación de las obras impresas, se deben realizar todos los esfuerzos posibles
para hacer coincidir el número de palabras del material nuevo con el del an­
tiguo. Cuando deba trasladarse material de una página a otra, rodee o marque
de algún modo el pasaje y ponga una nota en el margen; marque claramen­
te la nueva localización y ponga también una nota en el margen. La mayoría
de los cambios globales deben marcarse individualmente para garantizar que
todo cambio se realice de la manera correcta (véase también 2.110).

2.120 Poner marcas legibles. Todas las correcciones deben escribirse con cla­
ridad (de manera que puedan apreciarse de un vistazo), con mayúsculas y
minúsculas. Por su visibilidad, suelen preferirse las marcas en rojo, pero
servirá cualquier color siempre que las enmiendas del corrector se distingan
de las de la editorial o el maquetador. Se puede utilizar tanto lápiz como
bolígrafo, pero, en cualquier caso, el corrector debe estar preparado para
eliminar marcas indeseadas. Las correcciones desordenadas pueden llevar
a com eter más fallos; las poco visibles pueden pasar inadvertidas. Si debe
enviarse al m aquetador por medios electrónicos un número pequeño de
correcciones hechas a mano para las pruebas, las marcas deben ser lo bas­
tante oscuras para distinguirse bien en un fax o en una imagen escaneada, y
no deben llegar al borde del papel, puesto que aparecerían incompletas en
la copia del receptor.
2.121 Marcas para eliminar elementos. Para eliminar una o más letras o pala­
bras, trace una línea diagonal sobre la letra o una línea recta sobre la pa­
labra o frase y escriba la marca de eliminación (véase fig. 2.6) en el mar­
gen. No debe borrarse ninguna parte del texto, y toda marca de puntuación
que haya de eliminarse debe rodearse con un círculo, en vez de tacharse,
para que siga siendo visible. La form a de la marca de eliminación puesta
en el margen no tiene por qué ser exactamente como se muestra en la figu­
ra 2.6, pero debe realizarse de tal forma que no se confunda con una d, e o /.
(Esta marca es igual en inglés y en español, puesto que procede de la gra­
fía de la zeta griega. Algunos correctores utilizan también la letra fi o inclu­
so la clave de sol). La marca «eliminar y acercar» debe utilizarse cuando se
deba eliminar de la palabra una letra o guión o, en casos de eliminaciones
más largas, cuando el material que permanece vaya a quedar unido sin es­
pacio intermedio. La marca de eliminación se utiliza cuando hay que supri­
mir algo. Cuando el elemento eliminado ha de ser sustituido por algún otro,
en el margen solamente se escribe el elemento sustituto junto a la línea o lí­
neas que han sido tachadas (véase fig. 2.7).

2.122 Añadir o eliminar espacios entre letras o palabras. Todas las palabras de
la misma línea deben ir separadas por el mismo espacio, aunque el espacia­
do variará de línea a línea en la composición justificada. Cuando los espa­
cios entre las palabras de una línea no sean iguales, introduzca signos de
intercalado en las áreas problemáticas del texto y escriba en el margen la
marca de «espaciado igual» («eq #», en inglés; en español se utilizan fle­
chas o rayas según se desee separar o juntar líneas o palabras). Para elimi­
nar el espacio entre letras o palabras, utilice la marca de «acercar» (véase
fig. 2.6) tanto en el texto como en el margen. Para solicitar más espacio en­
tre palabras o letras, inserte en el texto una línea vertical donde quiera in­
sertar el espacio y ponga en el margen la marca de espacio (#). La marca de
espacio también se utiliza para mostrar dónde se necesita más espacio verti­
cal entre líneas (o espaciado, en inglés leading —término derivado de lead,
«plomo», en referencia al metal en el que se fundían antiguamente los tipos
de im prenta—). Véase también 2.95.

2.123 Indicación de cambios en los párrafos o sangrías. Para indicar un párra­


fo nuevo, inserte en el texto una marca en forma de L a la izquierda y en
parte debajo de la palabra por la que va a comenzar el nuevo párrafo, y es­
criba en el margen la marca de párrafo (5). En español, se coloca una mar­
ca en forma de escalón. Para unir dos párrafos, trace una línea en el tex­
to desde el final de uno de ellos hasta el principio del siguiente y escriba
«desplazar» en el margen. Para sangrar una línea un espacio de seis puntos
(véase A.23) a partir del margen izquierdo o derecho, dibuje un cuadrado
pequeño (□ ) a la izquierda del material que se va a sangrar y repita el cua­
drado en el margen. Para sangrar dos o más espacios, dibuje un rectángulo
dividido en dos o más cuadrados. Para sangrar dos o más líneas consecuti­
vas, dibuje una raya hacia abajo desde el cuadrado hasta la base de la últi­
ma línea afectada.

2.124 Indicar ajustes de posición o alineación (justificado). Si alguna línea de ti­


pos, título, elemento de una tabla o cualquier otro texto queda demasiado a la
izquierda o derecha, utilice las marcas de movimiento de tipos a la derecha
(□ ) o a la izquierda (O). Si el texto que debe ir centrado no parece estarlo,
utilice ambas marcas (H E ), una a cada lado, para indicar el centrado. Cuan­
do algo parezca fuera de lugar verticalmente, utilice las marcas para mover
el tipo arriba (n) o abajo (U). Todas estas marcas deben insertarse tanto en el
texto como en el margen. Para indicar que una línea de tipos sangrada debe
comenzar alineada por la izquierda, inserte una marca de «mover a la izquier­
da» a la izquierda (ti) de la primera palabra de esa línea y escriba «izq.» en
el margen, rodeado por un círculo (véase fig. 2.7). También es frecuente uti­
lizar flechas para facilitar la comprensión de estos cambios. Para indicar que
un elemento debe aparecer alineado a la derecha, o que una línea de tipos
debe justificarse por la derecha, proceda de igual forma que en el caso ante­
rior pero indicando «mover a la derecha» (□ ) y escribiendo «dcha.» o «justi­
ficar». Finalmente, para indicar una alineación inadecuada en el material ta­
bulado, utilice la marca de alineación vertical (II) u horizontal (=), según el
caso. Para aplicar cualquiera de estas marcas a dos o más líneas consecutivas,
haga la marca lo bastante larga para abarcar todas las líneas afectadas.

2.125 Marcar elementos que deben desplazarse. Para desplazar dos letras, pa­
labras o frases de un lugar a otro, circunscríbalas con la marca de transposi­
ción de forma que queden exactamente delimitados los elementos (incluida
la puntuación) que se van a trasladar (véase fig. 2.7). Para transponer gran­
des fragmentos de texto u otros elementos, puede ser mejor encerrar entre
paréntesis u otras marcas cada elemento e incluir en el margen una instruc­
ción dentro de un círculo.

2.126 Marcar elementos que deben desarrollarse. Cuando una abreviatura o un


número deban escribirse con todas sus letras, rodéelos y escriba en el mar­
gen la marca de desarrollar («sp» encerrada en un círculo, del inglés spell
oui). Si hay alguna ambigüedad sobre su grafía, escriba la palabra completa
en el margen (véase 2.90).

2.127 Utilización de la marca «stet» para revertir correcciones o eliminacio­


nes. Para restaurar un elemento que ha sido marcado para su eliminación o
corrección, ponga una fila de puntos bajo el elemento en cuestión, tache la
marca o corrección del margen y escriba «stet» (del latín stet, «que perma­
nezca»). Para evitar cualquier confusión, se puede poner «Vale como está»
en el margen, rodeado de un círculo.
2.128 Marcar cambios de fuente y de uso de mayúsculas o minúsculas. Mar­
que los cambios de mayúsculas, minúsculas y fuentes como se explica a
continuación y recuerde rodear en el margen la instrucción correspondiente
(véanse 2.118 y figs. 2.6 y 2.7):

• Para indicar el cambio de m ayúscula a m inúscula (caja baja), trace una barra sobre
la letra y escriba «c.b.» en el margen.
• Para indicar el cambio de minúscula a mayúscula (caja alta), trace tres líneas bajo la
letra minúscula en cuestión y escriba «c.a.» en el margen.
• Para indicar versalitas, trace dos líneas bajo la letra o palabras y escriba «vers.» en
el margen.
• Para indicar cursiva, trace una línea bajo la letra o palabras y escriba «cva.» en el
margen.
• Para quitar la cursiva, rodee con un círculo la letra o palabras en cursiva y escriba
«red.» en el margen.
• Para indicar negrita, trace una línea ondulada bajo la letra o palabras y escriba
«negr.» en el margen.
• Para quitar la negrita, rodee con un círculo la letra o palabras en cuestión y escriba
«fina» en el margen.

2.129 Marcar cambios en la puntuación y los acentos. Para cam biar un sig­
no de puntuación, rodéelo de un círculo y escriba el signo correcto en el
margen. Para añadir un signo de puntuación, inserte un signo de interca­
lación y escriba el de puntuación en el margen. Para que no se pierda o
m alinterprete, todo signo de puntuación m arcado en el margen debe acla­
rarse así: la com a debe llevar encim a la letra griega lam bda (signo de in­
tercalado); el apóstrofo y las com illas deben tener debajo un signo de in­
tercalado invertido; el punto debe aparecer dentro de un círculo; el punto
y com a y los dos puntos deben ir seguidos de una línea corta vertical; y
las rayas y los guiones deben diferenciarse mediante los símbolos apro­
piados (véase fig. 2.6). Si falta un acento o signo diacrítico o es incorrec­
to, debe tacharse en el texto la letra entera y escribirse en el margen con
su form a correcta; nunca debe aparecer el acento solo en el margen. Para
que no haya lugar a dudas, debe escribirse tam bién en el margen el nom ­
bre de todo acento o m arca diacrítica inusual y rodearse con un círculo
(véase 11.2).

Verificación y asignación de la responsabilidad de los errores

2.130 Verificación de las pruebas. Además de las tareas descritas en 2.107-115,


el corrector debe llevar a cabo las siguientes comprobaciones, según las ne­
cesidades de cada obra en particular:
• Coteje los títulos de los capítulos y los artículos, subtítulos u otros encabezamientos
con la tabla de contenidos para asegurarse de que son los mismos y verifique o añada
los números de página de comienzo en la tabla de contenidos. Consulte, o elimine si
fuera necesario, todo elemento de la tabla que no aparezca en la obra.
• Si se utilizan notas al pie, asegúrese de que cada una aparece, o al menos com ien­
za, en la página que incluye su número o símbolo de referencia en superíndice.
• Complete y compruebe las remisiones del texto (véase 2.32).
• En un libro, revise la anteportada y la portada para asegurarse de que el título es
el correcto y los nombres del autor o el editor del volumen están escritos adecua­
damente. Compruebe si la información de la página de derechos es correcta y está
completa.
• En una revista, compruebe las cubiertas, el lomo y todo elemento de los prelim ina­
res o páginas finales que sea exclusivo de la revista en cuestión. Con el volumen
del año anterior a mano, compruebe los elementos que cambian en cada entrega,
tales como los números de volumen y de revista, la fecha, el mes o estación de
la publicación; asegúrese de que el intervalo de números de página que aparece
en el lomo es el adecuado; compruebe los elementos de los preliminares y de las
páginas finales que pueden haber cambiado, tales como el precio de la suscripción
o los nombres de los editores o del comité editorial; asegúrese de que en todos los
artículos individuales y otros elem entos de la revista que lleven línea de copyright,
esta sea correcta y esté incluida.

Para comprobaciones adicionales en obras electrónicas, véase 2.133-136.

2.131 Asignar responsabilidades por errores en las pruebas. Se le puede pe­


dir al corrector que distinga los errores producidos en el proceso de com ­
posición de los errores que no se corrigieron en el original o que se pro­
dujeron durante la lim pieza editorial después de que el autor revisara la
edición. En tales casos, las correcciones pueden ir acom pañadas de abre­
viaturas, establecidas por la editorial o el maquetador. Todas estas indi­
caciones deben rodearse con un círculo para evitar que se incluyan en las
pruebas corregidas.

2.132 Alteraciones del autor frente a alteraciones del editor. En el caso de los
libros, el contrato editorial puede permitir al autor realizar, sin penaliza-
ción, alteraciones en las pruebas hasta cierto porcentaje del coste inicial de
la composición. Dado que el coste de las correcciones es bastante superior
al de la composición original, un permiso de alteración por el autor de, por
ejemplo, un 5 % no significa que pueda alterarse el cinco por ciento de las
pruebas. Se le puede pedir al autor que pague el exceso de coste respecto a
las alteraciones permitidas por el contrato. Los números de página añadidos
a las remisiones en las pruebas se consideran normalmente alteración del
autor. Las correcciones de errores no detectados o incluso producidos du­
rante la edición se consideran alteración del autor si este revisó y aprobó el
original editado. La corrección de un error introducido en el original por la
editorial después de la revisión del autor (por ejemplo, por el editor del ori­
ginal al introducir los últimos ajustes del autor) es una alteración del editor
y no puede cargarse en la cuenta del autor. Facilitar los números de página
en las listas de tablas e ilustraciones y en los encabezamientos de las notas
constituye una alteración del editor. Sobre el caso de artículos, consulte a la
editorial de la revista.

Corregir y probar publicaciones electrónicas

2.133 Lista de comprobación para corrección de pruebas de publicaciones


electrónicas. Todo elemento de una publicación electrónica debe corregir­
se, verificarse y probarse en su forma final antes de que esta sea publicada.
No debe pasarse por alto ningún elemento. Además de muchas de las tareas
descritas en 2.107-115 y 2.130, la verificación exhaustiva incluirá algunos
de los siguientes pasos:

1. Exam inar cuidadosam ente el diseño para asegurarse de que no falta ningún
elemento, de que todos ellos tienen el aspecto previsto y de que no hay ninguna
marca añadida con otros fines (por ejem plo, para una versión impresa) que
afecte negativamente a la versión electrónica.
2. C onfirm ar que todos los caracteres especiales han sido convertidos correcta­
mente (véase 2.110; véase también 11.2). Debe verificarse que los caracteres
que han sido tratados como mapas de bits son correctos, legibles y tienen la
apariencia adecuada (véase A .35).
3. Verificar que todos los hipertextos y demás elem entos interactivos funcionen
correctamente, tanto los enlaces y características funcionales que operan dentro
de la obra como los que dirigen a otros sitios o recursos. En las publicaciones
web, puede facilitar este proceso un mapa del sitio (es decir, una lista o cuadro
de todas las páginas navegables).
4. Asegurarse de que las ilustraciones o elementos no textuales de la obra están
presentes, funcionan y aparecen tal y como debe ser.
5. En obras que se vayan a publicar sobre papel y online, asegurarse de que
coinciden exactamente en su forma, si es lo que se pretende, o difieren según
está previsto, y que tal diferencia está especificada explícitam ente en ambas
versiones (véase 1.73).
6 . Comprobar la ortografía y sentido de todo cambio reciente.

Aunque las verificaciones y pruebas iniciales se habrán realizado en la fase


de edición, la persona (o personas) responsable de la corrección de la copia
electrónica deberá revisar de manera sistemática cada elemento de la publi­
cación, preferiblemente siguiendo una lista de comprobaciones que se ha­
brá creado con tal fin durante las fases de desarrollo del proyecto.
2.134 Prueba de publicaciones basadas en Internet. Además de contener infor­
mación bien editada, exacta y sin errores, una publicación basada en Internet
(véase 1.111) debe funcionar como es debido, normalmente en varias plata­
formas. Esta funcionalidad debe ser puesta a prueba en varias fases del de­
sarrollo del proyecto, no solo al final y no solo por el equipo de editores o
correctores. Para cuando se ha terminado de trabajar con el contenido de una
publicación basada en Internet, habitualmente la interfaz ha atravesado varias
fases de revisión editorial para analizar los elementos básicos del diseño y su
estructura de navegación y editar elementos anexos tales como los mensajes
de error, el texto de las etiquetas (como el que aparece en los «botones») y
los metadatos (véase A. 11). A algunas publicaciones les vendrá bien una fase
de evaluación beta, en la que se invitará a los potenciales usuarios a infor­
mar de los errores y a sugerir cambios antes de la fecha oficial de lanzamien­
to. Otros procedimientos de evaluación más específicos deben observar los
documentos «casos de uso» ( u se -c a se ; véase 2.135). Las pruebas posterio­
res a la fecha de lanzamiento incluirán la supervisión editorial de todo nuevo
contenido generado por la publicación, como los comentarios de los lectores.
En todas las fases se debe disponer de procedimientos para una prueba de re­
gresión, es decir, una que proteja frente a errores imprevistos causados por la
corrección de otros errores, por la introducción de nuevas funciones o con­
tenidos o por otros cambios. En las revistas o n lin e y otras publicaciones pe­
riódicas, no es necesario repetir todas estas fases de prueba de los elementos
fijos de diseño y funciones cada vez que se añade un contenido nuevo, pero
debe verificarse el nuevo contenido como se describe en 2.133.

2.135 Documentación para las pruebas. La evaluación exhaustiva de una publi­


cación web debe implicar su cotejo con varios documentos que describan
su funcionalidad, comportamiento y navegación previstos. Normalmente,
se crean varios tipos de documentos como parte del proceso de desarrollo
de la publicación. Los d o c u m e n to s d e d e fin ic ió n d e fu n c io n e s , por ejemplo,
proporcionan descripciones detalladas del modo de funcionamiento de los
diversos elementos del sitio web. La definición de los elementos de un mo­
tor de búsqueda especificará cómo se ordenan y se muestran en la página
los resultados de la búsqueda, cómo pueden los usuarios limitar la búsque­
da a ciertos tipos de contenidos, cómo manejar los términos con signos dia­
críticos, etc. Los d o c u m e n to s d e c a so s d e u so (u se -c a se ) proporcionan una
descripción más completa del comportamiento de un elemento, especifi­
cando exactamente cómo responderá a cada clic de ratón y a cada pulsación
de una tecla por parte del usuario. Los e sq u e m a s d e p á g in a s o m a q u e ta s de
p a n ta lla , también conocidos como w irefra m e, proporcionan una representa­
ción visual del diseño y distribución de la página, y las e sp e c ific a c io n e s de
la in terfa z d e u su a rio pueden dar orientaciones adicionales. Por último, los
d o c u m e n to s de c a so s d e p ru e b a (te s t-c a s e ) dan instrucciones exactas paso a
paso para probar una determinada función o página.
2.136 Comunicar los cambios de las publicaciones basadas en Internet. Al igual
que los editores de manuscritos subrayan en rojo los cambios (véase 2.81) y
llevan una hoja de estilo para el manuscrito de un libro, o los correctores uti­
lizan un conjunto específico de marcas para notificar los cambios, las perso­
nas implicadas en la producción de una publicación basada en Internet ne­
cesitarán un sistema de seguimiento y aplicación de cambios y decisiones
estilísticas. Mientras que, en el caso de un libro impreso, tales asuntos se re­
gistran normalmente en una serie de copias en papel, los proyectos basados
en Internet se sirven generalmente del uso de una base de datos centraliza­
da. Los procedimientos de uso de tales sistemas deben desarrollarse (y do­
cumentarse debidamente) con la introducción de datos por parte de los desa-
rrolladores web, diseñadores, editores, correctores y examinadores. En todo
proyecto, las entradas de tal base de datos —en combinación con la docu­
mentación para las pruebas descrita en 2.135— pueden servir como contra­
to entre los editores y el equipo de producción, para garantizar que los cam­
bios se aplican adecuadamente y los elementos funcionan como deben. La
responsabilidad, las fechas de revisión y el resto de la información deben ir
complementadas por listas de verificación, para los encargados de las prue­
bas que sigan las mismas reglas. La supervisión editorial de la base de datos
del proyecto es crucial y, para contar con ella, deben documentarse todos los
cambios, por triviales que sean. Por último, los cambios que se realicen tras
la fase de desarrollo inicial deben estar sujetos, por lo general, no solo a la
supervisión sino también a la autorización editorial.
Ilustraciones y tablas
Presentación 3.1
Ilustraciones 3.3
Tipos de ilustraciones y sus partes 3.3
Ubicación y numeración de ilustraciones 3.8
Preparación del material gráfico 3.15
Pies de ilustración 3.21
Créditos 3.28
Lista de ilustraciones 3.37
Gráficos 3.40
Tablas 3.46
Introducción 3.46
Partes de una tabla 3.49
Alineación y formato de las celdas 3.68
Notas a las tablas 3.74
Edición de las tablas 3.79
Presentación
3.1 Definición de ilustración. Las ilustraciones, también denominadas figuras,
son material gráfico —es decir, cualquier elemento representado por medio
de una imagen en vez de letras y otros símbolos ortográficos que constituyen
el material original de un libro o artículo—. Entre las ilustraciones se inclu­
yen, por tanto, pinturas, fotografías, dibujos lineales, mapas, gráficos y ejem­
plos de partituras musicales. Esta lista se amplía, en ocasiones, para incluir
los archivos de audio y vídeo destinados a enriquecer las publicaciones elec­
trónicas. Para un análisis exhaustivo de las ilustraciones —incluyendo las di­
rectrices para su preparación, ubicación, numeración y la asignación de pies,
con ejemplos tomados de las publicaciones de la Universidad de Chicago—
véase 3.3-45.

3.2 Definición de tabla. Una tabla es una lista más o menos compleja presen­
tada en forma de conjunto de columnas verticales y filas horizontales. Al
igual que las ilustraciones, las tablas se presentan separadas del cuerpo del
texto. Las tablas también se asemejan a las ilustraciones en la medida en
que unas y otras pueden considerarse formas de representación visual de
información. Sin embargo, dado que se componen de texto alfanumérico,
las tablas se elaboran, por lo general, junto con el texto, en lugar de como
material gráfico independiente (véase, no obstante, A .34). Para un análisis
exhaustivo de las tablas —incluyendo directrices para la preparación, co­
locación, numeración y edición— véase 3.46-85.

Ilustraciones
Tipos de ilustraciones y sus partes
3.3 Imágenes de tono continuo e imágenes tramadas (medios tonos). En­
tendemos por imagen de tono continuo toda imagen, como una pintura o
una fotografía, que contiene gradaciones de tonos claros a oscuros —en
blanco y negro (escala de grises) o color (véase fig. 3.1) — . Para obtener
imágenes de tono continuo en impresión offset, que usa tinta monocromá­
tica (negra) para blanco y negro y cuatro tintas para color (cian, magen­
ta, amarillo y negro —abreviado como CM Y K—), se debe recurrir a una
reproducción tramada (véase fig. 3.2). (En las imágenes en color desti­
nadas a una pantalla se recurre al modo RGB —rojo, verde y azul —). La
técnica de medios tonos descompone la imagen en un conjunto de pun­
tos equidistantes cuyo tamaño varía para generar la ilusión de continuidad
entre tonos claros y oscuros. Para la reproducción tramada en blanco y ne­
gro, los autores deben enviar material gráfico original, impreso y en aca­
bado satinado. Para ilustraciones que hayan de reproducirse en color, lo
Madre emigrante, fotografía de Dorothea Lange, 1936.

FIG U R A 3.1.
En la parte superior, reproducción tramada
de una fotografía digital.

FIG U R A 3.2.
A la derecha, detalle de la figura 3.1 en el que
se aprecia el patrón de puntos de una imagen
tramada (véase 3.3).

que implica un proceso a cuatro tintas, se suele optar por las transparencias
en color. Los autores que envíen fotografías digitales o imágenes escanea­
das deben consultar las directrices de su editorial sobre la preparación del
material gráfico en soporte informático.

3.4 Dibujos lineales. El material gráfico exclusivamente en negro sobre fondo blan­
co, sin secciones grises (es decir, degradaciones) —como los dibujos a pluma—
se conoce tradicionalmente como arte lineal (o, menos comúnmente, como
FIG U R A 3.3. Dibujo lineal con etiquetas descriptivas (véanse 3.4 y 3.7). El texto que lo
rodea en la obra de la que procede esta figura sin numeración ni pie de foto identifica la
planta como un tallo de Sinarundinana.

copia lineal) (véanse figs. 3.3 y 3.4). El arte lineal puede publicarse en
blanco y negro o en color. Los gráficos, de cara a su reproducción o presen­
tación, tanto en trabajos impresos como en trabajos electrónicos, también
pueden considerarse arte lineal, aunque lo normal es que se elaboren utili­
zando aplicaciones de software especializadas, incluso cuando el resultado
final vaya a ser una imagen (sobre los gráficos, véase 3.40-45). Los ejem ­
plos de notación musical pueden tratarse también como arte lineal y esca­
nearse en caso de que no hayan sido preparados ex profeso para su publi­
cación —generalmente por especialistas— (véase fig. 3.5). A menudo las
editoriales pueden reproducir arte lineal generado por ordenador sin te­
ner que rehacerlo, siempre que esté bien preparado. Los autores deben re­
cibir las directrices de la editorial. Sobre el uso del sombreado en el arte
lineal, véase 3.19. Sobre las convenciones relativas a la notación musical,
véase 7.48-53.
A ^ ^ B

no. 3 Dibujos preparatorios de secciones sucesivas del eje de la raíz principal de


la Carpinus cawliniana. La línea vertical de la parte alta de cada dibujo representa
la incisión mencionada en «Materiales y métodos». El contorno exterior define la
superficie del eje; la línea siguiente, hacia el interior, marca la ubicación del cámbium
vascular, y la línea de puntos representa el límite de la primera fase de crecimiento. A y
C corresponden a secciones que se encuentran separadas cuatro milímetros entre sí, cada
una de ellas inmediatamente adyacente a una marca de la ramificación de la raíz, con
una acumulación secundaria decreciente de xilema hacia el lado de la ramificación (cf.
fig. IB para entender la posición de estas secciones en relación con la raíz secundaria).
B representa una sección entre A y C, que muestra un xilema secundario de densidad
uniforme, en tomo al eje principal.

FIG U RA 3.4. Dibujo lineal que incluye número y pie de la figura (véanse 3.4, 3.8-14 y
3.21-27). Las tres partes del dibujo, nombradas con letras mayúsculas, se analizan en el
pie (véase 3.7).

EJEMPLO 7.6 D aliso e Deim ita, segundo acto. "Nel lasciarti, oh Dio! mi sento ”, mm. 86-97

tut - ta l'a - ni - m a ge - lar, tu t - ta l'a - ni - m a ge -

-la r, tut - ta l'a - n i - m a ge - lar, tut - ta l’a - n i-m a ge - lar.

FIG U R A 3.5. Las citas de partituras se anotan encima de la Ilustración, en lugar de de­
bajo. Este tipo de imágenes puede reproducirse fotográficamente (por ejemplo, a partir
de una partitura ya publicada) o elaboradas por especialistas (véase 3.4).

3.5 Láminas y figuras de texto. Las ilustraciones —sean imágenes tram a­


das o arte lin eal— intercaladas en el texto se denominan figuras. Even­
tualmente, algunos tipos específicos de ilustraciones, como los mapas o
las citas de partituras, se designan por sus correspondientes categorías, en
lugar de por el térm ino genérico «figura» (véase fig. 3.5). El término «lá­
mina», en sentido estricto, designa una ilustración a toda página. Las lámi-
ñas pueden aparecer individualm ente entre ciertas páginas del texto, aun­
que por lo general se agrupan en galerías (véase 3.6). En los trabajos que
contienen tanto fotografías como arte lineal, en ocasiones se utiliza «lá­
mina» —de form a no dem asiado rigurosa— para las prim eras y «figura»
para el segundo.

3.6 Galerías. Una galería es una sección de un trabajo impreso dedicada a las
ilustraciones —generalmente imágenes tram adas—. Si se imprime en un
gramaje diferente del utilizado para el texto, la galería no se pagina; por
ejemplo, podría aparecer una galería de ocho páginas entre las páginas 136
y 137. Una galería así se compondría, por lo general, de cuatro, ocho, doce
o más páginas (por cuestiones de impresión y encuademación, siempre será
un número múltiplo de cuatro). Si la galería se imprime junto con el texto,
en el mismo papel, sus páginas pueden ser incluidas en la numeración, aun­
que el número de página no sea visible (véase 1.38). Las galerías siempre
comienzan en una página impar y siempre deben situarse entre dos pliegos
(véase A.51).

3.7 Pies, leyendas, recuadros y etiquetas. A veces los términos «pie» y «le­
yenda» se utilizan indistintamente para referirse al texto explicativo que
aparece en una ilustración —por lo general inmediatamente debajo, pero
a veces encima o a un lado—. Una «clave» (en ocasiones denominada le­
yenda) aparece dentro de la propia ilustración y no como parte del pie, con
objeto de identificar los símbolos utilizados en un mapa o gráfico. Acerca
de los pies, véase 3.21-27. «Etiquetas» son todos los términos descriptivos
que aparecen en una ilustración. También pueden ser símbolos (a menudo
letras) em pleados para indicar las partes de la ilustración (véanse las fi­
guras 3.3, 3.4 y 3.6; véanse también 3.12 y 3.43).

Ubicación y numeración de ilustraciones

3.8 Ubicación de las ilustraciones respecto al texto. Salvo que se presen­


ten por separado (como en una galería; véanse 3.6 y 3.14), cada ilustración
debe aparecer tan inmediata como sea posible tras la primera alusión a ella
que se haga en el texto. En formato electrónico, puede aparecer la m iniatu­
ra de la imagen junto con su pie y enlazada a la versión de tamaño normal
tras el párrafo en el que se menciona por prim era vez. En obras impre­
sas, para adaptarse a la com posición de la página, la imagen solo pue­
de preceder a la referencia si aparece en la m ism a página o doble página
que esta o si el texto es dem asiado corto com o para perm itir que todas
las figuras y tablas se sitúen a continuación de sus correspondientes refe­
rencias. Si la ilustración o la imagen en miniatura se intercala en el texto,
Fig. 1 Flor de Mimulus guttatus. A: Vista lateral de dos flores
en las que se señalan los pelos de la corola y el estigma. En la
flor de la izquierda, la corola y las anteras han sido retraídas
para que se puedan apreciar el estigma y el estilo. B: dibujo
lineal de las vistas frontal y lateral. La línea de corte utilizada
en la manipulación fenotípica se ilustra en la vista frontal. En
cuanto a la lateral, se ha eliminado la parte superior de la corola
para mostrar la ubicación de las partes reproductivas respecto a
los pelos de la corola.

FIG U RA 3.6. Figura que contiene una fotografía y un dibujo lineal, cada uno con sus eti­
quetas descriptivas e identificados por las letras A y 6, respectivamente (véanse 3.7 y 3.12).
el autor o (si este no lo ha hecho) el editor debe especificar, mediante lla­
madas en el original, la ubicación que prefiere para cada una (véase 2.27).
Adviértase que una anotación (por ejemplo, «fig. 5 más o menos por aquí»)
es una instrucción para la composición o producción y no aparecerá en la
obra publicada (al contrario que las referencias del texto, dirigidas a los
lectores; véase 3.9). En una obra impresa, la mayoría de las ilustraciones
aparecerán al principio o al final de la página. No se necesitan anotaciones
para las ilustraciones que vayan a aparecer en una galería impresa. En una
obra publicada en formato digital, estas anotaciones pueden obviarse o re­
emplazarse por marcas electrónicas para las referencias de texto y las figu­
ras y pies asociados a ellas.

3.9 Referencias en el texto a ilustraciones numeradas. Cuando una obra


contiene muchas ilustraciones, es habitual asignarles números (véase, no
obstante, 3.13) y referirse a ellas en el texto mediante estos: «como mues­
tra la figura 1...», «compárense figuras 4 y 5». Si la versión electrónica de
una obra contiene figuras que no aparecen en la versión impresa, las refe­
rencias del texto de esta pueden indicar a los lectores la ubicación de las fi­
guras en la versión electrónica (así se evita crear una numeración diferen­
te para cada versión; véase 1.73). Nunca hay que referirse en el texto a una
ilustración como «la fotografía de la página siguiente» o «el gráfico de esta
página», dado que puede resultar imposible ubicarla ahí en la versión final
de la obra (véase, sin embargo, 3.24). En el texto, la palabra «figura» se es­
cribe por lo general en redonda, minúsculas y sin abreviar, excepto en las
referencias entre paréntesis («fig. 10»), «Lámina», sin embargo, no debe
abreviarse como «lám.». En los pies de foto, a veces, estos términos se dis­
tinguen tipográficamente del resto (véase 3.23).

3.10 Numeración de ilustraciones continua o separada. En una obra pueden


numerarse todo tipo de ilustraciones en una sola secuencia continua. En tra­
bajos de extensión similar a la de un libro, a veces los mapas se numeran
aparte (por ejemplo: «mapa 1, mapa 2...» ) para comodidad de los lectores;
las ilustraciones en soporte diferente siempre se numeran por separado (por
ejemplo: «vídeo 1, vídeo 2...»). En una obra que se publique tanto en papel
como en formato digital, las ilustraciones que solo aparecen en este último
obligan a veces a que cada versión tenga una numeración propia (véase, no
obstante, 3.9). Sobre numeración doble, véase 3.11. Sobre las ilustraciones
en galería, véanse 3.6 y 3.14.

3.11 Numeración doble de las ilustraciones. En textos científicos y técnicos,


publicaciones ampliamente ilustradas y libros con capítulos de diferentes
autores, se puede usar numeración doble. Cada ilustración lleva el núme­
ro del capítulo seguido del número de ilustración, generalmente separados
por un punto. Así, por ejemplo, la figura 9.6 es la sexta figura del capítu­
lo 9. En el caso de que un capítulo contenga una sola ilustración, puede uti­
lizarse igualmente la numeración doble (por ejemplo, «figura 10.1»), Las
figuras del apéndice pueden numerarse como « A .l, A.2», etc., o, si hay va­
rios apéndices, empleando una letra para cada uno: «A .l, A.2, B .l, B.2»,
etc. En la fase de edición, la numeración doble facilita el manejo de m últi­
ples ilustraciones y, en caso de que se produzcan adiciones o eliminaciones,
la renumeración supone menos trabajo. P or otra parte, también facilita a los
lectores la localización de una ilustración determinada. Este manual utiliza
numeración doble para las ilustraciones y tablas, así como para los párrafos
de texto (véase 1.55).

3.12 Identificación de las partes de una ilustración. Chicago-Deusto reco­


mienda el uso de números arábigos para cualquier tipo de ilustración: «fi­
gura 12», «fig. 10.7». Cuando una figura se compone de varias partes, cada
una de ellas puede llevar una letra diferente («A, B, C», etc.); basta con un
solo pie que relacione cada letra con su parte (véanse las figs. 3.4 y 3.6).
Por ejemplo, las referencias del texto pueden aludir a una «fig. 10.7C» (ad­
viértase que las letras van generalmente en cursiva tanto junto al núm e­
ro como aisladas). Las partes pueden también describirse de acuerdo con
sus posiciones relativas en la página impresa (véase fig. 3.7; véase tam ­
bién 3.24); las posiciones relativas deben mantenerse en la versión electró­
nica si se ha de utilizar la misma descripción. (En el supuesto, raro y poco
recomendable, de que a última hora tenga que añadirse una figura a una
obra destinada a ser impresa, cuando ya no es posible volver a numerar to­
das las demás figuras, puede emplearse «fig. 10.7A» para referirse a una fi­
gura insertada entre las figuras 10.7 y 10.8.)

3.13 Numeración provisional para ilustraciones que no irán numeradas. En


algunas obras, donde las ilustraciones no forman parte del texto ni este con­
tiene referencias a ellas, la numeración es innecesaria. Sin embargo, en las
fases de edición y producción, todas las ilustraciones, así como sus respec­
tivos pies, deben llevar numeración para asegurar su correcto orden. En los
libros destinados a ser impresos, una vez que se hayan aprobado las pági­
nas de prueba, también se pueden etiquetar con números de página u otra
información relevante, com o medida adiciona] de seguridad, las copias de
escaneados e impresiones (por ejemplo: «fig. 1, página 47, parte superior»,
o «lámina 3, galería»).

3.14 Numeración de las ilustraciones de una galería. Cuando las ilustracio­


nes van agrupadas en una galería, no es necesario numerarlas, a no ser que
se haga referencia a ellas en el texto; si bien en las fases de edición y pro­
ducción deben asignárseles números provisionales para asegurar su orde­
nación correcta (véase 3.13). Si los números son necesarios y la obra con­
tiene además ilustraciones intercaladas en el texto, pueden adoptarse dos
series numéricas. Por ejemplo, las ilustraciones del texto pueden denomi­
narse «figura 1», etc., y las de la galería, «lámina 1», etc.

Preparación del material gráfico

3.15 Envío del material gráfico a la editorial. Los autores que preparen las
ilustraciones digitalm ente deben consultar a la editorial antes de enviar
los archivos. La m ayoría de las editoriales requieren copias físicas, ade­
más del m aterial enviado en form ato electrónico. (Puede darse el caso de
que se solicite una im agen estática del archivo audiovisual enviado para
m ejorar la versión electrónica). También se debe aportar una lista del
software utilizado para crear el m aterial gráfico digital, y se debe infor­
m ar a la editorial de si se ha em pleado alguna fuente (tipografía) espe­
cial en la elaboración de dibujos, diagram as, m apas, etc; la editorial pue­
de necesitar que el autor le sum inistre dicha fuente. Véanse tam bién 2.4
y 2.33. Todo escaneo sum inistrado por el autor debe seguir las pautas de
la editorial, y ser realizado, preferentem ente, por un profesional de las
artes gráficas. (Por lo general, las editoriales prefieren escanear por sí
m ism as las im ágenes para garantizar que el conjunto tenga una calidad
uniform e, así com o para facilitar las etapas subsiguientes del proceso
de publicación). En la actualidad, se suele trabajar con ficheros de im a­
gen de un mínim o de 300 ppp y en modo de color CM YK, acompañados
de pruebas im presas de su contenido. En cualquier caso, es la editorial
la que debe especificar las características de los ficheros electrónicos y,
en el supuesto de que las im ágenes aportadas por el autor no cumplan
los requisitos exigidos (com o ocurre, con frecuencia, con los archivos
descargados de Internet), serán rechazadas por la editorial, que pedirá o
propondrá alternativas.

3.16 Identificación del material gráfico en la editorial. El material gráfico


enviado en formato electrónico debe guardarse en archivos separados con
nombres descriptivos que los identifiquen con precisión; estos nombres
deben incluirse en las respectivas copias físicas junto a los números que
deben corresponder con las llam adas a las figuras en el original. El m ate­
rial gráfico original enviado como copia física (por ejemplo, las im pre­
siones fotográficas) debe ser claram ente identificado por su autor o, en su
defecto, por la editorial, de tal form a que el original no sufra daños. Cada
elem ento debe num erarse en el reverso, a lápiz, muy suavemente, asegu­
rándose de no dejar marcas visibles en el anverso. Si el papel no perm i­
te utilizar lápiz de grafito, se deberá em plear en su lugar una etiqueta au-
toadhesiva. Se debe evitar emplear bolígrafos, lápices grasos, rotuladores,
grapas y clips. Sobre la numeración, véase 3.8-14; sobre los pies de ilus­
tración, véase 3.21-27.
Fig 8.34. Parte superior, insecto
palo (fam. Phasmatodea ),
con detalles de su cabeza y
patas; centro, ampliaciones de
diferentes partes de un insecto
palo; parte inferior mantis
religiosa (fam. Mantidae ), con
detalles de su cabeza y patas,
que incluyen, en la parte inferior
derecha, detalles del tarso, el
fémur y la coxa alargada (no
aparece el trocánter). París,
Biblioteca del Instituto de
Francia, MS 974, folio entre
11.2 y 11.3. Fotografía de RMN-
Gérard Billot.

FIG U R A 3.7. La posición relativa de cada parte de esta figura compuesta está identifi­
cada en el pie de Ilustración (véase 3.24).

3.17 Inventario de material gráfico del autor. Junto con el material gráfico, el
autor debe facilitar una lista completa de las ilustraciones, especificando las
que deben aparecer en color, cualquier duplicado o extra y las que estén en
preparación. (Adviértase, sin embargo, que tanto para libros como para re­
vistas, es siempre deseable y a menudo obligatorio entregar todas las ilus­
traciones a la vez que el original; véase 2.3). Si la obra se va a publicar en
papel y en formato electrónico, y las versiones difieren en el número de
ilustraciones o en el uso del color, esta información debe explicitarse en el
inventario.

3.18 Inventario de material gráfico de la editorial. Tan pronto como las reci­
ba, la editorial debe cotejar las ilustraciones con el inventario del autor (véa­
se 3.17). Si algún fichero está dañado o no puede reproducirse por cualquier
otro motivo, será necesario solicitar el envío de una copia o versión aprove­
chable (si faltan ilustraciones, también será necesario localizarlas). Toda ilus-
tración debe ser revisada para asegurarse de que está bien numerada y clasi­
ficada y de que se corresponde con su pie (los autores deben facilitar los pies
de ilustración en un archivo aparte; véase 2.23). Si el autor no lo ha hecho
antes, debe fotocopiarse cada ilustración impresa, incluyendo su numeración
y demás información relevante. (Sin embargo, la editorial debe abstenerse de
usar tales fotocopias para preparar o comprobar la información sobre los cré­
ditos y pies de ilustración, a no ser que las copias reproduzcan el original con
total claridad. Para este fin, lo más apropiado es utilizar los originales o im­
presiones digitales en alta resolución). Por último, la editorial debe compro­
bar que dispone de todos los permisos necesarios (véase 4.48-75).

3.19 Recorte, variación del tamaño y sombreado. Para hacer sugerencias so­
bre el reencuadre o recorte de una imagen —es decir, reducirla eliminando
sus partes superfluas— los autores deben marcarlas en una copia en papel o
en una fotocopia o, si emplean el original, usar un revestimiento protector
para no dañarlo. Para las imágenes que deban cambiar de tamaño, se deben
calcular las dimensiones definitivas a partir de las medidas del original. Los
autores deben ser conscientes especialmente de esto cuando preparen dibu­
jos lineales que contengan etiquetas o una clave. Se deben tener en cuenta
las relaciones entre tamaño o cuerpo de letra, peso de línea (su grosor, me­
dido en puntos) y tamaño final de la impresión al crear los dibujos, para ga­
rantizar la legibilidad. Si se le da a la imagen el tamaño deseado y se impri­
me (o se fotocopia), es posible tener una idea aproximada de cómo quedará
la versión final. Evite utilizar filetes excesivamente finos que puedan de­
saparecer al imprimir. De igual forma, se debe evitar el sombreado, ya que
puede perder mucha calidad con la reducción; es preferible utilizar rayas,
puntos y otras tramas de relleno en blanco y negro para distinguir determi­
nadas áreas de las que van en blanco o en negro. No obstante, muchas edi­
toriales permiten el sombreado en dibujos lineales si estos se entregan en
formatos electrónicos específicos; consulte las normas de entrega de su edi­
torial antes de preparar el material final (véase 3.40-45).

3.20 Material gráfico que deba ser reeiaborado por la editorial. Los autores
que entreguen dibujos lineales (por ejemplo, un plano o un gráfico) que el
editor haya aceptado reelaborar, deben indicar claramente en una fotocopia
o, en caso de ser demasiadas, en un documento, con su clave, adjunto a la
ilustración, todas las etiquetas (palabras o símbolos) que deban modificarse
o añadirse. Donde sea posible, los enunciados, abreviaturas y símbolos de­
berán ser coherentes con los empleados en el texto. Análogamente, deben
reservarse las mayúsculas para aquellos términos que, de estar presentes en
el cuerpo del texto, las llevarían. Todos los nombres incluidos en un mapa
que vaya a ser reeiaborado deben presentarse como una lista independiente,
en la que los países, provincias, ciudades, ríos y demás elementos estén di­
vididos en grupos, ordenado cada uno de estos alfabéticamente.
Pies de ilustración

3.21 Sintaxis, puntuación y mayúsculas. El pie —texto explicativo que apa­


rece fuera (generalm ente debajo) de la ilustración— se distingue de las
claves ex p licativas y etiquetas que aparecen dentro de la ilustración
(véanse 3.7 y 3.43). El pie puede estar form ado por una o dos palabras,
una frase com pleta o incom pleta, varias frases o una com binación de es­
tos elem entos. No es necesario utilizar signos de puntuación de cierre
después de un pie form ado por una sola frase incompleta. Si la siguen
una o más frases com pletas, todas ellas (incluyendo la primera) deben
llevar puntuación de cierre. En una obra en la que la m ayoría de pies de
foto consisten en frases com pletas, las incom pletas pueden cerrarse con
un punto, para m antener la coherencia. En los pies, solamente se escri­
ben con m ayúscula inicial la prim era palabra y los nombes propios (véa­
se 3.22).

Visita a Australia durante la guerra, invierno de 1940

El W hite Garden, muy mermado al comienzo de la primavera. Hay que tener sumo
cuidado para arm onizar el tamaño de los setos de boj, que se siguen cortando a
mano, con la escala del pequeño y complejo jardín, procurando mantenerlos, junto
a las plantas, en las parcelas en que este se divide.

3.22 Títulos en pies de ilustración. Los títulos de las obras deberán seguir las re­
glas expuestas en el capítulo 8 (véase 8.154-183), ya se presenten indepen­
dientemente o incluidos en el pie. En consecuencia, y a diferencia de lo
acostumbrado en inglés, los títulos en español llevarán mayúscula inicial
únicamente en su primera palabra y en los nombres propios (véase 8.157),
y muchos —incluidos los de pinturas, dibujos, fotografías, estatuas y li­
b ro s— irán en cursiva; otros aparecerán en redonda, entre comillas. So­
bre títulos extranjeros, véase 11.3-8.

Frontispicio de Christian Prayers and M editations (Londres: John Daye, 1569),


en el que se puede ver a la reina Isabel orante en su capilla privada. Reproducido
con perm iso del arzobispo de Canterbury y de los fideicom isarios de la Lambeth
Palace Library.

La cabeza de Venus —detalle de la obra de Botticelli El nacimiento de Venus—,

H elena Almeida: D ibujo habitado, 1975. G elatinobrom uro de plata sobre papel,
59 x 56 cm. M adrid, M useo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

Friedrich Overbeck y Peter Comelius, retrato doble, a lápiz, 1812. Anteriormente en


la colección Lehnsen, Scarsdale, Nueva York.
3.23 Separación entre números de ilustración y pies. Los números de ilus­
tración deben distinguirse de los correspondientes pies de foto. Suele bas­
tar con un punto después del número. Si el número se distingue tipográfi­
camente —por ejemplo, con negrita— se puede prescindir del punto. Se
puede añadir espacio extra entre el número y el pie de foto para garanti­
zar su legibilidad, como se aprecia en el segundo ejemplo. El libro de es­
tilo de la revista (o, si se trata de un libro, el diseñador, la editorial o am­
bos) determ inarán si fi g u r a se escribe con todas sus letras o si se abrevia
como «fig.».

Figura 3. Estratigrafía y geocronología detallada del supergrupo Dubawnt.

lámina 5 Palacio de los Gobernadores, Santa Fe, Nuevo México. Fotografía sin
datar, hacia 1900.

En ciertos casos, pueden omitirse las palabras fig u r a o lá m in a —por ejem­


plo, en un libro cuyas ilustraciones consistan en largas series de fotografías
numeradas de forma continua —.

3.24 Uso de los localizadores en los pies de ilustración. Se deben escribir en


cursiva términos como a rrib a , a b a jo , a la izq u ierd a , a la d erech a , d e iz­
q u ierd a a d erech a , en e l se n tid o d e la s a g u ja s d e l reloj, d e sd e la izq u ierd a
o in terca la d o para identificar elementos de una ilustración o partes de un
conjunto de ellas o, en publicaciones impresas, una ilustración que no apa­
rezca en la misma página que su pie. Si el término precede al elemento que
identifica, debe ir seguido de una coma, o de dos puntos si le sigue una lis­
ta. Cuando aparece en el medio de una frase o tras el elemento en cuestión,
puede ir entre paréntesis (véase fig. 3.7).

Fig. 4. A rr ib a a la izquierda, Salvador Dalí; a rrib a a la derecha, Federico García


Lorca; a b a jo a la izqu ierd a, José «Pepín» Bello; a b a jo a la derecha, Luis Buñuel.

D e izq u ierd a a d erech a : M adeleine K. Albright, Dennis Ross, Ehud Barak y Yaser
Arafat.

P á g in a sig u ie n te: Los altos árboles del valle, plantados por Russell Page, se reflejan
entre nenúfares, Nym phaea, y espigas de agua, P o n ted eria cordata.

Figura 2. D iagram a esquem ático que m uestra la lám ina superior (a r r ib a ) y la


inferior (a b a jo ) del sistema de fallas de empuje de Battle Lake.

Si las distintas partes de una figura han sido nombradas con letras, estas se
utilizan de modo similar, normalmente en cursiva (véase 3.12). Análoga­
mente, los términos descriptivos usados para identificar partes de una figu­
ra también suelen aparecer en cursiva.
Figura 3. Secuencia de A DN de una pequeña región del gen PC, que m uestra la
transición G —>T en el nucleótido 2229. También se muestra la secuencia parcial
del intrón 13. A, secuencia natural; B , secuencia de la m utación en un m icmac
homocigótico, con deficiencia de PC.

Figura 2. D uración de la estancia en el hospital de 22 pacientes colonizados o


infectados por cepas aisladas de E s c h e ric h ia c o li productoras de B-lactam asa de
espectro expandido, pertenecientes a los grupos clónicos relacionados A (b a rr a s
g r is e s ) y B (b a rr a s b la n c a s ). El punto negro representa la fecha en la que el
microorganism o fue aislado, y el asterisco indica la estancia en cuidados geriátricos
hospitalarios.

En el último ejemplo, las letras identifican los grupos de estudio y no partes


de la figura; de ahí que no aparezcan en cursiva.

3.25 Identificación de los símbolos o tramas utilizados en figuras. Cuando se


utilizan símbolos o tramas en un mapa o gráfico, deben identificarse con una
clave en la propia figura o bien en el pie (véanse fig. 3.8 y 3.9).

Fig. 9.4. Respuesta fotosintética a la luz. Se presentan datos de tallos cultivados sin
luz (■ ) y al aire libre (□) del año en curso.

Fig. 9.4. Respuesta fotosintética a la luz. Se presentan datos de tallos cultivados sin
luz (cu a d ro s rellen o s) y al aire libre (cu a d ro s v a cío s) del año en curso.

3.26 Identificación de las mejoras de la versión electrónica en los pies de


ilustración. El pie de una ilustración publicada tanto en papel como en
formato digital debe indicar en la versión impresa toda mejora electrónica
—como el color o el formato de vídeo— disponible en la versión digital.

Fig. 3. Destacando las líneas orbitales en el Sistema Solar Virtual (Gazil et al. 2005;
Yair et al. 2001). Esta figura aparece en color en la versión electrónica de este artículo.

Vídeo 1. Imagen de un vídeo (disponible en la edición electrónica) que muestra a


un gorila joven olisqueando, probando y desechando frutos de N auclea. Los simios
suelen ser muy selectivos con la fruta que comen, lo que explica la presencia de
gran cantidad de alim entos desechados en las fuentes de com ida que han sido
m anipulados o probados por visitantes anteriores. V ídeo realizado por Thom as
Breuer (Max Planck Institute y W ildlife Conservation Society).

Por lo general, la versión digital debe indicar cuáles son las caracterís­
ticas a las que solo se puede acceder online —por ejemplo, en el índice
de contenidos de un artículo de una revista electrónica, bajo el subtítu­
lo «M ejoras» o «Suplem entos disponibles únicam ente online»— (véa­
se 1.73).
t:
<u
>

Paso Trote Galope

Am bulación

Figura 4. Punto de máxima fuerza normal vertical de las extremidades delanteras, nor­
malizado, comparado con la ambulación. Punto de máxima fuerza normal vertical de
las extremidades delanteras para diferentes formas de andar en grupos de crías, jóvenes
y adultos. Los puntos máximos de las fuerzas verticales (Fv) se normalizaron dividiendo
las fuerzas entre el peso corporal de la cabra. Las barras de error representan una
desviación estándar de ±1.

FIG U R A 3.8. Gráfico de barras con clave para los tres tipos de barras (véase 3.25). El
pie incluye la desviación estándar (o) para las barras de error en forma de T. Véase tam ­
bién 3.40-45).

3.27 Inclusión de las dimensiones originales en los pies de ilustración. Cuan­


do un pie indica las dimensiones de una obra de arte, estas deben figurar
después del soporte de la obra y facilitarse en el orden siguiente: alto, an­
cho y (si procede) largo. Esta información solo es necesaria si es relevante
para el texto, a menos que el propietario de los derechos exija su inclusión
(véase 3.31).

Oleo sobre lienzo, 45 x 38 cm. Bronce, 124,5 x 55,9 x 40,6 cm.


c c c

A B C

Figura 2: Atractores (círculos negros, ciclos l í m i t e puntos de silla (cuadrados


negros, cuadrados blancos) y repuisores (círculos blancos) en el espacio de
fases. A, B y C se refieren a las subregiones [a], [b] y fe] de la figura 1.

FIG U R A 3.9 En este gráfico, los símbolos están identificados en el pie. Compárese con
la figura 3.8 y los ejemplos de 3.25 (véase también 3.40-45).

Véase también el ejemplo de 3.22. Los pies de las microfotografías de las


publicaciones científicas pueden incluir información sobre el grado de am­
pliación (por ejemplo, «ampliación del original x400; barra, 100 pm»).

Créditos
3.28 Fuentes y permisos. Suele ser apropiada, y a veces exigida por el pro­
pietario de la ilustración, una breve explicación sobre el origen de esta,
conocida como crédito. La reproducción de material ilustrativo protegido
por copyright, tanto si ha sido publicado anteriorm ente como si no, pue­
de requerir la autorización del propietario de los derechos. Uno no puede
fotografiar un M onet y usar la foto para ilustrar la historia de los pajares;
antes de intentar reproducir el cuadro, se debe obtener perm iso escrito,
así como una copia en papel de la obra, facilitados ambos por el museo o
persona a quien pertenece. Tampoco se puede usar una fotografía u otro
tipo de retrato de una persona reconocible sin su consentim iento o sin el
de alguien que actúe en su nombre. Aunque es responsabilidad del autor,
no de la editorial, obtener los perm isos necesarios, se debe consultar a la
editorial qué material precisa autorización y cuál es la m ejor form a de
obtenerla. Para un análisis más detallado de los perm isos, véanse 4.62 y
4.66-75. Sobre obras que vayan a ser publicadas en form ato electrónico
además de en papel, véase 4.40.

3.29 Ubicación de los créditos. Por lo general, los créditos aparecen al final
del pie de ilustración, a veces entre paréntesis o en un tipo de letra dife­
rente (o de am bas form as). En ocasiones aparece el nom bre del fotógra­
fo en letra más pequeña y en paralelo al borde inferior o lateral de la fo ­
tografía.
Fig. 37. El mito de que a todos los niños les encantan los dinosaurios se refuta con
esta escena decim onónica de una visita a los monstruos del Crystal Palace. (Dibujo
de John Leech. «P unch’s A lm anac for 1855», Punch 28 [1855]: 8 . F otografía
cortesía de la Newberry Library, Chicago).

Si la mayoría o la totalidad de las ilustraciones de una obra proceden de la


misma fuente, debe hacerse constar en una nota o, en el caso de un libro,
en el prefacio, en los agradecimientos o en la página de copyright. En li­
bros profusamente ilustrados, a menudo se detallan todos los créditos en
las páginas finales (véase 1.4) o, con menos frecuencia, en las preliminares
— a veces como parte de la lista de ilustraciones (véase 3.37)—. Observe,
sin embargo, que algunos cedentes de derechos estipulan que los créditos
acompañen a la ilustración; otros pueden exigir el pago de una tasa mayor
si el crédito aparece en otro lugar.

3.30 Créditos del autor como fuente de una ilustración. Aunque las ilustra­
ciones creadas por el autor no necesitan créditos, puede ser apropiado in­
cluir una indicación como «Fotografía del autor» si otras ilustraciones de
la misma obra sí los requieren. En obras de más de un autor, tal indicación
puede incluir el nombre de un autor en particular.

3.31 Créditos de material que requiere autorización. Salvo en caso de uso líci­
to (véase 4.56-65), una ilustración reproducida a partir de una obra publica­
da bajo copyright requiere siempre autorización formal. Además del autor,
título, detalles de la publicación y (en ciertos casos) fecha de copyright, los
créditos deben incluir la página o el número de figura correspondiente. Si la
obra que se cita figura en la bibliografía o en la lista de referencias, basta­
rá con utilizar en los créditos una forma abreviada (véase el tercer ejemplo).
Sobre el material adquirido a una agencia comercial, véase 3.35. Sobre la
forma correcta de citar, véanse los capítulos 14 y 15.

Reproducido con autorización de Mark Girouard, Life in the English Country H om e:


A Social and Architectural History (New Haven, CT: Yale University Press, 1978), 162.

Reproducido con autorización de George B. Schaller et al., The Giant Pandas o f Wolong
(Chicago: University of Chicago Press, 1985), 52. © 1985 University of Chicago.

Reimpreso con autorización de Duncan (1999, fig. 2).

Algunos cedentes de permisos exigen un lenguaje específico para los cré­


ditos. En una obra con muchas ilustraciones, dicho lenguaje, empleado en
una o dos líneas, puede entrar en conflicto con el utilizado en el resto. En
ese caso debe prevalecer el criterio editorial; al acreditar la fuente, el edi­
tor puede anteponer el espíritu a la letra. (Si el cedente es inflexible, lo
más sencillo puede ser limitarse a utilizar el lenguaje exigido).
3.32 Créditos de material encargado. Las obras encargadas por el autor —tales
como mapas, fotografías, dibujos o gráficos— suelen producirse bajo con­
trato de «obra de alquiler» (véase 4.9). Aunque tal contrato no lo exige, la
cortesía profesional recomienda mencionar al creador de la obra (a menos
que la ilustración lleve una firma legible y esta se reproduzca).

M apa de Kevin Hand Fotografía de Ted Lacey Dibujo de Barbara Smith

3.33 Créditos de material obtenido gratuitamente. Todo material que el autor


haya obtenido de form a gratuita y que no comporte restricciones de uso
podrá ir acom pañado de una línea de créditos que incluya la palabra cor­
tesía.

Fotografía cortesía de Inditex.

M aría Pagés en la inauguración del Centro Cultural Oscar Niemeyer, marzo de 2011.
Cortesía de Ignacio Gómez.

3.34 Créditos de material de dominio público. Las ilustraciones procedentes


de obras de dominio público (véase 4.16-20) pueden reproducirse sin per­
miso. Sin embargo, es recomendable incluir una línea de créditos para in­
formar a los lectores.

Aguafuerte de Goya para la serie de los Caprichos (Madrid, 1799). Estampa 10.

Reim presión a partir de John D. Shortridge, «Italian Harpsichord-Building in the


16th and 17th Centuries», US N ational M useum Bulletin 225 (W ashington, DC,
1960).

3.35 Créditos de material de agencias. Las fotografías de grabados, dibujos,


pinturas y similares adquiridos a una agencia comercial suelen requerir la
utilización de créditos.

Femando Fernán Gómez durante el rodaje de la serie de Televisión Española Juan


Soldado. Fotografía de Agencia EFE.

3.36 Créditos de material adaptado. El autor que cree una ilustración a partir
de otra, adaptándola o tomando datos de ella, debe citar la fuente por corte­
sía profesional y para información de los lectores.

Figura 1.2. Incremento de peso de los pandas cautivos durante sus primeros años
de vida. Inform ación del Parque Z oológico de N ueva York; Parque N acional
Zoológico; Girón 1980.

Adaptado de Pauly (2001, fig. 5.5).


Lista de ilustraciones

3.37 Cuándo incluir una lista de ilustraciones. En las obras impresas de exten­
sión similar a la de un libro, el criterio para incluir una lista de ilustraciones
es determinar si estas tienen interés por sí mismas, independientemente del
texto que ilustran. En un libro sobre arquitectura romana, ilustrado con foto­
grafías de edificios antiguos, sería útil disponer de una lista. Por otra parte,
normalmente las obras electrónicas incluyen listas como ayuda a la navega­
ción. En una obra impresa, la lista de ilustraciones, si la hay, suele seguir al
índice. Una lista de ilustraciones puede funcionar a la vez, ocasionalmente,
como lista de créditos, si estos no aparecen junto a las ilustraciones (véase
3.29). Para ejemplos y directrices, véanse 1.38 y figuras 1.6 y 1.7.

3.38 Lista de las ilustraciones de una galería. Las ilustraciones que aparecen en
galerías impresas no siempre tienen una lista propia. Por ejemplo, en un li­
bro que contenga dibujos lineales intercalados y dos galerías fotográficas,
se puede insertar después de la lista detallada de figuras una línea que diga
«Las fotografías están a continuación de las páginas 228 y 232». Si todas las
ilustraciones están agrupadas en galerías, dicha línea puede aparecer al final
del índice (véase fig. 1.5). (Debe hacerse la lista de todas las ilustraciones,
incluidas las que se encuentren en galerías, si forman parte del texto).

3.39 Acortar la extensión de los pies de foto en una lista de ilustraciones. En


la lista de ilustraciones, los pies extensos deben reducirse a una sola línea
(o dos como mucho). El número que hay al final de cada uno de los ejem­
plos de entrada indica la página en la que se encuentra la ilustración.

[P ie de fo to ] Fig. 18. El W hite Garden, muy mermado al comienzo de la primavera.


Hay que tener sumo cuidado para arm onizar el tamaño de los setos de boj, que se
siguen cortando a mano, con la escala del pequeño y complejo jardín, procurando
mantenerlos, junto a las plantas, en las parcelas en que este se divide.

[E ntrada de la lista ] 18. El W hite Garden al comienzo de la primavera 43.

[P ie de fo to ] Lámina 21. Los altos árboles del valle, plantados por Russell Page, se
reflejan entre nenúfares, N ym phaea, y espigas de agua, P o n ted eria cordata.

[E n tra da de la lista] 18. Los altos árboles de Page reflejados entre los nenúfares.

Gráficos
3.40 ¿Qué es un gráfico? Un gráfico es un elemento que presenta datos de una
forma simple y comprensible —a menudo mediante un juego de ejes x e
y—. Los gráficos se consideran dibujos lineales y deben numerarse y cla-
sifícarse como figuras («fig. 1», «fig. 2», etc.)- Solo deben emplearse si
sintetizan los datos con más eficacia que haciéndolo con palabras. A un­
que formen parte del texto, deben, al igual que las tablas, tener sentido por
sí mismos. Sobre el diseño de los gráficos, consúltese Alberto Cairo, El
arte funcional (bibliog. 2.2). Los gráficos proyectados para reproducirse
en blanco y negro no deben editarse en color. Para ver un ejemplo típico de
gráfico, véase fig. 3.8. La figura 3.9 —un gráfico tripartito— constituye un
caso menos habitual.

3.41 Coherencia entre los gráficos. Si en una obra se van a usar dos o más grá­
ficos, deben acomodarse a un estilo coherente a nivel gráfico y tipográfico,
especialmente si presentan datos comparables entre sí. Independientemente
del tipo de gráfico utilizado, los elementos del mismo género siempre de­
ben representarse de la misma forma. Solo se utilizarán diferentes efectos
visuales para distinguir un elemento de otro, nunca por cuestiones estéticas.

3.42 Ejes y curvas en gráficos. Tanto el eje x (horizontal) como el y (verti­


cal) deberán llevar etiquetas (como se aprecia en fig. 3.8); los ejes cum­
plen una función similar a la de los encabezados de columna y los títulos
de fila de una tabla (véase 3.49). El rótulo del eje y se lee de abajo arriba.
Las curvas se presentan, por lo general, en distintas formas gráficas —por
ejemplo, una puede ser una línea continua y otra una línea discontinua—.
Los elementos de un gráfico de barras o de uno circular que equivalen a
las curvas —las barras o cuñas— también suelen distinguirse entre sí. En
lugar de sombreado, es preferible emplear rellenos en blanco y negro, a no
ser que la editorial perm ita el sombreado en archivos electrónicos prepa­
rados especialmente (véase 3.19). Todos estos elementos deben etiquetarse
o identificarse en una clave o en el pie del gráfico (véanse 3.7 y 3.25).

3.43 Títulos y etiquetas de los gráficos. El título del gráfico aparece como
parte del pie de foto, inmediatamente a continuación del número de figu­
ra, y se escribe con m ayúscula inicial (véase 3.7; com párese con 3.52).
Las etiquetas, elementos descriptivos del gráfico, suelen ir en minúsculas
(excepción hecha de los nombres propios u otros términos que deban ir en
mayúsculas en el cuerpo del texto); cuando se trata de frases, pueden es­
cribirse con mayúscula inicial. Las etiquetas pueden explicarse o comen­
tarse en el pie del gráfico si es necesario (véase fig. 3.9).

3.44 Abreviaturas en las etiquetas. Se pueden usar abreviaturas y símbolos en


las etiquetas siempre que sean fácilmente reconocibles, o se expliquen en una
clave o en el pie del gráfico. Fórmulas como «millones de euros» pueden ser
más apropiadas para los lectores no especializados que «M €», pero esta, más
breve, es aceptable si resulta clara para los lectores y se emplea coherente­
mente. Los números y las abreviaturas se tratan en los capítulos 9 y 10.
3.45 Árboles genealógicos y de linaje. Algunos gráficos muestran las relaciones
entre sus elementos de tal forma que no se pueden presentar adecuadamen­
te sobre ejes ni en filas y columnas. En particular, los gráficos que muestran
estructuras familiares o genéticas pueden requerir una disposición visual di­
ferente que destaque sus múltiples relaciones. Por ejemplo, el árbol genealó­
gico intenta mostrar las relaciones importantes dentro de una familia o entre
varias familias por medio de ramificaciones y líneas de conexión. La fi­
gura 3.10, por ejemplo, ilustra la complicada conexión entre Constantino el
Grande e Hilderico, rey de los vándalos. Estos gráficos requieren una cuida­
dosa planificación para ilustrar las relaciones con el menor número posible
de líneas cmzadas y datos superfluos y, en el caso de obras impresas, para
reducirse a una forma y un tamaño reproducibles. Similar al árbol genealó­
gico es el árbol de linaje, que se usa principalmente en obras de genealogía.
Estos diagramas en forma de abanico ilustran la ascendencia de una perso­
na determinada, generalmente detallando sus progenitores, cuatro abuelos,
ocho bisabuelos y dieciséis tatarabuelos. También pueden mostrar varias ge­
neraciones de la descendencia de una sola pareja de ancestros y se pueden
emplear para determinar la herencia de un rasgo o afección determinados.
Estos tipos especiales de gráficos deben revisarse cuidadosamente en lo que
respecta a su sentido, coherencia y correlación con el texto que los rodea.

Tablas
Introducción

3.46 Preparación de la tabla. Esta sección describe e ilustra los elementos bási­
cos de una tabla y las formas adecuadas para editar, ordenar y presentar dichos
elementos. Ninguna tabla de este capítulo debe tomarse como prototipo; todas
ellas se limitan a ilustrar pautas viables y pueden adaptarse dependiendo de la
información que contengan y de sus usuarios potenciales. Aunque la mayo­
ría de las tablas se pueden crear usando el editor de tablas de un procesador de
textos, su composición y corrección lleva mucho tiempo, y de ahí que deban
diseñarse y construirse cuidadosamente. Es conveniente consultar a la edito­
rial el número, tamaño y formato apropiado de las tablas que hayan de incluir­
se en una obra. Una tabla debe ser tan simple como lo permita la información
que contiene, y comprensible por sí misma; incluso un lector poco familiariza­
do con el material presentado debe ser capaz de descubrir el sentido general de
la tabla. El texto puede destacar los aspectos principales de la tabla y resumir
su mensaje, pero no debe repetir los detalles. Consúltese, para mayor informa­
ción, el M anual de publicaciones de la American Psychological Association
(véase bibliog. 1.1). Para disponer de instrucciones específicas sobre la prepa­
ración de archivos electrónicos de tablas, consulte a su editorial.
Constantino el Grande Graciano
_J_
__
I I
Constancio II Severa, o Marina=[1] Valentlniano I [2]=Just¡na Valente

Teodosio el Mayor
1 r
Constancia=[1] G radano [2]=Leta V alentinlano II Justa Grata Gala=[2] Teodosio el Grande [1]=Elia Flavia Flacila Honorio=Maria

I Serena=Estilicón
GALLA _____ L ~i
Ataúlfo [2]=[1] PLACIDIA=[2] Constando III Graciano? Juan? Pulqueria A rcadlo Honorio [1] María | Euquerio
rey de I I [2] Termantia
los visigodos
Teodosio Eudoxia=Teodosio II Pulqueria=[2] M arciano [1]= mujer

Hercu lano=Honoria Flavlo Plácido Valentiniano lll=Licinia Eudoxia [2]=Petronlo M áxim o Eufemia-Antemio
Genserico,
rey de los vándalos
Placidia=Ollbrio
I
Hunerico, rey de los vándalosyEudoxia Juliana

Hilderico, rey de los vándalos

Fig. 18.5. La familia de Gala Placidia Augusta. Los esternas están simplificados; los nombres de los emperadores aparecen marcados en negrita.

F IG U R A 3.10 Ejemplo de árbol genealógico (véase 3.45).


3.47 Uso de las tablas. Las tablas constituyen un excelente medio para presen­
tar hechos individuales y similares de modo que sean fáciles de observar y
comparar. Una simple tabla puede aportar la misma información que ocu­
parían varios párrafos de texto, y con mayor claridad que estos. Una tabla
electrónica permite mostrar incluso más datos, muchos más de los que se­
ría razonable imprimir. Las tablas son sumamente apropiadas para el mate­
rial científico, estadístico, económico y técnico en general. En algunos con­
textos —por ejemplo, cuando los valores exactos no desempeñan un papel
fundamental en el razonamiento del autor— pueden ser más eficaces para
presentar los datos una gráfica o un gráfico de barras (véase 3.40), o inclu­
so el simple texto.

3.48 Coherencia entre las tablas. Dado que una virtud primordial de las tablas
es facilitar su comparación mutua, es indispensable que sean coherentes en
cuanto a su estilo, tanto dentro de cada una como entre sí. Se escogerá un
solo estilo para los títulos, encabezados de las columnas, abreviaturas y de­
más elementos de todas las tablas de cada obra. De igual forma, deben res­
petarse en todas las tablas las decisiones relativas al interlineado, las san­
grías, las fuentes, los filetes y otros rasgos distintivos. Algunas tablas, sin
embargo, pueden requerir filetes u otros elementos que no sean necesarios
en las demás tablas de la misma obra.

Partes de una tabla

3.49 Estructura y uso de las tablas. Una tabla suele componerse de filas y co­
lumnas, análogas a los ejes horizontal (x) y vertical (y) de un gráfico, res­
pectivamente. Los datos de la mayoría de las tablas comprenden dos con­
juntos de variables. El primer conjunto de variables se define en la parte
superior de la tabla, en los encabezados de las columnas (véase 3.54); el
segundo se define junto a la primera columna de la tabla empezando por
la izquierda, por medio de los títulos de las filas (véase 3.57). Si los datos
consisten en variables dependientes e independientes, las independientes
suelen aparecer en la columna de títulos de fila, aunque a veces esto lo de­
ciden las dimensiones físicas de la tabla (véase 3.84). La intersección entre
una fila definida por un título de fila y una columna definida por un en­
cabezado de columna se denomina «celda» (también llamada «celda de da­
tos») (véase fig. 3.11).

3.50 Filetes horizontales y verticales. Para obtener una tabla limpia, de aspecto
profesional, es necesario utilizar los filetes con moderación. Muchas tablas
necesitarán solo tres filetes, todos ellos horizontales —uno en la parte supe­
rior, bajo el título y sobre los encabezados de las columnas; otro bajo dichos
encabezados, y el último en la parte inferior de la tabla, al pie de la última
Traslado Traslado intraestatal Residente en
interestatal de condado condado

No desertor 0,440 0,331 0,229


Desertor retomado 0,422 0,353 0,225
Desertor 0,636 0,242 0 ,1 2 2

Nota: «Traslado interestatal» se refiere a los individuos que se mudaron entre estados; «traslado in-
traestata! de condado» a los individuos que cambiaron de condado sin cambiar de estado; y «residente
en condado» a los que permanecieron en el mismo condado desde su alistamiento hasta 1880.

FIG U RA 3.11. Tabla de cuatro columnas con tres encabezados de columna (fila superior),
tres títulos de fila (primera columna por la izquierda) y nueve celdas con datos (véase 3.49).

fila y por encima de cualquier nota referente a la tabla—. Es posible que se


precisen más filetes horizontales para separar los subencabezados de co­
lumna de los encabezados (véase 3.55) o para delimitar los encabezados in­
teriores (véase 3.56). Es habitual disponer un fílete sobre la fila de totales,
pero no es imprescindible (salvo que lo exija el estilo de la revista o la se­
rie) (véase 3.61). El filete doble, utilizado por lo general entre el título y los
encabezados de columna, todavía se puede encontrar en algunas publica­
ciones, pero con menor frecuencia que antaño. Los filetes verticales deben
utilizarse con moderación —por ejemplo, cuando la tabla está desdobla­
da (véase 3.84) o como ayuda para la comprensión de tablas especialmente
largas y com plejas—,

3.51 Numeración de las tablas. Las tablas deben numerarse independientemen­


te de cualesquier otras ilustraciones («tabla 1», «tabla 2», etc.). En un libro
con muchas tablas, o con capítulos de diferentes autores, se suele emplear la
numeración doble en cada capítulo, al igual que para las ilustraciones («ta­
bla 1.1», «tabla 1.2...»; «tabla 2.2», «tabla 2.3...», etc.; véase 3.11). Sobre los
títulos de las tablas, véase 3.52. Cada tabla debe citarse en el texto por su nú­
mero, directamente o entre paréntesis.

La prim era colum na de la tabla 2 m uestra los resultados de un m odelo que predi­
ce la evolución de la salud según la edad, controlando las diferencias por cohorte y
excluyendo otros predictores.

La observación etnográfica reveló cuatro tipos analógicamente distintos, pero em ­


píricam ente relacionados, de respuestas de los trabajadores a los nuevos regímenes
(véase tabla 5.3).
Observe que la palabra tabla debe llevar minúscula en las referencias del
texto. Los números de tabla siguen el orden en el que aparecen en el tex­
to las tablas, y las primeras menciones también deben seguir dicho orden.
(Pero si el contexto requiere una referencia a una tabla que pertenece a un
capítulo subsiguiente del libro, también puede ser adecuada una frase como
«En el capítulo 5, tabla 10, se m uestra un tipo diferente de variables»).
Cada tabla, incluso en un conjunto muy relacionado entre sí, debe tener su
propio número («tablas 14, 15 y 16», mejor que «tablas 14A-C»), Una lista
sencilla o una tabla de otro tipo que requiera solo dos columnas puede pre­
sentarse dentro del texto, sin número ni título (véase, por ejemplo, la lista a
dos columnas, en 1.4).

3.52 Títulos de tabla. Los títulos deben ser tan escuetos como sea posible y no
deben insinuar ninguna interpretación de los datos. Por ejemplo, es preferi­
ble un título como «Reincidencia entre antiguos internos del reformatorio
en libertad condicional» a «Alta tasa de reincidencia entre los antiguos in­
ternos del reformatorio en libertad condicional». Los títulos deben sustan­
tivarse, y son preferibles los participios a las proposiciones de relativo: por
ejemplo «Familias suscritas a semanarios», no «Familias que se suscriben a
semanarios». Los títulos de las tablas deben llevar mayúscula inicial (véase
8.160), como en los ejemplos de este capítulo. El título, que aparece sobre
la tabla, por lo general, sigue al número en la misma línea, separado de él
por signos de puntuación o por espacios, con cambio de tipografía. (En ca­
sos más raros, el número aparece solo en una línea y el título empieza en la
siguiente). Al número siempre lo precede la palabra tabla.

Tabla 6 . Proporción de los coeficientes de ingresos paternos en relación con los


resultados de la selectividad

Tabla 12 Efectos de tratamientos fertilizantes en Lythrum salicaria y Penthorum


sedoides

3.53 Información entre paréntesis en los títulos de las tablas. En el título sue­
le incluirse, entre paréntesis, información explicativa o estadística relevan­
te. Dicha información debe escribirse con mayúscula inicial. La informa­
ción más detallada debe ir aparte, en una nota a la tabla (véase 3.76-77).

E m pleados federales de la era p rogresista (total m ás agencias seleccionadas)


Estadísticas de escaneo SL de medidas variables L para datos com parativos entre
herm anos (diagnóstico am plio)

El género com o factor en transacciones com erciales satisfactorias (N = 4,400)

Sobre el significado de A en tablas estadísticas, véase 3.83.


TA B LA 2. Magnitudes reales de las relaciones entre reformas legales y tasa de fallecidos

Porcentaje Número Fallecidos


de fallecidos de fallecidos en durante
Reforma legal anuales (%) el afto 2000 todos los años

Máximo de daños no económicos -3,54 -333 -5 242


Alta evidencia estándar de daños -2,57 -982 -11798
punitivos
Reforma de la responsabilidad -3,83 -1 2 6 7 -16841
sobre el producto
Reforma de la jurisprudencia -4,88 -647 -9 0 6 0
Reforma de las fuentes colaterales
Premios de recompensa +4,71 +938 +14160
Admisión de evidencia +2,43 +294 +4468
Efecto neto -1998 -24314

Nota: Los valores presentados son cambios medios. Estos cálculos % basan en los coeficientes de la regresión primaria
(tabla 3) y en la media anual de población y de tasas de mortalidad en los estados que implementaron cada una de las
reformas. La suma de las reformas individuales difiere en una unidad de los efectos netos debido al redondeo.

FIG U R A 3.12. Tabla de cuatro columnas con dos niveles de títulos de fila (primera co­
lumna). Adviértase la Indicación entre paréntesis en el segundo encabezado de columna,
que especifica los porcentajes de cada valor en esa columna (véase 3.54).

3.54 Encabezados de columna. Dado que el espacio es escaso, los encabeza­


dos de columna deben ser lo más concisos posible, y lo mejor es escribir­
los con mayúscula inicial (como en todos los ejemplos de este capítulo).
Con tal de que su significado sea claro para los lectores, las abreviaturas po­
drán emplearse cuando se necesiten. La primera columna (los títulos de fila)
no siempre requiere encabezado (véase 3.57). En una obra que incluya va­
rias tablas, los encabezados de columna deberán tratarse uniformemente.
Al igual que los títulos de tabla, los encabezados de columna pueden reque­
rir la indicación de la unidad de medida empleada u otras aclaraciones sobre
los datos contenidos en la columna. Dicha información, que puede consistir
en un símbolo o una abreviatura ($, %, km, n, etc.), debe ir tras el encabeza­
do de la columna y entre paréntesis (véase fig. 3.12). Los paréntesis también
pueden usarse en encabezados de columna cuando también vaya entre pa­
réntesis parte de los datos de las celdas. Por ejemplo, un encabezado de co­
lumna puede decir: «Niños con resultados positivos, % (n.° de positivos/n.°
de examinados)» y bajo este encabezado una celda puede contener los valo­
res «27,3 (6/22)». En caso de que sea necesario numerar las columnas para
referirse a ellas en el texto, es conveniente utilizar números arábigos entre pa­
réntesis, centrados inmediatamente debajo del encabezado de columna, sobre
el filete que separa el encabezado de la columna (véase 3.84).
TABLA 3. Respuestas en las encuestas a pacientes que recibieran prostanoides intraveno­
sos (IV) en el centro número 1 en 2006.

N.° (%) de pacientes, por


prostanoide recibido

Epoprostenol Treprostinil
Tipo de pregunta y rasgo (n - 48) (n = 24) P

Preguntas relacionadas con el catéter TV


Persona encargada del catéter IV
Paciente 22 (47) 10 (43)
Cuidador adulto 23 (49) 13 (57)
Ambos 2(4) 0 (0 ) 0,82
Tipo de catéter
Groshong 23 (50) 12 (50)
Broviac 23 (50) 12(50) 1,0
Tipo de revestimiento del catéter
Oclusivo 27 (57) 15 (63)
No oclusivo 20 (43) 9(38) 0 ,6 8
Más de dos días entre cambios de revestimiento 14 (29) 7(29) 1 ,0 0
Uso de guantes esterilizados al cambiar los
revestimientos 38 (79) 17(71) 0,43
Uso de máscara al cambiar el revestimiento 28 (58) 13 (54) 0,74
Manos siempre lavadas antes del cambio de los
revestimientos 46 (96) 22 (92) 0,60
Preguntas relacionadas con la medicación
Persona responsable de preparar la medicación
Paciente 21(45) 12(52)
Cuidador adulto 24(51) 10 (43)
Ambos 2(4) 1(4) 0,82
Utilización de aparato sin aguja para acceder al
vial del medicamento o del diluyente“ 4(8) 5(21) 0,15
Limpieza con alcohol del vial del medicamento
o del diluyente“ antes de su uso 45 (94) 24 (100) 0,55
Manos siempre lavadas antes de preparar la
medicación 46 (96) 22 (92) 0,60
Preguntas varias
Uso de piscina o jacuzzi 3(6) 4(17) 0,18

•Vial de treprostinil para pacientes que hayan recibido dicho medicamento y vial del diluyeme para
pacientes que hayan recibido epoprostenol.

FIGURA 3.13. Tabla de cuatro columnas con un subencabezado sobre la segunda y la


tercera columna, separado de los encabezados de columna por un filete horizontal (véa­
se 3.55). Adviértanse también los tres niveles de títulos de fila (véase 3.58). Asimismo,
adviértase que el subencabezado asigna dos valores a cada columna — número y, entre
paréntesis, porcentaje— (véase 3.54).
Todas las escuelas Rurales Urbanas

Estimaciones MCOa

P ro m ed io -0,120 -0,178 -0,063


M ín im o -0,72 -0,72 -0,30
M áx im o 0,33 0,33 0,18

Estimaciones BMVb

P ro m ed io -0,063 -0,101 -0,025


M ín im o -0,43 -0,43 -0,26
M áx im o 0,40 0,40 0,17

Nota: La calidad escolar se calcula como desviación proporcional respecto a la Tana Hussein School.
•Estimaciones de calidad escolar de la columna 1, tabla 1.
"Estimaciones de calidad escolar de la columna 3, tabla 1.

FIG U R A 3.14. Tabla de cuatro columnas con dos encabezados Interiores («Estimacio­
nes MCO» y «Estimaciones EMV») que abarcan tres columnas, separados por filetes ho­
rizontales (véase 3.56); una nota general (véase 3.76), y dos notas al pie señaladas con
letras (véase 3.77).

3.55 Subencabezados de columna. Si una tabla necesita encabezados de co­


lumna de dos o más niveles —cuando varias columnas relacionadas entre
sí requieren tanto un encabezado colectivo como múltiples encabezados in­
dividuales— se utilizan subencabezados. Se coloca entre el subencabeza-
do y el encabezado de columna un filete horizontal, denominado «filete de
subencabezado», para indicar qué columnas abarca aquel (véase fig. 3.13).
Para facilitar la lectura, no debe haber más de dos niveles de encabezado.

3.56 Encabezados interiores. Los encabezados interiores abarcan todas las co­
lumnas excepto la primera y pueden servir de subtítulos en una tabla. Por lo
general, se colocan entre filetes horizontales (véase fig. 3.14), aunque se pue­
de optar por dejar un espacio vertical. Cuando la tabla es excesivamente larga
y contiene uno o más encabezados interiores puede ser conveniente dividirla
en dos o más tablas.

3.57 Entradas de los títulos de fila. La primera columna de una tabla contando
por la izquierda, que contiene los denominados títulos de fila, normalmente
constituye una lista vertical de categorías cuya información se proporciona en
las columnas siguientes. Si todas las entradas son del mismo tipo, los títulos
de fila llevan un encabezado de columna (por ejemplo, «Reforma legal» en la
fig. 3.12); incluso un encabezado general, como «Característica», «Variable»
o «Año», ayuda al lector. Si las entradas se explican por sí mismas (véanse
fígs. 3.11 y 3.14), puede omitirse el encabezado en la columna de títulos de
fila; también puede omitirse el encabezado si las entradas son demasiado dis­
pares (véase fig. 3.16). Si los títulos de fila son palabras, se escriben con ma­
yúscula inicial. Salvo en el caso de que sean preguntas, no llevarán signos
de puntuación de cierre. Deben ser sintácticamente coherentes entre sí: por
ejemplo, «Autores», «Editoriales», «Impresores» (no «Autores», «La publi­
cación concierne a», «Se encarga de la impresión»),

3.58 Títulos de fila con subtítulos. Las entradas de la colum na de los títu­
los de fila pueden formar una lista secuencial (por ejemplo, todos los Esta­
dos de la Unión enumerados alfabéticamente) o una lista clasificada (por
ejem plo, todos los Estados enumerados por región geográfica, con un sub­
título sobre cada región). La prim era palabra de una entrada secundaria, al
igual que la de una entrada principal, lleva mayúscula inicial, para evitar
posibles confusiones con entradas de dos líneas. Además, las entradas se­
cundarias se distinguen de las entradas principales por su sangrado (véa­
se fig. 3.12), o bien utilizando cursiva para las principales y redonda para
las secundarias. También se puede optar por una combinación de sangrado
y cursiva, sobre todo si hay subentradas en las entradas secundarias. Por lo
general, no es necesario utilizar dos puntos al final de cada entrada princi­
pal, pero algunos libros de estilo pueden exigirlos (véase 3.59).

3.59 Entradas de líneas en columnas de títulos de fila. Si no hay entradas se­


cundarias, se debe sangrar la segunda línea de la entrada (normalmente, en
imprenta, un cuadratín). Las entradas de dos líneas solo se deben alinear a
la izquierda cuando queda espacio libre entre filas. Si hay entradas secun­
darias sangradas, toda segunda línea debe estar mucho más sangrada que el
nivel más bajo de las entradas secundarias (véase fig. 3.12). Las segundas
líneas de las entradas principales y secundarias llevan el mismo sangrado
por la izquierda (en imprenta, un cuadratín más a la derecha que el sangra­
do del nivel más bajo de entrada secundaria).

3.60 Abreviaturas en columnas de títulos de fila. Al igual que en los encabeza­


dos de columna (véase 3.54), cuando el espacio es escaso es posible utilizar
símbolos o abreviaturas ($, %, km, n, etc.) en los títulos de fila. No ocurre así
con las comillas (") empleadas para indicar información de una fila que se re­
pite en otra, ya que no ahorran espacio y dan trabajo al lector. Toda abreviatu­
ra inusual debe explicarse en una nota al pie de la tabla (véase 3.77).

3.61 Totales. Cuando la palabra Total aparece al pie de la columna de títulos de


fila, suele sangrarse más que la mayor sangría que haya por encima (véa­
se fig. 3.21) o distinguirse tipográficamente (véase fig. 3.15; véase también
3.72-73).

3.62 Uso de líneas guía en entradas secundarias. Las líneas guía —líneas de pun­
tos espaciados tras un título de ñ la — se usan a veces en tablas en las que, de
lo contrario, la conexión entre los títulos de fila y las filas a las que hacen re­
ferencia no quedaría clara. Algunas revistas usan sistemáticamente las líneas
guía en títulos de fila (véase fig. 3.16); en el caso de los libros es menos ha­
bitual. Otra práctica frecuente en las revistas es sombrear filas alternas.

3.63 Cuerpo y celdas de las tablas. En sentido estricto, el cuerpo de la tabla in­
cluye todas las filas, columnas y encabezados. No obstante, suele ser con­
veniente entender por «cuerpo de la tabla» los puntos de intersección entre
los títulos de fila y los encabezados de columna —el verdadero núcleo de la
tabla—. Estas intersecciones se llaman «celdas» (o «celdas de datos»). Por
ejemplo, la quinta celda de la cuarta columna de la tabla de la figura 3.12
contiene el dato «+14 160». Aunque las celdas suelen contener datos, pue­
den estar vacías (véase 3.65).

3.64 Datos de la columna. Siempre que sea posible, las columnas deben conte­
ner información de un solo tipo. Por ejemplo, las cantidades de dinero deben
aparecer en una columna, los porcentajes en otra y la información expresada
en palabras en otra (aunque dos tipos de datos pueden compartir la misma co­
lumna, como en la tabla de la figura 3.13; véase 3.67). Ninguna columna debe
contener la misma información en todas sus celdas; ese tipo de información es
más apropiado para las notas al pie.

3.65 Celdas vacías. Si el encabezado de una columna no es aplicable a alguna


de las entradas de los títulos de fila, se debe dejar la celda en blanco o, me­
jo r aún, rellenarla con una raya o puntos suspensivos. Si hace falta distin­
guir entre «no aplicable» e «información no disponible», se puede emplear
una celda en blanco para el primer caso y una raya o puntos suspensivos
para «no hay información» (véase fig. 3.15). Si la distinción no queda clara
por el texto, se debe añadir una nota a la tabla. (En su defecto, se puede op­
tar por las abreviaturas nía y n.i., dando las definiciones pertinentes en una
nota). Un cero significa, literalmente, que la cantidad reflejada en la celda
es cero (véanse figs. 3.13 y 3.16).

3.66 Matrices. Una m atriz es una estructura tabular diseñada para m ostrar las
relaciones recíprocas de un grupo de individuos, conceptos u otros ele­
mentos. En una matriz, los títulos de fila son idénticos a los encabezados
de colum na y, en consecuencia, las celdas presentan dos conjuntos idén­
ticos de intersecciones. Las celdas que contengan inform ación repetida
pueden dejarse en blanco si el orden no es significativo en las relaciones
TA BLA 5. Expansión estatal durante la era progresista: número de empleados federales
(total más organismos seleccionados)

Organismos seleccionados 1909 1917 Incremento (%)

Dpto. de Agricultura 11279 20269 79,7


Comisión de Comercio Interestatal 560 2370 323,2
Dpto. de Justicia 3198 4512 41,1
Dpto. Trabajo y Comercio® 11999 14993 25,0
Dpto. de la Marinab 3390 6420 89,4
Dpto. de Defensa® 22292 30870 38,5
Dpto. de Interior“1 17900 22478 25,6
Reserva Federal 75
Comisión de Servicio Civil 193 276 43,0
Comisión de Comercio Federal 244
Consejo de Transportes 22

Total
DC y no DC 342159 497867e 45,5
Excluyendo Servicio Postal 136799 198199 44,9
F uente: Reports o f the U nited States C ivil Service Com m ission (Washington, DC: GPO): 1910,
tabla 19; 1917, tablas 9-10; 1919, p. vi; U.S. Department o f Commerce, Bureau of the Census,
Statitical A bstract o f the U nited States, 1917 (Washington, DC: GPO, 1918), tabla 392.

aLos departamentos de Comercio y Trabajo estuvieron unidos hasta 1913. La Comisión de Servicio
Civil continuó computando conjuntamente sus empleados en los informes siguientes, hasta 1917.
Las cifras del Departamento de Trabajo propiamente dicho, tomadas de The A n v il a n d the Plow:
A H istory o fth e D epartm ent o f L abor (Washington, DC: GPO, 1963), apéndice, tabla 6, muestran
un número de empleados bastante estable (2000 en 1913, 2037 en 1917). La mayor parte de los
empleados (1740) fueron aportados por la Oficina de Inmigración y Naturalización en 1917. La
Oficina de Estadísticas Laborales fue la segunda en importancia, con 104 empleados. La Oficina
de Infancia tuvo 103, un crecimiento de 88 empleados desde 1913; y el Servicio de Conciliación
solo 12, correspondientes a la asignación personal de su secretario. En los dos años posteriores a
la guerra, debido a las nuevas necesidades de conciliación y condiciones del mercado laboral, el
personal de los departamentos se vio prácticamente multiplicado por tres; sin embargo, esas cifras
cayeron de manera clara en 1920.
bSolo se computan empleados de comercio y trabajo.
cE xduye las categorías de «ordenanzas y otros».
dIncluye los servicios de Tierras, Pensiones, Reclamaciones e Indio.
'Excluidos los trabajadores del canal de Panamá.

FIG U R A 3.15. Tabla de cuatro columnas en la que Total aparece en cursiva, para dis­
tinguirlo de los títulos de las filas superiores e inferiores (com párese con fig. 3.21;
véase 3.61). Adviértase también el uso de los puntos suspensivos en las celdas que no
contienen datos; las celdas para las que la información no es adecuada están en blanco
(véase 3.65).
TABLA 6. Decisiones sobre textos enviados

Tiempo transcurrido entre la recepción y la decisión

Menos de Más de
1mes 1-2 meses 2-3 meses 3 meses

2006 2005 2006 2005 2006 2005 2006 2005 2006 2005
Aceptados
Texto original aceptado tal y como fue enviado o con correcciones menores....... . . . 0 2 0 0 0 0 0 1 0 1

Aceptación condicional del texto original; versión revisada aceptada..................... . . 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Aceptación del reenvío del texto revisado.......................................................... ... 16 14 2 1 1 0 4 2 9 9


Rechazados
Texto original rechazado con sugerencias de que sea reenviado........................... ... 34 26 5 3 6 4 3 2 20 17
Texto original rechazado sin sugerir que sea reenviado...................................... ... 249 260 165 161 34 34 16 18 34 47
Rechazo del texto revisado y reenviado............................................................ . . . 22 26 2 0 1 0 2 1 14 26
Total de nuevas propuestas recibidas....................................................................... . . . 283 288
Total de reenvíos recibidos................................................................................... ... 38 41
Textos retirados................................................................................................... 0 3

Total de envíos recibidos............................................................................. ... 321 332 174 165 42 38 25 26 77 100


Porcentaje del total................................................................................... 100 100 54 50 13 11 8 8 24 30

FIG U R A 3.16. Tabla de once columnas con tres niveles de encabezado, separados por filetes de subencabezado (véase 3.55) y con líneas guía en las
entradas secundarias de los títulos de fila (véase 3.62). Adviértanse también las dos filas de totales; es habitual, pero no imprescindible, utilizar un filete
superior en dichas filas (véase 3.61).
TABLA 7. Innovaciones en los indicadores de rendimiento operativo y retorno del mercado de valores
de Amgen. Matriz de correlación de las variables

ingresos Cash-flow Cash-flow Retomo Retomo


Facturación netos operativo disponible de S&P 500 de CRSP

Facturación 1 ,0 0
Ingresos netos 0,03 1 ,0 0
Cash-flow operativo -0,07 0,91 1 ,0 0
Cash-flow disponible 0,09 0 ,1 2 0,04 1 ,0 0
Retomo de S&P 500 0,05 0,04 0 ,2 2 0,16 1 ,0 0
Retomo de CRSP 0,08 0 ,0 0 0,19 0,16 0,99 1,00
N ota: Para la facturación, la innovación se define como la diferencia primera de logaritmo. Para todas las demás
variables operativas, se utiliza la diferencia primera.

FIG U R A 3.17. Matriz de siete columnas, en la que los seis encabezados de columna
son idénticos a los seis títulos de fila. Se dejan en blanco las celdas que repiten relaciones
independientes del orden ya reflejadas en otras celdas (véase 3.66).

(véase fig. 3.17); en algunas matrices, la intersección de títulos coinciden­


tes puede dejarse en blanco o marcarse con una raya o con puntos suspensi­
vos (como en fig. 3.18).

3.67 Presentación de múltiples valores en una sola celda. De cara a reducir el nú­
mero de columnas, una celda puede contener dos valores, siempre que uno de
ellos aparezca entre paréntesis (véase fig. 3.13). En tales casos, debe explicar­
se el procedimiento en el encabezado de columna (véase 3.54) o en una nota.

TABLA 8. Distancias eudldianas medias entre poblaciones, calculadas a partir de datos morfológicos

Población Chunliao Lona Yunshanchau Tunchiu Tenchu Hohuanshan Tatachia

Chunliao ...
Lona 0,57
Yunshanchau 0,75 1,25
Tunchiu 0,71 1,03 0,78
Tenchu 1,15 1 ,1 0 1,59 0,97
Hohuanshan 1,51 1,43 2 ,0 0 1,65 1,16
Tatachia 1,85 2,03 2,17 1,69 1,24

FIG U R A 3.18. Matriz de ocho columnas. Cuando el título de una columna y el de una
fila coinciden, su punto de intersección se señala con puntos suspensivos (véase 3.66).
Autoritario Democrático Liberal

Política completamente Todas las políticas eran objeto Libertad total para decidir
determinada por el líder. de debate y decisión, con el individualmente o en grupo,
apoyo y ayuda del líder. con una participación mínima
del líder.

Pasos a seguir y técnicas de Se adquiría perspectiva de El líder, que dejaba constancia


cada actividad impuestos actividad durante la fase de su predisposición a
por la autoridad, de uno en de debate. Se bosquejaban aportar información técnica
uno, para que las decisiones pasos generales para lograr cuando así se le solicitase,
venideras fueran, en gran los objetivos del grupo; suministraba diversos
medida, inciertas. cuando hacía falta consejo, materiales. No intervenía de
el líder sugería dos o más ninguna manera en el trabajo
procedimientos alternativos de debate.
para determinar qué decisión
tomar.

El líder solía dictar la tarea Los miembros eran libres de El líder no tomaba ningún
que había que realizar y el trabajar con quien eligieran, y partido.
compañero de cada miembro. la división de tareas quedaba a
su criterio.

El líder tendía a ser «personal» El líder era «objetivo» a la El líder no comentaba las
a la hora de alabar y criticar hora de alabar y criticar, y actividades de los miembros
el trabajo de cada miembro mostraba espíritu de ser uno salvo cuando se le preguntaba
manteniéndose distante más del grupo sin trabajar por ellas, no trataba de evaluar
de la participación en el demasiado. o regular el curso del trabajo.
grupo excepto durante las
demostraciones.

FIG U R A 3.19. Tabla de tres columnas sin títulos de fila (véanse 3.57 y 3.68).

Alineación y formato de las celdas

3.68 Alineación de las filas. Cada una de las celdas de una fila se alinea con el
título de fila al que se refiere. Si el título de fila ocupa más de una línea, la
celda suele alinearse con la última línea de este (véase fig. 3.13). Pero si tanto
el título de fila como una o más celdas contienen más de una línea, sus res­
pectivas primeras líneas se alinean en todo el cuerpo de la tabla. También
se alinean las primeras líneas en las tablas en las que es del mismo tipo el
contenido de todas las columnas —en otras palabras, cuando la primera co­
lumna no contiene los títulos de fila como se ha descrito en 3.57— (véase
fig. 3.19; véase también 3.69).
3.69 Alineación de los encabezados de columna. Los encabezados de columna
pertenecientes a una misma fila se alinean por su base; si algún encabezado
ocupa más de una línea, todos los encabezados de esa fila deben alinearse
por la última línea (la más baja). Todo encabezado de columna, excepto en
la de títulos de fila, suele centrarse respecto a la celda más larga (es decir, la
más ancha). Si esta última es demasiado larga, puede ser necesario ajustarla
para dar apariencia de equilibrio. Si la alineación centrada no funciona, los
encabezados de columna y las celdas se alinean a la izquierda. Los títulos
de fila y las entradas se alinean siempre a la izquierda.

3.70 Alineación de números en las columnas. En una columna, los números sin
decimales suelen alinearse tomando como referencia el último dígito de la
derecha (véase fig. 3.16). Si los números contienen decimales, lo normal es
alinear en relación con la coma (véase fig. 3.13). Cuando los grupos de dí­
gitos vayan separados por espacios (véase 9.20), la alineación se hará con
respecto a dichos espacios. En todos estos casos, la columna de números se
suele centrar dentro de la columna tomando como referencia el número más
largo (es decir, más ancho). Cuando una columna incluye números de di­
ferentes tipos, es preferible alinear en relación con aquellos que se repitan
con mayor asiduidad (como en la tabla de la fig. 3.20, en la que la mayoría
de los valores están alineados respecto a la coma de los decimales, mientras
que los valores de N están centrados; ver también 3.83). Los puntos suspen­
sivos y las rayas también se centran (véase fig. 3.15).

3.71 Alineación de columnas formadas por palabras. Cuando una columna esté
formada por palabras, locuciones u oraciones, la apariencia dicta que se ali­
neen a izquierda y derecha. Si no quedan líneas incompletas después de la
primera, pueden centrarse. Las entradas más largas suelen ofrecer mejor as­
pecto alineándolas a la izquierda. Las líneas incompletas a partir de la segun­
da pueden sangrarse o, si se deja suficiente espacio entre las entradas, alinear­
se a la izquierda con la primera línea (véase fig. 3.19).

3.72 Formato de los totales, medias y promedios. A veces se deja un espacio


vertical o se disponen pequeños filetes sobre los totales, al pie de las colum­
nas, pero también se pueden omitir. Sin embargo, no debe haber ningún ren­
glón sobre las medias o promedios. Se debe mantener la coherencia y, cuan­
do corresponda, respetar las directrices del libro de estilo correspondiente.
En los títulos de fila, la palabra Total suele sangrarse. Los subtotales se tra­
tan de modo análogo (véase fig. 3.21; véanse también 3.61 y 3.73).

3.73 Cuándo emplear totales. Pueden incluirse totales y subtotales o no, depen­
diendo de si son útiles para presentar la información. Cuando los porcen­
tajes de una columna se basan en diferentes n, puede que un porcentaje fi­
nal basado en el total N resulte útil a efectos informativos y, de ser así, debe
Variable Promedio Desviación media

Variable de cohorte
1946 0,128 0,33
1947 0,140 0,35
1948 0,145 0,35
1949 0,148 0,35
1950 0,145 0,35
1951 0,145 0,35
1952 0,148 0,35
Variable de educación
Por debajo de bachillerato 0,718 0,45
Bachillerato 0,096 0,29
Diplomatura (bac + 2) 0,074 0,26
Licenciatura 0 ,1 1 1 0,31
Años de enseñanza superior 1,440 2,47
Salario (registro) 9,170 0,49
Entorno familiar de clase media 0,246 0,43
N 26371 26371
F uente: Informes de población activa 1990, 1993, 1996 y 1999.
N ota: La muestra se compone de hombres asalariados nacidos entre 1946 y 1952.

FIGURA 3.20. Tabla de tres columnas cuyos valores están alineados respecto a la coma
de los decimales, excepto los de N (última fila) (véase 3.70).

incluirse (véase 3.83). Adviértase que el redondeo suele provocar que el to­
tal de los porcentajes sea ligeramente superior o inferior a 100. En estos ca­
sos se debe aportar el valor real (por ejemplo, 99 % o 101 %) —si se aporta al­
guno—, y explicar en una nota al pie la aparente discrepancia (véanse 3.61 y
3.72).

Notas a las tablas

3.74 Orden y ubicación de las notas a las tablas. Hay cuatro tipos generales
de notas al pie para las tablas y, cuando se necesiten notas de dos tipos o
más, deben aparecer en el orden siguiente: 1) notas sobre las fuentes, 2) no­
tas relacionadas con el conjunto de la tabla, 3) notas relativas a partes es­
pecíficas de la tabla y 4) notas sobre niveles de relevancia. Las notas a la ta­
bla siempre aparecen inmediatamente debajo de la tabla a la que pertenecen,
y deben numerarse aparte de las notas del texto. Pero si una tabla que ocupa
TA BLA 11. Tamaños de las muestras según idioma, grupos y años

Grupo

Estudiantes Estudiantes
idioma/año universitarios de posgrado Profesorado Subtotal

Americano
2004 38026 18330 13138 69494
2005 53954 17015 12669 83638
2006 44132 18375 12169 74676

Subtotal 136112 53720 37976 227808

Británico
2004 12853 4263 2054 19170
2005 26140 7774 1900 35 814
2006 9902 3 357 1107 14366

Subtotal 48895 5 394 5061 69350

Total 297 158

FIG U R A 3.21. Tabla de cinco columnas con subtotales y total (véanse 3.61 y 3.72).

varias páginas no contiene notas generales, y alguna nota específica afecta


a una sola página, dicha nota debe incluirse al pie de la página impresa a la
que hace referencia. En una versión digital que incluya enlaces de hipertex-
to, suelen agruparse todas las notas en la parte baja de la tabla.

3.75 Especificación de las fuentes en notas a las tablas. Si los datos de una ta­
bla no proceden del propio autor, sino de otra fuente o fuentes, la cortesía
profesional exige que se reconozca plenamente en una nota al pie sin nu­
merar. Dicha nota comienza por Fuente o Fuentes, en cursiva y seguido de
dos puntos (véase fig. 3.20), aunque también son aceptables otras fórmulas
si se emplean coherentemente.

Fuentes: Información extraída de Richard H. Adams Jr., «Remittances, Investment,


and Rural Asset Accumulation in Pakistán», Economic Development and Cultural
Change 47, n.° 1 (1998): 155-73; David Bevan, Paul Collier y Jan Gunning, Peasants
and Government: An Economic Analysis (Oxford: Clarendon Press, 1989), 125-128.

Si las fuentes están recogidas en la bibliografía o en una lista de referen­


cias, se puede emplear una forma abreviada:

Fuentes: Información extraída de Adams (1998); Bevan, Collier y Gunning (1989).


Salvo en caso de uso lícito (véase 4.56-65), la reproducción literal de una
tabla que proceda de una obra publicada bajo copyright requiere autori­
zación formal. Se debe reconocer la correspondiente autoría en una nota.
Véase 3.31 para obtener más inform ación y ejemplos sobre el estilo de
las líneas de crédito. Para más inform ación acerca de cómo citar fuentes,
véanse los capítulos 14 y 15.

3.76 Notas que hacen referencia a toda la tabla. Las notas que hacen referen­
cia al conjunto de una tabla, al igual que las notas de fuente, no se nume­
ran, y comienzan por la palabra Nota, en cursiva y seguida por dos pun­
tos, aunque se aceptan otras fórmulas si se utilizan coherentemente (véanse
fígs. 3.11, 3.12, 3.14, 3.17 y 3.20). Si el contenido de una nota general pue­
de condensarse en una expresión breve, esta puede añadirse entre parénte­
sis al título (véanse ejemplos en 3.53).

3.77 Notas a partes específicas de la tabla. En las notas que hacen referencia
a partes específicas de una tabla se pueden usar letras, números o sím bo­
los a modo de superíndice (voladitos); debe mantenerse el mismo sistema
en todas las tablas. Aunque se suele optar por las letras, la elección puede
depender del contexto. En tablas cuyos datos se expresan principalm en­
te en palabras o letras (por ejemplo, las tablas 11.3, 11.4 y 11.5 de este
manual) se prefiere el uso de números, mientras que en las que incluyen
ecuaciones m atem áticas o químicas puede ser preferible el uso de sím bo­
los, puesto que las letras y números voladitos pueden confundirse con los
exponentes. Cada tabla debe disponer de su propia serie de notas —em ­
pezando por a, 1 o * —, independiente de las notas del texto y de las no­
tas a otras tablas. La secuencia avanza de izquierda a derecha y de arri­
ba abajo, como en el texto. Sin embargo, al contrario que los números de
referencia de las notas del texto, se utiliza la misma letra, número o sím ­
bolo en dos o más elementos si la nota correspondiente afecta a ambos.
(Una referencia a una nota al pie adjunta a un encabezado de columna se
supone vinculada a todos los elem entos de la columna, mientras que una
referencia adjunta a un título de fila afecta a toda la fila). El superíndice
(letra, número o símbolo) se repite al final de la tabla, al principio de la
nota correspondiente, sin punto ni, por lo general, espacio detrás (véan­
se fígs. 3.13, 3.14 y 3.24). Cuando se utilizan símbolos, la secuencia es la
siguiente:

1. * (asterisco; pero no se debe usar si existen valores de p en la tabla; véase 3.78)


2. f (daga)
3. j: (doble daga)
4. § (marca de sección)
5. II (pleca doble)
6. # (almohadilla)
Cuando hacen falta más símbolos, se pueden doblar o triplicar dentro de la
misma secuencia:

*, t, etc., **, tf, tt, etc., ***, ftf, etc.

