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terminal
● La Argentina, con 2.791.810 Km2 sin incluir la Antártida, las islas Malvinas y las
del Atlántico Sur, ocupa el séptimo lugar en el mundo por su extensión.
● Su eje mayor tiene sentido Norte Sur, desde las proximidades del Trópico de
Capricornio (cerro Branqui, 21°46'55'') hasta el cabo de Hornos (55°58'). La
magnitud latitudinal le confiere una inusual diversidad climática, que abarca desde
climas fríos del sur hasta los tropicales de las ecorregiones chaqueña, tucumano-
oranense y misionera, si bien en una escala general, cae dentro de la zona
subtropical-templada.
Otro recurso valioso de nuestro país ha sido el bosque, el cual ha sufrido una gran
reducción de superficie. La pérdida de los recursos boscosos ocurrió por el avance de las
explotaciones ganaderas, forestales, agrícolas y silviculturales.
La tala selectiva en los bosques naturales, causa un gran deterioro físico, biótico y social. La
estructura del bosque se modifica, como así los cursos de drenaje y los suelos, por la limpieza de
las vías de entrada de la maquinaria y salida del producto o la instalación de aserraderos móviles.
Las fronteras agropecuaria y urbana como fenómenos sociales tienen puntos en común:
en ambos existen normas, procedimientos y actividades productivas legales e ilegales,
en ambas la pobreza es transgresiva a la mayoría de los pobladores y en ambas hay un
frente de avance de cambio de uso de la tierra que debe ser planificado y controlado si se
desea tener éxito en la conservación de la biodiversidad natural y en la implementación
de una agricultura sustentable en el área campesina.
En términos generales, es un proceso gatillado desde afuera del área por inversiones de
empresarios no agropecuarios con baja participación del estado en cuanto a políticas de
comercialización de productos de exportación. Los impactos ambientales son de gran
importancia porque se explotan los recursos renovables de manera destructiva.
Frecuentemente se produce la deforestación, con escaso aprovechamiento de los
productos naturales del bosque; se instalan los cultivos con grandes cantidades de
plaguicidas, aplicados con baja eficiencia.
Conclusion:
Las estadísticas sociales, económicas, fiscales y geográficas permiten asignar una base
cuantitativa a las realidades heterogéneas de las regiones argentinas.
En términos geográficos, la distribución de los habitantes argentinos está altamente
concentrada en la región Centro del país, coincidiendo con ser ésta la región más
urbanizada. Por el contrario, otras regiones, como la Patagonia, cuentan con un extenso
territorio significativamente despoblado.
La agrupación de la población mayoritariamente en la región Centro del país se traduce
en una significativa concentración de la producción nacional en esta región, así como
también de la cantidad de trabajadores privadosregistrados y de empleados públicos. Por
otra parte, las regiones del norte argentino registran los menores valores de producción
por habitante pero alcanzan mayores tasas de presencia de empleo público, como sucede
también en la región Patagonia. En cuanto a la proyección hacia el mercado exterior, la
región Centro es responsable de tres cuartas partes de las ventas nacionales, favorecida
por sus extraordinarias ventajas comparativas en la producción agropecuaria, entre otros
factores.
La riqueza relativa de la región Centro se evidencia en su mayor capacidad recaudatoria,
al tiempo que las restantes regiones dependen fuertemente de los recursos
coparticipados y de las transferencias realizadas por el Estado Nacional, principalmente
las regiones NEA y NOA.
En el ámbito de las estadísticas ligadas a la calidad de vida, la pobreza alcanza
principalmente a la región NEA, mientras que en la Patagonia son proporcionalmente
menos los habitantes con recursos por debajo de la línea de pobreza. En cambio, la
indigencia registra su mayor nivel en la región Centro del país. Las condiciones de
privación de las Necesidades Básicas Insatisfechas tienen su mayor impacto en las
regiones NEA y NOA, igual situación que ocurre con la tasa de analfabetismo y mortalidad
infantil. El desempleo, en tanto, es más elevado en las jurisdicciones de la región Centro.
El análisis realizado sustenta la continuidad del concepto de “país abanico” elaborado por
Bunge casi un siglo atrás. Existe una marcada polaridad entre la región Centro del país,
en donde se concentra la mayor proporción de población, empleo y producción. En el
extremo opuesto, las provincias que conforman las regiones del norte (NEA y NOA) son
las más postergadas del país, con ingresos significativamente menores y mayor
dependencia de los recursos del Estado Nacional.
3er texto:
En las últimas décadas del siglo XX vuelve a cambiar el patrón de desarrollo a partir de
procesos gestados e impulsados fundamentalmente por los países centrales, los que se inscriben
en el marco de las necesidades de recomposición del proceso de acumulación de ca-pital y la
mutación del patrón tecnológico, económico y social a nivel mundial.
En suma, el modelo de país asimétrico lleva ya más de cien años de vigencia, teniendo una
estructura desigual cuyos aspectos esenciales se muestran en el siguiente cuadro: