Está en la página 1de 156

ÜLGA LÓPEZ I MIGUEL

ACTITUDS COL·LECTIVES
DAVANT LA MORT I DISCURS
TESTAMENTARI AL MATARÓ
DEL SEGLE XVIII

PREMI ILURO 1986

MATARó
1987
.
'
I
•'

t.

'
J'r

)
ACTITUDS COL.LECTIVES DAVANT LA MORT
I DISCURS TESTAMENTARI AL MATARó
DEL SEGLE XVIll
OLGA LÓPEZ ¡" MIGUEL

ACTITUDS COL-LECTIVES
DAVANT LA MORT I DISCURS
TESTAMENTARI AL MATARÓ
DEL SEGLE XVIII

PREMI ILURO 1986

Pròleg del Dr. Carios Martínez Shaw

CAIXA D'ESTALVIS LAIETANA


MATARó
1987
Editorial RAFAEL DALMAU - Barcelona
I.S.B.N. 84-232-0262-3
Dipòsit legal : B. 26656-87
Grafos S. A. Art sobre paper.
Passeig de Carles I, 157- 08013 Barcelona
Reunits el Molt Honorable senyor
Miquel Coll i Alentorn i els senyors
f oaquim Casas i Busquets, Salva-
dor Soler i Vicens, Jordi Palomer
i Pons, Carlos Martínez Shaw i Jo-
sep V arela i Llabrés que integren,
tots ells, el Jurat per a l'adjudica-
ció del PREMI ILURO 1986 de
MONOGRAFIA HISTòRICA,
instituït per la Caixa d'Estalvis
Laietana, acorden per majoria con-
cedir el dit premi al treball presen-
tat sota el títol: Les actituds col-lec-
tives davant la mort al Mataró del
segle XVIII.
PRóLOGO

Historia de las mentalidades, antropología histórica, historia del


tercer nivel son otras tantas denominaciones que hacen referenda a la
investigación historiogní.fica sobre los gestos, las actitudes y las repre-
sentaciones colectivas de los hombres del pasado. La aparición de este
nuevo objeto de estudio constituye la culminación de un largo proceso
que, arrancando de la renovación del período de entreguerras, ha con-
ducido a los historiadores a ocuparse de todas las dimensiones del hom-
bre como ser que vive en sociedad : su economía, su estratificación so-
cial, su organización política, su visión del mundo.
Cultivada con tenacidad el campo de las actividades económicas y
de las relaciones sociales en las últimas décadas, los estudiosos sintieron
la necesidad de adentrarse en el universo mental de las comunidades,
para completar el panorama de una historia que se pretendía total. Sin
ese horizonte, la historia de las mentalidades se presentaba como la des-
embocadura lógica de la historia social, como el resultada del impera-
tiva de profundizar en las razones de los comportamientos sociales,
que podían alcanzarse gracias al analisis de las manifestaciones mas
espontaneas de los diversos grupos. Estas manifestaciones abarcaban
un amplio espectro en relación con las necesidades mas primarias de
los hombres: sus actitudes ante el amor, la muerte, la fiesta o el mas
alla. Actitudes que no siempre respondían a un pensamiento elaborada,
a una toma de posición reflexiva, a una formulación explícita, sino que
muchas veces formaban parte de un patrimonio asumido insensible-
mente, de una imaginación colectiva que se instalaba difusamente en
el corazón de la comunidad.
De este modo, los historiadores franceses pusieron en circulación,
a lo largo de la década de los setenta, una serie de temas que conside-
raran representativos de esa imaginación colectiva, figurando en primer
lugar el de la vivencia de la muerte como realidad inexorable, cuyo
dramatismo podía quedar atenuada por la seguridad que proporcionaba
la fe. La historia de la muerte se convertía así en un tema clasico
cultivada por historiadores de reconocido prestigio, como eran Michel

7
Vovelle, François Lebrun, Pierre Chaunu, Alain Croix o Jacques
Chiffoleau.
Cuando Olga López inició su investigación sobre la muerte en Ma-
taró, los estudios de este tipo, que habían alcanzado su mayoría de
edad en el país vecino y se difundían por otras latitudes, apenas si ha-
bían llamado la atención de la historiografia española. En Cataluña,
la historia de la muerte constituía un territorio pní.cticamente virgen,
que ha dejado de serio gracias precisamente al trabajo aquí presen-
tada, que adquiere así todo su canícter de empresa pionera y precur-
sora de otras contribuciones, como la llevada a cabo por Lourdes Mateo
para el caso de Sitges.
La base de partida del estudio ha sido cuidadosamente elegida,
desde todos los puntos de vista: geografico, cronológico y metodológico.
Desde la óptica espacial, Mataró constituye un ventajoso observatorio,
de dimensiones medias, ni demasiado extensas que resulten inaborda-
bles, ni demasiado reducidas que resten significación a las conclusiones.
Es también un ambito diversificada, a medio camino entre el núcleo in-
contestablemente urbano y la población típicamente rural, con una
estratificación compleja y un abanico profesional variada.
En cuanto a la cronologia, se ha optado por la vía correcta, la de la
larga duración, que permite señalar una serie de rasgos comunes a todo
el período y al mismo tiempo detectar los cambios, que nunca son
bruscos ni espectaculares, sino lentos y sólo observables con una pers-
pectiva temporal dilatada, pues no en vano las mentalidades son «pri-
siones de larga duracióm>, sujetas sus transformaciones a un «tiempo
mas largo» que el que marca el ritmo de las estructuras económicas
y sociales.
Finalmente, las decisiones metodológicas revelan la madurez de la
historiadora. La fuente escogida ha sido el repertorio de los testamen-
tos ante notaria, que proporcionau datos susceptibles de un tratamiento
serial, de un tratamiento directamente estadística. A partir de las series
obtenidas se ha ensayado una historia diferencial (que tiene presentes
las divisorias sociales), una historia atenta al cambio (que se preocupa
de identificar las variaciones significativas en el tiempo), una historia
de las mentalidades colectivas (que pasando sobre la dimensión demo-
gnifica, se interesa por el conjunto de gestos que revelan una particular
cosmovisión), una historia comparativa (que analiza su objeto concreto
en relación con las situaciones observadas en otros ambitos cronológi-
cos y otras areas espaciales), una historia que se inserta dentro de una
de las mas interesantes corrientes historiograficas actuales.
A partir de un planteamiento tan riguroso, las conclusiones se des-
prenden sin esfuerzo. Los mataroneses del Setecientos vivían la muerte

8
divididos entre la angustia del fin inevitable y la esperanza de la sal-
vación del alma. Esa esperanza tenía su trasunto en los gestos externos
de la piedad barroca: el ritual ampuloso, la preocupación por la sepul-
tura, la demanda de solidaridad familiar y los actos propiciatorios que
incluyen la reconciliación de última hora, la celebración de misas y el
ejercicio de las caridades póstumas recompensadas por las plegarias de
los pobres. Tales gestos eran compartidos por el conjunto de la pobla-
ción, cuya idéntica pauta de comportamiento sólo admitía las diferen-
cias derivadas de las preferencias devocionales o de las limitaciones eco-
nómicas, que condicionaban las prestaciones consentidas por la «conta-
bilidad del mas alla». Y ello a todo lo largo del siglo, pues difícilmente
puede denominarse proceso de descristianización al conjunto de las mo-
difcaciones producidas a finales de la centuria que, manifestadas a tra-
vés de la tendencia al abandono de los grandes fastos fúnebres, a la
reducción de los oficios religiosos y al retroceso de las caridades, pue-
den interpretarse como fruto de una progresiva adhesión a formas mas
íntimas y menos aparatosas de expresión del sentimiento religiosa.
Esta apretadísima síntesis de las conclusiones no da, sin embargo,
una idea ni siquiera aproximada de la riqueza de contenido del libro,
cada una de cuyas paginas es preciso seguir línea a línea para hacerse
cargo, en todos sus detalles, de la apasionante aventura mental que
significaba morir en Mataró en el siglo XVIII. Así, gracias a esta extra-
ordinaria sensibilidad para captar la extensa gama de los matices, para
dar cuenta de todas las implicaciones de los gestos, la obra de Olga
López muestra el camino para posteriores trabajos de este género, en-
sancha nuestro conocimiento de la sociedad catalana de la época y se
configura como una referenda obligada a la hora de reconstruir la his-
toria de las mentalidades de la Cataluña moderna.

CARLOS MARTÍNEZ SHAW

9
I

INTRODUCCió
Durant els últims anys, el terreny de la historiografia modernista
ha ampliat el seu horitzó considerablement. L'apertura de nous domi-
nis a l'acció de l'investigador de les ciències socials ve donada per
l'evolució experimentada en diferents àmbits de treball. A partir de
l'aparició d'un seguit de publicacions que donaren una nova orienta-
ció a la història social, 1 es replantejà la necessitat, estretament lligada
a aquest fet, de passar d'aquesta història de les estructures socials al
nivell de la interpretació de les actituds i els comportaments col-lectius
com a mitjà de seguir progressant. Aquesta trajectòria ha estat ob-
servada per un gran nombre d'historiadors francesos, els quals, havent-
se format en el camp de la història social, han ultrapassat les seves
fronteres i s'han endinsat en el terreny de la història de les superes-
tructures, la història de les mentalitats col-lectives, de l'imaginari col-
lectiu.2
No reprendem ara la polèmica sobre la definició d'aquesta història
del tercer nivell, ni el debat encara obert sobre la 'utilització preferent
dels conceptes d' «imaginari col-lectiu» o «inconscient col-lectiu» ; sí vo-
lem, però, recollir algunes notes sobre la trajectòria quasi meteòrica
que ha observat aquest camp de la història en els últims anys.
La història de les mentalitats col-lectives trobà la seva formulació
oficial als anys seixanta i, en els primers moments, de forma molt re-
duïda i gairebé anecdòtica; en vint-i-cinc anys les coses han canviat ra-
dicalment i, en aquest mateix àmbit d'estudi, la història del tercer nivell
ha experimentat una forta evolució.

1. Aquest és el cas d'obres tan importants com les degudes a Emmanuel Le


Roy Ladurie o Pierre Goubert, respecte al món rural o a Maurice Garden, en
el cas de les ciutats.
EMMANUEL LE RoY LADURIE, Paysans de Languedoc, Paris, 1969.
PIERRE GouBERT, Beauvais et le Beauvaisis de 1600 à 1730, Paris, 1960.
MAURICE GARDEN, Lyon en le Lyonnais au XVIJ[e siècle, Paris, 1970.
2. Per exemple, Maurice Agulhon ha passat de la història de les estructures
socials a la Provença a l'estudi de qüestions com la sociabilitat meridional, que
s'ha materialitzat en la seva obra Pénitents et Francs-Maçons de l'ancienne Pro-
vence, Paris, 1968.

13
A partir de les primeres publicacions aparegudes en aquest terreny,
podríem definir els inicis de la història «oficial» de les mentalitats, en
gran mesura, com una història de les cultures. Aquesta podria haver
estat la tònica de totes les obres aparegudes a partir d'aquella que va
inaugurar la sèrie, que es considerà com a fundadora d'aquesta ten-
dència historiogràfica, a partir del llibre de Robert Mandrou sobre la
cultura popular a la França dels segles xvn i xvn1. 3
Però aquesta opció d'història cultural no suposà el bloqueig de
l'evolució de les recerques ni la desestimació d'altres opcions que s'ofe-
rien a l'investigador, tant o més atractives. Així s'ha anat passant
d'allò que podríem anomenar el «nivell del pensament manifest» a un
altre nivell més secret, més arrelat, en el qual trobem com a temes d'es-
tudi primordials l'amor, la família, la mort, la marginació, la anormali-
tat.4 Però aquesta evolució no s'ha aturat aquí. El terme història de
les mentalitats, pel que té de genèric, pot incloure totes aquelles te-
màtiques que no siguin estrictament polítiques o econòmiques; d'altra
banda, és un terme que difícilment admet una sèrie de temes que avui
trobem a l'avantguarda de les preferències dels historiadors europeus.
Això ha propiciat la utilització del concepte d'antropologia històrica
com a disciplina en la qual podem detectar diferents camps de treball :
temes lligats al nivell de subsistència dels homes, com la vida quoti-
diana, la higiene i el tractament del cos humà; temes vinculats a la
percepció del temps i de l'espai; temes inclosos en el camp de la his-
tòria serial i diferencial de la civilització material, etc.

LA HISTÒRIA DE LA MORT

Dins d'aquest terreny historiogràfic, la mort ocupa un lloc pnvl-


legiat, donada la seva posició en el joc entre els factors infrastructurals
i les superestructures ideològiques, lloc essencial pel fet que la mort és
una dada constant de la història, de tota la història individual o col-lec-
tiva, com ha manifestat Michel Vovelle.5 Però a partir de l'estudi

3. RoBERT MANDROU, De la culture populaire aux XVII• et XVIII• siècles;


la bibliothèque bleue de Troyes, Paris, 1965.
4. CARLOS MARTÍNEZ SHAW, «La història de les mentalitats. Conversa amb Mi-
che! Vovelle», a L'Avenç, n. 0 42, octubre, 1981, pàg. 64.
S. MrcHEL VoVELLE, ceLes attitudes devant la mort, front actue! de l'histoire
des mentalités¡¡, a Archives de sciences sociales des religions, n.0 39, pàg. 28, cit.
a Caria Russo, Società, chiesa evita religiosa nell'Ancien Régime, Nàpols, 1976,
pag. CXL.

14
d'aquest fet, el que ha de pretendre la història no és l'estudi del feno-
men en si, sinó a través d'ell i de les actituds col-lectives que l'acullen
retrobar els homes i llur forma de «viure la mort» reflex de l'actitud
davant la vida que forma una complicada xarxa en la qual s'insereixen
diferents factors.
Però el fet que la mort aparegui com una constant està, tanmateix,
contrarrestat per un tret que no pot passar desapercebut a la vista de
l'historiador. La mort és, també, una dada relativa. Les relacions de
l'home amb ella han canviat al llarg del temps, de la mateixa manera
que ho ha fet la forma en què aquesta els afecta. Pensem en la dife-
rent vivència de la mort que podem detectar en les civilitzacions que
han existit, i inclús en les distintes imatges d'aquesta que s'han suc-
ceït en l'àmbit del que hom ha anomenat civilització europea; reflexio-
nem sobre l'efecte devastador de .les grans epidèmies que assolaren
l'Europa dels segles passats o sobre la indefensió de la població davant
malalties que avui ja no posen en perill la vida dels homes. Per altra
banda, aquest moment essencial de l'aventura humana està voltat, més
que qualsevol altre, d'un complex sistema de tabús, comportaments
màgics i creacions fantasmàtiques.
Partint de la mort, l'historiador vol retrobar l'home i estudiar els
seus comportaments. Aquesta és una empresa perillosa i ambiciosa
alhora. Perillosa perquè amb massa facilitat l'investigador pot deixar-se
portar per la comoditat d'establir un model únic per a aquesta història
de la mort, fugint així de la complexitat de les manifestacions de la
mentalitat col·lectiva. Ambiciós perquè des del punt de vista metodo-
lògic, aquesta història només pot ser concebuda de forma vertical, des
de la traducció estrictament demogràfica del fenomen fins al discurs
sobre la mort, passant per la xarxa de gestos i comportaments que
l'acompanya.
L'articulació d'aquests tres nivells se'ns revela, d'entrada, com a
terriblement complicada i subtil, de tal manera que aboca l'investigador
a una recerca que només es pot dur a terme en el terreny de la llarga
durada. Què significa això? Responent a una idea heretada d'alguns
antropòlegs, que creiem completament errònia, la llarga durada no
implica necessàriament la configuració d'un model estable, intemporal,
immobilista, per aplicar-lo a una etapa històrica anterior a les grans
mutacions de l'Edat Moderna.
Per a l'historiador, la mort no ha estat mai un fet acrònic; enfront
de la imatge de la mort que traduiria un caràcter atemporal, descobrim
la dimensió històrica, la seva inscripció constant en l'evolució pluri-
secular. La història de la mort apareix, doncs, marcada pel canv1.

15
Un dels primers historiadors que va adoptar aquesta visió del fenomen
va ser Philippe Ariès. 6
L'obra d' Ariès proposava, seguint aquesta dinàmica del canvi de
llarga durada, una sèrie de models molt llargs i coherents que es super-
posaven els uns als altres de forma que hi havia moments en què dos
models es manifestaven alhora, però, en llocs i ambients diferents ;
eren, doncs, models molt potents que podien resistir les fluctuacions
del temps. Parteix d'aquí una de les crítiques que més freqüentment
s'han formulat a les obres de Philippe Ariès : la despreocupació per la
fixació cronològica dels models que estava proposant ; el greu problema
que es deriva d'aquests models és que sovint poden caure en la intem-
poralitat, perquè tots els comportaments estan submergits en un bany
cultural en un context que és pròpiament el teixit de Ja història.
Enfront d'aquesta visió que es situava en un lloc certament am-
bigu, la lectura. de l'evolució de les actituds coHectives davant la mort
que feia un altre autor francés, Michel Vovelle, es revelava molt més
vinculada al pas del temps. 7 La visió de Vovelle consistia a reconèixer
grans períodes d'un equilibri força inestable. A la coherència dels mo-
dels d' Ariès s'oposa, al contrari, un estat d'equilibri entre les forces
més o menys diverses i més o menys contradictòries : durant cada pe-
ríode estudiat hi ha una lleugera dominància d'una d'aquestes tendèn-
cies. I després, al cap d'un cert temps, es produïa una mena de cris-
pació, de crisi en què l'equilibri es trencava. Aquesta crisi era general-
ment breu i seguida per un altre període en què un altre equilibri
s'organitzava. Era, doncs, una successió de períodes llargs de coexis-
tència fràgil i de crisis curtes en les quals es podia reconèixer l'esquema
provinent de la visió dels historiadors socials.
Però abans de formular les seves tesis més definitives sobre aquest
tema, Michel Vovelle ja havia marcat un camí a seguir, una orientació
que marcà l'aparició dels grans estudis regionals francesos sobre la
mort. A partir de l'aparició de la publicació dels resultats de Ja seva
recerca sobre la Provença del segle XVIII, i el procés de descristia-
nització que s'hi registrava, tot un seguit d'obres han continuat en la
mateixa línia d'investigació. 8
Michel Vovelle configurava en el seu Piété baroque et déchristia-
nisation en Provence au XVIll 6 siècle una visió massiva i històrica de

6. PHILIPPE ARIÈS, Essais sur l'histoire de la mort en Occident du Moyen


Age à nos jours, Paris, 1975; i posteriorment L'homme devant la mort, Paris,
1977.
7. MICHEL VoVELLE, La mort à l'Occident de 1300 à nos jours, Paris, 1982.
8. MICHEL VovELLE, Piété baroque et déchristianisation en Provence au XVIll 6
siècle, Paris, 1978.

16
les actituds col·lectives davant la mort, prenent com a documentació bà-
sica els testaments.
Així, a la Provença de començaments del segle XVIII la profusió
barroca encara envoltava el fet de la mort i l'enterrament. Persistien
els seguicis fúnebres, les processons de pobres, etc., en el marc de la
ciutat, lloc privilegiat de la cristianització màxima i que després esde-
vindrà el teatre estereotipat de la descristianització.
Cap a 1750 i en el sí de l'aristocràcia començarà a manifestar-se
una demanda de simplicitat creixent en els testaments; es registrarà
una variació en l'elecció de sepultura que traduirà bé una actitud janse-
nista, bé una indiferència o disminució de la importància que es con-
fereix al fet. Igualment les demandes de misses experimenten una evo-
lució : al segle XVIII és corrent la prescripció de celebració de misses
perpètues; durant el segle XVIII aquesta pràctica serà substituïda per
l'encàrrec de misses per milers, sobretot entre les classes benestants,
i a partir de 1760 aquesta pràctica caurà en un progressiu abandó, fins
a arribar a la quasi desaparició.
La importància de l'estudi de Michel Vovelle rau en el fet d'afron-
tar la problemàtica de la història de la mort des del punt de vista
quantitatiu, responent al repte de realitzar una història religiosa serial.
Aquestes foren les directrius marcades pel seu estudi, directrius
tant metodològiques com temàtiques que Pierre Chaunu reprendria
a l'hora d'elaborar la seva obra, basada en els testaments parisencs.9
Pierre Chaunu ha marcat en el seu llibre un seguit d'aspectes im-
portants que volem ressaltar. Durant els segles xvi i xvii, la mort
constitueix un fenomen socialitzat, un espectacle tant per als més pro-
pers al difunt com per a aquells que es troben més allunyats. L'enter-
rament és l'ocasió d'un festival de grandiositat i participació urbana,
on pot tenir lloc l'expressió saludable de les emocions. Durant aquesta
època l'enfrontament amb la mort es produeix amb més serenitat: el
veritable pànic només es manifesta a l'instant últim, pel que implica
de comparescència davant el Jutge Suprem.
A partir del període 1740-1750 es va configurant una dessocialit-
zació de la mort que correspon a la que es produeix en la vida urbana.
Així desapareixen les cerimònies que acompanyen els ritus d'enterra-
ment (processons de pobres, de penitents, de portadors de torxes, etc.)
i la mort queda restringida a l'àmbit familiar que progressivament s'a-
nirà reduint fins a la privatització total dels nostres dies.
El tercer component de la trilogia d'investigadors iniciadors dels
estudis regionals francesos fou François Lebrun. La seva tesi, apare-

9. PIERRE CHAUNU, La mort à Paris: XVI•, XVII• et XVIII• siècles, Pa-


ris, 1978.

17
guda uns anys abans de les ja esmentades, va venir a iniciar, dins del
camp de recerca que ens ocupa, una tendència certament diferent res-
pecte a les obres de Vovelle o Chaunu;10
Lebrun partia de l'estudi estrictament demogràfic de l' An jou, ,en
una aproximació a aspectes tant quantitatius· com qualitatius (prestava
gran atenció a qüestions com la malaltia, la mort violenta, etc.), per
endinsar-se posteriorment en diversos camps, des de les actituds col-
lectives davant la mort, fins a alguns aspectes de la vida religiosa 'a
l'Antic Règim.
Quines varen ser les aportacions d'aquesta obra que en certa
manera marcava una sèrie d'indicis que posteriorment serien confir-
mats pels estudis de Vovelle i Chaunu? Lebrun partia de la consta-
tació de l'absència d'una recuperació demogràfica a l'Anjou del se-
gle xvrn, del formidable poder de la mort i de la dèbil esperança de
vida, per passar a considerar posteriorment un seguit de qüestions
que entraven en el terreny de les mentalitats coJ.lectives.
En primer lloc, ressenyava la indiferència que els adults observa-
ven davant la mort dels infants, sobretot degut a la quotidianitat del
fet, però també responent als models de comportament respecte als nens
que ja han estat assenyalats pels historiadors que han dedicat la seva
atenció prioritària a la família i la seva evolució.U En segon lloc, ex-
posava una sèrie d'indicis que serien confirmats per l'obra de M. Vo-
velle. La laïcització dels testaments que es produeix durant el període
1760-1775 es manifesta a través de diferents factors: un d'ells al qual
F. Lebrun presta gran atenció és l'evolució del lloc d'enterrament, la
progressiva transformació de l'espai del cementiri com a reflex del
canvi en l'actitud davant la mort.
El cementiri, que durant molts anys havia estat una espècie de
plaça pública, utilitzada no només per a les sepultures sinó també per
a la celebració de festes, fires, balls populars, etc., que evidenciaven la
proximitat entre vius i morts, esdevé un espai tancat i segregat de la
resta del món per una mena de mur de clausura. Aquest fet responia
segons Lebrun a una doble ruptura: el pobl~ dels vius trencava així
la seva relació amb el dels morts, mentre d'altra banda, aquest es dis-
tanciava del dels sants. Així, la comunitat cristiana es va deslligant
progressivament tant d'una «Església triomfant» (la coHectivitat dels

10. FRANÇOIS LEBRUN, Les hommes et la mort en Anjou aux XVIIe et XVIII•
siècle. Essai de démographie et de psychologie historiques, Paris, 1975.
11. Sobre la història de la família, cf. PHILIPPE ARIÈS, L'enfant et la vie fa-
milia/e sous l' Ancien Régime, Paris, 1977; ]EAN LouiS FLANDRIN, Orígenes de la
familia moderna, Barcelona, 1979; E. SHORTER, N aissance de la famille moderne,
Paris, 1977.

18
sants) com d'una Església dolençosa» (la col-lectivitat de les Ànimes del
Purgatori).
Hereva d'aquesta línia de recerca és sens dubte la tesi d'Alain
Croix sobre la Bretanya durant l'Edat Moderna. Volem aquí re-
12

collir només allò que té d'original la lectura de la mort que aquest


autor realitza a la seva obra i les aportacions més innovadores que ens
lliura. En primer lloc, ressaltar l'amplitud de les fonts documentals
que utilitza. Per a l'estudi d'aquesta «cultura de la mort» que forma
part integrant de la cultura popular, Alain Croix utilitza no tan sols
els testaments, sinó també les ars moriendi, les visites pastorals, les
fonts iconogràfiques. Tot això permet desmuntar el procés i seriar les
etapes en les que s'opera el treball de conquesta post-tridentina a Bre-
tanya en lluita oberta amb una cultura popular on la mort ocupa un
lloc essencial, convertint aquesta apropiació del sistema de la mort en
una de les palanques més poderoses de control ideològic. La Bretanya
d' Alain Croix ens sorpren per la llarga ,durada d'una «civilització ma-
cabra», la impregnació de la qual havià desaparegut en altres zones
geogràfiques molt abans de la cronologia que abasta l'obra, una civi-
lització construïda sobre la base dels elements de la cultura popular.
Però a França, el terreny de la història de la mort, que fou inaugurat
pels modernistes, no ha esdevingut un vedat tancat als altres investiga-
dors. Tant des de l'Edat Mitjana com des dels temps contemporanis es
reben contínuament noves aportacions per reconstruir l'evolució de les
actituds collectives durant un temps molt més ampli.
Volem fer aquí, només, una petita referència a una sèrie de treballs
apareguts en els últims tres o quatre anys i que aporten nous coneixe-
ments sobre la vivència de la mort, tant durant l'Edat Mitjana com en
els temps immediatament anteriors als que vivim. En primer lloc, dos
estudis deguts a medievalistes que han explotat amb cura i encert la
font testamentàri a: Jacques Chiffoleau i Marie-Thérè se Lorcin, en sen-
gles estudis, han intentat analitzar els testaments en totes les seves di-
mensions des de l'estrictamen t demogràfic, com les estructures familiars,
fins a les qüestions sòcio-econòmiques, com el contrast entre camp i
ciutat, passant després al terreny de les actituds col-lectives i els com-
portaments religiosos. 13
Des del camp de la història contemporània ens arriben també va-
luoses aportacions a l'estudi de la mort. Ressaltem aquí les obres de

12. ALAIN CRorx, La Bretagne aux XVII• et XVIII• siècles: la vie, la mort,
la foi, Paris, 1981.
13. }ACQUES CHIFFOLEAU, La comptabilité de l'au-de/à, les hommes, la mort
et la religion en Comtat V enaissin à la fin du M oyen A ge, Roma, 1981; MARIE
THÉRÈSE LoRCIN, Vivre et mourir en Lyonnais à la fin du Moyen Age, Lyon, 1981.

19
Pascal Hintermeyer i de Michel Hénocq, la primera referida a la re-
organització del sistema de funerals i sepultures projectada per Lucien
Bonaparte, i la segona sobre les plaques murals commemoratives a Pa-
ris.H
Així, doncs, la panoràmica que es dibuixa a França és força enco-
ratjadora: la història de la mort no és una moda, sinó que, tal com ha
assenyalat Michel Vovelle, no ha fet més que començar. 15 Malaurada-
ment, no podem dir el mateix d'altres àmbits geogràfics que fins ara no
s'han mostrat especialment interessats per aquest camp de la història
de les mentalitats. Sembla que, en els últims temps, els investigadors
anglosaxons ha començat a introduir-se en la història de la mort bé en
l'àmbit geogràfic de França, bé referint-se a llurs països d'origen. En
el primer dels casos cal ressaltar l'obra de John Mac Manners i en el
segon una obra col·lectiva que recull una sèrie de treballs diversos i
valuosos que van des de la Baixa Edat Mitjana fins als temps contem-
poranis, a cura de Joachim Whaley. 16
En canvi, la historiografia italiana disposa en aquest terreny d'una
tradició molt més llarga, de la qual els treballs d' Alberto Tenenti en
són una bona provaP Però, en els últims anys, els historiadors ita-
lians han variat l'orientació marcada per Tenenti a través de les seves
obres i s'han inclinat preferentment per l'explotació de les fonts tes-
tamentàries i l'elaboració d'estudis més propers a l'antropologia his-
tòrica.18
En el nostre país es comença ara la història de la mort, encara
que creiem amb bon peu. Malgrat que són pocs els treballs sobre les

14. PASCAL HINTELMEYER, Polítiques de la mort, tirées du concours de l'Ins-


titut (Germinal an VIII- Vendémiaire an IX), Paris, 1981; Michel HENOCQ, Les
plaques commémoratives des rues de Paris, Paris, 1981.
15. MrcHEL VoVELLE, «Encore la mort: en plus qu'une mode?», a :Annales
ESC., n. 0 2, 1982, pàg. 286.
16. JoHN MAc MANNERS, Death and the Enlightenment. Changing Attitudes
to Death among christians and Unbelievers in Eighteenth Cmtury in France,
Oxford, 1981; Joachim WHALEY ed., Mirrors of Mortality: Studies in the Social
History of Death, Londres, 1981.
17. ALBERTO TENENTI, ll senso delta morte e l'amare delta vita net Rinasci-
mento, Torí, 1957; La vie et la mort à travers l'art du XV'• siècle, Paris, 1952.
18. Són, per exemple, el suggestiu estudi sobre les animes del Purgatori a
Na pols, que devem a Patrizia Ciam bell i i Paolo Guiotto, o les aportacions de
Maria Antonietta Viscenglia o Claudio Milanesi.
PATRIZIA CrAMBELLI, PAOLO GuiOTTO, Queltes fliglie, quelle spose: il culta delle
anime purganti a Napoli, Roma, 1981; MARIA ANTONIETTA VrscEGLIA, «Corpo e se-
poltura nei testamenti delia nobiltà napoletana (XVI-XVIII secoli)», i Claudio
MILANES!, "Tra la vi ta e la morte. Religione, cultura popolare e medicina nella
seconda meità del '700», a Quaderni Storici, n. 0 SO, agost 1982.

20
actituds davant la mort a l'Antic Règim, per tot el país han aparegut
primeres aproximacions a aquesta problemàtica i en alguns casos ja
obres més definitives. 19 Sens dubte, aquest interès s'ha canalitzat en
dos àmbits ben específics; un és l'escola gallega formada a partir d'An-
tonio Eiras Roel i que abasta la zona gallega i asturiana, i l'altre Ca-
talunya, on en els últims anys han aparegut diverses aportacions sobre
l'estudi d'aquests temes. 20
Volem ressaltar, per últim, que serà només a través de les diverses
aportacions que des de tot el país ens arribin referides a l'estudi de
les actituds col-lectives davant la mort, no només en l'àmbit cronològic
de l'Edat Moderna, sinó també durant l'Edat Mitjana o els temps
contemporanis, que podrem dissenyar encertadament els esquemes que
observaven els homes de temps passats, no sols per mirar la mort, sinó
també la vida, i descobrir així la especificitat o generalitat dels com-
portaments observats en les diferents zones geogràfiques.

UN MARC CRONOLÒGIC: 1690-1800

Forçosament, tot estudi de característiques com les d'aquest ha de


tenir un marc cronológic en què inscriure's. A l'hora d'establir el nos-
tre no vàrem dubtar gaire a elegir el segle XVIII. Les raons ens sem-
blaven clares. El segle XVIII havia estat estudiat profundament, com
acabem de veure pels historiadors francesos i s'hi havia detectat una
mutació de la sensibilitat tant individual com col·lectiva de l'home, que
havia conduït a una transformació de la visió de la vida i de la mort
que establiria els paràmetres que marquen avui les actituds col·lectives
sobre aquest fet. Així doncs, un dels objectius de la nostra recerca
només es podia complir si dirigíem les nostres mirades cap al segle XVIII,

19. MARÍA JosÉ DE LA PASCUA, Actitudes colectivas ante la muerte en el Cadiz


de la primera mitad del siglo XVIII, Cadiz, 1984; J. LóPEZ, Oviedo: muerte y
religiosidad en el siglo XVIII, Oviedo, 1985.
20. El resultat d'aquest interès pel tema s'ha plasmat en una sèrie d'estudis
que varen ser presentats al 11 Col·loqui de Metodologia Històrica Aplicada, ce-
lebrat a Santiago de Compostela, i publicats a les seves actes. Volem destacar
les aportacions de BAUDILIO BARREIRO, «La nobleza asturiana ante la muerte y
la vida»; DoMINGO GoNzALEZ LoPo, «La actitud ante la muerte en la Galicia
occidental de los siglos XVII y XVIII»; PERE MoLAS I RIBALTA, «Religiosidad
y cultura en Mataró. Nobles y comerciantes en el sigla xvrrm, y RICARDO GAR-
CÍA CARCEL, «La muerte en la Barcelona del Antiguo Régimen. Aproximación
metodológica»; tots ells publicats a Actas del li Coloquio de Metodología His-
tórica Aplicada: La dowmentación notarial y la Historia, Santiago de Com-
postela, 1984, vol. I I.

21
donat que la nostra aspiració no era només estudiar la sensibilitat col-
lectiva davant la mort, sinó també comprovar si podíem fer extensives
les conclusions dels estudis francesos sobre el procés de descristianitza-
ció observat al set-cents per al cas concret del Mataró d'aquesta cen-
túria.
Però, a més, aquest període mostrava altres atractius. La imatge
de la mort és un component essencial de la cultura dels homes i ocupa
un lloc preeminent en aquesta xarxa de representacions. Esta impreg-
nada d'un bany cultural que va variant a mesura que canvia la pròpia
concepció que l'home té del món, d'ell mateix, dels altres homes que
l'envolten. Així, el canvi que es produeix durant el segle XVIII, i que
afecta la cultura popular, forçosament havia d'influir en la imatge de
la mort implantada entre els homes. Aquest canvi suposava la victòria
d'una cultura impulsada per les élites dirigents com a mitjà de control
ideològic i polític, i en el camp específic de la religiositat, tan lligat a
la visió de la mort, es concretava en l'eradicació d'una religiositat po-
pular en la qual els morts tenien un paper decisiu com a forces pro-
tectores o destructores, segons el cas.
Aquest procés d'aculturació no es vivia entre les classes populars
de forma passiva, sino en tensió amb aquest model cultural que s'in-
tentava imposar des de dalt. Aquesta circumstància marcava un dels
nostres interessos prioritaris, és a dir, veure de quina manera es ma-
nifestaven aquestes contradiccions entre dos models diametralment
oposats, i encara més, de quina manera s'esforçaven els homes per
conjugar una visió plurisecular amb un model aliè a la seva vivència
quotidiana. Així doncs, encara que els límits de la nostra cronologia
no responien a consideracions ni arguments basats en un determinat
fet concret, l'interval que delimitaven era exactament aquell en què
volíem desenvolupar la nostra recerca.

UN MARC GEOGRÀFIC: MATARÓ

Igualment era necessària una delimitació geogràfica a la nostra


investigació. L'elecció de Mataró no fou en cap cas arbitrària; en prin-
cipi, les mateixes característiques del nostre estudi ens obligaren a des-
estimar l'anàlisi de la problemàtica de la mort en un àmbit geogràfic
excessivament ampli, amb la qual cosa l'opció d'un estudi sobre Bar-
celona quedava relegat a un projecte més ambiciós en l'espai i en el
temps i més ampli quant a temàtica i fonts documentals.
Mataró oferia, al contrari, una sèrie d'avantatges estimables, tant
per la seva fesomia urbana com pel fort component rural que encara

22
conservava al segle XVIII. En aquest període, Mataró arribà a disputar
la capitalitat econòmica a Barcelona, mostrant així una creixent pros-
peritat que tenia com a base tant les activitats agrícoles com l'expansió
21
de la indústria, la construcció naval o el comerç de cabotatge.
Tots aquests factors conferien al Mataró del segle XVIII uns trets
característics que venien a confirmar les impressions dels viatgers de
l'època, d'una ciutat en creixement durant tota la centúria que va ad-
quirint la seva imatge de centre urbà amb característiques sòcio-econò-
2
miques bastant properes encara que no iguals a les de la capitat2
Malgrat tot, aquesta imatge potser va ser un xic idealitzada pels
observadors, donat que sembla que al llarg del segle es produí una pro-
gressiva translació de la vida econòmica mataronina cap a Barcelona
23
i per tant una creixent subordinació a la capital del Principat.
Així doncs, sembla que, si bé a començament de la centúria Mataró
constituïa la segona població del Principat, a mesura que va trans-
córrer el temps aquesta competició respecte a Barcelona es va anar in-
clinant favorablement cap a la segona, mentre que Mataró quedava
relegada al cinquè lloc entre les ciutats catalanes, a les darreries del
segle, en clara mostra de la impossibilitat de competir amb l'espectacular
creixement de la ciutat comtal.
Malgrat tot, durant el període conservà les característiques bàsi-
ques que havia imposat el creixement de finals del segle xvn i comen-
çaments del XVIII i sobretot la diferenciació entre les diferents classes
socials acompanyarà el desenvolupament econòmic. Per tant, encara
que amb la importància econòmica minvada, Mataró continuà essent
durant tota la centúria un model urbà gens despreciable, que permet
a l'historiador aplicar una metodologia i uns paràmetres explicatius que
molt bé poden ser adaptats per al cas de grans ciutats com Barcelona.

21. PIERRE VILAR, Catalunya dins l'Espanya moderna, Barcelona, 1964-68,


vol. :UI, pag. 85.
22. ARTHUR YouNG, Viatge a Catalunya, 1787, Barcelona, 1970, pàg. 86.
23. CARLos MARTÍNEZ SHAW, Cataluña en la Carrera de Indias. 1680-1756, Bar-
celona, 1981, pàgs. 56-57.

23
11

FONTS I METODO LOGIA


ELS TESTAMENTS COM A FONT PER A LA HISTÒRIA DE LA MORT

De tots és ben conegut que les fonts documentals de caràcter no-


tarial han estat descobertes i sobretot explotades de forma massiva
durant els últims anys al servei d'una nova concepció de la Història.
I encara més, si bé s'han imposat de manera clara i ferma com a base
documental de la història econòmica i de la història social, han con-
tinuat avançant i integrant-se en altres camps de la investigació: és el
cas de l'àmbit de la història de la cultura i les mentalitats col·lectives,
on recentment han conquerit un lloc preeminent i estan afermant la
seva posició com a font documental privilegiada. 1
El ritme d'aquesta integració ha estat paral·lel al del desenvolupa-
ment de la història de les mentalitats i, en certa mesura, respon a les
necessitats que la mateixa tasca investigadora ha plantejat. La dinàmica
interna de la recerca sobre les mentalitats coHectives ha exigit el pas
d'un seguit d'estudis inicials, de caràcter qualitatiu, a una activitat
investigadora marcada per la serialització i la quantificació, fet aquest
influït per la coincidència que els principals conductors d'aquesta evo-
lució han estat una sèrie d'historiadors provinents del camp de la his-
tòria social i serial.
Aquesta evolució ha estat marcada per la recerca de documents
que afectaren la major part de la població, donant la imatge més fidel
i menys deformada possible, i essent susceptibles d'una explotació rica
matisada. 2

1. A part dels estudis realitzats a l'estranger sobre les mentalitats col·lectives


prenent la documentació notarial com a font d'anàlisi, la progressió dels proto-
cols com a font documental per a la història de les mentalitats ha quedat reflec-
tida, al nostre país, en la celebració del segon Col·loqui de metodologia històrica,
dedicat al tema de la documentació notarial i la història, en les actes del qual
apareixen diferents comunicacions sobre aquest tema: Actas del li Coloquio de
Metodología Histórica Aplicada: La documentación notarial y la Historia, vol. II,
Santiago de Compostela, 1984.
2. MrcHEL VOVELLE, Piété baroque et déchnistianisation en Provence au
XV[[[e siècle, Paris, 1978, pàg. 23.