3.78 Notas sobre niveles de relevancia. Si una tabla contiene notas sobre ni­
veles de relevancia (tam bién denom inadas «notas de probabilidad»), se
pueden em plear asteriscos como marcas de referencia. Si se distinguen
dos o tres niveles de relevancia estándares, se utiliza un asterisco para
el nivel de m enor relevancia, dos para el inm ediatamente superior y tres
para el tercero. No obstante, si aparecen valores diferentes de estos tres,
es preferible usar letras en lugar de asteriscos, a fin de evitar confundir
al lector. En la nota, la letra p (probabilidad) se escribe, normalmente, en
m inúscula y cursiva. Las notas de probabilidad se colocan después de to­
das las demás (véase fig. 3.22).

*p < 0,05
**p < 0 ,0 1
***p< 0,001

Estas breves notas pueden situarse en la misma línea; si van espaciadas no


es necesaria ninguna puntuación entre ellas, pero si van juntas deben sepa­
rarse con punto y coma. Sobre los valores p, consúltese el Manual de p u ­
blicaciones de la American Psychological Association (véase bibliog. 1.1).
Algunas revistas escriben p en mayúscula, y otras muestran los valores de
probabilidad en simples notas a la tabla.

Edición de las tablas

3.79 Edición del contenido de una tabla. Debe editarse el estilo de las ta­
blas, prestando especial atención a las mayúsculas, la ortografía, la pun­
tuación, las abreviaturas, los números y el uso de símbolos. Hay que ve­
rificar su coherencia interna, la coherencia entre tablas (para garantizar,
por ejemplo, el tratam iento homogéneo de los encabezados de columna
y títulos de fila) y con el estilo del texto adyacente. Todos los totales de­
ben comprobarse, indicando las discrepancias al autor para su corrección.
Al igual que en el texto, deben cotejarse las referencias a las notas al pie
con las propias notas, y tam bién es necesario revisar la secuencia correcta
de letras y sím bolos (véase 3.77). Se debe comprobar la relevancia de las
tablas y cotejarlas entre sí para evitar redundancias. El sentido lógico de
cualquier tabla debe resultar evidente para el lector profano, y para el edi­
tor no especializado, aun cuando el m aterial sea muy técnico.
Tasa de
Coeficiente ET probabilidad

Bancos de la iglesia ocupados por


Sectas pietistas (%) -0,454** 0,117 0,635
Sectas litúrgicas (%) 0,356* 0,183 1,428
Mano de obra en manufacturas (%) -0,700** 0,269 0,497
Variable = 1 en condados por encima del promedio de
Patrimonio personal en bienes muebles -0,024 0,040 0,976
Patrimonio inmobiliario -0,082* 0,039 0,921
Población libre que posee esclavos (%) 0,159** 0,025 1,172
Población libre nacida en
Irlanda (%) 0,009* 0,004 1 ,0 1 0

Gran Bretaña {%) -0,025** 0,006 0,975


Alemania (%) 0,013** 0,003 1,013
Otro país extranjero (%) - 0 ,0 1 1 ** 0,004 0,989
Logaritmo de la población del condado -0,053* 0,026 0,948
Variable = 1 si la región es
Atlántico medio 0,506** 0,062 1,659
Noreste central 0,304** 0,074 1,355
Noroeste central -0,199** 0,097 0,820
Fronteriza 0,115 0,133 1 ,1 2 2

Oeste 0 ,1 1 0 0,126 1,116


Constante 0,374 0,269

N ota: Los resultados se extraen medíante una regresión generaJizada ponderada de mínimos cua­
drados, en la que la variable dependiente es log [Af/(100 - A-f.)], donde constituye el porcentaje
de voto emitido a favor de McCIellan, Los datos de los condados son los de 1860. N ~ 941 observa­
ciones. R2 ajustado = 0,223, La información electoral procede de Clubb, Flanigan y Zingale (2006).
Los datos de los condados proceden del Consorcio Interuniversitario para la Investigación Política
y Social (2004), excepto el porcentaje de nacimiento en un país determinado, que estimamos a
partir del censo de 1860 de Ruggles et al. (2004).
V < 0,05
**p < 0,01

FIG U R A 3.22. Tabla de cuatro columnas con notas de niveles de relevancia o probabili­
dad (p) a continuación de una nota general (véase 3.78).

3.80 «Por ciento» o «porcentaje». A pesar del cambiante uso lingüístico, con­
sideramos por ciento com o un adverbio («por, o de cada cien», como en
«el 10 por ciento de la clase») o, con menor frecuencia, como un adjeti­
vo (un «aumento del 10 por ciento») y porcentaje com o el sustantivo («un
porcentaje significativo de sus ingresos»). Sin embargo, el símbolo % pue­
de referirse a ambas expresiones (véase 3.82).
TA BLA 13. Contenido relativo de isótopos aislados en elementos pesados

Elemento Z Y Elemento Z Y

Sm 62 1,480 W 74 0,505
Gd 64 0,691 Os 76 0,811
Dy 66 0,930 Pt 78 1,160
Eb 68 0,759 Hg 80 0,500
Yb 70 0,601 Pb 82 0,550
Hf 72 0,440

FIG U R A 3.23. Tabla de tres columnas desdoblada en dos (véase 3.84).

3.81 Intervalos numéricos. Q uien prepare o edite una tabla debe asegurar­
se de que los intervalos num éricos no se superponen, de que no hay es­
pacios vacíos entre ellos y de que son tan precisos como los datos lo re­
quieran. Debe quedar claro si se quiere expresar «hasta» o «hasta (...)
inclusive». Por ejem plo, las cantidades en euros deben especificarse
com o «menos de 5 € , 5 € - 9 € , 10 € -1 4 € , y 15 € -1 9 € » (no «1 € -5 € ,
5 € - 1 0 € ,» etc.). Si hace fa lta ser m ás preciso s, se puede e scrib ir
«1,00 € -4 ,9 9 € , 5,00 € -9 ,9 9 € ,» etc. Los símbolos < y > deben usarse
únicam ente para expresar «m enor que» y «m ayor que». En una tabla que
incluya intervalos de edad, > 60 significa «más de 60 años» (no «60 o
m ás», que se indicaría 60 o más).

3.82 Signos y símbolos en las tablas. En una columna que conste únicamen­
te, por ejemplo, de cantidades en euros y porcentajes, sus correspondientes
símbolos deben ser omitidos en las celdas e incluidos en el encabezado de
columna (véanse 3.54 y figs. 3.12-13) o, a veces, en el título de fila (véa­
se fig. 3.22). Los signos matemáticos que preceden a las cantidades en una
columna de números no tienen, necesariamente, que ir alineados unos con
otros, pero deben aparecer inmediatamente a la izquierda de los números
que modifican (véase fig. 3.12).

3.83 «A/» y «n». En muchas tablas estadísticas se utiliza una N en cursiva para
representar el número total de elementos del grupo del que se extraen los
datos (véase fig. 3.20). La n en cursiva representa una parte del conjunto
total (véase fig. 3.13). Por ejem plo, si N hace referencia al número total
de sujetos (de ambos sexos) de un estudio, podría usarse una n al especi­
ficar el número de hombres y el número de mujeres.

3.84 Ajuste y comprobación de las tablas. A la hora de preparar una tabla para
su publicación, los editores y maquetadores pueden verse en la necesidad
de ajustar o comprobar su formato de acuerdo con las siguientes directrices
generales:

1. Ajuste de tablas largas o anchas. Por una parte, las tablas largas y estrechas,
con pocas columnas y muchas filas, y, por otra, las tablas anchas, con muchas
columnas y pocas filas, pueden plantear problemas, o resultar inviables, sobre
todo a la hora de imprimir. Para una tabla larga y estrecha, la solución es desdo­
blarla, disponiendo la tabla en dos mitades, una al lado de la otra, y repitiendo
los encabezados de columna en la segunda mitad. Este tratamiento también pue­
de servir para que una tabla estrecha pero no necesariamente larga llene el an­
cho de la página (véase fig. 3.23). Para una tabla ancha y corta, la solución es
girarla, convirtiendo los títulos de fila en encabezados de columna y viceversa;
si la tabla, una vez girada, resulta demasiado estrecha, puede desdoblarse. A lgu­
nas tablas pueden requerir la presentación apaisada (giradas noventa grados en
el sentido contrario a las agujas del reloj y leídas de abajo arriba de la página);
(véase fig. 3.16; véase también 3.49). Cuando se trata de tablas largas, el editor
puede necesitar que se especifique si se permiten (y de ser así, dónde) el aviso
«Continuación» y la repetición de encabezados (véase 3.85) y dónde deben apa­
recer las notas al pie (véase 3.77).
2. A juste de tablas m uy grandes: otras opciones. Si no se puede acom odar
una tabla m uy grande al espacio de im presión por m edio de las soluciones
apuntadas más arriba, será necesario efectuar ajustes adicionales de edición
o tipográficos. Es posible acortar la redacción o usar abreviaturas. Omitiendo
el encabezado de la página cuando se m uestra una tabla a página com pleta
(véase 1.15), se puede disponer de espacio adicional para la tabla. Una tabla
ancha puede extenderse ligeramente hacia el margen izquierdo, en el caso de
las páginas pares, o hacia el derecho, en el caso de las páginas impares o, si ello
mejora la estética, hacia ambos márgenes. En el caso de una tabla especialmente
larga, la editorial puede optar por reducir el tamaño de la tipografía o publicar la
tabla únicamente en formato electrónico, si dispone de esa opción. Para reducir
una anchura excesiva, se pueden estudiar otras dos soluciones (ninguna de ellas
demasiado conveniente para los lectores); 1 ) usar números para los encabezados
de columna, relegando a notas al pie el texto correspondiente, tal y como ilustra
la figura 3.24; o 2) girar los encabezados de colum na para que se lean vertical
en vez de horizontalmente.
3. C om probación de los file te s. El ed ito r debe asegurarse de que los filetes
aparecen donde son necesarios y de que los filetes de subencabezado tienen la
longitud adecuada y se distinguen del subrayado (para que en la versión im presa
aparezca un filete, no texto en cursiva) (véanse 3.50 y 3.55).
4. Comprobación de la alineación de números y texto. La alineación de las filas y de
las columnas debe estar claramente especificada en el original. Los editores deben
asegurarse de que los números están correctamente alineados (por ejemplo, por la
coma del decimal) y de que los títulos de fila acompañan a la fila correspondiente
y están alineados con ella (véase 3.68-73). Aunque la tipografía de estilo antiguo
TABLA 14. Momento de entrada de los socialistas en las elecciones y reformas en el sistema
de sufragio

País ( 1) (2 ) (3) (4) (5) (6 ) (7)


Austria 1889 1897 1907 _ 1919 — _
Bélgica 1885* 1894 1894 45,7 1948 38,4 2 2 ,2
Dinamarca 1878* 1884 1849 28,l b 1915 24,6 23,9
Finlandia 1899 1907 1906 2 2 ,0 1906 — 2 2 ,0
Francia 1879 1893 1876 36,5' 1946 33,9 24,9
Alemania 1867 1871 1871 25,5 1919 34,2“ 34,0“
Italia 1892* — 1913 — 1945 — —

Holanda 1878 1888 1917 — 1917 — —

Noruega 1887 1903 1898 34,1 1913 27,7 28,8


España 1879 1910 1907 — 1933 — —

Suecia 1889 1896 1907 28,9 1921 35,0 37,0


Suiza 1887 1897 1848 — — — —

Reino Unido 1893* 1892' 1918 - 1928 - -


Nota: Los encabezados de columna son los siguientes: (1) constitución del partido socialista; (2)
primer candidato elegido para el Parlamento; (3) sufragio universal masculino; (4) proporción
de trabajadores en el electorado en las primeras elecciones con sufragio universal masculino;
(5) sufragio universal; (6) proporción de trabajadores en el electorado en las últimas elecciones
antes de la extensión del derecho de voto a las mujeres, y (7) proporción de trabajadores en el
electorado en las primeras elecciones tras la extensión.
‘Antes existieron grandes partidos socialistas o de trabajadores, que fueron disueltos o reprimidos.
bA lrededorde 1884.
cEn 1902.
dCon fronteras diferentes.
'Elección de Keir Hardie.

FIG U R A 3.24. Tabla de ocho columnas con números que sustituyen a los encabezados
para reducir la anchura. Los encabezados se definen en una nota general a la tabla. Las
notas referentes a partes específicas de la tabla se indican mediante las letras voladitas
«superíndices» (véanse 3.77 y 3.84).

(como esta: 1 9 3 8 ) resulta elegante en los números de página o en un texto con


pocos números, debe evitarse en las tablas porque no es tan fácil de alinear como
los números «normales» (ejemplo 1938) y puede ser más difícil de leer.
5. Comprobación de los encabezados de página en tablas a toda página. El editor
debe asegurarse de que se omiten los encabezados de página en las tablas a toda
página o multipágina (véanse, no obstante, 1.15 y 2.112).
6 . Comprobación de las fuentes y el marcado. En un libro que no forme parte de

una serie, el diseñador definirá el estilo tipográfico de las tablas, así como el del
texto y otros elementos. Las revistas siguen su propio estilo de presentación y
marcado. Los editores deben asegurarse de que las tablas se editan de acuerdo
1992 1993 1994 1995 1996

Asia

China
PIB 469003 598765 546610 711315 834311
Cuenta corriente 6401 -11609 6908 1618 7 243
Entradas de capital -250 23 474 32645 38674 39966
Propio 7 922 24266 34 208 36185 39981
Créditos bancarios 4008 2146 3786 80405 10625
Indonesia
PIB 139116 158007 176892 202131 227 370
Cuenta corriente -2780 -2106 -2780 -6431 -7 663
Entradas de capital 6129 5632 3 839 10259 10 847
Propio 1947 2692 2 573 4285 5195
Créditos bancarios 663 1573 2030 8021 12 602
América Latina
Argentina
PIB 228990 257 842 281925 279613 297460
Cuenta corriente -5462 -7 672 -10117 -2768 -3787
Entradas de capital 7 373 9 827 9279 574 7033
Propio 4630 4038 3954 4589 7 375
Créditos bancarios 1 152 9945 1 139 2 587 959

TABLA 15 (continuación)

1992 1993 1994 1995 1996

América Latina

B r a s il
PIB 446580 438 300 546230 704167 774 868
Cuenta corriente 6089 20 -1 153 -18136 -23 602
Entradas de capital 5 889 7 604 8020 29306 33 984
Propio 3 147 4062 5 333 8 169 15788
Créditos bancarios 11077 4375 9162 11443 14462
Chile
PIB 41882 44474 50 920 65 215 69218
Cuenta corriente -958 -2554 -1585 -1398 -3 744
Entradas de capital 3134 2996 5 294 2488 6781
Propio 876 1326 2580 1959 4090
Créditos bancarios 2192 804 1108 1100 1808

FIGURA 3.25. Tabla de seis columnas con encabezados duplicados e indicación de con­
tinuidad tras el salto de página (véase 3.85).
con el diseño, y de que el formato y marcado de las tablas preparadas electróni­
camente se ha aplicado correcta y coherentemente. Para obtener más información
sobre el diseño de tablas, véase Richard Eckersley et al., Glossary o f Typesetting
Terms (bibliog. 2.7).

Indicación de la continuidad y especificación de la repetición de encabe­


zados de columna. En las tablas verticales que ocupan más de una pági­
na, los encabezados de columna se repiten en todas ellas. En una tabla apai­
sada a doble página —que debe ser presentada, siempre que sea posible, en
páginas enfrentadas—, no es necesario repetir los encabezados de columna;
en las tablas apaisadas que exceden las dos páginas de extensión, los en­
cabezados de colum na se repiten solo en las páginas pares (véase tam ­
bién 2.112). Cuando se repiten los encabezados de columna, también deben
repetirse el número de tabla y el aviso «Continuación» (véase fig. 3.25). En
cualquier tabla que probablemente vaya a ocupar más de una página, el edi­
tor debe especificar si será necesario emplear el aviso «Continuación» y re­
petir los encabezados de columna, y dónde deben aparecer las notas al pie
(generalmente, al final de la tabla; véase, no obstante, 3.74). El editor tam­
bién debe asegurarse de que se omiten los encabezados de página en tablas
a toda página o multipágina (véase, sin embargo, 1.15).
5 Gramática y uso
Gramática 5.1
Presentación 5.!
El sustantivo 5.4
Definición 5.4
Características de ios sustantivos 5.10
La aposición 5.13
Cambios funcionales 5.14
El pronombre 5.15
Definición y uso 5.15
Características de los pronom bres 5.18
Clases de pronom bres 5,23
Los pronombres personales 5.2.4
I,os pronombres posesivos .5.32
Los pronombres demostrativos 5.34
Los pronom bres interrogativos 5.35
Los pronom bres relativos 5.37
Los pronom bres indefinidos 5.42
El adjetivo 5.43
Definición 5.43
Uso riel adjetivo 5.44
Grados del adjetivo 5.48
Variación funcional 5.52
Los determ inantes 5.53
Tipos tic determ inantes 5.53
Ll artículo 5.54
Los determinantes posesivos 5.61
Los determinantes demostrativos 5.(>2
Los determinantes numerales 5.63
Los determ inantes indefinidos 5.68
El verbo 5.70
Definición 5.70
Ll infinitivo 5.77
Fd participio y el gerundio 5.79
Características del verbo 5.83
Conjugación de los verbos 5.97
Los verbos auxiliares 5.98
El adverbio 5.101
Definición y forma 5.101
Adverbios simples y locuciones adverbiales
G ra do del adverbio 5 . 107
Posición del adverbio 5.112
La preposición 5.113
D efinición y uso 5.113
Cuestiones prácticas 5.119
La conjunción 5.121
Las interjecciones 5.133
La estructura paralela 5.136
El uso lingüístico 5.139
Presentación 5.139
Glosario de palabras y expresiones problemáticas 5.143
Palabras homófonas 5.144
Palabras parónimas 5.146
El lenguaje no discriminatorio 5.148
Gramática*
Presentación

5_1 Definición de gramática. 1.a g r a m á tic a e s e l c o n ju n to d e r e g la s q u e r i­


g e n la m an era en la q u e las p alab ras se c o m b in a n para form ar o r a c io n e s .
P u e d e h a b la r se d e g r a m á t ic a d e s c r ip t iv a , a q u e lla q u e r e fle ja lo s u s o s
y r e g la s s e g u id a s e f e c tiv a m e n te p or lo s h a b la n tes d e una le n g u a d e te r ­
m in a d a . y d e g r a m á t ic a ¡ d e s c r ip t iv a o n o r m a t iv a , a q u e lla q u e e s t a b le ­
c e las r e g la s q u e d e b e n s e g u ir lo s h a b la n tes, lis ta s r e g la s, q u e g o b ie r n a n
la m a y o r ía de las c o n s tr u c c io n e s en u n a le n g u a d a d a , so n , e n gran par­
te, a p r e n d id a s d e m o d o in c o n s c ie n te por lo s h a b la n te s n a tiv o s d e e s a le n ­
g u a. El p e q u e ñ o n ú m e r o d e c o n s tr u c c io n e s q u e n o s ig u e n e s ta s r e g la s
p e r te n e c e n en su m a y o r parte a la c a te g o r ía d e lo s m o d ism o s .

5.2 Teorías gramaticales. E x iste n n u m e r o sa s te o r ía s g r a m a tic a le s y d iv e r ­


sas te r m in o lo g ía s para d escrib ir la gram ática. L as teorías g r a m a tic a le s han
a v a n za d o e n o r m em e n te durante e sto s ú ltim o s a ñ o s, pero, cu a n to m ás ap ren ­
d e m o s. p arece q u e sa b em o s m e n o s. « U n a d e sc r ip c ió n c o m p le ta m e n te a d e ­
cuada de la gram ática [ ... | sig u e sie n d o un o b je tiv o d istan te y, en el p r e se n ­
te. ap aren tem en te in a lca n za b le , c o n tod as las c o m p lic a c io n e s q u e e x is t e n » .1
D e h e c h o , cn a n to m ás d eta lla d a e s una gram ática (p u ed e llegar a ocu p ar
varios v o lú m e n e s), m e n o s p robab le e s que resulte de utilid ad para la m ayor
parte d e los u su arios de e sa len gua.

5.3 Partes del discurso. La g r a m á tic a se ha c en tra d o a m e n u d o — c o m o en


e s te m an u al — en las partes d e l d isc u r so y su sin ta x is. C a d a parte d e l d i s ­
c u r so r e a liz a una fu n c ió n p articu lar en una o r a c ió n o p r o p o s ic ió n . En e s ­
p a ñ o l, la R A E d is tin g u e las s ig u ie n te s partes d el d isc u r so : s u s ta n tiv o s ,
p r o n o m b re s, a d je tiv o s , d e te r m in a n te s, v e r b o s, a d v e r b io s, p r e p o s ic io n e s ,
c o n ju n c io n e s e in te r je c c io n e s . E sta s e c c ió n d e s c r ib e d ic h a s c a te g o r ía s
tr a d ic io n a le s a la v e z q u e b o sq u eja a lg u n a s de las lin c a s p r in c ip a le s d e la
g r a m á tic a e s p a ñ o la u tiliz a n d o para e llo lo s té r m in o s g r a m a tic a le s a c e p ­
ta d o s p or la ú ltim a v e r s ió n de la G r a m á t ic a d e la le n g u a e s p a ñ o la d e la
R A E (v é a s e b ib lio g . 3 . 1 ): .

1 N del R : L as n o r m a s y criterio s g ra m a tic a le s c o n te n id o s en e ste c a p ítu lo h an sid o a d a p ta d o s


a l a l e n g u a e s p a ñ o l a s i g u i e n d o el e s q u e m a o r g a n i z a t i v o d e l m a n u a l o r i g i n a l e n i n g l é s , e i n t e n ­
tan s e r u n r e c o r d a t o r i o d e g r a m á t i c a g e n e r a l , sin m a v o r p r e t e n s ió n té c n ic a . P a r a u n d e s a r r o l l o
m á s a m p l i o , d e b e n c o n s u l t a r s e l a s g r a m á t i c a s d e r e f e r e n c i a d e ¡a l e n g u a e s p a ñ o l a .
1 R o b e n W. B u i c h f i e l d . Unl<H king t/tc E n g lish L a n g u a g e ( N u e v a Y o rk : Hill a n d W a n g . 19 9 1 ) , 22.
2 R A L v A s o c i a c i ó n d e A c a d e m i a s d e la L e n g u a F s p a ñ o l a . N u e v a 'd ram átic a d e la le n g u a
e s p a ñ o la : M a n u a l ( M a d r i d : F i s p a s a . 2 0 1 0 ) .
El sustantivo

DEFINICIÓN

5.4 Definición general del sustantivo. U n su sta n tiv o e s una palabra qu e n o m ­


bra a lg o c o m o en tid ad in d ep en d ien te, se a abstracta (in ta n g ib le ) o con creta
(ta n g ib le ). P u e d e ser un su sta n tiv o c o m ú n (un nom b re g e n é r ic o q u e d e fin e
a una c la s e o tip o de p e r so n a , ser a n im a d o , lugar, o b je to , p r o c e so , a ctiv id a d
o c o n d ic ió n ) o un n om b re p ro p io (el n om b re d e una p erson a, ser an im a d o ,
lugar o c o s a e s p e c ífic o s ).

5.5 El nombre propio. L o s n om b res p ro p io s d e sig n a n de m anera e s p e c ífic a a


una person a, un lugar o una c o sa (p. ej.. J u a n P é re z , M o s c ú , K o h - I- N o o r ) o
el título de una obra ( C iu d a d a n o K a n e ). S e escrib en siem p re co n m ayú scu la,
in d ep en d ien tem en te de la m anera en la qu e se utilicen. U n su stan tivo com ú n
p u ed e con vertirse en nom bre propio (p. ej.. R e a l F á b r ic a d e T a p ic e s , la G ra n
D e p r e s ió n ), y a v e c e s un nom bre p ropio se pu ed e utilizar de m anera figura­
da e inform al c o m o si fuera un su stan tivo co m ú n {A l ig u a l q u e M o ria rty , é l
e s un N a p o le ó n d e l c r im e n , d on de N a p o le ó n tien e las c o n n o ta c io n e s de una
m en te in g e n io sa y una a m b ició n sin lím ites). C o n el p a so del tiem p o , algu n os
n om b res p rop ios (lla m a d o s e p ó n in w s ) se han co n v ertid o en nom b res c o m u ­
n es, tales c o m o s á n d w ic h (d erivad o del c o n d e de S a n d w ich ) o a lz h é im e r (de
A lo is de A lzh eim er, m é d ic o alem án ) (v é a se 8 .32).

5.6 El sustantivo común. El su sta n tiv o c o m ú n o a p e la tiv o e s e l n om b re g e ­


n é r ic o de un e n te p e r te n e c ie n te a una c la s e o g r u p o (p or e je m p lo , m e s a ,
r í o o p in a ) . N o se e s c r ib e c o n m a y ú s c u la a m e n o s q u e c o m ie n c e una o r a ­
c ió n o a p a r e zc a al c o m ie n z o d e un títu lo . L o s su sta n tiv o s c o m u n e s s u e ­
len d iv id ir s e en tres su b c a teg o r ía s: su sta n tiv o s c o n c r e to s , su sta n tiv o s a b s ­
tra cto s y su sta n tiv o s c o le c t iv o s . L o s su sta n tiv o s c o n c r e to s d e sig n a n a lg o
p e r c e p tib le por lo s s e n tid o s f ís ic o s (p. e j., e d if ic io , v ie n to , m ie l). L o s s u s ­
ta n tiv o s a b stra c to s d e sig n a n a lg o q u e no se p u ed e p e r cib ir por lo s s e n ti­
d o s (p. e j., a le g r ía , e x p e c t a t iv a , n e u r o s is ). L o s su sta n tiv o s c o le c t iv o s , que
p u ed en c o n sid e r a r s e su sta n tiv o s c o n c r e to s pero a m e n u d o se c a te g o r iz a n
d e m an era d ife r e n te , se r efier e n a g r u p o s d e p e r so n a s o de o b je to s (p. ej.,
m u c h e d u m b r e , b a n d a d a , c o m it é ). L o s s u s ta n tiv o s c o m u n e s ta m b ié n se
c la s ific a n en c o n ta b le s y no c o n ta b le s.

5.7 Sustantivos contables. L o s su sta n tiv o s c o n ta b le s tam b ién se d e n o m in a n


d is c o n t in u o s o d is c r e t o s . S e refieren a e n tid a d e s q u e se p u ed en con tar o
num erar. P u e d e n , por tan to, u tiliz a r se c o n d iv e r s o s m o d ific a d o r e s cu a n ti-
fica d o re s: tre s s illa s , m u c h o s e s tu d ia n te s , b a s ta n te s p r o b le m a s . A m e n u d o
tien en fo r m a sin g u la r y plural (d ic c io n a r io - d ic c io n a r io s , p e z u ñ a -p e z u ñ a s ,
p e r ió d ic o - p e r ió d ic o s ) . C u an d o un su sta n tiv o fu n c io n a c o m o su jeto de una
o r a ció n , d e b e m an ten erse la co n co rd a n cia : un su sta n tiv o co n ta b le sin gu lar
n e c e s ita de un v erb o en sin g u la r ( E l ta r r o está l le n o ) y un su sta n tiv o c o n ta ­
ble plural n e c e sita de un verb o en plural ( L o s ta r r o s está n lle n o s ).

5.8 Sustantivos no contables. L o s su sta n tiv o s 110 co n ta b le s se d en om in an tam ­


bién in c o n ta b le s , d e m a sa o c o n tin u o s . D esig n a n en tid ad es 110 nu m erab les
por ser abstractas (f e lic id a d , h o n e s tid a d , a m o r ) o porque se con sid eran c o m o
m aterias o su stan cias {c h o c o la te , m ie l. le ñ a ). S on c u a n tifica b le s (ttn p o c o d e
c h o c o la te , un ta rro d e m ie l), pero 110 nu m erab les. C u an d o fu n cion an c o m o
su jeto de una o ra ció n , los su sta n tiv o s no c o n ta b le s van hab itu alm en te en sin ­
gular { E l c h o c o la t e e s un a lim e n to a lta m e n te e n e rg é t ic o ).

5 .9 Nominalizaciones. U n a n o m in a liz a c ió n e s la fo r m a c ió n d e un s u s ta n ti­


v o a partir de otra fo r m a , u s u a lm e n te un v e r b o (p. e j., g o le a r > g o t e o :
a t e r r iz a r > a t e r r iz a je ) , o el u so en fu n c ió n su sta n tiv a de otras partes de la
o r a ció n (p. e j., E l f u m a r e s tá c a d a vez p e o r v is to en este p a ís ).

CARACTERÍSTICAS DE L OS S U S T A N T I V O S

5.10 Características del sustantivo. L os su sta n tiv o s tien en g é n e ro (m a sc u lin o y


fe m e n in o ) y nú m ero (sin g u la r y plural).

5.11 Género del sustantivo. L o s su sta n tiv o s p u ed en ser m a sc u lin o s o f e m e n i­


nos. En e sp a ñ o l no e x is te el g é n e ro neutro partí el su sta n tiv o . En la m a y o ­
ría de lo s su sta n tiv o s que se refieren ti se res a n im a d o s, el g é n e ro d e sig n a el
s e x o del referente (s e ñ o r /s e ñ o r a ; g a lo /g a t a ), a m en u d o añ a d ien d o un s u fi­
jo . c o m o en c o n d e /c o n d e s a , e tc. En el resto de los su sta n tiv o s, el g é n e ro no
tien e rela ció n c o n un se x o (s illa , s u e lo , c a m p a ...). La term in ación no hace
n e c esa ria m en te referen cia al gén ero; e x is te n , de h e c h o , n u m er o so s su sta n ti­
v o s c o m u n e s en cu a n to al g é n e ro term in ad os en -a: a tleta , a s tro n a u ta , p i a ­
n ista ... L o s su sta n tiv o s c o m u n e s en cu a n to al g é n e ro 110 sufren c a m b io s en
su form a, sin o qu e el g é n e ro q u ed a m arcad o por los d eterm in an tes \ a d je ­
tiv o s q u e los acom p añ an : e l p r o f e s io n a l/la p r o f e s io n a l: e l in t e le c t u a l'la i n ­
te le c tu a l. L os su sta n tiv o s a m b ig u o s en cu a n to al g é n e ro se utilizan c o m o
m a sc u lin o o fe m e n in o de m anera ind istin ta; en a m b o s c a so s se refieren a
la m ism a realidad (a d ife re n c ia de los su sta n tiv o s c o m u n e s en cu an to al g é ­
nero). D e sig n a n fu n d a m e n ta lm en te a seres in an im ad os; e l m a r ’la m a r L os
su sta n tiv o s e p ic e n o s tien en una so la form a (m a sc u lin a o fe m e n in a ) para re
presentar los d o s se x o s: ¡a v íctim a , e l r u is e ñ o r .

5.12 Número del sustantivo. El nú m ero m uestra si el nom b re se refiere a uno o


m ás o b je to s, c o m o ocurre en r e lo j (sin g u la r) y r e lo je s (p lu ral), o b ien , en el
c a so de lo s su sta n tiv o s 110 c o n ta b le s in d ica una partición o fragm en tación :
T re s v in o s , lo m a r la s a g u a s . E x isten su sta n tiv o s, c o n o c id o s c o m o .sin g u ­

lto
la r ia ta n tu n i, que s o lo tien en form a en sin g u lar (c é n it, c a r iz , s e d ...), m ie n ­
tras que otros, c o n o c id o s c o m o p lt ir a lia ia n t u n i. so lo tien en form a en plural
(g a fa s , a ñ ic o s , v ív e re s ...). Para una e x p lic a c ió n sob re la fo r m a c ió n d el p lu ­
ral en e sp a ñ o l, v é a se 7 .4 -1 4 .

LA AP O SI CI ON

5.13 Definición y uso de la aposición. S e d ic e q u e un s u s ta n tiv o o sin ta g m a


n o m in a l e s tá en a p o s ic ió n c u a n d o a p a r e c e in m e d ia ta m e n te d e s p u é s de
otro su sta n tiv o o s in ta g m a n o m in a l y sir v e para d e fin ir lo o id e n tific a r ­
lo: G e o r g e W a s h in g to n , e l p r i m e r p r e s id e n t e d e lo s E s t a d o s U n id o s d e
A m e r ic a , n a c ió en V ir g in ia . ( E l p r im e r p r e s id e n t e d e lo s E s t a d o s U n id o s
d e A m é r ic a e s una a p o s ic ió n d e l n o m b re p r o p io G e o r g e W a s h in g t o n ). La
a p o s ic ió n va e n m a r c a d a en tre c o m a s a m e n o s q u e se a e s p e c if ic a t iv a , y
r e su lte , por lo ta n to , im p r e s c in d ib le para id e n tific a r c o r r e c ta m e n te e l r e ­
fe re n te de! su sta n tiv o : por e je m p lo , v é a se la d ife r e n c ia en tre M i h ijo , R o ­
b e r t o , e s c r ib e m a d r ig a le s , en qu e R o b e r t o e s u n a a p o s ic ió n e x p lic a tiv a
(el h a b la n te s o lo tie n e un h ijo , y se lla m a R o b er to ) y M i h ij o R o b e r t o e s ­
c r ib e m a d r ig a le s , en qu e R o b e r t o r estr in g e a M i h ijo , e s p e c if ic a n d o de
cu al de lo s h ijo s se trata (el h ab la n te tie n e m ás de u n o ). La a p o s ic ió n e s ­
p e c ific a t iv a no se p u e d e e lim in a r de la o r a c ió n sin variar la id e n tid a d de
la p alab ra o d el sin ta g m a al cu al d ic h a a p o s ic ió n se r efier e . A s í p u e s, en
la p rá ctica se d e b e ten er sie m p r e p r e se n te si p r o c e d e e m p le a r un tip o u
(Uro de a p o s ic ió n , d e p e n d ie n d o de la realid ad q u e se p r e ten d e d e sc r ib ir ;
e s fr e c u e n te leer r e d a c c io n e s c o m o D e d ic o e s te t r a b a jo a m i e s p o s a M a -
r i p i h (q u e a u to r i/a a su p o n e r qu e el autor tie n e m á s de una e s p o s a ) o E l
c a t e d r á t ic o d e la U n iv e r s id a d X. J u a n R i. m a n if e s t ó ... (d o n d e p u ed e in ­
terp retarse q u e en la U n iv e r sid a d X no hay m ás q u e un c a te d r á tic o ; c o m ­
p á rese ta m b ié n c o n J u a n R i, c a t e d r á t ic o d e la U n iv e r s id a d X . m a n if e s ­
tó. ..: v é a s e <5.23).

CAMBIOS FUNCIONALES

5.14 Cambios funcionales. D eterm in a d a s palabras o co n ju n to s de palabras pue­


d en ta m b ié n fu n c io n a r c o m o otras partes d el d isc u r so : s u s ta n tiv o s , por
ejem p lo . A parte de los p ron om b res, su stitu to s de) nom b re qu e c u m p le n su
m ism a fu n ción (v é a se 5 .1 5 ), se in c lu y en aqu í c ie r to s a d je tiv o s (L o s p o b r e s
e s ta rá n s ie m p r e e n tre n o s o t r o s ) ( v é a s e 5 .5 2 ), a lg u n o s a d v e r b io s, ta les c o m o
a q u í \ a h o r a (.Xo p o d e m o s e v it a r e l a q u í y e l a h o r a ), lo s verb o s en su fo r ­
m a de in fin itiv o ( N a d a r en e l la g o p u e d e s e r p e lig r o s o . D e s c u b r ir la v e rd a d
es n u e s tra m e ta ) (v é a se 5 .7 8 ). y las p r o p o s ic io n e s su b ord in ad as su stan tivas
(D e s e a m o s q u e se h a g a ju s t ic ia ). Listos c a m b io s fu n c io n a le s son h ab itu ales
a la v e / que acep ta b les.
El pronombre
DEFI NI CI ÓN Y USO

5.15 Definición de pronombre. El p r o n o m b re e s u n a p a la b ra q u e s e u tiliz a


c o m o su stitu to de un su sta n tiv o o , a v e c e s , de otro pron om b re. S e u tiliza n
de d o s m aneras: l ) U n p ronom b re p u ed e su stitu ir a un su sta n tiv o o a otro
p ron om b re p r e se n tes en el d isc u r so , para evita r una r ep etició n in n ecesa ria .
Por e je m p lo , la m a y o r parte de los su sta n tiv o s de la o r a ció n E l p a d re p i ­
d ió a la lu ja q u e la h ija d ije r a a l p a d re la v e rd a d p u ed en ser su stitu id o s por
pronom b res: E l p a d r e p id ió a s u h ija q u e le d ije r a la v e rd a d ; é l le p id ió q u e
se la d ije r a . 2) U n p ron om b re p u ed e tam b ién su stitu ir a un su sta n tiv o q u e
no e stá en el d isc u r so , sin o q u e se so b re e n tien d e . P or e je m p lo , si y a se ha
id e n tific a d o la p erson a a la qu e el m en sa je se refiere, e s m u y hab itu al u tili­
zar e x p r e s io n e s del tip o Se ¡a d ije a é l a n te s q u e a ti. S e p resu p o n e aq u í q u e
las p erso n a s q u e participan en la c o n v e r s a c ió n sab en a q u ién se refiere él.

5.16 El antecedente del pronombre. El pronom bre se refiere g en eralm en te a un


an teced en te, e s decir, a un su stan tivo, un pronom b re, un sin tagm a o una pro­
p o sic ió n anterior de la m ism a oración o, si la referencia e s in e q u ív o c a , de una
oración anterior. El an teced en te pu ed e estar e x p líc ito o im p lícito , pero s ie m ­
pre ha de quedar claro. N orm alm en te, la am b igü ed ad surge cu an d o l ) falta el
anteced en te; 2) hay varios an teced en tes p o sib le s (c o m o en J u a n v is itó a F e r ­
n a n d o c u a n d o é l q u is o , don d e pu ed e resultar c o n fu s o qu ién lo quiso: Juan
o F ernando): y 3) hay varios pronom b res y a n teced en tes en la m ism a ora­
ció n (c o m o en J u a n y F e r n a n d o le s d ije r o n a s u s p a d re s q u e lle g a r ía n t a r ­
d e a ca sa . N'o s a b ía n la s c o n s e c u e n c ia s q u e s u s a c to s te n d ría n p a r a e llo s ), en
don d e e llo s pu ed e referirse a Juan y F ernando o a su s padres.

5.17 Pronombres sin antecedentes: el referente. A lg u n o s p ron om b res no re­


qu ieren a n teced en tes: no rem iten a otras palabras del d isc u r so sin o qu e s e ­
ñalan r ea lid a d e s (p e r so n a s , c o s a s . .. ) e x te r io r e s a e s te , lla m a d a s r e fe r e n ­
tes. El p ronom b re y o de la prim era p erson a del sin gu lar sie m p r e se refiere
al h ab lan te, por lo cu al no s u e le tener a n te c ed en te . D e la m ism a m an era, el
pron om b re tic la se g u n d a person a u ste d /e s. tú o v o s o tro s /a s no n e c e sita g e ­
n eralm en te a n te c ed en te , aun qu e a v e c e s se e x p r e s a c u a n d o n o s d ir ig im o s
d irecta m en te al o y e n te : A n a . ¿ n e c e s it a u s te d a l g o ? L o s p ron om b res in te ­
rro g a tiv o s q u ié n , c u á l y q u é n u n ca tien en a n te c ed en te , c o m o en ¿ A q u ié n le
im p o rta lo q u e p ie n s o ? . sin o qu e preguntan por su p rop io referente.

CARACTERISTICAS DE L OS P R O N O M B R E S

5.18 Cuatro características de los pronombres. El p ronom b re tien e cuatro p ro­


piedad es: nú m ero, p erson a, g é n e ro y. ad em á s, en el c a so de lo s pronom b res
p e r so n a le s, varían d e form a se g ú n su fu n ció n sin táctica, record and o a sí la
fle x ió n de c a s o s latina. U n pron om b re, siem p re q u e te n g a v ariación m o r fo ­
ló g ic a para e llo , d e b e con cord ar c o n su referen te y — c a so de te n e r lo — con
su a n teced en te en n ú m ero, p erson a y gén ero. D e b e m o s resaltar aq u í alg u n o s
d e los u so s e s p e c ia le s de lo s pronom b res.

5.19 Número y antecedente del pronombre. E l nú m ero del p ronom b re v ie n e


dado por el del sustan tivo o su stan tivos a lo s que representa, se trate de refe­
rentes o de an teced en tes (v é a se 5 .1 6 -1 7 ). Por ejem p lo, com p árese M i h e rm a ­
n a v e n d rá lu e g o a v is ita r a l a b u e lo . E lla y a s a b e lo q u e tie n e q u e d e c ir le y M is
h e rm a n a s v e n d rá n lu e g o a v is ita r a lo s a b u e lo s . E lla s y a s a b e n lo q u e tienen
q u e d e c irle s . D o s o m ás su stan tivos o pronom bres en singular un idos por y se
tom an en conjun to y requieren un pronom bre en plural, c o m o ocurre en E l c h i­
c o y la c h ic a v in ie ro n a v e rm e a y e r p o r la tarde. E s tu v e c o n e llo s u n b u e n ra to .

5.20 Excepciones con respecto al número del pronombre. E x is t e n a l g u ­


nas e x c e p c io n e s c o n r e sp e c to a las r eg la s e x p u e sta s en el p u n to anterior:
1) C u a n d o d o s o m á s a n te c e d e n te s e n sin g u la r d e n o ta n la m ism a c o sa y e s ­
tán u n id o s por y, el p ron om b re c o rr esp o n d ien te v a en singular: U n a b o g a ­
d o y m o d e lo h a r e c ib id o e l r e c o n o c im ie n t o q u e m e re c e . E l es, p o r s u p u e sto ,
A d o n is A ra n z .a d i. 2 ) C u a n d o d o s o m ás a n te c e d e n te s d e d ife re n te nú m ero
ap arecen u n id o s por o o n i, e l p ron om b re v a en plural, c o m o ocurre en N i e l
ca n ta n te n i lo s b a ila r in e s h a n p e d id o s u s n ó m in a s . E llo s s a b r á n p o r q u é .

5.21 El pronombre con antecedentes múltiples. C u a n d o lo s a n te c e d e n te s de


un p ron om b re rep resentan a p erso n a s g r a m a tic a le s d istin ta s y ap arecen u n i­
d o s por v, o o n i, el p ron om b re ha d e adquirir la p erso n a d e u n o s o lo d e lo s
referen tes. S e p refiere la prim era p e r so n a a la se g u n d a , y la se g u n d a a la
tercera. P or e je m p lo , en O tú o y o d e b e m o s c o n s e g u ir t r a b a ja r en lo n u e s ­
tro . lo s a n te c e d e n te s d e n u e s tro e stá n en se g u n d a y prim era person a. E l pro­
n om b re n u e s tro e stá en prim era p erso n a , al igu al q u e el a n te c ed en te y o . Si
el p ron om b re se refiere so la m e n te a u n o de lo s su sta n tiv o s o p ron om b res
u n id o s, to m a la p e r so n a de e s e su sta n tiv o . E so ocurre, por e je m p lo , en M a ­
r ió n y tú y a h a b é is h a b la d o s o b re e lla y s u s p r o b le m a s .

5.22 Antecedentes de distinto género. Si lo s a n te c e d e n te s so n d e d istin to g é ­


nero y está n u n id o s por y, se u tiliz a n o rm a lm en te el m a sc u lin o plural co n
v alor g e n é r ic o para referirse a e llo s: M i h e rm a n a y m i h e rm a n o está n v is i­
ta n d o a n u e s tra tía . Yo n o h e p o d id o i r c o n e llo s (v é a se 5 .3 0 ).

C L A S E S DE P R O N O M B R E S

5.23 Clases de pronombres. E x iste n en e sp a ñ o l se is c la s e s de pronom b res: per­


so n a le s, p o s e s iv o s , d e m o str a tiv o s, in te rr o g a tiv o s, r ela tiv o s e in d efin id o s.
5 24 La form a del pronom bre personal. L o s p ron om b res p e r so n a le s en e s p a ­
ñol p resentan varia ció n en fu n ció n del n ú m ero (sin g u la r y p lu ral), la p e r so ­
na (1 .a. 2 .a y 3 .a). el g é n e ro (m a sc u lin o , fe m e n in o o n eutro) y el c a so (n o m i­
n a tiv o /v o c a tiv o . a c u sa tiv o y d a tiv o ). E x iste n ad em ás fo rm a s e s p e c ífic a s del
pron om b re p erson al de tercera p erson a para su u so r e fle x iv o o r ec íp ro c o , y
para lo s u sos p r e p o sic io n a le s.

N o m in a lr .o ' ! . R e fle x iv o s /
! PERSONA . ■ A c u s a t iv o D a t iv o Pr ep osi cio na l
voca to 0 re c íp r o c o s

1." Yo me me me mi. c o n m ig o

2 :' Tú te te te ti. c o n tig o


S IN G U L A R
Él. U)íle él
32 e lla la lle le (se ) se e lla , sí. c o n s ig o
e llo ello

,\<>sotros ¡ n o so tr o s
12 .. ¡ n os nos nos
N o so tras ! n o s o tr a s
■ ------ } - - -

~>
V osotros ' v o so tr o s
PLU RA L os OS
V o so tras : v o s o tr a s

K ilos ios e llo s


3 ."
E lla s la s le s (s e i se e ll a s

5.25 La persona en los pronom bres personales. La form a de un p ron om b re


p erson al in d ica si se refiere al h ab lan te, al o y e n te o a c u a lq u ie r p e r so n a o
c o s a q u e 110 sea ni el h ab lan te ni el o y e n te . La prim era p e r so n a se refiere
al h ab lan te o hab lan tes: Yo n o s é q u é d e c ir . N o s o t r o s n o p o d ía m o s h a c e r
n a d a en e s a s it u a c ió n . La se g u n d a p erson a d e sig n a a q u ien se d ir ig e e l h a ­
blante: T ú n o s a b e s n i lo q u e m e e sta s d ic ie n d o . Por u ltim o , la tercera per­
son a se refiere a a lg u ie n o a lg o qu e no e s h ab lan te ni o y e n te : E lla e s tá en
e l t r a b a jo . El p ron om b re de r esp e to u ste d , au n q u e se e m p le a para d ir ig ir se
al o y e n te , g r a m a tic a lm e n te d e b e c o n c o rd a r c o n el v e rb o en tercera p e r so ­
na: T ie n e u s te d u n a lla m a d a .

5.26 Concordancia del pronom bre con el sustantivo. S ie m p r e que su varia ció n
m o r fo ló g ic a lo perm ita, el p ron om b re person al c o n c u e rd a en g é n e ro y n ú ­
m ero c o n el su sta n tiv o al cu al su stitu ye: J u a n e stá a p r e n d ie n d o a e s c r ib ir ,
y s u m a d re e s tá m u y o r y u llo s a d e él. S lie ila e s ta b a p re s e n te m ie n t ra s h a ­
b la b a n d e e lla . L os p ron om b res qu e no varían co n resp e cto al g é n e r o (yo,
tú, m e. te ...) p u ed en u sarse in d istin ta m en te c o n a n te c en d e n tes o referen tes
m a sc u lin o s o fe m e n in o s.
5.27 Pronom bre y género. L o s p ro n o m b res q u e lle v a n m arca d e g é n e r o p u e ­
d en ser m a sc u lin o s, fe m e n in o s o, en un n ú m ero lim ita d o d e fo rm a s, neutro.
El p ron om b re p erson al to m a el g é n e ro d el su sta n tiv o a n teced en te: L a d ir e c ­
t o r a n o e s tá h o v en s u d e s p a c h o ; h a b le c o n e lla p o r te lé fo n o . El p r o n o m ­
bre n eutro d e tercera p e r so n a d el sin gu lar, e l l o , se u sa c u a n d o e l a n te c e ­
d en te e stá c o m p u e sto por una o varias o r a c io n e s o p r o p o s ic io n e s, por otros
p ro n o m b res o e x p r e s io n e s de g é n e ro neutro, o por un c o n ju n to de su sta n ti­
v o s de co sa : E s t á llo v ie n d o y h a c e m u c h o f r í o ; p o r e llo , c a n c e la m o s la e x ­
c u r s ió n . E n m i d e s p a c h o te n g o lib r o s , c u a d e r n o s , h o ja s , c a rp e ta s ..., y n o s é
q u é h a c e r c o n to d o e llo .

5.28 El caso en los pronom bres personales. L o s pron om b res p e rso n a les están
su jetos a algu n as reglas e sp e c ia le s , d ep en d ien d o de su fu n ció n sintáctica. 1)
S i e l pronom bre e s el su jeto d e una oración , deberá estar en c a so nom inativo:
A D e lia le g u s t a ría v ia ja r, p e r o ( e lla ) n o p u e d e p e r m it írs e lo . 2 ) S i e l p ro n o m ­
bre e s el ob jeto d irecto de un verb o, deberá estar en c a so acusativo: E l e n to r­
n o r ú s t ic o lo calm é). 3) Si e s el ob jeto ind irecto, deberá estar en c a so dativo:
L e e s c r ib í u n a c a rta . 4 ) Si un pronom bre de prim era o seg u n d a p erson a del
singu lar aparece in clu id o en un sin tagm a p rep o sicio n a l, deberá e m p lea r se la
form a e sp e c ífic a m e n te reservada para e se caso: p a r a m í. p a r a ti. La form a de
tercera p reson a r e fle x iv a se tam bién presenta una variante propia para sin ­
tagm as p rep osicion ales: p a r a s í. La p rep o sició n co n o b lig a a m od ificar esto s
pronom b res para crear las form as c o n m ig o , c o n tig o , c o n s ig o .

5.29 Laísm o, leísm o y loísm o. S e d e n o m in a le ís m o al u so d e las fo r m a s p r o ­


n o m in a le s d e l d a tiv o de te rcera p e r so n a le lle s en lu gar de las d e l a c u ­
sa tiv o lo l l a l l o s l l a s (p. e j., le m a ta ro n en lu gar d e lo m a t a r o n ). La R A E
s o lo c o n s id e r a g r a m a tic a lm e n te a c e p ta b le e l le ís m o c u a n d o e l r efe re n te
e s un a s o la p e r so n a d e s e x o m a s c u lin o . A s í, L e v i p o r la c a l l e e s g r a m a ­
tic a lm e n te c o r r e c to si le s u s titu y e a P e d r o , p e r o in c o r r e c to si su stitu y e a
e l n u e v o c o c h e d e P e d r o (L o vi p or la c a lle ) o a M a r ía ( L a v i p o r la c a ­
lle ) . B u s q u é a P e d r o v M a r ía , p e r o n o lo s e n c o n t r é e s la form a corrreeta,
m ien tra s q u e n o le s e n c o n t r é e s in c o rr ec ta . El la ís m o c o n s is t e en e m p le a r
las fo r m a s fe m e n in a s de a c u s a tiv o por las d e d a tiv o (/ .a d i j e q u e n o ib a
a v e n ir por L e d ije q u e n o ib a a v e n ir ) . En el lo ís m o , las fo r m a s m a s c u ­
lin a s d e a c u s a tiv o su stitu y e n a las d e d a tiv o ( L o s d ij e q u e v in ie r a n te m ­
p r a n o p or L e s d ij e q u e v in ie r a n t e m p r a n o ). T an to el la ís m o c o m o el l o ís ­
m o se c o n sid e r a n in c o r r e c to s en to d o s lo s c a s o s .

5.30 Uso gen é rico de algu n o s pronom bres personales. A lg u n o s p ron om b res
p e r so n a le s tien en a p lic a c io n e s e sp e c ia le s : 1) L as fo rm a s m a sc u lin a s é l/e llo s
y lo d o s se han u tiliz a d o tr a d icio n a lm e n te c o m o p ron om b res d e g é n e r o in ­
d e te rm in a d o ig u a lm en te a p lic a b le s al m a sc u lin o y al fe m e n in o (p. ej.. N o s é
q u ié n h a s id o , p e r o o s a s e g u r o q u e d a r é c o n é l y lo c a s t ig a r é ). S in em b a r ­
g o , e sto s u so s de m a sc u lin o g e n é r ic o pu ed en ser c o n sid e r a d o s se x ista s por
a lg u n o s le c to r e s ( v é a s e 5 .1 4 8 -1 5 3 ) . 2) L os p ron om b res n o s o tro s /a s . tú. u s-
te d le s , e llo s /a s y. sob re to d o . s e . p u ed en u tiliza rse d e m anera in d efin id a , es
decir, sin a n te c ed en te , en el se n tid o de la s p e r s o n a s en g e n e r a l. 3) U s te d
p u ed e a p lica rse de form a g e n é rica a cu a lq u ier p erson a o a tod as las p e r so ­
nas: S i le e u ste d e ste lib r o , a /t re n d e rá c ó m o in f lu ir en la s p e r s o n a s » ( u ste d
e s aquí in d efin id o: cu a lq u ier p erson a qu e lea el lib ro aprenderá). Igual o c u ­
rre c o n el im p erson al s e o la form a de la tercera person a de! plural c o n su ­
je to e lid id o : Se d ic e / D ic e n q u e S lo n e h e n g e q u iz á fu e r a un c a le n d a r io p r i ­
m it iv o (e l su jeto n o e s id e n tific a d o , y q u izá n o se a im portante). E ste u so de
e llo s , sin em b argo, p u ed e presentar o b je c io n e s en la escritura a c a d é m ic a ,
ya que de m anera in ju stifica d a e v ita la e sp e c ific id a d .

5.31 Los pronom bres reflexivos. L os p ronom b res p erso n a les r e fle x iv o s o r ec í­
p rocos son m e, te, se, n os, os, se. En su u so r e fle x iv o , se utilizan en aq u ellas
c o n str u c cio n es en las que la a cció n del su jeto recae sobre el p ropio sujeto: Se
d io un g o lp e en la e s p a ld a . E llo n o im pide que pueda haber ad em ás un c o m ­
p lem en to directo: M e ¡ a r o ¡a s m a n o s a n tes d e c a d a c o m id a . A lg u n o s de e so s
verb os tien en una d o b le variante, en co n str u c cio n es reflex iv a s y no r e fle x i­
vas (p. ej.: lla m a r /lla m a r s e ; la v a r /la v a r s e ; p e in a r /p e in a r s e ; d u c h a r/d in -lia r­
se: e tc.), a v e c e s co n sig n ifica d o s d iferen tes (p. ej.: o c u p a r /o c u p a r s e : a c o r ­
d a r /a c o r d a r s e ; d e d ic a r /d e d ic a r s e , etc.). En su u so recíp roco, se utilizan en
aq u ellas co n str u c cio n es en las que la a cció n recae, de m anera sim ultánea, s o ­
bre d o s o m ás personas: O s c o n o c is t e is en la u n iv e rs id a d .

LOS P R O N O M B R E S POS ES IV OS

5.32 D e fin ició n y fo rm a . L o s p r o n o m b r e s p o s e s iv o s s u s t itu y e n al n o m b re


y se u tiliz a n para e s ta b le c e r una r e la c ió n de p o s e s ió n : son m ío n u o s t a s .
¡U Y o /a /o s /a s . s u v o /a /o s /a s , n u e s lr o /a /o s /a s y v u e s tro ta /o s t a s . C o n cu er d a »
en g é n e r o y n ú m ero c o n la c o s a p oseíd a: A q u e llo s lib r o s s o n tu yos.

I \ SOI O l ’t I S t l - . I HI R \ \ L ” t >s i-t )s¡ t ¡ » >ki -s

S illP It/d f I l ’l l t l i l i Sit i 'g n itif ' l'ltífül

Ip erso n a m ío a m íos/as n u e s tro a . nue-dnas

2 ; l persona tu vo/a i tuyos/as v U v 's t r o a \ u e s ir o s as

3.a p e rs o n a suvo/a siivos as s u y o a d iv o s as

5.33 Los pronom bres posesivos y los sintagm as con de. N o deb en e m p lea r se
lo s p ron om b res p o s e s iv o s en estru ctu ras qu e requieren un sin tagm a p rep o ­
sic io n a l c o n de: e n c im a d e m í y no e n c im a m ío (o m ía ): d e la n te d e n y no
d e la n te tu y o (n i tu y a ): e n fre n te d e e l y n o e n fre n te s u y o tn i s u r a l Un c a so
de duda, se pu ed e intentar la r efo rm u la ció n u san d o m i. tu. su . e tc ., y o b s e r ­
var el resultado: m i e n c im a , m i (le ía n te 110 tien en sen tid o : en c a m b io son
c o rr ec to s en c o n t ra ¿le é l. en c o n t ra s u y a , en s u c o n tra : a lr e d e d o r d e ti. a l ­
r e d e d o r tu vo , a tu a lr e d e d o r . ..

LOS PR O N O M B R E S DEMOSTRATIVOS

5.34 Los pronom bres dem ostrativos. P ronom bre dem ostrativo (o . c o m o se llam a
a v e c e s, p ro n o m b re d e íc t ic o ) es aquel que se refiere directam ente a su a n tece­
dente: este/ato. ese /a /o . a q u e l/lu /lo para los anteced en tes en singular (E s te es tu
e s c r it o r io . E sa es m i o f ic in a ) y e sto s/a s e s o s /a s y a ¿/u e /lo s/a s para los a n tece­
dentes en plural {E s to s a c a b a n d e lle g a r. E s o s n e ce sita n q u e se le s d é u n a r e s ­
p u e sta ). E s te k tlo v e sto s/a s se re fie re n a objetos que están cercan os al hablan­
te en el e sp a c io , tiem p o o p ensam iento, m ientras que e s e /a lo /o s /a s y a ¿ ¡u e lila l
lo /lo s /la s señalan ob jetos que están com parativam ente alejados en el esp a cio ,
tiem p o o p ensam iento. Hl anteced en te de un pronom bre dem ostrativo puede
ser un su stan tivo, un sintagm a, una p rop osición , una oración o un p en sa m ien ­
to im plícito, siem pre y cuando este claro de qué se trata. L os pronom bres d e ­
m ostrativos neutros esto. eso. a q u e llo se em plean para hacer referencia a ante­
ced en tes c o m p u esto s por una o varias oracion es o p rop osicion es, o por grupos
co m p lejo s de h ech os u objetos: N o s han re b a ja d o e l s u e ld o un 1 5 % : esto es
In a ce p ta b le . Los pronom bres dem ostrativos, que tradicionalm ente se acentua­
ban en caso de p osib le am bigüedad , han dejado de llevar acen to en todos los
c a so s según la últim a O rto g ra fía d e la L e n g u a E s p a ñ o la ( O í . E l (v éa se 7 .7 3 ).

LOS PR O N O M B R E S INTERROGATIVOS

5.35 D efinición y form a. P ron om b res in terro g a tiv o s son a q u e llo s qu e e n c a b e ­


zan una pregunta. L os p ron om b res in terro g a tiv o s son q u ié n /e s . q u é , c u á l/e s
v f iu iu t o U E o s lo s .

5.36 El referente de los pronom bres interrogativos. Para realizar una p regun­
ta que se refiera a una persona, se pu ed e utilizar q u ié n /e s. o c u á l/e s siem pre
que sea p o sib le una e le c c ió n . N o son . pu es, intercam biables. Q u ié n /e s e s u n i­
versal (' general: pregunta por una o m ás personas de entre todas. En prin­
c ip io . la respuesta pu ed e incluir a cualqu ier persona, v iva o m uerta, p resen ­
te o ausente: ¿ Q u ie n q u ie r e v e r esa p e líc u la 7 ¿ Q u ié n e s h a n s id o tus m a y o re s
fuen tes d e in s p ir a c ió n ? Q u ié n y q u ié n e s tam bién preguntan por la identidad:
¿ Q u ié n es ese q u e está d e p ie ju n t o a la e s tu fa ? El pronom bre interrogativo
c u d lie s g en eralm en te e s se le c tiv o o lim itado: pregunta por un m iem b ro e s p e ­
c ífic o de un grupo y la respuesta se lim ita al gru p o al que se refiere: ¿ C u á l de
lo s e x p lo r a d o re s q u e v is ita ro n C h in a en e l s ig lo xvt te a tra e m á s ?
LOS PR O N O M B R E S RELATIVOS

5 .3 7 Definición y uso. P ron om bre rela tiv o e s aqu el qu e in trod u ce una p r o p o ­


sic ió n su b ord in ad a de rela tiv o y la rela cio n a c o n un a n te c ed en te . L os p ro­
n o m b res r e la tiv o s son q u e , q u ie n , c u a l, c u a n io y cu y o , con su s r esp e ctiv a s
varian tes de g é n e ro y núm ero.
Q u ie n /q u ie n e s se refiere a p erso n a s o c o s a s p e r so n ifica d a s y c o le c tiv o s de
person as: E s a e s a c o m p a ñ e r a a q u ie n q u ie r o ver. Q u ie n e s d e s e e n in t e r ­
v e n ir p u e d e n le v a n t a r la m a n o . C on cu erd an en n ú m ero c o n su a n te c e d e n ­
te y c o n el verb o cu a n d o actúan c o m o su jeto. B1 rela tiv o q u ie n en fu n ció n
de su jeto ap arece en o r a c io n e s de rela tiv o e x p lic a tiv a s, pero no en e s p e c if i­
c a tiv a s. C o m p á re se L o s t e r r o r is t a s q u e p u s ie r o n la b o m b a c o n s ig u ie r o n e s ­
c a p a r y L o s te rr o ris t a s , q u ie n e s s ie m b ra n e l m ie d o c o n s u s a m e n a z a s , e s ­
tán en e l p u n to d e m ir a . E l c u a l, la c u a l, lo s c u a le s , la s c u a le s y lo c u a l,
p u ed en ap arecer en p r o p o s ic io n e s de rela tiv o e x p lic a tiv a s o e s p e c ific a tiv a s ,
pero en e l se g u n d o c a s o d e b e n ir in tr o d u c id o s por una p r e p o sic ió n : H a y
q u e a n im a r a lo s ju g a d o r e s , lo s c u a le s n o p a r e c e n e n c o n t r a r s e en su m e ­
j o r m o m e n to (e x p lic a tiv a sin p r e p o sic ió n ). M e lo c o n tó O lg a , a la c u a l d e s ­
d e e n to n c e s n o h e v u e lto a v e r (e x p lic a tiv a co n p r e p o sic ió n ). E s te es e l m o ­
tiv o p o r e l c u a l p re s e n t o m i d im is ió n (e sp e c ific a tiv a ). C u a n t o /a /o s ia s in d ica
una su b o rd in a ció n relativa co n un m atiz cu an titativo: Te p a g a r e c u a n t o p i ­
da s. L o r e p it ie r o n c u a n ta s v e ces f u e p r e e t s t r Q u e p u ed e referirse a una p er­
so n a . an im al o c o sa . En fu n ció n de c o m p le m e n to d ir ec to , e s in c o m p a tib le
con un p ronom b re qu e r ea lice la m ism a fun ción: E s t e es e l c h ic o a l q u e h a n
c o n t ra t a d o y no E s te e s e l c h ic o a i q u e lo h a n c o n tra t a d o . Esta d u p lic a c ió n
es correcta, sin e m b argo, en o r a c io n e s e x p lic a tiv a s: E s te p is o , q u e a ú n lo
e s ta m o s p a g a n d o , se n o s está q u e d a n d o g ra n d e . Es un error m uy fr e c u e n ­
te el su prim ir ht p r e p o sic ió n qu e p reced e al rela tiv o q u e cu a n d o e ste fu n c io ­
na c o m o c o m p le m e n to cir cu n sta n c ia l, c o m p le m e n to de r ég im en o c o m p le ­
m en to in d irecto. C o m p á re se L a n in a q u e d o x c la s e d e in g le s a v a n z a m u c h o
(in co rrecta ) y L a n iñ a a la q u e /a q u ie n d o s c la s e d e in g lé s avanz.a m u ch o'.
E s p o r e s o q u e n o le h e d ic h o n a d a ( in c o r r e c ta ) v E s p o r e s o p o r lo q u e n o
te d ic h o n a d a (correcta). Sin em b a rg o , en o r a cio n e s de sig n ific a d o te m p o ­
ral. la p r e p o sic ió n en e s o p cio n a l: L a n o c h e ten la i q u e te c o n o c í. D ich a
p r e p o sic ió n e s o b lig a d a en las o r a cio n e s e x p lic a tiv a s: A q u e llo s a ñ o s , en lo s
q u e ta n to d is fru ta m o s .

5.38 El antecedente del pronom bre relativo. El a n teced en te del pronom bre re­
la tiv o e s g e n e ra lm en te un su sta n tiv o o un p ronom b re de Ja oración principal
de la cual d ep en d e la su bordinad a de relativo. Para m ayor claridad, n orm al­
m ente p reced e al pronom bre: E l c h ic o q u e v im o s a v e r e s tu d ia en m i c la s e .
El a n teced en te p u ed e tam bién ser un sin tagm a nom ina! o una p ro p o sició n ,
pero el resultado e s a v e c e s am b igu o: en e l d o r m it o r io d e l ch a le t, e l c ia d e s ­
ta b a p in t a d o d e ro s a , el a n teced en te de e l c u a l ¿es el d orm itorio o el chalet?
5.39 O m isión del antecedente del pronom bre relativo. Si no se e x p r esa n in ­
gún su sta n tiv o a n te c e d e n te , lo q u e se p u ed e u tilizar en e l se n tid o d e e s o
q u e : N o c u tie n d o lo q u e q u ie r e s d e c ir .

5.40 La form a posesiva del pronom bre relativo. La fo r m a c u y o e s un r e la ti­


v o p o s e s iv o c o n f le x ió n de g é n e r o y n ú m er o : E l n iñ o d e c u y o m a d re h e ­
m o s h a b la d o e stá en la g u a r d e r ía . E s te p o tro , c u y o p a d r e p e r t e n e c e a I s a ­
b e l. va a s e r e n t r e n a d o p a r a s a lt o s . E s in c o r r e c to , e n e s p a ñ o l, e l u s o
de q u e s u en v e z de c u y o para in d ic a r p o s e s ió n en una p r o p o s ic ió n de
r e la tiv o ( q u e s u ís m o ) : E l h o m b r e q u e s u t ie n d a e s t á d e b a j o d e n u e s ­
tro a p a r t a m e n t o (in correcto): E l h o m b re c u y a tie n d a está d e b a jo d e n u e s tro
a p a rta m e n to (correcto).

5.41 C u y o y d e l c u a l, d an to c u y o c o m o d e l c u a l son form as p o se siv a s, a m en u ­


d o intercam biables. A lg u n o s escritores se o p o n en a la u tiliza ció n de d e l c u a l
c o m o eq u iv a len te de ca v o , d eb id o a q u e. a m en u d o, el resultado parece fo r za ­
do v artificio so . V é a se la d iferen cia entre L a e m p re s a , c u y a s a c c io n e s s u b ie ­
ro n ntu v rá p id a m e n te , lia p a ita d o en v ia b ilid a d y L a e m p re sa , la s a c c io n e s d e
la c u a l s u b ie ro n rá p id a m e n te , h a p a n a d o en v ia b ilid a d . La prim era o p c ió n e s
m ás natural, m ientras que la segu n d a e s d u d osam en te correcta.

LOS P R O N O M B R E S INDEFINIDOS

5.42 D efinición. P ron om bre in d efin id o e s aqu el q u e representa un o b je to o una


persona de m anera gen eral o im p recisa , b ien por c a re ce rse de lo s d atos s u ­
fic ie n te s. bien por ser in n ecesa ria la e sp e c ific a c ió n : T o d o s to m a n n o ta s d u ­
ra n te la p r im e r a s e m a n a . D ic h o s p r o n o m b re s no p resen tan va ria n tes de
cu so . E sta e s una lista n o e x h a u stiv a de p ron om b res in d efin id o s:

uno; u n a . U n os/u na s,
a ip u n o a i l p i n ia l a l p o / a l p u n o s a il p u n a s ,
lun p un oá ditq iin an ia d a n iiiip iu io s/iiiiip iu iu s ,
p o co l p o e a q i o c t i s i / x i c a s ,
ni ualii >íni tic Íniíiii in d io s'm u c h a s ,
de m a s ia ilo d l e i n a s i a d a /d e n i a s n i d o s i d e m a s i a d a s ,
lod o 't o da n o d o s todas.
va rios/varia s,
o t r o ' o ir a io lr o s/o lr a s,
mi sino; misma,'i ni sin o s /h u sm a s .
t a i n o 1t a n ta i ta n tos! tuntas,
a lpuiciidiadia,
cu alq u ier a : cu a le s q u ie ra ,
(iu¡em¡incra! q u ie n e s q u ie r a ,
demás
El adjetivo

d efin ició n

5 43 Definición y form a. El ad jetivo e s una palabra qu e m o d ific a a un su stan tivo


e in d ica su c la se, cantidad, tam año, calid ad , etc. U n ad jetivo p u ed e agregar
una id ea n u eva a un su stan tivo al d escrib irlo co n m ayor exactitu d ( e l v a g ó n
r o jo , u n e r r o r h u m a n o ). A m en u d o lo s ad jetivos se form an a partir de un su s­
tantivo o verb o m ed ian te un su fijo. Entre lo s su fijo s a d jetivales m ás habitua­
les se encuentran -a b le ( m a n e ja b le ), - il (p u e r il) , -o s o ( g r a c io s o ) , -ento (h a m ­
b r ie n t o ), -a d o (r o s a d o ), -ib le (a c c e s ib le ), - ic o (a r t ís t ic o ), -in o (m a rin o ), -iv o
(d e m o s tra tiv o ), -a n o (c e r c a n o ), -a l (fa n ta s m a l), y -an te (a g o b ia n t e ). S in e m ­
bargo, m u c h o s ad jetivos no p o se e n una term in ación d istin tiv a y se rec o n o c en
ún icam en te por su fu n ción ; por e jem p lo v ie jo , a lta , p o b re .

USO DEL A D J E T I V O

5.44 Posición del adjetivo. L o s ad jetivos d en o m in a d o s rela ció n a les (qu e ind ican
una relación entre el su stan tivo y otra entidad cualqu iera) se p o sp o n en al su s­
tantivo: c a r r e r a d o c e n te , s it u a c ió n e c o n ó m ic a , U n ió n E u r o p e a . L os ad jetivos
c a lific a tiv o s (que exp resan una cualid ad) sig u e n al su stan tivo cu an d o tien en
carácter e sp e c ific a tiv o , e s decir, cu an d o d elim itan e l sig n ifica d o del m ism o:
u n a c h ic a ca sta ñ a , u n a fa ld a la rg a . C u an d o preced en al su stan tivo su elen te ­
ner carácter e x p lic a tiv o , e s decir, son m eras a d ic io n es o c o m p lem e n to s no n e ­
cesa rio s qu e aportan un valor d e scrip tivo o e xp resivo: la s n e v a d a s c u m b re s ,
su g r á c il f ig u r a . E stos ad jetivos an tep u estos se d en om in an ep íte to s. H ay o c a ­
sio n e s, sin em b argo, en las que los ad jetiv o s p o sp u esto s no son n e c esa ria ­
m en te e sp e c ific a tiv o s, c o m o ocurre por e jem p lo en e l c ie lo azul', o bien un
ad jetivo an tepu esto tien e un carácter e sp e c ific a tiv o , sob re tod o cu an d o se tra­
ta de un ad jetivo valorativo. c o m o en un m a g n ífic o tra b a jo . U n ad jetivo entre
co m a s e s siem p re e x p lica tiv o : Ix i jo v e n , o fu sc a d a , n o s u p o q u é h a c e r. C on
alg u n o s ad jetiv o s, la p o sic ió n e s indiferente: e l p r ó x im o v e ra n o y e l v e ra n o
p r ó x im o : u n a le ja n a c iu d a d y u n a c iu d a d le ja n a . H ay ad jetiv o s que cam bian
de sig n ifica d o en fu n ció n de su p o sic ió n . O b sé r v ese, por e jem p lo , u n a b i c i ­
c le ta n u e v a (a estrenar) y u n a n u e v a b ic ic le t a (otra); u n a c o s a c ie rt a (verd a­
dera) y c ie rt a c o s a (una co sa ); u n a p o b r e c h ic a (d esgraciad a) y u n a c h ic a p o ­
b re (sin dinero); u n s im p le f u n c io n a r io (sin cargo algu n o) y un f u n c io n a r io
s im p le (tonto); un tris te e s p e c tá c u lo (horrib le) y un e s p e c tá c u lo tris te (qu e
cau sa tristeza); u n a b e lla p e r s o n a (bu en a) y u n a p e r s o n a b e lla (guapa); u n a
s o la p e r s o n a (ú n ica) y u n a p e r s o n a s o la (sin com p añ ía). T en ien d o tod o e sto
en cuenta, se recom ien d a p on er e sp e c ia l cu id a d o en la u b ica ció n de los ad je­
tiv o s — si se d e c id e usarlos — , a fin de garantizar qu e expresan e xactam en te
el sig n ific a d o que se d e se a transm itir y no otro.
5.45 A d je tivo s habituaim ente u tilizad o s con s e r . L o s a d je tiv o s r ela c ió n a le s,
p articu larm en te lo s g e n tilic io s , se u tilizan s o lo c o n el verb o s e r. L a v o ta ­
c ió n f u e p o p u la r . E s la t in o a m e r ic a n a . M i m a d re es m u y r e lig io s a . A lg u n o s
de e s o s a d je tiv o s p u ed en c o m b in a r se c o n e s ta r c u a n d o so n c a lific a tiv o s:
F e r n a n d o e s tu v o m u y d ip lo m á t ic o . A n a e s tu v o m u x n a tu ra l. S e co m b in a n
c o n s e r lo s a d je tiv o s q u e dan p ie a su jeto s o ra cio n a les: E s n e c e s a r io q u e
p r e s t é is a t e n c ió n . E s e v id e n t e q u e tie n e ra z ó n . E s im p o r t a n t e q u e s e p a s
esto . U n a e x c e p c ió n e s c la r o , qu e ad m ite s e r y e s ta r: E s t á c la r o q u e t ie ­
n e ra z ó n . S e c o m b in a n co n s e r lo s a d je tiv o s que d en otan a sp e c to y los que
den otan tiem p o: d u ra d e ro , e fím e ro , p e r e c e d e r o , te m p o ra l, u s u a l, etc. T am ­
b ién ap arecen c o n s e r lo s a d je tiv o s qu e in d ican cantidad: b a s ta n te , s u f i­
c ie n te , d e m a s ia d o , m u c h o , p o c o . L o s a d je tiv o s q u e d en otan una v a lo ra ció n
ta m b ién se c o m b in a n con s e r: E s u n c h ic o m u x s im p le . E s u n a p e r s o n a m u y
s e n c illa . A v e c e s , e s to s a d je tiv o s ap arecen c o n e s ta r, sob re to d o cu a n d o se
refieren a un c o m p o r ta m ie n to c o n c r e to en el pasado: J u a n e s tu v o m u y a s ­
t u t o /g e n e r o s o /h a b ilid o s o ... L o s su sta n tiv o s a d je tiv a d o s se u tilizan s o lo con
s e r: M i h e rm a n o e s un b o c a z a s . B r a u lio p u e d e s e r m u x b e stia . T am b ién se
c o m b in a n s o lo co n s e r lo s a d je tiv o s a ca b a d o s en -a n te y -{D e n te p r o c e d e n ­
tes de verb o s de a c c ió n físic a o p síq u ica: l,a c o n v e r s a c ió n f u e m u x g r a t if i­
ca n te . L a s it u a c ió n d e d e s e m p le o e s h ir ie n t e . N o r m a lm e n te , los a d je tiv o s
co n el su fijo - is la s e c o m b in a n c o n s e r: A lg u n o s p o lít ic o s s o n m u x e x t r e ­
m is ta s . Lisa a c tit u d es ra c is t a . L o s a d je tiv o s c o n -a r io /a { E s a e s u n a id e a
m u y p r im a r ia ) , a sí c o m o ios term in ad os en -b le ( E s a c o n s e ja b le v o lv e r a
in te n ta rlo . E s u n a a c t it u d im p e r d o n a b le ) s o lo se c o m b in a n c o n se r.

5.46 A d jetivo s habitualm ente utilizado s con estar. S e u tilizan con e s t a r los
a d je tiv o s q u e sig n ific a n e sta d o s o r esu lta d o s d e un c a m b io p r o d u c id o o
p en sa d o por el h ab lan te, c o m o lo s p a rticip io s de verb os ele a c ció n o p r o c e ­
so: Is a b e l e s tá d o rm id a . L a ve n ta n a e stá a b ie rt a . L.o m ism o ocurre co n los
a d je tiv o s que se e n tien d e n s o lo errmo e sta d o s o resultados: L a b o t e lla está
lle n a . E s t á s b o r r a c h o .

5.47 A d jetivo s utilizado s con s e r y con e s t a r . 1 o s a d je tiv o s q u e p u ed en ser uti­


liz a d o s c o n s e r y c o n e s t a r su e le n presentai una d ife re n c ia en el sig n ific a d o
se g ú n el verb o e le g id o . C u an d o se u tilizan co n s e r , e x p resa n una propiedad
de a q u ello a lo qu e se refieren . C on e s ta r, sin em b a rg o , exp resan un e sta d io
tran sitorio o un e sta d o resultante de un c a m b io p rod u cid o. C o m p á re se , por
e je m p lo , s o y lib r e y e s to y lib r e , o e re s t.m ta y e sta s tonto.

GRADOS DEL A D JET IVO

5.48 Los tres grad o s adjetivales. L os a d je tiv o s tien en tres grados: el p o s itiv o
( d if íc il ) , el c o m p a r a tiv o d e su p eriorid ad (m á s d if íc il ) o in feriorid ad (m e n o s
d if íc il ) , y el su p e rla tiv o (d if ic ilís im o o m u y d if íc il) . U n a d je tiv o en grado
p o s itiv o e x p r esa sim p le m e n te la c a lid a d d e un o b je to , sin r efe re n c ia a n in ­
gu n a otra cosa: u n g lo b o g r a n d e , m a la s n o t ic ia s .

5 .4 9 A d jetivo s en g ra d o com parativo. U n a d je tiv o en grad o co m p a r a tiv o e x ­


presa la r ela ció n entre d o s p erso n a s o c o s a s q u e com p arten una cu a lid a d . A
m e n u d o se e s p e c if ic a q u ién p o s e e e sa c u a lid a d e n m a y o r o m e n o r m edida:
un b ille t e m á s b a r a to , u n f in a l m á s f e liz . E l a d je tiv o a p arece c u a n tific a d o
c o n lo s a d v e r b io s m á s , m e n o s , ig u a l d e, ta n ... c o m o . E l grad o co m p a r a tiv o
p u ed e ser d e su periorid ad: E s t e c u r s o e s m á s in te re s a n te q u e e l p a s a d o ', de
inferiorid ad: M a r t a e s m e n o s r e s p o n s a b le q u e s u h e rm a n a , o de igualdad :
L o s p r e c io s s o n ta n c a r o s c o m o e l a ñ o p a s a d o . L o s a d je tiv o s m a y o r, m e ­
n o r , p e o r y m e jo r so n c o m p a r a tiv o s sin té tic o s q u e integran en su s ig n ific a ­
do el a d v e r b io m á s. L o s a d je tiv o s m a y o r, m en o r, m e jo r y p e o r so n c o m p a ­
ra tiv o s sin té tic o s (d e g r a n d e , p e q u e ñ o , b u e n o y m a lo r e sp e c tiv a m e n te ) qu e
integran e n su s ig n ific a d o e l a d v e r b io m ás. N o o b sta n te, tam b ién se u tilizan
las fo r m a s c o n a d verb io. M a y o r alterna su u so c o n m á s g r a n d e cu a n d o se
h a ce r efe re n c ia al tam añ o (N e c e s it a m o s u n d e s p a c h o m a y o r/m á s g r a n d e )
e in c lu s o ad m ite e l a d v e r b io m á s cu a n d o se refiere a la edad ( C u a n d o s e a s
m á s m a y o r, ir á s s o lo a l c o le g io ). M e n o r alterna su u so c o n m á s p e q u e ñ o
cu a n d o se alu d e a la ed a d ( T e n ía n la m is m a e d a d , p e r o A n t o n io p a r e c ía m e ­
n o r/m á s p e q u e ñ o ) y al tam añ o (E s t e a p a rta m e n to e s m e n o r/m á s p e q u e ñ o
q u e e l a n t e r io r ) . M e j o r alterna su u so c o n m á s b u e n o e n e l se n tid o de b o n ­
d a d o so y de a p e te c ib le ( E s m á s b u e n a q u e e l p a n ) y d el m ism o m o d o alter­
nan p e o r y m á s m a lo (M á s m a lo q u e e l d ia b lo ).

5.50 Adjetivos en grado superlativo. U n ad jetivo en grado su p erlativo exp resa


la relación entre m ás de d o s person as o c o sa s, y d en ota una intensid ad o una
cantidad m áxim as en una cu alid ad determ inada: la c a s a m á s g r a n d e d e l b lo ­
q u e , la p íld o r a m á s a m a rg a d e tod as. El ad jetivo va p reced id o d el adverbio
m u y o d e otros a d verb ios que exp resan q u e la cu alid ad se da en grado e x tre ­
mo: b ie n , e n o rm e m e n te , a lta m en te, la m a r de. te rrib le m e n te . T am bién p u e ­
de llevar lo s su fijo s -ís im o o -é r rim o . E sto s su p erlativos se llam an ab solu tos
y exp resan el grado m ás alto en una jerarquía: E s a c h ic a es m u y in te lig e n te .
E s a a s ig n a tu ra es d if ic ilís im a . El ad jetivo p u ed e ser tam bién su p erlativo re­
lativo, e s decir, la cu alid ad se d escrib e en com p aración co n una c olectivid ad :
M is h ijo s so n lo s m á s a lto s d e la fa m ilia . E s a p r o f e s o r a es la m e n o s e x ig e n ­
te d e toda s. D a d o q u e el grado extrem o de una cu alid ad e s ú n ico (e s decir, no
pu ed e haber m ás de u n o ), no tien en sen tid o e x p r esio n es c o m o e l s e g u n d o (o
te rc e ro , c u a rto , e tc.) m á s g ra n d e', d eb en su stituirse por otras c o m o e l s e g u n ­
d o (t e rc e ro , c u a r t o . ..) en ta m a ñ o o en la cu alid ad de qu e se trate.

5.51 A d je tivo s no g ra d u ab le s. L o s a d je tiv o s q u e , p or d e f in ic ió n , d e sc r ib e n un


e sta d o o c o n d ic ió n a b so lu ta , c o m o p or e je m p lo e n te ro , im p o s ib le , e m b a ­
r a z a d a o ú n ic o n o a d m ite n c o m p a r a c io n e s, p or lo q u e no p u e d e n adq uirir
un g ra d o c o m p a r a tiv o ni su p e r la tiv o . T am poco p u ed en ir a c o m p a ñ a d o s de
a d v e r b io s in te n sific a d o r e s ta le s c o m o m uy, b a s ta n te o a b s o lu ta m e n te .

VARIACIÓN FUNCIONAL

5.52 A d jetivo s y sustantivos. Doble caíeg o riza ció n . Es rela tiv a m en te c o m ú n


en con trar térm in o s qu e fu n cio n a n c o m o a d je tiv o s y c o m o su sta n tiv o s. A l ­
g u n o s a d je tiv o s so n a sim ism o su sta n tiv o s y so n p e r fec ta m en te a p rop iad os
en la m a yoría de lo s c o n te x to s . Por e je m p lo , lo s o b je to s c o le e c io n a b le s a
m e n u d o se llam an c o le e c io n a b le s -, y un hom b re jo v e n e s u n jo v e n .

Los determinantes
T I P O S DE D E T E R M I N A N T E S

5.53 D efinición y clasificación de los determ inantes. L o s d e te rm in a n tes son


palabras q u e a co m p a ñ a n al su sta n tiv o y q u e sirven para c o n creta rlo , a ctu a ­
liza rlo o lim itarlo en su ap arición en el te x to . L os d eterm in a n tes se c la s if i­
can tr a d icio n a lm e n te en a r t íc u lo s . p o s e s iv o s , d e m o s t r a t iv o s , n u m e r a le s e
in d e fin id o s . T am b ién c u m p le n fu n c io n e s de d eterm in an te la fo rm a p o s e s iv a
del r ela tiv o , e u r o ( Piste es e l lib r o c u y o f in a ! te c o n t é a y e r ) : el p ronom b re
rela tiv o e u a n to ía (T e lo d ir é c u a n ta s v e c e s q u ie r a s ) y el in terro g a tiv o q u é
( ¿ Q u é m ó v ile s s o n Io s m e jo r e s '’ ).

EL A R T I C U L O

5.54 D efinición. El a rtícu lo e s un d eterm in an te qu e p reced e a un su sta n tiv o o a


un sin ta g m a n o m in a l y se ñ a la si el referen te d e d ic h o su sta n tiv o e s a lg o c o ­
n o c id o ( e líla / lo s / la s ) o d e s c o n o c id o {u n /u n a /u n o s /u n a s ).

5.55 El artícu lo determ inado . El a r tíc u lo d e te rm in a d o se ñ a la a un o b je to d e f i ­


n id o q u e se so b r e e n tie n d e , de m anera q u e no n e c e s ita d e sc r ip c ió n a lg u n a
(p. c j.. a q u í e s tá e l p a q u e t e e s una form a ab rev ia d a d e a q u í e s tá e l p a q u e ­
te q u e e s p e r a b a s ) , o qu e se v a a d e sc r ib ir a c o n tin u a c ió n (p. e j., la s v is ta s
d e s d e m i d e s p a c h o s o n e s p e c t a c u la r e s ) , o qu e e s im p o rta n te y tín ico (p.
e j., e l S o l, e l m a r, la L u n a . . . ) . El a r tíc u lo d e te r m in a d o c o n c u e r d a c o n el
su sta n tiv o en g é n e r o y nú m ero: la e s t r e lla y e l c ie lo , la s a v e s y lo s p e c e s .

5.55 El a rtícu lo in d e term in ad o . El a r tíc u lo in d e te r m in a d o se ñ a la o b j e to s o


p e r so n a s sin e s p e c if ic a r lo s ni d is tin g u ir lo s d e lo s o tr o s m ie m b r o s d e su
c la s e . C o n c u e r d a c o n el s u s ta n tiv o en g é n e r o y n u m er o (u n e s t u d ia n t e d e
D e u s t o , u n a s c h ic a s d e m i c la s e ) . En a lg u n o s u s o s e s p e c ia le s , el a r tíc u lo
in d e te r m in a d o p u e d e p r o p o r c io n a r una r e fe r e n c ia e s p e c íf ic a , c o m o o c u ­
rre en V i u n a g r a n p e l íc u l a a y e r p o r la n o c h e , y el a r tíc u lo d e te r m in a d o
una r e fe r e n c ia g e n é r ic a , c o m o en L o s e s c o c e s e s e s tá n h a b la n d o d e In d e ­
p e n d e n c ia (u n a g e n e r a liz a c ió n en r e la c ió n c o n su n a c io n a lid a d ).

5 .5 7 O m isión errónea del artículo. Hn d e te rm in a d o s tip o s de te x to e s habitual


elim in a r el artícu lo en c o n te x to s en lo s que su a p arición e s n ecesaria. A s í.
se lee S e s o lic it a In fo rm e s o b re c o n r e in o d o n d e d eb ería d e c ir Se s o lic it a un
in fo rm e s o b re e l c o n v e n io , o E l ju g a d o r se in t e r n ó p o r b a n d a d e r e c h a en
lugar de E l ju g a d o r s e in t e r n ó p o r la b a n d a d e re c h a . D eb en ev itarse e ste
tip o de o m is io n e s errón eas del artículo.

5.58 El a rtícu lo con su sta n tivo s co o rd in ad o s. C o n una se r ie de su sta n tiv o s


c o o rd in a d o s, se ha de utilizar un artícu lo d elan te de cada nom b re (H a y q u e
p o d a r e l r o s a l y e l s e to ), in c lu so cu a n d o el artícu lo n e c esa rio e s el m ism o:
T ra je r o n lo s c u c h illo s y lo s te n e d o re s .

5.59 El a rtíc u lo con s u s ta n tiv o s fe m e n in o s q u e c o m ie n za n po r a t ó n i­


ca. C u an d o el a rtícu lo p reced e a un su sta n tiv o fe m e n in o que c o m ie n z a por
a tó n ic a (c o n o sin /;). se e m p le a la form a m a sc u lin a del artículo: e l a g u a ,
un h a c h a . Hsta norm a tam b ién se a p lica a los d eterm in an tes in d efin id o s a l ­
g ú n y n in g ú n . En c a m b io , el resto de los d eterm in an tes m an tien en la for­
m a fem en in a: esta a u la , m u c h a h a m b re . D el m ism o m o d o , se m a n tien e la
form a fe m e n in a cu a n d o el su sta n tiv o ap arece en plural (to d a s la s a lm a s ) y
cu a n d o entre el a rtícu lo y el su sta n tiv o se inserta algún otro d eterm in an te o
a d je tiv o d a f r ía a g u a ).

5.60 Efecto del artículo sobre el sign ificad o . D e b id o a que los a rtícu lo s tie ­
nen v alor d e m o str a tiv o , el sig n ific a d o de la frase pu ed e cam b iar d e p e n d ie n ­
do del u so qu e se haga de los artícu los. Por e je m p lo , en U n o f ic ia l y a m i­
g o a c o m p a ñ o a la p r in c e s a h a s ta e l c o c h e , acom pañé) a la p rin cesa una
so la p erson a, d escrita por d o s características. Pero en U n o f it 'ia l v un a m ig o
a c o m p a ñ a ro n a la p r in c e s a h a sta e l c o c h e fueron d o s las p erson as a c o m p a ­
ñantes. En ¿ T e g u sta e s a te la r o ja v a zu l'.' se da a em ende!' q u e la lela c o n ­
tien e a m b o s c o lo r e s , pero en ¿ T e g u s ta n la tela r o ia v la a zu l'.’ se da a e n ­
tender que se e stá hab lan d o de d o s telas d istin tas.

LOS D E T E R M I N A N T E S POSESIVOS

5.61 Definición y form a. I.o s d eterm in a n tes p o s e s iv o s ind ican una relación de
p o s e s ió n entre el su sta n tiv o y su p ropio referente. L os p o s e s iv o s co n cu er-
dan en g é n e ro y nu m ero c o n la c o sa p o seíd a , v en person a y nú m ero co n el
p oseed or.
I N SOI O ROSHl-.DOR V A R IO S P O SH h D O R KS

14 p e r s o n a ¡ i

persona (
4
persona i sus su sus

C u an d o el determ inan te p o s e s iv o aparece p o sp u esto (a lg o relativam ente p o c o


habitual), se e m p lea la form a no ap oeop ad a. m ío fa /o s /a s . tu y o la lo s la s . etc.:
¡D ó n d e lu ih r é d e ja d o e l c o c h e m ío ! B ie n v e n id a a esta ca s a tuya y m ía . A d i­
feren cia de los p ronom b res p o s e s iv o s , los d eterm inan tes p o s e s iv o s a co m p a ­
ñan al nom bre, no lo su stituyen. C om p árese lis te c o c h e es m ío (pronom b re)
con lis t e es m i c o c h e (determ inan te).

LOS D E T E R M IN A N T E S DEMOSTRATIVOS

5.62 D e fin ició n y fo rm a , l .o s d e te r m in a n te s d e m o s tr a tiv o s tie n e n la m ism a


form a qu e lo s p r o n o m b re s d e m o str a tiv o s , s a lv o por la a u s e n c ia de form a
neutra: e s le /a /o s ia s in d ica n p r o x im id a d e s p a c ia l, te m p o ra l o p s ic o ló g ic a
c o n r e s p e c to a) h ab lan te; e s e /a /o s ia s in d ic a n un m a y o r g ra d o d e leja n ía , y
a q u e U la H o s ila s señ alan una d ista n cia aún m ayor.

LOS D E T E R M IN A N T E S NUMERALES

5.63 Clases de num erales, l.o s n u m erales se c la sific a n en c a r d in a le s , o r d in a le s ,


f r a c c io n a r io s \ m u ltip lic a tiv o s . L os nu m erales card in ales indican la cantidad
de o b jetos d e sig n a d o s por el su sta n tiv o en térm in os a b so lu to s (u n o . c in c o ,
cie n . m il). L os nu m erales ord in ales indican la u b icación del ob jeto en una s e ­
rie d eterm inad a (p r im e r o , c u a rto , v ig é s im o , c e n té s im a ). L os nu m erales frac­
cion arios indican una partición del ob jeto d e sig n a d o por el su stan tivo (m e d io
lib ro , u n a d o c e a v a p a rte ). L os m u ltip lic a tiv o s indican una rep etición d e los
o b jetos d e sig n a d o s por el su stan tivo ( r a d ó n d o b le , h a b it a c ió n trip le ).

5.64 Los num erales cardinales. L os n u m erales se escrib en en una so la palabra


hasta trein ta (d o c e , d ie c in u e v e , v e in titré s)', los nu m erales su periores a tre in ta
se escrib en d iv id id o s en varias palabras si es necesario: trein ta y c u a tro , c in ­
cu e n ta v dos. c ie n to v e in tin u e v e , d o s m il tre s c ie n to s c u a re n ta v n u e ve. Los
card in ales su elen fun cionar c o m o d eterm in an tes de su sta n tiv o s (T e n g o c in ­
c o c a m is a s a z u le s ), aunque o c a sio n a lm en te tam bién pu ed en fu n cion ar c o m o
pronom bres: S i tie n e s tru ch a s , p o n m e d o s. C u and o fun cionan c o m o su stan ti­
v o s. los card in ales se con sid eran m ascu lin os: e l tres, e l c in c o , e l veinte. Sobre
la grafía y u so s ríe los nu m erales y las cifras, véa se el ca p ítu lo 9.
5.65 Los num erales ordinales. L o s o r d in a le s sitú an a lo s su sta n tiv o s a lo s q u e
a c o m p a ñ a n en d e te r m in a d a p o s ic ió n en una serie: p r im e r o , d é c im o , v i ­
g é s im o . C o m o lo s c a r d in a le s, su e le n e s c r ib ir s e e n una s o la palab ra h a s ­
ta t r ig é s im o , y e n v a ria s p alab ras e n n ú m er o s m ás a lto s, c u a n d o se a n e c e ­
sario: o c ta v o , d u o d é c im o , v ig e s im o s e g u n d o (ta m b ié n s e a d m ite v ig é s im o
s e g u n d o ) p ero t r ig é s im o c u a r t o , q u in c u a g é s im o s é p tim o , c e n t é s im o s e x a ­
g é s im o n o v e n o . En lo s o r d in a le s fo r m a d o s p or m á s de un a palab ra, to d o s
lo s c o m p o n e n te s d e b e n c o n c o r d a r e n g é n e r o y n ú m ero ( t r ig é s im a p r im e ­
r a e d ic ió n , lo s c u a d r a g é s im o s s e g u n d o s ). N o se c o n sid e r a in c o r r e c to el
e m p le o d e lo s n u m er a les c a r d in a le s en v e z d e lo s o r d in a le s para c a n tid a ­
d e s e le v a d a s : L a a s o c ia c ió n c e le b r a s u c in c u e n t a y s ie t e a n iv e r s a r io . E s,
e n c a m b io , in c o r r e c to e m p le a r lo s n u m er a les fr a c c io n a r io s en lu gar d e lo s
o r d in a les: d e b e d e c ir se e l d u o d é c im o p is o y no e l d o c e a v o p is o .

5 .6 6 Los num erales fraccionarios. L o s num erales fraccion arios indican una d iv i­
sión del tod o al que se refiere el sustantivo. E xisten num erales fraccionarios e s ­
p e c ífico s (m e d io o m itad, te rc io ) y otros que c o in cid e n c o n los ordinales ( c u a r ­
to, q u in to , sexto, sép tim o, o ctavo , n oven o , d é c im o ), m ientras que la m ayor parte
de los posteriores a d é c im o se form an m edíante la adición del su fijo -a v o al car­
dinal correspondiente: o n cea v o , d o ce a v o , q u in c e a v o , c in c u e n ta is e is a v o . La m a­
yoría de los num erales fraccionarios no pueden situarse inm ediatam ente junto
al sustantivo, sin o que deben ir acom pañad os de la palabra parte', la tre in ta i-
c u a tro a v a p a rte d e la h e re n cia . E s habitual, sobre todo en co n tex to s m atem á­
ticos. que e sto s num erales se em p leen c o m o sustantivos: ¿ C u á n t o e s u n c a to r-
c e a v o m á s d o s q u in c e a v o s ? Es incorrecto el u so de los num erales fraccionarios
con fun ción ordinal: la vein tea va p la n ta (v éa se 5.65).

5.67 Los num erales m ultiplicativos. L os n u m erales m u ltip lic a tiv o s in d ica n una
r ep etició n o m u ltip lic id a d de o b jeto s: d o b le a u m e n to , h a b it a c ió n tr ip le , e n ­
la c e q u ín t u p le . La serie de los n u m erales m u ltip lic a tiv o s, a d ife r e n c ia de las
a n teriores, e stá lim ita d a a lo s sig u ie n te s:

? doble y duplo
3 triple y triplo
4 cuádruple y cuadruplo
5 quíntuple y quíntuplo
6 séxtuplo y séxtuplo
7 séptuple y séptuplo
8 óctuple y óctuplo
9 nónuplo
10 décuplo
11 undécuplo
12 duodècuplo
13 terciodécuplo
100 céntuplo
LOS D E T E R M IN A N T E S INDEFINIDOS

5.68 Definición. S e d en o m in a d eterm inan tes in d efin id o s a un con ju n to de térm i­


nos qu e acom p añ an al sustantiva) y lo cu a m ifica n . aunque sin la p recisión de
lo s determ inan tes nu m erales. V é a se 5 .4 2 para una lista de pronom bres in d efi­
n id o s, qu e en su m ayor parte tam bién pu ed en fu n cion ar c o m o determ inan tes.

5.69 S e n d o s y a m b o s . E l d eterm in a n te in d e fin id o .sendos sig n ific a « u n o cada


u n o » , y p u ed e e m p le a r se c o n g ru p o s de d o s o m ás p erson as u o b jeto s: L u is ,
C a r lo s v L o r e n a t r a je r o n s e n d a s b a tid la s d e v in o (trajeron una b o te lla cad a
u n o ). Es in c o r r e c to , e n c a m b io , usar s e n d o s c o n s e n tid o d e « a m b o s » o
« d o s» : E l p r e s id e n t e a p r o b ó s e n d o s d e c re to s (en v e z d e d o s d e c r e t o s ). El
o r ig e n d e e ste error p u ed e estar en la c o n fu s ió n co n e l in d e fin id o a m b o s ,
q ue s ig n ific a « lo s d o s» : L u is a y M a n o ¡le g a r o n ta rd e a la f ie s t a ; a m b a s d i ­
j e r o n q u e h a b ía n p e r d id o e l a u to b ú s . En cu a n to a a m b o s , e s in correcto su
u so para referirse a m ás de d o s p erson as o c o s a s , c o m o en H a b ía h o m b re s
v m u je re s , andaos e x p e c ta n te s (d o n d e hay por lo m e n o s d o s h om b res y d os
m u jeres). S i. c o m o en el e je m p lo , se q u iere hacer referen cia a d o s c o n ju n ­
tos, a m b o s d e b e aco m p a ñ a r a un term in o qu e lo s d e sig n e (s e x o s , g r u p o s ,
e tc.); o b ien se p u ed e refo im u la r la ora ció n e m p le a n d o u n o s /a s y o íro s la s .

E l v e rb o

DEFINICIÓN

5.70 El verb o en sentido general. El verb o d en ota la rea liza c ió n de una a c c ió n


o la e x is te n c ia de una c o n d ic ió n o de un e sta d o . S o n verb o s d e a c c ió n , por
e je m p lo , a n d a r, g r it a r y v o la r. S o n verb o s e stá tic o s, por e je m p lo , im a g in a r,
e x is t ir y te m er. El verb o e s la parte m ás im portante d el d isc u r so , e l ú n ic o
d e m e n t o que p u ed e ex p resa r un p e n sa m ie n to por sí m ism o (c o n el su jeto
so b re e n ten d id o ): / C o r r e ' / V ie n e s ? L le g ó .

5.71 Verbos transitivos e intransitivos. D ep en d ien d o de su relación co n los d i­


ferentes o b jeto s, ios verbos se c la sific a n c o r n o transitivos o intransitivos. Un
verb o transitivo n e c esita de un ob jeto para pod er exp resar un p en sa m ien to
co m p leto : el verb o indica la a cció n que el su jeto ejerce sobre el ob jeto. Por
e jem p lo , en L l c ic lis t a g o lp e ó e l b o r d illo , se afirm a lo que el ciclista (su jeto)
h iz o al b ord illo (objeto). Un verbo intransitivo no requiere de un o b je to para
poder expresar un p en sa m ien to c o m p leto { E l la d ró n saltó)), aunque pu ed e ir
se g u id o por un sintagm a p rep osicion al c o n fu n ción adverbial { E l la d ró n s a l­
to p o r la ve n ta n a ). M u ch os verb os pu ed en ser tanto tran sitivos c o m o intran­
sitiv o s, y a m e n u d o su s d iv e rso s u so s se d istin g u en por su s sig n ific a d o s. Por
e jem p lo , cu an d o se utiliza d e form a intransitiva c o m o en E s a tie n d a c e n ó el
m e s p a s a d o , c e r r a r sig n ific a «dejar de fu n cion ar»; cu an d o se u tiliz a de m a ­
nera transitiva, c o m o e n C e r r é la p u e r t a c o n lla v e a l lle g a r a c a s a , c e r r a r se
refiere a lo contrario de abrir. C o n otros verb os no e s p o sib le tal d istin ción .
U n verbo que a m en u d o fu n cio n e c o m o transitivo se p u ed e utilizar a v e c e s
c o m o intransitivo para destacar e l propio verb o y dejar e l ob jeto c o m o in d e ­
fin id o o d e sc o n o c id o . E so ocurre, por e jem p lo , e n E l p a c ie n t e está c o m ie n d o
m a l, d o n d e e s m ás im portante c ó m o c o m e e l p acien te q u e lo que c o m e.

5.72 Verbos regulares e irregulares. D e sd e un p u n to d e v ista m o r fo ló g ic o , lo s


verb o s p u ed en se r regu lares e irregu lares. L o s v e rb o s irregu lares so n a q u e ­
llo s q u e n o s e ajustan e n a lgu n a d e su s fo r m a s a cu a lq u iera d e lo s verb o s
c o n sid e r a d o s m o d e lo en las tres c o n ju g a c io n e s d e l c a ste lla n o (-a r, -er, - ir ) .
P or e je m p lo , a n d a r e s irregu lar p orqu e p resen ta la form a a n d u v e en lugar
d e la e sp e r a b le a n d é . L a s irregu larid ad es p u ed en ap arecer en el le x e m a (o
raíz), e n las d e sin e n c ia s o en tre e l le x e m a y las d e sin e n c ia s.

5.73 Verbos copulativos. V erb os c o p u la tiv o s son a q u e llo s qu e r ela cio n a n el s u ­


je to co n otra palabra d e la o r a ció n , se a un p ro n o m b re, otro n o m b re o un a d ­
je tiv o , al cu al se d e n o m in a atributo. U n v e rb o c o p u la tiv o c o m o tal n o a d m i­
te o b jeto. L o s v e r b o s c o p u la tiv o s son ser, e s t a r y p a r e c e r , sie m p r e y cu a n d o
se u tilicen c o m o p u en te entre e l su jeto y el atributo. P or e je m p lo , en E l c h i­
c o n u e v o e s m u y a t r a c t iv o , e s tien e fu n c ió n d e c ó p u la . S in em b a r g o , n o e s
a sí en F u e e n M a d r id d o n d e se c o n o c ie r o n .

5.74 La diferencia entre ser y e s t a r . L a d ife r e n c ia en el s ig n ific a d o y el u so de


los v e rb o s s e r y e s t a r o b lig a a hacer una serie de m a tiz a c io n e s e n c a m in a ­
das a e v ita r la c o n fu s ió n . C o m o n orm a g e n e ra l, s e r s e e m p le a para in d i­
car c a ra cterística s o c u a lid a d e s p erm an en tes: E s a lto . S o y a le m á n . L a c a s a
e r a a m a r illa . En c a m b io , e s t a r se e m p le a para ind icar e sta d o s p a sa jero s o
tem p orales: A q u e l d ía m i m a d r e e s ta b a tris te . E s t o y e n fe rm o . E l c a fé e s ta ­
b a f r ío . T am b ién d e b e n ten erse e n c u e n ta las s ig u ie n te s n orm as e s p e c íf i­
cas: 11 S ie m p r e se usa s e r c o n su sta n tiv o s en fu n c ió n de atributo: E s a c h i­
c a es u n e n c a n to . 2 ) E n a lg u n o s u so s c o lo q u ia le s , p u ed e ap arecer e s t a r con
su sta n tiv o s, los c u a le s ad q u ieren v a lo r d e ad jetiv o s: e s ta r p ez, e s ta r tr o m ­
p a , e s t a r m o s c a ... 3) T am bién se u tiliz a e s ta r cu a n d o le s ig u e la p r e p o si­
c ió n d e c o n e l se n tid o de t r a b a ja r . E s t á d e m é d ic o e n m i b a r r io . 4 ) S in e m ­
bargo, se u sa s e r c u a n d o v ie n e se g u id o por d e y e x p r esa m ateria u origen:
E s a s illa n o e s d e m a d e ra , s in o d e p lá s t ic o . 5 ) S e r se g u id o d e p a r a tien e el
se n tid o d e d estin atario o fin alid ad : E s e p a q u e t e n o e s p a r a m í. E s e c u c h i­
llo tan g r a n d e es p a r a t r in c h a r la c a rn e . 6 ) Para exp resar p r e c io s, se u tiliza
s e r: ¿ C u á n t o e s (u n v in o ) ? S in em b a rg o , e s m u y hab itu al preguntar p or el
p r e cio de a lg o d ic ie n d o ¿ A c u á n t o e stá n ( la s m a n z a n a s )? 7 ) S e e m p le a e s ­
ta r para in d icar lugar: ¿ D ó n d e e s tá tu p a d r e ? 8) S e e m p le a e s t a r c o n a d je ti­
v o s s e g u id o s d e c o m p le m e n to c o n d e: E s t o y s e g u ra d e q u e v e n d rá .
5.75 Verbos principales y auxiliares. D e p e n d ie n d o de su u so, los verb os se c la s i­
fican c o m o p rincip ales o auxiliares. Verbo principal e s aquel q u e por s í m is­
m o ex p resa una a c c ió n o estado: E l c o r r e to d o s lo s d ía s , S o ñ a b a c o n la T ie ­
r r a P ro m e tid a . Iil verb o auxiliar se utiliza c o n un verb o principal para form ar
un sin tagm a verbal q u e in d ica el tiem p o verbal o la v o z (v é a n se 5 .8 4 y 5 .90):
E l m u s e o fu e in a u g u r a d o h a c e y a q u in c e a ñ o s , H e te rm in a d o d e c o m e r. L os
v erb os au xiliares fu n d am en tales e n esp a ñ o l son h a b e r para lo s tiem p o s c o m ­
p u estos y s e r para la v o z pasiva. Para m ás in form ación sob re los verb os a u x i­
liares, v é a se 5 .9 8 -1 0 0 .

