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Placa Putumayo

Placa Putumayo
Por: Jaime Galvis, Diego Mojica - 2014

Introducción

La denominada cuenca del Putumayo constituye una placa tectónica cuya litología difiere
totalmente de la que se presenta en la placa Amazónica y de la que se puede denominar
placa Andina. Los límites con dichas placas son fallas direccionales de gran magnitud, por
tanto no se pueden correlacionar las unidades litológicas de esos tres grandes bloques. Las
características geológicas de la placa del Putumayo y sus contrastes con las placas vecinas
son el objeto del presente artículo.

Estratigrafía

Las unidades litológicas más antiguas en lo que se conoce como cuenca del Putumayo son
granitoides migmatíticos del Proterozoico, en territorio colombiano se presentan expuestos
al Sur de la población de San José de Fragua, en la cuenca hidrográfica del río Luna, en la
cuenca del río Bodoquero aguas arriba de la población de Morelia, en la vertiente occidental
del río Caquetá, al Este de Mocoa y en algunas ventanas tectónicas en la divisoria de aguas
entre los ríos Suaza y Orteguaza.

Cronológicamente, las siguientes unidades litológicas, comprenden una secuencia de


sedimentitas de edad jurásica, denominadas en el Ecuador Formación Chapiza comprenden
arcillolitas, limolitas, areniscas de colores verdes y rosados, presentan abundante material
vegetal y cavidades de disolución de evaporitas. Estas rocas sedimentarias se presentan
expuestas al Occidente de Belén de los Andaquíes en las cuencas superiores de los ríos
Yurayaco, Fraguita y Fraguachorroso; en el cerro del Churumbelo al Oriente de Mocoa, al
Sureste de la vía Pitalito-Mocoa, en el sector de Villalobos. Sobre las unidades mencionadas
se encuentran vulcanitas de color rojo. Principalmente piroclastitas. Estas rocas efusivas se
pueden observar al Noroeste de Belén de los Andaquíes y en la región de Yurayaco.

Jaime Galvis V. & Diego Mojica C.


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Foto 1: Formación Chapiza, secuencia sedimentaria de arcillolitas y areniscas de edad Jurásica.

La siguiente unidad la constituye una secuencia sedimentaria del cretáceo medio,


denominada en el Ecuador “Formación Hollín”; presenta areniscas cuarzosas de grano
grueso, bastante angular, en parte gradan a conglomerados, presenta intercalaciones de
lutitas negras y algunos mantos de carbón de poco espesor (estos se pueden observar en la
quebrada Mansaya, al Sur de Belén de los Andaquies). Presenta frecuentes cambios de
facies en los cuales las areniscas gradan a conglomerados. Hay abundantes intercalaciones
de arcillolitas grises. Hacia la base de la secuencia los paquetes de areniscas son gruesos,
hacia el tope se observan laminares y lenticulares. Presenta trazas de feldespatos y láminas
de mica. La matriz es predominantemente arcillosa, el cemento es ftanítico y en algunos
sectores calcáreo. Se observan restos vegetales. No se encuentran fósiles, siempre se ha
conceptuado como una secuencia sedimentaria de origen fluvial. La “Formación Hollín”
presenta el máximo espesor al Occidente y gradualmente se adelgaza hacia el Oriente,
hasta desaparecer.

Jaime Galvis V. & Diego Mojica C.


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Foto 2: Formación Hollín al Occidente de Belén de los Andaquíes, vía Aletones.

Discordantemente sobre la secuencia sedimentaria antes mencionada, se encuentra una


secuencia sedimentaria cuyo origen es predominantemente marino. Es la única
sedimentación marina del Cretáceo que se halla en el Putumayo. En el Ecuador se denomina
“Formación Napo” y en Colombia impropiamente “Formación Villeta”. Las descripciones de
esta secuencia litológica provienen de pozos, un buen resumen se presenta en la
información del campo Libertador en el Ecuador (Lozada, Endara y Cordero, 1985), donde
reportan hacia la base, un potente nivel de caliza, a la que sobreyace una arenisca
(denominada arenisca T), sobre la unidad anterior reposa una caliza (denominada B), sobre
este nivel calcáreo se encuentra otro horizonte de arenisca (conocida como arenisca U), a
la cual le sobreyace otro horizonte de caliza (denominada caliza A). Sobre la unidad anterior
se encuentra una secuencia de lutitas con algunas intercalaciones de caliza y hacia el tope
de la sucesión se halla una arenisca de espesor variable. La composición de esta columna
estratigráfica es notablemente variable y su conocimiento real es deficiente dado que casi
todo está basado en datos puntuales de pozos. En forma general se sabe que la Formación
Napo presenta su máximo espesor al Occidente y gradualmente se adelgaza hacia el
Oriente. Además hay una variación muy notable en su composición estratigráfica, al
Occidente los calcáreos presentan mayor espesor que las areniscas, gradualmente hacia el
Oriente la secuencia se torna casi totalmente arenosa. Esto se puede observar al Occidente
de la población de Morelia (Caquetá), a lo largo del río Bodoquero, donde se presentan dos
potentes horizontes de arenisca separados por un nivel de caliza de escasos diez a doce