27
La història de les actituds col·lectives davant la mort tampoc ha
pogut sostreure's a aquesta dinàmica i, en buscar una font notarial
que respongués a les seves aspiracions, ha trobat els testaments, un
tipus documental explotat molt per sota de les seves possibilitats reals.
Abans d'analitzar, però, la importància del testament com a font
estudiada per la història de les mentalitats i més concretament, per la
recerca sobre les actituds col·lectives davant la mort, cal examinar el
document per se, estudiar les seves característiques i la seva gènesi. 3
En principi, el testament, examinat des del punt de vista estricta-
ment jurídic, és un document mitjançant el qual l'atorgant regula la
seva successió per causa de mort, instituïnt un o més hereus i orde-
nant altres disposicions. Es caracteritza per ésser unilateral, donat que
es confecciona en base a la sola declaració de voluntat del causant;
personal, puix que la voluntat testamentària només pot procedir del
mateix atorgant i no admet representació ; i essencialment revocable,
fet que es deriva de la seva unilateralitat i es manifesta en la possi-
bilitat del causant d'atorgar successius testaments que queden anuJ.lats
per l'immediatament posterior.
Però, responent a les motivacions que regeixen aquesta recerca,
el testament ha de ser examinat sota una òptica molt més matisada.
A part dels estudis de naturalesa jurídica, el testament ha estat uti-
litzat com a font d'informació des del camp dels estudis socio-econò-
mics, deixant de banda les dades estrictament mentals.
La descoberta del testament als anys 60 deriva de la presa de
consciència de les possibilitats inexplotades del document al servei de
la recerca en el camp de la història de la mort, materialitzades en la
informació que es conté en allò que podem anomenar el testament es-
piritual, és a dir, aquella part del document en la qual figuren les
disposicions religioses de l'atorgant. El testament apareix, doncs, com
una mina d'informacions múltiples, utilitzables per a la història de
les mentalitats. Des de la invocació i les clàusules pies, susceptibles de
ser analitzades des del punt de vista temàtic, fins a les disposicions
amb una traducció material en demandes de misses, fundacions, obres
de caritat, llegats i pertinença a confraries, es dibuixa una xarxa d'ele-

]. P. PoiSSON, «Histoire et actes notariés. Problematique et methodologien,


a Les actes notariés. Source de l'histoire sociale. XVJe-XJX• siècles. Actes du
Colloque de Strasbourg, Strasbourg, 1979, pàg. 24.
3. Sobre la documentació notarial, i en especial el testament i la seva gènesi,
cf. VICENTE GIBERT, Teoría del arte de notaría, Barcelona, 1772; ]. CoMES 1 So-
BREQUÈS, Formulari català de documents notarials, Barcelona, 1932; ]. MESTRES
MARGALEF, Apuntes teórico-prétcticos sobre testamentos, Barcelona, 1925; MICHEL
VovELLE, Piété baroque ... , Paris, 1978, pàgs. 46-47.

28
ments explotables, ja sigui de forma aïllada o bé en llur correlació, do-
nat que aquests gestos de la pràctica constitueixen aspectes essencials
de l'actitud davant la mort.4
Aquesta valorització del testament com a font principal de la his-
tòria de la mort pot semblar natural en tant que s'inscriu en un mo-
viment de profundització d'una sociologia religiosa quantitativa, inte-
ressada en ampliar el seu camp d'acció a l'època moderna. Aquesta
aspiració s'havia vist frenada durant molt de temps per una sèrie
d'obstacles derivats de les fonts documentals utilitzades fins llavors.
Aquestes havien proporcionat una visió caracteritzada per l'aparent
monolitisme d'un estat de «cristianitat» quasi sense falles; els testa-
ments foren el mitjà d'anar més enllà d'aquest mur d'aparences, donat
que resten una aproximació als trets de la sensibilitat col·lectiva, segons
les manifestacions que es filtren d'un sistema de pràctiques i fórmules
malgrat llur codificació. 5
La qüestió de la codificació del testament introdueix el planteja-
ment de dos problemes diferents. En primer lloc, el de la convenció
notarial, és a dir, el pes del formulisme jurídic sobre el contingut d'in-
formació del testament espiritual ; i en segon lloc, el de la validesa del
testament com a inventari de gestos i actituds, un cop considerada
tant la influéncia d'aquesta extrema codificació com la que exerceix
la pressió social o l'element eclesiàstic sobre l'individu que testa.
Tanmateix abans d'examinar aquestes qüestions, cal plantejar una
observació prèvia. Com en tots els països de dret escrit, a Catalunya
coexisteixen dues grans categories de testaments: els testaments nuncu-
patius i els testaments místics, essent els altres tipus curiositats (tes-
taments en temps de pesta, testaments militars) o importacions forànies
(com és el cas del testament hològraf). 6
El testament místic, també anomenat solemne, és un document clos
segellat; aquesta pràctica permet al testador guardar el secret de

4. MICHEL VoVELLE, Piété baroque ... , pàg. 27.


5. MICHEL VoVELLE, «Minutes notariales et histoire des cultures et des men-
talités», a Actas del li Coloquio de Metodología Histórica Aplicada: La docu-
mentación notarial y la Historia, Santiago de Compostela, 1984, vol. li, pàg. 11.
Sobre la nova tendència de realització d'una història religiosa serial cf. Pierre
CHAUNU, «Une histoire religieuse sérielle», a Revue d'histoire moderne et con-
temporaine, XII, gener 1965.
6. BALTASAR RuLL VILLAR, «Ürganización foral del notariada en el antiguo
Reino de Valencia», a Centenario de la Ley del N otariado, I, 1964, pàgs. 349-390.
MARÍA JosEFA ARNALL I JuAN, Testamento (s. p. i.), 3 pàg., 31 cms. Biblioteca
del Departament de Paleografia i Diplomàtica de la Facultat de Geografia i His-
tòria de la Universitat de Barcelona.

29
les seves intencions d'última voluntat, que ell redacta personalment,
encara que de vegades es faci ajudar per un notari, i és per tant, un
tipus de document reservat a la gent cultivada. El testament clos s'ha
de remetre a l'estudi del notari en presència de testimonis que assegu-
rin la seva autenticitat o almenys el seu origen, i allà es guardarà, in-
corporant-lo al manual del notari, fins a la seva apertura, que serà
objecte d'un procés verbal en presència de testimonis i hereus.
En canvi, el testament nuncupatiu és establert pel notari, ja sigui
al despatx o bé al domicili de l'atorgant, transcrit en presència d'un
grup de testimonis determinat i redactat seguint una formulació pre-
establerta per la pràctica jurídica.
De les característiques d'aquests dos tipus de testaments podria
desprendre's que el tipus de document idoni per utilitzar en un estudi
sobre les actituds coHectives davant la mort seria el testament místic
o solemne, donat que neix de la ploma de l'atorgant de forma molt
més espontània que el testament nuncupatiu. Però el nombre d'aquests
documents és escàs i impossibilita la confecció d'un estudi serial sobre
la seva base. Així doncs, els investigadors ens veiem abocats a la uti-
lització del testament nuncupatiu com a base documental per realitzar
les nostres recerques. En fer-ho, ens plantegem com a punt de partida
la valoració del pes del formulisme notarial com a mitjà de coartar
l'espontaneïtat en la manifestació de la sensibilitat religiosa del tes-
tador.
En definitiva, la qüestió que proposem és molt simple : És el notari
qui fa el testament? De la resposta que donem depen la importància
que podrem conferir a la font que estem analitzant.

LA CONVENCIÓ NOTARIAL

En principi, tots els autors que han dedicat llurs esforços a l'es-
tudi de la història de la mort mitjançant els testaments coincideixen
a afirmar que, malgrat les aparences, el testament atorgat davant no-
tari, el testament nuncupatiu, constitueix una font fidel i vàlida per
estudiar la sensibilitat religiosa de l'atorgant: en contra de la imatge
d'immobilitat, podem trobar en aquests documents una evolució de
les fórmules al llarg del temps i darrere de la inèrcia aparent o del
caràcter estereotipat, es dibuixen actituds diferents, testimoniant que
el testador no és un espectador passiu, sinó un actor que participa
activament en el joc que conformen les actituds davant la mort i la
sensibilitat religiosa. Les fórmules notarials, doncs, lluny d'ésser inertes,

30
es revelen mòbils, aptes per traduir un moviment i, per tant, per re-
flectir les mutaciones de l'actitud co1lectiva de la clientela notarial. 7
Així, els testaments contenen, deixant de banda les fórmules no-
tarials, que tractarem més tard, una complexa sèrie d'indicadors (elec-
ció de sepultura, pompes fúnebres, presència de confraries, llegats a
establiments religiosos, demandes de misses), l'estudi conjunt dels
quals permet articular els elements d'un sistema de la mort, un sistema
de variants múltiples segons el lloc i l'època als quals pertanyen els
documents, però sempre elaborat a partir de la mateixa font.
El desenvolupament mateix del document dicta els temes a exa-
minar en un estudi d'aquesta mena. A través de l'elecció de sepultura
es dibuixa tota la problemàtica de les actituds davant l'agonia, el cos
mort, el lloc de repòs; les clàusules relatives a les pompes fúnebres
iHustren la realitat del cerimonial barroc en la seva articulació pro-
fusa ; els llegats pietosos revelen el ressort de les mediacions cercades :
establiments religiosos, confraries, caritats. En fi, les demandes de
misses pel descans de l'ànima del difunt soHicitades per centenars,
per milers de vegades, apareixen com un dels indicadors més sensibles
i alhora massius per mesurar no tant la fe com un cert fervor o inten-
sitat de la pràctica.8
Tanmateix, el testament no és únicament un inventari dels gestos
com l'inventari post mortem ho és dels objectes. En el seu preàmbul,
en les seves invocacions religioses, es desenvolupa un discurs, en bona
part estereotipat, és cert, i fixat pels formularis dels notaris, però sus-
ceptible de deixar filtrar opcions i eleccions individuals o grupals. En-
cara que examinarem el contingut de les invocacions en profunditat,
més endavant, no podem deixar d'esmentar certs aspectes que ens po-
den resultar il·lustratius en relació a la qüestió a què fem referència. 9
En primer lloc, hem de constatar, certament, la utilització que cada
notari fa d'una invocació determinada, incorporant-la com a. element
gairebé immutable de la seva formulació notarial, encara que es poden
detectar certes excepcions. Així, per exemple, tots els testaments ator-
gats a la notaria de Josep Pintat van encapçalats per la invocació lla-
tina «<n Christi Nomine»; igualment, el notari Josep Lluís Caramany
utilitza la fórmula més completa «En nom de Nostre Senyor Deu Jesu-
crist i de la Gloriosa i Humil Verge Maria mare sua sie. Amen» en

7. PIERRE CHANU, La mort à Paris (XVIe, XVII• et XVIII• siècles), Paris,


1978, pàg. 233.
FRANÇOIS LEBRUN, Les hommes et la mort en Anjou aux XVII• et XVIII•
siècles. Essai de démographie et de psychologie historiques, Paris, 1975, pàg. 451.
8. MICHEL VOVELLE, "Minutes notaria!es ... ", pàg. 20.
9. Sobre les invocacions testamentàries, cf. infra, pag. 100 i ss.

31
la totalitat de la seva documentació. 10 Naturalment, això no significa
que cada notari aconsegueixi l'exclusiva d'una invocació que assoleixi la
qualitat de característica, de tal manera que la localització d'un deter-
minat model d'invocació permeti identificar el notari al qual pertany el
testament. Evidentment, les fórmules varen ser "compartides" entre
els diferents notaris que actuaren a Mataró durant el període estu-
diat; reprenent la referència que hem fet abans, la invocació «<n Christi
Nomine» va ser utilitzada també per altres notaris, com Lluís Bru-
guera o Esteve Font, i el mateixa passà amb el model usa.t per Josep
Lluís Caramany, que apareix també als documents, no tan sols de no-
taris coetanis a aquest com Segimon Ros i Antoni Gusi, sinó també a
la documentació d'altres notaris que exerciren durant els altres pe-
ríodes estudiats, com Esteve Font i Salvador Torras.U
Ja hem fet referència, però, al fet que no podem afirmar taxa-
tivament que un notari utilitzi només un model d'invocació, incorpo-
rant-lo al seu formulari notarial. De les referències anteriors podem
extreure la prova, constatant que, per exemple, el notari Esteve Font
al llarg de l'exercici usà com a mínim dos models diferents d'invoca-
cions. I no fou l'únic: a la documentació de Salvador Mataró, ens tro-
bem amb el mateix cas, a l'igual que a la notaria d'Antoni Torras. 12
Si afegim a aquest seguit d'observacions la constatació, encara que
no gaire freqüent, que algunes invocacions han estat corregides a l'hora

10. A.C.A. A.N. Mataró, Josep Pintat, 651 i 652. Testaments (1723-1745 i
1746-1755); Josep Lluís Caramany, 512. Testaments (1693-1696).
11. A.C.A. A.N. Mataró, Lluís Bruguera, 638. Testaments (1730-1783), cf., per
exemple el testament de Tomas Anglès, mestre de cases, any 1747; Esteve
Font, 725. Testaments (1738-1749), cf., p. e., el testament de Josep Barceló, sastre,
any 1744; Segimon Ros, 392. Testaments (1685-1707), cf., p. e., el testament de
Josep Aymerich, mariner, any 1693; Anton Gusi, 559. Testaments (1694-1737),
cf., p. e., el testament de Joan Berenguer, pescador, any 1695; Esteve Font, 725.
Testaments (1738-1749), cf., p. e., el testament d'Isidre Albó, mestre fuster, any
1743; Salvador Torras, 797. Testaments (1744-1751), cf., p. e., el testament de
Geroni Alomar, pescador, any 1747.
12. A.C.A. A.N. Mataró, Salvador Mataró, 609. Testaments (1731-1744). En
el testament de Josep Albià (1741) apareix la invocació "En nom de Nostre
Senyor Déu Jesucrist i de la Gloriosa i Humil Verge Maria mare sua sie. Amen",
mentre que al de Joan Alomar (1741) utilitza la variant "En nom de Déu i 'de
la Gloriosa sempre Humil Verge Maria mare sua si e. Amen".
De la mateixa manera, el testament de Josep Arnau i Vendrell, cavaller
(1792), atorgat a la notaria d' Anton Torras, és encapçalat per la invocació "En
nom de Nostre Senyor Déu Jesucrist i de la Puríssima Verge Maria", i el de
Joan Forns (1793) per la invocació "En nom de Nostre Senyor Déu Jesucrist
i de la Gloriosa i Humil Verge Maria mare sua i senyora nostra sia. Amen":
Anton Torras, 947. Testaments (1786-1800).

32
de la redacció del document,l 3 la qüestió a plantejar de forma imme-
diata és a què responen aquests canvis. Creiem que la resposta a
aquesta pregunta torna a donar-nos idea de la importància del testa-
ment com a reflex fidel de l'actitud religiosa de l'atorgant. Sense dubte
és la voluntat del testador la que determina les diferents variants; per
tant, fins i tot en aquestes fórmules estereotipades hi veiem filtrada
l'actitud del testador, en un intent d'acomodar el discurs testamentari
a la pròpia vivència religiosa i de la mort.

QUANTS TESTAMENTS?

La selecció de la documentació a analitzar en un estudi d'aquestes


característiques està sotmesa a diferents consideracions; una d'elles,
entre les més importants, és el problema de la relació existent entre
el volum total de població al període estudiat i el volum de docu-
mentació que és objecte d'estudi.
Abastar tots els testaments del Mataró set-centista fóra, en prin-
cipi, tasca que excedeix notablement les possibilitats i característiques
d'una recerca com la que ara presentem. Així doncs, ens veiem obligats,
per aquests mateixos trets fonamentals de la recerca, a realitzar una
selecció dels documents que havien d'ésser analitzats per tal de treba-
llar amb un volum de documentació fàcilment tractable i alhora repre-
sentatiu.
Aquesta documentació repartida al llarg del segle en tres acotacions
cronològiques (1690-1700, 1740-1750 i 1790-1800) suposa una xifra
total de 274 testaments pertanyents a la població masculina de Mataró
durant els períodes esmentats. Diverses raons que exposarem més en-
davant ens portaren a desestimar, per a la confecció de les nostres
dades, els testaments femenins, difícilment assimilables a les categories
sòcio-professionals establertes per confeccionar el nostre estudi.
Veiem doncs, quina és la relació entre el volum total de pobladó
i la documentació emprada. La població de Mataró per a l'ambit
cronològic que abasta la nostra investigació ha estat estudiada bàsica-
ment per J. Llovet, J. Iglésies i P. Vilar. 14

13. A.C.A. A.N. Mataró, Antoni Gusi, 559. Testaments (1694-1737). Testa-
ment de Josep Anglada, pagès, any 1695.
14. JOAQUIM LLOVET, La ciutat de Mataró, Barcelona, 1959, 2 vols.
JoSEP IGLESIES, La població di:/ Maresme a la llttm dels censos generals,
Mataró, 1971.
PrERRE VILAR, Catalunya dins l'Espanya moderna, Barcelona, 1964-1968,
vol. III, pàgs. 81-86.

33
La ciutat de Mataró apareix al Cens de Floridablanca de 1787
amb una població estimada de 9947 habitants, xifra que se situaria
lleugerament per sobre de les estimacions realitzades per alguns viat-
gers, les anotacions dels quals són recollides per P. Vilar. 15
Però al 1718, Mataró compta ja amb 6000 habitants aproximada-
ment. Aquesta xifra pot semblar a priori excessiva, donat que s'obté
de l'aplicació d'un coeficient bastant alt (exactament 5,75) a la xifra
del fogatge de 1719. Josep Iglésies ha defensat l'aplicació d'aquest coefi-
cient assenyalant que la prosperitat econòmica del període exercia un
gran poder d'atracció sobre tota la comarca. 16 Aquesta apreciació coin-
cideix plenament amb les formulades tant per J. Llovet com per P. Vi-
lar, els quals sostenen que el període de creixement màxim a Mataró
es registrà entre 1675 i 1715, assenyalant que, en aquest cas, el creixe-
ment relativament feble des d'aquest moment s'explica per l'alt punt
de partida.U
El creixement enregistrat seria, doncs, d'un 68 %, la qual cosa su-
posa una mitjana anual de creixement d'un 0,97% anual durant el
període comprés entre 1718 i 1787. En principi, i tenint en compte que
la taxa de creixement anual aplicada a Barcelona en diferents estudis
per al segle XVIII és de 1 %, 18 l'aplicació de 0,97 % pot semblar ex-
cessiva. Però si acceptem les apreciacions que estimen que a principi
de segle Mataró és la ciutat que disputa la capitalitat econòmica a Bar-
celona, la segona ciutat de Catalunya el 1719 19 i de la mateixa manera
donem per vàlida que aquesta prosperitat es perllongarà durant tota
la centúria encara que no al ritme accelerat observat en els primers
anys del segle, creiem poder afirmar que no és errònia l'aplicació d'a-
questa taxa de creixement a Mataró, almenys fins a final de la dé-
cada dels vuitanta. Els últims deu anys del segle poden presentar pro-

15. PIERRE VILAR, Catalunya ... , vol. III, pàg. 85.


16. ((Hem de creure que la seva prosperitat i abundància de treball no sola-
ment retenia els fadrins nadius dins el clos patern, sinó que, de més a més, xu-
clava braços de la comarca i possiblement d'enllà dels confins d'aquesta». Josep
IGLESIES, La població del Maresme ... , pàg. 54.
17. JoAQUIM LLOVET, La ciutat ... , vol. I, pàgs. 103-104.
PIERRE VILAR, Catalunya ... , vol. II, pags. 407 i ss., i vol. III, pàg. 85.
18. LLuÍs CASTAÑEDA, Niveles de vida material en Barcelona a fina/es del
sigla XVIII, tesi de llicenciatura inèdita, Barcelona, 1984, pàgs. 47-48. L'autor
arriba a aquesta xifra partint de les dades extretes dels estudis de Pierre Vilar
i Jordi Nadal, principalment.
19. CARLOS MARTÍNEZ SHAW, Catalunya en la Carrera de Indias. 1680-1756,
Barcelona, 1981, pàg. Sl.
JosEP IGLESIES, La població del Maresme ... , pag. 40.

34
blemes. Tots els autors que han tractat el tema semblen coincidir que,
a finals de segle, Mataró ha deixat de constituir una amenaça per a la
capitalitat de Barcelona, sense poder conservar la superioritat relativa
que havia aconseguit al començament del segle.20 Malgrat tot, aplicant
la mateixa taxa de creixement, la població mataronina arribaria als
11000 habitants a finals de segle. Així doncs, per concloure, estima-
ríem la població de Mataró a finals del segle XVII en uns 4600 habi-
tants; per al període comprès entre 1740 i 1750, s'arribaria als 7500
habitants, i a finals del segle XVIII, la població mataronina s'estimaria
en 11000 habitants.
Acceptant la xifra de 35 % com el percentatge mínim de població
que atorga testament al segle XVIII, defensat per R. Garcia Carcel
per a Barcelona, i aplicat per nosaltres a Mataró, el volum de docu-
mentació amb la que comptem com a base del nostre estudi seria, per
a 1690-1700, aproximadament de 1600 testaments; per a 1740-1750,
2625 testaments, i per a 1790-1800, 3850 testaments.
Ja hem fet menció abans del fet que desestimàrem, en principi,
l'estudi dels testaments femenins per diverses raons. Aquests docu-
ments plantejaven dificultats de classificació, donat que enquadrar les
dones en les diferents categories sòcio-professionals establertes com
a marc de classificació del nostre estudi ens semblava com a mínim
arriscat, alhora que el fet de treballar amb un nombre de documents
relativament petits, i per tant, de forma obligada acuradament triats,
podia fer augmentar el risc de distorsionar la informació si no comptà-
vem a priori amb una caracterització molt precisa del paper i la men-
talitat de la dona al llarg del segle XVIII. Reprenent les estimacions de
R. Garcia Carcel respecte al percentatge de testaments femenins dins
del volum global de persones que dicten testament, sembla inclinar-se
vers el 40 % per al segle XVIII, xifra no gaire inferior a la ~resentada
per P. Chaunu per a Paris, lloc que com es sabut destaca per la super-
abundància dels testaments femenins. 21 L'aplicació d'aquest percentatge
a Mataró ens proporciona finalment la representativitat aproximada del
volum de documentació analitzat respecte del total susceptible d'estudi.
Aquesta proporció oscil·la entre el S i el 7 %, xifres que nosaltres esti-
mem suficients per a la configuració de la nostra recerca.

20. CARLOS MARTÍNEZ SHAW, Catalunya en la Carrera ... , pàg. 56.


PIERRE VILAR, Catalunya ... , vol. III, pàg. 85.
21. RICARDO GARCÍA CARcEL, «Morir a la Barcelona del Barroc», a L'Avenç,
n. 0 78, gener 1985, pàg. 58.
PIERRE CHAUNu, La mort à Paris ... , pag. 368.

35
QUINS TESTAMENTS? ELS PARÀMETRES SÒCIO-ECONÒMICS
I LA DELINEACIÓ DE LES DIFERENTS CATEGORIES SOCIALS

A priori, les xifres ja aportades poden semblar insuficients per al


desenvolupament d'un estudi encaminat a establir un model vàlid al-
menys per· a determinades zones urbanes de Catalunya. Per això, és
gairebé tan important com el que hem exposat fins ara l'establiment
d'uns paràmetres sòcio-econòmics que reflecteixin l'estructura de la so-
cietat mataronina durant el segle XVIII, per tal de poder seleccionar
amb encert la documentació que estudiarem posteriorment.
La dificultat d'establir l'estructura social del segle XVIII ja fou ben
definida per A. Domínguez Ortiz; 22 a partir d'aquesta constatació
s'explica la proliferació de diferents sistemes tots ells dirigits a esta-
blir divisions en categories socials que permetin estudiar els comporta-
ments de la societat.
Alguns autors han optat per treballar amb tot el ventall de pro-
fessions que ofereix la documentació 23 o amb una contracció d'aquest
ventall a fi de simplificar els càlculs mitjançant un menor nombre de
categories; en aquest darrer cas, aquesta simplificació es realitzaria en-
globant els oficis en blocs més grans de sectors bàsics de l'activitat
econòmica. 24 Però, en qualsevol dels casos, aquests sistemes suposen la
utilització de les dades sòcio-professionals en brut, tal com apareixen
a les fonts. En canvi, d'altres autors prefereixen reduir l'espectre socio-
lògic en un conjunt de categories més manejables. Aquestes categories
van des de la divisió de la població per sectors econòmics 25 o l'agru-
pació per rams d'oficis més o menys homogenis 26 fins a la clàssica
divisió estamenta1. 27

22. ANTONIO DoMÍNGUEZ ÜRTtZ, Sociedad ;v Estada en el si.Qlo XVIII espa-


1Ïol, Barcelona, 1976, pàg. 122.
23. GuiLLERMO REDONDO, «Cargos municipales y participación artesana en el
concejo zaragozano (1584-1706))), cit. a Josep Maria ToRRAS I RIBÉ, Els muni-
cipis catalans de l'Antic Règim. 1453-1808, Barcelona, 1983, pàg. 33.
24. }ORDI NADAL i EMILI GIRALT, «Barcelona en 1717-1718. Un modelo de
sociedad pre-industrial>>, a Homenaje a don Ramón Carande, Madrid, 1963,
pàgs. 14-17.
25. JosEP MARIA RECASENS, La ciutat de Tarragona, Barcelona, 1975, vol. II,
pàg. 125.
PERE MoLAS I RIBALTA, Economia i societat al segle XVIII, Barcelona, 1975.
26. SANTIAGO SoBREQUÉs I VIDAL, «Censo y profesión de los habitantes de
Gerona en 1462)), cit. a JosEP MARIA ToRRAS I RIBÉ, Els municipis catalans ... ,
pàg. 33.
27. ]OAN REGLÀ, Els segles XVI i XVII. Els virreis de Catalunya, Barcelona,
1961.
}OHN ELLIOTT, La revolta catalana, 1598-1640. Un estudi sobre la decadència
d'Espanya, Barcelona, 1966, pàg. 25.

36
En el nostre cas, hem optat per la utilització de denominacions de
tipus sòcia-professional, donat que la documentació que estudiem no
aporta cap indici que ens permeti situar els individus dintre del marc
productiu, impedint així que puguem utilitzar una divisió de la socie-
tat aplicant categories estrictament classistes.
La noblesa mataronina està integrada al segle XVIII per dos grups
ben diferenciats: els ciutadans honrats i els cavallers. Ambdues cate-
gories augmentaren al llarg del segle mitjançant un doble procés: en
primer lloc, l'accés d'elements provinents sobretot de la burgesia co-
mercial a la categoria de ciutadà honrat i, en segon lloc, l'establiment
a la ciutat d'una sèrie de comerciants que ja havien adquirit aquesta
categoria. 28
La inclusió dels ciutadans honrats en la categoria nobiliària ha
estat un dels temes més polèmics de la història social de l'època mo-
derna; però darrerament la tradicional imatge d'enfrontament entre
noblesa i ciutadans honrats tendeix a ser objecte de revisió i hom s'in-
clina a pensar en una imatge de signe contrari en el sentit de con-
siderar els ciutadans honrats com un primer graó de l'escala nobi-
liària.29
El clergat mataroní constitueix un grup relativament reduït que
s'agrupa entorn a la parròquia de Santa Maria i els diferents establi-
ments conventuals, principalment de carmelites i caputxins.30
El comerç fou, sens dubte, el sector més actiu de l'economia. La
seva importància es reflecteix en la consideració que assoliren algunes
persones dedicades a aquesta activitat, 31 encara que no podem pensar
en aquest sector como en un bloc homogeni o uniforme. Dins d'aquest
grup veiem clarament definides diferents categories marcades sobretot
pel component econòmic: des del botiguer de teles que actua en l'àmbit
del comerç al detall fins als grans mercaders, entre els que trobem els
Peramàs, Torner, Cantallops, Guarro, etc., 32 podem deliniar un ampli
ventall ple de variants i matisos que ens parlen també d'un conjunt
divers de comportaments.
La pagesia mataronina assoleix durant el segle XVIII una situació
econòmica privilegiada que li permet d'alinear-se amb el més alts rangs

28. PERE MoLAS I RIBALTA, Societat i poder polític a Mataró, 1718-1808, Ma-
taró, 1973, pags. 42 i ss.
29. ]AMES STEPHEN AMELANG, «Honored Citizens amb shameful poor: social
and cultural change in Barcelona (1510-1714)», cit. a JoSEP MARIA ToRRAS I RIBÉ,
Els municipis catalans ... , pàg. 39.
30. JoAQUIM LLOVET, La ciutat de Mataró, vol. I, pàg. 82.
31. CARLos MARTÍNEZ SHAW, Catalunya en la Carrera ... , pag. 54.
32. PERE MoLAS I RIBALTA, Societat i poder polític ... , pàg. 35.

37
de la societat del mateix segle. La dinàmica de polarització viscuda a
la Catalunya del set-cents, definida per P. Vilar,88 permet a aquest
grup social la consecució d'un estatus privilegiat que anirà acompanyat
d'una sèrie de comportaments clarament assimilables als observats a
les altres élites socials.
Les activitats artesanals són, sens dubte, el sector que reuneix més
població, conjuntament amb la gent englobada en activitats marítimes.
Els artesans, enmarcats en una rígida estructura gremial, desenvolu-
paren però tot un seguit d'activitats paraUeles lligades sobretot al camp
del comerç,34 alhora que participen també en la propietat d'explota-
cions agrícoles, especialment de vinyes. 35 Això comporta la constatació
d'una gran varietat dins del grup amb una diversitat de comportaments
marcada sobretot per factors econòmics.
Dins del grup constituït per la gent de mar podem constatar la
mateixa evidència. Des dels pescadors que ocupen l'estrat inferior
dins del grup, fins als mariners que participen a la Carrera d'fndies, 36
passant pels dedicats al comerç de cabotatge, podem perfilar un ventall
de categories que, com en el cas anterior, es defineixen a través de de-
terminants econòmics.
L'altra cara del camp mataroní l'aporten els bracers i jornalers, la
gran massa d'obrers agrícoles que no disposen sinó de llur força com
a mitjà de sobreviure. Es troben sotmesos a l'evolució i fluctuacions de
l'economia i patiran al llarg del segle una progressiva proletarització
que els situa a l'estrat més baix de la societat rural mataronina del
segle xvu1. 37
Un cop caracteritzada, encara que a grans trets, la societat de Ma-
taró durant el set-cents, veiem quina relació establírem entre la docu-
mentació estudiada i els grups socials als quals ens hem referit. En
principi, fixarem una base amb un barem més o menys arbitrari : per
a les classes més nombroses, és a dir, artesans, pescadors i mariners,
pagesos i jornalers, aplicàrem la xifra inicial de deu testaments per a
cada una d'elles. A l'altre extrem, les classes minoritàries foren repre-
sentades per un o dos testaments (nobles i clergues) i entre aquests
dos casos extrems situàrem la burgesia mercantil amb un total de quatre
o cinc testaments. Aquesta base fou més tard augmentada, en créixer el
volum de documentació disponible i susceptible de ser estudiada, però

33. PIERRE VILAR, Catalunya ... , vol. III, pag. 654.


34. CARLOS MARTÍNEZ SHAW, Catalunya en la Carrera ... , pàgs. 43-45.
35. PERE MoLAS 1 RIBALTA, Societat i poder polític ... , pàg. 21.
36. CARLOS MARTÍNEZ SHAW, Catalunya en la Carrera ... , pag. 42.
37. PxERRE VILAR, Catalunya ... , vol. III, pàgs. 650 i ss.

38
guardàrem sempre, encara que augmentés el nombre dels testaments
estudiats, la mateixa proporcionalitat entre els diferents grups socials
per tal de no distorsionar els resultats de l'estudi.

L'EXTRACCIÓ DE DADES: SISTEMA D'ANÀLISI DE LES FONTS

Un cop seleccionada la documentació en què basàrem la nostra re-


cerca, és obligat plantejar-nos el sistema que aplicàrem per tal d'ex-
treure dels testaments la quantitat més elevada possible d'informació
útil per al caràcter del nostre estudi.
La mateixa estructura del testament pot servir de fil conductor en
l'anàlisi de la font; seguint l'ordre del discurs testamentari podem
aconseguir un seguit de dades d'importància primordial pel fet que,
com ja hem pogut comprovar en analitzar la qüestió de la convenció
notarial, inclús les clàusules més estereotipades poden deixar filtrar les
actituds individuals o grupals respecte a la mort.
El testament s'inicia generalment amb una invocació dirigida a Déu
i en ocasions a la Verge Maria. Encara que la informació que propor-
ciona aquesta clàusula ha: d'ésser analitzada amb prevenció, pel fet
que potser és la fórmula que més escapa a una traducció exacta dels
sentiments del testador, no ens podem negar a l'evidència que recull
una petició d'intercessió que el testador adreça a les màximes autoritats
celestials, en favor de la seva ànima. Per tant, ja des de les primeres
paraules que encapçalen el document, trobem una afirmació de la reli-
giositat de l'atorgant alhora que, en alguns casos, hi apareix també al-
gun tipus de consideració sobre la certesa de la mort i la incertesa del
moment precís en què aquesta afecta l'home.
El testament respon a una voluntat del testador de prevenir el futur
després de la mort, tant en el que es refereix a la vida del difunt al
més enllà, com al destí dels béns que posseeix a la terra. .Quina im-
portància té l'estat de salut del testador en el moment d'atorgar tes-
tament? En principi, aquesta clàusula que recull la informació sobre
les raons que porten al testador a dictar el document, no aporta dades
determinants sobre l'actitud de l'atorgant i la seva sensibilitat religiosa,
però com a element orientatiu, pot ser útil per esbrinar el caràcter que
anirà prenent el testament al llarg del temps, caràcter derivat dels mo-
tius que generen l'atorgament del document. És a dir, en tant que el
testament és dictat durant la malaltia de l'atorgant, està imbuït de la
urgència, el temor i l'ànsia de prevenir sobretot el destí de l'ànima del
difunt ; com a últim acte de la vida, encara que aquesta tingui una con-
tinuïtat, assumint els dogmes religiosos, s'ocupa bàsicament de reflectir

39
les disposicions del malalt sobre allò que marcarà el seu trànsit a l'altre
món.
Això no vol dir que els testaments atorgats en plena integritat de
salut deixin de banda els aspectes religiosos i reflecteixin l'actitud da-
vant la mort d'una forma menys fidel que els altres. Però són fruit
d'una determinació més meditada i com a tal, al costat de les clàusules
de caràcter religiós que no resten absents d'aquests documents, l'aten-
ció que es presta a tot allò que regula el destí dels béns materials ad-
quireix més importància.
En la mesura que es vagi imposant la pràctica testamentà ria no
com un fet d'última hora i, per tant, presidit per la por i la urgència,
sinó com una acció legal normal, el testament anirà prenent cada cop
més un caràcter de document legal amb la sola i exclusiva finalitat de
regular el destí dels béns temporals.
A l'àmbit cronològic que abasta el nostre estudi, no assistim però
a aquest procés, que no és sinó un canvi qualitatiu cap a la laicitza-
ció, un canvi que, a diferència d'altres zones geogràfiques on la «des-
cristianització» es detecta clarament a finals del segle XVIII, 38 al nostre
país s'inicia després del límit cronològic imposat a la nostra recerca.
La següent clàusula a la que farem referència és l'elecció de se-
pultura. Aquesta disposició, que queda acuradament establerta pel tes-
tador, té una importància capital pel conjunt de dades que aporta, donat
que només en escasses ocasions el testador decideix deixar en mans
dels marmessors tot el que fa referència a la sepultura, i generalment és
el propi atorgant qui expressa amb precisió la seva voluntat. Així doncs,
l'elecció de sepultura i les altres disposicions que l'acompanyen reflec-
teixen fidelment l'actitud religiosa de l'home, especialment aquelles que
tenen com a objectiu primordial fixar els detalls dels funerals i les altres
pompes fúnebres.
A través d'aquestes dades podem accedir a un estoc d'informació
importantíssima. L'elecció de sepultura i les pompes fúnebres reflec-
teixen, en primer lloc, el grau d'acceptació dels dogmes religiosos vi-
gents referents a la resurrecció a la fi del món; però al mateix temps
aporten el mitjà de dibuixar tota la problemàtica de la visió que l'home
té de l'agonia, el cos mort i les condicions d'enterram ent mentre que les
cerimònies funeràries il·lustren la realitat de la profusa articulació de
les pompes barroques, de les quals veurem l'evolució al llarg del segle.
Però a més, aquesta informació està imbuïda de dos components
fonamentals. En primer lloc, en aquestes disposicions juga un paper

38. Cf. supra, pags. 16 i ss.

40
importantíssim la sensibilitat i l'actitud religiosa del testador en tant
que les seves determinacions estan relacionades amb les seves creences
i tenen sobretot un contingut religiós. Però, en segon lloc, l'elecció de
sepultura i les pompes fúnebres estan decisivament marcades per un
component fonamental: el manteniment de l'estatus social més enllà
de la mort a través de la profusa celebració de cerimònies religioses,
encara que la mort sigui presentada pel discurs teòric com un fet igua-
lador on es confondran edats i jerarquies i es produirà una aproxima-
ció entre totes les classes socials. 39
Seguint el discurs testamentari, la clàusula que apareix a continua-
ció fa referència a les misses i fundacions com a mitjà d'intercessió
que l'atorgant cerca per assegurar el repòs etern de la seva ànima.
Aquest ha estat considerat pel propi Michel Vovelle com un dels indi-
cadors més massius i nítids de la devoció. 40 La resta dels llegats pieto-
sos, a part de misses i fundacions, van dirigits generalment a establi-
ments religiosos, confraries i altres institucions de caràcter assistencial
amb la finalitat de continuar gaudint del poder d'intercessió, exercit
aquesta vegada des de la terra, en favor de l'ànima del difunt.
Aquesta fórmula de mediació tant en la terra com en el cel és,
potser, el reflex més exacte i fidel de la sensibilitat ·religiosa del testa-
dor i la forma amb què aquest afronta el fet de la pròpia mort, donat
que en ella hi apareixen reflectides la urgència de la salvació, l'angoixa
que el difunt no gaudeixi del descans etern i la por al Purgatori, res-
ponent així al que J. Delumeau ha designat com l'acció de l'Església
encaminada a apoderar-se de la Mort. 41
Així doncs, aquests són els indicadors que podem utilitzar per re-
construir la xarxa d'actituds col·lectives davant la mort, sobre els quals
articularem la nostra hipòtesi de treball i intentarem verificar-Ia.

LA HIPÒTESI DE TREBALL

La nostra recerca tracta d'establir quines foren les actituds coHec-


tives davant la mort durant el segle XVIII a la ciutat de Mataró.
Als estudis que fins ara hem pogut consultar i que es refereixen
principalment a França, l'àmbit millor estudiat, 42 es manifesta l'exis-

39. ANDREU DoMINGO, «El discurs eclesiàstic sobre la mort: els sermons fune-
raris», a L'Avenç, n. 0 78, gener 1985, pàgs. 73-74.
40. MICHEL VovELLE, Piété baroque et déchristianisati01L .. , pàg. 111.
41. ]EAN DELUMEAU, «Los miedos de Occidente», a Debats, n. 0 8, juny 1984,
pàg. 62.
42. Cf. supra, pags. 16-21.