5.76 Perífrasis verbales. Las p e r ífr a sis v e rb a le s se form an por c o m b in a c ió n de


d o s v e rb o s, u n o d e e llo s en fo r m a p erso n a l y el otro en fo r m a n o p e r so ­
nal, c o n o sin otros e le m e n to s . A l igual q u e el verb o , las p e rífra sis v erb a les
r ea liza n la fu n c ió n d e n ú c le o d el sin ta g m a verb al. L as fo r m a s c o m p u e s ­
tas c o n h a b e r y s e r ( v é a s e 5 .7 5 ) tam b ién so n , en se n tid o e str ic to , p erífrasis
v e rb a le s. A lg u n a s d e las p e r ífr a sis v erb a les m á s h a b itu a les en e sp a ñ o l son
te n e r q u e + in fin itiv o ; d e b e r + in fin itiv o ; d e b e r d e + in fin itiv o ; p o d e r +
in fin itiv o ; q u e r e r + in fin itiv o ; e s t a r + g e r u n d io ; i r a + in fin it iv o ; s o le r
+ in fin itiv o ; v o lv e r a + in fin itiv o ; e m p e z a r a + in fin itiv o ; d e ja r d e + in fi­
n itiv o o e s t a r a p u n to d e + in fin itiv o . D e b e ev ita r se la c o n fu s ió n entre d e ­
b e r d e + in fin itiv o , q u e in d ic a p rob a b ilid a d , y d e b e r + in fin itiv o , qu e d e ­
nota o b lig a c ió n : c o m p á r e se J u a n d e b e e s t a r a q u í (tie n e la o b lig a c ió n de
estar aq u í) c o n J u a n d e b e d e e s t a r a q u í {e s p rob ab le qu e e s té aqu í).

EL I N F I N I T I V O

5.77 D efinición. El in fin itiv o e s una form a verbal q u e no d istin g u e p erson a, n ú ­


m ero ni tiem p o . En e sp a ñ o l se d istin g u e n tres p o s ib le s te rm in a c io n es, que
caracterizan tres c o n ju g a c io n e s v erb a les (-a r, -er, i r y. P a lla r , c o m e r, r e ír . El
in fin itiv o c o m p u e sto se form a c o n el in fin itiv o h a b e r y el p articip io d el ver­
bo: h a b e r b a ila d o , h a b e r c o m id o , h a b e r v iv id o .

5.78 Uso del infinitivo. El in fin itiv o está d o ta d o de una gran fle x ib ilid a d . Se
p u ed e utilizar co n fu n ció n n om in al en fu n ció n de su jeto o de o b je to { Q u e ­
r e r e s p o d e r . Q u ie r o n a d a r ) o co n fu n ció n verb al, c o m o parte d e una p erí­
frasis verbal (v é a se 5 .7 6 ). D e b e ev ita r se el u so d el in fin itiv o en su stitu ció n
de la se g u n d a p erson a del plural del im p erativo: d e b e d e c ir se ¡ C o r r e d ! y no
¡ C o r r e r ! E s, en c a m b io , c o rrecto su u so en c a rte le s, in d ic a c io n e s e in stru c­
c io n e s g en érica s: N o fu m a r. L a v a r en s e c o . T a m p o co se d e b e u tilizar el in ­
fin itiv o en lugar d e l verb o en form a p ersonal (c o n ju g a d o ) c o m o n ú c le o del
p redicad o: no d e b e d e c ir se D e s e a r le s u n a f e l iz la r d e o A ñ a d ir p o r ú ltim o
q u e ... En su lugar p u ed e d e c ir se , por e je m p lo , L e s d e s e o u n a f e l iz ta rd e y
P o r ú ltim o , q u ie r o a ñ a d ir . . . T am bién d e b e ev ita r se siem p re qu e se a p o sib le
e l u so del in fin itiv o en la c o n str u c c ió n s u s ta n tiv o + a + in f in it iv o : no d e b e
d e c ir se h o te le s a e v it a r sin o h o te le s q u e h a y q u e e v ita r. S e c o n sid e r a a c e p ­
table e l u so de a lg u n a s e x p r e s io n e s y a m u y a sen ta d a s, c o m o c a n t id a d a i n ­
g re s a r, c a n t id a d a d e d u c ir, tem a a tra ta r, e je m p lo a s e g u ir , etc.

EL P A R T I C I P I O Y EL G E R U N D I O

5 .7 9 Forma del participio. El p a r ticip io e s una form a verb al q u e n o d istin g u e


p erso n a , tie m p o ni m o d o . L o s p a rticip io s regu lares se form an c o n lo s s u fi­
j o s -a d o (para la prim era c o n ju g a c ió n ) e - id o (para la se g u n d a y la tercera
c o n ju g a c io n e s). A lg u n o s v e rb o s tien en p a r ticip io s irregu lares (ro to , a b ie r t o ,
d ic h o ) m ien tras qu e otros presen tan d o s fo r m a s, regu lar e irregular: f r e íd o y
f r it o , im p r im id o e im p r e s o , a te n d id o y a te n to , c o n fu n d id o y c o n fu s o . En e s ­
to s c a s o s , e l p a rticip io regu lar se e m p le a g e n e ra lm en te en las form as v e rb a ­
le s c o m p u e sta s (h e f r e íd o , h e im p r im id o , h e a te n d id o , h e c o n fu n d id o ) m ie n ­
tras q u e lo s p a r ticip io s irregu lares se e m p lea n corn o a d je tiv o s (h u e v o f r it o ,
p á g in a im p re s a , jo v e n a te n to , e le c t o r e s c o n fu s o s ). C u a n d o fu n c io n a c o m o
a d je tiv o , el p a rticip io c o n c u e rd a en g é n e r o y nú m ero c o n la palabra a la que
se refiere: E s u n a c h ic a m u y p r e p a r a d a . T e rm in a m o s a g o ta d o s . En e sp a ñ o l,
el p a rticip io no tien e form a c o m p u e sta .

5.80 Uso del participio. S iem p re d en ota a sp ecto perfecto, e s decir, sig n ific a que la
a cció n se c o n tem p la en su con ju n to y ya com p letad a. El participio se u tiliza
prin cip alm en te para formar los tiem p o s c o m p u e sto s (h e a m a d o , h a b ía c o m i­
d o , h a b r é v iv id o ), la v o z p asiva (fu e a m a d o , ha s id o s o c o r r id o , s e r á c o n s t r u i­
d o ) y algu n as estructuras ab solu tas (L le g a d o s a este p u n to , s e r á m e jo r q u e lo
d e je m o s ). El participio p u ed e actuar c o m o ad jetivo, sea c o m o ad yacen te de
un su stan tivo (m u je r c a s a d a ) o c o m o atributo (e s to y d o rm id o ): c o m o tal ad je­
tiv o , el participio adm ite gradación (m á s c a n s a d o , m e n o s c a n s a d o , c a n s a d í­
s im o ...). A d em á s, el participio de ios verb os transitivos pu ed e llevar un c o m ­
p lem en to agente: E s u n a p e r s o n a m u y q u e r id a p o r s u s a lu m n o s .

5.81 Forma y uso del gerundio. El g e ru n d io e s una form a n o p erson al del ver­
bo c u y a term in a ció n e s -a n d o en la 1.a c o n ju g a c ió n , y -v e n d o o -ie n d o en la
2 .a y la 3 .a: c o s e c h a n d o , b e b ie n d o , r ie n d o . El g e ru n d io en e sp a ñ o l tien e d o s
form as: sim p le (c a n t a n d o ) y c o m p u e sta (h a b ie n d o c a n ta d o ). E xp resa una
a c c ió n in acab ad a, q u e p u ed e ser sim u ltá n ea o anterior a la del v erb o p r in c i­
pal: H a c e la ta re a e s c u c h a n d o m ú s ic a . S u e le den otar a c c ió n y e sta d o s du-
rativos: E s t o y h a b la n d o . In t e n t a r é s e g u ir tra b a ja n d o . P u ed e form ar parte
d e u n a p erífra sis verb al (p. ej.: e s t a r ía n d a r / ir / v e n ir / s e g u ir / c o n lin u a r / lle v a r
+ g e ru n d io ), c o m o ocurre en E s t á c o lg a n d o la ro p a . A n d a c o m o lo c o b u s ­
c a n d o lo s lib r o s q u e n e c e s it a o S e g u id h a c ie n d o e l e je r c ic io , p o r fa v o r . El
g e ru n d io se p u e d e u tilizar d e m a n e ra in d ep en d ien te d eterm in a n d o al verb o
c o m o un a d v erb io , c o n las s ig u ie n t e s fu n c io n e s : 1) tem p oral (S ie m p r e le e e l
p e r ió d ic o c o m ie n d o ): 2) c a u sa l (D ic e n q u e h a a p r o b a d o c o p ia n d o e l t r a b a ­
jo f in a l): 3 ) c o n d ic io n a l (A n d a n d o p o r esta c a lle a d e la n te , lle g a r é is a v u e s ­
tro h o te l): 4 ) c o n c e s iv a (A u n e s tu d ia n d o to d o s lo s d ía s , n o c r e o q u e a p r u e ­
b e ). D e ter m in a d o s g e ru n d io s, c o m o a r d ie n d o e h ir v ie n d o , ta m b ién p u ed en
u tilizarse c o m o a d jetivo: S e q u e m ó e l b r a z o c o n a g u a h ir v ie n d o . E l g e ru n ­
d io p u ed e u tiliz a r se ta m b ién c o n u so im p e r a tiv o , so b re to d o c o n e l v e r ­
b o a n d a r : ¡A n d a n d o ! ¡N o s v a m o s ! A v e c e s a p arece c o m o v e rb o p rin cip al
en e n u n c ia d o s de tip o e x p lic a tiv o -im p e r a tiv o : ¿ Q u é ? ¿ T o m a n d o e l c a f e c i-
to ? Es habitual u tilizar e l g e ru n d io en d eterm in ad as e x p r e s io n e s cu a n d o se
c|uiere ca m b ia r de tem a de c o n v e rsa ció n : C a m b ia n d o d e tem a, ¿ q u é te p a ­
r e c e s i p e d im o s e s a b e c a ? A lg u n o s g e ru n d io s ad m iten d im in u tiv o : Se f u e
c a lla n d it o . Por ú ltim o , se u tiliz a el g e ru n d io en lo s p ie s de foto: M e s s i b e ­
sa n d o e l c a m p o tra s su q u in t o g o l.

5.82 Errores com unes en el uso del gerundio. El sujeto d el geru ndio pu ed e ser el
m ism o de la oración principal o, c o n verbos d e p ercep ción — sen sorial o in ­
te le c tu a l— , el c o m p lem e n to d irecto d e aquella: Im a g in o a G a y a p in ta n d o e l
Saturno. Sería erróneo decir, por ejem p lo . L o s p o lic ía s e n tra ro n en e l e d if i­
c io d e s p lo m á n d o s e , sa lv o que efec tiv a m e n te q u ien es se d esp lom ab an fu esen
los p o licía s v no el ed ificio : se debería d ecir L o s p o lic ía s e n tra ro n en e l e d if i­
c io q u e se e sta b a d e s p lo m a n d o . La a cción del geru ndio ha de ser sim ultánea
o anterior a la del verbo principal. A s í, sería incorrecto d ecir E l b o m b e ro s a l­
vó a la m u je r de la s lla m a s, a p a re c ie n d o en to d o s lo s m e d io s ; en su lugar p o ­
dría d ecirse, por ejem p lo . E l b o m b e ro s a lv ó a la m u je r d e la s lla m a s y, tra s la
h azañ a, a p a r e c ió en lo d o s lo s m e d io s. A m enud o, una oración construida con
geru ndio pu ed e resultar iló g ica , am b igu a o in clu so incoherente: S ie n d o u n a
m a d re sen sata, c r e o q u e M a rg a r it a d a b u e n o s c o n s e jo s a lo s n iñ o s (don de no
queda claro si la madre sensata e s M argarita o la persona que habla). La am b i­
güedad se destruye al reestructurar la oración: C o m o M a rg a r it a es u n a m a d re
sensata, c re o q u e da b u e n o s c o n s e jo s a su s h ijo s .

CARACTERÍSTICAS DEL VERBO

5.83 Las cinco características del verb o. El v e rb o tien e c in c o cara cterística s:


v o / . m o d o , tiem p o , p erso n a y nú m ero.

5.84 Voz pasiva y vo z activa. La v o z m uestra si el su jeto realiza la a c ció n d el ver­


bo (v o z activa) o . si por el contrario, la recib e (v o z p asiva). La v o z a ctiva e s
la co n stru cció n m ás habitual en esp a ñ o l — d eta lle qu e e s útil tener en c u e n ­
ta en las trad u ccion es — . S o la m en te los verb os tran sitivos tien en v o z pasiva.
¡ai oración E l A y u n ta m ie n to d e r r ib ó e l p u e n te en 1 9 9 2 está en v o z a ctiva por­
qu e el A yu n tam ien to rea lizó la a c ció n de derribar el p u en te y en la oración f i­

->12
gura c o m o sujeto. P ero en E l p u e n te f u e d e r r ib a d o en } 9 L)2 se em p lea la v o z
p a siv a porque el pu en te, que aparece c o m o su jeto, recib ió la a cció n de d e ­
r r ib a r . La v o z p a siv a se con stru ye con la form a con ju gad a del verb o .ser y el
participio. A m en u d o e n con tram os c o n str u c cio n es en las que el verb o s e r está
im p lícito. Por e jem p lo , en H a y q u e h a c e r c a s o d e lo s c o n s e jo s d a d o s p o r e l
m é d ic o , se en tien d e lo s c o n s e jo s q u e so n d a d o s , lo cual tien e sen tid o de p a s i­
va. A u n q u e a v e c e s el verbo perm an ezca im p lícito , el participio ha de figurar
siem p re. A m en u d o el agen te n o .se m en cion a: E l (ju g g e n h e im d e B ilb a o fu e
in a u g u r a d o en 1 9 9 7 . La e le c c ió n entre la v o z pasiva o la a ctiva pu ed e d e p e n ­
der d el punto de vista d esea d o . Por e jem p lo , en E l p u e n te fu e c o n s t r u id o en
1 9 9 2 lo im portante e s el p u en te, m ientras que en A q u e l fa m o so a rq u it e c to va ­
le n c ia n o d is e ñ ó e l p u e n te en i 9 9 0 , el hablante cen tra su d iscu rso en el arqui­
tecto. O tra form a de expresar la v o z p asiva en esp añ ol son las estructuras p a ­
siv a s reflejas: L a o b r a se e s tre n ó ( = ju e e s tre n a d a ) e l 9 d e ju n io d e 19 16 . En
las p a siv a s reflejas no d ebe aparecer c o m p le m e n to agente: resulta forzad o d e ­
cir A y e r s e in a u g u r ó la b ib lio t e c a p o r e l a lc a ld e .

5.8 5 M o d o . Hl m o d o in d ica la m anera en la cu al e l verb o e x p r e sa una a c c ió n o


un e sta d o . L os tres m o d o s son e l in d ic a tiv o , el im p era tiv o y el su b ju n tivo.

5.86 M o d o in d ic a tiv o . El m o d o ind icativo es e l m ás com ú n en esp a ñ o l y se em p lea


en co n tex to s relacionados con situ acion es o h ech os que se consideran reales.

5 .87 M o d o im p e r a tiv o . El m o d o im p era tiv o ex p resa ó r d e n e s (c o m o en ¡V e t e !).


p e tic io n e s d irectas (c o m o en T ra ig a la b a n d e ja ) y, a v e c e s, p e r m iso (c o m o
e n ¡ P a s a !) . Hl su jeto del verb o se so b re e n tien d e , au n q u e la oración p u ed e
in clu ir un o b je to d ir ec to o ind irecto: C a r n e e s a r e v is ta o C u íd a t e . A lfo n s o .
En esta ú ltim a o ra ció n . A lfo n s o e s un 'vocativo, no el su jeto. E strictam en te
h ab lan d o, en e sp a ñ o l el im p era tiv o s o lo c o rr esp o n d e a las se g u n d a s p e r so ­
nas: C o g e /C o g e d . Para el resto, se utiliza el p resen te de su b ju n tivo: Q u e se
c a lle n . E s p e re m o s . S e rec o m ie n d a u tilizar el m o d o im p era tiv o con p r e ca u ­
c ió n , ya qu e en a lg u n o s c o n te x to s podría resultar d e m a sia d o b ru sco o d e s ­
co rtés. S e p u ed e su a v iz a r u tiliz a n d o e x p r e s io n e s ta les c o m o p o r fa v o r: P o r
fa v o r, p a r a en la tie n d a . Si e sta o p c ió n no resulta sa tisfa c to ria , se pu ed e
m o d ifica r la o ra c ió n y u tilizar el in d ic a tiv o c o n una pregunta t ¡ P a r a s e n la
tie n d a , p o r fa v o r'!“) o algún otro recurso de co rtesía sem ejan te: ¡ P u e d e s p a ­
r a r en la tie n d a , p o r f a v o r ! ¡ P o d r í a s p a r a r en la tie n d a , p o r f a v o r ?

5 .88 M o d o su b ju n tiv o . Por regla general, el m o d o su bju ntivo exp resa la realidad
d e m anera su b jetiva, e s decir, teñida de d e se o s, dudas, ó rd en es, se n tim ien ­
tos y e m o c io n e s. En o r a cio n e s in d ep en d ien tes se u tiliza para exp resar d e ­
se o s. c o m o en ¡ O ja lá c a m b ie p ro n to la s it u a c ió n !, y p osib ilid ad , c o m o en T a l
vez e n c u e n tre tra b a jo . En o r a cio n es su bordinad as, ind ica h ip ó tesis o co n jetu ­
ras: S i y o fu e r a r ic o . . . Se utiliza tam bién co n verb os q u e denotan una d e m a n ­
da, tales c o m o q u e r e r p r o h ib ir , im p e d ir d e s e a r in s is t ir , etc. ( E l d u e ñ o in s is ­
tió en q u e e n tra s e ), una su g er e n c ia (L e a c o n s e ja q u e c o ja u n a b a ja la b o r a l)
y se n tim ien to s tales c o m o a le g r a rs e , a b u r r ir s e , e n c a n ta r, etc. (M e en ca n ta
q u e m e lla m e s p a r a s a lir ) . L os verb os y p red icad os q u e exp resan duda o d e s ­
c o n o c im ie n to , tales c o m o d u d a r, es p o s ib le qu e, p u e d e s e r q u e . e tc., tam bién
van se g u id o s de su b ju n tivo (P u e d e q u e te n g a m o s p ro n to u n a b u e n a n o t ic ia ),
a sí c o m o c re e r, p e n s a r y p a r e c e r cu an d o van en n e g a tiv o (N o c r e o q u e te n ­
g a s s u e rte ). El m o d o su b ju n tivo co m p ren d e el tiem p o presente de su bju ntivo
(c a n te ), e l pretérito p erfecto de su b ju n tivo (h a y a c a n ta d o ), el im p erfecto de
su bju ntivo (c a n ta ra o c a n ta s e ) y el p lu scu a m p erfecto de su b ju n tivo (h u b ie ­
r a o h u b ie s e c a n ta d o ). L os futuros sim p le y c o m p u e sto de su b ju n tivo (c a n ta ­
re /h u b ie r e c a n ta d o ) están prácticam en te en d e su so , sa lv o , m uy e x c e p c io n a l­
m en te. en el len gu aje ju r íd ico o adm inistrativo.

5 .8 9 ¿ In d ica tiv o o s u b ju n tiv o ? C on lo s verb os c re e r, p e n s a r y p a r e c e r en afirm a­


tiv o , se u sa el ind icativo: C r e o q u e v e n d ré a la n o c h e . A s im ism o , lo s verb os y
p red icad os que exp resan certeza en afirm ativo, rigen el verb o su bordinad o en
ind icativo: E s t á c la r o q u e a s í n o lle g a m o s a n in g u n a p a rte . N o e s a sí cuand o
la oración e s negativa: N o está c la r o q u e a s í lle g u e m o s a a lg u n a p a rte . C on
n e x o s tales c o m o p a r a qu e, a fin d e qu e, a c o n d ic ió n d e qu e. c o n la in te n c ió n
d e qu e, c o n v ista s a qu e, e x c e p to qu e, s a lv o qu e, a m e n o s qu e, co n ta l (d e )
q u e , s in qu e, a n o s e r qu e. se utiliza el subjuntivo: Te lie r e g a la d o un o rd e n a ­
d o r p o r t á t il p a r a q u e n o m e q u ite s e l m ío . Te lo p e r d o n o todo, m e n o s q u e m e
m ie n ta s. Las c o n c e s iv a s co n a u n q u e y a p e s a r d e q u e llevan el verb o en su b ­
juntivo cu an d o la a c ció n s e da por co n o c id a : A u n q u e h a y a e s tu d ia d o e n H a r ­
vard, n o s a b e c o m p o rt a rs e . Las o r a cio n e s tem p orales con cu a n d o , m ie n tra s,
u n a vez qu e, d e s p u é s d e qu e, en cu a n to , s ie m p re qu e, tan p ro n to co m o , lu e ­
g o q u e , pu ed en llevar el verb o en a m b o s m o d o s. Si el verb o va en in d icativo,
el h ech o e s real en p resente o pasado. S i va en su b ju n tivo, el h e c h o e s p o si­
ble o futuro: N o te a g u a n to c u a n d o está s tan n e r v io s o , pero C u a n d o estés tan
n e rv io s o , m e jo r q u e te to m es u n a tila . Las o r a cio n es c o n d ic io n a le s co n s i lle ­
van in d ica tiv o cu an d o expresan un hábito: S i voy a L o n d re s ( = c u a n d o voy a
L o n d re s ), s ie m p re s a lg o d e c o m p ra s . C u an d o, por el contrario, d ich a s o r a cio ­
nes expresan p o sib ilid ad o irrealidad, llevan el verb o en subjuntivo: S i v iv ie ­
r a m i p a d re , la s c o s a s s e r ía n d ife re n te s . Las o r a cio n e s co n c o m o s i llevan el
verb o en subjuntivo: M e m ir ó c o m o s i q u is ie r a d e c irm e a lg o .

5 .9 0 Los t ie m p o s v e r b a le s . El tiem p o m uestra cu án d o tien e lugar una a c ció n , un


estad o o una co n d ic ió n . S e d iv id e en p resente, pasad o y futuro, lo s c u a les se
exp resan m ed ian te d istin tas form as verb ales a las que trad icion alm en te han
d ad o su nom bre. E xisten ad em ás form as co m p u e sta s, los llam ad os tiem p o s
p erfecto s, que indican una referen cia tem poral m ás rem ota y una a cció n que
se c o n tem p la en su totalid ad, c o n p rin cip io y fin. D e sd e e ste punto d e vista, el
pretérito p erfecto sim p le (o pretérito in d efin id o ) se a lin ea ju n to a lo s tiem p o s
c o m p u e sto s (v é a se en 5 .9 7 el cuadro de los tiem p o s v erb ales del esp a ñ o l).
5 .9 1 El presente. El p resen te de in d ic a tiv o tien e d iv e r so s u so s en esp a ñ o l. D e ­
n ota sob re tod o a c to s, c o n d ic io n e s o e sta d o s qu e ocurren en el presente: E l
p e r r o la d ro . E l a ir e e s f r ío . E l a g u a flu y e . T am b ién se u tiliz a l ) para e x p r e ­
sar una a c c ió n habitual o una verd ad general: L o s g a to s ro n d a n p o r la n o ­
c h e o E l a g u a c o n ta m in a d a es u n a a m e n a z a p a r a la s a lu d ; 2 ) para referirse
a h e c h o s r ea liza d o s en el p a sa d o (p r e sen te h istó rico ): J u l io C é s a r d e s c r ib e
s u s e s t r a t e g ia s en lo s C o m e n ta r io s de la guerra de las G a lia s. C o ló n d e s c u ­
b r e A m é r ic a en 1 4 9 2 ; y 3) al argu m en to de una obra literaria o c in e m a to ­
gráfica: L a e s c e n a o c u r r e a b o r d o d e l T ita n io . E ste tercer p u n to e s im p o r­
tante para q u ie n e s e sc rib e n sob re literatura. L o s p e r so n a je s de lo s lib ro s,
obras de teatro y p e líc u la s h a c e n c o s a s , no las h ic ie r o n . S i se q u iere e s ta ­
b le ce r la d ife r e n c ia entre el p resen te y el p asad o en literatura, e s n e c esa rio
u tilizar el pretérito p e r fec to c o m p u e sto : H a tn le t, q u e h a h a b la d o c o n e l f a n ­
ta sm a d e s u p a d re , n o r e v e la lo q u e h a a v e r ig u a d o a n a d ie m á s q u e a H o ­
r a c io . 4 ) El p resen te se p u ed e e m p lea r tam b ién c o n se n tid o d e futu ro, d a n ­
d o a sí a la a c c ió n un se n tid o de m ayor p ro x im id a d y certeza: M a ñ a n a v o y a
M a d r id . M e c a s o e l a ñ o q u e v ie n e . 5 ) V alor im p erativo: T ú m e d a s e s o a h o ­
r a m is m o . T ú te c a lla s .

5.92 El pasado o pretérito. El tie m p o pretérito p u ed e ser im p e rfe cto , p e r fec to


sim p le , p e r fec to c o m p u e sto , p lu sc u a m p e r fe c to o anterior. D e n o ta una a c ­
c ió n , un esta d o o una c o n d ic ió n que ocu rrió o e x is tió en un m o m en to del
pasado. El pretérito im p e rfe cto d e sc r ib e una situ a c ió n en el p a sa d o sin c o n ­
c ed er im p ortan cia a su d u ración ni al m o m en to d e te rm in a d o e n e l qu e c o ­
m e n z ó o term in ó. S e u tiliza I) en narracion es y d e sc r ip c io n e s: C u a n d o e l
a v ió n a t e rr iz ó , llo v ía en L a s P a lm a s ; 2) para d escrib ir en el pasado: M i p r i ­
m e r n o v io se lla m a b a F e r n a n d o , e r a m u v a lto \ te n ía lo s o jo s c a s t a ñ o s ; 3)
para ind icar a c c io n e s h ab itu ales en el pasado: C u a n d o e r a jo v e n s a lía h a s ­
ta la s ta n ta s to d o s ¡o s fin e s d e s e m a n a , p e r o lu e g o r e n d ía b ie n . T am bién
se e m p le a para ex p resa r c o rte sía (c o m o en Q u e r ía h a c e r le u n a c o n s u lt a ).
en o r a c io n e s c o n d ic io n a le s en c o n te x to s in fo r m a le s (S i t u v ie r a d in e r o , m e
c o m p r a b a u n p is o m a s g r a n d e ), y para referirse a h e c h o s d e se a d o s o so ñ a ­
d o s (M e c o m ía a h o r a m is m o to d a s e s a s m a g d a le n a s ).
El pretérito p erfecto sim p le (o in d e fin id o ) e x p r esa una a c c ió n qu e ha o c u ­
rrido en el pasado: Ed v e ra n o p a s a d o e s tu v im o s d e c r u c e r o . El pretérito per­
fe c to c o m p u e sto (d e n o m in a d o a m en u d o pretérito p e r fec to , sim p le m e n te )
e x p r esa una a c c ió n pasada, term in ad a, qu e resulta m ás c erca n a , o b je tiv a ­
m en te o n o. al p resen te d el hablante: H e d e s a y u n a d o te m p ra n o e sta m a ñ a ­
n a. En esp a ñ o l el con traste entre p e r fec to c o m p u e sto y p e r fec to sim p le v a ­
ría n o ta b le m e n te se g ú n la reg ió n , hasta el pu nto de que en ciertas r eg io n e s
de E sp añ a y de H isp a n o a m érica lo s tie m p o s c o m p u e sto s en gen eral a p en as
,se usan.
El p retérito p lu sc u a m p e r fe c to e x p r esa una a c c ió n a n terior a otra a c c ió n
tam b ién pasada: C u a n d o lle g u é , y a h a b ía e m p e z a d o e l c o n c ie r t o .
El pretérito anterior e s c a ra c ter ístico de la len g u a e sc rita y no se u sa h a b i­
tu a lm en te en e l len g u a je oral. E x p r e sa una a c c ió n in m ed ia ta m en te anterior
a otra pasada: A p e n a s h u b o c la r e a d o e l d ía , s e fu e .

5.93 El futuro. El tiem p o futuro se refiere a a ccio n es, estad os o c o n d ic io n es que aún
n o se han h ech o realidad en el m om en to del en u n ciad o (futuro absolu to) o en
el m o m en to de referencia (futuro relativo) pero que están previstos: U n fa m o so
a rtis ta d is e ñ a rá u n m u r a l p a r a esta p a re d . P ro n to a b r ir á este resta u ra n te.
El futu ro p e r fec to se form a co n el futuro im p e r fe c to de h a b e r y el p articip io
d el verb o: h a b r á c a m in a d o , h a b r á b e b id o . S e refiere a un a cto , a un e s ta ­
d o o a una c o n d ic ió n q u e se esp era qu e term in e antes de otra a c c ió n o tie m ­
p o futuro: E l e n t o m ó lo g o h a b r á r e c o g id o s e s e n ta e s p e c ím e n e s m á s a n te s d e
q u e a c a b e e l s e m e s tre . P a r a la s c in c o y a se h a b r á le v a n ta d o la s e s ió n .
El fu tu ro h ip o té tic o (trad icion alm en te d en o m in a d o c o n d ic io n a l o p o t e n c ia l)
se e m p le a para exp resar la p o sib ilid a d o probab ilidad de que se cu m p la la a c ­
c ió n del verbo: S i tu v ie ra s u fic ie n te d in e ro , d e ja r ía d e tra b a ja r. M e g u s t a ­
r ía v o lv e r a v e rla o tra vez. El fu tu ro h ip o té tic o p e rfe c to (form ad o por el fu ­
turo h ip o té tico del verb o h a b e r m ás el participio del verb o princip al) exp resa
igu alm en te p o sib ilid a d o probabilidad, pero en referencia a a c c io n e s pasadas:
H a b r ía id o m á s a b r ig a d o s í h u b ie ra s a b id o e l f r í o q u e h a c ía . El futuro h ip o ­
té tic o tam bién se e m p lea c o m o fórm u la de co rtesía en v e z del presente de in ­
dicativo: ¿ P o d r ía m o v e rs e un a s ie n to h a c ia la d e re c h a , p o r fa v o r ?

5.94 La persona. La p e r so n a del v e rb o m u estra si el a c to , el e sta d o o la c o n d i­


c ió n e s 1) d el h ab lan te (p rim era p e r so n a , y o o n o s o t r o s /a s ) ; 2) de la per­
so n a a la qu e se d ir ig e la palabra (se g u n d a p e r so n a , tú, v o s o t r o s /a s o u s ­
te d /e s)', o 3 ) de un te rcero (ter c er a p e r so n a , él. e lla o e llo s , e lla s ). En el
c a s o d e la fo r m a d e c o r te sía u s t e d /e s , el v e rb o se c o n ju g a en la tercera
p erson a: E s t á u s t e d in v it a d o . ¿ C ó m o e stá n u s t e d e s ? E x iste n , a d e m á s, en
d iv e r s a s r e g io n e s d e lo s p a íse s h isp a n o h a b la n te s, d iv e r s a s fo r m a s de tra­
ta m ie n to . c o m o el v o s e o , q u e e x ig e n d istin ta s c o n c o r d a n c ia s v e rb a le s.

5.95 El núm ero. El n ú m er o d e l v e rb o d e b e c o n c o rd a r c o n el n ú m ero d el s u s ­


ta n tiv o o d e l p ro n o m b re q u e actú a c o m o su jeto ; e s d ecir, la form a verb al
ha d e ser d e sin g u la r o plural se g ú n el c a so .

5.96 La concordancia verbal. El verb o c o n ju g a d o co n c u e rd a co n su su jeto en


p erson a y n ú m ero. C u an d o un v erb o tien e d o s o m ás su jeto s u n id o s por y.
c o n c u e rd a co n a m b o s to m a d o s e n su c o n ju n to y, por lo tanto, va en plural:
S ó c r a t e s y P la t ó n e r a n s a b io s . C u an d o un verb o tien e d o s o m ás su jeto s en
sin gu lar c o n e c ta d o s por o o por n i, ap arece en plural, tal c o m o ocurre en
P e d r o o J u a n está n lis t o s p a r a h a b la r y N i R o b e r n i M a rt a h a n a p r e n d id o
la le c c ió n . C u an d o el su jeto e s un su sta n tiv o c o le c tiv o en singu lar, el verb o
su e le co n co rd a r tam b ién en singu lar: L a n a c ió n e s p o d e r o s a . E l c la u s t ro te ­
n ía s e n tim ie n t o s e n c o n tra d o s . C u an d o el su jeto e stá fo rm a d o por un c u a n -
tific a d o r sin gu lar c o n un su sta n tiv o plu ral (la m a y o r ía d e lo s v o ta n te s, u n
t e r c io d e la s m u je r e s ) se s u e le adm itir la c o n c o r d a n c ia en sin g u la r y en p lu ­
ral: L a m it a d d e lo s a lu m n o s a s is t e /a s is te n r e g u la rm e n t e a s u s c la s e s . L a
m a y o r ía d e lo s f u t b o lis t a s n o tie n e /tie n e n e s tu d io s s u p e r io r e s .

CONJUGACIÓN DE LOS V E R B O S

5 .9 7 Tres conjugaciones. L os verb o s e sp a ñ o le s se reparten entre tres c o n ju g a c io ­


n es d e p e n d ien d o de la term in ación de su s resp e ctiv o s in fin itivos: 1.a -a r. 2 .a
- e r y 3.a -ir . E je m p lo s de verb os regulares p erten ecien tes a cada una de ellas
son a m a r, b e b e r y v iv ir. La tabla sig u ie n te r e c o g e las tres c o n ju g a c io n e s y re­
fleja, entre p arén tesis, los tiem p o s verb ales q u e han c a íd o e n d esu so .

MODO TIEMPO 13 c o nj ug a c ió n 2 : ’ c o n ju ga c ió n 3. a c o n ju ga c i ó n

P resentii am o bebo vivo

P retérito p e rfe c to co m p u e sto lie a m a d o he b e b id o he v iv id o


i
P re té rito im p erfecto 1 amaba bebía vivía
- ----- ' - .........- - f ----------------------------
P retérito p lu sc u a m p e rfe c to había a m a d o h ab ía b e b id o ° hab ía v ivido

P retérito p e rfe c to sim p le am é bebí viví


INDICATIVO
( P retérito a n te rio r) hube am ado hube bebido hube viudo

F u tu ro sim ple amaré beberé viviré

F u tu ro co m p u e sto habré am ado habré b ebido habré vivido

F u tu ro h ipo tético sim ple a m aría bebería viviría

Fu tu ro hiffoiét/co p erfecto habría a m a d o habría b eb id o h a b r í a \ i\ id o

P resen te ame beba viva

P retérito p e rfe c ta haya am ado haya beb id o h a y a vi\ ido

P retérito im p e r fx to am ara o am ase b eb iera o bebiese v i \ iera o v iv ie s e

SUBJUNTIVO
P re té rito p h ts( •u am perfe< to hubiera o hubiera o hubiera o
hubiese am ad o hubiese b eb id o hubiese \iv id o

í F u tu ro ) am are b ebiere viviere

( F u tu ro p e rfe c to ) hubiere a m a d o h u b iere b eb id o h ubiere virado

im p e r a t iv o P resen te ama bebe vive


LOS VER BO S A U X IL IA R E S

5 .9 8 D e fin ic ió n d e v e r b o a u x ilia r. V erbos a u x ilia r e s son lo s q u e. u n id o s a for­


m as no p e r so n a le s de otros v erb o s, c o n stitu y e n los tie m p o s c o m p u e sto s o
m atizan el sig n ific a d o d el verb o al qu e se u n en . L o s v e rb o s a u x ilia r e s se
e x p lic a n a c o n tin u a c ió n (v é a s e 5 .7 5 ).

5 .9 9 H a b e r. H1 verb o h a b e r se e m p lea para form ar lo s tiem p o s v erb ales c o m p u e s­


to s (h e ca n ta d o , h a b ía c o m id o , h u b ie ro n m a rc h a d o ). S e c o n ju g a en m o d o in ­
d ic a tiv o y en su b ju n tivo, y e s un verb o irregular. H a b e r tam b ién e s verb o
principal cu a n d o d en ota ex isten cia : H a y m u c h a g e n te en la c a lle esta m a ñ a ­
na. En este c a so , hay que tener e sp e c ia l cu id ad o co n la con cord an cia: el su s­
tantivo q u e acom p añ a al verb o n o e s su jeto, sin o c o m p le m e n to directo, por lo
que h a b e r n o tien e por qué concord ar con él. A s í, se deb en evitar ora cio n es
c o m o H a n h a b id o p r o b le m a s s e r io s , la form a correcta e s H a h a b id o p r o b le ­
m a s s e rio s . H a b e r d e sig n ific a te n e r q u e\ H e de a p r o b a r este ex a m e n . L a p e ­
rífrasis h a b e r q u e ex p resa una ob lig a ció n : H a y q u e d e c ír s e lo c u a n to antes.

5 .1 0 0 Ser. El verb o s e r se u tiliz a c o m o a u x ilia r para form ar estru ctu ras pasivas:
E s ta c a t e d r a l f u e c o n s t r u id a p o r lo s m a e s tro s c a n te ro s d e la zo n a . El ver­
bo s e r ta m b ién form a parte d el gru p o de lo s verb o s c o p u la tiv o s, e s decir,
a q u ello s q u e co n str u y e n una p r e d ica c ió n n o m in a l u n ien d o al su jeto c o n e l
lla m a d o atributo (A n tó n es m u y f e liz ) . El v erb o s e r no sig n ific a en sí m is ­
m o una a c c ió n , sin o m ás bien e x is te n c ia o c o n d ic ió n : M i m a d re es m é d ic a
(s é a n s e 5 .4 5 -4 7 y 5 .7 4 ).

El adverbio

DEFINICIÓN Y FORMA

5 .1 0 1 D e f in ic ió n . El a d v e r b io e s la palabra q u e c a lif ic a , lim ita , d e sc r ib e o m o ­


d ific a a un v e rb o , un a d je tiv o u otro a d v e r b io : E l l a e s t u d ia b a c o n s t a n ­
te m e n te . d o n d e c o n s t a n t e m e n t e c a lif ic a al v e r b o e s t u d ia b a : D ic h a a c ­
t u a c ió n f u e f r a n c a m e n t e in u s u a l, d o n d e f r a n c a m e n t e c a lif ic a al a d je tiv o
in u s u a l: E l c ic lis t a p e d a le a b a m u y r á p id a m e n t e , d o n d e m u y c a lif ic a al
a d v e r b io r á p id a m e n t e . U n a d v e r b io p u ed e ta m b ié n c a lific a r a una p r e p o ­
s ic ió n . una c o n ju n c ió n o una p r o p o sic ió n : L o s p á ja r o s v o la b a n ju s t o s o ­
b r e e l la g o , d o n d e j u s t o c a lific a a la p r e p o sic ió n s o b r e ; A q u í e s e x a c t a ­
m e n te d o n d e lo e n c o n t r é , d o n d e e x a c t a m e n t e c a lif ic a a la p r o p o s ic ió n
d o n d e lo e n c o n t ré . H ay a d v e r b io s d e lu g a r (le jo s , a h í) , d e tie m p o (a y e r,
ja m á s ) , de m o d o ( d e s p a c io , m a l), de c a n tid a d o g ra d o (b a s t a n te , m u y ), de
a fir m a c ió n ( s í) , d e n e g a c ió n (n o ) , de d u d a ( a c a s o ) , de a d ic ió n (t a m b ié n ),
y d e e x c lu s ió n (s a lv o ). L o s a d v e r b io s c o m o , c u a n t o , c u a n d o y d o n d e p u e ­
den fu n cio n a r c o m o p r o n o m b re s r e la tiv o s , in te r r o g a tiv o s y e x c la m a tiv o s .
5 .1 0 2 A d v e rb io s con su fijo s. M u c h o s a d je tiv o s tie n e n s u s c o r r e s p o n d ie n t e s
a d v e r b io s te r m in a d o s en el su fijo -m e n te ( le n u t - le n la m e n t c . n t id a d o s o -
e it id a d o s a m e n t e , p u b l ic o - p ú b l ic a m e n t e , p e d a n t e - p e d a n t e m e n t e ) . S i el
e m p le o de u n o de e s to s a d v e r b io s te r m in a d o s en -m e n te resu lta fo r z a d o
o r e p e titiv o , lo id eal e s recurrir a una lo c u c ió n a d v e r b ia l c o m o d e m a n e ­
r a (p . c j. . d e a n a m a n e r a h o r r o r o s a ) .

5.103 A dverbios sin sufijos. M u c h o s a d v e r b io s no tien en un su fijo q u e ios id e n ti­


fiq u e (p. e j.. c a s i, n u n c a , a q u í, a h o ra , a p e n a s , ta rd e, c e rc a , ta m b ié n , a v e r).

5.104 El adverbio en c o m p a r a c ió n con e l adjetivo. A l contrario qtic el ad jetiv o ,


e l a d v erb io no m o d ific a al su sta n tiv o ni ai pron om b re, salvar e x c e p c io n e s
c o m o c u e s ta a r r ib a , c a d e a h a jo o m a r a d e n tro . C o m p á re se E r a u n a c h ic a
m u y r á p id a to m a n d o d e c is io n e s (d on d e ¡¡¡ p id a m o d ifica a c h ic a ) co n P o -
d íu m o s c o n d u c ir r á p id o p o r la a u to p is ta (d on d e r á p id o m o d ific a a c o n d u ­
c ir ) . L os a d v e r b io s a d je tiv a le s son a q u ello s q u e tien en la m ism a form a qu e
la varian te m a sc u lin a del a d je tiv o o p a r ticip io c o r r e sp o n d ie n te , lis to s a d ­
v e r b io s n o m o d ific a n a a d je tiv o s ni a p a r ticip io s. S on m ás h ab itu ales en el
e sp a ñ o l h ab lad o en A m érica .

A D V ER B IO S SIMPLES Y LOCUCIO NES ADVERBIALES

5.105 A d v erb io s sim ples. IJn a d v e r b io sim p le e s una palabra q u e c a lif ic a una
parte del d iscu rso: a p e n a s , a h o r a , p r o fu n d a m e n t e ...

5.106 Locuciones adverbiales. Las lo c u c io n e s a d v e ib ia le s son c o n ju n to s de d os


() m ás palabras qu e fu n cion an c o m o ad verb io: m ie n t ra s tanto, d u ra n te a l­
g ú n tie m p o . Las lo c u c io n e s a d v e r b ia le s, al igual qu e los a d v erb io s, pu ed en
ser d e tiem jto ( a i a n o c h e c e r, a l m e d io d ía , p o r la n o c h e , d e c u a n d o en c u a n ­
d o , etc.'), d e lugar (d e u i¡ i i í p a r a a llá . <¡ lo Ic io s , ¡le c e r c a ), de n e g a c ió n (e n
m i vid a , n u n c a ja m á s , d e n in g u n a n u m e ra , b a jo n in g ú n c o n c e p t o ), de duda
(s in d u d a , ta l ved i, o de a firm a c ió n (d e s d e liti g o, en efecto , en v e rd a d ), e n ­
tre otros sig n ific a d o s.

GRADO DEL A DV ERBIO

5.107 Los tres grad o s del adverbio. A l igual qu e ios a d je tiv o s ( v é a se 5 .4 8 ). los
a d v e r b io s tien en tres grados: el p o sitiv o , el c o m p a r a tiv o y el su p e rla tiv o . El
a d v erb io en grad o p o s itiv o ex p resa sim p le m e n te una cu alid ad sin hacer re­
fe re n c ia a nada m ás. c o m o en L a e n fe rm e r a h a b ló s u a v e m e n te o E l d ir e c t o r
llegó) ta rd e.
5.108 A d v e rb io s en g ra d o co m parativo . L o s a d v e r b io s en grad o c o m p a r a tiv o
p u ed en ex p r esa r su p eriorid ad (m á s ... q u e ), in ferio rid a d (m e n o s ... q u e ) o
igu ald ad (t a n ... c o m o ): C o n d u c e m á s rá p id a m e n te q u e y o . T am b ién e x iste n
fo rm a s irregulares: b ie n /m e jo r que', m a l/p e o r q u e : C o n d u c e m e jo r ip ie yo ,
p e r o p e o r q u e m i h e rm a n a .

5.109 A d v e rb io s en g ra d o su p e rlativo . El g ra d o su p e r la tiv o e x p r e s a una c ir ­


c u n sta n c ia en su m á x im a in ten sid ad . S e m a n ifiesta c o n m u y o co n el su fijo
- ís im o ( s ) : V iv ía m u y le jo s . V iv ía le jís im o s .

5.110 A d v erb io s no graduab les. A lg u n o s a d v e r b io s, por d e fin ic ió n , son a b s o ­


lu to s y 110 p u ed en ser c o m p a r a d o s. E je m p lo s de e ste tip o de a d v e r b io s son
e te rn a m e n te , n u n c a , s o lo , ú n ic a m e n te , u n iv e rs a /m e n te . La m a yoría de los
ad v e r b io s q u e ind ican tie m p o (por e je m p lo a h o r a y e n to n c e s ), orden ( p r i ­
m e ra m e n te y fin a lm e n t e ) o lugar ( a q u í) no a d m iten grad ación .

5.111 Intensificadores. El a d v e r b io p u ed e ser in te n sific a d o c o n p alab ras c o m o


m u y y m u c h o (a d v e r b io s a su v e /): C a n t a b a m u c h o m e jo r q u e s u a n t e c e s o ­
r a en e l p u e s to : E l tie m p o p a s a b a m u y rá p id a m e n te .

POSICIÓN DEL A D V E R B IO

5.112 Colocación de los adverbios. En gen eral, la p o sic ió n del adverbio en la frase
p u ed e variar sin que e llo a fecte de m anera su stan cial al sig n ifica d o : M a ñ a ­
n a lle g a n ú h e rm a n o o M i h e rm a n o lle g a m a ñ a n a . Sin em b argo, no ocurre
así con los ad verb ios d e n eg a ció n , los c u a les han de antepon erse al verbo: N o
te n g o h a m b re . L os ad verb ios n u n ca , ja m á s y ta m p o co pueden preceder o no
al verb o, pero en el c a so de ir tras él han de ir p reced id os por n o (p. ej.. N u n c a
h a id o a la u n iv e r s id a d y N o h a id o n u n c a a lo u n iv e rs id a d . J a m á s te lo d ir é
y N o te lo d ir é ja m á s ). C u and o el adverbio n o se antepon e a cu alq u ier otra
categoría gram atical que no sea un verb o, so lo e lla resulta negativa. A v e c e s
e q u iv a le al prefijo n eg a tiv o in -: Se co n cen tré) en lo n o c r e íb le = lo in c r e íb le .
A i contrario de lo que su ced e con el adverbio n o, que siem pre d eb e e x p lic i-
tarse, el adverbio .vf s o lo aparece en la oración con valor en fá tico , o bien a isla­
d o o separado por c o m a s, dado que toda oración e s afirm ativa a no ser que su
verbo esté preced id o por una n egación : E ra . sí, b a sta n te in te lig e n te .

La preposición
DEF INICIÓN Y USO

5.113 D efinición. La p r e p o sic ió n une un o b je to a un a n te c ed en te m ostran d o a sí la


rela ció n entre am b os. El o b je to de una p r e p o sic ió n e s g e n e ra lm en te un su s ­
ta n tiv o , o bien un p ron om b re, c o m o ocurre en E n t r e e llo s y y o . La p r e p o si­
c ió n siem p re p r e ce d e a su ob jeto.
5.114 Lista de preposiciones del español. L as p r e p o sic io n e s del e sp a ñ o l son las
sig u ie n te s: a, u nte, b a jo , c a b e , co n , c o n tra , de, d e sd e , d u ra n te , en, e n tre,
h a c ia , h a sta , m e d ia n te , p a r a , p o r, s e g ú n , s in , so, s o b re , tra s, v e rs u s y v ía .
Las p r e p o sic io n e s c a b e y s o se en cu en tran en d e su so en el e sp a ñ o l actual.
La p r e p o sic ió n v e rs u s , de o r ig e n la tin o , ap arece fu n d a m en ta lm en te en t e x ­
tos de carácter c ie n tífic o c o m o e q u iv a le n te de c o n t ra o fr e n t e a. d e p e n d ie n ­
d o del c o n te x to ; e s p referib le e m p lea r su s e q u iv a le n te s en lugar de v e rs u s.

5.115 Locuciones preposicionales. E x iste n tam b ién las lo c u c io n e s p r e p o sic io n a ­


le s, c o m b in a c io n e s fijas de d o s o m ás palabras c o n fu n ció n de p r e p o sic ió n :
a c e r c a de, a l la d o de, a lr e d e d o r de, a n te s de, a p e s a r de, c e r c a de, c o n
a r r e g lo a, c o n o b je t o de, d e b a jo de, d e la n te de, d e n tro de, d e s p u é s d e, d e ­
trá s de, e n c u n a de, en c u a n t o a, e n fre n te d e, en v ir t u d d e, fr e n t e a. f u e r a de,
g r a c ia s a, ju n t o a, le jo s d e, p o r c u lp a d e . . . (v é a se 5 .1 0 6 ).

5.116 Sin ta g m a s prepo sicio nales. U n sin ta g m a p r e p o sic io n a l c o n s is te en una


p r e p o sic ió n , su o b je to y c u a lq u ie r otra palabra q u e m o d ifiq u e a d ic h o o b ­
je to . E ste p u ed e ser un su sta n tiv o (c u c h a r a d e p a lo ) , un a d je tiv o ( E s o te
o c u r r e p o r in g e n u o ) o un a d v e r b io (E s t o y h a sta a r r ib a d e t r a b a jo ). L o s s in ­
tagm as p r e p o sic io n a le s p u ed en r e a ii/a r d iv e rsa s fu n cio n e s: l ) c o m p le m e n to
del n om b re ( c a f é c o n a z ú c a r ) ; 2) c o m p le m e n to d el a d je tiv o (m u y c e r c a n o a
la c a p it a l) : 3 ) c o m p le m e n to d el a d v erb io (le jo s d e a q u í)', 4 ) c o m p le m e n to
d irecto ( H e v isto a P e d ro )', 5) c o m p le m e n to in d irecto ( E n v ia r o n u n p a q u e te
a m i m a rid o )'. 6 ) c o m p le m e n to de rég im en (M e h e a c o r d a d o d e n u e s tra ú l­
tim a c o n v e r s a c ió n ), 1 ) c o m p le m e n to a g e n te en una p a siv a (E s t e p u e n te f u e
d is e ñ a d o p o r C a la t e a r a h a c e y a u n o s a ñ o s ).

5.117 Funciones de la preposición. Las p rep osicion es señalan m uchas c la ses de re­
lacion es. Por ejem p lo , pueden expresar una relación esp acial (a, desd e, f u e ­
ra de, d e n tro d e ), tem poral (a, d esd e, h a sta ), causal (d e b id o a, a c a u s a de, p o r
m e d io de, co n , / >or), de p o sesió n (sin , d e ) o de o p o sic ió n (c o n tra ), entre otras.

5.118 C olocación del sin tagm a preposicional. U n sin ta g m a p r e p o sic io n a l co n


fu n ció n adverbial o ad jetival d e b e estar tan cerca c o m o sea p o sib le de la
palabra a la que m o d ific a , para evitar d ificu lta d , a m b ig ü e d a d o s ig n ific a d o s
in volu n tarios: ¿ E s t á a q u í u n a m u je r c o n e l p e lo te ñ id o d e az.ul q u e se lla m a
L u c ía ? E s a m u je r d e l F re n t e P o p u la r e s la q u e e stá d is t r ib u y e n d o lo s p a n ­
fle t o s . Si un sin ta g m a p r e p o sic io n a l m o d ific a por igual a to d o s lo s e le m e n ­
to s de una c o n str u c c ió n c o m p u e sta , d ic h o sin ta g m a sig u e al ú ltim o e le m e n ­
to de la estructura: Ya h e m o s d e c id id o la fe c h a , e l lu g a r y e l p r e s u p u e s t o de
la b o d a . Es n e c e sa r io o b serv a r que si un su jeto sin g u la r va se g u id o d e un
sin ta g m a p r e p o sic io n a l co n o b je to s p lu rales, el verb o segu irá y e n d o en s in ­
gular. C o m p á re se , por e je m p lo . H a n lle g a d o e l h o m b re y d o s h ija s y H a ¡ le ­
g a d o e l h o m b re c o n s u s d o s h ija s .
CUESTIONES PRÁCTICAS

5.119 A lg u n a s lo cu cio n e s p re p o sicio n a le s p ro b le m á tica s. La u t iliz a c ió n de


cierta s lo c u c io n e s p r e p o sic io n a le s su p o n e a m e n u d o un p rob lem a de carác­
ter n o rm a tiv o . H e aq u í alg u n a s lo c u c io n e s p r e p o sic io n a le s p rob lem áticas:

A nivel de. El abuso de esta locución hace que su uso sea erróneo la mayoría de las
veces. Solo ha de utilizarse cuando su significado sea literal, es decir, cuando nivel
signifique «altura»: a n ivel del m ar. pero no a n ivel d el profesorado, para expre­
sar en cuanto a l p rofesora d o o en e l ám bito d el profesorado.
En base a. Es más apropiado utilizar basándonos en. con base en o sobre la base de.
A falta de. No se aconseja su uso en expresiones com o a falta de un cu a rto de
h o ra p a ra el fin a l, habría que decir cu ando fa lta un cu a rto de hora. Es adecua­
da cuando se expresa una carencia: a fa lta de m a teria l.
A bordo de. Solo ha de utilizarse para barcos y aviones, no para otros vehículos.
A lo largo de. Es preferible utilizar esta expresión sin cardinales: a lo la rg o de sit
vida, pero no a lo la rg o de los últim os cin co m inutos de! partid o.
A partir de. La locución no es correcta cuando indica un punto concreto en el tiem ­
po {L a represen tación tendrá lu g a r a p a rtir de las 8). En este caso habría que
decir a las 8. S í que lo es cuando indica com ienzo de un plazo: L a s solicitu des
p a ra la beca se pueden en tregar a p a r t ir del día 14.
Conjuntamente con. Se trata de una redundancia, con lo cual habría que decir ju n ­
tamente con. o simplem ente con.
De cara a. Son preferibles otras locuciones: con vistas a. con miras a. para. ante. etc.
H av que trabajar duro de cara a conseguir un puesto de trabajo [para co n se g u ir. ..).
En orden a. Sus preferibles sustitutos son p ara, con el fin de. con objeto de. con el
p ro p ó sito de.
Posteriormente a. Es preferible utilizar después de o tras.
Previamente a. Más adecuado con a n te rio rid a d a o antes de.
Seguidamente a. Se recomienda sustituirla por después de. a eonúnuae'u'm de.

5.120 A lg u n a s p alabras y su régim en prepo sicio nal. En la s ig u ie n te lista se


han reu n id o palabras que en c o m b in a c ió n c o n p r e p o sic io n e s a m e n u d o son
fu e n te de p rob lem as.

absolver (v b .): a (alguien) de (una acusación): sin p re p o sic ió n (un pecado)


abundar (vb.): en (recursos)
acompañado (adj.): por (y no co n ) (algo o alguien)
admitir (vb.): en (dejar entrar): sin preposición (reconocer, transitivo)
ansioso (adj.): por (una preocupación)
basado (adj.): en (una premisa, un área de estudio, una obra)
blasfemar (vb.): contra (una creencia religiosa)
centrarse (vb.): en
cohesión (n.): entre (cosas; grupos)
comerciar (vb.): con (mercancías, empresas, países...)
com p ad ecer (vb.): ;i (alguien):
com p ad ecerse (vb.): de (alguien, de una situación)
com p arar (vb.): con (una persona u objeto con otros); a (objetos)
concord ar (vb.): con (una opinión, una persona)
con d en ad o (vb.): por (un delito): a (una pena)
con fab u larse (vb.): con (alguien contra un tercero)
confianza (n ): en
confiar (vb.): a (algo a alguien), en (una persona)
congruencia (n.): con (un estándar)
consentir (vb.): en (una decisión): sin preposición (permitir algo)
consistir (vb.): en
consp irar (vb.): con (alguien contra un tercero)
con tem p orán eo (adj.): con (otro acontecimiento): de (otra persona)
con tigu o (adj.): a (otro lugar)
contrastar (vb.): con (algo con alguien: una cosa con otra)
cum p lir (vb.): con (una regla: alguien): sin preposición (una orden)
d epend er (vb.): de
diferente (adj.): de (mejor que a)
diferir (vb.): de (una cosa de otra); con (una persona); sobre (un tema)
disentir (vb.): de
disociar(se) (vb.): de
d om in io (n.): de (una habilidad o un conocimiento); sobre (alguien)
e n am orad o (adj ): de
enojado (adj.): con (alguien); por (algo)
equivalen te (adj ): a
exp erto ( v b . ): en (una actividad, un arte)
forzar (vb.): a (alguien; hacer algo)
h egem onía ( 11.): sobre (rivales); en (una región)
idéntico (adj ): a
im poner ( vb.): a (algo a alguien)
inculcar (vb.): en (algo en una persona)
im p ortu n ar ( vb.): a (alguien), sobre (una situación)
in d ep en d ien te (adj ): de
inh eren te (vb.): a (persona; una cosa)
investigar (vb.): sin preposición (situaciones); a (personas)
im pertérrito (adj.): ante (obstáculos, acontecimientos)
lindar (vb.): con (terreno, límite)
m ilitar ( v b .): a favor o en contra de
predilección (n.): por (una cosa o persona)
preferib le (adj.): a (un alternativa)
pretexto (n.): para (una intención)
reconciliarse (vb.): con (una persona o situación)
su peditado (adj ): a
su scribir (vb.): sin preposición (una opinión): a (suscribirse a una publicación)
tolerar (vb.): sin preposición (algo o a alguien)
versad o (adj.): en (un área de estudio)
yuxtap oner (vb ): a
La conjunción

5.121 Definición. La c o n ju n c ió n une o r a c io n e s, p r o p o s ic io n e s o palabras dentro


d e una p r o p o sic ió n , o in trod u ce d iv e r s o s tip o s de o r a c io n e s su bordinad as.
P or e je m p lo , en M i h ija se g r a d u ó en la u n iv e r s id a d en d ic ie m b r e v m i h ijo
t e rm in a r á e l in s titu to en m a y o , y c o n e c ta d o s o r a cio n e s. En D ije h o la , p e r o
n a d ie c o n t e s t ó . p e r o c o n e c ta d o s p r o p o s ic io n e s . En V a m o s p r o g r e s a n d o ,
le n to p e r o s e g u ro , p e r o un e d o s a d v e r b io s dentro de una p r o p o sic ió n ad ver­
bial. L as c o n ju n c io n e s u n en p ro n o m b res en el m ism o c a so gram atical: E l y
e lla so n c o le g a s .

5.122 Conjunciones y locuciones conjuntivas. La co n ju n ció n sim p le e s una sola


palabra, c o m o v, p e ro , si, o. L as lo c u c io n e s c o n ju n tivas tien en un sig n ifica d o
unitario pero están form ad as por la c o m b in a c ió n d e d o s o m ás palabras; son
lo c u c io n e s c on ju n tivas s in e m b a rg o , a p e s a r de. a m e n o s q u e , c o m o si, va
qu e, en c a s o d e qu e, d e m o d o q u e y s u p o n ie n d o q u e entre otras.

5.123 C o n ju n cio n e s co ord in an tes. L a s d o s c la s e s p r in c ip a le s d e c o n ju n c io n e s


so n las c o o r d in a n te s y la s su b o r d in a n te s . L as c o n ju n c io n e s c o o r d in a n ­
te s u n en p alab ras o g r u p o s de p alab ras d el m ism o ran go gra m a tica l: d o s
su sta n tiv o s , d o s v e rb o s o d o s sin ta g m a s íp . e j., ¿ M e h a b la s a m í o a é l'í.
L o s r e s u lt a d o s s o n d e c e p c io n a n t e s , p e r o n o d e m o le d o r e s ). L as c o n j u n c io ­
n e s c o o r d in a n te s se d iv id e n en c o p u la tiv a s , a d v e r sa tiv a s, d is y u n tiv a s , e x ­
p lic a tiv a s y d istr ib u tiv a s, lin a c o n ju n c ió n c o o r d in a n te p u ed e ser s im p le
o c o r r e la tiv a ( v é a s e 5. i 2 4 ). Para las c o n ju n c io n e s su b o r d in a n te s , v é a se
5 . 13 0 - 13 1.

5.124 Con juncio nes correlativas. L as c o n ju n c io n e s co rr ela tiv a s son c o n ju n c io ­


n es u sad as en pareja, a m e n u d o para unir p r o p o s ic io n e s su c e s iv a s qu e d e ­
p en d en la una de la otra para form ar un p e n sa m ie n to c o m p le to . A lg u n o s
e je m p lo s de c o n ju n c io n e s c o rrela tiv a s son ta n... c o m o ; s i... e n t o n c e s ; o...
o ; v a ... v a ; b ie n . . . b ie n ; n i... n i; ta n to ... c o m o , y n o s o lo ... s in o ta m b ié n .
Las c o n ju n c io n e s c o rrela tiv a s d eb en en m arcar partes de la ora ció n e stru c ­
turalm en te id én tica s o qu e se em p arejan , c o m o ocurre por e je m p lo en u n a
te n ta tiv a ta n to d e g a n a r u n a m e d a lla d e o ro c o m o d e o b t e n e r un n u e v o r é ­
c o r d ; e s decir, cada m iem b ro d el par d e b e p reced er in m ed ia ta m en te al m is ­
m o c o m p o n e n te d e l d isc u r so . O tros e je m p lo s son: E l n o s o /o le y ó e l lib r o ,
s in o q u e ta m b ié n v io la p e líc u la . S i Ia p r im e r a d e m a n d a e s v e rd a d , e n to n ­
c e s la s e g u n d a h a d e s e r f a ls a . N o d eb en c o m b in a r se c o n ju n c io n e s c o rr ela ­
tiv a s p e r te n e c ie n te s a d istin ta s parejas, c o m o por e je m p lo n o ta n to ... s in o ;
b ie n . .. o ; y a . .. o ; o . .. o b ie n .

5.125 C on juncio nes copulativas. Las c o n ju n c io n e s co o rd in a n te s c o p u la tiv a s d e ­


notan a d ic ió n . El se g u n d o e le m e n to in d ica un h e c h o o en tid a d a d ic io n a l
q u e se r e la c io n a c o n el p r im er e le m e n to . E sta s c o n ju n c io n e s so n v, e,
n i y q u e : U n s o c io r e c ib ió u n en tín en lo v a l o tro lo a s c e n d ie r o n . D a le q u e
d a le . S e e m p le a e. en lugar de y, ante i (c o n o sin /;). sa lv o si e sta c o m ie n z a
un d ip to n g o : H ie r r o e ir id io : I r i d i o y h ie r r o .

5.126 C o n ju n cio n e s adversativas. L as c o n ju n c io n e s c o o r d in a n te s a d v e r sa tiv a s


d e n o ta n c o n tr a ste u o p o s ic ió n . N o r m a lm e n te , el s e g u n d o e le m e n to c a li f i ­
ca al p rim ero d e a lg u n a m anera. S o n c o n ju n c io n e s a d v e r sa tiv a s p e r o , c o n
to d o y s in e m b a r g o . A lg u n o s e je m p lo s so n E l m e n s a je e s t r is t e p e r o in s ­
p ir a d o r . H a c o n s e g u id o e l d o c t o r a d o ; s in e m b a r g o , n o e s t á s a t is fe c h a
c o n s ig o m is m a .

5.127 Conjunciones disyuntivas. Las c o n ju n c io n e s c o o rd in a n te s d isy u n tiv a s d e ­


notan una e x c lu s ió n o una alternativa. E stas c o n ju n c io n e s so n o y u. la cual
se u tiliz a cu a n d o la sig u ie n te palabra e m p ie z a por o: P u e d e s lle v a r e l a b r i ­
g o a z u l o e l v e rd e . D e b e s e s c o g e r u n o u o tro . E s un error frecu en te e m p lea r
una c o n ju n ció n d isy u n tiv a en lugar de y , e s decir, cu a n d o son verd ad to ­
d o s lo s e n u n c ia d o s, c o m o en H a s e r v id o d e s a y u n o s , ha f r e g a d o p la t o s o h a
d a d o m a s a je s .

5.128 Con juncio nes explicativas. L as c o n ju n c io n e s e x p lic a tiv a s introd u cen una
p r o p o sic ió n qu e c la r ific a o co n creta el se n tid o de otra p r o p o sic ió n o s in ­
tagm a anterior; su ele n ap arecer en form a de in c is o s, e s decir, entre c o m a s u
otros sig n o s de pu ntu ación: L a S a g r a d a F a m ilia e s tá in c o m p le ta , e s d e c ir,
A n t o n io G a n d í n u n c a lle g ó a v e rla f in a liz a d a .

5.129 Conjunciones distributivas. Las c o n ju n c io n e s d istrib u tivas in d ican una a l­


tern an cia o una o p c ió n entre d o s o m ás e le m e n to s. S o n siem p re c o n ju n c io ­
nes correlativas: o... o, o ra ... o ra , b ie n ... b ie n . etc. S e a p o r q u e e r a m ié r c o ­
les. s e a p o r q u e h a c ía f r ío , e l e s ta d io e s ta b a c a s i v a c ío .

5.130 Con junciones subordinantes. U n a c o n ju n ció n su b ord in an te une p r o p o s i­


c io n e s de d iferen te fu n ción gram atical. La c o n ju n ció n in trod u ce una p r o p o ­
sic ió n d e p e n d ien te d e la p r o p o sic ió n princip al. E so ocu rre, por e je m p lo , en
S ig a e sta c a r r e t e r a h a sta q u e lle g u e a la a u to p is ta . E s a a r d illa es c a r iñ o s a
p o r q u e la g e n te le d a d e c o m e r. M a r c o s p r o m e t ió q u e a y u d a r ía . La c o n ju n ­
c ió n su b ord in an te pura no tien e a n te c ed en te y no e s ni un p ron om b re ni un
adverbio: C o g e e l r e c a d o s i lla m a a lg u ie n .

5.131 T ip o s y usos de las co n ju n cio n e s su b o rd in a n te s. L a s c o n ju n c io n e s s u ­


b o r d in a n te s se p u e d e n c la s if ic a r se g ú n la parte d e la o r a c ió n a la qu e
e q u iv a le la p r o p o s ic ió n su b o r d in a d a q u e in tr o d u c e n : a un s u s ta n tiv o o
a un a d v e r b io . L a s s u b o r d in a d a s s u s t a n tiv a s d e s e m p e ñ a n la s f u n c i o ­
n e s p r o p ia s d e l s in ta g m a n o m in a l. S e u tiliz a q u e , c o n ju n c ió n c o m p l e ­
tiv a . para in tr o d u c ir la s p r o p o s ic io n e s su b o r d in a d a s s u s ta n tiv a s , c o m o
en M e m o le s t ó q u e n o m e H u m a r a s , c u v o s u je to e s la p r o p o s ic ió n q u e
n o m e lla m a r a s . Ln las in te r r o g a tiv a s in d ir e c ta s se e m p le a s i ( M e p r e ­
g u n t ó s i v e n d r ía ) , a sí c o m o p r o n o m b r e s y a d v e r b io s in te r r o g a tiv o s (M e
p r e g u n t o c ó m o v c u á n t o s v e n d r ía n ) . D e n tr o d e las p r o p o s ic io n e s a d v e r ­
b ia le s se d is tin g u e n d o s g r u p o s: la s p r o p o s ic io n e s c ir c u n s t a n c ia le s de
tie m p o , m o d o , lu g a r y c o m p a r a c ió n , y las q u e in d ic a n o p e r a c io n e s o re ­
la c io n e s ló g ic a s e n tr e la p r o p o s ic ió n su b o r d in a d a y la o r a c ió n p r in c ip a l,
c o m o son la c a u sa , la c o n s e c u e n c ia , la c o n c e s ió n , la fin a lid a d y la c o n ­
d ic ió n . l as p r o p o s ic io n e s su b o r d in a d a s a d v e r b ia le s c ir c u n s ta n c ia le s in ­
d ica n : I) T iem p o: in tr o d u c id a s p or c u a n d o , a l + in f., m ie n t r a s , d e s p u é s
d e q u e , a n te s d e q u e . n o b ie n , a s í q u e , d e q u e . en c u a n t o , a p e n a s , lu e g o ,
lu e g o q u e , a n te s q u e , d e s p u é s q u e . m ie n t r a s q u e , en ta n to , s ie m p r e q u e ,
a h o r a q u e , d e s d e q u e , h a s ta q u e , u n a v e : q u e . . . : M ie n t r a s e s p e r á b a ­
m o s , c o m e n z ó a n e v a r: Se p in c h o la r u e d a c u a n d o d o b lá b a m o s la e s q u i­
n a . C o m e n z a r e m o s e l j u e g o e n c u a n t o t o d o s lo s p a r t ic ip a n t e s e n t ie n d a n
la s r e g la s . E l p ú b l ic o r e g r e s ó a l a u d it o r io d e s p u é s d e q u e s e a n u n c ia r a
la r e a n u d a c ió n d e l c o n c ie r t o . 2 ) I ligar: in tr o d u c id a s por d o n d e , a d o n ­
d e . p o r d o n d e , en d o n d e , d e s d e d o n d e . . . . E n c o n t r a m o s u n r e s t a u r a n t e
e s t u p e n d o d o n d e n o e s p e r á b a m o s tp ie h u b ie r a u n o . 3 ) M o d o : in tr o d u ­
c id a s p or c o m o , s e g ú n , c o n f o r m e , c o m o s i: S e p a v o n e a p o r e l d e s p a ­
c h o c o m o s i f u e r a un a lt o e je c u t iv o 4 ) C o m p a r a c ió n : in tr o d u c id a s por
t a n ... c o m o : m á s ... q u e : m e n o s ... q u e : M i s a ló n n o es ta n g r a n d e r o m o
e l tu v o . L a s c o n j u n c io n e s q u e in tr o d u c e n p r o p o s ic io n e s su b o r d in a d a s
a d v e r b ia le s ló g ic a - in d ic a n las s ig u ie n te s r e la c io n e s : 1) C a u sa : p o r q u e ,
va q u e , p o r y i n f in it iv o .. : E l l a es la q u e m e r e c e lle v a r s e to d o e l m é r i -
to, va (¡lie fu e id e a \u v a . 2) C o n c e s ió n : a u n q u e , p o r m á s q u e . a p e s a r d e
(¡u e , p e s e a q u e . e tc . .A u n q u e e s t a b a llo v ie n d o , d e c id im o s m a n t e n e r la
e x c u rs ió n !. 3 ) f in a lid a d o p r o p ó s ito p a ra q u e , a f in de q u e , a f in de +
i n f i n i t i v o . T u vin n > s ip ie c a v a r u n o s diez, m e ít o s p a r a p o d e r d is e ñ a r e l
n u e v o ja r d ín . 4 ) C o n d ic ió n , s i. c a s o q u e . en e l c a s o d e q u e . d e + in f in i­
tiv o . c o m o , i o n u d (p ie . a m e n o s (¡u e . s ie m p r e y c u a n d o . . . : Ya s a b e s q u e
h a s d e d e f e n d e r la t e s is e s te m is m o c u r s o , o n o s e r <p ie te n g a s u n a b u e ­
n a r a z ó n p a r a p o s p o n e r la .

5.132 Los adverbios com o subordinantes. M u c h o s a d v e r b io s se u tilizan c o m o


su b ord in an tes para c o n e cta r una p r o p o sic ió n d e p e n d ien te d e una principal:
F e r n a n d o lle g o d e s p ite s d e q u e h u b ié r a m o s a c a b a d o d e c e n a r. P u ed e p are­
c er q u e d ic h o a d v e r b io m o d ific a al verbo en la p r o p o sic ió n que in troduce,
pero su fu n ció n prim aria e s co n e cta r am b as p r o p o sic io n e s. L o s ad verb ios
su b ord in an tes n o rm a lm en te d en otan tiem p o ( L u is a v o lv ió a n te s d e q u e e n ­
c o n t r á r a m o s s u s m e d ic in a s ) o lugar ( C o n o z c o e l r ío en d o n d e s e p e s c a n ¡a s
t r u c h a s m á s g r a n d e s ).
Las interjecciones

5.133 D e fin ició n . U n a in te r je c c ió n o e x c la m a c ió n e s una p alab ra, sin ta g m a o


p r o p o sic ió n c o n la q u e se d e n o ta un se n tim ie n to m uy m arcad o o se apela
al o y e n te : ¡N u n c a m á s ! ¡ H o r r o r ! La in terjecció n tien e m u v p o c a o n in gu n a
fu n c ió n gram atical e n un a o ra ció n ; se e m p le a en form a ab so lu ta , e s decir,
sin r ela ció n g ram atical con o tro s e le m e n to s de la oración : ¡ E li, q u e m e to ca
a m í! A m e n u d o c o n stitu y e n una o r a ció n por sí so la s: ¡ O h ! ¡S e m e ha p e r ­
d id o la c a r t e r a ! ¡ A y ! ¡ M e h e t o r c id o e l t o b illo ! ¡ F u e r a ! ¡ B r a v o ! Palabras
c o m o b u e n o y v a y a p u ed en c o n sid e r a rse in te r je c c io n e s c u a n d o se em p lea n
sin d arles n in g ú n sig n ifica d o : B u e n o , lo h ic e lo m e jo r q u e p u d e . V a ra , ¡y o
n u n c a h a r ía e s o ! L a s in te r je c c io n e s se d istin g u e n por la p u n tu ación (v é a s e
6 .6 8 ). N ó te s e , por e je m p lo , la d ife re n c ia de sig n ific a d o entre B ie n , y o n o le
c o n o c ía y Yo n o le c o n o c ía b ie n .

5.134 C arácte r in fo rm a l y co lo q u ial de las in terje ccio n es. L as in te r je c c io n e s


so n a lg o natu ral en e l d is c u r s o y se e m p le a n c o n fr e c u e n c ia en la p o e ­
sía y e l d iá lo g o . P er o una in te r je c c ió n p u e d e e sto r b a r en c ie r to s tip o s
d e p r o sa c u a n d o e l to n o in fo r m a l y c o lo q u ia l r e su lta in a d e c u a d o : C o m o
n u e s t r o c a s o , e je m , se p r e s e n t ó m a l. n o s e n o s a u m e n t a r á e s te a n o e l
p re su p u e sto .

5.135 Palabras que son e xclu sivam e n te interjecciones. A lg u n a s p alab ras ic o -


n o c id a s c o m o « in te r je c c io n e s p r o p ia s» ) se u tiliz a n so la m e n te c o m o in ter­
j e c c io n e s : p or e je m p lo , ay. oh, a h, p u t t j y u y n o tien en otro u so en el d is ­
cu rso.

La estructura paralela

5.136 G eneralidades. L as c o n str u c c io n e s p aralelas, e s decir, el e n c a d e n a m ien to


de una serie de e le m e n to s a n á lo g o s, e s habitual en c ie rto s e s tilo s de e s c r itu ­
ra. L as estru ctu ras paralelas p u ed en unir palabras, c o m o ocurre en t r iu n f a r ,
p e rd e r, e m p a ta r, sin ta g m a s ( e l g o b ie r n o d e l p u e b lo , p o r e l p u e b lo , p a r a e l
p u e b lo )', p r o p o s ic io n e s su b ord in ad as (q u e to d o s lo s h o m b re s h a n s id o c r e a ­
d o s ig u a le s ; q u e h a n s id o d o ta d o s p o r s u c r e a d o r d e c ie rt o s d e re c h o s in a ­
lie n a b le s ; q u e e n tre e s to s está n la vid a , ¡a lib e r t a d \ la b ú s q u e d a d e la f e ­
lic id a d ) , u o r a c io n e s (Y o s o y a rd ie n te , vo s o y m o re n a , y o s o y e l s ím b o lo d e
¡a p a s ió n ). C ad a e le m e n to de la serie paralela ha de p erten ecer a la m ism a
c a teg o r ía q u e el resto (palabra, sin ta g m a , p r o p o sic ió n , o r a ció n ) \ cu m p lir
la m ism a fu n ció n g ram atical en la oración (p. ej.. su jeto , n ú c le o del p red i­
c a d o . c o m p le m e n to d ir e c t o ...) . C u an d o los e le m e n to s u n id o s no son de la
m ism a ín d o le , la sin ta x is de la o ra ció n se rom pe. '
is c o ttK U rro : Ella se ofreció com o voluntaria en el com edor social, el refugio para
los sin techo v enseñaba español en las clases gratuitas ofertadas por su parro­
quia.
correcto: Ella se ofreció com o voluntaria en el com edor social y en el refugio para
los sin techo, y enseñaba español en las clases gratuitas ofertadas por su parro-
qiiia.

incorrecto: El candidato es un antiguo juez de la audiencia provincial, senador del


estado y ha sido durante dos legislaturas fiscal general.
correcto: El candidato es un antiguo juez de la audiencia provincial, senador del
estado y, durante dos legislaturas, fiscal general.

L o s e je m p lo s ilustran c ó m o la sin ta x is se rom p e c u a n d o una ser ie n o e s pa­


ralela. En e l se g u n d o e je m p lo , el su jeto , e l v erb o y e l m o d ific a d o r ( e l c a n ­
d id a t o e s u n a n t ig u o ) c o n c u e r d a n c o n ju e z d e la a u d ie n c ia p r o v in c ia l y
s e n a d o r d e l e s t a d o . p ero el tercer e le m e n to de la ser ie no encaja: E l c a n ­
d id a to e s u n a n t ig u o y h a s id o d u ra n te d o s le g is la t u r a s f is c a l g e n e r a l. L o s
p rim eros d o s e le m e n to s de la serie son sin ta g m a s n o m in a le s, m ien tras que
el tercero e s un p red ica d o verb al. En la v e rsió n co rreg id a , lo s tres e le m e n ­
to s de la serie son sin ta g m a s n o m in a le s.

5.137 Las preposiciones y la estructura paralela. En una serie p aralela d e sin ­


tagm as p r e p o sic io n a le s, se ha de repetir la p r e p o sic ió n c o n cad a e le m e n to ,
a m e n o s qu e to d o s u tilic e n la m ism a p r e p o sic ió n . U n error c o m ú n c o n s is ­
te en unir d o s o m ás sin ta g m a s q u e co m p a rten una p r e p o sic ió n co n otro que
lle v a una d iferente:

incorrecto: Busque mis llaves perdidas en el cajón de los calcetines, el cesto de la


colada, el cuarto de baño y debajo de la cama.
c o r r e c t o : Busqué mis llaves perdidas en el cajón de los calcetines, en el cesto de la

colada, en el cuarto de baño y debajo de la cama.

Si la serie 110 in clu y era d e b a jo d e la c a m a , la p r e p o sic ió n se podría haber


u tiliz a d o una so la v e z para to d o s los ob jetos:

correcto: Busque mis llaves perdidas en el cajón de los calcetines, el cesto de la


colada y el cuarto de baño.

5.138 Las conjunciones correlativas y la estructura paralela. L as c o n ju n c io n e s


c o rr ela tiv a s, ta le s c o m o o... o . tú... tu. ta n to ... c o m o y n o s o la m e n te ... s in o
ta m b ié n , y alg u n a s parejas c o m o ta n to ... c o m o y s i... e n to n c e s , d eb en unir
e le m e n to s g r a m a tic a le s a n á lo g o s.
El uso lingüístico
Presentación

5.139 La gram ática frente al uso. L a m ayoría de lo s asu n tos de ín d o le lin g ü ística
que preocu pan a lo s autores y a lo s ed ito res no tien en en realidad nada que
ver c o n la gram ática, sin o co n el uso: lo s háb itos c o le c tiv o s de lo s hab lantes
de una len gu a. E s. en e fe c to , arbitrario q u e. p or e je m p lo , c o n c ie n c ia s ig n ifi­
que una c o sa y c o n s c ie n c ia otra; sin e m b argo, p arece in e v ita b le qu e d o s p a ­
labras tan sim ila r e s en su fo r m a sean c o n fu n d id a s por lo s h ab lan tes, in c lu so
por los m ás instruid os. A lg u n a s de e sta s c o n fu s io n e s so n rela tiv a m en te n u e ­
vas: otras son , sin e m b argo, m ás antiguas.

5.140 El español norm ativo. En cualq u ier é p o c a , las p erson as que c o n o c e n la le n ­


gua y su s norm as harán d istin cio n e s que escap an a otras person as co n m en o s
c o n o c im ie n to s o p ersp icacia lin gü ística. En el c a so de la len g u a e sp a ñ o la , y a
d iferen cia del in g lés, e x isten in stitu cio n es encargad as de e sta b le ce r la norm a
en c u e stio n e s de ortografía y gram ática: la R eal A c a d e m ia E sp añ ola y las res­
p e c tiv a s a ca d em ia s d e los d em á s p a íse s h isp an oh ab lan tes. D e b e n ser referen­
c ia fun dam ental en e sto s a sp ec to s, por lo tanto, el D R A E . el D P D , la O L E y
la N O L E (v é a se b ib lio g . 3 . 1). En lo s apartados sig u ie n te s se intentará dar r es­
puesta a c u e stio n e s de u so que no se tratan en estas p u b lica cio n es.

5.141 R egistros no estándar. Por su p u esto , p u ed e ocurrir q u e un escrito r o h a ­


blan te prefiera u tilizar lo c a lis m o s o un registro s o c io lin g ü ís tic o d istin to del
estándar, sob re tod o en te x to s de fic c ió n . A v e c e s , el autor d e c id e in c lu so
qu e se a el narrador el q u e e m p le e tal d ia le c to o registro. T a les d e c is io n e s
qu ed an fuera d el a lca n ce de e ste m anual.

5.142 El uso tradicional. L os están d ares de u so lin g ü ístic o ca m b ia n m u y rápida­


m en te en d e te rm in a d o s a sp e c to s — d ad o qu e n in gu n a len g u a p erm a n ece e s ­
tática — y no e s p o s ib le redactar una g u ía que sa tisfa g a de m anera a b s o lu ­
ta a to d o s los e d ito re s p r o fe sio n a le s. L o q u e a q u í se intenta o fr e c e r e s una
gu ía q u e orien te a autores y e d ito re s sob re el u so co rrecto d e la len gu a. Por
lo tanto, se adop ta un e n fo q u e lin g ü ístic o m ás bien trad icion al. El o b je tiv o
del escrito r o d el ed ito r de la m a yoría de la p rosa d ir ig id a a la a u d ie n c ia g e ­
neral. e s p erm a n ecer d entro d e la co rrien te princip al de la len g u a cu lta tal y
c o m o se c o n c ib e en el m o m e n to p resente.

Glosario de palabras y expresiones problemáticas

5.143 Im propiedades léxicas. A u nq ue para c u e stio n e s de u so C h ic a g o -D e u sto r e c o ­


m ien d a utilizar el d iccion ario de la R A E y el D P D (v é a se b ib lio g . 3 . 1), ex isten
otros de p restigio reco n o cid o , tales c o m o el D ic c io n a r io d e u so d e l e sp a ñ o l,
de M aría M oliner, y el D ic c io n a r io d e l e s p a ñ o l a ctu a l, de M anuel S e c o (bi-
b liog. 3.1). Pero to do d iccion ario d eb e m anejarse co n cu id ad o y d iscern im ien ­
to. La m era p resen cia de una v o z en el d iccion ario no im p lica q u e sea ad ecu a­
d o em p learla en un libro im preso. L1 d iccion ario (aunque sea el de la R A E ) se
lim ita a describir el u so que los hablantes hacen del idiom a: aunque, o c a sio ­
nalm ente, añadan algun a ob servación sobre d ic h o uso, el propósito de los le x i­
c ó g ra fo s no su ele ser resolver las du das id iom áticas de los escritores y lo s re­
v iso res de texto s m ás allá de darles ejem p lo s de lo que hacen los dem ás. A sí,
registran que a c e ra se ha escrito con h y sin ella; e x p re s ió n pu ed e ser ¡a a c ­
ción de exprim ir; ig n o r a r ha term inado por sign ificar «n o hacer ca so » , ad e­
m ás de « d e sc o n o c e r» , etc. Por e llo , en el m undo editorial generalm en te resulta
n ecesario consu ltar un m anual c o m o este adem ás de un diccion ario. M ientras
q u e el u so co m ú n pu ed e disculp ar m u ch as e x p r esio n es d escu id ad as, el u so c o ­
rrecto plantea e x ig e n c ia s a los autores y a los ed itores por igual. N o obstante,
el u so correcto de la len gua so lo d eb e plantear e x ig e n c ia s razon ables, sin im ­
p on er un os estándares exagerad am en te e le v a d o s. El p rop ósito del g lo sa r io si­
gu ien te e s ofrecer reco m en d a c io n es para un uso correcto d el len guaje tal y
c o m o se considera actualm en te, en relación co n un conjun to de térm inos que
p u ed en resultar c o n fu so s o problem áticos

Accesible / asequible. Algo a c c e s ib le tiene fácil acceso: u n a c a lle a c c e s i b l e p a r a


c a m io n e s . Algo a s e q u i b l e puede conseguirse o comprarse, en especial gracias
a su precio moderado: L o s o r d e n a d o r e s p o r t á t i l e s s o n c a d a v e z m á s a s e q u ib l e s
p a r a e l c o n s u m i d o r m e d io .
A dicto / dependiente. Se es físicamente a d i d o a algo, pero psicológicamente d e ­
p e n d i e n t e tic algo.
A dolecer / carecer. A d o l e c e r significa «tener un defecto»: Lista n o v e l a a d o le c e d e
s u p e r fic ia lid a d e n e l t r a ta m ie n to d e l le m a . C a r e r a indica la ausencia o falta de
algo: D e s p u é s d e ! te r c e r g o l. e l p a r t i d o c a r e c e d e e m o c ió n .
A ducir / d e d u c ir / inducir. A d u c i r es da r una razón, of recer una prueba, o citar
como eieniplo: C o m o p r u e b a d e fia b ili d a d , a d u jo s u s c u a tr o a ñ o s d e v o l u n t a ­
r ia d o e n e l á m b ito d e la e n fe r m e r ía . D e d u c ir e in d u c ir son procesos opuestos.
D e d u c i r significa razonar desde unos principios generales hasta unas conclusio­
nes específicas, o bien extraer una conclusión concreta desde una base general:
A p a r t i r d e la s / lis ia s s o b r e q u ie n e s c o m e ti e r o n e l c r im e n , se d e d u c e q u e lo hiz.o
e l m a y o r d o m o . I n d u c i r es crear u n principio general basado en las observaciones
concretas: in d u c ir u n a te o r ía . Tam bién significa «instigar» o «incitar». D ic e q u e
su p a d r e lo iiu b ijo a r o b a r c u a n d o e r a u n n iñ o .
A d v erso / anverso. A d v e r s o significa «opuesto», «negativo» y se refiere normalmente
a circunstancias y situaciones: r e la c io n e s a d v e r s a s e n tr e ¡as n a c io n e s . H1 a n v e r s o es
la cara de las monedas o la cara en la que va impresa la primera página ríe un pliego.
Afecto / efecto. Afecto significa casi siempre «cariño»; n u r s ir a r a fe c to p o r a lg u ie n .
En psicología a fe c ta significa la manifestación ríe la emoción o dei humor. E f e c ­
to significa resultado: la s e x p l ic a c io n e s d e l c a n d i d a t o n o tu v ie r o n e f e c t o a lg u n o .
Afligir. (Véase infligir).
A lud ir / eludir. A lu d ir es «referirse a algo de manera indirecta»; a lu d ir a un p r o b le ­
ma. E lu d ir o s «evitar»; e lu d ir respon sabilida des.
A lusión / referencia. Una a lu sió n es una m ención o una sugerencia indirecta u oca­
sional a algo: L a cu ca ra ch a de esta h isto ria es una a lu sió n a Kafka. Una refe­
ren cia es una mención directa o formal: La s referen cia s en este a rtícu lo a ca d é ­
m ico se han docum entado cuidadosam ente.
A nticipar. Debe evitarse usar esta palabra com o sinónim o de esp e ra r. Significa
«prever», com o en a n ticip a r acontecim ientos.
Ansioso. Evítese como sinónimo de impaciente. Significa «particularmente nervioso».
A sen tim ien to I con sen tim ien to. Los significados son similares, pero el a sen tim ien ­
to significa que se admite com o cierto lo que otra persona ha afirmado antes. El
consentim iento implica conformidad.
B ien al / bianual. No debe confundirse b ie n a l («que sucede cada dos años, es decir,
cada bienio») con b ia n u a l («que sucede dos veces por año»). La misma distin­
ción existe entre bim estra l («que sucede cada dos m eses») y bim en su a l (« q u e su­
cede dos veces por mes»).
C esar / d im itir / destituir. Los verbos c e sa r y d im itir son intransitivos: alguien
cesa o dim ite de un cargo; en cambio, d estitu ir es transitivo: E l presiden te d esti­
tuyó a l en tren ador después de la últim a derrota.
C om ún / m utuo. Lo que es com ún pertenece a dos o más personas: na cidos de m a­
dres distintas p e ro con un p a d re com ún. Lo que es m utuo es recíproco o inter­
cambiado directamente: o b lig a cio n e s mutuas. En sentido estricto, decir un a m i­
go en com ún es mejor que decir un a m igo mutuo, en referencia a una tercera per­
sona que sea am igo de otros dos.
C on citar / suscitar. N o debe emplearse co n c ita r en el sentido de s u scita r («provo­
car»), C o n c ita r significa, entre otras acepciones, «reunir, congregar»: E l d ire cto r
del co leg io con cita todas la s c rític a s de tos alum nos.
C u m p lim en tar / com plem entar. Cumplimentar significa «rellenar con los datos
necesarios»; cu m plim enta r un im preso. C om plem enta r significa, «añadir a algo».
C on don ar / condenar. C o n d o n a r es «perdonar una deuda o una pena». C o n d en a r
significa, en sentido primario, «pronunciar sentencia», y, por extensión, «forzar
a alguien a hacer algo desagradable».
C on sentim iento (Véase asentim iento).
C on siguien te / consecuente. C on sigu ien te significa «que se deduce de otra cosa».
C onsecuente significa «que sigue en orden con respecto a algo». Dicho de una
persona, se aplica a alguien fiel a sus principios e ideas.
C on tagioso / infeccioso. Una enfermedad con tagiosa se propaga por el contacto di­
recto con una persona o un animal infectad«,): la ra b ia es una enferm edad co n ta ­
giosa. Una enfermedad in feccio sa es propagada por los gérmenes contenidos en
un objeto o un elem ento contaminado, tales com o la tierra o el agua: E l tétanos
es in feccio so ¡tero no contagioso. C o n ta g io so /a se utiliza también en sentido m e­
tafórico: E l pesim ism o im perante es contagioso.
D ed u cir (Véase aducir).
D efinido / definitivo. D efin id o significa «claro, exacto»: mi son id o definido. D e fi­
n itivo significa «concluyente, final»; un tratado definitivo.
D elegar (V éase relegar).
D epen d ien te ( Véase adieto).
Doctrinal / doctrinario. D octrin aI concierne a la doctrina y es neutro en la connota­
ción: diferencias doctrinales. D octrin a rio comparte el sentido peyorativo de dogm á­
tico. que sugiere que la persona descrita es obstinada y cerrada: ideólogo doctrinario.
E m igrar (Véase inm igrar).
E n ju gar / Enjuagar. E n ju g a r significa "quitar la humedad de una superficie», pero
también «eliminar una diferencia o deuda»: e n ju g a r las lágrim as, e n ju g a r una
diferen cia de veinte puntos. A menudo se usa en su lugar el verbo en ju ag a r, que
significa «lavar o aclarar algo con agua»; en ju a g a r la boca, en ju a g a r lo s platos.
Epidém ico / endém ico / pandém ico. Una enfermedad epidém ica brota y se extiende en
un área limitada ¡por ejemplo, en una región), y después remite: un brote epidém ico
de sarampión. Una enfermedad endém ica es propia de determinada zona o región:
La m alaria es endém ica en determinadas partes de A frica. La palabra endém ica des­
cribe una enfermedad y no una región: es incorrecto decir que esta región es endém i­
ca. Una enfermedad pandém ica prevalece en un área grande, tal como una nación o
un continente, o en el mund" entero: la g ripe pandém ica de 1918-19.
E sfinge / efigie. Una esfinge es una criatura legendaria con cabeza humana y cuerpo
de león; a menudo se confunde con efigie, que significa «representación de una
idea o persona», en expresiones com o ¡a esfinge del e scrito r, en vez de la efigie
d el escrito r, para referirse a una estatua o cuadro.
E vidente / flagrante. Un acto que es evidente queda claro a la vista de todos: un
e rro r evidente. Uno que cst flagrante se hace descarada y abiertamente: un in ­
sulto flagrante.
E vocar / invocar. L v o e a i significa «traer a la memoria o a la imaginación»: ev oca r
recu erd o s de m i niñez, in voca ) significa "llamar a alguien o a algo en petición
de avuda»; invocar a las dioses. Otro significado es «acogerse a una ley. c o s­
tumbre o razón».
H olocausto. ( 'nando se escribe con mayúscula, esta palabra se refiere al genocidio
perpetrado contra ios judíos europeos por los nazis durante la Segunda Guerra
Mundial. Con minúscula, se refiere (de manera literal o figurada) a una matanza
o sacrificio ritual, sea de víctimas humanas o no.
ilícito / ilegal. Un acto H iedo es algo no permitido moral o legnlmente. Un acto ile ­
g a l va contra la lev.
Inm igrar / em igrar. In m ig ra r es entrar en un país para establecerse en él. E m ig ra r
es salir de un país para vivir en otro. Por lo tanto, alguien que se desplaza desde
Uiuguay hasta l/spttña. por ejem plo, es un inm igrante en España v un em igrante
en I ‘nigitay.
In du cir (Véase aducir).
In feccioso (Véase con tagioso'
Infligir / afligir / infringir. Los daños o los castigos son infligidos a una víctima. Por
ejemplo, el ¡d eu d o r in flig ió un gran castigo. Las víctimas son aflig id as por un su­
frimiento o daño- com unidades ag rícola s aflig ida s p o r la sequía. In frin g ir signifi­
ca «quebrantar una ley»: La em presa infringió) la lev de protección de datos.
Innato / inh eren te. Una característica innata es aquella que un ser vivo posee des­
de el nacimiento: es diferente, por tanto, del talento adquirido tras la formación o
la experiencia. Una característica in h e r e n te es también parte de la naturale/a de
una cosa, pero sin pertenecer a un ser vivo; una roca, por ejem plo, tiene una du­
reza inherente.
Mutuo (Véase común).
Prever / proveer. El verbo p r e v e r significa «ver con antelación, anticipar algún he­
cho»; por confusión con p r o v e e r («suministrar») se escribe a veces, erróneamen­
te. p r e v e e r , y formas com o p r e v e r á , p r e v é a n o s , p r e v e íc lo . Sin embargo, p r e v e r
se conjuga exactamente igual que ver: p r e v i, p r e v e m o s , p r e v is to .
Proscribir / prescribir. P r o s c r i b i r significa «excluir la costumbre o el uso de
algo»; por ejem plo, la legislación proscribe beber si se va a conducir. P r e s c r ib ir .
dicho de un derecho o de un delito, significa «extinguirse»; E Ì d e l i t o ¡le fr o n d e
f i s c a l p r e s c r i b e a lo s c in c o a ñ o s . En otro sentido del término, los m édicos p r e s ­
c r ib e n tratamientos; la s p íl d o r a s a n litn fl a m a t o r ia s p r e s c r ita s .
Relegar / delegar. Se r e le g a algo cuando se aparta o pospone; r e le g a r a lg o a l o l v i ­
d o . D e le g a r significa dar a alguien potestad para actuar e n nombre de otra persona:
D e le g u é e n e l c o o r d in a d o r p a r a q u e a s is ti e r a a la r e u n ió n e n M a d r id .
Repulsivo / revulsivo. A lgo r e p u ls iv o causa repulsión o recha/.o. Entre los medica­
mentos, un r e v u ls iv o es un purgante. Figuradamente, se usa r e v u ls iv o en el senti­
do de «catalizador, algo que provoca u n a reacción violenta».
Saga / estirpe. Una s a g a es una narración o conjunto de narraciones enlazadas, re­
lacionadas generalmente con varias generaciones de la misma familia. E s tir /m
significa, precisam ente, «tronco familiar común que abarca varias generacio­
nes». De ahí que ambos términos se confundan frecuentemente, y se hable, erró­
neamente. de la s a g a d e lo s L ó p e z d e H a r o cuando en realidad debería decirse lo
e s ti r p e d e lo s L ó p e z d e H a r o (para hacer referencia a las personas que la com p o­
nen. y no a la narración de sus hechos).
Sano / saludable. Tradicionalmente, un ser vivo s a n o goza de buena salud: algo
que es s a l u d a b l e promueve la salud: u n a d i e t a s a l u d a b l e le m a n t e n d r á s a n o .
Pero cada vez. se utiliza más s a n o en ambos sentidos.
Sistemático / sistèmico. S i s te m á t ic o significa «de acuerdo con un plan o un siste
ma. metódico, organizado conio un sistema». S i s tè m i c o ve su uso limitado a los
sistem as fisiológicos; u n a e n f e r m e d a d s is tè m ic a q u e a fe c ta a v a r io s /irg a n o s » o.
por extensión, a otros sistemas que se pueden comparar con el cuerpo: piohU
m a s s is té m ic o s d e n tr o d e la j e r a r q u í a c o r p o r a tiv a .
Suposición / presunción. Una s u p o s ic ió n o un s ii/n ie s io no se deduce de la c\ ideu-
cia; habitualmcnte se trata de una hipótesis: E s te s u p u e s to puede ser ¡m ofado o
d e s m e n tid o c o m p r o b a n d o lo s e x p e d ie n te s p ú b l i c o s . Una p r e s u n c ió n implica una
base en la evidencia; si no se contradice, una presunción puede apoyar una d eci­
sión: la p r e s u n c ió n le g a l d e in o c e n c ia .

Palabras homófonas
5.144 Definición. S o n h o m ó fo n a s las palabras qu e su en an igual pero tien en s ig n i­
fic a d o s d istin to s. T am bién p u ed en d iferir en su escritura. A c o n tin u a c ió n se
lista n alg u n a s q u e su ele n c o n fu n d irse a m en u d o.
5.145 A lgu n a s palabras hom ófonas.
A: Preposición: Ah: Interjección; H a: Forma del verbo haber. Se emplea para for­
mar tiem pos compuestos.
A ver: Expresión formada por la preposición a junio al verbo ver, que denota curio­
sidad o expectación {Vamos a ver) y que frecuentemente se utiliza ante interroga­
tivas indirectas (¡A ver si llegan! ¡A ver quién lo co n sig u e!) : Haber: Verbo haber
{ E l m inistro niega ha ber bloqueado el proceso. N o va a ha ber una nueva edición ).
A bría: Del verbo a b r ir ; H a b ría : Del verbo haber. Auxiliar que se em plea para for­
mar tiempos compuestos.
A cerbo: Áspero en el sabor o en el olor; cruel o duro: Acervo: Conjunto de bienes
o valores morales o culturales.
A lbino: Falto del pigmento que da u ciertas partes del organismo los colores pro­
pios de cada especie, variedad o raza; Alvino: R elativo al bajo vientre.
A tajo: Senda por la que se acorta el camino; H atajo : Pequeño rebaño.
Aves: Lamentos; H alles: Del verbo hallar.
B ascular: M overse un cuerpo de un lado a otro girando sobre un eje vertical u hori­
zontal: V ascular: R elativo a los vasos de las plantas o animales.
B asto: Grosero, tosco; Vasto: Dilatado, muy extendido o muy grande.
B ate: Palo para jugar al béisbol; Vate: Adivino, poeta.
B aya: Fruto carnoso, jugoso, cuyas sem illas están rodeadas de pulpa; Vaya: Forma
del verbo ir: interjección de burla o mofa; Valla: Línea de estacas hincadas en el
suelo para cerrar algún sitio o para señalarlo.
B idente: Que tiene dos dientes; V idente: Que ve. adivino.
Bocal: Relativo a la boca; jarro para sacar el vino de las tinajas; Vocal: relativo a la
vo/: letra vocal.
B otar: Arrojar lien a: echar fuera a una persona o cosa: hacer saltar la pelota; V otar:
Dar uno su voto; echar votos o juramentos.
C om bino: De co m b in a r: C onvino: De con ven ir.
Desecho: Acción de d esechar: Deshecho: Participio del verbo deshacer.
E r r a r : No acertar; andar vagando de una parte a otra; H e rra r: Ajustar y clavar las
herraduras a las caballerías; marcar con hierro candente a las reses.
G ra b a r: Registrar sonidos; hacer un hueco o incisión en una superficie: G ra v a r:
Cargar sobre una persona o cosa; imponer un gravamen o impuesto.
H ierro: Metal, Yerro: Error.
H ojear: M over o pasar ligeramente las hojas de un libro; O je ar: Dirigir los ojos y
mirar con atención; espantar la caza.
In g erir: Introducir algo en la boca, generalmente alimentos; In je rir: Injertar; meter
una cosa dentro de otra.
R ebelarse: Sublevarse, levantarse: R evelar: Descubrir o manifestar un secreto.
R eh u sar: Excusar; no querer o no aceptar algo; R eu sar: Volver a usar.
R ibera: Margen u orilla del mar o río; tierra cercana a los ríos aunque no esté a su
margen; R ivera: Arroyo, pequeño caudal de agua continua que corre por la tierra;
cauce por donde corre.
Si no: Conjunción condicional más adverbio de negación ( Entreguem os ya las c o ­
rre ccio n e s. vi m> la e d ició n se retra sa rá ): Sino: Conjunción adversativa que se
usa principalmente para contraponer una afirmación a algo previamente negado
(N o he venido a lla m a r a justos, sin o a p ecad o res): hado, destino.
Vaca: animai bovino hcrnbra: B aca: herramienta portaequipajes que se coloca en la
parte superior del vehículo.
Vegete: Del verbo vegetar. Vejete: De viejo.

Palabras parónimas

5.146 D efinición. S o n p a r ó n im o s lo s v o c a b lo s qu e guardan se m eja n za entre sí.


por su e t im o lo g ía o so la m e n te por su l'orma o so n id o .

5.147 A lgu n a s palabras parónim as.

A b e rtu ra : Hendidura, grieta: A p e rtu ra : Acción de abrir.


A b ju ra r: Retractarse: renunciar alguien a una creencia o a un compromiso pú blica­
mente; A d ju ra r: Conjurar, suplicar, rogar encarecidamente.
A bsolver: Perdonar: liberar de algún cargo u obligación: A b so rb er: Embeber; Re­
tener una sustancia las m oléculas de otra en estado líquido o gaseoso.
Acceso: Entrada, paso; arrebato; Absceso: Acumulación, infección e inflamación
del tejido del organismo caracterizada por la hinchazón y la acumulación de pus.
A ctitud: Manera ríe comportarse u obrar una persona ante cierto hecho o situación;
postura riel cuerpo que revela una intención o un estado de ánimo; A ptitud: Capa­
cidad o idoneidad para ejercer o desempeñar una determinada tarea, función, em ­
pleo. etc.
Adición: Añadidura o agregación de una cosa a otra: Adicción: Dependencia del
organismo de alguna sustancia a la que se ha habituado.
A finar: Perfecciona! : H acin ar: Amontonar.
A preh en d er: Prender a una persona o cosa, especialm ente si es de contrabando;
A p ren d er: Adquirir conocim ientos.
A prehensión: Acción y electo de aprehender (premier); A prensión: Escrúpulo, re­
celo de ponerse una persona en contacto con otro o con cosa que le pueda produ­
cir contagio.
A postrofe: Figura retórica que consiste en cortar de pronto el discurso o narración
para dirigir la palabra con vehemencia a una o varias personas presentes o ausen­
tes. o a cosas personificadas: A póstrofo: Signo ortográfico que indica la elisión
de una letra o cifra, especialm ente de una vocal.
Bulbo: Parte riel tallo ríe las plantas; Vulgo: Conjunto ríe la gente popular, sin una
cultura ni una posición económ ica elevada.
C allado: Silencioso, reservado; C ayado: Bastón corvo por la parte superior.
C a re a r: Someter a careo: poner a una o más personas trente a otra u otras, e inte­
rrogarlas juntas para averiguar la verdad confrontando lo que dicen y observan­
do las reacciones de cada una ante las respuestas de la otra u otras; C a ria r: C o­
rroer. producir caries.
C asual: Lo que sucede poi casualidad: C au sal: De la causa o relativo a ella.
C o m p e te r: Corresponder o incum bir algo a alguien; ser ríe su responsabilidad:
C om petir: Luchar; rivalizar entre sí varias personas por el logro de algún fin.
Compresión: Fuerza o presión que se ejerce sobre algo con el fin de reducir su volumen:
Com prensión: Facultad, capacidad o inteligencia para entender y conocer las cosas.
C onciencia/ consciencia: percepción o conocim ien to de algo o de uno mismo;
C onciencia: capacidad de distinguir entre el bien y el mal.
C ontesto: Del verbo co n testar; C ontexto: Conjunto de circunstancias que rodean o
condicionan un hecho.
C oste: Precio; C osto: Conjunto de gastos que se hacen para la obtención de una
cosa o servicio.
D eferente: Respetuoso, amable, cortés; D iferente: Distinto.
D esbastar: Quitar lo basto; D ev astar: Destruir, arrasar, asolar.
D esternillarse: Reírse mucho; D esto rn illar: Sacar un tornillo.
Enología: Ciencia que estudia el vino y su producción; E tnología: Ciencia que es­
tudia el origen de los pueblos.
E sclusa: Recinto con puertas de entrada y salida que se construye en un canal de
navegación para que los barcos puedan pasar de un tramo a otro de diferente ni­
vel; E xclusa: Participio del verbo e x clu ir, excluida.
E sotérico: Oculto, reservado, de difícil acceso para la mente: E xotérico: Común,
accesible, fácil de comprender por cualquiera.
E sp iar: Acechar, observar disimuladamente lo que se dice o hace: E x p iar: Borrar
la culpa por medio de algún sacrificio.
E sp ira r: Exhalar, echar de sí un cuerpo buen o mal olor: expeler el aire aspirado;
E x p ira r: Morir.
Espolio: Conjunto de bienes que quedan en propiedad de la iglesia al morir sin tes­
tamento el clérigo que los poseía: Expolio: B otín del vencedor; Jo que se despo­
ja con violencia e iniquidad.
E stático: Que permanece en un m ism o estado, sin cambios: E xtático: Que se en­
cuentra en éxtasis.
E stirp e: Conjunto de ascendientes de una persona, linaje; E x tirp e: Del verbo e x tir­
p a r: arrancar de cuajo o raíz.
F lag ran te: Evidente, que no necesita demostración: que se está ejecutando en el
momento en que se habla; F rag an te: Perfumado, oloroso.
H aya: Del verbo haber: H alla: Del verbo h a lla r!se ): encontrar: estar en un lugar.
H iena: Cierto mamífero: L lena: Completa. Del verbo llenar.
H ib e rn a r: Pasar el invierno en estado de hibernación: In v e rn a r: Pasar el invierno
en algún lugar.
H ulla: Carbón de piedra; H uya: Del verbo huir.
In fectar: Corromper, causar infección; In festar: Invadir, llenar; causar estragos.
Inflación: Aumento general de precios que trae aparejada la depreciación de la m o­
neda; Infracción: Transgresión, quebrantamiento de una norma o de un pacto.
L asitud: D esfallecim iento, cansancio: L ax itu d : Flojera, falta de tensión: falta de
severidad y disciplina; relajación moral.
Libido: Referente al sexo; deseo sexual de una persona: Lívido: Amoratado.
N obel: Pronunciado generalmente com o llana («nóbel»). hace referencia a los pre­
mios de diversas categorías otorgados por la Academia Sueca; Novel: Pronun­
ciado con acento prosódico en la sílaba final, «persona inexperta o poco instrui­
da en una materia o profesión».
Perjuicio: Daño material, físico o moral: Prejuicio: Juicio u opinión, generalmente ne­
gativo, que se forma inmotivadamente de antemano y sin el conocimiento necesario.
Pollo: Cría de ave; Poyo: Banco de piedra.
Pulla: Palabra o dicho obsceno; dicho con que indirectamente se zahiere o recon­
viene a una persona; Puya: Punta acerada que tienen en un extremo las varas de
los picadores.
R allar: Desmenuzar una cosa pasándola por el rallador; R ay ar: Hacer rayas.
R atificar: Aprobar o confirmar actos, palabras o escritos dándolos por valederos y
ciertos; R ectificar: enmendar, subsanar, reformar, rehacer, modificar, retocar, re­
parar. perfeccionar.
Respeto: Consideración, deferencia, sum isión, obediencia, atención, cortesía, mira­
miento, tolerancia, acatamiento, admiración; Respecto: Se usa en las locuciones
adverbiales, en relación con aquello de lo que se trata.
Salobre: Que tiene sabor a sal: S alu b re: saludable (de donde in sa lu b re significa
«insano»)

El lenguaje no discriminatorio
5.148 M antener la credibilidad. Las e x p lic a c io n e s sob re el u so n o d isc r im in a to ­
rio del len g u a je íe s decir, sob re un len gu aje qu e n o sea se x ista ni im p liq u e
otros p r e ju icio s c o n s c ie n te s o in c o n sc ie n te s ) su e le n acabar en el terreno p o ­
lítico. Pero hay un m o d o de e v ita r esta c o m p lic a c ió n : si n os cen trarnos e x ­
c lu siv a m e n te en procurar q u e el tex to resu lte fia b le para la m ayoría d e la
a u d ien cia , la arg u m en ta ció n en contra del tisis de un len g u a je s e sg a d o se
v u e lv e m u c h o m ás sim p le . C u an d o el u so se sg a d o de! len g u a je no e s e s e n ­
cial para la c o m p r en sió n de la obra, distrae a los lecto res, que la ju zgarán
m e n o s c re íb le. S on p o c o s los te x to s que ju stific a n la e x h ib ic ió n d elib erad a
de un s e s g o lin g ü ístic o . Sin e m b a rg o , ta m p o c o e s d e se a b le que se haga n o ­
tar la su p u esta a u sen cia d e d ic h o s s e s g o s , ya qu e tam b ién e s to distraerá a
los lec to re s y afectará a la cred ib ilid a d .