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metros de espesor. Esta sección es la única donde se encuentra expuesta la Formación Napo
en el Oriente de la cuenca.

Foto 3: Areniscas de la Formación Napo, al Occidente de Morelia, Caquetá.

Sobre la sucesión estratigráfica citada, se halla discordante una secuencia de sedimentos


de origen fluvial compuesta por arcillolitas, limolitas y areniscas guijarrosas, denominadas
en Ecuador “Formación Tena” y en Colombia “Formación Rumiyaco”, estos sedimentos
presentan coloración roja en el sector occidental de la cuenca, posiblemente debido a un
considerable componente tobáceo, hacia el Oriente esta secuencia presenta diversos tonos
de gris. Representa la parte superior del Cretáceo y posiblemente parte del Paleoceno. Esta
secuencia estratigráfica presenta buenas exposiciones en el lecho del río Rumiyaco y al
Noroeste de la población de Morelia donde la atraviesa el río Bodoquero.

Sobre las litologías mencionadas se encuentran brechas volcánicas de notable espesor que
producen un relieve topográfico abrupto, en el Ecuador se han denominado “Formación
Tituyacu”, en Colombia “Formación Pepino”. En la literatura geológica generalmente las han
catalogado como conglomerados, pero la observación petrográfica muestra que la matriz
de dichos conglomerados es material volcánico microcristalino, en su mayor parte tiene el
aspecto de tobas litificadas. Los guijarros son en gran parte rocas volcánicas y sílice
calcedónica. También se observan clastos de rocas graníticas. Gradualmente estas brechas
en su parte superior gradan a unas tobas litificadas, la cual en la literatura geológica de
Colombia denominan “Formación Orito-Belén”. Se presentan como una masa

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microcristalina de color gris con manchas rojas y violáceas. Las brechas de la “Formación
Pepino” se presentan expuestas formando cuchillas escarpadas en el piedemonte del Sur
del Caquetá y del Putumayo, producen un cañón espectacular donde las cruza el río
Fraguita. La parte exclusivamente tobácea “Formación Orito-Belén, presenta buenas
exposiciones en la población de Belén y al Sur se ésta, hay también amplios afloramientos
en los alrededores de la ciudad de Florencia.

Foto 4: Formación Pepino, Brecha volcánica en la región de Belén de los Andaquíes.

Foto 5: Formación “Orito-Belén”, arcillolitas abigarradas producto de meteorización de cenizas volcánicas.

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A las vulcanitas descritas les sobreyacen arcillolitas y limolitas color verde claro, las cuales
meteorizan tornándose rojas, estas según la nomenclatura estratigráfica usada
corresponderían a la “Formación Orteguaza”, pero en ningún informe o artículo aparece la
localización de una sección tipo de dicha formación, menos aún una columna estratigráfica,
cabe agrega que el río Orteguaza en su curso superior, transcurre a lo largo de una falla
regional que limita la Placa del Putumayo y la Placa Amazónica propiamente dicha, aguas
abajo dicho río se interna en la Placa Amazónica. Por tanto la denominación de “Formación
Orteguaza” carece de fundamento. Las arcillolitas y limolitas antes mencionadas se pueden
observar reposando sobre las vulcanitas de del Tituyacu o Pepino, Orito–Belen al Occidente
de Morelia y entre Belén de los Andaquíes y San José de Fragua. La edad de estas
sedimentitas se desconoce.

