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La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) realizará en el coliseo Ómar Armando

Baquero Soler de Acacías, la segunda Audiencia Pública Ambiental dentro del proyecto de
perforación exploratoria de petróleo ‘Llanos 36,’ a cargo de la firma Montecz S.A

Funciones de la ANLA
Objeto
Artículo 2. - Decreto 3573

La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales ANLA es la encargada de que los


proyectos, obras o actividades sujetos de licenciamiento, permiso o trámite ambiental
cumplan con la normativa ambiental, de tal manera que contribuyan al desarrollo
sostenible del País.

Funciones
Artículo 3. Decreto 3573

La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales ANLA cumplirá, las siguientes


funciones:
1. Otorgar o negar las licencias, permisos y trámites ambientales de competencia del
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, de conformidad con la ley y los
reglamentos.

2. Realizar el seguimiento de las licencias, permisos y trámites ambientales.

3. Administrar el Sistema de Licencias, Permisos y Trámites Ambientales -SILA-y


Ventanilla Integral de Trámites Ambientales en Línea -VITAL.

4. Velar porque se surtan los mecanismos de participación ciudadana de que trata la


ley relativos a licencias, permisos y trámites ambientales.

5. Implementar estrategias dirigidas al cuidado, custodia y correcto manejo de la


información de los expedientes de licencias. permisos y trámites ambientales.

6. Apoyar la elaboración de la reglamentación en materia ambiental.

7. Adelantar y culminar el procedimiento de investigación, preventivo y sancionatorio


en materia ambiental. de acuerdo con lo dispuesto en la Ley 1333 de 2009(link is
external) o la norma que la modifique o sustituya.
8. Adelantar los cobros coactivos de las sumas que le sean adeudadas a la Autoridad
Nacional de Licencias Ambientales-ANLA-por todos los conceptos que procedan.
9. Ordenar la suspensión de los trabajos o actividades, en los casos en los que el
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible haga uso del ejercicio discrecional y
selectivo sobre los asuntos asignados a las Corporaciones Autónomas Regionales.

10. Aprobar los actos administrativos de licencias ambientales para explotaciones


mineras y de construcción de infraestructura vial y los permisos y concesiones de
aprovechamiento forestal de que tratan los artículos 34, 35 Y 39 de la Ley 99 de 1993.

11. Dirimir los conflictos de competencia cuando el proyecto, obra o actividad sujeto a
licencia o permiso ambiental se desarrolle en jurisdicción de dos o más autoridades
ambientales.

12. Desarrollar la política de gestión de información requerida para el cumplimiento de


su objeto.

13. Asumir la representación judicial y extrajudicial de la Nación en los asuntos de su


competencia.

14. Las demás funciones que le asigne la ley.

acasia

El pasado 11 de enero en Acacías las consignas de quienes salieron a protestar por las
molestias que están causando los trabajos de sísmica y exploración en el piedemonte
llanero fueron claras: "Agua sí, petróleo no", "El agua garantiza la vida para todos", "El
agua asegura la vida para muchos y el petróleo le asegura la riqueza a unos pocos".

Y aunque no fue muy numerosa la marcha, Nelson Vivas Mora, presidente de la Mesa
Hídrica Ambiental del piedemonte llanero, dijo que la comunidad que vive en esta zona
quiere agua y no petróleo y que la gente está en una encrucijada, porque se proyectan 12
nuevos pozos petroleros en Villavicencio y Acacías.

"Si en Villavicencio hay un sólo bloque y ya tenemos contaminado el caño Quenane, el río
Guayuriba y el río Ocoa, cómo será con siete nuevos bloques", sostuvo Vivas Mora.

Alcides Castro, habitante de la zona rural de Acacías, dijo que en el municipio el asunto es
peor porque hay muchas familias campesinas que están denunciando la contaminación de
los aljibes, caños, ríos y humedales en La Unión, Chichimene y La Esperanza.

El consenso general de quienes marcharon es que se realice una audiencia pública


ambiental para aclarar puntos de vista y para que se fije una reglamentación rigurosa y se
eliminen muchos pozos porque en realidad los impactos ambientales son altamente
negativos.

