Sesión 1
1. El Derecho en la Realidad
Esta es la segunda idea que tenemos que clarificar: el derecho si bien aparece
como un fenómeno social – siendo factor o producto -, en todos y en
absolutamente todos los casos tiene que estar condicionado por una constante
que lo delimita y lo define. ¿Cuál es esa constante? ¿Cuál es ese núcleo del
derecho sin el cual el derecho deja de ser derecho y es solamente un fenómeno
social más?
A los fines de clarificar las dos ideas centrales de esta primera sesión, se hace
En palabras de Ángel La Torre podríamos decir que lo que hace jurídica a una
norma, o lo que vuelve derecho al derecho no supone “el goce de ninguna
cualidad intrínseca y especial que le de ese carácter, sino simplemente porque son
respaldadas, en su cumplimiento, por el poder coercitivo del Estado, y el mismo
Estado ha de determinar qué normas han de gozar de esa protección, es decir, qué
normas son jurídicas” (La Torre: 1999, 15). De allí que nos debe quedar claro que la
noción más general del Derecho supone, por una parte, la idea metódica de
muchos ingredientes actuando en conjunto, esto es, un Sistema. Un Sistema Jurídico.
Sesión 2
Sin embargo, hemos dicho también en palabras de Atienza, que todos ellos –los
diversos significados del derecho- pueden ser distinguibles, generalmente, dentro de
su contexto. Esto quiere decir que pueden ser reconocidos como diferentes, según
lo que nos propongamos a hacer con él. Esta idea es la que nos salva del lodazal, la
que nos limita la ambigüedad, la que precisa los términos mínimos según los cuales
podremos, de seguida, definir al derecho.
Sesión 3
Partimos de la base de que el derecho es y puede ser muchas cosas, pero de todas
ellas principalmente será aquello con lo que estamos todos de acuerdo en que éste
sea. Esto, cuando menos, es lo que hemos venido aclarando en las sesiones
anteriores. Sin embargo, con estas ideas podremos tener una noción del derecho,
incluso una noción bastante rica de lo que puede ser el derecho aunque
quedemos un poco lejos de la precisión que supone un concepto del mismo.
Podemos así, examinar un infinito de conceptos acerca del derecho sin quedar
satisfechos. Con lo cual, se entiende, hay tantas posibilidades de convenir acerca
de lo que el derecho puede ser, como contingencias de necesidad de regulación
tengamos, o encontremos a lo largo de la historia del hombre. Sin embargo, de
todas las posibilidades que hay, sin mayor pretensión que la de simplificar la idea del
concepto de derecho, quiero que revisemos la Teoría de la tridimensionalidad del
derecho, del autor brasilero, Miguel Reale. Veamos:
Finalmente, en su tercera dimensión, Reale nos habla del derecho como valor: El
derecho es también ese conjunto de valores que han sido tomados positivamente
por una sociedad determinada. Lo vemos y somos testigo de ello, nosotros los
ciudadanos, cuando presenciamos cambios en nuestra legislación. Se habla de
unos valores socialistas, poniendo el caso y se entiende que las regulaciones de
nuestro derecho deben seguir dichas pautas socialistas, es decir, proteger aquellas
cosas que según los lineamientos socialistas son “buenas para todos”. Y atención
con esto, no estoy diciendo que sean “buenos para mí”, porque puede ser que yo,
particularmente crea más en un sistema Liberal o social-democrático al momento
de determinar el rumbo político de un país. Estoy diciendo que cuando defino el
derecho, cuando lo conceptualizo, lo hago como un conjunto de normas que
atienden a un hecho social determinado, pero también como ese conjunto de
valores que consideramos “buenos para todos”. Es decir, en este caso del ejemplo,
el Derecho venezolano hoy por hoy, atiende a ese ordenamiento jurídico que nos
regula como sociedad, según lo que entendemos que “es bueno para todos”. Así
pues, esos valores “socialistas” se reflejarían en nuestras leyes y como tal definen
nuestro Derecho. Porque eso es lo que “es bueno para todos” Y suponemos,
creemos y esperamos en que así sea.
De acuerdo a la Teoría tridimensional del Derecho con la cual Miguel Reale nos intenta definir
al Derecho, entendemos que el Derecho es:
El
Derecho es un mismo
tiempo:
De donde:
Derecho = Norma: El Derecho es un ordenamiento jurídico. Es entendido como un conjunto
de preceptos legales en si mismos. Esto es, como elemento normativo, como cuerpo de leyes,
y por tanto: puede ser sometido a un estudio sistemático y objetivizado al cual llamamos
Ciencia del Derecho.
Derecho = Hecho social: Es entendido aquí el Derecho como un fenómeno que sucede en un
tiempo y en un espacio determinado. Por ello decimos que el derecho es fáctico. Es decir, que
acontece según una temporalidad y una especialidad determinada (R= t/e).
Derecho = Valores: El derecho es también ese conjunto de valores que han sido tomados
positivamente por una sociedad determinada. Es entendido como aquello que la norma
estipula en tanto y en cuanto es considerado “bueno para todos”.
Sesión 4
Una vez que conceptualizamos al Derecho, que nos hemos puesto de acuerdo en
que su definición atiende un amplio espectro de elementos (normas, hechos
sociales y valores), tenemos que comenzar a ir delineando su manera de actuación.
Esto es, el derecho entendido como lo hemos hecho hasta ahora, asume una forma
de proceder con la cual ustedes tienen que comenzar a trabajar. Hemos dicho y
debe estar claro que el derecho es un concepto. Como concepto, el derecho
tiene una serie de herramientas que lo van delimitando y a las cuales, en este
momento, ustedes tienen que acceder. Cuando se lee en un determinado texto
que el derecho faculta a fulanito de tal a proceder en contra de zutanito,
entendemos claramente qué es el derecho. Pero atención: uno es –el derecho -
para el fulanito de tal y otro, muy distinto, pero también derecho, es el de zutanito.
Aquí entonces hay elementos que debemos precisar. ¿Cuáles son esas formas
posibles del derecho?
Nos dice Luís María Olaso que al acercarnos al derecho objetivo debemos levantar
velas sobre su significado etimológico: del latín, “ob iectum”, echado enfrente.
Entonces entendemos que nos referimos a ese derecho con el cual “tropieza la
actividad del hombre en la vida social y le exige acomodarse a sus mandatos”
(OLASO, 2003: 23). Es decir, identificamos esta primera forma del derecho con el
conjunto de normas establecidas de forma impero-atributiva en un sistema
determinado. Este sistema es lo que conocemos como Ordenamiento Jurídico. Un
ejemplo de ello sería nuestro Ordenamiento jurídico Venezolano, es decir, el
conjunto de normas que han sido elaboradas de acuerdo a un proceso
determinado por el mismo Estado Venezolano, y que son obligatorias para todos los
que vivimos en el territorio venezolano. Este Ordenamiento jurídico, se entiende, es
diferente del que rige para nuestro país vecino, Colombia, o para cualquier otro
país en el mundo.
El derecho positivo en cambio supone la premisa: “ubi societas, ibi ius”: donde hay
sociedad, hay derecho. Es decir, el hombre como individualidad no es inferencia
suficiente para el derecho positivo. Es necesario que aparezca la organización del
hombre en comunidades para que hablemos de una conformación del Derecho
Positivo. La pregunta que se nos ocurre es tan infecunda como caducas pueden
parecer las eternas discusiones que ocuparon a los iusfilósofos durante tanto tiempo.
¿Cuál de estos dos derechos será el más verdadero o el más fundamentado?
Sesión 5
De lo visto en la última sesión del tema uno podemos derivar que, en un plano
general, aparecen dos grandes formas de concebir el derecho, esto es, dos
grandes campos de acción en los cuales el derecho aparece con características
bien definidas. Hemos dicho que estas son:
Derecho Positivo
Derecho Natural
Podemos entenderlo como “el conjunto de normas jurídicas dictadas por el poder
social competente siguiendo el procedimiento de elaboración pautado a tales
efectos y que conlleva sanciones externas” (Hernández Gordils: 2004, 11). A partir de
allí diremos que es precisamente ese Derecho el que fundamentalmente
abordamos durante este curso de Introducción al Derecho. Sin embargo, lejos de
figurarnos la idea de unas anteojeras que limitan nuestra percepción de la ruta a
seguir en una carrera, esta manera “objetiva-positiva” de ver el Derecho, será
solamente una delimitación que no obviará, de ninguna forma, el hecho de que el
Derecho en sí mismo, además de tener una inspiración de tipo natural, debe
entenderse, como hemos referido antes, de forma tridimensional: como norma, pero
también como valor y también como hecho social.
Sesión 6
Se habla de un Derecho eficaz cuando nos referimos a ese derecho que está
vigente y que además se aplica: es decir, que está en uso y que tiene vigor.
Decimos que su aplicación se da en virtud de la aceptación gustosa y del
reconocimiento de la mayoría del grupo social al cual se aplica. Es decir, que este
derecho tiene una aceptación de parte del conglomerado social a quien va
dirigido. El punto que hay que subrayar aquí es el beneplácito, la anuencia o el
asentimiento del grupo social. Se corresponde, esta idea, con la de “validez social”.
Así pues, un derecho eficaz será aquel que goza de validez social.
Podemos decir entonces, a modo de conclusión, junto con Miguel Reale, que un
derecho -o una ley concretamente - serán válidos si, además de ser vigente y
eficaz, tienen fundamento.
EL PLURALISMO JURÍDICO
EN COLOMBIA, PERÚ, BOLIVIA Y ECUADOR.
(DERECHO CONSUETUDINARIO Y JURISDICCIÓN INDÍGENA)
Ahora, con estas breves hojas, pretendemos, a través de los cuatro Estados que
han reconocido en sus Constituciones el ejercicio de funciones jurisdiccionales por parte de las
autoridades indígenas en base a su Derecho consuetudinario, dar una visión general sobre el
pluralismo jurídico. Los Estados en cuestión son: Colombia (con un 2% de población indígena),
Perú (con el 40%), Bolivia (con el 63%) y Ecuador (con otro 40%).
1. INTRODUCCIÓN:
Dicha obra obtuvo el primer premio “Facultad de Derecho de Valencia” a los mejores trabajos de investigación jurídica de 1998.
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fronteras, lo que se ha venido denominando por la doctrina el pluralismo étnico y
cultural2. En este sentido se está reconociendo una realidad sociológica como es la
existencia, a nuestros efectos, de los pueblos indígenas.
Ver ANEXO I: ALGUNOS EJEMPLOS DE CONSTITUCIONES LATINOAMERICANAS QUE RECONOCEN EL PLURALISMO ÉTNICO Y
CULTURAL.
Por etnocidio se entiende un proceso de destrucción cultural deliberada. Sobre el particular puede consultarse, entre otros, el libro
“Rostros de las prácticas etnocidas en Guatemala” de José Emilio Rolando Ordoñez Cifuentes.
Hemos tomado como referencia la clasificación que normalmente utiliza la Dirección General de Asuntos Indígenas del Ministerio
del Interior colombiano.
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Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966) únicamente hace mención a las
mismas en el artículo 275, artículo, por lo demás, sumamente criticable. Así, podemos
observar como dicho precepto no se refiere a las minorías como tales, sino a las
“personas que pertenecen a dichas minorías”, continuando, por tanto, la visión
individualista que reflejaba la Declaración Universal.
El artículo 27 dice así: “En los Estados en que existan minorías étnicas, religiosas o lingüísticas, no se negará a las personas que
pertenezcan a dichas minorías el derecho que les corresponde, en común con los demás miembros de su grupo, a tener su propia
vida cultural, a profesar y practicar su religión y a emplear su propio idioma”.
STAVENHAGEN, Rodolfo. “El sistema internacional de los derechos indígenas”, conferencia impartida en el programa de
Doctorado Relaciones Interétnicas en América Latina: Pasado y Presente, Universidad Internacional de Andalucía, La Rábida
(Huelva), 1998.
Sustituyó al Convenio 107 de la OIT de 1957.
Ver ANEXO II: PAÍSES QUE HAN RATIFICADO EL CONVENIO 169 DE LA OIT SOBRE PUEBLOS INDÍGENAS Y TRIBALES EN PAÍSES INDEPENDIENTES.
Artículo 9
1. En la medida en que ello sea compatible con el sistema jurídico nacional y con los
derechos humanos internacionalmente reconocidos, deberán respetarse los métodos a
los que los pueblos interesados recurren tradicionalmente para la represión de los delitos
cometidos por sus miembros.
Por tanto, para concluir, descartadas las razones políticas que intentan imponer el
Derecho del Estado en todo el territorio del mismo desconociendo la realidad, podemos
Vid. CORREAS, Óscar. “La Teoría General del Derecho frente al Derecho Indígena”, en Crítica Jurídica, revista latinoamericana de
Política, Filosofía y Derecho, nº 14, UNAM, México, 1994, p. 25.
Teoría monista del Derecho y Estado, que enlaza con el etnocentrismo (identificar el Derecho del Estado con la cultura occidental
dominante, marginando a las demás culturas del país).
Vid. GÓMEZ, Magdalena. Derechos Indígenas. Lectura comentada del Convenio 169 de la OIT, Instituto Nacional Indígena,
México, 1995, p. 67.
Vid. CORREAS, Óscar. Op. cit., p. 26.
Vid. DÍAZ GÓMEZ, Florentino (Coor.), Contribuciones a la discusión sobre Derechos Fundamentales de los pueblos indígenas -
Simposio indolatinoamericano-, Servicios del Pueblo Mixe A.C.(SER), México, 1995, p 33 y 34.
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afirmar que existen, junto a los sistemas jurídicos estatales, sistemas jurídicos indígenas
“creados alrededor de sus conocimientos, que cuentan con sistemas propios de autoridad y
representación, decisión, control y regulación social” (Vicente Cabedo)14
De una forma más amplia podemos definir, con Raquel Yrigoyen15, la pluralidad
jurídica como “la existencia simultánea -dentro del mismo espacio de un estado- de diversos
sistemas de regulación social y resolución de conflictos, basados en cuestiones culturales,
étnicas, raciales, ocupacionales, históricas, económicas, ideológicas, geográficas, políticas, o
por la diversa ubicación en la conformación de la estructura social que ocupan los actores
sociales”.
Vid. CABEDO MALLOL, Vicente. La Jurisdicción Especial Indígena de Colombia y los Derecho Humanos, Tirant lo Blanch (en
impresión).
Vid. YRIGOYEN FAJARDO, Raquel Z. . “Un nuevo marco para la vigencia y desarrollo democrático de la pluralidad cultural y
jurídica: Constitución, jurisdicción indígena y derecho consuetudinario. Colombia, Perú y Bolivia”, en Desfaçiendo Entuertos, Ceas,
Lima, 1995, p. 9.
Vid. PERAFAN SIMMONDS, Carlos César. “Reflexiones sobre la Jurisdicción Especial Indígena”, en Anuario Indigenista, vol. xxx,
diciembre de 1993, pp. 331y 332.
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III.II Regulación constitucional del Derecho y la Jurisdicción Indígena.
Artículo 246 de la Constitución colombiana: “Las autoridades de los pueblos indígenas podrán ejercer funciones jurisdiccionales
dentro de su ámbito territorial, de conformidad con sus propias normas y procedimientos, siempre que no sean contrarios a la
Constitución y leyes de la República. La ley establecerá las formas de coordinación de esta jurisdicción especial con el sistema
judicial nacional”.
Artículo 149 de la Constitución peruana: “Las autoridades de las Comunidades Campesinas y Nativas, con el apoyo de las Rondas
Campesinas pueden ejercer funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial de conformidad con el derecho
consuetudinario siempre que no violen los derechos de las personas. La ley establece las formas de coordinación de dicha
jurisdicción especial con los Juzgados de Paz y con las demás instancias del Poder Judicial”.
Artículo 171 párrafo 3º: “Las autoridades naturales de las comunidades indígenas y campesinas podrán ejercer funciones de
administración y aplicación de normas propias como solución alternativa de conflictos, en conformidad a sus costumbres y
procedimientos, siempre que no sean contrarias a esta constitución y las leyes. La le y compatibilizará estas funciones con las
atribuciones de los Poderes del Estado”.
Artículo 191 párrafo 4º: “Las autoridades de los pueblos indígenas ejercerán funciones de justicia, aplicando normas y
procedimientos propios para la solución de conflictos internos de conformidad con sus costumbres o derecho consuetudinario,
siempre que no sean contrarios a la Constitución y las leyes. La ley hará compatibles aquellas funciones con el sistema judicial
nacional”.
Vgr. La Constitución paraguaya de 1992, en u artículo 63 (De la identidad étnica), establece que los pueblos indígenas “tienen
derecho (...) a la voluntaria sujeción a sus normas consuetudinarias para la regulación de la convivencia interna, siempre que ellas
no atenten contra los derechos fundamentales establecidos en esta Constitución”, añadiendo que “en los conflictos
jurisdiccionales se tendrá en cuenta el derecho consuetudinario indígena”.
Por su parte, la Constitución mexicana, con la adición del párrafo primero del artículo 4 en el año 1992, establece que
“(...) en los juicios y procedimientos agrarios en aquéllos que sean parte (en referencia a los indígenas), se tomarán en cuenta sus
prácticas y costumbres jurídicas en los términos que establezca la ley”.
Son los anteriores dos claros ejemplos, sobre todo el mexicano, que están muy lejos de lo que entendemos por pluralismo
jurídico (reconocimiento del Derecho consuetudinario y ejercicio de la jurisdicción indígena).
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recurre a toda una construcción gramatical como la indicada?. La respuesta, a nuestro
entender, está en la finalidad del constituyente a la hora de redactar el precepto. El
constituyente, conscientemente, no quiso utilizar los términos jurisdicción, justicia o, incluso, al
referirse a la ley de coordinación, poder judicial. Existe, creemos, un espíritu más restrictivo de
pluralismo jurídico que en las otras Constituciones, pudiendo traducirse en la práctica en límites
al ejercicio de estas funciones jurisdiccionales.
El verbo coordinar nos sitúa más en un plano de igualdad entre jurisdicciones que el verbo compatibilizar. De todos modos
también la Constitución ecuatoriana sigue la opción de la boliviana en este punto.
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dentro de su comunidad (coinciden los elementos personal y territorial). Sin embargo, en
relación con Colombia, que es el primero de los cuatro Estados que se analizan que reconoció
la “jurisdicción especial indígena”, hemos podido comprobar en un anterior trabajo23 como los
supuestos pueden ser más complejos.
Planteamientos generales.
Por otra parte, no debe olvidarse que estos cuatro países han ratificado el
Convenio 169 de la OIT, el cual, como vimos en la introducción a este trabajo, en sus artículos 8
y 9, también aborda el problema de los límites del Derecho consuetudinario. En concreto el
Convenio se refiere a la compatibilidad del Derecho indígena con “el sistema jurídico nacional
y con los derechos humanos internacionalmente reconocidos”.
Al igual que en Colombia, en el Perú se ha pasado de considerar al indígena un inimputable, que debía ser civilizado en una
colonia agrícola (Código Penal de 1924), a aplicar la doctrina del error culturalmente condicionado (artículo 15 del Código Penal
de 1989), que excluya o limita la responsabilidad de la persona.
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indígenas no sean contrarios a la Constitución. Esta es, por otra parte, la interpretación que la
Corte Constitucional colombiana sigue en sus sentencias.
El problema, una vez más, se plantea en el ámbito del Derecho penal, en cuanto
determinados procedimientos y sanciones indígenas podrían violar los derechos humanos, lo
cual nos conduce irremediablemente al debate en torno a la universalidad de los derechos
humanos, tachados de occidentales por los indígenas, y el relativismo cultural. En definitiva, a
la polémica entre derechos individuales occidentales y derechos colectivos de los pueblos
indígenas.
b. “No deberán ser considerados como derechos humanos aquellos derechos colectivos
que violan o disminuyen los derechos individuales de sus miembros”.
CABEDO MALLOL, Vicente José. “Los derechos humanos desde la perspectiva indígena”, en Paideia, Instituto para el Desarrollo de
la Democracia Luís Carlos Galán, Bogotá, octubre 1998.
CABEDO MALLOL, Vicente José. La Jurisdicción .... Op. cit. .
STAVENHAGEN, Rodolfo. “Los derechos indígenas: algunos problemas conceptuales”, conferencia impartida en le programa de
Doctorado Relaciones Interétnicas en América Latina: Pasado y Presente, Universidad Internacional de Andalucía, La Rábida
(Huelva), 1998
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Esta última conclusión nos sirve para enlazar con el punto siguiente, en el cual
determinaremos los límites mínimos que deben respetar los procedimientos y las sanciones
indígenas, es decir aquellos derechos individuales que no pueden ser violados so pretexto del
respeto a la diversidad, del derecho a la autonomía.
- De acuerdo con la regla anterior, los límites, en aras del reconocimiento de los pueblos
indígenas, han de ser los mínimos, lo que la Corte constitucional denomina “los mínimos
aceptables”.
De a cuerdo con lo anterior, en las Sentencias se señala que estos límites vendrán
constituidos por el derecho a la vida, la prohibición de la esclavitud y la prohibición de la
a. Situación actual.
Para la Corte “este grupo de derechos se encuentra dentro del núcleo de derechos intangibles que reconocen todos los tratados
de derechos humanos” (Sentencia T-349 de 1996).
Las sanciones del cepo y del fuete conllevan, sin duda, un trato inhumano o, cuanto menos, degradante. Sin embargo, la Corte
constitucional no lo consideró así en sus Sentencias T-349 de 1996 y T-523-1997 (vid. CABEDO MALLOL, Vicente. Op. cit.).
CABEDO MALLOL, Vicente. Op. cit. .
En este sentido se ha venido pronunciando la Corte Constitucional colombiana en relación a la jurisdicción especial indígena
colombiana.
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auténtico legislador positivo, delimitando competencias y estableciendo los límites mínimos a
dicha jurisdicción indígena. De igual modo tendrán que operar los Altos Tribunales de Perú,
Ecuador y Bolivia cuando se les planteen estos problemas. Esta situación resulta claramente
insostenible, por cuanto no es ésta la labor de un Tribunal Constitucional, sin entrar a valorar los
peligros que ello conlleva.
Sobre estos presupuestos, los temas clave objeto de esta Ley de coordinación
serían, principalmente, los siguientes:
No cabe duda del gran paso que han dado Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador
con el reconocimiento constitucional del pluralismo jurídico. Particularmente consideramos
que éste es el último de los derechos colectivos que necesitaban alcanzar los pueblos
indígenas para ser considerados como tales.
Si importante es el derecho al territorio para los indígenas, también lo es el
derecho de autonomía, que está íntimamente relacionado con el primero, y esa autonomía
debe desdoblarse en todos sus ámbitos: político, económico y judicial. La autonomía en el
plano judicial resultará claramente insuficiente si el Estado se limita a reconocer el Derecho
consuetudinario pero no permite ejercer funciones jurisdiccionales a las autoridades indígenas.
Aceptar el pluralismo jurídico supone aceptar la jurisdicción indígena.
El no reconocer a los pueblos indígenas su Derecho y el ejercicio de su
jurisdicción supondría privarles de parte de su cultura, de su identidad. Por ello, pensamos que
el gran reto de los países latinoamericanos con poblaciones indígenas es reconocer el
pluralismo jurídico.
Noruega 19/06/90
México 05/09/90
Colombia 07/08/91
Bolivia 11/12/91
Paraguay 02/02/94
Perú 02/02/94
Honduras 28/03/95
Guatemala 05/06/96
Dinamarca 22/02/96
Fiji 03/03/98
Ecuador 15/05/98
CAICEDO, Luís Javier. Derechos y deberes de los pueblos indígenas, ediciones San Pablo,
Bogotá, 1996.
CABEDO MALLOL, Vicente José. “Los derechos humanos desde la perspectiva indígena”, en
Paideia, Instituto para el Desarrollo de la Democracia Luís Carlos Galán, Bogotá, octubre 1998,
pp. 8-11.
CABEDO MALLOL, Vicente José. La Jurisdicción Especial Indígena de Colombia y los Derecho
Humanos, Tirant lo Blanch (en impresión).
COJTI COXIL, Demetrio. Políticas para la reivindicación de los mayas de hoy (Fundamente de
los Derechos Específicos del Pueblo Maya), de. CHOLSAMAJ, Guatemala, 1994.
CORREAS, Óscar. “La Teoría General del Derecho frente al Derecho Indígena”, en Crítica
Jurídica, revista latinoamericana de Política, Filosofía y Derecho, nº 14, UNAM, México, 1994,
pp. 15-31.
DÍAZ POLANCO, Héctor. Autonomía regional. La autodeterminación de los pueblos indios, Siglo
Veintiuno editores, México, 1991.
DURAND ALCÁNTARA, Carlos. Derechos indios en México ... derechos pendientes, Universidad
Autónoma Chapingo, México, 1994.
GÓMEZ, Magdalena. Derechos Indígenas. Lectura comentada del Convenio 169 de la OIT,
Instituto Nacional Indigenista, México, 1995.
LÓPEZ y RIVAS, Gilberto. Nación y pueblos indios en el neoliberalismo, Plaza y Valdés editores,
México, 1995.
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Asignatura: Introducción al Derecho
ORDOÑEZ CIFUENTES, José Emilio Rolando. Rostros de las prácticas etnocidas en Guatemala,
Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1996.
WILFREDO, Ardito. Los indígenas y la tierra en las leyes de América Latina, Survival, Londres,
1996.
----------CN
C.N.---------
-------- leyes orgánica
---reglamentos
-- -contratos
Leyes orgánicas---- -----formas de actuar
-- usos y costumbres
Reglamentos--
Sesión 8
Sujetos Objetos
Así, pues, entendidas estas tres categorías, podemos encontrar que el Derecho
Derecho
Sesión 9
- Dogmática jurídica
- Sociología jurídica *
- Derecho comparado
- Derecho Comparado.
- Antropología Jurídica.
- Lógica Jurídica.
- Psicología Jurídica.
- Informática Jurídica.
c. Teoría de la Justicia.
Lógica Jurídica
Ontognoseología Jurídica Ser del Derecho
Teoría General del Derecho
Sociología Jurídica
Culturología Jurídica Hecho Historia del Derecho
Etnología Jurídica
Psicología Jurídica
Jurisprudencia o Ciencia
Epistemología Jurídica Norma del Derecho
.
Reale, Miguel. 1993
Sesión 10
Sabemos que la libertad del hombre esta regida por un orden o por un conjunto de
disposiciones que intenta coordinar su existencia con la existencia de los otros.