Sobre las unidades anteriores se presenta una espesa cubierta volcánica que cubre la mayor
parte del área comprendida entre el piedemonte cordillerano y la Falla del río Orteguaza,
se trata de piroclastitas, entre las cuales predominan las tobas y brechas. Esos depósitos
efusivos se encuentran muy meteorizados. Hay dos cubiertas efusivas que se pueden
individualizar, una es el lahar del río Guamués, el cual proviene de un foco volcánico en la
Placa Andina y cubre una amplia zona en el Putumayo occidental, este lahar presenta un
flujo en dirección SE y llega al río San Miguel. Otra cubierta fácilmente individualizable la
constituyen unas lavas de composición intermedia a básica que se observan a lo largo del
curso del río Fraguachorroso. Se extienden desde la Cordillera hasta proximidades de la
población de Albania en plena llanura del Caquetá. El foco de este vulcanismo se halla
dentro de la Placa del Putumayo.

Foto 6: En la base arcillolitas del Terciario, al tope una cubierta de flujos basálticos de los cuales se observan
bloques con meteorización esferoidal.

Jaime Galvis V. & Diego Mojica C.


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Magmatismo
En la Placa del Putumayo, en territorio de Colombia se presenta actividad magmática al
Nordeste de la falla de Mocoa, en ese sector, la falla de Borde Llanero transcurre por la
vertiente del río Magdalena y del río Villalobos (este último afluente del alto Caquetá), por
tanto allí se presenta una amplia zona montañosa entre la falla de Borde Llanero y la Llanura
Amazónica. En ese cinturón montañoso hay varios focos magmáticos. Hay rocas
magmáticas ácidas tales como el granito que se observa en la cuenca superior del río
Pescado aguas arriba de la desembocadura del río Bodoquerito, al Norte del caserío de
Aletones, hay exposición de otra intrusión granítica al Norte del caserío de Yurayaco, en la
cuenca del río del mismo nombre. Este magmatismo granítico parece ser del Mesozoico,
posiblemente relacionado a las vulcanitas jurásicas de la Formación Chapiza o a lo mejor
pueden ser del Cretáceo.

Hay más apófisis graníticas en toda la región comprendida entre el río Suaza y la Llanura
Amazónica. Los focos volcánicos que produjeron las vulcanitas del Tituyacu o Pepino no se
han localizado, pudieron hallarse al Occidente de la gran falla que pone en contacto la Placa
del Putumayo y la Placa Andina, o puede tener origen en vulcanismo fisural.

En la misma serranía se encuentra un vulcanismo basáltico muy reciente del cual hay
exposiciones amplias entre las poblaciones de Acevedo (Huila) y San Adolfo y hay un foco
volcánico basáltico en la cuenca superior del río Fraguachorroso, al occidente del curso de
este río. De ahí provienen las lavas básicas que se observan en San José de Fragua. Este
episodio de vulcanismo basáltico es muy reciente ya que los flujos básicos entran en la
Llanura Amazónica cubriendo unidades sedimentarias y volcánicas recientes. En la cuenca
superior del río Orteguaza hay geoformas cónicas y anulares que sugieren focos
magmáticos, su carácter se desconoce. Al Sureste de Villa Garzón, no se identifican
geoformas que permitan suponer la presencia de focos volcánicos. Allí la Falla de Borde
Llanero transcurre próxima a los grandes escarpes de la Cordillera que se encuentran dentro
de la Placa Andina, por tanto es factible que las exposiciones de posibles cuerpos de origen
magmático se hallen bajo los grades lahares y abanicos que descienden de la Cordillera.

Tectónica
La gran falla que sirve de límite entre las placas Andina y del Putumayo al norte se localiza
aproximadamente a lo largo del río Suaza y parece continuar al Suroeste por la depresión
por donde transcurre el río Villalobos, hasta verse truncada por una falla N-S, la cual origina

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la depresión por donde corre el río Mocoa. Esta falla desplaza a la falla de Borde Llanero
hacia el Sur. Esta última continúa hacia el Suroeste a partir de la población de Villa Garzón
aproximadamente. Hay varias fallas paralelas a la de Borde Llanero, también
transcurrentes. Al Suroeste de Villa Garzón la falla de Borde Llanero transcurre en marcando
el piedemonte, por tanto al Sureste de ésta la cubierta piroclástica no permite en superficie
localizar otros fallamientos, pero la evidencia de la existencia de fallas NE-SW se puede ver
en los mapas de contornos estructurales de varios campos petroleros cuyas estructuras se
originaron en fallas transcurrentes con ese rumbo, entre estos cabe citar: Sucumbios,
Churuyaco, San Antonio, Caribe y Sucio. Además se puede anotar que la estructura del
campo Orito se presenta en la intersección de una falla NE-SW y otra N-S.

