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Medidas Cautelares
Medidas Cautelares
“1. La interposición del recurso de amparo no suspenderá los efectos del acto o sentencia
impugnados.
2. MONTERO AROCA, Juan / FLORS MATÍES, José, Amparo constitucional y proceso civil, 2.a ed.,
Valencia, Tirant lo Blanch, 2008.
El art. 56.1 prevé, pues, la suspensión del acto recurrido en amparo como una posibilidad no
como una medida automática sino más bien lo contrario: “la interposición del recurso de
amparo no suspenderá los efectos del acto o sentencia impugnados”, suspensión que, por tanto,
debe decretarse en cada caso
Por otra parte, la suspensión no es la única medida cautelar posible de adoptar sino que el art,
56.3 LOTC otorga amplios poderes ya que permite a la Sala o Sección “adoptar cualesquiera
medidas cautelares y resoluciones provisionales previstas en el ordenamiento, que, por su
naturaleza, puedan aplicarse en el procesal de amparo y tiendan a evitar que el recurso pierda
su finalidad”.
Analizando la forma en que se desenvuelve el incidente hay que comenzar por señalar que la
adopción de medidas cautelares puede hacerse tanto de oficio como a instancia de parte.
Por lo que se refiere al momento de la adopción de la medida cautelar hay que distinguir tres
supuestos.
El primero, u ordinario, es el que se prevé en el art. 56.3 LOTC que implica la apertura de la
correspondiente pieza una vez admitida a trámite la demanda, en general a petición del
recurrente, pieza que concluye con la decisión que procesa.
Pero, junto a este supuesto está también la adopción de lo que en ocasiones se ha denominado
“suspensión cautelarísima” (ATC 111/2011), que, basada en una práctica previa, ha encontrado
reflejo en la nueva redacción del art, 56.6 LOTC, que prevé que “en supuestos de urgencia
excepcional la adopción de la suspensión y de las medidas cautelares y provisionales podrá
efectuarse en la resolución de la admisión a trámite”.
En ambos casos se sustancia la correspondiente pieza de suspensión, debiendo oírse a las partes
en el proceso, así como al Ministerio Fiscal por plazo común de tres días. Asimismo, el Tribunal
puede solicitar informe de la autoridad responsable de ejecución, si lo estima conveniente (art.
56.4 LOTC). En el supuesto ordinario la pieza concluye con la decisión sobre la admisión mientras
que en el caso de la “suspensión cautelarísima” del art. 56.6 LOTC lo que procede es la
confirmación o no de la medida adoptada en el momento de la admisión a trámite.
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Existen casos en que dadas las circunstancias del asunto, la suspensión se decreta incluso antes
de la admisión a trámite para evitar que el amparo pierda su finialidad. En esos supuestos, no
obstante la medida debe confirmarse o levantarse en caso de admisión )ATC 16/2011).
ATC 213/2009 (F.J. 1º) “1…Ahora bien, la concurrencia de una urgencia excepcional que
autorice a este Tribunal a adoptar medidas cautelares sin oír a las partes y a hacerlo sin
consignar motivación —al acordarse en la propia providencia de admisión a trámite del
recurso de amparo— no implica que no deban remediarse estas carencias mediante una
nueva resolución motivada en la que, tras oír a las partes, se expresen
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las razones que lleven al Tribunal a mantener, modificar o levantar la medida inicialmente
acordada”.
Sólo quienes pueden ser parte en el proceso de amparo y efectivamente lo son pueden
intervenir en el incidente de suspensión.
ATC 223/1999 (F.J. 1º) “…y otro tanto cabe decir respecto de los incidentes que durante el
mismo se puedan suscitar, como los previstos en los arts. 56 y 57 LOTC, cuya legitimación
para su promoción deriva necesariamente de la tenida para ser parte en el recurso de
amparo en cuestión”.
La petición de suspensión puede realizarse “en cualquier tiempo antes de haberse pronunciado
sentencia o decidirse el amparo de otro modo”. Por tanto, es posible realizar la solicitud desde
la presentación misma de la demanda, si bien el Tribunal Constitucional no resolverá hasta que
no se haya producido la admisión a trámite de la misma, dejando a un lado el supuesto ya
señalado de las suspensiones cuatelarísimas del art. 56.6 LOTC.
Ahora bien, una vez admitida a trámite, no debe necesariamente esperarse a que concluya el
plazo de personación del art. 51.2 LOTC, debiendo oírse sólo a quienes efectivamente se
hubieran personado en el momento de resolver, sin perjuicio de que, con posterioridad a la
personación, pueda solicitarse la revocación de la previa decisión.
