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Porque tuve hambre, y me dieron de comer;

tuve sed, y me dieron de beber;


era forastero, y me hospedaron.
[Mt 25,35]

1. Con sorpresa hemos visto cómo una gran cantidad de hermanos hondureños [niños,
adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores] han abandonado su lugar de origen,
emprendiendo, en caravana, un largo camino hacia los Estados Unidos. Preocupados
vemos que su camino está lleno de inseguridad, necesidades y carencias. Nos duele esta
situación.

2. Nuestra Diócesis de Tapachula, desde su pobreza, siempre ha procurado estar al lado de


quien sufre más a causa del hambre, de la sed, de la desnudez, de la enfermedad, de su
situación de encarcelado, de la falta de un techo seguro para resguardarse y de todo aquél
que necesita, al menos, una mano amiga, una palabra amable y una presencia cercana.

3. La situación de los migrantes en tránsito en nuestra diócesis ha sido una de las labores
que hemos tratado de hacer con sumo cuidado. Sabemos que la cantidad de hermanos
que vienen en la caravana, supera con mucho nuestras posibilidades de ofrecerles una
asistencia digna del respeto que se merecen como personas y como hijos de Dios. Sin
embargo, queremos manifestar que estamos en la mejor disposición de asistirles en la
travesía por nuestro territorio diocesano, hasta donde nos sea posible.

4. Para hacer menos incierto y menos pesado el camino a través del territorio diocesano, les
proponemos una travesía en cinco etapas. Esto supone caminar durante el día y llegar,
por la tarde/noche, al lugar donde han de recibir algo de alimento y un lugar para pasar
la noche. Al día siguiente recibir algo de alimento para el camino y seguir hasta donde
concluya la siguiente etapa.

5. La primera etapa sería de la Frontera con Guatemala a la Ciudad de Tapachula, la


segunda de Tapachula a Villa de Comaltitlán, la tercera de Villa de Comaltitlán a
Mapastepec, la cuarta de Mapastepec a Pijijiapan y la quinta de Pijijiapan a Tonalá.

6. Agradecemos a todos aquellos que tengan la bondad de sumarse a esta labor humanitaria
que intenta hacer menos pesada la cruz de estos hermanos nuestros que, de camino,
atravesarán nuestro territorio diocesano por toda la Costa de Chiapas. A quienes quieran
ofrecer algo para estos hermanos, les rogamos hacerlo llegar a las Parroquias y/o a los
Párrocos de los lugares donde los hermanos pasarán la noche. En el caso de la ciudad y
de cualquier información general les rogamos ponerse en contacto con el P. César
Augusto Cañaveral [9625294632], Coordinador Diocesano de Movilidad humana. Dios
recompense a todo aquél que pueda hacer algo por estos hermanos que van de paso.

7. Dios nos ayude ser solidarios y generosos para socorrer y asistir a estos hermanos
nuestros.

+ Jaime Calderón Calderón


Obispo de Tapachula

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