Sabemos a estas alturas del curso que el Derecho aparece precisamente en esta
intención humana de ordenar, regular o coordinar su conducta en relación con los
demás o con el otro. Pero es consecuente, además, que el Derecho no es el único
tipo de orden universal a saber. Suele dividirse el ordenamiento humano, en reglas
de tipo social, religioso, moral y jurídico (Olaso: 2003, 71 y sig.) Y cualquiera de ellos
cabe en su definición:
Y entender que serán necesarios todos ellos, para cualquier tipo de orden del que
se esté hablando, sea social, moral o jurídico.
De donde:
a. Orden Religioso
b. Orden moral-personal
c. Orden moral-social
d. Orden jurídico
Sin embargo, somos de la opinión de agrupar el orden más bien en dos categorías,
no obstante, universales:
Orden
Orgánico Social
Sesión 11
Dependencia
total del derecho
Identidad entre Independencia Identidad entre
con respecto de
derecho y moral entre la moral y el derecho y moral
la moral
derecho
Sesión 13
Orden
Entendiendo que a estas alturas tenemos clara la definición y la relación del orden
Moral con el orden Jurídico, nos va quedando pendiente, a desarrollar de seguida,
lo referente al Orden Social.
Nos dice Elías Díaz que junto a la ética y al Derecho se puede encontrar, dentro del
orden social, un tercer sistema normativo que presentando analogías con la Moral y
el Derecho, no pertenece a ninguno de ellos, sino que expresan la diferenciada
regulación de lo que se conoce como urbanidad, cortesía, etc. Y que aluden los
comportamientos humanos relativos a la forma de vestirse, de saludarse, de
expresarse, etc. Se trata de comportamientos reglados y cuya regularidad y
uniformidad vienen impuesto por un tipo de normas sociales que no son, en efecto,
ni morales, ni jurídicas y que aceptamos denominarlas, siguiendo la terminología ya
clásica de Recasen Siches: “Reglas de Trato Social”. (Elías Díaz: 1992, 30)
Tanto Recasen Siches, como Olaso, o el mismo Elías Díaz, diferencian esta expresión
Según esto, Díaz diferencia el Uso social de Reglas de trato Social y entiende: toda
Regla de Trato Social es indiscutiblemente un Uso Social, pero en cambio todo Uso
Social no tiene porqué ser Regla de Trato Social, en tanto que hay Usos Sociales que
derivan en normas de tipo morales y otras derivan en normas de tipo jurídicas.
Sesión 14
Moral no no no no
Derecho si si si si
Costumbres no si no no
Teorías acerca de la relación del derecho con las reglas de trato social.
Sesión 15
1. Los Fines del Derecho: Diferenciación con los Fundamentos y las Fuentes
Fines: es aquello por lo cual algo existe o se hace (Olaso: 1994,379). Es “lo que
pretende conseguir el derecho”, o a lo que se dirige, como institución social:
justicia, bien común o seguridad jurídica; o en general: el orden y la paz social. De
donde, si bien es claro que el Derecho es un medio de ordenar la conducta
humana, menos claro se nos presenta la interpretación del sentido de dicha
ordenación. En palabras de Atienza, podríamos preguntarnos si acaso el consabido
sentido del Derecho será: ¿tratar de conservar a toda costa una estructura social
determinada? ¿O posibilitar su transformación? ¿Hacer posible la paz social?
¿Establecer y mantener un tipo de organización social basada en la fuerza y en la
imposición de unos grupos o clases sobre otros?
Sesión 15: Los fines del Derecho: Diferenciación con los fundamentos y las fuentes.
Si seguimos a los autores, podemos agrupar todas estas y las que se nos escapan, en dos
grandes grupos de razones, que según sea la posición filosófico-jurídica, podemos llamarlas
Teorías subjetivas o Teorías objetivas y, como veremos de seguida, su aplicación tiene absoluta
repercusión en todas las ramas de la ciencia del Derecho.
1. TEORIAS SUBJETIVAS
Teorías subjetivas:
Subjetividad: que pertenece al sujeto, al interior del hombre, a su espontaneidad, a su
inspiración, a su razón.
Escuela racionalista del Idealismo trascendental * Teoría pura del
* Derecho Natural. de Kant y Stammler. derecho de Hans Kelsen.
SS. 17 y 18, La “diosa SS. 18, 19 y 20. Desde SS. 19 y 20. Creada por
razón” es capaz de Kant hasta la escuela de Kelsen y defendida por
arreglar el mundo. Marburgo de Stammler: la “Escuela de Viena”:
El fundamento del “el derecho ha de ser
Derecho “viene desde depurado de todos los
adentro”: de la razón. elementos que le son
extraños”
El hombre es un “animal El entendimiento Supone el orden jurídico
racional”. humano es el creador validado en la hipótesis
de los objetos científicos científica de la norma
y de sus leyes. fundamental: la primera
Constitución de un
Estado.
El Derecho es El derecho está Propone depurar el
“completo” y es compuesto por un derecho: 1) El Derecho
Todas estas teorías subjetivas tiene en común el racionalismo: postura o actitud filosófica que
exagera el papel de la razón con detrimento de la experiencia. Desde Platón, cuando nos
habla del episteme o mundo de las ideas, la razón puede considerarse, para algunos, el
verdadero y a veces único conocimiento.
2. TEORIAS OBJETIVAS.
Objetividad: lo que está fuera del hombre, todo lo demás que no es subjetivo: lo que él
conoce, le afecta o le impresiona.
Escuela histórica Sociologismo Realismo Marxismo.
del Derecho. jurídico. americano y
Escuela d Upsala.
Se inspira en la Sigue fielmente Norteamérica, SS. Marxismo o
Escuela los postulados de 19. Y Escuelas Materialismo
Romántica de Augusto Comte Escandinavas: dialéctico: Carlos
Shelling (1775- Upsala. Marx (1818- 1883)
1854)
El Derecho es el Se refiere la El Derecho no Dentro del
producto de la importancia de tiene valor llamado
evolución los hechos absoluto, es tan materialismo
histórica de ese sociales para el solo un medio o dialéc- tico o del
organismo social: Derecho. El instrumento para socialismo
el pueblo. (Del Derecho mismo promover el éxito científico,
“Volksgeist” al es también un y la felicidad encontra- mos al
Derecho) Hecho Social. social. Por ello los Derecho no
jueces son como elemento
protagonistas esencial para la
principales. convivencia
humana
Autores: Autores: Emilo Autores: Autores:
Montesquieu Durkheim – americanos: Carlos Marx
(1689-1755) en “El sociólogo- (1859- Roscoe Pound, (1818- 1883),
espíritu de las 1917); Duguit – Jerome Hall, Federico Engels
leyes”; Karl Von jurista - (1859- Jerome Frank. Y (1820-1895); Lenin
Savigny 1928) Escandinavos: (1870-1924)
(1799.1861); Olivecrona, Karl.
Puchta (1798-
1846);
Se rechaza el Se considera al El Derecho tiene La existencia del
Derecho Natural Derecho como una conciencia Derecho en la
Racionalista y un producto formada desde sociedad
también la social, el medio afuera. Son comunista está
codificación. Se con el cual un elementos aun en discusión.
atiende a la organismo social fácticos y En caso de existir,
tradición y a la se protege y mudables los que actúa como un
costumbre como conserva así su determinan al orden coercitivo
fuentes del existencia. Derecho. técnico, no como
Derecho. “superestructura”
jurídica.
Críticas: El Críticas: La Críticas: Si bien Críticas: Se le
Derecho no es sociedad como destaca la critica la
solamente el organismo importancia del incongruencia en
producto de esas viviente no debe factor la
fuerzas silenciosas ser más que una sociológico, no Fundamentación
de la sociedad; metáfora distingue su del Derecho:
esas fuerzas no figurativa del fundamento del Cuando el
Profesora: Fátima El Fakih
Asignatura: Introducción al Derecho
son tan silenciosas lenguaje. El de cualquier otro marxismo analiza
y algunos hombre además fenómeno social. el derecho de la
derechos de un ser social, sociedad clasista,
plurinacionales no también es un ser sigue una postura
tiene tan claro moral. objetivista; en la
ese “espíritu del dictadura del
pueblo” proletariado, una
línea finalística y
al tratar la
sociedad final
comunista, cae
en el idealismo
(Olaso: 1994, 295).
Todas estas Teorías objetivas acerca del fundamento del Derecho tienen en comúnsu
fundamento en el empirismo: postura o actitud filosófica que exagera el papel de la
experiencia en detrimento de la razón; desconfiando de los conocimientos racionales
obtenidos por medio de la deducción, empleando solamente la inducción. Después de
Augusto Comte se extiende el método positivista a las Ciencias Sociales y al Derecho. La
conciencia del derecho se forma entonces, en el hombre, “desde afuera”, permaneciendo su
razón pasiva.
3. TEORIAS MIXTAS.
Dentro de lo que los autores denominan “teorías mixtas” encontramos aquel grupo de
postulados que buscan fundamentar el Derecho tanto en argumentos de carácter objetivo,
como en argumentos de tipo subjetivo. Son clásicas, por ejemplo:
Teoría del Voluntariado Jurídico
Teorías Iusnaturalistas.
Como acerca del Iusnaturalismo ya hemos profundizado en: Tema 1, Tema 2 y Tema 3, nos
dedicaremos a exponer brevemente las Teorías del Voluntarismo. Jurídico.
Escuela de la exégesis:
Sesión 16
Coinciden los autores (Hernández Gordils: 2004, 96; Olaso: 1994, 380) que podemos
encontrar dos tipos de fines:
- Fin de la cosa “en si”, finis operis. Lo lleva la cosa en si misma, ontológicamente. De
allí que se diga que tal cosa “es para algo”, “existe para algo”. Para el Derecho
este tipo de “fin” o “fines” se descubre como una abstracción hecha del tiempo,
del espacio y de los problemas concretos que pretende resolver en los diversos
países y las diversas circunstancias, el mismo Derecho.
- Fin del sujeto, finis operantis. Lo pretende el sujeto agente “a través” del anterior o
contando con él. A este se refieren los autores como “fines particulares” y en
relación al Derecho, podríamos decir que varían de acuerdo al legislador y a la
utilidad que le demos al Derecho.
Podríamos ubicar los “fines del derecho” en dos grandes aspiraciones: la de justicia-
No es claro para la Doctrina el hecho de que haya absoluta armonía entre los fines
del derecho, o posiblemente exista, entre ellos, notorias antinomias. Como afirma
Radbruch: los fines del derecho no solamente son variados, sino que además entre
ellos están en constante oposición: el bien común predominó sobre la justicia y la
seguridad jurídica en la llamada época del Estado-policía. En sentido opuesto,
cada vez que el iusnaturalismo se hace predominante, la justicia asume el papel
protagónico y en cambio, para la postura iuspositivista, es claro que lo que
prevalece es la seguridad jurídica. Para otros (Hernández Gordils: 2004, 98) el
conflicto entre el bien común y la certeza jurídica tiende a resolverse en la justicia.
En todo caso admitimos que los tres fines, acogidos en doctrina como fines
fundamentales del Derecho, coexisten en armonía y en necesaria interrelación tal
como veremos de seguida:
Seguridad
Jurídica
Lejos pues, de ver la antinomia entre los tres fines claramente aceptados en
Doctrina, para el Derecho, se apuesta por una conjugación de ellos en igualdad de
proporciones, cuando menos teóricamente. Es fácil entender, desde los autores,
que la justicia y la seguridad lejos de ser antinómicas, son dos elementos o dos caras
bien definidas del bien común: bien comprendidas tienen un mismo sentido, según
se coloque uno desde el punto de vista del individuo (justicia) o de la sociedad
(Seguridad jurídica):
Bien común
Individual: Social:
Justicia Seguridad jurídica
Sesión 16: Los fines del Derecho: Justicia, Bien común y Seguridad jurídica.
Bien común
Individual: Social:
Justicia Seguridad jurídica
Sesión 17
Norberto Bobbio (Bobbio: 1980, 1) refiere que la ciencia del Derecho del siglo 19, y
hasta hace muy pocos años, se centró en el análisis estructural del Derecho, sin
preocuparse mucho por su dimensión funcional. Pero el Derecho, en las sociedades
contemporáneas, platea diversos problemas cuyo análisis exige la adopción de una
perspectiva funcional que aparece no tanto como incompatible, sino como
complementaria con la hasta ahora desarrollada perspectiva estructural.
Esta visión, sin duda, vino de la mano de los sociólogos del derecho (Soriano: 1997,
381) cuando se puso de manifiesto la cantidad de lagunas de los ordenamientos
jurídicos estatales, dando paso al pluralismo jurídico, a la inserción del derecho en la
sociedad y a su actuación dentro del complejo de relaciones sociales. Ahora bien,
cabría revisar los factores que han hecho posible la aparición de un análisis
funcional del derecho, o lo que es lo mismo, preguntarnos: ¿Por qué no bastaba un
análisis estructural del Derecho?
Manuel Atienza (1989, 54) resume las siguientes razones que intentan explicarnos el
porqué aparece la necesidad de un análisis funcionalista, por encima del
estructural:
En todo caso a estas alturas tenemos que tener claro que hay tres dimensiones
desde las cuales podemos considerar y categorizar, más que al Derecho en si
mismo, a la realidad jurídica:
Sesión 18
Tal vez deberíamos, con Soriano, distinguir en primer lugar, los dos ángulos
funcionales del derecho:
Esta función significa que el derecho sirve como justificación del poder, en tanto
este se ejerza conforme a los modelos normativos reconocidos por los sujetos
obligados como derecho valido. Obra así una identificación entre legitimidad y
legalidad. En esta perspectiva el poder es legítimo si se sujeta al derecho.
Autor Aportación
Talcott Parsons El derecho aparece como el tercero
de los resortes que emplea el sistema
social para mantener su identidad (el
1ro. es el proceso de sociabilidad y el
2do es la institución): el derecho
contribuye a la estabilidad haciendo
frente a cualquier intento de cambio
localizado. Es un instrumento de
integración social que actúa a través
de la legitimación, la interpretación,
la sanción y la jurisdicción.
Norberto Bobbio Estudia las funciones del derecho
divididas claramente en dos
vertientes: A) Función represora del
derecho (reprime los
comportamientos sociales con
sanciones negativas, consecuencias
desagradables) y B) Función
incentivadora del derecho (el
derecho incentiva con sanciones de
tipo positivo como los premios y los
beneficios) De allí se deduce:
A) Derecho represor---------------------
Estado liberal
B) Derecho promocional-----------------
Estado Social
Manfred Rehbinder Elabora un plantel de funciones,
derivadas de las propuestas por
Llewellyn:
Resolución de conflictos: con
marcado carácter jurisprudencial.
Orientación del comportamiento:
tiene carácter preventivo.
Legitimación y organización del
poder social: reglas de competencia
y procedimiento.
Configuración de las condiciones de
vida: el derecho incentiva las
actividades de los grupos.
Cuidado del derecho: entendido
como un arte o técnica del derecho
para cuidarse a si mismo.
Profesora: Fátima El Fakih
Asignatura: Introducción al Derecho
Vicenzo Ferrari Divide las funciones del derecho en
tres principales:
Orientación social de la conducta
Tratamiento de conflictos declarados
Legitimación del poder.
Y otras subsidiarias: distributiva,
organizativa, educativa, integradora,
represiva, promocional.
Adam Podgòrecki Establece cinco funciones para el
Derecho:
integración: derivada de las
recíprocas expectativas y de los
valores comunes del sistema
petrificación: consolidación de
pautas de conducta reconocidas
como funcionales.
Reducción: categorías abstraídas de
la variedad de situaciones sociales.
Motivación: supone la orientación del
comportamiento dictado por las
normas legales.
Educación: como el fomento de
hábitos positivos y la eliminación d
conductas no dadas.
W. Aubert También esquematiza en cinco las
funciones del derecho, a saber:
1. instrumento del gobierno para la
orientación de la conducta de los
ciudadanos.
2. medio de distribución de recursos
y cargas en la sociedad
3. Salvaguarda de las expectativas
de las personas
4. tratamiento y resolución de
conflictos
5. expresión de ideas y valores.
Sesión 19
Entendemos en primer lugar que se define como: “El acto o proceder contrario a la
justicia, dictado sólo por el capricho”. Se toma como sinónimo de injusticia, tropelía,
violencia, desafuero. Aunque se pueden confundir en los actos, la Arbitrariedad y el
Derecho, la más simple ubicación de lo “Arbitrario” nos indica que son actos o
maneras de proceder, contrarios a la justicia, a la razón y a las leyes. Es decir: actos
dictados no por mandato del Derecho o de la ley, sino por la voluntad o el capricho
del mismo custodio de la ley, esto es, por el propio poder público. La Arbitrariedad
supone la búsqueda del bien propio, en detrimento del bien común. No se adhiere
a las leyes, aun cuando supone su actuación sobre la base de las mismas. He allí el
punto resbaloso en el que nos confluyen el Derecho y la Arbitrariedad.
Arbitrariedad Derecho
El mandato se funda exclusivamente El mandato esta fundado sobre una
en la voluntad del superior norma o principio de validez objetiva
La relación se basa en la supremacía La relación entre las partes es
de un hombre sobre otro hombre impersonal
El mandato arbitrario se presenta El mandato jurídico responde a una
como una irregularidad caprichosa norma de regularidad inviolable
Son ejemplos de arbitrariedad: los Los actos antijurídicos de los
actos antijurídicos, de los poderes particulares y también los de los
públicos, con carácter inapelable órganos subalternos del poder
público y asimismo todos aquellos
** La calificación de arbitrariedad no
susceptibles de apelación, son
se aplica a todos los actos contrarios
calificados de ilegalidad civil, de
al Derecho, sino solamente aquellos
falta, de delito, de sentencia
actos que proceden de quien
incorrecta y son ejemplos de actos
dispone del supremo poder social
contrarios a Derecho. Pero no son
efectivo que son entendidos como
entendidos como arbitrariedad en el
antijurídicos.
sentido riguroso de la palabra, porque
son sancionables y rectificables por
instancias superiores.
Generalidades
Derecho significa conjunto de normas de conducta que rigen el comportamiento del hombre
en sociedad, de forma obligatoria y coactiva.
Todo aquel que actúe de conformidad con lo establecido en la norma jurídica se considera
ajustado a Derecho, es decir, que se comporta legalmente.
Todo Derecho cristaliza en un sistema de legalidad. Legal es todo aquello que es mandado
por la Ley, conforme a su letra o en su espíritu. Legal es todo lo que es legítimo, lo que es lícito,
es decir, ajustado a lo que exige la ley. La legalidad constituye la forma del Derecho y no la
esencia material del mismo.
Consideramos como actos antijurídicos o ilícitos aquellos que son contrarios a Derecho y
pueden ser cometidos por cualquier persona en sentido general, sean públicas o privadas. Si
entendemos el Derecho como un orden regulador del comportamiento humano y quien
violase lo previsto en la norma jurídica, estará enmarcado dentro del supuesto jurídico que
prevé una consecuencia coactiva, una pena; la arbitrariedad es una negación del Derecho.
Recaséns Siches (1.979), expresó: “se llaman arbitrarios los actos antijurídicos, de los poderes
públicos, con carácter inapelable”. (p.107). Como bien podemos observar, los actos arbitrarios
son sólo aquellos que proceden de los supremos poderes públicos. Los actos antijurídicos de los
órganos subalternos del poder público susceptibles de apelación no son considerados como
arbitrarios, ya que son rectificables y sancionables por una instancia superior de esos mismos
poderes; éstos serán calificados como ilegales.
b. Los actos arbitrarios sólo dimanan “de quien dispone del supremo poder efectivo”
(Recaséns. 1.979, p.107), es decir de los órganos superiores del poder.
En que el poder público, con un acto de fuerza, salte por en cima de lo que es norma o criterio
válido y vigente en un caso concreto y singular, sin responder a ninguna norma o criterio, o
principio de carácter general y sin crear una nueva regla que anule la anterior. Podemos decir
metafóricamente del mandato arbitrario que no tiene padre ni engendra hijos; es decir, que
no se basa en regla, criterio principio o norma general, y que a su vez no engendra ninguna
nueva norma. El mandato arbitrario que es el que simplemente responde a un mero porque sí,
porque me da la gana, porque así se me antoja; en suma, corresponde a un capricho que no
dimana de un criterio general. (Recaséns, L. 1.979, p. 108).
d. El acto arbitrario sólo es posible en regímenes políticos en los que no existe un Estado de
Derecho.
Delgado Ocando (2.001), realiza un examen del acto arbitrario, según sus características,
sosteniendo que el mismo no puede ser catalogado como un acto ilícito, pues no es supuesto
de una consecuencia coactiva o aplicación de una pena; es más bien un acto ilegal
(contrario a lo que establece la ley), cuya consecuencia es la aplicación de una sanción de
nulidad o anulabilidad, según la naturaleza del acto que se comete. Es un acto del poder
público y sus distintos órganos; es un acto irreparable y es el supuesto de una ley perfecta o
más que perfecta.
a. Los actos arbitrarios sólo pueden ser cometidos por funcionarios del poder público. Los
actos ilícitos pueden ser cometidos por personas de carácter público o privado.
b. Los actos arbitrarios no pueden ser considerados como sinónimo de actos ilícitos sino
ilegales.
- Producir la nulidad del acto, obliga a su infractor a indemnizar las consecuencias dañosas
de su trasgresión, según la naturaleza del acto violatorio del Derecho. Los actos ilícitos
constituyen el supuesto de una pena o consecuencia coactiva.
d. La irreparabilidad del acto arbitrario, para Delgado Ocando (2.001), presenta varios
aspectos que pueden resumirse así:
los actos del Poder Público tienen una presunción juris tantum de legalidad; b) el acto ilegal no
es, como el hecho antijurídico, supuesto de una sanción en sentido estricto; considerar ilegal
un acto de la autoridad no significa que éste violó un deber jurídico sino que actuó fuera de
los límites de su competencia. (p. 376.).
Ilegalidad por infracción del procedimiento conforme el cual la competencia debe ser
ejercida. Es menester distinguir la competencia de un funcionario del ejercicio de la misma. Un
funcionario público puede ser competente para realizar un acto, pero al hacerlo debe cumplir
con las pautas que le establece la ley como atribución de dicha competencia. Nuestra
Constitución Nacional, en su artículo 236 ordinal 18 establece como atribución del Presidente
Profesora: Fátima El Fakih
Asignatura: Introducción al Derecho
de la República: “Formular el Plan Nacional de Desarrollo y dirigir su ejecución previa
aprobación de la Asamblea Nacional”. El Presidente de la República es competente para la
formulación y dirección de la ejecución de dicho Plan, pero para hacerlo requiere la
aprobación previa de la Asamblea Nacional, pues de obviar ésta, violenta el procedimiento
establecido para el ejercicio de dicha competencia.
a) Desconocimiento del contenido que una norma inferior debe realizar con relación a una
norma superior. En toda Constitución Nacional se establecen una serie de principios
programáticos conforme a los que deben ser desarrolladas las leyes correspondientes.
Nuestra Carta Magna consagra el principio del derecho al trabajo, el que será regulado
por la Ley Orgánica del Trabajo de acuerdo con lo asentado en aquella, no pudiendo
entrar en contradicción con la misma, ya que de hacerlo, estaríamos en presencia de una
ilegalidad.
b) Ilegalidad por uso indebido del poder discrecional atribuido. En el acto discrecional el
funcionario público no tiene de antemano establecido por la ley el procedimiento a seguir
para la consecución del objetivo, el que si está prefijado en la misma y es la que le confiere
esa discrecionalidad. En nuestra Constitución Nacional, artículo 236, ordinal 7º, señala como
atribución y obligación del Presidente de la República: “Declarar los estados de excepción
y decretar la restricción de garantías en los casos previstos en esta Constitución” en
concordancia con el artículo 337 de la misma, debiendo ser declarados en Consejo de
Ministros y atendiendo a las circunstancias políticas, sociales, económicas, naturales o
ecológicas, que afecten gravemente la seguridad de la Nación, de las instituciones y de los
ciudadanos, a cuyo respecto resultaren insuficientes las facultades de las cuales se
disponen para hacer frente a tales hechos. No podrán suspenderse las garantías atinentes
al derecho a la vida, prohibición de incomunicación o tortura, el derecho al debido
proceso, el derecho a la información y los demás derechos humanos intangibles. Si el
Presidente de la República, toma medidas de excepción y supresión de garantías sin que
exista una justificación contemplada taxativamente en el instrumento legal, estaría
obrando ilegalmente, arbitrariamente.
Arbitrariedad e injusticia
Poder Discrecional
Se entiende por Poder Discrecional como “atribuciones para proceder según fundado buen
criterio y no según estrictas reglas o normas que rijan en un caso.” (Osorio. I.984, p.583.)
a) Acto reglado: en éste la conducta del funcionario público frente a un caso concreto está
determinada previamente en la ley, tanto en el procedimiento a seguirse como a las
condiciones materiales del acto. En el acto reglado el precepto jurídico establece el objetivo
a alcanzar y los medios que el funcionario debe emplear para lograrlo.
El acto reglado es aquel en el que el funcionario público está obligado a tomar una decisión
señalada con anterioridad por el ordenamiento jurídico, no teniendo la libertad de poder
elegir entre varias soluciones.
Sesión 20
Partimos de una idea general, esta es, toda ley supone la ordenación y regulación de diversos
actos o sucesos. Todos los seres, al mismo tiempo, estamos regidos por leyes, las cuales varían de
acuerdo a los elementos que las constituyen y el juego de relaciones a partir del cual éstas
ordenan y son ordenadas por otras leyes. Tal como lo proponen algunos autores, podemos
encontrar una amplísima gama de leyes o sistemas de ordenación que, según observemos,
puede alcanzar lo que llama: una derivación decreciente de dicha ordenación. Esto es,
podemos encontrar desde leyes que regulan a los seres de naturaleza material – las cuales se
vinculan entre sí a través del principio de causalidad física -, hasta leyes de índole más bien
espiritual , que se encuentran sustentadas en una causalidad de tipo moral que, entendemos, es
“compatible con la libertad humana”
Así pues, dentro de esta amplísima gradación de leyes es oportuno perfilar algunos límites y,
estando de acuerdo con la mayoría de los autores, parcelar dicho conjunto en tres grandes
grupos; estos son: las leyes en un sentido amplísimo, las leyes en un sentido amplio y las leyes en
un sentido estricto.
a. Sentido amplísimo. Se habla aquí de las leyes en el ámbito más extenso posible de regulación.