5.149 Sexism o en el lenguaje. N u m er o sa s in stitu c io n e s, entre e lla s la U N E S C O ,


han a b o g a d o por el u so de un len gu aje no se x ista . En e ste se n tid o , d iv ersa s
p erson as e in stitu c io n e s rechazan el u so de form as m a sc u lin a s c o m o g e n é ­
ricas p;ira el m a sc u lin o y el fe m e n in o (lo t lo s para referirse a un gru p o en el
q u e hay m ujeres y h o m b res, por e je m p lo ). Por otro lad o, para n u m ero so s
lec to re s (a m e n u d o d istin to s de lo s a n teriores) e s in a c ep ta b le q u e se r ec u ­
rra a tru cos n o v e d o s o s para e vitar el m a sc u lin o g e n é rico : por e je m p lo , d u ­
p lic a c io n e s c o m o lo s a lu m n o s y la s a lu m n o s , lo s /la s e s tu d ia n te s , o s o lu ­
c io n e s g r á fic a s in c o rr ec ta s, c o m o l.xs e s tu d ia n te s o /Q'.v e s tu d ia n te s . A s í.
por e je m p lo , el in form e ra tifica d o por la R A E « S e x is m o lin g ü ístic o y v is i­
b ilid ad de la m ujer» (v é a se b ib lio g . 5 )' in d ica qu e e x is te un acu erd o g e n e -

’ fmp:/7v, v v v v .r a e . e s / r a e / g e s to r e s /g c s p u b n 0 0 0 4 0 .n N t ( v o a n e x e s ) / a r c h M ) C 5 B A F / 6 B 2 . 5 C 8 B C 8 C I
2 . 5 7 9 B 6 ( t 0 7 s 5 D B 9 /$FILK/SexÍNiiioJ¡ngiiistir(>._y_.visit)il¡d¡u1_ d e j a nm jcr.pdf
r a liza d o entre lo s lin g ü ista s sob re el h e c h o d e que el u so g e n é r ic o d el m a s­
c u lin o para d e sig n a r a a m b o s s e x o s e stá firm e m en te asen ta d o en el sistem a
d e l e sp a ñ o l. D e sd e un pu nto de v ista m eram en te lin g ü ístic o y aten d ien d o a
las ca ra cterística s del e sp a ñ o l, p arece cla ro q u e. g r a m a tica lm en te, n o e x is ­
te m o tiv o a lg u n o para c o n sid era r se x ista el m a sc u lin o g e n é r ic o . S í lo sería,
no o b sta n te, e m p lea r in te n c io n a d a m e n te d e te rm in a d o tip o d e voca b u la rio ,
c o m o en L o s m in is t r o s a c u d ie r o n a l a c to c o n s u s e s p o s a s , d o n d e se da por
se n ta d o q u e to d o s lo s m in istr o s son h om b res.

5.150 O tros usos discrim inato rios. E x iste n o tr o s tip o s de u so d isc r im in a to r io


d e l len g u a je , ta le s c o m o las a lu s io n e s o e s te r e o tip o s b a sa d o s en c a ra c ter ís­
tic a s r a cia les o é tn ic a s , la d isc a p a c id a d , la r e lig ió n , la o r ie n ta c ió n se x u a l,
la p o s ic ió n so c ia l o el esta tu s fam iliar. El autor r esp e tu o so e v ita e m p lea r
un len g u a je q u e p u ed a o fe n d e r o distraer a lo s le c to r e s, a m e n o s q u e d ic h o
len g u a je se a e s e n c ia l para la c o m p r e n sió n del escrito .

5.151 Uso correcto del español y responsabilidad del editor. El ed itor (rev iso r
de te x to s) c u id a d o so h a ce notar a lo s autores to d o térm in o o e n fo q u e d is ­
crim in a to rio (sa b ie n d o , por su p u esto , que tal v e z no se haya u sad o c o n esa
in te n c ió n ), su g ie r e o tro s a lter n a tiv o s y se a se g u r a de qu e tod a e x p r e sió n
d iscrim in a to ria q u e p u ed a q u ed ar en el te x to se haya in c lu id o a sab ien d as.
A u n q u e alg u n a s e d ito r ia le s p refieren e v ita r c ie rto s térm in os o u so s e s p e c í­
fic o s en to d o s los c a s o s , en gen eral las e d ito ria les no m anejan una lista de
palabras o u so s c o n sid e r a d o s in a c ep ta b les, aparte d e lo s d ic ta d o s por el res­
p e to y el se n tid o co m ú n . En lugar de e s o . se atien en al r a zo n a m ie n to pre­
se n ta d o aqu í y lo a p lica n a lo s c a s o s in d iv id u a le s. C on su lta n g u ía s (ver b i­
b lio g ra fía ) para e v ita r el u so d isc r im in a to r io d el len g u a je en la escritu ra y
trabajan ju n to a los au tores para e m p lea r el len g u a je m ás apropiad o. L o que
el autor d e b e procurar, si lo que d e se a e s que lo s lec to re s se co n c en tre n en
las id eas q u e e x p o n e y no en el tr asfon d o p o lític o , e s e m p lea r un e s tilo que
ni siq u iera lo in sin ú e. Por lo tanto, a m e n o s qu e se trate d e un tex to en el
q u e. por e je m p lo , se deb ata el s e x is m o . se adoptará un e s tilo q u e. por un
lad o, n in gu n a p erson a razon ab le pu ed a llam ar se x ista y. por otro, no dé la
im p r esió n de que el autor está reto rcien d o el len g u a je para ev itar toda s o s ­
p ech a de s e x ism o .

5.152 Algunas técnicas para expresarse sin sesgos. H ay m u ch as m aneras de e x ­


presarse c o n neutralid ad, pero para c o n se g u ir lo se req uiere cierta r efle x ió n
y, a m e n u d o , m u c h o trabajo. A c o n tin u a c ió n se su g ie r en v a rio s m é to d o s,
ya q u e no e x is te un m é to d o ú n ico que sirva para to d o s los autores. Y n in ­
gú n m é to d o bastará por sí s o lo para r eso lv e r to d o s los p ro b lem a s p la n tea ­
d o s por la b ú sq u ed a de un len g u a je no se x ista . A lg u n a s de e sta s e stra teg ia s
— por e je m p lo , repetir el nom b re en m a sc u lin o y fe m e n in o o u tilizar c o n ti­
n u am en te é l o e l l a — irritarán a lo s le c to r e s si se ab u sa de e lla s. T od as en -
trañan e l r ie sg o de q u e c a m b ie el sig n ific a d o d el texto: aun qu e c ie rto s lig e ­
ros c a m b io s en el sig n ific a d o son in e v ita b le s, pu ed e ser n e c esa rio cam b iar
la red acción .

1. Om itir el pronom bre y construir oraciones impersonales con ve: U n o n o s a b e


q u é h a c e r se convierte en N o s e s a b e q u é h a c e r .
2. Usar verdaderos términos genéricos. Existen nombres genéricos reales, sean
f e m e n in o s o m as cu lin o s, que sí no m b ran o h acen re ferencia a m u je res v
hombres en conjunto. Es el caso de palabras como p e r s o n a , g e n te , p o b l a c i ó n ,
in fa n c ia , n iñ e z , p r o fe s o r a d o , a lu m n a d o , p u e b lo , s e r h u m a n o , f u n c i o n a r ia d o ...
Por ejemplo. L o s b e d u in o s s o n c o n o c i d o s p o r s u h o s p i t a l i d a d se convierte en
E l p u e b l o b e d u in o e s c o n o c i d o p o r s u h o s p ita lid a d . L o s a lu m n o s se d ir ig ir á n
a 1 d i r e c to r se transforma en E l a l u m n a d o s e d i r i g i r á a ¡a d ir e c c ió n .
3. Emplear nombres abstractos ( a s e s o r ía , tu to r ía , d ir e c c ió n , je f a t u r a , titu la c ió n ,
lic e n c ia tu r a , a b o g a c ía , j u d i c a t u r a . ..) . S e n e c e s ita n titu la d o s s u p e r io r e s en Q u í ­
m ic a s se convierte en S e n e c e s ita p e r s o n a ! c o n titu la c ió n s u p e r io r e n Q u ím ic a .
4. Utilizar el m odo imperativo. U n s o c o r r i s t a h a d e p r e s t a r a t e n c ió n a lo q u e
o c u r r e e n la p i s c i n a se convierte en P r e s te a t e n c i ó n a lo q u e o c u r r e c u la
p i s c i n a c u a n d o tr a b a je d e s o c o r r i s ta .
5. U sar la a lte rn a n c ia m a s c u lin o fe m e n in o con m o d e ra c ió n , c u a n d o no sea
posible recurrir a un término genérico: S i u n d e m a n d a n te n o e s tá s a tis f e c h o
c o n la d e c i s ió n d e la ju n t a , p u e d e p e d i r u n a n u e v a v is ta se c o n v i e r t e e n S i u n ta
d e m a n d a n te n o e s tá s a t i s f e c h o 'a c o n la d e c i s ió n d e la ju n t a , p u e d e t'c d i r u n a
n u e v a v is ta .
6. Utilizar el sustantivo p e r s o n a con los adjetivos correspondientes: h i p e r s o n a
t r a b a ja d o r a en lugar de e l tr a b a ja d o r , la s p e r s o n a s d e lo s ó r g a n o s d ir e c tiv o s
en lugar de lo s d ir e c tiv o s .
7. Utilizar pronom bres sin marcas de género: Q u ie n e s a s i p ie n s a n : Q u ie n fir m a e l
p r e s e n te d o c u m e n t o . ..
X. Sustituir las construcciones copulativas que exijan un adjetivo en masculino
por otras e n las que el adjetivo no sea necesario ( te n e r o s e n t i r + sustantivo):
E s tá n c o m p r o m e tid o s c o n la s o s l e m l n l i d a d d e l p r o v e c to se convierte en l l e n e n
u n c o m p r o m is o c o n .. . y S o m o s a p a s io n a d o s se transforma en 'le ñ e m o s p a s ió n .
9. Omitir, siempre que sea posible, los artículos masculinos para evitar e¡ uso no
m areado de este género. Por ejemplo. L o s jo v e n e s y lo s m a s a r e s e s tá n s ie m p r e
d e a c u e r d o se convierte en J ó v e n e s v m a v o r e s e s tá n s ie m p r e d e a c u e r d o . L a
o fe r t a v a d i r ig id a a lo s e s tu d i a n te s d e I ." se conviene en L a o fe r t a v a d ir ig id a
a e stu d ia n te s d e En este caso, es necesario aclarar que la supresión del
artículo puede dar lugar a cam bios sustanciales en el significado. No es lo
mismo, por ejem plo C o n o z c o a lo s e s p e c i a l i s t a s e n e s te te m a (a tocios) que
C o n o z c o a e s p e c ia lis ta s e n e s te te m a (a algunos).
10. No anteponer sistemáticam ente el masculino. A lo largo del texto se puede
alternar el orden.
I 1. No emplear la arroba, (m. ya que se trata de un símbolo y no de una letra.
(2. H\ilar las palabras con connolaciones sexistas. HI erado de se.xismo muchas
veces depende del significado que se da a las palabras. Hay términos estereoti­
pados por el género: por ejem plo, mientras que un zo rro es un hombre astuto.
zo r ra suele rétenme a una prostituta.
12. Com binación tic varias posibilidades, ya que los m últiples recursos ríe que
dispone la lengua permiten la elaboración de discursos variados, no repetitivos,
precisos v correctos sin renunciar a la estética y a un uso ra/onable del lenguaje.
Ha principal función del lenguaje es la comunicación, que será más completa
cuanto mejor reflejem os la realidad que aspiramos a expresar. Por ejemplo,
l'n p a n a ti:' d e d es tá cen lo s e s c rito r e s, f i l ó s o f o s , h i s t o r i a d o r e s , p s i q u i a t r a s v

h u m a n ista s refle.doiiait sohre lo re alitlad ile los es/xtñoles puede transformarse en


D estaca d as p er s o n a lid a d e s di I m u n d o de ¡a cultura, de ht historia, de la p s i q u i a ­
tría v las h u m a n id a d e s refle xionan so hre la re a lid a d d e la p o b la c ió n española.
14. Cuantío el género es relevante, es aceptable el uso de la palabra m u j e r como
modificador: la ¡m im era m u j e r b o m b e r o . No hay que olvidar, sin embargo, que
algunos de los sustantivos que designan a profesionales cuentan con una forma
femenina perfectamente válida: a h u p a d a , ing en iera , m e d i e n . ..

5.153 Evitar otros sesgos en el lenguaje. L os c o m e n ta r io s q u e traicion an los


p reju icio s, c o n sc ie n te s o in c o n sc ie n te s , o la ign oran cia de un autor p u ed en
p rovocar que el lector pierda el resp eto por tal autor e interprete su s p a la ­
bras en un sen tid o q u e no tenían. Por regla g e n era l, se d e b e d estacar la per­
so n a . y no una ca ra cterística su ya, lu ía c a ra cterística e s una etiq u eta, y d eb e
em p learse c ia n o a d je tiv o , m ejor qu e c o m o su sta n tiv o . Por e jem p lo , en v e /
de referirse a a lg u ien c o m o m i < a i o l i c o o u n s o r d o m u d o , se ha de an tep on er
la persona: u n h o m b r e c a n i l l e n o e l e s c a l ó / i c o . y m i n i ñ o s o r d o m u d o o e l
n i ñ o es s o r / l o m u d o . D eb en ex liarse las r eteren eia s irrelevan tes a c a ra cterís­
tica s p erso n a les c o m o el s e x o , la r a /a . la etn ìa, la d isc a p a c id a d , la ed ad , la
relig io n , la o rien tai ión sexu al \ la situ a c ió n so c ia l. T ales reteren eia s. c u a n ­
do, no son im p r e sc in d ib le s, pu ed en influir en la im agen que el lector tien e
del autor, de la persona sob re la q u e e sc rib e o de am b os. T am bién pued en
d esp ertar los p rop ios p reju icio s del lector y enturbiar el m en sa je que se pre­
tende transm itir. Hay que tener, por tanto, esjrecial c u id a d o cu a n d o se deba
m en c io n a r una de tales ca ra cterística s para ayudar al lector a form arse una
im agen de la persona sob re la que se escrib e.
13 Citas y diálogos
Presentación 13.1
Cambios permisibles en las citas 13.7
Las citas en relación con el texto 13.9
Citas insertas o separadas 13.9
Asimilación al texto circundante 13.11
Letra inicial mayúscula o minúscula 13.13
Expresiones introductorias y puntuación 13.17
División en párrafos 13.20
Poesia 13.23
Comillas 13.28
Latinas, dobles o simples 13.28
Citas insertas de más de un párrafo 13.30
Omisión de las comillas 13.34
Discursos, diálogos y conversaciones 13.37
Teatro, debates y entrevistas, notas de campo 13.44
Elipsis 13.48
Interpolaciones y aclaraciones 13.57
Citación de fuentes en el texto 13.62
Referencias después de citas insertas en el texto 13.66
Referencias después de citas separadas del texto 13.68
Citas en idioma extranjero 13.71
Presentación
13.1 Alcance de este capítulo; otros capítulos relevantes. Este capítulo ofre­
ce recom endaciones para la incorporación al texto de palabras citadas de
otras fuentes, y, en menor grado, para presentar diálogos y otras formas
de oralidad. Sobre el uso de las comillas para otros fines distintos de la
citación directa, véase 7.30-58. Sobre el uso de las mayúsculas en títulos de
obras, véase 8.154-183. Sobre el modo de m encionar las fuentes de las
citas, aspecto que solo se tratará tangencialm ente en este apartado, véan­
se los capítulos 14 y 15. Sobre el formato de las citas en párrafo aparte,
véase 2.18-19; sobre las responsabilidades del editor del original con res­
pecto al material citado, véase 2.58. Sobre las comillas en relación con el
texto y la puntuación circundantes, véanse 6.6 y 6.9-11.

13.2 Las citas y el mundo académico moderno. Pocas ideas se originan de la


nada, y el acto de asimilar las palabras de otros es esencial en el mundo
académico actual. En palabras de Jacques Barzun y Henry F. Graff, «citar a
otros escritores y citar los lugares donde se pueden encontrar sus palabras
son ahora prácticas tan comunes que es comprensible que veamos este há­
bito como algo natural, por no decir instintivo. No es, por supuesto, nada de
eso, sino un acto muy complejo, peculiar de una civilización que usa libros
impresos, cree en la evidencia y se preocupa de asignar el mérito o la cul­
pa de una manera detallada, com probable».1 Esta observación sigue siendo
cierta en un mundo en el que cada vez se crean, se publican, se comparten
y se archivan mediante medios electrónicos más y más ideas.

13.3 Dejar constancia y obtener permiso. Si se citan, parafrasean o usan ideas


de otros para respaldar las afirmaciones propias, se debe hacer constar ex­
plícitamente la fuente de esas palabras o ideas. Esta declaración adopta a
menudo la forma de una cita formal incluida en una nota o entre parénte­
sis. Para un análisis completo de los diferentes estilos de documentación,
véanse los capítulos 14 y 15. Además puede ser necesario obtener un per­
miso por escrito, especialmente para realizar citas directas, en los casos si­
guientes: para citas de más de un verso o dos de un poema o canción con
copyright; para citas en prosa de, digamos, más de tres párrafos de exten­
sión, o para citar muchos pasajes cortos de un trabajo con copyright; y para
toda cita de ciertos materiales inéditos (cartas, mensajes de correo electró­
nico, etc.). Para más información sobre los permisos, consúltese el capítu­
lo 4, especialmente 4.48-65.

1 T h e m o d e r n r e s e a r c h e r , 5.a ed. (B o sto n : H o u g h to n M ifflin. 1992), 273.


13.4 Cuándo parafrasear en vez de citar. Los autores que recurren al traba­
jo de otros para ilustrar sus argumentos deben primero decidir si será más
eficaz la cita directa o la paráfrasis. El exceso de citas con escasez de co­
mentario puede convertirse en una distracción, y es posible que los lec­
tores decidan saltarse las citas si son largas o frecuentes. Además, en al­
gunos casos, los autores que notan un error en un pasaje que desean citar
deben parafrasear el original, eliminando el error. Sobre la «corrección si­
lenciosa», véase 13.7 (ítem 5); sobre el sic, véase 13.59.

13.5 Cuándo son innecesarias la cita y la atribución. Los datos comúnmente


sabidos o fácilmente comprobables, los proverbios y otras expresiones fa­
miliares se pueden incluir en el texto sin cita y sin atribución, a menos que
la enunciación se haya tomado directamente de otra fuente. Los autores,
por supuesto, deben estar absolutamente seguros de tales datos, y los edito­
res deben señalizar todo lo que parezca sospechoso (véase 13.6). No es ne­
cesario citar ninguna fuente para declaraciones como las siguientes:

El 14 de abril de 1865, pocos días después de la rendición de Lee, Lincoln fue


asesinado.
En mom entos com o estos nos planteam os si no será cierto que cualquier tiempo
pasado fue mejor.
Si el saber no ocupa lugar, ¿por qué a m í ya no me caben más libros en casa?

Véase también 6.48.

13.6 Asegurarse de la exactitud de las citas. Es imprescindible ser extrema­


damente meticulosos respecto a la exactitud de las citas de trabajos aje­
nos. Los autores deben cotejar cada cita directa con el original o, si el ori­
ginal no les resulta accesible, con una transcripción cuidadosa del pasaje en
cuestión. Este cotejo debe hacerse antes de enviar el original a la editorial.
Aunque el editor del original consultará a menudo acerca de aparentes erro­
res de transcripción, por lo general no tendrá acceso a las fuentes del autor.
Además, cuesta mucho menos tiempo a los autores transcribir exactamente
las citas durante la etapa de escritura, que volver, ellos mismos o los edito­
res, a las fuentes originales una vez que se ha enviado el trabajo para su pu­
blicación (véanse 2.30 y 2.132).

Cambios permisibles en las citas


13.7 Cambios permisibles en puntuación, mayúsculas y grafía. Aunque en una
cita directa se deben reproducir exactamente las palabras originales, general­
mente son permisibles los cambios siguientes para hacer que la cita encaje
en la sintaxis y la tipografía del texto circundante (véase 13.8).
1. Se pueden sustituir las com illas altas por com illas latinas, las com illas simples
por com illas dobles, etc., según corresponda (véase 13.28); la puntuación debe
igualm ente ajustarse en relación con las com illas (véase 6.9). Las com illas
latinas invertidas y otros tipos de com illas propios de idiomas extranjeros se
pueden cambiar por com illas latinas (véase 13.71).
2. La letra inicial puede ser m ayúscula o m inúscula según corresponda (véase
13.13-16).
3. Se puede omitir el punto final o sustituirlo por una com a según sea necesario;
se puede omitir la puntuación cuando se utilizan los puntos suspensivos para
marcar una elipsis (véase 13.48-56).
4. Pueden omitirse las llamadas a nota del fragmento original (y las notas a las que
se refieren), a menos que la om isión afecte al significado de la cita. Si se incluye
una nota del original, se puede com poner la cita en párrafo aparte (véase 13.9),
con la nota en un tipo menor al final, o bien resumir el contenido de la nota en
el texto. Los autores pueden, por otra parte, agregar sus propias llamadas a nota
dentro de una cita.
5. Se pueden corregir sin indicación alguna («corrección silenciosa») los errores
tipográficos obvios (sin com entario ni s ic , véase 13.59), a m enos que el pasaje
citado sea de una obra antigua o de una fuente manuscrita en la que deban
conservarse las peculiaridades ortográficas. Si se moderniza o se altera la grafía
y la puntuación para mayor claridad, se debe informar de ello a los lectores en
una nota, en un prefacio o en algún otro lugar del texto.
6. Cuando se citan docum entos im presos antiguos, la antigua ese arcaica latina
J (esh m inúscula, carácter con número U nicode U + 0283, sim ilar al signo ma­
tem ático de integral) o la ese alta (U + 017F ) que representan una s minúscula
en posición inicial o interm edia (espada, f e p u d ie ffe ), pero nunca en posi­
ción final de palabra, pueden ser sustituidas por una s m inúscula moderna.
D el m ism o m odo, se puede modernizar el uso de u / v e i / j (que en manuscri­
tos e im presos antiguos son generalm ente intercam biables) para adecuarse a la
distribución moderna con distinción entre vocal y consonante ( U a n id a d > Va­
n id a d ; le su s > Je s ú s , etc.); sin embargo, los autores y editores que no tengan
conocim ien tos sólidos de la lengua del periodo en que fue escrito el texto de
la cita deben ser especialm ente cuidadosos al hacer este tipo de sustituciones.
V éanse también 11.62-63 y 11.74.

13.8 Cambios permisibles en la tipografía y disposición del texto. Se pueden


alterar los siguientes aspectos de tipografía y disposición para asimilar una
cita al texto circundante:

1. Se debe m odificar la tipografía o fuente de la cita para adecuarla a la del texto


circundante.
2. Las palabras escritas en m ayúsculas en el original se pueden com poner en
versalitas, si ese es el estilo preferido en el texto (véase también 10.7).
3. En los diálogos, los nombres de los hablantes se pueden trasladar desde una
posición centrada a una posición alineada con el margen izquierdo.
4. Las palabras subrayadas en un manuscrito se pueden presentar en cursiva, a
menos que se considere que el subrayado es parte integral de la fuente o que
debe mantenerse por alguna otra razón.
5. Al citar correspondencia, pueden m odificarse aspectos tales com o la sangría de
párrafo, o la posición del saludo y de la firma.

Sobre la sangría de párrafo en citas separadas del texto, véase 13.20. Sobre
la reproducción de poesía, véase 13.23-27. Sobre los cambios permisibles en
títulos de libros, artículos, poemas y otras obras, véase 8.154.

Las citas en relación con el texto


Citas insertas o separadas

13.9 Citas insertas frente a citas en párrafo aparte. El texto citado puede
aparecer o bien insertado en el propio texto, entre comillas, «así», o bien
separado del texto, en párrafo aparte. Las citas separadas del texto en párra­
fo aparte no se ponen entre comillas. Se distinguen además del resto del
texto por una sangría mayor (respecto al margen izquierdo, y a veces tam ­
bién al margen derecho) y por aparecer en un tipo más pequeño o en una
fuente diferente de la del resto del texto. Estas cuestiones se rigen nor­
malmente por las normas propias de la editorial o de la revista. Los auto­
res que dispongan las citas aparte deben utilizar simplemente la opción de
sangría incluida en su procesador de textos (véase 2.18). Sobre la poesía,
véase 13.23-27.

13.10 Cómo elegir entre citas insertas o separadas del texto. Para decidir si
es mejor incluir las citas en el texto o separarlas, generalm ente el factor
decisivo es la longitud de la cita. Las citas breves, especialm ente las que
no constituyen una oración com pleta, se deben insertar en el texto, entre
comillas. Las citas de más de cien palabras (aproxim adam ente entre seis
y ocho líneas de texto m anuscrito) se pueden presentar en párrafo apar­
te. Sin em bargo, tam bién valen otros criterios. Las citas de dos o más
párrafos suelen separarse siempre del texto (véase 13.20-22), al igual que
las citas tomadas de correspondencia (si se incluyen los saludos, las fir­
mas, etc.), las listas y cualquier otro material que requiera un formato es­
pecial. Si en un texto aparecen seguidas m uchas citas de longitud varia­
ble, incluirlas todas en el texto, entre comillas, puede ayudar a la lectura.
Sin embargo, cuando las citas se usan como entidades en sí mismas, por
ejem plo para com pararlas entre sí, es preferible presentarlas todas sepa­
radas del texto, sea cual sea su extensión. Las citas de poesía se presen­
tan separadas del texto con mucha más frecuencia que las de prosa (véa­
se 13.23-27).

Asimilación al texto circundante

13.11 Asimilación lógica y gramatical. Al incorporar citas fragmentarias a un


texto, debe redactarse la oración circundante de manera que las palabras ci­
tadas encajen en ella lógica y gramaticalmente, incluyendo solo las pala­
bras necesarias del texto original.

Valdés se burla de la ignorancia de sus interlocutores, que ignoran lo que conocen


en su tierra «los niños que apenas saben andar» (p. 108), para oír, en réplica
de ascendente burla paralela, que en Italia «los niños de teta entienden algunos
vocablos que vos no entendéis» (p. 109).

13.12 Integración de tiempos verbales y pronombres. Cuando se integra una


cita en el texto, deben modificarse los tiempos verbales y los pronombres
para adecuarla al nuevo contexto.

\O rig in a f] El Sr. M olí se esforzó especialm ente por decirles a ustedes, caballeros,
que estas once personas son culpables de asesinato; él lo considera un asesinato a
sangre fría, deliberado y premeditado.

[C o m o c ita ] Según Darrow, M olí dijo al jurado que los once dem andados eran
«culpables de asesinato» y describió el asesinato com o «a sangre fría, deliberado y
premeditado».

Los ajustes ocasionales con respecto al original pueden aparecer entre cor­
chetes. Con todo, este recurso debe emplearse con medida.

El Sr. Graham ha eludido decididamente la cuestión, alegando que no va a entrar en


un juego de habladurías, a pesar de que «ha aprendido de [sus] errores».

Letra inicial mayúscula o minúscula

13.13 Cambios de caja para adaptarse a la sintaxis: resumen. Salvo los nom­
bres propios y algunos otros grupos específicos de palabras (véase 8.1), en
español todas las palabras se escriben en minúscula a no ser que comiencen
una oración (o, a menudo, un verso en un texto de poesía). Para cumplir
este requisito y adecuarse al texto circundante, a menudo debe modificar­
se la primera palabra de un pasaje citado. En la mayoría de las obras, este
ajuste se puede hacer sin indicación, pues dicho cambio de mayúscula a
minúscula (o viceversa) no afecta normalmente a la significación de la cita,
que se sobreentiende que ha sido tomada de un contexto distinto. En algu­
nos tipos de obras, sin embargo, puede ser obligatorio indicar el cambio po­
niendo entre corchetes la letra inicial de la cita; para ejemplos de esta prác­
tica, apropiada para escritos legales y algunos tipos de comentario de texto,
véase 13.16.

13.14 Mayúscula o minúscula inicial en citas insertas en el texto. Cuando una


cita introducida en mitad de una frase realiza una función sintáctica dentro
de la oración, debe comenzar con letra minúscula, aunque en el original co­
menzase con mayúscula.

Fue Unamuno quien afirmó que «cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee».

Com o Einstein, yo también creo que «solo hay dos cosas infinitas: el universo y la
estupidez humana».

Cuando la cita tiene una relación sintáctica más remota con el resto de la
oración, la mayúscula inicial se mantiene.

Com o dijo Unamuno: «Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee».

Com parto lo que dijo Einstein: «S o lo hay dos cosas infinitas: el universo y la
estupidez humana».

Por otra parte, si una cita que en el original solamente es parte de la oración
forma una oración completa en su nuevo contexto, se puede sustituir la mi­
núscula inicial por una mayúscula si se considera adecuado. En el ejemplo
siguiente de la Política de Aristóteles [traducción de Patricio de Azcárate,
Espasa Calpe, Madrid, 1997] «los ciudadanos» está en mitad de una frase
en el original (véase 13.15).

A ristóteles lo expresó de este modo: «Los ciudadanos que se distinguen por su


mérito nunca provocan, por decirlo así, las sediciones, porque están siempre en una
excesiva minoría relativamente a la generalidad».
pero
A ristóteles creía que «lo s ciudadanos que se distin guen por su m érito nunca
provocan, por decirlo así, las sed icion es, porque están siempre en una excesiva
minoría relativamente a la generalidad».
13.15 Mayúscula o minúscula inicial en citas separadas del texto. La deci­
sión de usar m inúscula o m ayúscula al comienzo de una cita separada del
texto depende exactam ente de los mismos criterios que en el caso de las
citas insertas en el texto (véase 13.14): la letra inicial de una cita separada
del texto que se escribe en m ayúscula en el original, puede escribirse en
m inúscula si la sintaxis lo exige. En el ejemplo siguiente, la cita de Aris­
tóteles (en traducción de Nicolás Estévanez) com ienza en el original con
una mayúscula. Véase también 13.20.

Al analizar las razones de los disturbios políticos, Aristóteles observa que

es también origen de revolu cion es la m ism a igualdad de fuerzas entre las


partes del Estado, que parecen entre sí enem igas; por ejem plo, entre los ricos y
los pobres, cuando no hay entre ellos una clase media, o es poco numerosa la
que hay. Pero tan pronto com o una de las dos partes adquiere una superioridad
incontestable y perfectamente evidente, la otra se libra muy bien de arrostrar
inútilmente el peligro de una lucha. Por esto, los ciudadanos que se distinguen
por su mérito nunca provocan, por decirlo así, las sedicion es, porque están
siempre en una excesiva minoría relativamente a la generalidad.

Por otra parte, debe conservarse la mayúscula —o debe sustituirse la mi­


núscula del original por una m ayúscula— si la sintaxis lo requiere. Véase
también 13.17.

Al analizar las razones de los disturbios políticos, Aristóteles realiza las siguientes
observaciones:

Es también origen de revoluciones la m ism a igualdad de fuerzas entre las


partes del Estado, que parecen entre sí enem igas; por ejem plo, entre los ricos y
los pobres, cuando no hay entre ellos una clase media, o es poco numerosa la
que hay...

13.16 Uso de corchetes para indicar un cambio en el uso de mayúsculas. En


cierto tipo de documentos legales, comentarios de texto y otros contextos
específicos, se considera obligatorio indicar mediante corchetes cualquier
cambio realizado en el uso de mayúsculas. Esta práctica, bastante fácil de
aplicar en cualquier contexto pero innecesaria en la mayoría, se debe man­
tener de forma coherente a lo largo de toda la obra.

Según la segunda D isposición Transitoria de la Ley de Propiedad Intelectual, «[I]as


personas jurídicas que en virtud de la Ley de 10 de enero de 1879 sobre Propiedad
Intelectual hayan adquirido a título originario la propiedad intelectual de una
obra ejercerán los derechos de explotación por el plazo de ochenta años desde su
publicación».
«[E]l deudor debe una cantidad igual a la recibida y de la m ism a especie y calidad,
aunque sufra alteración en su precio», según el artículo 1754 del C ódigo Civil.

Comparemos la proposición de Aristóteles de que «[L]os ciudadanos se sublevan,


ya en defensa de la igualdad, cuando considerándose iguales se ven sacrificados
por los privilegiados; ya por el deseo de la desigualdad y predominio político», con
su observación posterior de que «[E]s también origen de revoluciones la m ism a
igualdad de fuerzas entre las partes del Estado».

Expresiones introductorias y puntuación

13.17 Uso de dos puntos antes de una cita. Toda expresión introductoria for­
mal, tal como así, como sigue o de este modo, va seguida generalmente de
dos puntos.

La relación entre relato y novela ha sido planteada numerosas veces. Julio Cortázar
lo explicó de esta forma: «La novela y el cuento se dejan comparar analógicamente
con el cine y la fotografía, en la medida en que una película es en principio un “orden
abierto”, n o v elesco , mientras que una fotografía lograda presupone una ceñida
limitación previa, impuesta en parte por el reducido campo que abarca la cámara y
por la forma en que el fotógrafo utiliza estéticamente esa limitación».

13.18 Uso de coma después de una cita. Cuando se emplea una expresión que
simplemente identifica al hablante tras sus palabras, se puede escribir una
coma antes de dijo, contestó, preguntó y verbos similares.

«Espero que no se refiera a m í», contestó Garrett.

13.19 Uso de punto en lugar de dos puntos antes de una cita. A menos que
vaya introducida por así, como sigue u otras expresiones semejantes que
requieren dos puntos, se puede poner un punto, en vez de dos puntos, an­
tes de una cita extensa separada del texto. Este uso se debe seguir de forma
coherente.

Es interesante igualm ente la postura de G eorge Ticknor, quien en este punto se


aparta de sus predecesores no tanto en la descripción de los hechos com o en su
valoración.

La degeneración y envilecim iento de los dos dialectos más cultivados en las


provincias del este de España, que com enzó, según hem os visto, en el reinado
de los R eyes C atólicos, puede decirse que se consu m ó con el estab lecim ien ­
to de la corte de la monarquía, primeramente en Castilla la Vieja, y después en
Castilla la N ueva, pues desde este mom ento la superior autoridad del castellano
quedó finalmente asegurada y reconocida.
División en párrafos

13.20 Citas de más de un párrafo. Si el pasaje citado ocupa más de un párra­


fo, independientem ente de su extensión, es preferible presentarlo separa­
do del texto. (Para un alternativa menos deseable, véase 13.30). La cita
de más de un párrafo separada del texto debe reflejar en general las divi­
siones de párrafo del original. Aunque el primer párrafo citado incluya el
principio de ese párrafo, no es necesario comenzar con sangría de primera
línea. Los párrafos subsecuentes de la cita se deben indicar mediante san­
gría de prim era línea o (como alternativa menos deseable) m ediante un
salto de línea adicional entre los párrafos (véase también 13.22). El ejem ­
plo siguiente, de La Regenta, de Leopoldo Alas «Clarín», incluye tres pá­
rrafos completos:

Hubo una carcajada general. Sólo el Provisor se contentó con sonreír, inclinarse
y poner cara de santo que sufre por amor de D ios el escándalo de los oídos. El
Arcediano rió sin ganas.
La historia de Obdulia Fandiflo profanó el recinto de la sacristía, com o
poco antes lo profanaran su risa, su traje y sus perfumes.
El Arcipreste narraba las aventuras de la dama com o lo hubiera hecho
Marcial, salvo el latín.

Aunque se omita la primera parte del párrafo de apertura, en cualquier caso


seguiría apareciendo alineado a la izquierda. Sobre el uso de puntos sus­
pensivos al principio de párrafo, véase 13.54.

13.21 Citas en párrafo aparte que comienzan en el texto. Una cita larga puede
comenzar con algunas palabras insertas en el texto. Este recurso solamente
debe utilizarse cuando se incluya parte del texto entre el comienzo del pa­
saje citado y su continuación.

Una nación es, en efec to , «una com unidad política im aginada inherentem ente
limitada y soberana», según Benedict Anderson.

Es im aginada porque aun los miembros de la nación más pequeña no conocerán


jamás a la mayoría de sus compatriotas...

Un alternativa permisible es separar todo el pasaje citado, incluyendo entre


corchetes las palabras interpoladas.

13.22 El texto que sigue a una cita separada. Si el texto que sigue a una cita se­
parada es continuación del párrafo que introduce la cita, comienza alinea­
do a la izquierda (sin sangría). En cambio, si el texto que sigue a la cita co­
mienza un nuevo párrafo, debe llevar sangría de principio de párrafo. En
obras en las que todos los párrafos aparecen alineados a la izquierda y sin
B U C 5 0 ■Biblioteca

sangría, puede ser necesario introducir un salto de línea adicional antes de


un nuevo párrafo a continuación de una cita extensa separada.

Poesía

13.23 Disposición tipográfica de poesía. Si se citan dos o más versos de un poe­


ma, es preferible presentarlos como cita separada del texto (véase 14.33).
Las citas de poesía, si van aisladas, a menudo se centran visualmente en la
página entre los márgenes izquierdo y derecho (generalmente en relación
con la línea más larga); pero si aparecen en la misma página dos o más es­
trofas del mismo poema, puede dar mejor resultado una sangría uniforme
en el margen izquierdo (véase 13.24).

Debe dejarse un espacio de media línea o de una línea entre las estrofas.
Dentro de cada parte o estrofa, debe mantenerse el patrón de sangría del
original (debe distinguirse en todo momento entre la sangría de comien­
zo de verso y los fragmentos de versos que han pasado a la línea siguiente;
véase 13.25). Sobre la ubicación de la fuente de la cita, véase 13.69.

A ti. de alegres vides coronado.


Baco, gran padre, domador de Oriente,
he de cantar; a ti que blandamente
templas la fuerza del mayor cuidado

Ora castigues a Licurgo airado


o a Penteo en tus aras insolente,
ora te mire la festiva gente
en sus convites dulce y regalado,

O ya de tu Ariadna al alto asiento


subas ufano la inmortal corona,
ven fácil, ven humano al canto mío;

Que si no desm erezco el sacro aliento


mi voz penetrará la opuesta zona,
y el Tibre inundará el H ispalio río.

Juan de Arguijo: «A Baco»

Si la cita no com ienza con un verso com pleto, debe dejarse el espacio
aproximado de la parte omitida.

a ti que blandamente
templas la fuerza del mayor cuidado
13.24 Sangría uniforme para citas de poesía. Cuando todas o la mayoría de las ci­
tas poéticas consisten en versos blancos, o son muy largas, generalmente la
mejor solución es una sangría uniforme en el margen izquierdo (por ejemplo,
una sangría izquierda idéntica a la empleada para las citas de prosa), como en
el siguiente ejemplo de Rubén Darío:

¡Helena!
La anuncia el blancor de un cisne.
¡Makheda!
La anuncia un pavo real.
¡Ifigenia, Electra, Catalina!
Aniincialas un caballero con un hacha.
¡Ruth, Lía, Enone!
Aniincialas un paje con un lirio.

13.25 Versos de más de una línea. Cuando un verso es demasiado largo para ca­
ber en una sola línea, las palabras que pasan a la segunda línea se presentan
generalmente sangradas con respecto a la línea precedente, en un espacio
equivalente a un cuadratín. Véase el siguiente ejemplo de Poeta en Nueva
York de Federico García Lorca.

Mi corazón tendría la forma de un zapato


si cada aldea tuviera una sirena.
Pero la noche es interminable cuando se apoya en los
enfermos
y barcos que buscan ser mirados para poder hundirse
tranquilos.

Otra opción tipográfica habitual es presentar las palabras que pasan a la se­
gunda línea alineadas a la derecha, e introducidas por un corchete o una
barra inclinada:

Pero la noche es interminable cuando se apoya en


[los enferm os

Pero la noche es interminable cuando se apoya en


Mos enfermos

Las palabras que han pasado a la línea siguiente, aunque aparezcan sangra­
das, deben distinguirse claramente de los versos sangrados deliberadamente
por el poeta. Generalmente, para lograr esta distinción, será suficiente una
sangría única y uniforme para las palabras que han cambiado de línea.
13.26 Comillas en poemas. A diferencia de ediciones anteriores del manual de
Chicago, Chicago-Deusto no recomienda «apartar» las comillas del princi­
pio de un verso, poniéndolas fuera de la alineación del poema y alineando
los versos como si no hubiera comillas. Por lo tanto, las comillas del princi­
pio de un verso se deben alinear con los demás versos del poema, como en
el ejemplo siguiente, de Miguel de Cervantes.

Mas uno, que a sacar la espada em pieza,


«¿Con quién habla? — le dice al tiracantos — ,
¡cuerpo de D ios con él y su crianza!

Si lim osna no alcanza,


¿qué es lo que suele hacer en tal querella?».
Respondió el bravonel: «¡Irme sin ella!».

13.27 Citas de poesía insertas en el texto. Si el espacio o el contexto requie­


ren que dos o más versos de poesía vayan incluidos en el texto o en nota,
los versos se separarán m ediante una barra oblicua, con un espacio a
cada lado (en obras im presas, un espacio fino o un espacio de medio cua­
dratín).

El conocido lema de Lope de Vega en su A rte nuevo de h a cer co m edias («com o las
paga el vulgo, es justo / hablarle en necio para darle gusto») parece seguir estando
vigente, al m enos en ciertos ámbitos de nuestra cultura.

Sobre la inclusión de más de una estrofa en el texto (lo cual debe evitarse
siempre que sea posible), véase 13.32.

Comillas
Latinas, dobles o simples

13.28 Citas y «citas dentro de citas». Las palabras y frases citadas insertas en el
texto se escriben en primera instancia entre comillas latinas (« »). Las co­
millas dobles altas o inglesas sirven para señalar citas dentro de citas (“ ”);
las com illas sim ples, citas dentro de estas últim as; y así sucesivam en­
te. Cuando el material citado consiste enteramente en una cita dentro de
una cita, solo se necesita un sistema de comillas (generalmente, las comi­
llas latinas). Sobre los cambios permisibles de comillas latinas por comi­
llas altas y viceversa, véase 13.7 (ítem 1) y 13.61. Sobre los diálogos, véase
13.37. Sobre las aplicaciones técnicas de las comillas simples, véanse 7.33
y 8.128.

Sism ondi parafrasea de esta forma el fam oso verso «¡D ios, qué buen vasallo, si
tuviese buen señor!» de la siguiente forma: «Los moradores de Burgos se agolpaban
a las puertas y ventanas de sus hogares, y todos lloraban prorrumpiendo “ ¡Oh Dios!,
¿por qué no has dado un rey m enos ingrato a este tan buen vasallo?”».

Nótese la colocación de las comillas de cierre latinas y dobles, en relación


con los signos de puntuación. Aunque la cita termine en un signo de in­
terrogación o exclamación, es igualmente necesario añadir un punto final
después de las comillas de cierre. Sobre la colocación de los signos de pun­
tuación —comas, puntos, signos de interrogación, etcétera— en relación
con las comillas de cierre, véase 6.9-11.

13.29 Comillas en citas separadas del texto. Aunque en general los pasajes ci­
tados aparte del texto no se entrecomillan, las citas incluidas en estas citas
se escriben entre comillas latinas; en otras palabras, se marcan como si es­
tuvieran en el cuerpo del texto (véase 13.28). El autor o editor que cambie
una cita inserta en el texto a cita separada del texto debe suprimir las comi­
llas de apertura y de cierre, y cambiar las comillas internas según corres­
ponda. Los ejemplos siguientes ilustran el mismo material, primero en for­
ma de cita inserta en el texto y después en forma de cita separada del texto:

En el cap ítu lo sig u ien te, gracias a un h allazgo azaroso, el narrador con sigu e
reanudar su relato: «Cuando yo oí decir “D ulcinea del T oboso”, quedé atónito y
suspenso, porque luego se me representó que aquellos cartapacios contenían la
historia de don Quijote».

En el capítulo siguiente, gracias a un hallazgo azaroso, el narrador consigue reanu­


dar su relato:

Cuando yo oí decir «Dulcinea del Toboso», quedé atónito y suspenso, porque lue­
go se me representó que aquellos cartapacios contenían la historia de don Quijote.

Del mismo modo, la conversión de una cita separada del texto en una cita
inserta en él requiere la adición y cambio de las comillas. Sobre las interpo­
laciones que incluyen pasajes citados, véase 13.61.

Citas insertas de más de un párrafo

13.30 Uso de comillas a lo largo de varios párrafos. Si por algún motivo un pa­
saje citado de más de un párrafo no se puede presentar separado del tex­
to (como es preferible; véase 13.10), es necesario poner comillas latinas al
principio de cada párrafo, pero solamente se pondrán comillas de cierre al
final del último párrafo. (Nótese que cada párrafo sucesivo debe comenzar
en una nueva línea, como en el original.) Debe seguirse la misma práctica
cuando aparezcan diálogos en que el parlamento de un personaje dure más
de un párrafo.

13.31 Citas dentro de citas de más de un párrafo. Si un fragmento citado inserto


en el texto contiene además una cita interior que ocupa más de un párrafo, de­
berán aparecer comillas dobles altas al principio y al final de la cita interior, y
tanto comillas latinas como dobles al principio de cada nuevo párrafo que per­
tenezca a ella. Si la cita interior concluye en el mismo punto que la cita com­
pleta, las comillas altas de cierre preceden a las comillas latinas de cierre.

13.32 Inclusión de más de una estrofa poética en el texto. La cita que incluya
más de una estrofa debe presentarse separada del texto siempre que sea posi­
ble (véase 13.23). Si por alguna razón debe ser incluida en el texto (identifica­
da mediante comillas latinas), deben aparecer dos barras oblicuas (//) entre las
estrofas. Sobre el uso de la barra oblicua entre versos citados, véase 13.27.

13.33 Inclusión de citas de cartas. Las cartas citadas en su integridad se deben


presentar separadas del texto. En el caso (poco deseable) de que se deban
insertar en el texto, deben llevar comillas de apertura antes de la primera lí­
nea (saludo incluido) y antes de cada párrafo. Las comillas de cierre sola­
mente deben aparecer después de la última línea (que a menudo contendrá
la firma). Véase 13.30.

Omisión de las comillas


13.34 Epígrafes. No se emplean comillas en los epígrafes (citas que preceden al
texto, usadas como ornamento más que como ilustración o documentación).
Al igual que las citas separadas del texto, los epígrafes reciben a menudo un
tratamiento tipográfico distintivo: un tamaño de letra más pequeño, sangría
izquierda o derecha, letra cursiva... El tratamiento de las fuentes de los epí­
grafes, que se incluyen generalmente en línea aparte, también varía, aunque
debe mantenerse el mismo tratamiento en todos los epígrafes incluidos en
una publicación. Para más cuestiones relativas a las fuentes, véase 13.68-70.
Véase también 1.36.

¿Quién sufrirá tan áspera mudanza


del bien al mal? ¡Oh corazón cansado!
—Garcilaso de la Vega

Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Y aun lo m alo, si poco, no tan malo.
Baltasar Gracián: O rá cu lo m anual y arte de p ru d e n cia
13.35 Mayúsculas decorativas («letras capitulares»). Cuando la primera palabra
de un capítulo o de una sección comienza con una letra capitular, y las pri­
meras palabras del capítulo o de la sección consisten en una cita inserta en
el texto, a menudo se omiten las comillas de apertura.

ues sepa Vuestra M erced, ante todas cosas, que a m í llaman Lázaro de Tormes,

P hijo de Tomé G onzález y de Antonia Pérez, naturales de Tejares, aldea de Sala­


manca. Mi nacimiento fue dentro del río Tormes, por la cual causa tomé el so­
brenombre; y fue de esta manera: mi padre, que D ios perdone, tenía cargo de proveer
una molienda de una aceña que está ribera de aquel río, en la cual fue molinero más
de quince años; y, estando mi madre una noche en la aceña, preñada de mí, tomóle el
parto y parióme allí. D e manera que con verdad me puedo decir nacido en el río.

La Ortografía de la RAE, sin embargo, recomienda mantener las comillas


de apertura, que deben aparecer en el mismo tamaño y con la misma alinea­
ción vertical que el texto normal.

13.36 Máximas, preguntas y similares. Las máximas, lemas, normas y otras ex­
presiones familiares, a veces encerradas entre comillas, se estudian en 6.48
y 8.185. Las preguntas que no requieren comillas se tratan en 6.64 y 6.66.

Discursos, diálogos y conversaciones

13.37 Estilo directo. En publicaciones en español, las intervenciones orales o


el diálogo en estilo directo se introducen tradicionalm ente mediante ra­
yas ( —). Los cambios de hablante se indican generalm ente mediante un
nuevo párrafo, como en el fragm ento siguiente de Fortunata y Jacinta:

— ¿Qué com e usted, criatura?


—¿N o lo ve usted? —replicó m ostrándoselo— . Un huevo.
— ¡Un huevo crudo!
Con mucho donaire, la muchacha se llevó a la boca por segunda vez el huevo
roto y se atizó otro sorbo.
—N o sé cóm o puede usted com er esas babas crudas —dijo Santa Cruz, no ha­
llando mejor m odo de trabar conversación.

Si una intervención (sobre todo si es particularmente larga) ocupa más de


un párrafo, son necesarias comillas de apertura al principio de cada nuevo
párrafo (véase 13.30).

13.38 Intervenciones especialmente breves. Las intervenciones consistentes en


una o dos palabras, tales como sí, no, dónde, cómo, etc., cuando se emplean
aisladas, no se ponen entre com illas, excepto en el estilo directo. Véase
también 6.65.
Ezra contestó siempre sí; él no podría nunca decir no a un amigo.
Por favor, deja de preguntar por qué.
pero
«Sí», contestó débilmente. Ella repitió otra vez: «¿Por qué?».

13.39 Vacilaciones o interrupciones en el discurso. Los puntos suspensivos


—también empleados para indicar elipsis— se pueden utilizar para suge­
rir vacilaciones o interrupciones en el discurso, causadas por la confusión
o la inseguridad. En el ejemplo siguiente, tomado de Niebla, de Miguel de
Unamuno, obsérvense las posiciones relativas de los puntos suspensivos y
de los demás signos de puntuación. (Sobre el uso de los puntos suspensivos
para indicar elipsis, véase 13.48-56).

—Gracias, señor, gracias. ¿Se le ofrece más? ¿Puedo servirle en algo? ¿D esea le
lleve algún mandado?
—Tal vez... tal vez... N o por ahora... ¡Adiós!

En publicaciones en lengua inglesa, las interrupciones o cambios bruscos


de pensamiento se indican generalmente con rayas; esta es una práctica ex­
traña a la lengua española (véase 6.84).

13.40 Diálogos en otras lenguas. En algunos idiomas, se utilizan comillas la­


tinas, comillas altas o comillas latinas invertidas para presentar diálogos;
véanse ejemplos en 11.19, 11.36-37, 11.55, 11.65 y 11.126.

13.41 Discurso no hablado. Los pensamientos, diálogos imaginados y otros ti­


pos de discurso interior se pueden encerrar entre comillas o no, según el
contexto o la preferencia del escritor. El siguiente fragmento pertenece a La
Regenta de Leopoldo Alas «Clarín»;

R ecordó sus años de estudiante te ólogo en San M arcos, de León, cuando se pre­
paraba, lleno de pura fe, a entrar en la C om pañía de Jesús. «A llí, por algún tiem ­
po, había sentido dulces latidos en su corazón, había orado con fervor, había m e­
ditado con am oroso entusiasm o, dispuesto a sacrificarse en Jesús... ¡Todo aquello
estaba lejos! N o le parecía ser el m ism o. ¿N o era algo por el estilo lo que creía
sentir desde la tarde anterior? ¿N o eran las m ism as fibras las que vibraban enton­
c es, allá en las orillas del B em esga, y las que ahora se m ovían com o una m úsica
plácida para el alma?».

13.42 Números en estilo directo. Cuando se citan directamente fuentes orales


(por ejemplo, entrevistas, discursos o diálogos de una película o de una
obra de teatro), o se escribe en estilo directo para un drama o una obra de
ficción, los números que en general se podrían escribir en cifra, suelen a
menudo escribirse en letra. Esta práctica depende del criterio del editor.
Los años se pueden escribir siempre en cifra, al igual que los nombres co­
merciales que incluyan números. En el caso de diálogos que incluyan bas­
tantes números altos, puede ser más práctico escribirlos en cifra. Véanse
también 9.2 y 9.7.

La respuesta de Jarred fue una m ezcla de rabia y humillación: «¡Por última vez, no
tengo setecientos treinta y siete dólares con once centavos! En realidad, ni siquiera
tengo una moneda para el parquímetro».

Com o la mayoría de los correctores, era un perfeccionista: «N o me conformo con


un noventa y nueve com a cuarenta y cuatro por ciento».
p e ro

«¿Preferís beber 7-U p o Sprite?», preguntó.


«N o leí M il novecien tos ochenta y cu a tro hasta 1985», admitió por fin.

13.43 Discurso indirecto. El discurso indirecto, que parafrasea un diálogo, no


precisa comillas, como en el ejemplo siguiente de La Gaviota, de Fernán
Caballero.

M anuel observó que había una torta en el cielo reservada para los maridos que no se
arrepintiesen de serlo; y que hasta ahora nadie le había metido el diente. Su mujer
le respondió que eso era porque los maridos no entraban allí, habiéndolo prometido
así san Pedro a santa G enoveva.

Teatro, debates y entrevistas, notas de campo

13.44 Teatro. En textos teatrales, el nombre del hablante se compone general­


mente en una fuente distinta de la de los diálogos: las opciones más habi­
tuales son las mayúsculas o las versalitas. El diálogo no se pone entre co­
millas y se dispone generalm ente con sangría francesa: la primera línea
alineada a la izquierda, y las siguientes sangradas (este es también el estilo
más frecuente en bibliografías e índices); véanse los ejemplos siguientes,
extraídos de El s í de las niñas, de Leandro Fernández de Moratín, y de El
alcalde de Zalamea, de Pedro Calderón de la Barca, respectivamente.

Doña I rene: ¿Conque su sobrino de usted...?


Don Diego: Sí, señora, mi sobrino, que con sus palmadas, y su música, y su papel,
me ha dado la noche más terrible que he tenido en mi vida... ¿Qué es esto,
hijos m íos, qué es esto?
Doña F rancisca: ¿Conque usted nos perdona y nos hace felices?

S argento: ¿Vive Pedro Crespo aquí?


C respo: ¿Hay algo que usted le mande?
S a r g e n to : Traer a casa la ropa
de don Alvaro de Atayde,
que es el capitán de aquesta
compañía, que esta tarde
se ha alojado en Zalamea.

Las acotaciones se escriben generalmente en letra cursiva, como en el si­


guiente fragmento de Don Alvaro o la fuerza del sino.

C u r r a . La Virgen del Rosario nos valga, y las ánimas benditas... ¿Q ué será de mi


pobre Antonio? (Se asoma al balcón y grita). ¡Antonio, Antonio!
D o n A l v a r o . C alla, m aldita, no llam es la atención hacia este lado; entorna el
balcón. (Se acerca el ruido de puertas y pisadas).
D o ñ a L e o n o r.¡A y d e sd ic h a d a de m í!... D on A lvaro, e sc ó n d ete... aquí... en mi
alcoba...
D o n A lv a r o . (Resuelto). N o, yo no me escondo... N o te abandono en tal conflicto.
(Prepara una pistola). Defenderte y salvarte es mi obligación.

13.45 Versos compartidos y versos de más de una línea en obras teatra­


les. En pasajes citados, toda sangría usada para indicar que un verso está
dividido entre dos intervenciones debe m antenerse (como en el ejemplo
siguiente, en que el verso com enzado por M endo es concluido por Ñuño).
En los versos que ocupan más de una línea, las palabras que pasan a la li­
nea siguiente se pueden indicar, como en poesía, por una sangría de un
cuadratín o más, o sangrarse a la derecha y señalarse mediante un corche­
te o una barra oblicua (véase también 13.25).

M endo: ¿Cóm o va el rucio?


Ñ uño: Rodado,
pues no puede menearse.

13.46 Debates y entrevistas. La transcripción de un debate o de una entrevista se


trata más o menos de la misma manera que la de las obras de teatro (véase
13.44). Acotaciones tales como «risa» se ponen generalmente en letra cur­
siva y entre corchetes (mejor que entre paréntesis). Se prefiere generalmen­
te la sangría de párrafo a la sangría francesa, aunque esta última, que permi­
te una mejor identificación del hablante, puede funcionar mejor si aparecen
alternados varios nombres y sus intervenciones son relativamente breves.
Aunque suele escribirse un punto después de los nombres de los hablantes,
se pueden poner también dos puntos.

ENTREVISTADOR. ¿Usted no pensaba que esta tecnología podría utilizarse


para conectar con la oficina del Tíbet en N ueva York, o con diversos grupos de
ayuda al Tíbet de Europa?
RESPUESTA. No. Nadie parecía tener nada que ver con GreenNet en el mundo
del Tíbet en aquel momento. Eso vino mucho más adelante. Bueno, eso no es del
todo exacto. N o estaba específicam ente interesado en conectar con la comunidad
de los mártires del Tíbet y otros com pañeros de sufrim ientos [risas] o con gente
em ocionalm ente patológica del tipo «aquí voy yo por la gracia de D ios».

Las transcripciones inéditas de entrevistas o debates se pueden modifi­


car generalmente en aspectos tales como el uso de mayúsculas, la ortogra­
fía, las erratas o elisiones gramaticales de importancia menor. Si el autor
ha realizado alteraciones más significativas, estas se deben explicar en una
nota, en un prefacio o en algún otro lugar del texto. Las transcripciones ya
publicadas de debates o entrevistas deben citarse tal como aparecen en la
fuente original.

13.47 Notas de campo. La transcripción de notas de campo inéditas hecha por


un autor (sobre notas propias o de un colega o ayudante) representa un caso
especial. A diferencia de las citas tomadas de fuentes publicadas o de trans­
cripciones de entrevistas, no es necesario transcribir literalmente las notas
de campo, se presenten como citas o como parte del texto. En cambio, de­
ben adaptarse para guardar coherencia con el resto de las notas y con el tex­
to circundante, en aspectos como el uso de mayúsculas, la puntuación, el
tratamiento de los números, etc. Aunque el autor disponga de permisos fir­
mados, los sujetos o informantes implicados deben aparecer generalmente
bajo seudónimo; se debe añadir una nota al texto para indicar que este es el
caso. Si no está claro que se hayan tomado las precauciones apropiadas, los
editores deben consultar a los autores.

Elipsis
13.48 Definición de elipsis. Una elipsis es la om isión de una palabra, una fra­
se, una línea, un párrafo o más en un fragm ento citado. Se realizan tales
om isiones cuando se considera que determ inados m ateriales son irrele­
vantes para la exposición actual (o tam bién, ocasionalm ente, para ajustar
la gram ática de la cita a la del texto circundante). C hicago-D eusto reco­
m ienda indicar tales om isiones m ediante puntos suspensivos (pero véa­
se 13.51) y no m ediante otros recursos com o, por ejem plo, asteriscos.
En español, los puntos suspensivos se escriben sin espacios entre ellos,
y deben aparecer, por tanto, siem pre en la m isma línea, junto con cual­
quier signo de puntuación que los siga o los preceda. Si lo prefieren, los
autores pueden usar en sus textos el carácter especial de tres puntos sus­
pensivos, disponible en la m ayoría de los procesadores de texto (número
Unicode 2026).
13.49 Peligro de sesgar el significado. Puesto que las citas de otra fuente se han
separado de su contexto original, debe prestarse especial atención cuando
se omiten elementos del texto citado, para asegurarse de que el sentido del
original no se pierde ni se tergiversa. Una omisión no debe dar lugar a una
afirmación ajena al material original. En general, las elipsis no se deben
utilizar para unir dos afirmaciones que estén alejadas entre sí en el original.
La exactitud en cuanto al sentido y al énfasis del original son tan importan­
tes como la exactitud de la transcripción.

13.50 Cuándo no utilizar puntos suspensivos de elipsis. Normalmente no se usan


los puntos suspensivos 1) antes de la primera palabra de una cita, aunque el
principio de la oración original se haya omitido; ni 2) después de la última pa­
labra de una cita, aunque el final de la oración original se haya omitido, a me­
nos que la oración quede deliberadamente incompleta (véase 13.53).

13.51 Elipsis y punto. En español, los puntos suspensivos deben ser tres, y no más,
aunque aparezcan después de una frase cerrada con un punto (véase 13.53) o
sustituyan a palabras o frases extensas. Solo se considera aceptable la apa­
rición de cuatro puntos suspensivos si la elipsis sigue a una abreviatura con
punto. Un fragmento de la Memoria sobre las diversiones públicas de Jove-
llanos dice así:

Bajo los romanos gozó España de los juegos y espectáculos de aquella gran nación,
pues que habiendo adoptado su religión, sus leyes y costumbres mal rehusaría los
usos y estilos que de ordinario introduce la m oda sin auxilio de la autoridad. Cuando
faltasen otras pruebas de esta aserción, las ruinas de circos y teatros, de anfiteatros
y naum aquias que existen en T oledo, en M érida, en Tarragona, en Coruña del
Conde, en Santi-Ponce y en Murviedro, y las dedicaciones y m onum entos erigidos
con o ca sió n de e sto s e sp ectá cu lo s no nos dejarían dudar que nuestros padres
conocieron las luchas de hombres y fieras, las carreras de carros y caballos y las
representaciones escén icas de aquella edad. Estos espectáculos debieron cesar de
todo punto con la entrada de los septentrionales. Puestos ya en descrédito y aun
prohibidos en gran parte por los emperadores y los concilios, com o enlazados con el
culto y cerem onias gentílicas, faltaba poco para su total exterm inio, y esto poco se
halló, por una parte en el horror con que los miraba la ruda sencillez de los godos, y
por otra en la religiosa piedad de m uchos de sus príncipes. A sí que no se conserva
memoria alguna, que yo sepa, de semejantes juegos en el tiempo de su dom inación,
ni la historia los presenta en la paz dados a otra diversión que la caza.

Este pasaje puede abreviarse de este modo:

Bajo los romanos gozó España de los ju egos y espectáculos de aquella gran nación...
Nuestros padres conocieron las luchas de hombres y fieras, las carreras de carros
y caballos y las representaciones escén icas de aquella edad. Estos espectáculos
debieron cesar... con la entrada de los septentrionales... N o se conserva memoria
alguna, que yo sepa, de sem ejantes ju egos en el tiem po de su dom inación, ni la
historia los presenta en la paz dados a otra diversión que la caza.

Nótese que la primera palabra después de cada elipsis aparece en mayús­


cula si comienza una nueva oración gramatical. Algunos tipos de obras re­
quieren que estos cambios en el uso de mayúsculas aparezcan entre corche­
tes; véase 13.16. Véase también 13.56.

13.52 Elipsis con otros signos de puntuación. Cualquier otro signo de puntua­
ción que aparezca en el texto original —coma, dos puntos, punto y coma,
signo de interrogación o de exclam ación...— puede preceder o seguir a los
puntos suspensivos. La decisión de incluir o no estos signos de puntua­
ción adicionales estriba en si ayudan a la comprensión o si son imprescin­
dibles desde el punto de vista gramatical. La colocación de estos otros sig­
nos de puntuación depende de si la omisión precede o sigue al signo (véase
13.48): si el sentido de la frase o expresión está completo, la elipsis debe
aparecer fuera de los signos de puntuación; si el sentido queda incompleto,
debe aparecer dentro de ellos, como en los siguientes ejemplos tomados de
las Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer.

— ¡Alto!... ¡Alto todo el mundo!


— ¡Una mujer desconocida...! ¡En este sitio...! ¡A estas horas!

Vamos, vam os, ya brillan los broqueles en la oscuridad... ¡Nuestro Señor del Gran
Poder nos asista! Ya com ienzan los golpes...; ¡vecina! ¡vecina!, aquí... antes que
cierren las puertas.

13.53 Oraciones deliberadamente incompletas. Se utilizan tres puntos al final


de una oración citada que se deja incompleta deliberadamente. Véase el si­
guiente ejemplo del prólogo del Persiles de Miguel de Cervantes.

Aquellas coplas antiguas, que fueron en su tiempo celebradas, que comienzan: «Pues­
to ya el pie en el estribo...», quisiera yo no vinieran tan a pelo en esta mi epístola.

Obsérvese que no hay ningún espacio entre el punto final de los puntos sus­
pensivos y las comillas de cierre.

13.54 Párrafos omitidos entera o parcialmente. La omisión de uno o más pá­


rrafos dentro de una cita se indica mediante tres puntos suspensivos al final
del párrafo que precede a la parte omitida. En ocasiones también se seña­
la la omisión de uno o más párrafos mediante una línea de puntos. Si den­
tro de una cita se omite la primera parte de un párrafo, las primeras palabras
de la cita deben aparecer sangradas y precedidas por tres puntos suspensi­
vos. Así pues, es posible utilizar puntos suspensivos al final de un párrafo y
fL A C S O - Biblioteca

Elipsis 13.56

al principio del siguiente, como ilustra la siguiente cita de «Nuestra Améri­


ca», de José Martí:

Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea, y con tal que él quede
de alcalde, o le mortifique al rival que le quitó la novia, o le crezcan en la alcancía
los ahorros, ya da por bueno el orden universal, sin saber de los gigantes que llevan
siete leguas en las botas y le pueden poner la bota encim a, ni de la pelea de los
com etas en el cielo, que van por el aire dormido engullendo mundos. Lo que quede
de aldea en Am érica ha de despertar...
...Ya no podem os ser el pueblo de hojas, que vive en el aire, con la copa cargada
de flor, restallando o zumbando, según la acaricie el capricho de la luz, o la tundan
y talen las tempestades; ¡los árboles se han de poner en fila, para que no pase el
gigante de las siete leguas! Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos
de andar en cuadro apretado, com o la plata en las raíces de los Andes.

13.55 Puntos suspensivos en poesía y en teatro en verso. La omisión del princi­


pio o el final de un verso se indica también mediante puntos suspensivos. La
omisión de un verso completo o de varios versos consecutivos dentro de un
poema o de una obra de teatro en verso se señalan tradicionalmente mediante
una línea de puntos con una extensión aproximadamente similar a la longitud
del verso anterior (o del verso omitido, si se conoce). Véase también 13.23-27.

Ya no quiero más bien que solo amaros


ni más vida, Lucinda, que ofreceros
la que me dais...
(Lope de Vega)

Nunca amanezca a mis ojos


la luz herm osa del día,
porque a su sombra no tenga
vergüenza yo de mí misma.

¡Detente, oh mayor planeta,


más tiem po en la espuma fría
del mar!...
(Calderón de la Barca: E l a lca ld e de Z a la m ea , III, 1)

13.56 Elipsis entre corchetes. En idiomas en los que se hace un uso más amplio
de los puntos suspensivos, es práctica común poner las marcas de elipsis en­
tre corchetes (véase, por ejemplo, 11.39; véase también 11.10). En un con­
texto en el que se empleen los puntos suspensivos tanto para señalar una
elipsis como para marcar pausas del pensamiento o la conversación, se pue­
de diferenciar ambos usos mediante una nota (por ejemplo, «puntos suspen­
sivos en el original»); si este doble uso de puntos suspensivos se repite, se
puede optar por incluir las elipsis entre corchetes. Las normas para la ubica-
ción de los puntos suspensivos entre corchetes son las mismas que se indi­
can en el resto de esta sección, con una excepción: el punto se coloca antes o
después del corchete dependiendo de su posición en el original. Compárese
el siguiente ejemplo, de Facundo, de Domingo Faustino Sarmiento, con los
pasajes citados en 13.51.

El rastreador es un personaje grave, circunspecto, cuyas aseveraciones hacen fe en


los tribunales inferiores. [...] Un robo se ha ejecutado durante la noche: no bien se
nota, corren a buscar una pisada del ladrón, y encontrada, se cubre con algo para
que el viento no la disipe. Se llama en seguida al rastreador, que ve el rastro y lo
sigue sin mirar, sino de tarde en tarde, el suelo [...]. Sigue el curso de las calles,
atraviesa los huertos, entra en una casa y, señalando un hombre que encuentra, dice
fríamente: «¡Éste es!». El delito está probado, y raro es el delincuente que resiste a
esta acusación.

Nótese que aparece un espacio antes del corchete de apertura; también se


deja un espacio después del corchete de cierre, excepto cuando a continua­
ción aparece un punto, una coma o cualquier otro signo de puntuación.

Interpolaciones y aclaraciones
13.57 Palabras omitidas o ilegibles. Cuando se reproduce o se cita un documen­
to en el cual faltan o son ilegibles ciertas palabras, se pueden utilizar para
indicarlo los puntos suspensivos (véase 13.48-56), o preferiblemente un co­
mentario o conjetura entre corchetes (a veces entre signos de interrogación),
o ambas opciones. Si solo se emplean puntos suspensivos (lo que es útil en
fragmentos con abundantes lagunas), se debe explicar en el texto o en una
nota su función de señalar palabras borradas o ilegibles. Si se incluye entre
corchetes un comentario que procede de una fuente distinta, se debe citar la
fuente en una nota o en algún otro lugar del texto. Véase también 6.90.

Otrosí mandamos por esta nuestra carta a todos los arciprestes, e vicarios, e clérigos
e legos que quando los sus mensageros [ilegible] a los pueblos...

Salió bruscamente de la habitación, para dirigirse a la oficina [¿del presidente?]

13.58 Aclaraciones entre corchetes. Se pueden incluir comentarios en un pasaje


citado para aclarar alguna ambigüedad, para suplir letras o palabras que fal­
tan (véase 13.57), para corregir un error o, en una traducción, para hacer re­
ferencia a la palabra o frase original cuando se considera que la traducción
no consigue transmitir su sentido exacto. Tales interpolaciones, que se deben
reducir al mínimo posible a fin de no irritar o distraer a los lectores, se inclu­
yen entre corchetes (nunca entre paréntesis). Véanse también 6.90 y 13.12.
[S ]u im popu laridad [de G o d o y ) se d eb ía m ás a ju ic io s m orales que a razon es
políticas, ya que todo el m undo le creía am ante de la reina y burlador del rey.

N o es mi ánim o formar un catálogo de escritores esp añ oles, y m ucho m en os escribir


la historia literaria de España, cuya obra tienen entre m anos dos eruditos religiosos
[los herm anos R odríguez M ohedano],

13.59 Uso de sic. La partícula sic (literalm ente «así», «de este m odo»), escrita
tradicionalm ente en cursiva, se puede insertar entre corchetes después de
una palabra mal escrita o usada incorrectam ente en el original. Tal recurso
solam ente debe em plearse cuando resulta relevante llam ar la atención so­
bre este tipo de errores (y especialm ente cuando los lectores pueden supo­
ner que el error se ha producido en la transcripción y no en el original) o en
los casos en que resultan inadecuadas la paráfrasis o la corrección silencio­
sa (véanse 13.4 y 13.7 [ítem 5[).

IE]1 m arqués de S an tillan a e sc r ib ió m u ch as p o e sía s lle n a s de e s e e n tu sia sm o


guerrerro [sic] y de esa galantería que distin guió en aquella época a su nación de las
dem ás de Europa.

Sic no debe utilizarse sim plemente para señalar ortografías poco convencio­
nales, que se deben explicar (si es que se considera necesario) en una nota
o en algún texto introductorio. De igual forma, cuando se reproducen textos
con muchos errores o sin regularidad ortográfica (por ejem plo, una serie de
cartas inform ales) es preferible incluir una nota o com entario introductorio,
en vez de sembrar el texto de sic.

13.60 «Cursivas añadidas». Un autor que desee llam ar la atención particular­


mente sobre una palabra o una frase en un texto citado puede ponerla en
cursiva, pero debe indicarlo a los lectores por medio de fórm ulas como
«cursivas m ías/nuestras», «cursiva añadida» o «el subrayado es m ío/nues­
tro». Esta información aparece o entre paréntesis después de la cita o en la
nota en que figure la fuente de la cita. Si hay cursivas en el fragmento origi­
nal, es preferible añadir esta información entre corchetes e inmediatamente
después de las cursivas agregadas. Es esencial mantener en toda la obra la
coherencia respecto al método elegido.

C a li s t o : ¿Cóm o templará el destemplado? ¿Cóm o sentirá el armonía aquel que con ­


sigo está tan discorde? ¿Aquel en quien la voluntad a la razón no obedece? ¿Quién
tiene dentro del pecho aguijones, paz, guerra, tregua, amor, enemistad, injurias, p e­
cados, sospechas, todo a una causal Pero tañe y canta la más triste canción que se ­
pas. ( Celestina 102; cursivas añadidas).

Quien lea con atención La cuestión palpitante echará de ver que la autora habla
mucho del naturalismo, de Zola y de su escuela; que ella lo interpreta a su m odo, y
que, tal com o lo entendía, lo defiende; pero que el naturalismo de la condesa, el de­
fendido teóricamente en el citado volum en, y el llevado al arte en sus novelas, no es
otra cosa que lo siempre conocido entre nosotros con el nombre de realismo [cursi­
vas nuestras]. (Romera Navarro 1928:591).

En determinadas ocasiones puede ser importante precisar que las cursivas


que aparecen en una cita estaban de hecho en el original. En ese caso, se
debe incluir entre corchetes la frase «cursivas en el original».

13.61 Interpolaciones que requieren comillas. Ocasionalmente, pueden apare­


cer comillas dentro de una interpolación entre corchetes o entre paréntesis
que a su vez se encuentra en un fragmento entrecomillado. En tales casos
no se aplica la regla sobre comillas latinas, dobles y simples (véase 13.28);
las comillas contenidas en los corchetes pueden seguir siendo latinas.

«¿Quieres decir que un ternero de cabeza doble [«de dos cabezas» en una versión
anterior] tiene más valor que dos terneros normales?»

Citación de fuentes en el texto


13.62 Uso de paréntesis en citas incluidas en el texto. Si la fuente de una cita
directa no se da en nota, se pone generalmente en el texto entre paréntesis.
Aunque la fuente sigue normalmente a la cita, puede venir antes si así enca­
ja mejor en el texto introductorio (como en el segundo ejemplo de 13.63).
Los ejemplos en esta sección se centran en las formas completas y abrevia­
das de citación entre paréntesis, que pueden ser necesarias en trabajos bre­
ves sin notas o bibliografía, o para proporcionar en el texto referencias a un
trabajo citado frecuentemente. Las recomendaciones sobre la ubicación de
las referencias en relación con el texto incluidas en esta sección son válidas
para los dos sistemas de citación recomendados por Chicago-Deusto: en
notas y bibliografía (capítulo 14) y en el formato autor-fecha (capítulo 15).

13.63 Citación completa en el texto. Puede facilitarse la referencia entera entre


paréntesis inmediatamente después de la cita, o incluirse algunos de los datos
en el texto y el resto entre paréntesis. Para más información sobre la forma
correcta de ofrecer referencias completas, véase 14.18.

Parafraseando a San Agustín, en efecto, es posible afirmar que «A la filosofía no


hay nada, en principio, que le resulte ajeno» (Andrés O rtiz-O sés y Patxi Lanceros:
Claves de H ermenéutica [Universidad de D eusto, Bilbao, 2009], 585)

De la misma opinión es Amador de los R íos, quien en su Historia crítica de la li­


teratura española (Imprenta de José Rodríguez, Madrid. 1861-5, I, V I) escribe:
«Cuando la literatura de un pueblo no tiene una antigüedad poética anterior a la
época en que se desenvuelve con más arte y regularidad, jam ás llega a poseer un ca­
rácter, ni a respirar un espíritu de vida que le sea propio...».

*3.64 Uso de ibíd. e ibídem con citas correlativas en el texto. Si se cita un se­
gundo fragmento de la misma fuente cerca del primero y no hay ninguna
otra cita de una fuente distinta entre ambas, se puede usar ibíd. o ib íd e m (en
letra redonda) en la segunda referencia («Ibíd., 114», por ejemplo); si se es­
cribe solamente ibíd. se sobreentiende que la cita aparece en la misma pá­
gina que la anterior. No se debe abusar de la expresión ib íd .: para referirse
repetidamente a una misma fuente —como, por ejemplo, al analizar por ex­
tenso una obra de ficción — , a partir de la segunda cita solamente es nece­
sario incluir el número de página entre paréntesis. Si entre dos citas distin­
tas de una m ism a fuente se ha intercalado una cita proveniente de otra,
se puede hacer una referencia abreviada (por ejemplo, « C la v e s d e H e r ­
m e n é u tic a , 114»), Para más inform ación sobre referencias abreviadas,
véase 14.24-31; sobre el uso de ib íd . en notas, véase 14.29.

13.65 Referencias frecuentes a una misma fuente citada en nota. En un tra­


bajo que contiene notas, la referencia com pleta de una fuente se puede
dar en nota la prim era vez que aparezca, y entre paréntesis en el texto el
resto de las veces. Este método es especialm ente útil para los estudios li­
terarios que em plean citas frecuentes de una única fuente. En un estudio
de E l a lc a ld e d e Z a la m e a , por ejem plo, la nota inicial incluiría la refe­
rencia com pleta a la edición, y advertiría al lector con un texto semejante
a este: «Las referencias incluidas en las demás citas del texto se refieren al
acto y versos según esta edición». A partir de ese momento se incluiría solo
una referencia entre paréntesis, por ejem plo «Acto III, vv. 2192-2197»,
como en el siguiente fragm ento de E l a lc a ld e d e Z a la m e a . En las refe­
rencias a un trabajo de ficción, se puede dar solo la referencia al número
de página.

C respo : Ya que yo, com o justicia,


m e valí de su respeto,
para obligaros a oírm e,
la vara a esta parte dejo,
y com o un hom bre no m ás
deciros m is penas quiero (acto III, vv. 2192-2197).

Cuando se emplean diversas fuentes de este tipo (o diversas ediciones de


una sola fuente), puede ser necesario indicar el título (o edición) entre pa­
réntesis; también puede ser recomendable crear una abreviatura para cada
fuente e incluir una lista de las abreviaturas al principio o al final de la obra
(véase 14.54-55). Véanse también 14.43, 14.260 y 14.267).
Referencias después de citas insertas en el texto

13.66 Puntuación después de la fuente. Después de una cita incluida en el tex­


to. la fuente se da generalm ente a continuación de las comillas de cie­
rre, seguida del resto de la oración circundante (incluidos cualquier coma,
punto y coma, dos puntos o guión; pero véase 13.67) o de la puntuación fi­
nal de esa oración.

En ese momento Crespo se despoja de la vara de alcalde, y se dirige a don Alvaro


«com o un hombre no más» (acto III, v. 2196).

Es innegable que en los últimos años, com o afirma Felipe G óm ez Isa, «la memoria
se ha convertido en una categoría ético-filosófica, política y jurídica» (El derecho a
la m em oria, 13).

¿Quién podrá poner en duda que, com o afirma Felipe G óm ez Isa, «la memoria se
ha convertido en una categoría ético-filosófica, política y jurídica» (El derecho a ¡a
m em oria , 13)?

No es necesario que la referencia entre paréntesis aparezca inmediatamen­


te después de la cita, con tal de que esté claro a qué cita pertenece. Véanse
13.63 (segundo ejemplo) y 15.25.

13.67 Signos de interrogación o de exclamación antes de la fuente. Cuando


una cita aparece al final de una frase y es en sí misma una pregunta o una
exclamación, el signo correspondiente se conserva dentro de las comillas, y
se añade un punto después del paréntesis de cierre de la referencia (compá­
rase con el tercer ejemplo de 13.66).

El narrador, por otra parte, se cuestiona su propia capacidad para comprender al


personaje: «Por otra parte, ¿cóm o penetrar en lo íntimo del corazón, en el secreto
escondido de la mente juvenil de una doncella, criada tal vez con recogimiento
exquisito e ignorante de todo, y saber qué idea podía ella formarse del matrimonio?»
(P epita Jim én ez 10).

Referencias después de citas separadas del texto

13.68 Puntuación antes de la referencia. La fuente de una cita que se presenta


separada del texto se ofrece entre paréntesis al final de la cita, y en el mis­
mo tamaño. El paréntesis de cierre se sitúa antes del signo de puntuación fi­
nal del material citado. Véanse también 6.92 y 15.25).
En estas narraciones debe haber mucha gracia, nacida de la variedad de objetos,
de la desem ejanza de caracteres, de la gravedad, mansedumbre, esperanza, miedo,
sospecha, deseo, disim ulación, error, misericordia, mudanza de fortuna, inesperadas
calamidades, súbita alegría, feliz resultado (Cicerón, D e Inventione, 1, XIX).

Si es necesario incluir un término como línea, vol. o p. al principio de una


referencia abreviada, deberá aparecer en minúscula, al igual que sucede en
las citas incluidas en el texto.

13.69 Referencias entre paréntesis en citas de poesía. Para no interferir con la


disposición y la presentación total de un poema, las referencias entre pa­
réntesis de citas de poesía se sitúan en la línea siguiente al último verso
de la cita. La referencia puede aparecer centrada sobre la última letra del
verso más largo de la cita, o alineada con el margen izquierdo del poema;
puede añadirse un espacio adicional de una línea entre la cita y la referen­
cia. También son posibles otras posiciones (como en los ejemplos ofreci­
dos en 13.23 y 13.70), mientras se mantengan la coherencia y la claridad.

Ojos claros, serenos,


si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos herm osos.
¡Ay, tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.

(Gutierre de Cetina: madrigal «A unos ojos»)

13.70 Referencias abreviadas en citas de poesía. Las referencias abreviadas en


citas de poesía se tratan de la misma forma que las completas. Una cita de
la Araucana de Ercilla, una vez que el lector sepa que la referencia indica
el libro, canto y número de verso, podría aparecer así:

Un lim pio honor del ánimo ofendido


jam ás puede olvidar aquella afrenta,
trayendo al hombre siempre así encogido
que dello sin hablar da larga cuenta:
y en el mayor contento, desabrido
se le pone delante, y representa
la dura y grave afrenta, con un m iedo
que todos le señalan con el dedo (I, VIII, 1-8).
Citas en idioma extranjero
13.71 Estilo tipográfico de las citas en idioma extranjero. Las citas en idioma
extranjero que se incorporan en un texto en español se tratan como las ci­
tas en español: se escriben normalmente en letra redonda y se insertan o se
separan del texto en función de su longitud. Se mantiene la puntuación del
original, salvo por el hecho de que las comillas dobles o simples se pue­
den sustituir por comillas latinas, y los espacios relacionados con signos de
puntuación se ajustan para adaptarse al texto circundante (véase 11.10). So­
bre palabras y frases aisladas, véase 7.32. Sobre citas en la lengua original
presentadas a continuación de una traducción al español, véase 13.73.

La relación entre la sangre y la culpa es evidente en M acbeth desde el momento


m ism o del crimen («Yet who would have thought the oíd man to have had so much
blood in him?»).

Si en el original se usan comillas para los diálogos (véanse 11.38, 11.55,


11.65 y 11.126), en una cita separada del texto pueden conservarse estas
comillas.

13.72 Sobre la necesidad de ofrecer la traducción. La decisión de proporcionar


o no una traducción de los pasajes citados en idioma extranjero depende de
las capacidades lingüísticas de los lectores probables. Por ejemplo, en un
trabajo que vaya a ser leído por expertos en letras clásicas, las fuentes lati­
nas o griegas se pueden citar libremente en su forma original; en un estudio
literario sobre Goethe, las citas de la obra de Goethe se pueden dar sola­
mente en el alemán original. En textos destinados a un público más amplio,
es preferible ofrecer las traducciones.

13.73 Dónde situar las traducciones. La traducción de una cita en lengua extran­
jera puede situarse después del original entre paréntesis o, como en 13.74, el
original puede aparecer después de la traducción. No es necesario repetir en
la traducción entre paréntesis (o en el original entre paréntesis, dependiendo
del orden escogido) las comillas que encierran la cita; debe mantenerse, en
cambio, toda comilla que aparezca en la cita (como en el segundo ejemplo).
Véanse también 6.86 y 7.33. Si aparecen entre paréntesis o corchetes una ora­
ción larga o más de una oración, como en el ejemplo, solo se incluye un pun­
to final, después del paréntesis.

El texto manuscrito por Beethoven, «Es muss sein!» (¡Tiene que ser!) sirve de inspi­
ración a Milan Kundera en su novela más fam osa. L a insoportable levedad d el ser.

À vrai dire, Abélard n ’avoue pas un tel rationalism e: «je ne veux pas être si
philosophe, écrit-il, que je résiste à Paul, ni si aristotélicien que je me sépare du
Christ». (D e hecho, Abelard no admite tal racionalism o. «N o deseo ser tan filósofo,
escribe, que me oponga a Paul, ni tan aristotélico que me separe de Cristo»).

13.74 Fuente más traducción. Cuando una cita requiere simultáneamente una re­
ferencia y una traducción, la referencia se puede poner entre paréntesis, con
la traducción (o el original, dependiendo del orden escogido) a continua­
ción, separada por un punto y coma. Véase también 13.66-67.

Significativam ente, F. D enis inicia su R ésu m é de l ' h isto ire litté ra ire de P o rtu g a l
con un apartado titulado «Pourquoi la littérature portuguaise est peu connue» (Por
qué la literatura portuguesa es tan poco conocida; 1826: 2).

Si al añadir la traducción o el texto original la presentación queda demasia­


do confusa, se pueden situar en una nota; en este caso se pueden incluir en­
tre comillas, y no entre paréntesis o corchetes (véase 13.75).

13.75 Inclusión de la versión original en nota. En muchas obras, las citas de


una fuente en lengua extranjera aparecen solamente en forma traducida. Si
es imprescindible incluir el original, se puede incluir en una nota. En el se­
gundo ejemplo de 13.73, si en el texto se presenta únicamente la traducción
sin el original francés, este se puede incluir en una nota como la siguiente:

4 «À vrai dire, Abélard n ’avoue pas un tel rationalisme: “je ne veux pas être
si philosophe, écrit-il, que je résiste à Paul, ni si aristotélicien que je me sépare du
Christ”».

Véase también 13.28.

13.76 Referencias de la traducción. Cuando se cita un pasaje en lengua extranje­


ra que requiere una traducción, el autor debe recurrir a una traducción ya pu­
blicada de la obra al español siempre que sea posible, y dar la referencia a la
fuente de esa traducción, incluyendo el título de la traducción, el nombre del
traductor, los detalles bibliográficos relevantes y la página (véase 14.109).
Los autores que realicen sus propias traducciones deben indicarlo así, sea
entre paréntesis a continuación de la traducción, en una nota o en algún tex­
to introductorio, con palabras similares a «traducción mía», «traducción del
autor» o «A menos que se indique explícitamente lo contrario, todas las tra­
ducciones son mías». Véase también 11.6-7.

13.77 Adaptación de traducciones preexistentes. El autor que use una traduc­


ción ya publicada puede necesitar de vez en cuando modificar una palabra
o dos para adaptarla al nuevo contexto. En estos casos se debe añadir en­
tre paréntesis o en nota la aclaración «Traducción adaptada» o alguna frase
equivalente (véase 13.60). Además, se recomienda que tales modificacio­
nes se indiquen entre corchetes (véase 13.57-58). Este recurso debe usarse
con mucha moderación. Si una traducción ya publicada es inadecuada para
los fines del autor, es preferible no servirse de ella y traducir de nuevo to­
dos los fragmentos citados.

13.78 Cambios en las traducciones. En las citas de traducciones publicadas so­


lamente se pueden introducir los cambios descritos en 13.7. En las traduc­
ciones nuevas realizadas por el autor, sin embargo, se pueden modificar las
mayúsculas, la puntuación, la ortografía y el lenguaje para adaptarlas al
texto circundante.

13.79 El pecado de la retraducción. Un pasaje citado que provenga de una obra


originalmente publicada en español nunca debe ser traducido de nuevo al
español a partir de una versión en lengua extranjera. Por ejemplo, un autor
que cite un pasaje de un estudio alemán sobre los Sueños de Quevedo debe
localizar el pasaje original en español y reproducirlo; en caso de que le sea
imposible localizar el pasaje, el autor debe recurrir a la paráfrasis, nunca a
la retraducción.
14 Documentación I:
notas y bibliografía
Cita de fuentes; presentación 14.1
Consideraciones sobre las fuentes electrónicas 14.4
Notas y bibliografía: formato básico,
con ejemplos y variantes 14.14
Notas 14.19
Numeración de las notas 14.19
Citas breves 14.24
Comentarios y citas en las notas 14.32
Notas a pie de página frente a notas finales 14.38
Dos series de notas 14.44
Notas sin numerar 14.47
Remedios para el exceso de notas 14.51
Bibliografías 14.56
Introducción 14.56
Disposición de las entradas 14.60
La raya de sustitución para nombres repetidos en la bibliografía 14.63
Libros 14.68
Nombre del autor 14.72
Título 14.93
Capítulos u otras partes de un libro 14.111
Edición 14.118
Obras en varios volúmenes 14.121
Colecciones 14.128
Pie editorial 14.133
Lugar de publicación 14.134
Nombre de la editorial 14.139
Fecha de publicación 14.149
Página, volumen y otros localizadores 14.154
Libros electrónicos 14.166
Publicaciones periódicas 14.170
Revistas 14.175
Magacines 14.199
Periódicos 14.203
Reseñas 14.214
Entrevistas y comunicaciones personales 14.218
Materiales inéditos o de publicación informal 14.224
Tesis, tesinas, trabajos y similares 14.224
Colecciones de manuscritos 14.232
Webs y blogs 14.243
Tipos especiales de referencias 14.247
Diccionarios y enciclopedias 14.247
Folletos y similares 14.249
Referencias a textos sagrados 14.252
Obras clásicas grecolatinas y medievales 14.256
Obras clásicas en lenguas modernas 14.267
Partituras 14.269
Bases de datos 14.271
Citas tomadas de fuentes secundarias 14.273
Materiales audiovisuales 14.274
Grabaciones sonoras 14.276
Grabaciones de imagen 14.278
Documentos legales y jurisprudenciales 14.281
Cita de fuentes: presentación
14.1 Finalidad de la cita de fuentes. L a é tic a , las le y e s de p rop ied ad in te le ctu a l
y la c o r te sía c o n lo s lec to re s e x ig e n qu e lo s au tores id e n tifiq u e n las fu e n te s
de la s c ita s d irecta s y la s paráfrasis y d e c u a lq u ie r otro d ato u o p in ió n q u e
n o se a de c o n o c im ie n to g e n e ra l o no se a fá c il d e com p rob ar (v é a s e 1 3 .1 -6 ).
' L a s c o n v e n c io n e s so b re la d o c u m e n ta c ió n va ría n d e p e n d ie n d o d e l c a m ­
p o a c a d é m ic o , las p r e fer en cia s d e e d ito ria les y autores y las n e c e s id a d e s de
una obra en particular. C o n in d e p e n d e n c ia d e la c o n v e n c ió n q u e se sig a , el
c riterio p rin cip al d e cu a lq u ier fo rm a de c ita e s c o n te n e r la in fo r m a ció n s u fi­
c ie n te para c o n d u c ir a lo s le c to r e s h asta la fu e n te m e n c io n a d a o , para m a te ­
riales d e d ifíc il a c c e s o , id e n tific a r cla ra m en te las fu e n te s u sa d a s, e sté n p u ­
b lica d a s o n o, en fo r m a im p resa o en fo rm a to e le c tr ó n ic o .

14.2 Los dos sistemas de Chicago-Deusto para la cita de fuentes. E ste capítulo
d escrib e e l prim ero d e lo s d os sistem as de d ocu m en ta ció n de C h ic a g o -D e u s­
to, que e m p lea notas, sean a p ie de página, fin a les o de am b os tip os, y norm al­
m ente una bib liografía. Las notas ofrecen un e sp a c io para fu en tes de gén eros
p o c o habituales, a sí c o m o para com en tarios sobre las fu en tes citadas, lo que
hace que e ste sistem a se a extrem adam ente flex ib le . En virtud de d ich a f le x i­
bilidad, e l sistem a de notas y b ib liografía e s el preferido por m u ch o s autores
del c a m p o de las hu m anidad es. E l otro sistem a de C h ic a g o -D e u sto — qu e e m ­
plea citas autor-año entre paréntesis y la correspon dien te lista de referencias,
c o m o se describ e en e l cap ítu lo 1 5 — e s c a si id én tico e n con ten id o, pero d i­
fiere en la form a. S e prefiere el sistem a autor-año en m u ch as p u b lica c io n es de
cie n c ia s naturales y so c ia le s, pero se pu ed e adaptar a cualqu ier trabajo, a v e c e s
con la ad ición de notas a pie de págin a o fin ales. En el c a so de las revistas, lo
m ás probable e s qu e la e le c c ió n de un sistem a u otro v e n g a dada d esd e tiem p o
atrás; en e l c a so de escribir para una revista, se deb en consu ltar las in stru ccio ­
nes e sp e c ífic a s de la m ism a para los autores (v é a se 14.3).

14.3 Otros sistemas de cita de fuentes. Entre otros m u ch o s sistem a s b ien c o n o c i­


d os figuran los de la M o d e m L an gu age A sso c ia tio n (M L A ) y la A m erican P s­
y c h o lo g ic a l A sso c ia tio n (A P A ), qu e em p lean variantes del sistem a autor-año
(d escrito en e l cap ítu lo 15), y el d e la A m erican M ed ical A sso c ia tio n (A M A ).
La A M A utiliza una lista de referencias num eradas que se citan en e l texto m e ­
diante el núm ero; d ic h o s nú m eros aparecen en su perínd ice (nú m eros en cuer­
p o m en or c o lo c a d o s a la derecha de la palabra), igual qu e las llam ad as a nota.
Las norm as de e sto s tres sistem a s, ju n to c o n ejem p lo s, se encuentran en lo s
m anu ales de d ich as a so c ia cio n e s. T am bién S c ie n tific S tyle a n d F o rm a t, p u b li­
cad o por el C o u n cil o f S c ien ce E ditors (C S E ), o frece r eco m en d a cio n es de uti­
lidad, tanto sobre e l sistem a autor-año c o m o sobre las referencias num eradas
(v é a n se b ib liog. 1.1 en e sto s y otros m anu ales de e stilo ). M u ch as revistas y
c o le c c io n e s sigu en algu n o de e sto s e stilo s o tien en u n o propio, q u e a m en u d o
se parece a algu n o de lo s sistem as m en cio n a d o s aquí o en 14.2 o se basa en él.
1 4 .4 D O C U M E N T A C IÓ N l: NOTAS A BIBI.IOOK A l-'f A

Consideraciones sobre las fuentes electrónicas


14.4 Identificadores de las fuentes electrónicas. C u an d o se citan fu en tes elec­
trón icas co n su lta d a s en lín ea, C h ic a g o -D e u s to r eco m ien d a — c o m o elem en ­
to fin al de una referen cia que in c lu y a to d o s lo s e le m e n to s d escrito s a lo largo
de e ste ca p ítu lo y en el ca p ítu lo 1 5 — la in c lu sió n d e un U R L 1 o D O I2. Cual­
qu iera d e e sto s e le m e n to s c o n d u ce a lo s lec to re s directam en te hasta la fuen­
te citad a, y se an im a a lo s autores a h a cerlo s con star en las referen cias de sus
fu en tes. L as e d ito ria les, en cu alq u ier c a so , tendrán al resp ecto su s propios re­
q u isito s, qu e p u ed en d ep en d er d el tip o d e trabajo y d e lo s u so s q u e se harán
d el m ism o . Por e je m p lo , lo s e d ito re s d e una rev ista electró n ica pu ed en pro­
porcion ar d e m anera habitual h ip er v ín c u lo s a las fu en tes ele ctr ó n ic a s citadas
(p r o c eso q u e lo s autores fa cilita n cu a n d o in c lu y en lo ca liza d o re s de las fuen­
tes e le ctr ó n ic a s e n las referen cia s de su s fu en tes). P or otra parte, e s posible
qu e e l ed itor de un lib ro im p reso s o lo pid a un U R L o D O I en las referencias
de fu e n te s a las q u e de otra m anera sería d ifíc il acceder. P or estas razones,
se r eco m ien d a a lo s autores co n su lta r a su s ed ito res en las prim eras fa ses del
p r o c e so de e d ic ió n . L a in fo rm a ció n de este ca p ítu lo —ju n to a los ejem p lo s de
U R L y D O I que aparecen a lo largo d el m is m o — pretende proporcionar una
gu ía a los autores y e d ito re s q u e d e se a n in clu irlo s en su in v e stig a ció n , publi­
ca c ió n o am bas. Para la cita de fu e n te s e le ctr ó n ic a s en sop ortes esta b le s tales
c o m o C D -R O M , v é a n se 1 4 .1 6 6 . 1 4 .1 6 8 , 1 4 .2 7 6 y 14.279.

14.5 URL y URL L o s U R L (u n if o r m r e s o u r c e lo c u t o r , « lo c a liz a d o r u n iform e de


r e c u r s o s » ) — por e je m p lo , h ttp ://w w v v .c h ic a g o m a n u a lo f.s ty le .o r g /— están
d ise ñ a d o s para c o n d u c ir al lec to r d ir ec ta m en te a una fu en te de Internet. So­
bre la sin ta x is d e lo s U R L , v é a s e 1 4 .1 1 -1 2 . Para e je m p lo s de U R L en la cita
de fu e n te s, v é a n se 1 4 .1 8 (ap artad o « A r tíc u lo de r ev ista » ), 1 4 .1 6 7 , 14.169,
tod a la e x p o s ic ió n so b re p u b lic a c io n e s p e r ió d ic a s (1 4 .1 7 0 -2 1 7 ), entrevistas
y c o m u n ic a c io n e s p e r so n a le s ( 1 4 .2 1 8 - 2 2 3 ) . sitio s w e b y b lo g s (1 4 .2 4 3 -2 4 6 ),
m a te r ia le s a u d io v is u a le s ( 1 4 .2 7 4 - 2 8 0 ) y o tro s lu gares. N ó te se q u e nunca
e s s u fic ie n te p ro p o rcio n a r s o lo el U R L (u otro lo ca liza d o r de la fuente); en
la m e d id a en q u e se p u ed an determ in ar, prim ero se d e b e hacer constar to­
d o s lo s d a to s d e la p u b lic a c ió n . A u n q u e e l U R L p u ed e c o n d u c ir directa­
m e n te a lo s le c to r e s a la fu e n te c ita d a , e s tam b ién el e le m e n to m ás vulnera­
b le de la cita; la fu e n te a la q u e d ir ig e e l U R L p u ed e cam b iar d e ubicación
en la w e b o d e sa p a r e c e r por c o m p le to . Para corregir e s a d e fic ie n c ia surge el
U R I ( u n if o r m r e s o u r c e id e n t if ie t \ « id e n tific a d o r u n iform e de r ecu rso s» ), que
o fr e c e una altern a tiv a m u c h o m á s e sta b le , p rop orcion an d o una d ir ec ció n que

Para más información sobre los 0RL. consúltese el sitio web del World Witle Web Consortium
(véase 14.5).
- Para más información sobre los DOI, consúltense los sitios web de la In te rn a tio n a l DOI
F o u n d a tio n y C ro ssR e J'I véase 14.6).
n o ca m b ia . L o s lecto res d eb en tener la p o sib ilid a d de evalu ar la natu raleza y
autoridad de cu alq u ier fu en te partien do de lo s datos de p u b lica ció n c o m p le ­
to s tal y c o m o se d etallan en e ste ca p ítu lo y el sigu ien te.

14.6 DOI (digital object identifier). Bntre los m u ch os estándares orientados a c u ­


brir la n ecesid ad de id cn tificad ores de fu entes m ás fia b les se cu enta el DOI
( d ig it a l o b je c t id e n tifie r. «identificador digital de objetos»). El DO I es un n om ­
bre e x c lu siv o y perm anente que se asigna a un libro o artículo de revista (o a
sus com p on en tes), c o n ind ep en dencia del m ed io en el que aparezca publicado.
El térm ino d ig ita l se refiere al identificador y no necesariam ente al objeto. Un
D O I se c o m p o n e de un prefijo asignad o por una agen cia de registro de DOI
— c o m o por ejem p lo C r o s s R e f— y. desp ués de una barra, un nom bre asignado
por el editor. Por ejem plo. 10.1 0 8 6 /5 2 9 0 7 6 identifica el artículo titulado «B efore
D em ocracy: The Production and U ses o f C om m on S en se». de Sophia R osen feld.
p u b licad o en el nú m ero de m arzo de 2 0 0 8 del J o u r n a l o f M o d e rn H is to ry .
C o m o m ínim o, al teclear o copiar el D O I para su resolu ción en la w e b de la In­
tern ation al D O I F o u n d a tio n o de C r o ss R e f.o r g (o en c u a lq u ie r m otor de
búsqueda que acepte D O I) se redirigirá al lector a un U R L en el que se puede
encontrar el artículo. A lternativam ente, agregar el DOI a http://dx.doi.org/ en la
barra de d ir e c c io n e s de un n a v e g a d o r de Internet co n d u cirá al recurso. Por
ejem p lo , h ttp ://d x .d o i.o rg /1 0 .1 0 8 6 /5 2 9 0 7 6 proporcionará e l artículo de R o sen ­
feld antes m en cion ad o. Los autores deben incorporar un DOI en lugar de un
U R L para las fuentes que disp onen de aquel. L os ejem p los inclu id os en la e x ­
p o sició n sobre las revistas ( véase 1 4 .1 7 5 -1 9 8 ) se pueden aplicar a otros tipos de
fuentes si es necesario, inclu so a los libros (véan se 14.167 y 14.248).

14.7 Fecha de consulta. La fech a de c o n su lta (e s decir, la fech a en que el a u ­


tor a c c e d ió a la fu e n te , fa cilita d a por él m ism o ) tien e un valor lim itado: a
m e n u d o lo s lec to re s no tendrán a c c e so a las v e r s io n e s an tigu as: lo s a u to ­
res n o rm a lm en te co n su lta n m u ch a s v e c e s una fu en te en el cu rso de d ías o
m e se s; y la e x a ctitu d de tales fe ch a s, una v e z registrad as, no pu ed e ser v e ­
rifica d a fá c ilm e n te por los e d ito r e s ni por las e d ito r ia le s . Por to d o e llo .
C h ic a g o -D e u s to no req u iere la fe ch a de c o n su lta en las c ita s de fu en tes
e le c tr ó n ic a s, a m e n o s q u e no se p u ed a determ in ar la fe ch a de p u b lica c ió n o
r ev isió n b a sá n d o se en la fu en te (v é a se 14.8). En rela ció n con tales fu en tes
sin fe c h a — o con c u a lq u ie r otra fu en te su sc e p tib le de cam b iar sin a\ isar -
se an im a a los au tores, c o m o m ed id a a d ic io n a l de segu rid ad , a arch ivar c o ­
p ias fe ch a d a s, sean im p resas o en fo rm a to e le c tr ó n ic o . D a d o qu e algu n as
e d ito r ia le s de cierta s d isc ip lin a s — en particular, c a m p o s de in v e stig a c ió n
in te n siv a , c o m o las c ie n c ia s y la m e d ic in a — sí e x ig e n las fech a s de a c c e so ,
lo s autores d eb en c o n su lta r an tes de nada a su e d ito ria l, y nu nca e s m alo re­
gistrar las fech a s de a c c e s o durante la in v e stig a c ió n . A los estu d ia n tes se les
e x ig e h a b itu a lm cn tc q u e den en su s trabajos las fe c h a s de a c c e so a las fu e n ­
tes en lín ea q u e citan . Para e je m p lo s , v é a n se 1 4 .1 8 5 , 14 .2 4 5 y 1 4 .2 4 8 .
14.8 «Última modificación» y otras fechas de revisión. A lg u n o s d o c u m e n ­
t o s e le c tr ó n ic o s d an e n c a d a p á g in a o p a n ta lla u n a fe c h a q u e in d ic a la
ú ltim a v e z q u e s e m o d if ic ó o r e v is ó e l d o c u m e n to . N o h a y está n d a res
a c e p ta d o s para e s ta p r á c tic a , y, e n e l c a s o d e lo s m a te r ia le s p u b lica d o s
fo r m a lm e n te , g e n e r a lm e n te e s m á s im p o r ta n te la fe c h a d e p u b lic a c ió n .
D e b e in c lu ir s e u n a fe c h a d e r e v is ió n , sin e m b a r g o , si s e p r e se n ta c o m o
fe c h a d e p u b lic a c ió n d e h e c h o o si p o r c u a lq u ie r r a zó n e s la ú n ic a fech a
d e q u e s e d is p o n e . T a le s fe c h a s p u e d e n se r p a r tic u la r m e n te ú tile s para
cita r w ik is y otras o b r a s c o n s ta n te m e n te a c tu a liz a d a s . P ara un e je m p lo ,
v é a s e 1 4 .2 4 8 .

14.9 Autoridad y permanencia. L o s a u to r e s d e b e n so p e s a r la a u to r id a d de


c u a lq u ie r fu e n te e le c tr ó n ic a q u e d e c id a n citar, al ig u a l q u e lo h a c e n con
la s f u e n te s im p r e s a s. L o s c o n te n id o s e le c t r ó n ic o s q u e se p r e se n ta n sin
v ín c u lo s fo r m a le s c o n u n a e d ito r ia l o u n a e n tid a d p a tr o c in a d o r a tien en el
m is m o v a lo r d e au to rid a d q u e en o tr o s m e d io s e l m a teria l in é d ito o au-
to e d ita d o . A d e m á s , ta le s c o n te n id o s so n m u c h o m á s s u s c e p tib le s d e ca m ­
biar sin a v is o — o d e sa p a r e c e r p or c o m p le t o — q u e io s m a te r ia le s p u b lica ­
d o s fo r m a lm e n te . P or otra parte, e l m a teria l a u to e d ita d o d e un e x p e r to en
una d e te r m in a d a m a ter ia — r e la tiv a m e n te in a c c e s ib le a n te s d e q u e e x is ­
tieran lo s b l o g s — p u e d e ser d e m u c h a v a lid e z . L o s a u to res d e b e n o b ser ­
var, a s im is m o , q u e t o d o lo q u e s e p u b lic a e n In tern et e stá ta m b ié n «pu­
b lic a d o » en té r m in o s d e p r o p ie d a d in te le c tu a l y se d e b e tratar c o m o tal a
e f e c t o s d e r e fe r e n c ia c o m p le ta y o b te n c ió n de p e r m is o s , si so n n e c esa rio s
(v é a n s e 4 .2 y 4 .4 0 -4 4 ) .

