Capitulo 1
GENERALIDADES
219, Relacién con el dominio. Al exa-
minar las clasificaciones de los bienes, en
un acapite especial se trat6 la noci6n de
derecho real, su concepto y los principa-
les problemas en torno a tal materia (su-
pra, Ne 16 y 17).
Estudiado ya el mas completo de los
derechos reales (¢l dominio), correspon-
de referirse a algunos menos completos,
limitados en relacién a aquél. Se trataran
la propiedad fiduciaria o fideicomiso, el
usufructo, el uso y habitacién, las servi-
dumbres. Es el orden que emplea el C6-
digo (arts. 732, y sgis.; siguiendo la
didactica més usual, el estudio del dere-
cho real de herencia queda entregado al
capitulo del Derecho sucesorio, y los de-
rechos de censo, prenda ¢ hipoteca, al
de los contratos).
Las diferentes concepciones del do-
minio (v. supra, N? 52) provocan conse-
cuencias (especialmente una técnica) al
enfrentarlo.a los derechos reales limita-
dos. Concebido el dominio como una
suma de facultades separables: uso, goce,
disposicién (nocién que ha sido califica-
da de clésica), se entiende que los demas
derechos reales no son més que fraccio-
nes que surgen como desmembraciones
de aquél; por tanto, se “transfieren” (por
tradiciOn) a otra persona. En cambio, si
se concibe como un poder 0 sefiorio (el
maximo) tinico, monolitico, sin que pue-
dan precisarse intimos fraccionamientos
de facultades, esos otros derechos no ema-
nan como desmembraciones del dominio,
ni existian, configurados, dentro del do-
minio, sino que se “constituyen” fuera de
(sin perjuicio de que luego de const
tuidos se puedan ~algunos- transferir) (la
_—e _
198
nocién ensambla con la Hamada “elastici-
dad”, a la que también se ha hecho refe-
rencia),
En los arts. 698 y 1337, regla 6* el C6-
digo contiene normas que suponen mas
bien el primer criterio (que se confirma
también en la seccién pertinente del Men-
saje); en cambio, el Reglamento del Re-
gistro conservatorio supone la idea
contraria cuando distingue entre la tradi-
Gién de un derecho real (ya constituido)
y la constitucién (efectuada por el pro-
pietario) del mismo (art. 52, Nel y 2
respectivamente).
En cuanto a denominaciones, estan
influidas por las aludidas concepciones.
Se utilizan las expresiones, mas o me-
nos convenientes, de desmembraciones
del dominio, limitaciones al dominio,
derechos reales en cosa ajena, derechos
reales limitados. Aqui se emplea esta
tima (haciendo presente que la propie-
dad fiduciaria, que se tratard en esta
parte, no constituye un derecho real es-
pecial; se considera una modalidad del
dominio, un dominio especialmente li-
mitado, y resoluble) (la clasificacin de
los derechos reales limitados, en dere-
chos de goce y de garantia, ya fue refe-
rida; supra, N? 17 a)
219 bis. El titulo y su importancia. Ya
se ha dicho que en la adquisicién de de-
rechos reales el elemento titulo es mate-
ria que se examina en otro capitulo (obli-
gaciones y contratos). Pero aqui conviene
formular una referencia porque en la
préctica juridica, cuando se constituyen
derechos reales limitados suele desaten-
derse o, al menos, no se le presta la ci
corona. JURIDICA neers SOBB rou fURIOICA vecins
Los bienes
dadosa atencién que se le dedica cuando
se trata de la adquisicién del dominio pro-
piamente (y con esa actitud en ocasiones
se incurre en defectos que podrfan con-
ducira Ia nulidad).
Para estos efectos, es titil tener presen-
te dos premisas (que aqui ya han sido tra-
tadas): a) que nuestro sistema de transfe-
rencia de bienes por acto entre vivos re-
quiere de la dualidad titulo y modo.
b) que, entre nosotros, los derechos (rea
les y personales) son cosas (incorporales)
Cuando se regula cada derecho real
limitado, los textos se ocupan principal-
mente de los efectos (derechos y obliga-
ciones) y modos de extinguirse; en cuan-
to al titulo, a lo més es aludido para
imponer la forma precisa de constituirse.
Pero su naturaleza debe ser descrita y ca-
lificada, particularmente en cuanto acto
gratuito u oneroso (con las importantes
consecuencias que se derivan de esa cla-
sificacién). Frecuentemente se constitu
ye un fideicomiso, un uso, un usufructo,
una servidumbre, por acto entre vivos, y
194
nada se expresa respecto de si el consti.
tuyente, cuya prestaci6n consiste en con.
ferir al adquirente el respectivo derecho
real, recibiré 0 no alguna prestacion en
contrapartida. Debe advertirse que el usu.
fructuario, el usuario, el duefio del pre.
dio dominante, adquieren “cosas” (incor.
