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CAPITULO 1

REPRESENTACIÓN
GRÁFICA DE LOS
YACIMIENTOS MINERALES
1.1. NOMENCLATURA MINERA
van a definirse una serie de términos mineros muy genéricos, tanto de minería
subterránea como a cielo abierto. Gran parte de ellos corresponden a labores
mineras de reconocimiento, acceso y preparación de los criaderos para su
explotación.

La Fig. 1.1 muestra un esquema muy simplificado de una mina subterránea.


En esa figura están representadas un cierto número de labores mineras principales
que, básicamente, pueden considerarse de tres tipos;
1. labores de reconocimiento o prospección,
2. Labores de acceso y
3. Labores de preparación.
Las labores de reconocimiento o prospección son aquellas que se utilizan para reconocer yacimientos,
cuya existencia se supone por el resultado de estudios previos o explotaciones vecinas.
Dentro de ellas están comprendidas las que se citan a continuación:
Las calicatas, qué son zanjas superficiales de gran longitud y pequeña sección, que se disponen
perpendiculares al rumbo o a la máxima dimensión del cuerpo mineralizado. Sirven para levantar
cortes estratigráficos y litológicos, a veces de gran longitud, y para la toma de muestras seria si el
material no está alterado o meteorizado.
Los pocillos son excavaciones verticales de sección transversal cuadrada, rectangular o circular,
comunicadas directamente con la superficie del terreno. Se emplean para reconocer y muestrear
puntualmente un yacimiento bajo la zona superficial meteorizada.
Los sondeos son perforaciones verticales, horizontales o inclinadas, que permiten acceder a una roca
en profundidad con objeto de obtener información por vía directa (muestreo) o indirecta (testificación
geofísica del pozo), consiste la instalación de diversos aparatos de control (piezómetros, inclinómetros,
extensómetros, etc.), y desarrollar operaciones auxiliares (explosionar cargas de dinamita para la
realización de pruebas geofísicas, efectuar bombeos de drenaje, guiar el trazado de nuevas galerías,
etc.). Los sondeos pueden realizarse desde la superficie del terreno o desde galerías subterráneas.
El pozo es la labor de acceso para los yacimientos situados a determinada profundidad bajo el nivel
del terreno. El objeto de los pozos es dar entrada a las labores para preparar, arrancar y extraer el
mineral, facilitar la circulaci6n de personal y materiales, dar paso a la ventilación, desaguar, facilitar la
entrada de energía, etc. Según su pendiente, los pozos pueden ser verticales e inclinados (pozos
planos).
Los socavones son galerías que comunican horizontalmente el criadero con la superficie. Para ello, el
mineral tiene que encontrarse en el interior de la montaña, por encima del nivel del valle.
Los transversales son galerías horizontales que parten del pozo y atraviesan el criadero
transversalmente.
Galerías en dirección en roca son galerías paralelas al rumbo o dirección de máxima longitud del
depósito, situadas en la roca estéril, normalmente al muro del mismo. Desde ella se accede al
yacimiento mediante transversales secundarios.
Las labores de preparación son las que sirven para preparar el arranque, carga y transporte del
mineral, y la ventilación de los puntos de trabajo. Las más comunes son:

Las guías son galerías horizontales que se avanzan dentro de las capas, filones o masas de mineral,
siguiendo su rumbo, la dirección de máxima longitud o la dirección del avance general de la
explotación.
Las chimeneas son galerías inclinadas que limitan lateralmente un cuartel de explotación, uniendo las
correspondientes galerías de cabeza y de base.
Los coladeros son labores muy inclinadas o verticales que comunican la galeria inferior con el hueco
de la explctaci6n; por ellos se lanza el mineral que se recoge en la galería de base.
Los pozos interiores son labores auxiliares que comunican verticalmente dos plantas.
Los recortes son galerías horizontales que sirven para reconocer la potencia del criadero o los
hastiales.
Por lo que respecta a las explotaciones a cielo abierto, la Fig. 1.2 muestra un perfil
muy simplificado de una de ellas, en la que se han representado:

 Los bancos, o rebanadas horizontales de altura constante, que son la unidad de


explotación y referencia de la mina.
 Las bermas, o anchura de los bancos. A veces se emplean como pistas de
transporte.
 El talud general, que es el conjunto de los bancos en un talud determinado, desde
el fondo de corta (parte más profunda de la explotación) hasta la coronación en la
superficie del terreno natural. Este talud tiene una inclinación media que es de
gran importancia en la estabilidad de la explotación.

Se ha representado una pista cualquiera de transporte, en este caso por la berma del
banco más alto. Estas pistas suelen ser más anchas que las bermas normales.
1.2. REPRESENTACIÓN GRÁFICA DE LOS YACIMIENTOS

1.2.1. Introducción.
Los yacimientos minerales investigados, explotados o en exploración, pueden ser
representados gráficamente de múltiples formas, dada la gran cantidad y variedad de
información.

Por ello existen distintos tipos de planos que pueden elaborarse, y que es frecuente encontrar
en todos los informes o estudios geológico-mineros.

Esta Información se puede representar, además, bien globalizada en su conjunto, bien


sectorizada en planos temáticos.
Los planos o documentos gráficos más usuales son los siguientes:
a) Planos geológicos de superficie.
b) Perfiles verticales. Pueden diferenciarse:
- Atendiendo a su posición respecto de la mayor dimensión del yacimiento:
• Transversales.
• Longitudinales.
• Otros.
- Atendiendo a la información que proporcionan:
• Geológicos.
• Mineros.
• Mixtos.
c) Planos mineros.
- Mapas de superficie.
- Planos horizontales a cotas fijas.
• Minería subterránea (plantas).
• Minería a cielo abierto (bancos).
- Planos de labores inclinados.
d) Proyecciones sobre un plano. Pueden diferenciarse;
- Atendiendo a la posición del plano proyección.
•Verticales.
•Horizontales.
- Atendiendo a su contenido.
•Batimetría del lecho o muro del depósito (isohipsas, isobatas),
•Rango y distribución de las potencias (isopacas].
•Labores mineras.
•Zonas explotadas.
•Sectorización mineralógica del depósito.
•Rango y distribución de leyes.
•Fiabilidad de las reservas.
1.2.2. sistemas de coordenadas.
Los sistemas de coordenadas son las referencias a las que hay que remitirse para conocer la situación de
cualquier punto de un plano.
Si la escala de trabajo es grande (1/25.000 o superior), normalmente se utilizan planes so| (topográficos o
geológicos) publicados por organismos oficiales (Instituto Geográfico Nacional, Instituto Tecnológico
Geominero de España, ITGE), que llevan incorporadas las coordenadas l Lambert o Geográficas que
correspondan a la zona en el contexto mundial; si la escala es inferior planos soporte se suelen elaborar
para la ocasión. De ser así. a veces es beneficiosa la designación de un sistema de coordenadas local
adecuado a la morfología del depósito, especialmente alargado, con independencia de las
coordenadas generales oficiales. No obstante, ambos sistemas deberán estar perfectamente
correlacionados a partir de puntos de referencia fijos.
Cuando se define un sistema de coordenadas local es recomendable que uno de los ejes coincida con
el longitudinal del yacimiento. Si existe o se tiene prevista la instalación de un pozo subterráneo, sea
vertical o plano, conviene fijar los ejes de forma que un par de ellos se crucen en él, punto que incluso
puede tomarse como origen del sistema.
En la Fig. 1.3 se representa gráficamente lo descrito. En la Fig. 1.3 A se muestra un depósito en el que las
coordenadas oficiales son concordantes con su morfología. No ocurre así en la Fig. 1.3 B, que precisaría
la definición de un sistema local de coordenadas. La Fig. 1,3 C muestra un depósito no concordante con
las coordenadas oficiales, y un segundo sistema de coordenadas locales definido incorrectamente. Sin
embargo, en la Fig. 1.3 D, el segundo sistema se tía definido con acierto al disponerlo paralelo a la
dirección de máxima longitud del depósito. En la Fig. 1.3 E se muestra un sistema local de coordenadas
cuya línea de referencia se ha hecho pasar por el pozo de extracción. Las coordenadas paralelas a ella
crecen nominalmente en dirección al depósito. Las perpendiculares tienen como origen la que pasa por
el propio pozo, creciendo tanto hacia la derecha como hacia la izquierda. En este caso hay que tener
la precaución de indicar, tras el digito correspondiente al eje (distancia al origen), la dirección en la que
se sitúa respecto al propio origen de coordenadas (Este u Oeste),
Una vez establecida la malla de ejes coordenados, se está en disposición de elaborar los planos
geológicos o mineros representativos del yacimiento.
1.2.3. planos geológicos de superficie.
Los planos geológicos son la representación de las características geológicas aflorantes del depósito sobre la
superficie topográfica del terreno. Por tanto, estrictamente, no proporcionan información de cómo se
comporta el depósito en profundidad, excepto de forma interpretativa. Incluyen una cartografía de las
Litologías de la formación o formaciones que constituyen el depósito y su entorno, así como de los grandes
accidentes tectónicos (fracturas, cabalgamientos). Proporcionan, además, información relativa a cuantos
datos de interés se consideren oportunos, como pueden ser:

- Zonaciones mineralógicas.

- Rumbos, buzamientos, presencia de pliegues, esquistosidades, diaclasas, indicios mineralizados, etc.


- Localización de Itinerarios, estaciones, muestras, sondeos, etc.

Para su buena comprensión irán acompañados, como mínimo, de una memoria explicativa, de perfiles
geológicos interpretativos trazados por zonas representativas, de una leyenda con las formaciones
cartografiadas y de una columna litológica general de síntesis.
Estos mapas suelen ser la primera y, a veces única, representación gráfica de un depósito mineral,
especialmente en las primeras etapas de la investigación. Pueden ser un objetivo parcial en sí mismos. Han
de actualizarse a medida que se van adquiriendo más conocimientos sobre el yacimiento.
1.2.4. perfiles verticales.
Un perfil vertical es la representación en un plano vertical de una sección del yacimiento por ese
plano. Puede incluir Información de todo tipo (sondeos, muestras, labores mineras, contactos
geológicos, fracturas, etc.) existente tanto en el plano del perfil como en sus inmediaciones
(proyectada sobre el perfil).
Para un yacimiento conocido dado, la situación de los perfiles o secciones, respecto al rumbo o
dirección longitudinal máxima del depósito, puede ser transversal, longitudinal o en cualquier otra
dirección. Normalmente se construyen transversales, paralelos entre sí a ser posible. A veces es
conveniente la elaboración de perfiles longitudinales con objeto de controlar la evolución lateral de
los transversales, y de proporcionar información de la variación del depósito a lo largo de su máxima
longitud. Los perfiles trazados en cualquier otra dirección suelen tener una misión puramente auxiliar
de apoyo al cálculo d dibujo de otros planos o perfiles, o para su control; por ello se construyen
uniendo puntos no alineados, pero con información, siguiendo frecuentemente líneas quebradas.
Es práctica común numerarios de acuerdo con la coordenada en la que se sitúan (por ejemplo, los
perfiles transversales 3.000-W, 1.000-W, 1.000-Ey 3.000-E de la Figura 1.3.E).
Los perfiles deben tener una referencia clara a la línea origen de coordenadas o, en su caso, de
inicio de los perfiles, con objeto de posicionar adecuadamente respecto a ella los distintos planos
que se vayan utilizando en la construcción del perfil, o de conocer la posición exacta del perfil
respecto a dicha línea origen si no la corta.
Es deseable que los perfiles salen espaciados una distancia constante, aunque el criterio básico de
elaboración debe ser que representen, o pongan de manifiesto, las peculiaridades más
sobresalientes del yacimiento, especialmente si se van a utilizar para calcular sus reservas, programar
una campaña de investigación o planificar su explotación. Así, si empleando un determinado
espaciado no se delecta la presencia de una esterilización intercalada, por ejemplo, debe
modificarse la situación de uno de los' perfiles más próximos haciéndole pasar por la zona
esterilizada, o bien debe construirse otro perfil adicional pasando per ella. En la Fig. 1.4 se muestran
estas opciones.
Los perfiles o secciones se dibujan por pasos, utilizando consecutivamente los planos topográficos, bs
geológicos, los planos de labores, los sondeos (situados sobre el propio perfil o proyectándolos
lateralmente según el rumbo del depósito si es posible), y cualquier otra información de interés.
La escala de los perfiles depende del detalle requerido, variando entre 1/500 y 1/5.000 para etapas