Al ir al plano más objetivo y general nos encontramos con un conjunto de regulaciones que
atienden al orden cosmológico, es decir, con un sistema de ordenaciones que tienden a regular
a todos los seres en general. Son las leyes del mundo que el hombre no puede cambiar, por
ejemplo, la ley de la gravedad y las leyes de la genética. Aquí también encontramos, en este
mismo orden de ideas, las leyes de conducta.
b. Sentido amplio. Se precisa en este plano el conjunto de reglas técnicas y de normas que se
identifican con las pautas del comportamiento del hombre, tanto del hacer como del obrar
humano. Esto es, las leyes vistas en un plano ejecutante. Son las leyes de la cultura, por ejemplo,
Conviene subrayar que el límite que separa el hacer humano del obrar humano puede ser
confuso, por ello, intentaremos precisar esta frontera.
El hacer humano y el obrar humano
Con cualquiera de estos dos conceptos nos estamos refiriendo siempre a la existencia de un acto
humano. Sin embargo, el acto que refiere el hacer es, según la propuesta de los autores, de
distinta índole que el del obrar.
Hacer humano. Aquí nos referimos solamente al acto o suceso, en sí mismo, que constituye un
evento realizado por el hombre. Estamos en un primer plano de ejecución, esto es, nos hallamos
ante el mero acontecimiento de realización del acto. El hacer humano no supone problemas ni
morales ni de valores.
Obrar humano. Se refiere aquí al efecto moral que resulta de la realización de un acto de
acuerdo a un registro valorativo determinado, es decir, en este sentido no importa el acto en sí
mismo, sino la abstracción ética que el acto hace desencadenar en el individuo que lo realiza.
Tenemos, pues, que frente a la presencia de las leyes como pautas de ordenación, será el obrar
humano el que perfilará su demarcación desde el plano más amplio hasta el más restringido. Así,
cuando la actuación del hombre no es regulada por él mismo, sino que ésta se realiza
necesariamente desde un plano abstracto y para todo lo existente, estaremos hablando de
leyes en un sentido amplísimo, su mejor ejemplo, como ya se ha adelantado, son las leyes de
regulación cosmológica. Cuando hablamos, en cambio, de la presencia del hombre, pero en el
nivel de simple actor de su hacer, es a las leyes en un sentido amplio a lo que nos referimos. Y
cuando constreñimos el actuar del hombre a las consecuencias que sobre sí mismo trae dicho
actuar, estamos hablando del obrar humano, y es aquí donde surge la relación biunívoca entre
ley y norma. Estas son las que nos interesan. De estas leyes, en un sentido restringido o estricto, es
de las que hablaremos en lo sucesivo.
Cuando hablamos de formulación de las leyes nos estamos refiriendo, no al proceso externo a
través del cual éstas se elaboran, sino al proceso lógico mental, más bien abstracto, mediante el
cual se enuncian este tipo de de pautas de la conducta que regulan el obrar humano, y a las
que, a secas, denominaremos leyes.
En general, coinciden los autores en afirmar que el proceso por el cual se determinan y formulan
las leyes, es el mismo que engendra a los juicios de valor. De este modo, podemos asegurar que
la causa primaria de las leyes del obrar humano, la constituyen los juicios de valor. Pero, ¿qué
son los juicios de valor? Son un evento cerebral, abstracciones que nuestra mente hace sobre
aquellas experiencias que se dan de manera repetida y constante. Así, una primera idea que
debe estar clara es que, los juicios son, en primer lugar, una abstracción de la mente humana.
Juicios = abstracción.
Como dijimos, la mente humana ejercita dicha abstracción sobre la base de ciertos hechos o
actos que se dan de manera repetida y constante. Es decir, no se puede abstraer un juicio de
valor a partir de un hecho único dado esporádicamente, sino sobre aquel determinado suceso
que se ha venido dando de forma reiterada y repetida, en tal o cual circunstancia. Aquí cobra
valor la afirmación de Luís M., Olaso: “toda ley implica una manera constante de actuar”. Es
decir, toda ley, que en principio es una abstracción, se hace sobre una determinada y repetida
manera de actuar. Y aquí precisamos la segunda idea que debemos dejar en firme, esto es, que
las leyes se formulan sobre los juicios de valor.
Ya afirmaba Montesquieu: “Las leyes son las relaciones necesarias que se derivan de la naturaleza
de las cosas” (Del Espíritu de las Leyes, Libro I, Cáp. 1.) Son estas relaciones necesarias, las que,
convertidas en juicios de valor, derivan en leyes.
Si las leyes se formulan a través de una operación mental de abstracción que conocemos como
juicios de valor, quizás deberíamos referir, aunque sea someramente, de cuáles tipos de juicios
estamos hablando.
De cara a la comprensión de la estructura lógica de la norma, conviene revisar los diversos tipos
de juicios, ya que de su comprensión podremos derivar exitosamente el manejo y conocimiento
de la estructura de la norma jurídica en sí misma.
Son aquellas reflexiones que refieren la presencia de un hecho que es, ha sido, o será.
Digámoslo sencillamente, los juicios del ser son abstracciones del ser en sí mismo, entendiéndolo
bien en tiempo presente, pasado o futuro. Es ésta una convención general de los diferentes
autores que tratan el fenómeno.
En cuanto a su estructura lógica entendemos que el enlace o ligamiento de este tipo de proceso
mental, antes bien que no la consecuencia, está determinado por aquello que nos asegura que
algo es. Su representación gráfica podría designarse de la siguiente forma:
S es P
De donde P es la cópula que nos asegura que S sea o es. O así:
Dado S --------------es P
Son formas determinadas de estos tipos de juicios, por ejemplo, las leyes de la Naturaleza que se
refieren al orden físico, en donde la relación causa-efecto (ley de causalidad) está claramente
identificada. Se encuentran allí, por tanto, todos los juicios enunciativos, que son un tipo de
juicios generales y anteriores a los que siguen.
Son abstracciones expresas de algo que debe ser, sin perjuicio o menoscabo de que ello ocurra
o no realidad. Es decir, estamos refiriendo aquí la posibilidad, no del ser en sí mismo, sino de lo
que podría en un momento determinado, independientemente de la realidad, llegar a ser. La
cópula en este tipo de juicio, es decir, lo que aparece como nexo o ligamento de dicha
abstracción, está determinada por la función de relación que se dé y que, en cualquier caso, es
atributiva dado que se le imputa la consecuencia a un determinado antecedente. La relación
Este tipo de juicios constituyen la plataforma para la elaboración de las normas jurídicas. Es decir,
las normas jurídicas, y su estructura, están basadas principalmente en los juicios del deber ser. Así,
se entiende que B aparezca como la cópula del supuesto A.
Dado A ------------- debe ser B
Son ejemplos de estos juicios del deber ser, los juicios imputativos o atributivos y, principalmente,
los juicios normativos que, como veremos, constituyen la norma del derecho.
Sesión 20
Hemos venido aclarando la idea de que la norma jurídica es, en un principio, una norma
acaecida en ocasión del obrar humano. Pero también, y antes que nada, hemos dicho y tiene
que estar claro, que la norma es, en ese sentido estricto, una ley.
Podemos definir, según este criterio, que gráficamente entonces las leyes podían ser vistas en tres
sentidos:
Sentido Amplísimo
Desde donde, sólo las leyes vistas en un sentido estricto, refieren dicha abstracción al obrar
humano y constituyen el caldo donde se cultivan las normas y a partir de las cuales se puede
hablar entonces de Derecho, en el sentido de Norma Jurídica.
Por otra parte, en otro plano de ideas hemos dicho en los apuntes de esta sesión, que las normas
jurídicas en tanto que leyes en un sentido estricto, se pueden considerar y se deben considerar,
fundamentalmente, como formuladas sobre la base de juicios de valor. Para ello hemos aclarado
los diferentes tipos de juicios de valor que la Filosofía nos aclara y nos expone. De seguida vemos
las principales diferencias entre los dos importantes tipos de juicios de valor:
Hemos de entender que la Norma Jurídica toma su fundamento sobre los juicios del deber ser,
dejando de lado, para la sociología, o la misma física, por ejemplo, el estudio de los juicios del ser.
Esto es, toda pauta de conducta sobre el obrar humano que entendamos como ley, debe estar
sustentada sobre la base de la abstracción de un juicio del deber ser. Desde donde podemos
entender que toda Norma jurídica se formula sobre la base de un Juicio del DEBER SER, en el cual
necesariamente tiene que haber una participación de la Voluntad humana que se entiende
como consecuencia de ese obrar humano al que nos referíamos al principio de la sesión. De allí
que se conciba que haya de haber una relación contingente, es decir, que puede o no existir,
en función precisamente de esa libertad de la que goza el obrar humano. Este es el punto en el
que se habla de Violabilidad de la norma jurídica y lo que hace no que se deseche, rechace o
aparte esa ley, sino que se derogue, como veremos mas adelante, o se sustituya por otra.
Entre los Juicios del deber ser podemos ubicar, igualmente, los Juicios categóricos, los juicios
hipotéticos y los juicios disyuntivos.
Las normas jurídicas se consideran como ordenes impartidas por el Estado en forma de juicio
categórico. Ejemplo de ellos: El hombre no debe matar; No debe de causar daño a otro; Se
deben pagar impuestos, etc.
Hay una traslación desde el derecho natural hacia el campo jurídico. Se establece que son
proposiciones que utiliza el Derecho de modo de regular la conducta de los hombres en
sociedad.
La norma establece una sanción, pero la sanción está condicionada a un supuesto y de dicho
supuesto depende que se aplique o no la sanción.
Ejemplo de ello: Procurado un homicidio, debe considerarse de 10 a 12 años de prisión para su
autor.
Miremos así pues, la definición de algunos autores sobre lo que es la NORMA JURIDICA:
“Significación lógica creada según ciertos procedimientos instituidos por una comunidad jurídica
y que, como manifestación unificada de la voluntad de ésta, formalmente expresada a través de
sus órganos e instancias productoras regula la conducta humana en un tiempo y lugar definido,
prescribiendo a los individuos frente a determinadas circunstancias condicionantes, deberes y
facultades, y estableciendo uno o más sanciones coactivas para el supuesto de que dichos
deberes no sean cumplidos”.(Manuel OSSORIO)
Ahora bien, este obrar que modifica y a su vez es modificado, no puede entenderse
independientemente del concepto de libertad. Esto es, las leyes morales se sostienen sobre la
base de la libertad. Es la libertad del hombre la que le permite obrar, la que le suscribe a la
escogencia -o no-, de una determinada conducta.
Sesión 21
Se habla de la violabilidad de las leyes según sea la relación de necesidad en la que se sustente
dicha ley. Así pues, si dicha ley se sustenta en una relación de necesidad intrínseca o interna, o en
cambio, se fundamenta en una relación de necesidad mas bien externa o extrínseca. Veamos en
el siguiente recuadro las distinciones pertinentes:
“Así, sin incurrir en contradicción podemos sostener que las normas son inviolables en cuanto rigen
las consecuencias de los actos humanos. Y son violables esencialmente por parte del hombre en
cuanto se refieren a la observancia de la conducta prescrita de ellas” (Rafael Preciado
Hernández: 1964, pág. 61)
En esta última sesión del tema N.- 8 tenemos que precisar tres cuestiones que, entre sí, pueden
parecernos bastantes diferentes, pero que, en su conjunto, nos servirán para perfeccionar la idea
de lo que es la norma jurídica y su constitución.
Tanto Olaso como Hernández Gordils abordan el tema de las clases de los supuestos de hechos.
Proponen, en resumen, la posibilidad de que éstos estén compuestos, bien por un sólo dato o
elemento, o bien por la concurrencia de dos o más de ellos. A la primera posibilidad la
denominan Supuesto de hecho simple, y a la segunda, Supuesto de hecho complejo. En esta
segunda posibilidad, prevén, que si se está hablando de un supuesto de hecho en el cual la
realización de un dato no depende de la realización de otro u otros - para que se produzca la
Sin embargo, en todos estos casos siempre estamos aludiendo a la siguiente idea primaria: toda
norma jurídica está relacionando siempre una consecuencia con una situación condicionante.
De este modo podría afirmarse, con Hans Kelsen, que la norma jurídica está formada por dos
partes, una llamada norma primaria: si no es b ---------- debe ser c, en la cual enunciado el autor
establece la relación entre el hecho ilícito y la sanción (el elemento coactivo), y que para él es
la más importante; y otra denominada norma secundaria, que el autor expresa con este
enunciado: Si es a ----- debe ser b, la cual constituye la parte de la norma jurídica que establece
la prescripción (disposición) de la conducta que permite evitar la sanción y que es, por tanto, la
que conceptualiza la conducta ilícita. No obstante Kelsen la considera como parte auxiliar.
“Bajo determinadas condiciones un sujeto llamado A debe observar cierta conducta, si no la
observa, el sujeto B (órgano del Estado o de la sociedad) le va a aplicar determinada coacción o
sanción.”
Podríamos mirar el siguiente ejemplo: “el que vende una cosa debe entregarla (n. secundaria), si
no lo hace debe serle aplicada tal sanción. (n. primaria).”
Sesión 22
Sobre los Datos de la Norma Jurídica, entendemos que estos pueden ser
Formales Reales
Debe incluir un/s destinatarios La persona definida a quien va
dirigida la norma
Debe contener un mandato El Deber jurídico que la supone
específico
Admite la fundamentación de El “bien común” se entiende como
la norma en la base de un valor. valor definido.
Precisa de sanción en caso de La consecuencia externa que se
incumplimiento del mandato deriva del incumplimiento de la
norma.
El deber ser, nos indican los autores, puede ser lógico, como explica Hans Kelsen, en tanto que
nos permite determinar que una consecuencia jurídica corresponde a un supuesto de hecho.
Pero también podemos decir, puede ser axiológico, si parte de la consideración de los valores
jurídicos primarios que constituyen la fundamentación de la norma.
Ejercicios
Realizar ejercicios con diferentes artículos del código civil o del código penal, en los que puedan
responder las preguntas que nos explican la estructura de la Consecuencia jurídica, tal y como
vimos en los apuntes de la sesión 22:
Sesión 23
Nos proponemos buscar aquí lo propio de la norma jurídica, lo que constituye su esencia, lo que
determina su ser o existencia en sí misma. Para cumplir este propósito tenemos que dejar en claro
que lo fundamental es no perder de vista la posibilidad de que la norma jurídica sea no sólo una
proposición lógica. En efecto, a la par del hecho de constituir una estructura lógica, la norma
jurídica es también y sobre todo, la integración de una clase de hechos sociales que se regulan y
se establecen de acuerdo a un orden específico de valores. Recordemos, desde la unidad uno
hemos venido entendiendo al Derecho en igualdad derivada de la suma de tres elementos:
norma + hecho social + valores. Así pues, la naturaleza de la norma jurídica se define en su
contenido: “la norma jurídica no puede ser comprendida sin referencia a esos factores que ella
dialécticamente integra y supera: los hechos y los valores” (Reale: 1979, 81.)
Vamos a agrupar las posturas de los diferentes autores respecto a la naturaleza de la norma
jurídica, partiendo de una visión unificadora de los tres elementos que, como vimos, son los
elementos de la norma jurídica: supuesto de hecho, consecuencia jurídica y sanción.
Recordemos que esa visión unificadora es el vínculo del deber ser, y que según los autores,
puede ser: Lógico, como explica Hans Kelsen, en tanto que nos permite determinar que una
consecuencia jurídica corresponde a un supuesto de hecho, o axiológico, si parte de la
consideración de los valores jurídicos primarios que constituyen la fundamentación de la norma.
Teoría Imperativista. Se reúnen aquí las propuestas que consideran que el vínculo o nexo que
unifica y da sentido a la norma -el deber ser de la norma-, aparece como lógico. El principal
exponente de esta visión es, como sabemos, H. Kelsen, quien mantiene que, lo que permite
determinar que una consecuencia jurídica corresponde a un supuesto de hecho no es otra
cosa que la materia lógica de ese deber ser, en cuanto que argumento lógico. De allí que
esta teoría vea a las normas como mandatos o imperativos. Un ejemplo clásico de ella es el
Decálogo de Moisés, cuando ordena: “No robarás”. Pero esta visión no solamente la expresa
el Antiguo Testamento, sino que autores contemporáneos como Mariano Uzcátegui y García
Maynez, hablan también del desarrollo de esta teoría a través de postulados de estudiosos
como Binding, para quien, por ejemplo, los criminales no violaban las leyes si no que más bien
las hacían cumplir.
Frente a propuestas de este tipo aparecen también refutaciones como la de Mayer, quien,
aspirando a desmentir la tesis de Binding, propone que hay normas culturales que están
ubicadas por encima del Derecho. Dicha tesis fue sustentada por J. Bentham, así como por la
conocida Escuela de la Jurisprudencia, donde destaca la opinión de John Austin. Para este
último, los mandatos se originan en la voluntad del soberano. La Escuela de la Jurisprudencia
suponía que las normas jurídicas debían considerarse como órdenes dadas por un soberano,
y reforzadas por la amenaza de la sanción.
Finalmente podemos referir la opinión de Alf Ross, para quien las normas jurídicas han de
considerarse como realidades “directivas”. Las normas, en este sentido, constituyen la
expresión de una ideología determinada que sostienen ciertos grupos y sus funcionarios
gubernamentales. Pero, por otra parte, las normas son cumplidas por el resto de la
comunidad en virtud de una amenaza de sanción. Estos dos talantes, para Ross, son aspectos
igualmente necesarios para configurar la vigencia de las normas.
En cuanto a las críticas que podemos hacer a los postulados de la teoría imperativista, podemos
señalar:
1. Teoría anti - imperativista. Como hemos dicho al comienzo, esta es la postura dentro de la cual
se entiende que el deber ser de la norma aparezca como supuesto axiológico. Esto es, el deber
ser de la norma parte de la consideración de valores jurídicos primarios. La norma jurídica es
fundamentalmente, como habíamos visto antes, un juicio del deber ser. Por supuesto, esta visión
de la naturaleza de la norma supone una negación, un no estar de acuerdo con el hecho de
que las normas sean un mandato sino un juicio hipotético, una regla que siendo de carácter
general, está constituida sobre la base de un juicio de valor, y sobre éste, se entiende, ha de
darse la predicción de las decisiones judiciales. En esta teoría se concibe que las normas jurídicas
se refieran a la regulación de la conducta humana en relaciones de convivencia.
En todas las normas se encuentran conceptos trasladados desde el legislador hacia el código.
Entre los conceptos se debe buscar la conducta que se está regulando. Por ello se afirma que las
normas tienen la estructura de un juicio, es decir, una relación de conceptos hecha de cierta
manera y que consta de tres elementos: sujeto, cópula y predicado. Esta conjugación de
elementos es lo que se convierte luego en las reglas de derecho o proposición normativa.
2. Teoría ecléctica. Consideramos aquí las propuestas que han aprendido a navegar entre dos
aguas. Se entiende, en un principio, que las reglas de derecho son proposiciones jurídicas que se
describen como normas jurídicas, este es el instrumento por el que la ciencia del Derecho
describe su objeto: las normas jurídicas; no obstante, estas son a la vez el resultado de un acto del
conocimiento, por ello se afirma que la norma jurídica es, así mismo, un Juicio hipotético. Tenemos
Tenemos entonces que la norma actúa regulando su naturaleza de ordenar voluntades, pero
también ejecutando imperativos, es decir, apoyándose en sanciones en caso de incumplimiento.
Así, la fórmula sería:
Sesión 24
De acuerdo los diversos estudiosos de este tema que conocemos, podemos precisar un amplísimo
numero de características distintivas de las normas jurídicas, sin embargo, a los efectos de esta
sesión, vamos a desarrollar las planteadas por Olaso y Hernández Gordils, y no sólo porque son los
autores venezolanos más conocidos y de mas fácil consulta, sino porque los criterios que
desarrollan concuerdan perfectamente con el recuadro que tenemos de lectura
complementaria en el recurso 24. Así pues, podemos caracterizar a las normas jurídicas de la
siguiente manera:
2. Generalidad. La norma jurídica supone una existencia “válida para todos”, es decir, tiene
carácter general. Por ello la totalidad, la completud de la norma, sus carácter universal. Pero, es
importante advertirlo, tal carácter alude a una generalidad limitada que definiremos como
“mayoría”. Así entonces, podemos decir que la norma jurídica es general para todos, mas sólo
para esos todos que ella misma contempla, esto es, será general en tanto que regula a todos
los casos y personas contemplados en los supuestos de hecho, pero no a otros. Lo cual nos
persuade de hacer una revisión del concepto de mayoría.
Asignatura: Introduccion al Derecho
Profesora: Fátima El Fakih
Por otra parte Hans Kelsen asevera, al referirse a la pirámide de la estructura legal, que las normas
que se hallan en el nivel de mayor inferioridad son, como veremos más adelante, las
individualizadas. Basándonos en esta sentencia cuesta entender cómo es que una norma jurídica
puede ser general si es al mismo tiempo individualizada. De allí que muchos autores concluyan en
afirmar que la norma jurídica es en modo alguno general.
3. La norma jurídica es abstracta. Hemos dicho desde la sesión primera, que el derecho es un
concepto que resulta, necesariamente, de un proceso mental de abstracción, esto es, de un
fenómeno a través del cual el objeto conocido es aislado de su existencia concreta y se
prescinde de las notas individuales del mismo. En este sentido se conjuga la abstracción con los
dos conceptos de extensión y compresión de la norma jurídica. Explica Hernández G. que la
extensión, en la abstracción de la norma, se observa en el número de personas y casos que
están regulados por un mismo supuesto de hecho. Por compresión, en cambio, se entienden los
elementos o datos que restringen la abstracción de la norma a un caso concreto. Ejemplo de ello
es, en la tutela, cuando los datos de la norma nos especifica el sujeto pasivo, caso en el que, de
una abstracción extensa, se restringe a los hijos menores.
4. Legitimidad de la norma. Este tema que caracteriza a la norma jurídica tiene, a su favor, la
amplitud filosófica de su concepción, y en contra, el hecho de fijarle límites. La legitimidad es un
punto que ya vimos suficientemente en el Tema 2. En ese momento hablamos suficientemente
de la validez y la eficacia. En relación a la primera distinguimos la validez formal de la validez
Así entonces, será legítima formalmente aquella norma que goce del cumplimiento de todos los
requisitos que la misma ley determina para su propia validez. Esto es, que haya sido emanada del
órgano competente - según el procedimiento que se establece para el caso -, que se haya
discutido en la Asamblea - en su respectiva comisión o discusión libre -, que haya sido aprobada y
finalmente promulgada en Gaceta Oficial, cumpliendo, si fuera el caso, con su vacatio legis
respectiva.
Y será legítima materialmente, aquella norma que goce de validez intrínseca, que posea en su
carácter interno los elementos que la justifican. Esto es, que dirija hacia sí misma la mirada y se
pregunte: ¿seré justa? Bien refiere Castán Tobeñas que las normas gozan del principio Iuris
tamtum, es decir, del principio de la presunción de justicia de todas las normas, del ordenamiento
jurídico en general, eso sí, hasta que se demuestre lo contrario.
5. Imperatividad. Nos referimos en este apartado a la autoridad con la que la norma jurídica
propone su mandato, al dominio que ejerce, a la sujeción a la que somete a los sujetos. Impera,
decimos, y queremos señalar el hecho de que no pide opinión a los destinatarios del mandato
que arroja. Determina de forma imperativa solamente, autoritaria, absoluta y exigente.
6. Coercibilidad. Hablamos aquí de la coacción de la norma así como del poder que ejerce
para exigir su propio cumplimiento. Aquí es donde aparece el elemento de la fuerza como
mecanismo de constreñimiento frente a la norma. Fuerza y coercibilidad están íntimamente
relacionadas, es aquella la que sentará la diferencia entre ésta, coacción y sanción.
Sesión 25
Dentro de las diversas clasificaciones que se nos presentan al momento de codificar u ordenar las
normas jurídicas, es oportuno coincidir con la categorización que de las mismas hace García
Maynez:
Encontramos aquí las leyes nacionales, las extranjeras y las llamadas de Derecho uniforme.
- Las leyes nacionales. Son aquellas disposiciones normativas que pertenecen a un
determinado Estado y por tanto están en concordancia con el sistema constitucional del mismo,
quedando así subordinadas a su constitución o carta magna.
- Las leyes extranjeras. No pertenecen al Estado nacional propio y por tanto no integran el
ordenamiento jurídico del país, por el contrario, pertenecen a uno extranjero y sólo en él tienen
valor.
- Las leyes de Derecho uniforme. Surgen por convenciones o tratados internacionales, y son
normas constituidas para los países que las suscriben, es decir, válidas solamente en aquellos
países que así lo han acordado, firmado y ratificado.
Encontramos en este apartado que las normas se van a clasificar por el lugar de donde
proceden, es decir, de acuerdo a la fuente de donde emanan, del lugar en el que brota la
disposición.
Se habla también de un tipo de normas que proceden de las decisiones judiciales y que,
tomadas en su conjunto, conforman lo que se denomina jurisprudencia. Estas, siendo emanadas
del más alto tribunal, pueden tomarse como precedente y constituirse en fuente.
Finalmente están las Normas voluntarias, que resultan de la simple manifestación de la voluntad
de las partes, tomadas en declaración formal. Aquí los particulares tienden a ejercer una función
creadora del Derecho y son estas disposiciones, por tanto, otra parcela importante de las normas
jurídicas.
Encontramos que, en este sentido, las leyes pueden ubicarse en cuatro ámbitos, a saber: el
espacial, el temporal, el personal y el material.
En este aspecto Olaso y Hernández G. se refieren a tres tipos de normas: las taxativas, las
dispositivas o supletorias y las permisivas.
Normas taxativas son las que tienen expuesto el mandato de forma clara y contundente. Tanto si
el mandato está expresado de forma positiva - es decir, si la orden es preceptiva- , como o si lo
que hace es prohibir una determinada conducta. Estas normas buscan proteger el orden público
y amparar al débil jurídico.