41
tència d'un procés de laïcització dels testaments que correspondria a un
canvi d'actitud a finals del segle XVIII, encara que les etapes del procés
varien segons les zones concretes que són analitzades.
Tanmateix al nostre país no podem detectar aquest procés durant
el segle XVIII. Les recerques que fins ara s'han portat a terme no evi-
dencien que, a les darreries de la centúria, es localitzi un canvi enca-
minat a la laïcització dels documents, com a traducció pràctica d'una
variació de les actituds col·lectives davant la mort, lliures ja de la pres-
sió constant que exerceix el sentiment religiós sobre aquest fet.
Aquesta manca de transformació creiem que és la característica
més important del Mataró del segle XVIII. Al llarg del nostre estudi
intentarem demostrar que les actituds col·lectives davant la mort a Ma-
taró no van variar substancialment al llarg del segle: van ésser sot-
meses a una forta influència exercida per la sensibilitat religiosa que
no va desaparèixer al llarg de tot el període estudiat. Hi va haver,
això és cert, una sèrie de comportaments diferenciats. Al si de les
diferents classes socials hi trobem unes pautes de comportament no-
tòries no tant per distintes actituds, com per condicionaments econò-
mics decisius. Igualment, al llarg del segle, la plasmació dels gestos a
la documentació varià, fent-se cada cop més evident que la solidaritat
familiar i la privatització d'alguns comportaments restà continguts ex-
plicitats a la documentació, la qual cosa no significà, però, que es dei-
xessin de produir certs actes encara que quedessin reservats a l'àmbit
més privatitzat.
Així doncs, la nostra intenció és demostrar que, com a la resta de
la Península, pel que sabem fins ara, a Mataró no es produeix un pro-
cés de «descristianització», prenent el terme voveHià encara que amb
les mateixes reserves, durant el segle XVIII, al contrari que s'esdevé
a la Provença o a París, a partir de 1760 o 1740-1750, respectivament.

42
III
L'HOME CONTEMPLA LA SEVA MORT
Més que cap altra disposició testamentària, aquella que estableix
les condicions en què s'ha d'efectuar el sepeli del difunt constitueix la
plasmació per escrit d'una informació que, per naturalesa, resulta la
més difícilment tangible. I ho és perquè marca, sobretot, el comporta-
ment de l'entorn tant estrictament familiar com aquell en el qual par-
ticipa una col-lectivitat més àmplia; en una paraula, perquè millor que
qualsevol altra ens revela allò que podríem anomenar el gest.
El gest és, sens dubte, una de les dades més difícilment aprehensi-
ble, sobretot perquè la seva característica principal és la fugacitat. I,
tanmateix, aquesta fugacitat, que fa que només assoleixi valor durant
el seu desenvolupament estricte, no impedeix que per a l'historiador
contingui una informació tan valuosa per interpretar la visió de la mort
vigent a èpoques passades, com aquelles actituds que guarden una per-
vivència sobre el temps, que el desafien, intentant assegurar llur conti-
nuïtat durant els segles, com és el cas de les misses perpètues o les
fundacions.
Però si la naturalesa de la dada que analitzem dificulta la nostra
tasca, no ho fa menys la seva escassa presència a la documentació, al-
menys pel que fa referència a cert tipus d'informació que no acostuma
a ser ressenyada als testaments. Per això, ens veiem abocats, si volem
elaborar una panoràmica completa de les pompes fúnebres a l'època
moderna, a recórrer a altres tipus de fonts documentals i iconogràfiques
que sovint ja han estat utilitzades pels folkloristes, encara que no s'han
sotmès a una lectura històrica, és a dir, presidida per la idea que la
mort no és un fet acrònic sinó subjecte al canvi.
Malgrat aquestes dificultats, intentarem en aquestes planes disse-
nyar els continguts, característiques i evolució de les pompes fúnebres
a Mataró durant el segle XVIII, a partir de la utilització exclusiva de
la informació continguda als testaments, conscients, però, que les man-
cances que sens dubte descobrirem han de ser cobertes per altres fonts
que no tractem en el nostre estudi per tal de poder esbrinar, a més,
quines són les possibilitats reals dels testaments com a font documental
aïllada i no complementada per altres de caràcter i continguts diferents.

45
LES POMPES BARROQUES

Sota la denominació de pompes fúnebres s'inclou un seguit de ceri-


mònies d'origen molt variat. D'una banda es registra un conjunt de
ritus de caràcter pre-cristià que han estat cristianitzats i integrats pos-
teriorment a l'engranatge dissenyat per l'Església Catòlica i de l'altra
hi trobem aquelles cerimònies de caràcter estrictament religiós, que la
institució eclesiàstica imposa i regula.
Pierre Chaunu, en parlar dels primers, els ha classificat en dues
categories : els ritus de purificació i els ritus de propiciació. 1 Tant
els primers com els segons són difícilment detectables en la documen-
tació que estem utilitzant, i per a llur coneixement cal recórrer a altres
tipus de fonts sobretot de caràcter antropològic, tal com ha assenyalat
Michel Vovelle. 2
Aquest tipus de cerimonial, no recollit pels testaments, inclou pràc-
tiques seculars que giren sobretot entorn al tractament del cos del di-
funt i a un seguit de costums i comportaments observats pels familiars
i amics més propers al mort, que assisteixen als últims instants de
vida d'aquest i organitzen els ritus que seguiran a l'òbit.
Seguint la classificació, ja esmentada, de Pierre Chaunu, aquest
conjunt de pràctiques té dues finalitats prioritàries: els ritus de puri-
ficació que inclouen la del cadàver mitjançant l'aigua beneïda, la inci-
neració d'algunes robes del difunt, la fumigació de la cambra on ha es-
devingut la mort, tenen com a objectiu primordial la preparació del ca-
dàver per a la comparescència davant les autoritats celestials, donat
que per naturalesa el cos és impur, alhora que presenten una vessant
pràctica, ja que venen a suplantar una sèrie de ritus de purificació en
els quals intervé amb categoria de protagonista el foc com a element
purificador i que tenen lloc sobretot en temps d'epidèmia i particular-
ment de pesta.
Per altra banda, Chaunu enregistra, a l'igual que els altres autors
francesos que han tractat aquesta problemàtica, un seguit de ritus que
l'autor anomena de propiciació. Inclou dins d'aquest grup l'exposició
del cadàver, l'abillament del cos, l'elecció de mortalla i taüt, etc. La
finalitat d'aquest conjunt de cerimònies és el concurs de la comunitat
per tal que aquesta mediació col-lectiva que té lloc al davant del difunt,
assoleixi, gràcies a la presència física dels concurrents, major força. 3

1. PIERRE CHAUNU, La mort à Paris, xvre, XV[[e et XVIIIe siècles, Paris,


1978, pàg. 350.
2. MrcHEL VoVELLE, Piété baroque et déchristianisation en Provence au
XVII fe siècle, Paris, 1978, pags. 85-86.
3. PIERRE CHAUNU, La mort à Paris ... , pàgs. 350-351.

46
Com ja hem dit, l'existència de dades sobre aquestes cerimònies
és infreqüent a la documentació notarial. Aquesta evidència, compro-
vada per als casos enregistrats als estudis francesos, també és vàlida
per al cas de la nostra recerca. 4
L'absència de referències concretes té, doncs, diferents nivells de
lectura, donat que es presenta sobretot com una dada ambígua : Així
podria reflectir, en primer lloc, la creença dels testadors que és inútil
reclamar mitjançant una clàusula testamentària, una cerimònia o con-
junt de cerimònies que venen registrant-se de forma consuetudinària,
donat que han estat presents al llarg dels segles i es manifesten com a
comportaments fortament arrelats.
En segon lloc, poden deixar entreveure un desinterès relatiu o, per
expressar-ho més acuradament, poden deixar constància del parer del
testador que el testament no és el lloc adequat per establir la regulació
d'aquests ritus, que més aviat han de ser transmessos de viva veu als
membres de la família que envolten el difunt a l'hora de la seva mort.
Des de la nostra perspectiva i sospesant també els altres elements
de l'engranatge de les pompes barroques i l'atenció que reben per part
dels testadors, ens inclinem a pensar que aquestes explicacions poden
ser complementàries i no excloents; per tant, creiem que l'escassa pre-
sència de dades d'aquesta mena ve donada per una combinació en la
qual es manifesten amb la mateixa intensitat la :confiança que els fami-
liars i marmessors continuaran portant a terme les pràctiques tradi-
cionals que acompanyen l'enterrament, i la creença que el testament és
un document dedicat a regular ritus i cerimònies més solemnes i que
escapen a l'estricte àmbit familiar. Ambdós fenomens, que es poden
sintetitzar en un augment de la solidaritat i confiança dins de l'àmbit
familiar i un canvi del caràcter del testament com a document que
evoluciona des de la categoria d'inventari de gestos i comportaments
fins a la regulació estricta de les pertinences materials del difunt, es ma-
nifesten molt aviat en l'aspecte concret de les pompes barroques, so-
bretot en la vessant de l'atenció dedicada al cos del difunt i la seva
presentació, molt més aviat que a la resta de les disposicions testamen-

4. Efectivament, la documentació mataronina és parca en el que fa referència


a disposicions testamentàries sobre el tractament del cos que estableix el propi
testador, i els ritus als quals ens referim. Del conjunt de documents estudiats,
només en un trobem una aBusió a aquests detalls sobre la presentació del ca-
dàver: es tracta del testament del pagès Joan Viver, dictat en 1698, en el qual
disposa ser enterrat en "caixa de fusta i ab mortalla de tela", detalls aquests que
encara que no aportin dades, cal ressaltar per ser únics dins dels testaments
estudiats.
A.C.A. A.N. Mataró, Antoni Gusi, 559. Testaments (1694-1737). Testament
de Joan Viver, pagès, any 1698.

47
tàries com les cerimònies religioses que formen part de les pompes
fúnebres o bé les misses post mortem.
Un cop examinada l'atenció que rep el cos del difunt, passem a
analitzar la regulació d'aquest gran festival de participació urbana que
són les pompes barroques, com les ha anomenades Pierre Chaunu.ú
També en aquest cas hem de recórrer, si volem obtenir una informa-
ció exhaustiva, a les descripcions de costums i als manuals de folklore;
aquestes fonts presenten sovint un conjunt de ritus en una espècie
d'intemporalitat que podria fer pensar en el seu caracter etern o al-
menys multisecular. Enfront d'això, les dades registrades als testa-
ments respecte a l'organització del cerimonial de les pompes barroques
són menys riques a nivell estrictament informatiu, però compensen
aquest dèficit amb un element imprescindible com és la seva dimensió
històrica.
Tant Michel Vovelle com Pierre Chaunu en llurs estudis han apre-
ciat que aquestes clàusules testamentàries són reveladores de les peces
que componen el sistema, no tant perquè els testadors siguin prolífics
en llurs exposicions sobre el cerimonial que orquestren com perquè
sovint manifesten un clar desig de renúncia d'aquesta ostentació i re-
clamen un considerable grau de simplicitat. 6
No és aquest el nostre cas. Als testaments mataronins estudiats no
trobem en cap moment manifestacions de la voluntat del testador en
les quals, mitjançant el rebuig del gran cerimonial barroc, es realitzi una
descripció detallada dels actes que se succeeixen després de la mort de
l'atorgant. Ans al contrari, és a través de les clàusules que detaHen
les cerimònies a celebrar que podem intentar reconstruir les pompes
barroques mataronines, assenyalant, però, dues qüestions prèvies: en
primer lloc, l'escàs nombre de notícies no permet \dissenyar un model
complet i exhaustiu i, en segon terme, les dades que obren en el nostre
poder només provenen d'un sector de la societat mataronina, les classes
benestants.
Així doncs, afirmar rotundament que la reconstrucció que podem
fer és un retrat fidel de les pràctiques observades per la totalitat de
la societat, resulta massa arriscat, donat que mitjançant una afirmació
d'aquesta mena podem transmetre una imatge dels comportaments de
la societat mataronina absolutament distorsionada.
En les següents línies exposem, doncs, una aproximació al ceri-
monial fúnebre celebrat amb motiu de la mort en el si de les classes

s. PIERRE CHAUNU,La mort a Paris ... , pàgs. 347-348.


6. MICHEL VovELLE,Piété baroque ... , pàg. 86.
PIERRE CHAUNU, La mort aParis ... , pàgs. 345-346.

48
dominants com s'apreciarà a partir dels atorgants dels testaments dels
quals han estat extretes les dades en què basem les nostres obser-
vacions.
Sembla que la pràctica més generalitzada durant l'Edat Moderna
i que prengué més importància com a part integrant de les pompes
barroques fou el seguici fúnebre.
Aquesta cerimònia, la composició i el recorregut de la qual varià
segons els llocs i sobretot les disposicions del testador, ha estat acu-
radament descrita per Michel Vovelle per al cas de la Provença i per
François Lebrun per a alguns casos detectats a l'Anjou. 7
La concreció d'aquest gest al testament és infreqüent fins i tot en
aquells casos en què l'atorgant, mogut per un desig de simplicitat, re-
nuncia a la seva celebració o estableix que el seguici transcorri per
l'itinerari més curt entre el punt de sortida i el d'arribada.
Aquesta comitiva, en la qual prenen part les orquestres fúnebres,
els portadors de torxes i d'estendards de les confraries, els pobres de
les institucions assistencials del lloc, no deixa gaires traces a la docu-
mentació. En el cas de Mataró, no trobem cap referència a l'ordenació
d'aquesta processó. Només en una ocasió apareix una aBusió directa
al seguici fúnebre: es tracta. de la disposició del ciutadà honrat de Bar-
celona Salvador Palau i Arnau, el qual en el seu testament atorgat
en 1697 estableix que durant la processó que se celebrarà el dia del
seu enterrament s'hauran de cremar 14 atxes. 8
Igualment són escasses les notícies sobre l'assistència a les exè-
quies fúnebres i al dol observat per la família, no exclusivament en el
cas del nostre estudi, sinó també en l'àmplia documentació que han
tractat els autors francesos. Dels testaments que hem analitzat només
un recull una referència indirecta al dol observat per la família: Joan
Pau Gassia al seu testament, dictat en 1694, disposa un llegat per a la
seva esposa consistent en els vestits de dol que necessiti durant «l'any
de plon>. 9
Molta més atenció per part dels testadors reben les cerimònies es-
trictament religioses que componen les exèquies fúnebres. Aquestes no
estan exemptes, però, d'un cert grau de fast i ostentació, donat que

7. MICHEL VovELLE, Piété baroqtte ... , pàgs. 86-87; FRANÇOIS LEBRUN, Les
ho mm es et la mort en Anjou attx XV IIe et XV IIJe siècles. Essai de démogra-
phie et de psychologie historiqttes, Paris, 1975, pàgs. 340-345.
8. A.C.A. A.N. Mataró, Antoni Gusi, 559. Testaments (1694-1737). Testa-
ment de Salvador Palau i Arnau, ciutadà honrat de Barcelona, any 1697.
9. A.C.A. A.N. Mataró, Segimon Ros, 392. Testaments (1685-1707). Testament
de Joan Pau Gassia, mercader, any 1695.

49
aquest es manifesta mitjançant la regulació del nombre de ciris i atxes
que deuen cremar durant els funerals.
Michel Vovelle ha estimat aquest tret com el més modest del con-
junt de l'ostentació barroca de forma que fins i tot aquells que .es
mouen en un mitjà més precari procuren, com a mínim, establir les
condicions que pertoquen a aquest detall. 10
En el cas dels testadors mataronins, la regulació d'aquest fet no
és generalitzada, però bastant més corrent que la resta de les dispo-
sicions a les que hem fet referència fins ara. Aquesta regulació afecta
a diferents aspectes. En primer lloc, els testadors que disposen que
durant els seus funerals s'encenguin ciris i atxes estableixen el nombre
d'aquests; però la concreció pot anar més enllà: així pot arribar a re-
gular-se el pes d'aquests ciris i les característiques de les atxes i fins
i tot hom pot decidir l'hora en què s'hauran d'encendre i el lloc on
hauran de ser coJ.locades.U
La iJ.luminació, doncs, ja està decidida. Els altres elements d'aquest
teatre de lluïment, com el varen anomenar els mateixos contemporanis,
apareixen descrits molt rarament als testaments; 12 de l'existència dels
túmuls funeraris enregistrada tant a Barcelona com al mateix Mataró
en tenim alguna notícia indirecta, sobretot en el cas de Mataró, en
què només un testador, Josep Aymerich, disposa el 1741 que, en cas
que el seu hereu universal no es faci càrrec de l'herència, aquesta es
vengui en encant públic i amb el producte de la venda se celebrin dos
oficis dobles majors de rèquiem amb túmul, durant els .quals hauran
de cremar sis ciris a l'altar, mentre els acòlits porten altres dos ciris,
s'instaJ.len sis atxes al voltant del túmul i s'encenen candeles per valor
de mitja lliura. 13
És en aquest escenari on se celebraran les cerimònies religioses
que componen els funerals. Partint de la documentació analitzada po-
dem distingir diferents tipus d'oficis. La diferenciació més clara s'es-
tableix entre els oficis dobles i els oficis simples, atenent a una consi-

10. MrcHEL VovELLE, Piété baroque ... , pags. 88-89.


11. És el cas del comerciant Pere Balansó, el qual disposa en 1795 que du-
rant els seus funerals es cremin dotze ciris de tres unces que hauran de ser
encesos a partir de les sis hores, moment aquest en què també s'encendran els
altres sis ciris que han d'il·luminar l'altar de la Verge de la Mercè de l'església
de Santa Maria. A.C.A. A.N. Mataró, Francesc Boronat, 913. Testaments (1795-
1799). Testament de Pere Balansó, comerciant, any 1795.
12. RrcARDO GARCÍA CARCEL, «Morir a la Barcelona del Barroc», a L'Avenç,
n. 0 78, gener 1985, pàg. 58.
13. A.C.A. A.N. Mataró, Salvador Mataró, 609. Testaments (1731-1744). Tes-
tament de Josep Aymerich, negociant, any 1741.

50
deració que pertoca estrictament al ritus que se segueix en llur cele-
bració: durant els oficis dobles només té lloc una oració, mentre que
els oficis simples poden tenir-ne tres, i fins i tot cinc o set, segons les
diferents variants. 14 Per altra banda, aquests oficis dobles són general-
ment oficis de cos present, és a dir, cerimònies que tenen lloc mentre
el cos del difunt és dins el recinte de l'església.
Aquest fet no és, però, una característica diferencial, donat que,
en ocasions, aquests oficis poden tenir lloc al dia següent de l'enter-
rament del difunt encara que la idea d'urgència és molt present a l'hora
d'establir la celebració de les exèquies fúnebres per part del testador,
reflectida en el fet que, en ocasions, la celebració d'aquests oficis es dis-
posa que sigui feta el mateix dia de la mort del testador. 15
Una segona classificació potser més important que l'anterior per
les seves implicacions respecte a l'ostentació del cerimonial, és la que
s'estableix entre els oficis dobles majors, és a dir cantats, i els oficis
dobles menors, resats.
El nivell de decisió de l'atorgant del testament respecte a la forma
de celebrar els ritus religiosos arriba a cotes estimables: permet esta-
blir la modalitat no només de cant, sinó també de les parts resades als
oficis dobles majors, com ho manifesta una clàusula al testament de
Pere Balansó de 1795, en el qual es determina la celebració d'un ofici
doble major a l'altar major de l'església de Santa Mariü, amb «prosa
a veus i baixo».16
Però la força d'aquesta intercessió immediata per l'ànima del difunt
pot encara veure's augmentada. El mitjà més corrent per assolir aquest
fi es la celebració de misses de rèquiem parallelament a la dels oficis
dobles. 17
Abans d'analitzar els comportaments específics dels diferents grups
socials durant tota la centúria, volem fer esment d'una cerimònia que

14. MICHAEL GATTERER, Prasis celebrandi functiones ordinarias sacerdotales.


Regulae et ritus, Oemponte, 1926, pàg. 157.
15. A.C.A. A.N. Mataró, Antoni Gusi, 559. Testaments (1694-1737). Testa-
ment de Josep Anglada, pagès, any 1695. En la seva última voluntat disposa la
celebració de cinc oficis dobles majors, dels quals dos hauran de tenir lloc el ma-
teix dia de la mort del testador.
16. A.C.A. A.N. Mataró, Francesc Boronat, 913. Testaments (1795-1799).
Testaments de Pere Balansó, comerciant, any 1795.
17. A.C.A. A.N. Mataró, Josep Pintat, 652. Testaments (1746-1755). Testa-
ment de Jaume Balansó, mariner, any 1745. Salvador Mataró, 609. Testament~
(1731-1744). Testament de Josep Codina, vidrier, any 1740. Cada un d'ells disposa
en llur testament la celebració de dues misses de cos present, que havien de tenir
lloc a l'altar de les Animes del Purgatori, paral-lelament a la dels oficis que com-
ponien les exèquies fúnebres.

51
assoleix gran importància dins del conjunt de les pompes fúnebres.
És una cerimònia que també detecta Pierre Chaunu a la documentació
parisenca, assenyalant la seva forta implantació a Espanya. 1 s Ens
estem referint a l'absolta, un ritus que tot i tenint un sentit molt pro-
per al de l'absolució dels pecats que segueix al sagrament de la confes-
sió, no té un significat idèntic. Consisteix en un conjunt de pregàries
oficials i solemnes pel difunt acompanyades d'aspersions i d'encensa-
ments generalment en presència del cadàver, encara que no obligatò-
riament, per tal de pregar a Déu misericòrdia per l'ànima i deslligar-la
dels seus pecats. 19
El moment de C·elebració de l'absolta depèn exclusivament de la vo-
luntat del testador. Així es pot celebrar durant l'ofici fúnebre o a la fi
d'aquest o bé abans de l'enterrament. EI lloc és igualment indicat per
l'atorgant, el qual assenyala generalment la seva casa com l'escenari de
la cerimònia encara que en ocasions és porta a terme a la mateixa es-
glésia on tenen lloc les exèquies fúnebres. Per últim, cal ressaltar que
algún detalls del ritus també queden disposats pel difunt: és el cas de
la incorporació d'algunes oracions cantades en aquest conjunt de pre-
gàries.20
Però, naturalment, no tots els grups socials mataronins observen
un comportament exactament igual entre ells ; això obliga a fer una
anàlisi detallada de cada categoria sòcio-professional a fi de dissenyar
més acuradament el ventall de comportaments que tenen lloc al llarg
del segle XVIII a Mataró.
En principi, la noblesa, per la seva posició econòmica unida a un
altre element que no podem perdre de vista, com és el manteniment
de la seva prepotència social, materialitzada en el luxe i l'ostentació,
sembla el grup social més propici per trobar-hi manifestacions d'a-
questa teatralitat que acompanyaria la pietat barroca.
En primer lloc, hem d'assenyalar que la preocupació dels testadors
nobles per establir personalment les característiques de llurs exèquies
fúnebres assoleix cotes notòriament altes. A finals del segle xvn, les
clàusules sobre les pompes fúnebres apareixen al 100 % de la docu-
mentació estudiada; aquest alt percentatge davallarà a mitjan se-

18. PIERRE CHAUNU, La mort à Paris ... , p:í.g. 349.


19. ]ERÓME PrcART, Les Grands Actes de la Fin. Derniers sacrements, funé-
railles, messes et prières pour les morts, choses de l'au-de/à: Théologie, liturgie,
histoire, Ascèse, Maredsous, s. d., pàg. 114.
20. A.C.A. A.N. Mataró, Antoni Gusi, 559. Testaments (1694-1737). Testa-
ment de Salvador Palau i Arnau, ciutadà honrat de Barcelona, any 1697. En
el seu testament es preveu la celebració d'una absolta general extraordinària
"ab cantoria ".

52
gle XVIII, fixant-se en un 75 %, per augmentar a finals de la centúria
arribant a les mateixes cotes de 1690-1700.
Així doncs, la consciència de la importància que té el repòs del cos
mort és notòria a tota la documentació. Aquesta consciència no admet
la intervenció d'altres persones a l'hora de decidir la configuració dels
funerals que han de celebrar-se, sinó que és el propi testador qui or-
questra el conjunt de cerimònies fúnebres sense perdre mai el seu paper
protagonista i director. Els mecanismes de solidaritat familiar i social
que es manifesten en altres grups no fan aquí acte de presència i el
paper que es confereix als marmessors per tal que siguin ells qui esta-
bleixin la configuració de les pompes fúnebres, al contrari del que
succeeix al si d'altres grups socials, és molt minsa entre la noblesa.
Als testaments estudiats només fa acte de presència el marmessor amb
capacitat decisòria sobre les exèquies a mitjan segle XVIII i de forma
minoritària. Efectivament, entre 1740 i 1750 només el 33 % dels tes-
tadors transmeten aquesta capacitat resolutiva a llurs marmessors, fet
aquest que desapareixerà a finals de la centúria per tal de tornar -a
ser exercida pel propi testador.
Què és el que disposa aquest testador? Entre 1690 i 1700, els no-
bles que dicten llur última voluntat estableixen la celebració de cerimò-
nies religioses consistents en oficis dobles majors de forma exclusiva
en un 33,33 %, i combinats amb altres oficis de rèquiem, celebrats
a altres esglésies en un 66,66 % 21 En aquest primer període els oficis
dobles majors, és a dir, cantats, suposen el 70,58 % de la totalitat de
cerimònies religioses celebrades, mentre que els oficis de rèquiem, que
a la documentació apareixen esmentats sense detalls, constitueixen el
29,41 % del conjunt.
Al període següent, que abasta els anys centrals del segle XVIII,
aquests percentatges es mantenen sense grans variacions, llevat de la
presència decisòria dels marmessors, a la qual ja hem fet esment. Els
oficis dobles majors segueixen mantenint el seu protagonisme, cons-
tituint el 71,42% del total de les cerimònies religioses fúnebres; igual-
ment, els oficis de rèquiem assoleixen el 28,57 % del conjunt. Els
oficis dobles majors són els components exclusius dels funerals en
un 33,33 % percentatge igual al de la combinació d'oficis de rèquiem
i oficis dobles majors en un mateix funeral.
A finals de la centúria els funerals han experimentat un petit canvi.
L'exclusivitat dels oficis dobles majors en les exèquies fúnebres ha

21. La distribució entre els diferents establiments religiosos mataronins d'a-


quest conjunt de cerimònies encarregades, ja sigui per la noblesa, com en aquest
cas, o pels altres grups socials, serà estudiada al capítol dedicat als intercessors
terrenals.

53
augmentat fins a un SO %, però el pes d'aquest tipus de cerimònia
dins del conjunt ha disminuït establint-se en un 57,14%; fan aparició,
en canvi, els oficis dobles menors com a element que combina amb al-
tres oficis de rèquiem, representant el 14,28 % de la totalitat, mentre
que aquests últims suposen un 28,57 % del conjunt, igual que en el
període 1740-1750.
Així doncs, els comportaments de la noblesa durant tota la centúria
són marcats per una evolució amb escasses variacions quantitatives,
manifestant-se una clara tendència d'estabilitat. Les preferències dels
testadors es mantenen gairebé inamovibles durant tot el segle: trobem
una inclinació preferent pels oficis més luxosos, generalment acom-
panyats de cerimònies com les absoltes, ja siguin ordinàries o extra-
ordinàries. L'ostentació dels oficis cantats es manté sense variacions
fins a finals de segle i només cedeix un escàs marge de terreny en
favor dels oficis resats en clara mostra de l'ini~i d'una tendència de
rebuig a la grandiositat i luxe barrocs, tendència no obstant que es
manifesta molt tímidament a finals del segle XVIII i que sens dubte
s'imposarà ben entrada la centúria següent, encara que durant tot el
segle s'ha deixat veure mitjançant una regressió del nombre absolut
de cerimònies religioses celebrades.
Efectivament, no trobem, com en altres casos,22 un desig de simpli-
citat i modèstia explícitament manifestat al text del document, però .sí
podem apreciar una clara disminució dels oficis celebrats: la mitjana
d'oficis dobles majors en 1690-1700 és de quatre, mentre que a final
del segle s'ha reduït a la meitat, de la mateixa manera que ha minvat
la mitjana d'oficis de rèquiem, que ha passat d'1,66 en 1690-1700 a 1'1
per a finals de segle.
Cal ressaltar també l'alt percentatge que representen, respecte del
total de cerimònies celebrades, els oficis de rèquiem. Aquests tenen
lloc generalment als establiments eclesials on no es troba exposat el cos
del difunt i ens proporcionen una idea sobre la dispersió de la celebra-
ció de les pompes fúnebres, una dispersió que, en el cas de la noblesa,
es manté estable al llarg de tota la centúria, integrant en l'engranatge
dels intermediaris terrenals un ampli ventall d'institucions, amb la fina-
litat última d'augmentar el poder d'intercessió per l'ànima del difunt.
Les diferències entre les actituds col-lectives observades per la no-
blesa i les de la burgesia mataronina que durant tot el segle s'està
afirmant com una part integrant de les élites socials urbanes són molt
minses. La importància concedida al fet de fixar al testament les ca-

22. MARÍA JosÉ DE LA PASCUA, Actitudes colectivas ante la muerte en el Cétdiz


de la primera mitad del sigla XV III, Cadiz, 1984, pàg. 169.

54
racterístiques de les exèquies fúnebres segueix essent molt elevada
(osciHa entre el 85,71 % en 1690-1700, el 69,23 % en 1740-1750 i el
100 % de finals del segle xvnr), com a prova de la preocupació pel
destí del cos.
Però, en aquest cas, els mecanismes que posen en marxa la soli-
daritat familiar i la confiança en els parents i amics que envolten l'a-
torgant del testament durant els últims moments de la seva vida, es
posen en funcionament d'una manera molt més eficaç. Partint de l'ab-
sència, a la documentació, d'aquesta concessió entre 1690-1700, arri-
bem a mitjan segle a un 11,11% de testadors que deixen en mans
dels marmessors l'organització de les pompes fúnebres, percentatge
aquest que s'incrementarà en 1790-1800 fins a arribar a un 41,66%.
El difunt perd així part del seu protagonisme a l'hora d'orquestrar
aquestes cerimònies fúnebres mitjançant la seva última voluntat, en
favor dels marmessors, considerats ara les persones adients per fer-ho.
Igual que a la noblesa, el poder econòmic permet a la burgesia
durant tot el segle manifestar les seves preferències pel gran cerimo-
nial que constitueix fins al final del segle el nucli principal de llurs
pompes fúnebres. De la mateixa manera que l'élite nobiliària, afirma
la seva posició social mitjançant un luxe que supera la frontera de
la fi de la vida i es manifesta més enllà.
Els oficis dobles majors, com a protagonistes de les cerimònies
fúnebres, segueixen ostentant una clara preeminència, sobretot durant
el primer període estudiat. Un 66,66 % dels testaments estudiats per-
tanyents a l'interval 1690-1700 disposen la celebració d'exèquies fúne-
bres a base d'oficis dobles majors de forma exclusiva, mentre un 16,66
per cent opten pels oficis dobles menors, un altre 16,66% per oficis
de rèquiem sense més detalls. De la totalitat de cerimònies religioses
que tenen lloc, els oficis dobles majors suposen un 78,94 %, mentre
que la resta de modalitats representen el 10,52 % cada una.
Durant la dècada 1740-1750 observem un clar descens de la im-
portància dels oficis dobles majors, el nombre total dels quals repre-
senta el 60,86% del conjunt, però encarregats com a protagonistes
absoluts dels funerals només per un 22,22 % dels testadors. Un 11,11
per cent d'aquests prefereixen que llurs exèquies siguin compostes per
oficis dobles menors, que representen un 30,13 % de la totalitat de
cerimònies religioses, mentre que els oficis de rèquiem constitueixen
el 8,69% del conjunt. En la totalitat dels casos, aquests oficis formen
part de funerals disposats per testadors que han optat per una combina-
ció de diferents cerimònies fúnebres (el 55,55 % dels testadors durant
1740-1750).

55
La panoràmica a finals de segle ha canviat ostensiblement. Els
testadors que prefereixen els oficis dobles majors en llurs funerals han
incrementat la seva proporció respecte del total dels casos estudiats,
arribant a un 25 %, encara que aquestes cerimònies representen un
percentatge respecte del total més baix que en els períodes ja estudiats
(59,09 %). En canvi, els oficis de rèquiem han assolit en aquestes dates
una gran importancia representant el 30,36% del total d'oficis fú-
nebres i formen part de les disposicions testamentàri es del 25 % dels
testadors del període. Els oficis dobles menors han experimenta t una
ostensible disminució: en 1790-1800 només representen el 4,54% de
la totalitat de les cerimònies religioses i són encarregats com a compo-
nents exclusius dels funerals només pel 8,33 % dels testadors.
Així doncs, igual que en el cas de la noblesa, la burgesia mataro-
nina es decanta clarament pel luxe i la sumptuosita t barrocs en un
intent de fer prevaler els signes externs de la seva preeminència social
i econòmica, intent aquest alterat mínimament per una tímida ten-
dència a la modèstia que es manifesta en la petita disminució dels
grans oficis al llarg del segle, però que no arriba a suposar un canvi
qualitatiu important. Igualment cal ressaltar la incorporació tardana
dels establiments eclesials que no són la parròquia a l'esfera de devo-
cions de la burgesia mataronina. Aquest fet queda reflectit en el creixe-
ment experimenta t per la celebració d'oficis de rèquiem als convents
i altres esglésies de Mataró, creixement emmarcat en la segona meitat
de segle i que registra cotes espectaculars.
Les mitjanes dels oficis que componen les exèquies fúnebres ens
parlen molt clarament de l'evolució d'aquestes cerimònies: en 1690-
1700, la mitjana d'oficis dobles majors és de 2,5, en 1740-1750 ha
baixat a 1,55 i en 1790-1800 s'estableix en 1,08. ParaJ.Ielament, els
oficis de rèquiem han experimenta t un ascens mesurat, passant de 0,33
a 0,66 durant tot el segle, mentre que els oficis dobles menors han
baixat durant la segona meitat del segle de 0,77 a 0,08, contradient així
el creixement observat durant la primera meitat (de 0,33 a 0,77).
Així doncs, l'actitud de les élites mataronines està marcada, en
primer lloc, per la idea de la necessitat d'una intercessió immediata
que es realitzi amb la presència física del difunt. Aquesta presència
junt amb el concurs de la resta dels participants en les exèquies fú-
nebres equival al desplegament de totes les forces d'intercessió; un
desplegament en el qual l'exposició del difunt constitueix una crida a
aquesta pregària col·lectiva i a la participació, que donen molta més
força a la mediació per la seva ànima.
Però la traducció pràctica d'aquesta idea es presenta complicada
per dos elements que plantegen una contradicció difícilment soluciona-

56
ble. En primer lloc, les pompes fúnebres acompleixen, a més dels ob-
jectius d'intercessió que hem esmentat, altres finalitats molt menys
elevades: constitueixen el millor mitjà de deixar palesa la situació que
el difunt ha ocupat dins de l'escala social del grup, és a dir, permeten
perllongar les manifestacions externes d'ostentació i luxe de l'individu
que ha viscut sempre voltat d'aquestes, afirmant així el seu estatus
social més enllà de la mort.
Això entra en clara contradicció amb una segona consideració: per
una banda, les ensenyances de l'Església condemnen explícitament
aquests luxes i ostentacions i advoquen per la modèstia i la senzillesa
com a notes dominants en aquest tipus de cerimònies ; i no només l'Es-
glésia, sinó també el poder laic es manifesta contrari a aquestes demos-
tracions de prepotència. 2 3
EI problema, doncs, consisteix a conjugar aquestes dues considera-
cions de manera que, sense renunciar a la manifestació de poder que
representen les pompes fúnebres, no es caigui en una explícita 'contra-
dicció tant respecte als pressupostos de l'Església com a les resolucions
legals del poder laic. Qui va guanyar la partida? Sincerament, creiem
que inclús a finals de segle, quan als altres països ja havien manifestat
una clara tendència a la laïcització dels testaments i la descristianitza-
ció de les actituds, al nostre país seguia primant un model d'exèquies
fúnebres que permetia la manifestació de luxe i sumptuositat pròpies de
l'època barroca, encara que el grau d'intensitat hagués descendit con-
siderablement: és a dir, en nombres absoluts certament eren menys les
cerimònies que componien les pompes fúnebres dels notables del lloc,
però llurs característiques i objectius seguien essent els mateixos.
L'actitud del clergat a l'hora d'establir la configuració de les exè-
quies fúnebres dista notablement de la de les altres élites socials. Els
clergues mataronins no obliden consignar al seu testament les instruc-
cions sobre aquests ritus funeraris; segueix mantenint-se així l'alt per-
centatge de testaments en els quals consten les disposicions sobre els
funerals, amb una evolució decreixent al llarg del segle (1690-1700:
100 % ; 1790-1800: 80 % ), encara que entre 1740-1750 s'arribi a una

23. Això és el que podem deduïr de les afirmacions contingudes a la prag-


màtica dictada per Felip II en 1565, que regula les formalitats que hom ha
d'observar als enterraments i exèquies dels difunts. En aquest text legal queda
establert el nombre de ciris que han de cremar-se durant els funerals o bé .els
atributs de dol que poden instaHar-se a les esglésies, alhora que s'insta a res-
pectar la voluntat dels testadors respecte a misses i fundacions, per tal que "lo
que se gastaba en vanas demostraciones y apariencias se gaste y distribuya en lo
que es servici o de Di os". N ovísima Recopilación de Leyes de España. Lli b. I,
Tít. III, Llei II, Ep. 10.

