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Nathan Dennis

Profesor Rock

SPAN 339

20 mayo 2019

La vejez contra la juventud:

Una explicación de "Yo sé cuál el objeto"

En el poema “Yo sé cuál el objeto”, por Gustavo Bécquer, se presenta una perspectiva

en cuanto al espacio entre la experiencia y la inocencia, o sea la vejez y la juventud, desde el

punto de vista de un hombre mayor. Esta perspectiva incluye los comentarios y

observaciones del hablante (el hombre) sobre los sentimientos de una chica menor (el sujeto

del poema) para demostrar que el precio de la sabiduría es la inocencia ya que los dos no

pueden coexistir. La chica de quien se habla representa la inocencia de la juventud mientras

que el hablante representa la experiencia de la vejez.

Los primeros versos del poema afirman que el hablante creé entender lo que está

pasando en la vida de la adolescente aunque ella aun no sabe que es lo que siente. Debido a

que es una joven, el hablante considera que es fácil interpretar los sentimientos de la chica e

identificar lo que está pensando porque no debe ser posible que ella entienda sus

sentimientos con su falta de experiencia. Al establecer esto, se introduce el tono

condescendiente del hablante con frases como: “¿Te ríes...? Algún día / sabrás, niña, por qué”

y “Tú lo sabes apenas / y yo lo sé” aunque, de hecho, no es posible que él sepa perfectamente

lo que podría sucederle ni lo que está pensando. Sin embargo, si creemos las declaraciones

del hablante, o sea si creemos que realmente tiene suficiente sabiduría para predecir el futuro,
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comprenderiamos mejor una de las ideas centrales del poema: que el precio de la sabiduría es

la inocencia.

Ya que solamente leemos desde el punto de vista del hablante, aprendemos más de él

y su actitud hacia la joven al entender sus propios sentimientos de superioridad y orgullo.

Estos sentimientos muestran que el hablante ha dejado de ser inocente porque muchos de sus

atributos, como la arrogancia, típicamente se ven de manera negativa. Él perdió su inocencia

(pureza) al obtener su conocimiento porque con ello obtuvo un sentimiento de superioridad

en comparación con otras personas menos experimentadas o viejas (o sea que tuvo que

intercambiar su inocencia por la sabiduría). Ya no puede regresar al mundo inocente porque

no puede olvidarse de sus experiencias y las cosas que "presuntamente" entiende, entonces

empieza a tomar una posición de observador en la vida de la chica.

Adicionalmente, podemos ver que la chica, de hecho, es el opuesto exacto del hombre

ya que ella supuestamente “no sabe nada” pero “siente mucho”. Ella se ríe de todo lo que

dice el hablante, como una persona sencilla a quien le importa muy poco lo profundo porque

aún no quiere (o no puede) ensuciarse las manos con las verdades oscuras del mundo. No ha

hecho el mismo intercambio que hizo el hablante, entonces, como la mayoría de los jóvenes,

guarda su inocencia por ahora. El hablante dice que entiende toda esta reacción

(probablemente porque lo ha experimentado) y termina el poema con una modificación de su

frase repetitiva al decir: “mientras tú sientes mucho y nada sabes, / yo que no siento ya, todo

lo sé” para declarar sin duda que la inocencia y la sabiduría, o sea la juventud y la vejez, no

pueden existir al mismo tiempo en la misma persona ya que uno pierde su pureza después de

obtener experiencias que cambian su mentalidad.