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La obra de William Shakespeare ha sido una de las más leídas y comentadas en toda la
entre Próspero, Ariel y Calibán está posibilitada por una dominación anterior. Es decir, la
de estos otros, sino que es, más bien, la dominación de la representación de Sycorax o de la
‘idea’ de Sycorax. Esta captura de Sycorax por parte de Próspero no se encuentra solamente en
crítica literaria tradicional que se ha hecho sobre esta obra. Se ha escrito mucho sobre Calibán,
Ariel y Prospero, pero Sycorax, hasta recientemente, ha permanecido, en gran medida, ausente
en la crítica al texto.
Sycorax es que ella ocupa el lugar más extremo de la otredad. No tan solo es ella mujer, negra y
bruja, sino que ella está muerta. El lector solo tiene acceso a Sycorax a través de las miradas
respectivas de Próspero, Ariel y Calibán. Sycorax es un personaje silente y ausente. Ella no tiene
una voz con la cual hablar y tampoco tiene agencia en el sentido de que no puede actuar. De ella
solo queda una memoria para ser manipulada por todos aquellos que la recuerdan. Pero,
posibilita toda la acción de la obra. La idea del silencio como un elemento importante desde el
cual analizar al personaje de Sycorax ha sido trabajada por algunas críticas feministas de este
texto:
Silence is what Sycorax profiles in The Tempest. At first, the play seems
restoration. These forces, which are of a profound significance to the work, can
Tempest reveals a different usurpation, one in which the key players are not the
Duke of Milan and his brother but Prospero… and Sycorax. (Chiclana y
González, 44-45)
refiere, en parte, a la situación concreta de apropiarse de su isla. Apunto aquí, sin embargo, hacía
En el mismo acto de nombrar a Sycorax como bruja hay una cierta violencia. El
mendiga que a duras penas se ganaba la vida robando un poco de leña o manteca
vínculos del matrimonio y la procreación. Por eso, en los juicios por la brujería la
rebelde que contestaba, discutía, insultaba y no lloraba bajo tortura» afirma Silvia
Federici. Los estigmas recaen despiadadamente sobre las mujeres excluidas y
Llamar a Sycorax bruja implicaba, además, que esta tenía conocimientos particulares a las
brujas. Sabía cómo “…gestionar el potencial sexual y reproductivo de su cuerpo sin tener que
someterse al control médico, moral y estatal” y podía preparar “…ungüentos para potenciar su
fertilidad o abortar”, entre otras cosas (Ziga, 59). Al Próspero llamarla bruja, sin embargo,
implica que ésta debía ser castigada por su actitud rebelde y su conocimiento ilícito. Ya vemos
cómo Próspero, al llamar a Sycorax de esta manera, tuerce la representación de Sycorax para,
Evidentemente, no es casual que Próspero utilice esta palabra. Próspero necesita esta
figura de la bruja para poder justificar su dominio sobre Ariel y Calibán. Sin crear y sustentar
este mito de la bruja, Próspero no podría perpetuar su control sobre Ariel. Porque Próspero no
tiene poder propio. Su único poder consiste en engañar y fabricar escenarios que lo beneficien.
Él utiliza a Ariel para engañar al Rey junto con todos los tripulantes de la embarcación, mientras
que, a la vez, utiliza este falso nombramiento de Sycorax para engañar a Ariel. Por esto que la
dominación de Sycorax sea una imposición fundacional: posibilita todas las otras imposiciones
que lleva a cabo Próspero. Como todo patriarca que fundamenta un estado sobre las bases de un
mito fundacional, Próspero debe seguir recitando y sustentando esta idea que justifica su
dominio. Esto se puede apreciar muy claramente en el primer dialogo entre Ariel y Próspero:
Ariel: No.
Próspero: Si, y te imaginas estar exento porque huellas el limo de las
profundidades saladas, corres sobre el viento punzante del Norte, y realizas mis
Próspero: ¡Mientes, maligno ser! ¿Has olvidado a la horrible bruja Sycorax, cuya
Próspero: ¡Oh! ¿Era así? Debo recordarte una vez al mes lo que has sido, pues lo
olvidas1. Esa condenada hechicera, Sycorax, fue, como sabes, desterrada a Argel a
Es interesante que Próspero sea el que tenga que repetir esta historia de Sycorax una vez
al mes, puesto que fue Ariel el que presumiblemente la conoció más de cerca y el que mejor
recordaría la historia de su propio cautiverio. Este fragmento funciona para demostrar el carácter
construido de esta historia que Próspero repite para lograr que Ariel haga su voluntad.