En un segundo momento, encontramos las normas dispositivas, de las que se dice que sólo valen
cuando no existe una voluntad diversa de las partes manifestada legalmente. Se suelen
reconocer por lo que expresan en su forma. Suelen decir textualmente: “en caso de que las
partes no dispongan otra cosa…” Tal es el caso del Art. 148 CCV. De allí que también se les diga
supletorias. (http://www.mintra.gov.ve/legal/codigos/civilvenezuela.html)
Finalmente, están las normas permisivas, que como dice su nombre, permiten la justificación, por
parte de los particulares, de hacer una cosa distinta a lo establecido en la norma general. Se
discute ampliamente en doctrina, si acaso una norma puede ser permisiva mientras además, es
imperativa. Esta cuestión ha sido tratada ampliamente en el campo de la Filosofía del Derecho,
aquí solamente vamos a referirla en cuanto, como lo explica Hernández Gordils, el legislador nos
está ofertando la posibilidad de escoger, de proponer una alternativa diferente a la que él
establece en la legislación. Ello procura una eficacia para la ley, frente a los particulares,
bastante peculiar, pues pareciera que amplía el campo de acción del legislador hasta la
voluntad de las partes en un sentido mas concreto. Lo que sucede, sin embargo, es que una vez
escogida dicha opción, ésta se hace imperativa, es decir, no puede no cumplirse. Y entonces
aquí lo permisivo se convierte en obligante. Ejemplo de ello lo vemos en nuestro ordenamiento
jurídico. En efecto, en el Art. 32 del CCV se lee: “Se puede escoger un domicilio para ciertos
asuntos o actos. Esta elección debe constar por escrito.” Podemos escoger otro domicilio distinto
al que plantea el legislador; pero dejando constancia escrita de ello, nos obligamos al escogido.
Plus quam perfectas, que es la norma que actúan cuando, además de la nulidad de un acto
jurídico determinado, se supone una reparación pecuniaria en caso de incumplimiento de la
misma. Como vemos, es más que perfecta, es decir, va más allá de la sanción primera.
Luego están las Minus quam perfectas, que suponen solamente la reparación pecuniaria, es
decir, apenas dibujan una sanción secundaria, sin mencionar la posibilidad de anular el acto por
incumplimiento de la norma.
Y las imperfectas, que no están provistas ni siquiera de sanción, aunque ésta se halle referida en
una norma correlativa.
Esta clasificación de la norma jurídica supone la conjugación de los tres elementos sustanciales
vistos en la estructura lógica de las normas jurídicas: supuesto de hecho, consecuencia jurídica y
sanción.
Sesión 25
Ver art. 202 y Ver art. 4 del CCV. Revisar legislación Surge de los
sig. De la pertinente particulares
CNRBV
Por la sanción:
Supone una conjugación nada rígida entre los tres elementos sustanciales de toda estructura
lógica de las Normas jurídicas:
Sesión 26
Hay que hacer un apartado especial a esta última clasificación de las normas jurídicas, según su
jerarquía, por cuanto entendemos que toda legislación debe tener un fundamento.
Dogmáticamente, es en la pirámide propuesta por Hans Kelsen que se ha encontrado la manera
más científica u objetiva de catalogar las normas jurídicas, precisamente, sobre la base de la
categorización de las leyes que este autor dio a conocer como jerarquización.
Las normas jurídicas, en este sentido, pueden ser constitucionales, y son aquellas que se
encuentran en la cúspide de la pirámide y conforman la norma fundamental. Por tanto, no están
condicionadas por ninguna otra. Son ellas las últimas en sentido ascendente y las que a su vez
condicionan a todas las de abajo.
Luego estarían las llamadas normas ordinarias, que son las que están condicionadas por las
constitucionales y que a su vez condicionan a las normas que le siguen.
En tercer lugar, descendiendo en la pirámide, encontramos las normas reglamentarias, que son
las que desarrollan las leyes formales y que están condicionando justamente a las normas
individualizadas, que son las últimas, las que no condicionan a más ninguna ley y constituyen el
desarrollo de las normas de mayor jerarquía. En este aparte último se hallan, por ejemplo, las
sentencias, los contratos, los actos administrativos particulares, etc.
Como vemos, Kelsen propone esta jerarquización de las leyes como una forma de facilitar la
categorización y el fundamento de las normas jurídicas.
Esto, en cierto sentido, es cierto, pues, una vez que se han creado normas jurídicas que regulan,
prescriben y sancionan cuantiosos actos de la vida del hombre, surge la necesidad de
sistematizarlas con el objeto de jerarquizarlas, a fin de establecer la importancia de unas sobre
otras y determinar cuáles son las normas que van a ser condicionantes y por tanto, otorgarán la
validez formal a aquellas que serán condicionadas. “El orden jurídico es una larga jerarquía de
preceptos, cada uno de los cuales desempeña un papel doble: en relación con los que están
subordinados tiene carácter normativo (es condicionante); en relación con los superiores es un
acto de aplicación (es condicionado)”. (García Maynez, 1980: 75.) Sin embargo, la
categorización de la norma tiene otra utilidad, pues sirve para determinar su validez y
comprender cómo es que aquella recae sobre la llamada “norma de normas”, es decir, en ese
conjunto de preceptos fundamentales que es considerado como el vértice del ordenamiento
jurídico, entiéndase, la Carta Magna o Constitución Nacional. Y en efecto, Kelsen afirma:
“Una pluralidad de normas constituye una unidad, un sistema o un orden cuando su validez
reposa, en último análisis, sobre una norma única. Ésta norma fundamental es la fuente de validez
formal de todas las normas pertenecientes a un mismo orden y constituye su unidad. Una norma
pertenece, pues, a un orden determinado cuando existe la posibilidad de hacer depender su
validez de la norma fundamental que se encuentra en la base de este orden”. (Kelsen: 1981, 135)
Según el texto de Luís M. Olaso, se entiende que existe la posibilidad de que las normas jurídicas
sean del mismo o de distinto rango. En el supuesto de que sean del mismo rango, estarán en
relaciones de "coordinación" y, en caso contrario, es decir, cuando son de distinto rango, estarán
en relación de "subordinación".
Se conoce que una característica esencial de la norma jurídica es su generalidad, pero debe
admitirse la existencia de la individualidad cunado decimos que el Derecho se desarrolla
descendentemente, esto es, desciende desde las normas generales hasta las normas
individualizadas. De allí que se admita que los actos jurídicos gozan de infinita variedad.
En éste proceso de aplicación del Derecho, cada norma va a estar condicionada por normas
superiores, de mayor jerarquía, y a la vez va a ser condicionante de normas inferiores o de menor
jerarquía, a excepción de la constitución. Bien cabe aquí la explicación conocida por todos: "La
constitución es la cristalización jurídica de un acto constituyente” (Combillas, 2001: 6) Por ser el
poder constituyente la inalienable voluntad del pueblo, la constitución va a ser condicionante de
todas las demás normas.
Consideraciones finales
En último lugar debemos dejar en claro lo que se considera el mayor aporte del vienés Hans
Kelsen, que son dos principios -cuya razón de ser se encuadra en la jerarquización que
acabamos de estudiar -, y que Hernández G., refiere de este modo:
1. Principio de doble rol, que cumplen las normas jurídicas en la medida en que participan de la
jerarquización pues, por un lado, producen efectos en las normas que se hallan en los planos
El hecho jurídico es todo hecho, acontecimiento o conducta que tiene significación jurídica,
es decir, que produce efectos jurídicos(3), de tal modo que origina, transforma o pone fin a
alguna relación o situación jurídica.
Los hechos jurídicos, en cuanto distintos de los actos jurídicos, son fenómenos o
acontecimientos cuya existencia se da al margen de la decisión de los sujetos jurídicos, son
hechos que "suceden" u "ocurren". En consecuencia, los llamados tradicionalmente actos del
hombre, es decir, aquellas conductas o actuaciones humanas que se producen al margen de
su voluntad, ya sea porque son inconscientes por no intervenir en ellas la deliberación racional,
Las acciones o actos jurídicos son aquellos hechos que se producen por la intervención
voluntaria de los hombres. En ellos, como en todo acto verdaderamente humano, es
imprescindible que haya un mínimo de conciencia y libre decisión de la voluntad. Pero
además, para que se dé un acto jurídico en sentido propio, es necesario también que la
intervención del sujeto sea jurídicamente activa, que puede manifestarse en un "hacer" o "no
hacer" y que consista en una conducta externa, ya que no será un acto jurídico una mera
intención.
Una de las clasificaciones más habituales de los actos jurídicos es la que distingue entre actos
válidos, nulos, anulables e inexistentes. Los primeros son los actos jurídicos normales, es decir, los
que se ajustan a las exigencias prefijadas en las normas que los regulan y, que, en
consecuencia producen los efectos jurídicos que tales normas tienen asimismo previsto. Los
segundos son aquellos que adolecen de una carencia radical y absoluta de validez por
incumplir algunos de los requisitos esenciales establecidos por el ordenamiento jurídico. Son
actos anulables, aquellos que sin ser radicalmente nulos, tienen una validez viciada por el
incumplimiento de alguna exigencia no esencial, de modo que pueden ser considerados y
declarados nulos si no se subsana el vicio que les afecta. Finalmente se califica como actos
jurídicos inexistentes aquellos que no se han producido nunca como tales actos jurídicos(4).
Está también extendida la distinción entre actos lícitos y actos ilícitos, según que sean
conformes o contrarios a la línea de actuación prescrita en el Derecho. Ambos tipos de actos
son igualmente jurídicos.
Dentro del campo de los actos lícitos suele distinguirse entre los actos jurídicos simples y los
negocios jurídicos. Los actos jurídicos simples se caracterizan porque el efecto que les asigna el
Derecho coincide totalmente con la finalidad perseguida por los sujetos que intervienen en su
realización. Por otra parte, en el negocio jurídico el contenido es resultado directo de la
voluntad manifestada o exteriorizada, dependiendo sólo indirectamente de la regulación
jurídica, de tal modo que el negocio se constituye desde el momento en que haya una
manifestación de voluntad por parte de quien esté legitimado para hacerla.
A su vez, cabe distinguir varios tipos de negocios jurídicos. Por ejemplo, los unilaterales y los
bilaterales, los solemnes y los informales, los mortis causa y los inter vivos, los onerosos y los
gratuitos, etc.
Cuando la trama de las relaciones sociales pasa a ser intervenida por el Derecho, se produce
un fenómeno decisivo: la transformación jurídica de las relaciones sociales reguladas. A partir
de ese momento, dichas relaciones van a contar con unas posibilidades y con una eficacia
nueva: la eficacia jurídica.
1. LA RELACIÓN JURÍDICA.
a. Concepto.
SAVIGNY definió la relación jurídica como "relación de persona a persona, determinada por
una regla jurídica, la cual asigna a cada individuo un dominio en donde su voluntad reina
independientemente de toda voluntad extraña". Asimismo, afirmó que "toda relación de
derecho se compone de dos elementos: una materia dada, la relación misma y la idea de
derecho que regula esa relación".
Puede decirse, pues, que hay dos requisitos necesarios para que se dé una relación jurídica:
en primer lugar, una relación intersubjetiva, un vínculo entre dos o más personas; y en segundo
lugar, una regulación jurídica de ese vínculo. Con frecuencia, la relación subjetiva es una
relación social preexistente a la relación jurídica, aunque hay ocasiones en las que es la propia
norma jurídica la que constituye la relación. En todo caso, lo que sí es cierto es que, si no hay
una norma que proyecte su acción reguladora, no existirá la relación jurídica.
Puede definirse la relación jurídica como un vínculo entre sujetos de Derecho, nacido de un
determinado hecho definido por las normas jurídicas como condición de situaciones jurídicas
correlativas o acumulativas de facultades y deberes, cuyo objeto son ciertas prestaciones
garantizadas por la aplicación de una consecuencia coactiva.
b. Elementos.
c. Clases.
Algunos autores han señalado como distinción importante la presencia de relaciones jurídicas
personales, relaciones jurídicas reales y relaciones jurídicas de obligación. Las primeras
radicarían directamente en la situación jurídica de los sujetos, las segundas existirían por razón
de realidades físicas objetivas y las terceras tendrían como contenido principal las mutuas
prestaciones entre los sujetos. Sin embargo, la mayoría de los autores se detiene únicamente
en la distinción entre relaciones jurídicas de Derecho Público y Privado.
Serían relaciones de derecho público aquellas en que interviene un sujeto que detenta un
poder o autoridad pública; las demás serían relaciones jurídicas privadas. Sin embargo, hay
2. LA SITUACIÓN JURÍDICA.
Concepto. Con este término técnico, desconocido por el Derecho romano y cuyo auge se
debe a la pandectística (v.), concretamente a Savigny (v.), se designa, según este autor, «la
relación de persona a persona, determinada por una regla jurídica». En sentido más general
son las relaciones de la vida reguladas por el Derecho objetivo, esto es, aquel vínculo
establecido entre dos sujetos, en cuya virtud el Derecho atribuye a uno de ellos facultades
respecto al otro; y también la conexión entre los derechos de dos sujetos hecha posible
mediante la imposición por el ordenamiento jurídico de diversas obligaciones a los sujetos, o
sea, más brevemente, una conexión de poderes hecha posible mediante la imposición de
obligaciones.
Fundamento. El fundamento de la r. j. ha sido una de las cuestiones más discutidas y en la que
se ha manifestado la posición que los juristas, según la respectiva escuela o ideología,
mantienen sobre el concepto mismo del Derecho. Para los partidarios de la teoría pura del
Derecho (v. KELSEN), el fundamento de la r. j. sólo puede encontrarse directamente en la
norma, de tal modo que fuera de ésta no puede existir, ni siquiera concebirse ; hasta tal punto
es así, que la norma no se limita a reconocer valor jurídico a una relación social preexistente,
sino que es ella misma la que crea la relación que, por ello y sólo merced a la norma, es
jurídica (v. LEY 111; NORMA). En cambio, para quienes mantienen la preponderancia de
factores extrajurídicos sobre la norma (religiosos, éticos, sociales, corporativos) el fundamento
de la r. j. se encuentra fuera de la norma, en esos factores condicionantes que, en última
instancia, vienen a confluir en la realidad sociológica, de tal modo que el Derecho objetivo no
crea la relación, sino sólo la dota de valor o significado jurídico.
2) El objeto de la relación, constituido por la materia social a que afecta y cuya posible
diversidad origina diversos tipos de relaciones jurídicas.
3) El contenido de la relación, esto es, la respectiva situación de los sujetos conforme a los
vínculos de igualdad, preeminencia o subordinación existentes entre ellos. Vínculos de
igualdad existen entre los copropietarios cuyas cuotas son iguales, de preeminencia entre el
acreedor respecto a su deudor, y de subordinación entre el deudor respecto a su acreedor.
Suele entenderse que la r. j. es el término más amplio, englobando los derechos subjetivos (v.).
Pero a veces se utilizan indistintamente los términos referidos a una o a otro. Así, con la voz
«titular» se designa tanto la posición activa del sujeto en la r. j. como al sujeto del derecho
subjetivo.
Estos elementos no se encuentran dispersos, desordenados o meramente yuxtapuestos, sino
organizados en virtud de un especial principio jurídico que da significado unitario a la relación
y permite caracterizarla y, por consiguiente, encuadrarla con otras afines. Pero tal encuadre y
caracterización no puede realizarse considerando sólo la r. j. de que se trate, sino que debe
efectuarse dentro del total ordenamiento jurídico, esto es, teniendo en cuenta la existencia de
otras r. j. afines o conexas, cuyo valor puede llegar incluso a ser primordial (p. ej., en el
matrimonio deben prevalecer las relaciones personales sobre las patrimoniales; estas últimas
serán consecuencia o reflejo de aquéllas, no a la inversa).
Clases. Las r. j. pueden clasificarse según diversos puntos de vista. Refiriéndonos a los más
corrientes, es conveniente distinguir las siguientes:
Importancia. La importancia y valor del concepto que entraña el término r. j. han sido
controvertidos. Se ha dicho en contra de ella que es un término carente de tradición histórica,
producto de la elaboración conceptual de la pandectística. En efecto, el Derecho romano no
lo conoció; para referirse a supuestos análogos dentro de los derechos de crédito, las fuentes
romanas utilizan la expresión vinculum iuris y para referirse a las relaciones personales (p. ej.: las
de parentesco) emplearon el término ius. Los canonistas utilizaron el término, aunque sin gran
precisión, al referirse al matrimonio como relatio. Con este precedente y el constituido por la
concepción católico-germánica, fue difundido por Savigny, quien hace de él el concepto
central de su obra Sistema del Derecho romano actual y, merced a su gran autoridad,
aceptada por la dogmática jurídica.
Modernamente se vuelve a utilizar el término y este auge se debe, desde el punto de vista
doctrinal, a una reacción frente a la exageración de las tendencias subjetivistas, hasta el
punto de que penetra en la misma doctrina de los países comunistas para sustituir al de
derecho subjetivo (v.), y desde el punto de vista legislativo en que representa un modo
abreviado de expresarse muy en consonancia con la concisión que reclama el dinamismo de
los tiempos actuales.
Asignatura: Introducción al derecho
Unidad 2: Teoría de la norma.
Tema 11: La relación jurídica.
Sesión 27
La relación jurídica. Es el elemento más importante desde el punto de vista del derecho subjetivo,
así como la norma jurídica lo es desde el punto de vista objetivo. La relación humana o de vida es
aquella correspondencia, concordancia o reciprocidad, que existe entre los sujetos participantes
de un determinado hecho, y que al ser reconocida e integrada en el supuesto de hecho de una
o varias normas, produce consecuencias jurídicas.
(Miguel Reale). Mouchet y Zorraquin considera que la relación jurídica es, en ese sentido, la
proporción o dependencia – relación -, que se establece entre personas (sujetos jurídicos), a las
cuales una norma asigna determinadas consecuencias.
Por consiguiente, las relaciones sociales (entre sujetos que pueden ser identificados), que se
presentan y producen además consecuencias de Derecho, no serán otra cosa que lo que se ha
venido denominando en doctrina: relación jurídica.
Para conceptualizar este tipo de vínculo, hemos de partir de su etimología, ‘relación’, del latín,
relatio: conexión, “entrelazar a” dos o más personas. Ahora bien, al estar dicha unión regulada
por el Derecho, produce una o varias consecuencias jurídicas, se derivan sucesos, se resultan
hechos que cobran importancia para el desarrollo mismo de esa u otras normas jurídicas.
Digámoslo mas claramente, la relación jurídica es aquel entretejer de sujetos que pone en juego
el aparato normativo, es decir, que hace que comience a desarrollarse el ordenamiento de la
ley: unas determinadas normas emergen a operar en función de dicha relación.
Así, en toda relación jurídica hay previamente una relación social, concebida ésta como una
relación humana.
Asignatura: Introduccion al Derecho
Profesora: Fátima El Fakih
No podemos en ningún caso hablar de relación jurídica sin comprender y dejar delimitada la
actuación del vínculo que unifica, ata y pone en trato a los sujetos con la consecuencia jurídica.
Esto es, a partir de dos o más sujetos que interactúan, en la medida en que podemos ubicar una
consecuencia de dicha interacción, tenemos qué hablar de una conexión que se conoce como:
vínculo de atribución.
Los autores, en general, atribuyen a este vínculo, o ligazón, como lo llama Miguel Reale, la virtud a
partir de la cual se explana la norma jurídica. Hay por tanto un lazo en dicha relación que se
convierte en la consecuencia jurídica y que es lo que hace de fundamento de la tutela de la
norma y además, en virtud de la cual, también se establece una sanción.
Toda relación jurídica es, entonces, primero que nada una relación humana, pero una vez que se
produce y su ejecución conlleva una ligadura con una consecuencia legal (sea ésta la sanción
directa o simplemente una consecuencia de Derecho como la ejecución de un deber), ésta se
convierte en una relación jurídica. En una simple ecuación:
De donde sabemos que dicho vinculo atributivo será la ligazón que hace aparecer la llamada
consecuencia jurídica.
De manera contraria se entiende claramente que toda relación humana o social en la que no
exista el vínculo de atribución que la ligue a la consecuencia de ley, no es una relación jurídica.
Para Olaso la relación jurídica aparece como un vínculo humano que, al integrarse en el supuesto
de hecho de una norma de jurídica, produce consecuencias de carácter legal. Así pues, la
relación jurídica tiene un sustrato material de vida humana normativizada y un sustrato formal,
que es la norma jurídica, que lo recoge como supuesto de hecho.
De acuerdo con los profesores Díez-Picazo y Gullón, la relación jurídica puede definirse como la
“situación en que se encuentran dos o más personas, y que aparece regulada como una unidad
en el ordenamiento jurídico, organizándola con arreglo a determinados principios y que la
considera, además, como un cauce idóneo para la realización de una función de tutela jurídica”.
Se puede considerar también como un proceso que tiene naturaleza transitoria ya que se inscribe
en el devenir histórico, constituyéndose para alcanzar un fin, debiéndose extinguir con la
consecución de este fin, aunque una vez extinguida conserve, en el pensamiento jurídico,
trascendencia como causa o fundamento de las modificaciones que en virtud de ella han sido
realizadas.
Sesión 28
Los sujetos de la relación. Son las personas entre las que se establece la relación, los que
llamamos sujeto activo y sujeto pasivo, según se ubiquen por encima o por debajo uno del otro;
según cuál sea el que pueda exigir el cumplimiento de la prestación o deba realizarla. El ejemplo
clásico sería el comprador que da el pago y recibe la cosa, y el vendedor de un inmueble que
da la tradición de la cosa y recibe el pago; el inquilino y el propietario, el agresor y el agredido.
Pero también las prestaciones de servicios: el profesional de enfermería y el paciente que recibe
su servicio, o el profesional y la Administración sanitaria en la relación de trabajo.
El objeto de la relación. Lo constituye, en cambio, no los sujetos ejecutantes, sino aquello sobre lo
cual los sujetos actúan. Por ello en Doctrina se suele definir como la materia social que queda
afectada por la relación; entendamos que se habla aquí del elemento o factor que
generalmente se define como social, pues dentro de él caben, desde el inmueble material sobre
el cual el comprador y el vendedor se relacionan, hasta la prestación de cuidados o la relación
de trabajo que hemos puesto antes de ejemplo. No obstante en su fundamento, el objeto de
relación es una idea más bien general y, cuando decimos social, queremos incluir lo material y lo
inmaterial que sustenta este vínculo.
En el contenido de toda relación jurídica es posible, al mismo tiempo, diferenciar dos tipos de
situaciones que, atribuyéndosele a los sujetos, son necesarias para que pueda lograrse la función
social o económica que hemos referido.
- Situación de deber. El deber jurídico es la necesidad que tiene el sujeto pasivo de realizar una
conducta a favor del acreedor. Digamos, es la responsabilidad que adquiere una persona con
respecto a otra para lo cual debe adoptar un determinado compromiso que en este sentido es
previsto como necesario para el orden jurídico. Las obligaciones generales de los profesionales de
la educación, por ejemplo, con respecto a la Ley de Educación pertenecen a esta situación.
Pero también los inquilinos con respecto a la ley de inquilinato que regule en ese momento. O los
niños, niñas y adolescentes, y los padres de dichos niños, niñas y adolescentes, en función de su
cumplimiento cabal de lo dispuesto por la LOPNA.
Otros autores también nos refieren esta clasificación. Si miramos lo que nos propone, por ejemplo,
Miguel Reale, vemos que se reducen los elementos de toda relación jurídica a cuatro:
1. Sujeto activo. Es el que actúa como acreedor de la prestación principal. Es decir, aquel que
tiene el poder de pedir tal o cual cosa.
2. Sujeto pasivo. Es aquel que se siente obligado a realizar la prestación. Ese que se encuentra
por debajo en la relación de poder que acabamos de referir.
3. Vínculo de atribución. Se tarta de la ligazón o nexo del que hemos dicho tiene por finalidad
enlazar el sujeto activo con el sujeto pasivo. Es, como dijimos anteriormente, la concreción de la
4. Un objeto. Constituye la razón de ser de dicho vínculo. Es la materia social de la que hablamos,
que bien puede ser una cosa o una prestación de un servicio.
Olaso L. refiere siete elementos dentro de una relación jurídica. Hemos de mirarlos detenidamente
para ubicarlos:
1. El elemento personal. Será aquel que está formado tanto por el sujeto activo como por el
sujeto pasivo y que se entiende interviene en una determinada relación.
2. El elemento condicionante. Viene a ser el hecho o acto jurídico que genera o desencadena
la relación jurídica. Recordemos que Miguel Reale considera al hecho y a la norma no como
elementos de la relación jurídica, sino como presupuestos de la misma.
4. El elemento causal. Se refiere al interés social protegido en cada caso. Al tipo de exaltación en
virtud de la cual se da motivo o provecho a la misma relación jurídica.
2. En cuanto al objeto de la relación jurídica. Se entiende que es todo acto o cosa sobre el que
recae el poder del sujeto activo. Cualquier bien con sustantividad propia (o sea que no dependa
de otro bien), susceptible de satisfacer un interés jurídico protegible, es decir, que puede ser
objeto de apropiación, ser objeto de comercio.
Sesión 29
1. Teoría de los dos sujetos: esta teoría propone la obligatoriedad de la participación de las
personas en toda relación jurídica. Supone la existencia perfecta de los derechos relativos, tales
como los derechos de crédito, los familiares y los sucesorales. En cambio, plantea la dificultad de
fundamentar los derechos absolutos. Se ha pretendido señalar que en esos derechos absolutos
hay un sujeto activo “x”, y otro universal, indeterminado. Como bien lo dicen Olaso y Hernández
G., esto cobra validez en aquellos casos donde el sujeto es determinable, de forma pasiva y
múltiple, ya que existe una relación concreta con el activo. En todo caso, esta teoría de la
naturaleza de la Relación Jurídica se basa en la presencia de los entes con voluntad.
2. Teoría del derecho sobre el objeto: Es una teoría que tiene su origen en los tiempos del
derecho romano. Las relaciones jurídicas se fundamentaban sobre la existencia de un sujeto
activo y un objeto que normalmente era material. Hoy día sigue teniendo vigencia. Hay una gran
parte de autores que apuestan por esa existencia bipolar, entre un sujeto o persona, y un bien o
cosa material. Se le critica, igual que la teoría anterior, la posible fundamentación de los derechos
relativos, como es el caso de los derechos civiles de posesión, o en el caso de los derechos sobre
las cosas; pero no justifica la naturaleza de las relaciones jurídicas que nos refieren los derechos
absolutos. Bien nos refiere Olaso (Olaso: 1998,347) que la relación de los hombres con las cosas es
una cuestión de hecho, pero no jurídica.
3. Teoría intermedia: Es la teoría de Von Tour, que propone una posición ecléctica en relación a
la naturaleza de la relación jurídica. Sostiene el autor la amplitud del margen en la delimitación
de las personas y de las cosas al momento de participar, como sujetos en una relación jurídica.
