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Igualdad de derechos

El artículo
4 de nuestro texto constitucional establece: ‘En Guatemala todos los seres
humanos son libres e iguales en dignidad y derechos’. De esa cuenta
existen dos niveles, desde el cual se llena de contenido, dicha garantía
individual. El de la dignidad del ser humano y el del derecho de igualdad ante
la ley.

Respecto a la igualdad en dignidad podemos decir: Los derechos fundamentales de la


persona humana se fundamentan en que existe una igual dignidad, que es común a todos
los seres humanos.

La igual dignidad es sostenida tanto por las declaraciones y tratados internacionales en


materia de derechos humanos, como por el texto de las constituciones contemporáneas,
constituyendo la igual dignidad de toda persona el fundamento de todos los derechos
fundamentales, del orden constitucional.

En cuanto principio de igualdad en dignidad, podemos concluir entonces, que constituye


un valor sobre el cual se basa nuestro orden constitucional y que vincula en modo general
e irradia todo el ordenamiento jurídico.

Respecto a la Igualdad ante la ley podemos decir: Que todos los seres humanos somos
iguales ante la ley y por ende podemos exigir eliminar todo tipo de discriminaciones,
basadas en aspectos subjetivos de las personas por motivos de raza, color, sexo, idioma,
religión, entre otras.

Por lo anterior se puede afirmar que la discriminación y la diferencia arbitraria; es


inconstitucional, se encuentra en oposición a la justicia y es contraria a los derechos
humanos.

Respecto a la no discriminación, vale la pena mencionar que en el derecho internacional,


es uno de los derechos más básicos de todo ser humano y el cual prohíbe toda
diferenciación hecha sobre fundamentos no razonables, irrelevantes o
desproporcionados.

Existen ciertos grupos en Guatemala que abogan por tratos diferenciados legalmente, por
razón de origen étnico o racial.

En Guatemala nuestra Constitución está basada en un sistema de valores que da


primacía a la persona humana, reconoce la igualdad en dignidad y derechos el cual es un
principio que se proyecta sobre todo nuestro ordenamiento jurídico, incluyendo nuestro
sistema de gobierno republicano, democrático y representativo.

Por ende, no pueden hacerse diferenciaciones o discriminaciones por razones de origen