2. El carácter mudable del acuerdo de suspensión tal como lo configura el art. 57 LOTC
permite su modificación de oficio o a instancia de parte tan pronto aparezcan o se conozcan
circunstancias no tenidas en cuenta al adoptarse. De este modo, la audiencia que los
demandados pretenden acerca del fondo de la suspensión y que no ha sido posible en la
dinámica del incidente, puede producirse directamente y en cualquier momento, sin que para
ello sea necesario otorgar o habilitar ningún trámite…”.
3. PÉREZ TREMPS, Pablo, El recurso de amparo, 2.a ed., Valencia, Tirant Lo Blanch, 2015.
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a) La suspensión es una medida cautelar y por lo mismo deben comprenderse estas medidas
para llegar a tener una clara idea de aquélla.
ATC 181/2000, de 18 de julio: «4. … Este Tribunal ha declarado que el art. 56 LOTC permite
que la Sala que conoce de un recurso de amparo, con el fi n de preservar los derechos del
recurrente pueda acordar la anotación preventiva de la demanda de amparo en el Registro
de la Propiedad, con fundamento en el art. 42.1º LH (AATC 81/1995, 114/1996 y 164/1996,
entre otros)».
O su anotación en otro registro público, como el Registro de Marcas de la Ofi cina Española de
Patentes y Marcas (caso del ATC 193/2000, de 24 de julio).
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1. Procedimiento de la suspensión
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de demanda y por medio de «otrosí digo», aunque luego la pieza separada se incoE después
de la admisión del amparo.
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partes y al Ministerio Fiscal, por plazo común que no excederá de tres días, para que
manifiesten cuanto consideren procedente. Dicha audiencia debe limitarse a las partes
que estuvieran personadas en el proceso de amparo al tiempo de sustanciarse el
incidente de suspensión.
ATC 703/1988, de 6 de junio: «Único.– Como este Tribunal tiene declarado en otras
ocasiones, el incidente de suspensión ha de sustanciarse ciertamente con audiencia
de las partes, de acuerdo con lo dispuesto en el art. 56.2 de la LOTC; pero, debido al
carácter perentorio inherente a la medida de suspensión, la preceptiva audiencia
debe ser de las partes que estén personadas al tiempo de sustanciarse el incidente,
sin esperar a personaciones futuras ni dilaciones que puedan frustrar tal medida
encaminada a salvaguardar la finalidad del amparo, y en el presente caso el trámite
de audiencia por tres días se concedió en providencia de 1 de febrero de 1988,
cuando los impugnantes aún no se habían constituido en parte. Ello no obsta para
que, dada la naturaleza mudable del acuerdo de suspensión, tal como es configurado
en el art. 57 de la LOTC, los recurrentes puedan aducir en cualquier momento las
razones que estimen pertinentes en orden a la modificación del referido acuerdo. El
propio escrito presentado con ocasión del recurso de súplica era, incluso, idóneo
para que los demandados en el proceso de amparo hubieran hecho valer las
alegaciones de fondo oportunas sobre la procedencia o improcedencia de la
suspensión acordada. Sin embargo, se han limitado a aducir que no fueron citados
para comparecer antes de dictarse el Auto recurrido, sin aportar elementos de juicio
o circunstancias que pudieran desvirtuar el fundamento sustantivo del mismo».
Lo anterior supone que es perfectamente posible que la apertura del plazo de audiencia
se realice antes de la personación de las demás partes e incluso antes de su
emplazamiento, con lo que a la postre resulta que la medida cautelar se adopta
normalmente sin oír a las otras partes, salvo el Ministerio Fiscal.
Resulta curioso destacar que el artículo 56.4 cuando se refiere a que el incidente se
sustanciara con audiencia de las partes, está interpretándose en el sentido de las partes
personadas, lo que supone que el solicitante de la suspensión es vuelto a oír en ese
plazo de tres días. El Tribunal podría haber entendido que la norma debía interpretarse
como con audiencia de las demás partes, pero no lo ha hecho de esta manera. Esto
lleva a cuestionarse si la falta de audiencia de la parte solicitante (en el caso había
presentado el escrito pero la Sala negó que lo hubiera presentado y no lo tuvo en
cuenta) da lugar o no a la nulidad de actuaciones, lo que es negado por el Tribunal.
ATC 46/1998, de 24 de febrero: «La aplicación supletoria, sea de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, sea de la Ley de Enjuiciamiento Civil, a que se refiere el art. 80 LOTC,
con independencia de que sea admisible en algún supuesto mas allá de los
explícitamente mencionados en este último precepto —por razón de analogía y «en
la medida en que no vaya contra
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C. Decisión
(…)
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4. PÉREZ TREMPS, Pablo, El recurso de amparo, 2.a ed., Valencia, Tirant Lo Blanch, 2015.