Esta postura acomodadiza entre las dos corrientes anteriores, permiten la justificación de los
derechos absolutos, cosa que las anteriores no podían.
Sesión 30
Concepto:
Ente susceptible de obtener obligaciones y adquirir derechos.
Está íntimamente ligado a la personalidad, ya que por medio de ésta se reconocen derechos y
obligaciones.
Atributo de la persona
Nombre:
Persona Física: Palabras que individualizan a una persona. (Nombre de pila y los apellidos).
Persona Jurídica: Razón social (Nombre del socio / apellido 2 o más, denominación).
Domicilio:
Sede o asiento jurídico de una persona.
D. Interno → Departamento.
D. Internacional → País.
Vecindad: Es la circunscripción municipal. Art. 33 Cód. Civil.
Estado civil:
Solo se refiere a las personas físicas.
Es la situación jurídica del individuo determinado con una serie de factores reconocidos por el
Derecho que el dan el lugar específico que ocupa dentro de la sociedad.
Lo que viene del matrimonio:
Soltero, casado, divorciado, viudo.
Clases:
a. Fisicas:
Persona física o individual.
Todo ser humano que puede contraer obligaciones y adquirir derechos.
b. Juridicas:
Entes reconocidos por el Derecho.
Grupos de personas que pueden adquirir derechos y contraer obligaciones.
Todo ente (no físico) que puede actuar en la vida del Derecho.
c. De interés público:
Cuando persiguen un bienestar común.
Visto como lo hemos hecho hasta ahora, la persona jurídica como unidad orgánica, puede
derivar bien, del reconocimiento de parte del Estado, o bien de un conjunto de personas, o
convenientemente, de un conjunto de bienes. Además, apoyan algunos autores, también
puede emanarse esta noción de persona jurídica, de una imposición de parte del Estado. Así
pues, entendiendo que son diversas las posibles derivaciones a las que podemos aludir
cuando intentamos definir la Persona jurídica, hemos de decir, en el desarrollo de esta sesión,
que dicha diversidad de posiciones es lo que ha venido originando, en doctrina, las disímiles
teorías sobre la naturaleza de la persona jurídica. Veamos.
Dogmáticamente se han asociado estas teorías en dos grandes grupos: las llamadas teorías
de la ficción y las llamadas teorías realistas, existiendo desde luego, varias posiciones
intermedias.
1.- Las teorías de la ficción: este grupo de teorías, parte de la idea de que el único sujeto
natural de derechos y obligaciones es el ser humano. Solo el ser humano es capaz de tener
voluntad y por consiguiente, solo el puede ser naturalmente sujeto de derechos, puesto que el
derecho subjetivo es un poder que la ley acuerda a una voluntad. La persona jurídica, desde
este punto de vista, aparece como una ficción legal. Dichas posiciones conciben, pues, el
hecho de que la capacidad jurídica puede ser extendida a sujetos artificiales creados por
simple ficción. Tal sujeto por tanto, aun cuando sea abstraído, inventado, creado a partir de
una ficción, es llamado persona jurídica también, y es, principalmente, capaz de tener
patrimonio. Estas teorías han venido desarrollado lo que se conoce como una técnica jurídica,
que se basa en la explicación de cómo concederle atributos propios del ser humano a estos
entes.
Esta teoría, como se ve, se fundamenta sobre la base de que solo el hombre puede ser sujeto
de derecho y que la persona jurídica, por tanto, es un ser fingido.
Hay un grupo de presunciones que aparecen como negatorias de estas teorías de la ficción,
dentro de las cuales encontramos la postura de Hans Kelsen. A saber: Kelsen niega la dualidad
derecho objetivo-derecho subjetivo. Utilizando los estudios de Duguit, pero planteando su
doctrina en un terreno puramente lógico, Kelsen sostiene que los derechos subjetivos no
existen sino en cuanta expresión del derecho objetivo. Si no existen derechos subjetivos con
valor propio, autónomo, tampoco debe existir el sujeto de derecho. Los derechos subjetivos y
el sujeto de derecho, o sea la persona, son conceptos auxiliares, que facilitan el conocimiento
del derecho. Persona, sea física o jurídica, es sólo la expresión unitaria personificadora de un
manojo de deberes y facultades jurídicas, un conjunto de normas. El hecho de ser un centro
de imputación de normas, convierte a ese centro en persona. He allí entonces, que hablamos
de persona jurídica.
2.- Las teorías realistas: este grupo de presunciones parten de la base de que " el concepto
de persona no coincide con el hombre, sino con el sujeto de derecho, por lo que no se
excluye que haya sujetos de derecho que no sean hombres, se ensancha el concepto de
sujeto, sacándole de la esfera del derecho privado patrimonial, llevándolo al derecho público.
Todas las personas jurídicas son realidades". Por lo cual, podemos concluir, rechazan a su vez,
todo tipo de ficción.
Estas teorías, por tanto, si que consideran que las corporaciones y fundaciones existen en la
realidad social y tienen las condiciones necesarias para actuar como un verdadero sujeto de
derecho, en función de su naturaleza y constitución.
Dentro de estas teorías llamadas Teorías de la realidad, encontramos algunas subclases, en los
autores, tales como:
Para esta teoría, las personas jurídicas no son entes artificiales creados por el Estado sino, por el
contrario, realidades vivas. Los entes colectivos son organismos sociales dotados, tanto como
el ser humano, de una potestad propia de querer. Esto es, de una voluntariedad definida y
concreta, con lo cual, aparecen como entes capaces, naturalmente, de ser sujetos de
derecho (Ver: Gierke). A diferencia de la teoría de la ficción, que sostenía que la autorización
estatal era creativa de la personalidad jurídica, para este autor Gierke, ello sólo tiene valor
declarativo.
Esta teoría tiene su punto de partida en la observación de la realidad social, que demostraría
que una de las tendencias más firmes en las sociedades contemporáneas es el desarrollo de la
vida colectiva, de la vida social. El ser humano abandona todo aislamiento, porque
comprende que para realizar sus fines y para satisfacer sus necesidades de todo orden precisa
unirse a otros hombres, asociarse a ellos. Entra por ello, el hombre, voluntariamente y sin
presiones de otro tipo, en muchas asociaciones. Pero es que en el fondo subyace siempre el
ser humano, porque él es el fin de todo Derecho. Sin embargo, la vida de estas entidades está
por encima de la de cada uno de sus miembros, considerados aisladamente. Es así como la
institución se define como un organismo que tiene fines de vida y medios superiores en poder y
en duración a los individuos que la componen. La teoría de la institución tiene un claro
fundamento iusnaturalista, puesto que el derecho de asociación es considerado uno de los
derechos naturales del hombre. Ver: Rerum Novarum.
Sesión 32
El derecho subjetivo
Muchas veces decimos cosas como: “yo tengo derecho de vestirme como quiero”, “María tiene
derecho a que le den vacaciones”, “Todos tenemos derecho a expresar libremente nuestras
ideas”, “El derecho a la vida es irrenunciable”, etc.… todas estas ideas suponen una expresión de
“derecho” que no hacen referencia al sistema de normas positivo, sino en cambio, refieren
situaciones particulares en las que se encuentra determinada persona o un conjunto de ellas, en
relación con el derecho objetivo. (SANTIAGO NINO: 1991, 195)
Es normal encontrar, entre los autores, la definición de los Derechos subjetivos como facultades
derivadas de las normas jurídicas, suelen confundirse los hechos que le dan origen con las
situaciones derivadas de tales hechos.
Ej.: derecho subjetivo de recibir alimentos, de un menor de edad.
1. Doctrinas tradicionales:
a. Kelsen:
- Reduce el derecho subjetivo al objetivo.
- Para él, el derecho subjetivo no se contrapone a la norma o derecho objetivo sino al deber
jurídico.
- Según Kelsen el derecho subjetivo es la norma en relación con aquél individuo que debe
expresar su voluntad para el efecto de que la sanción sea ejecutada.
Se le puede criticar que:
- Identifica el D. Subjetivo con el objetivo. Confunde derecho y facultad.
b. Cossio:
- Demuestra la integración de facultad y deber como elementos correlativos e integrantes de la
norma jurídica.
- El Derecho Subjetivo por ser una facultad puede ejercitarse o no por su titular.
- Devuelve al D. Subjetivo su rango de facultad, del cual Kelsen se había despojado.
Sesión 33
Sesión 34
Tenemos que reconocer, con Mariano Uzcátegui, que siempre que definimos el Derecho
subjetivo, correlativamente nos vemos obligados a definir y reseñar al Deber jurídico: “Son
inseparables como el anverso y el reverso de una moneda: donde hay un derecho es porque
existe correlativamente un deber y, a la inversa, donde existe un deber es porque hay
correlativamente un derecho. Se trata de dos conceptos que, como la relación jurídica, son
fundamentales para el estudio del derecho.” (UZCATEGUI, M: 2003, 279).
El deber jurídico aparece sin duda como la consecuencia inmediata del supuesto del hecho
normativo que interviene en la relación jurídica, de acuerdo a la estructura lógica de la Norma
que hemos visto antes. La consecuencia es clara: cuando se incumple el deber es cuando surge
la posibilidad de la sanción.
La relación entre Derecho subjetivo y Deber jurídico se presenta de manera correlativa, es decir:
“no se dan en forma independiente, en el sentido de que el deber nacido en la norma jurídica en
el término B de la formulación lógica de la misma, como consecuencia de la imputación
normativa, se traduce en la práctica, en la posibilidad de la sanción, mediante la intervención
del ente (acreedor) que exige el cumplimiento del deber y en tal sentido se dice que ese ente
acreedor tiene la facultad o derecho de pedir al órgano del Estado que haga cumplir el deber
jurídico contenido en una norma objetiva de derecho que se ha individualizado en forma
concreta” (UZCATEGUI, M: 2003, 287).
Es normal encontrar entre los autores, la afirmación de que la definición del Deber jurídico ha sido
tomada del campo de la Ética, sin embargo, con Radbruch habría que afirmar que es en el
campo del Derecho donde se desarrolla y se fundamenta esa idea del deber. Así lo entiende el
padre Olaso cuando nos define el deber jurídico como “la necesidad de observar una
Dar o Hacer alguna cosa a favor del sujeto activo. Por ejemplo: realizar la obra, prestar un
servicio, pagar una suma adeudada, entregar la cosa vendida. En esta obligación el sujeto
pasivo ve constreñida su conducta en el sentido de dar o hacer algo a favor del sujeto activo.
No hacer o Abstenerse de intervenir en la esfera jurídica del titular del derecho subjetivo. En
muchas ocasiones la norma no exige del sujeto pasivo una actuación determinada, sino, por el
contrario, manda no interferir con su actuación dentro de la esfera del sujeto activo. Es un deber
jurídico de abstención para no interferir en una esfera ajena (persona, conducta o Patrimonio),
sin que exista una expresa autorización normativa que sólo de manera excepcional puede
facultar para llevar a cabo un acto lícito de interferencia. En este deber se funda toda la
coexistencia social y la seguridad jurídica, así como el orden y la paz pública.
La norma de Derecho establece para el sujeto pasivo el deber jurídico de cumplir con una
prestación, correlativa del Derecho de exigir su cumplimiento (característica esencial del
Derecho: bilateralidad o impero-atribución).
Por lo tanto, la esencia del deber jurídico y del derecho subjetivo, la encontramos en la existencia
de una norma jurídica.
Así, el padre de familia tiene el deber moral de alimentar a sus hijos menores, pero para que exista
el deber jurídico de pagarlos, correlativo de un derecho subjetivo de exigirlos, es necesaria la
existencia de una norma de Derecho que así lo establezca. (art. 283 C. Civil)
Sujeto activo que hace valer su Sujeto pasivo (obligado a hacer algo a
facultad. favor del activo)
Un valor: el bien común. Un valor: bien autentico para todos.
Sesión 35
Las relaciones jurídicas que se forman entre las personas o sujetos del derecho tienen siempre un
propósito determinado, que es la finalidad perseguida al formar el vínculo. En otras palabras, al
realizarse el supuesto y entablarse la relación jurídica o vínculo entre el sujeto activo y el sujeto
pasivo se persigue un fin, es decir, que la relación jurídica siempre tiene un propósito
determinado.
- La compraventa, por ejemplo, tiene por objeto la entrega de la cosa y el pago del precio de
lo vendido.
- El contrato de trabajo, por su parte, persigue la realización del servicio y el pago del salario.
Ahora bien, este fin o propósito, entendido como Objeto de Derecho, puede verse desde dos
perspectivas:
a. Los que creen que el carácter del Objeto de Derecho debe ser Objetivo: Todo Derecho tiene
una significación patrimonial (vale, para su crítica, buscar el fundamento de los Derechos
relativos).
b. Los que creen que el carácter del Objeto de Derecho debe ser Subjetivo: en concordancia
con la teoría de los dos sujetos, se entiende que toda relación jurídica se da directamente entre
dos sujetos.
Entidad corpórea e
Toda entidad pensable, Todo lo que existe en el incorpórea,
real o irreal, racional o mundo exterior y fuera susceptible de
irracional. del hombre constituirse en
materia sobre la cual
recae una relación
jurídica.
Sesión 36
La relación entre cosas y bienes está supeditada al plano jurídico, pues como se sabe, en un
plano mas bien corriente o vulgar cosa se entiende como todo aquello que podemos pensar,
mientras que bien, refiere solamente aquello que puede ser idóneo de ingresar a nuestro
patrimonio, es decir, que le podamos asignar un valor económico.
Así pues, jurídicamente podemos mirar la relación entre cosas y bienes, supeditada a tres puntos
de vistas o tres teorías a saber. Esta es la corriente seguida por nuestro legislador, aun cuando en
algunos casos se utilicen ambos términos como sinónimos.
Mirar en los textos de Bienes y Derechos reales (Civil II) las distintas clasificaciones que se hacen en
Doctrina al respecto, resaltando entre ellas:
Corporales e incorporales: según sean perceptibles a través de los sentidos o tan solo
intelectualmente.
Fungibles e in fungibles: según puedan ser sustituidos por otros del mismo género o no.
Consumibles e in consumibles: según sean susceptibles de deterioro por su consumo inmediato, o
en cambio, tengan un uso prolongado.
Divisibles e indivisibles: según sean susceptibles de ser fraccionadas, conservando sus partes la
misma función y esencia del todo.
Presentes y futuras: según existan en el momento en que son presentadas, o en cambio, puedan
ser racionalmente esperadas.
Singulares y universales: según sea que las partes que loa formen estén materialmente unidas de
forma simple u orgánica, o en cambio, estén reunidas de manera compuesta.
Sesión 37
Hechos jurídicos: Un hecho jurídico es todo acontecimiento que pude producir una modificación
en la realidad jurídica existente. Ej: compra de una casa, muerte de una persona.
Acontecimientos o sucesos de la naturaleza o del hombre a los que el legislador le atribuye una
consecuencia jurídica. Hecho: Circunstancia que modifica el mundo del ser.
Acto jurídico: son hechos jurídicos humanos voluntarios. Son acontecimientos que producen
efectos jurídicos realizados por la voluntad consiente del hombre con el objeto de producir
determinados efecto jurídicos. Modalidades: Son elementos accidentales que pueden concurrir o
no en un acto jurídico, dependen del mismo acto pero no deben confundirse con él. Ej: Art. 1834
CC
Situaciones jurídicas: Son los medios de ser o de estar de alguien o de respecto de otro. Derivan la
mayoría de veces de los hechos jurídicos. Ej: la situación de paternidad. Fundamentales:
provienen directamente del estado de una persona, como una situación más o menos
permanente. Ej: situación jurídica de padre de familia, nacional, ciudadano. Derivadas: provienen
de las relaciones en que eventualmente puede intervenir cada sujeto. Ej: situación jurídica de
comprador, arrendador.
Son los que afectan constructivamente las relaciones sociales. Beneficiando a alguien o
contribuyendo al buen funcionamiento del orden jurídico. Pueden ser naturales, involuntarios o
voluntarios.
Son aquellos en que la naturaleza interviene beneficiando a alguna persona. Por ejemplo
cuando las corrientes de los ríos agregan tierra a una heredad, ya sea transportando una porción
conocida de terreno (Art. 676 C. Civil)
ARTICULO 676.- Cuando la corriente de un arroyo, torrente o río segrega de su ribera una porción
conocida de terreno y la transporta a las heredades fronteras o a las inferiores, el dueño de la
finca que orillaba la ribera segregada conserva la propiedad de la porción de terreno
incorporado; pero si dentro del término de seis meses no ejercitare su derecho, lo perderá en
favor del dueño del terreno a que se hubiere agregado la porción arrancada. Acrecentando
paulatinamente tierra por sedimentación
ARTICULO 679.- (Aluvión).- Pertenece a los dueños de los terrenos confirmantes con los arroyos,
torrentes, ríos y lagos, el acrecentamiento que reciban paulatinamente por accesión o
sedimentación de las aguas.
ARTICULO 656.- Son frutos naturales las producciones espontáneas de la tierra, las crías de los
animales y demás productos que se obtengan con o sin la industria del hombre. También frutos
civiles: ganancias de renta etc.
Son aquellos en que una persona realiza un hecho a favor de otra, sin que aparezca la voluntad
o el consentimiento de ésta última, beneficiándola y contribuyendo de alguna forma al
funcionamiento del orden jurídico.
Nuestra legislación coloca estos hechos involuntarios edificadores del orden social dentro de las
obligaciones provenientes de hechos lícitos sin convenio y comprende dentro de ellas las
siguientes:
a. Gestión de Negocios (art. 1605 C. Civil)
ARTICULO 1605.- El que sin convenio se encarga voluntariamente de los negocios de otro, está
obligado a dirigirlos y manejarlos útilmente y en provecho del dueño. Cesará la gestión desde el
momento en que el interesado o quien lo represente, se persone en el negocio.
b) Enriquecimiento sin causa (art. 1616C. Civil)
A estos hechos se les denomina también actos jurídicos. La doctrina distingue 3 especies de actos
jurídicos:
1. Los delitos (Hechos voluntarios destructores del orden social)
2. Los actos jurídicos en sentido propio y 3. Los negocios jurídicos: “Acto de autonomía privada
reconocido por el derecho como productor del nacimiento, modificación o extinción de
relaciones jurídicas entre particular y particular.” (Emilio Betti)
a) El Acto Jurídico
Es decir, el Acto Jurídico, “ad solemnitatem”, es el acto humano voluntario o consciente, que
tiene por fin inmediato establecer entre las personas relaciones jurídicas, crear, modificar,
transferir, transmitir, conservar, o extinguir derechos.
Para que se dé el acto jurídico no basta con que haya un sujeto y un objeto con bastante
capacidad, se necesita algo que los ponga en relación, estableciendo un lazo o un vínculo
que los una, haciendo pasar la relación jurídica del estado de posibilidad al estado de
existencia.
Los actos jurídicos son positivos o negativos, según que sea necesaria la realización u omisión
para que un derecho comience o acabe respectivamente.
Si buscamos la formalidad del acto jurídico, entendemos que en {el mismo, es el conjunto de
las prescripciones de la ley, respecto de las solemnidades que deben ser observadas al tiempo
de la formación del acto jurídico.
Definición:
Negocio Jurídico es aquel supuesto en el que dos o más personas, a través de un acto de
voluntad, se obligan a una prestación.
El negocio jurídico como concepto no nace hasta principios del siglo XIX. Hasta entonces lo
que se producía era una serie de supuestos prácticos que no se categorizaban dentro de un
concepto común.
No se incluyen normas abstractas que definan lo que es un negocio jurídico, sino que se
regulan las características y naturaleza de diversos ejemplos de negocios, así la compraventa,
permuta, arrendamientos, depósito, préstamo.
La doctrina distingue tres clases de elementos constitutivos del Negocio Jurídico: Esenciales,
Naturales y Accidentales.
Elementos Esenciales:
Son aquellos sin los cuales el Negocio Jurídico no existe. Consideramos cómo tales la
capacidad, la voluntad, la declaración de voluntad, la causa, e incluso la forma para algunos
Negocio Jurídico.
a) Capacidad: Las personas que intervienen en el Negocio Jurídico han de ser plenamente
capaces para que el Negocio Jurídico realizado tenga plena eficacia jurídica. Se trata de la
llamada capacidad de obrar exigida por la naturaleza del Negocio Jurídico.
Cada legislación determina sus reglas de capacidad.
b) Voluntad, o querer del sujeto: Supone un proceso mental que impulsa a obrar en un
determinado sentido. El sujeto ha de ser libre para decidir, pero la voluntad puede estar
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viciada, lo que altera las consecuencias jurídicas de dicha declaración. Estos vicios pueden
ser:
1) La violencia o fuerza física ejercida sobre la persona que haga modificar la expresión de su
voluntad; priva de efectos al Negocio Jurídico si la fuerza empleada ha sido irresistible.
2) La intimidación o coacción moral o miedo; priva de efectos al Negocio Jurídico si se trata
de un mal próximo, grave e injusto que haya de recaer sobre la persona o bienes del que
hace la declaración o de sus próximos parientes.
3) El dolo: Es la intención torcida, mala fe, maquinación o artificio con fin de engaño. Puede
ser causante si influye directamente sobre la realización misma del Negocio Jurídico o
incidental si sólo influye sobre las condiciones en que el acto se realiza. 4) El error o
conocimiento equivocado de una cosa o de un hecho. Puede ser in negotio si recae sobre la
naturaleza del Negocio Jurídico o cosa; in substantia, sobre cualidades sustanciales de la
cosa; in persona, sobre la persona con quien se realiza el Negocio Jurídico; in cualitate, sobre
cualidades secundarias; in cuantitate, sobre la cantidad, etc. Para que el error afecte a la
validez del negocio juridico ha de ser esencial, es decir, que constituya su causa.
Elementos Accidentales:
Son aquellos que normalmente no acompañan al Negocio Jurídico pero pueden ser añadidos
por voluntad de las partes, modificando su contenido y limitando los efectos del mismo. Estos
elementos son la condición, el plazo y el modo.
Elementos Naturales:
Son los que acompañando normalmente al Negocio Jurídico pueden ser omitidos por
voluntad de las partes sin que se altere, p. ej.: la evicción en la compraventa (v.). Cada tipo
de Negocio Jurídico tiene sus elementos naturales propios por lo que es imposible un estudio
detallado de los mismos con carácter general.
1. De acuerdo a su contenido:
a. Negocios jurídicos de derecho patrimonial: Regulan relaciones económicas patrimoniales.
b. Negocios jurídicos del D. de Familia y relativos a la personalidad: Regulan lo civil y la
condición de las personas.
Sesión 39
Aquellos que no permiten el funcionamiento del orden jurídico o que ocasionan daños o
perjuicios a otra persona.
Art. 1434 C.C: “Los daños que consisten en las pérdidas que el acreedor sufre en su patrimonio, y
los perjuicios, que son las ganancias ilícitas que deja de percibir, deben ser consecuencia
inmediata y directa de la contravención, ya sea que se hayan causado o que necesariamente
deban causarse.”
Imputabilidad: Poder de atribuir a una o varias personas, la realización de un hecho o de un acto
jurídico. A quien se le imputa un hecho se le responsabiliza jurídicamente de los efectos
producidos por el mismo.
Responsabilidad: Implica la obligación de dar cuentas a otra persona de aquel hecho, es la
solución construida por el derecho para reparar los efectos dañinos que se han producido.
Eximentes de la responsabilidad
Caso fortuito: Según Rojina Villegas es un acontecimiento natural, inevitable o imprevisible que
impide en forma absoluta el cumplimiento de una obligación. Existe una persona q quien puede
atribuírsele el error invencible o inevitable.
Fuerza mayor: Según Villoro Toranzo son todas aquellas fuerzas ante las cuales el hombre se halla
totalmente impotente tanto de repelerlas como para predecirlas y evitarlas. Siempre opera en
forma anónima.
Art. 1426 CC: El deudor no es responsable de la falta de cumplimiento de la obligación por caso
fortuito o fuerza mayor, a no ser que en el momento en que ocurriere, hubiere estado en mora.
En esta ultima sesión de la Unidad dos, el programa de la materia nos pide hacer énfasis en un
punto que si bien no es tema fundamental de Introducción al Derecho (sino que corresponde
a la teoría general del Derecho Penal), en tanto y en cuanto condiciona el objeto de la
relación jurídica, se hace necesario detenernos en ello.
El programa nos pide hablar del dolo y de la culpa. Y también del caso fortuito y de la fuerza
mayor. Para ello tenemos que fijar el marco desde el cual nos vamos a apuntalar. En un
sentido penal, hablamos del dolo y de la culpa como los elementos de la culpabilidad. Pero
antes de encuadrar dichos conceptos (dolo, culpa, caso fortuito y fuerza mayor) en el campo
de la imputabilidad penal, hay que decir que ellos constituyen en si mismos, los elementos de
la relación de causalidad ética y también psicológica que puede existir entre el sujeto de una
relación jurídica y su conducta en la misma. De allí que necesariamente nos saltemos a la
culpabilidad del sujeto. Esto es: la culpabilidad vista como la imputabilidad en la conducta del
sujeto de la relación jurídica, puede darse o con intensión, o con negligencia. Es decir, con
dolo o con culpa. De donde dolo= intensión y culpa=negligencia. Ambas tienen por
fundamento la voluntad del sujeto activo en una relación jurídica. Sin intensión o sin
negligencia no hay culpabilidad, esto es, no se puede imputar dicha conducta a sujeto
alguno. Y sin culpabilidad, en general, consecuencialmente no hay delito, tal y como verán
ustedes más adelante en la carrera, cuando estudien la teoría del derecho penal.
Para definir cada uno de los ítems propuestos en el programa, han de realizar la lectura
obligatoria que se adjunta en como recurso, y desde allí ubicar:
1) Definición del dolo, de la culpa, del caso fortuito y de la fuerza mayor.
2) Teorías que explican su naturaleza.
3) Clasificación de cada uno de ellos (dolo, culpa, caso fortuito y fuerza mayor)
4) Elementos volitivos e intelectuales.
Generalidades:
El estudio de las fuentes del Derecho, nos sitúa frente al problema de la manera como se
produce ese conjunto de normas que integran el ordenamiento jurídico. Es el determinar
dónde y cómo los funcionarios, operadores de justicias, jueces y procesados pueden
encontrar el conocimiento del Derecho para resolver los casos concretos que se presentan en
la realidad. Preguntarse sobre la fuente de una norma de Derecho es buscar también su
procedencia y nacimiento.