Con la audiencia, dicen quienes la proponen, se obtendría la posibilidad de explicar lo


negativo de los impactos ambientales que se van a generar sobre la zona de cordillera y el
piedemonte llanero.

Además, se podrían eliminar algunos puntos que ellos (las petroleras) han pensado
desarrollar, pero que, según los manifestantes, contaminarían bocatomas de acueductos
como el de Castilla la Nueva y que han motivado a que Cormacarena y la Gerencia
Ambiental hayan señalado que esos proyectos no son ambientalmente viables.

María Helena Rosas, líder ambiental de Acacías, dijo que los ciudadanos tienen derecho a
un ambiente sano y que como tal se debe proteger y cuidar.

Explicó que ya han hecho sísmica en la montaña y que todas las comunidades argumentan
que por donde se desprende la montaña es por donde pasan las líneas de sísmica y por eso
se está pidiendo una audiencia pública para proteger el piedemonte llanero.

Igualmente piensa Camila Castañeda, vicepresidente de la Nesa Hídrica Ambiental del


piedemonte llanero, quien dice que la comunidad no está dispuesta a esperar que les
contaminen el agua y que lo que se busca es convocar a jóvenes, hombres, mujeres, niños,
abuelos para luchar por el agua. Es la segunda movilización por este tema.

No a títulos mineros y petroleros


La ambientalista María Helena Rosas sostuvo que la comunidad no quiere más
perforaciones ni la explotación petrolera en todo el Meta porque en el departamento nacen
34 ríos que abastecen el Llano y alimentan todos los acueductos municipales y veredales.

"Sería gravísimo que el Ministerio del Medio Ambiente otorgara cualquier título minero,
petrolero, hidroeléctrico, porque ahí es donde nace la vida, en esas montañas que son
fábricas de agua y de vida", insistió.

Sector energético

Esta intervención sintetiza los cuestionamientos, denuncias, vivencias, y propuestas de cientos de


pobladores y pobladoras que han sido afectados por la construcción de represas y que nos
articulamos en el Movimiento Colombiano en Defensa de los Territorios y Afectados por Represas
bajo la consigna de propender porque los ríos se mantengan vivos y con ellos, las comunidades y
sus culturas.

Con estas líneas traemos traemos el eco de los territorios de Colombia a este recinto del Congreso
de la República, ecos de protesta de las personas que habitan los territorios con formas de
vida que por siglos han desarrollado en armonía con la naturaleza, pueblos a los cuales se les ha
violentado sus maneras de habitar, se les ha amenazado su cultura e identidad, e impuesto el
destierro o el desplazamiento, en nombre de lo que algunos sectores llaman “desarrollo”.

Los megaproyectos de represas son nocivos para el ambiente, las comunidades y la sociedad en
general. No importa que empresa las construya, sus efectos e irregularidades se manifiestan de la
misma manera. Los proyectos de represas en la actualidad se orientan para abastecer el mercado
internacional de la energía que crece paulatinamente, protestamos porque este modelo energético
es excluyente y atropella la vocación de los pueblos ancestrales en los territorios.

Las represas construidas han desplazado miles de personas en Colombia y el mundo, gran parte
de ellas han tenido que cambiar su actividad económica tradicional por formas indignas de trabajo,
para poder sobrevivir. Campesinos, pescadores y mineros artesanales se han visto obligados a
migrar a las grandes ciudades, engrosando las filas de desempleados o convirtiéndose en
vendedores ambulantes, obreros o personas en situación de calle, indígenas, campesinos y
pescadores fueron obligados a transformar sus costumbres, tradiciones y sus planes de vida,
como sucedió con la construcción de la hidroeléctrica de Urrá I, entre otros.

Los impactos sociales más graves recaen o ejercen presión en la vida de las mujeres quienes
tienen que enfrentar la ruptura o descomposición familiar, la violencia intrafamiliar, y las
preocupaciones del hogar ante la falta de ingresos seguros. Sin embargo, frente a esta diversidad
de impactos, el elemento común en cada lugar es que las mujeres jamás han sido tenidas en
cuenta para el resarcimiento de derechos o indemnizaciones. Los EIA pasan por alto estos y
muchos otros aspectos, lo que indica su ineficiencia.