14.10 Publicaciones disponibles en más de un medio. En m u c h o s c a s o s se tie­


n e el p r o p ó s ito d e q u e lo s c o n te n id o s d e la s fo r m a s im p r esa y e le c tr ó n i­
ca d e la m ism a p u b lic a c ió n se a n id é n tic o s . A d e m á s , se a n im a a la s e d ito ­
r ia le s a se ñ a la r e x p líc ita m e n te tod a d ife r e n c ia en tre a m b a s ( v é a s e 1.73).
En la p r á c tic a , d a d o q u e sie m p r e e x is te la p o s ib ilid a d d e q u e h a y a d ife ­
re n c ia s, in te n c io n a d a s o n o , lo s a u to r e s d e b e n citar la v e r s ió n c o n su lta ­
da. C h ic a g o - D e u s t o r e c o m ie n d a in c lu ir un U R L o D O I para in d ic a r que
e l trabajo se h a c o n su lta d o e n lín ea ; para o tr o s e le m e n to s n o im p r e s o s, se
d e b e in d ica r e l m e d io (p o r e je m p lo , C D -R O M ). En c u a lq u ie r c a s o , n ó tese
q u e lo s fo r m a to s e le c tr ó n ic o s a lte r n a tiv o s o fr e c id o s p or una m ism a e d i­
torial e n e l m is m o s itio w e b (p o r e je m p lo , la s v e r s io n e s en P D F y H T M L
d e l a r tíc u lo d e r e v ista m e n c io n a d o en 1 4 .1 6 ) n o c o n s titu y e n fu e n te s d is­
tin ta s. N o r m a lm e n te e l U R L d e c a d a v e r s ió n será d istin to , p e r o el DO I
no. D e h e c h o , la u tilid a d q u e tie n e e l D O I para lo s le c to r e s e s q u e in d i­
c a lo s d is tin to s m e d io s , n o fo r m a to s , e n lo s q u e e s tá p u b lic a d a u n a obra.
A u n q u e una fu e n te im p r esa p u e d e c o n ta r c o n un D O I, n o e s n e c e s a r io que
lo s a u to res lo in c lu y a n e n su in v e s tig a c ió n a m e n o s q u e su e d ito r ia l o d is­
c ip lin a lo e x ija .
14.11 El URL y otros elementos similares en relación con el texto. Los U R L .
D O I, d ir e c c io n e s d e c o r r e o e le c tr ó n ic o y sim ila r e s so n c a d e n a s d e c a r a c ­
teres e x c lu s iv a s q u e n o c o n tie n e n e s p a c io s . L o s U R L d e b e n e sta r c o m ­
p l e t o s . c o m e n z a n d o p o r e l p r o t o c o lo ( n o r m a lm e n te h ttp — h y p e r t e x t
t r a n s f e r p r o t o c o l — o f t p — f i l e t r a n s f e r p r o t o c o l — ). A u n q u e s ig a a un
p u n to , la p rim era letr a d e l p r o to c o lo (p o r e je m p lo , la h d e h ttp ) n o v a en
m a y ú s c u la ; ig u a lm e n te , el d o i q u e p r e c e d e al D O J en una c ita d e fu e n ­
te ta m p o c o v a en m a y ú s c u la s . En te x to c o r r id o , ha d e e v ita r s e c o m e n z a r
un a o r a c ió n c o n un U R L o D O I; v é a s e ta m b ié n 8 .1 7 3 . E l u s o d e m a y ú s ­
c u la s e n lo s r e s ta n te s e le m e n t o s e s v a r ia b le . D a d o q u e a lg u n o s id e n ti-
fic a d o r e s d e f u e n te d is tin g u e n en tre m a y ú s c u la s y m in ú s c u la s , n o d e b e
m o d ific a r s e su fo r m a d u ran te e l p r o c e s o d e e d ic ió n a le g a n d o c u e s tio n e s
d e e s t ilo (n o o b s ta n te , v é a s e 1 4 .2 4 4 ). La barra fin a l (/), ú ltim o c a rá cter
en un U R L q u e in d iq u e un d ir e c to r io , fo r m a parte d e a q u e l. S e p e r cib ir á
fá c ilm e n te q u e lo s s ig n o s d e p u n tu a c ió n q u e s ig u e n al U R L o a o tr o i n d i ­
c a d o r p e r te n e c e n al te x to . P or ta n to , la s c ita s q u e in c lu y a n ta le s e le m e n ­
to s se d e b e n p u n tu ar d e l m o d o n o rm a l. A u n q u e en a lg u n a s a p lic a c io n e s
e s h a b itu a l en cerra r la s d ir e c c io n e s d e c o r r e o o lo s U R L en tre p a r é n te sis
a n g u la r e s o s ig n o s s im ila r e s , e s t o s so n in n e c e s a r io s e n el c o n te x to d e la s
n o ta s y b ib lio g r a fía s y e n el te x to c o rr id o (v é a s e ta m b ié n 6 .8 ).

14.12 URL o DOI y saltos de línea. En un trabajo im p reso, si se ha d e d iv id ir un


U R L o D O I al fin al de la lín ea , el corte se d e b e hacer tras d o s p u n tos, b a ­
rra (/) o d o b le barra (//); antes de virgu lilla (~ ), pu nto, c o m a , g u ió n , gu ió n
bajo ( _ ) . sig n o de in terrogación , a lm o h a d illa o sig n o d e porcen taje; o antes
o d e sp u é s de & y d el sig n o igu al. E so s c o rte s ind ican q u e el U R L o el D O I
co n tin ú a en la lín ea sig u ie n te . N u n ca se d e b e añadir a un U R L o D O I un
g u ió n para indicar un sa lto de lín ea, de la m ism a m anera q u e c u a n d o form a
parte del U R L o D O I no d eb e aparecer al fin al de la lín ea. N o r m a lm e n te e s
in n ec esa rio cortar lo s U R L o D O I en las p u b lic a c io n e s e le ctr ó n ic a s (e x c e p to
en P D F y otros form atos m o d e la d o s a partir de la págin a im p resa), y lo s a u ­
tores d eb en ab sten erse de (orzar e l corte (c o n sa lto s d e lín ea m anual u otros
p r o c ed im ien to s) en su s o r ig in a le s (v é a se 2 . 12). V é a se tam b ién 7 .2 7 .

http://press-pi.ibs.uchicago
.edu/founders/
http://wvvvv.jstor.org/stable/
2921689
http:/Av\vw.tiine.com/t¡me/maga7!ne/artiele/0.9171
.920400.00.htm l
http://wardsix.blogspot.coni/20()8/()7/l\vo
-atlantic-essays.html
doi: 10.1 086/
ahr. 113.3.752
14.13 Programas para la cita de fuentes. E x isten varios program as inform áticos
que d icen autom atizar la tarea de dar form ato a las citas de fu en tes. L o s m e­
jo res de e so s program as pu ed en ayudar a lo s autores a ahorrar tiem p o en la
transcripción y o rgan ización de las referencias. A d em á s, un nú m ero crecien­
te d e d o cu m en to s en lín ea in c lu y en referen cias y a c o n form ato, algun as veces
diseñad as para interactuar c o n lo s program as de creación de referencias. Sin
em bargo, la variedad d e las fu en tes h ab itu alm en te citad as en un trabajo acadé­
m ic o ca si siem p re im p id e obtener un resultado acep tab le c o n la so la interven­
c ió n d el program a. Por tanto, se recom ien d a viv a m en te a lo s autores que veri­
fiq u en la coh eren cia, fiab ilid ad y corrección de su s referencias d e acuerdo con
las form as acon sejad as en e ste cap ítu lo o en el sigu ien te. A d em á s, en los origi­
n ales rem itid os a las ed itoriales, las citas deb en presentarse en texto ordinario,
purgadas d e to d o c ó d ig o su b yacen te (por ejem p lo , ca m p o s o h ip ervín cu los)
usado para crearlas u organizarías. G en eralm en te, el autor d eb e realizar su re­
v isió n d e s p u é s de esta c o n v ersió n a tex to corriente (v é a se 2 .2 0 ).

Notas y bibliografía: formato básico,


con ejemplos y variantes
14.14 Notas y bibliografía: visión general. En e ste sistem a, el p referid o por m u­
c h o s autores d el ca m p o d e las h u m an id ad es, las c itas b ib lio g rá fica s se dan en
n otas, a las qu e d e m anera preferente c o m p lem e n ta un a b ib liografía. Las n o ­
tas, sean a p ie de p ágin a o fin a les, están hab itu alm en te num eradas y corres­
p on d en a llam ad as en el texto, en form a d e su p erín d ice (v é a se , sin em bar­
g o , 14 .4 8 ); en las obras e le ctr ó n ic a s, norm alm en te las notas y lo s nú m eros de
nota se co n ecta n m ed ian te h ip erv ín cu lo s. S i la b ib lio g ra fía in c lu y e todas las
obras citad as en las n otas, no e s n e c esa rio q u e e sta s repitan to d o s lo s datos de
las fu en tes porque lo s lec to re s p u ed en con su ltar e n la b ib lio g ra fía lo s detalles
d e cad a p u b lica c ió n y otras in fo rm a cio n es. E n lo s trabajos sin b ib liografía o
c o n s o lo una lista de b ib lio g ra fía se lec ta , se d eb en dar en nota to d o s lo s deta­
lle s cad a v e z q u e se cite una obra por prim era v e z; las sig u ie n te s c itas so lo re­
qu ieren una form a abreviada. Para e je m p lo s de las d iferen cia s de form ato en ­
tre las referen cias en n ota y las entradas de la b ib liografía, v é a se 14.18. Para
una e x p o sic ió n detallad a sob re las n otas, v é a se 1 4 .1 9 -5 5 . Sob re las citas abre­
viad as, v é a se 1 4 .2 4 -3 1 . Para una e x p o sic ió n d etallad a sob re las bib liografías,
v é a se 14 .5 6 -6 7 .

C ita c o m p le ta en nota:

1 Rosario Besné, José Ramón Cañedo y Beatriz Pérez de las Heras. L a U nión
E u ro p e a : h isto ria, in stitucion es y sistem a ju r íd ic o (Bilbao: Universidad de Deusto,
2002), 133-134.
C ita ab reviad a e n nota:

8 Bcsné, Cañedo y Pérez de las Heras, L a U nión E uro pea , 173.

Entrada en la b ib liografía:

Besné, Rosario, José Ramón Cañedo y Beatriz Pérez de las Heras. L a U n ió n E u ­


ro p e a : h isto ria , in stitu cio n e s y sistem a ju r íd ic o . Bilbao: Universidad de D eu s­
to, 2002.

L a s c ita s en n ota tie n e n un fo r m a to sim ila r al d el te x to c orrid o, c o n lo s


n o m b res d e lo s au tores en el ord en norm al y lo s e le m e n to s sep arad os m e ­
d ian te c o m a s o p a rén tesis. En las b ib lio g r a fía s, cu a n d o las entradas se o r d e ­
nan a lfa b é tic a m en te, e l nom b re d el prim er autor se in v ier te, y lo s e le m e n to s
m á s im p ortan tes se separan m e d ia n te p u n tos.

14.15 Estructura básica de una nota. La nota a p ie de p á g in a o fin a l n o rm a l­


m en te cita el autor, el títu lo y lo s datos de p u b lica c ió n , en e se orden. L o s
e le m e n to s se separan c o n c o m a s; lo s d a to s d e p u b lica c ió n se p o n en entre
p aréntesis. L os n om b res de lo s autores se presentan e n e l orden norm al (pri­
m ero el nom b re de p ila). L os títu lo s y su b títu los s o lo lle v a n in icial m a y ú sc u ­
la en la prim era palabra y en lo s n om b res p rop ios (v é a se 8 .1 5 4 ), a no ser que
estén en len g u a extranjera y sig a n por e llo otra norm a (v é a se 11.3). L o s títu ­
lo s p rin cip a les (por e je m p lo , lib ros y revistas) se esc rib e n en cu rsiva; lo s tí­
tu lo s secu n d a rio s (c a p ítu lo s, a rtícu los) o de trabajos in éd ito s se p resentan en
red onda y entre c o m illa s. L os térm in os e d it o r , e d it a d o p o r , t r a d u c to r, t r a d u ­
c id o p o r . v o lu m e n , e d ic ió n , etc., se abrevian.

14.16 Estructura básica de una entrada de bibliografía, fin una entrada b ib lio ­
g r á fic a lo s e le m e n to s se separan c o n p u n to s en v e z de c o m a s; lo s d a to s de
p u b lic a c ió n no se p o n en entre p a rén tesis; y el n om b re d el autor q u e fig u ­
ra en prim er lugar, por el cu al se a lfa b e tiz a la entrada, n o r m a lm en te se in ­
vierte (p rim ero lo s a p e llid o s ). C o m o en la nota, lo s títu lo s y su b títu lo s s o lo
lle v a n in icia l m a y ú sc u la en la prim era palabra y en lo s n o m b re s p r o p io s, a
n o ser q u e e sté n en len g u a extran jera y sig a n otra norm a. L o s títu lo s p rin ­
c ip a le s (lib r o s y r ev ista s) ap arecen en cu r siv a ; lo s títu lo s se c u n d a rio s (por
e je m p lo , c a p ítu lo s, a r tíc u lo s) o de trabajos in é d ito s se p resen tan en r ed o n ­
da y entre c o m illa s . L as form as n o m in a le s c o m o e d it o r , t r a d u c t o r , v o lu ­
m e n y e d ic ió n se a b rev ia n , p ero las fo r m a s v e rb a le s c o m o e d it a d o p o r y
t r a d u c id o p o r , qu e e n la n ota se a b revian , se d esa rro lla n en la b ib lio g r a fía
i c í . 1 4 .1 5 ).

14.17 Números de página y otros localizadores. E n las n o ta s, d o n d e h a b itu a l­


m e n te se rem ite a un p asaje de un lib ro o r e v ista , s o lo se citan lo s n ú m e-
ros d e p á g in a (a m e n u d o u n o s o lo ) c o r r e s p o n d ie n te s a e s e p a sa je. En la
b ib lio g r a fía n o se c ita n n ú m er o s d e p á g in a para lo s lib ro s; para u n a lo c a ­
liz a c ió n m á s f á c il d e lo s a r tíc u lo s d e r e v ista o c a p ítu lo s u otras se c c io n e s
d e un lib ro , s e dan la s p á g in a s d e p r in c ip io y fin d e l a r tíc u lo o cap ítu lo.
L a s fu e n te s e le c tr ó n ic a s n o sie m p r e tie n e n n ú m e r o s d e p á g in a (y a lg u ­
n as q u e s í lo s tie n e n r ep a g in a n s e g ú n e l ta m a ñ o d e fu e n te d e fin id o por el
u su a r io ). P ara ta le s ob ra s sin p a g in a c ió n , p u e d e se r a d e c u a d o cita r un n ú ­
m e ro d e c a p ítu lo o d e p árrafo (s i lo h a y ), e l títu lo d e la s e c c ió n o u n a fra­
se d e sc r ip tiv a d e r iv a d a d e las d iv is io n e s d e la obra. P ara e je m p lo s , v é a se
1 5 .2 2 . E n e l c a s o d e c ita s d e ob ra s e le c tr ó n ic a s b r e v e s , p r e se n ta d a s c o m o
d o c u m e n to ú n ic o q u e p e r m ite b ú sq u e d a s, d ic h o s e le m e n to s de lo c a liz a c i-
c ió n p u e d e n ser in n e c e s a r io s.

14.18 Notas y bibliografía: ejemplos y variantes. L o s e je m p lo s qu e sig u e n pre­


ten d en dar una v is ió n gen eral d e l e s tilo d e n o ta s y b ib lio g r a fía , p resen tan d o
c o m o m o d e lo s lib ro s y artícu los d e rev ista s. C ad a e je m p lo in c lu y e una nota
nu m erad a y la c o rr esp o n d ien te entrada b ib lio g r á fic a . A lg u n o s e je m p lo s in ­
c lu y e n ta m b ién una fo r m a a b reviad a de la n ota, ad ecu a d a para las c ita s p o s ­
teriores d e una fu e n te q u e y a se h a c ita d o c o n to d o s su s d atos. En la prác­
tica , e n las obras q u e c o n tie n e n u n a b ib lio g r a fía q u e r e c o g e , c o n to d o s lo s
d a to s, las fu e n te s c ita d a s, e s a c ep ta b le usar en las n otas la fo rm a ab reviad a
in c lu so en la prim era m e n c ió n . Para r e c o m e n d a c io n e s sob re la c o n str u c ció n
d e las n o ta s e n fo r m a ab rev ia d a , v é a s e 1 4 .2 4 -3 1 . P ara v e r o tro s m u c h o s
e je m p lo s , c o n sú lte n s e las s e c c io n e s de e ste ca p ítu lo r ela tiv a s a tip o s e s p e c í­
fic o s d e obras.

LIBRO DE AUTOR O EDITOR ÚNICO

Para un lib ro co n un s o lo autor, se in v ier te e l n om b re en la b ib lio g r a fía pero


n o en la s n otas. S e pu ntú a c o m o se m u estra en el e je m p lo . O b sé r v e s e la
fo rm a a b reviad a en la se g u n d a nota. O b sé r v e s e tam b ién qu e lo s n ú m eros de
p á g in a c ita d o s se in c lu y e n h a b itu a lm en te en las n otas, p ero no en la entra­
da b ib lio g r á fic a , a m e n o s q u e e sta c o rr esp o n d a a un c a p ítu lo , c a so e n el que
se in c lu y e e l in terv a lo de p á g in a s d e l e le m e n to (v é a s e « C a p ítu lo de un libro
e d ita d o » m á s ad elan te; v é a s e tam b ién 9 .5 8 -6 3 ) .

1 Lluís Duch. M ito, in terpreta ció n y cu ltu ra (Barcelona: Herder, 1998). 56-58.
18 Duch, M ito . .., 15.

Duch, Lluís. M ito, in terpreta ció n y cultura. Barcelona: Herder, 1998.

C u and o en lugar d el autor figura un editor, se añade la abreviatura ed. (e d i­


t o r .; para m ás de un editor, se e m p le a e d s.). O b sé r v ese que la cita en tex to no
in c lu y e ed.
1 Antonio Notario Ruiz. ed.. C ontrapuntos estéticos (Salamanca: Ediciones U ni­
versidad de Salamanca. 2005). 55.
26 Notario Ruiz. C o n tra p u n to s.... 24.

Notario Ruiz, Antonio, ed. C ontrapuntos estéticos. Salamanca: Ediciones Universi­


dad de Salamanca. 2005.

LIBRO CON VARIOS AUTORES

Para un lib ro c o n d o s au tores, n ó te se qu e el nom b re c ita d o en prim er lugar


s o lo se in v ierte en la entrada de la b ib lio g ra fía .

2 O rfclio G. León e Ignacio Montero. D ise ñ o de in vestig a cio n es: In tro d u cció n a
la ló g ica de la in vestig a ció n en p s ic o lo g ía y e d u ca ció n (Madrid: M cG raw-Hill/ In-
teramerieana de España. 1993).

León. Orfelio G.. e Ignacio Montero. D ise ñ o de in vestig a cio n e s: In tro d u cc ió n a la


ló g ic a de la in v estig a ció n en p s ic o lo g ía y ed u ca ció n . Madrid: M cG raw -H ill/
Interamericana de España, 1993.

Para lib ros c o n tres au tores, se p r o ced e de la sig u ie n te m anera:

! Julio Borrego Nieto. José Jesús Gómez. A seneio y Em ilio Prieto de los M ozos,
E l s u b ju n tiv o ...

Borrego Nieto. Julio. José Jesús G óm ez A seneio y Emilio Prieto de los M ozos. E l
su b ju n tiv o ...

Para un lib ro c o n cu a tro o m á s a u to r e s, en la en trad a d e la b ib lio g r a fía se


c ita n to d o s lo s a u to r e s. H1 o rd en de té r m in o s y la p u n tu a c ió n so n lo s m is ­
m o s q u e en el c a s o de d o s o tres a u to res. S in e m b a r g o , en la n ota se cita
s o lo e l n o m b re d e l p rim er autor, s e g u id o de e t a l. V é a s e ta m b ié n 1 4 .7 6 .

72 Bustos Gisbert et al.. La fo s iliz a c ió n en e l a p re n d iz a je de seg u n d a s le n ­


gu a s. ..
101 Bustos Gisbert et al.. La fosilización!. . .

LIBROS CON AUTOR Y LDITOK O TRADUCTOR

En un libro co n ed ito r o traductor a d em á s del autor, las abreviatu ras ed. o


Ira d . de la n ota se c o n v ier ten en e d it a d o p o r o t r a d u c id o p o r en la entrada
b ib lio g rá fic a . V é a s e tam b ién 14.88.
1 Salvador Fernández Ramírez, L a enseñanza de la g ram á tica y la literatura.
Ed. por José Polo (Madrid: Arco/Libros. 1985), 145-46.
18 Fernández Ramírez, L a enseñanza..., 33.

Fernández Ramírez, Salvador. L a enseñanza de la gram á tica y la literatura. Edita­


do por José Polo. Madrid: Arco/Libros, 1985.

D en tro d e e ste tip o se p u ed en e m p lea r ta m b ié n otras fó r m u la s, c o m o e d i­


c ió n a c a r g o d e o a l c u id a d o de.

Bizcarrondo, Gema y Hernán Urrutia. E s c r ib ir y e d ita r: G u ía p rá c tic a p a ra la re­


d a cció n y e d ició n de textos. Edición a cargo de Javier Torres Ripa. Bilbao: Uni­
versidad de Deusto, 2010.

CAPÍTULO DE UN LIBRO EDITADO

C u a n d o se c ita un c a p ítu lo o u n a parte sim ila r d e un lib ro c o n editor, se in ­


c lu y e n e l autor d el c a p ítu lo , e l títu lo d el c a p ítu lo , entre c o m illa s, y el e d i­
tor. S e e sc r ib e en an tes d el títu lo d el lib ro. N ó te s e e l lu gar en q u e se ind ica
e l in te rv a lo d e p á g in a s d e l ca p ítu lo en la entrada b ib lio g r á fic a . V é a s e tam ­
b ié n 1 4 .1 1 1 -1 1 7 .

1 Josefina G ó m ez M endoza, «E cología urbana y paisaje de la ciudad». En La


c iu d a d d e l fu tu ro , ed. por A ntonio B onet Correa (Madrid: Instituto de España,
2009), 177-217.
19 G óm ez M endoza, «E cología urbana y paisaje de la ciudad», 180.

G óm ez M endoza. Josefina. «E cología urbana y paisaje de la ciudad». En L a ciudad


d el fu tu ro , editado por Antonio Bonet Correa. 177-217. Madrid: Instituto de Es­
paña, 2009.

ARTÍCULO DE REVISTA

L as c ita s d e rev ista s in c lu y e n el n ú m ero d el v o lu m e n y e l d e la en trega. El


n ú m ero d el v o lu m e n , en red on d a, sig u e al nom b re d e la rev ista , en cursiva,
sin n in g u n a p u n tu ación entre am b os. L a r efe re n c ia e s p e c ífic a a u n a págin a
se in c lu y e en la s n otas; en la b ib lio g ra fía se in c lu y e el in te rv a lo de págin as
d e l artícu lo. En la cita c o m p le ta , lo s n ú m er o s de p á g in a van p r e c e d id o s de
d o s p u n tos. S i la rev ista se p a g in a c o n se c u tiv a m e n te a lo largo de to d o el
v o lu m e n o si a p a rece el m e s o la e sta c ió n ju n to c o n e l añ o, e l n ú m ero de la
en tr eg a se p u ed e om itir.

1 María José Hernández Guerrero, «Presencia y utilización de la traducción en


la prensa española», M eta 56, n.° 1 (2011): 112-13.
34 Hernández Guerrero. «Presencia y utilización de la traducción en la prensa e s­
pañola». U 5.

Hernández Guerrero, María José. «Presencia y utilización de la traducción en la


prensa española». M eta 56, n." 1 (2011): 101- 118.

E l D O I d e l sig u ie n te e je m p lo in d ic a q u e el a rtícu lo se c o n su ltó e n lín ea; se


p refiere al U R L ( v é a s e tam b ién 1 4 .5 -6 ). N ó te s e q u e D O I , c o n m a y ú sc u la s
c u a n d o se m e n c io n a en te x to corrid o , se e sc r ib e en m in ú scu la y s e g u id o de
d o s p u n to s (sin e s p a c io d e sp u é s) en las c ita s d e fu en te. L as fo rm a s a b r e v ia ­
das para las refe re n c ia s p o ster io re s a una fu e n te en lín ea ya citad a sig u e n el
m o d e lo d e las refe re n c ia s de lib ros y r ev ista s im p resos.

1 A ngeles Feliu Albadalejo. «La publicidad institucional en la arena parlamenta­


ria española». R evista Latina de C o m u n ica ció n S o cia l 66 (2011): 470. doi: 10.4185/
R L C S-66-2011 -941 -454-481.
15 Fcliu Albadalejo. «La publicidad institucional». 475.

Feliu A lbadalejo. A ngeles. «La publicidad institucional en la arena parlamenta­


ria española». Revista Latina de C o m u n ica ció n S o cia l 66 (2011): 454-481. doi:
10.4185/R L C S -66-2011-941-454-481.

En e l c a s o d e lo s a r tíc u lo s a lo s q u e n o se h a a sig n a d o un D O I (o c u y o
D O I n o se p u ed e d eterm in a r), se in c lu y e e l U R L . El d el sig u ie n te e je m p lo
— to m a d o del a r ch iv o de rev ista s a c a d é m ic a s J S T O R — se c ita ju n to co n
el artícu lo corn o altern a tiv a m á s e sta b le (y m ás corta) al U R L q u e a p a re­
c ía en la barra d el bu scador. S o b re las fe c h a s d e a c c e s o (q u e a q u í n o a p a ­
r e c e n ), v é a se 1 4 .1 8 5 .

12 W ilfried Karmaus y John F. Riebovv. «Storagc o í Serum in Plástic and Glass


Containers May Alter the Serum Concentration o f Polychlorinated Biphenyls». E n v i­
ro n m e n ta l H e a lth P e rs p e c tiv a s 112 (m ayo 2004): 6 45. http://vvwvv.jstor.org/
stable/3435987.
13 M iguel Armando López L.cyva, «Los m ovim ientos sociales en la incipiente
democracia mexicana: La huelga en la UNAM (1999-2000) y la marcha zapatista
(2000-2001)», R evista M exica n a de S o cio lo g ía 70 (¡ul.-sep. 2008): 570. http://'www
.jstor.org/slable/20454347.

Karmaus, W ilfried. y John F. Riebow. «Storagc o f Serum in Plástic and G lass


Containers May Alter the Serum Concentration o f Polychlorinated Biphenyls».
E n viro n m en ta l Health P erspectivas 112 (m ayo 2004): 643-47. http://vvw\v.jstor
.org/stable/34.35987.
López Leyva, M iguel Armando. «Los m ovim ientos sociales en la incipiente dem o­
cracia mexicana: La huelga en la U N AM (1 9 9 9 -2 0 0 0 ) y la marcha zapatista
(2 0 0 0 -2 0 0 1)». R evista M e x ic a n a de S o c io lo g ía 70 (jul.-sep. 2008): 541-587.
http://ww w.jstor.org/slable/20454347.
Notas
Numeración de las notas
14.19 Los números en el texto frente a los números en la nota. En e l te x to , lo s
n ú m ero s d e lla m a d a a n ota ap arecen c o m o su p e rín d ice s. En las n o ta s, p u e ­
d en ap arecer v o la d o s y s e g u id o s de un e s p a c io o e n tam añ o c o m p le to , no
v o la d o s y se g u id o s de un p u nto. L a d is p o s ic ió n hab itu al p or d e fe c to d e los
n ú m er o s para la c r e a c ió n d e n otas e n lo s p r o c esa d o r es d e te x to e s en su p e-
r ín d ice en a m b o s lu gares.

«La disposición sintáctica de los elem entos hace que se resalte esta enumeración,
enfatización que también apoya la catáfora».'

1 Catalina Fuentes Rodríguez, L in g ü ístic a p ra g m á tica y a n á lisis d e l d is cu rs o


(Madrid: Arco/Libros, 2000), 63.
1. Catalina Fuentes Rodríguez, L in g ü ística p ra g m á tica y a n á lisis d el d iscu rso
(Madrid: Arco/Libros, 2000), 63.

14.20 Secuencia de los números y símbolos de nota. L as n otas, sean a p ie de p á­


g in a o fin a le s, se d e b e n num erar c o n se c u tiv a m e n te , c o m e n z a n d o p or l , a lo
largo de cad a artícu lo y v o lv ie n d o a c o m e n z a r en cada n u e v o c a p ítu lo — no
a lo largo de to d o el libro, a m e n o s qu e el te x to ca rezca de d iv isio n e s inter­
n a s — . C u and o s o lo ap arecen unas n otas a p ie de p ágin a en to d o el libro o,
tal v e z , una so la en un artículo, se p u ed en u tilizar sím b o lo s en lugar de nú ­
m eros. N o r m a lm e n te basta c o n un a ste risco , pero, si se n e c e sita m ás d e una
n ota en una m ism a p ágin a, la se c u e n c ia e s * t % §■ S ob re e l u so d e una c o m ­
b in ación de n ú m eros y s ím b o lo s para d o s ser ie s de n otas, v é a se 1 4 .4 4 -4 6 .
S ob re las notas d e tablas y de otros e le m e n to s n o te x tu a les, qu e n o rm a lm en ­
te se tratan aparte de las notas al te x to , v é a se 3 .7 4 -7 8 .

14.21 Posición del número de la nota. El n ú m ero de la nota d e b e c o lo c a r se g e n e ­


ralm ente al final de una o ra ció n o de una p r o p o sic ió n . N o r m a lm e n te el nú ­
m ero sig u e a una cita textual (in d e p e n d ien tem e n te de q u e esta ap arezca en el
c u erp o del te x to o aparte). E n rela ció n c o n la p u n tu a ció n , e l nú m ero se sitúa
in m ed ia ta m en te d e sp u é s de cu a lq u ier sign o.

Al resp ecto, G utiérrez M erchán se refiere a la «in tolerab le intrusión de las


instituciones».'

A u n q u e n o r m a lm en te e l n ú m ero d e la n ota s ig u e al p a r é n te sis d e cierre,


en o c a s io n e s e s p e c ia le s p u ed e ser m á s a d e c u a d o c o lo c a r lo a n tes d e él; por
e je m p lo , si se refiere a un térm in o c o n c r e to q u e e stá entre los p arén tesis.

(En un trabajo anterior, señalaba lo contrario.)2

A lo largo de la mayoría de sus trabajos mantiene la denom inación para el concepto


(salvo en el primero, en el que hablaba de «dialecto idiosincrático»2).
14 22 Números de nota en los títulos y subtítulos de artículo. En lo s lib ros n u n ­
ca d e b e aparecer un nú m ero d e nota en m e d io o al fin al d el títu lo de un c a ­
pítulo. La nota qu e a fe cte a un ca p ítu lo en tero no d eb e estar num erada, y e s
preferib le situarla al p ie de la prim era p á g in a d el c a p ítu lo , p r e ce d ien d o a las
notas nu m eradas (v é a se 1 4 .4 7 -5 0 ). A lg u n a s revistas, sin e m b argo, prefieren
vin cu lar m ás e x p líc ita m en te tales notas al títu lo del artícu lo, a co m p a ñ á n d o ­
lo del nú m ero (o sím b o lo ) de la llam ad a a nota. C h ic a g o -D e u s to no d is c u ­
te esta p ráctica en los títu los de artícu los de revista. T am bién se c o n sid era
acep tab le que o c a sio n a lm e n te ap arezca una llam ad a a nota ju n to a un su b tí­
tulo dentro de un c a p ítu lo d e libro o de un artículo, aun qu e a lg u n o s ed ito res
preferirán d esp la za rla al te x to qu e sig u e al su btítulo.

14.23 Citas múltiples y referencias múltiples. U n nú m ero de nota n o p u ed e v o l­


v er a ap arecer a lo largo de la se c u e n c ia ; el c o n te n id o de una n ota q u e a fe c ­
te a m ás de un lugar se d e b e repetir co n un n u e v o n ú m ero d e nota. Para
evitar tal r ep etició n , e s p e c ia lm e n te en los c a s o s de n otas p rolijas, se p u e ­
de u tilizar una r em isió n ; au n q u e e sta s se d e b e n com p rob ar c u id a d o sa m en te
a n tes de la p u b lic a c ió n . V é a se tam b ién 14 .2 4 -3 i .

IS Véase la nota 3.

A u n q u e en un m ism o lu g a r n u n ca d e b e a p a r e ce r m ás d e una lla m a d a a


n ota, una n ota p u e d e c o n te n e r m ás d e un a r e fe r e n c ia o c o m e n ta r io ( v é a ­
se 1 4 .5 2 ). El siste m a d e r efe re n c ia s n u m era d a s u tiliz a d o p or m u c h a s p u ­
b lic a c io n e s m é d ic a s r eq u ier e, n o o b sta n te , ta le s lla m a d a s m ú ltip le s; para
m ás in fo r m a c ió n so b re e s te siste m a , c o n s ú lte s e el A M A M a n u a l o f S ty le
(b ib lio g . 1.1).

Citas breves

14.24 Finalidad de las citas breves. Para red u cir el v o lu m e n de la d o c u m e n ta ­


c ió n en lo s trabajos a c a d é m ic o s q u e em p lea n notas al p ie o fin a le s , las su ­
c e s iv a s m e n c io n e s de fu e n te s ya cita d a s por e x te n so d e b e n acortarse c u a n ­
d o se a p o sib le . La form a b reve, d iferen te de la a b r e v ia c ió n , d e b e co n te n e r
la in fo r m a ció n s u fic ie n te para recordar a lo s lec to re s el títu lo c o m p le to o
para c o n d u c ir le s a la entrada apropiad a de la b ib lio g ra fía . A lg u n a s fo rm a s
b rev es no se tratan aquí; para citar c a p ítu lo s d ife re n te s de un m ism o traba­
jo , v é a se 14.113; sob re las cartas, v é a se 14.117; sob re las c ita s le g a le s, v é a ­
se 1 4 .2 8 4 . S e p u ed en acuñar otras form as ab reviad as partien d o de lo s e je m ­
p lo s de esta s e c c ió n ,

14.25 Estructura básica de la forma breve. La fo r m a b r e v e m á s h a b itu a l c o n ­


s is te en e l a p e llid o d el a u to r y el títu lo p rin cip a ] d e la obra q u e s e c ita ,
n o r m a lm e n te a c o rta d o si c o n s ta d e m á s d e cu a tr o p a la b ra s, c o m o e n lo s
e je m p lo s 4 -6 . P ara m á s in fo r m a c ió n so b r e lo s n o m b r e s d e lo s a u to res,
v é a s e 1 4 .2 7 . P ara m á s in fo r m a c ió n so b re lo s títu lo s b r e v e s , v é a s e 1 4 .2 8 .
P ara m á s in fo r m a c ió n so b re lo s a r tíc u lo s d e r e v is ta s , v é a s e 1 4 .1 9 6 .

1 J. Agustín O zam iz, E l s ig n ifica d o d el traba jo en la so c ie d a d inform atizada:


R eflexio n es sob re la in cid e n cia de la sa lu d m ental en las em presas d e l co n o cim ien ­
to (Bilbao: Universidad de Deusto, 2005).
2 Javier de Santiago G uervós, «Com unicación e influencia: Algunas reflexio­
nes sobre el discurso de la propaganda electoral. El elector y el contexto», L o g o 6
(2004): 147-161.
3 Emest Kaiser, «The Literature o f Harlem», en H a rlem : A Com m unity in Transi­
tio n , ed. de J. H. Clarke (N ueva York: Citadel Press, 1964).
4 O zam iz, S ig n ifica d o d el tra b a jo , 120.
5 D e Santiago Guervós, «Com unicación e influencia», 153.
6 Kaiser, «Literature o f Harlem», 189-90.

14.26 Remisión a la cita completa. C u a n d o la s r e fe r e n c ia s a una fu e n te c o n c r e ­


ta e stá n a leja d a s en tre sí, a lo s le c to r e s q u e e n c u e n tr en la fo r m a b r e v e le s
p u ed e ser d e ayu d a una r em isió n a la nota o rigin al (e sp e c ia lm e n te en a u s e n ­
c ia d e u n a b ib lio g r a fía c o m p le ta ). L a r e p e tic ió n d e t o d o s lo s d e ta lle s en
c a d a n u e v o c a p ítu lo , q u e a n te s era una p r á c tic a h a b itu a l en lo s trabajos
a c a d é m ic o s , raram en te e s n e c e sa r ia . E sta s r e m is io n e s d e b e n c o m p r o b a r se
c u id a d o sa m e n te a n te s d e la p u b lic a c ió n d e la obra.

95 García Izquierdo. G én ero textual, 78 (véase cap. 3, n. 5).

14.27 Forma breve para los nombres de los autores. En la form a b rev e, s o lo es
n e c e sa r io el a p e llid o d el autor, o d e l ed ito r o traductor si e s el qu e se da pri­
m ero en la referen cia c o m p leta . L o s n om b res c o m p le to s o las in ic ia le s se
in c lu y en s o lo cu a n d o hay qu e d istin g u ir entre au tores c o n el m ism o a p e lli­
d o. L as abreviatu ras c o m o ed. o trad., qu e se p o n en d e sp u é s del nom b re en
la r efe re n c ia c o m p le ta , se o m iten en las sig u ie n te s referen cia s. S i un trabajo
tien e d o s o tres a u tores, se da el a p e llid o de cad a uno; si son m ás de tres au ­
to r es, al a p e llid o d e l p rim ero le s ig u e et al.

' Kathryn Petras y Ross Petras, eds., Very B a d P o e try ...


2 Carmen de Pablos Heredero, Luis J. Pérez Bermejo y José Luis Montes Botella,
«Impacto de los sistem as de apoyo a la explotación (SA E) en la mejora de los servi­
cios de transporte público urbano»....
3 Petras y Petras, Very B a d P o e try ...
4 De Pablos et al., «Impacto de los sistem as»,...
14 28 Forma corta para los títulos. El títu lo b r e v e c o n tie n e la palabra o p a la ­
bras c la v e d el títu lo p rin cip a l. L o s d e te rm in a n tes (u n /u n a o e l/la /lo s /la s )
n o r m a lm en te se o m ite n . El ord en de las palab ras no se d e b e c a m b ia r (p or
Daily Notes of a Trip around the World d e b e ab rev ia rse n o c o m o
e je m p lo .
World Trip s in o c o m o Daily Notes o Around the World). L o s títu lo s de
cuatro p alab ras o m e n o s rara v e z se acortan. El títu lo a b r e v ia d o s e e sc r ib e
en c u r siv a o en r ed on d a entre c o m illa s , d e p e n d ie n d o de c ó m o a p a rezca el
títu lo c o m p le to .

«El orden de Babel: Algunas notas sobre la conciencia lingüística de la clerecía


letrada castellana en la primera mitad del siglo xm»
(Titulo breve) «Orden de Babel»

«La com posición por etapas de la Chronica I atina regían CasteUae ( 12 2 3 -1237) de
Juan de Soria»
(Título breve) «Com posición por etapas»

Kriegstagebuch des Oberkommandos der Wehrmacht, 1940-1945


(Título breve) Kriegstagebuch

E n lo s títu lo s b r e v e s d e o b r a s e s c r ita s en d e te r m in a d a s le n g u a s no se
d e b e o m itir la p alab ra q u e rig e el c a s o de una palab ra in c lu id a en el títu ­
lo b r e v e . En la d u d a, c o n s ú lt e s e a a lg u ie n q u e c o n o z c a la len g u a .

14.29 «Ibid.». La abreviatura ihíd. (d e ihídetn. « e n el m ism o lu gar») n o r m a lm en ­


te se refiere a una obra qu e se ha c ita d o en la nota in m ed ia ta m en te a n te ­
rior. N u n ca se d e b e usar si la nota anterior c o n tie n e m ás de una cita. A s u ­
m e el lugar del nom b re del autor (o a u to res) o ed itor (o e d ito re s), del títu lo
de la obra y de to d o s lo s e le m e n to s sig u ie n te s que sean id é n tico s. S i la re­
fe re n c ia entera, in c lu id o s los n ú m eros de p ágin a u otros d e ta lle s, e s id é n ti­
ca, tan s o lo se usa la palabra ihíd. (c o m o en la nota 7 de abajo). La palabra
ihíd. (en c u r siv a en e ste párrafo so lo porque se trata de un u so m c ta lin g ü ís-
tico; v é a se 7 .4 2 ) lle v a in icial m a y ú scu la al p rin cip io d e la nota y d e sp u é s
de pu nto. Para e v ita r una su c e sió n de n otas co n ihíd.. el c o n te n id o de las
notas 6 -8 . 10 y l l de abajo pod ría in clu irse entre p arén tesis en el te x to rem ­
pla za n d o a las llam ad as a nota (v é a se 13.6 4 ).

1 García de Soto. Aproximaciones sociológicas. 241.


6 Ibíd.. 258-56.
7 Ibíd.
* Ibíd., 333-34.
9 Ramírez de la Peña. Tendencias actuales. 1:150.
10 Ibíd.. 2:35-36.
11 Ibíd.. 2:37-40.
lb íd . ta m b ién se p u e d e usar e n una n ota si se h acen r efe re n c ia s su c e siv a s al
m ism o trabajo.

8 Inés Fernández-Ordóñez, «El taller historiográfico alfonsí: La E sta ría de E s ­


paña y la G e n e ra l E sta ría en el marco de las obras promovidas por A lfonso el Sa­
bio», en E l s c rip to riu m a lfo n s í: de los L ib ro s de A stro lo g ía a las « C a n tig a s de
Santa M a ría » , coord. de Jesús M ontoya y Ana Rodríguez (Madrid, Fundación Uni­
versidad Com plutense, 1999), 107. «Igualmente, mientras que la E sto ria de España
subordina la información proveniente de las fuentes a sus objetivos historiográficos,
tratándola con gran libertad, la G e n e ra l E sto ria es tan respetuosa con el texto de las
fuentes que su organización estructural de la Historia se ve distorsionada, alterada,
por no haberse atrevido a modificarlo ni en una coma» (ibíd., 108).

14.30 «ídem». C u an d o se c ita n su c e siv a m e n te v arias ob ras d e una p e r so n a en la


m ism a nota, su e le e m p lea r se en a lg u n a s o c a s io n e s íd e m (« e l m ism o » , a v e ­
c e s a b r e v ia d o en id .) para su stitu ir el n om b re d el autor. E x c e p to en las re­
fe r e n c ia s le g a le s , e n la s q u e se u tiliz a la abreviatu ra id. e n lu gar d e ib íd .,
a c tu a lm en te e l térm in o se e m p le a e n p o c a s o c a sio n e s. C h ic a g o -D e u s to d e s ­
a c o n se ja el u so d e íd e m , y r ec o m ie n d a q u e se repita e l a p e llid o d e l autor.

14.31 «Op. cit.» y «loe. cit.». O p. cit. ( o p e re c h a to , «en el trabajo c ita d o » ) y loe.
cit. ( lo c o c h a to , «en el lugar c ita d o » ), u sa d o s c o n e l a p e llid o d e l autor y en
lu gar d e un títu lo a n terio rm en te c ita d o , está n c a y e n d o en d e s u s o , c o n ra­
zó n . Im a g ín e se la fru stra ció n d el lec to r al en con trar, por e je m p lo , « W e lls,
op. c it., 10» en la nota 9 5 y tener q u e retroced er hasta la n ota 2 en b u sca de
la referen cia c o m p le ta o, peor aún, en con trarse c o n que se han cita d o dos
obras de W ells. C h ic a g o -D e u s to desap ru eb a tanto o p . cit. c o m o lo e . cit. y en
su lugar usa la form a b reve del títu lo que se d escrib e en 14.28.

Comentarios y citas en las notas

14.32 Citas y comentario. C uando una nota no so lo in clu ye la fuente de un dato o


cita textual sin o tam bién texto con con ten id o, la fuente aparece prim ero. La cita
su ele separarse del com en tario con un punto. O b servacion es tales c o m o «el sub­
rayado e s m ío» se ponen norm alm ente entre paréntesis. V éa se tam bién 13.60.

11 Shakespeare, J u lio C ésa r, acto 3, escena 1. La declaración de constancia de


César debe tomarse con todas las reservas.
12 Little, «Norm s o f C ollegiality». 330 (las cursivas son mías).

14.33 Citas de texto dentro de la nota. C u an d o una n ota in c lu y e una cita te x ­


tual, la fu e n te su e le se g u ir al p u n to en el qu e term in a la cita. N o e s n e c e s a ­
rio p o n er tod a la fu e n te de la cita entre p a rén tesis, lo qu e im p lic a r ía r em p la ­
zar lo s p a r é n te sis y a e x is te n te s p or c o r c h e te s (v é a se 6 .9 9 ) y p r o v o ca r una
m e z c o la n z a in n ecesa ria .

15 F. López Estrada ha sugerido el carácter ideal de la descripción al señalar que «es


ella sola una obra de arte sorprendente: huerta, árboles, plantas, fuentes, alameda, río,
van formando el marco, y casi es de milagro que no aparezcan pastores». L o s lib ro s de
pastores en ¡a literatura española. L a órbita previa (Madrid: Gredos, 1974), 197.

E n las notas, las citas textu ales e xten sas deb en c o m p o n erse en párrafo aparte
igual q u e se hace en el tex to (v é a se 13.10). A sim ism o , cu an d o en la nota se c i­
tan m ás de tres v erso s seg u id o s, deben ir en párrafo aparte (pero v é a se 13.23;
v é a se tam bién 13.27).

14.34 Notas de contenido. L as notas de c o n te n id o p u ed en lim itarse a am pliar el


tex to y n o in clu ir fu e n te s. T ales n otas p u ed en a m p lifica r cu alq u ier siste m a
de d o c u m e n ta c ió n , in c lu id o e l siste m a autor-año (v é a se c a p ítu lo 15). C u an ­
d o se req u iere u n a fu e n te , se la trata c o m o e n e l e je m p lo de 14.3 3 o , si e s
b reve y y a se ha cita d o c o n to d o s los d atos, p u ed e aparecer entre p a rén tesis,
c o m o en el sig u ie n te ejem p lo:

1 Ernst Cassirer otorga una relevancia especial a esta cuestión en La n g u age and
M yth (59-62) y ofrece un penetrante análisis del respeto del hombre a las cosas de
las que puede depender crucialmente su poder para actuar con inspiración.

14.35 División de notas extensas en párrafos. Para evitar p r o b le m a s d e c o m ­


p a g in a c ió n , se d eb en e v ita r las n o ta s al p ie m u y e x te n sa s (v é a se 1 4 .3 9 ). N o
h ay tal p r o h ib ic ió n , sin e m b a r g o , para las las n otas fin a le s q u e, si so n m u y
e x te n sa s, se d eb en d iv id ir en v a rio s párrafos para fa cilita r su lectura. N o
o b sta n te, los au tores y e d ito re s d eb en p lan tearse en p rim er lugar si tal n ota
sería m á s e fic a z aco rtá n d o la o al m e n o s in co rp o rá n d o la p a rcia lm en te al te x ­
to. V é a s e tam b ién 14 .40.

14.36 Notas al pie que continúan en otra página. En la s o b r a s im p r e s a s ,


c u a n d o u n a n ota al p ie c o m ie n z a en un a p á g in a y c o n tin ú a en la s ig u ie n te ,
e l c o rte se d e b e h a c e r a m itad d e una o r a c ió n , para e v ita r q u e lo s le c to r e s
d e je n sin lee r e l resto ; e n c im a d e la c o n tin u a c ió n a p a r e ce un file te (v é a s e
fig . 1 4 .1 ). E ste c o n s e j o s o lo a fe c ta a la fo r m a im p r e sa d e un trabajo (y g e ­
n e r a lm e n te se im p o n e en la fa s e d e c o m p o s ic ió n d el te x to ). E n la fa s e de
o r ig in a l, lo s a u to r e s y e d ito r e s d e b e n p erm itir q u e la fu n c ió n d e c r e a c ió n
d e n o ta s de su p r o c e s a d o r de te x to d e te r m in e ta le s co rte s.

14.37 «Véase», «vid.» y «cf.». L a s n o ta s s e u tiliz a n a m e n u d o para in v ita r a


lo s le c to r e s a c o n s u lta r o tra s fu e n te s . C u a n d o e s a sí, lo s a u to r e s d e b e n te ­
n er en c u e n ta la d ife r e n c ia e n tr e v é a s e y v id . p or u n a parte y cf., por otra,
defender la concepción del genio y del entusiasmo poético casi con el fervor
de un humanista de principios del siglo, lanzando un inteligente ataque contra
la preceptiva aristotélica, «incapaz para formar poema alguno ni para juzgar­
lo», y contra las interpretaciones literalistas de la mimesis, manifestando así
una sensibilidad nueva, la que correspondía al gusto del manierismo y del ya
incipiente Barroco12.
De interés limitado en una historia de la estética son casi todos los tratados
sobre las arles del diseño que se publican en el curso de este siglo. Casi todo
se reduce a versiones y comentarios de Vitrubio. Las M edidas del rom ano,
de Diego de Sagredo (Toledo 1526). reeditado hasta 1564, es una exposición
de Vitrubio a base de textos imperfectos c interpretaciones italianas. Los co­
mentarios de Sebastiano Serlio a la misma obra original latina, publicados
en varias series a partir de 1537, hallaron mucho eco en España, donde fue­
ron traducidos: y más aún en Francia, adonde su autor fue llamado por el
rey Francisco 1. Un éxito similar tuvieron las obras de Vignola13, de Andrea
Palladlo14 y de Scamozzi'L Pero a todas las superó las Vidas de G. Vasarilf\
documento muy importante para la historia del arte y no exento de interés
para la historia de la estética. Vasari hereda los dos conceptos fundamentales
de disegno e invenzionc, subraya la dualidad forma-contenido, insiste en el
principio de la selección de las mejores partes de modelos diversos para lograr
una belleza que la naturaleza no puede tener, toca vagamente la belleza de lo
característico, adviniendo que lo dramático y lo trágico, «no obstante, agra­
da»; separa ocasionalmente el arte y la moral cuando, a propósito del cuadro
«herético» de Boticelli. afirma que al artista le toca juzgar si está magistral­
mente pintado; y el resto queda para los teólogos: en fin, parece tener una
¡dea bastante acertada de la verdad artística, puesto que «é lecito al pennello
trattare le cose della filosofía favoleggiando». Después de Vasari se propagan
diversos tratados y comentarios (especialmente sobre la pintura),que demues­
tran la evolución del gusto hacia el manierismo y el Barroco y el ambiente en

A ristó tele s ni m o strad a p o r los d e m á s , tu cu al p o d ría v e n irn o s p o r a c aso o ser d e s c u b ie rta e ilu s ­
tra d a por a lg u ie n -, m ie n tra s q u e « a h o ra p e rm a n e c e o c u lta » <Della Poetica. la D eca í disputata.
Relia quale, e per istoria e per rcppioni e per autorità di prandi antichi, si mostra tu falsità delle
più credute opinioni, che di r a d i c a a di nastri vanno iniornoì ¡F e rra ra 1386).
' Itti el sig lo \ \ i l y a son c o rrie n te s las a firm a c io n e s d e q u e Jas arte s se in v en ta ro n - para
m ejo rar las a c cio n e s de la n a tu ra le z a » > q u e «fue la p ro p ia n a tu ra le z a la p rim e ra m ae stra del
tu le » . A sí Imán c isc o C á sc a le s en su s Toldas poéticas i 1617). G o n z á lez S a las en Rucea idea de la
ira pedia antiqua ( 16 7 3 ). A lfo n so S á n c h e z e n Expostidatio sponpiae ( 1 6 1X). e tc . (e f. M k n h n d u z
Jhu o t o . o .c.. t. 2 pp. 2 3 9 ss).
1: Requie deìli cinque ordini d'architettura ( 1362); Te due repule della prospettiva pratica
l Rottiti 13X3).
1 / quattro libri dell' Architettura i V en ezia 1370).
' hh n deh Sa ìni/ inna V enezia 1613).
Le Vite de più d e e denti Architetti. Pittori et Scultori Italiani da Cintahue ¡usino a ' tempi
nostri... (F ire n z e 1330).

F IG U R A 14.1. Página de texto con n otas al pie; la prim era nota co m ie nza en la p á g i­
na anterior (adviértase el filete sobre ella). Véase 14.36.
y emplear cf. únicamente cuando quieran decir «compárese» o «véase, para
comparar». Ninguno de los términos se pone en cursiva en las notas (aun­
que véase aparece en cursiva en los índices; véase 16.22).

22 Para otras aproxim aciones a esta cuestión, véase Fuentes, P ro b lem a s , 56.
23 N o todos comparten esta opinión; cf. Torrebianca y Pensado, P ro ceso s h istó ­
rico s, 101-3.

Notas a pie de página frente a notas finales

14.38 Notas a pie de página y notas finales: introducción. Como su nombre in­
dica, las notas a pie de página aparecen en el pie (parte inferior) de la pá­
gina. En las revistas, las notas finales aparecen al final de cada artículo; en
los libros, al final de cada capítulo o, más habitualmente, al final del libro.
En los libros con varios autores, en los que las notas pueden variar en tipo y
longitud, y en los que puede ocurrir que los capítulos se reimpriman por se­
parado, se sitúan normalmente al final del capítulo al que corresponden. En
la fase de originales, los autores pueden trabajar con la forma que les parez­
ca más conveniente, aunque las notas deben crearse con la función «inser­
tar nota» del procesador de texto para facilitar la renumeración cuando se
añadan o se eliminen notas (véase también 2.20). Sobre las notas a tablas,
véanse 2.28 y 3.74-78. Sobre las notas en material ya publicado anterior­
mente, véase 2.42.

14.39 Notas a pie de página: ventajas e inconvenientes. Los lectores de traba­


jos académicos impresos prefieren normalmente las notas a pie de página por
la comodidad para ver las referencias. Este es especialmente el caso cuando
las notas están íntimamente relacionadas con el texto y hacen que la lectura
sea interesante, o cuando es esencial para los lectores el conocimiento inme­
diato de las fuentes. En las obras impresas, el límite lo pone la compagina­
ción: puede ser difícil, o imposible, encajar una apretada serie de notas a pie
de página extensas en las páginas a las que corresponden, especialmente en
una obra ilustrada (un requisito básico es que todas las notas a pie de página
al menos comiencen en la página en la que aparece su llamada). También es
cuestión de apariencia: una página que contiene exclusivamente notas a pie
de página resulta desalentadora. Para solucionarlo, véase 14.51-55.

14.40 Notas finales: ventajas e inconvenientes. Las notas finales, que no plan­
tean más problemas de compaginación que los habituales del texto ordina­
rio, evitan muchas de las desventajas que tienen en las obras impresas las
notas a pie de página (véase 14.39). A causa de su flexibilidad, y dado que
a muchos lectores les intimidan menos las páginas sin notas a pie de pági­
na, puede ocurrir que el departamento de marketing y ventas de una edito-
14.41 D O C U M K N F A C 'IO N I: N O T A S Y B I B 1.1 ( ) ( I R A 1- í A

rial recomiende usar notas finales en los libros destinados tanto al público
en general como al académico o profesional. Sin embargo, ya que a muchos
lectores puede decepcionarles descubrir que un tercio o más del libro está
dedicado a las notas finales, sigue siendo necesario que los autores bus­
quen un razonable equilibrio entre texto y notas (es decir, que resistan a la
tentación de incluir un número excesivo de notas con contenido). El princi­
pal inconveniente de las notas finales es que complican la búsqueda de una
nota en particular. Esta dificultad (que normalmente no se da en los textos
electrónicos, en los que el texto y las notas están vinculados) puede paliarse
insertando cabeceras informativas (véase 14.42).

14.41 Ubicación de las notas finales. A menudo es preferible agrupar las no­
tas finales de todos los capítulos al final del libro, después del texto y de
los posibles apéndices, y antes de la bibliografía, en caso de haberla (véa­
se 1.4). El título principal es simplemente «Notas», y el conjunto de no­
tas de cada capítulo va encabezado por un subtítulo que lleva el número o
el título del capítulo, o ambos (véase fig. 14.2). En un libro cuyos capítulos
sean obra de diversos autores o se puedan publicar por separado, las notas
finales normalmente aparecerán al final de cada capítulo. En una revista,
van al final de cada artículo. En los dos últimos casos, suele llevar el subtí­
tulo «Notas» entre el texto y las notas (véase fig. I4.3).

14.42 Cabeceras de las notas finales. Cuando las notas finales se reúnen en el fi­
nal del libro impreso y ocupan más de dos o tres páginas, la inserción de ca­
beceras (tanto en las páginas pares como en las impares) con los números de
las páginas a las que corresponden las notas, es de gran utilidad para los lec­
tores (véase l . 14). Para determinar qué números de página del texto usar en
una página de notas dada, búsquense los números respectivos de la prime­
ra y de la última nota que comiencen en dicha página (sin tener en cuenta el
texto que pueda venir de la página anterior) y localícense en el texto las lla­
madas a esas notas. Los números de la primera y la última página de tex­
to en que aparecen dichas llamadas son los que se usan en la cabecera: por
ejemplo, «Notas de las páginas 123-135». El último número no se abrevia;
compárese con 9.60. (Si, como a veces ocurre, en una página solo apare­
ce una nota, se usa el singular; es decir, «Nota de la página 23»). Dado que
tales cabeceras solo se pueden completar cuando se dispone de las pruebas
de imprenta, las correcciones se consideran «alteraciones» (véase 2.131) y
el coste se le carga a la editorial. (Otra opción, menos útil para los lectores
pero más barata para la editorial, es incluir cabeceras que digan simplemen­
te «Notas al capítulo 1». «Notas al capítulo 2» ...; dado que los lectores no
suelen ser conscientes del número del capítulo que están leyendo, los núme­
ros de los capítulos deben aparecer también en las cabeceras del texto en sí).
Cuando las notas figuran al final de los capítulos, rara vez son necesarias las
cabeceras referentes a las notas.
Así lo expresan: «Si los estudios culturales han de estar guiados por un proyecto político que
otorgue un lugar primordial a Ja crítica y a la transformación social (...) es imperativo recono­
cer que la universidad mantiene una serie de relaciones con la sociedad dominante. Estas re­
laciones definen a la universidad como un lugar que no es de dominio ni tampoco de libertad.
La universidad tiene una autonomía relative y funciona principalmente para producir y legi­
timar las habilidades del conocimiento y las relaciones socials que caracterizan las relaciones
de poder en la sociedad. Las universidades, como otras instituciones públicas, contienen pun­
tos de resistencia y de tensión, y es en esos espacios en los que existen las condiciones ma­
teriales e ideológicas que pueden dar lugar a discursos y prácticas de oposición. Este recono­
cimiento no solo politiza la universidad y sus relaciones con la sociedad dominante, sino que
cuestiona la naturaleza política de los estudios culturales como espacio para la crítica y como
medio para la transformación social». «The Need for Cultural Studies: Resisting intellectuals
and Oppositional Public Spheres», http://eserver.org/theory/need.html (ultima consulta 17 de
julio de 2009). Origina) en inglés; traducción de )a autora.
20 Véase el apartado correspondiente a las críticas y al debate originado en tomo a la evo­
lución y reformulación de los estudios culturales en el capítulo introductorio.

Capitulo 3
1 El origen de los estudios culturales se emplaza en el Centro de E studios C ulturales
C ontem poráneos (CECC) de la Universidad de Birmingham, fundado en 1964. En 1972, el
Centro publicó el primer número de Working Papers in C ultural Studies con el objetivo de
definir y ocupar un espacio y situar los estudios culturales en e) mapa intelectual (Sardar y
Van Loon, 24). Los trabajos de Richard Hoggart, Raymond Williams, E.P. Thompson y Stuart
May, autores vinculados al CECC, son los textos fundacionales de los estudios culturales, que
a partir de entonces se han desarrollado internacionalmente en varias escuelas y centros, a pe­
sar de que la escuela británica ha seguido teniendo primacía en el campo. Así, han sido pione­
ros y han abierto puertas a estudios centrados en aspectos nunca anteriormente analizados, y
se distinguen por la notable diversidad y originalidad de los temas que han estudiado. Aparte
de los estudios sobre las subculturas juveniles y los programas de televisión, Sardar y Van
Loon señalan que los estudios culturales británicos se han centrado en las imágenes de la mu­
jer, la masculinidad y la historia de la sexualidad; han analizado cómo se presenta el pasado
en los museos; cómo se comportan las mujeres jóvenes en el colegio y en el trabajo; cómo re­
accionan los niños blancos a la música reggae; han descubierto la política de los deportes y la
construcción social de la ciencia junto con la historia de los intelectuales de clase media, por
no mencionar más que unos cuantos temas (42-43). Sin embargo, es en Estados Unidos donde
mayor desarrollo académico e institucional han adquirido los estudios culturales.
2 Citado en Sardar y Van Loon, pág. 5.
3 Un libro excelente que cabe adoptar como ejemplo de libro texto radicalmente diferente
de otros a los que estamos acostumbrados es el editado por Paul de Guy y titulado Producñon
o f Cultures/Cultures o f Production. El libro combina explicaciones teóricas, lecturas impres­
cindibles, actividades prácticas, imágenes y selecciones bibliográficas en torno a cuestiones
tales como la globalización, la producción de la cultura, la moda, la identidad laboral, la cir­
culación de la cultura y otras.
4 Formuladas a partir de las aportaciones de Sardar y Van Loon (principalmente) y del
resto de las lecturas incluidas en la Bibliografía.
5 Silva Echeto, Víctor. «La comunicación en los geoestudios sobre las mujeres: trazado de
un mapa difuso» Sevilla, Arcibel, 2004 (http://www.escritorasyescrituras.com/cv/geoestudios.
doc). Consúltese el artículo en su totalidad para una más completa elaboración de las críticas a
los estudios culturales desde ambos lados deí Atlántico (última consulta 14/07/2009).
6 Norminanda Montoya explica el fenómeno y recoge las diversas denominaciones que
ha recibido este desarrollo audiovisual en la sociedad actual: «Ese fenómeno de expansión de

360

FIGURA 14.2. Página de notas finales de un libro, con un subtítulo que precede al
m ienzo de las notas de un capítulo (véase 14.41-42).
unidades supraoracionales,16 unidades discursivas. El párrafo es una unidad de
discurso —está formado por oraciones o grupos de oraciones relacionadas semán­
ticamente entre sí—; el párrafo, aunque fácilmente reconocible por su configura­
ción en el texto (va separado por punto y aparte), es una unidad de difícil defini­
ción, porque su estudio va más allá de la gramática tal como la conocemos, para
constituirse en objeto de estudio de la organización del contenido del discurso.57
El párrafo no está formado sin más por una serie de oraciones que se suce­
den en torno a un tema común, sino que en su interior también las oraciones se
agrupan por su proximidad semántica en lo que se denomina «estructuras suprao­
racionales». Por eso en un mismo párrafo pueden encontrarse series de oraciones
separadas por punto y seguido.
La construcción del texto, en consecuencia, consiste en un proceso en el que
se repite una estructura básica —la oración —; las oraciones se agrupan en una
primera unidad de discurso: «estructura supraoracional» (o periodo, en una de las
acepciones de este término, al que también se ha denominado oración psicológica,
parágrafo, cláusula y enunciado en algunas descripciones,'8 etc.), y estos grupos
de oraciones, a su vez, en párrafos.
En ei texto, cada uno de los párrafos constituye una unidad de sentido den­
tro del sentido general del discurso; cambiarnos de párrafo, por ejemplo, para
ofrecer un nuevo punto de vista sobre el asunto que se está tratando o incorporar
un nuevo argumento, o por el contrario, iniciar la contraargumentación, o para
dosificar la cantidad de información, que vamos separando en sucesivos párra­
fos, y, también, para concluir el escrito, etc.
Estrella Montolío (2002, II: 82)ly presenta una clasificación de los párrafos
que resulta de utilidad: párrafo de enumeración, párrafos expositivos, párrafos ar­
gumentativos y contraargumentativos, párrafos de apertura o introducción, párrafo
de cierre o conclusión.

NOTAS

1 La R A L e s ta b le c e q u e las v o c e s la tin as u sa d as en e sp a ñ o l se a c en tú e n g rá fic a m e n te de


a c u e rd o c o n las reg la s g e n e ra les.
2 N o e x is te u n a n im id a d d e c riterio ; p o r e je m p lo , G ó m e z T o rre g o (2 0 0 2 ) d e s a c o n s e ja los
p lu ra le s curricula, memoranda, córpora, q u e sin e m b a rg o e stá n m u y e x te n d id o s en la len g u a
c u lta , y p ro p o n e déficits c o m o p lu ral d e déficit. El D ic c io n a rio d e la R A E (2 0 0 1 ) d a d o s e n ­
tra d a s d ife re n te s a desiderátum y desiderata. c o n m a tic e s s ig n ific a tiv o s a lg o d istin to s , y no
re c o g e la fo rm a c a ste lla n iz a d a desiderata; el D iccionario panhispánico in d ic a q u e n o e s r e c o ­
m e n d a b le u s a r desiderata c o m o p lu ral d e desiderátum.
•* S e u tiliz a n C D . OI y C C p a ra re fe rirs e al c o m p le m e n to d ire c to , c o m p le m e n to in d ire cto
y c o m p le m e n to c irc u n s ta n c ia l, c o m o e s u so g e n e ra l en la g ram á tic a .
1 L o s c o m p a ra tiv o s s in té tic o s mayor, menor, mejor ,; peor «en to d a s las é p o c a s d e n u e stro
id io m a h an c o n v iv id o » (R A E , Esbozo) c o n las fo rm a s a n a lític a s m ás grande que. m ás bueno
que. m ás pequeño que, más malo que.
5 H ay a lg u n o s o tro s resto s fo rm a le s del c o m p a ra tiv o latin o ; superior, inferior; ulterior,
posterior, exterior,; p e ro h an p e rd id o el v a lo r c o m p a ra tiv o ; n o se a so cia n c o n un s e g u n d o t é r ­
m in o e n c a b e z a d o p o r que, s in o c o n la p re p o s ic ió n a.

285

FIGURA 14.3. Primera página de las notas a final de capítulo, e ncabezadas por el su b ­
título «Notas» (véase 14.41).
14 43 Requisitos especiales de las notas finales. Mientras que las notas a pie de
página, al aparecer tan cerca del texto, pueden omitir ciertos elementos que
se mencionan en él, en el caso de las notas finales tal omisión puede moles­
tar a los lectores, que tienen que ir adelante y atrás. Por ejemplo, no es ne­
cesario repetir en la nota al pie un autor o título mencionado en el texto,
aunque a menudo es útil hacerlo. Sin embargo, en una nota final se debe re­
petir el nombre completo del autor (o al menos el apellido) a menos que sea
obvio y el título, dado que algunos lectores pueden haber olvidado si el nú­
mero de la nota era el 93 o el 94 cuando las buscan en las páginas finales
del libro. Es particularmente molesto llegar al lugar adecuado de las notas
y encontrarse con otro «íbid.». Tal frustración se puede evitar aún mejor re­
uniendo algunas de las referencias contenidas en las notas finales mediante
los procedimientos mostrados en los siguientes ejemplos:

34 Esta y las cuatro citas anteriores proceden de L a vida es sueño, acto 1, escena 4.
87 Barbara Wailraff, W ord C o u rt: W herein V erba l V irtue Is R ew a rd ed , C rim e s
A g a in st the L a n g u a g e A re P u n ish ed , an d P o e tic Ju s tic e Is D o n e (N u eva York:
Harcourt, 2000), 34. Se dan más citas de este trabajo en el texto.

El procedimiento del segundo ejemplo solo debe usarse si en el texto queda


clara la fuente, sin recurrir a las notas finales. Véase también 13.65.

Dos series de notas


14.44 Notas finales y notas a pie de página. En un texto abundantemente do­
cumentado es a veces oportuno separar las notas de contenido de las citas
bibliográficas. En tal caso, las citas bibliográficas deben numerarse y apa­
recer como notas finales. Las notas de contenido, marcadas con asteriscos
y otros símbolos, aparecen como notas a pie de página. Para la primera
nota al pie de cada página im presa se em plea como llamada un asterisco.
Si en la misma página hay más notas, la secuencia de símbolos es * t $ §.
En caso de que aparezcan más de cuatro notas, se duplican los símbolos
para las notas quinta a octava: ** t+ t t §§■ Véase también 3.77.

14.45 Notas a pie de página y citas autor-año. El procedimiento, más bien en­
gorroso, que se describe en 14.44 se puede evitar usando citas autor-año
para las fuentes (véanse 14.2 y capítulo 15) y notas a pie de página o fi­
nales, numeradas, para los comentarios. Además, las mismas notas num e­
radas pueden contener citas autor-año entre paréntesis cuando sea necesa­
rio, incrementando la flexibilidad de tal sistema. Véase también 15.30.

14.46 Notas del editor o el traductor y notas del autor. En una obra editada o
traducida que contiene notas del autor original, se debe distinguir toda nota
adicional aportada por el editor o el traductor. Normalmente, las notas aña­
didas se entremezclan con las notas originales y se numeran en la misma
serie, pero se distinguen de estas añadiendo N. del E. o N. del T. entre pa.
réntesis al final de la nota o encerrando toda la nota, excepto el número, en­
tre corchetes. (En caso necesario también se puede insertar entre corchetes
un comentario del editor o el traductor en la nota original; véase 6.90).

14 En inglés. R o ck o f A ges y age o f rocks, respectivamente (N . d el T.).


o bien
21 [El original dice gesim gen: presumiblemente, se quiere decir gesunken].

Como alternativa, si las notas añadidas son pocas, pueden indicarse me­
diante asteriscos u otros símbolos y aparecer como notas a pie de página;
entonces las notas originales, numeradas, aparecen debajo de ellas, como
notas a pie de página (véase fig. 14.4), o se disponen como notas finales
(véanse 14.20 y 14.38. Véase también 14.48.

a c ció n p o rq u e su rg e d e lo m ás h o n d o d e la lib e rta d .» 502 P e ro e n tié n d a se b ie n , al m ism o tie m ­


p o , q u e e se «p a r a el e n te » no s ig n ific a u n a in te n c ió n in m e d ia ta ni p ro p ia d el p a sto r d e l ser
— d el h o m b re n o é tic o — sin o d el s e r m ism o . P o r e s o , m atiz a n d o m ás el sa c rific io e x ig id o al
p a s to r p o r el ser. su b ra y a H e id e g g cr q u e ese sa c rific io e stá p re c is a m e n te en q u e se le o b lig a
a se p ara rse del e n te , a u n a e sp ec ie d e rig u ro sa a b s tin e n c ia d e e n te . S ó lo c o m o preparación al
sa c rific io p o d rá el h o m b re -n o é tic o c o m o tal. el p a s to r del s e r, tra b a ja r d ire c ta m e n te so b re el
e n te: «E l sa c rific io e s tá en a p a rta r al e n te del c a m in o c o n d u c e n te a s a tis fa c e r la v o c a ció n g ra ­
c io s a del ser. El s a c rific io p u e d e sí s e r p re p a ra d o y a u x ilia d o o b ra n d o y tra b a ja n d o so b re el
e n te , p e ro n u n c a se lo p o d rá lle v a r a c a b o p le n a m e n te d e tal m a n e ra .» 503
T o d o e s o e s tá b ien al p ro p ó sito d e a h o ra , p e ro n o b a sta . H ay q u e volver todavía so ­
bre e llo pa ra p e n sarlo m ás e fic a z m e n te y p a ra d a r a sí g u s to s a m e n te c o n la n u e z d e su m e­
j o r c o m p re n s ió n . ¡U n a " n u e z ” , p o r c ie rto , q u e se e s c a b u lle fác ilm e n te , y a v e c e s p a re c e q u e
d e fin itiv a m e n te ! P o rq u e e sa rela c ió n d e l h o m b re -n o é tic o c o n el e n te , ju sta m e n te p o r tra tarse
d e una rela c ió n m ediata , es d e c ir a tra v é s del s e r y c o m o p a s to r rig u ro s o (asc é tic o ) del se r
— de un se r tan c e lo s o c o m o el d e H e id e g g e r— , no p u e d e re s u lta r c a b a lm e n te c o m p re n s ib le ,
si no es a h o n d a n d o en la rela c ió n d el se r m ism o c o n el e n te y v ice v e rsa . A h o ra b ie n , ¡"hic
labor, h oc o p u s ” !*, c o m o lo e x p e rim e n ta p ro n to q u ien se a d e n tra en la lec tu ra se ria d e H ei­
de g g e r. P ero tal v e z . p o r o tra p a rte , sea é ste un c o n te x to h e id e g g e ria n o ó p tim o p a ra to c a r
— al m e n o s — e s a n u e z , y q u iz á p a ra so n s a c a rla lim p ia m e n te . M e refiere al c o n te x to , q u e
form a B üH (1 9 4 7 ) ju n to c o n el p rim e r Nachwort (1 9 4 3 ) y c o n el s e g u n d o Nachwort (1 9 4 9 )
c o rre g id o é ste d e a c u e rd o c o n la Einfeitung (1 9 4 9 ). El v iejo tex to d e Was ist Metaphysik?
(1 9 2 9 ) n e c esitó a ju ic io d e H e id e g g e r se r a p o stilla d o en su c u a rta e d ic ió n (1 9 4 3 ) c o n el p ri­
m e r Nachwort . y lu eg o en su q u in ta e d ic ió n (1 9 4 9 ) d e b ió se r p re lu d ia d o c o n u n a Einleitung ,
q u e a su vez e x ig ía c ie rto s r e to q u e s en el p rim e r Nachw ort , d a n d o a s í o rig e n al s e g u n d o
Nachwort. c o rre g id o , d e la m en c io n a d a q u in ta e d ic ió n d e 1949. P ero lo c u rio so y a lta m e n ­
te in te resa n te a n u e s tro p ro p ó sito es q u e to d o s e so s te x to s a ñ a d id o s o c a m b ia n te s en to rn o a

* N . d el E . L a c ita e s tá h e c h a d e m e m o ria p o r el p ro f. B c h a rri. El v e rs o d e V irg ilio en


la E n e id a , lib ro 6 . v e rs o 129 es: « h o c o p u s . hic lab o r est.»
5();: « D as O p fe r ist die a lle m Z w a n g e n th o b e n e , w eil au s d e m A b g ru n d d e r F re ih e it e rs ­
teh e n d e V e rsc h w e n d u n g d e s M e n sc h e sw e se n in d ie W a h ru n g d e r W ah rh e it d e s S e in s fü r das
S e ien d e .» Nachwort G A B d 9 p. 3 1 0 /2 -5 ,
« D as O p fe r ist d e r A b sc h ied v o m S e ien d e n a u f d en G a n g z u r W a h ru n g d e r G u n st
d e s S e in s. D as O p fe r k an n d u rch d a s W erken u nd L e iste n im S e ien d e n z w a r v o rb ere ite t u nd
b e d ie n t, a b e r d u rch so lc h e s n ie e rfü llt v e rd e n .» Nachwort G A Bd 9 p. 3 1 0 /2 4 -2 7 .

FIGURA 14.4. La nota del traductor se indica mediante asterisco seguido de la nota numerada
del autor. Las notas que se indican mediante un símbolo siempre preceden a las numeradas,
con independencia del orden en que aparezcan símbolos y números en el texto. Véase 14.46.
Notas sin numerar

14.47 Las notas sin numerar en relación con las notas numeradas. Las notas a pie
de página sin número o símbolo siempre preceden a las notas numeradas en la
misma página impresa. En la mayoría de los casos, aparecen en la primera pá­
gina de un capítulo u otra división principal de una obra. En una obra con notas
finales en la que no puedan emplearse notas a pie de página, las notas finales
sin numerar —que se deben utilizar con precaución, puesto que es fácil pasar­
las por alto— deben aparecer inmediatamente antes de la nota 1 del capítulo
correspondiente. Un ejemplo de nota no numerada puede ser la nota al epígra­
fe de un libro (véase 1.36), que precedería a las notas finales del primer capítu­
lo y aparecería bajo el título «Epígrafe». Las notas a los epígrafes de capítulo
se pueden tratar de modo similar. Las notas bibliográficas, las biográficas y las
demás notas sin numerar relacionadas con un capítulo o sección enteros —que
aparecen en forma de notas a pie de página— se tratan en 14.49-50.

14.48 Notas vinculadas al texto mediante un número de línea o página. En al­


gunos trabajos —traducciones y ediciones de clásicos, por ejemplo, o tam­
bién libros destinados a un público más am plio— puede ser conveniente
omitir los números de las notas en el texto. Cualquier nota necesaria se pue­
de vincular entonces al texto mediante el número de línea o página, habitual­
mente seguido de la palabra o frase que se anota. Los números de línea solo
se emplean como localizador en los casos en que las líneas del texto aparecen
numeradas. Tales notas pueden aparecer como notas a pie de página o no­
tas finales. Las palabras anotadas pueden distinguirse tipográficamente de la
anotación (por ejemplo, mediante cursivas o negrita) y separarse de esta con
dos puntos o usando corchetes u otros signos. Las comillas, si se usan, deben
reservarse para las palabras anotadas que en el texto formen parte de una cita.
Véanse figs. 14.5 y 14.6.

14.49 Fuentes en notas sin numerar. En las antologías y otras colecciones de ma­
terial ya publicado, o en publicaciones nuevas en gran parte pero que contie­
nen uno o más capítulos publicados con anterioridad, la fuente de cada parte re­
impresa debe consignarse en nota al pie sin numerar en la primera página del
capítulo, antes de las notas numeradas. Si las otras notas son finales, la fuen­
te debe seguir constando en una nota a pie de página, y más si contiene un co­
pyright. En el caso de material sujeto aún a derechos de autor, la nota debe
incluir el título original, la editorial o revista, la fecha de publicación, los nú­
meros de página u otros localizadores y —muy importante— mencionar la
autorización del titular de los derechos para la reimpresión. También debe
incluir la declaración de copyright si así se solicita. Algunos cedentes de per­
miso exigen una fórmula determinada en la cita de la fuente. Sobre la disyunti­
va entre seguir el criterio editorial y acceder a las exigencias del cedente, véa­
se 3.31 (que se refiere a ilustraciones pero se puede aplicar igualmente a texto).
825 A bstrusum p lu m b u m , stannurnque , a d am anta, pyritem ,
N um cythisum , p u lch ra m q u e rosam , m m robora d u r a ,
N u m tineam levem , rauca num voce cicadam ,
N um fo rte m ta u ri p ro le m , ca p runique petulcum ,
N um teipsum nosti? M inim e: C rinita refulgens
830 Q u id s it num certo nostri? quo laeta paren te
G audeat? hoc m inim um cre d o : P o rtento q u id ergo
A lta p etis, coelìque d om os tra n sfig ere c a ec a s?
Laèrt. lib.6 N iteris in cassum , b elle te ridet aperta
D io g en es bucca C ynìcus, nam que, inquìt, ob ora
835 Q uae p o sita . h a u d cernis, tibi sunt, tarnen alta requiris.
F ac tarnen ut n oscas quae su n t ventura p e r astra,
Q u id iuvat? A n p o te ris qu a e su n t ventura cavere?
Sabel, D ivinus geniti p ra ev ìd e ra t a tra P ropheta
lib .9 F ata A bsalonis, vivum sibi iu ssera t ergo
ca p . IO 840 A d ferri c a p tu m , quo sortem a verterei arctam :
Sabel. N o n p o tu it tarnen: E t S a u li q u id p ro fu it a nte
!ib.9 P raevidisse fe ru m casum Sa m u elis ab um bra
ca p . 5 D octus? in altum O rcum citius p ro p era v it a pertum .
N on p o tu it vitare N inon p ra em issu s lonas.
Jo viu s in 845 Q u o d si vera fe ru n t illi, p ra ev id e ra t undas
Elog. Q ueis tandem p e riìt P etrus ille L eo n ius alias.

y el «Num te ipsum nosti? Minime», c o n las e n u m e ra cio n e s d e las c o sas c u y a m iste rio sa in tim i­
dad y e se n c ia ig n o ra m o s, e s tá e s c rito b a jo la m is m a o b s e sió n n a tu rista y a lg ú n ta n to esce p ti-
za n te q u e el m e n c io n a d o tra b a jo , y te rm in a c o n e l e strib illo q u e d e l c o m e ta y su o rig e n n a d a
sa b em o s.
8 2 9 -3 0 . ¿,Es q u e s a b e s d e v e ra s lo q u e es el c o m e ta , el re fu lg e n te g re ñ u d o ? V a ria s veces
h a a c e p ta d o p e ro só lo d u b ita tiv a m e n te la s u p o sic ió n d e A ristó te le s re s p e c to af s e r d e l c o m e ta .
A q u í se ve q u e n o a c a b a d e c o n fo rm a rs e c o n tal m o d o d e p e n s a r. F e n ó m e n o tan leja n o , tan
p o c o a c c e s ib le a n u e stra e x p e rie n c ia , ten ía q u e se r m ejo r o b s e rv a d o , y d e s p u é s , p e ro só lo d e s ­
p u é s , se p o d ía h a b la r d e su s p re s a g io s si es q u e p re s a g ia alg o : Portento quia ergo alta p etis?
8 3 3 . (A l m a rg e n ) L a h r t u í s ( s . m V . De Vitis, D ogmatis et Aphothcmatis Philosophorum.
8 3 4 . B reve la i d e D io g e n e s.
8 3 8 . (A l m a rg e n ) S a b é l i c u s = M a rc u s A n t . C o c c i i i s (s. x v -x v i) : Exemplorum Libri X .
L o s tre s e je m p lo s d e S a b é lic o e s tá n to m a d o s d e la H isto ria S a g ra d a y son d e s o b ra c o n o c id o s .
S a b é lic o h a b la de e llo s e n su o tro lib ro R asodiae Historiarum. p e ro S á n c h e z p o r los lib ro s
q u e c ita no m an e ja e sta o b ra .
8 4 4 . N in o n o N ín iv e. S e n os ha m etid o S á n c h e z a h a c e r un « p o tp o u rri» d e c a so s d e s a s tra ­
d o s in fle x ib le m e n te p r e o r d e n a d o s . P a re c e d e s d e e s te m o m e n to u n e s to ic o q u e p r e d ic a el
«am o rfati», la a c e p ta c ió n d e la su e rte fatal q u e se n o s d e p a ra .
8 4 5 . (A l m arg e n ) P. Jo v iu s o G io v io (s. x v i): Elogia Virorum Ulustrium. E sto s tres e je m ­
plos d e G io v io p e rte n e ce n a la « ard ita» Ita lia ren a c e n tista . P ie tro L e o n i. m é d ic o d e E s p o le to ,
s a b ía q u e h a b ía d e m o rir a n e g a d o y re h u ía n a v e g ar. S in e m b a rg o m u rió a rro já n d o se a un p o zo.
H e rm e s B e n tiv o g lio , b o lo ñ é s , o rd e n a m a ta r al o c u ltista C o c le s (B art. d e la R o c a ) q u e se h a b ía
a tre v id o a d e c ir d e él q u e m o riría en el d e s tie rro . H e rm e s a su v e z v e c u m p lirse en él su fatal
p ro n ó stic o .

203

FIGURA 14.5. Notas a pie de página vinculadas a números de línea, recurso que es mejor
emplear en textos en verso. (Cuando se trata de prosa, no se pueden numerar las notas an­
tes de m aquetar el texto). Véase 14.48.
donde se discute el complejo empleo que Rilke hace de «Nacht» como un
posible mediador entre el ser inmanente y el trascendente.
166 Rilke elimina dos detalles cruciales
p e rsp e ctiva o rto d o xa d e la revela ció n
de la Sibila de Miguel Ángel: sus prominentes pechos, que sugieren la «leche
celestial» que es «el futuro alimento de la salvación» (Wind, «Michelangeio’s
Prophets and Sibyls», 68), y el voluminoso libro que está leyendo, que sugiere
la conversión al cristianismo. De esa manera, el poema priva a la profecía de
todo contenido. Los primeros esfuerzos de Rilke por construirse un cristianismo
a medida se pueden estudiar en Visions o f C h rist, ed. Siegfried Mandel, trad. de
Aaron Kramer (Boulder: University of Colorado Press, 1967).
sib ila s y p r o fe ta s «Décima elegía», verso 72.
167 una p ro fesió n idea l Es importante señalar que en el estudio más completo de
las E legías, Jacob Steiner, R ilke s D u in e se r E leg ie n (Berna: Francke, 1969), la
entrada en el índice para «Frau» remite al lector a «Mutter, Mädchen, Liebende»,
un adecuado comentario de las prioridades de Rilke.
Las relaciones entre ambos artistas son objeto del
m u c h o m á s c o m p leja s
detallado y amplio estudio de Heinrich Wigand Petzet, D a s B ild n is d es D ic h te rs
(Frankfurt am Main: Societäts-Verlag, 1957).
a u to -ju stifica c ió n P a u la M o d e rso h n - B e c k e r in B rie fe n u nd T agebüchern,
ed. de Günter Busch y Liselotte von Reinken (Frankfurt am Main: S. Fischer,
1979). 307-11.
Robert Hass analiza las crudas y morbosas emociones del
culpar a un fa n ta sm a
«Réquiem» en su introducción a The Selected P oetry o f R ainer M aria Rilke, trad.
de Stephen Mitchell (Nueva York: Random House, 1982), xxvii-xxxiv.
168 a u f B e sitz Rilke, S ä m tlic h e Werke 1:653,654.
in m ir Ibid., 656.
169 u n a c o n tra -ve rd a d «Paula Becker to Clara Westhoff» aparece reimpreso como
epílogo en T he L e ite rs a n d J o u rn a ls o f P a u la M o d e rso h n - Becker, ed. J. Diane
Radycki (Metuchen, NJ: Scarecrow Press, 1980), 328-30. El epilogo incluye
también la traducción del «Requiem» de Rilke realizada por Lilly Engler and
Rich, 319-27.
m ás so lita rio q u e la s o le d a d Adrienne Rich, The D rea m o f a C om m on
L a n g u a g e (Nueva York: Norton, 1978), 43.
su v o z p e rsistirá Ovidio, M e ta m o rfo sis 14:129-53.

C a p i t u l o S e is

170 d a ss ich w u rd e w ie sie D u in o E legies, «Primera elegía», versos 45—48.


En Three W om en P o ets (Lewisburg,
R ilke p ro p o rc io n a a lg u n a s resp u esta s
PA: Bucknell University Press, 1987), donde se recogen traducciones de
poemas de Stampa, Louise Labé y Sor Juana Inés de la Cruz, Frank J. Wamke
concluye que «Rilke has commented on what is truly in the text»: la divinidad
trascendente de la mujer que ama (55).
171 otros am antes Elegías d e D uino, trad. de E. Barjau (Madrid: Cátedra, 1990).

FIG U RA 14.6. Notas finales enlazadas a números de página, con los términos clave en
cursiva. Véase 14.48.
En m uchos casos, la form ulación se puede m odificar en aras de la coherencia
siem pre y cuando conste debidam ente el nom bre del propietario de los derechos.
L os siguientes ejem plos proponen varias form as aceptables. V éase tam bién 4.72.

R eim presión autorizada de Steven Shapin, The S c ie n tific R e v o lu tio n (Chicago:


University o f C hicago Press, 1996). 15-64.

S i e l a rtícu lo o c a p ítu lo se reim p rim e c o n un títu lo diferen te:

Publicado originalmente com o «M anet in His Qeneration: The Face o f Painting in


the 1860s», C rit ic a 1 In q u iry 19, n.° 1 (1992): 22-69, © 1992 by The University o f
Chicago. Todos los derechos reservados. Reimpreso con autorización.

S i el a rtícu lo o c a p ítu lo se ha revisad o:

Publicado originalm ente, con ligeras variantes, en The M e tró p o lis in M o d e rn


L ife , editado por Robert M oore Fisher (N ueva York: Doubleday, 1955), 125-48.
R eim preso con autorización del autor y del editor.

S i el trabajo e s de d o m in io p ú b lico (c o m o las p u b lica c io n es d el G obierno):

Reimpresión de Ambler Thompson y Barry N. Taylor, C u id e fo r the Use ó fth e In te r­


n ation al System o f Units (S I) (Ciaithersburg, MD: National Instilute o f Standards and
Technology, 2008), 38-39.

14.50 Notas biográficas o agradecimientos sin numerar. En rev ista s o trabajos


d e autoría m ú ltip le, p u ed e ap arecer una b reve n ota b io g r á fic a sob re el a u ­
tor o autores corn o nota sin num erar en la prim era p á g in a de cad a artícu lo
o c a p ítu lo . A lte rn a tiv a m e n te , alg u n a s p u b lic a c io n e s p o n en ta les n otas al fi­
nal d e l c a p ítu lo o artícu lo. D ic h a s n otas d e id e n tific a c ió n son in n ec esa ria s
cu a n d o e l trabajo in c lu y e una lista d e lo s c o la b o ra d o re s c o n su s d a to s pro­
fe s io n a le s (v é a n se ta m b ién 1 .2 0 y 1.6 2 ).

A lice Y. Kaplan enseña en el Department o f Romance Studies de la Universidad


de Duke. Es autora, entre otros trabajos, de R epm d u ctio n s o f B a n a litv: F a scism ,
L itera tu ra , a n d F re n c h In te lle c tu a l L ife (1 986), R e le v é des so u rces et cita tion s
dans « B a g a telles p o u r un m a ssa cre» (1987) y The C o lla h o ra to r: The T ria ! an d
E xecutio n o f R o bert B ra s ilia c h (2000).

María C ecilia Ainciburu es doctora en Lingüística A plicada por la Universidad


A ntonio de Nebrija (M adrid) y docente en la Facultad de E conom ía Richard
G oodw in de la U niversidad de Siena. Entre sus trabajos destaca A sp e cto s d el
a p ren d iza je d el v o ca b u la rio (Pcter Lang).

D e l m ism o m o d o , se p u ed en ex p resa r a g r a d e c im ie n to s e s p e c ia le s en una


n ota sin num erar, a v e c e s añ ad id os a la in fo rm a ció n b iográfica.
Los autores agradecen la colaboración de Jacinto de Castro Vítores, del CPD de la
Universidad Com plutense de Madrid, por su ayuda en la localización de muchos de
los materiales em pleados en esta edición.

Sara Velázquez es profesora ayudante del Departamento de Filología Italiana de la


Universidad de Salamanca. Por sus comentarios a la versión previa de este trabajo, la
autora agradece su colaboración a Vicente González, Yolanda Romano y Manuel Heras.

D istintas partes de este trabajo han sido revisadas por Lourdes Ortega, Susana
Pastor y John Norris. Por supuesto, todos los errores que haya en el m ism o son
exclusiva responsabilidad mía. .

Remedios para el exceso de notas


14.51 Evitar las notas excesivamente largas. L a s n o ta s d e c o n te n id o la rg a s
— e sp e c ia lm e n te si so n n otas a p ie de p á g in a — d e b e n red u cirse o integrar­
se en e l te x to (v é a s e 1 4 .3 9 ). L as n o ta s fin a le s p u ed en g e n e r a lm e n te c o n ­
ten er c o m e n ta r io s e x t e n s o s , p e r o d e b e fija r se un lím ite p r u d en te ( v é a s e
1 4 .4 0 ). L as tab las c o m p lic a d a s , lista s y otros e le m e n to s q u e n o form an par­
te d el te x to d e b e n d arse e n a p é n d ice , m ejor q u e en la s n otas. A s í, por e je m ­
p lo , se p u ed e insertar en e l te x to una n ota entre p a rén tesis qu e diga: « V é a s e
en e l a p é n d ic e A u n a lista de la s in stitu c io n e s co la b o ra d o ra s» .

14.52 Varias referencias en una nota. El n ú m ero d e lla m a d a s a n ota e n una ora­
c ió n o párrafo se p u e d e a v e c e s red u cir a g ru p an d o varias r e fe r e n c ia s en
una s o la nota. L as r efe re n c ia s se sep aran c o n p u n to y c o m a , y d e b e n apare­
cer en e l m ism o orden q u e lo s e le m e n to s (se a n ob ras, c ita s te x tu a les o c u a l­
q u ier otro m aterial) a lo s q u e c o rresp o n d en . D e b e ev ita r se tod a a m b ig ü e d a d
r esp e cto al e le m e n to al q u e alu d e c a d a referen cia.

Texto:

S o lo cuando reunim os el trabajo de varios e stu d io so s (las e x p lic a c io n es por


Walter Sutton de algunos de los poemas breves de Whitman; el m inucioso estudio
por Paul Fussell de la estructura de «Cradle»; las atentas lecturas de «Crossing
Brooklyn Ferry» y «Passage to India» realizadas por S. K. Coffman, y los intentos
de Thom as I. Rountree y John L ovell, en sus análisis de «Son g o f M yself» y
«Passage to India», respectivamente, de esclarecer la estrategia de la «indirección»)
com en zam os a hacernos una idea de la variedad y especificid ad de las formas
poéticas que Whitman em plea.’

N ota:

1 Sutton, «The A nalysis o f Free Verse Form, lllustrated by a Reading o f W hit­


man», Jo u rn a l o f A esthetics and A rt C ritic is m 18 (diciembre 1959): 241-54; Fus-
sell, «W hitm an’s Curious Warble: R em iniscence and Reconciliation», en The P re s­
ence o f Walt W hitman, ed. R. W. B. Lewis (Nueva York: Columbia University Press,
1962), 28-51; Coffman, «“Crossing Brooklyn Ferry”: A Note on the Catalog Tech­
nique in W hitm an’s Poetry», M o d e rn P h ilo lo g y 51 (m ayo 1954): 225-32; Coffman,
«Form and M eaning in W hitm an’s “Passage to India”», P M L A 70 (junio 1955);
337-49; Rountree, «W hitman's Indirect Expression and Its Application to “Song of
M y s e lf’», P M L A 73 (diciembre 1958): 549-55, y L ovell, «Appreciating Whitman:
“Passage to India”», M o d e rn Lan g u a ge Q u a rterly 21 (junio 1960): 131-41.

E n el e jem p lo de arriba, se o m iten e n la n ota lo s n om b res de p ila d e lo s au to­


res, p u esto qu e y a ap arecen en el te x to . S o b re la in c lu sió n d e lo s n om b res
en las n otas fin a le s , en con traste c o n las n o ta s a p ie d e p ágin a, v é a se 1 4 .4 3 .

14.53 Citas entre paréntesis en el texto. Otra form a de reducir e l nú m ero de notas
e s citar las fu en tes (n orm alm en te entre p arén tesis) en el texto. L a c o m b in a ­
c ió n de lb íd . y n ú m eros de p ágin a para las citas su c e siv a s de la m ism a fuente
se p u ed e em p lear del m ism o m od o; e s decir, citan d o en e l te x to en v e z de en
las notas (v é a se 14.2 9 ). Para la e x p lic a c ió n y e jem p lo s, v é a se 1 3 .6 2 -7 0 .

14.54 Abreviaciones para obras citadas frecuentemente. U n a obra que se cite con
frecu en cia se pu ed e m en cion ar entre paréntesis, tanto en el texto c o m o en no­
tas su ce siv a s, m ediante una abreviación , dando la cita com p leta, en nota, en la
prim era aparición. (E sta práctica e s m ás útil c o n notas a pie de págin a que con
notas fin ales). V é a n se tam bién 13.65, 14.24-31 y 14.55.

2 François Furet, The P a ssin g o f an Illu s io n : The Id e a o f C om m unism in the


Twentieth C entury, trad, de Deborah Furet (Chicago: University o f Chicago Press,
1999). 368 (citado a partir de ahora en el texto com o P I).

(Referencias posteriores en el texto) «En este sentido, la Segunda Guerra Mundial


com pletó lo que había com enzado la Primera: el dom inio de las grandes religiones
políticas sobre la opinión pública europea», señala Furet (P I, 360). Pero prosigue
afirmando q u e...

L a a b r e v ia c ió n se d ife r e n c ia d el títu lo b reve (v é a s e 1 4 .2 8 ) en qu e se pu ed e


abreviar las palabras y cam b iar su orden.

3 Nathaniel B. Shurtleff, ed.. R ecord s o f the G o v e rn o r an d C om pany o f the M a s­


sachusetts Bay in New E n g la n d (1 6 2 8 -8 6 ), 5 vols. (Boston, 1853-54). 1:126 (citado
a partir de ahora com o M ass. R ecords).
4 M ass. R ecords. 2:330.

14.55 Lista de abreviaciones. C u an d o son m u ch as las a b r e v ia c io n e s d e títu los, c o ­


le c c io n e s de m an u scritos o n om b res de p erson as o en tid ad es que se em p lean
e n un a obra — d ig a m o s d ie z o m ás — , e s m ejor dar su lista a lfa b é tic a en una
s e c c ió n aparte. E n un lib ro, la lista p u ed e ap arecer en lo s p relim in ares (si
Abreviaturas
Al citar los distintos trabajos en las notas, se han empleado habitualmente abre­
viaciones. Las obras citadas con mayor frecuencia se identifican con las siguientes:
As. Se. Archives de l'Académie des sciences.
A . P. A rc h iv es p a rlem e n ta ire s de 1 7 8 7 à 1860, p rem ière série (1 7 8 7 à
1799). Edición de M. J. Mavida! y M. E. Laurent. 2a ed. 82 vols.
Paris, 1879-1913.
Best. Théodore Besterman, ed. Voltaire's C o rre sp o n d e n c e . 107 vols.
Ginebra, 1953-65.
B. Inst. Bibliothèque de l'Institut de France.
B.N., nouv. acqu. Bibliothèque nationale. Fonds français, nouvelles acquisitions.
C orresp. inéd. Charles Henry, ed. C o rre sp o n d a n c e in é d ite d e C o n d o rc e t e t de
Turgot (1 7 7 0 -1 7 7 9 ). Paris, 1883.
HMAS H isto ire de l'A c a d é m ie royale d e s scien ces. A vec les m ém oires de
m a th é m a tiq u e e t d e p h y s iq u e ... tirés des registres de cette a c a d é ­
m ie (1 6 9 9 -1 7 9 0 ). 92 vols. Paris, 1702-97. Cada volumen incluye
dos partes numeradas de manera independiente, a las que nos re­
ferimos respectivamente como H ist. and M ém .
Inéd. L e sp in a ssc Charles Henry, ed. L ettres in éd ites de M lle d e L espinasse. Paris,
1887.
O .C . A. Condorcet-O’Connor y F. Arago, eds. O euvres de C ondorcet.
12 vols. Paris, 1847-49.

Prólogo
1. P ftf.r Gay. T h e E n lig h te n m e n t: A n In te r p r é ta tio n , 2 vols. (Nueva York,
1966-69), 2:319. He reali/ado algunas críticas en relación con el tratamiento que
Gay hace de esta cuestión en la recensión del segundo volumen de su trabajo, A m e ­
rica n H istó rica ! R e v ie w 85 (1970): 1410-14.
2. G horœ s G u sd o rk In tro d u ctio n a u x scie n c e s h u m a in es: E ssa i c ritiq u e su r
leu rs o rig in es et leu r d é ve lo p p e m e n t (Estrasburgo. 1960), 105-331.

FIG U RA 14.7. Una breve lista de abreviaciones antes de las notas finales (véase 14.55),

se e m p lea n notas a p ie de p á g in a ) o en la parte fin a l, antes de las n otas f i ­


n a les (si se usan e sta s). H ab itu alm en te lle v a el títu lo «A b rev ia tu ra s» y d e b e
in c lu ir se en la tabla de c o n te n id o s o su m a rio (v é a n se 1.4 y 1.43). C u an d o
se e m p lea n p o c a s abreviatu ras, la lista se p u ed e dar en la prim era s e c c ió n
d e las n otas fin a le s (v é a se fig. 14.7) o al p r in c ip io de la b ib lio g ra fía . L o s tí­
tu lo s qu e en las n otas o la b ib lio g ra fía ap arecen en c u r siv a d e b e n ir tam b ién
en c u r siv a en su fo r m a ab reviad a, en la lista y en cu a lq u ier otro lugar.

Bibliografías
Introducción
14.56 Relación de las bibliografías con las notas. A u n q u e n o to d a s las obras
an otad as req uieren una b ib lio g ra fía , p u esto q u e se p u ed en p rop orcion ar los
datos en las notas, la b ib liografía alfabetizada sirve para varias c o sa s. Concre­
tam ente, una bib liografía co m p leta que co n ten g a tod os los datos de las fuentes
citadas en el texto, adem ás de proporcionar una v isió n general sobre las fuen­
tes y, por tanto, una in d ica ció n d el a lcan ce de la in v e stig a ció n d el autor, pue­
d e servir c o m o c la v e para las form as breves usadas en las notas bib liográfi­
cas (v é a n se 14.1 4 y 14.24). En las p u b lica cio n es electrón icas, una bibliografía
co m p leta p u ed e racionalizar de form a sig n ifica tiv a el p ro ceso de crear hiper-
v ín cu lo s a las obras citad as y, al m ism o tiem p o, pu ed e perm itir a las editoriales
d e tales obras citadas la id en tifica ció n y creación de e n la ce s de «citad o por».

14.57 Formato y ubicación de la bibliografía. L a b ib lio g r a fía d isp u e sta en orden


a lfa b é tic o e s la form a m ás c o m ú n y h a b itu a lm en te m á s c ó m o d a para e l le c ­
tor, tanto si la obra c o n tie n e n otas al te x to c o m o si no. T odas las fu e n te s que
se han de in c lu ir — lib ro s, a rtícu lo s, te sis, p o n e n c ia s — se d isp o n e n alfa b é­
tica m e n te por e l a p e llid o de lo s au tores (o , en c a so de qu e n o se in d iq u e el
autor o el editor, por el títu lo o las p alab ras c la v e q u e e l lec to r b u scará con
m a y o r p rob ab ilid ad ) en una lista ú n ica. E n una obra im p resa, la b ib lio g ra fía
se e m p la z a n o rm a lm en te al fin al, a n tes del ín d ic e. En un v o lu m e n c o le c tiv o
o un lib ro d e te x to , cad a c a p ítu lo p u ed e ir se g u id o de una b reve b ib lio g ra ­
fía. Para un e je m p lo , v é a se fig . 14.8; sob re la d is p o s ic ió n d e la s entradas,
v é a se 1 4 .6 0 -6 2 . S ob re la d iv is ió n e n s e c c io n e s , v é a se 1 4 .5 8 .

14.58 División de una bibliografía en secciones. O c a s io n a lm e n te , se p u ed e d i­


vid ir la b ib lio g ra fía en s e c c io n e s , p ero so lo si c o n e llo se fa c ilita de m o d o
s ig n ific a tiv o la labor d el lector. En lo s c a s o s en lo s qu e lo s le c to r e s tengan
qu e ir fr e c u e n te m en te de la s n otas a la b ib lio g ra fía , e s m u c h o m ás adecuada
una lista a lfa b é tic a c o n tin u a , d ad o q u e en las b ib lio g ra fía s su b d iv id id a s el
ord en a lfa b é tic o e m p ie z a de n u e v o en cada s e c c ió n . R ara v e z se d eb en s e ­
parar lo s lib ro s de lo s ar tíc u lo s, p u esto qu e e s m ejor listar ju n to s lo s libros
y a rtícu lo s de un m ism o autor. P u ed e ser ap rop iad o su b d iv id ir la b ib lio g ra ­
fía 1) c u a n d o in c lu y e fu e n te s m an u scritas, c o le c c io n e s de a r ch iv o s u otros
m ateriales qu e n o en cajan en una lista a lfa b é tic a seg u id a ; 2 ) cu a n d o lo s le c ­
tores n e c esita n d istin g u ir a prim era v ista entre v a rio s tip o s de obras — por
e je m p lo , en un e stu d io sob re un escritor, entre su s obras p rop ias y las que
versan sob re él — ; o 3 ) cu a n d o la b ib lio g ra fía e stá p ro y ecta d a fu n d a m en ta l­
m e n te c o m o g u ía para lectu ras a d ic io n a le s (c o m o en e ste m an u al). C u and o
son n e c esa ria s las d iv is io n e s , d eb e ap arecer un a nota in trod u ctoria al prin­
c ip io de la b ib lio g ra fía , y cad a se c c ió n d e b e ir e n c a b e z a d a por un su b títu ­
lo e x p lic a tiv o (v é a se fig . 1 4.9). N in g u n a fu e n te d e b e figurar en m ás de una
s e c c ió n . S ob re la a lfa b e tiz a c ió n , v é a se 1 4 .6 0 -6 2 .

14.59 Tipos de bibliografías. A u n q u e gen eralm en te C h ic a g o -D e u s to reco m ien d a la


b ib lio g ra fía c o m p leta en el ca so de obras de ex ten sió n sim ilar a la de un libro,
cualqu iera de las categorías que se en u n cian aqu í pu ed e ser adecuada para un
Bibliografía

Buen, Jorge de. M a n u a l d e d iseñ o editorial. México: Santiilana, 2003.


D o c u m e n ta c ió n . R eferen cia s b ib lio g rá fica s: c o n ten id o , fo r m a s y estru ctu ra . Ma­
drid: AENOR, 1994. '
Huarte Morton, Femando. C artilla de tipografía p a r a a utores. Preparación de o ri­
g in a le s y corrección d e p ru eb a s. Madrid: Alfaguara-Castalia, 1970.
Inform ation a n d d o cu m en ta tio n . In tern a tio n a l sta n d a rd book n u m b e r (ISB N ). Gine-
' bra: ISO, 2005.
Jauralde Pou, Pablo. M a n u a l d e investigación literaria. Madrid: Gredos, 1981.
Martínez de Sousa, José. D ic cio n a rio de o rto g ra fía técn ica . Madrid: Fundación
Germán Sánchez Ruipérez-Pirámide, 1987.
— M a n u a l de edición y auto ed ició n . Madrid: Pirámide, 1994.
— D iccio n a rio d e tip o g ra fía y d e l libro. Madrid: Paraninfo, 1995.
— M a n u a l de estilo de la lengua española. Gijón: Trea, 2012.
— D iccionario de edición, tipo g ra fía y a rtes gráficas. Gijón: Trea, 2001.
— O rtografía y ortotipografía d el esp a ñ o l a c tu a l. Gijón: Trea, 2008.
— D iccionario d e biblio lo g ía y cien cia s afines. Gijón: Trea, 2004.
Ministerio de Educación y Cultura. R e g la s d e c a ta lo g a c ió n . Madrid: Boletín
Oficial del Estado, 1999. | http://servicios.bne.es/docs/regIas_catalogacion/
RI/00000022 .pdf.].
M U R A S tyle C u id e : A H a n d b o o k f o r A u th o rs, E d ito rs, a n d W riters o f T h eses.
2.a ed. Londres: Modern Humanities Research Association, 2008.
M I A . H a n d b o o k f o r Writers o f R esearch P apers. Nueva York: Modern Language
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Polo, José, O rto g ra fía y ciencia d e l lenguaje. Madrid: Paraninfo, 1974.
— M anifiesto ortográfico d e la lengua española. Madrid: Visor, 1990.
Ramoneda, Arturo. M a n u a l p rá ctico d e estilo. G uía p rá ctica p a r a escribir m ejor.
Madrid: Alianza, 1999.
Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española.
O rto g ra fía d e ia le n g u a e sp a ñ o la . Madrid: Espasa Calpe, 2010.
— D iccio n a rio p a n h isp á n ic o d e d u d a s. Madrid: Santiilana, 2005.
Sol, Ramón. M a n u a l p rá c tic o d e e stilo . Barcelona: Urano, 1992.
T he C h ica g o M a n u a l o f Style: The E ssen tia l C u id e f o r W riters, E ditors, a n d P u b ­
lish ers. Chicago: University of Chicago Press, 20)0.