57
cota més baixa que a finals de segle (71,42% ). Amb tot, aquest és
l'únic cas en què el percentatge de testaments que contenen una al-lusió
als serveis religiosos observa una corba descendent durant la centúria.
Igualment, el paper dels marmessors i la confiança en l'acció de la
comunitat assoleixen dins del clergat les cotes més altes. En 1690-1700,
un 34 % dels testadors estableixen que llurs oficis fúnebres se celebrin
«segons és costum», com a mostra de confiança en la comunitat ecle-
sial. La resta dels testadors (66 %) configuren exclusivament llurs
pompes fúnebres amb oficis majors. Aquest alt percentatge dels oficis
dobles majors com a cerimònia preferida en les exèquies fúnebres es
mantindrà fins a mitjan segle inamovible, essent elegits per un 60%
dels testadors estudiats entre 1740-1750. El paper dels marmessors
assolirà en aquesta època un nivell elevat: un 40 % dels testadors dei-
xaran a les mans d'aquests el disseny de les pompes fúnebres, percen-
tatge aquest que experimentarà un increment a finals de segle, quan
arribi a suposar el 75 % de la totalitat dels testaments. Durant tot el
segle, doncs, el paper dels marmessors com a encarregats de decidir
la composició de les exèquies fúnebres, va creixent paulatinament en
els testaments atorgats pels membres de les comunitats religioses de
Mataró. Aquesta confiança es veu complementada a més pel recurs a
les pràctiques consuetudinàries, arrelades a les comunitats que man-
tenen estrets vincles entre llurs membres (en aquest cas, el fet d'en-
carregar els funerals segons el model que acostuma a regir les pompes
fúnebres del clergat). Aquesta confiança en els marmessors o en el cos-
tum vigent no significa, però, una despreocupació respecte al destí del
cos mort; ans ens inclinem per una lectura del fet que té com a clau
l'abandó en mans de Déu i el convenciment que la comunitat procurarà
per a un dels seus membres les millors vies d'intercessió davant les
autoritats celestials.
D'altra banda, quan els eclesiàstics no deixen en mans d'altres per-
sones l'organització de llurs exèquies fúnebres, opten per les variants
vigents entre els altres grups que componen les élites urbanes; s'in-
clinen majoritàriament pels oficis cantats, més ostentosos i més cars
que la resta, sobretot fins a la segona meitat del segle XVIII, període
en el qual la tendència a la senzillesa es va afermant paulatinament; però
com a mínim fins a 1740-1750, i llevat del paper més rellevant dels
marmessors, el luxe és la característica de les exèquies dels religiosos.
Fins ara hem examinat les xifres que aporten els testaments de
les élites urbanes mataronines. Però quines són les del camp mataroní?
Entre els pagesos, la inclusió als testaments de disposicions sobre fune-
rals segueix essent molt alta: es mou en un estret marge que va del
90,90% en 1690-1700 a un 80% a mitjan segle, per acabar en un

58
100 % entre 1790 i 1800. El paper dels marmessors com a persones
autoritzades a decidir la configuració dels funerals es manté bastant
estable durant tota la centúria (1690-1700: 20% dels testaments;
1790-1800: 16,66 %).
Durant tot el segle, els pagesos, encara que benestants, opten per un
model de pompes fúnebres més proper al de les classes populars, so-
bretot pel que fa referència al menor grau d'aparatosita t: prefereixen
amb molta diferencia els oficis resats als oficis cantats i concentren els
esforços d'intercessió a la parròquia com a mínim fins a finals de
segle, període en el qual s'amplia el ventall d'establiments que reben les
pregàries pel cos i l'ànima del difunt. Entre 1690-1700, un 40 % dels
testadors demanen funerals compostos exclusivament per oficis dobles
menors mentre un 10% opta per incloure a més altres variants (els
primers suposen un 56,52% del total de cerimònies encarregades). Els
oficis dobles cantats no han caigut, però, en oblit: encara que són de-
manats només per un 20% dels testadors, suposen el 43,47% del
conjunt, la qual cosa suposa que quan són encarregats ho són en abun-
dància. Fins a mitjan segle, l'evolució de les cerimònies és clara: els
oficis resats continuen el seu ascens (60 % del conjunt), preferits per
un major nombre de testadors (53,85 % del total), mentre que els
oficis cantats experimenten una devallada clara (24 % del conjunt de
cerimònies enregistrades, sol·licitat tan sols pel 15,38% dels testadors).
Paral-lelament es produeix en aquesta dècada de 1740-1750 la irrupció
en la panoràmica dels serveis fúnebres dels oficis de rèquiem, que
constitueixen el 16% del total. A finals de segle les coses no han
variat ostensiblement: l'evolució descendent dels oficis dobles majors
segueix la mateixa línia (només representen el 17.64% del total i són
demanats solament pel 8,33 % dels testadors) ; els oficis de rèquiem
experimenten un creixement (passen a constituir el 29,41 % del total),
en detriment dels oficis dobles resats (52,94 % del conjunt), i els tes-
tadors opten en menor mesura per l'exclusivitat d'aquests als funerals
(41,66 % dels testadors) mentre s'incrementa la xifra dels qui els com-
binen amb altres cerimònies (33,33 % ).
Així doncs, els pagesos dissenyen, mitjançant llurs testaments, un
model d'exèquies fúnebres que es troba a mig camí entre la grandiosi-
tat de les élites urbanes i la senzillesa obligada de les classes populars.
Aquest model intermedi se situa a començaments del segle XVIII en
les mateixes coordenades que el de la noblesa i la burgesia, pel que fa
referència a la quantitat d'oficis que componen cada funeral, encara
que des d'un principi es manifesti la preferència pels oficis resats en
detriment dels oficis cantats. En canvi, a finals del període estudiat els
pagesos han optat clarament per un model de pompes fúnebres carac-

59
teritzat per la senzillesa i manca d'ostentació, potser perquè el pes de
l'estructura social i del manteniment d'un estatus social privilegiat
reflectit en signes externs és molt menys gran que en el cas de les
classes que desenvolupen no només llur activitat professional, sinó
també llur vida social en el medi urbà.
Els jornalers constitueixen l'altre grup social que desenvolupa la
seva activitat al món rural mataroní. La pràctica absència de testa-
ments de jornalers a finals del segle XVII ens obliga a iniciar el seu
estudi a mitjan segle. 24 Entre 1740 i 1750, les disposicions testamen-
tàries sobre funerals apareixen al 93,75 % dels documents estudiats,
percentatge aquest que s'incrementarà a finals de segle, arribant al
100 %. Igualment, creix el pes del paper dels marmessors com a en-
carregats de decidir la configuració de les pompes fúnebres (en 1740-
1750, un 6,66% dels testadors deixen en llurs mans les cerimònies
fúnebres mentre que a finals de la centúria aquest percentatge ha ar-
ribat al 32 % ). Cal remarcar també l'absència d'oficis dobles majors
als serveis funeraris dels jornalers: a mitjan segle, aquests opten ex-
clusivament pels oficis resats mentre que entre 1790 i 1800 els demanen
combinats amb altres oficis de rèquiem un 16% dels atorgants i un
48 % s'inclina per ells com a únic component dels funerals respecte a
la totalitat de cerimònies encarregades, els oficis dobles menors repre-
senten a finals del segle XVIII un 71,42 % i els oficis de rèquiem
el28,57 %.
La resta de les classes populars tenen un caràcter marcadament
urbà. Els artesans i la gent de mar observen uns comportaments bas-
tant semblants encara que podem descobrir algunes variacions i dife-
rents graus dins de la mateixa línia evolutiva.
Les classes artesanals fan constar a llurs testaments les disposicions
sobre les pompes fúnebres : el marge entre el percentatge més alt asso-
lit i el més baix que es detecta entre 1740 i 1750 és molt estret: entre
1690 i 1700 es fixa en 94,73 %, a mitjan segle davalla fins al 90%
i entre 1790 i 1800 s'incrementa fins arribar al 100%. En canvi, la
confiança en els marmessors observa una evolució lineal: a comença-
ments de la centúria no hi ha cap testador que l'atorgui, entre 1740
i 1750 aquesta delegació de la capacitat decisòria es manifesta en
1'11,11 % dels documents i continuarà creixent fins arribar al 30 % a
l'últim dels períodes estudiats.

24. Del període 1690-1700 només hem trobat un testament pertanyent a un


jornaler, en el qual no fa constar cap disposició soüre la celebració de les exè-
quies fúnebres.
A.C.A. A.N. Mataró, Josep Lluís Caramany, 512. Testaments (1693-1696).
Testament d'Antoni Martí, bracer, any 1696.

60
Els artesans componen llurs funerals majoritàriament amb oficis
dobles menors durant tota la centúria (aquests representen en 1690-
1700 el 70,27 % del total; entre 1740-1750, el 62,5 %, i a finals de
segle, el 43,13 % ), decidint que siguin les úniques cerimònies a cele-
brar en el 61,11 % dels testaments de començaments de segle, percen-
tatge que anirà reduint-se al llarg del període estudiat (en 1740-1750
és del 59,25 % i entre 1790-1800 només del 20 % ). La presència,
però, dels oficis cantats es força elevada i sobretot estable al llarg del
segle, oscil·lant entre el 29,72 % del conjunt de cerimònies i el 21,56 %
a finals de la centúria, amb una xifra intermèdia (27,5 %) entre 1740-
1750.
Els oficis de rèquiem experimenten un increment notable al llarg
del segle XVIII en els testaments dels artesans mataronins, creixe-
ment que es produeix paral·lelament al dels atorgants que dissenyen
en llurs documents un model d'exèquies fúnebres compost per dife-
rents cerimònies: els oficis de rèquiem suposen, entre 1740 i 1750, el
1O % del total d'oficis celebrats, mentre que a finals de segle repre-
senten el 35,30 %.
Igualment a mitjan segle aquesta combinació esmentada es demana
al 18,51 % dels testaments, mentre que entre 1790 i 1800 aquest per-
centatge ha arribat al 46,66 %.
Les xifres que es desprenen dels testaments de mariners i pesca-
dors són, com ja hem dit, semblants a les que acabem d'exposar. Es
registra un alt percentatge de testaments en els quals consten dispo-
sicions sobre els funerals (83,33 % en 1690-1700; 70,37% a mitjan
segle i 100% en 1790-1800). EI paper dels marmessors augmenta
notòriament a mesura que transcorre el segle: a finals del segle XVII,
igual que en el cas dels artesans, no hi ha cap testador que encarregui
l'organització dels funerals a altres persones; en 1740-1750, aquesta
confiança és atorgada ja pel 21,08% dels testadors, i a finals del
segle arriba a assolir cotes altíssimes (64 % ).
Els oficis dobles majors representen un percentatge estimable del
total de cerimònies que tenen lloc i va creixent al llarg del segle,
passant del 17,39 % al 23,07 % i posteriorment al 37,5 %. En canvi,
els oficis dobles menors experimenten un decreixement notable, sobretot
en la segona meitat del segle XVIII: en 1690-1700 representen el 78,26
per cent del conjunt d'oficis; en 1740-1750, el 61,53 %, i a finals de
segle, només el 18,75 %. Aquesta davallada va acompanyada d'un in-
crement considerable dels oficis de rèquiem (4,34% en 1690-1700;
15,38% en 1740-1750 i 43,75% en 1790-1800). Aquest creixement no
comporta però, com en els altres casos estudiats, un augment dels tes-
tadors que dissenyen uns funerals compostos per una combinació de

61
diverses cenmomes: els percentatges de testadors durant el segle es
mantenen estables (20 %, 2L05 % i 20 % ). En canvi, el descens dels
testadors que demanen només oficis dobles resats davalla considerable-
ment al llarg del segle, passant des del 70 % al 57,89 % i, posterior-
ment, al4 %.
Fins aquí les xifres que es desprenen dels testaments; però, quina
lectura en podem fer? En l'àmbit rural, els jornalers mantenen una
sèrie de pràctiques caracteritzades sobretot per la modèstia, donat que
els oficis resats segueixen essent la base fonamental sobre la qual
s'alça l'edifici de les pompes barroques; aquesta senzillesa, que perdura
al llarg de tota la centúria, es concreta bàsicament a la parròquia de
Santa Maria, eix principal entorn del qual s'orquestren les exèquies
fúnebres. L'ampliació de l'horitzó de devocions és molt tardà entre
els jornalers i només en trobem mostres ostensibles encara que no
gaire abundants a final de segle (només el 28% dels testadors deci-
deixen celebrar llurs funerals en diferents esglésies).
Com a la resta de les classes populars, la transferència del poder de
decisió del difunt als marmessors per organitzar les pompes fúnebres
va creixent al llarg del segle encara que no assoleix cotes excessiva-
ment altes, no obstant el seu gran increment durant la segona meitat
de segle.
Aquesta confiança en els marmessors és igualment detectable en
les classes populars urbanes. En el cas dels artesans, el creixement
que experimenta és molt més mesurat que en el cas de mariners i pes-
cadors, entre els quals s'imposa a final de segle com a tendència do-
minant.
Les pompes fúnebres de la gent de mar presenten, encara que dins
de la moderació característica de les classes populars, un grau de com-
plicació més gran que en el cas dels artesans. Aquests s'inclinen majo-
ritàriament pels oficis resats com a mitjà idoni d'intercessió en mostra
d'una remarcable modèstia, fruit, creiem, no tant d'una preocupació
religiosa com de la impossibilitat econòmica de finançar unes pompes
barroques plenes de luxe.
Aquesta moderació es detecta també encara que en menor mesura
entre mariners i pescadors. En aquest cas, malgrat que els oficis més
senzills conserven la primeria entre les cerimònies realitzades, alguns
membres del grup, especialment mariners amb un potencial econòmic
estimable, com es deriva de llur llegats testamentaris, poden permetre's
la inclusió dins de les exèquies fúnebres d'oficis cantats, i la dispersió
des de ben aviat de les cerimònies funeràries en les diferents esglésies
de la població.

62
En definitiva, ambdós grups, artesans i gents de mar, mantenen
una pauta de comportament similar com a mínim fins a mitjan
segle, caracteritzada bàsicament pel fet que es troba sotmesa en
primera instància a consideracions de tipus estrictament econòmic. En
tant que l'economia del testador ho permet es dota d'unes pompes
fúnebres el més solemnes possible en un intent manifest de no renun-
ciar al poder d'intercessió que contenen. En aquesta xarxa d'actituds
juga un paper molt menys important la voluntat d'humiliació que po-
drien manifestar les classes privilegiades o l'acatament absolut de les
consignes de l'Església Catòlica ; igualment, el desig de mantenir un
estatus social preeminent més enllà de la mort està fora de lloc entre
artesans i pescadors. EI comportament està marcat per la preocupació
pel destí de l'ànima del difunt. Quan més gran sigui el poder d'inter-
cessió. que es manifesta tant en el nombre de cerimònies com en la
grandiositat de les mateixes, més possibilitats té el difunt de gaudir de
la salvació eterna. Però no tots tenen els mitjans reals per aconseguir
aquesta certesa: l'imperatiu econòmic es manifesta així com el prin-
cipal obstacle per a la plasmació de la voluntat del difunt en tota la
seva amplitud; i serà en virtut d'aquest que les pompes barroques asso-
liran un major o menor grau d'esplendor.

LA SEPULTURA

L'escatologia catòlica exercí un paper importantíssim en fomentar


el dogma que preveu la resurrecció dels cossos al final del temps.
Aquesta creença fou la base sobre la qual s'articulà tot un seguit de
disposicions testamentàries mitjançant les quals l'home establia les
condicions de la seva sepultura.
Així doncs, després de la mort no hi ha una despreocupació ·o
abandó del cos, sinó que l'atorgant del testament presta sempre una
màxima atenció al lloc on ha de reposar. La creença, llavors molt
arrelada, que el cos mort segueix essent un santuari que, encara que
sense l'ànima que hi havia dipositada, espera la seva futura unió amb
ella abans del Judici Final, explica ben clarament les disposicions tes-
tamentàries segons les quals l'home elegeix la seva sepultura en lloc
sagrat, especialment l'església, on el difunt es beneficia no només dels
sufragis que s'hi celebren dedicats als morts, sinó també de les innom-
brables oracions i gràcies que se celebren al temple.
L'alt percentatge d'elecció de sepultura 25 demostra Ja preocupació

25. A la documentación utilitzada per a la confecció d'aquest estudi, el per-


centatge d'elecció de sepultura és del 90% sobre el total de testaments consultats.

63
pel destí del cos després de la mort. Aquesta voluntat de localització
del cadàver dins de l'espai sagrat posa de manifest una delimitació
entre la mort relativa i la mort absoluta, ambdues enteses des del punt
de vista religiós. Apareix així el problema de les dues morts, o millor
dit, de la distinc:ió entre la mort i l'ús que el catòlic n'ha de fer. 2 6
El cos mort no és una despulla; encara que cadàver, és susceptible
de reunir al seu voltant fets concrets, com ritus funeraris i sufragis,
que serveixen perquè el difunt s'acosti a la seva salvació. El destí de
l'ànima continua, en certa manera, lligat al del cos que li ha servit de
receptacle. Així doncs, podem detectar en aquesta preocupació pel cos
una certa creença en l'existència d'una simbiosi entre cos i ànima,
donat que, alhora que el difunt procura la seva salvació mitjançant
misses i fundacions, té cura del seu cos, que diposita en lloc ·sagrat
a l'espera de la resurrecció.
La ubicació de les sepultures ha estat variable al llarg del temps.
Philippe Ariès ha reconstruït la trajectòria dels emplaçaments de les
sepultures durant els segles passats. 27
L'Antiguitat Clàssica presencià com els morts eren enterrats fora
dels recintes de les ciutats amb la prohibició expressa de ser-ho in urbe;
generalment, les tombes es disposaven al llarg de les vies que s'allu-
nyaven de les ciutats. 28
Igualment, el cristianisme primitiu no va admetre l'enterrament dins
l'església, llevat de casos excepcionals. Però el sentiment era més fort

L'alt percentatge d'aparició d'aquesta clàusula és assenyalat també en altres tre-


balls: María José de la Pascua aporta unes xifres que osciHen entre el 60 i el
100% per a Cadis durant la primera meitat del segle XVIII. Igualment, Ricardo
Garcia Càrcel assenyala un percentatge del 90 % a la documentació barcelonina
consultada al seu estudi:
MARÍA JosÉ DE LA PASCUA, Actitudes colectivas ... , pàg. 123. RICARDO GARCÍA
CARCEL, «La muerte en la Barcelona del Antiguo Régimen. Aproximación me-
todológican, a Ac tas del li Coloquio de M etodología Histórica Aplicada: La
documentació¡¡ notarial y la Historia, Santiago de Compostela, 1984, vol. li,
pàgs. 121-122.
26. Aquesta problemàtica és continguda dins la majoria dels sermons fune-
raris. Sobre els catalans, cf. ANDREU DoMINGO I VALLS, La mort com a límit
de la Representació. Un estudi del discurs sobre la mort al segle XV III a través
dels sermons funeraris, tesi de llicenciatura inèdita, Bellaterra, 1983.
27. PHILIPPE ARIÈS, ((Contribution à l'étude du culte des morts à l'époque
contemporainen, a Essais sur l'Histoire de la mort en Occident du A1oyen Age
à nos jours. Paris, 1975, pàgs. 155-168.
28. Així ho testimonien, per exemple, les restes arqueològiques i arquitec-
tòniques trobades al llarg de la Via Appia a Roma, de les quals el sepulcre de
Cecilia Metela és la peça més important.

64
que les prohibicions canomques i transformà les esglèsies i llurs de-
pendències en una increïble concentració de cadàvers i cossos.
Per a Philippe Ariès, aquest fenomen de proximitat entre vius i
morts comença no pas amb el cristianisme, sinó amb el culte als màr-
tirs.29 Aquests, enterrats a les rodalies de les ciutats, exerciren un po-
der d'atracció que provocà la concentració de sepultures a les basíli-
ques edificades damunt llurs enterraments.
Al seu origen, la inhumació a les esglésies o prop d'elles respon
al desig de gaudir de la protecció del sant sota l'advocació del qual es
troba el temple on s'ubica la sepultura. Però, quasi automàticament,
els clergues, molestos pel component supersticiós que aquesta pràctica
podia contenir, intentaren cercar una justificació: hom enterra els
morts a les esglésies amb la finalitat que els vius els recordin en llurs
oracions i siguin conscients que, com ells, esdevindran cendres; l'enter-
rament ad sanctos serà considerat, doncs, com un mitjà pastoral de
primer ordre, de fer pensar en la mort i intercedir pels difunts.
A partir d'aquí s'inicia una dinàmica presidida per la recerca de
la major proximitat possible entre el lloc d'enterrament i la ubicació de
les relíquies o lloc de repòs del sant en qüestió. Però l'enterrament
ad sanctos no designa estrictament la sepultura a l'interior del temple:
hom inclou sota aquesta definició aquelles sepultures situades als claus-
tres, a les diferents dependències de l'església i fins i tot al terreny que
envolta aquesta. Els textos jurídics medievals ja recullen referències
a aquesta problemàtica dels enterraments. 30 Així, a Las Partidas es
justifica clarament el culte als morts a l'igual que es fa amb la loca-
lització de les sepultures a lloc sagrat:

«Fue ordenado por los padres santos que ouiessen sepulturas


los cuerpos cerca de sus eglesias, e non en los logares yermos
e apartados dellas, yaziendo soterrados por los campos, como
bestias.»

29. L'aversió envers la familiaritat entre vius i morts als primers temps del
cristianisme és recollida per Ph. Ariès a través d'un text que devem a Sant Joan
Crisòstom:
«Preneu cura de no elevar mai una tomba a la ciutat. Si dipositeu un cadàver
allà on dormiu i mengeu, què és el que no fareu? I tanmateix no dipositeu els
morts allà on dormiu i mengeu, sinó damunt els membres de Crist».
Sant Joan Crisòstom, Opera ... Paris, 1718-1738, vol. VIII, pàg. 71, homilia 74,
cit. a Phi!ippe ARIÈS, Essais sur l'Histoire ... , pàg. 29.
30. Els textos jurídics medievals catalans no semblen contenir referències al
tema que estem tractant. Farem, doncs, esment amb caràcter estrictament orien-
tatiu, dels textos castellans recollits per María José de la Pascua a la seva obra.

65
I de la mateixa manera s'adueixen les raons que expliquen aques-
ta justificació:

«La primera, porque assi como la creencia. de los Christia-


nos es mas allegada a Dios, que las de las otras gentes, que
assi las sepulturas dellos fuessen mas acercadas a las eglesias.
La segunda es, porque aquellos que vienen a las eglesias, quan-
do veen las fuessas de sus parientes, o de sus amigos, acuer-
danse de rogar a Dios por ellos. La tercera, porque los enco-
miendan aquellos santos, a cuya honrra e cuyo nome son fun-
dadas las eglesias, que rueguen como a los otros que estan de·
fuera». 31

Però el fet que les sepultures s'instaHin definitivament a les esglé-


sies no constituirà cap obstacle perquè el lloc on descansen els difunts
esdevingui un espai públic. Els cementiris de les esglésies, lloc on es
concentren la major part de les sepultures, donat que a l'interior dels
temples només són enterrades algunes persones privilegiades, com més
tard veurem, són, fins les darreries de l'Edat Moderna, un espai de
reunió i passeig, al costat de l'església, al centre de la ciutat, on els
mercaders comercien amb llurs productes segurs de trobar clientela.
on petits i grans juguen, corren, ballen en una perfecta convivència
amb llurs familiars difunts ; així es comprova en diferents àmbits geo-
gràfics, entre els quals podem afirmar que es troba el nostre país.32
Aquesta familiaritat perdurarà durant tota l'Edat Moderna, no
exempta, però, de crítiques. En el transcurs del segle xvn es comen-
cen a alçar les primeres veus de protesta contra aquesta pràctica, en-
cara que serà durant la centúria següent quan, donades les condicions
que comporten la pressió demogràfica i la higiene, es dictaran les pri-
meres disposicions que prescriuran la prohibició dels enterraments a
les esglésies i el trasllat dels cementiris fora de les ciutats.

31. «Las Siete Partidas del Sabio Rey don Alfonso el nono, nuevamente glo-
sadas por el licenciado Gregorio López, del Consejo Real de Indias de Su Ma-
gestadn, Salamanca, 1555. Partida I, Tít. XII, L. II, cit. a MARÍA JosÉ DE LA
PASCUA, Actitudes colectivas antela m1terte ... , pàg. 126.
32. PHILIPPE ARIÈS, «Contribution à l'étude du culte des morts ... », pàg. 159.
FRANÇOIS LEBRUN, Les hommes et la mort en Anjou ... , pàg. 352.
PIERRE CHAUNU, La mort à Paris ... , pàgs. 442-445.
Al nostre país, una Real Cédula dictada per Carles II a 20 de febrer de 1677
ens permet constatar aquest mateix fenomen: es disposa que <mo se toleren bayles
en las Iglesias, sus a trios y cementeriosn. N ovísima Recopilación de las Leyes
de España, Madrid, 1805. Llibre I, Tít. I, Llei XI.

66
L'opinió en contra d'aquestes pràctiques d'enterrament a les es-
glésies es fonamentarà en les condicions de concentració massiva de
cadàvers als temples i els vapors pestilents que provenen de les tom-
bes, provocant malalties contagioses i, en alguns casos, fins i tot la
mort. 33
A Espanya serà durant el regnat de Carles III que es dictaran
les primeres disposicions sobre aquest tema, especialment aquelles
que determinen el trasllat dels cementiris fora de les esglésies i pos-
teriorment de les ciutats. Però abans que es prenguin mesures legals,
es farà manifesta una profunda preocupació sobretot entre les élites
iH ustrades. 34
Les disposicions legals dictades entre 1786 i 1787 sancionaran la
construcció de cementiris fora de les poblacioni :
«Se haran cimenterios fuera de las poblaciones, siempre que
no hubiere dificultad invencible o grandes anchuras dentro de
elias en sitios ventilados e inmediatos a las Parroquias, y dis-
tantes de las casas de vecinos ... ».sr;

Això no significa, però, que la pràctica de sepultar a l'interior de


les esglésies desaparegui. A la mateixa llei, Carles III recull la volun-
tat de mantenir les disposicions contingudes a Las Partidas, a les que
ja hem fet esment, i manté l'existència de casos excepcionals en els
quals es pot practicar l'enterrament a l'interior dels temples:
«( ... )con la prevención de que las personas de virtud y san-
tidad, cuyos cadàveres podràn enterrarse en las Iglesias según

33. Aquest fou el principal argument esgrimit per les autoritats franceses
quan varen dictar l'edicte de 1776, pel qual quedava prohibit enterrar dins les
esglésies a totes aquelles persones que no tinguessin un privilegi especial, és
a dir, arquebisbes, bisbes, capellans i fundadors de capelles.
Cf. FRANÇOIS LEBRUN, Les hommes et la mort en A njou ... , pgs. 353-358.
MICHEL VoVELLE, Piété baroque ... , pàgs. 105-106.
PHILIPPE ARIÈS, ((Contribution à l'étude du culte des morts ... », pàgs. 160-163.
34. Volem esmentar a títol d'exemple les Pruebas de ser contrario a la prac-
tica de todas las naciones y a la disciplina eclesiastica y perjudicial a la salud de
los vivos enterrar los difuntos en las iglesias y los poblados, un text de Benito
BAILS publicat a Madrid en 1875. Igualment, ens volem referir al Dictamen de
la Academia Médico Practica de la ciudad de Barcelona. Sobre la frecuencia de
las muertes repetidas y apoplejías que en ella acontecen, publicat en 1784 i re-
centment analitzat en una important aportació a l'estudi de la sanitat pública
durant el segle XVIII: Gemma GARCÍA FuENTES, ((El panorama sanitario de Bar-
celona a finales del siglo XVIII», a Actes del I Congrés d'Història Moderna de
Catalunya, Barcelona, 1934, vol. 11, pgs. 657-665.
35. N ovísima Recopilación ... , Llib. I, Tít. III, Llei I, Ep. 3.

67
la misma ley, hayan de ser aquellas por cuya muerte deban los
Ordinarios eclesiasticos formar procesos de virtudes y milagros
o depositar sus cadaveres conforme a las disposiciones eclesias-
ticas; y los que podran sepultarse, por haver escogido sepultu-
ras, hayan de ser únicamente los que ya las tengan propias al
tiempo de expedirse esta cédula.» 3 6

La finalitat perseguida per aquestes mesures legals fou el benefici


de la salut pública, segons el contingut de la mateixa llei; per aquesta
raó, aquest trasllat de cementiris devia començar a efectuar-se en aquells
llocs més castigats per les epidèmies o exposats a elles, seguint pels
més poblats i continuant per aquells on hi hagués més enterraments,
observant per a tal obra el model que fou la base de la construcció
del cementiri del Real Sitio de San Ildefonso. 37
Tot aquest seguit de disposicions legals, confirmades per les lleis
sobre salut pública dictades per Carles IV en 1796, sancionaren la se-
paració de iure entre el món dels vius i el dels morts. 38
Malgrat això, no es produí una adaptació immediata entre les me-
sures legals i els comportaments i decisions dels testadors.
Durant tota la centúria es mantingué la dinàmica establerta segles

36. N ovísima Recopilación .. ., Llib. I, Tít. III, Llei I, Ep. 1.


37. N ovísima Recopilación .. . , Lli b. I, Tít. III, Llei I, Ep. 2. El reglament per
a la construcció del cementiri del Real Sitio de San Ildefonso data de 2 de febrer
de 1785 i sanciona a grans trets:
-L'obligatorietat de ser enterrat al cementiri edificat extra muros.
-El trasllat del cadàver a la capella del cementiri, on haurà de romandre
fins a la seva inhumació, celebrant-hi les cerimònies fúnebres corresponents.
-La construcció de sis nínxols per al cementiri amb la finalitat de dipositar
els cadàvers que hagin de romandre-hi durant un cert temps.
-La construcció d'una ossera per recollir els ossos "que resultaran con el
discurso del tiempo".
38. «Siendo irrefragable que los efluvios, emanaciones, vapores y miasmas que
se elevan de las sustancias animales, vegetales y minerales, alteradas y corrom-
pidas o nocivas, son origen fecundo de graves enfermedades; y que el ayre, ·con-
ductor y depositario de ellos, por esta causa las produce, sera importantísimo
obviar todos los medi os de su infección ". Amb aquest argument es disposa: «No
habiendo cosa que mas se oponga a la salud de los hombres que enterrar los
cadaveres dentro de los Templos, en sus bóvedas e inmediaciones, basta que llegue
el feliz momento de la creación de cementerios rurales con sus competentes arbo-
ledas, sera conveniente que cuide el Presidente y la Junta de Gobierno de Me-
dicina, que los cadaveres se sepulten con la profundidad competente; que no se
expongan en parages públicos quando han llegado a término de una decidida y
completa putrefacción; y que las mandas que se hagan en las horas, estaciones
y estada de la atmósfera menos expuestos a propagar las miasmas ... ». Novísima
Recopilación ... , Llib. IV, Tít. XI, Llei V.

68
abans: la tendència dominant fou l'elecció de sepultura dins dels tem-
ples i, en menys mesura, als terrenys que els voltaven.
Les classes privilegiades gaudiren del repòs etern a les sepultures
familiars situades a l'interior de l'església, generalment a les capelles
més importants del temple.
Igualment, els clergues foren enterrats a l'interior de l'església.
Encara que no hem trobat cap referència que especifiqués el lloc exacte
on s'ubicà la sepultura, la tònica general de l'època fou que els clergues
rebessin sepultura en lloc reservat, encara que els grans dignataris
eclesiàstics tingueren llocs preeminents fora d'aquesta tomba comuna.
Per a altres testadors, l'acollida dins del recinte sagrat quedà as-
segurada mitjançant la pertinença a una confraria amb una sepultura
on s'enterressin els confrares. A Mataró assolí gran importància la con-
fraria de Sant Joan Baptista, que posseí quatre tombes per acollir els
seus membres i familiars, tots ells dedicats a oficis del ram de la fus-
ta.30 Igualment, la confraria de Sant Elm, també amb un marcat caràc-
ter gremial, acollí a la tomba situada en la capella d'aquest sant els
mariners agremiats de Mataró.
Però les confraries amb sepultura pròpia destinada als confrares no
vinculaven necessàriament a un mateix grup sòcio-professional. Així,
per exemple, la confraria del Santíssim Sagrament o la de Nostra
Senyora dels Dolors acompliren funcions assistencials i de confraries
"lluminàries" i permeteren el repòs dins de llurs tombes ubicades al
recinte sagrat, a aquelles persones sense una marcada vinculació gre-
mial, com fou el cas dels comerciants. Així doncs, la pertinença a una
confraria comportà la seguretat que el cos era acollit en lloc sagrat
després de la mort.
Un tercer tipus de sepultura dins del temple podria merèixer, més
que les restants, el caràcter de sepultura elegida. Fou aquella situada
en determinats altars o capelles triats en funció de la perpetuació de
devocions personals més enllà de la mort, mitjançant la cohabitació
física i la proximitat amb el lloc d'aplicació d'aquesta devoció.
L'elecció de sepultura fora de l'església parroquial fou infreqüent
en el cas que estem estudiant. Les tombes situades al cementiri parro-
quial, ubicat al costat de l'església, pertanyeren sobretot a les classes
populars.
Així doncs, l'atenció prestada a la sepultura apareix com un punt
important en l'antic estil de sensibilitat col·lectiva: cimenta les tradi-
cions familiars per la pràctica de la sepultura o la tomba familiar; en

39. LLuÍs FERRER 1 CLARIANA, Santa Maria de Mataró. La parròquia. El tem-


ple, Mataró, 1968, pags. 66-69.

69
segon lloc, perennitza les fraternitats devotes més enllà de la mort pels
enterraments a les capelles de les confraries; i, finalment, permet la ma-
terialització d'una galeria d'honors per la factura ostentosa d'algunes
tombes dels notables de la vila.

70
IV

L'HOME PREGA PER LA SEVA SALVACió


Hem vist ja com es preocupa l'home de l'època moderna per la in-
tercessió immediata per la seva ànima i el destí del seu cos després de
la mort. Però un cop sepultat el seu cadàver, els vincles amb la co-
munitat dels vius no es trenquen almenys de forma radical, encara que
veurem com van canviant al llarg del segle XVIII en el marc de la so-
cietat mataronina.
Aquestes relacions entre els vius i els difunts després de superat
el moment mateix de la mort s'estableixen sobre la base d'una de les
devocions populars essencials de la pietat a l'època barroca: el culte als
morts. La pràctica es propiciada per un fet clau; en les societats anti-
gues, el record dels difunts és constant, perquè continuen formant part
de la comunitat cristiana i segueixen participant en la vida de l'Es-
glésia. Els lligams que unien ambdues comunitats no es trenquen mai
del tot: uns en el cel, prop dels sants, poden pregar. per aquells que
des de la terra els imploren una intercessió per llurs ànimes; altres en
el Purgatori, compten amb l'acció dels vius per abreujar els temps de
penitència que acompleixen.
És així com el culte als morts es materialitza no en una evocació
vaga d'aquells que han abandonat la terra, sinó en una gestió dinàmica,
una pregària activa dins del quadre de la comunió dels sants. Aquesta
és l'apreciació de François Lebrun quan recull les afirmacions del ca-
pellà de La Chapelle-du-Genêt, cap al 1770, el qual argumenta les mo-
tivacions de la pregària per als morts, basant-se en la possibilitat de
ser encara útils a aquells que ja no són entre els vius i l'esperança de
la vida eterna, com un poderós motiu de consol per als vius. 1

1. En el catecisme d'aquest capella de La Chapelle-en-Gênet, recollit per


François Lebrun, s'exposa clarament a qui han d'anar dirigides les pregaries
dels vius i quina finalitat tenen: «Així doncs, hom prega només per aquells, el
destí dels quals encara no coneixem, però que creiem han mort com a bons cris-
tians, encara que no tan purs com per ser introduïts directament al cel, on res
d'impur i d'imperfecte no pot entrar». FRANÇOIS LEBRUN, Les hommes et la mort
en Anjou aux XVII• et XVIII• siècles. Essai de démographoe et de psycho-
logie historiques, Paris, 1975, pàg. 359.

73
Tant si aquesta pregària parteix com a resposta a un desig explícit
del difunt, manifestat en el testament, com si té lloc impulsada per un
sentiment de deure de caritat dels vius envers les ànimes del Purgatori,
la traducció pràctica d'aquesta intercessió són les misses post mortem
i les fundacions. Unes i altres tenen com a objectiu pal·liar el temor
davant la incertesa sobre el destí final de l'ànima del difunt i, final-
mente, procurar que aquesta no hagi de ser sotmesa a les penes del
Purgatori, el temor al qual estava fortament arrelat a l'època. 2
Poques són les manifestacions explícites que hom troba als testa-
ments sobre la preocupació per la salut de l'ànima del difunt i la in-
quietud pel més enllà, però en la majoria de les últimes voluntats
trobem una prova de la importància que tots coincideixen de conferir
a aquests sentiments, detectada principalment en la celebració de mis-
ses i l'establiment de fundacions que el difunt demana per tal de faci-
litar-li el trànsit a l'altre món. Així, les misses i fundacions assoleixen
tal importància que esdevenen, en paraules de Michel Vovelle, «el test
més massiu i nítid de la devoció». 8

LES MISSES

Així doncs, hem vist com les demandes de misses, degut a la vic-
tòria de la por al Purgatori i la imposició de la creença en el deure
dels vius d'intercedir per l'ànima dels difunts i mitjançant la prudèn-
cia de reservar una part dels béns terrenals atorgats per Déu per al
consol de la pròpia ànima i de les d'aquells pels quals hom té l'obli-
gació de pregar, assoleixen la categoria de mitjà idoni per a la inter-
cessió davant les autoritats celestials en favor dels difunts.
Però aquesta idoneïtat i la generalització de la pràctica, que ha as-
senyalat Pierre Chaunu en el seu estudi, no ha d'anar acompanyada
forçosament per una uniformitat en la seva manifestació. 4 Encara que
el mòbil és sempre el mateix, és a dir, la preocupació i l'angoixa que
aflora a l'hora d'enfrontar-se a la mort, el temor que el difunt no gau-
deixi de la presència de Déu, la por al Purgatori preconitzada per les
ensenyances de l'Església Catòlica, les manifestacions no observen un

2. Sobre la por al Purgatori i l'acció de l'Església Catòlica a partir del Con-


cili de Trento, per tal "d'apoderar-se de la mort" i imposar aquest sentiment de
temor davant una mort sense intercessió religiosa, cf. Jean DELUMEAU, «Los mie-
dos de Occidente», Debats, n. 0 8, València, juny 1984, pàgs. 62 i ss.
3. MICHEL VoVELLE, Piété baroque et déchristianisation en Provence au
XVIII• siècle, Paris, 1978, pàg. 111.
4. PIERRE CHAUNU, La mort à Paris. XVI•, XVII• et XVIIJe siècles, Paris,
1978, pàg. 10.

74
model únic : aquest sentiment religiós esdevé el motor que posa en mar-
xa el mecanisme de les demandes de misses, però aquestes no sempre
són iguals i ofereixen un ampli ventall de variants.
EI conjunt de misses més senzill consta com a mínim de tres ceri-
mònies, la primera de les quals és una missa que té lloc el mateix dia
de l'enterrament, seguida de la "novena" o "novenari" i el "cap
d'any" .G Generalment, això no és considerat suficient pel testador, el
qual acostuma a manifestar el desig que se celebrin, a més, un cert
nombre de misses. Aquest nombre, designat exclusivament segons la
voluntat del testador, pot ser però ritual: així és corrent la celebra-
ció de trentenaris, un conjunt de trenta misses que han de tenir lloc
durant el mes que segueix a la mort del difunt, o bé d'un cert nombre
de misses durant l'any que segueix a l'òbit. 6 D'ací fins a arribar a ele-
vades quantitats de misses i àdhuc a la celebració perpètua de ceri-
mònies religioses.
En qualsevol dels casos, la celebració dels oficis és prescrita pels
propis testadors «en continent seguit mon òbit» o «lo més prest sie
possible». Probablement aquesta clàusula correspon a quelcom més que
una fòrmula notarial i revela la idea d'urgència que pot correspondre
a la imatge que l'inconscient col-lectiu té del judici individual i l'expia-
ció post mortem. En alguns casos, aquesta urgència assoleix un caràc-
ter tan apressant que el testador prescriu la celebració d'un nombre
considerable de misses el mateix dia de la mort o de l'enterrament. 7
EI testador, però, pot utilitzar altres fórmules a l'hora de fixar en
el seu testament la celebració d'oficis post mortem. Així trobem casos
en els quals els atorgants del document destinen una determinada do-
tació econòmica amb la qual es pagaran les cerimònies religioses fins

5. Michel Vovelle, en el seu estudi per al cas provençal, parla d'aquest con-
junt de cerimònies com «cantat, neuvaine et bout de l'am>, al·ludint al "cantat"
com a una missa de funerals cantada. És aquest fet e~ que ens fa pensar en la
coincidència d'aquest ritus amb el que la documentació mataronina registra com
«eixida de vas novenari i cap d'any». Michel VovELLE, Piété baroque ... , pàg. 111;
A.C.A. A.N. Mataró, Josep Lluís Caramany, 512. Testaments (1693-1696). Tes-
tament de Pere Vilar, sabater, any 1693.
6. Aquest és el cas del pescador Joan Pau Castellar, el qual en 1693 prescriu
la celebració de dues misses setmanals durant l'any que seguirà a la seva mort,
a les esglésies de Sant Jaume i de Sant Simó. A.C.A. A.N. Mataró, Bonaven-
tura Vigo, 410. Testaments (1680-1707). Testament de Joan Pau Castellar, pes-
cador, any 1693.
7. El cas de Salvador Palau i Arnau se'ns revela força clar. Aquest noble
mataroní fa constar al seu testament, atorgat en 1697, el desig que se celebrin
tantes misses com puguin ser dites el mateix dia del seu enterrament, pagant-les
a 6s. cada una. A.C.A. A.N. Mataró, Antoni Gusi, 559. Testaments (1694-1737).
Testament de Salvador Palau i Arnau, ciutadà honrat de Barcelona, any 1697.

