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Baquero Soler de Acacías, la segunda Audiencia Pública Ambiental dentro del proyecto de
perforación exploratoria de petróleo ‘Llanos 36,’ a cargo de la firma Montecz S.A
Funciones de la ANLA
Objeto
Artículo 2. - Decreto 3573
Funciones
Artículo 3. Decreto 3573
11. Dirimir los conflictos de competencia cuando el proyecto, obra o actividad sujeto a
licencia o permiso ambiental se desarrolle en jurisdicción de dos o más autoridades
ambientales.
acasia
El pasado 11 de enero en Acacías las consignas de quienes salieron a protestar por las
molestias que están causando los trabajos de sísmica y exploración en el piedemonte
llanero fueron claras: "Agua sí, petróleo no", "El agua garantiza la vida para todos", "El
agua asegura la vida para muchos y el petróleo le asegura la riqueza a unos pocos".
Y aunque no fue muy numerosa la marcha, Nelson Vivas Mora, presidente de la Mesa
Hídrica Ambiental del piedemonte llanero, dijo que la comunidad que vive en esta zona
quiere agua y no petróleo y que la gente está en una encrucijada, porque se proyectan 12
nuevos pozos petroleros en Villavicencio y Acacías.
"Si en Villavicencio hay un sólo bloque y ya tenemos contaminado el caño Quenane, el río
Guayuriba y el río Ocoa, cómo será con siete nuevos bloques", sostuvo Vivas Mora.
Alcides Castro, habitante de la zona rural de Acacías, dijo que en el municipio el asunto es
peor porque hay muchas familias campesinas que están denunciando la contaminación de
los aljibes, caños, ríos y humedales en La Unión, Chichimene y La Esperanza.
Además, se podrían eliminar algunos puntos que ellos (las petroleras) han pensado
desarrollar, pero que, según los manifestantes, contaminarían bocatomas de acueductos
como el de Castilla la Nueva y que han motivado a que Cormacarena y la Gerencia
Ambiental hayan señalado que esos proyectos no son ambientalmente viables.
María Helena Rosas, líder ambiental de Acacías, dijo que los ciudadanos tienen derecho a
un ambiente sano y que como tal se debe proteger y cuidar.
Explicó que ya han hecho sísmica en la montaña y que todas las comunidades argumentan
que por donde se desprende la montaña es por donde pasan las líneas de sísmica y por eso
se está pidiendo una audiencia pública para proteger el piedemonte llanero.
"Sería gravísimo que el Ministerio del Medio Ambiente otorgara cualquier título minero,
petrolero, hidroeléctrico, porque ahí es donde nace la vida, en esas montañas que son
fábricas de agua y de vida", insistió.
Sector energético
Con estas líneas traemos traemos el eco de los territorios de Colombia a este recinto del Congreso
de la República, ecos de protesta de las personas que habitan los territorios con formas de
vida que por siglos han desarrollado en armonía con la naturaleza, pueblos a los cuales se les ha
violentado sus maneras de habitar, se les ha amenazado su cultura e identidad, e impuesto el
destierro o el desplazamiento, en nombre de lo que algunos sectores llaman “desarrollo”.
Los megaproyectos de represas son nocivos para el ambiente, las comunidades y la sociedad en
general. No importa que empresa las construya, sus efectos e irregularidades se manifiestan de la
misma manera. Los proyectos de represas en la actualidad se orientan para abastecer el mercado
internacional de la energía que crece paulatinamente, protestamos porque este modelo energético
es excluyente y atropella la vocación de los pueblos ancestrales en los territorios.
Las represas construidas han desplazado miles de personas en Colombia y el mundo, gran parte
de ellas han tenido que cambiar su actividad económica tradicional por formas indignas de trabajo,
para poder sobrevivir. Campesinos, pescadores y mineros artesanales se han visto obligados a
migrar a las grandes ciudades, engrosando las filas de desempleados o convirtiéndose en
vendedores ambulantes, obreros o personas en situación de calle, indígenas, campesinos y
pescadores fueron obligados a transformar sus costumbres, tradiciones y sus planes de vida,
como sucedió con la construcción de la hidroeléctrica de Urrá I, entre otros.
Los impactos sociales más graves recaen o ejercen presión en la vida de las mujeres quienes
tienen que enfrentar la ruptura o descomposición familiar, la violencia intrafamiliar, y las
preocupaciones del hogar ante la falta de ingresos seguros. Sin embargo, frente a esta diversidad
de impactos, el elemento común en cada lugar es que las mujeres jamás han sido tenidas en
cuenta para el resarcimiento de derechos o indemnizaciones. Los EIA pasan por alto estos y
muchos otros aspectos, lo que indica su ineficiencia.