racial o étnico. Y todo trato diferenciado, deberá ser temporal, extraordinario y nunca
considerarse como un derecho especial; sino solo un mecanismo transitorio, para que una
persona, supere los obstáculos que le permitan situarse en un plano de igualdad en
dignidad y derechos, y no de privilegio, frente al resto de ciudadanos.
Sufragio universal y voto popular
Tras la Independencia de 1821, no todos podían votar. Las mujeres y los guatemaltecos
analfabetos y sin recursos económicos no eran considerados ciudadanos y no tenían
derecho a ejercer el voto. La primera Constitución, de 1825, establecía que eran
ciudadanos “los habitantes del Estado… que fuesen casados o mayores de 18 años,
siempre que ejerzan alguna profesión útil o tengan medios conocidos de subsistencia”.
“Inicialmente, el proceso electoral era muy excluyente. Las decisiones políticas estaban
limitadas a los españoles y los criollos. Ya con el proceso de la Independencia, empieza
un control aristocrático, y con la Revolución Liberal se introduce el modelo de Estado con
más conducción sobre la economía, la cual había sido exclusiva de los grandes
propietarios”.
La Constitución de 1921 permitía votar a las mujeres, con ciertas restricciones; en su
artículo 29, establecía: “Podrán ejercer el derecho de sufragio las mujeres casadas o
viudas mayores de 21 años que sepan leer y escribir; las solteras mayores de 25 que
acrediten haber recibido la instrucción primaria, y las que poseen capital o renta en la
cuantía que la Ley Electoral indique. Podrán también optar a cargos públicos que no sean
de elección popular, o no tengan anexa jurisdicción”. El voto para los hombres era
obligatorio, pero voluntario para las mujeres.
la primera Constitución del gobierno revolucionario definía como ciudadanos con derecho
a elegir y ser electos a “los guatemaltecos varones mayores de 18 años que sepan leer y
escribir o que tengan renta, industria, oficio o profesión que les proporciones medios de
subsistencia”. Las mujeres estaban excluidas.
A mediados de 1944, cuando el movimiento popular consiguió la renuncia del presidente
Jorge Ubico, se abrió camino a un proceso democratizador. Se fundaron varios partidos
políticos y, a lo interno de algunos de estos, se empezó a proponer el reconocimiento del
voto femenino. En septiembre de ese mismo año, un grupo de mujeres conformado
mayoritariamente por maestras, escritoras y periodistas, organizó la Unión Femenina
Guatemalteca Pro Ciudadanía de la Mujer, presidida por Graciela Quan, la cual propuso el
reconocimiento del voto femenino.
En 1945, tras una incansable lucha, las mujeres guatemaltecas consiguieron ese derecho.
Los debates y discusiones fueron divulgados en las páginas de los diarios. Tras meses de
debate, la Asamblea Constituyente, formada exclusivamente por hombres, decidió
conceder el voto a las mujeres, excluyendo a las analfabetas.
En la Constitución promulgada el 11 de marzo de ese año, se reconocía como
ciudadanos, en el artículo 9, a “los guatemaltecos varones mayores de 18 años”, y a “las
mujeres guatemaltecas mayores de 18 años que sepan leer y escribir”. Entre los derechos
de la ciudadanía estaba “elegir, ser electo y optar a cargos públicos”. Ese mismo artículo
establecía el sufragio obligatorio y secreto para los hombres, optativo y secreto para las
mujeres, y optativo y público para los ciudadanos analfabetos.
En 1965 se instituyó el sufragio universal, que reconoce el derecho de todo ciudadano
mayor de edad, sin distinciones de género o económicas, a ejercer el voto. Una nueva
Constitución, decretada ese año, reconocía como ciudadanos con derecho a elegir y ser
electos a “todos los guatemaltecos hombres y mujeres, mayores de 18 años”.
Elecciones 2019
Las elecciones generales de Guatemala son un evento que ocurre cada cuatro años en el
país, y los guatemaltecos eligen a sus autoridades.
El proceso electoral contempla tres fases, que van desde la convocatoria a elecciones e
inscripción de candidatos, hasta el día de las elecciones.
Primera fase

La primera fase del proceso electoral comienza con la convocatoria a elecciones por parte
del Tribunal Supremo Electoral.
También empieza la inscripción de candidatos a los distintos cargos públicos, como
presidente, vicepresidente, diputados al Congreso y al Parlamento Centroamericano
(Parlacen). Además, de las corporaciones municipales, como alcaldes, concejales y
síndicos.
Otra fecha importante es el cierre del padrón electoral, que se ocurre en la fecha
establecida por el TSE, y ya no permite que más personas se empadronen y los que
estén inscritos serán los que sí puedan votar.
Segunda fase

El 18 de marzo comienza la propaganda electoral, que tendrá una duración de 90 días, es


decir, 36 horas antes del día de las elecciones.
Del 1 al 14 de abril el padrón electoral debe quedar depurado, es decir, excluir a todas las
personas que forman parte de las fuerzas de seguridad del Estado y municipales.
También deben quedar integradas las juntas electorales municipales y las juntas
receptoras de votos.
Un día antes de las elecciones comienza la prohibición de venta de bebidas alcohólicas.
Tercera fase

Esta comprende el día de las elecciones generales que está contemplado para el 16 de
junio.
Además, contiene la segunda vuelta de elección presidencial, que se realizará el 11 de
agosto.
Cambio climático
El cambio climático es definitivamente uno de los retos más grandes que actualmente
enfrenta la humanidad, tanto en la búsqueda de acuerdos que limiten la generación de los
gases contaminantes que causan este problema (llamados Gases de Efecto Invernadero),
así como en cuanto a implementar medidas que nos ayuden a adaptarnos a los cambios
que está causando esta alteración del clima. El cambio climático está afectando y llegará
a afectar a todos los sectores importantes de la vida nacional, desde la producción de
alimentos, la salud pública, la infraestructura y la misma seguridad pública.
el Quinto Informe sobre Cambio Climático que presentó el Panel Intergubernamental de
Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés). Esta organización creada por Naciones
Unidas contó con un equipo de más de 800 científicos seleccionados alrededor del
mundo, para escribir este informe sobre el estado del problema climático con el fin de
informar a los países que se reúnen anualmente a negociar sobre las medidas a tomar
para resolver este problema.