75
a exhaurir-la. Se celebraran, doncs, tantes misses com es pugui amb
una quantitat determinada de diners. 8
Malgrat això, generalment és el testador que fixa el nombre de
misses que vol que se celebrin, consignant a més el preu d'aquestes.
Això ens permet doncs efectuar un recorregut per l'evolució dels preus
dels oficis post mortem al llarg del segle. Entre 1690 i 1700, el preu
mitjà d'una missa és de cinc sous i el marge de fluctuació en que ~e
situa osciHa entre quatre i sis sous. Aquest preu es manté invariable
fins a la segona meitat de segle, donat que per al període 1740-1750
els documents contenen anotacions d'aquests mateixos preus. En canvi,
a finals de segle s'ha produït un augment de les tarifes que situa el
preu mitjà de la missa post mortem en set sous sis diners. Aquestes
escasses variacions venen donades pel fet que són els estatus sinodals
els que estableixen aquests preus.9 Igualment, podem accedir a un es-
tudi comparat de les tarifes de les misses parroquials i les misses con-
ventuals. Com en el cas de la Provença, no sembla que a Mataró les
misses celebrades als convents siguin sistemàticament més barates que
les misses celebrades a l'església parroquial. 10 Tant els preus d'unes i
altres com el repartiment del nombre entre convents i parròquia varia
segons la categoria social dels testadors i les diferents devocions im-
plantades en la societat. 11
Però abans de passar a examinar altres qüestions cal plantejar una
consideració prèvia: cal fixar-se en primer lloc en el fet mateix de

8. El calderer Joan Anglada, per exemple, destina el 1695 la quantitat de


6 Il. per a la celebració de misses post mortem a l'església de Santa Maria i als
convents de Sant Josep i de Nostra Senyora de l'Esperança. Aquesta quantitat
suposaria, aplicant el preu mig d'una missa post mortem al període 1690-1700,
és a dir, 5 s., la celebració de 24 misses en total. A.C.A. A.N. Mataró, Josep
Lluís Caramany, 512. Testaments (1693-1696). Testament de Joa11¡ Anglada, cal-
derer, any 1695.
9. Cal ressaltar que els preus enregistrats a Mataró observen una clara sem-
blança als que Michel Vovelle registra per la Provença setcentista: un preu mig
de 5 s. per missa post mortem, que pot veure' s augmentat fins a 6 o 10 s. en
casos excepcionals, i disminuït fins a 4 s. Aquestes cotes se situarien per sota
del preu mig de les misses post mortem a Barcelona durant el segle XVIII, que
Ricardo García Carcel estableix en 8 s. Michel VoVELLE, Piété baroque ... , pàgi-
na 112; Ricardo GARCÍA CARCEL, <e Morir a la Barcelona del Barroc", a L'Avenç,
n. 0 78, Barcelona, gener 1984, pàg. 58.
10. MrcHEL VovELLE, Piété baroque ... , pàg. 112. Aquest autor contrasta les
seves observacions sobre aquest tema amb les d'André Perraud, contingudes a
la seva tesi Etude sur les testaments d'après la coutume de Bretagne, Rennes,
1921, segons les quals en aquesta regió francesa les misses conventuals són siste-
màticament més barates que les misses parroquials.
11. Sobre la distribució de misses i fundacions, cf. infra, cap. VI.

76
la demanda de misses o la seva absència. Aquesta, encara que no gaire
freqüent, també es pot detectar als testaments i revela fins a quin punt
pot ser ambigua una actitud si l'examinem partint del reflex que ha
deixat a la documentació.
L'absència de demandes de misses als testaments és una dada fàcil-
ment quantificable, però difícilment interpretable. En primer lloc, no
podem confondre aquesta amb la transferència de la potestat resolutiva
dels testadors als marmessors en aquesta matèria. Entre alguns grups
socials, aquest augment del paper decisori dels marmessors per establir
el nombre de misses a celebrar per l'ànima del difunt serà la tendència
dominant que s'anirà imposant al llarg de tota la centúria.
Però aquest no és el cas. Nosaltres ens referim al silenci total,
aquest silenci que té diferents lectures, des de la indiferència fins al
total abandó en mans de Déu, passant per la confiança extrema envers
els familiars i marmessors, de tal manera que no es fa necessà la
consignació al document notarial de disposicions d'aquesta naturalesa.
Aquesta ambigüitat en la interpretació de la informació que sobre
aquesta matèria aporta el testament afecta també el cas contrari: és a
dir, la fixació detallada de les cerimònies religioses té a l'igual que el
que fins ara hem exposat, diferents lectures que poden anar de la por
quasi irracional a les flames del Purgatori fins a la concepció extrema-
dament elaborada i notòriament elitista de la comunió dels sants.
Abans de qualsevol altre qüestió, i per a aprofundir en la nostra
anàlisi, no podem sostreure'n s a una sèrie d'interrogacions obligades.
Les generalitats que fins ara hem assenyalat, la panoràmica més o
menys uniforme, s'imposa realment de la mateixa manera en el si de
la societat mataronina del segle xvnr? Tots els grups socials s'enfron-
ten al fenomen de la mort amb els mateixos sentiments i adoptant una
mateixa actitud? Com es reflecteix aquest «viure la mort)) en les de-
mandes de misses formulades pels mataronin s?
Una anàlisi acurada de les disposicions testamentàries segons la
categoria social de l'atorgant ens pot donar la resposta, o almenys,
apuntar-no s algunes vies de solució al problema plantejat.
El grup nobiliari manifesta una sèrie de comportaments específics
en el si de les classes privilegiades. Lògicament, l'accés a fonts erudites
comporta la configuració d'una cultura que marca una pauta de com-
portament especial, caracteritzada de forma importantísima per l'em-
premta del sentiment religiós.
Com ja hem assenyalat, l'Església militant de la Contrareforma
s'ha apoderat del fenomen de la mort imposant dos trets fonamentals
mitjançant la penetració del sentiment religiós en la població. La idea
d'insegure tat del destí de l'ànima que preocupa al testador quan es

77
planteja l'existència de la vida eterna, es tradueix en la marcada ten-
dència a establir en els testaments la celebració d'aniversaris perpetus a
12
la salut de l'ànima per tal d'assegurar-se una constant intercessió.
Igualment, la idea d'urgència d'aquesta intercessió és present a les dis-
posicions testamentàries. Davant la imatge que l'Església presenta del
Judici Final i la comparescència de l'ànima davant de Déu, es fa ne-
cessària una immediata mediació, i els testadors són conscients d'a-
questa necessitat, com queda palès en el cas de Salvador Palau i
Arnau. 13
Una característica comuna als testaments de l'élite a la que fem
referència, a finals del segle XVII, és l'extrema indefinició de les de-
mandes de misses als testaments. Aquesta manca d'exactitud a l'hora de
formular la demanda de misses a celebrar afecta diferents factors. En
primer lloc, com hem assenyalat, una indeterminació temporal, en co-
mandar la celebració de misses a perpetuïtat. En segon lloc, una inde-
finició que afecta notòriament l'exacta quantitat de misses a celebrar.
En alguns casos, com el que ja hem esmentat, per la disposició ·del
testador que prescriu un nombre indeterminat d'oficis. En altres casos,
per l'escassa importància que el testador confereix al fet d'assenyalar
un nombre exacte. Així es manifesta en el testament de Salvador Palau
i Arnau, el qual demana la celebració de quatre misses a cada
un dels religiosos del convent de Sant Josep de Carmelites Descalços
de la ciutat. Llegint aquesta clàusula hom no pot sostreure's a la idea
que el testador no està tan preocupat pel nombre de les misses que
demana com pel fet que aquest sigui elevat i suficient per a la seva
finalitat. 14
Però aquesta indiferència envers la concreció de les demandes de
misses no es manté estable al llarg de tota la centúria. En els succes-
sius períodes que hem estudiat augmenta la definició de les característi-
ques de les demandes de misses dels notables mataronins en detriment
clar de la inconcreció característica de finals del segle XVII.
Aquest major detall ens permet fer una valoració quantitativa so-
bretot pel que fa referència al nombre mitjà de misses que encarrega
cada testador. A mitjan segle XVIII, la cota se situa en les 342 misses,
mentre que al període 1790-1800 s'ha reduït lleugerament, situant-se en
les 320. A partir d'aquestes xifres podem extreure diverses conclusions.
En primer lloc, no és aquest el gest més afectat per allò que s'ha ano-

12. Sobre les fundacions i llur significació, cf. infra, pàg. 88 i ss.
13. Cf. supra, nota 7.
14. A.C.A. A. N. Mataró, Josep Miquel Serra, 464. Testaments (1682-1693).
Testament de Salvador Palau i Arnau, ciutadà honrat de Barcelona, any 1693.

78
menat «voluntat d'humiliació» o desig de simplicitat. Al contrari que
en el cas dels oficis de rèquiem i les cerimònies que componen les exè-
quies fúnebres, aquesta intercessió menys aparatosa però constant i per
això, potser, més efectiva, no perd força al llarg del segle XVIII: el
1746 el cavaller Josep de Palau i Soler dedica el seu patrimoni a la
celebració de misses i aniversaris als diferents establiments eclesials
mataronins i, el 1790, Francesc Boter, un ciutadà honrat de Barce-
lona, a més d'establir la celebració immediata de 400 misses, disposa
que les partides de la seva companyia de comerç siguin destinades a
l'ofici de misses post mortem, en tant no siguin reclamades com a pa-
gament dels seus deutes. 16 Així doncs, aquest gest no es troba sotmès,
en les mateixes proporcions que els altres comportaments, a la pressió
exercida per una certa obligació de mantenir fins a més enllà de la
mort el prestigi i la posició social de què gaudiren en vida.
Però, a més, el manteniment de les altes cotes de celebració de
misses post mortem ens parla de les profundes arrels del sentiment re-
ligiós davant la mort que ja hem caracteritzat, alhora que ens revelen
el manteniment dels mitjans econòmics que permeten la traducció pràc-
tica de la sensibilitat.
Al costat d'aquesta élite s'alinea un altre grup dominant que diri-
girà la societat mataronina durant tot el segle XVIII. La burgesia mer-
cantil observa unes pautes de comportament properes a la noblesa. No
obstant, no podem ignorar certes característiques que confereixen una
especificitat a l'actitud d'aquest grup que socialment ocupa un lloc
preeminent al Mataró set-centista.
La burgesia mataronina al llarg del segle reuneix una sèrie d'indi-
vidus que conformen un grup ben heterogeni, sobretot des del punt de
vista econòmic; 16 igualment, la diversitat serà la nota dominant que
presidirà el conjunt de característiques que configuren el comportament
del grup.
Un sector d'aquest optarà ja a partir de finals del segle xvn per
la simplicitat. No hem d'entendre, però, aquest ,tret com una presa
d'actitud envers el barroquisme imperant, com resposta oposada a
aquest. Una anàlisi d'aquestes disposicions i altres que ajudin a donar
una visió del conjunt ens permet aportar certa llum al problema. En
els casos en què detectem una major simplicitat en les demandes de
misses, és a dir, un menor nombre d'oficis a celebrar, es registra tam-

15. A.C.A. A. N. Mataró, Josep Pintat, 652. Testaments (1746-1755). Testa-


ment de Josep Palau i Soler, any 1746. Francesc Boronat, 912. Testaments (1790-
1794). Testament de Francesc Boter, ciutadà honrat de Barcelona, any 1790.
16. Sobre la burgesia a Mataró durant el segle XIII, cf. supra, pàg. 37.

79
bé una sèrie de llegats monetaris més modestos als familiars més di-
rectes, com esposa o fills. Aquests llegats són els que ens poden orien-
tar si més no sobre les disponibilitats econòmiques dels testadors que
en aquests casos és minsa. Per tant, aquesta suposada actitud de sim-
plicitat i rebuig del fast i l'ostentació a l'hora d'encarregar la celebra-
ció de misses creiem que està lligada molt més directament a la situa-
ció econòmica del testador que no pas a una presa de postura me-
ditada i conscient.
Aquest fet és clar a la documentació estudiada per a finals del
segle XVII i a grans trets es manté fins a 1740-1750, encara que ja en
aquest moment comença a complicar-se la panoràmica que fins ara hem
dissenyat, fins arribar a finals del segle XVIII, quan la interpretació
de les xifres es fa força complexa.
Si ens referim exclusivament a les xifres que ens aporten els testa-
ments, l'evolució es presenta com a lineal i simple. Entre 1690 i 1700,
la mitjana de misses post mortem per testador és de 817, a mitjan
segle s'ha reduït a 295 i en l'últim període estudiat s'ha fixat en
197,50. D'aquí podríem extreure una imatge clara de progressiva re-
ducció del nombre de misses que traduiria una paulatina laïcització dels
comportaments de la burgesia.
Però creiem que la interpretació d'aquestes xifres és més compli-
cada o, com a mínim, hem de fer jugar altres factors que ens per-
metin establir les coordinades vàlides per a la seva interpretació.
Efectivament, entre 1700 i 1750 s'ha produït una clara regressió
de la mitjana d'oficis post 11wrtem, però aquesta ha anat acompanyada
d'un augment considerable de fundacions (augment que es pot estimar
en el 300 % ). A més, aquest creixement de les fundacions ha tingut
lloc al si del sector de la burgesia mercantil econòmicament més po-
tent ; així doncs, mentre els burgesos més rics canvien les seves de-
mandes de misses per les fundacions, els petits comerciants i botiguers
segueixen formulant llurs modestes demandes d'oficis post mortem.
Aquest fet ens dóna, doncs, la dimensió del canvi quantitatiu que es
registra fins al període 1740-1750.
Què s'esdevé cap a finals de segle? La qüestió apareix aquí compli-
cada per un tercer fet a destacar. Fins ara, la cessió de la capacitat
resolutiva del testador en matèria de demandes de misses havia estat
nul·la, i el paper dels marmessors es limitava a la distribució de les
misses encarregades pel testador entre els diferents establiments ecle-
siàstics del lloc. Però a la documentació del període 1790-1800 aquesta
confiança respecte als membres de la família es manifesta ben clara-
ment. Un 41,66% dels testadors deixen explícitament en mans de
llurs marmessors l'establiment del nombre, lloc i preu de les misses

80
post mortem a celebrar per a la seva ànima; i, curiosament, aquesta
manifestació de la solidaritat familiar que buidarà de contingut de
forma lenta allò que hem anomenat el testament espiritual, es mani-
festa prioritàriament entre els membres econòmicament més poderosos
de la burgesia mercantil, alhora que continuen mantenint-se les funda-
cionsP Les demandes de misses segueixen, doncs, tenint lloc entre els
sectors més modestos de la burgesia mercantil, la qual cosa explicaria la
disminució de la mitjana de misses post mortem per a aquest pe-
ríode (197,5).
Però tornem enrera i examinem les característiques de les grans
demandes de misses de finals del segle xvn efectuades pels comer-
ciants mataronins. Igual que en el cas de la noblesa, aquest sector de
la burgesia observa un comportament marcat per la inseguretat i la
urgència, derivades ambdues de l'arrelat sentiment religiós. Si bé la
primera té una traducció pràctica molt semblant a la que hem assenya-
lat en el cas de la noblesa -l'abundant prescripció de celebració d'ani-
versaris i establiment de fundacions-, la segona adopta una manifes-
tació diferent. Certament, l'élite mercantil, inclosa en el mateix cercle
cultural que la nobiliària, adopta una pauta de comportament molt
semblant davant la preocupació religiosa per la salut de l'ànima: són
abundants les demandes de misses al llarg de la primera meitat del
segle -assenyalem les 2850 misses de Joan Boria, les 1325 encarre-
gades per Joan Pau Gassia o fins i tot les 1000 demanades per Jaume
Carbonell 18- , i fins i tot, malgrat els fets que hem assenyalat, en tro-
bem alguna a finals de segle, com la del botiguer Pere Anton Rovira,
el qual encarrega el 1795 la celebració de 750 misses repartides entre
les esglésies principals del poble. 19

17. Aquests són els casos de Josep Estruch, Joan Ponsjuan o Francesc Re-
corder. Tots ells deixen en mans dels marmessors la designació del nombre de
misses a celebrar. Això no vol dir, però, que observin una actitud de desinterès
pel destí de llur ànima; igualment, cap d'ells representa al sector ,menys afavorit
des del punt de vista econòmic, de la burgesia mataronina: en efecte, tots tres
pertanyen a una confraria que opera al sí de l'església parroquial, la qual cosa
ens dóna la mesura de llur activitat religiosa; per altra banda, la mitjana dels
llegats als familiars que aquests tres testadors efectúen és de 1200 lliures.
A.C.A. A.N. Mataró, Francesc Boronat, 912. Testaments (1790-1794). Testa-
ments de Francesc Recorder, any 1791, i Joan Ponsj¡uan, any 1794. Antoni Tor-
ras, 947. Testaments (1786-1800). Testament de Josep Estruch, any 1796.
18. A.C.A. A.N. Mataró, Segimon Ros, 392. Testaments (1685-1707). Testa-
ment de Joan Pau Gassia, any 1694. Josep Lluís Caramany, 512. Testaments
(1693-1696). Testament de Joan Boria, any 1695. Josep Pintat, 651. Testaments
(1723-1745). Testament de Jaume Carbonell, any 1745.
19. A.C.A. A.N Mataró, Anton T01-ras, 947. Testaments (1786-1800). Testa-
ment de Pere Anton Rovira, any 1795.

81
Però només amb una lectura somera de la documentació ja ens
adonem de la característica diferenciadora i singular envers la noblesa.
Així com les demandes d'aquesta es caracteritzaven, sobretot a finals
del segle xvn, per una certa indeterminació, les disposicions testamen-
tàries d'aquesta burgesia estan presidides per la fixació i la minucio-
sitat. En lloc d'aquesta despreocupació que els nobles mataronins
mantenen envers les clàusules que pertoquen a la regulació estricta de
les demandes de misses, ens trobem davant una detallada regulació
del nombre, preu, lloc i intercessor al qual van dirigides les misses que
demana el testador, fent gala així d'una extrema minuciositat que ca-
racteritzarà les diferents clàusules d'aquests testaments. Res no es
deixa en mans de l'atzar perquè fins i tot quan el testador no s'encar-
rega per ell mateix d'establir les demandes de misses, cas aquest que
es dóna com ja hem vist a finals del segle XVIII, indica explícitament
que seran els marmessors les persones encarregades de fer-ho, en lloc
de deixar constància al testament d'aquest detall.
Però sens dubte, el grup que observa una actitud més estable i
menys canviant dins de les élites mataronines al llarg de tot el segle és
el clergat. Llurs testaments es caracteritzen al llarg del període per
les demandes de misses més modestes que la resta dels grups socials
fins ara estudiats. Entre 1690 i 1700, les demandes de misses man-
tenen unes cotes molt baixes respecte a les assolides per la noblesa :
se situen al voltant de les 230 misses per testador. Però aquesta no és
la característica principal d'aquest primer període estudiat. El que
cal ressaltar, creiem, és la confiança respecte a la comunitat eclesial
de la qual fan gala els clergues mataronins quan en llurs testaments
deixen en mans dels altres membres de la mateixa la fixació de les
demandes de misses post mortem que han de celebrar-se. Tal com fa
constar als documents, tant la cerimònia d'enterrament com les misses
a celebrar amb posterioritat s'ajusten a allò que ja ha estat prèvia-
ment establert per les autoritats eclesiàstiques. Així es recull al testa-
ment d'un frare carmelita del convent de Sant Josep de Mataró: «En
lo de la sepultura no tinch que disposar per quant en dita religió està
ja ordenat sobre les sepultures dels religiosos». 20
En períodes successius, la mitjana de misses per testador entre els
clergues es mantindrà estable (1740-1750: 253; 1790-1800: 166). A fi-
nals de segle, però, es registrarà una disminució ostensible de les ceri-
mònies post mortem, alhora que detectem un major protagonisme dels
marmessors com a encarregats de fixar les misses que han de tenir

20. A.C.A. A.N. Mataró, Josep Lluís Caramany, 512. Testaments (1693-1696).
Testament del germà Miquel de Jesús Maria, any 1696.

82
lloc: efectivament, a mitjan segle és el 28,5 % dels testadors eclesiàs-
tics que deixen en mans dels marmessors aquesta decisió, mentre que
entre 1790 i 1800 aquest percentatge se situa en un 40 %.
Així doncs, al llarg de tota la centúria es conforma una pauta de
comportament a cavall entre dues consideracions: en primer lloc, la
consciència de la necessitat d'una intercessió des de la terra, impulsa
els testadors a realitzar demandes de misses, i sobretot diverses fun-
dacions que apareixen en els tres períodes estudiats; però a aquesta
convicció se suma un fidel reflex dels postulats de l'Església amb re-
ferència al sentiment de la mort. En tant que és possible es redueixen
les demandes de misses com a tribut no tant al rebuig de pràctiques
excessivament ostentoses, com a la confiança externa en la bondat de
Déu per acollir l'ànima del difunt i en l'acció conscient de la resta de
la comunitat, que no privarà a aquest d'una mediació necessària per
a la seva salvació. És, doncs, l'abandó en mans de Déu la nota carac-
terística de l'actitud dels clergues davant la mort, un abandó, però,
parcial i matisat, com si, encara que la confiança sigui gran, una inter-
cessió constant que parteixi d'entre els vius, no sigui despreciable, ans
al contrari necessària i eficaç.
El cas de la pagesia mataronina és potser el més difícil d'interpre-
tar. En el capítol precedent vèiem com respecte a les exèquies fúnebres
es conformava un model intermedi entre la grandiositat de les élites
socials a començaments de segle i la senzillesa de les clases populars
a finals del període estudiat.
Respecte a les demandes de misses entre els pagesos mataronins
al llarg del segle XVIII no podem observar el mateix. La mitjana de
misses post mortem a celebrar es manté estable al llarg de tota la pri-
mera meitat de la centúria (132,28 per a 1690-1700 i 132,45 per a 1740-
1750), i llunyà al de les élites mataronines. En canvi, la davallada a
finals de segle serà notòria (52,5), però anirà acompanyada per un fort
increment del percentatge de testadors que confien aquesta decisió als
marmessors (es passarà del 8,34% a mitjan segle, al 33,33% entre
1790 i 1800).
Quins són els trets fonamentals a ressaltar en les demandes de
misses dels pagesos de Mataró? En primer lloc, la disparitat. Els
marges en què es mouen les quantitats totals de misses que encarre-
guen els testadors són molt amplis. Per al período 1690-1700, es poden
situar entre un mínim de 50 i un màxim de 300; aquest marge 1es
veurà ampliat per al període següent (mín. 8, màx. 500) i es restrin-
girà a finals del segle XVIII per situar-se en les cotes més baixes asso-
lides (6 i 200). Així doncs, queda palesa una gran variació en les de-
mandes de misses, variació que reflecteix en part la situació econòmica

83
de la pagesia mataronina, que observa grans contrastos. Però a més hi
ha una sèrie de factors que juguen un paper important. Les demandes
de misses dels pagesos no guarden una relació tan directa amb la seva
situació econòmica com en altres casos, especialment el de les classes
populars urbanes. L'elevat nombre de misses que contenen algunes de-
mandes, sobretot fins a mitjan segle, no ens permeten concloure que
hi havia una voluntat de simplicitat en les cerimònies degudes al difunt.
Igualment, el recurs reiterat a modalitats en les demandes de misses
que no es troben amb la mateixa freqüència en altres categories sòcia-
professionals, i la detallada fixació de què són objecte, són caracte-
rístiques remarcables d'aquests testaments.
Efectivament, és un tret fonamental de les demandes de misses dels
pagesos mataronins, sobretot a finals del segle XVII, l'assiduïtat amb
la qual apareixen quantitats rituals de misses post mortem. Ja havíem
assenyalat com sovint apareixen xifres que es repeteixen a la docu-
mentació, encara que el nombre de misses respon exclusivament a la
voluntat de l'atorgant del testament. Un d'aquests casos és el dels tren-
tenaris. Aquest conjunt de trenta misses, del qual ja hem parlat, cobra
en el si de les classes populars urbanes i també de la pagesia de Ma-
taró una gran importància, i ve a sumar-se a l'establiment de nom-
broses fundacions, sobretot d'aniversari. Cal ressaltar també el recurs
a una pràctica no gaire freqüent per establir el nombre d'oficis post
mortem que s'han de celebrar. Generalment, els testadors opten per
fixar el nombre, preu i lloc de celebració de les misses que demanen,
però hem vist com hi ha un altre mitjà per formular aquesta demanda.
És l'establiment d'una certa suma de diners dedicada a pagar els sufra-
gis que es puguin dir per l'ànima del difunt, fins a exhaurir-la.
Així es va conformant durant tota la centúria una panoràmica
característica del camp mataroní i complicada en la seva interpretació.
Els trets fonamentals seran una dependència entre les demandes de
misses dels testadors i llur posició econòmica, que no arribarà mai
a ser tan absoluta com en el cas de les classes populars urbanes. Això
marcarà la manifestació d'un sentiment religiós de forma estable du-
rant la primera meitat del segle XVIII, mentre que, en la segona, la
progressiva importància que assoliran els marmessors com a executors
de la voluntat del difunt amb poder, fins i tot, de decidir sobre qües-
tions tan importants com la mediació per la seva ànima, es farà més
difícil la constatació d'aquest fet.
Aquest sentiment religiós sovint prendrà el recurs a fórmules tra-
dicionals d'intercessió, com el cas dels trentenaris o les fundacions,
evidenciant així una profunda preocupació pel destí de l'ànima des-
prés de la mort, com una actitud marcada per comportaments més

84
allunyats de les influències erudites de l'Església que actuen en el món
urbà amb prioritat, conservant, però, certs atavismes molt arrelats a
l'àmbit rural.
Molt diferent és, però, el quadre que ofereixen les demandes de
misses en els testaments de jornalers i bracers durant tot el segle. La
quantitat d'oficis post mortem fixats als documents és molt més reduïda
que en els casos anteriors. Entre 1740 i 1750, la mitjana és de 24,8
misses i a finals de segle es fixa en 38. En aquest cas, i veient no
solament les demandes de misses, sinó també els llegats als familiars
i les característiques de les exèquines fúnebres, les escasses misses de-
manades per cada testador venen marcades també per l'escassa dispo-
nibilitat econòmica dels jornalers mataronins. Això explicaria clara-
ment el fet que entre 1740 i 1750 un 56,25 % dels testadors no facin
constar en llurs últimes voluntats cap referència, més quan en la tota-
litat dels casos enregistrats els funerals encarregats responen al model
més senzill que es dissenya, constant només d'un ofici doble menor
celebrat a la parròquia mataronina, alhora que els llegats als familiars
osciHen entre xifres molt reduïdes (10-20 lliures). Així doncs, sembla
que allò que podria passar per una despreocupació de la intercessió
per l'ànima del difunt no és més que la manifestació d'una clara inca-
pacitat econòmica per dotar-se d'un gran nombre de misses.
En canvi, a finals de segle, la panoràmica ha variat ostensiblement.
La mitjana de misses per testador ha augmentat, com ja hem indicat,
però el fet més significatiu no és aquest, sinó l'elevat percentatge de tes-
taments on es deixa en mans dels marmessors la fixació dels oficis
post mortem. Entre 1790 i 1800 representen el 36%, mentre que a
mitjan segle només eren el 6,25 % ; aquest increment de la manifesta-
ció de confiança envers els familiars junt amb una petita millora de la
situació econòmica dels jornalers, són les notes característiques de la
situació a finals del segle XVIII.
En definitiva, volem deixar palesa la nostra creença en el fet que
dins d'aquest grup el que dóna la mesura exacta del comportament
és el component econòmic, és a dir, la quantitat més o menys elevada
de misses post mortem depèn principalment dels diners que es puguin
dedicar a pagar-les. Creiem del tot errat veure en aquestes petites de-
mandes una despreocupació o un rebuig a la sumptuositat, i no una
obligada conducta per part de gent a la qual no se li presenta cap
altra alternativa de comportament perquè no està al seu abast.
Hem descrit en aquestes últimes línies l'actitud del grup econòmi-
cament més dèbil de la societat mataronina. Les classes populars urba-
nes observen una pauta de comportament amb algunes diferències res-
pecte dels estrats més baixos del camperolat mataroní.

85
La mitjana de misses per testador es manté força estable al llarg
de tota la centúria. A finals del segle xvu se situa en unes 45 misses;
aquesta xifra augmenta durant la primera meitat del segle XVIII per
arribar a 59 i es redueix paulatinament entre 1750 i 1800 fixant-se
a finals del període estudiat en 41. Amb tot, com podem apreciar, el
marge de les variacions és molt estret. El que sí observa una evolució
constant és la importància del paper conferit als marmessors; durant
tot el segle veiem com augmenta paulatinament el percentatge de tes-
tadors que deixen en mans dels seus familiars i amics les demandes
de misses, passant del 9% en 1690-1700, al 17 % a mitjan segle i al
23,33 % a finals del període estudiat, incrementant-se doncs de manera
clara la confiança en els mecanismes de solidaritat familiar que actuen
en el si de les classes populars, sobretot quan es manté una forta vida
corporativa i comunitària, com en el cas de l'artesanat agremiat.
En el cas de mariners i pescadors, aquestes mostres de solidaritat
intergrupal són també manifestes sobretot a partir de la segona meitat
del segle, quan s'incrementa el percentatge de testadors que traspassen
llur capacitat resolutiva als marmessors, de 14,81 a 52%.
Però, a diferència dels artesans, les demandes de misses formulades
per la gent de mar observen una clara tendència a l'alça durant la se-
gona meitat del segle. Partint d'una mitjana de 41,7 a finals del se-
gle XVII, entre 1740 i 1750 aquesta se situa en 35 misses i a finals de
la centúria en 96,4. Aquesta diferència ve donada. creiem, per una sèrie
de factors estrictament econòmics : en el cas sobretot dels mariners,
l'augment de la mitjana de misses per testador estaria en relació di-
recta amb la progressiva importància econòmica que assolí aquest col-
lectiu al llarg de ,la segona meitat del segle, quan vincularen la seva
activitat professional amb el comerç. 21
En canvi, en el cas dels artesans l'estabilitat de les demandes de
misses, contrastada amb la resta dels indicadors, tant sobre el senti-
ment religiós com sobre el potencial econòmic del testador, és a dir,
l'elecció de sepultura, les exèquies fúnebres i els llegats als familiars
ens parlen d'una posició econòmica estable de l'artesanat mataroní.
Aquesta dependència de les possibilitats econòmiques del testador
junt amb el paper protagonista dels marmessors com a executors tes-
tamentaris són les característiques bàsiques de l'actitud religiosa de les
classes populars urbanes, enriquida a més per una sèrie de devocions
arrelades respecte als sants patrons, de la qual en parlarem amb pos-
terioritat.

21. Sobre la posició econòmica dels mariners, cf. supra, pàg. 38.

86
Així doncs, podem intentar dissenyar a partir de les reflexions que
hem aportat, una panoràmica de l'actitud religiosa a partir de la in-
formació que contenen les clàusules en les quals es fixa la celebració
de les misses post mortem.
Al si de les classes dirigents l'angoixa davant la incertesa del destí
de l'ànima i la urgència d'una intercessió immediata pel descans etern
del difunt no troba cap obstacle per manifestar-se explícitament en
quantioses demandes de misses. Les élites urbanes tenen els mitjans
que permeten una plasmació pràctica del sentiment religiós imperant
durant tot el segle.
Dins d'aquest sector de la societat mataronina, el pes de les doctri-
nes de l'Església que advoquen per una confiança major en la bondat
de Déu i un abandó en les seves mans té un eco gairebé nul en el cas
de la noblesa i la burgesia i una mica més important en el cas del
clergat, a mig camí entre l'obediència a aquestes ensenyances de l'Es-
glésia i el pes que exerceix sobre els comportaments el convenciment
que la necessària pregària pels difunts constitueix un deure de caritat,
alhora que suposa un mitjà útil per assegurar-se el descans etern de
l'ànima.
Però en el cas de les classes populars aquesta actitud està marcada
per un fet decisiu. A l'igual que en el cas de les classes dominants, el
sentiment religiós està fortament arrelat i es manifestaria de la mateixa
manera que en l'altre cas si no fos perquè existeix un clar entrebanc:
les disponibilitats econòmiques del testador actuen com a obstacle se-
riós quan l'actitud religiosa vol manifestar-se lliurement i en tota la
seva amplitud.
Així doncs, ens inclinem a assenyalar no tant una actitud diferent
respecte a la necessitat de mediació per l'ànima del difunt com una
manifestació distinta d'un mateix sentiment, marcat sobretot per una
sèrie de factors aliens al fenomen en si com pot ser la situació econò-
mica del testador. Igualment, volem destacar la creixent solidaritat
intergrupal que es plasma en el paper protagonista dels marmessors
i que no suposa en cap cas, segons el nostre parer, una manca d'in-
terès respecte a aquest afer; ens mostra, més aviat, una forta vivència
comunitària de la religiositat, de tal manera que els testadors tenen
el convenciment que les persones que els envolten sabran trobar 'el
mitjà idoni per assegurar-se el descans etern, assolit gràcies a la inter-
cessió davant les autoritats celestials.
Per això, fins i tot a finals del segle xvrn no detectem, en cap cas,
indicis de la desaparició d'una actitud davant la mort marcada forta-
ment per l'emprenta religiosa. Les misses post mortem segueixen es-
sent un mitjà al qual hom pot recórrer amb la seguretat que donarà

87
bon resultat respecte al descans etern de l'ànima del difunt i el que sí
podem constatar, a I'ígual que s'esdevé en el cas de les pompes fúne-
bres, és en última instància un pas cap al canvi del caràcter del testa-
ment que lentament va deixant de ser una curiosa pregària feta davant
notari per esdevenir un document legal en el qual l'atorgant regula el
destí dels seus béns.

LES FUNDACION S

AI costat d'aquestes misses estipulades pels testadors especificant


nombre, preu, data d'execució i lloc, la tradició manté vives les misses
de fundació, és a dir, aquells oficis que el testador demana que siguin
celebrats, bé en un termini de temps llarg, bé a perpetuïta t.22
Les primeres suposen una escala intermèdia entre les demandes
de misses que es formulen correntme nt i les fundacions perpètues,
guardant una sèrie de característiques pròpies que marquen les dife-
rències respecte a les altres fundacions que posteriorm ent analitzarem.
EI cas més corrent i que apareix més sovint a la documentació són
els trentenaris, dels quals ja hem parlat anteriorment. Es tracta d'una
pregària que es desenvolupa en un temps més dilatat i fixat detallada-
ment (els trenta dies que segueixen a la mort del testador) i amb un
cost econòmic més mesurat que no pas les fundacions a perpetuïta t (fins
a 1740-1750, es pot calcular en 7 lliures, 10 sous). Això la converteix
en una modalitat d'intercessió ideal per a les classes populars amb
escassos recursos econòmics però profundament preocupades pel des-
cans etern de llur ànima: la trobem amb bastant freqüència entre les
demandes de misses dels artesans, mariners i pescadors i, fins i tot,
els pagesos mataronins s'inclinen per aquesta pràctica a finals del se-
gle xvn. 23 Per la seva durada en el temps, als trentenaris segueix
aquell conjunt de fundacions que es desenvolupa durant l'any que
segueix a la mort del testador. Naturalment, la dotació econòmica
d'aquest tipus de cerimònies és bastant més elevada i, per tant, roman

22. Baudilio Barreiro parla de "temps mig" i "temps llarg" per diferenciar
aquests dos tipus de misses de fundació. BAUDILIO BARREIRO, «La nobleza astu-
riana ante la muerte y la vida», a Actas del li Coloquio de Metodología His-
tórica Aplicada: La dommentación notarial }' la Historia, Santiago de Campos-
tela, 1984, vol. II, pàgs. 46-51.
23. Per al període 1690-1700, el percentatge de demandes de trentenaris és el
següent: 33,33 % entre els artesans; 26,66 % entre pescadors i mariners i 35,7 %
entre pagesos.

88
reservada als testadors que gaudeixen d'una situació econòmica més
favorable. 24
Però sens dubte són les fundacions de llarga durada i les perpè-
tues les que assoleixen una importància capital per al període que
estem estudiant.
Quina és la profunda significació de les fundacions perpètues?
Creiem que Pierre Chaunu les ha definit d'una forma encertadíssima:
Les fundacions perpètues tradueixen una millor aproximació a l'Eter-
nitat, ja que intenten organitzar una forma d'intercessió que res no deu
interrompre fins a la fi del món. La noció d'una intercessió perpètua,
d'un acompanyament en la successió de tots els instants suposa un
més enllà de la mort, que ja no és senzillament un suplement de dura-
ció, en una paraula, una simple «sobreduració». Existeix una qualitat
en la fundació que no es troba en la negociació d'una enorme compra
de misses. 25
Efectivament, les fundacions són una modalitat d'intercessió que
desafia el temps. Recull així la genuïna substància del culte als morts,
del qual ja hem parlat: és el vincle que fa sempre necessària la me-
diació dels vius per l'ànima del difunt i la intercessió que pot exercir
el mort per beneficiar els seus familiars que resten vius, perquè la in-
certesa que l'ànima del difunt ha assolit el descans etern del paradís
és sempre present en el pensament dels vius i aquests temen que mai
no sigui suficient l'acció que en llur favor desenvolupen els difunts.
Però sens dubte són els mateixos testadors els qui millor entenen
la significació de les misses de fundació. En llurs paraules, contingudes
als testaments, es reflecteixen tots els components i la finalitat d'a-
questa intercessió. Veiem, per exemple, com ho expressa Francesc
Moreu, un comerciant mataroní que el 1793 dicta en el seu testament
la fundació d'una missa anual perpètua, establint-la «a honra i glòria
de nuestro Senyor Déu Jesuchrist, de la sua santíssima Mare la Verge
Maria, de tots els sants i santes de la cort celestial, en satisfacció ,de
les mias culpas i pecats, en sufragi de la mia ànima, de la de mos
pares, avis i demés per qui tinch obligació a Déu pregar». 26
Però la voluntat i la capacitat econòmica del testador no són el
mateix i sovint ambdues poden plantejar un conflicte; perquè les fun-
dacions de llarga durada són privilegi dels rics. Aquesta taxativa afir-
mació de Pierre Chaunu és, segurament, molt matisable però bàsica-

24. Cf. supra, nota 6.


25. PIERRE CHAUNU, La mort à Paris ... , pàg. 410.
26. A.C.A. A.N. Mataró, Antoni Torras, 947. Testaments (1786-1800). Tes-
tament de Francesc Moreu, comerciant, any 1793.