En general, las represas disminuyen la capacidad productiva de los territorios, vulnerando


la seguridad y la soberanía alimentaria en las regiones, pero también poniendo en riesgo el
autoabastecimiento del país en el mediano plazo, en virtud de la cantidad y envergadura de los
proyectos que se pretenden implementar.
Por otra parte, la mayoría del territorio colombiano vive con agudeza los efectos del conflicto
armado, que facilitan la construcción de estos y otros megaproyectos en tanto las comunidades no
pueden organizarse para reclamar sus derechos, de igual manera los desplazamientos forzados
han servido para desocupar estas zonas de interés.

Gobierno, empresas y represas


En nombre del desarrollo, la competitividad y la seguridad energética el gobierno nacional ha
impulsado durante los últimos años la planificación y construcción de diversos proyectos de
generación de energía eléctrica, principalmente grandes represas y pequeñas centrales
hidroeléctricas –ahora dentro de la denominada locomotora minero-energética; sin embargo, en
dicha planificación las comunidades afectadas directa e indirectamente no han tenido ni voz ni
voto.

Las propuestas de desarrollo deben surgir desde los territorios, buscando atender necesidades locales
para el buen vivir, y no desde el gobierno nacional hacia los territorios, lo contrario ha implicado que
este discurso del desarrollo y competitividad se contraponga y vulnere los planes de vida y
progreso de comunidades indígenas, pescadores, campesinos, y negros que, por lo general,
habitan las áreas afectadas por estos proyectos.
Por esta razón, proponemos la creación de una mesa de alto nivel donde se dialogue la política
minero energética con la participación de las y los afectados directos y los ministros(as) de
ambiente, minas y energía, agricultura, representantes de los entes de control, y otras autoridades
competentes. Las y los afectados no pueden seguir siendo tenidos en cuenta solamente para socializar
los proyectos, en virtud de garantizar el Estado de Derecho del cual somos parte.
Complementariamente cuando la construcción de un proyecto comienza, sin importar la naturaleza
de la empresa constructora, se vulneran los derechos individuales y colectivos en los que, por lo
general, las instituciones del Estado se han mostrado negligentes en el cumplimiento de sus
mandatos y en la protección de los derechos constitucionales de los y las ciudadanas que habitan
los territorios. A continuación, resaltamos algunos de los procedimientos o irregularidades más
recurrentes:

- En cada proyecto existen una serie de externalidades no previstas que no son tenidas en
cuenta en los EIA o los PMA. Las licencias ambientales, por lo general, no citan nada al respecto.
Un caso que destaca esta situación es el vertimiento de 500 m 3 de lodo en la cuenca del bajo
Anchicayá en el año 2001, por parte de la multinacional Unión Fenosa, mayor propietaria en ese
entonces de la Empresa EPSA.
- Los Estudios de Impacto Ambiental son realizados por los mismos interesados, sus
metodologías ajustadas a resultados determinados y en el mejor de los casos cuando hay
planteamientos serios en estos estudios, no son recogidos en las licencias ambientales, en el caso
de la Hidroeléctrica Pescadero Ituango, elementos de trascendencia como los impactos a largo
plazo y la agudeza del conflicto armado que vive la zona, no son tenidos en cuenta en la licencia
ambiental.

- Las represas se imponen sobre la visión de progreso de las comunidades locales.