El estudio de las fuentes es complejo, debido a que dicho estudio no se puede hacer en forma
aislada de las difíciles cuestiones referentes a la noción del Derecho, así como tampoco de su
naturaleza, funciones y fines, conceptos que entran en el campo de la filosofía, la sociología y
la ciencia política.
Acepciones:
Hay diversos puntos de vista, desde una primera perspectiva se habla de fuentes en sentido
histórico o de conocimiento jurídico cuando se va a expresar los vehículos a través de los
cuales palpamos la existencia de las normas.
Las reglas de Derecho, necesitan de algo sobre el cual posarse para ser conservadas y
transmitidas, y ese instrumento que nos permite conocerlas está constituido por los
En oportunidades se usa el término “fuente del Derecho” para expresar el fundamento del
mismo. En esta segunda acepción, fuente del Derecho, significa el punto de apoyo del
Derecho, la razón última del fenómeno jurídico. Al enfocar el problema desde este punto de
vista estamos entrando en terrenos de la Filosofía Jurídica, incluso si pretendemos encontrar el
fundamento intrínseco del Derecho en el elemento normativo, como lo plantean los
positivistas. Aquí las fuentes serían el principio que sostiene la obligatoriedad de las normas
jurídicas. Para algunos es una razón divina, para otros el espíritu social y una gran parte de
teóricos ven la fuente del Derecho en la historia o en el Derecho Natural.
Algunos entienden las fuentes como normas jurídicas. En tal sentido, Luis María Olaso precisa,
muy acertadamente, que fuente jurídica no significa lo mismo que norma jurídica, para el
autor las normas se encuentran acudiendo a las fuentes. Por esa razón no son verdaderas
normas jurídicas las leyes sino que éstas, son fuentes de donde hay que sacar aquéllas. (Olaso;
L: 1990, 9).
Legaz y Lacambra sintetiza todas las acepciones de las fuentes del Derecho en la
enumeración siguiente de ellas:
- Fuerza creadora del derecho como hecho de la vida social (la naturaleza humana, el
sentimiento jurídico, la economía, entre otros)
- Acto concreto creador del derecho (legislación, costumbre, decisión judicial, entre otros).
Por regla general se plantea el problema de las fuentes del Derecho en dos sentidos: primero,
como factores que provocan necesariamente la aparición de las normas jurídicas
determinando su contenido, es decir, fuente en sentido material y segundo, como proceso de
creación de las normas jurídicas, cuando hablamos de fuentes formales.
Las fuentes materiales son las circunstancias que significan la realidad de cada pueblo y que
son causas suficientes del Derecho. Son circunstancias sociales de índole muy diversas:
políticas, económicas, religiosas, culturales y de otras índoles. Ellas motivan y determinan al
Estado a regularlas por medio de normas jurídicas para permitir la resolución de conflictos,
controlarlos y evitarlos. Por ejemplo, en Venezuela la beligerancia y el protagonismo político
de los medios de comunicación social, en los procesos políticos de los últimos años, determinó
el nacimiento de un nuevo marco legal regulatorio de contenidos y de las leyes de
responsabilidad social de dichos medios.
También existen las fuentes formales que pueden verse desde tres perspectivas diferentes:
- Como órgano del poder público que tiene la atribución para crear ciertas normas jurídicas.
Por ejemplo, la Asamblea Nacional para sancionar leyes, el ejecutivo para dictar
reglamentos, y los particulares contratos. Aquí hablamos de fuente formal como de donde
emana la norma.
- Como procedimiento de creación de las normas jurídicas. Cada tipo de normas tiene una
serie de requisitos y etapas que integran su proceso de formación. Por ejemplo, la
Asamblea Nacional tiene señalado en la Constitución Nacional en el articulo 204 y
Hay diversos criterios para clasificar las fuentes formales, entre los más importantes tenemos:
a. Directas e Indirectas: Son directas cuando encierran en si las normas jurídicas, por ejemplo,
la constitución, la ley, los reglamentos, las ordenanzas, y otros. Son fuentes Indirectas,
cuando, sin contener en si misma las normas jurídicas, ayudan a interpretarlas, aplicarlas,
producirlas. Según el sistema jurídico pueden ser fuentes indirectas la doctrina, la equidad,
los Principios Generales del Derecho.
b. Fuentes Históricas y Vigentes: son vigentes las fuentes positivas actuales que no han sido
derogadas, por ejemplo la constitución de 1999 y son históricas las fuentes que han sido
derogadas y pasan a tener un valor significativo para el conocimiento y comprensión del
Derecho .La Historia del Derecho es la ciencia que nos pone en inmediación con las
fuentes históricas
c. Fuentes principales: Son las más importantes y tienen que ser consideradas por el jurista y los
operadores de justicia a la hora de resolver un caso concreto. En Venezuela son fuentes
principales, la constitución y la ley.
Según nuestro sistema jurídico, la fuente principal de referencia es la ley en sentido formal. En
el artículo 4 del Código Civil se obliga al juez a revisar primero los contenidos de la ley para
También existen las fuentes subsidiarias. Son aquéllas que suplen a la ley cuando ésta no existe
o no prescribe solución a algún caso determinado. En Venezuela son fuentes subsidiarias la
analogía y los Principios Generales del Derecho. Excepcionalmente se permite la Costumbre
Mercantil, como lo explicaremos en las siguientes sesiones, como fuente supletoria en el
Derecho Comercial.
Y por último las fuentes auxiliares que ayudan al jurista a conocer, interpretar y aplicar el
Derecho, entre ellos tenemos la doctrina, la jurisprudencia, la equidad. La Filosofía Jurídica así
como auxiliares del derecho (el derecho comparado, la sociología jurídica y la Historia del
Derecho), son pilares fundamentales para el conocimiento de las fuentes auxiliares del
derecho positivo. Las fuentes auxiliares no son, en líneas generales, fuentes directas del
Derecho.
Concepto de Fuente
Como vimos existen muchas acepciones, puntos de vista y formas de las fuentes del Derecho,
por eso es complicado dar una definición de las mismas. Sin embargo, podemos traer a
colación algunas de las definiciones más citadas de fuentes de Derecho, como por ejemplo:
Para Legaz y Lacambra, fuente significa hecho creador del derecho, pero estas causas
creadoras pueden ser de naturaleza material (lo que nos conduce al ámbito sociológico) o
formal, y entonces radica en el ámbito propiamente normativo y son las formas de
manifestarse la voluntad creadora del derecho. (Legaz y Lacambra, L: 1971, 345)
Para Del Vecchio son fuentes los modos de manifestación de la voluntad social
preponderante (voluntad cuya presencia da carácter positivo al derecho). (Del Vecchio; G:
1934, 538).
Introducción al Derecho
Profesora: Fátima el Fakih
Las fuentes del derecho a través de la historia:
1)Sociedades primitivas:
Coloración mágica de las primeras reglas jurídico-
sociales.
El Derecho es entendido como costumbre:
Introducción al Derecho
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El Derecho así entendido
-como costumbre-
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2. Ley de las Doce tablas:
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3. Etapa del Iuris dicere:
• Es un estadio mas evolucionado del Derecho.
• En él protagonizan los órganos de la jurisdicción.
• El derecho es en cada caso, y por tanto es obra
del juez y de los pretores.
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En este momento se desarrolla el
Derecho Romano :
Allí se elabora
doctrinalmente
el Derecho La ratio iuris
y además se vive. prevalece
sobre los
criterios morales
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4. La ciencia del Derecho:
Introducción al Derecho
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Hacia un concepto de las
Fuentes del Derecho
Fuente:
•Comienzo, origen, nacimiento, inicio. De donde
surge o emana algo
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Una FUENTE DEL DERECHO puede ser:
a) Fuente del conocimiento de lo que históricamente
es o ha sido el Derecho (antiguos documentos,
colecciones legislativas, etc.)
b) Fuerza creadora del Derecho como hecho de la
vida social (la naturaleza humana, el sentimiento
jurídico, la economía, etc.).
c) Autoridad creadora del derecho histórico o
actualmente vigente (Estado, pueblo).
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Una FUENTE DEL DERECHO puede ser:
d) Acto concreto creador del Derecho (legislación,
costumbre, decisión judicial, etc.)
e) Fundamento de la validez jurídica de una norma
concreta de derecho.
f) Forma de manifestarse la norma jurídica (ley,
decreto, reglamento, costumbre, etc.)
g) Fundamento de un derecho subjetivo.
Tomado de:
Legaz Lacambra; L.
Filosofía del Derecho. Bosch, Barcelona,
1953. Pp.379, 380
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Orientaciones modernas
sobre las fuentes del derecho
directas:
1) Dentro de las teorías •la ley
modernas se viene •la costumbre
considerando clásico el
dividir las fuentes del derecho indirectas:
en: •la jurisprudencia
•la doctrina
•los principios generales del
derecho, la analogía y la
equidad.
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2) Los sistemas modernos de base legislativa tienden a reducir
las fuentes del derecho al campo meramente positivista.
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3) Contemporáneamente:
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Diversidad conceptual del derecho:
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c) El pluralismo jurídico:
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Son ejemplos de Pluralismo Jurídico:
• Los Estatutos autónomos,
• La práctica en los tribunales de los distintos
órganos judiciales,
• Las convenciones y actos-reglas,
• Las declaraciones sociales como el reconocimiento
de los derechos de los indígenas, etc.
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Fuente de Derecho
Introducción al Derecho
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•El Derecho resulta entonces como un complejo
conjunto de factores, objeto de estudio de la filosofía
y la sociología jurídica.
Introducción al Derecho
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“La génesis de cualquier regla de
derecho ocurre sólo en virtud de la
interferencia de un centro de poder
que, ante un complejo de hechos y
valores, opta por la solución
normativa con características de
normatividad”
Fuentes materiales
Fuentes históricas Fuentes formales
o reales
Introducción al Derecho
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Fuentes históricas
Introducción al Derecho
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Fuentes materiales o reales
Introducción al Derecho
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Fuentes formales
•Se entiende como el modo o la forma través de
la cual se expresa el Derecho positivo. Así se
entiende entrelazados: el órgano que produce la
norma, el proceso de formación de la misma y el
sentido en el que se manifiesta.
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Las fuentes del derecho en el Ordenamiento
Jurídico Venezolano:
La única fuente formal y directa, en Venezuela,
es la Ley.
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Art. 4 C.C.V:
• “A la ley debe atribuírsele el sentido que aparece
evidente del significado propio de las palabras,
según la conexión de ellas entre sí y la intención
del legislador.
Sesión 42 : LA ley
Etimología.
El término ley proviene de la voz romana lex, que significaba norma escrita; se refiere a la
norma dictada por la autoridad competente y no nacida directamente por la costumbre de
la comunidad (a esta última clase de normas se determinaban con la palabra mores). Con
relación a la etimología del término lex, se ha presentado cierta discusión, pues algunos
autores piensan que dicha palabra proviene del latín ligo – ligare, ya que la ley “liga” (ob-liga)
la voluntad de los miembros de una comunidad a los intereses comunes representados en el
Estado. Otros opinan que se deriva del término leggein, que significa “establecer”, pues la ley
es el establecimiento de la voluntad del Estado. Pero es muy posible que lex provenga de
legere, ya que estas se escribían y se leían, tal como hoy (OLASO; L: 1990, 21).
En su acepción jurídica, el término ley puede ser entendido en dos sentidos. En un sentido
amplio, se considera toda la gama normativa de un ordenamiento jurídico, todas las normas
de Derecho, en tanto que, en sentido restringido se refiere únicamente a los actos emanados
del órgano legislativo de su función legislativa.
En tal sentido, resulta importante hacer referencia la diferencia práctica entre ley formal y ley
material. Ley material es toda norma jurídica dictada por un órgano del Estado. Lo importante
en la ley material es su contenido: el hecho de que contiene una norma jurídica; mientras que
La Constitución de 1961, en su artículo 162, definía a la ley como: «Los actos que sancionen las
cámaras como cuerpos colegisladores». Del anterior artículo, y de todo el capítulo dedicado a
la ley en la derogada Constitución, no se desprenden elementos para una noción completa
de ley. En la Constitución de 1999 se toma prácticamente el mismo camino cuando en el
artículo 202 se dispone: «La ley es el acto sancionado por la Asamblea Nacional como cuerpo
legislador... ». El único cambio fue del término colegislador por el de legislador debido a que
ahora el órgano legislativo es unicameral. Por tanto, tampoco tenemos una definición
específica del Constituyente sobre la figura de la ley.
Características de la ley.
Las notas fundamentales de las leyes formales son las mismas que las de cualquier norma
jurídica, es decir, comparten con las otras reglas de derecho: la objetividad, la generalidad, la
permanencia y la coercibilidad, etc, pero le podemos agregar las siguientes:
Son normas escritas y siguen un procedimiento establecido en la Constitución Nacional.
Son reglas que nacen del Poder Legislativo, en su función legislativa.
También se caracterizan por ser normas post-constitucionales: deben nacer después de que
las normas constitucionales establezcan los requisitos de forma.
Por último, podemos decir que son normas “casi irrefragables” porque ocupan un lugar de
preeminencia después de la Constitución, siendo esta norma la que impone las pautas y las
medidas. En efecto, el mismo texto en su artículo 7 establece el principio de supralegalidad
constitucional al indicar que ésta es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento
jurídico, por lo cual las leyes no pueden violar ni contrariar su contenido ni su espíritu.
Muchos autores señalan que la ley es un ordenamiento de la razón, como otra característica.
Ya santo Tomás enseña que la ley es una especie de regla y medida de los actos humanos,
Elementos de la ley.
Son cada uno de los componentes de una ley, es decir, el modo como está constituida una
norma de este tipo. La Técnica Legislativa no sólo versa sobre el proceso de formación de las
leyes, sino también sobre la redacción de las mismas. Para que una ley sea eficaz en el
cumplimiento de su función social, y en general sea aplicable, debe ser redactada tomando
en consideración todos sus elementos integrales, los cuales podemos resumir así:
El Marco Conceptual: La ley puede contener la aclaración por parte del legislador de la
extensión, sentido y suposición en que se están usando los términos jurídicos más importantes
de ella. Este elemento es relevante, pero no es fundamental; de tal forma que si está presente
puede ayudar al proceso de interpretación de la norma, pero en caso contrario, no se hace
de ninguna manera inaplicable la regla. Existen las leyes cuyo fundamento es la explicación
de conceptos y sentidos de otras leyes, que son las llamadas Leyes Auténticas. Éstas también
pueden tener un marco conceptual. El marco conceptual se redacta en artículos, a diferencia
de la exposición de motivos.
Cuando se trate de una ley de vigencia determinada, es decir, la ley que será obligatoria sólo
por un lapso determinado y el legislador debe así expresarlo.
En Venezuela, cuando se trate de una ley tributaria que establezca una tasa, impuesto o
contribución, por orden constitucional en el artículo número 317.
Y cuando se trate de una Ley Habilitante, ya que deben fijar el lapso de ejercicio de la
Delegación Legislativa (último aparte del artículo número 203 de la Constitución Nacional). La
vigencia puede estar redactada en los últimos artículos o en los primeros de la ley.
Parte Dispositiva: Está compuesta por todas las disposiciones que componen la ley; implica la
esencia misma de la norma. Aquí el legislador desarrolla el articulado base de la ley.
Mecanismos específicos de cumplimiento de sus disposiciones: En esta parte, el legislador
debe disponer las instituciones, funcionarios, tribunales, ciudadanos y recursos que pueden
asegurar la efectiva implementación y cumplimiento de la parte dispositiva
Desde otra perspectiva, los elementos de la ley son los mismos de toda norma:
- Hay una parte hipotética o condicional en la ley (condición o supuesto de hecho).
- Una parte dispositiva (disposición o consecuencia jurídica). Dado un supuesto, la ley
prescribe un comportamiento y si ese comportamiento no es observado, se aplicará para los
infractores, la sanción (consecuencia jurídica). Algunos teóricos hablan, de condición,
disposición y sanción como elementos de la ley; pero en realidad, la sanción es la misma parte
dispositiva de la norma, y no de toda norma, puesto que existen normas que carecen de
sanción. La prescripción funciona en forma condicional o hipotética, enlazando a la conducta
antijurídica que es la conducta contraria de la prescrita por la norma, la consecuencia
coactiva (DELGADO; J: 2001, 172).
Iniciativa de la ley
Comprende la presentación del proyecto de ley que deberá realizarse ante la Asamblea
Nacional, única y exclusivamente por aquellos que tienen la facultad de hacerlo. Según el
artículo 204 de la Constitución, en Venezuela tienen la iniciativa:
- El Ejecutivo Nacional. Esta iniciativa es ejercida por el Presidente de la República, en
conjunto con el Vice-presidente Ejecutivo, los Ministros y demás funcionarios que determine la
constitución (Art. 225). Por tanto, la iniciativa es una atribución del Presidente de la República
que se debe ejercer en Consejo de Ministros y no en forma individual, y debe estar refrendado
por el Vicepresidente y el Ministro del ramo.
- La Comisión Delegada y las Comisiones Permanentes. Las Comisiones Permanentes son
comisiones de diputados que se ocupan de los sectores prioritarios de la actividad nacional;
las comisiones delegadas son las que funcionan durante el receso de la Asamblea Nacional,
esta última es integrada por el Presidente y los Vicepresidentes de las comisiones permanentes,
las cuales no deben ser más de 15.
- Los Miembros de la Asamblea Nacional. En números no menor de 3.
- El Tribunal Supremo de Justicia. Cuando se trate de leyes relacionadas con la organización
y procedimientos judiciales. Podemos entender que esta atribución del Tribunal Supremo de
Justicia, se ejerce en Sala Plena, ya que involucra la voluntad de toda la Institución, aún
cuando el mismo tribunal no tiene una ley que lo regule.
- El Poder Ciudadano. Cuando se trata de leyes relativas a los órganos que lo integran, es
decir, cuando verse sobre la Contraloría General de la República, la Fiscalía General de la
República y la Defensoría del Pueblo.
- El Poder Electoral. Cuando se trate de leyes relativas a la materia electoral.
- Los Electores. En un número no menor de cero coma uno por ciento (0,1%) de los inscritos
en el Registro Electoral Permanente. La discusión de los proyectos iniciados por los ciudadanos
debe comenzar, a más tardar, en el período de sesiones ordinarias siguientes al que se haya
presentado. Si el debate no se inicia dentro de dicho lapso, el proyecto deberá someterse a
referéndum (Art. 205).
- A los Consejos Legislativos de Estados. Cuando se trate de leyes relativas a los Estados.
Antes de ser sancionada le ley, la Asamblea Nacional o la Comisión Permanente deben abrir
un proceso de consultas obligatorias a los sectores interesados en plantear su opinión sobre la
ley (Artículos 206 y 211). Se entiende que esta consulta no es vinculante propiamente
hablando, pero debe ser determinante o importante para que los diputados tomen sus
decisiones.
Sanción
De ser aprobado el proyecto en segunda discusión, se considera ley sancionada, pero de
recibir observaciones para su modificación, se remite la comisión respectiva para la
incorporación de las modificaciones en un lapso de quince días continuos. Se envía
nuevamente a la secretaria para que lo incluya en Cuenta. La Junta Directiva de la Asamblea
Nacional procederá a firmar dos ejemplares de la ley sancionada, remitiendo uno de ellos al
Presidente de la República.
Promulgación de la ley
La promulgación corresponde al Presidente de la República. En los 10 días siguientes de haber
recibido el proyecto de ley, el Poder Ejecutivo debe promulgarla, en virtud del principio de
colaboración de los Poderes y el de la unidad del Estado. La promulgación significa la
participación del Poder Ejecutivo en el proceso de formación de la ley.
En Venezuela no existe el derecho al “Veto Presidencial” propiamente dicho, como en
algunos países no-democráticos, donde esta figura permite que el presidente evite totalmente
De igual modo, el presidente dentro de los 10 días siguientes, cuando considere que la ley o
algunos de sus artículos son inconstitucionales, deberá solicitarle al Tribunal Supremo de
Justicia, en Sala Constitucional, que se pronuncie al respecto. El Tribunal debe decidir en los
quince días siguientes de haber recibido la ley, sobre su inconstitucionalidad; si no lo hace o
decidiere por su constitucionalidad, debe el Presidente promulgarla dentro de los 5 días
siguientes a la decisión o al vencimiento del lapso.
El término promulgación proviene del latín promulgare, que significa publicar, por tanto, un
proyecto de ley queda promulgada con la publicación en la Gaceta Oficial con el respectivo
“Cúmplase”.
En Venezuela podemos hablar de tres clases de leyes fundamentales: las Leyes Orgánicas, las
Leyes Especiales, y las Leyes Ordinarias.
En su decisión número 1971 del 16 octubre de 2001, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia, señaló que el artículo 203 de la Constitución de 1999 modificó el régimen
constitucional para la producción de Leyes Orgánicas. El artículo 163 de la antigua
Constitución de 1961 determinaba que la Leyes Orgánicas eran las que así esa misma
Constitución denominaba, y las que invistieran con tal carácter las Cámaras Legislativas con la
mayoría absoluta de sus miembros al iniciarse en ellas la discusión del respectivo proyecto de
ley.
En la Constitución de 1999, en su artículo 203, se limita esa “libertad” del Poder Legislativo de
denominar una Ley como Orgánica. Dicha calificación en la nueva Constitución sólo puede
hacerse en los siguientes supuestos: 1) Cuando la Constitución las califica directamente como
orgánicas (cabe mencionar que el Tribunal Supremo de Justicia ha determinado, en el
articulado de cada ley y sobre la base del ordenamiento jurídico venezolano, cuáles son las
leyes calificadas constitucionalmente como orgánicas). 2) Cuando desarrolle derechos y
garantías constitucionales. 3) Cuando la ley sirva de marco normativo a otras leyes y 4)
Cuando regule y organice los poderes públicos.
La calificación de una Ley como Orgánica no responde, entonces, al capricho del legislador
sino a criterios bien definidos por la propia Constitución. La importancia de las Leyes Orgánicas
radica en que, aunque no puede afirmarse que éstas tengan un rango superior a todas las
leyes de otro carácter (LARES; E:1990, 71), tienen en nuestro ordenamiento jurídico una
significación relevante que viene determinada por su influencia en el sistema de jerarquía de
las leyes en relación con un área específica. Por ello la inclusión de la expresión “orgánica” en
Profesor:Javier González
Asignatura: Introducción al Derecho
la denominación de una ley, revela mucho más que un nombre, pues con éste se alude al
carácter o naturaleza relevante de una determinada norma dentro de aquel sistema
(Sentencia del Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional del 26 de Enero de 2004).
En doctrina podemos encontrar muchos conceptos de Ley Especial, pero en todos concurre la
siguiente idea: son las leyes que con un criterio selectivo ordenan un sector de la vida de los
hombres y no la totalidad o gran parte de la misma (EGAÑA; S: 1984, 132).
No hay una definición de Ley Especial en la nueva Constitución de 1999. Sin embargo,
haciendo una lectura de dicha Constitución podemos percatarnos de que el constituyente,
cuando propone que se aplique un régimen excepcional y no general, o quiere establecer
una regla concreta para un caso concreto que sólo abarque un Estado —leer el articulo18 de
la Constitución— o algún Municipio —leer ordinal tercero de la tercera disposición transitoria—,
ordena se haga a través de una Ley Especial. Las Leyes Especiales son las que así denomina la
Constitución y las que eventualmente así califique la Asamblea Nacional. Se discute sobre si la
Asamblea puede, en su libre ejercicio legislativo, sancionar una ley especial que no sea
ordenada por la Constitución. Lógicamente la respuesta es sí, ya que, por un lado, este hecho
no viola directamente la Constitución y, por el otro, no hay razón alguna para prohibirlo.
La Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, en su sentencia número 00124
del 13 de febrero de 2001, consideró lo siguiente: “(...) de allí que la ley no sea simple
Profesor:Javier González
Asignatura: Introducción al Derecho
ejecución de la Constitución, sino un libre y renovado principio creador, sometido a la misma,
del cual se deriva la presunción de constitucionalidad in favor legislatoris(...)”. De este modo,
las Leyes Especiales calificadas por el legislador se pueden considerar como constitucionales,
siempre y cuando estén sometidas a la Constitución.
Desde el punto de vista formal, la Ley Especial debe llenar los mismos requerimientos que la ley
ordinaria (COMBELLAS; R: 2001, 150), por tanto, no se necesita un quórum de aprobación
determinado. Sobre su jerarquía, debe discutir el intérprete en cada caso, esto si se tiene en
cuenta que el término especial puede concebirse solamente si se toma en consideración una
referencia dada por una norma general y, si aceptamos la anterior afirmación según la cual el
criterio de selección de una norma no es su relevancia, las materias importantísimas para el
orden público y para la nación no se calificaron en la mayoría de los casos como orgánicas
sino al tratarse de un caso determinado y concreto que merezca un trato excepcional.
Son aquellas leyes que no tienen ninguna calificación ni por el constituyente ni por la
Asamblea Nacional. Corresponden a las normas que no entran en ninguna de las categorías
explicadas anteriormente; se aprueban siguiendo el procedimiento de formación de las leyes
según lo propuesto en la Constitución, a partir del artículo 204.
Tampoco tiene ninguna singularidad en el proceso de formación, por tanto sigue el mismo
procedimiento de la ley arriba explicada. Sobre la jerarquía, no hay duda de que sus principios
deben ser rigurosamente concretados en las leyes aprobadas en el ámbito estadal, que la
Constitución llama leyes de desarrollo (artículo 165).
Profesor:Javier González
Asignatura: Introducción al Derecho
III.- Las leyes Habilitantes
En Venezuela sólo es posible dictar un “decreto-ley” con la anuencia de una ley habilitante.
Las leyes habilitantes son aquellas leyes que confieren la delegación legislativa al Poder
Ejecutivo para que, excepcional y temporalmente, legisle.
Hay muchos aspectos que debemos mencionar sobre la ley habilitante. En primer lugar,
discutiremos sobre las materias que esta ley puede delegar. La nueva Constitución rompió
con el esquema planteado por la anterior que sólo permitía la delegación legislativa en
materia económica y financiera. Es decir, en definitiva quien opera las políticas económicas es
el Poder Ejecutivo y, por tanto, en función de que dichas políticas puedan ser llevadas a cabo
con agilidad, se autorizaba que en casos especiales o de urgencias se sancionaran decretos
con fuerza de ley. Ahora bien, la novísima Constitución suprime las palabras económicas y
financieras, dejando aparentemente libre la posibilidad de que el legislador en ley habilitante
determine la materia a delegar. Si bien es cierto que, el marco es más amplio en cuanto a la
materia a delegar, no es correcto afirmar que dicho marco es ilimitado. He aquí algunos de
sus límites:
Profesor:Javier González
Asignatura: Introducción al Derecho
mayoría calificada para casi todas ellas, así como el pronunciamiento de la de la Sala
Constitucional sobre su organicidad. El constituyente entiende la importancia de las leyes
orgánicas, y por eso cree necesario que temas como el desarrollo de los derechos y garantías
constitucionales y la organización de los poderes públicos (no podría el Ejecutivo legislar sobre
la estructura del poder ciudadano, por ejemplo), se debatan dentro de la pluralidad política
que nunca existirá en el poder ejecutivo compuesto, por naturaleza, de una sola visión.