89
ment certa. Efectivament, una fundació a perpetuïtat requereix una do-
tació econòmica gens despreciable. Generalment, les fundacions per-
pètues es finançaven mitjançant un censal amb la pensió del qual es
pagaven anualment els sufragis. 27 Però aquesta no pot ser una pràctica
generalitzada pel que implica d'alta disponibilitat econòmica. La fór-
mula més corrent és la cons.ignació d'una determinada quantitat de di-
ners destinada a sufragar les despeses d'aquestes cerimònies. Aquesta
fórmula, però, imposa una limitació temporal, ja que evidentment qual-
sevol testador ignora fins quan haurà d'ésser celebrada la missa que
encarrega a perpetuïtat.
Així doncs, en un alt percentatge de casos aquestes fundacions, en-
cara que de llarga durada, no tenen caràcter perpetu. Fins a mitjan
segle XVIII es consigna als testaments una dotació econòmica que per-
meti la celebració de la missa durant vint anys, de forma majoritària.
Però cap a finals del període estudiat aquesta durada varia i, en bona
part dels casos, no és posible conèixer el temps de duració d'aquesta
intercessió donada la manca de dades per calcular-la.
Però a més de saber fins quan s'han de celebrar aquestes misses,
la data concreta en què han de tenir lloc ens pot resultar reveladora de
l'univers de devocions del testador. La data de celebració d'aquestes
misses no sempre es consigna en l'última voluntat, però quan apareix
sol s.er generalment el dia de la mort del testador, o el dia de l'ono-
màstica del mateix. Però no és això una regla que es compleixi obli-
gatòriament; de vegades l'atorgant del document prefereix la celebració
d'aquests oficis en dies assenyalats del calendari litúrgic, com és el cas,
per exemple, de Salvador Cot, qui el 1745 demana que una de les
dues misses anuals que estableix sigui celebrada el 25 de gener, dia en
què se celebra la conversió de Sant Pau. 28 Les devocions particulars
es mostren clarament a través d'aquestes clàusules: els sants patrons
i les festes lligades a la vida comunitària de cada individu són sovint
beneficiaris d'aquesta demanda d'intercessió que programa el difunt
abans. d'abandonar el món dels vius. 29

27. És el cas, per exemple, de la fundació establerta pel pagès Josep Marot,
el qual encarrega la celebració d'un aniversari perpetu a la capella de Sant Car-
les, el qual serà pagat mitjançant un censal de preu 41 lliures i pensió 2 lliures
1 sou. A.C.A. A.N. Mataró, Josep Lluís Caramany, 512. Testaments (1693-1696).
Testament de Josep Marot, pagès, any 1695.
28. A.C.A. A.N. Mataró, Josep Pintat, 652. Testaments (1746-1755). Testa-
ment de Salvador Cot, pagès, any 1745.
29. No ens pot extranyar que sigui un mariner Josep Gual, qui el 1744 de-
mani que un dels quatre aniversaris que encarrega se celebri el dia de la Mare
de Déu del Carme. A.C.A. A.N. Mataró, Josep Pintat, 651. Testaments (1723-
1745). Testament de Josep Gual, mariner, any 1744.

90
Però podem adonar-nos millor de la importància assolida i l'evo-
lució observada per les fundacions si realitzem, com en els altres casos,
una anàlisi sòcia-professional.
La noblesa mataronina manté durant tot el segle XVIII un alt per-
centatge de fundacions. Entre 1690 i 1700, el 33 % dels nobles mata-
ronins estableixen misses de fundació. Aquestes fundacions consistei-
xen en aniversaris perpetus, és a dir, la celebració d'una missa anual
a perpetuïtat en un establiment eclesial de la localitat. Però en períodes
successius aquesta situació canviarà radicalment. Per una banda, un
alt percentatge de testadors segueix establint fundacions amb les ma-
teixes característiques generals; però, per altra part, es posa en marxa
un mecanisme que fins ara no havia actuat. És el que Ricardo García
Carcel ha anomenat «pietat alternativa>>, és a dir, la disposició que a
la mort dels hereu, els béns dels testadors hauran de ser destinats a
misses i fundacions. 30 Entre 1740 i 1750, aquest tipus de disposició
s'alternarà amb l'establiment de grans quantitats de misseS! i aniversa-
ris, a raó de la dotació econòmica que es consigna per a tal fi, assolint
però una gran importància pel volum de les fundacions que es con-
signen als documents. 31 A finals de segle, aquesta pràctica s'haurà

Però qui potser dóna la mesura més exacta de fins a .quin punt .els destina-
taris de les fundacions conformen l'univers de devocions de l'atorgant, és Salvador
Vilaseca, un patró mariner mataroní que el 1793 fixa que els dies de celebració
de les cinquanta misses que funda han de ser les festivitats de Sant Josep, Santa
Anna, Sant Joaquim, Nostra Senyora del Carme, Santa Teresa, Sant Salvador,
Santa Margarida, Santa Lluïsa, Sant Oleguer, Sant Albert, Sant Ignasi, Sant
Antoni, Santa Rita, Sant Miquel, Sant Joan Baptista, Sant Andreu, Santa Ju-
liana i Santa Semproniana, Nostra Senyora de la Candelera, els Reis d'Orient,
el dia de Nadal i el dia de Cap d'Any. A.C.A. A.N. Mataró, Francesc Boronat,
912. Testaments (1790-1794). Testament de Salvador Vilaseca, patró mariner,
any 1793.
30. RrcARDO GARCÍA CARCEL, «La muerte en la Barcelona del Antiguo Régi-
men», a Actas del li Coloquio de Metodología Histórica Aplicada: La documen-
tación notarial y la Historia, Santiago de Compostela, 1984, vol. 11, pàgs. 115-124.
31. A.C.A. A.N. Mataró, Josep Pintat, 652. Testaments (1746-1755). Testa-
ment de Joan de Palau i Soler, cavaller, any 1746. Aquest testador destina tota
la seva herència a la celebració de misses i aniversaris a l'església de Santa
Maria, el convent de Sant Josep i l'hospital de Sant Jaume.
En canvi, el ciutadà honrat de Barcelona Tomàs Godori estableix a través del
seu testament, atorgat el 6 d'abril de 1747, que, quan mori la seva filla, els seus
béns hauran de ser destinats a la fundació d'una missa perpètua quotidiana que
ha de celebrar-se al convent de religioses caputxines de Mataró, de les quals
la primera de cada mes haurà de ser una missa alta o cantada. A.C.A. A.N. Ma-
taró, Salvador Torra, 797. Testaments (1744-1751). Testament de Tomàs Godori,
ciutadà honrat de Barcelona, any 1747.

91
implantat clarament entre els testadors, els quals recorriran a aquesta
fórmula per a l'establiment d'oficis perpetus. Amb tot el percentatge
de nobles que fixen fundacions durant tot el segle es manté durant la
primera meitat de la centúria en una evolució creixent, arribant a su-
posar el SO % del total, percentatge aquest que es mantindrà estable
fins a 1790-1800, però amb un canvi qualitatiu tan important com és
la substitució de les fundacions immediates després de la mort de l'a-
torgant del testament, per aquesta fórmula alternativa que anirà gua-
nyant adeptes al llarg de la segona meitat del segle.
En canvi, l'evolució del comportament de la burgesia mataronina,
encara que guarda semblances, té també alguns trets diferenciadors. En
primer lloc, cal remarcar el fet que el percentatge de testadors que
estableixen fundacions es va reduint progressivament durant tota la
centúria (57,14% - 46,15 % - 36,76% per als tres períodes estudiats).
Aquesta evolució és decreixent, clarament paraHela a la de la noblesa
si tenim en compte només les fundacions que tenen caràcter immediat.
Però cal ressaltar que, a diferència de l'élite nobiliària, entre la burge-
sia mercantil la pràctica de «pietat alternativa» està molt més genera-
litzada, fins i tot a finals de segle; encara que s'han reduït considera-
blement les fundacions, les que es registren tenen com a condició l'exe-
cució immediata.
El grau de complicació de les fundacions dels burgesos mataro-
nins és altíssim. En els testaments es fixen tots els detalls: lloc d'exe-
cució, periodicitat, preu dels oficis, dotació econòmica per pagar-los, etc.
Examinem un cas que ens pot donar idea de la minuciositat de què
fa gala la burgesia mercantil mataronina: El botiguer Joan Boria ator-
ga testament en 1694 i en ell estableix la celebració d'un aniversari
perpetu que haurà de celebrar-se el dia de Sant Joan a l'altar d'aquest
sant a l'església parroquial de Santa Maria. Aquest ofici haurà de ser
celebrat per un sacerdot, que rebrà cinc lliures, i dos ajudants, que
rebran sis sous cadascun; també hauran de ser presents el senyor rec-
tor, que percebrà vuit sous, i tots els preveres de l'església, que por-
taran pellís i almussa (quatre sous cadascú). A més, durant l'ofici
s'hauran de cremar sis ciris de cera blanca de quatre unces o l'equi-
valent a dues lliures de cera, que lluiran durant la missa i passaran
després a la confraria de Sant Joan Baptista. 32
Aquest exemple ens dóna la mesura exacta del caire de les funda-
cions dels comerciants mataronins, fins a mitjan segle. Entre 1790 i

32. A.C.A. A.N. Mataró, Segimon Ros, 392. Testaments (1685-1707). Testa-
ment de Joan Boria menor, botiguer, any 1694.

92
1800 les cerimònies perpètues es redueixen tant en nombre com en de-
tallisme en la seva fixació al testament : totes les fundacions consis-
teixen en la celebració d'un aniversari amb caràcter perpetu, encara
que de vegades s'estableix algun detall, com ho fa Francesc Moreu,
el qual fixa l'hora i el toc de campana un quart d'hora abans de la
missa, com a anunci. Només en un cas, el del comerciant Pere Ba-
Jansó, aquesta regla es trenca i s'encarrega una fundació de 12 misses
a celebrar el dia de la seva mort. 33
En el cas dels clergues, les característiques bàsiques són les matei-
xes. Existeix un alt percentatge dels seus membres que estableix mis-
ses de fundació, situant-se a les mateixes cotes que la noblesa i la bur-
gesia, sobretot a mitjan i finals de segle (43 % i 40 %, respectiva-
ment) i conformant així una panoràmica bastant homogènia de les
élites mataronines. Hem de fer constar, però, que, inversament als
altres casos, entre el clergat mataroní no creix la tendència, a mesura
que avança el segle, de consignar amb menys detall i establir models
màs senzills de fundacions. Ans al contrari, podríem afirmar que el
grau de complicació es va incrementant a mesura que transcorre el
temps.
Així podem passar des del senzill aniversari a la fundació de cinc
oficis de missa cantada que hauran de celebrar amb diaca i sots-diaca,
com en el cas de Pau Rams, 34 i el 1799 a l'establiment de dos oficis so-
lemnes amb concurrència de «Chanters, supernumeraris i escolans» i la
fundació d'hores canòniques, continguts al testament d'Ignasi Reniu
i Padró.35
Amb tot el fet definitiu que cal destacar és l'alt percentatge de fun-
dacions i sobretot el caràcter d'aquestes, els preus de les quals se situen
en cotes bastant elevades (en el cas de Pau Rams es consignen 470 11.
per pagar la fundació), que permeten una alineació d'aquestes pràcti-
ques al mateix rang que les dels altres grups esmentats fin ara, noblesa
i burgesia.
En els altres casos, l'evolució de les fundacions és lineal i de clar
signe negatiu. Els pagesos comencen el segle amb una alta proporció

33. A.C.A. A.N. Mataró, Antoni Torras, 947. Testaments (1786-1800). Tes-
tament de Francesc Moreu, comerciant, any 1793.
Francesc Boronat, 913. Testaments (1795-1799). Testament de Pere Balansó,
comerciant, any 1795.
34. A.C.A. A.N. Mataró, Esteve Font, 725. Testaments (1738-1749). Testa-
ment de Pau Rams, prevere i resident de l'església de Santa Maria de Mataró,
any 1745.
35. A.C.A. A.N. Mataró, Antoni Torras, 947. Testaments (1786-1800). Tes-
tament d'Ignasi Reniu i Padró, prevere de l'església de Santa Maria, any 1799.

93
de testadors que funden oficis perpetus o de llarga durada (30 % ),
percentatge aquest que encara experimentarà un petit creixement du-
rant la primera meitat de segle fins a arribar al 40 %. Però el pe-
ríode següent veurà com aquesta proporció va minvant clarament fins
a situar-se en un 8,33 %. El cas dels mariners i pescadors és molt
semblant, encara que la regressió més forta es produeix durant els
primers cinquanta anys del segle (1690-1700: 45,5 % ; 1740-1750:
11 % ; 1790-1800: 7,4 %) ; en canvi, el marge dels percentatges que
es poden extreure dels testaments de l'artesanat mataroní és més estret
i es mou entre el 15,78% de començaments de segle, el 13% de
mitjan de centúria i la total absència de fundacions entre 1790 i 1800.
Les característiques de les fundacions en aquesta part de la docu-
mentació guarden bastant d'uniformitat. Consisteixen generalment en
aniversaris perpetus a celebrar durant vint anys, la quantitat per testa-
dor és petita (la mitjana osciJ.la entre un mínim de 1,8 i un màxim
de 2,2), sense que es consignin més detalls respecte a la seva celebració.
Respecte al cost mitjà d'aquest tipus d'oficis és difícil arribar a esta-
blir-lo, ja que en la majoria dels casos no es consigna clarament o bé
el testament no conté les dades suficients per poder calcular-lo. Sí
podem, però, consignar els preus màxims i mínims dels oficis d'ani-
versari, que apareixen als documents: es tracta d'una banda estreta
que va de les 4 lliures 10 sous a les 2 lliures 16 sous, sense que es
puguin detectar variacions al llarg del segle.
Així doncs, podem concloure que també en aquest cas la situació
econòmica dels testadors es decisiva a l'hora d'efectuar les fundacions,
encara que mentre tinguin una petita possibilitat de fer-ho, no deixa-
ran de fundar una cerimònia religiosa que faciliti el trànsit a l'altre
món i la consecució del descans etern per a llurs ànimes. Al si de les
classes dirigents, els recursos econòmics més amplis permeten una
major assiduïtat i complicació en les fundacions; entre les classes po-
pulars, en canvi, impera la senzillesa, i l'absència s'imposa només a
finals del període estudiat.
Com interpretar aquesta desaparició dels oficis perpetus? Evident-
ment, la lectura d'aquest fet és complicada. En parlar d'aquest afer,
Michel Vovelle ao ha afirmat que, en el cas de la Provença, l'explica-
ció és d'ordre tècnic i fa referència a la dificultat de celebrar l'elevat
nombre d'oficis que els testadors encarreguen, de tal manera que s'hau-
rà d'arbitrar una solució consistent en la concentració de diferents
oficis i la decisió de no acceptar més fundacions. La reacció no es fa
esperar i les demandes de misses fixades pel testador en nombre,

36. MrcHEL VoVELLE, Piété baroque ... , pàg. 118.

94
preu, etc., augmenten considerablement en substitució de les funda-
cions, pràctica que s'abandona lentament.
Però aquesta explicació, que no dubtem pot ser vàlida per al cas
provençal, difícilment pot ser aplicada al Mataró del segle XVIII. En
primer lloc, perquè no detectem al llarg del segle aquesta tendència a
substituir les fundacions per grans demandes de misses. Les funda-
cions aniran desapareixent (i només en el cas de les classes populars)
a finals de segle, però al mateix temps podem detectar una reducció
en el nombre de misses demanat per testador, la qual cosa impedeix
que trobem l'explicació al problema en aquesta substitució.
Creiem més encertat pensar que les fundacions de misses consti-
tuïren durant tot el segle XVIII un tret característic de les manifesta-
cions del sentiment religiós, però amb el greu desavantatge que exi-
gien unes despeses molt més elevades que ies demandes de misses cor-
rents. Per això mai assoliren el caràcter generalitzat que obtingueren
aquestes; però llur evolució va observar bastants paraUelismes i varen
anar reduint-se al llarg de tota la centúria fins a desaparèixer en el
cas de les classes populars, entre les quals, a més, altres formes d'in-
tercessió tingueren gran èxit i foren econòmicament més assequibles,
com la pertinença a confraries, o bé es mantingueren en cotes més bai-
xes que a principis de segle, com en el cas de les classes dirigents,
les possibilitats econòmiques de les quals podien permetre el manteni-
ment d'aquestes pràctiques cares. A més, no podem oblidar el creixent
protagonisme que varen anar adquirint els marmessors com a persones
capacitades per decidir les demandes de misses dels testadors, la qual
cosa naturalment deuria influir en l'evolució global de les fundacions
a l'igual que ho va fer en les demandes de misses. Sens dubte, exis-
tiren, a més, altres factors que propiciaren la paulatina desaparició
d'aquestes practiques i potser un d'ells fou la dificultat en el com-
pliment de les disposicions testamentàries dels difunts, però partint de
la bas.e que ens proporcionen les clàusules dedicades a l'establiment de
misses post mortem i oficis perpetus, no podem evidenciar aquest fe-
nomen, que suposem podria ésser contingut en altres fonts docu-
mentals.

95
v
ELS INTERCESSORS AL CEL
És notori, després del que fins ara hem exposat, que els testadors
mataronins estaven profundament preocupats per la salvació de llur
anima i no escatimaven recursos a l'hora de sufragar les accions que
podien assegurar aquest descans etern. Però aquesta pregària anava
dirigida a algun destinatari, el qual gaudia d'una situació privilegiada
per efectuar les funcions de mediador entre el difunt i Déu. Així s'ani-
ran perfilant a través dels requeriments dels mateixos testadors una
sèrie d'intercessors privilegiats que podran influir de forma decisiva
en el destí final de l'ànima del difunt.
D'altra banda, els testadors apel·len contímtament a les mateixes
autoritats celestials en un intent manifest de dotar les seves pregàries
d'una efectivitat major amb vistes a assolir el mateix fi. Així, el di-
funt en el seu testament invoca, en diferents clàusules, l'acció favo-
rable de Déu i de la Verge per tal d'assegurar-se la salvació i lliurar-se
del perill sempre present de les penes i els temps d'espera al Purgatori.
A través d'aquestes clàusules declaratòries del testament es va per-
filant el discurs sobre la mort vigent al segle XVIII, encara que natu-
ralment aquesta és una visió filtrada a través de la vivència religiosa
personal del difunt i no arriba a reflectir clarament el missatge trans-
mès per l'Església Catòlica, el qual haurà de ser estudiat en tota la
seva amplitud mitjançant l'anàlisi d'altres fonts documentals, especial-
ment sermons funeraris i manuals de confessor i inclús fonts de tipus
iconogràfic, com les representacions als altars de les Ànimes del Pur-
gatori en diferents esglésies.
Malgrat aquestes deficiències, els testaments contenen algunes da-
des suggerents respecte a l'escala de valors que aplica el difunt, en el
que fa referència al poder d'intercessió. Volem, aquí, prestar una espe-
cial atenció a les invocacions que encapçalen els testaments durant el
segle XVIII, la clàusula en la qual l'atorgant encomana la seva ànima
a mans del Senyor i, sobretot, aquelles dades que revelen la pertinença
a les confraries, com una fórmula de vivència comunitària del sentiment
religiós.

99
LES INVOCACIONS

El discurs testamentari s'inicia en la majoria dels casos amb una


invocació dirigida a Déu, Jesucrist i en ocasions també a la Verge Ma-
ria, com a màximes autoritats celestials. Aquesta clàusula, certament
estereotipada, pot deixar filtrar, no obstant, una sèrie d'opcions per-
sonals que depenen exclusivament de la voluntat del testador. Ja vàrem
parlar en un capítol precedent del relatiu formulisme detectat a les in-
vocacions que apareixen als diferents testaments elaborats pels notaris
mataronins. 1 No insistirem, doncs, en l'anàlisi d'aquesta problemàtica,
però volem retrobar el fil de l'argumentació que llavors vàrem desen-
volupar.
Les invocacions testamentàries, malgrat el pes del formulisme nota-
rial al qual estan sotmeses, reflecteixen una opció presa pel testador,
una opció que conté la preferència de l'atorgant respecte a l'autoritat
celestial a la qual va dirigida aquesta primera demanda d'auxili.
Quins són els destinataris d'aquesta pregària formal? En altres
casos estudiats, principalment en els testaments francesos, la varietat
permet esbossar una àmplia panoràmica de devocions que s'articulen
en una escala de diferents gradacions. 2 Malauradament , la varietat no
és la nota predominant en la documentació mataronina. Durant tot el
segle XVIII, les invocacions testamentàries, que apareixen en un alt
percentatge a les últimes voluntats pertanyents a tots els grups socials,8
van dirigides, com ja hem dit, a Déu i a la Verge Maria. Poden adop-
tar, però, diferents variants amb un grau de complicació i solemnitat
distint.
La invocació més senzilla es limita a la forma «En nom de Déu
sia. Amén», que pot aparèixer també en la versió llatina, com és el cas
dels testaments redactats pel notari Josep Pintat. Junt amb aquesta
fórmula, apareix a la documentació una invocació que inclou també la
Verge Maria i adopta la forma més solemne de «En nom de Nostre
Senyor Déu Jesucrist i de la Gloriosa i Humil Verge Maria mare sua,
sia. Amén». Intentar un estudi en profunditat dels continguts d'aquest
tipus de clàusules declaratòries se'ns revela quasi impossible donat el
caràcter estereotipat que pateixen. Això no vol dir, però, que no siguin
reveladores respecte al fet mateix de la recerca d'una intercessió i re-

1. Cf. supra, pàg. 30.


2. Per al cas parisenc, cf. Pierre CHAUNU, La mort à Paris, XVI•, XVII•
et XV III• siècles, Paris, 1978, pàgs. 401 i ss.
3. Les invocacions són presents en el 100 % de la documentació registrada
entre 1690 i 1700, i 1740 i 1750. Només a finals del segle XVIII aquest percen-
tatge es redueix al 96,5 %, en el cas dels artesans, al 91,8 % en el cas dels pa-
gesos i al 96% en el dels jornalers mataronins.

100
flecteixen així una opció personal que posa en marxa el testador, el
qual dissenyarà els seus trets bàsics.
És per aquesta raó que l'estudi de les invocacions, encara que no
aporti dades fonamentals sobre la vivència de la religiositat del testador,
no deixa de ser un indicador com qualsevol altre per detectar com a
mínim la presa de posició de l'atorgant del testament a l'hora de dictar
Ja seva última voluntat.
De les xifres que es desprenen dels documents no podem afirmar
l'existència d'una sociologia diferencial respecte a aquesta qüestió.
Potser podríem destacar la senzillesa predominant en les invocacions
dels testaments dels eclesiàstics mataronins o l'equilibri que es manté
entre els dos models d'invocació esmentats a la resta. dels documents
de pagesos, mariners, pescadors o artesans. Però el que sí és destacable
és l'ortodòxia total de què fan gala totes les invocacions. En elles no
hi ha lloc per a l'expressió de la devoció personal, plasmada en Ja
menció d'algun sant en particular (com veurem més endavant, aquest
tipus de religiositat quedarà palesa en altres disposicions).
Així doncs, podem concloure que la demanda d'intercessió que for-
mula el testador a través de Ja invocació que encapçala la seva última
voluntat, si més no, ens revela la recerca d'una mediació per Ja seva
ànima i dota el document notarial d'un caire religiós que encara tri-
garà a desaparèixer. No pot transmetre'ns la mesura exacta en què
el testador viu el sentiment religiós que acompanya la mort, però sí
ens parla clarament de la postura del testador, decidit a sol·licitar una
acció favorable per a la seva salvació de les més altes autoritats ce-
lestials.

L'ENCOMANAMENT DE L'ÀNIMA

Bastant més reveladora del sentiment religiós és aquesta clàusula,


en la qual el difunt posa en mans de Déu la seva ànima. Quin és el
seu contingut? En primer lloc, la importància mateixa del fet que
aquesta clàusula recull. Abans de qualsevol altre disposició, «Primera-
ment i ans de totes coses», el testador posa en mans de Déu la seva
ànima: «encoman la mia ànima a mon Déu i Senyor, qui de no res la
ha creada», en mans de Déu creador, invocat per la passió i mort de
Jesucrist, «suplicant-lo que per los mèrits de la sua sancta i sagrada
mort i Passió»; després d'això la pregària: «la vulla fer sana i salva
i als eternals goigs del Paradís aporte». 4

4. A.C.A. A.N. Mataró, Josep Lluís Caramany, 512. Testaments (1693-1696).


Testament de Pere Vilar, sabater, any 1693.

101
Heus ací l'aspiració maxtma del testador, per assolir la qual no
estalviarà cap via de consecució. Aquest gaudir de la joia eterna del
Paradís és l'objectiu final de totes les mesures que arbitra i cap altra
clàusula del testament no pot resultar tan reveladora respecte a les
aspiracions del difunt, com aquesta declaració manifesta de l'esperança
de salvació que subsisteix com a fons de totes les mesures preses en
l'última voluntat. Quina és la implantació d'aquesta clàusula en la do-
cumentació que hem estudiat? En primer lloc hem de fer constar que,
a diferència d'altres zones geogràfiques del país, la presència d'aquesta
petició de salvació de l'ànima del difunt es revela generalitzada a finals
del segle xvii, però ha desaparegut totalment a la documentació del
període 1740-1750.5
D'altra banda, una anàlisi sociològica ens mostra la força que asso-
leix aquesta clàusula als testaments de les classes populars: en els tes-
taments de la pagesia mataronina de finals del segle XVII apareix en
el 91 % del conjunt de documentació; en el cas de mariners, pescadors
i artesans, les cotes a les quals s'arriba són igualment molt altes
(75 %) ; per últim, cal ressaltar la disparitat que caracteritza els tes-
taments de les mataronines: la totalitat dels comerciants consignen
aquesta clàusula; en canvi, entre nobles i clergues la implantació és
menor (33 % i SO %, respectivament). ·
A partir del coneixement d'aquestes xifres no podem, però, ela-
borar unes conclusions que aportin noves dades sobre una actitud so-
ciològicament diferenciada. Podem, això sí, recalcar l'expressió mani-
festa d'aquesta sol-licitud de salvació entre les classes populars, i en
última instància ressaltar el fet que sigui entre les classes dirigents on
es manifesti màs aviat la regressió d'aquesta explícita demanda.
En definitiva, aquest tipus d'informació analitzada de forma aïllada
i per ella mateixa no aporta llum a l'estudi de l'actitud davant la mort
que observen les diferents classes socials, com molt clarament ha ma-
nifestat ja Michel Vovelle en la seva obra. 6 Però podem interpretar la
desaparició d'aquesta clàusula durant la primera meitat del segle XVIII
com un primer pas d'un canvi marcat pel fet que els testadors ja no
experimenten la necessitat de consignar davant un notari una pregària

5. Baudilio Barreiro, estudiant el tema en l'àmbit de la noblesa asturiana, ha


afirmat: "En cualquier caso, cabe afirmar que a lo largo de todo el siglo XVIII
se mantiene la amplitud de las clàusulas de encomendación testamentaria". BAu-
DILio BARREIRO, «La nobleza asturiana ante la muerte y la vida», a Actas del
li Coloquio de Metodología Histórica Aplicada: La documentació» notarial y la
Historia, Santiago de Compostela, 1984, vol. li, pàg. 33.
6. MICHEL VoVELLE, Piété baroque et déchristianisation en Provence au
XV!ll 8 siècle, Paris, 1978, pàg. 154.

102
a Déu; com a primera etapa d'una evolució caracteritzada per la des-
aparició de la religió de l'escenari dels afers socials i la interiorització
del sentiment, una interiorització, però, que, segons Pierre Chaunu, no
s'ha d'interpretar forçosament como a incertesa, sinó potser com a
respecte, admiració i sentit de la llibertat de Déu,7 per tant no reve-
ladora en cap cas d'una progressiva «descristianització» al llarg del
segle XVIII.

LES CONFRARIES I LES DEVOCIONS

Però, sens dubte, és en la pertinença a les diferents confraries i les


manifestacions de la devoció envers alguns sants on trobem la mostra
més clara de la veritable intercessió davant les autoritats celestials,
per l'ànima del difunt.
Partint, igual que Michel Vovelle, de la classificació establerta per
Maurice Agulhon al seu estudi sobre la sociabilitat meridional, 8 les
confraries parroquials són generalment congregacions que s'ocupen del
manteniment de la il·luminació d'una capella o simplement d'un altar de
l'església. Aquests altars i capelles recullen eventualment els llegats
de nombrosos testadors, però només excepcionalment són els destina-
taris d'una fundació perpètua. En ocasions, aquestes donacions retri-
bueixen en certa forma l'autorització demanada per ser enterrat a la
capella o altar en qüestió, i més correntment les misses que hom hi fa
celebrar responen bàsicament a la manifestació desinteresada d'una de-
voció particular.
Un inventari d'aquest tipus d'associacions laiques té, evidentment,
un interès fonamental ; ens proporcionaria una idea clara de la geo-
grafia de les devocions, una aproximació als vincles que serveixen
com a substrat d'aquesta mostra de sociabilitat i una panoràmica so-
ciològica que ens ajudaria de forma molt valuosa per establir la forma
en què cada classe social experimenta el sentiment religiós i el com-
parteix en una vivència comunitària. Malauradament, al contrari del
que es produeix en el cas de la Provença oriental, com ja hem vist, no
comptem en el nostre país amb un inventari de confraries que ens
permeti enfrontar-nos a les dades que aporten els testaments amb una
base de coneixements més sòlida. Per realitzar un estudi d'aquesta

7. PIERRE CHAUNU, La mort à Paris ... , pàg. 453.


8. MAURICE AGuLHON, Pénitents et Francs-Maçons de l'ancienne Provence,
Paris, 1968, cit. a MICHEI.; VoVELLE, Piété baroque ... , pàg. 154.

103
mena cal recòrrer a fonts com les visites pastorals, perquè les dades que
registren els testaments es revelen del tot insuficients. 9
Efectivament, els documents notarials poden proporcionar els mit-
jans per elaborar una cartografia, de forma molt més ràpida, però no
tenen en cap cas la precisió d'altres tipus de fonts que permeten esta-
blir les característiques essencials d'aquestes societats. Les dades que
contenen les últimes voluntats respecte a les confraries es limiten a les
eleccions de sepultura en les tombes que posseïen les diferents congre-
gacions i alguns llegats en forma de donació de certes sumes de diners
o d'oferiment d'alguns ciris per a l'altar de la divinitat sota l'advoca-
ció de la qual es troba la confraria.
A partir d'aquestes escasses dades podem intentar elaborar una
panoràmica de les confraries existents a la parròquia de Santa Maria
que operaren durant el segle XVIII. En primer lloc, volem fer esment
de la implantació arrelada de les congregacions sota l'advocació ma-
riana. A l'igual que en el cas provençal, l'únic que coneixem, 10 les
confraries dedicades a la Mare de Déu prenen un especial protago-
nisme en aquesta època, situant-se en el primer lloc de la selecció que
podem establir a partir de les dades que compten. La Congregació
de Nostra Senyora dels Dolors i la Confraria de Nostra Senyora del
Roser ocupen un lloc protagonista en la panoràmica d'aquest associa-
cionisme laic detectat al si de l'església, seguides de la Confraria de
la Mare de Déu del Carme.
En canvi, les aHusions en els testaments a confraries dedicades a
la persona o passió de Crist són infreqüents. Sabem de l'existència
d'una capella dedicada al Santíssim Sagrament a l'església de Santa
Maria, però en tota la documentació estudiada només hem trobat una
menció expressa de la confraria del Santíssim Sagrament, a finals del
segle xvn. 11 Igualment, ens pot admirar el fet que no aparegui a la
documentació tractada cap menció del Sagrat Cor, una devoció que es
popularitzarà notablement durant el segle següentP
Els altars de les Animes del Purgatori se situen en un lloc privi-
legiat de les esglésies del segle XVIII, un lloc que correspon a la plaça
que ocupa el desig de salut del testador en les Sleves inquietuds. En el

9. L'única contribució a l'estudi de la sociabilitat laica en l'àmbit català, la


devem a CARME GuiMERÀ, «Les associacions religioses de laics a la Barcelona
de la segona meitat del segle XVIII", a Actes del I Congrés d'Història Mo-
derna de Catalunya, Barcelona, 1984, pàg. 501-506.
10. MICHEL VoVELLE, Piété baroque ... , pàg. 161.
11. Sobre la confraria del Santíssim Sagrament, cf. LLuÍs FERRER I CLARIANA,
Santa Maria de Mataró. La parròquia. El temple, Mataró, 1969, pàgs. 69 i ss.
12. MICHEL VoVELLE, Piété baroque ... , pàg. 162.

104
cas de Mataró, aquest altar és un dels destinataris principals de les de-
mandes de misses en les quals s'especifica el lloc on han de celebrar-se
dins de l'església.
Per últim, cal remarcar alguns intercessors que es destaquen com
a privilegiats al llarg de tota la centúria a Mataró. En primer lloc
hem de ressaltar el fet que, per damunt de l'impuls que la Contrare-
forma intentà donar als seus sants, va prevaler la devoció tradicional.
Aquesta devoció tradicional es materialitzà durant tot el segle en el
culte majoritari als sants patrons; la vinculació professional fou la base
principal per a l'establiment d'un vincle que permetria la vivència co-
munitària del sentiment religiós. Així, assoliren un estimable grau
d'implantació popular les confraries de Sant Joan Baptista, patró del
gremi de fusters i mestres de cases; Sant Elm, patró dels mariners;
Sant Pere, dels pescadors, i Sant Antoni Abat i Sant Eloi, patrons
del ram metaHúrgic.1s
De quina manera es manifesta als testaments, la vinculació dels
atorgants a les confraries existents?
Principalment, és a través de l'elecció de sepultura com es detecta
la pertinença d'una persona a una confraria o congregació.
A diferència dels clergues, que tenen una tomba comunitària on
s'enterrava els religiosos, 14 i dels nobles, que generalment eren sepul-
tats a la tomba que la família posseïa en alguna capella on es venerés
un sant o verge als quals tingueren especial devoció, els altres testa-
dors trobaren serioses dificultats a l'hora de ser enterrats a l'interior
del recinte sagrat si no eren propietaris d'un vas familiar. Per aquests
testadors, l'acollida dins de l'església quedava assegurada per la per-
tinença a una confraria que comptés amb una tomba on se sepultessin
els membres de la mateixa. Com a prova d'aquest fenomen podem
aportar les xifres que es desprenen dels testaments. El predomini de
l'elecció de sepultura en tombes de confraries és manifest entre les
classes populars i la burgesia mataronina, en contrast amb la noblesa i
el clergat. Però, a més, hem d'assenyalar una diferència fonamental
entre ambdós casos.
Entre la burgesia mataronina, l'elecció de sepultura vinculada a
una confraria creix al llarg de la primera meitat del segle i s'estabi-
litza fins a la fi del període estudiat: entre 1690 i 1700 no es conté

13. PERE MoLAS I RIBALTA, Societat i poder polític a Mataró. 1718-1808, Ma-
taró, 1793, pàg. 26.
14. A.C.A. A.N. Mataró, Francesc Boronat, 913. Testaments (1795-1799). Tes-
tament de Josep Corretge, prevere i organista de l'església de Santa Maria, any
1797. Aquest eclesiàstic demana ser enterrat al "lloc acostumat" a l'església de
Santa Maria.

105
cap aHusió a les confraries; en canvi, a partir de 1740-1750 el percen-
tatge de sol·licituds de ser sepultat en una tomba d'una congregació
creix fins a arribar a situar-se en 46,5 % i mantenir-se així durant
el període 1790-1800.
Vers quin tipus de confraria s'adrecen aquestes demandes? És acla-
parador el predomini de les confraries d'advocació mariana que des-
envolupen llurs activitats al si de la parròquia. Entre 1740 i 1750, el
83,34 % dels testadors que demanen una sepultura a la tomba d'una
congregació, dirigeixen llur sol·licitud cap a la de Nostra Senyora
dels Dolors, mentre que el 16,66 % opta per la tomba de la Congre-
gació de Nostra Senyora del Carme, ubicada al convent de Sant Josep
de Carmelites Descalços de la ciutat.
Per al període següent, les xifres són lleugerament diferents. El
predomini de la Congregació dels Dolors es redueix sensiblement
(66,68 %) i en detriment de la del Carme, que d~apareix d'entre les
demandes dels testadors, un 16,66% opta per elegir la sepultura de
la confraria de Sant Joan Baptista i un altre 16,66% per la de Sant
Antoni Abat.
Cal destacar, doncs, el predomini en les devocions manifestades
pels burgesos mataronins, d'un tipus de confraria que acompleix fun-
cions de confraria «lluminària» i altres activitats de caire assistencial.
La pertinença a aquest tipus d'associacionisme laic va permetre, a
amplis sectors d'aquest grup social de difícil adscripció gremial, l'accés
a un lloc de repòs etern situat dins del marc del recinte sagrat, im-
portant pel fet que la propietat d'un vas familiar a l'interior d'una
església encara no està a l'abast de qualsevol membre d'aquesta bur-
gesia comercial.
En canvi, les preferències de les classes populars es dirigeixen cap
a les confraries situades sota l'advocació del sant patró del gremi
respectiu.
Al llarg del segle XVIII veiem com creix entre mariners i pescadors
la tendència a elegir com a lloc per al descans etern la sepultura d'una
congregació. Entre 1690-1700 aquests suposen el 25 % del total dels
testadors, entre 1740 i 1750 aquest percentatge se situa en el 48%
i a finals de segle assoleix cotes del 77 %.
El predomini de les confraries de caràcter gremial és també clar.
A finals del segle xvn, aquest 25 % de testadors que hem esmentat
opta per la tomba de la confraria de Sant Elm, patró del gremi de ma-
riners. Entre 1740 i 1750, un 75 % dels testadors citats prefereixen
aquesta mateixa tomba, mentre que el 16,66% elegeix la tomba de
la congregació de Nostra Senyora del Carme, manifestant-se així una
clara devoció lligada a la gent de mar i només un 8,34 % s'inclinarà

106
per a la tomba de la congregació de Nostra Senyora dels Dolors. Cap
a finals de segle, però, entra en joc una altra devoció lligada a l'activi-
tat professional, en aquest cas dels pescadors. Del 77 % dels testadors
esmentats, un 75% opta per la tomba de la confraria de Sant Elm,
un 20 % per la de pescadors, sota el patronatge de Sant Pere, i només
un 5 % segueix preferint els nínxols de la congregació de la Verge
dels Dolors.
Per la seva part, els artesans mataronins mantenen una posició
més allunyada de la vida comunitària de les confraries : així ho mos-
tren les xifres que contenen els testaments. Entre 1690 i 1700, els
artesans que demanen ser enterrats en la sepultura d'una confraria
representen el 10,15 % del total; a mitjan segle creix fins a 34,5 %
i entre 1790 i 1800 disminueix, situant-se al voltant del 28,5 %. La
distribució en aquest cas també és clara : a finals de segle, la pre-
eminència de la confraria de Sant Joan Baptista és clara (100% ),
mentre que entre 1740 i 1750 suposa el 40%, compartint les pre-
ferències dels testadors amb la confraria de Sant Antoni (10 % ), la
congregació de Nostra Senyora dels Dolors (40 %) i la confraria de
l'Àngel Custodi (10% ). A finals de la centúria, però, aquesta dis-
persió s'ha polaritzat en dues confraries: la de Sant Joan i la de la
Verge dels Dolors, que es reparteixen, a parts iguals, les demandes
dels testadors.
L'examen de les devocions pageses manifestades a través dels tes-
taments és bastant diferent. Les cotes assolides per la demanda de
sepultura en tombes de les confraries són baixes (1690-1700: 18%,
1740-1750: 21,42% ), però no existeix, a diferència dels altres casos,
una implicació gremial definida. Les devocions s'inclinen per opcions
molt més properes a les posicions observades per la burgesia mataro-
nina, atès que la seva situació s'aproxima bastant: com ells, han d'op-
tar per una tomba d'una confraria perquè és difícil per a aquells que
no tenen una sepultura familiar ser enterrats dins de les esglésies.
Així, tant a finals del segle xvii com a mitjan centúria següent,
aquestes eleccions es reparteixen per igual entre la congregació de
Nostra Senyora dels Dolors, a l'església parroquial, i la confraria de
Nostra Senyora del Carme, al convent de Sant Josep. Per últim, cal
ressaltar el fet que a finals del segle aquest tipus d'elecció de sepul-
tura ha desaparegut entre la pagesia mataronina.
Un altre signe, ben diferent, tenen els llegats que els testadors
efectuen, els beneficiaris dels quals són les confraries i en menor me-
sura altres devocions. Aquestes manifestacions del sentiment religiós
estan estretament lligades al potencial econòmic de cada testador sense

107
perdre de vista, no obstant, que aquesta dependència respecte de la
situació del testador només es manifesta com a condicionant del grau,
no del fet, el qual depèn d'una vivència del sentiment religiós que està
marcada per altres components.
Els llegats testamentaris per a confraries es troben, doncs, als do-
cuments dictats per comerciants, pagesos, artesans, mariners i pes-
cadors, els mateixos grups que ja havien manifestat llur vinculació
amb aquest tipus d'associacions en l'elecció de sepultura. Però, en
primer lloc, hem de recalcar que, si bé l'elecció de sepultura pot ser un
gest més o menys generalitzat, els llegats són bastant menys freqüents
(la raó pot trobar-se fàcilment en les disponibilitats econòmiques de
cada testador). Les quantitats que componen aquestes donacions varien
en raó directa a la capacitat econòmica de l'atorgant. Evidentment, els
llegats més quantiosos són realitzats per alguns membres de la bur-
gesia comercial. Entre 1690 i 1700, la quantitat mitjana és de 487
lliures, xifra excepcional, que es redueix notablement durant el se-
gle xvm (entre 1740 i 1750 és de 13,5 lliures).
Les beneficiàries d'aquests llegats són sempre les mateixes: la con-
fraria de Nostra Senyora del Roser, la del Santíssim Sagrament i la con-
gregació de Nostra Senyora dels Dolors.
Junt amb aquests llegats volem fer esment de donacions per a l'es-
glésia parroquial que es concentren en petites sumes de diners amb
finalitats fixades pels mateixos testadors i excepcionalment sumes més
important amb les mateixes característiques: per exemple, Josep Ay-
merich, en 1741, disposava en el seu testament un llegat de 10 lliures per
a la compra de roba blanca per a l'església parroquial; igualment, Jo-
sep Boter, en 1747, fixa que 1/11 part dels seus béns siguin destinats
a la confecció de sants de plata per a l'església de Santa Maria. 15
Els pagesos ocupen, després dels comerciants, una plaça important
en el que fa referència al llegats monetaris per a les confraries. Les
xifres són, però, més modestes: les quantitats mitjanes osciJ.len entre
1690 i 1700, al voltant de les S lliures i per al període següent augmen-
ten fins a unes 13 lliures. Els destinataris però són sempre els matei-
xos: la confraria de Nostra Senyora del Roser mostra aquí la seva
preeminència total i desbanca la resta de congregacions.
En canvi, entre les classes populars, els llegats testamentaris que
beneficien les confraries són pràcticament nuls. No trobem cap dona-
ció entre mariners i pescadors dirigida a cap congregació, i en el cas

15. A.C.A. A.N. Mataró, Salvador Torras, 797. Testaments (1744-1751). Tes-
tament de Josep Boter, any. 1747. Salvador Mataró, 609. Testaments (1731-1744).
Testament de Josep Aymerich, any 1741.