FIG U RA 14.8. Primera página de la bibliografía de un libro (vease 14.57).


B ib lio g r a fía se le c ta

En esta bibliografía aparecen solo los trabajos que he empleado para la reali­
zación de este libro. No es, en absoluto, una lista exhaustiva de todas las obras y
fuentes que he consultado. Muestra la esencia y la variedad de las lecturas a par­
tir de las cuales he formado mis ideas, y pretendo que sirva de ayuda para quienes
deseen proseguir el estudio del humor, de la literatura humorística, de la historia
de los procesos humorísticos, de la novela británica y de los autores y obras con­
cretas que son el objeto de esta investigación.

1. Teoría, p sic o lo g ía e h isto ria de lo cóm ico

Auden, W. H. «Notes on the Comic». En C o m ed y: M ea n in g a n d F o rm , edición de


Robert Corrigan, 61-72. San Francisco: Chandler, 1965.
Bajtin. Mijail. La cu ltu ra p o p u la r en la E d a d M e d ia y en e l R e n a c im ie n to : E l c o n ­
texto de F ra n ç o is R a b ela is. Madrid: Alianza, 1989.
Ramírez Domínguez, Juan Antonio. E l «c ó m ic » fe m e n in o en E sp a ñ a : arte sub y
a n u la ció n . Madrid: Cuadernos para el diálogo, 1975.

2. En torno a l h u m o r y sus d ific u lta d e s

Bergson, Henri. Le rire. E ssa i su r la sig n ific a tio n du c o m ique. Paris: Presses Uni­
versitaires de France, 1961, 143.a ed.
Gómez de la Serna, Ramón. G reg u ería s, ed. de Rodolfo Cardona. Madrid: Cáte­
dra. 1979.
Santana López, Belén. Wie w ird da s K o m isch e Ubersetzt? Berlin: Frank & Timme,
2006.

FIGURA 14.9. Páginal inicial de una bibliografía dividida en secciones, con una nota
del autor que explica el criterio de selección (véase 14.58-59).

d eterm in a d o trabajo. (S o b re las lista s d e r efe re n c ia s, form a d e b ib lio g ra fía


adaptada al siste m a au tor-año, v é a se 1 5 .1 0 -1 6 ).

1. B ib liografía com pleta. La bibliografía com pleta incluye todos los trabajos que
se han citado, sea en texto o en notas, con excepción de las com unicaciones
personales (véase 14.222). También se pueden incluir algunos trabajos particu­
larmente relevantes que el autor haya consultado, aunque no se m encionen en
el texto. El título habitual es «Bibliografía», aunque también se pueden utilizar
«Bibliografía citada» u «Obras citadas» si no se han incluido obras adicionales.
2. Bibliografía selectiva. Si. por cualquier razón, el autor no desea enumerar todas
las obras citadas, el título debe indicarlo: se puede recurrir a «Bibliografía selecta»
o (menos habitual) «Bibliografía seleccionada»; si la lista es muy corta, se puede
usar «Lecturas recomendadas» o «Lecturas adicionales». Deben explicarse en una
nota introductoria los criterios de selección (véase fig. 14.9).
3. B ib lio g ra fía an otad a. La bibliografía anotada es generalmente más cóm oda
para los lectores que el ensayo bibliográfico (véase el elem ento siguiente). Las
anotaciones pueden seguir a los datos de la publicación (a veces entre corchetes,
si solo se anotan algunas entradas) o pueden comenzar en otra línea, a menudo
con sangrado de párrafo. V éase fig. 14.10.
4. E nsayo b ib liográfico. M enos formal que la bibliografía anotada es el ensayo
bibliográfico, en el que el autor com enta la bibliografía extensam ente. Dado
que las obras no aparecen en orden alfabético, se puede dividir libremente por
materias (véase 14.58). Tal ensayo puede ser especialm en te adecuado para
determinados tipos de fuentes archivísticas que no se prestan fácilm ente a la
enumeración alfabética. Puede acompañar a una bibliografía, en cuyo caso debe
precederla. Si las obras comentadas en el ensayo se recogen en la bibliografía,
pueden mencionarse en forma abreviada (com o en las notas). Si no hay biblio­
grafía, el ensayo debe incluir todos los datos de publicación, aparezcan o no los
títulos en las notas. Para un ejem plo, véase fig. 14.11.
5. L ista de obras de un autor. La lista de obras de un autor, normalmente titulada
«Obras publicadas [de X ]», se ordena casi siempre cronológicam ente. Si hay
más de una obra por año, las fechas pueden aparecer com o subtítulos.

Disposición de las entradas

14.60 Orden alfabético de las entradas bibliográficas. L as r eg la s para a lfa b e ti­


zar las entradas d e ín d ice ( v é a s e 1 6 .5 6 -9 3 ) son v á lid a s tam b ién para la b i­
b lio g r a fía , c o n las m o d ific a c io n e s q u e se d e sc r ib e n e n e sta s e c c ió n y en
1 4 .6 3 -6 7 . A l ig u a l q u e en la s entradas d e ín d ic e, C h ic a g o -D e u s to r e c o m ie n ­
da el siste m a le t ra p o r le t ra a m e n o s q u e la ed itorial prefiera el siste m a p a ­
la b r a p o r p a la b r a . E n el siste m a le t ra p o r le t ra , la entrada «F ern án d ez, A n ­
g e lin e s» iría antes q u e la entrada «F ernán G ó m e z , F ernan do»; en el siste m a
p a la b r a p o r p a la b r a , e l orden seria e l contrario. A d v ié r ta se qu e lo s p r o c esa ­
d ores d e te x to , au n q u e p u ed en generar e n c a b e z a m ie n to s, por lo gen eral n o
so n c a p a c e s d e ordenar correctam en te en n in g u n o d e lo s d o s siste m a s. A par­
te de corregir to d o s lo s errores y c a m b io s p r o v o c a d o s por el program a, lo s
autores p u ed en v erse p r e cisa d o s a introducir aju stes para las entradas que
c o m ie n c e n p or una raya de su stitu c ió n (v é a se 14.63).

14.61 Autor único frente a varios autores. U n a entrada d e autor ú n ico p r e ce d e a


otra d e v a r io s au tores q u e c o m ie n c e c o n e l m ism o a p e llid o . S o lo se in vierte
el n om b re qu e fig u ra en p rim er lugar.

K ogan, Hermán. T h e F i r s t C e n t u r y : T h e C h i c a g o B a r A s s o c i a t i o n , 1 8 7 4 - 1 9 7 4 .
Chicago: Rand M cNally, 1974.
Kogan, Hermán, y Lloyd Wendt. C h ic a g o : A P i c to r ia l H is to r y . Nueva York: Dutton,
1958.
Bibliografia complementaria anotada
sobre historia de la literatura vasca

Una obra como esta, que tiene como objetivo la didáctica de la literatura vasca, está
llamada a ofrecer una visión orientativa de las diversas historias de dicha literatura.
Se mencionan aquí aquellas que, publicadas desde la segunda mitad del siglo xx,
pueden resultar de utilidad a quien se dedique a la docencia de esta materia. Se
incluyen no sólo las historias generales, sino también las que se focalizan en
géneros literarios específicos1.

Aldekoa, Iñaki. H isto ria d e la litera tu ra va sca . Donostia-San Sebastián: Erein,


2004. Traducida por Jon Muñoz como E u sk a l lilera lu ra ren h isto ria (Donostia-
San Sebastián: Erein, 2008).
Aunque la literatura del siglo xx ocupa aproximadamente dos tercios de su obra,
Aldekoa ofrece una visión panorámica de toda la literatura vasca, incluyendo
la de tradición oral. Como señala Lasagabaster en el prólogo, destacan en ella
la reconstrucción de los contextos histórico-culturales, los análisis detallados
de diversas obras y las relaciones intertextuales y de referencia con otras
literaturas.

Billelabeitia, Miren. E u sk a l H e rrik o L itera tu ra [Literatura del País Vasco].


Amorebieta-Etxano: Ibaizabal, 2003.
De orientación didáctica declarada, este libro ofrece un panorama de la literatura
vasca de entre los siglos xvi y xix distribuida en cinco capítulos que responden
a los diversos periodos de la literatura occidental desde el Renacimiento al
Romanticismo. Quedan, por tanto, fuera de su consideración la literatura de
tradición oral (incluida la de origen medieval) y la del siglo xx. Con el objeto
de realzar las obras canónicas de cada periodo y de otorgarles un lugar en el
polisistema de la literatura, todos los capítulos obedecen a la misma estructura,
explicitada desde el mismo prólogo firmado por Jon Kortazar: a cada pasaje
canónico seleccionado le sigue la contextualización histórica de autor y obra
en su periodo correspondiente y la identificación de sus principales valores
estéticos.

1 N o re s u lta e x a g e ra d o a firm a r q u e la h isto rio g ra fía d e la lite ra tu ra v a sc a v iv e un a u té n ­


tic o m o m e n to d e e c lo s ió n , so b re to d o d e sd e q u e J e sú s M a ría L a s a g a b a s te r en un tra b a jo p o s ­
te rio rm e n te r e c o g id o e n L as literaturas de ¡os vascos (B ilb a o : U n iv e rs id a d d e D e u sto , 2 0 0 2 )
a p e la ra a la n e c e s id a d d e re v is a r su s p re s u p u e s to s d e sd e e l e je rc ic io d e la c rític a , s u p e ra n d o
de u n a v e z las a p ro x im a c io n e s m e ra m e n te p o s itiv is ta s d o m in a n te s e n e ta p a s a n te rio re s . A su s
p o s tu la d o s r e s p o n d e n n o só lo la m a y o ría d e las h isto ria s d e la lite ra tu ra p u b lic a d a s d e s p u é s
d e su p ro p u e s ta , s in o ta m b ié n las j o rn a d a s s o b re h is to r io g r a fía d e la lite ra tu ra v a s c a q u e
v ien e o rg a n iz a n d o E u s k a ltz a in d ia (R e a l A c a d e m ia d e la L e n g u a V asca) d e sd e 2 0 1 0 . T a m b ié n
p u e d e n re s u lta r d e u tilid a d p a ra el d o c e n te lo s a n á lis is c rític o s d e Id u rre A lo n s o , Erdigune
literarioak irakaskuntzan (B ilb a o : U n iv e rs id a d d e l P a ís V asco, 2 0 1 0 ) so b re la e n s e ñ a n z a de
la lite ra tu ra v a s c a y d e Jo n C a s e n a v e . Euskal literaturaren historiaren historia ( D o n o s tia -S a n
S e b a stiá n : U triu s q u e V a sc o n ia e , 2 0 1 2 ) s o b re la h isto rio g ra fía d e la m ism a.

FIG U RA 14.10. Primera página de una bibliografía anotada (véase 14.59).


Q u ie n e s d e s e e n fa m ilia riz a rs e c o n la R e v o lu c ió n c ie n tíf ic a , a s í c o m o c o n su s p r o ta ­
g o n ista s , f u n d a m e n to s c o n c e p tu a le s , c u e s tio n e s , p ro b le m a s y lo g ro s , tie n e n a su d isp o s ic ió n
un n o ta b le c o n ju n to d e o b ra s q u e c o n s titu y e n lo q u e h a b itu a lm e n te se d e n o m in a el « e n fo q u e
tra d ic io n a l» . Y. e n e fe c to , se p u e d e c o n s id e ra r tra d ic io n a l e n la m e d id a e n q u e d ic h a s o b ras
e x h ib e n la s ó lid a c o n v ic c ió n d e q u e h a h a b id o u n a c o rrie n te c o h e re n te e id e n tific a b le e n los
o ríg e n e s d e la c u ltu ra m o d e rn a a la q u e c a lific a r c o m o « re v o lu c io n a ria » , q u e d ic h a c o rrie n te
m a rc a c o n c la rid a d u n a ru p tu ra e n tre « n u e v o » y « v ie jo » , q u e tien e u n a « e sen c ia » y q u e d ich a
e s e n c ia se p u e d e e x p lic a r a d u c ie n d o c o m o a rg u m e n to s el a s c e n s o d el m e c a n ic is m o y del m a ­
te ria lism o , el d e s a rro llo d e las m a te m á tic a s en la filo so fía n a tu ra l, el c re c im ie n to d e u n ro b u s ­
to e x p e rim e n ta lis m o , a s í c o m o (p ara m u c h o s d e e s o s e s c rito re s tra d ic io n a le s , a u n q u e n o p a ra
to d o s) la id e n tific a c ió n d e un « m é to d o » e fe c tiv o p a ra la p ro d u c c ió n d e a u té n tic a c ie n c ia .
E n tre los lo g ro s m ás d e s ta c a d o s en e s ta lín ea d e tra b a jo s a c a d é m ic o s c o n ta m o s c o n las
c lá s ic a s c o n trib u c io n e s d e E . A . B u rtt, The M eiaphysical Foundations o f Modern Physical
Science (N u e v a Y ork: D o u b le d a y A n c h o r, 1954; o rig . p u b l. 1924); A . C . C ro m b ie , Augustine
to C ald e o : The History o f Science, A.D. 4 0 0 -1 6 5 0 (L o n d re s: F a lc o n , 1952); A . R u p e rt H a ll,
The Scienlific Revolution, !500-1800: The Form ation o f thc Modern Scienlific Attitude, 2a ed .
(B o sto n : B e a c o n P re ss , 1966; o rig . p u b l. 1954); H a ll, From C alde o to Newton, 1630-1720
(L o n d re s: C o llin s , 1963); M a rie B o a s [H a llj, The Scientijic R enaíssance , ¡450-1630.

FIG U RA 14.11. Parte de la prim era sección de un ensayo bibliográfico (véase 14.59).

Redondo Sánchez. Pablo. E x p e r i e n c ia d e la i id a y f e n o m e n o l o g í a e n la s le e c io n e s


d e F r ib u r g o d e M a r tin H e i d e g g e r ( I 9 I 9 - I 9 2 . I ) . Salamanca: Universidad de Sa­
lamanca, 2001.
Redondo Sánchez. Pablo, Femando Martínez Florea, Sebastián Salgado G onzález y
Francisco Javier Hernández González. D i c c i o n a r i o d e c ita s d e f i l o s o f í a : 12 c o n ­
c e p t o s f u n d a m e n ta le s e n s u s te x to s . Madrid: Maia. 2010.

14.62 Autor con distintos coautores. L as entradas su c e s iv a s d e d o s o m ás a u ­


tores en las q u e s o lo el nom b re del prim er autor e s el m ism o se a lfab etizan
por el a p e llid o de lo s co a u to res.

Brooks, Daniel R., y Deborah A. McLennan. T h e N a tu r e o f D iv e r s ity : A n E v o l u ­


tio n a r y V o y a g e o f D is c o v e r y . Chicago: University o f Chicago Press. 2002.
Brooks, Daniel R., y F. O. Wiley. E v o lu r io n a s E n tr o p y . 2 .‘ ed. Chicago: University o f
Chicago Press, 1986.
Gómcz.-Chaeón. Inés M , Julia M. González, Wolfgang Bosswick y Federico Besscrcr,
eds. E d u c a c ió n s u p e r io r y r e to s d e la c o o p e r a c ió n in te r n a c io n a l: m ig r a c io n e s y
d e r e c h o s h u m a n o s , in te r c u itu r a l y p a z ; P r o p u e s ta s p a r a E u r o p a y I jttin o a m c r ic a .
Bilbao: Universidad de Dcusto. 2005.
G óm ez-Chacón, Inés M , y Enrique Planchad, eds. E d u c a c ió n m a te m á tic a y f o r m a ­
c ió n d e p r o fe s o r e s : P r o p u e s ta s p a r a E u r o p a y L a ti n o a m é r ic a . Bilbao: Universi­
dad de Densto. 2005.
La raya de sustitución para nombres repetidos en la bibliografía

14.63 La raya de sustitución y la ordenación: consejos para los autores. Los


c o n s e jo s de e sta se c c ió n , en la q u e se e x p lic a c ó m o usar la raya de su stitu­
c ió n c u a n d o en la b ib lio g ra fía hay entradas qu e rep iten un n om b re, s o lo son
a p lic a b le s a las ú ltim a s fa se s de p u b lic a c ió n de un lib ro o artículo. D e m a­
nera g e n era l, lo s au tores n o d e b e n u tilizar la raya de su stitu c ió n hasta tener
e l o r ig in a l d e fin itiv o de la b ib lio g ra fía . Entre otros p ro b lem a s p o te n c ia le s,
la raya n o fu n c io n a co n la o p c ió n «ord en ar» de lo s p rogram as inform áti­
c o s (e s decir, to d a s las entradas c o n raya se agruparán e n e l m ism o lugar).
A d e m á s, una raya m al e m p le a d a p u ed e e c lip sa r alg ú n d e ta lle r elev a n te (por
e je m p lo , las abreviatu ras ed . o tra d .). A m e n u d o lo m á s a d e c u a d o e s dejar
e ste p a so en m a n o s del ed ito r y c o n cen tra rse en transcribir entradas c o m ­
p leta s y correctas. V é a se tam b ién 6 .9 1 .

14.64 La raya en lugar de un nombre repetido. En en tradas s u c e s iv a s de un


m ism o autor, ed itor, traductor o c o m p ila d o r, d e sp u é s de la prim era apari­
c ió n su stitu y e al nom b re una raya (a la q u e sig u e un e sp a c io , y no la pun­
tu a ció n q u e se g u ir ía n o rm a lm en te al n om b re). V é a se ta m b ién 14.67.

Judt, Tony. A G ranel IIlu s ió n ? An E ssay on E uro pe. Nueva York: Hill and Wang,
1996.
— R e a p p ra is a ls : R e fle ctio n s on the E org otten Twentieth C en turv. N ueva York:
Penguin Press, 2008.
— ed. R e sista n ce a n d R e vo lu tio n in M e d ite rra n e a n E u ro p e, /9 3 9 -1 9 4 8 . Nueva
York: Routledgc. 1989.
Squire. Larry R. «The Hippocampus and the N europsychology o f M emory». En
N e u ro b io lo g y ó fth e H ippo ca m pu s, editado por W. Seifert, 491-511. Nueva York:
Oxford University Press, 1983.
— M em o ry and B ra in . Nueva York: Oxford University Press, 1987.
Vidal Claramente, África, ed. Lm fem in iza ción de la cu ltu ra : Una ap rox im a ció n in-
te rd iscip lin a r. Salamanca: Centro de Arte Contemporáneo, 2002.
— En los lím ites de la tra ducción . Granada: Comarcs. 2005.
— T ra d u c ir entre cu ltu ra s: Poderes, diferencias, identidades. Francfort: Peter Lang,
2007.

14.65 La raya en lugar de más de un nombre repetido. La raya p u ed e su stituir


lo s n o m b re s d e d o s o m á s au tores (o e d ito r e s, trad u ctores, e tc .) d e la entra­
da anterior siem p re q u e e stén en el m ism o orden. N ó te s e qu e en el se g u n d o
trabajo M arty y A p p le b y so n autores en lugar de ed itores; las abreviatu ras
de e d it o r , t r a d u c t o r y sim ila r e s n o se p u ed en rem p lazar por la raya y s ie m ­
pre tien en qu e e x p lic ita rse.
Marty, Martin E., y R. Seott Appieby, eds. Fun d a m en ta lism s C om prehended. C hi­
cago: University o f Chicago Press, 1995.
— The G lo ry an d Ihe P o w e r: The Fun d am enta list C h a llen g e lo the M o d e rn World.
Boston: Beacon Press, 1992.
p ero
Comaroff, .lean, y John Comaroff, eds. M od ern ity an d Its M aleontents: R itu a l and
P o w er in P o stco lo n ia l A frica . Chicago: University o f Chicago Press, 1993.
Comaroff, John, y Jean Comaroff. O f Revelation an d R evolution. 2 vols. Chicago:
University o f C hicago Press, 1991-97.
G onzález-Benito, Javier, y Osear G onzález-Benito. «Environmental proactivity and
business performance: An empirical analysis», Om ega 33, n." 1 (2005): 1-15.
González-Benito, Oscar, y Javier González-Benito. «Implications o f market orientation
on the environmental transformation o f industrial firms», E e o lo g ic a l E con o m ías
64, n.° 4 (2008): 752-762.

14.66 La raya en lugar de un nombre institucional. L a raya s e p u ed e usar ta m ­


b ién en lugar del n om b re de un autor in stitu c io n a l o corp o ra tiv o . A d v ié r ta se
qu e lo s títu lo s id é n tic o s se d e b e n repetir. V é a s e tam b ién 14.8.

IEE (Instituto de Estudios Económ icos). L a em presa p ú b lic a en ¡a E uro pa o c cid e n ­


tal. Madrid: Instituto de Estudios Económ icos, 1979.
— Lo s d elito s econ ó m ico s en la le g is la ció n d e lo s p a íse s occiden tales. Madrid:Ins­
tituto de Estudios Económ icos, 1980.
Unicode Consortium. The U n ic o d e Standard. Versión 5.0. Editado por Julie D.
Alien et al. Upper Saddle River, NJ: Addison-W csley. 2007.
— The U nicod e Standard. Versión 5.1.0. Actualizado el 16 de diciembre de 2008.
http://w w w .unicode.org/versions/U nicode5.1.0/.

14.67 Orden alfabético para los títulos de un mismo autor. En la s b ib lio g r a ­


fía s (al con trario q u e en las lista s de r eferen cia s; v é a se 1 5 .1 7 ), lo s títu lo s
de un m ism o autor se ord en an n orm alm en te d e m an era alfa b ética . Si el tí­
tu lo c o m ie n z a por un d eterm in a n te o a rtícu lo , e ste no se tie n e en c u e n ta
al alfabetizar. N ó te s e qu e tod as las obras d e una m ism a p e r so n a (o p e r so ­
nas nom b rad as en el m ism o o rd en ) — se a editor, autor, traductor o c o m p ila ­
d o r — ap arecen ju n ta s, se a c u a l se a la abreviatu ra añadida.

Camps, Victoria. É tica, re tó rica y p o lítica . Madrid: Alianza Universidad, 1983.


— E l g o b ie rn o de las em ociones. Barcelona: JJerder, 2011 .
— L o s valores de la educa ción . Madrid: Anaya, 2000.
— Virtudes p ú b lica s. Barcelona: Planeta, 1990.
Rico, Francisco. Breve biblio teca de autores españoles. Barcelona: Seix Barral, 1990.
— E stud io s de lite ra tu ra y otras cosas. Barcelona: Destino, 2002.
— P rim e ra cuarentena y tratado g e n e ra l de literatura. Barcelona: El Festín de E so­
po, 1982.
S in em b a r g o , las b ib lio g ra fía s de un s o lo autor (E sc r ito s d e X ) se su e le n or­
g a n iza r c ro n o ló g ic a m e n te . C u an d o hay d o s o m ás títu lo s p u b lica d o s e l m is­
m o añ o, se ord en an a lfa b é tic a m en te.

Libros
14.68 Los libros como modelo para otros tipos de fuentes. M u ch a s de las rec o ­
m e n d a c io n e s que figuran en esta se c c ió n sobre lib ros servirán tam bién para
otras fu en tes. Su larga historia c o m o m e d io form al de p u b lica c ió n garantiza,
en particular, q u e las v a r ia c io n e s en cu an to a lo s n om b res de autores (v éa se
1 4 .7 2 -9 2 ) y títu los (v é a se 1 4 .9 3 -1 1 0 ) servirán c o m o m o d e lo para c o n fe c c io ­
nar notas y entradas b ib lio g rá fica s sobre otros m u ch o s tip os de fu en tes. A sí,
p u es, en lugar de repetir esta in fo rm a ció n para cad a tip o de fu en te, en sus
se c c io n e s se rem itirá al párrafo ad ecu ad o d e esta se c c ió n cu an d o proceda.

14.69 Elementos que debe contener la cita bibliográfica de un libro. U n a re ­


fe r e n c ia c o m p le ta d e b e c o n te n e r la in fo r m a c ió n s u fic ie n te para p erm itir al
le c to r in te r e sa d o lo c a liz a r el lib ro. L a m a y o r ía d e la s r e fe r e n c ia s in c lu y e n
al m e n o s a lg u n o s d a to s qu e no so n e str ic ta m e n te n e c e s a r io s para tal fin ,
p ero sí p o te n c ia lm e n te ú tile s. L o s e le m e n to s q u e se e n u m e r a n a c o n tin u a ­
c ió n se in c lu y e n , c u a n d o c o rr esp o n d a , en las n o ta s b ib lio g r á fic a s c o m p le ­
tas y e n las en trad as d e la b ib lio g r a fía . E l ord en en qu e a p arecerán v a r ia ­
rá lig e r a m e n te d e a c u e rd o c o n e l tip o d e lib ro, y en o c a s io n e s se o m ite n
a lg u n o s e le m e n to s ; tal v a r ia c ió n se señ a la rá e ilu strará en e l c u r so d e e ste
c a p ítu lo .

1. Autor: nombre com pleto del autor (o autores) o editor (o editor


cita un autor o editor, el de la institución que los remplaza.
2. Título: título com pleto del libro, incluyendo el subtítulo si lo hay.
3. Editor, com pilador o traductor, en el caso de haberlo, si figura
además del autor.
4. Edición, en caso de no ser la primera.
5. Volumen: número total de volúm enes si se hace referencia en conjunto a una
obra en varios volúmenes; el número individual si se cita un volumen de una obra
que consta de varios, y el título del volum en si lo hay.
6. Título de la colección, si lo hay, y número del volumen dentro de la serie si está
numerada.
7. Datos de la publicación: ciudad, editorial y fecha.
8. Número o números de página si corresponde.
9. En el caso de libros electrónicos consultados en línea, un URL o DOL o, para
otros tipos de libros electrónicos, una indicación del soporte (por ejem plo,
D V D , CD-ROM ); vcase 14.4-13.

14.70 Flexibilidad y coherencia. S ie m p r e q u e e n u n a obra se s ig a c o h e r e n te ­


m e n te un e s tilo , se p u ed en acep ta r v a r ia c io n e s ló g ic a s y ju s tific a b le s r e s ­
p e c to al q u e a q u í se ilu stra si a s í lo acu erd a n el au tor y la e d ito ria l. S in
e m b a r g o , raram en te e s p o s ib le tal fle x ib ilid a d en las r e v ista s, q u e e x ig e n
la a d h e s ió n al e s tilo q u e te n g a e s ta b le c id o la r e v ista d e qu e se trate. V é a ­
se ta m b ié n 14.3.

14.71 Abreviaturas y términos bibliográficos en otras lenguas. C u an d o en una


obra e n e sp a ñ o l se citan lib ro s e sc r ito s e n otra len g u a , lo s té rm in o s v o lu ­
m en , e d ic ió n y sim ila r e s se p u ed en traducir, pero s o lo en el c a s o d e q u e e l
autor o ed ito r te n g a un s ó lid o c o n o c im ie n to de lo s té rm in o s b ib lio g r á fic o s
en e sa len g u a extranjera. A m e n u d o e s m ejor d ejarlos e n e l id io m a orig in a l.
« A u sg a b e in e in e m B a n d » , por e je m p lo , se p u ed e traducir c o m o « e d ic ió n
en un v o lu m e n » o sim p le m e n te dejarse sin traducir. A s im is m o , e s p rob ab le
q u e abreviatu ras c o m o « B d .» (e q u iv a le n te a lem á n de vo t.) e stén r ec o g id a s
a sí en lo s c a tá lo g o s de las b ib lio te c a s, por lo qu e e s m ejo r dejarlas d e e sa
m anera. En c a so de du da, c o n sú lte se un c a tá lo g o de referen cia, c o m o lo s de
la B ib lio te c a N a c io n a l, la L ibrary o f C o n g r e ss o W orldC at.

Nombre del autor

14.72 Forma del nombre del autor. L o s n o m b res de lo s au tores n o rm a lm en te se


fa cilita n en la m ism a form a en qu e ap arecen en la portada de su s lib ros. Sin
e m b a rg o , p u ed en h a cerse a lg u n o s aju stes para ayudar a u n a correcta id e n ti­
fic a c ió n (a m e n o s q u e entren en c o n flic to co n el e s tilo de una r ev ista o s e ­
rie en particular). S e da el nom b re de p ila c o m p le to , n o las in ic ia le s. Si un
autor u sa su n om b re en una de las obras c itad as y su s in ic ia le s en otra (por
e je m p lo , «M ary L. J o n e s» fren te a «M . L. J o n e s» ), se d e b e usar un a so la
form a, p re fer en tem e n te la m ás c o m p le ta , en tod as las refe re n c ia s de e s e au­
tor. Para facilitar la a lfa b e tiz a c ió n , se d e b e n dar las in ic ia le s de se g u n d o s
n om b res cu a n d o se c o n o z c a n . L o s grad os y m éritos qu e sig a n a lo s n o m ­
bres en la portada se om iten .

14.73 Autores que prefieren las Iniciales. En e l c a so de lo s autores qu e siem pre


u tilizan in icia les, no se d eb e dar el nom b re c o m p le to (por ejem p lo, T. S. E liot,
M . F. K. Fisher, O. H enry (se u d .), P. D . Jam es, C. S. L e w is, J. D . S alin ger,
H . G . W e lls ). O b s é r v e s e q u e h ay un e s p a c io en tre las in ic ia le s . ( S e p u e ­
d e n h a c e r e x c e p c io n e s c o n c a s o s e s p e c ia le s , c o m o H .D ., se u d ó n im o de
H ild a D o o little ). En a lg u n o s c a s o s , p u ed e ser ap rop iad o añadir una r em i­
sió n ( v é a s e 1 4 .8 4 ). V é a s e ta m b ién 1 0 .1 6 . En raras o c a s io n e s , una parte del
n om b re de p ila d e un autor q u e se o m ite e n la portada se r ep o n e entre cor­
c h e te s en la entrada b ib lio g r á fic a . E sta práctica d e b e lim itarse a au tores que
p u ed an ser c o n o c id o s por am b as form as: por e je m p lo , R . S. G rane pu ed e
cita rse c o m o R [o n a ld j S. C rane.

14.74 Monarcas, santos y similares. L o s autores c o n o c id o s s o lo por su nom bre


d e p ila (e s d ecir, n o por un a p e llid o ) se c ita n y a lfa b e tiz a n p or e s e n o m ­
bre. S e o m iten títu lo s c o m o «rey » o « sa n to » .

Agustín. C onfesiones. Trad. de Agustín Uña Juárez. Madrid: Tccnos, 2006.


Agustín. On C h ristia n D o ctrin e. Traducción de D. W. Robertson Jr. Indianapolis:
Bobbs-M errill, 1958.
A lfonso X. C an tig a s profanas. Ed. de Juan Paredes Núñcz. Granada: Universidad
de Granada. 1988.
Teresa de Jesús. La s fu n d a cion es. Madrid: Iter, 1970.
Isabel I. C o lle cte d Works. Editado por Lcah S. Marcus. Janel M ueller y Mary Beth
Rose. Chicago: University o f C hicago Press, 2000.

14.75 Un solo autor. E n las n otas, se da e l n om b re d e l autor en e l ord en norm al.


En la b ib lio g ra fía , q u e se o r g a n iza a lfa b é tic a m en te, se in vierte (e l a p e llid o
v a p rim ero). V é a se tam b ién 14.18.

1 Andrés O rtiz-O sés, L o s m itos va sco s: A p ro x im a ció n herm en éu tica (Bilbao:


Universidad de Dcusto. 2007).
2 José Bergamín, E l cohete y la estrella (Madrid: índice, 1923).
' Roger Martin du Gard, Lie u ten a n t-C o lo n el de M aum ort, trad. de Luc Brébion
y Timothy Crouse (Nueva York: Alfred A. Knopf, 2000).

Ortiz-Osés, Andrés. L o s m itos va sco s: A p ro xim a ció n herm enéutica. Bilbao: Univer­
sidad de Deusto, 2007.
Bergamín, José. E l cohete v la estrella. Madrid: índice, 1923.
Martin du Gard, Roger. Lie u ten a n t-C olo n el de M aum ort. Trad. de Luc Brébion y
Timothy Crouse. Nueva York: Alfred A. Knopf, 2000.

14.76 Dos o más autores (o editores). L o s d o s o tres au tores (o e d ito re s) d e la


m ism a obra se citan en el ord en e n qu e ap arecen en la portada. En la b ib lio ­
g rafía s o lo se in v ierte el nom b re d el p rim er autor, y se e sc r ib e c o m a antes
y d e sp u é s d el n om b re d e p ila o in ic ia le s d e e s e p rim er autor. S e u sa la c o n ­
ju n c ió n y (n o e l s ig n o & ) .

5 Luis A lonso Sehókel y Eduardo Zurro. Ixt trad ucción b íb lic a : lin g ü ística v es­
tilística (Madrid: Cristiandad, 1977).
6 Sue-Ellen Jacobs, W esley Thom as y Sabine Lang. eds.. T w o -S pirit P e o p le :
Native A m erican G en d er Identity, Sexuality, and S p iritu a lity (Urbana: University of
Illinois Press, 1997). 32-34.
7 A lonso Schokel y Zurro, La tra d ucción b íb lic a , 73-80.
8 Jacobs, Thomas y Lang, T w o -S pirit P eople. 65-71.

A lonso Schokel, Luis, y Eduardo Zurro. La tra d u cción b íb lic a : lin g ü ística y e s tilís ­
tica. Madrid: Cristiandad, 1977.
Jacobs, Sue-Ellen, W esley Thomas y Sabine Lang. eds. Tw o-Spirit P e o p le : N ative
A m e rica n G e n d e r Identity, Sexuality, a n d S p iritu a lity . Urbana: U niversity o f
Illinois Press. 1997.

Si una obra tien e m á s de tres autores o e d ito r e s, tanto e n las n otas c o m o en


la b ib lio g ra fía se da s o lo e l n om b re d e l p rim ero, se g u id o de et a l., en los
d o s c a s o s sin c o m a en m ed io.

4 Jeri A. Sechzer et al., eds.. Women and M en ta! H ealth (Baltimore: Johns Hop­
kins University Press, 1996), 243.
7 Sechzer et al., Women and M en taI Health. 276.

14.77 Dos o más autores (o editores) con el mismo apellido. C u an d o d o s o m ás


autores (o e d ito re s) tien en el m ism o a p e llid o , e ste se repite.

7 Christopher Kendris y Theodore Kendris, 501 Spanish Verbs. 65 ed. (Haup-


pauge. NY: Barron's Educational Series, 2007), 88.
47 Kendris y Kendris, 501 Spanish Verbs, 191-92.

14.78 Nombre del autor incluido en el título. C u an d o el n om b re d el autor a p a ­


rece e n el títu lo o en el su b títu lo de una obra citad a (c o m o , por e je m p lo ,
una a u to b io g r a fía ), la referen cia en n ota p u ed e c o m e n z a r c o n e l títu lo. Sin
em b a rg o , la entrada de la b ib lio g ra fía d e b e c o m e n z a r c o n el nom b re d el a u ­
tor, au n q u e se repita en el títu lo. V é a se ta m b ién 14.87.

s E r r o l F Iy n n : a u to biog ra fía (Barcelona: T&R Editores. 2011).


6 C la p to n : The A u tobio g ra p h y (Nueva York: Broadway Books, 2007). 212.
7 The Letters o f G eo rg e M eredith, ed. de C. L. Cline, 3 vols. (Oxford: Clarendon
Press, 1970), 1:125.
8 Illu m in a tio n a n d N ig h t G la re : The U n fin is h e d A u to b io g ra p h y o f C a rs o n
M c C u l/e rs . ed. de Carlos L. D ew s (Madison: University o f W isconsin Press, 1999).
44-45.
9 D a v id H o ckn ex: E l gran m ensaje: C o n versa cio n e s con M artin G a yfo rd (M a­
drid: La Fábrica, 2012).

Clapton, Eric. C la p to n : The A utobiog ra phy. Nueva York: Broadway Books, 2007.
Flynn, Errol. E r r o l F ly n n : a u to biog ra fía. Trad, de R ocío Valero Lucas. Barcelona:
T&B Editores. 2011.
Hockney, David. D a v id H o ck n e y : E l g ra n m en sa je: C o n v e rsa cio n e s con M a rtin
G ay ford. Madrid: La Fábrica, 2012.
M cCullers, Carson. Illu m in a tio n and Night G la re : The U n fin ish ed A utobiography
o f C a rs o n M c C u lle rs . Editado por Carlos L. D ew s. M adison: University of
W isconsin Press, 1999.
Meredith, George. The Letters o f G eo rg e M eredith. Editado por C. L. Cline. 3 vols.
Oxford: Clarendon Press, 1970.

14.79 Trabajos anónimos de autoría desconocida. S i e l autor o ed ito r e s d e s c o ­


n o c id o , tanto la cita en nota c o m o la entrada b ib lio g r á fic a d eb en com en zar
c o n el títu lo. E n la a lfa b e tiz a c ió n se p r e sc in d e d el a rtícu lo in icia l.

s A T ruc and S in cere D e cla ra tio n o f the P u rp o se an d E nd s o f the Plantation B e­


gun in V irginia, o f the D eg rees W hich It Hath R eceived, an d M ean s by W hich It
Hath Been A dvanced (Londres. 1610).
9 Stance in lode d ella donna brutta (Florencia, 1547).

Stance in ¡ode d ella donna brutta. Florencia, 1547.


A True an d S in cere D ecla ra tio n o f the P u rp o se and E nds o f the Plantation Begun
in V irginia, o f the D eg rees W hich It H ath R eceived, and M eans by W hich It Hath
Been Advanced. Londres, I610.

A u n q u e d e m anera g en era l hay q u e e v ita r el u so de A n ó n im o , p u ed e rem ­


p lazar al n o m b re c u a n d o en la b ib lio g r a fía s e a n e c e s a r io agrupar varias
obras an ó n im a s. En tal c a so , A n ó n im o o A n ó n , (a m b o s en red on d a) apare­
c e en la prim era entrada, y se usa raya en las sig u ie n te s. (L a raya n o im p li­
c a n e c esa ria m en te q u e se trate d el m ism o autor a n ó n im o ).

Anónimo. Stance in lode d ella donna brutta. Florencia, 1547.


— A True an d S incere D ecla ra tio n o f the P u rpose and Ends o f the Plantation Begun
in Virginia.... I610.

14.80 Trabajos anónimos de autoría conocida. Si la autoría e s c o n o c id a o su p u es­


ta pero se ha o m itid o en la portada, se in clu y e el nom bre entre corch etes.

10 | Samuel Horsley], On the P ro so d ie s o f the G reek and Latin La n guages (Lon­


dres, 1796).
11 lEbenczer Cook'.’]. Sotweed R e d iv iv a s: or. The P la n te r's Lo o kin g -G la ss, por
«E. C. Gent» (Annapolis. 1730).

(C ook, Ebenezer'.’ ]. S o tw eed R e d iv iv a s : or. The P la n t e r ’s L o o k in g -G la s s . Por


«E. C. G ent». A n nap olis, 1730.
| Horsley, Samuel ]. On the P ro so d ie s o f the G reek an d Latin Languages. Londres,
1796.
14.81 Seudónimos, autoría desconocida. S i n o se c o n o c e e l n om b re real d e un
autor, p u ed e añ ad irse s e u d . (e n red on d a, entre c o r c h e te s) tras e l se u d ó n im o .
(E n las c ita s b ib lio g r á fic a s d en tro d e l te x to se o m ite s e u d .)

Fernández de Avellaneda. A lonso Lseud.]. Segundo tomo d el in gen ioso hid a lg o D on


Q uixote de la M a n ch a , que contiene su tercera sa lid a : y es la quinta p a rte de sus
aventuras. Tarragona, 1614.
Centinel Lseud.]. «Letters». En The C om plete A n ti-F e d e ra list. editado por Herbert J.
Storing. Chicago: University o f C hicago Press, 1981.

14.82 Seudónimos, autoría conocida. L o s se u d ó n im o s a m p lia m en te c o n o c id o s


se tratan c o m o si fu eran e l n om b re real d el autor.

Azorín. L a voluntad. Madrid: Biblioteca Nueva, 1965.


Eliot, George. M id dlem a rch . Norton Critical Editions. Nueva York: Norton, 1977.
Twain, Mark. The P rin c e an d the P a u p e r: A Tale f o r Young P e o p le o f A l! Ages.
N ueva York: Harper & Brothers, 1899.

El nom b re real, si e s de algú n in terés para lo s lec to re s, p u ed e se g u ir entre


c o r c h e te s al se u d ó n im o . V é a se tam b ién 1 4 .8 4 .

Le Carré, John LDavid John M oore Cornw elll. The Q uest f o r K a rla . Nueva York:
Knopf, 1982.
Stendhal [Marie-Henri B eyle]. The C h a rte rh o u se o f P a rm a . Trad. de C. K. Scott­
M oncrieff. N ueva York: Boni and Liveright. 1925.

14.83 Seudónimos poco usados. Si el nom b re real del autor e s m á s c o n o c id o


q u e e l se u d ó n im o , se d eb e e m p lea r el n om b re real. S i e s n e c esa rio , se p u e ­
d e añadir e l se u d ó n im o entre c o r c h e te s, se g u id o de s e u d .

Bronte, Charlotte. Ja n e Eyre. Londres, 1847.


o
Bronté, Charlotte [Currer Bell, seud.]. Ja n e E yre. Londres. 1847.

14.84 Remisiones a los seudónimos. E n a lg u n o s c a s o s , p u ed e ser d e se a b le añ a­


dir una r e m isió n d el n o m b re real al s e u d ó n im o , o v ic e v e r sa . La palab ra
V é a s e y sim ila r e s van e n cu rsiva.

Twain, Mark. Véase Clem ens, Samuel.

S i la b ib lio g r a fía in c lu y e d o s o m á s obras p u b lica d a s por e l m ism o autor


pero b ajo se u d ó n im o s d ife re n te s, se p u ed en citar to d a s por el n om b re real
se g u id o d e l se u d ó n im o c o rr esp o n d ien te entre c o r c h e te s, c o n r e m isio n e s en
lo s se u d ó n im o s (v é a s e ta m b ién 1 4 .6 4 ). A lte rn a tiv a m e n te , se p u ed en citar
por el se u d ó n im o , c o n un a r em isió n al n om b re real d e sd e cad a se u d ó n im o .
A she, Gordon. Véase Creascy, John.
Creasey, John [Gordon Ashe. seud.]. A B last o f Trumpets. Nueva York: Holt, Rinehart
and Winston, 1976.
— [Anthony Morton, seud.]. H id e the B aron . N ueva York: Walker, 1978.
— [Jeremy York, seud.]. D eath to M y K ille r . N ueva York: M acmillan, 1966.
Morton, Anthony. Véase Creasey, John.
York, Jeremy. Véase Creasey, John.
o
A she, Gordon |John Creasey], A B la st o f Trum pets. N ueva York: Holt, Rinehart and
Winston, 1976.
Creasey, John. Véase A she, Gordon; Morton, Anthony; York, Jeremy.

14.85 Frase descriptiva en lugar de autor. C u a n d o en e l lu g a r d e l n om b re d el


autor figu ra una fra se d e sc r ip tiv a , r ec ib e p or lo g en era l e l m ism o tratam ien ­
to qu e un se u d ó n im o ( v é a s e 1 4 .8 1 ). Si c o m ie n z a p or un artícu lo (el, u n .. .) ,
p u ed e o m itir se este.

11 Cotton Manufacturer, A n In q u iry into the Causes o f the Present L o n g -C on tin ued
D ep ressio n in the Cotton Trade, with Suggestions f o r Its Im provem ent (Bury, Reino
Unido. 1869), 4-5.

Cotton Manufacturer. A n In qu iry...

14.86 Nombres reales alternativos. C u and o un autor ha p u b licad o obras bajo d ife ­
rentes form as de su nom bre, las obras se deb en citar por el nom b re que apare­
ce en la portada — a m e n o s que la d iferen cia se lim ite al u so de las in icia les en
lugar del nom bre c o m p leto (v é a se 1 4 .7 2 )— . A v e c e s se em p lea n rem ision es.

Donigcr, Wendy. The B e d trick : Tales o f Sex an d M asquera de. Chicago: University
o f C hicago Press, 2000.
— Véase tam bién O ’Flaherty, Wendy Doniger.

Si una p erson a m e n c io n a d a en el te x to p u b lica ob ras b ajo un n om b re que


n o se u tiliz a en e l te x to , p u ed e ser útil una r em isió n .

O verstone, Lord. Véase Loyd, Samuel Jones.

14.87 Editor en lugar de autor. C u a n d o en la portada n o fig u ra n in g ú n autor, la


ob ra se c ita por e l n o m b re d e l e d ito r (e s), c o m p ila d o r (e s) o tra d u cto r(es).
En las r efe re n c ia s c o m p le ta s en n ota y en las b ib lio g r a fía s, tras e l n om b re y
un a c o m a se e sc r ib e , en red on d a, la abreviatura a d ecu a d a (trad., ed., com p.
o su s fo rm a s de plural). En las c ita s b r e v es en n ota y en las c ita s e n el te x to ,
se o m ite la abreviatura.

2 Irene Andrés-Suárez, ed.. A n tolo g ía d e l m ic ro rre la to españ ol (1 9 0 6 -2 0 1 1): E l


cu a rto g én ero n a rra tivo (Madrid: Cátedra, 2012), 15-16.
3 Glenn Young, ed., The Best A m erica n Short Plays, 200 2 -2 00 3 (Nueva York:
Applause. 2007), 94.
4 Theodore Silverstein, trad.. S ir G aw ain an d the C re e n K n ig h t (Chicago: (Jni-
versity o f C hicago Press, 1974), 34.
5 Andrés-Suárez, A n tolo g ía d e l m icro rrela to.
6 Young. B est A m erica n Short P lays, 97-98; Silverstein, S ir G aw ain, 38.

Andres-Suárez, Irene, ed. A ntolog ía del m icro rre la to español (¡9 0 6 -2 0 1 1): E l c u a r­
to g én ero na rra tivo. Madrid: Cátedra, 2012.
Silverstein. Theodore, trad. S ir G aw ain and the G reen Knight. Chicago: University
o f C hicago Press, 1974.
Young, Glenn, ed. The Best A m erican Short Plays, 2002-2003. Nueva York: Applause,
2007.

Por otra parte, d eterm in a d a s ob ras d e r efe re n c ia bien c o n o c id a s se p u ed en


citar p or el títu lo en v e z de por e l editor; para un e je m p lo , v é a se 1 4 .2 4 7 .

14.88 Editor o traductor además del autor. L a obra de un s o lo autor qu e ha sid o


editada, co m p ila d a o traducida se cita n o rm alm en te por e l nom b re d el autor,
que ap arece prim ero; e l nom b re del e d ito r(e s), c o m p ila d o r(e s) o traductor(es)
aparece tras el títu lo, p reced id o de e d ita d o p o r , e d ic ió n d e o ed ., c o m p ila d o
p o r , c o m p ila c ió n d e o c o m p ., o t r a d u c c ió n d e , tr a d u c id o p o r o tra d . N ó te ­
se q u e las form as plu rales (e d s . y c o m p s .) n u nca se e m p lea n en e sta p o s i­
ció n . N ó te s e tam b ién que e d ita d o p o r y las e x p r e sio n e s sim ila res su elen d e ­
sarrollarse en las b ib lio g ra fía s y abreviarse en las notas. S i se m e n c io n a n un
traductor y un editor, lo s n om b res d eb en aparecer en el m ism o orden que en
la portada origin al. C u an d o en la portada figuran e x p r e s io n e s c o m o « E d i­
c ió n , in trod u cción y notas d e» o «T rad u cción y p r ó lo g o d e » , h ab itu alm en te
la referen cia en nota o en la b ib lio g ra fía se p u ed e sim p lific a r c o m o «E d itad o
por» o «T raducido por». V é a n se tam b ién 1 4 .7 8 , 1 4 .1 0 9 y 14.112).

5 G em a Bizcarrondo y Hernán Urrutia. E s c r ib ir y e d ita r: G u ía p rá c tic a p a ra


la red a cció n y ed ició n de textos, ed. de Javier Torres Ripa (Bilbao: Universidad de
Deusto, 2010).
6 Juan Ramón Jiménez. M úsica de otros: Traducción y pa ráfra sis, ed. bilingüe de
Soledad González Rodenas (Madrid: Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores. 2006).
7 Rigoberta Menchú, C ro ssin g B o rd é is , trad. y ed. de Ann Wright (Nueva York:
Verso, 1999).
s T heodor W. A dorno y W alter Benjam ín, The C o m p le te C o rre s p o n d e n c e ,
1928-1940, ed. Henri Lonitz. trad. Nicholas Walker (Cambridge, MA: Harvard U ni­
versity Press, 1999).

Adorno. Theodor W„ y Walter Benjamín. The Com plete C orrespondence, ¡928 -194 0.
Edición de Henri Lonitz. Trad. de N icholas Walker. Cambridge, MA: Harvard
University Press, 1999.
Bizcarrondo, Gema, y Hernán Urrutia. E s c r ib ir y ed ita r: G u ía p rá c tic a p a ra la re ­
d a cció n y e d ició n de textos. Ed. de Javier Torres Ripa. Bilbao: Universidad de
Deusto, 2010.
Jiménez, Juan Ramón. M úsica de otros: T rad u cció n y pa ráfrasis. Edición bilingüe de
Soledad González Rodenas. Madrid: Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 2006.
M enchú, Rigoberta. C ro s sin g B o rd ers. Trad. y ed. de Ann Wright. N ueva York:
Verso, 1999.

14.89 «Con la ayuda de» y similares. L a portada de a lg u n o s lib ro s q u e cu en tan


c o n ed ito r p u ed e c o n te n e r in fo r m a ció n q u e req uiera un tratam ien to e s p e ­
c ia l. E s p o s ib le q u e lo s fo r m a to s, e x p r e s io n e s y abreviatu ras h a b itu a les no
sirvan. S i en la portada se m e n c io n a , por e je m p lo , a un ed itor, s e g u id o en
letra m ás p eq u eñ a p or un « ed ito r a so c ia d o X » y un « e d ito r a siste n te Y » , lo s
n o m b re s se c u n d a rio s s e p u ed en in c lu ir m e d ia n te e x p r e s io n e s c o m o « C o n
la ay u d a d e X e Y » (o , sim p le m e n te , o m itir se ). En el c a s o d e lib ro s e sc r ito s
p or una p e r so n a y firm a d o s por otra, su e le bastar c o n « C o n » .

C h a u ce r U fe -R e co rd s. Editado por Martin M. Crovv y Clair C. Olson a partir de ma­


teriales recopilados por John M. Manly y Edith Rickert, con la ayuda de Lilian J.
Redstone et al. Londres: Oxford University Press, 1966.
Coromines, Joan. D ic c io n a r io c rític o etim o lóg ico castellan o e h ispá n ico . Con la co ­
laboración de José A. Pascual. 6 vols. Madrid: Credos, 1997.
Cullen, John B. O íd Tim es in lhe F a u lk n e r C ountry. En colaboración con Floyd C.
Watkins. Chapel Hill: University o f North Carolina Press, 1961.
Prather, Marta. A lexa n d er Calder, 1898-1976. Con contribuciones de Arnauld Pierrc
y Alexander S. C. Rower. New Haven, CT: Yale University Press, 1998.
Rodman, Dennis. Walk on the W ild Side. Con Michacl Silver. Nueva York: Delacorte
Press. 1997.
Schellinger, Paul. ed. E n cy clo p ed ia o f the Novel. Con la colaboración de Christophcr
Hudson y Marijkc Rijsberman. 2 vols. Chicago: Fitzroy Dearborn, 1998.
W illiams. Joscph M. Style: Tow ard C la rity an d G race. Con dos capítulos escritos
con Gregory G. Colomb. Chicago: University o f C hicago Press. 1995.

14.90 El editor en vez del autor. En o c a s io n e s , c u a n d o im porta m á s el e d ito r o el


traductor qu e el autor o r ig in a l, el lib ro se p u ed e citar por e l nom b re d el e d i­
tor o traductor. V é a s e ta m b ién 14.88.

Eliot, T. S., ed. L itera ry Essays. Por Ezra Pound. Nueva York: New Directions. 1953.

14.91 Autores de prólogos y similares. A lo s autores d e p r ó lo g o s o in tr o d u c c io ­


n e s a lib ros d e otros au tores s o lo se le s in c lu y e en las notas y entradas b i­
b lio g r á fic a s si el p r ó lo g o o in tr o d u c c ió n e s sig n ific a tiv o .

Hayek, F. A. The R o a d to Serfdom. Con una nueva introducción de Milton Friedman.


Chicago: University o f C hicago Press, 1994.

Para la c ita e s p e c ífic a d e un p r ó lo g o o una in tr o d u c c ió n , v é a se 14.116.


14.92 Autor corporativo. Si una obra p u b lica d a p or un a o r g a n iz a c ió n , a s o c ia ­
c ió n o co rp o ra c ió n no lle v a en la portada un n om b re d e autor p erso n a l, en
la b ib lio g ra fía se cita a la o r g a n iza c ió n c o m o autor, au n q u e fig u re tam b ién
c o m o ed itor (n o o b sta n te, v é a n se 1 4 .6 6 y 1 4 .7 9 ).

Instituto de Estudios Fiscales. In fo rm e p a ra Ia reform a de la Ley G en era l T rib u ta ­


ria . Madrid: Instituto de Estudios Fiscales, 2001.
University o f Chicago Press. The C h ica g o M a n u a l o f Style. 16.a ed. Chicago: U ni­
versity o f C hicago Press, 2010.
World Health Organization. W H O E d ito ria l Style M anual. Ginebra: World Health
Organization, 1993.

Título

14.93 Cuestiones adicionales sobre los títulos. L a s e c c ió n « T ítu lo s y otros e p í­


g r a fes» d e l ca p ítu lo 8 ( 8 .1 5 4 - 1 8 5 ) , aun qu e se cen tra p r in c ip a lm e n te en el
tratam ien to de lo s títu lo s de lib ros y de otros m ateriales cu a n d o se m e n c io ­
nan en te x to corrid o, e s, o b v ia m e n te , a p lica b le a la d o c u m e n ta c ió n y p r o ­
p o r c io n a e x p lic a c io n e s y e je m p lo s a d ic io n a le s.

14.94 Cursiva para el título de libros. L o s títu lo s y lo s su b títu lo s de lo s lib ros se


p o n en en cu rsiv a . S ob re títu lo s in c lu id o s en otros títu lo s, v é a se 1 4 .1 0 2 .

Gilbert, Elizabeth. Eat, Pray, L o r e : O ne Woman's S earch f o r E v e rx th in g a cro ss


Italy, In dia, an d In donesia. Nueva York: Viking, 2Ü06.

14.95 Mayúsculas en los títulos de libros. En los títu lo s y su b títu lo s de lo s li­


bros lle v a n m a y ú sc u la in ic ia l la prim era palab ra y lo s n o m b re s p ro p io s.
E sta norm a rige para los títu lo s en e sp a ñ o l y gran parte de lo s títu lo s en
len g u a s extran jeras, p ero no para e l in g lé s (v é a n se l L3 y J4 . 10 7 ). Para los
titu lares de p e r ió d ic o s, v é a se 1 4 .2 0 4 .

M a n u a l de lo go ped ia e sco la r: N iñ os con a lte ra cio n es del len guaje o ra l en ed u ca ­


ció n in fantil y p rim a ria
E stadística a p lica d a a las cie n cia s so c ia le s m ediante R y R -com m an der
The F ifth M ira c le : The Search f o r tlie O rig in an d M ea n ing o f L ife
H ow to D o It: C u id e s to G o o d L iv in g f o r R e na issa nce Ita lian s

14.96 Algunos cambios aceptables en los títulos. En p r in c ip io , e s c o n v e n ie n ­


te resp etar la g r a fía y p u n tu a ció n d e lo s títu lo s, c o n e x c e p c ió n d e lo s q u e
ap a rezca n en m a y ú s c u la s e n la p ortad a o r ig in a l — qu e d e b e n c ita r se c o n
m a y ú s c u la s y m in ú s c u la s se g ú n el u s o n orm al — . L o s n ú m e r o s, e sté n e x ­
p r e sa d o s en c ifr a o en letra, se d e b e n m a n te n e r c o m o e n la p ortad a o r i­
g in a l, a m e n o s q u e h a y a a lg u n a b u e n a r a zó n para e l c a m b io . P ara m ás
c a m b io s p e r m is ib le s en lo s títu lo s, in c lu y e n d o la a d ic ió n d e c o m a s y d o s
p u n to s, v é a s e 8 .1 5 4 -1 5 6 . P ara títu lo s a n tig u o s , v é a s e 1 4 .1 0 6 . V é a s e ta m ­
b ién 1 4 .9 7 .

14.97 Subtítulos: dos puntos. S e usan d o s p u n to s, ta m b ién e n c u r siv a , para s e ­


parar e l títu lo princip al d el su b títu lo. A lo s d o s p u n tos le s s ig u e un e sp a c io .
E l su b títu lo , al ig u a l qu e el títu lo , e m p ie z a sie m p r e por m a y ú scu la .

Mujika Alberdi, Alazne. La p u b lic id a d a exam en: La m ed ició n de la actitud de los


ciu d a d a n o s ante la p u b licid a d . San Sebastián: Universidad de Deusto, 2002.
W eiss, Andrea. In the Shadow o f the M a g ic M ou n ta in : The E rik a a n d K la u s M ann
Story. Chicago: University o f C hicago Press, 2008.

En m u c h o s c a s o s , y en otras len g u a s, se e m p le a el p u n to c o n e sta fu n ció n .


E ste m anu al r ec o m ie n d a el u so de lo s d o s p u n to s de m an era sistem á tica .
V é a s e ta m b ién 1 4 .10 7 .

Fa usts H im m elfa h rt: Z u r letzten Szene d e r Tragödie

14.98 Dos subtítulos. S i, c o m o en o c a s io n e s ocu rre, hay d o s su b títu lo s en la obra


orig in a l (u n a in c ó m o d a e v en tu a lid a d ), n o rm a lm en te el prim ero va p r e ce d i­
d o de d o s p u n tos, y e l se g u n d o , de pu nto y c o m a . El se g u n d o su b títu lo tam ­
bién e m p ie z a por m ay ú scu la .

Sercny, Gitta. C rie s U nh ea rd: W liy C h ild re n K ill; The Storv o f M a ry B ell. Nueva
York: Metropolitan Books/Henry Holt, 1999.

14.99 Uso de «o» en títulos dobles. L o s títu lo s d o b le s (o títu lo s y su b títu lo s) a


la a n tig u a u sa n z a u n id o s m e d ia n te la c o n ju n c ió n o n o su e le n lle v a r p u n ­
tu a c ió n in term ed ia en e sp a ñ o l. En in g lé s se sep aran tr a d ic io n a lm e n te (al
c ita r lo s ) m e d ia n te p u n to y c o m a , c o n una c o m a d e s p u é s de o \ y d e m a ­
nera m e n o s tr a d ic io n a l, p ero m ás sim p le , c o n c o m a a n tes d e o. C h ic a g o -
D e u s to r e c o m ie n d a tran scrib ir el títu lo tal c o m o a p a r e zc a en la portada
o r ig in a l.

E n g la n d s M o n ito r o r The H isto ry o j the Separation

14.100 «Y otras historias» o similares. Las ap ostillas c o m o « y otras historias» o «y


otros p o em a s» se in clu yen en el título principal, sin puntuación interm edia a
no ser que la haya en la portada original.

,4 Norman M aclean. A R iv e r Runs Through l¡ an d O ther S tories (Chicago: Uni­


versity o f Chicago Press, 1976). 104.
14.101 Fechas en los títulos. L as fe c h a s in c lu id a s e n e l títu lo o e l su b títu lo n o re­
q u ieren m á s p u n tu a ció n de la q u e lle v e n en la portada origin al.

Sundiata, Ibrahim. B ro th ers an d S tra ng ers: B la ck Zion, B la ck S/avery 1914-1940.


Durham. NC: Duke University Press, 2003.

14.102 Títulos dentro de títulos. C u an d o un títu lo qu e e stá e n c u r siv a c o n tie n e el


títu lo d e otra obra (s e a b reve o e x te n sa ), e ste se p o n e entre c o m illa s , in d e ­
p e n d ie n te m e n te d e q u e le c orresp on d an o n o cu a n d o se c ite por separado.
P ara lo s títu lo s en e l d e a rtícu lo o c a p ítu lo , v é a s e 1 4 .1 7 7 .

21 Angel Crespo, A spectos estru ctu rales de « E l m oro expósito» d el duque de R i­


vas. Upsala: A lm qvist & W iksell, 1973.
22 A lien Forte, The H a rm o n is tic O rg a n iza tion o f «The rite o fs p rin g » (N ew Ha­
ven, CT: Yale University Press, 1978).
23 Roland McFIugh, Annotations to «Finnegans Wake» (Baltimore: Johns Hopkins
University Press, 1980).

P or su p u esto , las c o m illa s en el títu lo de un lib ro n o sie m p r e in d ica n que


c o n tie n e otro títu lo.

24 «R ace», W riting, and D ifferen ce , ed. de Henry Louis Gates Jr. y Kwame A n­
thony Appiah (Chicago: University o f C hicago Press, 1986).

14.103 Términos en cursiva dentro de los títulos. C u an d o un térm ino qu e n orm al­
m en te se p on e en cu rsiva en e l texto, c o m o , por e jem p lo , n om b res c ie n tífic o s
o extran jerism os (pero no títu los de obras; v é a se 1 4 .1 0 2 ), aparece en un títu­
lo que está en cu rsiva, se p o n e en redonda (« cu rsiv a in versa»). S in em bargo,
cu an d o d ic h o térm in o c o n stitu y e el título c o m p le to , se d eb e pon er en cursiva.
S ob re los térm in os en cu rsiva dentro del título de un artículo o cap ítu lo, v é a ­
se 14.177.

Van Wagenen, Gertrude, y Miriam E. Simpson. Postnatal D evelopm ent o fth e O vary
in Homo Sapiens and Macaca Mulatta and Induction o f O vulation in the M acaque.
N ew Haven, CT: Yale University Press, 1973.
W eigel, D etlef, y Jane Glazebrook. Arabidopsis: A L a h o ra to ry M anual. Coid Spring
Harbor, NY: Coid Spring Harbor Laboratory Press, 2002.
p ero
Hume, Christine. M usca dom estica. Boston: Beacon Press, 2000.

14.104 Comillas de cita textual en los títulos. L a s c ita s te x tu a le s e m p le a d a s


c o m o títu lo d e un lib ro so la m e n te d e b e n e n tr e c o m illa r s e si a p a r e ce n a sí
e n la fu e n te (e s d e c ir , en la p ortad a o r ig in a l o su e q u iv a le n te ).
A scunce. José Á ngel, y Rodríguez, Alberto, eds. « H az lo que tem as»: L a n o v e lísti­
ca de R a ú l G u e rra G a rrid o . Bilbao: Universidad de D eusto, 2011.
Bruccoli, Matthew J., ed. «An A rtist Is H is Own F a u lt» : Jo h n O ’H a ra on W riters
and W riting. Carbondale: Southern Illinois University Press, 1977.

14.105 Signos de interrogación o exclamación en títulos de libros. C u an d o un


títu lo p rin cip a l term in a c o n un s ig n o d e in te rr o g a ció n o e x c la m a c ió n , no
e s n e c e s a r io añadir d o s p u n tos an tes d e l su b títu lo. C u a n d o e l s ig n o de in te ­
rro g a c ió n o e x c la m a c ió n a p arece d entro d e u n as c o m illa s , se m a n tie n e n lo s
d o s p u n to s an tes d e l su b títu lo (v é a s e e l tercer e je m p lo d e ab ajo). E x c e p to e l
p u n to, se m a n tie n e c u a lq u ie r otra p u n tu a ció n req uerida p or e l te x to , n ota o
entrada b ib lio g r á fic a circu n d an te (v é a n se lo s e je m p lo s cuarto, q u in to y s e x ­
to). H a c ié n d o lo a sí se p reserva la in d e p e n d e n c ia sin tá c tica d e l títu lo d entro
de la o r a ció n (v é a s e 6 .1 1 0 ).

1 Yogi Berra, What Tim e Is It ? You M ean N o w ? A d v ice f o r L ife fro m the Zennest
M a ster o f Them A ll, con Dave Kaplan (Nueva York: Simon & Schuster, 2002), 63.
2 A lison Oram, H e r H u sb a n d VVa.v a W om an! W om en’s G e n d e r-C ro s s in g and
B ritish P o p u la r C u ltu re (Londres: Routledge, 2007), 183.
1 Edward B uscom b e, « In ju n s !» : N a tive A m e ric a n s in the M o v ie s (Londres:
Reaktion, 2006), 12.
14 Buscom be, « In ju n s!» , 114-15.
44 Berra, What Tim e Is It? , 55-56.
66 Oram, H e r H u sb a n d Was a W oman!, 184.

S i lo que e l c o n te x to requiere e s un punto a c o n tin u a ció n d el título q u e acaba


en sig n o d e interrogación o e x c la m a c ió n , el punto se o m ite (v é a se 6 .1 0 9 ).

Hornby, Nick. Vous descender.? Traducción de N icolas Richard. París: Plon, 2005.

14.106 Títulos antiguos y muy largos. L o s títu lo s d e o b r a s p u b lic a d a s a n te s d el


s ig lo x ix p u e d e n m a n te n e r su g r a fía , p u n tu a c ió n y m a y ú s c u la s o r ig in a le s
( e x c e p t o en e l c a s o d e p a la b ra s e n te r a m e n te e n m a y ú s c u la s , q u e d e b e n
lle v a r la s o lo e n la in ic ia l). L o s títu lo s m u y la r g o s p u e d e n a c o rta r se en la
b ib lio g r a fía o la n o ta , in d ic a n d o la e lip s is m e d ia n te p u n to s s u s p e n s iv o s
(v é a s e 1 3 .5 1 ).

Escalante. Bernardino. A D is c o u rs e o f the N a vig a tio n w hich the P o rtu g a lé s doe


make to the R ealities a n d P ro vin ces o f the E a st P a rtes o f the W orlde... Traducido
por John Frampton. Londres, 1579.
M. A. V. N., A ntiquitates sa cra e á c iv ile s R om anorum explicatae, s h e , C om m en ­
tat'd h isto rici, m ythologici, p h ilo lo g ic i in va ria m onum ento p ris c a & m áxim e in
p lu re s statuas, aras, tumulos, in scriptio n es, & c .: opus tabu lis a en eis ornatum ex
ce leh e rrim o ru m a n tiq u a rio ru m lib r is co llectis. La Haya: Rutg. Christ. Alberts.
1726.
Ray, John. O b se rv a tio n s T o p o g ra p h ica l, M o ra l, a n d P h y s io to g ic a l: M a de in a
Jo u rn e y Through p a r i o f the Lo w -C o u n tries, Germ any, Italy, and F ra n c e : with
A C a ta lo g u e o f P la n ts not N a tive o f E ng lan d ... W here unto is ad d ed A B r ie f
A cco un t o f F ra n c is WiUughby, Esq., h is Voyage through a great p a rt o f Spain.
[Londres], 1673.

14.107 Títulos en lenguas extranjeras. E n la m e d id a d e lo p o s ib le , s e r e c o m ie n ­


d a q u e lo s títu lo s en le n g u a ex tra n jera se ad ap ten a la n orm a g e n e ra l e x ­
p u e sta e n I1 .3 . L le v a n in ic ia l m a y ú s c u la la p rim era p alab ra d e lo s títu ­
lo s y lo s su b títu lo s, a s í c o m o las q u e la lle v a n n o r m a lm e n te e n e l id io m a
d e l q u e se trate ( c o m o W a h rh e it y S o w je t u n io n en e l s e g u n d o e je m p lo ).
E n c u a lq u ie r c a s o , a lo s a u to res o e d ito r e s q u e d e s c o n o z c a n la s n o rm a s d e
la le n g u a en c u e s tió n se le s r e c o m ie n d a n o alterar la g r a fía sin c o n su lta r
a un e x p e r to . S o b re lo s n o m b re s e s p a ñ o le s d e c iu d a d e s ex tra n je r a s, v é a s e
1 4 .1 3 7 .

1 D anielle M aisonneuvc, Jean-Frangois Lamarehe e Yves St-Amand, L e s r e ­


la tio n s p u b liq u e s : D a n s une s o c ié té en m ouvance (Sainte-F oy. QC: P resses de
l'U nivcrsité de Q uébec, 1998).
2 Gabriele K rone-Schm alz. In W ahrheit s in d w ir stä rker: F ra u e n a llta g in d e r
Sow jetunion (Francfort del Meno: Fischer Taschenbuch Verlag, 1992).
3 G. Martellotti et al., L a letteratura italian a: Storia e testi, vol. 7 (Milán: Riccar­
do Ricciardi, 1955).
4 Ljiljana Piletic Stojanovic. ed., G utfreund Í ce ski kubizam (Belgrado: M uzej
savrenrene umctnosti, 1971).

14.108 Título traducido por el autor o el editor. S i se req uiere la tra d u cció n de
un títu lo , e sta sig u e al títu lo o r ig in a l y va entre c o r c h e te s, sin c u r siv a s ni
c o m illa s . (E n te x to c orrid o, se em p lea n p a rén tesis en lugar de c o rc h e tes;
v é a se l l . 6 ). V é a se tam b ién 14.110.

7 Henryk W ereszycki. K o n ie c sojuszu trzech cesarz.y lEl fin de la Liga de los


Tres Emperadores] (Varsovia: PW N, 1977); incluye un resumen en alemán.

Pirumova, Nataliia Mikhailovna. Zemskoe lib e ra l'n o e dviz.henie: S o tsia l’nye k o rn i i


e v o liu ts iia do n a ch a la X X veka [El m ovim iento liberal zem stvo: Sus raíces
so c ia le s y e v o lu ció n hasta el principio del sig lo x x ], M oscú: Izd atel'stvo
«Nauka». 1977.

14.109 Original más traducción publicada. L as tr a d u c c io n es p u b lica d a s se tratan


n o rm a lm en te c o m o se m u estra e n 14.88. S i por a lg u n a razón e s n e c e sa r io
citar tanto el orig in a l c o m o la tra d u cció n , se p u ed e e m p lea r c u a lq u ie ra de
las d o s fo rm a s sig u ie n te s, d e p e n d ien d o d e cuál se a de m a y o r interés para lo s
le c to r e s, e l orig in a l o la traducción :
Furet, François. Le p a s sé d ’une illu sio n . Paris: Éditions Robert Laffont, 1995. Tra­
ducido por Deborah Furet com o The P a ssin g o fa n Illu s io n (Chicago: University
o f C hicago Press, 1999).
o
Furet, François. The Passing o f an Illu s io n . Trad. de Deborah Furet. Chicago: U n i­
versity o f Chicago Press, 1999. Originalmente publicado com o L e p a ssé d ’une
illu sio n (Paris: Éditions Robert Laffont, 1995).

14.110 Título traducido inédito en lugar del original. En lo s raros c a s o s en los


q u e s o lo se da e l títu lo trad u cid o y n o se c ita u n a tra d u cció n p u b lica d a de la
obra, se d e b e e s p e c ific a r la le n g u a origin al.

s N. M. Pirumova, E l m ovim ien to lib e ra l zem stvo: Sus ra íc e s s o c ia le s y ev o ­


lu c ió n hasta e l p r in c ip io d e l s ig lo x x [en ruso] (M oscú: Izdatel’stvo «Nauka»,
1977).

Capítulos u otras partes de un libro

14.111 Capítulo de un libro de autor único. C u a n d o en la s n o ta s se cita un c a p í­


tu lo e s p e c ífic o (u otra parte d e un libro q u e te n g a títu lo p r o p io ), al n om b re
d e l autor le sig u e e l títu lo d el c a p ítu lo (o de la parte de qu e se trate), s e g u i­
d o de en y d el títu lo del libro. El títu lo del c a p ítu lo se e n tr ec o m illa . N o r m a l­
m en te se dan tam b ién el in tervalo de p á g in a s (v é a se 9 .6 0 ) o e l nú m ero del
ca p ítu lo o la parte. En la b ib lio g ra fía , se p u ed en citar e n prim er lugar tanto
e l c a p ítu lo c o m o el libro. Para un trabajo de v a rio s au tores, v é a n se 1 4 .1 1 2 y
1 4 .1 6 0 . '

I Brendan Phibbs, «Herrlisheim: Diary o f a Battle», en The O ther Side o f Tim e:


A C om bat Surgeon in W orld War I I (Boston: Little, Brown, 1987), 117-63.
s John Sam ples, «The Origins o f Modern Campaign Finance Law», cap. 7 en
The F a lla c y o f C am paig n F in a n c e R eform (Chicago: University o f Chicago Press,
2006).
II Sam ples, «Campaign Finance Law», 30-31.

Phibbs, Brendan. «H errlisheim : Diary o f a B attle». En The O th er S id e o f T im e:


A C om bat Surgeon in W orld War II. 117-63. Boston: Little, Brown, 1987.
Sam ples, John. «The Origins o f M odem Campaign Finance Law». Cap. 7 en The
F a lla cy o f C am paign F in a n ce Reform. Chicago: University o f Chicago Press, 2006.
o
Sam ples, John. The F a lla c y o f C am paig n F in a n ce Reform . Chicago: University o f
Chicago Press, 2006. V éase especialm ente el cap. 7, «The Origins o f Modern
Campaign Finance Law».
14.112 Contribución en un volumen colectivo. C u a n d o se cita una co n tr ib u c ió n a
un v o lu m e n c o le c t iv o , el nom b re d el autor de la co n tr ib u c ió n a p arece pri­
m ero. se g u id o del títu lo de la co n tr ib u c ió n en red on d a, se g u id o a su v e z de
e n (ta m b ié n en r ed on d a), d e l títu lo d e l lib ro en c u r siv a y d el n om b re del
ed ito r o ed ito res. En la entrada de la b ib lio g ra fía , n o rm a lm en te se in d ic a el
in te rv a lo de p á g in a s (c o m o en el se g u n d o e je m p lo ). En la s notas y en las
b ib lio g r a fía s, el títu lo de la co n tr ib u c ió n se e n tr ec o m illa . Para varias c o n tr i­
b u c io n e s a un m ism o lib ro, v é a se 1 4 .1 1 3 .

3 Anne Carr y D ouglas J. Schunnan, «R eligion and Fem inism : A Reform ist
Christian A n alysis», en R e lig io n , F e m in ism , and the F a m ily , ed. de Anne Carr
y Mary Stewart Van L ceuw cn (L ou isville, KY: W estminster John Knox Press,
1996), 14.

Ellet, Elizabeth F. L. «By Rail and Stage to Galena». En P r a ir ie State: Im pressio n s


o f Illin o is , 16 7 3 - 1967, by T ra ve lers and O ther O bservers, editado por Paul M.
A ngle. 271-79. Chieago: University o f C hicago Press, 1968.

14.113 Varias contribuciones a un mismo libro. Si se citan d o s o m ás co n trib u ­


c io n e s a un m ism o v o lu m e n c o le c tiv o , se p u ed e citar en la b ib lio g ra fía el
pro p io lib ro, al ig u a l q u e las c o n tr ib u c io n es e s p e c ífic a s . L as entradas c o ­
rre sp o n d ie n te s a las c o n tr ib u c io n e s e s p e c íf ic a s p u ed en e n to n c e s co n te n e r
una r em isió n al ed ito r d el lib ro, e v ita n d o a sí e l d esord en . En las n otas, se
p u ed en dar los d e ta lle s de la obra la prim era v e z qu e se c ite , y las r eferen ­
c ia s sig u ie n te s en form a b reve (v é a se tam b ién 1 4 .2 6 ).

4 William H. Keating. «Fort Dearborn and Chicago», en P ra irie State: Im pressions


o f Illin o is , 16 7 3 -1 9 6 7 , bv T ra v e lers and O ther O b se rvers, ed. de Paul M. Angle
(Chicago: University o f C hicago Press, 1967), 84-87.
27 Sara Clarke Lippincott, «Chieago», en Angle, P r a ir ie State. 362-70.

Draper, Joan E. «Paris by the Lake: Sources o f Burnham's Plan o f Chicago». En


Zukovvsky, C h ica g o A rchitectu re. 107-19.
Harrington, E laine. «International In flu en ces on Henry H obson R ichardson's
G lcssner House». En Zukovvsky, C h ica g o A rchitecture. 189-207.
Z ukow sky. John, cd. C h ic a g o A rc h ite ctu re , 1 8 7 2 - /9 2 2 : B irth o f a M e tro p o lis.
Munich: Prestel-Verlag en colaboración eon el Art Institute o f C hicago. 1987.

14.114 Obra tan extensa como un libro dentro de un libro. Si la parte q u e se


cita de un lib ro llev a ría n o rm a lm en te c u r siv a e n c a s o de p u b lica rse por s e ­
parado (v é a se 8 . 18 1), su títu lo se p u ed e p on er en c u r siv a tam b ién .

3 Thomas Bernard. A P arty f o r B o ris, en H is trio n ic s : Three P lays, trad, de Peter


K. Jansen y Kenneth Northeott (Chieago: University o f Chicago Press, 1990).
14.115 Capítulo originalmente publicado en otro lugar. C u a n d o se c ita un c a p í­
tu lo qu e o r ig in a lm e n te a p a r e ció c o m o artícu lo en u n a r ev ista , s o lo e s n e ­
c e s a r io citar la v e r s ió n d e l lib ro. S i la p u b lic a c ió n o r ig in a l e s d e p articu ­
lar in te r é s, se p u e d e n añad ir d e ta lle s a la en trad a d e la b ib lio g r a fía c o n
fó r m u la s c o m o « o r ig in a lm e n te p u b lic a d o c o m o » (v é a s e e l p rim er e je m p lo
de 1 4 .1 9 0 ).

14.116 Introducciones, prefacios, epílogos y similares. S i se cita un títu lo g e n é r i­


c o c o m o in t r o d u c c ió n , p r e f a c io o e p ílo g o , se añad e d ic h o térm in o (c o n m i­
n ú sc u la a m e n o s que sig a a un p u nto) antes d el títu lo d e l libro (v é a se 8 .1 6 0 ).

1 Valerie Polakow, epílogo a U ves on the E dg e: Single M others and T h e ir C hildren


in the O ther A m erica (Chicago: University o f Chicago Press, 1993).

Si e l autor de la in tr o d u c c ió n o parte citad a no e s e l autor p rin cip al d e l li­


bro, aqu el a p arece p rim ero, y el d e la obra a p a rece d e sp u é s d e l título. En
la entrada d e la b ib lio g r a fía se da e l in terv a lo d e p á g in a s d e la parte citad a,
c o m o se m u estra en e l se g u n d o e je m p lo ( v é a s e 1 4 .9 1 ).

6 Francine Prose, introducción a Word C o u rt: W herein Verbal Virtue Is Rewarded,


C rim e s aga inst the La n guage A re Punished, and P o etic Ju stice Is D on e, de Barbara
Wallraff (Nueva York: Hareourt, 2000).

M ansfield, Harvey, y Delba Winthrop. Introducción a D em o cra cv in A m erica , de


A lexis de Tocqueville, xvh - lxxxvi . Traducido y editado por Harvey M ansfield y
Delba Winthrop. Chicago: University o f Chicago Press, 2000.

14.117 Cartas incluidas en colecciones publicadas. L a r e fe r e n c ia a u n a c a r ­


ta (o m e m o r a n d o o c o m u n ic a c ió n sim ila r ) c o n te n id a en una c o le c c ió n p u ­
b lic a d a c o m ie n z a co n lo s n o m b res d el e m is o r y d e l d estin a ta rio , en e ste
ord en , se g u id o s de la fe c h a y en o c a s io n e s d e l lugar en el qu e se preparó
la c o m u n ic a c ió n . L a palabra c a r t a e s in n ec esa ria , p ero para otras fo r m a s,
c o m o in fo r m e s o m e m o r a n d o s, d e b e e sp e c ific a r s e . El títu lo de la c o le c ­
c ió n s e da en la form a q u e e s hab itu al para lo s lib ro s. S o b re lo s fo rm a to s
d e las fe c h a s, v é a n se 6 .9 9 y 9 .3 0 -3 2 . P ara c o m u n ic a c io n e s in é d ita s, v é a se
1 4 .2 2 2 ; v é a s e ta m b ién 1 4 .2 3 9 .

1 Adams a Charles M ilnes Gaskell, Badén, 22 de septiembre de 1867, en Letters


o f H e n ry Adams, / 858-1891, ed. de Worthington Chauncey Ford (Boston: Houghton
M ifflin, 1930), 133-34.
2 EBW a Harold Ross, memorando, 2 de mayo de 1946, en Letters o f E. B. White,
ed. de Dorothy Lobrano Guth (Nueva York: Harper & Row, 1976), 273.
3 Adam s a Gaskell, Londres. 30 de marzo de 1868. 141.
A dam s, Henry. L e tte rs o f H e n ry A d a m s , 1858-1891. Editado por W orthington
Chauncey Ford. Boston: Houghton M ifflin, 1930.
W hite, E. B. Letters o f E . B. W hite. Editado por Dorothy Lobrano Guth. Nueva
York: Harper&Row, 1976.

C u a n d o e s n e c e sa r io in c lu ir una so la carta en una b ib lio g ra fía , se lista tan


s o lo por e l n om b re d el autor.

Jackson, Paulina. Paulina Jackson a John Pcpys Junior. 3 de octubre de 1676. En


The Letters o f S a m u el P epys a n d H is F a m ily C irc le , ed. de Helen Truesdell
Heath, n.° 42. Oxford: Clarendon Press, 1955.

Edición

14.118 Ediciones distintas a la primera. C u an d o se u sa una e d ic ió n d istin ta a la


prim era, el n ú m ero o d e sc r ip c ió n d e la e d ic ió n sig u e al títu lo en la cita. El
n ú m ero de la e d ic ió n ap arece n o rm a lm en te en la portada y se rep ite, ju n ­
to a la fe c h a d e p u b lic a c ió n , en la p ágin a d el c o p y r ig h t. L as fórm u las c o m o
« S e g u n d a e d ic ió n , rev isa d a y au m en tad a» se abrevian en las notas y b ib lio ­
g ra fía s sim p le m e n te c o m o « 2 7 e d .» ; « E d ic ió n r ev isa d a » (sin n ú m ero ) se
a b revia c o m o «ed. rev.». O tros té rm in o s se abrevian de m o d o sim ilar. T od o
n ú m ero de v o lu m e n sig u e al n ú m ero de la e d ic ió n . S ob re el u so de la p a la ­
bra e d ic ió n y las p r e fer en cia s de C h ic a g o -D e u s to , v é a se 1.26. S ob re la in ­
c lu sió n d e la fe c h a o r ig in a l d e una obra an tigu a citad a por su e d ic ió n m o ­
derna, v é a se 1 4 .119.

1 Mañaricua y Nucre, Andrés de, H is to rio g ra fía de Vizcaya: D esde Lope (ja r c ia
de S a lazar a Ix ih a y n t, 37 ed. (Bilbao: Universidad de Deusto, 2012), 44.
2 Churruca, Juan de, y Mcntxaka. Rosa. In tro d u cció n h istó rica a l derecho rom a ­
no. ed. rev. (Bilbao: Universidad de Deusto. 2007). 133.
’ Pla/.aola. Juan. In tro d u cció n a la estética: H isto ria , teoría, textos. 47 ed. (B il­
bao: Universidad de Deusto. 2007). Todas las citas se refieren a esta edición.

Strunk, W illiam. Jr.. y E. B. White. The Elem ents o fS ty le. 4.a ed. Nueva York: Allyn
and Bacon. 2000.

14.119 Reimpresiones y ediciones modernas. L o s lib r o s p u e d e n ser r e e d ita d o s


e n r ú stic a p or la e d ito r ia l o r ig in a l o en r ú stic a o c o n tap a dura p or otra
c o m p a ñ ía . En las b ib lio g r a fía s , si lo s d e ta lle s d e la p u b lic a c ió n o r ig in a l
— e s p e c ia lm e n te la f e c h a — so n r e le v a n te s , se in c lu y e n . Si se cita n n ú ­
m e ro s d e p á g in a , se in d ic a la e d ic ió n a la q u e c o r r e s p o n d e n , a m e n o s qu e
la p a g in a c ió n no h a y a v a ria d o . S i e s n e c e s a r io , se p u e d e se ñ a la r la e x i s ­
te n c ia d e una e d ic ió n de b o ls illo o e le c tr ó n ic a (v é a s e 1 4 .1 6 6 ). la a d ic ió n
d e n u e v o m aterial u o tro s p a rticu la res. L as e d ic io n e s m o d e r n a s d e c lá s i­
c o s g r ie g o s , la tin o s o m e d ie v a le s s e tratan en 1 4 .2 6 5 -2 6 6 ; las e d ic io n e s
m o d e r n a s d e o tro s c lá s ic o s en 1 4 .2 6 7 -2 6 8 ; las e d ic io n e s en lín e a d e lib ros
en 1 4 .1 6 6 -1 6 9 .

22 Ernest Gowers. The Com plete P lain W ords, 3.“ ed. (Londres: H.M. Stationery
O ffice. 1986; Harmondsworth: Penguin Books. 1987). 26. Las citas son de la edi­
ción de Penguin.
22 Jacques Barzun, Sim ple and D ire c t: A R h eto ric f o r W riters, ed. rev. (1985; re­
imp., Chicago: University o f C hicago Press, 1994). 152-53.

Bernhardt, Peter. The R o se's K is s : A N a tu ra l H is to ry o f F lo w e rs . Chicago: U ni­


versity o f C hicago Press. 2002. Publicado por primera vez en 1999 por Island
Press.
Emerson, Ralph Waldo. N ature. 1836. Facsím il de la primera edición, con intro­
ducción de Jaroslav Pelikan. Boston: B eacon, 1985.
Fitzgerald, F. Scott. The G re a t G at shy. N ueva York: Scribner, 1925. Reim presión
con introducción y notas dc M atthew J. Bruccoli. N ueva York: C ollier Books,
1992. Las referencias a páginas corresponden a la edición de 1992.
National R econnaissance O ffice. The K H -4 B C a m era System. W ashington, DC:
National Photographic Interpretation Center, 1967. D escatalogado y disponible
en línea, http://w w w .fas.org/irp/im int/docs/kh-4_cam era_system .htm .
Schw eitzer. Albert. ./. 5. B ach. Trad, de Ernest Newm an. 2 vols. 1911. Reim pre­
sión, N ueva York: Dover. 1966.

14.120 Ediciones en microforma. L os trabajos p u b lic a d o s c o m e r c ia lm e n te en m i-


c ro fic h a , in c lu id a s las te s is d o c to r a le s, se tratan c o m o lo s lib ros. La for­
m a d e p u b lic a c ió n , c u a n d o se a n e c e s a r io , se se ñ a la tras lo s d a to s de p u b li­
c a c ió n . (E n el se g u n d o e je m p lo , el n ú m ero de p á g in a c o rr e sp o n d e al tex to
im p reso; lo s otros n ú m ero s in d ica n la fic h a y el fo to g ra m a , y la letra in d i­
ca la fila ).

4 Díaz de Gucreñu, Juan Manuel. E l u n ive rso p o ético de Ju a n L a rre a (Bilbao:


Universidad de Deusto. 1988). Tesis doctoral en microficha, n." 3. p. 87.
5 Beatrice Farwell, F re n ch P o p u la r L ith o g ra p h ic Im agery, 18 15-18 70 . vol. 12,
L ith o g ra p h y in A rt and C om m erce (Chicago: University o f Chicago Press. 1997),
microficha, p. 67. 3C12.

Tauber. Abraham. S pellin g R eform in the U nited States. Ann Arbor, Mich.: Univer­
sity M icrofilm s. 1958.

C u an d o la m icr o fo rm a u otros p r o c e s o s fo to g r á fic o s s o lo se h ayan e m p le a ­


d o para preservar el m aterial im p r eso , no e s n e c esa rio m e n c io n a r lo s en una
cita. L a fu e n te se trata e n to n c e s igu al qu e en su form a im presa.
Obras en varios volúmenes

14.121 Número de volumen y números de página. En d o c u m e n ta c ió n , el n ú m ero


de v o lu m e n siem p re se in d ica en cifr a s aráb igas, in c lu so si en la obra o r i­
g in a l a p arece en n ú m ero s ro m a n o s o en letra. S i al n ú m ero d e l v o lu m e n le
sig u e in m e d ia ta m en te un n ú m ero d e p ágin a, la abreviatu ra vo l. se o m ite y
se separan c o n d o s p u n tos, sin e s p a c io , el v o lu m e n y la p ágin a. V é a n s e lo s
e je m p lo s de e sta se c c ió n .

14.122 Cita de una obra completa en varios volúmenes. C u an d o se c ita e n su


co n ju n to una obra en v a r io s v o lú m e n e s, se in d ica e l n ú m ero total de v o lú ­
m e n e s d e sp u é s d el títu lo d e la obra (o . si se m e n c io n a al ed ito r a d em á s d el
autor, d e sp u é s d el n om b re d e l ed itor). Si lo s v o lú m e n e s se han p u b lica d o en
a ñ os d istin to s, se in d ican las fe c h a s de lo s v o lú m e n e s prim ero y ú ltim o , s e ­
paradas por un g u ió n ( v é a s e 9 .6 3 ). V é a se tam b ién 1 4 .1 5 1 .

Aristóteles. C om plete W orks o f A risto tle : The R e vise d O xfo rd Translation. Edita­
do por J. Barnes. 2 vols. Bollingcn Series. Princeton, NJ: Prineeton Univcrsity
Press, 1983.
Byrnc, Muriel St. Clare, ed. The L is ie Letters. 6 vols. Chicago: Univcrsity o f Chicago
Press, 1981.
James, Henry. The Com plete Tales o / H e m y Jam es. Ed. de León Edcl. 12 vols. Lon­
dres: Rupcrt Hart-Davis, 1962-64.

14.123 Cita de un volumen específico en nota. Si se c ita un v o lu m e n e s p e c ífic o


de una obra en v a rio s v o lú m e n e s, se dan el n ú m ero del v o lu m e n y su títu lo
p rop io, si lo tien e, a d em á s d el títu lo g en eral. Si lo s v o lú m e n e s se han p u b li­
c a d o en a ñ o s d istin to s, s o lo se d a la fe ch a d el v o lu m e n c itad o.

36 Muriel St. Clare Byrne, ed., The Liste Letters (Chicago: University o f Chica­
go Press, 1981), 4:243.
37 The C om plete Tales o f U e u ry Ja m es, ed. de León Edcl, vol. 5, 18 83-188 4
(Londres: Rupert Hart-Davis, 1963). 32-33.

El d ife re n te tratam iento de lo s n ú m eros de v o lu m e n de lo s e je m p lo s e s ló ­


g ico : lo s se is v o lú m e n e s d e la obra d e B y r n e ap arecieron e n 1981 b ajo el
m ism o títu lo , m ien tras q u e el q u in to v o lu m e n d e lo s relatos d e Jam es lle v a
un títu lo a d ic io n a l, a d e m á s d e una fe c h a de p u b lic a c ió n qu e no com p arten
to d o s lo s v o lú m e n e s d el c o n ju n to (v é a s e 1 4 .1 2 7 ).

14.124 Cita de un volumen específico en una bibliografía. S i e n una ob ra en


v a r io s v o lú m e n e s s o lo u n o r esu lta d e in te ré s para lo s le c to r e s , se p u ed e
citar in d iv id u a lm e n te en la b ib lio g r a fía , d e c u a lq u ie r a d e lo s m o d o s s i­
g u ie n te s:
Pelikan, Jaroslav. The C h ristian T rad itio n : A H isto ry o f the D evelopm ent o f D octrin e.
Vol. 1, The E m erg en ce o f the C a th o lic T ra ditio n (100 -60 0 ). Chicago: University
o f Chicago Press, 1971.
o
Pelikan, Jaroslav. The E m erg en ce o f the C a th o lic T rad itio n (10 0 -6 0 0 ). Vol. 1 de The
C h ristia n T ra d itio n : A H isto ry o f the D evelopm ent o f D o ctrin e. Chicago: U ni­
versity o f C hicago Press, 1971.

L a fe ch a de p u b lica c ió n (o intervalo de fech as; v é a se 1 4 .1 2 2 ) d e b e corresp on ­


der al título m en c io n a d o en ú ltim o lugar. V é a n se tam bién 1 4 .1 2 6 y 1 4 .1 5 1 .

14.125 Capítulos y otras partes de volúmenes individuales. L a c ita d e partes


co n c re ta s de u n o de lo s v o lú m e n e s d e u n a obra se r ea liza d e la m ism a m a ­
nera qu e la cita de partes de obras en un s o lo v o lu m e n .

38 «Buddhist M ythology», en M y th o lo g ie s , ed. de Yves B onn efoy (Chicago:


University o f C hicago Press, 1991). 2:893-95.

Para hacer referen cia a un cap ítu lo entero, p u ed e su stituirse e l intervalo de


p ágin as por el nú m ero del cap ítu lo, si lo hay; por e jem p lo , «v o l. 2, cap. 6».

14.126 Un tomo en dos o más volúmenes. En a lg u n a s o c a s io n e s , y en c a so de ser


m u y e x te n so , un to m o (d iv isió n del c o n te n id o ) de una obra en varios v o lú ­
m e n e s se p u ed e p u b licar c o m o d o s o m ás lib ros (v o lú m e n e s ) sep arad os. La
r efe re n c ia d e b e in clu ir el n ú m ero d el to m o y el d el v o lu m e n .

w Donald Lach. A sia in the M a kin g o f E u ro p e, t. 2. vol. 3, The S ch ola rly D is c i­


p lin e s (Chicago: University o f C hicago Press. 1977), 3 5 1.

Harley. J. B., y David Woodward, eds. The H is to ry o f C arto g ra ph y. T. 2, vol. 2,


C a rto g ra p h y in the T ra d itio n a l E a st and Southeast A sia n S o cieties. Chicago:
University o f C hicago Press. 1994.
o
Harley, J. B.. y David Woodward, eds. C a rto g ra p h y in the T ra d itio n a l E a st an d
Southeast A sia n Societies. T. 2, vol. 2, de The H isto ry o f C artog ra ph y. Chicago:
University o f Chicago Press, 1994.

14.127 Autores y editores de una obra en varios volúmenes. A lg u n a s obras en


varios v o lú m e n e s tien en un ed ito r gen eral y e d ito re s o au tores e s p e c ífic o s
d e cad a v o lu m e n . C u a n d o se citan v o lú m e n e s c o n c r e to s, el n om b re d e l e d i­
tor (o d e l traductor) sig u e al títu lo d e la parte d e la q u e e s r esp o n sa b le.

40 Herbert Barrows. R e a d in g the S ho rt S to ry , vol. 1 de A n In tro d u ctio n to L it ­


erature. cd. de Gordon N. Ray (Boston: Houghton M ifflin, 1959).
41 The V a riorum E d itio n o f the P o etry o f Jo h n D on n e, ed. de Gary A. Stringer,
vol. 6, The « A n n iv e rsa rie s» an d the « E p ice d e s a n d O bse q u ies» , ed. de Gary A.
Stringer y Ted Larry Pebvvorth (Bloomington: Indiana University Press, 1995).
42 Orestes, trad, de William Arrowsmith, en E u rip id e s IV (sin número de volu­
men), en The Com plete G reek Tragedies, ed. de David Grene y Richmond Lattimore
(Chicago: University o f Chicago Press, 1958), 185-288.

A d v ié r ta se el u so d istin to de las m a y ú sc u la s y la p u n tu ación e n e d it a d o p o r


e n las sig u ie n te s v e r s io n e s a ltern ativas, en las qu e e l tratam ien to e s a n á lo ­
g o al de un ca p ítu lo de un v o lu m e n c o le c t iv o (v é a se 1 4 .1 1 2 ). (A e f e c to s b i­
b lio g r á fic o s, p u ed e ser m ás c o n v e n ie n te tratar ciertas obras c o m o si fueran
c o le c c io n e s ; v é a se 1 4 .1 3 0 ).

Donne, John. The V ariorum E d itio n o f the P oetry o f Jo h n D onne. Editado por Gary
A. Stringer. Vol. 6, «The A n n iversa ries» an d the « E p ice d e s an d O bsequies», edi­
tado por Gary A. Stringer y Tcd-Larry Pebvvorth. Bloomington: Indiana Univer­
sity Press, 1995.
o
Donne, John. The « A n n iversa rie s» and the « E p ice d e s an d O bsequies». Editado por
Gary A. Stringer y Ted-Larry Pebvvorth. Vol. 6 de The V ariorum E d itio n o f the
P o etry o f Jo h n D onne, editado por Gary A. Stringer. Bloomington: Indiana U ni­
versity Press, 1995.

Ray, Gordon N„ ed. A n In troduction to Literature. Vol. 1, R ea din g the Short Story,
por Herbert Barrows. Boston: Houghton M ifflin, 1959.
o
Barrows, Herbert. R ea din g the Short Story. Vol. 1 de An In trod uction to Literature,
editado por Gordon N. Ray. Boston: Houghton M ifflin, 1959.

Colecciones

14.128 Títulos, números y editores de colecciones. A m e n u d o la in c lu sió n en la


cita del nom b re d e la c o le c c ió n ayu d a a lo s lec to re s a d e c id ir si una refe re n ­
c ia le s in teresa o no. P ero si un libro q u e p e r ten ec e a una c o le c c ió n se p u e ­
de lo ca liza r sin recurrir al títu lo de la c o le c c ió n , e ste p u ed e o m itir se para
ahorrar e sp a c io (e sp e c ia lm e n te en una nota a p ie d e p ágin a). S i se in c lu y e
el nom b re de la c o le c c ió n , no va en c u rsiv a ni entre c o m illa s ni p aréntesis.
El ed itor de la c o le c c ió n n o rm alm en te se om ite; v é a se , no ob stan te, 1 4 .1 2 9 ­
130. A lg u n a s c o le c c io n e s están nu m eradas; m u ch a s n o lo están . El n ú m ero
(c a s o d e h ab erlo) s ig u e al n om b re d e la c o le c c ió n , sin c o m a in term ed ia, a
m e n o s qu e se u tilic e vo l. o E sta s abreviatu ras se p u ed en om itir, sin e m ­
b argo, a n o ser q u e se n e c e s ite n am b as en una r efe re n c ia co n c re ta (v é a se
e l ú ltim o e je m p lo ) o q u e se c ite el ed ito r u otro d ato (v é a se 1 4 .1 3 0 , tercer
e je m p lo ). Para las c o le c c io n e s en otras len g u a s, v é a se el tercer e je m p lo .
1 Gershon David Hundert. The Je w s in a P o lis h P riv a te Tow n: The C ase o f
O patów in the Eighteenth C en tury, Johns Hopkins Jewish Studies (Baltimore: Johns
Hopkins University Press. 1992).

Fowler, M elvin L. The C ah o kia A tlas: A H is to ric a l Atlas o f C ah o kia A rchaeology.


Studies in Illinois A rchaeology 6. Springfield: Illinois H istoric Preservation
Agency, 1989.
Grenier, Roger. Les larm es d ’Ulysse. Collection l’un et I'autre. Paris: Gallimard, 1998.
Wauchope, Robert. A Tentative Sequence o f P re -C la ssic C era m ics in M id d le A m erica.
M iddle American Research Records, vol. 1, n.° 14. N ueva Orleans: Tulane Uni­
versity, 1950.

14.129 Editor de la colección. El nom b re d e l ed ito r d e la c o le c c ió n su e le o m itirse.


C u an d o se in c lu y e , sig u e al títu lo de la c o le c c ió n .

H ow ell, Martha C. The M a rria g e E xch a n g e: Property, S o c ia l Place, a n d G en d er in


C itie s o f the Low C ou n tries, 1300-1550. Women in Culture and Society, colec­
ción editada por Catharine R. Stimpson. Chicago: University o f Chicago Press,
1998.

14.130 ¿Colección u obra en varios volúmenes? A lg u n a s ob ras p u ed en tratar­


se b ib lio g r á fic a m e n te c o m o obra en varios v o lú m e n e s o c o m o c o le c c ió n de
v o lú m e n e s, d e p e n d ie n d o de si se d e se a d estacar el c o n ju n to de los v o lú m e ­
n e s (c o m o en los d o s p rim eros e je m p lo s ) o un v o lu m e n en c o n c re to (c o m o
en lo s d o s ú ltim o s e je m p lo s ).

Boyer, John W„ y Julius Kirshner. eds. Readings in Western C ivilization. 9 vols. Chica­
go: University of Chicago Press. 1986-87.
Cochrane, Eric W.. Charles K. Gray y Mark Kishlansky. E a rly M o d e rn E u ro p e :
C r is is o f A uthority. Readings in Western C ivilization, ed. de John W. Boyer y
Julius Kirshner. vol. 6. Chicago: University o f C hicago Press, 1987.
Euripides. Orestes. Traducción de W illiam Arrowsmith. En E u rip id e s IV , editado
por David Grene y Richmond Lattimore. The C om plete G reek T ragedies. Chica­
go: University o f C hicago Press. 1958.
Grene, David, y Richmond Lattimore. eds. The C om plete G reek Tragedies. 9 vols.
(sin numerar). Chicago: University o f Chicago Press. 1942-58.

14.131 Obra en varios volúmenes dentro de una colección. S i un lib ro in c lu id o


en una c o le c c ió n c o n sta de m ás de un v o lu m e n , el nú m ero de v o lú m e n e s o
e l n ú m ero del v o lu m e n (en c a so d e h a cerse m e n c ió n e s p e c ífic a a u n o ) sig u e
al títu lo del libro.

Ferrer Benim eli, José Antonio. M ason ería, Ig le sia e ilu stración . Vol. I, Las bases de
un con flicto (1 7 0 0 -1 7 3 9 ). Vol. 2. In q u is ic ió n : P ro ceso s h istó rico s (1 73 9 -1 7 5 0 ).
Publicaciones de la Fundación Universitaria Española, M onografías 17. M a­
drid, 1976.
14.132 Series. A lg u n a s c o le c c io n e s nu m erad as tien en una andadura tan larga q u e,
al igual q u e ocurre c o n algu n as rev ista s, la n u m era ció n ha c o m e n z a d o de
n u e v o , p r e ce d id a d e n .s. (n u e v a se r ie ), 2 .“ ser. (se g u n d a se r ie ) o una e x ­
p resión sim ilar, h ab itu a lm en te entre c o m a s. (U n c a m b io de ed itorial p u e ­
de tam b ién m o tiv a r e l c a m b io d e n om b re de una c o le c c ió n ). L o s lib ros de
la ser ie an tigu a se p u ed en id e n tific a r m ed ia n te v..v.. / . “ .ser. o a lg u n a otra e x ­
p resió n q u e c o m p le m e n te la n o ta c ió n de la n u ev a serie.

1 Charles R. Boxer. cd. South C h in a in the Sixteenth C entury. Hakluyt Society


Publications, 2.a ser., vol. 106 (Londres: Hakluyt. 1953).

Palmatary. H elen C. The P o ttery o f M u ra jó Isla n d , B ra z iL Transactions o f the


American Philosophical Society. n.s., 39. 3.a parte. Filadelfia: American Philo­
sophical Society, 1950.

Pie editorial

14.133 Lugar, editorial y fecha. T rad icion alm en te se ha llam ad o «p ie ed itorial» de


un libro a su lugar (c iu d ad ) de e d ició n , editorial y fe ch a (año). D ic h o s e le ­
m en tos aparecen entre paréntesis en la nota, pero no en la bib liografía. Entre
el lugar y la editorial se p on en d o s puntos. Tanto en la nota c o m o en la b ib lio ­
grafía, la fe ch a sig u e a la editorial, d esp u és de com a. V é a se tam bién 14.18.

1 E. M. Forstcr, H ow urds E n d (Londres: Edward Arnold, 1910).

Smith. Zadic. On B eauly. Nueva York: Penguin Press, 2005.

L U G A R DE P U B L IC A C IÓ N

14.134 Solo lugar y fecha, para libros publicados antes de 1900. C u an d o se trata
de lib ros p u b lica d o s a n tes de 1 9 0 0 , se p u ed e om itir el nom b re de la e d ito ­
rial (o d e los e d ito r e s) y dar s o lo el nom b re y fe c h a de la p u b lica c ió n . Tras
el nom b re d el lugar se e sc r ib e una c o m a en lugar de d o s pu ntos. V é a n se
ta m b ién 14 .1 3 8 y 1 4 .1 4 3 .

2 Oliver Goldsmith. The V ira r o f W akefield (Salisbury, 1766).

Cervantes Saavedra. M iguel de. E l in g e n ioso h id a iy o D on Q uixote de la M ancha.


2 vols. Madrid, 1605-15.

14.135 Lugar: ciudad. El lugar q u e se d e b e hacer co n sta r e s el qu e ap arece, h ab i­


tu a lm en te, en la portada o en alg u n a s o c a s io n e s en la p á g in a d el co p y rig h t
del lib ro qu e se cita: la ciu d a d e n la qu e se en cu en tra la se d e de la ed itorial.
C u a n d o se c o n sig n a n d o s o m ás c iu d a d es (« C h ic a g o y L o n d re s» , p or e je m ­
p lo , en alg u n a s p u b lic a c io n e s de la U n iv e r sid a d d e C h ic a g o ), e n la r efe re n ­
c ia n o rm a lm en te s o lo se in c lu y e la prim era.

Berkeley: University o f California Press


Los Angeles: J. Paul Getty Trust Publications
Nueva York: M acmillan
Nueva York: Oxford University Press
Oxford: Clarendon Press

14.136 Cuándo se especifica el estado, provincia o país. S i la c iu d a d d e p u b li­


c a c ió n p u ed e ser d e s c o n o c id a para lo s lec to re s o c o n fu n d irse c o n otra c iu ­
d ad del m ism o n om b re, su e le añ ad irse el e sta d o (e sp e c ia lm e n te en e l c a so
de las e sta d o u n id e n s e s ), la p r o v in c ia o, a v e c e s , e l p aís. W a s h in g to n v a tra­
d ic io n a lm e n te se g u id o de D C . pero otras c iu d a d es im p ortan tes d e E sta d o s
U n id o s, c o m o L o s A n g e le s o B a ltim o r e, n o req u ieren abreviatu ra de e s ta ­
do. L o s n o m b res de p a íse s d ifíc ile s de abreviar se rep ro d u cen c o m p le to s .
P ara las c iu d a d e s e s ta d o u n id e n s e s . C h ic a g o - D e u s t o p r e fie re lo s c ó d ig o s
p o sta le s d e d o s letras (IL . M A . e tc.). V é a se 1 0 .2 9 . Para las p r o v in c ia s y te ­
rritorios c a n a d ie n se s y lo s e sta d o s m e x ic a n o s , v é a se 10.30.

Cambridge. MA: Harvard University Press


Cambridge, MA: M1T Press
Ithaca. NY: CorneH University Press
New Haven. CT: Yale University Press
Princcton, NJ: Princeton University Press
Washington. DC: Smithsonian Institution Press
pero
Cambridge: Cambridge University Press

C u a n d o el nom b re de la ed itorial c o n tie n e el nom b re d el e sta d o , p r o v in c ia ,


etc., al qu e p e r ten ec e la ciu d a d , n o e s n e c e sa r io rep etirlo (ni siq u ier a ab re­
v ia d o ) ju n to al lugar de e d ic ió n .

Chapel Hill: University o f North Carolina Press

14.137 Nombres de ciudades extranjeras. Para las c iu d a d e s extran jeras se d eb e


usar su e x ó n im o en e sp a ñ o l, si e x is te y e s de u so c o m ú n e n la actu alid ad .
L a O r t o g r a f ía de la R A E c u en ta c o n un a n e x o en e ste se n tid o .