Entendemos que ya el Tribunal Supremo permitió en Venezuela decretos con valor y rango de
ley orgánica, error que no debe repetirse. Como explica Combellas, la delegación legislativa
tiene como límite las materias que la misma Constitución reserva a las leyes orgánicas, por la
sencilla pero contundente razón de que si hay materias reservadas a las leyes orgánicas,
también las leyes orgánicas se encuentran reservadas para determinadas materias
(COMBELLAS; R: 2001, 151).
Son definidos por la Constitución como leyes que reúnen sistemáticamente las normas relativas
a determinadas materias. Sin embargo, esto queda al arbitrio del legislador pues de acuerdo a
lo dicho por la Constitución, la ley orgánica que rige la materia de los menores de edad bien
pudo llamarse con mayor propiedad Código Orgánico de Protección al Niño y al Adolescente
en vez de Ley orgánica de Protección al Niño y al Adolescente.
No hay ningún elemento en la Constitución que nos haga razonar, en el sentido de afirmar que
el Código por sí sólo es una norma de jerarquía superior a otras leyes. Es decir, no hay ninguna
regulación específica para sancionarlo, ni ningún indicio de que esta norma tiene más
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Asignatura: Introducción al Derecho
significación de aplicabilidad que otra ley. Sin embargo, existe la sensación de que un Código
es una norma superior, hecho que no extraña si consideramos razones de índole
sociolingüísticas, tomando en cuenta lo que significó para el Derecho occidental una norma
tan poderosa que fue denominada Código, como lo fue el Código de Napoleón de 1804,
incluso, hubo tal confusión entre el Derecho y el Código de Napoleón que algunos juristas
exegéticos llegaron a afirmar “yo no enseño Derecho Civil, yo enseño el Código de
Napoleón”. Pero en conclusión un Código es una norma que posee una significación de
aplicabilidad nada singular, y que puede contener una ley ordinaria, orgánica, o especial.
Se relaciona con la condición de absoluta pretensión de validez que tiene la norma aún
cuando el sujeto que está sometido a ella la desconozca, lo que se expresa en el precepto “la
ignorancia de la ley no excusa de su cumplimiento”, claramente estipulado en Venezuela en
el dispositivo técnico legal número 2 de nuestro Código Civil.
Decir que la ley no tiene efecto retroactivo, significa decir que la ley no produce efectos
jurídicos hacia el pasado, es decir, sólo influye y afecta hechos futuros. Este principio está
consagrado en el texto constitucional, en su dispositivo técnico número 44, de manera que, la
ley es irretroactiva en el sentido de que no produce derechos y obligaciones de ninguna
especie sobre hechos anteriores a su entrada en vigencia.
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Igualmente lo podemos leer en el artículo 3 de Código Civil venezolano, y, tiene su excepción
en derecho penal, en cuanto genere mayores beneficios al reo.
Este precepto tiene excepciones debidamente consagradas en la legislación venezolana,
tanto en materia penal, en la medida en que imponga menor pena, como en las
disposiciones que, por su mismo carácter, implican un tácito efecto retroactivo (OLASO; L:
1990, 27).
Las leyes son irrenunciables, y esto atiende a la imposibilidad de renunciar a los derechos y
deberes que están consagrados en el sistema normativo, tal como lo dispone el artículo 5 del
Código Civil de Venezuela.
Doctrinariamente, se consideran ciertas excepciones de leyes renunciables, como son las leyes
cuyo fin primero es el bien privado y las leyes permisivas. No obstante a ello, es inadmisible la
posibilidad de renunciar a la ley; lo que se permite es renunciar a los derechos que ella
concede, siempre que no esté dicha renuncia contra el interés o el orden público, o
perjudique a un tercero (OLASO; L: 1990, 27).
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VI.- Finalización de la Fuerza Obligatoria de la Ley
En Venezuela, las leyes dejan de ser vigentes sólo por tres causas: La Derogación, la Nulidad y
la Abrogación.
VI.1.- La Derogación
Implica la salida de vigencia de la ley. La derogación puede ser por causas endógenas de la
norma o por causas exógenas a ella.
Las causas endógenas tienen que ver con la provisionalidad contenida en las reglas de la ley,
es decir, la ley contiene solamente normas temporales, bien sea porque el objeto que regula
se extingue, porque tiene una vigencia determinada, o porque se cumple la condición
resolutoria establecida en su articulado.
Las causas exógenas ocurren por el nacimiento de otra norma con el mismo objeto de
regulación y con igual o mayor jerarquía. A este principio se le conoce como Principio
Derogatorio. Al respecto, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en la
sentencia número 2573 del 16 de Octubre de 2002, ordenó desatender dicho principio en la
medida que sea necesario para compatibilizar las nuevas leyes con el nuevo sistema
constitucional.
El Código Civil de Venezuela en su artículo 7 dispone que las leyes no pueden derogarse sino
por otras leyes; y no vale alegar contra su observancia el desuso, ni la costumbre y práctica en
contrario, por antiguo y universales que sean. Este artículo descarta que la costumbre en
contra de la ley se convierta en costumbre abrogatoria de la ley. La Constitución de 1999 en
su artículo 218 repite la disposición del Código Civil al ordenar claramente que ley se deroga
sólo por otra ley. La derogación puede ser parcial o total, dependiendo de si deroga toda o
parte de la ley. También suele clasificarse la derogación en tácita o expresa.
Las leyes que han nacido cumpliendo con todos los requisitos establecidos en la Constitución,
pero que su contenido contradice los principios, reglas y fundamentos, deben ser declaradas
nulas por la Sala constitucional del Tribunal Supremo de Justicia. En el artículo 336 del mismo
Profesor:Javier González
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texto, en el ordinal primero, se le atribuye esa competencia al referido órgano. Esta es la
segunda forma según la cual una norma pierde su fuerza obligatoria.
VI.3.- La Abrogación.
El absoluto apego a los principios elementales esbozados en esta sesión, entre muchos otros,
garantiza el desarrollo y conformación de un sistema jurídico más fuerte y capaz de
proporcionar un Estado de Derecho. Las leyes son las normas más relevantes después de la
Constitución y deben garantizar la plena vigencia de ella. Vemos un avance en el sistema de
nacimiento y terminación de la vigencia de la ley en Venezuela. Sólo queda en manos de los
jueces su correcta interpretación, sobre todo por los Magistrados del Tribunal Supremo, y
especialmente, por los de la Sala Constitucional que tienen la misión del control constitucional,
misión que si no se cumple objetiva y científicamente, los puede convertir de vigilantes de la
paz ofrecida por el pacto constitucional, en mercenarios y destructores del Derecho y de la
democracia.
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Asignatura: Introducción al Derecho
Unidad III: Fuentes de la Ley
Tema 1: La Ley
Leyes Orgánicas.
CHILE
Artículo 63.- Las normas legales que interpreten preceptos constitucionales necesitarán, para
su aprobación, modificación o derogación, de las tres quintas partes de los diputados y
senadores en ejercicio.
Las normas legales a las cuales la Constitución confiere el carácter de ley orgánica
constitucional requerirán, para su aprobación, modificación o derogación, de las cuatro
séptimas partes de los diputados y senadores en ejercicio.
Las demás normas legales requerirán la mayoría de los miembros presentes de cada Cámara,
o las mayorías que sean aplicables conforme a los artículos 65 y siguientes.
COLOMBIA
Artículo 151.- El Congreso expedirá leyes orgánicas a las cuales estará sujeto el ejercicio de la
actividad legislativa. Por medio de ellas se establecerán los reglamentos del Congreso y de
cada una de las Cámaras, las normas sobre preparación, aprobación y ejecución del
Presupuesto de rentas y ley de apropiaciones y del plan general de desarrollo, y las relativas a
la asignación de competencias normativas a las entidades territoriales. Las leyes orgánicas
requerirán, para su aprobación, la mayoría absoluta de los votos de los miembros de una y
otra Cámara.
ECUADOR
Las relativas al régimen de partidos, al ejercicio de los derechos políticos y al sistema electoral.
Las que regulen las garantías de los derechos fundamentales y los procedimientos para su
protección.
Artículo 143.- Las leyes orgánicas serán aprobadas, reformadas, derogadas o interpretadas por
mayoría absoluta de los integrantes del Congreso Nacional.
Una ley ordinaria no podrá modificar una ley orgánica ni prevalecer sobre ella, ni siquiera a
título de ley especial.
NICARAGUA
Artículo 141.- Las leyes sólo se derogan o se reforman por otras leyes y entrarán en vigencia a
partir del día de su publicación en la Gaceta, Diario Oficial, excepto cuando ellas mismas
establezcan otra modalidad.
Cuando la Asamblea Nacional apruebe reformas sustánciales a las leyes, podrá ordenar que
su texto íntegro con las reformas incorporadas sea publicado en La Gaceta, Diario Oficial,
salvo las reformas a los códigos. ...
PANAMÁ
Artículo 158.- Las Leyes tienen su origen en la Asamblea Legislativa y se dividen así:
Orgánicas, las que se expidan en cumplimiento de los numerales 1,2,3,4,7,8,9,10,11,12,13,14,15
y 16 del artículo 153.
Ordinarias, las que expidan en relación con los demás numerales de dicho artículo.
Los proyectos de ley orgánica se tramitan como cualquiera otra ley. Para su aprobación o
modificación, se requiere el voto de más de la mitad del número legal de miembros del
Congreso.
VENEZUELA
Artículo 203.- Son leyes orgánicas las que así denomina esta Constitución; las que se dicten
para organizar los poderes públicos o para desarrollar los derechos constitucionales y las que
sirvan de marco normativo a otras leyes.
Todo proyecto de ley orgánica, salvo aquel que la propia Constitución así califica, será
previamente admitido por la Asamblea Nacional, por el voto de las dos terceras partes de los
y las integrantes presentes antes de iniciarse la discusión del respectivo proyecto de ley. Esta
votación calificada se aplicará también para la modificación de las leyes orgánicas.
Las leyes que la Asamblea Nacional haya calificado de orgánicas serán remitidas, antes de su
promulgación a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, para que se pronuncie
acerca de la constitucionalidad de su carácter orgánico.
Son leyes habilitantes las sancionadas por la Asamblea Nacional por las tres quintas partes de
sus integrantes, a fin de establecer las directrices, propósitos y el marco de las materias que se
delegan al Presidente o Presidenta de la República, con rango y valor de ley. Las leyes de
base deben fijar el plazo de su ejercicio.
Nociones preliminares
Como se explicó en la sesión anterior, correspondiente a las Fuentes del Derecho, “la Costumbre
Jurídica” resulta ser una fuente indirecta del Derecho en el sistema jurídico venezolano, donde la
ley es la principal fuente indirecta del Derecho. Pero se considera una fuente directa en algunos
países cuyo sistema de Derecho no es escrito. En las sociedades primitivas la norma no
presentaban el grado de definición que posee actualmente, por el contrario, ésta, que era
dictada por la costumbre, no diferenciaba entre lo moral y lo religioso. Hoy el Derecho
discrimina y particulariza su sistema normativo. En estas primeras comunidades existía un
conglomerado de normas de marcado carácter mágico-religioso, cuya obligación, que tendía
con fuerza al cumplimiento por el hábito y sin discusión, era exigida por una autoridad individual.
Con el nacimiento del Estado moderno, después de la larga historia política llevada a cabo por
los pueblos, la tendencia del Derecho escrito a emanar de dicho Estado fue cada vez más
mayor. Tanto, que en algunas oportunidades de la historia, se llegó a considerar el Derecho
escrito como la única fuente valida del ordenamiento jurídico, así, la conquista napoleónica logró
imponer el Código Civil de 1804, que fue considerado por algunos juristas de la época como el
comienzo y fin del Derecho Civil.
Sin embargo, la norma consuetudinaria nunca ha sido proscrita del todo, esto se explica si
recordamos que ésta puede ir de la mano (y al mismo ritmo), de la evolución social, e incluso
puede ser más dinámica - debido a la elasticidad que le provee su poca formalidad y rigidez-,
que las normas escritas, las cuales en su mayoría necesitan de un procedimiento formal para su
sanción.
En todas las legislaciones, el Derecho consuetudinario tiene su relevancia, mayor o menor, como
fuente del Derecho.
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El concepto de Costumbre Jurídica
Francois Geny expresa que la costumbre jurídica “se traduce en un uso existente dentro de un
grupo social que expresa un sentimiento jurídico de los individuos que componen dicho grupo”
(Geny, 1989, 119). Con esto, el autor quiere significar que la costumbre jurídica es una norma
jurídica, dado que dichas normas son obligatorias a partir de la conciencia misma del sujeto y de
su grupo comunitario. Rugieron, por su parte, define la costumbre jurídica como: “la observancia
constante y uniforme de una regla de conducta por los miembros de una comunidad social, con
la convicción de que responde a una necesidad jurídica” (Ruggiero, 1964, 286). A partir de esta
última definición, nos percatamos de que la costumbre jurídica es una manifestación conductual
que nace constantemente del sentimiento del pueblo; la constancia y la uniformidad son la nota
esencial de esta definición.
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punto de vista externo o interno, como diría Hart. Para que esto pueda cumplirse, la costumbre
está sometida a ciertas condiciones.
1. Uniforme:
Esta característica se define cuando frente a un determinado estimulo social o situación
específica, la conducta de la comunidad siempre es la misma. No habría costumbre jurídica si el
comportamiento de un individuo o pequeño grupo de ellos fuese aislado, o si frente a un mismo
hecho se reaccionara un día de una manera y otro día de forma distinta. Estamos hablando de la
congruencia con que una importante mayoría de los miembros de una comunidad enfrenta los
problemas y las circunstancias comunitarias.
2. Pública:
Además, la conducta uniforme, debe ser notoria, es decir, conocida por todos. Es a través de la
notoriedad como puede llegarse a la costumbre jurídica, de lo contrario los miembros de la
sociedad no sabrían cual es el uso o comportamiento obligatorio en la colectividad.
3. Espacialmente ubicada:
Significa que dicha conducta debe darse y mantenerse dentro de los límites de un espacio
específico y determinado. Hay costumbre jurídica cuando los miembros de la comunidad de un
lugar determinado y encontrándose en la situación prevista en la norma consuetudinaria se
comportan de la misma manera.
4. Temporalmente ubicada:
Los actos deben ser reiterados durante un largo período de tiempo. El comportamiento debe
repetirse consecutivamente cada vez que se presente la situación o la circunstancia social. Esto
es, la repetición debe durar un tiempo suficiente para incorporarse en la conciencia colectiva.
En nuestra legislación no hay un tiempo estipulado para considerar formada una costumbre
jurídica. En la antigüedad, por ejemplo, señalaban lapsos mínimos para reconocer la costumbre
jurídica.
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Para que un uso social sea una norma de Derecho Consuetudinario debe tener un segundo
elemento: la convicción de obligatoriedad por parte de quien realiza el comportamiento
previsto. El individuo y la comunidad deben tener la plena certeza de que se actúa
respondiendo a una obligación establecida y exigida por el Derecho. Es la creencia o la certeza
de que la acción es una respuesta a una necesidad coactiva y coercible y de que su
incumplimiento derivaría en una sanción o nulidad.
Para desarrollar este punto tomemos en cuenta el resumen planteado en el siguiente cuadro:
Criterios de
diferenciación
Según su nacimiento Procede de la sociedad Tiene un origen más
espontáneamente, nace reflexivo y menos
de las entrañas de la espontáneo, nace de los
conciencia histórica, órganos legislativos del
política y cultural de una Estado y de los entes con
determinada sociedad. capacidad y
competencia legislativa.
Según sus formas de No es escrita, se Se manifiesta en forma
expresión manifiesta por los actos; escrita, a través de
concretos, reiterados y documentos y medios
uniformes; de los oficiales, como por
miembros de una ejemplo en la Gaceta
comunidad. Oficial.
Según su permanencia Debe ser permanente en La Ley es permanente, sin
en el tiempo el tiempo, pues se embargo, varía según la
necesita que la sociedad voluntad del legislador,
en reiteradas quien tiene a su cargo
oportunidades acepte un mecanismos que pueden
uso como obligatorio. ser expeditos o sumarios.
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Según la interpretación No tiene una Va más allá de la pura
interpretación gramatical observancia de la norma,
ya que no es escrita. La busca desentrañar la
costumbre se observa y voluntad del legislador
comprende en toda su que crea la
dimensión por parte del norma.Acepta la
juez. interpretación gramatical
puesto que es escrita.
Las costumbres locales: son aquellas que tienen vigencia en una parte específica del territorio de
un país. Por otro lado, las costumbres generales son aquellas que tienen vigencia o validez en
todo el territorio de un país. La costumbre Internacional es, por su parte, una muy importante
fuente del Derecho Internacional Público, en donde se contemplan con detenimiento, tanto los
usos internacionales válidos y vigentes entre Estados y sujetos de Derecho Internacional Público,
así como aquellos que tienen eficacia en la Comunidad Internacional o en una región
determinada.
Vigente
b. Según su validez Temporal
Histórica
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Según la Ley
c. Según su validez frente Al margen de la Ley
a la Ley Contra la Ley
Las normas nacidas del Derecho Consuetudinario, regularán los casos no contemplados
expresamente por los disposiciones legales, cuando reúnan las características siguientes:
uniformes, públicas, generalmente ejecutadas en la República o en una determinada localidad y
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reiteradas por un largo espacio de tiempo que apreciaran prudencialmente los Jueces de
Comercio.
Es conveniente leer y tener en cuenta los artículos 389, 532, 682 del Código de Comercio para ver
algunas otras disposiciones legales donde tienen cabida los usos.
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Unidad 3: Las Fuentes del Derecho
Tema 21: Jurisprudencia
Generalidades.
En Roma, la palabra jurisprudencia fue utilizada para indicar el trabajo de los científicos del
Derecho. Se llamaron Jurisprudentes a los sabios en materia jurídica y a aquellos magistrados y
funcionarios que tenían autoridad por su carácter y ética en el manejo de los cargos y sus
actuaciones apegadas a la ley y a la justicia. En las Institutas, Justiniano da la siguiente
definición: “Iurisprudentia est divinarum atque humanarum, rerum notitia, iusti atque iniusti
scientia”, (jurisprudencia es el conocimiento de las cosas humanas y divinas, ciencia de lo justo
y lo injusto). Esta definición de jurisprudencia le da un profundo y relevante significado a la
ciencia del Derecho, en tal sentido la jurisprudencia no solamente era un saber técnico de las
leyes y su aplicación, sino más bien una sapientia de uno de los más altos valores humanos en
la sociedad: La Justicia.
Acepciones.
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Desde este punto de vista nos referimos al conjunto reiterado de sentencias, emanadas de los
tribunales, en las cuales se impone una doctrina al aplicar el derecho en un caso concreto.
Concepto
Por el contrario, otros autores piensan que debe haber una doctrina reiterada en diferentes
oportunidades y sentencias para poder considerar que se ha sentado jurisprudencia. Parece
que el acuerdo en doctrina es que si se trata de una sentencia dictada por un máximo
tribunal, como el Tribunal Supremo de Justicia, sería suficiente para considerarla jurisprudencia
por tratarse del órgano de más alta rango dentro del poder judicial y si es de tribunales de
menor jerarquía, como uno de primera instancia, se tendría que valorar varias sentencias en el
mismo sentido y dirección para tomarla como jurisprudencia.
El segundo problema a discutir tiene que ver con cuáles son los órganos capaces de producir
o sentar jurisprudencia. Sin duda alguna Tribunal Supremo de Justicia, los tribunales superiores
y, eventualmente, los tribunales de primera instancia, cuando cumplan con las siguientes
características destacadas por Levy Benshimol Quintana:
Cuando las sentencias que han pronunciado sobre puntos dudosos o confusos de la ley, han
fijado una novedosa interpretación de la misma. Cuando el contenido de la decisión o del
fallo viene a elevar un vacío o laguna sobre aspectos controvertidos no preceptuados en la
normativa que debería regularlos. (Benshimol, 1999, 187). El tercer problema a resolver sobre la
definición de la jurisprudencia tiene que ver con el contenido. Para que exista jurisprudencia se
tiene que hablar de una interpretación no gramatical de la norma. No tiene sentido hablar de
jurisprudencia cuando el tribunal no está proponiendo ningún aspecto novedoso o
indiscutible, hay jurisprudencia cuando se impone el conocimiento racional del Derecho en
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una situación controvertida. En función de todo lo esgrimido anteriormente podríamos
proponer la siguiente definición de jurisprudencia:
Elementos de la jurisprudencia:
a) El Elemento Material, es la sentencia que impone la doctrina. Una sentencia es un acto del
órgano jurisdiccional, mediante el cual el magistrado administra justicia, a través de la
correcta interpretación y aplicación del derecho, a un caso o situación concreta y
determinada, en virtud de lo alegado y probado en un juicio o parte de él.
La sentencia es el modo normal o regular para finalizar un juicio, pero no es la única, existen
otras figuras como la conciliación, el desistimiento, el convenimiento, y la transacción que le
ponen fin a un litigio. También es conveniente aclarar que no todas las sentencias extinguen
los procesos. Existen las sentencias interlocutorias que deciden sobre un aspecto o controversia
determinada que se presente durante el juicio o litigio. Una sentencia tiene tres partes básicas:
- Parte Narrativa.
- Parte Motiva.
- Parte Dispositiva.
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- La Parte Dispositiva es la parte de la sentencia donde el tribunal declara la solución del
caso. El juez puede declarar con lugar o parcialmente con lugar la pretensión del actor o
declarar sin lugar lo solicitado.
b) El Elemento Formal. Para que exista jurisprudencia no es suficiente una sentencia, debido a
que toda jurisprudencia es una o varias sentencias, pero no toda sentencia tiene el carácter
de jurisprudencia, por tanto, es conveniente que la sentencia tenga un contenido relevante y
que dicha sentencia sea “cosa juzgada”. El elemento formal tiene que ver con que la
sentencia sea cosa juzgada, es decir, que contra la sentencia no quede recurso alguno y se
haya hecho inatacable. En otras palabras es una sentencia definitivamente firme porque se
han agotado todos los recursos e instancias correspondientes. Sentencias revisables no
pueden constituir jurisprudencia.
La Doctrina
La palabra doctrina en el Derecho tiene dos sentidos diferentes, en un primer sentido como
sinónimo de jurisprudencia, usualmente se dice: “la doctrina del Tribunal Supremo de Justicia
explica que… ”, para hablar del conocimiento jurídico expresado por los jueces en su
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actividad jurisdiccional. En una segunda acepción, y éste es el significado que tratamos en
esta sesión, nos referimos a la elaboración teórica de los juristas, científicos e investigadores del
Derecho.
La doctrina tiene como función formular y aclarar conceptos, así como proponer categorías e
instituciones jurídicas, la doctrina reúne las opiniones racionales y sistemáticas de los
jurisconsultos, dichas opiniones no son meros puntos de vistas sino se presentan fundamentadas
en el estudio y la investigación. El método científico produce las teorías jurídicas que
componen la doctrina jurídica. Las investigaciones jurídicas que conforman la doctrina
comienzan en el marco del ordenamiento jurídico pero pueden ampliarse según una
perspectiva y un método filosófico, histórico y hasta sociológico.
Carlos Mouchet y Ricardo Zorraquín Becú, citados por Manuel Simón Egaña, estiman que la
obra de los jurisconsultos, la doctrina, se dirige particularmente hacia tres fines esenciales: a)
Científico, que persigue la sistematización de los preceptos jurídicos vigentes, el análisis de las
normas y la construcción sistemática tanto de los principios generales del Derecho, por una
parte, como de la construcción de los diversos órdenes jurídicos normativos. b) Un fin práctico,
tendente a facilitar la aplicación del Derecho, es decir, la realización completa de la voluntad
plasmada por el legislador en las normas generales, y en este sentido es el principal auxiliar,
tanto del abogado como del juez, en el estudio de los casos concretos que se presentan; c)
Un fin crítico, por cuanto debe el jurista trabajar para el mejoramiento del Derecho y en
particular para que éste, a través de un contenido cada vez más justo, pueda llegar a regular
de la mejor manera las interferencias intersubjetivas de las conductas de los hombres. (Egaña,
1963,158).
La doctrina no es fuente formal directa del Derecho. Sin embargo, el trabajo de los científicos
influye de manera preponderante en la determinación de las normas jurídicas, su
interpretación y su aplicación. En todas las etapas de la construcción del Derecho, la doctrina,
es principal apoyo y auxilio de los juristas, jueces y legisladores para comprender de mejor
manera el fenómeno jurídico.
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Asignatura: Introducción al
Derecho
Unidad 3: Las fuentes del Derecho
Tema 22: La Jurisprudencia
Generalidades
El profesor Eduardo García Maynez define la Jurisprudencia Técnica como aquella que
“tiene por objeto la exposición ordenada y coherente de los preceptos jurídicos que se hallan
en vigor en una época y un lugar determinado, y el estudio de los problemas relativos a su
interpretación y aplicación” (García Maynez, 1959, 124).
Las disciplinas científicas del Derecho la podemos clasificar según el esquema siguiente:
Fundamentales
Jurisprudencia Técnica
Derecho Comparado
La Ciencia del Derecho Auxiliares Sociología Jurídica
en sentido amplio Historia del Derecho y otras.
Derecho Público
Especiales
Derecho Privado
b. Las fuentes del Derecho: todos los problemas del origen de las normas jurídicas, su
prelación y conflictos.
En función del contenido podemos ver las distintas ramas de la Jurisprudencia Técnica según
el esquema siguiente:
Sistemática Jurídica
- Técnica Legislativa
- Técnica de Interpretación
Jurisprudencia Técnica Técnica Jurídica o - Técnica de Integración
Doctrina de
Aplicación - Técnica de resolución de
conflictos de normas por
razones de tiempo, vigencia
y espacio.
