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Embarazo precoz

El embarazo precoz, también denominado embarazo adolescente, es aquel que se produce


cuando una mujer se encuentra en su etapa de pubertad (entre los 10 y los 19 años, según
la Organización Mundial de la Salud). Este término también se utiliza para denominar
aquellos embarazos de mujeres que no han alcanzado la mayoría de edad legal en el país
en el que residen.
Al producirse el embarazo durante la etapa de adolescencia, la niña es fértil, pero se
encuentra experimentando los cambios hormonales naturales de esta etapa, es decir, aún
no está desarrollada, lo que puede traer graves consecuencias tanto para el niño como para
la madre.
Aunque el embarazo precoz estaba considerado como un problema típico de países del
tercer mundo, cada vez es más habitual encontrar casos entre adolescentes de países
desarrollados. La mayor parte de estos embarazos no son deseados, sino que son las
consecuencias de violaciones o de la falta de conocimiento real sobre el tema; en otras
ocasiones.

Causas más comunes del embarazo precoz


Las causas de que se produzcan embarazos a estas edades no responden a un criterio
común, sino que depende mucho de la cultura, la educación, el entorno o los avances
médicos de cada país. En algunos territorios se permite y se fomenta el matrimonio en
edades muy tempranas, casi siempre cuando la niña se encuentra en su etapa adolescente;
además, en muchas culturas la fertilidad de las niñas es uno de los valores más
importantes.
En los territorios donde no predominan o son ilegales los matrimonios con menores de
edad, la principal causa de embarazo adolescente responde a que los jóvenes mantienen
relaciones sexuales sin utilizar anticonceptivos, lo que en las sociedades occidentales se
conoce como embarazos no deseados.

¿Cómo prevenirlo?
La mejor manera de prevenir un embarazo precoz reside en la educación (aunque esto
depende sobremanera del contexto cultural), concienciando a las jóvenes de la
importancia de alcanzar la madurez y desarrollarse a la hora de quedarse embarazadas,
así como de los riesgos que esto conlleva. Fomentar el uso de preservativos y otros
métodos anticonceptivos en las relaciones sexuales también ayuda a prevenir el embarazo
precoz.

Otros datos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) arroja una serie de datos que permiten
evaluar el impacto de un embarazo precoz:
Unos 16 millones de adolescentes de 15 a 19 años y aproximadamente 1 millón de niñas
menores de 15 años dan a luz cada año, la mayoría en países de ingresos bajos y medianos.
Infecciones de transmisión sexual

también conocidas como enfermedades de transmisión sexual (ETS), y antes como


enfermedades venéreas son un conjunto de afecciones clínicas infectocontagiosas que se
transmiten de persona a persona por medio del contacto sexual que se produce, casi
exclusivamente, durante las relaciones sexuales. Sin embargo, pueden transmitirse
también por uso de jeringas contaminadas o por contacto con la sangre o con otras
secreciones, y algunas de ellas pueden transmitirse durante el embarazo, durante el parto
o la lactancia, desde la madre al hijo.2
La mayor parte de las enfermedades de transmisión sexual son causadas por dos tipos de
gérmenes: bacterias y virus, pero algunas también son causadas por hongos y
protozoarios.

Prevención
 Educación sexual oportuna para conocer las enfermedades de este tipo y la forma
de contagio.
 Higiene de los órganos sexuales; debe practicarse el baño diario con jabón y el
secado cuidadoso de los genitales.
 Utilización de mecanismos protectores como el condón o preservativo cuando se
tenga alguna relación sexual.

Epidemiología
Las tasas de incidencia de las ITS (Infecciones de Transmisión Sexual) siguen siendo
altas en la mayor parte del mundo, a pesar de los avances de diagnóstico y terapéuticos
que pueden rápidamente hacer que los pacientes con muchas ETS no se vuelvan
contagiosos y curar a la mayoría.
Las prevalencias de ITS observadas con frecuencia en las adolescentes sexualmente
activas tanto con síntomas del tracto genital bajo como sin ellos incluyen:

 clamidia (10-25 %).


 gonorreas de Neisseria (3-18 %).
 sífilis (0-3 %).
 Trichomonas vaginalis (8-16 %).
 virus del herpes simple (2-12 %).

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