Comunidades campesinas y productoras de alimentos, que generan más empleos permanentes
que la represas, y con propuestas alternativas a esta manera generar desarrollo están siendo
arrasadas. En el caso El Quimbo, las comunidades han demostrado que la creación de una Zona
de Reserva Campesina puede traer mayores beneficios para la región y el país.
- La construcción de represas se imponen exclusivamente como negocio. Esto se constata en
las regiones en que existen severos riesgos potenciales de que el muro de la represa colapse o el
almacenamiento de grandes volúmenes de agua pueda causar una calamidad. Las represas El
Quimbo e Hidrosogamoso actualmente se construyen en zonas de actividad sísmica sin que hasta
el momento, se haya demostrado que no existen riesgos potenciales. Los negocios en este caso
priman sobre la vida y el riesgo.
- Las empresas constructoras presionan a los pobladores para que vendan sus tierras
generando severos impactos psico sociales en las poblaciones. En el caso del Quimbo 10
personas han muerto por estas circunstancias, ante lo cual exigimos una investigación seria y
responsable por parte del Estado que determine las causas, efectos y responsabilidades.
- La construcción de represas ha implicado la agudización del conflicto armado en los
territorios. Varios líderes han sido asesinados impunemente: los indígenas Kimy Pernía, Lucindo
Domicó y el profesor Alberto Alzate, opositores a la represa Urrá I; los campesinos y pescadores
Honorio Llorente, Marco Tulio Salamanca, Herbert Cárdenas, Luis Arango y Jairo Rodríguez Caro,
opositores a la Represa Hidrosogamoso donde además se adelantado campaña de amenazas e
intimidaciones mediante panfletos, carteles y rumores desde 2009; en el norte y occidente
antioqueño, la agudización del conflicto armado se observa en el aumento de las zonas sembradas
con minas antipersonales, las confrontaciones entre grupos armados, la quema de vehículos, las
amenazas y la persecución y judicialización de la población civil. En Ituango, una lista de líderes y
lideresas campesinas han sido estigmatizados y señalados por grupos de ultraderecha como
auxiliares de la guerrilla.

- Los censos son imprecisos. Evidenciamos irregularidades en la inclusión o exclusión del


censo de la poblaciones afectadas, se evidencian claras intenciones de engaño hacia las
comunidades donde se genera presión para que entre los pobladores señalen a quien tiene o no
derecho a una indemnización, aumentando los riesgos para la vida que significan este tipo de
confrontaciones.

- Se subestiman o desconocen los impactos agua debajo de la represa, durante la construcción


y operación de las represas.

El cambio climático y las represas


La mitigación del cambio climático es uno de los nuevos sofismas de distracción que arguyen los
constructores de represas; sin embargo, existen evidencias científicas que demuestran que las
represas generan cantidades considerables de gas metano, que es 25 veces más poderoso, en
términos de calentamiento global, que el CO2 proveniente de la quema de combustibles fósiles. Al
respecto, el Instituto Brasileño de Investigaciones Espaciales -INE- estima que las grandes
represas están emitiendo a la atmósfera 104 millones de toneladas anuales de Metano (CH 4), una
razón suficiente para desestimar las represas como Mecanismos de Desarrollo Limpio.
Hemos observado que los documentos presentados por las empresas ante Naciones Unidas
desestiman en sus cálculos de carbono, las emisiones que implica construir el muro de la represa y
todas las demás actividades asociadas que implican la quema de gasolina, gas o carbón.

Por otra parte, el aporte de los grandes embalses a la emisión de Gases Efecto Invernadero
también es reconocido por el Grupo Banco Mundial, quien en su documento de Estrategia del
Sector de la Energía de abril de 2009 manifiesta esta situación.

Recomendamos al Ministerio de Minas y Energía, al MAVDT y a todas las empresas constructoras


desestimar las grandes represas como Mecanismo de Mitigación del Calentamiento Global; es
urgente agigantar los pasos en la búsqueda de una matriz energética sin represas ni trasvases en la que
se priorice y se incentive la disminución del consumo de energía, en todos los sectores de consumo.
Frente a los recientes cambios en la legislación
Consideramos regresivos los dictámenes contenidos en la Resolución 2820 del 05 de agosto 2010. Estos
ajustes van en contra de la ley 99 o ley ambiental.
Según lo dispuesto en el parágrafo primero del artículo 51 Régimen de transición “…las autoridades
ambientales continuarán realizando las actividades de control y seguimiento necesarias, con el
objeto de determinar el cumplimiento de las normas ambientales. De igual forma, podrán realizar
ajustes periódicos cuando a ello haya lugar, establecer mediante acto administrativo motivado las medidas
de manejo ambiental que se consideren necesarias y/o suprimir las innecesarias”.
No existe la figura de “ajustes periódicos” en la legislación colombiana. Una norma está sujeta a
modificación o derogatoria según la naturaleza de la misma. El “ajuste periódico” busca adecuar las
normas a las exigencias de las empresas de capital privado tanto nacionales como
transnacionales.