de investigación avanzadas. Si, ocasionalmente, conviene destacar algún rasgo vertical, se exagera
la escala correspondiente tantas veces como sea necesario. Así, un perfil puede tener una escala
horizontal 1/5.000 y vertical 1/500. Obviamente, cuando se quiera superficiar algún área
comprendida dentro del perfil, habrá que manejar un planímetro capaz de trabajar con esas dos
escalas simultáneamente.
Los perfiles se utilizan para representar gráficamente las características de un depósito en
profundidad (lo que incluye su disposición geológica, la distribución de las leyes y minerales
explotables, la situación de acuíferos, labores activas y abandonadas, etc.), planificar una
campaña de investigación o un pían de explotación, cubicar las reservas del yacimiento, apoyar la
elaboración de mapas de isobatas isohipsas d isopacas, etc.
La Fig. 1.5 muestra un perfil vertical transversal tipo cualquiera en el que se aprecian las siguientes
características:
- Planta de situación del perfil respecto de las coordenadas locales.
- Orientación, numeración y escalas del perfil.
- Recubrimiento, litología y posición de un nivel acuífero, con indicación de la situación de agua en
una fecha determinada.
- Posición del mineral y del zócalo o basamento.
- Posición de una falla no aflorante interpretada a partir de intersección con dos sondeos.
- Posición de los sondeos y de las labores subterráneas.
- Valor de la mineralización en un sondeo.
1.2.5. planos mineros.
Los planos mineros que se pueden construir son los siguientes:
a) Planos de superficie
Corresponden básicamente a planos con información de la situación de los
sondeos, de los límites de las labores mineras, de concesiones mineras, de
afloramientos de! depósito, de situación de muestras, etc.
b) Planos horizontales a cotas fijas
Corresponden a les planos de las plantas en minería subterránea, y de los
bancos en minería a cielo abierto.
En los primeros se representan, a la cota de la planta, la geología, las labores
mineras, los sondeos emboquillados en la planta, las muestras tomadas en
ella, la zonación mineralógica, la distribución de leyes, los paneles de
explotación, los elementos de transporte, distribución de energía eléctrica,
aire comprimido, etc. La representación de cada una de estas cuestiones se
puede potenciar o reducir, elaborándose el plano a medida de las
necesidades.
La Fig. 1.6 muestra una planta de una mina en la que se aprecian la red de
galerías, la geología del depósito y su entorno y una malla de sondeos de
investigación y drenaje.
Los planos de los bancos de minería a cielo abierto corresponden, en
realidad, a uno de los dos planos que limitan el banco, bien por su parte
superior (cabeza), bien por la inferior (pie). Dado que los bancos se pueden
denominar por una de sus dos cotas límite, normalmente la del pie, nunca
está de más indicar la cota a la que se ha elaborado el plano, para evitar así
confusiones.
Los planos de los bancos son muy parecidos a los de las plantas
subterráneas, aunque lógicamente contemplan las peculiaridades de la
minería a cielo abierto. Muestran la geología, los sondeos, las áreas
explotadas, los bloques de explotación o cubicación de las reservas, las
leyes, los bloques de estériI y mineral según la planificación, las zonas ripables
o volables, los patrones para la perforación y voladura, etc.