108
dels artesans, només Esteve Martí, en 1790, deixa 5 lliures a la con-
fraria de Nostra Senyora del Roser. 16
A partir d'aquestes xifres i les dades que es desprenen, què podem
concloure? A nivell qualitatiu, una sèrie d'evidències que podem obser-
var en els testaments sense cap anàlisi profunda. Dos fets a ressaltar
sobre la resta. En primer lloc, l'èxit clar de les devocions impulsades
per la Contrareforma ; les congregacions i confraries marianes espe-
cialment; la de la Mare de Déu del Roser assolirà, junt amb la de la
Mare de Déu del Carme i la dels Dolors, un nivell d'implantació molt
elevat entre tots els sectors de la societat mataronina. Pero, paral-Iela-
ment, un arrelat vincle mantingut envers els sants patrons, que es
manifestarà en la relació mantinguda amb les confraries de caràcter
gremial; es conjuguen així unes devocions impulsades des dels alts es-
taments de l'Església Catòlica i una sèrie de cultes de caràcter marca-
dament tradicional fortament arrelats entre el poble.
Des del punt de vista quantitatiu, hem de recalcar un fet bàsic:
en els testaments no es recull la vivència religiosa comunitària de les
classes populars i les manifestacions de les devocions particulars que
lliguen el difunt a un Sant, Verge o altar en particular.
EI fet que en els documents de les classes populars no apareguin
llegats xifrats a les confraries no significa una desvinculació d'aquesta
vivència. Simplement, aquest tipus de llegats es practiquen i s'imposen
a partir d'un cert nivell social, de tal manera que, a vegades, ens tro-
bem desarmats per mesurar la fe i les devocions que no han deixat
xifres en llurs testaments. D'altra banda, no creiem que els llegats de
les classes econòmicament ben situades siguin mostra exclusiva d'una
convenció social, d'una simple conveniència, encara que hem de ser
conscients del pes no despreciab1e que aquests factors tenen en tot el
conjunt de fets que posseeixen una certa trascendència social.

16. A.C.A. A.N. Mataró, Francesc Boronat, 912. Testaments (1790-1794). Tes-
tament d'Esteve Martí, mestre perxer, any 1790.

109
VI

ELS INTERCESSORS A LA TERRA


Ver s qui es dirigeixen els testadors en els últims moments de llur
vida? Quan responem a aquesta qüestió, intentem en última instància
identificar la xarxa de mediacions terrestres, en la qual l'home del se-
gle XVIII encara està pres i enquadrat des del seu naixement fins a la
mort i el més enllà.
En abordar l'anàlisi dels lligams que vinculen el testador amb
aquests intercessors, generalment convents urbans i parròquia, els tes-
taments ofereixen algunes vies d'estudi, a través de les quals podem
conèixer quins van ser els dipositaris del favor i la confiança dels
testadors.
Durant tot el segle XVIII, les sepultures es feren seguint l'elecció
dels atorgants: a ells corresponia deixar aquests detalls en mans dels
marmessors, o elegir el cementiri, l'església parroquial o una església
conventual del seu gust. Igualment, les demandes de misses aporten
dades significatives. A l'igual que en el cas de l'elecció de sepultura,
no escapen al problema de la pressió social, però la llibertat és la regla
general i existeixen força sovint evidents discordances entre l'elecció
de sepultura, marcada per la possessió d'una tomba familiar, en el cas
dels notables sobretot, i les demandes de misses disperses fruit de la
resposta a devocions personals.
Són aquests dos elements els que ens serviran d'indicadors a l'hora
d'examinar les preferències dels testadors per dotar-se dels canalitza-
dors de llurs pregàries.

ELS CONVENTS I LA PARRÒQUIA: L'ELECCIÓ DE SEPULTURA

Ja des de finals del segle XVII, i a diferència d'altres casos,! el pre-


domini de la parròquia en l'elecció de sepultura és notable. Aquesta
disposició està fortament arrelada entre els testadors, els quals con-
signen el lloc on volen ser enterrats en la majoria dels documents.

1. MrcHEL VoVELLE, Piété baroque et déchristianisation en Provence au


XVIII• siècle, Paris, 1978, pàg. 186.

113
Així, entre 1690 i 1700 el percentatge d'elecció de sepultura és 'del
98,18% ; per al període següent és de 96,99% i a finals del segle
XVIII registra un 98,24 %. Michel Vovelle, en el seu estudi per a la
Provença, constata el fet que l'edicte de 1776 que prohibí la inhuma-
ció a l'interior de les esglésies no va trencar el conjunt de ritus esta.-
blerts, puix que des de 1760 ja es detectaven proves de la creixent
indiferència entre els testadors respecte al lloc de sepultura. 2
Res més allunyat del cas mataroní. Veiem les xifres que aporten
els testaments que hem estudiat i ens adonarem de les clares dife-
rències respecte al cas provençal.
Ja hem exposat les xifres globals d'elecció de sepultura. Podem
comprovar-hi una primera característica fonamental per al nostre es-
tudi. El percentatge d'elecció de sepultura no davalla en tota la cen-
túria, mantenint-se en cotes molt altes i estables. Però també, a dife-
rència de les observacions de l'autor esmentat, aquest alt percentatge es
detecta entre totes les categories socials; igualment, la distribució entre
la parròquia i els convents de Mataró observa clares diferències res-
pecte al cas al·ludit.
En el cas de la noblesa, els percentatges són aclaparadors. Durant
tota la centúria, el 100 % dels testadors elegeixen sepultura i ho fan
a l'església parroquial de la ciutat. Comprovem, doncs, que l'actitud de
les capes altes de la societat mataronina es vincula notòriament amb
l'església parroquial, on es troben les tombes familiars on són enterrats
els avantpassats.
Entre la burgesia i el dergat es detecta un cert grau de dispersió,
que no arriba en cap cas a posar en perill la preeminència de la par-
ròquia. Entre els comerciants, el predomini de l'elecció de sepultura en
l'àmbit de l'església de Santa Maria és clar, encara que a finals del
segle xvii i inclús entre 1740-1750 detectem la presència d'alguns tes-
tadors que opten per les sepultures ubicades a les esglésies conventuals.
Així, en el període 1690-1700, mentr·e el 85,71 % dels atorgants ele-
geixen sepultura a l'església parroquial, un 14,28% prefereix les tom-
bes situades a l'església del convent de Sant Josep de Carmelites Des-
calços. Aquests percentatges evolucionaran a mitjan segle cap a una
concentració en la parròquia (92,30%) en detriment de l'església con-
ventual (7,7 % ). El procés de polarització conclou a finals del segle
XVIII quan el 100 % dels testadors opten per la sepultura dins l'àmbit
parroquial.
Els clergues mataronins observen una tendència bastant semblant.
L'elecció de sepultura apareix en un percentatge menor que en els al-

2. MrcHEL VoVELLE, Piété baroque ... , pàg. 187.

114
tres grups socials, donada la remissió als costums i les ordenances
eclesiàstiques que alguns testadors formulen. 8 L'evolució, però, és la
mateixa. Partint de cotes elevades, que no pas absolutes, d'elecció de
sepultura a la parròquia (66,66% enfront del 33,34% de sepultures
conventuals, que a més no són consignades explícitament al testament),
arribem entre 1740-1750 a un 83,33 % de testadors que prefereixen
les sepultures parroquials, mentre que el 16,66 % segueix elegint en-
terraments al convent de Carmelites Descalços de Mataró, única ins-
titució del clergat regular que rep demandes de sepultures. En canvi,
a finals del segle xviii és ja el 100 % dels testadors els que preferei-
xen el sòl parroquial com a lloc per al descans etern.
Així doncs, veiem aquesta preferència vers l'àmbit de l'església
parroquial contrastada ben clarament amb l'anunciat predomini dels
convents en el cas provençal, sobretot entre les élites socials. Vovelle
ha assenyalat també les possibilitats que aquesta elecció de sepultura
estigués marcada molt profundament pel fet de la propietat d'una tom-
ba familiar en un determinat lloc, dirigint així les eleccions de sepul-
tura cap a una determinada direcció. En el nostre cas seria evident
una certa atracció exercida per la parròquia atès que la majoria dels
notables posseen una sepultura o vas familiar situat en una determi-
nada capella. 4 Però el cas de les classes populars és sensiblement més
complex, ja que la majoria no té una tomba familiar a l'interior de
l'església. Així doncs, aquesta atracció de la parròquia, exercida grà-
cies a la inèrcia del manteniment del que podríem anomenar un
«vincle familiar», no pot tenir la força que registra en el cas dels no-
tables i tanmateix continua mantenint-se la clara preeminència de la
parròquia com a receptora de les sepultures, en aquest cas de les classes
populars.
Entre els artesans, aquesta predilecció es manifesta clarament, en-
cara que podem detectar petits percentatges de testadors que elegeixen
sepultures conventuals. Durant el període 1690-1700, tots els atorgants
opten per la sepultura parroquial, mentre que a mesura que avança el
segle es manifestarà la varietat en les demandes (entre 1740 i 1750,
un 11,11 % demana la sepultura conventual, mentre el88,88% segueix
fidel a l'àmbit parroquial); cap a finals de segle, però, aquesta tendèn-

3. Cf. supra, pàgs. 63 i ss.


4. Aquest és el cas dels Palau i Arnau, família entre els membres de la qual
es comptaren ciutadans honrats de Barcelona. En el testament de Salvador Palau
i Arnau, de 1693, aquest elegeix sepultura en el vas construït a la Capella del
Santíssim Sagrament de l'Església de Santa Maria. A.C.A. A.N. Mataró, Josep
Miquel Serra, 464. Testaments (1682-1693). Testament de Salvador Palau i Ar-
nau, any 1693.

115
cia variarà i tornarà a concentrar-se en l'església de Santa Maria, que
rebrà les sepultures del 100 % dels testadors.
En el cas de mariners i pescadors, les xifres són bastant semblants :
el pr·edomini de la sepultura parroquial és clar durant tota la centúria,
encara que a partir de mitjan segle un 7,5 % dels testadors prefereixen
ser enterrats a l'església del convent de Sant Josep, proporció aquesta
que augmentarà lleugerament entre 1790 i 1800 arribant al 8 %.
A l'àmbit rural mataroní, les coses són molt semblants. Tant els pa-
gesos com els jornalers prefereixen el sòl parroquial com a lloc per al
descans etern. La preeminència de la parròquia és clara y només en
alguns períodes la voluntat dels testadors es manifesta respecte a l'en-
terrament en una església que no sigui la de Santa Maria. Entre els
pagesos mataronins, és en el període 1790-1800 quan es manifesta una
major dispersió. Durant aquesta dècada, un 70% opta per la sepul-
tura parroquial, un 10% per la conventual i un 20% demana ser
enterrat a l'església de Santa Anna, capella de les Escoles Pies de
Mataró. És aquest un nou àmbit per a les sepultures mataronines que
no apareix fins a aquestes dates, ja que entre 1740-1750 els pagesos
mataronins havien optat, en el 93,33 % dels casos, per l'església de San-
ta Maria com a lloc d'enterrament i només un 6,67 % dels testadors
havien preferit una sepultura al convent.
En el cas dels jornalers, aquesta dispersió no es manifesta amb la
mateixa intensitat. Tant a finals del segle XVII com cent anys després,
la totalitat dels testadors elegeixen sepultura a l'església parroquial i
només entre 1740 i 1750 un 6,66 % dels atorgants opten per un en-
terrament conventual.
Què ens revelen aquestes xifres? No podem parlar aquí de l'atrac-
ció que la sepultura familiar exerceix sobre les demandes del testador.
En canvi, el que sí podem assenyalar és un altre tipus de vincles que
s'estableix segons la devoció del difunt i la vivència del sentiment re-
ligiós. Ja hem parlat, en el capítol precedent, del pes de les devocions
envers els sants tradicionals que s'observa entre les classes populars.
Seran aquestes devocions, o més aviat el desig dels testadors de per-
petuar la vivència d'aquest culte mitjançant la cohabitació física amb
les relíquies del sant i la proximitat amb el lloc d'aplicació d'aquesta
devoció, les que marcaran de forma definitiva les eleccions de sepul-
tura entre les classes populars.
Així doncs, els trets característics que creiem han de destacar-se
respecte al lloc d'enterrament de les classes no privilegiades són: en
primer lloc, i a l'igual que entre les èlites socials mataronines, la pre-
ocupació constant pel descans del cos en recinte sagrat, aspiració que
es materialitza per diferents vies, ja sigui una sepultura de confraria,

116
un vas familiar o fins i tot l'enterrament al cementiri parroquial ados-
sat a l'edifici de l'església, i en segon lloc, el pes definitiu de les devo-
cions mantingudes en vida, que exerciran un paper molt semblant res-
pecte al que entre la noblesa protagonitzen les tombes familiars, que
actuen com a veritable pol d'atracció respecte a l'elecció de sepultura.
En el cas de les classes populars, aquesta respondrà molt més clara-
ment a la fidelitat observada pel difunt envers les devocions mantingu-
des en vida.

ELS CONVENTS I LA PARRÒQUIA: LES DEMANDES DE MISSES

Si l'elecció de sepultura pot estar en alguns moments subjecta a


imperatius que escapen a consideracions estrictament religioses, les de-
mandes de misses, en canvi, no estan sotmeses a cap factor que no sigui
la voluntat estricta dels testadors. Per això, la seva distribució entre
els diferents establiments eclesials ens pot donar una idea molt fiable
de la confiança que els testadors dipositaren en els diferents intercessors
terrenals.
Examinem, doncs, la distribució de les demandes de misses per tal
de veure vers quins intercessors terrenals es decanten les predileccions
dels testadors.
Entre la noblesa mataronina, la influència de la parròquia com a
pol d'atracció és notable a finals del segle xvn. Entre 1690 i 1700, el
66,66 % de les demandes de misses se centren en l'església de Santa
Maria, que en rebrà així la majoria de les que s'encarreguen, encara
que la seva quantificació exacta és difícil per la imprecisió de les de-
mandes. Seguint a la parròquia, però a distància considerable, se situa
el convent de Sant Josep amb el 33,34% de les demandes. Entre 1740
i 1750, el panorama canviarà notablement: el 40% dels encàrrecs de
misses se centrarà en l'església parroquial i la resta experimentarà una
dispersió, que fa que es reparteixi per igual entre l'esmentat convent,
el de Nostra Senyora de l'Esperança de frares caputxins i l'església de
Santa Anna de les Escoles Pies de Mataró. Malgrat aquesta dispersió
en les demandes de misses, la parròquia seguirà essent la principal
beneficiària dels encàrrecs formulats. Durant aquest període, el87,17 %
dels oficis tindran lloc en aquesta església, mentre que els percentatges
per a la resta dels establiments eclesiàstics seran molt petits (2,56%,
5,12% i 5,12%, respectivament). La mitjana de misses encarregades a
cada església confirma aquesta preeminència de la parròquia (425 mis-
ses) davant les 25 corresponents al convent de carmelites o les 50 dels
caputxins i les Escoles Pies.

117
Aquest tipus de repartiment més equitatiu entre les diferents ins-
titucions religioses es veurà confirmat per les xifres que contenen els
testaments de finals de segle. Entre 1790 i 1800, les demandes de mis-
ses es reparteixen de forma més igualitària: parròquia i convents reben
en la mateixa mesura les demandes de mediació dels testadors (28,5 %
per a cada cas), seguides de l'església de Santa Anna (14,28% ).
Aquest equilibri en les demandes correspon al nombre de misses que
se celebra a cada església: cada un dels convents rep un 29,62 % dels
oficis celebrats, igual que la parròquia, seguits per l'església de Santa
Anna amb el 11,11 % dels encàrrecs formulats. Així podem veure
com l'atracció que exerceix la parròquia com a intercessor privilegiat
es va debilitant al llarg del segle, en favor d'un protagonisme creixent
dels establiments conventuals mataronins, en els quals és dipositada la
confiança dels testadors.
El clergat mataroní, en canvi, observa una actitud molt més estable
durant tota la centúria, marcada des del principi per l'equilibri entre
les diferents esglésies, sobretot pel que fa referència a les demandes
de misses. Entre 1690 i 1700, aquestes es reparteixen per igual entre
l'església de Santa Maria i el convent de Sant Josep. A mitjan segle
s'incorporen els altres dos establiments ja esmentats i ho fan en una re-
lació d'igualtat, sobretot en el que pertoca als convents. Així, mentre
la parròquia rep el 33,33 % de les sol·licituds d'intercessió, a cada un
dels convents es dirigeix un 33,33 % i un 22,22 % de les demandes
de misses, respectivament, mentre que els escolapis reben 1'11,11 %
dels encàrrecs de mediació.
Però si bé totes les institucions estan presents en les demandes
dels testadors, la intensitat d'aquesta intercessió no és sempre la ma-
teixa: entre 1740 i 1750, la parròquia celebra ~1 56,57% de les misses
demanades, mentre que el convent de Sant Josep només oficia el 34,21
per cent, i el de l'Esperança, el 7,89 %, celebrant-se la resta a l'església
de Santa Anna (1,31 % ).
A finals de segle, el panorama és molt semblant. La parròquia rep
la mateixa proporció de demandes de misses (33,33 %) i els dos con-
vents i l'església de Santa Anna, el 22,22 % cadascú d'ells. Aquesta re-
lació d'equilibri en la presència dels diferents establiments eclesiàstics
a les últimes voluntats dels testador no significa, però, que el pes de
la parròquia com a beneficiària del nombre de misses a celebrar hagi
minvat. Segueix mantenint-se la seva preeminència, com ho demostra
el fet que s'hi celebri el 54,89 % de les misses encarregades, mentre
que a les altres tres esglésies restants s'oficien un 15,03 % de les ce-
rimònies, respectivament.

118
Veiem, per últim, quina és la situació de les demandes de la bur-
gesia mataronina, que presenten grans semblances respecte a les carac-
terístiques dels encàrrecs de la noblesa. Entre 1690 i 1700 es manifesta
un clar predomini de la parròquia com a catalitzador de la intercessió
des de la terra, per l'ànima del difunt. Aquesta concentració queda pa-
lesa en les xifres dels testaments: el 66,66 % de les demandes van diri-
gides a aquest mediador amb un 89,90 % de les misses celebrades; molt
lluny d'aquestes cotes se situen el convent de Sant Josep (16,66 % de
demandes i 8,15 % de misses) i el de Nostra Senyora de l'Esperança
(16,66 i 2,05 % ). A mitjan segle, aquesta situació ha experimentat una
notable transformació. El predomini de la parròquia pel que fa refe-
rència a les demandes s'ha reduït considerablement, passant a situar-se
en el 34,78%, a escassa distància del convent dels caputxins de Ma-
taró amb un 30,43 % dels encàrrecs formulats; el convent de Sant Jo-
sep els segueix amb el 21,73 % de les peticions d'intercessió i en últim
lloc se sitúa l'església de Santa Anna (13,04% ). Aquesta situació de
marcat equilibri no vol dir, però, que hagi desaparegut la força de la
parròquia com a mediadora. Segueix comptant amb la confiança dels
testadors, ja que s'hi celebra el 49,34 % de les misses, mentre que
menys de la meitat tenen lloc al convent de l'Esperança (24,12%) i
només el 15,15 % i el 11,37% s'oficien al convent de Sant Josep i a
l'església dels escolapis, respectivament. A finals del segle XVIII es
confirmen ambdues situacions. Pel que fa a les demandes es repartei-
xen equitativament consolidant la situació de mitjan segle: les deman-
des es distribueixen en un 28,6 % per a la parròquia i un 23,8 % per
a cada una de les altres tres esglésies. Igualment, les xifres de la cele-
bració de misses que havien aportat els testaments del període 1740-
1750 es confirmen quasi amb exactitud: el 45,4% del total se celebra
a la parròquia, un 19,88% al convent de carmelites descalços i un
17,35 % a cada una de les esglésies restants.
Així, doncs, es confirma sobre la base d'aquestes xifres una carac-
terística diferencial respecte al cas provençal estudiat per Michel Vo-
velllle. Si en aquest la tendència parteix de la total predilecció pels
convents detectada en els testaments dels notables d'aquesta zona i evo-
luciona posteriorment cap a un predomini de la parròquia a mesura
que transcorre el segle,5 al Mataró del segle XVIII pode,m veure una
tendència totalment diferent que s'inicia amb la total preeminència de
la parròquia i segueix amb la progressiva adquisició d'un paper prota-
gonista dels convents i altres esglésies de la ciutat.

S. MICHEL VoVELLE, Piété baroque et déchrístíanisatíon ... , pàg. 191.

119
Els pagesos mataronins opten en canvi, des de finals del segle XVIII,
pels convents com a intercessors terrenals predilectes. Entre 1690 i
1700, la parròquia rep el 35,7 % de les demandes de misses, mentre
que els convents es reparteixen la resta (28,5 % per als carmelites i
35,7 % per als caputxins); aquestes xifres observen un clar paraJ.le-
lisme amb la distribució del nombre de misses celebrades: un 39,05 %
del total té lloc a l'església de Santa Maria, mentre que el convent de
Sant Josep és el marc del 35,05 % i el de Nostra Senyora de l'Espe-
rança del 25,89 %. A mitjan segle, la situació és molt semblant, encara
que els establiments conventuals perden part de les demandes en bene-
fici de l'església de Santa Anna. Així, el 32,14% de les sol-licituds
d'intercessió es dirigeix a la parròquia, un 21,42 % al convent de car-
melites, un 28,57% als caputxins i un 14,85 % als escolapis. Respecte
al total d'oficis celebrats segueix la mateixa tònica, incrementant-se
però el protagonisme del convent de Nostra Senyora de l'Esperança,
on se celebra el 46,37 % de les misses. La parròquia és el marc del
31,89% de les cerimònies i la segueix el convent de Sant Josep i l'es-
glésia de Santa Anna, amb el 11,66 % i el 10,07 %, respectivament.
En canvi, entre 1790 i 1800, l'església de Santa Maria veurà aug-
mentar les demandes de misses, que se situaran en un 41,17 %, men-
tre que els convents es veuran desbancats a segon terme per l'església
de Santa Anna, que seguirà a la parroquial amb un 23,52 % de la to-
talitat de demandes ; cada una de les esglésies conventuals rebran el
17,64% de les sol-licituds de misses. En canvi, el predomini dels con-
vents respecte al nombre de misses celebrades seguirà afirmant-se:
mentre que l'església parroquial és el lloc on s'oficien el 35,38 % de
les misses, el convent de Sant Josep augmenta les seves cotes fins al
25,23 % i l'església dels escolapis fins al 12,61 %, en detriment del
convent de caputxins, on només tindran lloc el 26,76 % dels oficis.
Els artesans mataronins observen unes actituds semblants. A finals
del segle xvn només el 35,71 % de les demandes de missen van diri-
gides a la parròquia, corresponent aquesta xifra al 35,80% dels oficis
encarregats. Els convents de la ciutat reben demandes molt semblants:
el de Sant Josep és el destinatari del 28,57 % de les peticions, mentre
que el de Nostra Senyora de l'Esperança ho és del 35,71 %. Aquesta
predilecció pels convents com a intercessors terrenals segueix afirmant-
se a mesura que avança el segle. Entre 1740 i 1750, un 34,88 % de
les demandes de misses és dirigida a l'església parroquial mentre la
resta es reparteix entre les altres institucions religioses a raó de 20,23
per cent per als carmelites, 25,58% per als caputxins i 9,30 % per als
escolapis. Respecte al nombre de misses, les proporcions es mantenen

120
bastant estables. La parròquia celebra el 28,72 % del total de cerimò-
nies; un altre 28,72% té lloc al convent de Nostra Senyora de l'Es-
perança i la resta es distribueix entre carmelites (31,58 %) i escolapis
(10,97 % ). A finals de segle, el panorama variarà ostensiblement. Les
demandes de misses aniran dirigides, en termes generals, als mateixos
intercessors, encara que cal remarcar l'increment de demandes de l'es-
glésia de Santa Anna (25,64%); els dos convents, Sant Josep i l'Espe-
rança, són els destinataris del 28,20 % i el 15,33 % de sol-licituds res-
pectivament, mentre que la parròquia mataronina rep el 30,76 % de
les peticions.
En canvi, respecte a les misses la panoràmica canviarà radicalment.
L'església de Santa Maria serà el marc de celebració del 52,25 % del
total de cerimònies demanades, cobrant així un nou protagonisme, en
detriment dels convents (17,24% per a Sant Josep i 13,26% per als
caputxins) i de l'església de les Escoles Pies (17,24 % ).
El cas de mariners i pescadors és ben diferent. La predilecció per
la parròquia es manifesta clarament durant tota la centúria. Entre 1690
i 1700, aquesta rep el 53,33 % de les sol-licituds d'intercessió per l'àni-
ma dels difunts, percentatge aquest que es reduirà considerablement a
mitjan segle (45,83%) i es recuperarà entre 1790 i 1800 (SO%). Les
altres esglésies mataronines observaran una evolució dispar. A finals
del segle xvn, el convent de Sant Josep rebrà el 20 % de les deman-
des, mentre que els caputxins seran els destinataris del 26,66 % de
les peticions d'intercessió. A mitjan segle, aquest repartiment variarà
ostensiblement: el convent de carmelites només rep el 12,5 % de de-
mandes de misses, igual que l'església de Santa Anna; en canvi, els
caputxins reben un percentatge major de so11icituds (26,16% ). Entre
1790 i 1800, el convent de Sant Josep rep la mateixa proporció de pe-
ticions (12,5 % ), mentre que caputxins i escolapis reparteixen la resta
amb clar domini dels primers (25 % ), que dupliquen els segons.
Respecte a la proporció de misses celebrades a cada església, els
trets característics són semblants. La parròquia de Santa Maria con-
serva el primer lloc durant tot el segle (56,25 %, 45,18% i 53,48%
per als tres períodes estudiats). Fins a mitjan segle, la segueix l'es-
glésia del convent de l'Esperança (26,25 % en 1690-1700 i 33,82% a
mitjan segle), encara que entre 1790 i 1800 haurà de cedir la plaça
a l'església de Santa Anna, la qual durant la segona meitat del segle
esdevé un intercessor privilegiat (4,96 en 1740-1750, 20,34% en 1790-
1800); en canvi, el convent de Sant Josep va decaient a mesura que
avança el segle, mantenint, però, cotes bastant estables (17,5 %, 16,04
per cent i 14,53 % per als tres períodes).

121
La distribució de les demandes de misses dels jornalers mataro-
nins és potser la que observa una major disparitat interna. Les xifres
sobre les sol·licituds d'intercessió de mitjan segle xviii ens parlen d'un
predomini de les esglésies conventuals sobre la parròquia: aquesta rep
el 40 % de les peticions mentre que els convents es reparteixen el 60 %
restant (20% per als carmelites i 40% per als caputxins). A finals
de segle, però, l'església de Santa Maria s'ha afirmat com a beneficià-
ria de la majoria de les demandes de misses (57,14% ), seguida pel
convent de San Josep (21,42%) i l'església de Santa Anna (14,28% ),
que han relegat al convent de Nostra Senyora de l'Esperança a últim
terme (7,14 % ).
En canvi, els percentatges de distribució de misses observen una
tendència oposada als anteriors, sobretot a finals de segle. Entre 1740
i 1700, el 49,58 % de cerimònies té lloc al convent de caputxins, men-
tre que només un 29,75% se celebra a la parròquia i un 20,66% ~I
convent de Sant Josep. En canvi, a finals de la centúria, el percentatge
parroquial creix (39,13 %) a l'igual que ho fa el d'oficis celebrats al
convent de carmelites. L'església de Santa Anna s'incorpora als inter-
cessor terrenals amb un 29,34 % de cerimònies, en clar detriment del
convent de Nostra Senyora de l'Esperança, que és l'escenari només del
0,54 % d'oficis demanats.
Veiem, doncs, que el resultats de la nostra anàlisi no ens revelen
una panoràmica que permeti afirmar l'existència d'una actitud o millor
una predilecció pels diferents intercessors terrenals que es basi en uns
paràmetres sociològics.
L'actitud de les élites mataronines és clara respecte a la força que
manté la parròquia com a mediador privilegiat sobretot fins a mitjan
segle; però aquesta predilecció també es detecta al si de les classes po-
pulars, com en el cas dels mariners i pescadors, i igualment jornalers
i bracers manifesten clarament la seva preferència per l'església par-
roquial com a lloc per a la celebració de les misses demanades. Però
sens dubte és el percentatge dels oficis celebrats a cada establiment
eclesial el que ens pot donar una idea més clara del nivell de la con-
fiança dipositada en cada intercessor. Perquè si bé el fet del reparti-
ment de les demandes de misses entre les esglésies del lloc pot respon-
dre a una voluntat influïda pel desig que tots els intercessors participin
en aquesta pregària per l'ànima del difunt, el nombre de misses encar-
regat a cada un d'ells ens dóna idea del grau de confiança dels testa-
dors envers cada un d'aquests mediadors alhora que és fidel reflex
de les devocions de cada testador.
I si examinem les tendències que aquestes xifres reflecteixen, podem
comprovar la pervivència fins a finals de segle a Mataró d'un ventall

122
d'intercessors terrenals ben ampli, sobretot en el cas de les classes po-
pulars, entre els quals, amb l'excepció dels mariners i pescadors, els
ordres religiosos conserven un paper protagonista com a mediadors
entre els difunts i les autoritats celestials, mentre que en el cas de les
élites socials, especialment noblesa i burgesia, aquest protagonisme no
és tan manifest (en el cas de la noblesa pel clar predomini de la par-
ròquia i entre la burgesia comercial per l'equilibri entre les demandes
fins a finals de segle), i el clergat observa una pqsició d'igualtat mani-
festa respecte a la confiança atorgada als diversos intercessors terrenals.
Així doncs, són sens dubte la confiança i la devoció personals i
grupals els paràmetres que marquen els diferents comportaments entre
els testadors sense que aquí es manifestin, com en els altres casos estu-
diats, unes actituds determinades per components de tipus econòmic
que poden distorsionar la veritable manifestació del sentiment dels tes-
tadors.

123
VII
ELS ALTRES HOMES: LES OBRES DE CARITAT
Tal com indica Michel Vovelle, restringir a les caritats i les obres
de misericòrdia el vincle amb el proïsme que el testador tendeix a es-
tablir en el moment d'abandonar aquest món significa situar-se en un
estadi força avançat del ritual de la mort.l Efectivament, també en el
cas de Mataró, aquestes manifestacions apareixen amb molta assiduïtat
a mesura que avança el segle XVIII en gairebé la majoria dels casos
detectats en els testaments. Els grans ritus de conciliació, la tradició
dels quals s'havia mantingut al llarg dels segles, semblen experimentar
un retrocés creixent durant tota la centúria, arribant a la seva desapa-
rició, en uns casos, i al buidat de contingut religiós, en altres.
El pagament de deutes i la restitució d'injúries, consignats a la tota-
litat dels documents estudiats, apareixen lligats a un component religiós
només a finals del segle xvii i no en la totalitat dels casos. Entre
1690 i 1700, encara podem detectar aquesta clàusula testamentàri a
vinculada a l'encomanament de l'ànima de l'atorgant a Déu i, per tant,
conservant encara el contingut que la converteix en un ritus de recon-
ciliació amb els altres homes, abans de deixar la terra. Però a mesura
que avança el segle, i desapareix aquesta declaració manifesta que posa
en mans de Déu l'ànima del difunt, la clàusula que conté aquesta vo-
luntat conciliadora passa a ser només un formulisme notarial, buidat
de tot contingut religiós.
En el cas de l'altre ritus que esmenta l'autor de l'estudi sobre la
Provença, la situació a Mataró és semblant respecte a la zona francesa.
Efectivamente, no trobem en cap testament mataroní una aJ.lusió directa
al banquet fúnebre, un costum, tanmateix, que es mantindrà fins a la
centúria següent, però reduït a un nivell no oficial, no codificat de la
vida col·lectiva.
Així doncs, els altres homes als quals es dirigirà el testador a
l'hora de la seva mort seran, a partir del segle XVIII, els pobres.

1. MICHEL VoVELLE, Piété baroque et déchristianisation en Provence au


XVIIIe siècle. Paris, 1978, pàg. 229.

127
ELS POBRES, INTERCESSORS PRIVILEGIATS

En la visió co1lectiva que s'imposa a finals del segle XVII no podem


oposar els intercessors celestials, les pregàries dels quals sol·liciten els
testadors, i els pobres, als quals anem a referir-nos, en el quadre de
les obres de caritat. Perquè ells mateixos esdevindran uns intercessors
privilegiats: a la dialèctica de la salut, les obres de caritat, de les quals
són l'objecte principal, cobren una importància essencial i més encara
que elles, els pobres en llur realitat física i simbòlica.
Aquesta importància neix del convencimient que les pregàries dels
pobres que se sol·liciten a canvi de les caritats efectuades són particu-
larment precioses, perquè resulten més agradables a Déu. Dos podrien
ser els elements que fan tan interessant l'estudi de les obres de caritat
durant el segle XVIII. En primer lloc, l'articulació de les obres de ca-
ritat i sobretot de la participació dels pobres, en l'espectacle de les
pompes barroques. Malauradament, la documentació mataronina no
ens permet un estudi en profunditat d'aquest fet, perquè, com ja hem
vist, les dades sobre l'orquestració de l'espectacle del seguici fúnebre
són molt minses i no contenen cap aBusió a la participació dels pobres.
En canvi, sí podem desenvolupar, a partir del testament mataroní
del segle XVIII, un segon aspecte d'aquesta qüestió: és el tema ja tractat
per Michel Foucault del procés de tancament del qual són objecte du-
rant el segle XVIII els pobres, entre altres co1lectius. 2
El pobre en llibertat encara podrà trobar-se al camp, però en el
marc de la societat urbana serà amb les institucions amb les quals
s'haurà de tractar a l'hora d'efectuar les obres de ca,ritat.
Malgrat aquest procés, les obres de caritat es presentaran en multi-
tud de variants durant tota la centúria, i solament sota l'aparença de
llegats als hospitals de caritat i altres establiments assistencials. Com
veurem més endavant, en el marc del Mataró del segle XVIII trobarem
des de llegats en moneda a donacions en espècies, passant per la fun-
dació de causes pies amb una finalitat benèfica.
Però seran, sens dubte, les grans institucions assistencials les des-
tinatàries de la major part dels llegats establerts pels testadors en llurs
últimes voluntats.
La reconversió de la imatge del pobre que es desenvolupa entre
els segles xvii i XVIII té lloc sobretot en el marc d'una societat ur-
bana. El quadre institucional, però, procedeix d'alguns segles enrere:
l'existència d'hospitals dedicats a la caritat data en la majoria dels

2. MICHEL FouCAULT, Histoire de la folie l'age classique, Paris, 1961.

128
casos de la baixa Edat Mitjana, 3 però a partir de les dates que ens
ocupen serà quan es produirà el canvi qualitatiu que marcarà de forma
definitiva l'actitud dels testadors envers els pobres, com a destinataris
d'uns llegats als quals hauran de correspondre amb les seves pregàries.
En el marc rural, en canvi, la situació dels pobres varia ostensible-
ment. Encara perdura, sota una fòrmula tradicional, la imatge del po-
bre en llibertat, malgrat que la seva difusió és molt petita i hi veiem
la notable influència que exerceix el sistema de caritat urbà sobre el
camp.
No obstant, encara trobem algunes aJ.lusions als captaires, diferen-
ciats dels pobres tancats en les institucions assistencials, i que són ob-
jecte de caritats específiques, com veurem posteriormente.
La gradació del gest, però, serà, tant al camp com a la ciutat, fruit
de la posició econòmica del testador, encara que entre les classes privi-
legiades protagonistes d'aquestes pràctiques no es limitarà a un com-
portament subjecte estrictament a imperatius de caràcter social, és a
dir, de manteniment de la preeminència de l'estatus social de què gau-
deix cada testador, sinó que obeirà també a un sentiment religiós que
mena a la recerca d'una intercessió per l'ànima, que sigui grata als ulls
de les autoritats celestials.
Junt amb aquestes fòrmules de caritat es manifesten un seguit de
pràctiques complementàries, que es destaquen als testaments en menor
mesura. Tal és el cas de la fundació de causes pies per casar donzelles
o per procurar la instrucció dels joves ; ambdues pràctiques responen
principalment a un sentiment de responsabilitat moral que porta els
testadors a llur establiment, afermant d'aquesta manera les relacions
que amb els altres homes s'estableixen a l'hora d'abandonar aquest
món.

LES CARITATS URBANES: L'HosPITAL DE SANT ]AUME


I SANTA MAGDALENA

A l'hora d'examinar el volum i la qualitat de les obres de caritat


als testaments mataronins, una primera constatació salta a la vista: és
l'escassa proliferació d'aquest gest entre la majoria dels testadors. Efec-
tivament, són pocs els atorgants que efectuen donacions, el beneficiari

3. En el cas de l'Hospital de Sant Jaume i Santa Magdalena de Mataró,


aquest fou fundat al segle xv. Cf. LLuÍs FERRER I CLARIANA, Santa Maria de
Mataró. La parròquia. El temple. (Del1675 al1928), Mataró, 1971, pàg. 64.