Al Nordeste de Villa Garzón al encontrarse la falla de Borde Llanero al Noroeste de la


divisoria de aguas entre el río Caquetá y el río Magdalena, hay algunas fallas que se
identifican en superficie, entre ellas la falla de Río Pescado, la cual enfrenta dos secuencias
estratigráficas muy diferentes, al Noroeste la Formación Chapiza, la Formación Hollín y las
vulcanitas del Tituyacu o Pepino, al Sureste un basamento granítico al que sobreyacen la
Formación Napo, la Formación Tena y las vulcanitas del Tituyacu o Pepino. Hay fallas NE-
SW en el piedemonte de la serranía que divide aguas entre el Caquetá y el Magdalena, en
la zona comprendida entre Sabaletas, Fraguita y Yurayaco, entre esta última población y el
río Luna, también hay dos grandes fallamientos en los cursos superiores de los ríos Pescado
y Bodoquero, los cuales producen marcados alineamientos en los cauces de dichos ríos. En
la planicie al Sureste se identifican fallas NE-SW en los mapas de contornos estructurales de
campos petroleros tales como Toroyacu, Linda y Mary.

La falla regional que pone en contacto la Placa Amazónica y la del Putumayo, presenta un
rumbo N-S, encauza el curso superior del río Orteguaza; la planicie de depósitos
piroclásticos enmascara las fallas satélites, pero la información de subsuelo permite
localizar varias de ellas, entre las cuales cabe destacar la que produjo las estructuras de los
campos petroleros de La Hormiga, San Miguel, Loro y Acae, los cuales se presentan a lo
largo de una línea N-S. Más al Oriente, aunque la cubierta piroclástica impide identificar los
trazos de las fallas en superficie, en la sísmica se puede apreciar el sistema de fallas N-S,
más aún al observar la información de los campos petroleros ecuatorianos se puede notar
que son estructuras alargadas en dirección Norte-Sur, siguiendo fallas que llevan ese
rumbo, buenos ejemplos son los campos de Shushufindi, Libertador, Auca, Sacha, etc.

La falla del Orteguaza presenta una buena expresión superficial al norte del río Caquetá,
donde limita los planos estructurales de las unidades Paleozoica y cretácea de la Cuenca
Amazónica al Oriente, adicionalmente allí se observa más al Este una falla satélite, por la

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cual transcurre el río San Pedro. Entre los ríos Caquetá y Putumayo, la falla del Orteguaza
está totalmente enmascarada por la cubierta piroclástica.

Cabe concluir que la Placa del Putumayo es una plataforma sin plegamientos; al extremo
occidental hay un relieve originado en una tectónica de bloques concordante con el
levantamiento de los Andes. En la plataforma en sí los altos estructurales invariablemente
son originados por las fallas como lo indica la forma y distribución de los campos de
petróleo. En algunos sitios hay algunas eminencias estructurales generadas por
magmatismo, intrusiones locales o conos volcánicos menores.

Conclusiones
La Placa del Putumayo presenta rasgos que indudablemente la diferencian de las placas
Andina y Amazónica, respecto a la Placa Andina, cabe anotar que en esta se presentan
unidades del Paleozoico inferior, anteriores al Devónico metamorfizadas y del Paleozoico
superior. En la Placa del Putumayo no se han reportado unidades litológicas del Paleozoico
(en territorio colombiano), en el cerro de El Churumbelo al Oriente de Mocoa se pueden
observar las unidades de la Formación Chapiza, reposando sobre granitos migmatíticos
característicos de Proterozoico. La Formación Chapiza no se presenta en la Placa Andina.