Belgrado (no Beograd) Munich (no M ünchen)


Colonia (no Köln) Praga (no Praha)
Ginebra (no G enève) La Haya (no den Haag)
Milán (n o M ilano) Viena (no Wien)
pero
Maastricht (n o Mastrique)
14.138 «Sin lugar». C uando se d e sc o n o c e el lugar de pu blicación , se em plean las abre­
viaturas s.l. o s /l (con la S en m ayú scu la si va d esp ués de punto) antes del n o m ­
bre de la editorial o editor. Si se puede conjeturar el lugar de ed ición , pu ed e aña­
dirse entre sign os de interrogación, dentro de corchetes. V éase tam bién 14.134.

(s.l.: Windsor, 1910) (|¿Lake Bluff, IL?]: Vliet & Edvvards, 1890)

N O M B R E DE L A E D IT O R I A L

14.139 Forma preferida del nombre de la editorial. E l nom b re d e la ed ito ria l se


p u ed e dar c o m p le to (tal y c o m o a p arece en la p ágin a d e l lib ro ) o en fo rm a
a lg o abreviad a. L as fo r m a s m á s cortas so n las p referid as en la m a y o r par­
te de las b ib lio g r a fía s ( v é a s e 1 4 .1 4 0 ). S in em b a rg o , la fo rm a d e b e r ía r e fle ­
jar el n om b re q u e te n ía la e d ito ria l en el m o m e n to de la p u b lic a c ió n , n o el
n om b re actual si ha c a m b ia d o . L a m a y o ría de lo s n om b res p r im itiv o s d e las
e d ito ria les se p u ed en v e rific a r en fu e n te s fia b le s , c o m o so n lo s c a tá lo g o s de
la B ib lio te c a N a c io n a l, la L ibrary o f the C o n g r e ss, W orld C at y lo s r ecu rso s
de B o o k s in P r in t d isp o n ib le s a través de R. R. B o w k e r (v é a s e b ib lio g . 4 .5 ).
Para las r eim p r esio n es y otras e d ic io n e s , v é a se 1 4 .1 1 8 -1 2 0 .

14.140 Abreviaturas y partes que se pueden omitir en el nombre de la edito­


rial. En las notas y la b ib lio g ra fía , se o m iten abreviaturas c o m o S .A ., L td . o
In c . cu an d o sig u e n al nom bre. C o .. & C o .. P u b lis h in g C o . y sim ila res ta m ­
b ién se om iten . T ales d e ta lle s corp orativos del nom bre d el ed itor (a m en u d o
su jetos a m u c h o s c a m b io s a lo largo de los a ñ os) son m u ch o m e n o s im por­
tantes para co n d u cir al lector hasta la fu en te con su ltad a qu e la fe ch a de p u ­
b lica c ió n ; in c lu ir lo s p rovocará in v a ria b lem en te p rob lem as e in c o h e re n c ia s.
S í se con servan las in icia les o n om b res p rop ios que p reced en a un a p e llid o ,
al igu al q u e té rm in o s c o m o H ijo s , H e r m a n o s y o tro s sim ila r e s. El té rm in o
B o o k s n orm alm en te se co n se r v a ( B a s ic B o o k s , R iv e rh e a d B o o k s ). L as p a la ­
bras E d ic io n e s , E d it o r ia l, P re s s , se pu ed en om itir en o c a sio n e s (por e jem p lo ,
E d it o r ia l B n t g it e r a y E c c o P re s s se p u ed en abreviar en B r u g u e r a y E c c o ,
pero n om b res c o m o E d ic io n e s G e n e r a le s A n u y a o F r e e P r e s s que podrían
resultar c o n fu s o s en c a so de o m isió n , deb en citarse c o m p le to s). P re s s no se
d e b e om itir en el c a so de las ed ito ria les u n iversitarias, p u esto que una u n iv er­
sidad p u ed e tam bién realizar p u b lica c io n es al m argen de su editorial. El ar­
tícu lo T h e se o m ite cu an d o figu ra al p rin cip io del nom bre del editor.

Alianza en lu g a r de Alianza Editorial. S.A.


Gustavo Gili en lu g a r de Editorial Gustavo G ili. S.A.
Salvat en lu g a r de Salvat Editores. S.A.
Houghton M ifflin en lu g a r de Houghton M ifflin Co.
Little. Brown en lu g a r de Little. Brown & Co.
M acmillan en lu g a r de M acmillan Publishing Co.
O b sé r v e s e qu e no h ay c o m a en H o u g h to n M if f lin , p ero s í la h ay en L ittle ,
B ro w n . D e la m ism a m anera, H a r c o u r t, B ra c e tien e un a c o m a , pero H a r c o u r t
B r a c e J o v a n o v ic h , no. En c a s o de duda, c o n s ú lte s e a lg u n a d e las fu e n te s
m e n c io n a d a s en 1 4 .1 3 9 .

14.141 «&» en el nombre del editor. S e d e b e usar « & » en el nom b re d e la e d ito ­


rial, si ap arece a sí en la portada qu e se cita.

14.142 Nombres extranjeros de editoriales. N in g u n a parte d el n o m b re d e una


ed itorial extran jera se d e b e traducir, aun qu e el n om b re de la ciu d a d se haya
rem p la za d o por el e x ó n im o esp a ñ o l.

M éxico: Fondo de Cultura Económica, 19 8 1


M unich: D elphin Verlag. 1983
París: Presses Univcrsitaires de France, 1982

N ó t e s e q u e las a b r e v ia tu ra s e q u iv a le n te s a S .A .. S .L . y s im ila r e s (G m b H ,
p or e je m p lo , en a le m á n ) se o m ite n ( v é a s e 1 4 .1 4 0 ). L a s m a y ú s c u la s d e ­
b en ir c o m o en e l o r ig in a l, a m e n o s q u e e l n o m b re a p a r e z c a p o r c o m p le ­
to en m a y ú s c u la s , c a s o en e l q u e h ay q u e ad ap tarlas; si h a y a lg u n a d u d a
so b re la s m a y ú s c u la s , c o n s ú lte s e a lg u n a d e las fu e n te s m e n c io n a d a s e n
1 4 .1 3 9 .

14.143 Editor desconocido o edición privada. C u an d o el ed ito r e s d e s c o n o c id o ,


se e m p le a s o lo el lugar (si se c o n o c e ) y la fe ch a ( v é a s e 1 4 .1 3 4 ). L o s traba­
j o s de e d ic ió n privada se d eb en citar c o n tod a la in fo rm a ció n q u e se c o n o z ­
ca (por e je m p lo . G r a n a d a : im p r e s ió n p r iv a d a , 1 8 9 0 o, si se p u ed e. G r a n a ­
d a : im p r e s o p o r e l a u to r, 1 8 9 0 ).

14.144 Editoriales y compañías matrices. C u an d o en la portada figuran tanto el


n om b re de la ed itorial c o m o el d e la c o m p a ñ ía m atriz de la q u e form a par­
te, en la b ib lio g ra fía s o lo se e m p le a el prim ero (n o o b sta n te, v é a se 1 4 .146).
Si no e stá cla ro cuál de lo s n om b res citar, se p u ed e recurrir a a lg u n o de los
c a tá lo g o s m e n c io n a d o s en 1 4 .1 3 9 para com p rob ar c ó m o a p arece registrada
la obra sob re la q u e e x is te la duda cu id a n d o d e b u scar la entrada del ca tá ­
lo g o qu e c o in c id e c o n el p ie ed itorial del lib ro en c u e stió n . Si aún n o q u ed a
claro, se in c lu y en a m b o s n o m b res, sep arad os por una barra c o n un e sp a c io
a cada lado.

14.145 Coediciones. Para lib ro s p u b lic a d o s d e m an era c o n ju n ta p or un c o n s o r ­


c io y uno de su s m iem b ro s, el nom b re d el c o n so r c io p u ed e ir se g u id o por
el d el m iem b ro , c o n lo s d o s n o m b res sep a ra d o s por una barra (c o n un e s p a ­
c io a cad a lad o). S in em b a rg o , para ahorrar e sp a c io , e s a c ep ta b le dar s o lo el
nom b re d el c o n so r c io .
MacDougall, Pauleena. The Penobscot D ance o f Resistance: Tradition in the H ista ry
o f a P eople. Hanover, NH: University Press o f N ew England / University o f
N ew Hampshire Press, 2004.

14.146 Divisiones académicas especiales. A lg u n a s e d ito ria les a c a d é m ic a s p u b li­


can d e te rm in a d o s lib ros a través de una se c c ió n o s e llo ed itorial e sp e c ia l.
E n ta le s c a s o s , se p u e d e in clu ir e l s e llo a c o n tin u a c ió n d e l n om b re de la
ed ito ria l, sep arad os a m b o s p or una barra (c o n un e sp a c io a c a d a lad o).

Gray, Jason. P h otog raphin g E d én : Poem s. Athens: Ohio University Press / Sw allow
Press, 2008.

E n a lg u n o s c a so s, sin em b argo, la d e sig n a c ió n de d ich a d iv isió n d eb e aju s­


tarse a la form a e sp e c ific a d a por la editorial (e n la portada o en cu alq u ier otro
lugar del lib ro citad o).

Buell. Lawrence. E m erson. Cambridge, MA: Belknap Press o f Harvard University


Press, 2003.

14.147 Ediciones simultáneas. C u an d o lo s lib ros son p u b lica d o s sim u ltá n e a m e n te


(o c a si) por d o s e d ito r ia le s, h ab itu alm en te en d istin to s p a íse s, s o lo e s n e c e ­
sario c o n sig n a r una de e lla s — la q u e se a m ás relev a n te para lo s u su a rio s de
la r e fe r e n c ia — . P or e je m p lo , si e n la b ib lio g r a fía d e un a p u b lic a c ió n e s p a ­
ñ o la se c ita un lib ro p u b lica d o por una ed ito ria l e sp a ñ o la y otra italian a, no
e s n e c e sa r io in clu ir lo s d atos de la seg u n d a . S i por a lg u n a razón (p or e je m ­
p lo , por una c u e stió n d e in terés h istó r ico ), se in c lu y e n lo s d a to s de am b as
e d ito ria les, se las d e b e separar c o n pu nto y c o m a . En o c a s io n e s , las fe c h a s
de p u b lic a c ió n son d istin tas; en tal c a so , se c o n sig n a n am bas. Para las r eim ­
p r e sio n e s, v é a se 1 4.119.

Lévi-Strauss, Claude. The Savage M in d . Chicago: University o f C hicago Press;


Londres: W eidenfeld and N icolson, 1962.

14.148 Libros distribuidos. E n el c a s o d e q u e un lib ro h a y a s id o p u b lic a d o p or


una c o m p a ñ ía y d istr ib u id o por otra, se d e b e citar el n o m b re q u e a p arece
en la portada. D a d o q u e a v e c e s lo s a c u e rd o s de d istr ib u ció n son tr a n sito ­
rio s, e s m ejo r o m itir e l n om b re d e l d istrib u id or a m e n o s q u e se a e s e n c ia l
para lo s u su a r io s d e la b ib lio g ra fía .

W illke, Hclmut. Sm art G o v e rn a n ce : G o v e rn in g the G lo b a l K n o w led g e Society.


Francfort del Meno: Campus Verlag, 2007. Distribuido por University of Chicago
Press.

L a s fó r m u la s q u e fig u r e n e n la p ortad a, c o m o « P u b lic a d o p or a c u e rd o


c o n . .. » , se p u ed en in clu ir ig u a lm en te si son d e in terés e sp e c ia l.
F E C H A D E P U B L IC A C IÓ N

14.149 Fecha de publicación: cuestiones generales. E n el c a s o d e lo s lib ros, so lo


se da e l añ o, y n o el m e s o el día, en la fech a de p u b lica c ió n . L a fe ch a se
en cu en tra en la portada o , m ás h a b itu a lm en te , en la p á g in a d e l cop yrigh t.
S u e le ser la m ism a fe c h a qu e la d el c o p y r ig h t. Si en el libro ap arecen d o s o
m ás fe c h a s d e co p y r ig h t, y la prim era c o rr esp o n d e a e d ic io n e s o v e rsio n e s
m á s a n tig u a s, e s la m ás r e c ie n te la q u e in d ica la fe c h a d e p u b lica c ió n . Para
to d a e d ic ió n q u e no se a la prim era, d e b e n in c lu ir se tanto e l n ú m ero c o m o la
fe c h a de la e d ic ió n (v é a s e 1 4 .1 1 8 -1 2 0 ).

13 Bizcarrondo, Gema, y Hernán Urrutia, E s c r ib ir y ed ita r: G u ía p rá c tic a p a ra


la red a cció n y ed ició n de textos, ed. de Javier Torres Ripa (Bilbao: Universidad de
D eusto, 2010).
14 The C h ica g o M a n u a l o fS ty le , 16.a ed. (Chicago: University o f Chicago Press,
2010), 7.85; cf. 15.a ed. (2003), 7.90.

Turabian, Kate L. A M a n u a l f o r W riters o j'T crm P apéi s, Theses, and D issertation s.


I d ed. R ev isa d o por W aync C. B o o th , G regory G. C olom b y Joseph M.
W illiam s. Chicago: University o f C hicago Press, 2007.

14.150 Reimpresiones y renovación del copyright. L a fe c h a d e p u b lic a c ió n no


se d e b e c o n fu n d ir c o n la de p o sterio res ( r e im p r e s io n e s o la de una r en o v a ­
c ió n d e d e r ec h o s. A lg u n a s e s p e c if ic a c io n e s q u e ap arecen e n la p á g in a del
c o p y r ig h t, c o m o « R e n o v a c ió n d el c o p y r ig h t» o « 5 3 .a r eim p r esió n » no se
d eb en tom ar en c o n sid e r a c ió n . S ob re la d istin c ió n entre e d ic io n e s y n u ev a s
im p r e sio n e s, v é a se 1.26; para r eim p r esio n es, v é a se 14.119.

14.151 Obras en varios volúmenes publicados en distintos años. C u a n d o se


c ita una obra en varios v o lú m e n e s p u b lic a d o s en d istin to s a ñ o s, se ind ican
las fe c h a s prim era y ú ltim a (v é a se 6 .7 4 ). Si la obra aún no se ha c o m p le ta ­
d o , la fe c h a d el prim er v o lu m e n v ie n e se g u id a de un g u ió n (sin e s p a c io e n ­
tre e l g u ió n y la p u n tu ación q u e le siga; v é a se 6 .7 5 ). V é a se tam b ién 9 .6 3 . S i
se cita un s o lo v o lu m e n , ú n ica m e n te e s n e c e sa r io qu e c o n ste la fe ch a de e s e
v o lu m e n . V é a se tam b ién 14.121 -1 2 7 .

14 F lo r a p e ru v ia n a et ch ilen sis, 3 vols. (Madrid: Real Jardín Botánico, 1995­


1997).
15 M iguel D elibes, O bra s com pletas, vol. 6, E l p e rio d ista . E l ensayista (Madrid:
Galaxia Gutenberg, 2007), 60-62.
16 The C o lle cte d Works o f F. A. H ayek. vol. 9, C o n tra Keynes an d C a m b rid g e :
Essays, C orresp o n d en ce (Chicago: University o f C hicago Press, 1995), 44-45.

D elibes, M iguel. O bra s com pletas, vol. 6, E l p erio d ista . E l ensayista. Madrid: Ga­
laxia Gutenberg, 2007.
Hayek, F. A. C on tra K eynes an d C a m b rid g e : Essays, C orrespon den ce. Vol. 9 de The
C o lle cted Works o f F. A. Hayek. Chicago: University o f Chicago Press, 1988-.
Tillich, Paul. System atic Theology. 3 vols. Chicago: University o f Chicago Press,
1951-63.

14.152 «Sin fecha». C u a n d o n o se p u e d e d eterm in ar la fe c h a d e p u b lic a c ió n de


una obra im p resa, la abreviatu ra s.f. o c u p a e l lugar d el añ o entre lo s d atos
d e p u b lica c ió n . C u a n d o la fe c h a se su p o n e, p u ed e a gregarse a la a b rev ia tu ­
ra o su stitu irla entre c o rc h e te s. V é a s e tam b ién 1 4 .1 3 8 .

Boston, s.f.
Edimburgo, (i 1750?] o Edimburgo, s.f.. ca. 1750

U n a obra c u y o editor, lugar o fe c h a n o se p u ed a determ in ar ni conjetu rar


r a zo n a b lem e n te no d e b e in c lu ir se en una b ib lio g r a fía sin in d icar d ó n d e e s
p o s ib le hallar un ejem p la r (por e je m p lo , « H a y d o s ejem p la r es e n e l A r c h i­
v o de In d ia s» ),

14.153 «De próxima aparición». C u and o un libro está contratado co n una editorial
y y a tien e títu lo, pero n o se c o n o c e aún la fe ch a de p u b lica ció n , se e m p le a d e
p r ó x im a a p a r ic ió n en lugar de la fech a. A u n q u e a v e c e s se u tiliza en p r e n s a
(qu e en sen tid o estricto sería para una obra que ya ha sid o co m p u e sta y p a g i­
nada), C h ic a g o -D e u s to recom ien d a la otra ex p r esió n , m ás in clu siv a , que tam ­
bién sirve para sop ortes no im p resos y para cualq u ier trabajo ya contratado.
Si se d isp o n e de lo s n ú m eros de p ágin a, se d eb en proporcionar. L o s libros sin
contratar se tratan c o m o o rig in a les in éd ito s (v é a se 1 4 .2 2 4 -2 4 6 ).

91 Pedro Q. Autor, T ítu lo del lib ro (Lugar: Editorial, de próxima aparición).


92 Luisa J. Autora, O tro título de lib ro (Lugar: Editorial, de próxima aparición),
345-46.

Autora, Ana. «Contribución». En T ítu lo de! volum en, editado por Susana Editora.
Lugar: Editorial, de próxima aparición.

C u a n d o se reim p rim e una p u b lic a c ió n qu e c ita un trabajo de p r ó x im a ap a­


rició n , n o e s n e c e sa r io actu alizar la referen cia. En una e d ic ió n rev isa d a , por
e l con trario, tien e qu e a ctu a liza rse la cita b ib lio g r á fic a para in clu ir lo s datos
d e p u b lic a c ió n d e fin itiv o s , p ero s o lo d e sp u é s de c otejar las c ita s te x tu a le s y
o tros d e ta lle s, para v e rific a r su e x a ctitu d c o n la fu en te p u b licad a.

Página, volumen y otros localizadores

14.154 Números arábigos o números romanos. Tal y c o m o m uestran lo s e je m ­


p lo s d e e ste c a p ítu lo (y d el c a p ítu lo 15), en la d o c u m e n ta c ió n se d e b e n usar
n ú m ero s a rá b ig o s d o n d e se a p o s ib le — para v o lú m e n e s , c a p ítu lo s y otras
d iv is io n e s — , in d e p e n d ie n te m e n te de la form a en qu e ap arezcan lo s n ú m e ­
ros en la obra qu e se c ita, c o n la d e sta c a b le e x c e p c ió n de las p á g in a s n u m e ­
radas c o n ro m a n o s en e l orig in a l (n o r m a lm en te en v e rsa lita s, en lo s p r e li­
m in ares d e l lib ro).

21 V éase el artículo «Feathers», en Jo h n s tm ’s U n iv e rsa l C v clo p a e d ia , ed. rev.


(Nueva York: A. J. Johnson, 1886), vol. 3.
22 Jerome Kagan, «Introduction to the Tenth-Anniversary Edition», en The tra­
tare o fth e C h ild (Nueva York: Basic Books, 1994), xxii-xxiv.

14.155 Intervalos de páginas. S o b r e la fo r m a p r e fe r id a p o r C h ic a g o - D e u s t o


para c ita r un in te r v a lo d e p á g in a s, p á rra fo s o d iv is io n e s s im ila r e s , v é a ­
se 9 .6 0 . S e d e b e n usar lo s n ú m e r o s p r im er o y ú ltim o e n lu g a r d e l p rim er
n ú m e r o m á s ss. (n o o b s ta n te , v é a s e 14 . 15 6 ).

M a n u a l de estilo C h ica g o -D eu sto. 14 . 154-65.

14.156 Empleo o no de «ss.» y «passim». S o lo se p u ed e recurrir a ss. (« y las s i ­


g u ie n te s p á g in a s, párrafos, e tc .» ) en c a s o de cita rse una s e c c ió n para la que
no p u ed a d a r se un n ú m er o d e c o n c lu s ió n . E n lu g a r de la fo r m a en s in g u ­
lar s., se d e b e e m p lea r el nú m ero sig u ie n te (por e je m p lo . « 1 4 0 -4 1 » en lu ­
gar d e « 1 4 0 s .» ). D e l m ism o m o d o , e s p o c o r ec o m en d a b le e m p lea r p a s s im
(« p o r to d a s p a r te s» ), a m e n o s qu e a c o m p a ñ e a un in te rv a lo d e p á g in a s en
las q u e a p arezcan m ás d e tres o cuatro refe re n c ia s p r e cisa s ( « 3 2 4 -3 2 p a s­
sim » ). C u a n d o se e m p ic a .v.s., no se d eja e sp a c io entre la abreviatu ra y el
n ú m ero q u e la p r e ce d e , y lle v a pu nto; p a s s im , al ser una palabra c o m p le ta ,
n o requiere punto. N in g u n a de las d o s va en cu rsiva. (S o b re el u so de p a s s im
en lo s ín d ic e s, v é a se 16.13).

14.157 Abreviaturas de «página», «volumen» y similares. En las citas b ib liográ­


fica s, las palabras p á g in a , v o lu m e n y sim ilares su elen abreviarse y c o n fre­
c u e n c ia se o m ite n s im p le m e n te (v é a s e 1 4 .1 5 8 ). L a s ab reviatu ras e m p le a ­
das de m anera m ás habitual son p . (pl. p p .), v o l., c a p ., lih ., s e c ., n. (pl. n n .),
n ." (pl n a p. y fig . (v é a se el ca p ítu lo 10, e sp e c ia lm e n te 10 .4 1 ). A n o ser
q u e sig a n a un punto, c o m ie n z a n por m in ú scu la, y nin guna va en cu rsiva a
m e n o s qu e form e parte del título de un libro. T odas las abreviaturas m e n c io ­
nadas en e ste párrafo, e x c e p to n. y /?., form an su s plurales añ ad ien d o una s.

A C ry o f A hsence, cap. 6 U na vida presente, 3 vols.

14.158 Cuándo omitir «p.» y «pp.». C u a n d o un n ú m er o o un in te r v a lo d e nú ­


m ero s se refiere cla ra m en te a las p á g in a s de un lib ro, se p u ed e o m itir p . o
p p e, lo s n ú m eros s o lo s , p r e c e d id o s d e una c o m a , so n in d ic a c ió n su fic ie n te .
C u a n d o la p r e se n c ia d e otros n ú m eros p u ed e p ro v o ca r a m b ig ü e d a d , se p u e ­
d e añadir p . o p p . para m a y o r clarid ad . Y si e l autor ha e m p le a d o p . y p p .
de m anera c o h e re n te a lo largo d el lib ro, no h ay n e c e sid a d d e e lim in a r lo s.
V é a se tam b ién 14.159.

La e x p erien cia de leer. 75-76


p ero
P oesía com pleta de M ig u e l A n g e l, p. 89, versos 135-36.

14.159 Cuándo omitir «vol.». C u an d o a un nú m ero d e v o lu m e n le sig u e in m e d ia ­


ta m en te un n ú m ero de p á g in a , no e s n e c esa rio e sc rib ir ni v o l. ni p . ni p p . Se
e m p lea n s o lo lo s n ú m er o s, sep arad os por d o s p u n tos. N o r m a lm e n te , al n ú ­
m ero d e l v o lu m e n le p r e ce d e una c o m a , e x c e p to e n e l c a s o d e p u b lic a c io ­
n e s p e r ió d ic a s (v é a se 1 4 .1 8 0 ; v é a se tam b ién 1 4 .1 8 1 ) y de c ie rto s tip o s de
r eferen cia s a te x to s c lá s ic o s ( v é a se 1 4 .2 5 6 -2 6 6 ). Para m ás in fo r m a ció n s o ­
bre la n u m era ció n de lo s v o lú m e n e s, v é a se 1 4 .1 2 1 -1 2 7 . Para la cita de un
v o lu m e n e s p e c íf ic o , c o n o sin la abreviatu ra v o l., v é a n se 14.121 y 1 4 .1 2 3 .

Una vida presente. 3:122

14.160 Números de página y de capítulo. L o s n ú m eros de p ágin a, n e c esa rio s para


las c itas en nota y las c ita s entre p a rén tesis en el te x to , su ele n ser in n e c e sa ­
rios en la b ib lio g ra fía , a m e n o s qu e el ob jeto c ita d o se a parte de un c o n ju n ­
to (v é a se 1 4 .1 1 1 -1 1 7 ) o un artículo d e revista (v é a se 1 4 .1 8 3 ). Si se in d ica el
nú m ero del ca p ítu lo o de otra d iv isió n , se p u ed en o m itir lo s n ú m eros de p á ­
gina. El nú m ero total de p ágin as d el v o lu m e n no se in c lu y e en la d o c u m e n ­
tación. (S in em b argo, el nú m ero total de p á g in a s s í ap arece en lo s títu lo s de
r e c e n sio n e s d e lib ros, entradas de c a tá lo g o s y otros lugares. Para lo s e n c a b e ­
z a m ie n to s de títu lo s de lib ros, v é a se 1.92).

14 Maria Teresa Serafini. «El acopio de ideas», en C óm o se escrib e (Barcelona:


Paidós Ibérica Bolsillo. 2007). 27-44.
14 Nuala O ’Faolain. A re volt som ebody? The accid en ta l m em o ir o f a D itb lin iro-
man (Nueva York: Holt. 1996). cap. 17.
u’ Claire Kehrwald Cook. «M ismanaged Numbers and Referenees». en L in e by
U n e : H m v to E d it Your Own W riting (Boston: Houghton M ifflin, 1985). 75-107.

14.161 Signaturas. A lg u n o s lib ro s im p r e so s a n tes d e 18 0 0 n o está n p a g in a d o s,


sin o que cada cuaderno lle v a una letra, un nú m ero u otro sig n o (su « sig n a tu ­
ra») para ayudar al encuadernador a ordenarlos correctam en te. C u and o se c i­
tan p ágin as de libros de este tipo, se ind ica prim ero el sím b o lo de la sign atu ­
ra, d e sp u é s el núm ero de hoja dentro de la signatura y fin alm en te r (recto, el
frente o prim era págin a de la hoja) o v (v e rso , la vu elta o segu n d a págin a de
la hoja). A s í, por e je m p lo . G 6 v ind icaría una p ágin a, y G 6 r-7 v un con ju n to
d e cuatro páginas.
14.162 Ediciones en folio. En a lg u n o s lib r o s c a d a c u a d e r n o se r e d u c ía a un
p lie g o (u n a gran h oja d e p a p e l) d o b la d o una s o la v e z . A s í, c a d a u n o te ­
nía d o s h o ja s, o cu a tro p á g in a s, d e ta m a ñ o f o lio . L as h o ja s se n u m erab an
s o lo en la parte fr o n ta l (r e c to ). L a s c ita s d e p á g in a , p or ta n to , se c o m p o ­
n en d e l n ú m ero de la h oja m ás r (r ec to ) o v (v e r so ) — por e je m p lo , 176 r,
2 3 Iv , 2 3 2 r - v — o , si se c ita el f o lio en tero, fo l. 4 9 , fo ls. 5 0 -5 3 . V é a n s e tam ­
bién 1 4 .161 y 1 4 .2 3 6 .

14.163 Números de línea o verso. En a lg u n a s o c a s io n e s p u ed e ser n e c esa rio in­


c lu ir en la c ita la referen cia a un v e r so o lín ea del te x to . En el c a s o del ver­
so , no hay p ro b lem a en el e m p le o de las abreviatu ras v. o vv.

44 Soto de Rojas, «Paraíso», vv. 520-523.

Por el con trario, las abreviatu ras /. (lín e a ) y //. (lín e a s ) se p u ed en con fu n d ir
fá c ilm e n te c o n lo s n ú m eros 1 y 11, y por e llo se d eb en evitar. E s m ejor e m ­
p lear lín e a o lín e a s , o sim p le m e n te o m itir lo si e stá cla ro q u e se h a ce r efe ­
ren cia a lín ea s (v é a se 1 3 .6 5 ).

14.164 Cita de notas numeradas. Las n o ta s se citan c o n las abreviatu ras n. o nn.
El p r o c e d im ie n to qu e e ste m anual r ec o m ie n d a se usa tam b ién en lo s ín d i­
c e s (v é a se 1 6 .1 1 1 -1 1 3 ). S i la n ota citad a e s la ú n ica nota a p ie d e p ágin a de
una p ágin a en particular o e s una n ota n o nu m erad a, al n ú m ero d e p ágin a le
s ig u e s o lo n.

Anthony Grafton, The fo o tn o te : A C u r io u s H is to ry (Cam bridge, MA: Har­


vard University Press, 1997). 72n. 8()n.

Si en la m ism a p ágin a hay otras n otas aparte de la citad a, se d e b e e s p e c if i­


car el n ú m ero de nota. En e ste c a so , el nú m ero de la p á g in a va se g u id o de n
o (si se citan d o s o m ás notas c o n se c u tiv a s) n n , se g u id o s a su v e z d el n ú m e ­
ro (o n ú m ero s, o , en c a s o s m ás raros, a ste risco u otro sím b o lo ) de la nota.

4h Dwight Bolinger, Ix in g iu ig e : The Lo a d ed Wecipon (Londres: Longman, 1980),


192n23. 192n30, 199nl4. 2 0 ln n l6 -1 7 .
47 Richard Rorty, P h ilo s o p h ie a l P a p e rs (N ueva York: Cambridge University
Press. 1991), 1:15n29.

14.165 Cita de ilustraciones y tablas. La palabra f ig u r a se p u ed e abreviar ( f ig .),


p ero térm in o s c o m o t a b la , m a p a , lá m in a y otras fo r m a s d e ilu stra ció n se
e sc rib e n c o m p le to s . El n ú m ero d e la p ágin a, en c a s o d e darse, p r e ce d e al
n ú m ero de la ilu stra ció n , c o n una c o m a interm edia.

Pinto M olina. «Competencia docum ental...», 119, lig. 6.1.


14.166 Libros electrónicos obtenidos de una biblioteca o librería. La m ayor
parte de lo s lib r o s p u b lic a d o s e le c tr ó n ic a m e n te q u e o fr e c e n las lib rería s y
b ib lio te c a s para su d e sc a r g a tendrán un e q u iv a le n te im p r eso . S in em b a r g o ,
d ad a la p o s ib ilid a d d e qu e h a y a d ife r e n c ia s , lo s au tores d e b e n in d ic a r si
han c o n su lta d o un fo r m a to u otro. En una r e fe r e n c ia b ib lio g r á fic a c o m p le ­
ta q u e sig a las r e c o m e n d a c io n e s para la c ita de obras im p r esa s q u e se d e ­
ta lla n en e sta s e c c ió n , d ic h a in d ic a c ió n d e b e figu rar en ú ltim o lugar. V é a s e
ta m b ién 1 4 .4 -1 3 .

Austen, Jane. P rid e an d P reju d ice. N ueva York: Penguin C lassics, 2007. Edición
para Kindle.
Austen, Jane. P rid e an d P reju d ice. Nueva York: Penguin C lassics, 2008. Edición en
PDF.
Austen, Jane. P rid e an d P reju d ice. N ueva York: Penguin C lassics, 2008. Edición
para M icrosoft Reader.
Austen, Jane. P rid e and P rejudice. Nueva York: Penguin Classics. 2008. Edición para
Palm.

E l e q u iv a le n te im p r eso d el e - b o o k de P en g u in C la ss ic s se citaría d e la s i­
g u ie n te fo rm a (a d v ié rta se q u e la fe c h a de p u b lic a c ió n e s d iferen te):

Austen, Jane. P rid e and P reju d ice. Nueva York: Penguin C lassics, 2003.

T o d a s las e d ic io n e s d e P e n g u in C la s s ic s (tal y c o m o q u ed a c la r o en lo s
c r é d ito s d e lo s lib r o s) se b asan en la de 1 8 1 3 p u b lica d a por T. E g e rto n .
A u n q u e e sta in fo r m a c ió n e s o p ta tiv a , se p u e d e in c lu ir c o m o s ig u e ( v é a ­
se 1 4 .1 1 9 ):

Austen, Jane. P rid e and P reju d ice. Londres: T. Egerton, 1813. Reimpresión, Nueva
York: Penguin C lassics, 2008. Edición en PDF.

N ó te s e qu e los fo rm a to s e le c tr ó n ic o s no sie m p r e tien en una p a g in a c ió n e s ­


tab le (p or e je m p lo , p u ed e d ep en d er del tam añ o de la letra), factor qu e p u e ­
de lim itar su id o n eid a d c o m o fu e n te s. En lugar d e un n ú m ero de p ágin a,
in d íq u e se el c a p ítu lo , s e c c ió n u otro loca liza d o r. V é a se ta m b ién 1 4 .1 7 .

1 Jane Austen. P rid e an d P reju d ice. (Nueva York: Penguin C lassics, 2008), edi­
ción para M icrosoft Reader, cap. 23.
14 Austen, P rid e an d P re ju d ic e , cap. 24.

14.167 Libros consultados en línea. C u an d o se cita una v e r sió n en lín ea de un li­


bro, se in c lu y e e l U R L (o e l D O I, si se d isp o n e de é l) e n la r efe re n c ia b i­
b lio g rá fic a . En una r efe re n c ia c o m p le ta basad a en lo s p r in c ip io s e s ta b le ­
c id o s en e sta se c c ió n para la c ita d e lib ros e l U R L o D O l d e b e ir en ú ltim o
lugar. O b sé r v e se c ó m o en las n otas 3 y 6 se citan títu lo s d e s e c c ió n e n lugar
d e n ú m ero s d e p á g in a (v é a s e 14 .1 7 ).

1 Gutiérrez Ordóñez, Salvador. L in g ü ística y sem ántica: A p ro xim a ción fu n cio n a l


(Oviedo: Universidad de O viedo, 1981), http://wvvw.gruposincom.es/publicaciones-
de-salvador-gutierrez-ordonez.
2 Elliot Antokoletz. M u s ic a l Sym bolism in ihe O peras o f D ebu ssy and B artók
(N ueva York: Oxford University Press, 2008), doi: 1 0 .1093/acprof:oso/9780195365
825.001.0001.
2 Joseph Sirosh, Risto M iikkulainen y James A. Bednar, «Self-Organization of
Orientation M aps, Lateral C on nections, and D ynam ic R eceptive F ields in the
Primary Visual Cortex», en L a tera l Interactions in the C ortex: Structure and F u n c ­
tio n , cd. Joseph Sirosh, Risto Miikkulainen y Yoonsuck Choe (Austin, TX: UTCS
Neural Networks Research Group, 1996), bajo «Dynam ic Receptive Fields», http://
nn.cs.utcxas.edu/web-pubs/htm lbook96/.
4 Gutiérrez Ordóñez, L in g ü ística y sem ántica.
5 Antokoletz, M u s ic a l Sym bolism .
6 Sirosh, Miikkulainen y Bednar, «Self-Organization o f Orientation M aps», bajo
«Conclusion».

Gutiérrez Ordóñez, Salvador. Lin g ü ística y sem ántica: A p roxim a ción fu n cio n a l. O vie­
do: Universidad de O viedo, 1981. http://www.gruposincom.es/publicaciones-de-
salvador-guticrrcz-ordoncz.
Antokoletz, Elliot. M u s ic a l sym bolism in the O peras o f D ebu ssy a n d Bartók. Nueva
York: Oxford University Press, 2008. doi: 10.1093/acprof:oso/9780195365825.0
01.0001.
Sirosh. Joseph, R isto M iikkulainen y Jam es A. Bednar. «Self-O rganization of
Orientation Maps, Lateral Connections, and Dynam ic Receptive Fields in the
Primary Visual Cortex». En L a tera l In te ra ctio n s in the C o rte x : Structure and
F u n ctio n , editado por Joseph Sirosh, Risto M iikkulainen y Yoonsuck Choe.
Austin, TX: UTCS Neural Networks Research Group, 1996. http://nn.es.utexas.
edu/web-pubs/htm lbook96/.

14.168 Libros en CD-ROM y otros soportes estables. L a s c ita s b ib lio g r á fic a s de


lib ros en C D -R O M y o tro s so p o rtes e sta b le s d e b e n ind icar el sop orte.

1 The C h ica g o M a n u a l o f Style, 15." ed. (Chicago: University o f Chicago Press,


2003), CD-RO M , 1.4.

Hicks, Rodney J. N u c le a r M e d ic in e : F ro m the C e n te r o f O u r U niverse. Victoria


(Australia): 1CFT M ultimedia, 1996. CD-ROM.
Alvarez Benito, Gloria, Francisco Javier Tamayo M orillo y Joaquín José Fernández
D om ínguez (eds.). Len gu a s en contacto. Sevilla: Mergablum Edición y Com uni­
cación, 1999, CD-ROM .
14.169 Ediciones electrónicas gratuitas de obras antiguas. A m e n u d o se p u e ­
d e a c c e d e r en lín ea , gratu itam en te, a lib ros u otros d o c u m e n to s c u y o s d ere­
c h o s de autor han prescrito. T a les fu e n te s, au n q u e c ó m o d a s, n o siem p re son
fia b le s . P or e je m p lo , p u ed e ser im p o sib le e sta b le c e r qu é e d ic ió n se e m p le ó
para preparar e l te x to en lín ea. C u an d o no se d isp o n e de tal in fo r m a ció n s o ­
bre e l lib ro — e in c lu s o cu a n d o se d isp o n e d e e ll a — e s m ejor p lan tearse la
c o n su lta d e la fu e n te im presa. E n el e je m p lo d e Jam es qu e ap arece abajo,
e l P r o y e c to G u te n b e r g s e ñ a la q u e su te x to se b a s a en la e d ic ió n d e T h e
A m b a s s a d o r s de N u e v a York, 1 9 0 9 (v é a se 1 4 .1 1 9 ). En cu a n to al e je m p lo
d e W h itm a n , au n q u e se c o n su ltó un e sc a n e a d o de la prim era e d ic ió n (c o n
su d e c o lo r a c ió n y to d o ) — lo q u e e q u iv a le , e n cierta m e d id a , a hab er c o n ­
su lta d o el lib ro im p r eso sin h ab erlo te n id o e n las m a n o s — , e s r e c o m e n d a ­
b le , n o o b sta n te , in c lu ir un U R L . V é a se ta m b ién 14.17.

1 Walt Whitman, Leaves o /G r a s s (Nueva York, 1855), 22, http://www.whitman


archive.org/published/LG/1855/whole.htm l.
2 Henry James, The A m bassadors (1909; Proyecto Gutenberg, 1996), lib. 6. cap. 1,
ftp://ibiblio.org/pub/docs/books/gutenberg/etext96/am basl0.txt.
3 Luis V élez de Guevara, E l d ia b lo co ju e lo (Texto de la impresión de 1922. In­
troducción y notas de Francisco R odríguez Marín. 2004), tranco 5, http://w w w .
gutenberg.org/files/12457/12457-h/' 12457-h.htm.

Jam es, Henry. The A m ba ssa d ors. Reim presión de la edición de N ueva York de
1909, Proyecto Gutenberg, 1996. ftp://ibiblio.org/pub/docs/books/gutenberg/
etext96 /ambas 10.txt.
V élez de Guevara. Luis. E l d ia b lo co juelo. Texto de la impresión de 1922. Intro­
ducción y notas de Francisco Rodríguez Marín. 2004. http://www.gutenberg.org/
files/12457/12 4 5 7 -h /12457-h.htm.
Whitman, Walt. Leaves o fG ra s s . New York, 1855. http://www.whitmanarchive.org/
published/LG /1855/whole.htm l.

O b sé r v e s e q u e no hay lu gar d e p u b lic a c ió n en las n o ta s de J a m es y V é ­


lez d e G u evara d e lo s e je m p lo s . E s p o c o p rob ab le qu e d ic h o d ato a c o m p a ­
ñe a una obra en lín ea, y se p u ed e ob viar, sin recurrir al « s .l.» (« sin lu gar»),
cu a n d o n o e s p o s ib le d eterm in arlo en el acto.

Publicaciones periódicas
14.170 Definición de «publicación periódica». El té rm in o p u b lic a c ió n p e r i ó d i ­
c a se a p lica aqu í a las revistas a c a d é m ic a s y p r o fe sio n a le s, n ta g a cin es (v é a ­
se 1 4 .1 7 2 ) y p e r ió d ic o s. Es m u ch o m ás fá c il qu e se c o n su lte n en form a e le c ­
trón ica p u b lic a c io n e s p erió d ica s qu e lib ros. A parte de la a d ició n de un U R L
o D O I, la cita de una p u b lica c ió n p e r ió d ic a en lín ea e s id én tica a la que se
r ec o m ie n d a para las p u b lic a c io n e s p e r ió d ic a s im p resas. (A lg u n a s ed itoria­
les e x ig e n tam b ién la fe c h a d e a c c e s o a fu e n te s co n su lta d a s e n lín ea). V é a n ­
se e je m p lo s d e d ich a in fo rm a ció n , y c o n sid e r a c io n e s e sp e c ia le s , en los apar­
tad os qu e versan sob re tip o s e s p e c ífic o s de p u b lic a c io n e s p erió d ica s. V éase
14.4-13.

14.171 Datos que se deben incluir. L as c ita s de p u b lic a c io n e s p e r ió d ic a s req u ie­


ren a lg u n o s de lo s sig u ie n te s d atos o tod os:

1. Noinbre(s) com pleto(s) del autor o autores


2. Título y subtítulo del artículo o columna
3. Nombre de la publicación periódica
4. Información sobre la entrega (volunten, número de la entrega, fecha, etc.)
5. Indicación de la página (cuando sea necesario)
6. Para las publicaciones periódicas en línea, un URL o. si sedispone de él, un
DOI (véanse 14.5-6 y 14.184)

Para los p e r ió d ic o s y la m a yoría d e los m a g a c in e s e s in d isp e n sa b le la fe ch a


e s p e c íf ic a (d ía, m e s y añ o). En el c a s o de las r ev ista s, se su e le n citar el v o ­
lu m e n y e l añ o a d em á s d el m e s y la en trega. L o s d a to s a d ic io n a le s fa cilita n
la id e n tific a c ió n . V é a se ta m b ién 14.70.

14.172 Diferencia entre revistas y magacines. En este manual se utiliza re ­


para referirse a publicaciones periódicas académicas o profesiona­
v is ta
les a las que principalm ente se tiene acceso m ediante suscripción (por
ejemplo, C u a d e r n o s E u r o p e o s d e D e u s t o , R e v is t a d e F i l o l o g í a E s p a ñ o ­
la . L i b r a r v Q u a r t e r lv . J o u r n a l o f th e A m e r ic a n M e d ic a l A s s o c ia d o r i) .
Las revistas se citan normalm ente por volumen y fecha (véase 14 .180).
El término m a g a c ín se usa aquí para referirse a publicaciones periódi­
cas m ensuales o sem anales —de producción profesional, especializadas
a veces, pero más accesibles para el público en general — , disponibles
bien por suscripción, bien en números sueltos en librerías o kioscos, bien
en línea (por ejem plo. D e s c u b r i r c ! A r t e , R e v is t a d e L ib r o s , S c ie n t if ic
A m e r ic a n , T h e N e w Y o r k e r ). Los m agacines normalmente se citan solo
por fecha (véase 14 .199). En caso de duda sobre si es mejor tratar como
revista o como magacín una publicación periódica determ inada, se cita
en forma de revista si es fácil dar con el número de volumen, y en forma
de magacín en caso contrario.

14.173 Puntuación de las citas de publicaciones periódicas. En las n o ta s se s e ­


paran c o n c o m a s el n om b re d el autor, el títu lo d el artícu lo, e l n om b re del
m a g a c ín , p e r ió d ic o o r ev ista y e l U R L o D O I (para las fu e n te s co n su lta d a s
en lín ea ). E n las b ib lio g r a fía s, d ic h a s c o m a s se su stitu y e n por p u n tos. Para
m á s e je m p lo s , v é a n se 1 4 .1 8 y e l resto d e e s te c a p ítu lo . A d v ié r ta se q u e no
se usa e n entre el título del artículo y el nombre de la publicación. (Solo se
utiliza e n para citar capítulos y otras partes de libros; véase 14.111-112).

1 Gabriel García Atiénzar, «Las comarcas centromeridionales valencianas en el


contexto de la neolitización de la fachada noroccidental del Mediterráneo», T ra b a ­
jos de P re h isto ria 67, n.° 1 (en.-jun. 2010): 40, doi: 10.3989/tp.2010.10030.
56 Gabriel García Atiénzar, «Las comarcas centromeridionales», 41-42.

García Atiénzar, Gabriel. «Las comarcas centromeridionales valencianas en el con­


texto de la neolitización de la fachada noroccidental del Mediterráneo». Tra ba jo s
de P re h isto ria 67, n.° 1 (en.-jun. 2010): 37-58. doi:10.3989/tp .2010.10030.

1 Hope A. Olson. «Codes, Costs, and Critiques: The Organization of Information


¡n L ib r a r y Q u a rte rly , 1931-2004», L ib ra r y Q u a rte rlv 76, n." 1 (2006): 20, doi:
10.1086/504343.
34 O lson, «Codes, Costs, and Critiques», 22-23.

O lson, H ope A. «C odes, C osts, and Critiques: The Organization o f Information


in L ib ra ry Q ua rterly , 1931-2004». L ib ra ry Q u a rterly 76, n." 1 (2006): 19-35.
doi: 10.1086/504343.

14.174 Números de página en las citas de publicaciones periódicas. Gn las en­


tradas de las bibliografías, se indican la primera y la última páginas del ar­
tículo (véanse 9.58 y 9.60). En las notas y en las citas en texto, solo se indi­
can las páginas a las que se hace referencia específica (a menos que se haga
referencia al artículo en su conjunto). En algunos formatos electrónicos no
habrá números de página, por lo que puede ser adecuado citar el título de la
sección u otro localizador (véase 14.17).

Revistas

14.175 Artículo de revista: nombre del autor. Los nombres de los autores nor­
malmente se citan tal como aparecen en el título de los artículos. Sin em ­
bargo, se pueden realizar algunos ajustes, como se indica en 14.72. La ma­
yoría de las pautas que se ofrecen en 14.72-92 son igualmente aplicables a
los autores de artículos de revista. Para el tratamiento de dos o más autores,
véase 14.76.

14.176 Artículo de revista: título. Los títulos de artículos de revista van en redon­
da (excepto las palabras o grupos de palabras que requieren cursivas, como
nombres de especies o títulos de libros; véase 14.177) y entrecomillados. Al
igual que en el caso de los libros, el título y el subtítulo se separan con dos
puntos. Véase también 8.154-185). Para ejemplos, véanse 14.18 y los aparta­
dos siguientes. Sobre la forma breve de los títulos de artículos, véase 14.196.
Brufau Alvira, Nuria. «Traducción y género: El estado de la cuestión en España».
M o n T l. M o n o g ra fía s de T ra d u cció n e In te rp reta ció n 3 (2011): 181-207. http://
dx.doi.org/10.6035/M onTI. 2011.3.7.
Menjívar, Cecilia. «Liminal Legality: Salvadoran and Guatemalan Immigrants’ Lives in
the United States». A m erica n Jo u rn a l o f S o cio lo g y 111, n.° 4 (2006): 999-1037.
doi: 10.1086/499509.

14.177 Cursivas y comillas en los títulos de artículo. Los títulos de los libros y
otros términos que normalmente aparecen en cursiva permanecen en cursiva
dentro del título de un artículo. Un término normalmente entrecomillado se
marca con comillas angulares (dado que ya está dentro de unas comillas do­
bles). En las citas breves (véase 14.24) se mantienen tanto las comillas dobles
como las simples, caso de haberlas.

33 Brenda Adriana Mejía Hernández, « Lo ra ro es v iv ir (Carmen Martín Gaite): La


importancia de la intertextualidad y el sím bolo», E sp é cu lo 38 (2008), http://www.
ucm .es/info/especulo/num ero38/raroviv.htm l.
55 Brenda Adriana Mejía Hernández, « L o ra ro es v iv ir (Carmen Martín Gaite)».
23 Judith Lew is, «“Tis a Misfortune to Be a Great Ladie”: Maternal Mortality
in the British Aristocracy, 1558-1959», J o u rn a l o f B ritish Studies 37, n.° 1 (1998):
26-53. http://www.jstor.org/stable/176034.
44 Lew is, «“Tis a Misfortune to Be a Great Ladie”», 32.

Paun de Garcia, Susan. «“Traición en la amistad” de María de Zayas». A nales de


L itera tu ra E sp a ñ o la 6 (1988): 377-390.
L often, Peter. «R everberations betw een W ordplay and Sw ordplay in H a m let» .
A e o lia n Studies 2 (1989): 12-29.

14.178 Signos de interrogación o exclamación en los títulos de artículo. Al


igual que en los títulos de los libros (véase 14.105), cuando un título prin­
cipal termina en signo de interrogación o exclamación, no se añaden dos
puntos antes del subtítulo, si lo hay, a menos que al signo de interrogación
o exclamación le sigan comillas de cierre (como en el tercer ejemplo). Ad­
viértase la coma antes del número de página en la cita breve (ejemplos se­
gundo y cuarto). Este procedimiento favorece la legibilidad y la coherencia
(véase 6.110). ’

1 Sergio Espinosa, «¿Quién necesita hacer trampa? Al filo de B esinn ung», E s ­


c ritu ra e im agen 4 (die. 2008): 275, http://revistas.ucm.es/index.php/ESIM /article/
view /E SIM 0808110273A /29054.
2 Sergio Espinosa, «¿Quién necesita hacer trampa?», 280.
3 Daniel Bertrand Monk, «“W elcom e to C risis!”: N otes for a Pictorial History of
the Pictorial Histories o f the Arab Israeli War o f June 1967», G rey Room 7 (prima­
vera 2002): 139. http://www.jstor.org/stable/1262596.
4 Monk. «“W elcom e to C risis!”», 140.
14.179 Nombre de la revista. Los nombres de revistas se ponen en cursiva. En es­
pañol, a diferencia de los títulos de libro, llevan mayúscula todas las pa­
labras significativas que formen parte del nombre. Normalmente se dan
completos —salvo la ocasional omisión de los determinantes iniciales —
en notas y bibliografías (por ejemplo, Journal o f Business). En el caso de
las revistas y magacines extranjeros, el artículo inicial se debe conservar
(por ejemplo, Der Spiegel). En ocasiones el nombre oficial es un acrónimo,
como PMLA, y nunca se desarrolla. En algunas disciplinas, especialmen­
te en ciencias y medicina, los nombres de las revistas se abrevian sistemáti­
camente (por ejemplo, Plañí Syst Evol o Rev Esp Med Legal), a menos que
consistan en una sola palabra (por ejemplo, Science, Mind)\ véase 15.44.
Chicago-Deusto recomienda dar los nombres completos a menos que una
editorial o disciplina lo requiera de otro modo.

14.180 Volumen, entrega y fecha de la revista. La mayoría de las citas de revistas


incluyen el número del volumen, el número o mes de la entrega y el año. El
número del volumen, en redonda, sigue al nombre de la publicación, sin pun­
tuación intermedia; se emplean cifras arábigas aunque la propia publicación
utilice números romanos. El número de la entrega puede omitirse si la pa­
ginación es continua a lo largo de todo el volumen y cuando el mes o la es­
tación anteceden ai año. Sin embargo, nunca es incorrecto dar el número de
la entrega, y hacerlo puede prevenir otros errores. Cuando se proporciona el
número de la entrega, este sigue al número del volumen, separado de coma
y precedido de n.". El año, en ocasiones precedido por la fecha concreta, el
mes o la estación, figura entre paréntesis después del número del volumen (o
del número de la entrega si se proporciona). Los nombres de los meses pue­
den abreviarse o escribirse completos; las estaciones es mejor no abreviarlas
(véase también 10.37). No es necesario consignar el mes ni la estación cuan­
do se da el número de la entrega, pero no es incorrecto hacerlo.

2 Ana León M ejía, «¿D isid en cia dentro del fem in ism o?». R e vista In te rn a ­
c io n a l de S o c io lo g ía 67, n." 3 (septiem bre diciem bre 2009): 570, doi: 10.3989/
ris.2007.02.15.
IS Jeanette Kennett. «True and Proper Selves: Velleman on Love». E th ics 118
(enero 2008): 215, doi: 10.1086/523747.
21 Boyan Jovanovie y Peter L. Rousseau, «Specific Capital and Teehnoiogical
Variety», Jo u rn a l o f H um an C a p ita l 2 (verano 2008): 135, doi: 10.1086/590066.

Jovanovie, Boyan y Peter L. Rousseau. «Specific Capital and Teehnoiogical Variety».


Jo u rn a l o f Hum an C a p ita l 2 (verano 2008): 129-52. doi: 10.1086/590066.
Kennett, Jeanette. «True and Proper Selves: Velleman on Love». E th ics 118 (enero
2008): 213-27. doi: 10.1086/523747.
León Mejía, Ana. «¿Disidencia dentro del fem inism o?». Revista In te rn a cio n a l de
S o cio lo g ía 67, n.° 3 (sept.-die. 2009): 559-588. doi: 10.3989/ris.2007.02.15.
Cuando se da un intervalo de meses o estaciones, se emplea un guión (por
ejemplo, septiembre-diciembre 2010); en ocasiones los meses consecutivos
se separan mediante una barra (marzo/abril).

1 Dean Amadon, «Ecology and the Evolution o f Some Havvaiian Birds», Evolution
1 (marzo-junio 1947): 65-66. http://wvvw.jstor.org/stable/2405404.
2 Kruijt, Dirk. «Exclusión social y violencia urbana en América Latina», F o ro
In te rn a cio n a l 44, n.° 4 (octubre-diciem bre. 2004): 746-764. http://www.jstor.org/
stable/27738678.

14.181 Volumen sin número o solo con fecha. Cuando una revista emplea solo el
núm ero de la entrega, sin num eración de volumen, se escribe coma tras
el nombre de la revista.

Beattie, J. M. «The Pattern o f Crime in England. 1660-1800». P ast an d Present,


n.° 62 (1974): 47-95.
G onzález Pascual, Julián, y Marta López Serrano. «La relación laboral en los con­
cursos de acreedores». In fo rm a ció n C o m e rcia l E sp a ñ o la. R evista de E con o m ía ,
n.° 866 (2012): 153-172.

Cuando solo se dispone de la fecha, se convierte en un elemento indispen­


sable y, por tanto, no se debe poner entre paréntesis; tras el nombre de la re­
vista y la fecha se escribe coma.

Saberhagen, Kelvin. «Lake Superior Beluga?» Stnrf’eon Review, invierno 1928. 21-45.

14.182 Artículos de próxima publicación. Si un artículo ha sido aceptado para


su publicación en una revista pero aún no ha aparecido, se indica «de
próxima publicación» en lugar de los números de año y páginas. Cual­
quier artículo aún no aceptado se debe tratar como manuscrito inédito
(véase 14.228).

4 Pedro M. Autor. «Título del artículo». N om bre de Ia revista 98 (de próxima


publicación).

Autor. Pedro M. «Título del artículo». N om bre de la revista 98 (de próxima publi­
cación).

Si un artículo de revista ha aparecido en formato electrónico antes de la fe­


cha oficial de publicación, se utiliza la fecha de la aparición. En tales casos,
es posible que aún no se disponga de datos sobre la paginación.

Black, Steven. «Changing E pidem iology o f Invasive Pneum ococcal D isease: A


C om plicated Story». C lin ic a l ¡n fe ctio u s D ise a se s 47. Publicado electrónica­
mente el 14 de julio de 2008. doi: 10.1086/590002.
14.183 Referencias de las páginas de la revista. Cuando se cita un pasaje concre­
to de un artículo de revista, solo se indican las páginas relevantes. En las
referencias al artículo en su conjunto (como en una bibliografía) se indican
la primera y la última páginas.

4 Paul Thompson, «Dem ocracy and Popular Power in Beijing», R a d ica l A m erica
22 (septiembre-octubre 1988): 22.
5 M .a Isabel Martín Jim énez, «Pueblos vacíos, atonía y envejecim iento en la
com arca soriana de Tierras Altas y Valle del Tera», R evista E r ía 75 (2008): 113­
128.

Calle Vian, Laura de la. «La Real Fábrica de Tapices de Madrid: Muerte y resurrec­
ción de un arte». A n a les de H is to ria d el A rte 20 (2010): 243-270.
G old, Ann Grodzins. «Grains o f Truth: Shifting Hierarchies o f Food and Grace in
Three Rajasthani Tales». H is to ry o fR e lig io n s 38, n.° 2 (1998): 150-71.

La mayoría de las revistas electrónicas llevan paginación. Cuando no es el


caso, puede ser adecuado incluir algún otro tipo de localizador en una nota,
como por ejemplo un subtítulo de parte. Pero no es obligatorio. Véase tam­
bién 14.17.

14 Jorge J. Sánchez Iglesias, «Entre la fosilización y la evaluación: Viejos y nue­


vos aprovechamientos de los errores». Revista N e b rija de L in g ü ística A p lica d a 10
(2 0 11): 81 -97, en «2. Errores y evaluación».
15 Jamison, Shelly, «I(nternet) Do(mains): The N ew Rules o f Selection», C ulture
C ritiq u e 3, n.° 5 (2009), bajo «Park Avenue Revisited».

14.184 Artículos de revista electrónica: URL o DOI. M uchos ejemplos de esta


sección incluyen un URL o un DOI al final de la cita bibliográfica. El
DOI, si se dispone de él, es preferible a un URL. Si se utiliza un URL,
se usa la dirección que figura en la barra del navegador cuando se ve el
artículo (o el resum en-abstract), a menos que acompañe al artículo elec­
trónico una form a más corta y estable del URL. Nótese que el mismo
DOI asignado a un artículo de revista com pleto es válido para ese artícu­
lo en cualquier soporte, im preso o electrónico. Sin embargo, a menos
que la editorial o la disciplina requiera otra cosa, los autores solo tienen
que incluir el DOI cuando deban indicar que se cita la versión electróni­
ca. (Dado que el DOI remite a la vez a todos los form atos disponibles,
no es necesario especificar cuál es el form ato electrónico que se cita; por
ejem plo PDF o HTML). Véase tam bién 14.4-13.

4 Antonio M edina-Rivera, «Variación fonológica y estilística en el español de


Puerto R ico», H is p a n ia 82, n.° 3 (septiembre 1999): 529-541, http://www.jstor.org/
stable/346322
5 María de la Luz Inclán, «From the ¡Ya Ba.stal to the C a r a c o le s ’. Zapatista
M obilization Under Transitional Conditions», A m erica n J o u rn a l o f S o cio lo g y l l 3t
n.” 5 (2008): 1318, doi: 10.1086/525508. ’

Inclán, María de la Luz. «From the ¡Ya B a sta ! to the C a ra c o le s : Zapatista M obili­
zation Under Transitional Conditions». A m erica n Jo u rn a l o f S o cio lo g y 113, n.° 5
(2008): 1316-50. doi: 10.1086/525508.
M edina-Rivera, Antonio. «Variación fonológica y estilística en el español de Puer­
to R ico». H is p a n ia 82, n.° 3 (sepiem bre 1999): 529-541. http://www.jstor.org/
stable/346322.

14.185 Artículos de revista electrónica: fechas de acceso. Chicago-Deusto no


exige las fechas de acceso en la cita bibliográfica de fuentes electrónicas
de publicación formal, por las razones aducidas en 14.7. Algunas editoria­
les y algunas disciplinas, sin embargo, pueden requerirlas. Cuando se inclu­
yen, deben preceder inmediatamente al DOI o URL, separadas del resto de
la cita por comas en las notas, o por puntos en las entradas de bibliografía.

1 Patrick G. P. Charles et al., «SMART-COP: A Tool for Predicting the N eed for
Intensive Respiratory or Vasopressor Support in Community-Acquired Pneumonia»,
C lin ic a l In fectio us D ise a se s 47 (1 de agosto de 2008): 377, acceso el 17 de julio de
2008, doi: 10.1086/589754.
3 Charles et al., «SM ART-COP». 378-79.

Charles. Patrick G. P., Rory W olfe, M ichael W hitby, M ichael J. Fine, Andrew J.
Fuller, Robert Stirling, Alistair A. Wright et al. «SMART-COP: A Tool for Pre­
dicting the N eed for Intensive Respiratory or Vasopressor Support in Com m u­
nity-A cquired Pneum onia». C lin ic a l In fe ctio u s D ise a se s 47 (1 de agosto de
2008): 375-84. A cceso el 17 de julio de 2008. doi: 10.1086/589754.

14.186 Números de página del artículo en relación con los números de volu­
men o de entrega. Cuando los números de página siguen inmediatamen­
te al número de volumen, separados solo por dos puntos, no se deja espacio
después de estos. Pero si en medio hay otros datos entre paréntesis, los dos
puntos van seguidos de un espacio. (Esta regla también vale para otros ti­
pos de volúmenes; véase, por ejemplo, 14.121).

R evista de G estión P ú b lic a y P riv a d a 10:120-149


C rit ic a l In q u iry 19 (otoño 1978): 164-85

Cuando, como en ocasiones ocurre, el número de la página sigue al número


de la entrega, se debe usar una coma — no dos puntos — ,

D iog en es, n.° 25, 84-117.


14.187 Números especiales. Los números o entregas (en ocasiones, números dobles)
de una revista dedicados a un solo tema se conocen como números especiales.
Lleva, como ocurre normalmente, número de volumen y número (o números,
si es doble) de la entrega. Puede tener un editor y un título propios. Los artícu­
los contenidos en un número especial se citan como en el primer ejemplo; el
número especial en su conjunto se puede citar como en el segundo ejemplo.

42 Sassler, Sharon, «Learning to Be an “American lady”? Ethnic Variation in


D aughters’ Pursuits in the Early 1900s», en «Emergent and Reconfigured Forms
o f Fam ily Life», ed. de Lora B ex Lempert y Marjorie L. D e Vault, número especial,
G en d er and Society 14, n.° 1 (2000): 201-2, http://www.jstor.org/stable/190427.

G ood, Thomas L., ed. «Non-Subject-M atter O utcom es o f Schooling». Número e s ­


pecial, Elem entary S ch oo l Jo u rn a l 99, n.° 5 (1999).

14.188 Suplementos o anexos. Los suplementos a una revista, a diferencia de los


números especiales (véase 14.187), se numeran aparte de las entregas ordi­
narias de la revista. Sin embargo, al igual que el especial, pueden tener su
propio título y autor o editor.

Barandiarán, José M iguel de. «K redo zu lo o A lta r de lra un sugue en A ra la r» . En «H o­


menaje a José María Lacarra», vol. 1, anejo, Príncipe de Viana 2 (1986): 31-34

M acDonald, Glenn, y M ichael S. Weisbach. «The Econom ics o f H as-Beens». En


«Papers in Honor o f Sherwin Rosen», suplemento, Jo u rn a l o f P o litic a l E con o m y
112, n.° SI (2004): S 2 8 9 -S 3 10. d o i:l0.1086/380948.

14.189 Artículos publicados por entregas. Los artículos publicados por partes,
en dos o más entregas de una revista, se pueden describir por separado o en
una misma entrada, dependiendo de si se cita una parte o el todo.

68 George C. Brown, ed., «A Sw edish Traveler in Early Wisconsin: The Observa­


tions o f Fredrika Bremer», parte I, W isconsin M agazine o f H isto ry 61 (verano 1978):
3 12 .
69 Ibid., parte 2, W isconsin M agazine o f H isto ry 62 (otoño 1978): 50.

Brown, George C., ed. «A Sw edish Traveler in Early W isconsin: The Observations
o f Fredrika Bremer». Partes 1 y 2. W isconsin M a ga zin e o f H isto ry 61 (verano
1978): 300-318; 62 (otoño 1978): 41-56.

14.190 Artículos aparecidos en dos publicaciones. Algunos capítulos de libros


han comenzado su existencia como artículos de revista, o viceversa. A m e­
nudo se realizan revisiones en el paso de una publicación a otra. La versión
que se debe citar en la nota o en la cita en texto es la que se ha consultado
de hecho, pero puede seguir a la cita una anotación como las siguientes, si
es de interés para los lectores. Véase también 14.49.
Anteriormente publicado com o «Título del artículo», N om bre de la R evista 20, n.° 3
(2009): 345-62.

Una versión ligeramente revisada aparece en T ítulo d el lib ro , ed. de Carlos Editor
(Lugar: Editorial, 2011), 15-30.

14.191 Lugar en el que se publica la revista. Cuando una revista puede confundir­
se con otra que tiene un nombre similar, o resultar desconocida para los usua­
rios de una bibliografía, se añade entre paréntesis el nombre del lugar en que
se publica o de la institución que lo hace, después del nombre de la revista.

87 D iane-D inh Kim Luu, «D iethylstilbestrol and M edia C overage o f the “Mor­
ning After” Pili», L o st in Thought: U ndergraduate R esea rch Jo u rn a l (Indiana Uni­
versity South Bend) 2 (1999): 65-70.

Garrett, Marvin P. «Language and D esign in Pippa Passes». V ictoria n P o etry (West
Virginia University) 13, n.° 1 (1975): 47-60.
Marlasca López, Antonio. «El supuesto derecho natural a la propiedad privada»,
Revista de F ilo s o fía (Universidad de Costa Rica), 17 (1979): 123-137.

14.192 Artículo traducido o editado. Los artículos traducidos o editados siguen


en lo fundamental el mismo estilo que los libros traducidos o editados (véa­
se 14.87-88).

Levine, Suzanne Jill. «La aventura de traducir a Bioy Casares». Traducido por K.
Josu Bijuesca. Letras de Deusto 41, n.° 133 (2011): 165-175.
I. Luisa F. Autora, «Título del artículo», trad. Juan Traductor, Nombre de la Revista...

Author, Arthur Q. «Article Title». Editado por John Editor. N om bre de la R evista ...

14.193 Títulos de artículos y nombres de revistas en lenguas extranjeras. Los


títulos de artículos en lenguas extranjeras, al igual que los títulos de li­
bros extranjeros, normalmente llevan inicial mayúscula en la primera pala­
bra, también en la del subtítulo, y en los nombres propios (véanse 8.165 y
14.107). En alemán, por ejemplo, se pone mayúscula inicial a los sustanti­
vos o términos sustantivados tanto en el cuerpo del texto como en los títu­
los (véase 11.17). Los nombres de las revistas se pueden tratar de la misma
manera que los títulos de artículo o, si un autor lo ha hecho así de mane­
ra sistemática, llevar mayúscula en otros vocablos. El artículo determinado
inicial (Le, Der, etc.) debe conservarse, puesto que puede regir la flexión
de la palabra siguiente. Los meses y los equivalentes de abreviaturas como
n.° se dan en español (pero véase 14.71).

22 Marco M azzoleni, «Un m odelo di interpretazione testule-proposizionale: la


Semántica a scene e cornici», Q u a d ern i d i sem ántica 17, n.°l (1996): 149-162.
23 Marco Palma, «D ie patristischen G lossen des neapolitanischen G eistlichen
Donatus in einigen Handschriften des 6», Scrittu ra e civiltà 24 (2000): 5-16.
24 Marcel Garaud, «Recherches sur les défrichements dans la Gâtine poitevine
aux XIe et XIIe siècles». B ulletin de la S ociété des a n tiqu a ires de l'O u est, 4.a serie,
9 (1 9 6 7 ): 11-27.

Adviértase cómo se ha utilizado mayúscula en S o c ié t é (primera palabra del


nombre de una organización) y O u e s t (Oeste). Según la norma española, los
nombres de las tres revistas citadas en los ejemplos se escribirían Q u a d e r n i
d i S e m a n t ic a , S c r it t u r a e C iv ilt à y B u lle t in d e la S o c ié t é d e s A n t iq u a ir e s d e
l ’O u e s t (véase 14.179).

14.194 Títulos de artículos traducidos. Si al título de un artículo en lengua ex­


tranjera se le adjunta la traducción, esta se pone entre corchetes, sin co­
millas, y con m ayúscula inicial. Sin embargo, si el título solo se ofrece en
traducción, se debe especificar la lengua original. Véanse también 14.108
y 14.110.

1 W. Kern, «Waar verzam elde Pigafetta zijn M alcise woorden?» [¿Dónde re­
co g ió Pigafetta sus palabras m alasias?l. T ijd s c h rift v o o r ín d is c h e taal-, latid- en
volkenkunde 78 (1938): 271-73.

Chu Ching y Long Zhi. «Las vicisitudes del panda gigante. A ilu ro p o d a m elanoleu-
ca (David)». [En chino]. Acta Z o o lo g ica S in ica 29, n.ü I ( 1983): 93-104.

14.195 Nueva serie de volúmenes de revísta. Las nuevas series de volúmenes de


una revista se identifican mediante n .s. (nueva serie), 2 .“ ser. o de modo si­
milar, igual que las de los libros (véase 14 .132).

23 «Letter o f Jonathan Sew all», P ro cee d in y s o fth e M assachusetts H is to ric a l So­


ciety. 2.a ser., 10 (enero 1896): 414.

M oraes. G. M. «St. Francis Xavier, Apostolic Nuncio. 1542-52». J o u rn a l o f t h e


B om bay B ranch o fth e R o ya l A sia tic Society, n.s., 26 ( 1950): 279-313.

14.196 Títulos breves para los artículos. Después de la primera referencia a un


artículo de revista, este habitualmente se cita por el apellido del autor y
el título principal del artículo (a menudo, acortado). Sin embargo, en au­
sencia de una bibliografía completa, puede ser más util para identificar la
fuente dar el nombre de la revista, el número del volumen y el número de
página(s). Véase también 14.171.

22 Claudia Parodi, Kenneth V. Luna y Angela Helmer, «El leísm o en América y


en España: Bifurcación de una norma», B ulletin o fH is p a n ic Studies 89 n.° 3 (2012):
235, http://www.jstor.org/stablc/40300141.
21 Parodi, Luna y Helmer, «El leísm o», 250.
o
23 Parodi, Luna y Helmer, B ulletin o f H is p a n ic Studies 89:250.

14.197 Resumen. Los resúmenes (abstract) se tratan igual que los artículos de re­
vista, pero se añade la palabra resumen.

H oover, Susan E ., Junichi K aw ada, W yndham W ilso n y Jeffrey I. C ohén.


«Oropharyngeal Shedding o f Epstein-Barr Virus in the Absence o f Circulating
B C ells». Abstract. J o u rn a l o f In fectio us D ise a se s 198 (1 de agosto de 2008).
doi: 10.1086/589714.

14.198 Complementos electrónicos de artículos de revista. Los complementos


exclusivamente electrónicos de un artículo de revista (incluidos los archi­
vos de sonido o imagen y los apéndices) se pueden citar en nota de la si­
guiente manera:

3 «Ghost Dancing M usic», Naraya n.° 2, archivo sonoro MP3, citado en Richard
W. S toffle et al., «G host D ancing the Grand C anyon», C u rre n t A n th ro p o lo g y
4 1 , n." 1 (2 0 0 0 ), doi: 1 0 .1 0 8 6 /3 0 0 1 0 1 .
11 «R N A /D N A Quantitation M ethods», apéndice A (solo en línea), Daniel I.
Bolnick y On Lee Lau, «Predictable Patterns o f Disruptive Selection in Stickleback
in Postglacial Lakes». A m erica n N aturalist 172 (julio 2008), doi: 10.1086/587805.

Véase también 14.274-280.

Magacines

14.199 Cita de magacín por fecha. Sobre el uso del término magacín frente a re­
vista, véase 14.172. Muchas de las directrices para la cita de revistas tam­
bién son válidas para los magacines. Los magacines semanales, mensuales
o quincenales, aunque tengan número de volumen y de entrega, se citan ha­
bitualmente solo por su fecha. La fecha, al ser un elemento fundamental de
la referencia, no se encierra entre paréntesis. Aunque en las notas se pue­
de citar una página específica, pueden omitirse los intervalos de páginas, ya
que estos suelen contener material ajeno al artículo. Cuando se dan núme­
ros de página, se separan de la fecha de la entrega mediante coma en lugar
de dos puntos.

1 Marie-Claire Uberquoi. «El misterio de las tablas de D ios», D e s c u b rir el A rte,


septiembre 2011.
2 Jos Martin, «La aventura del B eagle». Siete L e g u a s: V iajes d el S ig lo xxt, ju ­
nio 2009.
3 Beth Saulnier, «From Vine to W ine», C o rn e ll A lum n i M a g a zin e, septiembre/
octubre 2008, 48.
4 Jill Lepore, «Just the Facts, M a’am: Fake M emoirs, Factual Fictions, and the
JJistory o f History», N ew Y orker, 24 de marzo de 2008, 81.

Véanse también 14.202 y las directrices para la cita de periódicos (14.203-213).

14.200 Artículos de magacín en línea. Para los artículos de magacines consulta­


dos en línea, se incluye al final de la cita un URL (o un DOI, si se dispone
de él). Véanse también 14.4-13 y 14.184.

1 Wendy C ole y Janice Castro, «Scien tology’s Largesse in Russia», T im e, 13 de


abril de 1992, http://www.tim e.eom /tim e/m agazine/article/0,9171,975290,00.htm l.

14.201 Títulos de artículos de magacín. Los títulos de artículos de magacín se


tratan igual que los títulos de artículos de revista: con mayúscula solo en
la primera palabra y en los nombres propios, en redonda y entre comillas.
Véase 14.176.

1 Enrique Gil Calvo, «Bajo el síndrome juvenil», E l E u ro p e o , abril 1992, 39.

14.202 Secciones de magacín. Los nombres de las secciones habituales de un ma­


gacín llevan mayúscula inicial, pero no se ponen entre comillas.

1 Rebecca Mead, «Isn’t Romantic?», Talk o f the Town (Ink), New Y o rker, 21 de
julio de 2008, http://w w w.ncwyorker.com /talk/2008/07/21/080721ta_talk_m ead.
2 Debra Klein, Focus on Travel, N ew sw eek, 17 de abril de 2000.
3 Julián Elliot, «El FMI», Temas Clave, H is to ria y v id a , A gosto 2011.
3 Ernesto Morán, Cine y Literatura, C u a d ern o s de lite ra tu ra in fa n til y ju v e n il,
Enero-Febrero 2 0 11.

Wallraff, Barbara. Word Fugitives. A tlantic M on th ly, Julio/A gosto 2008.

Las secciones sin nombre de autor es mejor citarlas por el nombre del magacín.

G ourm et. Kitchen Notebook. M ayo 2000.


Q ué le e r, El perseguidor, Julio 2013.

Periódicos

14.203 Cita de periódicos: elementos básicos. El nombre del autor (si se co­
noce) y el titular o título de una colum na de periódico se citan de ma­
nera sim ilar a los elem entos correspondientes de los m agacines (véase
14.199-202). Los elementos indispensables son el día, el mes (a m enu­
do abreviado) y el año. Dado que el periódico de un día cualquiera pue­
de tener varias ediciones, y sus elementos pueden cambiar de ubicación
o eliminarse en distintas ediciones, normalmente los números de página
pueden omitirse (para un ejemplo de número de página en una cita biblio­
gráfica, véase 14.199). En una nota o entrada bibliográfica, puede ser útil
añadir algún identificador a la edición («de Madrid», «de Sevilla», «se­
gunda edición»...). Si el periódico se publica en varias secciones o cua­
dernillos puede darse el número o nombre de la sección (por ejemplo,
sec. 1). Para citar un artículo consultado en línea, se añade el URL; en al­
gunos casos, puede ser aconsejable acortar un URL poco manejable para
que termine en la primera barra, es decir, la que sigue a la extensión del
dominio (por ejemplo, .com).

1 Raúl Limón, «Jornaleros con tierra y sin com ité», E l P a ís, 7 de noviembre
de 2010, edición Andalucía.
2 M ike Royko, «Next Time, Dan, Take Aim at Arnold», C h ica g o T ribu n e, 23 de
septiembre de 1992.
3 Julie Bosm an, «Jets? Yes! Sharks? ¡Sí! in bilingual “West Side”», N ew York
Tim es, 17 de julio de 2008, http ://w w w .nytim es.com /2008/07/17/theater/17bw ay.
html.
4 Antonio Rodríguez de las Heras, «Digital: más oral que escrito», E l P aís, 15
de septiembre de 2012, http://sociedad.elpais.com /sociedad/2012/09/15/actualidad/
1347729715_451265.htm l.
5 Juan Pedro Quiñonero, «Sim one de Beauvoir, al desnudo», A B C , 15 de octu­
bre de 2012.

14.204 Titulares de periódico. En los titulares en español se emplean las mayús­


culas igual que en cualquier escrito. Si se cita un titular en otro idioma, se
respeta su grafía.

«El director de la Seminci opina que “hay demasiados festivales en España”»

Los titulares que en el original aparecen en mayúsculas, en documentación


se ajustan en caja alta y baja (no obstante, véase 7.31).

14.205 Columnas habituales. Muchas columnas habituales tienen título (nombre)


además de titular. Cuando se citan tales columnas, se pueden utilizar ambos
o, para ahorrar espacio, solo el título de la columna.

5 Elvira Lindo. «Alien, el viejo artesano». Don de gentes. E l P a ís, 30 de diciem ­


bre de 2 0 12, h ttp ://e lp a is.c o m /e lp a is/2 0 1 2 /1 2 /2 8 /o p in io n /1 3 5 6 7 0 7 6 3 3 _ 0 8 6 4 2 2 .
html.
o bien
5 Elvira Lindo, Don de gentes, E l P a ís, 30 de diciembre de 2012, http://elpais.
com /elpais/2012/12/28/op in ion/1356707633_086422.htm l.
14.206 Citas en texto en lugar de en la bibliografía. Habitualmente los periódicos
se citan en notas o referencias entre paréntesis más que en bibliografías. Una
lista de obras citadas no necesita incluir los elementos provenientes de perió­
dicos si estos se han documentado en el texto. No sería necesario dedicar a la
siguiente cita una entrada en la bibliografía (ni sería necesario en tal caso in­
cluir datos sobre la edición o, para un artículo consultado en línea, el URL):

¿Los mitos han acompañado a la Humanidad desde sus orígenes? No realmente. Lle-
dó nos recuerda que el sustantivo griego mythos se puede traducir por otros términos,
com o «palabra», «dicho», «conversación» (E l P a ís , 24 de noviembre de 2012).

Si por alguna razón se le dedicara una entrada en la bibliografía, sería la si­


guiente:

Lledó, Em ilio. «M ythos». E l P a ís, 24 de noviembre de 2012, http://cultura.elpais.


com/cultura /2012/11/19/actu alidad /l353348375_157792.htm l.

14.207 Artículos de periódico sin firma. Los artículos de periódico sin firma es
mejor presentarlos en el texto o en nota. Pero, si se requiere una entrada en
la bibliografía, en el lugar del autor aparece el nombre del periódico.

1 «In Texas. Ad Heats Up Race for Govemor», New York Tim es, 30 de julio de
2002.

New York Times. «In Texas, Ad Heats Up Race for Governor». 30 de julio de 2002.

14.208 Cartas al director. Las cartas al director publicadas se tratan genéricamen­


te, sin título.

6 Brian Sheridan, carta al director. L o s A ngeles Times, 1 de septiembre de 2008.

14.209 Suplementos de fin de semana y similares. Los artículos de suplementos


dominicales y otras secciones especiales se tratan de igual manera que los
artículos de magacín; es decir, se citan por fecha. Normalmente se recogen
en notas y referencias entre paréntesis, más que en las bibliografías. Las ci­
tas de ediciones impresas pueden contener la referencia de una página con­
creta (véase 14.199).

45 Lourdes G óm ez y Fernando Iriondo, «15 años del Guggenheim , el museo que


nos cam bió la vida», X L Sem anal, 30 de septiembre de 2012.

14.210 Nombres de los periódicos. No se debe omitir el determinante inicial del


título (véase 8.165). Se puede añadir el nombre de la ciudad, aunque no
forme parte del nombre del periódico. Si es necesario, se añaden entre pa­
réntesis otros datos. Puede haber casos que requieran un tratamiento par­
ticular.

E l P a ís
E l C o rre o (Bilbao)
S u r (M álaga)
In fo rm a ció n (Alicante)

14.211 Nombres de periódicos extranjeros. Los nombres de ciudades que no for­


man parte del nombre del periódico se pueden añadir entre paréntesis, sin
cursiva. El artículo inicial se mantiene.

F ra n k fu rte r Zeitung L a C ró n ic a ¿le H o y (M éxico D.F.)


The G ua rd ia n (Manchester) L e M onde
I I C o rrie re d ella Sera The Tim es (Londres)

Cuando se trata de periódicos bien conocidos, como The Wall Street Jour­
nal, no se necesita añadir el nombre de ciudad.

14.212 Agencias de prensa. Los nombres de agencias de prensa, a diferencia de


los de periódicos, llevan mayúscula pero no van en cursiva.

A gencia EFE Europa Press


Colpisa A ssociated Press (AP)
Atlas United Press International (UPI)
Ecopress

1 Agencia EFE. «Recuperan un vaso “excepcional” del siglo II a.C. en un anticua­


rio», 2 de enero de 2013, http://www.efe.com /efe/noticias/espana/cultura/recuperan-
vaso-excepcional-siglo-anticuario/1/7/1939783.

14.213 Comunicado de prensa. Los comunicados de prensa se tratan igual que los
artículos de magacín (véase 14.199-202), con el título en redonda y entre­
comillado.

6 National Transportation Safety Board, «N TSB Chairman C om m ends FAA


on Major Advancem ent in Aviation Safety», com unicado de prensa, 16 de julio de
2008, http://w w w .ntsb.gov/Pressrel/2008/080716.htm l.

Reseñas

14.214 Reseñas o críticas: elementos de la cita. En las citas de reseña, los ele­
mentos se dan en el siguiente orden:
1. Nombre del crítico si la crítica aparece firmada.
2. Título de la reseña, si lo tiene. Solo se incluye el titular si se necesita para
localizar la reseña.
3. La expresión «crítica de»/«reseña de» seguida del título de la obra reseñada y
su autor (o compositor, o director, o lo que corresponda) o patrocinador (canal,
estudio, compañía, etc.).
4. Lugar y fecha (en el caso de actuaciones).
5. Los datos de la publicación en la que aparece la reseña.

Si en una bibliografía se incluye una crítica, esta se alfabetiza por el nom­


bre del crítico o, si no está firmada, por el nombre del periódico (véase
14.217). Véase también 14.215.

14.215 Reseñas de libros. Las reseñas de libros se citan por el autor de la crítica e
incluyen el título del libro y su autor (o autores) o editor (o editores). Para
la mención del periódico se siguen las pautas que corresponda.

1 Jaime Siles, «El doble zumo del último racimo», reseña de Q uiebro s/V o ca lizzi,
de Vittorio Gassman, A B C , 29 de julio de 2006, http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.
exe/hem eroteca/ m adrid/cultural/2006/07/29/017.html.
2 David Kamp, «Deconstructing Dinner», reseña de The o m n iv o re ’s dilem m a :
A n atura l histo ry o f f o u r m eá is, de M ichael Pollan, New York Times, 23 de abril
de 2 0 0 6 , Sunday B ook R eview . h ttp ://w w w .n 5 y tim es.c o m /2 0 0 6 /0 4 /2 3 /b o o k s/
review/23kamp.htm l.

Dobry, Edmundo. «Que hablen los escritores», reseña de C o n versa cio n e s a m e ric a ­
nas, de Reina Roffé, E l P a ís, 24 de noviembre de 2001.
Sorby. A ngela. R eseña de Songs o f O u rs e lv e s: The U ses o f P o etry in A m e rica ,
de Joan Shclley Rubin. A m erica n H is to ric a l R eview 113 (abril 2008): 449-51.
doi:10.1086/ahr. 113.2.449.

14.216 Críticas de representaciones teatrales, películas, programas de televi­


sión, conciertos y similares. Las críticas de representaciones teatrales, pe­
lículas, programas de televisión, conciertos y similares pueden incluir el
nombre del director además del nombre del autor, productor, promotor o in­
térprete, si es pertinente.

1 Eduardo Haro Tecglen, «La revista», reseña de V ícto r Victoria, adaptada y di­
rigida por Jaime Azpilizcueta. E l P a ís, 29 de septiembre de 2005.
4 Ben Brantley, reseña de O u r Lady o f S lig o , de Sebastian Barry, dirigida por
M ax Stafford-Clark. Irish Repertory Theater. Nueva York, New York Times. 21 de
abril 2000, sección Weekend.
5 David Denby, reseña de W A LL-E, Disney/Pixar, New Yorker, 21 de julio de 2008,
http://www.newyorker.com/arts/critics/cinema/2008/07/21/080721crci_cinema_denby.

M enéndez, José Luis. Reseña de Lux, Brian Eno. M ondo sonoro, 2009.
14.217 Críticas sin firma. Las críticas sin firma se tratan de manera similar a los
artículos sin firma (véase 14.207). Si en la bibliografía tiene que aparecer
una crítica así, se alfabetiza por el nombre de la publicación.

34 Crítica sin firma de G eschichten d e r rom anischen u nd germ an ischen Völker.


de Leopold von Ranke, E rgänzungsblätter zu r A llgem einen Literatur-Zeitung, febre­
ro de 1828. n.os 23-24.

Erg ä n zun g sblä tter zu r A llgem einen Literatur-Zeitung. Crítica sin firma de G e sch i­
chten d e r rom anischen und germ anischen Völker, de Leopold von Ranke. Febrero
1828, n.l)s 23-24.

Entrevistas y comunicaciones personales


14.218 Entrevistas y comunicaciones personales: orden de atribución. Sea cual
sea la forma de la entrevista o comunicación personal —publicada, emitida,
conservada en formato audiovisual, disponible en línea—, la cita normal­
mente comienza por el nombre de la persona entrevistada o de quien se re­
cibió la comunicación. El entrevistador o destinatario, en caso de mencio­
narse, figura en segundo lugar.

14.219 Entrevistas inéditas. Las entrevistas inéditas es mejor citarlas en el tex­


to o en nota, aunque ocasionalmente pueden figurar en las bibliografías. La
cita debe incluir los nombres del entrevistado y del entrevistador; una bre­
ve identificación, si es necesario; el lugar o fecha de la entrevista (o ambos,
si se saben), y, si existe una grabación o transcripción, dónde puede encon­
trarse. Puede necesitarse permiso para reproducir el contenido; véase el ca­
pítulo 4.

7 M ike M ilanovic (director ejecutivo de Cambridge ESO L), en conversación


con el autor, septiembre de 2 0 11.
3 Benjamín Spock, entrevista por Milton J. E. Sentí, 20 de noviembre de 1974,
entrevista 67A , transcripción. Senil Oral History C ollection, National Library o f
M edicine, Bethesda, MD.
9 M ilanovic, conversación; Spock, entrevista.

14.220 Entrevistas sin atribución. Una entrevista con una persona que prefiere per­
manecer en el anonimato o cuyo nombre no desea revelar el autor se puede
citar en la forma que sea más apropiada para el contexto. Debe explicarse la
ausencia del nombre (por ejemplo: «Todas las entrevistas fueron confidencia­
les, y los nombres de los entrevistados se han ocultado por mutuo acuerdo»),

10 Entrevista con antiguo francotirador, 15 de octubre de 2010.


14.221 Entrevistas publicadas o emitidas. Una entrevista que ya se ha publicado
o emitido se trata como un artículo de publicación periódica o un capítulo
de libro. Para entrevistas consultadas en línea debe incluirse un URL o un
identificador similar y, en el caso de materiales audiovisuales, la indicación
del medio de difusión (emisora, canal de televisión...) (véanse 14.4-13).
Véanse también 14.277 y 14.280.

117 « M il m á scara s: An Interview with Pulitzer-W inner Junot D íaz (T h e B r ie f


W ondrous L ife o f O sca r Wao)», por Matt Okie, Identitytheory.com , 2 de septiembre
de 2008, http://www.identitytheory.com /interviews/okie_diaz.php.
118 M cG eorge Bundy, entrevista por Robert M acN eil, M a c N e iU L e h re r N ew s
H o u r , PBS, febrero 7, 1990.
119 Darcey Steinke, entrevista por Sam Tanenhaus y Dw ight Garner, N ew York
Tim es B o o k R eview , podcast. 22 de abril de 2007, http://podcasts.nytim es.com /podc
asts/2007/04/20/21bookupdate.mp3.

Bellour, Raymond. «Alternation, Segmentation, Hypnosis: Interview with Raymond


Bellour». Por Janet Bergstrom. C am era O b sc u ra , n.os 3-4 (verano 1979): 89-94.
Rosanvallon, Pierre. «Historia intelectual y democracia: Entrevista con Pierre Rosan-
vallon». Por Javier Fernández Sebastián. R evista de L ib ro s n.“ 125, mayo 2007,
h ttp ://w w w .revistad elib ros.com /articu lo_ím p rim ib le_p d f.p h p ?art= 2999& t=
artículos.

Si el entrevistador incluye o cita textualmente una entrevista en un artículo


o capítulo, puede aparecer en primer lugar el nombre del entrevistador.

120 M ichael Fortun y Kim Fortun, «M aking Space. Speaking Truth: The Insti­
tute for P olicy Studies, 1963-1995» (incluye una entrevista con Marcus Raskin y
Richard Barnet), en C o rp o ra te Ju tu res, ed. de George E. Marcus, Late Editions 5
(Chicago: University o f C hicago Press, 1998), 257.

14.222 Comunicaciones personales. Las referencias a conversaciones (sean en


persona o por teléfono) o cartas, correos electrónicos, mensajes de texto o
similares, recibidos por el autor, normalmente se incluyen en el texto o se
dan en nota. Raramente se incluyen en la bibliografía. Para las referencias a
listas de distribución y foros de Internet, véase 14.223. Véase también 13.3.

En conversación telefónica con el autor el 7 de julio de 2010, el líder sindicalista


admitió q u e ...

2 Lourdes Díaz, correo electrónico al autor, 15 de mayo de 2011.

Las direcciones de correo electrónico pertenecientes a personas deben om i­


tirse. En caso de ser necesarias en un contexto concreto, solo se deben
citar con permiso de su propietario. Sobre la división de las direcciones de
correo electrónico al final de línea, véase 7.27.
14.223 Foros y listas de distribución. Para citar material de una lista de distri­
bución o foro de Internet, se da el nombre de la lista, la fecha del mensaje
concreto y el URL en el que se puede localizar el archivo. Puede ser opor­
tuno agregar otros datos, como el nombre o el número del archivo. Las ci­
tas bibliográficas de ese material deben generalmente aparecer solo en el
texto y las notas.

17 John Powell a la lista de distribución Grapevine. 23 de abril de 1998, n.° 83,


http://www.electriceditors.net/grapevine/archives.php.
I!i Edela Fontane a LLTI@listserv.dartmouth.edu, 2 de junio de 2008, n.° 8865a,
Language Leam ing and Technology International Information Forum, http://listserv.
dartmouth.edu/scripts/wa. exe?AO=LLTI.

Materiales inéditos o de publicación informal


Tesis, tesinas, trabajos y similares

14.224 Tesinas y tesis. Los títulos de trabajos inéditos se dan entrecomillados, no


en cursiva. Este tratamiento se extiende a las tesinas y tesis, que de otro
modo se citan como libros. El tipo de tesina, la institución académica y la
fecha siguen al título. Al igual que los datos de publicación de un libro, en
las notas se encierran entre paréntesis, pero en las bibliografías no. Si el do­
cumento se consultó en línea, se incluye un URL o, para los documentos
localizados mediante una base de datos comercial, se proporciona el nom­
bre de la base de datos y, entre paréntesis, el número de identificación pro­
porcionado o recomendado por la base de datos. Para las tesis en microfor­
ma, véase 14.120. Para los resúmenes de tesis publicados, véase 14.197.

1 Francisco José Hernández Rubio, «Los límites del elim inacionísm o: Una solu­
ción epigenética al problema mente-cerebro» (tesis doctoral, Universidad de Mur­
cia, 2010), 145, http://hdl.handle.nel/10201/17600.
' Hernández Rubio, «Los límites del elim inacionism o», 130-132.
4 Ilya Vedrashko. «A dvertising in Computer G am es» (trabajo fin de máster,
M1T, 2006), 59, http://cm s.m it.edu/researcli/thcses/IlyaVedrashko2006.pdf.
5 Vedrashko, «Advertising in Computer G am es», 61-62.

14.225 Manuscritos inéditos. Los títulos de manuscritos inéditos, al igual que los
de otras obras inéditas, se dan entre comillas. (Para los manuscritos ya con­
tratados pero aún sin publicar, véase 14.153.) Se incluyen la palabra manus­
crito y la fecha de la versión consultada, si es posible (en el caso de docu­
mentos electrónicos, puede ser oportuno dar la fecha en que el documento
fue guardado o modificado por última vez). Al fin de la cita se indica el for­
mato (o formatos).
1 Nora Bradburn, «Watch Crystals and the M ohs Scale» (manuscrito inédito, 3
de diciembre de 2008), archivos de LaTeX y Excel.
2 Camila Álvarez Collantes, «La evaluación formativa a la luz de MCER» (m a­
nuscrito inédito, noviembre 2011). Archivo de M icrosoft Word.

Cotter, Cory. «The Weakest Link: The Argument for On-Wrist Band W elding». M a­
nuscrito inédito, última m odificación el 3 de diciembre de 2008. Archivo de M i­
crosoft Word.
García Sánchez, M arie-N oélle. «Traducción y gastronomía». M anuscrito inédito,
última m odificación el 13 de julio de 2012. Archivo de OpenO ffice.org Writer.

14.226 Clases, conferencias, ponencias y comunicaciones en congresos y simi­


lares. Siguen al título el patrocinador, el lugar y la fecha del encuentro en
el que se pronunció la conferencia o se presentó la comunicación. Estos da­
tos, como los que siguen al título de una tesis, se ponen entre paréntesis en
la nota, pero no en la bibliografía.

2 Silvia Rodríguez Vázquez, «Flujos de traducción: Herramientas de ayuda a la


gestión de proyectos en función de la situación de trabajo» (conferencia, U niversi­
dad de Salamanca, 8 de noviembre de 2012).
3 Alba Páez, «La influencia del inglés y del francés en la prensa femenina publi­
cada en España: La (no) traducción com o herramienta ideológica» (comunicación,
Universidad de M álaga, diciembre de 2012).
4 Stacy D ’Erasmo, «The Craft and Career o f Writing» (conferencia, Northwestern
University, Evanston, IL, 26 de abril de 2000).

O lm os, Elena. «Principios informadores del derecho patrimonial eclesiástico». C o­


municación presentada en el congreso E l có d ig o de 198 3: B a lan ce y p e rs p e c ti­
vas a los 3 0 años de su p ro m u lg a ció n , Universidad Pontificia de Com illas, M a­
drid, 12-13 de diciembre de 2012.
Teplin, Linda A., Gary M. M cC lelland. Karen M. Abram y Jason J. Washburn.
«Early Violent Death in Delinquent Youth: A Prospective Longitudinal Study».
Ponencia presentada en la reunión anual de la American Psychology-Law Society,
La Jolla, CA, marzo 2005.

Una comunicación incluida en las actas publicadas de un encuentro se pue­


de tratar como un capítulo de libro (véase 14.125). Si se publicó en una re­
vista, se trata como un artículo (véase 14.175-198).

14.227 Presentaciones y pósteres. Las presentaciones gráficas se tratan del mis­


mo modo que los trabajos inéditos.

Agustín Lacruz, M.a del Carmen, Raquel G óm ez Díaz y M ónica Izquierdo Alonso.
«D ifusión y visibilidad de la innovación educativa en información y documenta­
ción». Póster presentado en las IV Jornadas de Innovación e Investigación Edu­
cativa, Universidad de Zaragoza, 15 y 16 de diciembre de 2010.
14.228 Documentos de trabajo y otros escritos inéditos. La mayoría de los tra­
bajos inéditos se pueden tratar de la misma manera que las tesis o las tesi­
nas (véase 14.224) o como las conferencias, comunicaciones u otras pre­
sentaciones (véase 14.226).

4 Deborah D. Lucki y Richard W. Pollay, «Contení Analyses o f Advertising: A


R eview o f the Literature» (docum ento de trabajo, History o f Advertising Archives
Faculty o f Com merce, University o f British Columbia, Vancouver, 1980).

Dyer, Lee, y Jeff Ericksen. «C om plexity-B ased A g ü e Enterprises: Putting Self­


O rganizing Em ergence to Work». CA H R S W orking Paper 08 -0 1 , School of
Industrial and Labor Relations, Center for Advanced Human Resource Studies,
C ornell U niversity, Ithaca, NY, 1980. http ://digitalcom m ons.ilr.cornell.ed u/
cahrswp/473.

En el segundo ejemplo anterior, working paper (documento de trabajo) es


parte del nombre formal de la serie, y por tanto se pone en mayúscula (véa­
se 14.128-32) y no se traduce. A menos que el elemento esté disponible en
línea, a veces es útil añadir fotocopia o indicar de otro modo la forma en la
que se puede consultar el documento inédito.

Alarcón, Salvador Florencio de. «Com pendio de las noticias correspondientes a el


real y minas San Francisco de A ziz de Río C h ico... de 20 de octubre [1771]».
Fotocopia. Department o f Geography, University o f California, Berkeley.

14.229 Prepublicaciones. Al no haberse sometido a revisión por pares, las prepubli-


caciones (preprints) se tratan como material inédito. Véase también 1.106.

Ixin, Matthias. «Characterization o f Agostic Interactions in Theory and Computation».


Prepublicación, enviada el 10 de julio de 2008. http://xxx.lanl.gov/abs/0807.17 5 1.
Pisón Casares, Pablo, y Antonio Vígneron Tenorio. «On the graver basis o f sem i­
group ideáis». Prepublicaciones del Departamento de Algebra de la Universidad
de Sevilla, http://departamento.us.es/da/prepubli/nspreplO.pdf.

14.230 Patentes. Las patentes se citan por el nombre de su creador y se fechan por
el año de solicitud.

Palmero Díaz, Susana, Emma M uñoz D iez y M.'1 Á ngeles García García. Celda de
flujo continuo para electroanálisis. Patente. O ficina Española de Patentes y Mar­
cas, fecha de solicitud 20/08/1999, fecha de concesión 28/06/2000.

14.231 Contratos privados, testamentos y similares. En las notas se citan a ve­


ces documentos privados, pero raramente en la bibliografía. Lo más apro­
piado es citarlos en el texto (por ejemplo, «Luis de la Serna, en testam en­
to otorgado el 16 de enero de 1976, establecía...») o en nota.
4 Luis de la Serna, testamento otorgado ante notario el 16 de enero de 1976.
5 Contrato para enseñar en el Publishing Program de la Graham School, Univer­
sidad de Chicago, firmado por Jemma Granite, 29 de mayo de 2010.

Colecciones de manuscritos

14.232 Visión de conjunto y recursos adicionales. La edición de 1987 de la


G u id e to th e N a t io n a l A r c h iv e s o f th e U n it e d S ta te s hace la siguiente re­
com endación: «La form a de citar archivos más conveniente es sim ilar a
la que se utiliza para los papeles personales y otros manuscritos históri­
cos. La identificación com pleta del material inédito requiere el título y
la fecha del elem ento, el nombre de la serie (si lo hay), el nombre de la
colección y el nombre del depósito. Aparte de situar en prim er lugar [en
una nota] el elem ento citado, no hay acuerdo general sobre la secuencia
de los restantes elem entos de la cita... Sin embargo, cualquiera que sea la
secuencia que se adopte, debe utilizarse de manera sistem ática en todo
el trabajo» (761). Esta recom endación se ha visto am pliada por el folleto
C it in g R e c o r d s in th e N a t io n a l A r c h iv e s o f th e U n it e d S ta te s (disponible
en el sitio web de la National Archives and Records A dm inistration), que
contiene recom endaciones para la cita bibliográfica de registros escritos
y no escritos, incluidos los electrónicos (véase bibliog. 4.5). Debe adver­
tirse que las citas bibliográficas de colecciones consultadas en línea (que
siguen siendo una relativa rareza, dado el coste de la digitalización de
los elem entos m isceláneos, sin estandarizar, que son típicos de la m ayo­
ría de las colecciones de manuscritos) serán habitualmente idénticas a las
de las colecciones físicas, aparte de la adición de un URL o DOI (véase
14.4-13).

14.233 Diferencias formales entre las notas y las entradas bibliográficas. En


una nota, el elem ento fundam ental de la cita de un manuscrito suele ser
un docum ento específico (una carta, un m emorando, etc.) y por tanto se
cita este en prim er lugar. En una bibliografía, el elemento fundamental
suele ser la colección a la que pertenece el documento, el autor o auto­
res de los docum entos de la colección, o el depósito. (Las entradas que
comienzan por el nombre de la colección o el apellido del autor —que a
veces coinciden— suelen ser más fáciles de localizar en la bibliografía).

38 Rafael Morant a Fernando VII, m em orial, 3 de marzo de 1817, tres papeles


escritos, M anuscritos BNE.
39 Conde de M ontealegre a Carlos III, Madrid, 5 de abril de 1775. en Papeles
relativos al pedido de Grandeza para la Casa de R ocafull y Rocaberti, M anuscri­
tos, B iblioteca N acional de España (a partir de ahora PGCRR)
4(1 James Oglethorpe a los administradores, 13 de enero de 1733, Egmont Manu­
scripts, Phillipps Collection, 14200:13, Biblioteca de la Universidad de Georgia.
41 Alvin Johnson, memorándum, 1937, legajo 36, Horace Kallen Papers, YIVO
Institute for Jevvish Research, Nueva York.

Cartas del entorno familiar de Jorge Juan. Archivo de la marquesa del Bosch, A li­
cante.
Egmont Manuscripts. Phillipps Collection. Biblioteca de la Universidad de Georgia.
Papeles relativos al pedido de Grandeza para la Casa de Rocafull y Rocaberti, Bi­
blioteca Nacional de España.
Revere Family Papers. M assachusetts Historical Society. Boston.

Los documentos concretos no se incluyen en la bibliografía a menos que


solo se cite un docum ento de la colección. Para más ejem plos, véase
14.240-241.

14.234 Nombres genéricos frente a nombres específicos en las colecciones de


manuscritos. En las notas y las bibliografías, solo se utilizan las com i­
llas para títulos o nombres específicos (por ejem plo, «Canoeing through
Northern Minnesota»), no para nombres genéricos como informe o actas.
Los nombres genéricos de este tipo llevan mayúscula si forman parte de un
encabezamiento formal que figure realmente en el manuscrito, y minúscula
si son meramente descriptivos (compárese con 14.240).

14.235 Fechas en las colecciones de manuscritos. Los nombres de los meses se


pueden escribir completos o abreviarse, con tal de que se adopte un criterio
fijo (véase 10.37). Si hay numerosas referencias a fechas específicas, como
en las colecciones de cartas o diarios, la forma día-mes-año, que se utiliza
en algunos de los ejemplos que se exponen más adelante, reducirá el desor­
den. Véase también 6.45.

14.236 Folios, números de página y similares en las colecciones de manuscri­


tos. Los manuscritos antiguos suelen estar numerados solo por signatura o
por folio (fo l.,fo ls.) en lugar de paginados (véase 14.161-162). Los más re­
cientes normalmente sí cuentan con números de página; si es necesario, se
pueden emplear las abreviaturas p. y pp. para evitar la ambigüedad. Algu­
nas colecciones de manuscritos tienen números de identificación de series o
archivos, que se pueden incluir en la cita.

14.237 «Papeles» y «manuscritos». En los títulos de colecciones de manuscritos,


los términos papeles y manuscritos son sinónimos. Ambos son aceptables,
como las abreviaturas ms. y (pl.) mss. Si fuera necesario distinguir entre
textos mecanografiados u obtenidos por impresora y documentos escritos a
mano, se puede emplear la abreviatura mecan.
14.238 Localización del depósito. Rara vez es necesario indicar la ubicación (ciu­
dad, provincia) de depósitos bien conocidos, como las bibliotecas de las
principales universidades (véase los ejemplos en 14.240).

B iblioteca Nacional de España


Biblioteca de la Universidad de Chicago
Biblioteca de la Universidad de Deusto

14.239 Colecciones de cartas y similares. La cita en nota de una carta comien­


za por el nombre del autor de la carta, seguido de a, y el destinatario de la
carta. Los nombres de pila se pueden omitir si las identidades del remiten­
te y el destinatario están claras por el texto. (Se pueden añadir más datos de
identificación, si es oportuno; véase 14.219). La palabra carta normalmen­
te se omite —es decir, se sobreentiende—, pero otras formas de comunica­
ción (telegrama, memorando) se especifican. Si esas otras formas son fre­
cuentes en la misma colección, puede ser útil especificar también las cartas.
Sobre el uso de las mayúsculas y comillas, véase 14.234. Sobre la forma de
la fecha, véanse 6.45 y 9.32. Véase también 14.117, 14.222 y 14.242.

14.240 Ejemplos de formas de nota para colecciones de manuscritos.

40 José Pavón a Erik Acharius, 11 de agosto de 1804. Departamento de manus­


critos, Biblioteca de la Universidad de Uppsala.
41 Felipe Pedrell a Luis Villalba, carta n.° 1. 19 de marzo de 1896. convento de
Agustinos Filipinos. Valladolid.
42 Cartas del entorno familiar de Jorge Juan. Archivo de la marquesa del Bosch,
legajos 247, 250, 253 y 255 (en adelante AM B).
43 Á ngel Ganivet a M. Saldberg, tarjeta postal, s.f. Manuscritos BNE.
44 Correspondencia recibida por los familiares de M iguel de Unamuno. Casa-
M useo Unamuno, Salamanca.
45 Burton a Merriam, telegrama, 26 de enero de 1923, Charles E. Merriam Papers,
University o f Chicago Library.
46 Actas del Comm ittee for Improving the Condition o f the Free Blacks, Penn­
sylvania Abolition Society, 1790-1803, Papers o f the Pennsylvania Society for the
Abolition o f Slavery, Fíistorical Society o f Pennsylvania. Fiiadelfia (a partir de aho­
ra citado com o Actas de la Pennsylvania Society).
47 Louis A gassiz, informe para el C om m ittee o f O verseers... [28 de diciembre
de 1859], Overseers Reports, Professional Series, vol. 2. Harvard University Ar­
chives.
48 Gilbert M cM icken a Alexander Morris, 29 de noviembre de 1881, Glasgow,
docum ento 1359, fol. Ir, Alexander Morris Papers, M G -12-84, Provincial Archives
o f Manitoba, W innipeg.

El contenido de las citas siguientes de otros elementos pertenecientes a una


colección de manuscritos ya citada (formas breves) variará dependiendo de
la proximidad de las notas anteriores, el uso de abreviaturas y otros facto­
res. La coherencia se puede sacrificar ocasionalmente a la comodidad de
los lectores.

14.241 Ejemplos de entradas de bibliografía para colecciones de manuscri­


tos. El estilo de los siguientes seis ejemplos es adecuado para cuando se
cita, en el texto o en nota, más de un documento de la misma colección. En
los ejemplos quinto y sexto se han añadido comas tras las iniciales para evi­
tar malentedidos. Véase también 14.233.

Cartas del entorno familiar de Jorge Juan. Archivo de la marquesa del Bosch, A li­
cante.
Correspondencia recibida por los familiares de M iguel de Unamuno. Casa-M useo
Unamuno, Salamanca.
Archivo Gerardo Gombau. BNE.
Egmont Manuscripts. Phillipps Collection. B iblioteca de la Universidad de Georgia.
House, Edvvard M ., Papers. Biblioteca de la Universidad de Yale.
Merriam, Charles E., Papers. Biblioteca de la Universidad de Chicago.