129
de les quals és l'Hospital de Sant Jaume i Santa Magdalena, princi-
pal institució assistencial de la ciutat de Mataró.
Junt amb aquesta evidència cal destacar també la cronologia d'a-
quests llegats: llevat del cas de la burgesia mataronina, que ja des de
finals del segle XVII es manifestarà favorable a les donacions per als
pobres, les cotes màximes d'obres de caritat es registren a mitjan se-
gle XVIII.
Aquest és el cas de la noblesa, el SO % dels membres de la qual
formularan llegats de caritat tòts ells per a l'Hospital de Sant Jaume.
Les quantitats són força altes; per exemple, en el cas de Tomàs Go-
dori, la donació és de 1/6 dels seus béns; i en el de Josep de Palau,
la xifra representa un terç de l'herència. 4
Encara que la força del gest es mantindrà al llarg de la segona
meitat del segle XVIII, les donacions seran molt més petites (la quanti-
tat mitjana serà de 10 lliures). ·
Les obres de caritat realitzades pel clergat mataroní també creixe-
ran durant el període 1750-1800. A mitjan segle seran només un 14,28
per cent dels testadors els qui formularan donacions d'aquest tipus,
mentre que entre 1790-1800 aquest percentatge haurà augmentat fins
al 20 %. Encara que les cotes d'assiduïtat en aquestes pràctiques són
menors que en el cas de la noblesa, mantenen uns nivells d'intensitat
bastant superiors. Així, Francesc Fornes deixa en 1791 un llegat de
1000 lliures a l'hospital mataroní. 5
Però és, sens dubte, entre la burgesia mataronina on aquestes obres
de caritat assoleixen gran importància. Així, a finals del segle xvrr, un
42,85 % dels testadors efectuen llegats d'aquest tipus, percentatge que
encara creixerà a mitjan centúria següent, situant-se en un 54,80 %.
En canvi, l'evolució creixent experimentarà un canvi de tendència ra-
dical i durant el període 1790-1800 només en el 7,69% dels testadors
realitzen obres de caritat.
El càlcul de les quantitats mitjanes per llegat és difícil d'establir,
atès que no sempre, com ja hem dit, aquests es produeixen en diners.
Malgrat tot podem estimar que tant a finals del segle XVII com durant
el període 1740-1750, les donacions oscil·laren entre una xifra mitjana
de 520-530 lliures.
Es registren també una sèrie de llegats de difícil estimació, com
hem assenyalat. És el cas, per exemple, del formulat per Salvador

4. A.C.A. A.N. Mataró, Josep Pintat, 652. Testaments (1746-1755). Testament


de Josep de Palau, cavaller (1746). Salvador Torras, 797. Testaments (1744-
1751). Testament de Tomàs Godori, ciutadà honrat de Barcelona (1747).
5. A.C.A. A.N. Mataró. Francesc Boronat, 912. Testaments (1790-1794).
Testament de Francesc Fornes (1791).

130
Terres en 1746: aquest botiguer mataroní deixa una peça de tela per
a l'esmentat hospital. Igualment, el llegat de Francesc Moreu en 1793
presenta dificultats a l'hora de valorar-lo exactament, encara que sí
podem fèr-nos una idea aproximada de la seva importància, sens dubte
gran, atès que consisteix en els fons necessaris per a la fundació d'un
hospici per acollir els pobres mendicants, alimentar-los, educar-los i
instruir-los en la doctrina catòlica. 6 Aquest llegat resulta revelador no
només des del punt de vista quantitatiu, sinó sobretot des de la pers-
pectiva de valorar la qualitat del gest. En ell es refon d'una banda
aquesta aspiració al tancament dels pobres en liibertat impulsada des
del poder per les élites dominants; d'altra banda, trobem també una
mostra clara de la pervivència d'aquesta mena de responsabilitat moral
que mantingueren les classes privilegiades respecte als estrats més
baixos de la població, encara que la finalitat primordial fos, com s'ha
demostrat en altres casos, la preservació de l'ordre establert. 7
En el medi rural, les obres de caritat no arribaren mai a assolir
els nivells que detectem entre els notables de la ciutat. Entre els page-
sos, la pràctica, encara que poc generalitzada, roman vigent fins a mit-
jan segle xvur. Entre 1690 i 1740 experimenta un creixement bastant
important, encara que els nivells generals es mantenen bastant baixos
(1690-1700: 9,09% ; 1740-1750: 20% ). Però si bé les xifres no apor-
ten grans dades que enriqueixin els nostres coneixements, la qualitat
del fet torna a tenir aspectes reveladors. És entre la pagesia mataronina
on únicament trobem aquesta distinció entre el pobre reclús en les ins-
titucions assistencials i el pobre en llibertat. Així, al testament de Fran-
cesc Ribas, dictat en 1747, trobem llegats per ambdós col·lectius; segons
consta al document, 15 lliures per a l'Hospital de Sant Jaume i Santa
Magdalena, i 10 lliures per als pobres captaires. Es manifesta així,
d'una banda, la pervivència com a ents diferenciats en la visió de la
pagesia, en contrast amb la visió de les classes urbanes. 8
Entre les classes populars urbanes, els llegats de caritat mai no
assoliren les cotes altes de les restants classes socials de la ciutat. Els
artesans mataronins formulen llegats només a mitjan segle i en un per-
centatge que revela el caràcter minoritari del gest (13,33 % ). Igual-

6. A.C.A. A.N. Mataró, Anton Torras, 947. Testaments (1786-1800). Testa-


ment de Francesc Moreu, negociant (1793).
7. MoNTSERRAT CARBONELL, «La beneficència a finals del segle xvur: Una
aproximació. La Casa i Hospital de Misericòrdia de Barcelona», a Actes del
I Congrés d'Historia Moderna de Catalun)•a, Barcelona, 1984, vol. I, pàg. 794.
8. A.C.A. A.N. Mataró. Josep Pintat, 652. Testaments (1746-1755). Testament
de Francesc Ribas, pagès (1747).

131
ment és petita la quantitat mitjana de les donacions, que gira entorn
a les lS lliures.
En el cas de mariners i pescadors, la situació presenta alguna dife-
rència. Ja es registren llegats destinats a obres de caritat a finals del
segle XVII, encara que també, com en el cas anterior, de forma minori-
tària (8,33 %) ; però la tendència es revela decreixent des d'aquestes
dates: entre 1740-1750 s'ha reduït al 7,69% dels testaments i a finals
del segle XVIII ja no apareix cap llegat d'aquesta mena. Igualment,
les quantitats destinades a aquestes pràctiques són petites: entre 1690-
1700 se situen entorn a les dues lliures i per al període següent es
poden estimar en 3-4 lliures, és a dir, per sota de les efectuades pels
artesans mataronins.
Aquest gest es registra igualment, de forma minoritària, entre els
bracers i jornalers. En tota la documentació pertanyent a aquest grup
social només trobem una donació efectuada a l'Hospital de Sant Jaume
i Santa Magdalena: es tracta del llegat de Josep Colomer, el qual des-
tina 25 lliures a dita institució, en 1745.9
Així doncs, comprovem ben clarament, a través de l'examen dels
testaments, tant la major implantació del gest entre les classes privile-
giades, com la progressiva desaparició dels gestos en alguns sectors
socials, com la burgesia mataronina o les classes populars. Però el que
és veritablement interessant és el fort lligam que vincula la quantia dels
llegats a la posició econòmica del testador, i els factors que influeixen
de forma definitiva en la desaparició de la pràctica.
És evident que els llegats més importants provenen de les classes
econòmicament més poderoses. Però la seva evolució decreixent no
està estretament lligada, com es podria pensar, a una disminució de
les disponibilitats dels testadors, ja que aquesta no es manifesta en
altres comportaments. Més aviat ens inclinem a pensar en una varia-
ció que té el seu camp d'actuació en el mateix concepte de la caritat
i la vivència que cada testador observa envers aquest fet. És a dir, en
tant que es produeix una progressiva formalització dels llegats de cari-
tat, i sobretot de les mateixes institucions canalitzadores d'aquests, el
gest es va buidant del contingut que fins ara hi era dipositat i un
altre concepte s'anirà arrelant paulatinament i prenent el relleu de l'im-
plantat fins llavors, i que es podria designar sota el nom de benefi-
cència.

9. A.C.A. A.N. Mataró. Josep Simon Riera, 755. Testaments (1742-1777).


Testament de Josep Colomer, jornaler (1745).

132
VIII

CONCLUSIONS
A l'hora de recopilar i valorar el conjunt de dades i lectures que
ens han proporcionat els testaments, se'ns presenta com a òbvia una
primera consideració: a partir dels resultats obtinguts ens trobem da-
vant la possibilitat més certa de plantejar-nos interrogacions que d'a-
portar clares respostes. Això, però, no significa de cap manera que no
coneguem les actituds davant la mort al Mataró set-<:entista millor que
abans de començar la nostra recerca, però és ben clar que el curs ma-
teix de la investigació propicia l'aparició de nous camins pels quals
ens agradaria avançar, tant des del punt de vista metodològic, com pel
que fa referència a noves fonts documentals i a nous aspectes als quals
ens atrau donar resposta.
Malgrat tot, hem de constatar una evidència. El tractament dels
testaments com a font documental ens permet una primera aproxima-
ció a la problemàtica de la visió coHectiva de la mort que podem con-
siderar fonamental. Les últimes voluntats constitueixen el mitjà idoni
per apropar-nos a la imatge que els individus tenen de la mort, a la
resposta que donen al missatge que els és trasmès des de les jerarquies
eclesiàstiques o des de la cultura popular; és ben cert que presenta
mancances importants que hem de salvar recorrent a altres fonts docu-
mentals, però tampoc hem d'oblidar que allò que nosaltres tractem com
un qüestionari dels gestos i les actituds, no va ser concebut per a tal fi
i en última instància no vàrem ser nosaltres els qui el vàrem elaborar.
Però millor que qualsevol altre document, el testament recull la visió
de cada individu sobre la mort i el que li espera després d'ella, i cons-
titueix, per tant, la base ineludible de tota reconstrucció de la forma
de «viure la mort», ja sigui a nivell individual o col·lectiu.
Això no significa, però, que un tractament exclusiu dels testaments
ens permeti arribar fins a la significació més profunda dels comporta-
ments i al coneixement exhaustiu de totes les pràctiques vigents a
l'època.
En algunes ocasions al llarg del nostre estudi hem assenyalat la
necessitat de recórrer a altres tipus de fonts documentals per tal de re-
captar información sobre aspectes de les pràctiques i comportaments

135
religiosos que escapen a la codificació testamentària; per tant, seria
absolutament erroni caure en la mitificació del testament com a font
documental, creient que, mitjançant -exclusivament- el seu estudi,
podem abastar tots els aspectes d'aquesta complexa problemàtica.
No podem eludir aquí una referència a dos tipus de dades que
queden reflectides d'una manera força tangencial a la documentació tes-
tamentària. D'una banda, ja ho hem assenyalat, el testament recull
la vivència que l'atorgant experimenta davant de la mort en resposta
a la imatge que n'ha rebut. Per tant, nosaltres rebem la informació
sobre el fenomen com aquell que observa l'objecte a través del reflex
del mateix en un mirall, i aquest mirall no ha de ser forçosament pla;
pot molt bé transmetre una imatge distorsionada que encara que no
totalment diferent de la realitat, no s'ajusti completament a la mateixa.
Igualment, el testament no té perquè ser una resposta exacta a la imatge
de la mort que el testador rep de l'exterior; més aviat l'hem de consi-
derar com una visió filtrada, passada pel tamís de la seva experiència
personal, de les pors i els fantasmes, de la fe i la devoció de cada testa-
dor. Per això només rebem a través de les últimes voluntats la informa-
ció d'una part de la qüestió. És ben cert que aquesta és la que més ens
interessa, però no la podem mesurar en tota la seva amplitud si no
coneixem l'altre costat del mirall. En altre sentit, l'estudi de les ars
moriendi i les representacions dels altars de les Animes del Purgatori,
que es multipliquen al llarg de l'Edat Moderna, ens poden proporcio-
nar una informació valuosíssima sobre el missatge que emet la jerar-
quia eclesiàstica sobre la mort i el Purgatori.
Hom hi troba la pedagogia de la mort que posa en marxa l'Església
amb la finalitat de canalitzar un seguit de pràctiques i comportaments
d'origen més màgic que religiós, amb l'aspiració última d'apoderar-se'n
i sostreure-la de l'univers en què es trobava emmarcada.
Però d'altra banda, ho hem vist, persisteixen una sèrie de pràcti-
ques que escapen a la plasmació en les clàusules testamentàries: són els
ritus de purificació i de propiciació dels quals és objecte el cos del
difunt, són els ritus de conciliació que tenen com a màxims protago-
nistes els altres homes. Totes aquestes pràctiques continuen vigents,
però no tenen una traducció codificada al testament. És, doncs, en al-
tres fonts documentals on podem trobar els continguts i les característi-
ques que observem.
Certament, un dels objectius de la nostra recerca, encara que amb
caràcter metodològic, era esbrinar fins a quines cotes podia arribar la
utilitat del testament com a font documental única per a la confecció
d'un estudi de les característiques del nostre. Partint de la positiva
valoració que realitzava Michel Vovelle, i de la qual ja vàrem donar

136
compte, ens hem proposat experimentar la magnitud d'aquesta utilitat
per al cas concret del Mataró del segle XVIII; arribats en aquest punt,
creiem que ens trobem en condicions d'afirmar que malgrat els dèficits
d'informació que presenten els testaments, llur utilització i estudi ens
han proporcionat els coneixements suficients per elaborar una panorà-
mica prou rica i aprofundida com per mesurar exactament les actituds
col·lectives davant la mort de la població mataronina del set-cents i se-
guir-ne l'evolució al llarg de la centúria.
La societat mataronina del segle XVIII, una col-lectivitat urbana en
expansió, tant demogràfica com econòmica, se situa davant la mort
amb por i amb angoixa, però també amb esperança. Prepara, anticipa
i medita la mort en un intent, d'una banda, de fer-la més grandiosa i
plena d'ostentació, i d'altra, de convertiria en una «bona mort», que
asseguri la salut de l'ànima. I és el testament, que esdevé dipositari
tant del fast com del silenci, el mitjà que serveix a aquest fi.
Reflecteix el testament mataroní una evolució de l'actitud col·lectiva
davant la mort durant el segle XVIII? La resposta a aquesta qüestió
ha de ser forçosament matisada, no n'hi ha prou amb un sí o un no.
A finals del segle xvn, la panoràmica que aporta la documentació
ens permet un disseny del model d'actitud col-lectiva davant la mort
bastant clar. Ens trobem davant els indicis d'una vivència de la mort
que s'articula dins dels paràmetres de la religiositat barroca almenys
pel que fa referència als trets característics bàsics: Un formalisme en
les clàusules declaratòries fortament marcat pel sentiment religiós; una
orquestració de les pompes fúnebres sobretot en el que pertoca a les
cerimònies, que manifesta la clara emprenta del ritual preestablert
d'una banda, i no oblida a més la importància de la intercessió davant
el cos del difunt i en presència dels familiars i amics, en mostra d'una
solidaritat que dóna molta més força a la mediació; una aspiració ma-
nifesta dels atorgants d'assolir la salvació i el consegüent establiment
de misses i fundacions en nombre tan alt com sigui possible per tal
d'aconseguir-la; una vivència del sentiment religiós de forma col·lectiva
que es tradueix en l'agrupació en confraries; en fi, una. pràctica de la
caritat que espera com a contrapartid a les oracions i pregàries dels
pobres en llur qualitat d'intercessors privilegiats. L'actitud està, doncs,
marcada per una exteriorització de la vivència religiosa, que suplanta
una fe íntima i callada, mitjançant una manifestació pública, el testa-
ment, en el qual s'invoca la divinitat, s'elegeixen marmessors, s'enco-
mana l'ànima a Déu.
Les aspiracions de tots els grups socials, ho hem vist, són les ma-
teixes; podríem afirmar que existeix una unanimitat en el gest i la
pràctica; o millor dit, en la voluntat dels mateixos. Perquè, també ho

137
hem comprovat, es manifesten diferències; però aquestes no són tant
el fruit d'un sentiment religiós qualitativament diferent que vingui mar-
cat per la distinta actitud davant la vida i la mort, com pel conjunt de
condicionaments sòcio-econòmics, encara que els testaments revelin, a
més, tot un seguit de devocions particulars.
Aquestes configuren un ventall ampli i complexe al qual cada tes-
tador es vincula en raó de les seves creences més íntimes. El lloc de
sepultura a l'interior de l'església ve marcat per un sentiment religiós
«universal>>, però la cohabitació amb una determinada relíquia, la pro-
ximitat a un cert altar ens parlen d'un univers de devocions particula-
ritzat, d'una fe que necessita intermediaris: sants i santes propers a la
vida religiosa quotidiana i, per tant, més assequibles que un Déu
en l'abstracció i el poder del qual es pressent un jutge sever i
massa llunyà, les demandes de misses a diferents altars, en festivitats
distintes, ens parlen d'un ventall de devocions particulars, d'una con-
cepció de l'Església menys universal.
Però retrobem el fil de la nostra argumentació i tornem als con-
dicionaments sòcio-econòmics. El seu pes és fonamental a l'hora d'exa-
minar els comportaments grupals, si més no pel que fa a la magnitud
del gest, a la quantificació de la mediació. Un recorregut per les pràc-
tiques dels diferents grups socials mataronins des de finals del se-
gle XVIII a mitjan centúria següent ens pot donar una idea clara de la
dimensió d'aquesta influència, gosaríem dir, decisiva.
Entre els notables de la vila, aquesta élite composta per nobles i
ciutadans honrats, descobrim una actitud directament lligada no tan
sols a un estatus sòcio-econòmic, sinó també a una forma de viure. Però
ja d'entrada podem descobrir la influència de les disponibilitats econò-
miques del testador: l'alta burgesia de la ciutat, dedicada als negocis,
gaudint d'una situació econòmica molt favorable, se suma a aquest mo-
del de comportament, encara que mantenint algunes particularitats de
tip~s formal que no interferiran decisivament en les seves pràctiques.
Les pautes observades per les élites socials, sobretot fins a la se-
gona meitat del segle XVIII, estan clarament afavorides per llurs dis-
ponibilitats econòmiques : tots els agonitzants desitgen unes pompes
fúnebres profuses, amb participació de nombrosos assistents que pre-
guin per llur ànima; tots volen una sepultura a l'església en lloc privi-
legiat proper a la imatge del sant o a l'altar al qual tenen més devo-
ció; tots aspiren a la celebració d'una pregària que desafiï el pas del
temps, per tal d'assegurar una intercessió incessant per llur ànima.
Però, evidentment, no hi ha prou amb desitjar-ho; a més s'ha de pagar.
I són només aquells que posseeixen els mitjans de sufragar les despeses

138
que ocasiona la celebració d'aquestes cerimònies, els que gaudeixen de
la mediació que contenen.
Així serà en virtut de les seves disponibilitats econòmiques que el
testador dissenyarà el model de pompes fúnebres, el nombre de misses,
les fundacions, l'import dels llegats de caritat que s'hauran d'efectuar
després de la seva mort. I, naturalment, és entre les élites urbanes on
trobem la major profusió, el fast més gran. Una ostentació, aquesta,
marcada per l'oposició entre les ensenyances de l'Església que preco-
nitzen la simplicitat i la confiança en Déu, i un rebuig a tot allò que
significa renunciar a la intercessió per l'ànima des de la terra, és a dir
un rebuig a la senzillesa en l'orquestració del cerimonial, conservant
així les més altes cotes en la celebració de misses i establiment de
fundacions, els més alts nivells d'ostentació en les pompes fúnebres,
fixats a més d'acord amb llur posició en l'escala social, afirmada per
mitjà d'aquestes pràctiques fins més enllà de la mort.
Per contrast, entre les classes populars la situació és ben diferent.
Però aquesta diferència no s'estableix mitjançant una pauta distinta de
comportament. El factor decisiu rau en el nivell sòcio-econòmic d'ar-
tesans, jornalers, pescadors i mariners. En llurs testaments res no ens
fa pensar que no estiguin tan preocupats pel destí de llur cos o la salut
de llur ànima com els notables de la vila. Com podem suposar que un
home que encomana la seva ànima a Déu, que invoca el seu nom i 'el
de la Verge, no transmeti a través del silenci, res més que la impossi-
bilitat material de dotar-se dels mitjans d'intercessió que són les mis-
ses, les obres de caritat, les cerimònies fúnebres? Se'ns fa veritable-
ment difícil pensar en ell com en un home despreocupat pel destí que
li espera més enllà de la mort, quan veiem com viu el seu sentiment
religiós emmarcat en la coHectivitat d'una confraria, sota el pes deci-
siu d'una devoció vinculada a la religiositat local, als sants patrons;
realitzant actes de conciliació amb les persones que l'envolten abans de
la mort, com el pagament de deutes i la restitució d'injúries que hagi
pogut contraure i infringir en vida, lligant aquest fet a l'abandó de la
seva ànima en mans de Déu per assolir la joia del descans etern en
un paradís del qual té potser una visió massa material, una imatge
massa infantil.
I tanmateix la traducció de la pràctica d'aquesta devoció no és en
cap manera com la dels notables de la mateixa ciutat. Podem deduir-ne
una actitud diferent, una major indiferència, una despreocupació latent?
Creiem que seria més encertat veure en aquests silencis la impotència,
l'obligada renúncia, la impossibilitat d'establir els mitjans que s'estimen
idonis per assegurar la salvació de l'ànima, és a dir, el seguici fúnebre

139
abarrotat, les misses perpètues i nombroses, les pregàries dels pobres,
tan cares a Déu.
Però si aquesta és la panoràmica que es dibuixa fins a mitjan cen-
túria, no podem tancar els ulls al canvi que revelen els documents a
finals de segle. Es obvi que s'està produint una transformació en les
pautes de comportament dels homes: es comença a esbossar una tímida
tendència a l'abandó del gran fast, a la reducció d'oficis, a la desapari-
ció dels llegats de caritat. És que estem assistint al procés de descristia-
nització del que ens han parlat els autors francesos? Creiem que no,
o almenys encara no.
El testament, perdent el pes de la seva formalitat religiosa, regis-
trant en alguns casos la disminució de les demandes d'intercessió, ens
està traduint un canvi en la vivència de la fe dels atorgants. Els testa-
dors ja no consideren necessari plasmar davant el notari la pregària
per llur ànima. És l'abandó de les formes externes del Barroc, la vic-
tòria d'una nova mentalitat religiosa que manté el gest, però li resta
aparatositat, el col·loca sota la decisió dels marmessors, el transmet ver-
balment, el clou dins de l'àmbit més íntim de la família i els amics.
Així, la religiositat col·lectiva durant el segle XVIII mataroní canvia
d'hàbits, però no de continguts; redueix la intensitat de la pràctica,
però no la del sentiment. Encara no es manifesta una regressió inexo-
rable del sentiment religiós, la desvinculació respecte a les institucions
eclesiàstiques, en fi la conversió del testament en un document legal
sense cap contingut religiós, en el qual es guarda silenci sobre la ma-
nera que l'home s'assegura el pas al més enllà cap al descans etern.
A finals del segle XVIII els mataronins encara no han canviat llur
imatge de la mort, encara no han modificat la visió a la qual responen
el ressort de gestos, la xarxa dels ritus que permeten al testador morir
segur de la seva salvació. Haurem d'esperar, doncs, a la centúria se-
güent per tal d'assistir a aquest procés de descristianització, laïcització,
secularització o potser millor una mutació que abasta tota la sensibilitat
de l'home, que en altres àmbits geogràfics es manifesta clarament ja
al segle XVIII.

140
IX

FONTS I BIBLIOGRAFIA
FONTS:
Arxiu de la Corona d'Aragó
Arxiu Notarial de Mataró.

Manuals dels notaris :


Segimon Ros. Reg. 392. Testaments. 1685-1707.
Bonaventura VIGo. 410. Testaments. 1680-1707.
Martí SIMON. 448. Testaments. 1677-1699.
Josep Miquel SERRA. 464. Testaments. 1682-1693.
Francesc SEGUÍ. 504. Testaments. 1691-1723.
Josep Lluís CARAMANY. 512. Testaments. 1693-1696.
Antoni Gusi. 559. Testaments. 1694-1737.
Salvador MATARÓ. 609. Testaments. 1731-1744.
Josep PINTAT. 651. Testaments. 1723-1745.
-652. Testaments. 1746-1755.
Lluís BRUGUERA. 688. Testaments. 1730-1783.
Esteve FoNT. 725. Testaments. 1738-1749.
Josep Simon RIERA. 755. Testaments. 1742-1777.
Salvador ToRRAS. 797. Testaments. 1744-1751.
Anton ToRRAS. 947. Testaments. 1786-1800.
Francesc BoRONAT. 912. Testaments. 1790-1794.
-913. Testaments. 1795-1799.

BIBLIOGRAFIA:
AGULHON, Maurice: Pénitents et Francs-Maçons de l'Ancienne Pro-
vence, Paris, 1968.
ARIÈS, Philippe: L'homme devant la mort, Paris, 1977.
- L'enfant et la vie familia/e sous l'Ancien Régime, Paris, 1977.
- Essais sur l'histoire de la mort en Occident du Moyen Age à nos
jours, Paris, 1975.
ARMENGOL, M. Montserrat; MoYA, Montserrat: «La consciència de la
mort: la seguretat del testament", L'Avenç, n. 0 78, gener 1985,
pp. 64-67.

143
ARNALL 1 JuAN, María Josefa: Testamento (s.p.i.), 3 pàg. Biblioteca
del Departa ment de Paleogr afia i Diplomà tica de la Facultat de
Geograf ia i Història de la Univers itat de Barcelo na.

BAILS, Benito : Pruebas de ser contrario a la practica de todas las na-


ciones y a la disciplina eclesiastica y perjudicial a la salud de l-os
vivos, enterrar los difuntos en las iglesias y los poblados, Madrid,
1785.
BARREIRO, Baudilio : «La nobleza asturian a ante la muerte y la vida»,
a Ac tas del I! Coloquio de M etodología Histórica Aplicada: La
Documentación notarial y la Historia, Santiago de Compostela,
1984, vol. II, pp. 27-60.

CARBONELL, Montse rrat: «La beneficència a finals del segle XVIII. Una
aproxim ació. La Casa i Hospita l de Miseric òrdia de Barcelon a», a
Actes del I Congrés d'Història Moderna de Catalunya, Barcelo na,
1984, vol. I, pp. 789-797.
CARO BAROJA, J ulio: Las formas complejas de la vida religiosa. Reli-
gión, sociedad y caracter en la España de los siglos XVI y XVII,
Madrid, 1978.
CASTAÑEDA, Luis: Niveles de vida material en Barcelona a finales del
sigla XVIII, tesi de llicencia tura inèdita, Barcelo na, 1984.
ÜAMBELLI, Patrizia ; GuiOTTO, Paolo: Quelles fliglie, quelles spose: il
culta delle anime purgante a Napoli, Roma, 1981.
CoMEs 1 SoBREQuÉs, ]. : Formulari català de documents notarials, Bar-
celona, 1932.
CRoix, Alain: La Bretagne au.x XVII• et XVIII• siècles: la vie, la
mort, la foi, Paris, 1981.

CHARTIER, Roger: «Les arts de mourin>, a Annales ESC, 1976, n. 0 1.


CHASTEL, A.: «L'art et le sentime nt de la mort au xvn• siècle», a
XVII• siècle, 1957, n. 0 36-37.
- «Le baroque et la mort» a Atti del li Congresso Internazionale
di Studi Umanistici, Venècia , 1954.
CHAUNU, Pierre: La mort a Paris. XVI•, XVII· et XVIII• siècles,
Paris, 1978.
- «Une histoire religieus e sérielle», a Revue d'histoire moderne et
contemporaine, II, gener 1965.
- «Mourir à Paris (xv1•, xvu• et XVIII• siècles)», a Anna/es ESC,
n. 0 1, 1976.

144
CHIFFOLEAU, Jacques: La comptabilité de l'au-deià, les hommes, la mort
et la religion en Comtat V enaissin à la fin du M oyen A ge, Rome,
1981.

DELUMEAU, Jean: La peur en Occident (XVI•-XVlll 6 siècles). U ne


cité assiégé, Paris, 1978.
- «Los miedos de Occidente», Debats, n. 0 8, juny 1984.
DE LA PASCUA, María José: Actitud es colectivas ant e la mue;rte en el
Cadiz de la primera mitad del sigla XVIII, Cadiz, 1984.
Dictamen de la Academia M édico-Practica de la ciudad de Barcelona.
Sobre la frecuencia de las muertes repentinas y apoplejías que en
ella acontecen, Barcelona, 1784.
DOMINGO 1 VALL, Andreu: La mort com a límit de la representació. Un
estudi dels discurs eclesiàstics sobre la mort al segle XV li a través
dels sermons funeraris, tesi de llicenciatura inèdita, Bellaterra, 1983.
- «El discurs eclesiàstic sobre la mort: els sermons funeraris», a
L'Avenç, n. 0 78, gener, 1985.
DoMÍNGUEZ ÜRTIZ, Antonio: La sociedad española del sigla XVIII,
Madrid, 1955.
- Sociedad y estada en el sigla XVIII español, Barcelona, 1976.
- Las clases privilegiadas en la España del Antiguo Régimen, Ma-
drid, 1973.

EIRAS RoEL, Antonio, i col.: La historia social de Galícia en sus fuen-


tes de protocolos, Santiago de Compostela, 1980.
«La documentación de protocolos notariales en la reciente historio-
grafía modernista», a Estudis Històrics dels Arxius de Protocols,
n. 0 8, Barcelona, 1980.
ELLIOTT, John: La revolta catalana, 1598-1640. Un estudi sobre la de-
cadència d'Espanya, Barcelona, 1966.

FAVRE, Robert: La mort dans la litterature et la presse française du


XVIII• siècle, Paris, 1976.
FERRER 1 CLARIANA, Lluís: Santa Maria de Mataró. La parròquia.
El temple, Mataró, 1969.
- Santa Maria de Mataró. La parròquia. El temple (del1675 al1928),
Mataró, 1971.
FLANDRIN, J ean Louis: Orígenes de la familia moderna, Barcelona,
1979.
FoucAuLT, Michel: Histoire de la folie à l'age classique, Paris 1961.

145
GARCÍA CARCEL, Ricardo: «Morir a la Barcelona del Barroc», L'Avenç,
n. 0 78, gener 1985, pp. 58-59.
- «La muerte en la Barcelona del Antiguo Régimen. Aproximación
metodológica», a Ac tas del II Coloquio de Metodologia Histórica
Aplicada: La Documentación notarial y la Historia, Santiago de
Compostela, 1984, vol. li, pp. 115-124.
GARCÍA FuENTES, Gemma: «El panorama sanitario de Barcelona a fi-
naies del siglo XVIII, a Actes del I Congrés de Història Moderna
de Catalunya, Barcelona, 1984, vol. li, pp. 657-665.
GARDEN, Maurice: Lyon et les Lyonnais au XVIII• siècle, Paris, 1970.
GATTERER, Michael: Praxis celebrandi functiones ordinarias sacerdota-
les. Regulae et ritus, Oemponte, 1926.
GIBERT, Vicent: Teoria del arte de notaria, Barcelona, 1772.
GIMÉNEZ BLASCO, Joan: Societat i riquesa a Mataró, tesi de llicencia-
tura, Barcelona, 1983.
GoNZÀLEZ LoPo, Domingo : «L'actitud ante la muerte en la Galícia
occidental de los siglos XVII y XVIII», a Ac tas del li e oloquio de
Metodologia Histórica Aplicada: La Documentación notarial y la
Historia, Santiago de Compostela, 1984, vol. li, pp. 125-137.
GouBERT, Pierre: Beauvais et le Beauvaissis de 1600 à 1730, Paris,
1960.
GRANADO VALTUEÑA, Diego: «Comportamientos y actitudes de la po-
blación de Martorelles ante la muerte (1700-1750)», a Actes del
I Congrés d'Història Moderna de Catalunya, Barcelona, 1984,
vol. li, pp. 549-556.
GUIMERÀ, Carme : «Les associacions religioses a Barcelona a la segona
meitat del segle XVIII», a Actes del I Congrés d'Història Moderna
de Catalunya, Barcelona, 1984, vol. li, pp. 501-506.

HENOCQ, Michel: Les plaques commémoratives des rues de Paris, Pa-


ris, 1981.
HERR, Richard: España y la. revolución del siglo XVIII, Madrid, 1980.
HINTERMEYER, Pascal: Polítiques de la mort, tirées du concours de
l'Institut (Germinal an VIII- Vendémiaire an IX), Paris, 1981.
!GLESIES, Josep: La població del Maresme a la llum dels censos gene-
rals, Mataró, 1971.

LE RoY LADURIE, Emmanuel: Paysans de Languedoc, Paris, 1969.

146
LEBRUN, François: Les hommes et la mort en Anjou aux XVII• et
XVIII• siècles. Essai de démographie et de psychologie historiques,
Paris, 1975.
LoRCIN, Marie Thérèse: Vivre et mourir en Lyonnais à la fin du M o-
yen Age, Lyon, 1981.
LLOVET, Joaquim: La ciutat de Mataró, Barcelona, 1959,2 vols.

MAc MANNERS, John: Death and the Enlightenment. Changing Attitu-


des to Death among Christians and Unbelievers in Eighteenth Cen-
tury France, Oxford, 1981.
MANDROU, Robert: De la culture populaire aux XVII• et XVIII• siè-
cles. La bibliothèque bleue de Troyes, Paris, 1965.
MARTÍNEZ SHAW, Carlos: Cataluña en la Carrera de Indias. 1680-1756,
Barcelona, 1981.
- «La història de les mentalitats. Conversa amb Michel Vovelle», a
L'Avenç, n. 0 42, octubre 1981, pp. 62-69.
MESTRES MARGALEF, J.: Apuntes teórico practicos sobre testamentos,
Barcelona, 1925.
MILANES!, Claudio: «Tra la vita e la morte. Religione, cultura popolare
e medicina nella seconda meità del '700», a Quaderni Storici,
n. 0 50, agost 1982.
MoLAS 1 RIBALTA, Pere: Economia i societat al segle XV I! I, Barce-
lona, 1975.
- «Religiosidad y cultura en Mataró. Nobles y comerciantes en el si-
gla XVIII», a Actas del I! Coloquio de Metodologw Histórica Apli-
wda: La Documentación notarial y la Historia, Santiago de Com-
postela, 1984, vol. li, pp. 94-114.
- Societat i poder polític a Mataró.1718-1808, Mataró, 1973.

NADAL, Jordi: La población española: siglos XVI al XX, Barcelona,


1976.
NADAL, J.; GIRALT, E.: «Barcelona 1717-1718. Un modelo de socie-
dad preindustrial», a Homenaje a D. Ramón Carande, Madrid,
1963, pp. 277-305.

PERRAUD, André: Etude sur les testaments d'après la coutume de Bre-


tagne, Rennes, 1921.
PICART, Jerome: Les Grandes Actes de la Fin. Derniers sacrements,
funérailles, messes et prières pour les morts, choses de l'au-delà:
Théologie, liturgie, histoire, Ascèse, Maredsous, s. d.

147
PorssoN, J. P.: «Histoire et actes notariés. Problematique et methodo-
logie», a Les actes notariés. Source de l'histoire sociale. XVI•-XIX•
siècles. Actes du Colloque de Strasbourg, Strasbourg, 1979.

RECASENS, Josep Maria: La ciutat de Tarragona, Barcelona, 1975,


2 vols.
REGLÀ, Joan: Els segles XVI i XVII. Els virreis de Catalunya, Bar-
celona, 1961.
Roc HE, Daniel : «La mémoire de la mort. Recherche sur la place des
arts de mourir clans la librairie et la lecture en France aux xvn•
et XVIII 8 siècles», a Annales ESC, n. 0 2, 1976.
RoDRÍGUEZ SA.NCHEZ, A.: «Morir en Extremadura. Una primera apro-
ximacióm>, a N orba, n. 0 1, Caceres, 1980.
RuLL, Baltasar: «Ürganización foral del notariada en el Antiguo Reino
de Valencia», Centenario de la Ley del Notariada, I, Madrid, 1964,
pp. 341-390.
Russo, Carla: Società, chiesa e vita religiosa nell'Ancienne Régime,
Nàpols, 1976.

SERRAILH, J ean: La España llustrada de la segunda mitad del sigla


XVIII, Madrid, 1974.
SHORTER, E.: Naissance de la famille moderne, Paris, 1977.

TAPIE, Víctor Lucien: Le Baroque, Paris, 1961.


- Baroque et Classicisme, Paris, 1957.
TENENTI, Alberto: Il senso della morte e l'amare delta vita nel Rinasci-
mento, Torí, 1957.
- La vie et la mort à travers l'art du XV• siècle. Paris, 1952.
- «Ars Moriendi. Quelques notes sur le problème de la mort a la fin
du Moyen Age», a Annales ESC, n. 0 6, 1951.
ToRRAS 1 RIBÉ, Josep Maria: Els municipis catalans de l'Antic Règim.
1453-1808, Barcelona, 1983.

VILAR, Pierre: Catalunya dins l'Espanya moderna, Barcelona, 1964-68,


4 vols.
VISCEGLIA, Maria Antonietta: «Corpo e sepoltura nei testamenti della
nobiltà napoletana (xvi-XVIII secoli)», a Quaderni Storici, n. 0 SO,
agost 1982.

148
VovELLE, Michel: «Encore la mort: un peu plus qu'une mode ?n, a
Anna/es ESC, n. 0 2, 1982.
- «Les attitudes devant la mort: problèmes de méthode approches et
lectures differentesn, a Annales ESC, n. 0 1, 1976.
- «Minutes notariales et histoire des cultures et des mentalitésn, a
Actas del li Coloquio de Metodologia Histórica Aplicada: La Do-
cumentación notarial y la Historia, Santiago de Compostela, 1984,
pp. 9-26.
- Piété baroque et déchristianisation en Provence au XVIII• siècle,
Paris, 1978.
- La mort à l'Occident de 1300 à nos jours, Paris, 1982.

WHALEY, Joachim: Mirrors of Mortality. Studies in the Social History


of Death, Londres, 1981.

YouNG, Arthur: Viatge a Catalunya, 1787, Barcelona, 1970.

149
íNDEX

PRóLOGO . 7

I. INTRODUCCió 11
La història de la mort . 14
Un marc cronològic: 1690-1800 21
Un marc geogràfic: Mataró 22

Il. FONTS I METODOLOGIA . 25


Els testaments com a font per a la història de la mort. 27
La convenció notarial 30
Quants testaments? 33
Quins testaments? Els paràmetres sòcio-econòmics i la
delineació de les diferents categories socials 36
L'extracció de dades: sistema d'anàlisi de les fonts . 39
La hipòtesi de treball . 41

III. L'HOME CONTEMPLA LA SEVA MORT 43


Les pompes barroques . 46
La sepultura . 63

IV. L'HOME PREGA PER LA SEVA SALVACió. 71


Les misses 74
Les fundacions 88

V. ELS INTERCESSORS AL CEL 97


Les invocacions 100
L'encomanament de l'anima 101
Les confraries i les devocions . 103

151
VI. ELS INTERCESSO RS A LA TERRA 111
Els convents i la parròquia: l'elecció de sepultura . 113
Els convents i la parròquia: les demandes de misses . 117

VII. ELS ALTRES HOMES: LES OBRES


DE CARITAT . 125
Els pobres, intercessors privilegiats 128
Les caritats urbanes: L'Hospital de Sant Jaume i San-
ta Magdalena . 129

VIII. CONCLUSIO NS 133

IX. FONTS I BIBLIOGRAF IA . 141

152
i
r

'
,

.j

I
1
~~~~LM~
U~
w
a
-~
l.&.
<I ::u
0:: BARCELONA

También podría gustarte