El Quinto Informe del IPCC presentó tres conclusiones contundentes. Primero,


prácticamente no hay duda de que el planeta se está calentando. Esto se evidencia no
solo por el aumento de las temperaturas alrededor del planeta, sino también por el
derretimiento de los cascos de hielo en lugares como el Polo Norte y Groenlandia y
también en los glaciares de los Andes y los Alpes. Adicionalmente, se ha observado un
aumento en el nivel de los océanos.

Segundo, este calentamiento se debe principalmente a las actividades humanas que


emiten los gases de efecto invernadero que aumentan la captura de calor en la atmósfera.
Aunque sabemos que históricamente el planeta se ha calentado en múltiples ocasiones
en el pasado, nunca el aumento de temperatura ha sido tan rápido, lo cual puede
explicarse únicamente si se consideran influencias que se originan en actividades
humanas tales como quema de petróleo y carbón mineral, agricultura y deforestación
entre otras.

Y tercero, aunque se logre un acuerdo mundial para detener la generación de los gases
contaminantes, el efecto de calentamiento mantendrá su influencia en el clima global al
menos durante un siglo más. Esto implica que estamos forzados a adaptarnos a vivir con
un clima más cambiante.

¿Qué efectos concretos podemos esperar para Guatemala? Investigaciones que hemos
hecho en la Universidad del Valle de Guatemala preguntando a agricultores qué cosas
han notado con el clima, muestran que ya es evidente un aumento de la variación del
clima del país. Por su posición geográfica, Guatemala siempre ha tenido un clima muy
variable, pero esa variabilidad ha aumentado mucho más en las últimas décadas. Por
ejemplo, los agricultores reportan que es más difícil ahora predecir el inicio y el fin de la
época lluviosa. Esto por supuesto les complica mucho determinar cuándo hacer la
siembra. Las famosas “aguas de mayo” no han llegado en los últimos años ya que la
época lluviosa ahora está establecida hasta junio. Por cierto, los también famosos
zompopos de mayo cada vez se están convirtiendo más en zompopos de junio. Esto por
supuesto ha aumentado considerablemente el problema de inseguridad alimentaria y
hambrunas especialmente en el llamado corredor seco del país.
La alternancia de períodos secos con períodos de exceso de lluvia continuará en las
siguientes décadas, pero los modelos climáticos que se han desarrollado a nivel mundial y
regional, muestran que a largo plazo, la región centroamericana experimentará una
disminución gradual de la cantidad de lluvia. Uno de estos análisis muestra una
disminución de un 13% en la lluvia del país para el año 2050 y del 27% para el 2100.

Aunque estos porcentajes podrían no parecer muy altos a primera vista, si pueden
resultar en un aumento considerable del estrés hídrico que el país ya evidencia en varias
regiones, particularmente las regiones orientales del país y las áreas al sur de los
departamentos de Huehuetenango, Quiché y las Verapaces. Mucha de la falta de agua ya
observada en estas y otras regiones del país proviene del mal manejo que hacemos de
este recurso vital, especialmente en cuanto a la contaminación de aguas superficiales al
descartar nuestras aguas servidas sin ningún tratamiento previo. (Nota editorial: Más de
90% de las fuentes de agua y más de 98% de los afluentes del país en Guatemala tienen
contaminación bacteriológica.) Por tanto, el cambio climático pondrá una presión adicional
para que Guatemala desarrolle una legislación adecuada para que podamos manejar y
conservar mejor nuestro recurso hídrico.

El cambio climático también traerá temperaturas más altas lo que aumentará la


probabilidad de tener regiones áridas y con menor productividad agrícola. Los modelos
climáticos muestran un aumento de temperatura entre los 2 y los 4 grados centígrados en
el transcurso del presente siglo. El nivel real de aumento de temperatura que se
observará dependerá de los niveles de emisión de gases contaminantes que se tengan en
todo el mundo.

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