Si en el texto o en nota solo se ha citado un documento de una colección y


se considera que tiene la importancia suficiente para incluirlo en la biblio­
grafía, la entrada comenzará por dicho documento.

Dinkel, Joseph. Descripción de Louis A gassiz escrita a petición de Elizabeth Cary


A gassiz. A gassiz Papers. Houghton Library, Harvard University.

14.242 Cartas y otros documentos de colecciones privadas. Las cartas, memo­


randos y otros elementos similares que no se han archivado pueden citarse
del mismo modo que cualquier otro material inédito. Los datos del depósito
se sustituyen por fórmulas como «en poder del autor» o «colección priva­
da», y no se menciona la ubicación.

Webs y blogs

14.243 Webs y blogs: introducción. En esta exposición, el término web se refiere


a la colección de documentos que una organización o persona pone a dis­
posición de otros en una dirección específica de Internet. (El término pági­
na web, por su parte, se emplea para referirse a cada una de las «páginas» o
subdocumentos que se pueden ver en una web). En términos generales, las
citas deben quedar limitadas a los documentos en sí, por ejemplo, los ar­
tículos, libros y otros documentos publicados que ofrecen las webs de las
editoriales universitarias y otras organizaciones formales, y que se han tra­
tado en otras partes de este capítulo. Un blog —o weblog— es una catego­
ría de web que ha evolucionado hasta incluir algunos componentes más o
menos estandarizados, como son las entradas con fecha y los comentarios
con fecha. Las citas de entradas y comentarios de blog son, por tanto, simi­
lares a las citas de artículos de publicaciones periódicas (véase 14.246).

14.244 Nombres de webs y blogs. Las webs deben citarse, en texto y en nota, por
un nombre específico (si lo tienen), por el nombre del patrocinador o autor o
mediante una frase descriptiva. Algunos sitios se mencionan a sí mismos por
su nombre de dominio (la primera parte del URL que sigue a la barra doble y
que termina con la indicación del tipo de dominio, como son .es, .com, .edu
u .org)\ tales nombres, que no distinguen entre mayúsculas y minúsuculas, a
menudo se abrevian y se escriben con mayúscula según el uso normal (por
ejemplo, www.nytimes.com se convierte en NYTimes.conv, www.google.com
se convierte en Google). Generalmente, los nombres de las webs se escriben
en redonda sin entrecomillar, pero los que son análogos a títulos de libros u
otros tipos de publicaciones se pueden adaptar a los estilos correspondientes.
Las secciones o páginas con título que aparecen en la web deben ir entre co­
millas. Los nombres específicos de los blogs —que son análogos a las publi­
caciones periódicas— se deben poner en cursiva; los títulos de las entradas
de un blog (análogos a los artículos de las publicaciones periódicas) deben ir
entrecomillados. Para ejemplos adicionales, véase 8.173-174.

la web del N ew York Times: el N ew York Tim es en línea; NY Tim es.com


The C h ica g o M a n u a l o /S ty le O nlin e: «Chicago Style Q&A».
G oogle; G oogle Maps; el «G oogle Maps Help Center».
The B ecke r-P o sn e r B log : «Should D ogs Get $8 Billion from the H elm sley Estate?».
entrada publicada por Richard Posner, 13 de julio de 2008.

14.245 Cita de contenidos de una web. En la cita de contenidos originales proce­


dentes de fuentes en línea no incluidos en los tipos de documentos de pu­
blicación formal que se tratan en otras partes de este capítulo, se dan los
elementos siguientes que se puedan determinar: título o descripción de la
página (véase 14.244). autor del contenido (si consta), propietario o patro­
cinador de la web y un URL. Se incluye también la fecha de publicación,
revisión o modificación (véase 14.8); si esta fecha no se puede determinar,
se da la fecha de acceso (véase 14.7). Es mejor relegar a las notas las citas
de contenidos de una web; en los trabajos sin notas, se pueden incluir en la
bibliografía. En este caso será necesario adoptar un criterio editorial.

14 «Red de centros de exam en DELE: Procedimientos para ser de la red», acce­


so el 1 de enero de 2013. http://diplom as.eervantes.es/centro_exam en_espanol/re-
quisitos.html.
15 «G oogle Privacy Policy», última m odificación el 14 de octubre de 2005, ac­
ceso el 19 de julio de 2008. http://wvvw.google.com/intl/en/privacypolicy.htm l.
17 Página de Facebook de Barack Obama, acceso el 19 de noviembre de 2012
http://vvwvv.facebook.com/barackobama.
18 «Wikipedia: Manual de estilo», Wikipedia, última m odificación el 22 de no­
viembre de 2012, http://es.vvikipedia.0 rg/vviki/Wikipedia:Manual_de_estil0 .

M icrosoft Corporation. «W D2000: Visual Basic Macro to A ssign Clipboard Text to


a String Variable». R evisión 1.3. M icrosoft Help and Support. Últim a m odifica­
ción el 23 de noviembre de 2006. http://support.m icrosoft.com /kb/212730.

E n e l c a so d e q u e un sitio d eje d e e x is tir an tes d e la p u b lic a c ió n d e l trabajo,


o de qu e la in fo r m a ció n cita d a se m o d ifiq u e o su prim a, d e b e h a c e rse c o n s ­
tar el h e c h o en el te x to o la nota.

Desde el 18 de julio de 2008, Hefferman afirmó en su página de Facebook qu e...


(afirmación que el 1 de septiembre de 2008 ya había desaparecido de la página)...

4 «Biography», en la web oficial de Pete Tovvnshend, acceso el 15 de diciembre


de 2001, http://www.petetownshend.co.uk/petet_bio.html (web desaparecida).

14.246 Citas de entradas de blog. L a s c ita s d e en trad as d e b lo g in c lu y e n e l a u ­


tor d e la entrada; e l títu lo de la en trad a, e n tr e c o m illa d o ; e l títu lo o d e s ­
c r ip c ió n d e l b lo g (v é a s e 1 4 .2 4 4 ); la fe c h a de la en trad a, y un U R L . L as
c ita s d e c o m e n ta r io s d e b e n c o m e n z a r por la id e n tid a d d el c o m e n ta d o r y
la fe c h a d el c o m e n ta r io (si c o n s ta ), las p alab ras « c o m e n ta r io a» y lo s d a ­
to s d e la en trad a a la q u e se r efier e . Si y a s e ha c ita d o p r e v ia m e n te la m is ­
m a en trad a d e l b lo g , se e m p le a u n a fo r m a a b r e v ia d a ( v é a s e 1 4 .2 5 ). N o
h ay n e c e s id a d de añad ir s e u d . d e s p u é s d e l n o m b re a p a r e n te m e n te f ic tic io
d e un c o m en ta r ista ; se p u e d e dar por se n ta d o q u e to d o s lo s c o m e n ta r ista s
firm a n c o n un a lia s. L a id e n tid a d , si s e 'c o n o c e , se p u e d e p ro p o r c io n a r en
el te x to o en la c ita (e n tre c o r c h e te s ; v é a s e 1 4 .8 2 ). E n e l c a s o d e lo s b lo g s
q u e fo r m a n parte d e una p u b lic a c ió n m a y o r , d e b e in c lu ir s e ta m b ié n el
n o m b re d e la p u b lic a c ió n . S e añ a d e la palab ra b lo g en tre p a r é n te sis d e s ­
p u é s d e l n o m b re d e l b lo g (a m e n o s q u e la m ism a p alab ra fo r m e parte d e l
n o m b r e ). L a s c ita s d e en tr a d a s de b lo g s u e le n a p a r e ce r ú n ic a m e n te en
nota; sin e m b a r g o , si un b lo g se c ita fr e c u e n te m e n te , p u e d e in c lu ir se en la
b ib lio g r a fía .

1 Yahvé M. de la Cavada, «M ostly Other People Do The K illing-Forty Fort


(2009; ed. 2010)». U n d ía m á s , u n d is c o m á s (blog), 12 de enero de 2010, http://
undiam asundiscom as. b lo g sp o t.c o m .e s/2 0 1 0/01 /m ostly-oth er-p eop le-d o-k illin g-
forty.html.
2 Rosa Jim énez Cano. «Las mejores aplicaciones del 2012», A p lila n d ia (blog),
E l P a ís , 31 de diciem bre de 201 2 , h ttp ://b logs.elp ais.com /ap lilan d ia/2012/12/
las-m ejores-aplicaciones-de-2012.htm l.
3 José Luis Ramírez, 17 de marzo de 2012 (21:28), comentario a Alberto B u s­
tos, «Hacer los deberes», L e n g u a espa ñ ola (blog), 13 de marzo de 2012, http://
blog.lengua-e.com /2012/hacer-los-deberes/#com m ents.

Ellis, Rhian, J. Robert Lennon y Ed Skoog. W ard Six (blog), http://wardsix.blog


spot.com/.

Tipos especiales de referencias


Diccionarios y enciclopedias

14.247 Diccionarios y enciclopedias. Las obras de referencia bien conocidas,


como diccionarios y enciclopedias importantes, normalmente se citan en
nota en lugar de en la bibliografía. Los datos de publicación (pie editorial)
se omiten, pero se debe especificar la edición, si no es la primera. Las refe­
rencias a una obra ordenada alfabéticamente citan el elemento o entrada (no
el volumen ni el número de la página) precedido de .v. v. (sub verbo, «bajo
la palabra»; plural, s. vv.).

' E n cy clo p u e d iu B ritu n n ic u , 15.a ed.. s. v. «salvation».


2 RAE, D ic c io n a rio de la lengua española. 22.a ed. (CD -RO M ), s. v. «anatema­
tizar».
3 D ic tio n a ry o f A m erica n B io g ra p h y . s. v. «Wadsworth, Jeremiah».

Algunas obras de referencia, sin embargo, pueden citarse con sus detalles
de publicación. (Para ejemplos de cita de entradas individuales por autor,
véase 14.248).

4 The Times Sivle and (Isage C u id e , comp. porTim Austin (Londres: Times Books.
2003). s. vv. «pólice ranks», «postal addresses».
3 M ÍA S ir le M a n u a l a iu l C u id e lo S ch o la rly P u b lish in g , 3.a ed. (Nueva York:
Modern Language Association o f America. 2008), 6.8.2.

D ic c io n a rio de h isto ria de Venezuela. 2.a ed. 4 vols. Caracas: Fundación Polar, 1997.
Garner. Bryan A. G a r n e r ’s M od ern A m erica n Usage. Nueva York: Oxford Univer­
sity Press, 2003.

14.248 Diccionarios y enciclopedias en línea. Las versiones en línea de las enci­


clopedias deben citarse como las impresas. Adicionalmente, si no consta la
fecha de revisión o publicación de la entrada que se cita, se proporciona
la fecha de acceso. Si el artículo incluye una forma de URL recomendada,
se reproduce en la cita; si no, se facilita una forma acortada del URL (como
en el segundo ejemplo) desde donde los lectores interesados puedan intro­
ducir el término de búsqueda. Las obras de referencia en línea bien conoci­
das, como diccionarios y enciclopedias importantes, se citan normalmente
como sus equivalentes impresos, en las notas más que en las bibliografías.
Los datos de publicación o pie editorial normalmente se suelen omitir, pero
las entradas firmadas pueden citarse acompañadas del nombre del autor.
Véase también 14.5-6.

1 W ikipedia, s. v. «Filiberto Villalobos», última m odificación el 16 de julio de


2012, http://es.wikipedia.org/w iki/Filiberto_V illalobos.
2 E n cic lo p e d ia lib re u n ive rsa l en españ ol, s. v. «bioética», acceso el 30 de no­
viembre de 2009, http://enciclopedia.us.es.
3 E n cy clo p a ed ia B rita n n ica O n lin e , s. v. «Sibelius, Jean», acceso el 19 de julio
de 2008, http://original.britannica.com /eb/article-9067596.
4 G ro ve M u s ic O n lin e , s. v. «Toscanini. Arturo», de David Cairns, acceso el 19
de julio de 2008, http://ww w.oxfordm usiconline.com /.

En el caso de determinadas obras de referencia —especialmente las que tie­


nen entradas más elaboradas, con firma de autor— puede ser apropiado ci­
tar individualmente las entradas, por autor, como se haría con las contri­
buciones a una publicación colectiva (véase 14.112). Tales citas se pueden
incluir en la bibliografía.

Baldwin, O live, y Thelma Wilson. «Ann Catley (1745-1789)». En O xford D ictio n a ry


o f N a tio n a l B iog ra phy. Oxford University Press, 2004. A cceso el 8 de octubre de
2009. doi: 10.1093/ref:odnb/4895.
M asolo, Dismas. «African Sage Philosophy». En Stanford E n cy clo p ed ia o f P h ilo s ­
ophy. Stanford University, 1997. Artículo publicado el 14 de febrero de 2006.
http://plato.stanford.edu/entries/african-sage/.

Folletos y similares

14.249 Folletos, informes corporativos y similares. Los folletos, informes corpo­


rativos y otras publicaciones sueltas se tratan, en lo esencial, de la misma
manera que los libros. Los datos de autor o editorial pueden no ajustarse al
modelo normal, pero se debe proporcionar la información suficiente para
identificar el documento. Para los números especiales de revistas, 14.187.
Sobre las fechas de acceso/consulta, véase 14.7.

33 Instituto de Estudios de la Ciencia y la Tecnología, Resum en de activid ades


a ca d é m ica s C u rs o 2 0 10 -1 / , h ttp ://cam pus.u sal.es/~m em oria/1011/06_investiga/
6_7_2_Inst_U niv_Estud_ Cienc_Tecnol.pdf.
34 H azel V. Clark, M e s o p o ta m ia : B etw een Two R iv e rs (M esop otam ia, OH:
Trumbull County Historical Society. 1957).
35 Lifestyles in Retirem ent, Library Series (Nueva York: TIAA-CREF, 1996).
36 Merrill Lynch & C o., 2008 P ro xy Statement, acceso el 9 de abril de 2009,
http://www.ml.eom /annualm eetingm aterials/2007/ar/pdfs/2008Proxy.pdf.

14.250 Catálogos de exposiciones. Los catálogos de exposiciones se publican a


menudo como libros y se tratan como tales.

M a ry Cassatt: M od ern Woman. Editado por Judith A. Barter. Chicago: Art Institute of
C hicago, en asociación con Harry N. Abrams. 1998. Publicado contemporánea­
mente a la exposición del m ism o título, celebrada en el Boston M useum o f Fine
Arts, la National Gallery de Washington. D.C. y el Art Institute o f Chicago.

o, s i e l esp a cio es escaso,

M a ry C assatt: M od ern Woman. Editado por Judith A. Barter. Chicago: Art Institute
o f C hicago, con Harry N. Abrams. 1998. Catálogo de la exposición.

Los folletos —del tipo de los que se dan a los visitantes de una exposi­
ción— pueden tratarse de manera similar.

14.251 Actualizaciones en forma de recambios. Hasta hace algunos años, era ha­
bitual en algunos ámbitos (por ejemplo, el jurídico) la edición de obras en
forma de cuadernos de anillas que permitían la fácil sustitución de seccio­
nes sueltas a medida que se producían modificaciones en la obra. La cita
bibliográfica de dichos materiales obtenidos en forma de recambios se ges­
tiona como la de los libros, aunque probablemente sea más fácil recurrir a
soportes más habituales en la actualidad.

13 Com m erce Clearing House, 1990 Standard F e d e ra l Tax R eports (Chicago:


Commerce Clearing House, 1990). 20. 050.15.

Referencias a textos sagrados

14.252 Referencias bíblicas: recursos adicionales. Todo estudioso o editor que


trabaje frecuentemente con material bíblico debería consultar la última edi­
ción de The SBL Hcmdbook o f Stvle (bibliog. l.l) , que contiene excelentes
recomendaciones y numerosas abreviaturas.

14.253 Capítulos y versículos de la Biblia. Las referencias a las escrituras judías o


cristianas aparecen normalmente en citas en texto o en notas, más que en las bi­
bliografías. Las referencias de la Biblia en paréntesis o en nota deben incluir
el libro (en letra redonda y normalmente abreviado), el capítulo y el versículo;
nunca el número de la página. Se escribe coma sin espacios entre el capítulo y
el versículo. Para recomendaciones sobre cuándo abreviar y cuándo no hacerlo,
véase 10.45. Para las formas completas y sus abreviaturas, véase 10.46-48.

4 1 Ts 4,11. 5,2-5.14.
5 Heb 13,8. 14,12.
6 Gen 25,19-36,43.

14.254 Versiones de la Biblia. Es siem pre recom endable indicar qué versión
de la Biblia se está citando. En una obra dirigida al público en gene­
ral, debe especificarse la versión por su nombre com pleto, al menos en
la prim era mención. En las obras para especialistas se pueden emplear
abreviaturas desde el principio. Para las abreviaturas de las versiones,
véase 10.48.

6 2 Re 11,8 (N ew Revised Standard Versión).


7 1 Cor 6,1-10 (NR SV).
8 Mt 1,8 (Nueva Biblia Española).
4 Is 14,11 (NBE).

14.255 Otros textos sagrados. Las referencias a los textos sagrados de otras re­
ligiones pueden tratarse, de acuerdo con el contexto, de manera similar a
las de textos bíblicos o clásicos. Las citas de textos trasliterados deben in­
dicar el nombre de la versión o del traductor. El título Corán se pone en
redonda, y para la cita de sus secciones se emplean números arábigos y
coma (por ejemplo, Corán 19 ,17 -2 1). Nombres en plural como Vedas o
Upanishads se ponen normalmente en mayúscula y en redonda, pero las
partes concretas van en cursiva (por ejem plo, el Rig-Veda o los Brihad-
Aranyaka Upanishad). Para usos acreditados/consolidados, consúltese
History o f Rcdigions, revista internacional de estudios históricos compara­
dos (bibliog. 5).

Obras clásicas grecolatinas y medievales

14.256 Dónde citar fuentes clásicas. Las referencias a fuentes clásicas primarias
normalmente se hacen en el texto o en nota. Solo se incluyen en la biblio­
grafía cuando se hace referencia a una información o anotación facilitada
por un autor moderno (véanse 14.260 y 14.265).

El periodo de ochenta días de inactividad de la flota peloponesia en Rodas al que


se refiere Tucídides (8.44.4), que termina antes de que acabe el invierno (8.60.2-3),
indica...
14.257 Números de identificación en las referencias a obras clásicas. Los núme­
ros que identifican las distintas partes de las obras clásicas —libros, seccio­
nes, versos, etc.— son los mismos en todas las ediciones, sean en lengua
original o en traducción. (En poesía, la numeración de los versos puede va­
riar levemente entre el original y algunas traducciones). Se emplean núme­
ros arábigos. Cuando se emplean letras también, normalmente van en mi­
núscula, pero se pueden poner en mayúscula si las emplea la fuente que se
cita. Los números de página se omiten, excepto en las citas de introduccio­
nes, notas y similares agregados por editores modernos o de traducciones
específicas. Véanse también 14.259 y 14.264.

1 O vidio, A m ores 1.7.27.


2 Aristóteles, M eta física 3.2.996b5-8; Platón, R e p ú b lic a 360e-361b.

14.258 Abreviaturas en las referencias a obras clásicas. En las citas bibliográ­


ficas de obras clásicas se emplean con mucha frecuencia abreviaturas de
nombres de autores y títulos de obras, colecciones, etc. El patrón más se­
guido a este respecto es la lista de abreviaturas incluida en el Index latino­
rum. Cuando se opta por las abreviaturas, se deben utilizar estas en lugar
de ibid. en las referencias sucesivas a una misma obra. Es mejor prescin­
dir de las abreviaturas cuando solo se omiten dos letras, y no se deben em ­
plear cuando pueden inducir a confusión sobre el autor al que se refieren:
Hiponacte o Hiparco, Aristóteles o Aristófanes.

3 Plin„ Nat. 37.205.


4 Píndaro, íst. 7.43-45.

14.259 Puntuación de las referencias a obras clásicas. Chicago-D eusto reco­


mienda insertar una coma, seguida de espacio, entre el nombre del autor
clásico (abreviado o no) y el título de la obra. Sin embargo, no se pone nin­
guna entre el título y el número de identificación (ni entre el autor y el nú­
mero, cuando figura aquel en lugar del título). Las divisiones numéricas
se separan con un punto sin espacio detrás. Se usa coma entre referencias
a una misma fuente; punto y coma, entre referencias a distintas fuentes, y
guión entre los números de sección, si la cita se refiere a dos consecutivas o
más. Si para mayor claridad se requieren abreviaturas como lib. o sec., los
elementos de la cita se separan mediante comas.

6 Cic„ Verr. 1.3.21, 2.3.120; Cés.. B. C a li. 6.19; Tác., G erm . 10.2-3.
7 Sén., Contr. 2.2.8.
8 Plin., Ep. 5.16.10.
9 Safo. In v o ca ció n a A frodita, estr. l.v v . 1-6.
14.260 Cita de ediciones concretas de obras clásicas. Los detalles de la edición
empleada, junto al traductor (si lo hay) y los datos de la publicación, se de­
ben especificar en la primera ocasión en que se cite cada obra. Si se em­
plean varias ediciones de una misma obra, la edición (o su abreviatura)
debe acompañar a cada cita. Aunque muchos expertos reconocerán una edi­
ción determinada con solo leer el apellido del editor o traductor, debe darse
por cortesía la cita completa, al menos en la bibliografía.

8 Epicteto, D issertation es, ed. Heinrich Schenkl (Stuttgart: Teubner, 1 9 16).


9 Herodoto, E l E g ip to , adaptación de M iguel Balagué (Madrid: Editora B iblio­
gráfica Española, 1947).
10 Solón (numeración de Edmond) 36.20-27.

14.261 Títulos de obras y colecciones de clásicos. Los títulos de obras y colec­


ciones publicadas van en cursiva, con independencia de que se escriban
completos o en abreviatura (véase 14.258).

11 Catón hace distintos usos del término p a te r fa m ilias', así. la dim ensión gestora
que trasluce en Agr. (2.1, 2.7, 3.1, 3.2) contrasta con la perspectiva de diligencia y
cuidado de Rust. 1.1.3, 1 .2 .1 ,5 .6 .3 7 ,9 .1 .6 , 12.21.6.
12 S ch olia g ra eca in H o m e ri Odysseam . ed. de W ilhelm Dindorf (Oxford, 1855;
repr. 1962).
12 P a tro lo g ia e cu rsu s com pletus, se rie s g rae ca (París: M igne, 1857-66).

14.262 Superíndices en referencias a obras clásicas. En las referencias a obras


clásicas y trabajos relacionados, se emplea en algunas ocasiones un supe-
ríndice a continuación del título de la obra (o su abreviatura), y antes de
cualquier puntuación, para indicar el número de la edición.

14 Stolz-Schm alz, Lat. O ram e (rev. Leumann-Hoffmann; Múnich, 1928), 390-91.


18 A usgew ühlte K om ödien des T. M. P lantas2, vol. 2 (1883).

Antiguamente, las letras que acompañan a los números en las citas de obras
clásicas (véase 14.257) aparecían a veces como superíndices (por ejemplo,
3.2.996b5-8).

14.263 Colecciones de inscripciones. En las citas de colecciones de inscripciones,


se emplean números arábigos para identificar cada volumen. Tras los nú­
meros del volumen y la inscripción se escribe punto, y las subdivisiones ul­
teriores se tratan igual que en otras referencias a obras clásicas.

18 IG 22.3274. [= In scrip tio n e s g raeca e. vol. 2. 2.a ed., inscripción n.° 3274]
17 IG Rom. 3.739.9-10. [IG Rom. = In scrip tio n e s g rae ca e a d res rom anas p e r t i­
nentes]
18 PO xx. 1485. [= O xvrhynchus p a p y ri, documento n." 1485]
Algunas colecciones se citan solo por el nombre del editor. Dado que en
este caso el nombre del editor figura en lugar del título, no se necesita
coma.

19 Dessau 6964.23-29. [= H. Dessai], ed., In scrip tio n e s latinae selectae]

14.264 Fragmentos de textos clásicos. Los fragmentos de textos clásicos (algu­


nos de los cuales no se han descubierto hasta tiempos recientes) no cuentan
con una numeración uniforme. Se publican en colecciones, y normalmente
la numeración es propia de cada edición concreta. Se suele indicar el frag­
mento y la línea o verso con dos números separados por un punto. Por tan­
to, al número debe seguirle el nombre del editor, a menudo abreviado en las
referencias siguientes.

2(1 Em pédocles, frag. 115 Diels-Kranz.


21 Anacreonte, frag. 2.10 Diehl.
22 H esíodo, frag. 239.1 M erkelbach y West.
22 Anacreonte. frag. 5.2 D.
24 H esíodo. frag. 220 M.-W.

En las citas de dos o más ediciones del mismo conjunto de fragmentos, se


pueden utilizar tanto paréntesis como el signo igual.

25 Píndaro, frag. 133 Bergk (frag. 127 Bowra).


o
24 Píndaro, frag. 133 Bergk = 127 Bowra.

14.265 Ediciones modernas de los clásicos grecolatinos. Cuando los textos grie­
gos, latinos o medievales se citan por número de página, se debe especifi­
car la edición; y se siguen las reglas normales para la cita de libros. Véase
también 14.260.

32 O vidio, C u r ia s d e s d e e l P o m o . ed. y trad. de Ana Pérez Vega y Francisco S o ­


cas Gavilán (Madrid: Alma Mater, 2000), 155.

Aristóteles. Com plete Works o f A ris io ile : The Revisad O xford Translation. Editado por
J. Bames. 2 vols. Bollingen Series. Princeton, NJ: Princeton University Press, 1983.
Jenofonte. A náhasis. Edición y traducción de Carlos Varias. Madrid: Cátedra, 1999.

14.266 Referencias a obras medievales. La forma adoptada para las referencias a


obras clásicas se puede aplicar también a las obras medievales.

27 Agustín, D e civitate D e i 20.2.


2R Agustín, C o n fe sio n e s, trad. de Agustín Uña Juárez (Madrid: Tecnos. 2006),
11.2.3.
Obras clásicas en lenguas modernas
14.267 Cita de ediciones de obras clásicas. Las obras clásicas se pueden citar por
sus divisiones; así, por ejemplo, los poemas pueden citarse por libro, can­
to, estrofa y verso; las obras teatrales, por acto, escena y verso, etc. En tal
caso, se pueden omitir los datos de la publicación.

' M ió C id , vv. 2615-16.


2 Jorge Manrique, C o p la s a la m uerte de su p a d re , estrofa 8.

Para obras que se citan con mucha frecuencia —especialmente si hay va­
riantes en cuanto al texto o sus divisiones — , normalmente se especifica la
edición en la primera referencia en nota o en la bibliografía. Si se citan nú­
meros de página, debe especificarse la edición (véase 14.265).

3 L ib ro de A leixa n d re, edición de Jesús Cañas (Madrid: Cátedra, 1988), 1124c.


Las referencias corresponden a las estrofas (número) y versos (letra).
4 Garcilaso de la Vega, O bras, edición de Tomás Navarro Tomás (Madrid: Espa-
sa-Calpe, 1 9 4 8 ), p. 158, n. 23.

Gracián. Baltasar. O bra s com pletas. Edición y notas de Luis Sánchez Laílla; intro­
ducción. cronología y bibliografía de Aurora Egido Martínez. Madrid, Espasa
Calpe, 2001.
León, Luis de. P oesía s com pletas. Edición de Cristóbal Cuevas. Madrid: Castalia,
2001 .

14.268 Formas breves para la cita de obras clásicas. La cita bibliográfica se pue­
de abreviar omitiendo términos (parte, libro, acto, estrofa, línea...), siem­
pre y cuando se haya explicado el sistema que se está empleando. Se usan
números arábigos, separados por puntos, sin espacio intermedio. En las si­
guientes referencias a la misma obra, suele ser más seguro no omitir ningún
número. El nombre del autor se puede omitir si el texto lo deja claro. Para
la cita de fuentes en el texto, véanse 13.65, 14.54 y 14.55.

5 L e a r (Bevington). 4.1.1 -9. 4.1.18-24.


6 P a ra ís o ce rra d o 550-590.

Partituras
14.269 Partituras publicadas. Las partituras publicadas se tratan de modo similar
a los libros.

1 Cario Gesualdo, Tres sa cra e cantiones (Londres: B oosey & Hawkes, 1960).
2 GiuseppeVerdi, I I co rsa ro (m elodram m a trá g ico in three acts), libreto de Fran­
cesco Maria Piave, ed. Elizabeth Hudson, 2 vols., The Works o f G iuseppe Verdi, ser.
1, O peras (Chicago: University o f C hicago Press; Milán: G. Ricordi, 1998).
Bretón, Tomás. L o s amantes de T eruel: D ra m a lír ic o en cuatro actos y un p r ó lo ­
go, libreto de Tomás Bretón basado en el drama de Juan Eugenio Hartzenbusch.
Ed. crítica de Francesc Bonastre. Madrid: Instituto Com plutense de C iencias
M usicales, 1998.
Palacios, Vicente. M ise rere. Introducción de José López-Calo. Versión adaptada de
Joám Trillo. Granada: Consejería de Cultura; Centro de Docum entación Musical
de Andalucía, 2006.
Schubert, Franz. «Das Wandern (Wandering)», D ie schóne M iille rin ( The M a id o f
the M ili). En F irs t Vocal A lbum (fo r high vo ice). Nueva York: G. Schirmer. 1895.

En el último ejemplo, las palabras y los títulos aparecen en alemán y en in­


glés en la propia partitura (véase 14.108).

14.270 Partituras inéditas. Las partituras inéditas se tratan igual que los demás
materiales inéditos de las colecciones de manuscritos (véase 14.232-242).

2 Ralph Shapey, «Partita for V iolin and Thirteen Playcrs». partitura, 1966,
Special Collections, Joseph Regenstein Library, University o f Chicago.

Bases de datos

14.271 Bases de datos comerciales o de bibliotecas. Cuando se citan elem en­


tos, como noticias o artículos de revista que se han obtenido a través de una
base de datos comercial que archiva y ofrece dicho material, sea por sus­
cripción o de otra manera, se siguen las recomendaciones de la sección de­
dicada al tipo de publicación de que se trate. Además, se incluye un URL,
pero solo si la base de datos facilita uno estable junto con el docum en­
to (como en el tercer ejemplo). De lo contrario, se da el nombre de la base
de datos y, entre paréntesis, todo número de identificación que acompañe a
la fuente (como en los ejemplos segundo y cuarto). Para los elementos que
no incluyan una fecha de publicación o revisión, se da una fecha de acceso.
Para tesinas y tesis, véase 14.224.

2 Beth Daley, «A Tale o f a Whale: Scientists, M useum Are Eager to Study, D is­
play Rare Creature», Boston G lobe. 11 de junio de 2002. 3.a edición, L exisN exis
Academic.
2 E n cy clo p e d ia o f A nim áis, s. v. «emperor penguin», acceso el 21 de junio de
2008. EBSCO Anim áis (9500100510).
4 W illiam M aiben, «A Tombeau for John Lennon. 1940-1980». P e rsp e ctiva s
o f N ew M u s ic 19, n.m 1/2 (otoño 1980-verano 1981): 533, http://www.jstor.org/
stable/832614.

Howard. David H. «H ospital Q uality and Selective Contracting: Evidcnce from


K idney Transplantation». F o ru m f o r H e a lth E c o n o m ic s a n d P o lic y 11. n." 2
(2008). PubMed Central (PM C 2600561).
14.272 Bases de datos científicas. Especialmente en el ámbito de las ciencias, se ha
hecho habitual citar bases de datos, facilitando, como mínimo, el nombre de
la base de datos; una frase descriptiva o localizador del documento (como un
indicador de fecha o número de acceso) que indique la parte de la base de da­
tos que se cita o explique la naturaleza de la referencia; la fecha de acceso, y
un URL. En las bibliografías, se cita por el nombre de la base de datos.

1 NASA/IPAC ExtragalacticDatabase (nombre del objeto: IRAS F00400+4059;


acceso el 6 de octubre de 2009), http://nedwwvv.ipac.caltech.edu/.
2 GenBank (R P 11-322N 14 BAC [número de acceso ACO 17046]: acceso el 6 de
octubre de 2009), http://www.ncbi.nlin.nih.gov/Genbank/.

GenBank (R P11-322N 14 BAC [número de acceso ACO 17046]; acceso el 6 de octu­


bre de 2009). http://www.ncbi.nlm .nih.gov/G enbank/.
NASA/IPAC Extragalactic Database (nombre del objeto: IRAS F00400+4059; ac­
ceso el 6 de octubre de 2009). http://nedwww.ipac.caltech.edu/.

Citas tomadas de fuentes secundarias

14.273 Citas tomadas de fuentes secundarias. Generalmente, no es aconsejable


citar una fuente a partir de otra secundaria («citado en/por...»), dado que se
espera que los autores hayan consultado las obras que citan. Sin embargo,
si no se dispone de la fuente original, se deben indicar tanto la fuente origi­
nal como la secundaría.

1 Louis Zukofsky, «Sincerity and O bjectifieation», P o etry 37 (febrero 1931):


269, citado en Bonnie Costello, M arianne M oo re: Im aginary Possessions (Cambridge,
MA: Harvard Univcrsity Press, 1981), 78.

Materiales audiovisuales
14.274 Materiales audiovisuales: elementos de la cita. La documentación re­
ferida a una grabación normalmente incluye los siguientes elementos, o
al menos algunos de ellos: el nombre del compositor, escritor, intérprete
u otro responsable primario del contenido; el título, en cursiva o entre co­
millas, según corresponda (véase 8 .180); el nombre de la compañía disco-
gráfica o editorial; un número de identificación de la grabación; indicación
del soporte (disco com pacto, casete, archivo audiovisual, etc.), y la fe­
cha del copyright o de la producción o interpretación. Para las grabaciones
consultadas en línea debe facilitarse un URL o DOI (véase 14.5-6). Puede
darse información suplementaria, como el número de discos que contiene
un álbum y la duración de la grabación, si procede.
14.275 Discografías. Las discografías son bibliografías especializadas de materia­
les audiovisuales como grabaciones de audio, de vídeo y paquetes multi­
media. Para consejos relativos a las discografías, véase Suzanne E. Thorin y
Carole Franklin Vidali, The Acquisition and C ataloging o f M usic and
Sound Recordings (bibliog. 5). Para un ejemplo, véase fig. 14.12.

Grabaciones sonoras

14.276 Grabaciones musicales. Para el tratamiento tipográfico de las composiciones


musicales en el cuerpo del texto, véase 8.188-92. Las pautas allí expuestas, sin
embargo, pueden no ser válidas para grabaciones recogidas en una discografía
(véase fig. 14.12), bibliografía o nota. Sinfonía o sonata, por ejemplo, llevan
mayúscula inicial cuando forman parte del título de una grabación. Si el prota­
gonismo recae en el director o el intérprete o estos son más relevantes para el
tema tratado que el compositor, se puede mencionar primero a cualquiera de
los dos. Como fecha, se da aquella en que se realizó la grabación, la fecha del
copyright o publicación que consta en el soporte, o ambas. Si no se puede de­
terminar la fecha a partir de la propia grabación (problema habitual en el caso
de elepés y otros soportes antiguos), es aconsejable consultar un catálogo de
biblioteca u otro recurso; generalmente, las citas bibliográficas sin fecha son
inaceptables. Si no se puede localizar la fecha, se emplea «s.f.» (sin fecha).

1 Pablo Luna. Lo s cadetes de la reina. José Olaria y María Puchol, dirección de


Foglietti. Berlín, International Talking Machine, 1922, IW z rpm.
2 N ew York Trumpet E nsem ble, con Edward Carrol! (trom peta) y Edward
Brewer (órgano). A rt o fth e Trum pet, grabado en el Festival de Madeira, 1-2 de ju­
nio de 1981, Vox/Turnabout, P V T 7183, 1982, CD.
3 Óscar Esplá. Sonata d el S u r op. 52, p a ra p ia n o y orquesta. Con A licia de La-
rrocha (piano). Orquesta Nacional de España, dirección de Rafael Frühbeck de Bur­
gos, grabación realizada a principios de los años 50, 1CM 0128, CD.
4 Richard Strauss. D o n Q u ix o te , con Emanuel Feuermann (violon ch elo) y la
Philadelphia Orchestra, dirección de Eugene Ormandy, grabado el 24 de febrero de
1940, Biddulph LAB 042. 1991, CD.
5 Von Freeman. D o in ’ it R ight Now. Atlantic SD 1628, 1972, 33 rpm.

Esclarecidos. L a fu e rz a de los d ébiles. Gasa-Warner CA 821, 1996, CD.


García-Bernalt. Carlos. La m úsica extremada.- M ú sica españ ola p a ra te d a de lo s s i­
glos x v a l xvin. Verso VRS 2002, 2001. Grabado en agosto de 1999, CD.
Mozart, W olfgang Amadeus. D o n G iova n n i. Orquesta y Coro de la Royal Opera
House, Covent Carden. Sir Colin Davis. Con Ingvar W ixell, Luigi Roni, Martina
Arroyo, Stuart Burrows. Kiri Te Kanavva et al. Philips 422 541-2. 1991. 3 CDs.
Grabado en mayo de 1973.
Rubinstein, Artur. The C h o p in C oU ection . RCA Victor/BM G 60822-2-R G , 1991,
11 CDs. Grabado en 1946, 1958-67.
Discografia anotada

Esta breve discografía detalla grabaciones comerciales de fácil acceso que


contienen selecciones pertenecientes a los géneros, estilos, instrumentos y tipos
de conjuntos que he tratado a lo largo del libro.

H u a y n o M u s ic o f P e r ú ,vol 1 (1949-1989), Arhoolie (CD320), edición y notas


de John Cohén (1989). Este disco recoge anteriores grabaciones peruanas
del tipo de lo que he denominado «estilo huayno comercial», realizadas en
Lima durante las décadas de los cincuenta y sesenta. Los números 1 (Jil­
guero del Huascarán) y 3 (Pastorita Huaracina) están interpretados por des­
tacadas figuras del género provenientes de Ancash; el tema 2 está interpre­
tado por un conjunto de Junín que incluye arpa, violín, saxos y clarinetes.
K 'm g d o m o f t h e S u n : P e r u ’s In c a H e r ita g e . Nonesuch (G-72029), grabado por
David Lewinson (s.f.). Esta grabación contiene un excelente ejemplo de
conjunto sikumoreno del tipo de los que se oyen en la ciudad de Puno y en
la provincia de Chucuito, Puno. Asimismo, incluye el huayno al que hago
referencia en el capítulo 9, «Adiós, pueblo de Ayacucho» (cara 1, corte 1),
interpretado en estilo ayacuchano, así como huaynos de otras regiones. El
corte 2 de la cara 2 es un buen ejemplo de solo de quena.
M u s i c o f P e r ú , Folkways (FE 4415), notas de Harry Tshopik, Jr. (1950
[ 1959]). Los temas I y 3 de la cara 1, así como el tema 1 de la cara 2,
ejemplifican el sonido de conjuntos similares a las antiguas estudiantinas
(especialmente el segundo de los temas mencionados); la construcción de
la línea de bajos que proporcionan las guitarras es especialmente típica. Se
incluyen también muestras de géneros huayno y marinera.
M ú s ic a A n d i n a d e l P e r ú . Patronato Popular y Porvenir Pro Música Clási­
ca (contacto: Proyecto de Preservación de la Música Tradicional Andina,
Pontificia Universidad Católica del Perú, Instituto Riva Agüero Jr., Cama-
ná 459, Lima 1, para esta y otras grabaciones de Junín, Cajamarca y Are­
quipa), edición y notas de Raúl Romero (1987). Esta excelente panorámica
de la música del altiplano peruano incluye ejemplos de música de charan­
go de Cuzco (cara 3, tema 8; este estilo es muy diferente del sonido de los
conjuntos de pitu de Conima); la música para la danza con traje de luz, «La
Diablada», interpretada por una banda de metales (cara 3, tema 9); música
interpretada con flauta chiriguano-chané de Huancané (cara 3, corte 10); y
música de choquela de Puno (cara 3, corte 11), que antiguamente se inter­
pretaba en Conima.

331

F IG U R A 14.12. Primera página de una discografía (véase 14.275).


Las grabaciones suelen listarse en una discografía aparte (véase fig. 14.12)
en vez de en la bibliografía. Si se incluyen en una bibliografía, es mejor
agruparlas bajo un subtítulo apropiado (véase 14.58).

14.277 Grabaciones de literatura, conferencias y similares. Las grabaciones de


lecturas de teatro, poesía, conferencias y similares se tratan igual que las gra­
baciones musicales. Los datos de publicación, cuando se requieran, siguen las
mismas pautas que los de los materiales impresos. Para fuentes electrónicas,
se facilita información sobre el soporte; para las fuentes en línea se debe in­
cluir un URL o identificador similar (véase 14.4-13). Véase también 14.280.

1 Dylan Thomas, U n d e r M ilk W ood, leído por Dylan Thomas et al., Caedmon
TC -2005, 1953, 3 3 lá rpm, 2 LPs.
3 José M uñoz-M illanes, «El pensamiento y la obra de Leopardi», 17 de enero
de 2012, Conferencias de la Fundación Juan March, archivo en M P3, 57:43, http://
www.m arch.es/conferencias /anteriores.
2 Harry S. Truman, «First Speech to C ongress», 16 de abril de 1945, Adobe
Flash audio, 18:13, M iller Cerner o f Public Affairs, University o f Virginia, http://
millercenter.org/ scripps/archive/speeches/detail/3339.

Auden, W. H. Selected Poem s. Leídos por el autor. Spoken Arts 7137, 1991. Casete.
Skármeta, Antonio. E l cartero de N eruda. Leído por el autor. Círculo de Lectores/
Galaxia Gutenberg, 2008. 3 CDs.

Grabaciones de imagen

14.278 Diapositivas y cortometrajes. En las citas de diapositivas y cortometrajes


se debe indicar el autor (si consta), título, editorial, fecha e información so­
bre el soporte.

1 J.L. Perea et al. S elecció n de dia p ositiv as de la fototeca d el C E N E A M . Madrid:


Organismo Autónom o Parques N acionales, 2001, 71 diapositivas.

The G reek and Rom án W orld. Chicago: Society for Visual Education, 1977. Corto­
metraje, 44 min.

14.279 DVD y videocasetes. Las citas de grabaciones de imágenes, al igual que


las de grabaciones sonoras, variarán de acuerdo con la naturaleza del mate­
rial. Debe incluirse todo dato que resulte relevante para identificar el obje­
to citado. Las escenas indizadas se tratan como capítulos y se citan por tí­
tulo o por número. Los materiales adicionales, tales como los comentarios
críticos, se citan por autor y título. Obsérvese que, en el ejemplo de Monty
Python, la cita hace referencia a material original de la edición de 2001, por
lo que se omite la fecha original de estreno de la película (1975).
7 Michael Curtís y Gregory S. M alins, «El de la fantasía de la princesa Leía»,
F rie n d s , temporada 3, episodio 1, dirigido por Gail M ancuso, emitido el 19 de sep­
tiembre de 1996 (Burbank, CA: Warner Home Video, 2003), DVD.
K «Crop Duster Attack», N o rth by N orthw est, dirigida por Alfred H itchcock
(1959; Burbank, CA: Warner Home Video, 2000), DVD.

C leese, John, Terry G illíam, Eric Idle, Terry Jones y M ichael Palin. «Comentarios».
D isco 2. M onty Python and the H o ly G r a íl, ed. especial en DV D. Dirigida por
Terry G illiam y Terry Jones. Culver City, CA: Columbia Tristar H om e Entertain­
ment, 2001.
Handel, George Frideric. M cssia h . Atlanta Symphony Orchestra y Chamber Chorus,
Robert Shaw. Interpretado el 19 de diciembre de 1987. Ansonia Station, NY: Video
Artists International, 1988. Videocasete (V H S), 141 min.
Miró, Pilar, E l p á ja ro de la fe lic id a d . Madrid: D ivisa Home Video, 1993. Videoca­
sete (VH S), 122 min.

14.280 Multimedia en línea. Las citas de materiales multimedia en línea deben


identificar de manera exhaustiva el material citado, haciendo constar los
elementos expuestos e ilustrados a lo largo de esta sección; nunca es sufi­
ciente citar el nombre de archivo electrónico o URL, aunque esta informa­
ción también se debe incluir. Si no se puede determinar una fecha consul­
tando la fuente, se da la fecha en que se accedió por última vez al material
(véase también 14.4-13). Si el material es la grabación de un discurso o de
algún tipo de interpretación, o si es la versión digital de una fuente impre­
sa, se adjunta información sobre la interpretación o fuente original. La de­
cisión de facilitar en primer lugar los datos del original o de la copia digita­
lizada dependerá de la información disponible y suele dejarse en manos de
quien hace la cita. Se indicará el tipo de fuente (por ejemplo, «vídeo») y la
duración. Adviértase el uso particular de las mayúsculas y los espacios en
el cuarto ejemplo, que se ha respetado para facilitar la identificación de la
fuente; este tratamiento, en caso de emplearse, se debe reservar para fuen­
tes que no tengan vinculación con ningún agente editorial (y todo error evi­
dente se debe indicar en el texto o en nota; véase también 13.59). Véanse
también 14.198 y 14.277. Para un ejemplo de podcast, véase 14.221.

1 Eduardo Jimeno Correas, «Salida de la misa de doce de la iglesia del Pilar de


Zaragoza», vídeo 0:11, acceso el 14 de noviembre de 2011, http://www.photomu.sik.
com /sp/zop/cine/colab/m udo/Jim eno/l 896misazargz.html.
2 Antonio Tabucchi, entrevista en P a g in a 2, em itido el 13 de abril de 2010, T ele­
visión a la Carta, dos vídeos (06:20 y 14:32), http://www.rtve.es/alacarta/videos/pa-
gina-2/pagina-2-antonio-tabucci-em ilio-aragon/744071/.
3 A. E. Weed. A t the F o o t o f the F la tiro n (American M utoscopc and Biograph
Co., 1903), película en 35 mm, de Library o f Congress, The Life o f a C ity : E a rly
F ilm s o f New York, 1898-1906, vídeo MPEG, 2:19, http://lcw eb2.loc.gov/am m em /
papr/nye home.html.
4 «HOROWITZ AT CARNEGIE HALL 2-Chopin Nocturne in Fm O p.55», ví­
deo de YouTube, 5:53, a partir de una actuación televisada por la CBS el 22 de sep­
tiembre de 1968. publicado por «hubanj». 9 de enero de 2009, http://www.youtube.
com /watch?v =cDV BtuW kM S8.

López Heptener, Fernando. «Por tierras de Zamora». Documental rodado en 1933.


V ídeo de YouTube, 10:36. A cceso el 13 de septiembre de 2011. http://w w w .
youtube.com /watch?v=PRCjvDgyrBQ .
Harwood, John. «The Pros and Cons o f Biden». V ídeo del NY Times, 2:00. 23 de
agosto de 2008. http://video.on.nytim es.com /?fr__story=a425c9aca92f51bdl9f2a
6 2 1 fd 93b 5e266507191.
Norris, John. «Basic principles o f language teaching». Vídeo de YouTube, 1:37. Pu­
blicado el 7 de julio de 2012. http://ww w.youtube.com /watch?v=fDkdpM FfV H g.

Documentos legales y jurisprudenciales


14.281 Panorámica general. En los documentos legales y públicos es poco ha­
bitual la mención de fuentes que no sean normativas o jurisprudenciales.
Además, existen acusadas diferencias al respecto; por ejemplo, es más fácil
encontrarla en informes jurídicos que en escritos procesales. En el caso de
esas otras fuentes se remite a las secciones correspondientes de este capítu­
lo. Esta sección se va a centrar en las fuentes normativas y jurisprudencia­
les y en cómo citarlas en cualquier tipo de texto.

14.282 Disposición de las referencias. En los documentos legales y públicos, las


menciones a la documentación se encuentran con mayor frecuencia en el
cuerpo del texto que en nota, y no existe prácticamente el recurso a la bi­
bliografía. En otros textos (académicos, sobre todo) que usan como fuente
documental textos legales y públicos, se mencionan tanto en el cuerpo del
texto como en nota. La presencia de bibliografía depende de decisiones edi­
toriales. En el caso de la jurisprudencia manejada en cualquier trabajo, sí es
habitual encontrarla en un anexo (que aparece normalmente antes de la bi­
bliografía, en caso de haberla).

14.283 Constituciones y estatutos de autonomía. La Constitución española (CE)y


los estatutos autonómicos (EA) se citan habitualmente mediante la abreviatu­
ra, desde la primera mención, tanto en el cuerpo del texto como en nota.

La Constitución se limita, por su parte, a contem plar la función de los sindicatos


de trabajadores (adem ás de la prevista para las asociaciones em presariales, art. 7
C E), no haciendo lo m ism o, sin em bargo, con los órganos de representación
unitaria...
1 4 .2 8 4 DOCUMENTACION l: N O T A S Y B I B L. 10 0 R A Fl A

14.284 Normas jurídicas. Las normas jurídicas se citan indicando los siguientes
elementos: tipo de norma; número y fecha (empezando por el año, separado
del número por una barra), seguidos, sin espacios intermedios, del día y el
mes entre comas; nombre completo de la norma tal y como figura en la pu­
blicación original; lugar y fecha de publicación. Al citar las más habituales
para cada área se puede incluir, ya en la primera mención, sea en el cuer­
po del texto o en nota, la abreviatura por la que se la mencionará en las si­
guientes citas.

Ley Orgánica 8/1980, de 22 de septiembre, de Financiación de las Comunidades


Autónomas (BO L núm. 236 de I de octubre de 1980), a partir de ahora LOFCA.
Ley 14/2007, de 26 de noviembre, del Patrimonio Histórico de Andalucía (BOJA
núm. 248 de 19 de diciembre de 2007).
Real Decreto 1065/2007, de 27 de julio, por el que se aprueba el Reglam ento Gene­
ral de las actuaciones y los procedimientos de gestión e inspección tributaria y
de desarrollo de las normas comunes de los procedimientos de aplicación de los
tributos (BO E núm. 213 de 5 de septiembre de 2007).

Para las leyes menos habituales, en las menciones siguientes se emplean el


número y la fecha.

D e acuerdo con los términos que establecía la Ley 4 4/2 003, las profesiones sani­
tarias...

14.285 Jurisprudencia. La jurisprudencia (sentencias y autos, fundamentalmen­


te) debe citarse haciendo referencia al órgano que la dicta, el número, si
lo hay (sí en el caso de las sentencias del Tribunal Constitucional) y la fe­
cha —con el mismo formato que en las citas de normas jurídicas; véase
14.284 — , usando abreviaturas para el término sentencia y la mención del
órgano que la dicta. En el caso del Tribunal Supremo, en ocasiones, se pue­
de mencionar la sala del mismo que dicta sentencia.

El texto de la STC 185/2012, de 17 de octubre, se refiere, en sus A ntecedentes...


Ello significa, siguiendo la STC 11/1981, que los trabajadores poseen un derecho a
ejercer determinadas medidas de presión frente a los em presarios...
STS 21 de mayo de 2012. Nulidad del acuerdo de Junta general de aprobación de
las cuentas anu ales...

14.286 Anexo de jurisprudencia. En la mayoría de los casos, la jurisprudencia se


cita también en el cuerpo del texto o en nota a pie de página. En los traba­
jos que mencionan un gran número de sentencias, es habitual la inclusión
de un anexo que contiene toda la jurisprudencia citada, o al menos la más
relevante para el objeto del discurso. En la enumeración de las sentencias,
se ordenan por el órgano que las dicta, de mayor a menor importancia; las
dictadas por un mismo órgano se ordenan cronológicamente. En España, el
orden jerárquico de los órganos es el siguiente:

Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE)


Tribunal Constitucional (TC)
Tribunal Supremo (TS)
Audiencia Nacional (A N )
Tribunales Superiores de Justicia de las Comunidades Autónomas (TSJ de las CCAA)
Audiencia Provincial (AP)
Juzgado (Jdo.)

14.287 Repertorios y bases de datos jurídicos. En ocasiones, se incluye en la cita


de las sentencias la abreviatura del repertorio del que se han tomado, con
indicación del año y número de la entrada.

Tribunal Supremo (Sala de lo Contencioso-Adm inistrativo, Sección 3.a) Sentencia


de 12 mayo 2011 (RJA 2011/4150)
Según sentencia del TEAR de Valencia, de 31 de enero de 2002 (TOL 351.672)

14.288 Abreviaturas. Además de las abreviaturas que se han mencionado hasta el


momento, aparece con mucha frecuencia.// para «fundamento jurídico».

TS. Sala de lo Contencioso-Adm inistrativo. sentencia de 18 de noviembre de 2005,


fj3 (R J 2005/7761).

Es muy habitual incluir un cuadro, al principio o al final de los textos, en


los que se incluyen todas las abreviaturas empleadas, referidas tanto a las
normas como a la jurisprudencia de mención frecuente. En algunos casos
se incluyen también en el cuadro los acrónímos de publicaciones periódicas
(por ejemplo, RAAP para Revista Andaluza de la Administración Pública).
15 Documentación II:
citas autor-año
Presentación 15.1.

Referencias autor-año: formato básico,


con ejemplos y variaciones 15.5
Listas de referencias y citas en el texto 15.10
Listas de referencias 15.10
La raya de sustitución para nombres repetidos en la lista de
referencias 15.17
Citas en el texto 15.20
Referencias autor-año: casos especiales 15.31
Libros 15.32
Nombre del autor 15.32
Título 15.37
Edición, volumen o colección 15.38
Datos de la publicación 15.41
Publicaciones periódicas 15.43
Materiales inéditos o de publicación informal 15.48
Citas tomadas de fuentes secundarias 15.52
Materiales audiovisuales 15.53
Documentos legales y públicos 15.54
Presentación
15.1 Alcance de este capítulo. Este capítulo describe el segundo de los siste­
mas de documentación de Chicago-Deusto, que se sirve de citas autor-año
entre paréntesis y una lista de referencias correspondientes. Dado que este
sistema es similar en muchos aspectos al de notas y bibliografía que se
ha expuesto en el capítulo 14, gran parte de la información del mismo no
se repite aquí. Para una introducción general a la mención de fuentes, in­
cluida la exposición de otros sistemas distintos de los dos que recomienda
Chicago-Deusto, se anima a los lectores a consultar la perspectiva general
del capítulo 14 (véase 14.1-13).

15.2 Tratamiento uniforme en referencias autor-año y notas con bibliogra­


fía. Chicago-Deusto recomienda un tratamiento único para los principales
elementos de las referencias en sus dos sistemas de documentación. Más en
concreto, las formas que se recomiendan en el capítulo 14 para los nombres
de los autores (nombres completos en lugar de iniciales) y títulos de los tra­
bajos (en cuanto a mayúsculas, comillas y cursivas) son iguales en el sis­
tema autor-año, al igual que las recomendaciones sobre el uso de abrevia­
turas. Los dos sistemas difieren en otros aspectos: por ejemplo, el uso de
citas entre paréntesis en el texto en el sistema autor-año, en lugar de citas
en nota; y, en la bibliografía (que aquí se denomina lista de referencias), el
emplazamiento del año de publicación. En cuanto al uso del sistema autor-
año en notas, véase 15.30.

15.3 Notas y entradas de la bibliografía como modelo para las referencias


autor-año. La mayoría de los ejemplos del capítulo 14 se adaptan con fa­
cilidad al estilo autor-año, en la mayoría de los casos mediante un cambio
en el orden o disposición de los elementos. La mayoría de las entradas de la
lista de referencias son idénticas a las entradas de una bibliografía, excep­
to en la posición del año de publicación, que en la lista de referencias si­
gue al nombre del autor. A diferencia de las entradas de la bibliografía (véa­
se 14.59), toda entrada de la lista de referencias debe corresponder a una
obra citada en el texto. Las citas en el texto se diferencian de las referen­
cias en nota en que solo presentan el apellido del autor y el año de la publi­
cación, seguido del número de página u otro elemento de localización, si lo
hay. Este capítulo, al centrarse en estas y otras diferencias, permitirá al lec­
tor adaptar cualquiera de los ejemplos del capítulo 14 al sistema autor-año.

15.4 Consideraciones sobre las fuentes electrónicas. Para una detallada ex­
posición sobre URL, DOl, fechas de acceso y fechas de revisión, y otras
consideraciones sobre la cita de fuentes electrónicas, véase 14.4-13.
Para la m ayoría de las fuentes electrónicas, C hicago-D eusto recomien­
da incluir un URL o DOI a continuación de los datos de publicación com­
pletos. Véanse ejemplos de acuerdo con el estilo autor-año en 15.9, epí­
grafe Artículo de revista. Para más ejemplos, véanse 14.167, 14.169 y las
consideraciones sobre las publicaciones periódicas (14.170-217), así como
otros puntos del capítulo 14. Algunas referencias requerirán fecha de acce­
so; para ejemplos, véanse 14.245, 14.248 y 15.51.

Referencias autor-año: formato básico,


con ejemplos y variaciones
15.5 El sistema autor-año: perspectiva general. El sistema autor-año es em ­
pleado por numerosos autores de los ámbitos de las ciencias físicas, natu­
rales y sociales, y Chicago-Deusto lo recomienda para trabajos de dichas
áreas. Las fuentes se mencionan en el texto, normalmente entre parénte­
sis, por el apellido del autor, la fecha de publicación de la obra citada y, si
es necesario, la página. Los datos completos aparecen en la lista de refe­
rencias — normalmente denominada «Referencias» u «Obras citadas» — ,
en la que el año de publicación aparece inmediatamente después del nom ­
bre del autor (véase fig. 15.1). Esta disposición permite identificar con fa­
cilidad la cita del texto con la correspondiente referencia completa de la
lista de referencias. (En los textos electrónicos, las citas en el texto pue­
den contener un hipervínculo a su correspondiente entrada en la lista de
referencias).

Citas en el texto:

Especificar cuáles son las funciones del sistema de puntuación es aún más difícil
si consideramos, además, que ni siquiera está cerrada la nómina de los elem entos
que integran el sistema (R osselló 2008). La cuestión de cuántos son los signos de
puntuación y en qué tipos se pueden subdividir, en virtud de su función, o de su
nuclearidad, es relativamente habitual, según Cassany (1999).

Entradas en la lista de referencias:

Cassany, Daniel. 1999. «Puntuación: Investigaciones, concepciones y didáctica».


Letras 58: 21-54.
R osselló Verdeguer, Jorge. 2008. «El aprendizaje de los signos de puntuación a tra­
vés de los libros de estilo». Textos de d id á ctica de la lengua y ¡a litera tu ra 49 (3):
111- 121.

Para más ejemplos de referencias en el texto y entradas de la lista de refe­


rencias, véase 15.9. Para una presentación detallada de la lista de referen­
cias, véase 15.10-19. Sobre referencias en el texto, véase 15.20-30.
En todo caso, la buena noticia es que la intersección de redes estables en pa­
res en el modelo SV y de redes Nash en el modelo GM se puede caracterizar sin
dificultad. Es exactamente el conjunto de redes estables en pares (véase Caivo-
Armengoi 2004). Por tanto, la estabilidad unilateral, al ser una depuración de una
sólida estabilidad en pares, también se puede proyectar como un refinamiento de
equilibrios de Nash en el modelo GM (véase Van de Rijt y Buskens 2008). Al re­
currir a la estabilidad unilateral, podemos analizar la estabilidad de ambos mode­
los al mismo tiempo que consideramos solo el modelo SW en el texto principal.

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405

F I GURA 15.1. Fragm ento de la lista de referencias de un artículo de literatura incluido


en una revista. Véanse 15.5-6 y 15.10-16.

15.6 Estructura básica de una entrada en la lista de referencias. En una entra­


da de una lista de referencias, el año de publicación es el segundo elemen­
to, a continuación del nombre del autor. Por lo demás, una entrada de lista
de referencias se estructura como una entrada de bibliografía (véase 14.16):
los elementos se separan mediante puntos, y el nombre del autor, de acuer­
do con el cual se alfabetiza la lista de referencias, normalmente se invier­
te (esto es, primero el apellido). Los títulos de las obras aparecen con m a­
yúscula inicial (en título, subtítulo y nombres propios), a menos que estén
en una lengua extranjera (véanse 8.157 y 11.3); los títulos de libros, re­
vistas y similares se ponen en cursiva; y los títulos de artículos de revis­
tas, capítulos de libro y similares se presentan en redonda y entre comillas
(véase 8.166). Las formas nominales, como e d ito r, tr a d u c to r, v o lu m e n y
e d ic ió n , se abrevian, pero no las formas verbales, como e d ita d o p o r y tr a ­
d u c id o p o r.

15.7 Estructura básica de una cita en el cuerpo del texto. En el sistema au­
tor-año, la referencia en el texto normalmente aparece entre paréntesis y
contiene solo los dos primeros elementos que se hacen constar en la lista
de referencias: el autor y el año de publicación (de ahí el nombre del sis­
tema), sin puntuación entre ellos. Además, se puede añadir el número de
la página u otro elemento dé localización, después de una coma. Térm i­
nos como e d ito r o tr a d u c to r, abreviados en la lista de referencias, no se
incluyen en la cita en texto.

15.8 Números de página y otros localizadores. En las citas en texto, donde


normalmente se remite a un pasaje concreto de un libro o revista, solo se
proporcionan los números de la(s) página(s) correspondientes al mismo.
En la lista de referencias, no se indican los números de página para los li­
bros; para una localización más fácil de los artículos de revistas o de capí­
tulos u otras secciones de un libro, se indican las páginas inicial y final de
dicho artículo o capítulo. Las fuentes electrónicas no siempre tienen nú­
meros de página (y algunas que sí los tienen repaginan de acuerdo con los
tamaños de fuente definidos por el usuario). Para dichas obras sin pagina­
ción fija, puede ser adecuado citar en el texto el número del capítulo o del
párrafo (si se dispone del mismo), el título de la sección o una frase des­
criptiva que siga a las divisiones de la obra. Para ejemplos, véase 15.22.
En referencias de obras electrónicas breves presentadas como documento
único con opción de búsqueda, dichos elementos de identificación pueden
ser innecesarios.

15.9 Referencias autor-año: ejemplos y variaciones. Los ejem plos que si­
guen pretenden proporcionar una visión general del sistema autor-año,
presentando como modelos libros y artículos de revistas. Cada ejemplo
incluye una entrada en la lista de referencias y la correspondiente cita en
el texto. Por coherencia, las citas en el texto se presentan entre paréntesis,
aunque no siempre aparecen así en la práctica (véase 15.27). Para más
ejemplos, consúltense las secciones de este capítulo referidas a cada tipo
específico de obra.
15 .9 DOCUMENTACIÓN II: CI TA S A U T O R - A Ñ O

L IB R O D E A U T O R O E D IT O R Ú N IC O

Para un libro con un autor individual, se invierte el nombre en la lista de re­


ferencias; en el texto se da solo el apellido. Se puntúa y se usan las ma­
yúsculas como se muestra. Para citar un pasaje concreto, se incluye el nú­
mero o intervalo de página(s) en la referencia en texto (separado del año
mediante una coma), pero no en la lista de referencias, excepto si se trata
de un capítulo de un libro, caso en el que se incluyen las páginas primera y
última de dicho elemento (véanse «Capítulo en un libro editado» más ade­
lante y 9.58-63).

Duch, Lluís. 1998. M ito , in terpreta ció n y cultura. Barcelona: Herder.

(Duch 1 9 9 8 ,9 9 -1 0 0 )

Para un libro con editor en el lugar del autor, se añade la abreviatura ed. (de
editor; para más de un editor, se emplea eds.). Obsérvese que la cita en el
texto no incluye ed.

Notario R uiz, A ntonio, ed. 2005. C on tra p u n to s estéticos. Salamanca: Ediciones


Universidad de Salamanca, 2005.

(Notario Ruiz 2005, 24)

L I B R O C O N V A R IO S A U T O R E S

En el caso de libros con dos autores, en la lista de referencias solo se invier­


te el primer nombre:

León, Orfelio G., e Ignacio Montero. 1993. D ise ñ o de in vestig a cio n e s: In tro d u cció n
a la ló g ica de la in vestig a ció n en p s ic o lo g ía y educación . Madrid: M cGraw-Hill/
Interamericana de España.

(León y Montero 1993, 25)

En el caso de libros con tres autores, se procede de la siguiente manera:

Borrego N ieto, Julio, José J. G óm ez A sencio y E m ilio Prieto de los M ozos. 1986.
E l sub ju n tivo : valores y usos. Madrid: SGEL.

(Borrego N ieto, G óm ez A sencio y Prieto de los M ozos 1986)

Si el libro tiene cuatro o más autores, se incluye a todos ellos en la entra­


da de la lista de referencias (véase también 14.76). El orden y la puntua-
ción son los mismos que en el caso de los libros con dos o tres autores. En
el texto, sin embargo, se da solo el apellido del autor que aparece en primer
lugar, seguido de et al. (véase también 15.28).

(Lago et al. 2008, 118-19)

L IB R O C O N A U T O R Y E D IT O R O T R A D U C T O R

En la lista de referencias, no se abrevia editado por o traducido por. Véase


también 14.88.

Fernández Ramírez, Salvador. 1985. Ix i enseñanza de la g ram á tica y la literatura.


Editado por José Polo. Madrid: Arco/Libros.

(Fernández Ramírez 1985, 112-23)

C A P Í T U L O D E U N L I B R O E D IT A D O

En las referencias a un capítulo o una división similar de un libro que cuen­


ta con editor, se incluye el autor del capítulo; el título del capítulo, entre co­
millas, y el editor. Se antepone En al título del libro. Obsérvese dónde se si­
túa la indicación de las páginas primera y última del capítulo en la entrada
de la lista de referencias. Véase también 14.111-117.

G óm ez Mendoza, Josefina. 2009. «Ecología urbana y paisaje de la ciudad». En La


ciu d a d d el futuro, editado por Antonio Bonet Correa, 177-217. Madrid: Instituto
de España.

(Gómez. M endoza 2009)

A R T ÍC U L O D E R E V IS T A

Las referencias de artículos de revista incluyen los números del volumen y


fascículo y la fecha de publicación. El número del volumen, en redonda, si­
gue al nombre de la revista, en cursiva, sin puntuación intermedia. La men­
ción a una página específica se incluye en el texto; la mención de las pági­
nas inicial y final del artículo se incluye en la lista de referencias, precedida
de dos puntos seguidos de un espacio. El número del fascículo a menudo se
proporciona entre paréntesis.

Hernández Guerrero, María José. 2011. «Presencia y utilización de la traducción en


la prensa española». M eta 56 (1): 101-118.

Hernández Guerrero (2011, 101-118)


Si la revista se pagina consecutivamente a lo largo de todo el volumen, o
si se incluye en la entrada de la lista de referencias el mes o la estación, se
puede omitir el número de la revista (como en los ejemplos que aparecen
a continuación). Para la cita de revistas que se consultan en línea, Chicago-
Deusto recomienda la inclusión de un DOI o un URL; se prefiere el primero
al segundo (véase 14.5-6). Nótese que el acrónimo DOI, que aparece en ma­
yúscula dentro de los textos, se pone en minúscula y seguido de dos puntos
(sin espacio detrás) en la mención de fuentes.

Feliú A lbadalejo, A ngeles. 2011. «La publicidad institucional en la arena parla­


mentaria española». R evista L a tin a de C o m u n ica ció n S o cia l 66: 454-481. doi:
10.4185/R L C S -66-2011 -941 -454-481.

(Feliú Albadalejo 2011, 470)

Cuando no se proporciona un DOI (aunque exista), se incluye un URL. En el


siguiente ejemplo, el URL —obtenido del archivo de revistas JSTOR— se
utiliza en la referencia como una alternativa más estable (y corta) al URL que
aparecía en la barra del navegador;

Karmaus, W ilfried, y John F. Riebow. 2004. «Storage o f Serum in Plástic and Glass
Containers may Alter the Serum Concentration o f Polychlorinated Biphenyls».
E n viro n m en ta l H ealth P e rsp e ctives 112 (mayo): 643-47. http://vvvvw.jstor.org/
stable/3435987.

(Karmaus y Riebow 2004, 645)

Listas de referencias y citas en el texto


Listas de referencias

15.10 Función y ubicación de la lista de referencias. En el sistema autor-año,


la lista de referencias es el instrumento principal de documentación. Las
citas en el texto (véase 15.20-30) son meros indicadores de la referencia
completa. La lista de referencias, como otros tipos de bibliografías (véa­
se 14.59), se sitúa normalmente al final de la obra, antes del índice en caso
de haberlo. En los libros con varios autores, los libros de texto y los artícu­
los de revista, cada capítulo o artículo puede ir seguido de su propia lista de
referencias; en ese caso, la lista aparece bajo un subencabezado como «Re­
ferencias» u «Obras citadas».

15.11 Disposición alfabética de las entradas de la lista de referencias. La lis­


ta de referencias se ordena siempre alfabéticamente (excepto en el sistema
de referencias numeradas; véase 14.3) y normalmente no debe dividirse en
secciones. (Es mejor citar en nota las fuentes que no se adaptan fácilmen­
te al estilo autor-año; véase, por ejemplo, 15.54-55). Todas las fuentes van
introducidas por el apellido del autor (o, si no se nombra el autor o editor,
por el título o por la palabra clave que es más probable que busquen los
lectores). Las reglas para alfabetizar índices (véase 16.56-93) afectan tam­
bién a la lista de referencias, con las modificaciones descritas en 14.61-62 y
15.17-19. Véase un ejemplo, en fig. 15.1.

15.12 Nombre de los autores en las entradas de la lista de referencias. En la lis­


ta de referencias, como en las bibliografías, se dan los nombres de los auto­
res en la forma en que aparecen en la página de título o en el encabezado si
se trata de un artículo o capítulo, con las excepciones señaladas en 14.72-92;
véase también 14.175. Este tratamiento hace que el sistema autor-año de Chi-
cago-Deusto concuerde con el estilo recomendado para las notas y bibliogra­
fías en el capítulo 14. Algunas publicaciones, especialmente de ciencias na­
turales, dan las iniciales en lugar del nombre de pila completo (véase 15.43).
Cuando se sigue este sistema, hay que hacer una excepción si dos autores
comparten iniciales y apellidos. Sobre las citas en el texto, véase 15.21.

15.13 Títulos en las entradas de la lista de referencias. Los títulos y subtítu­


los de libros y artículos incluidos en la lista de referencias deben tratarse de
acuerdo con el conjunto de reglas propuestas en 8.145-185 (véase también
11.3). Este es también el tratamiento que se recomienda para los títulos
en el capítulo 14, lo que hace que el sistema autor-año de Chicago-Deus-
to concuerde con el sistema de las notas y bibliografías. En cualquier caso,
hay que mencionar que algunas publicaciones — particularmente revistas
de ciencias naturales— tienden a no emplear comillas o cursivas y abrevian
los títulos de las revistas (véase 15.44).

15.14 Ubicación de la fecha en las entradas de la lista de referencias. Dado


que las citas en el texto se componen del apellido del autor o autores (o el
del editor o el traductor) y el año de la publicación, en la lista de referen­
cias el año aparece directamente tras el nombre y no entre los detalles de
la publicación. Esta disposición facilita la consulta rápida de las entradas
de la lista de referencias.

Belda Navarro, Cristóbal. 1996. «Potius mori quam foedari», hnafronte 10: 21-40.
Guervós M aíllo, María Á ngeles. 2001. E l im puesto b a le a r so b re in sta lacion es que
in cid en en e l m edio am biente. Madrid: Marcial Pons.

15.15 Abreviaturas en las entradas de la lista de referencias. Las recomenda­


ciones de Chicago-Deusto sobre el uso de abreviaturas en la lista de referen­
cias son similares a las expuestas en el capítulo 14 para las bibliografías. Así,
se escriben en forma desarrollada expresiones como editado por o traducido
por, con mayúscula inicial si siguen a un punto. Por otra parte, los sustantivos
como editor (ed.) o traductor (trad.) se abrevian siempre en la lista de refe­
rencias, al igual que términos bibliográficos habituales como volumen (vol.),
número (núm.) y otros. Se pueden utilizar abreviaturas con mayor frecuen­
cia siempre que se haga de manera coherente. Así, por ejemplo, Universidad
se puede abreviar en Univ., y también se puede abreviar la indicación del mes
que aparece en las citas de revistas (véase 10.37). Véase también 15.43-44.

15.16 Autor único o varios autores: orden de la lista de referencias. Al igual


que en las bibliografías, la entrada de autor único precede a la entrada con
varios autores que empiece por el mismo apellido. Solo se invierte el nom­
bre del primer autor. Las entradas posteriores con dos o más autores en las
que solo el primer autor sea el mismo se alfabetizan de acuerdo con los
apellidos de los coautores (independientemente de cuántos coautores haya).

Cordón García, José Antonio. 1995. «D e D 'Alem bert al CD-ROM: Las enciclope­
dias electrónicas o la aparición de un nuevo paradigma». Revista E sp a ñ o la de
D ocu m en ta ció n C ie n tífic a 18 (4): 416-426.
Cordón García, José Antonio, Julio Alonso Arévalo. 2010. «Libros electrónicos (y 2):
La oferta de libros electrónicos: De las tiendas virtuales a las bibliotecas digita­
les». U N E L ib ro s 21: 28-30.
Cordón García, José Antonio, Raquel G óm ez Díaz. 2010. «Edición universitaria en
el contexto de la edición científica: Autoría, reconocim iento y valoración». E i
P ro fesio n a l de la In fo rm a ció n 19 (1): 28-34.

La raya de sustitución para nombres repetidos en la lista


de referencias

15.17 Orden cronológico para los nombres repetidos en una lista de referen­
cias. Cuando se repite el autor(es), traductor(es), editor(es) o compilador(es)
en varias entradas seguidas, el nombre (los nombres) se remplaza por una
raya tras la primera aparición. No se escribe tras la raya el signo de puntua­
ción que sigue habitualmente al elemento omitido (aquí, el punto). Las en­
tradas se disponen cronológicamente por año de publicación en orden ascen­
dente, no alfabetizadas por título (como en la bibliografía; véase 14.67). Los
trabajos sin fechar (marcados como s.f.) o en prensa van después de los tra­
bajos fechados (véase 15.41-42). Véase también 14.63.

Segura Munguía, Santiago. 2005. Lo s ja rd in e s en la A ntigüedad. Bilbao: Universi­


dad de Deusto.
— 2007. D ic c io n a rio p o r ra íce s d el latín y de las voces derivadas. Bilbao: Univer­
sidad de Deusto.
— 2010. N uevo d ic c io n a rio etim o lóg ico latín -espa ñ o l y de las voces derivadas. B il­
bao: Universidad de Deusto.
Nótese que la raya no puede sustituir los nombres de dos o más autores si
en la entrada anterior aparecen en distinto orden. Las dos entradas siguien­
tes se alfabetizan como si fueran de autores distintos:

G onzález-B enito, Javier, y Oscar G onzález-B enito. 2005. «Environmental proac-


tívíty and business performance: An empirieal analysis». O m ega 33 (1): 1-15.
G onzález-B enito, Oscar, y Javier G onzález-Benito. 2008. «Implications o f market
orientation on the environmental transformation o f industrial firms». E c o ló g ic a I
E co n o m ics 64 (4): 752-762.

15.18 La raya de sustitución con obras editadas, traducidas o compiladas. La


raya reemplaza solo a los nombres precedentes, no a añadidos como ed.,
trad., comp. u otros. El orden cronológico se mantiene, independientemente
de la abreviatura añadida.

Garrido Medina, Joaquín. 1997. E s tilo y texto en la lengua. Madrid: Gredos.


— ed. 1999. L a lengua y los m edios de com u n ica ció n . Madrid: Universidad C om ­
plutense de Madrid.
— 2001. «Metáfora y conexión». A nales G a ld osia n os 36: 135-139.

Garrido Medina es autor de las obras primera y tercera, y editor de la se­


gunda.

15.19 Entradas de la lista de referencias con el mismo autor o autores y el


mismo año. Las obras de un mismo responsable (con independencia de
que sea autor, editor, compilador o traductor) y del mismo año se deben di­
ferenciar con la adición de a, b, etc., y se ordenan alfabéticamente por el tí­
tulo. Las citas en el texto consignan el autor y el año con la letra.

Chaume Varela, Frederic. 2004a. C in e y tra ducción . Cátedra: Madrid.


Chaume Varela, Frederic. 2004b. «M odelos de investigación en traducción audiovi­
sual». Ikala , Revista de L en g u a je y C u ltu ra 9 ( 15): 3 5 1-365.
(Chaume Varela 2004b, 356)
(Chaume Varela 2004a, 45-46)

Cuando en las obras con dos o más autores los nombres figuran en orden
diferente, no se puede emplear a , b , etc. Véase 15.17.

Citas en el texto

15.20 Concordancia de la cita en texto y de la entrada de la lista de referen­


cias. Para cada cita autor-año que aparece en el texto, debe haber una entra­
da correspondiente en la lista de referencias con el mismo nombre y fecha.
Es responsabilidad del autor asegurarse de dicha concordancia, así como de
la exactitud de la referencia (véase 2.29). Entre otras cosas, las referencias
a una página específica de un artículo de revista, cuando se dan en una cita
en el texto, deben remitir a páginas contenidas en el intervalo que se indica
para ese artículo en la entrada de la lista de referencias. Los editores de los
originales pueden ayudar a los autores confrontando las citas en texto con
la lista de referencias y corrigiendo o consultando toda discrepancia u omi­
sión (véase 2.60).

15.21 Forma básica de las citas en texto. La cita autor-año en el cuerpo del texto
o al final de una cita textual contiene el apellido del autor, seguido del año de
publicación de la obra en cuestión. En este contexto, «el autor» puede signifi­
car no solo uno o más autores o una institución, sino uno o más editores, tra­
ductores o compiladores. No se ponen signos de puntuación entre el autor y
la fecha. Se omiten abreviaturas como ed. o trad. Véase también 15.22.

Citas en texto:

(Álvarez Márquez 1987)


(Zalama Rodríguez 2010)

Referencias:

Álvarez Márquez, M .a del Carmen. 1987. «Los artesanos del libro en la catedral his­
palense en el siglo xv». A rc h iv o H isp a len se 215: 3-36.
Zalama Rodríguez, M iguel Ángel. 2010. Ju a n a I. Arte, p o d e r y cu ltu ra en torno a
una rein a que no g o bernó . Madrid: Centro de Estudios Europa Hispánica.

Cuando en la lista de referencias figuran dos o más obras de distintos au­


tores que tienen el mismo apellido, la cita en texto debe incluir una inicial
(o dos iniciales o un nombre de pila, si es necesario).

Citas en texto:

(C. Pérez R oyo 2010) (F. Pérez R oyo 2009)

Referencias:

Pérez Royo, Carlos. 2 0 1 0 ... Pérez R oyo, Fernando. 2 0 0 9 ...

15.22 Página y volumen u otros localizadores específicos en citas en tex­


to. Cuando se cita una página, sección, ecuación u otra parte específica de
la obra, se indica a continuación de la fecha, precedida de una coma. Cuan­
do se cita el volumen completo, sin número de página, se utiliza vol. Para
citar volumen y página se utilizan dos puntos. La n. del ejemplo de Fischer
y Siple significa «nota» (véase 14.164). El último ejemplo muestra cómo
se puede citar una sección de una obra que no contiene números de página,
sección u otros localizadores numéricos, como es el caso de algunos docu­
mentos electrónicos (véase 15.8).

(Piaget 1980, 74)


(LaFree 2010, 413, 417-18)
(Johnson 1979, sec. 24)
(Fowler y H oyle 1965, ec. 87)
(García 1987, vol. 2)
(García 1987, 2:345)
(Bam es 1998, 2:354-55, 3:29)
(Fischer y Siple 1990, 212 n.3)
(Hellman 1998, en «El campo de batalla»)

Algunas revistas omiten los números de página en la mención de otros ar­


tículos de revista excepto cuando se trata de una cita textual.

15.23 Contenido adicional en las citas en texto. Los paréntesis que encierran la
cita en texto pueden también incluir un comentario, separado de la cita por
punto y coma.

(Roiss y Weatherby 1998; en este caso se emplearon protocolos de pensamiento en


voz alta)

15.24 Las citas en relación con el texto y la puntuación circundantes. Las ci­
tas autor-año se sitúan inmediatamente antes del signo de puntuación. Véa­
se también 15.27.

Indudablemente, la investigación filológica es la que ha disfrutado de un mayor


desarrollo. Com o producto histórico, sujeto a una evolución com o otros elem entos
lingüísticos, en sentido amplio, destacan dos obras, la clásica de Parkes (1982) y el
conjunto de estudios recogidos en Mortara Garavelli (2008).

Cuando en el texto figura el nombre del autor, no es necesario repetirlo en


la cita entre paréntesis. En todos los casos, la fecha debe ir inmediatamente
a continuación del nombre del autor.

G onzález Marín (2010) analiza en detalle el progreso de las nuevas tecnologías en


el aula.

Los trabajos de Martínez y Seseña (2003) y Hierro (2004) difieren en sus conclu­
siones sobre el efecto de las tareas diferenciadas en el desarrollo de sus respectivos
grupos de alumnos.
15.25 Las citas en texto en relación con las citas textuales. Aunque normal­
mente la mención de la fuente sigue a la cita textual, puede también prece­
derla, especialmente si tal ubicación permite que la fecha aparezca junto al
nombre del autor:

Com o señala Henry Corbin, «no vem os la Luz, pues es ella la que hace ver y la que
se hace ver por la forma en que se trasluce» ( 1993, 325).
o b ie n :
Com o señala Henry Corbin (1993, 325), «no vem os la Luz, pues es ella la que hace
ver y la que se hace ver por la forma en que se trasluce».

Cuando al final de una cita textual se menciona la fuente de la misma entre


paréntesis, el signo de cierre se escribe antes del punto final del fragmento
citado. Si la cita termina en puntos suspensivos, se pondrán antes del parén­
tesis de apertura.

Crear es generar un estado de disponibilidad, en el que la primera cosa creada es el


vacío, un espacio vacío. Pues lo único que el artista acaso crea es el espacio de la
creación. Y en el espacio de la creación no hay nada (para que algo pueda ser en él
creado). La creación de la nada es el Principio absoluto de toda creación. (Valente
2006, 387)

Véase también 13.68-70.

15.26 Varias referencias de la misma fuente. Cuando en un párrafo se menciona


en más de una ocasión la misma página (o intervalo de páginas) de la mis­
ma fuente, la cita entre paréntesis puede emplazarse tras la última mención
o al final del párrafo (antes del punto y aparte). Sin embargo, cuando se re­
mite a distintas páginas de la misma fuente se incluye una cita completa en­
tre paréntesis en la primera referencia; las siguientes solo necesitan incluir
el número de página.

De esa manera, Torop y O sim o realizan a lo largo de su trabajo un recorrido por las
distintas aproximaciones al fenóm eno, pasando por la percepción estrictamente acró-
nica (2012, 384). una sincrónica (386) y una que los autores denominan de «diacronía
mayor» (390), centrada en la relación de los textos con su contexto cultural.

15.27 Consideraciones sintácticas en relación con las citas en texto. La cita


autor-año es una forma de abreviación bibliográfica que equivale a la re­
ferencia completa de una obra; esto es, no se refiere a una persona. Ob­
sérvese cómo, en los ejemplos de 15.24 y 15.25, la formulación distingue
entre autores y obras. Por lo general, es mejor evitar expresiones como
«en Marcos G arcía 2009» —aunque sea técnicamente adecuada— excep­
to si forman parte de una cita entre paréntesis. Se reformularán, por ejem ­
plo, de la siguiente manera: «El estudio de Marcos García (2009) seña­
la que...». Nótese que se deben emplear corchetes cuando las referencias
entre paréntesis necesiten paréntesis adicionales, como en el siguiente
ejemplo (véase 6.92):

Por su parte, estos procesos han afectado al trato que muchos latinoamericanos re­
ciben en los Estados Unidos (véase, por ejem plo, Haviland L2003, 767] sobre cóm o
los tribunales estadounidenses no consideran la existencia de las lenguas indígenas
y a duras penas aceptan la presencia de servicios de interpretación en español).

15.28 Citas en el texto de obras con más de tres autores. Cuando se citan
obras con más de tres autores (o, en algunas publicaciones científicas,
más de dos), solo se utiliza el apellido del primer autor, seguido de et al.
(«y otros»). Nótese que en las citas en texto no se pone et al. en cursiva.

(Cuervos et al. 2009)


De acuerdo con los datos recogidos por Guervós et al. (2 0 0 9 )...

Si la lista de referencias recoge otra obra de la misma fecha que tenga que
abreviarse como «Guervós et al.», pero cuyos coautores sean otros o estén
enumerados en diferente orden, las citas en el texto deben distinguirlas. En
ese caso, hay que citar los dos primeros autores (o los tres primeros), segui­
dos de et al.

(Guervós, Lago et al. 2009) (Guervós, Frías et al. 2009)

Como alternativa, se puede añadir el título abreviado, entre comillas o cursi­


va dependiendo del tipo de obra, es decir, escribir el título con el mismo for­
mato que en la lista de referencias. En los siguientes ejemplos, et al. se refie­
re a diferentes coautores así que no se puede utilizar a, b... (véase 15.19):

(Guervós et al., «Financiación autonómica», 2009)


(Guervós et al., «Cánones», 2009)

Para el tratamiento de múltiples autores en una bibliografía o lista de refe­


rencias, véanse 14.76 y 15.9.

15.29 Cita de más de una obra. Las referencias a dos o más trabajos distintos en
una misma cita entre paréntesis se separan mediante punto y coma. El or­
den en el que aparecen puede depender de lo que se cita y en qué orden,
o puede reflejar la importancia relativa de los elementos citados. Si no se
aplica ninguno de estos dos criterios, puede ser apropiado el orden alfabéti­
co o cronológico. A menos que el orden venga determinado por las normas
de estilo de la editorial o revista, la decisión es del autor.

(García Izquierdo y Ezpeleta 1989; Hurtado 1989; Montalt y Borillo 1985)


En los términos de la misma propuesta, Marconi y Bertinetto (1984. 237) expli­
can la peculiaridad de eppure afirmando que «ma en un enunciado p ma q es para-
fraseable con eppure si y solo si r es identificable con la negación de q», con lo que
nos encontraríamos con la adaptación de dicho esquema a la concesividad (es decir,
construcciones en las que q = -r). La relación entre adversatividad y concesividad
también es considerada por C. Fuentes (1998. 17). En relación con pero. Portolés
(1995, 244-245) distingue entre sus usos como conector contra-argumentativo indi­
recto (relación adversativa) y como conector contra-argumentativo (concesiva).

-14 Solo vam os a centrarnos en estos dos tipos d e enunciados, d ejando de lado otras variantes de
contra-argum entación indirecta, analizadas por Portolés (1995, 247-251) Tam poco vam os a considerar
la existencia o no de enunciados adversativos m eram ente contrapositivos, es decir, que no activan nin­
gún proceso inferencia sino que sim plem ente contraponen los dos segm entos del enunciado.

FIGURA 15.2. M uestra de texto con citas entre paréntesis y nota a pie de página. Véa­
se 15.30.

Cuando se citan distintas obras del mismo autor o autores, se ordenan por
fecha, separadas por coma, excepto en el caso de que se requieran números
de página.

(Acero 1967. 1975; Coseriu 1989a, 1989b)


(Lozano 1999, 328; 2000, 475; Pescador 1998, 67)

15.30 El sistema autor-año con notas. En los casos en los que el sistema autor-
año se complementa con notas a pie de página o finales, la mención de la
fuente en las notas se realiza igual que cuando se hace en el cuerpo del tex­
to (véase fig. 15.2).

10. James W ilson ha señalado que «ningún político ha perdido nunca votos
denunciando la burocracia» (1989, 235). Sin embargo, se ha hecho muy poco en
realidad para realizar reformas de peso en el sistema.

Sobre el uso de las notas en textos legales, véase 15.54. Para más informa­
ción sobre las notas a pie de página y las notas finales, véase 14.19-55.

Referencias autor-año: casos especiales


15.31 Elementos no incluidos en el capítulo 14. La mayoría de los ejemplos del
capítulo 14 se pueden adaptar con relativa facilidad al sistema autor-año
(véase 15.3). Esta sección se centra en algunos casos especiales no inclui­
dos en el mismo o cuya adaptación a la forma autor-año adecuada puede
plantear dudas.
N OM BRE DEL A U T O R

15.32 Obras anónimas de autoría desconocida. Si no se conoce el autor o el


editor, la entrada de la lista de referencias debe comenzar normalmente por
el título. En caso de que el título empiece por artículo, no se tiene este en
cuenta al alfabetizar. Las citas en el cuerpo del texto pueden contener una
forma breve del título, pero siempre deben incluir la primera palabra (sin
contar el artículo). Véase también 14.79.

Stanze in lóele delta donna brutta. 1547. Florencia.


Colección de las particularidades de la vida y muerte de un pretendido filósofo m o­
derno. 1796. Madrid.

(Stanze in lode delta donna brutta 1547) o (Stanze 1547)


(Colección de las particularidades 1796)

15.33 Obras anónimas de autoría conocida. Al igual que en las notas y las bi­
bliografías (véase 14.80), el nombre se pone entre corchetes en la lista de
referencias y en la cita en el texto si la autoría se conoce o se sospecha,
pero no figura en la página de título de la obra.

[Cook, Ebenezer?]. 1730. Sotweed Redivivas; or. The P lanter’s Looking-Glass. Por
«E. C. Gcnt». Annapolis.
(H orsley, Sam uel]. 1796. On the Prosodies o f the Greek and Latín Languages.
Londres.

(| Horsley] 1796) ([Cook?] 1730)

15.34 Seudónimos en las referencias autor-año. Sobre la indicación de los seu­


dónimos en la lista de referencias, véase 14.81-84. Las citas en el cuerpo
del texto deben emplear el nombre que aparezca primero en la lista y omitir
la indicación seud.

Azorín [José Martínez Ruiz], 1905. Los pueblos (Ensayos sobre la vida provincia­
na). Madrid: Biblioteca Nacional y Extranjera.
Centinel [scud.]. 1981. «Letters». En The Complete Anti-Federalist. editado por
Herbert J. Storing. Chicago: University o f C hicago Press.
Stendhal [Marie-Henri B eyle], 1917. La cartuja de Parma. Traducido por Manuel
G. Morente. Madrid: Calleja.

(Stendhal 1917) (Azorín 1905) (Centinel 1981)

Véase también 14.85-86.


15.35 Editor en lugar del autor en la cita en el texto. En el caso de obras
identificadas en la lista de referencias por el apellido del editor(es),
compilador(es) o traductor(es), las abreviaciones ed. o eds., comp. o comps.
trad. o trads. se omiten en la cita dentro del texto.

Cortés Vázquez, Luis, trad. 1975. El cantar de Roldán. Salamanca: Cervantes.


Soltes, Orí Z., ed. 1999. Georgia: Art and Civilization through the Ages. Londres:
Philip Wilson.

(Cortés 1975) (Soltes 1999)

15.36 Autor corporativo en referencias autor-año. Si una obra publicada por


una organización, asociación o corporación no lleva un nombre de autor
personal en la página de título, la organización puede constar como autor en
la lista de referencias, incluso si también aparece como editora. Para que la
cita entre paréntesis dentro del texto sea más breve, la organización se pue­
de citar mediante una abreviatura, y en ese caso la entrada de la lista de re­
ferencias debe estar alfabetizada por la abreviatura (en lugar de por el nom­
bre desarrollado).

OIT (Oficina Internacional del Trabajo). 2007. Convenio número 169 sobre pueblos
indígenas y tribales: Un manual. Ginebra: OIT.
1EE (Instituto de Estudios Económ icos). 1980. Los delitos económicos en la legisla­
ción de los países occidentales. Madrid: Instituto de Estudios Económ icos.

(IE E 1980) (OIT 2007)

TÍTULO

15.37 Remisiones a otros títulos en la lista de referencias. Con el objeto de


evitar repetir información, las contribuciones individuales a un volumen
que cuenta con un editor pueden incluir remisiones a una entrada dedica­
da al volumen completo. Nótese que las remisiones a otros títulos de la
lista de referencias adoptan la forma de citas en texto pero sin paréntesis.

Berenguer, Laura. 1996. «Didáctica de segundas lenguas en ios estudios de traduc­


ción». En Hurtado Albir 1987, 9-30.
Elena, Pilar. 1996. «La documentación en la traducción general». En Hurtado Albir
1987, 79-90.
Hurtado Albir, Amparo, ed. 1996. La enseñanza de la traducción. Castellón: U ni­
versität Jaume I, Servicio de Publicaciones.

Preferentemente, este formato solo se adopta si son muchas las contribucio­


nes del mismo volumen que se citan o si en el texto también se cita el pro-
pió volumen. En caso contrario, se incluyen todos los detalles de la publi­
cación en la entrada correspondiente a cada contribución individual. Véase
también 14.112.

Elena. Pilar. 1996. «La documentación en la traducción general». En La enseñanza


de la trad ucción , editado por Amparo Hurtado Albir, 79-90. Castellón: Universi­
tät Jaume I, Servicio de Publicaciones.

EDICIÓN, VO LU M EN O COLECCIÓ N

15.38 Reimpresiones y ediciones modernas: más de una fecha. Cuando se


cita una reimpresión o una edición m oderna en el sistema autor-año, a ve­
ces es conveniente dar la fecha original de publicación. Tanto si se inclu­
yen más datos de la publicación original como si no, la fecha original se
coloca en prim er lugar, entre paréntesis. Si la paginación de la edición
original no coincide con la de la reim presión, se indica cuál es la edi­
ción citada.

Altolaguirre, Manuel. (1960) 2005. P o esía s com pletas (1 9 2 6 -19 5 9 ). Facsím il de la


primera edición. Madrid: Fondo de Cultura Económica.
Austen, Jane. (1813) 2003. P rid e an d p re ju d ic e . Londres: T. Egerton. Reimpresión,
N ew York: Penguin Classics. Las citas se refieren a la edición de Penguin.
Maitland. Frederic W. (1898) 1998. Rom an C an on Law in the C h u rch o f England.
Reim presión. Union. NJ: Lawbook Exchange.

Los paréntesis se transforman en corchetes en las citas dentro del texto


(véase 6.92).

(Austen [1813] 2003) (Altolaguirre [ 19601 2005) (Maitland [1898] 1998)

Cuando hay más de una obra del mismo autor, la posición en la lista de re­
ferencias viene determinada por la primera fecha (véase 15.17).

Maitland, Frederic W. (1898) 1998. Rom an C an on Law in the C h u rch o f England.


Reimpresión, Union, NJ: Lawbook Exchange.
— (1909) 1926. Equity, A lso the F o rm s o f A ctio n at Com m on L a w : Two C o u rse s o f
Lectures. Editado por A. H. Chaytor y W. J. Whittaker. Reimpresión, Cambridge:
Cambridge University Press.

Cuando la fecha original no es relevante para la exposición, se utiliza la fe­


cha de la fuente moderna. La fecha de la edición original se puede incluir al
final de la entrada de la lista de referencias, pero no es necesario.
Trollope, Anthony. 1977. The C la v erin g s. Con una nueva introducción de Norman
Donaldson. New York: Dover. Primera edición: 1866-67.
— 1983. H e K n ew H e Was Right. 2 vols. in one. N ew York: Dover. Primera edición:
1869.

(Trollope 1977) (Trollope 1983)

15.39 Obras en varios volúmenes publicadas a lo largo de varios años. Cuando


se cita una obra en varios volúmenes, publicados en distintos años, se da el
intervalo de fechas. En la lista de referencias se debe incluir además la fecha
del volumen concreto. Si la obra no se ha completado todavía, la fecha del
primer volumen va seguida de un guión (sin espacio entre el guión y el sig­
no de puntuación que le siga). En las citas en texto de volúmenes que tienen
entrada propia en la lista de referencias, no se incluye el número del volumen
junto a la mención de números concretos de página. Véase también 14.121­
127. Sobre los guiones con números, véanse 6.74-75 y 9.63.

H ayek, F. A. 1995. C o n tra K e y n e s a n d C a m b rid g e : E ssa y s, C o rre s p o n d e n c e .


Vol. 9 de The C o lle c te d W orks o f F. A. H ayek. Chicago: University o f Chicago
Press, 1988-.
M enéndez Pelayo, M. 1982-1991. E p isto la rio . 23 vols. Madrid: Fundación Univer­
sitaria Española.

(M enéndez Pelayo 1982-1991, 12:133) (Hayek 1995, 124-25)

15.40 Cartas de colecciones publicadas. En el sistema autor-año, las cartas in­


cluidas en colecciones publicadas deben citarse por la fecha de la colec­
ción. Las fechas de las cartas deben integrarse en el texto. Los ejemplos de
14.117 podrían adaptarse al siguiente modelo de cita:

Ortega, José y M iguel de Unamuno. 1987. E p is to la rio com pleto. Edición de Sole­
dad Ortega Spottorno, Laureano Robles Carcedo y Antonio Ramos Gascón. M a­
drid: El Arquero.

En una carta que dirige a Ortega el 8 de septiembre de 1921, Unamuno habla de San­
tiago Alba en términos no precisamente elogiosos (Ortega y Unamuno 1987, 103).

DATOS DE LA P U B L I C A C I Ó N

15.41 «Sin fecha» en las referencias autor-año. Cuando no puede determinarse


la fecha de publicación de una obra impresa, la abreviatura s.f. asume el lu­
gar del año tanto en la entrada de la lista de referencias como en la cita en
el texto. Aunque en la lista de referencias siga a un punto, se mantiene en
minúscula para evitar que se confunda con el nombre del autor; en las citas
en texto, la abreviatura va precedida por coma. Puede remplazaría una fe­
cha hipotética entre corchetes. Véanse también 14.138 y 15.51.

Nano, Jasmine L. [1750?]. T ítulo de la o b ra ...


— s.f. T ítu lo de otra o b ra ...

(Nano [1750?]) (Nano, s.f.)

15.42 «En prensa» en las referencias autor-año. Al igual que s.f. (véase 15.41),
se puede utilizar en prensa en lugar de la fecha en las referencias autor-año
de libros contratados con una editorial y que ya tienen título, pero cuya fe­
cha de publicación se desconoce aún. Si se dispone de los números de pági­
na, deben facilitarse según sea necesario. Los libros que no están contrata­
dos se tratan como originales inéditos (véase 14.255). En las citas en texto,
en prensa va precedido de una coma. Véase también 14.153.

Sánchez Iglesias, Jorge. En prensa. «Norma y estilo en la fase de revisión». En Un


esp a cio de co n flu e n cia s: T ra d u cció n , e d ic ió n y c o rre cció n , editado por Esther
M onzó. Sevilla: Arcibel.

(Sánchez Iglesias, en prensa)

Publicaciones periódicas

15.43 Publicaciones que prefieren las iniciales en vez de los nombres de los
autores. La lista de referencias de algunas revistas (especialmente de cien­
cias naturales) siempre utilizan las iniciales en lugar de los nombres comple­
tos. Cuando se emplean puntos, aparece un espacio entre ellos (Wells, H. G.).

15.44 Publicaciones que prefieren abreviar los nombres de las revistas. En


muchas publicaciones de ciencias, se abrevian los nombres de las revis­
tas (norm alm ente om itiendo los puntos), a menos que consistan en una
sola palabra. Las abreviaturas estandarizadas se pueden ver en BIOSIS Se­
rial Sources (bibliog. 5). Para una lista parcial de abreviaturas de términos
de uso habitual en los nombres de las revistas, véase la última edición de
Scientifxc Style and Format o el AMA M anual ofStyle (bibliog. 1.1).

15.45 Publicaciones que prescinden de las comillas en los títulos. Algunas


publicaciones no entrecom illan los títulos de capítulos o artículos (y a ve­
ces también prescinden de las cursivas para los títulos de los libros). Aun­
que Chicago-Deusto recom ienda el uso de comillas y cursivas en sus dos
sistemas de docum entación, ambas formas pueden adaptarse fácilmente a
otros sistemas más escuetos.
15.46 Número de la entrega entre paréntesis. Como ya se ha indicado en otro
lugar (por ejemplo 15.9, en Artículo de revista-, véase también 14.180), se
puede omitir el número de la entrega si la paginación es continua a lo largo
de todo el volumen o se especifica un mes o estación. Cuando solo se uti­
lizan el volumen y el número de la entrega, este aparece entre paréntesis.
Cuando solo se utiliza el número de la entrega, no se pone entre paréntesis.

Bernárdez. Enrique. 2000. «Estrategias constructivas de la descripción oral». R e v is­


ta E sp a ñ o la de L in g ü ística 30 (2): 331-356.
M eyerovitch, Eva. 1959. «The gnostic manuscripts o f Upper Egypt». D iog en es, 25:
84-117.

15.47 Periódicos y magacines en la lista de referencias. Normalmente basta con


citar los artículos de periódicos y magacines en el texto con todos los datos
(estrategia que formalmente es idéntica en ambos sistemas de cita). Véase
14.206. Si, por alguna razón, se requiere una entrada en la lista de referen­
cias, el año de publicación se separa del mes y el día (si lo hay).

K auffm an, Stanley. 1989. R eseña de A D r y W hite S eason (film ), dirigida por
Euzhan Palcy. New R e p u b lic , 9 de octubre, 24-25.
Rodríguez de las Heras, Antonio. 2012. «Digital: M ás oral que escrito». E l P a ís,
15 de septiem bre, h ttp ://socicd ad.clpais.com /socied ad/2012/09/15/actu alidad /
1347729715_45l265.h tm l.

Materiales inéditos o de publicación informal

15.48 Entrevistas inéditas y comunicaciones personales. En una cita entre pa­


réntesis. los términos comunicación personal (o c.p.), datos inéditos y si­
milares pueden seguir al nombre de la persona a la que se refieren, después
de una coma. No son necesarias entradas en la lista de referencias, aunque
toda persona citada debe estar plenamente identificada en algún otro lugar
del texto. Se pueden emplear iniciales para los nombres de pila. Debe evi­
tarse en dichas menciones la abreviatura et al.

(Lourdes Ortega, c.p.)


(N. Dom ínguez, datos inéditos; M. A lonso y C. L. M edina, datos inéditos)

15.49 Colecciones de manuscritos en el estilo autor-año. Cuando se cita una


colección de manuscritos en el estilo autor-año, no es necesario utilizar s.f.
(sin fecha) en lugar de la fecha. La fecha de cada elemento debe darse en el
texto, cuando sea posible.

Egmont Manuscripts. Phillipps Colleetion. Biblioteca de la Universidad de Georgia.


Kallcn. Horace. Papers. YIVO Instituto for Jewish Research, N ew York.
Oglethorpe escribió a sus administradores, el día 13 de enero de 1733 (Egm ont
Manuscripts), para comunicarles. . .
Alvin Johnson, en un memorando elaborado en 1937 (Kallen Papers, carpeta 36), ob­
servaba q u e .. .

Sin embargo, si en el texto solo se cita un elemento de la colección, la en­


trada puede com enzar por el nombre del autor (si se conoce). En dicho
caso, puede ser apropiado el uso de s.f. Véase también 15.41.

Dinkel, Joseph. s.f. D escripción de Louis A gassiz escrita a petición de Elizabeth


Cary A gassiz. A gassiz Papers. Biblioteca Houghton, Universidad de Harvard.

(Dinkel, s.f.)

15.50 Patentes u otros documentos citados por más de una fecha. Las paten­
tes y otros documentos que tengan más de una fecha se citan como en el si­
guiente ejemplo (nótese que el año de la concesión se repite para evitar la
ambigüedad):

Palmero Díaz, Susana, Emma M uñoz D iez y M7' A ngeles García García. 2000. C el­
da de flujo continuo para electroanálisis. Patente. O ficina Española de Patentes y
Marcas, fecha de solicitud 20/08/1999, fecha de concesión 28/06/2000.

15.51 Fecha de acceso a los contenidos de una web. Para citar documentos en
línea sin fecha en una lista de referencias, se utiliza la fecha de acceso en
lugar de s.f. (sin fecha). Véanse también 14.7, 14.245 y 15.41.

Instituto Cervantes. 2013. «Red de centros de examen DELE: Procedimientos para


ser de la red», acceso el 1 de enero de 2013, http://diplomas.cervantes.es/centro_
exam en_espanol/ requisitos.html.

(Instituto Cervantes 2013)

Citas tomadas de fuentes secundarias

15.52 «Citado por/en» en las referencias autor-año. Si no se puede acceder a una


fuente original y hay que recurrir a un «citado en/por», se debe mencionar el
autor y fecha originales en el texto y citar la fuente secundaria en la lista de
referencias. La cita en el texto incluye las palabras «citado en/por».

C osteño. Bonnie. 1981. M a ria n n e M o o re : Im a g in a ry P ossessions. Cambridge, MA:


Harvard University Press.

En «Sincerity and O bjetification», publicado en el número de febrero de 1931 de la


revista P o etrx (citado en C osteño 1981)...
Materiales audiovisuales

15.53 Citar materiales audiovisuales en el formato autor-año. Chicago-Deus-


to recomienda un acercamiento a la datación de materiales audiovisuales
(véanse 14.274 y 14.276). Aunque las citas según el sistema autor-año han
simplificado su formato, a menudo es más apropiado citar dichos materia­
les en texto corrido y agruparlos en una sección o discografía aparte; véase
14.275). Es probable que las fuentes más antiguas se hayan consultado en
forma de una copia digital; aunque los autores deben citar el formato con­
sultado, normalmente es útil proporcionar información sobre la fuente ori­
ginal, si se dispone de ella. Además, en la cita se debe dar preferencia a la
fecha de la grabación original. La elección de quién figurará como «autor»
dependerá de la intención de la cita y es una cuestión que queda a discre­
ción del autor.

José M uñoz-M illanes. 2012. «El pensamiento y la obra de Leopardi», C o n fere n cia s
de la F u n d a ció n Ju a n M arch, 17 de enero, archivo en M P3, http://www.march.
es/conferencias/anteriores/voz.asp,\?id=2823& l=l.
García-Bernalt, Carlos. 1999. La m úsica extrem ada: M ú sica española p a ra tecla de
los sig lo s x v a l xvitl. Verso VRS 2002, 2001, grabado en agosto de 1999, CD.
Freeman, Von. 1972. D o ín ’ it rig h t now. Atlantic SD 1628, 33 rpm.
Esclarecidos. 1996. L a fu e rz a de los débiles. Gasa-Warner CA 821, CD.
López Cobos, Jesús (director). 1984. L o s instrum entos de lu orquesta. Con la Or­
questa Filarmónica de Londres. Madrid, Fonogram, dos casetes.

(M uñoz-M illanes 2012)


(García-Bernalt 2 0 0 !)
(Freeman 1972)
(Esclarecidos 1996)
(López Cobos 1984)

Documentos legales y públicos

15.54 Uso de notas en documentos legales y públicos. La mayoría de los escri­


tos legales y públicos citan la documentación en el propio cuerpo del tex­
to, más que en notas, y prácticamente no incluyen bibliografía. Todo escri­
to legal que necesite algo más que mencionar una fuente en el texto tendrá
que recurrir, por tanto, a notas a pie de página o finales; véase 15.30. Para
una presentación de los documentos legales y públicos, con ejemplos, véa­
se 14.281-288.

15.55 Cita de textos legales y públicos en el texto. Cuando una obra contenga
pocas citas de documentos legales y públicos, acaso sea posible limitarlas
al texto, según los formatos explicados en la última sección del capítulo 14.
D ich o caso se vin cu la con la dem anda que Piersack presentó contra el R e i­
no de B élgica ante el Tribunal Europeo de D erechos Hum anos de Estrasburgo
(n.° 8692/1979).

Sin embargo, para evitar expresiones tan farragosas en el texto, Chicago-


Deusto recomienda el uso de notas para las citas de documentos públicos y
legales siempre que sea posible.

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