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TRABAJO FINAL

Alumno: Enrique Cabrera García

Licenciatura: Negocios Internacionales

No. de Cuenta: 316006259

Docente: Karla Berman

Fecha: 29/04/2019
Introducción

En medicina, un trasplante, o inserto es un tratamiento complejo que consiste en


sustituir un órgano que está enfermo y que pone en peligro la vida de una persona,
por otro que funcione adecuadamente proveniente de otra.

En ocasiones es suficiente con trasplantar parte del órgano, algún tejido o


simplemente células. El órgano trasplantado reemplaza y asume la función del
órgano dañado del receptor, salvándole la vida o mejorando la calidad de ella.

Pueden ser trasplantados tejidos y órganos macizos como un riñón, pulmón,


corazón y precursores hematopoyéticos.

La infección y rechazo del injerto son riesgos frecuentes asociados con este
procedimiento que dependen del tipo del trasplante.

Los trasplantes de órganos y tejidos, constituyen el avance terapéutico más


importante en los últimos 50 años en el campo de las ciencias de la salud. Su logro
ha involucrado a prácticamente todas las especialidades de la medicina moderna.

·Tipos de trasplantes

·Auto trasplante: Es el propio sujeto el que cede sus tejidos, se los conserva y
tiempo después se los vuelven a colocar. Por ej. Preservando células de la medula
(tejido hematopoyético) o semen antes de haber recibir quimioterapia agresiva que
puede dañar esa medula o los testículos. Como hay identidad entre donante y
receptor nunca hay problemas de rechazo.

·Isotrasplante o Singénico: Aunque son dos seres distintos, existe similitud


genética completa. Eso sucede cuando son gemelos univitelinos. No hay problemas
de rechazo. Si donante y receptor son de la misma especie pero genéticamente
distintos se habla de alotransplante. Si no hay compatibilidad puede surgir el
rechazo. Por ello se busca la máxima compatibilidad o, si es más importante la vida
que el rechazo, se realiza el trasplante y se usan fármacos inmunosupresores que
eviten o frenen ese rechazo.

·Xeno- o heterotrasplante: cuando el trasplante se hace entre animales de


distintas especies.

Compatibilidad y rechazo

Los humanos tenemos un sistema de defensa, que reconoce lo que nos es propio,
lo forman una serie de células blancas de la sangre que se llaman linfocitos y los
monocitos y/o macrófagos. Hay 2 tipos de linfocitos, los B, que producen
anticuerpos y los T que se transforman en células agresivas o asesinas (killer).
Reconocen la estructura de nuestras células, las moléculas de su superficie
(antígenos) como propias y la respetan. Si algo extraño me invade, por ej. Una
bacteria o un virus ese sistema se pone en marcha y trata de destruirla. Es el mismo
sistema que en los alérgicos, lucha contra las sustancias a las que son alérgicos por
ej. El polen de una gramínea y también el que trata de destruir nuestras células si
se transforman, mutan o se hacen cancerosas. De hecho si nuestras defensas
triunfan no tendremos el tumor. Pero también es el que destruye la sangre que nos
transfunden y que no es compatible con la nuestra. En general el conjunto de
substancias que reconocen se incluyen en el llamado sistema mayor de
histocompatibilidad, que llamamos HLA. Pues si nos trasplantan un órgano, y no
hay semejanza o identidad en esas moléculas con las nuestras, nuestro sistema
inmune trata de defendernos y las destruye. Y en este caso arruina el trasplante.

El sistema inmune reconoce las células del injerto que muestran estas moléculas
extrañas como invasoras y ataca el órgano trasplantado en un proceso llamado
rechazo.

Reducir el riesgo y la severidad del rechazo: Donante que comparta con el receptor
la mayor cantidad de antígenos que pueden generar una respuesta inmune
particularmente fuerte, como el Complejo principal de Histocompatibilidad (MHC),
Sistema HLA Human Leucocitary Antigen (humanos) y las glicoproteínas que
determinan el grupo sanguíneo.

Pruebas genéticas para determinar el tipo HLA, se debe comprobar que el suero del
receptor no tiene anticuerpos preformados que reaccionan con las células del
donante y pueden causar rechazo híperagudo.

En algunos casos una persona puede recibir un órgano a pesar de la presencia de


anticuerpos aloreactivos, eliminándolos con plasmaféresis, inmunosupresores, e/o
inmunoglobulinas vía intravenosa.

Posteriormente al trasplante alogénico la persona receptora debe recibir fármacos


inmunosupresores: Evitar que el órgano sea reconocido como extraño y se
produzca un rechazo. Reducen de manera drástica la capacidad de respuesta del
sistema inmunitario. Al tiempo de que se reducen las posibilidades de rechazo al
trasplante, dejan expuesto al organismo a las más diversas infecciones. Esto
fármacos, que a medio y largo plazo son tóxicos para la vida de las personas que
los toman, se han de suministrar durante toda la vida del paciente.

En muchos casos, si no se encuentra el órgano compatible, se trasplanta el que


haya pues es preferible que el receptor rechace el órgano a que fallezca.