El Cretáceo de la Placa del Putumayo es muy diferente al que se presenta en la Placa Andina,
es de mencionar que en el Putumayo solamente se presentan unidades del Cretáceo
Superior, muy diferentes a las del Valle Superior del río Magdalena, en este se presenta una
secuencia transgresiva, que se inicia con areniscas basales de lo que se denomina
“Formación Caballos” a las que suceden sedimentitas arcillosas con delgados niveles
calcáreos, al tope se hallan areniscas de un proceso regresivo; la secuencia es concordante.
En el Putumayo la base de la secuencia sedimentaria del Cretáceo presenta una espesa
sucesión de areniscas de origen fluvial (Formación Hollín), las cuales adelgazan hasta
desaparecer hacia el Oriente, la fuente de esta sedimentación parece haberse hallado al
Occidente; discordantemente sobre estas se encuentra una secuencia de sedimentitas de
origen marino, conocida en Ecuador como “Formación Napo” o en Colombia
impropiamente denominada “Formación Villeta”; la sedimentación de esta secuencia
estratigráfica parece haber provenido del Oriente, donde predominan absolutamente los
sedimentos arenáceos.

Por tanto esos dos episodios de sedimentación se originaron en dos antepaíses diferentes,
no relacionados a la geografía actual.

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Otra notable diferencia entre la sedimentación cretácea de la Placa Andina y la del


Putumayo, es la casi continua presencia de sedimentos de ambiente euxínico en el
Turoniano-Cenomaniano de la secuencia andina, los cuales no se encuentran en la
secuencia del Putumayo.

La sedimentación de la Formación Tena no guarda analogía alguna con la secuencia


regresiva de la Cordillera Oriental y del Valle del Magdalena. Las brechas volcánicas de la
Formación Pepino no se hallan en la Cordillera Oriental ni en el Valle del Magdalena.

Los contrastes de la Placa del Putumayo con la Placa Amazónica son aún más acentuados,
basta anotar que en las área vecinas de la Placa amazónica se presentan sedimentitas del
paleozoico reposando sobre granitos migmatíticos del Proterozoico. Hay una secuencia
sedimentaria marina del Ordovícico (Formación Araracuara, Formación Guéjar) casi
tabulares y unos espesos depósitos de areniscas de origen eólico, de posible edad pérmica,
horizontales y caracterizadas por la muy frecuente saturación de crudo pesado. Sobre esta
última litología se encuentran sedimentos fluviales del Cretáceo, los cuales también
muestran saturación de aceite.

Hay un aspecto interesante a destacar. Los petróleos pesados de la Placa Amázonica


presentan altas concentraciones de vanadio y níquel, lo cual no ocurre en los hidrocarburos
de la Placa del Putumayo.

Foto 7: Cantera donde se explotan crudos pesados para uso como pavimentos, al Oriente de la Falla del río
Orteguaza.

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Por último, cabe hacer unas consideraciones hipotéticas acerca de la continuidad de la Placa
del Putumayo en Ecuador y Perú.

El límite oriental en el Ecuador, se puede situar donde empieza la faja de crudos pesados
de Yasuni, aunque el cambio litológico generalmente lo atribuyen a un cambio de facies, es
difícil explicar porque se presenta un cambio de facies en línea recta. El límite occidental es
más difícil definirlo ya que en Ecuador como en Colombia ha habido una tendencia a
entremezclar unidades litológicas de la Placa del Putumayo con otras de la Placa Andina. La
continuación de la falla de Borde Llanero parece ser el fallamiento que se encuentra al
Occidente del Alto de Napo y continúa hacia el Sur al Este del Alto de Cutucú, definido por
el límite occidental de la Formación Chapiza. Las calizas de la Formación Santiago parecen
ser parte de la Placa Andina, presenta una notable similitud con las calizas de la Formación
Payandé de edad triásica.

Definir la continuación en el Perú es mucho más difícil, la información es fragmentaria. Hay


descripciones de algunas formaciones que permiten aventurar hipótesis, por ejemplo la
Formación Cushabatay con su gran espesor de areniscas no marinas podría representar las
areniscas eólicas del oriente de la falla del Orteguaza. La Formación Agua Caliente
dudosamente podría representar la Formación Hollín, La Formación Chonta presenta calizas
lo que podría indicar que represente la Formación Napo. La Formación Vivian compuesta
de sedimentos de origen fluvial, situada al tope del Cretáceo, representaría la Formación
Tena o Rumiyaco. Brechas volcánicas equivalentes al Tituyacu o Pepino no son mencionadas
en la literatura geológica de la Cuenca del río Marañon en el Perú. Solamente hay mención
de unidades sedimentarias en el Cenozoico inferior.

Jaime Galvis V. & Diego Mojica C.


Placa Putumayo

Figura 1: Limites de la Placa Putumayo.

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