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| lence A oa Jess Enrique Eseuder | } ‘Abogeo INPREABOGADO Nr 65548, Coleceién mayor FILOSOFIA Y DERECHO 5 Introduccién al andlisis del derecho 2 edivién, ampliada y revisndo g. ._Botroarae Asraea be Auweno ¥ Ricardo Derana 1805 Carirzo VI LA CIENCIA DEL DERECHO 1. Algunos modelos posibles de cioncia dol derecho En los capftulos anteriores se han ensayado algunes carac- terizaciones de diferentes propiedades que distinguen los siste- ‘mas juridicos, es decir, el objeto de estudio de la ciencia del derecho. Ahora es oportuno decir algo scerce de Ja elencia juri misma que, como vimos, se suele denominar, dando logar a des- Gichados equivoeos, con la misma palabra “derecho”, que nombra 10 que constituye su materia de investigacién, Los autores de teorfa general del derecho no se han ocupado ‘en forma sistemétiea de elaborar una earacterizacién minuciosa de los presupuestos y las funeiones de Ia actividad que los juris- tas desarrollan efectivamente alrededor do los distintos sistemas Jurfdicos, Por el contrario, en Ia mayoria de los casos los filésofos del derecho han limitado su preocupacién a proponer modelos acerca de ebmo deberia estar constituida una gonuina ciencia del derecho positivo, sin prestar demasiada ateneién al grado on quo los pro- pésitos y funeiones de la actividad que loa juristas despliogan de hecho, se ajustan a los modelos propuestos 0 se apartan de ellos, Con este enfoque limitado, los modelos de ciencia juridica que proponen teéricos como Kelaen o Ross son muy sencilles, Semin Kelsen, como ya lo hemos dicho reiteradamente, 1a ciencia juridiea, para eer tal, debe estar purificada, tanto de ele- mentos extranoypiatives —sociolégicos, esonémicos, ete — como de factores valorativos 0 idool6gicos, bee srmoovectéy at axis on demcno 1a clencia juridica, en el modelo de Kelsen, es una clonsia normativa, pato no porque formule notmas, sino porque su fun. cign es exclusivamente desoribir normas; es decir que su objeto de estudio son las normas juridicas vélidas en un cierto mbto. ‘Les enunciades que Ia ciencia juridiea formula deseribiendo zormas, son denominades por Keen “propesciones.juriieas”, Cada proposicién da cuenta de una elerta norina juridica, En realidad, las proposiclonos juridics Keleenianas son un ealco, en cuanto a su contenido estructura lésica, de las normas Jucidias aue deseriben: por ejemplo, un enuneindo que dice “si slguten Miata debe ser castigado con dies aos de prsi6n”, tanto podria Ser una norma juridiea como una proposielin jurdica, Lo que distingue, sin embargo, a uno y otro tipo de enuneiados es la fun- cin lngdistien que cumplen: Tas normas juridieas son prescrip. fivas, mientras que les proposiiones juridieas cousttuyen pro. posilonen deserptivas, ‘AIf Ross hace un planteo diferente del que aeabamos de ver. En primer término, ertica la estructura légica que Kelsen asigna Jas proposiclones jiridcas. Reaulla que, a. peste de asignar una funcién descriptiva a los omancindes de le cle juries, Kelsen sostiene que son enunclados del “eeber sex como las normas juridicas, y no de} “ser”, como son los enun clades, también deacriptivs, de las.clencias ratarales, Koss so. ala corsvetamente Ia inconeroncia de exte exquema, 78 que st iae proposiciones juridies consttuyen Juicos descriptives, necest. riamente tienen que ser enunciados que prediquen que algo es, Bor mis que To descripto constituya, por su lado, une norma, 0 aea un Jucio del deber ser Aclarado esto punto, Ross afirma que las proposiciones de tna genuina cleneia del detecho deben sex aterciones aceros de cul esol derecho vigente. Como, eegin la tesis del profesor danés, ol derecho vigento es el conjunto de diectivas que pro. bjemente Toa tribunals tomardn en cuanta en sus decisiones inditsles, Is proposiciones de la cleneta dal derecho consttayen en tima inatancia prediccioncs acerea de qué directivas sera aplicadss por los jueces. Para formulas tales predicciones, tos jristaa pueden valerse de Ios aportes de otras cencias, corso Ta soctologia © la psicologia, las cuales pueden suministrar datos acerca del contexto social, econémico, etc., que rodea a Jos jueces, Permitiendo mayor certeza en los juicios de probabilidad relat Vos a sus futuras decisones, YD UY {LA CIENCIA DEL DERECHO aur Alehourrin y Bulygin proponen wn modelo de eleneia ju- ridica eonsiderablemente més sofisticado que el que presente Ress. Estos autores distinguen Iicidamente dos tipos de tareas operaciones que In eioncla juridiea desarrolia. En primer lugar, Ja tarea emptrica do dotorminar qué enunciados constituyen 1a base de un orden jurfdico (esta es, en definitiva, la misma tarea que Ross considera como ta actividad eentral de la cieneia juri- ica). En segundo lugar, las operaciones légicas de sistemati sacion del derecho, Aichourrén y Bulygin muestran que la sistematizacién del derecho consia de doa pasos. En el primero de ellos se derivan las consecuencias légicas de los enunciados que constituyen la base del sistema, empleando ciertas reglas de inferencia; esto permite mostrar Jos defectos légicos (lagunas, contradiceiones y redundancias) que el sistema pueda tener. Bn una segunda eta- pa de la sistematizacién se trata de reemplazar Is base original ‘el sistema por una més econémiea pero equivalente a ella, 0 se8 por un conjunto més redacide de principfos que sean lo més ge nerales que sea posible, siempre que fengen las mismas’conse- cuencias lgicas que las normas que reemplazan (por ejemplo, si hay dos normas que dicen “los ciudadanos del sexo masculino pueden votar @ partir de los 21 afios” y “las mujeres que sean ciudadanas pueden votar a partir de los 21 aiios”, ellas pueden, ‘obviamente, ser reemplazedas por la norma “todos tos ciudadanos pueden votar a partir de los 21 ailos”, pero no puede ser reem- pPlazada, sin modificar el sistema, por la norma “todos los habi- ‘antes del pais pueden volar a partir de los 21 afios”). Estas elaboraciones estén dirigidas a prosentar un modelo de actividad teébriea frente al derecho que se atonga a los eénones de “cientificidad” corrientemente aceptados en el contexto de otras disciplinas. Sin duda, tales modelos recogen un aspecto importante de Is actividad quo los estudiosos del derecho desa- nrollan y pretenden desarrollar. Sin embargo, probablemente muchos jutietas no so sentirian dol todo satisfechos con las Ii mitaefones que esta clage de modelos les impone, Bn tanto y en cuanto estos modelos implican que no es parte de la actividad “cientifica” frente al derecho el resolver las inde- terminaciones (lagunes, contradiccfones, vaguedades, ete.) que el sistema puede presenter, sino sélo el ponerlas de manifizsto, mu chos juristas profestarén que su cometido central consiste preci- samente en superar tales indeterminaciones, orientando a quienes

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