También la Técnica Jurídica da los instrumentos al juez para resolver los conflictos, que se
puedan presentar en la aplicación de la ley, en razón del tiempo, el espacio y la vigencia de
la misma.
1. Nociones Preliminares
2. Concepto
Ya se dijo que todas las normas tenían que ser interpretadas ante su aplicación. Delgado
Ocando explica, que algunas veces, precisar el sentido y el alcance de una norma jurídica
puede resultar muy simple; pero otras veces, los conceptos jurídicos que integran las normas
jurídicas no son suficientemente claros, son conceptos jurídicos equívocos y se dice que la
interpretación es fundamentalmente difícil puesto que la norma jurídica es obscura y requiere
un esfuerzo hermenéutico superior. (Ocando, 2001, p.233).
Por eso el tema de la sesión anterior, sobre la Técnica Legislativa, es fundamental; ya que una
norma jurídica nacida de una Técnica Legislativa errada tiene como consecuencia una mayor
cantidad de discusiones interpretativas.
En toda la legislación venezolana existe una gran cantidad de normas que se refieren a la
interpretación del Derecho pero la más relevante se encuentra en el dispositivo técnico legal 4
del Código Civil que al respecto dice: “A la ley debe atribuírsele el sentido que aparece
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evidente del significado propio de las palabras, según la conexión de ellas entre sí y la
intención del legislador…”.
5. Clases de Interpretación:
a- Doctrinal o Administrativa.
Pública b- Autentica o Legal.
c- Usual o Judicial.
5.1 Según su origen
Privada Científica o Doctrinaria
Gramatical
5.2 Según los medios Lógica
empleados Histórica - documental
Sistemática
Declarativa
5.3 Según los resultados Restrictiva
Extensiva
5.1.1. La Interpretación Pública: son las interpretaciones que realizan las autoridades que
representan a los entes del Estado. Se refiere a la interpretación realizada por quienes tienen el
poder de decidir la ejecución o aplicación de una norma jurídica. Esta interpretación puede
ser:
- Interpretación Auténtica o Legal: se denomina así a la que realiza el legislador. Es una de las
interpretaciones menos frecuentes; para que exista se necesita que el legislador origine una
ley aclarando el sentido y significado de otra norma anterior. La ley que tiene como finalidad
la interpretación de otra anterior, pero obscura o conflictiva, la denomina la doctrina ley
autentica. Hay que observar las leyes auténticas con detenimiento, puesto que ellas, en la
historia del Derecho, han servido en forma recurrente para en realidad modificar una
disposición vigente.
a. ubi lex non distinguit, nec nos distinguere debems (donde la ley nos distingue, nosotros
no debemos distinguir).
b. inclusione unius fit exclusio alteruis (a). (al incluir a uno contradictorio se excluye al otro).
c. ubi eadem est legis ratio, ibi eadem est legis dispositio (allí donde existe la misma razón
de la ley, existe la misma disposición legal).
d. excepciones sunt strictissime interpretationis (las excepciones son de la mas estrictas
interpretaciones).
e. cessante legis rationis, cessat eius dispositio (desapareciendo la razón o el motivo de la
ley, cesa lo que ella dispone).
5.2.3 Interpretación Histórica: Es la investigación del sentido de la ley estudiando las razones
históricas que le dieron nacimiento, la tradición legal que le precede, las leyes derogadas
anteriores y los documentos históricos que ayuden a explicar y comprender el texto de la ley,
omo es el caso de los diarios debates del congreso, de las exposiciones parlamentarias
realizadas por los diputados y hasta el proyecto de ley con su gratificación y exposición de
motivos. La interpretación que usa como instrumentos de interpretación los documentos
históricos se llama en doctrina interpretación documental.
Sesión 49
La Escuela de la Exégesis es el movimiento que nació en Francia durante el siglo XIX, después de
la promulgación del Código de Napoleón en 1804, y que luego se extendió por Italia, Portugal y
España. Para estos teóricos del Derecho el ordenamiento jurídico escrito, o más estrictamente el
Código Civil, tenía todas las respuestas jurídicas a todos las casos y conflictos que se podían
presentar en la sociedad, por tanto, la enseñanza y la Ciencia del Derecho en general se
limitaba, para los exegetas, a la repetición y el comentario de los textos del Código de 1804.
La Escuela apela básicamente a dos métodos de interpretación: el exegético, que usa con
preferencia los instrumentos gramaticales de interpretación, y el dogmático, que utiliza los
procedimientos lógicos para desentrañar el sentido de la norma. La Escuela Exegética niega valor
a la costumbre como fuente del Derecho; según estos autores, la insuficiencia de la ley se
soluciona a través de la analogía, que es un procedimiento que tiene como base la ley escrita.
Otra característica fundamental tiene que ver con el rol atribuido al juez, en virtud del cual, la
sumisión de éste a lo prescrito por la norma jurídica que debe aplicar es absoluta, sin ninguna
excepción ni consentimiento, puesto que el principio rector es: Dura lex, sed lex, lo que implica
que el Derecho tiene que cumplirse, aunque sea injusto y no equitativo.
Los métodos modernos de interpretación son el resultado de la inquietud de algunos teóricos del
siglo XIX y XX, que entendían al Derecho como un fenómeno social dinámico no reducible a la ley
como única fuente del Derecho. Dentro de los movimientos intelectuales que reaccionaron a la
Escuela de la Exégesis, y a los métodos tradicionales en general, tenemos:
- Método de la Evolución Histórica.
- La Libre Investigación Científica.
- La Escuela de Derecho Libre.
Gény sigue en la misma línea de Saleilles al proponer que la interpretación tiene por objeto
adaptar, lo más perfectamente posible, la esencia del texto a la realidad histórica planteada; sin
embargo, cree que por razones de seguridad jurídica se debe respetar la voluntad del legislador
para no imponer los criterios del intérprete, por tanto debe existir un equilibrio entre el contexto
histórico y la intención del legislador a través del apoyo de la Ciencia del Derecho.
Desde ese punto de vista, la ley no es suficiente para resolver todos los problemas jurídicos y por
ende, el intérprete debe auxiliarse libremente en los argumentos científicos y técnicos que
proveen la jurisprudencia o Ciencia del Derecho. La interpretación no puede suplir las faltas de las
normativas sino indagar la voluntad del soberano legislador.
El intérprete tiene el deber de ser lo mas objetivo posible, claro de conformidad con la justicia y el
contexto social, pero respetando lo propuesto por el legislador. La ciencia es fuente para socorrer
al intérprete en sus dudas sobre la norma jurídica, pero no es posible que la libre investigación
científica del intérprete modifique la ley.
Según esta escuela frente al derecho estatal, que es el representado por la ley formal, existe un
derecho libre y espontáneamente nacido de la conciencia jurídica de la sociedad. El Derecho
estatal se presenta limitado e insuficiente, en cambio, el Derecho libre es infinito y pude llenar las
lagunas de la ley.
Para el movimiento del Derecho Libre el juez debe tomar todas las facultades interpretativas y
creadoras del Derecho. Desde este punto de vista, el juez debe resolver el caso y para hacerlo
puede, incluso, contradecir el Derecho estatal que puede ser injusto. Ellos creen que el juez tiene
una ventaja sobre el legislador: tiene los expedientes en sus manos. Por tanto, el juez debe decidir
lo que el legislador haría en justicia si tuviese el caso concreto en frente.
Por supuesto, la tesis propuesta permite una libertad suprema a los jueces y tendría como
consecuencia natural un relativismo y subjetivismo que pone en peligro la seguridad jurídica,
sobre todo porque los filósofos de dicha Escuela no propusieron ningún parámetro objetivo ni
ningún criterio para circunscribir las acciones del juez, incluso, algunos llegaron a opinar que el
juez podía separarse de lo prescrito por la ley sin, en función de la justicia, era conveniente para
la sociedad.
3. La interpretación de las normas jurídicas según la legislación venezolana. Análisis del artículo 4
del Código Civil
“A la Ley debe atribuírsele el sentido que aparece evidente del significado propio de las
palabras, según la conexión de ellas entre sí y la intención del legislador.
El artículo 4 del Código Civil tiene un contenido similar a otras normas vigentes en varias
legislaciones. Se fundamenta en el método exegético que sólo permite dos clases de
interpretación, la gramatical y la lógica.
Cuando el legislador ordena “atribuirle a la ley el sentido que aparece evidente del significado
propio de las palabras, según la conexión de ellas entre si”, lo que busca es una investigación
lingüística por parte del intérprete. Es notable el uso del verbo atribuir que da la idea de “poner
donde es” más no inventar o crear. El juez debe encontrar el sentido, o atribuir el sentido, a partir
de lo que revela la gramática de la lengua -dentro una hermenéutica muy cerrada o estricta-, en
la que fue escrita la ley. Debe el intérprete, lógicamente, leer y entender la norma según los
mismos criterios de lectura y de comprensión de cualquier texto.
Cuando la norma que estamos analizando, el artículo 4 del Código Civil, habla de la “intención
del legislador”, reconoce dos elementos:
- Entender que el principio de interpretación es indagar o desentrañar la voluntad del legislador,
(idea propia del método tradicional) convirtiendo al juez no en un creador sino en un descubridor
o investigador de lo que quiso decir el Estado.
- Permitir la aplicación de los principios y reglas técnicas que ayuden a deducir o a inducir la
intención del legislador. Es decir, además del método gramatical se permite el método lógico.
El hecho de que nuestro legislador no hablase de los otros métodos de interpretación de la ley, no
quiere decir que prohíba o proscriba los demás. El juez tiene la posibilidad, según la legislación
venezolana, de interpretar la norma haciendo uso de los otros métodos, siempre y cuando sirvan
Es imposible que el legislador formule tantos supuestos de hechos y tantas normas como
situaciones particulares se pueden presentar en la vida social que es tan compleja y variada; por
tanto, puede suceder (y de hecho sucede con gran frecuencia) que una situación o conflicto
planteado frente a un juez no tenga solución en la ley escrita, es decir, no se encuentre recogida
en un supuesto de hecho de una norma jurídica, en otras palabras, que existe una laguna de la
ley.
Se llaman lagunas de la ley a los vacíos que se pueden dar en el ordenamiento jurídico escrito por
falta de una ley o costumbre jurídica que resuelva un caso determinado y concreto por ser
especial o particular; así, el conjunto de procedimientos que utiliza el juez para “llenar” dichas
lagunas y encontrar solución jurídica, se denomina “Integración del Derecho”.
Se discute mucho, por cierto que en forma poco productiva, sobre si existe o no lagunas en el
ordenamiento jurídico. Algunos autores dicen que esto no es posible dado que el Derecho es un
orden pleno y cerrado y que, además, él admite todo lo que no prohíbe expresamente. Otros
teóricos, con un poco más de acierto, opinan que sí existen las lagunas del ordenamiento jurídico
puesto que el Derecho es un fenómeno social que puede presentar tantas situaciones que ningún
legislador puede preverlas todas. Lo cierto es que el juez se ve en la obligación de resolver todos
los casos que se presentan en su jurisdicción así exista una laguna de la ley, porque lo que jamás
existirá es una laguna del Derecho.
El sistema jurídico es una organización de normas de Derecho, según el cual existe una gran
variedad de fuentes del Derecho que incluye reglas escritas y consuetudinarias. Una de las
características de dicho sistema es la plenitud, el término plenitud, es sinónimo de totalidad,
integridad, conjunto, llenura.
Aquí es necesario leer el artículo 1 del Código de Procedimiento Civil: “La jurisdicción civil, salvo
disposiciones especiales de la ley, se ejerce por los jueces ordinarios de conformidad con las
disposiciones de este Código. Los Jueces tienen la obligación de administrar justicia tanto a los
venezolanos como a los extranjeros, en la medida en que las leyes determinen su competencia
para conocer del respectivo asunto.” Y el artículo 19 del mismo Código: “El Juez que se abstuviere
de decidir so pretexto de silencio, contradicción o deficiencia de la ley, de oscuridad o de
ambigüedad en sus términos, y asimismo, el que retardare ilegalmente dictar alguna providencia,
será penado como culpable de denegación de justicia.”
Estos preceptos jurídicos imponen al juez la obligación de fallar o sentenciar en todo caso. Todo
esto parece implicar que el ordenamiento jurídico es suficiente, si no tiene una norma para cada
caso, por lo menos permite y obliga que el juez utilice algún recurso para solucionar el problema
planteado en el tribunal.
El principio de plenitud hermética del derecho explica que es imposible un vació en el Derecho o
en el ordenamiento jurídico y que cualquier vació legal debe ser integrado por juez a través de su
procedimientos permitidos. De allí el dicho, “habrán lagunas en la ley, pero no en el Derecho”.
La mayoría de los autores proponen como fundamentales ( y originarios), principios jurídicos los
que guiaban el Derecho Romano, e inclusive, consideran que muchas de las legislaciones
actuales están inspiradas en los preceptos consagrados por los jurisconsultos romanos,
recordemos que estos so tres: Sum Cuique Tribuendi, Alterium Non Landere y Honeste Vivere; sin
embargo, algunos autores, entre los cuales tenemos a Mariano Uzcategui (2003) son principios
subjetivos y, además derogados. (p. 559).
El autor Luis Legaz y Lacambra (1972) no difiere del planteamiento anterior y al respecto
considera que “los principios generales del derecho no deben identificarse con los principios del
Derecho Romano, por cuanto estos tienen un valor puramente histórico y hoy no es sostenible”.
(p. 604).
El criterio doctrinario en general expresa una clara coincidencia al considerar a los principios
generales del derecho como principios del “Derecho Natural” enmarcados en las ideas éticas,
religiosas, morales y naturales. Sin embargo, Mientras no exista una contradicción entre el plano
Profesor: Javier González
Asignatura: Introducción al Derecho
normativo positivo y el plano normativo natural, será posible la inclusión de los principios generales
del derecho en el primer plano mencionado y actuará como fuente aplicable en caso de vacíos
o lagunas de ley y en aquellos casos de confusión en las interpretaciones de leyes.
En los Principios Generales del Derecho, encontramos una fuente inagotable para la construcción
del Derecho y la integración de las normas jurídicas, permitiendo al juez resolver todos y cada uno
de los casos presentados en su tribunal.
5. La equidad
Es considerada como uno de los Principios generales del Derecho y está ligada principalmente a
la concepción de justicia; ya que se trata como lo expuso Aristóteles de “la justicia aplicada al
caso concreto”.
La equidad viene del latín aequus, igual; que aplicado a la realidad social nos da la idea de una
valoración de la individualidad y de la aplicación de la justicia a plenitud; es decir, se trata de
igualdad de oportunidades en el acceso a la justicia, teniendo en cuenta el caso en concreto.
Según el filósofo Aristóteles, muchas veces la rigurosa aplicación de una norma a los casos que
regula puede producir efectos injustos. Por ello, se hace necesario que en el derecho se atenúen
los efectos perniciosos del tenor literal de una ley. Siendo la equidad un medio para el logro de
dicha atenuación, puesto que equivale a resolver el caso como si el legislador hubiese
considerado las particularidades del mismo.
Es de hacer notar que al hablar de equidad necesariamente hay que acudir a la concepción de
justicia, sin embargo la justicia y la equidad son conceptos distintos. La justicia es universal, pero
no siempre puede tener en cuenta los casos concretos en su aplicación, tomando como
referencia la ley como medida de la justicia, la equidad estaría ahí, para corregir la omisión, el
error producido, o la aplicación rigurosa de la misma.
Con la entrada en vigencia de una determinada ley se suscitan una serie de situaciones
relativas a su aplicación. Ya estudiamos, en sesiones pasadas, que las normas de derecho
tienen un procedimiento formal para su entrada en vigencia y que sólo una vez cumplidas
todas las formalidades establecidas en el ordenamiento jurídico es que comienzan a hacerse
obligatorias para los destinatarios.
En este sentido, señala Cols Matheus que “En principio, las norma jurídicas rigen hacia el futuro,
las normas no pueden alterar o modificar los hechos producidos antes de su vigencia.” (Cols,
M: 1964, p. 475). Todo esto acorde con el principio de irretroactividad de la ley. La Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, en su artículo 24 establece que ninguna
disposición legislativa tendrá efecto retroactivo, excepto cuando imponga menor pena. En
doctrina se insiste que la ley es retroactiva cuando modifica o restringe las consecuencias
jurídicas de hechos realizados durante la vigencia de la anterior. Aceptar la retroactividad de
la ley seria colocar importantes garantías de seguridad jurídica en peligro así como los
derechos de las personas.
Entendiendo como retroactividad, repetimos, a la aplicación de las leyes que recién entran en
vigencia a hechos que se suscitan en el pasado y que pueden continuar o no produciendo
efectos jurídicos en el futuro.
José Manuel Delgado Ocando (2001), explica que para plantear adecuadamente el
problema de la irretroactividad, es bueno hacer la observación siguiente: los supuestos de
hecho “S” de cualquier norma pueden considerarse siempre constituidos en un instante
temporal preciso y, por lo tanto, se realizan siempre bajo la vigencia de una sola ley, en tanto
que las consecuencias jurídicas “C” pueden realizarse en un instante preciso o en un
determinado transcurso de tiempo y, por tanto, pueden tener lugar bajo la vigencia de dos o
más leyes sucesivas. (p.439).
Suele proponerse a Merlín como el representante más importante de ésta teoría. Según el
citado jurista una ley es retroactiva cuando destruye o restringe un derecho adquirido bajo el
imperio de una norma anterior. No lo es, en cambio, si elimina una facultad legal o una simple
expectativa de derecho. La tesis, por tanto, tiene como punto de partida tres conceptos
básicos: derechos adquiridos, expectativa de derecho y el concepto de facultad legal.
Los derechos adquiridos son aquellos que ya pertenecen a su titular y de los cuales nadie
puede privarlo, ya son parte del patrimonio moral o económico del sujeto y por tanto, una
nueva ley no debe eliminarlos ni excluirlos del patrimonio del sujeto. Si, por ejemplo, Pedro se
compromete con Juan al pago de una deuda licita, posible y pactada en forma pura y simple
para ser cumplida en una fecha determinada, según lo permitido o tutelado directa o
Por último, existe un tercer concepto fundamental para esta teoría: la expectativa de
Derecho y se refiere a la esperanza que tiene un sujeto de que se cumplan las condiciones
para convertirse en titular de un derecho subjetivo. Si una nueva ley destruye una esperanza
de derecho subjetivo, estaríamos hablando de una ley valida y podría aplicarse hacia el futuro
así se menoscabe la expectativa generada a un sujeto según la ley anterior.
Es evidente que esta teoría propone como punto de partida los derechos adquiridos, los
plantea además como los no susceptibles de modificación o destrucción, por una nueva ley
sin que exista retroactividad.
Como corolario de lo anterior, podríamos decir que para esta teoría la ley será retroactiva en
la medida que afecte derechos adquiridos que pertenecen al patrimonio de un individuo.
Críticas:
Para autores como Cols Matheus, la teoría de los derechos adquiridos no permite solucionar el
problema de la irretroactividad. La expresión “derechos adquiridos” se refiere naturalmente a
los derechos subjetivos que se han incorporado a nuestro patrimonio o forman parte de
nuestra personalidad, ya por haber ejercido la facultad correspondiente, ya porque se ha
realizado el hecho necesario para obtenerlo. Pero esta noción, que en la mayor parte de los
casos resulta suficientemente clara, no siempre coincide con la idea de la irretroactividad. Es
cierto que muchas veces el efecto retroactivo de la ley atenta contra los derechos adquiridos,
pero en ciertos casos este criterio no sirve para resolver el problema, porque ambos conceptos
no son equivalentes. Puede ocurrir que exista retroactividad sin lesionar ningún derecho
adquirido o bien que esta lesión se produzca sin que la ley tenga efecto retroactivo.
Esta corriente doctrinaria, hoy aceptada por muchos expertos europeos, tuvo su origen con los
juristas austriacos y alemanes, según estos autores lo relevante es indagar sobre si un hecho se
ha realizado en vigencia de la ley, puesto que la ley opera directamente sobre los hechos o
los actos, asignándoles consecuencias jurídicas, para esta tesis no interesa si un derecho ha
sido adquirido o no.
Esta teoría parte de la idea de que el hecho realizado conforme una ley vigente es eficaz,
jurídicamente hablando, por tanto, debe ser protegido por el derecho, es decir, una ley que
derogue a la anterior no puede regular hechos realizados en vigencia de la ley anterior, ni
mucho menos modificar las consecuencias jurídicas de dichos hechos, sin tener carácter
retroactivo.
Estas corrientes doctrinarias se interesan por las situaciones jurídicas y no por los derechos ni los
hechos.
Son muchas las doctrinas que se desprenden de este concepto, siendo una de las más
importantes y la que se mencionan con mayor énfasis la Teoría de Paúl Roubier. Este autor
considera que la ley es creada para regular determinada situación jurídica; por tanto, la
cuestión de la retroactividad debe plantearse en atención a dichas situaciones jurídicas que
puedan ver afectadas su validez o existencia por las nuevas leyes, se debe considerar que las
situaciones jurídicas tienen varios momentos, es decir, no se realizan en un momento único.
Según esta teoría una ley nueva no puede alterar la eficacia jurídica de las situaciones
jurídicas pasadas y tampoco la de los efectos de estas que se hayan dado durante la vigencia
de la ley anterior, mas los efectos futuros si deben estar dentro de la regulación de la nueva
ley, a pesar de que el hecho que produjo dichos efectos sea anterior a la vigencia de la ley
posterior.
Este autor da una explicación clara y muy precisa, mediante la cual se puede identificar los
casos donde existe retroactividad de la ley, dicha enunciación dice así:
“Las leyes son retroactivas cuando vuelven sobre el pasado, sea para apreciar las condiciones
de legalidad de un acto, sea para modificar o suprimir los efectos ya realizados de un
derecho. Fuera de estos casos no hay retroactividad y la ley puede modificar los efectos
futuros de hechos o de actos incluso anteriores, sin ser retroactiva.” (García Maynes, 1940. p.
394)
Todas las teorías tiene su punto débil y su parte de razón podrían de alguna manera ser
complementarias o usarse según sea el caso y el análisis.
3. Excepciones a la irretroactividad
El principio general de irretroactividad prescribe la orden de que ninguna ley debe ni puede
aplicarse hacia hechos y situaciones pasadas. El fundamento de este principio es evitar por un
lado la inseguridad jurídica que se presenta al no haber claridad en las normas aplicables y
por el otro evitar el daño a los individuos, entonces, cabría la interpretación que señala que
una ley puede ser aplicada retroactivamente siempre que no perjudique a nadie, inclusive en
materia penal se permite que las leyes que benefician a los reos tengan efecto retroactivo, es
decir, la nueva ley no sólo no perjudica a ninguna persona, sino que además beneficia a una
situación jurídica especial del reo.
Se admite que en materia penal las leyes que reduzcan una pena o eliminen un delito deben
tener efecto retroactivo. Es decir, en los casos en que exista una nueva ley que mejore las
condiciones de un reo debe inmediatamente revisarse el juicio o proceso, con la finalidad de
dictar una nueva decisión.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scp/Julio/0965-120700-C000009.htm
Toda norma jurídica obliga dentro de un ámbito temporal y un ámbito espacial, es decir, tiene
una vigencia en el tiempo y en el espacio. Los problemas que se plantean en la aplicación
temporal de la ley (conflictos de leyes en el tiempo) los tratamos en la sesión anterior y
corresponde ahora discutir sobre los problemas de la vigencia espacial, es decir, los conflictos
de leyes en el espacio.
Los conflictos de leyes en el espacio se presentan cuando los sujetos inician una relación
jurídica bajo una normativa vigente en un territorio y se movilizan hacia otro donde existe un
sistema jurídico distinto. La pregunta clave sería: ¿Cuál debe ser el sistema de normas a
aplicar? Estos conflictos no solamente tratan sobre cómo determinar la vigencia en el espacio
de una norma, sino que recogen también el problema de la determinación de los
destinatarios de la norma, es decir, no es solamente saber en cuál lugar se aplica una ley, sino
también conocer cuál sujeto está obligada por dicha ley y cuál no.
Se pueden dar casos de coexistencia de diferentes leyes que son vigentes en un mismo
territorio. Sin embargo, tenemos que tener en cuenta que dentro de un mismo sistema jurídico
existe un orden de jerarquía de las leyes, atendiendo a dicho orden queda resuelto cualquier
tipo de conflicto espacial entre las mismas que pueda suscitarse. El problema se plantea
cuando la norma tiene vigencia más allá de la jurisdicción ordinaria, es decir, la norma tiene
carácter extraterritorial.
Cuando ocurre la extraterritorialidad se presupone que la norma con este carácter tiene cierto
grado de vigencia en un espacio donde existe una norma que pertenece a un sistema jurídico
distinto y que tiene plena vigencia espacial; entonces se presenta una pluralidad de
legislaciones, esto tiene su fundamento en la realidad de que la persona no siempre se
desarrolla en una mismo ámbito espacial, sino que puede desenvolverse en territorio extranjero
o entre personas de nacionalidades diferentes a la propia, o tener alguna relación con bienes
situados en un estado distinto al de procedencia de una persona. Siendo todos estos
Son dos las soluciones que desde la antigüedad se han dado a los hechos de pluralidad de
legislaciones:
En el supuesto que existan dos o más normas que versen sobre un mismo hecho o acto jurídico
en nuestro sistema jurídico se define claramente un sistema de jerarquía de las leyes (explicado
con la Pirámide de Kelsen, en sesiones anteriores), que define como debe resolverse dicho
conflicto.
Además debe atenderse a la especialidad de la ley; otro principio es el de la ley posterior, que
se refiere a que debe prevalecer la ley más reciente ante otra ley anterior del mismo
contenido.
Asignatura: Introducción al Derecho
Profesora: Lilia García
Asignatura: Introducción al Derecho
Profesora: Lilia García
4. Disposiciones Normativas Aplicables en Venezuela
Las leyes nacionales tendrán vigencia en todo el territorio de la República de Venezuela; las
leyes estadales, en el territorio de cada uno de los respectivos Estados y las ordenanzas, en los
territorios de cada uno de los correspondientes municipios.
El Artículo 8 del Código Civil establece qué la fuerza obligatoria de las leyes se extienden para
todos los ciudadanos, venezolanos o no que se encuentren en la República de Venezuela.
En Venezuela se sancionó la Ley de Derecho Internacional Público que derogó los contenidos
de los artículos 9, 10, 11 y 26, en su parte final, y, se acoge el principio del domicilio, en lugar de
la personalidad, que era el que regía.