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VESTIGIOS VIVOS DE LA EDAD MEDIA EN LA ACTUALIDAD

LA HERENCIA MEDIEVAL DE AMÉRICA

Históricamente se han considerado dos fechas para el fin de la Edad Media: 1453
con la caída del Imperio Bizantino, y 1492 con el descubrimiento de América. Esta
dualidad, y la brecha de casi 40 años, se deben a que la transición de una era a la
otra no fue repentina, pues la extensión del continente europeo, que en aquella
época se hacía más notoria debido a la dificultad para comunicarse a grandes
distancias, hacía que la difusión de las nuevas ideas renacentistas fuera un proceso
paulatino, que se dio predominantemente desde oriente hacia occidente: tal vez por
esto, la primera fecha propuesta por los historiadores está marcada por un
acontecimiento sucedido en el extremo oriental del continente: la caída de
Constantinopla, mientras que la segunda se enmarca en un suceso del extremo
occidental: el descubrimiento de las nuevas tierras por los ibéricos en cabeza del
genovés Cristóbal Colón.

Una vez que la nueva concepción antropocéntrica se había expandido por todo el
viejo continente, puede afirmarse con certeza que la Edad Media había finalizado,
sin embargo, para entonces la nueva ideología no se había arraigado lo suficiente
en la península ibérica y los conquistadores, por pertenecer a una de las últimas
porciones de tierra a las que llegaron las nuevas ideas y ser de los más lejanos del
lugar en que nació el Renacimiento, estaban aún bastante sumidos en una
concepción medieval del mundo cuando llegaron a la nueva tierra: a pesar de
encontrarse en un punto de ruptura entre dos eras históricas, todavía predominaba
lo medieval en la mentalidad del conquistador, y esto marcó para siempre la historia
americana. De haberse descubierto América unos años más tarde, o de haber sido
descubierta por otras coronas europeas, el contexto social que se transmitiría a las
indias occidentales habría sido significativamente diferente, pero dadas las
circunstancias se podría decir que, aunque la Edad Media finalizaba en Europa, el
descubrimiento de América marcaba apenas el nacimiento de la Edad Media
americana.

Este “Medioevo americano” es una interpretación relativamente reciente, pues


históricamente la narración del descubrimiento y la conquista ha enfatizado sobre
otros aspectos como el choque cultural, la apropiación del territorio, la descripción
de la geografía y las formas de sometimiento de los pueblos nativos, además que
los escritos de la época, por estar sumidos en el contexto histórico del momento, no
podían referirse a la Edad Media bajo la perspectiva con que lo hacemos hoy, tal
como nosotros no podríamos describirnos a nosotros mismos de la forma y con la
mentalidad que los historiadores del futuro analizarán al hombre de principios del
siglo XXI. Así, los personajes de la época no eran conscientes de que estaban
transmitiendo una ideología medieval y no podían retratarlo así en las crónicas, y
apenas hace unas décadas algunos historiadores comenzaron a interesarse por
estudiar el proceso de conquista bajo la perspectiva del “Medioevo heredado”. En
este orden de ideas, debido a que no se ha estudiado a profundidad la “Edad Media
americana” propuesta implícitamente por algunos historiadores, no ha sido definida
una fecha como fin de dicho periodo, tal como se definió para la Edad Media
europea. Datar el final de los vestigios del Medioevo en América, y el momento
histórico que dio ruptura a dicho periodo es una investigación por realizar, teniendo
en cuenta que igual a como sucedió en Europa, la transición entre periodos
históricos fue paulatina y tal vez no igual en todas las partes del territorio. Dado a
que el cambio no es repentino, y aunque hoy en día las ideas modernas se esparcen
mucho más rápido, resulta bastante llamativo proponer que tal vez esa Edad Media
americana no ha terminado completamente, y con seguridad, como han demostrado
algunos historiadores, en América aún quedan herencias vivas del medioevo
transmitido durante la conquista. En consecuencia, las herencias medievales no se
quedaron solo en el periodo de la América colonial, sino que muchas prevalecen en
la actualidad.

Para muchos la característica más significativa de la Edad Media fue la religión, con
un cristianismo fuerte y predominante. También en España, que por la expulsión de
los moros había logrado la reconquista, la Iglesia Católica ostentaba gran poder. Así
pues, la religiosidad medieval fue una de las herencias más destacadas que dejaron
los españoles y portugueses en América del Sur y Central, y es la más perceptible
y viva que tenemos en la actualidad. El cristianismo sigue predominando en
Latinoamérica y la Iglesia de Roma tiene más seguidores en el nuevo continente
que en el viejo: como ejemplo específico, Brasil es el país con mayor número de
católicos en el mundo.

A pesar de que la lengua española no era como tal una característica de la Edad
Media, pues muchos eran los idiomas hablados en Europa, algunas características
específicas del Castellano medieval han sido heredadas a América, en algunos
casos inclusive siendo más conservadas aquí que en la misma España. Se dice por
ejemplo que la forma de pronunciar los sonidos de las letras s, c y z, en América es
una herencia del Castellano de la Andalucía del siglo XV, de donde provenían
muchos de los conquistadores por ser de allí de donde zarpaban las embarcaciones,
por ello en América Latina las tres letras producen un sonido igual, mientras que en
España se diferencian sutilmente, estando allí la razón de la ortografía de dichas
tres letras, la cual también heredamos y que se conserva aún a pesar de no tener
relación alguna con la pronunciación. De igual manera son muchos los términos,
palabras, jergas, argot y expresiones populares heredadas.

Aunque actualmente la arquitectura moderna de América se aleja bastante de los


parámetros de la arquitectura medieval, el hecho de conservar construcciones
antiguas, mantenerlas en buen estado y restauradas, convierte algunas ciudades y
barrios coloniales de América en herencias de la Edad Media. Particularmente en
México se conservan como patrimonio muchas edificaciones que evidencian una
gran similitud entre la arquitectura colonial americana y la arquitectura medieval
europea, de igual forma sucede con el Casco Viejo en Ciudad de Panamá. En el
caso colombiano, la ciudad amurallada de Cartagena, sus castillos y fuertes,
pueblos como Mompox, Santa Fe de Antioquia, Villa de Leyva, barrios como La
Candelaria en Bogotá, y la arquitectura religiosa en Manizales y Popayán, son
rastros de herencias de la Edad Media en Colombia.

A nivel político, estudios como el de La Porta muestran los efectos de la herencia


de la colonia en los sistemas legales de muchos países. Los estados que fueron
colonias españolas tienen en general sistemas más corruptos que los colonizados
por otros territorios europeos. Por ello se puede decir que, si bien el sistema político
y social español medieval no permanecen en la actualidad en países como
Colombia, el colectivo de la corrupción política sí podría estar fuertemente ligado a
una cultura heredada basada en obtener beneficio a costas de otros cuando se
ostenta poder político. Además, el sistema económico de la España medieval le
heredó a los actuales países americanos muchas características, y la introducción
de la moneda perpetuó en los estados americanos un sistema predominantemente
capitalista.

En su conjunto, todas estas y otras características de la vida cotidiana de los


americanos en la actualidad pueden argumentarse como herencias medievales que
prevalecieron no solamente durante la época de la colonia sino hasta la actualidad,
y que son por tanto vestigios vivos y evidencias de un pasado que nació por haber
coincidido en el tiempo el suceso del descubrimiento de América y una mentalidad
medieval de los españoles debida a la llegada relativamente tardía del Renacimiento
a esas tierras en comparación con otros países que adoptaron primero las ideas
renacentistas.

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