En la Fig. 1.7 se ha representado un plano de la cota 237 de una mina en la que se
aprecian parte de las características antes citadas.
c) Planos de labores inclinados
Estos planos se construyen normalmente sobre el propio plano del criadero
que, por ello, debe ser de tipo tabular.
En estos planos se suelen representar las curvas de igual potencia verdadera
(isopacas), la situación de las muestras o el patrón para realizar veladuras. No
suelen hacerse con demasiada frecuencia y, cuando se elaboran, se
restringen a pequeñas áreas de la mina.
1.2.6. Proyecciones sobre un plano.
Son los planos más usados. Se construyen proyectando la información
existente sobre el depósito en un plano de referencia. En yacimientos
sedimentarios multicapa se pueden elaborar para todas las capas o sólo
para las más representativas. Si el yacimiento es filoniano, se proyectan los
datos del filón. Si es una masa irregular, se proyecta por rebanadas
consecutivas.
Dependiendo de la inclinación del depósito, la proyección se hará sobre un
plano vertical u horizontal. El límite suele situarse en 45°. Si el plano es vertical,
su posición deberá coincidir con una de las direcciones de los ejes
coordenados.
Debe tenerse en cuenta que las trazas proyectadas se ven en dimensiones
aparentes, es decir, disminuidas respecto a las reales en el coseno del ángulo
que forma el plano de proyección, horizontal o vertical, con el plano que se
proyecta.
En este tipo de pianos se puede incluir cualquier información, como se
muestra en la Fig. 1.8, que con-0sponde a un criadero cuyos datos se
proyectan sobre un plano vertical.
El resultado final puede ser como el que se indica en la Fig. 1.9, en la cual se
aprecian un pozo vertical con sus galerías, una explotación a cielo abierto, el
límite del acuífero subterráneo y los contornos de las reservas explotables.
Entre los pianos que se pueden realizar están los siguientes:
- Batimetría del techo o muro del depósito (isohipsas, isobatas).
- Rango y distribución de las potencias (isopacas).
- Labores mineras.
- Zonas explotadas.
- Sectorización mineralógica del depósito.
- Rango y distribución de leyes.
- Fiabilidad de las reservas.
Todos ellos son importantes, pero se destacan por su interés les que proporcionan la batimetría del
depósito y las distribuciones de sus leyes y potencias. Para la construcción de los planos dc isovalores se
opera de la siguiente forma (Fig. 1.10);
- Se parte de los valores del parámetro considerado obtenidos por cualquier método, siempre qua las
mediciones sean fiables (Figs., 1.10 A).
- A continuación se unen los puntos con datos mediante líneas rectas formando recintos triangulares
(Fig. 1.10 B).
- En cada segmento se calculan los puntos de paso de las isolíneas. Los valores de estas, normalmente,
es prefijan de antemano o a la vista de tanteos previos (Fig. 1.10 C).
- Se unen los puntos que tienen los mismos valores del parámetro, bien por líneas rectas, bien por
curvas (Fig. 1.10 D).
- Se eliminan las líneas sobrantes (Fig. 1.10 E).
En la actualidad estas construcciones se hacen con programas de ordenador, aunque a veces
todavía hay que recurrir a calcularlas manualmente si el depósito es complejo o irregular, o si tiene
discontinuidades (fracturas).
Un plano de este tipo elaborado con un programa de ordenador es el representado
en la Fig. 1.11, en la que se aprecia perfectamente la distribución zonal del
parámetro considerado.

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