Las propuestas de desarrollo deben surgir desde los territorios, buscando atender necesidades locales
para el buen vivir, y no desde el gobierno nacional hacia los territorios, lo contrario ha implicado que
este discurso del desarrollo y competitividad se contraponga y vulnere los planes de vida y
progreso de comunidades indígenas, pescadores, campesinos, y negros que, por lo general,
habitan las áreas afectadas por estos proyectos.
Por esta razón, proponemos la creación de una mesa de alto nivel donde se dialogue la política
minero energética con la participación de las y los afectados directos y los ministros(as) de
ambiente, minas y energía, agricultura, representantes de los entes de control, y otras autoridades
competentes. Las y los afectados no pueden seguir siendo tenidos en cuenta solamente para socializar
los proyectos, en virtud de garantizar el Estado de Derecho del cual somos parte.
Complementariamente cuando la construcción de un proyecto comienza, sin importar la naturaleza
de la empresa constructora, se vulneran los derechos individuales y colectivos en los que, por lo
general, las instituciones del Estado se han mostrado negligentes en el cumplimiento de sus
mandatos y en la protección de los derechos constitucionales de los y las ciudadanas que habitan
los territorios. A continuación, resaltamos algunos de los procedimientos o irregularidades más
recurrentes:
- En cada proyecto existen una serie de externalidades no previstas que no son tenidas en
cuenta en los EIA o los PMA. Las licencias ambientales, por lo general, no citan nada al respecto.
Un caso que destaca esta situación es el vertimiento de 500 m 3 de lodo en la cuenca del bajo
Anchicayá en el año 2001, por parte de la multinacional Unión Fenosa, mayor propietaria en ese
entonces de la Empresa EPSA.
- Los Estudios de Impacto Ambiental son realizados por los mismos interesados, sus
metodologías ajustadas a resultados determinados y en el mejor de los casos cuando hay
planteamientos serios en estos estudios, no son recogidos en las licencias ambientales, en el caso
de la Hidroeléctrica Pescadero Ituango, elementos de trascendencia como los impactos a largo
plazo y la agudeza del conflicto armado que vive la zona, no son tenidos en cuenta en la licencia
ambiental.
Por otra parte, el aporte de los grandes embalses a la emisión de Gases Efecto Invernadero
también es reconocido por el Grupo Banco Mundial, quien en su documento de Estrategia del
Sector de la Energía de abril de 2009 manifiesta esta situación.
Rechazamos los dictámenes del Decreto 1575 de 2011, mediante la cual Emgesa solicitó el amparo
policivo -contemplado en el artículo 29 de la Ley 142 de 1994 y reglamentado por dicho decreto-, a
nombre de la utilidad pública e interés social, por un predio cuyo derecho de dominio aún no posee
y con el propósito de desalojar a los pescadores de un bien público, que es patrimonio nacional,
con la intención perversa de impedir que estos pescadores continúen vigilando las actividades de
Emgesa para obligarla a cumplir con las medidas sancionatorias impuestas por las Resoluciones
1096 y 1349.
Rechazamos la modificación al procedimiento de licenciamiento ambiental que propone el PND, en su
artículo 224. Esto implica una vulneración de la autonomía de la autoridad ambiental, un proceso
que va en contravía del principio de progresividad que sustenta la carta constitucional.
- Solicitamos se suspendan los megaproyectos de cualquier tipo en las regiones con presencia
de actores armados al margen de la ley. El conflicto armado limita la participación real de las
comunidades en el proceso de planificación, consulta y construcción de los megaproyectos. De lo
contrario la construcción de estas obras se adelantan sin ninguna garantía para los afectados, y sin
ninguna posibilidad de participación y transparencia.
- Ante el incumplimiento de las medidas impuestas en la expedición de las licencias
ambientales, solicitamos al MAVDT adelante las gestiones para convocar nuevas Audiencias
Públicas Ambientales en las represas El Quimbo, Hidrosogamoso e Ituango.
- Es urgente reorientar las políticas que desde hace años se enfocan en agudizar las
actividades extractivas en las regiones, en especial la política del actual gobierno de las
locomotoras, dado que el impulso de grandes proyectos minero-energéticos no está teniendo en
cuenta los ciclos del agua, y su desarrollo implica el desabastecimiento y contaminación de agua
en diversas zonas del país.
- Se nos dé una respuesta de por qué razón, a pesar de haber órdenes de suspensión de
proyectos, las multinacionales siguen con sus obras sin atender a la autoridad ambiental. Caso El
Quimbo.