1
Énfasis mío.
El caso con Calibán es incluso más extremo. Próspero le enseña a este a despreciar a su
propia madre. Se ha escrito mucho sobre la imposición lingüística y quizás cultural que hace
Próspero en Calibán, como si este fuera un sujeto colonizado. No es solo que Próspero le impone
un lenguaje a Calibán, cosa bastante despreciable por sí sola, sino que le enseña a este a
la obra:
saber cómo maldecir! ¡Que caiga sobre vos la roja peste, por haberme inculcado
vuestro lenguaje!
apresúrate, que más te valdrá para llevar a cabo otras misiones. ¿Te encoges de
conocimiento ‘ilícito’ como era propio de las brujas, incluye la propia memoria que tiene
Calibán de Sycorax. Calibán ha creído la mentira de Próspero que dice que él es más poderoso
que Sycorax y, por ende, es más poderoso que todo lo que podría salir de Sycorax, incluyendo al
2
Énfasis mío
propio Calibán. Como vemos en este fragmento citado, hay un intento de confrontación por parte
algo en Una Tempestad que parecería, a primera instancia, reivindicar el lugar de Sycorax.
sugiere, a través de las palabras de Calibán, una Sycorax que está viva en cuanto está vinculada a
crees que está muerta solo porque vos crees que la tierra es algo muerto… ¡Es
desprecia con un pie vencedor! Yo la respeto porque yo sé que ella está viva, y
te encuentro por todos lados: En el ojo de la laguna que me mira, sin pestañar, a
través de los juncos. En el gesto de la raíz retorcida y su brote que espera… (Acto
Me parece, sin embargo, que esta postura, aunque parecería reivindicar a Sycorax,
termina siendo una nueva dominación. Calibán le arrebata a Sycorax de las manos a Próspero,
pero la utiliza meramente como una herramienta para su propia liberación. La liberación de
Sycorax pasa a ser subsumida bajo la liberación de Calibán. Son los hombres los que llevan a
cabo estas luchas de poder mientras que la mujer, Sycorax, termina siendo un botín de guerra
para ser transformado y re-significado por el amo que lo domine. Esta nueva versión de Sycorax
creada por Calibán es casi una diosa de la naturaleza que vela por su hijo constantemente. La
quitarle su humanidad. Hay que recordar a Itziar Ziga cuando dice, refiriéndose a las mujeres y a
las brujas, que “…no se trata de que nosotras estemos esencialmente más ligadas a naturaleza
alguna”, sino que este conocimiento brujesco viene a ellas gracias a circunstancias históricas
particulares (Ziga, 59). El Calibán de Césaire olvida esto y endiosa a Sycorax para convertirla en
su ideal de batalla. Al hacer esto, le quita la voz, la agencia y la humanidad. No es muy diferente
originaria, lo siguiente:
entre mujeres y hombres, inculcó a los hombres el miedo al poder de las mujeres
era incompatible con la disciplina del trabajo capitalista, redefiniendo así los
Tempestad. Sycorax representa a las llamadas brujas. Próspero representa el estado inquisitorial
que las somete para fundar su sistema de estado. Ariel y Calibán, a su vez, representan esa fuerza
trabajadora que es desarrollada como parte del proyecto del estado. En el caso de Una
Sycorax por parte de Próspero funciona como una suerte de imposición fundacional.
Mientras tanto, Sycorax permanece en silencio. Sin embargo, los esfuerzos de Itziar Ziga,
Silvia Federici y muchos otros hombres y mujeres por rescatar esta figura, y otras como ella,
sugieren que el silencio de Sycorax, el silencio de las brujas y los brujos, no persistirá por mucho
tiempo.
Bibliografía
Césaire, Aimé. Una tempestad. Buenos Aires: El 8vo. Loco, 2011. Archivo PDF.
Chiclana y González, Arleen. “Sycorax Speaks”. The Grove: Working Papers on English
Lara, Irene. “Beyond Caliban’s Curses: The Decolonial Feminist Literacy of Sycorax”. Journal
PDF.
---. La Tempestad. Editorial del cardo, 2003. Web. 18 de mayo. Archivo PDF.