Tipos de rechazo

·Rechazo híperagudo: Puede ocurrir en minutos o pocas horas en individuos


previamente sensibilizados, como pueden ser pacientes que ya han rechazado un
órgano trasplantado previamente, pacientes que han sufrido transfusiones o
mujeres que durante el embarazo han desarrollado anticuerpos frente a antígenos
del feto. Ocurre porque en el receptor del órgano hay anticuerpos circulando
preformados contra los antígenos del órgano trasplantado. Por eso la respuesta es
tan inmediata, y generalmente el órgano sufre necrosis isquémica en el momento
de la implantación, y nunca llega a ser funcional.

·Rechazo agudo: Ocurre pocos días después de efectuado el trasplante, aunque a


veces puede ocurrir meses o años más tarde, al suspender el tratamiento
inmunosupresor. Se produce porque se ponen en marcha los mecanismos de
inmunidad humoral y celular. Se produce edema, daño endotelial e infiltración por
linfocitos. También puede haber fenómenos de trombosis. Suele responder al
tratamiento inmunosupresor.

·Rechazo crónico: Ocurre a largo plazo porque los tratamientos inmunosupresores


fallan en su cometido de detener la respuesta inmune. A nivel microscópico se
producen cambios parecidos a los del rechazo agudo (cambios inflamatorios y
necrosis) que acaban por dañar la función del órgano trasplantado. Constituye el
verdadero reto de la terapia inmunosupresora.

Aloreconocimiento

Procesamiento y presentación de antígenos del injerto (aloantígenos).

Existen dos subtipos principales: directo e indirecto.

Las células dendríticas que migran del injerto, inician el aloreconocimiento


directo, donde las células T del receptor reconocen MHC alogénico y a péptidos
asociados de forma directa.

Más tarde, las APCs (células presentadoras de antígenos) del receptor toman
fragmentos del MHC donante y presentan péptidos alogénicos a las células T del
receptor en asociación con HLA propio (alorreconocimiento indirecto).

E tercer subtipo, es el semidirecto, que involucra la transferencia de MHC donante


a las células del hospedador.

Respuesta Inflamatoria

La respuesta inflamatoria (inflamación) se presenta cuando los tejidos son


lesionados por bacterias, traumatismo, toxinas, calor o cualquier otra causa. El tejido
dañado libera químicos, entre ellos histamina, bradiquinina y prostaglandinas. Estos
químicos hacen que los vasos sanguíneos dejen escapar líquido hacia los tejidos,
lo que causa inflamación. Esto ayuda a aislar la sustancia extraña del contacto
posterior con tejidos corporales.
Los químicos también atraen a los glóbulos blancos llamados fagocitos que se
"comen" a los microorganismos y células muertas o dañadas. Este proceso se
denomina fagocitosis. Los fagocitos finalmente mueren. El pus se forma debido a la
acumulación de tejido muerto, bacterias muertas y fagocitos vivos y muertos.

Respuestas antiinflamatorias alogénicas: principalmente por fenotipo Th2, asociado


con rechazo crónico. Las células Th2 favorecen la activación de las células B. El
contacto célula a célula y el intercambio de citosinas entre ambos tipos celulares (T
y B) es requerido para la producción de anticuerpos frente al injerto. Las células B
además expresan MHC de clase II, reconocen las células Th2 (indirecto), lo que
resulta en su activación y proliferación. Las células Th2 resultantes son específicas
del aloantígeno presentado inicialmente por las células B y secretan IL-2
(proliferación), IL-4 e IL-5 (cambio de clase de anticuerpo).

La gran mayoría de células B activadas se diferencian a células plasmáticas


productoras de anticuerpos (principalmente IgG e IgM) con especificidad hacia el
injerto. La unión de los anticuerpos al endotelio conlleva la activación de
complemento lisis celular. Alternativamente, las células B pueden diferenciarse
también en células de memoria y volver a la médula ósea, desarrollando una
respuesta inmunológica de memoria.

Conclusiones

Me intereso mucho este tema y se me hizo de vital importancia el reconocer el


proceso de un Trasplante y conocer cómo es que sucede desde un inicio cada
pequeño detalle, creo que es un tema de alto impacto en el área de la salud y que
conlleva trabajo en equipo de todo profesional en el área de ciencias de la salud
desde un cirujano, una enfermera, un nutriólogo o un fisioterapeuta. Creo que todas
las áreas estamos involucradas en este proceso.

Se me hizo interesante el como el cuerpo humano es tan perfecto para reaccionar


y saber diferenciar lo propio de lo extraño.
Bibliografía

·Ali JM, Bolton EM, Bradley JA, Pettigrew GJ. Allorecognition pathways in
transplant rejection and tolerance. Transplantation 2013; 96: 681-688.

·Harrison. Principios de Medicina Interna. Gran compendio de medicina


interna, con extensas explicaciones sobre los principios de la inmunología.

·https://www.fesemi.org/informacion-
pacientes/hemerotecasalud/enfermedades/transplantes

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