porales). Pues bien, si al adquirirlas a nada
se obligan en cambio, entonces estan re-
cibiendo esas cosas gratuitamente, lo mas
probable que en donacién; y si esas cosas
tienen un valor superior al minimo exen-
to de la insinuaci6n, esa donacion debe
ser insinuada bajo consecuencia de nuli-
dad absoluta (art. 1401) (y deberd pag
se el impuesto a las dona
dose del fideicomiso, la situacién es mas
evidente (si es posible): el propietario fi
duciario recibe el dominio (por lo que si
simplemente recibe y a nada se obliga a
cambio, estard recibiendo la cosa en do-
nacién): y lo mismo acontece con el fi
deicomisario si se cumple la condicién
(se volverd sobre el punto al tratar cada
derecho real limitado)
220. Definicion y
propiedad fiduciaria k
gravamen de pasar ao
hecho de verificarse
(art. 733, inc. 1°)
Esta regulada en «
bro I (arts. 732 a 763)
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cipalmente para sortea
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tos derechos. En la Ed
do, principalmente en
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través de sus modalida
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de fines del siglo XVI
car su orientaci6n, isn}
racteristicas entraben !
circulacién de la riq:
Cédigo chileno esa o1
se ha dicho a propé
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arts, 789, 745, 747); F
ciones de aquella insp
es mantenida, y suele
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transmisin (en una
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221. Constituci6n
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La solemnidad espect‘especto de si el consti.
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Iquieren “cosas” (incor
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tbio, entonces estan re-
ss gratuitamente, lo mas
lonaci6n; y si esas cosas
perior al minimo exen-
6n, esa donacién debe
» consecuencia de nuli-
1401) (y debera pag
as donaciones). Trati
iso, la situacién es mas
sible): el propietario fi
dominio (por lo que si
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iendo la cosa en do-
mo acontece con el fi-
: cumple la condicién
el punto al tratar cada
ado).
Capi
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LA PROPIEDAD FIDUCIARIA,
220. Definicin y origen. “Se lama
propiedad fiduciaria la que esté sujeta al
gravamen de pasar a otra persona, por el
hecho de verificarse una condicién”
(art. 733, ine. 1°)
Esta regulada en el Tit, VI del L
bro II (arts. 732 a 763)
Se gest6 en el Derecho romano, prin-
cipalmente para sortear impedimentos de
Jos que padecian algunas categorias de ciu-
dadanos en la adquisicién y goce de cier
tos derechos. En la Edad Media es utili
do, principalmente en la sucesién mortis
causa, para la conservacién de fortunas, a
través de sus modalidades de fideicomisos
perpetuos y sucesivos, integrando el cua-
dro de instrumentos que organizaban el
régimen feudal. Los postulados liberales
de fines del siglo XVIII vuelven a modi
car su orientacién, impidiendo que sus
racteristicas entraben la denominada libre
circulacién de la riqueza. Acogiendo el
Cédigo chileno esa orientacién (como ya
se ha dicho a propésito de otras mate-
rias), en el Mensaje es precisamente men-
cionado a propésito de ese principio, que
es traducido en disposiciones especificas
de su regulacién (entre ellas las de los
arts, 739, 745, 747); pero con esas limita-
ciones de aquella inspiracién la institucién
es mantenida, y suele ocuparse, con la efi-
cacia limitada que permite gobernar el des-
tino de una fortuna (0 cierto bien) al me-
nos en una primera transferencia 0
transmisi6n (en una generacin, si se des-
pliega entre parientes).
221. Constitucién del fideicomiso. La
constitucién del fideicomiso es solemne.
La solemnidad especifica depende del ori-
gen de la constitucién: si se constituye
por acto entre vivos, requiere instramen-
to puiblico; si por testamento, queda in-
cluido en la solemnidad del acto testa-
mentario (art. 735, inc. *). Ademés. todo
fideicomiso que afecte a inmuebles debe
inscribirse (arts. 735 del CC. y 52 N?2
del Regl.; pronto se dira en qué Regis-
tro). Pero el rol de la inscripcién esta
discutido
Guando se constituye por testamento,
es claro que la inscripcién no significa
tradicién de la propiedad fiduciaria, por
que el modo de adquisici6n es alli la su-
cesin por causa de muerte, Pero enton-
ces, para algunos autores la inscripcién
es en este caso solemnidad de la consti-
tuci6n del fideicomiso; para otros, tiene
por finalidad mantener la continuidad de
las inscripciones (pues el inmueble, de
estar inscrito a nombre del causante, ter
minara, probablemente, inscrito a nom-
bre del fideicomisario) y para conferir
publicidad a las mutaciones del dominio.
Cuando se constituye por acto entre vivos,
la inscripcién tiene rol de tradicién de la
propiedad fiduciaria, del constituyente al
propietario fiduciario. Se ha sostenido que
¢s él tinico rol; en contra, que es, ade-
mas, segunda solemnidad del acto cons-
titutivo, acto que no estaria perfecto en
tanto dicha inscripcién no se efectite. En
términos pricticos, esta tiltima posicién
implica afirmar que no se podria exigir
el cumplimiento de las obligaciones deri-
vadas del acto, entre otras la entrega del
mueble cle que se trata, mientras no se
scriba; sin la inscripci6n el fideicomiso
no estaria constituido (no habria fideico-
miso).
195 rononiat JURIDICA or cu