Rechazamos los dictámenes del Decreto 1575 de 2011, mediante la cual Emgesa solicitó el amparo
policivo -contemplado en el artículo 29 de la Ley 142 de 1994 y reglamentado por dicho decreto-, a
nombre de la utilidad pública e interés social, por un predio cuyo derecho de dominio aún no posee
y con el propósito de desalojar a los pescadores de un bien público, que es patrimonio nacional,
con la intención perversa de impedir que estos pescadores continúen vigilando las actividades de
Emgesa para obligarla a cumplir con las medidas sancionatorias impuestas por las Resoluciones
1096 y 1349.
Rechazamos la modificación al procedimiento de licenciamiento ambiental que propone el PND, en su
artículo 224. Esto implica una vulneración de la autonomía de la autoridad ambiental, un proceso
que va en contravía del principio de progresividad que sustenta la carta constitucional.

Solicitudes y exigencias del Movimiento Ríos Vivos:


- Exigimos se prioricen las vocaciones tradicionales de los territorios, que garantizan la
soberanía y la seguridad alimentaria, el agua y el sustento de la vida, antes que megaproyectos
que atentan contra el bienestar de cientos de pobladores y pobladoras.

- Exigimos presencia del Estado y sus instituciones en la labor de cumplimiento y veeduría de


los procesos exigidos a las empresas constructoras de megaproyectos.

- Proponemos la conformación de una Mesa Nacional integrada por representantes de los


movimientos de afectados y afectadas por megaproyectos, el Gobierno con la presencia de los
siguiente Ministros.

- Solicitamos se suspendan los megaproyectos de cualquier tipo en las regiones con presencia
de actores armados al margen de la ley. El conflicto armado limita la participación real de las
comunidades en el proceso de planificación, consulta y construcción de los megaproyectos. De lo
contrario la construcción de estas obras se adelantan sin ninguna garantía para los afectados, y sin
ninguna posibilidad de participación y transparencia.
- Ante el incumplimiento de las medidas impuestas en la expedición de las licencias
ambientales, solicitamos al MAVDT adelante las gestiones para convocar nuevas Audiencias
Públicas Ambientales en las represas El Quimbo, Hidrosogamoso e Ituango.

- Es urgente reorientar las políticas que desde hace años se enfocan en agudizar las
actividades extractivas en las regiones, en especial la política del actual gobierno de las
locomotoras, dado que el impulso de grandes proyectos minero-energéticos no está teniendo en
cuenta los ciclos del agua, y su desarrollo implica el desabastecimiento y contaminación de agua
en diversas zonas del país.

- Se nos dé una respuesta de por qué razón, a pesar de haber órdenes de suspensión de
proyectos, las multinacionales siguen con sus obras sin atender a la autoridad ambiental. Caso El
Quimbo.

- Rechazamos el modelo corporación-nación que se viene impulsando en los últimos


gobiernos, donde se relega el papel de las instituciones del Estado por garantizar los derechos de
las poblaciones afectadas a la buena voluntad de las Empresas, proponemos que se recupere la
soberanía y autonomía del Estado sobre los territorios, y se responda por los daños causados a
todos los y las afectadas por los proyectos de desarrollo en Colombia.

Nuestra prioridad es la vida y el buen vivir, rechazamos la imposición de El Quimbo,


Hidrosogamoso, Hidroituango, la Miel, Betania, La Salvajina, Urrá I, proyecto Río Sinú, Trasvase
Río Guarinó y Manso, Los Besotes, Anchicayá y El Muña.

Huila, Reserva Natural El Viche, Julio 09 de 2011

Gestión del agua

El objetivo de esta audiencia es visibilizar la existencia de la gestión comunitaria del agua


como alternativa viable de la prestación del servicio de agua potable y denunciar el
sistemático desconocimiento estatal de la gestión comunitaria del agua, la problemática y
los peligros que sobre ella se ciernen por las políticas de transformación empresarial del
sector, a partir de la reflexión colectiva realizada durante los últimos 10 años a través de
la articulación de la Red Nacional de Acueductos Comunitarios de Colombia.

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